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CORTES ESPAÑOLA S DIARIO DE LAS SESIONES DEL PLEN O X Legislatura Núm . 2 9 Sesión celebrada los días 16, 17 y 18 de noviembre de 197 6 PRESIDENCIA DEL EXCMO . SR . D . TORCUATO FER N ANDEZ-MIRANDA Y HEVI A PROYECTO DE LEY PARA LA REFORMA POLITICA (EN TRAMITE DE URGENCIA ) COMISION DE LEYES FUNDA ME NTALES Y PRESIDENCIA DEL GOBIERN O SUMARI O Se abre la sesión a las cinco y cinco minutos de la tarde del martes, 16 de noviembre de 1976 . El señor Presidente dedica palabras de home- naje y de emocionado recuerdo a los Pro- curadores fallecidos, don Miguel Angel Gar- cía Lomas, don Juan María de Araluce Vi- llar y don Alejandro Rodríguez de Valcár- cel, su antecesor, este último, en la Presi- dencia de las Cortes . Enmiendas a la totalidad . - Son defendidas, respectivamente, por sus autores, señores Escudero y Rueda, Piñar López y Fe i nán- dez de la Vega y Sedano .--Contestación del señor Presidente a este último Procurador en relación con la votación de las enmien- das a la totalidad .-El señor Suárez Gon- zález (don Fernando) contesta en nombre de la Ponencia a los enmendantes a la tota- lidad. Se susaende la sesión . Se reanuda la sesión . Juramento de señores Procuradores . Lectura del acta de la sesión anterio r Excusas de asistencia. Modificaciones en la lista de señores Procu- radores (fallecimientos, ceses y altas) . Reforma Política (1) . El señor Presidente, contestando a consultas que le han dirigido algunos señores Procu- radores, explica los diversos supuestos que existen para las diferentes votaciones que han de tener lugar .-Seguidamente, pide al señor Secret a rio que dé cuenta de, un error de imprenta apreciado en el informe de la Ponencia .-Asi lo hace el señor Secretario . El señor Primo de Rivera y Urquijo (Ponen- te), presenta y defiende el informe de la Po- nencia sobre el proyecto de ley . Intervienen de nuevo, nara replicar a la Po- nencia, los señores Piñar López y Fernán- dez de la Vega . - Contestación del señor Suárez González (don Fernando), por la Ponencia . Se suspende la sesión a las ocho y cuarenta y cinco minutos de la noche, para conti- nuarla el día siguiente, miércoles, 17 de no- viembre de 1976 . Se reanuda la sesión a las diez y cinco minu- tos de la mañana del miércoles, 17 de no- viembre de 1976 . Reforma Política . (II) . De f ensa de enmiendas y sugerencias al pro- yecto de ley .-Intervienen los señores Es-

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  • CORTES ESPAOLASDIARIO DE LAS SESIONES DEL PLEN OX Legislatura Nm. 29

    Sesin celebrada los das 16, 17 y 18 de noviembre de 1976

    PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. TORCUATO FERNANDEZ-MIRANDA Y HEVI A

    PROYECTO DE LEY PARA LA REFORMA POLITICA(EN TRAMITE DE URGENCIA )

    COMISION DE LEYES FUNDAMENTALES Y PRESIDENCIA DEL GOBIERN O

    SUMARI OSe abre la sesin a las cinco y cinco minutos

    de la tarde del martes, 16 de noviembrede 1976 .

    El seor Presidente dedica palabras de home-naje y de emocionado recuerdo a los Pro-curadores fallecidos, don Miguel Angel Gar-ca Lomas, don Juan Mara de Araluce Vi-llar y don Alejandro Rodrguez de Valcr-cel, su antecesor, este ltimo, en la Presi-dencia de las Cortes .

    Enmiendas a la totalidad . - Son defendidas,respectivamente, por sus autores, seoresEscudero y Rueda, Piar Lpez y Fe i nn-dez de la Vega y Sedano.--Contestacin delseor Presidente a este ltimo Procuradoren relacin con la votacin de las enmien-das a la totalidad.-El seor Surez Gon-zlez (don Fernando) contesta en nombrede la Ponencia a los enmendantes a la tota-lidad.

    Se susaende la sesin.Se reanuda la sesin .

    Juramento de seores Procuradores .Lectura del acta de la sesin anteriorExcusas de asistencia.Modificaciones en la lista de seores Procu-

    radores (fallecimientos, ceses y altas) .Reforma Poltica (1) .El seor Presidente, contestando a consultas

    que le han dirigido algunos seores Procu-radores, explica los diversos supuestos queexisten para las diferentes votaciones quehan de tener lugar.-Seguidamente, pide alseor Secretario que d cuenta de, un errorde imprenta apreciado en el informe de laPonencia

    .-Asi lo hace el seor Secretario .El seor Primo de Rivera y Urquijo (Ponen-

    te), presenta y defiende el informe de la Po-nencia sobre el proyecto de ley .

    Intervienen de nuevo, nara replicar a la Po-nencia, los seores Piar Lpez y Fernn-dez de la Vega . - Contestacin del seorSurez Gonzlez (don Fernando), por laPonencia .

    Se suspende la sesin a las ocho y cuarentay cinco minutos de la noche, para conti-nuarla el da siguiente, mircoles, 17 de no-viembre de 1976 .

    Se reanuda la sesin a las diez y cinco minu-tos de la maana del mircoles, 17 de no-viembre de 1976 .

    Reforma Poltica. (II) .De fensa de enmiendas y sugerencias al pro-

    yecto de ley.-Intervienen los seores Es-

  • -2-CORTES ESPA{i0LA3 16, 17 Y 18 DE NOVIMBRE DE 1976 .-Nrnl . 29

    perab de Arteaga, Iglesias Selgas, Artea-ga Padrn, Lostau Romn, Tey Planas (se-orita), Lamo de Espinosa, Daz-Llanos,Prez Puga, Fernndez-Cuesta y MorrondoGarca.

    Se suspende la sesin a las trece y treinta ycinco minutos de la tarde .

    Se reanuda la sesin a las cinco y veinte mi-nutos de la tarde .

    Contina a defensa de enmiendas y sugeren-cias al proyecto de ley .-Intervienen los se-ores Martnez Esteruelas, Clavijo Garcay Serrats Urnuiza (don Salvador) .

    Se susbende la sesin .Se reanuda la sesin.-Intervienen los seores

    Martn Sanz y Meiln Gil.-Aclaracin delseor Presidente acerca de la intervencinde seores Procuradores para defender ob=servaciones o enmiendas al informe de laPonencia .-Intervienen los seores SegoviaMoreno, Bernal Snchez, Csneros Laborda,Meli Perics, Henrquez Hernndez y Lucade Tena y Brunet .-Observaciones del se-or Presidente .

    Se suspende la sesin a las diez y cinco mi-nutos de la noche para continuarla el dasiguiente, jueves, 18 de noviembre de 1976 .

    Se reanuda la sesin a las diez y diez minutosde la maana del iueves, 18 de noviembrede 1976 .

    Reforma Poltica (III).Artculo 1 .-El seor Zapico Rodrguez (Po-

    nente) contesta a los enmendantes a esteartculo .

    Artfculo 2 . .-La seorita Landburu Gonz-lez (Ponente) contesta a los enmendantesa este artculo .

    Artculo 3 . .-El seor Olarte Culln (Ponen-te) contesta a los enmendantes de este ar-tfculo

    .

    Se susnende la sesin.Se reanuda la sesin .Artculo 4 ..-El seor Zapico Rodrguez (Po-

    nente) contesta a los enmendantes a esteartculo .

    Artculo 5..-La seorita Landburu Gonz-lez (Ponente) contesta a los enmendantesa este artculo .

    Disposicin transitoria p rimera.-El seorOlarte Culln (Ponente) contesta a los en-mendantes a esta Disposicin transitoria .

    Disposicin transitoria segunda .-El seorPrimo de Rivera y Urquijo (Ponente) con-testa a los enmendantes a esta Disposicintransitoria.

    El Ponente seor Surez Gonzlez (don Fer-nando) hace una extensa exposicin sobredeterminados aspectos del informe de laPonencia a los ue se han re f erido di f eren-tes seores Procuradores, aceptando algu-nas sugerencias de stos .

    Se suspende la sesin a las dos y diez minu-tos de la tarde.

    Se reanuda la sesin a las cinco y quince mi-nutos de la tarde .

    Intervienen, ejercitando el derecho de rplica,los seores Daz-Llanos, Martnez Esterue-las, Clavijo Garca, Lamo de Espinosa, Se-rrats Urquiza (don Salvador), Segovia Mo-reno, Tey Planas (seorita), Martn Sanz yMorrondo Garca.-Contestacin del seorSurez Gonzlez (don Fernando), por laPonencia.

    Se suspende la sesin.Se reanuda la sesin.El seor Ministro de Justicia (Lavilla Alsina)

    defiende el proyecto de ley .El seor Presidente explica el procedimiento

    que se va a seguir nara las votaciones .

    En votacin ordinaria y con dos votos en con-tra y 57 abstenciones, se aprueba la pro-puesta del seor Martnez Esteruelas, quefue aceptada por la Ponencia y por el Go-bierno, y cuyo texto se incorpora al pro-yecto de ley .

    A continuacin, y en votacin nominal, seaprueba el proyecto de ley con las modifi-caciones acenta.das por la Ponencia y porel Gobierno, con el siguiente resultado : Vo-taron s, 425 seores Procuradores; vota-ron no, 59 seores Procuradores ; se abstu-vieron 13 seores Procuradores .

    Se levanta la sesin a las nueve y treinta ycinco minutos de la noche .

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    Martes, 16 de noviembre de 1976 .

    Se abre la sesin a las cinco y cinco minu-tos de Ga tarde .

    El seor PRESIDENTE: Seores Procura-dores, permitidme unas palabras de re-cuerdo, de sincero homenaje, de pesar hon-do y verdadero en memoria de nuestroscompaeros Miguel Angel Garca Lomas,Juan Mara de Araluce, y de nuestro in-olvidable Presidente, Alejandro Rodrguezde Valcrcel .

    Tengo un hondo convencimiento del des-tino ulterior de quienes pasan el umbralde la muerte . Siento un profundo respeto-ante la muerte . La muerte de un semejanteme estremece hondamente y slo s cobi-jar mis sentimientos en el silencio . En es-tas ocasiones creo que es lo nico capazde traducir la soledad sonora en que elrecuerdo de los muertos debe cobijarse . Labrevedad de las palabras es, en este caso,eco de la hondura y de la veracidad de lossentimientes .

    Todos cono-emos a nuestros compae-ros y quiz nos bastara repetir sus nom-bres para hacer vivos sus recuerdos . Mi-guel Angel Garca-Lomas se defini a smismo, con acierto difcil de super , ar, enaquellas palabras finales de su discursode despedida como Alcalde de Madrid . En-tonces dijo: "He entregado mi corazn alservicio de Madrid y aqu os lo dejo mal-trecho, pero enamorado" .

    Juan Mara de Araluce qued maltrechotodo l, cuando el atentado salvaje cortsu vida. De l se ha escrito certeramenteque "en el trato personal era un caballero,en la discusin un jurista y en la politicaun conciliador . Su virtud ms acusada erael sosiego siempre" . Er, s, el sosiego, por-que era la cordialidad misma ; era uno deesos hombres que cuanto ms se les cono-ce, ms crece la estima y amistad haciaellos. Al condenar las Cortes el salvajeatentado, an nos estremece su vida ver-dadera, rota por el odio . El ofreci siem-pre su amplio corazn, su hombra de bienal servicio del Pas Vasco y de Espaa .

    Todos conocemos muy de cerca a nues-

    tro inolvidable Presidente, Alejandro Ro-drguz de Valcrcel . Presidente de lasCortes, Presidente del Consejo del Reino,Presidente del Consejo de Regencia endas decisivos de la Historia de Espaa,siempre tendr en nosotros el recuerdo vi-vo y tendr siempre en la Historia el pues-to que conquist en la memoria de la Pa-tria, que eso y no otra cosa es la Historiaen la memoria de la Patria.

    Al rendirle hoy el homenaje y el recuer-do que tiene en todos nosotros, para qums palabras? Quiz todas las que pudie-ran pronunciarse podran sintetizarse enlos versos de Antonio Machado: ' . . . msque un hombre al uso . . ., era, en el buensentido de la palabra, bueno .

    Las Cortes, al recordar a estos tres com-paeros, en su peculiaridad, en su perso-nalidad y en sus servicios, reciben de ellosuna leccin que todos sabremos apreciar.Hombres como estos reviven, en todos losactos de su vida, de una u otra manera,las palabras de Miguel Angel : "Aqu os de-jo mi corazn maltrecho, pero enamora-do". (Aplausos . )

    JURAMENTO DE SEORESPROCURADORES

    El seor PRESIDENTE: Se va a procederal juramento de seores Procuradores quehoy se integran a esta Cmara.

    Puestos en pie los seores Procuradoresy leda por el seor Presidente la siguien-te frmula: "LJuris servir a Espaa conlealtad al Rey, fidelidad a los Principiosdel Movimiento Nacional y dems LeyesFundamentales del Reino con exacto cum-plimiento de las obligaciones del cargo deProcurador en Cortes?", prestaron jura-mento los seores que a continuacin serelacionan :

    D. Antonio Castro Villacaas .D. Vicente Cebrin Carabias.D. Juan Antonio Gallego Morell .D. Manuel Gutirrez Mellado.D. Luis Fabin Mrquez Snchez .D. Ramn Martn Mateo .

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    t) . Jos Luis Prez Tahoces .D . Angel Vin Ortuo .

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    El sor PRESIbENTE: Si as lo hicireis,bios os premie, y, si no, os lo demande .

    Dse lectura por el seor Secretario alacta de la sesin anterior .

    Se ley por el seor Secretario (Romo-jaro Snchez), el acta de la anterior se-sin plenaria celebrada el da 14 de juliode 1976.

    EXCUSAS DE ASISTENCIA DESEORES PROCURADORE S

    Se dio cuenta de que haban excusadosu asistencia a esta sesin, por causas jus-tificadas, los siguientes Eeiiores Procura-dores :

    D. Jaime Bofill Gasset .D. Antonio Alvarez Iglesias .D. Jos Luis de Arrese y Magr .D . Luis Arroyo Arroyo .D. Mariano Borrero Hortal .D. Honorio Caldern Leal .D . Mariano Calvio de Sabucedo y Gras .D. Enrique Carvajal Gavilanes .D. Manuel Conde Bandrs .D . Nicols Franco Bahamonde .D . Fernando Fugardo Sanz .D. Alberto Garca Ortiz .D. Alfonso Garca Valdecasas .D. Francisco Javier Lozano Bergua.D. Juan Mestre Mestre .D. Ignacio Morilla Alonso .D. Ramn L. Pascual del Riquelme .D . Domingo Peir Ribas .D. Javier Rico Gambarte .D. Juan Ros Picaol .D. Carlos Pinilla Turio .D. Francisco Vallbona Loro .D. Antonio Zaragoza Rodrguez .D . Mariano Borrero Hortal .D. Jess Yage Yus .D. Augusto de Llera Lpez .D. Fabin Estap Rodrguez .D. Ricardo Martn Esperanza .D. Domingo Sols Ruiz .

    MODIFICACIONES EN LA LISTADE SEORES PROCURADORE S

    Fallecimientos

    Se dio cuenta de que haban fallecidolos siguientes seores Procuradores :

    D. Juan Mara de Araluce Villar .D. Alejandro Rodrguez de Valcrcel y

    Nebreda .

    Ceses

    Asimismo, se dio cuenta de que habancesado en el cargo de Procurador en Cor-tes :

    D. Pedro de Aristegui Bengoa.D. Juan de Dios Lpez Gonzlez .D. Gervasio Martnez-Villaseor Garca .D. Eugenio Mazn Verdejo .D. Justo Pastor Ruprez. D. Fernando Santiago y Daz de Men-

    dvil .D. Jos Mara Socas Humbert.

    Altas

    Finalmente, se dio cuenta de la designa-cin para el cargo de Procurador en Cor-tes de :

    D . Antonio Castro Villacaas .D . Vicente Cebrin Carabias .D. Juan Antonio Gallego Morell .D . Manuel Gutirrez Mellado .D. Luis Fabin Mrquez Snchez .D . Ramn Martn Mateo .D. Jos Luis Prez Tahoces .D . Angel Vin Ortuo.

    REFORMA POLITIC A

    El seor PRESIDENTE: Esta Presidenciaha recibido varios escritos de los seoresProcuradores, a los que dar respuesta enel momento oportuno, pero hay uno deellos que solicita que antes de comenzarlos debates y para evitar cualquier gne-ro de confusionismo que pudiera producir-se a la hora de las votaciones, se sealen

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    las normas de procedimiento que por estaPresidencia han de seguirse en aqullas .

    En este momento son tres las posibili-dades de procedimiento en las que se pue-de sintetizar . Lo que se decida vendr ensu momento oportuno. Estas posibilidadesson: votacin global del proyecto; votacinnica, en donde se requieren los dos ter-cios de los presentes, que tiene que equi-valer, al menos, a la mayora absoluta dela Cmara.

    El segundo supuesto es que se pida quese traten los temas por separado, y enton-ces puede haber varias votaciones . En estesegundo supuesto cabe sealar dos : segun-do a), que consiste en que se voten temasseparados, pero que los temas abarquenla totalidad del proyecto y, por lo tanto,las sucesivas votaciones hacen referenciaa la totalidad del proyecto. De celebrarse,habra que terminar por la votacin quedetermina el "quru.m' de los dos terciosy la mayora absoluta .

    El tercer supuesto, o el segundo b), esque slo se sometiesen algunos puntos delproyecto y no todos; en cuyo caso, apro-bados stos, ya obligaran a la Cmaraen el acuerdo que tomase . El resto pasa-ra a la Comisin correspondiente paratratamiento y vuelta a esta Cmara . Sloentonces tendra lugar, despus de los tr-mites correspondientes, la votacin del"qurum" .

    As, pues, la votacin ha de terminarsiempre, y en todo caso, en la votacinpara comprobar si existe el "qurum" delos dos tercios, que ha de equivaler, porlo mencs, a la mayora absoluta de la C-mara .

    Pero hay el supuesto de que se tratentemas separados. Entonces habra variasvotaciones en ambos supuestos: de temasseparados que abarquen todo el proyecto,o de temas separados que slo abarcaranalgunos supuestos del proyecto . En esteltimo supuesto estaramos en el caso pre-visto de pase a la Comisin correspondien-te. En el momento oportuno volveremos encada caso concreto a dar la explicacinpertinente .

    De acuerdo corl lo que $ostienen, tanto

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    el procedimiento ordinario, como el proce-dimiento de urgencia, las votaciones se ce-

    ' lebrarn una vez que termine la exposi-cin total de los dictmenes y, por lo tan-to, la deliberacin .

    Perdn, ha habido un error. Por lo tan-to, el seor Secretario salvar dicho errorcontenido en el prrafo primero de la Dis-posicin transitoria primera .

    El seor SECRETARIO (Romojaro Sn-chez) : Por error de la imprenta del "Bo1e-tn Oficial de las Cortes", en la Disposicintransitoria primera del texto que proponela Ponencia, relativo al proyecto de leypara la Reforma Politica, figura la expre-sin: "El Gobierno regular las primeraselecciones a Cortes para constituir un Se-nado de 350 Diputados", cuando el texto delinforme es : "El Gobierno regular las pri-meras elecciones a Cortes para constituirun Congreso de 350 Diputados" .

    El seor PRESIDENTE: El error est enla palabra "Senado", que ha de sustituirsepor 'Congreso' .

    Por la Ponencia tiene la palabra don Mi-guel Primo de Rivera .

    El seor PRIMO DE RIVERA Y URQUI-JO (de la Ponencia) : Seor Presidente, se-ores Procuradores, constituye gran res-ponsabilidad para m y, a la vez, una pre-ocupacin que no puedo ocultar, el encar-go de la Ponencia de presentar y defenderante el Pleno de estas Cortes el dictamendel proyecto de ley para la Reforma Po-ltica .

    La Ponencia, compuesta por la seoritaLandburu y por los seores Olarte, Su-rez, Zapico y por quien tiene el honor dedirigiros la palabra, quiere, en primer lu-gar, dar las gracias a los enmendantes,pues con su colaboracin nos ha permiti-do trabajar y pensar como si hubisemosestado juntos en estas tensas e intensashoras pasadas . Y con dichas enmiendas,no puedo olvidar la importancia que hatenido para nuestras deliberaciones el in-forme emitido por el Consejo Nacional,pues nadiE) dude -y no es ste un formu-

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    lismo protocolario- que ha. sido antece-dente fundamental para trabajar en el pro-yecto que os presentamos.

    Deesamos tambin dar las gracias al Pre-sidente de la Comisin, seor Lpez Bra-vo, y resaltar, con nfasis, la estrecha co-laboracin (colaboracin necesaria, eficazy competente) de los Letrados seores En-trena Cuesta, Garrido Falla y Lpez Ga-rrido .

    Seores Procuradores, antes de intentarglosar, de un modo esquemtico, el conte-ido del texto que ofrecemos y las razonesgenricas que nos han conducido a admi-tr o a rechazar las enmiendas presenta-das, no quisiera dejar de decir -por su-puesto, sin la mnima pretensin de jugara hroes, pues no hemos hecho ms que,orgullosamente, cumplir con nuestra mi-sn de Procuradores- la dificultad de esteencargo, por la hipersensible situacin enque se encuentra Espaa debido a los obs-tculos de orden poltico surgidos .

    Bien saben SS. SS. que, aunque esto delas dificultades es ya tradicional -tal ycomo ha ocurrido en las trece reformasconstitucionales que hasta ahora hemostenido desde la Carta de Bayona-, no porello han de ser tradicionales y permanen-tes las mismas razones, que siempre cam-bian, como la propia vida evoluciona .

    Slo como recuerdo, y para no tener quenombrar y analizar una por una todas lasConstituciones que hasta ahora ha habidoy. sus causas -ya que adems de pedante

    sera agotador-, resumir diciendo quesiempre ha existido alguna razn de difi-cltad. O bien tenan que luchar contra elextranjero y contra el Monarca, o contrala ignorancia del pueblo, que muchas ve-ces desconoca incluso hasta sus propiasInstituciones, o bien tenan que transigirentre el sistema constitucional y la Mo-narqua absoluta, o atender a las necesi-d.des del pueblo, a la vez que garantizary , defender la libertad contra los abusosde poder. Otras veces, las dificultades es-taban entre la condicin de los partidos yla direccin de la vida social .

    Hoy os puedo asegurar que los obstcu-los son de otra naturaleza . La obstinacin

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    de algunos miembros de la clase polticaal no querer comprender que lo que se pre-tende es hacer una nueva Constitucin ba-sada en la legalidad de la Constitucin vi-gente -hecho desconocido que se producepor primera vez en la Historia de Espa-a-, los cuales ante cualquier solucinque se proponga, la tachan de rupturistay de traicin al pasado . Y otros, en contrade esa postura, intentan negar la legalidadvigente y exigen una ruptura; y empezara hablar .

    Pero, gracias a Dios, entre estas dos pos-turas est la mayora razonable de los po-lticos y el adivinable espritu del puebloespaol que, conscientes de que la situa-cin antes de morir el Caudillo de Espaa,y la de hoy son distintas, y, congruente-mente con ello, de que sus tratamientoshan de ser totalmente diferentes, exigen,entre las tres posturas posibles (de inrno-vilismo, evolucin o ruptura) la posturaintermedia .

    Por qu? Por una simple razn . Porquesaben que la irrepetible autoridad polticade Francisco Franco -al que desde aquproclamo mi lealtad y sin renunciar a midevocin personal por l, a cuya sombracrec y viv en paz, lo mismo que tampocorenuncio a mi condicin joseantoniana-es indiscutible que hay que sustituirla porotra autoridad poltica. Y no precismen-te por la que cada uno, egostamente, quie-ra ahora esgrimir. Sea la que sea, vengade donde venga, la pongo en duda . Quie-ro que el pueblo espaol me lo diga . Esprecisamente ahora la hora de la consulta .Y para ello hago firme promesa de respe-tar todas las opiniones que pudieran ser-me ms o menos extraas, pero tambindeseo que sean respetadas las mas .

    Y, paralelamente, quiero dejar muy cla-ro que, si en atencin a estas nuevas ins-tancias que se produzcan, que no nos po-demos imaginar y que no quiero imagi-narme, y tuviera que renegar de aquellamemoria o de los hombres que tan gene-rosamente le sirvieron, admitir lo que elpueblo diga, pero que no cuenten conmi-go, pues por ellas no dejar de ser josean-toniano, ni abdicar$ de mi devocin a Frarl-

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    co, ni abjurar de mi lealtad a mi Rey donJuan Carlos. Esta es mi opcin. Por lo quede ningn modo permitir que con habi-lidades dialcticas o juicios temerarios meinsinen ser perjuro o traidor .

    La presencia de nosotros cinco aqu, delos cinco Ponentes, en estos momentos,slo se puede entender como un ilimitadoamor a Espaa y como una lealtad sin con-dconamentos a nuestro Rey. La Ponen-cia, los que no hicimos la guerra, partimosde que negamos a todos aquellos que diganque en estos cuarenta aos todo se ha he-cho mal; que estos cuarenta aos de R-gimen han sido un parntesis para em-pezar de nuevo, en vez de una parte reale importante de nuestra Historia; que losespaoles nos hemos tragado todo; y quesomos unos perfectos idiotas . No, no lo ad-mitimos. Se ha hecho bien, muy bien, ynosotros no somos unos idiotas . Sin embar-go, somos conscientes de que tenemos quepasar de un rgimen personal a un rgi-men de participacin, sin rupturas y sinviolencias, pero con esa nueva y clara le-gitimidad poltica que el soberano puebloespaol proclame con su libre expresin ;y en este proyecto de ley que os presen-tamos creemos que, en su aprobacin o ensu negacin, est la respuesta a los quepostulan una u otra actitud .

    Entrando ya en el anlisis del proyec-to, el primer artculo, en su apartado pri-mero, quieer resaltar la voluntad sobera-na del pueblo espaol= recordando que sebasa en la supremaca de la Ley-, y queno tiene como fin poltico la democracia,sino como medio, precisamente para con-sultar, para poder pedir la opinin y cono-cer la voluntad del pueblo espaol . Y si enel apartado segundo hemos sustituido lapalabra "hacer" por "elaborar y aprobar lasLeyes", es porque la Ponencia estima queen la palabra "hacer' est intrnsecamenteincluido el concepto "sancionar", porque esobvio que las leyes las hacen las Cortescon el Rey, pero no cree que es misin ex-clusiva de ]as Cortes hacer las leyes

    . Tie-nen otras misiones

    . Es potestad, y preci-lamente aqu est la egercia del proyecto,

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    que pretende esa separacin de unidad depoderes hasta hoy existente .

    Hemos juzgado conveniente, a la vistade una serie de enmiendas, el introducir,como habrn visto SS . SS ., un nuevo p-rrafo, pues sin dejar de reconocer que lavoluntad del pueblo es soberana y no sele puede poner lmites, tambin deducimosque los representantes de esa soberanadeben tener unos condicionamientos queles obliguen en cuanto a Derechos Funda-mentales, lo mismo que a los rganos delEstado, lo que significa una garanta paralos representados, as como la seguridadde que nunca podrn ser vulnerados losderechos bsicos .

    El artculo 2 es la presentacin del bi-cameralismo. Indiscutiblemente, ha enten-dido la Ponencia que esto es la mdula delproyecto. Yo dira ms, la Ponencia creefirmemente que lo que se pretende es, par-tiendo de la legalidad vigente, construiruna nueva forma de participacin y re-presentacin poltica . As, para que se plas-me en algo real y efectivo, una vez re-frendado por los espaoles, hay que orde-narlo por medio de unas representaciones,y esto lo mejor es hacerlo a travs de lo yatradicional en los Estados unitarios occi-dentales y en nuestro Derecho constitucio-nal: el bicameralismo; si bien, con las ade-cuaciones y exigencias que el momentoactual exige, y nuestra sociedad nos de-manda .

    Una vez formadas esas Cortes es fun-cin de ellas, y no de stas, el desarrollarsus propios Reglamentos, la eleccin desus Presidentes, la permanencia o no derganos y estamentos hoy existentes, etc-tera, pues no es el momento en esta leyde prejuzgar cosas que seran tarea de lasprximas Cortes .

    Tema trascendente es el mantener unSenado con base fundamentalmente de re-presentaciones de las entidades territoria-les, por considerar que en la variedad deellas, que constituyen la unidad indisolu-ble de Espaa, est el factor moderador ycompensador de la pura representacinpopular, si bien, una vez camino de serxealidad el Consejo Econmico-Social, laS

  • -g-

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    representaciones del mundo del trabajo yde los intereses profesionales tendrn ahsu sitio. Adems de que, examinados dis-tintos sistemas bicamerales, no hay smilparecido, la Ponencia deduce que si en elfuturo hay esa libertad sindical anuncia-da, sera (entenderamos que sera) un fa-vor partidista que se les estaba haciendoa los grupos polticos -en este caso sin-dicales- admitiendo su inclusin, en com-paracin con otras fuerzas sociales .

    De otro lado, es no solamente aceptable(hablando en un orden tradicional y com-parado), sino tambin porque entendemosla Ponencia que la designacin no rompeningn marco democrtico, que al Rey leasistan facultades para designar en cadaLegislatura un nmero de senadores, queeste proyecto de ley estima oportuno nosea superior a la quinta parte del de loselegidos. Y en esta misma lnea de razo-namiento, tambin consideramos que elPresidente de las Cortes y del Consejo delReino debe ser nombrado directamente porel Rey, porque precisamente ha de ser unrbitro entre las dos Cmaras . An ms,se debe entender como un delegado delRey, quien le puede quitar cuando no cum-pla el cometido con que fue responsabili-za.do, al admitir tal delegacin personal-sima .

    Por lo tanto, a aquellos que en sus en-miendas pretender que sea el Presidentedel Congreso o el del Senado, les pregunto :Seores Procuradores, es razonable que,por ejemplo, en trminos deportivos, enuna competicin, el rbitro fuera el Pre-sidente de uno de los dos clubs conten-dientes? Puedo aseguraros que cualquierotra pretensin que la que proponemos,sera hacer una Constitucin monrquicasin Monarca, y una Constitucin democr-tica sin democracia. Comprendis cosams extraa? Esto me trae a la memoria(y perdonadme la digresin) la frase deun ilustre parlamentario, cuando deca ensituacin semejante, que le recordaba layegua de Orlando, magnfica, tendida enel suelo, gran cola, piel reluciente, cruz un-dosa. No tena ms defecto que uno : es-taba muerta .

    Esta facultad real, sin duda permitir lo-grar una mayor estabilidad y una cohe-rencia social, para que pueda compensar-se recprocamente con los distintos gruposde poder .

    Por ltimo, aceptamos plenamente ]asignificacin de entidades territoriales,pues creemos que es un trmino lo sufi-cientemente amplio como para poder apo-yar la representacin en cualquier estruc-tura de Administracin Local que se esta-bleciera en la legislacin correspondiente .

    Respecto al mandato de cuatro aos pa-ra los senadores, entendemos que el pro-pio hecho de que fueran distintos los man-datos (en el caso, por ejemplo, de una di-solucin o de otras vicisitudes de las Cor-tes), podran causar efectos inesperados ynocivos; y, por otra parte, estimamos quecuatro aos es un tiempo aceptado ennuestro Derecho constitucional, que pode-mos decir que es casi permanente ; as co-mo en las dems Constituciones bicamera-listas que hemos contemplado .

    Avanzando y entrando ya en cuanto serefiere al artculo 3", a juicio de la Ponen-cia la propuesta que ah se hace es correc-ta, al ser el Gobierno -al que no se dis-cute esa posibilidad- y el Congreso deDiputados, quienes ostenten la iniciativa,de la reforma constitucional, para que asel Senado cumpla la funcin estabilizado-ra que en el proyecto entendemos se pre-tende .

    Precisamente en funcin de estos crite-rios, y para que una minora muy califi-cada no pueda en las prximas Cortes ha-cerse duea o boicotear con su votacinalgo que vaya incluso contra la opiningeneral del pueblo, es por lo que consi-deramos fundamental, en materia de re-forma constitucional que, en el caso de queno se llegara a un acuerdo, o los trminosdel mismo no merecieran la aprobacin deuna y otra Cmara como dice el proyecto,la decisin fuera por mayora absoluta dolos componentes de las Cortes en reuninconjunta de ambas Cmaras, si bien paramayor garanta, la Ponencia ha introdu-cido una modificacin, que conocen, ha-ciendo que el referndum posterior sea

  • -- 9 -CORTES ESPAOLAS

    preceptivo en vez de optativo, al sustituirla palabra "podr, por "deber' .

    Ahora bien, al analizar el artculo 4 .,hemos efectuado, como han visto SS . SS .,una sustancial variacin, al entender quehaba un error al remitirse este artculo,al artculo 3, apartado 2, del proyecto,puesto que al aprobarse en el Congreso,por mayora, una ley ordinaria, en el casode no llegar a un acuerdo ambas Cma-ras, esta ley volva al propio Congreso pa-ra ser aprobada por la misma cuantifica-cin. De ah que la Ponencia haya estima-do conveniente darle una nueva redaccin,que sin duda es ms clara y no produceconfusiones

    .

    Y en este andar, llegamos al 5 y l-timo artculo del proyecto de ley . A juiciode la Ponencia, este artculo plantea unade las cuestiones ms novedosas que sepresentan en nuestro futuro ordenamien-to constitucional . Se trata de que el Rey,que es el representante de la soberanapopular, puede realizar lo que en trmi-nos polticos se conoce con el nombre deplebiscito. Y no nos asusta, porque, en con-tra de aquellos que puedan pensar que elRey va a estar constantemente preguntan-do a su'pueblo temas que pueden poneren situaciones dificilsimas a la Corona ya la Patria, entendemos, sabemos y cree-mos que se est hablando de un Rey pru-dente. Por consiguiente, para no tener queentrar el Rey en la desagradable situacinde convertirse en rbitro entre el puebloy sus representantes, en el caso de que lamateria consultada sea de competencia delas Cortes, y no sea aprobada por stas, esaceptable y muy conveniente que las mis-mas se disuelvan automticamente .

    Hasta aqu puede decirse, en muy sim-ples palabras, que esto es lo que el pro-yecto de ley propone a las actuales Cortescon carcter permanente, partiendo de lalegalidad vigente, repito, y con la demo-cracia como medio, para conseguir unasnuevas Cortes formadas por aquellos re-presentantes que elija libremente el pue-blo espaol .

    Para poder materializar esas Cortes, en-tramos en las disposiciones que se consi-deran de carcter transitorio y por una so-

    16, 17 y 1 8 DE NOVIEMBRE DE 1976 .-NM. 29

    la vez, en las facultades que se otorganprovisionalmente al Gobierno al objeto deque, con urgencia y acierto, realice el trn-sito, en este caso necesario, para confor-mar en un orden prctico lo que anterior-mente hemos expuesto . Es por ello que laPonencia estima que hay que darle esas fa-cultades .

    Entendemos as, que qs el Gobierno elque debe regular las prximas elecciones,y debe regularlas con los criterios que aquse aprueben, pero nunca proponer elevara las Cortes actuales una Ley Electoral,pues significara una demora, que va encontra de esta urgencia, a la vez que, anuestro juicio, restaramos a las prximasuna de sus ms urgentes y principales mi-siones, que es elaborar la nueva Ley Elec-toral .

    Indudablemente, uno de los temas mspolmicos y, por tanto, ms subjetivos, esel de los criterios electorales . Yo sentiramucho que la clase poltica espaola noestuviramos a la altura que nuestro pue-blo nos reclama y exige, al no ponernos deacuerdo, y convertirnos en compartimien-tos estancos, en donde slo viramos nues-tras situaciones personales o de grupo, porencima de lo ms importante : el bien deEspaa .

    Por mi parte, dije antes y repito, quepodrn o no ganar mis ideas, mis convic-ciones; lo ms que puedo hacer es no re-negar de ellas . Por supuesto, puedo tam-bin irme y que no cuenten conmigo si noestoy conforme, pero por cabezonera novoy a negar a mi pueblo que se expresecomo quiera, dando oportunidad a todosaquellos que forman la unidad de la Pa-tria, como declar el Rey en el da de suproclamacin. Y es Espaa la que tiene quedecidir, y no yo.

    Acepi,amas criterios del sistema propor-cional, porque creemos que es el ms id-neo para conocer la realidad poltica deEspaa; eso si, con limitaciones para im-pedir la atomizacin de los grupos polti-cos que un sistema proporcional puro crea,-ra, y as evitar los partidos ms peque-os, sin entidad popular, los cuales mu-chas de las veces son los ms extremados

  • - 10 -CORTES ESPANOLA S

    y los que rompen las situaciones de paz yde equilibrio de los pueblos .

    La Ponencia, como SS . SS . supondrn,ha meditado y trabajado mucho en este te-ma. Lo hemos cuidado al mximo porquesabemos lo que nos jugamos y, en conse-cuencia de ello, hemos introducido estamodificacin, modificacin que en concien-cia estimamos es plenamente aceptable,puesto que queremos entender que as evi-tamos la preocupacin de todos los seoresProcuradores, que juzgamos es la mismaque la que acabo de exponer en nombrede la Ponencia . Las diferencias pueden co -rregirse para llegar siempre al mismo fin :un sistema mayoritario indiscutiblementehara un mal reflejo o un reflejo equvocode la situacin poltica de la nacin ; unrgimen proporcional puro hara un flacoservicio a una Patria incipiente en un plan-teamiento poltico pluralista .

    Ya al pasar a la Disposicin transitoriasegunda se da por supuesto que han sidoconstituidas las nuevas Cortes . Para em-pezar a andar hay que darles unas nue-vas o, mejor dicho, unas mnimas reglaspara que puedan vestirse y trabajar, y esaes la idea exclusiva de la transitoria se-gunda, al crear una Comisin que estcompuesta por el Presidente de las Cortesy los del Congreso y Senado, y por cuatrodiputados elegidos por el Congreso y cua-tro senadores elegidos por el Senado, queasuman las funciones que el artculo 13de la Ley de Cortes encomienda hoy a laComisin que en el mismo se menciona, ydndole as las funciones del artculo 12que la misma establece .

    Al. haberse modificado la estructura delas Cortes, indirectamente se modifica elConsejo del Reino ; por lo tanto, sus corres-pondientes miembros, que lo eran en fun-cin de Procuradores, habrn de dejar deserlo. Entonces, por separado, se eligirncinco diputados y sinco senadores en vir-tud de su nueva condicin, para rellenaresos huecos que el Consejo del Reino, ensu da, va a dejar .

    No podemos admitir que todo el Consejosea electivo, pues repito que la designacines tambin posible en cualquier clase deOemocracia. Adems, la Ponencia entiende

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    que en el Consejo del Reino deben estarrepresentados, por ejemplo, el Ejrcito ytodas aquellas Instituciones que componenla Nacin, aunque entre ellas no sean elec-tivas, para cumplir su verdadera funcinde asesoramiento al Rey . Si no, entende-mos que sera una fotografa a escala re-ducida de las Cortes, en donde prevalece-ra la disciplina de los partidos, fundamen-talmente la del mayoritario, ms que lapropia conciencia institucional de la per-sona, sin ataduras ni compromisos degrupo.

    Y por ltimo, seores Procuradores, per-mitidme recordar dos puntos tambin im-portantes: que mientras no se hayan cons-tituido las nuevas Cortes, se regirn por elReglamento que existe hoy en esta Cma-ra, por supuesto sin perjuicio de las modi-fica.ciones parciales que se estimen necesa-rias o convenientes, para que no vayan encontra de la presente ley . Y, por otro la-do, que el hecho de ser la nuestra unaConstitucin abierta, que establece el pro-cedimiento de reforma en el artculo 10de la Ley de Sucesin -por lo que nadienos puede decir que violamos la Ley vi-gente- permite que esta reforma consti-tucional, si SS . SS . la aprueban y el pue-blo espaol lo acuerda en el referndum,se convierta en una Ley Fundamental, pa-ra lo que expresamente la disposicin finalrecuerda el rango que ha de tener .

    Para finalizar, en nombre de todos nos-otros, ruego perdonen las deficiencias quepor razn de la urgencia puedan acusarseen el informe de la Ponencia, en cuantoa olvido de alusiones u otras omisiones,as como lo que el Secretario de las Cortesacaba de leer, que es un puro error deimprenta, que SS . SS. sin duda ya habrnsalvado, consistente en aludir en la Dis-posicin transitoria primera a"un Sena-do", en lugar de a "un Congreso' de 350Diputados .

    Seores Procuradores, con mi mejor in-tencin he tratado ante SS . SS. de exponerel contenido de este importante proyectode ley, que todos sabemos significa uncambio decisivo en nuestra vida poltica .uizs me ha faltado rigor y eso entraaun riesgo a la hora del debate, pero p-ue-

  • CoRTE3 ESPAOLAS

    do aseguraros que he puesto mi mximavoluntad e intencin de ser lo ms claroposible, no slo para convencer, sino paraexplicar lo que nosotros estamos ntima-mente convencidos .

    Creo firmemente que debemos entrar enel futuro con optimismo lcido, con con-fianza plena y sin renegar de nuestra leal-tad al pasado, pero no olvidando que tam -bin tenemos una obligada lealtad al pre-sente y al futuro; y por ello me permito,para terminar, hacer mo el sentir de laspalabras que en da memorable dijo Ale-jandro Rodrguez de Valcrcel, cuya au-sencia tanto a todos nos duele : Desde elemocionado recuerdo a Franco, y por nues-tra lealtad al Rey, os pido vuestro voto fa-vorable. Muchas gracias. (Aplausos. )

    El seor PRESIDENTE: El seor Procu-rador don Manuel Mara Escudero Ruedatiene la palabra para defender su enmien-da a la totalidad .

    El seor ESCUDERO Y RUEDA: SeoresProcuradores, voy a ser muy breve, con labrevedad que impone la actitud que hetrado esta tarde de no emprender debatesobre los argumentos que un da escrib ytarlad a la Ponencia .

    Excuso decir los montones de sugeren-cias que me inspira el escrito de enmiendaque realic, el informe que la Ponencia meha trasladado y algunas de las expresionesque he escuchado al seor Procurador queme ha precedido en el uso de la palabra;todo ello podra arrastrarme a una inter--,encin ms amplia esta tarde, pero nodebo hacerlo .

    No quiero entorpecer el camino; no es-toy conforme con el proyecto de ley y yalo he dicho por escrito, y lo escrito ah es-t, no lo rectifico ; lo que s rectifico sonlas consecuencias de mi tesis, pero no losargumentos que sigo haciendo mos.

    Tengo que decir a la Ponencia que hu-biera rebatido esta tarde el concepto querespecto a la regin y a la provincia hatrasladado a su informe, y lo hubiera re-batido con alguien que siente algo muyvivo, pero no lo voy a hacer. Prefiero aga-rrarme al optimismo que dos expresiones

    16, 17 Y 1 8 DE NOVIEMBRE DE 1976.-NLTM. 29

    de la Ponencia en su informe y en su con-testacin a mi escrito me han causado .Dice en un primer prrafo que quiere re-cordar, a los efectos de su estudio, que elproyecto de ley que se debate abre un pro-ceso de reforma que no se agota en s mis-mo. Interpreto que este concepto ofreceuna perspectiva de dinamismo politico enpos de la democracia, afirmacin que, porsupuesto, comparto, y compromiso del quese toma nota .

    Enlazo este pensamiento con el final desu informe, cuando dice que consideraoportuno subrayar que realiza su estudioconvencida de la inaplazable urgencia quedemanda la tramitacin y aprobacin deesta ley para la Reforma Poltica .

    Entiendo que esta tarde muchos espao-les estn con su pensamiento puesto aqu,donde existe un problema de velocidad.Opino que cuanto antes el pueblo debehablar; por eso este Procurador esta tar-de se calla, para no entorpecer el cami-no. Deseo cuanto antes unas elecciones enla paz y en la libertad, y por este motivotermino ya este cortsimo discurso dicien-do que, por supuesto, no deseo que el prci-yecto del Gobierno salga tal como est,pero tampoco deseo oponerme a l . Unica-mente, si es que en transcurso de los de-bates otras intervenciones o la de la mis-ma Ponencia rebajaran cotas de las queconsidero es imposible bajar, sometera ala Presidencia mi pretensin de volver ahablar. Nada ms. (Aplausos . )

    El seor PRESIDENTE: El Procuradordon Blas Piar Lpez tiene la palabra pa-ra defender su enmienda a la totalidad .

    El seor PIAR LOPEZ : Seor Presiden-te, seores Procuradores, subo a esta tri-buna con una doble emocin: por primeravez hago uso de la palabra en un Plenode las Cortes, y lo hago, adems, en unasesin que es sin duda histrica, que serlarga y que ha despertado una expectacinlgica, porque de nuestro voto depende, sinduda, el futuro inmediato de nuestra Pa-tria .

    Yo he presentado una enmienda a la to-talidad del proyecto de Reforma Politica

  • - 12-CORfiEB ESPAOLAS 16, 17 Y 1 8 DE NOVIEMBRE DE 1976 .-NM. 29

    pidiendo la devolucin del mismo al Go-bierno, con o sin mecanismos correctores,ya que, por importantes que sean, suponenla aceptacin de la misma en sus,coorde-nadas esenciales .

    Para justificar mi enmienda a la totali-dad utilizo tres argumentos : uno eminen-temente poltico, otro moral y otro jurdi-co. Voy a ceirme a los tres, haciendo no-tar que la Ponencia, embebiendo quiz, ensu contestacin los dos ltimos, slo dacumplida, pero insatisfactoria respuesta alprimero .

    Mi enmienda arranca, en sntesis, de es-tas proposiciones: nuestro ordenamientoconstitucional descansa en unos principiosdoctrinales . A partir de ellos puede modi-ficarse o derogarse cualquiera de las leyesque integran ese ordenamiento constitu-cional. Es as que el proyecto de ReformaPoltica no perfecciona el ordenamientoconstitucional vigente, sino que se hallaen contradiccin con los principios doctri-nales bsicos; luego procede su devolucinal Gobierno., A esta proposicin de partida se aade

    un argumento moral -valor del juramen-to prestado- y un argumento jurdico --elde contrafuero .

    Primer argumento. El proyecto de Re-forma Pcltica se halla en contradiccinco nla Ley de Principios, toda vez que enel artculo 1 de aqul se proclama que"la democracia en la organizacin polticadel Estado espaol se basa en la suprema-ca de la Ley, expresin de la voluntad so-berana del pueblo', aadiendo -que la elec cin de diputados y senadores se har "porsufragio universal, directo y secret (ar-tculo 2, apartado 2, y Disposicin transitoria primera) .

    La ley, por tanto, y conforme al proyec-to, no goza de fuerza coercitiva y vincu-lante porque se halle de acuerdo con elderecho natural y con la ley divina, sinoporque es la expresin de la voluntad so-berana del pueblo, decantada por mayorade votos a travs del sufragio universal .

    La concepcin voluntarista de la ley, elsistema del sufragio universal como caucede representacin y la democracia inorg-nica, no tienen nada en absoluto que ver

    con el ordenamiento constitucional quedescansa en los Principios .

    Creo que fue Jos Antonio el que, ha-blando de la ley, dijo que la misma debe-ra ser exponente de las "categoras per-manentes de razn', y no tan slo de lasarbitrarias "decisiones de voluntad' ; y creoque fue Jos Antonio el que afirm queel liberalismo es "el ms ruinoso sistemade derroche de energa' .

    Balmes, el gran filsofo cataln del si-glo pasado, contrapuso la democracia so-cial, que recogen los Principios, y la de-mocracia liberal, que contempla la Refor-ma. Aqulla concibe a la sociedad civil taly como es, respetando y vitalizando susestructuras bsicas, sus cauces naturalesde representacin. La ltima, atomizandoy dislocando la realidad social, sometin-dola al juego artificioso de los partidos, es(recojo sus palabras en cuanto manifies-tan el pensamiento de la tradicin espao-la) "errnea en sus principios, perversa ensus intenciones, violenta e injusta en susactos' . Por eso "ha dejado siempre un re-guero de sangre, y, lejos de proporcionara los pueblos la verdadera libertad, sloha servido para quitarles la que tenan" .

    Y Franco, al que si se califica de hom-bre irrepetible, debe ser para respetar suobra y no para deshacerla (porque en esecaso lo de irrepetible, lejos de ser un elogio, sera un desprecio, sera tanto comoaceptar su herencia para despilfarrarla enseguida), afirm con claridad meridiana,refirindose a la democracia del sufragiouniversal y de la ley fruto de la voluntadmayoritaria, que dicho Sistema haba tra-do el "ocaso de Espaa', aadiendo con pa-labras que quiero recordar aqu y ahora,cuando hemos de adoptar una resolucintrascendente: "Cada da se acusa con ma-yor claridad en el mundo la ineficacia yel contrasentido de la democracia inorg-nica formalista, que engendra una perma-nente guerra fra dentro del propio pas;que divide y enfrenta a los ciudadanos deuna misma comunidad; que inevitablemsn-te alimenta los grmenes que, ms tardeo ms temprano, desencadenan la luchade clases; que escinde la unidad nacionalal disgregar en facciones beligerantes una

  • -13--COR'TES FSPAIVOLAS 16, 17 Y 18 DE NOVIEMBRE DE 1976 .-NM. 29

    parte de la Nacin contra la otra ; que fa-talmente provoca, con ritmo peridico, lacolisin entre las organizaciones que se di-cen cauces y mecanismos de representa .-cin pblica; que, en lugar de constituirun sistema de frenos morales y auxiliarescolaboradores del Gobierno, alimentan laposibilidad de socavar impunemente elprincipio de autoridad y el orden social" .

    Acaso no prevea Franco con estas pa-iabras las consecuencias ya visibles y alar-r.lantes del abandono de los Principios du-rante el ao transcurrido desde su muer-te? *

    El proyecto de Reforma se halla en con -flicto con la filosofa poltica del Estadoque surgi de la Cruzada . Si el proyectoprospera, por muchos y hbiles que seanlos mecanismos correctores, lo que no po-dr conseguirse, como no sea rechazndo-:o, es que el acatamiento a la Ley de Dios,segn la doctrina de la Santa Iglesia Ca-tlica, la unidad entre los hombres y lastierras, la subordinacin al inters nacio-nal de los intereses individuales y colecti-vos, la Monarqua tradicional, la repre-sentacin orgnica, la justicia social, lafuncin social del trabajo, la iniciativa pri-vada, la concepcin comunitaria -en in-tereses y propsitos- de la empresa, a quealuden los Principios que enumero en mienmienda, sean respetados por las decisio-nes soberanas de una mayora, cuya vo-luui.ad puede manipularse en el caldo decuitivo que es, para los grupos de presin,la domocracia inorgnica .

    De la Patria, como fundacin, y del. Es-tado al servicio de la misma, pasaremos,si la Reforma se aprueba, a la comunidadpoltica como fruto de un pacto social, yal Estado como espectador o como sbdito-aunque parezca paradoja- del partidocns fuerte o de los partidos coaligados .

    Dice la Ponencia en su informe, al re-chazar mi escrito, que doy "por supuestoque la Constitucin espaola (conjunto delas Leyes Fundamentales) es de las llama-das "ptreas" que excluyen la posibilidadde toda modificacin" .

    Tal afirmacin "petrificante" carece defundamento y la reputo gratuita, aunqueno me molesta, pues Cristo, al petrificar a

    Simn lo hizo piedra angular de la Iglesia ;y nadie pondr en duda la fuerza vitali-zante y salvadora de semejante piedra .(Rumores . )

    Pero de petrificado, en el sentido en queusa el trmino la Ponencia, nada . El queos habla y la corriente de opinin que sinduda existe y que puedo interpretar aho-ra, no somos enemigos de la reforma denuestro ordenamiento constitucional y ja-ms hemos dicho que tal ordenamientosea inmodificado . Todo lo contrario . Pornuestra lealtad al juramento y a la obrade Franco, por nuestra insercin en la rea-lidad espaola de nuestra poca y por unentendimiento sin confusin de cuanto eseordenamiento constitucional permite, noslo admitimos, sino que deseamos y que-remos las reformas; pero no precisamenteesta Reforma, porque esta Reforma, tal ycomo la quiere el Gobierno y tal y comola defiende la Ponencia, no es de verdaduna Reforma, es una Ruptura, aunque laruplura quiera perfilarse sin violencia ydesde la legalidad .

    Yes que, como tenamos no hace r.;u-cho ocasin de decir, la palabra "R(.~for-ma" es una palabra hueca, vaca, que pue-(~ e lienarse con ideas muy diferentes y has-la contrarias. Y as: hay una Reforma pa-ra conformar y otra para deformar; hayuna Reforma para rematar una Constitu-cin y otra para cambiarla; hay una Re-forma para depurar de incrustaciones yperfeccionar la obra realizada, y hay unaReforma que aspira a sustituir un Rgi-men por otro Rgimen distinto ; hay unaReforma para hacer coincidir la empresacon los planos ideales del comienzo y unaReforma para destruir lo edificado y, so-bre el solar, si algo queda del mismo, cons-truir un edificio diferente; hay una Refor-ma que pretende adaptar mejor las leyesfundamentales, el ordenamiento jurdicode rango inferior y hasta los hbitos so-ciales a los Principios que configuran elalma, nacional, y hay una Reforma quelleva consigo el desconocimiento fctico yla denegacin subsiguiente de tales Prin-cipios; hay una Reforma corolario de ladinmica interna de una comunidad poli-tica fiel a s misma, que aspira a la per-

  • - 14-CORTES 3PAOLAS

    feccin, equivalente a lo que para la co-munidad espiritual supone el Ecclesiasemper reformanda', y una Reforma queimplica un comportamiento negativo, unaconversin al revs, una apostasa; hay,en suma, una Reforma, como la carmeli-tana de Teresa y Juan de la Cruz, o lafranciscana de Pedro de Alcntara, quenacen del propsito de acabar con la rela-jacin y de volver a la regla fundacional,y hay una Reforma, como la de Lutero ola de Calvino, que acabaron saliendo dela Iglesia para fundar otra Iglesia dis-tinta.

    tNosotros admitimos la viabilidad y has-ta la conveniencia de la Reforma en lalnea de pensamiento que acabamos de ex-poner, pero aun as, lo que no llegamos aentender es que este tipo deseable de re-formas, y menos an lo que se nos pro-pone y que rechazamos, se quiera tramitarcon urgencia y con trmite acelerado .

    Reformas que afectan tan profundamen-te al ordenamiento constitucional, que tie-nen tanta repercusin y alcance, no debenhacerse con la rapidez y premura que seexige. Al contrario, requieren tiempo -co-co se insinuaba aqu por don Miguel Pri-mo de Rivera- sosiego, reflexin, madu-rez de juicio, contrapeso en la serenidadque tanto se nos predica, de los pros y loscontras . Con este mtodo precipitado e in-congruente se da la impresin: o bien deque el sistema recibido estaba profunda-mente tarado, lo que no es verdad, puesha funcionado a la perfeccin en el mo-mento difcil de ponerse en marcha el jue-go necesario, o bien de que presiones fo-rneas y fuerzas inconfesables obligan aque el cambio se produzca de esta forma,lo cual debe considerarse inadmisible .

    Entiende la Ponencia -y esto es lo gra-ve, a mi juicio-, que el artculo l0 de ]e .Ley de Sucesin al prever la posibilidadde reforma de nuestro sistema constitucio-nal a travs de un especial 'qurum' devotacin en las Cortes y del referndiu,Yde la nacin, engloba en esa posibilidadmodificativa a la Ley de Principios, y ello,segn la Ponencia por las siguientes razo-nes :

    Primera, porque la misma, a tenor de su

    16, 17 y 18 DE NOVIEMBRE DE 1976 .-NM. 29

    artculo 3, tiene el mismo rango funda-mental que las otras leyes as calificadas(son, diramos, leyes hermanas) .

    Segunda, porque la permanencia e in-alterabilidad que su artculo 1 predica,lo es en tanto en cuanto los Principios queen ella se recogen son, por su propia na-turaleza, sntesis y resumen de los que in-forman las otras Leyes Fundamentales ; porlo que, pudiendo modificarse stas, po-dran modificarse aqullos, y

    Tercera, porque constituye un razona-miento ad absurdum" tener que llevar elmismo traje jurdico "por los siglos de lossiglos', a pesar de los cambios que se ope-ren en la sociedad espaola.

    La argumentacin esgrimida para el re-chazo de la enmienda es invlida. Vaya-mos por partes .

    Primero: La Ley de Principios no es delmismo rango poltico que las Leyes Fun-damentales, pues no se trata de leyes her-manas sujetas al mismo trato .

    La alusin que hace la Ponencia al ar-tculo 10 de la Ley de Sucesin es incomple-ta. Efectivamente, dicho artculo, en su p-rrafo 2, dice que para derogar o modificarlas Leyes Fundamentales ser necesario,adems del acuerdo de las Cortes, el refe-rndum nacional . Pero olvida la Ponenciaque el prrafo 1 de dicho artculo enume-ra las Leyes Fundamentales que se puedenderogar o modificar por ese procedimientoextraordinario . Tal enumeracin, exhaus-tiva, comprende: el Fuero de los Espaoles,el Fuero del Trabajo, la Ley Constitutivade las Cortes, la Ley de Sucesin y la delReferndum Nacional y cualquier otra queen lo sucesivo se promulgue calificndolacon tal rango .

    Quin autoriza a la Ponencia a incluirla Ley de Principios en la enumeracin delartculo 10 de la Ley de Sucesin ?

    El que las Leyes Fundamentales se pue-dan modificar y derogar y no los Princi-pios, responde a la distinta naturaleza deaqullas y de stos . Los Principios y la leyque los recoge, son, algo as, como lo sub-yacente a la Constitucin, o lo que los ju-ristas alemanes llaman `Constitucin de laConstitucin'; es decir, la filosofa poltica

  • - 1s -CORTES ESPA{IOI.AS 1 6 , 17 Y 18 DE NOVIEMBRE DE 1976.-NiJM. 1

    de un sistema determinado, la expresinviva de las valencias que definen e iden-tifican a una cmunidad concreta, y en es-te caso a Espaa; la base de lo permanen-te, que deca Jos Antonio, y que no puedeponerse en peligro .

    Por eso, Franco, previendo la argumen-tacin de la Ponencia (Risas) de que, des-de el punto de vista legal, todas las LeyesFundamentales tienen el mismo rango ju-rdico, aseguraba que la Ley de Principios"posee su propia singularidad", y con ella'un valor relevante" . "Y esto es as" (aa-da) "no porque los principios contenidosen dicha Ley, se declaren por su propia na-turaleza permanentes e inalterables", sinoporque en ellos se perfila y descansa laestructura de nuestro sistema poltico" .

    Por eso, ms all de la Constitucin fran-cesa o de la Constitucin sovitica -porponer algunos ejemplos-, subyace una fi-losofa politica inderogable (como no seapor medio de una sustitucin del Estado)de signo liberal o marxista .

    Un ilustre soldado deca no hace muchosaludando oficialmente al Rey de Espaa:"En la vida de las naciones hay unos prin-cipios consustanciales con su manera deser, incrustados en su alma, que cuando seolvidan o simplemente se vulneran, la vidade la Nacin se desarrolla en un estado deinquietud e intranquilidad y al final sur-gen el caos, la destruccin y la miseria" .' Quiz por eso: a) el artculo 9 de la pro-

    pia Ley de Sucesin, distinguiendo el ran-go diferente de las normas en juego, esta-blece que el Rey ha de "jurar las LeyesFundamentales", as como lealtad a losPrincipios que informan el MovimientoNacional; b) el artculo 43 de la Ley Org-nica del Estado, con anlogo carcter di-ferenciador, habla de que el juramento defidelidad que han de prestar las autonda-des y funcionarios pblicos se refiere a "losPrincipios del Movimiento Nacional y de-ms Leyes Fundamentales del Reino" ; yc) el artculo 2 . de la propia ley de 17 demayo de 1958 precepta, no un juramentogenrico a todas las Leyes Fundamentales,sino a la de estos Principios .

    El juramento, pues, se presta a una Ley-la de Principios-, que no puede modi-ficarse por su propia naturaleza porque espresupuesto de la Constitucin, y a unasleyes que, por ser constitucionales, puedenmodificarse y derogarse, segn el procedi-miento que la propia Constitucin esta-blece .

    Decir, como lo hace la Ponencia, que "laexpresin por su propia naturaleza no pue-de referirse ms que a su naturaleza cons-titucional", porque "las calificaciones lega-les slo son relevantes en el mundo delDerecho", es una interpretacin muy res-petable, pero forzada y retorcida, que nopuedo compartir . Que la inscripcin de underecho en un Registro pblico sea cons-titutiva o declarativa podra ser una cali-ficacin legal slo relevante en el campodel Derecho, pero que la ley diga, porejemplo, que el matrimonio es indisoluble,es una calificacin que no slo escapa almundo del Derecho, sino que el Derechopositivo recoge de la naturaleza misma dela institucin matrimonial .

    Segundo : Dice la Ponencia que la modi-ficacin o derogacin de los Principios ca-be, adems, porque, segn la propia Ley(artculo 1.) , son "la sntesis de los queinspiran las Leyes Fundamentales" . Portanto, si stas pueden modificarse, de estamodificacin no seguir la de aqullos .

    El argumento es muy pobre, porque en-tonces huelga que ese mismo artculo losdeclare "permanentes e inalterables" . Ellosupone una "contradictio in terminis", unafalta absoluta de lgica, imperdonable enasuntos de tan vital importancia .

    Pero es que, adems, las cosas no sonas. Los Principios no son una sntesis ex-trada de las Leyes Fundamentales, obte-nida por destilacin meticulosa de stas,de tal forma que si cambiamos los ingre-dientes de la infusin, el lquido resultantetendr un color y un sabor distintos, no ;las cosas, como digo, no son as, sino queson todo lo contrario, pues tales Principioscoinciden, como seala el breve prembu-lo de la Ley, con "los ideales que dieron vi-da a la Cruzada"; Cruzada e ideales queson los nicos que histricamente legiti-

  • -16--CORTES E3PAOLA S

    man el Estado actual, la Monarqua y laConstitucin .

    Los Principios son "sntesis', es verdad,pero no como resultado, sino como savia,como fuente inspiradora y animadora deese mismo Estado y de su ordenamientojurdico. Los Principios, por serlo, son in-mutables ; es lo que permanece a pesar delos cambios. Ms an, partiendo de sufuerza genesaca y creadora, los cambioshan de producirse bebiendo de su manan-tial, acudiendo a las ideas que cobijan . Delas Leyes Fundamentales no se obtienenlos Principios, sino que tales Leyes son fru-to y emanacin de ellos .

    A partir de los Principios toda perfec-cin es posible cara al futuro, como ahorase dice. Toda vulneracin de ellos es unerror incalculable y un regreso al pasado,porque, como dijo Franco, no hemos con-figurado una doctrina para que est slovigente en el momento en que vivimos, si-no para que en el maana siga proyectn-dose con mpetu y vigor sobre las institu-ciones que hemos creado" .

    Tercero: De aqu que el ltimo argumen-to de la Ponencia, en lnea con su prop-sito "petrificante" del que os habl, sea noslo poco elegante, sino tambin poco afor-tunado. Afirmar, rechazando la enmienda,que segn nuestra tesis habra que seguir"per eecula seculorum', con el mismo trajejurdico, "ya que nos oponemos a la Re-forma", es un absurdo todava mayor quesu propio razonamiento "ab absurdum" ;porque una cosa es el traje, jurdico o no,y otra, como vulgarmente se dice, la per-cha; es decir, la persona, el ente poltico,la comunidad nacional que lo lleva; y laReforma que se pretende, a mi juicio, noafecta al traje, que conviene cambiar se-gn la estacin, llevar al quitamanchascuando se ensucia o reponer cuando que-d rado o fuera de moda, sino que afectaa los Principios, a lo permanente, al sermismo de Espaa, que se rescat a un pre-cio excesivamente alto para que ahora, en-vueltos en la confusin y en la prisa, lojuguemos a cara o cruz en uIa vrocedimien-to de urgencia .

    16, 17 y 1 8 DE NOVIEMBRE DE 1976 .-NM . 29

    El pueblo, con una clara intuicin, cuan-do habla del cambio de traje, de camisa ode chaqueta, cosa frecuente y llamativaahora, no se refiere, claro es, a las mudan-zas accidentales y perfectivas, sino a la"metanoia" interior, al cambio de ideologao tctica, al acomodo intrnseco a las si-tuaciones en que ingresamos o que ya sevislumbran .

    Me quedan, seor Presidente y seoresProcuradores, dos motivos breves para co-mentar de mi enmienda, a los que slo deuna forma implcita se me ha contestado .Uno, constituye, como deca de entrada, elargumento moral, y el otro, el argumentoestrictamente jurdico

    .

    Argumento moral : Se trata del valor yalcance que cada uno d a su juramento .Si cuando juramos, de conformidad con loprevenido en la ley, entendmos, como yoal menos lo entend y lo entiendo, que ju-raba unos Principios inamovibles y un or-den constitucional slo modificable en fun-cin de aqullos, la respuesta al proyectode Reforma Poltica, debe ser un voto ne-gativo; y negativo, claro es, ser mi voto .

    Para los que con esta persepectiva nosenfrentamos con el tema, est claro quela modificacin o derogacin de los Prin-cipios permanentes e inalterables, slopueden realizarla aquellos que no los ju-raron, aquellos que, desde una posicindistinta y adversaria, pero, a la postre, ho-nesta y congruente, discrepan de ellos ytratan de suprimirlos. Pero los que hemospuesto a Dios como testigo de nuestra fi-delidad, empeando en ello nuestra pala-bra para conservarlos, no podemos que-brantar nuestro juramento sin gravar laconciencia y sin escndalo .

    Argumento jurdico : "Sern nulas las le-yes y disposiciones de cualquier rango quevulneren o menoscaben los Principios" (di-ce el art

    . 3 de la Ley en que se procla-man) .

    Esta nulidad se declara y hace efectivaa travs del recurso de contrafuero, viciograve en el que incurre segn el artcu-lo 59 de la Ley Orgnica del Estado : "Todoacto legislativo o disposicin general quevulnere los Principios del Movimiento Na-

  • - 1 7 -CoRTEs EsPefrot.sS

    cional o las dems Leyes Fundamentalesdel Reino" .

    Ahora bien, cmo determinar si unaley de rango constitucional, una de las Le-yes Fundamentales -sta, por ejemplo,que se nos ofrece- es contrafuero, si nose mantiene la permanencia e inalterabi-lidad de la Ley de Principios, a la luz delos cuales ser preciso examinar si tal Leyse inspira en ellos o los desconoce, dete-riora o conculca?

    El artfculo 85 de la Ley Orgnica del Es-tado precepta que: "el Jefe del Estado, an-tes de someter a referndum un proyectoo proposicin de ley elaborados por lasCortes, interesar del Consejo Nacionalque manifieste, en el plazo de quince das,si, a su juicio, existe en la misma motivopara promover el contrafuero" . Pues bien,qu esquema de normas habr que traera colacin para formular ese juicio, comono sea la Ley que recoge los Principios,que son, por su propia naturaleza, perma-nentes e inalterables?

    Si esa ley, subyacente al orden consti-tucional, no se mantiene, el contrafuerode una ley que tenga ese rango sera in-viable, y no puede suponerse, en materiacomo la que ahora nos ocupa, una dispo-sicin tan absolutamente ineficaz y vacua .

    La tesis final de la Ponencia de que loimportante es que "la reforma se haga des-de la legalidad constitucional vigente", sevuelve, claro es, contra su propsito, yaque, como estimo haber demostrado, la Re-forma Politica que el Gobierno nos pro-pone no se hace desde esa legalidad, sinoen abierta contradiccin con ella . No senos invita a una ruptura desde la legali-dad, bautizndola de Reforma, sino unaruptura de la propia legalidad.

    Y en este caso, lo importante es el finque se pretende -la sustitucin del Esta-do nacional por el Estado liberal, y la li

    -

    quidacin de la obra de Franco-, aunquelos medios para lograrlo sean distintos . Siun cambio en la identidad personal se aca-ba produciendo, a la postre es lo mismoque se consiga por medio de un tratamien-to de hormonas o por medio de ablacin y

    1 6, 17 Y 1 8 DE NOVIEMRRE DE 1976 .-NM. 29

    trasplante, a travs de un internista o deun ciruj ano.

    Yo ruego al Presidente de las Cortes queno tome a mal lo que le voy a decir, queno se enfade, que no agte la campanillay que no me aplique el aparato ortopdico .(Risas.) Pero la verdad es que el Presiden-te, a quien quiero y estimo hace muchosaos, ha tomado postura en torno al temaque ahora nos rene . Ha dicho, o as porlo menos lo recoge la prensa ("Ya" del 13de noviembre de 1976), que "es evidenteque el cambio que se va a producir es ra-dical", y que este cambio le "parece extra-ordinariamente positivo" . El Presidente hahablado de "crear un supuesto politico ra-dicalmente distinto", y ha resuelto que laconsideracin de este cambio sustancialcomo ruptura "es, con todos los respetos,terquedad".

    Yo, seor Presidente, soy uno de losaquejados de terquedad. Por ello, con to-dos los respetos tambin para la Presiden-cia, para m mismo y para esta Cmara,me atrevo a pedirle que, despus de sutoma anticipada de postura, aadida a laelaboracin de un trmite de urgencia sinel concurso del Pleno, baje a su escao pa-ra litigar sobre la legalidad o ilegalidadde la Reforma y hasta lo conveniencia oinconveniencia de los mecanismos correc-tores del proyecto, pasando la direccin delos debates a uno de los, Vicepresidentesde las Cortes . (Aplausos. )

    Entre las ltirnas palabras, y termino,que Franco dirigi a su pueblo congrega-do en la Plaza de Oriente -que para mfno es sino la Plaza del Caudillo- el 1 deoctubre de 1975, recordamos stas : "El pue-blo espaol no es un pueblo muerto"

    . Puesbien, yo estoy seguro de que estas Cortes,que fueron elegidas viviendo Franco y queestn nutridas por hombres del pueblo queveneran su pensamiento y su obra, respon-dern ante el proyecto de ley que se nospropone con lealtad al nico imperativoexigible: el de su propia conciencia, debi-damente ilustrada

    . Si el enmendante quese retira de la tribuna ha contribuido ailustrarla y esclarecerla, se da, desde lue-

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    CORTES SPAIVOLA$

    go, por satisfecho . Muchas gracias . (Aplau-13 os . )

    El seor PRESIDENTE: El seor Procu-rador don Jos Mara Fernndez de laVega y Sedano tiene la palabra para de-fender su enmienda a la totalidad.

    El seor FERNANDEZ DE LA VEGA YSEDANO: Seor Presidente, en funcin delas palabras aclaratorias de la Presiden-cia en relacin con el sistema de votacio-nes de las enmiendas en este Pleno, esteProcurador ha entendido que no hacanreferencia a las enmiendas a la totalidad,y haciendo uso del artculo 88 del Regla-mento, prrafo segundo, por considerarlovigente, no obstante estar en este momen-to reguladas, a efectos especiales y con-cretos, por el procedimiento de urgencia,ruego a la Presidencia ordene la votacinde mi enmienda antes de iniciarse la dis-cusin del proyecto .

    Seores Procuradores, quizs por prime-ra vez en esta Cmara, sube al estrado, noun Procurador, primer firmante de unaenmienda a la totalidad, sino un grupo dediez Procuradores que, solidarios en suresponsabilidad ante Espaa, van a defen-der su juramento y su concepcin de laPatria y del Estado, al mismo tiempo quedefienden los postulados ideolgicos delRgimen que levant la bandera de la es-peranza un 18 de julio sobre la parva cal-cinada de una Espaa rota por los par-tidos .

    No estamos aqu los abogados de Fran-co, ni mucho menos sus albaceas testamen-tarios. Ninguno de nosotros ha sido Mi-nistro del Rgimen, ni Embajador, ni si-quiera Presidente de un Banco nacional .Por lo que nuestras lealtades son as depuras, como lo es, a su vez, nuestra inde-pendencia. Nuestra postura dialctica nonace de un posible agradecimiento perso-nal a Franco, sino de nuestra comunin enun hecho ideolgico irreversible : la con-cepcin de Espaa como una gigantescaEmpresa Nacional, y del Estado que la sir-ve como un Estado Nacional Sindica lista .

    Ninguno de nosotros debe a la gracia dela designacin su derecho a ocupar su es-

    16, 17 Y 1 8 DE NOVIEMBRE DE W6.-NM. 29

    cao, ya que todos, absolutamente todoslos que en su da firmamos el escrito deenmienda a la totalidad del proyecto deley para la Reforma Poltica, estamos aquen representacin del pueblo a travs deun proceso electoral, y algunos, como enel caso del dicente, amparados en nuestrainvestidura por la otra gracia, la que hoyse nos pretende imponer como la verda-deramente legitimadora, "quasi sacramen-tal", del sufragio universal, inorgnico, di-recto y secreto . Es decir, estamos en estaCmara en legtima representacin delpueblo espaol y, por lo tanto, respalda-dos por una absoluta libertad de accinque no tiene que dar cuentas ms que aese pueblo. Porque si se pone en entredi-cho, o se permite que se ponga en entre-dicho, le legimitidad representativa de es-ta Cmara, estamos poniendo en tela dejuicio a todas y cada una de las Institu-ciones que conforman al Estado espaol,y llegaramos, para encontrar la legitimi-dad, a la legalidad republicana de 1936.

    Pues bien, nuestra primera y ms enr-gica protesta es por la estrechez que elprocedimiento de urgencia supone paraejercer, con la mnima libertad y respon-sabilidad, la funcin trascendente de par-ticipar en las decisiones que afectan al des-tino poltico de Espaa .

    Entendemos que es inadmisible desmon-tar y desguazar, por pura decisin de Go-bierno y sus asesores inorgnicos, la Cons-titucin ideolgica de cuarenta aos deHistoria, sin otra posibilidad para intentarevitarlo que treinta minutos de discurso yun aleatorio derecho de rplica .

    Que las instituciones polticas que hanhecho posible que Espaa rompiera contrescientos aos de decadencia se tenganque someter a unas Cortes que ni siquierasaben sobre qu van a tener que votar, yaque todo es puro arbitrismo de Gobiernoque puede decidir, al parecer, si se votano no las enmiendas al articulado, las ob-servaciones de carcter general e, incluso,las propias enmiendas de totalidad, ya queel Gobierno, para mayor independencia ygaranta de la funcin legislativa de lasCortes, puede someter, sin ms trmite, a

  • - 19 -CORTES r-SPAIVOLA3

    la aprobacin del Pleno el proyecto en sutotalidad, modificado o no, agradeciendo-eso s- los servicios prestados a los se-ores Procuradores enmendantes por sucolaboracinl (Risas.) Y todo esto se haceen nombre de la urgencia, como si cuaren-ta aos de pervivencia no justificaran tresmeses de estudio y discusin parlamenta-rios !

    En resumen, me pregunto, y preguntoa SS. SS. Quin confunde la prisa con laurgencia? Y sobre todo, quin se benefi-cia de la misma?

    Habiendo dejado constancia de todo es-to, como repulsa y protesta por la normaadjetiva que nos sita a los Procuradoresen permanente indefensin, podemos exa-minar el inadecuadamente denominadoproyecto de ley para la Reforma Polftica,que pueden aprobar unas Cortes de Fran-co desde su recuerdo, pero no sabemos sidesde sus lealtades .

    Acabamos de afirmar que el proyecto es-t mal titulado. Evidentemente, el Gobier-no, en funcin del documento constitucio-nal que nos ofrece, no intenta una reformainstitucional, sino que, pura y simplemen-te, pretende acabar con el Rgimen .

    Tres posibilidades se abran al desarro-llo poltico de Espaa, no obstante los cri-terios de la Ponencia: En primer lugar, unaevolucin, basada en la autenticidad per-feccionadora del sistema, que supusierauna mayor participacin poltica de los es-paoles, una mayor autonoma de los di-versos cauces orgnicos por los que discu-rre esa participacin, y una mayor flexi-bilidad para el quehacer de las Institucio-nes, Cortes y Consejo Nacional, que per-mitiera a ambas Cmaras, desde la pers-pectiva de una mayor independencia, cum-plir con mayor autenticidad no slo susfunciones especficas de informe o de r-gano legislador, sino tambin de controlde la legalidad en las actuaciones del Po-der Ejecutivo, y de crtica, abierta y din-mica, tanto de las decisiones polticas delGobierno como de las medidas que adopteste en el marco de lo econmico y social

    .

    La segunda posibilidad era la ReformaPoltica, entendida sta como propsito de

    16, 17 y 18 DE NOVIEMBRE DE 1976.-NM. 29

    introducir en nuestra Constitucin elemen-tos "ex novo", de tal manera que, mante-niendo los Principios Fundamentales delSistema, hiciese girar a ste hacia nuevasfrmulas, reforzando la participacin porla va inorgnica que el cauce familiar ac-tualmente representa y ampliando el su-fragio universal a otras representacionesde ms marcado carcter orgnico .

    Y, por ltimo, la ruptura, como expre-sin de la repulsa al contenido ideolgicopoltico del Rgimen nacido el 18 de Julioy perfeccionado por Franco, con el refren-do de los espaoles, a lo largo de cuaren=ta aos .

    A la luz de estas ideas, que defendemoscomo vlidas, es claro que el proyecto deley significa la ruptura frontal y absoluta .Los elementos bsicos de la abierta Cons-titucin orgnica espaola caen bajo el ha-cha del ms absoluto revanchismo ideol-gico: se elimina a la Familia, al Municipioy al Sindicato, y a todas las entidades conrepresentacin orgnica actualmnte reco-nocidas en las leyes ; desaparece el Con-sejo Nacional del Movimiento, y el pro-pio Movimiento Nacional, desarticuladode sus cauces participativos, en cuanto es-tructuras bsicas de la comunidad nacio-nal, queda inerme y carente de contenido ;se sustituye a la democracia social y re-presentativa de carcter orgnico por lademocracia liberal, y no acepta otra baselegtima de representacin que la deriva-da del sufragio inorgnico

    .

    Queda con ello claro que estamos enpresencia de un documento que entraael decidido propsito de liquidar el Rgi-men

    . Mas no podramos entender la horapresente si no la analizamos a la luz desu autntica realidad histrica, como con-secuencia ltima de un vasto proceso des-integrador .

    Por ello, no podemos cargar, en justicia,sobre las espaldas de esta ltima genera-cin poltica, como responsables exclusi-vos, la erosin ideolgica del Estado que,para m y para los hombres a quienes enrigor represento en esta tribuna, comenzen 1957, cuando, como muy bien ha recor-dado en un libro un gran poltico del R-

  • - ic -CoitrFS tsPaldor.es

    gimen de Franco, algn Ministro de lanueva situacin de entonces aseguraba,con una serenidad que a estas alturas pro-duce escalofrios, que haban llegado al po-der "para matar todas las ilusiones nacio-nales" .

    El porqu de todo esto es sencillo de ex-plicar. Los que servimos a Franco desdela atraccin radiante del pensamiento deJos Antonio, hemos tenido siempre unaconvivencia difcil con aquellos otros gru-pos que por puras razones econmicas, ya la postre egostas, se embarcaron en lanave del 18 de Julio, pero en la que, deinmediato, se sintieron incmodos porquenunca creyeron en la nueva filosofa quel Rgimen aportada, ni en el rumbo se-alado (la justicia social), ni en el puer-to escogido (la Espaa Nacional Sindica-lista), ni siquiera en los instrumentos crea-dos para la consecucin de estos propsi-tos. Tales grupos han seguido aorandodesde dentro (sern entonces ellos los me-lanclicos, los nostlgicos!) las ricas expe-riencias del Parlamento partidista y la in-tocable legitimidad representativa que di-mana de unos comicios que, por universa-les, resultan manejables por la presin or-ganizadora del dinero .

    Nosotros, desde aqu, rechazamos las mildesviaciones capitalistas generadas en ladca.da de los sesenta ; la criminal casLra-cin poltica de las nuevas generacionescon la liquidacin del Frente de Juventu-des y del S. E. U., y la tolerancia, teidade complicidad, de los escndalos econ-micos .

    El que os habla y varios de sus compa-eros e nla responsabilidad de este acto,no estamos embebidos de franquismo porel hecho vinculante de la guerra, ya queramos poco ms que lactantes cuando seprodujo el Alzamiento Nacional .

    Defendemos al Rgimen por el saldo fi-nal de un balance, balance cargado deaciertos, aunque tambin, naturalmente,de imperfecciones ; ni estamos vinculadosa nada, ni cogidos de la faja por nadie ; yas, bajo el peso de nuestra libertad radi-cal, podemos decir que no slo no estamosen el 'bunker" (si esta lamentable palabraquiere decir vinculacin egosta por la va ~

    16, 17 y 18 DE NOVIEMBRE DE 1916r-NM. 29

    del privilegio), sino que, incluso, estamoscon la oposicin tradicional en un temaconcreto: en la exigencia de que la respon-sabilidad de las conductas por el delitoeconmico no se juzgue polticamente, si-no en el banquillo de los acusados .

    Puedo aseguraros que ni yo, ni mis com-paeros enmendantes, tenemos ningn in-conveniente en que ante los Tribunales deJusticia comience la revisin de los escn-dalos, y empiecen por "MATESA", partien-do del informe que en su da hicieran es-tas Cortes; o por los `Aceites de Redonde-la', o por el "Gas Natural", o por la'Lcookhed" .

    Ni nos asusta ver sentados en estos es-caos a quienes han atacado, desde la opo-sicin, al Rgimen del 18 de julio, ni mu-cho menos a esos otros compaeros de via-je, ya aludidos que, por fin, y quitndoselas caretas, pueden mostrarnos su faz, ale-gre y confiada, de demcratas inorgnicos ;pero s, en cambio, nos entristece el espec-tculo de antiguos y entraables camara-das, e incluso viejos maestros que, atolon-drada y precipitadamente, estn dejandocon su conducta testimonio de su propiainconsecuencia

    . Y slo pido a Dios que suejemplo no perturbe el espritu de abne-gacin y de servicio de la nueva juventud,que hoy, como un enjambre de trabajo yesperanza, se pone de nuevo en pie antela atraccin irresistible de Jos Antonio

    .

    Pero a los que desde aqu s acusamoses a todos aquellos que, desde los privile-gios del poder econmico y financiero, sos-tienen las publicaciones subversivas demarcado acento marxista y ponen al mis-mo tiempo a buen recaudo, fuera de nues-tras fronteras, la escalofriante cifra de unbilln de pesetas, es decir, un milln demillones de pesetas . (Rumores.) Pero acu-samos, an ms severamente, a los res-ponsables del control nacional, que si nosaben poner fin a esta traicin a Espaade los seculares egosmos que la minan,tienen la obligacin de confesarlo paraser sustituidos .

    Al fallecimiento del Caudillo de Espaala institucionalidad poltica de nuestrasLeyes Fundamentales respondi con pre-cisin matemtica a las exigencias de

  • - 21 -CORTES ESPAOLAS

    aquella hora solemne. El Consejo de Re-gencia, asumiendo, colegiadamente, lasfunciones de la Jefatura del Estado, a tra-vs de nuestro llorado Presidente, el inol-vidable Alejandro Rodrguez de Valcrcel(a quien dirijo desde aqu el ms fervorosorecuerdo), dando la ms impvida leccinde lealtad, convoc las Cortes Espaolaspara tomar juramento al Rey de Espaa,don Juan Carlos I .

    Con ello quedaba instaurada la Monar-qua del 18 de julio, no solamente por losPrincipios del Movimiento Nacional, a losque se vinculaba por el ms solemne ju-ramento producido en nuestra Historia, si-no porque tambin, de esta forma, se da-ba cumplimiento a las palabras del Prn-cipe de Espaa, en la sesin de Cortes enla que fue recibido como sucesor de Fran-co a ttulo de Rey, en las que con admira-ble concisin, dijo que "a pesar de los gran-des sacrificios que esta tarea pueda pro-porcionarme, estoy seguro de que mi pul-so no temblar para hacer cuanto fuerepreciso en defensa de los Principios y Le-yes que acabo de jurar" .

    El Pueblo, el entraable pueblo de Espa-a, sin que le convocase nad ile, se arracimalrededor de los restos mortales de Fran-co y, en horas interminables, vivi el msimpresionante va crucis del dolor, hastala despedida final en el Valle de los Ca-dos. Y ese mismo pueblo, muy pocas fe-chas despus, testimoniaba, en su primerencuentro en la Plaza de Oriente, la ale-gria de su adhesin al sucesor de Franco .

    Se haban cumplido, en todas sus par-tes, las previsiones del Caudillo . Todo que-daba atado y bien atado .

    El Rgimen ms moderno, ideolgica-mente ms audaz, y cuya eficacia estabacontrastada, entraba en una nueva etapa,ilusionante para todos, en la que cualquierperfeccionamiento era no slo posible, si-no deseable .

    Qu tormenta ideolgica, qu revolu-cin solapada, qu golpe de Estado se haproducido para que un ao despus deque las Instituciones polticas espaolas,en conjuncin plena de voluntades, entro-nizaran la continuidad, estemos asistien-do a sus funerales con el "corpore in se-

    16, 17 Y 18 DE NOVIEMBRE DE 1976.-NM. 29

    pulto" del Rgimen entre los cirios de esteproyecto de ley ?

    Yo pensaba, seores Procuradores, enIni torpe candidez, defender esta enmien-da de totalidad a la luz de la exgesis ju-rfdica constitucional. (Alguien -y me ale-gro- lo acaba de hacer, por supuesto mu-cho mejor y mucho ms acertadamente delo que hubiese sido mi propio intento .) Pe-ro, para qu? Invocar la Ley de Princi-pios del Movimiento Nacional, por su pro-pia naturaleza permanentes e inalterables,tal y como hice ante la Ley de los PartidosPolticos! Pero, por una vez, la Historia, re-ciente y desgraciada Historia, le ha servi-do a un espaol para algo . Invocar la ju-ridicidad cuando desde que se inici el aoen curso, el Ordenamiento legal funda-mental no ha servido para otra cosa quepara ser sigilosamente conculcado y lle-gando al lmite en la Ley de Partidos, puraley ordinaria, que no slo perturba y con-tra,dlce la Ley Orgnica del Estado, sinotambin la propia Ley de Principios !

    No, seores Procuradores, hoy vengoaqu, con mis entraables compaeros deviaje parlamentario, para hablar con SS .SS . de otras cosas .

    Todo estaba atado y bien atado . Atadocon nudo insalvable para esa misrrimaoposicin que, con su resentimiento a cues-tas, ha recorrido durante cuarenta aos elcamino de las cancilleras europeas de-nunciando el pecado de la paz y del pro-greso de Espaa; alimentando los viejos, yal parecer eternos, prejuicios antiespao-les, con la sucia lea de la tirana de Fran-co. Pero no estaba atado, ni poda estarlo,para los de dentro, para los de casa, paralos de los juramentos y los compromisos,y stos (lellos sabrn con qu legitimi-dad!), simplemente, impunemente, handesatado el nudo.

    Para esta operacin de desmontaje hahabido que: primero, inventarse una opo-sicin irreal, o, cuando menos, irrelevante,que convirtiese en concesiones guberna-mentales lo que en realidad eran deseospropios; segundo, intentar mentalizar alpueblo para la Reforma, convirtiendo enlatiguillo lo de que 'la figura de Franco es

  • - 22 -CORTES ESPAOLAS

    irrepetible", ysin Franco todo esto ya notiene sentido", ignorando, con malicia, que,en la perspectiva histrica, Franco ya noimporta; lo que se agiganta y adquiere, to-do su enorme contenido ideolgico es elfranquismo; tercero, asegurar que el Mer-cado Comn y la aceptacin del mundo li-bre estn condicionados a nuestro des-mantelamiento ideolgico, el cual, da ada, se somete a la evaluacin de los es-tadistas europeos en mendincante tras-humancia .

    Y esta ley que se atreve a venir aqu,ante vosotros, para ofrecer a Espaa unanueva dimensin politica, en qu frmu-las inditas se asienta que sean promete-doras y novedosas? Seores Procuradores,en ninguna.

    La democracia liberal, que es, en snte-sis, lo que el proyecto nos ofrece, ha sidoensayada, con diversas variantes, en 1812,1834, 1837, 1845, 1858, 1869, 1871, 1876 y1331, y la evaluacin de sus resultados nopuede ser ms deplorable : prdida del Im-perio colonial; cuarenta aos de guerrasciviles, con intervalos de calma y de re-crudecimiento; descolonizacin interior ;analfabetismo y miseria ; hambre; aisla-miento de Espaa, que queda marginadadel avance cientfico y tecnolgico de Eu-ropa; incapacidad gubernativa, que se tra-duce en renuncia empresarial para con-vertir a Espaa en potencia industrial ;anarqua, revoluciones; injusticia social ;prdida de los ltimos territorios de Ultra-mar y guerra civil latente hasta el Alza-miento del 18 de julio de 1936 .

    La revolucin ideolgico-poltica que, co-mo reaccin frente al Estado liberal, nacecon el Rgimen de Franco, proporciona aEspaa paz -lo reitero-, justicia social,desarrollo econmico, desarrollo cultual y,sobre todo, la gestacin y realizacin delunico pacto social posible : el gran pactonacional del Sindicato Vertical, las rentasde los trabajadores crecen cinco veces y,sobre todo. se le devuelve a Espaa . unidady coherencia de Nacin, gracias a la nue-va imagen de la Patria integrada en unquehacer comn y donde la relacin delempresario y del trabajador se desarrolla

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    sin intermediarios descalificados y ajenosal inters del uno y del otro, para que asel hombre, en su realidad radical, autn-tica libertad, bien sea trabajador o empre-sario, se realice a s mismo y no tenga queposponer sus intereses laborales o empre-sariales, que afectan a la comunidad to-da, a las exigencias polticas del Partido .

    Por otra parte, es de resaltar que, unavez ms, llega Espaa con sensible retrasoa soluciones que, ya desactualizadas, noresuelven los problemas esenciales de lospases que pretendemos tomar como mo-delos . Los pensadores polticos de ms ac-tualidad someten a crtica rigurcsa la ins-trumentacin poltica que ofrece la demo-cra.cia liberal para resolver los problemasde nuestro tiempo, y la sociedad occiden-tal se ve cada vez ms desamparada fren-te a las nuevas frmulas marxistas .

    En tal sentido, Pierre Mendes-Franceplantea la necesidad de la reconsideracinde la representacin poltica y aboga porla participacin de la representacin dein~ereses, que, en general, se advierte ca-da vez r_is necesaria en los Parlamentoseuropeos. Los viejos doctrinarismos de lospartidos polticos pierden su capacidad depresin social ante los Sindicatos y las Or-ganizaciones profesionales de empresa-rios, porque el mundo de la entelequia pu-ramente poltica se reemplaza por la rea-lidad viva del hombre en la sociedad, a lacual se integra, no a travs del club delos Jacobinos o del Cenculo poltico, sinoa travs de su profesin, de su empleo, desu oficio o de su empresa .

    ,Resulta, pues, lgico que ofrezcamos aEspaa el dcimo ensayo demo-liberal, cu-yas lamentables consecuencias tenemoscomprobadas y padecidas y cuya caduci-dad operativa se manifiesta en la profun-da crisis de la propia Europa occidental,que busca frmulas nuevas y cuya. pre-ocupacin cristaliza, como testigo de ma-yor excepcin, en el libro recientementepublicado por Giscard d'Estaing, bajo elttulo "Democracia francesa" ?

    De l citamos, como ms representati-vas, las siguientes frases: "El papel de lasideologas es el de dar explicaciones que

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    permitan analizar la realidad, con el finde poder guiar la accin . Ahora bien, lasideologas tradicionales, marxismo y libe-ralismo clsico, no satisfacen ya la prime-ra condicin. Cmo esperar de ellas quepuedan realizar la segunda funcin?" .

    Agrega a continuacin, que : " El marxis-mo y el liberalismo clsico son teoras in-suficientes, porque simplifican demasiadolos hechos y, sobre todo, porque descono-cen la realidad del hombre" .

    Esta ltima expresin nos aporta ya cier-tos aromas joseantonianos, que llegan aproducirnos el efecto de que estamos le-yendo cualquier discurso del fundadorideolgico del Rgimen, cuando dice quenuestra sociedad, en lugar de aceptar sudivisin en fracciones o en grupos, domi-nantes y dominados, debe tender a realizarsu unidad por 1a justicia" .

    En las palabras del ilustre poltico fran-cs se aprecia ya un acelerado grado deinconformismo, consecuencia de una de-tectada ineficacia institucional. Triste queel corazn de Europa, al que queremos imi-tar, llegue con cien aos de retraso al an-lisis crtico del Estado liberal de DonosoCorts. Triste que el viejo chauvinismofrancs haya perdido tantas oportunida-des para reconsiderar los medios de enca-jar al hombre y su libertad en la sociedadcircundante, slo por el hecho de habersido Francia la cuna de la revolucin li-beral .

    Nosotros repetimos, con el pensador po-ltico ms avanzado de Europa, nuestroDonoso Corts, que la democracia liberal,como instrumento para servir los interesesde la burguesa, pudo tener razn de ser .Desde la aparicin en la escena poltica dela nueva clase, las masas proletarias, ybajo el impulso del vendaval marxista, elplanteamiento de la Libertad, con ma-yscula, se convierte en puro smbolo dedemagogia mitinesca, que nada aporta alhombre para resolver el problema de darcontenido a sus autnticos cjerechos esen-ciales . Derechos que no son precisamentelos de reunin, asociacin o manifestacin(aunque nos hayan torturdo a los seo-res Procuradores en tiempo muy reciente),

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    sino los de participacin en las Institucio-nes del Estado, en la empresa, en la vidamunicipal que le circunda y condiciona, yen todo aquello que le es indispensablepara dar sentido de plenitud a su familia .

    El liberalismo democrtico se nos pre-senta cada da ms egosta y, en su con-secuencia, ms inerme para saldar sus di-ferencias con el disciplinado totalitarismomarxista, ltima negacin de su propia li -bertad .

    Pues bien, a la vista de todo esto, qucreen SS

    . SS que nos contesta la Ponen-cia a este humilde grupo de Procuradoresenmendantes?

    La Ponencia, en diecinueve lneas (alar-de de concisin por la cual la felicitamos) ;resume su respuesta dicindonos que "laenmienda, en definitiva, lo que hace es pre-juzgar el resultado de la consulta, pero loque habra de hacer, para resultar convin-cente, es demostrarnos que es de suyo re-chazable el hecho mismo de realizar la con-sulta"

    La respuesta de la Ponencia constituyeel mejor ejemplo de un dilogo entre sor-c?os . Lamento tener que decir a los seoresmiembros de la misma que en ningn mo-rnento la enmienda prejuzga nada, ni mu-cho menos el resultado del Referndum na-cional, al que ni siquiera alude; y respectoa la sugerencia de que demostremos nos-otros que es de suyo rechazable el hechomismo de la consulta, no podemos decirotra cosa que quedamos inmersos en elms absoluto estupor, por Dios, seoresde la Ponencia, que tambin los enmendan-tes nos hemos ledo, alguna vez, el artcu-lo 10 de la Ley de Sucesin! Pero es ms,con dicha Ley o sin ella, la consulta es lonico que nos parece bueno de todo el pro-ceso . .

    . Si a ello hubiere lugar, en funcinde lo que decdan las Cortes

    .

    Y esto es lo que olvida la Ponencia : queestamos aqu y ahora, en las Cortes, paradecidir precisamente sobre esta materia .

    La Ponencia se empea en hablar delReferndum -quiz porque no tiene otracosa de qu hablar-, y nosotros, del Plenode las Cortes Espaolas, y, naturalmente,

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    el llamado "mtodo Ollendorf" brilla a al-turas inusitadas .

    Quiz el error est en que nosotros crefa-mos que la Ponencia lo era de las CortesEspaolas para estudi