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    1/2427Desarrollo Cientif Enferm. Vol. 15 N 10 Noviembre-Diciembre, 2007

    Noseautorizafotocopiado

    EDITORIAL

    Globalizacin del

    Conocimiento Enfermero.Amenaza u Oportunidad?

    Aceptamos de manera general que el centro

    de inters de la profesin enfermera es el

    cuidado de la persona, familia o comunidad

    que, en continua interaccin con su entorno, vive ex-

    periencias de salud.(1)

    Desde la perspectiva de Virginia Henderson(2)puede

    decirse que la enfermera suple a la persona destinataria

    de los cuidados enfermeros cuando esta se encuentra

    en una situacin de carencia, total o parcial, temporal o

    permanente, de su capacidad fsica o psquica para rea-

    lizar por s misma las acciones necesarias para satisfa-

    cer las necesidades bsicas. Pero, igualmente siguien-do a Henderson, la enfermera tambin ayuda o comple-

    menta cuando la respuesta real o potencial de la perso-

    na a una situacin determinada de su vida, a pesar de

    ser apropiada, puede ser mejorable.

    Es decir, Henderson(2, 3) considera que la enfermera

    acta en lugar de la persona cuando no puede hacerlo

    por ella misma, y para ello valora la dependencia, pero

    tambin y fundamentalmente, acta con la persona,

    cuando precisa ayuda para potenciar su fuerza, su vo-

    luntad o sus conocimientos. Y todo ello se realiza con

    el objetivo final de que la persona logre su independen-

    cia, entendida como el nivel ptimo de desarrollo de su

    potencial para la satisfaccin de sus necesidades bsi-cas, de acuerdo con su edad, sexo, etapa de desarrollo

    y situacin de vida y de salud.

    La esencia de la Enfermera por tanto es el "cuidado

    integral de la persona"; el ncleo de las actuaciones

    son "las necesidades bsicas" y su objetivo "aumentar

    la capacidad de autonoma.

    Se puede decir sin miedo a equivocacin que estos

    planteamienos son parte de la globalizacin de la en-

    fermera como ciencia, disciplina y profesin.

    Sin embargo la globalizacin se encarga tambin de ge-

    nerar nuevas normas y valores que influyen directamente en

    la salud de las poblaciones con especial incidencia en aque-

    llas ms pobres o con menores recursos. As, las represen-

    taciones de la alimentacin se relacionan con modelos es-

    tticos corporales que idealizan la delgadez. En el pasado,

    eran los pobres quienes solan estar subalimentados; en la

    actualidad, son los pobres quienes ms posibilidades tie-

    nen de estar sobrealimentados, porque los alimentos ricos

    en azcar y fculas son ms baratos que la carne y el pes-

    cado, ms nutritivos y bajos en caloras. Para acceder a las

    altas esferas, se debe tener aspecto espigado. La gorduralleva el sello de la pobreza y el fracaso.

    Si las enfermeras dejamos de actuar como las profesio-

    nales que debemos interpretar las necesidades de la comu-

    nidad a la que atendemos promoviendo y protegiendo su

    salud en la medida en que sus circunstancias histricas lo

    requieren con el fin de responder a ellas y actuar para satis-

    facerlas de la manera ms eficaz, contribuiremos al deterio-

    ro de la salud comunitaria.

    No podemos caer en la trampa de contemplar tan solo

    las dimensiones tcnico-cientficas y de gestin favorecien-

    do o induciendo el individualismo que aparece como la base

    fundamental de toda una "ideologa de la salud" que, tradu-

    cida en discursos reduccionistas -como el de los "estilos devida"- tienden a responsabilizar al sujeto de su propio esta-

    do de salud, lo que conlleva, en no pocas ocasiones, a igno-

    rar o enmascarar las causas sociales de los procesos de

    salud-enfermedad, lo que adems de una simplificacin

    metodolgica, es una evasin del compromiso moral y tico

    con los intereses de la sociedad y de la poblacin en el rea

    de la salud que, como enfermeras, debemos de asumir y ha-

    cer nuestro.

    J os Ramn Ma rtnez RieraEnfermero. Profesor Departamento de Enfermera

    Comunitaria, Med icina Preventiva y Salud Pblica e

    Historia de la C iencia. Universidad de Alicante, Espaa.

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    Es por ello que debemos sustituir la responsabilidad

    social genrica y por lo tanto difusa y de

    "responsabilizacin" impracticable propuesta por los nue-

    vos apstoles del individualismo y el darwinismo social

    por la responsabilidad operativa precisa y amplia de las

    enfermeras con relacin a las personas, las familias y lascomunidades a las que atendemos de manera integral,

    integrada y continuada. Responsabilidad en el

    autocuidado, ms all de una mera responsabilidad for-

    mal, que no debe ser entendida como una derivacin de

    la misma haca quien lo precisa, sino como un compromi-

    so firme, razonado y reflexivo ligado a las competencias

    enfermeras que nos permitan ser identificadas como re-

    ferentes en la prestacin de cuidados a la comunidad.

    En un momento en el que, tanto en Europa como en

    Iberoamrica, se estn llevando a cabo importantes cam-

    bios en el proceso de enseanza/aprendizaje de las

    futuras enfermeras, sera interesante que hicisemos

    un uso racional de la globalizacin del conocimiento.Entendiendo que el conocimiento es, sin duda, uno de

    los ms poderosos instrumentos de transformacin y

    progreso; una de las ms poderosas palancas de desa-

    rrollo, de igualdad de oportunidades, de cohesin y de

    movilidad social(4). Desde este planteamiento pues tra-

    bajemos por la incorporacin de competencias enferme-

    ras en las que primen los intereses generales sobre los

    particulares; las necesidades reales sobre las virtuales;

    la participacin comunitaria sobre el individualismo; la

    atencin sobre la salud y no tan solo sobre la enferme-

    dad; la responsabilidad compartida sobre la delegacin

    irresponsable; la generacin del autocuidado sobre la

    imposicin del mismo en definitiva que traten de im-

    pregnar a las nuevas enfermeras del necesario rigor cien-

    tfico de los cuidados, idependientemente de donde se

    presten.As pues, en un mundo cada vez ms global seamos

    capaces, ms all de la diversidad y las especificidades,

    de superar barreras y de integrar sistemas que permitan

    mejorar la calidad y la eficiencia de la ciencia enfermera y

    la generacin y la transmisin del conocimiento; hacer de

    la educacin de la enfermera un instrumento al servicio

    del progreso y el bienestar de las sociedades; y hacerlo

    conjuntamente impulsando un espacio iberoamericano del

    conocimiento enfermero .

    Debemos pues identificar claramente el papel del co-

    nocimiento como oportunidad y palanca fundamental del

    desarrollo enfermero, combatiendo la ms radical y peli-

    grosa desigualdad y amenaza de nuestros das, la des-igualdad del conocimiento.

    Referencias bibliogrficas1. Kerouac Suzanne et al. El pen samiento enfermero. Barcelona,

    Masson, 19962. Henderson Virginia. La naturaleza de enfermera: Reflexiones 25

    aos despus. Madrid: Interamericana-McGraw Hill, 1994.3. Luis Maria Teresa, Fernndez Carmen, Navarro Mara Victoria.

    De la teora a la prctica. El pensamiento de Virginia Hendersonen el siglo XXI. Barcelona: Masson, 1998.

    4. Vzquez JA. El espacio iberoa mericano del conocimiento:utopa o realidad? En: http:/ /sociedad-del-conocimiento.blogspot.com/2006/05/el-espacio-iberoamericano-del.html

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