13- Pensamientos, Ideas y Creencias Druídicas

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DRUIDOSOFIA Libro V Pensamientos, Ideas y Creencias Druídicas

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  • DRUIDOSOFIA

    Libro V

    Pensamientos, Ideas

    y

    Creencias

    Drudicas

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    El autor desea recalcar que su uso no obedece a una discriminacin sexista,

    sino que su empleo es para facilitar la fluidez en la lectura, englobando en los trminos a ambos sexos por igual.

    Iolair Faol

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  • 3

    ndice

    Prlogo... 4

    Druidismo Hoy 4

    Orgenes del Druidismo. 36

    El Druidismo como Espiritualidad y Religin. 119

    La Oracin en el Druidismo. 150

    Principios Drudicos 168

    El Pantesmo Drudico 217

  • 4

    Prlogo

    El Druidismo de Hoy

    Seguramente, algunas personas de las que leern el

    presente libro, se harn la siguiente pregunta, pero... An

    existen los Druidas y el Druidismo?

    Concdeme lector/lectora, la prerrogativa a priori de la credibilidad y mantn imparcial tu juicio, que ser firme

    testimonio de una conciencia abierta y ecunime.

    Permteme opinar y rebatir aquellos argumentos que

    niegan su existencia en los tiempos actuales o la validez y

    vigencia espiritual de sus mensajes en la actualidad; Pues

    te dir categricamente, que existen an, y que su

    filosofa, mstica y espiritualidad; el Druidismo, todava

    puede contribuir en mucho, tanto al planeta Tierra, como

    a todos los seres que habitan en l.

    Pero mucho ms aun puede aportar a aquellos individuos

    que deseando crecer anmicamente, han buscado por

    distintas sendas msticas, con la ilusin o anhelo de hallar

    una que les llene espiritualmente.

    Indudablemente, los druidas y el Druidismo, no existen

    como lo hicieron antao, esto es una certeza. Ni hoy son

    tan numerosos, ni estn esparcidos por la geografa de los

    pases, por los que en otro tiempo, deambularon y se

    asentaron los celtas. sta es otra evidencia.

  • 5

    Ya no ocupan, ni se ocupan de ningn estrato social

    significativo como lo hicieron antao en sus sociedades,

    pues dichas sociedades y su cultura ya no existen ms que

    en minsculos vestigios.

    Ni siquiera los druidas de hoy, se manifiestan

    abiertamente por los medios de comunicacin, ni

    aparecen en eventos religiosos como hombres o mujeres

    espirituales, ni su filosofa es conocida, como lo fue en

    tiempos pretritos... Todo ello es indudable, pero...

    tambin es cierto, que todo y as, an existen.

    Antao...

    Los druidas fueron jueces, mdicos, magos, sacerdotes,

    poetas, msicos, guas espirituales, astrnomos,

    astrlogos, historiadores y filsofos, y desempearon

    muchas otras funciones notorias en el interior de unas

    sociedades concretas y sus paradigmas.

    Hoy en da...

    Los druidas ciertamente, estn ms ocultos y silenciosos,

    ms restringidos, ms esparcidos, incluso ms mermados,

    pero siguen existiendo y afortunadamente, aumentando

    paulatinamente.

    No todos los individuos que afirman contemplar dicha

    espiritualidad, realmente siguen una tica Drudica, ni

    todos los grupos u rdenes drudicas, que hoy se

    proclaman drudicas, lo son.

    Tambin abunda bastante lo tildado de Druidismo Blanco de Fin de Semana. Un druidismo, en minscula, carente de fondo y slo preocupado por las

    formas y la parafernalia. Pero con todo, el Druidismo

  • 6

    serio existe, est vivo y con proposiciones interesantes

    que exteriorizar y plantear.

    En esta poca en que vivimos de grandes tribulaciones,

    interrogantes y dudas, tanto en el mbito social como

    personal, pues lo ltimo es efecto bsicamente de lo

    primero, es cuando brota con mayor nfasis la pregunta

    clave:

    Es demasiado tarde para el Druidismo?

    Real y taxativamente muchos pensamos que no, aunque la

    oportunidad histrica de antao haya desaparecido en las

    brumas de los imperios y de las ideologas que se le

    opusieron y aunque la sociedad celta se haya difuminado

    en las sociedades actuales, herederas de aquellas que la

    arruinaron.

    Aunque el consumismo, el hedonismo y lo material

    dominen nuestras vidas, muchos pensamos, que sigue

    existiendo la posibilidad de que los seres humanos,

    encontremos en el Druidismo una forma adecuada,

    acertada y equilibrada dentro de todas las concepciones

    filosficas y metafsicas, para realizarnos como

    individuos nicos.

    Solo aquellos a quienes ya no les basta crecer

    econmicamente. Solo aquellos que no slo buscan un

    bienestar material, demasiado habitual en los parmetros

    desproporcionados de nuestras sociedades. Solo aquellos

    que desean y pretenden crecer espiritualmente, tienen la

    mente suficientemente abierta para lograr un

    acercamiento a la Divinidad, en cualquiera de sus facetas.

    El Druidismo no es una religin exclusivamente, ni

    tampoco es nicamente una espiritualidad o un

  • 7

    pensamiento filosfico; es las tres cosas, al unsono. Una

    apreciada trada que constituye uno de los pilares tradicos

    sobre los que se sostienen los fundamentos msticos del

    Druidismo Dinmico.

    Es decir; Espiritualidad, Filosofa y Religin

    Desde un punto de vista individual e ntimo, el Druidismo

    es una Espiritualidad teida de aspectos filosficos

    tericos y prcticos, metafsicos, artsticos e ideolgicos.

    Es un sentir y una visin del Mundo y de nuestra relacin

    con ste, sin dogmas o doctrinas obtusas. La

    espiritualidad que posee de forma intrnseca cualquier ser

    humano, se halla por encima de la fe, de las creencias o de

    preceptos religiosos. Se halla inscrita en su misma

    energa, en su mente, en su alma. Se expande con las

    emociones positivas, con la aspiracin a una superacin

    personal permanente, con un crecimiento anmico

    progresivo, con el cometido de buscar la felicidad ajena e

    incluso la propia, sin avasallar la de otros, ni en buscar un

    dominio sobre ser alguno.

    Se encuentra en la inspiracin para realizar creaciones

    artsticas y en su transmisin. En las impresiones

    sugestivas obtenidas de las cosas sencillas y naturales. En

    los matices de los ocasos y amaneceres. En las

    tonalidades del arco iris, en los olores y colores de los

    bosques y sus ros, en los xtasis al contemplar la

    inmensidad de los soles que aparecen como estrellas en

    las noches o crepsculos matutinos.

    El Druidismo estimula a que el individuo se conozca a s

    mismo y a que busque en su interior ese vitalismo

    adormecido. Aspira a potenciar esta forma de entender la

    existencia de todas las cosas.

  • 8

    Como Religin, no pretende ser la nica verdad, ni es una

    fe mayoritaria, porque la fe con falta de consciencia, no

    pocas veces se convierte en sectaria y fantica y slo deja

    espacio al adoctrinamiento, al creer por creer, y tiene

    miedo en dudar, en preguntar, en cambiar, en transformar,

    en evolucionar. Alienta a cuestionar cualquier tema, a ser

    escpticos, pero estando alerta a las realidades categricas

    que se puedan descubrir.

    El Druidismo anima a escuchar y sentir todo lo que llegue

    a nuestros odos y sentidos. Induce a la receptividad, a la

    credibilidad pero nunca a la ingenuidad ni a la credulidad.

    Estimula a asimilar lo positivo, lo verosmil, para realizar

    y desarrollar nuestros propios discernimientos. Y no es

    mayoritario, y menos aun sectario o fantico, porque

    nunca sacrifica la calidad de las personas por la cantidad y

    el nmero, ni busca beneficios materiales, ni poseer una

    nica Verdad imperativa, irrebatible y tajante.

    Como Filosofa, el Druidismo es entender, es

    conocimiento, es sabidura, es justicia, es poner en

    prctica lo que se comprende, como un acto legtimo de

    nuestra conciencia, intentando ser ecunime, procurando

    ser equilibrado.

    Antao...

    Los pueblos celtas donde anid el Druidismo, fueron los

    portadores de la antorcha de la civilizacin europea

    durante siglos, aunque los imperios oponentes, los

    llamaron brbaros, en principio, como trmino sinnimo de extranjero y posteriormente, como

    equivalencia errnea de bestialidad, incultura o sadismo.

  • 9

    Desde esos tiempos, nos lleg un legado, una herencia

    drudica cubierta, silenciada y sepultada que aun se puede

    refrescar y reavivar.

    Hoy en da....

    Nosotros, mujeres y hombres del siglo XX y XXI,

    podemos ser los herederos, herederos espirituales de

    aquellos druidas de antao, que amasaron una fortuna en

    conocimientos, muchos de ellos ciertamente perdidos,

    pero otros recuperables, que siguen estando ah,

    sumergidos y esperando.

    Aguardando que nos sumerjamos, en los cuentos,

    leyendas, historias, canciones y mitos, que nuestros

    antepasados originaron o suscitaron, habindolos

    aprendido principalmente, a su vez, de sus maestros o de

    la propia Madre Naturaleza.

    Aquello que los druidas expresaban, decan, transmitan,

    aunque no en su totalidad, pero s, en gran parte y en

    esencia, nos ha llegado a travs de los escritos posteriores

    que otros recopilaron, en sus artes, leyendas, ritos o mitos.

    No se trata de reconstruir un pasado histrico o religioso

    que hoy ya no puede ser, sino de aprender de sus

    enseanzas que buena parte de ellas siguen estando

    vigentes y siguen siendo vlidas.

    Antao...

    Los Druidas no decan, ni expresaban tonteras, ni

    realizaban supercheras.

    Cuando en el pasado afirmaban que una persona poda

    curarse por el hecho de abrazar un roble o beber agua de

  • 10

    diferentes fuentes, respetando ciertos rituales, estaban

    tambin convencidos de que la efectividad de cualquier

    terapia dependa en buena proporcin del propio

    convencimiento del enfermo de que realmente iba a

    sanarse. Pero, adems, conocan las diferentes clases de

    elementos y energas que estaban patentes o latentes en

    los diversos recursos que la Madre Naturaleza revelaba,

    que puso y pone a disposicin de todos.

    La autosugestin, en algunas enfermedades y casos, las

    propias convicciones arraigadas en los espritus humanos,

    las fuerzas o energas presentes e inmanentes en la Madre

    Naturaleza, no consiguieron que una pierna amputada

    volviera a crecer, pero fueron capaces, por ejemplo, de

    dar nimo y entereza o asimilacin y comprensin en su

    inmediato e irremediable cambio de estado a un

    moribundo, o ayudar a superar en no pocas ocasiones

    ciertas enfermedades somticas, incluidos los tumores; o

    reanimar, incluso despertando al espritu.

    Hoy en da

    La medicina actual, tanto la oficial como las denominadas

    alternativas, admiten muchos de estos criterios. Cuando

    hablamos de la denominada medicina naturista, incluso

    homeoptica, observamos como con la utilizacin de

    plantas, hierbas, flores, rboles, minerales, aguas, etc., y

    tratndolos previamente, se pueden curar determinadas

    enfermedades, aunque no todas ciertamente, pues an no

    existe la panacea universal.

    Incluso, en la medicina oficial existen infinidad de

    medicamentos que basan sus principios activos en no

    pocos componentes naturales, sean estos, minerales o

    vegetales.

  • 11

    Pues bien, tcnicas parecidas y quiz hasta ms eficientes,

    fueron usadas por los antiguos druidas, con unos

    conocimientos tales, que seran la ambicin

    epistemolgica de cualquier ctedra universitaria en

    medicina.

    Drudicamente tanto antao como actualmente se piensa,

    que la enfermedad fsica es una somatizacin de una

    enfermedad de la mente y que sta lo es a su vez del alma.

    Cuando el espritu sana, insufla vigor y salud a la mente a

    travs del inconsciente y ste se siente fortalecido o

    aliviado dejando de manifestar muchos de los sntomas

    psico-somticos perturbadores.

    Antao...

    El pueblo donde se desarroll la religin y filosofa

    drudica, fue el celta; de esto no cabe duda posible.

    Hoy en da...

    El tema celta reaparece con inters y moda, destaca por su

    msica con temas de races celtas que genera numerosos

    partidarios entusiastas. Se reviven ciertos nacionalismos

    de las llamadas naciones celtas. Brotan nuevos grupos re-

    creacionistas que pretenden vivir en comuna, segn

    antiguas costumbres y usos celtas.

    Se ha popularizado su arte y se pueden encontrar

    smbolos celtas dentro de la moda "New Age" (Nueva

    Era) y en todos los mercadillos esotricos, donde abundan

    los colgantes, anillos y pendientes con dicha simbologa,

    que la mayora han sido elaborados en Oriente.

  • 12

    Lo verificable es, que lo celta ha resurgido y

    consecuentemente existen, tanto opiniones de simpata

    como crticas a todos los niveles.

    Pero por encima de la moda, el mercantilismo y las

    polticas nacionales y nacionalistas, Occidente est

    experimentando progresivamente unos actuales procesos

    sociales e incluso individuales de rescate de antiguas

    creencias, especialmente de aquellas que siempre

    estuvieron conectadas con la Madre Tierra y que ofrecen

    hoy, a la par, alternativas espirituales y filosficas, e

    incluso, sociales.

    Muchas personas se pronuncian a favor de volver a

    ciertos viejos y pretritos valores, no por vetustos o

    trasnochados, producto de alguna mente nostlgica del

    pasado, sino por sabios, instruidos y naturales.

    Y ya dichos valores estn adquiriendo de nuevo un

    renovado vigor ante las iniquidades cometidas por las

    sociedades actuales, especialmente contra la Madre

    Naturaleza, contra sus moradores y consecuentemente,

    contra el ser humano, que es parte ineludible de sta.

    El cario o afecto a lo celta y sus races, deriva como

    consecuencia en muchas personas, en inters y adhesin a

    su espiritualidad, tanto por su manera de vivir la vida, su

    visin de sta, como del Universo entero.

    El inters hacia el celtismo, deriva hacia muchas

    ramificaciones del conocimiento. Muchas personas han

    sentido un inters especfico por su original concepto del

    arte, cuya simbologa y motivos todava hoy resultan

    actuales, incluso audaces, ya que las sinuosas lneas

    curvas plasmadas con total desenvoltura y maestra,

  • 13

    rivalizan con las modernas lneas rectas del arte y

    mentalidad contempornea.

    Antao...

    Los antiguos celtas trazaban dibujos, esculpan y

    grababan en sus relieves y esculturas, toda suerte de

    sinuosidades, ondulaciones, espirales y trsqueles, que

    dejaron como una huella indeleble a travs de los tiempos

    de su forma de entender la vida; Como un flujo y reflujo

    permanente, como una vibracin constante, como un

    ritmo perpetuo.

    Esos motivos que forjaron en sus adornos, ornamentos

    personales, incluso en sus armas, fueron concebidos con

    el refinamiento propio de los genuinos artesanos y

    orfebres, que se empleaban a fondo por hacer de su labor,

    ms que su profesin, una vocacin en su existencia. Un

    noble don impregnado de inspiracin y repleto de

    simbolismos y significaciones, producto de su particular

    cosmovisin terrenal, de su espiritualidad y religin

    colectiva y mayoritariamente drudica, que les otorgaba

    vigor.

    Un vigor anmico que surga como fuerza interior desde

    su alma, cuando al trabajar la piedra tosca, el mineral y el

    metal plasmaban en su arte, lleno de diseos geomtricos

    y abstractos sus simbolismos y alegoras msticas y

    espirituales.

    Mutaciones, sinuosidades y ondulaciones que mostraban

    las distintas facetas de todas las cosas, que son tan vastas

    como el mismo firmamento. Todo es un puro Devenir y,

    por tanto, cmo mejor puede materializarse un Devenir,

    sino es mediante la abstraccin?

  • 14

    Y si insistan tanto en su arte, en componer esas imgenes

    abstractas, era adems, porque para ellos la Realidad era

    cambiante, sin fronteras, sin limitaciones conceptuales,

    siempre fluyendo.

    Por tanto, en el Arte celta, siempre existi la ondulacin,

    pues sus vidas enteras, estaban impregnadas por el

    concepto de lo cclico, de la abstraccin y por la

    conviccin, de que todo lo que percibimos con los

    sentidos, tangible o intangible, son slo percepciones

    humanas. La realidad para los celtas era muy amplia y

    diversa, donde solo un tenue velo separaba las cosas

    reales tangibles de las intangibles. Por ello, sus druidas,

    fueron siempre caminantes entre esas realidades, entre

    esos Mundos.

    Hoy en da...

    Otras muchas personas cautivadas por lo celta han

    encauzado su inters hacia los relatos que narran mundos

    de naturalezas fantsticas. Hacia la literatura, hacia la

    poesa, las leyendas y cuentos, donde destacan sus

    heronas y hroes mticos, sus mitolgicas creaciones, sus

    divinidades, sus hadas, sus duendes, dragones y animales

    mgicos.

    En verdad el Druidismo, y lo celta en general, levanta los

    nimos y aviva las inquietudes que todos llevamos dentro.

    Muchos humanos, apreciamos y amamos la belleza en el

    Arte y en la Naturaleza, los ideales naturalistas o

    ecologistas y la sensibilidad, la ternura y la empata con

    otros seres, entre otros muchos factores.

    Quin no conoce los famosos mitos celtas? Quin no ha

    odo hablar de la saga artrica, de Ginebra o Lancelot o

    del carismtico y enigmtico Merln? O de otras gestas no

  • 15

    menos significativas, como la de Tristn e Isolda o la del

    mismsimo Grial, de atvicas races drudicas.

    Y en el mbito de la infancia y el ocio, quin no se ha

    divertido, ms o menos, con las aventuras de los galos

    Obelix y Asterix, con su druida Panoramix y esos locos romanos?

    Antao...

    Los druidas fueron los rganos vitales de las tribus celtas,

    fueron la copa, el tronco y las races de sus pueblos, las

    entraas que bombearon la savia, es decir, la vida, y

    fueron las prodigiosas mentes que orientaron al pueblo

    hacia dnde dirigir sus almas.

    No en balde todo lo celta conserva ese halo de misterio de

    encanto y encantamiento, de alquimia y de magia, que se

    desprende de casi todas sus leyendas.

    Qu ser lo que poseen de seductoras sus leyendas que

    prevalecen por encima de otros mitos? Por qu encanta

    tanto a las personas de Occidente en general, el vasto

    mundo histrico-mgico celta y su extensa mitologa?

    Para responder a estas preguntas, deberamos echar una

    mirada hacia el interior de cada uno, para averiguar que

    permanece en nosotros mismos de ese pasado que se halla

    tan vinculado a nuestro subconsciente y a nuestra cultura.

    El Druidismo, habindose desarrollado dentro de lo celta,

    constituye una espiritualidad y una filosofa que se forja

    especialmente en un sagrado crisol, como es la divina

    alma de cada individuo y se expresa a travs de los

    pensamientos religiosos e incluso de las acciones del ser.

  • 16

    Hoy en da...

    El Druidismo actual, igual que el de antao, no se

    circunscribe slo a realizar ciertas prcticas exotricas o

    ceremoniales, al estilo de pomposos hechiceros

    medievales. Ni se trata de la simple toma de posesin o

    reconstruccin de ciertos ritos o invocaciones que

    pudieron haber llegado a travs de los tiempos de nuestros

    antepasados espirituales.

    Las ceremonias drudicas fueron creadas en su origen para

    dar una forma externa a un acto interno de conciencia y

    conviccin, pero cuando no existe la facultad y

    conviccin interna para ejecutar tales actos, una

    ceremonia o rito se convierte en un acto parafernlico,

    absurdo y sin ninguna vala.

    Por ello, el Druidismo actual tiene un alcance metafsico

    mucho ms profundo. Es una aventura del espritu

    humano, no sin obstculos ciertamente, pero aspirando

    siempre a reunir en un mismo aspecto al individuo y a la

    colectividad, a la religin con la espiritualidad y con la

    filosofa, al naturalismo con el progreso sostenible y la

    ecologa, al politesmo con el monismo y el pantesmo, a

    la noche con el da y el atardecer, al Sol con la Luna y con

    la Tierra, al macro universo con el micro universo y con

    los universos paralelos, a la ciencia con el espiritualismo

    y con la sabidura, al pasado con el futuro y con el

    presente, a la tradicin con la innovacin y con la

    evolucin, a la vida con la muerte y con la persistencia en

    todos los planos.

    Es sin duda equilibrio entre todos ellos, expresado y

    manifestado tambin en la trada o el guarismo 3, altamente simblico para las personas solidarias con los

    planteamientos del Druidismo, pues se identifica con la

  • 17

    eleccin y la viabilidad de la alternativa, cuando nos

    hallamos ante las polaridades. Es tambin ritmo,

    ponderacin y armona, ya que el celta pagano y seguidor

    drudico, no piensa en binario, sino que piensa en

    ternario.

    La espiritualidad drudica es una continuidad mstica, una

    manera de entender el mundo natural que nos rodea, e

    incluso el Cosmos entero. Un modo de pensar y

    comprender la creacin, una forma peculiar, tambin, de

    relacionarnos con nuestros semejantes.

    Cualquiera que la experimente en su sentir, que la abrace

    en su conciencia con la mente abierta y a-dogmtica, puede convertirse en parte de esta Tradicin Mstica, en

    su heredero espiritual, aunque su herencia gentica no sea

    celta.

    Pues ms all del genotipo o fenotipo de los seres, est el

    espritu y ste no tiene genes, ni piel, ni raza, ni siquiera

    gnero o especie. Por ello incluso se afirma que los

    animales, los rboles, etc., son hermanos del hombre.

    Somos parte de lo mismo. Venimos del mismo origen

    esencial y tenemos el mismo destino en lo universal.

    Es muy cierto, en el Druidismo no existen doctrinarios

    catecismos, Biblia exegetas o un Corn indiscutible, al

    estilo de textos sagrados. El verdadero libro drudico de la

    Revelacin divina, es la Madre Naturaleza y la

    experiencia en la propia vida.

    El Druidismo tampoco tiene, ni apoya a proslitos

    catequizadores, ni a catecmenos o apstoles

    divulgadores de una nica Verdad, que propaguen sus

    fundamentos. La espiritualidad que expresa el Druidismo,

    como se ha comentado, se vincula a la Madre Naturaleza,

  • 18

    y como consecuencia, es parte ntima del ser humano, que

    es elemento ineludible de ella.

    Extirpar y alejar, sea por dogma, presin o fuerza, a los

    seres humanos de la Madre Naturaleza, es perder esa

    Espiritualidad, es arrancarlos de sus verdaderas races, es

    en definitiva, desnaturalizarlos y deshumanizarlos.

    En el Druidismo se encuentra la conviccin capital de la

    existencia de una forma de vida anmica o espiritual,

    previa al nacimiento y que perdura tras la muerte fsica.

    Pero no por ello se desprecia la existencia que nos tocado

    vivir en este espacio y tiempo con todos los gozos y

    alegras que puedan acaecer al ser humano. Los

    seguidores del Druidismo, no languidecen en vida sino

    que celebran todas las facetas que sta pueda ofrecer.

    Se comprende que esta vida terrena, es una de las muchas

    posibles que el alma precisa para su aprendizaje y

    evolucin. Pero lo que cuenta mientras eso sucede, es

    vivir, el aqu y el ahora, con humanidad, con naturalidad,

    buscando la coherencia en nuestro crecimiento interior y

    el honor en nuestros actos y relaciones con los dems

    seres divinos, que, en sntesis, somos todos.

    No existe una fe, expectacin o presin dogmtica de una

    corte celestial, repleta de ngeles y en cuyo trono se

    aposenta un inquisidor y jurdico Dios, que juzga a las

    almas por sus actos mundanos, al cual se llega tras una

    nica vida, tras cumplir una serie de diligencias

    terrenales.

    Tampoco existe la preocupacin y el miedo a un

    hipottico tormento en un catico infierno de condenacin

    eterna repleto de demonios, si no se cumplen dichas

    diligencias y dogmas, como no existe una nocin o

    sensacin de culpa, ni colectiva ni individual.

  • 19

    En el Druidismo se reconoce que los seres humanos

    pueden cometer actos errados, tener actitudes equvocas,

    establecer pensamientos dispersos, talantes negativos,

    etc., pero el concepto de una culpa originada por nuestros

    ancestros o de una idea de culpa o pecado al estilo

    cristiano, es completamente ajena a esta espiritualidad.

    Ni siquiera, se reconoce como adecuada y procedente, la

    idea de una redencin divina, que tantas complicaciones,

    sudores y palabras, trajo a sus misioneros en su intrusa

    predicacin frente a los diferentes pueblos paganos,

    porque simplemente se tiene la conviccin, de que no hay

    pecado alguno que redimir.

    La nocin de pecado de por s, induce a los que la

    admiten como creencia en sus esquemas religiosos, a una

    enfermedad mental crnica. Los hace esclavos del dogma

    y sufren si se apartan de l, creyendo que han obrado con

    maldad, llegando hasta a odiarse a s mismos. Creen que

    de no arrepentirse de los pecados cometidos, ms tarde o

    temprano, llegar el justiciero castigo divino y la

    condenacin eterna.

    Dicho castigo, es un acto de venganza de un supuesto dios

    que es todo Amor que por supuesto engendra ms odio, como la violencia engendra ms violencia. Pero los

    defensores de la nocin que apoya que el hombre est

    continuamente en pecado, y por ello, hay que confesarse

    tambin continuamente, saben perfectamente, que

    provocando el desprecio hacia uno mismo, es ms

    sencillo el dominio y el control de las personas.

    Pero en el Druidismo, ni tan siquiera un concepto

    desnaturalizado de karma para expiar en cualquier reencarnacin errores o faltas pasadas, resulta coherente

  • 20

    con su forma de comprender la existencia, ni posibles

    encarnaciones.

    El Druidismo observa la realidad social y entiende que se

    tengan dificultades para aceptar la condicin espiritual de

    todos los seres humanos, de todos los animales y de todas

    las cosas que nos rodean. Y deduce, que entre otras

    motivaciones, esto ocurre porque se lleva dentro de los

    pensamientos una idea preconcebida que indica

    equivocadamente, que tanto nosotros como nuestro

    entorno, slo somos productos genticos con escasa

    conciencia de nuestra esencia bsica espiritual.

    Los esquemas mentales conductistas propagados,

    consideran a todos los seres que pueblan la naturaleza

    como un complejo de conductas automatizadas e

    instintivas, con inteligencia en el caso de los seres

    humanos, pero con poco o ningn talento en el caso de los

    dems seres.

    El Druidismo pretende hacer comprender a quien se

    acerque a su forma de entender el Universo y la misma

    Existencia, la nocin de que todos los seres tenemos la

    capacidad para entendernos y comunicarnos. Que no

    somos slo productos genticos. No slo somos materia,

    sino que, adems, somos Energa, Espritu e Inteligencia.

    El cuerpo humano permite formas complejas de expresar

    su inteligencia, pero esta misma complejidad, sin ser la

    humana, existe tambin en otros seres.

    Hoy en nuestras sociedades las personas se van

    distanciando cada vez ms. Se van divorciando de la

    Espiritualidad y prestan mayor dedicacin e inters al

  • 21

    trabajo, al rango social, a la cuenta corriente bancaria,

    afanndose en perseguir bienes materiales para lograr un

    mayor bienestar material en sus vidas, a menudo casi

    neurticamente. En la medida que esto ocurre, el

    Druidismo entiende, que el ser humano va perdiendo su

    capacidad para evolucionar armnica y anmicamente.

    Todas esas bsquedas materiales adulteradas que

    excluyen lo espiritual, se deben a la gran falta de

    conexin con nuestro entorno natural y, por supuesto, a la

    ignorancia del saber, o al menos, de intuir, que el ser

    humano es algo ms que un complejo de neuronas,

    sangre, huesos y vsceras.

    Por ello, se afirma que es desatinado negar el alma que

    todos tenemos, pues se puede caer en la melancola

    perpetua, en la desesperacin, en la opacidad y en la

    tristeza de la existencia que muchas personas en nuestra

    sociedad experimentan y exhiben.

    Cuntas personas jvenes y no tan jvenes, sienten que

    no hay motivo para nada, ni propsito, ni color, ni

    sentimientos, slo acciones organizadas o azarosas,

    respondiendo a ciertos antojos?

    Cuntos carecen de un mnimo de valores y recurren a

    las bebidas alcohlicas, a las drogas, al sexo

    indiscriminado e inconsciente, como si pretendieran

    evadirse, liberarse o simplemente seguir los dictados de la

    moda?

    O a aceptar las conveniencias para ser parte integrante de

    cualquier grupo, con la idea de sintonizar, o de no disentir

    con el resto de la pandilla, para no ser etiquetado como el

    soso y aburrido toca-pelotas?.

  • 22

    Entrar en el camino espiritual de cualquier senda drudica

    requiere, por supuesto, cambios, un giro que dejar atrs

    muchos hbitos y muchas pautas socialmente

    condicionadas.

    Afortunadamente, cada vez ms personas, vuelven a

    conectar con su parte espiritual. Se vuelven ms

    receptivos y gracias a ello crecen, pero no hacia arriba o

    abajo, no hacia distintos niveles de jerarqua, sino

    extendindose de adentro hacia fuera de una manera

    circular, ampliando el permetro espiritual, descubriendo

    y comprendiendo ms aspectos de la existencia.

    A medida que se investiga la senda drudica se va

    descubriendo paulatinamente, la sabidura que encierra

    toda ella, en sus mitos, en sus leyendas, en sus historias,

    en sus convicciones.

    No es un sistema religioso pasado de moda, sino una

    forma mstica de captar y entender lo que nos rodea.

    La espiritualidad drudica impulsa al alma para llegar a

    ser personas ms sanas. Es un camino que slo puede

    recorrer el individuo por s mismo, aunque otras personas

    ms adelantadas en su estudio, puedan mostrar dnde

    comienza ese camino. Se debe andar y experimentar por

    s mismo, para comprobar si sirve, si funciona en la vida

    personal de cada cual y si satisface a la mente y colma la

    singularidad de cada alma.

    Por ello el druidismo es una espiritualidad basada en la

    libertad y experiencia personal de cada cual, donde cada

    practicante tiene su propia percepcin del modelo

    espiritual que le alienta a emprender su camino, dndole

    una forma de proceder y sentido a su vida. Por otro lado,

  • 23

    la filosofa drudica impulsa a la mente para llegar a ser

    ms equilibrados y no aceptar nada a ciegas.

    As pues, hoy en da...

    No debe de extraar este resurgimiento del Druidismo y

    de otros sistemas filosficos o espiritualidades basadas en

    la conexin y retorno a la Tierra, que en los ltimos aos

    han ido creciendo paulatinamente. Ello es un sntoma del

    aumento de la capacidad de reflexin de la mente

    humana, pues todos los seres estn evolucionando y

    desarrollndose continuamente y muchos vuelven a

    conectar o reconectar con la energa de la Tierra y con esa

    antigua sabidura latente en la Madre Naturaleza.

    Ya el antiguo feudo, de los criterios y dogmas

    atrincherados de la pasada era, va cediendo ante la

    acometida de unos renovados valores en una poca que se

    intuye de mayor colaboracin y comprensin entre los

    seres humanos y destacadamente entre hombres y

    mujeres.

    Todos los grupos humanos, primordialmente, deben

    aprender a comunicarse entre ellos, pero substancialmente

    el hombre debe aprender a vivir su lado femenino y la

    mujer su lado masculino.

    Muchos hombres desacertadamente piensan que si

    establecen contacto con su lado femenino perdern su

    masculinidad, pero el Druidismo piensa que sucede justo,

    todo lo contrario.

    El hombre conseguir su pleno vigor si consigue ser

    completo y equilibrado, si tanto lo masculino como lo

    femenino se encuentran en perfecta armona en el interior

    de su cuerpo y espritu.

  • 24

    Todos los hombres y mujeres que se consideran legatarios

    de aquel Druidismo que lata en otros tiempos, saben que

    el ser humano debe volver la mirada hacia su interior para

    aprender a nivelar los desequilibrios, si pretendemos vivir

    en armona y en paz.

    En verdad, todo ser humano como paso previo al auto-

    conocimiento, debera examinar sus propias carencias y

    errores, sus defectos y sus debilidades para canalizarlos y

    convertirlos, de ser posible, en virtudes, conocimientos y

    fortalezas, e incluso, a revivir en su interior el aspecto

    instintivo e intuitivo para conseguir una mayor

    colaboracin y comunicacin entre hombres y animales,

    entre los hombres y la Madre Naturaleza.

    Pues antao...

    Nuestros antepasados espirituales lo saban muy bien. Por

    ello en la celebracin de la festividad de Lughnasadh, se

    renda honor a la masculinidad con fiestas, banquetes,

    torneos, cnticos, etc. El reverso de la medalla era Imbolc,

    la fiesta consagrada a Brigit o Brigantia, tambin

    considerada la Triple Diosa, una poca en que se veneraba

    a la mujer.

    La senda del Druidismo ayuda en la realizacin de esta

    introspeccin ntima, y la Madre Naturaleza es la gran

    maestra que gua a quienes estn dispuestos a aprender

    con paciencia y humildad.

    La sabidura que encierra el Druidismo no es un sistema

    de creencias antiguo ni pasado de moda, sino un

    vehemente medio para captar lo que nos rodea, de manera

    que podamos aprender de todo lo que se halla en nuestro

    entorno a travs de nuestra propia experiencia.

    Todo ser humano es responsable de lo que le ocurre, sea

  • 25

    negativo o positivo, y si por desventura atrae lo negativo,

    tambin de ello se pueden sacar provechosas enseanzas

    que aumenten la propia sabidura. Esto es algo que rige en

    todos los aspectos de la vida. Cuantas ms lecciones se

    aprenden y aprueben, ms sabidura se adquiere.

    Pero en lo ms profundo, el Druidismo conoce que no

    existen errores, entendidos stos como culpas o pecados,

    sino slo lecciones de las que tomar humana nota. Es

    preciso recordar que quien no comete errores en su vida,

    tampoco nunca har nada interesante, ya que la vida es

    una continua aventura llena de aprendizajes.

    La responsabilidad es de cada cual, puesto que cada cual

    puede elegir entre aprender de los errores o lamentarse el

    resto de esta vida terrenal por lo que pudo o no pudo

    hacer.

    Es cierto, un nico individuo no puede cambiar los

    criterios que mueven al mundo, pero s puede cambiar los

    valores que le mueven a l mismo. Quiz no pueda, a

    priori, cambiar a las personas que le rodean, pero si crece,

    progresa y mejora, puede ensear a travs del ejemplo y

    de sus patrones de conducta, y stos, son un gran paso

    para cambiar el mundo, porque el uno engendra al dos, y

    ste al tres y etc.

    Es necesario vivir nuestra actualidad presente, ocuparse

    de lo que se pueda aprender hoy. El futuro se esclarecer

    por s mismo, si se recorre la genuina senda que indica

    nuestro Yo Superior.

    Es esencial pensar y actuar con ilusin, si se desea ese

    futuro.

    Es vital impulsar esos sueos con la segura confianza de

    que cada experiencia, cada leccin aprendida, asumida y

  • 26

    correctamente encauzada, son ascensos positivos y firmes

    que llevarn a alcanzar lo que se desea para uno mismo y

    tambin para los dems.

    Cada cual puede pretender llegar a ser lo que le apetezca,

    lo que desee, pero para alcanzar esas ilusiones y sueos,

    hay que estar dispuesto a trabajar. Y el mejor camino es

    convertirse cada da en ms sabios, sintonizarse con la

    Madre Naturaleza y equilibrarse interiormente, de modo

    que se despeje el propsito real de lo que se pretende.

    Para este objetivo es preciso tener cuerpo, mente y

    espritu en ptima concordia. Si se logra vivir en armona

    y equilibrio con todos los elementos y seres, se

    comprueba que el tiempo de las ilusiones, los sueos y la

    vida, son una sola cosa. Se habr creado una propia

    realidad y ayudado a otros a mirarse en nuestro espejo,

    para forjar una imagen propia.

    Antao...

    Los druidas no posean poderes sobrenaturales, posean

    conocimientos y de ellos en ocasiones se valan, en otras

    ni siquiera con esos conocimientos pudieron evitar ser

    mancillados, relegados, invadidos, olvidados o

    sumergidos en otras religiones.

    Los Druidas trabajaron por mantener el equilibrio de lo

    natural y para ello se instruyeron en las pautas de

    conducta y modos de vida de los seres animados, incluso

    esgrimieron sus juicios de valor y comprensiones, para

    evitar que los componentes de las tribus Celtas lesionaran

    ms de lo justamente conveniente a la Madre Naturaleza,

    es decir, el entorno donde habitaban y el mundo que les

    rodeaba. Los Druidas pretendieron que las perturbaciones

  • 27

    en el entorno, fuesen realizadas con el menor impacto

    ecolgico y con el menor quebranto del Equilibrio y de la Armona Natural, desechando todos aquellos cambios

    que por innecesarios para la subsistencia tribal, pudieran

    perjudicar el medio natural.

    Hoy en da

    Es ms primordial que en cualquier otro tiempo pasado,

    que los individuos de este planeta tomen Conciencia y no

    solo busquen su Equilibrio interno, sino tambin el

    Externo.

    Ya no basta solo con meditar y estudiar, ni solo con

    filosofar, proyectarse o incluso abstraerse. Es ms

    imperioso y lcito que nunca que se busque la frmula

    personal o colectiva, para activarse y ser un participante,

    para formar grupos humanos que ayuden a restituir el

    equilibrio perdido de la Naturaleza, porque al planeta, tal

    y como lo est tratando la Humanidad, se le est

    arruinando su estabilidad.

    Slo a travs de la Conciencia y poniendo nuestra

    inteligencia, nimo y energa, al servicio de la Madre

    Naturaleza, es como sta podr empezar a recuperar el

    equilibrio y armona perdida.

    Es categrico para la supervivencia de la Vida, tal y como

    es conocida hoy en da en este planeta, que se recupere el

    Equilibrio, de lo contrario la propia Naturaleza, el propio

    planeta, corregir sus desequilibrios y provocar con sus

    ajustes serios perjuicios a la Humanidad, y no solo a sta,

    sino a toda la Vida que aqu, en este planeta, se

    manifiesta.

  • 28

    Antao

    Los druidas eran hombres con conocimientos, pero

    hombres que coman, vestan, orinaban y defecaban,

    como cualquier ser humano. Siempre los druidas fueron

    conscientes de sus propias limitaciones, como seres

    humanos que eran. Pero fueron analticos aplicados, que

    adquirieron conocimientos, para entender aunque slo

    fuera un esbozo, lo que pueda llegar a ser o Devenir, la

    Divinidad y la Unidad del universo, con toda su

    multiplicidad.

    Hoy en da...

    Las representaciones romnticas y sensibleras de los

    druidas de los siglos pasados, estn desechadas y resultan

    obsoletas. Pero los druidas y seguidores drudicos del

    siglo XXI, estn inmersos en las mismas tesituras

    esenciales que sus antecesores. Ya no es cuestin de

    idealizar a los druidas de antao, ni siquiera a los actuales,

    pero tampoco de "anatemizarlos".

    Los seguidores actuales serios de esta filosofa de vida, no

    son ni nigromantes, ni embaucadores, ni politicastros, ni

    curas, ni gurs. Ni siquiera estn en la misma onda que

    los movimientos New Age, ni con los eclcticos camalenicos del orbe.

    Pero s. Podemos afirmar rotundamente, que tanto los

    druidas de antao como los actuales, aunque estn ms

    mermados, comparten las mismas esencias doctrinales.

    Ideas, pensamientos y arquetipos, que el estudioso puede

    reencontrar en las numerosas leyendas, relatos y cuentos,

    especialmente de Irlanda, de Bretaa y de la Galia, y por

  • 29

    extrapolacin, en otras muchas reas donde hubo celtas,

    pues aunque diferan las formas o nombres incluso de las

    divinidades tribales, la esencia, es sin duda, pan-cltica,

    apoyndose adems en lo que escribieron los clsicos

    griegos o latinos, y obviamente, en los anlisis de la

    antropologa y los hallazgos de la arqueologa.

    Hoy en da...

    En Espaa y Portugal, los investigadores histricos y

    etno-arquelogos an no han hallado vestigios que nos permitan deducir que en estas reas celtas, en mayor o

    menor grado fusionada con otros elementos, hayan

    existido los druidas, al menos con tal nombre.

    Aunque se carece de pruebas contundentes al respecto,

    cabe imaginar que los druidas estuvieron presentes all

    donde hubo lo que hoy consideramos un mbito de

    influencia de la cultura celta, y all donde la cultura del

    neoltico dej monumentos como dlmenes, menhires y

    crnlechs.

    Por otra parte, la carencia de testimonios o de hallazgos,

    hoy por hoy, no implica la ausencia de nada. La ciencia

    progresa y los descubrimientos cada da se renuevan. Lo

    que hoy es asumido como cierto, maana puede dejar de

    serlo. Lo que hoy se ignora, se duda, o se cree

    improbable, maana puede ser evidente. Y esto es as,

    porque ninguna ciencia puede demostrar la verdad, sino

    que solamente demuestra lo verificable con los medios

    que dispone y tiene a su alcance, en cada momento de la

    historia humana.

  • 30

    Hasta hace pocos aos se desconocan, por poner un

    ejemplo, los hallazgos de Atapuerca, y con dicho

    descubrimiento, nuevas teoras vieron la luz, a la par que

    otras quedaron obsoletas.

    Hoy en da...

    Las diferentes rdenes drudicas serias, dentro de la

    independencia y autonoma de los que gozan, conservan

    una serie de esencias drudicas que podramos considerar

    como convicciones fundamentales del Druidismo.

    Sobre esta cuestin, muchas personas pueden plantearse,

    el origen de dnde se obtienen esas esencias drudicas a

    las que nos referimos, dado que el legado directo es

    escaso y, adems, est manipulado.

    La respuesta, evidentemente, como se ha comentado, es

    en el estudio, en los datos histricos, en los hallazgos

    arqueolgicos, en la inmersin en las leyendas, cuentos,

    canciones, historias y tradiciones celtas, filtrando lo que

    es cristiano de lo que es anterior.

    Sirva como ejemplo la saga del rey Arturo, donde en un

    orbe ya cristianizado se adivinan, se ven y se intuyen,

    muchas enseanzas anteriores. Esto mismo ocurre, con el

    Tin B Cuailgn, recopilado en el siglo XII, con El libro

    Rojo de Hergest, con los Mabinogion, o con libros como

    el Amarillo de Lecan y el de Lismore o con el Libro de

    Ballymote y con otros ms, tambin recopilados

    tardamente pero que narran leyendas, cuentos e historias

    de tiempos anteriores a la cristianizacin, aunque

    ciertamente como se ha anotado, muy transformados por

  • 31

    los monjes cristianos, otrora muchos de ellos filidh, druidas o descendientes de ellos.

    Pero en aquellas lagunas esenciales que an puedan

    quedar, puede recurrirse con precaucin y reflexin a

    espiritualidades afines y de un remoto origen comn,

    como podra ser a modo de ejemplo, la espiritualidad de

    los antiguos Vedas y otras anlogas. Y todo ello,

    apartndose del sincretismo a ultranza de la New Age,

    pero valorando la congruencia de la sntesis.

    Frecuentemente tambin, se hacen demasiadas referencias

    a los antiguos clsicos griegos y romanos que tuvieron

    alguna relacin, efmera o no, con los celtas. Dan

    visiones, en ocasiones bastante errneas, partidistas y

    parciales. Sirva como ejemplo la egolatra griega de

    Luciano de Samosate cuando escribe sobre la

    comparacin entre el dios celta Oghma y el helnico

    Heracles (Hrcules). Ello, sin mencionar al ya conocido

    Julio Csar, con una visin imperialista que equipara a los

    pocos dioses celtas de los que l tuvo noticias, con los de

    los romanos. Por no enumerar otras visiones suyas y

    teoras, hoy ya consideradas de su inventiva, pero

    desacertadas y errneas.

    Pero en definitiva, el Druidismo existe y sigue vivo. En el

    siglo XXI, se puede hablar perfectamente de Druidismo,

    aunque evidentemente, nada es como lo fue

    originariamente. De ser as, se tratara de una involucin.

    El Druidismo actual, tambin se inscribe en las creencias

    presentadas y desplegadas en las pginas, tanto de ste

    como de otros libros, puesto que todo aquello que sirva

  • 32

    para avivar la llama, forma parte viva y activa de dicha

    espiritualidad, de los druidas de hoy.

    Y la historia de los pueblos y sus distintas formas de

    entender el Mundo, sus ritos y convicciones, sus gentes,

    costumbres y formas de pensar, las escriben sus

    componentes.

    La senda drudica, no es una galopada frentica donde no

    haya empalizadas que saltar que obstaculizan el trayecto.

    No es un tren que circula vertiginoso por una va fcil, ni

    un sendero sin pendientes, donde el caminar, el avance y

    las soluciones a los problemas personales son rpidos.

    Consiste en adoptar voluntariamente una perspectiva

    distinta que proyecte un nuevo haz de luz sobre viejos

    problemas que se creen errneamente irresolubles. Que

    ofrezca la posibilidad de hallar en el propio interior

    personal la resolucin de las dificultades que puedan

    afectar, que puedan aprisionar y que puedan aislar al

    individuo.

    El compromiso es y ser siempre con nosotros mismos,

    pues las respuestas a nuestros problemas se encuentran

    soterradas en lo ms profundo de nuestro ser. La

    cosmovisin drudica puede ayudar a excavar el

    escabroso terreno con ahnco, para descubrir el tesoro

    escondido que se acumula en cada alma.

    Los caminantes por esta senda espiritual, no suelen

    aparecer por los medios de comunicacin, de la ndole

    que sean. Bsicamente porque tienen un geis, circunscrito ste a una renuncia por realizar cualquier

    actividad de proselitismo, pues un druida o simpatizante

    del Druidismo solo colabora en sitios afines a su

    espiritualidad, o instruye a personas que realmente desean

    conocer y saber sobre sta

  • 33

    Al acabar de leer este libro, el lector sabr si se siente

    atrado por todos, algunos o ninguno de los conceptos

    expuestos. Sabr si la espiritualidad de los druidas le

    llama de alguna manera notoria, o si le cautiva alguno de

    los diversos caminos que tiene para explorarla.

    Instruirse en el Druidismo equivale tambin a estudiarse y

    profundizar sobre uno mismo porque incita a ir al

    encuentro con el propio Yo Superior. Encamina a

    descubrir quin es uno en realidad y cul es la exacta

    relacin que se tiene con todas las cosas que le rodean y

    que existen en el Universo. Orienta en el abrupto y

    comprometido camino de lo que cada cual puede llegar a

    ser, de la progresin anmica que se puede alcanzar.

    As pues, como primer paso para comprender el punto de

    partida del Druidismo, se hace la siguiente sugerencia:

    Pasead por los bosques y prados! Regocijaos con las

    flores y sus aromas! Mojaos en sus ros y bebed de sus

    cristalinas fuentes! Habladles a los animales, cantad con

    las aves, abrazad a los rboles! Danzad al comps de la

    Luna y del anochecer, del Sol y del amanecer!

    Todo ello, de una u otra forma, dar ciertas respuestas y

    transmitir conocimientos por los que nunca ms se dejar

    de honrar a la Madre Naturaleza por aquello que ha

    enseado generosamente.

  • 34

    Mdulo II

    ORGENES DEL DRUIDISMO

    l tratar de vislumbrar cual es el origen del

    Druidismo, tanto desde un prisma histrico, mitolgico

    como espiritual, se abren tantos diversos y variados

    caminos, como heterogneas hiptesis, de las cuales

    algunas son similares, muchas hbridas, pero numerosas

    tambin son opuestas y en discordancia entre s.

    En este escueto anlisis se va a intentar examinar las

    conjeturas, teoras y datos ms verosmiles dentro de las

    ms aceptables y probables, para establecer un esbozo del

    origen u orgenes del Druidismo.

    Se enfocar desde un prisma racional, pero tambin desde

    una capacidad de visin intuitiva y perceptiva, intentando

    una vez ms, hallar ese deseado equilibrio drudico entre

    ambas realidades y cogniciones.

    Es evidente, que para indagar en los orgenes de cualquier

    espiritualidad antigua o moderna, tambin es adecuado

    recorrer el itinerario de la historia de forma inversa para

    acercarnos lo ms posible a sus ms verosmiles umbrales

    de partida. De esta forma incluso, se hallarn por este

    camino retrgrado, otras influencias espirituales, que an

    no siendo la raz principal del brote original y su posterior

    florecimiento, sin embargo, su influencia quedar

  • 35

    arraigada en su idiosincrasia, formando posteriormente

    con ste, un solo y homogneo cuerpo.

    Del origen del trmino Druida

    Se debe desechar definitivamente la idea por la cual se

    sostiene que el sistema drudico fue creado en Britania y

    luego exportado, principalmente a la Galia, tal y como

    afirm antao errneamente Julio Cesar. Nadie a

    excepcin de l, ni antes de l, afirm tal cosa.

    As como conviene saber que las morfologas actuales,

    como drouiz en bretn, druida en castellano, druide en francs, druid en ingls, derwydd en gals, y draoi en galico moderno y otras, son traducciones adaptadas a cada idioma del trmino latino utilizado por

    Julio Csar, druis, las cuales fueron reconstruidas a finales del siglo XVIII, partiendo de este trmino.

    Sin embargo, la acepcin ms razonable, apreciable y

    perceptible, se vincula mucho mejor a un antiguo trmino

    cltico como druwides. ste es, un vocablo compuesto que se puede fragmentar en el prefijo dru, que posee segn los lingistas un significado superlativo, y en wid o uid, que es un raz verbal cuyo sentido es saber que a la vez tiene sus similitudes, con una raz indoeuropea que

    evolucion en otros idiomas como el latn hacia la

    palabra, videre, "ver", o como en el idioma alemn progres hacia el vocablo verbal wissen con la idntica acepcin de "saber". (En la actualidad, algunas rdenes

    britnicas drudicas prefieren el trmino Druismo a

    Druidismo).

    En este sentido se podra decir, que el significado actual

    para la palabra Druida, tiene un remota pero clara

    interpretacin, que sera el muy vidente o el muy sabio,

  • 36

    lo cual por otra parte, concuerda plenamente con las

    diversas actividades y ocupaciones que ejercan.

    A estas alturas de los conocimientos histrico-

    etimolgicos, se debera descartar por incorrecto el

    significado atribuido a la palabra Druida como el sabio del roble, pues aunque realmente fueron sabios del roble, del avellano, del tejo y de todos lo rboles en general,

    dicho vocablo procede del trmino griego drus que se traduce como Roble.

    Este equvoco an observable en algunos libros y en

    numerosas pginas internuticas que tratan sobre los

    Druidas, se extendi desde la antigedad, partiendo de

    una semejanza lingstica y por el hecho comprobado de

    que el roble, ejerci un protagonismo relevante en dicha

    espiritualidad, a travs, y en todos los tiempos.

    Iniciada esta imprecisin lingstica por muchos autores

    clsicos y mantenida por otros autores medievales, la

    confusin etimolgica se ha ido sosteniendo hasta llegar a

    nuestros das.

    Dicho desacierto est basado en unos textos del escritor y

    enciclopedista romano Cayo Plinio Cecilio Segundo, que

    vivi entre el 23 y el 79 de la EC, ms conocido como

    Plinio el Viejo, el cual en su obra Historia Natural Libro XVI, 249, explica sobre los druidas:

    "Se les denomina con arreglo a los rboles porque

    habitan en bosques apartados". Donde los druidas ofician al aire libre en santuarios que son nemeton, es decir, claros sagrados.

  • 37

    En dichas frases, Plinio, no hace mencin a los robles,

    sino a rboles en general. Lo que concuerda con los

    conocimientos que sabemos adquiran los druidas de

    todos los rboles y no de uno slo, por muy predilecto que

    ste fuese.

    Tambin escapa bastante del pensamiento celta, la idea de

    que stos eligieran un trmino griego, para designar a sus

    propios sabios, mxime conociendo que estos posean sus

    propios lenguajes y conociendo que roble, en galo, se

    nominaba con el vocablo dervos.

    En galico se nominaba con la palabra daur, en gals se denominaba derw y en bretn, la palabra derv nombra a este rbol.

    Por tanto, es lgico pensar, que en una lengua celta ms

    antigua que las locuciones clticas nombradas, exista

    igualmente un trmino parecido para designarlo.

    Por otra parte existe en diversas tradiciones y sociedades

    del orbe planetario, mucho antes de la invencin de la

    escritura, el mito sobre el rbol de Conocimiento o rbol

    del Mundo.

    Los celtas tampoco fueron diferentes a este respecto y su

    Bilios o similar, segn el rea celta de la que se trate y como simbolizacin de dicho rbol csmico y por tanto

    del Eje del Mundo (axis mundi), corrobora que los Druidas fueron y son los hombres y mujeres rbol, los muy sabios, que celebran y celebraron sus rituales y ceremonias en los nemetones o claros sagrados de los bosques consagrados.

    De todas formas, el Roble, rbol venerado de una forma

    especial por los druidas y celtas y que fue elegido para las

  • 38

    construcciones funerarias de madera tanto en la cultura

    Hallstatt, como en la posterior de la Tne, ambas celtas

    primitivas, siempre tuvo unas simbolizaciones

    preeminentes vinculadas a la fuerza y a la sabidura. Por

    lo cual, el roble siempre estuvo presente entre druidas y

    por ende, entre celtas, representando la inmortalidad del

    alma, la eternidad y el espritu.

    No en balde es el roble un rbol que puede pervivir ms

    de mil aos.

    En otro sentido, el trmino vid, sabidura, lo encontramos igualmente en la palabra snscrita Vda, que

    significa precisamente Conocimiento.

    Los textos vdicos se transmitan oralmente por los

    brahmanes, que estaban al servicio de sus tribus y

    sociedades de una forma parecida a como lo estaban los

    druidas. Sus enseanzas se transmitan, en escuelas

    establecidas en las frondosidades de los bosques, entre

    cuyas cogniciones y enseanzas se inclua la

    reencarnacin del alma, igual como suceda con la

    transmisin de la sabidura drudica.

    Asimismo el nombre de la Estrella polar en snscrito es

    Tar, siendo un trmino cuya raz Tri, significa "hacer atravesar", o "hacer alcanzar la otra orilla". Tara es

    tambin una deidad hind y budista, Diosa igualmente de

    la Tierra a la que tutela, y protectora ante los influjos y

    vibraciones de las energas negativas. En sentido figurado

    es: "la deidad que hace franquear el ocano de las

    existencias, siendo un principio femenino de liberacin, de perfeccin de la Sabidura y protector.

  • 39

    Tara era tambin el nombre que reciba la colina, la

    capital mstica y efectiva del reino de Meath o Midhe,

    hogar de druidas y guerreros y de los altos reyes de la

    Irlanda celta, considerada, como su propio nombre indica,

    el Medio o el Centro protector de los cuatro reinos

    restantes, situados en cada uno de los puntos cardinales.

    En ella estaba ubicada la legendaria y mtica piedra Lia Fail.

    Estos mnimos detalles y otros muchos paralelismos

    existentes, que no se tratan en el presente y escueto

    captulo, nos hacen pensar que las vinculaciones, patentes

    y latentes, entre la tradicin celta y la hind, entre los

    druidas y los brahmanes, son derivadas ambas

    directamente y en bastante porcin y proporcin de una

    Tradicin Primordial comn.

    Por supuesto, no se pretende sugerir que el Druidismo

    derive del Hinduismo ancestral, sino que ambos tienen un

    atvico origen comn, proviniendo ambos del mismo

    tronco y que esta comn Tradicin Primordial, se

    mantuvo considerablemente ntegra, expandindose y

    siguiendo el camino de las migraciones indoeuropeas

    hacia la India por Oriente y otros parajes como el actual

    Irn, donde posteriormente se origin el zoroastrismo o

    mazdesmo, y hasta Europa por Occidente, para

    posteriormente evolucionar cada una adaptada a sus

    propias circunstancias con mltiples esencias comunes,

    aunque tambin con determinadas singularidades que las

    caracterizan y las diferencian.

    Un poco de historia

    Como sabemos, el Druidismo se desarroll mayoritaria y

    casi exclusivamente entre los pueblos de cultura celta y

    posteriores celtizados. Y como tambin sabemos, los

  • 40

    celtas culturalmente en sus primeras sociedades

    investigadas con seriedad y detalle por los historiadores,

    estn intensivamente vinculados, con la Edad del Hierro

    en Europa, conocida como perodo Hallstatt, sea ste

    Occidental u Oriental. Dicho perodo histrico abarca

    aproximadamente desde el siglo VIII, hasta la primera

    mitad del siglo V, antes de la E.C.

    Recibi dicho nombre, merced a un emplazamiento de

    una necrpolis descubierta por los arquelogos, ubicado y

    hallado en Austria cerca de la ciudad de Salzburgo,

    (Salzburgo= ciudad de la sal).

    Pero aunque menos detallado e indagado, pero resultando

    muy verosmil, es que las tribus y pueblos identificados

    como celtas, incluso pre-celtas, estaban muy dispersos por

    todo el este y centro de Europa, durante un amplio

    periodo comprendido entre el ao 1300 a. EC., y el 800 a.

    EC, llegando hasta la pennsula ibrica en el siglo IX,

    antes de la EC, especialmente a Aragn y Catalua, donde

    tambin se les conoce como el pueblo de los campos de

    urnas. Se establecieron en poco nmero, pero coexistieron

    para fusionarse finalmente con los autctonos de la zona,

    beros especialmente.

    En realidad, los orgenes celtas, como tales, hay que

    buscarlos durante los finales de la Edad del Bronce (1200

    antes de la E.C) y en la cultura de los Campos de Urnas,

    (un grupo de culturas caracterizadas por la cremacin de

    los restos mortales e inhumacin de las cenizas en

    recipientes de cermica), datados sobre los finales de la

    edad del bronce.

  • 41

    De estos perodos, tambin tenemos sobrados y valiosos

    datos, aunque no exhaustivos, e incluso a veces atrevidas

    hiptesis arqueolgicas e histricas sobre los celtas en

    general, especialmente de Alemania Occidental y de

    Francia, pero no as, de los individuos celtas que

    posteriormente seran conocidos con el nombre de

    Druidas.

    Las referencias escritas ms antiguas que se conocen

    sobre los Druidas con esta acepcin, se fechan en el siglo

    II antes de la E.C., y fueron hechas por Digenes Laercio,

    un griego que vivi en el siglo III de la E.C, haciendo

    referencia a citas de segundas fuentes de otros escritores

    griegos que le antecedieron.

    Tal referencia escrita es la ms antigua conocida, hasta la

    fecha. Sin embargo, antes de dicha fecha los

    comentaristas helenos, hablaron de funciones especficas

    de las castas intelectuales celtas nombrndolas como

    sacerdotes, anstistites y gutuaters.

    En cualquier caso, si los griegos conocieron en las fechas

    del siglo II antes de la EC a los druidas, es lgico pensar

    que su existencia, traspasando el mbito local, ya vena de

    tiempos anteriores, pues cualquier circunstancia cultural o

    espiritual que puede arraigar en un pueblo, tribu o zona, y

    ms en esas prematuras pocas de las comunicaciones,

    precisa un tiempo para su asentamiento, cohesin,

    posterior dispersin, difusin y conocimiento por

    forneos, si llega el caso. A este respecto hemos de

    remarcar el hecho de que Herodoto en siglo V antes de la

    EC, fue el primero que mencion en sus escritos el

    trmino Keltoi.

  • 42

    Por otra parte, sobre el origen de los indoeuropeos, grupo

    a los cuales pertenecieron en su remota procedencia los

    celtas, an hoy en da se discute entre arquelogos,

    lingistas, historiadores e investigadores en general, el

    tema del fenmeno y los procesos de su aparicin en la

    historia humana.

    A grandes rasgos podramos definir a estos mal

    denominados tambin jafticos (denominacin bblica

    debida a uno de los tres hijos de No, Jafet, y de uso

    bastante extendido), como un grupo de pueblos o tribus de

    una poca prehistrica que posean una base cultural

    comn que se expres en sus sociedades, en sus lenguas,

    en sus ideas religiosas, en sus mitos y mitologas.

    Y es en estas tres ltimas esencias donde el presente

    captulo pretende de una forma condensada, hacer mayor

    nfasis.

    Al parecer, la teora ms aceptada en la actualidad que se

    apoya en los modernos hallazgos arqueolgicos, integra a

    los indoeuropeos dentro del periplo humano, en una poca

    que se englobara entre los aos 4500 a 3500 antes de la

    Era Comn, poseyendo stos ya, conocimientos del cobre

    y del bronce, ubicados en una zona que se encuentra en

    las estepas del norte del Mar Negro, entre el ro Dnieper y

    el ro Volga, como confirm el arquelogo M. Gimbutas.

    Se sabe que hubo diversas fases de emigraciones

    indoeuropeas, estimndose que las primeras de ellas

    fueron, las de los hititas que se asentaron por Asia menor,

    y la de los pueblos que hoy conocemos como griegos o

    helenos (aqueos,) que se asentaron por la actual Grecia, y

  • 43

    tierras al norte de sta, Creta y posteriormente tambin

    por la Costa de Asia Menor.

    Tambin se supone que entre los aos 3000-2000 antes de

    la EC., una nueva e ingente cantidad de individuos,

    emigraron de la cuna original, y se conjetura que se

    asentaron primeramente (hay polmicas histricas, sobre

    cules fueron los primeros asentamientos), en zonas de

    Europa del Este como Hungra, Austria, Bulgaria y

    Rumania, as como en los pases balcnicos.

    Desde estas reas, durante la edad de Bronce, realizaron

    desplazamientos para asentarse de forma significativa en

    el suroeste de Alemania, el este de Francia y parte de

    Suiza.

    Posteriormente y desde aqu, durante los siglos VIII antes

    de la EC. al V antes de la EC, estos celtas, protoceltas o

    pre-celtas, abandonan la cultura de los tmulos, de los

    campos de urnas, para entrar en la Edad del Hierro y

    paulatinamente en la cultura Hallstatt Occidental u

    Oriental, empezndoseles progresivamente a conocer o

    denominar como Keltoi, asumiendo stos, parte de las formas, ritos y costumbres religiosas que hallaron en su

    periplo, en aquellas zonas que ya estaban habitadas por

    otros moradores pre-indoeuropeos de la cultura del bronce

    o megaltica, previos a sus asentamientos.

    Aparte de los comentarios mencionados de Digenes

    Laercio que nombra a los sacerdotes de los celtas como

    druidas y los ubica en el tiempo sobre el siglo II antes de

    la EC, podemos hacer ciertas reflexiones o quizs meras

    intuiciones:

    Tanto el historiador y gegrafo jonio Hecateo de Mileto

    (500 al 476 antes de la EC), como Herodoto de

  • 44

    Halicarnaso (siglo V antes de la EC), fueron los primeros

    en nombrar a esos pueblos como keltoi. Efectivamente no citan a los druidas, pero es fcil intuir que en dichas

    pocas ya los posean debido a conclusiones coherentes

    que se citarn a continuacin.

    Tal y como sabemos los celtas galicos o goidlicos

    llegaron a Irlanda en una o dos oleadas invasoras.

    Podramos especular, si estos goidlicos llegaron desde

    Espaa, habindolo hecho previamente desde Egipto y

    ms anteriormente desde Asia, como narra el legendario

    Libro de las Invasiones, o de tierras situadas a las orillas del mar Bltico, o si posteriormente los celtas

    britanos llegaron a la actual Gran Bretaa desde las tierras

    continentales, sean stas cuales sean, en cuya isla ya haba

    otros pueblos quizs tambin celtas, o pre-celtas, (pictos,

    beros, ligures) de la edad del bronce, herederos o

    descendientes de una cultura megaltica an mas remota.

    Pero lo que sin dudas podemos expresar, es que estas

    tribus ms o menos vernculas, tenan algn tipo de

    religiosidad que indudablemente transmitieron a los

    recin llegados en copiosas dosis, adoptando los

    ocupantes, costumbres, ritos y concepciones, y utilizando

    incluso, sus viejos, pero reveladores santuarios y

    monumentos ptreos, como bosques, tmulos, menhires,

    dlmenes, cairns y crmlechs, habiendo sido estos

    ltimos, ya construidos aproximadamente entre los aos

    6000 y 2000 antes de la EC., y utilizados consecuente y

    previamente a su llegada.

    Gradualmente, igual como hicieron en otros lugares,

    fueron absorbiendo a los lugareos, a sus creyentes y

    msticos, todos ellos descendientes de una variada gama

    de pobladores neolticos y megalticos, y aportndoles al

  • 45

    mismo tiempo su propia espiritualidad que acabara

    encumbrndose.

    Un poco de Tradicin mtica

    Lo ms probable es, que los goidlicos o galicos ya

    posean druidas a su llegada a la Isla. El mtico Amerghin,

    es tan solo un ejemplo documentado en el mencionado,

    legendario y semi-fabuloso Libro de las Invasiones que no tiene otra intencin que pretender racionalizar

    cristianamente los antiguos mitos celtas y relacionar a

    stos con los hijos de No.

    Si los datos publicados en el libro son adems de mticos,

    histricos, ello, verosmilmente, nos sita por lo menos,

    en el segundo perodo de la Edad del Hierro, en la cultura

    de la Tne, sobre el ao 450 aproximadamente, antes de la

    EC. Ello, sin tener en cuenta, que en el mencionado libro,

    se cita, anterior a Amerghin, a tres druidas Fios, Eolas y

    Fochmarc, de la tercera invasin frustrada a la isla, con

    Partholon como gua dirigente de la expedicin.

    Cuando los hijos de Mil o Mil, siendo poco numerosos,

    lograron vencer y convencer a los Tuatha d Danann en la

    batalla de Taltiu, dicho triunfo, se intuye que solo pudo

    asociarse a unos mejores mtodos y procedimientos

    guerreros, y siendo el perodo la Tne posterior al de

    Hallstatt, y el de mxima expansin celta, superior

    culturalmente a ste.

    Por otra parte, los mitos celtas irlandeses nos dicen, que

    cuando llegaron los Tuatha d Danann a la Isla

    Esmeralda, mucho antes que los galicos, en su afn,

    funcin y labor de invasores, instructores y tutores,

    aportaron muchas tcnicas, conocimientos y maestras a

    los pobladores anteriores a ellos, entre ellas, el

  • 46

    Druidismo. Aportaron el Druidismo ciertamente, pero

    tampoco lo innovaron, puesto que en sus ciudades mticas

    o histricas de origen ya posean druidas que les instruan:

    Morfesa en Falias, Esras en Gorias, Usicias en Finnias y

    Semias en Murias, segn relata el Libro de las Invasiones.

    Ya en esas pocas, los celtas y sus divinidades

    representadas en los Tuatha d Danann, a pesar de su

    estructuracin tribal bsicamente indoeuropea y por tanto,

    patriarcal, heredaron, y luego, legaron y transmitieron el

    concepto de una Diosa Madre, como Dana, otorgndole la

    maternidad de todo su panten. Dana en lengua madre

    indoeuropea significa aguas del cielo.

    Probablemente, y no siendo un concepto bsico

    indoeuropeo, asimilaron perfectamente de los pueblos

    megalticos y otros del bronce con los que toparon en su

    deambular histrico, stas y otras nociones matriarcales,

    que fueron sin duda un hecho diferencial ante todas las

    dems religiones indoeuropeas, llegndolas incluso a

    desarrollar y perfeccionar, aplicndolas socialmente a la

    vida mundana y en la relacin con sus propias fminas y

    reestableciendo cultos lunares en perfecto equilibrio con

    los propios solares, como se manifiestan en sus cuatro

    festividades mayores.

    A este respecto, el Toro, un animal tan vigoroso, tan

    masculino y viril, enamorado de la luna como recoge una

    cancin popular espaola, simbolizaba para los pueblos

    megalticos con sus dos pitones, la luna de cuarto

    creciente y la luna de cuarto menguante. Era por tanto un

    ser lunar.

  • 47

    Es bien cierto, que las simbolizaciones atribuidas a dicho

    animal por esas tribus megalticas, les causaron a los

    celtas una inconmensurable admiracin y respeto.

    Adems, la regia y recia figura del animal, junto a sus

    bravas cualidades aumentaron dicha fascinacin y cierto

    fetichismo, igual como les ocurri a sus antecesores, y

    stas fueron plasmadas de diversas formas en el arte celta,

    como podemos corroborar ante las esculturas figurativas

    de estos animales.

    Tales esculturas abundan incluso en Espaa, desde el

    Toro ubicado en el pueblo espaol de Segura del Toro

    (Cceres), los Toros de Guisando (vila) o el de

    Villanueva del Campillo (toro vettn), que es la

    representacin ms colosal (solo pesa 10.000 kilos) de un

    toro celta conservado en Europa, pasando por los toros

    sagrados de tres cuernos o el clebre Tarvos Trigaranus

    (Toro de las tres grullas) del altar de Paris, hasta los

    relatos celtas irlandeses, siendo el ms conocido, el

    popular Tin B Cuailnge (Ciclo del Ulster), donde se

    narra el origen y desenlace de una guerra entre el Ulster y

    Connaugth, por la posesin del toro semental marrn de

    Donn.

    Los celtas identificndose con la primigenia

    simbolizacin, aportaron adems, el equilibrio y la

    armona de los contrarios u opuestos, sol-luna, da-noche,

    masculino-femenino etc. El macho e impetuoso toro

    conceptuado por los celtas, reuna y se distingua por esa

    conciliacin, siendo un ser representativo del equilibrio

    solar-lunar, da-noche y masculino-femenino.

  • 48

    Retomando el tema mitolgico: Cuando los Tuatha d

    Danann llegaron a Eire, hallaron a los fir-bolgs (hombres

    bolsa), que quizs fueran una tribu cltica emparentada

    con los tambin celtas, belgas continentales. Los fir-bolgs

    se supone que aun estaban en los finales de la Edad del

    Bronce, y fueron estos Tuatha mitolgicos, o si se

    prefiere, la tribu cltica histrica que puedan simbolizar o

    encarnar a estos emigrantes que en tiempos anteriores

    abandonaron las riberas danubianas, los que

    probablemente introdujeron el hierro en Irlanda,

    utilizndolo en buen grado para la fabricacin de armas

    guerreras, merced a las cuales pudieron vencer y doblegar

    a los fir-bolgs (belgas?) y a los fomorianos(piratas?).

    Por tanto, hay variados indicios e intuiciones que hacen

    pensar que el Druidismo, aunque fuera en sus primeras

    fases como tal, se remonta a una poca tan temprana,

    como los inicios de la edad del hierro, esto es, hacia el

    siglo VIII como mnimo, antes de la Era comn, y que por

    supuesto ste, no se origin ni en Irlanda, ni en Gran

    Bretaa.

    La cuestin megaltica:

    Aunque la datacin de los inicios del Druidismo no es

    algo capital, ni de relevante importancia para los

    seguidores drudicos, si lo es, conocer que cuando los

    celtas se establecieron en Irlanda, Gran Bretaa, Galia, y

    en definitiva, en casi toda Europa, como se ha

    mencionado, hallaron diversos pobladores anteriores a

    ellos y entre stos, a los restos, legatarios o descendientes

    de una antigua, pero sabia cultura megaltica de variados

    pueblos como ligures, beros, etruscos etc., que les

    brindaron la oportunidad de mejorar sus tcnicas y

    conocimientos en diversas reas, as como ahondar y

    aprender de la espiritualidad que stos mantuvieron

  • 49

    durante siglos, asociadas a rituales indgenas y

    convicciones metafsicas, algunas ms y otras menos

    sofisticadas, que las que introdujeron los celtas ocupantes.

    Tambin ha quedado establecido arqueolgicamente que

    cuando las avanzadillas celtas o los primeros celtas

    llegaron a las tierras occidentales de Europa, encontraron

    poblaciones autctonas que mantenan algn tipo de

    sacerdocio, rituales litrgicos y monumentos megalticos

    majestuosos.

    Estos indgenas europeos o establecidos con anterioridad

    a la expansin celta, posean un alto grado de religiosidad

    y de culto. Existen teoras que afirman que un Druidismo

    incipiente, o an poco desarrollado, fue el que conquist a

    los celtas, siendo una espiritualidad original de los

    pueblos absorbidos por stos y que dadas las habilidades

    sumamente imaginativas celtas, stos lo asimilaron,

    aportando sus conceptos mitolgicos predominantemente

    indoeuropeos.

    Tal es el caso del amplio panten celta indoeuropeo, que

    difiere del concepto megaltico original en que ste, no

    imaginaba a sus deidades como los celtas en su

    controvertido politesmo, siendo para stos ltimos

    entidades emanadas de una Primera Fuente Suprema,

    (Dana?) con atributos diferenciadores entre ellos, sino

    que ros, lagos vientos, montaas, pozos, rboles y

    especialmente las piedras eran encarnaciones de las

    fuerzas o energas divinas inmateriales y sobrenaturales,

    que honraban y adoraban (animismo).

    Los celtas, no obstante, asimilaron estos conceptos y

    aportaron adems, los suyos propios, configurando de esta

  • 50

    manera una peculiar combinacin, entre animismo,

    pantesmo, politesmo, henotesmo y monismo, propia del

    Druidismo.

    Incluso es ms que probable que muchos celtas e

    individuos de los pueblos absorbidos, al margen del

    Druidismo, mantuvieran esa religiosidad megaltica, ms

    plagada si se quiere de supersticiones, de rituales notorios

    y pblicos y de prcticas exotricas y de ancestrales

    conceptos, mientras que lo Druidas ya celtizados,

    evolucionaban hacia posturas ms esotricas, ms

    filosficas, ms racionalistas y tambin ms metafsicas.

    Incluso, en el Druidismo actual, se puede deliberar y

    explicar, sin paradojas conceptuales, un politesmo

    trinario y/o henotesta, y a la vez debatir sobre animismo,

    monismo o pantesmo.

    Se puede aglutinar y combinar la razn con la intuicin, el

    acto ritual y ceremonioso con el estudio y el

    conocimiento, la espiritualidad con la ciencia, la teora

    con la prctica, sin que predomine ninguna, sino buscando

    el equilibrio entre todas ellas.

    Existe otra hiptesis interesante, que afirma que el

    Druidismo fue una religin extendida por Europa, desde

    el Bltico hasta Gibraltar, pero que solo floreci en

    aquellas reas donde a la vez, se dieron y combinaron

    celtas y constructores megalticos.

    Los gigantescos monumentos funerarios o astrolgicos en

    piedra, alineados segn determinados patrones, al estilo

    de Stonehenge, Averbury, Carnac, New Grange, los

    Talaiots baleares etc., son testimonios de que en un

    amplio perodo comprendido entre el ao 6000 y 2000

    antes de la EC, mucho antes incluso que las magnas

  • 51

    pirmides, una cultura del neoltico, conocida como

    cultura megaltica que se expandi por Europa y frica

    del Norte, especialmente por sus litorales, se hizo un

    hueco en la historia de la humanidad destacando por sus

    conocimientos avanzados en la aritmtica, geometra y

    arquitectura.

    No en balde muchos dlmenes que perduran an hoy en

    da, permaneciendo en pie, tras aos de erosin y de

    demolicin humana o natural, fueron unas estructuras

    representativas de esta cultura que soportaron a muchos

    tmulos sobre sus esqueletos.

    La piedra, en este tipo de antigua espiritualidad, era

    concebida como el primer asilo del alma humana tras el

    fallecimiento de la materia. El fallecido se devolva a la

    Tierra y sobre ste se depositaba una lpida, losa o placa

    ptrea, que recoga su espritu para luego liberarlo hacia

    las estrellas.

    Los menhires apuntaban hacia el cielo, erectos y sujetos a

    la Tierra, sealaban la direccin que deba tomar el alma.

    Los Druidas siempre ensearon estas y otras cosas, pues

    tambin ellos emplearon monolitos y bloques ptreos de

    diversos tamaos para sealar sus Nemetones, para indicar lugares especficos de fuerzas telricas o para

    marcar determinados caminos y senderos.

    Ellos aprendieron de las piedras, lo que las piedras

    revelaban al ser humano de una forma absoluta. Siendo la

    roca una entidad milenaria, tan perdurable, que almacena

    en su interior siglos y siglos de conocimientos, de

    sabidura, evidenciando la condicin perecedera de los

    seres humanos.

  • 52

    La roca, la piedra, el mineral, no fueron concebidos como

    materia inerte, no fueron, ni son masas insensibles, pues

    los Druidas aprendieron que albergan una energa supra-

    natural que proviene del cosmos.

    Aunque inorgnicas comparadas con el mundo animal,

    poseen una conciencia molecular, una fuerza de cohesin

    que mantiene unidas sus molculas y tomos, y ello es lo

    que les otorga solidez. Siempre han estado ligadas al ser

    humano, no en balde somos los humanos blandas piedras

    parlantes, con una morfologa compuesta e integrada por

    numerosos minerales. Minerales y elementos que

    combinados con el lquido de la vida; el agua, conforma

    nuestro organismo.

    Esta piedra pensante que es el hombre ha utilizado a las

    otras piedras durante milenios, para su curacin, para su

    cobijo, para su adorno, para su defensa, para sus dotes

    creativas, para su expresin en la escultura, para su arte,

    para su comunicacin, etc., aunque a veces tambin las ha

    empleado, demostrando poca sabidura para conseguir

    riqueza material, muchas veces totalmente eglatra.

    Existe una dimensin en la que todo est vivo, una

    longitud de onda en la que todo vibra y tiene movimiento.

    Todas las cosas de este planeta hablan de ese Devenir, de

    esa gran sabidura csmica.

    La legendaria y mtica Lia Fail, ubicada en la Tara cltica

    represent, entre otras simbolizaciones, lo sagrado y la

    inmanencia de todo lo que puede existir y expresarse en

    los diferentes niveles de la realidad, as como la

    confirmacin por la Madre Tierra, simbolizada por la

    piedra, que el pretendiente a rey, era merecedor de asumir

  • 53

    las responsabilidades de gobernar con ahnco y acierto a

    su pueblo o tribu.

    A estos pueblos arcaicos, los celtas y el Druidismo en

    general, deben adems, la aportacin de unas divinidades

    tan antiguas como Cernunnos, de frecuente aparicin

    arqueolgica con las piernas cruzadas en la posicin

    yguica de semi loto, o como Borvos (Bormo)

    incorporados al panten galo. O deidades tan polifacticas

    como el mismo pan-cltico Lugh, herencia de otro Lug de

    las tribus ligures, o la deidad gala Belisama, ms conocida

    posteriormente como la Lucina romana y galo-romana,

    matrona de los nacimientos, vinculada a la fecundidad,

    con serios indicios de haber derivado ulteriormente hacia

    la Mre Lucine (onomatopeya Merlusine) que sera el

    hada Melusina, protagonista de los posteriores cuentos franceses, ingleses o alemanes sobre sta.

    Tanto Lugh como Belisama se hallan, como deidades,

    muy vinculadas a la conocida y famosa Cueva o Gruta de

    Lourdes. Este lugar, cercano a los Pirineos franceses, es

    atravesado por lneas de fuerzas telricas, que conferan y

    confieren unas subterrneas y fluyentes aguas virtuosas y

    sanadoras, que en tiempos remotos fue un emplazamiento

    de veneracin al Dios Lugh o a la Diosa Belisama/Lucina.

    Lourdes es una palabra de origen euskera, que se vincula

    con Lorde que significa altura rocosa o roca alzada

    (tmulo o menhir?). Tambin existe la hiptesis que la

    palabra est vinculada a ur, que en lengua euskera (vasco) significa agua. Lourdes fue una villa celta

    fortificada remotamente y la gruta que hoy la caracteriza

    es denominada, desde que existe el francs como idioma,

    como la gruta de Massabielle. Existe un curioso juego

  • 54

    de palabras entre Bellissamae (latinizacin en genitivo,

    declinacin como rosa-rosae) y Massabielle, como recalca

    un investigador de los celta y lo drudico, llamado Patrick

    Giuliano, pues ambas palabras contienen las mismas

    letras, en orden diferente. Casualidad o causalidad?

    Qu hay de los egipcios?

    En sntesis, Egipto fue una de las primeras zonas paganas

    por excelencia, repleta de dioses, de simbolismos

    espirituales, tales como la alegora de la Divina madre Isis

    y su sagrado hijo Horus, como de monumentos sublimes,

    de enseanza metafsicas, ticas, teolgicas y

    cosmolgicas y todo ello derivado de pocas mucho ms

    ancestrales. Los egipcios y sus castas sacerdotales, sin

    duda influyeron en todos esos pueblos megalticos

    mencionados, aportando diversas creencias y

    convicciones religiosas, siendo la ms notoria, el trnsito

    tras la muerte fsica de las almas al Otro Mundo, tuteladas

    por deidades lumnicas.

    Pero incluso en el Druidismo, podemos hallar rastros que

    nos conducen a discernir sobre la influencia egipcia en la

    espiritualidad drudica, como son:

    - El influjo y crdito social de los sabios que componan las esferas sacerdotales.

    - La confrontacin entre los elementos estructurados simbolizados por Horus y los

    caticos de la creacin simbolizados por su

    hermano Set, dentro de la simbologa egipcia, y

    dentro de la celta, la similitud entre los Tuatha d

  • 55

    Dannan y su lder Lugh, en contraposicin a los

    Fomorianos y su lder Balor, abuelo de Lugh.

    - La similitud entre el dios egipcio del Nuevo imperio Amn-Ra, posteriormente Atum-Ra, el cual simbolizaba la concepcin abstracta de una

    divinidad con mltiples funciones, con el

    Henotesmo e incluso con un monismo

    polifactico y heterogneo de las concepciones

    drudicas sobre una Divinidad Absoluta,

    impersonal y abstracta, innombrable e

    incognoscible. Es similar al concepto del Netjer

    egipcio que concepta una estructura de muchos

    dioses que derivan de una Gran Fuente Divina.

    Uno y muchos, muchos que son uno. De esta

    manera, la unidad divina se manifiesta, en el

    Universo, a travs de la multiplicidad.

    - La semejanza entre la trada de Amon-Min-Kamutef el dios primigenio y creador que se

    engendr as mismo, responsable de la continua

    renovacin de mundo, como mximo soberano de

    todos los dioses e insuperable deidad de las esferas

    terrestre y celeste, con la concepcin drudica de

    las hipstasis del Todo drudico y sus funciones.

    - La costumbre de los orculos, dirigindose a los dioses solicitando consejos, revelacin,

    manifestacin o una resolucin. Los orculos se

    presentaban a una divinidad concreta por

    mediacin de los sacerdotes como mediadores.

    Las revelaciones se exteriorizaban mediante la

    inspiracin e intuicin de la anuencia divina al

    sacerdote o al druida, el cual anunciaba su

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    dictamen. Poda aplicarse tanto a asuntos pblicos,

    como a cuestiones particulares muy variadas.

    - El concepto egipcio del Ka, paralelo al concepto de la inmortalidad del alma y del espritu de los

    druidas, que atae a la esencia espiritual de las

    deidades y de los humanos, conceptundose

    adems como facto