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La noche de los ninjas

Mary Pope Osborne

Ilustraciones de Bartolomé Seguí Traducción de Macarena Salas


Primera edición: abril 2002Séptima edición: septiembre 2011

Dirección editorial: Elsa AguiarCoordinación editorial: Paloma Muiña Traducción del inglés: Macarena Salas

Título original: Night of the Ninjas

© del texto: Mary Pope Osborne, 1994© de las ilustraciones: Bartolomé Seguí, 2011

Publicado por acuerdo con Random House Children’s Books, una división de Random House, Inc. New York, USA.Todos los derechos reservados.

© Ediciones SM, 2011Impresores, 2Urbanización Prado del Espino28660 Boadilla del Monte (Madrid)www.grupo-sm.com

ATENCIÓN AL CLIENTETel.: 902 121 323Fax: 902 241 222e-mail: [email protected]

ISBN: 978-84-675-4953-9Depósito legal: M-12705-2011Impreso en la UE / Printed in EU

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.


Para Penn Sultan


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Prólogo

Un día de verano, apareció en el bosque deFrog Creek, Pensilvania, una misteriosa casaen un árbol. Jack, de ocho años, y su hermanaAnnie, de siete, subieron a la casa y vieron queestaba llena de libros.

Los niños enseguida descubrieron que la casadel árbol era mágica y que podía llevarlos a cual-quier sitio que apareciera dibujado en las pági-nas de aquellos libros. Lo único que tenían quehacer era señalar uno de los dibujos y desearestar allí.

Jack y Annie visitaron la época de los dino-saurios, la vieja Inglaterra, el antiguo Egipto y unbarco pirata.

A lo largo de sus aventuras, descubrieronque la casa del árbol pertenecía a Morgana, unabibliotecaria con poderes mágicos que venía dela época del rey Arturo y viajaba a través de lostiempos y del espacio en busca de libros.

Jack y Annie están a punto de comenzar unanueva aventura en La noche de los ninjas.


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1 Regreso al bosque

–Jack, vamos a mirar otra vez –dijo Annie.Jack y Annie volvían de la biblioteca a su

casa, por el camino que atravesaba el bosque deFrog Creek.

–Si ya hemos mirado esta mañana –dijo elniño con un suspiro–, y ayer, y anteayer.

–Bueno, pues no vengas. Iré yo sola –replicóella, y salió disparada hacia el interior del bosque.

–¡Annie, espera! ¡Es casi de noche! ¡Tenemosque volver a casa!

Pero la niña había desaparecido ya entre losárboles.

El chico se quedó mirando el bosque. Em-pezaba a pensar que nunca más volvería a vera Morgana. Habían pasado varias semanas sinrastro de la hechicera ni de su casa del árbol.

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–¡Jack! –gritó Annie de pronto–. ¡Ha vuelto!«Ya está otra vez con sus bromas», pensó Jack,

pero el corazón le empezó a latir con fuerza.–¡Corre!–Más le vale que sea en serio –murmuró el

niño, y se adentró en el bosque para buscarla.Los grillos cantaban muy alto, a su alrededor.

Estaba anocheciendo y era difícil ver algo entrelas sombras.


–¡Annie! –gritó Jack.–¡Aquí! Él siguió andando.–Aquí, ¿dónde?–¡Aquí, por aquí!La voz de Annie venía de algún lugar

por encima de la cabeza del chico.De pronto, levantó la vista.–¡Anda! –exclamó.


Su hermana le saludaba con la mano desdela ventana de una casa situada en el roble másalto del bosque. De ella colgaba una escalera decuerda.

La casa mágica del árbol estaba allí de nuevo.–¡Venga, sube! –gritó Annie.Jack corrió hacia la escalera y empezó a subir.Subió, subió y subió.Mientras trepaba por la escalera, echó un vis-

tazo hacia el bosque. Todavía se veía algo de luzpor encima de las copas de los árboles.

Por fin, llegó a la casa.

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Annie estaba sentada en medio de las som-bras y había libros por todas partes.

En el suelo de la casa, bajo la luz tenue, bri-llaba la letra M. Era la M de Morgana, pero allíno había ni rastro de la hechicera.

–¿Y dónde está Morgana? –preguntó Jack.–A lo mejor se ha ido a la biblioteca para co-

ger más libros –contestó Annie.–Acabamos de estar ahí. La habríamos visto.

Además, la biblioteca ya está cerrada.¡Ñic!Un ratoncito salió de debajo de una pila de

libros y fue corriendo hacia la M que brillabaen el suelo.


–¡Huy! –exclamó Annie.El ratón se sentó justo en medio de la M y se

quedó mirando a los niños.–¡Qué mono!Jack tuvo que reconocer que su hermana te-

nía razón, sí que era mono. Tenía el pelo marróny blanco, y los ojos grandes y oscuros.

La niña acercó la mano y, como el ratón nose movió, le acarició la cabeza.

–Hola, Mini. ¿Te puedo llamar Mini?–Ya empezamos... –refunfuñó el chico.

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–¿Sabes dónde está Morgana? –le preguntóAnnie al ratón.

Ñic.–Annie, estás como una cabra. Que el ratón

esté en la casa del árbol no quiere decir que seamágico. Es un ratón normal y corriente que seha colado aquí dentro.

El chico volvió a mirar a su alrededor y vioun papel en el suelo.

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–¿Qué es eso?–¿El qué? –contestó Annie.Jack se acercó y cogió el papel. Había algo

escrito en él.–¡Ahí va! –exclamó después de leerlo.–¿Qué pasa?–Es un mensaje. Tiene que ser de Morgana.

Creo que está en peligro.

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