12220531001

download 12220531001

of 18

Transcript of 12220531001

  • Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=12220531001

    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    Armando Snchez AlbarrnSociologa rural: el nuevo campesino entre la globalizacin y la tierra prometida

    Espacio Abierto, vol. 20, nm. 4, octubre-diciembre, 2011, pp. 561-577,Universidad del Zulia

    Venezuela

    Cmo citar? Fascculo completo Ms informacin del artculo Pgina de la revista

    Espacio Abierto,ISSN (Versin impresa): [email protected] del ZuliaVenezuela

    www.redalyc.orgProyecto acadmico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

  • Espacio Abierto Cuaderno Venezolano de SociologaISSN 1315-0006 / Depsito legal pp 199202ZU44Vol. 20 No. 4 (octubre-diciembre, 2011): 561 - 577

    Sociologa rural: el nuevo campesinoentre la globalizacin y la tierra prometida

    Armando Snchez Albarrn*

    ResumenEl proceso de mundializacin ha impactado en el programa de inves-tigacin de la sociologa rural como se puede apreciar en los siguien-tes aspectos: el cambio en las pticas de anlisis y los contextos eco-nmicos, polticos y socioculturales; el surgimiento de paradigmasalternativos como el de la sociologa reflexiva que tiende a ser msintegradora; un elementos que permite unidad a los nuevos temas esla crtica epistemolgica al neoliberalismo; la convivencia entre la in-ter y transdisciplina permite ubicar nuevos problemas de estudio;existe una tendencia a estrechar la relacin entre el nuevo sujeto yel nuevo objeto-entorno postmoderno. El esfuerzo de la sociologarural es acompaar ms de cerca la aventura del hombre-sujeto ensu aventura por la tierra prometida.

    Palabras clave: Sociologa rural, desarrollo rural, paradigma, so-ciologa reflexiva, nueva ruralidad.

    Recibido: 12-04-11/ Aceptado: 28-07-2011

    * Universidad Autnoma Metropolitana (UAM). Azcapotzalco, Mxico. E-mail: [email protected]

  • Rural Sociology: The New Peasant Farmerbetween Globalization and the Promised Land

    AbstractThe globalization process has affected the rural sociology research pro-gram as can be seen in the following aspects: the change in viewpointsfor analysis and in economic, political and socio-cultural contexts; theemergence of alternative paradigms, such as reflexive sociology, thattend to be more integrating; a factor that permits unity with new themesis the epistemological critique of neoliberalism; the coexistence ofinter-and transdisciplinary approaches makes it possible to locate newproblems for study; there is a tendency to strengthen the relationshipbetween the new subject and the new postmodern object-environment. The effort of rural sociology is to follow the adventure ofthe human subject more closely in his quest for the promised land.

    Keywords: Rural sociology, rural development, new paradigm, re-flexive sociology, new rurality.

    Introduccin

    Lo que sigue es un esfuerzo por reflexionar respecto a las transformacio-nes en el objeto de estudio de la sociologa rural o de lo que es hoy en da lacuestin agraria. Cuatro cuestiones guan este trabajo: Los cambios econ-micos, polticos y culturales cuestionan la validez o no de la misma categora decampesino? Algn esquema de explicacin es capaz de reivindicar al campe-sino como nuevo sujeto social? La crtica a los efectos socioeconmicos delneoliberalismo permite unificar criterios en los nuevos planteamientos paraanalizar la realidad en el campo? Qu aspectos de la inter y la trans disciplinarefuerzan o desdibujan el objeto de estudio de la sociologa rural? Cules sonlos rasgos del nuevo objeto de estudio de lo rural?

    De la prctica cotidiana entre la sociologa rural y las disciplinas afines sur-gen diversas aportaciones e interpretaciones que en su conjunto enriquecen suobjeto de estudio. Algunas ponen el acento en el rpido cambio de un campesi-no tradicional que apunta hacia la terciarizacin y desagrarizacin de la actividadlaboral rural podra hasta llegar a invalidar la utilizacin de la categora de cam-pesino. Otras por el contrario, encuentran que el campesino indgena latino-americano es un nuevo sujeto social capaz de representar una alternativa ante eldeterioro ambiental como un conservacionista activo. Examinar cmo se viene

    562 / espacio abierto vol. 20 n 4 (octubre-diciembre, 2011): 561 - 577

  • gestando ese debate es el objeto de este trabajo. Para fines de exposicin el ar-tculo se divide en cuatro apartados: el nuevo marco de la cuestin agraria; losenfoques tericos y la sociologa reflexiva; los nuevos escenarios polticos de lalucha por la tierra; la lucha por la tierra prometida; y conclusiones.

    1. El nuevo marco de la cuestin agraria

    Mientras que el objeto de estudio de la sociologa rural es el mismo: el es-tudio del cambio social en la sociedad rural. Lo que ha cambiado radicalmenteson las pticas de anlisis y los contextos econmicos, polticos y culturales.

    El nuevo problema agrario supone considerar tres contextos que han su-frido enormes cambios y en los que se reproduce la sociedad rural:

    El contexto econmico, que prioriza los efectos de la inversin del capitalen el suelo sobre la base de la aplicacin de nuevas tecnologas. El nuevomodelo econmico supone el predominio del capital nacional e interna-cional representado por el dominio de agroindustrias nacionales y trans-nacionales quienes imponen su lgica excluyendo a los campesinos po-bres. Desde la Organizacin Mundial de Comercio (OMC) y con el condicio-namiento del Banco Mundial se impuso el retiro de los subsidios al campo;

    El contexto socio poltico permite el establecimiento de un marco legalpara el ejercicio de los derechos ciudadanos, como nuevo actor poltico,pero tambin como nuevo agente econmico, como poseedor de tierra ycapital; y

    El contexto sociocultural supone la transformacin gradual, pero firme,de su cultura, costumbres e ideologa promoviendo el surgimiento denuevas identidades rurales. Los procesos migratorios ocasionan un de-sarraigo cultural.

    2. Los enfoques tericos y la sociologa reflexiva

    La nueva agenda de investigacin de la sociologa rural se caracteriza poruna des centracin de un nico paradigma, en su lugar se tiene una competen-cia de paradigmas alternativos, como, por ejemplo, el representado por la so-ciologa reflexiva de Alaine Touraine, Anthony Giddens, Pierre Bordieu y UlrichBeck (Touraine, 1997; Giddens, 1998; Bordieu, 1990; Beck, 2006; Beck, 2006b).

    El anlisis de la globalizacin es el punto de partida de la sociologa refle-xiva de autores como Ulrich Beck (Beck, 1998) quien aclara el contenido deglobalismo entendido como: segn la cual el mercado mundial desaloja osustituye al quehacer poltico; es decir, la ideologa del dominio del mercado

    mundial o la ideologa del liberalismo (Beck, 1989: 27). Por globalizacin en-tiende a: los procesos en virtud de los cuales los Estados nacionales sobera-

    sociologa rural: el nuevo campesino entre la globalizaciny la tierra prometida armando snchez albarrn 563

  • nos se entremezclan e imbrican mediante actores transnacionales y sus res-

    pectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados

    varios (Beck, 1989: 29; Beck, 2003; Beck, 2006; Castells, 2006).

    La mundializacin1, introduce la contradiccin entre el individualismo yel comunitarismo. En apariencia en la sociedad de la informacin no hay con-flictos ni actores centrales, sin embargo, siguen existiendo en ella relacionesde dominacin y conflicto. El ciudadano se separa de la situacin de productoro trabajador y ahora se desenvuelve en el consumo de servicios, en la esfera delo informtico, tecnolgico o comunicativo (Giddens, 1998). Pero se trata deotros conflictos sociales que incluso pueden contener rasgos negativos (Gled-hil, 1990). Algunos de los movimientos altermundistas pueden ejemplificarcierto tipo de acciones sociales innovadores.

    El anlisis de la globalizacin es el punto de partida de la sociologa refle-xiva de autores como Ulrich Beck (Beck, 1998) quien aclara el contenido deglobalismo entendido como: segn la cual el mercado mundial desaloja osustituye al quehacer poltico; es decir, la ideologa del dominio del mercado

    mundial o la ideologa del liberalismo (Beck, 1989: 27). Por globalizacin en-tiende a: los procesos en virtud de los cuales los Estados nacionales sobera-nos se entremezclan e imbrican mediante actores transnacionales y sus res-

    pectivas probabilidades de poder, orientaciones, identidades y entramados

    varios (Beck, 1989: 29; Beck, 2003; Beck, 2006; Castells, 2006).

    Desde fines de los aos ochenta surge una corriente sociolgica que ana-liza la modernizacin tarda o reflexiva que pone el acento en procesos queprovocan riesgo, contingencia y peligro, no slo para las existencias colectivassino tambin para los individuos (Alfie y Mndez, 2009).

    Por su parte Nicola Mara Keilbach Apuntes para una ruralidad Reflexiva(Keilbach, 2008) discute la manera en cmo desde la modernidad reflexiva esposible analizar las caractersticas de la nueva ruralidad considerando la rela-cin naturaleza cultura de la modernidad. Considera que la ruralidad no debepensarse en la dicotoma rural-urbano ya que, en la globalizacin, la ruralidades mucho ms compleja ya que, recuperando a Armando Bartra (Bartra, 1998)seala que: En la sociedad globalizada, informtica y (post)moderna, el cam-pesino se ha tenido que reinventar y redefinir, ya no como remanente de la so-ciedad agraria pre- moderna ni como sobrante de la sociedad industrial, sino

    564 / espacio abierto vol. 20 n 4 (octubre-diciembre, 2011): 561 - 577

    1 Se prefiere utilizar mundializacin a globalizacin ya que la segunda tiende areferirse a aspectos ms econmicos, en cambio mundializacin incluye losde naturaleza social, poltica y cultural.

  • como un actor indispensable, en el continuo proceso del desarrollo de la socie-dad (Keilbach, 2008).

    Una consecuencia directa del nuevo orden econmico mundial y que ex-plica el proceso de desterritorializacin2 del mundo rural es la imposicin delcapitalismo salvaje. Tambin ha significado el reposicionamiento en la agendade investigacin de temas como las nuevas tecnologas, en particular, los pro-blemas que se derivan de las modificaciones de los marcos de tiempo y espacioque supone un enfoque de anlisis o programa de investigacin abierto, sus-ceptible de constatar en las temticas de: los programas de estudio, de revis-tas, proyectos de investigacin de los centros de estudio, temas y mesas decongresos (Snchez, 2009).

    3. Los nuevos escenarios tericos y polticospor la tierra

    Lo que permite una cierta unidad o hilo conductor de los nuevos temasy enfoques, tratados por la interdisciplina y la transdiciplina, es la oposicin, re-chazo o cuestionamiento al neoliberalismo ya sea desde una crtica radicalepistemolgica o desde la vertiente de al Nueva institucionalidad.

    Esos nuevos temas plantean nuevos retos tericos que tienden a desdi-bujar a la sociologa rural al tiempo que plantean nuevos problemas,como los relativos al orden tico puestos en la palestra por la bioticafrente al dilema de, por ejemplo, generar medicamentos a partir de labiotecnologa muy lejos de las posibilidades para adquirirlos por parte dela poblacin ms pobre del planeta.

    Otro ejemplo de lo anterior, a propsito del mismo proceso de mundiali-zacin, lo ilustra una tendencia hacia un proceso de latinoamericaliza-cin de los temas rurales, que expresan una mayor coincidencia en granparte de los temas que acaparan la atencin de los investigadores ennuestro continente, como se hace evidente en los congresos internacio-nales, libros y revistas. Los congresos de la Asociacin Latinoamericanade Sociologa (ALAS) o el Congreso Latinoamericano de Sociologa Rural(ALASRU), dan cuenta de ese esfuerzo. Entre los libros y revistas dedica-

    sociologa rural: el nuevo campesino entre la globalizaciny la tierra prometida armando snchez albarrn 565

    2 Por desterritorializacin se entiende la imposicin del libre mercado en elmbito de la economa, la poltica y, sobre todo, en el mbito del consumo.Supone que las grandes cadenas transnacionales se han expandido hasta lascomunidades rurales ms escondidas, pero tambin han cambiado mu-chos de lo patrones de consumo.

  • das a la sociologa rural podemos sealar el compilado por Diego Pieiro(2000) 30 Aos de Sociologa Rural en Amrica Latina en la que desta-can los trabajos de Carlos A. Amtmann, Sergio Gmez y Claudio Gonzlez(2000) titulado Sociologa rural en Chile; el de Alberto Riella (2000) De-safos tericos y empricos de la sociologa rural contempornea: Una mi-rada desde Uruguay; y el de Carlos Jimnez (2000) Un ejercicio de me-tateorizacin de la sociologa rural contempornea. Tres dcadas de vidadisciplinar en Mxico, donde encontramos un estado de la cuestin de lasociologa rural en Chile, Uruguay y Mxico; el libro coordinado por Mni-ca Bendini, Salete Cavalcanti, Miguel Murmis y Pedro Tsakouma (2003)El campo en la sociologa actual; el coordinado por Anita Brumer y Die-go Pieiro Agricultura latino-americana. Novos arranjos e velhas ques-toes (2005), as se puede destacar el esfuerzo de la edicin de libros porparte de asociaciones acadmicas con nfasis en lo rural entre las quedestacan ALASRU y AMER. En el caso de ALASRU destin un nmero a lareflexin terica: ALASRU. El debate terico rural contemporneo, o laspublicaciones con libros temticas de la Asociacin Mexicana de EstudiosRurales, por citar algunos. En sntesis, se puede afirmar que en la refle-xin de lo rural predomina la produccin de artculos interdisciplinarios y,en cambio, la elaboracin de trabajos tericos es an mnima. En el an-lisis de los movimientos campesinos e indgenas encontramos suficien-tes muestras de una reflexin global latinoamericana que evidencia laaparicin de: nuevos actores en escena como: ecologistas, feministas oindgenas; y las reivindicaciones materiales, sino la aparicin de otras decarcter simblico o de valores que tienden hacia la bsqueda del bie-nestar social y la defensa de valores comunitarios de igualdad y libertad,o que ideolgicamente reivindican valores nacionalistas.

    El neoinstitucionalismo surgi en los aos setentas y parte de la premisade que el crecimiento y el desarrollo econmico y social, no dependa de varia-ble macroeconmicas, sino de la reelaboracin de las instituciones y su papelen la creacin de mercados competitivos. Este enfoque pretende servir de guapara la aplicacin de polticas pblicas y surge a partir de la crisis del EstadoBenefactor, aunque recupera la crtica a los enfoques econmicos estructura-listas y neoclsica bases del libre mercado. Pretende dar una explicacin al de-sarrollo econmico, institucional, poltico, geogrfico y territorial. Otros ele-mentos son el nfasis a los factores institucionales y culturales como elemen-tos que influyen en el comportamiento econmico; parte de la interdisciplinar;en lugar del clculo de la maximizacin de las ganancias parte de los hbitos;utiliza hechos y conjeturas tericas respecto a los mecanismos causales; em-plea insumos empricos histricos y comparaciones respecto de las institucio-nes socioeconmicas (Long, 1996).

    566 / espacio abierto vol. 20 n 4 (octubre-diciembre, 2011): 561 - 577

  • El neoliberalismo ha desdibujado la tradicional relacin entre el campo yla ciudad dando lugar a lo que se denomina la nueva ruralidad es, en esencia,un proceso de inclusin limitada al proceso de globalizacin caracterizada porla bsqueda desesperada de fuentes de ingresos (Long, 1994). El nuevo mode-lo econmico crea procesos de diferencias sociales estructurales (Rubio, 1999;Rubio, 2001; Rubio, 2006).

    Los nuevos campos de investigacin como la nueva ruralidad, la eco so-ciologa, la biotecnologa, la bio tica, economa rural, desarrollo rural, etnodesarrollo, etctera, en todos ellos es posible encontrar un hilo conductor: unaposicin crtica hacia el neoliberalismo (Snchez, 2008). En este orden deideas localizamos dos vertientes: una crtica radical al neoliberalismo y otra cr-tica propositiva desde la Nueva Institucionalidad desde donde se propone lapluriactividad y multifuncionalidad de los campesinos con actividades comomaquila rural y agro ecoturismo (Llamb, 1996; Llamb, 1996b). En la vertientecrtica plantean el retorno del campesino indgena y se reivindica la lucha por elterritorio. La nueva ruralidad es entendida como el surgimiento de nuevosactores, nuevas actividades y oportunidades econmicas, pero tambin entrminos de resistencia y conformacin de nuevas identidades que han reposi-cionado a las comunidades campesinas como actores indispensables del de-sarrollo por lo que debe entenderse como una consecuencia [no perversa] dela modernidad en la medida en que los campesinos participan activamente enla reformulacin de los principios y procesos de desarrollo alternativos al para-digma del crecimiento (Keilbach, 2008).

    La situacin de nueva ruralidad es parte de una condicin diferenciadacomo ciudadano limitado. En esencia es una marginalidad estructural en loeconmico y social, pero se expande al terreno de la poltica y la cultura. Lanueva ruralidad es entendida como el surgimiento de nuevos actores, nue-vas actividades y oportunidades econmicas, pero tambin en trminos de re-sistencia y conformacin de nuevas identidades que han reposicionado a lascomunidades campesinas como actores indispensables del desarrollo por loque debe entenderse como una consecuencia [no perversa] de la moderni-dad en la medida en que los campesinos participan activamente en la refor-mulacin de los principios y procesos de desarrollo alternativos al paradigmadel crecimiento (Keilbach, 2008).

    Humberto Grammont (2008) explica el proceso de desagrarizacin por elque atraviesa la sociedad rural: Segn los datos de la Encuesta Nacionalde Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), en 1992, 65% de los hoga-res rurales eran campesinos, el resto (35%) no lo eran (Grfica 1). Pocoms de una dcada despus, en 2004, constatamos que la situacincambi drsticamente ya que slo 31% de los hogares son campesinos,el resto (69%) no lo son (Grammont, 2008).

    sociologa rural: el nuevo campesino entre la globalizaciny la tierra prometida armando snchez albarrn 567

  • Esto lo explica el autor debido a un doble proceso: la fuerte disminucinde los hogares campesinos (en 1,002,798) por la crisis de la agricultura y laconsecuente concentracin de la produccin, mientras el nmero de hogaresno campesinos se increment de manera impresionante en ms de 1,5 millo-nes por el famoso baby boom de los aos sesenta setenta y el desgaste de lasmigraciones definitivas que provoc una mayor permanencia de la gente en elcampo (Grammont, 2008). El autor reconoce que uno de los logros de las or-ganizaciones es la lucha por mantener la pequea produccin campesina,siempre y cuando sea consecuente, es en esencia antineoliberal, en este senti-do se aproxima a la lucha altermundista (Grammont, 2008).

    En efecto, en Amrica Latina observamos que desde 1970 hasta el 2005se profundiza la relacin entre la poblacin rural y urbana. Sin embargo, cmolo seala Grammont, para el caso de Mxico, En 1921 la poblacin rural ascen-da a cerca de 10 millones y representaba 68% de la Poblacin total, actual-mente se aproxima a 25 millones y representa 25% de la poblacin del pas(Bartra, 1998; Grammont, 2009: 17). Se prev que la poblacin rural de Mxicocomo Amrica Latina se estabilice entre un 18% a 20% despus de 2010.

    Arias (2005) seala, sin embargo, que en el discurso de la nueva rurali-dad existe el peligro de afirmar que las sociedades rurales se han adaptado r-pidamente a las necesidades del mercado y a las polticas neoliberales (Ram-rez, 2006); Por su parte Blanca Rubio sostiene que: 1. la nueva ruralidad no ex-plica histricamente las causas estructurales de los procesos que describe;2. las preguntas se enfocan al espacio, dejando a un lado las relaciones socia-les de produccin que tambin se expresan como relaciones de poder (deja de

    568 / espacio abierto vol. 20 n 4 (octubre-diciembre, 2011): 561 - 577

    0102030405060708090

    1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015 2020 2025

    Poblacin rural Poblacin urbana

    Grfica 1.Amrica Latina, poblacin rural-urbana 1970-2025 (CEPAL, 2005)

  • lado exclusin de los productores, la marginalidad productiva de la agricultura,el aumento de la migracin y la descomposicin de unidades productivas);3. considera la relacin campo-ciudad como una dualidad que se desvanece yno como una contradiccin ya que la subordinacin de la industria al campo seprofundiza (Rubio, 2006: 77).

    4. La lucha por la tierra prometida en nuestraAmrica Latina

    El campo de estudio de la sociologa rural entraa el estrechamiento dela relacin entre el nuevo sujeto y el nuevo objeto-entorno postmoderno yen esta aventura el campesino organizado ha reconquistado parte de la tierraprometida que metafricamente representa la esperanza y la utopa del pue-blo judo.

    Los nuevos espacios de lucha comandados por los movimientos alter-mundistas se conforman por una red de pequeos espacios de lucha, es decir,de mbitos de accin social que provienen desde lo glocal. Lo mismo en pa-ses desarrollados que en pases subdesarrollados.

    La lucha por la defensa de nuestra madre tierra y los recursos necesa-rios para la produccin supone una lucha que reivindica el derecho a la alimen-tacin, al subsidio, a la educacin, a la tierra, entre otros que apelan a un senti-do de valores como la justicia y sin la cual las prcticas de libre comercio entrepases subdesarrollados y desarrollados no parte de bases objetivas, como su-cede con Mxico frente a sus socios comerciales Estados Unidos y Canad.Frente al libre mercado el campesino se encuentra en situacin de desigualdadque solo puede solucionarse mediante procesos reales de gobernanza, esdecir, de verdaderos compromisos y acuerdos, entre los pases, para solucio-nar, por la va de la poltica, los problemas que el libre mercado, por s mismo,no va a solucionar.

    Los ltimos treinta aos Amrica Latina ha transitado de la convulsin defrreas dictaduras militares hacia lentos y difciles procesos de transicin a la de-mocracia. Lo anterior no signific necesariamente que la sociedad, y menos anla sociedad rural, contaran con una cultura poltica de carcter participativo. Elrasgo ms notorio de dicho proceso es la fragilidad de sus instituciones ya queen situaciones de crisis polticas tiende a predominar ms la sociedad poltica, ellugar de la fuerza o violencia institucionalizada, que la sociedad civil. Algunos ca-sos paradigmticos de esto es Fujimori en Per, quien llega al poder medianteprocesos democrticos y posteriormente adopta medidas de carcter dictatorial(Grammont, 1995; Grammont, 2001; Cisneros, 2001; Smelsers, 1989).

    En los ltimos treinta aos los pases Latinoamericanos franquean situacio-nes lucha social encaminada hacia la conformacin o constitucin del ciudadano

    sociologa rural: el nuevo campesino entre la globalizaciny la tierra prometida armando snchez albarrn 569

  • por la demanda de sus derechos humanos y civiles. Los experimentos demo-crticos ocasionaron incluso procesos tempranos de desencanto en la poltica,lo que se refleja en una tradicional desconfianza del ciudadano respecto de lasinstituciones. Por otra parte, la imposicin de las reglas del libre mercado le haacarreado un debilitamiento ideolgico al modelo neoliberal que se expresa enel ascenso de gobiernos de corte socialdemcrata en Amrica Latina, dondeantes predominaban gobiernos militares, como en los casos de Uruguay, Vene-zuela, Brasil, Chile, Ecuador (Harnecker, 2002; Iturralde, 1991; Montoya, 2003;Oliveira, 2005).

    Ante el retiro del Estado, muchas organizaciones corporativas rompierancon las directrices de partidos polticos oficiales, sin embargo ello no supuso lademocratizacin de sus estructuras internas. En ocasiones, han venido repro-duciendo los esquemas clientelares, caciquiles y corporativos. En parte, el pro-blema para la continuidad de la organizacin es que las bases exigen metasconcretas, recursos, bienes y servicios hacia sus grupos dirigentes estable-cindose una separacin entre grupos dirigentes profesionales, con conoci-mientos gerenciales y polticos, y, del otro lado, una masa de productores o so-cios despolitizada y sin conocimientos gerenciales. La poltica de reprivatiza-cin y repliegue del estado, durante los ochentas e inicio de los noventa, se ex-pres tambin como una tendencia a transferir funciones tcnicas, administra-tivas y econmicas a las organizaciones campesinas entendidas como empre-sas colectivas; como uniforma de seccin asociativa o social de la iniciativa pri-vada (Bartra, 1991; Bartra, 1995).

    La mundializacin ha ocasionado que la sociedad rural de varios pasesde nuestro continente, sufra dos procesos contrapuestos: Por una parte, quecompartan los mismos efectos nocivos de dicho proceso, es decir, exclusin,sustitucin de materias primas o flexibilizacin del trabajo. Y por la otra, com-partan experiencias organizativas de sociedad rural en contra de algunos deesos efectos como el surgimiento de Va Campesina, organizaciones en contrade mujeres o indgenas (Geen Peace, 1999).

    Un rasgo de los nuevos tipos de lucha son los movimientos altermundis-tas cuyos ejemplos son el EZLN en Mxico, el MST en Brasil, la CONAIE en Ecua-dor o el movimiento de cocaleros en Bolivia. Los nuevos espacios de lucha co-mandados por los movimientos altermundistas se conforman por una red depequeos espacios de lucha, es decir, de mbitos de accin social que provie-nen desde lo glocal. Lo mismo en pases desarrollados que en pases subde-sarrollados (Alberoni, 1981).

    Como plantea Alberto Melucci la pregunta que se formula no se dirige aconocer cules son las caractersticas novedosas de los movimientos socia-les?, sino, ms bien con la accin colectiva contempornea est a punto deemerger o no un cambio de tipo estructural en la sociedad? (Melucci, 1999). El

    570 / espacio abierto vol. 20 n 4 (octubre-diciembre, 2011): 561 - 577

  • eje del anlisis consiste en captar las transformaciones y cambios de la lgicainterna capitalista; posteriormente habra que constatar si las transformacio-nes en la accin social corresponden o no a los procesos que la acompaan.

    Los nuevos movimientos sociales en Amrica Latina suponen:

    dar cuenta de cambios en la forma de la lucha campesina de las accionespor la tierra y por los recursos productivos comandados por varones, handado paso a nuevas modalidades de accin rural de carcter plural, di-verso y verstil que traspasan el marco nacional, integrados por indge-nas, mujeres, jvenes, deudores o pequeos campesinos que formanparte de los sectores excluidos por el proceso de mundializacin. En Bra-sil ubicamos la lucha por la tierra por el Movimiento de los Sin Tierra(MST), quienes luchan en Bolivia por la legalizacin de la coca; en Mxicola lucha por la renegociacin del Tratado de Libre Comercio con Amricadel Norte (TLCAN); en Mxico y Ecuador la demanda de reconocimientopluritnico; en Argentina la lucha de las mujeres o en Uruguay el movi-miento de la Mesa Coordinadora de Gremiales Agropecuarias (Petras,2006; Pieiro, 2006; Bartra, 2006). Estos aspectos de la lucha social en elcampo latinoamericano han sido con templados en una revista de ALAS-RU ), en Bolivia se gesta una lucha liderada, en parte por la Central ObreroBoliviana, pero tambin por una ancestral lucha indgena por la tierra ypor el libre comercio de la coca, enfrentando las medidas neoliberalesimpuestas por los Estados Unidos, que ha llevado al gobierno de Evo Mo-rales a tomar medidas trascendentales como la elaboracin de una nue-va Constitucin (Petras, 1998; Zrita, 2002; Garca, 2002; Escrcega,2002; Montoya, 2003). Movilizaciones que traspasan los marcos naciona-les encontramos Va Campesina, el Movimiento de los sin Tierra, el Ejeci-to Zapatista de Liberacin Nacional en Chiapas (Petras, 1998; da Silva, et.al., 2000; Harnecker, 2002; Snchez, 2004). El Movimiento de los sin Tie-rra, su lucha es interclasista y plantea demandas econmicas, polticas ysocioculturales que van ms all de la tierra y con alianzas estratgicascon sectores urbanos (Petras, 1998; da Silva, 2002; da Silva, et al., 2000;Harnecker, 2002). Como puede apreciarse con estos ejemplos, las lu-chas rurales en Amrica Latina son complejas, pero al mismo tiempo, su-ponen un reto de los estudiosos por responder a interrogantes de carc-ter poltico, poltico, social y cultural. Por ejemplo Humberto Grammontcoordin un libro referente al papel de los campesinos y los procesos po-lticos que muestra la dificultad de las organizaciones rurales para influiren la poltica y en las polticas pblicas en algunos pases de Amrica Lati-na en el contexto de la transicin poltica a la democracia (De Oliveira,1998; C. de Grammont, 1995). James Petras elabora un balance de lasmovilizaciones campesinas e indgenas de un nuevo campesinado quese ha encontrado influido de la ideologa de izquierda, aunque sin em-

    sociologa rural: el nuevo campesino entre la globalizaciny la tierra prometida armando snchez albarrn 571

  • bargo, la relacin con la izquierda le ha ocasionado cierto inmovilismocomo lo explica en los casos de Brasil, Bolivia, Paraguay, Colombia, Chile,Argentina y Mxico (Petras, 1998; Petras, 2006).

    Una de las luchas de nuevo tipo susceptibles de caracterizar como nuevomovimiento campesino es la lucha del Ejrcito Zapatista de Liberacin Nacional.En Chiapas no es casual la aparicin de un movimiento armado ya se conjuga lacrisis cafetalera, con una tradicin de radicalismo poltico y una larga experienciaorganizativa en los setentas y ochentas (Harvey, 1994; Stavenhagen, 2005).

    La globalizacin o mundializacin, ms las polticas neoliberales en todoel mundo fue creando un nuevo movimiento internacional que pugna por unaglobalizacin alternativa, es tambin denominado: altermundista El trabajo deTania Snchez Garrido (Castells, 2001; Beck, 2006).

    En ste tipo de luchas se rompe el aislamiento que propiciaba la vieja di-nmica de los movimientos sociales, dirigirlas hacia instancias en lascumbres de la Organizacin Mundial de Comercio (OMC) o el Banco Mun-dial (BM);

    Se conforma por redes transnacionales de defensa o bien, redes deeconoma solidaria, que son redes de activistas internacionales que seagrupan por la convergencia en relacin a ideas y valores basados enprincipios como: el derecho a la equidad; el patrimonio comn de la hu-manidad; la democracia radical; la sustentabilidad; la no violencia; res-peto a la identidad y la diversidad, la subsidiariedad; la economa al servi-cio de la persona humana; el derecho a la cultura; la solidaridad; la crea-cin de estructuras sociales de acuerdo a los principios de libertad, igual-dad y fraternidad.

    Utilizan las nuevas tecnologas como el internet y sus primeras accionesse encuentran en el levantamiento zapatista de 1994 y las manifestacio-nes de oposicin en las cumbres del Banco Mundial: en Seattle en 1999,La reuniones de Bangkok, Washington, Melbourne, Praga y Sel en el ao2000; las de Qubec, Buenos Aires, Barcelona, Mxico y Doha en el 2001;las de Monterrey, Madrid, Roma, Sevilla, de nuevo Barcelona, Toronto,Calgary, Mxico y Copenhague en el 2002, y finalmente las seis del ltimoao instalaron, de forma definitiva, la impugnacin altermundista en elmapa de la geopoltica mundial (Snchez, 2008: 144).

    Reivindican demandas locales que, al compartirse, se transforman en glo-bales y se encuentran constituidos por movimientos sociales que, desdesu particular lucha, conforman en conjunto17 reas temticas, entre ellas:Consumo alternativo; Ecologa y bienes comunes; Produccin de bienespara todos; Sistema financiero para la igualdad y el desarrollo; Tierra y re-forma agraria.; Ciudades sustentables; y Comercio internacional.

    572 / espacio abierto vol. 20 n 4 (octubre-diciembre, 2011): 561 - 577

  • Respecto al tipo de movilizaciones stas son descentralizadas, autno-mas, simultneas y solidarias, a las acciones se puede incluir la violenciaselectiva contra establecimientos que simbolizan el poder de empresascomerciales transnacionales; desnudos en la playa, marchas ms all delpunto cero en donde se dio muerte, por propia mano, el representantecampesino coreano Lee Kyung (Snchez, 2004).

    El movimiento altermundista se conforma por sujetos reflexivos, es de-cir, aquellos individuos conscientes de su pertenencia a lo glocal, capa-ces de autoconfrontar las decisiones tomadas en el pasado, de imaginarmundos posibles, mejores para todos, a los cuales aspirar y construir(Snchez, 2008).

    Va Campesina surge tambin como un rechazo a las polticas neolibera-les. La meta principal del movimiento internacional consiste en impulsar la so-lidaridad y la unidad en la diversidad entre organizaciones de pequeos agri-cultores, para promover relaciones econmicas basadas en la igualdad y la jus-ticia social, la preservacin de la tierra, la soberana alimentaria y la produccinagrcola sostenible. Su objetivo primordial es construir modelos alternativosde agricultura y enfoca su actuacin en la soberana alimentaria y el comercioagrcola, la reforma agraria, los derechos de los trabajadores migratorios y losjornaleros agrcolas; el gnero, la biodiversidad y los recursos genticos, losderechos humanos y los derechos de los campesinos, as como una agriculturasustentable basada en el productor (Hernndez y Desmarais, 153: 90).

    Conclusiones

    El esfuerzo de la sociologa y la subdisciplina es acompaar ms de cercala aventura del hombre-sujeto en su aventura por la conquista de la tierra pro-metida y su entorno econmico, poltico y cultural. Los recursos necesarios(tierra, subsidios, apoyos en general), cultura poltica e identidad de una nuevasociedad rural.

    En la reflexin sociolgica, ensayando conceptos capaces de integrar lasdimensiones econmicas, polticas y socio culturales. En las nuevas teoras yconceptos que den cuentan, por fin, de la realidad Mexicana y Latinoamerica-na. En el acompaamiento del ejercicio de la reflexin terica, de la praxis delsujeto, con su objeto-entorno neoliberal. El nuevo orden internacional no ni-camente santifica al capital en su camino por la maximizacin de las utilidades,tambin existen o coexisten espacios arrancados al capital mediante las luchascampesinas, rurales e indgenas en todo el continente, como en los casos deEcuador, Brasil, Bolivia, Mxico, Per, etctera. La tierra prometida, el nuevo te-rritorio que se redefine, depende de la accin social de la nueva sociedad civilurbana y rural en la conquista de la utopa de construir un mundo mejor.

    sociologa rural: el nuevo campesino entre la globalizaciny la tierra prometida armando snchez albarrn 573

  • Referencias bibliogrficas

    ALBERONI, F. (1981) Movimiento e institucin. Espaa: Editorial Nacional.

    ALFIE y MNDEZ (2009) Modernidad reflexiva y movimientos sociales. En: Revista ElCotidiano, No. 100. Mxico.

    ARIAS, E. (2005). Reflexiones crticas de la nueva ruralidad en Amrica Latina, Ponenciaen el XXV Congreso de la Asociacin Latinoamericana de Sociologa, Porto Ale-gre-Brasil, 22 al 26 de 2006.

    BARTRA, A. (1991) El 27". En Revista de Cuadernos Agrarios, No. 3, Nueva Epoca,sept-dic. Mxico.

    BARTRA, A. (1995) Los nuevos campesinos. En: Jean-Francois Prudhome (coord.) Elimpacto social de las polticas de ajuste en el campo mexicano. Mxico: Edi-torial Plaza y Valds.

    BARTRA, A. (1998) Sobrevivientes. Historia en la frontera. En: Globalizacin, crisis ydesarrollo rural en Amrica Latina. Mxico: ALASRU-CHAPINGO-CP.

    BECK, U. (2003) El fin del neoliberalismo. Le Monde / EL PAS, http://inicia.es/de/cgar-ciam/Beck02.htm

    BECK, U. (2006) La irresponsabilidad organizada, Traduccin de Elisa Renal, http://ini-cia.es/de/cgarciam/Beck01.htm

    BECK, U. (2006b) La sociedad del riesgo global. Espaa: Editorial Siglo XXI.

    BENDINI, M.; MURMIS, M. y TSAKOUMA, P. (2003) El campo en la sociologa actual.Una perspectiva latinoamericana. Buenos Aires: La Colmena.

    BORDIEU, P. (1990) Sociologa y Cultura. Mxico: Ed Grijalbo.

    BRUMER, A. y PIEIRO, D. (2005) Agricultura latino-americana. Novos arranjos e vel-has quesotes. Brasil.

    CASTELLS, M. (2001) Globalizacin y antiglobalizacin. El Pas, Martes, 24 de julio de2001.

    CASTELL, M. (2006) Globalizacin tecnologa, trabajo, empleo y empresa. Http://www.lafactoriaweb.com/articulos/castells7.htm

    CISNEROS, A. (2001) Critica de los movimientos sociales. Debate sobre la moder-nidad, la democracia y la igualdad social. Mxico: Editorial Miguel ngel Po-rra-UAM-Azcpaotzalco.

    CROIZIER, M. y FRIEDBERG, E. (1990) El actor y el sistema. Las restricciones de laacicn colectiva. Mxico: Edit. Alianza.

    DE OLIVEIRA, et al. (1998) Indigenismo e territorializacao: poderes, rotinas e sabe-res no Brasil contemporneo. Rio de Janeiro: Editorial Contra Capa.

    GARCA, . (2002) Los movimientos indgenas en Bolivia. En: Escrzaga y Gutirrez(2002) Movimiento indgena en Amrica Latina: resistencia y proyecto al-ternativo. Mxico: Editorial: Benemrita Universidad Autnoma de Puebla, Secre-tara de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal, y Casa Juan Pablos.

    GIDDENS, A. (1998) Las consecuencias perversas de la modernidad. Barcelona: Edi-torial Anthropos.

    574 / espacio abierto vol. 20 n 4 (octubre-diciembre, 2011): 561 - 577

  • GLEDHILL, J. (1990) El campo y los nuevos movimientos sociales: una crtica de algunastendencias tericas de moda. En: Revista Relaciones. Estudios de Historia ySociedad, Vol XII, No. 45, invierno de 1990, Mxico.

    GRACIANO DA SILVA, J., DEL GROSSI, M.E.; CAMPANHOLA, C. (2000) O Fim do xodoRural? Verso preliminar, para discusso Projeto Rurbano Fase III, IE/UNICAMP,Campinas, dezembro de 2000.

    GRAMMONT, H. (1995) Nuevos actores y formas de representacin social en el campo,en J.F. PrudhHomme (coord.), El impacto social de las polticas de ajuste enel campo mexicano. Mxico: Plaza y Valds/ILET, pp. 105-107.

    GRAMMONT, H. (2001) El Barzn: clase media, ciudadana y democracia. Mxico:Editorial ISS/UNAM-Plaza y Valdes.

    GRAMMONT, H. (2004) La nueva ruralidad en Amrica Latina, en Revista Mexicana deSociologa. Mxico, D.F.: UNAM, Insituto de Invesigaciones Sociales. Ao 66, n-mero especial.

    GRAMMONT, H. (2006) La construccin de la democracia en el campo latinoameri-cano. Mxico: Editorial FLACSO.

    GRAMMONT, H. (2008) Fortalezas y debilidades de la organizacin campesina en el con-texto de la transicin poltica, Cotidiano 147, Mxico.

    GREEN PEACE (1999) Geen Peace ingeniera gentica o el peligro de modificar elcurso de la vida. Mxico: Ed. Green Peace.

    HARNECKER, M. (2002) Sin Tierra. Construyendo movimiento social. Espaa: Edito-rial Siglo XXI.

    HARVEY, N. (1994) Las Organizaciones Sociales Ante el Conflicto Armado de Chiapas.En: El Cotidiano, No. 61, marzo-abril, Mxico.

    ITURRALDE, D. (1991) Los pueblos indios como nuevos sujetos sociales en los EstadosLatinoamericanos. En: Revista Nueva Antropologa, No. 39, junio, Mxico.

    KEILBACH, N. (2008) Apuntes para una ruralidad reflexiva. En: Revista El Cotidiano,No. 147, Mxico.

    LLAMB, L. (1996) Globalizacin y nueva ruralidad en Amrica Latina: una agenda teri-ca y de investigacin. En: LARA, S. y CHAUVET, M. (comp.) La insercin de laagricultura mexicana en la economa mundial. Vol. I. La Sociedad Rural Mexi-cana frente al Nuevo Milenio. Mxico: Plaza y Valds.

    LLAMB, L. (1996b) Los retos tericos de la Sociologa Rural Latinoamericana ante laglobalizacin. En: Cuadernos Agrarios, Globalizacin y sociedades rurales.Nueva poca, nmero 17-18. Mxico.

    LONG, N. (1996) Globalizacin y localizacin: nuevos retos para la investigacin social.En: LARA, S. y CHAUVET, M. (comp.) La insercin de la agricultura mexicana enla economa mundial. Vol. I. La Sociedad Rural Mexicana frente al Nuevo Mile-nio, Mxico: Plaza y Valds, pp. 35-74.

    LONG, N. (1994) Cambio Rural, neoliberalismo y mercantilizacin: El valor social desdeuna perspectiva centrada en el actor XVI Coloquio El Colegio de Michoacn, 16 al18 de noviembre de 1994.

    sociologa rural: el nuevo campesino entre la globalizaciny la tierra prometida armando snchez albarrn 575

  • MELUCI, A. (1994) Qu hay de nuevo en los nuevos movimientos sociales. En: Losnuevos movimientos sociales. De la ideologa a la identidad. Madrid.

    MONTOYA, R. (2003) Movimientos campesinos, indgenas (Per, Bolivia), 03-agosto-2003. Http://www.sepia.org.pe/sepias/Sepia%20I/Montoya%20(Sepia%201).pdf#search= 28sociologia% 0and% 20movimientos% 20campesinos%29

    OLIVERA, M. (2005) La participacin de las mujeres indgenas en los movimientos socia-les. En: ESCRZAGA y GUTIRREZ (coord.) Movimiento indgena en AmricaLatina: resistencia y proyecto alternativo. Mxico: Editorial JP, UNAM, UACM,BUAP, UACM.

    PAR, L. (1997) Tendencias en la investigacin sobre temas rurales en los ltimos veinteaos. En: Nueva Antropologa, Vol. XV, nm. 51, Febrero, Mxico.

    PAR, L. (1991) El debate sobre el problema agrario en los setenta y ochenta. En: Revis-ta Nueva Antropologa, Vol. XI, Nm. 39, junio, Mxico.

    PARDO, M. (1998) Sociologa y medio ambiente: estado de la cuestin. En: Revista In-ternacional de Sociologa (RIS), N 19-20:329-367.

    PETRAS, J. (1998) Amrica Latina: la izquierda contra ataca. En: Globalizacin, crisisy desarrollo rural en Amrica Latina. Mxico: ALASRU-CHAPINGO-CP.

    PIEIRO, D. (2000) 30 Aos de Sociologa Rural en Amrica Latina. Mxico.

    RAMREZ (2006) Desarrollo rural regional y enfoque territorial. En: Desarrollo rural re-gional, hoy. Tomo I: el debate terico, Universidad Autnoma Chapingo, Mxico.

    RUBIO, B. (1999) Globalizacin, reestructuracin productiva en la agricultura latinoame-ricana y va campesina 1970-1995. En: Cuadernos Agrarios, Globalizacin ysociedades rurales. Nueva poca, nmero 17-18, Mxico.

    RUBIO, B. (2001) Explotados y excluidos. Los campesinos latinoamericanos en lafase agroexportadora neoliberal. Mxico: Plaza y Valds, Universidad Autno-ma de Chapingo.

    RUBIO, B. (2006) El panorama terico rural contemporneo. En: Desarrollo rural re-gional, hoy, Tomo I: el debate terico. Mxico: Universidad Autnoma Chapingo.

    SNCHEZ, A. (1991) Balance y perspectivas en los estudios sobre el campo: hacia nue-vas sntesis. En: Revista Sociolgica, No. 15, UAM-A, Mxico.

    SNCHEZ, A. (2004) Del movimiento El campo no aguanta ms! a las movilizaciones so-ciales en la cumbre de la OMC en Cancn. Dependencia o soberana alimentaria:sa es la cuestinagraria. En: Revista El Cotidiano, marzo-abril, ao 18, Mxico.

    SNCHEZ-GARCA (1984) Sociologa Rural. Ed Nueva Bibilioteca Pedaggica, No. 27,Mxico.

    SNCHEZ, T. (2009) El movimiento social altermundista. La nueva praxis de la accinpoltica. En: revista El Cotidiano, No. 111, Mxico.

    SILVA, J.; GRACIANO DA. (2002). Prefcio. In: BALSADI, O. V. (2002). Mudanas rurais eo emprego no estado de So Paulo nos anos 90. So Paulo: Annablume, 156p.

    SMELSERS, N. (1989) Teora del comportamiento colectivo. FCE.

    STAVENHAGEN, R. (2005) La emergencia de los pueblos indgenas como nuevos actorespolticos y sociales en Amrica Latina. En: ESCRZAGA y HUTIERREZ (2005) Movi-

    576 / espacio abierto vol. 20 n 4 (octubre-diciembre, 2011): 561 - 577

  • miento indgenaen Amrica Latina. Resistencia y proyecto alternativo. M-xico: Editorial Benemrita Universidad Autnoma de Puebla, Secretara de Desa-rrollo Social del Gobierno del Distrito Federal, y Casa Juan Pablos.

    TILLY, C. (1985) Models of realikties of populara colective action. En: Social Research,Vol. 52, num 4, Estados Unidos.

    TOLEDO, V. (1988) Los campesinos y la cuestin ecolgica. En: Las sociedades rura-les Hoy. Mxico: Colmich.

    TOLEDO, V. (1989) Naturaleza, produccin, cultura: ensayos de ecologa poltica.Mxico: Ed. Universidad Veracruzana.

    TOURAINE, A. (1979) La voz y la mirada. En: Revista Mexicana de Sociologa. Mxico:UNAM-IISUNAM.

    TOURAINE, A. (1987) El regreso del actor. Buenos Aires: Eudeba.

    TOURAINE, A. (1995) Produccin de la sociedad. Mxico: IISUNAM-IFAL.

    TOURAINE, A. (1997) Actores sociales y sistema Poltico en Amrica Latina. Chile:PREALC.

    TOURAINE, A. (1997) Podremos vivir juntos? La discusin pendiente: el destinodel hombre en la aldea global. Argentina: Edit. F.C.E.

    ZURITA, L. (2002) La organizacin de las mujeres cocalera en el Chapare. En: ESCRZA-GA y HUTIERREZ (2005) Movimiento indgena en Amrica Latina. Resistenciay proyecto alternativo. Mxico: Editorial Benemrita Universidad Autnoma dePuebla, Secretara de Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal, y CasaJuan Pablos.

    sociologa rural: el nuevo campesino entre la globalizaciny la tierra prometida armando snchez albarrn 577