1.1 Turbidez momentánea - inicio - MICOF - Muy Ilustre ... · Como consecuencia de todo ello se...

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Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua. Turbidez momentánea. 1.1 Turbidez momentánea 1.1.1 Palabras clave. Turbidez, escorrentía, deforestación, vegetación, lodo, barro. 1.1.2 Descripción. En periodos de fuertes lluvias y aún más acentua- damente cuando suceden a periodos de escasa precipitación, puede ocurrir un súbito enturbia- miento del agua captada en las distintas fuentes de abastecimiento, por un brusco aumento de la escorrentía superficial, que conlleva un aumento de la erosión y arrastre de partículas del terreno. Si por no existir un tratamiento adecuado o por ser éste insuficiente, el consumidor llega a apreciar una falta de transparencia en el agua que gene- rará su desconfianza y rechazo. El enturbiamiento puede ser causa de problemas sanitarios graves. Como consecuencia de todo ello se crea una seria incidencia en el abastecimiento. 1 1.1.3 Causas probables o po- sibles. Las alteraciones naturales de la turbidez de los recursos hídricos, en periodo de lluvias, se ve gra- vemente afectada por: a) Alteraciones en el Dominio Público Hidráuli- co: modificaciones en el cauce de un río, ocupación del lecho del río por construc- ciones, escombros, ramas… b) Alteración de la cubierta vegetal: Defores- tación, eliminación de la cubierta vegetal, talas intensivas, incendios, obras poco cui- dadosas, actividades mineras sin control c) Prácticas agropecuarias inadecuadas que faciliten los episodios de enturbiamiento del agua: pastoreo excesivo, labrado siguiendo la pendiente del terreno, dejar la tierra al desnudo una parte del año, d) Causas meteorológicas: Sequías que dete- rioran el manto vegetal e inestabilizan el te- rreno. e) Inadecuada protección de las fuentes de abastecimiento de la escorrentía superficial: enturbiamiento del agua subterránea a tra- vés del pozo de extracción, conducción de la fuente de agua por canales abiertos o con un mantenimiento deficiente, defores- tación de terrenos próximos a un manantial.

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Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Turbidez momentánea.

1.1 Turbidez momentánea

1.1.1 Palabras clave.

Turbidez, escorrentía, deforestación, vegetación, lodo, barro.

1.1.2 Descripción.

En periodos de fuertes lluvias y aún más acentua-damente cuando suceden a periodos de escasa precipitación, puede ocurrir un súbito enturbia-miento del agua captada en las distintas fuentes de abastecimiento, por un brusco aumento de la escorrentía superficial, que conlleva un aumento de la erosión y arrastre de partículas del terreno.

Si por no existir un tratamiento adecuado o por ser éste insuficiente, el consumidor llega a apreciar una falta de transparencia en el agua que gene-rará su desconfianza y rechazo. El enturbiamiento puede ser causa de problemas sanitarios graves. Como consecuencia de todo ello se crea una seria incidencia en el abastecimiento.

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1.1.3 Causas probables o po-sibles.

Las alteraciones naturales de la turbidez de los recursos hídricos, en periodo de lluvias, se ve gra-vemente afectada por:

a) Alteraciones en el Dominio Público Hidráuli-co: modificaciones en el cauce de un río, ocupación del lecho del río por construc-ciones, escombros, ramas…

b) Alteración de la cubierta vegetal: Defores-tación, eliminación de la cubierta vegetal, talas intensivas, incendios, obras poco cui-dadosas, actividades mineras sin control

c) Prácticas agropecuarias inadecuadas que faciliten los episodios de enturbiamiento del agua: pastoreo excesivo, labrado siguiendo la pendiente del terreno, dejar la tierra al desnudo una parte del año,

d) Causas meteorológicas: Sequías que dete-rioran el manto vegetal e inestabilizan el te-rreno.

e) Inadecuada protección de las fuentes de abastecimiento de la escorrentía superficial: enturbiamiento del agua subterránea a tra-vés del pozo de extracción, conducción de la fuente de agua por canales abiertos o con un mantenimiento deficiente, defores-tación de terrenos próximos a un manantial.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Turbidez momentánea.

1.1.4 Detección.

Pérdida de transparencia del recurso, cuantifica-ble con los controles regulares de turbidez como consecuencia de lluvia intensa.

1.1.5 Efecto inmediato sobre la calidad del agua.

El efecto inmediato de un súbito enturbiamiento del agua captada puede trasladarse a la red de distribución bien porque no exista tratamiento o bien porque, éste exista, sea insuficiente frente a la carga impuesta de materia en suspensión a la planta de tratamiento (véase protocolo 2.1 “Inci-dencias en plantas de tratamiento”).

El aumento de las partículas en suspensión en el agua puede conducir a:

a) Comprometer la eficacia de la desinfección.

b) Un agotamiento del desinfectante residual en el agua.

c) La deposición de los sedimentos en determi-nados puntos del sistema de abastecimientos (depósitos, cabos extremos o terminales de red…)

Un empeoramiento de la calidad microbioló-gica del agua tanto por recrecimiento bacteriano en la red, como por la entrada al sistema de distri-bución de agua contaminada por microorganis-mos arrastrados por las lluvias. La materia en sus-pensión da soporte a los microorganismos y limita la acción de los desinfectantes añadidos al agua.

1.1.6 Efectos sobre la salud, inmediatos y a largo plazo.

Los efectos anteriores pueden dar lugar a trastor-nos de tipo gastrointestinal, cuya gravedad y ex-tensión estará en función de los agentes micro-bianos implicados, de su grado de concentración en el agua y del estado de salud del consumidor siendo especialmente peligrosos para el sector de población inmunodeprimida (recién nacidos, an-cianos, transplantados, enfermos de sida, cáncer).

Por otro lado, estos episodios de enturbiamiento del agua pueden llevar al consumidor a albergar dudas sobre el suministro de agua y por tanto a rechazarlo, conduciéndolas, en muchos casos, a otras fuentes alternativas de suministro algunas de ellas no controladas y por tanto sin garantías sani-tarias.

1.1.7 Acciones inmediatas.

Ante el aumento de la turbidez los gestores del abastecimiento deberán adoptar las siguientes medidas:

a) Adecuar el tratamiento lo más rápidamente posible a las nuevas circunstancias.

b) Aumentar la dosis de desinfectante añadido al agua hasta asegurar la existencia de un residual en la misma.

c) Aumentar la frecuencia de análisis de con-trol, añadiendo parámetros complementa-rios si fuera necesario.

d) Suspender o disminuir, si aquello no es posi-ble, la captación del agua hasta que remita el episodio.

e) Sustituir por un recurso alternativo si es que éste existe.

f) En caso necesario, restringir el uso del agua de consumo informando a los consumidores sobre las medidas a adoptar: desinfectar o hervir el agua, aconsejar el consumo de agua envasada.

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Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Turbidez momentánea.

1.1.8 Acciones correctoras.

La acción correctora pasa por adecuar el trata-miento a la calidad del agua captada o en su defecto, hacer uso de recursos alternativos.

El Real Decreto 140/2003, establece que si el pro-medio anual de los valores de turbidez del agua captada, es superior a 1 UNF deberá someterse como mínimo a una filtración antes de desinfec-tarla y distribuirla a la población.

1.1.9 Medidas preventivas.

a) La planta de tratamiento debe tener un mantenimiento correcto y tener unas di-mensiones acordes al caudal y a la cali-dad del agua a tratar (véase la recomen-dación 2.1 “incidencias en plantas de abas-tecimiento”).

b) El abastecimiento de agua debe contar con una capacidad de almacenamiento de agua apta para el consumo que garan-tice el suministro a la población durante un

periodo que como mínimo debería ser de 24 horas.

c) Es recomendable la Instalación de turbidí-metros de medida en continuo en la capta-ción que nos informen tanto del principio de

la incidencia como de su evolución, y si es posible que actúen sobre válvulas motoriza-das para cortar la entrada de la onda del agua turbia.

d) Proteger los cauces y fuentes de abasteci-miento: protección adecuada de pozos de extracción y manantiales; repoblación de las cuencas de captación con vegetación autóctona que disminuyan la escorrentía, eviten riadas y aumenten la capacidad de retención de agua del terreno y la recarga de los acuíferos; limpieza de los cauces;...

e) Evitar y prestar especial atención, a la pre-sencia de ganado en el área de protección de la captación.

1.1.10 Información al consumi-dor y a la autoridad competente.

El gestor del abastecimiento, de forma inmediata, deberá poner en conocimiento de la autoridad sanitaria, la incidencia acaecida en el abasteci-miento.

Conjuntamente, el gestor, la autoridad sanitaria y el Municipio, en su caso, valorarán y coordinarán la transmisión de la información sobre la inciden-cia a los consumidores, teniéndose en cuenta lo establecido por el RD 140/2003.

Madrid, enero 2005.

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Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Problemas originados por la contaminación del agua subterránea. 1

1.2 Problemas originados por contaminación del agua subterránea.

1.2.1 Palabras clave.

Arrastres, amonio, nitratos, metales, plaguicidas y disolventes orgánicos, intrusión marina, radiactivi-dad, agua subterránea.

1.2.2 Descripción.

Por causas naturales o como consecuencia de una contaminación, las aguas subterráneas pue-den contener sustancias que hagan necesaria la aplicación de un tratamiento complejo antes de su distribución, que complementen el habitual de la desinfección.

1.2.3 Causas probables o po-sibles.

1.2.3.1 Causas naturales.

Sustancia presente en el agua.

causa probable o posible.

Arrastres de materia en suspensión.

Agotamiento del acuífe-ro por sequía.

Arsénico, mercurio, selenio, radiactividad.

Naturaleza y estructura de los suelos.

Hierro, manganeso. Naturaleza y estructura de los suelos, o ambien-tes reductores.

Amonio. Origen fósil o ambientes reductores.

Salinidad (Cl, SO4, Na, Mg, F) Naturaleza y estructura de los suelos y origen fósil.

1.2.3.2 Causas artificiales: conta-minación.

Sustancia o mi-croorganismo en el agua.

causa probable o posible.

Arrastres. Agotamiento del acuífero por sobreexplotación.

Intrusión marina. Agotamiento del acuífero por sobreexplotación.

Nitratos.

Uso masivo de fertilizantes nitro-genados, o infiltraciones de aguas fecales procedentes de fosas sépticas o de explotacio-nes ganaderas.

Plaguicidas. Uso masivo de plaguicidas (her-bicidas, insecticidas…) en agri-cultura

Disolventes orgáni-cos. Vertidos industriales.

Cromo hexavalente. Vertidos industriales.

Radiactividad. Contaminación artificial.

Amonio. Infiltraciones de aguas fecales procedentes de fosas sépticas o de explotaciones ganaderas.

Bacterias, virus, pro-tozoos.

Contaminación por falta de perímetro de protección; infil-traciones de aguas fecales procedentes de fosas sépticas o de explotaciones ganaderas, etc.

1.2.4 Detección.

La presencia de materia en suspensión, hierro y manganeso puede detectarse a simple vista por la coloración que aportan al agua.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Problemas originados por la contaminación del agua subterránea. 2

La presencia de elevadas concentraciones de compuestos orgánicos altera por lo general, las características organolépticas del agua.

La salinización del agua se podrá detectar por el sabor.

El resto de las sustancias o gérmenes precisan una detección analítica.

1.2.5 Efectos inmediatos para la calidad del agua.

a) Enturbiamiento y problemas de acumulación de sedimentos y de colmataciones como consecuencia de la presencia de partículas sólidas en el agua.

a) Coloración del agua.

b) Mal sabor y en ocasiones, mal olor del agua.

c) Aumento de la demanda de oxidante o en su caso desinfectante del agua, debido a la pre-sencia de compuestos reductores (amoníaco, nitritos, hierro, etc).

d) Aumento de los recuentos microbiológicos en el control de calidad.

e) Detección analítica de sustancias orgánicas (Plaguicidas, Hidrocarburos, Tricloroeteno y Te-tracloroeteno).

f) Detección analítica de metales disueltos.

g) Aumento de la radiactividad α /β total.

1.2.6 Efectos para la salud inmediatos y a largo plazo.

Los efectos sobre la salud son muy variables en función de la peligrosidad del producto y la con-centración del mismo. De forma general se tiene que:

Las alteraciones organolépticas pueden originar el inmediato rechazo del consumidor, así como,

otras molestias (manchas, atascamientos, entur-biamiento, etc.)

Si las alteraciones se deben a la presencia de metales pesados tóxicos, de plaguicidas u otras sustancias extrañas al agua, dependiendo de su concentración, tiempo de exposición e ingesta diaria de agua, pueden dar lugar a afecciones a largo plazo.

En el caso de presencia de gérmenes, los efectos serán inmediatos o a corto plazo y de tipo gas-trointestinal.

1.2.7 Acciones inmediatas.

Cuando mediante examen organoléptico o con-trol analítico se detecte alguno de los signos men-cionados en 1.2.4 y 1.2.5 se deberá dejar fuera de servicio el pozo afectado hasta disponer de un análisis que permita identificar las sustancias o gérmenes presentes en el agua.

Hacer análisis del agua de otros pozos de la zona que capten del mismo acuífero.

1.2.8 Acciones correctoras.

En el caso de arrastres de materia en suspensión, puede ser suficiente con optimizar el régimen de explotación del pozo. Si además se detectan otras sustancias, se debería diseñar una línea de trata-miento que permita la eliminación de los contami-nantes.

En ocasiones se precisa limpiar el pozo, mediante inyección de aire o tratamiento con ácidos u otros productos autorizados.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Problemas originados por la contaminación del agua subterránea. 3

1.2.9 Medidas preventivas.

Hacer un seguimiento analítico en los pozos aun-que no se estén utilizando.

Aprovechando la información existente sobre los acuíferos y en función de la época del año, plani-ficar el régimen de explotación de los pozos.

Conviene recopilar información sobre los posibles focos de contaminación del acuífero, recargas artificiales y contaminación difusa.

La aparición de contaminantes en un agua subte-rránea suele ser gradual. Tomar medidas tras de-tectar los primeros signos y sin esperar a que au-mente la concentración del contaminante.

Adecuar el tratamiento a la calidad del agua captada o en su defecto, hacer uso de recursos alternativos.

El Real Decreto 140/2003, establece que si el pro-medio anual de los valores de turbidez del agua captada, es superior a 1 UNF deberá someterse como mínimo a una filtración antes de desinfec-tarla y distribuirla a la población.

1.2.10 Información al consumi-dor y a la autoridad competente.

El gestor del abastecimiento, de forma inmediata, deberá poner en conocimiento de la autoridad sanitaria, la incidencia acaecida en el abasteci-miento.

Conjuntamente, el gestor, la autoridad sanitaria y el Municipio, en su caso, valorarán y coordinarán la transmisión de la información sobre la inciden-cia a los consumidores, teniéndose en cuenta lo establecido por el RD 140/2003.

Madrid, enero 2005.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

3.1 Problemas originados por sifonamiento en la red o acciones de efectos similares.

3.1.1 - Palabras clave

Sifonamiento, depresión, reflujo, antirretorno, succión.

3.1.2 - Descripción.

El sifonamiento es ocasionado por depresiones del agua en las conducciones, favoreciendo la entrada de aire o líquidos por los grifos, por las ventosas, por juntas en mal estado, grietas y roturas en las tuberías. Se incluyen, también, en este grupo las inyecciones de líquidos a presión mediante grupos eléctricos. El riesgo sanitario es mínimo cuando se produce entrada de aire, apenas se enturbia el agua, pero no es así cuando entra agua residual o productos químicos de alta toxicidad.

Fig. 1. Ejemplo: contaminación del agua en la vivienda inferior con detergentes durante la hora punta

• Los cortes mediante válvula a la salida del depósito o en la parte más alta de la población cuando pro-vocan la succión desde la parte baja.

3.1.3 - Causas probables o po-sibles.

Cierre

Depresión

Entre las causas se enumeran primero las más comunes y por último las posibles:

• Las pequeñas fugas en la red de distribución se transforman en reflujos (entrada de agua) durante una depresión.

• Las juntas tóricas de cierre a presión en conduccio-nes viejas se desplazan en la depresión permitiendo el reflujo.

• Las horas punta de consumo pueden provocar depresiones en tramos de conducción de menor diámetro, sobretodo, cuando la población se en-cuentra a distintas cotas sobre el terreno. Esto mismo puede afectar al vecino del piso inferior respecto del de un piso superior, en el caso de instalaciones mal dimensionadas o diseños incompletos.

Fig. 2. Ejemplo: entrada de agua contaminada por una junta de la tubería después del cierre de la válvula.

• La interconexión de diferentes suministros en las instalaciones privadas de las viviendas, comercios e industrias. Esta práctica está prohibida según las Normas Básicas de Instalaciones Interiores de Agua (NIA).

1 Problemas originados por sifonamiento en la red o acciones de efectos similares.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

3.1.5 - Efectos inmediatos sobre la calidad del agua.

• Las roturas de tuberías en la parte baja de la pobla-ción pueden generar un efecto similar al de consu-mo punta provocando depresiones.

• El retorno accidental producido por un bombeo en precario a grupos de consumidores en situación más elevada que el depósito.

Los efectos sobre la calidad del agua son muy variados, dependiendo del factor dilución y de las características del producto.

Podemos decir que los efectos van desde el simple en-turbiamiento, la coloración del agua o el cambio de salinidad, sin apenas riesgo para la salud, hasta volverse en agua contaminada microbiológicamente o por pro-ductos muy tóxicos.

Problemas originados por sifonamiento en la red o acciones de efectos similares. 2

Como es difícil valorar los efectos sobre la calidad del agua, se citan algunos ejemplos documentados, para hacernos una idea del riesgo que se asume en cada situación:

• La entrada de agua residual, procedente del alcan-tarillado, a la red de distribución por una grieta en la tubería cuando la conducción entró en depresión por el cierre de una válvula a la salida del depósito. RD 140/2003 -Artículo 12.1,2 y 3: Distribución del agua de consumo humano.

Fig. 3. Ejemplo: bombeo en precario a local con activi-dad agrícola.

• La inyección a presión de plaguicidas en la red de distribución cuando se aplicaban automáticamente en un invernadero, en el que se practicó una mala manipulación de las válvulas. RD 140/2003 -Artículo 12.3: Distribución del agua de consumo humano

• Otro caso muy similar, pese a no ser un sifonamiento propiamente dicho, es la inyección de agua u otros productos, por un grupo a presión ajeno a la red de distribución. Se produce, a veces, en las industrias con aprovechamiento de un sondeo propio que tienen intercomunicado con la red privada, o en vi-viendas rurales con aplicaciones a presión, como ocurre en algunos invernaderos. Esta práctica está prohibida según la NIA.

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• La inyección de agua con hidrocarburos desde un sondeo de una gasolinera a la red publica. RD 140/2003 -Artículo 12.3: Distribución del agua de consumo humano.

• La aparición de agua azulada en unas viviendas después de un corte de suministro, por el cual la succión accidental de las viviendas inferiores forzó el retorno de agua con desinfectante azulado desde una cisterna hacia la red interior de propiedad pri-vada. RD 140/2003 -Artículo 12.3: Distribución del agua de consumo humano. La toma sería por aba-jo, esta práctica está prohibida según la NIA.

3.1.4 - Detección.

La detección no es fácil en todos los casos, pero son frecuentes los enturbiamientos, los olores a agua residual u olores a productos específicos (plaguicidas, hidrocar-buros...), la falta de cloro en un tramo, las variaciones en la conductividad y pH y puntualmente las coloraciones por tintes u otras sustancias.

• El reflujo de una fosa séptica hacia la red de distri-bución durante un corte del suministro, coincidiendo con la maniobra de vaciado, cuyo ejemplo se ilus-tra gráficamente a continuación. RD 140/2003 -Artículo 12.3: Distribución del agua de consumo humano.

El enturbiamiento del agua, entre otros, puede ser sínto-ma de sifonamiento. La simple entrada de aire por una ventosa provoca el levantamiento de sedimentos en las conducciones.

Prestar especial atención en aquellas zonas de la pobla-ción en las que hay quejas de falta de agua en horas punta, ya que por ahí pueden encontrarse los principa-les puntos susceptibles de reflujo de agua.

1 Las CCAA y los Municipios suelen dictar normas especí-ficas para su ámbito, pero en su defecto se aplicarán las Normas Básicas para las instalaciones Interiores de Sumi-nistro de Agua (O.M. del Ministerio de Industria de 9 de diciembre de 1975). Obliga a la protección contra re-tornos de agua a las redes públicas de distribución.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Problemas originados por sifonamiento en la red o acciones de efectos similares. 3

Fig. 4. Ejemplo: esquema ilustrativo del paso del conteni-do de una fosa séptica a la red por el cierre de una válvula para la reparación de una avería.

• La coloración del agua con tintes de una fábrica de estampado de telas por la succión generada desde la parte baja de la población durante las horas pun-ta. Tenían una manguera conectada al grifo y su-mergida en el depósito de mezcla del tinte, para su llenado. Esta práctica está prohibida según la NIA.

• La contaminación de una urbanización, con cromo procedente de una planta de tratamiento de pie-les, cuando se procedió al corte para la reparación de una avería en la red pública. Una cuba de acla-rado continuo ubicada en la peletería tenía la en-trada por el fondo y sin antirretorno. Esta práctica está prohibida según la NIA.

3.1.6 - Efectos para la salud, inmediatos y a largo pla-zo.

Los efectos sobre la salud son muy variables en función de la concentración del producto y la peligrosidad del mismo.

Afortunadamente, este tipo de contaminaciones se propaga localmente, cerca del punto de reflujo del agua, pero ello, también contribuye a que el factor dilución sea menor.

3.1.7 - Acciones inmediatas

Del mismo modo que los efectos son muy variados, las acciones también lo pueden ser. Se puede valorar “in

situ” mediante un análisis inmediato la gravedad de la contaminación, pero debemos de tener muy claro que sí: el análisis, el aspecto o el olor denotan una contami-nación microbiológica o producto tóxico, el corte local del suministro debe ser inmediato, sin perjuicio de la confirmación posterior y la toma de muestras necesarias. RD 140/2003 -Artículo 27.1-7: Incumplimiento y medidas correctoras.

Cuando sea necesario provocar el corte, proceder al aislamiento de la zona contaminada y al vaciado de la red después del mismo, avisar a los consumidores del riesgo del agua cuando disponen de aljibes, y buscar el origen de la contaminación. Asegurarse que el suminis-tro está totalmente cortado dejando los desagües abier-tos.

En otros supuestos, como un cambio de la conductivi-dad o ligero enturbiamiento, pueden no representar riesgo alguno para la población, pero la falta de confir-mación del origen debe de ser considerado un factor de riesgo.

3.1.8 - Acciones correctoras.

Cuando se detecta un reflujo con riesgo serio para la población, la primera acción correctora a aplicar es el corte del suministro y vaciado simultáneo de la red hacia el alcantarillado.

Seguidamente buscar el origen para evitar que siga introduciéndose en las conducciones el producto en cuestión.

Sólo después de avisar a toda la población afectada proceder al lavado de la red pública y a la purga de las conducciones interiores y grifos de los usuarios. Aunque esta última tarea sea del titular de la instalación, debe ser asesorada por los expertos y si es preciso realizar una desinfección del tramo afectado.

Siempre es preciso comprobar la calidad sanitaria del agua una vez el tramo afectado se pone de nuevo en servicio. Es imprescindible la realización de análisis espe-cificas del agua de la red, después de su lavado, com-probándose el cumplimiento de la legislación vigente.

El RD 140 de 7 de febrero de 2003 exige mecanismos de aislamiento en la red de distribución ante situaciones anómalas, entre ellas, la sectorización, citada en el Artí-culo 12.1 Distribución del agua de consumo humano.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Problemas originados por sifonamiento en la red o acciones de efectos similares. 4

3.1.9 - Medidas preventivas.

Es evidente que las medidas preventivas van a ser las más eficaces en la lucha contra la contaminación por sifonaje. Las más importantes son:

• Vigilar y reducir las ventosas en puntos bajos suscep-tibles de inundarse.

• Poner válvulas antirretorno en todos los inicios de las instalaciones interiores. Esta práctica es obligatoria según las Normas Básicas de Instalaciones Interiores de Agua (NIA) En las circunstancias en que la insta-lación interior tenga un uso previsto diferente del de agua de consumo (riego con agua reciclada, aguas industriales etc.) deberá existir una desco-nexión física que impida cualquier mezcla acciden-tal de las aguas.

• Establecer programas de sustitución y mantenimien-to de las mismas en función de la calidad del agua y llevarlo a buen término.

• Inventariar de manera exhaustiva a los abonados que puedan presentarse como posibles contami-nadores de la red, principalmente en abonados in-dustriales (explotaciones químicas, agrícolas, indus-triales, los talleres, los artesanos y los bombeos inte-riores, entre muchas otras)

• Mantener las redes públicas en buen estado y con el menor número de fugas.

• Hacer estudios de las presiones en la red para ac-tuar en los puntos susceptibles de generar una de-presión.

• Evitar las alteraciones de presión por maniobras bruscas sobre las válvulas.

• Disponer de registros de presión con valores de alerta

• Instruir al usuario susceptible de contaminar de los posibles riesgos que conlleva un mal uso de las insta-laciones, tales como las mangueras conectadas a los grifos, las duchas, los grupos de presión interiores, los sondeos privados que se conecten al sistema público dentro de las instalaciones, etc. Esta prácti-ca está prohibida según la NIA.

• Separar la red de agua potable del alcantarillado, exigiendo que las primeras circulen distantes y a ni-veles superiores de las del alcantarillado cumplien-do la normativa vigente. Seguir las normas de edifi-cación y urbanización de cada CCAA o del muni-cipio, si las tuviera; y en su defecto las Normas Tec-nológicas de la Edificación del Ministerio de Fomen-to (Alcantarillado, Abastecimiento, etc.) que especi-fica como mínimos 60 cm en la vertical y 50 en hori-zontal.

Si fuera imposible cumplir con el apartado anterior, y sea inevitable el cruce entre abastecimiento y alcantarilla-

do, se instalará un tramo largo (6-12 m) de tubería sin juntas limitada entre dos arquetas.

Es obligatorio cumplir con lo estipulado en el título 2º de PROTECCION CONTRA RETORNOS DE AGUA A LAS REDES PUBLICAS DE DISTRIBUCIÓN correspondientes a las Nor-mas Básicas para las instalaciones interiores de suminis-tros de agua regulado por ORDEN, de 9 de diciembre de 1975 por la que se aprueban las «Normas Básicas para las instalaciones interiores de suministros de agua» (BOE de 13 de enero de 1976; incluye las correcciones de errores publicadas en el BOE).

3.1.10 - Información al consu-midor y a la Autoridad competente.

El gestor del abastecimiento, de forma inmediata, debe-rá poner en conocimiento de la autoridad sanitaria, la incidencia acaecida en el abastecimiento.

Conjuntamente, el gestor, la autoridad sanitaria y el Municipio, en su caso, valorarán y coordinarán la trans-misión de la información sobre la incidencia a los con-sumidores, teniéndose en cuenta lo establecido por el RD 140/2003.

NOTA: Respecto de la información al usuario y a la auto-ridad competente, cuando se trate de olores y/o sabo-res debidos a los materiales o a actuaciones asociadas al propio domicilio del consumidor o a su gestión, se le comunicarán las recomendaciones del Código Técnico de Edificación.

Enero 2005

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

3.2 Problemática por la rotura de tuberías.

3.2.1 - Palabras clave.

Tubería, rotura, enturbiamiento, conducción.

3.2.2 - Descripción.

Son los deterioros de la calidad del agua origina-dos por la entrada de sustancias extrañas en la rotura de las conducciones y durante la repara-ción de las mismas.

Otros efectos anejos, como las actuaciones en las válvulas no se tienen en cuenta en esta recomen-dación.

3.2.3 - Causas probables o po-sibles.

La causa del deterioro de la calidad del agua, en la rotura, es la entrada de agentes extraños como arena, tierra, agua residual u otros compuestos presentes en la zona de ruptura. Cuando deja de salir agua por la rotura se produce un reflujo con los contenidos locales.

3.2.4 - Detección.

La rotura se manifiesta por la observación del aflo-ramiento del agua, falta de caudal o presión en una zona determinada, por el resultado de una campaña de búsqueda de fugas, por un exceso de caudal en el alcantarillado próximo, por el ruido producido por el agua, etc.

Los posibles efectos, se pondrán de manifiesto después de la reparación al restablecer el servicio. Cualquier rotura que genere un reflujo por depre-siones se incluirá dentro del apartado 3.1 de re-comendaciones ante incidencias originadas por el sifonamiento.

3.2.5 - Efectos inmediatos sobre la calidad del agua.

Los efectos sobre la calidad del agua son muy variados, dependiendo de la concentración y de las características del lecho en el punto de rotura. Lo más frecuente es que sean tierras del relleno de la tubería o agua residual de diferentes orígenes, en ambos casos contaminadas.

1 Problemática por la rotura de tuberías.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Es muy importante descartar la entrada de cua-lesquiera otras sustancias que pudieran encontrar-se en el relleno o en el nivel freático y que poten-cialmente sean peligrosas.

3.2.6 - Efectos para la salud, inmediatos y a largo pla-zo.

Los efectos sobre la salud van a ser dependientes del tipo de sustancias que hayan entrado en la conducción, pero debe de impedirse cualquier efecto mediante la aplicación de una profilaxis adecuada.

3.2.7 - Acciones inmediatas.

Una vez producida la ruptura, cuando sea posible, cerrar suavemente las válvulas de corte en sentido inverso a la circulación del agua, es decir, primero la posterior y después la anterior, para impedir la entrada de sustancias extrañas.

Cuando sea posible, eliminar el agua del punto de ruptura mediante una zanja de drenaje, de modo que el agua y fango no entren en la tubería.

3.2.8 - Acciones correctoras.

Una vez reparada la rotura, si la infraestructura lo permite, realizar siempre las siguientes actuacio-nes:

Eliminar por el desagüe todas las sustancias que hayan entrado dentro de la conducción. Después, hacer circular agua por el tramo afectado hasta que deje de salir turbia. RD 140/2003 - Artículo 12: Distribución del agua de consumo humano.

Desinfectar el tramo y vaciarlo. Si no es posible aislar la zona, se deja circular agua clorada a través de la reparación hacia el desagüe, asegu-rándose que llega casi con el mismo contenido de cloro y turbiedad similar a la habitual. RD 140/2003

- Artículo 12: Distribución del agua de consumo humano.

Limpiar y desinfectar todas las piezas a utilizar en la reparación. RD 140/2003 –Artículos 8 y 12: Con-ducción del agua y Distribución del agua de con-sumo humano, respectivamente.

3.2.9 - Medidas preventivas.

Las medidas preventivas no son las más eficaces, salvo que se trate de renovar las conducciones. Las más importantes son:

• No someter las conducciones a sobrepresio-nes.

• Renovar la red con materiales resistentes y adecuados. RD 140/2003 -Artículo 8: Conduc-ción del agua.

• Sectorizar y mallar la red de distribución e intercalar las válvulas que se consideren indis-pensables. RD 140/2003 -Artículo 12: Distribu-ción del agua de consumo humano.

• Mantener alejadas las redes de agua potable y las de agua residual para impedir la entrada de ésta última. Seguir las normas de edifica-ción y urbanización de cada CCAA o del mu-nicipio, si las tuviera; y en su defecto las Nor-mas Tecnológicas de la Edificación (Alcantari-llado, Abastecimiento, etc.) que especifica como mínimos 60 cm en la vertical y 50 en ho-rizontal.

• Las Normas Tecnológicas de la Edificación son un conjunto de 155 normas establecidas por el Decreto 3565/1972 de 22 de diciembre del Mi-

2 Problemática por la rotura de tuberías.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

nisterio de la Vivienda (B.O.E. 15 de enero de 1973), y a las que el Real Decreto 1650/1977, de 10 de junio que establece las Normas Bási-cas de la Edificación (B.O.E. 9 de julio de 1977), da la categoría de soluciones técnicas recomendables para los casos prácticos nor-males en edificación. Estas normas son de aplicación voluntaria, al poderse adoptar otras reglas y condiciones que cumplan igualmente las disposiciones básicas. Entre ellas, Instalaciones de redes generales de abastecimiento e instalaciones de redes ge-nerales de alcantarillado.

• Poner suficientes dispositivos de vaciado en la red de distribución de agua potable. RD 140/2003 - Artículo 12: Distribución del agua de consumo humano.

• Cuando pueda programarse la reparación, y la población afectada sea importante, adver-tir a la misma sobre la actuación a realizar. RD 140/2003 - Artículo 29: Información al consu-midor.

Problemática por la rotura de tuberías. 3

3.2.9.1 Información al con-sumidor y a la Autori-dad competente.

El gestor del abastecimiento, de forma inmediata, deberá poner en conocimiento de la autoridad sanitaria, la incidencia acaecida en el abasteci-miento.

Conjuntamente, el gestor, la autoridad sanitaria y el Municipio, en su caso, valorarán y coordinarán la transmisión de la información sobre la inciden-cia a los consumidores, teniéndose en cuenta lo establecido por el RD 140/2003.

NOTA: Respecto de la información al usuario y a la autoridad competente, cuando se trate de olores y/o sabores debidos a los materiales asociados al propio domicilio del consumidor o a su gestión, se le comunicarán las recomendaciones del Código Técnico de Edificación.

Madrid, enero 2005.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Incidencias microbiológicas. 1

3.11 Incidencias microbiológicas.

3.11.1 - Palabras clave.

Agua, Coliformes, E. coli, Enterococos, Clostridium per-fringens, biofilm, biocapa, microorganismos, sifonaje.

3.11.2 - Descripción.

Incremento significativo del número de muestras con resultados positivos en los parámetros microbiológicos, o con recuentos mayores de lo habitual, con simultanei-dad en el espacio y/o en el tiempo.

3.11.3 - Causas probables o posibles.

Entre las causas que pueden originar esta incidencia, se enumeran a modo de ejemplo las siguientes:

• Incremento significativo de la contaminación mi-crobiológica de las aguas brutas que superan la capacidad del tratamiento previsto.

• Prácticas operacionales insuficientes de la ETAP

• Discontinuidades en el tratamiento en general y fallos en la desinfección , que provoquen lagunas puntuales en la eficacia del mismo

• Acumulación de sedimentos en Depósitos

• Desarrollo de biofilm o biocapa en diferentes partes del sistema de abastecimiento

• Entrada por sifonamientos de aguas ajenas a la red de agua de consumo. . (ver recomendación 3.1)En aguas subterráneas, contaminación procedente del terreno o de la tubería de impulsión del pozo, tras épocas de inactividad.

• Rotura de conducciones, maniobras y acciones de mantenimiento inadecuadas de la red de distribu-ción (ver recomendaciones 3.2 y 3.3)

3.11.4 - Detección.

Control microbiológico rutinario.

La presencia de indicadores químicos de contaminación fecal así como la ausencia de agente desinfectante residual puede alertar sobre una posible contaminación microbiológica.

3.11.5 - Efectos inmediatos so-bre la calidad del agua.

Incumplimiento de los valores paramétricos (VP) micro-biológicos. Posibilidad de declaración de “agua no apta para el consumo”

3.11.6 - Efectos para la salud inmediatos y a largo plazo.

Posibilidad de brotes infecciosos por otros microorganis-mos asociados a los indicadores detectados. Estos efec-tos se manifiestan de forma inmediata o a corto plazo.

3.11.7 - Acciones inmediatas.

Se citan a continuación una serie de acciones inmedia-tas a realizar, aunque el orden de las mismas no es nece-sariamente preferencial.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Incidencias microbiológicas. 2

a) Parámetros Anexo I parte A del Real Decreto 140/2003 (E. coli, En-terococos)

1. Purga inmediata de la zona de la red en donde esté

situado el punto de muestreo en cuyo análisis se de-tecta la contaminación microbiológica.

2. Paralelamente se iniciará una recogida de informa-ción para conocer posibles anomalías (falta de clo-ro, acciones de mantenimiento, averías etc).

3. Repetición del muestreo para confirmación de los resultados obtenidos en un plazo no superior a 24 horas, tanto en el punto de muestreo como en pun-tos adyacentes. En estas muestras además del mi-croorganismo detectado, se investigará como mí-nimo el Cloro residual libre o combinado. En caso de resultado negativo en el muestreo de confirma-ción, es recomendable para el cierre de la inciden-cia, el análisis de una nueva muestra consecutiva, preferentemente antes de 72 horas, que confirme el resultado negativo.

4. Si al repetir el muestreo se confirmase la presencia de microorganismos, realizar una recogida de in-formación mediante una inspección de las con-ducciones y las acometidas asociadas para formu-lar la apropiada respuesta que podría incluir la deci-sión de notificaciones a las autoridades sanitarias y a los consumidores.

5. Envío rápido de aviso por cada muestra no confor-me confirmada desde el laboratorio a la estación de tratamiento (ETAP) o al área responsable para estudio de posibles causas.

6. Dependiendo de las características del abasteci-miento, puede ser útil una elevación de las concen-traciones de desinfectante.

7. Limpieza de sedimentos en los diferentes elementos del sistema (depósitos, red de distribución, etc)

8. Si el agua procede de un recurso subterráneo, tra-tamiento de la tubería de impulsión del pozo con so-lución de hipoclorito sódico comercial (aprox. 150 g/L) y bombeo prolongado de agua tras unas horas de contacto con el agente desinfectante.

9. Según la gravedad del problema, puede ser nece-sario dar aviso a la población de hervir el agua para consumo directo, al menos durante unos minutos mientras dure la incidencia.

b) Parámetros Anexo I parte C del Real Decreto 140/2003 (Coliformes Totales)

1. Se recomienda la purga inmediata de la zona de la

red en donde esté situado el punto de muestreo en cuyo análisis se detecta la contaminación microbio-lógica.

2. Paralelamente se iniciará una recogida de informa-ción para conocer posibles anomalías (falta de clo-ro, acciones de mantenimiento, averías etc).

3. Repetición del muestreo y análisis para confirma-ción de los resultados obtenidos en un plazo no su-perior a 24 horas, tanto en el punto de muestreo como en puntos adyacentes. En estas muestras además del microorganismo detectado, se investi-gará como mínimo el Cloro residual y E. coli. En caso de resultado negativo en el muestreo de confirma-ción, es recomendable para el cierre de la inciden-cia, el análisis de una nueva muestra consecutiva, preferentemente antes de 72 horas, que confirme el resultado negativo.

4. Si al repetir el muestreo se confirmase la presencia de microorganismos, realizar una recogida de in-formación mediante una inspección de las con-ducciones y las acometidas asociadas para formu-lar la apropiada respuesta que podría incluir la de-cisión de notificaciones a las autoridades sanitarias y a los consumidores. Podría deberse a discontinuida-des en el tratamiento, reparaciones momentáneas o sifonaje. En cambio, pautas de variación cíclica, sobre todo en periodos cálidos, apuntarían a des-prendimientos de biofilm o biocapa.

5. Si en las confirmaciones se detectase E. coli, tratar como en el apartado a)

6. Dependiendo de la amplitud del problema, desin-fectar la zona de red, adoptando las oportunas precauciones (p. ej. avisando a los consumidores que no consuman el agua hasta nuevo aviso) para que el agua no llegue durante este proceso a los consumidores o bien elevar la dosificación de desin-fectante en la ETAP.

7. Si el agua procede de un recurso subterráneo, tra-tamiento de la tubería de impulsión del pozo con so-lución de hipoclorito sódico comercial (aprox.-150 g/L) y bombeo prolongado de agua tras unas horas de contacto con el agente desinfectante.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Incidencias microbiológicas. 3

c) Parámetros Anexo I parte A del Real Decreto 140/2003 (Clostridium perfringens)

Este microorganismo, por su resistencia, es un indicador de contaminación lejana en el tiempo que puede aso-ciarse a problemas en el tratamiento (etapa de filtra-ción) o bien en el caso de aguas subterráneas cuyo único tratamiento es la desinfección pueden estar aso-ciados a la contaminación del terreno o al sistema de extracción e incluso de muestreo.

1. Purga inmediata de la zona de la red en donde esté situado el punto de muestreo en cuyo análisis se de-tecta la contaminación microbiológica.

2. Paralelamente se iniciará una recogida de informa-ción para conocer posibles anomalías (falta de clo-ro, acciones de mantenimiento, averías, problemas en el tratamiento, etc).

3. Repetición del muestreo para confirmación de los resultados obtenidos en un plazo no superior a 24 horas, tanto en el punto de muestreo como en pun-tos adyacentes. En estas muestras además del mi-croorganismo detectado, se investigará como mí-nimo el cloro residual libre o combinado y la turbi-dez. Estos parámetros se comprobarán también en salida de ETAP.

4. En caso de confirmarse la presencia de microorga-nismos, repetir las actuaciones de purgas en red con mayor extensión y duración, realizar una recogida de información mediante una inspección de las conducciones y de la ETAP y depósitos asociados para formular la apropiada respuesta que podría incluir la decisión de notificaciones a las autoridades sanitarias y a los consumidores. Si la turbidez es supe-rior a 5 en la ETAP o depósitos, es recomendable la toma de muestras para determinación de Cryptos-poridium parvum, en lugares estratégicos donde sea posible esta actuación. (Tener en cuenta que este muestreo requiere entre 100-1000 litros de agua y la instalación de un dispositivo para concentración de muestras).

5. Si el agua procede de un recurso subterráneo, tra-tamiento de la tubería de impulsión del pozo con so-lución de hipoclorito sódico comercial (aprox. 150 g/L) y bombeo prolongado de agua tras unas horas de contacto con el agente desinfectante.

3.11.8 - Acciones correctoras.

Estudio para determinar la causa y origen de la conta-minación. De los resultados obtenidos se deducirán las acciones correctoras a implantar, que a modo de ejem-plo se citan las siguientes:

1. Revisión o modificación del esquema de trabajo.

2. Revisión en el diseño de las instalaciones que pue-dan haber incidido en la anomalía (mallado de re-des, dimensionado de instalaciones de desinfec-ción, adecuación del tamaño de las conducciones, etc).

3. Incremento temporal de los controles de la calidad del agua en la zona.

4. Realización de purgas programadas de la red con fines de eliminación de biofilm o biocapa.

3.11.9 - Medidas Preventivas. 1. Adecuado diseño del protocolo de muestreo mi-

crobiológico.

2. Utilización del análisis rutinario de parámetros senci-llos que puedan ayudar en la detección precoz de condiciones favorables para desarrollos de microor-ganismos, como recuento de bacterias heterótrofas.

3. Mantener una buena circulación del agua a través de la red y eliminar la acumulación de sedimentos en las tuberías.

4. Mantenimiento en carga (presión positiva) de las conducciones.

5. Evitar los cambios bruscos de sentido de circulación del agua, presión y velocidad.

6. Realizar una programación de lavado sistemático de la red de distribución desde el origen al final con el fin de controlar los desarrollos de biofilm.

7. Limpieza periódica de Depósitos.

8. Favorecer una buena circulación del agua en los depósitos, evitando los altos tiempos de residencia.

9. Instaurar buenas prácticas de mantenimiento, repa-ración e instalación de las conducciones.

10. En el caso de redes interiores realizar un lavado programado de los mismos, ya que necesariamente su configuración presenta finales de red de variada antigüedad.

11. Purgas de las redes interiores tras periodos de no utilización.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Incidencias microbiológicas. 4

12. Limpieza de los depósitos interiores y colocación de los mismos a salvo de contaminaciones externas por crecimiento de algas y calentamientos excesi-vos, así como mantenerlos convenientemente ta-pados. (R.D. 140/2003).

3.11.10 - Información al consu-midor y a la Autoridad competente.

El gestor del abastecimiento, de forma inmediata, debe-rá poner en conocimiento de la autoridad sanitaria, la incidencia acaecida en el abastecimiento.

Conjuntamente, el gestor, la autoridad sanitaria y el Municipio, en su caso, valorarán y coordinarán la trans-misión de la información sobre la incidencia a los con-sumidores, teniéndose en cuenta lo establecido por el RD 140/2003.

Madrid, enero 2005.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Recomendaciones de actuación ante la limpieza de depósitos. 1

3.10 Recomendaciones de actuación ante la limpieza de depósitos.

3.10.1 - Palabras clave.

Depósito, limpieza, desinfección, lavado, desincrusta-ción, neutralización, vertido, sedimento.

3.10.2 - Objeto.

El objeto de esta instrucción de trabajo es establecer recomendaciones de actuación en los depósitos de agua para proceder a su limpieza con función de desin-crustación y desinfección, conservación y protección con la frecuencia necesaria.

3.10.3 - Alcance.

Estas recomendaciones son de aplicación, en ausencia de otras propias, para todos los depósitos que entran en contacto con el agua de consumo humano, ya sean de cabecera, regulación, distribución, o de bombeo.

3.10.4 - Documentación apli-cable.

Real Decreto 140/2003, de 7 de febrero, por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo humano (RD 140/2003).

Norma AWWA STANDARD C652-02 del 1 de agosto de 2002 "Desinfection of water-storage facilities",

Norma UNE-EN 1508:1999. Abastecimiento de agua. Requisitos para sistemas y componentes para el alma-cenamiento de agua

Especificación Técnica de AEAS, divulgada en 1995, y que tiene por objeto facilitar a los abastecimientos de agua unos criterios sobre mantenimiento, limpieza y desinfección de depósitos de un sistema de distribución de agua potable.

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31/1995) y los decretos que la desarrollen, en especial lo concer-niente a “espacios cerrados o confinados” y “productos químicos”: R.D. 374/2001, de 6 de abril sobre la protec-ción de la salud y seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con los agentes químicos duran-te el trabajo.

Para riesgos eléctricos e iluminación interior: R.D. 614/2001, de 8 de junio, sobre disposiciones mínimas para la protección de la salud de los trabajadores frente al riesgo eléctrico y R.D. 842/2002, del 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento electrotécnico para baja tensión.

ara los equipos de protección individual: R.D. 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguri-dad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de protección individual.

3.10.5 - Frecuencia.

En concordancia con el Art. 11 del RD 140/2003, se efec-tuarán inspecciones periódicas y la limpieza de los depó-sitos tendrá una función de desinfección y desincrusta-ción. La periodicidad de la limpieza se adecuará a la calidad del agua, las dimensiones y a los condicionantes operativos del depósito, siendo recomendable no su-perar un periodo máximo comprendido entre 3- 5 años.

Cuando lleguen al depósito aguas con hierro o manga-neso, cuando se concentren aguas turbias en el mismo, así como, tras paradas prolongadas y actuaciones de reparación o modificaciones estructurales significativas, la frecuencia de limpieza debe acortarse de forma que se garantice la calidad del agua en todo el volumen del depósito.

Tanto de la limpieza como de la inspección, en su caso, deberá dejarse constancia con un registro que cumpla lo especificado en el punto 3.12.8 y además, cuando se

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Recomendaciones de actuación ante la limpieza de depósitos. 2

realiza la limpieza, se introducirá la fecha de la misma al SINAC en el apartado correspondiente.

3.10.6 - Responsabilidad.

Es responsabilidad del gestor de los depósitos, la planifi-cación, organización, ejecución y registro de la limpieza del depósito. Estas actuaciones constarán en el Protoco-lo de Autocontrol y Gestión del abastecimiento.

3.10.7 - Desarrollo de la activi-dad.

Preparativos.

Variará ligeramente si el depósito es de uno o varios vasos independientes, y, en todos los casos se tendrán en cuenta las siguientes precauciones:

Revisión previa del estado de las válvulas de secciona-miento, de los desagües, así como todo tipo de rejillas, respiraderos, aberturas etc.

Contar con personal suficiente y formado para ello, cumpliendo con lo dispuesto en el Real Decreto 202/2000 de 11 de febrero, por el que se establecen las normas relativas a los manipuladores de alimentos.

Disponer de los utensilios adecuados y equipos de pro-tección personales (cepillos, rastrillos, botas lavadas, reactivos desinfectantes, equipos de agua a presión, máscaras con protección facial, etc.) Imponiendo las medidas de seguridad e higiene necesarias para el desarrollo de la actividad en su totalidad.

Para desinfectar correctamente los utensilios, sumergirlos en un recipiente con agua con más de 20 mg/l de cloro libre durante 30 minutos, antes de su uso y durante el mismo si fuera preciso.

Los productos utilizados en el lavado, la desincrustación y la desinfección del depósito deberán cumplir con la legislación vigente, ya sea de agua de consumo o ali-mentaria. En este sentido, se excluyen explícitamente los productos específicos para torres de refrigeración.

Prever la iluminación y ventilación de acuerdo a las normas de seguridad vigentes para locales confinados y húmedos.

Valorar las posibles repercusiones de la actuación en el suministro y avisar a la Autoridad Municipal y a la pobla-ción cuando por causa de la limpieza se puedan produ-cir alteraciones, tales como cortes, cambios de presión, alteración de la turbidez y del color...

NOTA: Cuando se trate de poblaciones en las que el consumo se incremente de forma estacional, hacer coincidir la limpieza del / los depósitos con una fecha de bajo consumo.

Disponer de neutralizante suficiente (tiosulfato sódico, bisulfito sódico, sulfito sódico o agua oxigenada) para eliminar el cloro residual después de la desinfección del depósito. Cuando se utilicen desincrustantes ácidos prever la neutralización antes del vaciado.

Cuando se planteen dudas sobre la aplicación del neu-tralizante, consultar al proveedor habitual del producto o a un especialista en la materia.

Conocer adonde va el agua de vaciado, para evitar daños materiales (afectación a terrenos colindantes, edificios, red de alcantarillado...)

Vaciado del depósito.

No desperdiciar agua. Vaciar por consumo al máximo sin que entren sedimentos o aire en la conducción de salida a la red.

Iniciar el vaciado teniendo en cuenta el caudal de de-sagüe, de modo que la operación de limpieza tenga las menores repercusiones posibles sobre los consumidores.

Cerrar la válvula de salida a la red durante la limpieza ya que el olvido de esta operación puede permitir la salida de agua contaminada o de sedimentos a los consumi-dores.

Limpieza del vaso.

La limpieza deberá tener una función de desincrustación y desinfección, seguida de un aclarado con agua.

En general, el método de limpieza consistirá en, una vez vaciado el depósito, proceder a la eliminación de todos los restos de sedimentos e incrustaciones de las paredes y la solera por el rastrillado y barrido. A continuación se realiza una limpieza con agua a presión hasta la obser-vación de aguas limpias.

Cuando se utilicen productos de limpieza a partir de ácidos orgánicos y minerales para eliminar las incrusta-ciones, algas y sedimentos de toda naturaleza, deberán neutralizarse previamente al vaciado.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Recomendaciones de actuación ante la limpieza de depósitos. 3

Se debe empezar por la parte superior de la instalación y acercándose al desagüe.

Antes de proceder a la desinfección, se realizarán las obras de reparación y mantenimiento necesarias; en especial se revisarán las rejillas y aberturas que existan en el depósito, que deberán estar en condiciones satisfac-torias para prevenir cualquier contaminación y se realiza-rá una inspección detallada por un técnico sobre todas

las estructuras, ventilaciones y dispositivos de acondicio-namiento.

Desinfección de vaso.

Proceder de la siguiente manera para la desinfección:

Opción 1.

Rociar con agua a baja presión hiperclorada (sobre 25 mg/L o ppm de cloro libre residual) las paredes verticales, suelo del depósito, escaleras, tuberías, ventanas y el techo si fuera necesario. Si no se dispone de una máquina a presión, puede ser proyectada por medio de pulverizadores manuales o rodillos de pintar. En la tabla siguiente se detallan las cantidades de producto a utilizar.

Dosis de hipoclorito sódico o pastillas de hipoclorito cálcico para alcanzar 25 ppm de cloro activo en el agua para pulverizar las paredes del depósito.

Volumen de disolución a preparar. Litros.

Hipoclorito sódico al 4% (p/p) y 40 g/L (aprox.) Mililitros.

Hipoclorito sódico al 7% (p/p) y 80 g/L (aprox.) Mililitros.

Hipoclorito sódico al 12% (p/p) y 150 g/L (aprox.) Mililitros.

Pastillas H.T.H. Hipoclorito cálcico al 65% (sólido) Gramos.

10 6,3 3,0 1,7 0,4

20 12,5 6,1 3,4 0,8

30 18,8 9,1 5,1 1,2

40 25,0 12,2 6,8 1,5

50 31,3 15,2 8,4 1,9

100 62,5 30,5 16,9 3,8

200 125,0 61,0 33,8 7,7

300 187,5 91,5 50,7 11,5

400 250,0 122,0 67,6 15,4

500 312,5 152,4 84,5 19,2

1000 625,0 304,9 168,9 38,5

Dicha solución deberá aplicarse a todas las superficies a ser tratadas, incluyendo los canales de entrada y desa-gües.

Las superficies tratadas deberán permanecer en contac-to con la solución desinfectante al menos 30 minutos.

Transcurrido el tiempo anterior, aclarar con agua de consumo todas las superficies sometidas al desinfectan-te, hacer subir el nivel del agua unos centímetros sobre el punto más alto de la solera, medir el cloro libre y neutrali-zar si fuera necesario, ese residual de cloro, extendiendo el neutralizante sobre la superficie del agua en la pro-porción que se indica en la siguiente tabla:

Tabla de productos neutralizantes

Neutralizante para cloro Dosis de producto puro por cada ppm de cloro libre y por cada m³ de agua almacenada.

Bisulfito sódico puro (NaHSO3) 2,0 g

Tiosulfato sódico puro (Na2 S2O3) 2,8 g

Sulfito sódico puro (Na2 SO3) 2,3 g

Agua oxigenada (200 volúme-nes o 50% peso) (H2O2) 5,0 g

Las dosis son orientativas y dependen de otras reacciones que se pro-duzcan en el agua, especialmente con el uso del agua oxigenada, así como de la temperatura y del pHx

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Recomendaciones de actuación ante la limpieza de depósitos. 4

Agitar el agua del fondo con cepillos o chorros de agua a presión, volver a medir el cloro en diferentes puntos y cuando esté neutralizado proceder al vaciado.

Barrer con los cepillos arrastrando los restos y el agua del suelo hacia el desagüe.

Si fuese necesario realizar otro aclarado, se repetirá la operación anterior. A partir del momento en que se realice el último vaciado, debe abandonarse el depósito y volver a introducir unos centímetros de agua para después vaciar y proceder al enjuague final antes del llenado definitivo.

Opción 2.

Llenar el depósito a ras con agua potable, a la cual se añadirá suficiente cloro para proporcionar no menos de 10 mg/l de cloro residual libre al final del período de desinfección que será como mínimo de 6 horas. Después del período de contacto o desinfección, el cloro residual libre en el depósito será neutralizado, de acuerdo a la tabla de neutralizantes expuesta anteriormente, para ser

vaciado completamente sin causar perjuicios me-dioambientales.

Se vuelve a llenar con agua apta para el consumo con desinfectante residual en las concentraciones habitua-les, quedando dispuesto para su incorporación a la distribución.

Con la finalidad de ahorrar agua, también es factible:

Esperar el tiempo suficiente hasta que la concentración de desinfectante alcance los valores habituales en el depósito (puede tardar varios días).

Realizar un vaciado parcial del agua contenida en el depósito y diluir el desinfectante con agua apta para el consumo hasta los valores adecuados para su distribu-ción. Normalmente requiere el transcurso de un tiempo adicional hasta que se alcancen los valores deseados para la distribución.

Opción 3.

Vaciar el depósito hasta que quede aproximadamente el 5 % del volumen máximo. Añadir desinfectante para formar una solución de 25 mg/L o ppm de cloro residual libre. En la tabla siguiente se detallan las cantidades de producto a utilizar.

Dosis de hipoclorito sódico o pastillas de hipoclorito cálcico para alcanzar 25 ppm de cloro activo en el 5% del agua de un depósito.

Volumen de agua en el depósito para hiperclorar (m3)

Hipoclorito sódico al 4% (p/p) y 40 g/L (aprox.) (Litros)

Hipoclorito sódico al 7% (p/p) y 80 g/L (aprox.) (Litros)

Hipoclorito sódico al 12% (p/p) y 150 g/L (aprox.) (Litros)

Pastillas H.T.H. Hipo-clorito cálcico al 65% (sólido) Gramos.

2 1,3 0,6 0,3 76,9

5 3,1 1,5 0,8 192,3

10 6,3 3,0 1,7 384,6

20 12,5 6,1 3,4 769,2

30 18,8 9,1 5,1 1153,8

40 25,0 12,2 6,8 1538,5

50 31,3 15,2 8,4 1928,1

100 62,5 30,5 16,9 3846,2

150 93,8 45,7 25,3 5769,2

200 125,0 61,0 33,8 7692,3

400 250,0 122,0 67,6 15384,6

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Recomendaciones de actuación ante la limpieza de depósitos. 5

Mantenerla en el depósito un período no inferior a 6 horas.

Posteriormente se llenará hasta el máximo volumen, añadiendo agua apta para consumo sobre el agua altamente clorada y permanecerá lleno por un período no inferior a 24 horas. Si el cloro residual libre fuera inferior a 2 mg/L se complementará hasta esa concentración, de forma aproximada.

Transcurridas las 24 horas, neutralizar el cloro libre y des-echar el agua sin causar perjuicios medioambientales.

Llenado y puesta en servicio.

A partir del vaciado del agua de aclarado del deposito, se procederá a su llenado controlando el contenido de cloro residual en el agua, tantas veces como sea nece-sario, (buscando el valor habitual), manteniendo la vál-vula de salida a la red cerrada; se anotarán estos resul-tados en el correspondiente registro, y se tomarán mues-tras para el análisis correspondiente (análisis de control y de parámetros adicionales según las circunstancias propias del depósito y del sistema de limpieza). Cuando el nivel del agua en el depósito haya alcanzado la altura suficiente, proceder a la reposición del suministro abriendo la válvula lentamente. Si los valores de cloro residual no se mantienen próximos a los habituales, inves-tigar y corregir el problema antes de restablecer el sumi-nistro.

3.10.8 - Registro de la limpieza.

A continuación se procederá a la anotación en el Regis-tro de mantenimiento, los siguientes datos:

• Empresa que ejecuta la limpieza.

• Fecha de la realización de las tareas.

• Descripción de la limpieza.

• Duración de la misma.

• Estado del depósito antes de la limpieza: suciedad, presencia de elementos extraños, situación de la in-fraestructura y valvulería etc.

• Resultados obtenidos en los análisis de cloro.

• Productos utilizados.

• Dosis y tiempo de actuación.

• Reparaciones, etc.

• Visto bueno del responsable técnico

Y además, se introducirá la fecha de ejecución de la limpieza y los productos utilizados en el SINAC.

3.10.9 - Advertencias.

Todos los vertidos procedentes de cualquier limpieza y desinfección, deberán cumplir la legislación medioam-biental vigente, especialmente en lo que se refiere a los límites máximos permitidos para vertidos a cauce público o alcantarillado conectado a sistema de saneamiento público, en función de la ubicación de cada instalación.

3.10.10 - Equivalencias.

1 ppm = 1 mg/l = 1 g/m³

3.10.11 - Información al consu-midor y a la Autoridad competente.

El gestor del abastecimiento, deberá poner en conoci-miento de la autoridad sanitaria, que se va a efectuar una limpieza del depósito.

Madrid, enero 2005.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Problemas originados por la maniobra de válvulas en la red. 1

3.3 Problemas originados por la maniobra de válvulas en la red.

3.3.1 - Palabras clave

Enturbiamiento, válvula, maniobra, purgas.

3.3.2 - Descripción.

La apertura y cierre de válvulas en la red genera cam-bios del flujo del agua en una conducción, pudiendo ocasionarse el levantamiento de los sedimentos existen-tes en función de la variabilidad del primero y su turbu-lencia y la cantidad y coexistencia de los depósitos. La respuesta es el enturbiamiento del agua en mayor o menor medida.

3.3.3 - Causas probables o po-sibles.

La causa en este caso es la manipulación de las válvulas que cambian el sentido del flujo o variaciones de velo-cidad, o bien, originan turbulencias, cuyos efectos son, en los tres casos, el levantamiento de los sedimentos no compactados.

En muchos casos un consumo excesivo o una gran fuga producen el mismo efecto de arrastre de sedimentos. Un ejemplo común, es el enturbiamiento del agua de la red en la época de llenado de las piscinas.

3.3.4 - Detección.

La detección es fácil en la mayoría de los casos, suele aparecer enturbiamiento del agua en la zona afectada. A veces, es difícil separarla de otras causas, por lo que debe de compararse con el origen del agua (turbiedad en el depósito) y correlacionar con las actuaciones realizadas en las válvulas.

3.3.5 - Efectos inmediatos sobre la calidad del agua.

Los efectos son inmediatos y pasajeros generalmente manifestándose como enturbiamiento.

A veces, tratándose de conducciones grandes en las que la falta de calidad del agua ha ido sedimentando partículas con frágil cimentación, el enturbiamiento puede perdurar varios días o semanas, ya que se produ-ce una discontinuidad, que por el efecto de la erosión se va prolongando a lo largo de la conducción.

3.3.6 - Efectos para la salud inmediatos y a largo pla-zo.

Teniendo la seguridad de que se trata de sedimentos y existiendo cloro libre en el agua, podemos afirmar que el riesgo es bajo para la salud.

Es muy importante asegurarse del origen del enturbia-miento, no pueda enmascarar otro origen externo con riesgo para la salud.

3.3.7 - Acciones inmediatas.

Seguir la evolución del enturbiamiento una vez detecta-do el mismo, asegurándose de la existencia de cloro residual en todo momento, que coincida con las actua-ciones en las válvulas y descartar fehacientemente cualquier otro origen.

Si el enturbiamiento va a la baja y desaparece en minu-tos se da por finalizada la actuación.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Problemas originados por la maniobra de válvulas en la red. 2

No requiere el corte del suministro ni la comunicación a la población. Es muy probable que de practicar el corte, al restablecer el servicio se incrementará el grado de enturbiamiento.

3.3.8 - Acciones correctoras.

Si el enturbiamiento perdura con presencia de cloro es recomendable practicar purgas largas a la red por desagües de gran volumen.

En casos especiales, que el enturbiamiento se mantiene a ciertas horas del día por periodos largos, se recomien-da hacer un agitado y aclarado de la zona afectada mediante la inyección de aire en puntos estratégicos. Ver recomendación 3.13 de actuación ante la limpieza de la red.

3.3.9 - Medidas preventivas

Es evidente que las medidas preventivas van a ser las más eficaces en la lucha contra el enturbiamiento por levantamiento de sedimentos. Las más importantes son:

Tratar adecuadamente el agua para que le llegue el menor número de partículas a la red. RD 140/2003 - Artí-culo 10: Tratamiento de potabilización del agua de con-sumo humano.

Distribuir agua en equilibrio, con el índice de Langelier comprendido entre �0,5. Tanto las aguas agresivas como las incrustantes acumulan sedimentos en la red de distribución. RD 140/2003 -Tabla C del Anexo I: Paráme-tros indicadores.

Eliminar los finales de red mediante un mallado correcto. RD 140/2003 - Artículo 12.1: Distribución del agua de consumo humano.

Practicar purgas adecuadas por la noche de forma frecuente, estableciendo un cronograma de purgas. RD 140/2003 - Artículo 12.1: Distribución del agua de consu-mo humano.

Cuando la situación de enturbiamientos sucesivos se hace frecuente practicar un agitado enérgico seguido del aclarado de la red de distribución.

3.3.10 - Información al con-sumidor y a la Autori-dad competente.

El gestor del abastecimiento, de forma inmediata, debe-rá poner en conocimiento de la autoridad sanitaria, la incidencia acaecida en el abastecimiento.

Conjuntamente, el gestor, la autoridad sanitaria y el Municipio, en su caso, valorarán y coordinarán la trans-misión de la información sobre la incidencia a los con-sumidores, teniéndose en cuenta lo establecido por el RD 140/2003.

NOTA: Respecto de la información al usuario y a la auto-ridad competente, cuando se trate de olores y/o sabo-res debidos a los materiales asociados al propio domicilio del consumidor o a su gestión, se le comunicarán las recomendaciones del Código Técnico de Edificación.

Madrid, enero 2005.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Problemas originados por la presencia de color en el agua. 1

3.4 Problemas originados por la presencia de color en el agua.

3.4.1 - Palabras clave

Color, cualitativo, agua.

3.4.2 - Descripción

El criterio cualitativo de que el agua es incolora es válido para una inspección sanitaria inicial. Por tanto cualquier alteración del color, definible por el consumidor como anormal, indica la aparición de una incidencia.

3.4.3 - Causas probables o po-sibles

Son diversos factores los que pueden provocar una alte-ración en el color del agua perceptible por el consumi-dor.

Los síntomas más habituales perceptibles por el consu-midor se recogen en la siguiente tabla:

Aspecto

Causa probable

Blanco/lechoso. Elevada presión en la red.

Terroso. Tras maniobras en la red, normalmen-te consecuencia de averías y poste-riores reparaciones, puede entrar tierra en las tuberías, que provoca por arrastre la aparición de color.

Pardo, Pardo-rojizo, amarronado

Suele deberse a los materiales con los que están construidas las tuberías: cobre, hierro. Tras periodos más o menos largos sin consumo, puede producirse una disolución parcial de los materiales y dar coloración al agua. Este punto puede ser espe-cialmente importante cuando en la casa, existe un depósito individual o un termo con depósito acumulador. Esta coloración puede deberse a la presencia de hierro (Fe) y/o manga-neso (Mn) no eliminado durante el proceso de tratamiento. En el caso de elevadas concentraciones de Mn el color es más negruzco

Varios: verde, azul...

Puede ser producido por el sifona-miento de cisternas de W.C. que contienen desinfectantes coloreados, que pasan al sistema de distribución, después de un cambio de presión en la red. También puede aparecer otro color debido a motivos parecidos pero con otro origen (ver apartado 3.1.)

3.4.4 - Detección

La detección es fácil en todos los casos, suele aparecer coloración anormal, perceptible por el consumidor, acompañada o no de enturbiamiento del agua en la zona afectada.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Problemas originados por la presencia de color en el agua. 2

3.4.5 - Efectos inmediatos sobre la calidad del agua

Los efectos son inmediatos y se manifiestan con la apari-ción de coloración. Cuando se observen cambios apre-ciables por el consumidor, debe evitarse su consumo hasta volver a las condiciones normales (incolora).

3.4.6 - Efectos para la salud inmediatos y a largo plazo

La alteración del olor y/o del sabor indica que hay un problema, normalmente inespecífico y fácil de detectar. Es muy importante asegurarse del origen de la inciden-cia para evitar que otros problemas con efectos similares en el agua, no enmascararen otra causa externa con riesgo para la salud.

3.4.7 - Acciones inmediatas

No consumir el agua del grifo hasta comprobar que se ha solucionado el problema.

Dejar correr el agua al máximo caudal durante unos minutos. Valorar si tras esa purga-arrastre el problema parece haberse solucionado.

Desmontar (cuando sea posible y fácil) el filtro (o difusor) que suelen llevar los grifos domésticos (especialmente los de cocina y baños), y proceder a su limpieza y posterior colocación. En el caso de que haya sistemas de trata-miento de agua, en el domicilio, seguir las instrucciones de mantenimiento para estos casos.

Preguntar a consumidores cercanos sobre si el problema es comunitario o individual.

Si hubiese un depósito o termo-acumulador en particu-lar, deberá procederse a su inspección visual y, si es necesario, su vaciado o purga y limpieza, a poder ser por ejemplo con agua hiperclorada. Para ello añadir lejía apta para la desinfección de agua de consumo –indicado en la etiqueta comercial- hasta una concen-tración final del orden de 20 mg/L de cloro activo, se-gún la siguiente nota:

NOTA: RTS de lejías (RD 3360/83, modificado por RD 349/93). Para que una lejía sea “apta para la desinfec-

ción del agua de bebida” debe tener un contenido en cloro activo no inferior a 35 g/L ni superior a 60 g/L.

Así para una lejía comercial de:

• Contenido de cloro activo: 40 g/L, añadir 0,5 mL por litro de agua (500mL por m3)

• Contenido de cloro activo: 50 g/L, añadir 0,4 mL por litro de agua (400 mL por m3)

• Contenido de cloro activo: 60 g/L, añadir 0,3 mL por litro de agua (300 mL por m3)

Para obtener una concentración final de 20 mg/L

En el caso de la mayoría de los grifos monomando, la posición central, corresponde a mezcla de agua fría y caliente; si existe un termo-acumulador, hacer la com-probación con el grifo en la posición exclusiva corres-pondiente al agua fría, para descartar otro origen.

3.4.8 - Acciones correctoras

Si el color perdura (y no proviene del agua distribuida en la red) es recomendable practicar purgas largas a la red interna por desagües de gran volumen.

Si después de la purga no se soluciona el problema, será necesario conocer su origen realizando un estudio más amplio del mismo.

Cuando la persistencia y frecuencia aumenten, y se descarte que la causa son los materiales internos del las conducciones del edificio o la mala gestión del consumo de depósitos o termoacumuladores del propio consumi-dor, deberá consultarse con un especialista y avisar al gestor del abastecimiento.

3.4.9 - Medidas preventivas

Es evidente que las medidas preventivas van a ser las más eficaces en la lucha contra el color por arrastres de sedimentos. Las más importantes son:

• Tratar adecuadamente el agua para que le llegue el menor número de partículas a la red.

• Eliminar los finales de red mediante un mallado correcto.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Problemas originados por la presencia de color en el agua. 3

• Evitar el montaje de instalaciones (tuberías, grifos...) con materiales susceptibles de provocar problemas de coloración en el agua.

• Establecer el origen del agua (superficial, subterrá-nea....) para poder actuar de la manera más ade-cuada ante cualquier eventualidad.

3.4.10 - Información al consu-midor y a la Autoridad competente.

El gestor del abastecimiento, de forma inmediata, debe-rá poner en conocimiento de la autoridad sanitaria, la incidencia acaecida en el abastecimiento.

Conjuntamente, el gestor, la autoridad sanitaria y el Municipio, en su caso, valorarán y coordinarán la trans-misión de la información sobre la incidencia a los con-sumidores, teniéndose en cuenta lo establecido por el RD 140/2003.

NOTA: Respecto de la información al usuario y a la auto-ridad competente, cuando se trate de olores y/o sabo-res debidos a los materiales asociados al propio domicilio del consumidor o a su gestión, se le comunicarán las recomendaciones del Código Técnico de Edificación.

Madrid, enero 2005

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Recomendaciones ante emergencias. 1

4.1 Recomendaciones ante emergencias.

Introducción

En la conferencia de las Naciones Unidas celebrada en el Mar del Plata en 1978, que proclamó el Decenio Inter-nacional del Agua Potable y del Saneamiento Ambien-tal, se adoptó sin ambigüedades este principio: “Todos los pueblos, cualquiera que sea su etapa de desarrollo y condición social y económica, tienen derecho a tener acceso al agua potable en la cantidad y calidad que corresponda a sus necesidades básicas”. Recientemen-te, el Comité de Derechos Económicos, Culturales y Sociales de las Naciones Unidas ha incluido el agua como uno más de los derechos humanos.

El abastecimiento de agua de consumo humano a la población es un servicio público que debe disponer de las medidas y planificaciones necesarias que den una respuesta adecuada para garantizar, en todo momento y lugar, el objetivo prioritario de asegurar la calidad y continuidad del servicio, como medio de proteger y preservar la salud de la población afectada.

Es esencial que los responsables del abastecimiento preparen planes de contingencia que puedan aplicarse si se producen emergencias debidas a posibles desastres naturales (por ejemplo, terremotos, inundaciones), acci-dentes (vertidos en la cuenca hidrográfica), daños sufri-dos por las instalaciones de tratamiento o el sistema de distribución, actos humanos (huelgas, sabotajes) y, en general, de cualquier otra índole que pongan en peligro la continuidad y garantía sanitaria del abastecimiento.

Afortunadamente, la bibliografía reciente ya empieza ha incluir manuales y tratados que ordenan y recogen las experiencias mundiales habidas en ese sentido y amplí-an sus planteamientos y consideraciones a ámbitos sanitarios y medioambientales globales, de los cuales el abastecimiento de agua potable representa una parte fundamental. En ese sentido, cabe citar el documento “Emergencias y desastres en sistemas de agua potable y saneamiento: Guía para una respuesta eficaz”, publica-do en el año 2001 por la Organización Panamericana de la Salud, organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud y disponible en la dirección www.paho.org/english/ped/pedhome.htm. Más reciente y amplio es el documento de la OMS “Environmental health in emergencies and disasters: a practical guide”, disponible en www.who.int/water_sanitation_health/hygiene/emergencies/emergencies2002/en/.

La realización de un programa de acción que permita a un abastecimiento orientar sus actividades hacia la planificación de emergencias requiere habitualmente cuatro fases:

1. Formulación del programa. Consiste fundamental-mente en organizar un equipo de trabajo multidisci-plinar, aunque mayoritariamente técnico sanitario, que evalúe el tiempo y los medios necesarios para recopilar la información necesaria respecto a la normativa y legislación de aplicación para situacio-nes de emergencia, organización local y nacional existente, y asimismo pueda disponer de una com-pleta información técnica descriptiva del abasteci-miento. En estas condiciones puede realizarse una primera aproximación de plan de trabajo.

2. Recopilación y evaluación de la información. En esta fase se concretan plenamente los contenidos técnicos del abastecimiento (planos, esquemas, procesos, procedimientos, experiencias anteriores, proyectos futuros), la organización interna de los medios humanos, materiales y estructura operativa así como de los de otras instituciones, organismos y empresas que puedan servir de apoyo y colabora-ción incluyendo desde los servicios de emergencia propiamente dichos (bomberos, policía, protección civil) a otros proveedores, abastecimientos próximos que dispongan de elementos, medios y materiales necesarios para resolver y paliar las situaciones de emergencia.

3. Análisis de vulnerabilidad de los sistemas y medidas de mitigación. Esta es la fase plenamente significati-va del proceso ya que requiere la concreción de los siguientes aspectos:

• Organización y recursos humanos: designación de las formas de activación, asignación de res-ponsabilidades, comunicación y medios dispo-nibles tanto internos como externos.

• Identificación y descripción de las amenazas con sus consecuencias previsibles.

• Identificación de las debilidades del sistema y sus consecuencias previsibles.

• Identificación de las medidas preventivas y pa-liativas de los dos puntos anteriores.

4. Evaluación y aplicación del programa. Esta fase corresponde fundamentalmente a los directivos de la empresa ya que, en virtud de las evaluaciones técnicas y económicas, procede la aprobación de-finitiva o bien su reevaluación con definición de prioridades o fases. También deben preverse meca-nismos de revisión y evaluación periódica del plan de emergencia.

Abordar correctamente los puntos anteriores supera ampliamente posibilidades del presente documento, por

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Recomendaciones ante emergencias. 2

lo que el objetivo de éste se centra en desarrollar y enumerar algunos contenidos de los puntos que incluyen el punto 3 antes mencionado, de la forma más práctica posible sin pretender que esos contenidos sean comple-tos ni exhaustivos, pero sí reflejen cuales son las principa-les problemáticas y sobre todo que opciones cabe con-templar en algunos casos.

Comentar finalmente que estos planes de emergencia no son en modo alguno ajenos a los vigentes Sistemas de Aseguramiento de la Calidad basados en normas ISO, sino complementarios ya que la consideración global de la gestión con los conceptos de Seguridad (en todos los aspectos de la actividad) y medio ambiente están orientados al concepto superior de Calidad Total. Tradu-cido a la práctica, los abastecimientos que dispongan de sistemas desarrollados de gestión de la actividad, seguridad o medio ambiente tienen operativamente disponible la mecánica de trabajo. Conviene no olvidar también que, si bien son muy recientes para los abaste-cimientos los modelos de análisis de riesgos y control de puntos críticos (Hazard Analysis and Critical Control Points, HACCP), éstos están llamados a ser implantados y exigidos en un futuro no muy lejano en todos los abaste-cimientos como elemento de gestión técnico- sanitaria, sobre la base que utilizan los mismos métodos, sistemas y criterios que los anteriormente comentados, con la dife-rencia que son de aplicación en la gestión diaria ordina-ria y, por tanto, establecen los mecanismos de valora-ción y alteración del sistema.

No obstante, este documento no habrá conseguido su finalidad si no conduce a que cada abastecimiento, sea cual sea su magnitud, haga una reflexión, adaptada a su dimensión y posibilidades, que establezca una diná-mica de prevención y gestión de las emergencias.

4.1.1 - Organización de recur-sos.

4.1.1.1- Responsabilidad

Las empresas de abastecimiento de aguas, sobre la base de su carácter de servicio público permanente, tienen establecidos desde la óptica de explotación unos organigramas de actuación que responden a la organi-zación del trabajo en situaciones laborales convenciona-les y en horario extralaboral y festivo. Esta estructura cubre habitualmente las funciones de producción, distri-bución y suministro al abonado de forma permanente, con cobertura total o parcial del escalafón ascendente operario, mando intermedio, personal técnico y direc-ción o gerencia.

Los planes de emergencia deben prever fundamental-mente sobre quien recae la responsabilidad de la coor-

dinación de las actuaciones. Este plan debe tener de-signado de forma previa la persona que asumirá de forma habitual esa función y será la única facultada para dar por concluida la misma. De igual forma, debe de estar previsto como se desarrolla el control del man-do en ausencia puntual o total de dicho responsable. Una forma habitual de proceder es designar como res-ponsable inicial a la persona que detecta la emergen-cia, la cual dispondrá de la primera información y valo-ración con posibilidad de actuación en base a su criterio y formación, cediendo su responsabilidad en el escala-fón anteriormente mencionado, mediante la adecuada comunicación de la emergencia y novedades en su relevo. En definitiva, en ausencia del responsable desig-nado, corresponde el mando y su coordinación a la persona de mayor rango en el escalafón de explotación. Asimismo, corresponde al responsable de la emergencia convocar o no un comité de crisis (con personal interno y/o externo) adaptado a la situación que le sirva de apoyo y colaboración.

4.1.1.2- Comunicación y localización

El abastecimiento debe disponer de forma actualizada de un directorio completo de todo el personal propio o ajeno que pueda ser de utilidad en dicha circunstancia, junto con sus direcciones, teléfonos u otros medios de localización. Este directorio se hará extensivo a los me-dios oficiales de protección y asistencia, así como a los proveedores y suministradores de servicios que puedan ser requeridos en circunstancias excepcionales.

En este sentido cabe señalar que en el ámbito sanitario, además de las entidades locales y regionales que pue-dan existir, el Ministerio de Sanidad y Consumo dispone de un servicio permanente de atención a emergencias sanitarias, y que algunas de las situaciones de emergen-cia y accidentes procede comunicarlas a la Unión Euro-pea.

Estarán asimismo previstas las formas de comunicación entre los medios que se movilicen (telefonía móvil, vía radio, e-mail).

Es recomendable que esté previsto el acuerdo de pres-tación de servicios excepcionales de proveedores entre otros de energía, maquinaria para movimiento de tierras, grúas, grupos electrógenos, mantenimiento eléctrico instalaciones de alta y transformadores, suministradores de aditivos (desinfectantes y otros), vehículos y maquina-ria de alquiler, así como la colaboración de abasteci-mientos próximos y otras compañías de servicios similares (gas, electricidad).

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Recomendaciones ante emergencias. 3

4.1.1.3- Documentación técnica

La toma de decisiones en situaciones de emergencia requiere disponer de una información técnica no nece-sariamente cuantiosa, sino lo suficientemente elaborada para facilitar su consulta y comprensión y, por tanto, la toma rápida de decisiones. Entre ellas cabe mencionar las siguientes:

• Esquemas, croquis, planos, etc. de las instalaciones.

• Captaciones subterráneas: caudal nominal y real, altura manométrica y potencia electrobombas.

• Instalaciones de tratamiento: línea de tratamiento, valores de diseño y operación habitual de las dife-rentes fases del tratamiento, capacidad de dosifi-cación y dosis habitual.

• Centrales de bombeo: unidades de sobreelevación, caudal y altura manométrica, y potencia de las electrobombas.

• Depósitos: cota, volumen, altura de lámina.

• Otros elementos significativos (válvulas de regula-ción, conducciones principales, etc.).

• Valvulería de seccionamiento y drenajes principales estructurados por sectores.

• Sistemas de cloración y recloración. Capacidad máxima y dosis habitual.

4.1.2 - Identificación de las amenazas

Existen múltiples formas de clasificar los tipos de amena-zas, aunque la más aceptada parece ser en base a su origen. Según éste, cabe considerarlas de dos tipos: las procedentes de fenómenos o sucesos naturales y las provocadas por la actividad humana.

4.1.2.1- Origen natural

Cabe dividirlas en dos grupos. El primero incluiría los desastres naturales propiamente dichos (terremotos, erupciones volcánicas, deslizamientos, huracanes, inun-daciones, sequías extremas, incendios forestales,..), los cuales podrán suponer una mayor o menor amenaza en función de su ubicación geográfica y antecedentes de la zona. Sus efectos podrán ser de mayor o menor inten-sidad, pero acostumbran a poder clasificarse (y por tanto a analizarse y preverse de forma individualizada) en:

• Daños estructurales de las infraestructuras,

• Rotura de conducciones y canalizaciones,

• Obstrucción de captaciones y sistemas de trata-miento,

• Contaminación biológica y química de las aguas para abastecimiento,

• Interrupción del suministro eléctrico, sistemas de comunicaciones y vías de acceso.

El segundo grupo haría referencia a situaciones meteo-rológicas excepcionales como insuficiencia de recursos en épocas secas, intensas lluvias, vientos y/o tormentas, heladas o nevadas extremas, que, si bien son de una intensidad más limitada, resultan más reiteradas y ponen de manifiesto con mayor facilidad la falta de previsión.

4.1.2.2- Originadas por la actividad humana

En este apartado cabe citar las situaciones propias de la actividad humana, aunque algunas de ellas coinciden en sus efectos con las casuísticas anteriores. Es el caso de:

• Disminución cuantitativa de los recursos hidráulicos,

• Alteraciones de la calidad fisico-química y/o micro-biológica de las captaciones,

• Averías extraordinarias (depósitos, roturas conduc-ciones, averías dosificación de aditivos del trata-miento, fallos del suministro eléctrico,..).

Los planes de emergencia de un abastecimiento, dentro de este apartado, también consideran como circuns-tancias excepcionales las derivadas de las casuísticas siguientes:

• Fuga de cloro,

• Accidentes con reactivos químicos,

• Problemas sociales como huelga de personal propio o externo,

• Accidente laboral grave,

• Incendio de instalaciones,

• Detección de intrusión en el perímetro de seguridad de las instalaciones.

Como norma general, resulta importante tipificar al máximo la emergencia, ya que ello permite confeccio-nar una instrucción y/o un procedimiento técnico más sencillo y adaptado a la eventualidad.

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Recomendaciones ante emergencias. 4

4.1.3 - Valoración de los ries-gos.

Las situaciones anteriormente descritas ya dan una refe-rencia de la gran amplitud y tipologías que se plantean a la hora de valorar sobre que conceptos se establecen planes de emergencia. De la misma manera sus impli-caciones rebasan el estricto ámbito higiénico sanitario entrando en ámbitos propios de la seguridad y protec-ción de las personas e instalaciones, medio ambiente, etc.

Centrando el objeto del presente documento en el ámbito estrictamente sanitario y, por tanto, en aquellas emergencias que puedan afectar a la cantidad y cali-dad del suministro de agua potable y, antes de identifi-car las medidas de emergencia o afrontar la toma de decisiones, conviene realizar una reflexión sobre los ries-gos sanitarios que estas situaciones comportan para disponer, al menos, de una referencia de prioridades.

A tal efecto, el organismo internacional de referencia para valorar riesgos es la Organización Mundial de la Salud, a través del documento “Guías para la calidad del agua potable” (1993, o bien el más actualizado borrador “Guidelines for Drinking Water Quality: Draft 2003, disponible en la dirección antes mencionada) que, junto con otros documentos complementarios, resume las implicaciones sanitarias de los diferentes contaminan-tes y aporta las referencias bibliográficas y criterios en que se basan sus recomendaciones.

La forma más efectiva de evitar y prevenir riesgos para la salud procedentes de la ingesta de agua de consumo se basa en la aplicación de dos principios fundamenta-les:

• Protección de las captaciones de cualquier tipo de contaminación. Este método es preferible al de tra-tamiento del agua contaminada a fin de hacerla apta para el consumo. En términos generales, los mayores riesgos que representan los microbios están relacionados con la ingestión de agua contamina-da con excretas humanas y animales. En ese caso, la comunidad correrá el riesgo de sufrir brotes de afecciones intestinales y otras enfermedades infec-ciosas, siendo los más expuestos los lactantes y niños pequeños, las personas debilitadas, los enfermos y los ancianos, dado que las dosis que pueden pro-vocar infecciones en estos casos son significativa-mente menores que las correspondientes a la po-blación adulta en general. El riesgo que presentan para la salud las sustancias químicas tóxicas que se encuentran en el agua de bebida es distinto del que suponen los contaminantes microbiológicos. Son pocas las sustancias químicas presentes en el agua que pueden causar problemas de salud agu-dos, salvo por la contaminación accidental masiva del abastecimiento. Además, la experiencia de-muestra que, cuando se producen accidentes de ese tipo, por lo común es imposible beber el agua

debido a su sabor, su olor y su apariencia inacepta-bles.

• El cumplimiento de las normas y reglamentaciones nacionales e internacionales. Ahora bien, debe considerarse que los valores de referencia que en ellas se establecen representan la concentración de un componente que no supone riesgo significativo para la salud del consumidor si éste bebe el agua durante toda su vida. La superación de esos valores se debe considerar como una indicación de que re-sulta preciso investigar la causa con miras de tomar medidas correctoras en coordinación con las auto-ridades responsables de la salud pública. Las des-viaciones por un período breve durante el cual se sobrepasan los valores de referencia no significan necesariamente que el agua no sea apta para el consumo. Atendiendo a la naturaleza del contami-nante, el valor alcanzado y el período de supera-ción del nivel de referencia, se podrá valorar de me-jor manera el riesgo sanitario que comporta.

Calidad bacteriológica. Estimación del riesgo para la salud.

Si bien la mayoría de países industrializados, entre ellos el Estado español, disponen de sistemas de vigilancia epi-demiológica que hacen públicos los datos de esta vigi-lancia, resulta extremadamente complejo determinar la contribución total de los microorganismos a las infeccio-nes causadas por el agua que incluya los brotes detec-tados, los no detectados y los casos esporádicos, pero sí existen estimaciones válidas para estos países industriali-zados que indican que alrededor de un 5% de las gas-troenteritis son debidas a infecciones transmitidas por el agua y que las muertes causadas por gastroenteritis son únicamente un 0,005% del total de casos de gastroente-ritis de los cuales alrededor del 2,5% serían debidos a la transmisión por el agua. Estas cifras excepcionales se transforman en escalofriantes cuando se cifran en 4.000 millones de casos la población mundial afectada por diarreas (OMS 2002) causadas por la ingestión de aguas contaminadas, estimándose en 10 millones de perso-nas/año (la mitad con menos de 18 años) las muertes causadas por dolencias que serían evitadas si el agua fuera tratada.

Estos datos extremos ponen de manifiesto tanto los be-neficios obtenidos con políticas sanitarias adecuadas, como la fragilidad de los sistemas de abastecimiento cuando la calidad bacteriológica es insatisfactoria o ha fracasado la desinfección final.

En condiciones normales, las normativas y reglamenta-ciones exigen la ausencia de diversos indicadores mi-crobiológicos y gérmenes patógenos, siendo el indica-dor bacteriano más numeroso y específico de la conta-minación fecal, tanto de origen humano como animal, el E.coli el cual, para las muestras de 100 mL de cualquier agua de consumo, no se debe detectar. No obstante,

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Recomendaciones ante emergencias. 5

durante la distribución, la calidad bacteriológica del agua puede deteriorarse y aparecer bacterias distintas de E. Coli que se hayan originado en los sedimentos, biopelícula, materiales inapropiados, operaciones de mantenimiento, sifonajes de retorno, etc. Se podrá admi-tir la aparición ocasional de organismos coliformes en un máximo del 5% de las muestras tomadas en el sistema de distribución a lo largo de un período de 12 meses, siem-pre que no esté presente E. Coli. Ha de ponerse de relie-ve que toda aparición regular de organismos coliformes será motivo de inquietud y debería ser investigada.

Para situaciones de emergencia, resulta muy difícil esta-blecer unos valores de referencia que resulten universa-les para todos los eventos o desastres, pero, no obstante, es conveniente establecer alguna previsión para situa-ciones en las cuales a pesar de existir desinfección, ésta se vea superada en cuanto a su capacidad y eficacia. La OMS en el documento de emergencias antes citado establece la siguiente indicación:

• Cero E. Coli/100 mL: se cumple valor guía,

• 1-10 E. Coli/100 mL: tolerable,

• 10-100 E. Coli/100 mL: requiere tratamiento,

• >100 E. Coli/100 mL.: no apta para el consumo sin tratamiento apropiado.

4.1.4 - Calidad química. Esti-mación del riesgo para la salud.

El apartado anterior ha puesto de manifiesto los eleva-dos riesgos sanitarios a corto plazo que se pueden deri-var de la alteración significativa de los valores de refe-rencia establecidos de calidad bacteriológica. A éstos habría que añadir consideraciones particulares con referencia a la calidad virológica y a la calidad parasito-lógica que conducen a conclusiones diferenciadas pero similares desde el punto de vista epidemiológico.

Por otra parte, la gran mayoría de contaminantes de origen químico en el agua de consumo solo tienen efec-to a largo plazo como consecuencia de procesos acu-mulativos a lo largo del tiempo.

Para valorar los riesgos y criterios que se utilizan para fijar las normas que los previenen, es conveniente consultar y conocer los criterios que utiliza la OMS al efecto y cuales son sus fuentes (éstas se actualizan en base a la informa-ción disponible).

La primera está constituida por los estudios sobre pobla-ciones humanas, cuya utilidad es a menudo limitada, debido a la falta de información cuantitativa sobre las concentraciones a que se ven expuestas las personas o sobre su exposición simultánea a otros agentes.

La segunda, que es la que se utiliza más a menudo, son los estudios de la toxicidad realizados con animales de laboratorio. Las limitaciones que éstos presentan por lo general se deben al uso de números relativamente re-ducidos de animales y dosis relativamente altas. Ade-más, es necesario extrapolar para aplicar los resultados obtenidos a las dosis más bajas que son las más frecuen-tes en el caso de las poblaciones humanas. Todo ello conduce a modelos de elevada incertidumbre que se compensa con criterios y valores muy probablemente excesivamente conservadores, pero que suponen la aplicación práctica del denominado “principio de pre-vención” en aras de un alto nivel de protección de la salud.

Estos modelos conducen a la denominada Ingesta Diaria Tolerable (IDT) que es una estimación de la cantidad de una sustancia presente en los alimentos o en el agua potable, expresada en función del peso corporal (mg/Kg o microgr/Kg de peso corporal), que se puede ingerir diariamente a lo largo de toda la vida sin riesgo apreciable para la salud.

Como las IDT representan ingestas tolerables durante toda la vida, no son tan precisas que no puedan sobre-pasarse durante breves períodos. La exposición a corto plazo a concentraciones superiores no es motivo de inquietud, siempre que la ingesta media del individuo a lo largo de lapsos más prolongados no sobrepase apre-ciablemente el nivel fijado. Los grandes factores de incertidumbre que intervienen generalmente en el esta-blecimiento de una IDT hacen improbable que la expo-sición durante breve tiempo a cantidades superiores tenga efectos perjudiciales para la salud. No obstante, se debe pensar en los efectos tóxicos agudos que podrí-an aparecer si se supera considerablemente la IDT du-rante períodos breves.

4.1.5 - Identificación de las medidas de emergen-cia.

El apartado 2 ponía de manifiesto la diversidad y magni-tud de sucesos que pueden llegar a ser considerados situaciones de emergencia, así como la conveniencia de concretizar al máximo la posible emergencia al efec-to de valorar de mejor manera las medidas tanto pre-ventivas como paliativas. No obstante, esta diversidad de posibles situaciones tiene muchos puntos en común denominador en cuanto a medidas y ése es el objeto de este apartado al pretender enunciar y reflexionar míni-mamente sobre dichas opciones sin por ello plantearse una exhaustividad exigente.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

Recomendaciones ante emergencias. 6

4.1.5.1- Utilización de recursos alter-nativos

Ésta es una de las primeras opciones a valorar ante la mayoría de las situaciones de emergencia. Para ello es muy conveniente que el abastecimiento valore previa-mente la disponibilidad de recursos alternativos en cir-cunstancias excepcionales, considerando paralelamen-te los aspectos de cantidad y calidad de estos recursos.

Por otra parte, para los casos donde esta disponibilidad no resulta factible, pueden ser de mucha utilidad la interconexión de redes de abastecimientos próximos, lo cual implica la debida previsión.

4.1.5.2- Restricción o suspensión del suministro

Atendiendo al grado de déficit o gravedad de la altera-ción de la calidad, cabe valorar pormenorizadamente que la decisión de suspender totalmente el abasteci-miento implica la obligación de proporcionar otra fuente de agua segura y que, atendiendo a los riesgos que comporta, sea preferible optar por otro tipo de medidas más adaptadas al evento que se afronta y con menos efectos colaterales.

Debe tenerse muy presente la conveniencia de mante-ner una presión positiva en al red ya que, de lo contrario, aumentarán considerablemente los riesgos que la con-taminación penetre en las tuberías, con la consiguiente posibilidad de transmisión de enfermedades. Por otra parte, cabe indicar que las normas nacionales para el agua potable tienen la finalidad de asegurar que el consumidor tenga acceso a agua inocua, y no de sus-pender el abastecimiento deficiente.

Las medidas menos traumáticas y a la par más efectivas acostumbran a ser las derivadas de aplicar restricciones, aunque éstas precisan de la debida planificación y previsión.

Cabe distinguir entre restricciones de caudal y restric-ciones de uso.

Las restricciones de caudal se aplican en base a una disminución cuantitativa de los recursos y se inician habi-tualmente evitando consumos no imprescindibles (fuen-tes ornamentales, agua de riego y servicios, usos indus-triales no vitales, ..) para aplicar posteriormente, si resulta preciso, medidas de reducción de presión controlada que, en todo momento, mantengan la presión mínima positiva necesaria para que las redes principales no se vacíen y a la par supongan el suministro de unos mínimos a la población a pie de calle y de unos servicios impres-cindibles (hospitales, centros públicos, etc.). Una restric-ción racional se obtiene al conjugar adecuadamente el control de la presión del abastecimiento con la aplica-

ción de la restricción selectiva a sectores de la red, sobre la base de una programación previa y con la debida información al consumidor, que permita adaptar sus necesidades higiénicas a dicha circunstancia. Esta me-dida de sectorización permite una mejor distribución al territorio de la afectación, menos discriminatoria que la derivada en función de la cota de suministro.

La sectorización de la red resulta una herramienta im-prescindible y legislativamente exigida en la vigente reglamentación de agua de consumo para afrontar situaciones limitadas geográficamente pero muy regula-res, como son las producidas por introducción acciden-tal de contaminación fecal en la red de distribución.

Si se produce una emergencia cualitativa de calidad en la que, por ejemplo, haya indicios de que el agua ha sufrido una contaminación fecal, puede optarse por la restricción de uso. Las medidas que acompañan esta restricción precisan habitualmente de:

• Información al consumidor donde se especifique los ámbitos de restricción de uso (habitualmente agua de bebida y elaboración de alimentos, siendo pro-bablemente apta para otros usos higiénicos), las ca-racterísticas del episodio y la recomendación de medidas de desinfección domésticas como pueden ser la de adición de una gota de lejía apta para la desinfección por cada 10 litros de agua con un tiempo de contacto de media hora antes de su consumo, o bien la de hervir a borbotones el agua a consumir durante un minuto y, dado que el punto de ebullición es más bajo a gran altitud, se deberá prever un minuto adicional por cada 1000 metros sobre el nivel del mar.

• Reforzar las dosificaciones de desinfectantes para lo cual es pertinente diseñar y prever adecuadamente las instalaciones de desinfección primarias. Éstas deberían disponer de equipos de dosificación du-plicados diseñados para una capacidad de adición individual al caudal máximo, del orden de unos 3 mg/l de cloro.

• Aprovisionamientos alternativos de emergencia. Algunos abastecimientos han previsto para estas si-tuaciones el suministro de agua envasada de pro-ducción propia de fuentes seguras o bien tienen predefinidos contactos con proveedores de agua envasada. Algunas estimaciones para situaciones extremas definen las necesidades de dotación en un mínimo de 15 litros por persona y día, que puede restringirse en los primeros días posteriores al evento en 7 litros por persona y día. Un recurso también habitualmente utilizado es el uso de camiones cis-terna que, antes de su uso, deberán haber sido des-infectados o limpiados al vapor. Las recomendacio-nes generales de la OMS refieren que se deberá agregar cloro al agua en cantidad suficiente para que, en el punto de entrega, haya, durante 30 mi-nutos por lo menos, una concentración de cloro re-sidual en estado libre de 0,5 mg/litro, como mínimo para aguas con turbidez inferior a 1 UNF.

Recomendaciones de actuación ante incidencias en los abastecimientos de agua.

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• Refuerzo del control analítico. Ésta es una medida inherente a casi toda situación excepcional que precisa de una mínima previsión, pero que resulta imprescindible para la adecuada toma de decisio-nes. Resulta muy útil en los primeros momentos dis-poner de tests de campo de análisis rápido para determinar el alcance de la afectación. Este tipo de análisis requiere únicamente una mínima formación y, mediante un uso adecuado, facilita una informa-ción fiable muy valiosa en función de su rapidez. Las determinaciones más útiles acostumbran a resultar:

o Coliformes totales y E.coli. El mercado sumi-nistra envases y medios de cultivo prepara-dos y que precisan únicamente de un simple incubador (existen incluso autónomos con batería) y una lámpara ultravioleta, obte-niéndose resultados fiables a las 18 horas.

o Cloro residual. Imprescindible para controlar los niveles de desinfectante en el sistema de abastecimiento, con lecturas de concentra-ción basadas en comparación de colores o en lecturas fotométricas. El rango habitual de medida es de 0,1-2 mg/l

o pH. Atendiendo a la eficacia de la desinfec-ción en función del pH y, por tanto, al nivel residual libre recomendable después del adecuado tiempo de contacto (0,4-0,5 mg/l a pH 6-8, elevándose a 0,6 mg/l a pH 8-9, y con poca eficacia por encima de pH 9), re-sulta recomendable su medición y control.

o Turbidez. La turbidez afecta de forma negati-va a la eficacia de la desinfección; por ello resulta útil disponer de turbidímetros de cam-po que, de forma directa, faciliten la medida en unidades de turbidez (UNF).

o Indicadores químicos de contaminación fe-cal. De forma muy similar a la determinación colorimétrica de cloro residual, existen tests rápidos de determinación de amoníaco y ni-tritos que permiten detectar con facilidad los puntos del sistema que pueden verse afec-tados por este tipo de contaminación y, de ahí, establecer las medidas correspondientes de aislamiento de la zona afectada como paso previo a su limpieza y desinfección.

Estos controles rápidos no pueden suplir de forma plena la realización de controles analíticos en Laboratorio, que obedezcan a un reforzamiento del control sanitario pro-pio de las situaciones de emergencia con la debida protocolización de la toma de muestras que garantice su representatividad, conservación y transporte al Labo-ratorio.

Resulta muy recomendable que un abastecimiento tenga concertado con un Laboratorio la prestación de servicios para situaciones de emergencia que prevean actuaciones básicas de toma y rápido análisis de las muestras. La evolución de las técnicas analíticas permite hoy en día disponer de resultados analíticos en 24-48

horas de la gran mayoría de los parámetros establecidos en las normas vigentes, por lo que se trata de definir los mecanismos pertinentes de organización que permitan alcanzar esos objetivos. Cabe la posibilidad que en ese período de tiempo los resultados analíticos no estén plenamente finalizados (como es el caso de crecimien-tos en microbiología que precisen confirmación), pero sí con la suficiente información para realizar una estima-ción de la situación.

Para situaciones de desconocimiento real del problema o bien para las que precisen de un análisis amplio, es recomendable proceder a la toma de muestras (me-diante protocolo y envases previamente definidos con el Laboratorio) para completar la siguiente analítica:

• Analítica microbiológica: Coliformes totales, E. Coli, Enterococos y Clostridium perfringens.

• Screening de metales: la técnica de Plasma de Acoplamiento Inductivo (ICP) permite obtener resultados analíticos de la mayor parte de los metales reglamentados con límites de detec-ción adecuados.

• Screening de compuestos orgánicos volátiles: en una única determinación analítica incluye los disolventes reglamentados, los subproductos clorados de la desinfección y componentes de combustibles.

• Screening de compuestos orgánicos semivoláti-les: esta determinación analítica puede incluir los principales plaguicidas y, en ocasiones, los hidrocarburos aromáticos policíclicos.

• Screening de aniones: la técnica de cromato-grafía iónica completa la información de base de la composición mineral.

• Estas opciones pueden completarse y ampliar-se con determinaciones específicas, atendidas en general por técnicas individuales, como pu-dieran ser mercurio, cianuros y otras.

• Suministros energéticos alternativos. Los fallos y discontinuidades en el suministro energético resultan previsibles y regulares en circunstancias excepcio-nales. Para ello, conviene prever dicha eventuali-dad (como anteriormente se indicó) y tener valora-do el tiempo en que el abastecimiento tendrá pro-blemas, para poder aplicar en su caso medidas de movilización y/o contratación de medios alternati-vos portátiles de suministro de energía. Un dato no siempre contemplado en el diseño inicial de las ins-talaciones de bombeo, es la instalación de dispositi-vos que permitan la rápida y segura conexión de equipos portátiles.

• Heladas extremas. Se trata de otra situación que en determinados ámbitos geográficos no es habitual y, por ello, plantea cuando se produce serios proble-mas al abastecimiento, problemas que deben pre-verse en la medida de lo posible. La primera consi-deración a tener en cuenta es que no resulta tan crítica la temperatura mínima ambiental alcanzada

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como el tiempo de permanencia de esta situación de bajas temperaturas. Por otra parte, debe consi-derarse que los abastecimientos (en especial las grandes infraestructuras) pueden sufrir serios daños y roturas, no ya por la congelación, sino por la con-tracción de los materiales, debido a las bajas tem-peraturas del agua. Esta situación es especialmente acusada en el caso de uso exclusivo de aguas su-perficiales y por tanto muy afectada por la tempe-ratura ambiente. Es muy recomendable utilizar en esas circunstancias, de forma parcial o total, aguas subterráneas con menor afectación de la tempera-tura ambiente, siendo la temperatura de 8ºC en el agua una referencia para la correcta conservación de los materiales. Las medidas paliativas para situa-ciones de heladas están relacionadas con evitar el cese del movimiento del agua en las conducciones, siendo positivas aquellas medidas que lo favorez-can, sin desbordar las posibilidades del abasteci-miento, como son la realización de ligeras descar-gas o drenajes en puntos extremos y zonas críticas de la red e informar a los usuarios de buenas prácti-cas para el mantenimiento correcto de su instala-ción (consumo nocturno de electrodomésticos, pe-queñas descargas, aislamiento de contadores,..). Cabe también recordar que las bajas temperaturas pueden limitar y alterar los suministros de cloro gas a los equipos de desinfección y poner en riesgo el abastecimiento.

• Asesoramiento de las autoridades sanitarias. En situaciones de emergencia sanitaria, se deberá in-formar y consultar a las autoridades de salud públi-ca, las cuales aconsejaran sobre las medidas apro-piadas.

4.1.6 - Información al consu-midor y a la Autoridad competente.

El gestor del abastecimiento, de forma inmediata, debe-rá poner en conocimiento de la autoridad sanitaria, la incidencia acaecida en el abastecimiento.

Conjuntamente, el gestor, la autoridad sanitaria y el Municipio, en su caso, valorarán y coordinarán la trans-misión de la información sobre la incidencia a los con-sumidores, teniéndose en cuenta lo establecido por el RD 140/2003.

Madrid, enero 2005