10 de Junio de 1971 (Una Batalla Histórica en La Lucha Revolucionaria)

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CRÓNICA DE LOS COMBATES DEL JUEVES DE CORPUS. La masacre perpetrada sobre las masas por laburguesía, a través de sus cuerpos represivos en el D.F. en solidaridad a la lucha los estudiantes de la universidad de Nuevo León, jugando un papel central en la represión, enla represión los cuerpos paramilitares conocidos como “Halcones”.

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  • SE REPRODUCE EL SIGUIENTE DOCUMENTO POR CONSIDERARLO UNA DE LAS CRNICAS MAS COMPLETAS DEL 10 DE JUNIO QUE SE HAN DISTRIBUIDO PARA EL MOVIMIENTO OBRERO Y POPULAR.

    10 DE JUNIO DE 1971: UNA BATALLA HISTRICA EN LA LUCHA REVOLUCIONARIA. CRNICA DE LOS COMBATES DEL JUEVES DE CORPUS. Este 10 de junio se cumplen 10 aos de la masacre perpetrada sobre las masas por la burguesa, a travs de sus cuerpos represivos en el D.F. en solidaridad a la lucha los estudiantes de la universidad de Nuevo Len, jugando un papel central en la represin, en la represin los cuerpos paramilitares conocidos como Halcones. Los oportunistas de todo gnero y los intelectuales pequeo burgueses se han referido a aquel acontecimiento tratando de adjudicarle a la masa un papel de mrtir en tales hechos, lloriqueando por la represin burguesa, velando de esta manera las experiencias legadas por esta jornada revolucionaria. De frente a todo esto hemos querido difundir un testimonio directo sobre el desarrollo de estos acontecimientos. Para tal efecto reproducimos la entrevista hecha a un combatiente de esta jornada. En ella se exponen y analizan, con un recuerdo vivo de aquellos fragorosos momentos, todo el conjunto de vicisitudes que tuvieron lugar en aquella fecha histrica. Aclaramos que con todo esto no pretendemos agotar el tema; en realidad queda mucho por comentar al respecto. Ms bien lo que perseguimos al difundir esta revista es demostrar ante el proletariado y masas populares, que en aquel 10 de junio de 1971, a pesar de la insuficiente preparacin militar y de la inferioridad tctica de la movilizacin, no era una masa pasiva la que imploraba cese a la represin sino que era un conjunto de combatientes, en gran medida fogueados por las mismas experiencias de las luchas que respondan a la violencia reaccionaria con la violencia revolucionaria. Que aun cuando los participantes en esta marcha eran una minora, comparados con las grandes masas movilizadas en 1968, ellos representaban los intereses del proletariado y realizaron importantes esfuerzos por colocarse a la altura del movimiento. Sirva este documento para retomar y generalizar las experiencias que esta lucha ha legado y sirva a si mismo como un homenaje a todos los combatientes cados el 10 de junio de 1971.

  • PARA EMPEZAR, QU NOS PUEDE DECIR SOBRE LA SITUACIN QUE IMPERABA EN ESOS MOMENTOS? Antes que nada, pienso que es necesario aclarar una cosa. Como se recordara, en las jornadas de lucha de 1968 el proletariado fabril aun no se constitua con la fuerza principal, aunque era clara su tendencia de incorporarse ms de lleno a este movimiento. Ahora bien, el que a la movilizacin se hayan incorporado grandes contingentes, que a ella se sumaran cada ves ms los obreros fabriles y que en su seno se viniera consolidando una poltica independiente a travs del rebasamiento de las directrices oportunistas, del incremento de la combatividad, etc.; todo ello da al movimiento una magnitud tal que se constituye en un grabe peligro para el sistema capitalista ante lo cual la burguesa decide reprimirlo salvajemente. As, a partir de la masacre del 2 de octubre la fuerza del movimiento decae consideradamente. Los giros que desde antes se venan operando en el movimiento, a partir del 68 alcanzan tal profundidad que para 1971 los electricistas, ferrocarrileros y otros sectores irrumpen con decisin y coraje a exponer, mediante manifestaciones, paros, tomas de locales sindicales y otras importantes acciones de masas, su disposicin de convertirse en la fuerza principal del movimiento revolucionario, siendo as como se desplaza el centro de gravedad del movimiento, del destacamento estudiantil al destacamento obrero industrial. En estas acciones de lucha participan cientos de miles de asalariados industriales. Considero que en este proceso, quienes se ponen al frente, por el nmero de huelgas, por la cantidad de obreros participantes, por la duracin de las luchas, y por las conquistas materiales y polticas son los obreros metalrgicos. Para terminar con esta pregunta, dir que todo esto no es casual. Indudablemente, mucho tiene que ver la situacin de crisis que se viva en esos momentos, pues como sabemos esta afecta de manera principal al proletariado fabril, pero claro que no deja de tener sus consecuencias en otras capas de la poblacin. No por nada para 1971 se observa un gran asenso de lucha de las masas por todo el pas. Entre las luchas que se destacan se encuentran las realizadas por obreros agrcolas y estudiantes en Sinaloa, las realizadas por diversos destacamentos en el D.F. y las llevadas a cabo en Monterrey. Precisamente en solidaridad con los estudiantes de la Universidad de Nuevo Len, se realiza la marcha del 10 de junio de 1971 en el D.F. CULES SECTORES PARTICIPABAN Y QUE DEMANDAS ENARBOLABAN EN ESA MARCHA?

  • Pues formalmente las demandas eran: 1) derogacin a la nueva ley orgnica de la universidad de Nuevo Len y promulgacin del proyecto original elaborado por maestros y estudiantes; 2) Democratizacin de la enseanza; 3) desaparicin de todas las juntas de gobierno de las universidades del pas y de todas sus actuales leyes orgnicas; 4) Derogacin del reglamento del IPN; 5) Representacin paritaria de maestros y alumnos en los Consejos Tcnicos de la UNAM; 6) Desaparicin de los fatdicos grupos de porros y del llamado grupo Francisco Villa de la UNAM; 7) Libertad a todos los presos polticos; 8) destino del 12% del Producto Nacional Bruto a la educacin; y 9) Poner bajo el control de los estudiantes y maestros el presupuesto destinado a las universidades. Debo aclarar que estas demandas poco se propagaron, en cambio poda leerse en las pancartas de los manifestantes consignas como stas: Estamos contra la reforma educativa burguesa!, Democracia sindical y libertad a todos los presos polticos!, No olvidamos Tlatelolco!, La revolucin es la nica salida!. En cuanto a los participantes recuerdo a los estudiantes de la Escuela Nacional de Economa, de la Facultad de Medicina, Ciencias Biolgicas del Poli, Escuela Superior de Medicina, los obreros del Frente Sindical Independiente, un contingente popular, la Escuela Superior de Fsica y Matemticas, Facultad de Derecho, Escuela Superior de Ingeniera Qumica, las Vocacionales 6, 3 y 2, los Colegios de Ciencias y Humanidades, la Facultad de Ciencias, Prevocacional 6, Escuela Nacional de Antropologa e Historia. Escuela Nacional de Agricultura, las Facultades de Ingeniera y Arquitectura, Universidad Iberoamericana, las Prepas 2, 7 y 8, Facultad de Qumica, Psicologa, Normal de Maestros, Preparatoria Popular, la Escuela Superior de Economa y otras que no recuerdo ahorita. Una idea ms precisa podemos obtener si consideramos la condicin social de muertos y heridos entre los que hubo obreros, estudiantes y empleados. VIENDO QUE CASI TODAS LAS LTIMAS MANIFESTACIONES HABAN SIDO REPRIMIDAS, NO ESPERABAN QUE ESTA TAMBIN FUERA REPRIMIDA? CMO RETOMARAN LAS EXPERIENCIAS ANTERIORES? Las movilizaciones de distinto tipo realizadas por las masas despus del 2 de octubre del 68 significaban una actividad mucho menos espontneas que todas las de aquel momento, eran asta cierto punto producto de la necesidad consiente de continuar la lucha. Veamos con preocupacin que el movimiento estudiantil-popular pasaba del auge al refugio, en realidad pocos veamos que el centro del movimiento haba virado hacia el proletariado industrial, tal ves ni la misma burguesa ni su polica poltica; en todo caso tanto la burguesa como las masas tenamos presente la consigna que se haba generalizado en 1968, especialmente el 2 de octubre y que fue retomada en la marcha del 4 de noviembre de 1970 reprimida por los Halcones: Volveremos con fusiles, volveremos con fusiles. Gritaban furiosas las masas a la ves que atacaban y se replegaban en una especie de ensayo del combate de calles aprendido en el 68 y desarrollado con

  • herosmo, preado de un gran sacrificio proletario el jueves de corpus de 1971, las masas en sus elementos mas avanzados insistan en retomar las enseanzas mas importantes del 68 todas las manifestaciones, por ejemplo la del 4 de noviembre del 70 fueron reprimidas por que tendan a escapar al control poltico, ya no solo de la burguesa, sino tambin de los oportunistas. Haba entre los estudiantes la tendencia a vincularse al movimiento obrero y campesino como producto de la comprensin de la importancia de desarrollar un movimiento nico en todo el pas. En la UNAM por ejemplo se estaban realizando debates obrero-campesino-estudiantiles, las escuelas estaban siempre llenas de obreros en busca de solidaridad, se agitaba tambin la tendencia estudiantil a abandonar los estrechos marcos sectoriales y se haba redoblado la actividad tendiente a analizar tericamente el papel de los estudiantes y la universidad en el proceso productivo; destaca el caso del comit de lucha de la facultad de Ciencias Polticas que publica un rgano terico llamado El Tbano que contaba entre sus mas notables colaboradores al compaero Ral Ramos Zavala. Bueno, pero volviendo a la pregunta, nosotros si, si pensbamos ser reprimidos y, a diferencia de otras ocasiones, entre los manifestantes, sobre todo en los grupos avanzados, antes de la marcha se discuti amplia e intensamente que hacer en caso de ser reprimidos. Entre los grupos mas avanzados haba distintas opiniones, desde quienes sostenan que no debamos asistir a esos actos democratiodes sino que, al contrario, debamos no marchar advirtiendo a todos del peligro, hasta quienes afirmaban que los manifestantes debamos ir preparados para responder a cualquier acto de represin. Las primeras opiniones sin, embargo, eran minoritarias en comparacin a los que sostenan que si las masas salan haba que salir con ellas, preparados militarmente para responder a cualquier acto de represin. Una sensacin de desnudes, de impotencia nos invada por asistir una ves mas a una marcha integrada por una masa que comprenda sin embargo la posibilidad de que fuera reprimida. Haba en el ambiente antes de empezar la manifestacin, un rumor, un murmullo nervioso y a las ves retadoras. No era esta una masa inexperta y primeriza, muchos eran los ms fogueados y firmes veteranos del 68. Entendamos que la marcha era en solidaridad con los compaeros de Nuevo Len, pero la burguesa se haba apresurado a destituir al rector de la UANL en un afn por quitarle banderas a la manifestacin capitalina, que no tena permiso legal para salir. Los oportunistas se dividieron. Unos decan que ya no haba razn para salir y otros, que de cualquier modo haba que marchar. La masa de estudiantes daba muestras de querer salir a las calles a pesar de todo, a pesar de la prohibicin del DDF, por lo que a los ms demagogos de los dirigentes Demcratas, por temor a ser rebasados, no les quedo ms remedio que salir a marchar. Los demcratas decan que no haba que aceptar provocaciones y los mas avanzados de los dirigentes de las masas planteaban que si haba que salir armados, preparados para responder a la represin, aunque esta decisin siempre se mantuvo en los marcos de una actividad defensiva.

  • QUE CANTIDAD DE MANIFESTANTES ASISTI A LA MARCHA Y CUAL ERA EL CLIMA QUE PRIVABA EN ELLA? Mira. La manifestacin fue realmente pequea, poco mas de 10 mil participantes, en comparacin con las grandes marchas de 100 mil y asta 500 mil que se lograron realizar apenas 3 aos atrs; como ya veamos la marcha estaba formada por estudiantes del poli y la UNAM y por algunos contingentes obreros y populares. Haba un gran entusiasmo por volver a tomar las calles, por revivir el gran movimiento pasado, pero no haba la confianza de otras veces, se tenia presente que desde diciembre de 1970 haba tenido lugar el cambio de gobierno encabezado por Lus Echeverra, uno de los responsables de los asesinatos masivos de los aos sesentas, mxime que ni el ni nadie olvidaba que desde que haba sido designado como candidato a presidente haba sido repudiado con frecuencia por los estudiantes y trabajadores en su farsa electoral, esto es lo que sucedi en la ESCA del Politcnico y en Zacatenco donde 2 mil estudiantes expulsaron al representante de LEA en el auditorio de Zacatenco. En Oaxaca los estudiantes ocuparon la universidad para impedir la entrada de Echeverra y colocaron mantas de repudio a la farsa. El da que arribo el candidato se quemo gran cantidad de propaganda prista y los estudiantes se armaron de piedras y bolsas de harina para el recibimiento. Los acarreados siguieron el ejemplo de los estudiantes para repudiar a LEA, obligndolo a cambiar su itinerario y hacer su mitin frente al cuartel para resguardarse de la ira popular. Si esperbamos ser reprimidos y haba un poco de temor; nuestra marcha era un reto a toda burguesa a la cual habamos repudiado a travs de su representante durante toda su campaa. Solo lamentbamos que la gran masa de los manifestantes no fuera preparada para defenderse y mucho menos para tomar la ofensiva, era imposible que los oportunistas que tenan la direccin de este movimiento se hicieran cargo de esos preparativos, puesto que eran considerados por ellos como actos de provocacin, por lo que, de echo, nos colocamos los mas avanzados- a la cola del reformismo, en una marcha que, no haba duda, sera reprimida. Los oportunistas del PCM, punto critico, perspectiva y otros decan que no haba que aceptar provocaciones, pero tuvieron que salir porque era un echo que las masas saldran a pesar de todo y a los demcratas para eso les pagan, para socavar el movimiento desde adentro. Desde las 3 de la tarde empezamos a concentrarnos los manifestantes que llegbamos en pequeos grupos, abecs en camiones urbanos secuestrados; a las 4 se bloquean las calles de san Cosme y avenida Mxico-Tacuba. Media hora despus, en las calles de camarones y crisantema, son detenidos por varios agentes 25 estudiantes y les quitan mantas y pancartas; a las 5 se forma el contingente llevando al frente enormes mantas y se inicia la marcha por las calles de Carpio y plan de san Lus. Las consignas y porras de los contingentes se interrumpen cuando el Salvador Das Mirn un grupo de granaderos exhorta a los dirigentes de la manifestacin para que la suspendieran; les indica que no

  • hay permiso para realizarla. La advertencia policaca para que no marchramos fue ocupada por un coro de silbidos y gritos y sin hacer caso de ella continuamos la marcha. Mientras Marcu Pardias y otos de su especie recin regresados del exilio, parlamentan con la polica, la masa de manifestantes los rebasa y continan echando porras asta la esquina de Sor Juana. La mayora pensbamos que era preciso cumplir con el recorrido que se haba planteado la marcha, y no bamos a dejarnos amedrentar tan fcilmente por la polica. Los cuerpos represivos se encontraron en avenida de los maestros y mas tarde vuelven por segunda ocasin a tratar de detener a los manifestantes. Es en estos momentos cuando los oportunistas imponen *********nal; todos contamos, aunque bastante avergonzados por usar este recurso sentimental que apela al nacionalismo burgus de la polica. Los granaderos se desplazan hacia la avenida Mxico-Tacuba. ES EN ESTE MOMENTO QUE SE DA LA REPRESIN? CUL ES LA RESPUESTA DE LAS MASAS? Si, en estos momentos atacan los Halcones. Como abierta en dos por un tajo la manifestacin se desgajo de en medio y todos pudimos ver a los Halcones que por un momento impusieron el terror y el desconcierto, golpeando a la vanguardia de la marcha con sus garrotes. Cientos de ellos a los gritos de Halcones!, Halcones! Trataban de llegar a la retaguardia de la manifestacin realizando una maniobra envolvente para copar a los manifestantes. En un principio se inicio la desbandada hacia todas las calles aledaas, algunos manifestantes se atrincheraron en la normal. Los manifestantes se reponen rpidamente de la sorpresa y responden con los palos y tubos de las mantas llevados con ese propsito- enfrentndolos a las armas, machetes piedras y garrotes de los Halcones. Se generaliza el combate y los Halcones son obligados una y otra ves a replegarse, los granaderos lanzan gases lacrimgenos sobre la muchedumbre y empiezan a orse rfagas de ametralladora. Algunos oportunistas gritan que son salvas, que es una provocacin y que todos conserven la calma. Pero no, las heridas demostraban que era plomo. Algunos nos adelantamos hasta ver a los Halcones que armados con rifles M-1 y M-2, pistolas, carrotes y piedras disparaban enloquecidos contra todo lo que se mova en esa zona, decenas de manifestantes, heridos, muertos e ilesos son recogidos, detenidos y violentamente subidos a las patrullas y a los camiones de granaderos y a los autobuses grises de los Halcones.

  • Por todas las calles se oan rfagas de rifles automticos y descargas de pistolas. Los gritos de dolor de seores, jvenes, mujeres y nios se confunden con el ulular de las ambulancias. Un vasto sector se convierte en campo de batalla. Haban terminado las porras y vivas a sus respectivos planteles y frases de repudio al gobierno. Solo se oan los gritos histricos y las mentadas de madre, Mxico, Mxico, libertad gritaban algunos: halcones, halcones se oa por todas lados, muchos de ellos haban dividido en tres zonas de combate, los Halcones disparaban hacia las casas, las azoteas, haciendo mayor la sozobra y el descontento en los vecindarios de la zona. La gente buscaba abrigo en cualquier puerta abierta. Los Halcones eran dirigidos por comandantes del servicio secreto, ante la proteccin de los granaderos quienes les cubran la retirada cuando se replegaban. La amiga que me acompaaba gritaba y se jalaba incontrolable, deca que era esa una forma estpida de morir, que haba que retirarse: asesinos, hijos de la chingada les gritaba. Pero no se vaya a creer que la masa se quedo con los brazos cruzados, los manifestantes respondieron con lo que tuvimos a la manos. La respuesta a los garrotazos y a las primeras rfagas no se hizo esperar. Despus que las fuerzas represivas dispersaron al contingente principal, la lucha se generalizo en forma de guerrillas, pequeos grupos de manifestantes brotaban por todos lados y obligaban a los Halcones y policas a hacer movimientos constantes. Una y otra ves los manifestantes regresaban a enfrentarse con sus atacantes, al grito de jntense, jntense. Cuando los Halcones se retiraban los cientos de espectadores de los edificios arrojaban palos y fierros a los manifestantes para que se defendieran, algunos albailes de una obra proporcionaron madera a los manifestantes con la misma solidaria intencin. Incluso, en muchas ocasiones los Halcones eran repelidos por los mismos habitantes de la zona, unos lanzando piedras desde sus ventanas y otros salan de sus casas y se incorporaban de lleno al combate. Y no nada mas esto, hubo tambin casos en los que cuando los manifestantes lograban dar alcance a los grupos de Halcones, descargaban sobre ellos su odio de clase. Igual suerte corran los policas disfrazados de fotgrafos, a quienes adems les quebraban sus cmaras. Pudimos ver tambin la respuesta organizada de algunos grupos que armados con pistolas de diversos calibres, gritaban a los dems; retrense si no vienen armados, no es hora de ser hroes; mientras que pecho a tierra o **** rodilla al suelo disparaban cuidadosamente sobre la masa de Halcones. Por toda la zona haba focos de batalla, algunos Halcones concentran el fuego hacia la Nacional de Maestros, donde se han parapetado varios manifestantes armados.

  • Para las 6 de la tarde los manifestantes estaban totalmente dispersos por las colonias Tlaxpana, Santa Julia, Casco de Santo Tomas, Santa Maria la Rivera y la San Rafael, por lo que se encontraban refriegas por distintos rumbos, todava hubo quienes trataron de marchar sin dispersarse asta el monumento a la revolucin, pero la polica y los Halcones salieron al paso nuevamente. Tal ves la burguesa no esperaba semejante respuesta de las masas, y en verdad dir que tampoco quienes preveamos la represin, no fue sino asta 4 horas despus de iniciados los combates que, finalmente, la superioridad militar del enemigo se impuso. Despus de los enconados enfrentamientos, los ltimos combatientes nos retiramos perdidos en la oscuridad de las 9 de la noche. QU MS NOS PODRA DECIR SOBRE LA REPRESIN? Oficialmente la polica reconoca 32 heridos, 16 muertos y 159 detenidos, pero por la magnitud de la violencia muchos calculamos no menos de 200 muertos, y en cuanto a los heridos y detenidos podra afirmar que fueron mucho mas que las cifras dadas por el estado. Despus nos enteramos que en el zcalo se encontraron varios tanques blindados y ligeros del segundo escuadrn blindado de paracaidistas, adems de otras fuerzas que se desplazaron hacia ciudad universitaria. Durante la persecucin muchos manifestantes se refugiaron en la nacional de maestros, en casas particulares, en patios de vecindades y otros se fueron al hospital Rubn Leero, donde ya haban sido llevados algunos de los heridos. Hasta ah llegaron los Halcones rompiendo vidrios, dando garrotazos a diestra y siniestra, haciendo salir despavoridos a quienes, aun heridos, podan hacerlo; remataron a los internos del hospital y hasta a sus propios cmplices heridos. Algunos heridos eran sacados y conducidos al Campo Militar Numero Uno, otros ms eran rescatados por los manifestantes, algunos murieron y eran arrastrados hacia la Normal. POR QU CREES QUE LA BURGUESA REPRIME ESTE TIPO DE MOVILIZACIONES? Todos sabemos que en Mxico nos encontramos frente a una frrea dictadura burguesa; en este marco el estado generalmente reprimir aquellas movilizaciones que afecten sus intereses como clase dominante. La burguesa tacha de inmediato como sediciosa, como subversiva, como contraria a los intereses de la revolucin mexicana o como disolvente social, cualquier movilizacin que contenga un carcter revolucionario; por eso no es extrao que responda siempre con la saa y brutalidad que la caracterizan, puesto lo que esta en juego es su vida como clase parasitaria.

  • Si con respecto a la lucha de clases obrera, la burguesa jams da muestras, desde el principio, de la menor duda o vacilacin, no a habido un solo gobierno en Mxico que deje que arremeter contra las luchas proletarias independientes, y las aplasta sin detenerse en medios, esto tenemos que atenderlo y analizarlo entre la clase obrera y las masas populares. El 10 de junio, por ejemplo, no se trataba de una manifestacin cualquiera, de esas que la burguesa se da el lujo de autorizar; esa marcha era la practica de una poltica independiente de clase del proletariado y las masas populares, la burguesa pretenda impedir a toda costa que el proletariado y sus aliados ejercieran esa poltica, si bien el peligro de demandas no rebasaba el marco del peticionismo democrtico burgus impuesto por los oportunistas, esto no era mas que la apariencia. La burguesa y por lo menos los manifestantes avanzados, comprendan que las masas, educadas por la misma represin anterior en la necesidad de organizar la preparacin militar de la movilizacin necesidad que se sintetizaba en las consignas de volveremos con fusiles , volveremos a tomar las calles haba rebasado asta cierto punto el control impuesto por la burguesa a travs de los oportunistas, esto fue una marcha que puso de manifiesto la gran disposicin de las masas a impulsar la lucha revolucionaria. QU OTROS FACTORES CONTRIBUYERON PARA QUE FUERA REPRIMIDA LA MARCHA? Por principio los oportunistas demcratas son los impulsores de una poltica pacifista, legalista, de conciliacin de clases en el seno del movimiento de masas, ellos en boca del PCM y dems oportunistas decan que no haba que aceptar provocaciones, recurso retrico ste que en realidad trata de impedir que las masas tomen cualquier iniciativa que las ponga a la ofensiva en la lucha de clases. Ya en plena balacera ellos mismos decan que las balas son de salva, no corran. Yo mismo vi algunos estpidos pescados llevados de ese pacifismo, correr hacia los agresores gritando armados de una manta: Mxico, libertad, Mxico, libertad, como pidiendo clemencia. Ellos, los demcratas, son expertos en arrastrar a las masas a las emboscadas que les tiende la burguesa, imponiendo tcticas de lucha dominadas. Cuando al inicio la polica detuvo la marcha, acudieron solcitos los connotados demcratas del 68: Marcu Pardias, Roberto Escudero, Martnez de la Roca, etc., diciendo a la polica que las autoridades actuaban anticonstitucionalmente, y con su imbcil legalismo preguntaban al coronel Rodrguez: la polica respetara la constitucin?.

  • Despus de la represin, el Comit Organizador de Comits de lucha dirigido por los oportunistas declar: No aceptaremos jams el dialogo a balazos, e indignados todos los demcratas en masa, se dieron a la tarea de exigir una investigacin que deslindara responsabilidades y castigo a los culpables. Como si la burguesa estuviera obligada a realizar desde el poder la poltica de la clase obrera. Con todo ello, los demcratas quieren disimular la naturaleza real de la burguesa y su Estado y apelan ellos para que se hagan una investigacin como si estuviramos frente a un Estado neutral en la lucha de clases y no frente a un Estado burgus. La burguesa se apresuro a tratar de tranquilizar a las masas con la destitucin de algunos funcionarios quienes posteriormente, a su debido tiempo, fueron premiados con algunas gubernaturas, -tal es el caso de Domnguez y de Rogelio Flores Curiel- y Echeverra se apresuro a declararse el ms indignado. As tanto los demcratas como el gobierno de Echeverra culparon a la derecha o a la conjura contra Mxico Este texto fue capturado de una publicacin de 1981... es una entrevista a un combatiente. algunas palabras no fueron tan claras... (estn sustituidas por; "*"s)