1 Serie Tres Destinos - Patricia Thayer - Echar Raíces

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Patricia Thayer - Echar Raíces

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    Patricia Thayer

    1 Serie tres destinos

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    Echar races (2009)

    Serie: Tres destinos

    Ttulo original: Raising the rancher's family (2007)

    Editorial: Harlequin Ibrica

    Sello / Coleccin: Jazmn Miniserie 36

    Gnero: Contemporneo

    Protagonistas: Holt Rawlins y Leah Keenan

    Argumento:

    Una esposa y un hijo para Holt

    El magnate neoyorquino Holt Rawlins haba dejado sus trajes de chaqueta para ponerse las botas

    vaqueras y el sombrero Stetson. Haba vuelto a casa para averiguar la verdad, no para hacer

    amigos.

    As fue hasta que la bella Leah Keenan apareci en su vida. Leah haba encontrado a un nio que

    necesitaba ayuda y Holt se convirti de pronto en padre y protector.

    Leah saba que la familia que haban creado no era real y que pronto tendra que volver a su

    antigua vida pero la idea de marcharse le parta el corazn.

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    Captulo 1

    Por fin haba llegado a casa.

    Leah Keenan dej escapar un suspiro al tomar la estrecha carretera que llevaba a su

    refugio de Destiny, Colorado, donde haba crecido rodeada del amor y la seguridad que le

    daban sus dos hermanas y sus padres adoptivos.

    Haban pasado veintisiete aos desde el da que ella, Morgan y Paige fueron

    abandonadas en el hostal Keenan, pero ya no era la alegre idealista que se march del

    pueblo tres aos antes. La crueldad del mundo haba logrado cambiarla.

    Recuerdos de Oriente Medio, donde haba estado fotografiando los horrores de la guerra

    para la revista Our World, la perseguan constantemente. Haba visto tanto horror,

    bombas, disparos, muerte y destruccin y el horror no terminaba ah. Acababa de

    fotografiar a cientos de personas que haban quedado sin hogar despus de un terremoto.

    Y los nios

    Al or un claxon Leah gir el volante a tiempo para evitar la camioneta que llegaba de

    frente. Asustada, detuvo el coche de alquiler en el arcn y apag el motor. En el silencio,

    poda or los latidos de su corazn. Tena que calmarse, se dijo.

    Unos minutos despus sali del coche y empez a relajarse admirando aquel sitio que le

    era tan familiar. lamos blancos rodeaban la carretera, demostrando con sus nuevas

    ramas y exuberantes hojas verdes que la primavera haba llegado a Colorado. Leah mir

    las montaas de San Juan, el terreno rocoso cubierto de enormes pinos. En la cima an

    quedaba nieve del invierno.

    Sonri. De nia sola correr por aquellas colinas como si fueran el patio de su casa y su

    espritu aventurero volva completamente locos a sus padres.

    Afortunadamente, llevaba su ropa de trabajo: una sencilla blusa de algodn, un jersey,

    pantalones de color caqui y botas.

    Tomando su cmara del asiento, Leah se acerc a la valla, en la que haba un cartel que

    deca No pasar. Pero como el propietario, John Rawlins, era un amigo, salt la valla sin

    prestarle atencin y tom el camino que llevaba hacia la falda de la montaa. Un ciervo

    apareci entre los rboles y se detuvo para hacerle una fotografa, sonriendo. La serena

    belleza de aquel sitio era tan relajante

    Deseando llegar a su destino, apresur el paso y, a unos trescientos metros, pudo

    escuchar el sonido del agua.

    Unos minutos despus llegaba hasta el claro que estaba buscando y, como siempre, se

    qued admirada al ver el agua de la montaa que caa formando una piscina natural.

    Aos atrs, haba llamado a aquel sitio especial su cascada escondida, el refugio

    privado donde se pona a soar.

    Un movimiento llam su atencin entonces y, al levantar la mirada, vio a un nio pequeo

    inclinado sobre una roca, lavando algo en el agua. Deba de tener siete u ocho aos,

    pens, mientras le haca una fotografa y miraba luego alrededor buscando a su familia.

    Pero all no haba nadie.

    El nio levant la cabeza en ese momento y, al verla, sali corriendo.

    Espera! No voy a hacerte dao. Te has perdido? Yo tengo un mvil

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    Pero el cro no la escuchaba. Leah intent seguirlo, pero corra como un lince.

    Se va a hacer de noche! le grit. Pero el nio haba desaparecido entre los rboles.

    Suspirando, Leah mir su reloj. Eran las tres de la tarde.

    Ni siquiera llevaba una chaqueta murmur, sabiendo el fro que haca all por las

    noches.

    Estaba deshaciendo el camino para volver al coche cuando, en la distancia, vio una figura

    a caballo. Al acercarse comprob que era un hombre alto con un Stetson negro sobre la

    cara. Pero lo que ms llam su atencin fue el rifle que llevaba en la silla.

    A lo mejor puede usted ayudarme le dijo. Acabo de ver a un nio

    Qu hace aqu?

    Ella parpade, sorprendida por el brusco tono. Intent reconocer al hombre, pero el pelo

    castao claro y los sorprendentes ojos verdes no le resultaban familiares.

    Conozco al propietario del rancho, tranquilo. Estoy preocupada por ese nio creo que

    podra haberse escapado de casa.

    Yo no he visto ningn nio dijo l. As que tiene que marcharse.

    Ya le he dicho que conozco al propietario. Soy Leah Keenan. John Rawlins siempre me

    ha dejado hacer fotografas aqu.

    Pues no va a poder seguir hacindolas.

    Leah no estaba acostumbrada a que la gente de Destiny fuese tan grosera.

    Por qu no?

    John muri hace seis meses.

    Oh, no no lo saba.

    John Rawlins, un hombre de la edad de su padre, era una persona a la que haba querido

    mucho.

    Pues ahora ya lo sabe dijo el extrao, fulminndola con sus ojos verdes. As que ya

    puede marcharse.

    Pero hay un nio perdido por ah podra estar escondido en alguna de las cuevas y

    eso es muy peligroso.

    Entonces ir a echar un vistazo.

    Esa promesa no la tranquiliz en absoluto.

    Mire, me llamo Leah Keenan y soy de Destiny. Yo conozco todas las cuevas de por

    aqu y podra ayudarlo a buscar.

    No necesito su ayuda.

    Leah tuvo que hacer un esfuerzo para no decirle lo que pensaba de su comportamiento.

    No tiene por qu ser tan antiptico. Slo estoy preocupada por el nio.

    Ese nio est en terreno privado y usted tambin. As que mrchese.

    Ella se puso en jarras, furiosa.

    Se puede saber quin es usted?

    Holt Rawlins.

    Leah mir aquel rostro medio escondido bajo el sombrero y, por fin, reconoci el familiar

    hoyito en el mentn. La diferencia era el pelo claro y esos ojos de color esmeralda.

    El hijo de John murmur. No saba que tuviera un hijo.

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    El hombre sonri, pero era una sonrisa amarga.

    Pues entonces estamos igual. Durante aos tampoco yo supe que tuviera un padre.

    Holt Rawlins sigui a la intrusa sin bajar del caballo y la observ saltar la cerca que

    marcaba los lmites del rancho. Y cuando por fin desapareci por la carretera, dej

    escapar un suspiro.

    Lo ltimo que deseaba era escuchar a otra vecina de Destiny dicindole lo maravilloso

    que haba sido John Rawlins. Si era tan maravilloso, por qu no haba visto a su hijo en

    casi treinta aos?

    El divorcio de sus padres haba sido muy amargo. Durante aos, su madre le haba dicho

    que su padre era un hombre egosta, que su familia no le importaba tanto como su

    rancho.

    Pero tras recibir la notificacin de la muerte de John Rawlins cuatro meses antes, Holt

    haba vuelto al sitio en el que naci. Para vivir en la tierra que siempre haba pertenecido

    a los Rawlins.

    Holt movi las riendas para dirigir al caballo, Rusty, hacia la pintoresca cascada,

    esperando que el sonido del agua lo relajase mientras observaba el camino de lamos

    que llevaba hasta la majestuosa cumbre de la montaa.

    Aunque l era un neoyorquino que disfrutaba de la energa de la vida en una gran ciudad,

    una parte de l experimentaba una emocin diferente en aquel sitio.

    Lo atribua al hecho de que su vida era un caos en aquel momento. Haba roto su relacin

    con una mujer con la que estaba a punto de casarse y su carrera ya no era el reto que

    haba sido aos atrs. De modo que cuando el abogado llam para decir que su padre

    haba fallecido dejndolo como heredero, Holt supo que tena que regresar a Colorado. Al

    menos, para descubrir algo sobre el hombre que haba sido su padre.

    Por el momento, lo nico que haba descubierto era que todo el mundo lo respetaba y lo

    quera

    Entonces por qu no haba tenido tiempo para su nico hijo?

    Holt record numerosos cumpleaos y Navidades cuando era un nio, esperando un

    regalo, una carta, una llamada de telfono. Pero no haba habido nada nunca.

    Intentando apartar de s los recuerdos, mir hacia la carretera. La diminuta rubia de los

    ojazos de color chocolate haba desaparecido.

    Pero algo en esos ojos le deca que no era de las que se daban por vencidas fcilmente.

    Estaba tan seguro de que volvera a verla como de que no dejara de escuchar elogios

    sobre el hombre que para l no haba sido ms que un extrao.

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    Captulo 2

    Leah lleg a la calle principal de Destiny y mir con cario los edificios que formaban la

    pequea comunidad de quinientos habitantes. En la plaza estaban el banco, la comisara

    y el Ayuntamiento. Eso la hizo sonrer porque la alcaldesa de Destiny era su hermana

    mayor, Morgan.

    Pas luego por delante de la fuente, de la que manaba un agua cristalina por el

    momento. El agua de la fuente de Destiny cambiaba de color misteriosamente segn la

    estacin del ao.

    Nada haba cambiado en aquel pueblecito en el que haba crecido. Y eso la consolaba; un

    consuelo que necesitaba para curar su cuerpo y, sobre todo, su corazn.

    Despus de tomar la calle Pine gir a la izquierda como haba hecho tantas veces en el

    pasado. Una manzana despus encontr el edifico de ladrillo y madera al que an segua

    llamando su hogar y detuvo el coche frente al decorativo cartel blanco: Hostal Keenan.

    Propietarios: Tim y Claire Keenan.

    Estaba bajando del coche cuando sus padres salieron de la casa.

    Cario! Leah no pudo controlar la emocin al respirar el familiar aroma de su

    madre. Pareces cansada. Y qu delgada ests!

    Ella ri, secndose una lgrima con el dorso de la mano.

    Vaya, mam, gracias.

    Aprtate, Claire, tengo que abrazar a esta chica para comprobar que es mi hija sonri

    Tim Keenan. Ya ests en casa, cielo. Mis plegarias han sido escuchadas.

    Su padre, un robusto irlands de pelo oscuro y sonrisa abierta, siempre era capaz de

    saber lo que estaba sintiendo, lo que necesitaba. Desde que tuvo edad para fijarse en los

    chicos, siempre los comparaba a todos con l. Y ninguno de ello haba estado nunca a la

    altura.

    De repente, sin saber por qu, pens en Holt Rawlins. Haba algo en aquel hombre que

    no poda olvidar. Como fotgrafa profesional, se enorgulleca de saber juzgar a la gente

    con una sola mirada, pero con aquel hombre era imposible.

    Tim, deja que la chica respire ri su madre. Venga, vamos a la cocina. Cunto me

    alegro de que ests en casa, cielo! le dijo, apretando su mano con cario. Llevas

    demasiado tiempo fuera.

    Lo s, mam.

    En el porche, lleno de alegres tiestos con flores, haba dos balancines de madera

    colgando de cadenas. Y, tras una puerta de roble con un cristal emplomado, estaba el

    recibidor, con suelos de roble protegidos por una bonita alfombra de color granate. El

    recibidor llevaba directamente a un mostrador de madera que se usaba como recepcin

    del hostal. Las puertas que daban al saln estaban parcialmente cerradas, pero Leah

    pudo ver a los clientes disfrutando de un tranquilo t.

    Su madre le dijo algo a la chica que estaba tras el mostrador y, despus, pasaron bajo la

    escalera que llevaba al segundo piso para atravesar la biblioteca, con su chimenea, sus

    cmodos sillones de lectura y estanteras llenas de libros. Luego pasaron por el comedor,

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    con su papel de flores. Las mesas ya estaban puestas para la cena, con una vajilla de

    porcelana y servilletas de colores.

    Y, por fin, llegaron a la cocina. Aquella habitacin era diferente al resto de la casa porque

    era estrictamente para la familia. Ninguno de los clientes poda entrar all. Como tampoco

    en el tercer piso, que se reservaba para ellos.

    Bueno, hblanos de tus viajes dijo su padre, llevndola frente al ventanal que daba al

    patio.

    Pero antes de que pudiera decir nada, su madre intervino:

    Tim, djala en paz. An no ha tenido tiempo de respirar.

    Leah apret la mano de su padre.

    Pap, quiero que me cuentes qu tal va todo por aqu. Que Morgan sea la nueva

    alcaldesa de Destiny es genial. Seguro que a Hutchinson se lo come la envidia.

    Los Hutchinson siempre haba sido la familia ms rica del pueblo. Fue el bisabuelo, Will,

    quien haba hecho su fortuna cuando encontr la mina de plata de Destiny, cuyos

    beneficios haban ayudado a fundar aquella prspera comunidad.

    Yo creo que Lyle est ms preocupado por su padre. Billy Hutchinson est muy mal, el

    pobre suspir su madre. Es una pena que hayan tenido que llevarlo a una residencia.

    Ah, vaya, lo siento.

    Claro que Billy Hutchinson deba de tener casi noventa aos.

    Bueno, pero eso no evit que su hijo, Lyle, intentase manipular las elecciones

    pidindole a sus empleados que votasen por l. Lyle slo quiere lo mejor para s mismo,

    Morgan quiere lo mejor para el pueblo.

    Claire llev una enorme sopera hasta la mesa.

    Ah, cunto he echado de menos tus comidas dijo Leah sonriendo.

    Espero que eso te convenza para quedarte ms tiempo. A ti y a tu hermana Paige.

    Leah no quera hablar de marcharse todava. Slo quera pensar en cosas agradables,

    como el hogar o la familia.

    Cmo est Paige? Hace meses que no hablo con ella.

    Trabaja demasiado respondi su madre con un suspiro, pero esperamos que

    vuelva a casa para la fiesta.

    Dnde est todo el mundo? oyeron una voz desde el pasillo.

    Estamos aqu! Leah se levant cuando su alta y delgada hermana, Morgan, entr en

    la cocina.

    Morgan tena el pelo castao largo y rizado, un marco perfecto para sus ojazos verdes.

    Leah y ella eran todo lo diferentes que podan ser unas hermanas.

    Ven aqu, renacuaja! ri su hermana, abrazndola. Cunto me alegro de que

    hayas vuelto a casa.

    Yo tambin me alegro murmur ella, con los ojos llenos de lgrimas.

    Tantas veces mientras estaba fuera se haba apoyado en su hermana mayor

    Venga, venid a comer antes de que se enfre dijo Claire.

    Me han dicho que ha muerto John Rawlins dijo Leah.

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    S, ocurri muy rpido. Un ataque al corazn le cont su padre. Cmo te has

    enterado?

    Par un momento en la cascada y me encontr con un hombre que deca ser el hijo de

    John; un tal Holt Rawlins. No saba que John tuviera un hijo.

    Conoci a su mujer, Elizabeth, cuando estaba de vacaciones. Se enamoraron y se

    casaron unas semanas despus. Pero a ella nunca le gust ser la mujer de un ganadero y

    se llev al nio a Boston con su familia.

    Y por qu no volvi nunca por aqu?

    John intent seguir en contacto con l, pero la familia de Elizabeth tena mucho dinero,

    as que fue ella quien consigui la custodia. Por lo visto, se negaba a dejarlo venir.

    Pues aqu est dijo Leah.

    Su madre dej escapar un suspiro.

    John le dej el rancho en su testamento.

    Y piensa quedarse?

    No lo creo. Dicen que es un asesor financiero de Nueva York respondi su padre.

    Por qu ests tan interesada?

    Leah se encogi de hombros.

    No lo s, por curiosidad. Ah, por cierto, vi un nio en la cascada y yo dira que se

    haba escapado de casa, pero el seor Rawlins no quiso ayudarme a buscarlo.

    Morgan levant la mirada.

    Seguro que no estaba con su familia de acampada o algo as? El rancho de Rawlins

    linda con el campamento Mountain View.

    Leah haba visto demasiados nios abandonados como para no tener sospechas.

    Podra ser, pero maana pienso volver a buscarlo le guste a Rawlins o no.

    Sus padres intercambiaron una mirada.

    A lo mejor deberas hablar con el sheriff, cario.

    El sheriff no puede hacer nada si antes no encuentro al nio, y yo creo que est

    escondindose. Pero no os preocupis, yo puedo manejar a Holt Rawlins Leah pens

    en el hombre del rifle y esper que fuera verdad.

    Pero se haba equivocado.

    A la maana siguiente aparc el coche en el mismo sitio y sigui el camino hasta la

    cascada, pero el seor Rawlins estaba esperndola.

    Ms apuesto de lo que un hombre en vaqueros y camisa de cuadros debera estar,

    llevaba el Stetson como un escudo, ocultando sus ojos.

    No le haba dicho que este rancho es propiedad privada?

    Leah levant una ceja.

    He decidido que necesita usted ayuda.

    l se inclin hacia delante, apoyando los codos en la silla.

    Sigue siendo propiedad privada.

    Pero hay un nio perdido por aqu.

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    Cmo sabe que se ha perdido? Podra estar escondido porque ha cometido algn

    delito.

    En cualquier caso, slo es un nio Leah se cruz de brazos. Y no pienso

    marcharme hasta que lo encuentre.

    Yo podra echarla de aqu ahora mismo. O llamar al sheriff.

    De todas formas, informara sobre ese nio lo ret ella. Y el sheriff vendra con sus

    hombres.

    Holt se irgui, molesto. Lo ltimo que deseaba era tener a los curiosos vecinos de Destiny

    en su propiedad.

    Claro que si viniera con sus hombres el nio podra asustarse

    Le doy dos horas la interrumpi Holt Rawlins. Si no lo encontramos en ese tiempo,

    la bsqueda ha terminado luego seal la silla. Vamos, suba.

    Leah abri mucho los ojos.

    Quiere que suba al caballo con usted?

    Como no tiene otra montura, y dudo que pueda seguirme a pie, yo dira que es la nica

    opcin.

    Leah estir los hombros, irguindose todo lo que le era posible sobre su metro sesenta.

    A l siempre le haban gustado las rubias de piernas largas, pero no poda negar que se

    haba fijado en aquella rubita tan esbelta. Claro que en aquel momento de su vida

    cualquier mujer llamara su atencin.

    Muy bien dijo ella. Empezaremos por las cuevas.

    Holt quit el pie del estribo para dejarle espacio y ella se agarr a su antebrazo para darse

    impulso. Subi de un salto, como una experta amazona.

    Nos vamos?

    Claro dijo ella, agarrndose a la silla. Vamos hacia las colinas, conozco las cuevas

    de all. Espero que se haya escondido en una de ellas y no en la mina abandonada.

    Holt tir de las riendas para que el caballo fuera en la direccin indicada, pero la transicin

    no fue suave y Leah tuvo que agarrarse a su cintura. l intentaba no pensar en el roce de

    sus manos, pero era como un hierro candente marcando su piel. Y cuando lo solt en el

    camino lo ech de menos.

    Si tiene que agarrarse

    Llevo toda la vida montando a caballo. No se preocupe, no voy a caerme.

    Veinte minutos despus, cuando llegaron a la falda de la colina, Leah estaba deseando

    bajarse. Estar tan cerca de aquel hombre empezaba a ponerla nerviosa.

    Pare aqu le dijo, antes de bajar de un salto.

    Los aos desaparecieron al recordar que haba sido durante la poca del instituto cuando

    escal por primera vez aquel terreno montaoso.

    Oiga, espere!

    Leah esper. Para ser un tipo de Nueva York no se le daba nada mal moverse entre las

    rocas. Y cuatro meses en el campo lo haban beneficiado de otras maneras, pens. No

    poda dejar de admirar esos hombros tan anchos, ese torso musculoso

    De repente le costaba un poco respirar, pero lo achac a la altura.

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    Puede esperar aqu si sufre de claustrofobia le dijo cuando llegaron a una de las

    cuevas. El interior es muy angosto.

    Holt clav en ella sus ojos verdes.

    Vaya delante.

    Leah tuvo que inclinarse en la entrada de la cueva. Estaba vaca y no haba trazas de que

    alguien hubiese pasado por all.

    No est aqu dijo, decepcionada.

    Y qu hacemos ahora? Se marcha?

    No, no pienso irme.

    Leah sigui subiendo por las rocas sin molestarse en mirar atrs.

    Por qu conoce tan bien estas cuevas?

    Sola venir aqu a hacer fotografas. John me dijo que mientras no me acercase a la

    mina poda hacer lo que quisiera luego se detuvo, mirando alrededor.

    Sobre ellos se abra un limpio cielo azul y, debajo, se extenda un prado verde donde

    pastaba el ganado.

    Por qu se para?

    Estoy disfrutando del paisaje. Su paisaje.

    Yo no tengo tiempo que perder.

    Oh, Dios, slvame de los neoyorquinos.

    Ya casi hemos llegado Leah inclin la cabeza a la entrada de otra cueva y encontr lo

    que buscaba: varias botellas de agua vacas.

    Holt apareci a su lado y seal los envoltorios de patatas fritas y chocolatinas.

    Parece que el chico es un ladronzuelo.

    El ladronzuelo, como usted dice, es slo un nio. Mire cmo tiene que vivir.

    No debera vivir aqu.

    A lo mejor no tiene otro sitio replic Leah. Pero parece que se ha ido.

    Durante un segundo le pareci ver un brillo de compasin en sus ojos y eso la hizo

    albergar esperanzas.

    No quiero tener un ladronzuelo por aqu.

    No lo tendr. Volver y lo encontrar Leah sac una chocolatina del bolsillo del

    chaleco y la dej sobre un tronco. Por si decidiera venir

    Cmo que piensa volver? le pregunt Holt cuando salan de la cueva.

    Tengo que encontrarlo. Le parece normal que un nio viva en una cueva?

    Muy bien suspir Rawlins. Entonces, venga a casa. As podr montar su propio

    caballo.

    Ha cambiado de opinin?

    No, pero he decidido que sera mejor para todos encontrar a ese maldito nio.

    Estupendo, pens Leah. Tal vez aquel hombre tena un corazn despus de todo.

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    Captulo 3

    Leah y Morgan estaban en su antiguo dormitorio, recordando cosas de la infancia.

    Seguiras en ese rbol si no te hubiera ayudado a bajar le dijo su hermana mayor.

    No habra pasado nada si no se me hubieran enganchado los vaqueros en esa rama

    replic Leah sonriendo. A mam no le hizo ninguna gracia que me rompiera unos

    pantalones nuevos.

    Lo que le preocupaba era que no tuvieses miedo de nada. Y ahora te dedicas a viajar

    de continente en continente

    S cuidar de m misma dijo Leah. Al menos fsicamente, pens, recordando

    fotografas de nios olvidados. Mam no tiene que preocuparse.

    Como si pudiera dejar de hacerlo suspir Morgan. T eres su nia pequea.

    Leah siempre se haba sentido segura con su familia. Al contrario que sus hermanas, no

    recordaba nada de su vida antes de llegar a Destiny y consideraba a los Keenan como

    sus padres. Ella no haba sido tan inquisitiva como Morgan y Paige sobres sus padres

    biolgicos ni se haba preguntado nunca por qu su madre habra abandonado a tres

    nias tan pequeas. Aquella era su casa y ahora eso significaba mucho ms que nunca.

    Por favor, dime que vas a quedarte durante un tiempo.

    Ya te dije que estara aqu para ayudarte a organizar el aniversario de pap y mam.

    No tengo que volver a trabajar hasta dentro de seis semanas.

    Por primera vez desde que empez a fotografiar pases del Tercer Mundo, Leah no

    estaba deseando volver al trabajo. La constante visin de hambrunas y desastres la haba

    dejado agotada. Pero de repente record una fotografa, la del nio que haba visto en la

    cascada.

    Qu ocurre? pregunt Morgan.

    Estoy preocupada por ese cro.

    Ah, claro. Pero no te preocupes, el sheriff est estudiando todas las denuncias de nios

    desaparecidos. Reed Larkin es un ex agente del FBI y sabe hacer su trabajo.

    Leah no estaba preocupada por el sheriff, era la actitud de Holt Rawlins lo que la

    preocupaba.

    Qu sabes de Holt Rawlins?

    Slo lo que pap y mam te han contado. Lleg al rancho Silver hace unos meses y ha

    pasado por el pueblo en un par de ocasiones, pero es muy reservado. La gente dice que

    est esperando a la subasta y luego vender el rancho.

    Por qu pasara un neoyorquino tanto tiempo aqu?

    Morgan se encogi de hombros.

    A lo mejor quiere cambiar de vida. Que t seas una viajera impenitente no significa que

    a otros no les guste la vida en un pueblo pequeo.

    Bueno, se marche o se quede, no va a conseguir que me olvide del asunto. Pienso ir

    all por la maana para seguir buscando al nio.

    Tengo la impresin de que ese hombre te interesa ms de lo normal.

    Leah carraspe.

    Slo porque es un antiptico de cuidado. No creo que l vaya a buscar al nio.

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    Ah, y por eso llega Leah Keenan al rescate sonri su hermana.

    A la maana siguiente, cuando sali del establo Holt vio un coche aparcado en la puerta.

    Y a Leah Keenan saliendo de l. Llevaba una camisa blanca, un jersey rojo y unos

    vaqueros que se pegaban a su voluptuoso cuerpo. Cmo una chica tan bajita poda

    tener unas piernas tan largas?

    Luego mir su cara. Su brillante pelo rubio estaba sujeto en una coleta, mostrando una

    piel aterciopelada y sin maquillaje. Mientras se acercaba, sus labios se curvaron en una

    amplia sonrisa y, de repente, empez a correr.

    Zach! grit, echndose en los brazos del hombre que estaba en la puerta del

    establo.

    El capataz del rancho, Zach Shaw, sonri.

    Un pajarito me ha dicho que habas vuelto a casa le dijo, dando un paso atrs para

    mirarla bien. Bueno, pero si eres la chica ms guapa del pueblo. Ya era hora de que

    vinieras a verme.

    Y t eres tan mentiroso como siempre Leah ri, pero despus se puso seria. Siento

    mucho lo de John.

    Zach sacudi la cabeza.

    Tena un problema de corazn, pero nadie saba nada el hombre parpade varias

    veces para controlar la emocin, pero luego consigui sonrer. John hablaba de ti a

    menudo. Y le encantaban las postales que le enviabas. Deca que ibas a sitios cuyos

    nombres no poda pronunciar.

    Yo tampoco poda pronunciarlos contest Leah.

    De repente, Holt se sinti como un intruso. Su padre le tena cario a aquella chica, pero

    no se haba molestado en conocer a su propio hijo.

    Si habis terminado de recordar, tenemos que irnos dijo, malhumorado.

    Muy bien. Dime qu caballo quieres que ensille sonri Leah, tutendolo por primera

    vez.

    Ya est hecho.

    He pensado que te gustara montar a Daisy intervino Zach.

    Leah acarici el cuello de la yegua.

    Qu chica tan guapa murmur. Pero no tenas que ensillarla, Zach.

    Yo no he sido. Holt lo hizo por m.

    As ahorramos tiempo dijo l.

    Estoy lista. Podemos irnos cuando quieras afirm Leah, tomando las riendas del

    animal para salir del establo. Zach, t vienes con nosotros?

    No, cario. Yo me quedar guardando el fuerte. Adems, ese cro podra volver para

    robar algo ms.

    Ha robado algo aqu?

    S, comida.

    Y estis seguro de que ha sido l?

  • 13

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    Holt se encogi de hombros.

    Nos faltan un par de mantas, una linterna y algo de comida. T qu crees? Debi de

    venir a casa cuando estbamos con el ganado.

    Pero se cuida mucho para que no lo veamos aadi Zach. Y si est huyendo de

    alguien, seguramente ser porque no lo han tratado bien.

    Por eso tenemos que encontrarlo dijo Leah, subiendo a la silla de un salto.

    Tened cuidado les advirti el capataz. Holt, s que t puedes manejar un caballo,

    pero hay muchas zonas por aqu que no conoces. Leah s, ella puede llevarte a las

    cuevas.

    Muy bien. Estaremos de vuelta en un par de horas.

    Zach mir de uno a otro, sonriendo.

    Bueno, si yo fuera joven y estuviera con una chica tan guapa, no tendra tanta prisa por

    volver.

    Holt tuvo que sonrer. El maldito hombre estaba haciendo de casamentero.

    Leah no saba cunto haba echado de menos montar a caballo hasta que volvi a ver los

    paisajes de su infancia. S, ella era definitivamente una chica de campo y le encantaban

    aquellas cumbres rocosas que parecan tocar el cielo. Cunto le gustara haber llevado

    su cmara!

    Al menos as tendra algo que hacer, pens, mirando al hombre que iba a su lado. Aunque

    haban intercambiado un par de frases amables, el seor Rawlins no era demasiado

    comunicativo.

    Pero cuando llegaron a la cueva donde haban encontrado las botellas de agua el da

    anterior, descubrieron que ya no haba nada. El nio no quera dejar rastros,

    evidentemente.

    Es slo conmigo o eres as con todo el mundo? le pregunt Leah.

    As cmo?

    No has dicho ms de diez palabras desde que salimos del rancho.

    No creo que sea necesario mantener una conversacin.

    No, pero tampoco te moriras por ser un poco cordial.

    l sigui mirando hacia delante.

    De qu quieres que hable?

    Bueno, para empezar por qu no viniste nunca a visitar a tu padre?

    Holt se puso tenso.

    No soy la persona ms adecuada para contestar a esa pregunta. Seguro que t o

    cualquier vecino de Destiny sabe ms sobre John Rawlins que yo. No volv a verlo desde

    que tena cuatro aos.

    Aunque haca lo posible por disimular, Leah vio un brillo de tristeza en sus ojos. Y esa

    fragilidad la emocion.

    Pero John era tu padre.

  • 14

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    Eso parece murmur l, dirigiendo lentamente su caballo hacia unos rboles. Pero

    sera mejor concentrarnos en lo que estamos haciendo buscar a ese nio por el que

    ests tan preocupada.

    Todos los nios necesitan proteccin afirm Leah.

    Bueno, pues entonces vamos a encontrarlo de una vez. Tienes idea de dnde puede

    haber ido?

    No, no lo s. Lo que me da miedo es que se haya escondido en la mina dijo ella,

    sealando hacia arriba.

    Holt saba que todo aquello era un tremendo error. Debera haber llamado al sheriff para

    que l se encargase de buscar al nio y, de ese modo, no tendra que lidiar ms con la

    seorita Keenan.

    Conoca a ese tipo de mujer, dispuesta a salvar al mundo entero. Todo el mundo era su

    amigo y a todo el mundo le gustaba. Cmo no iba a gustar? Era preciosa y con esa

    sonrisa tan bonita era imposible no sentirse atrado por ella Esos ojos castaos parecan

    mirar dentro de tu alma hasta ver lo que uno no quera que viera nadie.

    S, tena que alejarse de aquella mujer, y rpido, se dijo.

    Una pena que no pudiera seguir su propio consejo. Esa maana se haba levantado ms

    temprano de lo normal para esperarla.

    Holt chasc la lengua y el caballo anim el paso. Cuanto antes encontrasen al nio, antes

    se marchara la tentadora Leah Keenan de sus tierras y de su vida.

  • 15

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    Captulo 4

    Media hora despus llegaban a su destino. Holt la sigui mientras ella ataba las riendas

    de la yegua a una roca.

    La mina Sunny Day est ah arriba.

    Armada con una linterna, empez a subir por el camino, con Holt detrs, quien, para su

    sorpresa, suba con mucha facilidad. La boca de la mina estaba tapada con tablones de

    madera y un cartel que deca No pasar, pero enseguida se dieron cuenta de que

    algunos de los tablones haban sido movidos.

    Es un sito muy popular entre los adolescentes le explic Leah. Vienen aqu a beber

    y a estar con las novias.

    l se pas una mano por el mentn sin afeitar.

    Pues no parece un sitio muy cmodo.

    Y es peligroso, adems.

    La temperatura en el interior era al menos diez grados menor que fuera y ola mucho a

    humedad.

    Holt dirigi la linterna hacia el suelo, que mostraba evidencias de ms de una fiesta.

    Como todos los adolescentes, siempre dejan las cosas tiradas.

    Deberamos decrselo al sheriff para que se lo notificara al propietario, as podran sellar

    la entrada.

    Crees que eso evitara que viniesen a hacer fiestas?

    Leah no contest. Mientras Holt examinaba el interior de la mina ella se dirigi hacia uno

    de los tneles, rezando para no encontrar rastros del nio entre los viejos instrumentos de

    trabajo y los montones de maderos podridos. Cuando saltaba por encima de uno de esos

    maderos una rata se cruz en su camino y Leah asustada, dio un salto hacia atrs,

    tropezando con algo. Incapaz de mantener l equilibro, cay al suelo y los maderos,

    apoyados en la pared empezaron a desplazarse

    Holt corri a su lado para llevarla hacia la entrada mientras la mina se llenaba de polvo

    pero cuando por fin todo volvi a quedar en silencio, no la solt. Leah estaba temblando,

    sintiendo el aliento de Holt en su cuello.

    Te has hecho dao?

    No.

    Entonces, vmonos de aqu dijo l, tomando su mano.

    Una vez fuera, la mir de arriba abajo.

    Te das cuenta de lo que podra haber pasado?

    S, pero estoy bien. Gracias de todas formas.

    No quiero que me des las gracias. Podras haberte hecho dao de verdad maldita

    sea, Leah.

    Lo s, lo s, pero es que me asust esa rata. No debera haber entrado en el tnel,

    pero tengo que encontrar al nio.

    Eres as de arriesgada como fotgrafa?

    Me pagan para que haga un trabajo Leah se dio la vuelta para deshacer el camino,

    pero Holt la sujet por la mueca.

  • 16

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    No pienso dar un paso ms hasta que me prometas que no vas a volver a hacer

    ninguna tontera.

    Lo ltimo que necesitaba era recibir rdenes de aquel hombre, pero al fin y al cabo la

    haba ayudado en la mina

    Muy bien, pero debes meterte en la cabeza que quiero encontrar a ese nio Leah

    mir el cielo y vio que se haba llenado de nubes. Deberamos darnos prisa.

    Por hoy hemos terminado. Tengo cosas que hacer.

    Entonces, ir yo sola.

    Holt la mir, incrdulo.

    Despus de lo que ha pasado en la mina no pienso dejar que vayas sola a ningn sitio.

    Veinte minutos despus volvan al rancho, pero la tormenta los pill antes de que

    pudieran llegar al establo.

    La lluvia golpeaba con fuerza el tejado mientras Leah llevaba a Daisy a su compartimento,

    iba a colocar la silla despus de cepillar al animal, pero Holt se la quit de las manos.

    Trae, lo har yo.

    No hace falta dijo ella, mirndolo.

    Se haba quitado el sombrero y, por primera vez, poda ver claramente su atractivo rostro.

    El pelo castao claro, ondulado, caa sobre si frente y los increbles ojos verdes estaban

    en marcados por unas pestaas largusimas.

    Yo s donde va todo.

    Yo tambin Holt le quit la silla para llevarla al cuarto de los arreos mientras ella se

    volva para tomar el bocado y la manta.

    Bueno, ya est despus de colocarlos en su sitio, descubri que l estaba

    mirndola o, ms bien, mirando su blusa mojada y tuvo que hacer un esfuerzo para no

    cubrirse con las manos. Pero cuando un trueno hizo retumbar el establo, Leah cruz los

    brazos sobre el pecho.

    Holt no dejaba de mirarla. Empapada, Leah Keenan era an ms atractiva pero,

    dejndose llevar por su instinto protector, tom una manta para ponrsela sobre los

    hombros. Y luego cometi el gran error de mirar esos ojazos castaos.

    Creo que deberamos esperar aqu hasta que pase la tormenta.

    Muy bien. Me quedar si t te quedas.

    Tengo una idea mejor: por qu no vamos a casa y te quitas esa ropa mojada?

    Estoy bien aqu.

    No me mires con esa cara de miedo, no voy a hacerte nada.

    Pues claro que no. Es que no quiero molestar

    Es un poco tarde para eso suspir Holt, tomndola del brazo para llevarla a la

    puerta. Vamos, ahora llueve un poco menos.

    Pero cuando llegaron al porche, los dos estaban empapados de nuevo.

    Ser mejor que nos quitemos las botas o Mara nos cortar el pescuezo por llenarle la

    cocina de barro.

  • 17

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    Mara Silva sigue trabajando aqu?

    Viene a limpiar una vez a la semana y me hace algunas comidas.

    Qu suerte tienes. Cocina de maravilla.

    Yo tambin s cocinar, pero despus de un largo da de trabajo est bien tener algo ya

    preparado cuando llego a casa dijo l, tomando una camisa del perchero. Esto es

    todo lo que hay. Pntela mientras tu ropa se seca en la secadora.

    No hace falta

    Ests temblando. Hazlo o Zach me dar una patada en el trasero por dejar que pilles un

    resfriado.

    Muy bien, muy bien Leah tom la camisa y cruz la cocina tras l.

    Ah hay un bao dijo Holt cuando llegaron al pasillo. Por si quieres darte una ducha

    caliente.

    Gracias.

    Aunque l no necesitaba una ducha caliente, pens mientras suba al segundo piso,

    donde estaba el dormitorio que una vez haba sido de su padre, con una cama con

    cabecero de caoba y un edredn hecho de parches de tela. El papel de la pared haba

    perdido el color con el paso de los aos y una alfombra de cuerda cubra parcialmente el

    suelo de madera que Mara mantena pulido y brillante.

    No haba ninguna fotografa de su familia o de l, ni siquiera de nio. Holt intent no

    pensar en el hombre que no haba querido saber nada de su hijo. Su nico hijo.

    Haba otros tres dormitorios en el segundo piso, pero Holt se deca a s mismo que la

    razn por la que dorma all era porque tena su propio cuarto de bao. Cuando empezaba

    a quitarse la ropa, oy el grifo de la ducha en el piso de abajo. Genial, justo lo que

    necesitaba, la imagen de Leah Keenan desnuda en el bao.

    Suspirando, se meti en la ducha y abri el grifo del agua fra.

    Pero diez minutos despus encontr a Leah en la cocina y tuvo que tragar saliva porque

    slo llevaba puesta la camisa. Con la cara lavada y el pelo mojado cayendo sobre sus

    hombros, era una visin arrebatadora.

    Espero que no te importe, pero me he hecho un caf.

    Me parece estupendo. Y ya veo que conoces la casa.

    Leah tom un sorbo de caf.

    Cuando estaba en el instituto sola pasar mucho tiempo aqu, haciendo fotografas.

    Holt intentaba no mirar sus piernas, pero eso sera imposible incluso para un santo y l no

    era un santo precisamente. Sus suaves pantorrillas y perfectos muslos lo hacan babear.

    Sin pensar, tom un sorbo de caf y se escald la lengua. Enseguida abri la nevera para

    recibir algo de aire fresco.

    Quieres comer algo?

    Cuando Leah se acerc, su aroma a jabn, a limpio, casi hizo que se le doblasen las

    piernas.

    Slo si dejas que yo lo prepare.

    S, claro. Hay embutido ah voy a buscar el pan.

    No, deja, sintate.

  • 18

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    Holt no poda dejar de mirarla mientras haca bocadillos de jamn con lechuga y tomate.

    Todo iba perfectamente hasta que se puso de puntillas para abrir uno de los armarios de

    arriba dejando al descubierto sus redondeados muslos.

    Entonces tuvo que apartar la mirada. Un hombre tena sus lmites. Pero, de repente, Zach

    entr en la cocina y mir alrededor con los ojos brillantes.

    Bueno, veo que ya os habis puesto cmodos.

  • 19

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    Captulo 5

    Leah se dio cuenta de que estaba medio desnuda en la cocina de Rawlins, pero decidi

    olvidarse de vergenzas, sonrer y saludar a Zach.

    Llegas justo a tiempo para comer le dijo. Quieres un bocadillo de pavo con

    lechuga y tomate?

    No quiero interrumpir nada

    Desde cundo te ha importado eso? replic Holt, irnico. Venga, sintate.

    Estamos haciendo tiempo hasta que se seque la ropa de Leah.

    Os ha pillado la tormenta?

    Cuando volvamos suspir ella. Seguro que no quieres un bocadillo, Zach?

    Bueno si no es mucho problema el capataz se dej caer sobre una silla. Veo que

    no habis encontrado al chico.

    No, pero no pienso rendirme le asegur Leah. Est por ah, en algn sitio.

    Pues yo creo que ya se ha marchado intervino Holt. No hemos encontrado ni rastro

    de l.

    Eso no significa que se haya ido insisti ella, buscando platos en el armario.

    Maana tenemos que mirar en varios sitios despus de sentarse al lado de Zach, tir de

    la camisa como si quisiera cubrir sus piernas, tarea imposible. He pensado ir a la vieja

    mina de Hutchinson, la que est al sur.

    S, por all cerca hay agua asinti Zach. Y aunque la cabaa es muy vieja, sigue en

    buen estado.

    Y yo no tengo nada que decir? protest Holt. No puedo perder todo el da

    buscando a un chico que no quiere ser encontrado.

    Entonces ir yo sola.

    No, de eso nada.

    Leah no pensaba dejarse intimidar.

    Muy bien. Seguro que el sheriff podra reunir a un grupo de hombres.

    No me gusta que me amenacen

    Y a m no me gusta que haya un nio solo por ah replic ella, levantndose para salir

    de la cocina dando un portazo.

    Bueno, ya has metido la pata dijo Zach suspirando. A lo mejor en Nueva York a la

    gente no le importan los dems, pero aqu nos cuidamos los unos a los otros. Si t no vas

    con Leah, ir yo.

    Holt apret los labios. No era verdad que en Destiny todo el mundo cuidase de todo el

    mundo. Su padre no lo haba hecho. Pero l no era tan desalmado como para dejar que

    un nio anduviera solo por all.

    Quieres dejar de rezongar? No he dicho que no fuera a ir.

    Desde el pasillo vio a Leah ponindose los vaqueros en el cuarto de bao y su cuerpo

    despert a la vida.

    Te importa? le pregunt ella, cerrndose la camisa.

    Holt se apoy en el quicio de la puerta, como si verla vistindose no lo afectase en

    absoluto. Aunque no era verdad.

  • 20

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    No, no me importa.

    Leah se dio la vuelta para abrocharse los vaqueros.

    Me voy al pueblo. Te devolver la camisa maana.

    Qudatela. A ti te sienta mejor.

    Volver maana.

    Tendr los caballos preparados a las ocho.

    Pero pens

    Slo he dicho que no poda estar haciendo esto todos los das. Zach necesita ayuda

    con las tareas del rancho y tenemos que reunir al ganado para la subasta.

    Lo s la expresin de Leah se suaviz. Y te agradezco mucho que me ayudes a

    buscarlo, especialmente despus del traspi en la mina.

    Pareca tan joven, tan inocente Holt sinti una extraa desazn. Leah despertaba en l

    algo ms que instinto de proteccin.

    Por eso no deberas entrar sola en ninguna otra mina.

    S, claro bueno, entonces nos vemos maana por la maana.

    l asinti con la cabeza.

    Estaba dejando de llover y Leah levant la cara al cielo para respirar profundamente antes

    de entrar en el coche mientras Holt la observaba por la ventanilla. Haba sido l as de

    espontneo alguna vez? Claro que saba muy bien la respuesta a esa pregunta: nunca;

    siempre haba sido un hombre muy ambicioso, decidido a triunfar.

    Su madre, Elizabeth Pershing, haba esperado que su nico hijo estuviera a la altura de

    su elegante familia de Boston. Y ser el hijo de un ganadero de Colorado ya era un punto

    en su contra.

    Por mucho que lo intentase, Holt nunca se haba sentido lo bastante bueno como para ser

    un Pershing. Una vez haba odo decir a su abuelo que Elizabeth haba cometido un

    terrible error casndose con John Rawlins y, desde luego, siempre lo haba hecho sentir

    a l como un extrao.

    Pero, por fin, haba dejado de intentar complacer a la familia. Cuando se enter de la

    muerte de John Rawlins incluso tras las amenazas de su abuela de desheredarlo, Holt

    haba dejado su trabajo en Nueva York y se haba ido a Colorado para llevar el rancho.

    Le haba dicho adis a su carrera y a la mujer de la que, supuestamente, estaba

    enamorado. Melanie era todo lo que un hombre podra desear, pero cuando le dijo que

    quera casarse y formar una familia, Holt supo que an no poda dar ese paso.

    Porque no saba si era capaz de amar a alguien de verdad.

    Leah, has odo lo que he dicho? pregunt Morgan.

    Qu? Leah, que estaba soando despierta se volvi hacia su hermana.

    Te he preguntado si crees que el saln de la iglesia es lo bastante grande para la fiesta

    de aniversario.

    T lo sabrs mejor que yo. Cunta gente cabe? Vamos a invitar a todo el pueblo?

    La siempre organizada y compuesta Morgan no pareca ni lo uno ni lo otro aquel da.

  • 21

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    La verdad, no estoy segura. Es que tenemos el aniversario de la fundacin del pueblo

    al mismo tiempo

    Morgan era la nica de las hermanas Keenan que haba permanecido en Destiny. Leah se

    haba marchado a hacer fotografas por el mundo y Paige, con su ttulo de Derecho,

    trabajaba en la oficina del fiscal de Denver. El sueo de Morgan siempre haba sido ser

    profesora, pero despus de conseguir un puesto en un colegio de la ciudad, de repente un

    da volvi a casa. Para quedarse. Dijo que haba cambiado de opinin sobre su carrera y

    abri una tienda de regalos en el hostal. Desde entonces no haba ido ms all de

    Durango.

    Cundo has dicho que llega Paige?

    No estoy segura. La ltima vez que habl con ella estaba trabajando en un proceso

    criminal pero dijo que seguramente llegara a final de mes.

    Leah arrug el ceo.

    Entonces slo estar aqu dos semanas.

    Bueno, qu se le va hacer suspir Morgan. Pero me alegro mucho de que t

    tengas tanto tiempo de vacaciones. Tres aos son demasiados.

    Leah asinti, sintindose culpable por haber estado tanto tiempo fuera.

    Ya sabes que yo siempre he tenido muchos sueos y tuve que aprovechar la

    oportunidad cuando se present.

    Y lo lamentas?

    Bueno, hay veces que echo de menos a la familia le confes Leah. Cuntas noches

    se haba dormido llorando despus de fotografiar tanto dolor y tanto sufrimiento!. Pero

    la revista Our World me dio una oportunidad de oro.

    Durante los ltimos tres aos haba dejado que Morgan pensara que llevaba una vida

    emocionante y llena de glamour, pero los rostros de los nios a los que haba tenido que

    dejar atrs la perseguiran para siempre.

    Leah intent apartar de s los recuerdos.

    Aunque no estara mal que mejorasen los alojamientos. En la mayora de los sitios a los

    que voy ni siquiera tienen agua caliente.

    O respeto por los derechos humanos.

    Nosotros podemos alojarte mejor, pero espero que no te aburras.

    Al contrario, Leah disfrutaba de la comodidad y la paz de su pueblo. Aunque no dejaba e

    pensar en su nuevo residente: Holt Rawlins. l no la haca sentir muy tranquila.

    Seguro que encontrar cosas que hacer.

    Si estas hablando de ese nio, a lo mejor deberas llamar a Reed. l podra reunir un

    grupo de voluntarios.

    Pero es que me temo que el nio se asustara si viera a un grupo de hombres. Yo creo

    que es mejor que Holt y yo vayamos solos maana.

    Llevas un par de das en el pueblo y ya has visto ms al nuevo vecino que la mayora

    de nosotros. Cmo es? le pregunt su hermana con curiosidad.

    Leah se encogi de hombros.

  • 22

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    Se parece un poco a John, pero no tiene nada que ver con l. No ha hecho amistad

    con nadie en el pueblo?

    Yo lo he visto un par de veces en el almacn o en la oficina de correos, pero parece

    muy reservado. Es cordial y amable, pero a lo mejor deberas invitarlo a la fiesta.

    Leah no estaba segura de que Holt quisiera hacer amigos.

    No te parece raro que John nunca dijera nada sobre su hijo? Por qu no tuvo

    relacin con Holt?

    Morgan se encogi de hombros.

    A lo mejor el divorcio fue amargo. Y es muy difcil mantener una relacin a larga

    distancia.

    De todas formas, me resulta increble que John Rawlins se olvidase de su hijo.

    Esas cosas pasan, ya lo sabes. Mranos a nosotras. Nuestra madre biolgica nunca

    regres a buscarnos.

    No era ningn secreto que, veintisiete aos antes, las chicas haban sido abandonadas en

    el hostal. Nunca haban hablado mucho sobre sus padres biolgicos, pero por qu

    abandonara una madre a sus hijos?

    Morgan mir a su hermana.

    A veces la gente no puede mantener sus promesas.

  • 23

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    Captulo 6

    El da siguiente amaneci fresco, pero con un cielo limpio de nubes; un da perfecto para

    montar a caballo. Leah llev la cmara esa vez y la guard en una de las alforjas de la

    silla. No pensaba perderse aquel paisaje tan increble.

    A media maana ya haban examinado dos minas abandonadas, pero esa vez Holt la

    haba obligado a quedarse fuera mientras l echaba un vistazo. Y aunque haba querido

    protestar, saba que lo mejor era no decir nada, de modo que se dedic a hacer

    fotografas.

    Cuando volvan a la cascada, Holt tir de las riendas y se volvi hacia ella, echndose el

    sombrero hacia atrs.

    Qu tal si descansamos un rato?

    Si claro. Por qu no? Voy a hacer unas fotos.

    La brisa acariciaba su cara mientras suba por unas rocas para buscar el mejor ngulo.

    Pero estaba tan concentrada en su tarea que empez a resbalar por la piedra sin darse

    cuenta hasta que un par de manos la sujetaron, evitando que cayera al agua.

    Lo siento, he perdido el equilibrio.

    Holt sonri.

    Parece que ltimamente eso te pasa mucho.

    Intentar tener ms cuidado Leah subi a una roca ms alta para mirar alrededor.

    Ah es donde lo vi por primera vez, al borde del agua.

    Holt admir su Shangri-La particular: una cascada de agua cristalina cayendo sobre una

    formacin de rocas de granito que formaba una piscina natural, con el fondo cubierto de

    piedras de colores. Cuando levant la mirada, vio que Leah le haba hecho una fotografa.

    Seguro que puedes encontrar algo ms interesante.

    Es posible, pero ahora mismo t eres todo lo que tengo ri ella. No te pongas

    grun o saldrs muy feo.

    Holt la sorprendi con una sonrisa.

    Eres un poco fresca para ser tan jovencita.

    Yo, jovencita? Ve al oculista, amigo.

    No me pasa nada en la vista replic l, recordndola el da anterior, con su camisa y

    las piernas al aire. Para m sigues siendo una nia.

    Ya, claro, porque t eres tan mayor

    Cuando baj la cmara le pareci ver un brillo de tristeza en sus ojos, pero no se atrevi a

    preguntar por qu.

    Qu tal si comemos algo? Mara nos ha hecho unos bocadillos.

    Holt se dirigi a su caballo y volvi con una manta y una bolsa de cuero que coloc sobre

    una roca. Leah se dej caer sobre la manta, pero manteniendo las distancias.

    De verdad tena miedo de l?, se pregunt. Aunque tal vez fuera lo mejor.

    Dnde podramos buscar ahora?

    No lo s, la verdad es que no se me ocurre dnde podra estar.

    Debe de ser muy listo para engaar a dos adultos.

  • 24

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    O no confa en ellos dijo Leah, mordiendo su bocadillo. Pero sus padres deberan

    haber denunciado su desaparicin.

    No todos los padres son como los tuyos. Algunos no tienen tiempo para sus hijos.

    El brillo de dolor que haba en los ojos verdes dejaba bien claro que su infancia no haba

    sido ideal. Pero antes de que Leah pudiese decir nada, l le hizo un gesto con la mano.

    No te muevas. Tu amiguito est escondido detrs de la cascada. Voy a intentar verle la

    cara

    S, pero no lo asustes.

    Entonces, ser mejor que me ayudes Holt sonri, tomndola por la cintura. Leah

    intent apartarse, pero cuando roz su cuello con los labios tuvo que hacer un esfuerzo

    para no suspirar.

    El pequeo ladronzuelo se est acercando al borde del agua le dijo al odo, su aliento

    quemndola. Tenas razn. Ocho o nueve aos, el pelo rubio

    Es l dijo Leah. Cmo vamos a convencerlo de que slo queremos ayudarlo?

    Holt inclin la cabeza para besar suavemente su cara y ella trag saliva. No necesitaba

    aquella complicacin. Y un hombre como Holt Rawlins lo sera.

    Te parece buena idea?

    l levant la cabeza para mirarla a los ojos.

    No estoy seguro dmelo t.

    Luego volvi a inclinar la cabeza para buscar su boca y Leah tuvo que rendirse.

    Totalmente perdida en el beso, le ech los brazos al cuello y se olvid de todo salvo del

    calor de sus labios. Unos segundos despus Holt se apart, con un brillo de deseo en los

    ojos de color esmeralda.

    Maldita sea. Se ha ido!

    Leah tard una dcima de segundo en entender a qu se refera y, por fin, corri tras l

    hasta la cascada. Pero no haba ni rastro del chico.

    Lo hemos perdido.

    Cre que estabas vigilndolo.

    Y estaba hacindolo hasta que t decidiste participar en el beso.

    Yo? exclam Leah. Me culpas a m por distraerte? Pero si ha sido idea tuya!

    Y ha sido muy mala idea suspir l.

  • 25

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    Captulo 7

    Volvieron al rancho en silencio. Leah no pensaba aceptar la culpa por haber perdido de

    vista al nio, aunque s se culpaba a s misma por besarlo por muy increble que

    hubiera sido el beso. Que hubiera cierta atraccin entre ellos no significaba que tuvieran

    que hacer nada, no?

    Tenemos que llamar al sheriff le dijo mientras desmontaba.

    Hazlo, pero yo te digo que ese chico no quiere que lo encuentren.

    Entonces, habr que convencerlo de que slo queremos ayudarlo insisti ella.

    Despus de colocar la silla y el bocado en el cuarto de los arreos vio a Zach y Holt

    hablando en voz baja frente a uno de los compartimentos.

    Tengo que decirte algo dijo l, tomndola del brazo.

    Qu tienes que decirme?

    Cosas.

    S, cosas asinti Zach.

    Leah dej que los dos hombres la sacaran del establo y, una vez en la cocina los mir,

    perpleja.

    Se puede saber qu queris? No vais a convencerme para que no llame al sheriff. No

    hemos podido encontrar al nio y esta noche va a hacer mucho fro

    Est viviendo en el granero la interrumpi Holt.

    Qu?

    Tuve que subir al sobrado hace un rato y encontr una manta, algo de ropa y comida

    le explic Zach.

    O sea, que ha estado robando cosas en mi casa.

    Est intentando sobrevivir replic Leah, preguntndose si aquel hombre tena

    corazn.

    Pues no puede hacerlo en mi granero.

    Ah, no, claro que no. Porque eso sera un problema horrible. Ese nio necesita ayuda y

    a ti slo te preocupa que te haya robado una manta y algo de comer lo acus ella.

    Sabes una cosa? Me estoy cansando de ser el malo. Slo quera decir que un granero

    no es sitio para un nio. Venga, llama al sheriff y dile que venga Holt sali de la cocina

    dando un portazo.

    Adnde va? pregunt Leah.

    Seguramente a buscar al chico.

    Genial murmur ella.

    Iba a salir de la cocina cuando son el telfono y, despus de contestar, Zach le pas el

    auricular.

    Es tu hermana.

    Gracias hola, Morgan.

    Hay una denuncia sobre un nio desaparecido en Durango, se llama Corey Haynes

    dijo su hermana, sin ms prembulos. Se ha escapado de una casa de acogida.

  • 26

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    Lo s, lo s. Ha estado escondido en el granero de Holt. Tengo que irme

    Despus de colgar, se dirigi a la puerta a toda prisa.

    Se llama Corey! le grit a Zach antes de salir.

    Pero cuando bajaba los escalones del porche vio a Holt intentando llevar a un nio hacia

    la casa. El cro, con los vaqueros rotos y las zapatillas casi negras, se resista, pero Holt

    tiraba de su delgado bracito.

    No pasa nada intent animarlo Leah. No Vamos a hacerte dao.

    Djeme! gritaba el nio, intentando soltarse.

    Holt por fin logr llevarlo a la cocina y lo sent en una silla. Corey se levant de un salto,

    pero l volvi a empujarlo.

    Sintate o tendr que atarte.

    El nio lo mir con expresin asustada y desafiante a la vez, pero hizo lo que le peda.

    Holt tom otra silla y se sent frente a l.

    Muy bien, dime cmo te llamas y de dnde vienes.

    No voy a decirle nada contest el chico, mirando al suelo.

    Te llamas Corey? Corey Haynes? intervino Leah.

    l levant la cabeza, sorprendido.

    Yo no conozco a ningn Corey.

    No tengas miedo dijo Leah. Estamos aqu para ayudarte.

    S, seguro, eso ya me lo han dicho antes.

    No puedes vivir en cuevas

    Por qu no? Es mejor que donde estaba antes los ojos del nio se llenaron de

    lgrimas, que se limpi con el dorso de la mano.

    Te trataron mal? le pregunt Leah.

    Qu ms da? No le importa a nadie.

    A m me importa, Corey. Quiero ayudarte.

    Por qu?

    Porque mereces algo mucho mejor de lo que tienes contest ella, abrazndolo.

    Ningn nio debera vivir en una cueva o en un granero. Deberas ser feliz, estar rodeado

    de cario y un poco ms limpio Leah arrug la nariz. Necesitas darte una ducha.

    Te parece bien, Holt?

    S, claro. Por qu no?

    Quieres que te ayude? pregunt Zach.

    Iras con Zach, Corey?

    El nio vacil un momento.

    Estars aqu cuando vuelva?

    S, claro sonri ella, apartando el pelo de su cara. Pero lvate de arriba abajo.

    Yo me encargar de que lo haga dijo el capataz, tomndolo del brazo.

    Leah se volvi hacia Holt.

    Tienes algo de ropa que pueda ponerse?

    No te preocupes, Zach encontrar algo en el armario.

  • 27

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    Lo ltimo que Holt necesitaba era involucrarse en los problemas de nadie, pero aquella

    chica pareca hacer lo que quera con l; haba conseguido que dejara su trabajo y se

    dedicase a explorar todas las cuevas y minas de la zona para encontrar a un nio que no

    quera ser encontrado. Se haba involucrado en aquella bsqueda mucho ms de lo que

    debera, especialmente despus del beso. Y no era una de sus mejores ideas.

    Crees que porque se bae todo est solucionado?

    No, pero es un principio replic ella, cruzndose de brazos. Y no pienso

    abandonarlo.

    Parece que no vas a tener mas remedio. Ese nio se ha escapado y cuando llegue el

    sheriff habr que devolverlo a su casa de acogida.

    El nio se llama Corey Haynes. Y si en esa casa lo trataban mal, yo no dejar que

    vuelva all.

    T no sabes nada sobre su situacin. Y tampoco tienes nada que decir sobre su futuro.

    Leah lo mir, perpleja.

    Se puede saber por qu eres tan amargado?

    No todo el mundo ha tenido una infancia tan feliz como las hermanas Keenan.

    Ella estaba a punto de replicar cuando, despus de dar un golpecito en la puerta, un

    hombre asom la cabeza en la cocina.

    Hola, soy el sheriff Reed Larkin.

    Encantado contest Holt, ofrecindole su mano. Pase, por favor, soy Holt Rawlins.

    S, claro, yo conoc a tu padre. Sent mucho su muerte.

    Hola, Reed dijo Leah.

    Hola, Leah. Parece que has estado muy ocupada desde que volviste a casa.

    El sheriff, un hombre alto y musculoso de pelo y ojos oscuros, siempre haba estado loco

    por su hermana Paige.

    Ya me conoces, Reed. Me aburro muy fcilmente.

    Pero deberas haberme llamado para contarme lo del nio suspir l, sacando un

    cuaderno del bolsillo de la camisa. El que se ha escapado se llama Corey Haynes y

    tiene ocho aos.

    Tiene que ser l dijo Leah. Pero no podemos enviarlo de vuelta a esa casa de

    acogida. El pobre lleva solo una semana entera por qu no han denunciado su

    desaparicin hasta ahora?

    Los padres de acogida estn siendo investigados pero, por el momento, tendremos que

    enviarlo a algn sitio.

    No dijo ella. Le promet a Corey que iba a ayudarlo y no pienso dejar que lo lleven

    a un orfanato.

    T no puedes decidir eso. Su madre ha muerto y su padre est en la crcel no tiene a

    nadie.

    Si lo llevas a un orfanato volver a escaparse.

    El sheriff estaba a punto de discutir cuando empez a sonar la radio de su coche patrulla.

    Perdonad un momento

    S, claro.

  • 28

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    Holt observ a Leah paseando nerviosamente por la cocina. Saba desde el principio que

    el nio la preocupaba de verdad y se deca a s mismo que haba cumplido con su deber

    encontrndolo, que habra alguna casa de acogida donde pudieran cuidar de l. Pero

    despus de ver la cara asustada del nio, saba que eso no era verdad.

    Los dos se volvieron hacia el sheriff cuando entr de nuevo en la cocina.

    Lo siento, eran los de Servicios Sociales. Me han dicho que no hay ninguna casa de

    acogida disponible por el momento, as que habr que llevarlo a Durango

    No puedes llevarlo a un orfanato lo interrumpi Leah. A lo mejor podra quedarse

    en casa de mis padres

    O podra quedarse aqu la interrumpi Holt.

    Aqu?

    No quiero ofenderlo, seor Rawlins empez a decir el sheriff, pero la verdad es que

    no lo conozco. Y si quiere acoger al nio durante unos das tendra que darme cierta

    informacin

    Yo s lo conozco intervino Leah. Hemos pasado tres das juntos buscando a

    Corey y Zach tambin vive aqu.

    El sheriff pareci estudiar la sugerencia.

    Leah tambin podra vivir aqu aadi Holt.

    Ella intent esconder su sorpresa. Pero hara cualquier cosa para que no se llevaran al

    nio incluso vivir bajo el mismo techo con Holt Rawlins.

    Corey necesita un ambiente estable. Adems, hasta que encontremos una casa

    decente para l, sera la mejor solucin.

    Reed mir a Holt, pensativo.

    Llamar a los de Asuntos Sociales y les pedir que se pongan en contacto con usted.

    Est seguro de que eso es lo que quiere?

    S, estoy seguro respondi l.

    Seguramente enviarn a alguien para que venga a entrevistarlo

    Muy bien. No tengo nada que esconder.

    Justo entonces Corey entr en la cocina, limpio como los chorros del oro y con una

    camiseta enorme que le colgaba por debajo de las rodillas. Pero la sonrisa del nio

    desapareci al ver al hombre de uniforme.

    No pasa nada, Corey. Es el sheriff Reed le dijo Leah. Y va a dejar que te quedes

    aqu unos das. Te parece bien?

    El nio la mir.

    T tambin vas a quedarte?

    S, claro, durante el tiempo que Holt y t me necesitis.

  • 29

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    Captulo 8

    El sol que se colaba por las rendijas de las persianas despert a Leah pero no estaba

    en su dormitorio. Sentndose de golpe sobre la cama mir alrededor y, poco a poco,

    empez a recordar.

    Estaba en el rancho Silver, en una cama con cabecero de metal y llevaba una camiseta

    de Holt Rawlins. El miedo que haba visto en el rostro de Corey hizo que decidiera

    quedarse a dormir all. Ni siquiera haba ido a su casa a buscar algo de ropa, pero al

    menos haba llamado a su familia para contarles la situacin.

    Despus de vestirse y pasarse un cepillo por d pelo sali al pasillo y ech un vistazo

    alrededor. Evidentemente, aquel sitio haba estado un poco desatendido, pero haba una

    melanclica belleza en el papel pintado y las alfombras gastadas.

    Y mientras bajaba al saln pens que aquel sitio, con algunas reformas, podra ser algn

    da un hogar maravilloso.

    Leah se detuvo en la puerta de la cocina, mirando a Holt Rawlins, con un pao sujeto a la

    cintura del gastado vaquero. Llevaba una camisa de cuadros y unas viejas botas.

    Ojal tuviera su cmara.

    Corey, muy serio, estaba poniendo la mesa y ninguno de los dos deca una palabra.

    Haba esperado que se entendieran un poco mejor pero, evidentemente, iban a tardar

    algn tiempo. Estaba a punto de volver al dormitorio para no molestarlos cuando el nio

    levant la mirada.

    Leah, ests despierta.

    Ella entr en la cocina, sonriendo.

    Claro que estoy despierta. Y el desayuno huele muy bien. Quieres que haga algo,

    Holt?

    No, nada, lo tengo todo controlado. Acabo de hacer caf.

    Incluso en su propia casa era un hombre de pocas palabras, desde luego. Leah se acerc

    a la cafetera para servirse una taza.

    Ah, est bueno.

    Holt sigui echando huevos en una sartn.

    Cmo lo sabes? Con tanta leche y tanto azcar se pierde todo el sabor.

    Es que la mayora de los hombres hacen el caf demasiado fuerte.

    Yo no soy como la mayora de los hombres.

    Cierto, nunca haba conocido a nadie como l. Alguien tan cabezota, tan rgido tan

    guapo.

    Qu tal has dormido?

    No he dormido mal.

    Cuando sus miradas se encontraron, el corazn de Leah se aceler. Y dudaba que

    tuviese algo que ver con la cafena.

    A qu hora te has levantado?

    A las cinco y media.

    Deberas haberme despertado entonces. Podra haberte ayudado con las tareas.

    Hemos terminado pronto dijo Holt.

  • 30

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    Zach y t?

    Y Corey.

    Holt me despert para dar de comer a los caballos dijo el chico.

    Es que en un rancho siempre hay muchas tareas que hacer. Hay que cuidar de los

    animales

    Eso es lo que me dijo Holt asinti el nio, mientras llevaba los platos a la mesa.

    Sabes que Lulu va a tener un potro dentro de unas semanas?

    Ah, me acuerdo de Lulu sonri ella, pensando en la yegua favorita de John.

    Es muy bonita.

    Una yegua de color castao asinti Leah, cortando rebanadas de pan.

    Zach me ha dicho que si sigo aqu podr ver nacer al potrillo. Dice que sera la primera

    vez para Holt tambin porque nunca haba vivido en un rancho hasta hace poco. Es de

    Nueva York el nio respir un poco antes de abrir el cajn de los cubiertos. T has

    estado alguna vez en Nueva York?

    S, varias veces. Es un sitio muy grande.

    Yo he vivido en Texas y en Colorado. Mi padre trabajaba en las minas hasta que

    cerraron la expresin de Corey se volvi triste. Luego no encontraba trabajo y

    tuvimos que irnos.

    Antes de que Leah pudiera consolarlo, Zach entr en la cocina.

    Ah, parece que llego en buen momento.

    El desayuno ya est casi listo sonri Corey. Despus de comer puedo ir con Holt

    y contigo a dar de comer al ganado?

    El hombre arrug el ceo.

    Eso depende. An tenemos que terminar algunas tareas aqu.

    Yo puedo ayudar los ojos del nio se iluminaron. Ya he hecho mi cama y tambin

    he limpiado el bao, tal y como Holt me ha pedido.

    Estupendo, porque aqu todo el mundo tiene que encargarse de lo suyo Zach le dio

    un pellizco en el estmago y Corey solt una risita. Pero primero tenemos que comer

    para poner algo de carne en esos huesos.

    El desayuno est listo anunci Holt, llevando una bandeja de huevos con beicon a la

    mesa.

    Leah llev la mantequilla y la mermelada y, mientras desayunaban, el nio le pregunt si

    iba a ir con ellos.

    Tengo que ir al pueblo esta maana, pero slo para buscar algo de ropa. Volver dentro

    de un par de horas. De hecho, yo har la cena esta noche.

    Lo prometes? pregunt Corey.

    El miedo que haba en sus ojos le encogi el corazn. Y no pensaba volver a romper una

    promesa hecha a un nio.

    Ese pobre cro suspir Claire Keenan, sentada frente a Leah en la cocina del hostal.

    Seguramente era la primera vez que se sentaba en toda la maana.

  • 31

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    Como ves, no tengo ms remedio que quedarme en el rancho de Rawlins.

    He llamado a Esther Perkins, de la parroquia. Est buscando algo de ropa para el nio.

    Gracias mam. Yo voy a pasar por la tienda para comprarle calzoncillos y calcetines

    y un par de zapatos. Tiene unas zapatillas muy usadas pero creo que ni siquiera le

    valen.

    Cada vez que pensaba en la familia de acogida de Corey se pona furiosa.

    S que quieres ayudar a ese nio, Leah, pero estoy preocupada por ti dijo su madre

    entonces.

    Por qu?

    Te has involucrado tanto en la situacin Te vas a llevar un disgusto horrible cuando

    se lo lleven a otra casa de acogida.

    Leah no estaba preparada para hablar de sus propios demonios. Slo saba que no poda

    alejarse de aquel chico como haba hecho con otro nio, en otro momento de su vida.

    Holt Rawlins se ha hecho responsable de Corey, mam. Yo slo estoy ayudando.

    Pero te has ido a vivir al rancho. Yo dira que eso es involucrarse demasiado.

    Cmo puedes decir eso cuando pap y t nos adoptasteis sin pensarlo dos veces?

    Claire Keenan sonri y se formaron unas arruguitas alrededor de sus ojos.

    Adems de casarme con tu padre, adoptaros a vosotras es lo mejor que me ha pasado

    en la vida. Desde el momento que vimos a esas tres nias preciosas nos enamoramos

    por completo.

    Leah apret su mano.

    Y nosotras os queremos muchsimo. Pero, por favor, intenta entender que yo fui la

    primera en ver a Corey y me siento responsable. Puede que parezca una locura, pero es

    como si alguien lo hubiera puesto en mi camino.

    Y el nio tiene suerte sonri su madre. Slo me preocupa lo que pasar cuando

    tengas que marcharte.

    Leah no quera pensar en ello.

    Yo nunca le hara dao intencionadamente.

    Lo s, pero lo han abandonado tantas veces en el pasado

    Tengo seis semanas de vacaciones, mam. A lo mejor cuando me tenga que marchar

    ya han encontrado una buena casa para l.

    O a lo mejor Holt Rawlins decide adoptarlo.

    Ella arrug el ceo.

    Holt un padre adoptivo? No le pareca muy posible.

    Bueno, esta maana se llevaban muy bien, pero supongo que querr volver a Nueva

    York.

    No es eso lo que yo he odo.

    Las dos se volvieron cuando Morgan entr en la cocina.

    Con un vestido largo y demasiado ancho, su hermana pareca decidida a esconder su

    belleza, pens Leah.

    El rancho Silver ya no est en venta.

    Holt Rawlins va a quedarse para llevar el rancho de su padre?

  • 32

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    Morgan se encogi de hombros.

    Eso es lo que Susan Horan me ha contado esta maana. Susan es la agente

    inmobiliaria que se encargaba de la propiedad.

    Leah haba pensado que el plan de Holt era volver a Nueva York

    Se pregunt entonces si habra alguien especial en su vida y ese pensamiento le hizo

    recordar lo que haba ocurrido el da anterior en la cascada. Cmo poda haber una

    mujer en la vida de Holt si iba por ah besando a todo el mundo?

    Llevas menos de una semana en casa y ya has conseguido irte a vivir con el hombre

    ms guapo del pueblo brome Morgan.

    T sabes por qu voy a quedarme en el rancho de Holt: porque hay un nio asustado

    que me necesita.

    Lo s, lo s. Pero debes admitir que Holt Rawlins es un vaquero muy guapo.

    Vaquero? Holt Rawlins se ha criado en Boston y Nueva York.

    Morgan levant una ceja.

    Da igual. Ese hombre podra salir en un cartel publicitario. Pregntale a cualquier chico

    del pueblo.

    Nadie tena que decirle eso a Leah. An poda ver su sonrisa, sentir el calor de sus

    labios

    Pero el Ayuntamiento esperaba quedarse con una parte de la propiedad de Rawlins

    Por qu?

    Estamos interesados en promover el turismo con una estacin de esqu y una zona de

    paseos y escalada, pero el rancho Silver nos corta el acceso. Aunque habl con John del

    asunto, nunca llegamos a nada Morgan sonri. Pero como t te llevas tan bien con

    Holt, he pensado que podras hablar con l.

    No, no, de eso nada. Ese hombre apenas me tolera. Adems, casi no lo conozco.

    S, claro. Por eso te ha pedido que te vayas a vivir a su casa.

    No, me lo ha pedido porque el sheriff Larkin amenazaba con llevarse a Corey a un

    orfanato Leah empez a pasear por la cocina. Lo nico que saba de Holt era que

    desconfiaba de la gente, especialmente de los amigos de su padre. Dame un par de

    das para ver cmo van las cosas con Corey. Luego te presentar a Holt y podrs

    preguntrselo t misma.

    Como quieras.

    Bueno, yo tengo que irme Leah vio unas tartas de manzana enfrindose sobre la

    encimera. Oye, mam, no te sobrar alguna, verdad?

    Creo que podremos pasarnos sin una de ellas sonri Claire.

    Con la tarta en la mano, Leah bes a su madre y a su hermana y se march de compras.

    No dejaba de preguntarse cundo habra estrenado Corey ropa por ltima vez. S,

    necesitaba un par de vaqueros y una camisa, decidi. Despus, en la zapatera, vio un

    par de preciosas botas

    Todos los vaqueros necesitaban un par de botas.

  • 33

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    Captulo 9

    Leah volvi al rancho Silver a las dos de la tarde y, al ver la casa desierta, se dirigi al

    establo. Pero all tampoco haba nadie. Entonces oy voces en el corral y vio a Corey

    sentado sobre la silla de Daisy, con Zach tirando de las riendas.

    Holt estaba sentado en la cerca y Leah se tom su tiempo observndolo. Aunque finga

    mostrarse indiferente, ella saba que estaba interesado en los progresos del nio.

    Por qu siempre se mostraba tan reservado, tan distante? Qu habra ocurrido para

    que John se alejara de su hijo? Pero saba que esas preguntas no iban a encontrar

    respuesta en un futuro inmediato, de modo que se concentr en Corey. A lo mejor el nio

    consegua romper la barrera que Holt haba levantado.

    Al menos, eso esperaba.

    Lo ests haciendo de maravilla, hijo lo anim Zach.

    Leah vio que Corey miraba hacia Holt, como buscando su aprobacin.

    Es un arreglo temporal. No puedo ofrecerle al chico nada ms.

    Ella habra querido discutir eso, pero no se atrevi. Haba tantas cosas que le gustara

    saber sobre l pero saba que Holt no estaba dispuesto a compartir sus penas con

    nadie. Y quiz no lo estara nunca.

    Despus de cenar, Zach se haba retirado a su cuarto para ver la televisin y Holt haba

    desaparecido en el estudio para revisar unos papeles de modo que estaba sola.

    Y qu esperaba, que le hiciera compaa?

    Corey entr corriendo en la cocina con su nueva camisa, sus nuevos vaqueros y sus

    nuevas botas.

    Leah, cmo estoy?

    Ella solt una carcajada.

    Estupendo. Te quedan bien las botas?

    Me he puesto dos pares de calcetines, como me dijiste, as que me estn bien.

    Bueno, seguramente te quedarn pequeas dentro de unos meses.

    Pero puedo ponrmelas maana, para ayudar a Zach.

    Si, puedes. Son tuyas, puedes hacer lo que quieras con ellas.

    Holt entr en la cocina y, sonriendo al ver a Corey con sus botas nuevas, se sirvi una

    taza de caf.

    Tienes que pasear un rato con ellas para que no te duelan los pies maana.

    S, pero a lo mejor debera ponerme los vaqueros viejos para no ensuciar estos.

    Holt seal el reloj.

    Es muy tarde. Si quieres ver un poco la televisin antes de irte a dormir, hazlo ahora.

    El nio asinti, pero se detuvo un momento antes de salir.

    Buenas noches, Leah. Gracias por la ropa.

    De nada. Buenas noches, cielo.

    Corey se despidi de Holt con un gesto antes de salir de la cocina.

    Caf?

  • 34

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    No, gracias dijo ella. Ya tena suficientes cosas para mantenerse despierta. Creo

    que yo tambin me voy a dormir.

    Pero Holt no quera que se fuera todava. Haba pasado demasiadas noches solo en

    aquella casa y empezaba a dudar sobre su decisin de quedarse con el nio.

    Espera, tenemos que hablar de maana.

    Qu pasa maana?

    Que viene la asistente social para entrevistarme y para decidir si puedo ofrecerle un

    lugar adecuado a Corey.

    Y qu crees que va a decir?

    Hace menos de veinticuatro horas t parecas creer que no habra ningn problema.

    Has cambiado de opinin?

    No, es que estoy preocupada por el nio. Tengo la impresin de que t le pones un

    poco nervioso.

    Pero si no le he dicho nada y me evita casi tanto como t.

    Yo? Ya te dije que tena cosas que hacer.

    Estars por aqu maana entonces?

    S, claro. Quiero que Corey se quede al menos hasta que encuentren un hogar

    permanente para l.

    Aunque dudaba que eso fuera a pasar. No mucha gente querra adoptar a un nio de

    ocho aos con fama de problemtico.

    Si Corey va a quedarse aqu durante unos das tendremos que hacer el papel de

    parejita feliz para la asistente social.

    Pero no le dijimos a Reed que furamos una pareja.

    Holt se encogi de hombros.

    No s qu debemos hacer, pero al menos deberamos actuar como si nos

    conociramos bien.

    Si, claro, supongo que tienes razn suspir ella. Bueno, cuntame algo sobre ti

    mismo en veinte palabras o menos.

    So lo hizo sonrer. Ella lo haca sonrer.

    No quieres saber nada ms? Y si tuviera un srdido pasado?

    Y si lo tuviera yo? Llevo fuera del pas ms de tres aos.

    Holt solt una carcajada. Leah Keenan pareca la tpica vecinita de al lado, la chica que

    uno presentaba a su familia la chica con la que uno se casaba. No, definitivamente, no

    era su tipo.

    Has estado en la crcel? Tomas drogas? Has robado un banco?

    No, claro que no ri Leah. Puedes llamar a la revista para la que trabajo en Nueva

    York. Ellos te dirn que soy una persona decente.

    Lo deca de broma. Se nota que eres una buena chica.

    Al contrario que las brujas de Nueva York?

    En Nueva York hay de todo suspir l.

    Por qu te fuiste a vivir all? Tena entendido que tu madre te haba llevado a Boston.

  • 35

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    S, cuando mis padres se divorciaron mi madre me llev a Boston con su familia. Me

    qued all hasta que empec la carrera y despus trabaj como asesor financiero para

    una empresa de Wall Street. No estoy casado, no tengo novia, ni siquiera hay nadie en mi

    vida por el momento.

    Leah suspir.

    Yo he vivido en Destiny desde los cuatro meses, desde el da que mi madre biolgica

    nos dej a mis hermanas y a m en el hostal de los Keenan y se march.

    Holt la mir, sorprendido.

    En serio? Cmo pudo abandonaros a las tres?

    Ella se encogi de hombros.

    No tengo ni idea, pero segn mi madre adoptiva, nuestra madre biolgica no debi de

    tener ms alternativa. Afortunadamente, Claire y Tim Keenan nos adoptaron de inmediato.

    As que ya ves sa es la razn por la que no poda olvidarme de Corey.

    La historia haba sorprendido a Holt, pero segua pensando que Leah viva en un mundo

    de fantasa.

    Puede que nosotros no podamos hacer nada por l.

  • 36

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    Captulo 10

    Estaban todos sentados alrededor de la mesa de la cocina, con la asistente social de

    Durango, Lillian Gerard, tomando notas en su cuaderno. Pero antes haba hablado con

    Corey para que le contase con sus propias palabras cmo haba sido su estancia en la

    ltima casa de acogida.

    No pienso volver le haba dicho el nio. Usted no puede obligarme.

    No vamos a obligarte a nada, Corey. Hemos descubierto ciertas irregularidades, de

    modo que no tienes que volver all. La cuestin ahora es buscarte otro sitio para vivir.

    Yo quiero quedarme aqu.

    La seora Gerard mir a Holt.

    Eso es lo que el seor Rawlins y yo tenemos que discutir.

    Holt se irgui en la silla.

    Corey, por qu no le llevas una manzana a Lulu?

    Leah saba que al nio le encantaba darle comida a la yegua, pero vacil un momento

    antes de levantarse, tomar la fruta del frutero y salir de la cocina.

    Muy bien, seora Gerard, vamos al grano dijo Holt entonces. Tiene alguna casa

    para Corey?

    Ella dej escapar un suspiro.

    Sinceramente, no. No hay nada disponible por el momento. Tendra que ir a un

    albergue o un orfanato.

    No, imposible intervino Leah, furiosa. En los ltimos dos aos ha estado en cuatro

    casas de acogida. Y si se ha escapado de todas por algo ser.

    La mujer la mir con simpata.

    Lo s, pero es que no hay suficientes casas de acogida en el estado.

    No tiene ningn pariente que pueda cuidarlo un to, un abuelo? pregunt Leah,

    esperando que hubiesen encontrado a alguien a quien le importase el nio. Pero cuando

    se volvi hacia Holt para buscar su apoyo, su expresin era indescifrable.

    La seora Gerard volvi a mirar su informe.

    Hay un primo lejano, pero no est bien de salud. Y como Corey tiene fama de ser difcil

    de manejar, los padres de acogida que tenamos han decidido en fin, han cambiado de

    opinin.

    Pero el pobre est solo en el mundo

    Hay otra opcin dijo la mujer entonces. Podra quedarse aqu temporalmente.

    Holt levant una ceja.

    Qu quiere decir?

    Como su casa cumple todos los requisitos, podra darle status de situacin de

    emergencia, gracias a la recomendacin del sheriff Larkin y la seorita Keenan y yo

    conozco mucho a su madre, por cierto la seora Gerard sonri. Por supuesto,

    tendramos que hacer algunas comprobaciones sobre usted, pero est claro que Corey se

    siente a gusto aqu. As que la cuestin, seor Rawlins, es si est usted dispuesto a

    acoger al nio en su casa durante un tiempo.

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    Sera un tutor perfecto para Corey, pens Leah. Difcil y serio, pero una persona

    absolutamente responsable.

    Yo soy soltero, seora Gerard. No s si sabra ser padre

    Ninguno de nosotros sabe cmo ser padre al principio, seor Rawlins, pero lo he visto

    con el nio y he notado que Corey lo respeta. Es un buen principio.

    Holt se volvi hacia Leah.

    T vas a quedarte por aqu?

    Leah, que haba estado conteniendo el aliento sin darse cuenta, dej escapar el aire.

    Si me necesitas, aqu estar.

    Estaba loca? Cmo iba a vivir con aquel hombre?

    Muy bien, seora Gerard, estoy dispuesto a cuidar de Corey hasta que encuentren un

    hogar decente para l.

    Durante los siguientes veinte minutos, Holt se dedic a cumplimentar documentos antes

    de despedirse de la asistente social.

    En qu lo me has metido?

    Yo? exclam Leah. Yo estaba dispuesta a llevarme a Corey a casa de mis

    padres.

    Bueno, pues ahora ests metida en esto conmigo, as que haz las maletas, cario

    sonri Holt, porque te vienes a vivir aqu. Parece que vamos a ser una familia.

    Deba de estar loco, pens Holt. Pero la verdad era que se haba dejado convencer por

    Leah para hacer muchas cosas. Aquella chica lo afectaba de una manera

    Nueva York estaba lleno de mujeres guapsimas y sofisticadas, pero sus relaciones con

    ellas haban sido siempre fugaces, superficiales. Y haba roto su nica relacin seria al

    darse cuenta de que no estaba preparado.

    Pero ahora era Leah Keenan quien tomaba las decisiones por l y, de repente, se haba

    hecho responsable de un nio de ocho aos.

    Cmo iba a educar a un nio cuando l no haba tenido ninguna influencia masculina

    positiva en su vida? Su padre no estaba y su abuelo nunca le haba prestado ninguna

    atencin.

    Se le encogi el corazn al recordar tantos rechazos. Daba igual que consiguiera buenas

    notas, que fuera el deportista ms destacado del colegio, que hubiese terminado la

    carrera siendo el primero de su promocin Jams haba logrado la aprobacin de

    Mackenzie Pershing. Y nunca le haban dado la oportunidad de conocer a su padre.

    Holt entr en el establo y encontr a Zach barriendo los compartimentos.

    Qu tal ha ido? le pregunt el capataz.

    Parece que el chico va a quedarse durante algn tiempo suspir l. Y yo me voy a

    montar un rato.

    Buena idea dijo Zach. Por qu no le pides a Corey que vaya contigo?

    No, ahora no. Necesito estar solo. Adems, Leah y l estn decidiendo cmo van a

    decorar su habitacin respondi Holt, tomando la silla del cuarto de los arreos.

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    Quieres saber lo que pienso?

    No, mejor no.

    Desde que llegaste aqu empez a decir el capataz, te has mostrado demasiado

    reservado con todo el mundo. Por aqu hay buena gente, Holt. Mostrarte un poco ms

    agradable no te ira nada mal.

    Soy neoyorquino. Y los neoyorquinos no somos famosos por nuestra simpata.

    Zach se quit el viejo sombrero para rascarse la cabeza.

    Igual que tu padre.

    Qu?

    Cuando tu madre se march de aqu, John se qued encerrado en casa sin ver a nadie

    durante aos. Hasta que apareci Leah. Entonces estaba en el instituto y era muy

    simptica toda piernas y brazos, con un aparato en los dientes. Iba a ser fotgrafa,

    deca, y quera hacer fotografas de la cascada para un proyecto del colegio. Al principio a

    John no le haca mucha gracia, pero al final tuvo que rendirse. Ese novio suyo la traa

    aqu

    Qu novio?

    Uno que jugaba al ftbol en el instituto. Fuera quien fuera, la segua a todas partes

    como un perrito, haciendo todo lo que ella quera.

    Holt no quera or hablar de los novios de Leah.

    S, ya me lo imagino murmur mientras pona la manta sobre la grupa del caballo.

    Has dicho algo? pregunt Zach.

    No, nada.

    Bueno, el caso es que Leah sola venir por aqu y, al final, John siempre estaba

    deseando verla.

    Holt no quera saber nada sobre los tiempos felices de Leah con su padre.

    Voy a ver al ganado. Seguramente terminar de reparar las cercas y volver en un par

    de horas suspir, ponindose los guantes con la esperanza de que el trabajo fsico lo

    ayudase a contener su atraccin por Leah.

    Sabes una cosa? insisti el capataz. Te ests convirtiendo en un ganadero de

    verdad. Te gusta el trabajo tu padre estara orgulloso de ti.

    Una pena que haya tardado tanto en poder venir.

    El hombre se pas una mano por el mentn.

    A lo mejor haba cosas que John no poda controlar. Ojal hubieras podido conocerlo.

    Y eso es culpa ma? l saba dnde viva y decidi no ir a verme.

    Holt sac a Rusty del compartimento esperando encontrar algo de paz en el campo.

    Porque desde luego no iba a encontrarla en una casa llena de gente.

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    Captulo 11

    Al da siguiente, y siguiendo las indicaciones de Zach, Leah fue a buscar a Holt al prado

    donde pastaba el ganado. Desde que la seora Gerard se haba marchado el da anterior

    no haba tenido oportunidad de hablar con l. Y sospechaba que estaba evitndola.

    Bueno, pues no iba a seguir hacindolo.

    Vio a Rusty atado a un rbol y, no lejos de all, al hombre al que estaba buscando. Se

    haba quitado la camisa y la camiseta sin mangas dejaba al descubierto unos hombros

    anchsimos y unos bceps de cine.

    Su frente