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Revista Teosófica Chilena Nº 91 Arboles Nativos de Chile Arrayán chileno, Palo colorado, Quetri o Temu. Se distribuye desde la Vª a XIª región Edición a Septiembre 2014

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Revista Teosófica Chilena Nº 91

Arboles Nativos de Chile Arrayán chileno, Palo colorado, Quetri o Temu.

Se distribuye desde la Vª a XIª región

Edición a Septiembre 2014

LA SOCIEDAD TEOSOFICA

La Sociedad Teosófica fue fundada en Nueva York (NY), el 17 de Noviem-bre de 1875 y, posteriormente, traslada su sede a Chennai (Madras), India el 3 de Abril de 1905. Sus Tres Objetivos declarados son:

Formar un núcleo de la Fraternidad Universal de la humanidad sin distinción de raza, sexo, credo, casta o color.

Fomentar el estudio comparativo de las Religiones, Filosofías y Ciencias.

Investigar las Leyes inexplicadas de la Naturaleza y los poderes latentes en el hombre.

Oficinas Generales ....................... Adyar, Chennai (Madras) 600020, India

Presidente………………………………………………………………………….. Tim Boyd

Vice-presidente…………………………………..……... Dr. Chittaranjan Satapathy

SOCIEDAD TEOSOFICA EN CHILE

Las primeras Ramas en Chile se establecieron, legalmente, en 1902 (Ramas Arundhati y Lob-nor). Más tarde, el 26 de Octubre de 1919, se funda la Sección Chilena de la Sociedad Teosófica (reconocida por la Sede Central de Adyar el año 1920). Posteriormente se fundaron la Rama Amor el 23 de Abril de 1953 y la Rama Santiago el 05 de Diciembre de 1994.

REVISTA TEOSOFICA CHILENA

DIRECCION: Cesar Ortega O.

EDICION-VENTA-DISTRIBUCION

Sociedad Editorial y Comercial Sophia Ltda.

Celular: (09) 94783083.

R.P.l.l. Nº 109.747

Visítenos en Internet:

BLOG:sociedadteosoficachile.blogspot.com

FACEBOOK: Sociedad Teosofica en Chile

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PÁGINA WEB: swww.ociedadteosofica.cl

Revista Teosófica Chilena I

REFERENCIAS:

Dirigirlas a Cesar Ortega Ortiz

E-mail: [email protected]

Celular: 94783083

TEMARIO

REFLEXIONES (C.R.L).

DISCURSO INAUGURAL………………...…………………………………..….….….1

Tim Boyd LA CAUSA DEL DOLOR .………………..…………………….………………..…...…6

Radha Burnier

REALIZANDO LA FRATERNIDAD CREATIVAMENTE………...……...….…..10

P.K. Jayaswal

NUESTRO OBSEQUIO AL FUTURO...……………………...….……....…….……16

Dianne K. Kynaston

CIENCIA: MODERNA Y OCULTA – II…………………………....……..……........22

Pablo Sender

LA LOCURA ENVIADA DEL CIELO ………………………………………....…..….30

Wayne Gatfield

EL LIBRO DE LA VIDA: MEDITACIONES (Extractos)...............................35

J. Krishnamurti

LIBRO: MONTE EVEREST…………............................................................36

G. Arundale..

Revista Teosófica Chilena II

ESCUCHA…!!!

Tiende tu mano hoy

Ahora abre el corazón..

Mañana no es...

Hoy existe.

Hoy ama, comprende, tolera, da...

Hoy, riega una planta….,

Acaricia un perro…….

Contempla un niño…

Regala una sonrisa…

Evoca a Dios…

Emite un pensamiento unitario al mundo..

Mira a la gente, reconoce el Alma…

Si hoy vibras….

Si hoy amas…

Si hoy sirves….

¡¡¡¡Hoy Eres!!!!

C. R. L.

Revista Teosófica Chilena 1

DISCURSO INAUGURAL Tim Boyd

SALUDOS para todos. Es un gran honor estar aquí con todos uste-des. Siento una gran humildad al ver que muchos de ustedes han dedica-do tiempo e interés por la Sociedad Teosófica y por quien pueda ser su Presidente. Hoy estoy aquí porque hemos celebrado recientemente una elección, y ahora estamos teniendo una inauguración. La Sociedad Teosófica, desde su fundación, ha elegido a sus líderes de forma democrática. Se han hecho votaciones. Algunos han votado de una forma, y otros han votado de manera diferente. A quienes vieron que valía la pena considerar la posibilidad de que asumiera el cargo, les doy las gracias. Para todos aquellos que vieron otra opción y otra posibilidad, les doy igualmente las gracias, porque todos hemos confiado no solamente en una persona, sino en una organización que cuenta con una rica histo-ria, una visión poderosa, y una misión para elevar a la humanidad. Por esto, el individuo que al final se pone a hablar ante el micrófono, es real-mente algo secundario para considerar. Me encuentro en la posición de ser el octavo presidente de la Sociedad Teosófica desde su fundación en 1875 en la ciudad de New York. Muchos de ustedes han conocido algunas de las personas que han ocupado este cargo, y cada uno de ellos, sin duda, ha sido un gran individuo. Ninguno de ellos era perfecto, pero todos eran perfectos en su devoción a la So-ciedad Teosófica y en su vida de servicio a este trabajo que considera-ban tan valioso. Como octavo Presidente, soy el más reciente en aportar mi propio conjunto particular de imperfecciones a este trabajo, pero pro-meto que lo intentaré. Más no puedo prometer. Desde sus inicios, la Sociedad Teosófica se ha comprometido en un tra-bajo muy importante en todo el mundo. Hemos visto una gran parte de ese trabajo, pero hay otra igualmente grande que ha tenido lugar en las áreas más importantes que debía cubrir, que son los niveles internos de nuestro ser. Si realmente tuviéramos que señalar lo que la Sociedad ha hecho, podría-mos decir que se ha dedicado a sembrar en la conciencia humana, al igual como el agricultor siembra en la tierra, unas semillas con un gran potencial que se esperaba que dieran frutos. El nombre particular que se ha dado a este trabajo ha sido el de Teosofía, la Sabiduría Eterna, que habla de las posibilidades de desarrollo de las capacidades que tenemos cada uno de nosotros, pero que parecen permanecer ocultas, latentes, durante el transcurso de nuestra vida.

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Con la introducción de la Sociedad Teosófica, se describió vívidamente una gran parte de ese paisaje oculto de nuestra conciencia y se dibujó una vía para nuestra verdadera transformación. Si lo miramos históricamente, una de las semillas plantadas, germinó y dio fruto en alguien como Annie Besant. Otra semilla germinó en alguien llamado J. Krishnamurti. Y otras semillas que se plantaron, se refieren a los científicos contemporáneos como Rupert Sheldrake, poetas como WB Yeats, artistas como Kandinsky. El movimiento del pensamiento humano, las artes, y de todos los reinos en expansión desde lo interno a lo externo se han visto profundamente influenciados por esta acción de plantar todas esas semillas. Aunque todo eso tenga su propia importancia, probablemente, para usted y para mí la verdadera importancia de esta siembra de semillas, sea la de que también se han plantado por igual en cada uno de nosotros. Ahora estamos esperando que germinen y florezcan. El trabajo de la ST en el mundo y su influencia en la conciencia del mundo es algo claro e innega-ble. No hay nada de todo cuanto vemos en el mundo actual, que no haya sido tocado por esta sabiduría llamada Teosofía y su Sociedad. Cada uno de nosotros es un receptor de este gran beneficio. La instrucción original que tenia la Sociedad de popularizar el conocimiento de la Teosofía, se ha cumplido espléndidamente de muchas formas. Si de nuevo nos remontamos al contexto de 1875, cuando apareció ésta sociedad, las distintas ideas y conceptos que hoy en día damos por sen-tado - como la constitución septenaria del ser humano; como el hecho de que somos algo más que un cuerpo; como que hay toda una serie de ca-pas y planos de existencia, que están dentro de cada uno de nosotros- funcionando simultáneamente , estas no sólo eran ideas remotas, sino que eran desconocidas, sobre todo en el mundo Occidental. Ideas muy comunes y corrientes en el mundo Oriental – tales como kar-ma y reencarnación, que son un hecho cierto en la vida de muchas per-sonas, eran ideas desconocidas en el mundo Occidental de Europa y las Américas. Hoy en día, cualquier diccionario del mundo contiene todos es-tos términos, y las ideas se han arraigando en un sentido popular. Es muy frecuente estar sentado en una cafetería o en una tienda en los Estados Unidos, y oír una conversación en la que alguien habla de su karma, o acerca de la reencarnación, o sobre algún nivel de los sueños y sus signi-ficados - todo esto era impensable en el mundo de 1875, y ahora es muy común. Esas semillas en particular han florecido. Este hecho beneficioso también forma parte del problema. Las enseñan-zas teosóficas presentan una visión integral. Sin embargo, el mundo en general las ha adoptado en sus detalles particulares, tomando lo que le

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interesaba y dejando de lado la visión más amplia dentro de la cual se encuentran. Así pues, conceptos tales como karma, los planos de la natu-raleza, la evolución espiritual, e incluso seres como los Maestros de Sabi-duría, se han minimizado — reducido hasta convertirse en productos y simples detalles en la incesante búsqueda de la autosatisfacción. Eso es parte del problema. Como miembro de la Sociedad Teosófica, esta condición del mundo nos plantea ciertas preguntas. En el momento de la fundación de la Sociedad, fue considerada como el bálsamo consolador de la verdad que si se pre-sentaba de forma adecuada, podría ayudar mucho a aliviar gran parte del sufrimiento que el mundo se causa a sí mismo. Poca gente alegaría que el mismo tipo de motivos egoístas que estaban activos en los corazones y las mentes de muchas personas en 1875, están menos activos en el 2014. En todo caso, el nivel de competición egoísta ha aumentado. Las naciones, grupos e individuos, se encuentran en lucha constante los unos contra los otros - ¿para qué? Parece que todo el mundo, está tratando de conseguir algo más. Pero, ¿más de qué? Más de todo: más control, más dinero, más fama, más y más. El mismo tipo de deseos que corroe el co-razón de la gente ahora mismo, ha corroído los corazones de la gente antes, incluso en presencia de algo que llamamos 'Teosofía'. Lo que des-cribimos como sectarismo religioso no difiere en ninguno de sus detalles, de las naciones en guerra ni de las empresas depredadoras. Si lo englo-ban, todo parece lo mismo. Todo el mundo está compitiendo por “su parte del mercado”, su porción del pastel global. El escenario de hoy en día no es la visión que se esperaba de la humani-dad y que tanta gente proyectaba en el futuro cuando se fundó la ST. Lo que nos obliga a hacernos algunas preguntas sobre nosotros mismos. La primera podría ser: " ¿Qué, ha ocurrido con este bálsamo tranquilizante de la verdad que la Sociedad Teosófica introdujo en el mundo?” No hay religión más elevada que la verdad; no hay dharma más elevado que la verdad - ninguna persona, ninguna idea, ningún movimiento, ninguna en-señanza. Frente a esta expresión más reciente de la sabiduría eterna, ¿Cuál ha sido la respuesta de nuestro mundo? Esto también nos hace pensar en otra pregunta: como miembros de la Sociedad Teosófica, como gente que en realidad valoramos y tratamos de vivir según nuestras experiencias de esta Verdad, ¿cuál es nuestro papel en la consecución de este estado de cosas en el mundo? ¿Hemos abdicado de un papel que debería implicar a quienes, al menos en teoría, tienen conocimientos? Lo que nos hace plantearnos otra pregunta: ¿es suficiente el conocimiento, incluso el cono-cimiento que describimos como Teosófico?

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¿Es suficiente con decir que "lo sé", y decir que sé algo que las personas sabias de todas las épocas han señalado porque tiene un gran valor? Pa-ra algunos la respuesta que nos da el mundo es que tal vez se necesite algo más, ¿y que es? Todos estamos dotados de cierto grado de sensibi-lidad, en formas ligeramente diferentes. Hay unos pocos que no son consientes de que está emergiendo un nuevo esquema en el mundo ac-tual. Podemos ver que está ocurriendo, sabemos que algo está sucedien-do, pero nuestra capacidad para describir sus contornos, para señalar el camino por el que va a emerger, es de alguna forma limitada. Aún así, todos sabemos que algo está ocurriendo en este mundo. Hay una conciencia poderosa que quiere darse a conocer en el mundo. Si fuera una persona, podríamos describirla como algo que quiere caminar entre nosotros. Existe esta conciencia, que siempre busca, así como el agua busca caminos para fluir. Esta conciencia está permanentemente disponible para las vías de entrada por las que puede hacerse sentir. Pa-ra aquellos quienes han abrazado el sendero espiritual, para quienes las ideas y verdaderas experiencias de la Teosofía han adquirido significado, podemos decir que nuestro papel es el de convertirnos en esa vía de en-trada. Pero tenemos un problema. Puede parecer pequeño, y tal vez no haría falta ni mencionarlo, pero el mundo actual, con su profundo anhelo de te-ner alguna conexión con algo que sea 'real', algo que hable a la belleza interna, a la llamada interna que existe en cada persona - ese mundo – no va a construir un camino hasta nuestra puerta, y tampoco hay razones para esperarlo. Tal vez la pregunta más valiosa para nosotros sería: ¿estamos construyendo un camino hasta los necesitados? Este trabajo que tenemos por delante, es el mismo trabajo que tenían los Fundado-res; no ha cambiado. Es el trabajo de abrirse a un mundo muy necesita-do. Annie Besant, una de las grandes presidentas de la ST., habló acerca de la vida espiritual de muchas maneras. Una de las cosas que dijo de la es-piritualidad y especialmente de nuestro esfuerzo y nuestro enfoque de esto, es que deberíamos dejar que nuestra espiritualidad se juzgara por el efecto que teníamos en el mundo — no por lo bien que nos sentimos con nosotros mismos, ni por nuestra habilidad de sentirnos en paz en nues-tros momentos privados, - ninguna de esas cosas: ' Dejemos que nuestra espiritualidad sea juzgada por el efecto que producimos en el mundo. Procuremos de que el mundo pueda crecer más puro, mejor, y más feliz porque estamos viviendo en el.' Quizás eso pueda no ser la norma de to-dos para la espiritualidad, pero, es un argumento válido para tenerlo en cuenta.

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Compartiré con ustedes dos pasajes olvidados de la espiritualidad cris-

tiana. Estos son los que la gente tiende a no citar. El primero es:"A me-nos que el Señor construya la casa, quienes lo hacen, trabajan en va-no." El segundo es el que formó la base del trabajo de Mahatma Gandhi, Martin Luther King y otros de esa profundidad de percepción: 'No resistir el mal'. Para mí, la conexión entre estas dos citas no tiene nada que ver con el mal, y definitivamente nada que ver con la construc-ción de casas. Tiene que ver con un estado de nuestro ser que tal vez a veces pasamos por alto. En una palabra, esa condición de nuestro ser, de nuestra mente, podría describirse como un estado de apertura. Como una puerta que se abre, o una ventana que se abre, se trata de una condición de nuestro ser que no se resiste a nada, que no bloquea nada, que no se aparta de lo que nuestra mente califica como de feo o de inferior. No resistir. La resistencia, por su propia naturaleza, es la respuesta de una mente que está atrapada en el miedo. 'Autoprotección' es la mente que resiste. Para aquellos que son verdaderamente sabios, este comportamiento incluso puede parecer cómico, si no causara tanto sufrimiento. Un filósofo taoísta moderno preguntó, y luego respondió a la pregunta: ' ¿por qué son ustedes infelices? “Porque el 99.9 por ciento de todo lo que hacen, de todo lo que piensan, de todo lo que quieren, es para el yo, y ese yo no existe”. El yo, que ocupa tanto nuestra atención, que nos esforzamos tanto por embellecer, por armonizar, por seguir la dieta correcta, por pensar los pensamientos correctos, este yo, por su propia naturaleza, carece de sustancia. Las formas externas más adqui-sitivas de egoísmo: acaparamiento de dinero, casas y reputación, son fáciles de identificar. Las más sutiles, como nuestro compromiso con un yo perdurable que seguirá existiendo de cuerpo en cuerpo, de cultura en cultura, son más difíciles. Sin embargo, cuando se examinan con aten-ción, nadie ha sido capaz hasta ahora, de señalar a este yo tan esquivo. Las respuestas son buenas, pero está la pregunta que es la más valio-sa. La pregunta establece el foco para vivir. Las respuestas tienden a ser cosas pequeñas. Así que, esas son las preguntas, los temas que deberían interesarnos interiormente. En este momento no nos falta nada en este trabajo de desenvolvimiento. La semilla se ha plantado dentro de nosotros, el suelo, el agua, los nu-trientes, todo se encuentra en este momento. La única cosa que impide que la luz brille y vivifique estas semillas son los obstáculos que vamos poniendo como si fueran nubes. Dicen que lo que eres habla tan fuerte, que la gente no puede oír ni una palabra de lo que dices. Tu estado interno es lo que se necesita.

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Ese estado es esta cualidad de apertura; no es tolerancia, no es simple-mente la aceptación de diferentes credos, religiones o razas. Si bien esto es importante, la apertura exige algo más de nosotros. En este momento, hemos de responder a esa llamada constante que se nos hace para abrir-nos, ya que es la única forma que tenemos como individuos, de poder transformarnos, y la única manera en que la humanidad pueda experi-mentar la regeneración de la que han hablado los presidentes anteriores. Ese es el objetivo del trabajo teosófico en su conjunto.

“The Theosophist”, Junio del 2014

LA CAUSA DEL DOLOR

Radha Burnier

El Señor Buddha hablaba de la recta percepción como el primer paso del Óctuple Sendero. Ser capaz de ver las cosas tal como son, y no a través de los cristales de color de algún tipo, es uno de los problemas, tal vez el más importante, con el que nos enfrentamos. El Buddha también dijo que la primera verdad que hay que percibir es la verdad del dolor. Al principio uno se pregunta si el dolor es una verdad. Sabemos que el dolor existe en todas partes, pero percibir el dolor tal como Él indicaba no es fácil. Hay muchísima infelicidad en el mundo: millones de personas mueren de hambre, millones pierden la vida, la casa, partes de su cuerpo mutilados en las guerras actuales. La tensión, el conflicto y el odio existen en todas partes del mundo: una raza contra otra, una religión contra otra y cosas por el estilo. Todo esto es dolor. Cuando leemos artículos sobre todo esto en el periódico seguramente decimos: “¡Qué lástima! ¡Qué co-sas tan terribles ocurren en el mundo! Pero realmente no sabemos lo que es el dolor. No lo vemos con la totalidad de nosotros mismos, porque sólo le prestamos un pensamiento momentáneo y luego lo dejamos de lado. Como está muy lejos, realmente no nos preocupa mucho si decenas de miles de personas están sufriendo lo indecible en alguna parte. Nuestra vida cotidiana continúa igual, tenemos nuestros pequeños placeres, nues-tras pequeñas preocupaciones, nuestros egoístas problemas particulares, y eso es todo. Aparte de la tremenda desgracia y dolor que existe en el mundo, de lo cual nuestra mente conoce una parte superficialmente, también hay una gran parte de nuestra propia vida y de la vida de la gente de nuestro en-torno que participa de la naturaleza del dolor, aunque no nos demos cuenta. Existen numerosas ansiedades, irritaciones, frustraciones, an-helos que terminan en decepción, y que normalmente no se definen co--

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mo dolor. Pero si consideramos la vida que llevamos como un todo, no conlleva ese tipo de felicidad que podría llamarse verdadera felicidad. Los budistas Mahâyâna dicen que la iluminación acontece solamente cuando existe una profunda compasión, un profundo sentimiento por la desgracia y el sufrimiento que existe en el mundo. Puede que la ilumina-ción no se alcance cuando la buscamos diciendo: “Voy a conseguir algo en la vida espiritual”. La verdadera razón para buscar la iluminación de-bería ser una compasión y simpatía altruista hacia todos los que sufren. Hay un hermoso dicho que afirma que la Compasión es la madre de to-dos los Buddhas. Un Buddha llega a la existencia cuando ve cómo sufre la gente y cuando siente una gran necesidad de encontrar el fin de ese sufrimiento. Por esto, ser capaz de percibir la futilidad, la desgracia, la falta de significado y el dolor de la vida es el primer paso. Si sintiéramos esa profunda preocupación por el sufrimiento que existe en el mundo, querríamos descubrir una solución. La mayoría de nosotros seguimos viviendo como siempre, una vida mediocre porque no hay nada que nos conmueva profundamente. No sentimos urgencia para producir un cam-bio. Ver esa necesidad es el primer paso. Cuando lo veamos, entonces, de forma natural intentaremos hallar una respuesta. El Señor Buddha nos dio Su respuesta de forma muy sencilla. Dijo que la causa de todo dolor es la ambición, el ansia que existe en cada uno de nosotros en innumerables formas. Cuando pensamos que hemos vencido estas an-sias en una forma, aparece de otro modo. El ansia existe no sólo hacia los objetos. Tal vez algunos miembros de la Sociedad Teosófica no an-siemos tener dinero, por ejemplo; tal vez no deseemos pertenecer al jet set ni cubrirnos de joyas. Pero tenemos deseos de otro tipo, como el progreso espiritual, por ejemplo. Tenemos ideas preconcebidas sobre las relaciones con los demás. Si yo me imagino una relación contigo en la cual me quieres mucho, ansiaré ese tipo de relación que he imagina-do. Cuando la relación no resulta tal como yo quiero, me siento desgra-ciado. El ansia también toma la forma de un deseo de dominación, de agresividad, de auto promoción en distintas formas, y si somos objetivos podremos verlo en nosotros mismos. También está el deseo de escapar de algunas cosas y el deseo de imponer nuestras ideas a los demás. El deseo o el ansia existen porque no tenemos un sentido de los verdade-ros valores, confundimos lo que tiene menos valor con lo que tiene más, lo menos real con lo más real. Por esto, ver las cosas en su verdadera naturaleza es extremadamente importante. La vida espiritual consiste en conocer lo que es esencial y lo que no es esencial. Es evidente que todo lo que tiene una existencia condicionada y depen-

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de de otra cosa para existir tiene menos valor que aquello que es incon-dicional. Veamos, por ejemplo, el tipo de felicidad del que muchos dis-frutamos. Podemos considerarnos razonablemente felices, pero nuestra felicidad depende de condiciones externas y de otros individuos. Si te comportas de una manera determinada, yo soy feliz. Si te comportas de otra manera, si me llamas idiota, por ejemplo, eso me hace infeliz. Mi felicidad depende de que tú aceptes una imagen que yo he creado de mí mismo, como alguien que no es idiota, sino una persona estupenda. Si poseemos varias cosas que nos den la sensación de seguridad, so-mos felices. De lo contrario, no lo somos. Cada una de estas formas de felicidad, que depende de una condición particular o de otra persona, evidentemente no es la verdadera felicidad. Pero estamos siempre in-tentando aferrarnos a cosas que dependen de otras. Todo lo que es condicional y depende de algo, tiene una naturaleza temporal, porque ninguna condición del mundo sigue siendo siempre la misma. Cuando la condición cambia, la felicidad se acaba. Es un hecho “obvio”, obvio sólo en una capa superficial de nuestra mente, pero no para la totalidad de nosotros mismos. Un ejemplo lo tenemos en el hecho de que “sabemos” que la existencia en el cuerpo físico depende de muchas condiciones. “Sabemos” que la vida del cuerpo cesará cuando las condiciones se al-teren. Y sin embargo, si la vida desaparece de cierto cuerpo, nos senti-mos muy infelices a pesar de lo que “sabemos” y de la filosofía que po-demos predicar. Estamos continuamente aferrándonos a lo perecedero, lo perecedero en forma de ideas, de apegos, en forma de organizacio-nes y de sistemas, en un número de modos distintos. Uno de los Upa-nishads dice que lo Eterno no se puede encontrar nunca mientras vaya-mos en pos de cosas perecederas. Pero eso es lo que hacemos. Esta-mos constantemente preocupados por cosas que van a desaparecer. Cuando no nos sentimos atraídos por ciertas cosas, eso no significa que no exista el ansia. Apartarse de las cosas no demuestra la ausencia del ansia, si sentimos rechazo por algo, eso significa que el deseo exis-te. Podemos desear algo en concreto, luego nos sentimos decepciona-dos y por eso sentimos rechazo. Tanto si sentimos rechazo, como atracción, hemos de intentar ver cuál es la verdadera naturaleza de la cosa, si vale la pena buscarla. Deberíamos intentar discernir entre lo real y lo irreal. Esto requiere una percepción inteligente extremadamen-te clara. Una mente que normalmente no sea clara ni lógica no será ca-paz de ser receptiva repentinamente respecto a los temas espirituales. Por consiguiente, deberíamos tener siempre un pensamiento lógico y claro en la medida de lo posible. Es importante que todo el que desee

comprender la vida espiritual, no se haga concesiones a sí mismo.

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Muchas veces vemos mejor las cosas cuando nuestro egocentrismo no entra en juego, pero cuando se trata de algo que nos atañe, entonces no somos capaces de ver nada. Cuando nos sentimos atraídos por una co-sa, es posible que tengamos una sensación de culpabilidad, pero eso también nos dificulta la percepción. La atracción no es en sí misma nada “malo”, obviamente. No hay nada “malo” en el mundo, en cierto sentido. Ver la belleza es una forma de atracción, pero si volvemos a anhelar esa belleza entonces estamos atrapados en la red del deseo. Cada vez que experimentamos placer queremos repetirlo. Deberíamos ver que en estos casos no es el objeto lo que importa, sino que nuestra mente es la que está creando el esquema. Es la mente la que crea imágenes del placer que se ha sentido una vez y entonces el deseo se renueva. Si hemos de liberarnos del ansia, la liberación tiene que conseguirse a través de la re-nunciación por parte de la mente, no necesariamente del objeto. Pode-mos estar rodeados de toda una serie de objetos, pero sin sentirnos influi-dos por ellos. Podemos estar rodeados de todas las cosas ilusorias y efí-meras del mundo y sin embargo no ir en pos de ellas. También podemos renunciar externamente a todo, pero estar llenos de ese anhelo interno, algo que nos convierte en hipócritas, como dice el Bhagavadgitâ. La atracción por ciertas cosas y también la repulsión se convierten en un hábito, en un proceso mecánico. Liberarse de esto requiere un esfuerzo sostenido y una inteligencia extraordinariamente sagaz. Al final, el proce-so evolutivo le enseña al hombre a dejar de anhelar cosas. Se busca el placer una y otra vez y se sufre por ello. En las primeras etapas, el hom-bre atribuye la causa del sufrimiento a otras personas y a las circunstan-cias externas. Pero en un punto posterior de la evolución despierta al hecho de que la causa del dolor está en su propia acción y actitud. Somos capaces de aprender a través de un esfuerzo consciente y no ne-cesitamos experimentar el sufrimiento. Esta es la diferencia entre el hom-bre que ha hollado el Sendero y el hombre del mundo. El primero empie-za a intentar encontrar la verdad por sí mismo, sin dejar que el mero pro-ceso de la evolución le enseñe. Cada uno de nosotros puede hacer este esfuerzo para ver las cosas tal como son en realidad, saber qué es verda-deramente valioso, darse cuenta de que todas las cosas transitorias del mundo no nos llevarán a ninguna parte si nos aferramos a ellas. Hemos de dirigir nuestra mirada hacia lo Eterno. Parece que faltara mucho para ver el dolor que hay en el mundo, pero ver el sufrimiento, el dolor, buscar la razón de todo esto, nos conducirá al sendero que es el camino hacia lo Eterno. “The Theosophist”, Septiembre del 2013

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REALIZANDO LA FRATERNIDAD CREATIVAMENTE P.K. Jayaswal

En Sabiduría Antigua –Percepción Moderna, Shirley Nicholson hace las siguientes declaraciones: “La visión separativa también invade nuestro concepto de nosotros mis-mos…la tendencia más fuerte es vivir en medio de un círculo de acción auto-centrado, manteniendo nuestros intereses y beneficios personales como de primera importancia. …frecuentemente a expensas de los de-más…lo que ha trabajado bien en la mayor parte de nuestra historia. Pero ahora estamos siendo forzados a reconocer nuestro planeta como un ‘pueblo mundial’ en el que no podemos separarnos de los demás… Aun-que nuestro énfasis en las diferencias – entre razas, naciones, grupos étni-cos, clases sociales, familias, individuos – nos impide trabajar juntos para el bien común, y aún para la supervivencia “…más que nunca antes en la historia, debemos comprender que no pode-mos vivir aislados de los otros ni de la Naturaleza. “Si podemos aprender acerca de las interconexiones y convencernos de su realidad, podemos llegar a experimentar la unidad por nosotros mismos, de modo que la idea se afirmará en nosotros y crecerá creativamente. “Cuando nuestra comprensión crece…Lo que comienza como compren-sión intelectual llega a ser percepción intuitiva y se cimenta en el sentido práctico…nos absorbemos en un proceso interminable de crecimiento, continuamente creativo y nuevo… “La Fraternidad se ve no como un ideal por alcanzar, sino como una reali-dad en la Naturaleza, una expresión de la unidad que satura toda vida en cada nivel. Nosotros podemos ocultar esta unidad con la separatividad y el egoísmo, pero esto no borra sus profundas raíces en la Naturaleza y en nosotros mismos. “Necesitamos desesperadamente una visión mundial unificadora para ayu-dar a sanar las infinitas fracturas del mundo”. Todos sabemos que la Teosofía proporciona tal visión. Proclama la Ley Única de Unidad Fundamental de toda existencia. La Fraternidad es un hecho en la Naturaleza, de la cual somos parte. La pregunta es: ¿cuántos vemos esta realidad como un hecho? Si esta reali-dad es vista como un hecho, no solamente como un concepto que a los más es un pensamiento acerca del hecho, entonces nos permite compor-tarnos de tal manera que no viola el funcionamiento de este hecho, y pavi-menta así el camino hacia la paz, armonía y progreso. Las violaciones, siendo las transgresiones de la Ley de la cual este hecho es una expre-sión, causan sufrimiento al yo y a los demás. ¿No es sabio ser ciudadanos

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observantes de la Ley del Universo, y contribuir un poquito al desenvolvi-miento progresivo y perfección según el Plan Divino? El principio de Kama-Manas que en el presente está imperiosamente acti-vo en el mundo en general, conduce al conocimiento analítico y destaca-dos rasgos de separatividad. No percibe el trasfondo de la Unidad que solamente el principio de Buddhi-Manas puede permitir comprender a nuestra consciencia. Los místicos ascienden más y más y experimentan su unidad con la consciencia cósmica. La humanidad ahora se está esfor-zando mucho por moverse en esta dirección. Por lo tanto, nosotros nece-sitamos místicos prácticos para materializar sus realizaciones, para redu-cir la opresiva carga del Karma de la Humanidad Huérfana que se ha ge-nerado en el pasado y se está generando en el presente, debido a la falta de cumplimiento con la Ley de Fraternidad. La autora de Sabiduría Antigua – Percepción Moderna, declara que aque-llos quienes han explorado el misticismo, hablan de la obligación moral que fluye desde la experiencia de unión con el Todo. Dicen que esta no es una experiencia solamente para nuestra expansión e iluminación priva-das. Ella engendra un sentimiento de responsabilidad por los demás. El conocimiento interno de la unidad debe trabajar más en nuestras vidas. Gautama Buddha, el Señor de la Compasión y Sabiduría, es el más glo-rioso ejemplo de nuestra Humanidad que ejemplifica esta noble verdad. La Fraternidad, siendo el aspecto visible extremo de la unidad fundamen-tal de la existencia, necesariamente implica respuestas prácticas. Si no se refleja en nuestras relaciones y conducta, permanece como una concha vacía carente de su alma. La Fraternidad práctica tiene innumerables for-mas y modos, siendo la proyección del Infinito en el plano finito, como los radiantes rayos ilimitados emitidos desde el Amor- Diamante. Requiere sacar los hábitos arraigados de la mente, transcender los limitados confi-nes de fórmulas conocidas de comportamiento tan familiares para noso-tros. La tecnología de la fraternidad práctica necesita concebirse creativa-mente. Tecnología incluye la aplicación de la Ley del Amor Universal a las necesidades de los beneficiarios, tanto de grupos como de individuos. Sin duda un desafío, pero la espontaneidad del Amor la hace simple y directa. La luz de la legítima fraternidad alcanza al hermano beneficiario interesa-do de la manera y forma que más le conviene. Con una visión opuesta a la impresión de que la Sociedad Teosófica se limita a la sola enunciación de las palabras ‘Fraternidad Universal’, la Or-den Teosófica del Servicio se estableció en 1907 para concentrarse en el ‘Servicio’ como un indicador de la fraternidad. A través de los años, la lista de actividades de servicio se ha expandido. Desgraciadamente, las activi-dades que requieren dinero ocupan la tribuna más visible y publicitada, y

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la fraternidad se iguala con las caridades a la visión del público. Ampliar la ayuda financiera de una u otra forma sin duda es un programa elogiable. Sin embargo, permanece el hecho de que los beneficiarios solamente reciben ayuda financiera y en su mayor parte no tienen el beneficio de un planteamiento teosófico que los miembros de la Sociedad están en posi-ción de compartir con ellos. Mucha creatividad puede desplegarse al com-binar el servicio financiero con ayuda teosófica que permita al ayudado acelerar su evolución. Recordemos lo que dice A los Pies del Maestro: “Alimentar a los pobres es una obra buena, noble y útil; con todo, alimen-tar sus almas es más noble y más útil que alimentar sus cuerpos”. El Hermano N. Sri Ram consideró la regeneración espiritual de la humani-dad como de importancia fundamental, porque cuando esta tiene lugar, todo lo demás sigue. Señaló que las fuerzas que se ponen en juego en la regeneración tendrán su efecto en la condición externa. Dijo: “Cuando vea por si mismo lo que es la verdad, actuará de acuerdo con esa verdad. En-tonces no necesita dirección, excepto esa verdad…Puede que todavía no podamos hacer todo lo que será posible hacer para nosotros algún día, pero entonces podemos ayudar a nuestros semejantes en la medida de nuestra capacidad. …por nuestro propio ejemplo…encontraremos que podemos hacer más y más. …comience a dar su afecto a esos que le ro-dean, encontrará que hay más afecto que dar, comience a servir de algu-na manera, encontrará que hay formas en que usted puede servir mejor. Hay una infinidad que dar en cada uno de nosotros y tenemos que des-cubrir esa infinidad por nosotros mismos, dando, y no hay otra manera. Si se sienta en una silla y dice, ahora voy a descubrir la infinidad dentro de mí, nunca la descubrirá. Es solamente haciendo que la corriente fluya, que más puede hacerse fluir…Esto es algo extraordinario que averiguar y descubrir por uno mismo”. En La Clave de la Teosofía, en el diálogo entre el Inquiridor y el Teósofo, HPB no estuvo de acuerdo, como Teósofo, con las consideraciones del Inquiridor, de que la difusión de las enseñanzas teosóficas a través del estudio de la literatura teosófica no parece ser de aplicación muy práctica para ayudar a la humanidad. Ella afirmó que el correcto tipo de libros hace un bien real, considerable. Ella, sin embargo dejó claro que la manera más importante de ayudar a los demás es a través del ejemplo de nuestra propia vida. Vivir la Teosofía es la mejor manera de realizar la fraternidad. Esto nos lleva a examinar y considerar el Primer Objetivo de la Sociedad, que es formar un núcleo de la Fraternidad Universal. El verbo ‘formar’ de-nota una manifestación visible de la animación de la ‘Vida’ del amor de los miembros de la Sociedad – Vida y forma constituyen la corriente continua

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del proceso evolucionario. Si los miembros consiguen constituirse como el núcleo, este proporcionará la mayoría decisiva, que a su vez, causará el cambio necesario en todo el mundo. Este es un acto de regeneración – el más grande servicio posible a toda la humanidad. La forma más segura de hacer que suceda esto es que los miembros vivan la Teosofía. Vivir la Teosofía no es un movimiento mecánico de acuerdo a un conjunto de re-glas de conducta. Es el florecimiento del amor universal, que es como el espacio dimensional, implicando creatividad de instante en instante. Re-cordemos lo que dijo HPB: ‘Aún en la Sociedad Teosófica, que tiene co-mo su primer objetivo, la Fraternidad, vemos cuán difícil es hacerla reali-dad, debido a nuestra falta de amor’. El Hermano C.W. Leadbeater, mien-tras hablaba del Futuro de la Sociedad Teosófica, dijo: ‘La fraternidad del hombre es una gran realidad; la fraternidad de esta Sociedad, debería ser una gran realidad para nosotros’. A los Pies del Maestro nos dice: “Debes darte al servicio del mundo porque lo amas y porque no puedes dejar de hacerlo”. Luz en el Sendero establece las Reglas: “Observa atentamente toda la vida que te rodea”.” Recuerda que el pecado y el oprobio del mun-do son tu pecado y tu oprobio, porque tú formas parte del mismo”. Como La Voz del Silencio pregunta: “¿Has puesto a tono tu ser con el gran dolor de la Humanidad? ¿Puede haber bienaventuranza cuando todo lo que vive ha de sufrir?” Y Annie Besant escribió una vez: “Ama todo, pero ama más a esos que son poco afectuosos, porque su necesidad es mayor”. Respecto a esto, el Hermano Leadbeater observó que las maneras de hacer nuestro trabajo deben cambiar. Los métodos deben cambiar con los tiempos. Debemos difundir la idea de la Fraternidad. La Fraternidad exis-te, pero la gente no la comprende y debemos ayudarlos a que lo hagan. A los Pies del Maestro nos instruye para aprender a distinguir a Dios en cada uno y todas las cosas, sin importar cuán mala puede parecer en la superficie. Usted puede ayudar a su hermano a través de eso que tiene en común con él, y que es la Vida Divina; aprenda como despertar eso en él; aprenda como apelar a eso en él. En La Clave de la Teosofía, HPB explica el perfil de la Teosofía práctica como sigue: “Las ideas teosóficas acerca de la caridad significan esfuerzo personal para los demás; compasión y bondad personales; interés personal en el bienestar y prosperidad de los que sufren; previsión y ayuda personales en sus penas y necesidades”. Ella acentuó el enfoque personal en cada caso. HPB señaló que la ética moderna es bella de leer y escuchar debatir, pero ¿qué son las palabras a menos que se conviertan en acción? HPB dijo que la “Teosofía es la quintaesencia del deber.

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El deber es aquello que se debe a la Humanidad, a nuestros semejantes,

a nuestros vecinos, a nuestra familia, y especialmente lo que debemos a todos aquellos que son más pobres y desamparados que nosotros”. Da profundidad observando que “el deber teosófico puesto en práctica y con relación a Karma, puedo contestaros que nuestro deber es beber, sin una queja, hasta la última gota de cualquier contenido que el destino nos ofrezca en la copa de la vida; coger las rosas de la vida tan sólo por el perfume que puedan exhalar para los demás, y contentarnos únicamente nosotros con las espinas, si no podemos gozar de aquel perfume sin pri-var a otro de él. Un vaso de agua fría ofrecido a tiempo al viajero sedien-to, realiza un deber más noble y más digno que una docena de comidas dadas sin oportunidad a gentes que pueden pagarlas”. Ella cita un truismo de Carlyle: “La finalidad del hombre es una acción y no un pensamiento, aún cuando fuera el más noble”. En La Voz del Silencio, las sabias siguientes palabras de HPB deberían reflexionarse en silencio: “¿Te abstendrás de la acción? No es así como alcanzará tu alma su liber-tad. Para llegar al Nirvana, debe uno conseguir el conocimiento de Si mis-mo; y el conocimiento de Si mismo es hijo de las buenas obras.” “-Sigue la rueda de la vida, sigue la rueda del deber para con la raza y la familia, el amigo y el enemigo, y cierra tu mente así a los placeres como a los dolores”. “-Haz que tu alma preste oído a todo grito de dolor, de igual modo que descubre su corazón el loto para absorber los rayos del sol matutino”. “Siembra buenas acciones, y recogerás el fruto de ellas. La inacción en una obra de caridad, viene a ser acción en un pecado mortal”. A los Pies del Maestro muestra el camino para cada uno y cada individuo, que no requiere dinero o algún tipo de parafernalia, excepto su compromi-so, tiempo y energía, y el esfuerzo que se espera de él es suficientemente poderoso. Dice: “Emplead todos los días el poder de vuestro pensamiento en buenos propósitos; convertíos en un poder que trabaje de acuerdo con la evolu-ción. Pensad cada día en alguno de quién sepáis que está triste, que su-fre o que necesita ayuda, y enviadle pensamientos de amor”. No olvidemos que toda la manifestación fluye del Pensamiento Divino. El hombre, el microcosmos, tiene el mismo poder. Su pensamiento puede mover montañas. Es importante observar que el pensamiento tiene que ser “de amor”. El amor tiene que impregnar nuestro ser; el libro lo deja suficientemente cla-ro. “En la vida diaria, esto significa dos cosas: primera, que procuréis cui-dadosamente no causar daño a ningún ser viviente; segunda, que siem—

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pre estéis alerta por si se presenta la oportunidad de ayudar”. “Primero, no dañar. Hay tres pecados que causan en el mundo mayores males que todos los demás: maledicencia, crueldad y superstición, por-que son pecados contra el amor. Si el hombre quiere henchir su corazón de amor divino, ha de vigilarlos y combatirlos constantemente.” En el contexto de la Regeneración Humana, Radhaji, nuestra Presidenta Internacional, ha hecho las siguientes observaciones: “…hay muchas organizaciones que representan las relaciones internacio-nales…desde el punto de vista más profundo, la fraternidad universal está lejos de realizarse, y en ninguna parte vemos la fraternidad en acción. A menos que veamos que este objetivo implica una profunda revolución psi-cológica, la fraternidad universal no puede realizarse…. “Desde un punto de vista práctico ¿no empieza la fraternidad con cosas sencillas? Simplemente con la amabilidad corriente, cuando se empieza a pensar en términos de la otra persona, en lugar de pensar sólo en noso-tros. Así pues, hemos de continuar practicando la fraternidad, hasta que desaparezca la tendencia de la mente a ver en términos de dualidad. In-cluso la palabra ‘fraternidad’ sugiere que existe un hermano y ‘yo misma’.” La mente tiene que renovarse y aprender a mirar todas las cosas desde el punto de vista de la visión de la unidad. Lo que necesita la humanidad es esta nueva consciencia, un estado de la mente en la que no hay divi-sión. El trabajo en nuestra Sociedad no es solamente hablar de la fraternidad universal, sino que demostrar al mundo que puede ser una realidad. Krishnaji hizo una proclamación inequívoca: ‘Tú eres el mundo’ No se ne-cesita más elaboración para abrazar esta Verdad. Alineémonos con esta Verdad. Nuestra unicidad individual exhibirá los colores de la creatividad que resultará como bella fraternidad en acción en nuestro planeta.

“The Theosophist”, Noviembre del 2013

El Karma puede ser de tres clases (a) en acción en el presente por medio

de instrumentos apropiados; (b) el que está siendo creado ahora, almace-

nado para extinguirse en el futuro; (c) Karma acumulado en vidas previas

y todavía inactivo porque lo impide lo inapropiado del instrumento que

está en uso por el Ego o por la intensidad del Karma operante en el pre-

sente.

El Karma usa en cada ser tres campos de acción: (a) el cuerpo y las cir-

cunstancias; (b) la mente e intelecto; (c) los planos psíquicos y astrales.

“Aforismos sobre Karma”. W. Judge

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NUESTRO OBSEQUIO AL FUTURO Dianne K. Kynaston

En la Filosofía oriental y en las Enseñanzas Teosóficas tenemos los conceptos mellizos de Karma y Dharma, la Ley de Causa y Efecto, y el Deber o la Ley.

La mayoría del tiempo tendemos a considerar a Karma desde una perspectiva personal: Cuando suceden hechos a nuestro alrededor, acos-tumbramos a decir que es “buen o mal karma”, pero por supuesto karma mismo no tiene esas cualidades, es nuestra perspectiva que lo colorea. También solemos verlo como “karma instantáneo” o también como “karma de las acciones de otra vida” y obvio que puede ser así, pero hay una visión mucho más amplia de karma.

Nosotros, como individuos, somos parte de la humanidad, una parte del Ser que es la Tierra – la Naturaleza nos construye y fluye a través nuestro constantemente. Por lo tanto, todo lo que hacemos afecta al To-do, todo el tiempo, y esto crea tanto el presente como el futuro.

Dharma puede ser considerado como el deber que tenemos, cumplir nuestra parte en la vida – la Ley que nos moldea y constriñe, dentro de ciertos parámetros a nuestro lugar y tiempo de nacimiento. No obstante, también puede expresarse como el patrón de nuestra vida, las cualidades que tenemos que adquirir a través de los esfuerzos que se realizan al vi-vir. Me parece a mí que una gran parte de nuestro dharma es desarrollar nuevas cualidades y habilidades, o expresar de modo más completo ca-pacidades que hemos trabajado por varias vidas.

Una vez se le preguntó a Ianthe Hoskins: ¿Quién soy yo? Ella respon-dió: “Tú eres un experimento irrepetible en la evolución de la conciencia.” Cada uno de nosotros es único en quién y qué somos, y es este obsequio de nuestra unicidad que tenemos que dar al Todo.

Al vivir nuestras vidas individuales estamos cumpliendo con nuestro dharma, y creando y trabajando nuestro karma. Los efectos de cada vida resuenan no sólo en nuestro mundo actual, sino también en el futuro.

Podemos investigar en documentos históricos y observar las vidas de los famosos y poderosos, y reconocer los efectos a largo plazo de sus vidas. Sin embargo, no es sólo en los grandes actos, sino también en las más pequeñas acciones, que los efectos a largo plazo resuenan a través del tiempo y el espacio.

Lideres guerreros como Alejandro el Grande o Julio Cesar, pueden haber sido brillantes estrategas militares, pero aún ellos dependían de las habilidades y resistencia de sus hombres para ganar sus batallas. Filóso-fos tales como Platón y Pitágoras ciertamente establecieron nuevas cla—

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ves en la manera en que pensamos y vemos la vida, pero la continuidad de su cuerpo de enseñanzas depende aún de los estudiantes e investiga-dores que mantuvieron sus enseñanzas vivas y vitales a través de los años.

Durante los pasados doce meses he estado investigando la vida de un monje chino budista llamado Xuan Zang que vivió en el siglo siete. Él era un monje muy estudioso que se dio cuenta que las Enseñanzas Bu-distas a las que tenia acceso en China eran un tanto incompletas, como a menudo muy mal traducidas, por lo tanto partió en un increíble viaje a la India para encontrar la fuente de las enseñanzas Mahāyāna. Este viaje le tomo dieciséis años para completarlo, y cubrió alrededor de 16.000 km., viajando a través de muchos reinos y relacionándose con mucha gente. Cuando regresó a China dedicó el resto de su vida a traducir y enseñar, por lo tanto se puede decir que este era su dharma – enriquecer las ense-ñanzas budistas de China.

No obstante, las consecuencias kármicas de su vida están todavía repercutiendo en el mundo actual. El Emperador le encomendó escribir la historia de su viaje épico, que fue publicado como Great Tang Records on the Western Regions (Viaje al Oeste en la Gran Dinastía Tang), y actual-mente este libro todavía se publica. A través de él los chinos aprendieron del mundo fuera de su fuertemente protegido reino, e historiadores, inclu-so en estos días, aún utilizan el conocimiento que él recogió de los reinos de Asia Central y del subcontinente de la India.

Un buen ejemplo de esto es el mundo budista de la India que floreció por muchos siglos, con muchos monasterios, templos y lugares sagrados. Sin embargo, la mayor parte de esto se perdió debido a las varias invasio-nes en la Edad Media de los persas desde el oeste y de los mongoles desde el norte. No fue hasta el siglo dieciocho cuando un oficial británico comenzó a explorar un extraño montículo en las afueras de Varanasi y descubrió que fue un lugar sagrado budista, y a partir de allí empezó a explorar más el mundo budista de la India.

Hizo esto, usando el diario de viaje de Xuan Zang, que había descrito en detalle los muchos centros sagrados que había visitado. Hoy se levan-ta un templo dedicado a Xuan Zang cerca del sitio de las ruinas de la Uni-versidad Nalanda. Hay muchas otras áreas donde las consecuencias kármicas de la vida de Xuan Zang se pueden medir, pero una en particu-lar es en el área cultural. Su vida inspiró no sólo a los practicantes del bu-dismo, sino que también se volvió parte de la vida cultural de China, con muchos poemas, obras, canciones y obras de arte realizadas sobre él. En el siglo dieciséis un poeta llamado Wu Cheng’en escribió un libro titula-do Hsi Yu Chi, “Viaje al Oeste”, que es una historia mística de un monje

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Tripitaka, quién fue a la India para obtener las Enseñanzas Budistas bajo la guía y protección de la diosa Kwan Yin. Ella le dio cuatro compañeros – seres que ya habían entrado al cielo, pero que se habían comportado tan mal que fueron arrojados nuevamente a la tierra en formas semi-animales. Estos eran los dragones que pasaron a ser su caballo, Pigsy, Sandy y Monkey. Este es uno de los cuatro libros clásicos más importan-tes de China y es aún ampliamente leído, no solo en China sino en todo el mundo. No obstante, en Occidente se hizo especialmente popular a través de una serie televisiva japonesa llamada Sayuki, pero conocida en Occidente como “Monkey”. El Dharma de Xuan Zang aún está teniendo consecuencias kármicas y resonando a través del mundo, trece siglos después de que murió. La autora china, Sun Shuyun, estaba tan fascina-da con la vida de Xuan Zang, que partió en su propio viaje épico a la In-dia, siguiendo lo mejor que pudo la ruta que él tomo. Su libro, “Diez Mil Millas Sin una Nube”, brinda tanto un registro de los dos viajes, como también muchos vislumbres de las Enseñanzas Budistas. En tiempos más recientes podemos ver que las acciones de muchas personas han cam-biado al mundo en que vivimos. Sus acciones comenzaron como peque-ños eventos, pero fueron pronto magnificadas en acciones que reverbera-ron a través de las vidas de muchas personas.

En los años 1950, en los EUA, el Movimiento de Derechos Civiles pa-ra los Negros Americanos estaba ardiendo lentamente, pero no fue hasta que una mujer, Rosa Parks, llevó a cabo una simple acción en su vida y que hizo que el fuego del Movimiento de Derechos Civiles comenzara a arder intensamente.

En los estados del sur, los americanos negros eran segregados de los blancos en lugares públicos, escuelas, y hasta en los autobuses. La gente blanca se sentaba adelante y los negros atrás, y si más blancos aborda-ban el ómnibus el conductor les pedía a los negros que dejaran libre sus asientos para los blancos. Rosa Parks, que estaba volviendo a su casa después del trabajo, decidió negarse a moverse, un simple acto de resis-tencia frente al racismo. Ella fue finalmente sacada del colectivo y arresta-da por “desobediencia civil”, y aunque ella no fue la primera persona en resistir la segregación en el colectivo, los organizadores de la NAACP (Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color) creye-ron que Parks era la mejor candidata para llevar a cabo un recurso judi-cial, y como resultado, la naturaleza insidiosa de la segregación fue pues-ta en relieve. Pasaron sin embargo varios años hasta que la segregación fue eliminada de la comunidad sureña (bajo el gobierno de los Kennedy).

Sin embargo, cuando Rosa murió en el año 2005, asistieron a su fune--

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ral muchas personas de elevada posición, incluso Oprah Winfrey y Con-doleezza Rice, que en ese momento era la Secretaria de Estado, una de las posiciones más altas en el gobierno. Ella declaró que no estaría donde estaba en ese momento si no fuera por esa simple acción de resistencia de Rosa Parks. El Congreso de los EEUU ha llamado a Rosa “La Primera Dama de los Derechos Civiles”.

Entre 1983 y 1985, Etiopía y otras áreas del norte de África sufrieron una terrible sequía que terminó en una hambruna y muerte extendida am-pliamente. Un reportero de la BBC fotografió la tragedia y publicó su do-cumental en la televisión de la BBC. El cantante de rock, Bob Geldolf, se conmovió tanto por la grave situación de los famélicos, que dijo: “Tengo que hacer algo respecto a esto”, y lo hizo. El trabajo que realizó fue bien documentado, no sólo reunió fondos para alimentar a los hambrientos, sino que evocó compasión a una escala mundial y nos hizo sentir a todos responsables por los necesitados. Pero no fue sólo esa la única acción que tomó. Bob continúa trabajando por esta causa, y ha inspirado a mu-chas otras personas a tomar una acción global por numerosos temas dife-rentes.

En el frente político tenemos a Mahatma Ghandi, que fue inspirado por las Enseñanzas Teosóficas para demandar la Independencia Nacio-nal de India, no a través de la confrontación violenta, sino por la resisten-cia pasiva. Sus acciones han sido de gran inspiración para muchos paci-fistas en el mundo. Un ejemplo es Aung Sun Suu Kyi de Myanmar, que tomó una postura pasiva contra el régimen militar de Myanmar, alentando a sus seguidores a no “pelear” contra los soldados que los atacaban. Llevó veinte años de resistencia, pero Aung Sun ha triunfado – ella ahora está libre y ha sido elegida para estar en el gobierno.

Otro gran pacifista es Nelson Mandela de Sudáfrica, que comenzó su vida como un guerrero, luchando violentamente contra el apartheid por lo cual pasó muchos años en la cárcel. No obstante, cuando fue puesto en libertad recomenzó la lucha por la libertad de su gente, no a través de la acción violenta, sino a través de las negociaciones pacíficas.

El regalo que cada una de estas tres personas ha dado al mundo es el ejemplo de cómo tratar temas polémicos, sin ira o resentimiento, sino con amor y armonía. No son seres perfectos, y por lo tanto pueden tener debilidades de carácter. Sin embargo, las resonancias kármicas que han iniciado reverberarán no sólo en la actualidad, sino también en el futuro, y proveerán ejemplos brillantes para todos los luchadores por la libertad. En el mundo de hoy, estamos inundados por las muchas facetas del mun-do en Internet, que tiene muchos buenos aspectos y una cierta cantidad de malos aspectos. Una de las grandes características, sin embargo, es

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la increíble manera en que une a la gente, por todo el mundo. Una organi-zación a la que estoy conectada a través de Internet es Avaaz, (una pala-bra que significa “voz” en muchos idiomas). Avaaz pide a la gente que firme peticiones vía e-mail en un amplio rango de temas, desde sociales hasta ambientales, y ahora tiene más de diecisiete millones de personas en 194 naciones reunidas en su sitio de peticiones.

Una reciente petición exitosa fue apoyar a Malala Yousafzai de Pa-kistán en su lucha por los derechos a la educación de las niñas. La peti-ción firmada por 886.000 personas fue presentada al Presidente Zardari, quién él mismo firmó la petición, y ahora ha aprobado los fondos para que tres millones más de niños ingresen a la escuela en Pakistán. Este evento muestra cómo las acciones de una adolescente pueden provocar cambios y cómo proveyéndole a la gente, no sólo de información, sino de un canal a través del cual puedan expresar sus preocupaciones, logran realmente cambiar el mundo. A menudo, cuando uno firma la petición, un rectángulo aparece en la pantalla que muestra quién más está firmando y su país, a segundos de su propia firma, haciendo que se de cuenta que muchas per-sonas están teniendo la misma respuesta que uno. Nuestras formas de pensamiento se están vinculando en una actividad que contribuirá a resol-ver los problemas del mundo. Nuestras Enseñanzas Teosóficas nos dicen que ser un humano tiene que ver con desarrollar la Mente. Tenemos que apartarnos del proceso de pensar que está basado en el instinto y en la reacción, y acercarnos a un estado de pensar que abarque el amplio es-pectro de Toda la Vida que nos rodea. Esta cualidad de pensamiento es el Regalo que la Humanidad tiene que proveer a la Evolución de la Vida. Sin embargo, para el individuo, el obsequio es la esencia de su propia naturaleza esencial – las habilidades y cualidades que desarrollamos y compartimos con todos a nuestro alrededor. Este es nuestro Dharma o Deber – desarrollar lo mejor posible nuestra habilidad, nuestra propia uni-cidad individual que brindamos al todo. Nuestro Karma es la resonancia del cumplimiento de nuestro Dharma, una resonancia que se repite no sólo alrededor de nuestro propio mundo individual, sino a través del tiem-po y el espacio de la Vida en el Planeta Tierra.

Por lo tanto, recuerden, cada pensamiento que tenemos, cada emo-ción que sentimos, cada acción que tomamos, está moldeando el mundo del mañana.

Demos de corazón y con alegría, nuestra propia unicidad inherente, mientras exploramos todas las posibilidades de ser humano en este in-creíble mundo. Porque como dijo Ianthe Hoskins, cada vida es irrepetible, y cada vida es un experimento, pero todos somos parte de ese asombro--

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so proceso llamado “La Evolución de la Conciencia”. .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Lo que necesitamos experimentar, y podemos ex-perimentar, es un estado de mente más sano y más amable. Esta experiencia no es algo que se encuentra fuera de nosotros. Debemos trabajar con nosotros mismos y sobre nosotros mismos. Cada paso hacia delante es una extensión de la concien-cia y una transformación de la conciencia. Por cada nacimiento, se requiere una muerte y el gran arco de la vida, aún en una simple encarnación, contie-ne muchos momentos de renacimiento si estamos dispuestos a enfrentar y resistir las incontables muertes que el pequeño yo debe experimentar si ha de transformarse en el vehículo del Yo Uno.

Renuncia a la vida si quieres vivir…

Es un mensaje que se encuentra en cada tradición que habla del viaje de transformación.

“The Theosophist”, Julio del 2013.

No hay guía hacia la verdad

¿Podemos encontrar a Dios si vamos en busca de él? ¿Puede usted ir en

busca de lo desconocido? Para encontrar algo, uno debe saber qué está

buscando. Si usted procura encontrar, lo que encuentre será una proyec-

ción de sí mismo, será lo que usted desea; y lo que crea el deseo no es la

verdad. Ir en busca de la verdad es negarla. La verdad no tiene morada

fija; no hay sendero ni guía que conduzcan hacia ella, y la palabra verdad

no es la verdad. ¿Puede la verdad ser hallada en un medio particular, en

un clima especial, entre determinadas personas? ¿Está aquí y no allá?

¿Es tal persona la que nos guía hacia la verdad, y no otra? ¿Existe, acaso,

guía alguna? Cuando la verdad es buscada, lo que encontramos sólo pue-

de provenir de la ignorancia, porque la búsqueda misma nace de la igno-

rancia. Uno no puede buscar la realidad, «uno» debe cesar para que la

realidad sea.

“El Libro de la Vida”, J. Krishnamurti

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CIENCIA: MODERNA Y OCULTA – II

Pablo Sender

Ciencia Oculta – una síntesis regenerativa Una característica de nuestra época es un sentido de vacío en la vida de las personas. Muchos sienten que su existencia no tiene un significado profundo o un propósito final y buscan la felicidad por medio del placer sensual. La creencia de que la felicidad se obtiene por medio de posesio-nes (objetos, personas, situaciones, etc.) es causa de egoísmo, compe-tencia y violencia, características que predominan tanto en la cultura ac-tual. ¿Cómo hemos llegado a esta situación? Al reflexionar sobre este tema podemos ver que la ciencia y la religión han tenido un rol importante en generar el estado de la situación actual. Cuando la ciencia moderna co-menzó a desarrollarse, empezó a cuestionar las creencias de la religión dogmática. Esta última, incapaz de responder a los desafíos que los nue-vos descubrimientos científicos presentaban, denunció al conocimiento como maléfico y trató de silenciar a los científicos, como en el famoso ca-so de Galileo Galilei en 1633. Esto produjo una marcada separación entre las dos disciplinas. En parte como una reacción a la religión, la ciencia en desarrollo, sis-temáticamente eligió la interpretación más secular posible de los hechos que descubría, y se inclinó hacia una visión materialista. No pasó mucho tiempo hasta que los científicos denunciaran a la religión como una mera superstición, afirmando que no había otra realidad que la perceptible por medio de los sentidos. Con una religión incapaz de responder a un inte-lecto en desarrollo, la situación resultó en un debilitamiento de las aspira-ciones trascendentales en el corazón de muchas personas, incluso entre quienes no tenían más que un conocimiento superficial de la ciencia. Por lo tanto, una religión estrecha y una ciencia materialista generaron un campo fértil para el crecimiento de un sentido de vacío que muchos tratan de llenar por medio de posesiones, estímulo sensual y entretenimientos. Actualmente, enfrentamos un peligro adicional porque la ciencia moder-na, que básicamente no está dispuesta a limitarse con consideraciones éticas, es capaz de manipular peligrosamente la vida, o incluso de una total destrucción por medio de armas nucleares o biológicas. Urge un cambio. Necesitamos movernos hacia una ciencia más religio-sa y a una religión más científica, y la Ciencia Oculta puede probar ser el “eslabón perdido”. La ciencia y los Mahatmas En la primera parte de este artículo mostramos ejemplos del conoci——

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miento oculto que poseían los así llamados “Mahatmas” o “Adeptos” en la literatura teosófica. Estos individuos, por medio de un entrenamiento yó-guico sistemático, desarrollaron facultades extrasensoriales confiables que se pueden usar para investigar en las dimensiones ocultas de la natu-raleza. Los Adeptos, conocidos como rishi-s en el Hinduismo, y como “Bodhisattva-s” en el Budismo Mahâyâna, desarrollaron no sólo poderes psíquicos y espirituales, que se encuentran latentes en todo ser humano, sino también sabiduría y compasión. Habiéndose librado a sí mismos del sufrimiento, están dedicados a ayudar a la humanidad a hacer lo mismo. Ellos ayudan de muchos modos. A veces, son maestros espirituales, o son líderes influyentes en diferentes campos del quehacer humano. En otras ocasiones, inspiran la formación de organizaciones filosóficas o es-pirituales. La fundación de la Sociedad Teosófica (ST) a finales del siglo diecinueve fue parte de sus esfuerzos. Durante los primeros años de la ST, dos de estos Mahatmas mantuvieron correspondencia con dos ingle-ses, A. P. Sinnett y A. O. Hume, quienes tenían una mente científica. En estas cartas se hizo claro que los Adeptos tenían mucho conocimiento científico, y Sinnett y Hume no podían comprender porqué ellos no com-partían este conocimiento abiertamente con el mundo. a) Un tema de responsabilidad Una de las limitaciones que los Adeptos tienen al compartir su conoci-miento, yace en el hecho de que su ayuda podría resultar en más daño que beneficio. El conocimiento científico puede ser peligroso, da poder para manipular las fuerzas de la naturaleza. Poder que se puede manejar sin riesgos sólo cuando existe responsabilidad, madurez y una base mo-ral firme. Desafortunadamente este no es el caso en nuestra sociedad actual, y un número de descubrimientos en diferentes campos se ha con-vertido más en una maldición que una bendición para la humanidad. El Mahatma KH ya le escribió al Sr. Sinnett a ese respecto en 1880: La seguridad pública sólo está garantizada manteniendo en secreto, por nuestra parte, las terribles armas que, de no ser así, podrían ser emplea-das contra esa seguridad y que como ya se le ha dicho, se convertirían en armas mortales en manos de los malvados y los egoístas.[1]

Como ya lo hemos demostrado, la Sra. Blavatsky y los Mahatmas sabían, por ejemplo, que el átomo era divisible y contenía energía. Esta información pudo parecer una porción de conocimiento científico inofensi-vo para la mayoría de las personas en ese momento. Sin embargo, cuan-do la ciencia conoció este hecho, el conocimiento se usó para construir la bomba nuclear, que pronto se usaría contra los seres humanos. La comu-nidad científica es renuente a abstenerse de investigar temas que pue—-

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den usarse para causar daño. En nombre del avance del conocimiento, los científicos continúan su curso ilimitadamente, afirmando que la ciencia es neutral. Esto puede ser cierto respecto a la ciencia misma, pero los poderes que subvencionan la mayoría de las investigaciones en el mun-do, no lo son. Ellos se interesan en saber cómo manipular la naturaleza (ya sean partículas subatómicas, formas de energía, bacterias, células madre, el medioambiente, etc.) para beneficiarse a sí mismos. El bienes-tar de la humanidad, en el mejor de los casos, es sólo una consideración secundaria. Por lo tanto, los científicos, al no cuestionarse los motivos existentes detrás de quienes pagan tales investigaciones, a menudo tra-bajan para personas o compañías que usarán el conocimiento adquirido para la dominación, ya sea política, militar, financiera o de cualquier otro tipo. Los Adeptos están libres de cualquier motivo con doble intención. Sólo están interesados en ayudar a la humanidad y no están dispuestos a pro-mover el desarrollo de una ciencia que se usa con propósitos nocivos. Para que ellos contribuyan abiertamente con el desarrollo de la ciencia moderna, es necesario que la humanidad alcance mayor madurez, junto con el desarrollo de una conciencia social y gubernamental que impida que los descubrimientos científicos se apliquen a usos inmorales o peli-grosos. b) La causa del sufrimiento humano Una segunda razón que limita la posibilidad de ayudar por parte de los Adeptos, es que la ciencia no aborda los problemas reales de la humani-dad. Como el Mahatma KH escribió en una de sus cartas a “un Miembro”: Los sufrimientos morales y espirituales del mundo son más importantes y necesitan más ayuda y solución que el auxilio que la ciencia requiera de nosotros en cualquier campo investigativo.[2] Los Mahatmas están interesados en lograr una sociedad más feliz, libre de compulsiones psicológicas y basada en una percepción de la unidad, y un sentimiento de compasión. La causa real del sufrimiento yace en el corazón y la mente de las personas que son víctimas del miedo, la igno-rancia, la avaricia, la frustración y el odio. Si los Adeptos no están dis-puestos a hacer más esfuerzos para ayudar al desarrollo de la ciencia, es porque ésta no aborda las causas primarias del sufrimiento humano. Nue-vamente, en palabras del Mahatma KH: Ahora bien, para nosotros pobres y desconocidos filántropos, ningún hecho de ninguna de estas ciencias es interesante excepto en la proporción de su potencialidad de resulta-dos morales, y en relación a su utilidad para la humanidad. Y en su orgu-lloso aislamiento, ¿qué puede ser más indiferente… que esta ciencia ma-terialista y realista de los hechos?

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No puedo entonces preguntar, sin ser acusado de una vana

“demostración de ciencia”, ¿qué relación tienen las leyes de Faraday, Tyndall y otros, con la filantropía y sus relaciones abstractas, con la humanidad vista como un todo integral? ¿Qué les interesa el HOMBRE como un átomo aislado de este gran y armónico Todo, aunque, algunas veces, ellos puedan serle prácticos?[

3] Pensamos que el desarrollo de la tecnología beneficia a la humanidad. Por supuesto que sí hasta cierto punto, en un nivel práctico. Es evidente que las vidas de una porción de la humanidad son más cómodas que en el pasado, y que nuestra habilidad de hacer cosas se ha expandido. Pero, como resultado de esto ¿podemos afirmar que somos más felices, más libres de preocupaciones y estrés que nuestros antepasados? Aún al con-siderar esto a escala global podemos ver que, a pesar de todo el desarro-llo tecnológico que ocurrió durante los últimos ciento cincuenta años, la humanidad todavía tiene los mismos problemas de violencia, exclusión, intolerancia, corrupción, etc. Podemos argumentar que estos no son “problemas científicos”, que son temas socio-políticos que están más allá del campo y propósito de la ciencia. Esto es verdad. Pero los Adeptos afirman que la inhabilidad de la ciencia para abordar estos problemas no es intrínseca a ella. Es el resultado de su renuencia a hacerlo, y de las limitaciones que esta disciplina se impone a sí misma. Como analizare-mos más adelante, ellos sostienen que si la ciencia se vuelve más “espiritual” o metafísica, encontrará los medios de afrontar y ayudar a so-lucionar estos problemas. c) El problema del escepticismo Los Adeptos afirman que, a pesar de las limitaciones consideradas pre-viamente, siempre han tratado de ayudar a la ciencia en direcciones que podría ser beneficiosas para la humanidad. Sin embargo, sus intentos han chocado contra el escepticismo existente en una parte de la comunidad científica. Como el Mahatma KH le dijo al Sr. Sinnett: “No puedo darle información puramente científica puesto que nunca po-demos estar de acuerdo totalmente con las conclusiones occidentales, y las nuestras serán rechazadas como “acientíficas”.[4] La situación no era nueva, había ocurrido desde los primeros desarro-llos científicos. Debido a esto, todo lo que los Mahatmas habían podido hacer es señalar cierta dirección y dejar que la ciencia llegara a su propio ritmo y con sus métodos: “Porque somos nosotros los que fuimos los buceadores y pioneros, y los hombres de ciencia no hacen más que recoger donde nosotros hemos sembrado. Nuestra misión es sumergirnos y sacar a la superficie las per-las de la Verdad; la de ellos, limpiarlas y transformarlas en joyas científi—

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cas. Y si ellos se niegan a tocar la concha mal formada de la ostra, insis-tiendo que (no) hay ni puede haber ninguna perla preciosa en su interior, entonces, una vez más, nos lavaremos las manos de cualquier responsa-bilidad ante el género humano”. [

5] Muchos de los descubrimientos científicos (tales como los átomos, la forma esférica de la Tierra, el sistema heliocéntrico, etc.) eran conocidos y enseñados por antiguos filósofos y por las tradiciones esotéricas. Esta información sirvió de guía a un número de antiguos científicos europeos, quienes, al ser conscientes del conocimiento “filosófico”, concibieron for-mas de probarlo científicamente. Pero la fuente de su inspiración fue rara vez reconocida. Como el Mahatma escribió: “…nada de lo que yo pueda darle como respuesta será jamás aceptado viniendo de nosotros. Si un día se descubre que “eso es así”, el descubri-miento será atribuido a aquél que corrobore la evidencia –como en el ca-so de Copérnico y Galileo, en el que éste último no se apoyaba más que en los manuscritos de Pitágoras”.[6] El caso del descubrimiento de los isótopos hace un siglo es paradigmá-tico de esta situación. Aunque el Profesor Aston estaba totalmente cons-ciente de la investigación de Annie Besant y de C. W. Leadbeater, su con-tribución no recibió ningún reconocimiento por parte de la comunidad científica, excepto por unos pocos científicos aislados. Ayudar a los pocos individuos de mente abierta que pueden encontrarse en cada siglo parece ser todo lo que los Adeptos pueden esperar lograr. En las cartas recibidas por A. P. Sinnett podemos ver que eran conscien-tes de los científicos que anhelaban aplicar su conocimiento para fomen-tar el bienestar espiritual del hombre: Existen –incluso entre los hombres de ciencia ingleses – que ya están preparados para ver que nuestras en-señanzas están en armonía con los resultados y los progresos de sus propias investigaciones y que no son indiferentes a la aplicación de estas enseñanzas a las necesidades espirituales de la humanidad en general. [

7] En esta correspondencia encontramos evidencia de que los Adeptos estaban ayudando de cierto modo al químico, William Crookes, descubri-dor del “plasma”, el cuarto estado de la materia, y al inventor, Thomas Edison. Ambos eran miembros de la Sociedad Teosófica. Incluso Alfred Russel Wallace, co-descubridor de la ley de evolución, mantuvo corres-pondencia con Blavatsky por un tiempo, aunque no se sintió atraído por la Teosofía. Estos científicos tenían algo en común: todos estaban interesa-dos en investigar científicamente los famosos fenómenos espiritistas de la época. H. P. Blavatsky y los Mahatmas esperaban que estos científicos dieran

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un impulso hacia la investigación de dimensiones no físicas y de leyes desconocidas para la ciencia moderna. Sin embargo, dado que los fenó-menos producidos en las sesiones eran asociados con los “espíritus”, y varios médiums habían sido un fraude, todos los fenómenos espiritistas fueron cuestionados. Entonces, la Sra. Blavatsky (con la ayuda de los Adeptos) decidieron llevar a cabo algunos fenómenos fuera del círculo espiritista, al aire libre, a plena luz del día, y con una variedad de testigos educados. El Sr. Sin-nett publicó muchos de estos fenómenos en su libro, El Mundo Oculto, del cual el Mahatma KH escribió: “… los pensadores leerán y reflexionarán sobre el libro como jamás re-flexionaron sobre los esfuerzos más científicos de Wallece y Crookes pa-ra reconciliar la ciencia moderna con los Espíritus y, la pequeña semilla crecerá y medrará”.[

8] Desafortunadamente, la comunidad científica no estuvo receptiva a es-to. Tanto Blavatsky como la Sociedad Teosófica fueron atacadas por pro-ducir tales fenómenos, y los esfuerzos en esta dirección finalmente se dejaron de lado. Blavatsky escribió al respecto algunos años después: “Fallaron en producir el efecto deseado… Era de suponer que los intelec-tuales, especialmente los hombres de ciencia, por lo menos, habrían re-conocido la existencia de un nuevo y profundamente interesante campo de búsqueda e investigación, al presenciar efectos físicos producidos a voluntad, que no eran capaces de explicar… Estas expectativas no se cumplieron. Los fenómenos fueron malinterpretados y tergiversados, res-pecto a su naturaleza y su propósito”.[9] Actualmente, podemos preguntar, ¿ha cambiado la actitud de los científicos respecto a esto? ¿Están más abiertos a investigar sobre líneas no ortodoxas? Esta es una pregunta difícil de contestar, porque podemos estar al comienzo de una transición. El hecho de que algunos científicos hayan comenzado a explorar este campo, se puede tomar como una se-ñal positiva. Sin embargo, si vamos a generalizar, la comunidad científica todavía está cerrada a las investigaciones que incluyan elementos “esotéricos”. Los científicos que se atrevieron a explorar estas zonas prohibidas, perdieron su credibilidad en la comunidad científica y fueron excluidos de ella. Un ejemplo notable de esto es Rupert Sheldrake, un bioquímico entrenado en Cambridge, quien durante un tiempo fue Miem-bro Investigador de la Royal Society (Sociedad Real). Debido a su trabajo en los campos morfogenéticos y temas relacionados, el prestigioso perió-dico científico Nature lo etiquetó en una Editorial de “hereje” y sugirió que deberían quemar su trabajo. Esto sucedió en 1981. Otros científicos como el Dr. Stephen Phillips, quien tomó seriamente las investigaciones publi—

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cadas en el libro, Química Oculta, también sufrió un destino similar. Inclu-so las teorías postuladas por el Dr. David Bohm, considerado uno de los físicos teóricos más significativos del siglo veinte, no reciben mucha aten-ción porque su trabajo es demasiado holístico y muy cercano a la visión mística. Pasos hacia la integración Exploremos ahora las condiciones necesarias para un esfuerzo hipotéti-co especial por parte de los Mahatmas, para ayudar más activamente en el campo científico. Es dudoso que ellos gasten mucha energía estimulando investigaciones que permanecerán sin atención, tal vez para ser desenterradas por al-guien, años, décadas o incluso siglos después que la ciencia moderna lentamente llegue a descubrir los mismos resultados. Una primera condi-ción obvia, entonces, es que la comunidad científica abra la posibilidad de dimensiones no físicas y si están sujetas a algún tipo de investigación científica. Este paso hacia la metafísica parece ser esencial para los Adeptos, a fin de considerar provechosos sus esfuerzos en este campo: “La Ciencia exacta experimental no tiene ninguna relación con la morali-dad, la virtud, la filantropía, por lo tanto no puede pedir nuestra ayuda, hasta que se una con la metafísica”.[

10] En la primera parte de este artículo hemos mostrado algunos ejemplos de cómo la investigación oculta puede contribuir con los descubrimientos en los campos de la astronomía, la física, la química, etc. Sin embargo, ayudar a la ciencia en este nivel de las investigaciones parece no ser el propósito fundamental de los Adeptos. Desde el punto de vista de las ne-cesidades morales y espirituales de la humanidad, no existe gran diferen-cia si estudian las partículas subatómicas por medios clarividentes o con un acelerador de partículas. Hasta ahora, las preguntas relacionadas con la naturaleza del deseo, la acción virtuosa, la consciencia, los estados post-mortem, han sido consi-deradas por la religión y la filosofía. Y aunque en el pasado la creencia religiosa tuvo una gran influencia en la gente, este ya no es el caso para una gran porción de la humanidad. El intelecto despierto de la actualidad necesita “pruebas” para aceptar cualquier cosa. Si la ciencia fuera capaz de arrojar luz sobre estos importantes aspectos humanos, tendría un im-pacto muy importante en la moral y en la vida espiritual de la humanidad. Es claro que una ciencia materialista no puede abordar estos tópicos, excepto desde la periferia. Pero una ciencia más “oculta” sí podría. Los esfuerzos teosóficos para mostrar la validez de la percepción extrasenso-rial para estudiar la realidad física, se hicieron con la esperanza de que una vez que los científicos reconocieran la validez de estos medios y gra-

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dualmente los incorporaran, no pasaría mucho tiempo antes que descu-brieran que los nuevos medios de investigación pueden traer las dimen-siones no-físicas del universo dentro del alcance científico. Una vez que una porción de la comunidad científica esté dispuesta a examinar el campo metafísico, comenzarán a explorar si pueden usar per-sonas con habilidades extrasensoriales como parte de su investigación. Y aquí hay algo importante para recordar. Es aceptado que la práctica de experimentos por la ciencia moderna es afectada por factores ambienta-les, de modo que los científicos tratan de minimizarlos en las condiciones de sus laboratorios. La investigación por medios extrasensoriales también requiere ciertas condiciones “ambientales”. Sin embargo, son de tipo dife-rente: dado que los medios usados en la ciencia oculta son psicológicos más que físicos, las condiciones ambientales requeridas también están en ese nivel. El Mahatma KH escribió a A. O. Hume: “Pero ¿me permitirá esbozarle aún más claramente la diferencia entre la modalidad de la física, llamada exacta –a menudo por mera gentileza- y las ciencias metafísicas? Esta última, como usted sabe, al ser incapaz de verificación ante audiencias diferentes, es clasificada por el Sr. Tyndall junto a la ficción poética”.[11] Uno de los descubrimientos fundamentales de la ciencia oculta es que los pensamientos son un tipo de energía, y que tienen un efecto muy cla-ro en las dimensiones no-físicas. Por lo tanto, si existe animosidad y es-cepticismo durante una observación extrasensorial, los resultados estarán distorsionados o incluso totalmente obstruidos. Y aquí existe otro factor importante para recordar. Aunque el uso de las personas nacidas con alguna habilidad extrasensorial pueda ser útil al principio de la nueva ciencia, no se puede lograr un desarrollo de buena calidad usando psíquicos no entrenados. Para desarrollar una investiga-ción profunda sobre dimensiones no físicas, se requiere de personas que se han entrenado sistemáticamente para usar estas facultades, tal como fue el caso de H. P. Blavatsky, C. W. Leadbeater y otros.

[12]

Encontrar personas bien entrenadas en la investigación oculta no es fácil, pero cuando se presentan las condiciones adecuadas, no es impen-sable que los Adeptos envíen a alguno de sus discípulos para que partici-pe de esta investigación científica. Referencias y Notas [1] Vicente Hao Chin, Jr., ed., Las Cartas de los Mahatmas a A. P. Sinnett, en orden cronológico (CML), Carta Nº 1, TPH, Quezon City, 1993, p. 4. 2] Jinarajadasa, C., comp., Letters from the Masters of the Wisdom, Prime-ra Serie, Carta Nº 46, TPH, Adyar, Madras, 1988, pp. 101-102. [3] CML, Apéndice I, p. 471

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[4] CML, Carta Nº 93B, pp.313-14; (CM), carta23b, p. 223.

[5] CML, Carta Nº 18, p. 68; CM, Carta Nº9, p. 74.

6] CML, Carta nº 93B, p., 311; CM, Carta 23B, p. 218-19.

7] CML, Carta A, p.463; CM, Carta 33, p. 351 [8] CML, Carta 18, p.68; CM, Carta 9, p. 73. [9] Blavatsky, Helena Petrovna, Collected Writings (Recopilación de Escri-tos), Vol. IX, TPH, Wheaton, IL., 1974, pp. 46-47. 10] CML, Apéndice I, p. 472. 11] Idem, p. 471. [12]Las dos últimas consideraciones son parte de la razón del porqué los experimentos aislados con la psiquis intentados en el pasado, hasta ahora no han tenido mucho éxito. Sin embargo, incluso usando clarivi-dentes entrenados, la posibilidad de errores en un ejemplo particular no se puede descartar totalmente en ésta, como en cualquier otra ciencia.

“The Theosophist”, Diciembre del 2012.

LA LOCURA ENVIADA DEL CIELO Wayne Gatfield “La locura enviada del cielo es preferible a la cordura creada por el hombre” (Platón)

Es un truismo que en esta sociedad orientada hacia lo material, seguir un sendero que no tenga como meta la acumulación de dinero o bienes, se lo considera, por lo menos, como una tontería y como máximo, una locura. Como HP Blavatsky escribe en su artículo ‘Civilización, la Muerte del Arte y la Belleza’: En resumen, el inconscientemente profético fin de siglo, es el fin de ciclo hace mucho tiempo previsto, cuando de acuerdo al Manjunâtha Sutra, la Justicia habrá muerto, dejando como su suceso-ra a la Ley ciega, y como su Gurú y guía- al Egoísmo; cuando las cosas y acciones malas se considerarán como meritorias, y las acciones san-tas como locura. Están extinguiéndose las creencias, la vida divina es despreciada; el arte y el genio, la verdad y la justicia son sacrificados diariamente al becerro de oro de la actualidad – el ansia de dinero.

La cordura principalmente es “creada por el hombre” y hay modos de-finidos de pensamiento y acción establecidos en la sociedad, basados en una perspectiva materialista. Las artes y las ciencias ya no se persi-guen para la edificación espiritual de la humanidad, sino para un rápido provecho, y la inspiración deriva de las emociones y pensamientos infe--

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riores más que de la naturaleza Divina. Mucho de esto tiene que ver con el hecho de que nos estamos separando más y más de la naturaleza. John Ruskin, el crítico de arte ha dicho que: “Ningún hombre jamás tra-bajó o trabajará bien, excepto desde la visión real o visión de la fe”.

Vivimos en un mundo creado por el hombre, muchos niños crecen apenas conscientes de la belleza de la naturaleza. Incluso las escuelas enseñan biología de una manera más bien árida. Lo mismo puede decirse de la educación religiosa. No hay programa que pueda inspirar amor a la naturaleza o a lo Divino en un individuo. La espontaneidad se considera mayormente como una forma de locura y las personas son alentadas a vivir dentro de los estrechos límites del modo en que comprenden la vida los grupos sociales. Cuando esta visión se expande, debido a la medita-ción y al estudio de temas legítimamente espirituales, entonces el estu-diante rompe las cadenas que lo atan y actúa de modo inspirado, lo que para la mayoría será considerado como locura. Verdaderamente, en algu-nos casos puede ser una bendición ser considerado ‘loco’, ya que puede significar que no estamos actuando de modos que son normalmente aceptados por la Sociedad, sino que estamos viviendo con una Luz dife-rente. La verdad es que los individuos están comenzando a funcionar bajo la égida de su Yo Superior, el que los lleva a un campo poco comprendido por la persona común. Los sufíes y los bhakti yoguis inspirados por un amor a ‘Dios’ o lo Divino, a menudo describen poéticamente su experien-cia como una forma de ‘locura’. Rumi en su poema ‘Los Amantes’ afirma:

Los amantes tomarán vino día y noche. Beberán hasta que desgarren los velos del intelecto y derritan las capas de la vergüenza y la modestia. Cuando enamorados, el cuerpo, la mente, el corazón y el alma ni siquiera existen. Transfórmate en esto. Enamórate, y nunca más serás separado. El vino aquí se refiere al Conocimiento Espiritual y desgarrar los velos de la vergüenza y la modestia significa trascender los límites creados por el hombre de la moral y las leyes, que a menudo limitan e impiden el sur-gimiento de la espontaneidad necesaria para seguir los dictados del Yo Superior. Cuando nos enamoramos no existe nada ni por un instante, sino el objeto de nuestra adoración y así cuando este amor es con el cuerpo, mente, corazón y aún alma Divina y son olvidados como conceptos, uno solamente ‘ve’ o siente lo que se halla más allá de todos los poderes ma-nifestados. Si uno llega a ser consciente de la Divinidad en todas las co-sas, entonces nuestro sentido de separatividad se desintegra y sólo per-manece la Unidad. Así, debemos ‘enamorarnos’ de esa Divinidad y por lo tanto, amar todas las cosas que la comparten. Es este despertar a la na-turaleza espiritual en todas las cosas, lo que puede considerarse como locura por parte de la sociedad moderna.

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Ciertamente bajo la ‘influencia’ del Espíritu actuaríamos de formas que

son extrañas para la mayoría. La vida tiene una belleza que trasciende los intentos de la sociedad de crear un mundo de fealdad interna y externa. En nuestros pueblos y ciudades modernas muy poco se planea para con-ducir a la mente hacia una comprensión más iluminada de lo que es la vida en todas partes. Los gobiernos se interesan solamente en las condi-ciones financieras del país y son devorados por consideraciones materia-listas. No se estimulan ni la compasión ni el amor, sino mas bien una polí-tica de ‘ojo por ojo’. Por supuesto, todo esto se considera como cordura. León Tolstoi en su libro ‘La Ley del Amor y la Ley de la Violencia’, declara que si las sociedades cristianas de Occidente siguieran verdaderamente las palabras de su líder, como en el Nuevo Testamento, entonces no habría necesidad de tener fuerzas policiales, ejércitos o cortes legales. Sin embargo, si uno sugiriera que deberíamos “amar a nuestros enemi-gos, bendecir a quienes nos maldicen y orar por aquellos que nos ultra-jan” o que deberíamos perdonar ‘no siete sino setenta veces’ y poner la otra mejilla, se nos diría que tales acciones no son prácticas. Esto se de-be a que son completamente opuestas a las leyes sobre las cuales la so-ciedad está basada en el presente. Esta base es una clase de locura que aumenta cuando la civilización pierde contacto con su Naturaleza Supe-rior, cuando se prefiere la corteza al fruto, cuando la codicia por las pose-siones toma el lugar del amor a la Verdad. Como HP Blavatsky afirma en la cita mencionada, muchas cosas que a la luz del Espíritu deberían con-siderarse como ‘malas’, son ahora consideradas como normales. Por ejemplo, se piensa que es aceptable pisotear a otros en el camino al éxito material y aún mentir es una práctica común si ayuda al individuo a avan-zar en el mundo de una manera egoísta. La razón de todo esto es que a menudo estamos regidos por nuestros deseos carnales inferiores. Estos son necesarios, hasta cierto punto, para sobrevivir durante nuestra breve permanencia en este cuerpo particular, pero cuando comienzan a domi-nar y llegan a ser la base de nuestras vidas y también la inspiración de nuestras realizaciones artísticas y científicas, entonces nos damos cuenta que hemos creado nuestros propios obstáculos en el ya pedregoso cami-no a la iluminación. Lo que necesitamos es desarrollar nuestra Voluntad Espiritual y desarrollarnos como hijos de la Luz. Existe una tendencia en-tre la gente más joven, principalmente en los sitios de Redes Sociales a promover lo que ellos llaman YOLO (You Only Live One, Tú sólo vives una vez). Esto se basa en la idea de que como hay solamente una vida, todo funciona respecto a la experiencia sensual en este planeta. Por su-puesto, no hay comprensión ni consciencia del funcionamiento del karma o la reencarnación. En Occidente, para la mayoría de las personas la

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mención de estas dos leyes puede resultar en la información considerada como ligeramente ‘desquiciada’. Viéndolo en forma optimista, esperanza-doramente, las personas están deslizándose más y más en la consciencia colectiva, con resultados positivos a la larga. H. P. Blavatsky escribe en la revista Lucifer de Octubre de 1887 (pag.96): “La voluntad es posesión ex-clusiva del hombre en este, nuestro plano de conciencia. Lo separa del bruto en quien sólo está activo el deseo instintivo. El deseo, en su aplica-ción más amplia, es la fuerza creadora en el Universo. En este sentido es indistinguible de la Voluntad; pero nosotros los hombres nunca conoce-mos el deseo bajo esta forma mientras sólo permanezcamos como hom-bres. Por consiguiente, la Voluntad y el Deseo son considerados aquí co-mo opuestos. Es así como la Voluntad es la progenie de lo Divino, del Dios en el hombre; el Deseo es la fuerza motriz de la vida animal. La ma-yoría de los hombres viven en y por el deseo, confundiéndolo con la vo-luntad. Pero aquél que quiera lograr la realización, deberá separar la vo-luntad del deseo, y hacer de su voluntad el gobernante, ya que el deseo es inestable y, siempre está cambiando mientras que la voluntad es firme y constante. Tanto la voluntad como el deseo son creadores absolutos que forman al hombre mismo y, las circunstancias que lo rodean. Pero la voluntad crea inteligentemente, mientras que el deseo lo hace ciega e in-conscientemente. Por lo tanto, el hombre se hace a sí mismo a la imagen de sus deseos, a menos que se cree a sí mismo a la semejanza de lo Di-vino, a través de su voluntad, hijo de la luz. Su tarea es doble: despertar la voluntad, reforzarla por el uso y la conquista, para hacerla regidora ab-soluta dentro del cuerpo; y a su vez, purificar el deseo. El conocimiento y la voluntad son las herramientas para el logro de esta purificación”. Noso-tros necesitamos cultivar nuestra ‘Locura enviada del Cielo’ para recupe-rar nuestra verdadera cordura. Todos somos Seres Espirituales en reali-dad. Es el derecho de nacimiento de todo ser vivo demandar su Divinidad cultivando la clase de Voluntad de la que H. P. Blavatsky escribe en este extracto. Las vidas díscolas que llevamos nos lanzan a la confusión, hay pérdida de claridad. En aguas quietas la luna se refleja perfectamente, pero si arrojas una piedra en ellas, hay solo una confusa multitud de imá-genes que se mueven. A veces la vida es un aparente caos cuando nues-tra mente es empujada aquí y allá por nuestros deseos y las necesidades de nuestra naturaleza física. Esta es una clase de locura que se conside-ra como cordura en el mundo moderno. Es importante que nos centremos en aquello que es estable e invariable, que nos ayuda a pensar con clari-dad y tranquilidad. Necesitamos encontrar ese oasis dentro de nosotros donde podemos entrar para escapar del clamor y estrépito que nos rodea y que impregna nuestros pensamientos y emociones.

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Viviendo en el mundo de la mente inferior este estado parece un tanto frío y distante y sentimos que necesitamos el estímulo de nuestras emociones y el torrente de adrenalina de la vida en la ‘vía rápida’. El Maestro KH de-claró que necesitamos una mente tranquila y serena para poder recibir impresiones de lo Espiritual. La tranquilidad y la serenidad no son popula-res en la sociedad actual. La gente siente necesidad de bloquear todo lo que conduce a una reflexión sobre el significado más profundo de la vida. Por fría y distante que pueda parecer esta reflexión es en realidad la en-trada a una mayor consciencia que hará funcionar la alquimia que nos transformará en verdaderos Seres Humanos. El Conocimiento al que H. P. Blavatsky se refiere en la cita mencionada, es por supuesto, el verda-dero Conocimiento Espiritual, que tiene poco que ver con sólo recordar palabras o conceptos formados. Las palabras son indicadores o guías. Si no desarrollamos el conocimiento intuitivo que nos permita extraer la esencia de la palabra escrita entonces caeremos víctimas de la ’letra muerta’. Necesitamos examinar las palabras e ir siempre hacia adelante, sin atascarnos en la comprensión materializada que gratifica a nuestra mente inferior, que solamente crea la ‘mente engrillada’ que William Blake mencionó en su poema ‘Londres’. Lo mismo que los Koan Zen no pueden comprenderse con el intelecto limitado y necesitan la ayuda de algo más profundo, así es con muchos escritos teosóficos y espirituales. La Doctri-na Secreta de H. P. Blavatsky puede parecer confusa al intelecto, pero se transmite algo mucho más profundo a la intuición y estas percepciones internas aumentan cuando se desarrolla la intuición por el verdadero estu-dio, meditación y el vivir la vida como se enseña en muchas de las escri-turas espirituales del mundo. Una de las primeras cosas que necesitamos hacer es determinarnos a sacar nuestras mentes de la ‘locura’ del mundo en que vivimos. Retroceder y considerar lo que es verdaderamente sen-sato a la luz de una genuina espiritualidad. H. P. Blavatsky nos da un con-sejo en esta dirección en el Lucifer de Octubre de 1887 (p.89): La primera necesidad para obtener auto-conocimiento es volverse profundamente consciente de la ignorancia; sentir con cada fibra del corazón que uno in-cesantemente se engaña a sí mismo. El segundo requisito es una convic-ción aún más profunda de que tal conocimiento, ese conocimiento intuiti-vo y certero, se puede obtener a través del esfuerzo. El tercero y el más importante es una determinación indómita de obtener y enfrentar ese co-nocimiento. Un auto-conocimiento de este tipo es inalcanzable por medio de lo que los hombres generalmente llaman “auto análisis”. No es alcan-zado a través del razonamiento o cualquier proceso cerebral; ya que es el despertar a la consciencia de la naturaleza Divina del hombre. Obtener este conocimiento es un logro aun mayor que el dominar los elementos o

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conocer el futuro. No hay nada más garantizado para recuperar nuestra cordura que “despertar a la consciencia de la naturaleza Divina del hom-bre”. Entonces no veremos a través de un “cristal oscuro” nunca más, si-no que nos volveremos conscientes de las realidades que las palabras solo velan y comprenderemos que todas las palabras e imágenes eran nubes frente al sol ocultando algo que solamente el lado intuitivo de nues-tra naturaleza puede revelar. Cuando nuestra mente se ilumina por medio de la intuición entonces se completa el proceso alquímico y nuestras per-cepciones comunes de la vida y nuestras distorsionadas visiones de cor-dura se transformarán y nuestra “Locura enviada del Cielo” nos envolverá y elevará a reinos más allá de la comprensión condicionada.

EL LIBRO DE LA VIDA J. Krishnamurti La verdad se encuentra de instante en instante La verdad no puede ser acumulada. Lo que se acumula es siempre des-truido; se marchita. La verdad no puede marchitarse jamás, porque sólo podemos dar con ella de instante en instante, en cada pensamiento, en cada relación, en cada palabra, en cada gesto, en una sonrisa, en las lágrimas. Y si usted y yo podemos encontrar esa verdad y vivirla -el vivirla mismo es el encontrarla-, entonces no nos volveremos propagandistas; seremos seres humanos creativos, no seres humanos «perfectos» sino seres humanos creativos, lo cual es inmensamente distinto. 5 DE AGOSTO OCK - Vol. VII

El intelecto corrompe el sentimiento

Vea, está el intelecto, y está el sentimiento puro -el sentimiento puro de amar algo, de tener emociones intensas y generosas-. El intelecto razona, calcula, sopesa, compara. Pregunta: «¿Vale la pena eso? ¿Me benefi-ciará en algo?» Por otra parte, está el sentimiento puro: el extraordinario sentimiento que uno experimenta por el cielo, por su prójimo, por su espo-sa, por su hijo, por el mundo, por la belleza de un árbol, etc. Cuando se unen el sentimiento puro y el intelecto hay muerte de instante en instante. ¿Comprende? Y cuando el sentimiento puro es corrompido por el intelec-to, hay mediocridad; es lo que sucede con la mayoría de nosotros. Nues-tras vidas son mediocres porque estamos siempre calculando, preguntán-donos si eso vale la pena, qué beneficio podremos obtener, no sólo en el mundo del dinero, sino también en el mundo así llamado espiritual: «Si hago esto, ¿obtendré aquello?» 4 DE SEPTIEMBRE OCK - Vol. XI

“The Theosophist”, Octubre del 2013

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LIBRO: MONTE EVEREST George Arundale (Continuación)

Así, el discípulo es un individuo dedicado al servicio de los Maestros, constantemente ansioso de intuir como mejor pueda Su voluntad y Su sabiduría, y estudia al mundo atrayendo de él, todo lo que puede, que le ayudará a entender y volverse más efectivo. El no abandona, sino que abarca. Hay por supuesto, cuatro (4) reglas que se han transmitido desde tiempos inmemoriales. Una, la primera, es el Servicio, el espíritu de servi-cio (los menciono en el orden de su importancia). La segunda, el espíritu de Estudio como una ayuda y subordinado al servicio. Tercera, el espíritu de Simplicidad de Vida, lo cual no significa vivir sin cosas bonitas, o diver-siones, sino que no apegarse a ellas, ser su esclavo. Vivir en realidad, tan simplemente como sea conveniente, estar en medio de los objetos de los sentidos y usarlos, disfrutarlos y aún estar supremamente separado, en toda forma. Este es el espíritu de simplicidad. Luego, la cuarta, Auto-control, el cual depende de que el espíritu de servicio sea fuerte, el espíri-tu de estudio sea adecuado, y el espíritu de simplicidad sea profundo. El autocontrol, control de la mente, control de las emociones, y muy definida-mente, control de la palabra. Estos son los grandes requisitos que se han trasmitido desde tiempos inmemoriales, y deben ser construidos en la na-turaleza del aspirante a discípulo. Hemos visto que la limpieza del cuerpo físico es una de las grandes ven-tajas, también el sentido de orden, la indañabilidad. El cuerpo debe ser alimentado con alimentos correctos, y si no puede alimentarlo con estos alimentos, no está listo para el discipulado, por la simple razón de que simplemente no podrá soportar la espantosa tensión, fatiga y cansancio de la preparación y del paso a través suyo de las fuerzas del Maestro, a menos que su cuerpo esté escrupulosamente limpio, y esto no puede ser cuando las personas no cuidan en alguna medida al menos de la dieta. El mérito de un individuo que come alimentos impuros debe ser verdadera-mente grande si Ellos lo aceptan, sucio, en Sus corazones, a causa de algo que puede hacer que exceda totalmente estas debilidades y dificul-tades. Los Maestros tendrían entonces la gran energía y estarían dis-puestos a sufrir la inconveniencia de introducir impurezas en Su concien-cia colectiva. Pero comúnmente la regla es rígida. Si ustedes esperan acercarse a Ellos, deben mostrar evidencia práctica de su anhelo. No pueden imaginar que Ellos, Quienes viven de eternidad en eternidad, va-yan a anular estas leyes bajo las cuales Ellos están rigiendo el mundo, por el bien de un insignificante individuo aquí, que no es lo suficientemen-

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te fuerte para tomar el sendero que desde tiempos inmemoriales ha si-do hollado por genuinos discípulos a través de las edades. Sería algo terrible si alguien pudiera decir: “Bien, permitan que para mí el sendero sea diferente. Ha sido el mismo camino por miles de años para miles de discípulos desde tiempos inmemoriales, pero permitan que para mí sea diferente“. Siempre deben recordar que el Gobierno Interno del mundo es un cuer-po científico, una agrupación de Aquellos Quienes están a cargo del go-bierno del mundo, y de todas esas grandes fuerzas de las que depende el bienestar del mundo. Ahora tratemos con las emociones. La mayoría de las personas están dominadas por las emociones, por mucho que ellas puedan pensar que son extraordinariamente frías, serenas y ordenadas. Ser dominados por las emociones es un gran obstáculo para el discipulado. Muchas perso-nas estallan fácilmente en lágrimas. Ellas son un manojo de emocio-nes, estando continuamente en un estado de agitación por uno u otro motivo, ya sea que sea lastimado o golpeado o desdichado. Ellos se hunden repentinamente en una condición de miseria, o de gran soledad, o alguna otra alteración emocional. Saben que no deberían hacerlo, pero no pueden ayudar. ¿Qué clase de discípulo será una persona que se vuelve emocional y alterado en circunstancias que ha creado por sí mis-mo? No hay nada que nos llegue, que no hayamos llamado para que se aproxime, y mas aún, cuando se acerca nosotros lloramos. Entiendo totalmente las alteraciones emocionales, y en cierta etapa de evolución son necesarias. Deben ustedes oscilar en el péndulo de la vida del mun-do, pero tienen que superarlo en el caso del discipulado. Un discípulo puede tener sus problemas, sus desdichas y sus dificultades, pero se supone que las controla. Puede haber un momentáneo acceso al senti-miento de desesperación, pero es desechado rápidamente. Los discípu-los tienen sus penurias. En el momento en que ustedes se convierten en discípulos viene una precipitación de Karma, porque los Hermanos Ma-yores desean que ustedes soporten el peso del mundo, desean que libe-ren de sus hombros su mental y emocional para cargar este peso, y por lo tanto, algunas veces pasan malos ratos. Estoy tratando de dejar en claro que no deberían preocuparse acerca de nada. Si llegan los proble-mas es algo que ustedes han atraído y hacen mejor en permitir que lle-guen y no dejarse vencer emocionalmente. Las grandes emociones idealistas, esas grandes oleadas de poder, de aspiración, el sentido de belleza de toda vida, son de infinita importancia y valor, y serán bien aconsejados de absorberse en ellas, de manera que las emociones lle-

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guen a ser espléndidos sirvientes, y no miserables tiranos. En cuanto a una vida difícil, no hay tal cosa. Nosotros hacemos nuestras vidas difíciles con nuestra actitud hacia nuestras lecciones. No nos gustan nuestras lecciones y decimos que ellas son difíciles. El individuo común se dedica a su propio "tiempo-personalidad”, y no tiene el sentimiento de que tiene que hollar un camino mayor, y de la ayuda que cada lección le da para moverse magníficamente en ese camino. Una emoción, como su nombre lo implica, se mueve hacia afuera desde lo estático a lo dinámico. No rehúyan las emociones, déjenlas entrar en ustedes, impersonalícenlas tanto como les sea posible. Por supuesto, no deberían sentir odio o sombría depresión. Este es uno de los mayores crímenes contra los Her-manos Mayores. Sus vidas están llenas de alegría, luz solar, deleite, energía pura, actividad. Introducir en su conciencia, como lo hacen si son discípulos, este sentimiento de depresión quejumbrosa y miserable, es una gran barrera. Ellos tienen el recurso, en ciertas primeras etapas del discipulado, de aislarse. Cuando quiera que ustedes estén deprimidos y suceda que son discípulos, asegúrense de erigir una barrera entre uste-des y el Maestro. Si la depresión es solamente superficial podría ser sólo a medias, pero si la depresión es completa y definida, entonces el cierre debe ser total. Supongan que entran en una condición de depresión. Mu-chas personas lo hacen. Primero, traten de escapar de ella tan rápida-mente como puedan. Reconozcan que no deberían estar en ella. Si pue-den ser lo suficientemente fuertes, no se apuren en encontrar a alguien que simpatice con ustedes. No pidan a nadie que se aflija por ustedes. Yo no deseo simpa-tía. Deseo tratar, si puedo, permanecer sobre mis propios pies. Estoy vedado cuando estoy deprimido, para ir y compartir con al-guien más. Esto es ineficaz e imprudente. Puede ser completamente na-tural en el mundo, pero no entre discípulos. Cuando el discípulo se siente aproblemado y preocupado, no desea consuelo, sino fortaleza. Sé que es muy bueno simpatizar con las personas, pero ustedes desean una sim-patía fuerte y constructiva, simpatía que los sacuda, que los ponga sobre sus pies. Lo más maravilloso realmente, si pueden tolerarlo, es que al-guien les diga que son unos tontos. Esto suena hostil y frío, pero en reali-dad es el mejor tratamiento. Si alguien está hundido en una real desespe-ración, y ustedes pueden hacerle sentir su compañerismo en una forma impersonal, fuerte, le hacen sentir que lo entienden, entonces están ayu-dando. Es cuando ustedes también descienden al abismo y permanecen allí que se hace daño. No lloren con quienes lloran, sonríales.

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El único disipador de la melancolía es la alegría, el único disipador del dolor es la verdad, y si pueden dar eso, de lo cual el individuo carece, en-tonces están ayudándolo enormemente. Suponiendo que ustedes son un manojo de emociones ¿cómo las colo-can bajo control? Por medio de la calma, estableciendo el correcto tipo de emociones, como contrario al tipo de emoción equivocada. En momentos libres de aberraciones emocionales, evoquen deliberadamente el poder emocional en ustedes hacia algún gran fin idealista. Después de todo, solamente pueden expresar una cierta cantidad de emoción. Si utilizan este poder en una dirección específica, se deja menos para la otra direc-ción, y así, el individuo emocional, debería ser un gran estudiante de lo bello, lo verdadero, lo maravilloso, lo heroico; y si pueden encontrar algún objeto de reverencia en el cual puedan verter su alma entera, entonces efectivamente las emociones menores, las negativas y más destructivas, cesarán de ser. Todos necesitamos un gran objeto de reverencia, de adoración, otro dife-rente de aquellos como Cristo, Buda, Shri Krishna, etc., de acuerdo al temperamento individual. Necesitan algún principio, alguna persona, al-guna cosa, para el flujo de su contenido emocional. Seriamente digo a cada uno de ustedes que si pueden encontrar un ideal en alguna forma o figura que les emocione, vayan tras el, no se avergüencen. Estén felices y agradecidos de armonizarse con esa gran estrella, sea una persona, un principio, una cosa, de manera que en medida creciente su luz se vierta a través de ustedes, inalterable y sin distorsión. En algún lugar hay una estrella; sáquenla de los libros, de la naturaleza, de las personas, de las filosofías, religiones, ciencia; busquen en todas partes una estrella, y miren hacia ella con ardor siempre creciente, y si pueden encontrar una estrella, no pasará mucho tiempo antes que en-cuentren que en lugar de adorar a una sola estrella, realmente adorarán a toda la constelación. Más tarde o más temprano todo es luz. Al comien-zo, la luz es una estrella, pero la luz de la estrella se percibe gradualmen-te como la luz del sol, y la luz del sol algún día se percibirá como la luz universal. Pero para alcanzar el sentimiento de la luz universal, de la uni-dad, la universalidad, el esplendor, la majestad de todo lo que es infinita-mente merecedor de reverencia, primero perciban la reverencia limitada dentro de una forma o figura. El propósito total del descenso en esta ma-nifestación material con su infinitud de formas y condiciones, es que pue-dan percibir en uno, a diferencia de otro, la misma posibilidad de reveren-cia, comenzando primero con uno, luego dos, enseguida tres, hasta la extensión en que ustedes reverencien a todas las formas en la diversi-dad. Entonces la diversidad cesa de existir y ustedes se elevan, porque

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han llegado a ser los reyes de ella reconociendo su magnificencia esen-cial. Así, siendo todas las cosas meritorias de reverencia, se convierten en los reyes de la emoción. Suponiendo que son maestros, y sus discípu-los los miran con reverencia, deben dar lo mejor de ustedes y dejar que los discípulos por quienes son responsables los miren con respeto. Pero recuerden que es sólo un escalón, y tan pronto como sea posible quíten-se de en medio. Todas las cosas que reciben, pásenlas a aquellos a quie-nes deben su reverencia. No retengan nada. Todo lo que puede ser reve-renciado en ustedes del todo, es meramente el reflejo de Aquel que les da ese valor, de modo que Su luz brilla a través de ustedes. Aquellos que les rodean perciben la luz y no se dan cuenta que proviene de otra parte; ellos piensan que emana solamente de ustedes . Ustedes saben que no es así. Si ustedes no poseen emociones, adquiéranlas. Las necesitan. No pueden carecer de ellas. Si no sienten afecto o amor, si se sienten indiferentes, científicos, apartados y no gustan de las personas, si no tie-nen por quien sentir amor con algún grado de dedicada intensidad, ni hacia quien mirar con algo de fuego consumidor, bien, es tanto peor. To-dos deberían estar enamorados de algo o de alguien, y con esa clase de amor que no espera respuesta. Cada uno es amado en la máxima capaci-dad de su poder para recibir. Existe el amor a Dios, el amor a los Herma-nos Mayores. Existe el amor a todos estos Grandes, y aún algunas veces la gente dice: “Yo no lo siento. No estoy en contacto con él." Mientras más pronto traten de alcanzar tales realidades es mejor. CAPITULO 5 Nuevamente deseo hablarles acerca de los obstáculos en el Sendero y especialmente de los últimos. Primero, les pido que tengan en sus bolsi-llos o cartera una copia de "A los pies del Maestro“. Las personas a me-nudo expresan su deseo de convertirse en discípulos, de progresar. Ellos dicen: “¿Cómo lo hacemos?“. Mi respuesta normalmente sería: "Por fa-vor, sigan ese libro“. Esto es todo lo que necesitan hacer, y es una gran tarea. A nadie podría darle mejor consejo, si lo pidieran, que leer y esfor-zarse en practicar A los Pies del Maestro. Con este, como el fundamento y la base, miremos algunos de los obstáculos que se encuentran en el camino. Comenzando, puedo referirles al libro de Isaías, capítulo 35, don-de dice: "Se alegrarán el desierto y la soledad, el yermo se gozará y flo-recerá como la rosa”… “Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. “Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo, porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad”. “El lugar seco se convertirá en estan-que, y el sequedal en manaderos de agua….” Continuará

LIBERTAD DE PENSAMIENTO

Como la Sociedad Teosófica se ha esparcido por todo

el mundo y miembros de todas las religiones se han afiliado

a ella sin renunciar a los dogmas especiales, enseñanzas y

creencias de sus respectivas fes, se considera deseable

enfatizar, que ninguna doctrina ni opinión, sea quien

fuere quien la enseñe o sostenga, bajo ninguna ci r-

cunstancia puede ser obligatoria para ningún miembro

de la Sociedad, teniendo cada cual libertad para aceptarla o

rechazarla.

La aceptación de los tres Objetivos, es la única condi-

ción para solicitar admisión como miembro de la Sociedad

Teosófica. Ningún instructor o escritor desde H. P. Blavats-

ky en adelante, tiene autoridad alguna para imponer

sus enseñanzas u opiniones a los asociados. Cada miem-

bro tiene igual derecho de adherirse a cualquier es-

cuela de pensamiento, pero no lo tiene de imponer a otros lo

que él haya elegido.

Ningún candidato para un cargo oficial, ni ningún

elector puede ser considerado inelegible o inhabilitado

para votar, por las opiniones que sostenga o porque

esté afiliado a cualquier escuela de pensamiento.

Opiniones o creencias no otorgan privilegios ni son causa

de sanciones.

Los Miembros del Consejo General solicitan encarecida-

mente a cada miembro de la Sociedad Teosófica mante-

ner, defender y actuar según estos principios fundamentales

de la Sociedad, y también a ejercer sin temor el de-

recho a la libertad de pensamiento y expresión, de-

ntro de los limites de cortesía y consideración hacia los demás.

LAS TRES VERDADES

“El alma del hombre es inmortal, y su futu-ro es el de algo cuyo crecimiento y esplendor no tiene límites”.

“El principio dador de vida está en nosotros y fuera de nosotros; es impere-cedero y eternamente benéfico; no es captado por los sentidos físicos, pero es percibido por el hombre que anhela la percepción”.

“Cada hombre es su propio absoluto legisla-dor, dispensador de gloria o de obscuridad a sí mismo; aquel que decide de su propia vida, de su recompensa, de su castigo”.

“Estas verdades, que son tan grandes co-mo la misma vida, son tan sencillas como la más sencilla de las mentes humanas. Ali-menta con ellas al hambriento”.

“El Idilio del Loto Blanco”

El Lema de la Sociedad Teosófica es el del Maharaja de Benares: Sayat nasti paro Dharma". Es decir, “No hay religión más ele-vada que la Verdad”. Cada miembro de la Sociedad es un potencial buscador de la Verdad.