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LA BARCA DE CARONTE Narraciones de Gracián Solirio Año: 1986 Recopilación de Rosalino Carigi Versión: ENERO 2016 Para Blogger con SlideShare Sin Musica Sina Animaciones Diap 1

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LA BARCA DE CARONTENarraciones de Gracin SolirioAo: 1986Recopilacin de Rosalino CarigiVersin: ENERO 2016Para Blogger con SlideShareSin Musica Sina Animaciones

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LA BARCA DE CARONTEAo 1986RECOPILACIN DERosalino CarigiVERSIN SEPTIEMBRE 2015NARRACIONESdeGRACIN SOLIRIO

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Diap 3A los pasajeros

NDICENo. CUENTOPRMBULO Diap.

PRESENTACIN1 INICIO - DEDICATORIA2 EL LIBRO CARONTE EL AUTOR6 EL LUGAR NOTA DEL RECOPILADOR701 EL SIMPLEEL LUGAR802 EL CAZADORLA DEUDA1203 EL EQUIVOCADOLA VICTORIA1604 EL TRIUNFADORLA UBICACIN2205 EL NOSTLGICOLA MITAD2806 EL SERVILLA GARA3407 EL LOCOLA HUELLA3908 EL MALEANTELAS EDADES4809 EL AMIGOLA AMISTAD5610 EL MDICOEL TIEMPO62 EL REVOLUCIONARIOLA ALEGORA7012 EL COMISARIOEL FUEGO7513 EL COMERCIANTEEL DESVO8214 EL ACTOREL TEATRO9215 EL VIEJOEL SER HUMANO10216 EL FETOLA ESCRITURA11017 EL FINALLA CITA116 ANEXOS 123 - DEL RECOPILADOR - RECORDATORIO FINAL125Diap 4

Caronte, es el interlocutor permanente, tenebroso, ideal, impasible, sereno, fro, fatalista, mitolgico, humano, que habla con el autor. Es un barquero que diversifica, cosa normal en esta poca, su funcin con la de cantinero.Y, en la mitologa, quien lleva por la laguna Estigia, las almas de los que terminaron. All son juzgadas por tres jueces justos, Minos, Radamante y alo, hijos ilegtimos de Zeus. Podran ser justos, siendo hijos ilegtimos?Caronte cumple un deber: Transportar hacia la eternidad.Pero tambin, y a travs de estas notas, se observa que quiere transferir al autor lo que siente l o el personaje que debe llevar.CARONTELA BARCA DE CARONTEEste libro es una recopilacin de las notas escritas por Gracin Solirio sobre las reuniones tenidas con Caronte en el Bar La Barca.Reuniones efectuadas los viernes de noche, y que duraron por ms de tres meses.La charla previa realizada con Caronte antes que llegara el contertulio de cada noche, el autor la define como prembulo y as se ha dejado.EL LIBROEL AUTOREl autor era uno de esos seres que van por el camino, as lo llamaba l, tratando de comprender lo incomprensible, y sin ver lo evidente. Un ser que, ms que vivir, senta.Gracin Solirio, el hombre, fue ejemplo tpico de los criados en una repblica del sur durante los aos treinta y cuarenta.Repblica que, como la de Pericles, sublim la democracia, cultiv el humanismo, teniendo las ideas ms sociales y la cultura ms universal. Sembrando en aquellos los nios, ideales que los convertiran, al ver la realidad, en cnicos despiadados consigo mismo y con los dems.Algunos, cansados del gris de vivir, salieron buscando otro horizonte tras del Cerro, pequeo montculo que oculta el sol en cada atardecer. Slo para ver que, con los aos y en otras tierras fueron, ellos y sus ideas, extranjeros en todas partes, inclusive en su pas de origen.Ese es el caso del autor.Y en la noche de cada viernes, charla con Caronte, tratando de creer que an son valederos aquellos ideales.Buscando, quizs en un ms all helenstico, la finalidad y la finalizacin de su existencia.Diap 5

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Esta recoleccin habra sido ms acorde a la mentalidad de los primeros siglos. La poca actual se autodefine como realista, prctica y cientfica, pero no es as.Los seres humanos siguen leyendo el horscopo, consultando brujos, creyendo a sacerdotes que hablan del ms all, escuchando a polticos que les prometen mitos...Por tanto, las reuniones de Gracin Solirio con Caronte fueron tan reales como puede serlo la realidad de cada da.LA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTERespecto al local, al bar, toda ciudad tiene un cementerio, un callejn cerca del cementerio, un bar en la esquina del callejn. Y ese bar, generalmente est en ruinas...EL LOCALNOTA DEL RECOPILADOREL MOTIVODiap 6

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LA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEEL SIMPLELlegu frente al bar. Su nombre: La Barca.Ms abajo, el de su propietario: Caronte.Entr en el local. Era pequeo. Tanto, que slo haba espacio para el mostrador y un par de bancos arrimados a ste. Las luces apenas alumbraban el lugar. Unas pocas botellas, y todas con su contenido hasta la mitad, reposaban en unos simples estantes sobre una pared gris.Entre ella y el mostrador se encontraba el tabernero.Su edad era indefinida, sus rasgos generales, poda pertenecer a cualquier raza, a cualquier pueblo. Un ser gris que, por momentos, pareca confundirse con la pared.Salud y me sent en el primer banco.Mis palabras resonaron como si hubiese hablado dentro de un abismo, en el vaco.El tabernero respondi. Tena una voz sin tono, sin emocin, imposible de ubicar en cualquier idioma; y, a la vez, perteneciente a todos:Buenas noches, seor.Una cerveza, fra, por favor.Aqu todo est fro, siempre.La frase me hizo temblar. Sent en mi nimo una emocin parecida a la que me produca la luz titilante del bar.No haba ninguna razn para estar all. Pero all estaba. Un extrao en un lugar extrao. El lugar: un sombro bar en una esquina penumbrosa, cerca del cementerio.Haca tiempo que me intrigaba su ubicacin. De noche, desde la autopista, la cual pasaba sobre la calle, poda verse su temblorosa luz.De da, era imposible localizar. Se confunda entre las casas de afuera y las tumbas de adentro.Aquella luz titilaba en la oscuridad, llamando mi atencin, acicateando mi curiosidad, teniendo un no s qu de misterio, de algo que deba saber, algo que era en parte mo o yo parte de l.Normalmente, de lunes a jueves, resista ese llamado con el ajetreo cotidiano; pero los viernes era una fuerza avasalladora que me obligaba a mirarla, a buscarla.Era viernes, volva tarde, fatigado, tenso.La luz estaba all, temblando. Baj por la salida de la autopista. Poco despus estaba recorriendo la calle paralela al muro.Era un barrio de gente humilde. Por un lado tena los que descansan el sueo eterno, por el otro los que descansan el sueo de cada da.01 EL SIMPLEPREMBULO: EL LUGARDiap 7

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EL SIMPLEOtra cerveza, seor? dijo Caronte.Respond en forma afirmativa, sin pedir que fuese fra. All todo era fro, siempre.Un silencio ominoso acompa a esta segunda botella.Si bien la inquietud que me haba llevado hasta all no estaba an satisfecha, saba que estaba cerca de la verdad. Y el cantinero tambin lo saba.No hay cosa que separe ms a dos seres que el saber. Sobre todo el saber el uno del otro.Y, en silencio, nos quedamos los dos, esperando, yo sin saber lo que esperaba pero sabiendo que deba esperar.El tiempo pas. No s cuanto. Sent alguien cerca. Mejor dicho, lo present.Fue una sensacin vaga de que algo haba pasado detrs mo, cruzando el local y se sentaba. No haba escuchado abrir la puerta, ni arrastrar el banco sobre el piso.Gir la cabeza. All estaba, a mi lado.Su rostro plido impresionaba, pero a la vez tena una serenidad infinita, una serenidad que slo el tiempo, la resignacin y lo inevitable pueden dar.Pregunt la razn de ese nombre, ya que se encontraba tan lejos del mar. Contest que tena una barca, y en ella realizaba su verdadero trabajo.Es usted pescador?Dentro de aquel enigmtico rostro se vislumbr una sarcstica sonrisa.Transporto... digamos, seres... de una orilla a la otra.Tena el bar porque all reuna parte de los pasajeros, los dems aguardaban en la orilla, cerca de la barca. Y cmo hace para atender las dos cosas?Cierro temprano. Ellos esperan afuera. Algunos durante el da. Otros llegan amontonados por la noche. Nos vamos todos juntos, cerca del amanecer. Es la mejor hora para el viaje a la laguna de Estigia. Sin estrellas y sin sol. Me gustara conocerla.Todos la conocen algn da.Esas palabras me hicieron temblar nuevamente, desde lo ntimo de mi ser saba que era verdad.LA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEEL PERSONAJEEL SIMPLEDiap 8

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Deposit el vaso sobre el mostrador, estaba por la mitad, como si no hubiese tomado nada. Me mir con una sonrisa tmida, y nuevamente agradeci. Los humildes siempre estn agradeciendo.Gracias, seor. Tena razn. An estaba nervioso.Hoy estamos todos nerviosos. dije por decir.Aqu se est en paz, siempre. sentenci Caronte desde la penumbra.Estaba tan cansado, el personaje necesitaba hablar cansado del trabajo, cansado de problemas, cansado de obligaciones, cansado de responsabilidades, de todo.Hablaba a la pared gris, como si fuese un mudo espejo opaco donde se reflejaban las hojas de su propio drama.Fue un da terrible. Mi jefe me llam la atencin. El no saba el esfuerzo que yo haba hecho para que todo saliera bien. Le expliqu. Nada entendi. Discutimos...Hay das as. murmur.Cuando llegu a la casa, fue peor. Mi mujer dijo que estaba loco, que era un irresponsable, un egosta, que no pensaba en las consecuencias, que no me preocupaba la familia. Gritamos, los hijos se enteraron de la discusin. Me sent molesto. No me agradaba que los hijos sufrieran por nuestros problemas...Se vea un hombre sufrido, de trabajo. Su mirada era vaca, con la sonrisa indefinida de aquellos que en forma constante deben responder a una responsabilidad.Sus manos temblaban nerviosas, inseguras.Caronte se aproxim sin ofrecerle nada, me miraba a m, pareca indiferente a la presencia del nuevo parroquiano.Srvale algo al seor. dije para romper la frialdad.Esto lo tranquilizar. afirm el cantinero.Le sirvi un lquido ambarino, casi transparente, de una botella ocre que sac de la pared gris.Era una bebida gelatinosa, que lleg hasta la mitad del vaso, con la viscosidad propia de una sustancia a punto de congelarse. Cuando coloc la botella nuevamente en el estante, sta permaneca por la mitad, igual que antes.Mir mi vaso. Incomprensiblemente segua lleno a pesar de lo que haba bebido.Gracias, seor. dijo, sin saberse a quien agradeca.Tom el vaso y sorbi un poco.Sus manos y perfil eran tan macilentos que, en la penumbra del bar, el vaso pareca transparentarse en ellos.Aquella criatura dej de temblar.EL SIMPLEEL SIMPLE98LA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEDiap 9

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mi grito. Luego sigui una paz infinita, una suave apata. No me importaba nada. Responsabilidad, trabajo, familia, ya no tenan valor. No senta nada, por que ya no senta. Gracias, seor... hasta siempre.El silencio me sac del ensimismamiento.Gir mi cara. Aquel ser ya no estaba. En el mostrador quedaba su vaso a medio acabar.Caronte empez a apagar las pocas y mortecinas luces del local.Comprend, y no quera comprender. Me levant y saqu la billetera.El cantinero dijo con su voz hueca, ablica:No, deje. Otra vez pagar. Hasta la prxima. Hay muchos pasajeros afuera. Me desped en silencio.Al salir, todas las luces se haban apagado.Las del local, las del letrero titilante, las de la calle, las de las casas lejanas.Sub al auto y me fui rapidamente.El callejn transversal, que terminaba en el muro del cementerio, estaba completamente oscuro.Mir por el espejo.No poda ver a nadie, pero estaba seguro que los pasajeros de la barca se encontraban all....oo0oo...Gir sobre el banco, qued mirando la pared. Era una historia ms, repetida. Tom de mi vaso, la cerveza, estaba fra, como recin servida. En tanto, l segua hablando:Sal furioso del apartamento. Me cruc con un vecino, quien me reclam por el auto mal estacionado. Otra discusin ms. Entr en el vehculo, y sal de la casa como alma que lleva el diablo...Caronte gru desde su rincn. El hombre cort la frase y baj humildemente la cabeza. Luego sigui hablando:Tom por la autopista. Aceleraba al mximo, me senta libre, lejos de los que me reclamaban, desahogando mi furia en el acelerador. Sin responsabilidades, sin sentirme culpable. Libre de todos y de todo. Era dueo de la distancia, del tiempo, de la velocidad, de mi propio camino... De pronto vi luces rojas delante. Pis el freno. Pero segua adelante, chirriando y avanzando hacia esas luces. Todo sucedi en un momento. No saba si frenaba o aceleraba. Si el auto me llevaba o yo lo llevaba a l. Si yo era parte de la mquina o ella parte de m ser. O ruidos de todas la intensidades. Las cosas se deformaron en figuras grotescas. El parabrisas se convirti en un enorme calidoscopio de atornasolados colores. Por un instante escuch EL SIMPLEEL SIMPLELA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEDiap 10

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Diap 11LA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEEL CAZADORPara estar junto a otros seres, estereotipados en grupos sociales de familia y amigos, slo para reunirnos, como obligacin ineludible, en el silencio de cada uno o en la comunicacin a medias del resumen de cada da.Al llegar el viernes, volva, como siempre, tarde, fatigado, tenso. Pero ese viernes tena un destino, saba donde ir, donde hallar mi paz.No necesit ver las luces, Caronte y su bar estaran all.Baj por la salida de la autopista. Llegu al lugar, la misma oscuridad, la misma penumbra, el mismo callejn lateral que terminaba en el muro del cementerio.Entr en el sombro y pequeo local. Todo estaba igual. Gris y a medio acabar.Salud y me sent otra vez en el primer banco. No saba por qu, pero senta que ese lugar era mo, que estaba destinado a m. El cantinero sac una cerveza y me la sirvi. Estaba fra. Escuch la voz hueca:Buenas noches, seor. Volvi.Buenas. Deba volver. Tengo una deuda.No haba por que preocuparse. Todos pagan. Unos antes. Otros despus. Unos pagan por otros. Otros pagan por s mismos. Pero, todos pagan.Aquel hombre... fue pasajero suyo?. Todos los das, al volver, miraba sobre la baranda del puente. Y all abajo, en la tenue y morbosa sombra del atardecer, empezaban a titilar las luces del Bar de Caronte.Segua veloz por la va, adentrndome en la ciudad, formando parte de la masa polcroma y poliforme de vehculos rodando lentamente y quemando la energa acumulada por la naturaleza por milenios en sus entraas.Energa enviada por el sol, asimilada por los gigantescos rboles y animales que se nos adelantaron en la existencia sobre este planeta, que decimos nuestro y en realidad somos de l. Energa que se convirti en ese oscuro, nauseabundo, viscoso y ttrico lquido llamado petrleo.Pensaba, que cada vez que pisaba el acelerador, se volvan en simples movimientos de piezas metlicas aquella existencia y energa acumulada por troncos, flores, hojas, saurios, vulos y espermatozoides de seres primitivos. Seres que dominaron el planeta cuando nosotros ni siquiera ramos seres.Segua rumbo a mi noche de todas las noches.

02 EL CAZADORPREMBULO: LA DEUDADiap 11

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EL CAZADOREL CAZADOREL PERSONAJELA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEPresent otra vez la extraa sensacin de que hubiese entrado algo y se hubiese sentado junto a m. No haba escuchado ruido de ninguna puerta, ni del banco cercano.Cuando gir mi rostro, all estaba el ser, un hombre. Mejor dicho, un ser con forma de hombre.Era plido, casi transparente, con unas manchas que bien podan ser huecos o puntos negros sobre la pared gris.Me mir. Tena una sonrisa molesta, soberbia y miserable a la vez. En su mirada sin brillo an quedaba un resto de falsedad, de hipocresa. Supe que iba a hablar, que necesitaba hablar, y sent que yo necesitaba escuchar.Caronte dirigi al nuevo parroquiano una fra mirada, casi despectiva. Luego, se diluy en su rincn oscuro.Pocos minutos despus aquel hombre narraba, lleno de vanidad, los sucesos de su camino. Era uno de esos seres que se creen importantes por el solo hecho de haber nacido. Hablaba de todos los temas comunes y de nada en profundidad. El engreimiento afloraba en sus frases, donde l era el personaje principal.S. Pero no fue, es. Todos los pasajeros nada son antes de subir a la barca. Aparentan ser lo que las circunstancias y los dems pretenden que sean. Slo despus que suben, realmente son. Y una vez que uno es, lo es para siempre.Cmo puede tener esto con tan pocos clientes?Pocos como usted. De los otros, sobran todas las noches. Hay momentos que la barca va tan cargada que pareciese a punto de zozobrar. Pero siempre llega a Estigia.Beb mi cerveza, estaba fra.Cundo me llevar a conocer ese lugar?Ya llegar el momento. An no es el suyo. Hay un tiempo para ir. Nunca para volver.No quise ahondar en el tema. En la frase del barquero se entenda cierta orden para que no insistiese, y me mantuve en silencio, esperando.Caronte tom una botella ocre de la pared gris y sirvi medio vaso de aquel lquido ambarino.Pareca ser el mismo de la vez anterior, viscoso, a punto de congelarse.Diap 12

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EL CAZADORLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEEL CAZADORTom de mi cerveza para tragar el mal sabor.Mujeres me han sobrado en el camino. La hembra es cacera y el hombre cazador. No hay mujer que se resista si se le sabe hablar; hay que darle tiempo al tiempo y esperar la oportunidad. Yo le ganaba en todo a Juan, en hablar, en el domin, en puntera. Esa mujer, su mujer deba ser ma. Y, por meses esas tardes de hotel fueron lo nico que me interesaba en la vida.Caronte carraspe desde la penumbra; el fanfarrn se detuvo, bebi del lquido ambarino y el vaso qued igual, por la mitad.Aquel engredo personaje sigui con voz ms hueca:Hoy Juan sali para los llanos, de cacera. Yo argument que no me era posible ir por un tobillo sentido en el ltimo juego de tenis. La emocin me haca sudar slo imaginando lo que iba a hacer con su mujer. Y la realidad fue ms intensa. Yo estaba en la casa de Juan, en la cama de Juan, con la mujer de Juan; de mi amigo. El placer y la mujer no tienen muchas variaciones, se lo aseguro yo. Yo que he tenido mujeres de todo tipo, clase y raza. Las nicas cosas que las diferencian son la forma del cuerpo y la forma de darse al placer. Pero con ella exista una diferencia.Aunque su voz ya se iba haciendo montona y hueca, su verbosidad era grandilocuente en la futilidad de su vaca retrica. As pude saber que estaba afiliado a una serie de clubes, que perteneca a varios movimientos sociales, que era jugador de innumerables deportes, coleccionista de trofeos y medallas, orador de cualquier reunin, chistoso inagotable y, logicamente, ejecutivo de relaciones pblicas.Extrao que un hombre de su xito est aqu. dije, ya sintindome incmodo.Ah, mi amigo!... djeme contarle.Gir sobre mi banco y prefer mirar la pared gris, quizs Caronte dormitase en el rincn con su sonrisa enigmtica.O tal vez, estuviese aburrido con el fatuo ser; quien, ms que interlocutor, declamaba un monlogo unicamente interrumpido por la muletilla de llamar "amigos" a los dems, sin saber lo que era la amistad....Yo y Juan ramos buenos amigos. Compaeros de parranda, de cacera, de paseos, de todo lo que le que les gusta a los hombres. Paisanos, del mismo pueblo, parecamos hermanos. Slo que Juan era callado, parco en el hablar. Nos gustaban las mismas cosas, los mismos juegos... y la misma mujer. Pero, era la mujer de Juan..

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EL CAZADOR98LA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEEL CAZADORNi siquiera mir si se haba ido.Saba que all estara unicamente el vaso a medio acabar.Caronte surgi desde las sombras y empez a apagar las luces. Saqu la billetera.No hace falta. Otro da pagar. volvi a decir el cantinero.Por favor insist.Bueno. Deme una moneda. Una moneda para se que est afuera, esperando.Para se? Slo una moneda? De cuanto?Los seres como se nunca tienen una moneda para el viaje. Se van tan vacos como hicieron el camino. Cualquier moneda sirve. Hubo pocas en que fueron de oro, luego de plata. Ahora no se saben de qu son, tiene un valor simblico, como los hombres.Dej una moneda grande sobre el mostrador.Me desped. Me encamin hacia el auto.Ni siquiera mir por el espejo.La noche estaba oscura.Caronte tendra muchos pasajeros....oo0oo...Cul? dije para abreviar el final.Que cuanto ms prohibido es, ms excitante es. Esta noche yo estaba en medio de todo lo prohibido. Pero el placer tiene un lmite. De todos los vicios, el sexo es quizs el ms sano. Llega un momento en que no se puede ms, y no se puede ms. Aflor la conciencia, ella dijo que me fuera, y yo comprend que deba irme. Sal, creyndome que era mejor que cualquier hombre, mejor que Juan.Esta vez gru yo, y l sigui sin detenerse:Sal por la puerta trasera. Cruc el jardn o oscuras. Al llegar al frente qued esttico. All estaba Juan. Me mir friamente. Levant la escopeta con lentitud y apunt. Desesperado, me ech hacia atrs. La pared de la casa me detuvo. Mir a mi amigo y levant mis manos suplicando. Si me dejaba hablar sabra convencerlo. Pero, no, su mirada era determinante. Intent detener los dos tubos dirigidos hacia m. Vi el disparo.Caronte se movi en su rincn y yo en mi banco, quizs satisfechos de eso. El ser segua:Mis manos se llenaron de agujeros por donde poda vislumbrar fugazmente el rostro de Juan. Slo por un instante o el estampido, luego todo mi cuerpo se llen de puntos ardientes, por los cuales se me iba la sangre, la fuerza. Luego, no sent ms nada. Estaba frente a esta puerta. A este bar... Hasta siempre, amigo.

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03 EL EQUIVOCADOPREMBULO: LA VICTORIALA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEEL EQUIVOCADOEs muy grande la isla donde van? Todas las noches lleva muchos pasajeros y usted dice que es difcil volver. Siempre hay lugar?Siempre. No necesita lugar lo que no ocupa espacio.Y nadie puede volver?Los que se convierten en hroes y los poetas. Los primeros por la imaginacin de los dems, y los segundos por su propia imaginacin.Entre sus pasajeros hay mujeres?No, por los dioses. en su voz hueca hubo un dejo de molestia Demasiada carga tengo para soportar an ms.Y quin lo hace? Su camino tambin termina.De transportar a las mujeres se encargan las viejas arpas. Y entre ellas se entienden.Le toca llevar a los militares?Algunas veces. Pero slo generales. Esos siempre finalizan su camino en la cama.Y a los combatientes, los guerreros, los que terminan en las guerras y revoluciones?A los que acaban su camino en las batallas, y actualmente hasta los civiles que sucumben en esas luchas, la Victoria y la Derrota los llevan en sus alas hasta los Campos Elseos. Yo no podra con tanta carga.Los llevan en sus alas? pregunt con duda.Siete de la tarde. Las sombras empezaban a caer en la calle cuando llegu ese viernes. Haba pasado la semana con ansia de que terminase y bajar hasta el bar de Caronte.Cuando tom por la calle paralela a la necrpolis, en el horizonte an ardan los ltimos tizones del atardecer.Estaba seguro que a esa hora no habra llegado todava el cliente de esa noche. Pero que muchos pasajeros ya se encontraban en la calle que terminaba en el muro, esperando el amanecer para irse con el barquero.Entr. Como siempre el local estaba vaco, fro. Caronte me mir impasible.Llega temprano. murmur, y sac una cerveza.S. Necesitaba venir. Hay cosas que quisiera saber.Ya las sabe. El venir aqu lo indica. Pero necesita que otro le diga que las sabe.S. Entiendo...Entenda pero no quera hacerlo. Algo me llevaba hasta ese bar buscando la verdad, mi propia verdad. Pero, cuando estaba prxima a ella, surga una mayor inquietud; para escapar de eso, desvi hacia otra pregunta.Diap 15

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EL EQUIVOCADOEL EQUIVOCADOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEel otro el Error, compaeros de todos los caminos. El Acierto era hermoso, galante, atltico. En cambio, el Error era desagradable, ignorante, tosco. La Lucha se apasion por el Acierto, pero ste no poda dejar a su compaero eterno: el Error. Y la Lucha tuvo que aceptar el entregarse a los dos. A disfrutar momentos placenteros con el Acierto, y resignarse a sufrir avergonzada con el Error. Tiempo despus la Lucha conceba, saliendo de sus entraas dos gemelas aladas. Una era la Victoria, la otra la Derrota. La Victoria tena alas de plumas refulgentes, su cuerpo era de belleza divina. En cambio la Derrota tena alas oscuras, de plumas mustias, cuerpo deforme, encorvado. Eran gemelas siamesas, tenan en comn la cabeza, y en ambas faltaban los brazos. Podran volar, pero jams mantener nada junto a s. Desesperada, la Lucha quiso separar a las criaturas, reclamando a los padres que cada uno tomara y se llevase la suya. Tanto el Acierto como el Error pusieron todas sus fuerzas. Pero el Error, brutal, tir de la Derrota y sta, ms firmemente unida, se llev la nica cabeza con ella. La Victoria, al quedar ciega, sin voz ni odos, sin conciencia, se elev incierta con sus brillantes alas. Al verla pasar volando tan bella, todos los hombres, y cada uno, reclamaban que eran padre de ella. No queranLos espritus de los hroes no tiene peso.No creo que algn espritu tenga peso, de tenerlo sera materia. dije con suficiencia.Su lgica es muy humana, pero algunas almas pesan. Las de los criminales, de los traidores, de los falsos, hipcritas, abusadores, llegan al final con tanta carga de maldad que debo ponerlos en el centro, de lo contrario su peso inclinara la barca, peligrando zozobrar.Eso es posible que sea cierto. Pero lo de la Victoria y La Derrota, me parece fantasa.Sabe quienes son ellas?Eso es historia. Los mitos ya no existen.Los mitos nunca acaban, slo cambian con el tiempo. Los mitos son la historia de la realidad, y la realidad es la historia de los mitos.Caronte, como cualquier otro ser, hablaba para s mismo disfrutando de los recuerdos.Mi cerveza permaneca siempre llena y fra. El cantinero sigui recordando:La madre de ambas fue la Lucha, una mujer de gran belleza. Era humana, sin embargo pareca una diosa: atractiva, excitante, agotadora, insatisfecha. Los hombres se enamoraban de ella, pero por poco tiempo. La Lucha los cansaba, no resistan sus exigencias y, agotados, terminaban abandonndola. Una vez llegaron dos aventureros, uno era el Acierto, Diap 16

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siquiera ver ni nombrar la Derrota, la despreciaban, diciendo que solamente poda ser hija del Error.Caronte se detuvo un momento y me mir. Su silencio me hizo reaccionar. Yo, haba estado abstrado en su narracin, y apenas esboc una sonrisa.Dentro del impvido rostro del cantinero cre ver una ligera satisfaccin, y sigui:Pero, como todas las gemelas, la Victoria y la Derrota no pueden estar muy separadas. Ambas vuelan juntas. La Victoria, hermosa, sin cabeza, sin ver donde est, sin saber a quien toca, sin or quien la llama. A su lado va la Derrota, horrible, consciente, reflexiva, mirando las consecuencias, murmurando la realidad. Y si a veces siente envidia de su resplandeciente hermana, termina compadecindose de ella, de su inconsciencia, de su ceguera, y la gua durante el vuelo que termina siempre y para ambas en el mismo lugar: Nuestra laguna Estigia.EL EQUIVOCADOEL EQUIVOCADOHermosa leyenda. murmur.Leyenda? O realidad?S. Realidad cotidiana. El triunfo tiene mil padres, el error es un pobre hurfano.Ve que los mitos nunca mueren? El hombre cambia de nombre a sus dioses e ideales segn la poca. Algunas veces les da figura humana, otras los vuelve abstractos, pero siempre lo que representan es igual, eterno.Comprendo. Tiene razn. Lo que me extraa es que usted, siendo tan parco, se explay tanto. Es como si hubiese querido alargar el tiempo.Alargar el tiempo? Cmo alargar lo que no tiene medida? El tiempo es eterno, sin principio ni fin. Y es principio y fin de todo.Tal vez pens eso porque es muy tarde, y el personaje de esta noche no ha llegado. Tal vez hoy no vendr nadie.Hay veces que les cuesta llegar. Que sufren mucho antes de encontrar la puerta.LA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEDiap 17

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LA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEEL EQUIVOCADOEL EQUIVOCADOEL PERSONAJETuvo suerte. coment para darle nimo.Suerte? su voz hueca con amargura irnica son La suerte es mujer y siempre va con los triunfadores. S, tena un trabajo. Algo que me permita alimentar a los mos. Pero la ciudad me cobraba su precio. Mi madre enferm, mi hijo mayor se convirti en un malandro pendenciero; el retardado era una carga, una hija huy con un sinvergenza para luego volver embarazada, a otra la violaron entre varios.La selva de cemento. reflexion en voz alta.S. Ms salvaje que cualquier otra natural. Mi mujer cambi, volvindose exigente, diciendo que mi sueldo no alcanzaba, recriminando por un lado el por qu me haba venido, y por otro no queriendo volver a la tierra. Hipnotizada en la ilusin de las telenovelas, las revistas y las propagandas; sin querer ver la realidad, el rancho, el barrio, la miseria. Una miseria peor que la anterior pobreza.Eso es normal. Si nos quitan las ilusiones no nos queda nada. dije mirando la pared gris.All, en un rincn penumbroso, Caronte pareca diluirse. El personaje sigui:Caronte tom una botella de la pared. Puso un vaso en el mostrador y lo sirvi hasta la mitad. Supe que alguien haba llegado. All estaba. A mi izquierda. En el otro banco.Lo percib como si se estuviera deshaciendo a jirones, dolorosamente. Se mova desesperado en el asiento, buscando alivio a su desasosiego.Bebi. Aquella bebida viscosa le daba paz. Me mir. Ni siquiera esboz una sonrisa. Luego, como si fuese una obligacin, comenz a hablar, a contar el camino recorridoUna historia ms. Era de un pueblo lejano. All pasaba los aos con su familia. Pero el dinero nunca alcanzaba, siempre haba necesidades. Los problemas se alimentan de la pobreza.Tena un hijo retardado mental y varios hijos ms. Hijos es lo nico que tienen de sobra los pobres. Como todo lo dems escaseaba, haba venido a la ciudad. El sueo de una existencia mejor le hizo juntar lo poco que posea: su madre, su mujer, sus hijos, y sus problemas. As lleg al mundo de concreto sin nada concreto. Igual que tantos otros, termin en un rancho de suburbio y, luego de saltar en infinidad de trabajos, se ubic en una fbrica como pen en la seccin cidos, durante el turno de la noche..Diap 18

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EL EQUIVOCADOEL EQUIVOCADOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTECaronte gru molesto, surgiendo de las sombras. Mir al desgarrado ser con recriminacin.Este baj la cabeza, disculpndose. Luego el cantinero sirvi a cada uno lo nuestro y volvi friamente a su rincn.Y, el hombre retorn a su historia:Haba visto caer piezas en el cido, slo duraban unos minutos, luego nada, burbujas en el verdoso lquido. Lo mo sera un momento. Los compaeros atestiguaran que haba sido un accidente. Un instante. La solucin total. Se resolveran los gastos, las deudas, los problemas. Ni habra entierro, no se sepulta la nada. Esta noche hice que el gancho de la canasta de las piezas se desprendiera. Le dije a mi compaero que lo iba a colocar. ste me dijo que tuviese cuidado. Sub por la baranda del tanque, simulara que tropezaba y caera en el cido, estaba decidido.Mir la pared gris y tom mi cerveza. Senta compasin por ese ser, pero me molestaba la cobarde solucin de cortar el camino presente por miedo al futuro.

S, las ilusiones. Pero nuestras ilusiones son tan dbiles que cualquier cosa puede destruirlas. Por un compaero me enter que iban a reducir personal y que yo estaba en la lista de los cesantes. Me sent hundir, no dije nada a mi familia. Slo habra reproches. Era culpa ma.No comprendo por qu. coment.Yo los haba trado, yo los haba arrastrado tras mo. Yo era el responsable...Sentirse responsable de todo es tan malo como ser irresponsable. interrump nuevamente, pero el ser sigui hablando sin escucharme.Pas muchas maanas con los ojos abiertos, pensando que quizs esa noche sera la ltima de trabajo, de ganar un dinero para los mos. La ltima noche, la ltima, esas palabras giraron en mi cerebro. Si yo acabara en un accidente, mi familia recibira el seguro de la fbrica, todos los beneficios sociales. Hice cuentas, y comprend que esa era la solucin, una frustrante solucin, los nmeros decan con su cruel frialdad que yo vala ms muerto que vivo.Diap 19

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EL EQUIVOCADOEL EQUIVOCADOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEVagamente vislumbr un ser de blanco, pareca que estuviese sacando una envoltura intil, el exterior de algo mo que dejaba de ser mo. Ya no senta nada, un sueo pesado, eterno, mi iba dominando. Mi ltimo pensamiento fue que mi familia tendra gastos conmigo, pero haba llegado a la solucin. Dolorosa, pero solucin al fin. El blanco se volvi gris, el gris en penumbra. Luego me encontr frente a esta puerta. Ya no tena dolores, no importaban los problemas... Hasta siempre, seor.Ni siquiera gir para ver el banco vaco.Caronte empez a apagar las mustias luces.Dej una moneda sobre el mostrador.Estaba seguro que aquel pobre desgraciado no tendra ninguna para el viaje.El barquero la recogi, y murmur:Fue y ser un equivocado. No hay soluciones sencillas. Los que adelantan el momento nunca encuentran un lugar. Ni aqu ni all. Vagar solo por la isla. Las parcas maldicen a quienes rompen sus hilos.Call. Sal. No mir para atrs.Caronte estara juntando sus pasajeros....oo0oo...

A l no le import mi actitud y sigui narrando:Pero las cosas suceden cruelmente irnicas. Una vez le que las Parcas hilan los destinos con una sonrisa burlona en sus agrios rostros. Tropec de verdad y ca en el tanque de al lado. El de agua hirviendo. Me aferr desesperado a su borde, slo mis brazos y mi cabeza estaban fuera del lquido en ebullicin, los dolores eran insoportables, indescriptibles. Mis compaeros me sacaron. La conciencia del sufrimiento se iba y vena por oleadas. Me pusieron en una camilla. Si me tocaban o movan, los alaridos escapaban de mi boca. Me llevaron a la enfermera. La piel se desprendi al sacarme la ropa, cayendo de mi cuerpo a jirones. Cada vez perda ms la conciencia, era como si estuviese en medio de dos mundos. Senta el sufrimiento.El ser se detuvo y bebi de aquel lquido ambarino y viscoso. El vaso volvi a quedar por la mitad. Y el personaje continu:Diap 20

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EL TRIUNFADOR04 EL TRIUNFADORPREMBULO: LA UBICACINLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEEntiendo lo del camino, pero qu diferencia puede haber en sentarse en un banco o el otro?Enorme, infinita. El cercano a la puerta est reservado para las personas que existen, que pueden abrir y cerrar la puerta, entrando y saliendo a su mundo, el de all afuera.Y el de la izquierda?Es el de la izquierda para usted, que est an de ese lado. Para m, que estoy de este lado, es el de la derecha.Bueno, entonces digamos el otro.El otro, el cercano a mi oscuro rincn, es para los seres que son, y que por unos momentos estn para narrarle el camino tenido. Seres que no necesitan abrir ni cerrar puertas, porque pertenecen a mi mundo, el de la laguna.Es extrao. Usted, siempre ambiguo, en este caso, determina una ubicacin definitiva.Esa ubicacin la da el fin del camino. Pero, los humanos necesitan muchos puntos para encontrarse a si mismos.Pienso que la mayora de los hombres creen ser el centro del mundo. dije con cierta irona.Haba sido una semana agitada. Ese viernes llegu tarde al bar de Caronte. La noche era oscura. Entr, confiado que encontrara el bar como siempre, vaco y en penumbra. Lo ltimo era cierto, lo primero, no.Caronte, como siempre, se hallaba detrs del mostrador, impvido, indefinible, inmutable. Pero vi que alguien ya estaba en el banco de la derecha, el primero al entrar, el que yo ocupaba normalmente, mientras el otro quedaba para los extraos interlocutores.Sent angustia de haber perdido mi puesto, aunque nada de all era mo. Caronte murmur algo y aquel ser pas, con cierta molestia, al otro asiento. Not en Caronte una autoridad infinita, y en el personaje una sumisin eterna.Disculpe que estuviera en ese asiento, dijo con voz hueca pero llegu primero...Por favor, el lugar es lo de menos.No, indic Caronte cada persona tiene un lugar en el camino, y se todava es de usted.No quera entender esa realidad, y quise salir por la tangente de la realidad evidente.Diap 21

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EL TRIUNFADOREL TRIUNFADOREL PERSONAJELA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEEl tabernero sirvi mi fra, llena y acostumbrada cerveza, coloc al otro ser un vaso hasta la mitad con aquel ambarino y viscoso lquido. Mir de nuevo al personaje, era etreo, casi efmero. Pero tena un residuo de corpulencia y podero que se vislumbraba en su figura rgida, donde ciertas partes parecan deshacerse.Caronte le orden que me narrara su camino, y se retir a su oscuro rincn.En su niez fue el ltimo hijo de una familia que trabajaba la tierra de otro. En su juventud fue el ltimo en ir a la guerra civil. Antes, vio salir a su padre con un fusil atravesado al hombro; luego, a cada uno de sus hermanos mayores, y ninguno volvi. Fue el ltimo soldado de su regimiento. Fue el ltimo en volver a su casa.Lleg la paz, lleg la pobreza. Fueron aos de miseria, de necesidad, de hambre, de gente pobre sobre una tierra pobre. Das negros como el vestido de su madre, quien slo tena recuerdos de sus seres idos, realidades de hijas flacas y la presencia de su ltimo hijo.Lo que creen es ser el centro del espacio que ocupan. Un espacio limitado por seis caras, posiciones a las que dan valores segn el lugar que ocupen con cada uno. Seis posiciones reflexion y sus valores. Arriba, y pensamos en triunfo, poder, mando.Si es abajo, complet Caronte en fracaso, trabajo, sufrimiento, inferioridad.Izquierda, da la idea de rebelde, caliente, revolucionario, sentimental. En cambio derecha, lo es de conservador, fro, seguro, reaccionario, inflexible.Adelante, en futuro, reto, esperanzas. Y atrs, en pasado, secretos, recuerdos.Afortunadamente, Leonardo dibuj al hombre en un crculo con el equilibrio de sus proporciones. coment, con algo de fe en la especie humana.Lo s. Lo hizo sentado en el banco donde est usted. Fue un contertulio muy interesante.Leonardo da Vinci? Quiere decir que otros, antes que yo, se sentaron en este banco?Muchos. Tuvo la vanidad de pensar que era el nico? Esto es un bar. La Barca de Caronte. Parroquianos y pasajeros pasan, vienen y se van. Usted es de los que an pueden venir y volver.Diap 22

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EL TRIUNFADOREL TRIUNFADORLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTECuando cumpli cuarenta aos volvi a su tierra, a esa tierra que guardaba los restos de su madre en el panten ms lujoso, mandado hacer por l. Sus hermanas eran las ms ricas del pueblo, con el dinero mandado por l.Busc la muchacha ms joven, ms bella, ms buena. Tena que ser el primero. Con ella volvi a la otra tierra, a la tierra de los negocios.Dio a su esposa todos los lujos, la llen de comodidades, una mansin en el lugar ms residencial de la ciudad, sirvientes, choferes, muebles, vestidos suntuosos. Ella era su esposa y deba ser la primera en todo.En esa casa posea una cocina enormemente grande, con grandes refrigeradores repletos de comida y bebidas. Cada maana, l, al levantarse, disfrutaba de todo: de mujer joven, de comodidad, de comida. Siempre coma y beba exageradamente. No poda olvidar el hambre pasada.El apetito se satisface; el hambre, jams.Su esposa le dio dos hijos. Como l quera: primero un hombre, luego una mujer.Tiene usted suerte. dije por decir.Necesitaba hablar algo y tomar mi cerveza. Y un da, ese hijo, como tantos, tom un barco con la ambicin de hallar una nueva tierra donde hacerse rico, comer siempre, ser el primero.Llevaba en el pasaporte el sello de emigrante, pobre, hambriento, y ltimo.Lleg, trabaj, se sacrific, y puso un negocio. No fue al campo; la tierra slo hace rico al que la tiene, no a quien la trabaja. En la ciudad hizo dinero, se convirti en poderoso. Era un hombre temido, la gente temblaba ante sus gritos, bajaba la vista frente a su mirada.Busc a la gente humilde para que trabajase para l. Busc a la gente rica para convertirse en uno de ellos.En todo quiso ser el primero. Si entraba en una sociedad, tena que ser el principal. Si lo invitaban a una reunin tena que sentarse a la cabecera. Si lo nombraban, tena que ser el que empezaba la lista. Si hablaba, nadie poda interrumpirlo. Siempre tena la razn y siempre era el primero. Primero en hacer las cosas, en trabajar, luchar, triunfar, comer, beber, tener.Diap 23

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EL TRIUNFADOREL TRIUNFADORLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEAquel ser continu, fue primero en todo, en energa, en carcter, en gozar, tener, comer, beber. Fue fuerte, grande, con hambre y sed insaciable. De pronto, call. Miraba la pared. Pensaba. Yo tambin gir vindola. Hay momentos en que a los seres hay que dejarlos mirando la pared gris.Volvi a hablar con voz queda, casi ida:Hace unos meses, luego de una fabulosa cena, en la madrugada despert. No poda moverme, hablar, ni abrir los ojos. Slo a travs de la pequea separacin de los prpados vislumbraba figuras y la luz. Vea, escuchaba, pero mi cuerpo era como algo separado de m. Se acerc mi esposa. Me toc. Escuch su grito. Vinieron mis hijos. Llamaron al mdico, ste indic que era una embolia, que yo estaba paralizado. Que yo no sufra, no senta, no tena conciencia. Quise gritar que eso era mentira, pero la saliva se me acumul en la garganta, ahogndome.El personaje, luego de un momento de silencio, tom un poco de aquel lquido ambarino. Yo lo acompa con mi cerveza, siempre llena y siempre fra.Aquel ser haba acaparado la disertacin, fija la vista en la pared gris, donde pareca ver, como en una pantalla, los hechos de su camino.Suerte? contest an soberbio La suerte no existe, la hace cada hombre.Mejor sera decir que la hacemos entre todos, aclar molesto que cada uno es parte de la suerte o desgracia de los dems. Pero, siga...El personaje sigui, se crey halagado, se notaba un ser acostumbrado a que estuviesen pendientes de l.Bueno, si usted prefiere as, tuve suerte, mi suerte. Ya no necesitaba cuidar mis negocios, lo hacan otros por el sueldo que yo les daba. Mi mujer tena todo lo que quisiese, yo se lo daba. Mis hijos fueron a las mejores universidades, yo siempre les pagaba lo mejor. Fueron los primeros en todo, deban serlo, tuvieron todo lo que yo no tuve, y sin embargo... lo fui.Lgico. dije Aunque el camino no siempre es lgico.Nada lgico. afirm Di la direccin de unas empresas a mi hijo, pero las decisiones las tomaba yo. Y, mi hija revoloteaba en la alta sociedad con millones de herencia y rodeada de pretendientes de su nivel econmico.Diap 24

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EL TRIUNFADOREL TRIUNFADORLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEEllos no podan saber que usted senta. dije, mirando mi vaso siempre lleno.Nadie puede saber como siente el otro. De vez en cuando venan los llamados amigos. Si no haba ningn familiar cerca, me miraban con desprecio, comentando vulgaridades. Y terminaban diciendo que eso le pasaba a las personas como yo. Que me lo mereca. Yo los vea por mis prpados entrecerrados, recordando las veces que haban pedido servilmente mi ayuda.As es la gente. reflexion.La gente? su voz hueca son sarcstica mi hijo se haba hecho cargo de todos mis negocios. Llegaba de noche a verme. Preguntaba respecto a mi estado. Informaba a mi seora sobre las empresas. Criticaba la forma en que yo las haba llevado. Que l deba modernizarlas. Se acercaba a la cama. Me miraba sin emocin. Yo lo vea por la hendija de mis prpados. Ese era el hijo para quien haba un labrado un futuro, dndole una existencia sin problemas, sin necesidades. Ah estaba, viendo un cuerpo intil donde un corazn an lata. Un ser inerme que no le dejaba, legalmente, tomar todo el poder. Y, diciendo que yo estaba igual, se iba sin mirar para atrs.Nueva pausa, nuevo sorbo:Sin embargo, pareca que su bebida no se consumiera, segua constante en la mitad, y l continu:Me llevaron a la clnica ms cara, atendido por los doctores ms famosos, y puesto en la mejor habitacin. Estaba orgulloso. Eso lo podan hacer con lo que yo haba logrado. Yo. A travs de los prpados entreabiertos vi mi cuerpo conectado a un sinfn de tubos y cables que salan de aparatos relucientes. En mi interior sent una energa artificial transportada por un fluido ajeno a m.Estaba bien atendido. repet otra frase convencional.S. La atencin es algo que se puede comprar. Al principio venan muchas personas a visitarme. Pero, al poco tiempo slo quedaron los familiares y algunos amigos.Amigos? pregunt con duda.Bueno. As se llamaban. Luego, la visita de stos se fue espaciando. Inclusive, la enfermera estaba unicamente en los momentos de cumplir su obligacin. El mdico, en forma matemtica, llegaba a la misma hora, miraba la hoja de control, me auscultaba, punzaba alguna parte de mi inerte cuerpo, firmaba la planilla, y se iba moviendo negativamente la cabeza.

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EL TRIUNFADOREL TRIUNFADORLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEDe mi mujer lo ltimo que o, fue una frase entrecortada recriminndome haber sido como fui. Mis prpados se cerraron. Ya no vea, no oa; estaba en medio de un silencio infinito, de una lgubre oscuridad. Luego, me encontr frente a este bar. En ese momento el dueo abri. Entr, yo era el primero. No senta hambre, no senta sed, pero an me gust ser el primero. El tabernero me dijo que tena que esperar para hacer el viaje. Sabe?... yo tuve pasaporte diplomtico, donde deca que era persona muy importante.Y tambin tuvo un pasaporte con el sello de emigrante, pobre, hambriento, y ltimo. musit.S. Aquel pasaporte... Hasta siempre, seor.Supe que el ser haba desaparecido. Caronte empez a apagar las luces.Deposit la moneda de siempre sobre el mostrador.En la tiniebla pregunt:En al barca... hay un primer lugar?No me qued a escuchar la respuesta.Fui hasta el auto. Por el espejo vi al barquero girando hacia el callejn. Esper un momento. No quera ser el primero en marcharme.Luego, me fui por la calle oscura....oo0oo...Un da lleg mi hija con su novio. Acomod un poco mi lecho. Siempre le haban gustado las cosas en orden. Luego se puso a hablar con su prometido. Decan que si yo no hubiese bebido y comido tanto, no estara as. Ahora slo quedaba esperar. Lamentaban que el casamiento programado para este ao habra que postergarlo. Y que, de cualquier manera, ya no podra realizar con todo el lujo que haban pensado hacerlo, puesto que eso sera mal visto por sus amistades. Siguieron hablando de sus cosas. Cuando se sintieron aburridos, mi hija se levant. Me bes en la frente. Se notaba que lo haca slo por compromiso. Y se march, tomada de la cintura por su novio. Esa era la hija consentida, a quien no le falt nada, a quien haba satisfecho el mnimo capricho.Otro sorbo, otro silencio. Me pareci ver a Caronte en su rincn dispuesto a levantarse.El ser, a mi lado, cada vez hablaba ms quedo:Hoy sacaron la maraa de tubos y aparatos que me mantenan artificialmente. Finalizaba siendo yo, slo yo. Vinieron los familiares y uno que otro conocido. Abundaron los llantos y las palabras de consuelo. Un amigo, galante y mujeriego, abrazaba a mi esposa; sta se estrechaba a l, llorando en su hombro. Me re de mi mismo, pensando que ese parsito, que nunca haba hecho un esfuerzo, disfrutara de todo lo que yo cre mo.

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EL NOSTLGICO05 EL NOSTLGICOPREMBULO: LA MITADLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEUnos a su hogar, otros a la diversin comprada, y yo hacia el bar de Caronte.La noche era gris cuando llegu al bar. Con ese gris de horas indefinidas, donde el tiempo no se sabe si es de realidades, de fantasas, o de infinito.Pero lo importante era llegar all, y llegu. Me sent en el banco de la entrada. Comenc a hablar con Caronte. Era una noche cuya humedad predispona a la meditacin, pero no deseaba caer en sus redes. Me escap por la tangente de siempre.La noche est tranquila... parece que hoy no tendr pasajeros.Los tengo, dijo y como siempre, muchos. Pero todos estn en la calle. No vale la pena invitar a ninguno. Son seres normales que tuvieron un camino y un final normal. Y no hay personaje ms aburrido que alguien normal.Mir la pared gris.Las botellas seguan en su constante mitad. El tabernero vio mi curiosa mirada.Se pregunta por qu todo est siempre en la mitad?... Es la nica verdad, la absoluta. La mitad, para los pesimistas es que est medio vaco. Para los optimistas, que est medio lleno. Y para nosotros, slo es la mitad.Otro viernes. Llova. El trnsito, lento y pesado. Haba tiempo para pensar. La gente piensa cuando no tiene otra cosa que hacer. Los seres volvan sin ansias, arrastrados por la indolencia. Hasta las luces de los centros noctmbulos parecan tener menos brillo y su msica estaba apaciguada.Los autos seguan unos tras otros, como animales de un indiferente rebao, sin apurarse, como si no importara llegar. Pareca que todos estuviramos eslabonados en una cadena de apata, y que bamos hacia nuestro destino ms por el hbito que por la voluntad. Sin emocin, pens que si alguno de nosotros dejase de andar, nadie lo notara. Continuara llevado, empujado por los dems, formando parte de esa masa homognea y ablica.El cielo y la temperatura se hacan partcipes de ese estado anmico. En las alturas, un gris plomizo predominaba, donde las pocas estrellas visibles parecan estar clavadas sin siquiera titilar. En el ambiente no se poda definir si haca calor o fresco, brisa o quietud.Slo, y luego de un esfuerzo mental, poda deducirse que la existencia segua.Diap 27

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EL NOSTLGICOEL NOSTLGICOPERSONAJELA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEAh estaba l. O eso? O se?Caronte le serva aquel lquido ambarino. Mir al personaje de esa noche. Pareca sediento de aquel lquido, beba avidamente. Caronte se retir a su rincn. Observ el vaso de mi compaero, estaba igual, por la mitad. Beb mi cerveza, siempre llena y fra.El ser de esa noche era excepcionalmente extrao. Su figura no lograba definirse por completo en la semioscuridad del local. Pareca estar constituido por el conglomerado de mltiples partculas yuxtapuestas por una desconocida fuerza que le daba forma.Forma, dentro la cual saltaban pequeos puntos centelleantes, como agnicas lucirnagas. Al beber el viscoso lquido, ste desapareca dentro del ser, volvindolo cada vez ms definido.Me quiso hablar. Yo esperaba eso. Al abrir l la boca, el aire se impregn de olor a ozono, como si una descarga elctrica hubiese sucedido ionizando el ambiente.Con temor volv a sentir en mi cuerpo aquel cosquilleo, el cual aument hasta volverse doloroso, y mis dedos empezaron a encogerse.Pero... la mitad de qu?La mitad de todo, la mitad de nada.No quise ahondar. Adems, poco se puede agregar a las verdades absolutas.Por ms que pasara el tiempo, por mucho que fuera distinto cada viernes, nunca terminara de acostumbrarme a que cada vez encontrara un nuevo personaje diferente y extrao.Lo saba, y volva con la morbosa curiosidad de encontrarlo, de escuchar sus intimidades, de fisgonear dentro de sus reflexiones, vislumbrando algo de ellos en m, y mucho de m en ellos.Las tenues luces, que apenas separaban la penumbra de la oscuridad, temblaron dentro del local, como si un cable elctrico hubiese cado a tierra.Fue slo un momento, luego todo volvi a su lgubre medianidad.En tanto, alguien haba pasado detrs mo para sentarse en el otro banco.Ms que presentirlo, esta vez lo sent. Lo sent como un efluir de puntos de energa que saltaban, buscando en mi cuerpo descargarse. Cuando ces ese cosquilleo extrao, gir mi cabeza. Diap 28

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EL NOSTLGICOEL NOSTLGICOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEl no me oa, hablaba de su pasado.Es extrao el camino del ser humano, puede pasar varias veces por el mismo lugar para terminar donde empez...Afirm su reflexin.Era un valle rodeado de cerros, donde el ro corra por los terrenos, saltando entre o serpenteando por los cultivos. Nos dbamos a la tierra y la tierra nos daba todo, rboles para sombra y alimento, suelo para que los animales corrieran y creciesen. Respetbamos al ro y el ro nos respetaba, slo le sacbamos un poco de agua en las acequias. Una vez al ao inundaba la tierra. Lo dejbamos correr, era su tierra. No era nuestro, nosotros ramos de l. Crecamos a sus orillas, nos babamos en l, bebamos su agua, y fertilizaba el alimento de cada da.Debe haber sido una niez muy feliz la suya.S. Fue una niez pasada en forma natural. Y la felicidad est en recorrer el camino de esa manera. Pero el ser humano cambia lo natural para obtener satisfacciones en lugar de felicidad.Mov mi cabeza lentamente. Estuve de acuerdo, y el ser sigui su narracin:Caronte sali de su rincn, apoy su mano sobre la de aquel ser, ambas manos parecieron confundirse, y en su vaso de eterna mitad le sirvi ms de la aceitosa bebida.El ser termin de definirse, desaparecieron los puntos luminosos, pareca como si todas las partculas hubiesen encajado entre s. Y desapareci al instante aquella molestia en m. Caronte volvi al oscuro ngulo.Con indefinible sonrisa, el ser pudo hablar:Buenas noches, seor. Disculpe. Fue difcil llegar.No comprend la razn de su disculpa, pero no quise saberla. Se vea un hombre bueno. En sus ojos, ya sin brillo, debieron pasar en partes iguales ideales y frustraciones, ilusiones y realidades.Contest serenamente:Y... con esta lluvia las calles son difciles de transitar.Mi camino fue largo. Desde la represa.Desde la represa?... pregunt incrdulo pero eso est muy lejos.Tanto como mi niez. Y mi niez empez all, donde est la represa, all mismo.Diap 29

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EL NOSTLGICOEL NOSTLGICOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEGir sobre mi asiento y qued mirando la pared. La misma que miraba mi interlocutor.Slo quedamos los tcnicos y los que habamos aprendido junto a ellos. Hasta la energa se iba por los cables hacia otros lugares. Pasaron los aos. La gente se aglomeraba cada vez ms en las ciudades, alejadas de la presa. Pareca que le temiesen. Pero nosotros, lo que habamos nacido debajo de ella y nos habamos hecho con ella, le pertenecamos. Me cas y nos establecimos en un poblado vecino.La tierra ata. dije meditando.Tambin el agua. Progres. Compr una lancha y con sta recorra el gran lago, sintiendo debajo mo los lugares de mi niez, pescando con el anzuelo de la nostalgia en la profundidad de los recuerdos. Viendo la realidad del agua sobre la tierra hundida. Hoy sal con la lancha luego del trabajo. Me acerqu al muro de la represa. Los remolinos indicaban que los conductos drenaban caudales de lquido. El nivel estaba bajo y cerrados los aliviaderos. El motor de mi lancha se apag. Empec a revisarlo. Los bornes de la batera estaban sucios. Los limpi y prob el contacto. Salt una chispa y se incendi la lancha. Vi las llamas llegar al tanque de combustible; horrorizado, instintivamente me lanc al agua.Un da llegaron unos hombres con muchos aparatos. Dijeron que iban a hacer una represa. Otros vinieron y comenzaron a comprar los terrenos, por que estbamos desalojados por orden del gobierno. A los campesinos les ofrecan tierras ms grandes en otra parte. Nuestro valle, nuestras casas, el lugar de nuestra niez, iba a quedar bajo las aguas de una gran laguna. Esos hombres saban mucho, y algunos jvenes nos quedamos con ellos. Los viejos se fueron, cada uno con lo suyo.Es el precio del progreso. dije.As es. Vi desaparecer en huecos llenos de cemento los terrenos donde me haba criado. En tanto, yo aprenda al lado de aquellos hombres. Se cerr la presa. Sin ningn respeto haban desviado el ro, y luego lo encerraron. Fue ahogndose en sus propias aguas, guardando bajo l todo lo que l y nosotros habamos sido. Un da, finalmente, la presa estaba llena. Vino gente del gobierno, dijeron muchas cosas incomprensibles y hubo muchos aplausos. Un seor toc un botn y las turbinas comenzaron a funcionar. La energa del ro se transformaba en electricidad. Despus todos se fueron: los extranjeros, los polticos, los ingenieros, las grandes seoras visitantes, las pobres seoras que coma gracias a nosotros. Diap 30

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EL NOSTLGICOEL NOSTLGICOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEBebi de su vaso, el lquido en su constante mitad se alumbr al estar en contacto con sus labios. Luego, quedamente, el ser sigui:Las turbinas giraban a enorme velocidad. Mi cuerpo se deshizo en partculas, desmenuzado alimento para los pequeos peces que esperaban afuera, donde el ro volva a ser lo que fue. Peces que seran devorados por otros ms grandes, y stos por el mayor depredador: el hombre.La cerveza me supo agria el escuchar esas palabras, el personaje continuaba:Pero yo no haba salido, haba quedado atrapado por una fuerza magntica poderosa, una energa que me transportaba dentro del generador en giros enloquecidos. Luego me encerr momentaneamente dentro de un transformador para lanzarme, bailando un juego encadenado, sobre los arcos de lo cables, de una torre a otra. Al principio quise detenerme, pero la energa que me llevaba era superior, y me dej llevar.El ser me mir como en un adis, y sigui:El personaje detuvo su narracin. Buscaba fuerzas. Bebi de su vaso el viscoso lquido. Lo acompa con m cerveza, sin mirarlo, sin hablar. En nada poda ayudarlo. Como tantos otros, tena que encontrar en s mismo la fuerza necesaria. Cuando reinici, pareca haberla encontrado, slo que su voz era ms queda:Las ansias de salvarme hicieron que saliese por instantes hacia la superficie. Vi estallar el bote, luego el remolino me fue engullendo. Mis pulmones parecan reventar, nadaba con desesperacin hacia arriba, pero cada vez estaba ms abajo. Un lejano zumbido creca y me llevaba hacia l. De pronto no sent ms ningn dolor, ninguna desesperacin. La oscuridad me rodeaba, pero poda ver todo con nitidez. Mir mi cuerpo, era algo que ya no era mo, y que iba hacia las rejillas. Yo lo acompaaba, tena lstima de l. Vi que las rejas no estaban del todo cerradas. La corriente, con enorme presin, hizo pasar por el conducto a ese despojo y a m.Diap 31

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EL NOSTLGICOEL NOSTLGICOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTECaronte surgi de su rincn. Las luces estaban tan dbiles que apenas lo poda vislumbrar.Puse la moneda sobre el mostrador.Al tomarla el tabernero, salt una chispa hacia ella.Mir a mi lado.Extrao por dems, pero como todos, mi compaero haba desaparecido.Se sinti un trueno.Todas las luces del lugar se apagaron.Sal en la oscuridad y, sin encender los focos de mi vehculo, me alej....oo0oo...Fue un viaje lleno de tensin, las luces de la ciudad empezaban a encenderse en el atardecer, y eran cada vez ms cercanas. Cuando comenz a llover, esa fuerza que me llevaba, saltaba en descargas que me hacan sacudir, pero sin abandonarme. Ella era potencia activa, yo resistencia pasada. Llegamos a la ciudad. Nos metimos en transformadores, y cada vez que salamos de ellos ramos mas dbiles. Cerca de aqu entramos dentro unos tubos oscuros. Sabamos que estaba cerca el final, sin ver como se llegaba a l. De pronto, la reducida energa se convirti pobre luz de un letrero. Solo, ca a tierra. Abr la puerta y entr. Ya no me queda fuerza, la energa se acab. El camino ha terminado. Si va a la represa, recuerde: All hubo un ro, rboles, casas, gente, niez. Hasta siempre, seor.Diap 32

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EL SERVIL05 EL SERVILPREMBULO: LA GARALA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTENoche triste. dije mientras sorba mi bebida.Noche triste? pregunt el cantinero La noche es triste slo para aquellos que tienen un maana. Para los que han llegado al final del camino no es triste ni alegre... es el final.Pero todos los finales son tristes. coment, meditando Unicamente en las novelas romnticas los finales estn llenos de felicidad y de justicia.La realidad est sedienta de mentiras. dijo el cantinero.S. complet Es difcil saber cuando estamos frente a algo real o a una apariencia. Esta realidad, este momento, este bar, es una realidad, o es una mentira?Usted sabe lo que es. sentenci Caronte.No quise continuar en ese tema y cambi para el ms usado e intranscendente: el clima.Por qu ser que la lluvia nos hace cambiar de nimo, meditar, reflexionar?Usted, que es introspectivo, siente as. A un apasionado, le aumentar su libido. Un campesino pensar en su cosecha. Un nostlgico sentir ms su melancola. Un enfermo, ms su temor. El activo tendr ms impaciencia.Viernes, la noche llegaba en cada minscula gota de gara. Sin horizonte, avanzaba hacia la cita postergable pero inevitable. Otros seres, en otras cajas de plstico y metal me rodeaban, formando esa masa impersonal e indefinida de los que vuelven del trabajo.Sin embargo, a medida que me acercaba al encuentro, me senta diferente a los dems. Ellos seguiran rodando sobre los rieles invisibles de la monotona, en la autopista que los llevaba para sus hogares. Yo desviara hacia un destino, hacia el bar de Caronte, a la Barca.Dej la va de todos y de todos los das, entrando en las calles apacibles de aquel barrio.La luz de mi auto se reflejaba en los charcos formados por la lluvia, mientras contra la acera corran lentamente arroyuelos de agua sucia.Pocos minutos despus entraba en el local, dejando atrs el gris de la tarde y entrando en el gris del lugar.Caronte me salud con su voz hueca, sirvindome de inmediato la interminable cerveza fra.Por hbito mir el bar, el mostrador, la pared. Saba que estara igual, y as lo fue.Diap 33

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EL SERVILEL SERVILEL PERSONAJELA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEPresent que haba entrado el personaje de esa noche. Un ondular de sensaciones pas a mi espalda. Mir el asiento a mi lado. En l, algo se convulsionaba en curvas.Caronte tom una botella cualquiera de la pared, sirvindole un vaso hasta la mitad de aquel viscoso lquido ambarino. La figura estir una de sus arqueadas manos y llev el vaso a su boca. Mientras iba bebiendo, bajaba el ritmo del ondular. Poco a poco fue tomando una configuracin casi humana. Puso el vaso sobre el mostrador; estaba igual, con el lquido hasta la mitad.Caronte inutilmente llen el mo, ya que siempre segua lleno. Luego el cantinero se fue a su oscuro rincn.Qu noche horrible! suspir aquel ser.S. Una noche gris. coment.No me refera a eso. El clima no depende de nosotros, pero los sucesos, s.No siempre todo depende de uno, ms bien cada uno depende de todo.Bah! Palabras. su voz vaca an ondulaba vanidad Uno es la consecuencia de su forma de pensar, de actuar, de su responsabilidad.Cada uno puede creer lo quiere, y nunca sabr si est en lo cierto. coment molesto.Y al haragn le ser ms grande y profundo su deseo de dormir. complet con irona.Y un marino, en su barco, se preocupar porque no puede ver el horizonte. termin Caronte.Un marino como usted.No. Yo no soy marino, soy barquero. Un barquero que cada noche cruza el ro Aqueronte hacia la laguna Estigia.Y no le molesta la lluvia?All no hay ni sol ni lluvia. Solo la nada, la eternidad.Caa en el mismo tema, y volv a salir:Hemos dicho las consecuencias, pero no el porqu la lluvia causa esos cambios.El sol calienta, tiene luz, energa. El agua moja. El viento, sopla. Y eso fue, es, y ser hasta su fin, sin importar el por qu son as.Pero el ansia de saber el por qu, fue lo que hizo al hombre un ser diferente a los dems.Y por saber los por qu, perdi la felicidad.Quiere decir que la felicidad est en la ignorancia.Jams. Pero, a veces, la sabidura est en no saber.Diap 34

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EL SERVILEL SERVILLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEImportante para quin? pregunt reacio.Importante para la empresa, para todos. La mayora muerde la mano de quien le da de comer. Los responsables sabemos que se debe dar para obtener, y estar agradecido a quien nos da.Como a los obreros, que le daban su trabajo.A esos? Escuche, seor: La nica ley que se cumple en el mundo es la ley del menor esfuerzo.Es una ley natural y universal.Exacto. Si uno no exige a la gente, todos iran bajo la sombra a esperar que alguien les trajera la comida. Los hombres trabajan por necesidad, no por responsabilidad.Siempre es ms dspota el mayordomo que el amo. dije Pero usted tena responsabilidad... contine.Como deca el patrn: Los jefes nacen, no se hacen. Pero, es difcil ser jefe. Los de abajo, cada vez que caen se inclinan nuevamente en el suelo; los de arriba, se destrozan en la cada. El reto es constante: hacer, siempre hacer ms.Pero hay otros valores adems de hacer... el amor, la amistad, la familia.Todo eso se consigue cuando uno vale ms. Tanto haces, tanto vales.Pobres poetas... musit.Palabras. repiti aquel ser Usted es lo que es por que quiere ser as. Nadie me oblig a ser lo que fui, y por serlo estoy aqu. Soy el culpable y el responsable de ello.De qu?De todo. Siempre reconoc ser el responsable de lo que sucediese. No fui de los que se esconden detrs de una excusa, un falso arrepentimiento, una broma o una sonrisa, buscando la benevolencia de los dems frente al error.Quizs priv a los dems la satisfaccin de comprender su error, ni se permiti la humildad de que ellos lo comprendiesen. En fin... De qu se siente responsable?De todo lo que sucedi. Mi camino comenz muy lejos, tanto que a veces pens que lo hizo otro. Un camino con penurias, necesidades, pero con mucha responsabilidad hacia los patrones que me daban de comer. Un da, uno de ellos me trajo a la ciudad, a una gran fbrica de tambores. Aprend como trabajaban las mquinas, despus como hacer trabajar a los hombres. Esa es otra parte del camino, la que realmente siento que he recorrido yo. Llegu a ser jefe. Mi personal era el que ms renda, mi turno el que ms produca. La gerencia me elogiaba. La gente me tema. El que no serva, lo echaba. Hombres y mquinas deban trabajar. Eso era lo ms importante.

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EL SERVILEL SERVILLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTES. Todo se deshace, y el valor es diferente al precio cuando termina el camino. Un final como el de esta noche. El operario de la mquina de cilindrar no trabajaba eficientemente. Le llam la atencin. Protest. Lo desped en el acto. Nadie ms saba hacer ese trabajo. Pero yo lo haba hecho aos atrs. No bajara la produccin. Les demostrara que conmigo se produca ms. Y as fue. Lleg la hora de descanso y los obreros fueron a comer. Yo no. Tena que recuperar el tiempo perdido, puse a funcionar la mquina en continuo. Las lminas curvadas salan una tras otra, yo las empujaba en los cilindros. De pronto, mi mano fue aprisionada por los rodillos, stos me fueron tirando hacia adentro, mis gritos nadie los oa, estaba solo y no poda detener la mquina.Bebi de su vaso para tomar fuerzas y sigui:Por eso se mueren de hambre. sentenci.Caronte gru saliendo de su rincn, mir con desprecio al personaje y le retir el vaso de lquido ambarino. El ser retorn a convulsionarse, dando quejidos ondulantes.Dirig al cantinero una splica callada, ste volvi a poner el vaso. El personaje lo bebi inmediatamente. Y el vaso segua en la mitad. La figura volvi a su normalidad.Caronte lo mir fijo, y habl con su voz hueca:El hombre tiene hambre. El poeta, ansiedad. La poesa permanece, es eterna. Los que hacen, se deshacen. call, volviendo a su rincn.El personaje qued serio, con su espalda curvada. Estaba llegando al final de su narracin.Diap 36

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EL SERVILEL SERVILLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEPuse la moneda. El cantinero me la devolvi:No la merece, fue servil.Todos somos servidos y todos somos servidores.Se puede servir por necesidad, por amor, por ideal. Pero servir por el placer de sentirse poderoso es vileza. Lo llevar en el fondo de la barca para que sea pisoteado, como l pisote a los dems. Al llegar ser juzgado, y es seguro que Cerbero lo arrojar al Trtaro.Quin es Cerbero?Mi perro.Y el Trtaro?Un ro rodeado de fuego. El lugar donde van los que son como l.Salimos del local. Caronte gir hacia el callejn.Yo sub a mi auto y me alej....oo0oo...Vi mi mano, mi brazo siendo absorbido. Escuchaba el crujir de mis huesos deshacindose. Vea mi carne convertirse en delgada plancha, mientras los cilindros se manchaban de sangre. La desesperacin se volvi locura. Mi trax y mi cabeza estaban llegando a los cilindros. Grit. Luego, nada. Me vi desdoblado, uno era mi cuerpo que segua siendo engullido por la mquina, otro era yo, que observaba eso. No me poda alejar de ese cuerpo, de esa masa vuelta una lmina sanguinolenta que acompaaba la lmina metlica cilindrada... Finalmente, el tambor cay al suelo, forrado de lo que yo fui.Aquel ser se detuvo. Su voz retorn, apagada:Me desprend de eso y, ondulando, llegu a este bar. Ahora entiendo. Todo se deshace, responsabilidad, exigir, mandar... ahora nada es importante. Hasta siempre, seor.El banco estaba vaco.Caronte comenz a apagar las tenues luces.Diap 37

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07 EL LOCOPREMBULO: LA HUELLAEL LOCOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEO porque no pueden salir de la huella dejada por los que pasaron antes. Los seres humanos, al igual que los animales, tienen una tendencia instintiva a pasar los mismos caminos por donde anduvieron sus antepasados.No siempre. dije Los aventureros, conquistadores, los primitivos pueblos que desde Asia llegaron a Europa, abrieron por primera vez los senderos por donde andaban.Slo seguan su instinto. El hombre, siempre va tras el sol, siguiendo su huella de avanzar.Pero hay muchas ciudades que se construyeron en el este, por gente que vino desde el oeste.Otra vez el instinto. Cuando el hombre est frustrado de no haber hecho el camino que soaba, entonces gira y va sobre la huella dejada, buscando la paz, lo conocido.Por lo tanto, las huellas sealan el sentido del camino. Sin ellas no se sabra si el que pas antes, iba o volva.Siempre se va. Volver es imposible. En el tiempo no hay antes ni despus, slo es ahora. Ese hombre que va buscando su pasado, encontrar un presente, con pocas cosas conocidas, y donde l y sus recuerdos sern unos desconocidos. Y a veces el polvo ha tapado las huellas.Viernes. El trnsito se mova lentamente. En alguna parte habra sucedido un accidente. No importaba la va, fuese el movimiento en ambas vas se detendra.En una, por la obstruccin natural y el masoquista placer de pertenecer a los causantes. En la contraria, por la sdica reaccin de detenerse a ver como los dems estn sufriendo.Cuando llegu al bar de Caronte la noche haba avanzado iluminada por la mustia luz de una luna que jugaba entre nubes grises, alumbrando por instantes los senderos y sepulcros de la silenciosa necrpolis cercana.Me sent con satisfaccin en mi banco, de costumbre, el cercano a la puerta.Estaba agotado por la jornada y la tensin del viaje.Hoy tard. coment lacnico, Caronte.S. La autopista estaba llena.Cuando los caminos de los humanos coinciden, en vez de sumarse, parecen anularse entre s. Ser porque la huella de los que ya pasaron estorba a los que vienen detrs.Diap 38

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EL LOCOEL LOCOEL PERSONAJELA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTECaronte se dio vuelta, tom una gris botella y sirvi un vaso hasta la mitad de aquel ambarino lquido. Mi cerveza segua llena y fra.Supe que el personaje de esa noche se encontraba a mi lado. Mir a mi izquierda. Me sent bien al verlo. Era extrao como todos los interlocutores de cada viernes, pero tena una presencia agradable, pura, inocente.Se diverta alargando sus extremidades, su cuello, cuerpo, deformndose continuamente, como si aquello fuese un juego con su propio ser. Caronte lo mir con dulzura, y si alguna vez hubo sentimientos en el barquero, esa noche asomaron. Y, en lugar de ir a su rincn oscuro, se qued detrs del mostrador, cerca nuestro.La luna juega a la ruedarueda... La rueda, rueda. Ruedarueda... Ruedarueda... canturre el personaje una infantil cancin.Qu dice? pregunt asombrado.En ese ser haba algo que obligaba a quererlo dulcemente, tal como sucede con una criatura pequea que sonre en forma natural.El polvo del tiempo. reflexion.No. El de la tierra. El que tap siete veces a siete Troyas. El que an guarda bajo l a civilizaciones desconocidas. El tiempo es inmaterial, no puede tener polvo.No creo que el polvo cubra esta civilizacin nuestra. Ahora hay una obsesin de quitar el polvo de todas partes.Y lo han podido eliminar? dijo el barquero.Jams. Siempre est en el aire.Es que el polvo es comienzo y fin de todo. Por ms grande que sea un sol, una galaxia, el universo comenz y terminar como polvo csmico.Polvo, huellas. medit.Prefiero mi barca, no hay huellas en el mar.Caminante, se hace camino al andar, record al poeta y cuando te detienes y miras hacia atrs, ves que slo has hecho huellas en la mar.Hermoso poema. Pero los hombres siguen haciendo caminos en la tierra, y terminan deshechos por el tiempo.Los caminos o los hombres?Ambos...Diap 39

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EL LOCOEL LOCOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTENormal?... una burlona carcajada de tonto llen el local Qu es la normalidad?... Son normales los dems humanos? Piden la libertad, y se encierran tras las rejas. Limitan la velocidad, y hacen vehculos que la triplican. Dicen que son iguales, y se aprovechan unos de otros. Hablan de paz, y matan, y tienen guerras. Piden una vida natural, y queman rboles, aplanan cerros, cubren todo de piedra y cemento. Se dicen humanos slo para justificar lo malo que hacen. Y hablan de amor para poseer a otros.Mov la cabeza afirmativamente, y l sigui:Encerrados en el cuadrado de la normalidad, necesitan una escalera para subir al techo, una ventana para mirar fuera, y una puerta para pasar al otro cuadrado. Yo, para subir al cielo tena mi fantasa, sentimientos para mirar el horizonte, y ningn cuadrado. Por eso era loco.Dichosa locura... coment el mundo andara mejor si abundasen los locos en lugar de los que llaman normales.

Me mir con esa sonrisa, y sus ojos comenzaron a girar en forma desquiciada, jugando y riendo de mi asombro. Su mirada era limpia, sin odios, sin rencores, sin prejuicios. Era como si hubiese caminado sin ensuciarse con el polvo del camino. Caronte apoy su mano sobre la del ser, y ambas se confundieron.Es un loco. aclar el cantinero Bueno, lo que la gente llama loco.Todos tenemos un poco de poetas, de locos... y de nios. filosof, sintindome a gusto.Locos, nios y poetas son los nicos seres que pueden ver la realidad, decir la verdad, y sentir la libertad.No supe quien hablaba, si Caronte o el personaje, sus voces surgan iguales del mismo lado de ese tringulo que formbamos tres seres dismiles. Y as, continuaron:El poeta es un nio que creci con un loco dentro de s. Un loco es un nio que tuvo la poesa de no crecer. Y un nio es un poeta loco.Pero, parece normal. musit.Diap 40

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EL LOCOEL LOCOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEBueno, no es as; indiqu los carros andan en la calle y los hombres en la acera.Sonri con compasin, y me respondi:Los autos son cuadrpedos que llevan un bpedo adentro, slo que tienen los pies redondos.Y los hombres? pregunt.Los hombres son bpedos que llevan un cuadrpedo dentro... y tiene los pies planos.Sus razonamientos no parecen de un......loco. complet Caronte Locos y sabios hacen avanzar a la humanidad. Hay que desequilibrarse de la rutina normal para ver la verdad.Era loco porque no poda aprender a contar. Acaso importa saber cuantas flores hay en una planta para ver su belleza? Pero, algo aprend. Dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho, y ocho, diecisis. Qu es ms bonito, saber el nmero o sentir la msica de la cancin? Adems la matemtica tambin es loca. Si divido el uno, me quedan unos ms chiquitos. Si divido el ocho por dos, me quedan dos tres, uno al derecho y otro al revs, o dos ceros uno arriba del otro...Su matemtica era muy lgica, y l sigui:Aprend a leer, muy despacio, para comprender mejor. Y me gustaba escuchar a aquellos que no se burlaban de lo que las palabras decan.En lejanos tiempos, terci Caronte los locos eran seres tocados por la chispa de los dioses. Se les oa con respeto, ya que de su boca salan verdades, predicciones. Hoy los aprisionan. Tratados por humanos inhumanos que quieren llevarlos a la normalidad. Pero, afortunadamente son los que los aprisionan quienes encuentran el camino de la locura.Remos los tres, es lindo rer entre locos. Todo anormal es feliz, slo se pone triste cuando lo encierran, cosa que es naturalmente normal.La risa reson dentro del local, que haba perdido su lgubre apariencia. Y comprend que la risa de los locos tiene sonido de eternidad. Reconoc al personaje, muchas veces me haba cruzado con l en la autopista. Era un demente que caminaba contra los vehculos, azuzndolos, mientras stos los desviaban a toda velocidad.Usted es el hombre de la autopista.No. Soy el loco. Uno ms. Yo soy el que estaba afuera, los dems estn dentro de los autos. Desde que el hombre encontr la rueda y pudo subirse sobre ella, se sinti superior a los que andaban caminando. Carros, coches, hombres, seres... y el camino es el mismo. Todo es igual.Diap 41

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EL LOCOEL LOCOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTESiempre se le da la razn a los locos. Por temor a su locura o por temor a su verdad. Cuando era pequeo, quera que tener una flor en una copa, beber su aroma, paladear su hermosura. Rean porque plantaba semillas entre las piedras. All es donde hacen falta. Me compadecan porque pasaba horas mirando el cielo, jugando con las nubes que dibujaban un mundo de barcos, pjaros, animales. Era un mundo mo, slo yo las vea, y existan para mi realidad. Los dems no las vean y no existan para su normalidad.Yo tambin jugaba con las nubes, dije con nostalgia y formaba personas con ellas.Yo no vea personas en el cielo. Las personas siempre se burlaban. Los dems nios me pegaban. Los nios normales son crueles con un loco. Es el desquite de los que estn presos, cuando cae entre ellos uno que posee la libertad. Iba a refugiarme en mi madre. Me abrazaba y lloraba, mezclando sus lgrimas y las mas. Pobre madre! Ella era normal, y senta que algo de ella haba en m. Nunca pude estar junto a mi padre, me miraba furioso, y si intentaba acercarme, un bufido colrico marcaba la distancia a mantener. Pobre padre! Era tan absurdamente normal que tema reconocer algo de l en m.Caronte me mir pensativo, y nos sirvi. Mi cerveza segua llena y fra, y el vaso del personaje permaneca con su lquido hasta la mitad. Luego, fue a su rincn.Cmo fue su camino? pregunt con confianza. Con los dems haba preferido esperar, frenado por la educacin. Pero, con el ser de esta noche me senta unido en una amistad que iba ms all de la surgida en el mostrador del mortecino bar.Mi camino? pregunt a s mismo El inicio fue como el todos. Un nio que nace, que come, que ensucia. Cuntas anormalidades hacen las criaturas? Y cuntas, las personas cuando estn con ellos? Parecen locos. Con los meses, los mayores les ensean a hablar. Los humanos fuimos felices hasta que aprendimos a hablar. Desde ese momento perdimos naturalidad, intimidad, libertad. Cada uno se tom el derecho de invadir la conciencia ajena con una pregunta, exigiendo respuesta adecuada. Los dems van amoldando con palabras la mente del nio para que acte igual a los dems. Y, si no se consigue, es un loco.Tiene razn. coment.Diap 42

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EL LOCOEL LOCOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTENo. le respond Nada ms anormal que amar. El amor es en s una locura. Nada tiene de normal que dos personas diferentes, que piensan distinto, y de gustos dismiles; se unan compartiendo casa, comida y cama.Aquel demente ser me mir con una sonrisa inteligente, como si le extraase lo que yo haba dicho y le correspondiese decirlo a l.Su figura se dilua en la penumbra, tom un poco de su vaso, ste qued igual, por la mitad. Lo acompa bebiendo mi fra y llena cerveza.Luego estir su brazo, llevando su mano hacia la ma. Caronte, desde el umbroso rincn lo contuvo con un gruido, y el ser volvi a hablar:Una tarde pas la mujer con su hombre, me mir, acarici la cara de l, y dijo burlona: "Loco, loco"... Todos rieron, y yo tambin re. Es ms fcil rer que llorar. Desde entonces amo las flores, la msica, la noche, y la luna. La luna me miraba y nunca se burlaba de m.Qu sucedi luego? segua queriendo saber.Ser por que siempre tenemos miedo de vernos como realmente somos. dije, reflexionando.Una vez me enviaron a un instituto. All vi seres iguales a m. Y supe que nosotros ramos excepcionales. Los dems, comunes. Qu lstima! Estuve poco, mis padres prefirieron educar a mis hermanos normales; ellos lo necesitaban, yo no.Es que los normales nos pasamos aprendiendo, para terminar sin saber nada. coment.Mi cuerpo sigui creciendo. Los hombres slo saban rerse de m. Las muchachas se acercaban burlonas, pero les gustaba tenerme cerca. La mujer siempre admira al hombre excepcional, ya sea un triunfador, un sinvergenza, o un loco. Los hombres normales las aburren, aunque terminan casndose con ellos. Comet la locura de enamorarme. Ella era hermosa. Su rostro me recordaba la luna, su perfume a las flores, su voz a la msica. Cada vez que le deca esas cosas, ella tocaba mi cara murmurando suavemente: "Loco, loco"... Pero, ella se enamor de otro, de uno normal, y la gente se rea de mi amor. Acaso, se necesita ser normal para amar?Diap 43

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EL LOCOEL LOCOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEavanzaba con alarido ensordecedor. Los dems cuadrpedos metlicos la acompaaban con gritos. No podan aceptar que un ser libre estuviese en su camino, humillando sus predominios. Eran animales reclamando su territorio. Los perros sealan con orn el suyo, los autos lo indican con huellas de frenadas y restos de aceite.Y qu le pas a usted? dije, angustiado.Ah, eso. Bueno. La bestia me golpe lanzndome al aire. Ah, en el espacio, me desprend de mi cuerpo, el cual cay a la va. Yo termin de ascender hasta la pasarela que cruzaba sobre la autopista. All, vea los automviles que, como irracionales, pisaban ese cuerpo, bailando una danza salvaje. Despus se detuvieron. Los humanos salieron de las cajas. Gesticulaban, justificndose y acusndose entre ellos. Por qu los llamados normales, se vuelven tan anormales?No s. respond Tal vez cuando parecemos normales es porque no dejamos aflorar nuestra realidad anormal y slo surge cuando perdemos el control normal frente a las anormalidades.Me mir como si el loco fuese yo, y continu:Lo de todos, andar en el tiempo. Con momentos de encierro y de libertad. Si estaba libre, vea a los dems prisioneros dentro de ellos mismos. Si me encerraban, me fugaba por la ventana de mi fantasa. Hoy me escap nuevamente. Es difcil tener encerrado a quien lleva la libertad dentro de l... Me dirig a la autopista. Atardeca. La luna me mir sonrojada desde el horizonte. Su luz era dbil. Los vehculos comenzaron a encender sus focos. Los autos estaban robando la poca luz a mi amiga. Me ech a la va, gritando, golpeando a esos cuadrpedos de pies redondos. Les peda que dejaran en paz a la luna, que la dejaran tomar fuerza y rodar en el cielo.Qu locura! dije, agregu ...pero, qu hermosa locura.El personaje, sin orme, sigui:Mi amiga se ocult temerosa tras una nube. Los autos aumentaron la intensidad de sus focos. Pasaban a mi lado rozndome, esquivndome. Pero, haba una bestia mecnica ms grande que las dems. Se dirigi hacia m rugiendo, chillando, movindose furiosa sobre sus circulares patas. Sus ojos encandilaban, pero yo no le tema, me le enfrent, defendiendo a mi amiga. La bestia Diap 44

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EL LOCOEL LOCOLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEMe alegro. Aunque, lamento que se haya ido, era grato hablar con l.No se ha ido del todo, algo de l est en usted, y algo de usted est en l. Acaso... No es de loco venir cada viernes a este lugar? dijo, apagando la luz.Salimos en silencio del local. En el cielo, una luna redonda rodaba jugando su juego de luz y sombras con las nubes. Caronte tom por el callejn, y yo entr en mi auto; el cual, me llev hacia la ciudad de gente normal. Por la ventanilla llegaba una cancin infantil que se iba alejando:"La luna juegaa la ruedarueda,la rueda, rueda,ruedarueda,ruedarueda"...

...oo0oo.....

Lleg la ley, no hay normalidad sin ley. Escribieron mucho, no puede haber ley sin escribir lo natural. Vino un vehculo blanco. Bajaron unos hombres. Esta vez slo se llevaran mi cuerpo. Y hombres y mquinas salieron como presos liberados. Pero el nico libre era yo.Y luego?Me qued en el puente. Sali la luna, grande, hermosa. Nos miramos como viejos enamorados, me rode con un tenue rayo de luz y me trajo tiernamente hasta la puerta de este local, de este loco local. Hasta siempre... mi amigo.Mir a mi izquierda, haba desaparecido. Pero, en tanto los dems marchaban sin notarse su ausencia, esta vez senta un vaco. Caronte surgi de la de su rincn, y le dije:Esta noche llevar un pasajero agradable.Llevarlo? l me guiar volando, sealndome el loco derrotero hacia la laguna Estigia.Ser feliz? Ac no hall comprensin...Felicidad es un loco mito humano, y l ya la encontr. Cuando llegue a la isla hasta Cerbero retozar de alegra con sus tres cabezas. Y en los campos Elseos estarn de fiesta, brindndole msica, flores y ambrosa, enloquecidos con el reencuentro de un tocado por los dioses.Diap 45

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08 EL MALEANTEPREMBULO: LAS EDADESLA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTES. Del Caos naci el Trtaro, las profundidades, donde est Estigia, a la que voy en cada viaje. Tambin naci Gea, la tierra; Eros, el amor; Erebo, extensin de tinieblas; y la Noche. La Noche y Erebo se unieron creando al ter y al Da. Sin saber como, la Noche engendr a Las Parcas, que hilan los destinos; Nmesis, la justicia, Eris, la famosa discordia, Hipno, el sueo; y Tnato, el final del camino.Siempre la noche ha sido prolfera. ironic.Pero la madre universal ha sido Gea. Ella engendr a Ponto, el mar; y a Urano, el cielo, el aire. Unida a ste, gener los Cclopes y los Hecatonquires; y tambin a los Titanes, de cuales descienden algunos dioses y hombres.Incesto y promiscuidad, eso parece ser el factor comn de todos los orgenes. coment.Si los resume ver que todos son iguales. El todo y la nada, son la misma cosa; y para crear deben unirse, o sea: incesto original. Luego los creados, para reproducirse deben unirse, o sea: incesto y promiscuidad consecuente.Amoral, pero lgico. Y qu sigui?...Viernes que pareca no desprenderse de la cancula vespertina. Una fugaz y escasa lluvia se haba convertido en pesada atmsfera, mezcla de vapor y cido humor.Entr en el bar. Caronte puso la acostumbrada cerveza y dijo con su aptica voz:Pens que no vendra.Es viernes. No poda faltar.Para usted es un da con nombre y una noche con una cita. Para m, una noche y un viaje ms.Con pasajeros hacia donde todo es principio y final. Como esta cerveza, siempre fra y llena.Ni ella ser siempre igual, ni todo fue principio y final. Cuando me hice cargo de la barca, ya haban pasado muchas eras y terribles luchas.Ni en lo eterno existi la paz?En el principio slo exista el Caos, oscuro abismo.Llevamos el caos desde nuestro origen. dije.Diap 46EL MALEANTE

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LA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEDigno hijo de su padre. Cundo surge Zeus?La impaciencia denota inters. La paciencia, sabidura. Rea, da una piedra envuelta en los paales a Cronos y salva su ltimo hijo, Zeus, quien fue criado en Creta, con leche de una cabra. Zeus, adulto, de la piel de la cabra hizo una gida, y oblig a su padre vomitar sus hermanos. Con ellos y los Hecatonquires, Cclopes, y la ocenida Estige, entabla la guerra contra Cronos y los Titanes, llamada Titanomaquia.Creta, Titanes, Cclopes, Estige, cabras... Todo esto muestra orgenes jnicos, dricos. reflexion.Nuestra civilizacin es indoeuropea, los primeros pueblos asiticos y europeos se formaron admirando el Himalaya. En tanto, los de frica se hicieron respetando al Kilimanjaro.Qu deja para Amrica y Oceana?...Urano dominaba el universo, pero tema que uno de sus hijos usurpara su trono, y los encerraba en Gea apenas nacan. Gea dolida por el trato a sus hijos y su henchido vientre, tram una revolucin. Cronos, uno de los Titanes, escuch su llamado y cort los genitales a Urano cuando posea a Gea. Arrojados al mar, crearon la espuma de las olas, y de ella naci Afrodita. La sangre cre a los Gigantes, las Ninfas, y las Furias, y stas castigan a los parricidas.Una sucesin muy humana. Del caos al cielo. Lo que pareca cielo se convierte en crueldad. El hijo menor del dictador lo castra y sucede. Del derrocado, nacen leyendas de amor, ninfas, gigantes, y tambin de cosas horripilantes.Las leyendas estn hechas por hombres. Cronos liber a sus hermanos del vientre de Gea, y se hizo soberano. Uno vez en el trono, se cas con su hermana Rea y, por temor a ser derrocado, devoraba sus hijos apenas al nacer.Diap 47EL MALEANTEEL MALEANTE

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LA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTEVimos las eras de los dioses, la del caos, la del espacio, la del tiempo, la de Zeus, el dios que acta como hombre. Y, luego llega la era de la razn, la de humanos que actan como dioses, sta. Los hombres, proceden de la unin sexual de dioses y diosas, y esos hijos divinos se fueron degenerando hasta convertirse en mortales.Encuentro esa una explicacin ms sensata que decir que descendemos de monos que descendieron. ironic.No ofenda a los monos, ellos tienen la sabidura de no hablar. Cronos cre la primer raza de hombres, la Edad de Oro, que felices convivan con los dioses en la tierra. sta les daba en forma espontnea los alimentos. Esos hombres de oro desaparecieron.Todo lo bueno desaparece pronto. sentenci, mordaz.Zeus cre otra raza de hombres, la edad de la Plata. Eran seres infantiles, que peleaban siempre por ser el primero. Los dioses abandonaron la tierra, quedando slo la Justicia oculta entre los montes. Cansado, Zeus los castig por su impiedad, y los extermin.

Estas siempre fueron habitadas por viajeros. Ya sea en canoas, barcos, o caminando sobre el hielo, llegaron a ellas por el hambre o el azar. Pero, ya finalizando: Zeus triunf, los vencidos fueron arrojados de los montes de los dioses, Cronos desterrado, y los vencidos encadenados en el Trtaro. Los vencedores pasaron al monte Olimpo. Zeus qued como supremo. Se cas con su hermana Hera. Tuvo cerca de cincuenta hijos en aventuras amorosas; procre dioses, semidioses, hroes; tuvo amantes divinas y humanas, y hasta un amor masculino, Ganmedes. Fue infiel, justo, poderoso, cruel, benigno, rencoroso, astuto, reaccionando divinamente como cualquier mortal.Lo de cruel es evidente en el castigo dado a Prometeo, y lo justo en el dado a Ssifo.Es cruel porque usted admira al fuego, pero Prometeo desobedece y roba. En cuanto a Ssifo, lo ve justo por que l es un delator, cosa ruin, pero necesaria si el delatado ha hecho un mal.Hemos llegado al fin del mito de los dioses, pero an nos queda la historia de los hombres.

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LA BARCA DE CARONTELA BARCA DE CARONTECaronte se dirigi a la pared y tom una botella semillena, o semivaca, del viscoso lquido. Comprend que haba llegado el personaje de esa noche. Deba ser alguien anodino, ya que no haba presentido su paso detrs mo.Gir. Vi que estaba equivocado. Aquel ser, de pie, con las manos en jarras, echaba el pecho adelante, en el cual se vislumbraba unas perforaciones, al igual que en su cabeza.Pareca diluirse en el gris del muro, pero un resto de fuerza lo mantena definido. Su rostro era desfachatado, con un rictus pedante. No se necesitaba un anlisis para saber que era un pend