08-Conferencia de Capablanca (1932)

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Conferencia de Capablanca (1932) Edward Winter A continuación presentamos la traducción de una conferencia improvisada dada por Capablanca en el Club de Comunicaciones de Prado en Cuba el 25 de mayo de 1932. La transcripción completa fue publicada en las páginas 5-6 de Lunes de Revolución, 12 de diciembre de 1960. “Chess Psychology” „El ajedrez no es un tema muy fácil para una conferencia. Los aspectos que pueden tratarse son muy variados; hay también que tomar en cuenta la gran diferencia en la fuerza de juego de los que escuchan, lo que da como resultado que es casi imposible en una sola conferencia indicar o mostrar algo que sea de beneficio particular a un grupo específico. Seguramente entre el público hay un gran número de jugadores fuertes y me imagino que hay un número aún más grande de jugadores poco experimentados. Por consiguiente creo que sería mejor ilustrar los temas hasta donde sea posible que sean comprendidos por aquéllos que no son tan fuertes en lugar de hacerlo para aquéllos que son de la primera categoría. Puede ser que estos últimos requieran un poco de ayuda, pero para los otros indudablemente la necesidad es mucho más grande. Por consiguiente, esta tarde voy a limitarme a los temas generales para el beneficio de jugadores quienes nosotros podríamos llamar de fuerza elemental. Puede ser que algunos jugadores fuertes encuentren también algo que sea útil para ellos, y puede haber también mucho para los jugadores débiles, pero mi objeto es alcanzar la masa de jugadores de mediana fuerza. Cualquiera que desea progresar en ajedrez debe considerar el juego como un todo que puede ser dividido en tres partes. La primera es la fase a la que la mayoría de las personas consagra la mayoría del tiempo y estudio: la apertura. La segunda se llama el Medio juego y viene inmediatamente después de la apertura. Esta fase se estudia menos que la de la apertura y puede ser, tal vez, la fase menos estudiada de los tres. Por último, la tercera fase, el Final, que la mayoría tampoco estudia con la misma atención y devoción que dedica a las aperturas. Hace once años escribí un libro, y en lugar de empezar, como todos los libros lo hacen, con la apertura, yo empecé con el final, pues creo que ese el tema adecuado y apropiado para empezar. Uno comprende inmediatamente que es mucho más fácil manejar una o dos piezas que todas las piezas juntas. Es más, es un hecho curioso pero verdadero, históricamente comprobado, que ningún jugador llega a campeón mundial o al menos retador por el título a menos que preste atención a estudiar de una manera seria el Final y se convierta en un virtuoso de esta fase de la partida. Los finales y su conocimiento son esenciales pues es allí donde la mayoría de los maestros fuertes son débiles; es decir, esta fase del juego no se estudia con la misma atención que las otras. Para los que desean progresar yo les recomendaría que estudien el libro al que yo me referí. Se llama Fundamentos del Ajedrez y, como he dicho, empieza con el estudio de los finales.

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Conferencia de Capablanca (1932)

Edward Winter

A continuación presentamos la traducción de una conferencia improvisada dada por Capablanca

en el Club de Comunicaciones de Prado en Cuba el 25 de mayo de 1932. La transcripción

completa fue publicada en las páginas 5-6 de Lunes de Revolución, 12 de diciembre de 1960.

“Chess Psychology”

„El ajedrez no es un tema muy fácil para una conferencia. Los aspectos que pueden tratarse

son muy variados; hay también que tomar en cuenta la gran diferencia en la fuerza de

juego de los que escuchan, lo que da como resultado que es casi imposible en una sola

conferencia indicar o mostrar algo que sea de beneficio particular a un grupo específico.

Seguramente entre el público hay un gran número de jugadores fuertes y me imagino que

hay un número aún más grande de jugadores poco experimentados. Por consiguiente creo

que sería mejor ilustrar los temas hasta donde sea posible que sean comprendidos por

aquéllos que no son tan fuertes en lugar de hacerlo para aquéllos que son de la primera

categoría. Puede ser que estos últimos requieran un poco de ayuda, pero para los otros

indudablemente la necesidad es mucho más grande. Por consiguiente, esta tarde voy a

limitarme a los temas generales para el beneficio de jugadores quienes nosotros podríamos

llamar de fuerza elemental. Puede ser que algunos jugadores fuertes encuentren también

algo que sea útil para ellos, y puede haber también mucho para los jugadores débiles, pero

mi objeto es alcanzar la masa de jugadores de mediana fuerza.

Cualquiera que desea progresar en ajedrez debe considerar el juego como un todo que

puede ser dividido en tres partes. La primera es la fase a la que la mayoría de las personas

consagra la mayoría del tiempo y estudio: la apertura. La segunda se llama el Medio juego

y viene inmediatamente después de la apertura. Esta fase se estudia menos que la de la

apertura y puede ser, tal vez, la fase menos estudiada de los tres. Por último, la tercera

fase, el Final, que la mayoría tampoco estudia con la misma atención y devoción que

dedica a las aperturas. Hace once años escribí un libro, y en lugar de empezar, como todos

los libros lo hacen, con la apertura, yo empecé con el final, pues creo que ese el tema

adecuado y apropiado para empezar. Uno comprende inmediatamente que es mucho más

fácil manejar una o dos piezas que todas las piezas juntas. Es más, es un hecho curioso

pero verdadero, históricamente comprobado, que ningún jugador llega a campeón mundial

o al menos retador por el título a menos que preste atención a estudiar de una manera seria

el Final y se convierta en un virtuoso de esta fase de la partida. Los finales y su

conocimiento son esenciales pues es allí donde la mayoría de los maestros fuertes son

débiles; es decir, esta fase del juego no se estudia con la misma atención que las otras. Para

los que desean progresar yo les recomendaría que estudien el libro al que yo me referí. Se

llama Fundamentos del Ajedrez y, como he dicho, empieza con el estudio de los finales.

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Después de los finales, mi libro se ocupa de una serie de posiciones del medio juego que es

muy probable ocurran en cualquier partida y las cuales sirven como un modelo para lograr

el resultado deseado. Y finalmente, cuando usted esté, por así decirlo, aburrido de estudiar

estas fases, entonces será el momento para empezar a estudiar las aperturas, ya que las

aperturas son simplemente el principio de la partida y debe llevar a una de las otras dos

fases.

Muy a menudo me he enfrentado a jugadores que conocen las aperturas de memoria; es

decir, la han aprendido de algún libro u otro y ellos piensan que las conocen muy bien. Y

de hecho las conocen muy bien de memoria, pero nada más. No comprenden los objetivos

que están detrás de cada apertura y por consiguiente no saben qué ventaja tiene que ser

tomada de esos objetivos, y sucede frecuentemente que pierden. Y pierden porque han

estudiado las aperturas mal sin asimilarlas o porque no las han estudiado a fondo. Claro

que esto puede pasarle a cualquiera, pero probablemente le pasará más a alguien que

estudia sólo las aperturas que a alguien que se dedica a estudiar las otras dos fases.

En general, cuando desarrolla su juego el blanco, debe apuntar por mantener la iniciativa,

ya que iniciativa es la única ventaja que tienen las blancas de tener la primera jugada. No

debe abandonarse a menos que se obtenga una compensación. Esta compensación puede

ser un peón, la ganancia material más pequeña, o puede ser una posición sumamente fuerte

que salvaguarde el juego contra el ataque del oponente. De otra manera el blanco debe

mantener la iniciativa que significa mantener el ataque. Las negras, por su parte, deben

restringirse a marcar tiempo, mientras intentan tomar la iniciativa a su vez. El resultado del

juego depende de ello, porque el jugador que lleva la iniciativa tiene todas las ventajas y,

excepto si comete un error, todas las oportunidades de ganar.

En la fase de desarrollo del juego hay muchas aperturas para escoger, pero todas tratan de

obtener y mantener el control del centro. El centro del tablero comprende las cuatro

casillas e4, e5, d4 y d5, que son el punto focal de todas las aperturas. Usted habrá visto que

muy a menudo se juegan aperturas de este tipo directamente o indirectamente: como g3

seguido de Ag2, con el objetivo de controlar el centro desde lejos, o moviendo los peones

centrales.1.e4 seguido de d4, ya que la batalla normalmente depende de quién controla las

casillas del centro. Las blancas tienen el primer movimiento y con ello tienen una ventaja

predominante sobre las casillas centrales; el negro tiene que intentar evitar esto tanto como

sea posible. Si el negro pierde tiempo y no lo hace así, el blanco tendrá una clara ventaja.

No deseo explicar a ustedes todas las variantes que pueden ocurrir, porque eso sería una

tarea difícil y, como yo ya he mencionado, ustedes puede encontrarlas en muchos libros, y

yo creo que la cosa más importante que hay que saber es el contorno general del propósito

de las aperturas. Después, con su conocimiento y la ayuda de libros, usted puede continuar

practicando los principios fundamentales en que ellas se basan.

En lo que respecta al juego en general, ustedes se encontrarán a menudo con jugadores,

especialmente inexpertos, que están prestos a sacrificar peones, y a veces incluso piezas,

en aras de un ataque. No critico esto, porque creo que los jugadores deben sostener la

iniciativa y el ataque tanto como sea posible. Pero deben hacer esto como un medio de

desarrollar su imaginación, no en la creencia que ésta sea una buena manera de jugar. En

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relación a esto, recuerdo una anécdota sobre el Dr. Vidmar, uno de los mejores jugadores

del mundo que también es un hombre de ciencia y de gran ingenio. En el Torneo

Internacional de Londres de 1922 en que ambos participamos, había un jugador

relativamente joven que no tenía mucha experiencia. En una partida, en la que él estaba

llevando a cabo un ataque violento, sacrificó una pieza en una cierta ocasión, (o dos o tres

peones; no recuerdo exactamente), pero podía verse que este señor, a pesar del ataque,

alcanzaría un final con una pieza (o peones) de menos. Con respecto a este caso, Vidmar

comentó que “mi contrincante no ha aprendido que las piezas que se tienen que sacrificar

son las del oponente.” Menciono esta anécdota porque en realidad uno nunca debe

sacrificar nada cuando uno está jugando para ganar. Aunque, repito, es un buen ejercicio

bueno para los jugadores jóvenes con poca experiencia. Pero para aquéllos que ya son

conocedores y aspiran a la primera categoría deben hacer lo que Vidmar dijo: trate de

sacrificar las piezas del oponente, ya que de otra manera el ataque casi siempre no hace

ningún progreso. Deseo insistir en este punto porque el sacrificar una pieza por un ataque

incierto puede dar un mal resultado; una pieza es demasiado valiosa para dejarla en base a

la pura especulación. Para sacrificar una pieza uno debe estar completamente seguro que

ganará una compensación rápidamente, y es recomendable hacerlo, como yo dije antes y

repito ahora, para ejercitar la imaginación cuando uno es principiante. La experiencia de

una derrota puede ayudarle a evitar que un ataque contrario tenga éxito y a prevenir un

sacrificio del oponente cuando su combinación sea correcta. Por otro lado, cuando el

sacrificio no es bueno, usted puede ver que los mejores jugadores del mundo han jugado

durante años y años sin hacer tales sacrificios, aunque ellos se enfrentan a menudo con un

ataque; han terminado por ganar, debido a que no cedieron nada excepto cuando vieron

que el sacrificio era completamente sólido.

En mi libro que yo mencioné antes, usted encontrará muchas de estas posiciones que

frecuentemente aparecen en las partidas; de esta forma los jugadores pueden entrenarse

para posiciones que pueden fácilmente surgir en sus propias partidas.

Generalmente hablando, aparte de las combinaciones del medio juego, es necesario por un

lado evitar y por el otro intentar colocar piezas en posiciones de las que no puedan ser

desalojadas por los peones, sino que sólo pueden desplazadas por piezas de igual o

superior valor. Por ejemplo, un caballo situado en la quinta horizontal sin peón del

enemigo en columnas vecinas que pudiesen atacarlo se vuelve una pieza de gran fuerza.

Esto es lo que generalmente se llama ventaja de posición, o posicional; lo más importante

es llegar a dominar la posición.

En el Final el elemento de tiempo es mucho más importante o, por lo menos, igualmente

importante que la ventaja posicional. Tiempo significa la velocidad con que se alcanza

determinado objetivo. Naturalmente en el medio juego para obtener ventaja posicional, el

tiempo es a menudo de gran importancia, ya que un ataque puede depender de colocar una

pieza en un punto particular en un cierto momento, antes de que el oponente pueda

preparar su defensa. Pero en el Final, el tiempo es el elemento que normalmente decide la

partida, pues además de que frecuentemente contribuye a mejorar la posición de una pieza,

sirve para coronar un peón antes que el contrincante.

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Estoy dando varias ideas generales para que ustedes puedan desarrollar su juego a su

propia manera y avanzar tanto como sea posible. En este aspecto, yo debo atraer su

atención al valor de las piezas. Hay jugadores que prefieren a los alfiles que a los caballos

y otros al contrario. En realidad, si nosotros damos el valor de una unidad a los peones,

nosotros debemos dar entre tres y medio a cuatro a los caballos y a los alfiles, a las torres

de cinco y medio a seis y a la dama un valor de diez u once, según si las torres están

estimadas en cinco y medio o seis. Pero el punto principal no es en si el valor en relación a

los peones. Hay muchos jugadores que creen que tres peones valen lo mismo que un alfil o

un caballo, pero esto no es así. También, algunos jugadores prefieren los caballos a los

alfiles, mientras que de hecho en la mayoría de las partidas el alfil es un poco, pero sólo un

poco, más valioso que el caballo. Generalmente es preferible tener un alfil contra un

caballo, pero cualquier sacrificio hecho para lograr esto sería un error. En otros términos,

uno no debe, por ejemplo, sacrificar un peón para retener a un alfil contra un caballo. Por

otro lado, el alfil es preferible al caballo si es posible tenerlo sin un sacrificio del peón. La

torre y alfil son más fuertes que la torre y caballo, y dos alfiles valen más que dos caballos.

Dama y caballo son, sin embargo, más fuertes que Dama y alfil. El resultado de una

partida depende a menudo de poder obtener esta combinación de piezas. En los finales de

peones un alfil es preferible a un caballo; sin embargo, en los finales de Dama el caballo es

más fuerte. Si recuerdan lo que yo dije hace un momento, que el elemento de tiempo es

más importante que el elemento de posición o colocación de piezas, usted entenderá por

qué el alfil es preferible al caballo, ya que para el alfil moverse de un lado del tablero al

otro es más fácil que para el caballo. Así en el Final, el alfil es, a causa del elemento de

tiempo, superior al caballo. Y así estas combinaciones y valores relativos pueden guiar el

juego de uno para que pueda obtenerse una ventaja pequeña. Claro, el resultado de la

partida depende en cómo un jugador usa las piezas que él tiene, ya que sobre todas las

teorías y principios fundamentales es más importante la imaginación y la fuerza del

jugador.

Atraigo la atención de ustedes a estos temas ya que hallarán que siempre que usted derive

una ventaja de la apertura es debido a un intercambio de este tipo, que se considera que es

una ventaja que justifica la apertura que se juega. En la apertura es considerado también

importante si hay un peón aislado. Un peón aislado no puede defenderse con otro peón, y

tiene que ser protegido por las piezas, y está así expuesto al riesgo de captura. Por eso en

muchas aperturas el objetivo principal es dejar al oponente con un peón aislado. Todos

éstos son puntos generales que pueden ser útiles a ustedes en su progreso en el ajedrez.

Como un ejemplo, para que ustedes puedan apreciar la importancia de las posiciones y

principios que yo he estado explicando, voy a mostrarles una apertura que se ha jugado

durante muchos siglos. Jugadores ganaron y perdieron con ella, y puede decirse que la

mitad de las veces no supieron por qué. Si usted considera lo que he estado diciendo verá

por qué. Una de las cosas más importantes en la apertura es el desarrollo rápido de las

piezas, y si usted puede sacarlas afuera atacando al mismo tiempo, es mucho mejor.

1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 a6 4.Aa4 b5 5.Ab3 Cf6 6.0-0 Ae7 7.c3 0-0 8.d4 cxd4 9.cxd4 d6

10.Ae3 Ag4 11.Cbd2 Ca5 12.d5 Cxb3 13.Dxb3.

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En esta posición el negro está perdido porque después de una serie bastante larga de

movimientos el peón del alfil de la Dama negra (el peón c) permanecerá retrasado, siendo

su avance evitado por el peón blanco en d5. El blanco doblará sus torres en la columna c y

si es necesario avanzará con su rey una vez que las damas sean cambiadas. El peón c del

negro se perderá tarde o temprano, ya que es sumamente difícil para el negro defenderlo

sin crear involuntariamente otras debilidades en su posición. En una ocasión, allá por

1913, yo estaba en Lodz, en Polonia, y jugué una partida de consulta en que se alcanzó una

posición similar a esta. Las personas alrededor mío me preguntaron qué pensaba hacer

pues pensaron que la partida era tablas, y yo les dije que el negro estaba perdido. Cuando

me preguntaron por qué, yo expliqué lo de la debilidad clara del peón c, retrasado.

He mostrado esta apertura y la variante porque se jugó durante muchos años. En los libros

encontrarán que se ha jugado en innumerables partidas, pero las blancas jugaron para un

ataque y no para la posición. Claro, si uno juega para un ataque aquí la victoria es difícil,

mientras que si se juega posicionalmente atacando el flanco débil, la victoria no puede

estar en duda. Anteriormente, no se le prestó atención a estas consideraciones generales

que he intentado explicar esta tarde y qué evitan mucho trabajo innecesario y pueden

ayudar a que ustedes desarrollen un juego simple y sólido. En tales partidas uno puede ver

las ventajas de los principios de los finales que yo he estado explicando. Refiriéndonos a la

posición recién mencionada, con el peón débil, puede verse que sin Damas en el tablero, la

cuestión del tiempo es muy importante. Otro elemento muy importante es la movilidad de

las piezas en las posiciones de este tipo. El blanco puede mover sus torres libremente,

mientras que el negro es incapaz de jugar con facilidad. Aquí el elemento de movilidad es

de gran valor y, combinado con el elemento de tiempo, lleva a una victoria cierta.

Como dije al principio, en este tema de principios generales es muy difícil de explicar toda

su utilidad en una sola conferencia, y es posible que yo haya omitido varios puntos. Por

ahora nada más de importancia se me ocurre, excepto decir que usted debe notar en la

apertura que yo he presentado como el juego se desarrolla alrededor simplemente de un

peón retrasado y un agujero ocupado por una pieza que no puede ser desalojada por un

peón.

En otras posiciones dónde el rey de uno puede alcanzar el centro antes que el del

contrincante, uno puede llevar a cabo ventajosamente, una liquidación o simplificación

general porque una vez que las piezas se han cambiado el rey es una pieza atacante

importante que es necesario usar. Nunca el rey debe dejarse olvidado en la retaguardia,

sino debe adelantarse tanto como sea posible tan pronto como las piezas se liquiden y el

tablero se despeje. Ventajas como la de un rey avanzado hacia el centro son tan

importantes que a veces incluso se justifica ceder peones para que pueda lograrse esto.

Para resumir, para progresar en el ajedrez es necesario prestar atención especial a todos los

principios generales, y gastar menos tiempo estudiando las aperturas. Es decir: juegue la

apertura en base a su conocimiento general de como movilizar las piezas y no se involucre

en los tecnicismos de si los libros recomiendan esta o esa jugada; para aprender las

aperturas de memoria es necesario estudiar un gran número de libros que, es más, a veces

están equivocados. Sin embargo, si usted estudia desde el punto de vista de los principios

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generales está tomando un camino más certero, aunque el intelecto de un jugador pueda

fallar en un momento dado, los principios bien usados nunca les fallarán. Me gustaría

concluir recomendando que usaran su imaginación tanto como sea posible; un jugador

tiene que perder muchas partidas si ha de progresar. Muchos jugadores a veces se molestan

porque pierden, pero uno aprende más de las partidas perdidas que de las partidas ganadas.

Cuando gana un jugador piensa que está haciendo lo correcto y no comprende los errores

que está cometiendo; pero cuando pierde aprecia que en alguna parte estaba equivocado e

intenta no cometer los mismos errores en el futuro.‟