04 Renacer (claudia gray)

216

description

No Description

Transcript of 04 Renacer (claudia gray)

Page 1: 04 Renacer (claudia gray)
Page 2: 04 Renacer (claudia gray)

Capítulo 1

"El amanecer se acerca" dijo Balthazar

Era la primera palabra que alguien decía en aproximadamente horas. Aunque yo no quería oír algoque Balthazar tenía que decir-acerca de esto o algo más-yo sabía que él tenía razón. Los vampirospodían sentir la aproximación del amanecer dentro de sus huesos.

¿Lucas podría sentirlo también?

Nosotros estábamos sentados en el salón de proyección del teatro abandonado, donde lasparedes-cubiertas por carteles daban señales de la batalla de la noche pasada. Vic, el únicohumano en el cuarto, se echó una cabeceada en el hombro de Ranulf, su cabello enredadocubierto de arena de ensueño; Ranulf se sentó silenciosamente, el hacha ensangrentada a travésdel regazo como si él esperara más peligro en cualquier segundo. Su largo y delgado rostro y sucorte en forma de tazón nunca lo habían hecho parecer a un santo medieval. Balthazar se detuvoen el rincón más alejado del cuarto, manteniendo su distancia fuera del respeto para mi pena. Aunasí su altura y sus hombros anchos significaban que él tomaba más de lo que merecía en estahabitación.

Sostuve la cabeza de Lucas en mi regazo. Estando viva, o como un vampiro, tantas horas sinmoverme me habrían puesto tiesa. Como un fantasma, aunque, liberándome de las demandas deun cuerpo físico. Habría sido capaz de sostenerlo a través de la depresión de la larga noche de sumuerte. Cepillé atrás mi largo cabello rojo, tratando de no notar que las puntas se habíanarrastrado en la sangre de Lucas.

Charity lo había asesinado a él frente a mis ojos, aprovechando el deseo de Lucas de protegermemás que a sí mismo. Era la última y la más horrible tentación para herirme, conduciendo su odiohasta alguien a quien le importaba Balthazar, su hermano y padre. Ella había violado un tabú devampiro por morder a otro vampiro que le había mordido primero–que tenía un efecto preparadopara la trasformación de vivir de la muerte. Lucas era supuestamente mío para darse la vuelta, ode ninguno. Pero Charity no se había preocupado por ningún tabú durante un largo tiempo. A ellano le importaba nadie o nada excepto su relación torcida con Balthazar.

Dondequiera que ella estuviera ahora, ella sin duda se deleitaba en el hecho que ella había roto micorazón, y que ella había empujado a Lucas en el último lugar donde él quería estar.

Prefería más bien estar muerto, Lucas siempre lo decía. Cuando yo estaba viva y también muchomás inocente, yo había soñado con él haciéndose un vampiro conmigo. Pero él había estadolevantado por los cazadores de la Cruz Negra, quienes aborrecían a los muertos y los perseguíancon la pasión de un culto. Convirtiéndolo en un vampiro quienes eran su última pesadilla.

Ahora, aquella pesadilla se había vuelto realidad.

Page 3: 04 Renacer (claudia gray)

“¿Cuánto más?” Dije

“Minutos” Balthazar dio un paso hacia delante, viendo la expresión en mi cara, y sin acercarsemás. “Vic tiene que irse”

“¿Que sucede?” La voz de Vic estaba adormilada. Él se empujó a si mismo hasta parase, y suexpresión cambio de confusión a horror cuando vio el cuerpo de Lucas, Ensangrentado y pálido enel suelo. “Oh… por un segundo, pensé que esto era una pesadilla o algo parecido. Pero esto… esreal”

Balthazar sacudió su cabeza “Lo lamento, Vic pero tienes que irte”

Me di cuenta de lo que Balthazar quería decir, mis padres, quienes siempre querían que yosiguiera sus pasos, me habían contado acerca de las primeras horas de transición. Cuando Lucas sealzó como un vampiro, él había querido sangre fresca–queriéndola desesperadamente, tantocomo él pudiera conseguir. En el primer frenesí de despertar, su hambre podría empujar cada otropensamiento fuera de su mente.

Él estaba bastante hambriento para matar.

Vic no sabía nada de eso “Vamos Balthazar. He ido lejos con ustedes chicos, no quiero dejar aLucas ahora”

“Balthazar está en lo correcto” dijo Ranulf “. Es más seguro que lo dejes”

“¿Qué quieres decir con, más seguro?”

“Vic, vete” dije. Odiaba apartarlo, pero si él no entendía que estaba pasando aquí, necesitaría unadosis de realidad áspera “Si deseas tener algo útil por hacer–limpia la casa, tal vez, o has comidaque nadie más podría comer.”

Las preocupaciones humanas parecían muy distantes en aquel momento.

Ahora que Vic se había marchado, podía finalmente expresar aquella depresión que había estadoatormentándome durante horas. “Deberíamos nosotros…“ Mi garganta se ahogó, y tuve quetragar con fuerza. “¿Deberíamos dejar que esto pasara?”

“Quieres decir que crees que deberíamos destruir a Lucas de alguien más,” eso había sonadodemasiado fuerte para tolerar; de Ranulf, esto era simplemente un hecho tranquilo “Quedeberíamos prevenirle de la rebelión como un vampiro y aceptar esto como su muerte final”

“No quiero hacer eso. Puedo comenzar a contarte cuanto no deseo eso” respondí. Cada palabraque decía se sentía como la sangre apretaba en mi corazón “pero sé que es lo que Lucas desearía”Amar a alguien no significa colocar sus deseos primero, ¿aun con algo tan terrible como esto?

Balthazar sacudió su cabeza “No lo haces”

Page 4: 04 Renacer (claudia gray)

"Suenas muy seguro" Traté de decirlo con calma. Sin embargo yo estaba tan enojada con Balthazarque casi no podía mirarlo: el trajo Lucas en la lucha contra Charity, aunque sabía que Lucas estabaentumecido por el dolor y no puede combatir bien. Lucho en su mejor momento. Si la muerte deLucas fue un tanto su culpa como la de Charity, "Estas diciéndome lo que quiero escuchar"

Balthazar fruño "¿cuándo he hecho yo eso? escúchame Bianca, Si tú me hubieras preguntado eldía antes de convertirme en un vampiro si quería despertar como un no-muertos, yo habría dichoque no. "

"Aún dirías que no, si tuvieras la oportunidad, si pudiera volver atrás, ¿No?" exigí.

Es eso lo cogió con la guardia baja. "No sólo estamos hablando de mí. Piensa sobre padres. DePartice y Ranulf, los vampiros que tú conoces. ¿Podría pensar que realmente estuvieranpudriéndose en sus tumbas? "

Algunos vampiros estaban bien, ¿no? Ese era el caso de la mayoría de los que conocía. Mis padrestenían siglos de conocer la felicidad y el amor juntos. Lucas y yo podríamos tener eso. Yo sabía queél odiaba decirme que Lucas merecía otra oportunidad, y que merecíamos otra esperanza de estarjuntos, trace un dedo por la cara Lucas; su frente, sus pómulos y el contorno de sus labios. Lapesadez y palidez de su cara me recordó a la de una t piedra tallada - sin amor, nunca cambiara.

"Se acerca", dijo Baltazar. Se acercó "se acerca"

Ranulf asintió con la cabeza. "Yo también lo sentí. Debes alejarte, Bianca”

"No lo voy a dejar"

"Sólo estate lista para moverte," Balthazar cambió su peso de un pie a otro, estabilizando lapostura como un luchador preparándose para la batalla.

Todo va a estar bien Lucas pensé, dispuesta a que me escuchara más allá de la brecha entre este elmundo y el siguiente. ¿No estaba a punto de cruzar para volver a mí? Así que tal vez estábamos losuficientemente cerca para que él me escuchara. Estábamos muertos, pero todavía podíamosestar juntos. Nada importaba más que eso. Somos más fuertes que la muerte. Ahora nada mástiene que interponerse entre nosotros. Tú y yo nunca tendremos que estar separados de nuevo.

Yo quería que creyera eso. Yo quería creerlo, también.

Las manos de Lucas temblaban.

Me quede sin aliento – una reflexión del cuerpo que cree, más una memoria de lo que se descargaa un ser vivo que cualquier otra cosa.

"Prepárate", dijo Baltazar. Él estaba hablándole a Ranulf, no a mí.

Temblorosa, puse la mano en el pecho de Lucas. Me di cuenta entonces que esperaba un latido desu corazón. Su corazón nunca volverá a latir.

Page 5: 04 Renacer (claudia gray)

Uno de los pies de Lucas se movió ligeramente, y su cabeza se volvió un par de pulgadas a"¿Lucas?" Susurré. Tenía que entender que él no estaba vivo, antes de darse cuenta de lo demás."¿Puedes oírme? Soy Bianca. Estoy esperando por ti”

Él no se movió.

"Te amo tanto" Quería llorar, pero mi cuerpo fantasma fue creado sin lágrimas "por favor ven deregreso a mí, por favor"

Los dedos de su mano derecha se enderezaron, tensando los músculos, a continuación, llevandohacia atrás en su palma.

"Lucas, se puede...”

"¡No!" Lucas se apartó del piso, de mí, tropezando a cuatro patas. Sus ojos eran salvajes,demasiado aturdido para ver realmente "¡no!"

Su espalda se estrelló contra la pared. Se nos quedó viendo a cada uno de nosotros, en sus ojosmostrando ningún reconocimiento. Sin cordura. Sus manos contra la pared, los dedos curvadoscomo garras, y pensé que podría intentar cavar en ella. Tal vez se trataba de un instinto devampiro para cavar su salida de una tumba.

"Lucas, está bien" Sostuve mis manos, haciendo mi mejor esfuerzo para estar totalmente clamada.Es mejor buscar un familiar posible. "Estamos aquí contigo"

"Él no te conoce todavía", dijo Baltazar “Él nos está mirando, pero no puede ver”

Ranulf agregó "Él sólo quiere la sangre"

Con La Palabra sangre, la Cabeza de Lucas se inclinó como un depredador capturando la esenciade la presa. Yo me di cuenta de que era la única palabra que el reconoció.

El hombre Que Yo amo Reducido a un animal. Un monstruo (enfermos, vacíos, el caparazón queLucas había creído una vez que cada vampiro tenia. Me di Cuenta de que los ojos de Lucas sehabían reducido. Él le enseñó los dientes, y shokeada Pude ver por primera Vez sus colmillos devampiro. Ellos alteraban su rostro tanto que casi no lo reconocía, y que más que cualquier cosa meafecto. Su postura cambió a cuclillas, y me di cuenta que estaba a punto de atacar – a cualquierade nosotros, o a todos nosotros. Cualquier cosa que se moviera. Como yo.

Balthazar fue el Primero en moverse. Saltó – se lanzó-hacia Lucas, chocando contra él con tantafuerza que la pared detrás crujió de polvo y yeso cayó del techo. Lucas se lo quitó, pero Ranulfestaba en él medio en un intento de empujarlo a un rincón.

"¿Qué estás haciendo?" Grité "¡Detente, no le hagas daño!"

Balthazar negó con la cabeza mientras se levantaba del suelo. "Esto es lo único que entiende eneste momento, Bianca. Hay que ponerse en una actitud dominante”

Page 6: 04 Renacer (claudia gray)

Lucas empujó a Ranulf hacia atrás, tan fuerte que se volvió en mi contra, y yo choque con el viejoproyector. Un metal puntiagudo se clavó en mi hombro. Sentí dolor, dolor real, el tipo que habíaexperimentado cuando yo tenía un cuerpo real en vez de esta simulación fantasmal. Cuando llevemi mano a mi Hombro sentí una humedad caliente bajar por mis dedos y toque basura para verque era: plateado y extraño. No me había dado cuenta siquiera de que todavía tenía sangre, ellíquido brillaba como el mercurio, casi iridiscente en la penumbra.

La lucha de ellos tres en frente de mí se volvía cada vez más violenta, los pies de Balthazar hacia elpuño de Lucas dirigido a la mandíbula de Ranulf. Pero Balthazar vio que yo estaba herida y gritó:"¡Bianca, quédate lejos! ¡Estas sangrando! "

¿Qué se supone que signifique eso? Sin duda, los vampiros no beben sangre espectro, por lo queno había peligro de que me acerque a Lucas aún que estuviera en un frenesí de matanza. Por elmomento, no estaba segura de que podría estar más frenético de lo que ya estaba. Más joven ymás débil de lo que ya era, pero yo no creo que pueda soportar otra alternativa tampoco. Meenojé

Basta ya de él

Me empujé hacia ellos, la sangre en las yemas de mis dedos, y eché un vistazo a mi lado mientrasyo lloraba "¡Alto!"

Las gotas de sangre plateadas salpicaban pensé que en el aire ya que los tres chicos se echaronhacia atrás.

A mi lado, Baltasar susurró: "No entraras en esto"

Haciendo caso omiso de él, me puse en frente de Lucas. Él Se había apoyado contra la pared,mirando a su alrededor asustado como si no se le ocurriera nada más que escapar-o, tal vez,buscando a su próxima presa. La muerte había agudizado sus características, convirtiéndolo entanto más hermoso y aterrador infinitamente. Las únicas características que se mantuvieron igualfueron sus ojos.

Así que me concentré sólo en sus ojos "Lucas, soy yo, soy Bianca"

ÉL no dijo nada, sólo me miró, completamente inmóvil. Me di cuenta de que no respiraba, lamayoría de los vampiros lo hacían por costumbre, pero parecía que la muerte le había reclamadopor completo. De ninguna manera iba a dejar que eso suceda.

"Lucas" repetí "Que se puedes oírme. El chico al que amo está ahí., vuelve a mi " Una vez más,anhelaba la liberación de las lágrimas" Vuelve ". "La muerte no me puede mantener alejada de ti. Yno puede evitar que tú de mí, no, no lo permitas”

Lucas no hablo, Pero sentí que la tensión de su cuerpo se empezó a alejar. Sus Manos y hombrosse relajaron-Todavía parecía nervioso, casi enloquecido, pero una cierta apariencia de controlhabía vuelto a él.

Page 7: 04 Renacer (claudia gray)

¿Qué podía hacer? ¿Había algo que pudiera decir para obtener algo de él? Algo que recuerde…

Cuando Lucas aprendió Por Primera Vez Que Yo había nacido de dos vampiros, que tuvo quesuperar su reclusión de los no-muertos demostrando su verdadero amor hacia mí. Él podríarecordar por qué había llegado a este lugar, tal vez podría comenzar a enfrentar lo que él tambiénse había convertido.

Entrecortada, dije sus palabras, esperando que vuelva a mí. "Incluso sabiendo que eres un vampiro- no me importa. No cambia lo que siento por ti”

Lucas parpadeó y por primera vez desde que había muerto sus ojos se centraron en su totalidadMe di cuenta de que sus colmillos se había retraído, dejando sólo palidez sobrenatural y la bellezadel vampiro. En todos los demás. El Lucía como él mismo.

El Susurro "¿Bianca?"

"Soy yo. ¡Oh, Lucas, soy yo! "

Lucas me agarró a él en un increíblemente fuerte abrazo, y envolví mis brazos alrededor de sushombros. Sentí las lágrimas calientes en mi hombro, yo deseaba poder llorar, también. Nuestraspiernas se enredaron al mismo tiempo, y caímos al suelo junto.

Miré por encima de mi hombro para decirle a Balthazar y a Ranulf que nos dejen solos, pero yaestaban a mitad de camino hacia la puerta.

Una vez que estuvimos solos, me encontré con mis manos recorriendo el cabello de Lucas, leacaricié la espalda y besé su mejilla. "LO hiciste de nuevo," dije. "Estamos juntos. Vamos a estarbien. "

"Nunca pensé que volvería a verte. Pensé que habías muerto. "

"Aquí estoy. Ambos estamos aquí. "

"Entonces, ¿cómo-cómo sé que esto es real?"

"Me he convertido en un fantasma. Sólo, espectros como yo, que nacieron de lo mismo, y nacidode dos vampiros, tenemos poderes que los otros no. Puedo tener un cuerpo, si quiero, al menospor un tiempo. Si me hubiera dado cuenta antes... si me hubiera dado cuenta de...esto… nuncahabríamos de pasar por esto”.

"No lo digas." Su voz sonaba estrangulada.

Descansamos la frente contra la otra, y el contacto debería haber sido reconfortante, pero los dosestábamos tan frío.

"Mi cuerpo se siente pesado. Mal. Muerto. "Apreté las manos de Lucas en mis hombros. "Y sinembargo, esta hambre me convierte en salvaje. Me está volviendo loco. Estás de vuelta en mis

Page 8: 04 Renacer (claudia gray)

brazos-pensé que te había perdido para siempre, y aquí están ustedes, pero lo único que puedepensar acerca de esto, lo único que quiero-" No pudo terminar, pero no tenía que hacerlo. Yosabía todo lo que quería era sangre.

"Se va a mejorar." Mis padres siempre me lo había dicho, ¿y no eran la mayoría de los vampiros deMedianoche prueba de ello?

Lucas no pareció creerme, pero dijo, obedientemente, "Tengo que aguantar”

"Exacto"

Por unos momentos, simplemente nos abrazamos. La película se desvaneció, las estrellas en loscarteles de película hecha jirones que nos rodeaban parecía estar observándonos. Una audienciade ojos oscuros, sin almas. Cuando me apoyé en el hombro de Lucas, traté de respirar el aromafamiliar de su piel, pero se había ido. O bien su olor se había perdido cuando murió, o ya no teníael sentido del olfato que tenía antes, o ambos. Tantas cosas se han tomado de nosotros.

Pero no uno al otro, recordé. Tenemos que recordar eso.

Primero tuve que sacarlo del lugar, donde había sido asesinado. Teníamos que ir a un lugar mejor,más familiar. La casa de Vic, decidí. Nos habíamos escondido por ahí durante el último mes más omenos de este verano, mientras que la familia de Vic estaba de vacaciones en Italia. Nuestropequeño apartamento improvisado en el sótano, nada más era para mí reconfortante-era dondeyo había muerto la noche anterior, pero tal vez podría permanecer allí hasta que sepamos quéhacer.

"Vamos." Tomé una de sus manos en las mías. El brazalete de coral que me había dado para miúltimo cumpleaños discordante en mi muñeca. "Están esperando por nosotros fuera"

"¿Quién está esperando por nosotros?" Parecía que Lucas no podía centrarse: era como siestuviera escuchando a un teléfono celular al mismo tiempo que estaba tratando de escucharme amí. No de una manera grosera, sino que simplemente no podía evitarlo, lo que era peor.

"Balthazar y Vic y Ranulf también, regresó de Italia después de contactarlos por correo. ¿Teacuerdas? "

Lucas asintió con la cabeza. Su mano apretada alrededor de la mía, tan fuerte que casi dolía. Lucasno parecía tener ninguna manera de juzgar su nueva fuerza, y eso a pesar del hecho de que él yahabía manejado el poder cuando yo lo había mordido. Abrió la mandíbula, como si practicaramorder, una y otra vez-

Si él me necesitaba para seguir igual, con gusto permanecería a su lado. Por supuesto que eramejor estar muerto, decidí. A mí me había llevado un par de horas conseguir convertirme en unser incorpóreo. Así que no es de extrañar que le llevaría un tiempo para lidiar con convertirse enun vampiro.

Page 9: 04 Renacer (claudia gray)

Salimos de la sala de proyección y a través de la sala del teatro abandonado. La escena en elvestíbulo no era mejor: vampiros decapitados yacían arrugados en el suelo, y traté de no mirar aninguna de las cabezas abandonadas. Los vampiros no sangran mucho después de la muerte-suscorazones no laten para bombear sangre pero Lucas busco con avidez algunas gotitas en el suelo"Sé sobre tu hambre" Dije Intentando confortarlo.

"No, no lo sabes, no puedes saberlo. No hay nada como esto "Lucas en una mueca reveló suscolmillos. Sólo la vista de la sangre los había sacado de nuevo. Cuando yo fui un vampiro vivo, enparte, había experimentado el anhelo desesperado de sangre, pero yo sospechaba que Lucas teníarazón: el ansia que sentía ahora se ha intensificado más allá de lo que nunca sabré.

Salimos a la calle para ver a Balthazar, solo, apoyado en su coche en el estacionamiento vacío. Susombra se extendía, larga y amplia, en la viga de la farola cercana. Balthazar me habló a mi "Vicfue a dar unas vueltas al frente. Era la única manera de que Ranulf consiguiera distraerlo un rato”

"Está bien” le dije cuando llegamos a él " sólo permíteme salir de aquí. No quiero volver a ver estelugar de nuevo”

Balthazar no se movió. Él y Lucas acababan de verse el uno al otro. Durante años, ellos se habíanodiado entre sí: sólo como consecuencias de mi muerte fueron capaces de trabajar juntos. Ahora,sin embargo, lo que vi entre ellos era total entendimiento.

"Lo siento" La voz de Lucas fue dura. "Algunas de las cosas que te dije-acerca de las opciones, deser un vampiro, y todo eso-Jesús. Ahora lo entiendo”

"Me gustaría que pero no puedo que nunca lo entendieras" Balthazar cerró los ojos por unsegundo tal vez recordando su propia transformación hacía siglos "Vamos. Te daremos algo debeber”

Con una punzada. Me di cuenta de que Lucas y Balthazar se entendían ahora en un nivel que yonunca alcance. Por alguna razón, se sentía como una pérdida. O tal vez en ese momento, elespíritu de Lucas parecía tan alejado, todo lo sentía como una pérdida.

Balthazar nos llevó hacia el barrio más agradable en Filadelfia, donde Vic vivía. Lucas y yo nossentamos juntos en el asiento de atrás, su mano me agarró con fuerza, su mirada se centró en unadistancia más allá del parabrisas. A veces, fruncía el ceño y cerraba los ojos como una persona enagonía o con una migraña, y sus pies sin descanso contra las tablas del suelo, como si estuvieraempujándose hacia atrás, intentándolo de nuevo, o intentando pasar. No quería estar ahí,debiendo contener, todo alrededor de él ahora era sólo una cosa más entre él y la sangre quenecesitaba. Yo sabía que no debía tratar de hacerlo hablar. Después de que él hubiera tenido algode beber, entonces estaría bien. Tendría que esperar.

Balthazar rompió el miserable silencio prendiendo de radio, el jazz clásico, el tipo de cosas que mipadre solía escuchar en casa. Como Billie Holyday cantó cantando sobre cosas tontas. Mepreguntaba qué dirían mis padres ahora, y si existiese algún consejo que nos podría haber dado.

Page 10: 04 Renacer (claudia gray)

Nos separamos mal antes de que me fugara con Lucas a principios del verano, en este momento,yo les echaba tanto de menos que dolía ¿Qué pensarían de todo lo que había sucedido en losúltimo par de días?

Yo sentada al lado de Lucas –de la quietud fría y pálida de su carne, la forma en que la muertehabía iluminado sus ojos y tallados sus pómulos, y pensé con tristeza. Pues bien, él siempre mequería terminar como un buen chico vampiro.

El coche volvió a la carretera por donde Vic vivía, una zona de lujo con patios amplios que separanlas casas palaciegas. En esa casa había un gran garaje, que rara vez veía a otros cochesestacionados en la calle como ahora justo al frente de la casa de Vic. No era el tipo habitual deMercedes o Jaguar que se conducía por aquí – a menos que se dedicaran a golpear camionetas.

Algo de esto comenzó a sentirse familiar.

Me di cuenta de casi una docena de personas se encontraban en la calle y en los patios de Vic.Cuando vi una estaca en las manos de un hombre. Me di cuenta por fin que algunos de ellosestaban armados.

"¿Es la tribu de Charity?", Dijo Balthazar "¿Sigue persiguiendo a Lucas?"

Me acordé de los e-mails que Lucas había enviado justo antes de mi muerte, cuando él habíapedido ayuda a ellos, incluso la gente tenía razón para esperarnos para volverse en contra denosotros. Sus mensajes habían sido respondidos

"No es Charity", le susurré "Es la Cruz Negra"

Capítulo 2“La cruz negra” repitió Baltazar. Si no hubiera estado allí cuando La cruz negra capturó –y torturó-a Baltazar, habría pensado que él estaba demasiado calmado sabiendo que una banda decazadores de vampiros había aparecido. En cambio, podía ver signos de ira y miedo en lo profundode su mirada, su agarre fuerte sobre el volante. “Debemos irnos de aquí”

Page 11: 04 Renacer (claudia gray)

“¡No podemos dejar aquí solos a Ranulf y Vic!” dije.

Lucas se inclinó hacia adelante y susurró “¿mamá?”

Yo también la vi: Kate, la líder de célula de cazadores a la que Lucas perteneció una vez antes deescapar conmigo y la madre Lucas. Su cabello color miel, como el de Lucas brillaba en la luz delfarol de la calle; en la sombra sus brazos con músculos definidos y en su cinturón la estaca. Cuandola cruz negra se enteró de mi naturaleza y nos sacó de su célula, ellos la mantuvieron lejos,siempre creí que era por el feroz amor de Kate hacia su hijo, el cual la mayoría del tiempo estabaescondido bajo su disciplina y su deber innegable, ¿era ese amor suficiente para mantenernosahora?

“Está bien” le dije a Balthazar “Ella y los demás vinieron para ayudar a Lucas, no para cazar, ¿ves?”señalé otro cazador de la cruz negra que se encontraba en la puerta frontal aparentementecuestionando a Vic mientras él hacía un mal trabajo luciendo casual.

“Estos “amigos” fueron los que me capturaron y te descubrieron, Bianca” dijo Baltazar “Ellosvinieron para ayudar pero apenas nos vean no habrá nada a lo cual apostar”

“Necesito hablar con ella” dijo Lucas “Si ustedes quieren irse, háganlo”

Yo no estaba asustada por mí, la cruz negra sabía un poco sobre fantasmas pero no podríanherirme aunque no significaba que no tuviera miedo “¿Crees que Kate los detendría de herirte oherir a Baltazar?”

“Ella se detendría si yo se lo pidiera” insistió Lucas.

“¿Y tú?” preguntó Baltazar, sus manos se mantenían en el volante “¿Quién te detendrá?”

Lucas lo miró “No atacaría a mi propia madre”

“Eso es lo que tú piensas, espera a que sientas el olor de la sangre fresca y sientas su pulso, casicomo si te estuviera llamando, atrayendo hacia ella” Baltazar sabía de lo que estaba hablando, loprimero que hizo después de convertirse en vampiro fue asesinar a su propia hermana. Loscazadores notaron nuestra presencia en el auto y comenzaron a acercarse “Si vamos a ir tendráque ser ya”

“No iremos” Lucas estaba decidido “Puedo manejarlo, es mi mamá, no le haría daño”

Lucas salió del asiento trasero, Baltazar me miró a través del espejo retrovisor como si yo tuvieraque elegir un lado o huir, si Lucas confiaba en su autocontrol yo también confiaba en él, yosimplemente salí detrás de él, si Balthazar venía con nosotros o no me tenía sin cuidado.

“¿Lucas?” preguntó Kate, salió corriendo hacia él, una sonrisa apareció en su rostro por un brevemomento antes de que me viera. En la distancia podía ver los cazadores de la cruz negracaminando hacia nosotros y lejos de la casa de Vic, Vic reclinado contra la puerta de alivio.

Page 12: 04 Renacer (claudia gray)

“Mamá” Lucas se mantuvo en el lugar donde se encontraba mientras se preparaba para lo que seavecinaba, sus facciones mostraban lucha interna, estaba segura de que él estaba mirando lagarganta de Kate, Baltazar tenía razón, él podía sentir su pulso—sentir su sangre.

Los ojos de Kate se estrecharon cuando me vio “creí que estabas enferma” ella dijo, desconfianzay desprecio en cada palabra “tan enferma que no podías moverte”

“Lo estaba” dije “pero ahora no” no podía dar una respuesta mejor.

“Entonces no hay razones por las que Lucas deba quedarse” Kate ofreció su mano para que Lucasla tomara

“Todo está bien, puedes volver, las personas que están contra ti no son necesarias, sólo tienes queadmitir que cometiste un error”

Lucas no tomó su mano “Yo no cometí un error” Su voz era débil, sus palabras forzadas a salir, susojos brillaron en la opaca luz, yo podía sentir la locura por matar que se arremolinaba dentro de él,sin embargo, se mantuvo firme “Yo amo a Bianca, yo ya tomé mi decisión pero… estoy feliz de quevinieras”

Movimientos a lo lejos captaron mi atención, mis ojos de abrieron cuando reconocí dos cazadoresdel pequeño grupo, caminando más allá del césped de Vic, una mujer acuerpada, morena con sucabello en gruesas trenzas y otra con una tez dorada y su cabello cortado corto contra su cuerocabelludo: Dana y Raquel. Dana había sido la mejor amiga de Lucas desde que eran pequeños, ycuando mi naturaleza fue descubierta ella fue una de las que me ayudo a escapar. Raquel fue mimejor amiga y mi compañera de habitación durante mi último año de escuela en la AcademiaMedianoche, víctima del acoso de un fantasma desde que era pequeña. Ella huyó con Lucas yconmigo cuando nos unimos a la cruz negra.

Raquel también se volvió contra mí cuando supo que yo era el bebé de unos vampiros.

Ellos se amaban el uno al otro, ¿podría Raquel unirse a Dana y ayudarnos?, ¿podría Dana irse dellado de Raquel en vez del lado de Lucas, el amigo que la abandonó?

Alejé mi mirada de ellas y me concentré completamente en Lucas. Kate se encontraba a unos 2pies de Lucas, ella irradiaba desaprobación, yo podía asegurar que ella me odiaba; para Lucas ellasimplemente sonreía “Lucas, piénsalo” ella dijo “No somos sólo tu célula, somos tu familia, familiano es sólo por la sangre—es acerca de compartir, de nuestras creencias”

Lucas hizo una mueca cuando Kate dijo sangre pero Kate no pareció notarlo, ella estabademasiado enojada conmigo y demasiado preocupado por él.

“Bianca no puedo haberte dicho lo que era desde el comienzo” dijo Kate “Ella te mintió”

Aunque Lucas y yo habíamos olvidado el hecho de que en el pasado escondimos nuestros secretosel uno del otro, los recuerdos de nuestros errores del pasado permanecían.

Page 13: 04 Renacer (claudia gray)

“¿Vas a olvidar tu deber, todo lo que te enseñé y a botar tu vida por una chica que te mintió?”continuó Kate “Creo que eres más que inteligente que eso”

Él había botado su vida, muriendo literalmente sólo por vengarme. El recuerdo de todo lo que éldejó atrás sólo para estar conmigo me hacía sentir apenada, Lucas no podía notarlo –el negó conla cabeza en la necesidad de restringirse, su necesidad de sangre incrementaba, podía decir que sucontrol se rompería en cualquier instante.

“Necesito hablar contigo” La voz de Lucas sonaba confusa y forzada “Por favor, mamá, ¿nopodemos simplemente… hablar? Tengo muchas cosas que decirte, demasiadas cosas que necesitoponer en orden”

La preocupación hizo que Kate se preocupara más por escucharlo que por convertirlo “¿Lucas,estás bien?, luces pálido y obviamente has estado en una pelea—“

“Yo estoy—“La palabra bien salió forzadamente de su garganta “Necesito hablar contigo, eso estodo, necesito que estés junto a mí mientras paso por esto” Sus ojos encontraron los de Kate “Enserio, te necesito para logar esto”

La expresión de Kate se suavizó, su instinto maternal le había ganado a su instinto de pelea “Estábien”

Ella se acercó a él y tomó sus brazos, Lucas esperó quieto por instante y luego la abrazó, pudeverlo hacer una mueca al sentir la esencia de su sangre pero su control no se rompió.

Lo está haciendo, pensé entusiasmada, Lucas puede controlar su necesidad de sangre.

Los brazos de Kate se tensaron, y sus ojos se agrandaron. Me di cuenta que, por primera vez, vioque la camiseta de él estaba manchada de sangre- y que había una herida en su cuello.

La herida obviamente era causada por la mordida de un vampiro.

Me había dado cuenta de lo frío que se sentía Lucas al tacto, su mamá también.

Kate se apartó de él, dejando a Lucas caer de nuevo en la confusión. Su mano fue hacia su estaca.“¿Qué te hizo Bianca?”

Lucas dio un paso hacia ella con ojos suplicantes. “No fue Bianca mamá, escúchame”

“Dile a los otros que se vayan”- dije. Tal vez Kate tuviera la oportunidad de aceptar a su hijo en loque sea que se hubiese convertido, pero yo no quería correr riesgos con el resto de los cazadoresde la Cruz Negra. “Lucas explícate”

“Te han asesinado” La voz de Kate era casi un sollozo, “Eres un vampiro”

Page 14: 04 Renacer (claudia gray)

Hubo una oleada de maldiciones y exclamaciones por parte de los otros cazadores. Dana escondiósu rostro contra el brazo de Raquel por un momento. Eche un vistazo a Balthazar que estabadetrás de nosotros, estaba detrás del volante del coche con el motor encendido.

Lucas tuvo sus ojos fijos en los de su mamá. “Si, lo soy. No es como todos nos dijeron, mamá; soydiferente, pero sigo siendo yo. Por lo menos eso creo yo. Esto es… extraño y aterrador, y necesitosaber si hay alguna forma de seguir siendo la persona que era antes. Por favor ayúdame aconseguirlo. “

Kate se irguió. Ella nunca apartó la mirada de él, su mirada era fría y dura como el hierro. Tú eresel depósito de lo que mi hijo solía ser. Lo amaba más a nada, algo que a un monstruo algo que túnunca podrá saber-“

“Mamá, no”- susurró Lucas.

Ella hizo como si no lo oyera. “Y tú puedes burlarte con su voz y su rostro solo mientras te dejo,”Aunque su voz tembló, Kate sacó su estaca, agarrándola con seguridad. “Ahora todo lo que puedohacer por Lucas es darle un entierro digno. Y eso significa tu final.”

“¡Lucas!”- agarré su brazo para jalarlo hacia el carro, pero él se retorció lejos de mí, era incapaz decreer que su madre le hiciera eso. Luego ella giró tan rápido que el tropezó mientras esquivaba elgolpe.

Muchos de los otros cazadores corrieron hacia nosotros. Ranulf azotó la puerta de Vic, con hachaen mano brinco valientemente en la batalla a pesar de la probabilidad de ser estacado odecapitado. Ninguno me asusto tanto como lo que le estaba pasando a Lucas.

Zas! Kate golpeó primero su mandíbula, y su expresión se volvió en blanco.

Zas! Lucas bloqueó uno de sus golpes, y entrecerró sus ojos, dejando al descubierto sus dientescon rabia.

Zas! Esta vez en la golpeo. Sus colmillos se extendieron. Supe entonces que la amenaza lo habíaempujado a los extremos. La locura por la sangre se apodero de Lucas. Estaba luchando a muerte.

Yo tiraba del broche de mi pulsera de coral, la que Lucas me había regalado de cumpleaños- y miatadura a la existencia corporal. Cayó sobre el césped de Vic. Me sentía más ligera, libre.

Uno de los cazadores vino hacia mí, balanceando una estaca. Simplemente me convertí en vapor,su mano pasó directo a través de mi- sentí una extraña sensación, algo así como un calambre en elestómago. Este gritó, habría sido divertido en cualquier otro momento.

Pase por encima de la batalla, trate de adentrarme en la escena. Ranulf sin ayuda de nadiecontuvo a los 3 cazadores más cercanos a la casa de Vic. Vic corrió hacia afuera del jardín, no parapelear, pero al parecer para gritarle a Raquel, la cual al menos estaba fuera de la batalla. Danatambién permanecía al lado de Raquel, tal vez para defenderla o tal vez porque no podía atacar a

Page 15: 04 Renacer (claudia gray)

su mejor amigo, aunque se hubiera convertido en vampiro. Lucas y su madre tenían el corazónestacado en el combate. El devolvía cada puñetazo que ella le lanzaba y la arañaba cadaoportunidad que tenía, al mismo tiempo que arrojaba a los 2 cazadores que trataban de ayudar asu mamá. Él tenía ventaja, sabía que él podía matar a Kate. Y si lo hiciera, si él bebía de la sangrede su propia madre, no habría forma alguna de que Lucas se pudiera perdonar.

Al principio parecía que Balthazar solo estaría sentado en el carro viendo, lo cual me enfureció.Aceleró el motor, y con el chillido de la goma quemada, Balthazar condujo el carro directo al jardínde Vic, haciendo que los cazadores se dispersaran. Él no quería lastimar a nadie, pero no sería sinhaberlo intentado.

Quería proteger a las personas que podía. Rápidamente me reuní en una forma física sobre latierra, a la derecha de Raquel, Vic y Dana. Aunque permanecí medio transparente, fueron capacesde verme.

“¿Qué diablos?”- gritó Dana, lanzando sus brazos alrededor de Raquel como si fuera a lastimarla.

“Hazte a un lado”- dije. “Dana, llévate a Raquel y trata que los otros te sigan. ¡Por favor!”

“Hazlo”- Vic cruzó los brazos “Tú no sabes qué clase de vil fantasma Mojo es capaz de ser. Créeme.La he visto en acción. No querrás estar cerca.”

“¿Fantasma?”- susurró Raquel. Su cara palideció. “Bianca- ¿Tú estás muerta?”

“Vámonos.”- Dana arrastró a Raquel hacia una de las camionetas. Los ojos de Raquel se cruzaroncon los míos durante un torturado momento antes de que se volviera a seguirla.

“¿Um, Bianca?”- Vic trató de tocar mi hombro, pero su mano lo a travesó. “Whoa. Ok, algunos deesos viles fantasmas Mojo no serían mala idea ahora mismo.”

Un par de cazadores corrieron hacia nosotros, pero Balthazar se acercó, tomándolos por susalargados brazos. Ranulf lo celebró, pero no estaba segura cuánto tiempo más aguantaría. Doscazadores ya estaban aturdidos en el suelo cerca de Lucas, quien continuaba peleando contra sumamá con rabia ciega.

Yo tenía poderes fantasmales que eran útiles en combate, pero yo solo los había usado contravampiros. ¿Podrían matar a un humano? No estaba lista para hacer eso, incluso si los humanos encuestión parecían estar dispuestos a matarme.

“No necesitamos poderes,”- dije rápidamente “Necesitamos a la policía”

“¿Policía?”

“¡Vic llama al 911! Diles que hay…- una invasión de propiedad o que se lleva a cabo un intento derobo, ¡algo! La Cruz Negra trata de mantenerse alejado de la ley, porque quieren permanecerfuera de radar. ‘Cuando oigan las sirenas, se irán.”

Page 16: 04 Renacer (claudia gray)

Vic entró a la casa por su celular. Corrí hacia Lucas, sin estar segura que hacer pero desesperadapor evitar que fuera asesinado o que asesinara a su mamá.

Con la mirada salvaje de Lucas me di cuenta que estaba más allá de razonar. Así que grité “¡Kateno! ¡Tú no quieres hacer esto!”

“¡Déjame darle a mi hijo algo de paz!”- Ella nunca dejo de rodear a su hijo; uno de sus ojos estabaoscurecido por un puñetazo. Lucas nunca habría querido hacerle eso, nunca, si algo de su espírituestuviera bajo control.

Me deslizaba entre ellos- no es como si ella pudiera hacerme algo, suponiendo que estaba muertay todo eso. “No puedes matarlo, sabes que no quieres.”

Su mirada vino directo a mí, fijándose solo en la figura nublosa de su hijo que estaba detrás de miforma transparente. “Yo puedo y lo haré”

Mi desesperación llegó al límite. Mire a Kate, pidiéndole con cada parte de mi alma que sedetuviera y que tratara de ver que su hijo todavía estaba con ella- lo vio a través de mis ojos- hastaque sentí como mi desesperación se convertía en una cuchilla que cortaba a través de ella.

Entonces, esa fuerza extraña se apoderó de mí, arrastrándome hacia Kate en un abrir y cerrar deojos. Antes de que pudiera explicarme que era lo que pasaba, sentí que estaba entrando en ella,absorbida hacia ella. Todo se volvió negro por un instante, y cuando pude ver de nuevo, supe queestaba viendo a través de los ojos de Kate. Podía sentir su cuerpo a mí alrededor, como unaarmadura, pero con calor, respiración y latidos de verdad.

La mano de Kate soltó la estaca mientras sus pies tropezaban hacia atrás. Lo único que podíapensar era, yo he poseído a alguien. Yo he poseído a Kate. ¿Cómo lo hice? La potencia de midesesperación había actuado casi como una batería, abriendo un portal en su propio ser. ¿Todoslos espectros pueden hacer esto? No tenía ni idea. Todo lo que importaba era mi habilidad paraponer fin a esta lucha.

Lucas se vino contra mí y yo lo esquive, pero con torpeza, porque el control del cuerpo de Kate eraextraño y desconocido, algo así como mi primera lección de conducción. Yo grite — ¡Todo elmundo, vamos! — Hablar en la voz de Kate sonaba raro, pero seguí dando órdenes. — ¡Salgamosde aquí ahora mismo!

Entonces sentí una sensación aún más extraña – el espíritu de Kate, luchando contra mí, tratandode empujarme hacia fuera. ¿Podría hacerlo? Decidí dejarla, si era posible.

Al instante, me sentí dispersa e invisible, flotando hacia arriba en una bruma de ensueño. Miensueño se rompió cuando oí decir a Kate con la voz temblando de miedo, — Tenemos que irnos.

Los cazadores corrieron por sus camiones y furgonetas, respondiendo bien a su primera orden o ala última. Lucas saltó tras ella, pero Balthazar lo empujó a un lado y lo llevó hacia abajo,manteniendo su espalda.

Page 17: 04 Renacer (claudia gray)

A medida que las luces traseras se desvanecieron en el camino, Vic corrió de su casa, las dosmanos en su pelo rubio, como si estuviera tratando de mantener la cabeza junta.

— ¿Qué, yo llamo a la policía para nada?

—Primero hay que estar contentos de que la Cruz Negra se ha ido— señaló Ranulf, el cepillado ytranquilo como siempre.

— Bueno, la policía viene. Así que tal vez movamos el coche fuera del patio— Vic miró a las pistasde neumáticos profundos en la hierba y gimió. —Ni siquiera hay palabras explicar cómo voy aestar. Van a tener que inventar palabras para esto. Nuevas palabras.

Yo me coloque en medio de los chicos. — Gracias a Ranulf. Esto podría haber sido mucho peor.

Lucas se volvió hacia Vic. Sus ojos se mantuvieron estables y ciegos, sus colmillos todavíaextendidos. Con horror me di cuenta de que Lucas aún no había bebido sangre y la rabia asesinade la pelea lo ayudo en su agarre.

Se lanzó hacia Vic. Ranulf consiguió golpear Vic fuera del camino, pero Lucas fue contra él con todasu fuerza, dispuesto a destrozar a Ranulf si eso lo acercaba a lo humano, a la fuente de sangrefresca.

La mandíbula de Vic cayó. —Oh, Dios mío— dijo, de pie en lugar de salir y correr por su vida. —Esto no está sucediendo.

— ¡Vic, corre! — Balthazar dijo, tirando a Lucas de Ranulf. Vic tomó un par de pasos arrastrandolos pies, finalmente aceptó lo que estaba pasando y corrió como loco hacia la puerta de su casa.Lucas dio un codazo a Balthazar fuertemente, pero Balthazar fue capaz con dificultad, demantener su control. Él le dijo a Ranulf, —Llévalo hacia la bodega. Mantenlo allí hasta quepodamos llevarle un poco de sangre. Después de mover el coche, voy a venir a ayudarte.

— ¿Lucas?— Le supliqué. —Lucas, ¿puedes oírme?

Era como si yo no existiera. Lucas sólo quería sangre, y no le importaba si tenía que matar a Vicpara hacerlo.

Ranulf arrastró a Lucas hacia atrás, luchando con él todo el camino. Todo lo que podía hacer eraabrir la puerta de la bodega para ellos. En la distancia, las sirenas sonaron, cada vez más cerca.

— ¡Déjame ir! — Lucas gruño, arañando a Ranulf brutalmente en la cara. Ranulf hizo una mueca,pero lo mantuvo. — ¡Déjame ir!

—Hay que calmarse— dije. —Por favor, Lucas, mantente a ti mismo.

— Él no puede…escucharte— Ranulf alcanzó a decir mientras luchaba con Lucas llevándolo haciauna esquina. —Recuerdo la locura.

Page 18: 04 Renacer (claudia gray)

Lucas rugía, un sonido aterrador de los animales. Cada músculo de su cuerpo se flexiona en sudesesperada necesidad de escapar, matar y beber sangre. Ranulf podía esperar, debido a suavanzada edad y el poder, pero después de esa batalla, la fuerza Ranulf s tuvo que someterse aimposición hasta el límite. Al ver Lucas así, reducido a un loco de sí mismo, aquí en el pequeñoapartamento donde nos habíamos amado cada uno mucho, casi me destruyó.

Las sirenas se hicieron más fuerte. Lucas volvió a rugir y estrelló contra Ranulf hacia atrás contra lapared con tanta fuerza que las botellas de vino se sacudieron y Ranulf perdió su agarre. Saltó haciala puerta, y yo corrí tras de él, pero Balthazar fue por él.

Gracias a Dios, pensé. Balthazar lo pueda detener, ¡yo sé que él puede!

Pero entonces yo grito horrorizada cuando Balthazar blande una estaca y la hace girar, duro,profundamente en el pecho de Lucas.

Capítulo 3Lucas colapsó en el suelo, la estaca sobresaliendo de su pecho. Caí en mis rodillas junto a él“¡Baltazar, no!, ¿qué estás haciendo?” tomé la estaca y comencé a tirar de ella para sacarla,Baltazar puso de pie bruscamente, lejos de Lucas. Desaparecí de nuevo, saliéndome de su agarrefácilmente, “No puedes detenerme de cuidar de él”

“Piensa” dijo Baltazar “Necesitamos mantenerlo quieto mientras la policía está aquí, tenemos quecuidar de que no vaya por Vic, no encuentro otra manera de lograr eso, ¿tienes una mejor idea?”

“Debe haber otra manera, una mejor que estacarlo” insistí.

“Él está ileso” dijo Ranulf, intentando quitarse el efecto de los últimos golpes de Lucas “La estacaque atraviesa su corazón sólo lo paraliza, no lo mata. Cuando removamos la estaca Lucas estaráigual excepto por una cicatriz”

“Lo sé—pero—“Verlo allí en el suelo, inerte, muerto como había estado hace algunas horas erademasiado fuerte para soportarlo.

Page 19: 04 Renacer (claudia gray)

Baltazar se acercó, en la oscuridad de la bodega de vinos su figura parecía más imponente que lousual, lo que hacía contraste con su voz tranquila, especialmente notable “Lucas me estacó unavez para salvarme, le estoy retornando el favor”

“Probablemente lo disfrutaste” Me giré lejos de Baltazar, me di cuenta de que no podíamos sacarla estaca aún, no mientras él fuera… incontrolable.

“Hasta que consigamos sangre fresca para que beba dejarlo inconsciente es ser amable” dijoBaltazar, justo cuando me acerqué de frente a él agregó “Cuando te calmes lo suficiente comopara actuar como un adulto, lo verás de esa manera”

“Por favor, no me fuercen a escuchar sus disputas románticas” dijo Ranulf.

La petición de Ranulf era simple pero era difícil recordar todo lo que había pasado entre Baltazar yyo—todo lo que él pedía y yo no podía dar, aunque yo sabía que sus acciones no eran guiadas porcelos, me preguntaba si esos sentimientos lo hacían sentir bien al estacar a Lucas.

Baltazar había insistido en ir tras Charity el día después de mi muerte y había llevado a Lucas conél, sabiendo que Lucas estaba demasiado desolado como para pelear, Lucas se había hundido sinestar preparado. Las secuelas del error de Baltazar iban a estar para siempre en Lucas, todosuperado entre nosotros, bueno o malo.

Eso es lo que pasa cuando sales con el tipo equivocado de gente muerta, dijo una sardónica voz.

Esa debía ser Maxie, el fantasma de la casa, ella había estado conectada a Vic en su niñez, sinembargo, ella nunca había aparecido ante él o cualquier otra criatura viviente—a excepción de mí,ella había aparecido en la Academia Medianoche anticipando mi transformación en fantasma.Ahora que había muerto Maxie quería que me uniera a ella en el otro mundo, dejando todo atrás,la sola idea de ir al otro mundo me aterrorizaba pero no era algo de lo que quisiera hablar con ella.

Un silencio incomodo llenó la habitación, con un cuerpo en el suelo conversar se hacía casiimposible. Baltazar revisó la bodega de vino, pensé que sólo era una distracción hasta que sacóuna botella “Malbec Argentino, genial”

“¿Vas a sentarte allí y a beber vino?” protesté.

“Tenemos que sentarnos aquí y hacer algo” Baltazar buscó un sacacorchos, falló en la búsqueda,después simplemente golpeó el cuello de la botella contra el pequeño lavado. Salpicaduras de rojocayeron en el suelo “No es una botella cara, podemos remplazarla”

“Ese no es el problema” dije.

“¿Cuál es el problema, Bianca?” Él también estaba frustrado “¿Te estás volviendo loca porqueparezco menor de edad? Mi cara parece de diecinueve pero soy mayor de edad por cien años omás”

Page 20: 04 Renacer (claudia gray)

Él sabía que no era a lo que me refería, antes de que pusiera protestar Ranulf gimió “ahí está ladisputa”

“Está bien” dije “Tregua” estaba demasiado cansada para esto.

Aunque Baltazar me miró como si quisiera mantener el tema luego lo dejo ir, de su bolsillo él sacomi brazalete “lo recogí en el césped”

“Gracias” dije rotundamente (NT: así se traduce la palabra, supongo a que se refiere a que lo dijode una manera cortante) y me apresuré a abrocharlo en mi muñeca de nuevo. Desde mi muerteunos días atrás había aprendido que solo unas pocas cosas a las que estuve ligada en vida meayudaban a ser completamente corpórea—éste brazalete y el broche en el bolsillo de Lucas, losdos eran de materiales que estuvieron una vez vivos, eso es algo que teníamos en común. Elbrazalete aumentaba mi poder, podía sentir la gravedad a mí alrededor y ya no tenía que lucharpor mantener una forma constante.

Baltazar suspiró débilmente, tomó dos vasos del lavado y sirvió vino para él y para Ranulf. Despuésde un rato preguntó “¿Puedes tomar vino? ¿Tomar algo en lo absoluto?”

“No lo sé” dije “No parece como si necesitara comida o agua” el simple pensamiento de masticarme parecía asqueroso ahora, otra diferencia entre el mundo vivo y yo—me di cuenta.

Hay muchas cosas mejores que comer o beber, dijo Maxie, podía sentir su presencia, ¿se sentíafrío junto a mí, no tienes curiosidad de ver que puedes hacer?

La ignoré, sólo tenía ojos para Lucas, pálido y lastimado en el suelo. Un círculo de sangre rodeabala estaca, nada más: evidencia de que su corazón se había detenido para siempre. Sus rasgosdefinidos que siempre me habían cautivado –su fuerte mandíbula y pómulos altos—se veían másdefinidos ahora, lo que lo hacía guapo ahora era sobrenatural.

El improvisado apartamento en la bodega de vinos era donde habíamos vivido las últimas semanasde nuestra vida, el único momento de nuestras vidas en el que habíamos estado juntos sin reglasque nos mantuvieran alejados. Habíamos tratado de hacer spaghetti en la estufa improvisada yveíamos películas viejas en el DVD, en esa época todo parecía tan desesperado pero ahora podíaasegurar que fue la época más feliz que compartimos, tal vez la mejor de todas las que podríamoscompartir.

Estamos juntos, me recordé a mí misma, Tienes que creerlo mientras puedas, lo haremos. Esepensamiento nunca había sido tan importante pero nunca había estado tan frágil.

Escuché puertas de auto cerrándose; Vic había logrado que la policía se fuera, Ranulf y Baltazarlevantaron sus vasos para ellos mismos o para Vic, poco tiempo después de escucharon golpecitosen la puerta, Ranulf abrió y dejo entrar a Vic.

“Esos chicos no querían creer mi historia de la invasión a la casa” dijo Vic, Vic se mantuvo en lapuerta en vez de entrar “Al parecer los vecinos llamaron antes que yo y dijeron que había una

Page 21: 04 Renacer (claudia gray)

fiesta descontrolada, pienso que parecía una fiesta, no sé, me hicieron soplar para la prueba dealcohol, fue una locura” Vic vio a Lucas en el suelo “¿qué hicieron?”

“Estacarlo no lo mata” explicó Ranulf “cuando le quitemos la estaca revivirá, ¿quieres vino?”

Vic negó con la cabeza, se paró allí en su camiseta y sus jeans, incómodo y miserable mirando aLucas

“Él no… Él puede…”

“No te atacara” dijo Baltazar “Por el momento no se puede mover y no le quitaremos la estacahasta que tengamos con que alimentarlo”

Vic metió sus manos en los bolsillos y aunque sabía que Baltazar decía la verdad, no podíaobligarse a caminar más cerca.

Me di cuenta de que, independientemente de lo molesto que esto era para mí, tenía que ser cienveces peor para Vic. Él era el único ser humano en la habitación, y a pesar de crecer en una casaencantada y asistir a la Academia, la experiencia de Vic con lo sobrenatural era bastante limitado-olo había sido, antes de esta noche, cuando uno de sus mejores amigos habían tratado de matarlo.

Maxie arqueó una ceja, su sentido del humor ya estaba de regreso. , "Ya te lo dije. Vampiros yfantasmas... No es una buena mezcla. Una mezcla muy, muy mala. Somos veneno para ellos, yellos no son amigo de nosotros"

"Me encanta Lucas. La muerte no cambia eso. ‘‘

"La muerte lo cambia todo. ¿No lo has aprendido hasta ahora?", me espetó.

Maxie agachó la cabeza, el pelo rubio oscuro cayendo alrededor de su cara. Si ella hubiera tenidoflujo de sangre, pensé, podría haberse ruborizado. "Lo siento. Has tenido un par de días difíciles.No estoy tratando de decirte cómo son las cosas."

Un par de días difíciles. Había muerto, me enteré de que era un fantasma, vi a Lucas mordido yconvertido en un vampiro, y luchando contra un ataque a la Cruz Negra. Sí, eso cuenta como unpar de días difíciles.

"Solías jugar con Vic en esta habitación, cuando era un niño pequeño." Miré el lugar que me habíamostrado, en el que se sentaba a leer sus libros de cuentos para ella. "No puedes separarte deeste mundo después de haber muerto."

"Pero lo hice. Durante la mayor parte de siglo, solo... me he quedado atrapada entre el aquí y elallá, y no sabía muy bien lo que estaba pasando. A veces me apuñalaban en sueños de la genteconvirtiéndolo en pesadillas, sólo por hacerlo. Sólo para demostrar que podía afectar el mundoque me rodea. "

Yo había oído hablar de fantasmas haciendo cosas peores, tal vez por razones similares.

Page 22: 04 Renacer (claudia gray)

Maxi se sentó en el alféizar de la ventana, su largo camisón blanco parecí brillar como la luz de laluna filtrada a través de las mangas onduladas. "Como podrán imaginar, la gente generalmente nose queda mucho tiempo en esta casa. Era como un juego para mí, el ver lo rápido que podíaasustar. Pero entonces los hijos Woodson tuvieron su lugar, y Vic era tan pequeño, sólo un par deaños. Cuando me lo mostraron a él, no tenía miedo. Esa fue la primera vez en tanto tiempo queme acordé de lo que era a ser aceptado. Tener la atención de alguien. "

"Estoy entendiendo" dije-. "¿Ves por qué no puedo renunciar al mundo?"

"Humano, Vic. Él está vivo. Él me ancla a la vida y me permite que la experimente a través de él,sólo un poco. Lucas no puede hacer eso por ti, ya no."

"Él lo hace. Él puede. Lo sé." Pero yo no lo sabía. Había mucho en ser un fantasma que yo noentendía todavía.

"Hay que hablar con Christopher", dijo alentadora. "Él va a hacer que entiendas."

Me acordé de Christopher. Él se me apareció a mí, una figura misteriosa y amenazante, enMedianoche, atacándome con la intención de matarme, por lo que mi transformación en unespectro estaría garantizada. Sin embargo, cuando se me había aparecido este verano, habíarescatado a Lucas de Charity

¿Era benévolo o malo? ¿Las acciones de los espectros incluso encajaban en cualquier tipo demoral? Lo único que sabía con certeza era que Christopher tenía el poder de influenciar entre losespectros. Ahora que me había convertido en una parte, nuestros caminos estaban seguros decruzarse de nuevo.

Pensar en esto me puso nerviosa. Me las arreglé para preguntar: "Es una especie de... Espectro acargo, ¿verdad?"

"Nadie está a cargo. Pero muchos de nosotros escuchamos a Christopher. Él tiene mucho poder,mucha sabiduría. "

"¿Cómo llegó tan poderoso? ¿Es porque es ya viejo?" o había trabajado con vampiros. "¿O es, así,como yo?" Ya me había dado cuenta de mi estado, era una niña nacida de dos vampiros por lotanto capaz de morir de muerte natural y, sin embargo convertirme en un fantasma- me dieronhabilidades más de fantasmas que de los otros.

"Tampoco", dijo Maxi. ; "Él no nació para ser un fantasma, como tú. Christopher aprendió todo porsu cuenta. Él tiene esta fuerza interior increíble. Tienes que verlo, Bianca. ¿Por qué no vienesconmigo? "

Yo no podía hacerlo, Christopher podría tener una fuerza increíble que había usado para salvarme,pero él también me había atacado. El mundo de los espectros tenía dos caras y tenía miedo, yo notenía idea de cómo mis poderes estaban relacionado con las criaturas frías, no podía encontrar la

Page 23: 04 Renacer (claudia gray)

venganza que había encontrado en la Academia. Tal vez fue una locura tener miedo de losfantasmas después de que me había convertido en uno

Tal vez era una locura aún tener miedo a los fantasmas después de que me había convertido enuna yo misma, pero la idea de unirme a ellos siempre me asustó profundamente. Más que eso:entrar en ese mundo se sentía como renunciar a la vida.

"No puedo", le susurré. La cara de Maxie cayó, pero no discutió.

Me aparté del cuarto, lejos de ella, y me desvanecí de nuevo en la niebla azulada que se formó enmi mente dándole sentido a la pura nada. Lucas llenó mis pensamientos y deseé volver a su lado.

Cuando reaparecí en la bodega de vinos, inmediatamente tuve la sensación de que había pasadomás tiempo para Balthazar de lo que había pasado para mí, él había terminado su copa de vino yestaba al otro lado de la habitación, acostado en nuestra cama.

Lucas colocado exactamente como él había caído. La visión de él como un cadáver me golpeó denuevo, y me tomó toda mi fuerza no desaparecer otra vez, y así yo no tendría que soportar lapérdida por un tiempo. Él merecía algo mejor que eso. No importa lo difícil que fuera de soportar,yo permanecería a su lado.

Balthazar se dio cuenta de que estaba allí desde el principio, pero no dijo nada.

Yo no quería discutir con él nunca más, estaba muy triste por eso, muy cansada. En su lugar lepregunté: "¿No hay algo que podamos hacer por él?"

"No." Balthazar se sentó. Su pelo rizado estaba revuelto, y me di cuenta que había estadodormido. Sin duda estaba exhausto, no habían sido exactamente un par de impresionantes díaspara él, tampoco. "El impulso de matar-es poderoso, Bianca. Puede ser abrumador. Los vampirosque he conocido casi todos dominan ese impulso, pero ellos son una minoría."

"¿Quieres decir, que la mayoría de ellos terminan como-como Charity?".

Cerró los ojos brevemente a la mención del nombre de su hermana más joven. "No, Charity y suespecie son casos especiales. Individuos con la fuerza para seguir adelante, pero que han perdidocontacto con lo que significa ser humano. Ellos son los más peligrosos. Y, afortunadamente, losmás raros. "

"Entonces, ¿qué pasa con los otros?"

Balthazar se frotó la sien. Si los vampiros pudieran tener dolor de cabeza, pensaría que tenía uno."Ellos se auto-destruyen", dijo en voz baja: "Ellos se dejan tomar por La Cruz Negra, o porhumanos quienes han visto películas de terror; sólo lo suficiente para hacerse una idea. Ofinalmente por ellos mismos. Arman un incendio y caminan en ello. Prefieren quemarse queaguantar la matadora rabia por más tiempo. "

Page 24: 04 Renacer (claudia gray)

Quería decirle que no había manera de que Lucas hiciera eso, pero no pude. No, La Cruz Negra nosería capaz de llevárselo con facilidad. Pero odiando su naturaleza de vampiro como él lo hace, yaagobiado con el hecho de que había tratado de matar a su madre y a uno de sus mejores amigos-era muy posible que Lucas podría poner fin a su existencia. Él lo vería como lo que hay que hacer,la única manera de proteger a la gente.

"El hambre es más fuerte para algunos de nosotros que para otros", continuó Balthazar. "Tan malcomo que a veces anhelo la sangre... No es nada comparado con lo que algunos otros vampirossoportan. Los que se auto-destruyen son siempre los que tienen mayor hambre. Se les hace unalocura, su mente se torna al revés."

Nuestros ojos se encontraron, como si él me estuviera preguntando si tenía que seguir adelante.Pero sabía que yo necesitaba decir lo que vino después.

Balthazar, comprensivo, dijo: "Parece que Lucas es uno de los hambrientos."

"¿No hay nada que podamos hacer por él?" Dije. "¿Cualquier forma de hacer esto más fácil?"

Lentamente Balthazar se levantó de la cama y caminó hacia mí, su expresión era incierta, "Yo nocreo que podamos hacerlo más fácil, exactamente, pero hay un lugar donde podemos mantenerloalejado de la mayoría de los seres humanos, y de La Cruz Negra, también. Cuando Lucas pueda sercapaz de aprender a manejar en lo que se ha convertido. "

Me alegré hasta que comprendí lo que significaba para Balthazar. O ¿no? Seguramente él no podíaestar pensando en eso. "¿Dónde?"

Balthazar confirmó mis peores sospechas, diciendo: "Tenemos que llevar a Lucas de vuelta aMedianoche".

Capítulo 4¿Que traiga a Lucas a la academia Medianoche? Repetí, ¿te has vuelto loco? Piensa sobre estoBalthazar, Lucas estuvo en la Cruz Negra, el espío a Medianoche por ellos, La señora Bethany loodia, todos lo odian, ellos lo matarían si lo vieran.

Ellos no lo harán, no pueden insistió Balthazar, ningún vampiro puede venir a Medianoche, sinimportar la situación y corromper el santuario. No importa quién sea o que hayan hecho ellos, LaSeñorita Bethany está incluido dentro de él.

Pero la regla de la señorita Bethany, ¿no es esa? Ella puede romper las reglas, las veces que ellaquiera.

La boca de Balthazar cambio un poco, cerro su boca y luego la transformo en algo que parecía unasonrisa, algún día; ahora parecía algo muy oscuro para alguien. La señorita Bethany no pudequebrantar las normas, tú debes saber eso. Recuerda ella dejo a Charity dentro.

Page 25: 04 Renacer (claudia gray)

Cierto, la señorita Bethany y Charity, se odian una a la otra fervientemente, pero no estabatotalmente convencida de esto. Lucas podría ser un cazador de vampiros, seguramente eso eramás peligroso que cualquier otra clase de vampiro, no importaba cuan peligroso.

Algo de mi renuencia era más egoísta. Retornar a la academia Medianoche podría significar elregresar con mis padres. Por una parte siempre quise verlos otra vez aunque si salía mal estereencuentro, resultaría muy doloroso; por otro lado yo sabía que ellos siempre temían yrechazaban las apariciones. Si ellos me rechazaban – como Kate tenia Lucas- No creía podersoportarlo.

Oí pasos, en concreto pasos afuera y fui a la puerta para dejar entrar a Vic y Ranulf que traíanconsigo una bolsa, llena con lo que suponía, era sangre de vaca. Vic vino en esta ocasión, pero élno dio más que un par de pasos después de pasar la puerta. Cuando él me sorprendió viéndole, Vicdejaba la bolsa y luego tomaba una simple botella de Mountain Dew. “Imagino que debe colgar enel patio trasero por un tiempo” dijo, sus ojos se enfocaban nerviosamente en el suelo cuandoLucas y sus chicos salían afuera.

Buena idea. Llevare la bolsa de compras a la mesa plegable. Muchas gracias de nuevo Vic.

Dame otro día más y luego nosotros podremos atacar nuevamente. Eso es suficiente gracias.

Balthazar y Ranulf tomaron una pinta del saco, cada uno en un pequeño contenedor de plástico,como los que usan para servir sopa cuando vas a un deli. Lo abrieron por arriba y comenzaron abebe, mientras Lucas continuaba en el suelo. Al principio pensé que estaban siendo egoístas,aunque luego me di cuenta, del porque hacían esto: recuperaban su fuerza. Si Lucas tuvo undespertar tan salvaje cuando Balthazar había apostado a él, ellos necesitarían esto.

Tome alguna de las pintas y las puse en el microondas. La sangre siempre sabia mejor si la probabaa la temperatura del cuerpo humano. Cuando ellos estaban listos, eche un vistazo a mis amigos,Ranulf empinaba más el contenedor para absorber hasta la última gota, los labios de Balthazarestaban tintados de un rojo oscuro. Beber la sangre había sido tan delicioso, me di cuenta de loque había perdido, en parte por seguir viva.

Los chicos estaban listos. Me arrodille al lado de Lucas, poniendo las pintas a su alcance.Lentamente envolví mi mano sobre la pinta que parecían las espinas de la hoguera y seincrustaban en la palma de mi mano, imagine el dolor que Lucas habrá sentido en los segundosantes de perder la consciencia.

A la cuenta de tres, dije “uno, dos”

Tire de la estaca hacia afuera, lo que genero un sonido húmedo y desagradable. Lucas se retorcíaen el suelo, abrió sus ojos ampliamente. Inhalo, deliberadamente olfateando el aire, sabía quehabía captado el rastro de la sangre.

Page 26: 04 Renacer (claudia gray)

“Bebe”, -dije en voz baja- “Bebe”. La mano de Lucas se dirigió a un puñado de los contendedores yal instante estaba vaciando la sangre de los contenedores, tragaba con tanta fuerza que sumanzana de Adán se extendida por toda su garganta.

En cuestión de segundos, había terminado el primer contenedor, quedo reducido en el suelo, seabalanzo sobre el segundo. Drenaba cada uno de los contenedores cada vez más rápido, solo loveía fascinada.

Cuando termino, Lucas mira alrededor salvajemente, y Ranulf le lanzo otro contenedor de la bolsa,Pensé en que no había calentado estas bolsas, pero aun así las tomo muy rápido, Cuando elrecipiente cayó al suelo, ya no podía ir por ninguna más – paso su lengua alrededor de su bocacapturando las gotas perdidas, levanto sus manos y llevo a su boca sus dedos para succionar cadauna de las gotas de sangre restantes.

Estas bien, pregunte.

Bianca, - Lucas se volvió a mí, mi cuerpo se encontraba tenso, pero su expresión ya no era como lade un animal- era más como el mismo. Esto no podía ser una alucinación, Tu realmente estas aquí.

Realmente aquí. ¿Cómo te sientes? En lugar de responderme, Lucas me atrajo a sus brazos, meabrazo muy fuerte, como si fuera una emoción humana, estaba agradecida por eso. Sus manos sedeslizaban entre mis cabellos, no sé si pudo sentirlo más o menos real para él. Yo solo estaba ahímuy presente en ese instante.

Repetí, ¿Cómo te sientes?

Mejor, Sus palabras vinieron vacilantes, Después, lo único en que podía pensar en este momentoera que estaba aquí – No, no podía pensar- “Solo estaba hambrienta…. ahora”

Estas bien ahora

“Siempre que estás conmigo” su voz era fuerte, me di cuenta que aún tenía problemas. La sed desangre no era el único problema, él se alejó de mí, quitando mi mano del suavemente, levanto suvista hacia Balthazar y Ranulf. No soñé con ustedes dos tampoco.

Bienvenido a la muerte, dijo Ranulf alegremente, no es tan malo cuando le hayas el truco a esto.

Gracias amigo, Lucas solo asintió ante Balthazar, al parecer recordaba la conversación que habíasostenido con él Luego él se congelo, su cara se tornó como si estuviera enfermo. Me pregunte sihabía bebido la sangre muy rápido, hasta que susurro: Mama, Vic. Iré después –quiero-

Todos están bien, tú no dañaste a nadie, cerré mis dedos alrededor de su rostro.

Podría haberlo hecho, yo quería, Luego algo en los ojos de Lucas me hizo pensar si no quiso decirrealmente “Mama nunca querrá volver a hablarme nuevamente”

Page 27: 04 Renacer (claudia gray)

Balthazar se cruzó de brazos, ¿realmente quiere volver a hablar con ella, después de lo que en quete has convertido?

"Eso no funciona así", le dije. Le comente amargamente como mis padres y yo nos separamos, yoquería volver a verlos todos los días. Cuando mis ojos se encontraron con Lucas, pude ver que élsentía lo mismo. Comprendió la repulsión de Kate y la desconfianza en su nueva naturaleza, él lacompartía.

Ranulf dio un paso adelante, ayudando como siempre. "Vic no tiene mala voluntad. Él está fuerabebiendo el rocío de la montaña y se alegra de verte a ti mismo de nuevo."

Lucas negó con la cabeza. "Él no puede querer estar conmigo después de que fui por su garganta."

"Creo que esta algo... abrumado por los acontecimientos del día, pero él no te abandonará", dijoRanulf.

"Ninguno de nosotros". Quería abrazarlo otra vez, pero Lucas se mantuvo distante, centrado haciasu interior. Cuando mire a Baltasar, se sacudió un poco la cabeza, una advertencia para que no meempuje. El control que Lucas había ganado era temporal, y todos lo sabíamos.

"Chicos ¿Pueden darnos unos minutos?" Lucas dijo, corriendo una mano por el pelo de oro oscuro,que era aún más revuelto que de Balthazar. "Me alegro de verte a ti ya todo, pero Bianca y yotenemos que hablar".

Seguro, Balthazar le dio un codazo a Ranulf, vamos, ayudemos a Vic, con la reparación deviviendas.

Luego de que la puerta se cerró tras ellos, Lucas y yo nos miramos uno al otro, y la tristeza quemostraba era tan dura que dolía verla, Recordé como unos años atrás, cuando me entere que élestaba en la Cruz Negra, como había escapado de Medianoche, como se habían enfrentado entresí a través de un panel de vidrio de color, sin poder creer que había alguna forma de quepodríamos estar juntos de nuevo. Me podía imaginar perfectamente, cada sombra de la copa,como si aún colgaba entre nosotros.

"¿Cómo fue para ti?" Le pregunté. "¿Estar muerto?"

“No puedo recordar nada acerca de eso” Lucas inclino la cabeza hacia atrás de las patas de la mesaplegable, dando una exhalación al cansancio que daba volver desde la tumba. El permaneció en elsuelo, incapaz de moverse. Ahora que Balthazar me aposto – sonaba raro el decirlo- como sea.Bueno soñé que Charity nos perseguía después de esto”. Rio a medias, con un sonido amargo yvolvió su vista al techo “La última cosa que necesito es tenerla a ella en mis pesadillas”

Me estremecí, Charity se miraba inocente, con su rostro juvenil y desaliñado, su aparienciaendeble, pero ella era todo lo contrario. Me imagine que podía tener pesadillas sobre ella parasiempre, si es que aun podía soñar. No estaba segura de eso.

Page 28: 04 Renacer (claudia gray)

¿Te gusto esto? pregunto, fijándose en mi nuevamente. ¿Te convertiste en fantasma deinmediato, o hubo algún momento entre? Sería bueno pensar que tienes un anticipo del cielo.

No hubo ninguna prevista, cruce mis brazos sobre mis rodillas y apoye mi barbilla ahí, Pienso queme convertí en fantasma instantáneamente, pero me tomo un tiempo comprender que pasaba,entraba y salía constantemente.

¿Piensas que habrá un más allá para los vampiros? o todos iremos al infierno si es que existealguno.

“¡No digas eso!”

El agua bendita me quema. Nunca podré volver a poner un pie en tierra consagrada, dijo Lucas.Dios ha puesto claramente su posición, ¿no lo crees?

Me tomó la cara con las manos. "Sé que odias esto, pero hay maneras de seguir adelante, paradisfrutar de los próximos años Piense en esto:.. Somos inmortales ahora Perdimos otra vez, pero almenos, no tendremos que hacerlo de nuevo.

Lucas se apartó, cortando la comunicación entre nosotros. Poco a poco el mismo se puso de pie.Camino unos pocos pasos más alejados en nuestro improvisado departamento en la bodega devino, el estudio como si lo viese por primera vez, la placa caliente, el colchón de aire en unbastidor de la cama, los cajones de cartón que contenía nuestras cosas. Hubo ocasiones en lasúltimas semanas cuando pensaba que esto era el lugar más perfecto y romántico en la tierra.Ahora parecía vieja y pequeña, su belleza, sólo era nuestra última ilusión compartida.

Él dijo: "Bianca, no sé si puedo hacer esto."

“Tú dices eso porque tú quieres que lo crea. No porque tú quieras hacerlo”

“Te estas rindiendo sin siquiera intentarlo”

Lucas volvió a mí, con ojos angustiados. Voy a intentarlo, Jesús, Bianca, ¿piensa que no quiereintentarlo por ti? Por mucho que yo odie esto- esta hambre dentro de mí, el frío y me disguste elcómo se siente la muerte- si significa algo para ti, lo intentare.

Tú lo harás, debes aprender a manejar el hambre, lo prometo

¿Cómo se supone que eso sucederá? hizo un gesto señalando a los contenedores vacíos sobre elsuelo. Esas son tres pintas de sangre. Es como mucho lo que puedo hacer bien, tomo la segundapara no hacer frente a esa primera bolsa y poder descansar de inmediato. Cuando pienso en Vicallá afuera – no es acerca de Vic nada más, es sobre el hecho que él está vivo y que ha tenido lasangre que podía tomar, en unos pocos minutos-

Tenemos más sangre, bebe tanta como necesites. Podemos traer más. Pero es una solucióntemporal, y lo sabemos.

Page 29: 04 Renacer (claudia gray)

El necesitaba una esperanza, solo una sugerencia nos dio una esperanza. Dejo de lado misobjeciones y temores acerca de mis padres, el plan de Balthazar es lo mejor que tenemos.

Las clases inician en dos semanas, le dije. En Medianoche, tú tienes que regresar ahí.

Lucas me miró por un segundo, y luego golpeó la cabeza contra uno de los bastidores de vino paraque las botellas sacudieran. "Grandioso. Ya estoy escuchando cosas. A mitad del camino a lalocura."

"No estamos escuchando cosas. Tienes que inscribirte en la Academia Medianoche de nuevo comoun estudiante, un estudiante de vampiro esta vez, y van a cuidar de ti."

"¿Cuidar de mí? Bianca, la última vez que estuve allí, fui con los chicos y quemamos el lugar."

Me acordé de lo que Balthazar había dicho y me aferre a eso. "Eres un vampiro ahora. Si preguntaspor el santuario, la señora Bethany tiene que dártelo. No podría ser amable exactamente, pero tedará un lugar para quedarte, y una mucha sangre para beber, y consejos sobre cómo lidiar con elhambre. Durante semanas o meses, independientemente del tiempo que necesites. "

"O años", dijo Lucas. "Balthazar regresaban por años."

Balthazar había asistido a la Academia Medianoche, por diferentes razones, pero la principal era laverdadera misión de la escuela: ayudar a los vampiros jóvenes de aspecto pasar por humanosmanteniéndolos al día con el mundo moderno. Yo no estaba dispuesta a que Lucas llegase a talpunto, sin embargo. Lo último que necesitaba oír fue lo bien que podían manejarse los demásvampiros.

Lucas añadió: "Además, no importa lo mucho que me odien. No iremos a la Academia Medianocheporque es peligroso para ti."

"¿Para mí?" Apenas había tenido un momento para considerar esto, pero Lucas tenía razón.Sabíamos de los acontecimientos en la escuela el año pasado que la señora Bethany ya no erasimplemente la directora en Medianoche, que también utilizaba la escuela como un medio deencontrar-y tal vez la captura de fantasmas-como yo. ¿Por qué estaba haciendo esto? sigue siendoun misterio, pero no había duda de que ella detestaba los espectros. Lo que ella fuese no podía serbuena para nosotros.

Al ver la realización en mi cara, Lucas asintió con la cabeza. Su expresión se había vueltoverdaderamente sombría. "Ya he atornillado las cosas tan mal que se murió", dijo. "De ningunamanera me he de volver a un lugar en que la situación podría empeorar aún más."

¿Qué más podíamos hacer, sin embargo? Me obligué a ser valiente. "Vamos a averiguarlo".

"No me pidas que vaya sin ti. No podía soportarlo." Lucas dijo simplemente, es obvio, si se separóde mí, la cuerda delgada de la voluntad que lo mantuvo complemento serio.

Page 30: 04 Renacer (claudia gray)

"Si tú vas a la Academia Medianoche, me voy contigo."

"Bianca, no. Es demasiado peligroso."

"Lucas, sí." Él siempre quería que me protegiera contra todo riesgo, pero ya era hora de un test derealidad. "¿Es más peligroso para mi ser un vampiro en una celda de la Cruz Negra? Lo hice poreso, y voy a hacerlo a través de esto. Además, hay fantasmas que llegaron a Medianoche sin serdestruidos por la señora Bethany. Maxie una de ellas. Se puede hacer. Por lo menos sé que hayque tener cuidado. "

Lucas no parecía muy convencido: Nosotros podríamos hacer algo, podrían encerrarme en algúnlugar y después yo….

¿Después pararas de buscar sangre? mantuve mi voz baja, para aminorar el peso de la siguientespalabras “Eso no sucederá” y no pienso convertirte en un prisionero en alguna base o en algúnlugar. Te estoy diciendo que podemos hacer esto. Tenemos que.

No me gusta

A mí tampoco, pero vas a estar bien. Tendrás un soporte ahí, un suministro de sangre y otrosvampiros podrán ayudarte a manejar esto. Ranulf y Balthazar irán contigo, y te prometo que Vicregresara también, ¿recuerdas?

Sus ojos verde oscuro se abrieron ampliamente, sabía que Vic no era una fuente de consuelo paraél, no era una amiga, él era una presa.

Rápidamente añadí, Tú podrás estar alrededor de Vic, con otros que podrían ayudarte,eventualmente esto se verá más fáciles.

Lucas se quedó mirando el suelo, y me odiaba por ser tan expresiva, tan casual. Tal vez queríaaprender a soportarlo, pero no sería fácil. No ayudó a nadie tampoco, pretendiendo que yopretendo que puedo.

Me acordé de lo que Balthazar había dicho, acerca de que los vampiros prefieren ir dentro de unincendio en lugar de ir adelante. Lucas sabía mejor que nadie cómo destruir el cuerpo de unvampiro.

"Está bien. No será fácil", le dije. "Esto nunca lo ha sido. Y eso nunca nos mantiene separados."

Extendió sus brazos, y me encontré con ellos. Ya su abrazo se había enfriado, pero aun así fueLucas, quien sigue.

En mi pelo, Lucas susurró, "¿Podría ser que solo te veo en mis sueños?"

"Mientras que mi broche, puedo llegar a ti."

Page 31: 04 Renacer (claudia gray)

Frunció el ceño, luego sacó el broche de su bolsillo trasero. La flor de chorro de Whitby, tallada,había sido un regalo de él a mí cuando se fue nuestra primera cita. Lo había llevado con él cuandoentró en la pelea, a morir, era lo único que me había permitido llegar a él. "¿Por qué el broche?

"Las cosas que unido a espectros fuertemente en la vida, cosas significativas, como este broche, omi pulsera, o la gárgola fuera de la ventana de mi antigua habitación, bueno, podemos usarlaspara viajar. Son como paradas en una línea de metro , puedo viajar a ellos, sólo una especie deaparecer dondequiera que se encuentren La pulsera de coral y el broche de chorro sonespecialmente poderosos, porque son hechos de materiales que alguna vez fueron seres vivos "..Cerré la mano alrededor del broche. "Así que, mientras se mantenga contigo, siempre voy a sercapaz de encontrarte. Ves, todavía tienes una manera de asegurarte que estoy a salvo."

"Medianoche", dijo. "Está bien." Me di cuenta de que no le había convencido tanto como éldesgastado. Albergaba aún más miedo acerca de lo que pudiera sucederme más que lo que lepudiera pasar a él. Pero al mismo tiempo realmente no tenía otro lugar para volver.

Nos abrazamos de nuevo, con más fuerza esta vez. Qué mal me quería creer que Lucas habíaencontrado una razón para la esperanza. A pesar de que nos abrazamos, sin embargo, me dicuenta de que estaba mirando por encima del hombro, mirando a la sangre.

Capítulo 5“Descansar” dije mientras entraba al cuarto de hotel en el centro Filadelfia por el que Baltazarhabía pagado. El hotel era ridículamente lujoso, edredones blancos de algodón sobre camas deplataforma alta—demasiado limpio para muertos vivientes manchados con sangre seca “Nosotrosdos necesitamos descansar”

“¿Puedes dormir?” preguntó Lucas, él se había alimentado de nuevo en el camino, ahora tenía unaspecto medio mareado que reconocía como sobrealimentación—como mamá y papá el día deacción de gracias, teníamos que darle todo lo que pudiéramos; era la única manera deasegurarnos de poder caminar juntos por el lobby sin escondernos, él podía cometer un accidenteen cualquier momento.

“No estoy segura de sí los fantasmas necesitan dormir, a veces necesito como… desaparecer perono es lo mismo”

“¿A dónde vas? Cuando despareces”

Me encogí de hombros, había muchas cosas que no sabía de mi naturaleza fantasma.

Page 32: 04 Renacer (claudia gray)

“A algún lugar del que puedo regresar, eso es todo lo que importa”

El asintió con cansancio, a través de las delgadas paredes del hotel podía escuchar a Baltazaraventar al suelo su equipo, decidimos pasar los últimos días antes del semestre en el hotel porquelos padres de Vic llegarían pronto de Italia. Vic tendría suficientes problemas con el céspeddesgarrado sin una infestación de vampiros en su sótano.

También, necesitábamos darle espacio a Vic, él y Lucas no habían estado cara a cara desde elataque, por mutuo acuerdo. Era obvio que Vic intentaba aceptar todo en bueno términos perotambién le tomaría un tiempo.

“¿Por qué los vampiros necesitan dormir? No tiene mucho sentido” Lucas se quitó las botas y susjeans, ahora que sólo estaba usando sus bóxers y una camiseta (NT: le dicen camiseta en mi país,también esta playera, remera, entre otros términos) podía ver que todo su cuerpo había adoptadoesa esculpida belleza vampírica. La camiseta marcaba los músculos de su pecho.

Incluso si había perdido mi cuerpo mortal aún podía desear.

Apagué una de las lámparas cercanas a la ventana y cerré las pesadas cortinas que mantendríafuera la luz del día en la mañana, Lucas se había alimentado hace poco y la luz no le haría daño, sinembargo él odiaría el deslumbramiento “Mamá solía decir que era nada más que un hábito, elcuerpo continúa haciendo lo que sabe que debe hacer, ¿te diste cuenta de que sigues respirando?,lo continuarás haciendo, incluso si estás dormido”

“Pensé que no necesitaría aire nunca más” dijo Lucas como broma pero no funcionó. Podía decirque el acababa de darse cuenta de que nunca más sentiría el alivio de tomar aire o de una miradacordial.

Lucas colapsó sobe la cama, hundiéndose en las almohadas de plumas, tal vez él habría podidocaer dormido de inmediato pero yo tenía otros planes.

Cuidadosamente intenté quitarme mi pijama, no se sentía como ropa, no como lo recordaba, nosabía si podía quitármela.

Me la quité, la pijama cayó al suelo y despareció, esperaba que volviera pero en un rato.

Cuando entré en la cama junto a él vi una sonrisa en su rostro, era el primer signo de placer quehabía visto en él desde su resurrección “¿Esto aún funciona?” murmuró Lucas “¿Tú y yo?”

“Descubrámoslo”

Él me tomó en sus brazos, ambos nos sentíamos fríos al tacto pero eso era normal para nosotros,para lo que nos habíamos convertido. Delicadas líneas se formaban a nuestro alrededor sobre lassábanas cuando nuestros labios se encontraron con gentileza. Al comienzo Lucas parecía inseguro,de su reacción y de la mía que me sentía insoportablemente tierna hacia él, como si todo lo que

Page 33: 04 Renacer (claudia gray)

quisiera hacer fuera aferrarme a él como una manta y refugiarlo de todo lo que habíamos tenidoque pasar.

Su boca se abrió bajo la mía y sus dedos se enredaron en mi cabello, la única cosa que llevabapuesta era el brazalete de coral que me mantenía sólida, que hacía esto posible.

Lo hicimos, pensé, todos los momentos difíciles parecían desaparecer, estamos de nuevo en lo quecomenzamos, la muerte no nos lo puede arrebatar.

Nuestros besos se intensificaron y se volvieron más profundos, las manos de Lucas seguían siendocomo lo eran, fuertes y familiares, me tocó de la misma manera, sentí placer pero uno más suave,difuso y abarcando todo, pero esto no era de menos para haber cambiado. Mientras mi seguridadcrecía, pasión se construía entre nosotros, parecía que mi gozó en él fluía a través de nosotros.

Él me volteó en mi espalda, entonces su expresión cambió, vi sus colmillos, entendí y luego sonreí.Yo también sentí la urgencia de morder, no tan fuerte porque no necesitaba sangre pero sexo ycolmillos siempre estarán juntos para mí.

“¿Necesitas beber?” me arqueé contra él y dejé mi cabeza ir hacia atrás, exponiendo mi cuello.Lucas tomó aire “Bebe de mí”

Con un gruñido él hundió sus colmillos en mi cuello, sentí el dolor, como si tuviera un cuerpo denuevo y eso era una rara clase de placer también. Mis manos se apoderaron de él con fuerza porsu espalda, rindiéndome ante su hambre—

—hasta que él se alejó gritando de dolor.

“¿Lucas?” me senté en seguida, agarré la sábana conmigo “¿Lucas, qué pasa?”

“Quema”

Tropezó con la cama con sus manos en su cuello, se ahogó y escupió, sangre gris de fantasmamanchó el piso brevemente antes de desaparecer. Olfateé humo y encendí la luz de un lado de lacama, en la alfombra podía ver pequeñas marcas de quemadura, luego me di cuenta de que lassábanas también estaban quemadas donde cayó mi sangre. Puse mi mano en la herida de micuello, pero ya estaba cerrada. La piel cosida bajo mis dedos, sentía una sensación de cosquillas.

Por un momento sólo nos miramos, la única cosa que me animé a decir fue “ahora sabemosporque los vampiros no beben sangre de fantasma”

“Sí” Lucas hizo una mueca mientras hablaba, su voz estaba ronca, me di cuenta de que sus labios,lengua y garganta tenían rastros de quemadura. Los vampiros se curaban rápido pero no deinmediato, cualquier lugar que tocáramos sería fuente de dolor para él justo ahora.

Tal vez el vio la lástima en mis ojos porque él se dio vuelta “Deberíamos ir a dormir” él tiro de lacubierta de las sábanas blancas de la otra cama.

Page 34: 04 Renacer (claudia gray)

“Lucas, esto no tiene que tratarse siempre de beber sangre, recuérdalo”

“Lo sé” él cayó en la cama pesadamente, como si no pudiera soportar su cuerpo “Lo… lodescubriremos”

Pensé que podía argumentar pero éste no era momento, simplemente apagué la luz y me deslicébajo las cobijas, fría y sola en la gran cama. Después de unos pocos segundos me sentí sin razónalguna para mantenerme corpórea así que me quite el brazalete y me disolví en una azul, vacía ymística versión de mí misma.

Demasiado para pensar que la muerte no podría arrebatárnoslo.

“Última oportunidad para cambiar de opinión” dije unos días después mientras Lucas tomaba suspocas posesiones temprano en la mañana el primer día de escuela, por un momento me arrepentíde la broma, sería desastroso si Lucas cambiaba de opinión, no teníamos un plan B.

Pero Lucas trató de sobrellevar esto. “Siempre tuve la intención de obtener un diploma algún día.Supongo que después de la muerte cuenta como algún día. Eh?” Trató de sonreír para mí, pero nollegó muy lejos. “¿Se siente raro? ¿Verdad?”

Esa fue la primera vez que me di cuenta que él había muerto como un marginado del undécimogrado. “Si, un poco.”

Estos días no habían sido fáciles para nosotros. Teníamos que mantener a Lucas sobrealimentadocon sangre, y él mayormente se negaba a abandonar el cuarto. Yo había memorizado el horario delas camareras del hotel, por lo que podría hacer que Lucas las evitara. Lucas seguía pensando queEve corría mucho riesgo por mí, y no estaba segura de no estar de acuerdo. Pero, ¿qué otrasopciones teníamos?

La luz del amanecer iluminó los bordes de la cortina de la ventana del hotel cuando Lucas seencogió de hombros en el suéter del uniforme— Balthazar había ordenado un suministro paraellos online. Él se había vuelto un poco más alto y mucho más musculoso desde que había sido unestudiante de Medianoche, por lo que el suéter estaba un poco apretado, pero en el buen sentido.“Te ves muy bien, dije. Me recuerda a cuando nos conocimos.”

“Cuando traté de salvarte de los vampiros.” Lucas hizo una pausa, y luego se acercó a mí y puso sumano en mi mejilla. “Tú sabes que la única razón por la que estoy haciendo esto es para que yopueda volver contigo, ser suficientemente decente para ti, saber cómo actuar. Lo entiendes,¿verdad?”

“Lo hago”.

“Y vas a tener cuidado, ¿no? ¿No vas a correr ningún riesgo en Medianoche?”

Page 35: 04 Renacer (claudia gray)

“Voy a tener mucho cuidado.” Tomé su mano en la mía y le besé la palma. Entonces me quité elbrazalete de coral y plata, volviéndome media transparente mientras lo dejaba caer en los dedosde Lucas. “Toma esto contigo. Yo llegaré allí.”

“¿No lo quieres contigo? ¿Por si acaso? No puedes permitirte el lujo de perder esta cosa, y elbroche ya está en mi bolso.”

“No es como que lo pueda llevar conmigo”, señalé. “Cuando voy a viajar incorporalmente, nadafísico puede viajar conmigo. Además, no podría estar en cualquier lugar más seguro que contigo.”Doblé su mano alrededor de la pulsera.

Se inclinó hacia adelante, como para darme un beso. Ahora yo era incorpórea, una sombra suavede niebla azul con la vaga forma de mi cuerpo, nuestros labios no podían tocarse. Pero un poco deLucas pasó a través de mí, un cosquilleo leve fresco que me hizo estremecer, al igual como hubierasido nuestro beso.

Justo cuando empecé a sonreír, sin embargo, hubo un golpe en la puerta: Balthazar. Tiempo deirse.

Después de que se había iniciado el largo viaje desde Filadelfia, me preparé para mi propio viaje.Maxie me había dicho que los espectros se mantenían unidos a ciertos lugares y cosas que habíansido significativos para nosotros en nuestras vidas. Yo siempre podía viajar con ellos, no importa lolejos que pueda estar. No estaba segura de lo que cada uno de esos lugares fue, sin embargo,aunque yo tenía ideas: el viejo árbol de arce en Arrowwood donde me gustaba jugar de niña, elteatro donde Lucas y yo habíamos ido en nuestra primera cita, y tal vez la bodega donde habíavivido nuestras últimas semanas. Estos eran sólo teorías, sin embargo.

El único lugar donde sabía que podía viajar fue el primero al que fui por accidente: la academia deMedianoche, específicamente la gárgola que se había posado fuera de mi dormitorio.

Vagué en la oscuridad de la niebla, y al principio la sensación era deliciosa como el sueño, tantentador. Pero mi mente se mantuvo centrada en la gárgola. Había pasado tanto tiempo mirandosu espaciosa sonrisa con colmillos que podía imaginarlo perfectamente: Las garras de piedra,espalda encorvada, las alas puntiagudas. En pocas palabras me imaginé la forma en que habíasentido la piedra bajo mis manos, fría y dura.

Entonces pude sentirlo.

El mundo a mí alrededor se aclaró. Yo estaba en lo alto de la gárgola, que hubiera sidoampliamente incómodo si hubiera estado viva, pero estaba muy bien ahora ya que podía flotarcuando quería. Volutas de hielo se reflejaron a través de la ventana, anunciando la presencia deun fantasma.

Page 36: 04 Renacer (claudia gray)

¿Mis padres podrán verlas? Ellos las habían visto la primera vez que accidentalmente había venidoaquí. En lugar de darse cuenta que era yo, ellos se habían asustado, creyendo que la escarchavenía de otros fantasmas que habían invadido Medianoche.

No invadieron, me recordé. Ellos fueron arrastrados aquí por los estudiantes. Traídos aquíespecíficamente por la Sra. Bethany. Tuve que permanecer en guardia.

No oí nada en el apartamento. Era probable que mis padres estuvieran abajo, ayudando a la Sra.Bethany con la bienvenida a los estudiantes. Mirando hacia abajo, vi que los primeros ya habíancomenzado a llegar. Sobre todo los seres humanos, en este momento, demasiado ruidosos ydemasiado felices, pero de vez en cuando figuras silenciosas, vestidas de negro recorrían a travésde la multitud como si pertenecieran aquí más que nadie. Ellos si pertenecían más aquí, ellos eranlos vampiros.

Rápidamente yo brillaba a lo largo del costado del edificio, invisible excepto por los rastros dehielo que dejé atrás. Al principio sólo quería tener una mejor vista, pero luego me di cuenta: Algose sentía extraño en la escuela.

Bueno, gran sorpresa. La academia Medianoche era bastante echa de lo extraño. Esto eradiferente, sin embargo, algo que nunca había sentido antes, como si, en algunos lugares, laescuela estaba empujándome, tratando de mantenerme fuera. Probablemente era algo que sólolos espectros podían sentir. En aquellos lugares, sentía como si estuviera siendo observada justo através de las paredes. Curioso, me moví a lo largo del edificio, dejando rastros de escarcha en lasventanas a mi paso. Aunque hubo lugares en los que podía entrar en la escuela, había otros en losque no podía. Y un solo lugar, el área en la parte superior de la torre sur, justo encima delapartamento de mis padres, lo sentía apagado para mí por completo, de una manera que me dioescalofríos.

Así que no vayas allí, me dije. No es como si hubiera tenido una sola razón para ir allí antes.Mientras puedas entrar por cualquier lugar del edificio, podrás ver a Lucas. Nada más importa.

Sin embargo, el conocimiento de una extraña amenazadora energía me hacían preocupar. Melancé hacia debajo de nuevo, lo mejor para salir de ella y ver a los recién llegados, que era lo quetenía que prestar atención en cualquier caso.

Cuando presté más atención en el grupo, vi mi primera cara familiar y sentí un cálido resplandorde felicidad que podría haber sido una sonrisa. Patrice!

Patrice Deveraux, mi compañera de cuarto durante mi primer año en Medianoche, salió de unadelgada Lexus gris. Su versión adaptada del uniforme escolar le daba el aspecto de sofisticado yelegante, incluso en una falda escocesa y un suéter, y su cabello ahora rebotaba con sus rizosnaturales, un halo de espesor oscuro que era apropiado para ella. Se había saltado el año pasadopara divertirse en Escandinavia con su nuevo chico, pero uno de ellos había roto, probablementePatrice, que parecía pensar de los hombres como accesorios de moda principalmente.

Page 37: 04 Renacer (claudia gray)

A pesar de su obsesión por las apariencias y el lujo, Patrice tenía un espíritu especial que hizo queella me agradara. Más o menos para mí sorpresa, ella había intentado llegar a mí durante elverano después de que había huido, lo que me demostraba que ella no era tan imprudente comoa veces pudiera parecer. Me hizo feliz recordar que no todos los vampiros en la academiaMedianoche eran siniestros y amenazadores. Además, esa fue la primera vez que la había vistodesde que había muerto. Me hubiera gustado haberle dicho hola, pero por supuesto eso eraimposible.

Justo antes de que Patrice entrara, se detuvo en la puerta y miró hacia arriba, al lado donde yo memovía. ¿Podía verme? Me di cuenta rápidamente que no podía, pero la coincidencia fuesorprendente. Patrice vaciló un segundo más antes de reajustar sus gafas de sol y entró.

Unos pocos rostros familiares comenzaron a aparecer, tanto vampiros y humanos, sobre todogente que no conocía demasiado bien, pero había compartido las clases y hablado de vez encuando. Un par de profesores, también, tanto el Sr. Yee y el profesor Iwerebon se mezclaron entrelos recién llegados, saludando a los padres. Busqué a mi madre y a mi padre, media asustada,media esperanzada, pero ninguno hizo acto de presencia. Entre los alumnos humanos, no vininguno de mis viejos amigos, pero reconocí algunas caras como Clementine Nichols, cuyo boletoa Medianoche había sido su embrujado carro familiar, y Skye Tierney, que había sido compañerode laboratorio de Raquel. Ella había dicho que Skye era “buena gente, básicamente.” Viniendo deRaquel, que odiaba a la mayoría de la gente en un principio hasta que le den una razón parapensar de otra manera, era un gran elogio.

Y sin embargo, nunca traté de tener una verdadera conversación con ella, o con muchas de estaspersonas. ¿Cómo pude nuca preguntar a Clementine como se sentía tener un carro embrujado?Debería haber estado más cerca de la gente con más frecuencia. Nunca había sido muy sociable,pero la muerte me hizo sentir más sola, de alguna manera.

El coche de Woodson por fin apareció, y Vic y Ranulf aparecieron. Cada uno llevaba el uniformereglamentario, pero Vic tenía una gorra Phillies, como era costumbre -y para mi deleita, Ranulftambién llevaba puesta una.

"¡Que sorprendente!" la Sra. Bethany salió de la escuela, como si pudiera sentir desviaciones delprotocolo de distancia "Señor Woodson, su influencia para vestir al señor White es profunda ylamentable"

"Vamos a quitárnosla antes de clase" prometió Vic, andando a su alrededor "Absolutamente"

"Mira lo que haces"

La señora Bethany los vio irse, sus penetrantes ojos los siguieron como un halcón sigue a su presa.Se veía sombríamente hermosa con su cabello peinado sobre su cabeza y sus largas uñas pintadasde carmesí. Pero la única cosa que podía pensar era sobre la última vez que la vi -durante elataque que se había llevado a cabo en la sede de NY de la Cruz Negra. Había matado al padrastrode Lucas frente a mis ojos sin vacilar. La directora de Medianoche cumplía sus ideas de la ley,

Page 38: 04 Renacer (claudia gray)

completamente, ya sea que busque venganza por un ataque de la Cruz Negra o para regular elcódigo de vestimenta escolar. Me pregunto si las cosas serían diferentes para ella, o si todo eracuestión de reglas.

Eso era lo que parecía pensar Balthazar. Aunque, no estaba segura. Lucas y yo os habíamosconocido porque, dos años antes, la señora Bethany había cambiado de repente las reglas deMedianoche para alojar a los humanos como estudiantes -sin informar a los humanos que estaríanrodeados de vampiros, claro. Cada una de los estudiantes humanos tenía conexiones, de una uotra forma, con fantasmas. Había estado buscando a los espectros -creaturas como yo- porrazones que todavía debía conocer. La señora Bethany era complicada de muchas formas que nisiquiera podía entender.

Pero tenía la esperanza de que siguiera con las reglas, al menos, porque el carro que habíaalquilado Balthazar venia por el camino de gravilla.

Cuando Balthazar salió, varios de los estudiantes -vampiros y humanos- le sonrieron; él siemprehabía sido popular sin esforzarse, y ganaba la confianza de todos. Pero cuando Lucas salió delasiento del copiloto, las sonrisas de los vampiros desaparecieron, remplazas por expresiones depuro odio.

Los que habían estado aquí hace dos años sabían que Lucas había pertenecido a la Cruz Negra -que había venido a Medianoche para espiarlos, y que había sido encontrado por matar vampiros ala vista. Todos ellos habían escuchado por cuan poco había podido escapar de la señora Bethanycuando lo habían descubierto. El hecho de que Lucas hubiera sido cambiado a vampiro, algo quehabían sentido desde el primer momento, no disminuía su odio en lo más mínimo.

El único vampiro que no lo veía en estado de shock y con furia era la señora Bethany. Ella dio unpaso adelante sin problemas, su larga falda negra giraba sobre ella, para enfrentar a Lucas. Suexpresión era inescrutable cuando lo vio a los ojos.

¿Podría ser el capaz de hacer esto? Su cara lo traiciono mostrando confusión y duda, ¿quién podíaculparlo? Para pedir la protección de los vampiros -o por lo menos para que lo declararan uno deellos- era como una segunda muerte para él. La muerte de quien había sido, por toda su vida.

No tenía muchas opciones.

Lucas dio un gran suspiro "Hago un llamado al santuario de Medianoche"

El caos lo seguía. Varios de los estudiantes vampiros intentaron protestar, sin Balthazar, quien senegó a darse aludido, o la señora Bethany, quien los ignoro como si no estuviera en medio de uncompleto caos. Los humanos estudiantes, claro, no tenían idea de que estaba pasando o porqueeste chico nuevo era tan despreciado por varios de los estudiantes, y era comprensible, que yasospechaban de él.

Page 39: 04 Renacer (claudia gray)

Lucas se mantuvo firme, aunque podía ver como anhelaba arrepentirse, y como sus oscuros ojosverdes algunas veces seguían a los estudiantes humanos por un rato. La señora Bethany loestudio, sus ojos escaneaban, hasta que hizo un gesto para que la siguiera y camino hasta el bordedel campo -hasta la cochera donde vivía.

Cuando Balthazar los vio irse, se hizo un espacio como si lo rechazaran por los otros estudiantesvampiros, me puse a su lado y susurre "¿Cómo crees que se lo está tomando ella?"

Brinco, y susurro "Me espantaste"

"A partir de ahora, da por sentado que ando al rededor"

"¿Incluso cuando me bañe?"

"Quisieras"

Después de ver de lado a lado, asegurándose de que nadie se había dado cuenta de que sehablaba a sí mismo, murmuro "Creo que si ella pensara en darle la espalda, lo habría hecho deinmediato. Pero no lo hará, Bianca, confía en mi"

Después de todo lo que había hecho por Lucas desde que se había convertido, no estaba dispuestaa confiar completamente en Balthazar otra vez. Él era el chico que había llevado a la muerte aLucas para empezar ¿O no?

No podía aguantar la incertidumbre entro nosotros por otro segundo. En lugar de eso me lancetras la señora Bethany y Lucas, ansiosa de escuchar lo que pudiese.

La señora Bethany vivía en una casa al borde del terreno escolar. Un lugar que yo conocía muybien. Pero había olvidado una cosa básica sobre este hasta que me arrastre por el techo, lista paraentrar .y me sentí empujada con violencia. Por supuesto. Recordé. El techo.

Los metales y minerales que se encuentran en el cuerpo humano, como el cobre y el hierro,rechazaban a los espectros. Esto era por lo que la señora Bethany había escogido un techo concobre: para mantenernos fuera. El impacto me recordó el "bloqueo" en las áreas de Medianoche,excepto que en este caso, todo el lugar estaba cerrado para mí.

Bueno, si no podía seguir a Lucas dentro, intentaría lo mismo que había hecho cuando eraestudiante- espiaría.

Me acurruque en una nube fuera de la ventana, donde las ramas de los olmos casi raspaban elvidrio y me podía esconder en sus sombras. Esto me dio una visión del escritorio de la señoraBethany -tan limpio y ordenado que todo estaba en ángulos correctos, con solo una estatua de uncaballero del siglo XIX. Mientras la veía, ella entro en la habitación, tan firme como siempre. Lucasla seguía, los hombres tensos y con la mirada cautelosa, la mirada que llevaba decía que esperabauna pelea.

Page 40: 04 Renacer (claudia gray)

"Solo hay una cuestión que debemos abordar antes que cualquier cosa señor Ross" dijo la señoraBethany mientras tomaba asiento tras su escritorio "¿Dónde está Bianca Olivier?"

Sorprendida, brinque, y las hojas susurraron a mi alrededor. Ella vio hacia mi dirección por unsegundo; sin duda pensó que solo era el ulular del viento.

Lucas se sentó pesadamente en la silla al otro lado del escritorio, con los brazos cruzados "Biancaestá muerta"

La señora Bethany no dijo nada. Sus oscuros ojos permanecieron fijos en el como una silenciosademanda de que le dijera toda la verdad.

Continuo "Hace como seis semanas, su salud solo... fallo. No quería comer. No quería sangre.Intente llevarla al doctor, pero ella había empezado a, bueno, cambiar, por lo que ellos no sabíaqué hacer con ella"

"Debió de ser claro para ti que era lo que necesitabas hacer"

Poco a poco, Lucas asintió con la cabeza "Bianca necesitaba convertirse en vampiro para seguircon vida. Le pedí que me matara. La hubiera dejado cambiarme en vampiro, para salvarla. Pero noquiso hacerlo" su voz se quebró en la última palabra, y voltio su cabeza lejos de la mirada de laseñora Bethany.

Mi resurrección como fantasma podría haber disminuido el dolor de Lucas, pero me di cuenta enese momento que las heridas que había sufrido al verme morir estarían como cicatrices parasiempre.

"No pudiste haberlo evitado" dijo la señora Bethany. No había sonado exactamente simpática,pero su voz fue un poco más suave "Si la señorita Olivier no te transformo en vampiro ¿quién lohizo?"

"Esa seria Charity" Lucas tenso su mandíbula. Un escalofrío de puro odio paso por mi "Tuvimos unencuentro después de que muriera Bianca, en Filadelfia. No sé porque lo hizo"

"Con Charity Mora, las razones no entran en la ecuación" eso fue lo más cerca a una broma quehabía escuchado de la señorita Bethany.

"No sé qué hice al principio. Es... creo que sabes cómo es, cuando cambias. Balthazar estuvoalrededor, tratando de lidiar con su hermana, y me ayudo a salir. Intente hablar con mi madre,pero ella... ella es de la Cruz Negra"

La señora Bethany se enderezo, sus ojos brillaron "Quieres decir que te ataco"

"Si"

"Tu propia madre" para mi asombro, me di cuenta que la señora Bethany sentía una indignaciónjusta -en nombre de Lucas "Indecente. Sorprendente. Odioso. El tipo de comportamiento que

Page 41: 04 Renacer (claudia gray)

habría esperado de la mayoría de los integrantes de La cruz Negra, para ser justa, pero unopensaría que al menos el amor de una madre podría ser más poderoso que su dogma anti-vampiro"

"Supongo que no" murmuro Lucas.

La señora Bethany se puso de pie, camino alrededor del escritorio a lado de Lucas, y puso susmanos en los hombros de él. Si sus ojos fueran una indicación, dirían que estaba sorprendidocomo yo lo estaba "Es lamentable lo que tuviste que aprender de manera tan dolorosa por tuscaminos mal tomados. Pero debes saber que mi simpatía esta con todos los que han sufrido lapersecución de La Cruz Negra. Tu pasado como humano, y los errores que cometiste entonces, sehan borrado. El santuario de Medianoche es tuyo. Te protegeremos. Te enseñaremos. Nonecesitas estar solo por más tiempo"

Por medio segundo, me agrado la señora Bethany.

Lucas no se dejó conquistar tan fácilmente "Gracias. De verdad. Pero no será tan simple. Esoschicos están listos para hacerse cargo"

"Ellos obedecerán las reglas" la señora Bethany sonrió de forma fría "Déjamelo a mi"

"Los estudiantes humanos..." su voz sonó ahogada "Nunca he matado"

"El impulso es fuerte" hablaba como si lo hubiera esperado "En tu caso, es más fuerte que en lamayoría -veo los signos. Pero aquí tendrás muchos guardias cuidando tu conducta; me atrevo adecir que estas en menos riego de atacar a un humano aquí que en el exterior. En su momento,descubrirás como ser parte del mundo vampiro. Te convertirás en uno de nosotros"

Lucas cerro los ojos por un momento, y me pregunte si esta aliviado o desesperado.

Page 42: 04 Renacer (claudia gray)

Capítulo 6Lucas caminó por el Cenador de hierro, mirando a la señorita Bethany cuando ella entro a dar eldiscurso de entrada, finalmente, seguro nadie más estaba viendo. Por lo que me atreví amaterializarme a su lado.

"Hey", dije. Dio media vuelta para verme y se las arregló para sonreírme. “regresé de vuelta dondenos dimos nuestro primer beso".

"Muchas cosas cambiaron". La brisa y las hojas de hiedra que nos rodeaba agitaron sus cabellos deoro oscuro, pude imaginarlo como si fuera el principio. La luz del sol parecía pasar a través de mí,calentándome. A pesar del viento, mi cabello rojo estaba quieto, sin tocarlo, parecía irreal."¿Porque no estás ahí?"

"La Señora Bethany puede darme una excepción por el año perdido. Dijo que ella va a intentartratar de hallar la forma de explicar a los estudiantes vampiros y profesores que me dejaran soloen el infierno, sin haber avisado a los humanos. Entre dentro de un grupo de vampiros antes deque ella diera el discurso pero no hay manera de que yo lo haga sin armas".

"Ella lo manejó mejor de lo que yo hubiera pensado," dije. "Yo creo que la señorita Bethany tomalas cosas del santuario muy en serio."

Lucas se encogió de hombros. “ella afirma que esta de mi parte, pero de todos modos. Estoyagradecido de que Ranulf esconda nuestras armas aquí en este baúl."

"¿Porque no el tuyo?"

"La señorita Bethany no buscaría allí, eso sería tonto. Y esa señora no es una tonta."

Page 43: 04 Renacer (claudia gray)

Yo estudie en su cara, leyendo las emociones que él trataba de encender. "Tú no tienes miedo alos vampiros. Nunca lo has tenido. Es estar cerca de los estudiantes humanos que se te acercan."

El hizo una mueca. "No puedo mirar sin pensar en Vic - Bianca, me hubiera matado. Vic. Uno de losmejores amigos que he tenido. Se tuvo que sacrificar por mí solo para comer."

"¿Es por eso que tu no quieres estar a solas con él?" Cuando él me lanzo una mirada, añadí. "Si,me di cuenta."

"No, no lo hiciste," Lucas dijo tranquilamente. "No es justo para mí. Es Vic, también. El encuentramaneras de evitar estar a solas conmigo." Podía oír el dolor en su voz.

Puse mis brazos alrededor de él, tal vez no era un verdadero abrazo, pero lo pude sentir cerca demí y sabía que él estaba tomando algo de consuelo de esto. “Él va a confiar en ti otra vez. Solo leva a tomar algún tiempo"

"¿Cuánto tiempo pasara antes de que confíe en mí mismo?"

"No hay una respuesta para eso. Te digo lo único que puedo: "te amo"

"Y yo te amo. Es por eso que yo voy a hacer este trabajo. Tengo que."

Cuando Lucas estaba aprendiendo a como ser un vampiro por mi bien, yo iba aprendiendo a ser unfantasma por él. Esto significaba que tenía que conseguir que estas cosas inquietantes sedetuvieran.

Yo sabía lo básico: ser invisible, aparecer en forma de niebla y cuando tuviera mi pulsera o mibroche, me convertía en sólida y real una vez más. Pasar de un lugar a otro requiere una ciertaconcentración, pero podría hacerse.

Frecuenté La Academia Medianoche a pesar de que me resultase más difícil. Tenía que averiguarpor donde podía viajar en los pasillos y donde no podía. Dejando rastros de hielo en torno a dondequiera que iba sería espantoso para los alumnos y profesores saber que se acerca un fantasma, ymientras, yo no estaba segura de lo que podían hacer al respecto, salvo gritar, y yo no tenía laintención de averiguarlo. Daba miedo, pensar en las miles de maneras que podría irme mal. Peroliberarme significaba dejar a Lucas solo, y eso era algo que yo no podía hacer.

Mientras caminaba a la escuela, seguí las pesadas puertas de madera que resultaron losuficientemente simples como para deslizarme a través, tal vez porque, estaba acostumbrada atener vida. Una vez más, entré en la sala de la Academia Medianoche. Grandes decenas deestudiantes se arremolinaban alrededor, cada uno llevaba el uniforme del jersey con el escudo dela escuela: un escudo blasonado con dos cuervos a cada lado de una espada. Para mi sorpresa, unaola de nostalgia se extendió dentro de mí. Tal vez no había sido feliz en Medianoche a menudo,pero había veces en que lo había sido. Allí fue donde me había enamorado y hecho tantos buenosamigos. Allí era donde había vivido.

Page 44: 04 Renacer (claudia gray)

Mi felicidad duro solo un momento, sin embargo, me concentre una vez más en Lucas. Nadie loatacó ni dijo nada de él, lo que tenía que contar como un signo positivo; al parecer, el habla de laseñorita Bethany escondía un truco. Pero si nadie planeaba matar a Lucas, nadie planeaba elperdón y el olvido tampoco. Cada estudiante vampiro lo miró con desprecio no disimulado. Lucasno era del tipo que decía las cosas, pero eso no significaba que le gustaba.

Nosotros lo animamos a venir aquí porque queríamos que él se sintiera cómodo siendo unvampiro, pensé. ¿Cómo puede suceder si todos los demás lo rechazan?

Cada vez que pasó por delante de un estudiante humano, todo su cuerpo se tensa, yo lo podía veren el conjunto de los hombros y las líneas de su rostro. Pero estaba decidido a no mirarlosdirectamente, y sus pasos no se desaceleraron. Su determinación era tan fuerte como el hambre,al menos por ahora.

Lucas siguió su camino, en dirección a la torre norte, donde se encontraba la habitación de loschicos. Me quedé con él. Algunos copos de hielo se cristalizaron en el alféizar de la ventana máscercana a mí, y me apresuré a flotar más alto, más cerca del techo. Hasta que aprenda a evitar lacreación de las heladas, puede ser que sea mejor que me quede en lo alto, donde al menos eraprobable que nadie viera esto.

La multitud comenzó a murmurar, como si hubiera cierta conmoción. Miré atrás y vi que losestudiantes estaban de despedida-ya que alguien los estaba empujando a un lado para estar máscerca de Lucas. Al parecer, la señorita Bethany no había logrado calmar a todo el mundo abajo.

Me escondí en un rincón. Lucas inclinó la cabeza, oyó el peligro antes de que él lo viera, y se volvióhacia su posible atacante. Probablemente se trataba de algún tipo de vampiro más joven, sólo enMedianoche se oían unas risas, listo para convertirse en un asesino de nuevo la primera vez que ledaba la gana, como Erich, el idiota que había acechado a Raquel durante nuestro primer año aquí.Lucas sería capaz de manejar a alguien así fácilmente, lo sabía.

Pero cuando el atacante apareció, era alguien que Lucas no podía manejar. Alguien que nopodíamos manejar.

Era mi madre.

Mamá se paró frente a él, los puños a los costados, los ojos desorbitados. "¿Es cierto? Dime". Suvoz temblaba. "Quiero que me mires a la cara y dime que es verdad."

Lucas miró como si le hubieran golpeado en el estómago. Al abrir la boca para responder, sinembargo, Baltazar se abrió paso a su lado y agarró el brazo de mamá. "No aquí", dijo en voz baja.

Mamá ni siquiera volvió la cabeza, era como si no podía ver ni oír a Balthazar, pero después de unmomento, asintió con la cabeza y se dirigió hacia una de las escaleras. Era como si ella no seatreviera a seguir luchando, pero lo hizo. Balthazar comenzó a seguirlos también, pero mamá lelanzó una mirada que lo congeló en su lugar en la escalera.

Page 45: 04 Renacer (claudia gray)

Ella lo llevó a una pequeña oficina en el segundo piso. Los seguí, a pesar de quedesesperadamente no quería escuchar lo que yo sabía que tenía que venir después.

Tan pronto como había cerrado la puerta detrás de ellos, mamá dijo de nuevo, "Dime que esverdad, Lucas".

"Es verdad", dijo Lucas. Su mirada más muerta de lo que había estado la noche después de quehabía sido asesinado. "Bianca murió."

Mi madre se tambaleó hacia atrás, como si hubiese girado tan fuerte que estaba mareada. Surostro arrugado en escucha. "Se suponía que debía vivir para siempre", susurró. Bianca iba a sernuestra niña para siempre."

"Señora. Olivier, lo siento mucho."

“¿Perdón? ¿Perdón? Convenciste a nuestra hija de que abandone su hogar, a sus padres y querenuncie a la inmortalidad algo que le corresponde solo a ella -desde su nacimiento- y ella muere,se va para siempre, y la única cosa que puedes decir es ¿Perdón?”

“¡Es todo lo que puedo decir!”- gritó Lucas. “¡No hay palabras para esto! Yo hubiera muerto porella. Traté. Fracasé. Me odio por eso, y si pudiera volver atrás lo haría, pero… pero…”- su voz seahogaba en su sollozo. Se armó de valor para decir.-“Si quieres matarme, no puedo detenerte. Nisiquiera voy a culparte.”

Mi madre sacudió su cabeza. Las lágrimas rayaban su cara, y unos mechones de color caramelo desu cabello se pegaban a sus mejillas encendidas.-“Si te odias tanto como dices- si la amas tan solouna décima parte de lo que la amábamos- entonces te mereces la inmortalidad. Tu mereces vivirpara siempre, así puedes sufrir para siempre.”

Lucas estaba llorando también, pero él jamás volvió la cabeza, se armaba de valor paraencontrarse con los ojos de mi madre. Era más de lo que podía hacer.

No era culpa de Lucas. Era mía.

Por un momento considere aparecerme en el cuarto. Si mamá viera que algo de mi aún vivía, talvez no le dolería tanto. Pero en ese momento, estaba demasiado avergonzada por haberlalastimado como para mostrar mi cara.

“Esto no ha terminado”- dijo mamá. Por ultimo empujó a Lucas al pasillo. Él se dejó caer en la sillamás cercana. Quería tomar forma y reconfortarlo, pero sentía que si me veía como un fantasmaahora, no sería tan reconfortante para Lucas.

Había algo más que tenía que hacer.

Page 46: 04 Renacer (claudia gray)

Seguí a mi madre a lo largo de los corredores. Ella se limpió las mejillas pero por lo demás no tratóde ocultar el hecho de que había estado llorando. Varios de los estudiantes, tanto vampiros comohumanos, lanzaban miradas curiosas, pero a ella no parecía importarle.

Subimos las escaleras de piedra de la torre sur, todo el camino al apartado de mi familia. Mi papáestaba sentado en el sofá, envuelto en sus brazos y con los ojos apagados. No vio a mi mamácuando entró. Papá había puesto uno de sus viejos discos- reconocí uno, con las canciones deHenry Mancini que me gustaba mucho cuando yo era niña. Audrey Hepburn cantaba “MoonRiver.”

“Es cierto”- mamá decía en voz baja.

“Lo sé. Creo que- creo que lo sabía desde hace tiempo. Solo que no quería… “- papá cerró los ojoscon fuerza, como si le cerrará a Mamá y al resto del mundo su mente.

Mi mamá se extendió en el sofá junto a él, tomándolo en sus brazos. A medida que inclinó lamejilla con su cabello rojo oscuro, sus hombros empezaron a temblar debido a los fuertes sollozos.

No podía soportarlo más. No importaba lo avergonzada que me sentía, no importaba lo difícil quefuera, no podía ser peor que escucharlos sufrir. Era tiempo de aparecer ante ellos, para revelarlesque había pasado.

Pero antes de reunirme para tomar forma, tal como yo he luchado para encontrar las palabraspara decirle primero, mi madre ahogo. “Que Dios maldiga a los fantasmas”

Me congelé.

“Es su culpa”- continuó- “Lo que paso con ella es su culpa”

Papá la abrazó.-“Lo sé cariño, lo sé”

“Los odio. Los odio a todos. Todo el tiempo que este en la tierra, no voy a parar de odiarlos…”- suvoz disminuyó en sorbos de nuevo.

Odiaban a los fantasmas, por haber tenido poder sobre mí, por las inquietantes medias noches,por su simple existencia. Si apareciera, no pensaría más en mi como su pequeña. Solo sería unmonstruo. De la forma en la que Lucas había sido un monstruo para su madre.

Nunca sabría lo mucho que necesitaba su cariño hasta que lo perdí.

Así que no aparecería ante ellos. ¿Cómo podría? Solo lo complicaría más para ellos y para mí, tanimposible que parecería que nunca nada podría ser peor que este momento. Comparándolo conesto, morir era fácil. Pero me quede allí por mucho tiempo, viéndolos llorar. Merecía verlo.

Lloraron juntos hasta dormir, pero yo no me atrevía a salir. Por un tiempo derivé en mi antiguahabitación. Al parecer, la mayoría de las cosas de mi familia habían desaparecido por el fuego,

Page 47: 04 Renacer (claudia gray)

porque muchas de mis cosas se habían quedado allí. El beso de Klint estaba aún colgado en lapared, brillante, los amantes ideales que en mi mente simbolizaban a Lucas y a mí.

Volveremos a ese lugar, pensé. Encontraremos una forma.

Fluí a través de la ventana, sin preocuparme por el frío, hasta que me senté al lado de mi viejoamigo gárgola de nuevo. Sus alas de piedra eran del mismo color que la caída de la noche delotoño gris.

“¿Recuerdas el tiempo en el que platicábamos?”

Sorprendida, voltee a ver a Maxie sentado enseguida de mi- en realidad a unos cuantoscentímetros de la ventana, pero cuando eres un fantasma, la gravedad no importa mucho. Ellasonreía como si fuera el mejor día de su vida.

“Maxie, ¿Qué estás haciendo aquí?”

“Uh? Saludando. Como la última vez que estuvimos aquí. Descubriste como empañar el cristalpara que yo pudiera escribir en él. Fue cuando decidí que tal vez no fueras tan tonta.”

Había empañado el vidrio con mi aliento- algo que jamás sería capaz de hacer de nuevo. -“No te lotomes persona, pero honestamente, no puedo bromear sobre eso ahora.”

“Deja el mal humor, chica muerta.”

“Maxie. No.”- no podía sentirme bien acerca de ser un fantasma, acerca de estar muerto, despuésde ver lo que mi muerte les había hecho a mis padres.

“No estás sola, lo sabes”- Maxie trata de sonar casual, pero sabía que era lo mejor que podíahacer. Después de décadas de estar aislada del mundo de los vivos, excepto por las visitas de Vic,ella no era muy buena en la interacción social. –“No tienes que temernos”

Pero lo estaba. Ir a “hablar con Christopher” sonaba igual que aceptar mi muerte, y en estemomento, no podía. –“Esta noche no, ¿De acuerdo?”

Dudó, claramente decepcionada, pero después desapareció.

Después de un segundo, me di cuenta de que Maxie tenía razón en una cosa: Era mi tiempo dedejar la melancolía e ir con Lucas. Ahora, tal vez, estaría listo para verme otra vez, fantasma o no.

La forma más fácil de bajar resultó ser una especie de fusión a lo largo de la pared de la torre,sintiendo la piedra ondularse en mí. Tan pronto como llegue a la cubierta, pude sentir que eramucho más resistente a los fantasmas que antes, pero no pude ir a través de la puerta principal olas ventanas. Yo entraba y salía, buscando mi camino, memorizando rutas en caso de necesitarlasusar luego.

Page 48: 04 Renacer (claudia gray)

De vez en cuando, sentía una pequeña onda de energía detrás de mí, o en el rincón opuesto, ypensé que Maxie se arrastraba junto a mí. Pero me di cuenta que no estaba aquí.

Tal vez fueron otros fantasmas.

¿Christopher? Susurré, con un escalofrío de miedo. Él era el único otro espíritu que yo habíaencontrado en Medianoche. Pero este era poderoso, una presencia inconfundible, una que nohabía detectado antes. Y había varios de ellos: dos, tres, cinco, diez, tal vez más. No eran más quetiras de niebla, auras de la sensación, probablemente invisibles para alguien que no eran unfantasma también. Me recordó cuando era un vampiro, la forma en la que había comenzada a sercapaz de sentir justo cuando otro vampiro estaba cerca, si alguna vez los veía. No era exactamentecomo ver a estos fantasmas- más los caminos que dejaron atrás- pero yo sabía que estaban allí.

El plan de la Sra. Bethany era para atraerlos aquí a través de los estudiantes humanos estabafuncionando.

Siempre había querido saber porque cazaba fantasmas, pensé. Supongo que pronto loaveriguaremos.

Subí a través de la torre norte, buscando a medida que iba. Generalmente veía a muchos chicosvampiros pasar su tiempo en sus cuartos, chupando sangre y presumiendo acerca de cuanto sexohabían tenido en sus vacaciones de verano, y otras pocas habitaciones con chicos humanossaliendo, comiendo frituras y presumiendo – con menos credibilidad- acerca de cuanto sexohabían tenido en sus vacaciones. Si hubiera tenido un cuerpo, habría rodado mis ojos.

Entonces llegue a un cuarto donde sus dos habitantes se sentaban en el lado opuesto de una tablade ajedrez, sonreí.

“Ese peón ahora es una reina, baby.”- dijo Vic.- “¡Sí!”

“Tu alma es tan retorcida como tus estrategias.”- Ranulf frunció el ceño al considerar que hacer acontinuación.

Yo desplegué, me reuní en una forma visible. Tanto Vic y Ranulf brincaron, pero despuéssonrieron. –“Hey señorita fantasma”- Vic se levantó de su silla, como un antiguo caballero.-“¿Cómo va todo?”

“No tan bien”- admití. “¿Qué tal ustedes chicos?”

“Competimos por la litera más lejana a las ventanas, que será con menos corrientes de aire eninvierno”.- dijo Ranulf. –“Después, la Ipad de Vic será usada para ver una película del ganador de laelección. Hay mucho en juego.”

“En otras palabras, todo bien.”- pausó Vic.- “Por lo menos en esta sala. En el sexto piso, vas aencontrar dos chicos ‘succionando’ el tiempo.”

Page 49: 04 Renacer (claudia gray)

“¿Así que la Sra. Bethany los deja estar en el cuarto?”- Balthazar lo había sugerido, y dadas lasactitudes de los otros vampiros hacia Lucas, era lógico que la Sra. Bethany llegará a un acuerdo.Pero me sentiría mejor sabiéndolo a ciencia cierta.- “Bueno, eso es algo, como sea.”

Vic estuvo inusualmente callado por un par de segundos. Evitó mis ojos, en su lugar estudiaba elviejo poster de Elvis Presley colgado en su pared. Después, dijo- “Me he ofrecido. Para estar conLucas. Creo. Necesita a sus amigos con él- sabia eso- pero solo-‘’

“No, Vic, está bien. Lucas debería estar con Balthazar, porque va a tener muchas preguntas quesolo un vampiro con más experiencia podría manejar.”- Aparte de otras razones por las que Vic nodebería estar con Lucas en este momento, pero recordar lo de ellos no hace bien a nadie.

“Eso no es lo que quise decir. Quiero que Lucas sepa que creo en él. ¿Sabes?

“Lo sé. Pero… dale tiempo. No lo presiones.”

Vic asintió y no dijo nada más. El momento amenazaba con volverse incomodo cuando Ranulftriunfalmente deslizo su reina a través de varios cuadrados- “Creo que la litera superior es mía.”

“Oh. Hombre.”- Vic hizo una cara, y yo tuve que sonreír a pesar de mí. Diciendo adiós, medesmaterialicé otra vez y fui más arriba, al sexto piso. Después de buscar a través de algunoscuartos, encontré a Lucas y a Balthazar. Ya estaban dormidos.

No es de extrañar que ya habían ido a la cama- este día había sido exhaustivo y traumático paraalgunos de ellos. No pensé que hubieran desempacado. La mitad del cuarto de Lucas era tanespartana como siempre, y Balthazar parecía haber dejado de moverse en cuanto puso unpaquete de cigarrillos y un encendedor en el alfeizar de la ventana. Balthazar, casi demasiadoamplio y alto para caber en su litera, estaba acurrucado de cara a la pared. A pesar de la pelea,Lucas dormía de espaldas, grande, manos marcadas por encima de las cubiertas, la mejor formapara agarrar un arma en cualquier momento si era necesario. La única vez que alguna vez él habíaolvidado eso fue cuando me sostuvo toda la noche.

Aunque yo sabía que necesitaba algo que lo detuviera, me sentía mal por no ser capaz de volver aver a Lucas de nuevo, y seria para desearle dulces sueños.

Después recordé algo que Maxie me había enseñado antes de la muerte de Lucas, y sonreí. Tal vezpodría decirle buenas noches después de todo.

Me concentré en la forma de dormir de Lucas, esperando que estuviera soñando. Si lo recordababien, era como el buceó en la piscina- empujando hacia abajo, adentro, - cada pedacito de mí enuna línea tensa.

Instantáneamente, estaba dentro del sueño de Lucas.

Los alrededores me eran familiares, era la sala de registros de la torre norte. Algunas vaporosastelarañas nublaban la esquina de la habitación, y las paginas color sepia de oro eran esparcidas por

Page 50: 04 Renacer (claudia gray)

aquí y por allá. La Sra. Bethany utilizaba esto para guardar registros por mucho tiempo, boletas decalificaciones de 1853 y cosas similares.

Como sea, mucho había pasado aquí en los últimos años. Aquí era donde Lucas había luchado ymatado a Erich, un vampiro que había asechado a Raquel. Era donde Balthazar y yo habíamosbuscado pistas para el último plan de la Sra. Bethany. Y aquí Lucas y yo nos reunimos después deque se enterara que yo era hija de vampiros. Él me había aceptado, al igual que yo, sin importarnada.

Era bueno.- pensé.- Dado que habían cambiado muchas cosas desde entonces.

Lucas estaba junto a la ventana, mirando el anochecer. Su cabello era un poco largo, como laprimera vez que nos vimos. Sonreí, sin saber cómo tenía un cuerpo ahora, como sea, todo pasabaen el mundo de los sueños. Eso significaba que podría tomar a Lucas en mis brazos, y podríamoscompartir todo lo que nuestras horas de vigilia nos negaban. Aquí, en el sueño, podríamos estarsolos y seguros.

A medida que me acercaba a él, me di cuenta de que tenía una estaca en una mano—extraño,pensé. Entonces la puerta se abrió detrás de nosotros.

“Toc, toc”. Para mi asombro, Erich caminó a través de la puerta. “¿Raquel? Gracias por lainvitación. Sabía que no podías esperar a verme.” Su ávida expresión cambio a molestia cuandovislumbro a Lucas en la ventana, yo no podría decir si me vio o no. “¿Qué diablos estás haciendoaquí?”

“Esperando ver si puedo falsificar la letra de Raquel tan bien como para traerte hasta aquí”, dijoLucas. Caminó cerca de mí sin mirar. Al parecer, yo no tenía un papel en este sueño. “Parece queeso es un sí.”

“¿Hiciste alguna estúpida broma para verme a solas? ¿Que eres, una especie de marica?”

“Sería tu día de suerte si lo fuera.” Lucas dio vueltas alrededor de Erich, su cuerpo entero estabatenso y listo. Al segundo que él estuvo entre Erich y la puerta, él dejó que Erich viera la estaca.“Pero este no es tu día de suerte.”

“Cruz negra,” escupió Erich.

“Vampiro”, dijo Lucas, con un odio tan profundo que parecía resonar dentro de sus huesos.

Ellos se embistieron uno a otro, presa y depredador. Yo grité cuando ellos cayeron al suelo. Erichtenía sus manos alrededor del cuello de Lucas.

Esto no es real, me dije, pero eso no era exactamente así. Sin duda se trataba de la memoria deLucas, de su última pelea con Erich. Yo nunca dude que Lucas había hecho lo que tenía que hacer,pero no me había dado cuenta de lo peligroso que había sido para él. Cuan asustado ha debido deestar, por las pesadillas que siguen regresando.

Page 51: 04 Renacer (claudia gray)

Durante el forcejeo, la pulsera de cuero de Raquel cayó al suelo. Debe haber estado en el bolsillode Erich. Lucas empujó a Erich lejos, duro y sin aliento, “¿Tomando trofeos? ¿Marcando a tupresa?”

“Raquel va a ser mía”, dijo Erich. Sus colmillos estaban fuera, deformando su sonrisa. “Yo hedebido tenerla semanas atrás si tu estúpida novia no se hubiera metido en mi camino”

“Entonces estoy haciendo esto justo a tiempo.” Lucas golpeó una de las viejas cajas de lasdesvencijadas torres, enviándola para derribar a Erich. Pero Erich, como cualquier monstruo en unsueño, de repente parecía estar de pie en otro lugar y atacar a Lucas desde otra direccióntotalmente.

“¿Sabías que tu novia es una de nosotros, también?” Erich se burló, cuando él puso sus manosalrededor del cuello de Lucas. “O eres tan estúpido como para no darte cuenta de que estásfollando a un vampiro.”

“¡Deja a Bianca, fuera de esto!” Lucas dijo ahogado, empujando a Erich lejos.

Erich se limitó a sonreír. “No lo voy hacer. ¿Todo lo que haga aquí contigo?, ella va a obtener eldoble, antes de que termine, tú estarás muerto y ella va a estar mucho peor que muerta. Muchopeor.

Eso hizo que Lucas enloqueciera, su enfoque en la lucha cambió a ira. “Nunca te permitiré que lehagas daño.” Apuñaló a Erich, un golpe salvaje; Erich lo esquivó con el poder sobrenatural de lapesadilla.

Es un sueño, me recordé fuertemente. Tú puedes aparecer a Lucas en sus sueños. Solo entra eneste y cámbialo. Toma este sueño de nuevo para los dos.

“¿Lucas?” llamé, atreviéndome a dar un paso más cerca de la lucha, no era como si Erich podíahacerme daño. “Lucas, es Bianca. Mírame. ¡Sólo mírame!”

“Creo que está ocupado”, dijo Charity.

Me voltee para verla a ella sentada en otra de las torres de cajas, con un vestido de telarañas gris,su pelo era un enredado nido de ratas. Ella podría haber sido una de las gárgolas, la másmonstruosa. Charity me sonrió, con los ojos brillando en la noche como un gato.

Por supuesto que Lucas soñaba con ella, también. Ella lo mató. Pero ahora ¿cuantos monstruostendría que desterrar del sueño de Lucas para tener unas pocas horas para nosotros?

“¡Lucas!” grité. Me lancé hacia la lucha, deslizándome entre Lucas y Erich. “¡Mírame!”

“Bianca?” Lucas me miró horrorizado. “¿Qué estás haciendo aquí?”

Las manos de Erich me cogieron por detrás, fuerte como el acero. “Hey, Lucas, ¿quieres ver a sunovia sufrir?”

Page 52: 04 Renacer (claudia gray)

“¡No!” Lucas me agarró, tirando de mí hacia atrás. La lucha se sentía totalmente real.

“Lucas, no me puede matar”, le dije mientras trataba de salir del agarre de Erich. Sentía como susdedos clavaban sus garras en mi carne; era difícil recordarme a mí misma que esto no era real. “Élno puede hacerte daño tampoco. Es un sueño. ¿Recuerdas?”

Él no podía oírme. El pánico se había apoderado de él, su temor por mi vida mucho más grande delo que alguna vez había sido para él. “¡Bianca, resiste!”

Lucas seguía tratando de pegarle a Erich con su estaca, pero Erich me arrastró usando mi cuerpopara bloquearlo. “Tú vas a ser el que la maté, cazador.” Erich se burló. “Tú la incineraras paraalejar el dolor. ¿Conoces aquellas viejas historias que te dijeron en la Cruz Negra? ¿Acerca de lapeor tortura que puede recibir un vampiro? Moja tu estaca con agua bendita, y apuñala bienprofundo para que el agua bendita llegue hasta su sangre, y luego ellos quedaran paralizados porsiempre. No pueden despertar, no pueden moverse. Ellos se quedarán así sintiendo como ellos sequeman vivos para toda la eternidad.”

“Yo nunca haría eso”, jadeó Lucas. “Ni siquiera a una escoria como tú. Yo sólo voy a matarte.”

“Yo voy a intentarlo” Erich dijo al lado de mi cara, yo podía sentir su aliento muerto y frío cerca demi cuello. “Voy intentarlo con Bianca. Va a ser como la Bella Durmiente, pero tú sabrás que ella noestá durmiendo. Tú sabrás que ella estará ardiendo para siempre. Nadie más va a ser capaz de oírsus gritos, pero te apuesto que tú sí.”

“No tendrás la oportunidad”, juró Lucas, pero pude ver su temor creciendo. Cuando él arriesgabasu propia vida, el mantenía la calma, pero como se trataba de mí, él enloqueció.

Finalmente, arremetí hacia adelante, tirando para librarme de las manos de Erich. Fuertes líneasde dolor azotaron mi hombro —las uñas de Erich, pensé— pero no me importó cuando caí alsuelo. Lucas se arrojó hacia Erich, derribándolo abajo. La batalla estaba furiosa ahora, la sangre delas heridas abiertas salpicaban en la pared de piedra.

Mi sangre plateada brillaba entre mis dedos. Brillaba en el suelo, mezclándose con la sangre rojade Lucas de una manera que parecía hermosa, casi hipnotizante.

¡Sal de esto! Me dije a mi misma. Estaba en shock.

“Oh, esto divertido”, se rió Charity desde su lugar encima de las cajas. Ella aplaudió con sus manoscomo una pequeña niña que acaba de ver su pastel de cumpleaños. “¡Sálvala, Lucas! ¡Sálvalamientras puedas! ¿O tal vez tú no puedes?”

La cara de Lucas tomó una expresión que yo reconocí, aunque solo la había visto una vez antes. Yonunca podría haberlo olvidado —el aspecto de puro tormento que tenía junto a mi cabecera lanoche en que morí.

Page 53: 04 Renacer (claudia gray)

En ese momento me di cuenta que no podría sacarlo de su memoria. Yo no podía hacer nada eneste sueño excepto hacerlo más aterrador para Lucas. Eso significaba que tenía que irme.

Me puse lejos vista. Lejos de él. Cuando pude ver otra vez, yo estaba en su cuarto oscuro, a lospies de su cama. Lucas estaba trenzado debajo de las sábanas, y luego se desplomó, cambiando dela pesadilla al sueño más profundo, sueño sin sueños.

Al menos terminó, me dije. Sin embargo, incluso en mi forma etérea, pude sentir un dolor físico,que nunca había sentido antes. Confundida, miré a mi ardor, dolor en el hombro.

Las líneas de los arañazos de Erich todavía estaban en mi piel, y cada uno brillaba con gotas desangre plateada.

Capítulo 7SALI DEL DORMITORIO A TRAVÉS DE LA puerta y por el pasillo como si fuera mortal. Debía haberpasado más tiempo del que pensaba, porque casi todo el mundo estaba en calma, dormidos, o almenos era solo la noche la que se había establecido. A pesar de que anhelaba volver con Vic yRanulf, con la débil esperanza de que pudieran levantarme el ánimo, no los despertaría porrazones egoístas.

Sin ellos, me di cuenta, no había literalmente nadie más en el mundo con el que yo pudiera hablar,o ver, incluso, sin causar dolor.

¿Cómo habíamos metido la pata tan mal? Pensé bajando por la larga y sinuosa escalera de piedra,A mí alrededor oía el crepitar del hielo. Yo todavía estaba probando, pero en ese momento no meimportaba mucho. Lo único que quería era estar juntos, y vivir honestamente, sin todas lasmentiras. ¿Cómo hace la gente para lastimarse tanto?

Por primera vez, me di cuenta de lo fácil que sería seguir el consejo de Maxie y dejar de lado elmundo mortal por completo. Sin esfuerzo, sin sentido a la deriva dentro de la niebla azul parecíarealmente bueno para mí ahora mismo. Hubiera sido un gran alivio estar libre de dolor y culpa, dela responsabilidad de la gente que había dejado atrás.

¿Era eso cierto para los fantasmas atrapados en la Academia Medianoche ahora? Tal vez atrapadono era la palabra correcta. Esto podría ser un santuario para ellos, también, un lugar donde notenía que permanecer en sus viejos refugios y viviendas, burlándose de la vida que había perdido,

Pero la señora Bethany había atacado a Maxie una vez, y no era amiga de los espectros. No habíamanera de que ella hubiera construido este lugar como un refugio para ellos.

Page 54: 04 Renacer (claudia gray)

Tentativamente extendí mi conciencia, en busca de los otros espectros que vivían aquí. ¿Puedenoírme?

No hubo respuesta, pero yo pude sentir un cambio en el aire, como si sintiera que alguien meestuviera mirando.

Entonces las visiones comenzaron a inundar mi mente.

Eran como sueños vívidos, casi alucinaciones, excepto que sabía que no venía de dentro de mipropia mente. Los fantasmas me estaban obligando a verlas: Vampiros, cada uno de ellos en sumomento más monstruoso, como si los recorriera Medianoche sin esconder cosas, con sangre ycolmillos. Ellos estaban atacando a los estudiantes humanos en los pasillos, en las aulas, un brutalasalto tras otro.

"Nada de eso es real", les dije, con la esperanza de que pudieran irme. "En su mayoría losestudiantes humanos lo hacen por su cuenta, y cuando a alguien le saltan los tornillos, la señoritaBethany esta sobre ellos. El ser humano aquí está seguro."

Los fantasmas no me creyeron. Cada imagen se intensificó, cada vez más cerca, y ahora habíasonidos (gritos) y el olor (a sangre). Degustada, traté de darles la espalda, pero ¿cómo se puedealejarse algo en tu cabeza?

Uno de los vampiros en la visión de repente se puso azul y se convirtió en hielo. Yo miraba,fascinada y horrorizada, como grietas profundas aparecieron en su carne endureciéndolo,fragmentando sus mejillas, sus labios, toda la cabeza. Cayó, un accidente que helaba la sangre, yyo sabía que era lo que esperaban los espectros hacer a los vampiros.

Lo que ellos querían que les ayudara a hacer.

"¡No te estoy ayudando a nadie con el ataque!"

Y así, yo estaba sola. Nada había desaparecido o se había ido, pero yo sólo sabía que no estabaprestado atención a nada más.

¿Cuáles fantasmas iban a actuar? Si yo hubiera sido aterrorizada por ellos antes, era mucho peorahora. Yo había aprendido algunos nuevos poderes, pero nada que pudiera defenderme a mí o amis seres queridos contra un ataque así. ¿Podrían los espectros herir a Lucas? ¿Balthazar? ¿Mispadres? si ocurriera, ¿voy a ser capaz de ayudar?

No, pensé, la depresión se hunde más profundamente dentro en mí. No hay nada que pueda hacerpor cualquiera de ellos. Soy una inútil.

Estoy muerta.

Yo flotaba en el gran salón en la planta baja, que parecía más grande cuando estaba vacío deestudiantes. Aunque siempre fue un espacio majestuoso, se hizo más bello y austero, cuando se

Page 55: 04 Renacer (claudia gray)

extendió en la inmensa y silenciosa oscuridad. La luz de la luna se filtraba por las ventanas demuchas vidrieras, que se extendía desde el suelo hasta el techo, pero más brillante fue a través dela ventana de uno de los vidrios planos. Las vidrieras originales fueron destruidas por un miembropredecesor hace mucho tiempo de la Negro Cruz. Y la marca de la fuga de Lucas. Lucas la habíadañado una vez, tal vez a la altura de la tradición familiar. Yo siempre me preguntaba por qué laseñora Bethany no lo ha reparado para parecerse a las demás.

Ahora, por fin, entendí. Ella la había dejado de esta manera para que siempre recordara. Así ellanunca sería negligente de nuevo.

Este edificio estaba lleno de cicatrices. Lucas estaba lleno de cicatrices. Y yo también, sentí como sinunca nos curaríamos. Yo estaba atrapada para siempre con mi pesar y molestando el mundo delos vivos. Lucas sufrió de la misma manera. La principal diferencia era que él podría ponerle fin porsu cuenta y probablemente lo haga si no se apega tanto a mí.

En ese momento, sentí que todo lo que había hecho daño a todos los que había intentado queamar. Me sentía inútil. Yo quería darme por vencida.

Vi que estaba cerca de la biblioteca de la escuela. Probablemente no hay nada preciso paraespectros ahí, pero tal vez sí. Me decidí a buscar información y ver. En ese punto, una pregunta secernía en mi mente, más grande que cualquier otra: si existía una forma de que los espectros,bueno, mueran. Una vez más. Para bien.

No es que yo quería hacer nada drástico de ese momento, pero tenía que saber si había otra cosa.Y tal vez yo estaba empezando a querer tenerlo.

La biblioteca que me han animado, casi todos los días. Me encantaban las mesas pesadas de roble,los altos muros repletos de libros hasta el techo, el olor a humedad de las páginas de edad y losaccesorios de metal pesado que se habían oscurecido con la edad y el desgaste. Me recordó acuando salía con Raquel, o coqueteaba con Lucas, o estudiar con Balthazar. Todo lo feliz, sencillo, yvivo.

Y yo no pertenecía allí.

Decididamente me adentre más en la biblioteca, preguntándome donde los libros relacionadosfantasma podrían ocultarse.

Y sentí que las paredes me estaban apretando.

Era repugnante, abrumadora, como la terrible sensación cuando estás mirando por encima de unarepisa alta y durante un segundo sientes que quieres ir, sólo que esta vez la fuerza me llevabasobre si lo quería o no. La pared este de la biblioteca tenía un extraño magnetismo que impacto enel núcleo de mí. Una vibración espesa como un golpe sordo y una especie estática borrosa en mivisión.

Page 56: 04 Renacer (claudia gray)

Traté de hacerme más importante, así que tal vez podría empujar hacia atrás, pero yo no podíallegar a ser del todo sólida. Un boquete negro y extraño, no en el mundo, pero si en mis sentidos-se abría delante de mí, me arrastre hacia adelante.

Dentro de esa distancia, pude oír gritos terribles. Me di cuenta de que eran los gritos de otrosfantasmas atrapados por lo que la fuerza me sostuvo. ¿Eran los mismos que se había burlado demí antes? ¿Los demás? No había forma de saberlo. En cualquier caso, no podrían salvarse, ymucho menos yo.

"¿Hay alguien ahí?" Grité. "¡Alguien, ayuda! ¿Alguien puede oírme?"

No había respuestas.

Bien, tú querías morir, dijo la maliciosa pequeña voz en mi cabeza. Me pregunte si estaba mal altratar de pelear esto. Tal vez necesitaba dejarlo suceder.

Después me di cuenta de que si yo hacía eso, nunca podría volver a ver a Lucas, o a cualquier otrade las personas que amo.

— ¡Lucas!

— grite. Mi mente llena con la imagen de la espeluznante escena donde yo lo había dejado, y yome imagine a mí misma en la sala de registros. Me solidifique alrededor, tomando forma. Lucas yErich estaban devuelta atrapados en batalla—una batalla soñada mucho más larga de lo que laverdadera pudiera haber sido—sudorosa y sangrienta. La pesadilla había empezado otra vez,aparentemente un tormento de toda la noche para él. La ayuda se había esfumado, comocualquier otro capricho dentro de los sueños, pero por otra parte todo está igual de terrible. Estavez, aunque, tuve que abrirme paso. Una vez más, con cada pedazo de mi fuerza, llame, — ¡Lucas!

El volteo su cabeza de Erich, sorprendido. La expresión de Lucas era tan confundida que pensé queél no podía verme, pero por lo menos me podía escuchar.

—Lucas, esto es un sueño, solo un sueño. Estoy en la librería y algo me atrapo— ¡Tienes queencontrarme! —.

La escena se desvaneció tan aprisa como había llegado. ¿Lo había alcanzado, o solo eran mispropias ilusiones? Ya el oscuro vacío se había tragado casi todo lo que podía ver, todo lo que podíasentir. De mi audiencia* (de oír), todo lo que quedaba era el llanto de los otros espectros.

Quería llamar a Maxie o Christopher, pero no sabía si ellos me podrían escuchar, o si

Maxie podría responder si imploraba por ayuda. ¿Y que si los arrastraba dentro, también?

Un escalofrió paso a través de mí, y podía sentir los contornos vaporosos de mis musloscomenzando a disiparse. Oh, no, no, no, esto es, esto es el final—

— ¡Bianca!

Page 57: 04 Renacer (claudia gray)

— ¡Lucas!

—. Trate de buscarlo, pero pude ganar solo la diminuta sensación de el en la habitación.

Él era un contorno, una radiación de energía y temor y amor, nada más. —Me tiene—.

— ¡Dame tu mano! — Con eso él se refería a, forma una mano, darle algo de que sostenerse;entendí eso. Solo no estaba segura si todavía lo podía hacer, o si podría hacer de cualquierutilidad. Ninguna simple fuerza física podía sacarme de vuelta del vórtice.

Pero yo quería tomar la mano de Lucas por lo menos una última vez, incluso si no podía hacer algomás. Así que con cada pizca de mi fuerza y concentración, pensé acerca del lugar donde mi manodebería de ir, forje la imagen de la muñeca, la palma, y los dedos. Un suave azul apareció, frágilcomo una espiral de humo. No era nada como debió haber sido; tal vez esto era como losfantasmas se veían antes de que se desvanecieran para siempre.

Después

Lucas envolvió algo alrededor de mi muñeca.

¡El brazalete! Vi el coral y lo plateado en el mismo segundo que sentí una sacudida de poderinterior. Dentro de un instante, mi cuerpo se volvió sólido, y caí de golpe en el piso. El dolorrespondiendo era maravilloso. Significaba que yo era real, y que había escapado. Algo acerca devolverme sólida negaba el poder de lo que sea que me había agarrado.

Lucas cayó en sus rodillas y me recogió en sus brazos. Con horror, vi la manifestación del vórticeque casi me había tragado—un remolino de niebla y oscuridad que se había abierto dentro de lapared de la librería. Mientras éramos observados, aunque, se contrajo y silencio, alisándose en unirregular yeso una vez más.

— ¿Qué demonios fue eso? — Lucas dijo, apretándome contra su pecho — ¿Estas bien? —.

—Eso creo—. Mi voz tembló, y sentí unos efectos como si hubiera vomitado* (and I felt a Utile likeId throw up), si aún tenía un estómago. Pero la desorientación se disminuía cada momento. —LaSra. Bethany no solo está cazando fantasmas. Ella los está… atrapando—.

— ¿Eso fue lo que era eso? — Sus ojos se estrecharon— Retrocede—.

Pasando rápidamente hacia atrás, puse tanta distancia como pude entre yo y la pared mientrasLucas iba hacia la pared, recorrió su mano contra ella, y luego, con toda su fuerza vampírica,golpeo completamente. Finas motas de polvo de yeso flotaron mientras fragmentos de la paredcaían en el piso.

—Ellos sabrán que alguien estuvo aquí—, dije.

—Déjalos saber. Necesitamos descifrar esto—. Lucas alcanzo dentro de la pared y saco unapequeña caja de metal—curiosamente formada, con extrañas curvas y ángulos: un poco como una

Page 58: 04 Renacer (claudia gray)

concha de mar de plata y obsidiana. La tapa estaba abierta, revelando un interior de botones denácar. Al principio pensé que no era nada más que un precioso joyero antiguo, pero luego—mientras me concentraba en los botones de nácar, en la vivida substancia dentro, sentí que mejalaban nuevamente. Con el brazalete fortaleciéndome y manteniéndome sólida, no estaba enpeligro, pero la sensación aún seguía siendo aterradora.

— ¡Lucas, ciérrala! ¡Ponla de vuelta! —chille. Él lo hizo inmediatamente, mirando de vuelta haciami alarmado. Pero tan pronto como la caja fue cerrada de golpe, me sentí en paz otra vez.

Mientras Lucas corría a mi lado, dije, —Eso es una trampa. Una trampa para fantasmas. La Sra.Bethany puso una aquí. Ella puede—ella tiene que tenerlas sobre toda la escuela. Ella nos estácazando y atrapándonos—. ¿Por qué? Pensé. ¿Qué puede ella querer de nosotros? ¿Es solo odio, oalgo más?

El frunció el ceño así como me acunaba cerca. —Jesús. Nunca vuelvas a venir aquí—.

—No sin el brazalete—, dije, con una mirada hacia él. —Eso fue una buena idea—.

—Encontrar lo que sea que estaba tras de ti, tienes una mejor oportunidad si puedes devolver elgolpe—.

Frote mi mano contra su mejilla—Me escuchaste. En tu sueño—.

—Si—.

Lucas pasó sus dedos a través de mi cabello, — ¿Cómo supiste acerca de esa pesadilla? ¿Estabastratando de visitarme, antes? —.

—Trate, pero no abrirme paso. No pude hacer que me vieras—.

Sus labios se frotaron contra mi frente mientras él hablaba. —Bueno trabaja en ello. Podemosmejorar en ello—.

—Está bien—. Me di cuenta de que este era el primer momento en el que Lucas había parecidocomo el mismo desde que él se había levantado de la muerte. El salvarme le había dado de vueltala sensación de propósito—una razón para estar aquí.

Y después me di cuenta de que él era mi razón para estar aquí, también.

Lucas me estudio en la sombría luz de la luna, una vez más se concentró y fue firme. —Vamos aencontrar todas estas trampas. Encontraremos la manera de mantenerte fuera de ellas. Nada teva a suceder, Bianca. No otra vez. No hay manera en que permita que eso suceda—.

—Y yo voy a cuidar de ti—. Recordé cuan asustada había estado por todos los que amaba, inclusomientras la trampa me había estado succionando. Si, ahora estaba muerta, pero mi corazón seguíavivo. Por el bien de Lucas, y el bienestar de la gente por la que me importaba— por el amor quepersistía después de la muerte— tenía que encontrar un lugar en este mundo. Si eso significaba

Page 59: 04 Renacer (claudia gray)

que nunca sería totalmente parte de los mundos vivos o no muerto, pues, siempre estaría entreellos. En las sombras. Sabia como hacerlo, y tal vez pudiera mejorar en ello.

Tal vez no era la vida después de la muerte predicada por los predicadores o las imágenes por lospintores a quienes les gustaban las arpas, alas, y las nubes esponjosas. Pero mirando fuera de lagente que amaba parecía una bonita buena manera de pasar la eternidad. Mientras Lucas mesostenía apretadamente, sabía que él se sentía de la misma manera.

Aun teníamos algo en juego, me di cuenta. Algo por lo que pelear.

Capítulo 8Lucas y Yo pasamos la mayor parte de lo quedaba de esa noche, engarzados en los brazos del otroen el jardín. La muerte nos había hecho inmune a los vientos del otoño o el frío de la tierra blandadebajo de nosotros. Así permanecimos acurrucados debajo de uno de los grandes robles, mediocubiertos por las primeras hojas caídas, que el viento que sopló sobre nosotros como una manta.Las hojas eran de los colores de nuestro cabello rojo profundo y dorado oscuro. Fuimos parte de lacaída. Y, por primera vez en mucho tiempo, nosotros parecíamos una parte del otro.

"No hemos dicho que debamos dejar Medianoche ", le susurré.

"No creas que no lo he pensado," Lucas acarició un lado de mi cara.

"No me gusta saber lo peligroso que este lugar es para ti. ... Pero tengo que confiar en ti paraadvertirte sobre de los riesgos. Ése es el trato que hicimos, y me quedo con él."

Con la cabeza todavía aturdida por la trampa en la biblioteca, y los arañazos en mi hombro, mepreguntó si yo necesitaba volver a evaluar los riesgos en la Academia Medianoche. Pero Lucas eramás constante con esto, yo sabía que, permaneciendo aquí era nuestra mejor opción. "Estoy muybien." Le di un beso, suave y profundo. "No hay nada que pueda pasarme que pueda ser peor. Dehecho, es como finalmente ver que tantas cosas buenas todavía pueden pasarme. Que hay muchoque puedo hacer aquí, para tú y para todos los demás."

Lucas mostró una media sonrisa. “No un fantasma, pero un ángel”

“Hay muchas cosas que puedes hacer acá, como un vampiro.

Piensa a cuantos estudiantes ayudaron, mi madre y mi padre ayudaron, o que tan a menudoBalthazar fue capaz de rescatarnos. Estar muerto, no es la peor cosa que podría pasar.”

Él se quedó callado por un rato después de eso, considerándolo.

Page 60: 04 Renacer (claudia gray)

“Es solo que esta hambre”

“Lo sé”

Y si yo alguna vez lastimara a alguien… matara a alguien”

“No lo harás” Quería creer que eso no podía pasar, y tenía que ayudarle a creerlo también. “Túeres fuerte Lucas, Cuando eras niño pasaste el entrenamiento de Cruz Negra que ha trituradoalgunos adultos. Fuiste encubierto a los diecinueve años y lo lograste. Además lograste engañar aSra. Bethany, y probablemente seas la persona que ha podido lograr eso en mucho tiempo”.

Ante esto, él se rió; fue una risa triste en vez de un final feliz, pero me gustaría poder obtener loque quiero. Se sentía tan bien, estar con él en este lugar sin el peso del mundo abalanzándosesobre nosotros.

“Solo piensas en ti mismo, como si esto fuera más extraño de lo que debería ser. Uno puedeadmitir cuando uno se ha equivocado, no es nada más raro que eso. Tu eres leal, eres valiente ypodrás hacer amistades que duren para siempre, Todo eso es parte de ti, la mejor parte”

Muy serio ahora, Lucas sacudió su cabeza, “Estas equivocada”

“Escúchame”

“Escucha” Él se enconcho más ceñido a mi otra vez, “Tú serás las mejor parte de mí. Siempre”

Cerré mis ojos y repose mi cabeza en sus brazos, finalmente en paz, por lo menos esta noche.

Al día siguiente, la Academia Medianoche continuó con su giro habitual de actividad-a su manera,pensé, más viva que la mayoría de su alumnado. Las personas mezcladas en los pasillos, losvampiros elegantes y sofisticados, el resto preguntaba vagamente por qué no podían encajarViajando por los pasillos era aterrador ahora, porque no sabría en que podría consistir la próximatrampa. Pero tomé las cosas con calma y procedí cuidadosamente. Hasta ahora, todo bien.

Yo estaba buscando Lucas, con la intención de seguirlo en la clase, no quería distraerlo, elhonestamente estaba tratando de hacer el trabajo del curso, como una manera de matar eltiempo si no otra cosa. Después de nuestra reunión de ayer por la noche, se sentía como si bastacon estar a su lado, y yo sospechaba que se sentiría de la misma manera.

Pero entonces vi a alguien que se parecía más sola que Lucas había, mi madre.

La ropa de mamá siempre conservaba el mismo estilo de siempre: falda sencilla, zapatos prácticos,y un suéter ligero. Su cabello color caramelo fue recogido en una cola de caballo que había llevadotanto tiempo como pueda recordar. Pero la primavera había dejado a su paso, y no había luz ensus ojos mientras ella caminaba por el pasillo hacia su clase de historia del siglo XX.

Cuando me deslice a través de la puerta de su salón de clases, ella estaba escribiendo en la pizarra.Leí las palabras, junto con los estudiantes: la

Page 61: 04 Renacer (claudia gray)

Generación Perdida. Vi algunas caras familiares en la sala, muy especialmente

Baltasar, que había vivido su desarrollo, como un grupo permanecía más enganchado que lamayoría, me di cuenta de que probablemente había inscritos en esta clase, en particular, con el finde estar cerca de mi mamá.

Oh, claro, meditaba. Ahora estás pensativa ¿Por qué no estabas pensando en el futuro cuandoLucas lo necesitaba más? Balthazar había traído a Lucas en la lucha con Charity a sabiendas de queLucas no era él mismo, algo que todavía no había pasado. Pero para mi madre, si no yo, no pudeevitar sentir cierta gratitud hacia él y hacia Patricia, que estaba sentada unas filas más adelante yprobablemente fue inscrito por la misma razón, aunque nunca lo admitiría.

"La generación perdida. Eso es como lo llama la gente que tenía la mayoría de edad durante laPrimera Guerra Mundial-o, como ellos lo llamaban entonces, la Gran Guerra. ¿Alguien sabe porqué fue eso? '" Mamá les preguntó con voz cansada.

Ella estaba dirigiendo su pregunta a los alumnos humanos, por supuesto, o al menos los vampirosque se había convertido después de esa época. Era una regla no escrita en la AcademiaMedianoche que confiar en el conocimiento histórico que había vivido era demasiado parecido ahacer trampa.

Skye Tierney, que se sentaba en primera fila, levantó la mano. "Debido a la Segunda GuerraMundial no había sucedido todavía."

"Correcto". Mamá mantenía la mirada un par de pulgadas por encima de la clase, no muycomprometida con ellos. Los círculos negros alrededor de sus ojos.

Parecía que no había dormido bien en semanas. "Debido a que ellos no podían creer lo que lahumanidad jamás podría ser tan estúpida dos veces."

Un par de los vampiros sonrió, obviamente pensando que era un golpe en los seres humanos, enlugar de lo que era-Mamá había sido fatalista. Balthazar cerró los ojos brevemente como si tratarade defenderse de su estupidez.

Mi madre cogió la tiza en sus manos, una fina capa de polvo amarillento cubrió la yema de susdedos. Su mirada era distante, su voz más suave de lo que debería haber sido para hacer frente auna sala llena de estudiantes. "La Primera

Guerra Mundial destrozó creencias de la gente en todos los aspectos de su sociedad. La gente nopodía dar culto a un Dios todo poderoso después que tantos de sus hijos y hermanos murieron enlas trincheras. Soldados que habían sido víctimas de gas mostaza y el fuego de ametralladoras y elhambre, ya no podían confiar en los gobiernos y los generales que los habían enviado al frente conla promesa de una guerra que duraría sólo unos meses. Las mujeres que habían sido más elevadasde trabajo en las fábricas de guerra y administrado solas, la casa durante años nunca podría ser

Page 62: 04 Renacer (claudia gray)

"protegidos" de nuevo”. Plumas rayaban en las libretas de notas; teclados de los portátileshaciendo clic.

Todo el mundo pensaba que esto iba a salir en el examen. Me di cuenta de que esto fue sólo quemi mama se había perdido en recuerdos tristes.

Y continuó: "Algunas de esas mujeres habían perdido a todos los que habían amado. Cadapromesa que había hecho alguna vez a sus hijos para mantenerlos a salvo... esas promesas serompieron. Después de eso, nunca, jamás podría creer de nuevo”

Oh. Mamá. Quería poner mis brazos alrededor de ella, se veía tan mal. ¿Quería abrazarla y decirleque todo estaría bien, o solo recordaba mi niñez y las veces en que ella me tranquilizaba?

Un pocos después del DF los vampiros, los más viejos, que habían pasado por ese momento,también, se veían tan tristes como mi madre; Balthazar repente parecía sumamente interesado ensus zapatos. Me di cuenta de que nunca había preguntado lo que hizo en esa guerra, en todo caso.Todo lo que le había sucedido a continuación, podría oscurecer sus recuerdos, o tal vezsimplemente entender la mentalidad de mamá, mejor que nadie y me sentí mal por ella.

Tienes que estar dispuesta a tender la mano a otras personas, recordé. Cuida de ellos, incluso sillego a estar enojada con ellos ahora. Eso es por lo que estoy aquí.

Fui al lado de Lucas, sus dedos no estaban sujetando fuertemente el lápiz – al haber sido testigode estos acontecimientos, aparentemente hizo que no sintiera necesidad de tomar notas. Tome elcontrol del su lápiz y escribí.

¿Piensas que ella está bien?

Balthazar se levantó rápidamente de su asiento, era muy rápido para asustarse, sentí comotomaba el lápiz detrás de mi mano, no, no lo creo.

Dejo un poco más suelto el lápiz, para que pudiese contestar,

¿Qué piensas de mi padre? ¿Crees que el pudiera ayudarla?

Me pidió que abandonase la clase, los recuerdos pueden ser dolorosos, dijo. Eso sonaba como aun no. ¿Bianca, porque no te les apareces a ellos? Odio tener que mentirles a ellos, acerca de quetú te has ido completamente, para siempre.

Mama y Papa odian los espectros, Ellos hicieron todo lo posible para impedir que me convierta enuno, no digas una sola palabra acerca de mi nada, pero convertirse en un vampiro. Las siguientespalabras fueron duras, pero me obligué al fin: me temo que me rechacen y me odian también.

Son tus padres. No harían eso. Ellos te aceptaran.

¿Al igual que la madre de Lucas lo aceptó?

Page 63: 04 Renacer (claudia gray)

No tenía una respuesta para eso.

En el asiento delante de Balthazar, Patricia comenzó a temblar, al parecer, la presencia de unfantasma siempre crea un escalofrío en el aire. Ella miró por encima de su hombro una vez,obviamente, curiosa acerca de la causa de esa actividad. Me acerqué a la puerta, no puede tomarpermanecer más tiempo, pero mire largo rato a mamá antes de salir de la habitación, Cada vezque la veía sentía que podría ser la última vez.

Quería dar la impresión de ella y papá tan mal. Me imaginaba que aparecía delante de ellos,vistiendo una camisola blanca y la nube-patrón, los pantalones de pijama con que había muerto eny el brazalete, si pudiera llegar

A ser sólida. Si yo hiciera eso, no habría nada que me gustaría más en el mundo que se retenga ensus brazos y sentir que me abraza otra vez.

Y entonces me imaginaba alejándome de ellos. Si lo hicieron, nunca lo superaría.

Los demás estudiantes habían empezado a hablar sobre el próximo viaje escolar en la cercanaciudad de Riverton días atrás, pero no había prestado mucha atención, porque dudaba de queninguno de mis amigos participara. Los viajes fueron una innovación reciente, un placer para losestudiantes humanos. Vampiros tendían a omitirlos por completo, porque llegar a Rivertoninvolucraba cruzar agua corriente, que para ellos siempre inducía escalofríos, náuseas, y algunasveces una especie de shock. Además, cualquier cosa que los humanos disfrutaban era anti-coolautomáticamente para los vampiros. El único ser humano que pasado algún tiempo más fue Vic,que probablemente se quedaría en torno a la escuela para estar con Ranulf.

Sin embargo, mis planes estaban a punto de cambiar.

Después de la clase de mamá, los estudiantes hacinados en los pasillos, busqué con la vista aLucas. Sentí como que me necesitaba, y después de ver la angustia de mi madre, yo lo necesitaba,también, pero cuando llegué a lo largo de su lado derecho, la señora Bethany salió sin problemas asu izquierda, "El señor Ross."

"La señora Bethany", dijo, echando un rápido vistazo en mi dirección,

Él había tenido la sensación de que yo estaba allí y obviamente sentía un poco de protección. Apesar de que ambos sabíamos que yo era invisible, algo que la mujer hizo parecer como que si mepudiera detectar de todos modos.

Pero ella parecía estar pensando en otra cosa. "Aún no ha puesto su nombre en la lista de losestudiantes que formaran parte de nuestro primer viaje fuera del campus. Creo recordar que eraaficionados a las salidas"

"Antes, cuando podía cruzar un río sin querer vomitar, sí."

"Es un malestar momentáneo", dijo la señora Bethany. "Se puede superar."

Page 64: 04 Renacer (claudia gray)

Lucas se encogió de hombros. "No veo el punto."

"Voy a compartir un secreto con usted, señor Ross. El secreto de cómo aprendí a soportar estarmuerto."

¿Lo que nunca haría la señora Bethany seria revelar algo tan personal?

La cara de Lucas parecía tan sorprendida como yo. ''Mmm, está bien. "Luego disimulo un poco susorpresa." En realidad, eso es algo que me gustaría escuchar".

"En este momento, sospecho, que está intentando olvidar lo que amaba de estar vivo." La falda dela señora Bethany crujía, cuando ella se abrió paso entre la multitud, la gente dejaba un amplioespacio a su alrededor y Lucas. "Para tomar distancia de las alegrías, debe de estar imaginandoque se separó de ellos para siempre. Pero eso es un error."

Lucas caminaba más despacio, obviamente tratando que tomara parte de esto. Pero no es comoque yo pudiese... No sé, ir a buscar una buena hamburguesa o ir a nadar en el océano”

"No. Hay cosas que están cerradas para nosotros. Pero sin duda se puede disfrutar de lasactividades que Riverton tiene para ofrecer."

Habíamos ido al cine clásico en nuestra primera cita. Él me había comprado mi broche en la tiendade ropa antigua. Sería divertido para visitar algunos de los lugares otra vez, juntos. ¿Y qué si metenía que esconder? Llámalo de otra forma, como a una cita a ciegas.

Tal vez Lucas reparo en lo que estaba sintiendo, porque asintió lentamente. "Eso es verdad. Podríair."

La señora Bethany sonrió con satisfacción. "Acuérdate de tu vida", dijo. “No dejes ir la misma, másde lo que se debe."

Luego se enderezó, totalmente formal, una vez más. "Voy a poner su nombre en la lista deRiverton."

"Gracias."

A medida que se alejaban a los terrenos, susurre: "Estoy tan contenta de que dijeras que sí."

"Eso fue un poco raro, ¿no?" Pensó claramente sobre la señora Bethany.

"Su apertura acerca de esto."

Fue un poco raro. Más extraño. Sabía que debería estar agradecido con ella, parecía estar mirandomás allá de Lucas, a su manera, pero me asusto demasiado por eso.

No quería hablar de ella por más tiempo, o incluso pensar en ella. Es mejor concentrarse entiempos mejores. "Si nos lleva de vuelta al cine, entonces está bien por mí."

Page 65: 04 Renacer (claudia gray)

Lucas se echó a reír, y yo disfrutaba del placer de ser como otra muchacha, esperando su fecha defin de semana.

Yo podría haber viajado en el autobús hacia Riverton ese fin de semana, flotando por encima deLucas, pero estuvimos de acuerdo que podría terminar helando las ventanas. En su lugar, tomó elbroche con él para que yo pudiera acercarme a su lado una vez que llegó allí. Lucas tuvo a lo largode una capa de repuesto y un conjunto de pantalones en su mochila, de esa manera, si nosotroséramos los únicos estudiantes de Medianoche en la sala de cine, como de costumbre, yo podríapasar como un ser sólido y poder pasar el tiempo como antes. Tal vez que fuera como antes. Yodefinitivamente tenía la esperanza que esto sucediera.

Mi impaciencia sólo creció en la media hora después de que el autobús salió. Se sentía unaeternidad el esperar, colgando en el techo junto a una de las gárgolas y dejando que la suave lluviapasara a través de mí. Yo sabía que no tenía sentido en ir a Lucas antes de que supiera a cienciacierta que estaba en Riverton, pero yo estaba tan ansiosa porque llegara. Especialmente el cine, elprimer lugar que había ido alguna vez a una cita. Era tan precioso para mí que yo podía imaginarcada pedacito de volutas de oro en las paredes, las cortinas de terciopelo rojo, los carteles -

Espera. ¿Era posible que yo lo hubiera amado lo suficiente como para enlazar con él? ¿Que erauno de los lugares que inmediatamente podría viajar, y convertirlo en mi "refugio", después de mimuerte?

Vale la pena intentarlo, me decidí. Me desvanecí un poco, dejando de lado el mundo material a míalrededor en la escuela, y visualice la sala de cine con tanto detalle como mi mente podíasostener. Todo en él, la madera, el marco del propio teatro, he querido tomar forma a míalrededor.

Y yo estaba allí.

¡Sí! hice una pompa de puños de la victoria, si hubiera estado sólida. El teatro no ha cambiado enlo más mínimo. Allí estaba la máquina de las palomitas a la antigua, una jaula de bronce, con unsigno de rayas rojas y blancas. Y allí estaba la alfombra modelada, tan densa y suave que anhelabatener los pies para poderme hundir en ella. Esta noche se presenta, a juzgar por el rotulo “Atrapa aun Ladrón” Cary Grant, glamour total, el romance total. ¿Podría ser mejor?

Bueno, sí, me di cuenta. Parecía que esto iba a ser un espectáculo lleno de gente, así que Lucas yyo no tendríamos mucha oportunidad de estar solos. La película no empezaría en media hora, y yavarias personas habían tomado sus asientos,

-a pesar de que alguien seguía mirando inquieto hacia la puerta donde me había materializado,mirando a través de mí, alguien más-

Y entonces me di cuenta. Reconocí a algunos de ellos, incluyendo, en la primera fila, Kate.

Page 66: 04 Renacer (claudia gray)

Cruz Negra. Sentía como el terror corría través de mí, con tanta fuerza que pensé que meconvertiría en hielo. Se dieron cuenta de que Lucas se fue después de haber sido convertido en unvampiro, y se acordaron sobre los viajes a Riverton de cuando él estaba espiando para ellos antes.Y esto no es un puñado de gente como ella trajo a Filadelfia-se trata de una completa fiesta decaza de Cruz Negra.

Ellos han apostado a este lugar. Están al acecho para matarlo.

Salí corriendo del vestíbulo, sabía que tenía que haber helado una de las puertas de cristal, perono me importaba. Cruz Negra no me estaba buscando. Si no advierto a Lucas a tiempo, seabalanzarían sobre él tan pronto como entrara en el cine. Incluso su fuerza y capacidad de luchano lo salvaría contra una docena de cazadores de vampiros.

Como ya he hecho mi camino por la calle hacia la plaza del pueblo, sin embargo, me di cuenta dela fiesta en el teatro no era la única. Allí, sentado en un stand en la cena, haciendo caso omiso deun plato de papas fritas en frente de ella, fue

Eliza Pang, la líder de la célula de Cruz Negra de New York. Y, lo peor de todo, escondido en uncallejón cerca de la plaza fueron Raquel y Dana.

El autobús entro en Riverton, y los estudiantes comenzaron a descender. Yo sólo tenía ojos paraLucas y no preste atención a los demás, que estaban riendo y hablando, caminando delante de mísin saber que estaba allí.

Lucas fue uno de los últimos en bajar del autobús. Parecía bastante mal parado, casi débil. El aguacorriente tiene que haberle afectado fuertemente.

"¿Estas bien, amigo?" dijo el conductor.

-Muy bien. Voy a tomar un café muy rápido. Eso va a ayudar, "dijo Lucas. Lo que quería decir eraque él podría sentarse en el café sin que nadie le moleste por un segundo. Él pensaba que iba avenir muy bien en el teatro y no quería que yo le viera tan débil.

¡No importa, acaba de obtener un lugar privado, por lo que puede advertirle! No he visto ningúncazador de Cruz Negra en el café, pero eso no significa que no podría ser una pareja que noreconocí. Rápidamente corrí tras él, esperando a susurrar en su oído antes de que pudiera entraren cualquier lugar.

Y entonces recién detenido. Me quedó ciega. Totalmente pérdida.

En un instante, era incapaz de moverme hacia adelante, atrás, arriba o abajo en cualquier lugar.¡Una trampa! Pensé en pánico, pensando en esa caja espeluznante en Medianoche, pero esto eradiferente. En lugar de un tirón constante e inexorable, que se llevó a cabo simplementefirmemente en su lugar. Era como la diferencia entre hundirse en arenas movedizas y se limita aestar atrapado en un ascensor. Bueno, un ascensor con las luces apagadas.

Page 67: 04 Renacer (claudia gray)

¿La Cruz Negra había hecho esto? ¿Era después de todo que iban por los dos? ¿Qué estabapasando? Lo único que sabía era que esta prisión, lo que fuera, me retuvo de que pudieseadvertirle a Lucas que se encontraba en terrible peligro.

Entonces vi como un solo círculo brillante se abría ante mí, brillante como una piscina en la luz dela luna. Cuidadosamente me asomé fuera y vi a mi captor mirando hacia mí en estado de shock.

"Bianca?" "¿Patrice?"

Capítulo 9— ¿BIANCA?—

PATRICE SE VEIA TAN ASOMBRADA COMO yo me sentí. Su rostro parecía llenar toda el cielo, o eltecho, o cualquier otra cosa que veía encima de mí en este oscuro, amorfo lugar. “Tú eres— ¿Tehas convertido en un fantasma?

—Patrice, ¡No tengo tiempo para discutir esto ahora!—

—Tenemos mucho tiempo, viendo como ambas estamos muertas, —Patrice dijo bruscamente, suexpresión nublándose. El viejo rencor entre vampiros y fantasmas parecía estar trabajando. —Laeternidad, de hecho. Empieza en como moriste—.

—Black Cross está aquí en Riverton, y si no me dejas salir en este segundo, van a matar a Lucas y acualquier otro vampiro que encuentren, ¡Posiblemente incluyéndote! —

El extraño pozo de Brea* libero el arrastre de mis movimientos tan rápidamente que sentí como sivolara. La luz parecía explotar en todo alrededor—pero solo eran los postes de luz del centro deRiverton, en contraste con la oscuridad que me había encerrado. Mientras recobraba el sentidodel mundo otra vez, me di cuenta de que estaba justo en frente de Patrice, quien a su vez estabaen un callejón justo al lado de la calle principal. Ella sostenía en su mano un pequeño espejo demaquillaje, que estaba escarchado. Debí de haber sido visible, pero solo justo— mientras alargabauna mano, vi únicamente el más ligero contorno grisáceo de dedos y palma. Nadie podría verme sino supieran verme.

(NT.-Es como un lugar en el que sabes que es inseguro de pisar, más fácilmente conocido comoarenas movedizas.)

Patrice sabía. Ella parpadeo una vez, después sacudió su asombro— ¿Dónde están? —ella dijo. —Dime rápido—.

—El teatro. El comedor. No sé dónde más. Lucas se dirige hacia la tienda de café; tenemos quellegar a él antes de que ellos lo hagan—.

Page 68: 04 Renacer (claudia gray)

Ella partió a lo largo de la calle, corriendo tan fuerte como si fuera su existencia en la línea en vezde la de Lucas. La seguí, pero lentamente. Ser atrapada había sacado algo de mí—necesitabatiempo para recuperar mi fuerza, tiempo que Lucas no tenía.

Patrice llego a la tienda de café mientras yo seguía a dos docenas de pies lejos. Ella no abriómucho la puerta mientras la habría de golpe completamente, lo suficientemente violento que lamayoría de los clientes alzaron la mirada para ver cuál era la conmoción. Uno de ellos era Lucas,quien había estado sentado en una de las butacas verdes de terciopelo con su cabeza en susmanos. Mientras se quedaba mirando hacia Patrice, ella tendió su mano hacia él, claramenteinstándole a que se fuera.

Ese fue el momento en que mi visión fue bloqueada por cazadores.

Kate. Eliza. Milos. Diez o quince más de los que no sabía, pero cada uno de ellos con la fuerza físicade las tropas de Black Cross. Alguien les había dicho el rumor de que Lucas estaba en el pueblo, yles dijo su localización. Patrice y yo habíamos llegado muy tarde.

Oh, no, pensé. Por favor, no.

—Armas,

—Kate dijo. El mundo se sintió tan pesado y rígido como el hierro. Ella había venido aquí paramatar a su hijo, y el peso de ello atenuaba sus ojos. Así como los cazadores ponían en sus hombrossus ballestas, Lucas se levantó y caminó hacia Patrice, listo para irse—y vio a su madre. El vio elataque a punto de suceder, y no había nada que él pudiera hacer acerca de ello.

Eso significaba que dependía de mí.

Me alargue a mí misma, en una línea horizontal, y me imagine a mí mismo como una punta afiladade una espada—después me lance hacia adelante.

— ¡Fuego!

— Kate chillo, justo mientras me barría a través de los cazadores. Debió de haberlos golpeadocomo un muy delgado, rápido golpe de hielo, porque todos ellos gritaron y la mayoría de ellosdispararon ciegamente, sus flechas de estacas golpeando en el pavimento o cerca de las paredes.Pero por lo menos una les abrió los ojos, porque la ventana de la tienda de café se hizo añicos enrocíos de cristales. La gente de adentro comenzó a gritar, y pude ver a los personas caminando enla calle empezar a descontrolarse.

¡Lucas! No lo podía ver. Aunque desesperadamente quería saber si estaba bien, sabía que teníaque terminar esto antes de alguien más saliera lastimada. Mi fuerza siguió tambaleante, pero teníaque hacer lo que sea posible.

Ya los cazadores se estaban reuniendo. Aunque unos pocos de ellos se habían doblado en dolordesde mi soplido, se estaban enderezándose, alistándose para otro asalto.

Page 69: 04 Renacer (claudia gray)

Mi primer pensamiento era posesionarme de Kate de nuevo y ordenarles que se detuvieran.¿Podía hacer eso? Si la desesperación era la solución, como supuse antes, entonces sí, podíahacerlo. Pero mientras me apresuraba hacia ella, sentí algo alejarme, hasta que llegue a unaparada.

¿Qué demo—? Luego vi, brillando en sus dedos, media docena de anillos de cobre. Cobre, comocualquier otro mineral encontrado en el cuerpo humano, repelía a los fantasmas. Black Cross solosabía un poco acerca de fantasmas, tanto como había sido capaz de encontrar, peroaparentemente Kate había descubierto lo suficiente para protegerse a sí misma de la posesión.Podía golpearla, pero nunca podía volver a controlar su cuerpo.

Solo tendría que sacarlos uno por uno, entonces.

Me lance hacia el cazador más cerca a mí. Para golpearlo con ese puño de hielo, tendría quetomarle forma, y sabía que eso probablemente era una mala idea; no solo me delataría antemontones de más estudiantes de Medianoche, pero también le daría a Black Cross algún lugarpara apuntar. Ellos probablemente habían buscado maneras para dañar o destruir fantasmasdesde nuestro último encuentro.

En vez, di vueltas alrededor de él, una brisa convirtiéndose en una tempestad, deseandoque yo misma fuera más y más fría. Mientras mi velocidad incrementaba, pude vercarámbanos empezando a formarse en los extremos de sus cabellos y barbas. Supiel se volvió azulada, y el gritaba de dolor. Suficiente.Lo deje ir, escuchándolo caer en aparente estupor, y se apresuró hacia otrocazador. Pude sentir sutilmente el resto de la pelea alrededor mío: Patrice se habíaenfrentado a Kate, ajustando su codo para golpear con una ferocidad de la quenunca me había dado cuenta que poseía. Lucas estaba donde está la acción,también; el rugió con cólera mientras embestía a Milos hacia el suelo. Misemociones estaban rasgadas entre estar feliz porque Lucas estaba bien, yhorrorizada de que esta seria—el momento en que el tomaría una vida humana, elpecado por el cual él nunca podría perdonarse a sí mismo.

Pero justo ahora, la mejor cosa que podía hacer para ayudar a Lucas era continuarluchando. Me forcé a mí misma a convertirme en un torbellino una vez más, azotando más y másfrío. Desde el interior de mi misma envolviéndome alrededor del próximo cazador, ella, también,cayó presa de la congelación, o hipotermia, o lo que sea que fuera que le estaba haciendoa ellos. Así que fui detrás de otro, pero mientras comenzaba, escuche a Lucasgritar de dolor.No pude concentrarme. En horror, mire detrás de mí para ver a Lucas—con sus colmillosextendidos, rostro monstruoso—en el suelo mientras Milos levantaba una estaca.Sangre fluía libremente desde una cortada en la frente de Lucas. Ellos estabanmuy lejos; no podría llegar a ellos a tiempo

Después apareció Raquel, corriendo desde el lado más cercano de la calle, y golpeo algo en el ladode la cabeza de Milos.

Page 70: 04 Renacer (claudia gray)

Milos cayó de rodillas, aturdido. Mientras miraba en incredulidad, Raquel grito,“Lucas, ¡Sal de aquí! ¡Ahora!”

“¿Qué demonios estás haciendo?” Kate grito. Pero Dana había llegado, también,sosteniendo una ballesta apuntando directamente hacia Kate.

“Esto termina,” Dana dijo. Ella estaba estremeciéndose tan fuertemente que su voztemblando. “Esto termina ahora.”

Desde la distancia, escuche sirenas comenzando a ulular; alguien en Riverton había llamado a lapolicía.

Lucas se puso de pie a trompicones, obviamente algo mareado por el golpe en su cabeza y absortoen la urgencia de pelear, y de matar. Me fui rápidamente a su lado, incapaz de ser nada más queuna helada brisa contra su mejilla, pero tal vez eso podría por lo menos recordarle quien era él.

Detrás de mí, escuche la voz de Kate temblar de rabia. “Ustedes dos se arrepentirán de esto.”

“Tengo muchos remordimientos,” Raquel dijo. Ella no se había movido de su lugar entrelos cazadores y Lucas. “¿Y que si tengo una más?

“Maldito sean.” Rápido como un parpadeo, Kate se apartó y se echó al hombro su ballesta.Dana se colocó rápidamente a su lado, lanzando una flecha volando torcida—Gracias a Dios, no golpearía a Raquel o a Lucas—pero después me di cuenta quefue dirigida justo hacia uno de los estudiantes de Medianoche abriéndose en lapelea, una chica humana quien nunca podría ser capaz de esquivarla a tiempo.

Aunque el siguiente momento no duro más que una fracción de un segundo, parecía desarrollarseante mí en cámara lenta. La flecha, cortando letalmente a través del aire.Lucas, saltando con su fuerza y velocidad vampírica, directamente hacia lachica en peligro. Sus cuerpos chocando, su brillante cabello negro bajando detrásde ella, ambos de ellos cayendo hacia el suelo—solo un par de pies cortos de laflecha, que aporreo dentro del lado del edificio, enterrándose piesprofundamente en la madera.Las sirenas se acercaron, y las muchedumbres estaban creciendo—docenas de testigos,ahora, algo que Black Cross odiaba. Kate debió de haber dado alguna señal,porque escuche a los cazadores despegando, corriendo o tropezándose lo mejor que podían.Dana llamo, “¡Lucas!”Desde donde él estaba tumbado en la acera con la chica rescatada, levanto la mirada hacia ella. Sucuerpo completo tembló, y él no sonrió. Sabia eso, mientrasLucas pudo haber vencido su sed de sangre por proteger a otro, el aún estabamuy cerca de quebrarse*. (NT.-De rendirse por su sed de sangre)“No te le acerca ahora,” Patrice dijo. Ella había visto las señales de que Lucas estaba cerca dequebrarse. “Ustedes dos tienen armas. La policía pensara que fueron parte del grupoatacándonos.”“Dimitimos anoche, cuando Kate dijo que estábamos tras Lucas,” Dana dijo. “No es queexactamente se lo hubiéramos mencionado a ella o algo así.”

Page 71: 04 Renacer (claudia gray)

Raquel dijo, “¿Qué fue esa— cosa de torbellino de hielo?”

“Esa fui yo,” respondí, aun invisible. Todos saltaron. “Dana, Raquel, chicos tienenque escuchar a Patrice. Serán arrestados si se quedan aquí.”

“Y ninguna post fianza de Black Cross esta vez.” Dana suspiro. “Raquel, bebe, tiempo de correr.”Dana despego, pero Raquel dudo un momento, buscando el aire en vano por una visión de mí.“Bianca…”

“Lo tengo.” Dije. “Lo entiendo.” Que no era totalmente verdadero—no sabía queexactamente, había llevado a Raquel alrededor del miedo que la había llevado a traicionarme.Pero sabía que algo había, y que ella y Dana habían arriesgado sus vidas y dejado Black Cross conel finde proteger a Lucas. Tan lejos de lo que a mí me incumbía, eso importaba másque cualquier otra cosa.

Raquel corrió tras Dana, desapareciendo alrededor de una esquina justo mientras el coche policíase estacionaba. Me di cuenta de que Patrice se había alejado de mí y volteado a ver que ella sehabía puesto a si misma ligeramente entre Lucas y la humana que él había salvado—Skye Tierney,ahora la reconocía—para que así Lucas no la pudiera ver. Su rápido pensamiento tal vez lo habíasalvado de quebrarse. O, más exactamente, salvo la vida de Skye.

Así como los policías salían del coche, Patrice susurro, lo suficientemente suavepara que solamente Lucas yo pudiéramos escuchar, “Déjame las explicaciones ami,”

Dentro de un par de minutos de la llegada de los oficiales, entendí porque Patrice queríaquedarse a cargo de esto. Un siglo y medio de experiencia de proveersupuestamente explicaciones racionales para eventos sobrenaturales estabanvaliendo la pena. Con habilidad, Patrice jugo la parte de una joven chicaaterrorizada, ciertamente que ella había visto miembros de una pandilla de laciudad, y ellos habían dicho algo acerca de una iniciación, y era justo comoesos correos electrónicos que a veces recibías donde escuchabas que miembros deuna pandilla iban a matar a alguna persona inocente al azar, ¿Cierto?

Los policías pudieron no haber creído eso, pero si creyeron que su miedo era genuino y, másimportantemente, que ni ella ni ninguna de sus amigas tenían algo que ver con comenzar la pelea.El otro testimonio de los testigos, incluyendo el de Skye, respaldaría eso. Para el momento en queellos llegaron a Lucas, las únicas preguntas que le hicieron eran acerca de su cabeza si elnecesitaba ver a un doctor.Él fue capaz de responder sus preguntas lo suficientemente calmado. A pesar de que sabía que élestaba luchando, Lucas había ganado sobre su sed de sangredespertada por la pelea, por lo menos por ahora.

Page 72: 04 Renacer (claudia gray)

Una vez que la policía se fue, estaba deseosa por hablar con él, para ver cómo estaba—perotambién lo estaba alguien más. Skye dio un paso a su lado, brillando con emoción y alivio. “Solotengo que decirte, eso fue asombroso,” ella dijo. “Salvaste mi vida. De verdad. No puedoagradecerte lo suficiente.”

“Solo estoy contento de que estés bien,” Lucas dijo, y a pesar de la agitación sabía que él tenía queestarlo, él sonrió unpoco por ella. Eso hizo que Skye sonriera hacia él, y me di cuenta con unrespingo de que tan bonita ella era: delgada de pelo oscuro, pálidos ojosazules con espesas pestañas, perfecta piel, delgada pero no viéndose escuálida—

Todo de una sola vez, no estaba completamente encantada acerca del hecho de que Lucas la habíasalvado. No es que quisiera a Skye muerta, pero ella era preciosa chica que estaba posiblementecerca de tener un enorme enamoramiento por mi chico. Y eso no estaba bien.

“¿De verdad piensas que ellos era miembros de una pandilla?” Ella se veía dudosa. “Se veían unpoco viejos para eso.

“Parece ser que nunca eres tan viejo para ser estúpido.” Lucas no podía dejar deencontrar sus ojos. Skye puso una mano en el antebrazo de Lucas. Estaba así decerca de odiarla cuando ella dijo, “Estoy un poco conmocionada… quiero llegar a mi casa parallamar a mi novio—pero antes de que me vaya, gracias de nuevo. En verdad.”

Sólo por eso, de repente me gustaba Skye mucho más. Cuando Lucas se despidió de ella, memurmuró al oído: "Está bien. Llegamos a través de él. Usted no se rompió. Lucas, ¿ves lo fuerteque eres?"

"Necesito estar solo." Lucas se alejó de mí, y yo quería seguir, pero no lo hizo. Su madre habíaintentado una vez más matarlo, no es de extrañar que no pudiera tener ningún placer en supequeña victoria sobre sí mismo.

Como he visto con tristeza que se vaya, vi a otra persona -Patrice, que ahora estaba sentada solaen un pequeño banco. Parecía estar estudiando el dobladillo de su falda de estampado floral porcualquier rasgón o rasgones. Por lo general, que había conseguido a través de toda esa lucha,dando tan buenos como se puso, sin echar a perder su cabello.

Fui a su lado y le dijo: "Gracias por todo eso."

"Bianca". Patrice levantó la cabeza, con la mirada lejana que la gente tiene cuando me hablabamientras yo era invisible. "¿Eres un fantasma ahora?"

"Sí".

Ella se acomodó en el banco, claramente para encontrar una posición cómoda. "Cuéntame lahistoria completa. Inicia de nuevo cuando tú y Lucas se separaron, lo cual ahora asumo no eraexactamente verdad.

Page 73: 04 Renacer (claudia gray)

Patricia nunca había sido alguien en quien confío mucho, pero después de la forma en que habíallegado por nosotros, yo sabía que podía confiar en ella. Así que le dije toda la historia, de la formamás concisa que pude, desde los inicios de mi relación clandestina con Lucas a nuestra muerte y ala situación actual en la Academia Medianoche. Ella lo escuchó con simpatía, -no con la simpatíaque algunas persona pueden tener hablando de lo terrible que son las cosas y lo mal que sesentían por nosotros- pero ella no nos juzgó. Después de toda la culpa y la recriminación dandovueltas, eso fue solo un alivio.Una vez que terminé, me di cuenta que tenía algunas preguntas para mí misma. "¿Por qué meatrapaste? ¿Cómo me atrapaste?"

"Sentía algo alrededor de mi por todos lados. O alrededor de Lucas, ahora veo, sabía que lo sentía.Algo fantasmal. No fui positiva, pero me decidí a tomar medidas si lo sentía de nuevo. Estás fría aveces, ¿lo sabías? "

"¿Cómo es que no tienen miedo de mí? La mayoría de los vampiros lo tienen."

Los labios llenos de Patrice formaron una sonrisa. "La mayoría de los vampiros son bastanteestúpidos sobre fantasmas, me enteré del pánico del año pasado. ¡Qué montón de tonterías! Peroen Nueva Orleans, ¿dónde empecé? En ese entonces, había una mujer llamada Marie Leveau quelo sabía todo sobre los vampiros, fantasmas, los espíritus, lo que sea. Fui a ella cuando recién meconvertí." Miró a lo lejos como si estuviera tratando de mirar hacia el pasado. "Había un hombreque había muerto... alguien que quería volver a ver... bueno. Traer a alguien de nuevo contra suvoluntad, resulta ser una mala idea."

"Puedo imaginármelo." Pensé en cómo ser un fantasma había sido bastante difícil para mí. Paraalguien que había muerto en paz, era probablemente mucho peor. "¿Lo atraparon en un espejo?"

"Y al final, rompí el espejo para dejarlo libre." De su bolso sacó lo que había utilizado paraatraparme. La escarcha se había derretido, y cuando lo abrió, vi el espejo intacto. "Desdeentonces, he descubierto la manera de liberar fantasmas sin romper ningún espejo. Es doloroso,es sustituirlos."

Así era Patrice, preocupada por sus cosméticos, mientras que jugaba con la línea entre los vivos ylos muertos.

"¿A dónde van los fantasmas cuando se utiliza el espejo para atraparlos?"

"Esperaba que me dijeras eso," dijo. "Al espejo, hasta donde yo sé."

Pensé que iban a otro lugar, un área entre la existencia y no existencia, pero los misterios de estaempezaban a ser casi una rutina ahora que me había convertido en un fantasma. Además, laspreocupaciones terrenales se sentían más urgentes en estos momentos.

Empecé, "Tu sabes, Lucas podría necesitar a algunos amigos de la Academia Medianoche. Y seríabueno tener alguien con quien hablar." En particular, pensé, otra chica. Lucas, Balthazar, Ranulf, yVic fueron magníficos a su manera, pero al salir con ellos sólo obtuve poco de sudor después de untiempo.

Page 74: 04 Renacer (claudia gray)

"¿Ya no tienden a hacer amigos con los cazadores de la Cruz Negra? ... a diferencia de algunaspersonas", olfateó. Pero yo podía ver sus facciones suavizándose de a poco. "Aunque creo queLucas no está con ellos. Así que apoyarlos sería lo mismo que señalar con un dedo a la CruzNegra."

No fue una confesión de amistad eterna, pero yo lo apreciaba.

"Y supongo que no dije...", agregó Patrice. "Yo había estado pensando en ti hace un rato, enrealidad."

"¿En serio?" Eso me hizo sentir bien, pero se esfumo rápido.

"Siempre tenías buen gusto para la joyería en la Vendimia, y yo quería golpear al de la tienda deaquí por no encontrar algo para usar con este equipo. Vale la pena pasar sobre el río, ¿no teparece?"

Patrice se detendría ante nada para tener el look perfecto, pero ya no me molestaba, en lugar deeso era gracioso, y, bueno, era sólo ella. "Está bien, voy a ir contigo. No me va a ver. Yo podríaestar muerta, pero todavía puede comprar."

Ella se animó. "Ooooh, busquemos camisetas con lemas".

Seguí a Patrice, quien estaba mirando una pulsera antigua, pero al mismo tiempo era agradablevolver a conectarme a otro nivel que era básicamente matar el tiempo. Cuando estábamos en latienda de ropa, no pude dejar de recordar cómo Lucas y yo había venido aquí cuando reciénestábamos comenzando. Había sido tan feliz, probando impresionantes abrigos largos y sombreroslocos, tan despreocupados. Tan viva.

No es que yo lo quería menos estando muerta, ¿cómo podría? Pero sabía que su vida era algo queyo había amado de Lucas, y se había ido.

Cuando los estudiantes comenzaron a reunirse en la plaza para coger el autobús de regreso a laescuela, Lucas no estaba con el resto. Nadie, excepto Skye, pareció darse cuenta. Como todo elmundo comenzó a subir, se dirigió al acompañante y le dijo: Falta una persona. Podría estarherido."

"¿Ross? No está herido." El conductor-un vampiro-se encogió de hombros. "Él me dijo antes quetenía otro viaje antes de volver a la escuela. Lo verás mañana."

Skye no parecía muy contenta con que Lucas estaba quedándose atrás, y pude entender por qué.En cualquier escuela normal, hubiera sido un tema para preocuparse, incluso en Medianoche, dehaber sido un estudiante humano el que se hubiera perdido. Pero a los estudiantes vampiros seles permitió una mayor independencia y se supone que son capaces de cuidar de sí mismos.

Tenía la esperanza de que fuera verdad.

"Ve a encontrarlo", Patrice susurró antes de que ella subiera al autobús. "Hasta luego".

Page 75: 04 Renacer (claudia gray)

Rápidamente me alejé de la plaza, hacia el bosque que se extendía entre la ciudad y Medianoche.Una vez que las casas eran pocas y distantes entre sí, y la brisa de la noche se agitaba a míalrededor, tuve la soledad que necesitaba para concentrarme.

Me imagine a mi broche, la que él había comprado para mí aquí en Riverton. La piedra negra, laforma de la flor, la piedra que guardaba parte de mi vida en su centro de madera.

Todo a mí alrededor se arremolinaba como el humo, como si todo cambiara de colores, tomandoforma. Para mi sorpresa, no estaba con Lucas, el broche había estado en el bolsillo de su chaqueta,que ahora estaba descartado en el medio del bosque. A medida que me asomaba, vi que estabamanchada de sangre. Por la lucha, asumí, pero luego vi que había cuerpos que yacían alrededor deella. Un mapache muerto. Un pájaro de algún tipo muerto también. Un zorro muerto. Sus cuerposno estaban completamente drenados, pero estaban destrozados. La pila era el resultado de unfrenesí de muerte, adoptadas en animales pequeños en vez de seres humanos.

A lo lejos, pude escuchar un ruido, ruido, ruido, golpes contra la madera, al igual que con un mazoo quizás un hacha. Apoderándose del broche y convirtiéndose en sólidos, caminé hacia el sonidohasta que vi a Lucas, despojado de su camiseta. Se puso de pie frente a un árbol, la perforación dela manera como un boxeador en una bolsa.

Me acerqué. Lucas era ajeno a mí, tal vez por completo. Él golpeó el árbol con tanta fuerza quevoló la corteza con cada golpe, ambos lados del tronco fueron reducidos al mínimo, de maderaastillada, brillando con su sangre. Horrorizada, me di cuenta de que había golpeado a través de lapiel de sus manos, y una astilla de hueso sobresalía a través de un dedo. El dolor que sentía concada golpe tenía que ser enorme, y sin embargo él siguió su camino, implacable.

"¡Lucas!" Corrí a su lado y agarré uno de sus brazos. "¡No hagas esto!"

Se detuvo, pero no me miró. El sudor mojando su piel, haciendo que su camiseta se adhiriera a él yque su rostro resplandeciera bajo la luz de la luna. Lucas seguía mirando el árbol, como si loodiara. "Yo quería matarla".

"Ella es tu madre," le dije. "Ella te traicionó, tanto como alguna vez alguien pudiera... está biensentirse loco."

"No sólo ella. Quería matar a Dana y Raquel, mientras ellos estaban tratando de salvarme. Queríamatar a Skye todo el tiempo en que intente salvarla. Y ahora miro hacia atrás, y no estoy orgulloso,y No me siento fuerte. Estoy tan enojado conmigo mismo por no matarlos y beber su sangrecuando tuve la oportunidad, y me odio por ella, y por mí. Maldita sea. Maldita sea. "

Lucas golpeó el árbol de nuevo, con tanta fuerza que yo sabía que no estaba imaginando daño anadie sino a sí mismo.

"Por favor, no hagas esto". Tomé sus dos brazos en mis manos y llevé su fractura de la mano a micara. Fue un desastre trenzado de huesos y tendones y huesos, como si hubiera estado en unaccidente de coche. "Me duele verte."

Page 76: 04 Renacer (claudia gray)

"Sigo tratando de romperme la mano de mal en peor, para que no se cure", dijo. "Pero se cura.Puedo sentir los huesos volver juntos mientras yo descanso antes de volver a hacerlo. Se remontaa la forma en que estaba antes. No me puedo derrumbar. No puedo escapar de esto. No haymanera. "

Estaba en lo cierto. No podía discutir con él. Así que en vez de eso arrojé mis brazos alrededor desu cuello y lo abracé con fuerza.

Después de un momento, Lucas me abrazó de nuevo. Se estremeció, como si la locura se fuera deél.

Sólo por ahora, yo lo sabía. Pero si esa era la única vez que pudiera demostrarlo, entonces yo haríalo posible. Cerré los ojos esperando que el amor verdadero pudiera conquistar a la muerte.

Capítulo 10DESPUÉS DE ESA NOCHE EN RIVERTON, LUCAS SE VOLVIÓ más callado. Más duro. A pesar de queel continuaba localizándome, y tratando de encontrar cosas divertidas para hacer los dos, era cadavez más obvio para mí –y, sin duda, para él- que estaba en una desesperada lucha por conservar lacordura, y yo no podía ayudarlo mucho.

Y cada vez que se recuperaba, y podía conseguir tener un buen día o dos seguidos, alguna cosapasaba y se derrumbaba.

Un par de días después, yo espiaba en su clase de Cálculo, una que generalmente evitaba, porquela había tomado el año anterior y una sola vez había sido suficiente. Como era usual, Lucas estabasentado al fondo del salón, pero esta vez, no había una barrera invisible alrededor de él. Un par dechicos –chicos vampiros, delgados y pálidos- estaba a cada lado de él, y estaban poniendo másatención a Lucas que a la ecuación en el pizarrón.

Page 77: 04 Renacer (claudia gray)

Mientras me deslicé un poco más cerca, escuché a Lucas murmurar, “Déjalo ya, ¿vale, Samuel?”

El más delgado de los vampiros, un estudiante nuevo aparentemente llamado Samuel, contestó:“No me lo puedo callar. Tú lo sabes tan bien como yo. Tú también lo hueles.”

El otro vampiro, se rió en silencio de una manera increíblemente espeluznante, señalando con sudedo medio a la chica sentada a dos filas delante de ellos, una con cabello rubio y corte cuadrado.

“Respíralo”, Samuel murmuro. “Nada mejor que una chica en pleno período.”

Yo nunca me había dado cuenta de que los vampiros convertidos podrían oler cuando las chicastienen su periodo. Retroactiva mortificación de cada mes de mis dos años en Medianoche mepego de repente, y si yo hubiera tenido un cuerpo, estaría totalmente sonrojada.

Lucas lucía mortificado también, pero eso no era claramente el problema principal. Samuel y sudetestable amigo no estaba tratando de avergonzarlo, ellos trataban de que tuviera hambre.

Samuel se inclinó hacia delante en la silla, su escritorio ladeado, su boca pegada al oído de Lucas.“¿Tú has cambiado apenas este verano, no, cazador? Apuesto a que nunca has tenido que matar.Nunca has tenido sangre humana fresca. Pero tú la quieres, ¿no es así?”

Las manos de Lucas agarraban fuertemente la orilla de su escritorio. Sus nudillos horriblementeblancos. El mantenía la vista abajo hacia las notas que había hecho, pero era obvio que él noestaba viendo nada de eso.

“Este lugar es como un maldito buffet de todo-lo-que-puedas-comer estos días,” dijo Samuel. “Sonmuchos humanos. Son muchas chicas. ¿Quieres un trago, Lucas? ¿O la Cruz Negra te creó muchaconciencia como para alimentarte por ti mismo?”. El soltó las palabras Cruz Negra como si ellas ledieran un mal sabor de boca.

“Cállate la maldita boca.”

La voz de Samuel se hizo más baja, pero él seguía hablando. “Tienes hambre. Tú vas a estar más ymás hambriento hasta que te desgarre por dentro. Una chica linda como esa, tal vez –ella tellevará justo al borde. Algún día tú repentinamente, cazarás. Algún día tu matarás.”

Lucas cerró fuertemente los ojos.

Suficiente, decidí. Yo floté hacia el suelo, frío y duro, y me coloqué debajo del escritorio deSamuel, empujándolo y a Samuel con él.

Él se cayó, libros y papel por todos lados, y todos empezaron a reírse. La profesora Raju cruzó susbrazos. “Sr. Younger, usted nunca aprenderá las ecuaciones balanceadas si no puede balancearsea sí mismo.” Humor de maestro poco convincente, pero la gente se rió de todos modos; Samuel seveía furioso pero se levantó hoscamente. Yo sabía que él no se iba a burlar de nadie en al menosun día o dos.

Page 78: 04 Renacer (claudia gray)

Lucas no se unió a las risas. El hambre lo tenía preso, y me di cuenta de que le tomó un pocoenfocarse y no ir a atacar a la chica a dos filas delante de él.

Cuando la clase terminó, Lucas se levantó tan rápidamente de su escritorio que este cayó al piso.Samuel y su horrible amigo se rieron, y Samuel dijo, “¿Cuál es la gran urgencia, Lucas? ¿Vas acambiar un Tampax?”

Un par de vampiros rieron, Skye, quien había estado en la fila de enfrente, volteó y dijo, “Chicos,¿no van a dejarlo nunca en paz?”

“¿A ti que te importa si no nos gusta este idiota?”

“Estoy viendo al mayor idiota en el salón, y no es Lucas.”

Mientras Samuel y Skye discutían, Lucas agarró sus cosas y salió rápidamente de la clase. Yo loseguí, y sólo mi habilidad para viajar a través de multitudes de estudiantes me permitió seguirle elpaso. Lucas seguía y empujaba, caminando más y más rápido, ignorando cualquier mirada molestaque recibía. Él estaba enfocado en una sola cosa: salir de allí.

Lucas abrió las grandes puertas de madera del gran salón con las dos manos. Las hojas de colordorado y rojizo crujían bajo sus pies, y yo podía decir que él estaba preparándose para correr.Volvería a ocultarse en los bosques otra vez, matando todas las criaturas que pudiera,golpeándose a sí mismo. No otra vez, pensé con desesperación. ¡Otra vez no, por favor!

En ese momento apareció Balthazar, como si se materializara enfrente de Lucas. Él debe haberrecurrido a su velocidad de vampiro para alcanzarlo. “¿Un mal día?” dijo.

“Quítate de mi camino,” gruñó Lucas.

“No.” Balthazar agarró el brazo de Lucas y lo arrastró de regreso al edificio. “Tu vienes conmigo.”

“¿Qué estás haciendo?” Le susurré furiosa en el oído a Balthazar.

“Impedir que se destroce a sí mismo.”

Lo cual era lo que yo quería también, pero esto sólo podría empeorar la situación. “El necesita irsede aquí. Alejarse de los humanos. ¿No te das cuenta?”

Balthazar sonrió ampliamente, mientras cruzábamos los pasillos. Se veía raro –él básicamentearrastraba a Lucas mientras tanto, Lucas casi fuera de esto- pero Balthazar no parecía importarleempeorar las cosas al hablar conmigo en voz alta. “Yo sé que no confías más en mí, pero solo vas atener que manejarlo.”

Su destino cambió a ser un cuarto de esgrima. No había clases a esta hora: estaba desierto, elequipo almacenado lejos. Quedaban algunas colchonetas en el suelo pero aparte de eso se veíavacío. “Está bien”, dije después de que la puerta se cerrara detrás de nosotros, mientras mepermitía tomar una forma visible. “Estamos lejos de la multitud, ¿es eso suficiente?”

Page 79: 04 Renacer (claudia gray)

“Es suficiente,” dijo Lucas. Él se veía como si quisiera vomitar. “Tan sólo déjenme solo, ¿está bien?Yo puedo –sólo déjenme solo.”

“No puedo hacerlo.” Balthazar dijo, justo antes de que le diera un puñetazo a Lucas en la cara.Di un grito ahogado. Lucas se tambaleó hacia atrás un paso, una mano en la mandíbula. Sus ojososcuros, y pude ver su auto-control, esforzarse, extenderse, justo en el punto de quiebre.

“Necesitas sacarlo.” Balthazar dijo. Él se quitó el suéter y se quedó en camiseta. “Así que vamos asacarlo.”

“No pienso luchar.” La voz de Lucas temblaba.

Balthazar sonrió. “Entonces creo que sólo tendremos que sacar esa mierda de ti a golpes.”

Se volvió a Lucas de nuevo con un golpe, pero el instinto de lucha de Lucas se hizo cargo. Élbloqueó el golpe y empujó a Balthazar a través del cuarto. En un instante, volvió Balthazar,golpeando con el puño en el estómago a Lucas. Lucas le devolvió el golpe más duro, enviando lacabeza de Balthazar hacia atrás.

“¡Chicos, paren esto!” Grité, pero Baltasar no escuchaba, y Lucas no podía oír. Eran dos vampiros -dos monstruos - que luchaban por el dominio, y nada más importaba en el mundo.

Puños. Sangre. Sudor. Embestían por igual como animales. Me asusté, traté de pensar en la mejorforma de detener esto y decidí, De acuerdo, tiempo de congelar la habitación. Pero cuandoempecé, me di cuenta de lo que estaba sucediendo.

La mirada enloquecida había dejado los ojos de Lucas. En cambio, su mirada era viva, enfocada,como si estuviera en una misión de la Cruz Negra otra vez. Cada golpe era centrado, cadamovimiento fue táctico. Luchar de ese modo, contra un rival tan fuerte como él, le había dado unasalida a toda aquella energía desesperada que se agolpaba en su interior.

Yo no tenía ni idea de lo que estaba haciendo Balthazar con aquello, pero incluso cuando Lucas ledio una patada en la mandíbula, enviándolo a través del suelo, tenía una sonrisa de loco en sucara.

Balthazar se rió desde su lugar en el suelo, poniendo dos dedos en su boca y retirándolos para verla sangre. “Sólo un maldito miembro de la Cruz Negra se rebajaría a dar patadas a un chico en laboca.”

“Sólo algún cadáver medio-podrido me lo permitiría.” Lucas pestañeó como si no pudiera creerque había hecho una broma. Al igual que, al parecer, la lucha había terminado.

Todo se quedó en silencio durante unos segundos, hasta que yo dije… “Lucas, ¿ya estás bien?”“Sí.” Él reflexionó, y devolviendo su atención a Balthazar añadió. “Sí. Gracias, hombre.”

Balthazar dijo, “Si vuelves a estar así de nuevo, y necesitas una salida, sólo búscame. Nosotrospodemos hacer algo. Cualquier cosa que se necesite para dejarlo salir. Ayuda; ya lo veras”.

Page 80: 04 Renacer (claudia gray)

Lucas no parecía creerlo por completo, pero asintió con la cabeza. Le tendió una mano a Balthazarpara ayudarle a levantarse del suelo. Cuando Balthazar encontró mis ojos, él sonrió,desesperadamente satisfecho. “¿Qué, no vas a darme las gracias también? ¿O al menos admitirque tenía razón en algo?”

“Lo has disfrutado,” repliqué.

Balthazar se encogió de hombros, incapaz de negarlo. Agarró su suéter del piso. “Me voy a laducha antes de la clase. Chicos los veo más tarde.”

Una vez que estuvimos solos, Lucas dijo, “Bianca, lo siento.”

“¿Por qué?”

“Caer de esa forma, delante de ti.”

“Tú no caíste.” Insistí. “Fuiste capaz de controlarlo.”

“Balthazar fue capaz de controlarlo,” me corrigió Lucas.

Era cierto. Pero sabía que teníamos que centrarnos en lo positivo. “Veo que te sientes mejorahora.” Él se veía mejor, de hecho, con la piel perlada de sudor, su cabello despeinado y suuniforme torcido, estaba asombrosamente atractivo.

Si tan sólo pudiéramos tocarnos el uno al otro sin que él sienta la necesidad de morder, pensé connostalgia. Yo sabía mejores maneras para que él quemara esa energía.

“Me siento. . . bien.” Lucas estaba un poco más recto. “Más tranquilo que en mucho tiempo. Escomo si todo este ruido blanco en mi cabeza, finalmente se quedó en silencio y yo puedo por finpensar.”

Yo bromeé, “Tal vez este sería un buen momento para que trabajes en tu tarea de psiquiatría.”

“En realidad, ¿sabes qué?” Lucas dio un paso atrás y se enderezó su suéter. “Este es un buenmomento para colarse en la casa de la señora Bethany.”

“Espera. ¿Qué?”

“La Sra. Bethany esconde trampas para fantasmas alrededor de la escuela, ¿verdad? Nosotros nopodemos protegerte hasta que sepamos más sobre dónde las está poniendo, y por qué. Él sonrió,y por un momento se parecía a su antiguo yo, cuando nos conocimos -guapo, agresivo, y muyposiblemente no muy bueno. “¿Te animas a irrumpir un poco y entrar?”

“Deberíamos esperar hasta que saliera de la escuela en algún momento. O por lo menos esté enclase. No creo que ella esté enseñando en este período. Es peligroso,” le dije, mientras Lucasseguía su camino por las escaleras.

Page 81: 04 Renacer (claudia gray)

“Siempre va a ser peligroso. Por lo menos ahora, me puedo concentrar en lo que estoy haciendo.Eso tiene que ayudar a nuestras posibilidades.”

Yo no estaba del todo convencida, pero Lucas tenía un punto -y, además, parecía empeñado enhacerlo ahora. “Yo estaré en mi puesto de observación. Si viene por ahí, voy a arrojar piedrascontra la ventana, algo así.”

“Suena bien.” Lucas sonrió, y en ese momento, parecía como si estuviéramos en una granaventura juntos, como la primera vez que salimos a escondidas para vernos. Al parecer, el robopodría ser muy romántico bajo las circunstancias adecuadas.

Nadie más parecía estar cerca de los terrenos de la escuela; Lucas en ese momento tenía la clasede corte. (Un montón de los estudiantes vampiros hacían esto –ya que estaban aquí no paraaprender los temas sino para aprender a encajar, lo que los maestros tácitamente reconocían.Pero, por lo general, cuando se saltaban la clase lo hacían por algo de diversión más que paradescansar en el exterior.) Con un asentimiento de cabeza, me lancé hacia la casa de la señoraBethany. Miré a través de cada ventana, helando un poco un par de los cristales. Ella no estabadentro. “No hay moros en la costa”.“Está bien. Mantente vigilando.”

Lucas fue a una de las ventanas laterales. Vi que manipulaba uno de los marcos de metal alrededorde un pequeño cristal, moviéndolo hacia atrás y hacia adelante hasta que la franja superior sedeslizó en su mano libre. Las otras tres tiras de metal alrededor de la ventana salieron fácilmenteentonces, al igual que el rectángulo de vidrio. Al parecer, la señora Bethany no había reemplazadolas ventanas recientemente. Lucas puso todo fuera de su camino, y luego pasó la mano a travésdel cristal abierto para quitar el bloqueo, rápidamente dejando a un lado la fila de pequeñasmacetas de violetas africanas. Luego puso las manos en el alféizar y cuidadosamente volteó y saltóal interior de la casa de la señora Bethany.

Eso fue mucho más rápido y más limpio de lo que yo habría sido capaz de hacer. Me consoló unpoco pensar que contaba con sus poderes de vampiro para hacerlo. Tal vez me burlara de éldespués por tener instintos criminales por naturaleza.

A través de la ventana, podía ver caminando a Lucas a través de la casa hacia el escritorio, dondeera más probable que estuviese todo el material para su caza de espectros. Cambié alrededor delos bordes de las paredes, deseosa de mantener un ojo en él, mientras mantenía mi puesto deobservación para la señora Bethany. Pero mientras lo hacía, lo sentí de nuevo. El tirón.

¡Una trampa! Antes de que pudiera entrar en pánico, me di cuenta de que no era igual que la de labiblioteca - o, si bien era el mismo tipo de trampa, había una barrera puesta entre nosotros queevitaba no caer - el techo o las paredes a prueba de espectros, tal vez. Al parecer, ella puso lastrampas juntas en su casa antes de instalarlos dentro de la Academia Medianoche.

A pesar de que no me capturaba, el poder de la trampa era abrumador. Podía sentir esa extrañaatracción a lo largo de mí, y de repente me sentí lenta, frenada y desconcentrada. Era como unafiebre alta, cuando nada más tenía sentido, y el movimiento era posible, pero parecía requerirdemasiado esfuerzo.

Page 82: 04 Renacer (claudia gray)

Cuando estuve a punto de perder la capacidad de concentrarme, vi a Lucas peinando su mano encontra de algo puesto en su escritorio -otra concha- en forma de caja, al igual que la que él habíaencontrado en la biblioteca. Tal vez era la misma, él había informado que la pared de la bibliotecahabía sido inmediatamente arreglada, sin hacer preguntas. Rápidamente cerró la caja, y laatracción de vértigo de la trampa se desvaneció. Sin embargo, todavía me sentía terrible, sóloestar cerca de una trampa activa era suficiente para drenarme completamente.

Por un instante, estuve tentada a desaparecer -para descansar, sólo por un rato - pero me dicuenta que podría ser un largo tiempo antes de que me despertara de nuevo. Reuní mi voluntad yme libré de aquello, tenía que regresar al aquí y ahora de Lucas con la búsqueda -justo a tiempopara ver a la señora Bethany caminar hasta la puerta de la cochera.

Me arrojé contra la ventana de la Sra. Bethany con tanta fuerza que se sacudió. Lucas levantó lavista de su escritorio, instantáneamente alerta, pero demasiado tarde. La señora Bethany entró enla casa y fue a su estudio antes de que Lucas pudiera hacer algo más que ponerse de pie.

Se detuvo en la puerta. Por un momento, simplemente se quedaron mirando el uno al otro en lahabitación. El horror me congeló tan profundamente que fue como si me hubiera convertido enpuro hielo. Lucas parecía mareado.

Ella va a atacarlo, o a echarlo de la Academia Medianoche. No debería haberle pedido hacer esto.No debería haber dejado que lo hiciera.

Estaba a punto de volar a la escuela en un intento de obtener ayuda cuando la señora Bethany dijotranquilamente, “Sr. Ross, sería más eficiente si simplemente me preguntara lo que necesitasaber.”

Él no se relajó, ni se movió. Sus ojos permanecían fijos en ella, dispuesto a defender o atacar.“Dudo que me lo dijera.”

“Duda.” La señora Bethany dejó a un lado sus cosas y se sentó en una de las sillas de madera, alotro lado de la pared. Había otro asiento desocupado a su lado, una invitación sin palabras paraLucas. “La Cruz Negra enseña a sus cazadores a dudar de todo lo nuevo, y a creer sólo en suspropios decretos sobre el deber. O sacrificio. O sobre quién es o no un monstruo.”

Lucas apretó la mandíbula, y yo sabía que estaba recordando el ataque de Kate.

“Pidieron mucho de usted, y ¿qué obtiene usted a cambio? Nada, excepto unos cuantos maloshábitos, tales como su afición por el allanamiento de morada.”

Lucas dijo en voz baja, “No me haga dejar la escuela.” Las palabras parecían estrangularlo. Odiabasuplicar.

“El refugio de Medianoche le protege,” dijo la señora Bethany. Su voz sonaba tan rara, yo no pudesaber la diferencia en un primer momento, hasta que me di cuenta de que en realidad sonaba -tierna. “No tengo la intención de castigarle por comportarse en la única forma que ha conocido. LaCruz Negra le ha exhortado a ser de esa forma. Hay una mejor manera de hacer las cosas. Esperoque pueda aprenderlo aquí.”

Page 83: 04 Renacer (claudia gray)

Sí, la Academia Medianoche era el hogar de la honestidad, como lo de mentir a los alumnoshumanos que la mayoría de sus nuevos amigos eran vampiros. Mientras que me burlaba, sinembargo, pude ver la expresión de Lucas cambiar, cada vez menos defensivo. La señora Bethanyestaba diciendo exactamente lo que quería oír.

Y lo más increíble era que pensé que ella estaba realmente convencida. “Ahora,” dijo ella. “Dígamelo que está buscando.”

“Más información acerca de los espectros.”

¡Lucas, no! No podía creer que iba a desvelarle a ella nuestros secretos tan fácilmente.

En su lugar, él dijo, “He oído que estaban tras de Bianca el año pasado. No entiendo por qué murióella. Si tenía algo que ver con eso, quiero saber. Y quiero venganza.”

La señora Bethany se enderezó, obviamente contenta de haber encontrado un alma gemela. Lucasla había convencido de que quería lo mismo que ella: cazar a los espectros. Esa fue probablementela mejor manera de llevarla a abrirse. Yo debería de tener más fe en él.

Hizo un gesto hacia la silla que estaba a su lado, y Lucas miró el asiento. “Según mi conocimiento,los espectros creen que ellos tenían algún tipo de demanda sobre la señorita Olivier,” dijo laseñora Bethany. “¿Es usted consciente de las circunstancias relacionadas con el nacimiento deBianca?”

“¿Usted quiere decir, la parte donde los dos vampiros no puede hacer pequeños vampiros bebésin ayuda fantasmas? Si, ella me lo contó.”

“Más bien un cuento de hadas,” dijo la señora Bethany. Lucas le lanzó una mirada de perplejidad.“Supongo que su madre guerrera no pasó mucho tiempo contándole los cuentos de los hermanosGrimm. Basta con decir que la madrina mágica en el bautismo por lo general esconde unamaldición en medio de sus dones. Y así fue con los espectros. Tomaron la sangre de Celia yconcedieron a Celia y a Adrián la oportunidad de crear vida, por un tiempo.”

Lucas consideró esto. Sus ojos de color verde oscuro se centraron en la ventana, aunque sabía queen realidad no me podía ver, él sabía exactamente dónde estaba. “Así que su madre y su padresiempre habían sabido que esto iba a suceder.”

“Para ser precisos, sus padres pensaron que iba a cumplir su vida con un dominio de la herenciavampiro, y completar la transformación. Ellos sabían que la única alternativa para ella era lamuerte.”

“Ser sólo una chica normal –”

“Eso era imposible,” dijo la señora Bethany con frialdad. “A Bianca se le había dado la vida, perosólo en esas circunstancias.”

Page 84: 04 Renacer (claudia gray)

Me deje caer al suelo, y la niebla adoptó la forma de mi cuerpo. Si hubiera alguien caminando porahí en ese momento, probablemente me hubiera visto, pero no me importaba. Necesitaba sentiralgo sólido donde descansar. No era que lo que la señora Bethany había dicho me hubiera hechodaño, al contrario, se sentía extrañamente e innegablemente bien. Mi asombro ante mi propiareacción pareció llevarse algo de mí.

La voz de la señora Bethany se suavizó. “Es difícil para usted oírlo, ¿no? Pero con el tiempo, creoque saber eso calmará su dolor. Usted no podría haberla salvado, Sr. Ross. Usted no la puso másen peligro de lo que sus padres hicieron -a pesar de que ello nunca aceptarán eso.”

“No creo que yo pueda tampoco.”

“Usted todavía ve la muerte como lo peor que puede suceder. Y no es así…”

“Sé que hay algo peor que estar muerto,” dijo Lucas con voz rabiosa. “Debido a que estamos allí.”

“Usted extraña estar vivo.” Yo esperaba que ella dijera que era una tontería hacerlo, nadie parecíatener más placer de ser un vampiro que ella. Pero la señora Bethany agregó, en voz muy baja, “Yotambién.”

Lucas dijo, “A sí que esto nunca mejora, ¿eh?”

“Yo no he dicho eso.”

El asombro venció mi melancolía. Me hizo transparente de nuevo para que yo pudiera mirar unavez más a través de su ventana, la señora Bethany se sentó con su mano sobre el hombro deLucas, sus uñas gruesas y de color carmesí oscuro en contra de su negro suéter. Él no rehuía elcontacto.

¿No estará... ligando con él? Rechacé la idea al instante, no era esa clase de gesto. No se puedenegar que un vínculo se había formado, sin embargo - y que de alguna manera, en este momento,la señora Bethany podía entender lo que estaba pasando con Lucas mejor que yo.

Sin palabras, le dio unas palmaditas en el hombro. Lucas obedeció la sugerencia tácita de ponerseen pie. La señora Bethany lo encaminaba fuera de la casa -completamente indiferente sobre haberirrumpido en ella- y todo el camino de regreso a Medianoche en sí. Ellos no se apartaron hasta queestuvieron dentro del gran salón; algunas cuantas personas que estudiaban durante su tiempolibre echaron un vistazo a la escena, registrando para su sorpresa que Lucas había obtenido alparecer el estado de favorito del profesor. Me pregunté si esto haría que los otros vampiros dieranmarcha atrás, o lo molestaran aún más.

“La clase de Inglés le espera,” dijo. “¿Me atrevo a esperar que usted haya hecho la lectura?”

Lucas dijo: “En realidad, leí El guardián entre el centeno por mi cuenta hace un par de años.”

“Por supuesto. Usted tuvo una educación no convencional. ¿Qué le pareció?”

Page 85: 04 Renacer (claudia gray)

“Que Holden Caulfield era un perdedor de autocompasivo que necesitaba ocupar mejor sutiempo.”

La señora Bethany sonrió ligeramente. “A pesar de que las cosas las diría más delicadamente,nuestros análisis son similares en cuanto al fondo. Lo cual significa que voy a preguntarle a usted.Esté listo.” Ella comprobó el reloj de pulsera antiguo de oro que llevaba. “Dispone de variosminutos sin embargo, si desea ducharse,” dijo ella, en un tono de voz que indicabadefinitivamente que debería de tenerlo en cuenta.

Ella siguió su camino, y Lucas de inmediato comenzó a correr escaleras arriba para hacer lo queella le había dicho. Él estaba sonriendo –realmente sonriendo, como si viniera de su corazón. Mesentía casi celosa, más como algo que cuelga que como su compañera constante, hasta quesusurró, “¿Puedes creer eso?”

“Lo cierto es que has sudado de verdad en el combate contra Balthazar.”

“No, quiero decir, ¿puedes creer que me dejara ir sin más?”

“Nop. Por otra parte, tú eres bastante encantador."

“El encanto no es mi fuerte.”

“No estoy de acuerdo.” Cuidadosamente dije, “Sabes que no debes confiar en ella, ¿verdad?”

Lucas permaneció en silencio mientras caminaba hacia el piso de los dormitorios de chicos dondevivía. Finalmente, cuando llegamos a su cuarto, dijo, “Ella hizo la vista gorda y no tenía por quéhacerlo.”

“Ella detesta a la Cruz Negra, y supongo que siente lástima por ti, por lo que pasó con ellos, pero...las trampas, Lucas. Ella se dedica a atrapar fantasmas como yo. Una de esas trampas casi memata.”

“Tal vez es sólo miedo de lo que no entiende,” protestó mientras se quitaba el jersey y la camisa,lanzándolos al suelo encima de las toallas húmedas, sin duda restos de la ducha de Balthazar. Loschicos no parecen darse cuenta de que lavar la ropa es una opción. “Bianca, tú todavía le tienesmiedo a los fantasmas, y eres uno de ellos. Así que no es una reacción excesiva.”

Tuve problemas para imaginarme a la señora Bethany temerosa de algo. Pero Lucas no estabatotalmente equivocado tampoco, ella había llegado a él cuando ninguno de sus amigos podía, nisiquiera yo.

De la misma manera, yo no podía tener verdadera fe en ella. Todavía no. “No le dirás nada de mí,¿verdad? ¿Qué me he convertido en un fantasma, y que estoy aquí contigo?”

Lucas puso una mueca de extrañeza en su rostro. “¿Estás bromeando? ¡Por supuesto que no!”

Me sentí muy aliviada. “Entonces tampoco confías en ella.”

Page 86: 04 Renacer (claudia gray)

“No sé si yo confió en ella o no. Pero cuando se trata de ti, no me arriesgo más de lo necesario. Ytus secretos son mis secretos, Bianca. No dudes de eso.”

Yo roce su mejilla, una suave brisa, y él cerró los ojos y sonrió.

Él era tan fuerte ahora mismo. Tan feliz. Le sugerí, “Yo sé, bueno, me doy cuenta de que enrealidad no podemos… estar juntos..."

Lucas abrió los ojos, su sonrisa disminuyó.

Antes de que pudiera pedir disculpas. Le dije: “Pero yo podría verte en la ducha.”

Se rió en voz alta.

Los siguientes diez minutos fueron impresionantes, en términos de la vista. Sin embargo, todo esetiempo, no podía concentrarme totalmente –no con el magnífico, húmedo y desnudo Lucas antemí. Un pensamiento se había instalado en mi mente, y yo no lo podía evitar.

No dejaba de pensar que, era como si todo el mundo pudiera ayudarle un poco a él -pero no a mí.A mí, nunca.

Capítulo 11

CONTEMPLAR A LUCAS EN LA DUCHA ME AFECTÓ.

Dejé que se marchara a clase, pero volver a verlo, con su pecho y piernas musculosos, y el aguarecorriéndole el cabello rubio y los labios gruesos mientras iba recordando todo lo que habíamoscompartido durante las escasas semanas que habíamos pasado juntos en Filadelfia, despertó misganas de volver a estar con él. Ahora que carecía de cuerpo, mi deseo era distinto, pero deninguna manera era menor.

Quería sentir de nuevo esa proximidad. Era consciente de que estaba ayudando a Lucas a anclarseen el mundo igual que él me ayudaba a mí; pero eso no significaba tener que guardar castidadpara siempre, ¿no? Podíamos encontrar una solución. Con la pulsera puesta, no veía por qué teníaque ser tan difícil.

Lucas no había hecho ningún movimiento en ese sentido desde nuestro primer y terrible intento.En atención a lo traumático que había resultado, yo había respetado el hecho de que él necesitaramantener cierta distancia; sabía que él me amaba igual. Sin embargo, me dije que tal vez lohabíamos llegado demasiado lejos. Tal vez yo debiera dar el primer paso.

Page 87: 04 Renacer (claudia gray)

En cuanto oscureció, me colé por el lado de la torre de los chicos y penetré en la habitación de Vicy Ranulf. Los dos estaban cenando en un silencio lleno de camaradería: Ranulf tomando sorbitosde sangre en una taza de los Eagles, y Vic devorando una empanada Hot Pocket para microondas.Cuando me aparecí en su cuarto, Vic sonrió y me saludó:

“¡Guau, Bianca! ¡Qué bien que hayas venido! Estábamos a punto de ver una película de JackieChan. De las antiguas, de cuando hacía de malo, no de esas americanas en las que hacía reír.”

“Ese tío es malo haga lo que haga,” apuntó Ranulf.

“Es malo y siempre lo será,” dijo Vic. “Y lo fue un poco más en El mono borracho. ¿Nosacompañas, Bianca? ¿Quieres verla?”

“Bueno, la verdad,” empecé a decir, “es que esperaba que tal vez pudierais invitar a Balthazaraquí. Por un par de horas o algo así.”

Vic asintió con un gesto de complicidad.

“Ya entiendo. Ha llegado la hora de colgar la corbata en el pomo de la puerta para no sermolestados.” Al ver que Ranulf fruncía el entrecejo, añadió: “Bianca y Lucas quieren estar solos.”

“He captado perfectamente el simbolismo del pomo de la puerta y la corbata,” dijo Ranulf.

“Espera, no,” dijo Vic. “Eso no es lo que significa. Bueno, por lo menos, no creo…”

La conversación estaba a punto de degenerar.

“¿Podrías pedírselo? Sería todo un detalle.”

Vic sonrió.

“Dalo por hecho.”

Al cabo de diez minutos, cuando subí a la habitación de Lucas, lo encontré solo; Vic y Ranulf habíanpasado a recoger a Balthazar. Lucas estaba rodeado por montones de libros, como si de golpeestudiara para todos los exámenes.

“¡Uau!” dije en cuanto tomé forma. “¿Es que tienes un tsunami de deberes o algo así?”

“Estudiar me ayuda,” contestó Lucas con una expresión relajada. “Cuando estudio, me centrodurante un rato en algo que está fuera de mi cabeza.”

Los libros, los papeles y el portátil que tenía ante él, ahora parecían distintos; aquello me recordóde pronto a Lucas en el comando de la Cruz Negra, rodeado de sus armas de cazador. Su recienteinterés por los deberes era otro modo de defensa para él; esta vez, de los demonios de su interior.

Esperaba poder ofrecerle otra estrategia.

Page 88: 04 Renacer (claudia gray)

“¿Crees que podrías dejarlo un rato?”

Lucas levantó sus ojos verdes hacia mí, dirigiéndome una mirada tan cálida y líquida que hizo quecasi me fundiera.

“¿Por ti? ¡Siempre!”

“Estamos solos.”

Le pasé la mano por el pelo; él cerró los ojos, disfrutando de la caricia.

“Tienes mis joyas, así que puedo permanecer corpórea durante un rato. Tal vez podríamosintentar estar juntos de nuevo.

No dijo nada durante un rato. Cerró su mano en la mía y sentí de nuevo la chispeante sensación deconexión de cuando no estaba sólida por completo: una sensación muy agradable, que meprovocaba oleadas de placer. Me incliné para besarlo, pero justo antes de que nuestros labios serozaran él dijo:

“No deberíamos.”

“Lucas, ¿por qué no?”

No me sentí rechazada; él irradiaba deseo y amor por mí. Pero no podía entender qué nosmantenía separados.

“Sé que la última vez no salió bien, pero ahora sabemos lo que ocurre. Lo que podemos hacer y loque no.”

En mi opinión, lo que podíamos hacer era mucho más interesante que lo que no.

“La necesidad de sexo y la necesidad de sangre van muy unidas, Bianca. En nuestro caso siempreha sido así.”

“Pero no son lo mismo.”

Lo besé en la frente, en la mejilla, en la comisura de los labios. Él respiraba con fuerza, y yo sabíaque lo deseaba tanto como yo, o tal vez incluso más.

“Ahora ya sabes que beber mi sangre te hace daño. Que tal vez puede destruirte. Eso significa queno vas a perder el control ni me vas a morder.”

Lucas me tomó de las manos y me miró fijamente.

“Sé que beber tu sangre podría destruirme,” dijo. “Y por eso temo que pueda morderte.”

Page 89: 04 Renacer (claudia gray)

El silencio se interpuso entre los dos, tan pesado y horrible como la información que yo tenía queasimilar. Sabía que Lucas se esforzaba, pero no me había percatado de que su deseo deautodestrucción seguía siendo perentorio e intenso.

Seguramente mi rostro reflejó mi decepción, porque exclamó:

“¡Oh, Dios, Bianca! Lo siento, Lo siento mucho.”

“Me has dicho la verdad,” logré decir. “Eso es lo importante.”

Lucas me abrazó con toda la fuerza de la que fue capaz dado mi estado semisólido.

“No pienso en otra cosa más que en poder estar contigo,” me susurró con el rostro hundido en mipelo. “Siempre. Si no recordara haber estado contigo, no sé cómo seguiría adelante. Pero a vecespienso que si pudiera poner fin a todo esto estando contigo sería lo más cerca que podría estar delcielo…”

“Lucas, no.”

“Nunca te haría algo así,” dijo él. “Nunca. Pero, Bianca, no podemos.”

Asentí y acepté la barrera que había entre nosotros. No era para siempre; solo hasta que Lucasaprendiera a controlar sus ansias de sangre y el terrible desprecio hacia sí mismo que la CruzNegra le había inculcado. Pero ¿cuánto tiempo había de pasar hasta entonces?

¿Llegaría alguna vez?

Lucas, como si hubiera oído mis dudas, dijo:

“Algún día.”

“Algún día,” repetí. Era una promesa para él y para mí.

Bien entrada la noche, afectada por mi desengaño y la preocupación por Lucas, vagué por la zonaprincipal del internado, que estaba vacía a esas horas. Incluso los vampiros dormían.

Me pregunté cuántos vampiros no culminaban su transformación. ¿Cuántos cedían al impulso delsuicidio, de la sed de sangre, o de ambos? Supuse que el número era mucho mayor que el que mispadres me habían dado a entender. De nuevo sentí una enorme necesidad de estar con ellos. Nosólo los echaba de menos, sino que pensaba que si pudiésemos hablar, hablar de verdad, sinmentiras, tal vez averiguaría cómo ayudar a Lucas a sobrellevar su carga.

Puede que se debiera a mi concentración mientras pensaba en todo aquello, y el modo en que esome llevó a las profundidades de mi mente, o tal vez fuera algún truco del lugar en que meencontraba, ya que las trampas y defensas y los pasillos de Medianoche creaban una especie dearquitectura espiritual. Fuera lo que fuera, de pronto percibí con intensidad que no estaba sola.

Notaba la presencia de espectros.

Page 90: 04 Renacer (claudia gray)

Se hicieron más presentes que nunca. No sólo percibía que estaban ahí, sino que además eracapaz de saber más o menos cuántos había. Eran por lo menos varias docenas. En mi concienciacada uno resultaba distinto y a la vez parte de un todo, como las estrellas en el firmamento:puntos de luz diferentes que formaban constelaciones en torno a mí. Fue como ver el cielonocturno por primera vez, como si hubiera permanecido ciega a su influjo durante toda la vida yahora me sintiera súbitamente deslumbrada.

La diferencia, sin embargo, estribaba en que las constelaciones eran bellas y tranquilas, y lo que yopercibía a mi alrededor era desesperación y locura. En lugar de sentirme anonadada, sentí elabrazo gélido del miedo.

Algunos permanecían aislados, metidos en diminutas esquirlas entre las piedras o en el borde delos cristales de las ventanas. Parecían darse cabezazos contra la pared, contrayéndose yhaciéndose daño sólo para recordarse que continuaban existiendo.

Los que estaban atrapados eran los peores, porque sólo podía percibir auténtico pavor. Ya no eranmás que prolongados gritos sin palabras.

Y luego había unos pocos que permanecían muy juntos, y que me presintieron en cuanto yoadvertí su presencia.

De nuevo empezaron las visiones.

En mi mente asomó una imagen de la señora Bethany. No era un producto de mi imaginación, sinouna imagen que había sido proyectada en mi cabeza como una película en una pantalla. Había algoque literalmente le desgarraba de forma vívida los huesos, los tendones, la sangre y las entrañas;era la cosa más desagradable que había visto en mi vida. Noté la tensión en mi garganta y mevinieron arcadas, pero la imagen entonces ya ocupaba toda mi mente, y no podía apartarla de mí.

Los Conspiradores, así los llamé, repetían: ¡Ayúdanos!

¿O qué? ¿Atacarían a la gente a la que quería sin más? ¿Me acosarían a mí? ¿Qué podía hacer unespectro contra otro? No tenía ni idea, pero en mi cabeza empezaron a desplegarse posibilidadesterribles que pasaban a formar parte de la destrucción atroz de la señora Bethany.Ella tenía la boca abierta, la mandíbula desencajada, pero en mi mente era yo quien profería aquelgrito desesperado.

Entonces, un rayo de luz pareció colarse en mi sueño. La señora Bethany desapareció y lasconstelaciones se desvanecieron como si fuera de día.

Cuando pude volver a ver, Maxie estaba conmigo en el vestíbulo principal. Su camisón blancoflotaba levemente, mecido por una brisa invisible, de modo que ella parecía formar parte de laniebla del exterior.

“Me has salvado,” dije.

Page 91: 04 Renacer (claudia gray)

“Los he apartado. Es cuanto puedo hacer.” Enarcó una ceja, como si resultara raro que ella tuvieraque salvarme a mí de alguna cosa. “Por si no te habías dado cuenta, tú eres la chica de lossuperpoderes.”

¿Qué otras cosa podía hacerle un espectro a otro? Ese nuevo y agudo terror me poseyó con lamisma fuerza que antes lo habían hecho los Conspiradores. Me estabilicé lo mejor que pude, yadopté una forma más sólida.

“¿Acaso son… esbirros de Christopher? ¿Esbirros fantasmales o algo parecido?”

“Christopher no tiene nada que ver con ellos,” contestó Maxie. “Si lo fueran habrían desaparecido.Están demasiado atados al mundo humano para aceptar el hecho de que son espectros.”

“Odian Medianoche,” dije. “Odian a la señora Bethany. ¿Por qué no se marchan sin más?”

Maxie se cruzó de brazos.

“Tú sigues creyendo que todos podemos hacer lo que tú haces. Pero no es así. La mayoría de losespectros no pueden desplazarse como tú, ni siquiera como yo. Han seguido a los humanos queles sirven de ancla precisamente por la fuerza de su vínculo; su instinto les urge a no abandonarlo.Y como ahora ya están muy mal, no son capaces de ir más allá de su instinto. De hecho, no piensany punto. Sólo orientan emociones hacia cualquier sitio.”

“¿Qué les pasa?”

“Así es como acabamos si no vamos con cuidado.”

Con prudencia pregunté:

“¿Quieres decir que… nos volvemos locos?”

“Nos trastornamos. Nos volvemos inestables. Se debe al hecho de permanecer en el mundohumano sin formar parte de él.”

Me miró como diciendo que yo iba por el mismo camino.

“Tú llevas mucho tiempo con Vic, desde que él era pequeño,” le dije. Vic era su punto débil, estabadispuesta a servirme de ello.

Ella sonrió levemente cuando pronuncié su nombre.

“Los puedes observar. Incluso los puedes… querer.” Se le quebró la voz al decir esto último. “Perono puedes vivir. El mal viene de engañarte y creer que sí puedes.”

“Yo no me engaño,” insistí.

“¿De veras? Bianca, si pudieras hablar con Christopher…”

Page 92: 04 Renacer (claudia gray)

De nuevo fui presa del terror y sacudí la cabeza.

“No.”

La habitual actitud sarcástica de Maxie pasó a ser una súplica genuina.

“Bianca, tú eres muy importante para los espectros. ¿Es que no te das cuenta? Las cosas que túpuedes hacer y los demás no… Significa algo. Tú eres importante.” Mi curiosidad empezaba avencer al miedo, pero, cuando iba a preguntarle más cosas, Maxie adoptó una actituddesesperada, casi daba miedo, y dijo: “Te necesitamos.”

“No sois los únicos que me necesitáis.”

Salí deslizándome a toda prisa por el vestíbulo principal, temerosa de que fuera a alcanzarme.Pero me dejó marchar.

“¿Estas segura de querer aprender a hacer esto?” Patrice se cruzó de brazos, escrutándome con lamisma severidad que la señora Bethany en los exámenes parciales.

La respuesta verdadera era que no, que no lo estaba. Aquello era, a su modo, tan espeluznantecomo entrenarse con la Cruz Negra: nunca resultó agradable aprender a atacar a seres como yo.

El único modo de liberarme consistía en adquirir poder. Y eso significaba aprender a defendermede los espectros si era preciso.

“Empecemos,” dije.

Patrice sacó la polvorera.

“Para atrapar a un espectro,” comenzó, “primero tienes que detectar su presencia.”

“Hecho.” Patrice me miró con enojo por haberla interrumpido, de modo que me expliqué: “Bueno,creo que en ese punto llevo algo de ventaja, ¿no te parece?”

“Entiendo. Vale, ahora mira.”

Abrió el espejo lentamente, con gestos exagerados, como si fuera una profesora de preescolar. Deno haber sido la situación tan grave y el entorno tan espeluznante, me habría echado a reír. Fuera,una fuerte y fría lluvia llevaba cayendo todo el día, despojando el cielo de todo color que no fueragris. Aunque Patrice había encendido las dos lámparas de su habitación, estas no lograbancontrarrestar la penumbra del exterior. Una de las luces se reflejó en el espejo abierto, arrojandoun pequeño destello que oscilaba en las paredes de piedra que nos rodeaban.

“Hay que abrir el espejo después de percibir la presencia del espectro, pero antes de enfrentarse aél. Esto no es como las trampas de la señora Bethany: un espectro puede resistirse a un espejo sisabe que va a ser atacado.”

Mi diversión iba en aumento. Cuando empecé a sonreís, Patrice ladeó la cabeza, confusa.

Page 93: 04 Renacer (claudia gray)

“Lo siento,” dije. “Es que resulta tan raro oírte hablar de atacar a la gente.”

“¿Cómo dices?”

“Bueno, ya sabes, ¿es que no te preocupa romperte una uña o algo así?”

Patrice me miró enojada hasta que cayó en la cuenta de que estaba bromeando. Enarcó una ceja.

“¿Acaso tuviste la sensación que eso me preocupara lo más mínimo cuando les asesté una patadaen el culo a esos de la Cruz Negra?”

“En absoluto,” admití.

“¿Sabes?, la verdad es que ya no tengo tanta práctica. Ya he matado todo lo que pretendía. Bebersangre deja un aliento realmente repulsivo. En mi opinión, la Academia Medianoche deberíaofertar también clases de higiene personal, porque hay unos cuantos que… bueno, no han captadoeste mensaje.”

A mí no me interesaba chismorrear acerca de quién sufría halitosis por beber sangre.

“Tú… ¿has matado mucho?”

“No tanto,” respondió Patrice tranquilamente. “Tan sólo a unos pocos propietarios de esclavos yunos alguaciles reaccionarios; eran otros tiempos. En este país, antes de la Proclamación deEmancipación, si eras negro siempre había alguien con ganas de arrebatarte la libertad. Lo digo ensentido literal; de modo figurado, eso no ha cambiado. Tras convertirme en vampiro, dejé de tenerque soportar esa situación por más tiempo.”

Prácticamente todos los vampiros a los que conocía habían matado en alguna ocasión, exceptomis padres, aunque puede que ellos simplemente no lo hubieran compartido conmigo. Incluso losmejores vampiros como Patrice y Balthazar, habían bebido la sangre de humanos y habían matadoa alguno. En general, las carnicerías de Balthazar se habían producido durante la guerra, y desdeluego no podía criticar a Patrice por atacar a alguien que había pretendido esclavizarla. Encualquier caso, habían bebido sangre humana. Balthazar había llegado incluso a matar a su propiahermana, una acción cuyas consecuencias aún sufríamos.

¿Significaba eso que realmente no había solución para Lucas? ¿Qué más tarde o más temprano nopodría evitar atacar? Conociéndolo, sabía que nunca se lo podría perdonar a sí mismo. Así, no erade extrañar que estuviera desesperado por encontrar un modo de superar su voracidad. Tal vez laseñora Bethany pudiera ofrecerle lo que más deseaba en el mundo.

“¿Qué?, ¿volvemos a la lección?” Patrice repicó en el espejo con una uña perfecta, pintada de lila.“Bien. Esto te ayuda a adivinar el sentido de una corriente, o una brisa, a hacerte una idea de pordónde circula el espectro. Si son visibles, no hay problema. Si no, entonces debes fijarte muy bienen aspectos como el frío del aire, indicios de escarcha y cosas así. A continuación, orientas elespejo de forma que quede perpendicular a esa dirección.”

Page 94: 04 Renacer (claudia gray)

“¿Basta con sostenerlo como un guante de béisbol para que el espectro caiga en él?”

“Ojalá.” Patrice vaciló. “En realidad, tienes que pensar en tu propia muerte.”

Aquello me cogió desprevenida.

“¿Por qué?” pregunté.

“No se trata simplemente de pensar en ello. Tienes que convertirte en un todo con ello. Es algo asícomo alcanzar el interior de uno mismo y, por decirlo de algún modo, emitir en una frecuencia demuerte. Hay que encontrar la manera de ser como los espectros. Eso es lo que los atrae al interiordel espejo: se acercan a la fuente de la emisión, y luego el extraño encantamiento del espejo entraen acción.”

No tuvo que explicarme qué era ese extraño encantamiento del espejo. Uno de los enigmas de servampiro consistía en averiguar por qué los espejos dejaban de emitir reflejos cuando un vampirollevaba demasiado tiempo sin tomar sangre; era un fenómeno carente de sentido y, sin embargo,real. La simple propiedad física de la reflexión influía en dicha cuestión de un modo que ningunode nosotros alcanzaba a entender, pero que todos respetábamos.

Patrice prosiguió:

“En tu caso debería funcionar mejor que con los vampiros, porque me imagino que eres capaz deemitir más fácilmente hacia los demás espectros. Sin embargo, este truco sería inútil para unhumano.”

“Vale. Parece bastante sencillo.”

“Parece sencillo.” Se mofó. “Hay que ensayar varios intentos hasta aprenderlo bien; al menos esoes lo que tuve que hacer yo.”

Nuestras miradas se cruzaron, y su expresión de indiferencia fingida se desvaneció. Sin duda, yotenía un aspecto aterrado.

“Me asustan,” dije. “Soy una de ellos, pero… No sé.”

“Eres fuerte.” Habló en un susurro. Nunca la había visto tan seria, ni tan sincera. “Más fuerte de loque yo habría supuesto en alguien tan joven. Si alguien puede enfrentarse a ellos, eres tú.”

“No sé si me da miedo que me hagan daño o…”

“¿O qué?”

“O que me aparten de aquí, de Lucas, de todos vosotros. Que me impidan regresar.”

Patrice negó con la cabeza. La lámpara que tenía a su espalda hacía que sus rizos parecieranbrillar.

Page 95: 04 Renacer (claudia gray)

“A ti, no. Sé que siempre encontrarás un modo u otro para poder regresar a casa.”

Me hubiera gustado tener la misma seguridad que ella.

Al observar mi renuencia, Patrice se incorporó y se alisó el uniforme a medida hasta que le quedóperfecto.

“Lo que tenemos que hacer es proporcionarte un hogar al que puedas regresar.”

“¿Adónde vamos?” preguntó Lucas mientras yo lo acompañaba por la escalera de caracol de latorre de los chicos. “¿Esto es más divertido que la astronomía?”

“¡Siempre fingiste interesarte por mi astronomía!”

“Y me interesaba. Pero tú me interesabas más.”

“Es un secreto,” respondí, despeinándolo con una brisa fresca. “Ya lo verás cuando lleguemos.”

Samuel Younger bajaba por la escalera mientras nosotros subíamos. Lucas se tensó conforme seacercaba.

Samuel dijo:

“¿Hablando solo, rarito?”

“A veces no se puede hacer otra cosa para mantener una conversación inteligente,” respondióLucas.

Samuel le hizo un gesto vulgar con el dedo corazón, pero siguió bajando.

En cuanto volvimos a estar solos dije:

“Debemos tener cuidado con eso.”

“No hay problema. Por otra parte, es increíble la de cosas que la gente no nota.”

Para entonces, ya habíamos llegado a lo alto de la torre, la habitación de archivos.

“En cualquier caso, Patrice y yo hemos pensado que no es bueno para ninguno de nosotros estarsolos tanto tiempo.”

“Mientras te tenga a ti, no estoy solo.”

Dicho lo cual, abrió la puerta y se encontró con el grupo reunido en la habitación: Patrice, quealisaba un pañuelo sobre uno de los baúles polvorientos antes de sentarse encima; Vic y Ranulf,que parecían haber llevado unos carteles de cine y un sillón inflable; y Balthazar, que echaba elhumo de su cigarrillo por la ventana. En un rincón había un iPod y un equipo de música, cuyovolumen estaba al máximo posible para no llamar la atención.

Page 96: 04 Renacer (claudia gray)

Lucas lo miraba todo boquiabierto y le susurré:

“Siempre nos tendremos el uno al otro, pero esto también lo podemos tener.”

“¡Hola, gente!” Vic fue el primero en vernos. “Pensamos que era preciso animar un poco el lugar. Ypara dar un toque de categoría nada como unos carteles antiguos de películas de Elvis.”

“La verdad es que a mí se me ocurren otras ideas al respecto,” intervino Patrice con un tono devoz que dejaba entrever que aquel toque de categoría no había surtido efecto. De todos modos,sonreía.

“¿Este sitio es seguro?” preguntó Lucas.

Balthazar apagó el cigarrillo en el alféizar de piedra de la ventana.

“No veo por qué no. Puede que nos pillen, pero entonces creerán que lo único que hacemos aquíes pasar el rato.”

“Y eso es lo que haremos,” dije. “Pero, en serio, necesitamos un lugar que la señora Bethany noconozca. Un lugar donde podamos elaborar estrategias. Donde averiguar lo que se trae entremanos. Encontrar un modo de comunicarnos mejor con los espectros. Todo eso. No puedopasarme el rato farfullando con vosotros en las pausas entre clases.”

“No hay ningún motivo por el que alguien vaya a pensar que Bianca está aquí arriba con nosotros,”corroboró Patrice. “Aunque alguien nos hubiera estado espiando durante mucho tiempo, no se leocurriría algo así. Tiene razón. Si continuamos comunicándonos con ella de uno en uno, pareceráque hemos empezado a hablar solos, y eso hará que la gente se haga preguntas. A Bianca leconviene estar ligada a un sitio, igual que a la gente.”

La alegría inicial de Vic se había desvanecido ligeramente, y él y Lucas se escrutaban con cautela.Lucas dijo entonces:

“No estoy seguro de… de esto.”

No estaba seguro de poder estar cerca de Vic. De estar cerca de un humano durante muchotiempo.

De pronto, Vic exclamó:

“¡Estoy ungido!”

“¿Qué?”

Lucas tenía una expresión confusa. No era de extrañar.

“Mirad, pedí a mis padres que me enviaran agua bendita, lo cual, por cierto, me obligó a darlesunas explicaciones más bien complicadas. Bueno, ahora creo que piensan que voy a convertirme

Page 97: 04 Renacer (claudia gray)

en sacerdote, nada más lejos de la realidad, claro. El caso es que me la enviaron. La tengo en unfrasco de colonia sobre mi escritorio. Y ahora mismo estoy ungido.”

Vic se desabrochó el cuello de la camisa; la corbata con el dibujo de la hawaiana osciló levemente.

“Llevo agua bendita por todo el cuello. Así pues, aunque se te crucen los cables y me muerdas,cosa que espero que no hagas, te quemarás. Sería como morder un pimiento jalapeño. Por lotanto yo soy como un pimiento jalapeño. Y tú tendrás que apartarte de inmediato.” Dirigió unamirada a todos los que lo rodeábamos. “¿Verdad?”

“Hummm, ya veremos.”

Eso fue todo lo que Patrice alcanzó a decir; los demás nos habíamos quedado sin habla.

Lucas, claro está, se hallaba tan desconcertado como el resto, pero asintió lentamente.

“¿Sabes?, es raro pero ayuda. No creo que debamos estar a solas aquí arriba, pero, sí. Vale.”

Vic se relajó un poco. Seguía habiendo cierta distancia entre ellos, pero era menor. Tal vez Lucaslograría estar junto a un humano si se trataba de uno al que no pudiera morder con facilidad; talvez así su amistad podría empezar a restablecerse.

“Vamos, tío. Llevo más de un año sin humillarte en una partida de ajedrez. Ya va siendo hora deque aprendas un poco de humildad.”

“Te reta a ti porque sabe que es incapaz de derrotarme a mí,” dijo Ranulf.

Vic hizo una broma, fingiendo que lo apartaba del tablero de ajedrez.

Lucas me entregó la pulsera, me la puse y de nuevo adopté una forma sólida. Por primera vez enun tiempo que me pareció eterno, pude pasar un rato con mis amigos como cualquier otrapersona. Aquello era lo más próximo a la normalidad que podía lograr.

“Esto funcionará. Ya lo verás.”

“Sí,” dijo Lucas.

Pero sabía que él seguí inquieto por Vic y por todo lo demás.

Dale tiempo, me dije a mí misma, y a él.

Cuando empezó a anochecer más temprano y las hojas pasaron a cubrir el suelo con profusión enlugar de permanecer en las ramas de los árboles, Lucas me devolvió la pulsera definitivamente. Élllevaba consigo mi broche para que pudiera contactar con él en cualquier momento. Sin embargo,a propuesta de Patrice, debajo de una piedra suelta de la pared escondí una cajita y guardé lapulsera. De este modo podía acceder a ella cada vez que quisiera volverme corpórea.

Page 98: 04 Renacer (claudia gray)

“No me haría ninguna gracia que te quedaras bloqueada si me ocurriera algo a mí o a mis cosas,”dijo Lucas mientras me la colocaba en la mano.

“No pasará nada,” insistí. Pero sabía que tenía razón. Lo que no podía imaginar era con cuántarapidez los acontecimientos lo demostrarían.

Ya de noche, Lucas y yo habíamos decidido que había llegado el momento de que volviera apenetrar en sus sueños.

“Esta vez sabré que vendrás,” dijo él, intentando mentalizarse. “Eso me ayudará a romper lasecuencia de esa pesadilla.”

Aquel supuesto, la naturalidad con que dijo pesadilla, me dio a entender que todos sus sueñoseran ahora pesadillas.

“Todo saldrá bien,” contesté.

Aunque estaba segura de que sería así, me pareció como si le estuviera mintiendo. No he habíahablado de los misteriosos arañazos que había sufrido en su sueño, cuando luchaba contra Erich.Dejaron de dolerme muy rápidamente y al cabo de unos días desaparecieron por completo. Porotra parte, no habían sido más que rasguños. ¿Cómo podía hacerme daño algo así?

Decidí que Lucas ya se preocupaba lo bastante por mí. De hecho, si tras visitarlo en sus sueños yopresentaba algún tipo de moratón o arañazo místico no tendría mucha importancia; sin embargo,si él se inquietaba antes de empezar, aquello podría condicionar su pensamiento y tal vez sussueños. Necesitaba una vía de escape para su ansiedad, no otro motivo adicional para sufrirla. Yotenía la certeza de que era preferible no decirle nada.

Al cabo de unas horas, descendí hacia la habitación de Lucas y Balthazar; ambos estabanpreparándose para acostarse. No me anuncié porque sabía que Lucas percibiría mi presencia, perodeseé haberlo hecho cuando de pronto Balthazar se quitó el uniforme.

Todo el uniforme.

“Hummm… Balthazar,” dijo Lucas.

“¿Sí?”

Balthazar arrojó los calzoncillos tipo bóxer a la cesta de la colada. Aunque procuré no mirar, lopoco que llegué a ver era exactamente el tipo de imagen que me animaba a querer ver más.

“Te has dado cuenta de que no estamos lo que se dice solos, ¿verdad?”

Balthazar se quedó inmóvil por un segundo; luego agarró rápidamente una almohada y la sostuvodelante de él.

“¡Bianca, cuando te dije de que me siguieras hasta la ducha estaba bromeando!”

Page 99: 04 Renacer (claudia gray)

En la ventana dibujé débilmente una palabra con escarcha. ¡Perdón!

Lucas frunció el entrecejo.

“¿Se puede saber cuándo bromeasteis con la posibilidad de ducharos juntos?”

Mientras Balthazar intentaba ponerse el albornoz sin dejar caer la almohada, respondió de malagana:

“Me voy a los baños comunitarios en busca de privacidad. Es patético, pero hasta aquí hemosllegado.”

Cogió el pijama y salió a toda prisa.

Entonces le susurré a Lucas al oído:

“Yo no hablé de ducharme con Balthazar.”

“Lo sé,” dijo él desplomándose de nuevo en la cama. “Confío en ti. Pero a veces me gustameterme con él. Es divertido.”

“¿Estás preparado?”

Él asintió y tomó aire, como si estuviera intentando tranquilizarse para irse a dormir.

“Sí. Probémoslo.”

Al cabo de media hora, Lucas ya estaba profundamente dormido mientras Balthazar tomaba loque parecía ser la ducha más larga del mundo. Aguardé hasta distinguir rápidos movimientos enlos párpados y las espesas pestañas de Lucas antes de recogerme y zambullirme profundamenteen lo que esperaba que fuera el mundo de sus sueños.

Entonces tomó forma a mí alrededor. Sin embargo, mi triunfo se desvaneció cuando me di cuentade dónde nos encontrábamos: era el cine destartalado y abandonado donde Lucas fue asesinado.Él estaba de pie en el vestíbulo, varios pasos por delante de mí. Con una mano agarraba unaestaca y con la otra se tapaba la nariz y la boca. No entendí el porqué del gesto hasta que olí elhumo y me di cuenta de que era la causa de la neblina que nos rodeaba.

De la pantalla surgió un parpadeo ardiente. No era una película. Era un incendio.

Otra pesadilla, observé. A ver si en esta ocasión logro despertarlo.

Pero antes de que pudiera decir nada, Lucas habló:

“Charity.”

“Hola, tesoro.”

Page 100: 04 Renacer (claudia gray)

Charity surgió entre las sombras. No dijo tesoro como si con ello quisiera decir cariño o amorcito,sino que parecía estar hablándole a un niño pequeño. La luz del fuego oscilaba entre sus rizosclaros. Por una vez, aunque sólo fuera en sueños, llevaba limpio el largo vestido de encaje.

“¿Qué tal está mi pequeñín esta noche?”

“Déjame,” dijo él. Se le quebró la voz al hablar.

“No podría ni queriendo.” Ella sonrió con aire triunfante. “Y no quiero.”

“Lucas,” intervine yo. “Tranquilo. No la mires. Sólo es un sueño. Mírame a mí.”

Él no me miró. Me interpuse entre Charity y él con la esperanza de poder romper aquel hechizo desueño que le impedía reconocerme, pero no sirvió de nada. Él miró a través de mí, como si yo nisiquiera estuviera presente.

“¿Buscas a Bianca?” La preocupación de Charity habría podido parecerle sincera a cualquiera queno la conociera. “Seguramente ha quedado atrapada en el incendio. ¡Tienes que ir a salvarla!”

Lucas se apartó de ella corriendo y se dirigió directamente hacia las llamas. Cuando me volvía paraseguirlo, Charity dijo:

“Ahora él me pertenece, Bianca. Nunca lo volverás a tener.”

¿Cómo podía ser que Charity me viera y Lucas no se hubiera dado cuenta de mi presencia, cuandoella sólo era una parte de la pesadilla?

Se quedó mirándome fijamente. Su sonrisa fue cambiando hasta ser menos desafiante, máscómplice. Parecía como si estuviésemos bromeando otra vez. ¿Cómo podía ocurrir todo eso en unsueño de Lucas?

Era imposible.

Entonces me di cuenta de que ella no formaba parte de la pesadilla. Ella era la causa. No setrataba de un sueño sobre Charity; era algo real. Estaba allí, en la mente de Lucas.

Sin duda, al verme la cara, se dio cuenta de que acababa de entenderlo todo; entonces, sonrióampliamente y dejó ver sus colmillos.

“Te lo dije. Lucas me pertenece.”

Capítulo 12

Page 101: 04 Renacer (claudia gray)

“¿CÓMO ESTÁS HACIENDO ESTO?” GRITÉ SOBRE el crepitar del fuego. “¿Cómo entraste en lacabeza de Lucas?”

“Yo creé a Lucas.” Charity enrolló en el dedo uno de sus rizos rubio pálido como si estuvieracoqueteando. Al haber muerto a los catorce años, se veía demasiado joven para ser tan malvada,sus mejillas suaves como las de un bebé. “Yo soy su sire. Eso significa que su mente y el resto de élme pertenecen ahora y para siempre.”

Nadie me había mencionado esto antes. Nunca se habría aplicado en mi caso, al ser hija de dosvampiros, nunca habría requerido de un “sire” para cambiarme. Aunque siempre había sabido quela relación llevaba consigo un lazo poderoso, nunca me había dado cuenta de lo mucho que seextendía.

“No le hagas soñar con esto.” Odiaba tener que rogarle, pero no sabía qué más hacer. “Tienedemasiadas cosas con las que lidiar.”

Charity ladeó la cabeza hacia un lado mientras se me acercaba, espeluznante y amenazanteincluso en el reino de la imaginación. “Yo no he creado esta pesadilla. Lucas lo hizo. ¿O fuiste tú?Tú eres a quien sigue tratando de salvar.”

Desde lo más profundo dentro del teatro en llamas, oí mi propio grito.

“Una y otra vez, te amenazan,” dijo Charity. “Una y otra vez, te matan. Algunos vampiros sueñancon sus asesinatos, y otros acerca de sus remordimientos. Pero no Lucas. Los fantasmas de sumente, las miles de pesadillas que soporta, son todas sobre una sola cosa – el perderte una y otravez.”

Y cuando estaba despierto, también. Lucas no tenía la tranquilidad de saber que era sólo unsueño. Realmente había muerto. Estar con él como un fantasma no podía curar del todo esaherida. Al hacerle experimentar ese momento una y otra vez, Charity mantenía a Lucas a punto deperder el control y convertirse en un asesino.

“Son sus sueños,” me susurró al oído. “Yo sólo los empeoro. Hago que el fuego queme máscaliente y que la sangre fluya más rápidamente, para que pueda estar aún más asustado por ti. Enlugar de beber su sangre, ahora me alimento de su dolor.”

“Te odio.”

“De su dolor, y del tuyo.”

Huí de ella hacia el teatro. Hubiera sido más rápido sólo pensar en estar al lado de Lucas, peropronto recordé que, en el mundos de los sueños, no tenía poderes fantasmales. Las viejaslimitaciones humanas me mantenían firme. Mientras corría, oí llamar a Lucas, “¡Resiste, Bianca!¡Estoy llegando!”

Page 102: 04 Renacer (claudia gray)

La escena en el teatro me horrorizó. La pantalla estaba en llamas y se desprendía de la pared enennegrecidas tiras que se retorcían y curvaban en el calor. Las cornisas de plástico de las paredesse estaban derritiendo en vetas burbujeantes. Y en los asientos, que habían estado vacíos esanoche, había cadáveres, yaciendo marchitos y ensangrentados. Todas y cada una de sus gargantashabían sido desgarradas.

Son víctimas de vampiros, me di cuenta. Las que Lucas vio. Las que él temía crear. Algunos de loscadáveres estaban en llamas, también.

Disgustada y con náuseas, me tambaleé para alejarme de los cadáveres y caí hacia atrás. Cuandogolpeé el suelo, sentí el fuerte azote del fuego en una pantorrilla. Con un suspiro me levanté denuevo para ver un rojo verdugón, con ampollas justo debajo de mi rodilla; seguramente me habíaquemado con un trozo de madera que todavía estaba en combustión en el suelo.

El peligro era cada vez más real. Tenía que sacarnos de aquí. “¡Lucas!” grité.

Una vez más, escuché mi propia voz – aún sin ser mía – diciendo su nombre también.

Me abrí paso a través del humo, con los ojos picando y la garganta en carne viva, finalmentealcancé a ver a Lucas. Estaba en la parte frontal del teatro, donde parte del techo se habíaderrumbado en una maraña de metal y madera. Debajo de una viga, con la cara arrugada de dolor,yacía... yo. O, en todo caso, la visión que Lucas tenía de mí en sus sueños. Mi rojo y largo cabelloestaba extendido en el suelo, reflejando la acumulación de sangre alrededor de mi abdomen. Layo del sueño estaba aún más gravemente quemada y ampollada que yo. Era difícil, incluso mirarla.

“¡Lucas, no! ¡Estoy aquí!” Me acerqué, dispuesta a hacer que me escuchara.

Y lo hizo, volviéndose para mirarme. Pero su expresión se mantuvo desesperada, y sólo dijo: “¡Estábien, Bianca! ¡Voy a sacarte de aquí!”

Aún no había roto el poderoso hechizo del sueño, pero ahora entendía por qué Lucas creía en susilusiones tan desesperadamente: Charity se aseguró de que lo hiciera. Decidida a llegar a él,empecé a avanzar, pero una mano fría se cerró completamente en torno a mi muñeca.

“Él tiene que aprender que no puede salvarte,” dijo Charity. Sus rizos rubios eran del color de la luzdel fuego. “Y tú tienes que aprender que no puedes salvarle, porque es mío.”

Una ardiente sacudida de poder pasó a través de mí, como si me estuviese electrocutando unasmil veces. Grité más fuerte de lo que sabía que podía – y el dolor se detuvo.

Abrí los ojos para ver que estaba una vez más, flotando en la habitación de Lucas y Balthazar.Charity me había lanzado fuera del sueño.

“Que mier–” Balthazar se sentó de un salto mientras que los ojos de Lucas se abrían ampliamente.Seguramente había gritado en este mundo, así como en el sueño. Lucas me vio y parpadeó confuerza. “¿Bianca?”

Page 103: 04 Renacer (claudia gray)

“¡Estoy aquí!” Me arrojé a sus brazos y lo abracé con fuerza, dispuesta a hacerme lo más sólidaposible. “¡Estoy bien!”

“En el sueño, estabas – eso no te sucedió, ¿verdad? ¿No tuviste que pasar por eso?”

“No,” dije, pensando sólo en la versión rota, quemada de mí que había visto. Pero cuando mipierna rozó el costado de su cama, di un respingo, y Lucas miró hacia abajo con preocupación.

La sangre plateada manaba a través de los pantalones de pijama, revelando una larga la línea dequemadura en mi pantorrilla.

“¡Bianca!” Lucas bajó de la cama para mirar más de cerca. Me levantó el pijama y me hizo daño,pero el gesto le provocó un estremecimiento mayor a él. Por supuesto, mi sangre de espectro leestaba quemando. Sin embargo, no le importaba. Volutas de humo se alzaban desde sus dedoschamuscados mientras examinaba la herida. “Esto realmente sucedió. Lo que ocurre en missueños puede hacerte daño.”

“Se curará. No es nada importante. Una vez que me desvanezca, lo peor habrá pasado.” Aunquetraté de sonar tranquilizadora, mi voz temblaba. La quemadura dolía más de lo que pensé quesería capaz de sentir tras haber muerto.

Balthazar, frotándose soñolientamente la cabeza, se acercó a nuestro lado de la habitación. Susojos se agrandaron al ver mi quemadura.

“¿Cómo sucedió eso?”

Me volví hacia él, el miedo al instante transmutado en rabia. “¿Por qué no nos hablaste del sire deun vampiro?”

“¿De qué estás hablando?” Sorprendido por mi cambio de ánimo, Balthazar no parecía saber cómoresponder. “Los dos saben lo que es un sire, ¿no? No veo cómo no podrían saberlo.”

“Quiero decir, la parte sobre que tu sire entra en tus sueños.” Me levanté de la cama de Lucas yme acerqué más a Balthazar, lo suficientemente cerca como para hacerle enderezarse. Mi piernadolía, pero la ignoré. “¿Por qué no nos dijiste eso?”

La cara de Balthazar cayó, y se hundió hacia atrás al darse cuenta de lo que estaba diciendo.“¡Maldita sea!” masculló. “Charity.”

Lucas se puso pálido. “Espera – en mis sueños – Charity ¿es real?”

“¿Creíste que la santa de tu hermanita no haría algo así?” exigí. “¿O era más divertido dejarnosdescubrir esto por nosotros mismos?”

El ánimo de Balthazar cambió tan rápido que me sobresaltó. Miró directamente a mi cara, suexpresión cambió a una ira más oscura de lo que había visto en él antes. “En primer lugar, nada deesto es divertido. No para ti, no para Lucas, y no para mí.”

Page 104: 04 Renacer (claudia gray)

“Entonces, ¿Por qué no nos –?”

“Cállate.” Balthazar dijo. Lucas se levantó de sus rodillas por eso, tal vez listo para entrar en ladiscusión y defenderme, pero Balthazar nunca miró hacia él. Nos mantuvimos las miradas.

“En segundo lugar, no les advertí chicos, ya que no sucede a menudo. Para vincularse de eso modoa alguien, el sire tiene que desearlo con todas sus fuerzas; además, hacerlo debilita a un vampirodurante días. Semanas tal vez. Por eso nadie lo hace. Si cada noche se apodera de los sueños deLucas es que Charity está… más que obsesionada.”

“En otras palabras, Charity,” repliqué.

Lucas no tomó parte en la discusión, pero lo que decíamos tuvo su propio efecto sobre él. “Charityestá realmente en mi cabeza,” murmuró. “Ella es la que me está volviendo loco.”

Balthazar hizo una mueca. “Sí, así es. Es enfermo y torcido – y sí, entiendo ahora que Charity estáenferma. Incluso cuando la extraño, aun cuando creo que puedo hacer que mejore –” Su voz sequebró, pero siguió hablando. “Siempre sabré que ella está mal.”

“Balthazar –” Dije, en voz más baja. Tratando de darle una salida.

“! ¡Dios! No puedes permanecer en silencio y permitir hablar a los demás, ¿verdad?” Él se meacercó – más cerca de lo que había estado en cualquier otro momento a parte de las veces en quenos habíamos besado. “En tercer lugar, y por último, quiero que tengas una cosa clara.Independientemente de los errores que cometí después de que moriste, yo no soy el que cambió aLucas. Charity lo hizo. Y yo no te obligué a dejar que Lucas se levantara de entre los muertos. Asíque deja de culparme por ello.”

Con eso, Balthazar se volvió, cogió su bata de baño y cigarrillos, y se fue hacia la puerta. Quiseprotestar, pero sabía que eso sólo le llevaría al límite.

Sin embargo, Lucas dijo, “Hey. Balthazar.”

Él hizo una pausa con la mano en el pomo de la puerta. “¿Qué?”

“No debiste haber gritado.” Lucas me hizo una mueca y dijo, “Pero no estás equivocado.”

Balthazar simplemente salió, cerrando de golpe la puerta detrás de él. Al final del pasillo, pudeescuchar a un par de personas murmurar por el ruido. Lucas, oyéndolas, también, dijo, “Esperoque nadie haya reconocido tu nombre cuando gritaba.”

“No puedo creer que te pongas de su lado.”

“Estoy de tu lado. No importa lo que pase.” Lucas puso sus manos sobre mis hombros, que eran losuficientemente sólidos como para soportar el tacto.

“Pero has estado siendo desagradable con él a la menor excusa desde entonces – desde quemorimos, supongo. Eso nunca va a dejar de sonar extraño.”

Page 105: 04 Renacer (claudia gray)

“¡No debería haberte llevado esa noche!”

“Yo no debería haber ido con él. Pero fue mi elección, mía. Además –” A Lucas claramente no legustaba admitir esto, pero siguió adelante. “Perderte le golpeó casi tan duro como a mí. Si yo noera responsable de mis acciones ese día. Tampoco lo era él.”

Me alejé un poco de Lucas, dejándome flotar hacia la ventana, donde podía poner mis rodillascontra el pecho. Abrazándome como una niña, me di cuenta que era una especie de consuelo queno había superado. En ese momento, sentí como si hubiera demasiadas cosas que debería haberdejado atrás, pero no lo había hecho.

“Sé lo mucho que deseas a alguien a quien culpar,” dijo Lucas. “Alguien que esté aquí, ahora, paraque le puedas hacer la vida imposible. Pero Balthazar es nuestro amigo, Bianca. Ha hecho muchopor nosotros.”

Lentamente asentí con la cabeza. “Me siento estúpida.”

“No eres estúpida.” Después de un momento, dijo, “Pensaste en destruirme antes de que melevantara como un vampiro. Balthazar te convenció de lo contrario.”

“Sí. Pero dejé que me convenciera.” La pesadez de esa pregunta no formulada era demasiadodifícil de soportar, ahora; tenía que saber. “Lucas, ¿hice lo correcto? Te amo tanto. No podíadejarte ir. Pero me doy cuenta... me doy cuenta de que no es lo que probablemente querías.”

“Está hecho. Sé que hiciste tu elección por amor. Eso es suficiente,” dijo Lucas.

Aunque todavía me sentía horrible –tanto por haber considerado destruirlo, como por no haberlohecho– sabía que me había perdonado. Realmente deseaba que fuera suficiente.

“Me gustaría poder llorar.”

Él me acarició la mano, como si pudiera alejar mi tristeza. “¿Cómo está su pierna?”

“No muy bien.” La flexioné e hice una mueca de dolor. “Si me desvanezco, ayudará, aunque...”

“Nunca haremos esto otra vez,” dijo Lucas con expresión severa. “Si Charity es capaz de hacertedaño en mis sueños, entonces no puedes entrar en ellos.”

Recordé el primer sueño que habíamos compartido, en la época cuando Lucas había estadotodavía vivo. Nos habíamos abrazado en una librería en la que habíamos pasado el tiempo, cuandomilagrosamente el cielo nocturno se abrió sobre nuestras cabezas. Había sido tan hermoso yromántico, en ese momento, había pensado que era el único consuelo que tendríamos estando yomuerta. Ahora eso, también se había perdido.

Seguramente mi cara reflejaba abatimiento, porque Lucas me besó en la frente, la mejilla, y luegoen la boca, con el más suave y delicado de los toques. “Está bien.” Él no se veía tan deprimidocomo yo me sentía. Teniendo en cuenta las cargas que él llevaba, hubiera pensado que la

Page 106: 04 Renacer (claudia gray)

constatación de que Charity le torturaba en sus sueños sería todo lo necesario para ponerle allímite. En cambio, parecía más estable. “Quiero decir, piensa en ello. Balthazar ha oído hablar deesto, la invasión de los sueños. Al parecer, muchos vampiros lo han oído también. Eso significa quedeben conocer alguna forma de manejarlo. Bloquearlo o – o algo así.”

“Tal vez.” Eso era alentador. Me animó a pesar de mí misma. “Es posible.”

“Incluso si Balthazar no sabe la manera de ahuyentar a Charity, la señora Bethany probablementelo sepa. Tiene que haber algo, ¿verdad?”

“De acuerdo,” dije con aire ausente. De repente Charity no parecía el único problema con el queteníamos que lidiar.

Lucas quería confiar en la señora Bethany. Quería compartir sus miedos más profundos con ella, yrecurrir a su ayuda. Ella podría ser capaz de salvarlo cuando yo no pudiera. Y en ese momento, nopodía culparlo por no preocuparse por las trampas que ella había colocado.

Me parecía como si todos y todo – Charity, la señora Bethany y su propia hambre de sangre –estuvieran luchando conmigo por el alma de Lucas.

A la mañana siguiente, volví a la sala de esgrima. Aunque la clase había terminado por el día, lahabitación no estaba vacía.

Balthazar estaba en su traje de esgrima, la máscara encima de su cabeza mientras limpiaba elsudor de su frente. Después de que los demás de la clase habían terminado, él se había quedadopracticando su técnica – para luchar contra adversarios invisibles que sólo existían en su mente.

Recordé que a menudo hacía eso cuando estaba estresado; la noche anterior había sido tan difícilpara él como para mí.

Poco a poco fui tomando forma en una esquina de la habitación, dándole el tiempo suficiente parairse si no quería hablar. Se quedó. En unos pocos segundos nos encontramos cara a cara otra vez,aunque toda la extensión amplia del piso de madera estaba entre nosotros.

“Hey,” comencé. Débil, pero tal vez era mejor dejarlo simple al principio.

“Hola.” Balthazar probó el peso de su espada en una mano, luego en la otra, como si el sable fueranuevo para él en lugar de un viejo amigo. “¿Estás aquí para practicar?”

“Nunca fui buena en esgrima.”

“Has aprendido mucho. No te desprecies.”

Podía ser amable conmigo, incluso ahora. “Lo siento,” le dije. “No debí haberte gritado la nocheanterior. No debería haberte gritado nunca por lo que le sucedió a Lucas.”

Page 107: 04 Renacer (claudia gray)

Balthazar dio una estocada poco entusiasta a un maniquí cercano. El acero se curvó en un arcofino bajo la presión. “No debería haber sido así contigo. Estabas herida, y era evidente que estabasmolesta.”

“No dijiste nada que no fuera necesario decir.”

“Pero podría haber escogido una mejor manera de decirlo.” Se quitó la máscara de la cabeza y lametió bajo el brazo mientras se acercaba a mí. El traje de esgrima siempre se había visto bien enBalthazar, y recordé por un momento lo que había sentido al estar tan cerca de él.Nunca podría lamentar elegir a Lucas, pero eso no significaba que no estaba al tanto de lo quehabía perdido cuando elegí.

Como si pudiera leer mis pensamientos, Balthazar sonrió. “¿Amigos otra vez?”

“Sí, por favor.” Quería abrazarlo, pero eso probablemente era una mala idea.

“En realidad, la mayoría de las veces, cuando no estás molesta, eres muy buena para escuchar.”

Justo cuando estaba a punto de decir simplemente gracias –aliviada además porque me habíadolido mucho lo que él había dicho la noche anterior sobre que no me callaba nunca–, me dicuenta de que podría estar dándome una oportunidad.

“¿Tengo que escuchar ahora?”

“Charity.” El nombre cayó entre nosotros como una piedra. “Tenías razón cuando dijiste queestaba en negación acerca de ella. Siempre has estado en lo cierto al respecto. Y en algún nivel,siempre lo he sabido.”

Ya podía sentir la rabia abriéndose paso de nuevo en mi mente, pero esta vez me obligué arecordar que estaba enfadada con Charity, no con Balthazar. “Ella es tu hermana.” Las palabrassalieron serenas y firmes, por lo que estuve agradecida. “La amas. ¿Cómo podrías evitarlo?”

“Eso no es excusa para permitir que pierda la cabeza. Dejar que lastime a la gente. O no hacermepensar en lo que podría estar haciéndole a Lucas, y a ti.”

“Él no te había dicho al respecto, sin embargo.” Lucas compartía sus sentimientos tanabiertamente conmigo que había tenido que detenerme y darme cuenta de que no era tan abiertocon todos los demás, incluso con la mayor confianza y simpatía que había entre ellos ahora, Lucasnunca hubiera pensado hablar con Balthazar sobre sus pesadillas. “Y dijiste que Charity se debilitaa sí misma para hacer esto. No había esperado eso.”

“Llevo un mes oyéndole girar y revolverse en sueños, y jamás lo relacioné con eso. Ha sido unaestupidez soberana, me he merecido que me gritaras.”

“Ya he terminado de gritarte, ¿de acuerdo? Para siempre.” Tenía los hombros hundidos y lamirada triste por el sentimiento de culpa, así que me acerqué y suavemente puse una mano en subrazo. “Tú mismo lo has dicho, invadir los sueños de la gente así – es raro.”

Page 108: 04 Renacer (claudia gray)

Balthazar asintió con la cabeza. “Nunca lo he hecho. Nunca me lo han hecho a mí. Charity debeestar durmiendo casi todo el tiempo, porque tiene que ser agotador para ella. Por otra parte, elhecho de dormir le permite aparecerse cada vez que Lucas sueña. Maldita sea.”

Sólo una cosa importaba. “¿Hay una manera de proteger a Lucas de eso? ¿De ella?”

“No que yo sepa. Pero déjame pensar en ello.” Él estudió mi rostro por unos instantes. “Algo de loque tú y Lucas dijeron anoche, y esa quemadura en tu pierna – sonaba como si Charity fuera trasde ti en los sueños, también."

Asentí. “Pero ella no puede manipularme tanto como lo hace con Lucas. Supongo que es porquees su sueño, y yo simplemente estoy de visita.”

“Ten cuidado, Bianca.” La voz de Balthazar fue inesperadamente firme. “Es el sueño de Lucas, yeso probablemente quiere decir que Charity tiene más influencia sobre su mente. Pero cuando túestás en los sueños – eres tú, no sólo tu subconsciente. Así es como te quemaste ayer por lanoche. No sé qué tanto peor daño podría hacerte, pero no deberías tratar de descubrirlo.”

“No vamos a intentarlo otra vez,” admití.

Algo de la tristeza que sentía debía de haberse mostrado, porque Balthazar fue suave otra vez.“¿Cómo se siente tu pierna?”

“No muy bien, pero no terrible.” Señalé para mostrarle que podía moverla. Cada vez que me volvíasólida o casi, podía sentir todavía la tirante línea, que picaba en mi pantorrilla, pero el dolor ya noera tan malo. Otros miedos se deslizaban en mi corazón, y espeté, “¿Crees que la señora Bethanysepa cómo sacar a Charity de sus sueños?”

“Lo dudo.” Él ladeó la cabeza. “¿Por qué eso te hace ver... aliviada?”

“Es extraño sentir que ella puede ayudarle más de lo que yo puedo,” admití.

“Eso es por lo que vino a la Academia Medianoche, sin embargo, ¿no? ¿Por la experiencia de todoslos presentes, para darle a Lucas un lugar seguro para ajustarse? La señora Bethany es una granparte de lo que hace a esta escuela segura.”

“No confío en ella.”

“No confío exactamente en ella tampoco. Pero confío en su dedicación a esta escuela y a losvampiros que vienen aquí.”

“Mientras que siga cazando espectros, es nuestra enemiga.”

Balthazar se detuvo. “No sabemos eso. Hay mucho que no sabemos.”

“Bueno, al menos estamos de acuerdo ahí.”

Page 109: 04 Renacer (claudia gray)

Él sonrió, y a pesar de mis otras incertidumbres, me alegró saber que habíamos recuperadonuestra amistad.

Después de que Balthazar se fuera a prepararse para sus clases de la tarde, me volví incorpórea yfloté a través de la escuela, sumida en mis pensamientos. Durante un rato vi a mi padreenseñando física, escribiendo fórmulas en el tablero con tanta energía que cualquiera que no loconociera bien se perdería la tristeza en sus ojos.

Cuando no pude soportarlo más, me escapé a la clase del Sr. Yee de tecnología moderna, en la queexplicaba a un grupo de vampiros mayores y desfasados cómo utilizar una lavadora. A medida queimpartía una conferencia sobre el ciclo de centrifugado, me acurruqué en un rincón vacío yreflexioné sobre todo lo que había aprendido – y todo lo que no sabíamos.

Necesitábamos saber cómo mantener a Charity fuera de los sueños de Lucas, y si yo, comoespectro, podía acabar lastimada al entrar en sus ensoñaciones, o si realmente podía ayudar aLucas a superar aquello.

Además, para hallarme a salvo, necesitábamos averiguar el número de trampas que había en laAcademia Medianoche, así como emplazamiento.

Y, lo más importante, debíamos descubrir qué planes tenía la señora Bethany, no sólo por el biende los espectros, sino también para estar seguros de si se podía o no confiar en ella.

Ninguno de los vampiros que conocía y en los que confiaba tenía esa información o podíanconseguirla. Eso significaba que si quería esas respuestas – iba a tener que enfrentar mis temores.

Tendría que ir con los espectros.

Decidida, me enderecé en mi rincón – para ver que la mitad de la clase me estaba mirando.

Oh, mierda, ¿soy visible? Me di cuenta de que no lo era, pero que por mi profunda concentraciónen mi nuevo plan, había permitido que una densa malla de escarcha cubriera la pared y lasventanas. Para cualquiera familiarizada con el tema, aquello era algo así como un enorme letrerode neón que parpadeara, diciendo AQUÍ HA PASADO UN ESPECTRO.

“¡Sr. Yee!” gritó alguien.

“Todo el mundo mantenga la calma,” dijo el Sr. Yee, pese a que su actitud, por lo comúnimpasible, iba camino de convertirse en un ataque de nervios. “Convocaremos a la señora Bethanyde inmediato.”

¡Había que salir de allí! Empecé a pensar en los diferentes lugares con los que me sentíaconectada, todas las “estaciones de metro” a las que era capaz de viajar en un instante. Algo máslejos habría sido ideal ahora – y así de rápido, me di cuenta que había una manera de salir de aquíy seguir mi última idea.

Filadelfia. Casa de Vic, donde Lucas y yo vivimos juntos. El ático– Al instante, la AcademiaMedianoche desapareció a mi alrededor, girando alrededor como un torbellino de niebla. El vapor

Page 110: 04 Renacer (claudia gray)

tomó nueva forma rápidamente y se transformó en la silueta del ático de la casa de Vic, con sucómodo desorden.

Y la mamá de Vic, que llevaba un par de bolsas de ropa vieja estaba mirando hacia mí. “¡Jerry!”gritó ella, dejando caer las bolsas y corriendo por las escaleras. “¡Es el fantasma de nuevo!¡Tenemos que llamar a esa gente de la televisión por cable!”

Cuando la puerta del desván se cerró, una voz me dijo, “Genial, gracias. Ahora voy a tener equiposde cámara dando vueltas por aquí, y un montón de nerds* fingiendo que saben cómo morí.”

“¡Hola, Maxie!” dije, volviéndome para sonreírle. No parecía encantada de verme, al menos nohasta que le dije por lo que había venido. “Estoy lista para conocer a Christopher.”

Su rostro se iluminó. “¡Lo vas a hacer!” dijo Maxi. “Vas a unirte a los espectros.”

Capítulo 13

“TODO SERÁ DIFERENTE, AHORA QUE eres una de nosotros.” Maxie estaba radiante —literalmente— en una bruma dorada de alegría. “Espera y verás.”

“He sido una de ustedes desde que morí.”

“No realmente. No mientras pasabas el tiempo con los vampiros. Esto va a ser mucho mejor.”

Page 111: 04 Renacer (claudia gray)

No le dije a Maxie que no tenía intenciones de abandonar a Lucas ni a nadie más. Se sentíaincómodo mentir, y yo estaba más que cansada de las mentiras. Pero no estaba lista para confiarcompletamente en los espectros todavía.

“Así que,” comencé. “¿Cómo hacemos esto? Encontrar a Christopher, quiero decir.” Miré por losalrededores. “No creo que pase el rato contigo en este ático.”

“Por supuesto que no,” se burló. “Como si Christopher pasara algo de tiempo en el plano mortal.”Entonces hizo una pausa. “Me retracto. En realidad viene cada cierto tiempo.”

“¿Al ático?”

“Al plano mortal, tonta. Pero viene sólo cuando tiene un propósito. Como tratar de ayudar a unespectro perdido para que encuentre su camino. Cosas como esas. Christopher no haceapariciones.”

“¿Como tú, quieres decir?”

Pretendía que fuera un golpe contra Maxie, señalar que ella no había renunciado al mundo mortalcompletamente tampoco. Pero ella asintió, solemne y dulce. “Cuando te unas a nosotros podréabandonar este lugar por fin. E incluso… incluso a Vic.” Bajó la mirada hacia un punto de laalfombra donde en otros tiempos Vic se sentaba para convocarla. “Será duro, pero podré hacerlo.”

“¿Por qué yo? Tú y yo nos conocemos, supongo, pero no se puede decir que seamos amigas delalma—”

“Prefiero que te lo explique Christopher.” Maxie prácticamente brillaba con anticipación. “¿Lista?”

No podía responder esa pregunta sin saber para que se suponía que tenía que estar lista. “¿Talvez?”

“Desvanécete conmigo. Vamos.”

Por alguna razón, esta vez fue difícil para mí desaparecer, cuando nunca lo había sido antes. Talvez era un poco como tratar de quedarse dormido cuando es importante descansar, así que porsupuesto que te quedas tendida despierta por horas. Pero cuando Maxie se convirtió en purobrillo, logré seguir su pista. Lentamente el mundo a nuestro alrededor se transformó en nada másque una neblina gris azulada, una misteriosa bruma que no tenía arriba, ni abajo, ni centro, ytampoco límites. El brillo de Maxie titiló ligeramente en medio de los torbellinos de niebla,después desapareció.

Bien, Bianca. Su voz no era algo que escuchaba ya, sólo algo que percibía sin realmente sabercómo. Tienes que liberarte.

¿Liberarme de qué?

De todo.

Page 112: 04 Renacer (claudia gray)

Quieres decir, Lucas y mis amigos—

No. Quiero decir, TODO. De ti misma. Basta con que tires firmemente de ti misma y luego…libérate.

¿Qué se suponía que significaba eso? Sin mucho optimismo, traté hacer lo que decía Maxie.Aunque mientras lo intentaba comencé a hacerme una idea—y después me dejé ir.

Era escalofriante. Como descubrir que tienes la habilidad de hacer que tu corazón deje de latir, ohacer que la gravedad deje de funcionar. Poner cada ley del universo al revés. Ahora no habíaninguna neblina gris azulada; sólo había una total nada, tan extraña como raramente familiar,como algo tan extenso que simplemente nunca había sido capaz de ver antes. Aunque siemprehabía estado a mí alrededor. Flotaba libre dentro de mi mente—o la mente de algo que ya no eracompletamente yo.

¿Seré capaz de volver alguna vez? En ese momento, parecía como que no había regreso de algoasí. ¿Era eso lo que había al otro lado de las trampas? Lucas, lo siento, no me di cuenta de lo quesignificaría esto.

Entonces escuché otra voz, profunda y masculina: “Hazte presente.”

Instantáneamente, era yo nuevamente. Estaba parada sobre el suelo, veía luz, tenía un cuerpo.Mientras parpadeaba, este nuevo lugar tomó forma a mí alrededor, y al principio lo único quepude hacer fue quedarme mirando.

¿Cómo podía describirlo? Estaba parada en el centro de una ciudad, entre una enorme y bulliciosamultitud, que era simultáneamente el lugar más terrorífico y más hermoso que había visto. Untemplo Griego pintado brillantemente se encontraba en frente de nosotros, al lado de unatorrecilla baja y sólida de piedra, y más allá eso, un pequeño bosque de árboles de cerezas congruesas nubes de tréboles bajo las ramas. Tras ellos había rascacielos, casas, tiendas de campaña,colinas, un castillo, un chalet —cada tipo de estructura y paisaje imaginable, algunos gloriosos,otros en ruinas. Al lado del camino de adoquines sobre el cual estábamos paradas Maxie y yoserpenteaba un pequeño río de agua parduzca, moviéndose tan rápidamente sobre las rocas queestaba segura, que si caía, sería arrastrada por la corriente. A nuestro alrededor estaba lleno depersonas en todo tipo de vestimentas, desde jeans pasando por las mejores galas Victorianas, lastúnicas beduinas y las togas. Ellos podían verme—algunos miraron en mi dirección—pero nadie seacercó. Mi antigua timidez ante muchedumbres había regresado cien veces más fuerte, así queestaba agradecida.

Cuando me miré, me di cuenta que ya no estaba usando el pijama en el que había muerto. “! ¡Esmi sweater verde!” dije. “Nunca lo pude encontrar después de mudarnos a Medianoche. Era mifavorito, y… oye, estos jeans, los amaba también, pero… ¿no me quedaban chicos?”

“Casi todo lo que alguna vez has perdido puedes recuperarlo aquí,” dijo Maxie, acicalándose en sugrueso abrigo peludo. Su cabello estaba pulcramente peinado ahora en una melena, y usababrillantes zapatos plateados con hebillas, a la altura de la moda flapper*. Así es como ella se habíaviso cuando estaba viva, me di cuenta, cuando ella había sido más feliz. “Y, te lo advierto, esoincluye tanto lo bueno como lo malo. Simplemente nunca se sabe.”

Page 113: 04 Renacer (claudia gray)

Ahora que había envuelto mi mente alrededor de algo tan mundano como nuestra ropa, comencéa comprender las implicaciones de lo que estábamos viendo. “Maxie, ¿esto es…? No, esto nopuede ser el cielo.” Estaba segura que el cielo no sería tan sucio, y a pesar de la belleza de lasconstrucciones a nuestro alrededor, este sitio estaba inmundo. Un lugar magnífico y, sin embargo,ligeramente desagradable. En realidad, me recordaba mucho a mi primera impresión de la Ciudadde Nueva York.

“Todavía no has alcanzado el paraíso,” dijo una voz masculina. “Este es un lugar de refugio, creo,pero nunca pretenderé entenderlo, es mejor aceptar donde estamos bajo sus propios términos.”

Me di la vuelta para verlo: se trataba de un hombre elegantemente vestido con ropa del siglodiecinueve y cabello largo y espeso de color castaño. Era un adulto, pero no exactamente de edadmediana todavía o, al menos, no lo había sido cuando murió. Tenía el rostro firme y susmandíbulas marcadas, como aquellos que había visto en los retratos antiguos de grandes soldadoso almirantes que se dirigían a la batalla bajo un cielo improbablemente bello: hombros amplios,cintura delgada, mirada decidida, y ojos penetrantes.

Maxie sonrió mientras se acurrucaba en su abrigo. “Christopher, traje a Bianca conmigo. Bianca,este es Christopher.”

“Nos conocemos,” dije, aunque era inadecuado describir las extrañas maneras en las que sehabían cruzado nuestros caminos. Cuando él había comenzado a aparecérseme durante mi primeraño en Medianoche, me había amenazado tan aterradoramente que había estado aterrorizada deél; también había prevenido que la tribu de Charity nos asesinara a mí y a Lucas el verano pasado.Comencé por el principio: “Estoy bastante segura de que ustedes dos trataron de matarme unavez.”

Christopher no lo negó; ni siquiera se veía desconcertado. “Sólo tenías cierta cantidad de vida paravivir. Tarde o temprano, te habrías convertido en un vampiro o un espectro. Fuimos a ti enMedianoche cuando estabas bebiendo sangre, acercándote a tu yo vampírico.”

“Me querían para ustedes,” dije.

“Y por tu bien también,” respondió Christopher. “Convertirte en vampiro habría sido un menorsacrificio para ti que la mayoría, pero tendrías mucho menos potencial que el que tienes.”

“Además, las vampiros son asquerosos,” dijo Maxie. La miré, pero ella sólo se encogió dehombros. “Sin ofender, pero vamos. Son cuerpos muertos. Caminando. Uuuuu.”

“Te aseguro que eso no influyó en mi decisión.” Christopher se veía ligeramente afligido por lamala educación de Maxie. “Bianca, como un vampiro, habrías sido solamente una entre muchos.Como un espectro, tienes poderes más grandes que la mayoría de nuestra clase, y habilidades quesólo has comenzado a comprender.”

“Por eso nos salvaste a mí y Lucas de Charity este verano. Sólo para detener mi conversión avampiro. Nunca ha sido… personal, para ti. Matarme o salvarme.”

Page 114: 04 Renacer (claudia gray)

Christopher pareció divertido. “¿Cómo podría ser personal cuando nos acabamos de conocer?”Aparentemente notó cuánto me enojó aquello, porque añadió rápidamente, “Cuando alguien llevamuerto tanto como yo, el modo en que ve las cosas cambia. Pero no por ello se equivoca.”

Genial. Tenía que aguardar siglos de no muerte para que todo resultara comprensible. Aunquedecidí que no tenía sentido alterarme por eso. Me había convertido en un espectro, y tenía quelidiar con esa realidad. Christopher era la única persona que podía ayudarme a atravesar esto.

Maxie me había dicho que él no era el líder de los espectros, aparentemente no existía tal cosa.Pero Christopher era el más poderoso entre los espectros, por razones que aún no conocía. Nosólo tenía poderes significativos por sí mismo, sino que también había sugerido que yo teníapoderes mayores aun esperando manifestarse. Descubrir mis propias habilidades, aprender aestar por mi cuenta como espectro, significaba aceptar a Christopher. Decidí que era un pequeñoprecio a pagar. “Está bien. Lo pasado, pasado está, o como sea. Sólo quiero entender.”

“¿Quieres dar un paseo conmigo?”

“Claro.”

Tomando la indirecta, Maxie nos hizo una señal de adiós con la mano, apresurándose a algo que seveía como una cafetería a la antigua. Una de las brillantes hebillas de sus zapatos se quedóatascada en el camino de adoquines, haciéndola tropezar; al parecer, incluso aquí te podías caer,pero no se cayó. Eso nos dejó a Christopher y a mí solos en este misterioso lugar. “Si no estamosen el cielo,” pregunté, “¿cómo llegamos…aquí?”

“Aquellos de nosotros que hemos conseguido cierta claridad después de la muerte, quienes nonecesitan atormentar el reino humano, traemos aquello que amamos aquí con nosotros.” Elondulado cabello castaño de Christopher se despeinó con una suave brisa que olía como la orilladel mar, fresca y fétida a la vez. En una colina en la distancia delante de nosotros vi a un egipciocirculando por el camino en un carro de guerra, justo delante de una vieja camioneta de repartoque arrojaba gases por el tubo de escape. “No a la gente que amamos, desgraciadamente. El almade cada individuo en particular está únicamente en su posesión. Pero los lugares que nosimportan, recuerdos de lo mejor y lo peor de nuestras vidas—todo eso nos encuentra aquí, dondetodo lo perdido puede ser encontrado una vez más.”

La tierra de los objetos perdidos, pensé. Parecía ser tan buen nombre para el lugar como cualquierotro. “Si los fantasmas pueden venir aquí, ¿por qué se molestan en pasar el rato atormentando ala gente? Esto es mejor que estar al acecho en el ático de alguien.”

“No todos los espectros pueden venir aquí.” Sus ojos oscuros podían ser inquietantementeintensos, más ahora que estaba en su forma humana. “La mayoría de nosotros somos creados porun asesinato. Y sólo los más crueles de los asesinatos, ninguno cometido en el calor de la pasión,sino premeditados, matanzas egoístas que surgen de la traición.”

La voz de Christopher se hizo más ruda, y me pregunté que le habría sucedido, y a Maxie. A losmuchos fantasmas que iban de aquí para allá a nuestro alrededor en el camino.

Compuesto nuevamente, continuó. “Ese tipo de muerte no es fácilmente superada. La mayoría de

Page 115: 04 Renacer (claudia gray)

nosotros despertamos como espectros, sin más, incapaces de creer que hemos fallecido, quehemos sido traicionados, o que tenemos que esperar para ir al cielo, quizás para siempre. Algunasveces vemos a aquellos que pensamos que nos amaban disfrutando nuestro deceso. ¿Essorprendente que tantos se vuelvan… retorcidos? ¿Tal vez enfermos?”

“Supongo que no.” Ese pensamiento me revolvió el estómago. “¿Eso te sucedió a ti? Alguien aquien amaste—”

“Amigos,” dijo tranquilamente. “Hombres que pensé que eran mis fieles camaradas habíanconspirado en mi contra. De mis más queridos, sólo mi querida esposa fue fiel. Y le esperó el peordestino.”

Eso sonaba seriamente malo. Me pregunté si sus amigos la habían matado también, o la habíandejado sola y herida para que muriera de hambre; en esa época, una mujer por si sola podría noser capaz de conseguir un trabajo, o tal vez heredar dinero, aunque no estaba segura de eso. O talvez uno de los asesinos se introdujo en su vida y se casó con ella, sin que ella nunca supiera que élera responsable de la muerte de Christopher. Cualquiera de esas opciones parecía demasiadoterrible para contemplar, y definitivamente no iba a tratar de curiosear más. Cambié el tema,preguntando, “Así que me estás diciendo que la mayoría de los espectros quedan atascados. Nopueden superar sus propios asesinatos, y los vuelve locos.”

“Básicamente. Si nuestros asesinos son capturados, nos proporciona cierta sensación de justicia.Eso ayuda a que muchos de nosotros nos soltemos y ascendamos.” Christopher miró hacia arribasobre nosotros con anhelo. Después de tanto tiempo, seguía esperando ir al cielo. “Pero muchosno son descubiertos, y para otros, la justicia no es suficiente para sanar las heridas. Ellospermanecen en la tierra para siempre, volviéndose más enfermos y extraños, y a veces peligrosos.Para muchos de ellos, no hay posibilidades de que se recuperen lo suficiente para venir aquí. Sevuelven tan malvados como las fuerzas que los destruyeron.”

“He escuchado de espectros así,” dije. “Pero ¿y el resto de vosotros? Toda esta gente de aquí, ¿porqué no está en el cielo, o lo que sea que sigue a esto?”

“Permanecen anclados al mundo mortal.”

“Anclados.” Había escuchado eso un montón últimamente. “¿Qué significa eso?”

Christopher me guió alrededor de una fuente, ornamentada y elaborada, quizás algo delRenacimiento; en vez de borbotear alegremente, el agua en su interior estaba inmóvil y viscosa,llena de algas que manchaban las piedras. “Un ancla es alguien o algo que te une a la tierra. Lamejor ancla te mantiene cuerdo y fuerte. Pueden ser fuentes de un amor profundo y duradero.”Miró a la cafetería donde habíamos dejado a Maxie; apenas podía distinguir su silueta mientrasella estaba sentada en el mostrador, bebiendo algo de un vaso alto, congelado. “Maxie estaba apunto de abandonar el mundo mortal completamente cuando el niño pequeño en su casa ladescubrió y comenzó a leerle historias.”

“Vic.”

“Sí. Su amor por él la ha atado a la tierra una vez más. Un gran disgusto para ella, sin duda…” Por

Page 116: 04 Renacer (claudia gray)

primera vez, percibí un atisbo de humor en la voz de Christopher. “Aunque ella no lo admitiríanunca, podría desprenderse de él en cualquier momento, con la confianza de que la vida de él seráfeliz y plena. Pero ya se ha demorado ochenta años desde que murió; otra década, o varias, noharán diferencia.”

“Las mejores anclas, dijiste. ¿Acaso hay otras anclas… anclas malas?”

“Algunas veces no es amor lo que nos une a nuestras anclas, sino obsesión. Enfermedad. Cuandoeso sucede, el espectro se vuelve más retorcido con el tiempo.” Mientras Christopher hablaba,recordé el espectro que había aparecido y atormentado a Raquel. Sin duda ese era un ejemplo delo que estaba hablando. “El peligro de esto es tan grande que incluso los espectros mejoranclados, como Maxie y yo mismo, consideran cualquier lazo con el mundo mortalfundamentalmente desafortunado. Incluso nosotros esperamos seguir adelante algún día, pordifícil que sea dejar a nuestros amados.”

Quise preguntarle si yo estaba anclada, pero ya sabía que lo estaba. Lucas, mis padres, Balthazar,Vic, Ranulf, Patrice, Raquel…, ellos me mantenían abajo, en la tierra, por decirlo de alguna manera.Incluso si pudiera dejarlos, no quería hacerlo. Se me ocurrió un pensamiento que me hizo fruncirel ceño. “¿A quién está esperando el tipo Egipcio?”

Christopher sonrió. “Ayudó a diseñar las pirámides y permanece bastante orgulloso de ellas. Creoque le gusta regresar a Giza* en las mañanas y observar salir el sol allí.”

En el cielo distante, nubes oscuras se arremolinaron, iluminadas brevemente por un destello quepodía haber sido un relámpago. “Está bien, ustedes realmente querían que viniese,” dije. “¿Qué eslo que me hace tan poderosa o especial o lo que sea? Quiero decir, aparte de poder adoptar formacorpórea, que ya de por sí resulta bastante impresionante.”

Me encaró, serio nuevamente. “Ya sabes que eres capaz de trasladarte entre nuestros reinos y quepuedes hacerlo con más facilidad que cualquiera de nosotros, incluso yo.”

“Maxie puede hacerlo.”

“A veces, pero no fácilmente, salvo cuando está en tu presencia,” dijo Christopher. “Eres capaz desentir a otros espíritus, algo que muy pocos pueden hacer. A veces somos invisibles entrenosotros, particularmente, para aquellos que permanecen perdidos y asustados en el reinomortal. Una vez que hemos establecido comunicación el uno con el otro, es más fácil, pero nuncaes fácil.”

Entonces entendí lo que él pretendía. “Quieres que te ayude a localizar a esos espectros. Hacerque se liberen de la enfermedad que los corroe antes de que pierdan la cabeza para siempre.”

“Mientras todavía puedan venir aquí y recuperarse.”

“¿Quieres que te ayude a encontrar a todos los espectros del mundo?”

Él negó con la cabeza. “La mayoría logra encontrar su camino hasta aquí. Sin embargo, tú puedescontactar con aquellos a los que eso les resulta imposible, por su bien y por el de las personas a las

Page 117: 04 Renacer (claudia gray)

que atormentan tierra. Puedes guiarlos. Ayudarles a encontrar el camino hasta aquí. Puedes viajarentre mundos, Bianca. Eres un puente entre el mundo de los vivos y el de los muertos.”

Esas nubes distantes ya no eran tan distantes; me pareció que todo el cielo se oscurecía, aunque laluz del sol brillaba sobre todos los demás. La fría y húmeda brisa que pasó por mi cabello no tocó anadie más en el camino. Me di cuenta que el cielo sobre nosotros era, para cada persona aquí, unreflejo de su estado de ánimo; mientras me asustaba más y me volvía más insegura, llegaba latormenta.

Christopher no respondió. “Este trabajo es importante. Demandará mucho de ti. Pero el bien quepodrías hacer es inmenso.”

Estaba de acuerdo con él. Aquello parecía merecer la pena. Es más, era importante. El tipo de cosaque había querido pasar mi vida haciendo. Pero la idea de dejar a las personas a las que amaba medetenía. “¿Por qué no lo haces tú? Eres tan súper poderoso y todo según Maxie.”

“No nací para ser espectro. No tengo tu poder natural. Mis talentos son más humildes, y losaprendí yo mismo con el tiempo.”

“¿Por qué no entrenas a todos los demás para que hagan lo mismo?”

“No están anclados tan poderosamente al reino mortal como yo,” dijo. Su mirada era distante. “Miconexión ha durado más tiempo que la mayoría, más íntimamente que la mayoría.”

Destellaron relámpagos, y sentí que la lluvia comenzaba a golpetear sobre mi cabello y vaqueros, apesar del hecho de que nadie más se estaba mojando. “No puedo. Lo siento… Veo que lo quequieres de mí es algo bueno, que es importante. Pero no puedo.”

Christopher no se veía tan desanimado por mi rechazo como lo habría pensado. “Tienes tiempopara considerar el asunto,” dijo. Estaba en lo cierto, por supuesto; literalmente teníamos laeternidad para analizar esto. Mientras me alejaba poco a poco de él, ansiosa de irme, Christopherapresuradamente añadió, “No necesitas estar completamente separada de aquellos a los quequieres, incluso aquí. Tus poderes te permitirían oírlos.”

“¿En serio?” Eso tampoco era determinante para hacerme cambiar de parecer, porque queríaestar con la gente a la que amaba, no solo poder contactar con ellos. Sin embargo, saber que esosvínculos seguirían ahí resultaba alentador de algún modo.

Aparentemente esperanzado, Christopher asintió. “Sumérgete en las profundidades de tu propioespíritu hasta que encuentre en tu interior a alguien a quien ames.”

¿Qué se suponía que significaba eso de sumergirme en mi espíritu? Entonces recordé lo que habíapensado sobre el cielo que teníamos sobre nuestras cabezas. Sobre que era un reflejo de mí sermás profundo; tenía que concentrarme en aquella tormenta oscura.

Cerré los ojos, pero todavía podía ver el resplandor de los relámpagos a través de mis parpados.Unas frías gotas de lluvia salpicaron mi rostro, pero alcé mis brazos, en señal de que aceptaba latormenta como parte de mí misma.

Page 118: 04 Renacer (claudia gray)

Y entonces abrí los ojos cuando escuché mi nombre. Era un grito.

Alguien está en problemas, me dije. Primero pensé en Lucas, luego caí en la cuenta de que la vozque sonaba entre los truenos me resultaba familiar.

Parecía la de mi padre.

Capítulo 14“PAPÁ” SUSURRÉ. LE OÍA, aunque "oír" no era exactamente la palabra correcta. Era más unacuestión de sentirlo, percibiendo su miedo y angustia a través del sonido de los truenos y del fríodel viento azotando a mí alrededor.

“¿Irás hacia él?” Christopher no parecía aprobar o desaprobar aquello, sólo se limitó a mirarme,como si me analizara.

¿Podía encarar de nuevo a mi padre? ¿Correr el riesgo de que me rechazara para siempre, o sevolviera contra mí?

Entonces el trueno retumbó una vez más, y sentí que el temor en el corazón de mi padre era másintenso que mi propio miedo. Algo terrible le estaba sucediendo, algo mucho más importante que

Page 119: 04 Renacer (claudia gray)

las respuestas que necesitaba. Si Christopher se volvía en mi contra ahora, si intentaba atraparmeen este lugar… Tenía que encontrar a papá si podía.

“Sí,” dije. “Iré.”

Christopher no estaba enojado, por primera vez pensé que tal vez podía confiar en él. “En tal caso,abrigaré la esperanza de que regreses.”

“Volveré,” le prometí a Christopher. “Quiero saber más.”

“Y yo quiero contártelas.”

“¿Cómo puedo llegar a mi padre?”

“Cuando la persona que amas quiere de un modo tan desesperado que estés con ella,” dijoChristopher, “verás que te resulta imposible estar en cualquier otro lugar.”

Su cara se veía tan triste cuando lo dijo, que me pregunté quién había deseado tenerlo a su lado.Pero yo no podía preocuparme mucho por Christopher, no con mi papá en peligro o en unasituación desesperada, o en lo que fuera que nublaba el cielo sobre mi cabeza. No podíapreocuparme por mí, tampoco. Me di cuenta de que mis temores sólo habían sido una especie deegoísmo. La tierra de los objetos perdidos arrojaba una claridad intensa sobre todas las cosas,tanto las visibles como las invisibles.

Cerré los ojos y pensé en mi padre. Por primera vez en meses, desde que había muerto, no melimité a acariciar la idea de él. Me dejé recordar tan plenamente que llenó mi corazón.Llevándome a la cama cuando era un bebé. Bailando lento con mi mamá, mientras que DinahWashington sonaba en su antiguo tocadiscos. Teniendo conversaciones triviales con nuestrosvecinos en Arrowwood en un esfuerzo por encajar. Llevándome a la playa porque me encantaba apesar de que él detestaba la luz del sol. Quejarse de tener que levantarse temprano en la mañana,con todo el pelo alborotado. Representando su resurrección de entre los muertos con uno de misviejos muñecos Ken, a una audiencia de una niña muy interesada y algunas Barbies muysorprendidas. Pensé, en fin, en todo lo que le convertía en mi papá.

Cuando abrí los ojos. Él estaba allí.

Para ser precisos, yo regresé con él, a Medianoche. Había caído la noche, y no sabía cuánto tiempohabía pasado desde que había salido. Se sentían como minutos, pero podrían haber sido horas odías. Mi padre estaba en el centro de la biblioteca de la escuela…

¡La biblioteca! Pensé, aterrada, recordando la trampa que había estado aquí. Pero Lucas la habíaquitado, y tal vez no había sido sustituida. Me sentía muy bien. Mi padre, en cambio, parecía estarprotegiéndose de un vendaval. No, no "parecía": un viento huracanado se había levantado dentrode la sala, y cada ráfaga era fría como el hielo. Me di cuenta de que estaba atrapado; el hielo sehabía formado entre las estanterías, creando un laberinto helado de diez pies de alto con mi padreen el centro y sin salida aparente.

Page 120: 04 Renacer (claudia gray)

Una forma resplandeciente de un color gris azulado parecía estar en la esquina más alejada, era unser escuálido, hasta el punto de que se le veían los huesos, muy viejo y casi calvo. Podría habersido un hombre o una mujer, era ciertamente un espectro.

“Lo intenta,” la cosa jadeaba, con una voz que sonaba como grietas de hielo. Lo reconocí: uno delos conspiradores. “Lo intenta, pero es demasiado estúpido para saber lo que está haciendo mal.”

Papá dijo, “Te detendrán. No podrás aguantar para siempre.” Pero no sonaba como si él locreyese. Sus ojos no se veían enojados o asustados, tan sólo tristes… tal y como estaban cuando lohabía visto en el sofá cuando retorné a Medianoche. La misma mirada que Lucas tenía cuandoentró en su batalla fatal con Charity. Supe entonces que papá había estado pensando en mí,llamándome, mi padre creía que estaba a punto de morir de forma definitiva.

Me di cuenta de que había estado tratando de atraer a este fantasma hacia una trampa: reparé enque tenía una de esas cajas de cobre en forma de concha a los pies, rota en dos mitades y, enapariencia, carente de poder. ¿Por qué ayudaba papá a la señora Bethany?

El silbido se convirtió en una carcajada. “Hiélalo. Divídelo. Sin cabeza, no hay ruido.”

La cara de mi padre no cambió, porque probablemente no sabía lo que el fantasma estabahablando. Pero yo sí. Yo misma había utilizado ese poder: la capacidad de penetrar en un vampiroy convertir su cuerpo en hielo. Había visto la fuerza con que podría dañar vampiros, y no me cabeduda de que podría matarlos.

El espectro se abalanzó, era el espíritu maligno de mis peores pesadillas, la encarnación de todo loque sigue aterrándome de los espectros. Yo no sabía qué hacer; no sabía si tenía algún podersobre otros espectros. ¿Podría destruirme, así como a mi padre? ¿Qué podía hacer?

Al instante, pensé en mi pulsera de coral y la sala de archivos, y mi espíritu se materializo allí. Vic,que estaba sentado en un puf leyendo un cómic, medio resopló y medio se atragantó con un tragode soda cuando me aparecí.

“¡Whoa! Bianca, ¡deberías avisar!”

Me hubiera gustado encontrar a Lucas o a Balthazar. Pero tomaría toda la ayuda que pudieraconseguir, incluso una simple interrupción puede hacer que el espectro se marche.

“Mi padre está en problemas. ¡Ve a la biblioteca! ¡Rápido!”

Con la misma rapidez, me concentré en la gárgola fuera de mi vieja ventana, y yo estaba allí,flotando fuera de mi antigua habitación. Valía la pena asustar a mi madre si eso conseguía quebajara a la biblioteca para ayudar a papá, pero ella no estaba allí. Frustrada, me deslicé hacia abajoa lo largo de las piedras, en busca de un rostro familiar, por suerte, Patrice estaba allí, sola,poniendo el toque final a su manicura. Me di cuenta de que ella era la persona que yo habíanecesitado todo este tiempo. Escarché la ventana tan rápido que se sacudió y ella la abrió paraasomar su cabeza fuera.

“¿Bianca?”

Page 121: 04 Renacer (claudia gray)

“¡La biblioteca! ¡Coge tu espejo, ya!”

Tengo que volver con papá. Pero la cuerda por la que había viajado antes se había roto, ese tipode conexión no parecía funcionar aquí en el mundo de los mortales. Tendría que tomar el caminolargo. La única manera de evitar dejar un rastro de hielo era calmarme y reducir la velocidad, perono era el momento para eso.

Atravesé a toda prisa la habitación de Patrice y me precipité por los pasillos, haciendo caso omisode la escarcha y las misteriosas luces azules que ondulaban a mí alrededor, incluso cuando el restode los estudiantes comenzaron a gritar. Skye, que salía de la ducha, estuvo a punto de dejar caersu toalla, y pude ver los mechones mojados de su cabello congelándose en picos de hielo. Losiento, pensé ausente. En ese momento no podía preocuparme por nadie más que no fuera mipadre.

Mi viaje a la biblioteca probablemente no tomo más que un par de minutos, pero pareció unaeternidad. Al atravesar las puertas, mientras sentía el impacto de la madera en mi cuerpo, vi unaluz azulada parpadeante que se reflejaba en torno a lo que ya era una enorme jaula de hielo. Enalgún lugar, en medio de esa crepitante prisión, estaba mi papá. Me abrí paso a través del hielohasta llegar al centro.

Allí, para mi horror, vi a papá balanceándose sobre sus pies, recostado en un ángulo imposible,defendiéndose desesperadamente de un puño de hielo que se le hundía en el pecho.

El espectro se rió. “Cosa estúpida. Cosa estúpida.”

“¡Aléjate de él!” grité. No sabiendo qué más hacer, me lancé contra él con todas las fuerzas que fuicapaz de reunir. Pero adoptó una forma permeable y me hizo caer dando un traspié. Al menospropicie una distracción, el fantasma retiró su helada mano de mi padre y se volvió hacia mí.

Era la cosa más fea que había visto nunca. Al principio pensé que sólo era viejo, pero los ancianosno se parecían a esto. La carne que exhibía no parecía encajar bien al cuerpo: sus párpadosinferiores estaban tan hundidos que se le veía toda la cuenca del ojo, y los labios colgaban hasta labarbilla. Retrocedí hasta tocar el hielo; me podría haber ido a través de él, pero eso hubierasignificado abandonar a papá.

Oí una voz débil que decía, incrédula: “¿Bianca?”

¡Papá! Pero yo no podía mirar hacia él ahora mismo, este espectro tenía que centrarse en mí y noen él.

Los ojos redondos y espantosos del espectro se iluminaron, literalmente, como si se trataran dedos llamas de gas. No tenía idea de que podíamos hacer eso y en serio, no quería probarlo. “Unbebé,” dijo.

“Tal vez sea nueva en esto, pero te prometo, que soy capaz…” ¿De qué era yo realmente capaz?“Si no lo dejas en paz, soy capaz de hacer que dejes de vagar el día menos pensado.”

Page 122: 04 Renacer (claudia gray)

“Tú nos puedes llevar hasta allí,” dijo él, arrastrando los pies hacia adelante con un entusiasmoque resultaba un poco infantil, y por ello más inquietante.

¿Era eso lo que Christopher había querido decir? ¿Se suponía que yo tenía que ayudar a seresespeluznantes como ese?

Entonces me sentí mal. Si no hubiera sido capaz de crear un cuerpo, e interactuar con la gente queme amaba una vez más, tal vez me hubiera vuelto espeluznante, también. Si pudiera ir a esa tierrade las cosas perdidas. Tal vez dejaría de ser tan atroz y adoptaría el aspecto que le era propio.Habría sido una estupidez por mi parte creer que trabajar con muertos sería agradable siempre,sobre todo considerando algunos que conocía.

“Te llevaré,” le prometí. Yo no sabía exactamente cómo hacerlo aún, pero sabía que, si no loconseguía con facilidad, Christopher me podría ayudar. “Solo deja este hombre, ¿de acuerdo?Podemos ir allí ahora mismo.”

El espectro vaciló. Tal vez no podía creer en su buena suerte.

Sin embargo entornó sus ojos llameantes, como hendiduras donde surgía un fuego azulsobrenatural. “No se librará,” susurró. “No después de lo que hizo.”

“No me importa lo que estaba haciendo. ¡No importa! Puedes salir de este lugar ahora. ¿No esmás importante?”

No me contestó. Me di cuenta de que el fantasma tenía que reflexionar. Estaba dividido entre laesperanza y el odio, incapaz de elegir uno sobre el otro.

En voz baja. Añadí, “A dónde vamos... puede ser bello. Es mejor que encantar una escuela. Detodos modos. Tienes que verlo. Vamos.” Me obligué a ofrecer mi mano al fantasma, a pesar deque sus dedos que eran como garras y huesos.

Por otro momento, el espectro vaciló. Me atreví a mirar a mi padre y deseé al instante no haberlohecho; levantó la mirada hacia mí, las lágrimas corrían por sus mejillas mientras y pensé que talvez estaba llorando porque me había convertido en algo tan horrible, en algo parecido a esacriatura que había tratado de hacerle daño.

Entonces el fantasma de repente gritó de rabia. “¡No! ¡No se librará!”

El odio había ganado.

Se lanzó contra mi padre, y yo traté de ponerme entre ellos. Yo no pude detener al espectro,exactamente, de algún modo nos quedamos enredados: ninguno de los dos tenía forma sólida,resultábamos indistinguibles. Al igual que mantequilla de maní en un sándwich: un enredado ypegajoso desastre.

El espíritu del espectro se curvó alrededor del mío, más enfermo y triste de lo que yo esperaba, yme estremecí de asco.

Page 123: 04 Renacer (claudia gray)

“¡Aléjate de mí!” Empujé hacia fuera al espectro, y funcionó. El fantasma saltó por encima denosotros, una raya azul en espiral de electricidad justo debajo del techo. Yo tenía una imagenrepentina de que bajaría como un rayo. ¿A quién golpearía primero? ¿A mi padre o a mí? ¿Y quépasaría cuando lo hiciera?

Entonces el fantasma gritó, un sonido lamentable, y se disolvió en humo azulado que searremolinaba hacia abajo, hacia la puerta de la biblioteca.

En cuestión de un segundo la luz se había apagado, y se hizo el silencio.

Me figuré lo que había sucedido. “¿Patrice?” Llamé

“¡Está en mi nueva polvera!” gritó desde más allá del hielo. “Es de Este Lauder, ¿sabes? Así quemás vale a esa cosa no romperla.”

Entonces oí el sonido de la risa asombrada de Vic. “¡Ha sido una pasada!”

“Esa era la idea,” dijo ella.

Mi padre y yo estábamos rodeados de paredes de hielo. A pesar de que supuse que se fundiríancon el tiempo, no me gustaba la idea de dejarlo allí solo para que lo encontraran en la mañana

“¿Podéis romper esto para liberarnos?”

“¡Sí, espera!” Vic parecía entusiasmado con todo el proceso. “Voy a usar el hacha de emergenciacontra incendios. Probaré algunos de los movimientos de Ranulf.”

Mientras les oía salir al pasillo a por el hacha, supe que ya no había forma de evitar lo que teníaque ocurrir. Hice acopio de valor y me volví una vez más a encarar a mi padre.

“Bianca,” dijo de nuevo. Tenía las mejillas mojadas por las lágrimas. “¿De verdad... eres tú?”

“Sí.” Mi voz sonó tan pequeña. “Papá, lo siento.”

“¿Qué lo sientes?” Mi papá me agarró y me abrazó tan fuerte que mi cuerpo semisólido casi cedió,pero resistí. “Mi pequeña bebé. No nada que lamentar. Estás aquí. Estás aquí.”

Entonces me di cuenta de que no le importaba que fuera un espectro, o que hubiera sido tanestúpida y me hubiera equivocado en tantas cosas, o que nos hubiéramos peleado la última vezque hablamos. Mi papá todavía me amaba.

Si pudiera haber llorado, lo habría hecho. En cualquier caso, mi alegría se convirtió en luz y calor,un suave resplandor, como el de una vela, que sentí que aliviaba el dolor de mi padre. “Teextrañé,” le susurré. “Os he echado mucho de menos a ti y a mamá.”

“¿Por qué no viniste a nosotros?”

“Tenía miedo de que ya no me querríais más. Ahora que soy un espectro.”

Page 124: 04 Renacer (claudia gray)

“Eres mi hija. Eso nunca cambiará.” El rostro de papá estaba contrito de dolor. “Los odiamos tanto.. . Los temíamos tanto... Es normal que tuvieras miedo. Hemos sido tan obstinados y miopes eneso... Deberíamos haberlo hablado contigo.”

“Si hubiera sabido. . .” No sabía lo que yo hubiera hecho de haberlo sabido. ¿Me habría convertidoen un vampiro? ¿Elegido mi camino actual? No podía saberlo, y no me importaba. Estábamos aquíahora. “Siento haber huido así. Sé que os asusté.”

La expresión de mi padre me sugirió que no sabía ni la mitad, pero nunca dejó de abrazarme. “Fueese muchacho. Él siempre fue una mala influencia sobre ti…”

“Papá, no. Tomé la decisión de ir por mi cuenta. Lucas me ayudó a cuidar de mí misma, pero fuemi elección. Si estáis enojados al respecto, no os culpo, pero tenéis que entender que fue mi culpa.Sólo mía.”

Papá me acarició el pelo, pero no dijo nada. Yo sabía que él no me creía.

“Lucas necesita tu ayuda,” le susurré. “Está teniendo problemas con la transición. Él odia lo que esy es incapaz de superarlo. Podrías ayudarle.”

“Eso es pedir demasiado.”

“Es lo que pido.” Sin embargo, después de lo que yo había hecho a mi padre pasar los últimosmeses, tal vez no tenía el derecho a exigir mucho, al menos no ahora. “Cuando estés listo. Piensaen ello.”

Las puertas de la biblioteca chillaron, y oí gritar Vic, “¡El Cuerpo de Bomberos está aquí!”

Mi papá y yo nos tomamos de la mano mientras Vic y Patrice comenzaron a abrirse paso a travésdel hielo. Se reían. Al parecer, era un trabajo húmedo y sucio; lo cual me permitió decirle a mipadre en privado, “¿Podemos ir a ver a mamá?”

Pensé que estaría muy emocionado, pero en cambio vaciló. “Debemos esperar. No muchotiempo…Necesito tiempo para encontrar el modo más adecuado de enfocarlo.”

Mi corazón se hundió. “Piensas que mamá no sería capaz de aceptar esto. Ella odia a los espectros.¿Va a odiarme?”

“Tú madre te quiere por encima de todo,” dijo papá con fiereza. “Igual que yo. Sin embargo, susexperiencias con los espectros han sido peores que para la mayoría. Tras el Gran Incendio deLondres, y la destrucción masiva de fantasmas que tuvo lugar allí, tachar de dementes a lossobrevivientes es quedarse muy corto. Celia soportó muchos días las heridas y podría habermuerto de no ser porque yo… En fin. Mientras estaba atrapada entre la vida y la muerte, tuvoalgunas experiencias aterradoras. No puedes imaginarte lo duro que fue para ella consentir elbreve encuentro con el espectro que te creó. Todavía hoy ese asunto la aterra.”

“¿Es que Mamá me… tendría miedo?”

Page 125: 04 Renacer (claudia gray)

“Vamos a conseguir que lo supere,” prometió. Ya papá se veía mejor de lo que yo lo había vistodesde antes de morir. Más joven, si fuera posible. Había una luz en sus ojos, y no había sombradetrás de su sonrisa. “No quiero dejarla en duelo por mucho. Sería… No, no pienso hacerle eso aella. Sólo quiero pensar en la mejor forma de darle la noticia.”

“Está bien.” Me parecía justo. Aunque tenía muchísimas ganas de volver a ver a mi madre yduplicar la felicidad que sentía en ese momento, confié en el criterio de papá. Había amado a mimadre por unos cuatrocientos años, la conocía mejor de lo que nadie podría jamás. “Espera… ¿hasdicho que el Gran Incendio de Londres destruyó a todos los espectros?”

Me tomó por los brazos. “Bianca, ¿no lo sabes? Si un fantasma queda atrapado dentro de unaestructura y ésta se quema, el espectro se destruye. Tienes que tener cuidado. El fuego puededañarte.”

Era como si de pronto tuviera tres años y mi padre me estuviera explicando por qué no convienetocar el horno cuando está encendido. “No te preocupes. No tengo la intención de dejar que meatrapen.”

La pared de hielo más cercana a nosotros cayó destrozada, papá y yo saltamos hacia atrás. De pieen el otro lado, salpicado de escamas de hielo, estaban Vic y Patrice. Vic, que tenía el hacha,parecía que no se lo hubiera pasado tan bien en toda su vida; Patrice se apartó con cuidado losrizos que le chorreaban.

“¿Cómo está usted, Sr. Olivier?” Dijo Vic alegremente.

Patrice tendió su polvera cara, que estaba completamente cubierta de hielo. “¿Alguna idea de loque debo hacer con esta cosa? No pienso volver a meterla en mi bolsa de maquillaje.”

Papá los miró fijamente, luego a mí, como si estuviera terminando de atar cabos. “Espera… tusamigos. Ellos... ¿lo saben? ¿Han estado contigo?”

“Sí. Me tomó un poco de tiempo encontrar la manera de hacer que funcione, pero loconseguimos.”

“Y Lucas... y Balthazar...” Papá frunció las cejas en un gesto de desaprobación.

“Sí, ellos siempre lo han sabido,” le dije. “Y no te enojes con ellos por no decírtelo. Eso tambiénfue decisión mía.”

“¡Uf, qué mal rollo!” Vic escondió el hacha tras su espalda, como si fuera razón por la cual lasituación resultara embarazosa. “¿Deberíamos irnos?”

“Yo no pienso llevarme esto conmigo,” dijo Patrice, manteniendo con dos dedos la polverarecubierta de hielo lejos de ella, como si oliera mal. “Dámela a mí.” Papá la vio vacilar y suspiró.“Te la devolveremos más tarde.”

Page 126: 04 Renacer (claudia gray)

Patrice no parecía convencida, pero le entregó la polvera. “Bien, ya está. Ha sido un placer poderayudaros. Nos vemos luego, ¿de acuerdo?”

“De acuerdo,” dije.

Vic se limitó a saludarnos con la cabeza y se marchó dócilmente tras Patrice. A medida que sealejaban, la vi mirando hacia abajo con mirada desaprobadora hacia sus uñas, al parecer, en suprisa por ayudarme, se había destrozado su manicura nueva. Para alguien como Patrice, aquelloera señal de auténtica entrega.

Mi padre y yo estábamos solos otra vez. Sin mediar palabra, salimos de los bloques serpenteantesde hielo hasta llegar a un rincón acogedor de la biblioteca, donde había un pequeño sofá colocadoentre dos de las estanterías más altas. Era un buen lugar para sentarse y hablar, aunque en esemomento no estuviéramos hablando. Había tanto que decir que yo no podía pensar por dóndeempezar, empecé por el enfrentamiento de esta noche. “¿Qué pretendías hacer con esa caja?”

“Intentaba atrapar a un espectro.” Sus ojos pasearon a lo largo de la pared del fondo de labiblioteca, el lugar donde había estado colocada la trampa. Las manos de papá se cerraronalrededor de las mías, como si no estuviera dispuesto a dejarme ir ni por un segundo. “Se habíainstalado aquí, sin…”

“Sin quedar atrapado, porque la trampa estaba rota.” Entonces se me ocurrió que tal vez mi padretenía las respuestas que yo buscaba. “Papá, ¿qué está pasando? ¿Por qué la Sra. Bethany colocatrampas contra los espectros?”

“Para anularlos, por supuesto. No son todos como tú. La mayoría de ellos son como lo queacabamos de capturar.”

“No. La mayoría de ellos son más como yo; en principio, son como nosotros, como quienes fuimosantes. Lo único que ocurre es que no los ves. No rondan los lugares de ese modo.”

Abrió la boca como si fuera a discutir, antes de darse cuenta de que realmente sabía más acercade esto. “De haberlo sabido...”

Aunque papá se había quedado callado, pude seguir el hilo de su pensamiento.

“… me habríais hablado de mi conversión en un espectro, ¿verdad? Pero creíais que eso significabaconvertirse en algo espantoso y horrible, algo que no podría volver a ser vuestra hija.”

“Yo no podía ni pronunciar esas palabras. Y además creímos que te asustarías.” Papá parecía muycansado. “Así que nos esforzamos en hacer que el vampirismo resultara los más atractivo posible.No parecía haber ninguna razón para que lo cuestionaras, o no lo aceptaras.”

No hasta que me enamoré de un ser humano, pensé. Esa fue la verdadera fuente de su ira haciaLucas, me di cuenta, no tenía mucho que ver con lo que Lucas había hecho o no. Él me había dadouna alternativa, me hizo cuestionar todo lo que había dado por sentado. Me preguntaba si papátambién se había dado cuenta.

Page 127: 04 Renacer (claudia gray)

Volví al tema. “De todos modos, la mayoría de los fantasmas no son tan locos como ese.”

“La mayoría de los que hay por aquí sí lo parecen,” señaló. “¿Recuerdas el baile de otoño del añopasado?”

Cómo olvidar haber estado a punto de ser aplastada por el desprendimiento de unas enormesestalactitas de hielo. “Si son tan peligrosos, ¿por qué la señora Bethany los está atrayendo haciaaquí, en primer lugar?”

“¿Que los trae aquí? Bianca, ¿qué quieres decir?”

Rápidamente le expliqué el secreto común denominador que todos los estudiantes humanos enMedianoche compartían, esto es, que cada uno de ellos procedía de una casa embrujada y estabaconectado a uno o más fantasmas. Y que algunos de esos espectros los habían seguido hasta allí.

“Por eso permitió la entrada de humanos. Para que trajeran a sus espectros.”

“¿Así que no crees que podría tener algo que ver con el hecho de que los estudiantes humanosayudan a los estudiantes vampiros a aclimatarse a la actualidad? No hay mejor preparación paraencajar con la humanidad que en realidad pasar tiempo con los seres humanos.” Él apretó mimano con fuerza, como si pensara que estaba siendo un poco tonto, pero no le importaba.

Yo negué con la cabeza. Tal vez eso ayuda. Pero en serio, papá, ¿todos y cada uno de los sereshumanos? No hay tantos espectros. Ni siquiera cerca. No hay manera de que sea unacoincidencia.”

“Así que ella atrapa a los espectros con algún propósito. Un propósito que no conocemos.Intentaré averiguarlo.” La expresión de mi padre cambió, volviéndose fuerte y distante, como siestuviera enojado con alguien que no estaba en la sala.

“¿Papá?”

“Es sólo que… Nada.” Volvió su atención hacia mí y me abrazó con fuerza. Mi resplandor defelicidad iluminó toda la biblioteca y la convirtió en oro. “No importa. Nada importa, salvo tenertede vuelta.”

Nos quedamos haciéndonos compañía por un rato después de eso, pero ya habíamos dicho lascosas más importantes. Pronto le diría a Mamá, hasta entonces, los dos acordamos reunirnosdespués de sus clases para poder pasar al menos unos minutos al día juntos como reportándonos,encontrar la manera de relacionarnos como padre e hija después de que hubieran cambiadotantas cosas. Era un punto de partida, y me sentí como si todo lo que necesitara fuera esecomienzo.

Cuando, después de la medianoche, mi padre finalmente subió a su habitación, me sentía agotada,como si necesitara "desaparecer" por un rato, que en mi caso era lo más parecido a dormir. Peroyo sabía que tenía cosas más importantes que hacer. A pesar de que había conocido a Christopher,y había cambiado de opinión acerca de tener miedo de todos los espectros, acababa de tener unaatención importante en cuanto a lo peligrosos que podían ser para la de la gente a la que amaba.

Page 128: 04 Renacer (claudia gray)

Acababa de enfrentarme a un espectro; era el momento de descubrir qué más podía hacer sintener a Patrice a mi lado.

Cualquiera cosa que la Cruz Negra me hubiera hecho, me habían convertido en una luchadora. Erahora de que yo actuase como tal.

Por supuesto, para ponerme a prueba en una pelea, necesitaba un espectro con quien luchar.Llevaba unos días con un candidato en mente; tenía la certeza total y absoluta de que aquelfantasma empleaba sus poderes del modo más diabólico posible. Parecía un buen punto departida.

“¡Es fantástico!” dijo Lucas a la mañana siguiente, sentado a mi lado en uno de los escalones depiedra. “De verdad, Bianca. Es fabuloso que tu padre lo sepa. Será bueno para ti y para tuspadres.”

Al decir eso su mirada se ensombreció. Yo ya sabía que no tenía nada que ver con sus sentimientosacerca de mi reconciliación con Papá; era el recuerdo de los ataques brutales de Kate lo que lolastimaba ahora. Tras haberme enfrentado a mi padre, la crueldad del rechazo por parte de ellame impresionaba todavía más. Yo sabía del temor y la vulnerabilidad de ese momento. Lucashabía demostrado tener incluso más valor y fe que yo; y su confianza en ella había sido inmediatay total. Y su recompensa había sido la traición. No podía imaginar lo mucho que eso debía haberledolido.

“Tal vez tu madre recapacite,” dije en voz baja. “A su debido tiempo.”

Lucas sonrió tristemente cuando sacudió la cabeza. “Yo no soy más que un monstruo para ellaahora. Nunca seré otra cosa.”

Acaricié su rostro. “No eres un monstruo.”

“Sí, lo soy. Tengo los colmillos para probarlo.”

“Entonces no eres sólo un monstruo. Eres también un buen hombre.”

Sonreí, esparciendo una luz suave a nuestro alrededor por el hueco de la escalera. Aunqueesperaba que eso lo reconfortara; me dije que no sería mala idea cambiar de tema.

“Entonces, ¿qué te parece mi plan?”

“Lo odio.”

“¿Crees que es una mala idea?”

“No,” admitió. “Es buena. Alguna vez vas a tener que enfrentarte a un espectro, y no se me ocurreun mejor candidato que ese bastardo. Pero es peligroso. No me gusta pensar que no puedoprotegerte.”

“Yo puedo protegerme.”

Page 129: 04 Renacer (claudia gray)

Una sonrisa involuntaria se esparció por el rostro de Lucas. “Ya lo sé. Confío en ti. Y he visto de loque eres capaz cuando te empeñas. Pero siempre he querido ser el que te protege, ¿sabes? Tengoque aprender a dejar que libres tus propias batallas, por lo menos en las que no puedo luchar porti.”

Comprensiva, dije, “No tiene por qué gustarte.”

“Exacto...” Se calló en cuanto oímos unos pasos en la escalera por encima de nosotros.Rápidamente desaparecí, convirtiéndome en una leve nube de niebla que fácilmente puedeesconderse en un rincón. Lucas se puso de pie, ajustando el suéter de su uniforme, y dijo a lapersona invisible. “¡Hola!”

Quizás habló demasiado fuerte, haciendo que le saludo sonase forzado, y sin duda asustó a quienfuera que pensaba estar solo, Oí un grito femenino de sorpresa, y luego un golpe en la escalera.Lucas corrió hacia arriba, subiendo los escalones de dos en dos, mientras yo lo seguí detrás.

Allí, prácticamente la falda del uniforme en su cintura y los libros esparcidos por todos lados,estaba Skye. Cuando vio a Lucas, había conseguido sentarse y recomponerse rápidamente la faldamientras se sonrojaba de vergüenza.

“¡Me has asustado! ¡Pensé que estaba sola!” dijo. “¡Y estas escaleras! ¡Son tan resbaladizas!”

“No tienes que pedir disculpas por haberte caído,” dijo Lucas. “Te he dado un buen susto, y sí,estos escalones son una mierda. ¿Estás bien, Skye?”

“Realmente, sólo estoy muerta de vergüenza.”

“No te pongas nerviosa por mí. Estás bien.” Se inclinó, tal vez para ayudarla a levantarse o pararecoger algunos de los libros… y se quedó paralizado.

Lo vi sólo un momento después. Skye se había raspado la rodilla al caerse. Unos pequeñosarañazos, cada vez más abultados, le cruzaban la piel blanca de la rodilla.

Lucas entornó los ojos y vi que su cuerpo se tensaba al percibir el olor de la sangre.

Skye también observó el rasguño e hizo una mueca. “Vaya, pues parece que no es sólo unmoretón. ¿No creo que andes con unas tiritas encima o sí?”

“No,” dijo Lucas lentamente. Su mirada, todo su ser, se centró por completo en la sangre. Alobservar como empezaba a mover las mandíbulas me di cuenta que sus colmillos estabanamenazando con surgir.

Lucas, no. Lucas, reacciona. ¿Y si me materializaba? Desde luego asustaría a Skye tremendamente,pero si Lucas estaba a punto de morderla. . . pero él no lo haría. Él no podía.

“Por supuesto que no tienes una tirita. Los chicos no lleváis bolso,” dijo Skye, como si se estuvieraregañando a sí misma. Ella dobló la pierna, llevando la rodilla más cerca de su cara, y él al imitó.

Page 130: 04 Renacer (claudia gray)

“Tal vez tengo un pañuelo de papel en mi mochila, pero creo que dejé mi botiquín de primerosauxilios en los establos. Déjame ver…”

A medida que abría su mochila, su pelo brillante marrón cayó sobre su rostro y ocultaba su vistade Lucas. Podía sentir la tentación que irradiaba de él como el calor. Él quería sangre, la sangre deSkye, en ese momento. Era lo que más quería en este mundo, tanto como para olvidar que yo loestaba observando, tanto, quizá, como para olvidarlo todo excepto su hambre de vampiro.

Había tomado la decisión de aparecer y me estaba concentrando para hacerlo, cuando oí a alguiencaminando en el piso de arriba. El clic-clac de los pasos hizo a Skye mirar hacia arriba, a pesar deeso Lucas seguía siendo incapaz de apartar los ojos de la herida sangrante…

“Señorita Tierney.”

La voz rica de la señora Bethany resonó ligeramente en el hueco de la escalera. La vi aparecerprimero como una sombra en la oscuridad, como si estuviera hecha de nada excepto noche. “Veoque tuvo un accidente. Y el señor Ross la está ayudando.”

Skye sonrió de manera desigual. “Así es, tropecé y se caí.”

Mientras hablaban, Lucas finalmente dio un respingo y se recuperó. No parecía recordar dóndehabía estado o cómo había llegado allí. Apresuradamente le tendió su brazo para ayudar a Skye aponerse de pie.

La señora Bethany le ofreció un pañuelo de encaje blanco. “Véndela lo mejor que pueda hasta quepueda conseguir un botiquín.”

“Es demasiado bonito,” protestó Skye, acariciando con los dedos el delicado encaje. “No quieromancharlo de sangre.”

“Si lo limpia en agua fría lo más rápido posible, es poco probable que quede mancha,” insistió laSra. Bethany. “En cualquier caso, un pañuelo manchado de sangre es infinitamente preferible auna estudiante ensangrentada paseándose por los pasillos.”

Es evidente que la señora Bethany sabía que no debía tentar a la mitad no-muerta de losestudiantes.

Skye agradeció a la Sra. Bethany y a Lucas cuando éste volvió a guardar los libros en su mochila yse la entregó. Justo cuando ya se iba, ella lanzó una mirada curiosa a Lucas, tal vez dándose cuentaque no había dicho casi ninguna palabra desde que había visto su rodilla raspada. Sin embargo, nodijo nada acerca de ello mientras se retiraba cojeando de vuelta a su dormitorio.

Cuando la señora Bethany y Lucas estuvieron otra vez solos, a excepción de mí, ella le lanzó unamirada dura. “Le ha resultado difícil, ¿verdad?”

Lucas se limitó a asentir. Él no podía mirarla a los ojos. Yo sabía que la vergüenza debía de estarconsumiéndolo por dentro. Él se odiaba a sí mismo por desear la sangre y sentir la tentación de

Page 131: 04 Renacer (claudia gray)

atacar a un ser humano, y especialmente a alguien que siempre había sido amable con él, teníaque resultarle insoportable.

“Créame, señor Ross,” la señora Bethany de nuevo apoyó una mano en su hombro con gestofamiliar, “hay un modo de superar estas difíciles circunstancias actuales.”

“¿Me está diciendo que hay un modo de evitar que los vampiros deseen la sangre?” Se burló él.

“Sí.”

Él la miró atónito, o al menos eso me pareció, ya que mi asombro no me permitía ver gran cosa.”

Querer sangre… eso es lo que hace a un vampiro, un vampiro. Por otra parte, la AcademiaMedianoche estaba prácticamente compuesta por vampiros que no atacaban a humanos; ¿nopodrían enseñar este tipo de cosas en lugar de lecciones de conducir?

En respuesta al aturdimiento de Lucas, la señora Bethany esbozó una sonrisa leve. Sus dedos seapretaron en el hombro de Lucas. “Una manera de silenciar a la sed de sangre para siempre,”murmuró. “Existe. Y será mía.”

Lucas estaba completamente quieto, mirándola embelesado. “Enséñemela,” dijo.

“Cuando esté preparado.” Ella se volvió para irse, pero cuando empezó a subir las escaleras consus faldas largas en sus manos dijo: “Yo creo que será muy pronto.”

Cuando estábamos solos otra vez, susurró, “¿Existe? Bianca, ¿puede estar diciendo la verdad?”

“No lo sé.”

El resto del día me pareció que transcurría envuelto en una especie de bruma extraña. Miinquietud por la creciente influencia de la señora Bethany sobre Lucas no me permitióconcentrarme correctamente en nada, incluyendo la tarea en cuestión. Pero al caer la noche yLucas y mis amigos fueron a la cama, me obligué a mí misma a recomponerme.

Si fallaba esta noche, yo nunca tendría el valor para enfrentarme a los espectros de nuevo. Y esosignificaba que no podría ser capaz de controlar mi propio destino.

Me concentré en un objeto que había sido significativo para mí durante mi vida, una "parada demetro" potencial a la que yo podría viajar en cualquier momento. Sin embargo, esa vez resultabamás difícil porque el objeto no me había pertenecido a mí. Era propiedad de otra persona, dealguien que tal vez no querría volver verme nunca, pero que estaba a punto de hacerlo.

Llené mi mente con la imagen, disponiéndome a mí misma a ver, a ser uno con ella: una pulseratrenzada de piel, de color rojo.

La Academia Medianoche desapareció. Todo a mí alrededor se oscureció. Al mirar alrededor, pudever algunos puntos de iluminación: tiras de luces a través de persianas venecianas, revelando lasluces de neón chillonas del letrero de un hotel barato y números en un reloj despertador digital.

Page 132: 04 Renacer (claudia gray)

Para mi alivio, se trataba de una habitación privada en lugar de una guarida llena de gente de laCruz Negra. Me lo había imaginado, pero de todas formas era mejor comprobarlo. Decidí que elespacio necesitaba otra fuente de luz y encendí mi propio brillo, llenando la habitación con unasuave luz azulada que delineaba mi forma espectral. Ahora podía ver la cama del hotel, y las dosfiguras que dormían allí.

Una de ellas se removió bajo las sábanas y se sentó erguida de pronto. Ella parpadeó una vez, yluego dijo, “¿Bianca?”

Sonreí. “Hola Raquel.”

Capítulo 15RAQUEL SE ME QUEDÓ MIRANDO, CON SU CABELLO CORTO Y NEGRO alborotado y sus ojos muyabiertos. “¿Estoy soñando?” Susurró.

“No,” dije.

Ella golpeó a la otra persona durmiendo en la cama, su novia, Dana, quien se incorporólentamente, frotándose los ojos.

“¿Qué paso, nena?”

Yo brillé poco más, casi tomando la forma más firme. “Hey, Dana.”

Dana dio un respingo, que en otras circunstancias, habría sido divertido.

“¿Has venido a atormentarme?” Raquel preguntó. Se había deslizado hacia atrás, contra lacabecera de la cama, como si quisiera alejarse. Había clavado en la pared uno de sus locoscollages, era una colección de fragmentos de revistas y objetos que Raquel pensaba que podríanconvertirse en arte. “Lo sabía.”

“¿Qué? ¡No!” Entonces me di cuenta de por qué Raquel parecía tan asustada y culpable, ellapensaba que yo seguía estando enojada por haberme denunciado a la Cruz Negra.

Por lo cual, lo estaba un poco. No me había dado cuenta de ello hasta que la había vuelto a ver, sinesa horda de cazadores de la Cruz Negra interponiéndose.

Dana interrumpió, “¿Cómo se encuentra Lucas? En Riverton, no se veía bien.”

Page 133: 04 Renacer (claudia gray)

“Está teniendo un mal rato.” Eso era totalmente inadecuado para lo que Lucas estaba pasando,pero yo no sabía qué otra cosa decir.

Dana se desplomó, como si la hubieran atropellado. Ella y Lucas habían crecido juntos -y ellatambién había sido adoctrinada por la Cruz Negra, de modo que ella consideraría el vampirismocomo el peor destino posible. Tal vez ella era la única persona que podía comprender plenamentela profundidad del desprecio que Lucas sentía hacia sí mismo. Entonces fijó su vista, brillante derabia, en mí. “¿Por qué no lo decapitaste?”

Por horrible que fuera considerar esa posibilidad, ya me había parecido lo bastante duro saber mirespuesta: “Porque yo misma había sido un vampiro. Y sabía que no era la peor cosa que te puedepasar. Pensé que tal vez él podía aceptarlo, y es posible que así sea.”

“Pero tú nunca has sido otra cosa más que vampiro,” replicó Dana. Raquel nos vio discutir con losojos muy abiertos, como si temiera recordar a alguna de las dos que estaba allí. “¿Cómo sabes quées lo peor? Estoy malditamente segura de que si me hubieran cambiado, me gustaría que alguiense asegurara de que no me despierto como no muerta. Es la promesa más sagrada que noshicimos. Lucas y yo nos lo prometimos el uno al otro miles de veces.” Ella estaba respirando condificultad, con creciente indignación. “Si le quisieras de verdad, lo habrías hecho.”

Fue una bofetada en la cara, aunque sabía que Lucas me había perdonado por ello. “Es fácil hacerpromesas. Pero si tú hubieras estado allí, si hubieras visto a Lucas tumbado muerto, sabiendo quepuedes perderlo para siempre o poder hablar con él de nuevo en un par de horas,… Entonces nohabría resultado tan sencillo.” Una vez más, deseé que los espectros pudieran llorar; era muydoloroso cargar con un recuerdo tan triste y no tener modo de dejarlo salir. “Por muy difícil queesto sea para él, Lucas tiene amigos. Me tiene a mí. ¿De verdad te parece que eso es peor que notener nada nunca, para siempre?”

Dana se sentó en silencio durante unos segundos. “No sé,” admitió finalmente. “Pero lo que digoquiero que lo tengas en cuenta, ¿está bien, cariño?” Sus ojos se encontraron con los de Raquel. “Sime transformo en un vampiro, asegúrate de que nunca, nunca, vuelva a ver el amanecer.”

“Te lo prometo.” La voz de Raquel estaba tan tranquila, tan segura, que su amor por Dana llenó lahabitación. Si Lucas y yo hubiéramos hablado de esto -si yo le hubiera hecho esa promesa- ¿podríahaber sido lo suficientemente fuerte como para dejarlo ir? ¿Tan fuerte como Raquel? Yo no estabasegura.

Por un largo rato, Raquel y Dana se miraron sólo la una a la otra, y Raquel apretó fuertemente lamano de Dana. Pero a continuación, Dana se volvió hacia mí. “¿Y has venido hasta aquí para hablarde todo eso? ¿De Lucas?” Su tono se suavizó un poco. “¿Necesita él hablar conmigo? Porque... sihace falta que me cuele en esa loca academia para vampiros por él, lo haré.”

Raquel espetó, “¿Y qué están haciendo de nuevo en la Academia Medianoche? ¿Estáis locos?”Entonces ella se echó hacia atrás otra vez, todavía temerosa de mí.

“En cierto modo, todo va bien. La señora Bethany ni siquiera se enfadó. Es como si odiara tanto ala Cruz Negra que se regocijara por haberles quitado a Lucas.” No me había dado cuenta de esohasta ahora, pero no me cabe duda de que explicaba parte de su reacción. “De todos modos, yo

Page 134: 04 Renacer (claudia gray)

no recomendaría que apareciera por allí una cazadora de la Cruz Negra. Sin embargo, hay otroviaje a Riverton bastante pronto. A menos que... ¿sabéis si la Cruz Negra vendrá tras él otra vez, sisale del internado?”

“La próxima vez la señora Bethany va a tener gente esperándolos,” dijo Dana, sacudiendo lacabeza. “La Cruz Negra lo sabe. Si alguna vez vuelven a atacar a Lucas otra vez, irán a por él almomento, pero no atacarán Riverton tras fracasar allí la primera vez.”

“Entonces quizás funcione. Dana, ¿podrías regresar a Riverton? Me parece que Lucas cree que noquieres verlo.”

“A ese chico siempre le ha faltado un tornillo.” El ceño fruncido de Dana me dijo que le gustabaLucas tanto como siempre. “Dinos el día y allí estaremos.”

Me fijé por primera vez en nuestro entorno: se trataba de una habitación de hotel barata peroconfortable, con un desorden de cosas que indicaba que llevaban allí algún tiempo. Ahorrar dineropara alojamiento privado era imposible para la Cruz Negra; se suponía que el dinero pertenecía algrupo y no al individuo. “Entonces, ustedes realmente lo hicieron. Dejaron la Cruz Negra parasiempre.”

“No es como si tuviéramos muchas opciones después de dispararle a Kate,” dijo Raquel. Porprimera vez, se encontró con mis ojos sin pestañear. “Pero no dudaríamos en volver a hacerlo, decorazón.” Entonces ella hizo una mueca; obviamente temía haber cometido una falta dedelicadeza al haber dicho algo así a un muerto.

Dana suspiró. “Empezamos a tener dudas después de lo que os hicieron en Nueva York. Luego,cuando se volvieron contra Lucas en Filadelfia, fue la guinda. Nos piramos hace un par desemanas. Nos hemos refugiando aquí, pero alguna vez encontraremos un lugar de verdad.Ganamos el salario mínimo y nos sentimos bien.”

“Puede que sólo comamos pasta” agregó Raquel, “pero comemos.”

Un extraño silencio cayó en la sala. Entonces tomé la palabra: “Raquel, en realidad vine aquí ahablar contigo.”

“Lo siento.” Raquel temblaba, pero finalmente salió de la cama. Llevaba una camiseta vieja y unospantalones deportivos, y por supuesto, la pulsera de cuero, la que yo recordaba tan bien que habíatenido el poder de conducirme hasta allí. “Bianca, lo siento tanto. Nunca sabrás cuanto... olvídalo,lo que siento no importa. Tú eras una buena amiga para mí, y yo debí protegerte, y no lo hice. Soyun asco. Si quieres acosarme o… o lo que sea, me lo merezco.”

No me había dado cuenta de lo mucho que necesitaba escuchar eso. Pero también había cosasque necesitaba decir. “Te mentí. Tenía mis razones, pero te mentí. Si yo te hubiera dicho la verdadde la manera correcta, tal vez nada habría terminado tan mal.”

“Eso no es excusa para lo que hice,” dijo Raquel, con la voz temblorosa. No dejó de apretarse lasmanos, estaba tan nerviosa que me sorprendió. “Podrían haberte matado. Quiero decir, matado

Page 135: 04 Renacer (claudia gray)

de verdad. Tú sabes lo que quiero decir. Cuando me di cuenta de lo que pretendían hacer… Dehaberlo sabido, nunca habría hablado. Jamás.”

“Ya lo sé. De hecho, creo que siempre lo supe. Además, vosotras ayudasteis a Lucas cuando más lonecesitaba. Eso es lo principal.”

Cuando le sonreí un poco a Raquel, ella trató de devolverme la sonrisa. El peso de la vieja traiciónpendía sobre nosotras, pero, de alguna manera, más ligero de lo que había sido antes. Nos llevaríaalgún tiempo cerrar la herida, pero al menos habíamos podido aclararlo todo. Volvíamos a estaren el mismo bando. El tiempo curaría todo lo demás, me dije.

“De todos modos, no he venido hasta aquí para hablar de eso contigo,” expliqué.

Entonces Raquel puso atención. Después de echar un vistazo igualmente desconcertado a Dana,dijo, “Entonces, ¿por qué estás aquí?”

“Es por el espectro que tenía tu casa encantada,” le dije, preparándome para lo que añadiría acontinuación. “El que te hacía daño.”

Los ojos oscuros de Raquel buscaron los míos, como si me pidieran que no mencionara una cosatan dolorosa. ¿Qué pasa con él?”

“Vamos a encargarnos de él… Para siempre.”

Resultó que Dana y Raquel estaban viviendo en una zona residencial de Boston, no muy lejos dedonde Raquel se había criado. Además, cuando se habían ido, habían tomado una de lascamionetas de la Cruz Negra con ellas.

“Algunos pueden llamarlo robar,” dijo Dana alegremente mientras subieron a la camioneta vieja,que olía a pólvora y a maíz frito. “Pero como vimos que la Cruz Negra se la robaba a un vampiromuerto en primer lugar, lo considero algo así como reciclar el vehículo. Suena mejor, ¿no teparece?”

“Parece que también habéis reciclado algunas armas.” Miré el arsenal que había en la partetrasera. “Estacas, agua bendita, y... ¿es eso un lanzallamas?”

“Nunca sabes cuándo te vendrá bien uno,” dijo Raquel, y tuve que sonreír.

Nuestras bromas no duraron por mucho tiempo, sin embargo. Cuanto más nos acercábamos a lacasa, Raquel se fue poniendo tensa. Ella iba delante con una escopeta y yo era el fantasma delasiento de atrás.

“¿Cómo se supone que vamos a hacerlo?” preguntó.

“Es bastante sencillo.” En realidad, no mencioné que no lo había hecho nunca. No hay necesidadde añadir más a su nerviosismo, ¿verdad? “Sólo necesitamos un espejo. ¿Alguna de ustedes tieneuna polvera? Ya sabéis, eso para los polvos, maquillaje.”

Page 136: 04 Renacer (claudia gray)

Estábamos paradas en un semáforo, razón por la cual tanto Dana como Raquel se volvieron y memiraron fijamente, asombradas. Después de un segundo, Dana dijo, “¡Hola! ¿Nos conocemos?”

“Vale. Está claro. No hay maquillaje en el coche,” le dije. “Entonces tenemos que conseguir unespejo.”

Hicimos una parada rápida en una farmacia de veinticuatro horas para comprar una polvera. Apesar de que mi forma era bastante sólida, me costó bastante manejarme con el envoltorio, asíque dejé que Raquel se encargara de ello. Ella rompió en el papel y el plástico con manostemblorosas, con más agitación de la necesaria.

“No he hablado con ellos en mucho tiempo,” dijo, levantando la tapa de la polvera. “Y ahora mevoy a plantar allí tranquilamente a las 2 de la madrugada, en plan: Hey, ¿recordáis el fantasma quedecíais que no existía?”

“Tal vez no tengamos que despertarlos,” dijo Dana. Una fina lluvia comenzó a caer y encendió loslimpiaparabrisas, con su suave sonido de slap-slap. “Oye, Bianca, ¿cazar espectros es ruidoso?”

“Bueno, puede serlo. Pero no tiene por qué.” Esperaba que fuera cierto. “Intentaremos no hacerruido.”

Raquel siempre había sido muy clara sobre el hecho de que ella no era tan rica como la mayoría delos estudiantes vivos o muertos de Medianoche. Sin embargo, su vecindario no era tan malo comoyo siempre había imaginado. Tal vez había sido ingenua con el pensamiento de que pobresignificaba vivir en una chabola de esas que mostraban en los programas malos de televisión, concoches incendiados y bandas de delincuentes por todas partes. Sólo era un barrio tranquilo decasas pequeñas sin grandes jardines. En lugar de la miseria y la violencia, las cosas simplementeeran grises y estaban descuidadas, con algunos graffiti desolados y sin gracia en los botes debasura.

“¡Qué suerte que llueva!” dijo Raquel. “De no ser así, todo el mundo estaría por la calle.”

La casa que estaba en el centro del bloque pertenecía a la familia de Raquel. Nos dimos cuenta tanpronto como salimos del coche que no había nadie en casa. “¿Dónde estarán?” preguntó Dana,cuando vimos unas cajas de mudanza a través de la ventana. “Los muebles están en su lugar, porlo que no se han mudado.”

“¿Con Frida, quizá?” Raquel entrecerró los ojos. “Parece que han levantado parte del suelo de lacocina. Tal vez la tubería del agua haya vuelto a reventar y estén arreglándolo.”

“No están en casa,” le dije. “Eso es lo importante. Podemos hacer esto ahora.”

Raquel se quedó muy quieta. “No estoy segura de que pueda.”

Dana puso un brazo alrededor de sus hombros. “Está bien. Si te quieres quedar aquí, eso funciona,también. ¿Verdad, Bianca?”

Page 137: 04 Renacer (claudia gray)

Estaba a punto de darle la razón, pero me detuve. “Puedes quedarte aquí si quieres,” le dije. “Perocreo que deberías enfrentarte a esa cosa.” Con los labios apretados, Raquel negó con la cabeza.“¡Vamos, Raquel! ¿Desde cuándo huyes de una pelea?” Ella no me miraba más, pero seguíadelante.“Si no ves cómo ocurre todo esto, siempre tendrás miedo. Siempre. Pero, si nos ves derrotarlo,entonces será lo último que recordarás de él. Vencido. ¿No es eso lo que preferirías ver?”

“Basta ya, ¿de acuerdo?” Dana se puso entre nosotras. “No la presiones.”

“No,” dijo Raquel. Ella tocó el hombro de Dana apartándola suavemente. “Bianca tiene razón. Voya entrar.”

Mientras la lluvia caía suavemente a nuestro alrededor, repiqueteando en el toldo metálico quehabía sobre nuestras cabezas, Dana forzó la cerradura de la puerta delantera con la misma rapidezque lo habría hecho Lucas. Lástima que no estuve en la Cruz Negra el tiempo suficiente paraaprender ese truco, pensé.

La puerta se abrió con un crujido. Dana entró de puntillas, procurando no hacer ruido; Raquel, conel rostro pálido, la siguió. Yo me permití convertirme en mayor parte de vapor, una suave nieblaazul justo detrás de ellas.

“Guau,” dijo Raquel, claramente desconcertada. “Eso es… espeluznante.”

“¡Shhh! ¡Estamos intentando no hacer ruido!” Dana sostenía la polvera delante de ella, como siquisiera utilizarla como un escudo. Yo tendría que cogérsela, pero sólo lo haría cuando hubieraadquirido forma de nuevo.

“Tranquilas,” dije. “Tarde o temprano, querremos que sepa que estamos aquí.”

Estiré mi conciencia por toda la casa, descubriendo que podía sentir el diseño de las habitacionessin verlo, y que sabía cuál había pertenecido a Raquel, pues una parte de su esencia permanecíaallí.

Y también algo más.

La voz resonó en una frecuencia que no era realmente un ruido, sólo vibraciones en el éter quecompartimos. “Pequeñita. Pequeñita. Has vuelto para jugar”.

Raquel empezó a temblar. “Está aquí,” susurró. “Puedo sentirlo.”

Ni ella ni Dana habían oído la voz; ambas estaban mirando a su alrededor frenéticamente, como siesperaran que el espectro apareciera desde cualquier dirección, en cualquier momento. Y sinembargo, Raquel sabía de la presencia de esta cosa en un nivel más profundo de lo que yo eracapaz de comprender. Me maravilló la profundidad del vínculo, la intensidad con que aquelespectro había hundido sus garras en ella.

¿Me has traído compañeras de juego?

Page 138: 04 Renacer (claudia gray)

De repente, pude ver una habitación, no la que había sino una realidad distinta y falsa que merodeaba, ligeramente transparente pero también cerrada, como una celda de cristal. Parecía unpequeño cuarto de juegos. Al principio pensé que debería de haber sido la habitación de Raquelcuando era pequeña, pero luego me di cuenta de que me equivocaba: ella nunca hubiera pasadomás de una noche en una habitación de color rosa y llena de volantes, con una cama con dosel ymuñecos apilados en filas y filas. Jamás había visto tantas muñecas…

Y tampoco había visto que unas muñecas me devolviesen la mirada. De alguna manera meobservaban, con los ojos negros y vidriosos demasiado vivos. Oí el suave frufrú de sus enaguassedosas, y una de las muñecas se inclinó bruscamente hacia un lado, como si se hubiera caído.Estaban vivas, y a la vez no lo estaban; miraban pero a la vez no miraban; y todo eratremendamente espeluznante. Fue suficiente para asustarme, y yo era un espectro.

Parece la idealización de alguien sobre cómo tiene que ser una habitación infantil, pensé. Es unaversión exagerada del lugar en que una niña dormiría. Algo creado por una persona que hadedicado demasiado tiempo pensando en niñas pequeñas acostadas en su cama.

“Muéstrate,” exigí. En la otra realidad, la de verdad, vi que Raquel y Dana se sobresaltaban. “¡Dejade esconderte detrás de las muñecas! ¡Sal!”

“Las muñecas,” susurró Raquel. Seguramente había soñado con ellas antes.

En el dormitorio del sueño, las muñecas crujieron un poco y luego se desplomaron, de modo quesus rizos dorados y castaños se enredaron. En el centro, estaba él.

Si no hubiera percibido el profundo terror que sentía Raquel, me habría echado a reír. Eseespectro no daba miedo: sólo estaba gordo y un poco calvo. Y tampoco era muy alto. Y, sinembargo, al escrutarme fijamente, mientras ladeaba la cabeza de un lado a otro, algo en el vacíode su mirada y en el ansia de su sonrisa me inquietó a todos los niveles.

“Bonita. Bonita pelirroja. ¿Has venido a jugar conmigo?”

Salió arrastrando los pies de aquella nube de muñecas. Su cuerpo estaba desnudo y era repulsivo;mi miedo se convirtió rápidamente en repugnancia, y luego, en ira.

Le dije: “No estoy aquí para jugar.”

Patrice había hablado de resonar. Yo no sabía cómo hacerlo, así que me concentre en él y elpensamiento de mi propia muerte. Recordé la extraña sensación de caída cuando mi cuerpo cedióy me abandonó. Me acordé de las lágrimas de Lucas mientras me apretaba la mano. Eso meresultaba demasiado vívido para soportarlo, pero notaba que el espectro se sentía atraído poresos recuerdos. Vi que mi mente daba forma a unas palabras, como si fueran un ensalmo: Por loque nos separa de los vivos, yo te separo de este lugar. Por la oscuridad que mora en nuestrointerior, te confío a la oscuridad. Por la muerte que me da el poder, te retiro tu poder.

El fantasma empezó a gritar, un alarido sobrenatural que reverberó en toda la casa. Dana tapó susoídos, tal vez de dolor, y dejó caer la polvera al suelo. Raquel no parpadeó. Ella cogió el espejo y loarrojó hacia mí, y yo me materialicé a tiempo para atraparlo en la mano.

Page 139: 04 Renacer (claudia gray)

En el momento en que lo hice, el poder de la magia comenzó a atraer al espectro al espejo.Mientras ponía el espejo en ángulo, de la forma en que Patrice me había enseñado, el espectro sedeshizo ante mis ojos, no en una niebla como yo estaba acostumbrada, sino como si se tratase deun cuerpo físico despedazado, sangre y tendones, gritos de dolor. Sin embargo, se fuetransformando en multitud de partículas mientras se precipitaba al interior del espejo, entrealaridos…

Entonces se hizo el silencio. El mundo de los sueños se desvaneció. Nos encontramos en medio dela sala de estar, mirando el espejo cubierto con escarcha que sostenía por encima de mi cabeza.

“¿Eso es...? ¿Lo hemos atrapado?” preguntó Dana sin aliento, y sus manos aún en los oídos.

“Oh, Dios mío.” Raquel tomó aire, estremeciéndose. Lo hemos atrapado.”

“Y mientras no rompamos el espejo, nunca podrá salir.”

Había luchado contra él. Lo había vencido. Sabía cómo enfrentarme sola a un espectro,¿significaba eso que por fin era libre?

“¿Está atrapado en el espejo?” Raquel parpadeó. “¿No está en el dimensión fantasmal o algo así?”

Me encogí de hombros. “Sea lo que sea, no puede salir otra vez.”

Raquel se echó a reír, un sonido de pura alegría, y entonces ella echó los brazos alrededor de mí.Con todas mis fuerzas, me mantuve tan sólida como pude, porque el abrazo se sintió demasiadobien para dejarlo pasar.

“Lo hiciste,” exclamó ella. “¡Lo hiciste! Esa cosa horrible…”

“Tranquila.” Cuando me di cuenta de que había pasado de la risa a las lágrimas le di una palmaditaen la espalda. "No podrá acercarse a ti nunca más.”

“Tú hiciste esto por mí después de todo lo que yo te hice.”

“También lo he hecho por mí.”

“Solo cierra la boca, ¿de acuerdo?” Raquel me abrazó con más fuerza, y seguí su consejo y melimité a abrazarla mientras ella lloraba. Sobre su hombro, pude ver a Dana que me sonreíabeatíficamente, como si yo fuera su nueva persona favorita en todo el mundo.

Una vez que Raquel se calmó de nuevo, me aparté para que se abrazaran y devolví la atención alespejo. El hielo era grueso, pero me pareció vislumbrar algo que se movía con el reflejo.

“¿Qué vamos a hacer con esa cosa?” dijo Raquel. “¿Lo enterramos en cemento?”

“Eso no es una mala idea.”

Page 140: 04 Renacer (claudia gray)

Entonces sentí el tirón, casi físico, como si estuviera siendo arrastrada.

“¿Bianca?” Raquel dio un paso adelante. “Te estás haciendo invisible.”

“¡Riverton! ¡No lo olvidéis!” dije, antes de perder la capacidad de emitir sonidos. “¡Me asegurarede que Lucas este allí!”

“Bianca” Raquel volvió a gritar, pero en un instante me había ido, dando volteretas a través de unanada de niebla azulada. Finalmente aterricé, o al menos eso fue lo que me pareció. Miré haciaabajo y vi mis pies en un césped verde y mullido, luego volví la cara hacia arriba para encontrarmecon Maxie, que permanecía de pié por encima de mí. Llevaba un extraño abrigo de piel oscura queparecía más espeluznante que lujoso.

“¿Qué estás haciendo? exigió. “¿Acaso ahora te alías con ellos en contra de nosotros?”

“Esa cosa tenía que ser detenida.”

“¿Esa cosa? ¿Cosa?” Maxie parecía a punto de darme una bofetada. “Supongo que bien podríasayudar a la señora Bethany a poner las trampas.”

Una tercera voz intervino en la discusión. “Hay una diferencia entre lo que Bianca ha hecho y lasacciones de la señora Bethany.”

Nos dimos la vuelta y vimos a Christopher. Así que yo estaba en la tierra de los objetos perdidos denuevo: aunque esta vez en contra de mi voluntad. Maxie me había dicho que Christopher erapoderoso, pero esta había sido la primera demostración de lo mucho que lo era con respecto a losdemás espectros.

De todos modos, no me sentí intimidada, porque ahora sabía que tenía el poder para defenderme.Con el tiempo, cualquier poder que Christopher tuviera ahora seguramente yo lograría adquirirloen menos tiempo del que le había llevado aprenderlo.

La luz del sol iluminó el pelo castaño oscuro de Christopher, y su largo y anticuado abrigo era deun intenso color verde botella. Nosotros estábamos a los pies de un edificio que parecía unaespecie de pagoda, excepto por un tren elevado de 1910s que circulaba estrepitosamente pordetrás de la construcción.

“Yo la saqué de allí antes de que pudiera hacer algo peor,” dijo Maxi. Así que había sido ella, y noChristopher, quien había intervenido. “En todo caso, me parece que no deberías haberle permitidoregresar.”

“Maxie, cálmate.” Christopher puso las manos sobre sus hombros. “No es mi papel permitir o nopermitir viajar a Bianca. Ella es más libre que cualquiera de nosotros. Carece de nuestraslimitaciones. Sé que te resulta difícil de aceptar, pero debes hacerlo.”

Maxie espetó, “No veo la diferencia entre lo que la señora Bethany está haciendo y lo que hahecho Bianca. Ella se ha vuelto contra los suyos. ¿Acaso no importa eso?”

Page 141: 04 Renacer (claudia gray)

Le dije: “Esa cosa…”

“¡Y dale con la cosa!”

“Maxie, hacía daño a la gente,” continué. “Nadie tiene derecho a hacer eso.”

Christopher asintió con la cabeza. “Una cosa es actuar en defensa de los demás. Otra actuar condeseos egoístas, no importa cuán comprensibles los deseos puedan ser.”

Parecía tan apenado que me daba reparo preguntarle más cosas. Y sin embargo, fue su tristeza loque me llamó la atención más poderosamente que cualquier otra cosa. Era como si cuanto hacía laseñora Bethany le doliera a él personalmente. ¿Se preocupa tanto por los espectros, por todosellos? No, esto era algo que le afectaba a él, no como el líder de este mundo espectral o en lo quefuera que se había convertido, sino como el hombre que había sido.

Una idea ridículamente extraña se me ocurrió, y sin embargo no me la pude quitar de la cabeza.Christopher me miraba fijamente, consciente de que había algo que me inquietaba. Incluso susonrisa era triste.

“Bueno, ahora ya lo sabes,” dijo. “Confía en tu intuición. Aquí verás muchas cosas que en cualquierotro sitio te estarían vedadas.”

De nuevo la claridad de ese mundo había ejercido su magia en mí, ¿o no era así? Sin embargo, yono podía creerlo. Le hice al menos una pregunta directa, en caso de que me equivocara:“Christopher... ¿qué te ancla a ti al mundo? O... ¿quién?”

“Mi amada esposa, aunque no he hablado con ella en casi 200 años.”

¿Él estaba diciendo lo que pensaba que estaba diciendo? “Entonces tu eres…”

“Christopher Bethany,” dijo. “Por supuesto, tú ya conoces a mi esposa.”

Capítulo 16“LA SRA. BETHANY ES TU ESPOSA,” REPETÍ. Aunque lo había imaginado por mí misma, no podíaasimilar aquella información. ¿El líder de los espectros, casado con una de los vampiros más

Page 142: 04 Renacer (claudia gray)

poderosos y despiadados que existían? “Entonces, ¿por qué odia ella tanto a los espectros?” Sinduda, si ella estaba casada con un espectro, tendrían que gustarle un poco. O tal vez no. Tal vezhabían terminado o algo así. Un divorcio sería probablemente extra-desagradable después dedoscientos años de matrimonio.

Pero Christopher negó con la cabeza. “No he hablado con ella desde mi muerte.”

“¿Por qué no? ¿Es porque ella se convirtió en un vampiro? ¿Ella… fue ella la que te mató?” mecorregí. “No, por supuesto que no. Dijiste que ella era la única persona que te había sido fiel.”

“Esta es mi historia, sólo mía,” dijo Christopher, y su voz tenía una mordacidad que no había oídodesde sus primeras manifestaciones aterradoras en Medianoche. Sin embargo, tras sentir mitensión, él se calmó visiblemente. “Y sin embargo, ahora te afecta a ti y a aquellos que te rodean.No está mal que preguntes.”

Maxie quedó boquiabierta ante él, olvidando su indignación de antes ante mi trato especial. “¿Vasa contarnos de dónde vienes?”

Tuve la impresión de que este era un secreto muy bien guardado.

Christopher la fulminó con la mirada. “Se lo contaré a Bianca porque tiene que ver con suexistencia,” respondió. “Pero no guarda ninguna relación con la tuya.”

Con un bufido, Maxie se alejó pisoteando, sus brillantes talones ruidosos sobre el pavimento. Elladesapareció en una multitud de personas que parecían estar sobre todo vestidas de plumas ypintura. Me volví hacia Christopher.

“Si no quieres hablar de ello,” dije, “la verdad, da igual. Es cosa tuya.” Yo quería respuestas, perono quería chismorrear.

“Pronto verás el modo en que nuestros caminos se cruzan. Estos eventos se están convirtiendo enparte de tu historia también.”

Él hizo un gesto con su mano hacia el cielo, volviéndolo instantáneamente negro, como si, en lugarde estar afuera, estuviésemos en una especie de planetario. En lugar de la fluida y caótica tierra delos objetos perdidos rodeándonos, estábamos completamente solos, en una especie de vacío.Comprendí, sin ser dicho, que esto estaba más allá del poder de la mayoría de los espectros, entreellos el mío, esta extraña habilidad era algo que Christopher había forjado de sus largos siglosatrapado entre los mundos.

“Wow,” dije. “¿Qué es esto?”

“Estamos viajando para ver el pasado.”

“¿Estamos retrocediendo en el tiempo?” Después de todo lo que me había sucedido, era extrañoque esto tuviese el poder de sorprenderme. Como algo salido de una película de ciencia-ficción, aVic le habría parecido una pasada.

Page 143: 04 Renacer (claudia gray)

Pero Christopher negó con la cabeza. “Viajando para ver,” dijo. “El pasado es inalcanzable paracualquier poder, mortal o inmortal.”

No estaba segura de cuál era la diferencia, pero no había tiempo para preguntar. Un bosqueempezó a tomar forma a nuestro alrededor, a través del cual se laceraba una estrecha carreteraempolvada, rayada con los rastros de ruedas y caballos. Un carruaje se acercó a nosotros, tiradopor dos caballos de color gris pálido e iluminado por linternas reales en cada lado. Parecíaromántico para mí, algo salido de una novela de una de las hermanas Brontë.

Por lo menos, parecía que de esa manera hasta que unas figuras saltaron de la oscuridad –de lanada, al parecer– y se abalanzaron sobre el carruaje. Los caballos relincharon y resoplaron cuandouna de las figuras agarró sus arneses, con lo que todo se detuvo.

Profería un grito ahogado, pero nadie parecía capaz de oírme; quizá esa fuera la diferencia, entrever el pasado y estar ahí. Christopher estaba tranquilo a mi lado mientras veíamos a los bandidosde la carretera, o lo que sea que fuesen, abrir las puertas del carruaje. A la luz de la linterna, pudever sus rostros, sus sonrisas malvadas, y sus colmillos: eran vampiros al ataque.

“Bien, bien. ¿Qué tenemos aquí?” Uno de ellos gruñó. “¿Los invitados para la cena?”

“Yo te diré lo que tenéis.” La señora Bethany, ataviada con un vestido estilo Regencia y con elcabello recogido en lo alto de la cabeza, se asomó por la puerta, completamente imperturbablepor el ataque. ¿Fue este el momento en el que ella fue cambiada? Entonces ella levantó unaballesta. “Tenéis que correr,” dijo.

Los vampiros se dispersaron, pero no lo suficientemente rápido. La señora Bethany disparóalcanzó a uno, de forma que la flecha de madera se le hundió en el corazón. Al instante, elconductor del carro y los caballerizos saltaron a la acción, cada uno de ellos armado, cada uno deellos seguro y determinado, mientras corrían en el bosque detrás de los vampiros.

“¡Rápido!” Exclamó la señora Bethany, saltando del carro con un revuelo de faldas. Ella ya habíavuelto a cargar la ballesta, y a pesar de la oscuridad, apuntó y derribó a otro vampiro de un sologolpe. Su sonrisa era brillante en la noche. “¡Ya los tenemos!”

Ella se rió en voz alta mientras sacaba una espada de dentro de su capa. Cuando la levantó en alto,me di la vuelta: había visto a un vampiro ser decapitado, y eso fue suficiente para toda la vida.Cuando oí el enfermizo y húmedo ruido sordo hice una mueca, y entonces mis ojos se abrieron.

“La forma en que estaban luchando... la forma en que ella se lanzó a ello...” Yo había visto estoantes.

“Bien entrenada, ¿no te parece?” Christopher no apartó la mirada de la señora Bethany.

“Si ella estaba cazando vampiros, y si ella sabía exactamente qué hacer, entonces ella era… Ellatenía que ser… ¿La señora Bethany pertenecía a la Cruz Negra?”

Tuve que mirarla de nuevo. La lucha había terminado, el polvo de los vampiros a sus pies. En elclaro de luna, su sonrisa se suavizó y se volvió cálida cuando ella se abalanzó hacia uno de los

Page 144: 04 Renacer (claudia gray)

caballerizos, que, ahora me daba cuenta, era Christopher un poco más joven. Se abrazaron el unoal otro, los brazos de ella apretados alrededor de su cuello, y lo besó con tanta pasión que sentímis mejillas arder.

“Los dos fuimos criados entre cazadores de la Cruz Negra,” dijo Christopher mientras observaba sufelicidad de antaño con su esposa. “Cuando emigré a Estados Unidos en los primeros años de suindependencia, me conecté con la primera célula de Boston. Allí nos conocimos. Pocas mujerescazaban en esos días, pero nadie la cuestionaba. Era la mejor luchadora de todos. Y los vampiros…ellos siempre la subestimaban hasta que era demasiado tarde. Había surgido una leyenda entreellos de una cazadora que era bella y mortal a la vez, pero, para su desgracia, no creían en suexistencia. A veces era lo último que decían, justo cuando la estaca se hundía en ellos. “Es ella.”

El bosque se oscureció en la penumbra difusa, pero entonces volvieron a dibujarse formas nuevas.Vi una pequeña casa, sencilla, con una gran habitación que parecía ser a la vez cocina y salón. Lachimenea era enorme, lo suficientemente profunda para entrar en ella, tan alta como una personay tan larga como la casa misma. Una tetera colgaba cerca de las llamas mientras la señora Bethanyse ocupaba de cortar un pastel; en la mesa, Christopher estaba sentado con unos cuantoshombres vestidos como él, con abrigos largos y pañuelos blancos atados en sus gargantas.Sostenían tazas grandes de metal llenas de algo que se parecía a la cerveza, y se reían a carcajadas.

¿Era la claridad de este lugar la que me mostraba que los otros no estaban tan felices comopretendían estar? ¿Que sus ojos miraban a Christopher cautelosamente mientras tomaba otrotrago?

“Socios de negocio” la cara de Christopher estaba iluminada por aquel fuego de antaño.Parecíamos estar de pie en el borde mismo de la habitación, a la sombra. “Amigos, o eso pensabayo. Nos unimos en una empresa de envío. El comercio entre Europa y América, de tejidosdelicados, una industria creciente en ese momento, y por lo tanto una apuesta de probabilidadesde aumentar la riqueza de mi familia. Sin embargo yo estaba acostumbrado sólo a la compañía delos cazadores de la Cruz Negra. Se puede decir lo que se quiera de la Cruz Negra, pero no que susmiembros sean dados a burdas artimañas. Yo había sido educado para pensar que todo el malestaba encarnado por vampiros. Yo no lo buscaba en los hombres que se hacían llamar misamigos.”

“¿Qué hicieron?” susurré, aunque sabía que por ahora las figuras que teníamos ante nosotros nopodían oír.

“Ellos no querían establecer una empresa de envío. Ellos sólo querían robar el dinero de la familiaque le di como inversión.” Todavía sonaba un poco desconcertado, como si después de un par decientos de años, Christopher no hubiese adaptado aún su mente al hecho de su traición. “Despuésde algunos meses, empecé a presionar por el rendimiento financiero. Ganancias. Quise revisar loslibros de contabilidad. Ellos tenían innumerables excusas, pero no me enseñaban nada. Una nochejuré que los llevaría a los tribunales. Mientras caminaba a casa esa noche, me atacaron. Yo estabadesarmado, y recuperándome de una enfermedad de invierno. Mi entrenamiento de la Cruz Negrafue en vano. Me dejaron morir en una zanja. El último sonido que oí fue sus risas, mientras sealejaban.”

“Lo siento.” Ante nosotros se mantuvo la escena feliz con todo el mundo siendo amistoso. Tal vez

Page 145: 04 Renacer (claudia gray)

prefirió esto a recordar su muerte, yo no lo culparía. No me gustaba recordar mi muerte tampoco,y por lo menos yo había estado en mi cama, con Lucas a mi lado. “Eso es terrible.”

Christopher miró fijamente a sus asesinos, que se encontraban en ese momento riéndose de unode sus chistes. La señora Bethany situaba las rebanadas de pastel delante de ellos, ella no parecíaestar de tan buen humor como los demás. De hecho, su expresión era cautelosa. A diferencia desu marido, ella había presentido problemas.

A continuación, la habitación cambió de nuevo, con la señora Bethany permaneciendo inmóvil enel centro de la misma, mientras su vestido iba mudando de un color a otro y su expresióncambiando de inquietud a rabia. “¿Qué quieres decir con que no puedes actuar?”

La escena frente a nosotros era ahora una especie de centro de reuniones o cuarto de almacenaje.La Cruz Negra, me di cuenta, viendo las armas montadas en las paredes. Un hombre con el peloatado en una cola se sentaba en una plataforma ligeramente elevada, obviamente a cargo. Él negócon la cabeza... “Sra. Bethany, tan lamentable como es la muerte de su esposo, no fue obra deningún agente sobrenatural. Por lo tanto, no concierne a la Cruz Negra.”

“El juez no quiere escuchar,” dijo la señora Bethany. “Él cree que fue obra de bandidos y dice queestoy loca por dudar de unos 'caballeros tan distinguidos’.” Escupió esas palabras, como si pensaraque pudieran envenenarla. “Podría matarlos por mí misma, pero se han ido al Caribe. El dinero desu familia está perdido, debido a su engaño. Por lo menos denme los fondos para viajar hasta allí yhacer justicia.”

El líder de la Cruz Negra miró a la señora Bethany con lástima; la misma mirada, me di cuenta, queKate había puesto cuando se negó a devolverle a Lucas la lata de café llena de dinero en efectivo.“Nuestros fondos se utilizan para nuestra lucha, y cada centavo se necesita. Usted lo sabe tan biencomo yo y su dolor la ha llevado hasta el límite de la histeria.” La expresión orgullosa de la señoraBethany nunca cambió, pero vi algo que nunca esperé ver: sus ojos llenándose de lágrimas.

Sin embargo, habló con voz firme. “Después de todo lo que he hecho, todo lo que he dado, ¿estaes vuestra respuesta?”

“¿Y qué otra respuesta podía ser?”

Ella retrocedió un poco, ladeando la cabeza en ese gesto familiar de contemplación y desprecioque le era tan propio. Es como si ella lo viera por primera vez, pensé.

Christopher dijo: “En ese instante, toda su dedicación a la Cruz Negra se convirtió en odio. Siemprepodemos odiar lo que amamos, y con un fuego tan grande como nuestro amor fue una vez.”

La habitación desapareció, sustituida por el mismo camino de bosque que había visto la primeravez. Pero ahora la escena tenía lugar en invierno, las ramas desnudas de los árboles brillaban conel hielo, y el suelo estaba cubierto por una capa gruesa de nieve. La señora Bethany cabalgaba solaa caballo, una amazona, con una pesada capa de pieles oscuras a su alrededor. Sus ojos buscabana su alrededor a pesar de la oscuridad cada vez más densa: anochecía, y el cielo tenía un intensocolor azul cobalto. Entonces se incorporó un poco; ella había descubierto algo.

Page 146: 04 Renacer (claudia gray)

Un vampiro salió de detrás de uno de los árboles más grandes, obviamente incómodo. “Cualquieraque sea la trampa que hayas tendido, cazadora, es muy peligrosa para ti. Tu ayuda está muy lejos.”

“No he tendido ninguna trampa,” dijo la señora Bethany. Ella bajó de su caballo y se dirigiólentamente hacia él en la nieve. “No cargo armas.”

“Entonces, supongo que has venido a morir, cazadora.”

Se trataba de una provocación, pero la señora Bethany levantó la cabeza y respondió. “Sí.”

El vampiro parecía tan sorprendido como yo. Él no dijo nada al principio, no corrió hacia ella ohuyó.

Ella levantó sus manos, con guantes de color verde oscuro, para mostrar que ella no tenía armas.Una ráfaga de viento le alborotó el cabello e hizo caer una lluvia de nieve de las ramas de encima,esparciendo el blanco sobre su pelo y capa oscuros. “Fui mordida una vez. ¿Lo sabías? ¿Te hancontado la historia?”

“Hay muchos que dicen haberlo hecho,” dijo el vampiro. “Muchos mienten.”

“Uno dice la verdad,” dijo. Un tirón rápido en el cuello de su capa reveló una vieja cicatriz en sugarganta. “Fui rescatada, después. Pero siempre he sabido que estoy preparada. Si un vampiro memordiera y me matara, me levantaría de nuevo como una no-muerta.”

El vampiro dio un paso más cerca, sin creer. “Esto es un truco.”

“No hay truco.”

“Odias a nuestra especie. ¿Por qué quieres ser una de nosotros?”

“Necesito liberarme de las ataduras y preocupaciones humanas.” La expresión de la señoraBethany vaciló, pero sólo por un momento. “Yo… necesito viajar más allá del alcance de mismedios mortales.”

Eso le valió una explosión de risas del vampiro. “Loca. Te has vuelto loca.”

Ella dijo, “Transfórmame y lo verás.”

El vampiro se abalanzó sobre ella, y ambos cayeron al suelo. La señora Bethany no se resistió nigritó, ni siquiera cuando su sangre corrió por la nieve blanca y humeante.

“La venganza,” dijo Christopher, dijo, “es un motivador muy poderoso.”

El siguiente lugar que me mostró fue, obviamente, un lugar mucho más cálido. Una hoja depalmera rozaba la ventana y las flores tropicales se amontonaban en los floreros. Nos parecía estaren una mansión, en una isla, una que podría haber sido imponente antes de ser destrozada. Losmuebles estaban patas arriba, los espejos rotos. Dos cuerpos sin vida yacían en el suelo, y la

Page 147: 04 Renacer (claudia gray)

señora Bethany estaba en una esquina, asimilando la escena con cierta satisfacción. Se limpió lasangre de su boca con el dorso de la mano.

“Se vengó de ellos,” le dije. A pesar del horror de la escena del crimen ante nosotros, no pudeevitar sentir que los tipos se lo merecían.

Christopher asintió con la cabeza. “Pero ¿a qué precio? Su vida. Y, tal vez lo más importante, sumisión en la vida. Su alma.”

“¿Dónde estabas durante todo esto?” Le dije. “¿Por qué no apareciste ante ella? Si hubiera sabidoque eras un espectro, que ella podía hablar contigo, tal vez…”

“En esa época todavía no me podía aparecer ante ella.” La escena del Caribe con la señoraBethany se desvaneció, y estábamos de nuevo en la tierra de los objetos perdidos. ¿Estábamos enel mismo lugar? Nuestro entorno había cambiado: en lugar de la ciudad, estábamos parados a laintemperie, en un desierto demasiado sombrío para ser bello. La luz del sol caía a plomoacaloradamente, y observé cómo un escorpión se escabullía por el suelo.

Christopher se sentó en una roca baja y plana, y su hermoso perfil se recortó contra la piedraoscura, y por primera vez, lo reconocí como la silueta en el escritorio de la señora Bethany. “Comosabes, aprender a utilizar las facultades de espectro lleva algún tiempo… y mucho más tiempo parala mayoría del que te ha llevado a ti. En el momento en que yo pude aparecerme ante mi esposa,ella había aprendido a odiar a los fantasmas como el enemigo natural de los vampiros. Ella mehabía mostrado, a través de sus acciones, que su odio era más fuerte que su amor.”

Me vinieron ganas de refutarle aquello, pero me acordé de lo duro que había sido para míaparecer ante mis padres. El miedo al rechazo era poderoso. Y, tal como la situación de Lucasmostró, no todas las personas eran lo suficientemente fuertes para amar a pesar del cambio.

Lucas, pensé. Claro que la señora Bethany había simpatizado con Lucas. Claro que lo ayudaba y locomprendía. Ella había pasado exactamente por la misma situación en que él se encontraba. Peroeso no la hacía generosa y buena. Eso sólo la hacía alguien que odiaba muchísimo a la Cruz Negra.Él tenía que darse cuenta de eso. Y cuanto antes mejor.

“Tengo que irme” le dije. “Volveré, ¿de acuerdo?”

Yo había esperado que Cristopher protestase, o que demostrase su enojo con una tormenta dehielo para mantenerme aquí; pero, en lugar de ello, él se quedó mirando al escorpión que sedeslizaba sobre la arena. “Vete,” dijo. “Estoy cansado.”

Mirar la muerte de la señora Bethany, aunque se tratara de un recuerdo tan lejano, había sido tanduro para él como lo fue para mí ver morir a Lucas. Puse una mano en su hombro. “Gracias pormostrarme todo esto.”

“Vete,” dijo, ahora más sosegado, y hundió su rostro entre las manos.

Page 148: 04 Renacer (claudia gray)

Me concentré en un lugar, en la sala de registros, y viajé a través del azul hasta que esta sematerializó a mí alrededor. Patrice estaba allí sola, estudiando alemán. Se sorprendió al vermeaparecer, pero sólo por un segundo. “¡Oye, aquí estás! Lucas estaba preocupado.”

“Me voy a verlo enseguida,” prometí, yendo al ladrillo suelto en la pared y recuperando mi pulserade detrás de él. Cuando me la puse alrededor de mi muñeca, tomé una forma completamentesólida y sentí una enorme ola de alivio. “Sólo necesito un segundo para ser... menos fantasmal. Sieso tiene sentido.”

“Si a ti te va bien…” dijo Patrice, en tono amistoso. “Pero él tiene un examen esta tarde, ¿teacuerdas? Le irá mejor si sabe que andas por aquí y que estás bien.”

“Ya lo sé.” A pesar de que odiaba renunciar a la pulsera tan pronto, decidí que sería mejor. “Estábien, está bien. ¿Vienes conmigo?”

“Claro. Tengo que bajar a la clase de todos modos.” Me arrastré detrás de ella en forma de vaporen todo el camino por las escaleras. “¿Podrías mantenerte alejada de mi cabello, por favor?”Murmuró. “Eres muy húmeda a veces, y me lo encrespas.”

“Esto no es fácil, ¿sabes?”

“Tampoco lo es arreglar mi cabello.”

Me entraron ganas de reír, pero justo entonces, mientras estábamos volviendo a entrar a la zonade aulas, escuchamos la conmoción. La gente gritando, zapatos rechinando contra el piso, el ruidosordo de un cuerpo contra la pared…

“Una pelea,” dijo Patrice.

“Lucas.” Yo lo sabía sin que nadie me lo dijera.

Patrice echó a correr, y yo me mantuve por encima de su cabeza hasta que llegamos al lugar delaltercado. Efectivamente, Lucas y Samuel estaban en el suelo, luchando entre sí, con sus naricesensangrentadas.

“Te dije que la dejaras en paz.” El tono de Lucas era áspero.

“La quieres para ti, ¿eh? ¿Es eso lo que quieres?” La sonrisa enferma de Samuel dejó claro que élno estaba hablando de flirteo. Cualquiera que sea la humana con la que Samuel se había estadometiendo, y que Lucas había estado defendiendo, resultaba tan apetecible como un bocadillo en lanoche. Me imaginé de quién podía tratarse cuando Skye, en medio de la muchedumbre, arrojóuno de sus libros contra Samuel, aunque él lo esquivó con facilidad. “Golpéame un poco más duro,y ella es tuya, tío. Podrás tener lo que quieras.”

Lucas le propinó un cabezazo con tanta fuerza que Samuel se desplomó de espaldas, aturdido.Mareado, con una mano a la frente, Lucas dijo: “En realidad lo único que quiero es que te calles.”

De pronto, la multitud que reía a nuestro alrededor se quedó en silencio y se abrió para dejar paso

Page 149: 04 Renacer (claudia gray)

a la señora Bethany. Se veía tan diferente para mí ahora que la había visto más joven, humana,enamorada y viva. Y, sin embargo, seguía siendo la señora Bethany, con sus encajes almidonados,sus faldas largas y su gélida autoridad. La escena de la pelea no produjo más reacción de ella queuna ceja levantada. “Sr. Ross. Sr. Younger. ¿Puedo suponer que la cuestión entre ustedes ya estázanjada?”

“Sí, lo está.” Lucas se puso de pie, un poco vacilante, y se secó la nariz con su manga. Samuelsiguió mirando encolerizado hacia él, como si pudiera abordarlo de nuevo si la directora estabamirando o no.

“¿Sr. Younger?” Repitió la señora Bethany. “Espero no tener que realizar ninguna... accióndisciplinaria. Sospecho que no le agradarían mis métodos.”

“Vale,” dijo Samuel, que no era exactamente una respuesta. Sin embargo se levantó y se fueandando desgarbado sin decir una palabra.

Cuando todos los demás se dedicaban a sus negocios, dispersándose de la señora Bethany comohojas en un vendaval, me dispuse a hablar con Lucas, pero Skye fue un poco más rápida y llegó a élantes de que yo tuviera la oportunidad de decir una palabra. “Gracias por salir en defensa mía.”

“No hay problema.”

Ella tenía una especie de sonrisa torcida que de alguna manera resaltaba su belleza. ¿Cómo es quemi sonrisa divertida sólo me hacía parecer tonta?

“¿Sabes?, eres como una especie de equipo SWAT de un solo miembro. ¿Quién diría que alguienpodría necesitar que la rescaten tantas veces en un instituto?”

Skye estaba haciendo una broma, pero es obvio que tocó una fibra sensible de Lucas. Él la tomódel brazo por el codo y le dijo: “Tenemos que hablar.”

“Nuestra prueba es en cinco minutos… ¿y no necesitas limpiarte un poco después de la pelea?”

“Olvídate de la limpieza. Olvídate de la prueba. Esto es importante.”

Los seguí de nuevo al hueco de la escalera; Patrice lanzó una mirada de preocupación detrás denosotros, pero no trató de unirse a ellos. Menos mal, porque ella probablemente se habríaquedado pasmada. Conociendo a Lucas como lo hacía, yo sabía lo que estaba a punto de decir, ypensé que era una buena idea.

Era el momento de decirle la verdad a Skye.

“¿Qué pasa?” la expresión de Skye se ensombreció mientras estaban juntos en el hueco de laescalera, la luz de la estrecha ventana arqueada iluminaba su cabello oscuro. “¿Por fin vas ahablarme de lo que te pasa?”

Lucas se quedó perplejo. “¿Qué quieres decir?”

Page 150: 04 Renacer (claudia gray)

“Estás tan… enojado...” susurró con voz suave. “Tan furioso por todo, todo el tiempo. No estoydiciendo que está mal estar enfadado, pero Lucas… te está quemando por dentro. ¿Qué es?¿Puedes decírmelo?”

Si hubiera tratado de sacar algo de él con indirectas o engaños, Lucas nunca hubiese hablado. Perola honestidad simple siempre rompía sus barreras. “Mi novia, Bianca. . . murió el verano pasado.Todavía la amo. Siempre lo haré.”

La verdad, si no toda la verdad, y esta tenía el poder para calentarme y emocionarme de nuevo. Loque me sorprendió fue el poder que tuvo sobre Skye, sus ojos azul pálido al instante se llenaron delágrimas. “He perdido a alguien este verano, también. Mi hermano mayor.”

“Oh, Jesús.” Lucas se vio claramente con la guardia baja. “Skye, lo siento.”

Ella le apretó la mano. “Créeme, lo entiendo. Puede que yo oculte la rabia mejor que tú, pero aveces sólo quiero. . .” Skye resopló con frustración pero se las arregló para sonreírle a él mientrasse enjugaba una lágrima. “Bianca era… asombrosa ¿no? Apuesto a que era increíble.”

La expresión de Lucas vaciló. Hablar de mí en pasado le recordaba mi muerte y revivía el dolor.“No tienes ni idea.”

“Si esto ayuda en algo, yo creo… no, yo sé que los muertos no se han ido verdaderamente.” Ellahablaba con la seguridad profunda que sólo podía provenir de crecer en una casa embrujada. Skyesabía de los no-muertos, al menos a ese nivel. “Ellos nos miran. Están muy cerca. Y creo que se dancuenta de lo mucho que los amamos, quizá más de lo que lo hacían cuando estaban vivos.”

Cuando Skye terminó de decir esto, me atreví a acariciar suavemente la mano de Lucas. Lo vienderezarse, reconfortado de mi presencia y seguridad, y sin embargo también más emocionadoque antes. “Yo creo eso, también.”

“Seguro que ella querría que fueras feliz,” dijo Skye. “Y no que estuvieras enojado todo el tiempo.”

“Lo intento.” Yo sabía que Lucas se dirigía tanto a mí como a Skye.

Ellos sólo se miraron el uno al otro por un segundo, luchando por recuperar la compostura.Después de tragar duro, Skye consiguió decir, “Así que, ¿qué querías contarme?”

“Esta escuela es peligrosa, Skye. Todo aquí es peligroso. Tienes que ir con cuidado.”

“Sí, yo en cierto modo comprendí eso después de que aquellos raros miembros de una bandadisparasen una flecha hacia mí. ¿Qué tipo de banda utiliza ballestas?”

Lucas dio un paso más cerca y la miró fijamente a los ojos. A través de la ventana en forma demedia luna, la luz del sol por la tarde inundó el interior, convirtiendo su cabello en oro puro. “No,lo digo en serio. Algunos de los estudiantes de aquí, no son simples estudiantes.”

Ella se cruzó de brazos. “¿Quieres decir que también son enormes capullos?”

Page 151: 04 Renacer (claudia gray)

“Quiero decir que ellos son vampiros.”

Skye miró fijamente a Lucas, asombrada. Lucas le sostuvo la mirada. Me pregunté si ella gritaría, ole haría preguntas, o simplemente correría fuera de la escuela como alma que lleva el diablo.

En cambio, se echó a reír.

Cuando Lucas, perplejo, retrocedía, ella dijo con la voz entrecortada: “¡Casi me lo creo!”

“Skye…”

“Está bien, lo entiendo.” Su risa casi ocultó sus palabras. “No estábamos poniendo demasiadoprofundos para gente que necesita pensar en cálculo. Gracias por hacerme reír. Lo necesitaba.”

Lucas luchó por las palabras, luego, se rindió. “En cualquier momento.”

“Anda, vamos a clase.” Skye se dirigió hacia la puerta. Lucas miró hacia atrás, y yo brillé un poco ala luz, para que él supiera que estaba cerca. Su sonrisa tímida fue la mejor bienvenida a casa queyo podría haber tenido.

Por supuesto que quería decirle a Lucas lo de la señora Bethany, pero eso podía esperar. Ladedicación de Lucas a sus estudios este semestre tal vez era, sobre todo, una manera de distraersea sí mismo del dolor, y precisamente esa era una buena razón para respetarla. Supuse que noestaría de más esperar cuarenta y cinco minutos.

No todo el mundo podría ser tan disciplinado sobre esperar al momento adecuado para hablar, sinembargo. Cuando ya me acomodé en la habitación de archivos de arriba, sola y dispuesta a pasarun poco más de tiempo de calidad con mi pulsera, alguien decidió hacerme una visita.

“Vaya, vaya, pero si es la mismísima reina de los muertos,” dijo Maxi. Me senté, sorprendida, ellase había materializado a través de la habitación, y yo había estado tan absorta en mispensamientos que no me había dado cuenta. Ella estaba de vuelta en su camisón fluido, como yoestaba de vuelta en mi pijama habitual. “Dime, ¿qué se siente al ser tan especial que las normasno se aplican a ti?”

“Es horroroso,” le dije. “Significa que incluso a las personas que pensabas que eran tus amigos noles gustas.”

Maxie vaciló. Ella agachó la cabeza, por lo que su cabello corto cayó en sus ojos, algo que bloqueónuestra vista. “Me gustas,” dijo en voz baja.

“A veces no actúas como si fuese así.”

“Tenemos que tomar decisiones,” dijo. Por primera vez desde que la había conocido, ella sonabamás como un adulto que un niño petulante. “Tenemos que reconocer que estamos muertos.”

“Yo lo entiendo. Confía en mí.”

Page 152: 04 Renacer (claudia gray)

“Los vampiros son nuestros enemigos.”

“Tal vez eso es cierto la mayoría de las veces,” admití, pensando en la señora Bethany, “pero no escierto para Lucas. O Balthazar, o Patrice, o Ranulf.¿Por qué sigues tratando de crear estas categorías de blanco y negro? ¿Por qué no miras cómo escada uno en lugar de qué es?”

“Porque ayuda,” susurró. “Cuando no estás vivo, pero no has muerto totalmente, se siente comoque todo es de color gris. Quieres blanco. Quieres negro.”

“Lo sé”. Y lo sabía.

En ese momento, se abrió la puerta, y Vic y Ranulf entraron. Tenían la pausa del almuerzo ahora.“Espera, espera,” Vic estaba diciendo. “¿Me estás diciendo que has logrado que Cristina Del Vallete acompañe al baile de otoño? ¿Cómo lo has logrado? Ella es la tía más buena de toda laescuela…”

“En lo que a doncellas atractivas se refiere, soy todo un experto,” dijo Ranulf. Luego, ambos secallaron al verme a mí, y entonces me di cuenta de que Maxi no se había hecho invisible a tiempoy ahora parecía estar demasiado asustada para hacerlo, o cualquier otra cosa, excepto estarboquiabierta ante ellos.

Rápidamente, dije, “Maxie, obviamente ya conoces a Vic, pero ¿conoces a Ranulf?”

“Aún más espectros,” dijo Ranulf. Había estado inquieto por socializar conmigo al principio,después de mi muerte, pero sólo le llevó un momento acostumbrarse. “Bienvenida. ¿Vas a venir amenudo por aquí? En tal caso, por favor, no hieles demasiado los asientos. Bianca acostumbra adejarlos demasiado fríos para que luego nos sentemos los demás.”

“¡Hey!” Protesté, pero Ranulf de repente parecía muy interesado en los carteles de Elvis.

Vic no dejaba de mirar a Maxie. Ella había interactuado con él durante toda su vida, pero siempreinvisible, esa tenía que ser la primera vez que en realidad él la había visto de verdad. “Wow,” dijo.

“eh… wow. Hola.”

“Hola,” musitó Maxi.

Yo sabía que era la primera palabra que había hablado alguna vez con él. Había cruzado la línea,esa que ella no quería cruzar y me gustó. ¿Estaba empezando a pensar por sí misma? ¿A entenderque las líneas entre vampiros, fantasmas, y humanos eran tan borrosas como las que habían entrela vida y la muerte?

“¿Te... apetece quedarte un rato por aquí?” Vic miró alrededor de la habitación salvajemente, sinduda buscando con qué entretenerla. “Podemos sentarnos a charlar un rato... O, bueno, tambiéntengo algo de música…”

Page 153: 04 Renacer (claudia gray)

“Debería irme,” dijo Maxi. Pero antes de que pudiera sentirme decepcionada, añadiórápidamente: “Ya volveré en otra ocasión.”

Vic sonrió de oreja a oreja. “Genial. Quiero decir, eso es… Eso sería genial.”

Maxi desapareció, pero yo todavía podía sentirla. Ella estaba yendo a la deriva fuera de lahabitación muy despacio, como si fuera más reacia a irse de lo que dejaba entrever. Cuandofinalmente atravesó el techo, Vic se volvió hacia mí y dijo: “¡Ha sido increíble!”

“¿Fue tan genial? ¿Finalmente la reunión?” sonreí hacia él. Tenía la boca abierta, mitad sonrisa ymitad asombro.

“Supongo que... nunca me había dado cuenta. . . Quiero decir, yo sabía que ella era una mujer ytodo eso, pero nunca se me había ocurrido que mi fantasma fuera una chica.”

Ranulf dijo: “Vic todavía no domina el arte de la interacción con el sexo femenino.”

“¿Me enseñarás tus trucos, amigo?” Dijo Vic.

“Sólo es cuestión de observar durante unos cuantos siglos.”

“Genial.” Vic suspiró, tirando su mochila.

“Vuelvo en un momento, ¿vale?” Me quité mi pulsera, me desmaterialicé, y me elevé hasta eltejado. Como ya había sospechado, me encontré con Maxie en lo alto del cielo. Podíamos vernosentre nosotras, más o menos… éramos contornos brumosos de nosotras mismas que seríaninvisibles desde el suelo.

“¡Hablé con Vic!” dijo. Su sonrisa era parte de la luz del sol por la tarde. “¡Hablé con él, y él merespondió!”

“¿Ves lo divertido que es cruzar las líneas?”

“No es nada malo,” dijo ella, con más firmeza. “Tú sabes cuánto mejor es allí que aquí. Peromientras sigamos en parte aquí…”

“Creo que debemos pasar nuestras vidas tras la muerte cerca de la gente que amamos.” Empecé aelevarme más alto, sobre todo por curiosidad para ver qué tan alto podríamos ir. “Nada más tienesentido.”

“Pero yo no conocía a Vic antes. No cuando estaba viva,” protestó Maxie.

“Si me preguntas, no importa cuándo empiezas a amar a alguien. Sólo que los amas.”

El mero hecho de decir la palabra amor me recordó a Lucas y la noticia que quería compartir con éltanto que quemaba dentro de mí. Pero aún debía aguardar media hora. Así que me empujé a mímisma más alto; Maxie me siguió.

Page 154: 04 Renacer (claudia gray)

“¿Qué tan alto podemos llegar?” Le pregunté.

“Ah, loco de alto. Por encima de la troposfera. Si quieres, incluso puedes ver las estrellas duranteel día.”

“¿De verdad?” Podría seguir observando las estrellas en ese mismo momento; en cualquiermomento, de hecho. Yo no tendría un telescopio, por supuesto, pero sin embargo, la panorámicamerecería la pena. Sería como una fotografía del Hubble. “Vamos, ¿de acuerdo?”

Maxi se echó a reír, y yo sabía que eso era lo que ella había querido desde el principio. No que yotomara partido, sino tener una compañera en ese mundo intermedio. “Vale, vamos.”

Nos elevamos, cada vez más lejos, hasta que la Academia Medianoche era sólo una mancha en elsuelo, oculta por las nubes. La luz del sol por encima era más que intensa. Resultaba cegadora.

Entonces apareció en la distancia un enorme bulto plateado, que se acercaba más rápido de lo quepodía imaginar. “¿Qué diablos es eso?”

“¡Espera!” Gritó Maxie.

¿Eso es… es un avión?

Un avión comercial se movió rápidamente directamente hacia nosotras, hasta que pude ver elcontorno del mismo, las ventanas del frente, los pilotos en el interior, y luego, zas, Maxi y yo nosvimos arrastradas directamente al centro del avión, atravesando la cabina delantera, el largopasillo, decenas de pasajeros, el pequeño carro de las bebidas, la cola del avión… y luego estedesapareció. Lo habíamos traspasado por completo.

Maxi y yo permanecimos allí suspendidas, aturdidas, por unos instantes. Finalmente dijo: “¿Creesque alguien en el avión nos ha visto?”

“Íbamos demasiado rápido,” le dije. “Pero tal vez tuvieron algunas turbulencias.”

Ella se echó a reír, y yo también lo hice.

Aunque Maxie deseaba seguir creando "bolsas de aire" para el tráfico aéreo de Boston, me separéde ella cuando supuse que la clase de Lucas ya había terminado. Prometimos ir pronto a observarlas estrellas, y aunque esa posibilidad me encantaba, cuanto más me acercaba a la Tierra, másapremiantes me parecieron mis preocupaciones.

Me encontré con Lucas afuera en el cenador, esperándome como de costumbre. Su mochila habíasido arrojada al suelo, y él estaba descansando los antebrazos en sus rodillas, su cabeza caída. “Teves cansado,” dije en voz baja, convirtiéndome en una niebla suave cerca de él.

“Estoy cansado.”

“¿Qué? ¿Despierto hasta tarde preocupado por mí?”

Page 155: 04 Renacer (claudia gray)

“Estuve despierto hasta tarde, y preocupado,” confirmó. "Pero sé que puedes cuidar de ti misma,así que también estuve estudiando. Y escuchando música. Y navegando por Internet. Y haciendocualquier otra cosa que se me ocurrió para evitar ir a dormir.”

No tuve que preguntar por qué.

“Charity.”

Lucas no respondió, pero tragó saliva, haciendo que su manzana de Adán oscilara de arriba abajoen su garganta. Rocé suavemente su mejilla, con la esperanza de que pudiese sentir el toquefresco. “¿Está empeorando?”

“¿Más? No. Ella comenzó haciendo mis sueños tan espeluznantes como podrían ser, y desdeentonces… bueno, hay que admitir que la chica es constante. Todas las noches son horribles.Todas y cada una de ellas.” Lucas se puso de pie abruptamente. Apoyó sus manos en contra elhierro fundido del cenador, todos los músculos de su espalda tan tensos que yo podía divisarlos através del suéter de su uniforme.

“A veces es Erich de nuevo, amenazándome con torturarte con estacas empapadas en aguabendita. A veces, otros vampiros beben tu sangre, y por alguna razón eso te mata en lugar deconvertirte en uno de ellos. A veces mi madre corta tu cabeza. O esos tipos borrachos, ¿recuerdas,nuestra primera cita? En mis sueños, no están tratando de cuidar de ti. Están tratando dequemarte. Todos los sueños son acerca de perderte, una y otra vez.”

El dolor intenso que reflejaba su voz hizo que deseara arriesgarme a convertirme en corpórea. Asíyo podría poner mis brazos alrededor de él.

“Charity sólo te convirtió para llevarte lejos de mí” dije. “Es mi culpa.”

“No es tu culpa,” dijo Lucas. Me hubiera gustado estar tan segura como él sonaba. “Pero sí, aCharity le gusta la idea de que te pierda para siempre. Lo suficiente para desarrollarla enrepetición infinita en mi cabeza.”

“Por favor, déjame volver. Si yo estuviera en tus sueños, sé que podría llegar a ti.”

Lucas negó con la cabeza. “De ningún modo. Cualquier cosa que ella te hiciese allí podría hacertedaño en realidad. Eso es un riesgo que no estoy dispuesto a correr.”

¿Incluso si la única alternativa era su dolor permanente? Yo lo odiaba, pero por ahora, noteníamos otra opción mejor.

Él dijo: “Bianca, hace tiempo que quería preguntarte un cosa. ¿Qué sucede después deMedianoche?”

“¿Qué quieres decir?”

“No puedo quedarme en esta escuela para siempre,” dijo Lucas. “Quiero decir, creo quetécnicamente podría, pero yo realmente no me veo repitiendo literatura inglesa cada dos

Page 156: 04 Renacer (claudia gray)

trimestres durante los próximos siglos. Y no puedes querer pasar el resto de la eternidad oculta enlos rincones. Esperándome.”

No había pensado en ese futuro, no me lo había permitido. Ahora que había entendido mispropios poderes, los muchos lugares a los que podía ir y las cosas que podía hacer, ya no temía a laeternidad que se extendía ante mí. Pero era diferente para Lucas.

Le dije: “Los vampiros por lo general comienzan a vagar..., supongo. Tomando ventaja de suinmortalidad para explorar el mundo. Una vez que tienes unas décadas de experiencia, al parecerno es tan duro empezar a ganar dinero. Y después de hacerte rico, bueno, puedes hacer casi lo quequieras.”

La cara de Lucas pareció dolida por las palabras “unas pocas décadas”. Él dijo: “Yo no necesitohacerme rico. No necesito hacer lo que quiero. Porque ahora mismo, no estoy seguro de si sabríautilizar ese poder también.”

“Tienes que dejar de estar asustado de ti mismo. De aquello en lo que te has convertido.”

“Yo sé muy bien en lo que me he convertido,” dijo. “Por eso sé que necesito tener miedo.”

El miedo se apoderó de mí cuando me di cuenta de que lo siguiente que iba a decir era algo deltipo: “Deberías ser libre". Él todavía pensaba que era una carga para mí, cuando él era cualquiercosa excepto eso. “En lo que tú te has convertido es en mi ancla,” dije. “La persona que meconecta a este mundo.”

Él no podía creerme plenamente. “¿En serio?”

“Siempre.”

Lucas suspiró con fuerza. “Ojalá pudiese creer que yo podría darte algo que valiese la pena tener.”

“Lo haces todos los días. Cada segundo. No me cabe duda de eso.”

“De acuerdo” dijo, pero yo sabía que no estaba completamente convencido.Era hora de enfocar su atención en los problemas reales. “Escucha” dije. “Quiero hablar contigoacerca de la señora Bethany.” Se giró, para que yo pudiera ver su rostro. “¿Tenemos que pasar poresto otra vez?”

“Esto es nuevo.”

Tan pronto como pude, le dije quién era Christopher, y lo que él me había revelado sobre supasado. Cuando dije que había sido de la Cruz Negra, los ojos de Lucas se abrieron, pero no dijonada. Una vez que terminé, dije: “Ella no está siendo simpática porque de repente se volvió buena.Lo único que pasa es que odia a la Cruz Negra tanto como tú.”

“¿Por qué tienen que ser dos cosas separadas?” Me quedé mirando a Lucas, ofendida. Él parecíamás frustrado que antes. “Bianca, ¿estar enojado con la Cruz Negra significa que pierdes el poderde pensar racionalmente para siempre? ¿O de preocuparte por otras personas? Si es así, estoy

Page 157: 04 Renacer (claudia gray)

jodido.”

“Eso no es lo que estoy diciendo.”

“¿No lo es?” Lucas pateó la voluta de hierro más cercana a sus pies, haciendo que la hiedracrujiera. “¿Por qué la odias tanto?”

“Es una asesina.” No sabía que podía hablar tan fuerte, ni con un tono tan agudo, aunque miconsistencia apenas era vapor. “Ella asesinó a Eduardo, ¿recuerdas? ¿Y a cuántos otros miembrosde tu célula?”

“¿La célula de la Cruz Negra que invadió este lugar para tratar de matarla? Y Eduardo…” Susmanos se agarraron tan fuertemente alrededor de la barandilla del cenador que creí que ledolería. Lucas no había sentido mucho aprecio por su padrastro, pero a él preocupaba que sumadre estuviera sola, incluso ahora. “Eso pasó cuando ella llegó a la célula de Nueva York paratratar de rescatarte. ¿O lo has olvidado?”

“¡Ella quería vengarse por el ataque a la escuela! Eso es lo que era, ¡venganza! ¿Y te has olvidadode las trampas que ella fijó para los espectros?”

“¡Tú misma querías las trampas antes de convertirte en uno!” Lucas se dio cuenta de queempezábamos a gritar y respiró hondo, calmándose. Yo no podía respirar exactamente en esteestado, pero traté de estar más calmada. Las pocas peleas que Lucas y yo habíamos tenidosiempre eran hirientes, y además, no quería que nadie empezase a mirarnos. Más tranquilamente,dijo, “La gente puede hacer las cosas por más de una razón.”

“Si se trata de la señora Bethany, no es una buena razón.”

“¿Por qué crees eso? En serio, Bianca, ¿tienes una razón para desconfiar de ella, además del hechode que ella es una exigente en el aula?” Eso me cogió desprevenida.

“La gente que ella ha matado…”

“Yo he matado a un montón de vampiros,” dijo Lucas. “Ahora veo que eran personas también.¿Confías en mí?”

“Por supuesto. Siempre.” Mi mente iba a toda velocidad. ¿Cuándo había empezado a temer a laseñora Bethany? ¿Era nada más que una animada versión juvenil hacia un profesor estricto? Yo nopodía creer eso, pero no podía dar ninguna razón mejor que esa: “Llámalo instinto, Lucas. Noconfío en ella.”

“No podemos descartarla solo por instinto. No cuando ella me ofrece…”

“¿Qué es lo que te ofrece? ¿Además de vagas promesas?”

“Un lugar para vivir,” dijo. “El derecho a entender las cosas. Y tal vez el fin de esta voracidad.”

Lucas miró a través del terreno, donde un grupo de estudiantes estaban descansando. Seres

Page 158: 04 Renacer (claudia gray)

humanos. Me di cuenta. Incluso ahora, mientras estábamos en el corazón de un debateapasionado, él podía oler su sangre y anhelar su primer asesinato.

“Oh, Lucas.” Me atreví a añadir un poco más sustancia a mí misma. Lo suficiente como para tocarsu mano. Cerró los ojos con fuerza cuando lo hice. “¿Crees que podría ser real?”

Dio un paso atrás de la barandilla, con renovada energía. Su mandíbula estaba apretada cuandome miró; de alguna manera, siempre conseguía encontrar mi mirada. “Estoy a punto dedescubrirlo.”

“¡Lucas, espera!” Pero ya era demasiado tarde. Corrió desde el cenador, dos pasos a la vez,dirigiéndose directamente a la cochera.

Lucas iba caminando directo a la guarida de la señora Bethany, y yo sabía en ese momento, que siella le hacia la promesa correcta, yo podría estar en peligro de perderlo para siempre.

Capítulo 17SEGUÍ A LUCAS HASTA EL GARAJE DE LA CASA DE LA SRA. BETHANY. A pesar de que pude haberlellamado de nuevo, para tratar de impedir que hiciera eso, no lo hice.

Necesitamos saber, me dije. Si ella en realidad puede ayudarle, entonces debo dejarle hacerlo.

Page 159: 04 Renacer (claudia gray)

¿Me estaba yo resistiendo sólo porque estaba celosa de que la Sra. Bethany podía darle algo…algoprecioso que yo no podía? Qué penoso. Qué bajo. No era extraño que Lucas sintiera que podíaconfiar en ella, si yo era tan débil en contraste.

Escucharía, y observaría. Tal vez oiría que Lucas se podía librar de la sed de sangre. Si era así,entonces me prometería a mí misma que nunca diría una mala palabra más de la Sra. Bethany otravez.

Mientras Lucas llamaba a la puerta, cautelosamente me acomodé en mi lugar habitual en elalféizar de su ventana, aliviada de no sentir trampas cercanas. Pero entonces me sorprendí.Alguien ya estaba sentado frente a su escritorio: Samuel, sin duda estaba siendo reprendido por lapelea anterior. Probablemente Lucas no tendría ocasión de mantener una seria conversación conla Sra. Bethany acerca de nada. No podía decidir si estaba feliz o no, por eso.

Pero cuando la Sra. Bethany abrió la puerta y vio a Lucas, ella dijo, “Qué oportuno momento, Sr.Ross. Por favor, entre usted.” Lucas pareció tan contento de ver a Samuel como éste de verlo a él.“¿Esto es por nuestro altercado anterior?”

“No exactamente.” La Señora Bethany gesticuló hacia una silla en la esquina de la habitación.“Sólo estaba teniendo una charla con el Sr. Younger acerca de sus muchas dificultadesdisciplinarias, durante este año. Existe otro asunto…que yo había planificado hablar con usted mástarde, Sr. Ross…pero tras considerarlo, éste parece tan buen momento como cualquier otro.”

El Sr. Younger también conocido como Samuel, se irguió, obviamente ofendido. “¿Desde cuándoesta escoria de la Cruz Negra tiene que ver con el funcionamiento de este lugar?”

“Yo soy la autoridad aquí.” La Señora Bethany caminó hacia su escritorio, con su larga falda decolor malva girando a su alrededor.

Cuando ella puso una mano sobre su escritorio, reparé de nuevo en la imagen enmarcada que ellasiempre mantenía cerca. Christopher: Ella aún miraba su cara todos los días. Manteniéndole cerca.Eso me hizo sentir triste, y por unos momentos sentí que tal vez la había juzgado mal desde elprincipio. Ella continuó, “Como la autoridad en esta escuela, me he dado cuenta de que han sidoreprendidos por sus instructores de múltiples ofensas que van desde hablar en la clase hasta laintimidación.”

Samuel quien lucía como un líder común-mediocre e idiota, para mí, cambio su expresión y seendureció, y por primera vez pude ver al antiguo monstruo dentro del niño. “Esta realmente no esuna escuela, ¿o ya se le olvidó? No necesito estudiar álgebra. Necesito aprender la manera depasar como un humano. Todo lo demás es un desperdicio de mi tiempo.”

“Acosar a los estudiantes humanos al parecer, para usted, ¿es un mejor uso de su tiempo?” LaSeñora Bethany arqueó una ceja elegantemente.

“¿Por qué están aquí?” Samuel replicó. “Si no los trajo aquí para que sean servidos en nuestramesa como postre, no veo el punto.”

Page 160: 04 Renacer (claudia gray)

Ella sonrió, solo un poco, sus ojos se movieron rápidamente hacia Lucas como dardos, quien lucíatan confundido como yo. “Usted no ve muchas cosas, Sr. Younger.”

“He tenido suficiente de esto.” Samuel se levantó en ademán de irse, sin embargo la miradadesdeñosa de la Sra. Bethany lo inmovilizó en el lugar.

Ella juntó sus manos sobre su escritorio y habló lentamente y con cuidado. “Pedí que losestudiantes humanos asistieran a esta escuela porque son necesarios para cumplir conun…proyecto personal. El cual también le interesa al Sr. Ross.” La Señora Bethany miródirectamente a Lucas mientras ella decía, “la eliminación de la sed de sangre de nuestra especie.”

Samuel bufó. “A mí déjeme fuera de esto. No quiero ser libre de la sed de sangre. Me gusta la sedde sangre. Es lo mejor de ser lo que somos.”

“Tu disfrutas en demasía ser un vampiro, creo,” ella dijo. “Has olvidado la alternativa.”

“¿Y qué si lo he hecho? Hasta donde yo recuerdo, ser de la clase humana apestaba. Era débil, teníaque comer verduras, además de tener que ir al baño, repetidas veces, varias veces al día. Quédesperdicio de tiempo.”

La Señora Bethany ladeó su cabeza, mientras sacaba algo de una de los cajones de su escritorio: unpequeño envase de metal. Una trampa. Y sin embargo, yo no sentí nada hacia ella. “Ya veremos.”

“¿Qué?” Samuel dijo. Pero ella ya no le prestaba más atención. Dirigiéndose a Lucas, ella dijo,“¿Sabes lo que es esto?”

“Una Trampa,” dijo Lucas contestado. Su mirada estaba fija en la caja. “Para un espectro.”

Me di cuenta de que el hielo recubría el envase de metal, lo que significaba que un espectroestaba atrapado dentro. Por eso no tenía poder sobre mí; la trampa estaba llena.

“Muy bien, Sr. Ross.” Ella se levantó poniéndose de pie. “Ahora, observe.”

La Señora Bethany susurró algo en latín mientras abría la trampa. El espectro que contenía salió derepente como un relámpago que golpeó de lleno en el pecho de Samuel. Él se desplomo sobre elsuelo, temblando violentamente; el fantasma parecía como si estuviera rodeándole, aferrándose aél, como un vapor que se contorsionaba pasando por cada extremidad, él se cubría la cara,intentando escapar pero era incapaz de moverse.

“¿Qué diablos?” Lucas se puso de pie, obviamente intentando encontrar una manera de ayudar aSamuel, si eso fuera posible. Pero la Sra. Bethany negó con la cabeza.

Fascinada, miré como la Sra. Bethany sacó un largo cuchillo con una hoja negra; obsidiana, mepercaté. A pesar de las barreras que significaban las paredes de la casa, la obsidiana parecíaempujarme hacia atrás.

Entonces ella apuñaló hacia abajo a través del fantasma, hacia Samuel. La sangre plateada semezcló con la roja, y los dos gritaron.

Page 161: 04 Renacer (claudia gray)

El fantasma repentinamente se hundió dentro de Samuel, claramente estaba siendo absorbido porél. Samuel tembló un momento más, para luego respirar profundamente. Luego una vez más. Él seempujó hacia arriba sobre sus codos, mirando fijamente la herida que rezumaba sobre su brazo.La sangre pulsaba… Pulsaba… Él tiene pulso, me percaté. Le late el corazón.

Samuel miró fijamente a la Sra. Bethany. Mudo por el shock. Sus ojos eran salvajes y vacíos. Ella seenderezó. Echando hacia atrás sus hombros y sonriendo tan brillantemente que por un momentolucia más joven. Bella. Terrible. Lucas retrocedió un paso titubeantemente, luego se sentópesadamente en la silla, como si sólo tuviera la alternativa de caer.

“Funciona,” ella susurró.

“Yo soy…” Samuel se mantenía palpándose, como si eso hiciera que todo tuviera más sentido.“Oh, Dios mío, soy humano.”

La Señora Bethany comenzó a reír. “Estás vivo”.

Mi mente estaba en blanco, como si no tuviera pensamientos, sólo luz blanca y estática. Lo queacababa de ver era imposible, y aun así, lo había visto.

“Haga que se detenga. Haga que se detenga.” Samuel arañó el suéter de su uniforme, como siestuviera tratando de rasgar su propio pecho para arrancarse el corazón palpitante.

Lucas tuvo que abrir y cerrar su boca un par de veces antes de poder decir, “¿Qué... qué hizousted?”

“El fantasma y el vampiro representan dos mitades de la muerte, Sr. Ross.” Su voz era más nítida yprofesional, pero la luz arrebatada en sus ojos no se había desvanecido. Ella dio un paso más cercaa Samuel, quien ya en este punto estaba retorciéndose en el suelo, su vivo cuerpo aparentementele atormentaba. “Y sin embargo, también representan dos mitades de la vida. La carne. Y elespíritu. Únalos nuevamente. Y el resultado es… la resurrección.”

“Nunca escuché acerca de nada como eso,” dijo Lucas. “En la Cruz Negra nunca nos dijeron esto.”

“Y sin embargo, están entre los pocos que alguna vez lo han sabido. Fue entre uno de losdocumentos de la Cruz Negra que robé, que descubrí esto.” La Señora Bethany se inclinó haciaSamuel. El desasosiego de él no hizo nada para disminuir el deleite de ella. “¿Por qué no compartirel conocimiento? Cualquiera pensaría que esto sería cosa de los vampiros… pero no. La Cruz Negrano sólo quiere la seguridad para los humanos. También quieren venganza. ¿Y qué venganzapodrían obtener si permitieran que los vampiros vivieran?”

“Haga que se detenga,” Samuel repitió. Su voz era chillona ahora, lo cual la hizo casi irreconocible.Fue como si volver a la vida lo hubiera conducido a la locura.

Lucas dio un paso hacia Samuel, pero él no sabía cómo ayudarle más de lo que sabía yo. Él dijo,“Esto no puede ser real.”

Page 162: 04 Renacer (claudia gray)

“¡Tómele el pulso!” La Señora Bethany agarró la muñeca de Samuel; él lloriqueó pero no seresistió. Entonces ella le soltó, visiblemente estabilizándose a sí misma. “Perdóname. He conocidola teoría por casi cuatro años, pero ésta es mi primera prueba exitosa.”

Entonces Lucas alzó su cabeza, el conocimiento nacía. “Bianca,” dijo él, y por un momento penséque él estaba hablándome. Pero él continuó, “Bianca fue creada cuando sus padres hicieron untrato con un fantasma…”

“Otra forma de combinar un fantasma y un vampiro para crear vida,” dijo la Señora Bethany. “Sinembargo allí, el resultado es la creación de una tercera parte, un ser independiente. Aquí,tomamos la energía de un fantasma y la unimos con el cuerpo de un vampiro. Idealmente, laconciencia del fantasma es borrada, dejando la energía suficiente para resucitar al vampiro comola persona que él o ella alguna vez fue.”

¿La conciencia del fantasma había sido borrada? Cuando eres un fantasma, lo único que eres esconciencia. La Señora Bethany no sólo atrapaba fantasmas. Ella tenía la intención de matarlos, unsacrificio para que los vampiros pudieran vivir otra vez.

Y Lucas aún no se había alejado.

Él está en shock, me dije a mí misma, y supe que era cierto; yo misma estaba en estado de shock.Pero también sabía cuan profundamente Lucas odiaba ser un vampiro. Si él tuviera una posibilidadde vivir de nuevo, de volver a ser plenamente humano, ¿qué estaría dispuesto a hacer para queeso ocurra?

Lucas se concentró nuevamente en Samuel, quien había comenzado a aporrear su cabeza contradel suelo. Eso podría haber parecido gracioso, pero la forma dislocada, y espasmódica con la queél se movía era demasiado inquietante para eso. “¿Qué le está pasando?”

La Señora Bethany suspiró. “Como me temía, usar un espíritu inestable dará como resultado unhumano inestable. Éste era un fantasma, que yo creía que era un espécimen superior, mucho másconvincente que la mayor parte de los fantasmas que he logrado atrapar hasta ahora; y sinembargo, obviamente, no es lo suficientemente estable.”

“Por favor…” Samuel susurró. Él había empezado a llorar, y me percaté que en sus puños habíahebras de su propio pelo. Él se las había arrancado de su propio cuero cabelludo. Vi que la locuradel fantasma se había convertido en parte de él ahora, tanto como su sangre o sus huesos. LaSeñora Bethany le había devuelto a la vida, pero también lo había destrozado.

“Usted sólo…” Lucas la recorrió con la mirada. “… hizo esto como un experimento.”

“No deseaba intentarlo primero en mí,” la Señora Bethany dijo, “y el Sr. Younger tenía problemasde conducta serios. Tengo mejores usos para mi tiempo que ser la anfitriona de detención.”

Lucas frunció el ceño de una manera que pude reconocer como una señal de su ira en aumento.Por mucho que Samuel le había hecho sufrir, él obviamente nunca habría deseado esto para él. “Alparecer usted pudo haber advertido al chico.”

Page 163: 04 Renacer (claudia gray)

“Pensé que había una oportunidad razonable para que él quisiera recuperar su vida y salud,” dijola Señora Bethany. Ella abrió la puerta principal, y Samuel se puso en pie, titubeante, luego saliócorriendo hacia ella. Sus pasos eran inestables, y no se dirigió hacia la escuela; en lugar de eso, sedirigía hacia el bosque. De alguna manera sabía que nunca le volveríamos a ver. La Señora Bethanyvino directamente hacia mi ventana. Acercándose tan cerca que tuve que encogerme dentro delas ramas del arbusto más próximo para después observarla alejarse. “¿Quién sabe? En unadécada o poco más, él puede ganar un poco de estabilidad.”

“¿No deberíamos de ir tras del muchacho?” Lucas exigió. “Y si eso es lo mejor que usted puedemanejar, no debió de haber probado en él en primer lugar.”

“¿Enojado Sr. Ross?” La Señora Bethany parecía más divertida que cualquier otra cosa. “¿Por qué?Aunque no tengo ninguna razón para dudar de sus buenas intenciones, no puedo imaginar que suenojo sea sólo por lo que el Sr. Younger representa.”

“¡Usted simplemente acaba de… destruirlo! ¡Sólo para probar su teoría!”

Mientras más enojado estaba él, más brillante era la sonrisa de la Sra. Bethany. “Usted estámolesto porque no surtió efecto, no de una manera, que usted mismo quiera experimentar. Yporque usted cree que no tengo la respuesta que le prometí.”

“No es eso…”

“¿No lo es?” Ella puso sus manos en sus hombros. Ahora estaban cara a cara, tan cerca. “Podemosresucitar de entre los muertos. Lo he probado. Podemos atrapar a los fantasmas. También lo hedemostrado. Ahora es sólo cuestión de encontrar fantasmas adecuados, que sean especialmentefuertes, y especialmente estables. Que estén conectados con el mundo de una manerasignificativa. Si sólo pidiéramos encontrar a esos fantasmas, y atraparles, usted y yo volveríamos avivir de nuevo.”

La cara de Lucas era una máscara de furia, y sin embargo esas últimas palabras, resonaronnuevamente, he hicieron que cerrara sus ojos con fuerza.

La voz de ella se hizo más baja, más suave, más dulce. “Sé cómo mira usted a los estudianteshumanos. Conozco su hambre… es algo que compartimos. Cambié mi vida humana por la de unvampiro en aras del amor, y la venganza, y dos siglos más tarde permanezco atrapada en la prisiónde mi cadáver. Es duro, ¿verdad? ¿Llevar consigo mismo tu propio cadáver? ¿Sabiéndose a símismo como un monstruo y odiando cada deseo que siente? Pero ya es suficiente, Lucas. Casisomos libres.”

Él abrió sus ojos. Y se miraron profundamente el uno al otro por un largo segundo, entonces penséque, en su desesperación, lo había perdido. Esta vez de verdad.

“Únase a mí,” dijo ella, “y podrá volver a vivir.”

Lucas alejó las manos de ella de sus hombros. “No.”

La Señora Bethany dio un paso atrás, con una mano en su garganta. “Sr. Ross…”

Page 164: 04 Renacer (claudia gray)

“Usted ha echado a perder a ese chico como si no fuera nada,” dijo Lucas. “Usted lo maltrató, y nole importa ni un poco. Usted destruirá a los fantasmas como si ellos no fueran nada, incluso…incluso los demás seres vivos, tampoco le importan. No puedo hacer esto, jamás, ni si quierapara… usted ya lo sabe, no me importa con qué tipo de magia usted trabaje. Incluso si usted lologra, aún si usted logra adquirir el latido de un corazón, aún estará muerta por dentro.”

Silencio.

Se quedaron allí, en frente uno del otro como si fueran desconocidos. La Señora Bethany parecía…triste. Aplastada. Cuando finalmente dijo en voz baja, “Había esperado que usted fuera una partede esto.”

“Yo tenía grandes esperanzas,” dijo Lucas. “Pero nunca sería parte de esto.” Él corrió hacia lapuerta y salió a los jardines.

¿Cómo pude haber dudado de él, siquiera por un segundo? Lucas había estado conmigo. Habíaguardado mi secreto. Se había enfrentado a la última tentación, y se había marchado sin dudaalguna. En medio de mi asombro y mi horror, también tenía una profunda alegría, poderosa. Leseguí, y elevé una brisa por encima del suelo, sacudiendo las hojas rojas y doradas de los árbolespara que pudieran dispersarse detrás de mí.

Lucas entró corriendo al bosque, y al principio pensé que había ido a buscar a Samuel, aunque aúnno sabía cómo podríamos ayudarle. En lugar de eso, tan pronto como los árboles le ocultaron de laescuela —en medio del pequeño claro que reconocí como el lugar donde nos habíamos conocidopor primera vez— él se desplomó en el suelo, sobre sus manos y sus rodillas. Tenía su respiraciónentrecortada, y me di cuenta de que él estaba al borde del llanto.

Tomé forma lentamente, dándole tiempo para decirme que me fuera, si quería estar solo. Metiósu mano temblorosa en su bolsillo, sujeto mi broche, y me lo entregó. Tan pronto como sentí elimpulso, mi cuerpo se solidificó completamente, y Lucas me estrechó contra él con todas susfuerzas.

“Hay una salida,” él jadeo. “Hay una salida, y nunca podré tomarla.”

Le sujeté más fuertemente. ¿Por qué no me di cuenta de que esto sería peor para él? Le habíanprometido una liberación de una existencia que él consideraba peor que la cárcel, y era verdad;cada una de las promesas de la Sra. Bethany era cierta. Era la puerta de salida, pero él nuncacaminaría a través de ella.

Entonces consideré eso. Una pequeña sensación de miedo se agitó dentro de mí, pero no dejé queme invadiera.

Sujeté a Lucas mientras él enterraba su cara en la curva de mi hombro, todo su cuerpo temblabapor la emoción contenida. Hasta que estuviera segura, no podría hablar.

Finalmente dije, “Podríamos hacerlo.”

Page 165: 04 Renacer (claudia gray)

Lucas se desplazó hacia atrás, lo suficiente como para ver mi rostro. “¿Hacer qué?”

“El ritual. Lo que la Sra. Bethany hizo.” Me estabilicé a mí misma. “Yo podría resucitarte.”

“No. Estarías renunciando a lo que te queda de vida o a la existencia que tienes, y después tú, teirías para siempre.”

“Te ofreciste a hacer lo mismo por mí,” le dije. “¿Recuerdas?”

“Y fuiste lo suficientemente valiente como para morir en mi lugar.” Lucas pasó sus pulgares através de mis mejillas y acunó mi cara en sus manos. “No voy a darte nada menos.”

Lo abracé otra vez, y él se hundió sobre mí como si estuviera exhausto. La Señora Bethany nuncatendría poder sobre él de nuevo, yo lo sabía, y sin embargo su carga ahora era más pesada quenunca. Nunca mejoraría. Ninguno de nosotros alguna vez moriría, o viviría nuevamente.

Capítulo 18AQUELLA MISMA NOCHE, EN LA SALA DE LOS ARCHIVOS, explicamos a los demás lo que habíamosvisto. Así, Lucas y yo no fuimos los únicos en estado de shock: durante una hora más o menos cadauno de nosotros permaneció sentado en su sitio sin decir nada. La acción cometida por la señoraBethany, devolver la vida a un vampiro, contravenía todas las leyes físicas y sobrenaturalesconocida por cualquiera de nosotros. Sin embargo, tampoco se podía negar lo que habíamos

Page 166: 04 Renacer (claudia gray)

presenciado.

Balthazar repitió, tal vez por octava vez: “Me sigue pareciendo tan… irreal que exista un modo devolver a estar vivo…”

“No me tienta mucho,” comentó Patrice, desdeñosa, como si no se hubiera pasado los primerosdiez minutos posteriores a nuestra explicación diciendo “¡Dios mío!” una y otra vez. “Hace tiempodescubrí del peor modo posible que en cuanto alguien muere, independientemente del modo enque lo haga, es mejor dejar las cosas como están.”

De pronto pareció interesadísima en sus anillos, aunque yo sabía que, en realidad, recordaba aAmos, su amor perdido hacía tanto tiempo, y al cual había devuelto a la vida como fantasma.Aunque Patrice era demasiado reservada para compartir todos los detalles, era evidente que elresultado de aquello había sido trágico.

Vic asintió. “Está claro que eso de resucitar a los muertos conlleva unos problemonesespeluznantes. ¿Y tú qué piensas, Ranulf?”

Ranulf, de largo el más tranquilo de los vampiros que conocían la noticia, negó con la cabeza. “Vivídiecisiete años,” respondió. “Y llevo siendo vampiro unos trece siglos. Creo que esto se ajusta mása mi naturaleza.”

“Yo lo haría,” dijo Balthazar. Intercambió una mirada de disculpa conmigo. “Eso siempre y cuandono implicase matar a un ser sensible. Si hubiera alguna cosa diferente, y he dicho “cosa”, no me lopensaría ni un segundo.”

“Por lo menos ahora sabemos qué pretende,” intervino Lucas. Tenía la mirada un poco perdida.Me di cuenta de que estaba tramando estrategias para distraerse del dolor. “Y sabemos tambiénque queremos pararle los pies. Así que es necesario localizar todas las trampas. Limpiar este lugary hacer que sea seguro para Bianca, y también para los demás espectros a los que la señoraBethany todavía no ha atrapado.”

“Eso tiene pinta de plan,” dijo Balthazar. Se había hecho con la única silla auténtica de la sala; Vic yPatrice, en cambio, se habían arrellanado en los pufs. Ranulf y Lucas estaban sentados sobre unascajas viejas y yo me encontraba suspendida a media altura del techo. “¿Os parece que dividamosla zona en diferentes partes y las examinemos en cuanto tengamos ocasión?”

Lucas negó con la cabeza. “Yo prefiero hacer un barrido completo. Seguramente no para de tendertrampas, pero si pudiésemos limpiar el lugar por un tiempo tal vez sería más fácil controlar susacciones.”

“¿Cuándo se supone que tenemos que hacerlo?” preguntó Patrice. “Alguien se dará cuenta.”

Lucas empezó a decir: “Tal vez por la noche…”

“Un momento,” interrumpió Vic. “He tenido una idea estupenda. ¿Qué tal el día del baile deotoño?”

Page 167: 04 Renacer (claudia gray)

Sólo faltaba una semana para el baile más importante de la Academia Medianoche, la versiónvampírica de un baile de instituto. Ranulf tenía una cita, pero por lo que yo sabía era el único.Cuanto más vueltas le daba a la idea, más me gustaba.

“Todo el mundo estará fuera ocupado, y la gente se dispersará para darse el lote, tomar unacerveza a escondidas o lo que sea. Es una buena tapadera para hacer prácticamente cualquier cosaque nosotros queramos.”

“Nada de “nosotros”,” replicó Lucas. “Es demasiado peligroso para ti.”

Quise rebatírselo, pero, en ese caso, Lucas no estaba siendo sobre protector. Enviar a un espectroa localizar trampas contra espectros era como enviar a un vampiro a inspeccionar una fábrica deestacas.

“Bueno, entonces podré mirar mientras vosotros estáis ocupados. Será una distracción perfecta.Balthazar, ¿te acuerdas de que el año pasado tú y yo logramos colarnos en los archivos de laescuela?”

En cuanto hube hablado, deseé haber podido retirar esas palabras de inmediato; nunca era buenaidea recordarle a Lucas, o a Balthazar, que este último y yo habíamos tenido una cita el añoanterior.

El silencio que se originó creó cierta incomodidad en la sala, hasta que Vic no pudo más. “¡Muybien!” dijo en un tono excesivamente animado. “Así que vamos a ir al baile de otoño. Ranulf y yoya tenemos acompañantes… ¿Qué decís de vosotros?”

“¿Desde cuándo tienes tú acompañante?” pregunté uniéndome a su esfuerzo por animar elambiente de la velada.

Vic pareció avergonzado. Ranulf explicó: “Al preguntarle, mi acompañante me habló de una amigaagraciada en belleza pero desafortunada en amores. Así que lo organizamos para que Vic laacompañase al baile.”

“Le has encontrado a alguien,” dije. “Vaya, eso está bien.”

Entonces se me ocurrió que tal vez Maxie podía sentirse un poco celosa por aquello.

“Yo tenía pensado ir de viaje ese fin de semana,” dijo Patrice, “pero supongo que si me quedopodré ponerme mi nuevo vestido Chanel. ¿Qué me dices, Balthazar? ¿Te apetece ser micompinche?”

Balthazar suspiró. “Sí, claro. Pero uno de estos años me gustaría asistir a la fiesta con alguien querealmente quiera ir conmigo.”

“Sólo nos queda Lucas,” dijo Vic. Hizo una mueca. “Y esto resulta un poco incómodo.”

Page 168: 04 Renacer (claudia gray)

Lucas se encogió de hombros. “Yo seré el tío que pasa del baile. Me puedo quedar investigando enlas habitaciones.”

“No,” repliqué. Aunque no me gustaba, era la verdad: “La gente que vaya a la fiesta será la quemás libertad tenga esa noche. Si no vas, y no estás en tu habitación, los profesores pensarán quete traes algo entre manos.”

“¿Quieres que pida una cita a otra chica?” Su incredulidad me habría parecido cómica si lasituación no fuera tan grave.

“Bueno, no. Pero ¿no hay nadie con quien puedas ir en plan de amigos?” Vacilé al darme cuentade que Lucas sólo tenía una amiga más en el internado, pero posiblemente ella estuviera deacuerdo. “¿Skye, por ejemplo?”

“¿Y ella entendería que no es una cita?” preguntó Patrice.

“Seguro,” contesté. “Estoy convencida de que está buscando a un amigo que la acompañe porqueaquí no tiene a su novio.”

“Bueno, creo que ya no,” dijo Lucas. “Hoy he oído que le decía a Clementine que su novio hacortado con ella. De todos modos, también ha dicho que no pensaba salir con nadie hasta quehubieran pasado “seis meses después de que el infierno se hiele”. Creo que ahora mismo sóloquiere amistad. De todos modos, ese no es el problema de verdad.”

“No la atacarás,” repliqué con un tono de voz tranquilizador. “Te estás volviendo fuerte. Además,te puedes citar con ella en el vestíbulo y mantenerte entre la gente todo el rato. Si fueras amorderla, cosa que no harás, allí habría alguien para detenerte.”Lucas negó con la cabeza. “Me parece demasiado arriesgado. Dejadme ir con Patrice. Balthazar, túpodrías pedírselo a Skye.”

“Yo no he hablado nunca con ella,” dijo Balthazar. “Seguramente no sabe ni que existo.”

Patrice y yo nos miramos. En realidad, Balthazar era muy poco consciente de su aspecto físico. Talvez Skye y él no se hubieran hablado nunca, pero era imposible que las chicas heteros o los chicosgays de la Academia Medianoche no supieran perfectamente quién era.

“Entonces pídeselo a otra persona,” insistió Lucas.

Con expresión resuelta, Balthazar dijo entonces: “Me parece que sería bueno para ti que pasarasalgo más de tiempo con humanos.” Miró a Vic. “Con humanos no ungidos. Ahora que las cosas sehan vuelto complicadas con la señora Bethany, no vas a poder permanecer mucho tiempo enMedianoche. De hecho, tienes que ponerte a prueba. Intentar fortalecer tu autocontrol. Y, comoha dicho Bianca, esta es una gran oportunidad de hacerlo.”

“Sí, supongo.” Lucas me miró nervioso. “Bianca, ¿estás segura de esto?”

Lo cierto era que yo me sentía un poco celosa. No es que temiera que pudiera ocurrir algo entreLucas y Skye. Tenía una fe ciega en él. Pero Skye podría arreglarse, ir al baile y bailar con Lucas

Page 169: 04 Renacer (claudia gray)

toda la noche, mientras yo tenía que conformarme con mirar desde el techo vestida con la versiónespectral del pijama con el que había muerto. Sin embargo, era una razón demasiado estúpidapara resultar preocupante.

“Mientras ella comprenda que sólo sois amigos, sí, está bien.”

Desde el puf, Vic dejó caer la cabeza hacia atrás y sonrió a Lucas. “Vale, es algo penoso que tumejor amigo te consiga una cita,” admitió, “pero mucho menos que si es tu propia novia quien te aconsigue.”

Lucas lo miró con el entrecejo fruncido, pero me di cuenta de que, pese a su aire sombrío, laobservación le había hecho gracia. “Cállate, anda.”

Los preparativos para el baile nos llevaron bastante tiempo; cómo no iba a poder participar en lalocalización, colaboré tanto como pude en todo lo relacionado con la preparación. Trazamos unárea de las distintas áreas de la escuela y decidimos quién iba a introducirse en cada una y cuándo.

Lucas parecía poseído por una energía salvaje y desesperada. Era quien más planes hacía,estudiaba más tiempo que antes, y practicaba esgrima con Balthazar durante horas. Pensé queintentaba mantenerse en un continuo estado de cansancio extremo y así sentirse demasiadoagotado para pensar detenidamente en el hecho de que, aunque tenía un modo de recuperar lavida, nunca lo aprovecharía. Incluso las clases de baile que Patrice le daba resultaban extremas ycarentes de alegría, con Lucas memorizando los pasos como si se tratase de estrategias decombate de la Cruz Negra.

Con todo, a pesar de la importancia de nuestros planes, yo no fui capaz de dedicar todo el tiempoa los preparativos de la búsqueda del baile de otoño. De hecho, a veces incluso me costaba pensaren ello. En mi mente había algo más, igual de importante. Por fin, la noche del miércoles, llegó elmomento anhelado.

Aguardé en el bosque, con mi pulsera de coral a mano, ilusionada y nerviosa a la vez, hasta que vique mi padre se aproximaba. Rápidamente me puse la pulsera y corrí a abrazarlo. Él me tomó ensus brazos, con tanta fuerza y amor que tuve la sensación de ser aún aquella niña pequeña que, aloír los truenos, corría en brazos de su padre buscando su protección ante los relámpagos.

“¿Está aquí?” susurré.

“Viene de camino.” Papá me apretó las manos. “Se lo he dicho hace un par de horas.”

“¿Está bien?” A pesar de la confianza de papá, yo no podía dejar de preocuparme por que mimadre no fuera capaz de aceptarme como espectro.

“Sí.”

Noté algo raro en su voz. Incertidumbre. El miedo caló en mí; seguramente papá se dio cuenta, yaque rápidamente empezó a negar con la cabeza. “Tu madre te quiere. Solo que… bueno, le cuestaaceptar que te haya ocurrido algo tan terrible. Eso es lo que la apena. Pero para ella es muyimportante poder estar de nuevo contigo.”

Page 170: 04 Renacer (claudia gray)

“Algo tan terrible.” Aquellas palabras resonaron en mi cabeza, y no de forma agradable. Mehubiera gustado reflexionar sobre ellas y descubrir por qué, pero no tuve tiempo. Oí los pasos demi madre sobre la espesa alfombra de hojas del suelo.

Fijé la mirada más allá de mi padre, buscándola. Sin embargo, como espectro, mi visión nocturnano era ni de largo tan aguda como durante mi vida como vampiro. Así que primero oí a mi madreproferir un grito de espanto.

“¿Mamá?” Me separé un poco de mi padre, me atreví a acercarme más al lindero del bosque yentonces la vi. Estaba quieta, paralizada por el asombro, algo temblorosa, con las manos hundidasen los bolsillos de su largo abrigo. “Mamá, soy yo.”

“¡Oh, Dios mío!” Su voz apenas era audible. “Oh, Dios mío.”

Como no parecía capaz de moverse, me aproximé hacia ella sin correr, igual que había hecho conmi padre, a paso lento, para darle tiempo a reaccionar. La expresión de mi madre no cambió; nodejaba de mirarme pasmada, como una liebre demasiado asustada para escapar del cazador.Cuando al fin llegué a ella, inspiró profundamente y dijo:

“Bianca.”

Entonces sentí sus brazos en torno a mí, y a mi padre abrazándonos a las dos. Por un breve tiempono hubo más que cariño y lágrimas y frases en las que nos decíamos lo mucho que nos amábamos.No hacíamos más que farfullar incoherencias, pero eso me daba completamente igual. Lo únicoque importaba era que por fin había recuperado a mí familia.

“Mi pequeña,” dijo ella al soltarnos. “Pobrecita, ¿te has quedado atrapada aquí?”

“No, no estoy atrapada, pero desde luego no porque la señora Bethany no lo haya intentado.”Pero, entonces me dije que ese tema era mejor sacarlo luego. “Este es uno de los sitios a los quepuedo trasladarme. Llevo ya un tiempo aquí, porque Lucas también ha venido.” Mi madre fruncióel entrecejo, pero yo continué: “Y también están Balthazar, Patrice, Vic, Ranulf, vosotros, todo elmundo.”

Desvió la mirada hacia mi padre.

“Llevas aquí dos meses, ¿y te dedicas a… pasar el rato con tus amigos? ¿Como si fuera algonormal?”

“Es normal,” repliqué. Al menos para mí.

“Podemos, bueno, podemos arreglarte tu antigua habitación.” Mamá sonrió vacilante. “Puedesvivir con nosotros si quieres.”

La idea de pasar el rato en mi habitación viendo caer la nieve sobre la cabeza de la gárgola eninvierno me pareció el mejor de los entretenimientos.

Page 171: 04 Renacer (claudia gray)

“Puedo desplazarme hasta allí. Si lográis que sea un lugar seguro para mí, me pasaré todo eltiempo ahí arriba.”

La expresión de mamá se ensombreció.

“Por ‘seguro’, te refieres a… sin trampas.”

“Tu madre tiene miedo,” intervino papá. “Está muy afectada por todo lo que hemos estado viendopor aquí.”

“La mayoría de los espectros no son como los que están atrapados en Medianoche.” Yo eraconsciente de que debía aclarar ese punto. “Es verdad que algunos se vuelven espeluznantes. Es lomismo que les pasa a los vampiros. Pero muchos no son muy distintos a mí. Son… bueno, sólo songente. No por estar muerto dejas de ser quien eres.”

Era evidente que mamá no estaba muy convencida.

“Y entonces, ¿por qué hay tantos que atacan la escuela?”

“Atacan la escuela porque han sido atraídos hasta ella. Se encuentran atrapados. Gracias a laseñora Bethany,” insistí.

Para mi sorpresa, papá volvió a interrumpir.

“Celia, piénsalo un poco. Todo lo que la señora Bethany nos ha enseñado y nos ha advertido sobrela escuela es más sobre ataque que sobre defensa. Creo que ella lo ha sabido desde el principio.”

“Exacto,” dije. “Lleva planeando la captura de espectros desde…”

Antes de que pudiera terminar y dar a conocer la maravilla que encerraba el plan de la señoraBethany, mi padre prosiguió:

“Lo que digo es que siempre ha sabido lo de Bianca.”

Mi madre se agarró el cuello del abrigo, arrebujándose con la lana para protegerse de un nuevoescalofrío.

“Adrián, ¿a qué te refieres?”

“A que la señora Bethany va a la caza de espectros, y que siempre ha sabido que nuestra Biancatenía posibilidades de convertirse algún día en espectro. Y, bien pensado, me imagino que es poreso por lo que nos ofrecieron trabajo aquí.”

“La señora Bethany va a la caza de espectros,” repitió mamá. “Y tú crees que la señora Bethany vaen busca de Bianca en concreto. Pero eso es imposible. ¿Por qué iba a hacer algo así?”

Entonces todo adquirió sentido. La señora Bethany quería volver a vivir. Sabía que la captura deespectros le daba el poder de crear vida; sin embargo, sólo el sacrificio de un espectro poderoso y

Page 172: 04 Renacer (claudia gray)

estable le garantizaba la cordura después de la transformación. Y yo, gracias a mi condiciónespecial de espectro de nacimiento, las múltiples relaciones que me anclaban a este mundo, y elconsejo de otros espíritus poderosos que me habían encontrado cuando ellos también fueronatraídos hacia Medianoche… yo era el ejemplar perfecto.

Para la señora Bethany, yo era su mejor oportunidad de volver a la vida. Ni por un instante penséque le temblaría el pulso; si para resucitar tenía que matarme, lo haría encantada.

“Yo sé por qué,” dije.

Mis padres se cogieron de las manos, como si esperaran un golpe terrible, y se lo conté con lamáxima delicadeza que me fue posible.

El resto del encuentro familiar no resultó tan agradable como yo hubiera deseado. Cuando mamáy papá no se sentían furiosos contra la señora Bethany, lo estaban contra ellos mismos por haberido a la Academia Medianoche. En lugar de recordarles que yo me había opuesto a sus planesdesde el principio –en ocasiones el ‘os lo dije’ no es lo más apropiado, aunque los acontecimientosposteriores demostraran que yo había estado en lo cierto-, les conté lo que mis amigos y yohabíamos planeado. Ellos estuvieron de acuerdo en hacer las veces de acompañantes durante elbaile de otoño, lo cual era perfecto para garantizar que el resto de nosotros pudiéramos ir y volvercon facilidad. Aunque se mostraron encantados de que Balthazar y Patrice participaran en laoperación, guardaban silencio cada vez que mencionaba a Lucas. En lugar de forzar la cuestión,esperé que acabasen hablando con él durante la noche del baile. Colaborando en un objetivocomún, tal vez encontrarían un modo civilizado de relacionarse.

Por ello, empecé a esperar ansiosamente la fiesta: el baile, la caza, todo. Cuando llegó esa noche,estaba demasiado excitada para limitarme a merodear por el vestíbulo principal y aguardar a quetodo el mundo llegase. Decidí disfrutar indirectamente de aquel glamur visitando la habitación dePatrice para ayudarla a prepararse para el baile.

Casi me muero de envidia. Su vestido parecía costar lo mismo que varios coches. Era una prendaajustada de color azul hielo, cubierta de pedrería desde los tirantes hasta el dobladillo. Y llevabaunos zapatos bordados con cristales tallados.

“¿Por qué no puedo aparecerme vestida así?” dije con nostalgia cuando le sujetaba el cabellomientras ella se hacía las últimas trenzas finas. “Tiene un color espectral, un toque mucho másangelical que este ridículo pijama.”

“Por suerte es un pijama bonito.”

Patrice se miró fijamente en el espejo. Igual que la mayoría de las chicas vampiro del internado,había dejado de tomar sangre para tener una apariencia más delgada y hambrienta durante elbaile; sin embargo, eso significaba que su imagen no se reflejaba bien en el espejo.

“Imagina que hubieras muerto vestida con una de esas camisetas viejas que usabas en el segundoaño. Me estremezco sólo de pensarlo.”

“Aunque fuera el pijama más bonito del mundo, cualquier vestido de fiesta sería mucho mejor.”

Page 173: 04 Renacer (claudia gray)

“Cierto,” Patrice estaba radiante. No había nada que le gustase más que arreglarse.

¿Y si aquel no fuera el único motivo por el que estaba tan exultante?

“Así que tú y Balthazar…” empecé a decir, “¿sois sólo amigos?”

Ella soltó un gruñido, la cosa menos femenina que le había oído nunca.

“Ya te lo dije una vez, ¿te acuerdas? No es mi tipo.”

“Sí, ya me acuerdo.”

El pobre Balthazar todavía tendría que esperar un poco más para el amor. Al menos, Patricedisfrutaba arreglándose.

Tampoco era de extrañar, su vestido era muy caro y bonito. Lucía unos pendientes largos en losque, al igual que en su delicada pulsera, refulgían los diamantes. Se había recogido las finastrenzas en un moño muy elegante.

En cuanto hubo terminado le dije:

“Me voy a adelantar, ¿vale? Intentaré saludarte durante el baile.”

“¿Ya te vas?” Patrice se rizaba las pestañas ataviada sólo con la ropa interior de encaje; el vestidode color azul esperaba en una percha colgada en la puerta del armario. “¿Para qué?”

“Humm. Puede que vaya a ver cómo Lucas recoge a Skye.”

Patrice me dirigió una mirada de soslayo.

“Sabes que no hay nada entre ellos, ¿verdad?”

“Sí. Pero ella puede ir a la fiesta con mi novio y yo no. Si voy ahora, después de ver lo guapa queestás, me parecerá que ella, comparada contigo, es una más del montón. Eso ayuda, ¿sabes?”

Patrice se echó a reír, complacida como siempre con los halagos.

“Claro, ve.”

Vagué hasta el pie de la escalera, donde la mayoría de las chicas bajaban para encontrarse con susacompañantes en la velada. Ranulf y Vic acababan de reunirse con sus citas: la glamorosa Cristinadel Valle se arrimaba contenta al brazo de Ranulf, mientras que Vic y su cita se miraban con recelo.

En cuanto hubieron abandonado la zona común, entró Lucas. Había alquilado o pedido prestadoun esmoquin. Aunque lo conocía lo bastante para saber que no se había preocupado mucho por suapariencia, el traje le sentaba como un guante, marcándole los hombros, la cintura y las caderas.Llevaba el cabello dorado hacia atrás, algo que pocas veces hacía. Aquel peinado confería a su pelo

Page 174: 04 Renacer (claudia gray)

una tonalidad más oscura y le hacía parecer mayor. En realidad, nunca había visto a Lucas vestidode etiqueta; tal vez era la primera vez en su vida que asistía a un acto formal. En cualquier caso,sus facciones duras se acomodaban tan bien al traje negro como los vaqueros y las camisas decuadros. Podría haber salido en una película de Cary Grant. No. Podría pasar por el mismísimoCary Grant.

¡Qué ganas tengo de verlo y decirle lo guapo que está! pensé distraída. Ojalá hubiésemos podidoasistir juntos al menos una vez al baile.

Disfruté del aspecto de Lucas hasta que Skye apareció en la escalera.

Todos los chicos de la sala guardaron silencio. Incluso las chicas, yo incluida, se la quedaronmirando. Llevaba el pelo castaño oscuro, que normalmente le colgaba lacio, recogido hacia arribaen un moño blando con unos cuantos mechones rizados sueltos en torno a su cara ovalada, lo cualresaltaba su cuello largo y fino. Llevaba un vestido de un solo tirante y debajo del pecho lucía unahermosa faja ricamente bordada, desde la cual el chifón caía ondulante hasta el suelo. El color rojoBurdeos realzaba el tono de su piel y el azul pálido de sus ojos.

En un día normal, Skye era una chica guapa. Pero aquel no era un día normal. Cuando queríallamar la atención de la gente era capaz de lograr que nadie pudiera volver la vista hacia otro lado.

Ciega de celos, deseé desaparecer al instante de la sala al ver a Lucas ofreciéndole el brazo. Sinembargo, si lo hacía me torturaría a mí misma preguntándome qué le decía él y qué contestabaella, todo. Aunque sabía que Lucas me quería, no pude evitar sentirme insegura al compararmecon aquella hermosa chica con un cuerpo tan espectacular, bueno -¡qué demonios!-, con uncuerpo y punto, y además permanente.

Así que me quedé donde estaba y vi cómo Lucas se dirigía hacia ella. Su sonrisa era de admiración,pero también translucía algo más. ¿Inseguridad, tal vez?

“Bueno, Skye. ¡Uau! Estás increíble.”

“Gracias.” Ella pareció desfallecer. ¿Cómo podía hacerle sentir tan mal un cumplido? Entonces ellapellizcó el chiflón con dos dedos. “Qué vestido, ¿eh?”

“Desde luego.”

“Lo compré para impresionar a Craig. El mismo Craig que ahora sale con una chica llamadaBritnee. Con dos ees. De algún modo esas dos ees lo empeoran todo.”

Entonces vi que por parte de ella no había intención alguna de coquetear; su exquisita presenciaesa noche era como una bandera de combate, el símbolo de su negativa a darse por vencida apesar de tener el corazón roto.

“No permitas que eso te arruine la noche,” le dijo Lucas rápidamente. “Olvida a ese imbécil,¿vale?”

Page 175: 04 Renacer (claudia gray)

Aunque Skye aún tenía los hombros un poco caídos, asintió, y yo me relajé. No había ningúnmotivo para sentirse celosa de ella. Bueno, exceptuando ese fabuloso vestido, claro.

“Ya he llorado demasiado por él. Esta noche sólo quiero estar con mis amigos y bailar.”

“Será un placer.” Cuando Lucas le ofreció el brazo, ya no me importó.

El baile de otoño era siempre un espectáculo, parecía salido de otro siglo, que evocaba grandesacontecimientos de la juventud de muchos de los alumnos vampiros. En lugar de un DJ o unabanda de música moderna, había una pequeña orquesta que tocaba música clásica, la cualresultaba mucho más bailable de lo que habría cabido esperar. En vez de focos brillantes y unadecoración moderna, el vestíbulo principal estaba iluminado por cientos de velas, muchas de lascuales estaban colocadas ante piezas de latón batido o espejos antiguos y ahumados quereflejaban la luz por toda la estancia. Todos los chicos vestían esmoquin o traje de etiqueta; laschicas lucían vestidos largos, algunas con guantes a juego. Era el tipo de evento al que todas laschicas, y muchos más chicos de los que estarían dispuestos a admitirlo, querían asistir por lomenos en una ocasión.

Yo había ido dos veces al baile con Balthazar, y había disfrutado mucho con los vestidos, el baile ytodo lo demás. Sin embargo, también esta vez me pareció muy divertido poder observarlo tododesde lo alto, yendo de un lado para otro entre los candelabros iluminados con velas. Me reí variasveces, como cuando vi a Lucas bailar un vals con Skye mientras contaba ‘un, dos, tres’, o a Vic y asu cita, quienes, en vista de cómo guardaban las distancias al bailar, sin duda estaban calculando elmodo de escaparse cuanto antes. En otras ocasiones me dediqué a observar admirada: algunoseran bailarines realmente expertos y estaban deseando exhibir sus muchos años de experiencia.Balthazar y Patrice eran los más guapos y se deslizaban con elegancia por el centro del baile. Y,claro, de vez en cuando, uno de ellos se escabullía para proseguir la búsqueda. Mis padres lossaludaban con la cabeza siempre que pasaban ante ellos. Mamá estaba muy hermosa, con unvestido de seda de color crema que yo no le había visto nunca.

Lucas era el que salía con mayor frecuencia, tanto como todos los demás juntos. ¿Era acaso poresa insana tendencia suya a hacer algo productivo? ¿Por qué Skye se excusaba a menudo parabromear con sus amigas en la zona que rodeaba la pista? ¿O porque no se fiaba de sí mismo alestar tan cerca de una humana? Me figuré que era todo un poco. Cada vez que salía, pasaba juntoa mis padres, y los tres se ponían muy tensos. Pero ahora al menos ya se saludaban, y mis padresempezaban a superar su rabia; tenía la esperanza de que aquello fuera una buena señal.

Todo iba perfectamente hasta que sentí un escalofrío y empezaron las visiones.

Mi mente se llenó de imágenes sucesivas de los humanos que tenía debajo, personas a las que nohabía llegado a conocer bien pero por quienes entonces comencé a sentir una proximidad tanpoderosa como el amor. Caras distintas, emociones distintas, edades distintas: todos y cada unode los humanos que se encontraban a mis pies se volvieron algo preciado para mí en esemomento. Y por encima de ello se cernió un velo de terror sombrío por la seguridad de esoshumanos y de odio hacia los vampiros que bailaban entre ellos.

Page 176: 04 Renacer (claudia gray)

Los espectros. En concreto, los Conspiradores. De pronto los empecé a sentir por todo el baile,arremolinándose como nubes de tormenta. ¿Acaso el año anterior el ataque había empezado así?

“¿Qué hacéis?” susurré cuando me aseguré de estar lo bastante alejada de la multitud y de que laorquesta apagaba mis palabras.

Las imágenes se volvieron violentas: vampiros en llamas, congelados en bloques de hielo,atrapados en las trampas que la señora Bethany había tendido a los espectros. Aún no se habíaactivado ningún plan, pero yo ya sabía qué significaba aquello. Esos espectros temían por laseguridad de las personas a quienes estaban vinculados, y por su propia seguridad. Y clamabanvenganza contra los vampiros de abajo, soliviantados por el plan de la señora Bethany.

Estas personas están a salvo, prometí. Si queréis marcharos, sabéis que os puedo ayudar.

Esperaba obtener reacciones de sorpresa, felicidad, tal vez incluso de prisas por partir. En cambio,sólo percibí una oleada de terror. La verdad era que yo no estaba menos aterrada que ellos, ytampoco sabía si sería capaz de realizar las maravillas que Christopher me atribuía, ni de quémodo. ¿Cómo podía prometerles nada?

En cualquier caso, tuve la sensación de que si me seguían tenía que intentarlo. De hecho, silograba trasladar de una sola vez varios espectros lejos de la Academia Medianoche, dicha acciónpodría resultar tan eficaz con vistas a detener a la señora Bethany como cualquier otra quepudiésemos llevar a cabo.

Sin embargo, percibí una pétrea negativa, como el poderoso embate de una ola en la playa eninvierno. Y a continuación, una oleada creciente de energía apuntando hacia abajo como uncentenar de flechas…¿Qué ocurre?, me dije. Miré desesperada a la multitud; Balthazar y Patrice habían salido en buscade trampas, pero el resto de mis seres queridos estaba ahí abajo bailando. No había tiempo nisiquiera para advertirlos.

La energía cayó en dirección al suelo, como un haz de rayos; yo estaba a la espera de que seprodujera una lluvia de hielo o de nieve, o tal vez de apariciones fantasmales.

Con lo que no contaba era con que de repente todos y cada uno de los humanos del grupo sedesplomaran inconscientes en el suelo.

La música de la orquesta gruñó algo irreconocible conforme los instrumentos se fuerondeteniendo uno a uno; los vampiros empezaron a reaccionar. Unos pocos fueron lo bastanteimprudentes para echarse a reír, pero la mayoría reaccionó con preocupación: ya fuera por loshumanos a los que apreciaban, o porque sentían la inminencia del peligro. Lucas estabaarrodillado en el suelo con los dedos posados en el cuello de Skye para comprobar su pulso. Ranulfsostenía a Cristina del Valle en sus brazos, aunque su cuerpo estaba totalmente flácido y tenía lacabeza caída hacia atrás. Vic se hallaba tumbado bocabajo, con los brazos y los pies extendidos,como un muñeco de trapo abandonado.

Entonces se movió, aunque debería decir más bien que su cuerpo se movió, porque desde elprimer momento caí en la cuenta de que aquello que se estaba incorporando no era Vic.

Page 177: 04 Renacer (claudia gray)

Y finalmente comprendí: yo no era el único espectro capaz de poseer el cuerpo de un humano.

Otros humanos empezaron a ponerse en pie, pero tenían los ojos nublados, cubiertos con unacapa de color verde lechoso, sin pupilas ni iris. Sin embargo, ninguno de ellos era ciego. Susmovimientos eran lentos y torpes, como si no se hubieran movido en mucho tiempo. Lucasretrocedió cuando Skye, o lo que fuera que tuviera la apariencia de la chica, lo miró conmalevolencia desde el suelo.

Vic se irguió y se enderezó por completo. Si yo no hubiera percibido de antemano que Maxie no seencontraba entre los atacantes, me habría bastado con ver la expresión de su cara para saber queno era ella quien lo poseía en ese instante. Resultaba algo tan ajeno a Vic, tan extraño para él, queme llevó un tiempo reconocer la emoción que reflejaba su rostro: era crueldad.

“¡Señora Bethany!” gritó.

No era la voz de Vic. Era una voz áspera que al instante me hizo pensar en alguien cuya gargantahubiera sido cortada. Hubiera dado cualquier cosa por disponer de un espejo para liberar a miamigo. Pero a la vez me pregunté si las trampas también funcionaban cuando un espectro poseía aun ser humano. Al recordar que, cuando poseí a Kate, me sentí como si llevara armadura, supuseque no.

La señora Bethany dio un paso al frente. No parecía asustada, sólo ligeramente interesada. Suvestido de encaje largo y almidonado era de un blanco intenso.

“Liberadnos,” ordenó Vic. Parecía como si aquella voz rasposa y salvaje hiciera temblar toda laestancia. “Liberadnos o atacaremos, y todos los de vuestra especie pereceréis.”

Ella respondió con suavidad:

“Si me forzáis a exorcizaros de vuestras anclas, sufriréis de un modo indecible. Puede que algunomuera.”

La máscara de crueldad del rostro de Vic no vaciló.

“Habéis sido advertidos.”

Entonces, de pronto, como si fueran marionetas a las que se les hubieran cortado los hilos, todoslos humanos se desplomaron de nuevo, aunque esta vez fue sólo por un segundo. Al poco estabantodos de pie, frotándose la cabeza como si se hubiesen caído, confundidos por lo que acababa deocurrir. Nadie parecía recordarlo bien, lo cual sin duda constituía un acto de misericordia haciatodas las personas afectadas.

Intenté albergar alguna esperanza. Esa noche retiraríamos la mayoría de las trampas. En cuantoencontrásemos el modo de actuar con seguridad, seríamos capaces de liberar a los espectros pornuestra cuenta. Con el tiempo, si allí dejaban de sentirse a salvo, probablemente yo podríaconvencer a muchos de ellos para que abandonaran conmigo esta dimensión.

Page 178: 04 Renacer (claudia gray)

Sin embargo, en ese instante presentí que algo terrible se acababa de activar, algo que tal vez noseríamos capaces de detener.

Capítulo 19“NO PUEDO CREER QUE ME HAYA VUELTO TODO MALO.” VIC SE SENTÓ SOBRE los peldaños delcenador después de que el caos se extinguiera. Aunque no era medianoche todavía, el Baile deOtoño definitivamente había terminado. “¿Disparé fuego por los ojos o algo genial como eso?”

“No, simplemente te volviste escalofriante como el infierno.” Lucas se recostó contra el enrejadodel cenador. Había soltado la corbata de su traje de etiqueta y desabrochado el cuello de sucamisa, una vista que deseaba que tuviera más tiempo para apreciar. Skye, como la mayoría de losestudiantes humanos y muchos de los vampiros, se había retirado hace tiempo a su habitación porel descontrol a gran escala que evidentemente seguía a una posesión masiva. “¿Ellos no teescuchaban, Bianca?”

“Escucharon, pero tenían miedo.” Me senté sobre el enrejado al lado de él, casi sólida; nadie fuerade nuestro grupo estaba en los alrededores para ver. “Lo que sea que estén planeando, serápronto. Si no liberamos a los espectros rápidamente, me temo que comenzarán a herir a la gente:humanos, vampiros, todo el mundo.”

Patrice, quien no había presenciado las posesiones y, como tal, estaba pensando más claramenteque el resto de nosotros, comenzó a analizar nuestra posición. “Fuimos capaces de rastrear lamayoría de las aéreas que queríamos. Hay un total de cuarenta y siete trampas en la sala dearchivos. Es lógico que no halláramos todas las trampas, pero tenemos la mayoría de ellas. Así quesi somos capaces de hacer eso, debería cambiar la opinión de los espectros, ¿cierto? O al menosdarle alguna razón para tener esperanza, y mostrarles que estamos en el mismo lado.”

Mi mamá cambió de posición poniéndose de pie, y mi papá deslizó su brazo alrededor de sushombros en un medio abrazo. Sabía que encontraba difícil pensar en ella misma estando del ladode los espectros, pero no había huido, estaba aquí con nosotros.

“Tenemos que liberar a los espectros atrapados,” dije. “Y después de eso, destruir las trampas quetengamos para evitar que la Sra. Bethany las use de nuevo.”

Page 179: 04 Renacer (claudia gray)

“Es poco probable que alguien tan determinado como la Sra. Bethany se permita ser detenida porla destrucción de unas cuantas trampas,” señaló Ranulf.

Asentí. “Pero cuando liberemos a los atrapados, los espectros que hayan viajado a Medianochedejaran de tener miedo. Puedo convencer a algunos de ellos

“Y tal vez no sea mala idea comenzar a advertirles a los estudiantes humanos,” dijo Balthazar,captando la idea. “Las apariciones no los ahuyentaron, pero las posesiones podrían.”

Lucas añadió, “Y si las posesiones no lo hacen, los vampiros ciertamente lo harán. Soy capaz demostrar mis colmillos si eso saca definitivamente a algunos estudiantes de este colegio.”

“Para que podamos cerrarla definitivamente.” Comencé a sentirme excitada; por primera vez endemasiado tiempo, se sentía como si tuviera ventaja sobre la Sra. Bethany. “Destruir las trampas,vaciar el colegio de todos salvo de los vampiros que necesiten estar aquí.”

Mi padre se veía cauteloso. “Cuando destruyamos las trampas, alteraremos la magia profunda ensu interior. Va a ser una liberación enorme de energía. Nadie será capaz de perdérselo.”

Lucas hizo una mueca. “En otras palabras, la Sra. Bethany va a saber que hemos estropeado suplan. No después, cuando comencemos a decirles a los estudiantes humanos.”

Desde su lugar dentro del cenador, donde se sentaba sobre uno de los largos bancos, Balthazardijo, “Y ella actuará. Inmediatamente. Cuando hagamos esto, tenemos que estar listos para lasrepercusiones.”

“Ella realmente no mataría…” A otro vampiro, quise decir, pero no pude, no después de ver lo quele había hecho a Samuel Younger. La Sra. Bethany había alimentado su plan como su deseo másquerido durante dos siglos, y no dudaría en destruir a cualquiera que se metiera en su camino.Cuando miré a mi padre, él asintió una vez en confirmación.

“Lo haría,” dijo Papá. “Y ha tenido muchos favoritos este año, entre la facultad y los estudiantes.Sospecho que otros vampiros integran su plan. Si no queremos ser estacados o peor, tenemos quesalir de aquí tan pronto como liberemos a los espectros.”

Lucas se volvió hacia mi padre, era la primera vez que lo había visto hablar directamente con unode ellos desde el altercado inicial con mi madre a principio del año escolar. “¿Alguna posibilidad deque se vaya por un tiempo a corto plazo?”

Hubo una pausa incómoda que me hizo encogerme, pero entonces Papá pareció calmarse. “Notenemos tanta suerte. Pero podríamos idear una distracción, tal vez. Una crisis para sacarla de losterrenos por el día. Se enterará en cuanto vuelva, pero eso nos compraría tiempo para cubrirnuestro rastro.”

“Sabrá que estoy involucrado” dijo Lucas. “Después de que la rechacé completamente el otro día,lo sabrá. Pero con suerte puedo cubrir al resto de ustedes.”

Page 180: 04 Renacer (claudia gray)

Mamá aclaró su garganta, como si le costara cierto esfuerzo hablarle educadamente a Lucas. “LaSra. Bethany sospechará de nosotros también, especialmente si estamos involucrados en sacarladel campus. Así que deberíamos estar de acuerdo ahora que sólo somos los tres. Nadie más.”

“Oye, eso no es necesario,” dijo Balthazar.

“Ahórrate el numerito noble, ¿vale?” Lucas lo miró con enojo. “Nadie quiere a esa mujer comoenemiga si puede evitarlo. Así que no seas estúpido.”

Para mi sorpresa, Balthazar sonrió. “Eres un buen amigo, Lucas. Aunque nunca lo admitirás.”

Compartieron una sonrisa, y pude ver que mis padres se dieron cuenta —contra todas lasposibilidades— que Lucas y Balthazar realmente se habían vuelto muy cercanos. Por alguna razón,el hecho de que yo amara y aceptara a Lucas no tenía tanto impacto sobre ellos como esa simpleprueba de amistad.

Vic hizo una seña de una T con sus manos. “Tiempo fuera de toda la vinculación emocionalmasculina, ¿está bien? Hay una cosa de la que no hemos hablado: Bianca.”

“¿Qué pasa conmigo?” dije.

“Eres, como, un Superfantasma, ¿cierto? Así que eres exactamente a quien la Sra. Bethany tieneen la mira.” Vic miró de persona en persona, como si esperara que alguien lo contradijera, peropor supuesto nadie podía. “Está bien, así que ¿cómo evitamos que se dé cuenta de que eres unespectro? ¿Y de que estás aquí? Porque ella tiene que estar al acecho.”

“Todos ustedes han sido muy cuidadosos,” dijo Mamá. Sus ojos brevemente se encontraron conlos de Lucas, como si le estuviera agradeciendo por ayudar a protegerme. Fue un breve momento,pero me hizo querer abrazarla más fuerte que nunca. “Tiene que saber que Bianca ha cambiado aespectro, pero quizás… quizás la Sra. Bethany no se ha dado cuenta de que está aquí. Si lo supiera,¿no habría tratado ya de capturar a Bianca?”

Tenía que admitir que era un buen punto. Las trampas no eran específicamente para mí; lahabitación de Lucas no había sido un blanco.

Mamá continuó, “No me gusta no saber cuánto sabe la Sra. Bethany, pero con suerte será unpunto discutible. Dentro de un par de semanas, sospecho que nosotros tres tendremos que dejarla academia Medianoche para siempre y… ustedes vendrán con nosotros, ¿no es así, Bianca?”

“Donde sea que ustedes estén.” Apoyé mi cabeza sobre el hombro de Lucas, con suficiente pesopara hacerlo sonreír. Las brillantes hebras de mi cabello cayeron a través de su pecho. “Ahí esdonde estaré.”

Después, cuando todo el mundo se preparaba para volver al colegio, me volví invisible,volviéndome no más que vapor viajando sobre sus cabezas. Balthazar, me di cuenta, se levantó desu asiento pero no se alejó con los demás, quedándose en el cenador por un momento más. La luzde la luna perfilaba su silueta en medio de las volutas de hierro y la hiedra.

Page 181: 04 Renacer (claudia gray)

Descendí un poco y susurré, “¿Estás bien?”

“Claro,” dijo, aunque su voz era extraña. Recordé el Baile de Otoño hace dos años, cuandohabíamos salido a caminar hacia aquí juntos para mirar las estrellas; fue la noche que le dije queamaba a Lucas, y todavía estaba aprendiendo lo profundamente que eso lo había afectado.¿Estaba recordando también esa noche?

Balthazar miró en mi dirección y dijo, “Lucas se está dirigiendo a revisar las trampas, asegurarseque estén bien escondidas. Así que no irá a acostarse por al menos una hora más o menos.”“Sí. ¿Qué pasa con eso?”

“Quiero que entres en mi mente cuando esté soñando esta noche.”

Inmediatamente supe porque lo estaba pidiendo, lo que planeaba hacer. “Balthazar… no sé si seauna buena idea. Nos dirigimos a una batalla. Necesitas tu fuerza.”

“Todo estará bien. Me ha tomado mucho tiempo enfrentarme a lo que tengo que hacer, peroahora lo veo claro. No podemos aplazar esto por más tiempo.” Su expresión era inescrutable, perosu voz era firme. “Confía en mí.”

Después de pasar un par de meses haciendo conjeturas sobre él a cada momento, por algo que nohabía sido su culpa para empezar, le debía eso, ¿no es así? “Está bien. Iré.”

Volvimos al colegio. Los grandes pasillos estaban hechos trizas: las velas estaban apagadas, lasflores habían sido pisoteadas por los estudiantes en pánico, y el quiosco de música de la orquestahabía sido claramente abandonado con apuro. Balthazar desabrochó su corbata de moño y suspuños mientras subía las escaleras; sus pasos hacían eco sobre la piedra. Después de lo que habíasucedido esta noche, estaba dispuesta a apostar que la mayoría de las personas permanecíandespiertos y lo estarían por horas, pero nadie se arriesgaba a pasear por ahí solo en la medianoche.

Balthazar no encendió las luces cuando entró en su dormitorio. Eso era probablemente para tenercierta privacidad mientras se desvestía; por supuesto, no miré de todas maneras. Aunque la luz dela luna seguía brillando, así que pude ver su sombra contra la pared mientras se sacaba su camisa ydesabrochaba su cinturón.

¿Y no es el “tipo” de Patrice? pensé. Simplemente no entiendo eso.

Cuando escuché que las cubiertas de su cama hicieron ruido, volví a mirarlo, flotando sobre sucama. Balthazar estaba recostado de lado, y parecía ser una de esas personas afortunada que sólotenían que cerrar sus ojos para comenzar a dormir. En unos cortos minutos, pude sentir queestaba soñando.

Aunque me sentía extraña haciéndolo —casi como si estuviera engañando a Lucas sólo porcompartir esto con alguien más— me estiré y me lancé hacia abajo, en el mismísimo centro de lamente adormecida de Balthazar.

Page 182: 04 Renacer (claudia gray)

Y me encontré en medio de un bosque, nuevamente era de noche.

Al principio pensé que eran los bosques cercanos a Medianoche, pero después me di cuenta deque no era así. La mayoría de los árboles aquí eran más altos, y algunos de ellos eranenormemente gruesos, antiguos quizás. En la distancia, podía escuchar a otras personas hablando,y otros sonidos: cascos de caballos. Mientras miraba a través de la oscura noche, me di cuenta quepersonas estaban andando a lo largo de un camino de tierra en una carro anticuado, y usabanropa que no me era familiar, con grandes sombreros y largas capas. Me recordada de algunamanera a la escena que había alcanzado a ver en los recuerdos de Christopher de su vida, perosentía que esto era de antes.

“Lo lograste,” dijo Balthazar.

Me di la vuelta para verlo parado a mi lado, usando el mismo tipo de ropa; porque estaba máscerca, pude ver que usaba pantalones que sólo llegaban hasta sus rodillas, con botas altas que seensanchaban ligeramente en la parte superior. Su abrigo tenía cinturón, y su capa estabaadornada con pieles. Su sombrero… bueno, a pesar de todo, tuve que sonreír. “Te ves como laestrella de un desfile de Acción de Gracias.”

“Te diré, que ésta era la última moda en la colonia del año 1640.” Balthazar reajustó su sombreropara que estuviera en un ángulo ligeramente más desenfadado.

Más seria ahora, dije, “¿Es esto sobre lo que sueñas? ¿Tu vida?”

“A veces.” Balthazar señaló una luz distante: el brillo de una lámpara de aceite en la ventana deuna vieja casita. “Vamos a ver lo que podamos.”

Caminé con él a través de los bosques hasta que llegamos al claro delante de la cabaña. Era másprimitiva de lo que me habría imaginado, aunque cuando pensé en eso, tenía sentido; Balthazarprobablemente había ayudado a su padre a construir esta casa con sus manos y las herramientasde que disponían. El humo se enroscaba desde una chimenea de piedra ligeramente torcida, y laúnica ventana estaba cubierta con algún tipo de papel de cera, en vez de vidrio. Un perro peludodormía al lado de la chimenea, con la espalda hacia el calor. Balthazar sonrió y se inclinó haciaabajo para acariciarlo. “Hola, Fido.”

Fido no se movió. Tal vez no podía sentir su toque en sueños.

Entonces, desde el interior, escuché la voz de una mujer, aguda y enojada. “Tu desobediencia noscansa, Charity.”

“Lo siento mucho, Madre.” Resonó la voz de Charity, clara, fuerte, y no arrepentida. “Pero metemo que voy a tener que desobedeceros incluso más.”

Había sabido que llegaría este momento desde la primera vez que Balthazar me había pedido queviniera a sus sueños, pero eso no lo hacía más fácil de afrontar. A juzgar por el miedo en los ojosde Balthazar, se sentía de la misma manera.

Page 183: 04 Renacer (claudia gray)

Balthazar caminó hacia la entrada principal y abrió la puerta. Ahí pude ver a Charity, paradausando un largo vestido oscuro con un delantal blanco, y un pequeño gorro de lana blanco en sucabeza. Su rostro se veía más joven de lo que recordaba, esto fue un par de años antes de sumuerte, cuando sólo era una niña. En frente de ella estaban sentadas dos personas quienesclaramente eran los padres de Charity y Balthazar, vestidos de la misma manera austera que sushijos, sus rostros severos y no divertidos.

Charity sonreía, una expresión demasiado adulta en un rostro redondeado por la grasa de bebé.Tiró de su gorro, exponiendo sus hermosos rizos. “Ya no voy a cubrir más mi cabeza. De hecho,creo que no cubriré nada de mi cuerpo, si no quiero hacerlo.”

“El diablo ha entrado en ti, mi niña,” retumbó su padre. Se veía como una versión de Balthazarmás vieja y más gorda, pero de alguna manera más duro. Desagradable. No había amor en élmientras regañaba a su hija, sólo desaprobación.

“¡Tienes razón!” Charity se reía en voz alta, regodeándose con desobedecer a sus severos padres.“¿Quieren ver lo que diablo puede hacerme hacer?”

Le susurré a Balthazar, “¿Siempre fue así?”

“Solía pensar que era sólo rebelión,” dijo. “Pero, sí. Charity siempre estaba buscando problemas,desde el principio.”

En ese momento, Charity se dio cuenta de nosotros. Su rostro inmediatamente cambió del triunfojubiloso a la confusión. “¿Qué estáis haciendo aquí? ¿Qué está haciendo ella aquí?”

“Déjame con ella,” susurré. Después de lo que le había hecho a Lucas, sentía como si pudieradesgarrarla.

“No,” dijo Balthazar, poniéndose entre nosotras. “Puede herirte aquí. Pero para mí, esto es sólo unsueño. No tiene poder sobre mí.”

Del mismo modo que ella ha atacado a Lucas, él la ataca a ella.Balthazar saltó hacia delante, derribando a Charity y enviándolos a ambos al suelo. Aunque suspadres protestaron, ni Balthazar ni Charity les prestaron atención; eran solamente fantasmas delsueño. Esta pelea era real. Ella lo golpeó con el dorso de su mano salvajemente, pero Balthazarconsiguió doblar uno de sus brazos detrás de ella y empujarla hacia el fuego. Cuando su rostroestaba a sólo unos centímetros de las llamas, ella comenzó a gritar. “¡Detente! ¡Detente!¡Balthazar, me estás hacienda daño!”

“Y lo odio.” Su voz tembló. “Sabes que lo hago.”

“¡No te bastó con matarme!” Ella se retorcía violentamente en su agarre, tratando de darle unzarpazo con su brazo libre, pero no podía alcanzarlo. La escena, suficientemente terrible por loque era, se veía incluso peor cuando me di cuenta lo infantil e indefensa que se veía Charity.“¿Ahora quieres torturarme?”

“Quiero dejarte en paz. Igual como tú quieres dejarme en paz. Pero tienes que dejar a Lucas.”

Page 184: 04 Renacer (claudia gray)

Charity reía, aunque sus rizos dorados comenzaban a arder. “Es mío. Todo mío. Tú la quieres a ellamás que a mí, y ella lo ama a él más que a ti. Pero ella nunca lo tendrá de la manera que yo lotengo.”

“Vas a dejar a Lucas,” repitió Balthazar. “O si no… cada noche que vayas a sus sueños a torturarlos,iré a tus sueños y te haré lo mismo.”

“¡No tienes derecho! ¡No después de lo que me hiciste!”

“Si pudiera volver en el tiempo y matarme en vez de convertirte, lo haría.” Balthazar estabatemblando ahora, o por el esfuerzo de mantener a Charity cerca del fuego o por la emoción. “Perohe dejado que la culpa me controle durante demasiado tiempo. Eres una amenaza, Charity. Cazasy matas, y debería haberte detenido hace mucho tiempo.”

“¿Matándome?” La voz de Charity había cambiado; destilaba auténtico dolor. “¿Otra vez?”

Balthazar no respondió. “Vas a dejar a Lucas. Vas a dejar de invadir sus sueños para siempre. Sialguna vez rompes tu palabra, te juro que lo sabré, y te arrepentirás.”

Charity trató de darle un zarpazo nuevamente, pero sin la misma fuerza. Podía oler cabelloquemado. “Duele. Balthazar, está caliente.”

“Vas a dejar a Lucas.” Balthazar nunca retrocedió, pero vi la humedad brillando en sus ojos. Apesar de todo, quería proteger a su hermana pequeña y, a su vez, estaba dispuesto a hacer esto,por Lucas y por mí.

Después de un largo momento, ella gimió, casi demasiado silenciosamente para escuchar, “Estábien.”

“Júralo.”

“¡Lo juro! ¡Ahora detente! ¡Sólo detente!”

Balthazar alejó a Charity del fuego y la arrojó a la esquina más alejada. El hollín había ennegrecidosu delantal y mejillas, donde podía ver los trazados de las lágrimas. “Esto es por ella, ¿no es así?”Me señaló a mí, con su mano temblando. Su rostro era tan terriblemente joven. “¿Escogiste a otrachica a la que salvar porque no me puedes salvar a mí?”

“No puedo salvarte,” repitió débilmente. “Pero te amo, Charity.”

Ella le arrojó el cepillo de la chimenea y comenzó a llorar. Esa era probablemente la versión deCharity de “Yo también te amo.”

Mientras ella lloraba entrecortadamente al lado del fuego, Balthazar se paró y caminó haciaafuera, más allá de las figuras de sus padres, ahora mudas y sin reaccionar. Lo seguí, sin decir nadaal principio. Se detuvo al lado del perro por unos cuantos segundos, observándolo dormir.

Page 185: 04 Renacer (claudia gray)

Cuando me atreví a hablar nuevamente, dije, “No tenías que hacer eso.”

“Sí. Sí que tenía.” Balthazar tiró de su abrigo adornado con piel más apretadamente alrededor desí mismo. “Charity no se habría detenido de ninguna otra manera.”

“¿Mantendrá su palabra?”

“Sí. Aunque sea extraño, cuando ella hace una promesa, la mantiene.”

Comenzamos a caminar alejándonos de la casa en los bosques. El aire olía tan fresco y limpio,todavía no había contaminación, motores, ni humos tóxicos. “Sé que eso fue difícil para ti,” dije.“Violar el vínculo de esa manera. Herirla.”

Balthazar hizo una mueca de dolor, pero dijo, “Hice lo que tenía que hacer. Tal vez Lucas puedaencontrar algo de paz ahora.”

“¿Tú crees?”

“Tal vez,” dijo nuevamente, y sabía que Balthazar había visto en Lucas la misma desesperación queyo.

Entonces levantó su cabeza, mirando hacia la distancia, y una pequeña sonrisa apareció en surostro. Seguí su mirada hacia otra casita a lo lejos. “¿Qué es eso?”

“Ahí es donde vivía Jane.” Era la única vez que había reconocido abiertamente ante mí su amorperdido. Nunca supe que había pasado entre ellos, pero sabía que su pasión por ella había duradocuatrocientos años desde entonces hasta ahora.

Muy atrevida, dije, “¿Quieres ir a verla? Podría irme.”

“Ella sería sólo un sueño.” Balthazar me miró tristemente. “Estoy cansado de los sueños.”

Nos tomamos las manos por un momento, el más breve de los toques. Entonces me ordenélevantarme e irme, despertando.

Cuando aparecí nuevamente en el dormitorio, Balthazar continuaba durmiendo. Ahora, sinembargo, no estaba soñando; sólo descansaba. Rocé una mano contra sus oscuros rizos enagradecimiento.

Al día siguiente, un silencio frío había caído sobre el colegio. La primera helada fuerte de Inviernohabía vuelto plateados los árboles y el suelo, pero después de anoche eso parecía menos como lanaturaleza siguiendo su curso y más como si los espectros hubieran reclamado el mundocompletamente para ellos. Los estudiantes vampiros, en su mayor parte aterrorizados de losespectros, se mantenían en sus habitaciones; incluso los estudiantes humanos —generalmentemás tranquilos sobre estas cosas, dado que venían que casas embrujadas— parecían inquietos porlas posesiones. Unos cuantos chicos ya se habían marchado; tal vez no tendríamos que trabajardemasiado duro para hacer que el resto de los humanos se fuera. Mientras me movía

Page 186: 04 Renacer (claudia gray)

rápidamente por el colegio, libre al final de moverme por los alrededores sin miedo, no vi a casinadie en los pasillos y no escuché conversaciones ni risas. Helado, pensé. Es como si todo sehubiese quedado helado.

La Sra. Bethany permanecía en su casa-cochera. Una o dos veces vi su silueta contra su ventana.Aunque dudaba que estuviera asustada de los espectros, o de cualquier cosa, había decididoaparentemente permanecer en una estructura que era completamente segura de la invasión defantasmas.

¿Ya había descubierto que sus trampas habían desaparecido? Si era así, no hizo nada. Mientrastanto, su ausencia del edificio del colegio nos dio un tiempo breve para reunirnos sinpreocuparnos por ser observados.

Todos nos reunimos en el apartamento de mis padres. Vic estaba desparramado sobre el sofá, conuna ligera pelusa en sus mejillas porque no se había afeitado. A su lado, Ranulf y Patrice bebíantazas del café que mi madre había hecho para nosotros. Lucas tomó la silla más alejada de lahabitación, como si pensara que mis padres lo podrían echar en cualquier segundo, pero Mamá lellevó café también. Me quedé cerca de él, y Maxie se atrevió a materializarse en la entrada, dondetodos podían verla.

“El próximo fin de semana será nuestra mejor oportunidad,” dijo mamá mientras dejaba lacafetera. “La Sra. Bethany a veces toma ventaja de los viajes a Riverton para dejar el colegio porun par de días. La podemos alentar a que lo haga.”

Vic se alegró. “Sí, y con el resto de los humanos en la ciudad por el viaje de los viernes, habrámenos posibilidades de que nos descubran, ¿no es así? ¡Oh, tío! Acabo de llamar humanos a laspersonas.”

“En realidad, no,” dijo Papá. “Los estudiantes vampiros dan las fiestas más grandes del año cuandolos humanos se van. Lo cual es un infierno para quienes los vigilan, pero yendo al punto, eso noscomplica las cosas. Pero si esperamos hasta la siguiente noche, ese Sábado, dentro de unasemana, la Sra. Bethany no habrá regresado todavía y tendremos libertad de acción.”

Lucas y yo compartimos una mirada. Él dijo, “Íbamos a ir a hablar con algunos antiguos amigosnuestros de la Cruz Negra en Riverton.”

“La Cruz Negra,” murmuró Mamá, en el mismo tono de voz que usaba cuando maldecía.

“Es Raquel, Mamá,” dije. “Y Dana, las que nos ayudaron a escapar cuando casi nos atrapan el añopasado. Son nuestras amigas, además son luchadoras, y tienen un poco de experiencia en capturarespectros. Deberíamos hacerlas parte de esto. Ellas podrían ayudar, tanto con los espectros comotambién sacándote a ti y Papá y Lucas después.”

Mamá y Papá claramente no estaban seguros de qué pensar, pero asintieron. Me giré hacia Maxie.“Está bien, cuando los espectros sean liberados, ellos van a…perder el control.”

“Puedes estar segura,” dijo Maxie. “Estamos hablando de fuegos artificiales, como el cuatro deJulio. Energía y luz y escarcha yendo en cada dirección. Bianca tendrá que guiarlos donde

Page 187: 04 Renacer (claudia gray)

necesiten ir, tanto si es de vuelta a sus hogares o al siguiente reino, lo que sea. Lejos de aquí, esoes lo principal. Ayudaré si puedo.”

“Asombroso,” dijo Vic, y él y Maxie compartieron una rápida mirada antes que ella inclinara sucabeza, lo que escondía su sonrisa.

Patrice asintió. “Así que, una vez que las trampas estén vacías, las destruimos. Aunque eso no esfácil, puesto que deben ser un par de cientos de kilos de metal.”

“Será requerida una gran fuerza cataclísmica,” dijo Ranulf. “Yo manejaré los explosivos.”

“Whoa, tranquilo vaquero,” lo interrumpió Lucas. “No tenemos que romperlos hasta volverlosátomos. Todo lo que tenemos que hacer es dejarlos inutilizables como trampas. La Sra. Bethany nopuede tener un suministro infinito de estas cosas.”

Mi padre dijo, “Nuestro problema más grande es el elemento mágico dentro de las trampas. No sémucho sobre eso —no creo que ninguno de nosotros sepa— pero no es tan simple como demolerchatarra. Podría ser capaz de crear una solución química que funcione, pero los resultados aúnserían… ¿cómo lo pusiste, Maxie?”

“Fuegos artificiales,” respondió.

“No veo como esto es diferente a los explosivos,” dijo Ranulf.

Eso se ganó una ronda de risas, y después la gente comenzó a hablar animados sobre el plan ynuestras posibilidades de tener éxito. Por alguna razón, me golpeó en ese momento loextraordinario que era que estas personas se hubieran reunido. La única cosa obvia que tenían encomún era que me conocían, pero no estaban aquí por mí, al menos no solamente, o no en sumayor parte. Estaban aquí porque habían aprendido a pasar por alto sus viejos prejuicios y miedosy se veían los unos a los otros por lo que eran. La buena disposición de Maxie para comprometersenuevamente con el mundo vivo, la aceptación de los vampiros de los espectros y humanos comosus iguales y aliados, Lucas tomando lo que era bueno de su entrenamiento en la Cruz Negra ydejando atrás lo que era malo, la habilidad de Vic para tratar con el mundo sobrenatural tanfácilmente como el mundo natural… Todo eso era lo que nos unía ahora.

Por un momento, nuestro plan pareció fácil. Si habíamos conseguido juntarnos así, seguramentepodíamos hacer cualquier cosa que nos propusiéramos.

Page 188: 04 Renacer (claudia gray)

Capítulo 20“¿CÓMO UN PUEBLO DEL TAMAÑO DE RIVERTON MANTIENE una sala de cine clásico en marcha?”dijo Lucas, de pie ante las rojas y doradas luces parpadeantes de la marquesina.

“Es un pueblo muy pequeño con muy buen gusto,” le susurré al oído.

Detrás de nosotros, en la plaza del pueblo, el bus contratado desde la Academia Medianocheestaba evacuando a los últimos estudiantes que habían venido también a Riverton, menos queantes debido a los temores de ‘violencia de bandas de delincuentes’. En la ciudad no había grancosa: una pizzería, un restaurante, un par de tiendas vintage, y este cine increíble. Esta semana, semostraba ‘Tú y yo’, mi película favorita de Cary Grant. Eso me hizo desear que en realidadhubiésemos venido a ver la película.

Lucas tenía las manos metidas en los bolsillos de sus pantalones vaqueros. En uno de los bolsillosestaba mi broche azabache, pero no pensé que estuviese revisando para asegurarse de que lotenía. Parecía más como si estuviera tratando de mantener la calma.

“Estás nervioso,” le dije, manteniendo mi voz baja. “Dana tenía razón acerca de que la Cruz Negrano volvería aquí de nuevo, ¿verdad?”

“Eso parece. Pero, sí, estoy nervioso de todos modos. ¿Puedes culparme?”

Todavía tenía problemas para creer que Dana lo aceptaría como un vampiro. Tal vez todavíadudaba de que él fuese capaz de evitar atacarla. “Todo va a estar bien. Te lo prometo.”

Lucas compró un solo boleto de cine, y yo floté en forma invisible con él. Él medio sonrió cuandosubíamos hacia el balcón. “No se puede decir que tú no eres una cita barata.”

“Cállate o después te haré comprarme la cena.”

“¡Ni siquiera comes!”

“No importa.”

Nos sentamos justo cuando la película comenzaba, con el sinuoso texto en cursiva para loscréditos y el exuberante tema musical. Aunque había otros espectadores en la planta baja,estábamos solos en el balcón, así que seguí adelante y me materialicé; Lucas apretó el brocheazabache en mi mano, para que el proceso se hiciera sin ningún esfuerzo para mí. Yo prendí elbroche a mi camisola, y Lucas me ofreció su abrigo, por lo que no sería totalmente evidente que lachica que estaba sentada a su lado estaba en pijama.

Page 189: 04 Renacer (claudia gray)

Me sentía rara estando lejos de la escuela mientras allí estaban ocurriendo tantas cosas. Mispadres estaban vigilando a la señora Bethany, si se iba esta noche, ellos tendrían que averiguarcuánto tiempo se iría, y si no, tendrían que encontrar una manera de conseguir que se fuera, almenos por un día. Mientras tanto, todos los demás estaban pasando de contrabando las trampasal Gran Salón, preparándose para los esfuerzos de mañana por la noche. Ir al cine –uno de misentretenimientos favoritos desde siempre– se sentía un poco como hacer novillos.

Disfruta de ello, me dije. Todo está a punto de cambiar.

Cuando Vic Damone canturreaba sobre una historia de amor, un par de personas más avanzaronpausadamente en su camino hacia el balcón y se sentaron junto a nosotros: Raquel a mi lado, yDana en el otro lado, al lado de Lucas. “Tengo palomitas de maíz,” dijo Raquel.

Las dos nos sonreímos la una a la otra, y por un momento fue como si nada hubiese pasado. No,me tuve que corregir, han ocurrido muchas cosas. Y pasamos por ello de todos modos.

Junto a nosotros, Dana y Lucas no parecían ser capaces de encontrar las palabras. Lucas se echóhacia atrás en su asiento, como si estuviera agotado y no pudiese ir más lejos, a pesar de laoscuridad en el teatro pude ver que los ojos de Dana se llenaban de lágrimas.

Ella tomó la mano de él entre las suyas, y me acordé de la conmoción que había sido para mí laprimera vez que toqué a Lucas y noté que no tenía calor, ni pulso. Siempre había sido la personamás viva que había conocido alguna vez. Por muchos poderes y habilidades que ahora tuvieracomo vampiro, era imposible olvidar lo que había perdido.

“Hermanito, ¿qué te pasó?” preguntó ella, estremeciéndose.

“Sigo pensando que es un mal sueño,” dijo Lucas. “Pero no hay despertar. No de esto.”

“Y sin embargo… todavía eres tú,” dijo Dana.

Lucas suspiró. “Más o menos yo.”

“Nunca nos dijeron eso, en la Cruz Negra.” Dana se secó las mejillas con el dorso de su mano libre.“¿Cómo es que nunca nos dijeron eso?”

Él volvió la cara hacia la pantalla de cine, donde Cary Grant estaba caminando por la cubierta deun trasatlántico. Me di cuenta de que no le importaba la película, estaba luchando por seguirestando estable. “Mamá siempre decía que si ella se convertía, me olvidase de que había tenidouna madre. Supongo que ella se olvidó de que alguna vez tuvo un hijo, ¿eh?”

Raquel se llevó la mano a la boca. Ese pequeño gesto –compasión por un vampiro – me dijo lomucho que ella también había cambiado.

“Está bien,” dijo Lucas, pero se corrigió. “No está bien. Pero se acabó.”

Page 190: 04 Renacer (claudia gray)

Dana envolvió a Lucas en un abrazo de oso, justo cuando la banda sonora se incorporaba.“Siempre te defendí, Lucas. Lo sabes, ¿verdad?”

“Es bueno oírlo,” dije, “Porque necesitamos tu ayuda.”

Mientras Deborah Kerr coqueteaba con Cary en pantalla, le expliqué lo que estábamos tratandode hacer. Ni Dana ni Raquel dudaron por un segundo. “Podemos sacarlos chicos,” dijo Raquel. “Yvamos a llevarlos a dónde quieran ir.”

“La Cruz Negra me enseñó a falsear identificaciones que nadie jamás detectará,” prometió Dana.“Podemos sacarlos limpios y libres chicos, para lo que quieran hacer luego. Por cierto, ¿qué será,exactamente?”

Lucas y yo nos miramos el uno al otro. No teníamos una respuesta.

Después de que la pausa se hubiese extendido por unos segundos, Dana dijo, “Ustedes puedentomar una decisión sobre esto más adelante. Diles a los demás que nos esperen, ¿de acuerdo?”

“Y dile a Balthazar…” Raquel tuvo problemas para decir esto, pero se las arregló. “Dile que deberíahaber hecho más, cuando lo vi por última vez. Debería haberlo ayudado. Al igual que ustedes lohicieron.”

“Él va a estar bien,” le prometí. “Pero díselo tú misma, ¿de acuerdo? A Balthazar probablemente legustaría oírlo.”

Raquel asintió con la cabeza. “Debemos irnos. Si alguien que estaba en Medianoche el año pasadome ve, puede haber preguntas.”

“Gracias” le dije.

“No tienes que darme las gracias,” dijo con firmeza. Nos sonreímos la una a la otra, y se sentía tanbien saber que habíamos encontrado el camino de vuelta a ser amigas.

Una vez que se habían ido, Lucas y yo nos quedamos en el cine, viendo la historia desarrollarse.Normalmente eso hubiese sido porque no había manera de que yo saliera de una película de CaryGrant. Pero esta vez, me sentí como si las preguntas sin respuesta entre nosotros nos agobiasen,por lo que estábamos refrenados en su lugar.

Finalmente dije: “¿A dónde quieres ir después de Medianoche?”

“No sé,” dijo. “Nunca pasé mucho tiempo en el oeste. Tal vez podríamos intentar eso.”

“O Europa,” sugerí. “Balthazar dice que es realmente más fácil cruzar una gran superficie de aguaque un río.”

Lucas hizo una mueca; el viaje sobre el río en el camino a la ciudad lo había sacudido. “Si él lodice.”

Page 191: 04 Renacer (claudia gray)

En la pantalla, Cary y Deborah se comprometieron el uno al otro a encontrarse en la parte superiordel Empire State Building, si su amor era de verdad. Tomé las manos de Lucas en la mías. “Sé queda miedo… ir a un nuevo lugar…”

“No tengo miedo de eso. Nunca viví más que unos pocos meses en un mismo lugar, ni una sola vezen toda mi vida. Pero, ¿qué vamos a hacer? No pudimos mantenernos en Filadelfia, y era entoncescuando tú también podías trabajar.”

Yo no lo había pensado antes, pero ser un fantasma casi eliminaba mis posibilidades de conseguirun trabajo. “Mamá y papá nos van a ayudar esta vez. Ellos tienen dinero, y además, saben cómoencajar en el mundo. Ellos te enseñarán. No tienes que preocuparte por eso.”

A Lucas no le gustaba la idea de pedir prestado aún más dinero, me di cuenta, pero esoobviamente no era nuestro problema más grande.

“Sentado aquí, entre Dana y Raquel… pude escuchar sus latidos del corazón.”

“Superarás esta ansiedad. Sé que lo harás. Mira a Balthazar, o a mis padres, o a Ranulf.”

“Es más difícil para mí, y ambos lo sabemos. Y si no he conseguido mejorar nada en esto despuésde un par de meses en Medianoche, no hay muchas posibilidades de que lo haga alguna vez.”

“Tú no estás loco. Nunca serás un asesino como Charity.”

“Si asesino incluso una sola vez… si alguna vez cometo un desliz, y Dios, Bianca sé que lo haré…Prefiero estar muerto.”

“No,” insistí en que, teniendo su rostro en mis manos. “Lucas, yo siempre estaré aquí. Yo nunca tedejaré. Tienes que prometer que no me dejarás. Tienes que ser fuerte.”

Los ojos de Lucas se encontraron con los míos, y yo sabía que me estaba haciendo una promesasolemne, más de lo que nunca antes lo había hecho. “Jamás te abandonaré. Jamás. Pase lo quepase, estaremos juntos.”

Eso debería haberme hecho feliz, porque sabía que Lucas lo decía desde el fondo de su corazón.Pero en vez de eso, me di cuenta de lo que había exigido de él. Él odiaba ser un vampiro, y sufríapor la poderosa ansia de sangre que lo agobiaba, cada día, cada momento. Para él, mantenerse asíera una tortura; nuestro amor el uno por el otro sólo podía proporcionar una comodidadtemporal. Él había jurado soportar incontables siglos de existencia en lugar de dejarme sola. Yopodría conseguir que Lucas siguiera adelante, pero él nunca estaría bien de nuevo. Nada algunavez estaría realmente bien de nuevo. Nuestra última oportunidad de verdadera felicidad habíamuerto cuando Charity lo convirtió.

Lo abracé con fuerza, y él me devolvió el abrazo. Su voz ahogada en mi hombro, dijo: “Me gustaríaque ella nunca me lo hubiese mostrado. Es peor saber que existe una salida que no puedestomar”.

Page 192: 04 Renacer (claudia gray)

La señora Bethany le había enseñado como vivir de nuevo. Ella había querido ganarlo para su lado,pero también se había dado cuenta de que, si él la rechazaba, esa posibilidad lo atormentaría parasiempre.

Traté de decirle que iba a estar bien, siempre y cuando estuviésemos juntos, pero el mundo no eratan sencillo. Yo sabía eso ahora.

En la pantalla de cine, Deborah Kerr estaba tratando de llegar al edificio Empire State, pero yo yahabía visto la película. Yo sabía que ella no lo conseguiría.

Esa noche, yo había planeado entrar en los sueños de Lucas de nuevo. Con Charitypermanentemente exiliada de su mente, era finalmente seguro para nosotros estar juntos allí.Pero, agobiada por la culpa de las realizaciones de la noche, me sentí como si yo no pudiesehacerle frente todavía.

Me dejé llevar por los pasillos, inquieta. Por primera vez, realmente me sentía como un fantasma.

Me pondré una sábana sobre mi cabeza, pensé. Y empezaré a decir ‘¡Boo!’ Cada vez que vea aalguien. Podría rondar el dormitorio de las chicas, o el vestíbulo principal… Entonces me di cuenta.Si nuestro plan funcionaba de la forma en que queríamos, ésta era la última noche que alguna vezpasaría en la Academia Medianoche. A pesar de todo lo terrible que había ocurrido aquí, me dicuenta de que me gustaba mucho este lugar. No me podía imaginar cómo sería nunca volver aestar allí nunca. Esta escuela se había convertido en una parte de mí, literalmente, ya que yo eraun fantasma. Me había unido a las piedras de este lugar. Incluso cuando me fuese para siempre,una parte de Medianoche siempre podría atraerme de nuevo.

Así que fui a todos los lugares que recordaba, oyendo las palabras habladas desde hace muchotiempo, viendo a todo el mundo como habían sido entonces. Raquel, en su primer día aquí, con elceño fruncido en la parte posterior del vestíbulo principal, mientras la señora Bethany daba eldiscurso de bienvenida. Balthazar, aprendiendo a tomar fotos con un teléfono celular en clase detecnología moderna. Vic y Ranulf, observando las estrellas conmigo afuera en el terreno. Patrice,trenzando mi cabello para mi primera cita. Courtney, chismeando en el hueco de la escalera.Mamá y papá, sonriéndome cuando nos cruzábamos en los pasillos entre clase y clase. Y en todaspartes, Lucas: susurrándome en la biblioteca, corriendo a rescatarme después del incendio del añopasado, besándome por primera vez en el cenador.

Pero el pensamiento de Lucas me hizo recordar el dilema al que se enfrentaba.

¿Cómo puedo pedirle que acepte la inmortalidad, cuando es lo último que él desea en la vida?

Decidí que tenía que ser sólida por un tiempo. A menudo me hacía sentir más firme acerca de lascosas, y era algo reconfortante ser capaz de abrazarse a uno mismo. Así que floté suavementehacia la sala de archivos y empecé a tomar forma.

En esa hora de la noche, todos los demás estaban en la cama, por lo que la sala de archivos estabadesierta. Las trampas habían sido trasladadas a los niveles inferiores de la escuela, ocultas enbaúles, la habitación era sólo nuestro lugar de reunión una vez más. Los libros de texto de alemán

Page 193: 04 Renacer (claudia gray)

de Patrice estaban en el centro del puf, y Vic se había dejado una de sus corbatas con motivoshawaianos. Sonriendo ligeramente, quité el ladrillo en la pared donde habíamos escondido mipulsera de coral… y una enfermiza y horrible marea se apoderó de mí.

¡Una trampa! Traté de agarrarme al alféizar de la ventana, a las piedras de la pared, a cualquiercosa, pero no había podido solidificar mis manos. Mi pulsera había sido sacada de su cubículo,dejando la trampa de cobre verdoso en su lugar; mi broche azabache estaba con Lucas,profundamente dormido, muy lejos. Traté de pensar en él como mi ancla, en cualquiera de losotros lugares a los que podía ir, pero ya era demasiado tarde. La trampa estaba demasiado cerca, yyo prácticamente puse mi mano dentro. Cuando comencé a deslizarme hacia el sumidero brillante,intenté una vez más llamar a Lucas, pero apenas logré pensar su nombre antes de que todo sevolviera negro.

Fue como hundirse en una masa de alquitrán caliente. Yo no podía materializarme, ni tampocodesmaterializarme. No tenía ninguna sensación del mundo que me rodeaba, ni sabía si meencontraba en el mundo mortal o fantasmal. Después de morir, había habido un momento comoeste, y también la primera vez que había viajado a la tierra de los objetos perdidos; sin embargo,aquellos vacíos terribles y sin fondo habían durado sólo un segundo. Éste se extendía una y otra, yotra vez. Me asfixiaba el alma, y el terror empeoraba aún más aquella sensación.

No es extraño que se vuelvan locos, pensé violentamente, recordando los muchos espíritusgritando que había detectado en las trampas de Medianoche. Esto me va a volver loca, también,en cualquier segundo, y sólo he estado aquí unos pocos minutos… ¿O ha sido más tiempo? ¿Losabré alguna vez? ¿Es esto la eternidad? ¿O acaso se trata de la muerte más allá de la muerte?

Haz que se detenga, había dicho Samuel. Haz que se detenga. El fantasma que albergaba en suinterior, el que había estado atrapado así, había perdido la capacidad de pensar en otra cosa. Yotambién lo haría. Ya me sentía reducida al instinto desesperado de escapar, nada más.

Luego, en ese vacío sin forma, se abrió un suave rectángulo de luz. Corrí hacia él, sin importarmelo que era o lo que significaba: era algo, en un mundo de nada, y eso era razón suficiente.

Entonces, en el marco del rectángulo, mucho más grande, vi a la señora Bethany.

“Señorita Olivier.” Sonrió con la tranquilidad de siempre, pero el brillo ávido de sus ojos no llevabaa engaño. “Por fin. La estaba esperando.”

Capítulo 21

NO PODÍA ATACAR; NO PODÍA ESCAPAR. LO ÚNICO que podía hacer era mirar a la señora Bethany,que en ese momento se había convertido, de forma bastante literal, en lo único que tenía en elmundo.

Page 194: 04 Renacer (claudia gray)

“Creía que el señor Ross sería quien la traería a mí,” dijo. “Pero está más prendado de usted de loque había imaginado. Y entonces, por fin, después de semanas de búsqueda, encontré esa baratijaen la sala de los archivos y vi lo fácil que resultaría sustituirla por una trampa y hacerme conusted.”

La señora Bethany siempre había estado al tanto de nuestras visitas al cuarto de los archivos.Siempre había sabido de mi existencia.

“¿Cómo supo que estaba en la escuela?”

Inclinó la cabeza como si sintiera lástima de mí.

“Considerando su conducta anterior, era natural suponer que estaría ahí donde se encontrara elseñor Ross.”

La odié tanto en ese momento que me sorprendió que la trampa no se hiciera añicos. Sentía talrabia que habría podido fundir el metal y romper piedras.

“Yo soy el motivo de que usted ofreciera un trabajo a mis padres aquí, ¿verdad? Fue una trampadesde el principio.”

“Yo les brindé todas las posibilidades, ¿sabe?” Parecía tranquila. Satisfecha. “Si disfrutara tratandode forma injusta a los desvalidos, no habría fundado Medianoche. Además, sus padres megustaron: son unos profesores excelentes. Me sentí obligada a tener en cuenta también todas lasdemás opciones. Cambié la política de admisiones para aceptar a alumnos vinculados a otrosespectros por si alguno de ellos también resultaba apto. Cuando usted se desvió de la ruta trazadapor sus padres, yo la urgí a retomarla. En verano le dije que arrojar por la borda todo su futurosólo por amor no merecía la pena. Pero usted no me hizo caso, y se precipitó hacia su destinofinal. Y ahora me siento libre para actuar tal como me parezca.”

“Usted no quiere ser vampiro,” dije. “Pero si me utiliza para eso… será algo peor que un vampiro.”

“Estaré viva.” La señora Bethany no dejó entrever ni un atisbo de vacilación. “Y quedará vengadauna vieja traición. Podré morir como debería haberlo hecho, como una mujer humana. Y usted noestará menos muerta de lo que ya está.”

Se produjo un remolino de luz, y el mundo tomó forma a mi alrededor. Al principio me creí libre, yme dispuse a desaparecer, a salir corriendo o lo que fuera… pero entonces vi dónde meencontraba.

Tenía ante mí a la señora Bethany con la trampa en la mano, en el centro de una habitación dondebrillaban todos los colores, tanto en el suelo, como en el techo y en las paredes. Era una estanciade las mismas dimensiones que el cuarto de los archivos, pero, en lugar de ser de piedra desnuda yde polvo, refulgía de forma intensa y translúcida. Era de madreperla. Reparé en el tejado de cobrede la torre sur, el extraño efecto que había percibido a menudo procedente de la habitacióndesocupada sobre el piso de mis padres; ella había llevado la trampa al interior de la otra torre, aese sitio. Y entonces comprendí qué era aquello.

Page 195: 04 Renacer (claudia gray)

“Ha convertido toda la habitación en una trampa,” dije. Supe que no lograría salir de allí.

“Tengo la teoría de que usted puede proporcionar la energía para resucitar a varios de nosotros,”me explicó la señora Bethany. “Usted, señorita Olivier, va a devolver la vida a casi una docena depersonas. Tal vez eso le sirva de consuelo.”

Me aparté de ella. Noté el tacto resbaladizo de la madreperla bajo mis pies pero, no, no era eso.Yo no podía ser ni sólida ni insustancial; no podía flotar, ni huir. Todo estaba en un estadointermedio que me privaba de las habilidades que podría emplear en otro estado. A pesar de querespiraba cierta sensación de libertad en la trampa, ésta no dejaba de ser lo que era, y me estabadesposeyendo de la noción de realidad y de mi propia persona. La diferencia radicaba en que todoiba algo más retrasado. Era una muerte más lenta. No era raro que los espectros gritaran tanto…

Adoptando un tono más amable, la señora Bethany dijo:

“Considérese como una donante de órganos.”

Entonces me acordé de que había podido oír los gritos de los espectros, incluso cuando estabanatrapados…

Así pues, empecé a gritar con todas mis fuerzas, tanto con la voz como desde el interior de mialma.

¡Auxilio! Además del grito en sí, añadí el lugar donde me encontraba, la imagen de la señoraBethany frente a mí, y todo cuanto pensaba, sentía y sabía. El mero esfuerzo parecía mermarmeaún más, como si al gritar hubiera perdido una parte de mí misma.

“Esta habitación está insonorizada,” dijo la señora Bethany. “Nadie puede oírla.”

Tal vez no con sus oídos. Pero quizá Maxie o Christopher lo captasen, o puede que Lucas me oyeraen su sueño.

Un repentino golpeteo en la puerta me devolvió la esperanza. Sin embargo, la señora Bethany nopareció sorprenderse. Se limitó a sostener la trampa en lo alto, abrirla y colocarla en el suelo. Unvacío oscilante y grisáceo se abrió ante mí de nuevo, e intenté desesperadamente no sumergirmeen él. Mientras agitaba las piernas frenéticamente, incapaz de resistirme, oí un murmullo de vocesque no pertenecían a la misión de rescate que yo esperaba.

La trampa se cerró. Por unos segundos experimenté esa sensación de alivio mareante, e intentécomprender lo que veía. Seguíamos en la habitación de madreperla, pero la puerta se había vueltoa cerrar, imposibilitando mi huida.

La señora Bethany y yo ya no estábamos solas. Media docena de vampiros ocupaban la estancia,cada uno de ellos mirándome con la misma ansiedad que la señora Bethany. La mayoría eranprofesores, pero también había un par de alumnos. No conocía bien a ninguno de ellos, pero sí medi cuenta de una cosa: se trataba de vampiros ancianos y poderosos. La señora Bethany habíaescogido muy bien a sus cómplices.

Page 196: 04 Renacer (claudia gray)

“No sé a cuántos de nosotros podrá usted resucitar, señorita Olivier.” La señora Bethany introdujola mano en el bolsillo de su larga falda y extrajo la daga que yo recordaba de la transformación deSamuel. “¿Me permite expresarle mi más profunda gratitud en mi nombre y en el de los demás?”

“Por mí pueden irse al infierno,” le espeté.

“Somos vampiros,” dijo la señora Bethany, y por un momento percibí aquel atisbo de oscuridad yodio hacia sí misma que había notado en Lucas durante los últimos meses. “Ya estamos en él.”

“Me están matando.” Yo seguía sin poder creérmelo a pesar de que el proceso ya habíacomenzado.

“Si le sirve de algo, usted también me matará a mí.” La señora Bethany sonrió, como si fuera unagran noticia. “No pretendo vivir mucho tiempo como humana. Esta existencia prolongada ha sidomás un tormento que un placer para mí. Lo único que quiero es morir como debería haberlohecho.”

“¿Morir? ¿Usted sólo hace esto para volver a morir?”

“Para morir como debería haber muerto,” repitió. Una tristeza profunda le oscureció la mirada. “Ira donde debería haber ido después de la muerte y reunirme con aquellos a quienes conocí en miúnica vida legítima.”

Christopher, pensé. Cree que si muere como humana estará de nuevo con Christopher.

Se subió la manga de la blusa de encaje, orientó la daga y se abrió la piel de la muñeca. Su sangrede vampiro empezó a fluir por la mano y yo fui presa de una voracidad desesperada, distinta decualquier cosa que hubiera conocido hasta entonces. No deseaba beberme su sangre: queríaunirme a ella. El instinto de precipitarme en su interior, de entrar a formar parte de ella yperderme a mí misma para siempre resultaba más poderoso que cualquier otra cosa imaginable.

¡No! ¡Detente! ¡Piensa en Lucas, piensa en todas las personas a las que quieres! ¡Resiste por ellos!Pero, mientras pensaba esas cosas e intentaba aferrarme a ellas con todas mis fuerzas, notaba quemi determinación se venía abajo junto con el resto de mi ser. Mi forma humana empezó adesvanecerse en un vapor turbio. La señora Bethany alzó la cabeza, triunfante. Ella pronto volveríaa ser humana y yo pasaría a ser… nada.

Entonces se oyó un golpe sordo en la puerta que sobresaltó a los vampiros. El golpe se repitió y lapuerta cedió, dispersando trozos de madera y madreperla en mil direcciones mientras Lucasentraba furioso en la sala con una ballesta en la mano.

O había comprendido al instante lo que ocurría, o estaba dispuesto a matar primero a la señoraBethany y a hacer luego las preguntas. Lucas se llevó la ballesta al hombro dispuesto a disparar,pero la señora Bethany se abalanzó sobre él, de modo que él levantó el arma y la flecha dio en eltecho.

“Suéltela,” dijo Lucas mientras forcejeaban por la ballesta.

Page 197: 04 Renacer (claudia gray)

“Ella ya no te pertenece,” repuso la señora Bethany empujándolo hacia atrás. “Es mía.”

Los otros vampiros se dispusieron a atacarlo también, pero Lucas no había acudido solo. Balthazary mi madre acabaron de destrozar lo que quedaba de la puerta; Balthazar blandía su florete, ymamá simplemente había agarrado al vampiro que tenía más a mano y lo golpeaba con fuerza.

Mientras yo me agitaba formando remolinos, desorientada e incapaz de resistirme, la lucha a mialrededor se intensificó. Tenía la sensación de que todo discurría muy lentamente, como en unsueño, aunque resultaba mucho más aterrador por la claridad de la violencia. Vislumbre uninstante a mi padre blandiendo la pata de una silla rota a modo de estaca. Vi a Balthazar caer alsuelo y esbozar una mueca de dolor al volver a ponerse en pie tambaleante. Observé cómo Lucasrecuperaba la ballesta y la disparaba, pero la señora Bethany esquivó fácilmente la flecha, que sehundió en otro vampiro, provocándole un reguero de sangre y arrancándole un aullido.

La sangre de vampiro me anegaba, me hundía cada vez más en las profundidades de la nada.

Al otro lado de la trampa, oí la voz de Maxie:

“¡Bianca! ¡Tienes que salir de aquí! ¡Vamos!”

Apenas pude distinguir su silueta, de pie en el borde mismo de la habitación, arriesgando supropia existencia para ayudarme. Detrás de ella asomaron otros rostros: los de las alumnas quevivían en los pisos superiores de la residencia, atraídas por el ruido, y el de Vic, que parecíaintentar con todas sus fuerzas que las chicas se fueran a un lugar más seguro.

Intenté hacer lo que Maxie me decía, pero estaba demasiado débil. Demasiado perdida. En esemomento, la señora Bethany corrió hacia la puerta a velocidad de vampiro y al pasar cogió latrampa más pequeña. Entonces la abrió justo delante de Maxie.

¡No! Pensé. Pero era demasiado tarde. Sólo pude ver el terror asomado en el rostro de Maxieantes de que el torbellino la engullera y la arrastrara al interior de la trampa.

“¡Eh!” gritó Vic. Por primera vez, percibí verdadera ira en su voz. “¡Ese es mi fantasma!”

La señora Bethany golpeó a Vic en la cara con la trampa y éste cayó al suelo. Las alumnas humanasempezaron a chillar mientras la señora Bethany se abría paso entre ellas.

“¡Se escapa!” gritó Balthazar.

“¡Me da lo mismo!” Lucas le clavó una flecha a otro vampiro; la habitación se quedó en silencio,pero él apenas se dio cuenta. “¡Tenemos que sacar a Bianca de aquí!”

“¡Tiene a mi fantasma!”

Vic empezó a bajar la escalera a toda prisa y Balthazar lo siguió. Mis padres y Lucas se quedaron.

“Id,” susurré. Fue lo único para lo que tenía fuerzas. Maxie no merecía un final como aquel.

Page 198: 04 Renacer (claudia gray)

“La trampa… Esta habitación… Dios mío, te está matando,” dijo Lucas. “Bianca, vamos. La puertaestá abierta. Puedes conseguirlo.”

Eso parecía. Sin embargo, alcanzar la puerta era imposible.

“Cariño, por favor,” suplicó mamá. Mi padre tenía los ojos anegados en lágrimas mientras lasujetaba por los hombros. “Puedes hacerlo.”

“¡El broche!”

Lucas se palpó los bolsillos y sacó el broche de azabache. Por un momento, sentí algo parecido a laesperanza; si pudiera volver a adquirir sustancia, aunque fuera por un segundo, podría salir por lapuerta y tal vez recuperarme. Pero el broche cayó entre el humo azulado donde había estado mimano. Como ya no podía tocarlo, no podía acceder a su poder.

La flor negra de azabache repiqueteó en el suelo de piedra, oscuro como la tinta en aquel mundoluminoso, y recordé los viejos sueños que me habían conducido a aquella situación. Me habíanadvertido de que cuando buscara el amor, encontraría tormenta. Pero en ninguno de mis sueñosme había puesto a cubierto, con Lucas.

Él negó con la cabeza.

“Esto no puede estar ocurriendo.” Tenía la voz ronca. “No puede estar ocurriendo. Bianca, vamos.Vuelve conmigo.”

“¿Bianca?” preguntó una voz que me resultó familiar. Una silueta femenina, ataviada con un saltode cama azul intenso, estaba de pie junto a la puerta.

“¡Skye! ¿Qué haces aquí?” exclamó Lucas. “¡Es peligroso! ¡Vete abajo!”

Skye no se movió. Estaba mucho más tranquila que la mayoría de la gente en una situación comoaquella, pero, al fin y al cabo, ella había vivido en una casa encantada. Puede que todo cuantoestaba sucediendo le pareciera normal.

“Has dicho Bianca. Era la chica de la que estabas enamorado. La que murió. ¿Se ha convertido enfantasma?”

“Es un fantasma atrapado y tenemos que sacarla de aquí” replicó Lucas sin dejar de mirarme. “Yahora, tú también tienes que irte.”

Lejos de hacerlo, Skye avanzó unos pasos y habló de nuevo. Esta vez dirigiéndose a mí:

“Bianca, poséeme. Igual que lo hicieron los espectros en el baile.”

¿Quería que la poseyera? ¿Podía hacer yo algo así?

“¿Qué haces?” Mi madre intentó apartar a Skye. “¡Es peligroso!”

Page 199: 04 Renacer (claudia gray)

“Sé lo que es perder a alguien,” explicó Skye. “Si alguien pudiera hacer esto por mi hermano, megustaría que lo intentara. Así que inténtalo. Bianca, tranquila. ¡Vamos! ¡Hazlo!”

Abandoné mi forma vaporosa y permití que el remolino de energía de la habitación me condujerahacia Skye. Todo desapareció, y entonces, de pronto, noté la piedra dura en mi espalda, y tambiéndolor. Intenté tomar aire, pero me había quedado sin aliento.

Respiración. Dolor. Latidos. Abrí los ojos, sus ojos, y al abrirlos vi a mis padres y a Lucasarrodillados junto a mí.

“¿Bianca?” dijo Lucas, vacilante.

“Soy yo,” repuse. “Somos las dos.”

Porque Skye estaba allí conmigo, por completo presente. En esa ocasión no era como cuandohabía poseído a Kate; Skye me había aceptado y, por eso, su espíritu y el mío podían coexistir.Aunque ella estaba asustada, y el corazón le latía rápido, como si fuera un pájaro, no vacilaba.

Gracias, le dije con el pensamiento.

Ella me respondió: De nada. Pero, en cualquier caso, ¿no deberíamos salir corriendo?

“¡Buen plan!” dije. Mis palabras sonaron muy extrañas en sus labios.

Lucas y mis padres se me quedaron mirando. Yo tomé a Lucas de la mano.

“Vámonos. Tenemos que intentar salvar a Maxie.”

“Debemos salir de aquí,” dijo mamá mientras Lucas me ayudaba a ponerme en pie. Me sorprendícuando vi que lo podía mirar directamente a los ojos; Skye era más alta que yo.

“Cariño, lo siento por tu amiga, pero tenemos que pensar en tu seguridad.”

“Maxie no pensó en ponerse a salvo cuando me siguió,” repliqué. “Además, Vic intenta ayudarla.¿Vais a permitir que Vic se enfrente solo a la señora Bethany?”

Lucas me condujo a la puerta.

“De ningún modo. Vamos.”

Mis padres se miraron durante un instante, pero nos siguieron. Al estar encerrada en el cuerpo deSkye, como si éste fuera una armadura cálida y viva, la sala de la trampa ya no ejercía ningúnpoder sobre mí; salir de allí resultó tan sencillo como bajar la escalera. Como no podía ser de otromodo, mis movimientos eran bastante torpes, porque no me había acostumbrado a manejar elcuerpo de Skye y las dos aún temblábamos ligeramente después de lo ocurrido.

Cuando bajábamos por la escalera pregunté:

Page 200: 04 Renacer (claudia gray)

“¿Fue Maxie quien os dijo dónde estaba?”

“Sí,” dijo Lucas. Me tomó por la cintura, para ayudarme a mantener el equilibrio, pero me tocó concautela, y pensé que lo hacía para no incomodar a Skye. “Esta mañana nos hemos dado cuenta deque habías desaparecido porque era imposible que no estuvieras con nosotros hablando de losplanes de esta noche…

“¿He pasado un día entero en la trampa?”

El tiempo allí me había parecido eterno, pero a la vez tuve la sensación de que todo transcurría enuna milésima de segundo.

Lucas asintió.

“Eso parece. Hemos registrado todo el internado buscándote.”

“Seguramente, cuando robamos las trampas, la señora Bethany se dio cuenta de que la habíamosdescubierto,” dijo papá. “Dejó de esperar su oportunidad y pasó al ataque.”

Cuando todo esto acabe, pensó Skye, ¿alguien me contará qué está pasando?

¡Claro! Respondí. En cuanto yo misma lo comprenda.

“¿Y qué hay de las trampas? Seguro que la señora Bethany anda tras ellas.”

“Esperemos que no tenga oportunidad,” dijo mamá mientras seguíamos bajando la escalera depiedra.

Todo el mundo parecía despierto y consciente de que ocurría algo grave; se oían murmullos ygritos en todas las plantas.

“Patrice y Ranulf deben de estar encargándose de ello en este mismo instante…”

Su voz se apagó en cuanto las piedras de Medianoche empezaron a gritar.

Aquella era la única palabra que podría describirlo, aunque no sonaba como un grito humano. Eracomo si el propio edificio hubiera cobrado vida y lo detestara. El sonido se encontraba en el puntode fricción entre lo real y lo irreal, existente en unas dimensiones que no tenían nada que ver conel sonido pero que, sin embargo, reverberaban en nosotros. Nos tapamos los oídos con las manos,todos menos Lucas, que seguía sujetándome con una mueca de dolor.

“Pero ¿qué diablos...?” gritó él por encima del estruendo.

Entonces lo sentí, trepando hacia lo alto de la estructura del internado, trepando hacia la libertad.

“Son los espectros,” dije. “Están libres.”

Page 201: 04 Renacer (claudia gray)

Estaban libres y también enfadados. En lugar de volar directamente hacia la gente que los anclaba,o de desprenderse del mundo de los mortales, o de trasladarse de vuelta a los lugares que habíanencantado, estaban atacando la Academia Medianoche y cuanto había en su interior. Antes nocomprendía por qué no eran razonables, por qué actuaban movidos únicamente por puro instinto.Ahora que había pasado un día en una trampa, los entendí; esas cosas le arrebataban la concienciaa uno. En poco tiempo te reducían a miedo y rabia.

Entonces mi aliento se volvió vaporoso, y la escarcha empezó a dejar huella de nuestro paso en losmuros, los escalones y el techo. Mi padre estuvo a punto de resbalar con el hielo que se formabaen el suelo con tanta rapidez que se me clavaba en los pies y estuvo a punto de inmovilizarlos. Losmurmullos en lo alto de la escalera se convirtieron en chillidos.

“¡Rápido!” exclamé con renovada determinación.

Proseguimos el camino a pesar de que resultaba difícil. El hielo ahora era más espeso que encualquier otro ataque de espectros que yo hubiera presenciado: era como si todo el internadofuera de hielo. Las piedras crujían y se agrietaban bajo su presión, y nosotros resbalábamos ytrastabillábamos por la escalera, que cada vez se parecía más a una caverna de nieve.

Al fin llegamos al vestíbulo principal; aunque no hubiera sabido que allí era donde los espectroseran liberados, sin duda habría reconocido claramente el corazón de la tormenta. La estancia noera otra cosa que un enorme laberinto esculpido en un solo bloque de hielo. Temblando, a amboslados, blancos de escarcha, estaban Patrice y Ranulf. Yacían desplomados junto a la entrada,aparentemente incapaces de moverse.

“¿Estáis bien?” dije apresurándome a llegar junto a Patrice. Su mano al contacto con la mía teníael tacto de un pedazo de hielo.

“Estoy bien, Skye” respondió Patrice; le castañeaban los dientes. “Deberías irte de aquí.”

“Vamos a salir todos de aquí,” dijo Lucas.

Me soltó para tomar a Patrice en brazos; aunque estaba rígida, consiguió sacarla por la puerta.Mamá y papá pasaron los brazos por los costados de Ranulf y lo ayudaron a salir.

Yo salí corriendo del edificio de la escuela y me dirigí al jardín. Al levantar la vista haciaMedianoche, proferí un grito ahogado; el internado parecía esculpido en cristal, con su siluetadesdibujada y fractal como las aristas de los copos de nieve. Había otros alumnos reunidos en elexterior, temblando en pijama con la vista levantada hacia aquella visión asombrosa. Seguramenteese día había nevado, porque algunos de ellos estaban hundidos en la nieve hasta las rodillas.

La ayuda puede tardar horas en llegar, me dije. Para entonces puede que alguien ya haya muertode congelación. Tengo que hacerlo ahora.

¿Hacer qué?, pensó Skye cada vez más alarmada. Una reacción nada extraña teniendo en cuentatodo por lo que le había hecho pasar en los últimos minutos.

Page 202: 04 Renacer (claudia gray)

Muy cerca de mí, vi a Balthazar luchando con uno de los guardianes supervivientes de la señoraBethany. Ambos tenían los colmillos alargados mientras rugían y se abalanzaban el uno contra elotro.

Skye gritó, tomando por un instante el control sobre su propio cuerpo a causa del espanto.

¿Qué son?

Son vampiros. ¿Te acuerdas de lo que te contó Lucas? Él también es un vampiro. Como mis padres.Y también… Bueno, mucha gente. Más tarde tendremos que hablar de todo ello. Ahora mismotengo algo que hacer.

¿Hacer qué?, repitió.

No te preocupes. Lo haré yo sola.

Dicho lo cual, solté a Skye. Las dos nos desplomamos, y fue como si el golpe de su cuerpo contra elsuelo nos separara. Yo salí rodando en mi forma semisólida, sin dejar huella alguna en la nieve;Skye se incorporó, balbuceante, con trozos de hielo brillándole en el pelo. Tenía una expresiónextraña, de horror, como si no se acordase de haberme dado permiso. Sin embargo, dijo:

“Los noto.”

“¿Qué notas?”

Se mesó el cabello, como si pretendiera servirse del dolor para bloquear otra sensación.

“Esos espectros, todos. Es como si los tuviera en mi cabeza…”

Me pregunté si el hecho de haberla poseído durante tanto rato le había abierto algún otro canalde percepción. Pero eso lo tendríamos que averiguar más tarde.

“Voy a encargarme de ellos, Skye. Lo prometo.”

Lucas, que se encontraba unos pasos más allá intentando reanimar a Patrice, dijo:

“Bianca, ¿qué haces?”

“Regresaré pronto,” le prometí. “¿Has cogido el broche?”

Él se palpó el bolsillo y luego se quedó muy quieto.

“Tenemos un problema.”

Como si no tuviésemos ya bastantes. Sin embargo, seguí su mirada y vi la cochera de la señoraBethany; tenía los postigos bien cerrados y por las ranuras se colaban pequeños destellos de luz decolor azul intenso, como cuchillos cortando la noche. La señora Bethany había iniciado su hechizo;pronto habría acabado con Maxie y resucitaría.

Page 203: 04 Renacer (claudia gray)

Tal vez estuviera con alguno de sus compinches. Distinguí la silueta de Vic, arrojándose una y otravez contra la puerta, tratando de salvar a Maxie.

“Ve a ayudarlos,” dije. “Prometo que regresaré pronto.”

Tras dirigir una última mirada a Patrice, que al fin parecía poder mantenerse sentada sin ayuda,Lucas echó a correr hacia la cochera de la señora Bethany.

Yo me liberé de mi presencia física y me elevé hacia lo alto, convertida en pura energía. TeníaMedianoche a mis pies, no como algo que pudiera ver, sino más bien como algo que percibía comoun grupo numeroso de espíritus perdidos y desesperados incapaces de sentir otra cosa más quemiedo. Antes, cuando aún no había sido atrapada, no entendía cómo se sentían y no había podidocomunicarme con ellos. Ahora, en cambio, sabía lo que tenía que hacer.

Mientras evocaba el intervalo que había pasado en la trampa, proyecté a mi alrededor el recuerdode aquel vacío oscuro e inconmensurable. Con todas las fuerzas que fui capaz de reunir, lo arrojéhacia abajo, de modo que los espectros pudieran reconocerlo. En cuanto noté que reaccionabancon dolor y pánico, abrí un enorme círculo de luz: el camino de salida.

Al otro lado del círculo, evoqué la tierra de los objetos perdidos con toda su belleza, su fealdad ysu caos. Ésta pareció adquirir forma en miniatura, como los castillos mágicos de las bolas de cristalcon nieve: una mansión antigua estilo Tudor, una caravana, un caballo de pelo castaño con lasrodillas marcadas y los ojos amistosos, un camino polvoriento y serpenteante… no se trataba denada que yo hubiera visto antes, eran los objetos que los espectros llevaban consigo.

La energía que se acumulaba a mis pies dejó de transmitir miedo para empezar a propagar algoparecido a la esperanza.

Entonces los tomé conmigo. A todos y cada uno de ellos. No sé cómo lo hice, pero estaba claroque había poseído esa habilidad desde el principio. Conocí a cada uno de ellos, les vi las caras, suspersonalidades, capté partes de las vidas que habían llevado. Se volvieron conocidos para mí,tanto con sus virtudes como con sus defectos, tal que si fueran mis amigos más queridos, y sentíque ellos a su vez me reconocían a mí. Y, más importante todavía, percibí que ellos se reconocían así mismos como las personas que habían sido antes de que la oscuridad y el miedo se hubieranapoderado de ellos. A continuación, nos alzamos juntos para penetrar en la esfera de luz.

Luego hubo risas, gritos de júbilo, abrazos. Yo me quedé de pie en una zona iluminada por el soljunto a lo que parecía una versión del Taj Mahal negra en lugar de blanca e incluso más bella. Ungrupo de unas cien personas se arremolinaban en torno a mí vestidas del modo más diverso,desde camisetas y vaqueros hasta una mujer ataviada con un vestido con miriñaque y sombrilla.

“Gracias,” susurró ésta abrazándome con fuerza. “Nos has sacado de allí. Nos has traído aquí.”

Yo le devolví el abrazo, pero no olvidé lo rápido que podía pasar el tiempo allí y lo mucho quenecesitaba regresar.

Page 204: 04 Renacer (claudia gray)

Christopher pareció surgir en medio de todos nosotros, sin ráfagas de humo ni estallidos de luz,pero en un minuto pasó de no estar a hacerse presente. Su sonrisa lo convirtió en el hombre joveny feliz que había sido cuando habíamos estado en los recuerdos de su vida.

“Bianca. Sabía que podías hacerlo.”

“Sí. Es fabuloso, y tremendo, y todo eso, pero nuestra situación es muy grave,” dije. “La señoraBethany ha capturado a Maxie y va a destruirla. ¿Hay algo que podamos hacer?”

Su sonrisa desapareció.

“Pobre chica. Tiene que estar aterrada.”

“¿Qué podemos hacer? Es tu mujer. Ya sé que la quieres, pero no podemos permitir que haga unacosa así.”

Aparte del miedo por Maxie, temía también por Lucas, por Balthazar, por mis padres, por Vic… ypor toda la gente a la que había dejado en Medianoche. La señora Bethany contaba conluchadores conscientes de que ella era su única oportunidad para volver a vivir. La batalla que ibaa tener lugar entonces sería desesperada y, para algunos, fatal.

“No, no podemos permitirlo.” Christopher se irguió. “Debemos regresar juntos al mundo de ahíabajo.”

“¿Puedes sacar a Maxie de la trampa?” pregunté, pese a que estaba segura de que era imposible.

“Hay un modo,” dijo él, para mi sorpresa. “Sólo uno.”

Entonces se desvaneció. Al parecer, las explicaciones tendrían que esperar. Pensé en mi broche,en la bella flor de azabache de mis sueños e intenté desplegarme hacia su corazón.

Me materialicé y de pronto me sentí físicamente hundida en la nieve, con Lucas tendido a mi lado.La sangre le ensuciaba el rostro, le cubría la piel y hacía que sus ojos verdes parecieransobrenaturales. Me miró sólo por un momento antes de alzar la ballesta justo a tiempo paradesviar un hachazo. Uno de los partidarios de la señora Bethany blandía con insistencia un hachacontra él y, a juzgar por las apariencias, ya había logrado asestarle algunos golpes.

Al parecer, mi broche había caído con Lucas; estaba en el suelo, claramente visible en la nieve. Locogí, contenta de haberlo recuperado, y me lo guardé en el bolsillo. En cuanto volví a adquirirforma corpórea, intenté asimilar lo que ocurría.

La batalla era encarnizada. Mis amigos vampiros luchaban contra los vampiros leales a la señoraBethany. Al otro lado del jardín, la Academia Medianoche empezaba a descongelarse o, cuandomenos, el hielo que la había cubierto ya estaba desapareciendo. Algunos alumnos ateridos seacercaban tambaleándose para volver a entrar, resguardarse y alejarse de la lucha. No vi a Vic, yme pareció que nadie había podido penetrar en la cochera de la señora Bethany.

El rugido de un motor atravesó la noche, y al volverme vi cómo un par de faros se aproximaban

Page 205: 04 Renacer (claudia gray)

rápidamente al internado. Con una repentina sensación de alivio y esperanza, reconocí lafurgoneta. Corrí por la nieve gritando:

“¡Raquel! ¡Dana!”

El vehículo derrapó al detenerse. Dana saltó del vehículo y entró en escena.

“Os dije que no empezarais la partida sin nosotras.”

“Son todos vampiros,” dijo Raquel aferrando la estaca con fuerza. “¿A cuáles atacamos?”

Busqué un arma para mí y me hice con una pequeña hacha de mano.

“¡Raquel!” Vic se acercó corriendo a la furgoneta. Seguramente había estado en el bosquebuscando algo con que poder irrumpir en la casa de la señora Bethany. “¡Dame alguna cosa! ¡Loque sea!”

Los dejé atrás y eché a correr por la nieve, dispuesta a ayudar a Lucas y a los demás. En vista de losbien armados que iban los secuaces de la señora Bethany, rebusqué y saqué el broche. Mi cuerpocontinuó sólido.

Las personas que tenía más cerca eran mi padre y el vampiro de más altura de la escuela, un chicoque era tan ancho de espaldas como alto. Estaba golpeando a mi padre con una sola mano,mientras con la otra sostenía un cuchillo lo bastante grande para decapitarlo. Papá, incapaz dedefenderse, tenía ya una rodilla doblada. Entonces grité:

“¡Eh!”

El vampiro se volvió. Con una sonrisa perezosa, blandió el cuchillo hacia mí…

… y yo dejé caer el broche y me esfumé. El cuchillo me atravesó por completo, pero no sentí nada.El hacha que llevaba siguió balanceándose en el aire a la misma velocidad y, certera, se clavó en laespalda del muchacho.

El chico cayó al suelo; evidentemente, no estaba eliminado por completo, pero al menos estabaaturdido y sentía dolor. Rápidamente volví a coger el broche y tomé a mi padre de la mano.

“¡Vamos! ¡Tenemos que entrar ahí!”

“¡Tenemos que salir de aquí!” protestó papá.

Negué con la cabeza.

“Esta batalla no terminará hasta que alguien pare los pies a la señora Bethany, y no estaremos asalvo hasta que la batalla acabe.”

La casa de la señora Bethany se encontraba apenas unos pasos más allá. Pero Vic llegó antes queyo; cuando vi lo que llevaba consigo me quedé muy asombrada.

Page 206: 04 Renacer (claudia gray)

Jamás habría pensado que le darían el lanzallamas.

Vic apuntó hacia una pared con el arma e incendió el lugar de un fogonazo.

Vic, obviamente, no sabía que el fuego podría acabar para siempre con Maxie.

Corrí hacia la cochera, sin saber muy bien qué hacer o cómo ayudar. Entonces distinguí una siluetaapenas visible en la nieve: era Maxie, flotando aturdida lejos de las llamas.

“¡Maxie!” grité.

Vic llegó a ella al mismo tiempo que yo, y le puse el broche en la mano. Aunque apenas teníasustancia, logró sujetarlo; la magia del azabache la materializó y pareció darle algo de fuerza.

“¿Estás bien?” Vic le apartó el pelo castaño claro de la cara.

Ella negó con la cabeza.

“Christopher…” logró decir.

“¿Qué le pasa?” pregunté. “¿Te ha sacado de allí?”

“Sí, pero…” Maxie se quedó mirando el fuego que consumía la cochera. “Me ha reemplazado.”Vencida por el dolor y el cansancio, Maxie se dejó caer sobre el hombro de Vic; éste soltó ellanzallamas y la abrazó con fuerza.

Los dejé solos y corrí hacia el incendio. Aunque sabía que era peligroso permanecer tan cerca delfuego o de una trampa, no podía permitir que Christopher muriera si había algún modo desalvarlo.

Sin embargo, al recordar su expresión triste cuando nos disponíamos a ir hacia allí, supe que no lohabía. Christopher había hecho todo aquello consciente de que desaparecería para siempre. Sehabía sacrificado por Maxie.

Escrute en el corazón mismo de las llamas y descubrí a la señora Bethany, con su larga cabellerasuelta sobre los hombros. Tenía el rostro tiznado de hollín y parecía muy joven.

“¡Christopher!” gritó. Seguramente lo había visto en el instante en que había sustituido a Maxie.“Christopher. Estoy aquí. Aquí.”

A pesar de estar a punto de morir quemada, la señora Bethany sonreía. Entonces me di cuenta deque Christopher se había equivocado; el amor que ella sentía por él había sido más poderoso queel odio. Pero ambos se habían dado cuenta de ello demasiado tarde.

Maxie se había liberado antes de que la señora Bethany se pudiera transformar. Posiblemente,ésta habría tenido tiempo de sacrificar a Christopher y volver a vivir. Ella lo sabía, pero no lo hizo.

Page 207: 04 Renacer (claudia gray)

“Podemos salir de aquí,” dijo ella con la respiración entrecortada, atravesando la maderaencendida a pesar del riesgo que representaba. Observé que intentaba recuperar la trampa que locontenía. “Estaremos juntos. Te lo prometo.”

Entonces oí la voz de Christopher, convertida en apenas un susurro en medio del chasquido de lasllamas.

“Mi querida Charlotte.”

Un estallido de chispas me hizo retroceder, y dejé escapar un grito ahogado cuando el tejado de lacochera se vino abajo. No quedó nada excepto brasas, llamas y humareda. Una muerte segurapara cualquier vampiro o espectro. Los Bethany habían desaparecido para siempre.

Conmocionada, me volví para ver la batalla, o lo que quedaba de ésta. Los vampiros que luchabancontra mis amigos habían sido derrotados gracias a la ayuda de Dana y Raquel, o bien se habíanrendido al darse cuenta de que su cabecilla, y la magia de la resurrección que sólo ella conocía,había muerto. Vi a mi madre ayudando a mi padre a ponerse en pie, a Raquel y a Patriceapartando a los vampiros enemigos del resto de nosotros, y a la mayoría de los otros reunidos entorno a una figura caída en la nieve.

Era Lucas.

Capítulo 22ME LANCÉ HACIA EL PEQUEÑO GRUPO DE personas apiñadas alrededor del cuerpo caído de Lucas.Él yacía inmóvil y ensangrentado sobre la nieve, su pecho y su frente estaban cortadosprofundamente por un arma. Dana acunó su cabeza en sus manos, y Balthazar recorrió el borde dela herida en el pecho con su dedo y respingó. Vic y Maxie, aún se aferraban el uno del otro,permaneciendo cerca, mientras que Ranulf estrechó su hacha contra su pecho como si él fuera unniño con su mantita protectora. Lucas parecía estar completamente inconsciente.

“¿Qué pasa?” Me arrodillé al lado de Lucas. “¿Está herido?”

“Es grave,” Balthazar dijo. Pero en su voz oí temor real.

Page 208: 04 Renacer (claudia gray)

Yo dije, “Por mala que sea la herida, por lo que sé, ahora sufre, pero pronto estará bien.” Nadiehabló. “¿No es así?”

Balthazar se volvió hacia mí, inexpresivo. “El otro vampiro roció su arma con agua bendita. Es unatáctica peligrosa para nosotros, pero…”

Elevé una mano; no podía soportar oír lo qué venía después, y además, yo ya lo sabía. Elentrenamiento de la Cruz Negra había abordado esa técnica, y Erich se lo había susurrado a Lucasen su propio sueño, afirmando que si las estacas fueran empapadas con agua bendita podríanparalizar y torturar a un vampiro para siempre.

Era como quemarlos vivos, sólo que de adentro hacia fuera.

Ellos nunca afirmaron que aquello era verdad. Tal vez no era así. Pero Lucas no se movía. Él estabaatrapado en la profundidad de ese fuego terrible, e interminable.

Tomé su mano entre la mía; estaba más fría de lo usual, muy fría debido a la nieve a nuestroalrededor. Sus dedos eran pesados, inertes. “¿Lucas?” Susurré, pero yo sabía que él no podíaescucharme.

La única liberación de su tormento sería cortarle la cabeza. Para perderlo para siempre. En lasprimeras horas después del ataque de Charity, me había enfrentado a la decisión de si debía o nomatar a Lucas; y ahora tenía que enfrentarme de nuevo a eso. Pero no podía. Simplemente nopodía.

Apreté su mano más fuertemente. Dana, quien había comenzado a sollozar, levantó una de susmanos para limpiar sus mejillas. La cabeza de Lucas, libre de su cuna, colgaba hacia un lado. Lasangre de la herida de su frente había escurrido hasta su garganta, empozándose por debajo de sumanzana de Adán. Eso me recordó cómo había lucido él, la primera vez que le había mordido.

La sangre de vampiro, pensé. Durante el ritual, yo me había sentido poderosamente atraída porella. Tan poderosamente como si la sangre fuera la propia vida.

Entonces, de repente, me di cuenta de todo.

Como el hecho de que beber la sangre de Lucas me había mantenido en vida como vampiro, y deque eso me había hecho sentir más viva entonces que en cualquier momento.

De que los espectros se unían con los vampiros para crear niños vampiros como yo porque losespectros y los vampiros eran las dos mitades de la vida, capaces de encender una llama.

De que el ritual de resurrección de la Señora Bethany había sido diseñado para doblegarme ymeterme dentro de un vampiro, convirtiéndonos en uno solo.

De que la sangre de los espectros era venenosa para los vampiros, pero la sangre de ellos era vidapara nosotros.

Page 209: 04 Renacer (claudia gray)

De que Lucas y yo habíamos pasado a ser parte el uno del otro desde la primera vez que cedí a mideseo y mordí su garganta. Yo era Lucas, y él era yo.

Y entonces supe qué tenía que hacer.

“Muévanse hacia atrás,” dije. Todo el mundo me miró, pero hicieron lo que les pedía, caminaronarrastrando los pies alejándose del cuerpo repantigado de Lucas. Dana puso su cabezasuavemente abajo antes de ponerse de pie, Raquel la abrazó fuertemente desde atrás. Ranulfinclinó su cabeza, y Vic, sujetando la mano de Maxie, sorbió su nariz como si estuviera al borde delllanto. Mis padres estaban ligeramente alejados del resto, pero pude ver que la preocupación ensus caras por Lucas era real. Algunos más se habían unido, también: apenas un puñado deestudiantes, vampiros y humanos, sin saber qué pensar. Skye se acercó pesadamente hacianosotros, aturdida y débil por su terrible experiencia, pero renuente a dejar a Lucas por si él fueraa estar en problemas. Cuando ella se tambaleó, Balthazar rápidamente se levantó paraestabilizarla contra su hombro.

La nieve alrededor de Lucas era carmesí, manchada con su sangre. Nuevos copos de nieve habíancomenzado a caer. Un viento afilado y frío comenzó a soplar por delante de nosotros, agitando supelo. Extendí la mano hacia Maxie; después de un momento de confusión, ella me comprendió yme dio mi broche negro, a fin de que yo pudiera ser totalmente sólida nuevamente. Lo necesitabaahora mismo. Los bordes cortantes de los pétalos esculpidos de la flor cortaron mi palma.

Pensé en lo mucho que le amaba, lo mucho que quería que él fuera una parte de mí. Soñé con lariqueza de su sangre, y cómo había hecho sentirme viva. Recordé ser un vampiro… y sentí que miscolmillos emergían otra vez, presionándose contra mis labios y mi lengua. Una parte de mivampiro interno permaneció en mí, a pesar de mi muerte.

Entonces me agaché y le di un mordisco a Lucas en la garganta.

Sangre. Fría, pero era su sangre, aún era él. La sangre de los vampiros acarreaba conocimiento, yasí pude sentir todo lo que él sentía, supe todo lo que él conocía. Sentí su amor por mí, y su miedo,mientras había estado en la torre intentando rescatarme. Vi la pelea a través de sus ojos, unremolino de hojas, golpes, y la caída de la nieve. Tragué más profundamente, bebiendo la mayorcantidad de su sangre como me fuera posible, más de la que alguna vez había bebido como unvampiro antes. A mi alrededor, débilmente pude oír un poco a algunos de los demás protestando,pero sonaban demasiado distantes como para prestarles atención. Y entonces lo encontré… aLucas, su espíritu, su alma, aquí en el centro de su ser.

Bianca. ¿Dónde estamos?

Juntos.

¿Qué ocurre?

Bebo tu sangre. La hago mía. Lucas, bébete ahora tú la mía.

Empujé mi mano contra su boca, por lo que la tierna carne entre el pulgar y el dedo índicesiguieron la curva de sus labios.

Page 210: 04 Renacer (claudia gray)

Confía en mí. Bebe.

Él estaba paralizado más allá de la habilidad para morder, así que presioné la suave piel contra elfilo de sus dientes hasta que estos rompieron la piel. Sentí el dolor tan agudamente como si fuerauna herida mortal, pero no vacilé.

La sangre fluyó por su garganta. Lo que le habría quemado antes no lo hizo ahora, porque yo habíaentremezclado su sangre y la mía. Ahora el poder corrosivo de la sangre de los espectros ya nopodría tocarle más. Él era libre para beber. Libre para vivir.

Me sentí mareada mientras el enlace entre nosotros se hacía más profundo. Éramos un sistemaahora, un ser, cada uno de nosotros fluía en el otro. Mientras yo me entregaba a él, sentí loscontornos de su cuerpo tanto como sentía los míos; los cortes en su frente y su pecho mequemaban, y la nieve estaba fría por debajo. Y percibí su mayúsculo asombro mientras él se sentíacomo yo: el ángulo de mis extremidades, el sabor de su sangre, la cercanía de mi espíritu.

La sangre que yo bebía comenzó a calentarse.

¿Es esto lo que significa morir? pensó Lucas. Porque ya no tengo miedo de eso nunca más. No sieso significa que finalmente estaré tan cerca a ti.

Concentré toda mi energía en él, dirigiéndome a mí misma hacia su núcleo, al centro de sucorazón. No, esto no es la muerte. Esto es la vida.

Lucas inspiró aire, sobresaltado, y yo me senté derecha. Su sangre era pegajosa en mi boca, y éllucia más ensangrentado que antes, pero sus ojos estaban abiertos. Él tomó otro aliento, y luegootro.

“¿Qué hiciste?” dijo Balthazar.

Raquel, que estaba apoyada contra Dana, dijo, “Ok, ¿esa fue una RCP* vampírica o algo por elestilo?”

Nunca aparté la vista de Lucas. Los cortes en su rostro cicatrizaban, más rápido que la sanaciónvampírica, formando parte de su última restauración. Él me miró fijamente, obviamente débil porsus lesiones, pero con una sonrisa incrédula dispersándose a través de su cara. “Es imposible.”

“No lo es.” Comencé a reír de pura alegría. “Es real.”

“Estás sanando a toda velocidad, tío, pero aún estás sangrando.” Vic le tendió un pedazo de tela.

“Está sangrado,” repitió Balthazar, la nota en su voz era aguda y urgente. Él se había dado cuenta,incluso cuando nadie más lo hizo. “Bianca, lo has logrado.”

“¿Ha logrado qué?” dijo Dana.

Page 211: 04 Renacer (claudia gray)

Abracé a Lucas fuertemente. Esta vez, cuando él me devolvió el abrazo, él era cálido. “Estoy vivo,”Lucas susurró. “Bianca me ha resucitado.”

Todo el mundo a nuestro alrededor empezó a hablar de inmediato, con asombro, confusión oregocijo. Dana en realidad dio un salto en el aire con sus manos por encima de su cabeza, un saltode victoria.

No les presté ninguna atención. El tiempo para las explicaciones y las celebraciones sería mástarde. Todo lo que quería hacer en ese momento era estar entre los brazos de Lucas, mi cabezacontra su pecho, escuchando los latidos de su corazón.

Al cabo de una hora, los vehículos de emergencia empezaron a aparecer: coches de policía,ambulancias y un par de camiones de bomberos, aunque de la cochera de la Sra. Bethany noquedaban más que cenizas encendidas.

Mis padres habían encontrado una línea fija adentro que seguía funcionando después deldeshielo, e hicieron la llamada al 911.

“La escuela está acabada,” mi madre había explicado más temprano, mientras Ranulf arrastrabaun par de cadáveres de vampiros hacia el fuego para reducirlos al mínimo mientras llegaban lasfuerzas de la ley. “Sin la Sra. Bethany, la Academia Medianoche no existirá. Estos estudiantesnecesitan ir a casa junto a sus familias.”

“¿En qué se convertirá este lugar?” pregunté, mirando las siluetas de las torres de piedra macizaque se recortaban en el cielo encapotado con nubes de nieve.

“Puede que se convierta en la mansión de algún millonario. O tal vez el Estado lo transforme enalgo… un hogar para personas con problemas. Otra escuela.” Mamá le sonrió suavemente a Papá.“Menos mal que nunca vendimos Arrowood, ¿eh?”

“No podemos regresar allí,” la corrigió él. “La gente que nos recuerda sabrá que nos vemosdemasiado jóvenes.”

“Lo sé, amor. También llevo un tiempo en esto, ¿recuerdas?” Ella le dio un codazo, cariñosamentebromeando. “Pero ahora podemos vender la casa y usar el dinero para ir hacia algún otro lugar.”

Él puso un brazo alrededor de sus hombros. “¿Extrañas Inglaterra?”

Mamá se iluminó, y sospeché que su nueva casa estaría en algún lado cerca de su amado Londres.Pero ella permaneció canalizada en mí. “¿Y tú, Bianca?”

“Me quedaré con Lucas,” dije, “pero ahora mismo no importa dónde esté. Puedo acudir junto avosotros tan rápidamente como un pestañeo. Así que nos visitaremos tanto como queramos. Nopienso volver a estar lejos de vosotros, ya nunca más.”

Ella se inclinó un poco. “¡Es tan injusto! Puedes darle la vida a quien quieras, pero tú siempre serásun espectro.”

Page 212: 04 Renacer (claudia gray)

“Mamá, está bien.” Había estado dando vueltas a este tema varios días, ahora, después de losasombrosos acontecimientos de esta noche, finalmente sabía lo que quería decirle. “Deja depensar que algo terrible me a ocurrido, ¿ok? Vosotros precisamente deberían saber mejor quenadie que la muerte no es el final. Además… yo estaba destinada a ser un espectro. Yo lo sientoahora. Estos poderes, estas habilidades… no puedo imaginarme no tenerlos. Éste es mi destino.Esto es lo que se supone que debo ser.” Tras una pausa de un momento, agregué: “Y es divertido.”

Mis padres comenzaron a reírse, y me aprisionaron entre sus brazos para un largo abrazo.Mientras los policías seguían tomando declaraciones confusas de diversos estudiantes, y unadeclaración muy cuidadosa de Lucas, las luces rojas y azules de sus vehículos palpitandesarrapadamente, tiñendo el manto de nieve de diferentes colores.

Vic y Ranulf ayudaron a Skye a bajar los escalones de Medianoche; pude observar que ellacontinuaba temblando, y lucía torpe mientras ella intentaba cargar una enorme bolsa tan grandecomo ella misma. Cuando pasó junto a nosotros la oí decir, “Así que vampiros y cazadores devampiros y fantasmas… ¿están todos ellos en guerra?”

“Exceptuando a los presentes,” dijo Vic, con una sonrisa abierta por encima de su hombro. Podíasentir que Maxie estaba allí cerca, muy próxima a él. “Ya sabes, si me lo preguntas, esos nodeberían ser los bandos. En lugar de eso, deberían ser las personas normales y estupendas, contralas personas locas. Muchas personas y vampiros y fantasmas en ambos lados de esa ecuación,¿sabes?”

“Nosotros somos el bando de los estupendos,” Ranulf dijo solemnemente.

“Si tú lo dices…” Skye lucía en su mayoría como si quisiera alejarse de cualquier cosa sobrenaturaly tomar un largo e interminable, aterciopelado sueño. No la podía culpar, pero no quería dejarlairse sin darle las gracias.

“Skye,” dije mientras caminaba. Ella me miró cansadamente. “Lo que hiciste allí arriba… siemprete estaré muy agradecida. Yo y Lucas, ambos.”

“Lucas salvó mi vida,” dijo Skye. “Yo quise ayudarle, lo cual significaba ayudarte a ti. Y, como yadije, querría que alguien hiciera lo mismo por mí.”

Su voz sonaba apesadumbrada, y sus ojos permanecieron fijos e idos. Escogiendo mis palabras concuidado, le dije, “Te he poseído durante bastante rato, y se han producido algunos fenómenossobrenaturales muy intensos. ¿Estás segura de que estás bien?”

La expresión de Skye se endureció. “Estaré bien mientras más pronto me aleje de aquí.” Ellarespiró profundamente. “Dile a Lucas que me alegro por ustedes. Y... bien… adiós.” Entonces ellase fue por la nieve hacia un coche de la policía sin mirar hacia atrás.

A lo lejos, vi a Balthazar que se mantenía apartado de los demás. Anduve por la nieve hasta llegara su lado. El enorme abrigo de mi padre colgaba en mis hombros y sentí como si estuviera llevandopuesta una capa. Balthazar no se dio la vuelta mientras me acercaba, pero cuando le alcancé, éldijo, “Alguien tendrá que encargarse de los establos.”

Page 213: 04 Renacer (claudia gray)

Seguí su mirada fija hacia los establos de la escuela, donde algunos estudiantes habían mantenidoa sus caballos para montar. “No había pensado en eso.”

“Iré allí esta noche, me aseguraré de que los caballos estén bien alimentados y cálidos,” dijo élquedamente. “Sus dueños vendrán por ellos muy pronto, probablemente, pero estaré vigilante.Oh, a propósito, mientras te buscábamos hoy, encontré esto.”

De su bolsillo, Balthazar retiró mi pulsera de plata y coral y la dejó caer en mi mano. “Estabadebajo de la silla del puf. Supongo que la Sra. Bethany lo escondió allí cuando lo reemplazó por latrampa.”

“Gracias,” le dije, pero no era suficiente. Entre nosotros había pendientes unas palabras aún nopronunciadas. Era necesario que afrontásemos ese tema de inmediato. “También bebí de tusangre,” dije. “Lo que le hice a Lucas, devolverlo a la vida, podría funcionar contigo. Si tú quieres.”

Beber la sangre de alguien era un acto profundamente íntimo, y por tal causa, nunca me habríaofrecido a ello en cualquier otra situación; ya que habría sido como engañar a Lucas. Pero sabíaque Lucas nunca le negaría a Balthazar la oportunidad de vivir otra vez.

Para mi sorpresa, Balthazar negó con la cabeza. “No. No hay ninguna garantía de que esofuncione, y si no lo hiciese, me envenenaría.”

“Vale la pena intentarlo.”

“No funcionaria.” Entrecerró los ojos mientras miraba el horizonte, como si estuviera ciego por laluz de la luna sobre la nieve. “Lo que sucedió esta noche… No tiene nada que ver con la sangre.Tiene que ver con el vínculo que os une. Lo dos sois parte de un todo. Eso es algo que tú y yonunca hemos sido.”

Puse mi mano sobre su hombro. “Balthazar, lo siento.”

Él se encogió de hombros. “No es tan malo como antes. Y… me alegro por Lucas. Lo digo en serio.”

Rápidamente me puse de puntillas para besarle en la mejilla. Balthazar me sonrió, pero me dicuenta de que él sólo quería estar solo. Así que volví para ayudar con la limpieza, y esperé que lapolicía creyera nuestra versión de los acontecimientos.

Lo harían, por supuesto. Iba a ser mucho más fácil para ellos decidir que una tubería principalhabía inundado la escuela, creando algo de hielo con la noche fría y causando un cortocircuito deelectricidad en la cochera, que a su vez había originado un incendio. ¿Por qué le creerían a algunosadolescentes entrados en pánico balbuceando acerca de fantasmas?

No se sabía con precisión que dirían los informes oficiales finales, pero sabía cómo terminarían:Con la afirmación de que la Academia Medianoche no existía más.

Alrededor del amanecer, Raquel y Dana nos llevaron hacia el pueblo donde vivían. Aunque sumotel era cualquier cosa excepto elegante, estaba limpio, seguro y tenía muchas habitacioneslibres. Si la cansada pareja de casados que manejaban el motel estaba confusa cuando

Page 214: 04 Renacer (claudia gray)

repentinamente registraron la entrada de siete nuevos invitados a las dos de la mañana. Nodijeron nada.

Mis padres no me dijeron nada cuando me fui al cuarto de Lucas, con él. Mi mamá incluso revisó elvendaje de Lucas antes de que nos marcháramos y le aconsejó que se pusiera un poco deantibiótico por la mañana. Él tragó saliva mientras asentía con la cabeza, y me di cuenta de que lehacia falta su madre, y la manera en la que ella cuidaba de él. Mamá y Papá probablementepensaban que sólo íbamos a caer en los brazos del otro. Me gustaba la idea, pero yo sabía queLucas y yo teníamos que tomar un montón de decisiones esta noche… decisiones que forjaríannuestro futuro.

Cuando nos quedamos solos en el cuarto, juntos, le ayudé a quitarse su chaqueta y su camisa.Cada movimiento le hizo respingar. Le dije, “Sabes…Ahora que eres humano de nuevo, si deseasllamar a Kate…”

“No.” Él me miró, y aunque sus ojos estaban tristes, yo sabía que él verdaderamente quería decirlo que había dicho. “Aun amo a mamá. Siempre lo haré. Pero sé que ahora, ella tiene…limitaciones. Ella no puede ver más allá de su propio miedo. No hay manera de que sea una partede nuestras vidas. Tal vez algún día, yo… no sé, tal ve pueda hacerle saber lo que sucedió. Seríauna carga menos de su mente, sabiendo que he vuelto a cambiar. Pero nunca la veré de nuevo.”

Yo me senté sobre la cama del hotel junto a él. “¿Estás triste?”

“No. Ya hace un tiempo que sé que nunca volveremos a estar juntos.” Él subió su mano a la curvade mi mandíbula y sonrió. “¿Y cómo podría estar triste hoy? Dios mío, Bianca, tu eres… ¡unmilagro!”

Cogí sus manos entre las mías. “Estás vivo otra vez,” dije, con mi voz temblorosa. “Podrás tenercualquier clase de vida que desees. Así que sólo quiero que sepas que eres libre, ¿ok? Eres libre detomar tus propias decisiones. Incluso si… eso significa que tienes que dejarme.”

“¿Qué?” Lucas clavó los ojos en mí como si no pudiera creer una palabra de lo que le había dicho.“¿Por qué iba a querer dejarte?”

“Ya no tienes que luchar contra vampiros o espectros nunca más. Siempre me has dicho lo muchoque quieres una vida normal, y ahora puedes tener una. Lucas, podrías ir a la universidad, comosolías soñar. Conocer a una chica que este viva y sea buena, y no tendrás que volver a atacar aalguien nunca más, ni aprender a matar.” Realmente no podía seguir mirándole a los ojos. “Algúndía podrías casarte. Tener hijos. Eso es algo que yo nunca podré darte.”

Lucas me miró, horrorizado, en silencio. Tenía que pensar en todo lo que le había dicho. Noesperaba que fuera a estar de acuerdo de inmediato, pero de algún modo él tenía que ver laverdad de todo aquello. Con el tiempo, él elegiría cumplir con su mayor sueño: vivir como las otraspersonas vivían. Tener una casa, un trabajo, una familia. Dejar a un lado las viejas batallas parasiempre.

Entonces él dijo, “¿Cómo lo sabes?”

Page 215: 04 Renacer (claudia gray)

“¿Cómo sé el qué?”

“Que no podemos tener hijos.”

Me cogió desprevenida. Honestamente, nunca había pensado que podría tener hijos; la mayoríade los vampiros nunca lo hacían, mi madre y mi padre eran una excepción rara. Convertirme en unespectro sólo había confirmado mi imposibilidad. “Lucas, estoy muerta.”

“También tus padres.”

“No tengo un cuerpo.”

Él tomó mi cara entre sus manos, tan tiernamente que me hizo temblar. “Te sientes como yo.”

Podía tener un cuerpo si quisiera uno, ¿verdad? No parecía haber un límite de cuánto tiempopodría conservarlo. “No sabemos si es posible,” protesté. “No podemos estar seguros.”

“Eso quiere decir que tampoco podemos estar seguros de que es imposible.” Lucas me sonrió, consus ojos verde-oscuros brillantes. “Bianca, antes de esta noche, nadie alguna vez soñó que podríasresucitarme como lo hiciste. Tú hiciste que eso ocurriera. Y ahora encontraremos una manera. Nohablo de niños, o al menos no sólo acerca de niños. Quiero decir, que no importa lo que esté porvenir. Nosotros haremos que funcione. Porque te amo demasiado para perderte.”

La alegría me recorrió. “¿Estás seguro?”

“¿Y tú?” Por un momento, la duda cruzó su rostro. “Eres la criatura sobrenatural más asombrosaen el mundo, y yo sólo soy un chico que envejecerá con el paso del tiempo.”

“Haré que mi pelo se convierta en gris para que coincida con el tuyo,” le prometí. “Añadiré lasarrugas cuando tú lo hagas.” No sabía que pudiera sentir ganas de llorar y reír al mismo tiempo.“Pero, Lucas… ¿qué hay de tener una vida normal?”

“Olvídate de lo normal.” Él sonrió. “Seremos extraordinarios.”

Nos besamos, y por primera vez desde que él había sido transformado, no había ninguna barreraentre nosotros, ninguna duda.

Resultó que, con un poquito de concentración, ya no tenía que quitarme la ropa. Si yo quería queestas se fueran, estas lo hacían, de manera que sólo mi pulsera de plata y coral brillaba en mimuñeca.

Se sentía diferente estar con él, ahora que él estaba vivo y yo no lo estaba. En cierta forma, sesentía aún mejor. Cuando estábamos juntos, yo podía sentir todo lo que él sentía, ser conscientede su placer junto al mío. Y su toque ya no era una simple conexión de nervios y neuronas en unared de nervios, ya no creaban una respuesta meramente física. En lugar de eso, sentía que sutoque era: la expresión del amor entre nosotros. Y eso me excitaba más que cualquier otra cosa.

Page 216: 04 Renacer (claudia gray)

“Bianca,” Lucas susurró contra mi garganta, su aliento era otra vez caliente, el perfume de su pielotra vez me envolvía. “Eres es mi vida.”

“Y tú eres la mía.” Era cierto. Los latidos de su corazón, sus músculos, todo lo que le hacía humanoresonaba dentro de mí con la misma intensidad que antes lo había hecho mi vida. Dentro de mímisma se mantenía lo maravilloso de ser un ser sobrenatural, y lo maravilloso que había sido estarviva. Aquello era lo que significaba estar anclado, ser amado.

Luego, mientras yacíamos enredados entre nosotros, Lucas peinó minuciosamente mi pelo con susdedos. Mientras miraba el techo, dijo, “Sólo me molesta una cosa.”

“¿Cuál?”

“Lo único que no me gusta de esto de ser mortal es que tengo que dejarte. No hasta el final de mivida, y confía en mí, tengo la intención de vivir mucho tiempo. Pero de igual manera. Tendremosque separarnos, algún día.”

Una aguda punzada me hizo abrazarle fuertemente. “Enfrentaremos eso, hasta cuando llegue elmomento. Si soy capaz de tener los próximos cincuenta o sesenta años contigo, si podemos estarjuntos y felices durante toda tu vida, entonces eso es lo que yo quiero. Prefiero llevar luto cuandote pierda antes de no estar contigo del todo.”

Lucas me besó apasionadamente y me envolvió de nuevo entre sus brazos. “Entonces eso es loque haremos.”

“¿Y tú?” Susurré. “Sé lo feliz que debes de estar estando vivo, pero… ibas a vivir por siempre, yahora no lo harás. Perdiste tu inmortalidad. ¿Eso no se siente extraño?”

“Nunca moriré,” dijo él. Antes de que pudiera protestar, Lucas puso dos dedos en mis labios. Sutierna sonrisa pareció llenar la habitación de luz. Y me di cuenta de que él iba a decirme algunaclase de verdad profunda de la que nunca había sabido antes. “Tú vivirás eternamente, y perduraren tu recuerdo es la única inmortalidad que necesito. Seguir viviendo como una parte de ti…Bianca, esa es mi idea de cielo.”

Fin…