025 - Los Omeyas

30
8/13/2019 025 - Los Omeyas http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 1/30 Los Omeyas J. Vallvé M. J. Viguera M. J. Rubiera y M. ~ Villuendas  HIS 1 69 5  125 ptas

Transcript of 025 - Los Omeyas

Page 1: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 1/30

Los OmeyasJ. Vallvé M. J.Viguera M. J. Rubiera y M. ~ Villuendas

 

HIS 1

69 5   125 ptas

Page 2: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 2/30

t-, ,,) 1

be¡ J~~~

Celebracióneunaboda m¡r¡¡ tur de El Harin~ Biblioteca Nacional París

ndi eLOS OMEYAS

El esplen or omey ... ... ... ... ...

Los Omeyas en Oriente

Por Joaquín Vallvé ... ... ...Catedrático de Arabe.

Universidad Complutense de Madrid

6 * ~t

La independencia de AI-Andalus

Por María J. Viguera ... ... ... ... ... ..Profesora de Arabe.

Universidad de Zaragoza

Arte y literatura

Por M.a Jesús Rubiera Mata... ... ... ...

Profesorade Literatura Arábiga.UniversidadComplutensede Madrid

Paso de la ciencia del Mundo Antiguo

Por M. V. Villuendas ... ... ... ... ... ... ... 25

Bibliografía... ... ... ... ... ... ... ... ... 31

Del Instituto de Historia de la Ciencia.

Real Academia de Buenas Letras de Barcelona

LOS OMEYAS 3

Page 3: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 3/30

Page 4: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 4/30

.

Mezquirade la Rocaerusalén

 . ..

.. 

.i

...

:> :: .::.4-.--

~. ,,:.; ~~ ~. ~... ~,.;,. ..;. ~ Íi

c.-. ,::t..*~

A...~ '~. ¡:;¡

. '~~-  J~ ~r ~

e;.

- ,.

.....

Page 5: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 5/30

UNO de los fenómenos más sorpren entes de la Historia es la rapidisima expansión del Islam

que en menos de un siglo consiguió imponer su dominio y luego su religión en la extensazona comprendida desde el Indo hasta el Atlántico y desde el Sahara a los Pirineos el Taurus yel Asia Central. Después continuó su avance  aún hoy en dla hace nuevos prosélitos pero demodo mucho más lento a su influjo cultural se debe la incorporación de Malaya e Indonesia a la

religión predicada por Mahoma. Esta segunda fase de expansión obedeció a la gran capacidad intelectual de sus sabios que en el breve transcurso de dos o tres siglos supieron apropiarse de todoslos conocimientos científicos de la Antigüedad y partiendo de el/os llegar a nuevos descubrimien

tos que impresionaron favorablemente a los pueblos vecinos tanto en el campo de las matemáticasy flsica como en el de la astronomla y medicina. Este es el contenido del presente Cuaderno que

ha coordinado el catedrático de Arabe de la Universidad Central de Barcelona Juan Vernet.

 os meyasen rientePor oaquínVallvé

Catedrático de rabe Universidad Complutense de Madrid

LA dinastía omeya empieza oficialmente enel año 661 con la proclamación en Je

rusalén de Muawiya tras el asesinato de Aliyerno de Mahoma aunque de hecho aquél yahabía sido reconocido como califa por sus partidarios tres años antes. Cae la dinastía con la

derrota y muerte de Marwan II en Abusir deEgipto en el 750. Le sucede la dinastía abbasí.

Con los omeyas cambia por completo elrumbo político y religioso del Imperio islámicosurgido de las primeras conquistas. En primerlugar el califato se convierte en un régimenmonárquico y hereditario suprimiendo dehecho el órgano consultivo que tanta impor

tancia había tenido en la elección de los cuatroprimeros califas. En segundo lugar la capitaldel Estado se desplaza a Damasco y con elloArabia perderá toda su influencia política. Lasciudades santas del Islam La Meca y Medinaseguirán siendo los centros de la peregrinacióny residencias de algunas ilustres familias emparentadas con el Profeta y que no durarán endeclararse a veces en abierta rebeldía contralos omeyas.

Por otra parte la influencia de los árabesestablecidos en Siria será decisiva en los des

tinos del Imperio y se impondrá a la influenciade los árabes de Iraq. En realidad esta situación representa un claro enfrentamiento entre Siria de honda tradición bizantina y elIraq de tradición persa. Al mismo tiempo lasancestrales rivalidades de las tribus árabescondicionarán decisivamente el nombramiento

de algunos califas omeyas y muchas veces lasluchas entre los árabes del norte y los árabesdel sur se trasladarán a provincias tan lejanascomo al Andalus.

La unidad religiosa también se rompe definitivamente con la dinastía omeya por la consagración de tres tendencias cada vez másradicalizadas: la sunní u ortodoxa patrocinaday orientada por los omeyas se impone enSiria Egipto y en las provincias más occiden

CalledeDamasco

Page 6: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 6/30

tales del Imperio; la sií o de los partidarios deAli predominaría en las provincias orientalescomo Iraq y Persia que serán siempre antiomeyas y la de los jarichíes o disidentesprotagonistas de violentas revueltas tanto enel norte de Africa como en Oriente ahogadassiempre en sangre.

La conversión en masa de las poblacionesautóctonas planteó graves problemas a la administración omeya. Estos conversos reciben elnombre genérico de maulas o mawali clientesde los señores árabes. Constituyen una auténtica clase social con claro predominio en lasprovincias del antiguo Imperio persa. Incapazla oligarquía árabe de cubrir todos los puestosde la administración civil y religiosa tiene querecurrir cada vez más a estos mawali La

política fiscal de la dinastía omeya estará condicionada por la presencia abrumadora de es

tas poblaciones conversas. Por otra parte losmawali persas participarán decisivamente en lacaída de la dinastía.

  s guerr s de exp nsión

Los ejércitos árabes asentados en las antiguas provincias bizantinas de Siria Palestinay Egipto heredaron la organización y régimenmilitar del ejército bizantino. El territorio sedividió en circunscripciones militares o caras yen las zonas fronterizas se asentaron también

poblaciones guerreras no islamizadas que estaban exentas del pago de impuestos lo mismo que los soldados musulmanes. Se practicóel antiguo régimende la hospitalitas reguladopor los emperadores Arcadio y Honorio en el398. Los sirios establecidos en la PenínsulaIbérica recibirán en el 743 dos tercios de los

Vista de El airo

con la mezquitade Kag en primerplano

Page 7: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 7/30

bienes de los habitantes del país tanto entierras como en bienes muebles a cambio del

servicio militar. Al participar en una expedi-ción estos militares de oficio recibirán ademásuna doble soldada al igual que ocurría en elejército romanoo bizantino:unaen metálico otra en especie. Las oficinas del registromilitar  diwan al-chays se encargaban de regis-trar el número de militares acreedores a estas

soldadas y la cuantía de las mismas. La apor-

tación puramente islámica se reduce al repartodel botín. Será mucho después en la épocaabbasí cuando los juristas musulmanes tra-tarán de fijar   establecer unas normas dederecho que regulen las soldadas de los com-batientes y las relaciones del Islam con lospueblos sometidos y muchas veces como esobvio no se cumplen i porque la vida realpráctica va por otros derroteros.

La política exterior de la dinastía omeya seorientará fundamentalmente a la cuenca

mediterránea y su principal afán aunque es-

porádico será debilitar el Imperio bizantino.Para ello se desarrolla e incrementa la flota ylos barcos omeyas surcarán las aguas delMediterráneo facilitando la ocupación de todoel norte de Africa y de España al mismo tiem-po que peligrosas incursiones asolarán SiciliaCerdeña y otras islas. A pesar del enfrenta-miento del califato omeya con Bizancio loslargos períodos de tregua contribuyeron a unentendimiento mutuo e incluso a una fructífera

colaboración entre las dos potencias en loscampos de la ciencia de la industria y delarte.

 hoque con izancio

Con la dinastía omeya termina prácticamentela expansión árabe. Esta se dirige esencial-mente hacia el este y el oeste. Por el nortechoca con la resistencia bizantina. Ya el fun-

dador de la dinastía Muawiya organizó varios

ESLAVOS

IIt l/

Kufa.

Basor

EXPANSION DEL ISLAM EN TIEMPOS DE LOS OMEYAS 661-750

. Medina

Dominio de los Omeyas en 661Ataques de la flota y ejércitos

~ mu~ulmanes al Imperio Bizantino

NUBlA

Imperio Bizantino

C-=:J Reino de los francos

-- Itinerario de Tariq ibn Ziyad  711-714

~ Itinerario de Musa ibn Nusayr  712-714

C-- Incursión en el reino francoIncursiones.en las costas de Sicilia

~ y Cerdeña

Conquistas omeyas

-.. Avancemusulmánhaciael este

Avance musulmán hacia el oeste . BatallasI

Page 8: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 8/30

I

~

Calda de Si/acusa Slcllla en poder de los árabes Ide Crónica

bizantina de Skvlitzés siglo XIV Biblioteca Nacional Madnd

c: .9.....

ataques, por mar y por tierra, contra Constan-

tinopla. La primera expedición, dirigida por el

príncipe heredero al- Yazid, tuvo lugar en elaño 669, y aunque los árabes consiguieron

poner sitio a la capital bizantina, pronto tu-

vieron que levantarlo. La segunda expediciónse llevó a cabo durante los años 673 a 677,

pero finalmente los musulmanes fueron diez-

mados y buena parte de sus barcos destruidos

cuando los bizantinos emplearon por primeravez el llamado fuego griego. Por tierra, los

ejércitos omeyas no pudieron atravesar, salvoen contadas ocasiones, la barrera natural de

los montes Tauro y Anti-Tauro. Una serie de

fortificaciones jalonaban toda la frontera y éstano varió sustancial mente a lo largo de toda la

dinastía omeya. Uno de los factores que deter-

minaron el fracaso de los omeyas en sus in-tentos de penetración en Anatolia o Asia Menorfue la actividad de los cristianos m rd ít s

asentados en territorio sirio, pero aliados delos bizantinos. Muawiya se vio obligado a

pagar un fuerte tributo anual al emperador

bizantino Constante 11 (642-668), para que noayudase a estos rebeldes cristianos e incluso

consintió en pagar a éstos mismos un elevadoimpuesto para comprar una tregua.

Con el califa Abd al-Malik (685-705) se

reanuda la guerra con Bizancio, al rehusar elemperador de Constantinopla la nueva moneda

de oro acuñada por el califa de Damasco. Conla ayuda de los cristianos m rd ít s los bizan-

tinos reconquistaron Antioquía. Poco después,y a causa de la grave situación interna, Ab al-

Malik se vio obligado a solicitar una tegua

mediante el pago de unas elevadas parias.

Page 9: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 9/30

La ofensiva musulmana del año 717 contra

Bizancio tampoco dio resultado y la victoria

naval bizantina aseguró durante casi un siglo el

predominio cristiano sobre el Mediterráneooriental

Por el Oriente, los ejércitos musulmanes, al

mando de Outayba y Muhammad ibn Oasim,conquistaron a principios del siglo VIII Bojara,Samarcanda, Kabul y toda la cuenca inferior

del Indo. or tierras de ccidente

Por Occidente, la expansión árabe chocócon la tenaz resistencia beréber En la lucha

de Uqba, fundador de al-Oayrawan, y de otrosjefes árabes contra Kusayla y la famosa Kahina

o maga, héroes de la resistencia beréber, la

Historia y la leyenda se mezclan continuamen-te. Fue, sin duda, Musa ibn Nusayr, con la

conquista definitiva de Cartago, hacia el 698,el que dio un impulso decisivo y glorioso a la

expansión islámica por tierras de Occidente.Desde Cartago, la escuadra musulmana cruzasin cesar el Mediterráneo occidental depredan-do las costas de Sicilia, Cerdeña, Baleares y lamisma Península Ibérica. Contando con la

colaboración del conde don Julián, príncipe

visigodo y gobernador de Cádiz, las tropasárabes y beréberes, al mando de Tariq, de-sembarcaron en el verano del 711 en la bahía

de Algeciras, y en un encuentro decisivo per-

dió la vida don Rodrigo, el último rey godo. Enlos años siguientes, los ejércitos árabesatraviesan los Pirineos y ocupan importantes

ciudades de la cuenca del Ródano, a pesar delrevés de Poitiers 732) Cuando cae la dinas-

 dículo del pailo de lamezqU ta de Damasco

tía, todavía los musulmanes conservan laciudad de Narbona, en el sur de Francia.

Hacia el año 740, los árabes no han con-

solidado aún en el norte de Africa el poder

islámico y tienen que hacer frente a la insu-misión constante de los autóctonos hasta que,

finalmente, estalla la revuelta general, quedetermina la práctica expulsión de los árabes

de todo el Magrib, desde Libia hasta el Atlán-

tico. Los cronistas justifican esta rebelión porla política financiera de los emires que concul-caron las normas de los impuestos y diezmos

legales y quisieron fijar y repartir el quinto detodos los bienes y personas de los beréberes,

pretendiendo que constituían el botín de los

conquistadores musulmanes. Para sofocar estasublevación general, el califa de Damasco

Hisam 724-743) envió un ejército con sus

mejores tropas de Siria, Palestina y Egipto, almando de Kultum. En un encuentro decisivo

que tal vez tuvo lugar a orillas del río Sebú, en

la región de Fez, el general sirio fue derrotado

y muerto.Los supervivientes, unos diez mil sirios, se

refugiaron en Ceuta y más tarde pasaron a Es-

paña. Participaron en las luchas civiles hasta

que, en el año 743, el gobernador árabe deCórdoba, asesorado por el conde Artobás, hijo

de Witiza, los asentó en las provincias me-ridionales de la Península con el conocido es-

tatuto de la hospitalitas. Esta organizaciónmilitar de los sirios se mantendrá en al-Andalus

hasta finales del siglo  

Situación política interior

:11

El fundador de la dinastía omeya, Muawiya,

supo pacificar el Imperio gracias a su habilidadpolítica. Con una tenacidad extraordinaria fuearrebatando a los partidarios de Ali importantes

provincias como Egipto. Consiguió que al-Hasan, nieto del Profeta, renunciara a susderechos al califato a cambio de una pensión

extraordinaria que ascendía a cinco millonesde dirhemes del Tesoro de Kufa, además de

las rentas de un distrito de Persia. El hijo de

Ali vivió retirado en Medina, donde murió, tal

vez envenenado. Los siíes acusarían aMuawiya de su muerte e hicieron de al-Hasanun mártir. Su hermano al-Husayn no intervino

en política hasta la muerte de Muawiya ni tam-

poco otro aspirante al califato, Abd Allah ibnal-Zubayr, sobrino de Aisa, viuda del Profeta.

Las fuentes árabes subrayan como vi rtud prin-

cipal dél primer califa omeya el hilm o tacto

político en el que no falta la astucia, la di-plomacia, el don de palabra y el empleo de lafuerza sólo cuando sea absolutamente ne-

cesaria. Se cuenta que dijo una vez: No em

pleo mi espada donde basta mi látigo ni milátigo donde basta mi lengua; y si estuvieseunido a mi puebla por un cabello no lo rom

pería; si ellos estiran yo aflojo y si ellos

aflojan yo estiro.

Page 10: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 10/30

 ontó con la colaboración de prestigiosos

gobernadores que contribuyeron eficazmente ala pacificación del Imperio, como Amr ibn al-As, gobernador de Egipto; al-Mugira, gober-nador de Kufa, y, sobre todo, su hermanoadoptivo Ziyad ibn Abi-hi, gobernador deBasora. Hijo de padre desconocido, lo re-conoció el califa como hermano legítimo yZiyad ibn Abi-hi, a partir de entonces, mos-

traría una absoluta lealtad al califa y gober-naría el Iraq con mano firme sin permitir nin-guna veleidad de los siíes. También contóMuawiya con el apoyo y colaboración de ilus-tres familias cristianas que habían ocupadocargos importantes en la administración bizan-tina y que siguieron disfrutando de la mismasituación con los omeyas. Entre estos cris-tianos destacan San Juan Damasceno, el poetaal-Ajtal, que mostraba ostensiblemente unacruz colgada al cuello, y Maysun, la favoritadel califa y madre del príncipe heredero y

sucesor, Yazid.

La crisis del 8

La situación política del Islam cambia ra-dicalmente con la muerte del primer califaomeya en el año 680, Un año antes de sumuerte, Muawiya consiguió que las tribusárabes prestasen juramento de fidelidad a favorde su hijo Yazid. De esta manera se introdujoen el Islam el principio hereditario y de hecho

se convirtió en una Monarquía. Pero ni Husayn,hijo de Alí, ni Abd Allah ibn al-Zubayr lereconocieron. Llamado por sus partidarios, elnieto del Profeta, se dirige desde La Meca al

Ruinas de la mezquita de Sibi Janyn. en Samarcanda

Iraq. En un encuentro con las tropas leales delgobernador de Kufa fue derrotado y muerto enKarbala y su cabeza enviada al califa deDamasco. La tragedia de Karbala tuvo, y sigueteniendo, una gran trascendencia en el Islam.Más grave aún fue la revuelta de Abd Allah ibnal-Zubayr en La Meca. Los ejércitos omeyasno vacilaron en sitiar la ciudad santa del Islam.Durante el asedio, un incendio destruyó el san-

tuario de la Kaba, siendo éste un motivo másque alentó el movimiento antiomeya.La muerte de Yazid 1, en el año 683, y de su

hijo Muawiya 11, cuarenta días después,provocó una grave crisis dinástica y políticaque alcanzó incluso a Siria, donde parte de lastribus árabes los qaysíes) reconocieron a Ibnal-Zubayr y lucharon contra los kalbíes, par-tidarios de los omeyas. En la batalla decisivade March Rahit 684), cerca de Damasco, sedecidió la continuidad de la dinastía en favordel califa Marwan.

Su hijo Abd al-Malik 685-705) fue, sin duda,el mejor administrador y político de la dinastíaomeya. Tuvo que hacer frente a la rebelión deIbn al-Zubayr, que había extendido su influen-cia por toda Arabia y parte del Iraq y, sobretodo, a la revuelta jarichí dirigida por al-Mujtaren nombre de Muhammad ibn al-Hanafiyya,hijo de Ali, pero no de Fátima. Por su acen-tuado mesianismo y su igualitarismo social, elmovimiento jarichí de al-Mujtar se atrajo a lasmasas de mawalis y puso en jaque a los ejér-citos de al-Zubayr y del califa de Damasco.

Finalmente, este movimiento revolucionario,cuyo lema era la eficacia y la venganza, fueaplastado por el gobernador zubayrí de Basoraen el año 687.

Fue entonces cuando el califa Abd al-Malikse decidió a acabar con los zubayríes. Paraello contó con el enérgico general al-Hayyay,quien en poco tiempo pacificó toda la penín-sula arábiga. Poco después fue encargado delGobierno del Iraq, donde llevó a cabo unaserie de reformas pOlíticas y consiguió tambiéndominar cualquier intento de rebeldía hacién-

dose famoso por sus métodos dictatoriales.

Fin de la dinastía

Con la mu.erte del califa Hisam 724-743), seinicia la última crisis que terminaría siete añosmás tarde con la dinastía. Sus tres sucesores,disolutos y degenerados, rompieron el difícilequilibrio que existía entre las distintas tribusárabes y la anarquía se extendió por doquier.Precariamente el gobernador de Armenia, el

sexagenario Marwan, sobrino del califa Abd al-Malik, se hizo con el poder proclamándosecalifa en Damasco en el año 744, pero ya erademasiado tarde. Un vasto movimiento derebeldía se extiende por todas las provinciasorientales del Imperio islámico acogiendo atodos los grupos antiomeyas: los siíes os

Page 11: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 11/30

jarichíes, los mawa/i Aprovechando el descon-tento general, surgen los abbasíes, descen-dientes de al-Abbas, tío del Profeta. Preten-dían restaurar la ortodoxia primitiva y aniquilara los malditos omeyas. El 9 de junio del 747,Abu Muslim, tal vez un mawla levanta la ban-dera negra, estandarte de los abbasíes, contralos omeyas en la lejana Marw del Jurasán.Después de una serie de sensacionales vic-

torias, los abbasíes ocupan Kufa, donde Abul-I-Abbas se hizo proclamar califa. Vencido y hos-tigado Marwan 11,se vio obligado a refugiarseen Egipto, donde pereció asesinado.

Con él termina la dinastía omeya y se iniciala persecución y muerte de los miembros de lafamilia real. Un príncipe consigue huir a al-Andalus y allí conseguiría restaurar la dinastía:se trata de Abd al-Rahman l.

 a dministración

Los omeyas, como antes el califa Umar,respetaron el sistema fiscal heredado de lospersas y bizantinos. Un impuesto doble -enmetálico y en especie- aplicado a la pro-piedad territorial seguirá vigente en las provin-cias musulmanas que habían pertenecido alImperio romano. Las tierras seguían clasifi-cadas en categorías diferentes pero la unidadfiscal seguía recibiendo el nombre de yugada.Los comerciantes del Imperio omeya pagabanun impuesto en oro o plata según sus transac-

ciones comerciales, como ocurría en el im-perio bizantino. Para evitar la emigración delos campesinos, cada comunidad agrícola fueconsiderada como una unidad fiscal obligadaal pago de una cantidad determinada; si entre

los miembros de esa comunidad o municipiohabía deudores ausentes la carga fiscal recaíasobre los demás. En definitiva esta legislaciónfiscal de la época bizantina se mantiene en lafamosa ordenanza del califa omeya Umar 1I 717-720 :

El impuesto o chizya es de tres clases: elpropietario de la tierra debe pagar con lo queproduce la tierra; el artesano, con sus be-

neficios o ganancias, y el mercader que traficacon dinero, que pague con éste. Y la normarespecto a todos estos sea una y la misma.

Solamente los musulmanes estaban sujetosa los diezmos legales de honda raigambremusulmana pero los sometidos cristianosjudíos y zoroastras estaban obligados a pagarun impuesto personal o capitación variablesegún el pacto firmado con los conquistadores.

Al aumentar el número de conversos surgióla idea de no pagar impuestos por sus pro-piedades territoriales, pero los califas omeyas

y después los abbasíes no aceptaron esta in-terpretación pues consideraron las tierrasconquistadas como propiedades de toda lacomunidad musulmana y administradas por elEstado. Por tanto el propietario aunque fuesemusulmán tenía que pagar el impuesto corres-pondiente.

Abd al-Malik llevó a cabo una serie de refor-

mas administrativas en un proceso claro dearabización e islamización de los servicios delEstado: ordenó traducir al árabe la documen-

tación esencial sobre todo la fiscal y utilizar

la lengua árabe en lo sucesivo. Entre otrasreformas destacan la monopolización de la in-dustria textil de lujo  tiraz y del papiro sin ol-vidar la trascendental reforma del sistemamonetario.

Enfrentamiento entre árabes y bizantinos Ide Crónica bizantina, de Skylitzés siglo XIV, Biblioteca Nacional,Madrid

Page 12: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 12/30

Los musulmanes Invaden España en el 717  miniatura de las Cantigas de Alfonso X, siglo XIII, Biblioteca de ElEscorial

La independenciade l ndalus

Por María VigueraProfesora de Arabe. Universidad de Zaragoza

LA caída en Oriente de los omeyas 1 , cali-fas del Imperio islámico entre el 661 y el

750, repercutió de lleno en la PenínsulaIbérica, la provincia extrema al noroeste, in-corporada a aquel dominio desde el 711 con elnombre de al-Andalus y gobernada por   mir s

subordinados al poder central. Un omeya, Abdal-Rahman, escapó a la persecución de lanueva dinastía, la de los Abbasíes 750-1258 ,

y se independizó en al-Andalus del restanteámbito musulmán.  

Abd al-Rahman I  756-788), Hisam   788-796 , Y al-Hakam I  796-822 son los tresprimeros emires omeyas del al-Andalus queforman el ciclo iniciador de la nueva entidad

política allí creada por su dinastía. Con ellos-tres generaciones-, el Estado capitalizado

LOS OMEYAS 13

Page 13: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 13/30

en Córdoba se funda y se consolida para con-tinuar dos siglos más.

La dinastía omeya 2) no se implantó enal-Andalus por invasión armada o revolucióninterna; fue establecida por el genio de Abdal-Rahman el Inmigrado que desembarcó enAlmuñecar, mediado agosto del 755, tras ase-gurarse la acogida de los clientes familiares enla Península y de negociar el apoyo de ye-meníes y beréberes, en contra del establecido

gobierno qaysí. Así aprovechó las rivalidadestribales existentes; pero instalado como emiren Córdoba 15 mayo 756), se mostró con-ciliador, pretendiendo aglutinar los muy diver-sos elementos étnicos, sociales, religiosos yculturales de al-Andalus, que, con su tenden- .cia permanente a la discordia, constituyeron elmás grave reto a la pervivencia de la Españamusulmana y a las directrices autocrá,ticas ycentralistas de los omeyas. . .

Ocupado el poder, Abd al-Rahman I se titulÓsólo emir, respetando la unidad de califato enel Islam, aunque cortó políticamente con losabbasíes, que intentaron al principio recuperaral-Andalus. Muy rápida debió de ser; sin em-bargo, la. consolidación del Omeya, porque enseguida hizo frente con éxito a graves su-blevaciones. No sabemos exactamente cómolo logró, por más que las fuentes destacan sureorganización del ejército con mercenariosextranjeros, llegando a contar con cuarenta milhombres. Este fue un recurso constante de sussucesores, mal soportado por las gentes de al-Andalus, pues repercutía en sus tributos. Tam-

Bote de Almoguira.hijo de Abd al-RahmanIsiglo X Museodel Louvre

bién proc.uró la coordinación administrativa delterritorio, afianzando lo iniciado antes que yallevaba el cuño omeya.

Hisam 1, sucesor de su padre, Abd al-Rahman, reforzó esas dos líneas de cohesión,la militar y la administrativa, adoptando la es-

.cuela jurídica malikí, que se hará exclusiva ycuya fuerza será a la vez apoyo eficaz de ladinastía y pauta moral suya. Estos soberanosprocuraron además proyectar alguna cualidad

seductora que los cronistas cortesanos hacenaxiomática magnificencia, valor, piedad, cul-tura... o energía implacable), y que fue impor-tante para su aura política.

Las primeras noticias sobre rebeliones con-tra Abd al-Rahman indican cuáles eran loselementos con fuerza suficiente para opo-nerse al Estado: por un lado, los qaysíes,desplazados del poder; su reacción acaba conla muerte del anterior gobernador de al-Andalusen el 759, pero rebrota en Toledo 762-4 y 785),para ser una de sus últimas reivindicaciones

como árabes septentrionales. Sus antagonis-tas, los yemeníes, se alzaron también por con-siderar mal pagados sus apoyos al emir; aplas-tados junto al Bembézar 774), uno de ellos,Sulayman al-Arabi, todavía mantuvo su causapor la Marca Superior, provocando la campañade Carlomagno hasta Zaragoza 778), y unaintervención de Abd al-Rahman 781).

En la generación siguiente ya se nota,promovida por Córdoba, la intervención de per-sonajes autóctonos, conversos al Islam y en élintegrados como muladíes clientes a veces delos omeyas, que los utilizan contra la subver-

sión árabe y beréber, y que, también forta-lecidos, protagonizarán su propia lucha contrael poder central hacia los tiempos de al-Hakam I y durante todo el siglo IX. Por depronto, hacia el 800, los muladíes Banu Qasise alzan en el valle del Ebro y otros muladíeslo hacen en Toledo, siendo duramente re-primidos por al-Hakam y su colaborador, eltambién muladí Amrus. La subversión beréberfue continua, con los hitos de la región con-quense 768-777), Ronda 794) y Mérida 805-813). Además, se registran conflictos en lapropia familia omeya, sobre todo los originadospor dos hijos de Abd al-Rahman r que preten-dieron sucederle y suceder luego a su hermanoHisam 1, Y que buscaron apoyo en las Marcas,agravando el cuadro de esas zonas. Contra al-Hakam I se produjo también el primer motínciudadano, en el arrabal cordobés de la orillaizquierda   805, 806 Y 818), que implacable-mente reprimió el emir, secundado por elmozárabe Rabi.

La conflictividad interna marcó las relacionescon el exterior. Favoreció primero la insubor-dinación de las zonas septentrionales some-

tidas sólo por tributo al Islam, y luego propiciósu expansión. Abd al-Rahman I halló confi-gurada la resistencia cantábrica, vascona ypirenaica; contra las tres se envían, durante

 

Page 14: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 14/30

este período, campañas de castigo, conformelo permitía la estabilidad interior. El oponentemás agresivo fueron entonces los francos,contra los que sólo una aceifa importante al-canzaba Narbona 793 ; pero al-Andalus perdióGerona 785 y Barcelona 801 ; constituida laMarca Hispánica, los carolingios reforzaron losnúcleos peninsulares y amenazaron las zonasde ocupación musulmana, desde Zaragoza aTortosa. Pamplona se había independizado en

el 799 y el reino asturiano logró Santiago deCompostela en el 800. Frente al expansionismoterritorial cristiano no existe contrapartida delEstado cordobés, que no logra alterar su con-dición de frontera en retroceso progresivo.

 emodel ción y crisis

Superadas las agitaciones por la energía deal-Hakam, el emirato de su hijo y sucesor Abdal-Rahman II abre una prudente distensiónlograda por el emir, que antes, hacia el 820,

había sabido conciliarse a los muladíes BanuOasi, a Pamplona y a algún condado pirenaico.La paz general, con la progresiva apertura deal-Andalus al resto del mundo musulmán y laprosperidad que debió concurrir, posibilitaronuna cierta modernización de las estructurasadministrativas.

Cuando parecía enderezada la coordinación,sólo inquietada por un conflicto de árabes sep-tentrionales contra los del sur en Murcia

 823-830 y por un estallido beréber enMérida 828-834 , los mozárabes, sobre todoen Córdoba, entran en crisis de identidad,

rompen su estatuto de protección y buscan elmartirio voluntario 850-862 .

Más grave es la insurrección muladí, cuyaamplitud y persistencia revelan la doble fuerzade estos musulmanes nuevos: por una parte, lafuerza local; por otra, la lograda por susprimeros servicios de lealtad a los omeyasfrente a las sublevaciones de árabes y be-réberes, alzándose ahora, en muchos casos,donde los otros lo hicieran. Los síntomas em-

piezan durante el emirato de al-Hakam 1, paraagravarse durante todo el siglo IX, cuando

suena la hora de los muladíes, sobre todo enlas Marcas, donde el poder central más tran-sige con ellos por ser más eficaces, frente alexterior, en aquellas fronteras cuyas capitalescoinciden con las antiguas grandes urbesvisigodas de Mérida, Zaragoza y Toledo; enésta se alza al-Darrab, que muere en el 831, Ylos toledanos resisten seis años más. Con elemirato de Muhammad I vuelve la sedición allí;entre treguas y alzamientos, la ciudad escapaal control omeY2 en tiempos de Abd Allah. Enla Marca Superior, encabezados por Musa, eltercer rey de España los muladíes Banu Oasi

desafían a Córdoba entre el 842 y el 862;luego la zona queda prácticamente a su al-bedrío 872-884 , hasta que empieza el declivede aquella familia, consumado cuarenta años

Fremedelmihrab

de lamezquitade Córdobarealizadoen la épocadeal-Hakam //

IsigloX

Puerta del Sol

en Toledo

 

Page 15: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 15/30

después. En Mérida se alza Abd al-Rahman el

Gallego en el 868, con intermitentes sumi-siones hasta que Muhammad I le concede el

gobierno de sus dominios con amplia auto-nomía, heredada por sus descendientes. Y hayotros muladíes tenaces contra el poder central:los Tawil, en Huesca, o los Daysam, en Mur-cia-Lorca, y en castillos de Andalucía los

Saliya, Mastana, Habil, Sakir, Hudayl... y,sobre todo, Umar ibn Hafsun, desde el 879,

por los montes de Málaga. AI-Mundir llegó confama guerrera al emirato y de él pudo esperar-se alguna reacción, pero murió al cabo de dosaños ante Bobastro, y su hermano y sucesor,

Abd Allah, transigió con Ibn Hafsun, hacién-dole gobernador de Málaga, lo que no impidiósus nuevas rebeldías y las de sus hijos, quellegarán hasta el califato.

La reacción antimuladí no tardó en producir-

se; árabes y beréberes habían quedado enmuchos sitios relegados por aquella avalancha,

y empezaron a hacer valer su fuerza, alentadaahora en general por los emires omeyas: así,

en el valle del Ebro, Muhammad I procuró laascensión de los árabes Tuchibíes contra losmuladíes dominantes. En Toledo hubo una

reacción beréber y los Zennún llegaron adominar aquella ciudad un tiempo. Enfrentandoa los musulm n s antiguos con los nuevos el

emir Abd Allah consiguió salvar una agudísimacrisis. Es representativo, entre otros, el casode Sevilla, donde los linajes muladíes de los

Angelino y Sabarico fueron enfrentados y ven-cidos por los árabes Banu Hayyay y Banu Jal-dun; a continuación, los primeros se impu-sieron y se alzaron independientes. Entre la

anarquía general termina esta segunda época.Los buenos tiempos del emir Abd al-

Rahman II permitieron iniciar una serie derelaciones con algunos señoríos norteafricanos,

para hacer frente también a la pujanza de losaglabíes en Túnez  800-909 , que eran proab-basíes. Esos señoríos reconocieron un cierto

vasallaje a los omeyas de Córdoba y enviaronpersonajes a la Corte y al ejército andaluz; consimilares fines de contrapeso político huborelaciones con Bizancio, configurándose ya unjuego diplomático que la época califal desa-rrollará al máximo.

Respecto a los reinos cristianos de la Penín-

sula, sigue al-Andalus con sus campañas decastigo, que la paz interna durante buena partedel emirato de Abd al-Rahman II permitió llevarcon frecuencia contra Galicia, Asturias y Cas-tilla la Vieja,.sin evitarse las conquistas de Tuy,

León y Astorga, en el 854. Una decena deaceifas, entre el 855 y el 883, no contuvo el

avance del-reino asturleonés hasta Oporto  868), Burgos 884), Zamora 893), Osma

  912). La reconquista por el nordeste esmucho más lenta, entre otras cosas porque el

enclave pamplonés está aliado con los BanuOasi, aunque por ello recibe ataques cordo-

beses; sólo. al final de este período, con una

16 LOSO YAS

nueva dinastía, Pamplona se integra en el

bloque cristiano decididamente, y ensanchasus dominios a costa de los Banu Oasi sobre

todo. En la buena época de Abd al-Rahman 11

fueron sitiadas Barcelona y Gerona 828); diezaños después se algareó hasta Narbona; Cór-doba procuró apoyar ciertas rebeldías inte-riores de la Marca Hispánica. Pero en los días

críticos de Abd Allah no hubo ya aceifasoficiales y los enclaves fronterizos cuidaron asu aire la hostilidad externa.

  culmin ción del c lif to

En su tercer período omeya, al-Andalus cul-mina sus realizaciones políticas. Las dotes deAbd al-Rahman 111,clarividentemente elegidosucesor por su abuelo Abd Allah, sacaron a al-Andalus del marasmo interior y revitalizaron lamáquina militar y la administrativa.

Primero fue imponerse a la anarquía. Antesde acabar el año de su proclamación, 912, elnuevo emir redujo a los Zennún de la Marca

Media; luego concentró sus actot en Anda-lucía: sometió Jaén, Elvira y Sevilla 913); des-pués Valencia, Murcia, Niebla, Mérida 916),Bobastro 928), siguiendo por Beja, Ocsonoba,Játiva, Sagunto 929), Badajoz 930) y Toledo  932). Su control alcanzó luego a las grandesfamilias feudatarias en teoría obedientes alpoder central, obligándoles a cumplir sus ser-vicios económicos y militares; la reacción con-tra esto en toda la cuenca del Ebro produjo ungrave levantamiento 933-937) y alguna traiciónque surgió en la batalla de Simancas 939).Pero se les impuso Abd al-Rahman, lograndoun mejor engranaje de las Marcas en el Estadoy de las poderosas familias hispanoárabes yberéberes en la Corte cordobesa, donde se lasve figurar, satisfactoriamente también, en laépoca de al-Hakam 11, hijo y sucesor de Abdal-Rahman 1II y plenamente identificado con suactuación.

Esa ooordinación del funcionamiento políticode al-Andalus permitió asumir un papel exterioractivo, entre los otros dos polos de podermusulmán que son los abbasíes de Bagdad ylos fatimíes de Túnez; frente a estos últimos,

que desde el 909 adoptaron el título califal, losomeyas de al-Andalus lo usan también desdeel 929, rodeándose de un protocolo ostentoso yun sentido de la dignidad soberana. Pero,sobre todo, despliegan sus influencias rela-cionándose con Bizancio y Alemania, buscandoalgún enclave en el continente europeo-como pudo ser Fraxinetum y creando enel norte de Africa una línea de territorios

vasallos y otros de ocupación Melilla, en el926; Ceuta, en el 931; Tánger, en el 952;Tremecén, en el 956). Los fatimíes no des-cuidan su ofensiva ataque a Almería, en el

955), a pesar del poder marítimo omeya impul-sado por Abd al-Rahman 111,y desde el 958provocan un retroceso de los oontroles cor-

Page 16: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 16/30

Capitel de unacolumna del palaciode Med¡ 7aAzahraCórdoba

El excavador de Medina Azahra FéliX Hernández ante unos arcos del salóndel palacio

Vista general delas ruinas

de Medina  z hr

Page 17: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 17/30

Bote de marfil realizado en el 964 para una favorita de al-Hakam // Museo Arqueológico Nacional, Madnd

dobeses en el Magreb, recuperando en tiem-pos de al-Hakam 11,cuando el interés enemigose centró en Egipto; pero la lucha por lasupremacía dura todo el siglo X.

Al asumir Abd al-Rahman 111 el poder,procura en seguida poner coto a los avancescristianos, primero a los asturleoneses, queacaban de llegar al Duero. Hay inmediatasreacciones a los ataques de Ordoño 11porEvora (913), yéndose contra León (916) y SanEsteban de Gormaz (917). La alianza León-

Pamplona es conjurada en Mitonia (919) yMuez (920); nuevas ofensivas aliadas se cas-tigan con la aceifa de Pamplona (924), tras laque Abd al-Rahman 111retiró de la frontera alos Banu Qasi, incapaces de enfrentarse a lanueva hostilidad introducida por Sancho Gar-cés 1. La ofensiva de Ramiro 11culmina en la

grave derrota de Simancas (939); tras ella, elcalifa no vuelve a ponerse en cabeza de sustropas y el rey leonés, acrecido, tarda dosaños en convenir tratos, mientras Córdobadespliega gran actividad diplomática que lograpaces con Barcelona. La reacción califal seimpone y la capital de la Marca Media se llevaa Medinaceli (946) con mayor radio estraté-gico, iniciándose al doblar el siglo ciertasuperioridad militar cordobesa, que tampoco

18 LOS OMEYAS

logra conquistas territoriales y que debe ar-ticularse con los conflictos internos de las Cor-tes cristianas, que permiten al califato de al-Hakam II ejercer una hegemonía pacífica, conbeneficios económicos y territoriales proceden-tes de embajadas cristianas por ayudas o nobeligerancias.

  n de los Omeyas

Sucedió a al-Hakam 1Isu único hijo, con sólodiez años. En las luchas por la regencia vencióun cortesano, Muhammad ibn Abi Amir, que setituló prinéipescamente Almanzor, y desde el981 acaparó todo el poder efectivo, mientras elcalifa, anulado, quedó relegado a figuróndecorativo. Esta lesión de la autoridad omeyabuscó compensarla Almanzor con una especialeficacia que le llevó a dirigir en persona unacincuentena de campañas contra los reinos

cristianos, exacerbando sus relaciones; graveresultó también que introdujera en el ejército yen la administración elementos ya no inte-grables de nuevos beréberes y eslavos, sólosometidos a él y a sus sucesores, sus hijosAbd al-Malik y Sanchuelo; éste logró que elcalifa le nombrara heredero y así quebró ellegitimismo, colmó la ruptura de la autoridaddinástica y provocó la reacción omeya, quehizo abdicar a Hisam 1Ien su pariente Muham-mad 11. Incontrolada la pretensión del poder,seis omeyas y tres hammudíes se suceden enCórdoba, mientras al-Andalus se fracciona en

taifas. El califato fue abolido en 1031, Y con élacaba la dinastía que forjó la identidad políticade al-Andalus; pero de los omeyas quedó suimagen, por encima de todo unificadora, quequerrá revivir, siglos después -según MármolCarvajal-, un caudillo morisco que adoptó sunombre: Aben Humeya.

]

 OT S

 1 En ..Consideraciones sobre el califato omeya de

Oriente.., AI-Andalus, 39 (1974) 407-30, G. Gabrieli hizoun balance general del tema, al que puede añadirse elanálisis sobre el final omeya de T. Nagel, Untersuchungenzur Entstehung der Abbasidischen Kali1ates, Bonn, Orien-talische Seminars der Universitat, 1972.

(2) El bloque principal de noticias sobre los omeyasde al-Andalus quedó fijado con certeza desde P. de Ga-yangos, en su traducción y notas a al-Maqqari, The History01 the Mohammedan Dynasties in Spain, 2 t.. Nueva York-Londres. 1840-43 (reimpr. Nueva York. 1964). contrastán-dose errores anteriores. R. Dozy y E. Lévi-Proven¡;;al esta-blecieron la elaboración vigente: el primero en Histoire desmusulmans d Espagne, 711-1110. Leiden, 1861 (varias tra-ducciones castellanas), revisada por el segundo en 1932,que publicó su propia obra, El Cairo. 1944 y 2. ed..Leiden-París, 1950-3, que con trad. e introd. de E. GarcíaGómez, forma el tomo IV, España musulmana 711-1031 deJ. C.), de la Historia de España dirigida por R. MenéndezPidal. Madrid. Espasa Calpe, 1950 (3. ed., 1967). Sobreello ha habido diversos avances en las fuentes, con lasnovedades 6 mejoras textuales en Ibn Hayyan, al-Udri,Ibn Bassam, Ibn al-Kardabus, Ibn al-Askar e Ibn al-Sabbat.

Page 18: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 18/30

  rte y literaturaPor M a Jesús RubieraMata

Profesorade Literatura rábiga UniversidadComplutensede Madrid

LOS omeyas de Oriente  661-751 , a pesar de haber trasladado la capital del Islam desde laPeninsula Arábiga a Damasco conservaron sus raices culturales arábigo-beduinas incluso

como talante vital ya que se quejaban al menos como tópico literario de padecer Ayma, esdecir sed de leche de camella. Esta actitud casi romántica respecto a la vida nómada de losárabes preislámicos determinó que los omeyas construyeran palacios en las zonas limitrofes conel desierto de dominio sirio-palestino aunque estas residencias no fuesen ya precisamente lastiendas de piel de camello de los árabes esquenitas sino edificios cuya arquitectura era deudoradel arte bizantino con mosaicos baños helenisticos y oasis-jardines hechos a imitación de lospersas y romanos como el palacio de Qusayr Amra en el desierto de Jordania recientementereconstruido.

Además de árabes los califas omeyas se sentian jefes de la comunidad y fueron fieles aesta misión aunque sus enemigos dijesen lo contrario promoviendo la construcción de grandesy ricas mezquitas t anto en la Peninsula Arábiga como en la zona sirio-palestina. Asi la mez-quita de Damasco o en Jerusalén la cúpula de la Roca y la mezquita de al-Aqsá construidas

lo mismo que los palacios según los modelos del arte bizantino aunque con nuevas técnicassurgidas para solucionar los problemas especificas que planteaba el culto musulmán y que crea-ban un nuevo tipo de arte: el propiamente árabe. Pero si los omeyas no poseian una tradiciónartlstica y hubieron de adaptar las formas arquitectónicas de otras culturas no era lo mismo enel terreno literario ya que la cultura árabe-beduina habia desarrollado una poesia muy per-feccionada cuya forma era la casida largo poema de rima monótona y musicalidad solemneque habia servido al árabe preislámico para expresar sus vivencias de hombre del desierto.

La poesia omeya seguirá el viejo modelo aunque éste comience a ser anacrónico paraexpresar las nuevas y mÚltiples experiencias del árabe-musulmán conquistador de todo un mun-do. Los poetas beduinos saldrán del desierto para recitar sus casidas a los califas omeyas ape-

Patio de /a mezquita de Kairuán ún z

Page 19: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 19/30

Escena de baño en las pinturas murales de Qusavr mra Jordama

nas actualizadas para servir a la política de susseñores, con sus diatribas contra los enemigos

de la dinastía, como los siíes secta que nuncaadmitió la legitimidad omeya.. Entre estospoetas beduinos-cortesanos, d~stacó un fa-moso trío: al-Ajtal, Charir y Farazdaq, cantoresde los omeyas y enemigos entre ellos. Tambiénen la Corte omeya va a surgir una prosa li-teraria en manos de los escribas, que obli-gados a dar flexibilidad a la lengua árabe alutilizarla en los documentos oficiales, crearonun estilo e incluso formas literarias inéditas enla cultura de los árabes.

Por otro lado, la expansión militar del Islamde la época tuvo también consecuencias li-

terarias, al nacer la historia con el relato delas primeras conquistas islámicas, y desa-rrollarse la oratoria con los vigorosos ser-mones-arenga de algunos conspicuos per-sonajes del Imperio. Y en la Península Arábiga,mientras se desarrollan profunda y profusa-mente los estudios religiosos, una sociedadopulenta gracias a las riquezas conseguidaspor la conquista, crea nuevas formas poéticas,liberadas en parte de la solemne pesadez de lacasida, gracias a la contribución de la músicapersa, y cuyo tema es el amor desde una

doble perspectiva; como una pasión idealizadaque nunca logra su objeto, al amor   drí ycomo un alegre pasatiempo frívolo, el amorlibertino, protagonizado por galanes ricos yociosos que osaban cortejar a las damas a los

20 LOS O YAS

mismos pies de la Piedra Santa de La Meca.Los lánguidos y castos poetas udríes se con-vertirán en la literatura posterior en amantesarquetípicos del amor   ortés y la poesía bag-dadí llevará el tema erótico hasta sus últimasconsecuencias.

 n ndalucía

En el año 750, Marwan 11, último califaomeya, es derrotado por Abu al-Abbas al-Saffah, que supo aglutinar bajo su mando atodos los enemigos de los omeyas y fundaráuna nueva dinastía: IJs abbasíes, cuya capitalserá Bagdad. La familia omeya fue masacrada

por el nuevo califa, y sólo un joven príncipe,Abd al-Rahman, logra escapar y llegar a laPenínsula Ibérica, al-Andalus, el más occiden-tal de los dominios musulmanes. Allí su estirpereinará hasta el primer cuarto del siglo XI 756-1031 .

En tan largo transcurso de tiempo, losomeyas de Occidente tendrán unas coorde-nadas culturales distintas de las de sus an-

tepasados orientales; en primer lugar, por eldistinto substrato étnico cultural de su reino, yen segundo lugar, por la propia evolución de lacivilización árabe, que abandona sus airesbeduinos cuando su centro político y culturalse traslada a la mesopotámica Bagdad.

Pero cuando Abd al-Rahman I se instala en

Córdoba, sigue el modelo de sus antepasados

Page 20: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 20/30

 abennro de cQlumnas de la mezquita de órdQba

sirios: intenta paliar su nostalgia por su patria

construyendo una almunia o finca de recreo enla campiña cordobesa como las que levantaronsus abuelos en las riberas del desierto e incluso importa plantas exóticas que como lapalmera a la que dedicó un famoso poema lerecordasen su lejana Siria. y también comohabían hecho sus antepasados en Orienteconstruye una gran mezquita en Córdoba quesi sigue el modelo sirio contiene técnicas ymateriales autóctonos configurándose así elcomienzo del arte hispano árabe.

La llegada de Abd al Rahman sirve ademásde revulsivo a la pOblación de la Penínsulacomo si se tomase entonces y no antes conciencia de la presencia árabe a nivel religiosoy cultural como si hasta entonces las relaciones sólo hubiesen sido de tipo militar incluso desde el punto de vista de los propiosárabes que parecen haber vivido exclusivamente como una guarnición en tierra invadidacon los ojos puestos en la lejana metrópoli adonde hay que volver. Al arraigarse los omeyasen al Andalus comienza una rápida arabización e islamización debida en parte a quelos súbditos de los omeyas a pesar de la

enemistad de sus señores con los abbasíespodían ir libremente de peregrinación a losSantos Lugares del Islam bebían de las mismas fuentes de la civilización islámica y alregresar enseñaban a sus compatriotas lasciencias y letras orientales. Tal vez fue el caso

 QsaicQs de la cúpula frente al mihrab de la mezquita de órdQba

Page 21: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 21/30

del gr n dino Ibn Habib, nacido a finales delsiglo VIII y primer historiador de al-Andalus ydocto en ciencias musulmanas.

Otra corriente cultural la establecían losorientales llegados a al-Andalus por muy diver-sas razones, desde el comercio a la aventura,pasando por el espionaje: maestros, músicos,poetas, misioneros, llegaron a al-Andalus ytuvieron al corriente a los andalusíes sobre lasúltimas modas literarias y artísticas de Bagdad,que vivía su siglo de oro. Y así, ya en laprimera mitad del siglo IX, suenan los nombresde los primeros literatos andalusíes como elpoeta al-Gazal, donjuán de su época y em-bajador de Córdoba en Bizancio, o Abbas ibnFirnas, personaje curioso, astrólogo e inventor,además de poeta, que protagonizó un vuelofrustrado, vestido de pájaro.

La bagdadización de Córdoba se acentuó enel reinado de Abd al-Rahman 11 822-852),fenómeno simbolizado en la persona del

músico y cantor iraquí Ziryab, que, como ár-bitro de la elegancia, dictó la moda oriental alos cordobeses, que se vistieron, cantaron,comieron y se peinaron como los bagdadíes.AI-Andalus vivió un primer esplendor cultural ypolítico que se reflejó también en el arte: elemir Abd al-Rahman amplió la mezquita deCórdoba construida por el primer omeya de al-Andalus ya con materiales hechos ex profeso,y añadió nuevos recintos a su alcázar cor-dobés.

En la segunda mitad del siglo IX, por con-

traste, la dinastía omeya sufre una grave crisispolítica: las diversas etnias de al-Andalusparecen tomar conciencia de su propia iden-tidad y se rebelan. Los mozárabes, los mu-ladíes, los propios árabes de origen, los be-réberes, se alzan en armas y llegan a dejarreducido el poder de los emires al alfoz deCórdoba. La crisis tiene también sus conse-cuencias culturales como la literatura latina delos mozárabes o los poemas de algunos de losrebeldes.

  adurez cultural

Tras este paréntesis, las etnias de al-Andalus se van a fundir en una unidad políticay cultural bajo el califato, aportando cada unade ellas parte de su personalidad, en unmosaico abigarrado que constituirá la civi-lización andalusí, de características propiasdentro del mundo islámico. El fruto de estafusión literariamente será la moaxaja, formapoética original de al-Andalus, muy alejada dela casida clásica en métrica y rima, formada

por una serie de estrofas, la última de lascuales es una cancioncilla romance, inventogenial de un poeta cordobés de finales del si-glo IX y que llegará a tener un éxito extra-ordinario.

22 LOS OMEYAS

Esta madurez de la cultura andalusí coincidecon el reinado de Abd al-Rahman III 912-961), que logra pacificar al-Andalus y seproclama califa como sus antepasados orien-tales, rompiendo el último vínculo político conBagdad, aunque continúa la corriente culturalcon Oriente. Así, el poeta oficial del califa, IbnAbd Rabbihi, compone un libro misceláneo,titulado El collar único en el que recoge toda

la tradición literaria de Oriente como si hubieseescrito el libro a orillas del Tigris y no junto alGuadalquivi r.

El califato representa también la cumbre delarte hispano-árabe, tanto desde el punto devista de la arquitectura como del de las artesmenores como la cerámica o la eboraria. Abdal-Rahman III es un soberano constructor: hizo

levantar un nuevo alminar para la mezquita deCórdoba, amplió de nuevo el alcázar, haciendotraer a sus ajardinados patios las aguas de lasierra, y construyó la ciudad de Madinat al-

Zahra, cuyas descripciones literarias pare-cerían producto de la más desbordante fan-tasía, si no fuera porque han sido confirmadaspor la arqueología: pavimentos, columnas ycapiteles de maravillosos mármoles abiga-rrados, fuentes de oro, albercas de mercurio,juegos de agua, jardines arrayanados y hastatejas de oro

~

 iteratura

El califato produce una literatura áulica, en-

cargada de cantar las glorias de los omeyasandalusíes: los historiadores se dedican a

relatar la grandeza de al-Andalus desde su yalejana conquista musulmana, como al-Razi elmoro Rasis) o Ibn al-Qutiyya el hijo de lagOda). o a recoger las biografías de sus hom-bres ilustres, como al-Jusaní, autor de unaHistoria de los jueces de Córdoba Los poetasse convierten a su vez en funcionarios áulicos,encargados de glosar con sus panegíricos loshechos del califa, y esta poesía cortesana llegaa tener tan alta calidad que puede exportarse:un disidente, Ibn Hani, huye a la Corte de losfatimíes, enemigos de los omeyas, para cantarla gloria de este Imperio africano y sií Por otrolado, los orientales continuaban llegando a al-Andalus como el filólogo Abu Ali al-Qali, cuyasenseñanzas admiraron a los cordobeses hasta

el punto de que Abd al-Rahman le nombrópreceptor de su hijo y heredero al-Hakam.

Cuando éste llega a califa, tras el largoreinado de su padre, es un hombre maduroque ha ocupado muchas horas de su vida en lalectura, reuniendo una inmensa biblioteca. Losliteratos, historiadores y poetas siguen pululan-

do por los pasillos del palacio, bajo la protec-ción del califato, aunque haya algún disidentecomo al-Ramadí el Ceniciento), cuyos mor-daces versos le llevaron a la cárcel. AI-

Hakam I1 emprende la construcción de la parte

Page 22: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 22/30

Cirvo de Medina Azahra

 Museo ArqueológicoNacional, Madrid

más noble de la mezquita de Córdoba: la maq-

sura, con sus bóvedas nervadas y sus arcoslobulados, y el mihrab, para el que hizo traerun magnífico mosaico de Constantinopla.

 ictadura de lmanzor

A la muerte de al-Hakam 11,un ambiciosocortesano, Ibn Abi Amir, que pasará a la His-toria con el nombre de Almanzor, detenta elpoder califal, aprovechando la minoría de edadde Hisam 11,al que rodea de lujos y placeres

en la dorada prisión de su palacio hasta con-vertirle en un inútil. La dictadura de Almanzorno representa una solución de continuidad dela florecientecultura omeya, a pesar de  l úngesto aislado, cara a la galería, como laquema de algunos libros sospechosos de im-piedad de la biblioteca del difunto al-Hakam 11.El dictador intenta emular en todos los aspec-tos a los omeyas y por ello amplía de nuevo,con cierta vulgaridad, la mezquita de Córdoba,y se construye una ciudad-palacio propia,Madinat-al-Zahira, para empalidecer el brillo dela de Abd al-Rahman 111.Y al regresar de sus

campañas contra los cristianos, se rodea en suCorte de los más brillantes literatos del reinoque llegaban a esta posición privilegiada des-pués de sufrir una especie de examen en laque los literatos consagrados juzgaban a losaspirantes.

Puerta de San Esteban

de la mezquitade Córdoba

Uno de estos contertulios por oposición fue

Said de Bagdad, capaz de improvisar unpoema floral o componer una novelita de amoren un momento, para agradar a Almanzor, yque tal vez por su condición de oriental fueacusado de falsario, pues los andalusíescomenzaban a superar su complejo de infe-rioridad provinciano, y ya no aceptaban sinmás que lo oriental fuese sinónimo de calidad.Así no tuvo problemas el andalusí Ibn al-Darrachal-Oastallí, que tras el correspondiente examense convirtió en el cantor oficial de Almanzor yde sus campañas triunfantes con extraordi-narios poemas, aunque dentro del manierismoque había marcado como modelo el mayorpoeta de los árabes: al-Mutanabbí.

La dictadura de Almanzor se prolonga,política y culturalmente, tras su muerte 1002 ,con su hijo y hechura, al-Muzaffar. Los poetasde su padre continuaron en su Corte, así comoalgunos nombres nuevos como Muhammad ibnUbada, autor de inspiradas moaxajas. Perotras el asesinato de al-Muzaffar por su her-mano 1008 , los males soterrados que hacreado la dictadura afloran violentamente a lasuperficie. El segundo vástago y sucesor de

Almanzor, que pretende suceder en el califatoa Hisam 11, es asesinado y el infeliz califa,derrocado. Se inicia entonces la titn laguerra civil, en un período de enorme con-fusión en el que son proclamados varios califasomeyas, hombres de paja de las facciones en

LOS OMEYAS 23

Page 23: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 23/30

Arco lobulado de la mezquita de Córdoba

pugna. Los beréberes asolan Córdoba   destruyen las dos ciudades palacio: al Zahra y alZahira. Tras el dominio intermitente de las fac

ciones berberiscas y de las restauracionesomeyas los propios cordobeses cansadosdestronan al último de estos califas títeresHisam 111 en el año 1031 Y proclaman unaespecie de república mientras el resto de lasprovincias de al Andalus ya hacía tiempo quese habían dividido en reinos autónomos taifas.Los omeyas habían terminado su singladuraoccidental.

Pero durante este último período los veinticinco últimos años del califato omeya laliteratura andalusí fue capaz de mantener unaalta tensión intelectual. Si los brillantes literatos de la Corte de Almanzor como Ibn Saido Ibn al Darrach habían huido de Córdoba ohabían perecido entre sus ruinas como elerudito Ibn al Faradi autor de una Historia delos sabios de al Andalus una nueva generación toma el relevo. Estos epígonos de lacultura del califato forman un grupo homogéneo no sólo por la edad s ino por su mismoorigen social: son los hijos de los grandes fun

cionarios de la Corte de Almanzor los aristócratas del antiguo régimen que vivieron unainfancia dorada en Madinat al Zahira y recibieron una esmerada educación que les hubiese permitido ocupar los altos cargos de sus

24 LOS OMEYAS

ote de marfil para guardar perfumes realizado por Halaf en laépoca de al Hakam II

padres en un futuro que no llegó nunca. Seránpor tanto furibundos partidarios del antiguorégimen que aspiran a restaurar y mantendránun talante elitista y aristocrático para defenderse del mal gusto que les rodea.

Los más conspicuos representantes delgrupo serán Ibn Suhayd Ibn Hayyan e IbnHazm. El primero será el Lord Byron de laépoca cínico libertino y extraordinario poetay autor de una original obra de crítica literaria:La epístola de los genios en la que simula un

viaje a ultratumba acompañado de su genio inspirador su musa en versión árabe paraconocer a los genios de los poetas clásicosanalizar su poesía y emularla sosteniendo larevolucionaria teoría de que el poeta nace y nose hace. Ibn Hayyan será el historiador delgrupo que edita con un criterio casi modernolas obras históricas del pasado en su obra alMuqtabis y relata los acontecimientos de suépoca en el Matin; Ibn Hazm personalidad deextraordinaria talla jurista filósofo historiadorpoeta y pensador original y polémico compusodurante sus años juveniles en plena agonía del

califato tal vez la mejor obra que nos halegado la literatura hispano árabe: El collar dela paloma tratado del amor y los amantesteoría y crónica sentimental y erótica del alAndalus omeya.

Page 24: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 24/30

Cultivo V recolección de plantas medicinales, según el Libro de los Antídotos, 1199  Biblioteca Nacional, París)

Paso de la cienciadel undo ntiguo

Por M. V. Villuendas

Del Instituto de Historia de la Ciencia.

Real Academia de Buenas Letras de Barcelona

GEORGE Sarton, profesor que fue de la Universidad de Harvard y uno de los mejores histo-riadores de la ciencia, en el volumen I de su obra Introduction to the History of the Scien

ce dice: La adquisición de conocimientos positivos y su sistematización es una actividad huma

na realmente acumulativa y progresiva. Por ello, vamos a intentar dar, brevemente, una idea delos conocimientos que fueron acumulándose a lo largo de los años y que, después, recibieronlos árabes.

En la Antigüedad, dos países destacaron por sus adelantos científicos: Egipto y Mesopotamia.Ambos, al comienzo del tercer milenio a. de C., habían alcanzado un grado de cultura bastanteelevado, que incluía el uso de la escritura y una cierta cantidad de conocimientos matemáticos,astronómicos y médicos que les permitió desarrollar un sistema de numeración muy técnicoy una habilidad matemática sorprendente. Los babilonios, además, acumularon, con propósitosastrológicos, observaciones sobre Venus y compilaron catálogos de estrellas de forma quepronto estuvieron en condiciones de predecir eclipses. También es de notar que la numeraciónbabilónica presenta caracteres que no se encuentran anteriormente: es una numeración posi-cional de base sexagesimal. En la numeración posicional, el valor de un signo numérico depen-de de su posición relativa en el seno del número escrito y simplifica enormemente las opera-ciones. Este sistema, similar al que hoy en día utilizamos en los relojes, deja el valor propio alas unidades de primer orden, multiplica por 60 las de segundo y por 602 las de tercero y, así,suvesivamente,

Estos conocimientos fueron sistematizados y, en el caso concreto de Egipto, tenemos ia4fii'A.;,Q;,maciónespecialmenteimportanteporquese conservandos antiguospapiros:el de Golenisr(r:f í~ ~ ~

;~~~~~~LOS OMEY~/ O25. d~ § ~

e/vy; -1.~

Page 25: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 25/30

enMoscú y el de Rhind en Londres y Nueva York.El primero data del siglo XIX a. de C. y el segun-do del siglo VII a. de C., copia ambos de otrosmás antiguos. Los dos pueden ser conside-rados como verdaderos tratados matemáticos,

si bien algo primitivos.De la misma época que el papiro de Rhind,

poseemos otro que trata de medicina. Está or-denado sistemáticamente, tal como se havenido haciendo hasta la Edad Media, y con-

tiene cuarenta y ocho casos clínicos, todoscon el nombre del paciente, examen, diagnós-tico, juicio, tratamiento y glosa.

 enicia e srael

Desde el tercer milenio a. de C., la regiónsituada entre Egipto y la Alta Mesopotamia ha

Filósofo árabe Iminiatura persa del siglo XIII Biblioteca Nacional.Parls

_1iIIIIIl 1 I

tenido una civilización, no desprovista deoriginalidad y bastante homogénea, que recibeel nombre de civilización cananea nombretomado de la Biblia que llama Canaán al paísdonde se instalaron los hebreos, o sea, Pales-tina, aunque en la misma Biblia y en otros es-critos tiene mayor extensión e incluye tambiéna Fenicia y parte de Siria.

De Fenicia se han perdido la casi totalidadde los documentos, sólo conservamos algunos

escritos sobre tablillas de arcilla, restos derelojes de sol, etcétera. A los fenicios de-bemos el invento del alfabeto y ellos lo trans-mitieron a los griegos y, a través de éstos, atodo el mundo, excepto al Extremo Oriente.Los conocimientos de matemáticas, astronomía

y medicina los tomaron de sus predecesores.Sobre la ciencia hebraica antigua, nuestra

única fuente de información es la Biblia, libro

religioso que no presenta escrito alguno cuyotema sea propiamente científico, aunque sí dareferencias científicas. En matemáticas, por

ejemplo, encontramos dos sistemas de nu-meración: el decimal y el sexagesimal; elnúmero 12 se -encuentra con frecuencia: 12

tribus de Israel, 12 panes de proposición 12puertas de Jerusalén. Pero, en general, co-nocieron pocas matemáticas razonadas y sebasaron en procedimientos empíricos.

La Biblia habla de numerosas enfermedades:

de ojos, lepra, pestes, etcétera. El enfermorecurría, para curarlas, a prácticas religiosas omágicas.

 a  ndia

,.:

I

 I~

 

La historia de las ciencias de la India es unade las más copiosas que existen y que seremonta a 1500 años a. de C., pero el estudiode sus progresos se hace particularmentedifícil porque carecemos de datos cronológicosfiables. Sólo son seguras las fechas cuando lascitan historiadores griegos, chinos o árabes, detal forma que es imposible saber con exactitudel nivel exacto de sus conocimientos hasta

llegar al siglo V d. de C., fecha de los trabajosmás antiguos que poseemos y que estánrecogidos en los cinco Siddhantas. Son éstos

unos tratados teóricos sobre (istronomía ymatemáticas que presentan indudables influen-cias griegas. Sin embargo, se encuentran enellos ideas originales, muy importantes sobretodo como aportación al estudio de la cienciatrigonométrica: el uso del seno, seno verso ycoseno en vez de la cuerda, única función

trigonométrica utilizada por los griegos. Estostratados fueron sistematizados por Aryabhata,a fines del siglo V, y desarrollados más tarde,en el año 665 d. de C., por Brahmagupta.

 hina

Desde el siglo V. a. de C., período de losreinos guerreros China ha sido uno de lospueblos más adelantados en sus conocimientos

Page 26: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 26/30

-. --- -- - ..~

~

~'~'- ,...   ).--:.-).:;,)-:,.1 

, ..), I l

,' ,W  'i:\

,

'1'

\ .,  ~¡,'l,

.',,

 ,' ,.

í ',,' ,', 'v.~1¡.~.~ I L\': '1'.' , . f.,L.~,~,a/ ~J,. - '- ~ 4'E ' \.::.

I ,J<~,~ A-~Yfi1;¡'¡M~ ~¡,.~)u;iJ~ ,I~'.J~~~ft, ,.,;.r. ;.,F~~,~ )l~l'::

;~-C.,~~IJy>I 'IJ.4;.), ,I;--.ro))' ~7 ,~~ ~<J:I

~ ,~¡f~t..~~)' ~.J.,..,., ~ V,l~i'  ~~'~1';M:1L.::C~;'¡ 'J.~t':':i~. lI;CLv'~~I i:-r,I~' ~i~:.J.. ,'..\.', ',:,\, :. 'of .j. L.~v:.).:.,S. A '-~.t~-:'-~~d ,~ ,.[

.'(/JI ': ',11 .', o', ,.,~ '~.'.' 4.)

:::',,~~~~<:I,.' .~o .. J/--' - 0;;¡~ '

'~_1' H;I<.f.¡j.~~ i','17uJLJ'1~~i>~~,~~r. ,

,

~)~:lh:: ~,

'

,

rI

,

. .t.,

'

,

'-  '~ ~~~,. ,

~l

 .j~;>~;;.~~~,¡.c. . ~,i :Mi.' ,'c,L< .c :l

,

' ,J   . ::1.., , ) o 'f.., ) '1'- I/JI;:,r- -=--- ,I,.,~, . . J,I..-, ... /j~ ..

, 3:f--,~lq . ,. ~IJ'~ ':'~ .,. ,,' ,,;¡+ ~-.:r.,

.J¡¡,.¡,u:;::',jI)4:; ~) f~~ \,,~~~Y, 'rvo i::'\ 'o'

d:-' ,, .k Wi

,

' .:'/.)1  .;,;...~,. j'~ .j. v-'l6.{) '~'

  ,

...':.:.41' ~

.;;

,.~,

.~.1

,

.,

'

1,

 '

 ,

;

 

';;~':1I.'(' 0+ ':' li

,

<:'

,;;;, ,.'.~t. ~ ' ,, r .~. ctp0~~ .: '~;1;;1~, . . .. \:~

,

k..d~.' 1;')'1., ,'~'.~ . .~uÁl'I}~k-J

1,5 ' .Alr .;r /O ,,- ~' -.: ..dl/';'( /...,. .~;... lJ::,.yf..¡;...~ ~

--:.;-~-' >f, , ,', '1* , . ., , .., . 1' ...,,¡ j/J_

,~.J,'l4lli

  -I..,;<-/,,<-,,~ . . ,, . . J' I I~.',.../ ' ..~;~-1~; V

d. ; r ;' '~JLtr-t::'

.. f .' :;' . ', , ;. .. ,'- ~~ .1~f wli J; ttV/C ¿ ,~;JJ'

,.;. ;. s:,)l¡.i . ; ~I J ,J, ]O:

Manuscrito atribuido al f¡Jósofo Alfarabí, traductor dé Aristó-teles Ibiblioteca del monasterio de ElEscorial)

científicos. El Imperio de los Tsin y de los Hanes, sin duda, más importante que el mace.dónico, griego o hindú contemporáneos.

Lo más interesante de la ciencia china esque casi nunca parece que fuese deductiva.Para un confuciano no hay por qué definir apriori los conceptos; éstos y sus términossugieren una reacción objetiva de la que siem.pre se tiene un conocimiento a posteriori. Lasrelaciones, pues, son siempre recíprocas, nun-ca en un solo sentido. Debido a este fenó-meno, en el ámbito de las matemáticas, por

ejemplo, el álgebra predomina sobre lageometría; en mediCina, la acción a distanciade la acupuntura y de las puntas de fuego,sobre la cirugía, y en sociología, los sabiosobran con ejemplos.

Grecia

Todos estos adelantos culminaron con lo quese ha llamado el milagro griego. Ahora bien, siéstos no hubieran tomado una parte de losconocimientos de Egipto y Babilonia y nohubieran conocido los adelantos orientales en

materia científica, la perfección alcanzada pormuchos de sus sabios sería incomprensible. Des-graciadamente, tampoco puede seguirse latransmisión completa de estos conocimientos,ya que, por citar un ejemplo, entre la edad de

'11' ~ - ,

lrJ- '

'o ...j ,

~,.,

\

 

'~ 

-'.~

,. ,,,

d,,

'... ~\ . ' ,, \¡I . .

-. f, ~ ¡) , J' , L...~. -- .. -...  Aristóteles enseñando Isegún miniatura árabe, Museo Británico,Londres)

oro de la ciencia egipcia y la edad de oro de laciencia griega transcurren más de mil años.Tampoco es fácil explicar las causas que leshicieron adoptar una actitud científica tan pura,desinteresada, clara y falta de prejuicios.

Sin duda, y es interesante tenerlo en cuenta,los fundamentos de esta ciencia son orientales,y es probable que no hubieran podido construirnada comparable sin esos fundamentos, peroel espíritu, que la elevó a un nivel que.ha sidola admiración de todos los tiempos. fue oc.cidental y sus triunfos constituyen el orgullo detodos los científicos.

Vamos sólo a recordar el nombre de algunosde estos genios por la influencia que han tenidoen generaciónes posteriores y, sobre todo, enla historia de la ciencia islámica.

Como matemáticos destacaron: Pitágoras f. 532 a. de C. , del que no ha sobrevividoescrito alguno, por lo que es imposible distin-guir sus propias teorías de las de sus discí-pulos, Hipócrates de Chios f. 450-430 a, deC. , que escribió el primer libro-texto sobregeometría. Eúclides f. 323-285 a. de C.L quesistematizó los conocimientos matemáticos de

su tiempo en sus   lementos Arquímedes hacia el 287 a. de C..212 a. de C. , que es-cribió numerosas obras. Diofanto segundamitad siglo 111a. de C, , padre de una partedel álgebra.

LOS OMEYAS 27

Page 27: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 27/30

Elmédico Abdallah ibn Bukhlishu de Bagdad siglo VIIIIMuseoBrilánico Londres

Esludianles de aSlronomla con su maeSlro Imanuscrilo persa

del siglo XV BibliOleca.Universilariade ESlambul

Como astrónomos hay que citar a Hiparco siglo I1 a. de C. , Menelao de Alejandría si-glo I d. de C. , autor de Las Esféricas yTolomeo siglo II d. de C. , cuya gran obra,escrita en trece volúmenes, es el Almagesto.

Médicos mencionaremos a dos: Hipócrates yGaleno. El primero sistematizó los conocimien-tos empíricos acumulados y fundó la medicinainductiva. Fue el padre de la medicina, a la

que disoció de la superstición. Su deontologíaprevalece en nuestros días. Galeno determinóel mecanismo de respiración y pulsación, lafunción del riñón, del cerebro, etcétera. Sumayor mérito consiste en haber sabido sin-tetizar y unificar la anatomía, los conocimien-tos médicos y la práctica.

Como historiadores hay que recordar aHerodoto, Tucídides, etcétera. En fin, la solarevisión de nombres sería inacabable. Ladecadencia del saber griego no se debió a lafalta de inteligencia, sino a la decadenciapolítica, moral y de costumbres que abocó en

esterilidad intelectual.Con la desmembración del Imperio romano

de Occidente, poco a poco van perdiéndoselas grandes obras griegas; algunos individuosaislados, como Isidoro de Sevilla, Casiodoro yVeda el Venerable muestran gran interés porellas, aunque no logran crear verdaderas es-cuelas que las conserven.

En Oriente, la ciencia bizantina releva en elsiglo V a la helénica, pero su vida intelectuales relativamente muy pobre.

~

i

 l slam

En el siglo VII, una singular revolución, laislámica, sacudió al mundo, y en el año 716ésta llegó a dominar un amplio territorio queabarcaba desde la India hasta los Pirineos. Elcontacto con los distintos pueblos conquistadosno tardó en mostrarles que éstos poseían unosconocimientos que los árabes, gente valiente,pero tosca, ignoraban. La conquista de Persiatuvo una importancia muy especial, porque leshizo conocer también una antigua civilización:

la del Irán. El profeta, Mahoma, les.había trans-mitido, modificado, el monoteísmo y la moralsemitas, pero fueron los persas los que leshicieron llegar a apreciar las antiguas fuentesdel saber: las escritas en sánscrito y griego.De los hindúesaprendieronla aritméticay losrudimentos del álgebra y trigonometría; de losgriegos, lógica, astronomíay medicina.No tar-daron mucho en comprenderla inmensidaddela cultura griega e hicieron que casi la totalidad de ésta fuesetraducidaal árabe.

En esta empresa recibieron una ayudainapreciable de los sirios y de otros súbditoscristianosdel califato. Aunqueestos cristianoseran orientales y se habían helenizado losgriegos los trataron siempre con cautela ymenosprecio lo que explica su prontitud en

Page 28: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 28/30

Ilustración de una versión árabe de la obra de Oioscóndes  e m teri medic Museo del Louvre, París

acudir en auxilio de sus conquistadores, quelograron también la colaboración de otropueblo semita: los judíos.

La extensión universal de esta cultura hizo

que no se presentara de modo uniforme entodas las regiones del Imperio. Los musul-manes habían entrado en contacto con toda

clase de no creyentes: chinos, mongoles, hin-dúes, mazdeístas, sirios, griegos coptos, cris-tianos y judíos. Trataban a sus súbditos conrelativa amabilidad y tolerancia, de forma que,bajo su patronazgo, fueron publicadas muchasobras por no musulmanes.

 l riente musulmán hasta el siglo  Existía en el Imperio recién fundado una

numerosa clase de sabios que supieron salvarsus diferencias y trabajar en equipo. Losconocimientos viajaron con asombrosa rapidezde un confín al otro del   ar al Islam  Tierra delIslam . Esto fue debido, principalmente, a dosfenómenos: las creencias religiosas y el uso deuna sola lengua, el árabe. Por la primerarazón, los musulmanes pudientes tienen que

cumplir con uno de los preceptos religiososque les impone su religión: la peregrinación aLa Meca por lo menos una vez en su vida.Muchas veces aprovecharon esos viajes paraentrar en contacto con los estudiosos residen-

tes en otras ciudades y aprender de ellos. En

cuanto a la segunda, la lengua, pronto im-pusieron su uso por todo el Imperio. El empleode un único idioma hizo posible la rápida trans-misión de la ciencia antigua, pero esta lenguano estaba preparada y tuvo que ser elaboradasegún las necesidades. El árabe del Corán eslimitado y, conforme se iba avanzando en elconocimiento de las obras antiguas, hubo queintroducir nuevos tecnicismos. La tarea fue ar-

dua, porque este idioma, que antes de Ma-homa sólo tenía importancia para unas cuantastribus, se hizo universal, y aunque en el si-glo XI perdió parte de su hegemonía y pau-latinamente se fragmentó en un cierto número

de formas dialectales -así como el latín sedesintegró en diferentes lenguas romances-,presenta sobre éste una diferencia fundamen-tal: que hasta nuestros días todo musulmánculto tiene que poseer algún conocimiento delárabe clásico para poder leer el Corán, cuyatraducción no está permitida en las plegarias.Además, la lengua escrita, por ejemplo, la delos periódicos, sigue aproximándose a lospatrones clásicos porque sólo existe un pa-radigma por excelencia, el del Corán.

Desde finales del siglo VII existió en el mun-

do musulmán una ola de entusiasmo por la ad-quisición de conocimientos y por la investi-gación y empezaron a hacerse las primerastraducciones, todavía sin método. Al principiose basaron en traducciones siríacas del si-

glo III-VII, sobre todo de Aristóteles, autor que

LOS O YAS 29

Page 29: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 29/30

  s

 v rro s

los sirios habían considerado compatible con elcristianismo. También se interesaron por la al-quimia, ciencia de la que deseaban conocersus secretos; de ella se hicieron traduccionesdel capto dirigidas por Jalid b. Yazid, príncipeomeya muerto en el año 708.

En el siglo VIII se tradujeron, del pahleví  persa medio), las doctrinas de las conjun-ciones; y un cierto número de obras filosóficas

y médicas, en menor número, del griego. Es-tas, unidas a otros tratados médicos indios ypahlevís, fueron la información básica queposey.e.roQlos médicos del antiguo hospital-esé,uela>de Yundisapur. En éste empezó la

30 LosbMEYAs.:., .;,.; .

I1Ir

tradLción de examinar a los alumnos antes dedejarles ejercer la medicina.

A partir del 750, con el advenimiento de ladinastía abbasi y la pacificación del Imperio, seinicia el período de auténtico florecimiento dela nueva cultura. Ya no reinan los omeyas enOriente, pero sí en Occidente, a donde lograescapar el único superviviente omeya. En Cór-doba, como veremos, son recogidas todas las

novedades orientales. Por esta influencia,vamos a dar una pequeña información de laactividad de los primeros califas abbasíes.

En astronomía, al-Fazari m.c. 806), por or-

de~ del califa al-Mansur, que había recibido

Page 30: 025 - Los Omeyas

8/13/2019 025 - Los Omeyas

http://slidepdf.com/reader/full/025-los-omeyas 30/30

una embajada de sabios indios, traduce los  iddhantas en árabe Sindhind y construye losprimeros astrolabios. Al final de la vida de estecalifa, los musulmanes pOdían leer, ademásdel Sindhind el Kalila wa Dimna traducido delpahleví; el Organón de Aristóteles; el AImagesto de Tolomeo, y la Aritmética deNicomaco.

El califa al-Mamun m. 832 funda en Bag-

dad La Casa de la Sabiduría organización desabios dedicados a traduci r y estudiar lasobras de sus predecesores. Las traducciones,alentadas y pagadas por la Corte, se hacen deforma más científica. El propio califa envió dosembajadas a Bizancio para comprar manus-critos. En la primera, recibió obras de Platón,Aristóteles, Eúclides, etcétera. En la segunda,envió al propio jefe de La   s de la Sabiduríapara que seleccionase las que él considerasede más importancia, condición a la que, no sinresistencia, accedió el emperador bizantino.Estos fundadores de La Casa de la Sabiduríarealizaron dos trabajos dignos de ser men-cionados: La redacción de unas Tablas as-tronómicas, las Tabulae Probatae de los la-tinos, y la medida del grado del meridiano, queconoció Colón. Entre los científicos más impor-tantes de esta época está al-Jwarizmi m.c. 846 , que introdujo la numeración deposición, el álgebra y los cálculos astronó-micos. Su infuencia en las generaciones pos-teriores fue enorme.

El ejemplo de los califas fue seguido pormuchas familias cuyos miembros unas veces

eran traductores y autores y otras dabantrabajo a terceros. Así, tenemos a la familiaNawjat, que fueron astrólogos; a los BanuMusa, astrónomos que tradujeron numerosasobras y que emplearon a otro traductor fa-moso: Tebit b. Qurra, que conocía bien elgriego y el siríaco e hizo un importante estudiosobre Las Esféricas de Menelao. El médico

Hunayn b. Ishaq, empleado por los Banu Musapara traducir tratados médicos, etcétera.

 l ccidente musulmán

El príncipe omeya Abd al-Rahman 1, huidode Damasco, fundó en el 756 el emirato deCórdoba y fue el primer introductor en al-Andalus de algunos conocimientos de la cien-cia de Oriente; pero sólo después de la su-bida al poder de Abd al-Rahman I1 822-852aparecen los primeros sabios andaluces. Estosaprovechan los viajes de peregrinación a LaMeca y pasan algunos años en Oriente paraobtener la licencia que les autorizaba a en-

señar. Su dependencia intelectual es grande ypronto conocen la numeración de posición y ellibro en que al-Jwarizmi explica el modo de

los primeros médicos musulmanes que ejer-cieron en la Península, donde los estudios demedicina eran serios, se habían introducido losexámenes y los estudiantes terminaban casi alos veinticinco años su licenciatura. En el año929, los emires de Córdoba se proclamancalifas. Apoyados por éstos, sobre todo por al-Hakam II 961-976 , que envió emisarios abuscar manuscritos por todas partes, al precio

que fuese, los estudiosos, cada vez conmayores posibilidades, empiezan a discutir,opinar e incluso discrepar de sus maestros.Poseían obras de filosofía, medicina, astro-nomía, aritmética, geometría, música, al-quimia, etcétera, y las estudiaban cuidado-samente.

El hombre de ciencia más importante de es-te período es Maslama de Madrid m. 1007 ,cuya residencia habitual fue Córdoba. Conocióel Almagesto escribió un tratado sobre el as-trolabio y una recensión de las Tablas deJwarizmi, adaptándolas al meridiano de Cór-doba. También supo crear una escuela desabios importantes, quienes, una vez caído elcalifato, se refugiaron en distintos reinos deTaifas, en donde continuaron sus investiga-ciones.

Podemos decir, para terminar, que esteprimer período islámico es un tiempo de es-tudio de antiguas obras científicas, no exentode trabajos originales. Pero hay que destacarque los árabes hicieron algo más que recibir laciencia antigua: despertar de nuevo el gustopor ella, cultivarla, transmitirla y ejercer su es-

píritu crítico confrontando los conceptos re-cibidos con su propia experiencia.