01 ¥ ma35 ok - gencat.cat · La gravedad de la situación obligó ... Catedrático del...

29
47

Transcript of 01 ¥ ma35 ok - gencat.cat · La gravedad de la situación obligó ... Catedrático del...

47

48

49

La escasez de agua es una característica bien conocida y documentadahistóricamente del clima mediterráneo. Y que de vez en cuando hace sonarlas alarmas. Esto es lo que ha sucedido en Cataluña en los últimos meses,donde la pluviometría registrada ha sido muy inferior a la media histó-rica. En consecuencia, los caudales de los ríos han disminuido, así comolas aportaciones que reciben los embalses y los acuíferos. La gravedadde la situación obligó al Gobierno de la Generalitat a impulsar un decretode sequía, aprobado el pasado mes de mayo. El objetivo principal fue regu-lar los recursos hídricos disponibles para garantizar el abastecimiento parael uso doméstico. Pero, más allá de esta necesaria iniciativa del Gobierno, es necesario pregun-tarse qué se puede hacer para evitar crisis como la vivida durante estosúltimos meses. ¿Existe margen para una mejora en la gestión del agua yen las políticas públicas en torno a este recurso? Este es el interroganteal que quiere dar respuesta este número de Medi Ambient. Tecnologia iCultura. Observarán que hemos renovado algunos contenidos y el diseñode la revista, pero seguimos manteniendo el espíritu inicial de la publica-ción: crear un ámbito de reflexión y pensamiento, desde Cataluña, conrespecto a los grandes retos ambientales de nuestro tiempo.La aportación del profesor Tello plantea la necesidad de una visión inte-gradora de la problemática del agua, que incluya los aspectos ecológi-cos, económicos y sociales. Este investigador de la Universidad de Barce-

lona argumenta que existe potencial de ahorro a través de la introduc-ción de más progresividad en la estructura tarifaria.Javier Martín Vide y Josep Antoni Plana Castellví, geógrafos e investiga-dores de la Universidad de Barcelona, repasan los aspectos geográficosy la evolución de la gestión del agua a través de la historia, centrandoesta descripción en el caso de Cataluña.David Saurí, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, analizalos usos del agua en Cataluña y subraya las asimetrías de recursos ytipologías de usos existentes en el territorio catalán. Asimismo, Sauríhace un ejercicio de prospectiva y analiza los escenarios de demandas yusos previstos para el año 2025.Una de las novedades de la nueva etapa de la revista es una entrevista caraa cara entre dos expertos con miradas diferentes. Narcís Prat, biólogo, yRafael Mujeriego, ingeniero, dialogan sobre el concepto de gestión inte-grada del agua. Finalmente, el director de la Agencia Catalana del Agua,Jaume Solà, explica los ejes de la política de la Generalitat en un recursotan estratégico y fundamental para el futuro del país.•Lluís RealesDirector de Medi Ambient. Tecnologia i Cultura

Gestionar mejor para no vivir ahogadossin agua

El agua: ¿un derecho o unservicio?

Enric TelloCatedrático del Departamento de Historia eInstituciones Económicas de la Universidad deBarcelona

El autor defiende una visión integradora de laproblemática del agua que incluya los aspectosecológicos, económicos y sociales. Sólo a partir de estatriple dimensión se pueden desarrollar políticaspúblicas realmente democráticas con el fin deestablecer unas tarifas justas para el uso del agua.Tello, a partir de una radiografía del consumodoméstico de agua en el área metropolitana deBarcelona, argumenta que existe potencial de ahorro yseñala que la gran asignatura pendiente es introducirmás progresividad en la estructura tarifaria.

¿Cuántaagua podemosconsumirtodosparaque todos podamos consumir agua?

En el año 2002, el Comité de Derechos Económicos,Sociales y Culturales de las Naciones Unidas recono-ció el acceso al agua como un derecho humano básico.Enlos foros sociales mundiales reunidos en Johannesburgo,Porto Alegre y Mumbai, los movimientos ciudadanos delos diversos continentes reclamaron que se hiciese efec-tivo para todos el derecho a un mínimo vital de agua.También se publican cada vez más artículos en revistasde economía que proclaman como gran novedad quela escasez creciente convierte al agua en un bien econó-mico, que tiene que tener un precio adecuado para asig-narla de manera eficiente entre diferentes usos alter-nativos. Varios organismos internacionales, como laOCDE,reclaman el fin del abastecimiento de agua subven-cionada y el establecimiento de unos precios que permi-tan a las empresas suministradoras, públicas o priva-das, recuperar íntegramente los costes del servicio.1

Tras prescribir la conservación del buen estado ecoló-gico de los recursos hídricos como primer imperativo,la Directiva Marco de gestión del agua de la Unión Euro-pea del año 2000 establece como segundo objetivogarantizar a todo el mundo «un suministro suficientepara un uso del agua sostenible, equilibrado y equita-tivo». A continuación, el artículo 9º de la mencionadadirectiva establece el principio de la recuperación ínte-gra de todos los costes, los ambientales incluidos,medianteunas tarifas realistas y no subvencionadas.El agua comoderecho humano básico y el agua como bien económicoescaso,que se tiene que cobrar a unos precios que permi-tan recuperar todos los costes,¿son dos principios anta-gónicos?En mi opinión,el conflicto entre estos dos objetivos sólosubsiste si permanecemos prisioneros de una visiónextremadamente parcial y fragmentada de la realidad,donde la ecología, la economía y la sociedad se convier-ten en ámbitos de percepción separados. Si pensamoslas cosas de forma integral y hasta el final, únicamenteuna concepción de los usos humanos del agua capazde contemplar las tres dimensiones al mismo tiempopodrá conseguir establecer pública y democráticamenteunas tarifas justas para su uso como servicio.

Concebir el agua como una mercancía cualquiera, a laque siempre se puede acceder si se paga lo que valellevarla al mercado, supone poner en venta el derechoa degradar los sistemas naturales, porque los merca-dos no tienen en cuenta los efectos de sus transaccio-nes sobre el resto de seres vivos o las generaciones futu-ras. Confundir el derecho a unos mínimos vitales de aguapara todoelmundocon la reclamacióndeunagua subven-cionada para cualquier uso significa poner en peligro elacceso al agua para otras personas o el medio ambientecomún. Sin contemplar como es debido las presionesambientales que la extracción humana de un recursovital limitado provoca en los sistemas naturales y,de paso,sobre la propia sociedad humana, tanto el lenguaje delos derechos como el de los precios acaba convirtiendola necesidad en un privilegio.

El derecho a un mínimo vital y el cobro delservicio según la cantidad empleada

Los redactores de varios manifiestos a favor del dere-cho al agua promovidos por los movimientos alter-mundistas son conscientes de que la coherencia socio-ambiental implica concebirlo como un mínimo vitalsostenible. Por ejemplo, el Manifiesto del agua: el dere-cho de todo el mundo a vivir, proclama en su principio5º:«Asegurar el acceso básico al agua, para satisfacer lasnecesidades elementales y fundamentales de cualquierpersona en cualquier comunidad,es una obligación parala sociedad en su conjunto. Es la sociedad quien ha deasumir colectivamente el conjunto de los costes deri-vados de la captación, potabilización, almacenamiento,distribución,uso,conservación y reciclaje del agua,paragarantizar el acceso en la cantidad y calidad que se consi-deren un mínimo vital e indispensable. El conjunto deaquellos costes (incluidas las externalidades negativasque no tienen en consideración los precios de mercado)son costes sociales colectivos [...]. Su financiación tieneque garantizarse con un reparto colectivo. Los meca-nismos tarifarios individuales,mediante precios progre-sivos, tienen que intervenir a partir de un mínimo vitale indispensable.Por encima del mínimo vital, la progre-sividad de los precios tiene que estar en función de lacantidad utilizada».2

La guerra del agua en el área metropolitana de Barce-lona (1991-2001) nos ha enseñado bastantes cosassobre el problema de los precios y el valor del agua, ysobre cómo resolver el dilema entre garantizar el accesoequitativo a un derecho humano básico y establecerunos precios realistas progresivos que incentiven el usoeficiente y sostenible.El conflicto estalló por una subidarepentina y no negociada de las tarifas domésticaspor parte de unas administraciones con competen-cias fragmentadas del ciclo del agua que creían limitarsea repercutir en la facturación,cada una de ellas por sepa-rado, los incrementos del coste de la gestión pública deun recurso cada vez más escaso y ambientalmente degra-dado. La protesta arraigó justamente en los barrios yciudades de clase trabajadora,donde se consume menosagua por persona, con una geografía social que expre-saba bastante bien la noción del agua como un dere-cho humano básico.También resulta significativo que noencontrara vías de solución hasta que la nueva Leydel Agua 6/99 introdujo tres nuevos principios esta-blecidos en la directiva europea del año 1997: 1) la

gestión del ciclo del agua tiene que estar integrada encada cuenca;2) los consumos básicos tienen que ser asequibles paratodo el mundo;y 3) los precios tienen que reflejar todoslos costes reales.3

Conflictos parecidos por el acceso al agua se están produ-ciendo en todo el mundo, y muy a menudo oponentambién el lenguaje de los derechos y la defensa delabastecimiento público a los encarecimientos queprovoca la privatización del servicio,adoptada por gobier-nos muy débiles de unos países empobrecidos bajolas prescripciones dictadas por el doctrinarismo econó-mico de organismos internacionales no democráticoscomo la Organización Mundial de Comercio y el FondoMonetario Internacional.4 En su crónica del último ForoSocial Mundial celebrado en 2004 en la ciudad indiade Mumbai, Joan Martínez Alier señala,por ejemplo:«Enel ámbito urbano, si la gestión de la demanda de aguaimplica precios más altos, esto provoca protestas nosólo de las industrias, sino también de la gente pobre.Por lo tanto, la gestión de la demanda tendría que iracompañada de la oferta gratuita de una cierta canti-dad de agua doméstica [...].En América Latina hay protes-

50

1 Postel, S. y Vickers, A., «Augmentem la productivitat de l’aigua»,enWorldwatch Institute,L’estat del món 2004,Centro UNESCOde Cataluña, Barcelona, 2004, pp. 51-71; Rogers, P.; Silva, R. de;y Bathia, R., «Water is an economic good: How to use prices topromote equity, efficency and sustainability»,Water Policy, nº 4.2002, pp. 1-17.

2 Centre Tricontinental Point de Vue du Sud (en colaboración conel Comité promoteur mondial pour le Contrat de l’eau), L’eau,patrimoine commun de l’humanité, L’Harmattan, París, 2002,p. 290; véase también Petrella, R., El manifiesto del agua, Inter-món-Oxfam/Icaria, Barcelona, 2002, p. 128.2, pp. 1-17.

3 Tello,E.,«Fiscalitat ambiental i nova culturade l’aigua»,MediAmbient.Tecnologia i Cultura, nº. 25, 1999, pp. 27-39; Esquerrà, J.; Oltra, E.;Roca,J.y Tello,E.,coords.,La fiscalitat ambiental a l’àmbit urbà:aiguai residus a la regió metropolitana de Barcelona, Publicacions dela Universitat de Barcelona,Barcelona,1999;Tello,E.,«La “guerradel agua” en Barcelona. Alternativas económico-ecológicas paraun desafío socioambiental», en Estevan, A. y Viñuales, V. comps.,La eficiencia del agua en las ciudades, Bakeaz/Fundación Ecolo-gía y Desarrollo, Bilbao, 2000, pp. 277-298; Tello, E., «Lliçons dela “guerra de l’aigua”a l’àreametropolitana de Barcelona,i la sevaincidència al Baix Llobregat»,en Prat,N.y Tello,E.eds.,El Baix Llobre-gat. Història i actualitat ambiental d’un riu, Centro de EstudiosComarcales de El Baix Llobregat/Fundación AGBAR,Sant Feliu deLlobregat, 2004, pp. 226-243.

4 Véase la lucha de la Coordinadora de Defensa del Agua y de laVida contra la privatización del abastecimiento de agua enBolivia, en García Linera, A., «Lógica empresarial y lógica comu-nitaria: la privatización del agua en Cochabamba-Bolivia»; y elplanteamiento de la Asociación para el Contrato Mundial delAgua y Touly, J.L.,«El agua,futuro de la humanidad,puesta en peli-gro por los interesesmercantiles.¿Por qué el agua es el mayor retodel siglo XXI?», los dos en Arrojo, P. y otros, Lo público y lo privadoen la gestión del agua.Experiencias y reflexiones para el siglo XXI,Ediciones del Oriente y el Mediterráneo,Madrid, 2005, pp.351-356 y pp. 185-196. Para una visión más general véase tambiénMartínez Alier, J., El ecologismo de los pobres, Icaria, Barcelona,2005 (y, también sobre el agua,pp.234-235).

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

51

tas contra los precios del agua y de la electricidad quelos pobres no pueden pagar, una vez han sido privati-zados y puestos al servicio de empresas extranjeras,muy a menudo españolas. Los grupos ecologistas (elInstituto de Ecología Política de Chile,REDES,en Uruguay)han desarrollado la idea de un piso de dignidad para indi-car los requerimientos dignos en cuestión de alimentos,espacio para vivir, agua y luz que todo el mundo nece-sita. [...] Así,en África del Sur se propone algo muy pare-cido a un piso de dignidad que consiste en una free life-line en las zonas urbanas de cincuenta litros diarios deagua por persona y día,y de un kWh gratuito por viviendao familia al día.[...] Estas ideas fueron el lema de la marchapopular de protesta de Alexandra a Sandton, a Johan-nesburgo, en agosto del 2002,durante la cumbre oficialde las Naciones Unidas que estaba dominada por lasgrandes empresas transnacionales.Estas ideas tambiénestuvieron presentes en los debates de Mumbai sobrela seguridad económica y ecológica de la gente pobre».5

«Para unos hay “techos”que no se tienen que sobrepa-sar, para otros, “pisos” que hay que lograr», concluyeJoanMartínezAlier.La combinaciónde las dos cosas confi-gura lo que varios autores denominan un espacio ambien-tal sostenible.6 Dentro de este espacio, pero sólo en suinterior, los objetivos ecológicos, económicos y socialesdel abastecimientode los bienesbásicos para la vidadejande entrar en contradicción los unos con los otros.

Un espacio ambiental sostenible

Mientras el neoliberalismo doctrinario considera el aguacomounamercancíamás yproponedejar almercado fijarel precio adecuado, la nueva cultura del agua basada enel desarrollo sostenibleproponeque sea la sociedadquienpongademocráticamenteprecioal abastecimientopúblicode agua con unas tarifas progresivas que sean traduci-das al lenguaje de los precios y a su sistema de incenti-vos, los principios de equidad, eficiencia y suficiencia.7

Combinando la ecoeficiencia y la justicia ambiental,la plani-ficación hidrológica y el diseño de tarifas tienen que velarporque todoelmundo tiendaaocuparunespacioambien-tal sostenible que garantice un mínimo vital asequible atodos,establezcaun techomáximoquedisuadadel derro-che insostenible y delimite un espacio intermedio dondecada uno escoja su pauta de consumo bajo el incentivoa la vez económico y cultural de los principios PPP yUPP (quien más gaste y contamine, que pague más).El espacio ambiental sostenible relaciona el acceso alos recursos naturales disponibles para satisfacer nece-

sidades humanas con su capacidad de sostenerlas sinsufrir un deterioro.A partir de aquí establece unos valo-res-guía, hacia los que es necesario tender para permi-tir un desarrollo humano ecológicamente sostenible.Como idea reguladora implica dos nociones capitales,que enlazan con los viejos valores de la equidad y la digni-dad humana: 1) supone atribuir a todos los ciudada-nos y ciudadanas un derecho a la existencia en el senode la comunidad;y 2) que sea la comunidad misma quienestablezca públicamente unas tarifas para hacer efecti-vos aquellos derechos y deberes.Sin embargo, nos podríamos preguntar por qué bajola invocación de los mismos valores de equidad social sedefiende que,por ejemplo, la escuela pública sea gratuitay el abastecimiento de agua, no. Es una pregunta inte-resante, que tiene una buena respuesta: nadie decidetraer más hijos o hijas al mundo para que su educa-ción sea gratuita.Al contrario,la generalización de la ense-ñanza pública gratuita –y muy particularmente de lasmujeres– está históricamente asociada al control cons-ciente de la natalidad desde una maternidad y una pater-nidad más responsables. Pero con el agua y la energíapasa lo contrario: ofrecerlas gratuitamente o a unosprecios fuertemente subvencionados no induce a unconsumo responsable, sino al derroche insostenible.8

En efecto, uno se puede seguir preguntando por quéunas tarifas decididas democráticamente según la ideade un espacio ambiental sostenible tienen que reper-cutir necesariamente sobre los usuarios todos los costeseconómicos del abastecimiento del servicio, en vez dedejar una parte a cuenta de la caja común de los impues-tos generales.Vuelve a ser una pregunta importante,quemerece una buena respuesta: traspasar estos costes alos impuestos generales es económicamente ineficiente,e injusto desde el punto de vista socioambiental.Es econó-micamente desaconsejable porque debilita el incen-tivo de los precios al ahorro.Vulnera la justicia ambien-tal, porque hace pagar a todos al margen de cuánta aguagasta y contamina cada uno. Y es socialmente regre-sivo, porque ocupar una parte de los presupuestos gene-rales con esta partida reduce la capacidad de sostenerpúblicamente el abastecimiento de servicios socialescomo la sanidad, la educación, las prestaciones de paroo el apoyo a los mayores y a las familias. El agua y laenergía no tienen que ser gratuitas para que la educa-ción o la salud lo puedan ser.La progresividad de la tarifa y el derechoa la existencia en el seno de una comunidad

Los umbrales mínimos y máximos del consumo de recur-sos dentro un espacio ambiental sostenible tienen quebasarse en criterios científicos, pero su determinacióny aplicación concreta mediante herramientas econó-micas o normativas implica necesariamente otras muchasdimensiones éticas,políticas y culturales.Como dice JohnHille, aceptar la existencia de límites ambientales alconsumo humano de recursos naturales suscita de inme-diato la cuestión de la equidad:«si vamos a hablar de unadistribución justa de los derechos a ejercer una presiónsobreelmedio ambiente,entonces tendremosqueempe-zar por hacerlo sobre la distribución del consumo derecursos»9

En un informe publicado en el año 2003 sobre los aspec-tos sociales de los precios del agua, incluso la OCDEpropone avanzar hacia tarifas más progresivas que garan-ticen, a la vez, el acceso de todos a unos consumos bási-cos y la recuperación íntegra de los costes del servicio:«Ahora, justo tras el cambio de milenio, cada vez estámás claro que los objetivos de la sostenibilidad ambien-tal y de accesibilidad a las necesidades básicas de agua sehan hecho cada vez más presentes que antes en el debatepúblico».10

Por este motivo,recomienda «moverse hacia tarifas basa-das en los volúmenes consumidos en lugar de cargasfijas,para evitar las pautas de consumoderrochadoras queaquellas propician.Las tarifas conbloquesprogresivos,queencarecen el precio con cada unidad adicional de aguaconsumida, envían un mensaje de ahorro más explícitoy cada vez se adoptan más en los países de la OCDE».11

5 Martínez Alier, J., «Sin empresas ni gobiernos. El Fórum SocialMundial de 2004 (crónica de un viaje a la India)», EcologíaPolítica,nº 27,2004,pp.24-25.La primera ley española de aguasdel año 1879 ya establecía como objetivo asegurar un suministromínimo de cincuenta litros por persona y día.

6 Spangenberg, J. H., An environmental space-based approach toassessing the environmental impact for household consumption,International Institute for Applied System Analysis, Luxem-burgo, 2002; «Environmental space and the prism of sustaina-bility: frameworks for indicators measuring sustainable deve-lopment», Ecological Indicators, vol. 2, nº. 4, 2002, pp. 295-309.

7 Para un punto de vista neoliberal coherente sobre esta cues-tión, véase Vergés, J. C., Una política económica para el agua,Círculo de Empresarios, Madrid, 1998; y El saqueo del aguaen España, Ediciones La Tempestad, Barcelona, 2002. Para elpunto de vista de la nueva cultura del agua, véase Naredo, J.M., «La encrucijada de la gestión del agua en España», Archi-piélago, nº.57,2003,pp.17-33;Arrojo,P.y Naredo, J.L.,La gestióndel agua en España y California, Bakeaz,Bilbao, 1997;Naredo,J.M. ed., La economía del agua en España, Fundación Argenta-ria/Visor, Madrid, 1997; y Estevan, A. y Naredo, J. M., Ideas ypropuestas para una nueva política del agua, Fundación NuevaCultura del Agua/Bakeaz, Bilbao, 2004.

8 Tello, E., «Por qué la escuela debe ser gratis y el agua no», Enpie de paz, nº. 50, 1999, pp. 84-88.

9 Hille, J., The Concept of Environmental Space, European Envi-ronmental Agency, Copenhague, 1997, p. 9.

10 Herrington, P. y otros, Social Issues in the Provision and Pricingof Water Services, OCDE, París, 2003, p. 52.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

52

Lo cual significa que incluso este organismo admite lanecesidad de garantizar un mínimo vital de agua para todoel mundo,entendido,al menos implícitamente,como underecho a la existencia en el seno de una comunidad. Esmuy probable que este nuevo planteamiento sea unresultado de las guerras del agua y las protestas socia-les en todo el mundo provocadas por los efectos socia-les y ambientales de la privatización del agua y el aumentoindiscriminado de tarifas en los países pobres. En Áfricadel Sur,por ejemplo,el encarecimiento del agua domés-tica sin discriminar entre mínimos vitales y consumosderrochadores ha dejado sin acceso a la red a muchagente pobre, entre la que ha reaparecido el cólera.12

Merece la pena darse cuenta de que la idea de progre-sividad socioambiental sugerida por la OCDE implicaadmitir la existencia de ciertas subvenciones cruzadaspor razones sociales dentro de la distribución tarifaria,a la vez que se aplica la recuperación íntegra de los costesdel servicio en la facturación agregada total.Sólo la combi-nación de ambas cosas permite reconocer a todo elmundo un derecho a la existencia en los mínimos vita-les, sin inducir al derroche en los consumos superio-res. Ahora bien, tal y como reconoce la OCDE en suinforme, cualquier intento serio de proteger el accesoa los consumos básicos de agua topa con la dificultadde que los mínimos vitales son de las personas, no delos hogares:«Algunas estructuras tarifarias, como las que estable-cen una línea de mínimo vital,buscan garantizar un accesomínimo a todos basado en el argumento de que el aguaes una necesidad básica y, por lo tanto, tiene que estardisponible incluso gratuitamente o con precios unita-rios inferiores a la repercusión completa de los costes.Ahora bien, si el nivel mínimo llegase a ser demasiadoalto,esto podría llevar al sobreconsumo entre las unida-des domésticas de tamaño medio o más pequeñas, yestimular una sobreinversión en infraestructuras».13

Este problema puede solucionarse con un mejor diseñode la misma estructura de la tarifa. «El diseño de lastarifas con bloques progresivos puede adaptarse de variasformas para conseguir que las dimensiones y los preciosde cada bloque progresivo de la tarifa tengan el efectodistributivo deseado», concluye la OCDE, y mencionacomo ejemplo a seguir la estructura de precios delagua en Flandes. En la tarifa vigente en esta región deBélgica, la cuota de servicio fija da derecho a consumirun mínimo vital de cuarenta litros diarios gratuitos porpersona.Esto significa que la tarifa ya se calcula,de entrada,con los datos del número de personas residentes en unamisma vivienda:«Para que una tarifa como la de Flandesfuncione es necesario que exista algún tipo de registrooficial del número de personas en cada unidad domés-tica, y que se actualice regularmente».La OCDE tambiénseñala que «algunos países ya lo hacen, y no tendríaque haber problemas al emplear esta información parael cálculo de las tarifas y tributos del agua».14

Resulta algo irónico que haya sido en un país prósperocomo Bélgica donde se haya hecho explícito por primeravez en las tarifas del agua aquel derecho a un mínimovital de agua que reclaman los movimientos sociales alter-mundistas de los países pobres.Esto también nos recuerdaque personas como Ricardo Petrella y otros promo-tores de los manifiestos por el derecho al agua propo-nen que en los países ricos se aplique el denominadocentavo solidario: un recargo de 0,1 €/m3 en la tarifa

que vaya a parar a un fondo destinado a reducir el númerode personas que no tienen acceso al agua corrienteen el mundo. Según las Naciones Unidas,hay 1.100 millo-nes de personas que todavía «se enfrentan diariamenteal riesgo de enfermedad y muerte por carencia de un“acceso razonable” al agua potable» entendido como«la disponibilidad de un mínimo de veinte litros porpersona y día procedentes de un lugar situado comomáximo a un kilómetro de la vivienda».16 Las tarifasde agua de la región italiana de la Toscana ya han incor-porado el centavo solidario. Quizás sería el momentode que también nos planteáramos implantarlo en Cata-luña.

El consumo doméstico de agua no es elchocolate del loro

Mucha gente todavía cree,erróneamente,queel consumode agua doméstica es una cifra menor junto a los consu-mos industriales y agrícolas. Por mucho que esto seacierto en el conjunto de España, en absoluto lo es conrespecto a las cuencas internas de Cataluña, donde elconsumo urbano –doméstico, comercial y municipal–supone la partida más grande:519 hm3/año (y convienesaber que un hm3 llenaría hasta la última grada cuatrocampos de fútbol como el Camp Nou).Las cuencas inter-nas recogen el agua del 52% del territorio de Cata-luña, donde vive el 92% de la población (tabla 2).Se estima que en las poblaciones de más de 10.000 habi-tantes, el consumo doméstico finalmente facturado repre-senta cerca del 60% de los 519 hm3 extraídos cadaaño de los sistemas naturales para usos urbanos, y sesitúa en torno a 140 litros/habitante/día por términomedio (l/h/d). El otro 40% corresponde a consumoscomerciales o de servicios privados,a los consumos muni-cipales públicos y a las pérdidas de distribución (la mitadde éstas puede atribuirse a pérdidas físicas en la red y,la otra mitad,a consumos no contados o mal contados).De acuerdo con esta estimación,el consumo domésticofinal representa unos 296 hm3/año, una cantidad supe-rior al gasto industrial de agua y equivalente a la cuartaparte de todo el consumo de agua de las cuencas inter-nas de Cataluña (CIC).En las siete comarcas de la región metropolitana –Barce-lonès, Baix Llobregat, Alt Penedès, Garraf, El Maresme,Vallès Occidental y Vallès Oriental— donde viven 4,4millones de personas,el consumo doméstico representael 67% del total: 240 hm3/año (unos 200 en el interior

de las viviendas y 40 para regar jardines y llenar pisci-nas privadas). Los servicios comerciales y municipalesgastan otros 50 hm3, y en los escapes se pierden otros45 hm3/año.17 Cualquier posibilidad de utilizar toda estaagua doméstica y urbana de forma más eficiente puedeser una contribución importante de la política de gestiónde la demanda de agua para reducir la presión sobrelos sistemas naturales.También es un error frecuente creer que los consu-mos domésticos de agua de Cataluña son bajos compa-rados con otros países. Los 140 l/h/d estimados comomedia son ciertamente inferiores a los que la OCDEregistra en Corea, Japón, Italia, Polonia, Suecia, Suiza oTurquía. Pero son similares a los empleados en Inglate-rra, Dinamarca, Finlandia, Francia, Grecia o Noruega; ysuperiores a los consumidos en Alemania,Bélgica,Hungría,Portugal y la República Checa.18

La media de 140 l/h/d de consumo doméstico facturado,y 238 l/h/d de dotación total urbana, esconde contras-tes muy considerables entre municipios y comarcas deCataluña.19 En las dotaciones totales, el abanico puedeoscilar entre 151 l/h/d de lugares como Constantí, 228en Barcelona,cerca de 300 en Sant Just Desvern o Torre-lles de Llobregat,350 en L'Ametlla del Vallès,390 en Lliçàd'Amunt,420 en Santa Cristina d'Aro,509 en Martorell,530 en L'Escala, o hasta 710 en Matadepera y cerca demil en Llívia.20 En el municipio de Barcelona, los consu-mos domésticos finalmente facturados se han mantenidomás o menos estables en torno a 130 l/h/d.21 En ciuda-des de la primera corona metropolitana como Badalona,Cornellà, L'Hospitalet de Llobregat o Santa Colomade Gramenet oscilan alrededor de unos 110 l/h/d. Enmunicipios de El Maresme, como Alella, ya ascienden a230,y en lugares como Cabrils o Cabrera de Mar supe-ran los 340 l/h/d,incluso ajustando la población tras teneren cuenta las segundas residencias.22

Hay dos factores básicos que disparan las dotacionesy los consumos locales: la proporción de segundasresidencias o plazas turísticas, y el tipo de vivienda quecaracteriza al municipio.Donde predominan las tramasurbanas dispersas con casas unifamiliares y jardín,el gastode agua tiende a multiplicar los habituales de los bloquesde pisos en las ciudades compactas (gráfico 3). El 28%de la población catalana –más de un millón seiscientascincuenta mil personas que reclaman actualmenteuna dotación superior a los 230 l/h/d– consume el 39%de toda el agua urbana de Cataluña: 202,4 hm3/año.23

Si ningún municipio superara la dotación que recibe

El agua: ¿un derecho o un servicio?Enric Tello

53

actualmente la ciudad de Barcelona (230 l/h/d),ahorra-ríamos cada año 75 hm3 de agua.Según los resultados de una encuesta reciente a 634viviendas de distinta tipología de la región metro-politana de Barcelona, realizada por el Instituto deCiencia y Tecnología Ambientales de la UniversidadAutónoma de Barcelona (ICTA),«una de las variablesque más condiciona el consumo de agua [...] es la tipo-logía de la vivienda. Las viviendas en bloques de pisostienen consumos francamente más bajos que las vivien-das unifamiliares, especialmente los que tienen jardíny piscina. Así, en las viviendas en bloques de pisosde la muestra, el consumo per cápita es de 120 litrospor persona y día,mientras que en las viviendas unifa-miliares, el consumo es prácticamente el doble, [...].Las vivienda plurifamiliares semiintensivas, sin contarcon el gasto del jardín comunitario, tienen consu-mos que están entre las otras dos tipologías» (tabla4).En el interior de las viviendas, los mayores consumostienen lugar en el baño. Si al gasto de la ducha le suma-mos el del lavabo y el inodoro, los porcentajes suponen

el 70% del consumo total en los bloques de pisos. Encambio,en las casas unifamiliares o adosadas el consumode los baños sólo representa un 45%, porque el jardíny las piscinas gastan hasta el 36% del total (tabla 5).¿Cuánta agua doméstica se podría ahorrar en las cuen-cas internas de Cataluña sin reducir los servicios que nosproporciona? Un primer punto de referencia nos lo dala fase inicial de la campaña Catalunya Estalvia Aigua reali-zada en 2002-2004 por Ecologistas en Acción con laACAy los ayuntamientos deTorredembarra,Santa Perpè-tua de Mogoda y Barcelona (en los distritos de Sarrià-Sant Gervasi y Nou Barris).24 Ha sido una campañapuerta a puerta centrada exclusivamente en la instala-ción de mecanismos aireadores en los grifos, y contra-pesos en las cisternas del WC.Los resultados obtenidososcilan entre un 5 o 6% en los peores casos, y hasta el20% en los mejores, con una media ponderada del 8%.Si una campaña de este tipo se generalizara en el 60%de las unidades domésticas del territorio de las CIC –quees el porcentaje medio de familias que han aceptadola instalación voluntaria y gratuita de los mecanismos acambio de dar información de sus consumos–,el ahorro

11 Social Issues in the Provision and Pricing of Water Services,doc. cit., p. 21.

12 Worldwatch Institute, L’estat del món 2004,Centro UNESCOde Cataluña, Barcelona, p. 56; David Harvey, El nuevo impe-rialismo, Akal, Madrid, 2004, pp. 125-126; Asociación parael Contrato Mundial del Agua y Touly, J. L., «El agua, futuro dela humanidad, puesta en peligro por los intereses mercanti-les...» en Lo público y lo privado en la gestión del agua, op.cit, p. 187.

13 Social Issues in the Provision and Pricing of Water Services,doc. cit., p. 21.

14 OCDE, Social Issues in the Provision and Pricing of Water Servi-ces, doc. cit., pp. 31 y 186. (En las pp. 81-93 del mismo informese sintetizan varios intentos de aproximar o ajustar el sistemade bloques al número de residentes a cada unidad, o cuandomenos para las familias numerosas, y se toma buena nota delas lecciones de la “guerra del agua”en la región metropolitanade Barcelona).

15 Ricardo Petrella,«Hacia un fondomundial cooperativo del agua»,Le Monde Diplomatique, noviembre de 2003, p. 11.

16 Postel, S. y Vickers, A., «Augmentem la productivitat de l’aigua»,enWorldwatch Institute,L’estat delmón 2004,Centro UNESCOdeCataluña,Barcelona,2004,p.55.Como ocurre con los alimen-tos, los problemas sociales de acceso al agua no tienen nadaque ver con la escasez física:garantizar el acceso a todo elmundopara el 2015 sólo exigiría movilizar un 1% adicional de todoel consumo mundial de agua dulce.

17 Boada,M.; Domene, E.; Garriga, N.; Martí, X.; Molina, J.; y Saurí,D., Estudi del consum d’aigua als edificis de la regió metropoli-tana de Barcelona. Situació actual i possibilitats d’estalvi, Insti-tuto de Ciencia y Tecnología Ambientales de laUniversidad Autó-noma/Fundación Abertis/Fundación AGBAR/Departamento deMedio Ambiente y Vivienda, Barcelona, 2004.

18 OCDE, Household Water Pricing in OECD Countries,ENV/EPOC/GEEI (98) 12 FINAL,París,1999,pp.15-16;yOCDE,Social Issues in the Provision and Pricing of Water Services, op. cit.,p.78.

19 La dotación es la cantidad de agua que la gestión en alta delsistema tiene que prever para hacer posibles los consumosdomésticos,comerciales ymunicipales finales,e incluye las pérdi-das de la red o los errores de metraje.

20 Sin embargo, hay que tener en cuenta que los consumos extre-mosmás bajos pueden esconder una contabilidad deficiente defuentes locales de abastecimiento, y en los más altos se tendríaque añadir la población estacional turística a la residente.

21 Anuario Estadístico de la Ciudad de Barcelona(www.bcn.es/estadistica/catala/dades/consum/). El gasto deagua urbana incluye aquí todos los consumos domésticos,comer-ciales y municipales, pero no contabiliza las pérdidas de lared. En 1999, este gasto fue de 209 l/h/d, mientras que laACA estimaba una dotación en alta de 228 l/h/d. Por lo tanto,las pérdidas de distribución representaban un 8% de la dota-ción (unos 19 l/h/d).

22 Tello,E.,«¿Cambio de rumbo? Bases e instrumentos para la soste-nibilidad local», en Bermejo, R. y García Espuche, A., eds.,Haciauna economía sostenible,Centro de Cultura Contemporánea deBarcelona/Bakeaz, Bilbao, pp. 147-181.

23 Padilla, E.; Roca, J. y Tello, E., Estalvi d’aigua i tarifes domèsti-ques, capítulo 4.7.del Estudi interdisciplinar dels impactes ambien-tals, econòmics i socials del PlaHidrològic Nacional al Baix Ebre,i les alternatives per a una gestió sostenible de l’aigua a Cata-lunya, FundaciónNueva Cultura del Agua/Agencia Catalana delAgua, Barcelona, 2004.

24 http://www.ecologistesenaccio.org/temes/aigua/

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

54

podría alcanzar unos 14 hm3/año para los consumosdomésticos facturados,y hasta 25 hm3/año si también seredujera el conjunto de la dotación urbana afectandoa los consumos comerciales, los servicios municipalesy las pérdidas.Evidentemente, el potencial de ahorro total, aplicandolas mejores tecnologías disponibles al equipamientodoméstico y a los jardines,es muy superior.Según el estu-dio del ICTA basado en encuestas exhaustivas, en losbloques de pisos con un consumo medio de 120 l/h/dse podría ahorrar hasta un 23% mediante la instalación

del equipamiento más eficiente, y hasta el 38% con laincorporación de la reutilización de aguas grises del bañopara la cisterna del WC. En las casas unifamiliares conconsumos medios de 200 l/h/d, los porcentajes seríandel 28 y el 39% respectivamente, pero llegarían al 52%si la mitad del riego de jardines se efectuara con aguaspluviales recogidas en cisternas. El ICTA concluye que«hay un elevado potencial de ahorro» y que,para apro-vecharlo «hay que dirigirse hacia sistemas integralesde ahorro que contemplen todos los usos del agua dentrode los hogares» y aprovechen también la oportunidad

que representa el elevado ritmo actual de construc-ción de nuevas viviendas:«La estimación del ahorro que se podría conseguir sien los próximos diez años todas las viviendas de nuevaconstrucción fueran acompañadas de las medidas previa-mente mencionadas, se sitúa entre 10 y 19 hm3/año. Silas tecnologías y sistemas mencionados estuvieran implan-tados de aquí a diez años en todas las viviendas de laregión metropolitana de Barcelona, se podrían ahorrarhasta unos 66 hm3/año con la implantación de disposi-tivos y cambio de tipología del jardín, unos 73 hm3/añocon la reutilización de aguas de otras calidades y hasta124 hm3/año con la combinación de todas las medi-das. Es imprescindible que la Administración tome lasmedidas normativas adecuadas para facilitar el cambiohacia sistemas más ahorrativos»25.

La progresividad de la estructura tarifa-ria: una asignatura pendiente

La nueva cultura del agua propone combinar la planifi-cación sostenible de la oferta con una gestión equitativay eficiente de todas las demandas de agua. Para gestio-nar la demanda hay que emplear tres tipos de herra-mientas: 1) cambios de comportamiento voluntarios,como los favorecidos por la campaña Catalunya Estal-via Aigua; 2) normativas, como la regulación técnica delahorro que tendrían que conseguirse con respecto a losgrifos, duchas, cisternas de WC, electrodomésticos,etc.,y 3) incentivos económicos establecidospor el sistemade precios del agua.La clave para cubrir los costes tota-les del servicio y garantizar simultáneamente un accesoa precios muy asequibles en los consumos básicos,fomen-tando la eficiencia en los usos finales,reside en la progre-sividad de la tarifa.La progresividad de la estructura adoptada por la tarifa yel canon es aún más importante que el nivel de los preciosfinales para favorecer el ahorro, y es la única forma dellevarlo a cabo garantizando simultáneamente la equi-dad. La estructura tarifaria es progresiva si el precio unita-rio final aumenta cuando lo hace el consumo por persona,y regresiva si disminuye.Que todavía nos queda muchocamino por recorrer para llegar a unas tarifas real-mente progresivas se pone de manifiesto en el siguienteejemplo: en el año 2004, una unidad doméstica delárea metropolitana de Barcelona que consumiera 30 m3

trimestrales (333 litros diarios,o 110 l/h/d para un hogarde tres personas) habría pagado por el agua 148,12 €

anuales. Si redujera un 10% su consumo de agua, conla actual tarifa ahorraría un 9,7% de la factura: 15,51 €

al año. Pero si fuera una persona sola que gastara 130litros diarios y pagara 87,54 €, ahorrar un 10% en elconsumo de agua sólo se traduciría en una reduccióndel 3,5% en la factura: 3 € anuales.La Ley del Agua 6/99,que puso las bases para el fin nego-ciado de la guerra del agua en la región metropolitana deBarcelona,ha sido en este aspecto, a la vez,un pequeñoavance y una ocasión perdida. Fue una ocasión perdidaporque,a diferencia del canon industrial –que ha funcio-nado realmente comoprimer impuestoecológicoeficienteaplicado en Cataluña–, todavía no existe canon delagua en los consumos agrícolas,contraviniendode maneraflagrante el principio de la recuperación íntegra de costes.Pero también porque los adelantos reales de su aplica-ción han quedado muy por debajo de las expectativas

El agua: ¿un derecho o un servicio?Enric Tello

con respecto a la progresividad del precio unitario finaldel agua doméstica.Casi siempre, las tarifas que aprueban los ayuntamien-tos tienen un mínimo de dos bloques progresivos conprecios crecientes. Pero el mantenimiento de compo-nentes fijos independientes del agua consumida, comolas cuotas de servicio –que Aguas de Barcelona aplicaa 4,3 millones de personas– o los mínimos de factura-ción excesivamente elevados, acaba anulando el efectoprogresivo de los bloques para la mayoría de consu-mos habituales. El nivel de precios varía considerable-mente según los municipios o comarcas, y tiende a sermenor donde los consumos son más altos.Pero en todaspartes la estructura muestra una característica forma deU: los precios unitarios bajan para todos los consumosentre 6 y 12 m3 mensuales,y sólo aumentan ligeramenteen consumos muy altos que se encuentran entre 12 y20 m3/mes por unidad doméstica (gráfico 6).El punto de inflexión entre los precios finales regresi-vos y los progresivos se sitúa en 12 m3 mensuales, queequivalen a consumir unos 130 litros diarios de aguadoméstica por persona en una familia de tres miembros:precisamente el consumo medio de una unidad fami-liar media en Cataluña. Esto significa que, grosso modo,mientras que para la mitad de las unidades domésticascon consumos superiores a la media los precios unita-rios ya son moderadamente progresivos, para la otramitad con consumos inferiores todavía se mantienenfuertemente regresivos.El cambio de tendencia lo deter-mina la estructura progresiva del canon de la ACA (unidoal hecho de que muchas estructuras tarifarias localesadoptan el canon como punto de referencia para esta-blecer los límites entre bloques de consumo). La últimamodificación del canon introducida en 2005 todavíaha ayudado a incrementar la progresividad global,al pasarde dos a tres tramos y reducirse la unidad de referen-cia de cuatro a tres personas –una cantidad muy próximaa la media estadística de 2,7–, ofreciendo a las familiasnumerosas ajustar su estructura ampliando los tramosen 3 m3 mensuales por persona adicional con un trámitemás sencillo.Las tarifas regresivas que todavía subsisten contravie-nen los principios de equidad y eficiencia. Son injustas,porque gravan a las personas que viven solas y a los hoga-res monoparentales con unos precios unitarios muchomás altos que el resto. Desincentivan el ahorro, porquepara una gama muy amplia de consumos cualquier dismi-nución del agua facturada se traduce en reducciones cadavez más pequeñas en el importe de la factura,impidiendounos plazos de retorno razonables para las inversionescorrespondientes.Para lograr una tarifa realmenteprogre-siva es necesario reducir los componentes fijos hasta nive-les equivalentes a un mínimo vital, y hacer proporcio-nales al númerodepersonas empadronadas enunamismavivienda tanto el mínimo de facturación como los umbra-les de los bloques de consumo o el canon.

El agua: ¿una fuente de vida, un serviciopúblico o un negocio privado?

Tal y como dice Pedro Arrojo,hay que discriminar clara-mente entre el agua como derecho y como bien econó-mico. Esto nos tiene que hacer distinguir estas cuatrosituaciones en los usos humanos del agua:1) una funciónbásica de la vida,que tiene mucho que ver con derechos

humanos; 2) un servicio público de interés general,que implica derechos sociales;3) un factor de varios nego-cios legítimos, que implica derechos y deberes priva-dos de los agentes económicos en los mercados;y 4) unobjeto de especulación en negocios ilegítimos que la leytiene que evitar o perseguir. «No obstante, a menudo,desde determinados discursos se acostumbra a equi-parar el agua como “bien común” y materia “de inte-rés general” para acabar concluyendo la necesidad dela gratuidad o, como mínimo, de la subvención públicageneralizada a los diversos usos del agua. Desde estaperspectiva se pretenden justificar en nombre del inte-rés general unas subvenciones perversas que, lejos debeneficiar al conjunto de la sociedad, inducen a la irres-ponsabilidad y a la ineficiencia, si es que no enriquecena los más ricos a expensas del medio ambiente y el erariopúblico».La nueva cultura del agua reclama «el reconocimientodel derecho de las comunidades a sus territorios y ecosis-temas, de los que depende su existencia. [...] La soste-nibilidad de los ecosistemas hídricos y el derecho delas comunidades a su territorio tendrán que ser consi-derados como derechos humanos colectivos y ser reco-nocidos patrimonio de la humanidad».Pero no tenemosque dejar nunca que nada de todo esto se confunda conel interés privado de emplear el agua como una fuentede enriquecimiento,incluso si se trata de negocios perfec-tamente legítimos. «Uno de los retos que es necesarioasumir urgentemente –concluye Pedro Arrojo– es el dela racionalización económica de la gestión de estas aguas-negocio, desde la responsabilidad del dominio públicosobre los ecosistemas naturales y el compromiso degarantizar la sostenibilidad, incluyendo los objetivos bási-cos de equidad social que la propia sociedad deter-mine».26

Más allá de un mínimo vital para todo el mundo, el aguacomo derecho ciudadano no tiene que servir nunca decoartada para que las empresas y los consumidores haganun uso eficiente, suficiente y equitativo del agua comobien económico. Nada más lejos de una nueva culturadel agua basada en la idea de justicia ambiental que losimproperios de quienes todavía ahora,tras haberse dero-gado democráticamente el trasvase de agua del Ebroprevisto en el PlanHidrológicoNacional,siguen aspirandoa un pelotazo hidráulico con agua públicamente subven-cionada mientras reclaman agua para todos.27•Consideracionesgeográficas e históricas

sobre el agua y su gestión

Javier Martín VideCatedrático de Geografía Física, Universidad deBarcelona

Josep A. Plana CastellvíProfesor titular de Análisis Geográfico Regional,Universidad de Barcelona

El artículo repasa los aspectos geográficos y laevolución de la gestión del agua a través de la historia,centrando esta descripción en el caso de Cataluña. Losautores también explican los conflictos en torno alagua que han tenido lugar en la península ibérica.

La singularidad y la importancia del agua

El agua es, sin duda, una de las sustancias más extraor-dinarias que existen,al menos por cuatro motivos:1) susnotables propiedades fisicoquímicas;2) su abundantísimapresencia en la naturaleza y como componente de losseres vivos;3) su singular reparto geográfico y 4) su papeldecisivo en la historia de la humanidad y en las activi-dades económicas de sus comunidades.

Unas propiedades fisicoquímicas notables

El agua es un compuesto químico realmente singularentre las sustancias naturales. Por una parte, existe enlos tres estados de la materia a las temperaturas habi-tuales en la superficie del planeta. Como líquido es elmejor disolvente, lo que explica la salinidad del mar y sugran capacidad de producción primaria.El agua tiene unelevado calor específico, lo que significa que tiene querecibir o perder una cantidad de calor considerable paravariar su temperatura.Esto convierte a los mares y océa-nos en auténticos termorreguladores de los climas bajosu influencia. Además, su alto calor latente de fusión yde vaporización es esencial en el transporte de ener-gía en el seno de la atmósfera, en forma de flujos devapor de agua. Este mismo vapor, constituyente natu-ral del aire que respiramos, es –aunque a menudo seolvida– el principal gas de efecto invernadero,al ser trans-parente a la radiación solar y absorber buena partede la radiación infrarroja emitida por la superficie, quees devuelta a ésta. Por otra parte, la máxima densidaddel agua se da a 4 ºC,por lo que el hielo acuoso flota enel agua líquida, lo que impide que los fondos marinos sehielen,habiendo evitando así,probablemente,un planetahelado.Resumiendo: el agua permite un planeta acogedor yestable para la vida, y altamente productivo.

Una presencia abundante en la Tierra y enla biosfera.

La Tierra es el único planeta conocido con una presen-cia abundante de agua, muy evidente incluso desde elespacio exterior por el azul de los océanos,que cubrencerca de las tres cuartas partes (361 millones de km2)de la superficie planetaria. En total, el volumen de aguade la Tierra se estima en 1.390· 1015 m3, cuyo reparto

55

25 Boada,M.; Domene, E.; Garriga, N.; Martí, X.; Molina, J.; y Saurí,D., Estudi del consum d’aigua als edificis de la regió metropoli-tana de Barcelona..., doc. cit.

26 Arrojo, P., «Las funciones del agua: valores, derechos, priorida-des y modelos de gestión», en Arrojo, P. y otros, Lo público y loprivado en la gestión del agua, op. cit., pp. 19 y 25.

27 Arrojo, P., El Plan Hidrológico Nacional. Una cita frustrada conla historia, RBA/Integral, Barcelona, 2003.

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

56

general se recoge en las figuras. Vivimos, pues, en unplaneta riquísimo en recursos hídricos.Al margen de lo anterior, puede afirmarse que el aguaes el medio y el componente de la vida.Así,el compuestomás abundante de los seres vivos es el agua,que en algu-nos organismos supera el 95% de su masa (medusa,melón, etc.). En el caso de los humanos, el porcentajees de un 65 a un 75%. Como curiosidad, un órganotan complejo como nuestro cerebro es agua casi enun 80%.En resumen, no es exagerado afirmar que el agua esla vida. Su existencia ocasional o limitada a espaciosconcretos en regiones áridas,como muchas áreas medi-terráneas, es la mejor imagen de su presencia consus-tancial a la de los seres vivos,visible allí en las fajas verdesy perfectamente delimitadas de vegetación o cultivos,donde el agua llega, salpicando el gris de los secanos.

Un reparto geográfico muy desigual

La distribución geográfica del agua merecería un largocapítulo, no sólo por la singularidad de su reparto enel planeta, sino como condicionante en el desarrollode las civilizaciones y de las actividades económicas,comoluego se verá. El agua es, paradójicamente, a pesar desu abundancia,un recurso muy mal repartido en la Tierra,cuyos extremos de abundancia y escasez ejemplificanlos océanos y los desiertos,respectivamente.Si nos limi-tamos a los recursos de agua dulce y líquida, las exten-sas cuencas fluviales ecuatoriales (Amazonas, Congo,Orinoco, etc.) contrastan vivamente con los desiertostropicales (Sahara,Arabia, etc.). Esta irregularidad espa-cial, y también temporal es tan fuerte que, al introdu-cir el componente antrópico, haya quien afirma queuna gran parte del agua que el hombre precisa no seencuentra ni donde ni cuando la necesita ni, por otraparte y cada vez más, con la calidad necesaria. Comodato ilustrativo,en 2003,aún cerca de la mitad (42%) dela población del África subsahariana y casi una cuartaparte (22%) en el este y sureste de Asia no tenía unacceso cotidiano al agua potable. En el conjunto delplaneta,según las Naciones Unidas,hay más de mil millo-nes de personas que no disponen del líquido elemento

como recurso con garantías higiénicas y,como resultadode las enfermedades que se desarrollan por la falta deagua potable, UNICEF estima que cada día mueren enel planeta la aterradora cifra de 4.000 niños.El ranking de países en referencia a los recursos deagua dulce lo encabeza Brasil,con cerca de 7.000 millar-dos de m3/año; seguido por Rusia, con casi 4.300; Esta-dos Unidos (incluyendo Alaska), con unos 3.800;Chinay Canadá,2.800; Indonesia,2.500; India,2.000;y Colom-bia y Zaire, con algo más de 1.000. Nótese que todosestos países se sitúan cerca del ecuador o en las latitu-des medias-altas, que conforman las áreas del planetamás beneficiadas por las lluvias.Si el marco geográfico se reduce a la península ibérica,la desigualdad de recursos hídricos sigue siendo tanmanifiesta que es difícil sustraerse a la división pluvio-métrica tripartita del territorio en la Iberia lluviosa, laIberia seca y la Iberia árida o semidesértica. La preci-pitación media anual se multiplica nada menos quepor veinte en la diagonal cuyos extremos unen el cabode Gata (Almería), con apenas 150 mm –el lugar másseco de la Europa continental–, y los enclaves gallegosmás lluviosos,con unos 2.500 mm o más.Pero,además,en sectores próximos las diferencias pluviométricasresultan muy llamativas. Como ejemplos, en la propiaAndalucía,la sierra de Grazalema (Cádiz) tiene un prome-dio anual de 2.300 mm,frente al exiguo valor citado delextremo del sudeste almeriense. En unos pocos kiló-metros, en la provincia de Alicante, la lluvia media anualse reduce a la tercera parte entre Pego y Tormos, conunos 900 mm, y Benidorm, con poco más de 300 mm.Lo mismo o más ocurre en Mallorca, entre la sierrade Tramontana y las tierras bajas del sur de la isla, etc.Al margen de cualquier consideración política, la divisiónpluviométrica clásica sigue siendo una realidad geográ-fica condicionante, cuya consideración es obligada encualquier plan o proyecto integral de gestión del agua.Es, y ha de ser considerada, un elemento más, innega-ble, de la secular y de la nueva cultura del agua.Si la pluviometría media anual,elemento básico,aunquesimple,del balance hídrico,muestra desequilibrios terri-toriales tan grandes en el marco ibérico,su reparto esta-cional e interanual ofrece variaciones extremas, lo que

dificulta sobremanera su gestión y obliga siempre a pautasestructurales de consumo limitado y responsable. Nose trata ya de fomentar el consumo prudente los añosbuenos en previsión de las escaseces de los años secos,sino de la asunción en todo momento por parte delciudadano y de la adopción de las medidas correspon-dientes por parte de los gestores públicos,de que el aguaes un bien común de interés máximo, vital, en cuyociclo participamos responsablemente como un eslabónmás de la biosfera,con las limitaciones que en cada espa-cio concreto imponga su cuantía.Cataluña,a pesar de su modesta superficie,ofrece tambiénun abanico variado de valores de precipitación y de regí-menes pluviométricos estacionales: desde algo más de350 mm al sudoeste de Lleida a más de 1.250 mm endiversos enclaves pirenaicos.La diversidad geográfica delpaís da lugar a que tengamos un auténtico puzzle de regí-menes estacionales, con máximos de otoño en el lito-ral y prelitoral, primaverales en sectores del interior e,incluso,estivales en el Pirineo y Prepirineo.Y aún existeuna comarca, La Vall d’Aran, en la que las precipitacio-nes se reparten de forma equidistributiva entre las esta-ciones del año.Esta singular variedad resulta positiva paracompensar en alguna medida el desequilibrado repartoespacial de la lluvia en Cataluña. Nótese al respectoque los chubascos y tormentas de verano de las cabe-ceras de ríos tales como el Ter, el Llobregat y el Segre,cuyos recursos son cruciales para un elevado porcen-taje de la población catalana,contrarrestan algo la sequíaestival de sus cursos medios y bajos,y suavizan su estiaje.Por otra parte,el río más caudaloso,el Ebro,atraviesa lascomarcas con un menor input pluviométrico. En estesentido, la hidrología en Cataluña «regulariza» en algunamedida las diferencias y disparidades espaciales y tempo-rales de su pluviometría.

La gestión del agua a lo largo de la historia

Como ya se ha dicho,el agua es,a pesar de su abundanciaglobal,un recurso escaso en muchas regiones,por el desi-gual reparto en el planeta. Los economistas en generallo consideran un bien económico, como un factor deproducción y,por lo tanto,la gestión del agua queda redu-cida a un problema de precio y cantidad óptima pararealizar ciertas actividades económicas y determinarcuáles de ellas hacen un uso más eficiente en términosmonetarios, entendiendo por eficiencia la capacidadde obtener el máximo beneficio por cada unidad de aguaempleada.Sin embargo, presentaremos la gestión del agua comoun activo social,como un patrimonio de la sociedad refe-rida que facilita una forma de vida determinada y cuyautilización incide de forma directa en el paisaje geográ-fico. El ser considerada como patrimonio de la sociedadconlleva que su uso descanse sobre un marco legalque especifique las condiciones de su utilización y retornoal medio natural.La captación, conducción y distribución del agua tienenuna relación directa con la organización del espacio. Elabastecimiento es la asociación núcleo de población/aguaen sentido amplio, sobre todo en los climas en los quela escasez de precipitaciones es notable. Por otro lado,el agua permite una agricultura más rentable y tambiénpuede ser considerada y utilizada como una fuerza motrizde primer orden. En definitiva, conocer las formas de

Consideraciones geográficas e históricas sobre el agua y su gestiónJavier Martín Vide y Josep Antoni Plana Castellví

57

gestión más eficaces, en una época en la que la socie-dad en general está más concienciada de su impor-tancia y escasez,es una cuestión importante en el debatecientífico actual en relación con el agua. En resumen,la gestión del agua ha estado siempre muy unida a unaorganización social, a una civilización, a una forma dehacer y de ser.

Un breve repaso histórico

En efecto, los primeros imperios y las primeras civiliza-ciones se ubican cerca de los grandes ríos. Es el casode la Mesopotamia antigua, ubicada en el sistema fluvialTigris-Eufrates (IV-II milenios a. de J. C.) que alcanzó sumáximo esplendor cuando Hammurabi, rey de Babilo-nia, unificó Mesopotamia y realizó la primera recopila-ción de leyes con el código de Hammurabi, que dio ala capital un gran esplendor con los jardines colgantes, loque nos hace suponer una gestión del agua eficaz. Lomismo podríamos decir de la sociedad egipcia en la que,a lo largo de su historia, la utilización de las crecidas ydescensos del río Nilo ha sido fundamental para enten-der su organización social.Asimismo, podemos recordar la gestión del agua reali-zada por las ciudades griegas de Delfos y Éfeso (sigloV a.de J.C.),en lo que a utilización específicamente urbanadel agua se refiere,al presentar unas infraestructuras muybien desarrolladas y haber resuelto las complejidades deltransporte mediante un uso muy inteligente de la grave-dad como sistema elemental para el desplazamientode la misma.En la sociedad precolombina de los aztecas, el agua esun elemento vital que aparece bajo múltiples formas yacepciones en el interior de su cosmos. Tláloc será elnombre que reciba su dios de las lluvias, truenos, relám-pagos, aguas subterráneas y cuevas. Era tan importanteque cuando el agua empezaba a faltar se realizaban sacri-ficios de niños;si éstos lloraban,echaban lágrimas y todosse alegraban al tomarlas como señal de que ese añohabría muchas lluvias.Los incas tenían el convencimiento de que todas las nacio-nes provenían del lago Titicaca, considerado como elmás importante en la cosmología de los pueblos andi-nos, al que asociaban su origen. Todos pensaban queel agua subía del mar cósmico para formar el lago y deallí el agua se distribuía a otros lagos por medio decanales o ríos subterráneos,y éstos a su vez alimentabanlos manantiales y diversos ríos, de forma que el aguase distribuía por toda la faz de las tierras conocidas. Endefinitiva, varios pueblos se veían unidos por las cone-xiones hidráulicas por medio del agua. Las fuentes eranel modo principal de controlar los recursos hídricos yexistían oficiales encargados de resolver pleitos entre losdiversos grupos de uso y, además, vigilaban la distribu-ción del agua.Volviendo a nuestro ámbito mediterráneo,deben desta-carse las aportaciones del Imperio Romano mediantegrandes obras de carácter utilitario para un mejor usoy gestión del agua. Cloacas, emisarios, baños y acue-ductos serán obras frecuentes de la sociedad romana.Entre todos, los más conocidos por su monumentalidadson los acueductos, construcciones que soportan unaconducción de agua para salvar una depresión del terrenocon el objeto de que el agua no baje de nivel y, por elefecto de la gravedad, llegue a niveles inferiores para

su uso y disfrute.Los romanos construyeron multitud deacueductos con sus correspondientes captaciones,entrelos que podemos mencionar el del Diablo en la ciudadde Tarragona y los de Segovia y Mérida.Entre los años 711 al 714, los omeyas ponen cerco a lapenínsula ibérica y la conquistan casi por completo,y conellos llega una nueva manera de gestionar el agua. Elsistema hidráulico más singular lo encontramos en laAlhambra de Granada. El regadío se extenderá por loscampos y secanos yermos, que se convertirán en culti-vables. Asimismo, hay que destacar que la arquitecturaurbana se organizará en torno al agua. La ciudad deGranada es una fundación del siglo XI, aunque existenrestos anteriores.El aprovechamiento del río Darro parala ciudad se realiza mediante la desviación de parte desu caudal mediante un azud que alimenta la acequiade los Axares.Es la que discurre por la ladera del Albai-cín y, tras pasar por el Sacromonte, se bifurca, pasa elrío y va por el margen derecho. Abastece de agua a laparte baja de la colina de la Alhambra y hoy es conocidacomo la acequia de Santa Ana.En el siglo XII,según testi-monios escritos, el río Darro entraba en Granada porel norte y salía por el sur. Por lo tanto, podemos decirque el mencionado río servía para abastecer de aguaal recinto fortificado de manera principal y, en segundolugar, a la ciudad. En conclusión, el sistema hidráulicoera complejo y fue perfectamente solucionado por los¿técnicos? de la época.Entre tanto,los dirigentes cristianos presentaban y teníanciertas preocupaciones en relación con la gestión delagua. En concreto, el Fuero Juzgo (¿654?) castigaba concincuenta o cien azotes a quien no respetase la servi-dumbre de uso del agua en las riberas de un río. Poste-riormente, el Fuero Viejo de Castilla (1250), el FueroReal (1252-1255) y las Siete Partidas (1256-1263) regla-mentaron perfectamente la utilización del agua por losmolinos e incluso, en el caso de las Siete Partidas, espe-cificaron que «los ríos, los puertos y los caminos públi-cos pertenecen a todos los hombres comunalmente»(Ley V). Entre tanto, en Cataluña, Ramon Berenguer IVcontinuó la acequia de la Piñana a favor de los conquis-tadores de Almenar, en 1147. Asimismo, los Usatgesconsagron el dominio público de todas las fuentes y aguascorrientes y también tenían disposiciones concretas sobreel uso del agua.Una referencia más extensa merece la reglamentaciónsobre la gestión del agua que existe en el Levante penin-sular. En las comunidades de esta región, la propiedaddel agua es colectiva y se distribuye periódicamente entrelos usuarios en partes proporcionales al área regable quetiene en cultivo. Alfonso X el sabio en 1277 decía alconsejo de Murcia:«Tengo por bien e mando que partanel agua entre si comunalmente, así que cada uno ayasu parte según oviere tierra, e será el día que la ha detomar».El sistema para esta distribución no es uniforme.En la real acequia del Júcar, iniciada por Jaume I y finali-zada por Carlos III, la operación de riego será efec-tuada por los regadores públicos que harán respetarescrupulosamente el turno y hora.En la acequia de Mont-cada, en la vega valenciana, cada regante tiene seña-lado día y hora, y el número de minutos o de horasque puede disponer de agua. En las demás acequias seriega por tanda y turno, pero el tiempo no está prede-terminado. En los tiempos de sequía el régimen de tandeocesa y el síndico,administrador supremo de cada acequia,

queda investido de la máxima autoridad para decidirlo que mejor convenga. Cada acequia tiene una JuntaGeneral de Regantes, formada por todos los usuarios,la Junta de Gobierno, constituida por los electos y elcitado síndico o administrador supremo de la acequia,de los fondos de la mancomunidad y regulador de ladistribución del agua en períodos de estiajes.Los conflictos por usos indebidos del agua en la vegade Valencia (excepto Montcada), los resuelve el Tribu-nal de Aguas, compuesto por los siete síndicos de lascomunidadesdeTormos,Mislata,Mestalla,Favara,Rascanya,Rovella y Faitanar, el cual en audiencia pública todoslos jueves, delante de la puerta de la catedral, resuelvey falla los conflictos presentados. En Cataluña tenemosun caso parecido en la comunidad de la acequia deManresa, obra del siglo XIV, pero en este caso ejercelas funciones de tribunal la Junta Directiva, compuestapor el alcalde, dos concejales y seis propietarios.Carlos I comenzará el canal Imperial de Aragón en1583,que no se finalizó hasta 1784.La iniciativa mostrabala necesidad de tener la infraestructura necesaria parapoder disponer de agua a voluntad del usuario. LasCortes de Valladolid, en 1548, le recordarán la nece-sidad del agua y de los regadíos para paliar el hambre,suplicando los procuradores que «trajere hombresexpertos para aprovechar las aguas y los ríos de Casti-lla».Quizás, fruto de esta demanda fue el inicio del canalde Castilla,canal pensado para la navegación,y que teníapor objeto enlazar el valle del Duero con Santander afin de servir de arteria principal para las exportacionesde lana y cereales del interior de Castilla. Esta idea serárecogida posteriormente por Fernando VI, y en 1751,el ingeniero Lemaur presentará varios proyectos:acequiaentre el Pisuerga y el Carrión; canal de Campos hastaMedina de Rioseco y enlaces con canales de Zamora,León y el canal del Norte.En 1753 se hará cargo el inge-niero Antonio Ulloa, siendo sustituido en 1754 porFernando de Ulloa. Las obras se prolongarán hasta elXIX, y la competencia posterior del ferrocarril lo redu-cirá a canal para riego.Por su par te, Carlos III fomentará los riegos con laconstrucción de canales como los de Tamarit, Urgell,Tauste,Manzanares y Guadarrama,y pantanos como losde Lorca. Para incentivar esta política concederá fran-quicias a las personas particulares y corporaciones queconstruyan canales y fuentes.La Junta de Comercio de Cataluña promovió en 1814el canal de la Izquierda del Llobregat,conocido tambiéncomo el canal del general Castaños y, después, de lainfanta Carlota.Formaba parte de un proyecto de canalque debía permitir la navegación entre Manresa y Barce-lona con el objetivo principal de transportar los carbo-nes de Berga a la Ciudad Condal. Pospuesto el planinicial, se dedicó al regadío y a la utilización del aguacomo fuerza motriz. Posteriormente se realizaría laconcesión del canal de la Derecha por Real Decretode 6 de diciembre de 1855, con el objetivo de ampliarel área regable de la zona.Entre tanto,en la cuenca del río Besòs el canal más impor-tante era el Rec Comtal, que desde la Alta Edad Mediahabía regado una parte del llano de Barcelona.Las aguascanalizadas eran en su mayor parte de origen subte-rráneo procedentes de las galerías abiertas en 1788,conampliaciones en 1822 y 1838-39 y en años posterio-

58

res,siendo durante mucho tiempo la columna vertebralen el abastecimiento de la ciudad de Barcelona.Un comentario específico requiere el canal de Urgell.El proyecto de utilización de las aguas del río Segrepara regar la llanura o plana de Urgell se remonta al sigloXIV,peronohubouna iniciativa seria hasta que los pueblosinteresados impusieron una contribución especial en1817 para comenzar las obras.Después de diversas vici-situdes, en junio de 1851, los delegados de las ciuda-des y pueblos con interés nombraron una junta para ulti-mar las obras. El apoyo fue importante por parte delos futuros usuarios constituyéndose por éstos la empresaCanal de Urgell, S.A. (1853) que fue la responsable derealizar el proyecto,finalizando las obras en 1861,aunquesus aguas no se utilizaron hasta el año 1864.Una historia de esperanza y frustración la representala construccióndel canal deAragón yCataluña.El proyectose formulará en 1782 y su inauguración no se harárealidad hasta 1909.Diversas iniciativas particulares termi-naron en fracaso y por la intervención de Joaquín Costase dicta la Ley de 5 de septiembre de 1896,que encargaal Estado la continuación de las obras y su puesta enexplotación, que no llegará hasta trece años después.En 1833, el ministro Javier de Burgos afirmaba: «el aguaes la sangre de la tierra y los canales de riego son lavida de los campos,sobre todo en un país como el nues-tro escaso de lluvia». En ese momento todavía estabavigente la Ley XIX de las Partidas de Alfonso X el Sabio.El 11 de octubre de 1861, Isabel II crea la ComisiónReal para redactar el proyecto de la Ley General de Apro-vechamiento de Aguas, presidida por Alfonso Martí-nez. En la exposición de motivos que acompañaba alproyecto elaborado por la Comisión en 1863,y que seríacon algunas modificaciones la Ley de 3 de agosto de1866, se decía: «...la sociedad no puede abandonar a lacodicia individual […] que se dé preferencia aquellosaprovechamientos que más pueden contribuir a ella…»;«Con estas razones sostienen […] la conveniencia dedeclarar de dominio público todas las corrientes deaguas…». La revolución de 1868 impedirá el asenta-miento de esta ley,que será reformada mediante decre-tos sucesivos.Con la Restauración, y al amparo de la Ley General deObras Públicas de 1877,se redactará la Ley de Aguas de1879, que excluirá, a diferencia de la anterior, la regula-ción de las aguas marítimas. Esta ley declaró de domi-nio público las aguas pluviales, las aguas muertas o estan-cadas, las aguas vivas,manantiales y corrientes y las aguassubterráneas.La ley fijaba que un propietario de un suelopodía abrir libremente pozos ordinarios aunque mengua-ran las aguas de los vecinos,pero había que respetar unadistancia mínima entre pozos: dos metros en pobla-ción y quince metros en el campo (art. 19). La fuerza autilizar para la extracción era la del hombre,pero el desa-rrollo tecnológico convirtió en letra muerta este prin-cipio.La Ley de 1879 también contemplaba las reglas gene-rales para el uso de las aguas y,en concreto,establece unorden de prioridad de uso en el que el abastecimientoa poblaciones figurará en primer lugar, fijando un mínimode cincuenta litros por habitante y día.Los riegos quedanen tercer lugar, después de los ferrocarriles, aunque sereconoce la importancia del agua para el riego de lastierras. Asimismo, presta atención a las comunidadesde regantes,destacando su importancia histórica y hacién-

dolas obligatorias siempre que el número de regantesfuera de veinte, o que el número de hectáreas rega-bles llegase a doscientas.La influencia del regeneracionismo también se dejó sentiren la política de gestión del agua. Ricardo Macías Pica-bea, en su obra El problema nacional (1891), destacarála importancia de los ríos peninsulares y el escaso apro-vechamiento de los mismos, insistiendo en la necesi-dad de realizar infraestructuras hidráulicas para su utili-zación. El gran defensor del aprovechamiento del aguaserá Joaquín Costa.Mediante su obra intentará concien-ciar y promover la construcción de canales, pantanos,acequias y toda aquella infraestructura que ayude al desa-rrollo de la agricultura.

Notas acerca de los planes y la legislaciónsobre el agua en el último siglo en Españay Cataluña

A comienzos del siglo XX, siendo ministro R. Gasset,se aprobará el Plan de Obras Hidráulicas (1902), en elque se incluía, como parte más interesante, un inven-tario de las posibles obras a realizar con el efecto deponer en regadío 1,5 M de hectáreas.Las leyes de 1911y 1915,sobre construcciones de infraestructuras hidráu-licas, marcan el inicio en el cambio del Estado frente altema hídrico.Un comentario aparte merece la creación de las confe-deraciones hidrográficas y el significado de las mismas.El5 de marzo de 1926 aparecieron como una nuevainstitución para una mejor gestión territorial del agua.El criterio con el que surgen es el de integrar en unamisma estructura todas las actividades e intereses queconfluyen en la gestión y administración del agua.A partirde este momento, el Estado deberá pedir la colabora-ción social para el desempeño de unas funciones quehan dejado de ser exclusivas de la Administración pública.La «revolución» estriba en la incorporación de los ciuda-danos, mejor dicho, de los administrados, a las tareaspúblicas para, mediante la participación y el consenso,lograr una concertación en la gestión del agua.La estructura de los órganos de gobierno coincide plena-mente con la filosofía expresada anteriormente. En laAsamblea estarán representados los servicios del Estado,los usuarios, las cámaras de comercio, la Banca y laJunta Central de Colonización.La Junta de Gobierno seránombrada por la Asamblea, y los comités ejecutivosde construcción y de explotación serán nombrados porla Junta de Gobierno entre sus vocales.Existirá un dele-gado que será el presidente de la Asamblea y de los comi-tés y tendrá derecho a veto. Entre tanto, el Ministeriode Fomento nombrará director técnico a un ingenierode Caminos. A partir de ese momento aparecen lasconfederaciones hidrográficas del Ebro y del Segura(1926),del Duero y del Guadalquivir (1927),del PirineoOriental (1929), del Júcar (1934), del Sur de España(1948), del Guadiana y del Tajo (1953) y del Norte deEspaña (1961).La victoria franquista (1939) convirtió a las confedera-ciones en simples órganos administrativos y burocrati-zados, perdiendo todo el espíritu y la filosofía nove-dosa que las había alumbrado.Así,en 1959 aparecieronlas comisarías de aguas como órganos del Ministeriode Obras Públicas con competencias en concesiones,autorizaciones, deslindes, servidumbres, explotación

de los aprovechamientos y policía de aguas.Por su parte,las confederaciones se centrarán en la construcciónde obras y la redacción de los planes de aprovechamientode cuencas.En 1961 se constituyeron las juntas de explotación y lasjuntas de obras con el fin de seguir manteniendo la admi-nistraciónygestiónde lasaguaspúblicasenelmarcogeográ-fico y humano más próximo a su explotación. Las juntasdeobras tendrán a su cargoel aprovechamientode aguaspúblicas con destino al abastecimiento de poblaciones,usos agrícolas, industriales o mixtos.Entre tanto, las juntasde explotación elevarán a la Dirección General de ObrasHidráulicas las normas de explotación de los diferentesaprovechamientos y elaborarán el programa anual deconservación y explotación de las obras construidas.Como vemos, la constitución de las mencionadas juntassignificó un pequeño cambio del papel de las confede-raciones, cambio que en 1979 se tradujo en el resta-blecimiento de la Asamblea y en la aparición del Consejode Usuarios con el fin de vigilar el cumplimiento de losacuerdos tomados por la Asamblea.Posteriormente,en1985, las comisarías de aguas fueron integradas en lasconfederaciones. Aparece la figura del presidente de laConfederación,del que depende la Comisaría de Aguas,la Dirección Técnica y la Secretaría General, cuyos titu-lares serán nombrados por el ministro del ramo apropuesta de la Dirección General de Obras Hidráuli-cas, previo informe del presidente de la Confedera-ción. A pesar de la reforma, el espíritu original de lasconfederaciones queda lejos de conseguirse.El 2 de agosto de 1985 se aprobó la nueva Ley de Aguas,que introdujo novedades importantes en la gestión delas aguas. El dominio público de las mismas se extiendea las aguas subterráneas, que consideraba privadas lasleyes de 1866 y 1879. La intervención del Estado en laregulación del uso del agua es prácticamente exclusivacon la nueva ley, con el propósito de asegurar la utiliza-ción racional deun recurso cada vezmásescaso.Asimismoaparece,por primera vez, la preocupación por la calidaddel agua mediante la protección del dominio públicohidráulico.Se establece una zona de policía y protecciónde cien metros en los cauces públicos, lagos, lagunas yembalses que condicionará el uso del suelo y las activi-dades que se desarrollan, zona que puede ser ampliadapor el Gobierno.La preocupación por el impacto ambien-tal, los vertidos y las zonas húmedas también tienen sureferencia especial.Otro aspecto importante y novedoso es el de la planifi-cación hidrológica. Esta planificación se hará por cuencasy de ellas se proyectará el Plan Hidrológico Nacional.Estos planes tendrán que tener en cuenta las demandasactuales y futuras, la reutilización de las aguas en los secto-res agrarios e industriales y también tendrán en conside-ración la calidad real de las aguas, ordenando los vertidosresidualesyprogramando la luchacontra la contaminación.En cuanto a la organización administrativa se contemplala unidad de gestión del agua por cuenca y las funcionesdelEstadosesometena losprincipiosdeunidaddegestión,descentralización, participación de los usuarios y respetoa la unidad de cuenca hidrográfica.La Generalitat de Catalunya tiene competencias enmateria de aguas, obras hidráulicas y protección delmedio ambiente en el marco establecido por los artí-culos 149.1 y 149.1.24 de la Constitución y los artícu-los 9.13,9.16,10.1.6 y 11.10 del Estatuto de Autonomía

Consideraciones geográficas e históricas sobre el agua y su gestiónJavier Martín Vide y Josep Antoni Plana Castellví

59

de Cataluña. Sobre la base de estas competencias, elParlamento de Cataluña aprobó la Ley 5/1981, de 4de junio,sobre materia de evacuación y tratamiento deaguas residuales y gestión de las infraestructuras dedepuración, y la Ley 17/1987, de 13 de julio, regula-dora de la Administración hidráulica de Cataluña.Todaesta legislación fue refundida mediante Decreto Legis-lativo 1/1988, de 28 de enero.Con la Ley 4/1990 de 9 de marzo se estableció un régi-men legal especifico para el abastecimiento de agua enel área de Barcelona mediante la creación del Ente deAbastecimientodeAgua,conel objetivodedarle un trata-miento singular.Posteriormente,mediante la Ley 19/1991,de 7 de noviembre, se reforma la Junta de Sanea-miento,convirtiéndola de organismo autónomo en unaentidad de derecho público, con personalidad jurídicapropia y estatuto de empresa pública catalana para poderasumir las funciones de planificación y ejecución de lasobras y la prestación de servicios de saneamiento.Los nuevos principios y objetivos de la Unión Euro-pea sobre uso y control del agua aconsejaron modificarel marco jurídico precedente. Era necesario en estecontexto armonizar la legislación y concentrar la gestióndel ciclo hidrológico con independencia de que las aguasfueran subterráneas o superficiales,se dedicaran al abas-tecimiento o tuvieran que ser depuradas.Por este motivo,por la Ley 25/1998,de 31 de diciembre,se crea la Agen-cia Catalana del Agua, que se constituye en la Admi-nistración hidráulica única de la Generalitat,asumiendolas competencias que estaban repartidas entre el Depar-tamento de Política Territorial y Obras Públicas y elde Medio Ambiente. Sin embargo, la Agencia quedaráadscrita a este último departamento.Por último, la Ley 6/1999,de 12 de julio,de Ordenación,Gestión y Tributación del Agua (LOGTA) pretendeordenar las competencias de la Generalitat y de los enteslocales en materia de aguas y obras hidráulicas medianteuna actuación descentralizadora, coordinadora e inte-gradora que comprenderá la preservación, la protec-ción y la mejora del medio ambiente y establecerá unnuevo régimen de planificación del ciclo hidrológico,reconociendo,en su articulo 4.2,que «la Agencia Cata-lana del Agua es la autoridad que ejerce las compe-tencias de la Generalitat en materia de aguas y obrashidráulicas, incluyendo la planificación hidrológica en lascuencas comprendidas íntegramente en el territoriocatalán y la participación en la planificación hidroló-gica que corresponde a la Administración general delEstado,particularmente en la que afecte a la parte cata-lana de las cuencas de los ríos Ebro, Garona y Júcar».Finalmente,debe tenerse en cuenta la incidencia de todolo que representa la aplicación del artículo 13 de la Direc-tiva 2000/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejode 23 de octubre de 2000, que estableció un marcocomunitario de actuación en el ámbito de la política delagua, la Directiva Marco del Agua, que establece unanueva forma de gestión del agua en el territorio euro-peo.•

Los usos del agua enCataluña

David Saurí

Departamento de Geografía e Instituto de Ciencia yTecnología Ambientales. Universidad Autónoma deBarcelona

El autor analiza los usos del agua en Cataluña ysubraya las asimetrías de recursos y tipologías de usosexistentes en el territorio catalán. También se analizanlos escenarios de demandas y usos previstos para elaño 2025. Para ilustrar algunas tendencias de los usosen los ámbitos urbanos, se trata el caso de la regiónmetropolitana de Barcelona y las nuevas formas deconsumo vinculadas al urbanismo de baja densidad

Introducción

En este artículo nos proponemos presentar una breveevaluación de los usos del agua en Cataluña a comien-zos del s. XXI, y también una estimación de las posiblestendencias futuraseneste tema.El actual períododesequíaque sufre granpartedel país junto con las perspectivas decrecimiento en el consumo somete los recursos hídri-cos a unas presiones que pueden resultar muy gravesincluso a corto plazo, tanto para la población como parael restodeseres vivosquedependendel agua.Sinembargo,comoveremos,losusosdel aguaenCataluñavaríanmuchoen funciónde las diferentes comarcas del país,y su gestióny control no resulta una tarea fácil.Primero,porqueel prin-cipal usuario,que es la agricultura de regadío,difícilmentepodrá asumir a cortoplazoahorros significativos (al contra-rio, las perspectivas son de crecimiento del consumo,conproyectos como el canal Segarra-Garrigues) y, segundo,porqueenel ámbitodel consumodomésticociertos facto-resestructuralescomoelaumentode la riqueza,loscambiosen los modelos de crecimiento urbano y los cambios enlos estilos de vida pueden incidir en un aumento de lademanda.

El texto queda organizadode la siguiente forma:en primerlugar, veremos algunos datos globales sobre los usosdel agua en Cataluña y destacaremos las asimetrías derecursos y tipología de usos existentes entre las dos gran-des unidades hidrográficas que constituyen el territo-rio catalán: las denominadas cuencas internas de Cata-luña y las cuencas catalanas del Ebro. En segundo lugar,comentaremos con más detalle los escenarios de deman-das y usos previstos por la Agencia Catalana del Agua(ACA) para el año 2025 que dejan entrever una ciertacontención o incluso disminución de los usos urbanose industriales. Sin embargo, veremos como estos esce-narios se basan en hipótesis problemáticas,tanto a escalade crecimiento de la población como de consumo percápita. Finalmente, y para ilustrar algunas tendencias delos usos en ámbitos urbanos, trataremos el caso de laregión metropolitana de Barcelona y las nuevas formasde consumo (jardines y piscinas, especialmente) vincu-ladas con lo que denominamos el urbanismo de bajadensidad,de importante crecimiento en los últimos añosen este territorio y que puede comportar cambios signi-ficativos en la demanda futura de agua.

Los usos del agua en Cataluña: una situa-ción de fuerte asimetría

En la tabla 1 sepresenta la demanda total de aguaenCata-luña, según datos de la ACA, distribuida en dos grandestiposdeusos:losusosurbanos,divididos a suvezendomés-ticos e industriales, y los usos agrícolas, divididos entrelos correspondientes al riego y los correspondientes ala ganadería.En conjunto,se puede ver como la demandasuperaunpoco los3.000hm3 anuales,loque suponeapro-ximadamente un 8,5% del total de la demanda de aguaen el Estado español. La primera asimetría que pode-mos observar es la desproporción existente entre lademanda agrícola (casi tres cuartas partes de la total) yla demanda urbana (la cuarta parte restante). En otraspalabras,y pese a la imagen tradicional de Cataluña comoregión fuertementeurbanizadae industrializada,esel sector

60

agrícola, y con mucha diferencia, el que principalmenteutiliza el recurso del agua.La segunda asimetría que queremos destacar hace refe-rencia a las grandes disparidades de usos que obser-vamos entre las dos grandes unidades hidrográficas enque se encuentra dividido el país. Las cuencas internasde Cataluña comprenden aproximadamente el 52% delterritorio catalán incluido en las cuencas de los ríos ubica-das íntegramente en Cataluña. El resto del territorio,en cambio,corresponde a aquellas cuencas fluviales tribu-tarias del río Ebro. Las asimetrías entre las dos cuencasse concretan almenos con respecto a tres niveles.Primero,en términos de recursos hídricos disponibles, las cuen-cas internas suman un promedio de unos 2.700 hm3poraño, mientras que las cuencas del Ebro llegan hasta los10.000 hm3/año. Segundo, con respecto a la población,las cuencas internas reúnen aproximadamente el 90%de la población catalana, y las del Ebro, el 10% restante.Finalmente (ver la tabla 2), los usos del agua tambiénpresentan diferencias muy notables.En las cuencas inter-nas, el 65% del agua se destina a usos urbanos y el 35%restante a usos agrícolas. En cambio, en las cuencas delEbro, más del 95% del agua tiene como usuario final laagricultura. En términos absolutos, y precisamente porla fuerte demanda agrícola, de la tabla 2 también sedesprende que son las cuencas del Ebro las grandesconsumidoras de agua en Cataluña, con más de un60% del total.Los usos agrícolas

En Cataluña, la superficie agrícola en regadío sumabaaproximadamente unas 262.000 hectáreas en el año2002.De estas últimas,un 78,5% se localizaba en las cuen-cas del Ebro y el resto (21,5%) en las cuencas internas.Como ya se ha comentado anteriormente, el regadíosupone un consumo de unos 2.300 hm3 anuales, condotaciones medias estimadas que van desde los 6.200

m3/ha/año en las cuencas internas, hasta los 8.800m3/ha/año en las cuencas del Ebro. Hay que especifi-car que la ACA también incluye los campos de golf (unos5,7 hm3/año,o el 2% de la demanda de riego) dentro deestos usos. En las cuencas internas hay que destacarlos riegos del Foix, el Gaià, el Francolí, el Muga y El BaixTer, que representan el 70% de la demanda de aguade regadío en este ámbito.En las cuencas del Ebro,y conrespecto al riego agrícola,190.600 de las 206.000 hectá-reas regadas se reparten entre quince grandes conjun-tos, el más grande de los cuales corresponde al canalde Urgell (más de 70.000 hectáreas),seguido por el canalAragón-Cataluña y por los canales de los márgenes dere-cho e izquierdo del Ebro.A estas infraestructuras habráque añadir,de aquí a poco tiempo,el canal Segarra-Garri-gues, que tiene que regar unas 70.000 nuevas hectá-reas en Les Terres de Lleida y del cual se hablará másadelante.Un aspecto muy importante de los usos agrí-colas del agua tiene que ver con la eficiencia de lossistemas de riego.En sistemas tradicionales como el riegoa manta o el riego por gravedad, las pérdidas puedenllegar a superar el 40% del agua suministrada a los camposde cultivo,mientras que los sistemas como el de asper-sión y,aún más,el denominado riego de goteo muestranrendimientos muy elevados. No obstante, los sistemasde regadío tradicionales no son tan ineficientes como sepodría pensar si consideramos que parte del agua queteóricamente se pierde,de hecho contribuye a la recarga

de acuíferos y, a una escala más global, si tenemos encuenta la importancia ecológica de estos sistemas: dehecho,algunos muy antiguos,como el Rec del Molí en elTer (aguas abajo de Colomers) se han convertido conel tiempo en importantes puntos de concentraciónde biodiversidad acuática que se podría malograr si estasobras se modernizaran (Llausàs, 2005).Los usos urbanos

Como también se ha comentado,estos usos se encuen-tran fuertemente concentrados en las cuencas inter-nas de Cataluña. En este ámbito territorial se consumeel 90% del agua destinada a los usos urbanos del Prin-cipado. Según la ACA, la dotación media en Cataluñapara usos urbanos se sitúa en torno a los 400 lpd.Debeseñalarse que esta cifra incluye, por una parte, los usosindustriales y,por la otra, los usos domésticos.Entre estosúltimos encontramos el correspondiente a los hoga-res, los usos comerciales (de tiendas, oficinas, etc.) ylos usos públicos (limpieza viaria y del alcantarillado,riegode jardines). Finalmente, las dotaciones también inclu-yen las pérdidas en el sistema de distribución.En las cuencas internas de Cataluña, la dotación urbanaes de 350 lpd,mientras que en las cuencas del Ebro llegahasta los 450 lpd. La dotación para usos industrialeses aproximadamente de 110 lpd,mientras que la dota-ción doméstica se sitúa en torno a los 240 lpd. Paralos municipios de más de 10.000 habitantes de las cuen-cas internas, la ACA estima que la dotación domés-tica oscila entre 200 y 210 lpd. De éstos, unos 140 lpdcorresponden al consumo estricto de los hogares;unos10 lpd, al consumo comercial; unos 16 lpd, a los consu-mos públicos, mientras que unos 46 lpd son consu-mos no controlados y pérdidas. Así, la diferencia entrela dotación y el consumo real se encuentra en tornoa un 22%. Sin embargo, esta cifra puede variar muchosegún los municipios. En el ámbito territorial servidopor la Sociedad General de Aguas de Barcelona (los 26municipios del área metropolitana de Barcelona,AMB),el rendimiento global de la red ha pasado de un 76% enel año 1998 a un 80% en el año 2004.Contrariamentea lo que mucha gente pueda pensar, la proporción depérdidas de agua por fugas en la red es relativamentepequeña.Según los responsables de la empresa SGAB,en el AMB las fugas estrictas sólo suponen un 7% deltotal, mientras que el resto de pérdidas correspondea subconteos (por ejemplo,contadores en mal estado)o a fraudes (Peralta, 2005).Si comparamos las dotaciones domésticas de agua delas cuencas internas de Cataluña con las correspon-dientes a otros países no podemos concluir en abso-luto que el gasto hídrico en este ámbito sea despro-porcionado, al menos con respecto a grandes municipios.Por ejemplo, las dotaciones domésticas se encuentranmuy lejos de las existentes en climas similares al nues-tro (en California llegan hasta los 700 lpd) y sólo sonligeramente superiores a las de algunos países europeoscomo Alemania, Francia o Finlandia (200-250 lpd), decaracterísticas climáticas menos exigentes en gastohídrico que las propias de nuestras comarcas medite-rráneas.

Los usos del agua en Cataluña: perspecti-vas de futuro

Estimar la evolución futura de los usos del agua en Cata-luña tampoco es una tarea nada fácil, pero sí necesariapara prever con toda la anticipación posible situacio-nes críticas en términosdeescasez yde calidaddel recurso.Aquí resumiremos un estudio prospectivo elaboradopor la ACA en el año 2002, que estima las demandaspor grandes sectores de consumo utilizando como refe-rente temporal el año 2025. Sin embargo, antes será

Los usos del agua en CataluñaDavid Saurí

61

necesario comentar algunas de las trayectorias proba-bles que pueden seguir los diferentes sectores.Empezando por el sector agrícola,no parece probablea corto y medio plazo que éste deje de consumir, almenos de una manera significativa, los recursos actua-les. Más bien al contrario, la construcción del canal Sega-rra-Garrigues, la obra hidráulica más importante plan-teada actualmente en Cataluña, indica una importanteexpansión del regadío, si bien el proyecto estima queel riego por gravedad sólo comprenderá un 37% dela superficie total. Habrá que ver hasta qué punto losproyectos de modernización de regadíos pueden gene-rar consumos menores de agua en este ámbito y cuálserá su destino. La experiencia de otros lugares, comoCalifornia o Arizona, en los EE UU, indica que el usoagrícola ha tendido a disminuir debido a que los bene-ficiarios de las concesiones venden sus derechos sobreel agua a las ciudades. En la actualidad, esta alterna-tiva, contemplada entre otros por el Ministerio de MedioAmbiente español, no se da en Cataluña, pero podríahacerse efectiva en el futuro,especialmente si la demandaurbana aumentase.Sin embargo, el futuro de las dotaciones industrialesapunta hacia una disminución ya manifiesta desde hacealgunos años a causa,entre otros factores,de la deslo-calización de las actividades fabriles y de los impor-tantes esfuerzos para aumentar la eficiencia en eluso del recurso (mucho más significativos que en losámbitos agrícola o doméstico), esfuerzos debidos enparte a la presencia de normativas cada vez más estric-tas. Donde quizás se encuentran los principales inte-rrogantes es en el ámbito doméstico. Por una parte,los usos correspondientes a este ámbito de consumotienden hacia una cierta estabilidad o aumento rela-tivamente pequeño en áreas muy pobladas comoBarcelona y su periferia inmediata. Esta estabilidadse atribuye por parte de ciertos organismos a las polí-ticas de precios y cargas impositivas que habrían contro-lado el crecimiento de los consumos. Ahora bien,también hay que tener en cuenta los efectos de losmovimientos migratorios desde estos núcleos compac-tos hacia otros municipios de la región metropolitana.En la medida en que Barcelona y núcleos próximoshan perdido población y que esta población cadavez está más envejecida, también se podría hablarde un cierto efecto de estos condicionantes demo-gráficos al explicar la estabilidad o incluso descenso enlos consumos. En el resto de la RMB, en cambio, elnuevo modelo urbanístico basado en viviendas de bajadensidad ocupados por familias más numerosas y másjóvenes y donde aparecen nuevos usos como el riegode jardines y las piscinas,puede generar un importanteaumento de la demanda de agua (ver punto 3, másadelante).En el año 2002, la ACA hizo público un informe sobrela demanda de agua en Cataluña, del cual ya hemospresentado algunos datos. Dicho informe planteabatambién escenarios para el año 2025, basados en dosproyecciones de población para aquel año (7 y 7,5 millo-nes de habitantes) y también en dotaciones (consu-mos per cápita o por hectárea de riego). Los escena-rios previstos reflejaban respectivamente una situación«tendencial» (donde no se prevén cambios en cuantoa dotaciones y los incrementos del consumo se produ-cen únicamente por el incremento de población) y unasituación «de ahorro intenso» (las dotaciones per cápita

se reducen por el efecto de políticas de gestión de lademanda).Las tablas 3,4 y 5 presentan las proyecciones de demandade agua elaboradas por la ACA a partir de multiplicarla población (y en su caso las hectáreas de riego) espe-rada para el 2025 por las dotaciones respectivas segúnlos dos escenarios comentados antes. En este artículosólo presentamos los datos correspondientes a la proyec-ción de población de 7,5 millones de habitantes y dife-renciamos entre Cataluña, cuencas internas y cuencasdel Ebro.A partir de los datos de la tabla 3, se puede compro-bar cómo los incrementos previstos son relativamentemoderados (especialmente si tenemos en cuenta previ-siones muy elevadas como las de la revisión del PlanHidrológico de las Cuencas Internas de Cataluña de1995). La excepción más destacable es el regadío; seprevé que el agua destinada a éste haga aumentar lademanda global en Cataluña entre un 15 y un 20% deaquí al 2025 debido, fundamentalmente, a las expecta-tivas de incremento de la superficie regada (casi un60% hasta el 2025,en gran parte por la construcción delcanal Segarra-Garrigues). En la tabla también se puedever el escaso efecto de las medidas reductoras delconsumo agrícola en el escenario de ahorro intenso.Con respecto a la demanda urbana, las perspectivasde crecimiento son bastante más moderadas, en granparte por la evolución prevista en las cuencas internas(tabla 5), que a continuación comentaremos con másdetalle. Si nos fijamos primero en el escenario tenden-cial, se puede ver cómo el incremento de la demanda

de agua se estima en unos 141,5 hm3 (un 71% de estacantidad iría al sector doméstico y,el resto,al sector indus-trial). El escenario tendencial asume que las dotacio-nes serían prácticamente iguales a las actuales y que,porlo tanto, los hábitos en los usos no variarían sustancial-mente. En cambio,para el escenario de ahorro intenso,el aumento en cifras absolutas hasta el 2025 sería de 47,5hm3, cantidad que resultaría de una reducción signifi-cativa de los consumos industr iales(-22 hm3) y un aumento más moderado en losusos domésticos (59 hm3).Como ya se ha comentado anteriormente, en el casode la demanda urbana,estos escenarios dependen bási-camente de dos factores:la población esperada y la dota-ción media per cápita expresada en litros/persona/día.Por lo tanto, los cambios en las proyecciones demo-gráficas y en las dotaciones pueden alterar significati-vamente las previsiones de demanda de agua en Cata-luña. A la luz de nuevos datos demográficos y dedotaciones de agua doméstica en función de las tipo-logías de vivienda y de nuevos usos del agua, a conti-nuación intentaremos defender el argumento de que lasprevisiones de la ACA para el 2025 pueden subesti-mar el crecimiento de la demanda de agua, especial-mente en las cuencas internas.En primer lugar, y tomando como referencia la pobla-ción del año 2002,el Instituto de Estadística de Cataluña(IDESCAT) revisó en el 2004 las tendencias del creci-miento de la población catalana según cuatro escena-rios: «bajo», «medio-bajo», «medio-alto» y «alto».Con excepción del escenario «bajo», la previsión de 7,5

62

millones de habitantes para el año 2025 se rebasabaen todos los escenarios,mientras que el escenario consi-derado como más probable, el denominado «medio-alto», daba una cifra de 8,2 millones de habitantes parael 2025 (principalmente por el peso de la inmigraciónextranjera).Con una dotación de 200 lpd,que es la mane-jada por la ACA, serían necesarios unos 50 hm3/añoadicionales de agua para satisfacer las necesidades de losnuevos habitantes. Si la población llegara hasta los 8,9millones de habitantes previstos en el escenario «alto»de las proyecciones actuales del IDESCAT, los recur-sos adicionales necesarios sobrepasarían los 100 hm3/año.Sin duda,estas cantidades sepodrían reducir enelmencio-nado escenario de ahorro intenso, pero en cualquierade los casos el aumento de la demanda sería superioral estimado por la ACA.Con respecto a las dotaciones, la cifra unitaria de 200lpd utilizada en el estudio de la ACA esconde de hechorealidades muy diferentes.Esta dotación parece adecuadapara reflejar la situación de las áreas urbanas densasde las cuencas internas de Cataluña, pero no tantopara las otras formas de desarrollo urbano que crecenfuera de la aglomeración barcelonesa y en otras áreasdel país, y que pueden estar consumiendo cantidadessuperiores según las particularidades de este nuevomodelo de crecimiento y los usos del agua asociadosal mismo. Para ilustrar mejor esta hipótesis, a conti-nuación nos referiremos al caso del la región metro-politana de Barcelona.

Los nuevos usos del agua en las áreasurbanizadas: viviendas, jardines y piscinasen la RMB

En la regiónmetropolitanadeBarcelona,unode los rasgosmás significativos de los últimos años es que los munici-pios en que se observan los consumos de agua más altosson también aquellos que se encuentran en una etapa deimportante expansión demográfica. Paralelamente, lapoblación disminuye en aquellos municipios donde elconsumo es bajo. Aun cuando no se puede estableceruna relación causal directa,esta tendencia apuntaría haciaun crecimiento de los consumosdomésticosporpersona,principalmente por la migración de la población haciamunicipios con estructuras urbanísticas basadas en lavivienda de carácter disperso,más consumidora de agua,que la vivienda de carácter concentrado.El consumo y los usos del agua varían mucho en funcióndel tipo de vivienda predominante.A partir de los datosextraídos de una encuesta en 625 viviendas de 22 muni-cipios de la RMB,Domene y otros (2004) estimaron queel consumo medio de una vivienda plurifamiliar (o sea,enunbloquedepisos) era deunos120 lpd;si esta viviendaiba acompañada de una zona comunitaria con jardín ypiscina, el consumo aumentaba hasta los 148 lpd, y,finalmente,si se trataba de una vivienda unifamiliar,enton-ces llegaríamos hasta los 203 lpd.En este caso nos refe-rimos a consumos reales (facturados) y no a dotacionesque forzosamente,tienen que ser más elevadas.Por ejem-plo, y siguiendo el mismo criterio de proporcionalidadentre dotación y consumo real de los hogares estable-cido por la ACA (el consumo real equivale aproxima-damente a un 0,7% de la dotación), para las viviendasunifamiliares, la dotación para esta tipología estaría cercade los 300 lpd. Si las tipologías de vivienda son impor-

tantes al determinar el consumo doméstico de agua,entonces resulta importante conocer la evolución deestas tipologías y también los nuevos usos del aguaque de éstas se derivan.

Las formas del crecimiento urbanoreciente en la RMB: ¿hacia un mayor gastohídrico?

Un punto de partida para evaluar el crecimiento delconsumo doméstico es, por tanto, analizar las tenden-cias en la urbanización de la RMB, que concentra el75% aproximadamente de la población de Cataluña.Entre los años 1993 y 2000, el suelo urbano en la RMBha crecido un 27,7%, lo que supone unas 14.300 nuevashectáreas.Así,prácticamente el 19% del suelo de la RMBera urbano en el año 2000 (16% en 1993).

Sin embargo,el suelo urbano es una categoría que englobarealidades muy diferentes como,por ejemplo, las vivien-das y su tipología constructiva (bloques de pisos, casasaisladas,etc.); las zonas industriales y comerciales; las infra-estructuras y equipamientos urbanos;y también los deno-minados suelos improductivos que, muchas veces, sonespacios de transición hacia su desarrollo urbano. Eluso urbano que más ha crecido durante el período dereferencia ha sido al que llamamos «residencial difuso»(viviendas unifamiliares aisladas o adosadas),que reúnencasi el 32% de los nuevos usos urbanos. A continua-ción vendría la categoría de «suelo improductivo», conun 18,5%.En tercer lugar se situarían las áreas industrialesy comerciales, con prácticamente un 17% del total ycaracterizadas por adquirir progresivamente la forma decontenedores de gran tamaño como, por ejemplo, losextensos polígonos industriales de la periferia o las gran-des superficies comerciales generalmente en núcleos de

la red viaria y, por lo tanto, con una buena accesibili-dad. En cuarto lugar tendríamos las infraestructuras viarias(fundamentalmente para el transporte privado) y, enquinto lugar,lo quedenominamos«residencial compacto».Tambiénhayquedestacar la expansiónde las zonas verdesurbanas, con casi 700 nuevas hectáreas (ver tabla 6).Deesta tabla sedesprendeque,en términosdeocupacióndeespaciourbano,las viviendasunifamiliares y las adosadas(o la categoría que nosotros denominamos «residencialdifuso»)ocupanelprimer lugar.Dehecho,un35%del totaldeviviendasconstruidasen laRMBentre1985y2000seríandeesta tipología (Saurí,2003).Necesariamente,este creci-mientose tienequereflejarenmayoresconsumosdeagua,sobre todo si se mantiene en el futuro. Estos consumosprovienen principalmente de nuevos usos como el riegode jardines y la construcción de piscinas.

Los jardines públicos y privados

Este uso también se encuentra en expansión por lacreciente preferencia social de utilizar especies atlánti-cas en ambos tipos de jardinería,especialmente césped,altamente consumidoras de agua.Hay que recordar queel gasto hídrico de un jardín constituye aproximadamenteel 30% del gasto hídrico total de un hogar que cuentecon este tipo de equipamiento (el 50% en verano),aun cuando este gasto varía mucho en función del nivelde renta de los hogares. En un estudio efectuado a 120viviendas unifamiliares de seis municipios de la RMB,tresde renta alta (Sant Cugat del Vallès, Sant Just Desverny SantAndreudeLlavaneres) y tresde rentamedia (Torre-lles de Llobregat, Santa Eulàlia de Ronçana y Palau Solitài Plegamans),seobservó una clara diferencia con respectoal gasto hídrico de los jardines.En los de renta alta,dondepredominaban los céspedes,este gasto hídrico era de 30litros/m2/semana,mientras que en los de renta más baja

Los usos del agua en CataluñaDavid Saurí

63

llegaba a 19 litros/m2/semana. Además, el tamaño delos jardines era considerablemente superior en el primercaso (464 m2 por término medio) que en el segundo(235m2).Apartir de la proporcióndel consumodel jardínsobre el consumo medio de los hogares unifamiliares ydel número total de hogares unifamilares existentes enla RMB, el gasto hídrico de la jardinería se puede cifraren torno a unos 40 hm3 de agua al año. Con respectoa la jardinería pública, y pese a los mensajes de sosteni-bilidad que lanzan las instituciones,lo cierto es que en losparques urbanos, especialmente de la ciudad central yla primera corona metropolitana,también predomina deforma agobiante el césped (muy presente,por otra parte,en elementos viarios como las numerosas rotondasque se han construido durante los últimos años). Eneste caso, la contribución al gasto hídrico es de unos 8hm3/año (Parès y otros, 2003).

Piscinas

Según la Federación de Asociaciones de Fabricantesde Equipos y Constructoras de Piscinas y Saunas (2004),el mercado de las piscinas en el Estado español se encuen-tra en una fase de crecimiento intenso, con cerca de30.000 piscinas construidas cada año.Mayores posibili-dades de elección de modelos con precios diferenteshan hecho más accesible este producto a sectorescada vez mayores de la población.Vidal y Domene (2005) han estimado el número de pisci-nas existentes en la RMB en unas 52.000 unidades, queocuparían más de un millón y medio de metros cuadra-dos y consumirían un total de más de 3 hm3 anuales.En la tabla se muestra el número de piscinas por comarca,su superficie y su consumo de agua. La cantidad totalde agua consumidaes ciertamentepoco relevante (menosde un 1% del consumo total de agua en la RMB), pero

no hay que olvidar que estas piscinas van a menudo acom-pañadas de un jardín y constituyen una parte muy impor-tante de la oferta de nuevas viviendas en la periferiade la RMB, con lo cual es previsible que este nuevouso siga aumentando en el futuro.El municipio de la RMBque consume más agua por este concepto es Sant CugatdelVallès,conunos160.000m3/año,(unos124.00m3/año),mientras que los menos consumidores serían Badiadel Vallès (dónde no hay ninguna piscina privada) ySant Adrià del Besòs.Con respecto a la densidad de pisci-nas (expresada en m2 de piscinas por km2 de municipio),destaca Castelldefels (5016 m2/km2) y la zona sur de lacomarca de El Maresme (de 4400 a 3100 m2/km2).Otraszonas de concentración importante son Lliçà d'Amunt,Sant Cugat y algunas de El Baix Llobregat, como SantAndreu de la Barca o Vallirana.

Conclusiones

Este artículo ha examinado los usos del agua en Cataluñapor sectores y cuencashidrográficas yhaestimado tenden-cias futuras basadas en un estudio de prospectiva elabo-rado por la Agencia Catalana del Agua en el año 2002.No obstante, también se ha criticado la metodología yresultados de este estudio prospectivo que, a nuestroparecer, subestima la demanda futura de agua en Cata-luña, especialmente con respecto al sector doméstico delas cuencas internas. Finalmente, y para fortalecer estacrítica,se han presentado algunos datos sobre consumosde agua según tipologías de vivienda en la región metro-politana de Barcelona, así como datos de consumo deagua para nuevos usos como jardines y piscinas en estemismo ámbito territorial.Nuestra principal conclusión es que la demanda y elconsumo de agua en Cataluña continuarán aumentandodurante los próximos años,si bien la naturaleza y propor-

ciones de este crecimiento serán muy diferentes segúnnos encontremos en las cuencas del Ebro o en las cuen-cas internas.En las primeras,el crecimiento de la demandaydel consumoseproduciráprincipalmenteporel aumentode la superficie en regadío que generará principalmenteel canal Segarra-Garrigues, de forma que, con respectoal conjunto del territorio catalán, el consumo agrícolaincluso aumentará su proporción de aquí al año 2025.Enlas cuencas internas, en cambio, el crecimiento de lademanda y el consumo vendrá dictado especialmentepor las tendencias demográficas (con incrementos depoblación más importantes de lo que se considerabaapenas hace pocos años) y urbanísticas, en la medidaen que la vivienda unifamiliar y la plurifamiliar con jardi-nes y piscinas comunitarias se encuentran en expan-sión. La gestión de todas estas nuevas demandas en lascuencas internas requerirá esfuerzos muy grandes porparte de los poderes públicos y de la ciudadanía si sequiere evitar tener que acabar dependiendo de recursosexteriores como grandes trasvases u otras opcionestambién problemáticas como la desalinización.Ahorrar,reciclar,usar recursos alternativos,como las aguas pluvia-les, las aguas depuradas o las de acuíferos recuperados,o incluso negociar con el sector agrario la transferenciade agua en épocas de penuria hídrica, resultan en estesentido alternativas cada vez más imprescindibles si nosplanteamos seriamente que el agua es un componentevital para nosotros y para el resto de seres vivos.•Referencias bibliográficas

Agencia Catalana del Agua (2002a): Estudi de caracterització iprospectiva de les demandes d’aigua a les conques internes de Cata-lunya i a les conques catalanes de l’Ebre.Conques internes de Cata-lunya. Document de síntesi. Barcelona: Generalitat de Cata-lunya, Departamento de Medio Ambiente,ACA (disponible en:www.gencat.net/aca/ca//planificacio).

Agencia Catalana del Agua (2002b): Estudi de caracterització iprospectiva de les demandes d’aigua a les conques internes de Cata-lunya i a les conques catalanes de l’Ebre.Conques internes de Cata-lunya. Document de síntesi. Barcelona: Generalitat de Cata-lunya, Departamento de Medio Ambiente,ACA (disponible en:www.gencat.net/aca/ca//planificacio).

Catalán, B., Saurí, D. y Serra, P. (2005): «Crecimiento del suelourbano en la región metropolitana de Barcelona. 1993-2000».Comunicación aceptada.XIX Congreso de la Asociación de Geógra-fos Españoles. Santander, 24-27 octubre.

Domene, E, y Saurí, D. (2003): «Modelos urbanos y consumode agua.El riego de jardines privados en la región metropolitanade Barcelona», Investigaciones Geográficas, 32, pp. 5-18.

IDESCAT (2004): Projeccions de població de Catalunya (base2002). Principals resultats en els horitzons 2006, 2015 i 2030.Barcelona,Instituto de Estadística de Cataluña (www.idescat.net).

Llausàs,A.(2005):«El revestiment del rec del Molí».Revista Avanç(Ayuntamiento de Serra de Daró y Diputació de Girona), 13,pp. 4-6.

Parés, M., Domene, E. y Saurí, D. (2004): «Gestión del agua en la

64

jardinería pública y privada de la región metropolitana de Barce-lona», Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 37, pp.223-237.

Peralta, A. (2005): «Reducció de pèrdues a la xarxa. Sectoritza-ció de la xarxa de Barcelona». Ponencia presentada en lasJornadas Catalanofrancesas sobre Agua y Desarrollo Sostenibleen el Mediterráneo. CosmoCaixa, Barcelona, 20-21 abril.

Rivera, M., Capellades, M. y Saurí, D. (2001): «Patterns of urbangrowth and residential water consumption trends in the Metro-politan Region of Barcelona». Póster presentado en el Ameri-can Water Works Association. Annual Meeting, Dundee, Escocia,6-8 agosto.

Saurí,D.(2003):«Lights and Shadows of Urban Water DemandManagement. The case of the Metropolitan Region of Barce-lona», European Planning Studies, 11(3), pp. 233-247.

Vidal, M, y Domene, E (2005): «Urbanización y nuevos usos delagua: el caso de las piscinas privadas en la región metropolitanadeBarcelona».Comunicación aceptada.XIXCongreso de laAsocia-ción de Geógrafos Españoles. Santander, 24-27 octubre.

Visiones sobre la gestiónintegrada del aguaPPor Luís Ángel Fernández Hermana

Rafael Mujeriego y Narcís Prat

El ingeniero de caminos Rafael Mujeriego y el biólogoNarcís Prat confrontan sus puntos de vista sobre loque es y lo que no es una gestión integrada del agua.Dos visiones científicas sobre una cuestión compleja.

Narcís Prat: catedrático de Ecología en la Universidad deBarcelona desde 1988 y asesor del consejero de MedioAmbiente de la Generalitat de Catalunya desde 2004. Entreotras actividades, Prat ha sido secretario y después presi-dente de la Asociación Española de Limnología (1981-1993), perito del fiscal de delitos ecológicos de la Audien-cia de Barcelona (1989–1996), miembro del consejo deredacción de la revista Quaderns d’Ecologia Aplicada (1990-2001), miembro del consejo directivo de la Junta de Sanea-miento de la Generalitat de Catalunya y director del Depar-tamento de Ecología de la Universidad de Barcelona(2001-2003).

Rafael Mujeriego: doctor ingeniero de Caminos y catedrá-tico de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnicade Cataluña (UPC), donde es profesor desde 1976. Es presi-dente del Consejo para el Uso Sostenible del Agua (CUSA)de la Generalitat de Catalunya y del comité científicoespañol del Premio del Agua de Estocolmo para Jóvenes.Entre 1995 y 2000 presidió el Grupo Especializado enRegeneración y Reutilización de Agua de la InternationalWater Association (IWA).

LAFH: El tema de esta entrevista es el titular. Por lo tanto,la primera pregunta es obvia: ¿qué debemos entendercomo gestión integrada del agua?

RM: La palabra integrada transmite la idea de un conjuntode elementos relacionados entre sí, como sería un sistema,en el que la actuación sobre uno de esos elementos tieneconsecuencias sobre los demás. Y para obtener un resul-tado final, se tiene que actuar armónicamente sobretodos ellos. Es la definición de ecosistema: un sistemainterrelacionado de elementos, que funciona con unaporte de energía y que responde a un estímulo gene-rando determinados efectos. El agua es uno de los elemen-tos que componen el medio y puede tener multitudde usos. Las diferentes variables deben ser tratadas deforma armónica, no se puede actuar sobre uno de loselementos sin tener en cuenta los otros.Dicho esto, si hay un texto de actualidad que trans-mite este punto de vista desde la civilización, la inge-niería y la ciencia es la Directiva Marco del Agua delaño 2000. La DMA/2000 es todavía un documento inter-pretable, una especie de evangelio que debemos leercon atención. No obstante, es un documento que tienenque dar mucho de sí y que ha consolidado la conside-ración del medio ambiente, algo que nos faltaba en nues-tras culturas, como parte de la gestión del agua.Hoy la gestión integrada del agua (GIA) se plantea alre-dedor de tres grandes criterios: 1. Contemplar una amplia variedad de opciones. O sea,que no existe una solución única. En el pasado, el

problema del abastecimiento se resolvía mediante unagran actuación: un trasvase, un pantano, etc.2. La adopción simultánea de distintas soluciones requiereel desarrollo armónico de dos grandes grupos de reali-dades: las infraestructuras (lo físico) y la gestión (lo virtual),o la realidad y el «software». ¿Estamos equilibrados eneste sentido? Creo que, por ahora, tenemos más de loprimero que de lo segundo.3. La planificación de esas actuaciones mediante la anti-cipación para evitar políticas de corto plazo. Para terminar, quiero regresar a la caja de herramien-tas que nos permitirá implantar una GIA:• Proteger nuestras fuentes de suministro de agua (evitarla contaminación).• Ahorrar agua o hacer un uso eficiente de la misma contodos los matices que queramos añadir. El ahorro deagua no siempre supone un beneficio general, puede sersólo uno muy localizado.• Ampliar el campo de la regulación: almacenar en épocasde abundancia para disponer en épocas de escasez. Estees un proceso de adaptación evolutiva que conoce-mos muy bien. Pero no sólo almacenar, sino tambiénprotegernos frente a las avenidas y las riadas, que sonuna característica de nuestra geografía y en cuya gestiónlos embalses juegan un papel fundamental.• Intercambiar los usos del agua entre todos los usua-rios potenciales: el medio ambiente, los usos urbanos,los usos agrícolas y los usos industriales.Hay dos herramientas más para la gestión integradadel agua que son novedosas en nuestra cultura:• La reutilización y la regeneración planificada del aguapara usos potables y no potables.• La desalinización de aguas salobres y aguas marinas.

NP: LA GIA depende de dónde se hace y de los obje-tivos que se fijen. En el contexto catalán o españolsabemos lo que puede llegar a significar, pero en paísesde África o de América Latina puede tener un significadomuy diferente. La directiva europea nos ofrece un marcomuy claro al establecer como límite básico el medio-ambiental. Y ésta es la novedad. De valorar el aguasólo como recurso, hemos pasado a considerarla comoun activo ambiental, y esta consideración debe ser unobjetivo central en la planificación y en la gestión inte-grada del agua. Este es el tema clave.Tener un medio ambiente en buenas condiciones signi-fica disponer de ríos y embalses limpios para que cuandocaptemos el agua, ésta sea de calidad. Y sabemos queesto es cada vez más importante. Cada vez somos máscapaces de medir cualquier cosa en el agua, y cuando nosestamos acostumbrando a un contaminante emergenteque parece ser muy perjudicial resulta que salen otrostres. Los temas de calidad, pues, son también funda-mentales. Mejor coger el agua sin necesidad de tratarla,que tener que tratarla ochenta veces porque está hechaun desastre. Si el objetivo de la gestión integrada del aguaes mantener el medio ambiente en buenas condiciones,pues esto garantiza que el usuario disponga de aguade calidad. Comprender esto es un primer paso esen-cial para poder actuar entonces en otras direcciones.La DMA/2000 obliga a un cambio acelerado de menta-lidad en España. Hasta hace un año y medio, la políticadel agua ya tenía la solución: el trasvase, por ejemplo, paraCataluña, y no pensábamos en nada más. Hemos vividocon esta idea durante 25 años. Lo demás (regeneración,

65

desalinización, reutilización, etc.) era algo que se podíahacer, pero no constituía el meollo de la cuestión. Alcambiar el punto de mira hacia la calidad, cambia tambiéntodo lo demás. Si el río debe darnos agua de cier tacalidad, éste tiene que llevar cierta cantidad de agua y nopuede ser que vaya medio seco. La paradoja del Seguraes que están pidiendo un trasvase y otras intervencio-nes en un río que no llega al mar, o sea, que ya no esun río.Por lo tanto, cuando entendamos que una cierta cantidaddel agua de la lluvia que recibe la cuenca de un río debellegar al mar, entonces también entenderemos muchasotras cosas en las que nos hemos enrevesado últimamente.Si hay gente, entre ellos muchos políticos, que dice queel agua del río se pierde en el mar, eso tan típico que escu-chamos tantas veces como que «el Ebro ha arrojado almar veinte trasvases», pues entonces no hablemos desostenibilidad ni de mejorar el medio ambiente. Lo mismopuede decirse con respecto a la cantidad. Si nosotros tene-mos derecho a tener agua para beber, los ecosistemastambién tienen derecho a tener agua para sostenerse.Cuando armonicemos ambas cosas podremos entrarentonces en el mundo de la gestión integrada.

RM: Yo prefiero hablar de criterio ambiental en vez delímite ambiental. De ahí surge la necesidad de aplicar loscriterios fijados en la DMA/2000 que, como digo, es undocumento interpretable. Pero corresponderá a las admi-nistraciones y los ciudadanos realizar esta interpreta-ción mediante un proceso de consenso y de debateconjunto para determinar finalmente qué tipo de medioambiente queremos. No tenemos una foto ideal del medioambiente al que aspiramos. Por eso creo que la gestiónintegrada del agua se puede iniciar antes de tener resueltaesta foto ideal, pues se trata de ordenar los medios de quedisponemos para conseguir los fines que nos hemos fijado.

LAFH: ¿Existe un desequilibrio hídrico en España entrela oferta y la demanda? Se dice que el consumo aumentaentre un 13 y un 15% anual, pero que poseemos la mismacantidad de agua, no hay reservas nuevas. ¿Cómo seráposible armonizar los dos conceptos mencionados anteuna situación de este tipo?

NP: Bueno, la verdad es que el consumo en España crecemuy poco. Ni siquiera en Murcia. La región metropoli-tana de Barcelona, por ejemplo, consume ahora prác-ticamente la misma cantidad de agua que hace 25 años,unos 450 hectómetros cúbicos al año aproximadamente.Junto con el aumento de la población y de las segun-das residencias se han producido también cambios enlas pautas de consumo, se han reducido los usos de carác-ter industrial y se ha incrementado la eficiencia de lared de distribución. Una cosa ha compensado a la otra.De todas formas, los recursos disminuirán en el futuropor el cambio climático y por otras razones que apun-taremos en la entrevista. Ciertamente estamos en unequilibrio inestable.Por otra parte, quien planifica el territorio y decide siun municipio crece en 10.000 personas no es quien plani-fica el uso del agua. A aquel lo único que le interesa eshacer casas. Hace seis o siete años se pensaba en unaCataluña de seis millones de habitantes que apenasiba a seguir creciendo. Ahora estamos hablando deuna Cataluña de ocho millones de habitantes. ¿Cómo se

va a dar de beber a ocho millones de habitantes? Puesdependerá de muchos factores, de si se concentran enla región metropolitana o si se esparcen por el restodel territorio. Además, los recursos hídricos de Cataluñano son iguales en las cuencas del Muga, del Segre o delFrancolí. No estamos seguros de que con los recursosque tenemos le podamos dar agua de calidad a estapoblación, a menos que usemos los instrumentos quehemos mencionado, como el agua regenerada. Creo queesto no está todavía bien estudiado.

RM: La zona metropolitana de Barcelona viene regis-trando incluso un descenso tenue del consumo. Perola cuestión más importante es la fiabilidad del suminis-tro. Sólo disponemos de reservas para unos días. Sipor alguna razón nos faltara el suministro de agua, notenemos forma de amortiguar la escasez. La precipita-ción media en la zona metropolitana de Barcelona essimilar a la de Londres, pero Barcelona la recibe entres o cuatro episodios, mientras que en Londres caea lo largo del año. Si pasara algo grave en la Barcelonametropolitana, en pocos días tendríamos problemasserios de suministro. Madrid, sin embargo, tiene más fiabi-lidad en su abastecimiento. De todas maneras, ademásde la fiabilidad, el déficit fundamental en la región metro-politana de Barcelona es el de la calidad del agua.

NP: A la calidad se puede llegar por dos vías. Una es,como la de Madrid, con muchos embalses, mucho tuboy mucha infraestructura. Pero es una manera muy agre-siva con el medio ambiente. La otra es una actuación máslocal: acuíferos, desalinizadoras, etc.

LAFH: ¿Tenemos buena información para empezar atomar decisiones en la perspectiva de la gestión inte-grada del agua?

RM: Hay un considerable volumen de información. Eldesequilibrio más importante reside en el grado de parti-cipación en la toma de decisiones. Debemos aprendera educar a todos, informar a todos, no sólo a unos pocos.Si no, la reacción normal es de desconfianza. Creo quecarecemos de una cultura adecuada para ponernosde acuerdo a partir de criterios debatidos en común. Deahí esa tendencia a adoptar soluciones categóricas sinfundamentos sólidos y consensuados.

NP: Creo que información hay mucha, pero muy dispersa.Hay información clave que no es pública. Se necesita unamayor transparencia para poder contrastar informaciónde procedencia interesada. El gestor a veces no quieresaber ciertas cosas porque ya tenía una decisión tomada.Esta ha sido hasta ahora nuestra historia de la gestión delagua. Los señores que inventaron el trasvase del Ebro yalo habían decidido antes de tener el estudio ambientalnecesario para tomar esa decisión.Por lo tanto si, por ejemplo, la Agencia Catalana del Aguatiene cincuenta estaciones de aguas subterráneas dondese miden veinte parámetros, pues esta información tieneque estar en la red para que todo el mundo sepa cómoestán los pozos, los ríos, etc. O sea, toda la informaciónrelevante debe estar en la red y tiene que ser elabo-rada de una manera comprensible para el público y lasorganizaciones involucradas o afectadas. Por eso tambiénes importante la DMA/2000, porque pide que se conozca

cierto tipo de información antes de emprender deter-minadas actuaciones, como los datos biológicos del agua,cuando antes sólo se consideraban los datos químicos.En el año 2009 todos los países europeos tienen quemandar a Bruselas un Plan de Gestión de las Cuencas.Por lo tanto, este trienio es clave para fijar los objeti-vos, las medidas y el Plan de Gestión. Todo ello está muyligado a planes de inversiones para llevar a cabo esosplanes de gestión. Ahí podremos ver si vamos en la líneade la Directiva para el siglo XXI o si tomamos otrosderroteros. Será el momento en que tendremos quemojarnos y decidir dónde vamos a intervenir y dóndeno, ya sea por dificultades materiales o financieras. Estaes una acción que corresponde a los gobiernos autó-nomos y al gobierno español, que les tienen que expli-car a sus ciudadanos cómo van a quedar sus ríos.

LAFH: ¿Es un arco de tiempo realista para encontrar yplantear soluciones?

RM: Bueno, la defensa del medio ambiente no nos puedehacer olvidar lo cotidiano. Si en estos días no llueve [veranode 2005], las escasas reservas de agua van a experimentarunas tensiones importantes. Por eso hay que ir impul-sando cambios progresivos combinándolos con la reso-lución de las necesidades cotidianas. Yo soy optimista;tenemos las herramientas necesarias para alcanzar losmejores objetivos, pero necesitamos ser flexibles y ágilesy no perdernos en el papeleo burocrático. De otro modo,si persistimos en un tipo de gestión tradicional, no loconseguiremos. Si las sequías se prolongan durante variosaños consecutivos, vamos a pasar momentos muy difí-ciles a menos que adoptemos una actitud más dinámica.

NP:Creo que nos enfrentamos a dos problemas: primero,la gestión del agua ha sido hasta ahora bastante lastimosa.No hay visión de conjunto y cada uno trata de escurrirel bulto. Cuando se presenta un problema nuevo, yasea la regeneración del agua o problemas de salud pública,todo son dificultades y los administradores no se ponende acuerdo para tomar las medidas adecuadas. Ahí tene-mos episodios como la contaminación de Flix, vemoscómo pasan los meses y, o no ocurre nada, o las admi-nistraciones se pelean entre ellas sobre razones queles conducen a la parálisis. Creo que gran parte de estedesbarajuste burocrático podría empezar a solucionarsesi el proceso de toma de decisiones se descentralizaraen favor de los entes locales.En segundo lugar, el actual mapa político de España impidegestionar el agua de una manera coherente. Lo vemos,por ejemplo, en el caso del trasvase Tajo-Segura. Losgobernantes de Murcia y Castilla-La Mancha siguen inclusoorientaciones diferentes a las de sus propios partidospolíticos. Al presidente de Castilla-La Mancha le ha dadopor pasar agua del Tajo a Albacete para regar maíz, yMurcia la quiere para regar lo suyo. ¿Qué racionalidadtiene regar maíz en Albacete? Ninguna. Pero se subven-ciona esta actividad porque los beneficiarios son unosseñores que van a votar en un determinado sentido.Lo mismo se puede decir de Murcia con el caos al quehan llegado en el tema de los regadíos. En este contexto,no sirve de mucho que expliquemos la necesidad deproteger el medio ambiente y garantizar la calidad delagua para cumplir con la DMA/2000. Para ellos, lo impor-tante es salir en el telediario de las nueve de la noche

66

y defender públicamente sus posturas. En Cataluña, lasituación afortunadamente no es igual, ahora hay otrasensibilidad y la oposición parece más racional. Peroen España, en especial en el Levante, es muy difícil haceruna política de agua coherente.

RM: Todo esto además es más complicado en momen-tos de sequía. No hemos sido capaces de alcanzar unconsenso previo que nos haya permitido fijar las reglasdel juego. Nosotros tenemos también situaciones pare-cidas, como las que se dan entre Cataluña y Aragón.En los Monegros están regando girasol por aspersiónque previsiblemente no se va a cosechar. Incluso estáncultivando arroz, todo subvencionado. ¿No sería mejorponernos de acuerdo sobre la utilidad del agua emple-ada en estas actividades? «¿Cuánto le rinde a usted esaexplotación de girasol? Pues bueno, le ofrezco abonarleel importe y no hace falta que malgaste el agua». Para estose requiere un entendimiento previo, que se traduciráen la creación de bolsas o bancos de agua virtual.Además, la faceta ambiental no comprende sólo los seresvivos de los ecosistemas, sino también la energía, los apor-tes de CO2 y de otros gases de efecto invernadero. Esosfactores hay que incluirlos en la reflexión global y tener-los en cuenta a la hora de tomar decisiones y recalifi-car las prioridades, ya sea para construir desalinizado-ras o para gestionar acuíferos. La modernidad no debehacernos perder de vista estos parámetros.

LAFH: ¿Qué papel van a jugar los precios en la gestiónintegrada del agua para regular sus usos?

NP:Una parte importante, sin duda, pero con ciertas limi-taciones. El agua es un activo ambiental que si lo fías alprecio puede producir distorsiones considerables. Si sehacen inversiones para ahorrar agua, pero después esaagua se mete en un banco de agua para venderla, pues nohemos resuelto nada. Hay que mantener un equilibrioentre la pata económica, la social y la ambiental. Es loque nos dice el sentido común y también la Directiva.

RM: Ya que hablamos de precios y subvenciones, cabeseñalar que en California se pagan cosechas que, porconsideraciones coyunturales, no son rentables o nece-sarias y así se evita el uso del agua. De este modo seprotege el medio ambiente y se promueve el uso eficientedel agua. La entidad metropolitana del sur de Califor-nia, que abastece a dieciocho millones de habitantes,prácticamente la mitad del Estado, ha logrado acuer-dos con cinco municipios poseedores de acuíferospara generar un embalse virtual de 230 hectómetroscúbicos, superior al segundo embalse real del Estado.Prácticamente no han hecho ninguna obra, lo han conse-guido sólo mediante la gestión de los acuíferos para alma-cenar agua en ellos en épocas de abundancia (o ahorrandoagua de cultivos inútiles) y usarla en fases de escasez.Mediante esta forma de gestión han propiciado la crea-ción de un recurso hídrico adicional mucho más fiable.

NP: Eso es lo que nos falta aquí, que la gente hable yse ponga de acuerdo. La ACA no posee la estructuranecesaria para promover y conducir este tipo de deba-tes. Viene una sequía y un par de personas hacen undecreto con la mejor intención del mundo, pero nohan hablado primero con los afectados. Y éstos se cabrean

cuando ven que les ponen restricciones que no ven nece-sarias. Falta esta necesidad de hablar y de consensuar lasdecisiones. A un ingeniero estadounidense no se le ocurreponerse a planear un embalse sin consultar antes con laspersonas y las organizaciones que, de una u otra manera,se verán afectadas.

RM: Saben que todos ganan si lo hacen, aunque las nego-ciaciones tarden tres o cuatro años. En todas estas inicia-tivas, la Administración tiene que comprender que nopuede abarcar todas las facetas de la gestión del agua,que debe descentralizar sus funciones en el sentido físicoe incluso desde el punto de vista de la propiedad. Lo quedebe reservarse es la capacidad reguladora de la gestióndel recurso.

LAFH: Todo lo que estamos comentando tiene, además,un escenario de fondo tan preponderante como es eldel cambio climático. Sabemos que España es un paísbisagra entre dos geografías tan caracterizadas como ladel norte de África y la meridional europea. Todos losestudios que van apareciendo al respecto apuntan a quenuestro país se encuentra en una posición muy vulne-rable ante esta eventualidad de que la variabilidad climá-tica natural se acentúe por la acción de las actividadesdel hombre. ¿Estamos preparados para afrontar uncambio climático como el que apuntan las previsionesactuales?

NP: La Administración del agua, no; no está prepa-rada porque no ha pensado seriamente en estos proble-mas. En España y, por supuesto, en Cataluña, durantedos décadas su objetivo ha sido que nadie se enterede que este es un país mediterráneo y, por lo tanto,que cuando uno abre el grifo siempre debe esperar queva a salir agua. Esa percepción no se cambia de golpe.No podemos decirle a cuatrocientos funcionarios de lanoche a la mañana: «Este es un país mediterráneo dondehay escasez y además el cambio climático nos lo va aponer peor». Eso no es lo que hemos venido diciendodurante todo este tiempo. Hay que empezar a abrirotras líneas de gestión, por supuesto, como las que haseñalado Rafael y que está tratando de desarrollar elpropio Departamento de Medio Ambiente y Viviendade la Generalitat. Pero necesitamos un cambio profundoen la percepción de la Administración para que actúeen consecuencia.Creo que, desde este punto de vista y tal y como yahemos señalado antes, la Administración hidráulica espa-ñola tiene una estructura y una forma de trabajar queno se corresponde con la dimensión y la naturalezade los problemas que debe resolver. No se trabaja enequipo, en colaboración, se potencian los comparti-mentos estancos y la falta de comunicación. Este estadode cosas requiere una remodelación profunda porque,de lo contrario, incluso aunque hubiera un primer ámbitopolítico que se creyera la necesidad de cambiar la pers-pectiva actual de la política hídrica, a lo mejor no sepodría implementar porque no hay gente preparadapara ello. A esto se añade que no tenemos una culturade la participación, como ocurre en EE UU. Allí, cuandola Administración propone un proyecto, ya sabe quenunca acabará como está en el borrador original, porquelo debe someter a consultas públicas, dictámenes, deba-tes, etc. Y le van a cambiar el proyecto. Aquí partimos

de la idea de que si propongo algo y alguien lo critica,pues ya me molesto y me enroco en su defensa. Tene-mos que cambiar esta cultura para tener una adminis-tración del agua preparada para el siglo XXI.

RM: Es cier to que estamos en una franja geográficamuy sensible, con un aumento de población que no sehabía previsto hace unos años. Ahora somos polo deatracción del sur y también del norte, porque aquí hayuna calidad de vida que ellos aprecian. Aunque no hayaindicios irrefutables sobre el cambio climático, sí hay indi-cadores sugerentes que nos deben llevar a aplicar el crite-rio de que más vale prevenir que curar. Por lo tanto, síque hace falta una nueva forma de hacer las cosas. Porejemplo, creo que con una entidad reguladora nos basta.Lo que debemos promover, además, son entidades ejecu-toras, como organismos locales, consorcios de agua yconsejos comarcales, que tengan el dinamismo nece-sario para llevar a cabo las nuevas formas de gestión.¿Cómo lo hacemos? Pues hay que desarrollar nuevasinfraestructuras, no como lo hemos hecho en el pasado,sino utilizando de manera combinada las herramientasque hemos mencionado. Y hay que ofrecer nuevas opcio-nes como la regeneración, la reutilización planificada yla desalinización. Estas opciones requieren una partici-pación más intensa, si cabe, porque se trata de nove-dades. Las alternativas que mencioné al principio tienenun orden creciente de costes, económicos y ambien-tales, a medida que aumentan su grado de compleji-dad técnica.El decreto de sequía ha propiciado un debate muy vivoentre los agentes sociales poniendo de manifiesto la posi-bilidad de que se plantee una nueva guerra del agua,como más de uno de esos agentes ya ha anunciado, amenos que se explique todo bien y se entienda lo queimplica y los costes que conlleva, que, en algunos casos,serán importantes. E, insisto, muchas de estas cosas lassabemos hacer y sabemos lo que cuestan; nos falta incor-porarlas al debate de la gestión del recurso.

NP: Si estamos hablando de una gestión integrada, dondeuna sola medida, como el trasvase, es sustituida pormuchas medidas, hay que hacer una valoración detalladade éstas para poder priorizarlas desde el punto devista económico, social y ambiental. Es necesario consen-suar criterios antes de pedir dinero para infraestructu-ras que nos comprometen durante mucho tiempo ysin estudios que las avalen.

RM: Dependiendo de la infraestructura que se utilice,el coste más importante será la inversión o la explota-ción. En algunos casos, como los embalses o los tras-vases, la inversión supone el mayor coste y lo suele pagarla Administración, ya sea Madrid o Bruselas. En otroscasos, como la desalinización, los términos se invier-ten, el coste de la explotación iguala o supera al de lainversión y el ciudadano suele sufragarlo. Este es uncambio que vamos a notarlo pronto y debemos estarpreparados para explicarlo, porque va a generar un debateintenso.

LAFH: La gestión integrada nos pone ahora en las manosuna serie de instrumentos e infraestructuras que ante-riormente habían estado sometidas a fuertes discusio-nes: si usar o no intensivamente los acuíferos u otras

Visiones sobre la gestión integrada del aguaRafael Mujeriego y Narcís Prat

67

fuentes no renovables al mismo ritmo del consumo, elpapel de la contaminación, la necesidad o no de desa-linizadoras de aguas marinas o insalobres, etc. ¿Qué hasucedido para que hayamos franqueado tantas puer-tas en tan corto período de tiempo?

RM: Bueno, para empezar con un ejemplo, el uso conjun-tivo de aguas superficiales y subterráneas ha sido amplia-mente debatido en las dos últimas décadas en Españay creo que es así como hay que hacer las cosas. El acuí-fero es un embalse subterráneo. Y si se extrae agua deéste, hay que recargarlo para mantener el equilibrio.Esa recarga puede ser natural o planificada. Y ya tene-mos experiencias de ambos casos. En esa línea, en elLlobregat se va a hacer una experiencia interesantí-sima que todo el mundo debería conocer: la construc-ción de una barrera contra la intrusión salina medianteagua regenerada. La idea es inyectar agua para crear unacortina que impida la entrada de agua del mar. Pero,además, hay que ir rellenando el acuífero, porque si losigues usando, la cortina al final tendrá un efecto muylimitado. Esa es la clave en el uso de las aguas subterrá-neas: extracción y recarga. Rellenar en épocas de abun-dancia y extraer de estos acuíferos incluso un pocomás de agua de la cuenta en épocas de sequía. El acuí-fero es, en definitiva, una gran reserva consideradacada vez más de carácter estratégico.

NP: Al mismo tiempo, el Departamento de PolíticaTerritorial de la Generalitat de Catalunya está introdu-ciendo un AVE, un metro y otras obras de gran enver-gadura que ciegan o afectan acuíferos, como también seestá haciendo en Baleares y en otras partes. No está muyextendida todavía una conciencia de que los acuíferosson una reserva estratégica. Cada uno va a la suya y aplicapolíticas sectoriales.

RM: Yo no creo que sea una cuestión de mala fe, sino defalta de coordinación. Es similar a lo que sucede en las riadasen la cuenca baja del río Llobregat, que están potencia-das en gran parte por la impermeabilización urbana. ¿Quieredecir eso que hay que dejar de hacer casas? No, pero sí hayque hacerlas de otra manera, con otros pavimentos queno favorezcan tantas escorrentías. Lo mismo tenemos quehacer en el caso del AVE a su paso por el acuífero del Llobre-gat. El túnel del tren puede convertirse en una pantalla queperturbe la circulación subterránea del agua. ¿Perturbaráesta obra al acuífero? Pues hay que valorarlo para decidircuál es la mejor solución.

LAFH: Bien, el otro tema controvertido que ha motivadoun fuego cruzado durante mucho tiempo entre exper-tos, técnicos y funcionarios es el de las desalinizadoras.Ahora parece que hay una política oficial que favorece suimplantación. Según los datos que se manejan oficialmenteen España, hay en estos momentos unas novecientas desa-linizadoras que, lógicamente, varían considerablementeen su tamaño y capacidad. ¿Qué ha pasado para que ladesalinizadora haya vencido las resistencias más enco-nadas y se haya convertido en un elemento más del arse-nal de la gestión integrada del agua? ¿Hemos encontradode repente una «solución mágica»?

NP: Está pasando algo parecido a lo que sucedía haceaños con los parques eólicos. Había gente que decía que

no solucionaban nada, que eran una tontería y ahoraquieren ponerlos por todas partes. Antes no era un buennegocio y ahora sí. Con la desalinización está ocurriendootro tanto. De no ser la alternativa para el trasvase ointervenciones de este tipo, ahora parecería ser la solu-ción para todo. Y no es así: es una buena medida en elcontexto adecuado. En el caso de Cataluña, la apuestapor la desalinización es una apuesta cuantitativa (sesentahectómetros cúbicos) y cualitativamente muy impor-tante. Nos permite disponer de agua de muy buena cali-dad, que es uno de los problemas más graves que tene-mos en el caso del Llobregat por las minas de sal y lasdepuradoras. Si mezclamos el agua del río con la de ladesalinizadora podemos conseguir un cambio de cali-dad espectacular. La desalinizadora tiene la ventaja y elinconveniente de que tiene que estar funcionando cons-tantemente, no la puedes desconectar. Esto significa queen épocas húmedas, cuando haya bastante agua, puedesdisminuir la presión sobre otros recursos, se puede guar-dar agua de otras fuentes. La parte negativa es que vaa gastar bastante energía y a emitir CO2. Por eso hay queestablecer un balance entre ventajas y desventajas paradecidir si merece la pena o no.

RM: La desalinización tiene la ventaja de que el costede las membranas de filtración ha bajado de manera signi-ficativa, del orden del 10 al 20% anual. Lo que no se haconseguido reducir todavía es el aporte energético,que es aproximadamente de unos 4 kwh/m3. La plantade desalinización de Blanes es una instalación pequeña(20.000m3/día) que puede requerir hasta 5 kwh/m3

cuando se incluye el proceso de captar y distribuir el agua.Esto con respecto al agua de mar. Los consumos sonmucho menores cuando se trata de agua salobre. El temareside en la inversión: está en torno a los cuatro eurospor cada metro cúbico de capacidad anual. La plantaprevista para Barcelona (60.000m33/d) tendrá un coste deinversión de unos 240 millones de euros. Si lo compa-ramos con otras alternativas, como sería regeneraragua depurada mediante una planta colocada despuésde la depuradora convencional, la inversión sería de 0,26euros por metro cúbico de capacidad anual. Pero los usosserían diferentes, aunque podría pasarse a un agua de unacalidad superior para recargar acuíferos o usos simila-res, como ya se hace en otras partes, lo cual, claro está,encarecería el proceso. Por último, tenemos la posibili-dad de otra alternativa: almacenar agua en los llamados«embalses en derivación». La Diputación de Álava hafinanciado la construcción en Vitoria de uno de éstos,de siete hectómetros cúbicos de capacidad y le sale a 1,8euros de inversión por cada metro cúbico de capaci-dad. Actuaciones similares podrían hacerse en Cataluña...

NP: Yo creo que en Cataluña sería muy difícil, es un terri-torio más poblado, sería socialmente muy complicado...

RM: Bueno, como todo hoy día, se trate de cárceles ode este tipo de embalses. Pero lo importante son lasmagnitudes económicas en juego. Creo que en Cata-luña, en la zona de la costa, se podría regenerar y reuti-lizar el agua para usos que no sean de consumo humanodirecto. Estos recursos adicionales nos permitirían hacercosas sorprendentes. Por ejemplo, si nos traemos el aguadel Ter hasta Barcelona, ¿por qué no podríamos devol-ver el agua depurada y regenerada hasta el Tordera? Creo

que sería una opción más razonable económica y ambien-talmente que la de desalar, aunque la desalinizadorasea más fácil de gestionar administrativamente. Además,regenerar agua es algo que sabemos hacer y, de hecho,estamos haciendo algo similar en las plantas de Sant JoanDespí y de Abrera, donde producimos agua potable apartir del agua que baja por el Llobregat, que en estosmomentos no es necesariamente mejor que el aguade un efluente secundario de buena calidad. O sea, sabe-mos conseguir agua regenerada de calidad y se podríadestinar a usos que no incluyan el consumo humano.¿Costará transportarla? Por supuesto, pero es una inver-sión de futuro para el país.

LAFH: Yo le entrevisté a usted para El Periódico deCataluña por primera vez hace unos veinte años, y yaplanteaba soluciones de este tipo. Recuerdo, además,que organizó en aquel entonces un congreso interna-cional en Castell-Platja d’Aro, en la Costa Brava, sobrela regeneración y reutilización del agua, al que vinieronexpertos y administradores de California, Israel y de otraspartes del mundo que mostraron las soluciones queestaban implementando. ¿Qué nos ha sucedido? ¿Porqué no hemos avanzado más por este camino? ¿Por quétodavía seguimos hablando de la regeneración del aguacomo si fuera la gran novedad y no hemos logrado inte-grarla dentro de la política hídrica del país?

RM: Pues por las mismas causas que sufrieron y sufrenquienes proponen este tipo de soluciones. Aquí tengoun documento de inicios del verano del 2005 de la Asocia-ción de Suministradores de Agua de California queengloba a unas 440 agencias en el que solicitan que lasautoridades federales y estatales que se conceda máscompetencia a los entes locales para que desarrollenestas soluciones. ¿Quiénes han desarrollado la reutili-zación en Cataluña? Los que están en contacto con larealidad del recurso, los que necesitan agua para unavariedad de usos –sea para campos de golf, cultivos demaíz o lo que sea– y buscan las distintas formas dispo-nibles de satisfacer la demanda. La Diputación de Álavaha hecho una inversión de 28 millones de euros paraconstruir la red de distribución en alta de agua de riegoen 10.000 hectáreas, que incluye el embalse en deriva-ción. La planta para regenerar el agua ha costado 3,25millones de euros y produce doce hectómetros cúbicosal año, suficiente para satisfacer lo que consumen en elverano y para almacenar en el invierno. Su coste de funcio-namiento es de 0,4 millones de euros al año. Los agri-cultores pagan la distribución, la explotación y el bombeohasta en su parcela. Ahora, además, Vitoria puede reca-lificar suelo agrícola a industrial porque ya tiene resueltoel problema del agua. Y esto interesa a las compañías,como la Mercedes, que se instalan entonces allí.La regeneración del agua no es la panacea, no lo resuelvetodo, pero ayuda mucho. Y, lo más importante, es quesabemos hacerlo y podríamos dar un salto cualitativoimportante. A mí me sorprende ahora esta reconver-sión repentina en favor de las desalinizadoras, parece quepara ser modernos ahora hay que tener una buena desa-linizadora. Pero hay otras soluciones y deberíamos estu-diarlas con cuidado.

NP: Nosotros pensamos que la desalinizadora está sobre-dimensionada, que con treinta hectómetros cúbicos

68

basta, no hacen falta sesenta. Pero, claro, como dijeronlos ingenieros de la Agencia Catalana del Agua, se acabanlos fondos europeos, entonces ponemos una de sesentahectómetros cúbicos y nos cubrimos para el futuro.

RM: Pues fíjate qué error. Estamos como en los añosochenta pensando que nos harán un gran regalo de inver-sión, pero después tendrá que venir un consejero a decir-nos a los ciudadanos: «Oiga, que debemos subir el canondel agua».

LAFH: Bien, para terminar, permitirme una pregunta decorte «existencialista»: ¿la gestión del agua tiene que estarsólo en manos de los ingenieros?

RM: No en manos sólo de los ingenieros, ni de los polí-ticos, ni de los ecólogos. Ha de ser objeto de un debatey de una reflexión en la que participen los profesiona-les y los usuarios en general.

NP: Debe estar en manos de quien sepa gestionarlade acuerdo con los objetivos de una gestión integradaque coincida con las directrices de la Directiva Marco.No importa si es un ingeniero, un biólogo o quien sea.De todas maneras, no creo que pueda estar en manosde una sola profesión –que no lo está, ¿eh?– por ser untema tan complejo. Además, creo que debe haber otrapata importante y es que la sociedad les apriete, quehaya una conciencia social de manera que cuando estostécnicos, ingenieros o biólogos buenísimos vengan conun plan magnífico, alguien les toque por detrás y lesrecuerde otras opciones y posibilidades. Hay siempreuna especie de paternalismo y a los técnicos les cuesta«descender» a hablar con los simples mortales. Debe-mos creernos el tema de la participación y que la gentepueda intervenir en el diseño de estas políticas.

RM: Este tipo de decisiones afectan a los ciudadanos,como lo hacen su mejor capacidad industrial y la mayorrentabilidad y fiabilidad de su industria. Por lo tanto, losusuarios, de manera estatutaria y organizada, deben parti-cipar en este proceso de toma de decisiones. Tene-mos que desarrollar foros, como los que en otros luga-res se denominan consejos asesores, que incluyan aprofesionales y ciudadanos con credibilidad y conoci-mientos contrastados.

LAFH: Apoyarse en la encuesta pública y en el resultadode ésta valorado por el dictamen del Consejo Asesor.

NP: La Administración está acostumbrada a conside-rar que los organismos de participación son floreros yque pueden tomar decisiones sin consultas previas.No tenemos esta tradición de consensuar. Al señorque hace el decreto de sequía no se le ocurrió consul-tar con los afectados porque no hay costumbre de hacersemejante cosa. El CUSA debería recibir información yemitir opiniones que guíen las decisiones del gobierno.

RM: La participación ciudadana es crítica. Si el gobiernohace una propuesta, no puede pretender que el proyectoquede inmaculado, porque hay otros partícipes cuyosplanteamientos habrá que escuchar y tener en cuenta.Todo el mundo tiene derechos legítimos que se debenatender. •

La política del agua delgobierno de laGeneralitat

Jaume Solà Campmany

El director de la Agencia Catalana del Agua (ACA)explica los ejes de la política del Gobierno de laGeneralitat: situación, soluciones, acciones prioritarias ylos grandes retos respecto a la gestión del agua enCataluña.

La política del agua del Gobierno de la Generalitat

Desde un primer momento, el Gobierno surgido delas elecciones del otoño de 2003 planteó como obje-tivo abordar la solución de las necesidades del ciclodel agua en Cataluña de una forma alternativa a la polí-tica de trasvases del Gobierno del Estado, recogida enel Plan Hidrológico Nacional. Así se manifestó, repeti-damente, y fue compartido por la Administración delEstado a partir de marzo de 2004, tras las eleccionesgenerales, cuando el nuevo Gobierno asumió estas reivin-dicaciones, imponiendo sus criterios en el ámbito detodo el país. La «política del agua» del Gobierno de laGeneralitat, desarrolla y aplica a las características espe-cíficas de Cataluña lo que se ha previsto en la Direc-tiva Marco del Agua. Esto ha significado establecer nuevoscriterios y nuevas prácticas en la línea de sostenibili-dad, en relación, en general, con el ciclo natural delagua.El agua no es sólo un recurso económico, sino un bienque genera vida, actividad económica y social, queconforma el espacio fluvial, que no es sólo un elementogenerador de riqueza económica, sino que está ligadoa la calidad del entorno y la incrementa y, además, conservala flora y la fauna acuática. Esto representa una nuevamanera de entender la relación de los usuarios, quesomos todos, con el agua. Es posible gestionar el recurso sin trasvases, respetandola vida en el cauce y evitando las derivaciones severasde caudales inadmisibles para el entorno: bajo estecriterio está a punto de aprobarse definitivamente el PlanSectorial de Caudales Medioambientales de las cuen-cas internas de Cataluña, que ya destaca como un símboloy representa el primer paso en la aplicación práctica dela política del agua del Gobierno. Desde la perspectivadel uso, también existe una nueva manera de utilizar elagua: no como un objeto para usar y tirar, sino dándolela consideración que merece como recurso escaso yestratégico que es necesario ahorrar, que hay que consu-mir de manera racional. La gestión se ha de enfocar deesta forma, enfatizando el criterio de contención en lagestión de la demanda, que siempre tiene que prevale-cer sobre el de garantía de la cantidad de recurso y decubrir una demanda desbocada a cualquier precio. Tenemos que valorar cualquier tipo de agua disponible eintentar que, sea la que sea su calidad inicial, pueda estaral alcance de todos los usos, en función de su idoneidad.

El estado del agua en Cataluña

La problemática existente en materia de usos consistefundamentalmente en la ausencia de plenas garantíascualitativas y cuantitativas de agua en torno a los diver-sos escenarios a los cuales va destinado el recurso y enel momento en que más se necesita: turismo estival, riego,abastecimiento doméstico de grandes poblaciones, indus-tria, generación de energía eléctrica... Hasta ahora, cuandoexistía algún problema cualitativo o cuantitativo del agua,la Administración hidráulica intentaba resolver los proble-mas aportando un recurso de calidad de fuentes muylejanas al foco del problema, lo que provocaba el aban-dono de los recursos contaminados propios, sin ningunapreocupación respecto a su recuperación en origen.

Soluciones a adoptar

Nuestro ciclo del agua es el más caro de Europa, debidoa las características climáticas y la concentración de lapoblación en la zona costera, sin olvidar su impor-tante aumento en pocos años. En la actualidad, hayque consolidar el modelo de planificación hidrológicaresultante de la derogación parcial del Plan HidrológicoNacional. Por este motivo, será necesario ordenar lavoluntad de la Administración y la de los destinatariosdel recurso.En aplicación del principio de subsidiariedad de la Direc-tiva Marco, la actual Administración del agua pretenderesolver los problemas existentes en cada escenario conlos recursos más próximos, dejando las aportacionesde recursos más lejanos como solución de emergen-cia si los primeros no son factibles. El objetivo generalen todos los casos es la gestión integrada, movilizandotodos los recursos disponibles en un mismo territorioy condicionando, desde la Administración, los usos delagua a la utilización del recurso más apropiado en funciónde las necesidades cualitativas de agua del usuario. EnCataluña, el agua disponible procede de las siguientesfuentes de abastecimiento:- Agua regulada en embalses. - Agua subterránea, regulada en acuíferos.- Agua que circula por las redes de abastecimiento enalta.- Agua regenerada. - Agua procedente de plantas desalinizadoras. La gestión integrada del recurso permite transmitir, desdela Administración del agua, una clara intención, a partirde ahora, de cambio de paradigma: las decisiones sobrequé tipo de agua se destina a un uso determinado notienen que ser exclusivamente del interés económicodel operador, sino que pasan a ser del interés econó-mico de la mejor y más eficiente gestión de los recur-sos en el territorio. La llegada de recursos de calidad,a través de las fuentes citadas y su puesta a disposi-ción de los usuarios, supone que estos nuevos recursosrepresenten un complemento, en términos de equi-valencia económica, que permita atender a las deman-das punta estacionales o los episodios de empeora-miento de la calidad, manteniendo un nivel más o menosintenso de aprovechamiento de los recursos locales,que en cualquier caso tienen que continuar utilizándosey, por lo tanto, nunca tienen que quedar en el olvido. Es evidente que este cambio de paradigma respectoa la gestión no es sencillo de llevar a cabo, puesto quese tienen que tener en cuenta factores económicos,culturales, de armonía intermunicipal... Por esta razón,

69

la Administración del agua debe intervenir y, en funciónde sus competencias, ha de ejercer la autoridad defi-niendo con claridad los objetivos, a los cuales se llegarásiguiendo un proceso regulado, limpio y democráticoque garantice la participación de todos. Este proceso empieza a ser conocido como las «normasdel día siguiente», que condicionarán el ámbito recep-tor en función de las decisiones que tome la Adminis-tración del agua. Así pues, la disposición habilitadorade cada transferencia de recurso desde una de estasfuentes de abastecimiento tendrá que determinar,teniendo en cuenta las circunstancias de explotacióny los objetivos de confort hidráulico a los que se deseellegar en cada caso, el marco de ordenación de losusos que sea deseable posteriormente a la entradaen servicio de la transferencia del recurso desde unared de distribución determinada.

Actuaciones prioritarias

Estas actuaciones tienen como objetivo el incrementode la disponibilidad de los recursos hídricos medianteactuaciones de desalinización, reutilización, recupera-ción de acuíferos, interconexión de redes de distribu-ción y propuestas de ahorro. También trabajaremos para fomentar el incremento dela disponibilidad de los recursos hídricos subterrá-neos mediante la reducción de la contaminación y lagarantía de un uso racional y equilibrado, sin olvidar lamejora ambiental y de calidad del agua a partir del controly mejora de los vertidos y la recarga de los acuíferoscon aguas regeneradas.Algunas de las actuaciones prioritarias ligadas a las aguassuperficiales o marinas destinadas al incremento de ladisponibilidad de los recursos hídricos, actuaciones quefiguraban en el epígrafe 5 del anexo IV del Real DecretoLegislativo 2/2004, por el cual se modificó la Ley 10/2001,del Plan Hidrológico Nacional, y que seguirán siendofinanciadas con fondos de cohesión europeos, forma-rían parte de este grupo:

Desalinizadora del Llobregat

La planta desalinizadora del Llobregat, promovida porla Agencia Catalana del Agua, permitirá obtener aguaapta para el consumo humano a partir del agua del mar.Esta planta se situará en terrenos de la actual depura-dora de El Baix Llobregat, en el término municipal deEl Prat y tendrá un caudal de diseño de 60 hm3/año(aprox. 170.000 m3/día).

Ampliación de la desalinizadora de Tordera

Esta instalación ha sido la primera de las construidasen Cataluña. Su ampliación consistirá en la construcciónde un depósito de agua tratada y en la puesta en funcio-namiento de más unidades de membranas.

Balsas de regulación para las plantaspotabilizadoras de Sant Joan Despí y Abrera

Estas actuaciones regularán los caudales diarios del ríoLlobregat, mejorando el suministro de agua para las plan-

tas de Sant Joan Despí y Abrera, desde las que se abas-tecen parcialmente Barcelona y su área metropolitana.Ampliación y mejora del tratamiento de lapotabilizadora de Abrera

Esta instalación se encuentra al límite de su capacidad y,por lo tanto, se tendrá que implantar una tercera línea detratamiento; se mantendrá la planta en funcionamientodurante las obras de ampliación.

Abastecimiento desde el embalse de La Llosadel Cavall en Igualada

El abastecimiento en alta de las comarcas de El Solsonès,L’Anoia y El Bages desde el embalse de La Llosa, contem-pla la ampliación de la planta potabilizadora existentehasta su máxima capacidad de diseño, 350 l/s, así comola llegada de la conducción Anoia-centro hasta el futurodepósito de Igualada, con una longitud de 25 km consus correspondientes derivaciones y depósitos de roturade carga.

Prolongación de la conducción Abrera-Fontsanta hasta El Prat de Llobregat

Se consigue la máxima garantía de abastecimiento paralas actuales actividades futuras del Delta del Llobre-gat. Asimismo, con esta actuación, se mejorará la cali-dad de suministro de agua en toda la red pública dedistribución.

Interconexión de las redes de abastecimiento de El Maresme Nord y Aguas Ter-Llobregat

Esta gran red es de una gran importancia estratégica,puesto que permitirá incrementar de forma conside-rable la garantía de suministro en El Maresme Nord,incorporando el caudal de agua producida en la desa-linizadora de La Tordera (y su ampliación), un total deveinte millones de metros cúbicos anuales, a la red deATLL, con disponibilidad para esta subcomarca y paratodo el ámbito regional de suministro de esta empresapública.

Conexión entre las ETAP de Abrera yCardedeu. Tramo Fontsanta-Trinitat

Es necesario que el suministro desde el Ter y desde elLlobregat pueda llegar a cualquier punto de abasteci-miento regional de ATLL. De este modo será posibledisponer de una red más segura y menos vulnerable:la razón fundamental de esta obra es que cuando sepresenten problemas en la red del Ter, se podrá dispo-ner de la del Llobregat y al revés, puesto que los dosdepósitos principales del entorno barcelonés (Font-santa y Trinitat), estarán físicamente unidos.

Desdoblamiento de la arteria Cardedeu-Trinitat

Es una actuación imprescindible para disminuir el enormeriesgo con el que funciona el servicio del agua del Teren el entorno metropolitano, puesto que sólo existeuna conducción entre la planta potabilizadora del Ter

en Cardedeu y el depósito de la Trinitat, con más decuarenta años de antigüedad, y que es imposible de repa-rar al no poderse parar el paso del agua más de treso cuatro días. Por esta razón, el desdoblamiento de segu-ridad es imprescindible.En resumen, estas cuatro actuaciones permitirán la cone-xión de la red de abastecimiento del ámbito ATLLcon otros ámbitos próximos, así como la mejora de lagestión de la propia red principal.

Refuerzo del abastecimiento de la Costa Brava centro

Con esta actuación se cubrirán las garantías de abas-tecimiento de los municipios costeros de la parte centralde la Costa Brava, para la red de conducciones nece-sarias para cumplir estos objetivos.

Programa de ahorro y gestión sostenible.Mejora de la estanquidad de las redes deabastecimiento en alta

Se garantiza la ampliación de las garantías de suminis-tro y se procederá a reparar las cañerías de abasteci-miento que, por su antigüedad, necesiten resolver losproblemas de estanquidad.

Las aguas subterráneas y la contaminaciónde los acuíferos por purines

Las aguas subterráneas en Cataluña aportan el 40% delrecurso de las aguas de abastecimiento, equivalente a640 hm3/año, mientras que en el caso de las aguas desti-nadas a la industria, el porcentaje es de un 20%. La mayorparte de nuestros municipios se abastecen de aguassubterráneas, aunque la región metropolitana de Barce-lona, que es la más poblada, y por lo tanto la que másconsume, dispone de un 75% de agua de boca super-ficial y sólo un 25% de agua subterránea. Estas aguas suponen una garantía de suministro queno puede ser despreciada, aunque todo el mundo conocela problemática que la contaminación por nitratos deorigen agrícola y ganadero está provocando en variaszonas de nuestro territorio. Una de las actuaciones másprioritarias es la de garantizar la reducción progresivay significativa de la contaminación de las aguas, evitarnuevos episodios contaminantes y asegurar que las aguasdestinadas al abastecimiento sean objeto de un usosostenible, equilibrado y equitativo. Así pues, contemplamos las aguas subterráneas comofuente de suministro de agua potable y apoyo al riego,reconociendo su contribución al mantenimiento de losecosistemas acuáticos, teniendo en cuenta el nuevoconcepto de demarcación hidrográfica que introduce laDMA, que incluye también estas aguas dentro de la demarcación, integrando los acuíferos dentro de las cuencas. El carácter estratégico de las aguas subterráneas obligaa definir una política concreta para este recurso, en funciónde sus rasgos característicos esenciales, aunque la actualAdministración del agua ya no distingue entre el recursosuperficial y el subterráneo, sino que considera que lahomogeneidad entre ambos es total. Esto supone la inte-gración de los aspectos económicos, técnicos, ambien-tales, legales y sociales en un marco coherente que permita

70

el desarrollo de estrategias eficaces y sostenibles parala gestión del agua, con el objeto de optimizar econó-micamente el uso conjunto de ambas aguas a escalade cuenca. Así pues, otra actuación destacada entre las priorita-rias en este campo en Cataluña es la recuperación delos recursos subterráneos mediante la regeneraciónde aguas depuradas, pasando de depurar para verteral medio, a regenerar para suministrar. Es importanteinteriorizar uno de los principales conceptos «revolu-cionarios» de la nueva política del agua: pasar del aguarecurso al agua vida. Éste es nuestro reto, cumplir losobjetivos medioambientales en un plazo concreto, enlos siguientes aspectos:• Evitar o limitar la entrada de contaminantes a los acuíferos,con una especial atención a los purines, para así impedir eldeterioro de todas las masas de agua subterránea. • Proteger, mejorar y regenerar todas estas masas, garan-tizando un correcto equilibrio entre la extracción y laalimentación de las mismas que asegure su buen estadoecológico. • Invertir toda tendencia significativa y sostenida alaumento de la concentración de cualquier contaminantedebido a las repercusiones de la actividad humana, conel objeto de reducir progresivamente su contaminación.• Recuperar para los diversos usos los acuíferos conta-minados, recargándolos con aguas regeneradas. En este sentido, es imprescindible la corresponsabilidadentre la Administración local y la del agua en todo loque se refiere a la protección anticontaminación delos acuíferos, así como en la política de acciones coer-citivas, a través de prohibiciones, vigilancia continua eimposición de sanciones a todos aquellos que afectennegativamente la calidad del agua subterránea. Merecen una atención especial las necesarias defini-ciones de perímetros de protección de los acuíferospara evitar que en ellos se depositen contaminantes quepuedan afectar a la calidad de sus aguas.El Plan de Abastecimiento de Cataluña, que actualmenteestá redactando la Agencia Catalana del Agua, dispon-drá de medidas generales de protección para los pozosde abastecimiento de poblaciones.Las actuaciones programadas en este ámbito generalde las aguas subterráneas son:

Balsas de recarga en el acuífero de El BaixLlobregat

Con el objeto de resolver la problemática generada enel valle bajo del río Llobregat debido a la impermea-bilización del territorio provocada por la construcciónde infraestructuras de transporte y por la urbaniza-ción creciente, se considera que estas balsas permiti-rán la recarga artificial de 6,7 hm3/año, como medidacompensatoria a la mencionada impermeabilización, yfavorecerán de esta forma el equilibrio entre recargasy extracciones, con lo que mejorará la gestión del agua.

Descontaminación del acuífero del Besòs

Estas actuaciones incrementarán la disponibilidad derecursos hídricos en las cuencas internas de Cataluña,mediante la explotación del acuífero de la Cubeta de LaLlagosta, utilizando las mejores técnicas de potabiliza-ción disponibles en la actualidad. Se pretende extraer un

caudal superior a los 15 hm3/año, mediante la cons-trucción de varios pozos y la potabilización de los aguascon ósmosis inversa, recargando el acuífero con aguasresiduales regeneradas.

Actuaciones adicionales de reutilización en elLlobregat y Tarragona

Consisten en la ampliación y mejora de los tratamien-tos de reutilización de las aguas de las depuradoras adya-centes a la gran estación de tratamiento de aguas resi-duales de El Prat de Llobregat, como son la EDAR deGavà-Viladecans, la de Sant Feliu de Llobregat, la de Marto-rell, así como las del ámbito tarraconense, como las depu-radoras de Tarragona, Reus y Vilaseca-Salou.

Descontaminación de acuíferos

El hecho de haber desestimado la solución trasvase,incluida en el PHN y recientemente derogada, implica laobligatoriedad de descontaminar y recuperar los acuí-feros de manera prioritaria: ninguna masa de agua sepuede dar por perdida. Esto nos obliga a entrar en un mercado nuevo e inex-plorado en el que cualquier solución será, de entrada,difícil de aplicar en los casos, muy abundantes, en los queexiste una contaminación difusa. Por este motivo, es elmomento de adoptar soluciones que incluyan el usode nuevas tecnologías que resuelvan el problema querepresenta esta contaminación mediante la aplicaciónde los diferentes sistemas que en la actualidad ya exis-ten en el mercado, para seguir usando aguas contami-nadas, una vez superada su contaminación (y a la vezmejorando la calidad de los acuíferos), sin abandonar,desde luego, ningún recurso. Los acuíferos contaminados por nitratos se incluyenen las zonas declaradas vulnerables en relación con lacontaminación por nitratos procedentes de activida-des agrícolas en el Decreto 283/1998, de 21 de octu-bre, y el 476/2004, de 28 de diciembre. La superficieaproximada de masas de agua representa unos 4.306km2, que corresponden a 321 municipios. Un tercio delos municipios de Cataluña están en zona vulnerable, yrepresentan un total de 1.468.703 habitantes. Según datos del Plan de Abastecimiento de Cataluña,los recursos destinados a abastecimiento afectadospor una concentración de nitratos superior a 50 mg/l seevalúan en unos volúmenes de entre 25 y 35 hm3. Enlas zonas declaradas vulnerables hay 25 masas de aguaen las cuencas internas de Cataluña y 6 en las cuencasintercomunitarias.Los valores más elevados de concentración de nitratosse obtienen en las aguas subterráneas muestreadasen las zonas de El Maresme, Osona y Lleida. Los datosde diciembre de 2004 indican que se han detectado197 redes afectadas, de las cuales, 62 (49%) tienen previstauna actuación en el período 2005-2006, y 64 (51%)están en una situación de actuación propuesta a medioo largo plazo. Estas 64 redes de abastecimiento afectadas por nitratostienen definidas sus correspondientes actuaciones enel Plan de Abastecimiento de Cataluña. Una vez estu-diado cada caso, se propone la solución al abastecimientoen zonas afectadas por nitratos de acuerdo con la apli-cación de tratamientos de desnitrificación del agua.

La prioridad del tratamiento de aguas subterráneas conta-minadas por nitratos destinadas al abastecimiento depoblaciones tiene que centrarse en municipios cuya únicaalternativa es precisamente ésta, una vez se hayan descar-tado por motivos técnicos y económicos el resto. En estesentido, el contexto territorial al que me refiero es elde núcleos poblacionales pequeños, aislados y de unabaja disponibilidad presupuestaria.Para cumplir este objetivo y ayudar a los municipios afec-tados se ha definido un plan de actuación presupues-tado en 23 millones de euros que dispondrá de fondosde cohesión europeos dentro de las actuaciones alter-nativas a la conexión CAT-Abrera. Se verán beneficiadaslas comarcas más afectadas en la actualidad, en todo elterritorio catalán, como es el caso del L’Alt Empordà,El Gironès, El Pla de l'Estany, El Baix Empordà, La Selva,El Maresme, La Fraga, El Ripollès, Osona, El Berguedà,El Bages, L’Anoia, L’Alt Camp, El Baix Camp, La Conca deBarberà, El Tarragonès, La Ribera d’Ebre, La Terra Alta,La Segarra, El Pla d'Urgell, La Noguera, L’Alt Urgell y ElPallars Jussà.

La mejora ambiental de las aguas

Las estaciones depuradoras y, por extensión, los siste-mas públicos de saneamiento, son instrumentos básicospara realizar la gestión integrada del agua. Tienen quehacer posible la mejora cualitativa de los vertidos al cauce,la disminución de carga contaminante vertida y la posi-bilidad de recargar nuestros acuíferos.La mejora en la calidad del agua supone, en definitiva,ganar cantidad de recurso y calidad de vida. En este sentido, las actuaciones previstas en Cataluñason las siguientes:• Programa de incremento del tratamiento en los siste-mas de saneamiento para la mejora ambiental y de lacalidad de las aguas de abastecimiento en la cuencadel Llobregat.• Programa de Saneamiento de Aguas Residuales Urba-nas (PSARU), cuya revisión (PSARU 2005) ha sido objetode aprobación inicial por parte del Consejo de Admi-nistración de la Agencia Catalana del Agua el próximopasado 22 de julio.• Recuperación hidromorfológica en los ríos Cardener,Llobregat y Ter. • Proyecto de restauración hidrológico-ambiental delos residuos salinos del Llobregat para la mejora de lacalidad del agua.En este capítulo también es importante mencionar elfuturo Plan Integral de Protección del Delta del Ebro,que actualmente se está empezando a redactar.

Los estudios de inundabilidad y la mejoradel drenaje urbano

La problemática existe en una parte importante de nues-tro territorio, la más poblada y, por lo tanto, la más some-tida a presión urbanística (la zona costera catalana y elámbito del área metropolitana de Barcelona) ha llevadoa la Agencia a desarrollar trabajos como los planes direc-tores de avenidas del Besòs y de El Maresme y el PlanDirector de Aguas Pluviales, este último redactado encolaboración con la EMSHTR. En estas zonas, en las que en general existe un riesgo máselevado, dada la gran densidad humana que los ocupa,

La política del agua del gobierno de la GeneralitatJaume Solà

71

los problemas a los que nos enfrentamos son de unascaracterísticas diferentes en relación con las zonas adya-centes a los «grandes» ríos de Cataluña. Este problemase refiere al drenaje urbano.La proliferación de la construcción de viviendas, queva íntimamente ligada al aumento de la calidad de vida,a la mejora de las vías de comunicación y al crecimientoindustrial, somete a los terrenos sobre los cuales se ubicaa una impermeabilización severa: calles asfaltadas, teja-dos, invernaderos, viveros con zonas de cultivo sobreláminas plásticas, inyectan las aguas procedentes de lalluvia a colectores, o directamente por las calles, concen-trando los caudales en pocos puntos de descarga queprovocan en los cauces un incremento instantáneo ydesmesurado de caudales. Este flujo, o es inabarcable porsus secciones de desagüe, o provoca problemas aguasabajo, lo que supone daños por inundación a terrenosque antes no se veían afectados por las avenidas. Si lapropia red de drenaje es insuficiente para absorber estoscaudales instantáneos, los daños se producen sobrelos mismos terrenos urbanizados.Ante esta problemática, que en las zonas más urbani-zadas de Cataluña empieza a ser preocupante, hay queadoptar criterios de prevención para garantizar la solu-ción de los casos más espectaculares y, sobre todo,para asegurar que no se puedan producir con la viru-lencia actual, en aquellas zonas susceptibles de ser urba-nizadas en el futuro.La medida a adoptar más sencilla y, a la vez, más compli-cada de llevar a cabo es la de «cambiar el chip» por partede los actores implicados en estas transformaciones, conel objeto de que tanto el promotor, como sus técni-cos, como la Administración urbanística, tomen concien-cia de la importancia que tiene devolver el «respeto alos cauces», que hace tiempo que se ha perdido. Loscauces públicos (sobre todo los pequeños) han sufridoun proceso de compresión intolerable, que está llegandoa un punto de no retorno. La reserva de terrenos permea-bles dentro de las zonas a urbanizar es indispensable paragarantizar un correcto drenaje urbano, de forma que lasaguas que no se pueden infiltrar naturalmente, debidoa la impermeabilización, puedan hacerlo mediante zanjasdrenantes, con depósitos de recogida de aguas pluvialesde los bloques de pisos o de las viviendas uni o plurifa-miliares, o en balsas de laminado. La «pérdida» de terreno urbanizable, destinado a estosusos, nunca gusta al promotor, pero es indispensablehacer este «sacrificio» para evitar problemas en el futuro.El gasto resultante de las obras de construcción de depó-sitos subterráneos se puede ver compensado tambiénpor la reutilización de estas aguas. El ejemplo (a granescala) de Barcelona es evidente, e indica una tenden-cia cada vez socialmente más aceptada. La idoneidad del drenaje urbano tiene una relación direc-tamente proporcional con la seguridad de las perso-nas y de los bienes depositados sobre la zona inunda-ble generada por la urbanización, lo que supone quecualquier presupuesto teóricamente extraordinario quepueda resultar de su puesta en marcha será, sin duda,amortizado en el futuro. El diseño esmerado de una nueva red de drenaje pluvialtendrá que tener en cuenta que la urbanización suponeun aumento del volumen de escorrentía de la lluvia,provocado por el aumento de impermeabilización delsuelo, que se tiene que compensar reduciendo los cauda-

les punta resultantes mediante elementos de laminado,con el objeto de que el vertido de aguas pluviales nose produzca directamente sobre la red de drenaje exis-tente, sino que se dirija antes hacia una balsa de lami-nado, para así evitar su colapso.También es importante tener en cuenta que la red decolectores se dimensionará para absorber los caudalesque realmente puedan entrar a través de las alcantari-llas, puesto que muy a menudo, grandes diámetros sonantieconómicos, dado que nunca podrán las rejas absor-ber el caudal de diseño. Así pues, es necesario colocarlas rejas más adecuadas para la máxima absorción decaudales, y garantizar que el agua que no entra en el colec-tor y, por lo tanto, discurre por las calles, no encontraráobstáculos que provoquen su estancamiento y puedallegar a un dispositivo de laminado, a través de canaleso colectores interceptores, sin provocar en la calle cala-dos que supongan un riesgo para la población. Asimismo,deberá resolverse también el drenaje de los puntos bajosy el paso bajo las vías de comunicación (carreteras, ferro-carriles). Por último, se tiene que diseñar adecuadamentela capacidad de las balsas de laminado, en función delcoeficiente de escorrentía de la zona a drenar y del perí-odo de retorno. Por todo esto, el diseño del drenaje urbano exige adop-tar una visión global del problema, que no se reduceúnicamente a garantizar la evacuación de las aguas enla zona a urbanizar, sino que implica la previa realiza-ción de un estudio hidrológico detallado que calculelos caudales asociados a varios períodos de retorno,como paso previo a la realización del estudio hidráu-lico que, partiendo de estas premisas, dimensione yresuelva el drenaje, teniendo en cuenta la totalidad delcamino que tienen que recorrer las aguas hasta llegaral cauce principal o al mar.Los recursos económicos que se tienen que destinar aestos estudios y a las obras que resultan de la aplica-ción de sus determinaciones son superiores a los queconvencionalmente se han dedicado. Los promotoresy las administraciones responsables de la planificaciónurbanística tienen que tener el total convencimientode la necesidad de llevar a cabo estos trabajos, pues desu realización dependerá la seguridad futura de las perso-nas y los bienes materiales situados en la zona urbani-zada.Si no fuera así, cada vez que un aguacero intenso descar-gue sobre una pequeña cuenca muy urbanizada, sus habi-tantes padecerán las consecuencias desagradables e inde-seables asociadas a una inundación. En las manos de todosestá minimizar los riesgos y disminuir la vulnerabilidad.Para llegar a esta finalidad, se tiene que empezar portomar conciencia de la situación actual y adoptar las medi-das de control adecuadas. Este es el gran reto al cual nosenfrentamos y al que jornadas como ésta contribuyena dar la importancia que realmente tiene.Si entre todos somos conscientes, continuaremos conpaso firme avanzando en la armonización de nuestrotrabajo cotidiano, trabajando con unos criterios homo-géneos y consensuados, lo que sin duda redundará enuna mejor protección y una mayor seguridad de losciudadanos.

La participación ciudadana

El dictado de la sociedad democrática tiene que preva-lecer sobre cualquier otro mandato de la directiva:las tres características comunes a todos ellos (trans-versalidad, incertidumbre y complejidad) conducen aun enfoque de deliberación pública y aprendizaje social.Hay que gobernar por consenso y, por lo tanto, no sepuede dar un solo paso sin suscitar y resolver el debatesocial sobre los ríos que queremos o sobre los costesdel agua que se tendrán que repercutir sobre los consu-midores. Por primera vez, hemos de integrar en el concepto deinterés general de nuestra colectividad todo aquello quepueda afectar a las nuevas generaciones, lo que inva-lida muchas formas de actuar de los protagonistas quehasta ahora han dominado el escenario de la gestión delagua. La par ticipación concreta implica un procesointeractivo y dinámico, basado en el fomento de laconfianza y la seguridad de que las opiniones del públicoy de las «partes interesadas» serán tenidas en cuentay tendrán una influencia real en la elaboración de losplanes de gestión de cuenca fluvial. Es necesaria, entonces, una efectiva comunicación sociale institucional con el objeto de que las personas consul-tadas se involucren e influyan realmente en la planifica-ción o en los procesos de toma de decisiones. Por lotanto, lo que hace falta es dar prioridad desde el inicioa la participación mediante las acciones más adecua-das que permitan en un corto plazo de tiempo mostrarresultados que fomenten y mantengan el compromiso.Estas acciones se han de adaptar a la escala apropiaday al grupo o grupos seleccionados como objetivos,han de abordar cuidadosamente las expectativas quese generen, de forma que no se ultrapase la capaci-dad de cumplir con los compromisos y, sobre todo,han de apoyarse con los recursos humanos y financie-ros adecuados.Este es un compromiso de la actual política del agua.La gestión interdisciplinaria de los ecosistemas hídri-cos, integrando valoraciones socioeconómicas, ecoló-gicas y de ordenación territorial, es otro.Todo esto implica no sólo diversificar y modernizar elcuerpo técnico de todas las instituciones relacionadascon la gestión de las aguas, sino también un profundocambio institucional que garantice la transparencia admi-nistrativa y la participación real de los colectivos ciuda-danos en la gestión cotidiana y en la planificación del futuro.

La financiación de las actuaciones

Parece lógico admitir que el ciclo del agua tiene que finan-ciarse al 100% con cargo a los recursos que genera y queesto implica también una mejora en la financiación dela Agencia Catalana del Agua. Esta mejora sólo se puedeconseguir aumentando la presión fiscal (o sea, reper-cutiendo los costes del ciclo sobre el ciclo), mediantenuevas aportaciones del presupuesto de la Generali-tat, o combinando ambas modalidades. Dividiendo lasnecesidades financieras por ámbitos de actuación, enCataluña tenemos los siguientes: • Ámbito de saneamiento, cuyas actuaciones son lasdestinadas a la construcción, explotación y manteni-miento de las estaciones depuradoras y los colecto-res que las alimentan. Las necesidades financieras en esteámbito en el período 2005-2014 están evaluadas en4.849 millones de euros, lo que representa el 71% de

las necesidades financieras de la Agencia. Este ámbitoobviamente es el más importante desde el punto devista presupuestario y tiene que ser cubierto medianteel canon del agua, aun cuando en la actualidad no locubre íntegramente. • Ámbito de disponibilidad, que incluye las actuacionesdestinadas a la regulación (embalses), la reutilización,la descontaminación de acuíferos y la desalinización. Lasnecesidades financieras en este caso, y para el mismoperíodo, son de 1.060 millones de euros, equivalentesa un 15% del total. El concepto de disponibilidad pretendetrasladar los costes de la garantía en el ámbito de cuencaa todos los usuarios que se beneficien directa o indi-rectamente, de forma que pueda ser posible redistri-buir en términos de equivalencia económica capta-ciones tradicionales, agua desalinizada o reutilizada, encada ámbito territorial.• El nuevo canon de disponibilidad que se proponeinstaurar permitirá la viabilidad económica de este ámbito,así como la recuperación completa de costes que, hastaahora, con el canon de regulación no era posible. Tambiénpermite una distribución de costes más equitativa entrebeneficiarios directos e indirectos de una actuación yfavorece una gestión más ambiental y social de los opera-dores. De esta forma, se pretende recuperar los costesde la desalinización, entre otras actuaciones ya mencio-nadas. • El resto de ámbitos de actuación está compuesto porlos derivados del Programa de Infraestructuras Locales(obras convencionales de abastecimiento), por el ámbitode ejecución sobre el medio (actuaciones de inter-vención en los cauces) y por el de ordenación (policíade cauces). Estos ámbitos consumen un 26% de las nece-sidades financieras. Finalmente, las necesidades finan-cieras totales ascienden 6.764,09 millones de eurosen el período 2005-2014.

Conclusión

El nuevo modelo de gestión integrada del recurso es,sobre todo, solidario y pretende, siguiendo el principiode subsidiariedad de la DMA, garantizar la coberturade las demandas de abastecimiento, riego, industria y ociosin tener que construir nuevos embalses o más plantasdesalinizadoras de las estrictamente necesarias, con elconsiguiente ahorro económico, lo que pone de mani-fiesto su interés público y la integración de sus supues-tos a la nueva política del agua de la Generalitat.Estamos convencidos de que este aspecto de la polí-tica del agua será asumido por todos los actores impli-cados, puesto que desde la Administración del aguaconsideramos la adopción de sus criterios como un factorimprescindible para asegurar una gestión integrada delrecurso con las máximas garantías para todos los usua-rios y, sobre todo, con el máximo respeto a los ecosis-temas y a la legislación vigente. •

72

73

74

75

Water scarcity is a well-known and well-documented characteristic of theMediterranean climate. And every now and again this situation reachesalarming levels. This is what has happened in Catalonia over the last fewmonths - rainfall levels have been much lower than the historic average.As a consequence river levels and the contributions that the reservoirsand aquifers receive have fallen. The situation is so serious that the Govern-ment of Catalonia has had to implement a drought decree, which waspassed in May. The main objective of this was to regulate water re-sources in order to guarantee the supply for domestic use. But above and beyond this necessary measure, we have to ask our-selves what can be done to avoid crises like this one. Is there room forimprovement in water management and the public policies surroundingthis resource? This is the question that this issue of Medi Ambient. Tecno-logia i Cultura seeks to answer. You will notice that we have renewed someof the content and the design of the magazine, but we have maintainedthe initial spirit of the publication: to create, in Catalonia, a body of reflec-tion and thought to face the environmental challenges of our times.Professor Tello’s contribution discusses the need for an integrated visionof the water problem that includes ecological, economic and social aspects.This University of Barcelona researcher argues that there is great poten-tial to save water through the introduction of further progressivity inthe tariff structure.Javier Martín Vide and Josep Antoni Plana Castellví, who are geogra-

phers and researchers at the University of Barcelona, review the geogra-phical and historical aspects of water management with special atten-tion to Catalonia.Professor David Saurí of the Autonomous University of Barcelona ana-lyses the uses of water in Catalonia and highlights asymmetries with regardto resources and types of uses in Catalonia. Saurí also looks at the futureand analyses demand and use levels predicted for 2025.A new feature of the magazine is a face to face interview between twoexperts with differing opinions. Biologist Narcís Prat and engineer RafaelMujeriego debate the concept of integrated water management.Finally, the director of the Agència Catalana de l’Aigua (Catalan WaterAgency), Jaume Solà, explains the policy of the Government of Catalo-nia with regard to managing a resource of such strategic and fundamen-tal importance for the future of the country.•Lluís RealesEditor of Medi Ambient. Tecnologia i Cultura

Improve managementto avoid drowningthrough a lack of water