001-152 FALACIAS OK - Editorial Clie - Aprender, … · Clasifíquese: 2060 - Métodos de Estudio...

37
Colección CBC Comentarios Bíblicos CLIE

Transcript of 001-152 FALACIAS OK - Editorial Clie - Aprender, … · Clasifíquese: 2060 - Métodos de Estudio...

  • Coleccin CBC

    Comentarios Bblicos CLIE

  • EDITORIAL CLIEC/ Ferrocarril, 8

    08232 VILADECAVALLS (Barcelona) ESPAAE-mail: [email protected] http://www.clie.es

    Copyright 1996 by D. A. CarsonPublicado originalmente en ingls bajo el ttuloExegetical fallacies por BakerAcademic una divisin de Baker Publishing Group, Grand Rapids, Michigan, 49516, U.S.A.

    Cualquier forma de reproduccin, distribucin, comunicacin pblica o transformacin de esta obra solo puede ser realizada con la autorizacin de sus titulares, salvo excepcin prevista por la ley. Dirjase a CEDRO (Centro Espaol de Derechos Reprogrficos, www.cedro.org ) si necesita fotocopiar o escanear algn fragmento de esta obra.

    2012 por Editorial CLIE, para la edicin en espaol

    Traduccin al espaol: Beatriz Fernndez

    FALACIAS EXEGTICASDepsito Legal: B. 21863-2012

    ISBN: 978-84-8267-562-6 Clasifquese: 2060 - Mtodos de Estudio Bblico

    CTC: 05-30-2060-03 Referencia: 224753

    Impreso en Colombia / Printed in Colombia

  • Falacias

    exegticas

    D. A. Carson

  • W. Gordon BrownIn Memoriam

  • Contenido

    !Prlogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11Abreviaturas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15Prefacio a la segunda edicin. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19Introduccin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21Captulo 1Falacias en el estudio de palabras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33Captulo 2Falacias gramaticales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71Captulo 3Falacias lgicas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93Captulo 4Falacias histricas y por presuposicin . . . . . . . . . . . . . . . . 129Captulo 5

    . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141ndice de temas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147ndice de autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149ndice de Escrituras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151

    9

  • Prlogo

    El lder cristiano os guinness cuenta que cuando sus hijos eran peque-os les plante el siguiente desafo: l les dara 25 centavos por cada fa-lacia que identificaran en la televisin. Seguramente se enriquecieron. Me pregunto cunto dinero ganaran nuestros chicos si aplicramos el mismo reto a nuestros sermones y estudios bblicos. Solo que en este

    un negocio lucrativo. Por suerte, tenemos un arma defensiva contra las

    en el mundo de la interpretacin bblica.

    un libro que estaba esperando ser escrito. El mero ttulo era una revela-cin: hay problemas de interpretacin tan comunes, planteaba, que los

    controlar todo lo que puede nombrar, Carson nos ha entregado un bal de herramientas esenciales para la interpretacin de la Biblia. Al nom-

    recuerdo haber encontrado este libro mientras estaba estudiando en un instituto bblico. Me fascin tanto que desatend mis tareas regu-lares para leerlo. Eso s es decir algo. Por lo general lo que me distraa de mis estudios no era ms estudios! Me impact tanto que le escrib una carta al profesor Carson agradecindole su labor y contndole un poco acerca de mis frustraciones: que a la Iglesia no le pareca impor-tar la interpretacin bblica, que cristianos defendan todo tipo de

    11

  • Falacias ExEgticas

    12

    -secucin por insistir en la buena interpretacin. En resumen: que pare-

    Aunque no la esperaba, recuerdo haber recibido una respuesta a mi carta en los ltimos das del ao escolar, cuando ya se ola la primave-ra en el aire. Siempre recuerdo la observacin que me dio el profesor Carson: no olvidar que cuando predicamos y enseamos la Biblia, es-tamos tambin enseando los principios de interpretacin por medio de nuestro ejemplo. Entonces, que no desespere y que recuerde que el

    predicacin. Esta ha sido una idea muy importante para m a travs de los aos.

    Este libro es parte de un hilo, demasiado delgado, de estudios sobre la interpretacin bblica que prestan atencin especial a los resultados de la ciencia lingstica. Comenzando con el libro de James Barr, The Semantics of Biblical language (las semnticas del idioma bblico) y luego continuando con el libro de Moiss Silva, alumno de Barr, Biblical

    tomado tambin en el libro de Carson. la idea bsica detrs de los deta-lles es que debemos interpretar la Biblia de acuerdo a los principios re-

    eruditos nos han recordado que las palabras bblicas no son en principio diferentes a las palabras normales y que deben ser tratadas como tales. lo mismo se aplica a las otras reas que cubre el libro: la gramtica, la lgica, la historia y nuestra manera de pensar en general. los datos b-blicos deben ser tratados razonablemente en estas reas. los intrpre-

    informacin responsablemente. El mejor usuario de este compendio de Carson es el intrprete que

    --

    nutica. El problema es que aun los que estn convencidos de la importancia de la buena hermenutica muchas veces no la practican

    estamos haciendo a la luz de los conceptos ms importantes de la inter-pretacin. El profesor Carson nos da ejemplos copiosos para cada fala-cia, y muchos de los ejemplos vienen de los escritos de sus propios amigos y colegas. luego, para ser equitativo, tambin usa sus propias obras para ilustrar alguna falacia!

  • Prlogo

    13

    Leamos este material, entonces, con este mismo espritu cordial. Trabajemos y mejoremos juntos en nuestra habilidad como intrpretes de las sagradas escrituras, para la gloria de Dios.

    Rob HaskellAutor de

    18 de enero, 2011

  • lISTA DE ABrEvIATurAS

    Bauer W. Bauer,

    Arndt y F. W. gingrich (1957); ed. rev., trad. F. W. gingrich y F. W. Danker (1979)

    Bib BblicaBS Biblioteca Sacra

    (revista de teologa canadiense)

    Publicacin bblica catlica trimestral)

    (Cristianos hoy)(revista de literatura

    bblica)(revista

    de la Sociedad teolgica evanglica) (revista de estudios

    teolgicos)lSJ H. g. liddell, r. Scott, H. S. Jones,

    lXX SeptuagintaKjv King James version (versin King James)NEbNiv

    (Publicacin trimestral restauracin)

    15

  • Falacias ExEgticas

    16

    (revista de teologa escocesa)

    (Boletn Tyndale)(Boletn TSF)

    (revista teolgica de Westminster)

  • de predicadores y profesores de las Escrituras que quieren corregir erro-

    libro ha servido de ayuda para ello.Muchos lectores me han escrito para compartir conmigo sus pro-

    pias listas de falacias ms o menos divertidas. unas cuantas de sus sugerencias aparecern en las pginas de esta segunda edicin. Tres o cuatro crticos y lectores se han opuesto vigorosamente a alguno de los ejemplos. He considerado seriamente sus quejas. En un par de ocasio-nes he revisado la seccin; en otros casos simplemente elimin el ma-terial o lo sustitu por ejemplos mejores, no siempre porque pensara que estaba equivocado, sino simplemente porque en este libro no inten-to marcar goles en temas particulares, lo que intento es ofrecer ejem-

    material de la primera edicin se mantiene en esta. En otras ocasiones he eliminado material no porque hubiera cambiado de opinin sobre la

    en la actualidad.Por otra parte, de tanto en tanto he aadido ejemplos nuevos. Ade-

    ms, el material del cuarto captulo se ha ampliado un tanto. Debido a los rpidos cambios que se estn produciendo en el campo de la hermenu-tica, ese captulo muy bien podra haber dado para un par de libros. He intentado contenerme para no aadir demasiadas pginas.

    17

  • Falacias ExEgticas

    18

    Me hubiera gustado ampliar el quinto captulo, pero pareca mejor no alargar demasiado el libro; dado que se utiliza principalmente como

    -mente le restara utilidad. En particular, me gustara decir algo ms que lo que he dicho sobre la interpretacin de los gneros literarios. lo poco que he aadido puede que sea til. Si este libro alguna vez llegara a te-ner una tercera edicin, quiz ese sera el momento de ampliar el quinto captulo.

    Soli Deo gloria

    D. A. Carson

  • 19

    PrEFACIo

    serie de conferencias de primavera patrocinadas por el Western Conser--

    presar mi agradecimiento a James De Young, el director del Comit de conferencias, no solo por su invitacin, sino tambin por su manera efi-caz de disponer las cosas y su cortesa sin lmites. gracias tambin a los miembros de la facultad y a los estudiantes que hicieron lo posible para que me sintiera bienvenido.

    Parte del material de estas pginas sigue conservando elementos de su gnesis como conferencia, aunque, por supuesto, los pies de pgina no formaban parte del proyecto original. Hay muchos ms ejemplos proce-

    -mero, sino principalmente porque muchos de estos ejemplos proceden del material de clase que se ha utilizado durante aos para ensear a los

    he ledo y estudiado del Antiguo Testamento me indica que ejemplos de ese tipo no son menos frecuentes en l, para evitar alargar demasiado este libro he decidido mantener los lmites originales.

    los que han odo hablar de este material o lo han ledo en todo o en parte a veces me critican por no haber sido justo con su punto de vista

    -do escuchar sus crticas y hacer los cambios que fueran necesarios; pero

  • Falacias ExEgticas

    20

    -sado objeciones y sugerencias, as que quiz no haya demasiado des-equilibrio. Solo quiero insistir de la forma ms contundente posible que no he intentado utilizar estas pginas como caja de resonancia para dar salida a prejuicios personales. Sin duda habr fracasado en cierta medi-da en el intento, pero a los lectores que se sientan ofendidos al descubrir que he daado sus interpretaciones preferidas, les resultara muy til preguntarse hasta qu punto sus propios prejuicios les influyen a la ho-ra de juzgar el tema.

    espacio de tiempo y bajo una presin considerable; le agradezco profun-damente su eficacia y entusiasmo. Mark reasoner aport una valiosa ayuda con los dos ndices.

    Soli Deo gloria.

  • 21

    C un poco como centrarse en el pecado: los que se sientan culpables pueden prestar atencin a regaadientes y pa--

    munes y (adems) con frecuencia los que los cometen no los reconocen, una descripcin detallada puede tener un efecto beneficioso y fomentar una autoevaluacin atenta adems de resultar un incentivo para seguir un camino mejor. Espero que hablando sobre lo que no debera hacerse

    -bra de Dios. Si me centro en la parte negativa, es con la esperanza de que los lectores saquen ms provecho de la instruccin positiva que

    Antes de entrar en el estudio en s, y para evitar cuestiones que pos-teriormente podran distraernos, resumir la importancia de este estudio y los peligros inherentes a l, adems de reconocer francamente las mu-chas limitaciones que he adoptado.

    La importancia de este estudio-

    damente muy frecuentes entre nosotros, los que por gracia de Dios

  • Falacias ExEgticas

    22

    tenemos la responsabilidad de proclamar fielmente la Palabra de Dios. Si cometemos un error al interpretar una de las obras de Shakespeare, o no medimos bien un verso de Spencer, es poco probable que esto acarree consecuencias eternas; pero no podemos aceptar una negligencia seme-jante en la interpretacin de las Escrituras. Estamos hablando de los pen-samientos de Dios: estamos obligados a hacer todo lo posible para

    -dente comprobar que en los plpitos evanglicos, donde se veneran ofi-

    producen estos descuidos. Por supuesto todos cometemos algunos erro-

    los cuales me voy dando cuenta con el paso de los aos, leyendo ms y gracias a la ayuda de los colegas, que me aman lo suficiente como para corregirme. Pero es terrible cuando el predicador o el profesor nunca llegan a ser conscientes de las enormes tonteras que estn diciendo, y

    -bemos darnos por satisfechos con sealar con el dedo a otros grupos que tienen menos habilidades que nosotros: debemos comenzar por limpiar bien nuestro propio jardn.

    la esencia de todo pensamiento crtico, en el mejor sentido de esa --

    tical, cultural, teolgica, histrica, geogrfica, o de cualquier otra ndole.1proporciona razones de peso para las opciones que toma y las posicio-

    -te personales. Est en contra de la autoridad ciega (del intrprete o de cualquier otra persona), de las interpretaciones arbitrarias y de las opi-

    disciernen espiritualmente, o a argumentar que la piedad es irrelevan-te; lo que decimos es que ni la piedad ni el don del Espritu Santo ga-rantiza interpretaciones infalibles. Cuando dos intrpretes piadosos

    resulta obvio incluso para los ms espirituales, y quiz para los menos

    1 Para el uso del trmino crtica me baso en la interpretacin de Bernard ramm en

    Protes tants,[Interpretacin bblica protestante: manual de hermenutica para pro-testantes conservadores] encuentra en la tercera edicin.

  • iNtroducciN

    23

    inclinados a las peores formas de polisemia (de las cuales hablar un poco ms adelante) que ambos no pueden tener razn.2 Si los intrpre-tes en cuestin no son solo espirituales, sino tambin maduros, quiz podamos esperar que den pruebas de las razones que les han llevado a

    honesto, pueden con el tiempo llegar a una resolucin del conflicto interpretativo. Quiz uno tiene razn y el otro est equivocado; quiz ambos en cierta medida tienen razn y estn equivocados, y necesitan cambiar sus respectivas posiciones; o quiz los dos intrpretes sean incapaces de llegar a un punto intermedio en las razones por las que estn en desacuerdo, y por lo tanto no pueden averiguar cul es el pro-

    -tro punto de vista, lo que importa es que los dos intrpretes estn

    proporcionar, una justificacin adecuada de todas las conclusiones a las que se lleguen y de todas las opiniones mantenidas.

    rechazar razones que no lo sean. Por eso es tan importante el estudio. -

    utilizar la Biblia con cuidado nos permite escuchar un poco mejor. Tambin es demasiado fcil leer en las Escrituras las interpretaciones tradicionales que hemos aprendido de otros. Despus, sin pretenderlo, po-demos transferir la autoridad de las Escrituras a nuestras interpretaciones tradicionales y revestirlas con cierto grado de certeza falsa e idlatra.

    2 En ocasiones una asombrosa ceguera impide a la gente ver este punto. Hace casi veinte aos iba en coche con otro creyente que me contaba lo que el Seor le haba dicho aquella maana en su tiempo devocional. Haba estado leyendo Mateo en la KJv, y yo me di cuenta de que l no haba entendido el ingls arcaico, y que adems

    griego. Yo amablemente le suger que tal vez habra otra forma de entender ese pa-saje y le resum lo que yo crea que significaba. El hermano menospreci mi punto de vista por considerarlo imposible ya que el Espritu Santo, que no miente, le haba dicho la verdad sobre este tema. Como yo era joven y atrevido le presion con mi

    -ciendo referencia a 1 Cor. 2:10b-15: las cosas espirituales deben ser discernidas de forma espiritual, lo cual dejaba poca duda sobre mi posicin. realmente intrigado le pregunt a este hermano que dira si yo siguiera adelante con mi interpretacin,

    haba dado la interpretacin que estaba presentando. Se qued en silencio durante un buen rato, y despus concluy: Supongo que eso significara que el Espritu Santo dice que la Biblia significa cosas diferentes para distintas personas.

  • Falacias ExEgticas

    24

    Como las tradiciones se van reestructurando con el paso del tiempo, po-demos acabar alejndonos de la Palabra de Dios mientras seguimos insis-tiendo en que nuestras opiniones teolgicas son bblicas, y por lo tanto verdaderas. Si cuando nos encontramos en ese estado, no estudiamos la Biblia de forma crtica, es ms que probable que nuestros errores se re-fuercen. Para que la Biblia cumpla su cometido de reforma continuadade nuestras vidas y de nuestra doctrinanosotros debemos hacer todo lo posible para escucharla nuevamente y utilizar los mejores recursos que haya a nuestra disposicin.

    la importancia de este tipo de estudio no se puede subestimar si que-remos conseguir la unanimidad en esos temas de la interpretacin que todava nos dividen. Hablo a los que sienten gran consideracin hacia las Escrituras: es muy desalentador contemplar cuntas diferencias hay en-tre nosotros sobre lo que dicen realmente las Escrituras. las grandes y unificadoras verdades no deberan minimizarse, por supuesto; pero si-gue siendo un hecho que entre los que creen que los sesenta y seis libros cannicos son la Palabra de Dios escrita, hay una inquietante coleccin de opiniones teolgicas mutuamente incompatibles. robert K. Johnston tiene razn al sealar:

    [Que] los evanglicos, que afirman seguir una norma bblica, estn llegando a formulaciones teolgicas contradictorias sobre muchos de los principales temas que tratan sugiere la naturaleza problemtica de su manera actual de entender la interpretacin. Argumentar que la Biblia es autoritativa, pero ser incapaces de llegar a ningn tipo de acuerdo sobre lo que dice (incluso entre los que comparten el compro-miso evanglico), obra en su contra.3

    tiene necesariamente que implicar a la autoridad de la Biblia, pero nos ayuda a enfrentarnos a algunas desagradables confusiones.

    Por qu entre los que tienen en gran consideracin la autoridad de las Escrituras hay personas que creen que el don de lenguas es la seal definitiva del bautismo del Espritu, otros creen que es un don opcional,

    -nos que mantienen un enfoque dispensacional de las Escrituras, y otros

    3 robert K. Johnston, [Evanglicos en un punto muerto: la autoridad bblica en la prctica] (Atlanta: John

  • iNtroducciN

    25

    qu algunos defienden vigorosamente un estilo de gobierno de iglesia presbiteriano, otros fomentan alguna forma de congregacionalismo, y otros defienden los tres oficios y la estructura jerrquica que domin occidente durante casi mil quinientos aos desde la poca de los padres

    En cierto sentido, por supuesto, las razones no son siempre racionales,

    de la Biblia y predicadores nunca se han visto obligados a enfrentarse a interpretaciones alternativas con toda su fuerza; y como perderan cierta seguridad psicolgica si permitieran que las preguntas que les surgen al leer ellos mismos las Escrituras entraran en juego, no es muy probable que abandonen las tradiciones recibidas. Pero yo no estoy hablando de esas personas. Me estoy ciendo, por el bien de esta discusin, a los lde-res ms sabios, maduros, mejor entrenados y devotos de cada postura: por qu no podemos llegar a un mayor grado de unanimidad en todos los

    A primera vista, por supuesto, puede haber varias barreras prcticas que superar. los lderes pueden pensar que no tienen tiempo para em-plearlo en el tipo de discusin cualitativa que podra producir avances. Probablemente la mayora crean que los dems estn tan firmes en sus posiciones que se gana poco intentando tal dilogo, adems de creer que parte o todo el impulso debera partir de los otros, que son los que debe-ran admitir los errores de su forma de pensar y adoptar la posicin co-rrecta. otros puede que se sientan demasiado inseguros en sus posturas como para aventurarse a plantear un debate. Pero si furamos capaces de eliminar todos esos obstculos, las causas ms cruciales de la divisin doctrinal entre estos hipotticos lderes que ahora, en nuestra imagina-cin, se renen para discutir con humildad en un esfuerzo por eliminar sus diferencias, habra diferencias de opinin sobre lo que este o aquel pasaje dice realmente, o sobre cmo este pasaje y ese otro se relacionan entre s.

    Por supuesto, es posible que ese debate amplio y franco al principio no hiciera ms que sacar a la luz la naturaleza de las diferencias, o cmo se entrelazan stas con cuestiones ms amplias. Sin embargo, al final, cuan-do todos estos temas accesorios se hubieran tratado con cuidado y humil-

  • Falacias ExEgticas

    26

    restantes entre aquellos que tienen en gran consideracin las Escrituras

    oponentes tericos consiguieran nicamente llegar a decidir que la evi--

    bran ganado algo; porque esa posicin, mantenida honestamente por ambas partes, significara que ninguna de las dos tiene derecho, sobre

    De vez en cuando me he visto involucrado en este tipo de charlas; ocasionalmente las he solicitado yo mismo. A veces es imposible llegar demasiado lejos: las barreras emocionales son demasiado altas, o el tiempo potencialmente necesario para llegar a la unanimidad demasiado largo. Pero cuando se han producido conversaciones muy beneficiosas, siempre ha habido, por ambas partes, una mayor habilidad para distin-guir un buen argumento de uno malo, o un argumento fuerte de uno dbil.

    -

    nos impulsa a avanzar hacia la unanimidad en el importante tema de pensar cmo piensa Dios. Esto seguramente forma parte de la disciplina de amar a Dios con nuestra mente.

    -yora de las ocasiones la hemos recibido de nuestros maestros, que la aprendieron muchos aos atrs. A menos que nuestros maestros o noso-tros mismos nos hayamos puesto al da, es muy probable que nuestras

    -nutica, la lingstica, los estudios literarios, una gramtica ms sofis-ticada, y los avances tecnolgicos en informtica han unido sus fuerzas

    tanto en reas ms amplias de los esfuerzos cristianos (por ejemplo, la influencia de la nueva hermenutica en nuestra forma de entender

    -rio un pensamiento ms maduro. la suma total de todo el conocimiento

    siglo pasado. Al aprender de nuestros antepasados teolgicos, y debemos hacerlo, nos damos cuenta de las duras realidades de este siglo. Y ni la nostalgia, ni la postura preferida del avestruz eliminarn de nuestro

  • iNtroducciN

    27

    Estas dos ltimas consideraciones me recuerdan la observacin de David Hackett Fischer, que se dirige con bastante acritud a sus compa-eros historiadores:

    los historiadores deben, adems, elaborar pruebas crticas no solo para sus interpretaciones, sino tambin para los mtodos utilizados para llegar a ellas Entre mis colegas, es muy normal creer que cual-quier procedimiento est permitido, siempre y cuando el que lo reali-ce publique un ensayo de vez en cuando y no sea acusado de felona. la condicin resultante de la moderna historiografa es como la de los judos en el tiempo de Jueces: todo hombre hace lo que bien le parece. Todos los campos estn sembrados de sal y arados con el buey, y hay hambre en toda la tierra.

    menos segura que la de la historiografa; pero desde luego hay dolorosas similitudes entre ambas.

    la razn final por la que este estudio es importante es el cambio en el clima teolgico en el mundo occidental durante los pasados treinta o cua-renta aos. A riesgo de simplificar demasiado el tema, se podra argumen-tar que la generacin de cristianos conservadores anterior a sta se enfrent a oponentes que argumentaron que en realidad la Biblia no es fi-dedigna, y solo los ignorantes y los ciegos podran afirmar lo contrario. En la generacin actual desde luego tambin hay muchas voces que dicen lo mismo; pero hay voces nuevas que insisten con fuerza en que nuestro ver-

    -dores probablemente no han entendido bien la Biblia. Han impuesto al

    pasaje tras pasaje. uno de los nfasis del acervado ataque al fundamenta-lismo, por parte de James Barr, es que los conservadores no entienden realmente la Biblia, que utilizan las herramientas crticas de forma incon-sistente e incluso deshonesta.5 -citas del reciente comentario sobre Mateo de robert H. grundy es que su

    5 James Barr, [Fundamentalismo] (london: SCM, 1977).

  • Falacias ExEgticas

    28

    conservadores tradicionales.6 Hay muchos fenmenos similares.lo que esto significa es que la apologtica tradicional en tales casos

    es irrelevante. Hemos sido desbordados en los frentes hermenuticos y -

    malos o dbiles, ya sean nuestros o de los dems.

    Los peligros de este estudioHay razones por las cuales es importante hacer un estudio de las falacias

    hacerlo.la primera es que el negativismo persistente es espiritualmente pe-

    ligroso. la persona cuya ambicin en la vida es descubrir todo lo que est equivocado, ya sean equivocaciones en la vida o en alguna parte

    -decer a Dios las cosas buenas y su soberana proteccin y propsito incluso en las cosas malas es la primera virtud que ir por la borda. Seguida rpidamente por la humildad, ya que la crtica, que sabe mu-cho de los fallos y las falacias (especialmente de las de los dems!), hace que los que critican se sientan superiores. El tratar de imponerse a los dems espiritualmente no es una virtud cristiana. El negativismo prolongado alimenta demasiado el orgullo. Por lo que he observado, los estudiantes del seminario, por no hablar de los conferenciantes, no

    Por otra parte, concentrarse demasiado en los errores y falacias puede producir un efecto diferente en algunas personas. A los que ya estn in-seguros de s mismos o sienten profundo respeto por las responsabilida-des que pesan sobre los hombros de los que tienen la misin de predicar todo el consejo de Dios, un estudio como este puede conducirles hacia el desnimo, incluso a la desesperacin. los estudiantes sensibles pueden

    -ticos, cmo puedo estar seguro de que realmente estoy interpretando y

    6 robert H. gundry, [Mateo: comentario sobre su arte literario y teolgico] (grand rapids: Eerdmans, 1982).

  • iNtroducciN

    29

    ensear lo que no es cierto, de poner en la conciencia de los cristianos cosas que Cristo mismo no impone, o eliminar cosas que l insiste que

    A tales estudiantes solo puedo decirles que cometern ms errores no embarcndose en este estudio que enfrentndose a las cuestiones difci-les y mejorando sus habilidades. la gran diferencia es que en el primer caso no sern conscientes de los errores que cometan. Si realmente estn preocupados por la calidad de su ministerio, y no solo por su propia in-seguridad psicolgica, sta sera una alternativa inaceptable. la igno-rancia puede ser una dicha, pero no es una virtud.

    El principal dao de todo estudio crtico de la Biblia es lo que los -

    miento es un componente necesario en la realizacin de un trabajo crti-co; pero es difcil y en ocasiones costoso.

    un fenmeno comn en los seminarios cristianos.Cristiano Fervoroso se convirti en el instituto. Fue a la universidad

    y estudi informtica; pero tambin trabajaba en la iglesia y disfrutaba de un ministerio eficaz en el grupo bblico universitario. Sus tiempos de oracin eran clidos y frecuentes. A pesar del tedio ocasional, cuando lea la Biblia, a menudo senta como si el Seor le estuviera hablando di-

    entenda. Cuando empez a llegar a la conviccin de que debera realizar un ministerio cristiano a tiempo completo, su congregacin local le con-firm en sus dones y su llamamiento. Muy consciente de sus limitacio-nes, acudi al seminario con toda la ilusin del nuevo recluta.

    Tras pasar seis meses en el seminario, la imagen es bien diferente. Cris-tiano Fervoroso pasa muchas horas al da memorizando la morfologa griega y aprendiendo los detalles del itinerario del segundo viaje misione-

    de las opiniones crticas y su evaluacin de las evidencias contradictorias, de alguna manera la Biblia ya no le parece tan viva como antes. A Cristia-no le preocupa esto; le resulta ms difcil orar y dar testimonio que antes

    culpa de los conferenciantes, que en su mayora parecen ser creyentes pia-dosos, entendidos y maduros.

    Pasa ms tiempo. Cristiano Fervoroso puede hacer una cosa entre varias. Puede refugiarse en un pietismo defensivo que denuncie

  • Falacias ExEgticas

    30

    bulliciosamente el rido intelectualismo que ve a su alrededor; o puede verse inmerso en el vrtice de un tipo de compromiso intelectual que le

    de las Escrituras; o puede ir dando tumbos hasta que la graduacin le -

    periencias de ese tipo son un componente necesario de la vida del semi-

    son causadas por el distanciamiento. Pero si somos capaces de entender el proceso, podremos manejarlo mejor. Cada vez que intentamos compren-

    -derlo de forma crtica, no de forma arbitraria, sino con razones slidastal como el autor pretende que se entienda, debemos en primer lugar captar la naturaleza y el grado de las diferencias que separan nues-

    ello podemos fusionar de forma provechosa nuestro horizonte de com--

    mente llegar a comprender cuando empecemos a dar forma a nuestros

    capaces de pasar por el distanciamiento antes de llegar a la fusin, es que no ha habido una autntica fusin: el intrprete cree que sabe lo que sig-

    -

    Si una institucin le est enseando a pensar de forma crtica (tal como yo entiendo el trmino crtico), necesariamente usted se tendr que enfrentar a cierta dislocacin y a un perturbador distanciamiento. una institucin menor puede que no sea tan inquietante: a los estudiantes nicamente se les anima a aprender, pero no a evaluar.

    El distanciamiento es difcil y puede resultar costoso. Pero vuelvo a enfatizar con energa que esto no es un fin en s mismo. Su correlativo adecuado es la fusin de horizontes de entendimiento. Siempre que parte de la tarea interpretativa se nutra junto con el distanciamiento, el distanciamiento no resultar destructivo. Ms bien, la vida, la fe, y el pensamiento cristianos que surjan de este doble proceso sern ms ro-

    ms crticos. Pero algunos de los pasos a dar son peligrosos: trabaje duro para integrar todo su caminar y su compromiso cristiano, y la temtica de este libro demostrar ser beneficiosa. Si no trabaja con fuerza por tal integracin, estar haciendo una invitacin al naufragio espiritual.

  • iNtroducciN

    31

    Los lmites de este estudioEsta no es una obra demasiado tcnica. Est diseada para estudiantes de seminario y para aquellos que se toman en serio su responsabilidad de interpretar las Escrituras; pero no aade nada al conocimiento de los

    Quiz debera aadir que el ttulo, (y no ), se concentra en el practicante. A riesgo de hacer una

    pasaje significa esto y esto; la hermenutica termina diciendo: El proce-so interpretativo est constituido por las siguientes tcnicas y presuposi-ciones. las dos cosas estn relacionadas, obviamente. Pero aunque la hermenutica es una disciplina importante por s misma, lo ideal es que no

    sentido, como estoy discutiendo distintos aspectos del proceso interpreta-tivo, este es un estudio hermenutico; sin embargo, dado que no me centro en el proceso interpretativo considerado de forma terica, sino en el prac-

    Como no es un estudio tcnico, no he proporcionado una informacin

    hago referencia (aunque sea de forma indirecta) en la presentacin.

    en las teolgicas, a menos que stas influyan en las otras.-

    re al tipo de error que se discute en este libro. He elegido estos ejemplos

    Sin embargo, he intentado ser imparcial en mis ejemplos. He citado

    de los escritos de calvinistas y de arminianos. Se mencionan personas relativamente poco conocidas, y estudiosos de categora mundial. Dos

    -ciones populares donde la frecuencia del error es mucho mayor; pero tambin he incluido unos cuantos ejemplos de predicadores populares. una pequea mayora de ejemplos procede de escritores evanglicos, pero eso refleja la audiencia para la cual se prepar el material en un principio.

  • Falacias ExEgticas

    32

    -

    pero implicara un cambio en el enfoque hermenutico que restara valor a la utilidad de este libro como manual para el practicante.

  • 33

    1

    DE PAlABrAS

    Qu cosa tan asombrosa son las palabras! Pueden transmitir -los que nos permiten pensar. Con las palabras de mandato

    podemos hacer que las cosas se cumplan; con las palabras de adoracin alaba-

    las palabras son una de las herramientas principales del predicador,

    en contra de abusos particulares1; y todo esto es para bien porque como

    1 ver especialmente las obras a las que me remitir con frecuencia: James Barr,

    (leiden: -

    ing --

    ment Greek (Philadelphia: Fortress; Chico, Calif.: Scholars Press, 1982); y especialmente Moiss Silva,

    (grand rapids: Zondervan, 1983).

  • Falacias ExEgticas

    34

    travs del cual debe pasar todo camello teolgico para entrar en el cielo de la teologa2.

    Mis pretensiones son modestas. Me propongo nicamente enumerar, describir y proporcionar algunos ejemplos sobre una serie de falacias comunes que surgen repetidamente cuando los predicadores y otros in-tentan estudiar los trminos bblicos. los ejemplos pueden servir como banderas rojas de advertencia.

    Falacias comunes en la Semntica

    1. La falacia de la raz

    uno de los errores ms perdurables, la falacia de la raz, presupone que cada palabra realmente tiene un significado relacionado directamente con su forma y sus componentes. Desde este punto de vista, el significado viene determinado por la etimologa; o sea por la raz o races de la pala-bra. Cuntas veces nos han dicho que debido a que el cognado verbal de

    apostolos , yo envo) el sig-

    de la biblia se nos dice que el significado literal de ) es unignito.3

    , amar) en contraste

    Todo esto son tonteras lingsticas. Habramos adivinado lo mismo si estuviramos ms familiarizados con la etimologa de la palabras en nuestro propio idioma. Anthony C. Thiselton ofrece como ejemplo la palabra inglesa nice (agradable), que viene del latn nescius, que signi-fica ig norante. El good-bye (adis) actual es una contraccin del

    der gottesgelehrheit eingehen muss. Citado por J. M. van veen, derblom

    RestQ 56 (1971): 1193 -

    sion (london: Bagster, 1982), iv.-

  • Falacias EN El Estudio dE Palabras

    35

    diacrnicamente cmo nescius dio lugar a nice; es fcil imaginar c--

    nozco a nadie hoy da que al decir que tal o cual persona es nice crea haber etiquetado a esa persona de ignorante porque el significado de la raz, el significado oculto o el significado literal de nice es ig-norante.

    5

    escribe sobre s mismo, Cefas, Apolos y otros lderes en estos trminos: ) de Cristo,

    encargados de administrar los misterios de Dios (Nvi). Hace ms de un ) deriva

    ) remar.6 (

    [ ]). A. T. robertson y J. B. Hofmann fueron ms lejos y dijeron ) y

    ).7 ) significa remero en Homero -

    ) era bsicamente uno que est por debajo del remero, ayudante de reme-ro o remero subordinado. Trench no haba ido tan lejos: no haba de-

    ) era un siervo de clase baja;8 ) era un remero de la parte baja de una galera trirreme.9 Sin embargo, el

    -ble no segura,10 ) nunca se utiliz para remero en

    -

    diakonos).

    6 r. C. Trench, 7 A. T. robertson, -

    (Munich: ldenbourg, 1950), s.v.8 leon Morris,

    9 William Barclay, (Philadelphia: Westminister, 1975), s.v.10

    1872, el significado remeros es dudoso.

  • Falacias ExEgticas

    36

    ) de eretes) no es ms realista intrnsecamente que deri-

    var el significado de butterfly (mariposa) de butter (mantequilla) y fly (mosca), o el significado de pineapple (pia) de pine (pino) y apple (manzana)11 -nocemos que las pias no son una clase de manzanas que crecen en los pinos.

    la bsqueda de significados ocultos asociados a etimologas resulta todava ms ridcula cuando dos palabras con significados totalmente diferentes comparten la misma etimologa. James Barr atrajo la atencin

    ) que significan respectiva-mente pan y guerra:

    Es dudoso que la influencia de su raz comn sea importante semn-ticamente en el hebreo clsico en el uso normal de las palabras. Y sera totalmente caprichoso conectar ambos como mutuamente sugestivos o evocativos, como si las batallas se hicieran normalmente por el pan o el pan fuera una provisin necesaria en las batallas. las palabras que contienen secuencias similares de sonidos pueden por supuesto ser deli-

    y separadamente reconocible.

    Quiz debera volver por un momento al primero de mis tres prime-apostolos, apstol)

    apostello, envo), el uso del nombre en el , sino

    en el de mensajero. Claro que un mensajero normalmente es enviado, pero la palabra mensajero tambin nos trae a la mente el mensaje que la persona lleva consigo, y sugiere que representa al que lo enva. En otras

    (apostolos) comnmente tena el significado de representante especial o mensajero especial, y no el de alguien enviado.12

    ) a menudo se cree que procede de monos , engendrar); y por tanto su signi-

    gen-) es

    (monos genos, clase o raza) y significar uno solo en su especie, nico o similar. Si nos apresuramos a pensar en el uso,

    1112 Barr,

  • Falacias EN El Estudio dE Palabras

    37

    ) como solo o nico (por ejemplo Salmos 22:20 [21:21, lXX, mi preciosa vida (Nviafligido]), sin que haya ni un asomo de engendrar. Es verdad, en el

    con el padre; pero incluso aqu, se debe tener cuidado. En Hebreos 11:17 ) de Abraham, lo cual

    est claro que no significa el nico hijo engendrado, ya que Abraham tambin fue padre de Ismael y de una buena progenie con Cetura (gne-sis 25:1-2). Sin embargo, Isaac era un hijo nico, su hijo ms especial y ms querido.13 En resumen, traducciones como Tanto am Dios al mun-do, que dio a su Hijo nico, (Juan 3:16, DHH-CP) no se producen por un

    -guna verdad cardinal, sino por la lingstica.

    De forma similar, aunque es indudable que todas las variantes de

    iguales, s que coinciden sustancialmente en gran parte; y donde se su-perponen, apelar al significado de la raz para buscar una diferencia es

    , amar) como su , amor) pueden referirse a la violacin incestuosa

    13 Para profundizar ms ver Dale Moody, The Translation of John 3:16 in the revised Standard version, [la traduccin de Juan 3:16 en la versin Standard revisada]

    72 (1953): 213-19. los intentos que se han hecho de anular la obra de Moody no han resultado convincentes. El ms reciente de estos intentos fue el de John v. Dahms, The Johannine use of reconsidered, [El uso de en Juan reconsiderado] 29 (1983): 222- 32. Este no es el lugar adecuado para entrar en una refutacin punto por punto de este artculo; pero a mi entender no ha sido siempre imparcial al sopesar las evidencias. Por ejemplo, cuando comenta el uso

    en Salmo 22:20, resalta que son las cosas y no las perso-

    y afligido concede que es posible el significado solo -

    escribi el salmo, y David tena muchos hermanos. Pero al menos Dahms reconoce que el significado viene determinado por el uso, no por la etimologa (p. 223); y esa es mi idea aqu. Moody argumenta que fue la controversia ariana la que empuj a los

    por unige-nitus (unignito), no unicus (solo); e incluso aqu, Jernimo fue inconsistente, porque

    hace referencia a Cristo, y por tanto no hay ningn tema cristolgico implicado. Esto sugiere con bastante fuerza que no fue un estudio lingustico el que impuls los cambios de Jernimo, sino la presin de los debates teolgicos contemporneos.

  • Falacias ExEgticas

    38

    de Amn a su media hermana Tamar (2 Samuel 13:15, lXX). Cuando leemos que Demas abandon a Pablo porque amaba el mundo presente y malvado no hay razn lingstica para sorprenderse de que el verbo sea

    Juan 5:20 repite la idea, pero ), sin ningn cambio de significado discernible. las

    falsas suposiciones que rodean a este par de palabras son omnipresentes; -

    o el ) que pruebe que su significado, real u oculto, haga

    referencia a una clase especial de amor.Me apresurar a aadir tres advertencias en esta discusin. Primera,

    no estoy diciendo que cualquier palabra puede significar cualquier cosa.

    forma al significado de una palabra solo dentro de ciertos lmites. la gama semntica total no est fijada de forma permanente, claro est; con el tiempo y un nuevo uso, puede llegar a cambiar considerablemen-te. Aun as, no estoy sugiriendo que las palabras sean infinitamente plsticas. Simplemente estoy diciendo que el significado de una palabra no puede determinarse de forma fidedigna por la etimologa, o que cuando identificamos una raz, sta siempre vaya a proyectar cierta car-ga semntica a la palabra que la incorpora. lingsticamente hablando, el significado no es una posesin intrnseca de una palabra; ms bien es un conjunto de relaciones para las cuales un smbolo verbal es un signo. En cierto sentido, por supuesto, es legtimo decir: Esta pala-bra significa esto y lo otro cuando estamos proporcionando la gama

    con demasiado equipaje etimolgico.la segunda advertencia es que el significado de una palabra puede

    reflejar los significados de las partes que la componen. Por ejemplo, el ek ) significa en reali-

    puede reflejar su etimologa; y se debe admitir que esto es ms comn en idiomas sintticos como el griego o el alemn, con un porcentaje relati-vamente alto de palabras transparentes (palabras que tienen una relacin natural con su significado,) que en un idioma como el ingls, donde las

  • Falacias EN El Estudio dE Palabras

    39

    palabras son opacas (o sea, sin ninguna relacin natural con su significado).15 A pesar de eso, lo que quiero sealar es que no podemos asumir responsablemente que la etimologa est relacionada con el sig-nificado. Solo podemos probar que es as descubriendo el significado de una palabra inductivamente.

    Finalmente, no quiero sugerir, ni de lejos, que el estudio etimolgico sea intil. Es importante, por ejemplo, en el estudio diacrnico de las palabras (el estudio de las palabras a travs de largos periodos de tiem-po), al intentar especificar el significado ms antiguo atestiguado, cuan-do estudiamos lenguas cognadas, y en especial para intentar entender los significados de (palabras que aparecen solo una vez). En este ltimo caso, aunque la etimologa sea una pobre herramienta para discernir el significado, la falta de material para comparar significa que no tenemos otra opcin. Por eso, como Moiss Silva seala en su

    mucho ms importante en la determinacin del significado en el Anti-

    contiene proporcionalmente muchas ms .16 El valor relativo de este uso de la etimologa vara de forma inversa a la cantidad de material disponible para ese idioma.17 Y en cualquier caso, la especi-ficacin del significado de una palabra basndonos nicamente en la etimologa nunca puede ser ms que una conjetura fundamentada.

    2. Anacronismo semntico

    Esta falacia se produce cuando se aplica un uso reciente de una palabra a una literatura ms antigua. Al nivel ms simple, sucede dentro del mismo idioma, como cuando los padres de la iglesia primitiva griega utilizaban una palabra de una manera que no se poda demostrar que

    episkopos, obispo) para designar a un lder de iglesia que supervisa varias iglesias locales tenga ninguna

    Pero el problema tiene una segunda faceta cuando hay adems un se deriva etimolgicamente

    -br odo a los predicadores ofrecer la traduccin de romanos 1:16 de la

    15 ver especialmente la discusin en ullmann, Semantics, 80-115.16 Silva, , 38-51.17

  • Falacias ExEgticas

    40

    siguiente manera: no me avergenzo del evangelio, porque es dinamita de Dios para salvacin de todo aquel que cree; a menudo con un signifi-cativo movimiento de cabeza, como si se hubiera dicho algo profundo o incluso esotrico. Este no es un ejemplo ms de falacia de la raz. Es peor. Es un llamamiento a una clase de etimologa invertida; la falacia de la raz mezclada con anacronismo. Pensaba Pablo en la dinamita cuando

    -mita hace estallar las cosas, las rasga, hace pedazos las rocas, hace agu-jeros, destruye. Pablo a menudo identifica el poder de Dios con el poder que resucit a Jess de la muerte (por ejemplo, Efesios 1:18-20); y cuando

    , para la salva-cin romanos 1:16, Nvi), dirigido a la plenitud y perfeccin implcita en la consumacin de nuestra salvacin. Por lo tanto, aparte del anacronismo semntico, la dinamita parece inadecuada como medio para resucitar a Jess de entre los muertos o como medio para hacernos a la imagen de Cristo. Por supuesto, lo que los predicadores estn tratando de hacer cuando hablan de la dinamita, es indicar el enorme poder que implica la palabra. Aun as, la medida de Pablo no es la dinamita, sino la tumba

    ) y concluir que lo que realmente ama Dios es a un dador hilarante. Quiz deberamos poner un CD con risas mientras pasamos el plato durante la ofrenda.

    un tercer nivel del mismo problema fue ejemplificado, dolorosa-mente, en tres artculos sobre la sangre en (Cristia-nismo hoy).18 cosas maravillosas que la ciencia ha descubierto que puede hacer la sangre, en particular su papel de limpieza cuando hace salir las impure-zas de las clulas y transporta los nutrientes a cada parte del cuerpo. Qu hermosa imagen (se nos dice) de cmo la sangre de Jesucristo nos purifica de todo pecado (1 Juan 1:7). De hecho, no es nada parecido. Peor an, es msticamente irresponsable y teolgicamente engaoso. la frase la sangre de Jesucristo hace referencia a la muerte sacrificial

    18

    in the Blood, CT 27/6 (Mar. 18, 1983): 18-21.

    Pgina en blancoPgina en blancoPgina en blancoPgina en blancoPgina en blancoPgina en blancoPgina en blancoPgina en blancoPgina en blanco