lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la...

22
ABAJO TIENES UNA SERIE DE HISTORIAS DE MISTERIO A LAS QUE LES FALTA EL DESENLACE. CONTESTA LAS CUESTIONES (UNA DE ELLAS SIEMPRE SERÁ QUE IMAGINES EL FINAL). RECUERDA QUE SI LAS HACES TODAS PUEDES CONSEGUIR HASTA 0,50 PUNTOS MÁS EN LA NOTA FINAL. (EN EL OTRO ARCHIVO SOLO HE PUESTO LAS PREGUNTAS, PARA QUE PUEDAS LEER LAS HISTORIAS EN EL ORDENADOR E IMPRIMIR EL ARCHIVO DE LAS PREGUNTAS SOLAMENTE) La ahogada. Agatha Christie Don Henry Clithering, ex comisionado de Scotland Yard, estaba hospedado en casa de sus amigos, los Bantry, cerca del pueblecito de St. Mary Mead. El sábado por la mañana, cuando bajaba a desayunar (...) casi tropezó con su anfitriona, la señora Bantry, en la puerta del comedor. Salía de la habitación evidentemente presa de una gran excitación y contrariedad. Su marido, el coronel Bantry, le explicó a don Henry que la habían trastornado las noticias que les habían llegado esta mañana: Rose Emmott, un chica del pueblo, se había ahogado. Al parecer, se trataba de un suicidio ya que la muchacha se había dejado seducir por un joven llamado Sanford que no quiso después comprometerse con ella. -¿Dónde se ahogó? -En el río. Debajo del molino la corriente es bastante fuerte (...) Don Henry no se interesó especialmente por aquella tragedia local. Después del desayuno, se instaló cómodamente en una tumbona sobre la hierba, se echó el sombrero sobre los ojos y se dispuso a contemplar la vida desde su cómodo asiento. Eran las doce y media cuando una doncella se le acercó por el césped. -Señor, ha llegado la señorita Marple y desea verlo. -¿La señorita Marple? Don Henry se incorporó y se colocó bien el sombrero. Recordaba perfectamente a la señorita Marple: sus modos anticuados, sus maneras amables y su asombrosa perspicacia, así como una docena de casos hipotéticos y sin resolver para los que aquella "típica solterona de pueblo" había encontrado la solución exacta. Don Henry sentía un profundo respeto por la señorita Marple y se preguntó para qué habría ido a verle. La señorita Marple estaba sentada en el salón (...)

Transcript of lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la...

Page 1: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

ABAJO TIENES UNA SERIE DE HISTORIAS DE MISTERIO A LAS QUE LES FALTA EL DESENLACE. CONTESTA LAS CUESTIONES (UNA DE ELLAS SIEMPRE SERÁ QUE IMAGINES EL FINAL). RECUERDA QUE SI LAS HACES TODAS PUEDES CONSEGUIR HASTA 0,50 PUNTOS MÁS EN LA NOTA FINAL.(EN EL OTRO ARCHIVO SOLO HE PUESTO LAS PREGUNTAS, PARA QUE PUEDAS LEER LAS HISTORIAS EN EL ORDENADOR E IMPRIMIR EL ARCHIVO DE LAS PREGUNTAS SOLAMENTE)

La ahogada. Agatha Christie Don Henry Clithering, ex comisionado de Scotland Yard, estaba hospedado en casa de sus amigos, los Bantry, cerca del pueblecito de St. Mary Mead.

El sábado por la mañana, cuando bajaba a desayunar (...) casi tropezó con su anfitriona, la señora Bantry, en la puerta del comedor. Salía de la habitación evidentemente presa de una gran excitación y contrariedad. Su marido, el coronel Bantry, le explicó a don Henry que la habían trastornado las noticias que les habían llegado esta mañana: Rose Emmott, un chica del pueblo, se había ahogado. Al parecer, se trataba de un suicidio ya que la muchacha se había dejado seducir por un joven llamado Sanford que no quiso después comprometerse con ella.

-¿Dónde se ahogó?

-En el río. Debajo del molino la corriente es bastante fuerte (...)

Don Henry no se interesó especialmente por aquella tragedia local. Después del desayuno, se instaló cómodamente en una tumbona sobre la hierba, se echó el sombrero sobre los ojos y se dispuso a contemplar la vida desde su cómodo asiento. Eran las doce y media cuando una doncella se le acercó por el césped.

-Señor, ha llegado la señorita Marple y desea verlo.

-¿La señorita Marple?

Don Henry se incorporó y se colocó bien el sombrero. Recordaba perfectamente a la señorita Marple: sus modos anticuados, sus maneras amables y su asombrosa perspicacia, así como una docena de casos hipotéticos y sin resolver para los que aquella "típica solterona de pueblo" había encontrado la solución exacta. Don Henry sentía un profundo respeto por la señorita Marple y se preguntó para qué habría ido a verle. La señorita Marple estaba sentada en el salón (...)

-Don Henry, celebro mucho verlo. Qué suerte he tenido al encontrarlo. Acabo de saber que estaba pasando aquí unos días. (...). Don Henry, esa chica, Rose Emmott, no se suicidó, fue asesinada. Y yo sé quién la ha matado.

El asombro dejó sin habla a don Henry durante unos segundos. La voz de la señorita Marple había sonado perfectamente tranquila y sosegada, como si acabara de decir la cosa más normal del mundo.

-Ésa es una declaración muy seria, señorita Marple -dijo don Henry cuando se hubo recuperado (...)

-Lo sé, lo sé. Por eso he venido a verle.

-Pero mi querida señora, yo no soy la persona adecuada. Ahora soy un ciudadano más. Si usted está segura de lo que afirma debe acudir a la policía.

-No lo creo -replicó de inmediato la señorita Marple (...) Porque no tengo lo que ustedes llaman pruebas (...) Si le doy mis razones al inspector Drewitt, se echará a reír y no podré reprochárselo. (...)

-Le creo, señorita Marple, pero no comprendo qué quiere que haga yo en este asunto ni por qué ha venido a verme.

Page 2: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos. Y no los tengo. Lo que quería pedirle es que se interese por este asunto, cosa que estoy segura halagará al inspector Drewitt. (...) He pensado escribir un nombre, el del culpable, en un pedazo de papel y dárselo a usted. Luego, si durante el transcurso de la investigación usted decide que esa persona no tiene nada que ver, pues me habré equivocado. (...)Don Henry la contempló con curiosidad. La señorita Marple abrió un pequeño bolso del que extrajo una libretita y, arrancando una de las hojas, escribió unas palabras con todo cuidado. Después de doblar la hoja en dos, se la entregó a don Henry.

Éste la abrió y leyó el nombre, que nada le decía, mas enarcó las cejas mirando a la señorita Marple mientras se guardaba el papel en el bolsillo (...)

Don Henry se hallaba en la salita con el coronel Melchett, jefe de policía del condado, así como con el inspector Drewitt (...)

-Tengo la sensación de que me estoy entrometiendo en su trabajo -decía don Henry con su cortés sonrisa-. Y en realidad no sabría decirles por qué lo hago -lo cual era rigurosamente cierto.

-Mi querido amigo, estamos encantados. Es un gran cumplido (...)

El jefe de policía dijo en voz alta:

-Me temo que se trata de un caso muy sórdido y claro. Primero se pensó que la chica se había suicidado. Estaba esperando un niño. Sin embargo, nuestro médico, el doctor Haydock, que es muy cuidadoso, observó que la víctima presentaba unos cardenales en la parte superior de cada brazo, ocasionados presumiblemente por una persona que la sujetó para arrojarla al río (...)

-¿Saben con seguridad que la tragedia ocurrió allí?

-Sí, lo dijo un niño de doce años, Jimmy Brown. Estaba en los bosques del otro lado del río y oyó un grito y un chapuzón. Había oscurecido ya y era difícil distinguir nada. No tardó en ver algo blanco que flotaba en el agua y corrió en busca de ayuda. Lograron sacarla, pero era demasiado tarde para reanimarla.

Don Henry asintió.

-¿El niño no vio a nadie en el puente?

-No, pero como le digo, era de noche y por allí siempre suele haber algo de niebla. Voy a preguntarle si vio a alguna persona por allí antes o después de ocurrir la tragedia. Naturalmente, él imagino que la joven se había suicidado. Todos lo pensamos al principio.

-Sin embargo, tenemos la nota -dijo el inspector Drewitt volviéndose a don Henry.

-Una nota que encontramos en el bolsillo de la víctima. Estaba escrita con un lápiz de dibujo y, aunque estaba empapada de agua, con algún esfuerzo pudimos leerla.

-¿Y qué decía?

-Era del joven Sandford. "De acuerdo -decía-. Me reuniré contigo en el puente a las ocho y media. R. S." (...)

-No sé si conocerá usted a Sandford -continuó el coronel Melchett-. Lleva aquí cosa de un mes. Es uno de esos jóvenes arquitectos que construyen casas extravagantes. (...)

-Bien, don Henry -intervino Drewitt-, ahí lo tiene: es un asunto feo, pero claro como el agua. Este joven, Sandford, seduce a la chica y se dispone a regresar a Londres. Allí tiene novia, una señorita bien con la que está

Page 3: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

prometido. Naturalmente, si ella se entera de eso, puede dar por terminadas sus relaciones. Se encuentra con Rose en el puente. Es una noche oscura, no hay nadie por allí, la coge por los hombros y la arroja al agua. Un sinvergüenza que tendrá su merecido. Ésa es mi opinión. (...)

"¡Pobre de mí! -pensó don Henry-. Me parece estar viviendo un melodrama Victoriano. La joven confiada, el villano de Londres, el padre iracundo. Sólo falta el fiel amor pueblerino. Sí, creo que ya es hora de que pregunte por él".Y en voz alta añadió:

-¿Esa joven no tenía algún pretendiente en el pueblo?

-¿Se refiere a Joe Ellis? -dijo el inspector-. Joe es un buen muchacho, trabaja como carpintero. ¡Ah! Si ella se hubiera fijado en él…(...)

-Me gustaría verlo -dijo don Henry.

-¡Oh! Nosotros vamos a interrogarlo -explicó el coronel Melchett-. No vamos a dejar ningún cabo suelto. Había pensado ver primero a Emmott, luego a Sandford y después podemos ir a hablar con Ellis. ¿Le parece bien, Clithering?

Don Henry respondió que le parecía estupendo.

Encontraron a Tom Emmott en la taberna el Blue Boar. Era un hombre corpulento, de mediana edad, mirada inquieta y mandíbula poderosa.

-Celebro verles, caballeros. Buenos días, coronel. Pasen aquí y podremos hablar en privado. ¿Puedo ofrecerles alguna cosa? ¿No? Como quieran. Han venido por el asunto de mi pobre hija. ¡Ah! Rose era una buena chica. Siempre lo fue, hasta que ese cerdo... (perdónenme, pero eso es lo que es), hasta que ese cerdo vino aquí. Él le prometió que se casarían, eso hizo. Pero yo haré que lo pague muy caro. La arrojó al río. El cerdo asesino. Nos ha traído la desgracia a todos. ¡Mi pobre hija!

-¿Su hija le dijo claramente que Sandford era el responsable de su estado? -preguntó Melchett crispado.

-Sí, en esta misma habitación.

-¿Y qué le dijo usted? -quiso saber don Henry.

-¿Decirle? -el hombre pareció desconcertado.

-Sí, usted, por ejemplo, no la amenazaría con echarla de su casa o algo así.

-Me disgusté mucho, eso es natural. Supongo que estará de acuerdo en que eso era algo natural. Pero, desde luego, no la eché de casa. Yo no haría semejante cosa -dijo con virtuosa indignación-. (...)

Y dicho esto se despidieron. (...)

La próxima visita fue para el arquitecto, Rex Sandford (...) El coronel Melchett se presentó a sí mismo y a sus acompañantes y, pasando directamente al objeto de su visita, invitó al arquitecto a que aclarara cuáles habían sido sus actividades durante la noche anterior.

-Debe comprender -le dijo a modo de advertencia- que no tengo autoridad para obligarlo a declarar y que todo lo que diga puede ser utilizado en su contra. Quiero dejar esto bien claro.

-Yo, no... no comprendo -dijo Sandford.

-¿Comprende que Rose Emmott murió ahogada ayer noche?

Page 4: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

-Sí, lo sé. ¡Oh! Es demasiado... demasiado terrible. Apenas si he podido dormir en toda la noche, y he sido incapaz de trabajar nada hoy. Me siento responsable, terriblemente responsable (...)

-¿Debo entender, señor Sandford, que se niega a declarar dónde estaba ayer noche a las ocho y media?

-No, no, claro que no. Había salido. Salí a pasear.

-¿Fue a reunirse con la señorita Emmott?

-No, me fui solo. A través de los bosques. Muy lejos.

-Entonces, ¿cómo explica usted esta nota, que fue encontrada en el bolsillo de la difunta?

El inspector Drewitt la leyó en voz alta sin demostrar emoción alguna.

-Ahora -concluyó-, ¿niega haberla escrito?

-No... no. Tiene razón, la escribí yo. Rose me pidió que fuera a verla. Insistió, yo no sabía qué hacer, por eso le escribí esa nota. (...) ¡Pero no fui! -Sandford elevó la voz-. ¡No fui! Pensé que era mejor no ir. Mañana pensaba regresar a la ciudad. Tenía intención de escribirle desde Londres y hacer algún arreglo.

-¿Se da usted cuenta, señor, de que la chica iba a tener un niño y que había dicho que usted era el padre? (...)

-Sí -dijo con voz ahogada.

-¡Ah! -El inspector Drewitt no pudo disimular su satisfacción-. Ahora háblenos de ese paseo suyo. ¿Lo vio alguien anoche?

-No lo sé, pero no lo creo. Que yo recuerde, no me encontré a nadie.

-Es una lástima.

-¿Qué quiere usted decir? -Sandford abrió mucho los ojos-. ¿Qué importa si fui a pasear o no? ¿Qué tiene que ver eso con que Rose se suicidase?

-¡Ah! -exclamó el inspector-. Pero es que no se suicidó, la arrojaron al agua deliberadamente, señor Sandford.

-Que ella... -tardó un par de minutos en sobreponerse al horror que le produjo la noticia-. ¡Dios mío!

-Debe comprender, señor Sandford -le dijo-, que no le conviene abandonar esta casa.

Los tres hombres salieron juntos, y el inspector y el coronel Melchett intercambiaron una mirada.

-Creo que es suficiente, señor -dijo el inspector.

-Sí, vaya a buscar una orden de arresto y deténgalo (...)

-¿Sabe, Melchett? -dijo Henry- Creo que deberíamos ir a ver a ese otro individuo, Ellis, antes de tomar ninguna determinación. Sería una lástima que, después de realizar la detención, resultase ser un error. Al fin y al cabo, los celos siempre fueron un buen móvil para cometer un crimen. Y además bastante corriente.

-Es cierto -replicó el inspector-, pero Joe Ellis no es de esa clase. Es incapaz de hacer daño a una mosca. Nadie lo ha visto nunca fuera de sí. No obstante, estoy de acuerdo con usted en que será mejor preguntarle dónde estuvo ayer noche. Ahora debe de estar en su casa. Se hospeda en casa de la señora Bartlett, una persona muy decente, que era viuda y se ganaba la vida lavando ropa.

Page 5: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

La casa adonde se dirigieron era inmaculadamente pulcra. Les abrió la puerta una mujer robusta de mediana edad, rostro afable y ojos azules.

-Buenos días, señora Bartlett -dijo el inspector-. ¿Está Joe Ellis?

-Ha regresado hará unos diez minutos -respondió la señora Bartlett-. Pasen, por favor. (...)

-¿Es buen huésped Joe Ellis? -le preguntó Melchett en tono intrascendente.

-No podría ser mejor, señor. Es un joven muy formal. (...) ¡Ah! No hay muchos jóvenes como Joe, señor.

-Alguna muchacha será muy afortunada algún día -dijo Melchett-. Estaba bastante enamorado de esa pobre chica, Rose Emmott, ¿no es cierto?

La señora Bartlett suspiró.

-Me ponía de mal humor. Él besaba la tierra que pisaba y a ella sin importarle un comino los sentimientos de Joe.

¿Estuvo Joe aquí ayer noche?

-Sí, señor (...)

Un momento después entraba en la habitación el propio Ellis (...) Melchett inició la conversación, y la señora Bartlett se marchó a la cocina.

-Estamos investigando la muerte de Rose Emmott. Usted la conocía, Ellis.

-Sí -vaciló y luego dijo en voz baja-: Esperaba casarme con ella, pobrecilla.

-¿Conocía su estado?

-Sí. -un relámpago de ira brilló en sus ojos-. Él la dejó tirada, pero fue lo mejor. No hubiera sido feliz casándose con él y confiaba en que cuando eso ocurriera acudiría a mí. Yo hubiera cuidado de ella (...)

-Ellis, ¿dónde estaba usted ayer noche, alrededor de las ocho y media?

Tal vez fuese producto de la imaginación de don Henry, pero le pareció detectar una cierta turbación en su rápida, casi demasiado rápida, respuesta.

-Estuve aquí, montando el aparador de la señora Bartlett. Pregúnteselo a ella.

"Ha contestado con demasiado presteza -pensó don Henry-. Y él es un hombre lento. Eso demuestra que tenía preparada de antemano la respuesta" (...)

Tras unas cuantas preguntas más, se marcharon. Don Henry buscó un pretexto para entrar en la cocina, donde encontró a la señora Bartlett ocupada en encender el fuego. Al verlo le sonrió con simpatía (...) Y al volverse para marcharse, tropezó con un cochecito de niño.

-Espero que no habré despertado al niño -dijo.

La señora Bartlett lanzó una carcajada.

-Oh, no, señor. Yo no tengo niños, es una pena. En ese cochecito llevo la ropa que he lavado cuando voy a entregarla.

-¡Oh! Ya comprendo…

Page 6: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

Hizo una pausa y luego dijo, dejándose llevar por un impulso.

-Señora Bartlett, usted conocía a Rose Emmott. Dígame lo que pensaba realmente de ella. (...)

-Era una mala persona, señor -dijo con calma-. No me atrevería a decirlo delante de Joe. Ella lo dominaba. Esa clase de mujeres saben hacerlo, es una pena, pero ya sabe lo que ocurre, señor (...)

Abandonó aquella casa confundido y perplejo. (...)

-Bueno -dijo Melchett-, esto parece dejar el asunto bastante claro, ¿no les parece?

-Sí, señor -convino el inspector-. Sandford es nuestro hombre. (...)

-Eso parece -admitió don Henry-. Y, sin embargo, no puedo imaginarme a Sandford cometiendo ninguna acción violenta (...) Me gustaría ver a ese niño -dijo de pronto-. El que oyó el grito.

Jimmy Brown (...) estaba deseando ser interrogado y le decepcionó bastante ver que ya sabían lo que había oído en la fatídica noche.

-Tengo entendido que estabas al otro lado del puente -le dijo don Henry-, al otro lado del río. ¿Viste a alguien por ese lado mientras te acercabas al puente?

-Alguien andaba por el bosque. Creo que era el señor Sandford (...)

Los tres hombres intercambiaron una mirada de inteligencia.

-¿Eso fue unos diez minutos antes de que oyeras el grito?

El muchacho asintió.

-¿Viste a alguien más en la orilla del río, del lado del pueblo?

-Un hombre venía por el camino por ese lado. Iba despacio, silbando. Tal vez fuese Joe Ellis. Lo digo por lo que silbaba -contestó el chico-. Joe Ellis siempre silba la misma tonadilla, "Quiero ser feliz", es la única que sabe.

-Cualquiera pudo silbar eso -replicó Melchett-. ¿Iba en dirección al puente?

-No, al revés, hacia el pueblo (...)

Don Henry permanecía en silencio, reflexionando. Extrajo un pedazo de papel de su bolsillo y, tras mirarlo, meneó la cabeza. Parecía imposible y sin embargo…

Se decidió a visitar a la señorita Marple sin dilación (...)

-He venido a darle cuenta de nuestros progresos -dijo don Henry-. Me temo que desde su punto de vista las cosas no marchan del todo bien. Van a detener a Sandford. Y debo confesar que, a juzgar por los indicios, con toda justicia (...) Joe Ellis estuvo montando los estantes de un armario de la cocina toda la noche y la señora Bartlett estaba con él.

La señorita Marple se inclinó hacia delante presa de una gran agitación.

-Pero eso no es posible -exclamó con firmeza-. Era viernes.

-¿Viernes?

Page 7: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

-Sí, fue la noche del viernes. Y los viernes por la noche ella va a entregar la ropa que ha lavado durante la semana.

Don Henry se reclinó en su asiento (...) Se puso en pie, estrechando enérgicamente la mano de la señorita Marple (...) Cinco minutos después estaba en casa de la señora Bartlett, frente a Joe Ellis.

(...)

(Texto adaptado)

ACTIVIDADES La ahogada. Agatha Christie

1. Con tus palabras y en no más de diez líneas, resume el argumento del relato.________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

2. ¿Por qué la señora Marple ha decidido no ir donde la policía a relatar sus sospechas? ______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

3. La policía interroga a varias personas. ¿A quiénes? ¿Tenían todos algún móvil para asesinar a la víctima? En caso afirmativo, señala cuál o cuáles son. ________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

4. ¿Tienen los sospechosos alguna coartada? ¿Cuál?___________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

5. ¿Qué dato le proporciona la señora Marple al Don Henry que le hace a éste replantearse la teoría de sus colegas?______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

6. ¿Quién crees que ha cometido realmente el crimen? ¿Por qué motivo opinas que lo ha hecho?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Page 8: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

TRES PORTUGUESES BAJO UN PARAGUAS (SIN CONTAR EL MUERTO). Rodolfo Walsh1El primer portugués era alto y flaco.El segundo portugués era bajo y gordo.El tercer portugués era mediano.El cuarto portugués estaba muerto.

2- ¿Quién fue?- preguntó el comisario Jiménez.- Yo no - dijo el primer portugués.- Yo tampoco - dijo el segundo portugués.- Yo menos - dijo el tercer portugués.

3Daniel Hernández puso los cuatro sombreros sobre el escritorio.El sombrero del primer portugués estaba mojado adelante.El sombrero del segundo portugués estaba seco en el medio.El sombrero del tercer portugués estaba mojado adelante.El sombrero del cuarto portugués estaba todo mojado.

4- ¿Qué hacían en esa esquina? - preguntó el comisario Jiménez.- Esperábamos un taxi - dijo el primer portugués.- Llovía muchísimo - dijo el segundo portugués.- ¡Cómo llovía! - dijo el tercer portugués.El cuarto portugués dormía la muerte dentro de su grueso sobretodo.

5- ¿Quién vio lo que pasó? - preguntó Daniel Hernández.- Yo miraba hacia el norte - dijo el primer portugués.- Yo miraba hacia el este - dijo el segundo portugués.- Yo miraba hacia el sur - dijo el tercer portugués.El cuarto portugués estaba muerto. Murió mirando hacia el oeste.

6- ¿Quién tenía el paraguas? - preguntó el comisario Jiménez.- Yo tampoco - dijo el primer portugués.- Yo soy bajo y gordo - dijo el segundo portugués.- El paraguas era chico - dijo el tercer portugués.El cuarto portugués no dijo nada. Tenía una bala en la nuca.

7- ¿Quién oyó el tiro? - preguntó Daniel Hernández.- Yo soy corto de vista - dijo el primer portugués.- La noche era oscura - dijo el segundo portugués.- Tronaba y tronaba - dijo el tercer portugués.El cuarto portugués estaba borracho de muerte.

8- ¿Cuándo vieron al muerto? - preguntó el comisario Jiménez.- Cuando acabó de llover - dijo el primer portugués.- Cuando acabó de tronar - dijo el segundo portugués.- Cuando acabó de morir - dijo el tercer portugués.Cuando acabó de morir.

Page 9: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

9- ¿Qué hicieron entonces? - preguntó Daniel Hernández.- Yo me saqué el sombrero - dijo el primer portugués.- Yo me descubrí - dijo el segundo portugués.- Mis homenajes al muerto - dijo el tercer portugués.Los cuatro sombreros sobre la mesa.

10- Entonces, ¿qué hicieron? - preguntó el comisario Jiménez.- Uno maldijo la suerte - dijo el primer portugués.- Uno cerró el paraguas - dijo el segundo portugués.- Uno nos trajo corriendo - dijo el tercer portugués.El muerto estaba muerto.

11- Usted lo mató - dijo Daniel Hernández.- ¿Yo, señor? - preguntó el primer portugués. (Texto adaptado)

ACTIVIDADES (TRES PORTUGUESES BAJO UN PARAGUAS (SIN CONTAR EL MUERTO). Rodolfo Walsh:

1. Con tus palabras y en no más de diez líneas, cuenta el argumento del relato.____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

2. Enumera todos los personajes que aparecen en este relato y señala qué papel desempeña cada uno de ellos.

______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

3. Indica quiénes son, en la siguiente ilustración, el portugués nº 1, 2 y 3.

___________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Page 10: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

4. Señala de forma razonada cuál de las siguientes afirmaciones es la correcta:A. El primer portugués estaba situado a la izquierda del muerto.B. El portugués bajo y gordo le daba la espalda al muerto.C. El sombrero del segundo portugués estaba mojado delante y detrás.D. El portugués muerto no llevaba sombrero.

______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

5. ¿Cuáles son las pistas que crees que le llevan a Daniel Hernández a descubrir al culpable?

_____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

6. ¿Aparece un móvil que justifique el asesinato? ¿Cuál crees que podría ser?______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

El crimen casi perfecto. Roberto ArltLa coartada de los tres hermanos de la suicida fue verificada. Ellos no habían mentido. El mayor, Juan, permaneció desde las cinco de la tarde hasta las doce de la noche (la señora Stevens se suicidó entre siete y diez de la noche) detenido en una comisaría por su participación imprudente en un accidente de tránsito. El segundo hermano, Esteban, se encontraba en el pueblo de Lister desde las seis de la tarde de aquel día hasta las nueve del siguiente, y, en cuanto al tercero, el doctor Pablo, no se había apartado ni un momento del laboratorio de análisis de leche de la Erpa Cía., donde estaba adjunto a la sección de dosificación de mantecas en las cremas.

Lo más curioso del caso es que aquel día los tres hermanos almorzaron con la suicida para festejar su cumpleaños, y ella, a su vez, en ningún momento dejó de traslucir su intención funesta. Comieron todos alegremente; luego, a las dos de la tarde, los hombres se retiraron.

Sus declaraciones coincidían en un todo con las de la antigua doméstica que servía hacía muchos años a la señora Stevens. Esta mujer, que dormía afuera del departamento, a las siete de la tarde se retiró a su casa. La última orden que recibió de la señora Stevens fue que le enviara por el portero un diario de la tarde. La criada se marchó; a las siete y diez el portero le entregó a la señora Stevens el diario pedido y el proceso de acción que esta siguió antes de matarse se presume lógicamente así: la propietaria revisó las adiciones en las libretas donde llevaba anotadas las entradas y salidas de su contabilidad doméstica, porque las libretas se encontraban sobre la mesa del comedor con algunos

Page 11: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

gastos del día subrayados; luego se sirvió un vaso de agua con whisky, y en esta mezcla arrojó aproximadamente medio gramo de cianuro de potasio. A continuación se puso a leer el diario, bebió el veneno, y al sentirse morir trató de ponerse de pie y cayó sobre la alfombra. El periódico fue hallado entre sus dedos tremendamente contraídos.

Tal era la primera hipótesis que se desprendía del conjunto de cosas ordenadas pacíficamente en el interior del departamento pero, como se puede apreciar, este proceso de suicidio estaba cargado de absurdos psicológicos. Ninguno de los funcionarios que intervinimos en la investigación podíamos aceptar congruentemente que la señora Stevens se hubiese suicidado. Sin embargo, únicamente la señora Stevens podía haber echado el cianuro en el vaso. El whisky no contenía veneno. El agua que se agregó al whisky también era pura. Podía presumirse que el veneno había sido depositado en el fondo o las paredes de la copa, pero el vaso utilizado por la suicida había sido retirado de un anaquel donde se hallaba una docena de vasos del mismo estilo; de manera que el presunto asesino no podía saber si la Stevens iba a utilizar éste o aquél. La oficina policial de química nos informó que ninguno de los vasos contenía veneno adherido a sus paredes.

El asunto no era fácil. Las primeras pruebas, pruebas mecánicas como las llamaba yo, nos inclinaban a aceptar que la viuda se había quitado la vida por su propia mano, pero la evidencia de que ella estaba distraída leyendo un periódico cuando la sorprendió la muerte transformaba en disparatada la prueba mecánica del suicidio.

Tal era la situación técnica del caso cuando yo fui designado por mis superiores para continuar ocupándome de él. En cuanto a los informes de nuestro gabinete de análisis, no cabía dudas. Únicamente en el vaso, donde la señora Stevens había bebido, se encontraba veneno. El agua y el whisky de las botellas eran completamente inofensivos. Por otra parte, la declaración del portero era terminante; nadie había visitado a la señora Stevens después que él le alcanzó el periódico; de manera que si yo, después de algunas investigaciones superficiales, hubiera cerrado el sumario informando de un suicidio comprobado, mis superiores no hubiesen podido objetar palabra. Sin embargo, para mí cerrar el sumario significaba confesarme fracasado. La señora Stevens había sido asesinada, y había un indicio que lo comprobaba:¿ dónde se hallaba el envase que contenía el veneno antes de que ella lo arrojara en su bebida?

Por más que nosotros revisáramos el departamento, no nos fue posible descubrir la caja, el sobre o el frasco que contuvo el tóxico. Aquel indicio resultaba extraordinariamente sugestivo. Además había otro: los hermanos de la muerta eran tres bribones. Los tres, en menos de diez años, habían despilfarrado los bienes que heredaron de sus padres. Actualmente sus medios de vida no eran del todo satisfactorios (…) Su muerte beneficiaba a cada uno de los tres hermanos con doscientos treinta mil pesos (…)

El cadáver fue descubierto por el portero y la sirvienta a las siete de la mañana, hora en que ésta, no pudiendo abrir la puerta porque las hojas estaban aseguradas por dentro con cadenas de acero, llamó en su auxilio al encargado de la casa (…) Eché a caminar sin prisa. El “suicidio” de la señora Stevens me preocupaba (diré una enormidad) no policialmente, sino deportivamente. Yo estaba en presencia de un asesino sagacísimo, posiblemente uno de los tres hermanos que había utilizado un recurso simple y complicado, pero imposible de presumir en la nitidez de aquel vacío.

Absorbido en mis cavilaciones, entré en un café, y tan identificado estaba en mis conjeturas, que yo. que nunca bebo bebidas alcohólicas, automáticamente pedí un whisky. ¿Cuánto tiempo permaneció el whisky servido frente a mis ojos? No lo sé; pero de pronto mis ojos vieron el vaso de whisky, la garrafa de agua y un plato con trozos de

Page 12: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

hielo. Atónito quedé mirando el conjunto aquel. De pronto una idea alumbró mi curiosidad, llamé al camarero, le pagué la bebida que no había tomado, subí apresuradamente a un automóvil y me dirigí a la casa de la sirvienta. Una hipótesis daba grandes saltos en mi cerebro. Entré en la habitación donde estaba detenida, me senté frente a ella y le dije: - Míreme bien y fíjese en lo que me va a contestar: la señora Stevens, ¿tomaba el whisky con hielo o sin hielo? -Con hielo, señor. -¿Dónde compraba el hielo? - No lo compraba, señor. En casa había una heladera pequeña (…) Ahora que me acuerdo, la heladera, hasta ayer, que vino el señor Pablo, estaba descompuesta. Él se encargó de arreglarla en un momento.

(Texto adaptado)ACTIVIDADES:

1. Con tus palabras y en no más de diez líneas, cuenta el argumento del relato.____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

2. La policía sospechaba de los tres hermanos de la víctima, pero ¿qué coartadas tenían cada uno de ellos para la hora del crimen? ¿Son creíbles y verificables?

_______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

3. ¿Qué pistas hacían dudar a los investigadores de que se la señora Stevens se había suicidado?

__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

4. ¿Qué datos le hacen creer al detective que los hermanos de la víctima tienen algo que ver en su muerte?

__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

Page 13: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

5. El detective desarrolla una hipótesis que le hace descubrir al verdadero asesino. Señala cómo llega a tener esa revelación.

_____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

6. ¿Quién fue el homicida? ¿Cómo hizo para matar a la señora Stevens sin necesidad de estar presente en el lugar en el que se produjo su muerte?

______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

El asesino es… Daniel Samoilovich—¿Cómo va eso, Bernard? —preguntó el profesor Sisley.

—Una de cal y otra de arena. Como sabes, el mes pasado un grupo de sicarios, que actuaban por cuenta del clan Armerina, emboscó el automóvil de un «capo» rival, Carlo Minucci. Lo esperaron en un camino rural, lo hicieron detenerse, lo bajaron del automóvil y lo mataron de un limpio balazo en la nuca. Bien, ayer logré atrapar a la banda completa de los cuatro que actuaron en el crimen.

—Supongo que esa es la de cal. ¿Y cuál es la de arena?

—Que hoy he perdido a un valioso informante que tenía metido entre los Armerina, que están cada vez más envalentonados. Para colmo de males, lo mataron justo cuando iba a decirme quién de los cuatro pájaros que tengo presos es el que apretó el gatillo y ejecutó a Minucci.

—Imagino que no has podido convencerlos a ellos mismos de que te lo digan.

—¡Muy bien imaginado, Sisley! En realidad, han hablado bastante, pero no puedo sacar nada en limpio de lo que han dicho; se acusan mutuamente, eso es todo.

—¿Y qué pasó con el informante?

—Estábamos hablando por teléfono, le leí las declaraciones de los presos y me dijo: «Tres de los muchachos le están mintiendo y uno dice la verdad. El asesino es...»; y ahí mismo escuché el balazo con que lo mataron.

—A ver, léeme a mí también exactamente qué dijeron.

El comisario rebuscó entre sus notas y leyó:

Page 14: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

—«Albertazzi afirma que Verduchi fue quien ejecutó al capo; Verduchi afirma que fue Marasso; Marasso dice que Verduchi miente cuando dice que fue él; y Bardana declara que él no fue.» ¡Pura basura! ¿Qué va a hacer uno con este hato de mentiras contrapuestas?

—Sin embargo, tu informante llegó a decirte que una de esas afirmaciones era verdad. En ese caso —y espero que ahora ninguna bala venga a tronchar mi apacible vida— el asesino es...

(Texto adaptado)

ACTIVIDAD (El asesino es… Daniel Samoilovich)

1. ¿Cuál crees que ha sido el asesino?¿ Por qué?_________________________________________________

_________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

El caso de las malditas huellas. Daniel SamoilovichEra curioso que cupiera tanto desorden en un recinto tan pequeño: los ladrones no habían dejado un centímetro cuadrado sin revolver de aquella mínima joyería de la calle 47, en el corazón del llamado Diamond District de Nueva York.

—Han dejado todo hecho un revoltijo, pero han realizado un trabajo limpio —dijo el comisario Cross al profesor Sisley, que acababa de llegar—. Han desconectado la alarma y las videocámaras exitosamente, han revuelto todo, han dejado todas las chucherías tiradas por aquí, y se han llevado sólo las piedras de mayor valor. Trabajaron todo el tiempo con esos dos pares de guantes de goma amarillos que ves tirados allí, donde los dejaron, y no hay caso de encontrar una huella digital. Ni un fragmento de una maldita huella.

—Me extrañaba que tardaras tanto en empezar a maldecir —comentó lacónicamente el profesor Sisley.

—¿Quieres que maldiga un poco más? Puedo hacerlo: realmente no tengo por dónde empezar. Parece evidente que no ha sido un maldito empleado de la joyería, porque si no los ladrones no hubieran tenido que revolver tanto; en los pocos segundos que la maldita cámara llegó a filmar, los dos delincuentes aparecen cubiertos con

Page 15: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

pasamontañas; no son muy altos ni muy bajos, ni tienen ninguna maldita seña que me sirva para identificarlos. ¿Está bien así?

—Muy bien —respondió alegremente Sisley—. ¿Sospechosos?

—Varios —dijo el comisario Cross—. Tengo en la ciudad, entre residentes y visitantes, a unos veinte o treinta experimentados ladrones de joyas, pero malditas las ganas que tengo de investigar las coartadas de todos ellos.

—No hará falta —dijo el profesor—. Mira, no creo que este sea un trabajo de tus delincuentes muy experimentados; podemos encontrar unas buenas huellas digitales por aquí.

—¿No te digo que no hay ninguna? Mira los mostradores, las joyas descartadas, la alarma, las puerta, los interruptores de luz... todo cubierto de polvo detector, y ni una maldita...

—Hay un lugar que, según veo, no has investigado, y donde probablemente haya unas huellas bien marcadas.

El comisario Cross miró alrededor, y de pronto cayó en la cuenta de dónde podían estar las malditas huellas. Sonriendo, volvió a tomar el frasco de polvo detector y se dispuso al trabajo.

(Texto adaptado)ACTIVIDAD (El caso de las malditas huellas. Daniel Samoilovich):

¿Dónde crees tú que están las huellas? Justifica tu respuesta.________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

El caso del hombre atado. Daniel Samoilovich

Tras un agradable almuerzo, el profesor Sisley y su amigo, el notario Alfred Ericson, se encaminaron al despacho de éste en un edificio de la Avenida Madison; no tan agradable fue la sorpresa de ambos al atravesar la sala de espera del despacho y entrar en él.

Page 16: lenglat.files.wordpress.com · Web view-Le he estado dando vueltas y vueltas al asunto -explicó la anciana-. Y, como le digo, sería inútil acudir a la policía sin hechos concretos.

Allí estaba la caja fuerte abierta, papeles desparramados por todo el piso, y sobre los papeles, como si fuera un lechón presentado en una bandeja, firmemente atado y con una cinta adhesiva en la boca, el joven secretario de Ericson, Albert Barney.El notario se precipitó a auxiliar a su ayudante, que en tan desairada posición estaba, mientras Sisley encendía un cigarro y pegaba una ojeada a la caja fuerte.Ahí adentro se veían apilados varios sobres que probablemente contuvieran documentos, un pequeño estuche cerrado de cartón azul y no mucho más. Mientras tanto, Barney parecía repuesto, y en condiciones de contar su odisea:—Estaba trabajando, con la caja fuerte abierta, cuando aparecieron los maleantes.No sé cómo habrán entrado, tal vez con una ganzúa. Eran tres, y estaban armados. Me ataron así como usted me encontró, y se precipitaron sobre la caja fuerte, tomaron el dinero y, no contentos con eso, empezaron a revolver el despacho, abriendo carpetas, volcando su contenido y revolviendo por todos lados.—¿Había cosas de valor en la caja? —preguntó Sisley a su amigo.—Había unos 20,000 dólares en efectivo, creo, algo más que de costumbre. De todos modos, el dinero estaba asegurado. Lo que más me preocupa es el desorden, y el susto que le han pegado a este pobre joven.—¿Qué hay en el estuche de cartón?—Una medalla que le dieron a mi padre en la guerra. ¿Se la han llevado?-Eso me apenaría mucho, la verdad. Sisley se dirigió a la caja fuerte, se puso unos guantes, abrió el estuche y confirmó que la medalla estaba allí. Luego, se dirigió al secretario: —¿A qué hora fue el asalto?—Serían las 13, más o menos, y habrán estado aquí unos diez minutos. Cuando se fueron, traté de soltarme, pero no pude moverme un milímetro; como usted vio me habían atado bastante bien.—Efectivamente, lo ataron muy bien, pero todo lo demás lo hicieron muy mal. Me temo, Alfred, que este joven fue cómplice de los ladrones.

(Texto adaptado)ACTIVIDAD (El caso del hombre atado. Daniel Samoilovich) ¿En qué se basa el profesor Sisley para afirmar de forma tan rotunda que su secretario fue cómplice del robo? ¿Cómo crees que se desarrollaron los hechos? Antes de responder a estas preguntas, fíjate también en la ilustración que encabeza el relato.____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________