La

Santísima

Trinidad

Juan 3, 16-18

Ciclo ‘A’

Dios Amor

nos regaló

a su Hijo

y nos acompaña

con su Espíritu…

16. “Tanto amó Dios

al mundo,

que le dio a su Hijo Único,

para que todo

el que crea en Él,

no perezca,

sino que tenga

vida eterna.

17. Dios

no envió

a su Hijo

al mundo

para condenarlo,

sino para salvarlo

por medio de Él.

18. El que cree en Él,

no será condenado;

por el contrario,

el que no cree en Él,

ya está condenado,

por no haber creído

en el Hijo Único de Dios”.

Dios no es un dios distante,

sino cercano;

se hizo uno

de nosotros

en Cristo Jesús

porque nos ama

como nadie

nos ha amado.

La Trinidad Santa nos habita de

manera maravillosa …

El Espíritu nos concede

su vivencia.

Los cristianos estamos

llamados a vivir en Dios …

para manifestar

en el mundo,

que Él vive ...

la unidad

La paz

y la justicia…

La solidaridad …

El perdón …

la alegría …

El compartir…

El trabajar

en comunidad

y por la comunidad …

¿Qué experiencia tengo

del Misterio

de la Santísima Trinidad

en mi vida?

¿Qué he logrado

viviendo como Él,

y qué me falta

para que este Misterio

no sea solo

un concepto doctrinal?

¡Cuántos no comprendemos

la inmensidad

de la Trinidad Divina

y no la vivimos …!

Que te nos revelaste

en tu Hijo

muy Amado,

Padre Dios:

concédenos ser

hijos en Él y como Él.

Que guiados por tu Espíritu Santo,

y hagamos posible

la salvación en nuestro derredor.

nos llenemos de

su fuego

renovador

Que la comunión

que vives, siendo

Trinidad Santa,

sea un ejemplo

a seguir,

Y como María,

la criatura que mejor

se dejó poseer

por Ti,

vivamos amándonos.

¡Así sea!

Ámbito Misionero