HOLA, ME LLAMO BRUNO Y TENGO CASI 6 AÑOS.

ESTA ES MI CASA. ANTES VIVÍAMOS AQUÍ MI MAMÁ, MI PAPÁ, MIS ABUELOS, 5

PECES ANARANJADOS Y YO.

LUEGO VINO A VIVIR CON NOSOTROS FOLA, UNA GATA ROJA DE AFILADOS DIENTES. ÉRAMOS 11 EN LA CASA AZUL

UNA MAÑANA SALIMOS A PASEAR Y, CUANDO REGRESAMOS, LOS PECES YA NO ESTABAN.

FUIMOS 5 MENOS VIVIENDO EN LA CASA AZUL

YO ESTABA MUY TRISTE PORQUE MI ABUELO RAMÓN ME LOS REGALÓ CUANDO CUMPLÍ 5 AÑOS Y ENTRE LOS DOS LES

PUSIMOS SUS NOMBRES:

MIS PADRES ME DIERON ENTONCES 2 PERIQUITOS EN UNA JAULA A PRUEBA DE GATOS

LOS LLAMÉ PIOJO Y LECHUGA. YA ÉRAMOS 8 EN LA CASA AZUL

UN LUNES, AL REGRESAR DE LA ESCUELA, MI ABUELO RAMÓN NO ESTABA EN CASA.- ESTA EN EL HOSPITAL – DIJO MI MAMÁ.- TIENE PULMONÍA – DIJO MI PAPÁ.- NO PASA NADA – DIJO MI ABUELA

TUVE MIEDO. PENSÉ QUE EL ABUELO RAMÓN SE IBA A MORIR, COMO LOS PECES ANARANJADOS

Y ASÍ FUE. YA SÓLO ÉRAMOS 7 EN LA CASA AZUL.- ASÍ ES LA VIDA, LE LLEGÓ SU HORA – DIJO MI ABUELA

YO NO QUISIERA QUE NINGUNA HORA VINIERA POR MÍ

UN MARTES A MEDIODÍA, MI MAMÁ ME DIJO QUE IBA A TENER UNA HERMANITA. PRIMERO LOS PERIQUITOS PARA

PEEMPLAZAR A LOS PECES Y AHORA UNA HERMANITA PARA SUSTITUIR AL ABUELO RAMÓN.

YO NO PIENSO OLVIDARME DE ÉL NI TAMPOCO DE MIS PECES POR MUCHAS HERMANITAS QUE ME TRAIGAN.

MI MAMÁ SE PUSO GORDA, MÁS GORDA, MUY GORDA

MI PAPÁ CONSTRUYÓ UNA CAMA

MI ABUELA TEJÍA SIN CESAR.

UN MIÉRCOLES, A LA HORA DE LA MERIENDA, TODOS DISCUTÍAN CUÁL SERÍA EL NOMBRE DE LA HERMANITA NUEVA:

COMO YO SEGUÍA SIN OLVIDARME DE MI ABUELO, GRITÉ:

Y, PARA MI SORPRESA, A TODOS LES PARECIÓ UNA IDEA ESTUPENDA

MI MAMÁ SE FUE AL HOSPITAL UN JUEVES POR LA TARDE. ME DIO MUCHO MIEDO QUE LE PASARA LO MISMO QUE A LOS PECES Y AL ABUELO RAMÓN, ASÍ QUE APRETÉ FUERTE LOS OJOS Y PENSÉ

EN COSAS BONITAS …

MI ABUELA ME DIJO “NO PASA NADA”, Y ESO ME DIO TODAVÍA MÁS MIEDO PORQUE YA ANTES ME HABÍA DICHO LO MISMO Y NO

FUE VERDAD.

A LOS POCOS DÍAS LLEGÓ MI MAMÁ CON RAMONA. TODOS DECIÁN QUE ERA MUY MONA, PERO A MÍ ME PARECIÓ UNA

RATONA ARRUGADA.

VOLVÍAMOS A SER 8 VIVIENDO EN LA CASA AZUL, AUNQUE CUANDO RAMONA LLORABA PARECÍA QUE ÉRAMOS MIL.

-¿TENDRÁ HAMBRE?- PERGUNTABA MI MAMÁ.- ¿TENDRÁ SED?- PREGUNTABA MI PAPÁ.-¿ LE DOLERÁ LA PANZA? – PEGUNTABA MI ABUELA.

TODOS LE DECÍAN COSAS BONITAS Y LE HACÍAN CARAS.

SI MI ABUELO NO SE HUBIERA MUERTO SEGURO QUE ME HARÍA CASO SÓLO A MÍ Y ME DIRÍA COSAS SÓLO A MÍ Y JUGARÍA SÓLO

CONMIGO. VEÍA SU FOTO PARA NO OLVIDARLO, PERO ME DI CUENTA QUE NO HACÍA FALTA MIRARLA PARA ACORDARME DE

ÉL.

CUANDO ESTABA TRISTE, IBA CON RAMONA Y LE HABLABA DEL ABUELO. TAMBIÉN LE DECÍA “ ¡RAMONA LA MONA!” Y ELLA SE

REÍA. CADA VEZ ME GUSTABA MÁS ESTAR CON ELLA.

RODABAN LAS HORAS EN LOS RELOJES. RAMONA SE HACÍA CADA VEZ MÁS GRANDE

CADA VEZ COMPARTÍAMOS MÁS COSAS.

UNA NOCHE DE VIERNES, TODA LA FAMILIA TRATABA DE HACER HABLAR A RAMONA:- DI MAMÁ … MAAA … MAAÁ …- DI PAPÁ … PA-PÁ … PA-PÁ …- DI A-BUE-LIII-TAAA … A MÍ ME PARECÍA QUE TODOS PERDÍAN EL TIEMPO, QUE RAMONA HABLARÍA HASTA QUE ELLA QUISIERA.

Y, DE PRONTO, RAMONA ABRIÓ MUCHO LOS OJOS Y ABRIÓ MUCHO LA BOCA Y NOS DIO A TODOS UNA

GRAN SORPRESA.. HABLÓ:

DESDE ENTONCES, RAMONA HA SIDO MI

MEJOR AMIGA. CUANDO HACEMOS TRAVESURAS

NOS ESCONDEMOS, DECIMOS BAJITO

PALABRAS FEAS Y NOS MORIMOS DE LA RISA.

A VECES NOS PELEAMOS, SOBRE TODO CUANDO ELLA ME ROMPE ALGÚN JUGUETE O CUANDO YO LE DIGO “¡ RAMONA LA MONA !” ,

PERO SIEMPRE HACEMOS LAS PACES.

LA VERDAD ES QUE QUIERO MUCHO A RAMONA. EL PRÓXIMO SÁBADO ES SU CUMPLEAÑOS. HE DECIDIDO REGALARLE UN

DIBUJO DE NUESTRA CASA AZUL CON TODOS SUS HABITANTES: LOS QUE ESTÁN Y LOS QUE YA NO ESTÁN.

TAMBIÉN HE DECIDIDO QUE NUNCA JAMÁS LE REGALARÉ UN RELOJ, ASÍ TARDARÁ MUCHO EN

LLEGARLE SU HORA.