Quiero que mis versos sean

como el silencio que habla,

como las flores con su aroma;

que sean brisa de mis voces,

aunque mi canto no sea nada.

Que sean como rosas blancas,

como esa flor amarilla,

cuya vista perfuma el agua.

Que sean alba en tus cabellos,

viento en tu mirada,

aurora en tus mejillas

como malva enamorada.

Quiero que sean la brújula

de un barco velero

que deja en el mar su estela

sobre el azul de las olas.

Quiero que sean el campo,

donde florezcan amapolas,

abiertas a la esperanza,

como testigos de palabras.

Que sean los días mas tiernos,

clavados en tu memoria

como la flor en su semilla.

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Quiero que mis versos sean

como el silencio que habla,

como las flores con su aroma;

que sean brisa de mis voces,

aunque mi canto no sea nada.

Que sean como rosas blancas,

como esa flor amarilla,

cuya vista perfuma el agua.

Que sean alba en tus cabellos,

viento en tu mirada,

aurora en tus mejillas

como malva enamorada.

Quiero que sean la brújula

de un barco velero

que deja en el mar su estela

sobre el azul de las olas.

Quiero que sean el campo,

donde florezcan amapolas,

abiertas a la esperanza,

como testigos de palabras.

Que sean los días mas tiernos,

clavados en tu memoria

como la flor en su semilla.

QUE MIS VERSOS SEAN

Copyright José A. Aguilera