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DOCUMENTO DE CÁTEDRA DE PROCESOS NEUROPSICOLÓGICOS FACULTAD DE CIENCIAS
SOCIALES, CARRERA DE PSICOLOGÍA
PROCESOS NEUROPSICOLÓGIOS
Profesora: Loreto Riquelme Bravo
Magister en Neuropsicología Infantil
Presentación
Con la finalidad de comprender los aspectos cognitivos que están a la base de los
aprendizajes, el presente documento pretende dar una definición y descripción de los
procesos cognitivos de percepción, atención, memoria, funciones ejecutivas, lenguaje y
formas complejos de motricidad, desde una perspectiva neuropsicológicas.
Si bien muchos de estos procesos trabajan de manera conjunta, en este documento los
describiremos de manera individualizada para que el estudiante pueda comprender a
grandes rasgos el funcionamiento de cada uno, relacionándolo de manera general con
áreas a nivel cerebral. A pesar que se relacionarán ciertas zonas del cerebro con algunos
procesos, no se debe perder de vista la perspectiva holística. El objetivo es poder poseer
algunos conocimientos técnicos de la disciplina de esta cátedra los cuales permitan,
posteriormente, comprender como estos se van especializando a partir del desarrollo
cerebral.
De esta manera se describirá el proceso de percepción en conjunto con las conductas
complejas motoras, posteriormente se expondrán los procesos de atención, memoria,
función ejecutiva y lenguaje.
1.- Proceso de percepción y formas complejas de motricidad.
La percepción es el proceso psicológico, de tipo cognitivo, que permite organizar o
interpreta la información sensorial dándole un significado. Percibir es una actividad que
permite conocer el mundo; se encuentra influenciada por la interacción social y las
experiencias anteriores, lo que determina que la percepción puede variar entre una
persona y otra de acuerdo al contexto sociocultural donde se desarrolle. Munar, Roselló,
Maiche, Travieso &Nadal (en Tirapu, Ríos, Maestú, 2011) exponen que la percepción
se entiende habitualmente como el proceso cognitivo inicial por el que se construye
conocimiento el cual es instado y fundamentado por nuestro entorno más próximo. La
percepción implica un procesamiento a nivel sensorial y para dar respuesta a estímulos
del entorno, utiliza la actividad motora.
Para la recepción de información del entorno externo, el sistema nervioso posee células
receptoras en los 5 sentidos del ser humano: kinésico, visual, olfatorio, auditivo y
gustativo; a excepción de las células receptoras olfatoria, las demás, células envían la
información hacia distintos lóbulos haciendo un relevo en la estructura del tálamo. De
esta forma las células receptoras visuales realizan sus procesos de integración en los
lóbulos occipitales (áreas primarias y de asociación con lóbulo temporal y parietal), así
mismo las vías sensoriales (células receptoras) auditivas integran la información en la
corteza auditiva primaria que se sitúa en la parte superior del giro temporal superior
(giro de Heschl) y áreas de asociación que la rodean (estas se encuentran en el surco
circular y en el gripo temporal superior, del lóbulo temporal).
Por otra parte, los procesos perceptivos relacionados con los sentidos del gusto y
kinésicos, son interpretados por áreas del lóbulo parietal.
Como se explicó anteriormente, para dar respuesta a los estímulos del entorno se utiliza
la actividad motora; así las formas complejas de motricidad se relaciona con el concepto
de praxia. Estas son acciones motoras coordinadas que se realizan para la consecución
de un fin. Son movimientos complejos que previamente se han aprendido e implica la
recepción del programa de información sensorial, un plan general que incluye las
operaciones lógicas y un programa de inervación motora. Por otra parte involucra dos
componentes:
a) Sistema conceptual: conocimiento sobre el funcionamiento de objetos, utensilios o
herramientas.
b) Sistema de producción: programa motor
Ejemplos de praxias puede ser el dibujar un triángulo, caminar, lavarse los dientes,
andar en bicicleta entre otras.
Con respecto a los componentes neurobiológicos que implica estas acciones motoras
Calvo (en Tirapu, Ríos, Maestú, 2011), exponen la idea de organización jerárquica
donde el sistema motor posee múltiples niveles de control. En los niveles superiores se
confecciona la idea de movimiento (área premotora) y se controla el movimiento de
manera consciente (área prefrontal dorsolaterial). Los niveles inferiores
(funcionamiento de núcleos basales y cerebelo) transmiten esta orden en comandos
motores específicos a los músculos (los cuales se encuentran en el sistema nervioso
somático).
2.- Procesos de atención
2.1. Definición
Portellano (2005) comprende la atención como un sistema funcional complejo,
dinámico, multimodal y jerárquico que facilita el procesamiento de la información,
seleccionando los estímulos pertinentes para realizar una determinada actividad
sensorial, cognitiva o motora.
El mismo autor expone distintos tipos de atención siendo alguno de ellos los siguientes:
Focalizada: Capacidad para dar respuesta de un modo diferenciado a estímulos
sensoriales específicos.
Sostenida: Capacidad para mantener un respuesta conductual mediante la realización de
una actividad repetida y continuada durante un período de tiempo determinado.
Alternante: Capacidad de cambiar el foco de atención desde un estímulo a otro,
desplazándolo entre varias tareas que exigen distintas respuestas.
Selectiva: capacidad para mantener una determinada respuesta ante un estímulo, a pesar
de haber varios estímulos que compiten entre sí.
Dividida: Capacidad para responder a más de una tarea de manera simultánea.
A nivel neroanatómico, el modelo de Posner y Peterson (en Rios, Periañez y Rodríguez
– Sánchez 2011) propone la existencia de tres redes neuronales anatómica y
funcionalmente independientes responsable de los procesos atencionales. La red de
orientación, en la cual están implicada la selección de la información sensorial y es
donde se sustentaría la atención visuoespacial, implicaría áreas posteriores de la corteza
cerebral (tales como cortex parietal, corteza oculomotora frontal, colículos superiores
(del mesencéfalo) y el tálamo. Una segunda red que estaría relacionada con la atención
sostenida se relaciona con las áreas frontoparietal derecha. Por última la tercera red se
relaciona con el uso de mayor control de la atención considerando los subtipos de
atención alterna, inhibición estímulo (atención selectiva) detección de errores y
localización de recursos atencionales implicando regiones anteriores de la corteza
cerebral como córtex orbitofrontal, prefrontal dorsolateral y ciertas porciones de los
ganglios basales y tálamo.
3.- Memoria
Portellano (2005) expone que la memoria es una función neuropsicológico que permite
registrar, codificar, consolidar, retener, almacenar, recuperar y evocar la información
previamente almacenada. Por esto la memoria se relacionaría con la capacidad para
retener la información aprendida.
Jensen (2004) y Portellano (2011) expone distintos tipos de memoria siendo estas las
siguientes:explicitardonde se encuentra cadauna
Memoria explícita: es la recuperación consciente e intencional de experiencias previas,
es decir, es aquella que podemos explicar, describir y escribir. Se puede subdividir en
episódica que se vincula con el recuerdo de lugares, de espacios, de hechos o contextos,
y en semántica (también llamada declarativa) que corresponde a al sistema declarativo e
incluye los nombres, hechos, imágenes e información de libros de texto. Estos tipos de
memoria se relacionan con áreas del lóbulo temporal medial.
Memoria implícita: se vincula con la recuperación de información inconsciente y no
intencional, es la memoria de los hábitos y destrezas motoras. Se subdivide en reflexiva
y procedimental. La primera es recuerdo automático no consciente como “efecto de la
estufa caliente” que incorpora a) las respuestas condicionales (relacionadas con
estructura anatómica del cerebelo), y b) emocional ligada a las emociones intensas
(relacionada con la amígdala). La segunda es la procedimental relacionada con la
memoria motora, aprendizaje corporal o de hábitos como andar en bicicleta. Se
relaciona con el cerebelo.
Por otra parte a través de estudio de la memoria se ha detectado que la formación
hipocampal (hipocampo) está vinculado con la elaboración de nuevos recuerdos, es
decir aprendizajes.
4.- Función ejecutiva
Tirapu y Luna (en Tirapu, Ríos, Maestú, 2011) describen las funciones ejecutivas
como un conjunto de procesos cognitivos que permiten el control y regulación de
comportamientos dirigidos a un fin. Para ellos el uso de conceptos como
“funcionamiento ejecutivo” o “control ejecutivo”, hace referencia a mecanismos
implicados en la optimización de procesos cognitivos a fin de orientarlos hacia la
resolución de problemas complejos. Consideran como componente de las funciones
ejecutivas la memoria de trabajo para mantener información en línea, la orientación y
adecuación de los recursos atencionales, la inhibición de respuestas inapropiadas en
determinadas circunstancias y la monitorización de la conducta en referencia a estados
emocionales y motivacionales del organismo. Estos permitirían realizar tareas como:
Formulación de metas.
Facultades empleadas en la planificación de los procesos
Estrategias para lograr los objetivos
Aptitudes para llevar a cabo esas actividades de una manera eficaz
En esta misma línea Portellano (2005) expone que las funciones ejecutivas involucran
procesos cognitivos relacionados con:
Monitorea de las tareas
Selección, previsión y anticipación de objetivos
Capacidad para seleccionar, planificar, anticipar, modular e inhibir la actividad
mental.
Flexibilidad en los procesos cognitivos
Fluidez ideatoria
Control de la atención
Formulación de conceptos abstractos y pensamiento conceptual
Memoria de trabajo
Habilidad para participar de manera interactiva con otras personas
Autoconciencia personal
Conciencia ética
El mismo autor diferencia tres áreas anatómicamente funcionales con respecto a las
funciones ejecutivas las cuales las ubica en la zona pre – frontal. Estas son:
Dorsolateral: la cual es un área de asociación con los lóbulos parietal, temporal y
occipital y se relaciona con funciones de pensamiento, planeación, generación de
acciones voluntarias y memoria operativa o de trabajo entre otras.
Cíngulada: que se ubica en las caras mediales de las áreas prefrontales y se relaciona
con funciones motivacionales y de atención sostenida.
Orbitarea: que se ubica en las caras basales de las áreas prefrontales y se relaciona con
la selección de objetivos y el control de los procesos emocionales manteniendo una
estrecha relación con el sistema límbico.
De esta forma se puede concluir que las funciones ejecutiva implicarían aspectos
cognitivos, emocionales, sociales y motivacionales. Estos se encontrarían influidos por
un sistema de control que implican el uso de la memoria operativa (o de trabajo) y el
sistema atencional supervisor (S.A.S). La memoria operativa se describe como un
sistema que mantiene y manipula información de manera temporal. Interviene en
muchos procesos cognitivos (Tirapu y Luna en Tirapu, Ríos, Maestú, 2011)
Baddeley (2000 en Tirapu y Luna, 2011) se refieren a un sistema que mantiene y
manipula temporalmente la información e influye en tareas cognitivas importantes.
5.- Lenguaje
El lenguaje es un sistema de comunicación el cual utiliza símbolos. Estos pueden ser
orales o escritos. Sus funciones se relacionan con la comunicación emocional y social
personal, cultural, generativa, expresiva del pensamiento. El lenguaje también es
utilizado a nivel del pensamiento.
Al ser una función neuropsicológica compleja implica muchas áreas de asociación en
las cuales se pueden incluir áreas prefrontales, frontales encargadas de la expresión del
lenguaje (área de broca) y áreas temporales encargadas de la comprensión de éste (área
de wernike). Por otra parte la zona temporal medial izquierda está relacionada con los
almacenes de recuerdos verbales.
Referencias bibliográfícas:
Jensen, E. (2004). Cerebro y aprendizaje: Competencias e implicaciones educativas. Madrid: Narcea.
Calvo – Merino (2011). Modelos teóricos y neuropsicología de las praxias. En Tirapu, J; Ríos, M; Maestú, F. (Ed), Manual de Neuropsicología (pp. 123 – 145). Barcelona: Viguera.
Maiche, Travieso &Nadal (2011). Modelos teóricos y neurociencia cognitiva de la percepción. En Tirapu, J; Ríos, M; Maestú, F. (Ed), Manual de Neuropsicología (pp. 465 – 493). Barcelona: Viguera.
Portellano, J. (2005). Introducción a la Neuropsicología. España: Mc Graw Hill
Rios – Lago, Periañez, Rodríguez – Sánchez (2011) En Tirapu, J; Ríos, M; Maestú, F. (Ed.), Manual de Neuropsicología (Pp 57 - 89). Barcelona: Viguera.
Tirapu, J y Luna, P (2011). Neuropsicología de las funciones ejecutivas. En Tirapu, J; Ríos, M; Maestú, F. (Ed.), Manual de Neuropsicología (Pp 219 – 252). Barcelona: Viguera.