Mundos

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Literatura

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Con todas las aristas que pueda tener la doctrina de los mundos, existe una manera muy simplificada de plantearla: si el tiempo carece de principio y de fin, si este universo, del que apenas conocemos una parte insignificante, ha existido siempre y seguir existiendo por siempre, Todo ha existido ya y volver a existir tal como ahora en diversos puntos de esa lnea eterna. El Todo, en lo que se refiere a la Doctrina, significa lo que conocemos, lo que imaginamos y lo que no alcanzaremos nunca a imaginar. Fuera queda el concepto de lo que existe, pues todo existe en la Doctrina. Un mundo gobernado por perros existir y ha existido infinidad de ocasiones. Tambin uno dominado por perros de tres patas. Todas las variantes de esta prediccin ridcula (aparentemente ridcula) son igualmente eternas, lo cual es desquiciante, porque incluso aquellos escenarios en donde se repiten todas las circunstancias fsicas de manera idntica, un evento minsculo desviar el curso de los hechos. Tambin todas las variantes de los hechos existen y han existido eternamente: en un mundo en donde todo era tal como en el que conocemos, Jess de Nazaret se humilla ante sus jueces y ruega por un perdn que le costar a occidente seis mil aos ms para hallar una religin universal. En otro mundo solo son quinientos aos los que transcurren hasta que otro Mesas cumpla con esta responsabilidad. Todo lo que podamos imaginar ser siempre de una pobreza aplastante. Por eso las obras de creacin han tenido cada vez menos prestigio, aunque algunos autores como Leonardo, Cervantes, Borges sean considerados cuasiprofetas de la doctrina de los mundos. Sin embargo la desacralizacin es perturbadora, pues el grueso de los aclitos considera un hecho irrefutable que en una infinidad de mundos Cervantes no existi, o existi pero nunca escribi una lnea por haber perdido en batalla ambos brazos hasta la altura de los hombros, dejando como nica forma de subsistencia el pertenecer a las mascotas reales de Felipe II (a la sazn un rey brillante y de gustos excntricos), una mascota especial amarrada al cuello, con bombn, que una vez cado al suelo parta de risa a media corte intentando levantarse. Sin duda el perro favorito de Felipe, pues pareca siempre guardar un secreto nico detrs de esa fisonoma de genio minusvlido y muerto de hambre. En tal sentido, estos profetas y otras mentes geniales lo eran apenas en este, solo uno de los mundos que cruzan la inimaginable lnea del tiempo y, al mismo tiempo, a todos nos corresponde en infinidad de puntos el papel de profetas, de genios, de reyes; tambin de meretrices, de mascotas, de hurfanos. El ms hondo sufrimiento nos pertenece en idntica medida, pasada y futura, que la felicidad ms escandalosa.