ODONTO EN 100PALABRAS

CONCURSO MICROCUENTOS – DIBUJOS INFANTILES

• Como Colectivo “La muela picá” nos complace en presentar la primera versión del libro «Odonto en 100 Palabras», que recopila los resultados de los concursos de dibujo infantil y microcuentos realizados en nuestra facultad durante el mes de octubre del 2015. El objetivo de nuestra organización es crear instancias de participación, cohesión, formación y disfrute de la cultura entre quienes integran la Facultad de Odontología de la Universidad de Concepción. Es así, como planteamos dar un nuevo énfasis a la vida en nuestra Escuela Dental e invitar a todos los estudiantes, docentes, pacientes y trabajadores, a ser creativos, a compartir su mirada, a escribir historias y formar parte de este proyecto colectivo. Agradecemos con mucha emoción a cada uno de las y los autores que hicieron posible este libro, y también, a la Vocalía de Cultura de la Federación de Estudiantes 2015, quienes nos aportaron con financiamiento para la realización de este libro.

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Arrebol

- ¿cuántas veces fueron las que la vi directo al alma?- Le dijo - ¡Te pedí que me dejaras ir!

- ¿y qué harás cuando la halles?

- Entonces faltarán palabras y el silencio no será silencio, pero hasta entonces, fingiré mis sonrisas, miraré el arrebol con mis ojos cerrados y pese a que aún me sorprenda de lo mundano, los restos de mis alas jamás dejaran de sangrar. La perseguiré por todas las calles repletas de gente, la seguiré hasta volver a encontrarla, la buscaré por todas las calles del mundo, por todas las calles de la tierra.-

Nómade

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El desayuno

Se levantaba la falda hasta las rodillas y así, a pies pelados, jugaba en la tierra junto al jardín de su mamá, ese jardín que pocos colores tenía porque a ella le gustaban las rosas rojas y nada más. La recuerdo sentada en el alféizar, junto a las flores, su vestido amarillo y las pecas que bailaban en sus mejillas.- contaba el abuelo mientras se limpiaba los lentes que se empañan con el vapor del café - A veces todavía la puedo escuchar tararear dulcemente: traralí, lariliú.- Supongo que para él ella nunca dejaría de estar.

Nómade

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Discriminación

Entré a esa facultad llena de ventanales una mañana de un lunes. Un viejo amigo me había dicho que fuera allá, que eran buenos. Al entrar me sentí algo observado, la gente se volteaba a verme, ¿qué tendré? Subí la escalera, me senté y esperé mi turno, pero de súbito apareció un hombre que me mira con cara de pocos amigos y de un puntapié hizo que saltara de dolor y corriera despavorido hacia la salida. Atónito, busqué explicación ante tal maltrato. ¿Qué tiene de malo que un perro busque atención dental? ¡No doy más de este dolor de muelas! Alejandra Guzmán C.

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Cenotafio

Te escribo para contarte que el Nacho ya no está con nosotros. La última vez que lo vi estaba demacrado, con unas ojeras enormes, flaco y con menos pelo. Le dije que le quedaba poco, que aguantara, pero al parecer no lo logró. Si te quieres despedir de él anda a Roosevelt 1550, 2° piso, clínica 204, box 12.

Alejandra Guzmán C.

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Soñé

Soñé que me ganaba la entrada a un hotel puerta , yo sin mas que perder , accedí , esperá a la noche siguiente y las 5 estrellas dentro del sueño las soñé , me subí a la micro y expectante llegue , raro se veía pero , como era mi primera vez de todas maneras me sorprendí , aunque nada especial , solo que las 5 estrellas estaban en stickers por la pared , ya cuando me fui , mi Facebook caché y esto ahí “mi nombre” adjuntado con mi saliendo de un motel Lo peor de todo… fui solo. Anónimo.

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A la escondida

Nunca supe si él era muy bueno jugando o yo muy mala buscadora, me agachaba y corría por todos lados siguiendo su rastro, mire debajo de la mesa, atrás de los muebles, incluso dentro de los cajones, empezaba a pensar que simplemente ya no quería juntarse conmigo cuando lo vi guiñarme un ojo desde el piso, ahí estaba mi incrustación, brillando sobre la superficie, casi como riéndose y queriendo decir: he ganado de nuevo.

Tania

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Playlist

Al paradero, viene la micro, la tomo, con suerte encontrare un asiento libre, los audífonos puestos y los ojos cerrados, llegar a mi casa demorara cuatro canciones y media, si las de siempre, cuatro y media, pero podría variar, elegí otras cuatro canciones y media, pero en vez de llegar a mi casa llegue al puerto, el mp3 seguía sonando, cuatro canciones y media, a una cuadra esta la playa, mojarme las patitas tomara otras cinco o seis canciones más, llego a la playa desenchufo los audífonos, ahora el playlist es el mar. Tania

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Pulpectomia

El pequeño abrió su boca y resonó su lúgubre grito. Deambuló por los jardines repartiendo su melodía disonante. Los demás niños jugaban a su alrededor esquivándolo y los adultos hablaban del clima. Catorce horas después, exhausto, cerró la boca y se miró en el espejo. Fue tal su decepción al no encontrar su reflejo que con una piedra lo destrozó en mil pedazos. Contempló el cielo desde mil ángulos diferentes hasta que sintió la suavidad de las cerdas de escoba sobre su rostro; cerró los ojos y de pronto fue la brisa que apagó la vela de su último cumpleaños.

Grace

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El alquimista

El alquimista preparó sus píldoras para enamorarse. La encontró y tomó su mano por años. Un día se le acabaron. Nada pasó.

Grace

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Diagnostico diferencial

Me llevaron rápido a urgencias y el diagnóstico fue tajante: Intoxicación con Impacto Emocional Por Monómero de Autocurado. Fui puesta en cuarentena y el frasco culpable, aislado. A veces quería reír, a veces quería llorar y en ocasiones ambas. A veces sentía dolor en el corazón y otras absolutamente nada. Se armó un gran alboroto en torno a mi condición, llegó la prensa y las autoridades de salud. Progresivamente, fui perdiendo la visión y el gusto pero no la audición y alcancé a escuchar entre susurros a mis doctores explicándole a mi familia que el frasco vacío nunca tuvo monómero.

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700 puntos

Hoy me desperté como cualquier lunes. Para la tercera alarma aun no llegaba el famoso peak de cortisol. He notado que ese fenómeno no suele ocurrir los lunes. Creo que todos los días son lunes últimamente. Interrumpo mi análisis del techo. Ducha. Ropa. Dientes. Vamos. Con cada paso aumenta la ansiedad crecientemente, mitigada en parte por el volumen de mis audífonos. Pitufo. Box. Paciente. Usted lo hace mal. Usted debería saber qué hacer. Usted va a reprobar. Perforó. Reprobó. Vestidores. Perforó. Reprobó. Infoda: Técnica adhesiva. Usted va a reprobar. Perforó. Usted lo hace mal. Mejor me duermo, mañana es lunes.

Grace

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Mepivacaina al miocardio.

Un día desperté y abrí la ventana, sentí la ligera brisa matutina y presencié cómo alternadamente se invertían los colores del cielo y de la tierra en perfecta sincronía. Aquel día espléndido en que todo tuvo sentido pensé que nada sería igual, porque desde ese día, y los demás que estaban por venir, me fijé en llevar calcetines de un mismo par.

Terminó el invierno y el clima cambió en medio segundo, comenzó a granizar y todo se veía en color sepia e irremediablemente, ahora nada tiene sentido y todo es en perspectiva igual, a excepción de mis calcetines.

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Historias secretas #1.

Septiembre de 1934, veintiún almas danzaban alrededor del fogón, sus gritos eran transportados por el viento cerro arriba, fueron dos lunas las que estuvieron reunidos en algarabía, saciaban su hambre con carne de cordero, si alguno caía, lo revivían con chupilcas, sus movimientos seguían el ritmo del fuego, estaban en completo trance, unos le echaban la culpa al aguardiente, otros, a los cogollos cargados de resina. Al día siguiente en el salón de clases, se comentaba que salió el mismo Diablo de las llamas, la última noche en la playa de Ramuntcho, es así, como nació el primer “Machitún”.

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Historias secretas #2

El joven de 22 años hizo pasar a su paciente, vestía una impecable bata blanca, con espejo miró dentro de sus fauces, no divisó nada extraño aparte de un leve sangramiento, limpió cuidadosamente con gasa y suero, le dijo que se veía fenomenal, le recetó enjuagues con té de romero tres veces al día durante una semana. La paciente se va satisfecha, el muchacho cuelga la bata y vuelve a sus labores cotidianas. Cuando el Doctor volvió de sus tierras del sur, le pasó los Cinco mil pesos acordados al joven auxiliar que le cuido las espaldas aquella tarde.

Kuram

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ROP

Es cotidiano, al finalizar nuestro quehacer “dentístico”, el momento en que nos distanciamos de nuestra área trabajada para contemplar al ser humano tras aquella hilera de dientes, o lo que quedó de esta, redescubrimos entonces, a la persona que nos confío esperanzadamente devolver el antiguo brillo de su sonrisa, es en esta pseudo-revelación humana que se manifiesta, cuando se manifiesta, el fruto final de nuestra “Relación Odontólogo-Paciente” (ROP), fruto que a la que adscriben ciertos elementos culturales del reconocimiento, cuando se reconoce, a través de una palabra, un abrazo, o mejor aún, un obsequio en permuta del trabajo.

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Explicación Alternativa.

Un día, estaba Dios disputando con Satán el alma de un cristiano, la discusión se agitó llevándose a los golpes, cayeron al suelo dándose durísimas trompadas, en un movimiento torpe el Cachuó deja sin defensa sus fauces, sin pensarlo dos veces, Dios le da un derechazo tan fuerte que le tiró todos los dientes, uno de esos, cayó fuera de la Facultad.

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