Post on 02-Aug-2015
La historia de Israel
Ya vimos que la Biblia consigna la experiencia humana de trascendencia de un grupo de personas.
Ahora tendremos que comprender cómo se conformó el texto que conocemos como Antiguo
Testamento que para los judíos es la Tanaj. (Ver documento anexo)
¿Cómo fue todo?
En la época de David y Salomón se hace una relectura que busca los fundamentos del pueblo para
tratar de justificar cómo es que han llegado a una situación de abundancia. La figura de David
representa un gobierno que no es piramidal, que no tiene una corte y que ha generado una unidad
territorial, se trata de una especie de caudillismo. Por otra parte, el ejército es personal y
probablemente está formado por mercenarios. El pueblo experimenta al menos tres situaciones
concretas:
Que tiene tierra.
Descendencia.
Bendición.
Israel experimenta con David una situación de abundancia. En tal sentido, hay que considerar que el
contexto favorecía cierta estabilidad al exterior que permitió que el pueblo de Israel se organizara. En
el escenario internacional Asiria se estaba organizando, Mesopotamia permanecía dormido.
Los israelitas son agradecidos con la tierra y todo lo que tienen, ello los lleva a preguntarse cuándo
fue que Dios prometió todo esto, cómo aconteció. Eso los llevó a reflexionar que tuvo que haber sido
una promesa que venía de tiempo atrás y que Dios sólo había venido refrendando dichas promesas.
La pregunta que resulta interesante hacernos al comprender lo que vivió el pueblo de Israel es ¿En
qué medida transparentaría David la acción de Dios que la gente pensó que era el mismo Yahvé el
que los tenía conformando una nación? Eso se puede confirmar en el recuerdo que dejó David a través
de la historia de Israel, pues a partir de él todo lo demás se comenzó a medir y a comparar con él y
con lo que el pueblo había experimentado en esa época. Al experimentar tantas cosas, se activa una
relectura de la historia, dando sentido a toda la historia anterior.
Posteriormente, al morir David el gobierno de Salomón su hijo se caracterizó por tener una Corte que
necesitaba una renta. Una situación que comienza a generar situaciones de desigualdad, explotación
y corrupción. Por otra parte, se favorece la creación de una escuela de sabios que reflexionan sobre
la historia de Israel y comienzan a crear textos. A la muerte de Salomón se dividen los reinos.
Los dos reinos
Israel se divide en dos reinos el del norte y el del sur. El primero decide tomar distancia de la tradición
y de los modelos que habían guiado al pueblo ello los lleva a paralizar su maduración histórica. Al
quedar sin referencias claras se comienzan a generar situaciones de injusticia, ante lo cual surge el
fenómeno del profetismo. Se trata de la escritura elhoista, que se caracteriza por ser de talante
apocalíptico, legalista, que hace referencia a un Dios castigador, poderoso, tajante.
Por otro lado, el reino del sur conserva la tradición paterna, lo que David había heredado, a través de
una literatura Yahvista que se caracteriza por mostrar a un Dios cercano y humano.
Cuando el reino del norte cae se reúne con el del sur y se propicia una fusión de literaturas, formando
la Jeoelhoista. Ante tal situación de reunión, Josías el rey del sur entiende que la catástrofe del norte
ha sido por los pactos hechos con las grandes potencias y con sus valores alejados de la identidad
que se había forjado junto con Yahvé. Entonces se plantea la reunión del pueblo por medio de la
identidad común, puesto que un pueblo cohesionado es difícil de vencer, y ya no busca ayuda desde
fuera sino que es capaz de autosostenerse. La claridad de Josías es que el problema real de Israel no
es tanto lo que los demás pueblos le hacen sino lo que se ha dejado de hacer al interior del pueblo.
Josías, fortalece las costumbres para contrarrestar la invasión de los otros pueblos. Se hace una
reforma de costumbres y se busca consolidar el pueblo alrededor de una ley, una comprensión de
justicia e igualdad con el más pobre. Además se da la orden de reconstruir el Templo y ahí se
encuentra el Deuteronomio (Dt. 5-26.), al cual se le hacen algunas adiciones que contemplan la
reforma de Josías. El Deuteronomio es una literatura con un talante de ese Dios cercano y familiar
que renovó la fe de Israel.
Al caer el reino del sur ante el imperio Babilónico sus clases más altas y funcionarios principalmente
son deportados a Babilonia, generando una experiencia traumática para el pueblo. Por otro lado, los
estratos más bajos que se quedan en el territorio comienzan a vivir situaciones de destrucción,
saqueos y de dificultad, aunque muchos de ellos se van a la montaña para mantener su identidad
común.
Esa amarga experiencia fragua un paso de madurez en la conciencia común del pueblo que lo lleva a
preguntarse por la existencia de Dios. Una crisis de sentido, pues no sabían cómo entender la
catástrofe que les había sucedido. La pregunta que los acechaba era ¿cómo hemos llegado a esta
situación, si toda nuestra historia ha sido esperar las promesas del Señor? Y ahora ¿cómo entender
la catástrofe y cómo darle sentido?
Los sacerdotes se encargan de releer los textos para explicar la situación de crisis. Los Sacerdotes
unen por medio del culto y la ley la identidad común. (Gén 17, 23-27.) Rediseñan la historia, porque
es un mandato de Yahvé. (Gén 7, 1-6.).
El pentateuco se oficializa en el regreso del exilio. Es recogido por los sacerdotes después del exilio
cuando Ciro los devuelve. Se hace una reinterpretación de los textos en clave sacerdotal, incluyendo
prescripciones.
El diseño del Pentateuco desde el Génesis hasta el Deuteronomio buscan explicar por qué surge el mundo pero nunca pretende decir el cómo surgió. (Gn 1-11). Los antepasados del pueblo no pudieron dejar escritos, ya que vivían en tiendas y eran nómadas. En tal sentido, el Dios de estos antepasados se caracterizaba por ser un Dios más personal que promete asistir al antepasado, se muestra bondadoso y no castiga al elegido. (Abrahán engaña al faraón. Gn 12,10-20; Jacob engaña a su padre ayudado por la mamá. Gn 27.) La lógica parece ser:
Religión de patriarcas precede a la religión de la nación.
La fe precede a la ley.
Abrahán precede a Moisés. Lo único cierto es que los patriarcas pudieron ser figuras populares en determinadas regiones.
Abrahán y Sara ligados al Hebrón. Gn 13, 18; 14, 13; 18, 1.
Isaac al sur en Bersabea en la frontera con el Négueb, Gn 24, 62; 25,11; 26, 33. Fuente sacerdotal postexílica.
Jacob en las tribus del norte en Jarán, Gn 28,19; 33, 18; 35, 1. 16. Hay que comprender que muchos de los textos elaborados son postexilicos de manera que resultan ser vínculos teológicos y literarios para amarrar el Pentateuco en fu forma final, especialmente entre el Génesis y el Éxodo. Abrahán y los patriarcas1 Va quedando al descubierto que se trata de una redacción postexilica, la que se refiere a los patriarcas. Que ante la situación de crisis acerca de ¿Por qué nos pasó esto?, refiriéndose al exilio. Israel comenzó a explicarse que probablemente la causa de la catástrofe había sido la ruptura de la Alianza con Dios, Dt 28 o de su infidelidad 2 Re 17. ¿Le queda esperanza a Israel? Ellos eligieron responder que sí, pues las promesas están ligadas a una Alianza más antigua, unilateral e incondicional de Dios para con Abrahán, Gn 15 y 17. Es una Alianza que depende únicamente de la fidelidad de Dios a sus promesas. Por lo tanto, la esperanza de Israel se basa en la gracia divina a la que responde la fe de Abrahám, Gn 15, 6. El Abrahán peregrino que viene de Ur de Caldea es una narración postexilica, Gn 11, 28-31; 12, 1-3; 15,7. Que busca representar a Abrahán como antepasado de la comunidad que regresa de Babilonia para reconstruir Jerusalén y su Templo. Llamado por YHVH para regresar a la tierra prometida. Abrahán obedeció y el Señor lo bendijo. (Gn 12, 14ª.) La bendición viene si regresamos a Canaán. En el caso de Jacob se hace una prefiguración del viaje de los exiliados. (Gn 28, 15; 28,21.) Y Dios le promete lo que a Abrahán, además podemos ver que el regreso queda consignado en varias ocasiones respecto a Jacob. (Gn 31,3.13; 32, 10; 33, 18.) Sin duda, estos textos no tienen la pretensión de informar cronológicamente un hecho sobre la historia sino que pretenden formar la consciencia religiosa de un pueblo. Buscan definir al pueblo a partir de las genealogías, algo que los haga distinguirse de otros pueblos a través de una explicación que se remonte a los antepasados. Esta genealogía fundamenta derechos a los pueblos como la tierra por medio de los descendientes, además de la bendición. (Ex 6, 2-8.) Además que los patriarcas terminan siendo modelos de fe, de confianza y de obediencia que animan el caminar de un pueblo. (Gn 12,1-4ª.).
1 Resumen de Abrahán y los patriarcas: ¿Actores de la historia o figuras legendarias?. En Los enigmas del pasado. Historia de Israel y relato bíblico. Verbo Divino. 2009. pp. 35-47.