Post on 06-Aug-2015
UNIVERSIDAD PEDAGOGICA NACIONAL
FRANCISCO MORAZAN
CUR-SPS
ASIGNATURA:
Medicina del deporte
CATEDRATICO:
Dr Hernan Enamorado
RESPONSABLE:
Enio Rolando Amaya Ramos
TRABAJO:
“La anemia del deportista”
SAN PEDRO SULA, CORTES, 20 DE
FEBRERO DEL 2014
INTRODUCCIÓN
Las anemias relacionadas con el metabolismo del hierro son la carencia
nutricional más común y el trastorno hematológico de mayor prevalencia
mundial; adquiriendo especial importancia en la población deportiva,
fundamentalmente en deportistas de resistencia y las mujeres, debido al papel
que desempeña en el transporte y liberación de O2 a la célula muscular y en la
obtención de energía en el metabolismo aeróbico. Sin embargo, la frecuencia
patológica en estos sujetos no está muy bien establecida debido principalmente
a la utilización de diferentes criterios para su definición, y a la variedad de las
características de los grupos en cada investigación.
Los cambios que sufren el volumen sanguíneo y la concentración de
hemoglobina, influyen en la circulación central y en el gasto cardíaco, de tal
manera que la mejora de la marca conseguida y del consumo máximo de
oxígeno (VO2 max), pueden ser obtenidos por un incremento del producto
hemoglobina (Hb) por volumen sanguíneo. Al contrario, los descensos de Hg
acompañados de un volumen sanguíneo sin cambios, reducen el VO2 max y la
marca obtenida por el deportista. La existencia de una Hg disminuida ocasiona
un incremento de la frecuencia cardíaca, al realizar un ejercicio submáximo
determinado.
Estas conclusiones, han derivado en que el metabolismo del hierro sea uno de
los procesos fisiológicos más estudiados en el mundo del deporte.
Ante la posibilidad de acceder a la valoración analítica de los mejores atletas
españoles de atletismo de carreras, el presente trabajo tiene por objeto
determinar el grado de incidencia anémica de los mejores atletas.
DEFINICION Y DESCRIPCION DE LA ANEMIA
La palabra “anemia” procede del
griego an; que significa no y haima; que
significa sangre; es decir que su significado
es no sangre. La anemia no es una
enfermedad sino un síndrome (conjunto de
síntomas y signos que existen a un tiempo
y definen clínicamente un estado de salud
determinado) con múltiples etiologías y por
lo tanto es necesario hacer un diagnóstico
exacto para poder abordar el problema en
profundidad.
El hierro es un elemento fundamental para la fabricación de la hemoglobina y,
por tanto, de los glóbulos rojos (también llamados hematíes o eritrocitos). La
causa más frecuente de anemia en la población general es el déficit de hierro,
debido a un aporte insuficiente en la dieta para compensar el gasto de este
elemento. De la misma manera, y entre los deportistas (fundamentalmente en
deportes en los que el control del peso corporal es importante, como en la
carrera de fondo), una dieta que no satisface el aporte diario necesario de
hierro conduce inevitablemente a la aparición de anemia.
Las mujeres están especialmente predispuestas a sufrir anemia por déficit de
hierro (anemia ferropénica) a causa de las pérdidas menstruales, sobre todo
aquellas con reglas más frecuentes o cuantiosas de lo normal.
En atletas de resistencia (maratonianos, ciclistas, triatletas) se ha postulado
que la existencia de pequeñas hemorragias digestivas ocultas producidas por
la falta de aporte sanguíneo a las vísceras durante el ejercicio (al dirigirse
mayoritariamente a los músculos activos) puede ocasionar pérdida de hierro,
condicionando un aumento de las necesidades diarias.
Además, la rotura de los hematíes que circulan por la planta del pie en los
impactos propios de la carrera puede ser otro factor importante en la génesis
de la anemia del deportista, especialmente en corredores pesados que utilizan
calzado poco amortiguado y que entrenan en superficies duras (asfalto).
Tipos de anemias en el deporte
La falsa anemia o Seudoanemia dilucional del deportista
Es la hemodilución o paso de líquido a la sangre que ocurre de forma
prácticamente constante en los deportistas de fondo, alterando la proporción
normal entre plasma y elementos formes. El número de glóbulos rojos es el
mismo, pero disminuye en proporción al plasma.
Es un mecanismo de defensa orientado a que la sangre circule con menos
dificultades por el interior de los vasos. Por él se explica que en términos
generales los deportistas de fondo presentan hematocritos más bajos que la
población general. Su conocimiento es importante ya que de otra manera
puede engañar a quien intente valorar el resultado de un análisis de sangre sin
tener en cuenta los hábitos deportivos de la persona.
En los deportistas de resistencia se diagnostica con frecuencia un proceso
conocido como seudoanemia dilucional, que debe diferenciarse de la anemia
verdadera (generalmente debida a déficit de hierro).
La seudoanemia dilucional es debida a que en los deportistas aumenta la canti-
dad de plasma, mientras que la de células permanece en niveles normales. De
esta forma, la relación glóbulos rojos/plasma (o lo que es lo mismo, el
hematocrito) disminuye, lo que puede confundir con una situación de anemia
verdadera. A veces es difícil diferenciar una anemia verdadera de un cuadro de
seudoanemia dilucional. En estos casos debe procederse como si de una
anemia ferropénica se tratara, a través del aporte continuado de hierro durante
al menos dos meses, realizando un nuevo control mediante análisis de sangre
al finalizar el tratamiento: los aumentos en la cifra de hemoglobina en al menos
un gramo por decilitro sirve para diagnosticar “a posteriori” que el cuadro era
realmente una anemia ferropénica.
La verdadera anemia del deportista o anemia ferropenica
Hay una baja cantidad de glóbulos rojos, hematocrito y hemoglobina en los
análisis. La mayor parte de las anemias de los deportistas cursan con
disminución de hierro, lo que origina glóbulos rojos pequeños y poco
pigmentados. Este hecho sirve para orientar al médico y diferenciar entre la
verdadera y la falsa anemia, en la que los glóbulos rojos son normales. Si el
nivel de ferritina está bajo la situación se complica un poco más y la
recuperación tras el tratamiento será algo más tardía.
Es la anemia más común en las personas
deportistas, especialmente las que practican
ejercicio intenso y de larga duración, como
maratón, largas distancias, resistencia, fondo, etc.
Con el entrenamiento intenso, en cantidad y
calidad, los/las deportistas son más propensos/as
a sufrir carencias de hierro, a pesar de seguir una
dieta equilibrada. Esta deficiencia de hierro, suele
provocar una disminución del rendimiento y la
aparición de mayor cansancio y fatiga.
De acuerdo con Terrados y Leibar (1) desde el punto de vista fisiopatológico, el cuadro clásico de anemia por deficiencia de hierro, corresponde al cuadro final de un proceso crónico que ha pasado por varias etapas:
Prelatente: El sistema de formación de glóbulos rojos como un mecanismo normal de defensa utiliza el hierro depositado en la médula ósea, bazo e hígado, que podemos evaluar dosificando la ferritina sérica. Los niveles de hierro sérico son normales, lo mismo que el Hto y la Hg. El déficit de ferritina origina en un tiempo más o menos corto, estados carenciales de hierro.
Latente: Hay eritropoyesis deficiente acompañada de bajos niveles de hierro plasmático. El Hto y la Hg son normales.
Manifiesta: Debido a que cerca de las dos terceras partes del hierro circula con los eritrocitos en forma de hemoglobina, a medida que se acentúa su deficiencia, se presenta una disminución acentuada de los niveles de Hg circulante. Se trata por lo tanto de un complejo proceso en cadena, donde el organismo antes de que se instaure una anemia manifiesta con disminución de los niveles de Hg y por consiguiente con déficit en el transporte de O2, utiliza el hierro de depósito, y cuando las
reservas escasean entonces se emplea el hierro sérico; finalmente la disminución de los depósitos de hierro y del hierro sérico provoca el descenso de Hg circulante.
Causas
Además de las causas generales de aparición, en el
deportista las anemias se pueden producir por:
Aporte insuficiente de hierro en la dieta. En este
aspecto, es importante que los deportistas de
fondo que siguen una dieta estrictamente
vegetariana (pobre en hierro de fácil absorción)
controlen la ferritina (reserva de hierro).
Dificultad en su absorción. Los atletas tienen acelerado el tránsito de los
alimentos por los intestinos y una sustancia como el hierro, de difícil
absorción, podría ser eliminada en buena parte por las heces.
Aumento de las pérdidas por el aparato digestivo. En las pruebas de
larga duración, los atletas pueden llegar a sufrir micro hemorragias
intestinales porque el bajo riego sanguíneo de esta zona (la sangre está
en los músculos) provoca pequeñas lesiones por necrosis (muerte por
falta de oxígeno de las células de la mucosa intestinal).
Aumento de las pérdidas de hierro a través del sudor.
Rotura de hematíes. En algunas especialidades deportivas como la
maratón o la pelota a mano, los impactos del pie o la mano contra el
suelo o la pelota determinan que se rompan glóbulos rojos que pueden
llegar a colorear la orina.
Sabiendo que todos los deportistas de fondo y sobre todo las mujeres en edad
fértil tienen más riesgo de padecer anemias que la población general, es
evidente la necesidad de realizar análisis de sangre según criterio del médico,
quien fijará la frecuencia de los mismos en función de las características
personales de cada persona.
Signos y síntomas de la anemia
Fatiga, disminución del rendimiento, fragilidad
capilar y de uñas, cansancio, laxitud, debilidad
muscular general, intolerancia al esfuerzo, cefalea
(dolor de cabeza), trastornos del sueño,
inapetencia, irritabilidad, labilidad emocional,
aumento de la sensibilidad al frío, palpitaciones,
palidez de piel y mucosas, dificultad al respirar,
etc., también puede que no aparezcan síntomas si
la anemia es leve.
Anemia y disminución del rendimiento
El deportista anémico disminuye su capacidad de rendimiento porque se fatiga
más fácilmente. En anemias leves (con un pequeño descenso en los niveles de
hemoglobina) los síntomas pueden ser muy ligeros y manifestarse sólo ante
grandes esfuerzos, pero el rendimiento está disminuido tanto a intensidades
bajas como a intensidades altas de ejercicio.
Los estudios científicos que investigan la repercusión de la anemia en el
rendimiento deportivo han enunciado que la disminución de hemoglobina y del
consumo de oxígeno son proporcionales, de manera que un descenso de 0,3
gr/dl ocasiona un descenso del consumo de oxígeno del 1%. Así, un atleta
cuyo nivel de hemoglobina baja de 15,5 gr/dl a 14 gr/dl sufre una disminución
del 5% en su consumo máximo de oxígeno
Beneficios que se obtienen con el ejercicio
La mejora de la resistencia debería
ser el objetivo principal cuando se
trabaja con alguien que padece
anemia. Debido a la fatiga, es posible
que se requiera la reducción de las
variables asociadas con el ejercicio
(frecuencia, duración e intensidad)
para que así el ejercicio sea más
tolerable para el individuo. Es posible
que también se requiera cambiar el
modo de ejercicio para reducir las pérdidas de hierro (anemia del corredor).
La anemia del corredor puede manejarse haciendo que el corredor entrene
sobre superficies suaves, que utilice calzado con plantillas acolchonadas y que
corra lo más ligeramente posible para minimizar el impacto. También es posible
que se requiera la modificación del entrenamiento con sobrecarga de acuerdo
con la capacidad del sujeto y los objetivos de entrenamiento. Por ejemplo, un
individuo con anemia que entrene para mejorar la resistencia muscular local
puede requerir la reducción de las cargas para mantener un alto volumen con
cortos períodos de recuperación.
Las modificaciones a los ejercicios son más complejas para los atletas con
anemia. Esto amplifica su necesidad de corregir la anemia para que no se vea
afectado su rendimiento deportivo a largo plazo. Una vez que se ha tratado la
anemia, las respuestas al ejercicio retornan a la normalidad y no deberían
observarse limitaciones en su capacidad física deportiva.