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República Bolivariana de Venezuela
Universidad Nacional Experimental “Rómulo Gallegos”
IVSS Seguro Social La Ovallera
Palo Negro- Edo. Aragua
“Anatomía patológica”
5 de noviembre del 2012
CARACTERISTICAS GENERALES DE LA INFLAMACIÓN
Se ha podido comprobar cómo los estímulos exógenos y endógenos pueden producir
lesión celular. Estos mismos estímulos pueden dar lugar también a una reacción compleja
en el tejido conjuntivo vascularizado que se denomina inflamación.
La respuesta inflamatoria está muy relacionada con el proceso de reparación. La
inflamación es útil para destruir, atenuar o mantener localizado el agente patógeno y, al
mismo tiempo inicia una cadena de acontecimientos que (dentro de lo posible) curan y
reconstruyen el tejido lesionado. El proceso de reparación se inicia durante las fases
iniciales de la inflamación, aunque no finaliza hasta que se ha neutralizado el estímulo
lesivo. Durante la reparación, el tejido lesionado es sustituido por la regeneración de las
células parenquimatosas nativas, por la proliferación de tejido fibroblástico (cicatrización)
o con mayor frecuencia, por la combinación de ambos procesos.
La inflamación es fundamentalmente una respuesta de carácter protector cuyo
objetivo final es librar al organismo de la causa inicial de la lesión celular (por ejemplo; los
microorganismos patógenos, las toxinas) y de las consecuencias de la misma (por ejemplo;
las células y restos tisulares necróticos). Si no existiera el proceso de inflamación, las
infecciones se propagarían de forma incontrolada, las heridas no se curarían nunca y los
órganos lesionados presentarían lesiones supurativas de forma permanente. No obstante, los
procesos de inflamación y reparación pueden ser perjudiciales. Por ejemplo, las reacciones
inflamatorias constituyen el mecanismo patogénico básico de las reacciones de
hipersensibilidad potencialmente mortales secundarias al efecto de picaduras de insectos,
fármacos o sustancias tóxicas, y también lo son de algunas de las enfermedades crónicas
más frecuentes de la actualidad como la artritis reumatoide, la aterosclerosis y la fibrosis
pulmonar. La reparación mediante fibrosis puede dar lugar a la aparición de cicatrices con
desfiguración, y también a bandas de fibrosis que producen obstrucción intestinal o
limitación de la movilidad articular. Ésta es la razón de que en las farmacias abundan los
fármacos antiinflamatorios, cuyo efecto ideal es el de potenciar los efectos saludables de la
inflamación controlando al mismo tiempo sus secuelas nocivas.
La respuesta inflamatoria tiene lugar en el tejido conjuntivo vascularizado, e implica
al plasma, las células circulantes, los vasos sanguíneos y los constituyentes celulares y
extracelulares del tejido conjuntivo. Las células circulantes son neutrófilos, monocitos,
eosinófilos, linfocitos, basófilos y plaquetas. Las células del tejido conjuntivo son los
mastocitos, que se sitúan alrededor de los vasos sanguíneos, los fibroblastos del propio
tejido conjuntivo, y ocasionales macrófagos y linfocitos residentes. La matriz extracelular,
está constituida por proteínas fibrilares estructurales (colágeno, elastina), glucoproteínas de
adhesión (fibronectina, laminina, colágeno no fibrilar, tenascina y otras) y proteoglucanos.
La membrana basal es un componente especializado de la matriz extracelular, y está
formada por glucoproteínas de adhesión y proteoglucanos.
La inflamación presenta dos fases bien diferenciadas, aguda y crónica. La
inflamación aguda tiene una evolución relativamente breve, con una duración que oscila
entre minutos, horas y pocos días; sus características principales son la exudación de
líquido y de proteínas plasmáticas (edema) y la migración de leucocitos
(predominantemente neutrófilos). La inflamación crónica tiene una duración mayor y se
caracteriza histológicamente por la presencia de linfocitos y macrófagos, la proliferación de
vasos sanguíneos, fibrosis y necrosis tisular. Existen muchos factores que modifican la
evolución y el aspecto histológico de las formas aguda y crónica de la inflamación.
Las respuestas vascular y celular de las formas aguda y crónica de la inflamación
están mediadas por factores químicos procedentes del plasma o de las células y que son
activados por el propio estímulo inflamatorio. Estos mediadores actúan de forma aislada,
secuencial o en combinación, y en fases posteriores amplifican la respuesta inflamatoria e
influyen en su evolución. Las células y tejidos necróticos también pueden activar por si
mismos la elaboración de los mediadores de la inflamación. Esto es lo que ocurre en los
procesos de inflamación aguda secundarios a infarto de miocardio. La inflamación termina
cuando se elimina es estímulo lesivo y desaparecen o quedan inhibidos los mediadores de la
misma.
INFLAMACIÓN AGUDA
La inflamación aguda es la respuesta inmediata que se produce frente al agente
lesivo. Debido a que los dos principales factores defensivos frente a los microorganismos
(los anticuerpos y los leucocitos) son transportados normalmente por la sangre, no es
sorprendente que los fenómenos vasculares desempeñen un papel decisivo en el proceso de
inflamación aguda. Por tanto, la inflamación aguda presenta tres componentes principales:
1) las modificaciones en el calibre de los vasos, que dan lugar al aumento en el flujo de
sangre, 2) las alteraciones en la estructura de la microvasculatura, que permiten la salida
de la circulación de las proteínas plasmáticas y los leucocitos, y 3) la emigración de los
leucocitos desde el punto en el que abandonan la microcirculación hasta el foco de lesión
en el que se acumulan.
Antes de describir las características específicas de la inflamación es necesario
definir algunos términos. La salida de líquido, proteínas y células de la sangre desde el
sistema vascular hasta el tejido intersticial o las cavidades del organismo se denomina
exudación. Un exudado es un líquido extravascular de carácter inflamatorio que presenta
una concentración elevada de proteínas, abundantes restos celulares y un peso específico
superior a 1.012. Su presencia implica que se ha producido una alteración significativa en la
permeabilidad normal de los vasos de pequeño calibre de la zona de lesión. Por el contrario,
el trasudado es un líquido con bajo contenido en proteínas (la mayor parte, albúmina) y un
peso específico inferior a 1.012. Es esencialmente un ultrafiltrado del plasma sanguíneo y
se debe al desequilibrio hidrostático a través del endotelio vascular. En esta situación, la
permeabilidad del endotelio es normal. El término edema significa un exceso de fluido en
el tejido intersticial o en las cavidades serosas; este fluido puede ser un exudado o un
trasudado. El pus, un exudado purulento, es un exudado de origen inflamatorio rico en
leucocitos (la mayor parte, neutrófilos) y en restos de células parenquimatosas.
Los fenómenos vasculares se caracterizan por el aumento del aporte sanguíneo hacia
la zona de lesión, lo que se debe principalmente a la dilatación arteriolar y a la apertura de
lechos capilares. El incremento de la permeabilidad vascular da lugar a la acumulación de
líquido extravascular rico en proteínas, es decir, de exudado. Las proteínas del plasma
abandonan los vasos, principalmente a través de las uniones ensanchadas entre las células
endoteliales de las vénulas o por lesión directa de las propias células endoteliales. Los
leucocitos, entre los que inicialmente predominan los neutrófilos, se adhieren al endotelio
mediante las moléculas de adhesión, realizan la transmigración a través del mismo y migran
hasta la zona de lesión bajo la influencia de factores quimiotácticos. A continuación se
produce la fagocitosis del agente lesivo, lo que puede dar lugar a la muerte de los
microorganismos. Durante la quimiotaxis y la fagocitosis, los leucocitos activados pueden
liberar metabolitos tóxicos y proteasas hacia el medio extracelular, lo que, a su vez, puede
ser la causa de lesión tisular.
La inflamación aguda describe las alteraciones en la circulación microvascular
(hiperemia, periestasis y estasis) con aumento de la permeabilidad vascular y exudación de
fluidos (edema, exudados fibrinosos). Tras los efectos tóxicos adicionales, la trombosis o la
necrosis local pueden complicar la reacción. El tipo de respuesta inflamatoria viene
determinado por la naturaleza del agente etiológico y su distribución en el organismo, y la
composición del tejido que reacciona. La inflamación neutrófila aguda (inflamación
supurativa) suele deberse a una infección bacteriana. La infección vírica aguda produce
infiltrados linfocitarios (estimulación del sistema inmunitario por virus, células infectadas
por virus o ambos). Las toxinas bacterianas (o fúngicas) pueden inducir necrosis o abscesos
por exotoxinas o hemorragia por endotoxinas. La endotoxemia y una respuesta inflamatoria
sistémica pueden conducir al shock circulatorio.
INFLAMACIÓN CRÓNICA
Aunque difícil de definir con precisión, la inflamación crónica se considera que es
una inflamación de duración prolongada (semanas o meses), en la que se pueden observar
simultáneamente signos de inflamación activa, de destrucción tisular y de intentos de
curación. Aunque puede evolucionar desde un cuadro de inflamación aguda, con frecuencia
la inflamación crónica se inicia de manera insidiosa como una respuesta solapada de baja
intensidad, y a menudo, asintomática. En efecto, este último tipo de respuesta de
inflamación crónica se observa en algunas de las enfermedades más frecuentes e
incapacitantes del ser humano, como son la artritis reumatoide, la aterosclerosis. La
tuberculosis y las neumopatías crónicas. La inflamación crónica se observa en los
siguientes contextos:
� Infecciones persistentes producidas por ciertos microorganismos, como el bacilo
de la tuberculosis, Treponema pallidum (causante de la sífilis) y algunos
hongos. Estos microorganismos presentan una patogenicidad baja e inducen una
reacción inmunitaria que se denomina hipersensibilidad retardada. En ocasiones,
la respuesta inflamatoria adopta un patrón morfológico específico denominado
reacción granulomatosa.
� Exposición prolongada a agentes potencialmente tóxicos, exógenos o
endógenos. Como ejemplo de estos agentes podemos citar los materiales inertes
no degradables, como las partículas de sílice que, inhaladas durante largos
periodos de tiempo, producen una neumopatía inflamatoria llamada silicosis. La
aterosclerosis se considera un proceso inflamatorio crónico de la pared arterial
inducido, al menos en parte, por componentes lipídicos plasmáticos endógenos
de carácter tóxico.
� Autoinmunidad. En ciertas afecciones, se producen reacciones inmunitarias
contra los propios tejidos de la persona que las padece, en lo que denomina
enfermedades autoinmunitarias. En estas enfermedades, los antígenos propios
inducen una reacción inmunitaria que se mantiene a sí misma y que da lugar a
varios cuadros de inflamación crónicos comunes, como la artritis reumatoide y
el lupus eritematoso.
Al contrario de lo que ocurre en la inflamación aguda, que se manifiesta a través de
alteraciones vasculares, edema e infiltración de neutrófilos, la inflamación crónica se
caracteriza por:
� Infiltración por células mononucleares, como macrófagos, linfocitos y células
plasmáticas, lo que refleja una reacción persistente a la lesión.
� Destrucción tisular. Inducida principalmente por las células inflamatorias.
� Intentos de reparación, mediante sustitución por tejido conjuntivo del tejido
lesionado, con proliferación de vasos pequeño calibre (angiogénesis) y, en
especial, con fibrosis.
La inflamación crónica es consecutiva a la reparación (“organización”) de la
inflamación aguda y se caracteriza por la activación del sistema inmunitario y de la
fagocitosis con la posterior proliferación de nuevos capilares y fibroblastos, producción de
colágeno y cicatrización. La inflamación linfohistiocitaria acompañada de capilares en la
estroma edematosa y de aumento del número de fibroblastos de denomina tejido de
granulación. Cuando la inflamación conlleva una respuesta inmunitaria significativa de
linfocitos T, como en la tuberculosis, salmonelosis o yersiniosis, se puede producir la
formación de un granuloma. La forma y el curso de la inflamación no infecciosa dependen
de la dosis del tóxico y de la duración del estímulo patológico. Por ejemplo, la radiación
aguda a dosis bajas (exposición solar) produce hiperemia, una dosis mayor (quemadura
solar) causa hiperemia y edema, y una dosis muy alta (quemadura solar de III grado)
provoca necrosis e inflamación secundaria. La exposición crónica a dosis bajas (sol u otras
radiaciones) origina un edema leve y persistente seguido de atrofia y fibrosis.
INFLAMACIÓN INMUNOLÓGICA: LINFOCITO B
La morfología de la inflamación inducida inmunológicamente depende del antígeno
iniciador y del componente del sistema inmunitario que reacciona. La reacción inmunitaria
de tipo I (tipo alérgico) de los linfocitos B se caracteriza por un incremento de la
permeabilidad vascular con edema, agregación plaquetaria e infiltración de eosinófilos (por
ejemplo, rinitis alérgica, asma bronquial, etc.). La reacción de tipo II de los linfocitos B
produce la lisis de la célula antigénica diana o la necrosis de los componentes tisulares (por
ejemplo, anemia hemolítica autoinmune, glomerulonefritis nefrotóxica, etc.). Las
reacciones inmunológicas de tipo III de los linfocitos B, o reacciones de inmunocomplejos,
se caracterizan por cúmulos de complejos antígeno-anticuerpo y activación in situ del
complemento con exudación serofibrinosa a continuación, engrosamiento de las
membranas basales y desarrollo lento secundario de tejido de granulación en el sitio de
deposición de los inmunocomplejos (por ejemplo, glomerulonefritis
membranoproliferativa, ciertas lesiones del lupus eritematoso y artritis reumatoide). Las
reacciones más agudas ocasionan vasculitis aguda con o sin microhemorragia (reacción de
tipo Arthus).
INFLAMACIÓN INMUNOLÓGICA: LINFOCITO T
Las reacciones inmunológicas de los linfocitos T se dividen en reacción
linfocitotóxica (reacción de tipo IV clásica o reacción inmunológica celular de tipo
tuberculina), reacción granulomatosa, reacción basófila (reacción de tipo Jones-Mote) y
reacción de tipo alergia de contacto. La reacción linfocitotóxica sobreviene por acción
directa de los linfocitos T citotóxicos sobre el antígeno celular, como en el rechazo agudo
de trasplantes. Las reacciones granulomatosas se inician por la acumulación y activación de
los fagocitos, inducidos por los linfocitos T, con reacciones tisulares típicas en ciertas
enfermedades infecciosas como la tuberculosis. Las reacciones basófilas están causadas por
las secreciones de citocinas específicas de los linfocitos T, que atraen a los basófilos al sitio
de depósito del antígeno. Pueden observarse en ciertas reacciones a los artrópodos, como en
las picaduras de araña. La reacción de tipo alergia de contacto con producción de factores
vasoproliferativos y otras citocinas está causada por antígenos como los metales pesados.
El eccema es característico de la reacción de tipo alergia de contacto.
REPARACIÓN TISULAR
Es el reemplazo de los tejidos dañados o perdidos, desde el punto de vista
morfológico y funcional. No siempre esto se logra completamente, a veces solo se logra la
reparación de lo morfológico. La reparación comienza en el mismo momento que empieza
la inflamación. Son procesos paralelos.
Existen 2 reparaciones:
� Regeneración tisular: el tejido dañado es reemplazado por células parenquimatosas.
Si se pierde epitelio, es reemplazado por tejido epitelial, etc. Con ello se logra la
recuperación morfológica y funcional.
� Regeneración propiamente dicha o cicatrización: el tejido perdido es reemplazado
con tejido conjuntivo, lo que da origen a una cicatriz fibrosa. Este tejido no es funcional, y
a lo más logra reparar en parte la anatomía del órgano. Ej.: infarto cardíaco, donde el tejido
de reparación no se contrae.
Esto trae ventajas y desventajas. La principal ventaja es que si algunas células, como
las neuronas, se regenerara, se perdería mucha información.
� Otros mecanismos de reparación: trasplantes, prótesis, restitución tisular.
El que un tejido pueda regenerarse o ir a la cicatrización depende del tipo de célula.
Existen 3 grupos:
� Células lábiles: son las que están en proliferación permanente toda la vida; tienen
una capacidad mitótica muy alta; entre ellas tenemos: células epiteliales de mucosas y piel,
células hematopoyéticas, células epiteliales del túbulo renal, conducto pancreático, epitelios
glandulares, células del bazo. Se dice que un tejido está compuesto por células lábiles
cuando más de un 1,5% de sus células se encuentran en división permanente. Se
caracterizan porque en su proliferación van dejando una célula precursora o “stem cell”,
que es la que perpetúa la especie. Puede que esta se diferencie a un tipo de célula, caso en
que sería unipotencial o unipotente (ej.: epitelio de la piel); si puede diferenciarse en
distintos tipos, sería pluripotente o pluripotencial (ej.: células sanguíneas).
� Células estables o quiescentes: no siempre están en mitosis; sólo pueden proliferar
si tienen algún estímulo. Un tejido está constituido por este tipo de células cuando menos
de un 1,5% de sus células están en mitosis. Ej.: fibroblasto (que no sufre mitosis a no ser
que tenga el estímulo de la inflamación), hepatocito (con una división mitótica por cada
15.000 hepatocitos, frecuencia que aumenta frente a la existencia de una infección viral).
Para que se regeneren estas células se requiere un estroma en buenas condiciones y
una membrana basal.
� Células permanentes (o fijas o fijadas): Como odontoblastos, ameloblastos,
neuronas, células musculares esqueléticas y cardíacas. Son células que si se destruyen no
son reemplazadas por las mismas (no sufren regeneración). Hay casos especiales, como el
de las neuronas, que son reemplazadas por las glías y no por tejido conjuntivo. Son células
que en general están ubicadas en lugares muy protegidos de daños externos, por lo que
tienen condiciones para subsistir toda la vida. Algunas pueden sufrir regeneración parcial o
cicatrizar.
Hay 3 factores en la reparación tisular:
� Células: entre las más importantes: endotelial, plaquetas, eritrocitos, fibroblastos,
epiteliales, macrófagos, LPN, linfocitos, plasmacélulas, mastocitos.
� Matriz extracelular
� Factores de crecimiento: proteínas que actúan a nivel de las células para estimular o
inhibir la proliferación celular; los hay estimuladores e inhibitorios; entre los estimuladores
tenemos factores de competencia y factores de progresión.
• Factores de competencia: estimulan a que la célula pase de Go a G1, es decir, que
reingrese al ciclo celular.
• Factores de progresión: actúa en la etapa de síntesis del DNA.
Todo esto está muy relacionado, entre las células y la matriz y las células entre sí y
los factores de crecimiento, que a través de receptores de membrana llamados integrinas
mediante mensajeros solubles envían mensajes al núcleo, lo que lleva a la célula a una
respuesta: diferenciación, migración, proliferación, etc.
Neutrófilos y macrófagos: Fagocitan, sin ellos no habría proceso reparativo, sobre
todo sin los macrófagos, ya que producen factores de crecimiento derivados de macrófagos
(FCDM) que estimulan la proliferación a muchas células, sobre todo al fibroblasto.
La plaqueta se activa cuando sale del vaso y entra en contacto con el colágeno
subendotelial, fibrina y trombina, entonces:
� Libera factores para angiogénesis.
� Estimula el crecimiento y atrae a los fibroblastos.
� Atrae y activa a macrófagos.
� Activa neutrófilos
� Produce sustancias que tienen que ver con la vasocontricción.
� La serotonina participa en la permeabilidad.
� Actúa sobre la fibrina.
Fibronectina: Es una proteína y existe una plasmática y una tisular. La plasmática
tiene las siguientes capacidades:
� Es la primera proteína que junto con la fibrina, los eritrocitos y las plaquetas
activadas forma la primera malla de donde parte un proceso reparativo.
� Hace de factor quimiotáctico para células mesenquimáticas, fibroblastos,
macrófagos, miofibroblastos.
� Al tener sitios de unión permite un ordenamiento armónico del colágeno III y I, que
son los que participan en la cicatrización.
� Capaz de unirse a fibroblastos y colágeno, aumentando la resistencia de la
cicatrización.
MODELO DE REPARACIÓN: CURACIÓN DE UNA HERIDA.
Aquí hay regeneración y cicatrización. Las etapas se dan en forma paralela.
1. Controlar la hemorragia: hemostasia, por medio de la coagulación. La injuria
produce un daño vascular y una hemorragia; inmediatamente se produce una
vasocontricción neurogénica ayudada por tromboxano plaquetario y serotonina. El
fibrinógeno se transforma en fibrina, lo que junto con las plaquetas activadas, eritrocitos y
la fibronectina plasmática forma un coágulo que constituye la primera malla que dará
origen a la reparación. Las plaquetas activadas liberan, entre otras cosas, factores de
crecimiento derivados de plaquetas, los que estimulan una respuesta vascular
(angiogénesis) y una respuesta celular (fibroplasia) a partir de fibroblastos o células
mesenquimáticas indiferenciadas que están alrededor.
2. Eliminar el injuriante o aislar el foco y limpiar el área. Todo esto se realiza con un
proceso inflamatorio, con la participación del LPN y macrófagos. Los FCDM también
inducen una respuesta vascular y celular.
3. Devolver la estructura y la función.
a) Retracción de la herida: el tejido dañado o perdido se contrae, haciendo que el
proceso reparativo sea más corto. Esta reducción mecánica de la herida es producida por los
miofibroblastos, que se originan de pericitos (células de las paredes de los vasos) y células
mesenquimáticas indiferenciadas. Los miofibroblastos son capaces de reducir el tejido a
reparar hasta en un 70%. La contracción de la herida depende del agente injuriante, el
tamaño, sitio de la herida, condiciones generales del paciente. Si la contracción falla, se
produce una cicatriz exagerada y antiestética; si la contracción es exagerada, se producen
cicatrices retráctiles, lo que puede alterar la forma, incluso la función. Los miofibroblastos
actúan a las 48-75 hrs.
b) Cicatrización o organización: se quiere lograr que el tejido dañado sea reemplazado por:
• Tejido de granulación: 4º-5º día, este madura dando origen a
• Tejido fibroso, que dará origen a la cicatriz.
c) Regenerar.
4. Remodelación de la zona: el tejido reparado es reacondicionado hasta su forma definitiva.
Tejido de granulación
En la primera armazón juegan su rol la fibronectina, fibroblastos (fibroplasia),
células mesenquimáticas indiferenciadas (que se diferencia a miofibroblastos y
fibroblastos), células endoteliales, macrófagos. Al 2º-5º día los fibroblastos sintetizan una
matriz extracelular, fibronectina tisular, proteoglicanos y colágeno tipo III. El colágeno tipo
III se produce a partir de las 24 hrs; el tipo I al 7º día (este es capaz de unirse, gracias a la
fibronectina, a fibroblastos y vasos). Paralelo a esto sigue la fagocitosis y angiogénesis.
Para tener tejido de granulación debe haber fibroplasia y angiogénesis.
Angiogénesis: Proceso por el cual se forman los nuevos vasos para devolver la
vascularización de la zona dañada. Esto se logra por un proceso de gemación de vasos
sanos preexistentes en la periferia del tejido dañado. Son necesarios estímulos
angiogénicos:
� F.C.D.P.
� F.C.D.M.
� F.C.D. de células endoteliales
� F.C.D. de fibroblastos
� Fragmentos de tejidos dañados
� Aumento de lactato en la zona
� Disminución del oxígeno.
Comienza entre el 2º y 5º día, consta de las siguientes etapas:
� Degradación de la membrana basal.
� Migración de las células del brote.
� Proliferación de células post frontales.
� Formación del lúmen.
� Diferenciación en capilares o vénulas o arteriolas.
En un primer tiempo el tejido de granulación tiene muchos capilares con zonas
ocludens muy grandes, lo que genera mucho edema; posteriormente el tejido es más fibroso
y con menos capilares.
(No olvidar la acción de macrófagos y miofibroblastos)
El tejido de granulación es muy blando, muy celular, y constituye un fácil caldo de
cultivo para microorganismos.
MODELO DE REGENERACIÓN EPITELIO
Primeramente se cubre de exudado fibrinoso o
física y frente a agentes infecciosos. Al 8º día se observa un aumento de la capilaridad; a las
2 semanas aumenta el colágeno.
El coágulo se transforma luego en tejido de granulación, y luego en tejido fibroso.
1. Liberación o desprendimiento de las células epiteliales de la membrana basal;
además se libera el hemidesmosoma.
2. Emigración: las células se hacen más anchas en la base y son empujadas por las
post frontales. Esto pasa en ambos extremos. El epi
granulación y debajo del exudado.
3. Proliferación: cuando se juntan ambos extremos solo hay proliferación hacia la
superficie, dejando en la base una “stem cell”; luego estas mismas células sintetizan su
membrana basal.
(No olvidar la acción de macrófagos y miofibroblastos)
El tejido de granulación es muy blando, muy celular, y constituye un fácil caldo de
cultivo para microorganismos.
MODELO DE REGENERACIÓN EPITELIO
Primeramente se cubre de exudado fibrinoso o hemorrágico, lo que hace de barrera
física y frente a agentes infecciosos. Al 8º día se observa un aumento de la capilaridad; a las
2 semanas aumenta el colágeno.
El coágulo se transforma luego en tejido de granulación, y luego en tejido fibroso.
Liberación o desprendimiento de las células epiteliales de la membrana basal;
además se libera el hemidesmosoma.
Emigración: las células se hacen más anchas en la base y son empujadas por las
post frontales. Esto pasa en ambos extremos. El epitelio migra sobre el tejido de
granulación y debajo del exudado.
Proliferación: cuando se juntan ambos extremos solo hay proliferación hacia la
superficie, dejando en la base una “stem cell”; luego estas mismas células sintetizan su
El tejido de granulación es muy blando, muy celular, y constituye un fácil caldo de
hemorrágico, lo que hace de barrera
física y frente a agentes infecciosos. Al 8º día se observa un aumento de la capilaridad; a las
El coágulo se transforma luego en tejido de granulación, y luego en tejido fibroso.
Liberación o desprendimiento de las células epiteliales de la membrana basal;
Emigración: las células se hacen más anchas en la base y son empujadas por las
telio migra sobre el tejido de
Proliferación: cuando se juntan ambos extremos solo hay proliferación hacia la
superficie, dejando en la base una “stem cell”; luego estas mismas células sintetizan su
4. Diferenciación
Remodelación: consiste en una devascularización, aumentan los enlaces cruzados entre
las fibras de colágeno, aumenta también la tensión de las fibras colágenas porque están más
maduras; las colagenasas destruyen al colágeno III, posteriormente hay inhibición de las
colagenasas; hay también remodelación producto de los movimientos musculares. A los 2-3
meses se adquiere la resistencia y forma definitiva.
De acuerdo a cómo queden los extremos de una herida se dan 2 casos:
� Reparación de primera intención: los bordes de la herida están enfrentados entre
sí; esto es ventajoso porque hay poco tejido dañado, por lo que se repara más rápidamente y
tiene menos riesgo de cualquier complicación de la reparación.
� Reparación de segunda intención: hay pérdida de tejido, por lo que los bordes han
quedado muy separados; en este caso hay mayor posibilidad de complicación, sobre todo de
infección.
REPARACIÓN PARCIAL DE PARTE DEL TEJIDO DAÑADO DE UNA CÉLULA
NERVIOSA PERIFÉRICA
Como condición, el cuerpo neuronal debe estar intacto. Existen 3 tipos de daño, el
primero es el más leve.
• 1er grado: presión continua, no muy prolongada sobre una región determinada, caso en
que se compromete la irrigación de la zona y el terreno se encuentra en anoxia, lo que
impide la función de transmisión. Clínicamente es el típico adormecimiento de una zona.
Se pueden afectar tanto las neuronas sensitivas como las motoras, aunque más fácilmente
las primeras. Hay distintas susceptibilidades entre las fibras. No acarrea complicaciones
mayores. Se recupera en minutos u horas, excepcionalmente en días; para ello se debe
descomprimir la zona. Si no hubiera recuperación, se trata la lesión como de segundo
grado.
• 2do grado: causada por una presión, pero de tiempo prolongado o de intensidad mayor.
Se compromete y destruye el axón y la mielina, pero el endoneuro se mantiene intacto. La
presión que se ejerce causa necrosis de la parte distal de la fibra y hacia proximal se
necrosa hasta el primer nodo de Renviere, por tanto, hay que regenerar toda la zona. Para
que se regenere se requiere de un cuerpo neuronal intacto. Cuando la hipoxia o anoxia se
recupera, se comienza a sintetizar axoplasma, el que avanza por el túnel que le ha dejado el
endoneuro intacto; paralelamente los macrófagos del endoneuro y las células de Schwann
(que también fagocitan) van reabsorviendo la mielina y el axón que se ha necrosado. Este
avance es de 2 a 4 mm por día.
• 3er grado: corte de la fibra nerviosa, incluído el endoneuro. Se produce en actos
quirúrgicos (más leve, porque los bordes suelen quedar afrontados) o por accidentes. Puede
haber recuperación, pero se requiere de un tiempo más prolongado, la recuperación es más
lenta. Degenera la fibra nerviosa distal desde el corte y hacia proximal hasta el primer nodo
de Renviere. La mielina y el axón degenerados y el endoneuro son fagocitados por
macrófagos y células de Schwann. Cuando la mielina degenera queda en forma de gotitas
llamada degeneración valeriana. El endoneuro está lesionado o destruido. El proceso
reparativo comienza con la proliferación de fibroblastos del endoneuro de extremos sanos y
células de Schwann. Hay proliferación más activa de los fibroblastos de proximal. A tal
punto es la proliferación, que vuelve a formarse el estuche para el axoplasma. En los
primeros días el axoplasma se introduce en vías falsas mientras avanza a la zona a inervar;
luego de algunos días se forma un túnel semejante al normal hasta la zona a inervar. En la
medida que el axoplasma va llegando a la zona a inervar, el avance es más lento. Cuando el
axoplasma no encuentra el lado opuesto, se produce la llamada neurona de amputación.
FACTORES QUE MODIFICAN LA CICATRIZACIÓN
Existen factores de la injuria y factores dependientes del huésped, en estos últimos se
distinguen factores generales y locales.
Factores generales
• Edad: unos dicen que afectan directamente, otros, por patologías como aterosclerosis
(los vasos se endurecen y la irrigación es menor) y diabetes (tendencia a hacer infecciones).
• Nutrición: en un paciente con un buen aporte nutritivo se dará una exitosa reparación;
en un mal nutrido faltan las proteínas, lo que afecta la producción de colágeno y
mucopolisacáridos. Fundamentales son la metionina y cisteína en la producción de
sustancia fundamental. La falta de vitamina C altera la fibrogénesis, ya que estimula la
conversión de prolina en hidroxiprolina (produce escorbuto). La falta de zinc afecta la
replicación de ADN y ARN.
• Enfermedades metabólicas: la diabetes produce:
- Disminución de la quimiotaxis y de la fagocitosis de LPN.
- Microangiopatía diabética: estrechamiento de la red de capilares terminales (zonas
distales), con lo que disminuye el aporte de células del proceso inflamatorio y falla la
cicatrización; ej: pie diabético.
- La presencia de glucosa disminuye, por tanto hay menor energía y se dificulta la
movilización del leucocito. La glucosa está en el torrente sanguíneo, pero no disponible.
• Alteraciones hematológicas:
- Granulocitopenia: ausencia de granulocitos, déficit de neutrófilos, con lo que aumenta
la susceptibilidad a infecciones bacterianas, rechazando la reparación.
- Trastornos hemorrágicos: trombocitopenia produce una disminución de las plaquetas y
gran extravasación sanguínea y hemorragia, lo que impide la formación del coágulo inicial.
Además el exceso de sangre constituye un sustrato para la proliferación de
microorganismos.
- Anemia: disminución de la cantidad de glóbulos rojos, lo que produce disminución de
la hemoglobina y del aporte de oxígeno a los tejidos.
• Hormonas: principalmente corticoides, producen retardo porque actúan como
antiinflamatorios, aumentando la síntesis de lipocortina, que inhibe la fosfolipasa A2,
bloqueándose la síntesis de ácido araquidónico, leucotrieno, tromboxano y prostaglandina,
esto produce:
- Disminución de la movilidad y fagocitosis del LPN.
- Disminución de la síntesis de colágeno.
- Disminución de la síntesis proteica y mucopolisacáridos.
- Disminución de la vasodilatación y permeabilidad vascular.
- Disminución de la adhesión del leucocito al endotelio.
Los corticoides se usan como antiinflamatorios. A veces se produce demasiado cicatriz,
lo que se conoce como queloides, los que pueden ser tratados con corticoides.
Factores locales
� Aporte sanguíneo: hay zonas con menor irrigación o irrigación termianl, donde se ve
retardada la cicatrización (coágulo). Ej: aterosclerosis. En cambio, la cara está muy bien
irrigada.
� Tipo, tamaño y localización de la herida:
- Primera o segunda intención.
- Herida incisa o contusa: la incisa cicatriza más rápidamente.
- Herida facial o abdominal.
� Profundidad de la lesión: a mayor profundidad la reparación es más complicada ya
que la cantidad de tejido es mayor.
� Infección:
- Retarda la cicatrización.
- Separa los bordes de la herida.
- Produce exudado y tejido de granulación abundante.
- Puede dejar cicatrices deformantes.
� Cuerpos extraños: retardan la cicatrización. Ej.: sutura, vidrio, madera, acero, hueso.
Su eliminación puede ser por vía enzimática, por células gigantes multinucleadas, por
expulsión o por extracción quirúrgica.
Movimiento y reposo: el movimiento:
- Somete a la herida a traumatismo.
- Somete a la herida a tensión.
- Aumenta la circulación
- Aumenta la tendencia a hemorragia.
- Aumenta la concentración de glicocorticoides circulantes.
� Radiaciones: retrasan la cicatrización.
- Disminuyen el aporte sanguíneo (estrechamiento de los vasos sanguíneos)
- Inhiben la proliferación celular.
- Retarda la formación de tejido de granulación.
- Inhibe la contracción de la herida.
La radiación UV favorece la reparación.
Tipo de célula: lábiles, estables o permanentes.
Además favorece la reparación el uso de oxígeno en alta concentración, como en las
cámaras hiperbáricas que se usan en los enfermos con osteomielitis.
COMPLICACIONES DE LA CICATRIZACIÓN
1. Formación de cicatriz deficiente
• Dehiscencia de la herida: la herida se abre; se puede producir debido a esfuerzo
físico, infecciones, mal estado metabólico (déficit de vitamina C o hipoproteinemia) o en
neoplasias.
• Eventración: protrusión o hernia del tejido subyacente, común en vísceras
abdominales que salen a través de una cicatriz.
• Ulceración:
- Vascular: debido a falta de aporte sanguíneo.
- Neuropática: por disminución de la sensibilidad.
2. Formación de cicatriz excesiva
• Cicatrización hipertrófica: formación exagerada de tejido cicatricial que
compromete sólo la zona de la herida.
• Cicatrización queloidea: se extiende más allá de la zona de la herida.
2. Retracción de cicatriz excesiva
Contracción excesiva de la cicatrización debido a los miofibroblastos; se produce en
quemaduras cutáneas, estenosis esofáfica, etc.
Una herida termina de cicatrizar al año.
Miocarditis supurativa con formación de abscesos y colonias bacterianas, aspectos macroscópicos (izquierda) y microscópico (derecha); obsérvese las áreas de necrosis
bien circunscritas (flecha) y las colonias bacterianas de gránulos finos (flecha).
Bronconeumonímicroscópico (derecha); obsérvese la extravasación prominente de hematíes
INFLAMACIÓN AGUDA
supurativa con formación de abscesos y colonias bacterianas, aspectos macroscópicos (izquierda) y microscópico (derecha); obsérvese las áreas de necrosis
bien circunscritas (flecha) y las colonias bacterianas de gránulos finos (flecha).
Bronconeumonía (hemorrágica), aspectos macroscópico (izquierda) y microscópico (derecha); obsérvese la extravasación prominente de hematíes
(flecha).
supurativa con formación de abscesos y colonias bacterianas, aspectos macroscópicos (izquierda) y microscópico (derecha); obsérvese las áreas de necrosis
bien circunscritas (flecha) y las colonias bacterianas de gránulos finos (flecha).
(hemorrágica), aspectos macroscópico (izquierda) y microscópico (derecha); obsérvese la extravasación prominente de hematíes
Neumonitis granulomatosa (fúngica); aspectos macróscopicomicroscópico (derecha) con organismos fúngicos (Histoplasma sp. Rojo con la
tinción de PAS) en células gigantes (flechas)
INFLAMACIÓN CRÓNICA
Neumonitis granulomatosa (fúngica); aspectos macróscopico (izquierda) y microscópico (derecha) con organismos fúngicos (Histoplasma sp. Rojo con la
tinción de PAS) en células gigantes (flechas)
Gastritis crónica (linfocitaria) en enfermedad autoinmune; obsérvese el infiltrado intersticial linfoplasmocitario de la mucosa (flecha).
Neumonitis fibrosante crónica (“carnificación”), apariencia macroscópica; obsérvese la condensación pálida y firme del tejido pulmonar y los límites bien definidos (flecha).
(izquierda) y microscópico (derecha) con organismos fúngicos (Histoplasma sp. Rojo con la
Tejido de granulación (herida cutánea) que precede a la reparación con fibrosis, obsérvese la estroma edematosa con infiltrado inflamatorio mixto y proliferación de capilares (flecha).
Neumonitis fibrosante granulomatosa en enfermedad autoinmune; obsérvese los granulomas fibrosantes y la infiltración linfocitaria intersticial circundante con fibrosis progresiva (flecha).
A. Tejido de granulación donde aparecen numerosos vasos sanguíneos, edema y una ECM laxa que contiene alguna que otra célula inflamatoria. Es una preparación con colorante
tricrómico que tiñe al colágeno de color azul; en ella puede verse una cantidad mínima
B. Tinción tricrómica de una cicatriz bien desarrollada, con abundante colágeno denso, donde
A
REPARACIÓN TISULAR
Tejido de granulación donde aparecen numerosos vasos sanguíneos, edema y una ECM laxa que contiene alguna que otra célula inflamatoria. Es una preparación con colorante
tricrómico que tiñe al colágeno de color azul; en ella puede verse una cantidad mínima colágeno maduro.
Tinción tricrómica de una cicatriz bien desarrollada, con abundante colágeno denso, donde sólo existen algunos conductos vasculares dispersos.
B
Cicatriz y procesos de la cicatrización
Tejido de granulación donde aparecen numerosos vasos sanguíneos, edema y una ECM laxa que contiene alguna que otra célula inflamatoria. Es una preparación con colorante
tricrómico que tiñe al colágeno de color azul; en ella puede verse una cantidad mínima de
Tinción tricrómica de una cicatriz bien desarrollada, con abundante colágeno denso, donde sólo existen algunos conductos vasculares dispersos.
BIBLIOGRAFÍA
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patológica, editorial MASSON. S.A, España.