Ecos del III Congreso Catequístico Nacional

Certezas, aportes y reflexiones

1. Tenemos la certeza de que el encuentro con Jesús vivo es el inicio y el camino de fortalecimiento del discipulado misionero.

2. Tenemos la certeza de la necesidad de un fuerte acento kerigmático en la catequesis, que provoque y revitalice el encuentro con Jesucristo e inicie en el discipulado.

3. Tenemos la certeza de la urgencia de consolidar un nuevo proceso de Iniciación Cristiana en estilo catecumenal .

4. Tenemos la certeza de la necesidad de asumir el estilo pastoral que tiene su fuente y modelo en el estilo evangelizador de Jesús.

5. Tenemos la certeza de que el Catecumenado bautismal de adultos tiene que ser inspirador de todas las formas de catequesis.

6. Tenemos la certeza de la necesidad de concebir y madurar la Iniciación Cristiana como un GRAN SACRAMENTO.

7. Tenemos la certeza de que el Itinerario Catequístico Permanente (ICP) es un camino de maduración comunitaria en la fe.

8. Tenemos la certeza de la necesidad de redescubrir la centralidad de la Palabra de Dios en la IC y en el ICP.

9. Tenemos la certeza de la urgencia de vincular la catequesis y la liturgia.

10. Tenemos la certeza de que la IC y el ICP deben integrarse en la Pastoral Orgánica y articularse con ella.

11. Tenemos la certeza de la urgencia de articular la IC y el ICP con dimensión familiar-comunitaria, en una pastoral orgánica con inspiración bíblico – litúrgica.

12. Tenemos la certeza de que el obispo junto con la comunidad eclesial, son corresponsables de la IC y el ICP en la Diócesis.

13. Tenemos la certeza de que la comunidad cristiana es origen, lugar y meta de la IC y el ICP.

14. Tenemos la certeza de que la parroquia ha de ser el lugar donde se asegure la IC y el ICP.

15. Tenemos la certeza de la necesidad de una conversión pastoral a fondo para renovar la catequesis.

16. Tenemos la certeza de que la renovación de la catequesis reclama formación integral y conversión permanente.

17. Tenemos la certeza de la urgencia de una adecuada formación catequística de los ministros consagrados, para la renovación de la catequesis.

18. Tenemos la certeza de la necesidad de retomar, fortalecer y actualizar la catequesis familiar.

19. Tenemos la certeza de que la escuela católica es oportunidad y desafío para la IC y el ICP.

20. Tenemos la certeza de que la piedad popular es espacio de encuentro con Jesucristo y ocasión para comenzar la IC y madurar el ICP.

21. Tenemos la certeza de que los movimientos e instituciones son múltiples senderos del ICP.

22. Tenemos la certeza de que las comunidades eclesiales de base son un ámbito propicio para desarrollar el ICP.

23. Tenemos la certeza de la necesidad y la urgencia de integrar la Doctrina Social de la Iglesia en el IC y el ICP.

24. Tenemos la certeza de que todas estas certezas, tendientes a la renovación eclesial, requieren gran creatividad pastoral y catequística en fidelidad al Evangelio.

25. Es tiempo de discernir y decidirnos a dar los pasos que faltan.

Tiempo de discernimiento y decisión.Llamados a la conversión pastoral.

Finalidad: renovar la catequesis.Exigencia: formación y conversión.

¿Cómo alcanzar la conversión pastoral?Aceptando que tenemos que cambiar.

Revisando nuestras prácticas pastorales.Renovando nuestra propia conversión y compromiso.

“La reforma de estructuras que exige la conversión pastoral sólo puede entenderse en este sentido: procurar que todas ellas se vuelvan más misioneras, que la pastoral ordinaria en todas sus instancias sea más expansiva y abierta, que coloque a los agentes pastorales en constante actitud de salida y favorezca así la respuesta positiva de todos aquellos a quienes Jesús convoca a su amistad”. Evangelii Gaudium, 26

La vida cristiana es discipulado misionero; por tanto, la catequesis ha de

tener una fuerte impronta kerigmática que anime y

renueve el encuentro con Jesucristo y de lugar al

camino de seguimiento.

“El kerygma es trinitario. (…) En la boca del catequista vuelve a resonar siempre el primer anuncio: «Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte, para liberarte». Cuando a este primer anuncio se le llama «primero», eso no significa que está al comienzo y después se olvida o se reemplaza por otros contenidos que lo superan. Es el primero en un sentido cualitativo, porque es el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis, en todas sus etapas y momentos”. Evangelii Gaudium, 164

La catequesis es una acción eclesial siendo el obispo el primer responsable, compartiéndola con los sacerdotes y el resto de la comunidad: origen, lugar y meta de la catequesis.

“La parroquia es presencia eclesial en el territorio, ámbito de la escucha de la Palabra, del crecimiento de la vida cristiana, del diálogo, del anuncio, de la caridad generosa, de la adoración y la celebración. A través de todas sus actividades, la parroquia alienta y forma a sus miembros para que sean agentes de evangelización. Es comunidad de comunidades, santuario donde los sedientos van a beber para seguir caminando, y centro de constante envío misionero”.

Evangelii Gaudium, 28

La catequesis es permanente. El cristiano está llamado a madurar su fe a lo largo de toda su existencia en el marco de una comunidad que lo anima y sostiene.

“El envío misionero del Señor incluye el llamado al crecimiento de la fe cuando indica: «enseñándoles a observar todo lo que os he mandado» (Mt 28,20). Así queda claro que el primer anuncio debe provocar también un camino de formación y de maduración. La evangelización también busca el crecimiento, que implica tomarse muy en serio a cada persona y el proyecto que Dios tiene sobre ella. Cada ser humano necesita más y más de Cristo, y la evangelización no debería consentir que alguien se conforme con poco, sino que pueda decir plenamente: «Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí» (Ga 2,20). Evangelii Gaudium, 160

La renovación eclesial requiere gran creatividad pastoral: escuchar al hombre, entrar en diálogo con la cultura, allanar nuevos caminos… y fidelidad al Evangelio: escucha atenta de la Palabra…

“Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación”. Evangelii Gaudium, 27

Textos:

Diapositivas 1 a 26: Ecos del III Congreso Catequístico Nacional

Diapositivas 29, 31, 33, 35, 37: Evangelii Gaudium

Presentación: Pablo Garegnani

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