REHABILITACIÓN PSICOSOCIAL EN EL PACIENTE DE SALUD
MENTAL
Siam Callejo López
Pilar Costa López
Inma Grao Pechuan
Marta Mestre Puig
Alejandra Rius Bernat
INTRODUCCIÓN.
La Rehabilitación Psicosocial ha venido configurándose como un campo de
intervención de creciente importancia e interés en la atención comunitaria a las personas
con enfermedades mentales graves y crónicas (como la esquizofrenia por ejemplo)
(González Cases, 2006).
La Rehabilitación Psicosocial se organiza como un conjunto de intervenciones y apoyos
cuyo objetivo esencial es:
• Ayudar al enfermo mental crónico a superar o compensar dificultades psicosociales.
• Ayudarle en el desarrollo de su vida cotidiana en la comunidad de la manera más
autónoma y digna.
• Ayudarle en el desempeño y manejo de los diferentes roles y demandas que supone
vivir, trabajar y relacionarse en los diferentes entornos comunitarios.
En la organización de un sistema de atención comunitaria a las personas con
enfermedad mental, la rehabilitación psicosocial es un elemento esencial y debe ejercer
como eje vertebrador de una adecuada atención continuada y apoyo a la integración de
dicha población. La orientación de rehabilitación, esto es, el compromiso con la mejora
del funcionamiento, con el incremento de la autonomía, con el apoyo a una integración
lo más activa y normalizada posible en el entorno comunitario y en suma con la mejora
de la calidad de vida de las personas con una enfermedad mental crónica en la
comunidad, debe impregnar la organización de los distintos servicios sanitarios y
sociales implicados en la atención y apoyo a esta población y debe ser el mínimo común
denominador del estilo de atención que debe caracterizar la atención comunitaria.
La Rehabilitación psicosocial en el paciente de salud mental comprende un terreno muy
extenso difícil de abordar en toda su amplitud en un trabajo de las características que en
éste se nos exige: a distintas patologías mentales, distintos modos de afrontamiento y
particularidades. Por eso, para un mejor tratamiento de la información y una mejor
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explicación de la Rehabilitación Psicosocial en el paciente de salud mental hemos
decidido enfocar la atención en una patología en concreto, la esquizofrenia.
Con el mismo objetivo de optimizar el tratamiento y la explicación de la materia hemos
estructurado el trabajo en apartados lo cual nos permiten alcanzar una comprensión
global de manera más sencilla respecto a la Rehabilitación psicosocial en el paciente de
salud mental aun con un volumen de información reducido.
Estos apartados comprenden: conceptos básicos referentes a la rehabilitación
psicosocial en pacientes con esquizofrenia, etiología y epidemiología de la patología en
la comunidad, y por último, cuidados enfermeros que se llevan a cabo en situaciones de
pacientes con esquizofrenia y diagnósticos de enfermería aplicables en el tratamiento a
personas en Rehabilitación Psicosocial con enfermedad mental.
CONCEPTO.
La esquizofrenia es un trastorno cerebral severo que perdura toda la vida. Las personas
que la tienen pueden escuchar voces, ver cosas que no existen o creer que otros leen sus
pensamientos o controlan su mente. Como síntomas se pueden hallar, pensamientos o
percepciones fuera de lo común, trastornos del movimiento, dificultades para hablar y
expresar sus emociones, problemas psicosociales, problemas de atención, memoria y
organización. No se sabe con seguridad cuál es la causa de la esquizofrenia, pero la
constitución genética y la química cerebral probablemente tienen alguna influencia.
A día de hoy muchos pacientes con tratamiento farmacológico mejoran
considerablemente para llevar su vida normalmente, donde también juega un papel muy
importante la rehabilitación psicosocial.
La Rehabilitación Psicosocial, consiste en ayudar a las personas con discapacidades
psiquiátricas (en este caso, pacientes enfermos de esquizofrenia) a reintegrarse en la
comunidad y a mejorar su funcionamiento psicosocial, de manera que pueda mantenerse
en su entorno natural y social en unas condiciones de vida lo más normalizadas (igualar
unos patrones a lo estadísticamente mayoritario) e independientes posibles.
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Su objetivo es reducir el impacto que tienen en la vida del sujeto tanto de los síntomas
negativos de la esquizofrenia como de los positivos, aumentar el conocimiento sobre el
trastorno que pueda tener el propio sujeto y su familia, así como favorecer la adhesión al
tratamiento farmacológico, prevenir recaídas, mejorar las habilidades sociales y la
propia red social del paciente, proporcionar estrategias de afrontamiento del estrés en
los enfermos y sus familiares, etc, favorecer y posibilitar la adquisición o recuperación
del conjunto de destrezas, habilidades y competencias necesarias para el funcionamiento
en la sociedad en las mejores condiciones posibles.
ETIOLOGIA.:
El hecho de conocer que alguien está diagnosticado de esquizofrenia, tiene un impacto
sobre las personas que le rodean, de modo tal que se produce todo un proceso de
rechazo y discriminación, que se manifiesta en diferentes facetas de la vida, como
puedan ser por ejemplo, encontrar alojamiento, a menudo se encuentran dificultades
para alquilar un piso cuando los propietarios o vecinos se enteran que vivirá una persona
con esquizofrenia, otro ejemplo sería, la integración laboral, muchas empresas al
enterarse del tipo de trastorno mental que padece lo más probable es que no le contraten.
Las personas que sufren de trastornos mentales graves enfrentan una situación
dicotómica: lidiar con los síntomas e incapacidades que produce de la enfermedad, y
con los estereotipos y prejuicios generados por conceptos erróneos sobre las
enfermedades mentales y la falta de información.
Las opiniones que se forman entorno a estas personas son tales como, “La esquizofrenia
no puede ser tratada”,” Los esquizofrénicos deben ser recluidos”, “son violentos y
peligrosos”, “no hacen nada, están siempre viviendo de la sopa boba no pueden ni
quieren trabajar”, “Si una persona tiene esquizofrenia, algo habrá hecho para
merecerlo”…
Todo ello tiene unas consecuencias para estas personas, que se basan en aislamiento
social, baja adhesión al tratamiento desmoralización y desesperanza.
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De ahí que nazca la necesidad de implantar técnicas de rehabilitación psicosocial en el
paciente de salud mental. Con la que poco a poco se consigue un descenso de la
estigmatización social, una mejora de calidad de vida para las personas que padecen este
trastorno, apoyo y asesoramiento a las familias y al entorno del enfermo, y sobre todo
una reinserción en la comunidad, con los mínimos prejuicios que se puedan y con una
disminución de la institucionalización psiquiátrica de la que se ha estado intentando huir
en los últimos años.
EPIDEMIOLOGÍA.
La esquizofrenia, fue descrita por primera vez en el siglo XIX por Kraepelin y es el
trastorno psicótico más común e importante en la actualidad.
Los datos epidemiológicos varían en todo el mundo, pero muestran una incidencia
alrededor de 1/1.000 habitantes, siendo más alta en países desarrollados que en los
países en vías de desarrollo, al igual que la prevalencia que oscila entre un 0’2%-1%. En
cuanto a la relación de padecer esta enfermedad con respecto al sexo es por igual en
hombres y en mujeres, aunque se ha observado que el inicio de la misma se da a edades
más tempranas en los hombres, sobre los 15-25 años, y en las mujeres algo más tarde,
sobre los 25-35 años. El riesgo de suicidio es de un 10% y la incidencia de suicidio de
14’7-75% al año.
FORMAS CLÍNICAS.
Conforme a la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) y al Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV) existen cuatro o seis
subtipos respectivamente, que son los siguientes:
- CATATÓNICA: cada vez más rara. Cuyo rasgo esencial y dominante es la
alteración psicomotriz. Alterna entre, hiperquinesia y estupor semejante al sueño,
asociado con alucinaciones escénicas intensas. A veces hay excitación con violencia.
Sintomatología:
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• Estupor (descenso de la reactividad al ambiente y/o reducción de los movimientos
espontáneos y de la actividad) o mutismo.
• Negativismo (resistencia a las instrucciones o intentos de ser movilizado).
• Rigidez.
• Excitación de la actividad motora.
• Actitud (adquisición voluntaria de actitudes inapropiadas o extrañas).
• Posturas (mantenimiento voluntario de posiciones inapropiadas).
• Flexibilidad cerea (mantiene los miembros y el cuerpo en posiciones impuestas).
• Automatización a la orden y perseverancia.
- PARANOIDE: es la forma clínica más común. Caracterizado por la presencia de
intensas alucinaciones e ideas delirantes de persecución.
Sintomatología:
• Delirios paranoides y alucinaciones.
• Experiencias subjetivas anormales como por ejemplo eco de pensamiento.
• Alteración perceptiva (tiempo, espacio, color, forma visual, imagen corporal, etc).
• Alucinaciones auditivas y visuales.
• Delirio de persecución, celos, etc.
• Afectividad menos afectada que en otros subtipos, pero es frecuente la
irritabilidad, ira, miedo, etc.
• Síntomas “negativos” (embotamiento afectivo y deterioro volitivo).
- HEBEFRENICA o DESORGANIZADA: suele empezar en la adolescencia, entre
los 15 y 25 años, tiene un mal pronóstico, por el rápido desarrollo de los síntomas
“negativos” (aplanamiento afectivo y pérdida de la volición).
Sintomatología:
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• Cambios afectivos.
• Delirios y alucinaciones, aunque no son frecuentes.
• Comportamiento irresponsable e imprevisible con asociación de movimientos
desproporcionados (manierismos).
• Humor inapropiado, risa tonta, muecas, bromas, quejas y reiteraciones verbales.
• Pensamiento desorganizado y habla incoherente.
• Tendencia a la soledad y al aislamiento.
- INDEFERENCIADA: cumple los criterios generales de la esquizofrenia, pero no se
ajusta a ninguno de los subtipos, o bien presenta rasgos de más de uno de ellos.
- RESIDUAL: estado crónico de enfermedad esquizofrénica, con progresión hacia
síntomas “negativos” y de deterioro, no es irreversible.
Sintomatología:
• Síntomas “negativos”.
Enlentecimiento psicomotor.
Actividad disminuida.
Embotamiento afectivo.
Pasividad y falta de iniciativa.
Pobreza de lenguaje.
Comunicación no verbal pobre (expresión facial, contacto ocular, modulación
de voz, postura, etc.).
Cuidado personal y actuación social pobre.
• Antecedentes de episodio psicótico.
• Ausencia de demencia u otra patología cerebral y ausencia de depresión crónica.
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- SIMPLE: trastorno poco frecuente con inicio engañoso, progresivo, con
comportamientos extraños, con asocialidad o insociabilidad y disminución de
actividad.
Sintomatología:
• Predominio de síntomas “negativos”, sin antecedentes psicóticos.
• Ocasionalmente pensamientos y comportamientos extravagantes y anomalías de la
percepción.
• Empobrecimiento social que al incrementar puede desembocar en vagabundeo o
vagancia social, ya que se retrae en sí mismo.
CUIDADOS ENFERMEROS.
En los programas de rehabilitación psicosocial intervienen diferentes profesionales
como psiquiatras, psicólogos/as, enfermeros/as, trabajador social, auxiliar, etc. Estos
profesionales deben tener una coordinación entre ellos, y además de dicha coordinación
también realizan funciones específicas cada uno de los profesionales pero también
actúan conjuntamente y en grupo.
Pero especialmente nos centraremos en las funciones especificas que tienen los/las
enfermeros/as en la unidad de rehabilitación de salud mental.
La magnitud y complejidad de esta enfermedad requiere que la enfermera incluya en el
plan terapéutico individual estrategias de rehabilitación psicosocial que vayan dirigidas
tanto al paciente como a sus familiares, con un abordaje individual y/o grupal.
Algunas de las funciones específicas que realiza un/a enfermero/a en la unidad de salud
mental, hacia el paciente, son las siguientes:
• Valoración funcional e intervenciones individualizadas de enfermería, según
protocolo propio, que se designen en los PIR s de los usuarios.
• Responsable de la valoración específica del área de Habilidades en Salud
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• Responsable del diseño e intervención en su caso en los Programas/Talleres de
Relajación; Educación en Salud (Incluido Taller de Ayuda para dejar de Fumar);
Programa de Adherencia al Tratamiento; Programa de Atención a la Familia;
Programa de Administración de Tratamientos Farmacológicos y Autocontrol
emocional en su caso (co-terapeuta).
• Participación en el acompañamiento a Salidas de Ocio o Deportivas en caso de
necesidad del servicio.
Como se ha explicado anteriormente es importante que la actuación por parte de los
profesionales no sea solo al paciente si no también se actúe con la familia y otros
aspectos relevantes. Existen diversos programas encaminados hacia varios ámbitos que
son el eje principal para que la intervención se desarrolle. Algunos ejemplos son
Programa Funcional de Actividades Rehabilitadoras, Programa de Atención a las
Familias, Programa de Intervención Comunitaria, etc.
Ejemplo: Programa de Atención a las Familias:
Es un programa dirigido a analizar e intervenir sobre las variables familiares que
influyen en la situación psicosocial del enfermo. Se ha descubierto que las variables
familiares influyen en el proceso por tanto lo que se intenta con este programa es incidir
en el refuerzo de los vínculos afectivos y en las relaciones importantes.
Algunos de los objetivos de este programa seria ofrecer soporte a las familias, intentar
una colaboración y participación de la familia en el proceso de rehabilitación
psicosocial, prevenir las malas situaciones entre la familia, reforzar o recuperar los
vínculos afectivos, etc.
DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA.
PATRONES NANDA NOC NIC
1.Percepción/control
de la salud
- Manejo inefectivo
del régimen
terapéutico
- Conducta de
cumplimiento
- Conducta de
- Educación
sanitaria
(información sobre
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- Incumplimiento del
tratamiento
-Mantenimiento
inefectivo de la
salud (consumo de
tóxicos)
- Protección ineficaz
obediencia
(adherencia al
tratamiento)
- Control de
riesgos por
consumo de
sustancias
- Orientación
cognitiva
los efectos
secundarios)
- Acuerdos y
administración de
la medicación
- Orientación en la
realidad
- Apoyo
emocional
2.Nutricional-
metabólico
- Desequilibrio
nutricional (como
consecuencia de sus
alucinaciones o
delirios)
- Alteración del
patrón alimenticio
- Alimentación
- Control del peso
- Educación
alimentaria y
manejo de la
nutrición
3. Eliminación - Estreñimiento - Asesoramiento
- Control de la
ingesta
- Control de la
eliminación
4. Actividad/ejercicio
- Déficit de
autocuidados
- Deterioro en el
manejo del hogar
- Trastorno o riesgo
de la movilidad
- Autogestión de
los autocuidados
(aseo)
- Actividad
instrumental de la
vida diaria
- Nivel de
movilidad
- Acuerdos con el
paciente
- Manejo
ambiental
- Asistencia en el
mantenimiento del
hogar.
- Sistemas de
apoyo
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5. Sueño/descanso
- Deterioro o
privación del patrón
del sueño
- Descanso y
bienestar
- Fomentar el
sueño
- Educación para
el manejo de la
medicación
- Fomentar la
relajación
6. Cognitivo-
Conductual
- Trastorno proceso
del pensamiento
- Déficit de
conocimiento
- Deterioro en la
interpretación del
entorno
- Conflicto de
decisiones
- Deterioro de la
memoria
- Control del
pensamiento
distorsionado
- Orientación
cognitiva
- Elaboración de la
información
- Mantener la
memoria
- Orientación en la
realidad
- Vigilancia
- Manejo
ambiental:
seguridad
- Manejo de las
alucinaciones,
delirios.
-Entrenamiento de
la memoria.
7. Autopercepción-
Autoconcepto
- Baja autoestima
- Desesperanza
- Ansiedad
- Temor
- Trastorno de la
identidad y de la
imagen
- Riesgo de violencia
- Elevar la
autoestima y
equilibrio
emocional
- Control de la
depresión
- Control de la
ansiedad
- Control de los
impulsos
- Escucha activa y
aumento de la
autoestima.
- Apoyo
emocional
- Manejo
ambiental
- Técnicas de
relajación
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8. Rol-Relaciones
- Aislamiento social
y Riesgo de soledad.
- Interrupción de los
procesos familiares
- Deterioro de la
comunicación verbal
-Deterioro de la
interacción social
- Adaptación
psicosocial de la
familia: cambio de
vida.
- Capacidad de
comunicación.
- Proporcionar
habilidades de
interacción social
- Apoyo a la
familia
- Fomento de la
comunicación y
escucha activa.
- Contacto y
presencia.
- Potenciación de
la socialización.
9. Sexualidad-
Reproducción- Disfunción sexual
- Funcionamiento
sexual.
-Manejo de la
conducta
- Asesoramiento
10. Adaptación-
tolerancia al estrés
- Riesgo de violencia
hacia sí o hacia
otros.
- Afrontamiento
familiar
incapacitante
- Deterioro en la
adaptación
- Riesgo de suicidio
- Afrontamiento
inefectivo
- Autocontención
- Recuperación del
abandono.
- Adaptación al
cambio de vida
- Manejo del estrés
- Ambiente de
seguridad
- Apoyo a la
familia.
- Fomento de la
implicación
familiar (dar
información)
- Resolución de
problemas y
consecución de
objetivos
- Manejo de
síntomas
negativos.
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11. Valores y
creencias
- Sufrimiento
espiritual
- Bienestar
espiritual
- Apoyo
emocional
- Escucha activa
CONCLUSIÓN.
Tras la revisión de guías, artículos y distinta documentación respecto al tema se han
detectado distintos puntos comunes concluyentes.
Se identifica que para una óptima rehabilitación psicosocial del paciente con
enfermedad mental se requiere una actuación coordinada entre servicios y profesionales,
mantenida en el tiempo, así como integrada en la comunidad y en el entorno social del
paciente.
Se debe enfatizar el trabajo “en vivo” en el entorno del usuario, potenciando su
adaptación al medio social, haciendo hincapié en la creación de una adecuada alianza
terapéutica y dando especial importancia a las intervenciones directamente sobre la red
social y familiar del paciente (Navarro, 2008).
Una conclusión interesante que se desprende del análisis de la distinta información de
que disponemos es que pacientes que residen alejados de los servicios de Rehabilitación
Psicosocial (>30 Km) obtienen unos resultados con niveles más bajos de calidad de vida
en relación a los servicios y equipamientos que le ofrece su zona, lo cual requiere un
importante esfuerzo por parte de los técnicos para enfocar sus intervenciones hacia la
creación y fomento de alternativas específicas que faciliten la integración comunitaria y
el contacto social de los usuarios. No obstante, al margen de que los contextos rurales
pueden caracterizarse por la escasez de recursos sociales y ocio, las bajas puntuaciones
en cuanto a las posibilidades de diversión en su zona no implican peores puntuaciones
en calidad de vida respecto a las actividades de ocio que los pacientes desarrollan.
Navarro Bayón y otros, en su artículo “Calidad de vida, apoyo social y deterioro en una
muestra de personas con trastorno mental grave”, defienden que “se debería
profundizar en la representación que los pacientes tienen de su ocio y el tipo de
actividades concretas que realizan, manteniendo una línea de intervención que
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potencie oportunidades culturales, lúdicas o de contacto social desde el trabajo
coordinado con los recursos disponibles en la zona, e incrementando la consideración
de la red que tienen los usuarios”.
Los resultados también indican una menor percepción de apoyo social de los usuarios
que viven solos frente a los que conviven con familiares. Se establece la hipótesis de
que los efectos de las intervenciones del equipo técnico pueden influir en la mejora de la
relación de convivencia y en la reducción de niveles elevados de carga familiar,
mejorando el ambiente familiar y las actitudes que los familiares muestran hacia el
paciente. Por otro lado, los familiares podrían actuar como facilitadores en el
recordatorio de las pautas marcadas e intervenciones diseñadas con el paciente, mientras
que los que viven solos tan solo contarían con el apoyo del programa para la puesta en
práctica y mantenimiento de los aprendizajes adquiridos (Navarro, 2008).
Por último, se concluye otro punto en referencia al área familiar: la mayor relación entre
la calidad de vida y el deterioro en el área familiar plantea la necesidad de incorporar
intervenciones enfocadas hacia la reducción del estrés y carga familiar, el aprendizaje
de habilidades para la solución de problemas y de modos de afrontamiento eficaces que
permitan el manejo de determinadas situaciones conflictivas que se dan en la
convivencia (Navarro, 2008).
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