MOMENTUM I
EL ACONTECER COMPLEJO
1. Ruptura del pensamiento disciplinario.
El fundamento epistemológico, conlleva al establecimiento de las
condiciones básicas de coherencia, validez, en el campo de la filosofía,
metodología de la ciencia, que sustentan el fortalecimiento de las decisiones
en el encuentro de una respuesta a una necesidad de conocimiento. La
selección de una base epistemológica-metodológica del proceso de
investigación, está condicionado en cuanto a la delimitación, adicionalmente
por el estilo del pensamiento del investigador. Esto indica, que el enfoque
epistemológico no puede imponerse, sino debe responder a las necesidades
e intereses del investigador, a las circunstancias que envuelven el estudio.
En este sentido, en la historia de la filosofía, en el ámbito de las ciencias
han existido decenas de disciplinas, teorías, enfoques, que desde sus
marcos conceptuales y recursos heurísticos, han tratado de revolucionar los
temas más generales del conocimiento. En su evolución como forma
específica de conocimiento cada ámbito del saber (ciencia o disciplina) tiene
una manera peculiar de plantearse y concebir el propio tema del
conocimiento, sus formas universal (Filosofía) y particular (Ciencia) de
expresión.
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Sin embargo, se ha producido un fenómeno histórico muy significativo,
cada disciplina ha tenido una determinada etapa de protagonismo y elevado
reconocimiento social; mientras que ella misma, en otro momento histórico
ha sido desplazada o relegada a planos secundarios por otra forma de saber,
algo así como, un ciclo de vida que se renueva constantemente.
En este sentido, fueron los cultivadores de la filosofía Platón, Aristóteles,
Bacon, Descartes, Kant, Marx, Russel, Husserl, Bachelard, Popper, entre
otros; los que históricamente le han dedicado mayor atención a las
cuestiones epistemológicas del proceso de investigación. Luego los
científicos comenzaron a preocuparse también no sólo por los resultados de
sus respectivas investigaciones en el terreno de su especialidad, sino
también, por los métodos empleados para llegar a ellos, así como, los
fundamentos filosóficos que han condicionado sus particulares actividades
investigativa, Reschers, (1993).
En este punto, la vida padece un dilema, una inquietud envolvente, desde
el ámbito del pensamiento disciplinario, donde la sumisión deterministas que
racionaliza fragmentariamente, la práctica explicativa contextual del ser;
transfiere la no perpetuidad de la ambición del pensamiento en representar;
de forma unidimensional, la comprensión humana.
Dado que, al estudiar los orígenes históricos de algunas disciplinas
científicas tales como la historia, la sociología, la filosofía, la antropología
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entre otras, se encuentra que éstas inicialmente configuraron un
conocimiento disciplinario, el cual ha evolucionado en función del contexto,
de las necesidades de la sociedad, es la realidad que se percibe cada días,
igualmente la compresión de la propia existencia y conflictos internos, trae
inmersa los pensamientos de lo global, lo contextual, lo multidimensional.
Ante la presencia de una revolución epistemológica y la imperiosa
necesidad de cambio en todos los niveles de la sociedad, no sería “ético”
aferrarse a la cómoda posición del analista del saber, encauzado por los
dogmas pop-periano, o por el esquema de la explicación nomológica
(universal) y someterse ante esquemas de reduccionismo típico o al
empirismo lógico, puesto que resulta dudoso pensar que con esas influencias
pueda darse el “salto cuántico”, o el “cambio de paradigma” que se necesita.
Ahora debido a que la palabra paradigma, tiene varias acepciones a partir
del trabajo de Thomas Kuhn (1972) sobre Las Revoluciones Científicas, no
se limita a cada una de las distintas disciplinas científicas, sino que, incluye
la totalidad de la ciencia y su racionalidad. Los resabios positivistas de Kuhn
han de ser aquí plenamente superados. No están en crisis los paradigmas de
la ciencia, sino el paradigma de la ciencia en cuanto modo de conocer.
En tal sentido, el concepto de paradigma esbozado por Morín (1982):
…un principio de distinciones-relaciones-oposiciones fundamentales entre
algunas nociones matrices que generan y controlan el pensamiento, es decir,
la constitución de teorías y la producción de los discursos de los miembros
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de una comunidad científica determinada. Esta concepción de paradigma,
luego, lo convierte en un principio rector Martínez, (2000) donde manifiesta
que, de las reglas básicas de construcción del conocimiento.
En virtud de, las nuevas formas emergentes de la denominada
postmodernidad paradigmática, pero que tienen en común la imperiosa
necesidad de modificar sus fundamentos filosóficos y epistemológicos más
íntimos, pues la dinámica de los cambios que se están produciendo en toda
la realidad, desborda las aprehensiones conceptuales que las pretenden
explicar, Martínez (1998).
Por tal razón, en el siglo XXI se requiere de la creación de nuevos
escenarios, que permitan desplegar toda la capacidad creadora, en donde la
actividad subjetiva tenga su lugar y el espacio multidimensional abra el
camino para el pensamiento no lineal.
Como dice Beynam (1978): “actualmente vivimos un cambio de
paradigma en la ciencia, tal vez el cambio más grande que se ha efectuado
hasta la fecha... y que tiene la ventaja adicional de derivarse de la
vanguardia de la física contemporánea”. Está emergiendo un nuevo
paradigma que afecta a todas las áreas del conocimiento. La nueva ciencia
no rechaza las aportaciones de Galileo, Descartes o Newton, sino que las
integra en un contexto mucho más amplio y con mayor sentido, en un
paradigma complejo.
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Es evidente que se presenta una implicación en aumento en el entorno de
la complejidad; en la cual se entiende, la sobreabundancia de relaciones, de
posibilidades, de conexiones, de modo que ya no sea posible plantear una
correspondencia biunívoca y lineal de elementos. El problema esencial de
nuestra sociedad es, precisamente, el aumento de su propia complejidad. Lo
que Luhmann (1990), denomina, el aumento de la diferenciación de una
sociedad.
Asimismo, Castro (2007), manifiesta en relación a la complejidad,
replantear nuestra visión del mundo que nos rodea, ahogándonos con sus
infinitas manifestaciones; busca exponer de manera general algunos rasgos
característicos de la complejidad, como tendencia significativa del
pensamiento científico contemporáneo. A diferencia del enfoque analítico y
reduccionista del pensamiento moderno, el pensamiento complejo promueve
una epistemología integradora y sistémica en el estudio de los fenómenos.
De hecho, la complejidad aparece en el siglo XX como respuesta crítica y
alternativa al enfoque que sobre el conocimiento en general, y sobre el sujeto
cognoscente, el objeto de conocimiento, el método y la verdad, en particular,
tiene la modernidad desde el siglo XVII. La complejidad propone abordar los
fenómenos que se muestran caóticos e impredecibles a la luz de las
estructuras de pensamiento con que se les distingue actualmente.
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Para el filósofo francés Edgar Morin (2001), uno de los pensadores más
representativos de las ciencias de la complejidad, manifiesta que lo complejo
es un tejido de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados...,
que presenta la paradoja de lo uno y lo múltiple..., es el tejido de eventos,
acciones, interacciones, retroacciones, determinaciones, azares, que
constituyen nuestro mundo fenoménico.
Así es que, la complejidad se presenta con los rasgos inquietantes de lo
enredado, de lo inextrincable, del desorden, la ambigüedad, la incertidumbre.
De allí la necesidad, para el conocimiento, de poner orden en los fenómenos
rechazando el desorden, de descartar lo incierto, es decir, de seleccionar los
elementos de orden y de certidumbre, de quitar ambigüedad, clarificar,
distinguir, jerarquizar.
Desde esta perspectiva, Romero (2007), indica, que el paradigma de la
complejidad aglutina a científicos de diversos campos de conocimiento en la
conveniencia de adoptar nuevos modelos teóricos, metodológicos, por ende,
una nueva epistemología, permitiéndole a la comunidad científica, elaborar
teorías más ajustadas de la realidad que posibilite, al mismo tiempo, diseñar,
poniendo en prácticas modelos de intervención social, sanitaria, educativa,
política, económica, ambiental, cultural, agroalimentario, entre otros, más
eficaces que ayuden a conducir y regular las acciones individuales y
colectivas.
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De tal manera que, la necesidad de organizar el conocimiento científico,
postulado desde el paradigma de la complejidad, donde la transdisciplinidad
según Morín (2001) manifiesta que, no un sector o parcela sino un sistema
complejo que forma un todo organizador que operan el restablecimiento de
conjuntos constituidos a partir de interacciones, retroacciones,
interretroacciones, constituyen complejos que se organizan de por sí.
En este sentido, Nicolescu (1987), ha manifestado en relación a la
transdisciplinariedad, aquellas disciplina que se sitúa a la vez entre las
disciplinas (interdisciplinariedad), a través de las disciplinas
(pluridisciplinariedad) y más allá de las disciplinas (transdisciplinariedad)
cuya finalidad es, la comprensión del mundo presente a partir de la unidad
del conocimiento. Esta unidad no opera por reducción, como refleja la ciencia
positivista, sino integrando y dando cuenta de la pluralidad, de la diversidad,
de las propiedades emergentes de la realidad.
En resumen, se nos presentan diferentes niveles, en todos los campos,
pero de una realidad especial en los seres vivos, de igual manera, se exigen
otros niveles de la lógica a aplicar, en relación a nuestro caso, una dialógica
transdisciplinaria; todo lo cual nos introduce en el paradigma complejo, pues
como dice Bertalanffy (1981) desde el átomo hasta la galaxia vivimos en un
mundo de sistemas.
De ello, Fernández y otros (2010), establecen nuevos enfoques sobre los
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procesos de producción de conocimiento, en cuanto la interacción del
proceso innovador presenta un escenario donde los límites entre la
generación y aplicación de conocimiento se tornan cada vez más difusas, lo
que esta generando el desarrollo de una nueva visión en torno a la relación
ciencia e innovación bastante diferente a la que predominaba hace algunas
décadas. En este sentido se caracteriza la existencia de un vínculo más
cercano entre ciencia e innovación, producto de la orientación de las
actividades científicas hacía el contexto de aplicación y de la colectivización
de los procesos de producción de conocimiento.
Por consiguiente, tampoco podemos aislar la ciencia de su contexto
social. Porque, hoy día el desarrollo de la ciencia e innovación tiene una
intervención mayor en el porvenir de la humanidad, se transforma el poderío
con las posibilidades maravillosas de la ciencia, pero también con la
posibilidad de destrucción que tienen las armas nucleares. No podemos
entender la historia de la ciencia de un modo aislado, también la ciencia
requiere de los procesos sociales.
Dado que, el saber de la fuerza de la ciencia e innovación, es
incontrolable. Entonces, como lo plantea Morín (2007) tenemos la necesidad
de comprender que el saber, el conocimiento, no es únicamente separar, es
también reunir. Todo esto presupone que se debe hacer una ruptura del
pensamiento, una reforma del conocimiento. No solamente en el campo
científico, a nivel general, todo ser humano o toda sociedad en general.
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Por consiguiente, el conocimiento innovador muestra un carácter tácito,
en cuanto a las diferentes fuentes que motivan, el proceso de aprendizaje,
así la relevancia de la retroalimentación, se caracteriza en un grado de
interacciones de los números de actores e instituciones, donde se refleja la
complejidad y dinámica innovadora, rinda frutos en términos de beneficios
privados y sociales, han sido bien captados en diferentes literaturas
presentada, a través del concepto de Sistema Nacional de Innovación.
2. Cosmogénesis del Sistema Nacional Innovación
Sobre la base de Martínez (2002), donde manifiesta la importancia de la
innovación y el cambio tecnológico, poseen tras el desplome de la corriente
teórica clásica dominante y los nuevos conceptos desarrollados en estos
ámbitos. Por consiguiente, el enfoque de los sistemas de innovación (SI) es
reciente, si bien fue concebido a finales de los años 70, su principal
desarrollo comienza en la década de los años noventa (Freeman, 1987;
Lundvall, 1988; Nelson, 1993).
En este sentido, el sistema de innovación, es de gran ayuda porque hace
posible describir, entender, explicar e influenciar en los procesos de
innovación facilitando la identificación de los factores que dan forma e
influyen sobre las innovaciones. Más aún, Edquist (1997) nota que el
enfoque del SI está basado en la teoría del aprendizaje interactivo
(Lundvall, 1992) y también en la teoría evolucionista del cambio tecnológico
(Saviotti & Metcalfe, 1991).
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Por lo tanto, su estudio y aplicación es, hoy día, una de las principales
preocupaciones de las organizaciones internacionales como la Unión
Europea Comisión Europea, (2000). Este mismo concepto se puede aplicar
a una determinada región de un país. Tal como dice (Autio 1996) la mayor
homogeneidad en la identidad sociocultural en un espacio regional y la
mayor proximidad de los actores que facilita las relaciones personales de
carácter informal, dan a estos sistemas ciertas especificidades con relación
a los nacionales.
Una aportación interesante al concepto de (SI), es la propuesta del
denominado “El Trianguló de Sábato” de Sábato y Botana (1968). Es el
modelo más elemental y universalmente aceptado de política científico-
tecnológica. El modelo del trianguló postula para la existencia de real de un
sistema de Ciencia y Tecnología, es necesario que el gobierno,
conjuntamente con la edificación de la parte científico-tecnológica, el sector
productivo, esté relacionado fuerte y permanentemente. Los autores,
reconocen el importante papel que le corresponde a la investigación
científica y tecnológica en las transformaciones de la sociedad. Las ideas
de Sábato y Botana surgen en plena vigencia del modelo lineal y
representan una visión muy adelantada de lo que luego pasa a definirse
como Sistema Nacional de Innovación (SIN).
De tal manera, el trianguló también es el modelo más simple y
transparente de dependencia tecnológica; mientras más fuertes sean las
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relaciones externas, más débiles o inexistentes serían las inter e intra-
relaciones y más se demorará el país en la disminución de su dependencia.
Quizá la diferencia más sobresaliente con respecto a los SNI, está dada por
quién define los contenidos de los vértices del triángulo. Según los autores,
los vértices están caracterizados por aspectos funcionales más que
institucionales, a diferencia de lo que plantean muchos trabajos de los SNI.
Además de ofrecer una perspectiva que toma en cuenta múltiples actores
sociales, permite superar la contraposición esquemática entre Estado y
mercado, destacando la importancia de una variedad de aspectos, no sólo
económicos sino también políticos, institucionales, culturales, llevando la
atención hacia ciertos procesos concretos de interacción entre actores y
organizaciones, ofreciendo así un marco general para su estudio.
Desde esta perspectiva, Ruiz (2007), indica que se ha hecho entonces
necesaria la aplicación de un enfoque sistémico para entender las
relaciones entre ciencia, tecnología, innovación, desarrollo socioeconómico,
de hecho no existe una relación unidireccional sencilla entre la producción
de conocimiento, la absorción de conocimiento, como aspectos de un
sistema de innovación. Ha nacido el concepto de Sistema Nacional (o
regional o sectorial) de Innovación el cual incluye a todos los actores y
actividades de la economía en los procesos de producción, absorción de
conocimiento, necesarios para que tenga lugar la innovación industrial y
comercial, que conduzca al desarrollo económico.
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Ahora bien, el Sistema Nacional de Innovación (SNI), modelo interactivo
de creación, uso del conocimiento en el cual participan los diferentes agentes
relacionados con la producción y el desarrollo tecnológico, resulta del
reconocimiento de la necesidad de estudiar los procesos de innovación bajo
una visión sistémica, de la importancia atribuida al contexto institucional al
factor organizacional en el aprendizaje difusión de tecnologías. El término fue
usado por primera vez por Lundvall.
La primera definición de este sistema, sugerida por Freeman, lo
identificaba con la de red de instituciones en el sector público y privado cuyas
actividades e interacciones inician, importan, modifican, difunden nuevas
tecnologías; el SNI es analizado desde diversos ángulos, sobre la base de
distintas experiencias nacionales. Al mismo tiempo, el concepto de SNI se
fue extendiendo del mundo académico al de los hacedores de política.
Si nos remitimos al concepto definido por Lundvall (1992), Sistema
Nacional de Innovación,...los actores y elementos, los cuales interactúan en
la producción, difusión y uso del nuevo conocimiento económicamente
utilizable... el cual se localiza u origina en el centro o en las fronteras de un
estado".
Es por ello, que los actores de la innovación y en particular sus
articulaciones, se han convertido en el punto central del estudio de los
sistemas nacionales de innovación. Un sistema de innovación, como señala
Cimoli y Dosi (1994), Johnson y Lunvall (1994) y Cimoli (2000), se integra de
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dos estructuras básicas: la de producción y la institucional. Estas estructuras
se constituyen como un todo sistemático, en donde la innovación es
considerada como un proceso interactivo que vincula a los agentes del
sistema.
En este sentido, Castro y Fernández de Lucio (1995), indican los
elementos o agentes que conforman un sistema nacional de innovación,
estableciéndolos en los siguientes:
Entorno científico; las universidades, instituciones con capacidad
tecnológica, con o sin fines de lucro, los centros públicos de investigación
y desarrollo. Los establecimientos de formación y enseñanza.
Entorno productivo: los mecanismos de financiación, los centros y
laboratorio de I+D+I, incluyendo los recursos de innovación de las
empresas.
Entorno tecnológico: los organismos gubernamentales conjuntamente
con la coordinación con las empresas, son los encargados de la
promoción y control de actividades científicas y tecnológicas.
Es decir, para que pueda considerados un sistema innovación, debe
relacionarse entre sí, todos los entornos: productivos, científico, tecnológico
financiero.
Cabe destacar, en Venezuela a nivel jurídico, está dada por medio de la
Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI) creada en el
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2005, luego reformada en 2010, donde en su artículo 3, los actores que
integran el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, son:
1. La Autoridad Nacional con competencia en materia de ciencia,
tecnología, innovación y sus aplicaciones, sus órganos y entes adscritos.
2. Todas las instituciones, personas naturales y jurídicas que generen,
desarrollen y transfieran conocimientos científicos, tecnológicos, de
innovación y sus aplicaciones.
3. Los ministerios del poder popular que comparten, con la autoridad
nacional con competencia en materia en ciencia, tecnología, innovación y
sus aplicaciones, las condiciones sociales científicas, y tecnológicas para la
implementación del Plan de Desarrollo Económico y Social.
4. Las comunas que realicen actividades de ciencia, tecnología,
innovación y sus aplicaciones.
De tal manera; que desde el enfoques teórico, jurídico, los actores de un
sistema nacional de innovación estaría constituido de la siguiente manera:
entes gubernamentales, entidades financieras, bancarias, empresas
públicas o privadas que se encuentran en diferentes área de producción, el
académico integrado por instituciones de educación superior, así como,
centros de investigación, laboratorio, colectivos organizado a nivel
sociedad, así como investigadores acreditados y no acreditados.
Dado que, los sistemas nacionales de innovación dentro del debate
internacional también se abordan desde perspectivas locales, regionales,
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transnacionales. Al respecto Johnson, Lundvall (1994), señalan, que un
argumento contra los sistemas nacionales de innovación, señalas procesos
más importantes de aprendizaje interactivo y de retroalimentación entre
usuarios y productores, así como, las relaciones entre industrias,
universidades, no son más intensivos dentro que fuera de una nación. Según
esta perspectiva, el proceso de innovación puede considerarse
eminentemente local o transnacional.
Los sistemas locales, con su dinámica propia, se introducen en redes
globales y las fronteras nacionales no afectan de manera significativa ese
proceso. Esto, a juicio de los autores, nos da un verdadero panorama del
proceso de innovación. Su carácter interactivo lo hace depender del entorno
social y cultural, el cual suele cambiar drásticamente al cruzar las fronteras
nacionales. Sin embargo, se debe admitir que el cambio es mayor entre
ciertas naciones. Los análisis empíricos determinan que si un sistema
nacional de innovación es fuerte o débil en relación con sistemas locales,
regionales.
Del otro lado de la balanza se hallan tecnologías complejas con una base
científica sistemática muy débil y cuyo avance técnico obedece al
aprendizaje práctico que entraña un gran conocimiento tácito y específico.
Las empresas con un respaldo nacional débil, tanto de relaciones en red
como de conocimientos específicos, no podrán competir en esas áreas.
Además, en la medida en que participen cada vez más en proyectos
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transnacionales de cooperación, las empresas con amplio acceso a los
recursos nacionales de conocimientos pueden subestimar su importancia.
Sin embargo, también pueden existir sistema locales coherentes, fuertes
en el sistema nacional, algunos pueden ser internacionales. Estos sub
sistemas pueden estar apenas interrelacionados, aun así ser responsables
de la mayoría de las innovaciones en una economía, en cuyo caso sería
imposible comprender el proceso de innovación sólo desde el punto de vista
del sistema nacional. Por tanto, se debe subrayar que la mayor importancia
que se da al sistema nacional no excluye el análisis de los sistemas de
innovaciones locales, regionales y transnacionales.
Con base a lo expuesto, Maillat, y otros (1992), establecen que un
sistema local de innovación, está formado por una red de actores locales y
por las relaciones que configuran el sistema productivo, donde los agentes
económicos, sociales, políticos e institucionales poseen formas específicas
de organización y regulación, teniendo cultura propia y generando una
dinámica de aprendizaje colectivo. El concepto de sistema local de
innovación tiene tres características específicas clave (Vázquez, 1999):
Hace referencia a un territorio concreto, que aunque no tenga
fronteras específicas forma una unidad.
Los actores locales establecen vínculos de cooperación e
interdependencia.
Este contiene procesos de aprendizaje colectivo.
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En tal sentido, en un sistema local de innovación, contribuyen al
entorno local esencialmente. Conceden una estructura productiva
diversificada, formando a talento humano calificados, como elemento más
importante, en cuanto al saber conjuntamente con el colectivo, la cual es la
base de cualquier dinámica local.
Sin embargo Rodríguez (2008), indica que, en el ámbito
Latinoamericano, las comunidades locales han pasado por un fuerte proceso
de aprendizaje sobre el fenómeno de ajuste, de la reestructuración
productiva, teniendo de basamento la gestión desarrollada en la ciencia, la
tecnología. Ante problemas como el desempleo, caída de la producción,
pérdida de mercados, los gestores públicos se plantean la necesidad de
mejorar la respuesta local a los desafíos que significa el aumento de la
competitividad, la demanda.
Es conveniente resaltar que los organismos avocados en Venezuela al
Sistema Nacional de Innovación, es el Sistema Nacionales de Ciencia y
Tecnología, e Innovación donde se ha ido adaptando a los cambios
establecidos en el desarrollo científico, tecnológico nacional, enmarcado en
el Plan de la Patria “Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y
Social de la Nación” 2013-2019, y el primer plan de la Nación denominado
“Simón Bolívar” (1999- 2013) que bajo esos lineamientos generales con un
enfoque prospectivo se establece el Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación, 2005-2030.
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En este sentido, a partir de 1999, se establece en las políticas públicas el
ingreso del (SIN) en la “sociedad del conocimiento” y de adaptarse a los
nuevos enfoques de ciencia y tecnología en la organización y la producción,
con criterios de equidad social. En la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en su Artículo 110, indica “El Estado reconocerá el
interés público de la ciencia, la tecnología, el conocimiento, la innovación y
sus aplicaciones y los servicios de información necesarios por ser
instrumentos fundamentales para el desarrollo económico, social y político
del país”.
Adicionalmente, la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación
(LOCTI, 2010), establece el objetivo de “desarrollar los principios
orientadores que en materia de ciencia, tecnología e innovación, establece la
Constitución”, organizar el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación (SNCTI) y “definir los lineamientos que orientarán las políticas y
estrategias para la actividad científica, tecnológica y de innovación”. En este
sentido, el sistema local de innovación facilita la socialización entre los
diferentes entornos que la integran, de esta manera permite una
comunicación fluida, así como poder compartir una visión de futuro.
Tanto el Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria de
Ciencia y Tecnología (MPPEUCT), al igual que otras instituciones de
carácter científico, tecnológico tales como: Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICIT), Centro Nacional de
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Tecnología de Información (CNTI), Fundación Venezolana de Promoción del
Investigador (FVPI), el Fondo Nacional de Ciencia, tecnología e Innovación
(FONACIT), procuran establecer avances tecnológicos bajo el marco legal
que establece la Ley Orgánica de Ciencia y Tecnología. Es allí donde se
demuestra la interrelación entre distintos organismos, cuyo único objetivo es,
el desarrollo de la tecnología en el campo empresarial o industrial.
No obstante, en el Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y
Social de la Nación 2013-2019, cuenta con cinco objetivos para la nación:
Defender, expandir y consolidar el bien más preciado que hemos
reconquistado después de 200 años la Independencia Nacional.
Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI, en
Venezuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del
capitalismo y con ello asegurar la mayor suma de seguridad social,
mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad para
nuestro pueblo.
Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y
lo político dentro de la Gran Potencia Naciente de América Latina y el
Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en Nuestra
América.
Contribuir al desarrollo de una nueva Geopolítica Internacional en la
cual tome cuerpo un mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr
el equilibrio del Universo y garantizar la paz planetaria.
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Preservar la vida en el planeta y salvar a la especie humana.
Bajo estos parámetros y con una visión focalizada el primer objetivo, se
refiere al conjunto de objetivos nacionales, estratégicos, que va en relación a
orden políticos, económico, social, cultural, tecnológico, cuyo alcance
permitirá sentar las bases de la irreversibilidad de la soberanía nacional, sin
ese objetivo es imposible el logro de los otros cuatro. Para ello, la unidad de
los trabajadores, pequeños y medianos productores del campo y la ciudad,
así como, demás sectores sociales del país, es condición indispensable.
Asimismo, se plantea preservar la soberanía sobre nuestros recursos
petroleros en particular, naturales en general. Lograr la soberanía
alimentaria, la capacidad científica-tecnológica, que se encuentra vinculada a
las necesidades de la comunidad desencadenando nuestro potencial agro-
productivo, será otro de los objetivos estratégicos.
Es por ello, que esta investigación constituye un significativo aporte para
la concreción de estrategias de cambio en el mundo innovador y
agroalimentario, en el conglomerado de actores vinculados al sistema
nacional de innovación, en los próximos tiempos, mediante el impulso de
procesos endógenos de transformación compleja como solución para
adaptarse al futuro. En consecuencia, constituiría un aporte al saber colectivo
sobre la contribución de los sistemas local de innovación para el circuito
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agroalimentario, en función del nivel de sistematización y organización del
conocimiento a generar.
En tal sentido, se debe desarrollar y consolidar el sistema local de
innovación, debiendo ser prioritario para el gobierno que, a través de
Políticas de Estado, debe dinamizar las diversidades de ramas de sector
productivo, académicas y gubernamentales. No olvidemos que sin
innovación, jamás alcanzaremos la tan ansiada competitividad; lo que a su
vez permitirá generar una ventaja competitiva.
De tal manera, el sistema local de innovación, exige el conocimiento de
ciertos temas específicos: en cuanto a investigación, formación, e industria,
la innovación, los mercados de tecnologías, las regulaciones del trabajo de
investigadores y personal científico-técnico, entre otros; los cuales se
encuentran ausentes en los incipientes mecanismos de intervención
tecnológicas, asumidos por la gerencia pública local.
De hecho, un sistema local de innovación para el circuito
agroalimentario, proviene de la necesidad de analizar, conocer, interpretar e
interrelacionar todos los elementos de producción y transferencia de
conocimiento por parte de los actores que conforman en el municipio Colon,
estado Zulia.
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3. Macrocosmos del circuito agroalimentario
Las actividades agroalimentarias, son fuente de alimentos para satisfacer
las necesidades, tanto nutricionales de la sociedad, como de insumos para la
agroindustria. Para comprender la importancia de estas actividades en la
estructura científica - tecnológica del país, es necesario estudiarla desde una
perspectiva integral, sistémica, permitiendo observar, valorar, los problemas
del sector que se encuentran presentes en los diferentes elementos del
sistema en un momento determinado. Para ello, la problemática
agroalimentaria debe ubicarse desde la dimensión socioeconómica,
científica, tecnológica, tomando muy en cuenta el marco tanto nacional como
local. De allí, que el circuito sea el enfoque o instrumento pertinente para
comprender el comportamiento de los diversos agentes que participan en el
sistema, sus interrelaciones y los enlaces que establecen entre sí.
En este sentido, el circuito agroalimentario se identifican los agentes o
actores que intervienen en el proceso de aumentar el valor agregado de un
rubro, desde la producción primaria hasta el consumo final. En todo caso, el
circuito, es un instrumento metodológico que permite diseñar la política
agroalimentaria del país.
Es por ello, que el circuito agroalimentarios se ha convertido en una
herramienta valiosa para reflejar realidades que se viven en un espacio y un
tiempo determinado, partiendo de las capacidades productivas generadas en
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una localidad, una región o un país, primordialmente con la finalidad de
satisfacer las necesidades de sus habitantes.
La alimentación, es considerada prioritaria y vital, destacándose entre
todas las que tenemos los seres humanos. Aprovechando como fortalezas
las condiciones naturales de estos espacios geográficos, logrando vencer las
vicisitudes que se presentan, construyendo nuestras historias de vida, en los
diferentes lugares y las épocas que correspondan; tenemos la
responsabilidad de seguirlo haciendo ya que son actividades cíclicas y de allí
el nombre de circuito agroalimentario.
Malassis (1979), manifiesta que a lo largo del sistema alimentario de un
país, interactúan una cantidad numerosa y heterogénea de actores, tales
como: productores, comercializadores de insumos, equipos, maquinarias,
prestadores de servicios, agroindustriales, transportistas, exportadores e
importadores, consumidores, gobierno, organismos multilaterales, entre
otros, que son agentes económicos, cuya conducta y características es
necesario conocer, si se desea tener éxito con la instrumentación de políticas
agroalimentarias. Por otra parte, Malassis (1986), establece que el circuito
agroalimentario comprende el itinerario de un producto o grupo de productos
en el seno del aparato agroalimentario.
Asimismo, dicho circuito agroalimentario para uno o un grupo de productos
estrechamente interrelacionados por sus características particulares; permite
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detectar los obstáculos o debilidades en cada nivel de desarrollo, así como,
las relaciones e interacciones entre las actividades y actores que las
ejecutan, lo cual facilita el diseño de políticas e intervenciones al nivel de
cada componente específico o para su totalidad y/o para un área geográfica
determinada.
Para Mora (2007), cada uno de los diferentes circuitos agroalimentarios,
está constituido por actores o grupo de individuos, personas naturales o
jurídicas tales como; campesinos o agricultores, ganaderos, transportistas,
comerciantes, consumidores, empresas, cooperativas, asociaciones de
productores, organismos públicos o privados, entre otros.
No obstante, el basamento legal en cuento al circuito agroalimentario, lo
constituye la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su
artículo 305, referido a garantizar la seguridad alimentaria de la población, y
el 306, referido a promover el desarrollo rural integral, además la Ley de
Tierras y Desarrollo Agrario venezolana promulgada en el 2001, siendo uno
de sus objetivos, establecer las bases del desarrollo rural integral y
sustentable, con la finalidad de incrementar la productividad de la tierra,
persiguiendo la equidad, la justa distribución de la misma, para garantizarle
a las generaciones presentes y futuras la oferta de alimentos sanos
componentes de la dieta balanceada, que por derecho todo individuo debe
acceder.
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Ahora bien, Useche (2014), manifiesta que el propósito principal de la
Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, es desarrollar una producción agraria
en función de las necesidades agroalimentarias que demanda la población
venezolana; dejar a un lado la dependencia externa para la oferta de
alimentos, teniendo para ello como premisa la eliminación del latifundio a
través de una adecuada redistribución de las grandes extensiones de
terreno ocioso que existen en el territorio nacional.
Asimismo, la Ley Orgánica de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria
promulgada en mayo de 2008, desde su ámbito de aplicación contempla las
actividades ejecutadas en el territorio nacional, relacionadas con la garantía
de la seguridad y la soberanía agroalimentaria, tales como, la producción, el
intercambio, distribución, comercialización, almacenamiento, importación,
exportación, regulación, control de alimentos, productos y servicios
agrícolas, así como, de los insumos necesarios para su producción.
Definiendo en el artículo 4º. La soberanía agroalimentaria, como el
derecho inalienable de una nación a definir y desarrollar políticas agrarias y
alimentarias apropiadas a sus circunstancias específicas, a partir de la
producción local y nacional, respetando la conservación de la biodiversidad
productiva y cultural, así como la capacidad de autoabastecimiento
priorizado, garantizando el acceso oportuno y suficiente de alimentos a toda
la población.
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En su artículo 5º define la seguridad agroalimentaria, como la capacidad
efectiva que tiene el Estado, en corresponsabilidad con el sector
agroalimentario nacional, para garantizar a toda la población, la
disponibilidad, acceso, intercambio, distribución equitativa de los alimentos
de manera estable, que aseguren las condiciones físicas, emocionales
adecuadas para el desarrollo humano integral y sustentable, considerando
el intercambio, la complementariedad, la integración económica entre los
pueblos y naciones como elemento esencial que garantiza el derecho a la
alimentación.
En el artículo 6º define la cadena agroalimentaria como el conjunto de los
factores involucrados en las actividades de producción primaria,
transformación, conservación, almacenamiento, transporte, distribución,
comercialización y consumo de alimentos.
Además en el Título V rige La Investigación y Educación en Materia
Agroalimentaria, la investigación en el capítulo I y la Educación en el
capítulo II, en materia agroalimentaria constituyen un indispensable
complemento en las relaciones de producción y consumo asociadas a la
alimentación humana. De allí que se preste especial atención a estos
aspectos en el Decreto con Rango, Valor y Fuerza de esta Ley Orgánica. La
promoción e incentivo de la investigación y la celebración de convenios con
organizaciones especializadas responden a una intención clara del Estado
31
de propiciar la optimización de la calidad de los alimentos producidos en el
país.
Por consiguiente, la potencialidad de un territorio está ligada también a la
forma como se establecen las lógicas de localización, a los incentivos que
encuentran los sectores productivos y los inversionistas en términos de las
ventajas por localización. Así como, Baucher (2006), indica que estas
pueden estar determinadas por la proximidad a los mercados finales, a los
factores de producción, a las materias primas, a la oferta de mano de obra,
a la existencia de clusters productivos, a la institucionalidad, a la fluidez de
los encadenamientos o al aprovechamiento de otras externalidades menos
identificables pero reconocibles en el espacio territorial.
En este sentido, se ha establecido numerosa investigaciones que han
surgido para fortalecer los sistemas productivos conformando, de esta
manera redes locales de unidades de producción y agroindustriales,
apoyándose sobre dinámicas territoriales e institucionales con fuertes
interacciones entre territorios, innovación y calidad de productos.
4. Microcosmos del contexto explorado
La Zona Sur del Lago está conformada por los estados Zulia, Mérida,
Táchira y Trujillo. El Municipio Colón se encuentra ubicado al extremo Sur
del Lago de Maracaibo, limita por el Norte con el Lago de Maracaibo y el
Municipio Catatumbo, por el Sur con los Estados Mérida y Táchira, por el
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Este con el Municipio Francisco Javier Pulgar y por el Oeste con el
Municipio Catatumbo. Posee una superficie de 3.470 Km2., lo cual
representa un 6,88% de la superficie total del territorio regional. Se divide
en cinco (05) parroquias: San Carlos del Zulia, El Moralito, Santa Bárbara
de Zulia, Santa Cruz del Zulia y Urribarrí. Se localiza a una altura de unos
10 m.s.n.m., con una precipitación media anual cercana a los 2.000 mm.
La población del Municipio Colón, según proyecciones del INE 2009, es
de 140.215 habitantes, distribuidos en 5 parroquias. Esto representa el 3,73
% de la población total del estado Zulia. La densidad poblacional es de 41,6
habitantes por kilómetro cuadrado aproximadamente. En la Figura 1 se
muestra mapa político territorial del Municipio Colón.
Figura 1. Mapa Político Territorial del Municipio Colón Fuente: Corpozulia (2011)
El municipio Colón, es reconocido ampliamente en Venezuela por su
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elevado potencial productor de rubros agropecuarios como plátano, leche,
carne, queso, cambur, parchita, lechosa, palmito, tomate, pimentón y palma
africana.
Según Mora (2007), allí se producen, entre otros rubros, más de un
millón de litros de leche diarios (casi 25% del total nacional), 20% de la
carne bovina y 70% de la producción de plátano. La independencia de
insumos alimenticios foráneos, junto con la elevada calidad nutritiva y
organoléptica de los productos generados en forma competitiva, se ha
unido al uso de tierras originalmente no aptas para producción vegetal,
incluyendo el desarrollo de la frontera, lo que hace de la producción de
bovinos una actividad estratégica desde el punto de vista agroalimentario.
El Municipio, cuenta con instituciones educativas en los diferentes
niveles y modalidades que ofrece el estado venezolano, y el sector privado
en el sistema de educación que van desde la etapa inicial, así como,
primaria, media general, técnica y universitaria. Desde el 8 de mayo de año
2000, en el municipio Colón se crea la Universidad Nacional Experimental
Sur de Lago (UNESUR) "Jesús María Semprum", según Decreto
Presidencial N 819 publicado en la Gaceta Oficial N 36945. Esta se
encuentra ubicada en la Avenida Universidad, Campus Universitario,
Hacienda la Glorieta. Santa Bárbara de Zulia, estado Zulia.
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En este contexto, la UNESUR, se ve influenciada por los cambios que
ocurren en los ámbitos académico, cultural, económico, tecnológico,
agroalimentario, político y social, lo cual repercute en las innovaciones
locales de los actores que la conforman, ya que estos desde su perspectiva
le otorgan significación y sentido.
En este sentido, la UNESUR, cuya misión principal, es la formación
profesional en las diferentes disciplinas del saber, bajo criterios de alta
calidad y excelencia, así como, la interacción con la comunidad,
contribuyendo de esta manera al pleno desarrollo de la persona humana e
investigaciones y el mayor bienestar para la sociedad en función de sus
valores trascendentales y sus necesidades.
5. Interrogantes y propósitos del acontecer complejo
5.1. Pregunta del acontecer complejo
Una vez formulada la intencionalidad, se hace preciso formular la
pregunta de investigación con criterios de consistencia y pertinencia. De
manera general la interrogante se precisa como: ¿Cómo será el sistema
local de Innovación para el circuito agroalimentario, desde una perspectiva
compleja, en el municipio Colón?
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5.2. Propósito del acontecer complejo
Construir lineamientos teóricos sobre el sistema local de innovación para el
circuito agroalimentario, desde una perspectiva compleja
6. Cosmovisión del Sistema local de innovación
En este punto, la calidad de vida de las personas se encuentra
relacionada al circuito agroalimentario, el tema de la innovación es esencial,
para el cumplimiento de las etapas de investigación y generación de
tecnologías; de tal manera en el municipio Colón, estado Zulia, la innovación
se observa de manera limitantes en cuanto a nivel de desarrollo.
De tal manera, se presenta dificultades en circuito agroalimentario
relacionado con las unidades de producción familiares, poseen un menor
acceso a éstas, debido a las barreras económicas entre otras.
Sin embargo, Tarride (1995), manifiesta que el deterioro de los
ecosistemas, la diversidad de los problemas de salud, el crecimiento de las
ciudades, los cambios de los sistemas productivos, son ejemplos de
situaciones de creciente complejidad que demandan nuevas formas de
enfrentamiento científico tecnológico, con el objetivo de otorgarnos mejor
calidad de vida. Este desafío, nos motiva a tratar los problemas en términos
de problema típico de sistema (Bertalanffy, 1987); En este sentido Pagels
(1989, p. 12) expresa:
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"La ciencia ha explorado el macro y el microcosmos, tenemos una idea más o menos clara de la disposición de la Tierra. La gran frontera sin explorar es la complejidad. Los sistemas complejos incluyen el cuerpo y sus órganos, especialmente el cerebro, la economía, los sistemas de población y evolución, el comportamiento animal, las grandes moléculas, todos ellos objetos muy complicados. Algunos de estos objetos se pueden simular con un ordenador y se pueden modelar de forma bastante precisa; otros no pueden simularse de forma más sencilla que el sistema mismo. Los científicos, en este nuevo esfuerzo interdisciplinar, han comenzado a enfrentarse a los sistemas complejos y, de forma destacada, están entendiendo cómo la complejidad puede surgir de la simplicidad. Por ejemplo, los autómatas celulares, un conjunto artificial de puntos en una pantalla que se organizan a sí mismos de acuerdo con reglas definidas y simples, son ejemplos de un comportamiento complejo que surge de la simplicidad. ... Toda lo que existe puede verse como sistemas complejos construidos a base de componentes simples".
En este sentido, en la llamada sociedad de conocimiento, es necesario
comprender en todas sus implicaciones que interviene en el saber, para las
posibles soluciones a problemas concretos, para ampliar el horizonte de
acción humana, con el conocimiento aplicado a los diversos aspectos de la
realidad.
De manera que, se requiere consolidar, fomentar los aspectos
intelectuales, culturales, sociales, técnicos del entorno, a través de las
universidades, de los centros de investigación, a fin de propiciar entre
académicos e investigación, y espacios de colaboración entre las sociedad
colonesa. Por esta razón, se buscan un sistema local de innovación, que
permita el desarrollo de la innovación a través de la transferencia y aplicación
de tecnologías en el circuito agroalimentario, dado un papel más activo en la
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sociedad colonesa, convirtiéndola en impulsadora del proceso de cambios en
el eje del desarrollo económico, social y cultural.
Por consiguiente, se establece el sistema local de innovación el centro de
la comunidad colonesa, como políticas para el avance en la investigación,
desarrollo, dado que, las universidades y centro de investigación, el sector
productivo, la sociedad colonesa, están absorbiendo una nueva función, en
cuanto a la explotación, uso, aplicación, generación del conocimiento.
En este contexto, Ferrer (2000), indica que resulta complicado establecer
un juicio exacto sobre la situación real del ámbito agroalimentario, debido
fundamentalmente a su extensión, a su heterogeneidad. No obstante, los
componentes fundamentales del sistema local de innovación se encuentran
establecidos, mediante política de estado, en la cual no hay una clara
interrelación entre ellos, condición esencial para poder asentar las bases del
sistema.
Con bases en la situación, Hidalgo (2005), define transferencia en la
acción de difundir la innovación entre todos los elementos del sistema; para
el sistema local de innovación, trasferencia del conocimiento, son parte de su
actividad y tarea sustantiva, en consecuencia, la adopción de sistemas
fácilmente comprensibles y comparables permite transitar del deseo a los
hechos en materia de trasferencias de conocimientos, para promocionar el
empleo y la ocupación.
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Está acotada visión acerca de los sistemas locales de innovación para el
circuito agroalimentario en el municipio Colón, estado Zulia, da cuenta de la
creciente importancia del estudio de los procesos de innovación a través de
los sistemas. De hecho, este análisis y modo inductivo de trabajo basado
sobre hallazgos empíricos ha conducido al mayor progreso con respecto a
nuestro conocimiento acerca de los procesos de innovación; Velázquez
(1996), reconoce ampliamente que el crecimiento económico y el bienestar
social se basan en el buen funcionamiento de los mismos sistemas, en los
que todos los actores deben funcionar bien.
Dado que, la importancia de contar con una conceptualización del sistema
local de la innovación, radica en que permite observar la forma en que se
satisfacen las necesidades en términos de revolución tecnológica, al alcance
e incidencia de las políticas públicas y privadas en el proceso innovador para
el circuito agroalimentario. Si bien, la generación de nuevo conocimiento, la
transferencia tecnológica y la innovación son factores determinantes en el
crecimiento de la economía del municipio, no es simplemente la creación de
nuevo conocimiento lo que cuenta, sino el flujo de tal conocimiento de los
productores a los usuarios y las capacidades de los mismos para absorber y
transferir dicho conocimiento.
Por otra parte, la innovación, la transferencia dentro del sistema local de
innovación en el circuito agroalimentario del municipio Colón, estado Zulia,
dará como resultado un proceso interactivo, colectivo dentro de una red de
conexiones del circuito agroalimentario las cuales evolucionan con el tiempo.
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En cuanto a la cooperación, el conocimiento es el papel fundamental a su
naturaleza sistémica e interactiva, en relación a los vínculos entre el sistema
de producción de conocimientos, de bienes, en consecuencia, la relación
entre la ciencia, actividad productiva agroalimentaria del municipio Colón,
estado Zulia es menos sistémica, más casual.
De esta manera, la creación y acumulación de conocimiento no está
decidida solamente por las unidades que se encuentra dentro del circuito
agroalimentario, éstas no se encuentran influenciadas por otras
agroindustrias e instituciones creadoras de conocimiento. No obstante, si
bien la cooperación del sistema local de innovación-circuito agroalimentario,
conlleva una serie de ventajas potenciales al permitir a las organizaciones
acceder al capital humano, acceder a los resultados de la investigación,
obtener beneficios financieros, organizacionales o institucionales, dichas
relaciones no se encuentran exentas de ciertas restricciones.
En este sentido, se presentan diferentes vías o formas de interactuar en
las organizaciones del circuito agroalimentario, dentro de un sistema local de
innovación, a través de la transferencia tecnológica o de conocimiento. La
elección de una u otra dependerá del circuito, del escenario de cada
localidad, del tipo de tecnología o conocimiento a transferir; sobre esta base,
tanto el ámbito científico como el ámbito agroalimentario además de conocer
la utilidad de dichos mecanismos, deben conocer cuál es su papel dentro de
esta dinámica de los procesos de creación de conocimiento y de innovación.
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Su ámbito de actuación, se expresa en la conformación de la estructura
del sistema y el tipo de acciones que dichos elementos deben desarrollar en
la política municipal. De manera se establecer alianza público y privada en
cuanto impulsar el proceso de innovación tecnológica, para acelerar el
desarrollo socioeconómico de la comunidad colonesa, facilitando el manejo
del conocimiento entre las instituciones generadoras y aquellas otras
usuarias o transformadoras del conocimiento sistema local de innovación.