8/19/2019 Lo Incorrecto de Lo Correcto
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Lo incorrecto de lo correcto
He encontrado en diversos medios y sobre todo en las redes sociales, una
cantidad impresionante de tutoriales, consejos, “tips” y hasta estrategiascompletas para enseñar a los niños pequeños a tomar el lápiz de manera
“correcta”. En cierta ocasin, en una reunin con la !amilia de uno de los pequeños
de nuestro laboratorio pedaggico llam mi atencin que la maestra argumentaba
que le preocupaba que el niño “no sab"a tomar correctamente el lápiz”, en el
momento no quise restar autoridad a la docente en mi calidad de directora, sin
embargo me dej mucho qu# pensar.
$i uno introduce la !rase “utilizar correctamente el lápiz en google” aparecen más
de %&,'(( resultados e incluso en algunas de las “entradas” que pueden
encontrarse hay quien a!irma, docta y categricamente, que aprender a tomar
correctamente el lápiz )es decir con el pulgar y el "ndice y a unos *&%+ es algo tan
importante que determinará la correcta escritura de los niños. -levo más de &(
años en la docencia, he tenido oportunidad de trabajar con niveles iniciales hasta
pro!esionales y postgraduados y en toda esta trayectoria he podido observar que
muchos de los docentes, incluso, toman el lápiz de maneras di!erentes, no todos
se sienten cmodos con ese “agarre” estandarizado y no por ello escriben mejor o
peor que sus compañeros. Hay tambi#n quienes tienen un “correcto” agarre del
lápiz y resulta imposible entender los jerogl"!icos que dibujan entonces/ En qu#
punto a alguien se le ocurri que slo e0ist"a una 1nica !orma correcta de tomar el
lápiz/ Este, desde luego es un simple ejemplo pero llama poderosamente miatencin el hecho de que miles de docentes de educacin inicial o preescolar
utilicen horas enteras para “amaestrar” a los estudiantes en este que pareciera el
“arte oculto” de la escritura, mientras cada vez menos personas )y esta es una
tendencia real utilizan un lápiz para escribir en la vida adulta cotidiana, en el
trabajo o en la escuela superior y peor, cuando no e0iste evidencia alguna de que
ese mentado “agarre” determine la destreza motriz en ning1n ámbito del desarrollo
in!antil.
Esta tendencia a estandarizar el conocimiento, de cali!icar a la ligera de “correcto
o incorrecto” cierto procedimiento o t#cnica, de !orzar a nuestros niños a utilizar una 1nica !orma pareciera algo inocuo pero en realidad es la !orma en que
abrimos la puerta de la domesticacin, as" empezamos a contener de manera
sistemática su capacidad de crear, de inventar, de imaginar y de romper
paradigmas. 2hora, en esta nueva realidad que nos ha asaltado sin previo aviso,
donde las reglas del juego han cambiado y la subsistencia depende de nuestra
capacidad de “innovacin” quienes pueden desarrollar un pensamiento lateral, los
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más creativos y quienes están dispuestos a ser disruptivos son quienes tienen
acceso a los mejores puestos de trabajo, pero seguimos !ormando niños y jvenes
dentro de la lgica de la estandarizacin, 3uien, en este punto, podr"a de!ender
el discurso de que estamos preparando a nuestras generaciones jvenes para el
!uturo/ -os estamos convirtiendo en reproductores de estándares, de normas, de
camisas de !uerza que lo 1nico que consiguen es proveerlos de puestos de trabajo
de segunda, mano de obra barata que tiene que esperar indicaciones de los altos
mandos para poder !uncionar. 3uizá esto sea en realidad lo menos grave, pues en
esta estandarizacin les estamos negando la posibilidad de construir nuevo
conocimiento, no slo para el uso com1n o para esta visin utilitaria y mercantilista
que rige este mundo dominado por el capitalismo voraz y los mercados, sino que
los desprovee de la m"nima capacidad de en!rentar su relacionalidad, sus
problemas cotidianos, de sobrepasar obstáculos m"nimos y de construir una vida
satis!actoria y plena.
4ensar que la escuela slo sirve para capacitar mano de obra es concederle muypocas !acultades, ciertamente, pero creer que la escuela puede todo sola tambi#n
es e0tralimitarse. -a escuela deber"a tener la capacidad de reinventarse,
replantearse, empezar a determinar sus l"mites y no tiene que hacer las grandes
“re!ormas estructurales”, tal vez slo deberemos, como educadores, empezar por
descubrir estas pequeñas reproducciones inconscientes, cotidianas, que nos
roban la vida y arrancan el !uturo de nuestros estudiantes. 5 t1 te has puesto a
pensar en todos los sinsentidos que sigues reproduciendo en tu aula/ 6e invito a
compartir tu e0periencia a este respecto, espero tus comentarios aqu" o en mis
redes sociales. 7n mundo de abrazos.
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