INMIGRACIÓN EN LA CIUDAD DE BUENOS
AIRESPor los alumnos de 6º A
LA INMIGRACION EN LA LA INMIGRACION EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRESCIUDAD DE BUENOS AIRES
DAY & LULY 6º A
Los primeros
inmigrantesEn el período comprendido entre 1857 y 1932 arribaron a la Argentina 6.400.000 extranjeros, lo que permite afirmar que nuestro país se encuentra entre los que
recibieron mayor inmigración, especialmente de origen europeo. La corriente inmigratoria más significativa
numéricamente fue la procedente de Italia, España y Rusia.
Muchos de estos inmigrantes regresaron a su tierra, pero la mayoría de ellos se
quedaron en nuestra Ciudad. Esto hizo de Buenos Aires una gran metrópoli
cosmopolita en donde por sus calles se escuchaban diferentes acentos y aires de progreso. Este proceso inmigratorio dejó una impronta que aún sigue viva entre los
porteños y que se deja ver en nuestras costumbres más cotidianas, en la
idiosincrasia, en la arquitectura y en muchos otros aspectos más.
• El barrio de Villa Crespo, gracias a la iniciativa del Intendente de su mismo nombre (Don
Antonio Crespo) que propuso la radicación de la industria del cuero al final del siglo 19 y
comienzos del 20. Hecho que significó el éxito económico de la zona y la absorción de la gran
oferta de mano de obra operaria disponible formada por la gran inmigración internacional
(que dobló a la población autóctona), sumada a los porteños e inmigrantes del interior del país que buscaban su inserción en la nueva clase
económica en formación.
• En 1886 se radica la fábrica denominada “La Nacional de Calzados” ubicada en la calle Murillo, que aún hoy conserva su
imponente fachada.Como la cantidad de operarios de la
fábrica era muy grande y el transporte era caro para esa clase trabajadora, los
dueños de la empresa concibieron crear viviendas cercanas a la misma. A tal efecto el gerente de “La Nacional”,
Salvador Benedit, encargó la construcción de una casa para vivienda de sus
empleados y sus familias.
EL CONVENTILLO DE LA EL CONVENTILLO DE LA PALOMAPALOMA
Maga y Agus 6º A
DE LA ALDEA AL CONVENTILLO
Entre 1869 y 1914 la gran aldea pasó de 177.787 a 1.575.814 habitantes y devino
en metrópoli internacional. Pero su expansión territorial, la educación y la
salud pública, no impidió que la mayoría de ellos pasara de la aldea natal al
conventillo.
LOS INMIGRANTESLOS INMIGRANTES
Los inmigrantes, junto a legiones de criollos, encontraron en estos sitios un refugio que no fue el soñado, era el
que había. Y los había en todos los barrios, especialmente en los más centrales. En muchos casos
caracterizó al conventillo la solidaridad que se brindaban sus habitantes, el cuidado con los ruidos, si se sabía del que trabajaba de noche y descansaba durante al día, así
como los bailes formativos, poner dinero para quien enfermaba, aportando para algún entierro, el regalo a una novia, etc. Allí estuvieron nuestros antepasados y
desde allí construyeron sus nuevas vidas.
INMIGRANTESINMIGRANTES
• Fueron el “horno” donde se “cocinaron” palabras luego incorporadas al vocabulario cotidiano, de
esos cocoliches se formó nuestro idioma porteño. Esforzados por encontrar su lugar, intentaron nucleares con sus connacionales.
Pero deben compartir costumbres diferentes y con el tiempo, del mismo modo que van
cambiando los hábitos, las formas de vida y el lenguaje - aunque se trate del mismo idioma-,
también irán cambiando, tratando de sobrevivir al conflicto entre su pasado y su presente.
• El conventillo, la escuela, la sociedad de fomento o la mutual, clubes, etc., serán
los espacios a compartir y el tiempo hará lo suyo. Se integraron poco a poco, a disgusto de los que los consideraron
invasores, pero a gusto de la mayoría.
Paloma, que entonces se llamaba “El Nacional”. Con ingreso por la calle
Serrano al100 y también por Thames, a la misma altura, ya que la construcción se
extendía a los 100 metros de la manzana. La construcción contaba con un patio
lateral y ciento doce habitaciones con una cocina agregada en su frente.
• Los cuartos estaban ubicados a lo largo de dos pasillos angostos en la planta baja y una planta alta a la que se accedía por
escaleras. Tenía también un patio lateral, pero las condiciones sanitarias y de
hacinamiento eran graves.
• Este personaje es el que rescata Don Alberto Vacarezza y recrea en su gran sainete (teatro
popular) estrenado en 1929. • Vacarezza nace en Buenos Aires el 1º de abril
de 1888 y muere en la misma el 6 de agosto de 1959. Su obra es muy prolífica en el arte del teatro, obras casi todas signadas por el éxito. Entre otras, el grueso de su producción está
compuesto por más de 120 sainetes, donde se convierte en el más exitoso de este estilo, por
ser el que mejor plasma la vida en los conventillos (vivienda colectiva), donde porteños, inmigrantes y provincianos se
fusionaron y dieron como resultante el carácter porteño, con influencia directa sobre el idioma y
nuestra música popular, el tango.
LA INMIGRACION EN LA LA INMIGRACION EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRESCIUDAD DE BUENOS AIRES
Camila y Agustina ♥
LAS PRIMERASLAS PRIMERAS ETAPAS DE LAS ETAPAS DE LAS INMIGRACIÓNES EN BUENOS AIRESINMIGRACIÓNES EN BUENOS AIRES
En una calle de Buenos Aires a fines del siglo XIX podíamos apreciar: un puesto de zapatero remendón catalán o napolitano, una mercería francesa, en una obra, albañiles italianos, en la vereda vendedores ambulantes sirios, al fondo una iglesia rusa o una sinagoga. Europa se dio cita a orillas del Río de la Plata.Entre los años 1875 y 1918, la inmigración le cambió la fisonomía a nuestro país. Más de cinco millones de extranjeros fueron recibidos en esos años por la Argentina. La ley nacional denominada de Avellaneda número 817, definió las condiciones para que inmigrante llegaron a buscar fortuna, o más simplemente algo para no morirse de hambre, desembarcaron un día en los muelles del Puerto de Buenos Aires. Muchos se quedaron en esta ciudad definitivamente. Las series estadísticas disponibles sólo reúnen datos a escala nacional como los Censos Nacionales de 1895, 1914 que no distinguen a los inmigrantes que se instalaron en Buenos Aires de los que se dirigieron al interior.Tanto Juan Bautista Alberdi como Domingo Faustino Sarmiento habían sido los principales difusores de la idea de que la inmigración contribuiría al progreso y desarrollo del país, y el Preámbulo de la Constitución de 1853, convirtió esa idea: “...para todos los hombres de buena voluntad que quieran habitar el suelo argentino
LAS CONDICIONES DE LA LAS CONDICIONES DE LA INMIGRACIÓNINMIGRACIÓN
• Para atraer a los inmigrantes hacia un país lejano y hacerles aceptar el desarraigo, hay que prometerles condiciones de vida mejores que las de su patria de origen. En el siglo XIX
para la masa de campesinos pobres europeos, ninguna motivación era más poderosa que el acceso a la tierra.
Y la Argentina disponía de inmensas extensiones de tierras vírgenes. Hasta los años 1850, la incesantes guerras entre
caudillos, la baja demanda de mano de obra de la economía del cuero, la carencia de una legislación adecuada a la
época, obstaculizaban la corriente migratoria, cambiando las condiciones en la época de la unidad nacional, siendo la
Constitución de 1853, la que estimularía abiertamente la inmigración, con la ayuda del fin de las guerra civiles que
aportan seguridad a los bienes y a las personas como también la exportación requirió mano de obra abundante.
Pronto la Argentina sería un país cosmopolita por excelencia, y esta condición de “crisol de razas” le daría un
carácter particular y tierra de promisión
• En un amplio departamento del barrio de Belgrano viven Elena y Ernesto. Un matrimonio de inmigrantes de
origen húngaro que, después de viajar por diferentes partes del mundo, se establecieron en Buenos Aires.
Ella, con sus 76 años y él, con sus 88, son parte integrante de los años de la gran inmigración que eligió
a la ciudad porteña como uno de sus destinos predilectos. Cómodamente, sentados en el sofá de su casa, nos cuentan algunas vivencias de aquellos años. Además, sus nietos, nos hablan de sus abuelos y nos
dicen que heredaron de ellos.
1. ¿De dónde vinieron y cómo llegaron a Buenos aires?
• Ernesto: Yo emigré desde Hungría en el año 1948. Mi primer destino fue la ciudad de Santiago, en Chile. Allí estuve 17 años y, en 1965, viajé a Nueva York. Viví un año en esa ciudad hasta que, finalmente, en 1966, me establecí en Buenos Aires.
• Elena: Yo soy uruguaya, pero mis padres eran húngaros. Ellos, llegaron a Montevideo en el año 1920 sin saber a donde venían, arribaron en junio y estaban vestidos totalmente con ropa de verano. En aquellos años, en Europa, la cosa era muy simple, venir a América, no importa donde, la idea era irse en busca de un futuro mejor. Fue así como se establecieron en Montevideo. Más adelante, en el año 1944, vivimos a Buenos Aires
• En 1949, durante el gobierno del Gral. Juan Domingo Perón, mediante el Decreto Nº 21.430, se establece el 4 de septiembre como “Día del Inmigrante” en recuerdo de
la disposición dictada por el Triunvirato en 1812, que ofreciera “su inmediata protección a los individuos de
todas las naciones y a sus familias que deseen fijar su domicilio en el territorio”.
• Entre los considerandos, el Decreto de 1949 expresa: “Que ese primer documento fue, en verdad, el punto de
partida de una ininterrumpida serie de actos de gobierno; que a través de leyes, decretos y reglamentaciones
estimuló, protegió y encauzó la inmigración”.Más adelante destaca “…la conveniencia de que se rinda un permanente y público homenaje al inmigrante de todas
las épocas, que sumó sus esperanzas a la de los argentinos, que regó la tierra con su sudor honrado, que
ennobleció las artes, mejoró las industrias....”
LA INMIGRACIÓN EN LA
CIUDAD DEBS. AS:
¿COMO ERA LA GENTE?
Belén AgustinaBelén AgustinaJuliánJulián
María Magdalena María Magdalena Sexto ASexto A
LOS INMIGRANTES EN LA CIUDAD. CRECIMIENTO ECONÓMICO, INNOVACIÓN Y
CONFLICTO SOCIAL
• La inmigración ha sido una característica permanente de las ciudades desde el comienzo de la historia. La inmigración es consustancial a
la ciudad y ha significado una aportación de gran valor, factor de crecimiento económico y de
innovación. Y lo sigue siendo hoy a pesar de que los cambios en las sociedades
desarrolladas exigen en la actualidad una menor demanda de mano de obra y, por consiguiente,
un menor número de inmigrantes para el mercado de trabajo.
LAS PRIMERAS ETAPAS DE LA INMIGRACIÓN EN BUENOS AIRES
En una calle de Buenos Aires a fines del siglo XIX podíamos apreciar: un puesto de zapatero remendón catalán o napolitano,
una mercería francesa, en una obra, albañiles italianos, en la vereda vendedores ambulantes sirios, al fondo una iglesia rusa o
una sinagoga. Europa se dio cita a orillas del Río de la Plata.Entre los años 1875 y 1918, la inmigración le cambió la fisonomía a nuestro país. Más de cinco millones de extranjeros fueron recibidos
en esos años por la Argentina.
PARA EL INTERIOR DEL PAÍS
Los primeros inmigrantes llegaron a constituir colonias en Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires que les ofrecieron organizar
colonias agrícolas. Ceden a familias de inmigrantes grandes lotes de 30 hectáreas
de tierras públicas. A partir de 1853 se fundaron colonias pioneras en Santa fe, Entre Ríos y Corrientes, que toma más impulso en los años 1860, que continúa viniendo gente reclutados en Alemania,
Suiza, Francia, Italia, España y hasta Rusia, hasta los años 1890.
LAS CONDICIONES DE LA INMIGRACIÓN
Para atraer a los inmigrantes hacia un país lejano y hacerles aceptar el desarraigo,
hay que prometerles condiciones de vida mejores que las de su patria de origen. En el siglo XIX para la masa de campesinos pobres europeos, ninguna motivación era más poderosa que el acceso a la tierra.
• LOS INMIGRANTES EN LA CIUDAD
De una manera general, puede afirmarse que el crecimiento urbano se ha producido por la
inmigración y sólo en parte ha sido generado internamente por el incremento natural de su
población. Es cierto que en algunas ocasiones la llegada de los inmigrantes y, en la época
contemporánea, la disminución de la mortalidad ha mejorado el crecimiento vegetativo urbano. Pero son los inmigrantes quienes han seguido
asegurando, en lo fundamental, la expansión de las ciudades.
LOS EFECTOS POSITIVOS DE LA INMIGRACION
La sociedad, en general, y las ciudades, en particular, obtienen grandes beneficios con la
inmigración.
• La migración es un proceso de movilidad espacial y social que ha permitido la ocupación de todo el espacio terrestre y la mejora de las condiciones de vida de la humanidad. A las
ciudades les ha permitido, como hemos visto, el mantenimiento de su población y el desarrollo
de su actividad económica.
MIGRACION, MERCADO DE TRABAJO Y CUALIFICACION EN LOS PAÍSES DESARROLADOS
Que la situación en el pasado fuera mala no debe llevarnos a mirar con indiferencia la actual.
Y ésta tiene rasgos preocupantes, que se relacionan con los cambios recientes en el mercado de trabajo en los países
desarrollados.
LA INMIGRACIÓN EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES
Diana y Malena… 6º A
• En 1886 se radica la fábrica denominada “La Nacional de Calzados” ubicada en la calle Murillo, que aún hoy
conserva su imponente fachada.Como la cantidad de operarios de la fábrica era muy
grande y el transporte era caro para esa clase trabajadora, los dueños de la empresa concibieron crear viviendas
cercanas a la misma. A tal efecto el gerente de “La Nacional”, Salvador Benedit, encargó la construcción de una casa para vivienda de sus empleados y sus familias. Así nace el Conventillo de la Paloma, que entonces se llamaba “El Nacional”. Con ingreso por la calle Serrano
al100 y también por Thames, a la misma altura, ya que la construcción se extendía a los 100 metros de la manzana. La construcción contaba con un patio lateral y ciento doce habitaciones con una cocina agregada en su frente. Los
cuartos estaban ubicados a lo largo de dos pasillos angostos en la planta baja y una planta alta a la que se
accedía por escaleras. Tenía también un patio lateral, pero las condiciones sanitarias y de hacinamiento eran graves.
LAS PRIMERAS ETAPAS DE LA INMIGRACIÓN EN BUENOS AIRES
• En una calle de Buenos Aires a fines del siglo XIX podíamos apreciar: un puesto de zapatero remendón catalán o napolitano, una mercería francesa, en
una obra, albañiles italianos, en la vereda vendedores ambulantes sirios, al fondo una iglesia rusa o una sinagoga. Europa se dio cita a orillas del Río de
la Plata.Entre los años 1875 y 1918, la inmigración le cambió la fisonomía a nuestro
país. Más de cinco millones de extranjeros fueron recibidos en esos años por la Argentina.
La ley nacional denominada de Avellaneda número 817, definió las condiciones para que inmigrante llegaron a buscar fortuna, o más
simplemente algo para no morirse de hambre, desembarcaron un día en los muelles del Puerto de Buenos Aires. Muchos se quedaron en esta ciudad definitivamente. Las series estadísticas disponibles sólo reúnen datos a
escala nacional como los Censos Nacionales de 1895, 1914 que no distinguen a los inmigrantes que se instalaron en Buenos Aires de los que se
dirigieron al interior.Tanto Juan Bautista Alberdi como Domingo Faustino Sarmiento habían sido
los principales difusores de la idea de que la inmigración contribuiría al progreso y desarrollo del país, y el Preámbulo de la Constitución de 1853,
convirtió esa idea: “...para todos los hombres de buena voluntad que quieran habitar el suelo argentino...”
• El patio del conventillo de la paloma en 1994 ADULTOS y NIÑOS de distintas nacionalidades , convivía en edificios
en condiciones muy precarias .
• Patio y corredores de un edificio para oficinas inaugurado en 1899.
• Hospital de niños , desde 1896 funciona la calle Gallo.
INMIGRANTES EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES:
CRECIMIENTO ECONÓMICO, INNOVACIÓN Y CONFLICTO
SOCIAL
ULISES ,LUCAS, SOLEDAD
6ºA
Entrevista de Elena y Ernesto
• En un amplio departamento del barrio de Belgrano viven Elena y Ernesto. Un matrimonio de inmigrantes de origen húngaro que, después de viajar por diferentes partes del mundo, se establecieron en Buenos Aires. Ella, con sus 76 años y él, con sus 88, son parte integrante de los años de la gran inmigración que eligió a la ciudad porteña como uno de sus destinos predilectos. Cómodamente, sentados en el sofá de su casa, nos cuentan algunas vivencias de aquellos años. Además, sus nietos, nos hablan de sus abuelos y nos dicen que heredaron de ellos.
¿De dónde vinieron y cómo llegaron a Buenos aires?
• Ernesto: Yo emigré desde Hungría en el año 1948. Mi primer destino fue la ciudad de Santiago, en Chile. Allí estuve 17 años y, en 1965, viajé a Nueva York. Viví un año en esa ciudad hasta que, finalmente, en 1966, me establecí en Buenos Aires.
• Elena: Yo soy uruguaya, pero mis padres eran húngaros. Ellos, llegaron a Montevideo en el año 1920 sin saber a donde venían, arribaron en junio y estaban vestidos totalmente con ropa de verano. En aquellos años, en Europa, la cosa era muy simple, venir a América, no importa donde, la idea era irse en busca de un futuro mejor. Fue así como se establecieron en Montevideo. Más adelante, en el año 1944, vivimos a Buenos Aires.
¿Por qué vinieron a Buenos Aires? • Ernesto: Teníamos ganas de estar mejor, de progresar, de buscar lo que en Europa
no teníamos. La vida era muy difícil en Hungría, yo pasé la guerra y los campos de concentración, además, había una gran pobreza. América prometía muchos beneficios y yo tenía un montón de familiares y amigos que ya habían viajado. Buenos Aires era una de las ciudades más atractivas, una de las más elegidas. En mi caso, estuve primero en Chile, no pude acostumbrarme, había muy poca gente de mi tierra y no me sentía totalmente cómodo. Por otro lado, con la llegada de Allende al poder, estábamos un poco asustados, no sabíamos que iba a suceder. Eran años duros y temíamos sufrir un severo sistema comunista como el que había en buena parte de Europa. Fue así como decidimos irnos a Nueva York, pero allí tampoco encontramos nuestro lugar, las oportunidades eran pocas y no sobraba el trabajo. Nosotros queríamos estar mejor y Buenos Aires era el destino más interesante, así que, sin dudarlo, en cuanto pudimos nos establecimos acá. Ahí la cosa cambió, en esta ciudad podías elegir de que y como trabajar, yo quería ser independiente, tener mi propio negocio y eso lo pude lograr en Buenos Aires. Teníamos mucha libertad, nos sentíamos muy acompañados, había miles de húngaros viviendo acá, íbamos al club y compartimos un montón de actividades, verdaderamente, era maravilloso.
• Elena: Realmente era así, ojo, había que trabajar mucho, pero era lo que queríamos y como buenos gringos, no nos asustaba el trabajo. Buenos Aires era una ciudad para todo el mundo, había mucha libertad. Por cualquier cosa tenias que venir acá y así fue como nos conocimos. Mi marido, trabajaba en Santiago y viajó a Buenos Aires para hacer compras y así nació nuestro amor, de muchos años eh. (risas) Nos casamos en el año 1956, nos fuimos a vivir a Chile y todo el resto de los viajes ya lo contó él.
¿Qué les dirían a los jóvenes acerca de sus experiencias como
inmigrantes?• Ernesto: Muchas de las cosas que vivimos fueron muy
duras, pero cuando uno quiere algo es importante buscarlo con ganas y ser perseverante, tener paciencia y no abandonar en el primer fracaso.
• Elena: Yo les diría que si quieren emigrar que lo piensen muy bien, que estén muy seguros. El del inmigrante es un camino muy duro, todo cuesta mucho. Costumbres distintas, un idioma nuevo, otro clima. Yo, por suerte, encontré mi lugar en esta Ciudad, pero fue difícil, intenté muchas cosas antes. Cuando era chica fui a Israel, no pude acostumbrarme. No siempre es lo que uno piensa, por eso, hay que ser perseverante y paciente.
¿Que pensás de tus abuelos en cuanto
a su carácter de inmigrantes?
• Sofía: Pienso que tuvieron un gran valor, yo siempre rescato todo el esfuerzo que hicieron por estar mejor. Creo que buscaron incansablemente conseguir aquello que nos les fue dado. Fueron insistentes y no se quedaron con lo que tenían, trabajaron duramente para conquistar sus sueños, si había que viajar, viajaban, si había que sacrificarse, lo hacían, todo en pos de un objetivo. Tomar una actitud activa y salir a buscar lo que no tenes, es un valor muy significativo y fundamental y ellos lo tienen y lo siguen mostrando hasta el día de hoy.
LA INMIGRACIÓN EN LA LA INMIGRACIÓN EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES:CIUDAD DE BUENOS AIRES:
NUEVA INMIGRACIÓNNUEVA INMIGRACIÓN Cristian – Ariel – Elías 6º A
Llegaron a la Argentina en el período 1871-1940, 8.002.370 inmigrantes y emigraron 4.034.348 (aproximadamente 4 millones de inmigración neta). Cuando la tierra dejó de ser accesible para
los inmigrantes, muchos de ellos decidieron migrar a las ciudades o regresar a su país de origen.
Nacionalidades según Años 1867 a 1940(%) Nacionalidad:
Italianos: 47,960,452,553,449,339,134,3• Españoles15,817,323,224,531,038,437,2
• Franceses15,38,79,66,44,53,41,7• Ingleses3,41,81,91,21,21,10,5
• Alemanes: 2,21,71,51,21,31,32,0Con la caída del modelo agro-exportador, muchas de las personas que vivían en zonas
agrícola-ganaderas migraron hacia las ciudades en busca de oportunidades de trabajo, lo que explica otro de los saltos
demográficos durante el período de 1930 en adelante.
• A partir de la segunda mitad del siglo XX aumentaron las inmigraciones, aunque esta vez provenientes de los
países de Sudamérica y del sudeste asiático. Trabajadores llegados de Bolivia, Paraguay, Perú,
Uruguay, Brasil y Chile llegaron a la Argentina en busca de las oportunidades laborales brindadas por el desarrollo industrial que experimentó la ciudad durante ese período.
• En el período 1991-2001 la cantidad de inmigrantes en el país disminuyó sensiblemente, pasando de 1.615.473 a
1.531.940. Si bien la inmigración proveniente desde Brasil, Chile y Uruguay disminuyó en esa década, los
provenientes desde Bolivia, Paraguay, Perú y Colombia aumentaron en forma considerable. Las personas
provenientes de esos países pasaron, en ese período, de 821.297 a 1.036.145 en todo el país.
• La Ciudad de Buenos Aires no ha sido la excepción, la población paraguaya pasó de 29.645 a 46.928, la boliviana de 18.323 a 50.111, la peruana de 3.837 a 38.990 y la
colombiana de unos cuantos centenares a casi 25.000. En cambio la población de los demás
países no limítrofes y de los fronterizos disminuye: la primera pasó de 196.294 a
125.269, mientras que la segunda de 74.815 a 50.217.
La inmigración en la Ciudad de La inmigración en la Ciudad de
Buenos Aires: Políticas de Buenos Aires: Políticas de InmigraciónInmigración
Mariano MarceloY
Hernán Nicolás 6º A
• restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entidad en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias e introducir y enseñar las ciencias y las
artes.” • La inmigración, alentada por los gobiernos
de Bartolomé Mitre, Domingo F. Sarmiento y Nicolás Avellaneda, creció sostenidamente en las décadas de 1850 y 1860. Una etapa de relativa prosperidad en la economía argentina influyó en este crecimiento. Sin embargo, la crisis mundial de 1873 tuvo un impacto negativo en la Argentina.
– Una economía abierta, como era la del país, resultaba muy vulnerable a
los vaivenes internacionales. Esta situación agravó el déficit público,
que ya tenía numerosas dificultades, y también la balanza de pagos. Para
revertir la caída de las corrientes inmigratorias europeas provocada por la crisis económica, el gobierno de Avellaneda, sancionó en 1876 la
Ley Nº 817 de Inmigración y Colonización, hito clave para la
proyección demográfica del país.
• La Constitución la tierra. A pesar de las supuestas ventajas que ofrecía el interior
del país, la mayor parte de los recién llegados prefirieron establecerse en Buenos
Aires. – La llegada de inmigrantes no fue
homogénea y estuvo interrelacionada con las coyunturas favorables o desfavorables que se van sucediendo en los lugares de origen o destino. Así, por ejemplo, en 1871 la terrible epidemia de fiebre amarilla detuvo la inmigración y alejó a numerosas familias de Buenos Aires.
• La Argentina agro exportadora constituyó una atractiva región para
los inmigrantes europeos, especialmente los agricultores. En sus países de origen, las parcelas de tierra
estaban muy divididas y los suelos desgastados por el trabajo de siglos. En 1880 la inmigración tuvo carácter
aluvión al. Los principales grupos étnicos fueron italianos y españoles, también llegaron ingleses, alemanes, franceses, armenios, rusos, polacos, sirios, libaneses, suizos, galeses y
judíos.
• La profunda crisis económica de 1890 desacelera el flujo inmigratorio, dejando un saldo negativo con respecto a los contingentes de inmigración europea más numerosos. El aporte inmigratorio tuvo consecuencias directas e indirectas en la
conformación de la Argentina actual. La yuxtaposición de rasgos culturales criollos y
extranjeros constituyó una característica distintiva de una sociedad en constante transición.
• Se produjeron importantes cambios en la constitución étnica de la población. Ello trajo,
inclusive, modificaciones profundas en las costumbres, la economía y la cultura. Se
introdujeron cambios en el lenguaje y en los hábitos de la población criolla que ayudaron al crecimiento en gran escala de la población y al
desarrollo de la educación, las artes y los oficios.
• Los inmigrantes contribuyeron a un rápido proceso de urbanización y aportaron mano de obra para el
desarrollo industrial y agrario. Si bien el saldo inmigratorio fue clave para el crecimiento demográfico del país, la
distribución tuvo una tendencia definida y la corriente inmigratoria se
fijó preferentemente en la zona del litoral y en las grandes ciudades. Sólo
pequeños grupos se trasladaron al centro y al oeste del país.
• Así comenzó a acentuarse intensamente la diferenciación entre
el interior del país y la zona del litoral, antes contrapuestas por sus recursos económicos, y a partir de
esta etapa, también por diferencias demográficas y sociales. La
construcción del ferrocarril creó una importante fuente de trabajo para los inmigrantes y desencadenó un cambio radical en la economía del
país.
• La federalización hizo que la ciudad de Buenos Aires fuera la principal
beneficiaria de los profundos cambios que se operaban, así se europeizó en sus gustos y en sus modas. De aquel
aluvión inmigratorio, sólo una parte se quedó en el país. Muchos de los que
añoraban regresar a su patria de origen, decepcionados por las
condiciones en que se encontraban en la Argentina, igualmente constituyeron
su familia en estas tierras y, nacidos los hijos, abandonaron el proyecto de
regreso.
LA INMIGRACIÓN EN LA CIUDAD DE BUENOS
AIRES: FOTOS DEL RECUERDO
J.M.D 6º A
Patio de conventillo en 1914: adultos y niños
de distintas nacionalidades
convivían en edificios en condiciones muy
precarias.
Hotel de Inmigrantes. Desde 1911 ubicado en Dársena Norte.
Aun se conserva el edificio, y está destinado a oficinas de migración.
El viejo hotel de Inmigrantes
Polacos en el viejo Hotel de Inmigrantes que se encontraba donde hoy está el andén de la estación Retiro del ferrocarril
Mitre. Año 1889.
Instituciones: En ellas los inmigrantes se agrupaban para fines
benéficos.
Octubre de 1907. Los
inmigrantes ya en tierra,
esperan que los carros lleven sus bártulos a
algún conventillo.
Luego comenzaría la búsqueda de
trabajo.