La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 1
LA FORMACIÓN DE LAICOS Y RELIGIOSOS EN LAS OBRAS ESCOLAPIAS
SANTIAGO GAVIRIA YEPES
UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA SECCIONAL MEDELLÍN
FACULTAD DE EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
MEDELLÍN
2013
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 2
LA FORMACIÓN DE LAICOS Y RELIGIOSOS EN LAS OBRAS ESCOLAPIAS
SANTIAGO GAVIRIA YEPES
Asesora
Dora Inés Arroyave Giraldo Ph.D.
Línea de Investigación Gestión Educativa - Currículo.
UNIVERSIDAD DE SAN BUENAVENTURA SECCIONAL MEDELLÍN
FACULTAD DE EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
MEDELLÍN
2013
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 3
Agradecimientos
“Tú me sondeas y me conoces;
Sabes cuándo me siento y me levanto,
mis pensamientos percibes desde lejos;
de camino o acostado, tú lo adviertes,
familiares te son todas mis sendas.”
(Salmo 139)
A Dios Padre Re-Creador de mi historia personal; a Dios Hijo camino,
verdad y vida desde mi interioridad; a Dios Espíritu Santo fuerza, dinamismo y
amor que moviliza mi ser.
A mi familia por la paciencia que han tenido en medio de las ausencias y
lejanía. Por querer acompañar los esfuerzos de crecimiento humano, personal y
profesional que me propongo día a día.
A la comunidad Escolapia y al Colegio Calasanz Medellín por acompañar mi
formación académica, profesional, cristiana y personal, por regalarme la
oportunidad de hacer concreto y visible mis dones y talentos y regalarme una
misión educativa en el mundo.
A mis compañeros de Línea de investigación, por estar siempre allí
pendientes unos de otros y por animarme permanentemente a avanzar y no
desfallecer.
A mi jefe de línea de investigación, la Doctora Dora Inés Arroyave Giraldo,
por ser cercana y exigente, por querer que aprendiéramos a investigar paso a
paso y que lo disfrutáramos sin perder el rigor del mundo académico, y por
invitarnos permanentemente a crecer y no estancar nuestra formación.
A todos mis amigos de infancia, de trabajo, de grupo cristiano, por creer en
mí y por ser pacientes al avanzar en los retos que me propongo.
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Dedicatoria
A mi padre, Daniel Gaviria López, por acompañarme desde el cielo y querer
siempre que saliera adelante.
A mi mamá, Olga Yepes Ramírez, por ser mi acompañante, mi polo a tierra,
mi animadora en momentos de oscuridad y por recordarme permanentemente que
soy valioso y que puedo crecer.
A mi hermano Juan Camilo, su esposa Diana y mi sobrina Luciana, por ser
mi familia y alegrarse con lo que soy y hago.
A mi novia María Yurani Lopera, para que podamos seguir
acompañándonos juntos nuestros proyectos personales y de pareja y ser felices al
vivirlos.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 5
Contenido
Introducción.………………………………………………………………………….. 8
Justificación.………………………………………………………………………….. 10
1. Tema de investigación.…………………………………………………………... 11
1.1 Fundamentación de la articulación del tema de investigación a: ………… 11
1.1.1 Línea Gestión Educativa – Currículo.………………………………… 11
1.1.2 Macroproyecto.………………………………………………………….. 12
1.1.3 Campo temático.………………………………………………………… 12
1.2 El énfasis/ fundamento/ perspectivas/ teóricas.…………………………….. 13
1.3 Antecedentes de la investigación.……………………………………………. 14
2. Problematización del objeto de estudio……………………………………….. 15
2.1 El Problema-La Pregunta……………………………………………………… 15
2.2 Descripción de situación problemática………………………………………. 15
2.2.1 Posibles causas que la originan………………………………………. 16
2.2.2 Sentido de esa situación problema…………………………………… 16
2.2.3 Relato de la situación actual de ese problema………………………. 17
2.2.4 Posibles hechos y/o resultados en caso de la persistencia de esa
situación problema…………………………………………………………….. 18
2.2.5 Desde el énfasis/fundamento del tema de investigación las
alternativas y/o las formas necesarias para hacer que ese problema no se
siga presentando………………………………………………………………. 19
2.3 Objetivos………………………………………………………………………… 19
2.3.1 General…………………………………………………………………… 19
2.3.2. Específicos……………………………………………………………… 20
2.4 Preguntas problematizadoras………………………………………………… 20
3. Referente teórico-conceptual…………………………………………………… 20
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3.1 Núcleo temático 1: educación contemporánea…………………………….. 21
3.1.1 Educación y desafíos siglo XXI - nuevas tendencias de Educación 22
3.1.2 Los actores de la educación – maestros XXI………………………… 26
3.1.3 Los actores de la educación- estudiantes XXI……………………… 34
3.1.4 Los actores de la educación- directivos XXI.……………………….. 39
3.2 Núcleo Temático 2: Gestión y cultura organizacional contemporánea en las
instituciones educativas.……………………………………………………………… 51
3.2.1 Liderazgo transformacional…………………………………………... 52
3.2.2 Desarrollo organizacional/Instituciones educativas………………... 60
3.2.3 Desarrollo Organizacional – Desarrollo Profesional Docente…….. 67
3.2.4 Desarrollo Organizacional: Trabajo en equipo …………………….. 71
3.3 Núcleo Temático 3: La formación de educadores docentes y no docentes en
las Instituciones Educativas Calasancias…………………………………………… 77
3.3.1 El Ministerio Educativo Escolapio……………………………………… 78
3.3.2 La identidad del laico cristiano testigo en la Escuela……………….. 87
3.3.3 El educador Calasancio………………………………………………… 96
3.3.4 La instrucción y la formación……………………………………………100
4. Diseño metodológico…………………………………………………………… 110
4.1 Fundamentación del enfoque de investigación………………………….110
4.1.1 Tipo de investigación……………………………………………………110
4.1.2 Nivel de investigación…………………………………………………. 111
4.1.3 Aportes de algunas de las particularidades de enfoques/ métodos/
metodologías de investigación………………………………………………………. 112
4.2 Contexto o campo de acción………………………………………………... 112
4.2.1 Contexto social………………………………………………………….. 112
4.2.2. Contexto económico…………………………………………………… 115
4.2.3 Contexto político……………………………………………………….. 116
4.2.4 Contexto físico…………………………………………………………. 117
4.2.5 Contexto cultural………………………………………………………. 117
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 7
4.3 Población objeto de estudio…………………………………………………. 119
4.4 Unidad de análisis……………………………………………………………. 120
4.5 Técnicas e instrumentos de recolección de información………………… 121
4.5.1 Descripciones de las técnicas………………………………………… 121
4.5.2 Descripciones de los instrumentos………………………………….... 124
4.5.3 Descripción del proceso de recolección de la información………. 127
4.6 Aspectos éticos………………………………………………………………. 129
4.7 Proceso de análisis e interpretación – discusión………………………. 129
4.7.1 Descripción del proceso de análisis e interpretación…………… 129
4.7.2 Categorías de análisis………………………………………………… 132
4.7.3 Tendencias Temáticas………………………………………………. 164
5. Conclusiones……………………………………………………………………… 171
6. Recomendaciones………………………………………………………………. 171
7. Generación de otras preguntas de investigación………………………. 172
8. Proceso de divulgación del trabajo de investigación…………………….. 172
9. Lo propositivo-el producto…………………………………………………….. 174
10. Referencias………………………………………………………………………. 208
Anexo 1 Guía de observación…………………………………………………… 216
Anexo 2 Guía de entrevista……………………………………………………… 219
Anexo 3 Modelo de encuesta …………………………………………………… 220
Anexo 4 Consentimiento informado (Encuestas)……………………………… 224
Anexo 5 Consentimiento informado (Entrevistas)…………………………..… 228
Anexo 6 Carta revisión consentimiento informado …………………………… 232
Anexo 7 Modelo de matriz encuesta…………………………………………… 233
Anexo 8 Modelo de matriz entrevistas…………………………………………. 234
Anexo 9 Mapa conceptual……………………………………………………….. 234
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 8
Introducción
Las diferentes Organizaciones que se presentan en la sociedad, requieren
definir su misión, su sentido de ser, su esencia desde la concepción del proyecto
que comienza. La pregunta por ello permitirá la claridad en sus decisiones, en las
acciones de permanente mejora y en el tipo de formación y de impacto que quiere
para sus empleados como para sus clientes. Las instituciones educativas no son
la excepción a esta idea, por el contrario, requieren tener muy claros sus ideales,
alcances y límites para responder acertadamente en medio de los retos que
propone la sociedad hoy.
Uno de los valores agregados en las Organizaciones a nivel mundial tanto
en la producción como en la prestación de servicios es el recurso humano que
posee, su conocimiento, capacitación, manejo de relaciones humanas y su amor
por el trabajo e institución. Cuando las personas que hacen parte de una
Organización están convencidas de su papel en ella y del cuidado que se tiene por
su dignidad y crecimiento humano, terminan dejando huella en el desempeño de
su labor y en sus entornos cercanos. Cuando en las instituciones educativas se
cuenta con un personal motivado al desempeño de su labor, pero también al
cuidado de su crecimiento humano y, en el caso de instituciones confesionales,
crecimiento cristiano y misional, puede esperarse mayor asertividad en la
prestación del servicio educativo.
En las instituciones educativas todos cumplen un papel como educadores
desde el lugar donde acompañan la Escuela. Los maestros tienen una tarea
directa en el acompañamiento formativo de sus estudiantes desde los diferentes
saberes, según Jacques Delors: saber conocer, convivir, ser y hacer. Sin
embargo, el personal administrativo y de servicios presente todo el tiempo en la
Escuela, tiene una labor educadora indirecta con los estudiantes y sus familias,
desde el acompañamiento de los lugares, el velar por el cuidado de las cosas, el
disponer todo con espíritu educativo. Si todos son educadores en la Escuela
directa o indirectamente, es importante que conserven claros los principios de la
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 9
institución, se capaciten en el mejor desempeño de su labor y se formen en la
profundización de sus realidades humanas, cristianas y misionales.
En las Obras Educativas Escolapias de Colombia y Ecuador, surge la
inquietud de tener una formación sistemática y permanente de los laicos y
religiosos que laboran en ellas desde los siguientes ejes:
Lo humano. Buscando propiciar la reflexión de las personas en cada una de
sus dimensiones humanas (corporal, mental, sensible, afectiva…) y tomar
conciencia de la dignificación de la humanidad en cada uno.
Lo cristiano. Buscando que el anuncio del Evangelio, es decir, de la persona
de Jesús como Buena Noticia, encarnado en toda nuestra condición humana,
hable a las historias personales de cada uno.
Lo calasancio. Buscando transmitir la identidad o el sello de la manera de
educar que se busca en la Escuela, pero también enriquecerse personal y
profesionalmente de la espiritualidad del santo José de Calasanz.
En este trabajo comprendemos como laicos a aquellas personas que son
testigos de Jesús vivo en las situaciones cotidianas del mundo, que han sido
bautizadas y están en procesos de encuentro (unos más claros que otros) con
Dios. Por religiosos comprenderemos a aquellas personas consagradas delante
de Dios, la iglesia y la sociedad a una vida comprometida en la fe y en la vivencia
de lo religioso. Ambos se mueven continuamente en la realidad de la Escuela Pía,
de las Obras educativas Escolapias y tienen tareas formativas allí.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 10
Justificación
Las seis obras Educativas Escolapias de Colombia y las tres de Ecuador,
cuentan con un ideario educativo Calasancio común, un personal que se quiere
capacitado e idóneo en la labor que lideran y unos directivos docentes y
acompañantes religiosos comprometidos con el que-hacer educativo.
Sin embargo, es necesario conservar la formación del personal en las
líneas humana, cristiana y calasancia de una manera sistemática, procesual y que
permita la reflexión de la labor educativa con identidad calasancia que prestan.
En un mundo actual con permanentes cambios en las realidades
económicas, políticas, tecnológicas, científicas y con la movilidad frecuente de
personal que presta sus servicios en las obras educativas, se requiere formar
integralmente no sólo a los estudiantes que son confiados a la Escuela, sino
también a aquellos que los acompañan en su crecimiento, buscando, igualmente,
no alejarse del ideal educativo propuesto.
Este trabajo de investigación busca partir de la realidad de las instituciones
educativas Escolapias de Colombia y Ecuador, para responder a una de sus
necesidades institucionales: formación permanente, sistemática, procesual de
todas las personas que trabajan allí.
Cuando las Instituciones Educativas descubren como valor agregado en su
servicio el cuidado de su personal y su formación permanente, puede esperarse
mayor efectividad en la vivencia de los valores e ideales propuestos. Un liderazgo
que sea realmente transformacional al interior de la institución y que permita el
trabajo en equipo y la conciencia de la labor que se desempeña, se convierte en
una punta de lanza para avanzar en los procesos institucionales en procura de la
mejora continua y en la unidad laboral.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 11
1. Tema de investigación
La formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias
1.1 Fundamentación de la articulación del tema de investigación a:
La investigación está inscrita a la línea Gestión Educativa – Currículo, al
macroproyecto Gestión educativa y el currículo en las prácticas contemporáneas
en la etapa dos. El campo temático es las prácticas docentes contemporáneas –
diversidad educativa.
1.1.1. Línea Gestión Educativa – Currículo. La línea Gestión educativa –
Currículo tiene como objetivo general estudiar los problemas y desafíos actuales
para la educación pasando por algunos de los debates de las concepciones
clásicas de la gestión educativa y el currículo en sus diferentes ámbitos, su
constitución, validez y límites; hasta las transformaciones epistemológicas y
metodológicas propias en el debate contemporáneo.
El tema de investigación “La formación de laicos y religiosos en las Obras
Escolapias”, está de acuerdo con la línea de investigación por los diferentes
aspectos:
1.1.1.1 El plan de formación de diferentes personas del personal que
labora en las Obras Escolapias, se vincula al currículo de las
instituciones calasancias como un elemento transversal al ser
parte de varios estamentos de la institución: Gestión humana
(en su propuesta de capacitación al personal en general),
Departamento de pastoral y Desarrollo humano (por la
propuesta humana, cristiana y calasancia de su formación),
educadores docentes y no docentes pues son los directos
participantes del proceso y quienes pueden generar impacto
en la propuesta educativa de la institución.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 12
1.1.1.2 Hay elementos teóricos y conceptos tomados de la línea de
investigación como: Liderazgo transformacional, ética,
formación humana, investigación, entre otros.
1.1.2 Macroproyecto. La gestión educativa y el currículo en las
prácticas contemporáneas, etapa dos.
1.1.2.1 Este proyecto de investigación propicia la gestión educativa
con la comunidad que participa de todas las acciones del día a
día de la institución pues implica una práctica permanente
formativa, que se acerque a la realidad de las personas y de la
Escuela, que sea contemporánea e innovadora a las obras
calasancias de Colombia y Ecuador.
1.1.2.2 Se pretende que sea un proceso que se institucionalice en las
obras educativas escolapias de Colombia y Ecuador y, por
tanto, que haga parte del currículo. Sin embargo, es importante
que las reflexiones acerca del currículo permitan también la
claridad acerca de nuevas experiencias educativas
contemporáneas que impacten la Escuela.
1.1.2.3 El lugar donde se desarrollará el proceso de investigación:
Este proyecto impacta directamente el personal que labora en
las instituciones educativas Calasancias de Colombia y
Ecuador en su formación personal, humana, cristiana y
calasancia y regala elementos de identidad institucional y
crecimiento en la calidad del servicio educativo.
1.1.2.4 Es la etapa dos porque al interior del trabajo de la línea, ya se
ha desarrollado procesos de investigación en una primera
etapa.
1.1.3 Campo temático. El campo temático del macroproyecto
seleccionado es “las prácticas docentes contemporáneas –
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 13
diversidad educativa”. Es un campo temático porque en él se
moverá la investigación. Como es una práctica docente con la
comunidad educativa encargada de liderar las acciones
pedagógicas y de disposición de la Escuela, y se propicia la
diversidad educativa al contemplarse la variedad de personas, de
instituciones y de equipos de trabajo, cumple con este campo
temático del Macroproyecto.
1.2 El énfasis/ fundamento/ perspectivas teóricas
Las perspectivas teóricas de abordaje de la investigación, permiten
fundamentarla desde un énfasis particular que el investigador decida.
Las perspectivas teóricas permiten tener un referente, una mirada
especial del problema de investigación para analizarlo adecuadamente y
poder llegar a alternativas de solución, intervención o proposición.
Cuando un objeto de estudio permite la posibilidad que diferentes
perspectivas aporten a su estudio y profundización, debe definirse muy
bien éste para que la teoría sea apropiada o acertada en la tarea de
hacer lectura de la problematización y procurar ampliar su comprensión.
El tema de investigación “La formación de laicos y religiosos en las
Obras Escolapias” comprende las siguientes perspectivas teóricas:
1.2.1. Pedagogía-educación. Se busca acercarse a bibliografía que
parta del estudio del currículo, de procesos de Formación,
instrucción y educación; de trabajo en equipo, liderazgo
transformacional en la Escuela; del papel del directivo docente,
del maestro y el estudiante en la educación del siglo XXI para
poder ampliar el panorama pedagógico de la situación
problemática y aportar elementos propositivos a esta.
1.2.2. Espiritualidad calasancia. Esta perspectiva o mirada teórica de la
problematización aporta el sello particular de identidad que se
busca en las Obras Escolapias de Colombia y Ecuador. Es la
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 14
apuesta teórica por comprender cómo la formación de laicos y
religiosos en las Obras Escolapias desde la espiritualidad
concreta de Calasanz, aporta o impacta la vida de las personas y
de las instituciones regalando maneras concretas de ver y vivir el
servicio educativo.
1.2.3. Teología. Las Obras Escolapias de Colombia y Ecuador son de
carácter confesional de la fe cristiana católica. Sin embargo, se
busca que este elemento constitutivo de la Escuela Calasancia
no sea una imposición, sino que regale realmente claridades a la
vida de las personas desde la espiritualidad. La teología ayuda a
comprender mejor cómo procesos pedagógicos desde la fe
pueden llevar al anuncio de los elementos más claves de lo
cristiano, en procura del crecimiento humano y espiritual de las
personas.
La unión de estos tres parámetros teóricos hace posible una mirada en
conjunto de lo que puede significar la formación de laicos y religiosos en
las Obras Escolapias de Colombia y Ecuador.
1.3 Antecedentes de la investigación.
Para los antecedentes de esa investigación, es necesario partir de la
realidad, de la situación o hecho que ha generado inquietud como lo es
la formación de laicos y religiosos de las Obras Escolapias, en lo
humano, cristiano y calasancio, y que, en tiempos anteriores, se ha
procurado trabajar o responder.
1.3.1 Los colegios Calasanz pertenecientes a la provincia de Colombia
y Ecuador, no han tenido un plan de formación humana, cristiana
y calasancia claro, sistemático y definido para sus empleados en
sus sesenta años de historia.
1.3.2 No ha habido claridad en los criterios y en las necesidades
formativas que requiere las instituciones educativas Calasanz
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 15
para atender a sus empleados y, promover desde allí, la identidad
institucional y la mejora en el servicio educativo.
1.3.3 En algunas obras educativas escolapias hay desconocimiento de
la identidad propia de la institución, de la propuesta pedagógica
de San José de Calasanz y del papel que todos tienen allí como
laicos.
1.3.4 La petición de los laicos de las obras educativas de espacios de
formación más profundos en temas humanos, cristianos y
calasancios.
1.3.5 La Orden Religiosa de las Escuelas Pías en todo el mundo, a
través de sus Capítulos Generales, ha promovido en 1997 y 2003
cuatro modalidades de participación y formación de los laicos en
las Obras Escolapias que aún no han sido acogidas o
institucionalizadas en Colombia y Ecuador.
1.3.6 Hubo algunos esfuerzos de organizar algún proceso sólido y
sistemático de formación de religiosos y laicos en las Obras
Escolapias en los años 1998 y 1999, pero infructuoso en ambos
países.
2. Problematizacion del objeto de estudio
2.1 El Problema-La Pregunta
¿Qué estructura curricular se requiere en un proceso formativo para
los actores de la comunidad educativa (laicos y religiosos) que laboran
en las obras Calasancias de Colombia y Ecuador?
2.2 Descripción de situación problémica
La situación problémica se deriva de la historia de más de sesenta
años de las obras educativas escolapias en Colombia y Ecuador en las
que, laicos y religiosos, han construido procesos educativos escolares y
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 16
han posibilitado la formación de diversos niños y jóvenes, sin embargo,
ha permanecido sobre la mesa la discusión y la apuesta por un plan
formativo permanente, sistemático y articulador de lo humano, cristiano y
calasancio con ellos.
2.2.1 Posibles causas que la originan.
La situación problémica respecto a la formación de laicos y
religiosos en las Obras Escolapias puede darse por la falta de un
plan de formación sistemático, ordenado, constante en las
instituciones educativas Calasanz; a la gran movilidad de maestros
en muchas de las instituciones educativas y el gran riesgo de perder
la identidad de la propuesta educativa Calasancia; a el
academicismo en unas instituciones y las prescripciones legales en
otras que impiden abrir espacios propios para la formación del
personal, la falta de líderes capacitados que sostengan en el tiempo
y con calidad, acciones de formación de todo el personal de la
institución; la poca presencia de escolapios en las obras educativas
o la gran movilidad de estos que impiden generar procesos
constantes de formación de los laicos; termina quedando a libre
criterio de quien quiera hacerlo. También se debe a la falta de
unificación de criterios en la formación del personal y en el unir
esfuerzos, compartir experiencias de lo ya realizado.
Las ideas formativas o proyectos funcionan de acuerdo a la
dirección estratégica que propicia unas directivas u otras y no se ha
institucionalizado a nivel de instituciones o de provincia Escolapia.
Afecta igualmente, la diversidad de concepciones y de criterios
educativos que llegan a una institución educativa Calasanz, que
requieren también de la institución una apuesta por un ideario
educativo particular.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 17
2.2.2 Sentido de esa situación problema.
Es un elemento fundamental en el acompañamiento de los
procesos formativos de la comunidad educativa el tener un equipo
humano laboral consciente, claro en las metas personal y de la
institución, con conocimiento propio y herramientas de formación
humana, con claridades en la apuesta cristiana y calasancia de la
institución, que podrá impactar mejor el servicio educativo y hará
mucho bien a los estudiantes y sus familias.
Esta propuesta formativa también regala una identidad
institucional y espacios-medios concretos a las personas para que se
conozcan y crezcan humanamente.
2.2.3 Relato de la situación actual de ese problema
Para acercarse con más precisión a la situación actual de los
procesos formativos de laicos y religiosos en las obras escolapias, es
importante partir de la realidad ecuatoriana y, posteriormente, la
realidad colombiana.
En Ecuador los colegios Calasanz son Fisco-misionales, por lo
que el gobierno aporta los maestros y algunos gastos de las
instituciones e influyen notablemente en decisiones de éstas, aunque
las propiedades y la dirección institucional la lidere la comunidad
religiosa. Hay dificultad de autonomía en procesos formativos; las
reglamentaciones del Ministerio de Educación no han permitido abrir
otros espacios institucionales para la formación de maestros; por ser
maestros propuestos por el gobierno y no elegidos por la institución
con un horario muy establecido, es difícil buscar cambios u otras
alternativas con aquellos que no están comprometidos con la
institución.
Falta más líderes laicos que se encarguen de estos procesos
de formación por lo que depende mucho de los religiosos escolapios
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 18
que estén de turno por la obra perdiendo así procesualidad,
constancia y dejando a libertad de las personas lo que es una
claridad provincial; no hay planes de formación de los laicos claros y
firmes.
En Colombia se pueden evidenciar también realidades
actuales respecto al problema como que hay procesos formativos
pero que corresponden más a capacitaciones del sistema de gestión
de la calidad o a procesos propios de las áreas que a procesos de
formación humana, cristiana o calasancia; cada vez es más frecuente
la movilidad de personal; no hay procesos formativos sistemáticos,
constantes, periódicos, con una intencionalidad general y que atienda
a todas las personas que prestan un servicio educativo desde
cualquier función laboral; falta líderes que se apropien del proceso de
formación y que nos sean religiosos escolapios para que perdure
estos esfuerzos en el tiempo en cada lugar; falta claridad en
metodologías y material didáctico para el desarrollo o respuesta a
esta realidad.
2.2.4 Posibles hechos y/o resultados en caso de la persistencia de esa
situación problema.
Para las Obras educativas Escolapias de Colombia y Ecuador, si
persiste el problema respecto a proceso formativos consistentes de
su personal en lo humano, cristiano y calasancio, podría generar
dificultades para conservar, en las obras educativas calasancias de
la provincia de Colombia y Ecuador, la identidad y el sentido de
pertenencia institucional; la poca profundización en la pedagogía
Calasancia y, por tanto, en el ideario educativo que se pretende vivir
en las obras; se perdería la gran posibilidad de tener un equipo de
trabajo en cada estamento de la institución en formación
permanente humano, cristiano y calasancio, con impacto directo en
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 19
la vida de colegio y en el servicio educativo que presta; se perdería
la posibilidad de tener un equipo humano más cohesionado, claro
en el trasfondo de su papel en la institucional y perteneciente
comprometidamente, más que a una obra, a una misión con todo lo
que implica esa persona.
2.2.5 Desde el énfasis/fundamento del tema de investigación las
alternativas y/o las formas necesarias para hacer que ese
problema no se siga presentando.
Sin duda alguna la realidad formativa de laicos y religiosos en lo
humano, cristiano y calasancio es una acción que requiere
permanencia, continuidad, sostenibilidad en el tiempo y que no se
dará una respuesta inmediata a ello. De no darse una opción clara
hay alternativas como: crear una estructura curricular para propiciar
en las obras educativas calasancias con claridad, un espacio
sistemático, organizado y constante de formación a todo el personal
que labora en dichos lugares; crear un plan de formación humano,
cristiano y calasancio con metodologías, itinerarios temáticos y
herramientas didácticas concretas; reunir los conocimientos y
experiencias previas de las instituciones en este campo y proponer
un proyecto formativo que permite la retroalimentación auto-mejora
unido a la propuesta de pensamiento complejo de la línea; formar
líderes que transformen, impacten sus lugares de trabajo y ayuden
en la orientación y formación de otros.
2.3. Objetivos
2.3.1. General
Estructurar los lineamientos de una propuesta curricular para la
formación de la comunidad educativa (laicos y religiosos) que labora en las
instituciones educativas Calasanz de Colombia y Ecuador.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 20
2.3.2. Específicos
2.3.2.1. Caracterizar algunos de los componentes del modelo
formativo calasancio: formación, espiritualidad, simbología,
compromiso y misión dentro del carisma calasancio.
2.3.2.2. Estructurar un plan de formación calasancio con itinerario
temático, propuesta metodológica, herramientas didácticas para
los actores de la comunidad educativa.
2.3.2.3. Generar un plan de formación para los líderes del proceso de
transformación de los entornos educativos calasancios.
2.4. Preguntas problematizadoras
2.4.1. ¿Cuáles componentes del modelo de formación calasancio
contemplar en la formación de laicos y religiosos que trabajan en las
obras educativas Calasancias de la provincia de Colombia y
Ecuador?
2.4.2. ¿Cómo atender un plan de formación humano, cristiano y calasancio
que permita la inclusión de las personas en las Obras Escolapias?
2.4.3. ¿Cómo puede impactar un plan de formación con los empleados de
una institución educativa Calasanz en el servicio educativo, en el
ambiente laboral y en sus vidas personales?
2.4.4. ¿Qué modelo de formación es pertinente para los laicos que trabajan
en las obras educativas Calasancias de la provincia de Colombia y
Ecuador?
3. Referente Teórico Conceptual
Para la construcción del Referente Teórico Conceptual, se plantearon cuatro
núcleos temáticos, dos de ellos se elaboraron en una estrategia grupal con los
miembros de la línea de investigación Gestión Educativa – Currículo de la cohorte
cuatro de maestría en Educación, de la cual esta investigación forma parte. Estos
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 21
núcleos comunes fueron contextualizados con los aportes del objeto de estudio de
cada micro-tema de investigación.
Los núcleos elaborados en equipo fueron: el núcleo temático 1, Educación
Contemporánea y el núcleo temático 2, Gestión y cultura organizacional
contemporánea en las instituciones educativas. El núcleo temático elaborado
personalmente es: 3. La formación de educadores docentes y no docentes en las
Instituciones Educativas Calasancias.
3.1. Núcleo temático 1: educación contemporánea.
En el devenir histórico de la humanidad, se van presentado diversos cambios
estructurales en la sociedad, en las opciones de los pueblos y en la manera de
liderar el desarrollo, en ciertos momentos. No es preciso manifestar cada cuánto
se da ello pues corresponde a diferentes factores externos (política internacional,
desarrollo tecnológico y científico, alianzas y movimiento geopolítico, entre otros),
e internos (política nacional; intereses de la población; desarrollo industrial,
económico, social, cultural, educativo), definirlo. Incluso, algunos autores afirman
que podemos usar la expresión “estamos en una época de cambios” cuando se
evidencia en la realidad global aspectos que se transforman con el tiempo y con
los factores nuevos que surgen y reconfiguran aspectos de la sociedad. Sin
embargo, también surge otra expresión que define transformaciones sociales:
“estamos en un cambio de época”. Esta se usa cuando todos los elementos
constitutivos de una nación, de una sociedad y de las relaciones internacionales
se movilizan y comienzan a replantearse otras maneras de estar y actuar en el
mundo, cuando la concepción de hombre y las políticas que lo rigen varían.
La educación como elemento fundamental de los pueblos, refleja en su interior
o clama desde adentro lo que se inquieta y transforma a nivel macro de sociedad
o de realidad global. Transparenta los desarrollos científicos y tecnológicos, las
concepciones de hombre que surgen, las tensiones mundiales que reaparecen, las
inquietudes políticas y los comportamientos del pueblo a nivel nacional que se
evidencian. Es por ello, que la educación tiene la tarea de hacer lectura de los
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 22
tiempos, lectura del ser humano que le está llegando, lectura de lo que quiere la
sociedad y de lo que realmente responde a los principios desde donde se
sostiene y actúa.
Este núcleo temático de educación contemporánea, responde a la pregunta por
un acercamiento a la realidad actual de la educación vista desde las nuevas
tendencias sociales, desde los retos mundiales y nacionales que se le piden a ella,
desde los maestros, estudiantes y directivos del siglo XXI que intervienen
activamente allí. Es el acercamiento al cómo comprender el papel de los actores
de la educación actualizando su mirada de lo que este mundo va suscitando.
Palabras claves. Educación permanente; el papel de maestros, estudiantes y
directivos según las necesidades educativas actuales.
3.1.1. Educación y desafíos siglo XXI: nuevas tendencias de
Educación
“Cuando miramos hacia el futuro, vemos numerosas incertidumbres
sobre lo que será el mundo de nuestros hijos, de nuestros nietos y
de los hijos de nuestros nietos. Pero al menos, de algo podemos
estar seguros: si queremos que la Tierra pueda satisfacer las
necesidades de los seres humanos que la habitan, entonces la
sociedad humana deberá transformarse.
Así, el mundo de mañana deberá ser fundamentalmente diferente del
que conocemos hoy…” Federico Mayor. Director general UNESCO
Las realidades sociales, económicas y culturales de los países
latinoamericanos aunque son diferentes, tienen un aspecto en común: la
necesidad inminente de transformar el hoy para lograr que el mundo del mañana
sea diferente del que conocemos.
La educación es protagonista para gestar cambios en la sociedad y, en
virtud de su impacto y su capacidad transformadora, se hace necesario
contemplar sus realidades, sus desafíos y sus tendencias.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 23
En diferentes espacios a nivel global y local los pensadores, educadores y
gobernantes, han sumado esfuerzos para hacerle frente a las realidades de
analfabetismo absoluto o funcional1, a la desigualdad, la falta de inversión social,
la exclusión, entre otros, para soñar y establecer metas en común que
potencialicen la educación de los habitantes de cada país.
Por ejemplo, La Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI, 2010)
propone que todos los países apunten a las mismas metas, que no son otra cosa
que el ideal de los sistemas educativos con los que los expertos y ciudadanos
sueñan para sus regiones:
1. Reforzar y ampliar la participación de la acción educadora.
2. Lograr la igualdad educativa y superar todas las formas de discriminación
en la educación.
3. Fortalecer y potencializar la educación inicial.
4. Universalizar la educación primaria y secundaria.
5. Ampliar el acceso y mejorar la calidad de la educación superior.
6. Favorecer la conexión entre la educación y el empleo a través de la
educación técnica.
7. Fortalecer la educación continua y a lo largo de la vida y la formación de
nuevos docentes.
8. Ampliar el espacio iberoamericano del conocimiento y fortalecer la
investigación científica.
9. Invertir más o invertir mejor.
10. Evaluar el funcionamiento de los sistemas educativos y del proyecto “Metas
educativas 2021”. (p. 49–59).
1 Se considera analfabeta a una persona que no puede leer, escribir, ni comprender un texto corto sobre su
vida cotidiana (analfabetismo absoluto), o por su incapacidad para utilizar sus destrezas de lectura, escritura y cálculo de forma eficiente en las situaciones habituales de la vida (analfabetismo funcional). De ahí la relevancia de llevar a cabo políticas de alfabetización que no solo consideren un aprendizaje básico, ya que se necesitan «no menos de cinco años de escolaridad para que una persona sea considerada realmente alfabetizada» (O.E.I, Organización de los estados Iberoamericanos, 2010, p. 60).
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 24
Estas metas de la educación no sólo deben superar las realidades
complejas de los países en vía de desarrollo; también deben corresponder a los
parámetros y competencias que la misma sociedad del siglo XXI está exigiendo
frente a nuevas tendencias, nuevas modalidades, nuevas formas en las que se
presentan la información y la comunicación.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO, 2007), citando a Delors (1996), propone cuatro pilares
educativos que deben ser trabajados para lograr estas y otras metas que se
planteen en el futuro:
1. Aprender a conocer: es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión.
2. Aprender a hacer: para poder influir sobre el propio entorno.
3. Aprender a vivir juntos: para participar y cooperar con los demás en todas
las actividades humanas.
4. Aprender a ser: un proceso fundamental que recoge elementos de los tres
anteriores.(s.f).
Estos pilares deben ser integrados en sí mismos con las metas, con los
retos y desafíos, con las realidades sociales, tecnológicas, políticas y teóricas que
permitan ver la educación como un asunto sistémico que incluye la realidad
personal, local y global. El gran desafío de la educación contemporánea es el de
entenderse a sí misma y su papel en un mundo de constantes cambios, que le
exige dejar de verse como una línea de producción en la que el estudiante es la
materia prima que avanza en un proceso educativo, lineal, esquematizado, finito y
en muchos casos, descontextualizado.
En el contexto colombiano, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) se
ha preocupado en analizar la situación de la educación y ha reconocido que es
necesario globalizar el sistema educativo, es por ello que en el plan decenal de
educación (2006) se articula con las tendencias y desafíos de la región y del
mundo. En este sentido propone los siguientes desafíos (objetivos y metas) para
alcanzar en el país, un “sistema educativo” que dé respuesta a las necesidades
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 25
que el medio exige y espera de los ciudadanos. Esta visión de la educación
propone una transformación no sólo de orden regional sino de orden planetario:
1. Fines de la educación y su calidad en el siglo XXI: Globalización y
autonomía.
2. Educación en la paz y para la paz, la convivencia y la ciudadanía.
3. Renovación pedagógica y uso de las TIC en la educación.
4. Ciencia y tecnología integrada a la educación. (p.19 -32).
En el documento visión 2019 (2010) se describe los retos de la educación
colombiana como ambiciosos en paz, justicia social, infraestructura, calidad de
vida, productividad, competitividad, consolidación de la democracia pluralista,
democracia de libertades –no retóricas sino efectivas- y, que pese a las
limitaciones sociales y políticas, sueña que cada colombiano y colombiana estudie
y trabaje toda la vida, lo que implica que la educación se esfuerce en cobertura y
calidad.
Entonces la educación en aras de ser pertinente y de aportar a la realidad
hoy, que es la base fundamental para cumplir con las metas del futuro, ha de
redefinir sus paradigmas. Najmanovich, (2008) propone un cambio de paradigma
en el que se entienda la realidad como una paradoja en la que hay espacio para lo
clásico y lo contemporáneo, como una gran red en la que todas las áreas del
conocimiento, tanto lo subjetivo como lo objetivo, pueden entrelazarse y dialogar
para establecer dinámicas transformadoras, pensamientos productivos y creativos:
generar cambios en la cosmovisión del mundo y por supuesto, en su educación.
(p.17-20).
La educación necesita gestores de transformación que logren comprender
la realidad, que interpreten asertivamente las necesidades; que propongan con
ética, dignidad y oportunidad para todos, lineamientos para que en cada país
realmente exista una educación en la que nadie quede excluido. La educación del
futuro no existe: existe el futuro de la educación y esa se empieza a gestar ahora
y en nuestra realidad.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 26
Para propiciar actores educativos lectores de los signos de los nuevos
tiempos, capaces de inquietarse con las nuevas tendencias educativas y con los
retos que el mundo de hoy en temáticas educativas propone, se requiere abrir en
las instituciones de educación preescolar, básica y media, espacios concretos
formativos para maestros, directivos docentes y diversos empleados de servicios
que participan de ella, que permita la reflexión, actualización y concreción en la
acción del hacer en educación.
No basta con los buenos propósitos de un ministerio de educación
queriendo atender las realidades globales y nacionales desde la escuela, no basta
con planes de estudio flexibles y con gran material y estrategias didácticas
centradas en la información posible a transmitirse. No. Se requiere de espacios y
actores educativos atentos a los acontecimientos del hoy, críticos en la manera de
verlos y analizarlos y que inviten a la reflexión, parados en el ideal de construir
personas integrales que realmente articulen en su día a día los 4 pilares que
propone la UNESCO por medio de los estudios de Jacques Delors (1996): el
aprender a conocer, hacer, convivir y ser.
3.1.2. Los actores de la educación – maestros XXI.
Formarse y aprender para vivir en esta sociedad del conocimiento
implica una necesidad permanente de actualización de las
competencias. Las vertiginosas transformaciones en la tecnología y
en las formas de organización del trabajo presionan por capacidades
más adaptables y de corte transversal, y estas justamente se
adquieren y renuevan mediante el aprendizaje permanente. (BLAS,
2009)
Comprender la educación del siglo XXI y en ello, el papel del maestro, nos
remite necesariamente al análisis de tres aspectos complementarios y
constitutivos para identificar los retos y desafíos del maestro contemporáneo.
En relación con lo anterior, en el presente escrito se desarrollarán los tres
momentos: primero, exigencias del siglo XXI orientadas a la sociedad de la
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 27
información y del conocimiento; segundo, panorama del docente en este tipo de
sociedad y; tercero, consolidación de los dos anteriores, los retos del docente
frente a los nuevos paradigmas educativos que fundamenten un cambio de
paradigma.
¿Cuál es la exigencia del siglo XXI? El primer elemento a desarrollar es la
identificación del panorama educativo que se vislumbra en el siglo XXI, el cual
está orientado al auge de las nuevas tecnologías de la información y, con estas, a
la invisibilización de las barreras corporales, del tiempo y del espacio, a la rapidez
en la que se vive y al acceso masivo a los medios tecnológicos (Flórez, 2007).
Complementando lo anterior, está el informe sobre tendencias sociales
(UNESCO, 2007), que nos llevan al análisis del desafío sobre cómo se enseña a
adolescentes hiperconectados e hiperestimulados por los medios de comunicación
masivos, en un contexto de fuerte deslocalización y desorganización de los
saberes y de predominio de la opinión o del sentimiento como último criterio para
dictaminar la validez de un enunciado.
Hay que destacar que la situación descrita anteriormente, presenta el
panorama de cambios profundos frente a las concepciones que hasta el momento
se han tenido sobre las competencias de los docentes, máxime que nos
encontramos según la OEI (Blas, 2009),
En uno de los más acuciantes problemas de la población joven en la
región latinoamericana, el llamado “déficit de competencias básicas”, que
se materializa en una baja dotación de competencias del tipo de las que
tradicionalmente se desarrollan durante la educación básica. La educación
básica está llegando en muchos países a indicadores de cobertura plena,
pero ciertamente los años pasados en la escuela no están siendo buenos
indicadores de que se hayan efectivamente desarrollado las competencias
que se esperarían del nivel primario o secundario.
La situación anterior muestra el avance del siglo XXI en cuanto a la
cobertura educativa, no obstante, en el cumplimiento de la tercera meta educativa
2021, velar porque las necesidades de aprendizaje de todos los jóvenes y adultos
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 28
se satisfagan mediante un acceso equitativo a un aprendizaje adecuado y a
programas de preparación para la vida activa, no se están teniendo grandes
avances (O.E.I, 2010).
Contextualizar la sociedad del siglo XXI es referirse a la sociedad de la
información y del conocimiento. Por su parte, al hablar de la primera, nos estamos
refiriendo a como están experimentando nuevas formas de comunicación e
información en lo cotidiano y personal los adultos, jóvenes y niños (Flórez, 2007).
Este acceso a la información, por lo general, se convierte en un trabajo
pasivo y consumista, que más allá de pretender la generación y construcción de
conocimiento, busca el acceso a la información que se encuentra especialmente
en el Internet en grandes proporciones.
Al hablar de la sociedad del conocimiento, por el contrario, retoma la
información generando la posibilidad de modificar el uso que se hace de las
tecnologías de la información para que puedan impulsar la producción de
conocimientos de investigación y vinculados a la producción (Flórez, 2007).
Inmersos en la sociedad del conocimiento debe estar vigente la necesidad
de potenciar las competencias para la vida por lo que, según (Blas, 2009), el
desafió para la educación y formación, radica en generar competencias para la
vida entre la cuales se incluyen valores básicos de la ciudadanía y las
competencias para la empleabilidad relativas a trabajar en equipo, adaptarse al
cambio, mentalidad anticipadora, solución de problemas, trabajar con TICs.
Hacer mención al concepto de competencias para la vida indudablemente
nos lleva a pensar en los procesos de formación basados en el conocimiento y no
en asuntos mecánicos que, en momento determinado de la historia, sociedades
diferentes a la del siglo XXI exigieron, como lo afirma (Blas, 2009),
Los procesos de trabajo basados en la rutina se han sustituido
gradualmente por procesos basados en el conocimiento y la acción sobre
variables intangibles, la información y el control; (…) más bien resultan de
escenarios más complejos en los que se deben tomar decisiones sobre
datos e información previamente analizados.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 29
Así, una de las mayores exigencias de los docentes en la época actual, sin
desligar la labor educativa con lo productivo, es que los nuevos empleos que se
generan en la sociedad de la información y el conocimiento, están requiriendo
mayores competencias básicas y transversales que se compaginan con más altos
logros educativos (Blas, 2009).
¿Cuál es el panorama del docente del siglo XXI? En primera medida es
necesario abordar el panorama educativo desde una visión retrospectiva, es decir
analizando el proceso de formación docente que:
Implica articular los niveles de formación inicial, pregrado, postgrado y la
formación permanente de los maestros, mediante políticas públicas y un
sistema nacional de formación y promoción docente cuyos ejes centrales
sean la pedagogía, la ciencia, el arte, la tecnología, la investigación, la ética
y los derechos humanos (MEN, 2006a).
Estos principios orientadores se encuentran dirigidos a la concepción
holística del ser humano y muestra por parte del Ministerio de Educación Nacional,
la intención clara de abordar la formación de los docentes desde una perspectiva
compleja, puesto que,
El ser humano es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural, social e
histórico. Es esta unidad compleja de la naturaleza humana la que está
completamente desintegrada en la educación a través de las disciplinas y
que imposibilita aprender lo que significa ser “humano”. Hay que restaurarla
de tal manera que cada uno desde donde esté tome conocimiento y
conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad
común a todos los demás humanos (Morin, 1999a).
El segundo aspecto para analizar el panorama del docente del siglo XXI,
son, sin duda, los procesos evaluativos constantes. Según Martin (2009) la
evaluación de su acción educadora puede llegar a ser una positiva estrategia de
apoyo a los docentes y de mejora de la calidad de la enseñanza.
En los planteamientos citados anteriormente se encuentra una relación
estrecha y complementaria entre la formación del docente y la evaluación de su
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 30
acción formadora llevándolos a procesos de reflexión constantes y profundos que
propician experiencias investigativas, y de auto gestión del conocimiento, propias
de la sociedad del conocimiento. Jacques Delors (1996) en “la educación encierra
un tesoro”, dice que a los docentes les concierne también este imperativo de
actualizar los conocimientos y las competencias.
Desde su proceso de formación, en el docente debe imperar la idea de una
Educación en la enseñanza primera y universal centrada en la condición humana.
Estamos en la era planetaria; una aventura común se apodera de los humanos
donde quiera que estén. Estos deben reconocerse en su humanidad común y, al
mismo tiempo, reconocer la diversidad cultural inherente a todo cuanto es humano
(Morin, 1999b).
Otro de los aspectos que es importante abordar desde el panorama de
docentes en el siglo XXI, es el hecho de que los maestros estén contextualizados.
Específicamente en el idioma es muy difícil aprender cuando la lengua de los
maestros no es la lengua originaria de los alumnos, o cuando los materiales
escolares no se corresponden con la propia lengua. Es muy difícil aprender
cuando no hay libros en casa y los padres no saben leer ni escribir (O.E.I, 2010).
Al hablar de contextos educativos en los que la lengua del maestro o de la
comunidad educativa no es una barrera y el nivel de estudios de los padres de
familia es más alto, se puede asegurar un proceso de enseñanza - aprendizaje
pertinente y de mayor calidad.
Por último, en el contexto colombiano se propone fortalecer la identidad
profesional de los maestros y los directivos docentes como pedagogos, sujetos
sociales, políticos, éticos y estéticos, promotores del desarrollo humano,
protagonistas y dinamizadores de procesos educativos, culturales, interculturales,
científicos, ambientales, artísticos y tecnológicos (MEN, 2006a).
Esta visión de identidad del docente según el Ministerio de Educación
Nacional, se vislumbra desde un enfoque complejo en el que se aborda el docente
desde lo multidimensional como un sujeto social, político, ético y estético.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 31
¿Cuáles son los retos del docente frente a los nuevos paradigmas?
Pensar en los retos del docente frente a los nuevos paradigmas, es acercarnos a
conceptos tales como: competencias, diversidad, autonomía, creatividad, trabajo
cooperativo, nuevas tecnologías y sociedad de la información y del conocimiento.
Por ello, después de haber abordado diferentes textos que muestran la
realidad educativa a escala mundial, iberoamericana, latinoamericana y nacional,
se puede lograr consolidar tres grandes retos del docente para afrontar el siglo
XXI.
Así, el primer reto de los docentes es la capacidad para incorporar al
alumnado en la sociedad del conocimiento (O.E.I, 2010), entendido como la
motivación de los estudiantes a la actualización constante, al aprendizaje a lo
largo de la vida, a la autogestión del conocimiento, que permita analizar el mundo
desde una manera crítica y propositiva en el marco de las nuevas tecnologías de
la información. Para lograr este gran propósito,
Es importante educar a los docentes en herramientas críticas que les
permitan posicionarse en otro lugar que el de la fascinación con la maravilla
tecnológica (…). Si la escuela y el sistema formador limitan su trabajo a
considerar a las nuevas tecnologías y a Internet como gigantescas
bibliotecas o procesadores de texto, indudablemente quedará por fuera la
mayor parte de los vínculos y producciones de saber que hoy están
produciéndose en esa esfera (Dussel, 2010).
El segundo reto del que se puede hablar para los maestros del siglo XXI, es
la responsabilidad de formar en competencias básicas, como se afirma en el
documento de Visión 2019 (MEN, 2006b). Los principales desafíos para mejorar la
calidad de la educación colombiana son lograr que los estudiantes de todos los
niveles demuestren un grado satisfactorio de desarrollo de sus competencias
básicas, ciudadanas y laborales, de acuerdo con estándares establecidos.
Al hablar de competencias básicas en la sociedad del conocimiento, según
el artículo "Una aproximación a la sociedad de la información y del conocimiento",
se hace referencia a la idea de
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 32
Formar alumnos polivalentes, con conocimientos en ciencias básicas y
habilidades y competencias que permitan hacer diagnóstico de necesidades
y tener herramientas para hallar la solución; a la vez, apoyar el transito del
trabajo unidisciplinar al transdisciplinar a través de la construcción de
tecnologías y conceptos para los nuevos escenarios (Flórez, 2007)
Hacen parte también de la formación en competencias básicas, la
enseñanza para la comprensión, como lo afirma (Morin, 1999b), dada la
importancia de la educación en la comprensión a todos los niveles educativos y en
todas las edades, el desarrollo de la comprensión necesita una reforma planetaria
de las mentalidades; esa debe ser la labor de la educación del futuro.
La autonomía se convierte en una responsabilidad fundamental del maestro
del siglo XXI. Desde la formación por competencias básicas (MEN, 2006b), se
trata de formar docentes competentes para promover en sus alumnos el
aprendizaje autónomo mediante la utilización de estrategias pedagógicas
efectivas, lo que implica, capacidad para utilizar en forma efectiva el conocimiento
pedagógico acumulado e incorporar las necesidades y recursos del entorno.
En cuanto a la formación en competencias ciudadanas, (O.E.I, 2010) la
educación para una ciudadanía activa, democrática, multicultural, solidaria y
responsable es, en los comienzos del siglo XXI, una de las grandes tareas de la
sociedad y de los sistemas educativos.
Así mismo, dentro de las competencias ciudadanas, la democracia se
convierte en un pilar (Morin, 1999b). La democracia, la equidad y la justicia social,
la paz y la armonía con nuestro entorno natural deben ser las palabras claves de
este mundo en devenir.
Para finalizar, se presenta en este escrito el tercer reto, maestros desde la
diversidad para la diversidad, maestros sin distinciones raciales, culturales o
políticas. Una educación que propenda por la articulación y no por la
fragmentación (O.E.I, 2010), tiene que ser una enseñanza que atienda la
diversidad de necesidades de los discentes y plantearse como relevante a sus
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 33
vidas, aprendizajes comunes que permitan construir capacidades básicas para
todos los ciudadanos.
En suma, los maestros del siglo XXI, deben estar lo suficientemente
preparados para asumir los cambios que han promovido las nuevas tecnologías
de la información, llevando a la sociedad de la información y posteriormente a la
sociedad del conocimiento, en las que los cambios se generan con una extremada
rapidez, lo que implica la necesidad de la búsqueda del conocimiento permanente.
En algunos lugares expresan popularmente el dicho “una imagen vale más
que mil palabras”, refiriéndose a la importancia que tiene el testimonio de vida de
las personas para que el valor de sus palabras se incremente por la coherencia
que tienen, así mismo ocurre en el proceso educativo. Cuando los estudiantes ven
a sus maestros apropiados del conocimiento que enseñan y buscando su
interacción con otras áreas del saber, y cuando descubren que la integralidad de
la educación en cada dimensión del ser humano van formando un todo en sus
maestros, perciben con más fuerza el fruto educativo, se motivan a continuar una
formación permanente y que realmente toque diferentes aspectos de su vida.
La educación continua no debe ser un ideal impuesto por la sociedad del
conocimiento, ni un discurso teórico de los maestros para hablarles a sus
estudiantes de los estudios del futuro sino que debe ser un testimonio visible en la
escuela. Planes formativos y de capacitación para maestros, actividades
reflexivas, charlas, conferencias, procesos organizados y sistemáticos de
formación de ser parte de la escuela, de su estructura curricular y de la acción de
los maestros que generen dinamismo, circularidad del conocimiento, diálogo entre
los saberes por encima de la desarticulación que genera la especificidad de cada
área.
Los maestros son el fuerte motor que propicia al interior de la escuela
pensamiento, saber, integración, pregunta por el ser, por la persona. Si se abren
espacios que permitan la unidad de criterios, de filosofía educativa en medio de la
diversidad de los estudios y del uso de la didáctica de cada uno, se puede lograr
acciones que realmente hagan realidad la frase reiterada vista en tantas puertas
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 34
de instituciones: “formando en una educación integral”. Si realmente se permite la
reflexión de qué se entiende por los cuatro pilares de la educación en la institución
en concreto con su propio contexto, y se analizan los retos globales y nacionales
educativos, se puede generar procesos formativos más coherentes y articulados.
3.1.3. Los actores de la educación- estudiantes XXI
Considerar la autonomía del aprendizaje de los estudiantes como fin
último de la enseñanza universitaria para promover personas cultas,
probos ciudadanos, diligentes profesionales y/o sagaces
investigadores. Autonomía que supone ser capaz de tomar
decisiones guiadas por las orientaciones de los profesores,
interpretando y operando sobre el mundo a través de los significados
y procedimientos que la universidad les cedió en su día. (Monereo,
Pozo, 2009).
El futuro se construye desde el presente. Cuando hablamos de retos y
desafíos de los estudiantes ante el siglo XXI nos referimos a niños y niñas,
adolescentes y jóvenes, y también a personas adultas, que asumen su
compromiso educativo y reflexivo para formarse a sí mismos y transformar la
realidad hacia una sociedad más justa, equitativa y sostenible desde el punto de
vista ecológico, y que permita a su vez que el individuo tenga una vida digna, libre,
con bienestar y prosperidad.
Pero este futuro se construye aquí mismo, en el presente, y todos somos
los responsables de él. Por ello, entidades en el ámbito internacional, local y
regional como la Unesco, la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos), el
Estado colombiano, el Ministerio de Educación Nacional, el departamento de
Antioquia, trazan metas y objetivos para la educación. En estas se infiere la
construcción o invención de un perfil de estudiante, con grandes exigencias en lo
personal, interpersonal, intelectual, social y político, como lo termina también
afirmando las tesis de Gimeno Sacristán (2003).
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 35
Aprendizajes y saberes para el siglo XXI. Asumir este futuro desde el
presente implica una transformación que contenga el conocer, el hacer, el convivir
y el ser. Este es un punto de vista más integral y sistémico. Precisamente se
propone, para este escrito, considerar que los grandes retos y desafíos de los
estudiantes del siglo XXI, se contienen en los cuatro pilares de la educación, ya
mencionados en este capítulo: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a
vivir juntos y aprender a ser (Delors, 1996). A su vez dentro de estos, se pueden
introducir los siete saberes para la educación del futuro, que plantea Edgar Morin
(1999).
Ambos textos de tendencia mundial, marcan retos con aplicación nacional,
regional y local, y se pueden rastrear como las pautas que se vislumbran en
textos como: “2019 visión Colombia II bicentenario”, “Plan decenal de educación
2006- 2016”, “Estándares de competencias ciudadanas” del Ministerio de
Educación Nacional y “Visión Antioquia silgo XXI”.
Pilares y saberes en la educación. En el aprender a conocer el estudiante
tiene el reto, más que memorizar el conocimiento, de aprender a aprender; esto es
el aprendizaje autónomo que es el epígrafe del presente escrito. Este aprendizaje
autónomo y continuo se exige debido al carácter cambiante de la realidad y por la
llamada sociedad del conocimiento que exige analizar, interpretar información y,
con base en esto, solucionar problemas y situaciones laborales, personales,
sociales y culturales de diversa índole. Esto implica una perspectiva desde las
competencias, donde el estudiante use los recursos y las tecnologías actuales de
información y comunicación, para aprender y para solucionar problemas reales.
Este aprender a conocer implica un cambio en la forma de concebir al mismo
conocimiento, en tanto tiene limitaciones, es incierto, debe ser pertinente al
contexto, debe concebirse en su complejidad del todo y las partes acorde con
Morin (1999).
También el estudiante del siglo XXI tiene el reto de concebir el conocimiento
y los saberes humanos donde no se sobrevaloren la ciencia positivista, la
tecnología, la objetividad, la materialidad, la mercancía (Marcuse, 1993); y que se
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 36
dimensionen valores subjetivos, afectivos (Mafessoli, 2004), espirituales, estéticos,
humanistas; que las ciencias tengan conciencia (Morín, 2004), y se asuman desde
el nuevo paradigma emergente de la complejidad (Morín, 1999), (Najmanovich,
2008a).
El aprender a hacer se vincula precisamente con la perspectiva de la
competencia, en el sentido de no solo saber y conocer sino hacer en un contexto
personal, laboral o social. En este sentido también la mirada sobre el conocimiento
se enriquece al ir más allá de la sola adquisición, de la sola mirada enciclopedista
y academicista que fue importante en su momento, pero falta de aplicación,
utilidad y capacidad de transformación.
En este aprender está el hacer laboral. En este sentido se tiene que en las
sociedades posindustriales y desarrolladas, donde predomina el trabajo
asalariado, la formación pasó de ser calificación técnica, de índole más rutinaria y
operativa, a la formación en competencias profesionales y personales, que
permitan analizar información compleja, tomar decisiones, crear conocimiento,
interactuar con el cliente para satisfacer sus necesidades. Estas competencias
personales tienen relevancia ya que predominan los empleos de servicio al cliente,
en el cual se requiere relacionarse con personas.
Estas sociedades posindustriales se denominan sociedad del conocimiento
porque prima el uso del conocer científico y tecnológico para investigar y producir
nuevos bienes. Como dice Delors (1996) “El futuro de esas economías está
supeditado a su capacidad de transformar el progreso de los conocimientos en
innovaciones generadores de nuevos empleos y empresas”. En las sociedades
donde predomina aun lo industrial, o incluso preindustrial, llamadas
subdesarrolladas tales como Colombia, se requiere la calificación técnico
profesional y una calificación social y, a la par, desarrollar esta cultura en ciencia,
tecnología e investigación.
El aprender a vivir consiste en el reto de comprenderse a sí mismo y al otro
para crear una sociedad más solidaria, responsable, que supere los conflictos; lo
que requiere desarrollar la empatía, reconocer la diversidad humana, promover
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 37
más el cooperativismo que la competitividad de éxito individual, y educar en la
ciudadanía para la paz y la democracia. Desde Morin (2004), esto se logra
superando el egocentrismo, el socio-centrismo, el etnocentrismo y desarrollando
una ética compleja en sus tres subsistemas: la auto-ética, la socio-ética y la
antropo-ética. En este aprender a vivir también se presenta el reto de que el
estudiante sienta que la institución escolar le enseña a vivir la vida real.
En el aprender a ser, el estudiante tiene el reto de formar la propia
personalidad, su autonomía, su propio juicio, su libertad, en el marco de la
responsabilidad y la solidaridad. Esto implica el desarrollo de una conciencia e
identidad individual, social y antropológica. Este desarrollo humano e individual,
incluye todas sus dimensiones y posibilidades corporales, emotivas, intelectuales,
estéticas, creativas y comunicativas (Delors, 1996), como también la interacción
compleja de un pensamiento-acción mesurado, racional, certero, al igual que
desmesurado, emocional, descontrolado, incierto, arriesgado (Morín, 1999).
Retos: el individuo y la sociedad en Iberoamérica y en Colombia. Para
alcanzar el reto de aprender a conocer y aprender a aprender, es decir, para un
aprendizaje autónomo, se requiere que el estudiante se eduque a lo largo de la
vida. Ello implica que “todo puede ser ocasión para aprender y desarrollar las
capacidades del individuo” (Delors, 1996), y que se puede acceder a la educación
sin importar la edad, el género o la raza (Blas, 2009). Esto aparece finamente
expresado por el nobel colombiano Gabriel García Márquez: “Una educación
desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo
modo de pensar y nos incite a descubrir quiénes somos en una sociedad que se
quiera más a sí misma” (citado por Blas, 2009).
El aprender a vivir juntos se concreta en el ámbito iberoamericano al
proponer una educación para la ciudadanía, a través la ciudadanía, de y sobre la
ciudadanía (OEI, 2010, p.109-110). Y en el ámbito colombiano se hace concreta
esta educación ciudadana, a través de la configuración de los estándares en
competencias ciudadanas (MEN, 2004), que plantea unas competencias en tres
grandes grupos: convivencia y paz; participación y responsabilidad democrática; y
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 38
pluralidad, identidad y valoración de las diferencias. También unas competencias
cognitivas, emocionales, comunicativas e integradoras.
En el aprender a ser, que se relaciona a su vez con las competencias
ciudadanas, se plasma este reto de la siguiente forma en el plan decenal de
educación 2006 – 2016:
…un ciudadano en ejercicio del pleno desarrollo de la personalidad,
respetuoso de los derechos, deberes y la diversidad cultural, que viva en paz y
armonía con sus semejantes y la naturaleza, con capacidad para acceder al
conocimiento científico, técnico, cultural y artístico y competente en su
desempeño personal, social y laboral (MEN, 2006).
Como conclusión del presente escrito, se considera que los retos y desafíos
para el estudiante en el siglo XXI se enmarcan en ser autónomo en su proceso de
aprendizaje a lo largo de la vida, en tener valores básicos de ciudadanía, respeto
por el otro, sentido planetario y ecológico, con competencias básicas y avanzadas
que le permitan desarrollarse plenamente en una sociedad con adelantos
tecnológicos cada vez más desafiantes y, a la par, cultivar valores afectivos y
espirituales que vayan más allá de la hegemonía de lo material, la mercancía y la
globalización capitalista neoliberal, que es lo que anhela el ser profundo del alma
humana.
El papel del maestro en este sueño educativo con los estudiantes siglo XXI,
es fundamental para alcanzar las metas propuestas. Es imprescindible como se
afirmó en el capítulo anterior, partir del testimonio de vida, de la coherencia en el
propio maestro de la ejecución o acción de las competencias que se piden forjar
en los estudiantes. Un equipo de maestros en la institución educativa que con todo
lo que son y hacen transparenten el ser ciudadano, el continuo conocimiento, la
preocupación por su propio ser y la evidencia de la apropiación de los pilares de la
educación, podrían garantizar una institución con unidad e integralidad.
Los estudiantes del siglo actual, nativos en diversos elementos propios de
la sociedad del conocimiento como los medios de comunicación de fácil acceso, el
internet, la gran confluencia de información, los adelantos tecnológicos, la visión
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 39
global en el pensar, requieren maestros que, aunque han nacido en otra época
con criterios distintos en lo educativo, no renuncien a los valores firmes que han
sostenido la humanidad desde el pasado, pero que también se abran a la
actualización y a la comprensión del mundo contemporáneo para hacer de la
educación un espacio contextualizado y en lenguajes cercanos a ambas partes;
una educación significativa, que se permite a ambos actores aprender.
3.1.4. Los actores de la educación- directivos XXI
Al final de un siglo caracterizado por el ruido y la furia tanto como por
los progresos económicos y científicos, por lo demás repartidos
desigualmente, en los albores de un nuevo siglo ante cuya
perspectiva la angustia se enfrenta con la esperanza, es imperativo
que todos los que estén investidos de alguna responsabilidad
presten atención a los objetivos y a los medios de la educación. La
Comisión considera las políticas educativas como un proceso
permanente de enriquecimiento de los conocimientos, de la
capacidad técnica, pero también, y quizás sobre todo, como una
estructuración privilegiada de la persona y de las relaciones entre
individuos, entre grupos y entre naciones. (Delors, 1996)
Frente a la reflexión que se viene desarrollando en este capítulo sobre la
educación del siglo XXI, es fundamental acercarse al papel del directivo en la
realidad escolar y a su liderazgo en la atención de los elementos más esenciales
de la educación que requiere las personas del tiempo actual.
En el documento ya mencionado de Jacques Delors (1996) para la
UNESCO, buscaba reflexionar sobre la educación dentro de la aldea planetaria y
planteó que las políticas educativas deben velar por un proceso de
enriquecimiento permanente de los conocimientos, pero también por la
estructuración de las personas y las relaciones entre individuos, grupos y
naciones. Estas líneas que deben aparecer en las políticas educativas, son parte
insustituible de la dirección de las instituciones educativas: el conocimiento, la
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 40
persona y el mundo de las relaciones. Es en la dirección y los tipos de liderazgo
que allí se den, donde se pone en concreto las políticas, pero también los
contextos, las necesidades de los pueblos, de las sociedades, en juego.
Se trataba de abordar, por dicha comisión, con decisión, y de una vez y
para siempre, retos aún no resueltos como lo dice (Delors, 1996):
Analfabetismo, abandono escolar temprano, trabajo infantil, bajo
rendimiento de los alumnos y escasa calidad de la oferta educativa
pública. Y se pretendía hacerlo con la voluntad de enfrentarse, al
mismo tiempo, a las demandas exigentes de la sociedad de la
información y del conocimiento: incorporación de las TIC´s en la
enseñanza y en el aprendizaje, apuesta por la innovación y la
creatividad, desarrollo de la investigación y del progreso científico.
¿Cuál es el papel de la educación en las realidades, en el contexto del siglo
XXI? ¿Cuál es el papel y el perfil del directivo de las instituciones educativas que
responda a dichos retos? Son preguntas de fondo en este apartado que se busca
atender.
Frente a los numerosos desafíos del porvenir, la educación constituye un
instrumento indispensable para que la humanidad pueda progresar hacia los
ideales de paz, libertad y justicia social. Como dice (Delors, 1996):
La educación es también un clamor de amor por la infancia, por la
juventud que tenemos que integrar en nuestras sociedades en el
lugar que les corresponde, en el sistema educativo indudablemente,
pero también en la familia, en la comunidad de base, en la nación.
Hay que recordar constantemente este deber elemental para que
inclusive las decisiones políticas, económicas y financieras, lo tengan
más en cuenta. Parafraseando las palabras del poeta, el niño es el
futuro del hombre.
La educación no sólo es una pregunta por la escuela, por el sistema
educativo. Va más allá de ello. Es una pregunta, una realidad que involucra todos
los estamentos de la sociedad, desde la familia como el gobierno; desde la
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 41
empresa como la calle. Es cierto que en ella se encierra la construcción de una
sociedad que viva los ideales de paz, libertad y justicia, pero también es cierto que
se está en crecimiento y formación a cada instante de la vida. Este sería un tema
más extenso para ser tratado pues requiere integrar en la educación diversas
realidades sociales. Por ahora el centro estará en el sistema educativo y el papel
del directivo allí.
Las tensiones que han de superarse en el mundo educativo. En el
mundo educativo se encuentra reflejado todos los elementos de la sociedad, de la
cultura de los pueblos y de las políticas internacionales. También se evidencia allí
las transformaciones del conocimiento, de la ciencia y la tecnología, de los
discursos y los ideales. Como es un lugar donde se encuentra lo “nuevo” y lo
“viejo”, donde se evidencia lo cambiante del mundo, se generan unas tensiones;
tensiones por la resistencia del ser humano a abrir su mente y sus posturas a
nuevas maneras de ver el mundo o ver con nuevos ojos (NAJMANOVICH, 2008b).
Según Delors (1996), en la “La educación encierra un tesoro”, hay varias
tensiones presentes en la Escuela y que un directivo debe conocer, conciliar y
enfrentar en el ejercicio cotidiano de su labor: la tensión entre lo mundial y lo local
(ser ciudadano del mundo sin perder sus raíces), entre lo universal y lo singular (la
mundialización de la cultura se realiza progresivamente pero todavía
parcialmente), entre tradición y modernidad (adaptarse sin negarse a sí mismo,
edificar su autonomía en dialéctica con la libertad), entre el largo plazo y el corto
plazo (alimentada actualmente por un predominio de lo efímero y de la
instantaneidad), entre la indispensable competencia y la preocupación por la
igualdad de oportunidades (los directivos tienen la misión de dar a cada ser
humano los medios de aprovechar todas sus oportunidades), la tensión entre el
extraordinario desarrollo de los conocimientos y las capacidades de asimilación
del ser humano (evitar como directivos los programas escolares cada vez más
recargados, por tanto, será necesario escoger, en una clara estrategia de reforma,
pero a condición de preservar los elementos esenciales de una educación básica
que enseñe a vivir mejor mediante el conocimiento, la experimentación y la
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 42
formación de una cultura personal), por último, la tensión entre lo espiritual y lo
material, pues el mundo, frecuentemente sin sentirlo o expresarlo, tiene sed de
ideal y de valores que vamos a llamar morales para no ofender a nadie.
Tensiones presentes en la escuela. Tensiones que buscan fragmentar o
desvirtuar la educación pudiéndola llevar a caminos sin norte, sin objetivos claros.
Tensiones que requieren directivos seguros en su misión, que permitan la unidad y
la claridad en medio de la gran diversidad de posturas y de ofertas. Como dice
(Delors, 1996):
Todo convida entonces a revalorizar los aspectos éticos y culturales
de la educación, y para ello dar a cada uno los medios de
comprender al otro en su particularidad y comprender el mundo en su
curso caótico hacia una cierta unidad. Pero hace falta además
empezar por comprenderse a sí mismo en esta suerte de viaje
interior jalonado por el conocimiento, la meditación y el ejercicio de la
autocrítica.
Los directivos del siglo XXI claridades y retos. Al tener de relieve las
tensiones que se dan en la Escuela de siglo XXI y los anhelos profundos y metas
de la educación en los pueblos de Iberoamérica, se requiere precisar algunas
claridades frente a los directivos y los retos que tienen en la Escuela. Para ello se
abordarán cinco aspectos necesarios: las dimensiones de la Escuela; los procesos
de educación permanente; el directivo como gerente o líder; el liderazgo
transformacional como modelo de gestión directiva y la planeación, participación
colectiva y ejecución.
Dimensiones de la educación. (Delors, 1996), al plantear las dimensiones
de la educación, dice que: “la combinación de la enseñanza tradicional con
enfoques extraescolares tiene que permitir al niño acceder a las tres dimensiones
de la educación, es decir, la ética y cultural, la científica y tecnológica, y la
económica y social.” Estas dimensiones buscan abarcar todo el proceso formativo
de la persona: sus comportamientos, actitudes y aptitudes y su estructuración
personal; el acceso al conocimiento, a la ciencia y a la tecnología y a todo el
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 43
mundo de la cultura acumulada en la historia de la sociedad; el mundo económico,
los acuerdos sociales, las relaciones comerciales y las competencias necesarias
para afrontar las realidades del mundo.
Todo este conocimiento requiere que para hacerlo significativo en las
personas, se ponga de relieve tres funciones del proceso educativo: la adquisición,
la actualización y el uso de los conocimientos. Sin estas tres funciones
visualizadas en la educación, puede caerse en procesos simplemente “bancarios”
de formación, donde se depositan unos conocimientos inertes, que no dicen nada
a la realidad de las personas, descontextualizados de sus anhelos y realidades y,
por lo tanto, que no dicen nada, perdiendo su poder significativo y transformador.
También, estas funciones plantean que la educación es un proceso permanente,
pues el auge de producción del conocimiento y su uso, requiere actualización
constante.
Blas y planells (2009) citando a Cleunice Rehem en su artículo “Gestión de
los centros formativos del siglo XXI: nuevas miradas, nuevos planteamientos”,
frente al cambio de era educativa que se ha presentado en nuestro tiempo, no
centrada en lo agrícola o en la industria como en tiempos anteriores, sino en la
constante evolución del conocimiento, de la tecnología y la ciencia:
En la educación, esta revolución tecnológica debe apoyarse sobre
todo en cambios en la metodología y en los contenidos de
enseñanza. “Es posible que estemos formando personas para una
sociedad que ya está desapareciendo como tal. Esto puede ser
considerado como una trampa o como un fraude para las nuevas
generaciones”
¿Qué impactos para los ciudadanos trae esa realidad? El
conocimiento, con su volatilidad, conlleva cambios rápidos con plazo
corto de caducidad, exigiendo del ciudadano actual aprendizaje a lo
largo de la vida y ya no más conocimiento para el resto de la vida. El
nuevo paradigma implica flexibilidad, iniciativa, calidad,
adaptabilidad, proactividad, creatividad, talento.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 44
A los directivos de instituciones educativas, el siglo XXI pide adquisición,
actualización y uso del conocimiento, gestión directiva que permita reflexionar
sobre el aprender a aprender pues el conocimiento es permanente, la formación
requiere constancia y perpetuidad y que los procesos educativos respondan
realmente a las necesidades, búsquedas y construcciones de las personas pues
son para ser revisados a lo largo de toda la vida, no conocimientos fijos para toda
la vida.
Educación permanente. Esta es la idea que debe proponerse haciendo
lectura de esta era del conocimiento cambiante, renovado, con necesidad de ser
actualizado. El concepto de educación durante toda la vida con sus ventajas de
flexibilidad, diversidad y accesibilidad en el tiempo y el espacio, es la idea que ha
de ser al mismo tiempo reconsiderada y ampliada, porque además de las
necesarias adaptaciones relacionadas con las mutaciones de la vida profesional,
debe ser una estructuración continua de la persona humana, de su conocimiento y
sus aptitudes, pero también de su facultad de juicio y acción. (Blass y Planells,
2009)
El directivo del centro educativo, consciente de esta realidad actual frente al
conocimiento, debe liderar que la escuela inculque más el gusto y el placer de
aprender, la capacidad de aprender a aprender, la curiosidad del intelecto. Como
dice Cleunice Rehem en su artículo Gestión de los centros formativos del siglo xxi:
“imaginémonos incluso una sociedad en que cada uno sería alternativamente
educador y educando.”
Hay una claridad de base frente a esto: nada puede reemplazar al sistema
formal de educación en que cada uno se inicia en las materias del conocimiento
en sus diversas formas. Nada puede sustituir a la relación de autoridad, pero
también de diálogo, entre el maestro y el alumno; pero es más real y concreto
frente a esta era actual del conocimiento, preparar para una educación
permanente y estructurar a la persona desde la educación formal y la no formal
para su continuo proceso formativo.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 45
Frente a la sociedad del conocimiento, al gran auge de información, y de
parcialización del saber y al liderazgo que tiene la escuela en el manejo de su
materia prima, el conocer, Blas y Planells (2009) opinan que:
En la sociedad del conocimiento lo que prevalece es la producción sucinta,
con decisiones a partir de quien produce, con cambios radicales en los
métodos de hacer, de relacionarse, de producir, de conocer, de tener. El
conocimiento pasa a ser la base del desarrollo, el diferencial entre las
sociedades, las organizaciones, las personas. La información y su
transformación en conocimiento significativo es un poder mayor que la
tierra, el trabajo y el capital en el siglo xx. La democratización de las
informaciones por medio de las nuevas tecnologías promueve aprendizajes
significativos, sobre todo entre los jóvenes que están fuera del ámbito
escolar, reduciendo la hegemonía de la escuela en la transmisión de
conocimiento. En la sociedad del conocimiento, otro aspecto fundamental
es la excesiva cantidad de información, demandando al ciudadano
trabajador capacidades diferenciadas para seleccionarlas, evaluarlas,
aprovecharlas y aplicarlas. También es muy efímera la vida de las
informaciones a causa de la aceleración del conocimiento que se queda
obsoleto rápidamente.
Estos escenarios ejercen efectos impactantes en todas las organizaciones
sociales de este siglo y, lógicamente, también en los centros formativos.
¿Qué impactos son más significativos en este tipo de organización que
enseña a trabajar, que forma profesionales mediante la interrelación entre
educación, trabajo, ciencia y tecnología? La materia prima básica de esta
organización es el conocimiento.
¿Cómo se caracteriza esta organización hegemónica en la sociedad? Ese
sistema prevaleciente en la era industrial estableció la uniformidad del
producto y del proceso, transformó educadores en controladores e
inspectores, institucionalizó el aprendizaje centrado en el profesor y no en el
estudiante. Creó la organización piramidal, director con poder decisorio
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 46
fuerte, cursos escolares estancos, secuenciados y dependientes de
aprobación por notas (similar al salario de los trabajadores fordianos),
conocimiento cultural de la humanidad fragmentado en asignaturas
estancas, división estructural del hacer educativo en aulas aisladas unas de
otras, con el profesor delante de los alumnos organizados en filas de sillas –
como oyentes–, con normas y patrones rígidos de rutinas escolares,
profesores encastillados en sus aulas de puertas cerradas, “dueños” del
saber y de su método. En esta escuela aprender significa retener
conocimiento.
Si esta es la escuela del siglo XX marcada por la industria, por un tipo de
escuela con conocimientos estancos y figuras relacionales verticales, donde la
circularidad, la flexibilidad del pensamiento que genera los cambios constantes en
el conocimiento no está permitida, ¿Cuál es la escuela que debe propiciar el
directivo del siglo XXI?
Las nuevas demandas apuntan sobre todo a la necesidad de rediseñar el
trabajo y la organización de los roles de un centro que forma a los
profesionales para actuar en esta sociedad, considerando los llamamientos
sociales para que desarrollen: una cultura de colaboración, trabajo en
equipo, centros escolares con características de comunidades que
aprenden y enseñan, estructuras de participación en las decisiones, asumir
funciones e incentivos fundados más en las capacidades y en el
conocimiento que en la autoridad oficial y en el poder, liderazgo en todos
los procesos y dimensiones de la organización, centros que contribuyan al
desarrollo socioeconómico sostenible de las regiones y localidades donde
se encuentran y que enfoquen su trabajo en la construcción compartida de
competencias. (Blas y Planells, 2009, 101)
Los mismos autores proponen que, en este contexto de necesidad de
reorganización de las instituciones educativas, el papel de los dirigentes se ve
profundamente afectado, exigiéndose un liderazgo que contribuya e impulse las
transformaciones. La gestión de una institución descentralizada y autónoma en
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 47
sus procesos didácticos y pedagógicos, participativo en los actos educativos e
integrados en la comunidad, sintonizado con las tecnologías de la información y
comunicación de la época actual, alineado con la formación de los perfiles
profesionales demandados, requiere una organización gerencial diferenciada, que
exige:
Redefinir el papel del director para que se distancie de la tentación de
adoptar decisiones unilaterales desde el vértice organizacional y dirija la
institución a partir de una red de relaciones, lo que implica delegar
responsabilidades, cultivar la colaboración, estimular la participación y la
responsabilidad de todos en la conducción de los destinos de la institución.
Apoyar intensamente el desempeño de los profesores para procurar el éxito
en sus prácticas pedagógicas, estimulando y facilitando el desarrollo de la
formación de los estudiantes en cuantos futuros profesionales.
Acompañar y evaluar el proceso de cambios necesarios de la institución,
planificando las mejoras, el desarrollo, la participación de las familias, de los
empresarios y de los trabajadores, el nuevo perfil del alumno y del profesor,
los currículos y las metodologías exigidas por los escenarios y tendencias.
Dedicar atención especial a la expansión del centro en la comunidad
externa, estableciendo relaciones que se fíen más del entorno escolar,
especialmente con las empresas, órganos, empleadores y trabajadores,
sindicatos, cooperativas, asociaciones, con las familias.
Gerenciar o liderar. Partamos de una claridad conceptual: liderar no es lo
mismo que gestionar. Como dice Blas y Planells (2009): “Naturalmente, la
organización escolar necesita ser gestionada en sus dimensiones pedagógicas,
humanas, materiales, tecnológicas, financieras y patrimoniales. La buena gestión
invierte recursos –casi siempre escasos– buscando lograr los objetivos de la
organización, establece prioridades, planifica el trabajo, vigila las metas, controla
resultados y organiza el ambiente para que el trabajo fluya con facilidad,
generando el bienestar de los involucrados.” Sin embargo, es el liderazgo el que
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 48
crea visión común, el que envuelve y motiva a las personas para la contribución, la
implicación, el compromiso personal y colectivo con los cambios necesarios, con
los procesos a desarrollar y con los resultados a alcanzar en conjunto. El gerente
puede hacer todo de modo correcto, pero sin liderazgo que transforme y
comprometa a las personas, las transformaciones deseadas en la institución
educativa no se hacen efectivas.
Gestionar es hacer que las personas hagan lo que tiene que ser hecho y
liderar es llevar a las personas a desear hacer lo que tiene que ser hecho.
Las instituciones educativas del siglo XXI necesita no solo gerentes, sino
líderes transformacionales, gerentes-líderes o líderes-gerentes que se impliquen
con las personas para confluir en propósitos y juntos elevarse con altos niveles de
motivación y de moralidad (Blas, Planells, Burns, 2009).
Se requiere directivos gerentes-líderes, rodeados a su vez de líderes en todos los
ambientes de aprendizaje de la escuela, líderes técnicos, líderes en el apoyo
administrativo, líderes educadores en cuanto intelectuales transformadores.
El Liderazgo transformacional como referente o modelo en la dirección
escolar. Blass et ál., (2009) afirma que:
“La clave para el éxito, en este aspecto, parece estar en el liderazgo
transformacional, por su vinculación conceptual más asociada a las
transformaciones que un centro formativo requiere, caracterizado por una
cultura muy específica y propia, que exige procesos más inductivos,
persuasivos, impulsores del compromiso de todos con los cambios, con los
procesos y con los resultados”.
Según Bass (2000), “el liderazgo transformacional se entiende en
contraposición al liderazgo dirigista o carismático. Estudios más recientes en esta
área identifican algunas dimensiones a las que un liderazgo educativo
transformacional debe atender: construir una visión de la escuela que integre
esfuerzos para los cambios necesarios; establecer metas y propósitos centrales
de la escuela; proporcionar estímulos intelectuales que impulsen a las personas a
revisar sus postulados y sus prácticas para la emergencia de nuevas ideas;
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 49
ofrecer apoyos individualizados en el día a día y frente a problemas e
incertidumbres; proporcionar evaluación de prácticas exitosas, conforme a los
valores de la organización; inducir altas expectativas de realización, exigiendo
profesionalidad y compromiso; construir una cultura escolar productiva que
promueva un aprendizaje continuo en la comunidad profesional; desarrollar
estructuras y estrategias para facilitar la participación de todos en las decisiones
escolares (Blass et ál., 2009).
Plantear que el directivo de instituciones educativas del siglo XXI combine
en sí mismo como perfil la capacidad de gestionar y gerenciar los recursos en
todas sus modalidades: humanas, físicas, económicas, junto con un estilo de
liderazgo transformacional abierto a impulsar ideas, trabajo participativo con metas
exigentes que requieran profesionalidad de las personas vinculadas, es la clave en
la dirección atenta a responder a los retos del nuevo milenio.
El directivo planea, genera participación colectiva y lidera la ejecución.
Hacer que los integrantes de la institución y la comunidad externa participen en su
gestión trae a la superficie potencialidades latentes de cada uno, hace emerger la
creatividad en la solución de dificultades, y el camino de la innovación se vuelve
más presente y posible. Sin embargo, las experiencias indican que el proceso
participativo exige determinación, voluntad y el establecimiento de estrategias para
su desarrollo. Requiere liderazgo transformacional para dispensar el poder
autoritario de un dirigente en favor de la participación efectiva de todos. (Blass, et
ál., 2009).
Buenos resultados y planificación consistente parecen tener una fuerte
correlación en organizaciones educativas, así como en cualquier organización
social. La educación que la institución quiere ofrecer debe estar reflejada en su
proyecto pedagógico, que hace las veces de guía de la comunidad en la
construcción educativa que pretende erigir.
Siendo ese el proyecto que refleja el sentido de existencia de la institución –
por tanto, su proyecto base, su cimiento–, es la gestión escolar la responsable de
liderar su formalización en el colectivo institucional, así como su organización,
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 50
articulación y realización. Sin embargo, por bien estructurado que esté el proyecto,
en el caso de que toda la comunidad escolar no se halle implicada y
comprometida con él, poco valor tendrá, ya que difícilmente será concretado en el
otro extremo, en el aula, en los laboratorios, en la biblioteca, en los espacios de
aprendizaje donde la verdadera formación profesional ocurre, en la relación directa
alumno/profesor, alumno/alumno, alumno/empresa, alumno/sociedad.
Para ser legítimo, viable y se vea efectivamente plasmado en acciones en el
día a día de la escuela, el proyecto pedagógico debe ser resultado del
pensamiento colectivo de los que constituyen la institución, bajo la movilización y
la coordinación del director, asistido por especialistas y colaboradores en esa
tarea. Ese es un papel esencial del director en una institución educativa centrado
en resultados, por medio de procesos eficientes y eficaces.
Cuanto más sencillo, objetivo, directo, participativo y bien fundamentado
sea el proyecto de la institución educativa, mejor será asumido y practicado en su
día a día por toda la comunidad.
En conclusión, el directivo de las instituciones educativas del siglo XXI debe
estar atento a las tensiones que se dan en la Escuela por los diferentes factores
que se han presentado en la sociedad durante la historia, para ofrecer unas líneas
educativas realmente acordes con el contexto actual y unido a las metas o retos
que plantea las políticas nacionales e internacionales sobre el tema. También es
un gestor de los recursos humanos, económicos y físicos para favorecer la
educación unida a un liderazgo transformacional que brinde participación y
construcción colectiva, apropiación de los objetivos, planeación y ejecución,
identificación de las capacidades de cada uno favoreciendo liderazgo en los
diferentes estamentos de la Escuela y teniendo como claridad que la educación es
un proceso permanente pues estamos en la era del conocimiento donde este
circula y se transforma vertiginosamente, y la clave está en formar personas que
aprendan a aprender, con gusto por actualizarse en el conocer sobre las ciencias
y la tecnología, sobre sí mismo y el pensamiento ético y sobre la sociedad y la
cultura.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 51
Directivos docentes atentos a su equipo de trabajo, que dispongan
espacios, recursos e inversión en la formación de estos, que permita la identidad
de la institución e impulse las decisiones y las acciones desde allí, para que haya
coherencia y unidad en medio de la diversidad de personas, áreas y
conocimientos de éstas. Directivos docentes atentos a la actualización en el saber
de la comunidad educativa y a la construcción humana de las personas que están
inscritas directa, e incluso indirectamente, con la institución.
3.2. Gestión/cultura organizacional contemporánea de las
instituciones educativas
En la búsqueda de instituciones de calidad en la educación y en procesos
formativos contextualizados que realmente respondan a las necesidades del
hombre y la mujer del siglo XXI, es necesario acercarse a la gestión y a la cultura
de las organizaciones, en este caso educativas, buscando dentro de ellas mismas
la mejor disposición y la mejor lectura de la realidad aplicada a la escuela, de tal
manera que sí cumpla los objetivos propuestos al sistema educativo.
En este capítulo se buscará comprender mejor elementos esenciales en las
organizaciones o instituciones educativas para su funcionamiento y para el
desarrollo de un proceso de formación de todo el personal que allí labora que
termine realmente impactando sus vidas y sus prácticas cotidianas. Estos
elementos son: el liderazgo transformacional, las instituciones educativas, el
desarrollo profesional docente y el trabajo en equipo.
El liderazgo transformacional. Es un estilo particular de direccionamiento
de las instituciones educativas que va más allá de la gestión y del gerenciar. Es la
búsqueda de un liderazgo con sentido, atento a los objetivos, metas y contenidos
que la sustenta para no perder la coherencia en la toma de decisiones. Es un
estilo que implica el trabajo en equipo, la construcción consensuada, el aporte de
la diversidad y del os talentos en el desarrollo institucional, la exigencia y la
participación.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 52
Las instituciones educativas. Llamadas a ser el centro donde confluye las
políticas internacionales y nacionales, la búsqueda de un sistema educativo capaz
de atender la realidad, el desarrollo y la tecnología. Lugar para hacer vida la
sociedad del conocimiento y su invitación a una formación permanente, pero
también el espacio de la responsabilidad humana, de la formación para la vida y
del direccionamiento del manejo informativo.
El desarrollo personal docente. Aunque desde el liderazgo
transformacional comprendemos la importancia y la participación de todos en la
construcción de la comunidad educativa, se hace necesario cada vez con más
prontitud, fortalecer procesos formativos en lo humano, profesional y en la práctica
específica, de los docentes y empleados de la institución. Además, las
instituciones educativas cobran identidad y unidad de esfuerzos, en espacios
donde se pueda pensar a sí misma, dónde sus actores directos participen y
aporten.
El trabajo en equipo. Es el camino más acertado y vinculante en la
ejecución de los proyectos y de las opciones institucionales. Es el trabajo en
equipo el que posibilita efectividad en lo trazado, encuentro y unidad de criterios
en medio de la diversidad de actitudes, talentos y capacidades. Es la oportunidad
donde todos ponen y donde todos construyen buscando verdadero sentido de
pertenencia institucional.
Palabras claves: liderazgo transformacional, trabajo en equipo, formación.
3.2.1. Desarrollo organizacional: Liderazgo transformacional
“El liderazgo transformacional es el más idóneo para organizaciones
que aprenden, ya que favorece las metas comunes y compartidas.
Además promueve el compromiso colectivo hacia una renovación
regular de las metas y valores de la organización e impulsa modos y
procedimientos más efectivos y eficientes para llevar a cabo los
procesos.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 53
Modelo que se separa sensiblemente de la imagen del “liderazgo
pedagógico o instructivo “que emergió dentro de la investigación sobre
“escuelas eficaces” y que se relaciona, en sentido amplio, con todo
aquel conjunto de actividades (como supervisión).” Leithwood y Jantzi
(1999)
“Transformación significa cambio de forma…
...Las transformaciones dan origen a nuevas formas de
organización.” Edgar Morin (citado por ARROYAVE, 2010)
Al acercarse a la gestión y cultura organizacional de las instituciones
educativas, es fundamental partir de uno de los elementos esenciales para
propiciar lo que implica las dos palabras (gestión y cultura), el liderazgo. Sin
liderazgo es imposible pensar en la planeación, ejecución, desarrollo y
estructuración de una organización y, con mayor razón, de una institución
educativa.
En este apartado se buscará comprender la importancia del liderazgo en las
instituciones educativas y la idoneidad del estilo transformacional para lograr una
educación asertiva, de calidad y en continua atención a los cambios mundiales,
del conocimiento, de la tecnología, para atenderlos desde la Escuela.
Qué entender por liderazgo. Frente a la diversidad de autores que han
abordado el tema del liderazgo y a las diversas concepciones de esta palabra, se
hace necesario precisar que entender por liderazgo.
Se ha entendido por liderazgo el proceso natural de influencia que ocurre
entre una persona (el líder) y sus seguidores determinado por las características y
conductas del líder, por percepciones y atribuciones por parte de los seguidores y
por el contexto en el cuál ocurre dicho proceso (Antonakis, Cianciolo y Sternberg,
2004, citado por María Eugenia Vargas Gómez, 2010, p.23). Según Kotter (1996),
citado por María Angélica Salazar (2006), se define liderazgo como el:
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 54
Proceso por el cual quienes lo llevan a cabo aseguran que la organización
tenga una dirección clara y sensata, creando una visión de futuro y
estrategias para realizar esa visión; y en este proceso motivan a los demás
para lograr esta visión superando dificultades y adaptándose a los cambios.
Sin embargo, frente a las concepciones de liderazgo, se ha presentado una
dificultad al centrar la atención en las acciones y la estrategia del líder, a la forma
de hacer las cosas más que en los contenidos. Por ello se ha creído comúnmente
que un buen proceso de liderazgo es aquel donde se hace mucho, o que ejecuta
de una manera llamativa, atractiva, pero no necesariamente logra generar
apropiación de los contenidos u objetivos que se lideran.
Como bien ha señalado Sergiovanni (2001, p. 42) citado por Salazar (2006),
“gran parte de nuestro pensamiento sobre el liderazgo y sobre el cambio es necio.
Estamos tan interesados en el proceso que olvidamos la sustancia. Empleamos
tanto tiempo y esfuerzo tratando de articular las estrategias correctas para el
liderazgo y el cambio que prestamos sólo una atención escasa a por qué estamos
liderando y cambiando, cuál es el contenido de nuestras estrategias, si influyen y
cómo en la enseñanza y el aprendizaje.”
Las maneras de ser líder y su impacto en las instituciones educativas.
Al igual que definiciones de liderazgo, también los estilos o las formas de hacerlo
varían con la concepción que se tiene de este. Un líder está marcado por sus
maneras de ser, por su carácter, por sus maneras de encontrarse con el otro, por
como comprende la tarea, el objetivo o el contenido que se lidera. De allí que
aparezcan estos estilos en el quehacer del líder. Según Arroyave (2010), un líder
puede ser:
Directivo, que se enfoca en la ejecución y el cumplimiento de tareas por
encima de las personas que tiene al frente.
Adiestrador, que siempre ilustra, enseña, capacita, pero no confía, delega o
está atento al cumplimiento del objetivo.
Apoyo, que emplea la motivación y el entusiasmo, mantiene un nivel de
ánimo alto en su equipo pero se desentiende del contenido y la estrategia.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 55
Gerencial, que delega, da órdenes, tareas, misiones y verifica, sin generar
retroalimentación, construcción en conjunto y trabajo coequipado.
Instructivo, coherente con el movimiento de “eficacia escolar”, donde la
supervisión pedagógica sea una estrategia de control de las prácticas
docentes.
Trascendente, definido por una relación de influencia de contribución. En
esta relación, el colaborador interactúa con el líder por motivación
extrínseca, intrínseca y trascendente. La vinculación entre líder y
colaborador adquiere un carácter ético, al introducirse la dimensión de
servicio.
Resonante, los grandes líderes son las personas que nos mueven
primordialmente a través de la creación de un entorno emocional positivo.
El sentido común dice que cuanto más a gusto estén los empleados, más
esfuerzo harán por complacer a sus clientes.
Cada tipo de liderazgo produce vínculos distintos entre colaboradores y el
líder, y refleja también distintos comportamientos y valores de este. Por ello,
encontrar el estilo idóneo para vivir el liderazgo y ejercerlo en las instituciones
educativas, es una tarea apremiante de las personas que lideran y componen la
comunidad educativa. La elección de determinada manera de liderar regirá el
mundo relacional, el entendimiento del objetivo educativo, la apropiación de la
filosofía institucional, la gestión y la cultura de la organización.
Liderazgo transformacional. Frente a la búsqueda de un tipo de liderazgo
idóneo para las instituciones educativas como organización que está en continuo
aprendizaje, atenta a los cambios del mundo y del conocimiento para dar
respuesta a ello, que genera procesos formativos con seres humanos diversos y
cambiantes y que parte de un trabajo colectivo, consensuado, aparece el liderazgo
transformacional como una alternativa clara.
El líder transformacional ha de articular una visión para la institución
educativa, comunicarla a los demás y lograr de ellos asentimiento y compromiso.
Se esfuerza en reconocer y potenciar a los miembros de la organización y se
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 56
orienta a transformar las creencias, actitudes y sentimientos de los seguidores,
pues no solamente gestiona las estructuras sino que influye en la cultura de la
organización en orden a cambiarla. Como dice Salazar (2006):
Los líderes transformacionales ponen atención a los intereses y
necesidades de desarrollo de sus seguidores ayudándolos a ver los viejos
problemas de nuevas formas, son capaces de emocionar, despertar e
inspirar a los seguidores para poner un esfuerzo extra para lograr las metas
del grupo. Hoy día es importante la manera como los líderes
transformadores hacen parte a sus dirigidos de las decisiones, de modo que
estos se sientan actores importantes. El trabajador tradicional ha sido
desplazado por alguien, más educado, independiente y exigente. Esto
requiere que los líderes desarrollen nuevas aptitudes y capacidades, tales
como: confianza en sí mismo, credibilidad e integridad, estar abiertos al
cambio y a la habilidad para estimular y retener el talento.
Características. Según Bass (1985) y Martín y Buch (2006) citado por
Vargas (2010, p.25) manifiestan que el liderazgo transformador es una superación
del transaccional e incluye cuatro componentes: carisma (desarrollar una visión,
fortalecer la influencia sobre sus seguidores y tener un claro sentido de hacia
dónde debería ir la organización a largo plazo), inspiración (motivar para altas
expectativas, demostrar autodeterminación y compromiso para alcanzar las
metas), consideración individualizada (prestar atención, respeto y responsabilidad
a los seguidores), estimulación intelectual (proporcionar nuevas ideas,
tecnologías, enfoques y creatividad al solucionar los problemas).
Cualidades. Según Bass (1997), un líder transformacional es entusiasta,
transmite confianza y respeto. Presta atención a cada uno de sus compañeros de
trabajo, comunica, favorece nuevos enfoques, tiene sentido de humor y es
optimista. Se muestra visionario, flexible, inclusivo, democrático. No es coercitivo.
Competencias. Como dice Harkins (2003), citado por Salazar (2006), las
competencias o capacidades de hacer en un contexto determinado de un líder
transformacional son: el tener visión (capacidad de tener un objetivo a largo plazo
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 57
y claridad en direccionar una institución hacia él), pensamiento conceptual
(dominar los contenidos, actuar con sentido), pensamiento estratégico (saber
hacer, construir formas maneras de actuar de acuerdo al contexto), orientación por
procesos (reconocer que es un camino, construido entre varios y que requiere
crecimiento paulatino), capacidad de movilización (de impactar, de inquietar y de
generar movimiento en las personas), percepción de las emociones de los otros
(para actuar con inteligencia emocional, comprender las realidades de los demás),
influencia confiable (genera seguridad, palabra creíble en los demás), compromiso
y disciplina mental (para tener perseverancia, constancia en el hacer y respetar las
decisiones y caminos tomados)
Liderazgo transformacional en las instituciones educativas. El liderazgo
transformacional parte del supuesto que desarrollando las capacidades personales
y profesionales de los integrantes de la institución se puede lograr calidad
educativa. Según Arroyave (2010), con este propósito el líder se esforzará en:
Incorporar a toda la comunidad educativa al diseño e implementación de un
proyecto educativo.
Potenciar el desarrollo de las competencias profesionales del educador y
de los coeducadores.
Retroalimentar al profesorado y demás personal acerca de su propia labor
y del desenvolvimiento de la escuela.
Impulsar el desenvolvimiento de la aptitud administrativo-pedagógica del
equipo directivo, de manera que los docentes puedan centrarse casi
exclusivamente en su tarea pedagógica.
Promover el perfeccionamiento continuo de todo el personal de la
institución educativa, buscando conseguir su actualización y potenciar la
innovación.
Armonizar las necesidades e intereses profesionales de los docentes con
las expectativas y necesidades de los alumnos y sus padres.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 58
Disponer de un equipo psicopedagógico que apoye el trabajo del profesor
en la sala de clases con los alumnos desmotivados y/o con necesidades
educativas.
Dimensiones del liderazgo transformacional en las instituciones
educativas. El modelo propuesto por Leithwood, (como se cita por Arroyave,
2010) del liderazgo transformacional en instituciones educativas, comprende ocho
dimensiones culturales y cuatro de gestión:
1. Construir una visión de la escuela. El liderazgo, en esta dimensión,
identifica para los demás lo que es importante (a nivel conceptual y
operativo), aportando un sentido y propósito a la realidad organizativa,
articulando los distintos puntos de vista. Es tarea del líder proveer dirección
y guía para poner en práctica dicha visión, clarificando los procedimientos
individuales para llevarla a cabo.
2. Establecer las metas. Uno de los focos centrales del liderazgo debe ser
establecer las metas y propósitos centrales de la escuela.
3. Proveer estímulos intelectuales. Los líderes contribuyen a que el personal
reexamine algunos de los supuestos de su práctica habitual, proveen
nuevas ideas, incentivos y experiencias de desarrollo profesional.
4. Ofrecer apoyos individualizados. Incluye la adquisición de recursos
(tiempo, materiales, asesores) para el desarrollo no sólo de los miembros
del personal de la escuela, sino también organizativo o institucional.
5. Proporcionar modelos de las mejoras prácticas, de acuerdo con los
valores importantes de la organización.
6. Inducir altas expectativas de realización (resultados). Transmitir al
personal altas expectativas de excelencia, consecución, calidad; de
desarrollo profesional, exigir “profesionalismo” y comprometer a la escuela
en el centro del cambio.
7. Construir una cultura escolar productiva. Contribuir a que el centro se
configure como una cultura que promueve el aprendizaje continuo, como
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 59
“comunidad profesional” donde, “desprivatizada” la práctica en el aula, se
comparta el trabajo y experiencias con los colegas.
8. Desarrollar estructuras para una mayor participación en las decisiones
escolares. Crear oportunidades para que todos los grupos implicados
participen efectivamente en las decisiones.
Dimensiones de gestión.
1. Preocuparse por el personal. Proveer los recursos necesarios (tiempo,
personal, fondos, materiales y facilidades) para desarrollar a gusto el
trabajo.
2. Apoyo instructivo.
3. Monitorizar las actividades de la escuela.
4. Construir relaciones con la comunidad. Además de organizar actividades
que faciliten la participación de familias y comunidad, es preciso tender a
que la escuela se configure y opere como parte de una comunidad más
integral.
A manera de conclusión, el liderazgo transformacional es la manera o tipo
de liderazgo más asertivo para el proceso de las instituciones educativas pues
permite dinamismo, construcción comunitaria, acción, actualización frente al
mundo de hoy, sin perder el rumbo o el sentido que convoca a la organización.
Cuando una institución educativa tiene claro su direccionamiento
estratégico, su organigrama, su manera o estilo de dirección, los perfiles y
competencias para ello, puede fácilmente encaminar los diversos proyectos
educativos que requiere para orientar la institución educativa hacia metas
concretas que regala la visión institucional.
La construcción de un proyecto de formación para los maestros y todos los
empleados de una institución educativa, cabe perfectamente en el estilo de
liderazgo transformacional, pues permite entender a todos como parte vital de la
escuela, con una tarea formativa, con la necesidad de potenciar el propio
conocimiento para saber dónde se ubican mejor los talentos en la vivencia de la
profesión y en el descubrimiento de la vocación en la propia vida. Un equipo de
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 60
trabajo con identidad, con procesos formativos, y comprendido desde las diversas
tareas de la escuela como “aportantes” del proceso educativo, termina
redundando en la calidad educativa necesaria de una institución.
Definitivamente la cultura organizacional que propicia un liderazgo
transformacional donde todos caben, todos son incluidos en el proceso formador y
tenidos en cuenta en las actividades y proyectos, afecta directamente las
relaciones con los estudiantes y sus familias, con los proveedores y agentes
externos a la escuela y, por tanto, revelando la identidad y las búsquedas de
calidad educativa de la institución.
3.2.2. Desarrollo organizacional - Instituciones Educativas
“Una educación desde la cuna hasta la tumba,
inconforme y reflexiva,
que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a
descubrir quiénes somos en una sociedad que se quiera más
a sí misma”
Gabriel García Márquez
Las tendencias sociales, económicas y culturales del mundo
contemporáneo, sin duda afectan la educación y esto se refleja en las políticas
gubernamentales y en la gestión de esas políticas que están a cargo de las
instituciones educativas que facilitan los espacios de formación desde los primeros
hasta los últimos pasos.
Bien lo afirman, Cummings y Worley (2007): las empresas necesitan
adaptarse a los cambios tecnológicos, económicos, políticos y culturales cada día
más complejos e inciertos. El desarrollo organizacional les ayuda a responder con
eficacia a ellos y, muchas veces, a influir de modo proactivo en la orientación
estratégica de la empresa.
Tres grandes tendencias configuran el cambio en las organizaciones
educativas: globalización, tecnología de la información e innovación administrativa.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 61
La globalización influye en los mercados y entornos en que las instituciones
operan y funcionan. La tecnología de la información, redefine el modelo tradicional
de negocios al modificar la forma de realizar el trabajo, de utilizar el conocimiento
y de calcular el costo de hacer negocios y, la innovación administrativa es una
respuesta a las dos anteriores, acelerando así su impacto en las instituciones.
En consecuencia, se afirma que las instituciones educativas se enfrentan a
grandes desafíos que serán, en la mayoría de casos, diferentes según la
institución y la región, pero que en algunos casos debido a las tendencias
mundiales serán los mismos: transformación de paradigmas, la globalización y el
avance de la tecnología.
El primer desafío es la transformación de los paradigmas. Ir más allá de la
gerencia institucional entendida como la administración de los asuntos cotidianos
de la vida académica, se refiere a la reflexión de las respuestas a las preguntas
¿por qué y para qué educamos?, ¿la educación que ofrecemos es pertinente?
Este mundo necesita instituciones que abandonen el pensamiento lineal y
abracen paradigmas que permitan la inclusión, el diálogo y la transformación.
Cummings y Worley (2007) aseguran:
…que el desarrollo organizacional se distingue de otras actividades
planeadas de cambio –entre ellas la innovación tecnológica o el desarrollo
de nuevos productos- porque se centra en darle a las empresas la
capacidad de evaluar su funcionamiento actual y de alcanzar sus metas.
Más aún, busca ante todo perfeccionar el sistema total: la empresa y sus
partes dentro del contexto del ambiente que las rodea.
Senge (1990, p.13), plantea desde hace más de dos décadas que: “Lo que
distinguirá fundamentalmente las organizaciones inteligentes de las tradicionales y
autoritarias “organizaciones de control” será el dominio de ciertas disciplinas
básicas. Por eso son vitales las “disciplinas de la organización inteligente”.
Las instituciones educativas son “organizaciones” y que, como tales,
también deben estar abiertas a los cambios que propone la dinámica social. Por
ello Senge (1990. pp. 14-21) describe cinco disciplinas que a su juicio debe seguir
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 62
una organización inteligente: Pensamiento Sistémico, Dominio personal, Modelos
mentales, Construcción de una visión compartida y Aprendizaje en equipo.
Pero para darle paso a estos nuevos pensamientos, se hace necesario un
cambio de mentalidad de los gestores y demás actores de las instituciones
educativas; cambios que deberán abrir el espacio a nuevos paradigmas, como nos
lo amplia el autor al asegurar que:
“…el pensamiento sistémico es la quinta disciplina. Es la disciplina que
integra las demás disciplinas, fusionándolas en un cuerpo coherente de
teoría y práctica. Les impide ser recursos separados o una última moda.
Sin una orientación sistémica, no hay motivación para examinar cómo se
interrelacionan las disciplinas. Al enfatizar cada una de las demás
disciplinas, el pensamiento sistémico nos recuerda continuamente que el
todo puede superar la suma de las partes”.
Siguiendo la misma línea, Arroyave (2009) afirma el valor del paradigma de
la complejidad y resalta que la UNESCO desde el 2002 en sus planteamientos
reconoce que el pensamiento complejo es clave para el desarrollo de la educación
y de la gestión de las instituciones educativas: “educar en el pensamiento
complejo debe ayudarnos a salir del estado de desarticulación y fragmentación del
saber contemporáneo y de un pensamiento social y político, cuyos modos
simplificadores han producido un efecto de sobra conocido y sufrido por la
humanidad presente y pasada”
El reto es grande, pues al cambio del paradigma, las instituciones deben
gestionar el conocimiento en medio de la postmodernidad y eso implica que deben
tener la capacidad de ser relevantes ante un mundo que cambia vertiginosamente;
así lo comenta Bauman (2003, p. 7) cuando, al citar a Paul Valery en
“Modernidad líquida”, afirma que:
La interrupción, la incoherencia, las sorpresas, son las condiciones
habituales de nuestra vida, se han convertido incluso en necesidades
reales, incluso, para muchas personas cuyas mentes sólo se alimentan (…)
de cambios súbitos y estímulos permanentemente renovados (…) Ya no
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 63
toleramos nada que dure. Ya no sabemos cómo hacer para lograr que el
aburrimiento de fruto. Entonces, todo el tema se reduce a esta pregunta:
¿La mente humana puede dominar, lo que la mente humana ha creado?
La sociedad actual exige cambios constantes, rápidos, de forma, y
esencialmente de fondo, pero al mismo tiempo, las instituciones en general y las
de educación superior en particular, tendrán que sobrepasar las paradojas propias
de este tiempo demostrando solidez y continuidad en un mundo que cada vez es
más líquido.
Ortiz (2006, pp. 5–7) afirma que la universidad necesita cambiar sus
paradigmas y cambiando ella, sus docentes, administrativos y demás actores de la
educación cambiarán. La universidad debe superar los dilemas con los que, según
cita a Garín (2001), se enfrenta la Universidad a la hora de transformarse:
Universidad centrada en el saber por el saber o en orientaciones
profesionalizadoras.
Universidad que se adapta a lo que pide el mercado versus una universidad
reguladora que trate de interactuar con él.
Universidad masificada versus universidad masiva, según esté desbordada
en función de los recursos disponibles o se oriente a incluir
progresivamente a más estudiantes.
En palabras de Morin:
“El desafío de nuestro tiempo es el de llevar a cabo una reforma del
pensamiento. Se trata de una reforma no programática sino
paradigmática, que concierne a nuestra aptitud para organizar el
conocimiento… La reforma de la enseñanza debe conducir a una reforma
del pensamiento y la reforma del pensamiento debe conducir a la reforma
de la enseñanza” (2002).
El segundo y el tercer desafíos comunes para las instituciones educativas
los plantea Stavenhagen (1996.): la globalización y el arrollador avance de la
tecnología. La globalización se caracterizada por la internacionalización e
interdependencia de los países y esto se traduce a la internacionalización
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 64
económica, social, cultural, idiomática y educativa. El mundo cambió el paradigma
de lo local a las redes, las barreras se han derribado y esto representa un desafío
para las instituciones educativas que deben preocuparse por sí mismas y por
preparar a sus estudiantes en competencias de calidad internacional.
Stavenhagen (1996) asegura que el concepto de globalización ha hecho
que la cultura, la cosmovisión y aún el concepto de sí mismo han cambiado. Las
instituciones educativas, aun los preescolares, deben cambiar su forma de ver al
mundo, la institución, al alumno, al docente y la práctica educativa. (p. 2). Las
instituciones deben preocuparse en modificar sus modelos de gestión para
asegurarse que sus estudiantes estén capacitados para enfrentarse a un mundo
competitivo y abierto.
Stavenhagen (1996) también dice que el uso de las TIC ofrece mucha
información pero poca formación para enfrentar el arrollador avance tecnológico
que enfrenta a la institución educativa a los medios de comunicación (4).
La educación tradicional estaba basada en brindarle información al
estudiante. Pero ahora que el estudiante tiene acceso a la información por sí solo,
la institución se ve obligada a cambiar la comprensión de su papel, pues ahora lo
que debe hacer es brindar criterios de selección e interpretación de la información,
enseñar el uso ético de esa información, y competir frontalmente con los medios
masivos de comunicación (mass media), para presentar su información de manera
atractiva y veraz.
Marqués, Graells (2005) al mencionar el tema, dice que:
"Nunca antes habíamos tenido tantos y tan buenos recursos a nuestro
alcance para afrontar los problemas de las aulas, de los centros y de
los sistemas educativos con el fin de mejorar la educación de TODOS
los ciudadanos, que en definitiva es la clave para el progreso de los
pueblos. ¿Sabremos aprovechar esta oportunidad?"
"Las TIC se pueden utilizar para apoyar los antiguos planteamientos
instructivos y memorísticos de la enseñanza y también para facilitar la
aplicación de las metodologías del nuevo paradigma de la enseñanza
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 65
centradas en los aprendizajes de los estudiantes. Sería una lástima
conformarse con la innovación tecnológica y no aprovechar el
esfuerzo para avanzar en la innovaciones pedagógicas"
Estos desafíos globales evidencian la problemática de las instituciones
educativas en América Latina; el continente no ha terminado de superar el
analfabetismo, la pobreza en las instituciones, la falta de acceso escolar, los altos
índices de deserción escolar para enfrentar la necesidad de transformación, la
globalización y el desarrollo de tecnología.
Las instituciones educativas latinoamericanas se ven irrelevantes e
incompetentes frente a instituciones educativas de países potencia. No obstante,
Oppenheimer (2010) hace una comparación entre la educación latinoamericana y
la de algunos países asiáticos que han superado la pobreza y han posicionado su
educación en buenos lugares a nivel mundial.
En su libro “Basta de Historias” (2010), Andrés Oppenheimer sugiere que
Latinoamérica debe cambiar la gestión de la educación. Dentro de sus propuestas
sugiere que los gobiernos e instituciones:
Se miren menos al espejo y miren más por la ventana, su invitación es a
observar diferentes modelos de educación a nivel mundial y copiar lo
que pueda ser útil y contextual en estos países.
Generen alianzas estratégicas nacionales e internacionales que
permitan la promoción de la educación.
Mejorar la calidad de la educación aumentando las tasas de escolaridad,
la producción del conocimiento, aumentando la participación en los
exámenes internacionales, invirtiendo en la educación preescolar y
primaria, invirtiendo en la formación de docente, internacionalizar la
educación con la inclusión de la segunda lengua obligatoria y la
inversión tecnológica generada por el propio sistema y por inversionistas
externos.
Generar una cultura educativa desde el gobierno hasta las familias. Los
logros académicos deben ser reconocidos y celebrados como los logros culturales
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 66
o deportivos, la inversión educativa debe ser una prioridad tanto del estado como
de las familias. (381 - 401)
Colombia es una muestra latinoamericana, por eso cada institución debe
transformase para caminar hacia la calidad y competitividad nacional e
internacional. En ese sentido las iniciativas del gobierno nacional es que la
educación cumpla un papel fundamental en dos áreas importantes: condición para
la equidad social y mejoramiento de la competitividad y de la productividad. (MEN,
2006)
El Ministerio de Educación Nacional colombiano (2006) afirma que una
excelente gestión liderada desde las instituciones educativas, podrá contribuir al
mejoramiento social, económico y, en últimas, al mejoramiento de la vida; por
eso, debe preocuparse por cumplir estándares de calidad evidenciados en:
La preocupación de generar educación para toda la vida “desde la cuna
hasta la tumba”
Mejoramiento de la oferta de la educación primaria, secundaria, media.
Articulación de la educación media, técnica, tecnológica y universitaria.
Desarrollo de competencias internacionales: segunda lengua y
tecnología
Calidad, flexibilidad y cobertura en su oferta educativa.
Un sistema de evaluación.
Desarrollo de la investigación y producción del conocimiento.
Colombia sueña una Educación “…Que canalice hacia la vida la inmensa
energía creadora que durante siglos hemos despilfarrado en la depredación y la
violencia, y nos abra al fin la segunda oportunidad sobre la tierra que no tuvo la
estirpe desgraciada del coronel Aureliano Buendía. Por el país próspero y justo
que soñamos: al alcance de los niños” (García, 1994)
Desde el pensamiento complejo podemos comprender que las instituciones
educativas y su organización interna, son reflejo o evidencia de las realidades,
teorías, discursos y tensiones del mundo globalizado de manera micro o particular.
Todo está relacionado entre sí. Las instituciones educativas y su desarrollo
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 67
requieren una mirada sistémica que permita las relaciones de las partes y el todo y
deje a un lado las particularizaciones.
Desde esta concepción, un proceso formativo de maestros y personal que
labora en las instituciones, debe corresponder o ser coherente con el desarrollo
institucional, con la visión, las políticas de calidad educativa y el modelo
pedagógico que ilumina la institución, que no debe estar alejado de una lectura
reflexiva de la realidad, del mundo globalizado para que no sea una propuesta
anacrónica sino asertiva al contexto.
3.2.3. Desarrollo Organizacional - Desarrollo Profesional Docente
“La tarea de enseñar comprende el manejo relativamente seguro de
un conjunto de conocimientos, capacidad de interactuar, de
comunicar y de desarrollar esos conocimientos con sus
componentes prácticos en y con otros, y hacerlo, en contextos de
libertad, confianza, atención, decisiones fundadas, empatía y
autoridad.”
Paulo Freire, 2006
La novena meta educativa 2021, de la Organización de Estados
Iberoamericanos, se propone:
“Mejorar la formación inicial del profesorado de primaria y secundaria, a
través de alcanzar mayor calidad en toda la oferta de preparación para el
profesorado, mejorar los accesos a la profesión docente, el apoyo a los
docentes principiantes y el diseño de estrategias para la formación en
ejercicio y su desarrollo profesional, la colaboración entre los países
iberoamericanos, el fortalecimiento de las redes de cooperación de grupos y
expertos y el impulso a programas y propuestas innovadoras”. (O.E.I,
2010).
Es por lo anterior, que en la actual sociedad del conocimiento, la formación
de los docentes se convierte en pieza fundamental y clave. Necesitamos que los
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 68
docentes acepten el cambio social como una constante que exige sucesivos
esfuerzos de transformación en el trabajo cotidiano con los estudiantes; al mismo
tiempo lo exige de las instituciones educativas. Se debe formar a docentes y
directivos en la capacidad de analizar el cambio social, en la habilidad de orientar
estrategias y metodologías de enseñanza y en la capacidad de adaptación al
entorno. Para llevar a cabo esta transformación se debe reflexionar sobre el
Desarrollo Profesional Docente y la mejora en la Institución Educativa.
Es importante tener presente algunas definiciones de diversos autores
sobre Desarrollo Profesional Docente, con el objetivo de tener una visión más
amplia de este concepto tan relevante del desarrollo organizacional:
Desarrollo Profesional Docente según Avalos (2002), es la formación
profesional continua a lo largo de toda la vida.
Tedesco (2002) la define como la secuencia a través de la cual se
construye un docente, las principales etapas de esta construcción son tres: la
elección de la carrera, la formación inicial y el desempeño profesional. Es decir, el
aprendizaje sobre los variados aspectos que conforman la materia de trabajo de
los docentes y su acción en las aulas.
Este es un proceso en espiral dialéctica. Aprender y transformar la propia
práctica brinda la capacidad para enfrentar los nuevos retos, para descubrir los
que van surgiendo y sobre los que hay que aprender otra vez. Está conformado
por el encuentro, la charla profesional entre pares, la lectura, la indagación sobre
diversos factores involucrados en el quehacer docente, la detección de las propias
necesidades formativas, la toma reflexiva e informada de decisiones y la vuelta
hacia ellas para afinarlas o transformarlas. Es la conformación de opiniones, la
construcción y la defensa de propuestas sobre la educación y la enseñanza.
“El desarrollo profesional docente debe concentrarse en profundizar su
comprensión sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje y sobre los
alumnos a quienes enseña. Implica que los maestros experimenten tanto el
rol de estudiantes como de profesores, de manera que esto les permita
enfrentar las dificultades que cada uno de estos conlleva. El desarrollo
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 69
profesional es un proceso focalizado en el aprendizaje”. (Hammond L.
Darling; Mclaughlin, 2003)
“Es la capacidad de un profesor de identificar intereses significativos en el
proceso de enseñanza aprendizaje, valorar y buscar el dialogo con colegas
expertos como apoyo en el análisis de datos”. (Rudduck, 1991)
Namo di Mello (2000), afirma que el desarrollo profesional docente “es el
conjunto de saberes teóricos y prácticos que no deben confundirse con una
sumatoria de conceptos y técnicas”
Fullan (2002) asegura que para lograr un cambio en los docentes frente a
este aspecto, se debe lograr que quienes toman las decisiones sean más eficaces
en la dirección de las instituciones, de forma que sean más sostenibles. El mismo
autor menciona que entre los elementos de sostenibilidad de los procesos de
cambio están la adecuación del contexto cambiante, la formación mediante redes,
la obligación de rendir cuentas y el compromiso de obtener resultados a corto y
largo plazo. Fullan (2002) advierte que no es suficiente con que el ejecutivo piense
en el futuro, sino que es preciso conceptualizar la forma de cambiar los sistemas
actuales de modo específico y profundo.
Hoy en día se necesita que la formación docente se diseñe a partir de un
desafío central, trabajar sobre los problemas que enfrentan en la actualidad las
instituciones educativas y, para lograrlo, es necesario pensar junto a ellas, es
decir, crear escenarios de trabajo que se propongan brindar una oportunidad al
colectivo docente para identificar los problemas y definirlos; se requiere que los
formadores ayuden a los docentes a desplegar acciones que logren abordar los
problemas, identificarlos, los acompañen en las decisiones que se han pensado y
les ayuden a evaluar, socializar y difundir de esta manera las prácticas valiosas.
Además de lo anterior, es necesaria la articulación entre la formación inicial,
la inducción, y la formación en servicio, con una perspectiva de aprendizaje a lo
largo de toda la vida, la valoración del docente reflexivo y una formación de
maestros basada en la investigación, la importancia de las culturas colaborativas,
el trabajo en equipo, el acompañamiento de la dirección y la evaluación.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 70
Es necesario también, construir políticas que refuercen la posición de los
docentes, sus saberes y campos de actuación, que se valoren sus culturas y que
no se transforme la enseñanza en una profesión dominada por la industria.
Por último, es indispensable que en toda Institución Educativa, se desarrolle
una transformación organizacional, desde los directivos hasta los docentes,
pasando por el personal administrativo y padres de familia, ya que el sentir de
todas las personas que conforman la organización es vital para el cumplimiento de
todos los objetivos propuestos.
Para Cummings (2008):
“La transformación organizacional requiere de cambios radicales en cómo
los empleados perciben, piensan y comparten el trabajo. No se limita a
mejorar la empresa ni a optimizar el estado actual de la organización.
Busca ante todo modificar las suposiciones respecto a su funcionamiento y
a la manera de relacionarse con el entorno, nada de ello se altera si no se
altera la filosofía y los valores de la Institución, así como las numerosas
estructuras y esquemas que moldean la conducta de los empleados. No
sólo la magnitud del cambio es mayor, sino que el cambio modifica
radicalmente la naturaleza cualitativa de la empresa”
Paradójicamente a lo anterior, vemos que hoy en día, en las instituciones
educativas, se carece de poder suficiente de decisión en los ámbitos de su
competencia. Se continúa asumiendo que la tarea pedagógica es un asunto de
cada docente al igual que el logro educativo. Diversas políticas surgidas por las
nuevas demandas que se le hacen a la escuela ostentan como único recurso al
docente, olvidándose que la calidad de los resultados educativos depende de
maestros competentes que laboren de manera colaborativa en un plantel con un
buen ambiente escolar, disponibilidad de materiales y recursos para el
aprendizaje, buenas relaciones y valores que hagan posible el aprendizaje de
estudiantes y maestros.
La gestión directiva de hoy en día, demanda otra forma de organizar y
administrar la escuela, formas distintas de percibir, pensar y comportarse en ella,
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 71
los nuevos directivos docentes han de asumir un papel activo de liderazgo, el
proceso de cambio se caracteriza por una gran innovación y aprendizaje,
prolongándose de manera indefinida conforme los docentes van descubriendo
otras formas de mejorar la escuela y adaptarse a las condiciones cambiantes.
El presente y el futuro de la educación depende sin duda, entre otras, de las
revisiones en el desarrollo profesional docente, de sus estrategias formativas, de
sus expectativas y formas de organización y constitución profesional; pero si las
condiciones de trabajo no cambian, la ansiedad, la insatisfacción y el rechazo a las
nuevas formas de organización pueden agravarse, provocando los conflictos y las
resistencias individuales y colectivas que se reflejan en la Institución.
Se reafirma así, la necesidad imperiosa de articular, sistémicamente,
políticas internacionales, tensiones y metas transnacionales y nacionales, con la
identidad de las instituciones, su modelo pedagógico, su estilo de dirección, su
desarrollo organizacional, sus recursos físicos y, en especial, con sus docentes y
personal de servicios. El desarrollo profesional docente, de la mano de todas las
personas que laboran en una institución educativa, requiere atención clara y
asertiva, procesos serios, organizados y acordes con el contexto educativo,
espacios de reflexión del que-hacer, de propio conocimiento humano y de
definición de la identidad y búsquedas institucionales.
3.2.4. Desarrollo organizacional - Trabajo en equipo
“Un trabajo en equipo genera una sinergia
positiva por medio de un esfuerzo coordinado.
Sus esfuerzos individuales dan como resultado
un nivel de desempeño mayor que la suma total
de los insumos individuales transformando
grupos en equipos eficaces y productivos”
(García, 2008).
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 72
Toda institución educativa se ve enfrentada a múltiples problemas y
exigencias, unas de índole interno y otras de índole externo. Externos como los
que plantea la sociedad contemporánea dados en términos de la globalización, la
predominancia y avance de la ciencia y la tecnología, la crisis de la modernidad,
las crisis ecológicas y humanitarias; y por último, los cambios paradigmáticos que
estos implican. Manes (2008) citando a Stewart sostiene que estas exigencias y
problemas se constituyen en fuerzas del entorno exterior que se visualizan desde
lo social, tecnológico, económico y político.
Los problemas y desafíos internos son: la separación entre expectativas y
cultura juvenil y lo que la institución educativa ofrece (Gimeno,2003; Arroyave,
2003, p. 362); la desarticulación de procesos vitales, globales y cotidianos y visión
academicista y fragmentada de la realidad (Morín, 2000); el deterioro del
compromiso docente; la carencia de auténtico liderazgo; la desarticulación entre
niveles de la institución (por ejemplo, entre rector o directivo, equipo directivo,
coordinadores, jefes de área, grupo de profesores, estudiantes o entre la
institución y comunidad, sector productivo, padres de familia, proyectos regionales
e internacionales); y por último, trabajo individualista y reuniones improductivas
(Manes, 2008).
Para Arroyave (2003), todos estos encuentros internos y externos obligan a
la institución educativa a que genere procesos de cambio, de transformación y de
reorganización; uno de ellos es implementar un liderazgo y una dinámica de
trabajo que vaya más allá de estilos autoritarios, autocráticos, conductistas, y
llegue a un liderazgo y dinámica de trabajo en equipo (Manes, 2008). Los estudios
han comprobado como la implementación de los equipos de trabajo permite el
cambio organizacional, e incrementan variables como la participación, la
autogestión, la interdependencia de objetivos, la satisfacción laboral, la integración
de conductas cooperativas y competitivas (Aritzeta y Ayestarán, 2002).
En cuanto a la gestión en general, y refiriéndose específicamente a la
escolar, Arroyave (2011) indica que, más que gestores individuales se requiere
una buena conformación de equipos de trabajo; de esta manera se podrá alcanzar
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 73
un desarrollo organizacional en términos de eficacia, eficiencia y transformación.
En una institución de educación básica y media se puede observar trabajo en
equipo en instancias como el equipo directivo, grupo de profesores de un área,
consejo directivo, consejo académico, consejo de estudiantes, consejo de padres
de familia, entre otros; mientras que en una institución universitaria se puede
observar en el consejo superior, consejo de facultad, comités de currículo y de
área, entre otros.
Pero, ¿qué significa trabajo en equipo? Significa que hay un conjunto de
individuos con conocimientos, habilidades, capacidades, valores y actitudes,
antagonistas y, a la vez, complementarios; con relaciones interdependientes, que
tiene como meta el cumplimiento de una tarea, un objetivo o una función
específica en términos satisfactorios. (Manes, 2008; Fuenmayor, 2010). En sus
integrantes hay un compromiso con un propósito común, metas de desempeño y
con una propuesta por la cual se consideran mutuamente responsables (García,
2007).
Los equipos de trabajo representan una de la formas organizativas más
importantes de muchas organizaciones en la actualidad, estos reflejan un cultura
basada en el compromiso colectivo, la continuidad de la interacción social, la
formación de una conciencia recíproca, la estabilidad de las relaciones en el
tiempo y la estructura de roles (Olmested, 1987, citado por García, 2007). Sus
contribuciones se establecen en dos perspectivas. Una desde el componente
individual en la cual el trabajo en equipo es valedero por razones de seguridad,
autoestima, y de sociabilidad. En el segundo favorece reunir habilidades que van
más allá de las que un individuo puede adquirir, hay sinergia, mayor compromiso y
desarrollo de sus integrantes; se genera aprendizaje y se incrementa la creatividad
(García, 2008).
Hay grandes diferencias entre un equipo de trabajo y grupo de trabajo. En
un equipo de trabajo hay conciencia y aceptación de la interdependencia,
participación y compromiso en toma de decisiones, planificación y ejecución de
actividades, hay una comunicación franca y honesta nacida de un ambiente de
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 74
confianza y en una comprensión empática (“comprendo el punto de vista del otro”);
en él se alienta la aplicación de conocimientos individuales, y opiniones e
inquietudes, el conflicto es tomado como natural y como oportunidad, se acepta el
liderazgo y la toma de decisiones de superiores como importante en razón de
resultados positivos, es decir, que conviene a la institución (Manes, 2008).
Para Manes (2008), en un grupo de trabajo se labora de forma
independiente, no hay suficiente participación y compromiso, hay un ambiente de
desconfianza, no se aceptan opiniones ni conocimientos de sus miembros, su
comunicación es oscura, malintencionada, no comprensiva; toman el conflicto en
sentido negativo, no se resuelve por parte del líder directivo, en la toma de
decisiones es más importante la conformidad que los resultados positivos.
Para Morín (2000), el grupo de trabajo responde a una visión de mundo, a
un paradigma individualista, separatista, fragmentado, simplista, no cooperativo
sino competitivo; en cambio, el equipo de trabajo responde a un paradigma
complejo, sistémico; ya que cada miembro conoce y participa en el todo cuando se
planifica y se toman decisiones, pero a la vez conoce y hace su función, es decir,
su parte. Se reconocen relaciones de interdependencia entre sus miembros para
poder alcanzar los objetivos, hay una perspectiva dialógica e incluyente: se une
los objetivos personales a los colectivos sin excluirse, se comprenden los puntos
de vista del otro aunque sean contrarios. Esto deriva en una actitud solidaria,
cooperativa, no competitiva. Para Fuenmayor (2010), en un equipo de trabajo se
unen conocimiento, técnica, pero también pasión y vocación. En este sentido
actualmente se define un equipo “como un sistema adaptativo complejo cuya
eficacia depende de complejas interacciones entre numerosas variables input,
proceso y output” (Gil, Rico y Sánchez, 2008)
Para que un equipo de trabajo logre ser tal, requiere una organización, un
funcionamiento y unos resultados. Una organización en cuanto a tener metas
claras, tener líderes efectivos, normas y cultura conocidas, tomar decisiones
consensuadas, tener un tamaño entre 6 a 12 integrantes. Un funcionamiento en
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 75
cuanto logre satisfacer necesidades de sentido de pertenencia, afiliación,
aceptación, contención afectiva e identidad, y en cuanto tenga explícitas y claras
las funciones y expectativas de sus miembros. En los resultados se evidencia que
lo alcanzado por el equipo es superior a lo alcanzado por un solo individuo.
(Manes, 2008). A esto último se le denomina sinergia; en términos de Fuenmayor
(2010), “significa que el resultado alcanzado por el trabajo de varias personas es
superior a la simple suma de las aportaciones de cada una de ellas. Este es el
objetivo del trabajo en equipo”.
Pero para que el trabajo en equipo surja efectivo, la organización debe
proveer un sistema de recompensas al rendimiento, un sistema de entrenamiento
y asistencia técnica y un acceso a la información. Además, sus miembros deben
ser seleccionados no solo por sus conocimientos y habilidades, sino también por
sus competencias en el trabajo en equipo, tales como la comunicación
interpersonal y la solución de conflictos. Por último, los aspectos mencionados en
la organización y el funcionamiento deben estar direccionados por un líder, que da
acompañamiento antes, durante y después de la realización de la tarea (Gil, Rico
y Sánchez, 2008)
Tal como lo comenta Manes (2008), se puede decir que para formar un
verdadero equipo de trabajo debe haber un aporte individual, una responsabilidad
compartida, un compromiso profundo y una lealtad construida día a día y acción
por acción. Además de esto, y como lo sugiere García (2008), debe haber cuatro
propósitos fundamentales: uno, la competitividad, ejecución de planes, resolución
de problemas, interacción de individuos y aprovechamiento del conocimiento
colectivo; dos, la efectividad, que se logra a través de la coordinación de las
acciones previstas, la solución de situaciones adversas y la promoción de la
cultura del logro y la autogestión de los equipos; tres, la innovación, reflejada a
través de la generación de nuevos conocimientos, a disposición de los integrantes
del equipo y de la sociedad; y por último, cuatro, el clima organizacional,
importante como incentivo en la productividad, basado en un liderazgo
participativo y de comunicación asertiva entre los integrantes del equipo.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 76
Por otro lado, González (2008) dice que se requiere un líder que persuada
hacia la innovación, el cambio, mostrando las tareas como motivadores, exigir
resultados acordes con las habilidades reales y potenciales del grupo, aplicando
técnicas para la creatividad, y que integre y direccione el mismo trabajo en
equipo; este es su mayor herramienta para implementar los procesos de cambio
en las organizaciones.
El equipo de trabajo convoca a un aprendizaje en equipo, a un pensamiento
en equipo. Senge (2003), cree que eso tiene relación directa con la visión
compartida y enmarcada en tres dimensiones: la primera, dada por la necesidad
de pensar sobre problemas complejos, en la cual se unen el potencial de muchas
mentes para ser más efectivas que una sola; la segunda, enmarcada en la acción
innovadora y coordinada, en la que se evidencia que cada miembro permanece
consciente de los demás miembros y actúa de tal manera que complementa los
actos de los demás; y por último, la que está dada por la influencia que tienen los
miembros del equipo en otros equipos; implica el diálogo y discusión como
herramientas dinamizadoras que favorecen la comprensión, que no se podría
obtener de forma individual, y el desarrollo de un pensamiento sistémico que
apunta al lenguaje compartido como característica vital en un equipo de trabajo.
Como conclusión, se puede expresar que el saber trabajar en equipo
implica no solamente la conformación formal de grupos de personas para dar
respuesta a exigencias del medio, sino que incluye además una filosofía del
esfuerzo y de logros compartidos, un compromiso explícito con una colectividad
antes que con personas consideradas en lo individual (Puga, 2009).
Trabajar en equipo es la estrategia que posibilita que cualquier reto u
objetivo trazado desde la dirección y desde la comunidad educativa de una
institución, sea realmente viable, posible en el corto y mediano plazo. La agilidad y
efectividad que propician esta manera de trabajo hacen que la institución
realmente avance en sus proyectos y consolide en el diario vivir, lo que entiende
por calidad de la educación.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 77
Pero conseguir trabajar en equipo no es fácil, realmente requiere de un
proceso de consolidación del personal que labora en la institución educativa,
capacitarla en sus laborales particulares, pero también generar proceso de
formación humana para conocerse a sí mismos y redescubrir sus dones, talentos,
capacidades y competencias y vivir desde allí, formación en la identidad
institucional, para que las acciones del equipo estén enmarcadas en las mismas
búsquedas, parados desde los mismos criterios de vida y generar coherencia en
medio de la posible diversidad de pensamientos y talentos.
Si la institución educativa logra consolidar su grupo humano en medio de la
diferencia y regalarle metas y sueños comunes, desde criterios claros para decidir,
podrá lograr con más facilidad equipos de trabajo realmente motivados en el
crecimiento institucional.
3.3. La formación de educadores docentes y no docentes en
instituciones educativas calasancias
Hay muchas maneras de concebir la educación y de ponerle piso o
fundamente desde donde pararse para tomar decisiones y construir las
instituciones educativas. Este capítulo es la aproximación al ministerio educativo
escolapio para comprender como se entiende desde él, no sólo al religioso y la
comunidad escolapia que ha optado por vivir la educación como su servicio y
carisma especial, sino, también, al laico, como testigo en la escuela, como invitado
a vivir siendo educador calasancio, educador de una manera particular y llamado a
un continuo proceso de formación y crecimiento personal, para desarrollar de la
mejor manera su labor y asumir su vida en el mundo.
La institución educativa calasancia, está llamada a ser vigilante del contexto
y de los signos de los tiempos, está convocada a formar en medio de las
exigencias del mundo de hoy y de las necesidades internacionales y nacionales
que recaen sobre la educación, pero también debe ser fiel a su identidad, a su
apuesta por construir hombres y mujeres autónomos en la sociedad del
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 78
conocimiento, apasionados por el saber y por buscar la verdad en sí mismos, en
su entorno, en las ciencias y en la experiencia de Dios.
Frente a estos retos y a este dinamismo educativo surge el educador
calasancio, entendido no solo como el maestro que está en el salón de clases,
sino como todos aquellos que laboran en la institución educativa calasancia y que
hacen posible día a día la formación y el saber. Este capítulo es otra apuesta
pedagógica que recuerda la necesidad imperiosa del trabajo en equipo y
mancomunado, desde las interrelaciones de todos los estamos de la institución y
también desde el aporte de los talentos y capacidades de cada uno para la
educación con calidad y búsqueda de la integralidad sea un hecho y no una frase
más, para ofertar a la sociedad una alternativa institucional.
Palabras claves: Ministerio educativo escolapio, educador calasancio,
identidad calasancia, proceso formativo.
3.3.1. El ministerio educativo escolapio
El campo de la educación es por esencia complejo, pues ha de
desarrollar en cada alumno su proyecto personal y vocacional. Mas
en un mundo y sociedad caracterizados por el cambio en los
diferentes ámbitos -humanísticos, científicos, tecnológicos, sociales,
laborales-, esa complejidad se acentúa.
La Iglesia y sus instituciones revisan su identidad, profundizan sus
funciones; quienes heredan el carisma calasancio -con una historia
de cuatro siglos- han de reflexionar a la luz de los signos de los
tiempos, qué ofrecen hoy a la sociedad, en qué medida son fieles a
ese carisma, qué conocimiento poseen de los escenarios o contextos
donde se está ubicando la Orden, así como los motivos
institucionales o criterios que regulan su ministerio. (UNANUA 1999)
El ministerio educativo escolapio parte del reconocimiento de que la
educación es un proceso complejo en dos vías: primero por la búsqueda constante
de acompañar el proyecto personal y vocacional de los estudiantes que
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 79
comprende sus búsquedas, el descubrimiento de sí mismo y el acercamiento a las
ciencias y sus talentos puestos en ella que van redefiniendo su estar en el mundo;
segundo, por las diferentes interrelaciones que hay en la escuela y que dialogan
entre sí (lo administrativo, las diferentes áreas del conocimiento, las familias, la
tensiones globales y nacionales, las políticas educativas).
San José de Calasanz es un gran apasionado y defensor de la educación,
incluso la llama servicio "distintísimo, el más noble y meritorio" (Giner, 1992, p.
580-583), y desde allí descubre la complejidad que tiene y lo importante que es la
elección y formación de los actores involucrados en los procesos educativos para
que se brinde un servicio de calidad. Como lo afirma el Capítulo General de los
Padres Escolapios (1997):
La Orden escolapia consideró desde sus inicios medio apto para lograr sus
fines, la escuela popular; una escuela que se ideó con profesores selectos,
contenidos educativos adecuados a los fines; métodos sencillos, eficaces y
abiertos a permanente búsqueda de los mejores entre los mismos;
asumiendo también como propios otros medios afines a la escuela según
lugares y tiempos. La Orden está abierta asimismo -en situaciones de
necesidad- a colaborar con la Iglesia y servir a la sociedad en diferentes
ámbitos.
El ministerio educativo escolapio se puede resumir en su lema: "Piedad y
Letras". En esta expresión busca plantear toda la apuesta formativa institucional.
También es leída como la luz de Dios y la luz del hombre, o el diálogo entre la
verdad en las ciencias, el conocimiento, la cultura, las artes y los deportes y la
verdad que revela Dios en el interior de cada ser humano y en la espiritualidad.
Este lema plantea las tres últimas finalidades calasancias, que se deducen de los
documentos y de la praxis del Fundador: propósito (evangelizar), medio
(educando), modo específico para conseguirlo (escuela popular y otras vías
afines); según Unuana (1999), se explica así:
a) Evangelizar a niños y jóvenes, principalmente pobres, desde los más
tiernos años, con la idea de acompañarlos hasta su madurez; centrándose la tarea
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 80
en el desarrollo integral del alumno, con ejercicio de las virtudes humanas y
cristianas, en una proyección de éstas hacia el crecimiento pleno de la persona,
creando un privilegiado lugar de evangelización de alumnos y culturas. Ello lleva a
asumir la fe desde una triple dimensión: aspecto teórico o doctrinal, celebración
litúrgica y sacramental, práctica de vida cristiana. La mente del Fundador abrigaba
una pedagogía de la santidad que no podía lograrse más que por la acción del
Espíritu en el maestro y en el alumno; la espiritualidad y la pedagogía calasancias
avanzan juntas en el proceso educador.
b) Educando mediante educadores que han hecho una opción clara en sus
vidas por el Evangelio, uniendo en sus personas el ministerio educativo con la Fe,
dado que sólo mediante tal unión podrán ser “idóneos cooperadores de la Verdad”
(Calasanz, 1622, n3). Es tarea que implica selección de los profesores y
preparación específica y permanente de los mismos, que en mente de José de
Calasanz debían de ser Religiosos y preferentemente sacerdotes. Más en la
tradición escolapia y desde sus inicios, se dieron también laicos; en el devenir de
los siglos, con la mayor apertura de la Iglesia a la participación de los mismos y la
amplitud de las Obras, los laicos son la mayoría de nuestros educadores. El
Fundador tenía un alto concepto del maestro: lo considera como misionero de la
Verdad, la cual difundiendo la luz, disipa las tinieblas de la ignorancia; sostenía
que el buen maestro nace y se hace; por ello exigía diligente selección y solícita
formación. Requería en los maestros buen ingenio o talento, índole o carácter
adecuado, sanas costumbres, salud de cuerpo y de espíritu.
Según Santha (1984), la preparación de los futuros educadores abarca -
según el Santo-, tres dimensiones: el ser (la persona), el saber (conocimientos), el
saber hacer (didáctica y metodología); todo ello amasado en una fina y vital
espiritualidad.
c) Mediante la Escuela popular y cristiana: es el medio específico para
ejercer el ministerio escolapio; son escuelas que el Fundador quiso altamente
calificadas, graduadas, desde las primeras letras hasta el umbral de los estudios
superiores; con una finalidad pastoral y social acordes con el ministerio. La
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 81
escuela calasancia fue ideada como institución al servicio de las clases populares;
y en consecuencia, gratuita, con clara definición a favor de los pobres, abierta a
todos sin ninguna discriminación social o religiosa, sosteniendo ya en el siglo XVI
el derecho universal a la educación.
El ministerio de la enseñanza en ese perfil de escuela que José de
Calasanz funda, hace crecer al alumno de forma armónica e integral en la Piedad
y en las Letras, en un ambiente de “santo temor de Dios”, completando o
corrigiendo así la formación del hogar, para ofrecer a la sociedad y a la Iglesia
ciudadanos sanos y cristianos comprometidos.
Aspectos pedagógicos en la escuela calasancia. El ministerio escolapio
se realizó a partir de sus inicios desde una escuela original y distinta de las de su
entorno, con características que la han configurado con identidad propia, y que a
través de los siglos ha ido inspirando otras innumerables instituciones educativas
eclesiales a lo largo y ancho del planeta. Según Unuana (1999):
escuela comprensiva de la totalidad de la persona: valores humanos,
cívicos, estéticos, trascendentes y religiosos, intelectuales, morales;
escuela integral por la amplitud en conocimientos y disciplinas:
humanidades, ciencias, aspectos técnicos o destrezas del alumno;
escuela integradora, viendo al educando como persona única, al cual hace
crecer desde la mente y el espíritu, desde la Piedad y las Letras, desde el
cuerpo (atención por su salud) y el alma (cultivo de su interioridad);
escuela creativa e innovadora, con los mejores métodos, -útiles, fáciles,
breves-, abiertos al fenómeno del cambio con perspectiva de permanente
progreso;
escuela con criterios modernos: edificio funcional, con estructuras
complementarias para educadores (habitaciones de Religiosos, biblioteca,
huerta) y para alumnos: iglesia para todos; aula con destino a las
Academias o ejercicios literarios; fuente de agua abundante, patio o jardín;
material didáctico (libros de texto con calidad, catecismos, cartelones para
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 82
los pequeños, plumas preparadas por los maestros para los niños más
pobres);
escuela con reglamentos logrados y completos, cual verdadero “manual de
funciones” recogido por el Fundador en sus Constituciones, síntesis -cada
uno de esos variados Reglamentos- del pensamiento de Calasanz sobre lo
que debían ser sus escuelas, con detalles educativos que rayan en la
perfección;
escuela con estrategias que tienen nombre propio desde la práctica de José
de Calasanz: método preventivo, que previene el mal o el fracaso del
alumno y no se resigna a corregirlo solamente; método simultáneo,
inherente éste a una enseñanza generalizada y con aulas abiertas a grupos
mayores; método mutuo, donde los alumnos más aventajados ayudan a los
más atrasados; método mixto, que conjuga el simultáneo con el mutuo
(Sántha, 1984);
una escuela abierta más allá del aula, respondiendo desde los inicios a lo
que hoy se consideran claras directrices de la Escuela Católica;
escuela con una definida proyección hacia el futuro del educando, de cuyo
porvenir y posibilidades de empleo se preocupaba de modo explícito
preparando con especial énfasis a alumnos con inmediata necesidad de
trabajo, en aquellas disciplinas que les acercaban a ese objetivo, como
cálculo, caligrafía, música;
escuela con óptica transformadora de la realidad, tendiendo a una sociedad
más democrática; la enseñanza del latín y sus materias afines, llevaba a los
alumnos hasta el nivel propio de los jóvenes de clase noble, dándose un
trato igualitario al alumnado de cualquier clase social;
escuela personalizada, en la que Calasanz puede considerarse entre los
pioneros: la promoción escolar no se sometía con rigidez al calendario, sino
a la madurez del alumno; el maestro debía tener especial habilidad para
descubrir y promover las aptitudes del alumno; cultivo de la interioridad del
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 83
niño mediante procesos de acompañamiento por parte de maestros y
confesores;
escuela con enseñanza básica y general, asegurando una formación
necesaria para todos, cualquiera que hubiere de ser la posterior situación
escolar en cuanto a continuidad o interrupción de los estudios por parte del
alumno, pudiendo éste seguir estudiando o pasar al mundo del trabajo con
una preparación adecuada;
escuela propedéutica, o preparatoria para abordar con éxito los niveles de
estudios superiores en Centros diversos o -donde éstos funcionaban- en los
propios de la Orden;
escuela con asistencia obligatoria, controlada ésta por el maestro de aula y
por el prefecto o coordinador, declarándose incluso ese control un deber de
las autoridades públicas;
escuela y ministerio que el Fundador califica de: el más digno, el más noble,
el de mayor mérito, el más beneficioso, el más útil, el más necesario, el más
natural, el más razonable, el más grato, el más atractivo y el más glorioso.
Un ideal irrenunciable en el Fundador fue su empeño por una escuela
inclusiva de todas las categorías sociales y con preferencia por los pobres, fue
neta línea transversal en su vida y en sus escritos; para ello se valió de todos los
medios a su alcance: en los inicios, sus propios bienes patrimoniales, limosnas de
autoridades -incluso del Papa y de ciertos Cardenales-, ayudas de gente allegada
a las Escuelas, mendicidad por parte de los Religiosos por las casas,
subvenciones de príncipes y ayuntamientos relacionados con la escuela; a partir
de 1640 se atiende a algún internado concreto que está subvencionado o donde
los internos pagan módicamente, pues sus familias pueden hacerlo.
Educación a impartir. Como presencia de la Iglesia en el ámbito de la
cultura, la educación escolapia anuncia la Fe (evangeliza), la profundiza
(catequesis), la interioriza (oración y sacramentos), la vive y extiende (grupos
juveniles; grupos de vida, de reflexión, de acción social, de evangelización);
cimenta su apostolado en la comunidad cristiana, que surge en el seno de la
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 84
comunidad educativa; ubicada en contextos plurales, supera la dispersión
mediante ejes transversales: visión integradora ante credos, culturas, etnias
diferentes; pensamiento crítico; sensibilidad para los valores; interdisciplinariedad;
formación para la acción; innovación en los métodos; opción por el aprendizaje
(protagonismo del alumno) antes que por la enseñanza (protagonismo del
profesor); - desde la Piedad y las Letras, se compromete con una formación
integral en sus diversas dimensiones: intelectual, mediante seriedad académica;
profesional, con formación teórica y práctica; social, con sensibilidad ante
problemas del país y del mundo; axiológica, con definición por los valores
personales, familiares, cívicos, sociales, ecológicos, cristianos; asocia a la Obra
con especial énfasis a las familias de los alumnos, a las que tiene como objetivo
explícito de su misión; escoge, forma e integra a los colaboradores laicos,
considerando que de su tarea y comportamiento depende de modo definitivo la
calidad de la educación; se apoya en estructuras (físicas u organizacionales)
sencillas, pero eficientes; realistas o acordes con los fines; adaptables a
situaciones, lugares y tiempos; aptas para la acción compartida (Congregación
General, 1999); contemplando espacios comunitarios, encuentro de estamentos,
participación; facilitando una relación personalizada y personalizante.
Perfil de alumno. Sujeto y protagonista de su proceso educativo, la
escuela calasancia lo considera como “llama que encender, no copa que llenar”;
en él se cultiva la dimensión afectiva, social, intelectual, trascendente, religiosa; en
el ambiente de la comunidad educativa respira valores, especialmente de
solidaridad, tolerancia, justicia, paz, amor y defensa de la vida en todas sus
manifestaciones; asume los aprendizajes resumidos en este decálogo: crecer
como persona, convivir, servir, aprender, saber hacer, discernir, ensanchar sus
horizontes locales, expresarse, leer y escribir tecnológicamente, ser solidario; se
educa en la libertad y para el uso responsable de la misma; adquiere compromiso
social con su pueblo y los pueblos del mundo, vistos hoy como “aldea global”
(McLuhan, 1980); por su talante y sus valores, es elemento de transformación de
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 85
la familia y garantía de una sociedad regenerada; ya egresado, sigue vinculado a
su escuela, que le abre sus puertas.
Tipo de Educador. La Orden considera Educador a toda persona o
institución que interviene en el proceso educativo, sea en ambiente escolar o
extraescolar: aula, internado, familia, grupos, parroquia, Hogares, actividades de
tiempo libre (Congregación General, 1999), y considera -como José de Calasanz-
a los educadores cual “idóneos cooperadores de la Verdad” (Calasanz, 1622, n3);
ellos han de encarnar en sus vidas cuanto exigen a los alumnos, para seguir
realizando la “caridad cultural”; nuestros educadores contratados, se seleccionan
atendiendo a los objetivos institucionales que deben lograr y según exigencias de
la respectiva tarea, que puede ser: directiva, docente, administrativa, auxiliar, de
voluntariado; todos deben actuar en sintonía con la filosofía institucional; el
educador en nuestras Obras, ha de estar abierto a los procesos de formación
permanente que la Orden proponga para cada nivel; la formación se concibe como
renovación integral que permite el progresivo crecimiento personal y necesaria
respuesta al fenómeno del cambio.
Los desafíos en los que se centran el ministerio educativo son: el primero,
educar a la persona. Como dice Unuana (1999):
La intuición calasancia de educar a la persona, tiene una fecunda vigencia
en la actualidad, especialmente en aquellos lugares y ambientes donde se
dificulta que el hombre sea persona e hijo de Dios. Por ello, y como
aportación a tantas búsquedas pedagógicas y en tantos ámbitos educativos
que la sociedad genera y controla, se sienten llamados a recrear la praxis
calasancia de una educación humanizadora, que:
asegure ambientes educativos y metodologías de calidad;
inspire aliento humano y cristiano a tantos medios, técnicas y culturas que
hoy proliferan;
anime a las familias a reencontrarse como lugar de identificación y
crecimiento del niño como persona”.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 86
El segundo desafío al ministerio educativo, es el olvido o marginación de las
clases populares que fue, sin embargo, la importante visión profética y opción de
San José de Calasanz. La intuición calasancia de renovar la sociedad
promocionando las clases populares, continúa teniendo una gran vigencia en el
mundo tremendamente injusto en que se vive. Esto pide:
una clara opción preferencial por los pobres;
sentirse interpelados por tantos millones de niños que necesitan
educadores, sobre todo en los países en vías de desarrollo;
hacer todo lo posible para que la educación sea asequible a las clases
populares, con una sensibilidad especial hacia cualquier niño, que por
impedimentos sociales, morales, psicológicos, o por ser emigrante, no
tenga acceso a un crecimiento armónico;
hacer frente a las nuevas formas de pobreza emergentes en el mundo
actual”.
Un tercer desafío según la Congegación General de los Padres Escolapios
(1999):
La intuición calasancia de reformar la sociedad por medio de la educación
en la piedad junto con las letras, continúa desafiando hoy en la sociedad
secularizada y llena de antivalores, pero llamada a la plenitud del Reino.
Esto se transforma en urgencia al escuchar la llamada eclesial a una "nueva
evangelización", que plantea el reto de crear en las obras educativas
auténticas comunidades cristianas, donde se ejerza el ministerio pastoral en
todo momento, de manera que la fe ilumine y penetre transversalmente
todo el proceso cultural y educativo”.
Un cuarto desafío y prioridad según el Fundador, San José de Calasanz (1622) es
que la educación en las letras y las ciencias humanas se fundamente en la fe
cristiana. Ésta debe empapar progresivamente la totalidad de las culturas para que
la evangelización de las mismas sea completa. En este sentido, la prioridad del
ministerio integral es educar "principalmente la piedad y la doctrina cristiana".
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 87
El ministerio escolapio es espacio o ámbito de la Iglesia Católica, que tiene
como objetivo evangelizar y transformar la sociedad por medio de la educación
integral de niños y jóvenes en la Piedad y en las Letras; en tiempo del Fundador
se realiza esta misión de forma casi exclusiva mediante la escuela. Más tarde se
abre a campos diversos, sin perderse en éstos el objetivo educativo: internados,
obras educativas extraescolares, hogares para niños pobres, parroquias, templos
abiertos al culto. A los herederos del Fundador les incumbe descubrir con audacia
y prudencia, creatividad y fidelidad al carisma original, las vías más adecuadas en
cada lugar y momento; ha de subrayarse que el primer medio de evangelización
consiste en el testimonio de vida de los educadores, que se expresa en gestos,
palabras y sobre todo hechos.
Para que las escuelas -como ámbito principal de la tarea de la Orden- sean
portadoras de un mensaje significativo en nuestros tiempos, deben responder a
las nuevas exigencias de la sociedad, han de apoyarse en las aportaciones de las
ciencias de la educación, deberán conocer el mundo en que se mueven los
alumnos de hoy.
El educador calasancio debe velar por proceso formativos que permiten la
actualización de la identificación suya con el carisma y el ministerio educativo
escolapio, que actualice el conocimiento de las realidades juveniles, los
conocimientos propios de las áreas del conocimiento y que facilite ejercicio de
acercamiento a la propia vida para comprenderse en profundidad.
3.3.2. La identidad del laico escolapio, testigo en la Escuela
“Los caminos que tiene el Señor para guiar las almas al paraíso, son
todos santos y misteriosos, y todos son rectos con total y paterna
providencia; y no deja a nadie sin cruz, que en algunos el sentido
vuelve muy pesada, pero, con paciencia, el espíritu encuentra una
gran suavidad.” San José de Calasanz citado por la Congregación
General (1995, p.45)
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 88
La identidad personal se debate en el dilema del ser. Responder la
pregunta ¿quién soy yo? no es fácil, nunca lo ha sido ni lo será. Pero allí reside la
plenitud de lo humano y la clave del ser cristiano. El educador laico realiza una
tarea que encierra una insoslayable profesionalidad, pero no puede reducirse a
ésta. Está enmarcada y asumida en su sobrenatural vocación cristiana.
Por tanto, antes de adentrarse en la pregunta por su quehacer como testigo
en medio de la escuela, es necesario profundizar en la pregunta por su ser. Sólo
así puede plantearse una labor coherente, que surja no como ideal externo, sino
como consecuencia directa de la vida que fundamenta su interior.
Además del “ser” del laico y de su consecuente “que hacer”, es necesario
tener en cuenta el particular “estilo” que el testimonio cristiano debe adoptar en
medio de un contexto tan especial como el del mundo de la escuela. También este
estilo surge de la vida interior y, por supuesto, de la fuente misma que es
Jesucristo, su experiencia de Dios y su manera de anunciarlo en este mundo.
La identidad del laico. Según Arroyave (1999), cuando se acerca a la
pregunta por la identidad, se topa inevitablemente con algunas percepciones que
tiene de la identidad que en realidad pueden alejarlo de lo que es.
El activismo. Por supuesto que el ser va mucho más allá del quehacer
(aunque la identidad se manifiesta en una manera de actuar). Se puede ir la vida
queriendo demostrar el valor del ser en una infinidad de actividades que al final, tal
vez, sólo dejen cansancio e insatisfacción profunda. Es necesario trabajar, pero no
confundir el ser con el hacer. Llegará un momento en las etapas del proceso de
vida en que la quietud y la inactividad ocupen gran parte del tiempo; entonces, si
realmente se ha encontrado y vivido la identidad profunda, el ser seguirá “siendo”,
aunque no esté “haciendo” (produciendo).
Las imágenes distorsionadas. El ser de cristiano no se define en la
imagen que se tiene de sí. Siempre existirá alguna deformación en la manera
cómo se ve a sí mismo: dejar de reconocer muchas de las dificultades y defectos;
y dejar –sobre todo- de identificar muchas de las bondades y valores que existen
en la interioridad. Ni tampoco en la imagen que los demás tienen de los otros;
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 89
porque por más que los quieran, las demás personas no necesariamente los
conocen, y no pueden depender de su opinión favorable o desfavorable las
decisiones fundamentales de la vida en las que se juega la identidad.
Según Arroyave (1999), se afirma que sólo Dios conoce hasta la más
entrañable hondura de la profundidad de la persona (Salmo 138); por eso, sólo
cuando se va entrando en sintonía con la imagen que Dios tiene de cada uno, se
puede ir conociendo en verdad.
Los proyectos humanos. Aunque los anhelos profundos reflejan
realidades de la identidad, el ser no se agota en lo que se sueña ser, en los
ideales que se hace de sí mismo; porque tantas veces hay esfuerzos inútiles
proponiéndose metas inalcanzables que no necesariamente son lo que Dios
quiere y, por tanto, se termina “defraudando a sí mismo”.
Dios actúa en el presente; por tanto, como lo expresa la carta de Pablo a
los Filipenses (Fil 3, 12), “el amor de Dios no es un premio que hay que alcanzar,
él ya me alcanzó a mí”, y del reconocimiento de ese amor más grande del que me
amó primero, pueden surgir acciones y proyectos que nos lleven a una plena
felicidad en el sueño y la voluntad de Dios sobre la vida. (1Jn 4, 10)
El mal y el dolor. Es muy propio de la mentalidad humana definirse a partir
de las realidades negativas de la vida. Pero no se es el mal que hay en el interior;
por lo menos no reside allí la clave de la identidad, del ser cristiano. Los errores,
los defectos, los sufrimientos que se han ido acumulando a lo largo de la vida,
tienden a distorsionar la verdad de lo que se es. Por eso la mayoría de las veces
se forcejea con lo que se es y se sueña con cambiar lo que se es.
Se puede tener, pues, la mirada en el lugar equivocado. Mientras se mira
las dificultades, Dios está mirando el amor puro, la vida santa y sin pecado que ha
transmitido (Mt 13, 24-30); esas realidades que tanto disgustan de cada uno, son
la puerta de entrada para que se manifieste el amor de Dios en lo personal (2Co 4,
7-10), pues, con su gracia basta ( 2Co 12, 7-9).
¿Dónde radica, entonces, el ser del cristiano, su identidad? Según Arroyave
(1999):
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 90
El ser del cristiano encuentra su raíz, su fundamento último en el actuar
providente y misericordioso de Dios en su vida. Así lo declarará San Pablo:
“por la gracia de Dios, soy lo que soy; y la gracia de Dios no ha sido estéril
en mí” (1Co 15,10).
Este actuar de Dios en el interior no es un conocimiento teórico, sino que
nace de una experiencia: el descubrimiento de un acontecimiento que viene
sucediendo y seguirá sucediendo: “el Reino de Dios se está llevando a cabo” (Mt
4, 17). El encuentro con la propia identidad es la experiencia de la propia
aceptación: cuando se descubre que ya se es aceptado por Alguien que me
conoce y me ama, cuando se reconoce que Dios me ama profundamente, no por
la manera de ser, no por cómo se piensa, no por las cosas que se hacen, sino
simplemente por lo que se es, es decir, por lo que Él ha hecho en cada uno.
Este descubrimiento es la esencia de la experiencia apostólica de la
Resurrección: la experiencia del actuar definitivo de Dios en la vida. ¿Cómo se
puedo reconocer la presencia del Resucitado en la vida? Según Arroyave (1999,
p. 4)
1. En los valores más profundos que definen la existencia. En esas
realidades que caracterizan y que hacen de cada uno un ser valioso. ¿Por
qué se vale? ¿Qué realidades son el fundamento de la vida, realidades que
nada ni nadie pueden quitar?
2. En la fuerza que ha sostenido y sigue sosteniendo en los momentos más
difíciles y dolorosos de la vida. Son realidades siempre internas, aunque se
puedan ver reflejadas en personas o acontecimientos exteriores.
3. En las actitudes de servicio amoroso, espontáneo y gratuito que surgen
en cada uno. Porque la manera de ser de Dios, siempre es un movimiento
hacia fuera, hacia los que más necesitan.
Cuando se puede profundizar en estas tres realidades, se está palpando
con la vida la presencia constante de Jesús Vivo. Y cuando se tiene una
experiencia así, tan profunda y significativa para la vida, es imposible callarla (Hch
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 91
4, 18-20), es algo que sale del interior con luz y fuerza propias, y con un inmenso
amor para transmitirla a los demás.
Así, pues, resulta que este es el ser, que esta es la identidad como
cristiano, como laico: yo soy un testigo de Jesús.
La clave del testimonio. ¿Qué “hacer” corresponde a un Testigo de
Jesús? El testigo es aquel que puede contar algo que tuvo la oportunidad de ver,
oír, tocar, vivir. Cuenta con la autoridad que da la experiencia inmediata y directa
con la realidad.
Lo mismo puede decirse de los Testigos de Jesús. El Evangelio de Juan
realza el juicio de Jesús como un juicio mal hecho, basado en el testimonio de
falsos testigos que no reconocen el ser y el actuar de Jesús; por esto Jesús
resultó condenado como culpable (como si no fuera el Hijo de Dios). La
experiencia de la Resurrección viene a significar la reapertura del caso de Jesús.
Son necesarios nuevos testigos (los cristianos) que anuncien con su vida que
Jesús está vivo, que es inocente, que es el Hijo de Dios.
Así, el quehacer que corresponde a un Testigo de Jesús es anunciar. Un
Testigo de Jesús anuncia la experiencia personal de haberlo visto, tocado y
sentido vivo en la propia historia. Y lo hace porque no lo puede evitar, porque un
auténtico encuentro con el Resucitado es imposible de olvidar.
Sin embargo, no siempre resulta completamente claro lo que significa
anunciar. En el mundo plural de hoy, cada vez se va haciendo más fuerte la
conciencia de que anunciar no consiste en la comunicación de unos saberes
teóricos; mucho menos en adoctrinar y hacer proselitismo de Iglesia.
Algo de lo más original del cristianismo es que no está centrado en saberes,
sino en una persona: Jesús Vivo. Por eso, en sentido estricto, más que una
religión es una fe. A una persona como Jesús no se le sabe, se le conoce y se le
ama en una relación personal de encuentro. Esto tiene, por lo menos dos
consecuencias según Arroyave (1999, p.6):
a. La experiencia cristiana no trata de creer y entender intelectualmente
muchas cosas (éstas pueden ayudar, pero no son la clave), sino de vivir
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 92
coherentemente con una relación personal que se ha establecido con Jesús
como Señor.
b. La experiencia que se tiene de Jesús es para transmitirla a otros. Si se
es Testigo de Jesús, se ha vivido como amigo, se ha experimentado su
mundo; entonces se quiere hacer pasar ese mundo de Jesús a otros,
contagiarlo a otros, suscitar en otros la misma experiencia que ha dado
sentido a la vida.
Finalmente, ¿en qué consiste ser Testigo de Jesús?, ¿qué es Anunciar?
Contar una historia. La experiencia vital es irrefutable. En el campo teórico,
racional, de las ideas y los argumentos, la fe en Jesús puede ser cuestionada.
Pero la vida es elocuente e implacable; ante la constatación del actuar de Dios en
la historia no hace falta teorizar. ¿Qué ha pasado en la vida en relación con
Jesús? Lo puedo contar de dos maneras:
Historia de Salvación: Jesús se manifiesta en la vida rescatando de los
caminos perdidos por los que se tiende a alejarse de Él, haciendo y
haciéndome daño. Él salva y sigue salvando del mal, del pecado.
Historia de Creación: también se reconoce por “vía positiva” en todas las
bondades que ha tenido con cada uno, en la plenitud y felicidad que ha
regalado, en el amor del que ha hecho partícipe.
Transmitir un criterio. Desde la experiencia de Jesús, la vida, el mundo, la
sociedad, todas las realidades del ser humano adquieren un nuevo orden. Por
eso, anunciar a Jesús es transmitir la manera de ver la vida, el punto de referencia
desde el que se decide y se actúa, el criterio de verdad con que se juzga qué es lo
verdadero, lo bueno, lo justo, lo auténtico. Anunciar a Jesús consiste en vivir una
escala da valores fundada en el Evangelio y transmitida a los demás como un
tesoro, camino de felicidad plena.
Contagiar una mirada. Sólo se puede llegar al encuentro con Jesús cuando
se ha adquirido una mirada contemplativa; es así como se descubre el actuar de
Dios en la vida, aún en los momentos más oscuros, difíciles y dolorosos. Por eso,
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 93
cuando se anuncia a Jesús no se contenta con constatar la realidad con sus
conflictos, sino que se contagia la esperanza que anima.
En el mundo de la escuela. El laico educador, está llamado a vivir el
anuncio dentro del contexto de la escuela. ¿Cómo llevar a cabo el anuncio del
testimonio de Jesús a los niños y jóvenes, dadas las condiciones especiales del
mundo en el que les ha tocado crecer?
Antes de responder este interrogante, surge una comprensible objeción:
dadas las condiciones del mundo actual, especialmente la autosuficiencia, el
intento constante de encontrar respuesta a los grandes interrogantes y las
necesidades fundamentales de la vida en las realidades de supervivencia o de
lujo, ¿estarán las personas –en concreto los niños y jóvenes- esperando que les
anunciemos a Jesús?, ¿es eso lo que les hace falta?, ¿será una respuesta válida
para sus búsquedas de hoy?
En el fondo, todas las personas buscan a Dios, es decir, la experiencia
definitiva de sentirse amadas, valiosas, enviadas en este mundo a construir y vivir
la felicidad. Eso buscan los jóvenes: el que esconde su timidez y sus complejos en
el silencio y quizá en su aplaudida dedicación al estudio; el que la manifiesta en su
soledad de manera agresiva, en la relación con sus compañeros y educadores;
también los que buscan una salida – aunque sea momentánea- a sus angustias y
dolores en el licor, las drogas, la vivencia desordenada y deshumanizadora de la
sexualidad; el que, no ha encontrado ninguna de estas salidas, se hunde en la
depresión, hasta el extremo del suicidio.
Todos, en el fondo, aunque no lo expresen, aunque no sean conscientes de
ello, lo que están esperando es a alguien que con su vida, con sus palabras, con
sus acciones, con su acogida fraterna, con su presencia, les haga sentir que Dios
está con ellos, que Dios está de su parte, que nada ni nadie puede separarlos del
amor de Dios manifestado en Cristo Jesús (Rm 8, 35-39).
A la respuesta de cómo anunciar al resucitado, centro de identidad en cada
uno desde la identidad del laico cristiano católico en la escuela, se manifiesta lo
siguiente:
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 94
Anuncio con toda mi vida. El principal camino de anuncio en la Escuela
es el testimonio de vida. En este mundo postmoderno, los jóvenes no creen en
discursos, en relatos, sino en imágenes vitales. Por eso, no importa tanto lo que se
diga, sino la manera como se vive la vida. Y para anunciar a Jesús con la vida, es
necesario vivir el mismo proyecto de vida de Jesús. Muchas veces se piensa en
Jesús como un ser superdotado, casi “extraterrestre”, a quien es posible admirar,
pero no seguir (es decir, vivir como él). Sin embargo, se afirma que es verdadero
Hombre. ¿Qué significa esto? No significa que se parece a los seres humanos y
por eso es hombre, sino que si se quiere ser verdadero hombre, verdadera mujer,
se llama a parecerme a él. En él está la clave de la auténtica humanidad.
¿Cómo lo hace Jesús?, ¿cómo puedo hacerlo yo? El camino es el
discernimiento: dedicar todos los días de la vida a orar como ora Jesús, identificar
la manera de ser del Padre en cada uno y pidiendo luz, fuerza y amor para ser
siempre fiel, para nunca traicionar lo que se es, para no dejarse arrastrar por el
egoísmo (Hb 5, 7-8); se trata de una oración intensa, “con ruegos y súplicas, con
poderoso clamor y lágrimas”. Vivir de esa manera es causa de salvación para los
jóvenes (Hb 5,9)
Anuncio con palabras. Aunque es más importante la vida que las
palabras, las palabras que salen del ser profundo, son reveladoras y salvadoras.
Como las parábolas de Jesús, que son la manifestación oral más entrañable de la
experiencia de Dios de Jesús.
Las parábolas son palabras sencillas, que surgen en Jesús sin un esfuerzo
racional superior, sino que parten de su observación de lo cotidiano, de una
mirada contemplativa de la manera de ser de Dios con él. Eso es lo que pretenden
sus palabras: mostrar, transmitir y contagiar lo que Dios, su Padre, hacía con Él y
en Él. Así, en la actitud de anuncio en medio de los niños y los jóvenes, no son tan
necesarios los dogmas, o las razones, o las ideas claras y distintas, sino irlos
acercando poco a poco al amor de Dios, contando o historias, o mejor, partiendo
de una historia: la propia historia de sentir a Dios vivo y presente en la vida.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 95
Anuncio con acciones. Los hechos concretos acompañan con su fuerza
de testimonio el anuncio que se hace con las palabras. Así es Jesús: cuando no
aparece en los evangelios hablando, está compartiendo la mesa y la vida con los
pobres y los pecadores, contagiando de amor, perdón y misericordia a todos. Eso
son los milagros y los actos de perdón: misericordia viva de Dios.
Jesús actúa misericordiosamente porque se da cuenta que es la única
manera de suscitar conversión y salvación; es la única manera de hacer presente
y palpable en este mundo a Dios. Pero estas acciones de Jesús no fueron escritas
en los evangelios para despertar admiración por las increíbles capacidades de
Jesús, ni para identificarse con el pecador y el enfermo. Los relatos de los
milagros y de los actos de misericordia se consignaron en los evangelios para
seguir a Jesús.
Un hombre importante de la ciudad viajó desde muy lejos para conocer al
maestro y constatar las cosas grandiosas que se contaban de él.
Encontrando a uno de sus discípulos, lo interrogó: “¿Es verdad lo que se
dice de tu maestro?, ¿qué es un hombre santo y que hace muchos
milagros?” El discípulo le contestó: “Pues verá usted; eso depende. En su
país se llama milagro a que Dios cumpla la voluntad de un hombre; pero
entre nosotros llamamos milagro a que un hombre haga la voluntad de
Dios. En esos términos, sí, el maestro hace muchos milagros.” (Narración
oriental)
Anuncio en comunidad. Algo difícil de entender para la religiosidad
individualista de hoy es que habiendo venido Jesús a revelarnos plenamente la
manera de ser Dios y su acción salvadora sobre nuestra vida, haya hecho
comunidad. Jesús no hace comunidad porque sea lo más fácil, ni porque sea
siempre agradable, sino porque es la manera de ser de Dios con nosotros y es el
camino más claro para construir el Reino de Dios. Dios se manifiesta en toda la
creación, pero de manera especial en el hermano. Además, todo lo valioso que ha
hecho Dios en el interior es para entregarlo a los demás. Es inevitable, pues, el
encuentro profundo con los otros.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 96
Anuncio en la experiencia pascual. Pero la manera definitiva con que
Jesús anuncia el amor del Padre, es con su coherencia hasta el extremo. Porque
la muerte de Jesús no es un hecho puntual y aislado en su vida, sino una
consecuencia directa y coherente con todo lo que había vivido, pensado, dicho y
hecho a lo largo de su vida. No nos salva, pues con su dolor y su sufrimiento, sino
con su fidelidad aún en medio y a pesar del dolor y el sufrimiento. Así también el
anuncio de la manera de ser de Dios entre los jóvenes: lo que más salva al otro, lo
que más lo acerca a la experiencia de sentir a Dios en su vida, es cargando con el
peso de su dolor, de su sufrimiento, de su oscuridad, de su pecado.
3.3.3. El Educador Calasancio
“Como ya hemos dicho, la meta que pretende nuestra congregación
con el ejercicio de las Escuelas Pías es la educación del niño en la
piedad cristianas y en la ciencia humana para, con esta formación,
alcanzar la vida eterna; para conseguir este fin hemos creído no sólo
ofrecer el ejemplo de una vida espiritual sino poseer la doctrina y el
método para enseñarla.” (Calasanz, 1622, no 203)
¿Quién es un educador calasancio? – IDENTIDAD. En una obra
educativa de las Escuelas Pías, se entiende como educadores a todos los adultos
que, sin discriminar en el tipo de trabajo que desempeñan, aportan con su función
a la realización de la obra amorosa, educativa y evangelizadora de Calasanz en
medio de los niños y los jóvenes de hoy.
Son educadores calasancios los Padres Escolapios. Son continuadores
de la obra de San José de Calasanz y animadores de sus obras educativas; son
discípulos de Cristo, buscando guardar su mandato nuevo de Amor Entregando la
vida a los niños, especialmente a los pobres, anunciándoles el Evangelio.
Son educadores calasancios los empleados docentes. Son
cooperadores de la obra escolapia; aprenden de Calasanz la sabiduría en la
escuela interior, para transmitir esa sabiduría en el ejercicio de la enseñanza; se
preparan responsablemente con afán investigativo y rigurosidad académica; sirven
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 97
pacientemente a los niños y jóvenes, con el don educativo que han recibido y
cultivado.
Son educadores calasancios los empleados no docentes. Comparten
igualmente la misión calasancia desde su trabajo cotidiano de servicio a la
comunidad educativa; desde el trabajo aparentemente más simple, hasta el más
complejo, entregan lo mejor de sus capacidades para el correcto desarrollo de la
labor educativa; dan testimonio de una vida guiada por los valores calasancios y
evangélicos, y deseosa de contribuir en la construcción del Reino.
En este sentido, son también educadoras las familias. Se identifican
con el carisma y la experiencia de Calasanz y se comprometen con su proceso
educativo; aportan a la educación desde su don maternal y paternal, donando la
vida y transmitiendo la esperanza; acompañan a sus hijos e hijas con una
presencia real, el ejemplo de vida y la rigurosa vigilancia del amor.
Ser educador calasancio implica una incorporación real, concreta y
cotidiana, con la misión de las Escuelas Pías de Evangelizar y Educar a los niños,
las niñas y jóvenes, en la Piedad y las Letras.
Los educadores calasancios son los brazos de Calasanz que se siguen
extendiendo hoy para abrazar a los pequeños de cualquier condición con un amor
salvador.
¿Cuál es la esencia que sostiene a un educador calasancio? –
ESPIRITUALIDAD. En todas las épocas ha sido difícil educar. El mismo Calasanz
se enfrentó a muchas adversidades y obstáculos en el desarrollo de su labor.
También hoy se pueden identificar múltiples dificultades a la hora de laborar en
este campo a la vez fértil y árido de la educación.
Más allá de una identidad laboral, el educador calasancio se distingue por
un espíritu que lo anima, el mismo espíritu de Calasanz, que él siempre anheló
enseñar y transmitir a todos sus seguidores, religiosos, laicos y alumnos. Este
espíritu se plasma en una Espiritualidad, una manera profunda de construir
humanidad y de vivir la experiencia cristiana.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 98
En primer lugar, los educadores calasancios son sabios en la Escuela
Interior. Parafraseando a Padilla (1995):
El principio de la vida espiritual es, para Calasanz, el propio conocimiento,
conocerse por dentro, a fondo, con verdad, descubriendo todo lo que hay
en nosotros de positivo (la obra amorosa de Dios que se traduce en
valores, capacidades, talentos, posibilidades de construcción, en fin, amor);
conocer también nuestras “pasiones”, esa ciega tendencia egoísta que a
veces nos aleja de lo que somos en profundidad, que nos encierra en la
tristeza de una vida sin sentido, ciertamente, si nos miramos con verdad,
descubrimos la presencia y el actuar del pecado en nosotros.
De esta manera, conociendo la acción de Dios en nosotros y las realidades
que nos obstaculizan vivirla, podemos crecer cada día, procurando ser
fieles a nuestra vocación, amando cada vez más como ama Dios.
Pero además, los educadores calasancios son buenos Discípulos de la Escuela
del Maestro. Para ser educadores, se acercan con humildad y corazón abierto a
aprender del único y verdadero maestro, Jesús. ¿Qué enseña Jesús, el Maestro,
en su escuela?
Jesús enseña la Obediencia: la actitud de escuchar a Dios que habita y
habla en el interior, para seguirlo sólo a él. Jesús invita a entrar en contacto
con Dios en la oración y así sentir la fuerza para ser fiel a él siempre.
Jesús enseña la Pobreza: la libertad y disponibilidad de corazón; la
capacidad de desprendimiento de las realidades que el mundo llama
torpemente riquezas. Jesús invita a mantener las manos vacías,
disponibles.
Jesús enseña la Castidad: el camino del amor verdadero, que se entrega
sin buscar el propio beneficio, sino sólo el bien del otro. Jesús invita a mirar
a las personas con la misma mirada de Dios, a regalar el perdón, signo
máximo del amor.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 99
Jesús enseña la Vida Comunitaria: porque la manera de ser de Dios es
unidad con todos. Jesús invita a optar por la comunidad, signo y presencia
del actuar de Dios.
Jesús enseña el Servicio: la actitud cotidiana de buscar la verdadera
felicidad de los que nos rodean. Jesús invita a amarlo a él, entregándose en
servicio a los más pequeños, a los más pobres.
Los educadores calasancios aprenden en la Escuela Interior y en la Escuela
del Maestro, para transmitir esta doble sabiduría a los estudiantes.
¿Qué actuar corresponde a un educador calasancio? – MISIÓN. Para
Calasanz está completamente clara la misión del educador calasancio en la
expresión “ser Cooperador de la Verdad” que recuerda el Capítulo General de los
Padres Escolapios (1995).
Si somos consecuentes con esta afirmación de Calasanz, la Verdad es la
propia y genuina educadora de los seres humanos. Y para Calasanz, dentro de la
experiencia cristiana, Jesús es la Verdad. Cooperamos, pues, con el actuar del
Señor. Y para Jesús, la Verdad nos hace libres.
Los educadores calasancios cooperan con la acción liberadora de Dios en
los niños, las niñas y jóvenes de las escuelas, Según Padilla (1995):
La Verdad libera a los muchachos de la oscuridad y la confusión del mundo:
por más desconcertador que parezca el panorama del mundo que deben
vivir nuestros estudiantes, siempre será posible anunciar y vivir una manera
diferente, luminosa y esperanzadora de construir la existencia.
La Verdad libera a los estudiantes del peso de la tristeza: ninguna de las
realidades adversas que se han vivido, por oscuras y dolorosas que hayan
sido, podrá opacar la fuerza que desde el interior Dios nos regala para
levantarnos.
La Verdad libera a los estudiantes de las ataduras del egoísmo: la
tendencia egocentrista en el interior de los niños no tiene la última palabra;
siempre será posible vivir del amor que se lleva en el interior.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 100
La misión de los educadores calasancios está decididamente orientada a
identificar lo que Dios hace en los estudiantes para colaborar con él lo más posible
o estorbar lo menos posible.
¿Cuál es el sello característico de los educadores calasancios? – ESTILO.
Siguiendo el camino de la Espiritualidad y la Misión calasancia, se evidencia en el
educador calasancio un serio progreso en las auténticas virtudes educativas, que
son fruto del crecimiento personal y de la vida según el Espíritu.
Para Calasanz, estas virtudes que caracterizan a los educadores
calasancios se sintetizan en una sola: el Amor (Padilla, 1995).
El amor calasancio es ternura, cordialidad y bondad: un ambiente de
cercanía y acogida que, por sí solo, introduce a toda persona en un deseo
profundo de crecimiento y aprendizaje.
El amor calasancio es paciencia: una actitud de compasión y alegría que
hace posible descubrir la buena inclinación de cada niño y también poner el
remedio eficaz a sus faltas e imperfecciones.
El amor calasancio es alegría: la flor que adorna nuestra labor, porque
enseña y transmite más una sonrisa que brota de la plenitud de vida que
todos los discursos sobre la verdad.
Coronado con estas virtudes, el educador calasancio descubre su vida y su
labor cotidiana como verdadera vocación: vida entregada al servicio amoroso de
los estudiantes.
3.3.4. La instrucción y la formación
“Las Escuelas Pías, con sus casi cuatrocientos años de
existencia ejerciendo la función educativa, debe pedir a todos
aquellos que trabajan en ella y se ocupan de la educación que
la ofrezcan con verdadera calidad. Es decir, que ejerzan la
educación con profesionalidad pero también como vocación,
conociendo bien lo que se entiende por educación,
planificando la acción educativa con visión y amplitud y
utilizando estrategias eficaces y con sentido a la hora de
impartirla.” (Tort, 1999)
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 101
Al acercarse a este tema se busca el ofrecer elementos para ejercer la
función educativa con sentido y animar a los educadores a renovarse
constantemente. Se hace notar desde un principio que se hablará del educador,
educando y acción educativa. Se hace así porque se quiere incluir en estos
conceptos las diferentes formas que se pueden dar en educación. No se quiere
centrarse exclusivamente en los docentes, ni en los alumnos, ni tampoco en la
enseñanza. La propuesta va dirigida a todos aquellos que trabajan en una
institución educativa y, por tanto, al hablar de educador se refiere al docente, a los
tutores, a los responsables de la educación de tiempo libre, de apoyo, de
deportes, de música, entre otros. Y los educandos, tanto serán alumnos como no.
Siendo la acción educativa todo proceso de educación ya en el aula ya fuera de
ella, ya en la institución, ya fuera de ella.
San José de Calasanz en su memorial al Cardenal Tonti citado por Sántha
(1984) decía sobre las Escuelas Pías que este instituto es en verdad dignísimo,
nobilísimo, meritísimo, comodísimo, utilísimo, necesarísimo, naturalísimo,
razonabilísimo, gratísimo, agradabilísimo y gloriosísimo. Ante ello, se puede uno
preguntar, ¿son aplicables todos estos superlativos a la institución calasancia
hoy? Más aún ¿creen los educadores de la institución educativa que la educación
que se imparte en ella es así? Y si así fuere ¿Por qué? ¿Cuáles son las
características que la hacen posible? ¿Qué comportaría a todos para que esto
continúe siendo posible? Y si no fuere así, ¿Por qué? ¿Cuáles son los elementos
que lo dificultan? ¿Qué se debería hacer, mejor aún, qué debería hacer cada uno
para que estos superlativos se pudieran aplicar con propiedad?
Preguntas inquietantes que nos habrían de llevar a reconsiderar la forma
como se imparte la acción educativa. No hay duda, como dice Merleau-Ponty, que
“la verdadera filosofía es reaprender a ver el mundo”. Lo importante en la
educación es estar abierto a reconsiderar continuamente nuestra actividad
educativa, porque lo básico no está en lo que hace el educador sino lo que hace el
educando gracias a la acción del educador. Pues como decía Galileo Galilei: “no
se puede enseñar nada a un hombre; sólo se puede ayudarlo a encontrar la
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 102
respuesta dentro de sí mismo". Y se dice esto porque ser educador en estos
momentos en una obra de las Escuelas Pías pide un plus educativo que cada uno
debe saber encontrar.
La acción educativa. La acción educativa se habría de contemplar como
una triangulación de tres elementos: educador, educando y contenido. Pero estos
elementos se deben considerar dentro de un contexto, tanto cuando se da su
triangulación, como en la base de cada uno de ellos. Es decir, el contexto en
donde se da la acción educativa es importante, pero también lo es el contexto del
educador (familia, procedencia, equipo de educadores, institución, clase social),
del educando (familia, procedencia, grupo, compañeros, curso) y del contenido
(valoración social, interés, dificultad de comprensión, relación con los otros
contenidos). La acción educativa será nula si no se da alguna confluencia entre los
contextos de los tres elementos.
Ahora bien, se ha dicho que la acción educativa tiene tres elementos, pero
hablando con propiedad éstos son tan complejos, que se reconfiguran por una
serie de factores (humanos, físicos, psicológicos, sociales, ideológicos) que lo
particularizan. La acción educativa nunca es genérica sino que es concreta, muy
concreta. Si, por ejemplo, un educador de tiempo libre no tiene en cuenta cómo es
él, cómo son los educandos y cuáles son los valores a educar, y no relaciona
estos elementos su educación será superficial o nula.
Si se contempla la acción educativa desde el punto de vista de la relación
educador/educando se puede hablar de dos acepciones. Según la raíz latina, la
palabra educación tanto podría venir del verbo educare que significa criar, cuidar,
conducir, es decir la acción que hace el educador sobre el educando para su bien;
como también de educere con el significado de sacar, extraer, esto es, la acción
del educador para sacar del educando lo que él ya posee.
En como lo expresa Tort (1999), se puede hacer un reduccionismo aunque
es siempre peligroso: en el primer caso hablaríamos de instruir y en el segundo
formar. La razón de esta afirmación vendría del concepto que le damos a cada
una de estas dos palabras. Instruir, según el diccionario es proporcionar
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 103
conocimientos y, por tanto, sería la acción externa del educador sobre el
educando. Y formar es dar forma o recomponer un todo y, por consiguiente, sería
la acción interna del educador para que el educando llegue a ser persona.
Naturalmente estos dos conceptos van muy unidos. Una instrucción que no
lleve a la formación sería cosificar a la persona, y una formación que no se base
en una instrucción sería convertir en un inadaptado a una persona. En las
Escuelas Pías no se puede dar ningún educador que no instruya y forme a la vez.
La instrucción. Se ha dicho que, según el diccionario de la Academia de la
Lengua (2012), instruir es proporcionar conocimientos, pero además y según el
mismo diccionario, es también informar, dar datos o noticias de algo. Tres
expresiones: conocimientos, información y datos que no son sinónimos, ni mucho
menos, y su diferenciación tiene una gran incidencia en la acción educativa.
De manera un tanto general, podríamos afirmar que los datos están en la
realidad, el conocimiento en las personas, hoy en día decimos que también está
en las organizaciones, y la información entre ambos.
Como manifiesta Tort (1999):
Los datos describen lo que pasa en la realidad pero no ofrece juicios
de valor o interpretaciones ni se orientan a la práctica. Los datos no
dicen nada acerca de lo que es importante o no. La información, en
cambio, tiene significado. Los datos se convierten en información
cuando un sujeto les añade significado, o los contextualiza. Así, un
vocabulario es un dato, pero si se conoce el significado de las
palabras o su raíz etimológica se convierten en información. Los
números de un listín de teléfonos son datos, pero en el momento que
un número se contextualiza en referencia a una o varias personas
que interesan, entonces se convierte en información. Las tablas de
multiplicar son datos, pero si se sabe el por qué del resultado de
cada operación multiplicativa, obtenemos una información.
Y el conocimiento, en cambio, existe dentro de las personas, como seres
humanos y se puede ver como algo dinámico (el conocimiento que tiene una
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 104
persona) o como algo estático (el conocimiento generado a través del tiempo). El
conocimiento se deriva de la información, así como la información se deriva de los
datos. Y la creación de conocimiento tiene lugar dentro y entre personas. Aunque
éstas al tener contextos internos (modelos mentales y manera de tender a la
acción diversa) su conocimiento no será igual ante unos mismos datos. Es la
riqueza y democracia del conocimiento. Así, en los ejemplos anteriores, saber
utilizar correctamente una palabra, será conocimiento; saber aplicar las
operaciones de multiplicar a un problema será conocimiento. En definitiva,
siguiendo el planteamiento de Aristóteles, los datos, están en la realidad, la
información une la realidad con la persona, el conocimiento está en la persona y
sabiduría sería cerrar el círculo, uniendo el conocimiento con la realidad. Y
recientemente, se afirma que el conocimiento puede estar asociado también a una
organización por lo que se habla de Capital Intelectual. Concepto que está en la
base de la teoría sobre las organizaciones que aprenden
Como se puede concluir estas distinciones son importantes para repensar
la manera como se imparte la acción educativa. Se puede preguntar si muchos
educadores no estarán lejos de inculcar conocimientos y sabiduría y se contentan
en impartir datos e información. Y este es un problema muy serio ya que se ha
entrado en la sociedad del conocimiento. Concepto que va mucho más lejos que el
de la sociedad de la información, como le quieren llamar algunos al momento
actual.
En la acción educativa los datos y la información no tienen por qué
impartirlos un educador. Los medios técnicos y tecnológicos pueden hacerlo de
manera mejor. En cambio, el impartir conocimientos sí que es propio del educador.
Aunque como ya se ha dicho, no hay conocimiento sin datos e información, pero
éstos en sí no llevan al conocimiento. Un problema muy común es confundir el
conocimiento con la tecnología que lo soporta. La instrucción, por tanto, no puede
caer en el error de quedarse tan sólo en los datos y en la información.
Es necesario ser conscientes que no se ven las cosas tal como son, sino tal
como es cada uno. El conocimiento partiendo de cada uno no es el reflejo del
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 105
mundo. La misma ciencia no es una colección de hechos sino un sistema de
teorías que quiere interpretar los hechos. Como dice Núñez (1993), la ciencia de
una época es una de las actividades humanas impregnadas de lo que se ha
llamado el “Zeitgeist” (el espíritu de una época), es decir, este marco referencial de
valores, patrones de creencias y actitudes ante la realidad. Y como añade el
mismo autor en nuestra época se ha dado un paso de una concepción estática a
una realidad en devenir; de una naturaleza determinista a otra indeterminista; del
saber (sofía) y de la ciencia (episteme), a la opinión (doxa), el conocimiento
completado con el Know How, es decir, con el cómo manejar la realidad.
Es éste un cambio profundo que invalida el lenguaje universal y da valor al
contexto en el que se formula el discurso. Como manifiesta Tort (1999),
es la democratización del saber, por lo que la pérdida de certidumbres y la
descentralización del conocimiento alcanzan a casi todos los órdenes de
nuestra cultura. La tentación es la de caer en un relativismo esencial, es
decir, en reducir la incertidumbre a una certeza sin fundamento. Se ha de
dar una cultura de la comprensión, del análisis crítico, de la reflexión sobre
lo que hacemos y creemos. Y de ahí los grandes retos que se adquieren en
el momento de llevar a término la acción educativa de instruir en estos
momentos.
La formación. Como se ha dicho antes, formar es dar forma o recomponer
un todo y, por tanto, la acción educativa de formar pretenderá por una parte dar
forma al educando, es decir, que llegue a ser persona. Es lo que llamamos la
educación integral porque se piensa en la persona total, en sus diferentes
aspectos físicos, biológicos, psicológicos, espirituales. Pero esta acción educativa
también ha de recomponer un todo, ha de ser integradora, es decir, que el
educando tenga una vida integrada a su yo personal y también en relación con su
contexto familiar, educativo y social. Y todo esto se conseguirá siempre que el
educando se implique o acepte ser formado. Sin la acción del educando no hay
formación.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 106
Si se da un paso más, se observa cómo Saturnino de la Torre citado por
Tort (1999) expresa que:
Se da formación cuando se produce algún tipo de cambio constructivo en
alguna de las potencialidades o disposiciones humanas. Dicho con otras
palabras, no hay formación sin cambio. Así, mientras que la enseñanza es
un término transitivo (mostrar algo) y el aprendizaje es intransitivo (la acción
de aprender es inmanente), el término formación es transaccional y hace
referencia al desarrollo de la persona considerada en su globalidad. Formar
es generar algún tipo de cambio positivo en la persona.
En consecuencia, si no hay cambio no hay formación, o mejor aún, no
habrá concluido el proceso formativo. Y si queremos que la acción educativa
obtenga este cambio personal en su totalidad, éste deberá afectar tanto el
proyecto personal de vida, como las actividades profesionales y el desarrollo
social.
En consecuencia, la finalidad de la formación será que el educando
adquiera conocimientos, habilidades y valores que ayuden a modificar su
comportamiento. Y desde esta perspectiva es esencial que los educandos tomen
la iniciativa de su aprendizaje. Teniendo en cuenta que este aprendizaje se da en
la vida, en sus múltiples situaciones y lugares, desde los ámbitos más íntimos de
la persona a los más externos. De ahí que en la formación los límites entre vida y
aprendizaje, entre ocio y trabajo, entre obra educativa y sociedad sean muy
imprecisos. Y el educando necesita de un acompañante que le sirva de modelo de
referencia, con el fin de que el centro de toda formación sea el propio educando.
A partir de estas ideas se ve claro que el papel del educador en la acción
formativa sea bastante diferente de la instructiva. En el ámbito formativo no se
educa sólo por las palabras sino sobre todo por el ejemplo y por la acción. En
consecuencia y desde la perspectiva formativa, la actividad educativa tendrá
efecto si el educador da un ejemplo claro en coherencia con lo que es y propone,
explica no sólo cómo hacer las cosas sino también por qué hay que hacerlas de
una determinada manera, anima a los educandos que asuman responsabilidades
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 107
y tomen decisiones, sabe preguntar sobre lo que se hace y escucha atentamente
lo que tengan que decirle el educando, alaba y ofrece una información en sentido
constructivo y busca tiempo para atender a los educandos. No hay duda que el
buen formador es el que sabe sacar lo mejor de los educandos, animándoles a
obtener mejores resultados de lo que ellos mismos creían o podrían esperar.
La dimensión orientadora del profesor. Existe bastante acuerdo entre los
expertos en atribuir al profesor -a todo profesor- tareas que pertenecen a cuatro
áreas de actividad: docencia; orientación; investigación y normativa de la
convivencia. Esas cuatro áreas expresan cuatro dimensiones del profesor que no
son independientes entre sí, sino que están íntimamente relacionadas. Cuando el
profesor atiende una de ellas está retroalimentando a las restantes. Un ejemplo: el
campo principal de investigación del profesor es su propio trabajo como docente y
orientador. Otro ejemplo: la buena enseñanza es orientación.
El profesor como docente. De todo profesor se espera que enseñe (que
enseñe una materia determinada). El significado más conocido de enseñar es
mostrar unos conocimientos, instruir, informar. Sin rechazar esta acepción, hay
que decir que enseñar es mucho más que instruir. Una enseñanza reducida a
instrucción devalúa la figura del profesor; además, le pone en situación de ser
desplazado y sustituido por cualquier recurso técnico (por los ordenadores, por
ejemplo).
Enseñar es también y sobre todo guiar al que aprende, para que pueda
aprender más y mejor. Desde esta perspectiva el profesor es un guía o consejero
del aprender. Esto último -a diferencia del simple instruir- exige entrar en el mundo
del alumno, adaptarse a cada realidad personal y ponerse a su servicio. Aquí no
basta ya explicar una materia; se necesita, además, observar y escuchar a los
alumnos para conocer sus dificultades como aprendices y ayudarles a superarlas.
Ser guía o consejero del aprender implica orientar a los alumnos en la
realización de su trabajo; capacitarles para que aprendan por sí mismos, para que
aprendan a aprender y para que aprendan a pensar. Esto incluye iniciarles en las
diferentes técnicas de estudio y asesorarles en su utilización.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 108
El buen profesor guía todo el proceso de aprender de cada uno de sus
alumnos: diagnostica los problemas; formula metas; ayuda en las dificultades que
surgen; evalúa lo aprendido; reorienta en los casos de mal aprendizaje. De todo lo
anterior se deduce que enseñar es orientar.
El profesor como orientador personal. En el apartado anterior se vio que
el profesor orienta en lo escolar -preferentemente en situaciones de grupo- con
ocasión de la enseñanza de su materia. Pero el buen profesor aspira a ampliar
esa orientación. No se conforma con orientar en grupo, sino que aspira a orientar
de forma individual (por ejemplo, cuando habla con un alumno a la salida de clase
o durante un descanso). Tampoco se conforma con orientar al estudiante, sino
que pretende orientar a la persona que estudia (por ejemplo, cuando habla con un
alumno que ha perdido la motivación por el estudio a causa de un problema
familiar).
El buen profesor no limita su ayuda a la problemática estudiantil; ayuda a la
persona total. Intenta que cada alumno crezca como persona, aunque sin
desvincular esto último del estudio: la mejora como estudiante es un aspecto de la
mejora personal (en el sentido de hacer del estudio un trabajo bien hecho).
El profesor debe basar la orientación en el conocimiento de cada alumno
(como alumno y como persona). Sin ese conocimiento (que hay que actualizar
continuamente) la acción orientadora caería en el vacío. No tendría sentido dar a
todos la misma cantidad de ayuda, puesto que para algunos -más dotados- sería
innecesaria y perjudicial, mientras que para otros -menos dotados- sería
insuficiente. Tampoco tendría sentido ayudarles del mismo modo (con el mismo
tipo de ayuda), puesto que tienen una personalidad diferente. Cuando se habla de
los alumnos sin conocerlos (sin tener datos concretos y objetivos de cada uno de
ellos) se incurre en tópicos y generalizaciones; además, se sustituye la orientación
por las recetas.
El campo del conocimiento de los alumnos es muy amplio, por lo que el
profesor tendrá que establecer unas prioridades. Se sugiere que como mínimo, el
profesor busque información relacionada con el rendimiento académico y con el
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 109
comportamiento de cada alumno en el ámbito de la escuela. Esto supone
averiguar por qué rinde o por qué no rinde; también por qué está adaptado o
inadaptado dentro de la comunidad escolar. Parte de esa información la podrá
obtener él mismo (a través de la observación de su conducta en clase y fuera de
clase; a través de los exámenes y trabajos realizados, etc.). Otra parte de la
información la tendrá que obtener de los demás profesores y del orientador de la
escuela si existe (pedagogo o psicopedagogo).
El éxito del profesor en el conocimiento de los alumnos no depende sólo ni
principalmente del tiempo disponible. Hay profesores que, con la mitad de tiempo
que otros de una misma escuela, conocen a los alumnos mucho mejor. El secreto
está en que saben aprovechar las oportunidades que se presentan cada día. Así,
por ejemplo, para algunos profesores la clase diaria es solamente una situación
para transmitir unos contenidos, mientras que para otros es, además, una
situación en la que se puede observar el comportamiento de los alumnos. Quienes
hacen esto último se sienten impulsados por una "pasión" que debieran tener
todos los profesores: la de conocer más y mejor a cada uno de sus alumnos.
Como conclusión, para que se dé un buen proceso formativo, que atienda la
educación integral de los estudiantes desde todas sus dimensiones como persona
(cuerpo, mente e intelectualidad, sentimientos, mundo relacional, afectividad,
recreación), el maestro debe hacer procesos personales de autoconocimiento,
profundización humana, maduración cristiana y pedagógica y caminos de
formación que le brinden herramientas para su labor e identificación con las
políticas institucionales.
Nadie pueda hablar de lo que no vive, de lo que no incorpora. Un maestro
atento a sus caminos profesionales y a toda su potencia interior, pendiente de
crecer formativamente, es un educador realmente acompañante del crecer
personal de sus estudiantes y es más asertivo en lo que requieren para construir
felicidad.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 110
4. Diseño Metodológico
4.1 Fundamentación del enfoque de investigación
El fundamento del enfoque de investigación da cuenta del tipo, el nivel y los
aportes del enfoque metodológico.
4.1.1. Tipo de la investigación. Esta investigación sobre la formación de los
laicos y religiosos en las obras escolapias es de tipo cualitativo. El
objetivo que la orienta es la descripción de los procesos de formación de
laicos y religiosos en los colegios Calasanz de Colombia y Ecuador y la
propuesta de estructurar unos lineamientos curriculares que favorezcan,
institucionalmente, la formación permanente de quienes laboran en
estas obras educativas escolapias.
La finalidad de la investigación es generar cambio en la mentalidad
de los directivos de las Obras Escolapias de Colombia y Ecuador, de
una necesaria y permanente formación desde la realidad humana,
desde los criterios cristianos y la espiritualidad calasancia para el
personal que labora en las obras educativas calasancias de Colombia y
Ecuador e institucionalizar este proceso por medio de lineamientos
curriculares asumidos en cada obra.
El diseño metodológico es flexible, con la capacidad de adaptarse a
los posibles cambios en el desarrollo de la investigación. La visión de la
realidad es dinámica y la aproximación a ella holística ya que mira con
una visión amplia y se comienza una búsqueda por comprender lo
complejo. Parte del contemplar diversos asuntos como los pedagógicos,
espirituales, eclesiales, cristológicos-teológicos, sociales, psicológicos
para ir a lo particular.
El papel de los valores es de integrar información que permita la
descripción de la realidad formativa. El escenario de la investigación
será las obras escolapias de Colombia y Ecuador; la muestra será
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 111
pequeña, significativa – no aleatoria y representativa que evidencie la
realidad de la formación del personal que labora en estas obras
educativas.
El estilo investigador es participativo del proceso pues el investigador
labora en la obra educativa Calasanz de Medellín y hace parte de su
equipo de laicos. Los datos se recogerán a través de la observación,
análisis documental, entrevistas y encuesta.
La modalidad de análisis de los resultados es inductivo pues parte de
la lectura y análisis del investigador. Los hallazgos permiten la
comprensión de la realidad formativa del personal que labora en las
instituciones educativas Calasanz de Colombia y Ecuador y apertura a
una propuesta de lineamientos curriculares que la favorezcan.
4.1.2. Nivel de la Investigación. La investigación tiene dos niveles:
Descriptivo y propositivo.
El primer nivel es el descriptivo puesto que se hace necesaria una
exploración sistemática de la realidad formativa del personal (laicos y
religiosos) que labora en las Obras educativas Escolapias de Colombia
y Ecuador, para presentar esta situación aclarando lo que se ha hecho y
los énfasis puestos allí. Aunque el tema formativo de los laicos ha sido
importante en la provincia Escolapia de Colombia y Ecuador, no se ha
llevado a cabo unificación de criterios y estudio de la realidad de estos
procesos.
El segundo nivel es el propositivo. Partiendo de la realidad, del
reconocimiento de la situación, de la descripción que se dé de los
procesos formativos tenidos en las Obras educativas Escolapias, se
requiere llegar al cómo, al diseño, a la propuesta que esté en vía de
metas concretas que solucione las problemáticas formativas que se
estén dando en las Obras Educativas de la Provincia Colombo-
Ecuatoriana.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 112
4.1.3. Aportes de los enfoques / métodos / metodologías de investigación
cualitativa. Esta investigación Cualitativa se desarrolla desde el método
del Estudio de caso pues es una búsqueda por comprender el contexto
real de este objeto de estudio que es la formación del personal (laicos y
religiosos) que labora en las Obras Educativas Escolapias de Colombia
y Ecuador. Se trata de analizar estos procesos formativos dentro de los
mismos ambientes de las instituciones educativas Calasancias e indagar
desde diversas fuentes (documentos, entrevistas, evaluaciones de
procesos) que regalen información descriptiva de lo que acontece.
La metodología propia del Estudio de caso a usarse en la
investigación tendrá las siguientes etapas:
a) Definición de las preguntas problematizadoras, objetivo de
investigación, lecturas relevantes sobre el tema.
b) Procedimientos de campo – recolección de la información a partir de
observaciones y entrevistas.
c) Preguntas del estudio de casos y análisis de la información
d) Informe.
Desde lo cuantitativo la investigación se complementa con la técnica
de la encuesta pues se requiere precisar algunos datos más deductivos
que arroje información de lo acontecido en la formación de laicos y
religiosos en las obras educativas.
4.2. Contexto o campo de acción
En el campo de acción de la investigación se abordan los campos de
acción social, económico, político, físico y cultural de la Formación de
los laicos y religiosos en las Obras Escolapias de Colombia y Ecuador.
4.2.1. Contexto social:
Colombia Ecuador
4 Colegios de carácter tradicional: 3 colegios tradicionales Escolapios
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 113
Ubicados uno en cada ciudad:
Bogotá, Medellín, Pereira, Cúcuta.
Su contexto social es de estratos
medio y medio-alto (4, 5 y 6); sin
embargo, hay una apuesta por la
educación para transformar
sociedad y buscar la justicia, una
apuesta por la humanización del
conocimiento. Se presentan
realidades de dificultad familiar por
el constante rompimiento de las
relaciones familiares como primer
núcleo social y aparecen nuevas
conformaciones de familia; hay una
preocupación fuerte de los adultos
porque los jóvenes y niños estén
bien educados.
2 colegios como obra social de la
Fundación Educativa Calasanz en
Bogotá (Rincón de Suba y Ciudad
Bolívar). Aunque están
diferenciados como obras de la
Fundación Educativa Calasanz, no
se escatima en que tengan los
mejores medios educativos y
pedagógicos y la misma exigencia
de los colegios tradicionales. Hay
dificultades de toma de conciencia
con las familias por la importancia
insertos en poblaciones campesinas,
indígenas y urbanas igualmente.
Están ubicados en Loja, Saraguro y
Cañar. La población es variada por
la realidad de estas localidades
ecuatorianas. La tecnología y el
mundo moderno está entrando con
fuerza en esta sociedad
desvirtuando su identidad propia,
sus valores autóctonos y
modificando los comportamientos
sociales. La búsqueda en estas
obras es de maestros
comprometidos con la causa
educativa, con sentido de
pertenencia por la institución,
abiertos al conocimiento con sentido
que transforme la sociedad
respetando su cultura y que permita
el acompañamiento de los niños y
jóvenes.
Una parroquia con grupos de líderes
y laicos ubicados en Saraguro. Es
otra manera de educación no formal
y de impacto en la sociedad, desde
la experiencia religiosa pero
conectada con la vida, no
desarticulándola de ella.
Son trabajos en barrios concretos en
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 114
de la educación en la vida de sus
hijos y su construcción como
personas en sociedad. Es más
frecuente una población cambiante
de maestros. Los barrios donde se
insertan son más complejos en
problemáticas sociales de violencia,
pobreza, desempleo y marginación.
3 Obras de Educación No formal:
Un preescolar en la Comuna 13 –
Juan XXIII (Sector Alto de la
Virgen), un hogar de niños de la
calle en Pereira y una parroquia en
la ciudad de Medellín. Las dos
primeras obras educativas cuentan
igualmente con el apoyo de la
Orden de los Padres Escolapios.
Están insertas en realidades más
deprimentes de la sociedad
colombiana; implican mayor
atención económica, de
intervención social, de
acompañamiento personal de
quienes intervienen y de impacto en
los barrios pues se requiere
transformación de estos. La
parroquia implica acompañamiento
en la fe de la población del barrio
Calasanz en la ciudad.
una sociedad que se aleja cada vez
más de la fe y se enfrenta a
instituciones tradicionales como el
estado, partidos políticos y la iglesia.
Son sociedades que están
ajustándose a los cambios rápidos
mundiales por el auge de las nuevas
tecnologías y de los movimientos
económicos vertiginosos de la oferta
y la demanda.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 115
4.2.2. Contexto económico:
Colombia Ecuador
Las obras escolapias insertas en
realidades socioeconómicas de estratos
medio y medio-alto tienen mayor
posibilidad de auto-sostenimiento y
ayudan en la solidificación de las otras.
Se percibe con mayor facilidad la
importancia que tiene la educación en
estas obras frente a las insertas en
poblados de bajos recursos, por lo que
hay una tarea de valorizar los procesos
formativos y de acompañamiento de las
realidades. El Estado, con las
administraciones municipales, se hace
presente en estas zonas pero aún falta
constancia en su presencia y proyecto
más persistente y de construcción social
más que de asistencialismo.
Hay dificultades en la sostenibilidad
autónoma de las obras por lo que se ha
hecho necesario reestructurar el
movimiento administrativo allí. Se
atiende en la obras de educación formal
y no formal, gran cantidad de población,
la mayoría, de bajos recursos
económicos como campesinos e
indígenas. Los colegios buscan apoyar
las técnicas agropecuarias y de
comercio para posibilitar trabajos
dignos entre los estudiantes y mayores
posibilidades de crecimiento en la
sociedad ecuatoriana. Está siendo
necesario culturizar las maneras de
consumo de la televisión, del mercado y
sus productos, de las culturas
extranjeras para no perder la identidad
de pueblo y por los cambios cada vez
más evidentes de la organización
social.
Las Unidades Educativas son Fisco-
Misionales, es decir, que el equipo de
Maestros es puesto y pagado por el
gobierno, mientras que las líneas de
trabajo institucional, son propuestas por
la Comunidad Escolapia.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 116
4.2.3. Contexto político:
Colombia Ecuador
Se rigen las obras educativas por
políticas de la República de
Colombia, en especial por la ley y el
ministerio de Educación.
La Orden Religiosa de las Escuelas
pías, de la Provincia de Colombia -
Ecuador tiene unas políticas y
apuestas formativas al interior de las
instituciones que busca adaptar a
las realidades y los contextos.
Fortalezas: Apoyo a la educación
como camino de formación humana
y cristiana. Su lema de Piedad y
Letras permite el diálogo abierto y
constante entre la ciencia y la fe,
entre la cultura y la espiritualidad-
humanidad. La inversión interna. La
búsqueda constante de formación
para el personal que interviene en
las obras.
Dificultades: La poca inversión del
Estado a las obras educativas
oficiales y privadas. El querer llenar
de cátedras los colegios sin buscar
realmente la cualificación de la
educación. Leyes permisivas en la
exigencia escolar. La corrupción en
Se rigen las obras educativas por
políticas de la República de
Ecuador, en especial por la ley y el
ministerio de Educación.
La Orden Religiosa de las Escuelas
pías, de la Provincia de Colombia -
Ecuador tiene unas políticas y
apuestas formativas al interior de
las instituciones que busca adaptar
a las realidades y los contextos.
Como los colegios son Fisco-
misionales, es decir, en acuerdo
Orden Religiosa y Estado, tienen
que regirse muy fielmente a
lineamientos políticos del país.
La presidencia de la República con
su ministerio incide en cambios
directos educativos como horario
de la jornada escolar, grupos de
áreas a enseñar, elección y
contratación de maestros.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 117
el Estado.
4.2.4. Contexto físico.
Colombia Ecuador
4 colegios en estrato medio y medio
alto en las ciudades de Bogotá,
Medellín, Pereira y Cúcuta.
Instalaciones en constante
adaptación a los retos actuales
educativos.
2 colegios en realidades sociales
más vulnerables, con instalaciones
acordes a la propuesta educativa.
1 Hogar de niños de la calle con
tres casas de acuerdo a la etapa
formativa del niño.
1 preescolar en un barrio de
inserción social de desplazados con
2 salones en adaptación de
acuerdo a los aportes y donativos.
1 parroquia en la ciudad de
Medellín con un templo al lado del
colegio de la ciudad y con acciones
formativas eclesiales para las
personas del barrio.
3 colegios fisco misionales, es
decir, en acuerdo con el Estado.
Las instalaciones y la dirección
institucional la plantea la Orden
Religiosa de las Escuelas Pías, el
pago del personal el Estado. Los
colegios se ubican en Loja,
Saraguro y Cañar.
Los colegios ofrecen la posibilidad
de técnicas para acercar a los
estudiantes al mundo laboral con
sus respectivas instalaciones.
El centro educativo Calasanz de
Loja tiene un centro para la
formación de maestros y presta el
servicio educativo nocturno para
personas de más bajos recursos.
1 parroquia en Saraguro que
atiende a las comunidades
indígenas de allí.
4.2.5. Contexto cultural.
Colombia Ecuador
Hay gran diversidad de elementos Por ser los colegios fisco-
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 118
culturales en las instituciones por
estar insertas en barrios, estratos y
condiciones diferentes.
En los colegios tradiciones de
sectores medios de la población
hay una preocupación constante
por la preparación, por la buena
educación, por el crecimiento
formativo de los estudiantes y las
familias.
En estos colegios las familias
tienen profesionalizaciones y hay
acceso a variedad cultural u ofertas
culturales de la sociedad.
En los colegios de carácter social
no hay tanta conciencia familiar en
el potenciar el estudio, la cultura, el
arte y el deporte como
herramientas claves en la sociedad.
El acceso a ofertas educativas es
restringido por lo que requiere
mayor atención en esfuerzos de la
institución.
Los maestros se buscan que sean
bien preparados, con buen
desempeño en el área que lideran,
conocedores de su campo y
abiertos al conocimiento de sí
mismos.
misionales, los maestros son
impuestos por el gobierno, por lo
que no se puede garantizar la
idoneidad y profesionalización de
estos sin hay buena voluntad de su
parte.
En la población hay gran presencia
indígena que requiere respeto por
su idiosincrasia, vestuario,
costumbres y ayuda o
acompañamiento en sus
expresiones culturales para que no
pierdan identidad en las nuevas
generaciones.
Se presenta una oleada de acceso
a la tecnología, a los medios
masivos de comunicación que les
permite conectividad con el mundo,
pero también resulta una amenaza
en las particularidades de la
identidad de su pueblo.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 119
4.3. Población objeto de estudio
Las Obras Escolapias de la Provincia Colombia-Ecuador, cuenta con
1363 personas que están directamente vinculadas con las Obras, de
ellas el 3% son religiosos escolapios y el 97% son laicos. Se distribuye
este personal de la siguiente manera según las Obras:
COLOMBIA
COLEGIO Directivo
s
Docente
s
Admtivo
s
Serv.
Grales
TOTAL
B. BLANCO 8 63 13 22 106
BOGOTÁ 8 86 15 19 128
PEREIRA 6 59 9 16 90
MEDELLÍN 7 82 23 24 136
HOGARES 3 12 6 21
SUBA 7 49 10 10 76
CED 5 50 11 66
623
ECUADOR
COLEGIO Directivo
s
Docente
s
Admtivo
s
Serv.
Grales
TOTAL
LOJA 7 91 10 12 120
SARAGURO 6 56 8 10 80
CAÑAR 5 93 10 13 120
TOTAL 320
LAICOS EN GRUPOS
GRUPOS
TOTAL
LOJA 40
SARAGURO 30
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 120
CUENCA
90
CAÑAR 80
SARAFELLI
NI
20
ALMATÁ 140
PARROQUI
A
20
TOTAL 420
Total de Personal 1363
4.4. Muestra o unidad de análisis
La muestra o unidad de análisis está constituida por un total de treinta
(30) personas distribuidas de la siguiente manera:
4.4.1. Once Directores de Obras con sus respectivo once coordinadores
de Pastoral o de algún proceso formativo institucional en lo
humano, cristiano y calasancio. Estas personas participarán de una
encuesta con preguntas abiertas y cerradas. Las Obras Escolapias
participantes son: Colegio Calasanz Bogotá, Colegio Calasanz
Medellín, Colegio Calasanz Cúcuta, Colegio Calasanz Pereira,
Colegio San José de Calasanz Suba Bogotá, Centro Educativo
Distrital CED Calasanz, Centro Educativo Calasanz Loja, Centro
Educativo Calasanz Saraguro, Centro Educativo Calasanz Cañar,
Hogares Calasanz Pereira, Parroquia San José de Calasanz
Medellín.
4.4.2. Se entrevistarán a dos personas: un religioso Escolapio Asistente
de la Congregación Provincial para los laicos, el P. Diego Bernal
Hadad Sch. P.; y un laico que lidera procesos formativos en la
Provincia Colombia-Ecuador, Juan Fernando Arroyave.
4.4.3. Realizarán una encuesta abierta y cerrada seis coordinadores
representantes de los siguientes grupos de laicos: Almatá – Medellín,
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 121
Sarafellini – Bogotá, Laicos Loja – Ecuador, Laicos Saraguro – Ecuador,
Laicos Cañar – Ecuador, Laicos Cuenca – Ecuador.
4.5. Técnicas e instrumentos de recolección de información
Se describirán a continuación las técnicas e instrumentos de recolección de
la información explicitando el objetivo, actores, momentos, escenarios y la
información esencial y necesaria para obtener los datos en la investigación.
4.5.1. Descripciones de las técnicas. Se describirán las técnicas de
recolección de datos o las distintas formas o maneras de obtener la
información como la observación, entrevista y encuesta determinando
los objetivos, actores, escenarios, momentos e información esencial de
cada técnica.
4.5.1.1. Técnica de Observación. El objetivo de la técnica de
observación fue identificar algunos contextos de las Obras
educativas Escolapias de Colombia y Ecuador y procesos formativos
que se puedan dar.
Actores. Los contextos observados en este proceso
investigativo fueron: social, económico, político y cultural. Los
procesos observados fueron la formación que tenía el personal
(laicos y religiosos) que labora en las Obras Educativas Escolapias
de Colombia-Ecuador desde los componentes humano, cristiano y
calasancio; los procesos comunicacional, relacional, afectivo, de
enseñanza y de aprendizaje.
Escenarios. Se observó las Unidades Educativas Calasanz de
las ciudades de Loja, Saraguro y Cañar en Ecuador del 9 al 14 de
mayo del 2011 y también los grupos de laicos de dichas ciudades y
de Cuenca. También se observaron los colegios Calasanz de
Bogotá, San José de Calasanz – Suba Bogotá y Calasanz de
Medellín en Septiembre y Octubre del 2011.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 122
Momentos. Esta etapa investigativa se utilizó para la definición
del tema a investigar, el problema de fondo, los contextos y objetivos
a trazarse inicialmente. Se llevó a cabo entre los meses de abril y
octubre del año 2011 siendo parte de la primera fase de la línea de
investigación “Gestión Educativa – Currículo” (etapa II)
La información esencial es recogida de los contextos social,
económico, político, cultural y físico de las Obras Educativas
Escolapias visitadas y de los procedimientos generales de formación
de los laicos y religiosos allí.
4.5.1.2. Técnica de Entrevista. El objetivo de esta técnica fue el identificar,
desde la visión de un religioso y de un laico, líderes de acciones
institucionales escolapias, los procesos formativos llevados en las
Obras Educativas Escolapias de Colombia-Ecuador y las
problemáticas presentadas.
Actores. Un religioso Escolapio elegido por votación en su
Capítulo Provincial (Estamento en el que se deciden los giros de la
Comunidad Escolapia en un determinado territorio), Asistente de
Misión compartida e Integración Carismática, es decir, encargado de
los procesos de los laicos vinculados de alguna manera con los
Padres Escolapios en el territorio de Colombia y Ecuador. Un laico
comprometido con la Orden Religiosa de la Escuelas Pías como
delegado para toda la Provincia de Colombia y Ecuador para los
procesos Pastorales de ésta, que haya sido parte histórica del
camino formativo en las diferentes Obras Educativas Escolapias
desde su ser de laico.
Preguntas. Se realizaron tres preguntas abiertas –
semiestructuradas que permitan la apertura al diálogo.
Escenarios y momentos. Se realizaron en el Colegio Calasanz
de Bogotá, lugar de reunión de ambos líderes, con previa citación
concertada en el año 2012.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 123
La información esencial. Se espera a través de la entrevista
acercarse a la comprensión de los siguientes temas:
El recorrido histórico de los procesos formativos con laicos y
religiosos que trabajan en las obras Educativas Escolapias en
Colombia-Ecuador.
La sociedad actual habla de la educación permanente y en cada
instante de la vida. ¿cómo se ha respondido a este desafío desde la
Escuela Pía en Colombia-Ecuador?
¿Qué retos o desafíos ven frente a los procesos formativos con
quiénes laboran en la Obras Educativas Escolapias de Colombia-
Ecuador?
4.5.1.3. Técnica de Encuesta. El objetivo de la técnica de Encuesta fue el de
encontrar información concreta de la realidad formativa de laicos y
religiosos que labora en cada Obra Educativa Escolapia de
Colombia-Ecuador.
Actores. Participaron en esta técnica once Directores de Obras
Educativas Escolapias, con sus respectivos once coordinadores de
Pastoral o de algún proceso formativo institucional en lo humano,
cristiano y calasancio. Igualmente participaron siete animadores
locales de procesos formativos y 6 coordinadores de grupos laicales
escolapios.
Preguntas. El tipo de encuesta para el diagnóstico fue abierta
y cerrada permitiendo también la expresión de los encuestados. El
instrumento tuvo: 7 preguntas abiertas y 4 cerradas. El segundo
instrumento de encuesta para precisar datos que ayudan a la
propuesta investigativa fue de 9 preguntas cerradas.
Escenario. Se empleó medios virtuales a través del correo
electrónico para su publicación y se desarrolló en el lugar natural de
trabajo de cada una de las personas.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 124
Momento. Se realizó una encuesta en la primera fase de la
investigación para precisar el diagnóstico y la observación realizada.
Una segunda con preguntas cerradas, finalizando este proceso
metodológico en el lugar natural de cada una de las personas.
La información esencial. Se busca concretar información de
cada Obra que permita visualizar los siguientes elementos de los
procesos formativos de quienes laboran en las Obras Educativas
Escolapias de Colombia-Ecuador:
¿Se han tenido procesos formativos? ¿Cuáles? ¿Cómo?
¿Se han tenido criterios en la apuesta por un proceso formativo?
¿Qué frutos ha regalado el tener procesos formativos del
personal?
Dificultades, oportunidades, Fortalezas y Amenas que ven.
(matriz DOFA)
¿Qué retos plantean a la provincia y al Asistente de Misión
Compartida e Integración Carismática frente a este tema de la
formación del personal?
4.5.2. Descripciones de los instrumentos. Los instrumentos son los medios
materiales que se emplean para recoger y almacenar la información, por
ejemplo,
4.5.2.1. Instrumento de la Observación. El instrumento usado para la técnica
de observación fue tomado y adaptado de la Guía No 1 “Tema de
Investigación (Arroyave, 2012).
Objetivo. Identificar el tema y la formulación del problema de
estudio de una manera sistematizada y coherente.
Actores. El instrumento fue aplicado a los colegios Calasanz
de Colombia y Ecuador, a sus lineamientos curriculares y ofertas de
formación respecto a los laicos y religiosos que trabajan en las obras
escolapias.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 125
Momentos. Esta etapa investigativa se utilizó para la definición
del tema a investigar, el problema de fondo, los contextos y objetivos
a trazarse inicialmente. Se llevó a cabo entre los meses de abril y
octubre del año 2011 siendo parte de la primera fase de la línea de
investigación “Gestión Educativa – Currículo” (etapa II)
Escenarios. Se observó las Unidades Educativas Calasanz de
las ciudades de Loja, Saraguro y Cañar en Ecuador del 9 al 14 de
mayo del 2011 y también los grupos de laicos de dichas ciudades y
de Cuenca. También se observaron los colegios Calasanz de
Bogotá, San José de Calasanz – Suba Bogotá y Calasanz de
Medellín en Septiembre y Octubre del 2011.
La información esencial. Se espera obtener una descripción
general de los contextos de las obras escolapias respecto a la
formación de laicos y religiosos como el social, económico, político,
cultural y físico, al igual que una descripción de los procesos
comunicacional, afectivo, relacional, educativo. Ver Anexo No 1.
4.5.2.2. Instrumento de la Entrevista. El objetivo del instrumento es describir
desde la visión de un laico y un religioso, el proceso histórico de la
formación de laicos y religiosos que laboran en la Obras Educativas
Escolapias de Colombia-Ecuador e identificar las principales
problemáticas allí.
Actores. Un laico y un religioso líderes o protagonistas en la
provincia de Colombia-Ecuador de procesos formativos.
Preguntas. El instrumento será aplicado a un laico y un
religioso por medio de 3 preguntas abiertas y semi-estructuradas que
permitan la apertura al diálogo. (Ver anexo No 2)
Escenario. La entrevista se dio lugar en el espacio natural de
reuniones en Bogotá de los líderes de algunos procesos formativos
de la Provincia de los Padres Escolapios Colombia - Ecuador.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 126
La información esencial. El instrumento de la entrevista busca
promover el diálogo entre el entrevistado y el entrevistador con
relación a los factores clave mencionados, motivar su interés, su
colaboración y escuchar con libertad lo que el entrevistado tiene para
aportar al tema de la investigación. Se espera acercarse a las
preguntas por la historia de los procesos formativos, los retos que
estos implican para las directivas y para la conformación del personal
y la consonancia con la invitación social a la permanente formación.
4.5.2.3. Instrumento de la Encuesta. El objetivo de este instrumento es
precisar información desde la realidad de cada una de las Obras
Educativas Escolapias de Colombia-Ecuador sobre cómo se dan y
qué criterios se tiene con los procesos formativos de los laicos y
religiosos que trabajan en cada obra para llegar a una lectura
general de la provincia en este tema.
Actores. El primer instrumento fue destinado para
desarrollarse con cada director de obra y su coordinador de pastoral-
formación y para cada coordinador de grupo laical y quiénes
pudieron ayudarles al resolver adecuadamente lo que se les
solicitaba. El segundo instrumento de precisión de la información se
realizó con 7 animadores locales de procesos formativos que han ido
surgiendo en la provincia de los Padres Escolapios de Colombia-
Ecuador.
Preguntas. El primer instrumento de tipo encuesta fue abierta
y cerrada permitiendo también la expresión de los encuestados. El
instrumento tuvo: 7 preguntas abiertas y 4 cerradas. El segundo
instrumento de encuesta fue de 9 preguntas cerradas. (Ver anexo No
3)
La información esencial. El instrumento de la encuesta busca
información concreta acerca de la realidad de los procesos
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 127
formativos, criterios, ejecuciones, frutos en cada una de las Obras
Educativas Escolapias de Colombia-Ecuador.
4.5.3. Descripción del proceso de recolección de la información.
Una vez se recibió el consentimiento informado por parte del comité
de Bioética de la USB-Medellín, el equipo investigador solicitó el espacio a
los directivos de las obras Escolapias de Colombia – Ecuador para realizar
algunas de las encuestas, otras se hicieron por concertación con las
personas indicadas. Las entrevistas fueron realizadas con cita previa en las
instalaciones de la casa provincial de los Padres Escolapios en Bogotá. La
información se recolectó entre el 10 y el 25 de octubre; la siguiente tabla lo
especifica:
Como
Técnica a
emplear
Cuándo
Fecha
Dónde
Lugar
A quien
Actor - fuente
¿En qué
momento?
Situación-
evento
Observación Abril –
octubre
2011
Colegio
Calasanz
Medellín
Laicos y
religiosos que
laboran en la
institución.
En la cotidianidad
de la labor
realizada.
9 al 14 de
Mayo de
2011.
Unidades
Educativas
Calasanz de
Loja,
Saraguro,
Cañar –
Ecuador.
Laicos y
religiosos que
laboran en las
instituciones.
En la cotidianidad
de la labor
realizada.
Entrevista Del 10 al En la casa -Religioso Con cita previa.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 128
Como
Técnica a
emplear
Cuándo
Fecha
Dónde
Lugar
A quien
Actor - fuente
¿En qué
momento?
Situación-
evento
25 de
octubre
de 2012.
Provincial de
los Padres
Escolapios en
Bogotá.
escolapio:
Asistente de
Misión
Compartida e
Integración
Carismática.
-Laico: Delegado
de Pastoral para
Colombia y
Ecuador.
Encuesta Del 10 al
25 de
octubre
de 2012.
Por correo
electrónico a
cada uno.
-11 Directores
de Obra y sus
coordinadores
de Pastoral-
Formación.
-6Coordinadores
de grupos de
laicos.
Se envía la
información con el
límite de tiempo
de respuesta.
Del 10 al
25 de
octubre
de 2012.
Por correo
electrónico a
cada uno
-7 animadores
locales de
procesos
formativos
Se envía la
información con el
límite de tiempo
de respuesta.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 129
4.6. Aspectos éticos
El consentimiento informado se solicitó a la Universidad San
Buenaventura - Medellín al comité de Bioética a través de una carta, tal
como lo estipula el reglamento. Se especificó el objetivo de la investigación,
la población de estudio, se presentaron los instrumentos de la recolección
de información de la entrevista y encuesta. Se anexó carta de autorización
de los Padres Escolapios. Además, se presentó la carta de autorización de
cada colaborador.
Posteriormente se recibió el aval del comité de Bioética el 28 de
septiembre de 2012 y se procedió a recolectar la información. Cada
colaborador firmó su consentimiento. (Ver anexo No 6).
4.7. El proceso de análisis e interpretación – discusión.
A continuación se describe el proceso de análisis de investigación,
especificando las categorías de análisis, la codificación, la construcción
analítica, argumentativa e interpretativa. .
4.7.1. Descripción del proceso de análisis e interpretación.
Para el proceso de análisis de la información y de los datos
recolectados se realizó el siguiente procedimiento:
4.7.1.1. Observación. Como estudiante investigador, se procedió a observar
realidades formativas y de acción educativa cotidiana en las obras
educativas escolapias: Calasanz Medellín, Calasanz Bogotá, Unidad
educativa Calasanz de Loja (Ecuador), Unidad Educativa Calasanz
de Saraguro (Ecuador), Unidad Educativa Calasanz de Cañar
(Ecuador). El acercamiento a las personas que laboran en las obras
educativas, el preguntarles por el desarrollo de procesos de
formación al interior de la institución y la observación del contexto
social, de infraestructura institucional, económico, político y cultural,
queda registrado en el formato de observación planteado (Anexo No
1). Cada uno de los ejercicios se realizó durante dos días de
permanencia en cada Obra Educativa. Esta observación sirvió de
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 130
insumo para definir el tema de investigación y partir de un
diagnóstico preliminar.
4.7.1.2. Para las encuestas realizadas se procedió a hacer el análisis de la
siguiente manera:
Encuesta 1: dirigida a 11 directores de obras educativas
Escolapias en Colombia - Ecuador así:
OBRAS EDUCATIVAS ESCOLAPIAS CONVENCIONES
Colegio Calasanz Bogotá CCB
Colegio Calasanz Medellín CCM
Colegio Calasanz Pereira CCP
Colegio Calasanz Cúcuta CCC
Colegio San José de Calasanz CSJC
Centro Educativo Distrital CED
Hogares Calasanz HC
Parroquia San José de Calasanz PSJC
Unidad Educativa Loja LOJA
Unidad Educativa Saraguro SARAGURO
Unidad Educativa Cañar CAÑAR
Cada encuesta se consolidó en una matriz que permite
visualizar, pregunta por pregunta, cada una de las respuestas
expuestas. Cuatro preguntas presentadas fueron cerradas,
consolidando la información en dos cuadros: el primero con la
información de cada institución, el segundo con la sumatoria de
respuestas y su gráfica respectiva. (Ver anexo No 7)
Ocho preguntas abiertas en un cuadro con 6 columnas que
permite visualizar toda la información: la primera columna contiene la
pregunta abordada; la segunda, la Institución Educativa Escolapia; la
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 131
tercera la convención o abreviación de la institución; la cuarta y
quinta la opción Sí o No, según el tipo de pregunta; la sexta, las
observaciones y descripciones propias de las respuestas abiertas.
(Ver anexo No 7)
Encuesta 2: se realizó a 13 personas encargadas de procesos
formativos en cada presencia escolapia, no sólo de obras de
educación formal, sino también de las no formales.
OBRAS EDUCATIVAS ESCOLAPIAS CONVENCIONES
Colegio Calasanz Bogotá CCB
Colegio Calasanz Medellín CCM
Colegio Calasanz Pereira CCP
Colegio Calasanz Cúcuta CCC
Colegio San José de Calasanz CSJC
Centro Educativo Distrital CED
Unidad Educativa Loja LOJA
Unidad Educativa Saraguro SARAGURO
Unidad Educativa Cañar CAÑAR
Almatá ALMATÁ
Laicos Escolapios Cuenca LAESCU
Grupo de Cuenca CUENCA
Parroquia San José de Calasanz PSJC
Se analizó cada una de las 8 preguntas cerradas a través de
dos cuadros y un gráfico representativo así: el primer cuadro expone
las respuestas de cada institución, el segundo la sumatoria de éstas
y el gráfico representa la sumatoria. El tipo de preguntas daban la
opción de si Sí o No se evidenciaba en la institución cada ítem. (Ver
anexo No 8)
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 132
4.7.1.3. Entrevista. Se realizaron dos entrevistas a dos personas de
diferentes características: la primera a un religioso escolapio,
miembro activo de la comunidad de los Padres Escolapios, quien
comienza a ser líder de los procesos formativos de laicos y religiosos
en las Obras Educativas; la segunda se realizó a un laico,
comprometido y líder con la comunidad de los Padres Escolapios en
los procesos pastorales de las Obras Educativas.
En las dos entrevistas se abordaron las mismas preguntas
buscando tener dos percepciones de la misma inquietud. Se
transcribió en un documento lo expresado en una tabla con tres
columnas así: la primera contiene la pregunta, en la segunda las
respuestas del religioso escolapio, la tercera las respuestas del laico
que trabaja en las Obras Educativas. (Ver anexo No 9)
4.7.2. Categorías de análisis. El análisis que se expresa a continuación
incluye, además de los datos recogidos, aportes desde el Referente
Teórico y observaciones del estudiante investigador.
Se establecieron para abarcar los parámetros de esta
investigación, 8 categorías de análisis que se distribuyeron en dos
grupos o tendencias que más adelante se abordarán.
El proceso de categorización y codificación de la información
surge de dos fuentes: del Referente Teórico Conceptual (La Educación
Contemporánea; Gestión – Cultura Organizacional de las Instituciones
Educativas; Formación de Educadores docentes y no docentes en las
Instituciones Educativas Calasancias); segundo, de la información
recolectada a través de los instrumentos implementados (Observación,
Encuesta y Entrevista).
Una vez definidas las categorías se dispuso a codificarlas con la
letra C, por ser categoría de análisis, y con dos números para
diferenciarlas: el primer número corresponde al núcleo temático al cual
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 133
corresponde del Referente Teórico, el segundo número como
diferenciador.
Producto de lo anterior, las categorías iniciales quedan
codificadas de la siguiente manera:
Categoría de análisis Código
Educación permanente. C 11
El papel de maestros, estudiantes y directivos según las
necesidades educativas actuales.
C 12
Liderazgo Transformacional C 21
Trabajo en equipo C 22
Ministerio educativo Escolapio C 31
Educador Calasancio C 32
Identidad Calasancia C 33
Proceso formativo C 34
Como producto del trabajo realizado, expuesto anteriormente, se
procede a la presentación de las respuestas por Categorías de Análisis y a
la construcción teórica del trabajo de campo realizado.
4.7.2.1. Educación permanente – C 11 –
“Una educación desde la cuna hasta la tumba,
inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de
pensar y nos incite a descubrir quiénes somos en una
sociedad que se quiera más a sí misma” - Gabriel García
Márquez
Uno de los grandes desafíos de la educación actual es la de
entenderse a sí misma como un proceso permanente, que no acaba sino
que está en constante actualización, adaptación al entorno, al medio y al
pensamiento de la humanidad.
Cada vez más autores se suman a hablar de la sociedad del
conocimiento como un momento cumbre en el que se encuentra el ser
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 134
humano actual. Una sociedad que valoriza el saber por encima de otras
realidades y que está en un movimiento acelerado de exploración del
mundo y de avances en todos los ámbitos, ciencias, artes, cultura.
Como lo dice BLAS (2009):
“Formarse y aprender para vivir en esta sociedad del
conocimiento implica una necesidad permanente de actualización de
las competencias. Las vertiginosas transformaciones en la
tecnología y en las formas de organización del trabajo presionan por
capacidades más adaptables y de corte transversal, y estas
justamente se adquieren y renuevan mediante el aprendizaje
permanente.”
Para poder acceder a esta concepción de educación permanente, los
primeros en concebirse desde allí y poderlo convertir en actitud de vida son
los maestros y directivos docentes. Es necesario abordar el panorama
educativo desde una visión retrospectiva, es decir, desde adentro, desde
los mismos núcleos y personas que promueven el formarse, por lo tanto es
importante analizar el proceso de formación docente que según el Ministerio
de Educación Nacional (MEN, 2006):
“Implica articular los niveles de formación inicial, pregrado,
postgrado y la formación permanente de los maestros, mediante
políticas públicas y un sistema nacional de formación y promoción
docente cuyos ejes centrales sean la pedagogía, la ciencia, el arte, la
tecnología, la investigación, la ética y los derechos humanos.”
Todo proceso formativo requiere de unos principios que permitan su
conducción, más si se plantea en la sociedad del conocimiento la educación
permanente. Estos principios orientadores se encuentran dirigidos a la
concepción holística del ser humano y muestra por parte del Ministerio de
Educación Nacional, la intención clara de abordar la formación de los
docentes desde una perspectiva compleja, puesto que según Morin (1999),
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 135
“el ser humano es a la vez físico, biológico, psíquico, cultural,
social e histórico. Es esta unidad compleja de la naturaleza humana
la que está completamente desintegrada en la educación a través de
las disciplinas y que imposibilita aprender lo que significa ser
“humano”. Hay que restaurarla de tal manera que cada uno desde
donde esté tome conocimiento y conciencia al mismo tiempo de su
identidad compleja y de su identidad común a todos los demás
humanos.”
En la recolección de datos a través de la entrevista al religioso
escolapio, también se evidenció la importancia de la educación permanente
como un criterio de vida personal y como proyecto comunitario de los
Padres Escolapios; además, de una necesidad apremiante para todos
aquellos que se suman a la tarea educativa desde Calasanz y que quieren
propiciar formación en los demás:
“Bueno yo, lo que he estado informado. Primero permíteme
decirte que formación permanente para mí es un criterio personal de
vida. Siento que está dentro de mi proyecto de vida y, tanto en la
formación humana, psicológica pues yo la sigo para mí desde el año
81, como en la teológica cristiana, calasancia, pues ha sido una de
las líneas y yo estoy convencido no sólo de ello para mi vida sino que
no es posible desarrollar ninguna persona ni institución, si no tiene el
concepto de formación permanente. Para mí la formación
permanente está antes de la formación inicial, digamos hablando en
los religiosos. Un religioso o un laico debería tener primero el
concepto de formación permanente y luego el de formación inicial o
final.
Lo otro es, cómo se ha hecho en Colombia. Yo lo que tengo
entendido es que se han hecho elementos en orden a este proyecto,
a esta aventura que empezamos, ehhh, de acompañamiento
personal, de talleres donde se han reunido ciertas áreas, los retiros
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 136
para personas administrativas, de servicios, en todas nuestras
instituciones, pero algo que lleve un hilo, algo que parta de la
realidad como pretendemos hacerlo, algo que tenga un diagnóstico
de fondo para responder a las necesidades reales, realmente yo creo
que ha faltado.
Aparece otra evidencia a través de los datos recogidos y es la
necesidad de hacer de la educación permanente un proceso sistemático,
perseverante, organizado, que tenga en cuenta la realidad holística de la
persona que dice Edgar Morin (1999), que tenga en cuenta la actualización
permanente que requiere el mundo de hoy en las competencias básicas
para prestar con la mejor calidad el servicio educativo.
4.7.2.2. El papel de maestros, estudiantes y directivos según las necesidades
educativas actuales. – C 12 -.
Definitivamente plantear la educación como una apuesta humana y
social, fortalecida en la actualidad por la sociedad del conocimiento,
requiere recursos que permitan su actualización, vigencia, viabilidad y
riqueza en el acceso a este, pero lo más importante, requiere personas.
Requiere maestros, estudiantes y directivos claros en su papel, que dejen a
0
5
10
15
Total SÍ Total NO
Los temas formativos son...
a. procesuales, sistemáticos y con un ejearticulador.
b. aleatorios, puntuales de acuerdo a unanecesidad.
PREGUNTA No5.
Los temas
formativos son:
Total
SÍ
Total
NO
a. procesuales,
sistemáticos y con
un eje articulador. 1 12
b. aleatorios,
puntuales de
acuerdo a una
necesidad. 12 1
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 137
un lado la pasividad y se abran a permanentes movimientos interiores y
exteriores que favorezcan el conocer.
Sin estos actores de la educación en juego, no hay sistema
educativo. Sin su trabajo consciente, no hay calidad ni avance en la
formación de los demás. Cuando las personas logran descubrir y vivir su
identidad, su papel en cualquier aspecto de la cotidianidad, y más, en la
educación, pueden convertirse en promotores de vida y en dinamizadores
del conocimiento. Según el Min. de Educación Nacional (2006)
Por último, en el contexto colombiano se propone fortalecer la
identidad profesional de los maestros y los directivos docentes como
pedagogos, sujetos sociales, políticos, éticos y estéticos, promotores
del desarrollo humano, protagonistas y dinamizadores de procesos
educativos, culturales, interculturales, científicos, ambientales,
artísticos y tecnológicos.
Los tiempos actuales requieren una mirada atenta a los alumnos, a
sus contextos, a sus pedidos formativos, a sus inquietudes y a cómo
movilizarlos interiormente para que sean sujetos activos del conocer y del
pensar, que resuelvan sus problemas de maneras acertadas y efectivas.
Según Flórez (2007):
Formar alumnos polivalentes, con conocimientos en ciencias
básicas y habilidades y competencias que permitan hacer
diagnóstico de necesidades y tener herramientas para hallar la
solución; a la vez, apoyar el tránsito del trabajo unidisciplinar al
transdisciplinar a través de la construcción de tecnologías y
conceptos para los nuevos escenarios.
Y cómo poder dar respuestas a procesos formativos de maestros y a
la consolidación de su identidad como a las necesidades de alumnos sin la
gestión y el liderazgo de directivos docentes que propicien la exigencia, el
trabajo en equipo, la construcción organizada y constante de institución
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 138
educativa y educación permanente. Son ellos los llamados a promover
acciones que dinamicen la escuela y la alejen de la pasividad y el
anquilosamiento que la puede alejar de su papel social.
Las nuevas demandas apuntan a: una cultura de colaboración,
trabajo en equipo, centros escolares con características de comunidades
que aprenden y enseñan, estructuras de participación en las decisiones,
asumir funciones e incentivos fundados más en las capacidades y en el
conocimiento que en la autoridad oficial y en el poder, liderazgo en todos
los procesos y dimensiones de la organización, centros que contribuyan al
desarrollo socioeconómico sostenible de las regiones y localidades donde
se encuentran y que enfoquen su trabajo en la construcción compartida de
competencias. (BLAS&PLANELLS, 2009, 101)
Un proceso formativo de quienes laboran en las instituciones
educativas calasancias impactaría directamente en la labor docente y
directiva para beneficio de los estudiantes. La encuesta realizada a 13
personas encargadas de procesos formativos en las Instituciones
Educativas Escolapias, revela que las personas que laboran en dichas
instituciones creen vehementemente en lo que un proceso formativo
sistemático y constante puede hacer para bien de la institución y en la
definición de la identidad de los actores educativos. En el gráfico siguiente
se muestra un Sí rotundo a la creencia de lo importante que es la
formación:
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 139
En la Encuesta realizada a los 11 directores de obra sobre los frutos
que tienen cuando han hecho algún esfuerzo formativo con sus empleados,
respondieron positivamente a los beneficios que trae. Dos instituciones que
han sido más perseverantes en estos procesos expresan como fruto:
Colegio San José de Calasanz en Bogotá…
Desarrollar identidad Calasancia en todos los agentes que
integran la comunidad Educativa de nuestra institución. La formación
y conocimiento personal, que redundan en el beneficio de un clima
institucional armónico. Propiciar espacios de formación colegiada al
interior de cada equipo de trabajo. Mejorar y cualificar los procesos
institucionales mediante el trabajo en los núcleos formación
académica, convivencia, humano, cristiano y calasancio.
Y en el colegio Calasanz de Medellín…
1) Uno de los primeros frutos reconocidos de este proceso ha
sido la integración de los maestros y los empleados de
administración y servicios, entendiéndonos todos como educadores
(cada uno en su función) al servicio de nuestras niñas, nuestros
niños y jóvenes: un ambiente cordial, cercano, sin discriminaciones.
2) El apoyo decidido de los rectores en estos 12 años ha
dejado claro que se trata de una opción institucional por la formación
permanente de todos.
PREGUNTA No Total SÍ
Total
NO
6. ¿Cree la Institución
educativa en procesos
sistemáticos de
formación (humana o
cristiana o calasancia)?
13 0
100%
0%
6. ¿Cree la Institución educativa en procesos sistemáticos de
formación (humana o cristiana o calasancia)?
Total SÍ Total NO
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 140
3) Así, en la medida en que los empleados permanecen en el
colegio, se va notando un sello distintivo a nuestra manera de ser
educadores.
4) El estilo de trabajo en pequeños grupos, adoptado desde el
principio (2000), genera un ambiente propicio para la integración
personal y el compartir comunitario de la propia experiencia.
5) Este proceso ha favorecido no sólo la comprensión y el
apoyo de todos a la labor de acompañamiento que Pastoral y
Desarrollo Humano realizan con los estudiantes, sino que además ha
ido creando una conciencia más clara del papel de acompañamiento
y formación que todos tienen de cara al proceso de los muchachos.
4.7.2.3. Liderazgo Transformacional. – C 21 –
Todo proceso formativo requiere de líderes que sean capaces de
conocerlo y conducirlo para su real cumplimiento. Hay diversas maneras de
liderar, dependiendo de la concepción que la persona tenga de hacerlo y de
sus competencias personales en la ejecución.
El liderazgo transformacional es el planteamiento desde donde se ha
concebido esta investigación. Es la manera más acertada de acompañar
procesos educativos al interior de las Instituciones Educativas Escolapias
para el desarrollo de procesos formativos que puedan devengarse del
presente trabajo.
El liderazgo transformacional parte del supuesto que desarrollando las
capacidades personales y profesionales de los integrantes de la institución se
puede lograr calidad educativa. Según Arroyave (2010), con este propósito el
líder se esforzará en:
Incorporar a toda la comunidad educativa al diseño e implementación
de un proyecto educativo.
Potenciar el desarrollo de las competencias profesionales del
educador y de los coeducadores.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 141
Retroalimentar al profesorado y demás personal acerca de su propia
labor y del desenvolvimiento de la escuela.
Impulsar el desenvolvimiento de la aptitud administrativo -
pedagógica del equipo directivo, de manera que los docentes
puedan centrarse casi exclusivamente en su tarea pedagógica.
Promover el perfeccionamiento continuo de todo el personal de la
institución educativa, buscando conseguir su actualización y
potenciar la .innovación.
Armonizar las necesidades e intereses profesionales de los
docentes con las expectativas y necesidades de los alumnos y sus
padres.
Disponer de un equipo psicopedagógico que apoye el trabajo del
profesor en la sala de clases con los alumnos desmotivados y/o con
necesidades educativas.
Hay unas dimensiones a las que un liderazgo educativo
transformacional debe atender y que son importantes en los procesos
formativos según Blass, Planells, Leithwood (2009):
construir una visión de la escuela que integre esfuerzos para
los cambios necesarios; establecer metas y propósitos centrales de
la escuela; proporcionar estímulos intelectuales que impulsen a las
personas a revisar sus postulados y sus prácticas para la emergencia
de nuevas ideas; ofrecer apoyos individualizados en el día a día y
frente a problemas e incertidumbres; proporcionar evaluación de
prácticas exitosas, conforme a los valores de la organización; inducir
altas expectativas de realización, exigiendo profesionalidad y
compromiso; construir una cultura escolar productiva que promueva
un aprendizaje continuo en la comunidad profesional; desarrollar
estructuras y estrategias para facilitar la participación de todos en las
decisiones escolares.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 142
Frente a la inquietud por el liderazgo en procesos formativos en las
Instituciones Educativas Escolapias, surgían varias respuestas a través de
los instrumentos utilizados.
En la encuesta realizada a 13 personas que han participado de
procesos formativos en la propia Institución Educativa Escolapia,
respondieron de la siguiente manera a la visualización de algún líder en
procesos formativos humanos, cristianos y calasancios con el personal que
labora en las Obras:
Sin embargo, en la encuesta realizada a los 11 Directores de Obras
Educativas Escolapias, respondieron positivamente a la posibilidad de
constituir un equipo que se forme y propicie liderazgo frente a los procesos
formativos. Se visualiza esta posibilidad y personas que lo pueden hacer.
Hay riqueza de talento humano que tiene características y competencias de
líderes con potencial transformacional, que impacten positivamente cada
presencia Escolapia.
54% 46%
4. ¿Hay un encargado en la institución de liderar esta
formación (humana o cristiana o calasancia?
Total SÍ Total NO
PREGUNTA No 4
Total
SÍ
Total
NO
4. ¿Hay un encargado
en la institución de
liderar esta formación
(humana o cristiana o
calasancia?
7 6
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 143
Igualmente, en la entrevista realizada al laico que trabaja en las
obras Educativas Escolapias liderando la pastoral de toda la Provincia de
los Padres Escolapios en Colombia y Ecuador, se le preguntó por el
liderazgo transformacional, por su concepción de éste y por cómo lo veía en
la realidad de las instituciones educativas, a lo cual respondió:
Sí me suena. Es la manera como se nombra de manera clara
el liderazgo auténtico. Como para diferenciarlo de liderazgos que son
impositivos, que no generan transformación, sino que es como para
asegurarse que el liderazgo de verdad transforma a las personas, las
ponga a dar lo mejor de sí y generar cambios en la sociedad, en las
estructuras y generar bienestar. Esa es la manera de decir que es un
verdadero liderazgo.
- ¿Sientes que ese liderazgo está presente en las instituciones
educativas? ¿O que puedes ver ahí?
Yo creo que eso es. Pues hombre, sería muy categórico en
decir que no, que eso no existe. Pero la verdad es uno de los retos
para crecer. Que se haga eso, formar líderes que sepan hacer eso:
identificar la bondad de cada persona y de cada proceso para
potenciarlo, para que pueda dar lo mejor que pueda ser. Eso está por
crecer todavía en nuestras obras.
PREGUNTA No T. SÍ T.NO
6. ¿Cuenta con la posibilidad
de constituir un pequeño
equipo de trabajo con
inquietud para formarse y
liderar el proceso con otros?
11 0
100%
0%
6. ¿Cuenta con la posibilidad de constituir un pequeño
equipo de trabajo con inquietud para formarse y …
Total SÍ Total NO
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 144
4.7.2.4. Trabajo en equipo. – C 22 –
Según García (2008): “Un trabajo en equipo genera una sinergia
positiva por medio de un esfuerzo coordinado. Sus esfuerzos individuales
coordinados dan como resultado un nivel de desempeño mayor, que la
suma total de los insumos individuales, transformando
grupos en equipos eficaces y productivos”
El trabajo en equipo hace parte esencial de la cultura organizacional
actual. Es un elemento crucial para el éxito de cualquier empresa pues
permite la sinergia, la unidad de esfuerzos y la variedad de miradas en la
construcción de un mismo fin.
El trabajo en equipo permite la riqueza de la variedad y de la unidad
de esfuerzo, permite la cooperación y la gestión.
En las organizaciones hay encuentros internos y externos que
obligan a la institución educativa a que genere procesos de cambio, de
transformación, de reorganización (Arroyave, 2003). Son procesos
relacionales y de contacto con realidades sociales, humanas y culturales
que ocurren dentro y fuera de la Escuela.
Uno de los procesos necesarios es implementar un liderazgo y una
dinámica de trabajo que vaya más allá de estilos autoritarios, autocráticos,
conductistas, y llegue a un liderazgo y dinámica de trabajo en equipo
(Manes, 2008). Los estudios han comprobado como la implementación de
los equipos de trabajo permiten el cambio organizacional, e incrementan
variables como la participación, la autogestión, la interdependencia de
objetivos, la satisfacción laboral, la integración de conductas cooperativas y
competitivas (Aritzeta y Ayestarán, 2002).
En la recolección de datos se indagó por el trabajo en equipo en las
Instituciones Educativas Escolapias y por la posibilidad de propiciarlos y
capacitarlos. Algunos de los resultados encontrados se expresan a
continuación.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 145
En la entrevista al Religioso Escolapio y al laico que labora en las
Obras Educativas Escolapias frente a la pregunta por el trabajo en equipo y
cómo lo visualizan respondieron:
Religioso: En este momento veo disparidades. Estoy llegando a
Medellín y veo personas formadas, personas comprometidas, pero por otras
realidades que han ayudado a la situación del colegio, exalumnos que se
han formado, que han vuelto, que tienen una posibilidad de formación en
una comunidad de comunidades que se llama Almatá. Y entonces yo aquí
veo potencial. En otros colegios nuestros de Colombia veo buena voluntad,
muchas aspiraciones y necesidades pero no más. Esto hay que recogerlo,
hay que acompañarlo, hay que forjarlo.
Laico: Bueno eso, y sobre todo en Calasanz implica un conocimiento
y valoración de las capacidades y los talentos que tiene cada miembro de la
comunidad. Un conocimiento personal de cada uno para poder, digamos,
darle su lugar dentro de ese equipo. Para que haya equipo y ese trabajo
sea armónico, cada uno debe estar ubicado de acuerdo a su actitud, según
sus capacidades y entonces se requiere en el liderazgo, personas que sean
capaces de ver eso y ayudarle a cada uno que dé lo mejor de sí mismo.
En medio de la disparidad que se expresa en cada una de las obras
de acuerdo a los equipos humanos con quien se cuentan y la posibilidad de
capacitación que han tenido, aparece la necesidad de consolidar tanto
estrategias formativas como equipos que respondan a este reto educativo.
El trabajo en equipo está íntimamente ligado al liderazgo que lo
propicia de la mejor manera. La importancia de liderar de tal o cual manera,
permite el crecimiento y la efectividad de los equipos. Es importante no
pasar este dato pues es fundamental en la investigación a la hora de
proponer y de avanzar en respuestas a las preguntas problematizadoras.
Con respecto a la posibilidad de consolidar grupos humanos que se
encaminen al trabajo en equipo respecto a la formación de todo el personal
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 146
que labora en las Obras Educativas Escolapias de Colombia y Ecuador,
responden los 11 Directores de Obra en la Encuesta realizada a ellos así:
Se evidencia apertura y posibilidad de realización respecto al tema
del trabajo en equipo o consolidación de equipos que se capaciten, se
formen e impacten las Instituciones Educativas Escolapias.
PREGUNTA No Total SÍ Total NO
8. ¿Cree usted que hay
algunos de los maestros,
administrativos o de servicios
que quisieran “algo más” y
que estarían dispuestos a
formar un grupo de
profundización?
11 0
PREGUNTA No Total
SÍ
Total
NO
7. ¿Podrían participar
en una capacitación
de Escuela de
Formadores?
11 0
100%
0%
8. ¿Cree usted que hay algunos de los maestros,
administrativos o de servicios que quisieran “algo
más” y que estarían dispuestos a formar un grupo
de profundización?
Total SÍ Total NO
100%
0%
7. ¿Podrían participar en una capacitación de Escuela de
Formadores?
Total SÍ Total NO
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 147
4.7.2.5. Ministerio Educativo Escolapio. – C 31 –
Según Unanua (1999): el campo de la educación es por esencia
complejo, pues ha de desarrollar en cada alumno su proyecto personal y
vocacional. La Iglesia y sus instituciones revisan su identidad, profundizan
sus funciones; quienes heredan el carisma calasancio -con una historia de
cuatro siglos- han de reflexionar a la luz de los signos de los tiempos, qué
ofrecen hoy a la sociedad, en qué medida son fieles a ese carisma, qué
conocimiento poseen de los escenarios o contextos donde se está ubicando
la Orden, así como los motivos institucionales o criterios que regulan su
ministerio.
El ministerio educativo escolapio parte del reconocimiento de que la
educación es un proceso complejo en dos vías: primero por la búsqueda
constante de acompañar el proyecto personal y vocacional de los
estudiantes que comprende sus búsquedas, el descubrimiento de sí mismo
y el acercamiento a las ciencias y sus talentos puestos en ella que van
redefiniendo su estar en el mundo; segundo, por las diferentes
interrelaciones que hay en la escuela y que dialogan entre sí (lo
administrativo, las diferentes áreas del conocimiento, las familias, la
tensiones globales y nacionales, las políticas educativas).
San José de Calasanz es un gran apasionado y defensor de la
educación, incluso la llama servicio "distintísimo, el más noble y meritorio"
(GINER, 1992, p. 580-583), y desde allí descubre la complejidad que tiene y
lo importante que es la elección y formación de los actores involucrados en
los procesos educativos para que se brinde un servicio de calidad. Como lo
afirma el Capítulo General de los Padres Escolapios (1997):
La Orden escolapia consideró desde sus inicios medio apto para
lograr sus fines, la escuela popular; una escuela que se ideó con
profesores selectos, contenidos educativos adecuados a los fines;
métodos sencillos, eficaces y abiertos a permanente búsqueda de los
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 148
mejores entre los mismos; asumiendo también como propios otros
medios afines a la escuela según lugares y tiempos. La Orden está
abierta asimismo -en situaciones de necesidad- a colaborar con la
Iglesia y servir a la sociedad en diferentes ámbitos.
El ministerio educativo escolapio se puede resumir en su lema:
"Piedad y Letras". En esta expresión busca plantear toda la apuesta
formativa institucional. También es leída como la luz de Dios y la luz del
hombre, o el diálogo entre la verdad en las ciencias, el conocimiento, la
cultura, las artes y los deportes y la verdad que revela Dios en el interior de
cada ser humano y en la espiritualidad. Este lema plantea las tres últimas
finalidades calasancias, que se deducen de los documentos y de la praxis
del Fundador: propósito (evangelizar), medio (educando), modo específico
para conseguirlo (escuela popular y otras vías afines); según Unuana,
(1999) se explica así:
a) Evangelizar a niños y jóvenes, principalmente pobres, desde los
más tiernos años, con la idea de acompañarlos hasta su madurez;
centrándose la tarea en el desarrollo integral del alumno, con ejercicio de
las virtudes humanas y cristianas, en una proyección de éstas hacia el
crecimiento pleno de la persona, creando un privilegiado lugar de
evangelización de alumnos y culturas. Ello lleva a asumir la fe desde una
triple dimensión: aspecto teórico o doctrinal, celebración litúrgica y
sacramental, práctica de vida cristiana. La mente del Fundador abrigaba
una pedagogía de la santidad que no podía lograrse más que por la acción
del Espíritu en el maestro y en el alumno; la espiritualidad y la pedagogía
calasancias avanzan juntas en el proceso educador.
b) Educando mediante educadores que han hecho una opción clara
en sus vidas por el Evangelio, uniendo en sus personas el ministerio
educativo con la Fe, dado que sólo mediante tal unión podrán ser “idóneos
cooperadores de la Verdad” (Calasanz, 1622, n3). Es tarea que implica
selección de los profesores y preparación específica y permanente de los
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 149
mismos, que en mente de José de Calasanz debían de ser Religiosos y
preferentemente sacerdotes. Más en la tradición escolapia y desde sus
inicios, se dieron también laicos; en el devenir de los siglos, con la mayor
apertura de la Iglesia a la participación de los mismos y la amplitud de las
Obras, los laicos son la mayoría de nuestros educadores. El Fundador tenía
un alto concepto del maestro: lo considera como misionero de la Verdad, la
cual difundiendo la luz, disipa las tinieblas de la ignorancia; sostenía que el
buen maestro nace y se hace; por ello exigía diligente selección y solícita
formación. Requería en los maestros buen ingenio o talento, índole o
carácter adecuado, sanas costumbres, salud de cuerpo y de espíritu. La
preparación de los futuros educadores abarca -según el Santo-, tres
dimensiones: el ser (la persona), el saber (conocimientos), el saber hacer
(didáctica y metodología); todo ello amasado en una fina y vital
espiritualidad (SÁNTHA, 1984).
c) Mediante la Escuela popular y cristiana: es el medio específico
para ejercer el ministerio escolapio; son escuelas que el Fundador quiso
altamente calificadas, graduadas, desde las primeras letras hasta el umbral
de los estudios superiores; con una finalidad pastoral y social acordes con
el ministerio. La escuela calasancia fue ideada como institución al servicio
de las clases populares; y en consecuencia, gratuita, con clara definición a
favor de los pobres, abierta a todos sin ninguna discriminación social o
religiosa, sosteniendo ya en el siglo XVI el derecho universal a la
educación.
De acuerdo a las entrevistas realizadas a un Religioso Escolapio y a
un laico líder en los procesos pastorales de la provincia, se evidenciaba su
posición respecto a cómo entender el ministerio educativo escolapio. Se
trata de acercarse a las claridades que sustentan el servicio de la educación
en las Obras Educativas Escolapias. Ambos unen su respuesta en el lema
institucional: “Piedad y Letras” que resume toda la propuesta formativa. El
Religioso Escolapio responde:
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 150
Lo uno con la pregunta anterior. Yo decía santidad y profesionalidad.
Calasanz lo define piedad y letras, o fe y ciencia, o fe y cultura.
Entonces yo siento que son dos polos de una elipse en los cuales
permanentemente tenemos que movernos. Con la autonomía de cada
una de ellas, de las ciencias y de la fe, pero también con el diálogo
permanente. Y que hace, que define con esos dos polos un educador
calasancio, o para qué, pues fundamentalmente para descubrir la
interna inclinación, el talento mayor, el actuar esencial del alumno, y
acompañarlo ahí para dos finalidades: ser feliz y hacer felices a otros y
para transformar la sociedad como dice Calasanz. Para mí es esencial.
El Laico Escolapio respecto a la misma inquietud responde:
Pues hombre. La educación calasancia se fundamenta en unos
principios que están desde el fundador, desde Calasanz. Él planteaba
que fuera una educación integral y lo llamaba Piedad y Letras, las dos,
integral; sin embargo decía principalmente la piedad, que hace
referencia a que todo lo que se haga en la educación calasancia tienda
a la transcendencia y a la profundidad de la persona. También decía
que la educación Calasancia es desde los más tiernos años. Esto
significa: privilegiar a los más pequeños, pero también privilegiar
procesos, que todo lo que se haga tenga procesos, que no sean hechos
puntuales. Y también, principalmente los pobres, eso significa una
atención especial para no generar exclusión y para atraer a todos los
que sean excluidos de todo tipo: a nivel material, psicológico,
intelectual, es una educación inclusiva.
Más que un lema institucional, “Piedad y Letras” representa una carta
de navegación en el ministerio educativo escolapio que invita a la
integralidad, al diálogo e interrelación de la cultura, el conocimiento, la
ciencia, el arte, las realidades físicas con la trascendencia, la espiritualidad,
el sentido de ser persona, con Dios.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 151
Como se expresa en el referente teórico, “es tarea que implica
selección de los profesores y preparación específica y permanente de los
mismos… La preparación de los futuros educadores abarca -según el
Santo-, tres dimensiones: el ser (la persona), el saber (conocimientos), el
saber hacer (didáctica y metodología); todo ello amasado en una fina y vital
espiritualidad”
4.7.2.6. Educador Calasancio. – C 32 –
La Orden Religiosa de las Escuelas Pías o Padres Escolapios
considera Educador a toda persona o institución que interviene en el
proceso educativo, sea en ambiente escolar o extraescolar: aula, internado,
familia, grupos, parroquia, Hogares, actividades de tiempo libre
(Congregación General, 1999), y considera -como José de Calasanz- a los
educadores cual “idóneos cooperadores de la Verdad” (Calasanz, 1622,
n3); ellos han de encarnar en sus vidas cuanto exigen a los alumnos, para
seguir realizando la “caridad cultural”; los educadores contratados, se
seleccionan atendiendo a los objetivos institucionales que deben lograr y
según exigencias de la respectiva tarea, que puede ser: directiva, docente,
administrativa, auxiliar, de voluntariado; todos deben actuar en sintonía con
la filosofía institucional; el educador en las Obras, ha de estar abierto a los
procesos de formación permanente que la Orden proponga para cada nivel;
la formación se concibe como renovación integral que permite el progresivo
crecimiento personal y necesaria respuesta al fenómeno del cambio.
4.7.2.6.1. ¿Quién es un educador calasancio? – IDENTIDAD
En una obra educativa de las Escuelas Pías, entendemos como
educadores a todos los adultos que, sin discriminar en el tipo de trabajo que
desempeñan, aportan con su función a la realización de la obra amorosa,
educativa y evangelizadora de Calasanz en medio de los niños y los
jóvenes de hoy.
Son educadores calasancios los Padres Escolapios. Son
continuadores de la obra de San José de Calasanz y animadores de sus
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 152
obras educativas; son discípulos de Cristo, buscando guardar su mandato
nuevo de Amor, entregando su vida a los niños, especialmente a los
pobres, anunciándoles el Evangelio.
Son educadores calasancios los empleados docentes. Son
cooperadores de la obra escolapia; aprenden de Calasanz la sabiduría en la
escuela interior, para transmitir esa sabiduría en el ejercicio de la
enseñanza; se preparan responsablemente con afán investigativo y
rigurosidad académica; sirven pacientemente a los niños y jóvenes, con el
don educativo que han recibido y cultivado.
Son educadores calasancios los empleados no docentes. Comparten
igualmente la misión calasancia desde su trabajo cotidiano de servicio a la
comunidad educativa; desde el trabajo aparentemente más simple, hasta el
más complejo, entregan lo mejor de sus capacidades para el correcto
desarrollo de la labor educativa; dan testimonio de una vida guiada por los
valores calasancios y evangélicos, y deseosa de contribuir en la
construcción del Reino.
En este sentido, son también educadoras las familias. Se identifican
con el carisma y la experiencia de Calasanz y se comprometen con su
proceso educativo; aportan a la educación desde su don maternal y
paternal, donando la vida y transmitiendo la esperanza; acompañan a sus
hijos e hijas con una presencia real, el ejemplo de vida y la rigurosa
vigilancia del amor.
Ser educador calasancio implica una incorporación real, concreta y
cotidiana, con la misión de las Escuelas Pías de Evangelizar y Educar a los
niños, las niñas y jóvenes, en la Piedad y las Letras.
La misión de los educadores calasancios está decididamente
orientada a identificar lo que Dios hace en los estudiantes para colaborar
con él lo más posible o estorbar lo menos posible.
Según la Misión de las Escuelas Pías en el mundo, habla de los
educadores como Cooperadores de la Verdad (1999): “Nosotros, maestros
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 153
escolapios, religiosos y laicos, COOPERADORES DE LA VERDAD, como
San José de Calasanz hace 400 años, nos sentimos enviados por Cristo y
por su iglesia a evangelizar educando a los niños y a los jóvenes,
principalmente, a los pobres, y desde los más tiernos años, mediante la
Piedad y las Letras, la luz de Dios y la luz del mundo…”
En el desarrollo de las entrevistas, se arrojaba la siguiente
información sobre la concepción de educador calasancio. Según el religioso
Escolapio: “Pues yo diría a mi manera que es un santo y un profesional.
Aunque suene dura la palabra un santo es una persona coherente, y es una
persona coherente en lo que hace, en lo que dice, en lo que piensa, en lo
que actúa y en su espiritualidad. Y una persona muy profesional que se ha
tomado en serio su carrera profesional, en su universidad, que sigue
preparándose, que investiga, que investiga incluso para responder a las
necesidades reales de quien, de su estudiante, de la persona que tiene al
frente, ante sí, sea un estudiante sea un adulto, un joven. Yo lo sintetizaría
así.”
Y el laico escolapio responde: “Pues hombre. La clave de un
educador calasancio sería, en primer lugar hacia su propia vida como toda
una manera de asumir su vida y su crecimiento personal dentro de la
espiritualidad calasancia de conocerse, de descubrir sus valores y
potenciarlos para poder hacer lo mismo con los otros, es como un proceso
de ser primero educado para después poder educar. Esa es la conciencia
de un educador calasancio.”
La concepción de Educador Calasancio en ambos personajes implica
educación propia, favorecer la interioridad, el conocimiento propio, la
coherencia de vida para poder abrirse a educar a otros no sólo con la
fortaleza en un saber, sino con todas las claridades humanas y espirituales
que ha ido alcanzando.
En la Encuesta realizada a las 13 personas que hacen parte o han
liderado procesos formativos en las Obra Educativas Escolapias, responden
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 154
en una de las preguntas abiertas por las debilidades que han visto respecto
a procesos formativos de los educadores calasancios:
Falta acompañamiento pastoral de la institución con retiros,
celebraciones y formación constante.
Falta evidencias de las cosas que se hacen.
Falta colaboración de los PPFF pues hay mucha soledad en los
niños.
Falta programación más estructurada e itinerario formativo.
Falta en la inducción al personal nuevo de la institución, por la
movilidad docente, presentarle el proceso de formación humana,
cristiana y calasancia que se quiere o busca en la unidad Educativa.
Permanente cambio de personal que ya ha desarrollado el perfil
calasancio, para adquirir nuevos maestros y darles la inducción
necesaria sobre dicha identidad institucional.
Se evidencia la necesidad de ser consistentes, sistemáticos,
perseverantes en procesos de formación a todos los educadores
calasancios, para no perder de vista la identidad que se les confiere y haya
coherencia en su ser y que-hacer.
4.7.2.7. Identidad Calasancia. – C 33 –
Según Luís Padilla (1992): “tendemos, bajo la guía del Espíritu Santo, a
la plenitud de la Caridad mediante nuestro ministerio específico. Tendemos a
que el niño sea feliz, aprenda a vivir en todo el transcurso de su vida. En esta
meta radica la reforma de la sociedad. Pretendemos que toda la persona del
niño se salve educando para Gloria de Dios y utilidad del prójimo.”
En todas las épocas ha sido difícil educar. El mismo Calasanz se enfrentó a
muchas adversidades y obstáculos en el desarrollo de su labor. También hoy
podemos identificar múltiples dificultades a la hora de laborar en este campo a
la vez fértil y árido de la educación.
Más allá de una identidad laboral, el educador calasancio se distingue
por un espíritu que lo anima, el mismo espíritu de Calasanz, que él siempre
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 155
anheló enseñar y transmitir a todos sus seguidores, religiosos, laicos y
alumnos. Este espíritu se plasma en una Espiritualidad, una manera profunda
de construir humanidad y de vivir la experiencia cristiana.
En primer lugar, los educadores calasancios son SABIOS EN LA
ESCUELA INTERIOR. Parafraseando a Padilla (1995):
El principio de la vida espiritual es, para Calasanz, el propio
conocimiento, conocerse por dentro, a fondo, con verdad,
descubriendo todo lo que hay en nosotros de positivo (la obra
amorosa de Dios que se traduce en valores, capacidades, talentos,
posibilidades de construcción, en fin, amor);
conocer también nuestras “pasiones”, esa ciega tendencia egoísta
que a veces nos aleja de lo que somos en profundidad, que nos
encierra en la tristeza de una vida sin sentido, ciertamente, si nos
miramos con verdad, descubrimos la presencia y el actuar del
pecado en nosotros.
De esta manera, conociendo la acción de Dios en nosotros y las
realidades que nos obstaculizan vivirla, podemos crecer cada día,
procurando ser fieles a nuestra vocación, amando cada vez más
como ama Dios.
Pero además, los educadores calasancios son buenos DISCÍPULOS DE LA
ESCUELA DEL MAESTRO. Para ser educadores, se acercan con humildad y
corazón abierto a aprender del único y verdadero maestro, Jesús. ¿Qué enseña
Jesús, el Maestro, en su escuela?
Jesús enseña la Obediencia: la actitud de escuchar a Dios que
habita y habla en el interior, para seguirlo sólo a él. Jesús invita a
entrar en contacto con Dios en la oración y así sentir la fuerza para
ser fiel a él siempre.
Jesús enseña la Pobreza: la libertad y disponibilidad de corazón; la
capacidad de desprendimiento de las realidades que el mundo llama
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 156
torpemente riquezas. Jesús invita a mantener las manos vacías,
disponibles.
Jesús enseña la Castidad: el camino del amor verdadero, que se
entrega sin buscar el propio beneficio, sino sólo el bien del otro.
Jesús invita a mirar a las personas con la misma mirada de Dios, a
regalar el perdón, signo máximo del amor.
Jesús enseña la Vida Comunitaria: porque la manera de ser de Dios
es unidad con todos. Jesús invita a optar por la comunidad, signo y
presencia del actuar de Dios.
Jesús enseña el Servicio: la actitud cotidiana de buscar la verdadera
felicidad de los que nos rodean. Jesús invita a amarlo a él,
entregándose en servicio a los más pequeños, a los más pobres.
Los educadores calasancios aprenden en la Escuela Interior y en la
Escuela del Maestro, para transmitir esta doble sabiduría a los muchachos.
Como frutos que se regalan a partir de procesos formativos realizados
por momentos en las instituciones se evidencia, en repetidas ocasiones, la
importancia o fuerza que le dan estos a la identidad calasancia de maestros, del
personal en general, de la institución educativa.
En la Encuesta realizada a los 11 directores de Obras Educativas
Escolapias, responden en una de las preguntas abiertas por los frutos que
ciertas acciones formativas les ha dado:
Desarrollar identidad Calasancia en todos los agentes que integran la
comunidad Educativa de nuestra institución.
La formación y conocimiento personal, que redundan en el beneficio
de un clima institucional armónico.
Propiciar espacios de formación colegiada al interior de cada equipo
de trabajo.
Mejorar y cualificar los procesos institucionales mediante el trabajo
en los núcleos formación académica, convivencia, humano, cristiano
y calasancio.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 157
El personal ha adquirido una actitud más comprometida frente a la
identidad calasancia, a la escucha y al acompañamiento tanto
personal como desde su misión docente.
Algunos han expresado con acciones específicas su vocación con
respecto al voluntariado de catequesis, actividades comunitarias o
formativas.
Se evidencia el impacto que ha tenido o puede tener un proceso de
formación sistemáticamente planteado en la identidad de la personas e
institucional desde lo calasancio.
4.7.2.8. Proceso Formativo. – C34 -
San José de Calasanz en su memorial al Cardenal Tonti citado por
Sántha (1984) decía sobre las Escuelas Pías que “este instituto es en verdad
dignísimo, nobilísimo, meritísimo, comodísimo, utilísimo, necesarísimo,
naturalísimo, razonabilísimo, gratísimo, agradabilísimo y gloriosísimo.” Ante
ello, nos podríamos preguntar ¿son aplicables todas estos superlativos a la
institución calasancia hoy? Más aún ¿creen los educadores de la institución
educativa que la educación que se imparte en ella es así? Y si así fuere ¿Por
qué? ¿Cuáles son las características que la hacen posible? ¿Qué comportaría
a todos para que esto continúe siendo posible? Y si no fuere así ¿Por qué?
¿Cuáles son los elementos que lo dificultan? ¿Qué se debería hacer, mejor
aún, qué debería hacer cada uno para que estos superlativos se pudieran
aplicar con propiedad?
Preguntas inquietantes que nos habrían de llevar a reconsiderar la forma
como se imparte la acción educativa. No hay duda, como dice Merleau-Ponty,
que “La verdadera filosofía es reaprender a ver el mundo” Lo importante en la
educación es estar abierto a reconsiderar continuamente nuestra actividad
educativa, porque lo básico no está en lo que hace el educador sino lo que
hace el educando gracias a la acción del educador. Pues como decía Galileo
Galilei “No se puede enseñar nada a un hombre. Sólo se puede ayudarlo a
encontrar la respuesta dentro de sí mismo." Y se dice esto porque ser
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 158
educador en estos momentos en una obra de las Escuelas Pías pide un plus
educativo que cada uno debe saber encontrar.
Como se ha dicho antes, formar es dar forma o recomponer un todo y,
por tanto, la acción educativa de formar pretenderá por una parte dar forma al
educando, es decir, que llegue a ser persona. Es lo que llamamos la educación
integral porque se piensa en la persona total, en sus diferentes aspectos
físicos, biológicos, psicológicos, espirituales. Pero esta acción educativa
también ha de recomponer un todo, ha de ser integradora, es decir, que el
educando tenga una vida integrada a su yo personal y también en relación con
su contexto familiar, educativo y social. Y todo esto se conseguirá siempre que
el educando se implique o acepte ser formado. Sin la acción del educando no
hay formación.
Saturnino de la Torre citado por Tort (1999) expresa que: “se da
formación cuando se produce algún tipo de cambio constructivo en alguna de
las potencialidades o disposiciones humanas. Dicho con otras palabras, no hay
formación sin cambio. Así, mientras que la enseñanza es un término transitivo
(mostrar algo) y el aprendizaje es intransitivo (la acción de aprender es
inmanente), el término formación es transaccional y hace referencia al
desarrollo de la persona considerada en su globalidad. Formar es generar
algún tipo de cambio positivo en la persona.”
Respecto a los procesos formativos en las Obras Educativas Escolapias
de Colombia – Ecuador, se plantearon varias preguntas tanto en la entrevista
como en las encuestas, buscando aclarar la realidad en dichos procesos.
En la entrevista con el laico líder de la pastoral en la provincia de los
padres Escolapios Colombia-Ecuador, respondía de la siguiente manera a la
pregunta por la historia de los procesos formativos, de lo que se ha realizado al
respecto: realmente no hay una continuidad o un proyecto estructurado de
formación de las personas que trabajan en los colegios. Se cuenta con la
formación previa, la formación de los religiosos, su formación específica. La
formación y la capacitación de los laicos en su labor también específica, pero
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 159
ya dentro del colegio se ha limitado a unas charlas que se dan sueltas en
determinado momento sobre la vida, sobre la espiritualidad de Calasanz, sobre
algunos aspectos puntuales de su pedagogía; pero en momentos puntuales,
aislados, a veces según necesidades que se identifican en un momento, pero
no siguiendo una línea coherente. Solamente se ha empezado los últimos años
en el Calasanz de Medellín un trabajo de formación pues como metódico y
sistemático en pequeños grupos para ir profundizando en ciertos contenidos,
pero es todavía un reto consolidar esa experiencia, y además, que se vuelva
una política para todas las obras escolapias de la provincia. Eso también ha
costado hasta ahora. Como retos o desafíos que se vislumbran frente a los
procesos formativos:
Pues bueno. Ahí, ahí está el reto de cara a los escolapios, a los religiosos,
de acoger de una manera más profunda el aporte que pueden tener los
laicos en sus obras, que sería como el punto de arranque para comenzar
procesos serios de formación y de integración. Y también de los mismos
laicos que se empoderen de su aporte y de su lugar dentro de la iglesia y de
la escuela Pía para aportar, para decidirse a caminar. En general, sería
romper esquemas tanto de los religiosos como de los laicos para generar
procesos conjuntos.
Esta información que se expresa a partir de la entrevista se corrobora en las
encuestas realizadas. A continuación se plantea cada uno de los resultados de
las preguntas para hacer el análisis respectivo de lo encontrado.
En la encuesta a los 11 directores de Obras Educativas Escolapias:
PREGUNTA No2.
Hay plan de
formación
Total
SÍ
Total
NO
a. Maestros 9 2
b. Administrativos 8 3
c. Personal de
Servicios
6 5
0
10
TotalSÍ
TotalNO
1. ¿Tiene la obra educativa un plan de formación para sus empleados?
a. Maestros
b. Administrativos
c. Personal deServicios
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 160
En la Encuesta realizada a las 13 personas que hacen parte o han liderado
procesos formativos en las Obra Educativas Escolapias, aparecen las
siguientes respuestas respecto al proceso formativo: frente a espacios físicos,
infraestructura y recursos concretos para el desarrollo de procesos formativos
Frente al tipo de formación que por momentos puntuales han tenido:
Frente al tener tiempos definidos, constantes, sistemáticos o si son
aleatorios, esporádicos sujetos a la voluntad de una persona u otra:
PREGUNTA No Total
SÍ
Total
NO
1. ¿Tienen espacios de
formación en la institución
educativa o en el grupo
que lidera para los laicos
y religiosos que trabajan o
comparten allí?
13 0
PREGUNTA No2.
¿Qué tipo de
formación?
Total
SÍ
Total
NO
a. Propia del Sistema
de Gestión de la
Calidad.
6 7
b. Capacitación
académica.
9 4
c. Gestión humana y
administración
institucional.
7 6
d. Formación humana
y/o cristiana y/o
calasancia.
12 1
0
20
TotalSÍ
TotalNO
Ob
ra E
du
cati
vas
Es
colp
ias
Totales
1. ¿Tienen espacios de formación en la institución educativa o en el grupo que lidera para los laicos y
religiosos que trabajan o comparten allí?
0
2
4
6
8
10
12
TotalSÍ
TotalNO
Ob
ras
Edu
cati
vas
Es
cola
pia
s
Totales
Tipo de formación
a. Propia del Sistema deGestión de la Calidad.
b. Capacitaciónacadémica.
c. Gestión humana yadministracióninstitucional.
d. Formación humanay/o cristiana y/ocalasancia.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 161
Frente a la posibilidad de un proceso formativo articulado, sistemático,
organizado, con lineamientos curriculares:
Referente al impacto que podría tener un proceso formativo institucional,
que permita el trabajo colegiado con las otras Obras Educativas Escolapias de
Colombia - Ecuador:
8%
92%
3. ¿Tiene un tiempo definido para la formación (humana o
cristiana o calasancia)?
Total SÍ Total NO
Total SÍ 100%
Total NO 0%
7. ¿Desde la experiencia institucional sería exitosa la
puesta en marcha de un proceso formativo articulado (en lo
humano o cristiano o calasancio?
Total SÍ 100%
Total NO 0%
8. ¿Cree usted que un proceso formativo institucional impactaría
positivamente a la institución?
PREGUNTA No Total
SÍ
Total
NO
3. ¿Tiene un tiempo
definido para la
formación (humana o
cristiana o
calasancia)?
1 12
PREGUNTA No Total
SÍ
Total
NO
7. ¿Desde la
experiencia
institucional sería
exitosa la puesta en
marcha de un
proceso formativo
articulado (en lo
humano o cristiano
o calasancio?
13 0
PREGUNTA No Total
SÍ
Total
NO
8. ¿Cree usted
que un proceso
formativo
institucional
impactaría
positivamente a
la institución?
13 0
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 162
En la pregunta abierta realizada acerca de necesidades o sugerencias que
harían los directores de Obra para un proceso formativo que se pudiera liderar
responden:
a) Mayor presencia Escolapia en el personal docente, administrativo y de
empleados.
b) Continuidad en la formación de todo el personal.
c) Mejorar la frecuencia de las actividades de formación.
d) Hacer mayor difusión de la Obra de Calasanz y de la Comunidad Escolapia.
e) Crear pequeños grupos de personas comprometidas, formarlas y que luego
estas sean multiplicadoras del proceso, con el fin de conseguir grupos
grandes de gente comprometida y compartiendo el carisma Calasanz.
f) Reeditar diplomados o cursos orientados a la formación Escolapia de
laicos.
g) Quien haga la promoción debe ser un convencido de lo que hace para que
pueda motivar a quienes tienen interés por estos temas.
h) Ausencia de una formación estructurada para los líderes existentes en
nuestra obra.
i) Falta sistematizar y estructurar un plan de formación en la Provincia para
todas las obras.
j) Formar personas líderes Religiosos y Laicos que orienten la formación en la
institución.
k) Diseñar a nivel de la Orden un plan de formación para cada cuatrienio.
l) Plan de formación para los laicos que realmente integre lo humano,
cristiano y calasancio y que propicie el caminar juntos y tener claridad de su
finalidad.
m) Qué temas trabajar en el proceso de inducción.
n) Integrase con las demás comunidades de laicos escolapios.
o) Que se pueda contar con acompañamiento a Retiros y convivencias.
p) Tener formación humana en inteligencia emocional y fundamentos de la fe,
pedagogía calasancia e identidad institucional.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 163
Se puede evidenciar varios elementos importantes en la información brindada:
a) Con lo que se cuenta:
Hay recursos físicos tanto en posibilidad de materiales como en
infraestructura para realizar un plan de formación.
Ha habido experiencias aleatorias formativas y en diversos campos
que podrían favorecer la sistematización de material para ofrecerlo a
las diferentes Obras Educativas.
Hay disponibilidad directiva para favorecer procesos formativos
organizados, sistemáticos y que abarquen a todo el personal de las
instituciones.
Se cree en los procesos formativos y en el impacto que pueda tener
tantos en quienes laboran en las Obras Educativas, como en el
servicio que se pueda prestar.
b) Lo que se requiere o solicita:
Un tiempo concreto, definido para un proceso de formación.
Personas líderes y equipos de trabajo que lo favorezcan.
Capacitación para los líderes y los equipos de trabajo con la tarea de
promover la formación de quienes laboran en las Obras Educativas
Escolapias.
Itinerario temático que se ofrezca a todas las Obras Educativas
Escolapias.
Sistematización de la experiencia.
Material acorde para el desarrollo del proceso de formación en lo
humano, cristiano y calasancio.
Presencia más constante de los religiosos escolapios en esta tarea.
Retiros, convivencias, diplomados que apunten a la identidad del
ministerio educativo escolapio, a la espiritualidad y al crecimiento
humano y cristiano de las personas.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 164
4.7.3. Tendencias temáticas.
Definidas las categorías, en este proceso de análisis e interpretación, se
hace necesario establecer dos tendencias temáticas Educación permanente e
Identidad Calasancia, que “por su relación se articulan y se complementan para
establecer propiedades acerca de la comprensión y la explicación del objeto de
estudio.” (Arroyave, 2012)
A continuación se expresan las dos tendencias temáticas y las categorías
de análisis que se articulan en ellas:
Tendencia: Educación Permanente Tendencia: Identidad
Calasancia
Educación permanente C 11 Ministerio educativo
Escolapio
C 31
El papel de maestros, estudiantes y
directivos según las necesidades
educativas actuales.
C 12 Educador Calasancio C 32
Liderazgo Transformacional C 21 Identidad Calasancia C 33
Trabajo en equipo C 22
Proceso formativo C 34
4.7.3.1. Tendencia Educación Permanente. Agrupa las categorías de
análisis que implican procesos formativos del personal que labora en
las Obras Educativas Escolapias de la Provincia de los Padres
Escolapios de Colombia-Ecuador. Estas categorías deberán ser
tenidas en cuenta por cada una de las Obras y la Provincia en general,
para favorecer la toma de conciencia de la Educación permanente en
las personas, el papel de cada uno de los que trabaja allí, la necesidad
de líderes que transformen e impacten los entornos educativos y
propicien formación, la riqueza del trabajo en equipo y la construcción
consensuada que propicia y el llamado a crear procesos formativos
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 165
con lineamientos curriculares que lo orienten para que realmente
responda a las necesidades que la comunidad educativa expresa.
La provincia de los Padres Escolapios en Colombia – Ecuador y
cada uno de los directores de Obra Educativa Escolapia, se mostraron
abiertos y dispuestos respecto a la importancia que tiene la educación
permanente en nuestro medio y las fuertes exigencias de la sociedad
y del ser humano por trabajarse permanentemente como persona,
como ser en sociedad, como profesional y como lector de los signos
de los tiempos para dar respuestas educativas acertadas a las nuevas
demandas del mundo de hoy.
La Escuela Calasancia está llamada a ser líder en procesos
educativos, dinamizadora de una formación integral en sus
estudiantes y en las diversas personas que se acercan. El lema de
Piedad y letras propende la integralidad de la educación de la
persona, del ser, del conocimiento, de la cultura, de la espiritualidad.
Se trata de poner en diálogo todos los factores claves de la fe, de la
sociedad y del ser humano para alcanzar integralidad entre ellos. Es
una tarea compleja porque cada saber tiene riqueza en sí mismo,
tiene método, tiene objetivos propios y buscar diálogo implica vencer
fronteras, resistencias para generar cercanía.
También surge con fuerza en el mundo la idea de que nos
encontramos en la sociedad del conocimiento, es decir, una sociedad
que encuentra un valor agregado en el conocer y que no escatima
esfuerzos en favorecer éste. La tecnología, el desarrollo científico, la
diversidad de pensamientos y de posiciones, la posibilidad de acceder
al mundo de la información con gran facilidad, la relatividad de la
“verdad” que debe ser demostrada y puesta a prueba
permanentemente, hacen necesario que los seres humanos nos
reconozcamos seres en formación, seres en camino, siempre con la
posibilidad de crecer y de explorar, seres en educación permanente.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 166
De la cuna a la tumba la formación acompaña a las personas como
diría Gabriel García Márquez.
Esta apuesta calasancia por la integralidad de la educación en
su lema Piedad y letras y los desafíos que devienen de una sociedad
del conocimiento, requieren que al interior de las Obras Educativas
Escolapias se favorezcan espacios concretos, sistemáticos y
perseverantes que impliquen la formación de quienes laboran allí. No
puede proclamarse lo que no se vive, no puede potenciarse con real
impacto lo que no se trabaja al interior. De allí la necesidad sentida en
las personas por caminos de formación más consistentes.
En las Obras Educativas Escolapias de Colombia-Ecuador se
confirma una preocupación y una insistencia por procesos formativos
permanentes. Se valora y se reconoce el impacto positivo que trae el
hacerlo, pero también se descubre que no ha sido una política
institucional y que favorezca el trabajo en red con las otras
instituciones educativas Calasancias de la región.
Tener temáticas esporádicas y desarticuladas han ayudado a
salirle al paso a realidades necesarias por abordad en las
instituciones, pero se expresa la necesidad de sistematizar, articular y
organizar tanto tiempos, espacios, temáticas, líderes, equipos, en fin,
lineamientos curriculares, que sean consistentes y afinen este aspecto
institucional.
El papel del maestro, del estudiante, del directivo docente y del
personal administrativo y de servicios, tiene renombre e importancia
en las instituciones educativas. La misma pedagogía Calasancia pide
que todos sean educadores y que se trabajen así mismos en su
interioridad para que sean verdaderos Colaboradores de la Verdad.
Sin embargo, se reconoce que el cambio constante de personal por
las ofertas laborales, la cantidad de actividades que exige la
cotidianidad del tiempo actual, el pensar que hay otras cosas más
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 167
importantes por hacer, puede ocasionar lejanía, olvido o inconstancia
en los procesos formativos.
De la mano de preguntar por la educación permanente y por la
formación en las Obras Educativas Escolapias, surgen dos preguntas
más: ¿Quién lidera o guía esta experiencia en la provincia y en las
Obras específicamente? ¿Qué trabajar (contenidos) y cómo hacerlo
(metodología)? Respecto a estas preguntas surgen también
reflexiones y retos por desarrollarse.
Es necesario descubrir, favorecer y potenciar líderes en las
Instituciones que sean transformacionales, que impacten, que
representen el espíritu de un verdadero liderazgo consensuado y de
construcción comunitaria. Se evidencia que en cada Obra se perciben
personas que pueden liderar y personas que pueden constituir
equipos de trabajo, se ve posible hacerlo; sin embargo, se hace
evidente igualmente, la necesidad de capacitación, de talleres, cursos,
seminarios y diplomados que ayuden a dar consistencia, firmeza y
afinidad a su ser y que-hacer desde los parámetros de un liderazgo
transformacional y desde la identidad calasancia.
Sí ha habido temas esporádicos, retiros del personal que labora
en las Obras Educativas, pero no necesariamente articulados,
permanentes en el tiempo o con sistematización. Se revela en las
encuestas y entrevistas una necesidad de lineamientos, de ejes
articuladores, de tiempos y espacios concretos, de temáticas precisas
y abordadas en red como Obras Calasancias de Colombia-Ecuador.
Que no se pierda de vista la formación humana, de cada una de las
dimensiones constitutivas de las personas; la formación cristiana como
un elemento de fe que responda al ser testigo de Jesucristo en el
mundo, atendiendo cristianamente las situaciones de las personas en
el mundo, la formación calasancia como la necesidad permanente de
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 168
reflexionar sobre la educación y la manera de hacerla viva en
Calasanz.
Esta el diagnóstico, se evidencia necesidades y retos por
atender, hay apertura a la realidad formativa institucional; aún queda
la puerta abierta al proponer.
4.7.3.2. Identidad Calasancia. Agrupa las categorías de análisis que
implican cercanía y reflexión referente al Carisma Educativo
Calasancio. Estas categorías buscan orientar el proceso formativo
para que responda a la filosofía e identidad de las Obras Educativas
Calasancias. Son la plataforma, el faro para que la Educación
permanente avance por caminos concretos. La riqueza de la
educación y la oferta de temas y de conocimiento encuentran asidero
o unidad en la identidad que se propone desde Calasanz.
Cada uno de los colegios va tomando una identidad propia de
acuerdo a la oferta educativa, de acuerdo a la filosofía que lo rige o
al modelo pedagógico que articula su que – hacer. También define
su identidad institucional el contexto donde se establece y los ideales
y valores que se convierten en institucionales porque representan la
línea formativa que plantea.
Hay gran diversidad de lineamientos educativos y de
posibilidades de construirlo, por lo que es tarea de cada institución
identificar, nombrar y vivir su identidad ¿Quién eres tú Institución
Educativa?
La comunidad de los Padres Escolapios desde su fundación
en 1617 por San José de Calasanz, han reflexionado sobre la
identidad de su ministerio educativo, la identidad que radica en su
Espiritualidad, la identidad de su ser como religiosos y la identidad
del laico que se define como escolapio. La identidad regala
respuestas al Ser de las personas, de las cosas y de las
instituciones. La identidad da parámetros y criterios desde donde
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 169
pararse para responderle al mundo, a la sociedad, al otro, a los
problemas, a los dilemas de vida.
Una de las preguntas más importantes en la fe cristiana, en la
psicología humana y en la espiritualidad calasancia es ¿Quién soy
yo? ¿Qué me define? ¿Para qué estoy y para dónde voy? La
respuesta por estas preguntas permite la claridad en los procesos y
ayudan en la toma acertada de decisiones institucionales.
En las Obras Educativas Escolapias se reconoce que todo
proceso institucional, toda acción, comportamiento, y apuesta
institucional debe hablar de identidad calasancia, debe ser fiel a esta
y transparentarla ante los demás. Pero las políticas y acciones la
lideran personas concretas en momentos precisos y desde
planeaciones específicas. Por lo tanto se considera esencial
reflexionar permanentemente en la Escuela Pía por la identidad
calasancia que debe llevar a que cada persona también se pregunte
por su identidad y por su ser en el mundo de hoy.
Se evidencia en la información obtenida, cómo los frutos que
se dan cada vez que hay un intento formativo, recaen precisamente
en la identidad institucional y de la apuesta pedagógica que hay.
Los directivos de las Obras saben que si tienen equipos
humanos conscientes de por qué es importante hacer bien su
trabajo, de lineamientos para hacerlo y de por qué se está aquí
trabajando de determinada manera, puede esperarse un feliz
transcurso de la tarea educativa que realmente impacte a los
estudiantes.
El ministerio educativo escolapio centrado en el lema que
busca la integralidad de la educación, Piedad y letras, requiere de
una educación permanente del personal que labora en las Obras
educativas que favorezcan el diálogo del conocimiento y lo propicien
en sus salones, para que realmente estén atentos a ayudarles a los
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 170
estudiantes a descubrir sus interna inclinación o voz del Espíritu que
actúa en su interior desde lo positivo, valioso, desde los dones,
talentos, capacidades, aptitudes y que los va llevando a descubrir su
lugar en el mundo. Esto requiere formación y aplicación en la propia
vida del mismo caminar formativo.
El ser Educador Calasancio implica ser Cooperador de la
Verdad. Cooperar comprende ayudar, acompañar, aportar, transmitir,
sensibilizar, trabajar, esforzar, impulsar en un dinamismo doble:
hacia afuera, hacia los otros, hacia los estudiantes de manera
especial; pero también, y es lo que más se le olvida a los
educadores, hacia adentro, hacia el interior, hacia la posibilidad de
abrirse, trabajarse y conocerse.
La Verdad en un mundo de relativismos y de continuo cambio
habla más de una actitud, de estar en búsqueda, de permanecer en
reflexión y en actualización. La Verdad desde varios campos: la
verdad de sí mismo, de quién se es, de para qué se está en el
mundo, la verdad de que Jesús actúa desde dentro recreándonos,
dando vida nueva; la verdad que radica en las ciencias, en el
conocimiento; la verdad del arte, de la cultura, de la expresión
humana; la verdad que hay en la recreación, en el esparcimiento, en
el deporte. La Verdad habla de educación permanente,
perseverante.
La identidad calasancia, por tanto, es un elemento crucial en
las Obras Educativas porque todo en ellas debe hablar de esta
manera de ser, todo en ellas debe revelar un sello particular,
característico. Todo en ellas debe develar coherencia.
Se reconoce desde los directivos de las Obras, como desde
religiosos y laicos, la importancia que tiene avanzar en ello y cómo la
formación es una herramienta crucial en la toma de conciencia de
qué identifica o da identidad a lo que se es y se hace.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 171
5. Conclusiones
5.1. En las Obras Educativas Escolapias de Colombia-Ecuador, se plantea la
necesidad de procesos formativos articulados, sistemáticos,
organizados, que sean en red con las demás Obras Calasancias de la
región y que favorezcan la identidad de la propuesta educativa.
5.2. Se recomienda plantear unos lineamientos curriculares que favorezcan
la formación de los que laboran en las Obras Educativas Escolapias de
Colombia y Ecuador.
5.3. Los procesos formativos requieren líderes transformacionales que
impacten y lleven a cabo esta tarea, con equipos de trabajo
comprometidos y en permanente crecimiento, por lo tanto, con
posibilidad de capacitación y reflexión de su que-hacer.
5.4. Se recomienda unos encuentros de líderes y de equipos de trabajo de
los procesos formativos con periodicidad que permite fortalecerlos en la
tarea que se les encomienda.
5.5. La Obras Educativas Escolapias creen en los procesos formativos
permanentes y en la reflexión de su identidad calasancia por lo que
debe favorecerse el convertir este criterio en acción y actitud constante
a nivel institucional.
5.6. Se recomienda favorecer políticas institucionales de autoformación y
formación permanente a través de espacios como retiros, convivencias,
acceso a cursos y capacitaciones diversas, libros, reflexiones en todos
los ámbitos de la institución.
6. Recomendaciones
Una vez finalizado el proceso de investigación se presentan las siguientes
sugerencias:
6.1. Estructurar los lineamientos de una propuesta curricular para la
formación de la comunidad educativa (laicos y religiosos) que labora en
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 172
las instituciones educativas Calasanz de Colombia y Ecuador. Dichos
lineamientos implican:
6.1.1. Tiempo específico para hacerlo.
6.1.2. Espacios y recursos.
6.1.3. Itinerario temático y línea de trabajo.
6.1.4. Espacios fuertes formativos como convivencias, retiros,
diplomados.
6.2. Estructurar una Escuela Provincial de líderes transformacionales que
apoyen y orienten los procesos formativos en las Obras Educativas con
una periodicidad de encuentro.
7. Generación de otras preguntas de investigación
Durante el proceso de investigación, especialmente en la recolección de
los datos y en diálogos con los directivos de Obras Escolapias en ejercicio,
surgieron algunos temas que han sido de controversia en los procesos
formativos con laicos y religiosos que laboran en dichas Obras. De estos
temas surgen las siguientes preguntas:
7.1. ¿Puede ser la formación del “Ser” de los actores del proceso
enseñanza-aprendizaje un énfasis especial de los sistemas educativos?
7.2. ¿Qué impacto tiene en la educación nacional maestros vocacionalmente
conscientes de su trabajo y de su ser como personas?
7.3. ¿Se puede pensar en la formación espiritual de los Maestros?
7.4. ¿Cómo la espiritualidad y la identidad de las personas da unidad a la
profesionalidad del servicio educativo de quienes laboran en obras
educativas?
8. Proceso de divulgación del trabajo de investigación
La investigación “La Formación de laicos y religiosos en las Obras
Escolapias”, se llevó a cabo a través de un proceso de investigación
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 173
riguroso que se pudo presentar en diferentes escenarios académicos que a
continuación se describen.
8.1. Participación en eventos académicos:
8.1.1. Primer evento académico
8.1.1.1. Nombre del Evento: III Coloquio de investigación. Estudios
interdisciplinarios sobre educación.
8.1.1.2. Lugar: Universidad de San Buenaventura
8.1.1.3. Fecha: Junio 7 de 2012
8.1.1.4. Tipo de participación: Ponencia
8.1.1.5. Título de la participación: “Una concepción innovadora de
educador: el educador calasancio.”
8.1.2. Segundo evento académico
8.1.2.1. Nombre del Evento: IV Simposio de Investigación de maestrías
en educación. “Territorio, investigación y región”.
8.1.2.2. Lugar: Universidad de San Buenaventura
8.1.2.3. Fecha: Julio 13 de 2012
8.1.2.4. Tipo de participación: Ponencia
8.1.2.5. Título de la participación: “La formación de laicos y religiosos en
las Obras Escolapias”.
8.2. Producción Académica
8.2.1. Primera producción Académica
8.2.1.1. Tipo de producción: Autor Capitulo Libro de Investigación
8.2.1.2. Título: Capitulo III “Una concepción innovadora de educador: el
educador calasancio”.
8.2.1.3. Páginas: Inicial: 59 Final: 70
8.2.1.4. Nombre Libro: Memorias III coloquio de Investigación. Estudios
interdisciplinarios sobre educación”
8.2.1.5. Número de páginas: 236
8.2.1.6. Año de publicación: 2012
8.2.1.7. ISBN: 978-958-8474-32-8
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 174
8.2.2. Segunda producción Académica
8.2.2.1. Tipo de producción: Coautor Capitulo Libro de Investigación
8.2.2.2. Título: Capitulo XII “Gestión y cultura organizacional
contemporánea: un reto para las instituciones educativas”.
8.2.2.3. Páginas: Inicial 195 Final: 215
8.2.2.4. Nombre Libro: Memorias III coloquio de Investigación. Estudios
interdisciplinarios sobre educación”
8.2.2.5. Número de páginas: 236
8.2.2.6. Año de publicación: 2012
8.2.2.7. ISBN: 978-958-8474-32-8
9. Lo propositivo – el producto
Lineamientos curriculares para la formación de la comunidad educativa
(laicos y religiosos) que labora en las instituciones educativas Calasanz
de Colombia y Ecuador.
La propuesta “Lineamientos curriculares para la formación y vida
carismática de quienes Cooperan (laicos y religiosos) en la Misión Educativa
Calasancia” es la alternativa de solución y/o mejoramiento al problema
investigado.
Se entiende por Lineamiento Curriculares según el Ministerio de
Educación Nacional (2006) las orientaciones epistemológicas, pedagógicas y
curriculares que define el MEN con el apoyo de la comunidad académica
educativa para apoyar el proceso de fundamentación y planeación de las áreas
obligatorias y fundamentales definidas por la Ley General de Educación en su
artículo 23. En el proceso de elaboración de los proyectos educativos
Institucionales y sus correspondientes planes de estudio por ciclos, niveles y
áreas, los lineamientos curriculares se constituyen en referentes que apoyan y
orientan esta labor conjuntamente con los aportes que han adquirido las
instituciones y sus docentes a través de su experiencia, formación e
investigación.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 175
Para esta investigación se comprende lineamientos curriculares como
las orientaciones pedagógicas y curriculares que orientan el proceso formativo
de laicos y religiosos en las Obras Escolapias, que permita el crecimiento en
sus realidades humanas, cristianas, calasancias, de identidad y preocupación
por el ser de la persona. Los lineamientos se expresan por medio de diferentes
aspectos como: metas, objetivos, población beneficiada, metodología, itinerario
temático, encargados, tiempos y espacio, entre otras.
9.1. Metas.
Lo que se quiere alcanzar
9.1.1. Tener un documento provincial Colombia – Ecuador con el proyecto
de Formación de laicos y religiosos que brinde claridades y
lineamientos al respecto.
9.1.2. Tener un documento provincial Colombia – Ecuador con el plan de
formación y sus respectivos itinerarios temáticos y material didáctico de
apoyo para su ejecución.
9.1.3. Haber divulgado los lineamientos del plan de formación y todo el
material didáctico en las presencias escolapias de la Provincia de
Colombia - Ecuador.
9.1.4. Haber consolidado un equipo de trabajo capacitado en la formación
del laicado en cada una de las Obras Escolapias.
9.2. Objetivos
9.2.1. Objetivo General: Crear unos lineamientos curriculares para la
formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias de Colombia
– Ecuador que contemple los siguientes componentes: formación,
espiritualidad, simbología, exigencia y misión dentro del Carisma
calasancio.
9.2.2. Objetivos Específicos:
9.2.2.1. Estructurar las condiciones necesarias para la formación del
laicado que participa de las presencias escolapias o que se
identifican con su espiritualidad.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 176
9.2.2.2. Diseñar e implementar “planes de formación” para quienes
cooperan en la Misión Educativa Calasancia desde el cargo
asignado.
9.2.2.3. Diseñar “itinerarios temáticos” que atiendan la dimensión
humana, cristiana y calasancia de los laicos que trabajan en las
Obras Escolapias
9.2.2.4. Producir documentos, guías y medios informativos-formativos
que concreten los itinerarios temáticos y las fases de profundización.
9.2.2.5. Conformar grupos humanos, coordinadores y acompañantes
de los procesos de formación de laicos y religiosos en cada una de
las Obras Escolapias de Colombia y Ecuador.
9.2.2.6. Evaluar y generar planes anuales de mejora para verificar el
cumplimiento de las fases o etapas formativas.
9.3. Población beneficiada.
La población beneficiada sería el personal que labora en las Obras
Educativas Escolapias de Colombia y Ecuador:
9.3.1. Religiosos Escolapios: cooperan con la misión educativa por su opción
radical de vivir el carisma calasancio donde se encuentren. Velan por
la identidad calasancia de la Obra Educativa y por la manera de vivir
esta misión.
9.3.2. Laicos directivos docentes y docentes: son cooperadores de la obra
escolapia. Aprenden de Calasanz la sabiduría en la escuela interior y se
preparan responsablemente con afán investigativo y rigurosidad
académica. Sirven pacientemente a los niños y jóvenes con el don
educativo que han recibido.
9.3.3. Laicos administrativos y personal de servicios: comparten igualmente la
misión calasancia desde su trabajo cotidiano de servicio a la comunidad
educativa. Dan testimonio de una vida guiada por los valores humanos,
calasancios y evangélicos y están deseosos de contribuir a la
transformación de la sociedad desde su servicio.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 177
9.3.4. Las instituciones educativas: al contar con un personal con identidad,
aunados en el sentido de su labor y en el amor educativo, puede
garantizar una prestación del servicio en la educación con mayor
calidad.
9.4. Descripción de la Propuesta
Esta propuesta sugiere una ruta de trabajo en tres fases: estructuración
y diseño; elaboración, divulgación de la documentación e
implementación y evaluación - control.
La propuesta “Lineamientos curriculares para la formación y vida
carismática de quienes Cooperan (laicos y religiosos) en la Misión
Educativa Calasancia” tendría por fases:
9.4.1. Estructuración y diseño: la estructuración según Petrick (1997) es el
modo en que se va designando, organizando y funcionando la institución
en términos de flujos, autoridad, canales de comunicación y procesos de
toma de decisiones. La estructura debe responder a la estrategia
normalmente.
La estructuración y diseño de los lineamientos curriculares para la
formación de los laicos y religiosos en las Obras Escolapias tiene las
siguientes características:
9.4.1.1. Los enfoques formativos: en el proceso de formación de laicos y
religiosos en las obras escolapias es muy importante perfilar los
enfoques que se le quieren dar a la formación. Los Padres
Escolapios han descubierto tres ejes desde donde propician los
procesos formativos: lo humano, cristiano y calasancio. Los tres
con su propia riqueza y también de manera interrelacionada,
Estructuración
y diseño Elaboración, divulgación,
implementación
Evaluación y
control
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 178
regalan una mirada que brinda identidad a las personas y a la
institución Calasancia.
9.4.1.1.1. Lo humano: se refiere a todos los procesos, itinerarios
temáticos y reflexiones que partan de la construcción y de la
realidad de la persona. La antropología cristiana vela porque
haya cuidado en el crecimiento de cada una de las dimensiones
de la persona humana: lo corporal, afectivo, relacional,
intelectual, sensible, sexual, económico, social, espiritual. El
comprender a la persona de manera pluridimensional permite
estar atentos al conjunto de sus características y buscar la
unidad o integralidad de ellas para alcanzar realización en el
ser. Normalmente la sociedad hace énfasis en algunas
dimensiones que permiten generar placer y sostener el sistema
de consumo. La experiencia cristiana ve en cada dimensión su
importancia y al propiciar su integración con las demás, regala
crecimiento y consolidación del ser.
9.4.1.1.2. Cristiano: busca hacer camino de discipulado de Jesús. La
formación cristiana considera a Jesús como el Maestro a quien
se sigue en la fe, se aprende de Él, se está con Él, se va con Él.
Haciendo seguimiento de Jesús en el Evangelio y llevada esta
Buena Noticia de su persona y de su enseñanza sobre el Reino
de Dios a la vida cotidiana, se propicia la encarnación, el vivir
“Jesúsmente”, la construcción del ser persona a partir de los
valores del Evangelio. La formación cristiana no pretende un
“adoctrinamiento” en temáticas eclesiales, sino ir a la fuente,
presentar una Persona, Aquel que transparenta a Dios
plenamente en cada palabra, en cada acción, en cada mirada;
Aquel que se hace cercano en cada encuentro con la persona y
la lleva a redescubrir su identidad, su raíz y vivir desde allí.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 179
9.4.1.1.3. Calasancio: se refiere a todos los procesos de estudio y
reflexión de la espiritualidad y la pedagogía calasancia
actualizada a las obras Escolapias de hoy. Este enfoque regala
la identidad propia institucional del ministerio educativo
escolapio y permite aunar esfuerzos con mayor conciencia de lo
que se quiere en educación a través de la Obra. Una
espiritualidad es una manera concreta de vivir la experiencia de
Dios desde la realidad, los dones y los valores que el Espíritu
Santo le va regalando a la persona. San José de Calasanz
descubrió una manera de vivir esa espiritualidad a través de
tres escuelas que se propicia que religiosos y laicos en las
Obras Escolapias las conozcan, las vivan y lleven a su que-
hacer educativo: ser sabios en la Escuela Interior, ser
Discípulos de la Escuela del Maestro, ejercer la educación en
las Escuelas Pías.
Ser sabios en la Escuela interior se refiere al propio
conocimiento, a la búsqueda de lo realmente propio, al
descubrimiento de la “interna inclinación, es decir, aquello que
es bondad, que es belleza interior, que es don, capacidad,
talento y que moviliza con fuerza todo lo que se es y hace. Sin
embargo, el propio conocimiento implica también reconocer los
límites personales, nombrar el mal que se expresa desde
dentro, las actitudes de egoísmo, de soberbia que no permite
que aflore toda la humanidad por salir. Es una Escuela Interior
porque el conocimiento propio requiere estudio continuo,
formación, ejercitación, permanente identificación. Como seres
humanos somos dinámicos, cambiantes, por lo tanto, siempre
por conocerse.
Ser Discípulo de la Escuela del Maestro se une a la
formación cristiana. Para ser educadores calasancios, se
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 180
requiere acercarse con humildad y corazón abierto a aprender
del único y verdadero maestro, Jesús. ¿Qué enseña Jesús, el
Maestro, en su escuela?
Jesús enseña la Obediencia: la actitud de escuchar a
Dios que habita y habla en el interior, para seguirlo sólo
a él. Jesús invita a entrar en contacto con Dios en la
oración y así sentir la fuerza para ser fiel a él siempre.
Jesús enseña la Pobreza: la libertad y disponibilidad de
corazón; la capacidad de desprendimiento de las
realidades que el mundo llama torpemente riquezas.
Jesús invita a mantener las manos vacías, disponibles.
Jesús enseña la Castidad: el camino del amor
verdadero, que se entrega sin buscar el propio
beneficio, sino sólo el bien del otro. Jesús invita a mirar
a las personas con la misma mirada de Dios, a regalar
el perdón, signo máximo del amor.
Jesús enseña la Vida Comunitaria: porque la manera de
ser de Dios es unidad con todos. Jesús invita a optar
por la comunidad, signo y presencia del actuar de Dios.
Jesús enseña el Servicio: la actitud cotidiana de buscar
la verdadera felicidad de los que nos rodean. Jesús
invita a amarlo a él, entregándose en servicio a los más
pequeños, a los más pobres.
El Ejercicio de las Escuelas Pías está centrado en el lema
educativo de “Piedad y Letras”, es decir, de evangelizar educando,
de conjugar la verdad que regala las ciencias, el arte, la literatura,
el conocimiento con el sentido transcendente y de identidad que
brinda el ser, la espiritualidad, el encuentro con Dios. No se trata
de poner en discusión, en pelea, en discordia ambos, se trata de
ponerlos en diálogo y complementariedad. Las letras dan
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 181
contenido, argumentación, profundidad a la Piedad. La piedad
brinda sentido, norte, identidad, unión con el ser creatura amada
de Dios.
9.4.1.2. Espacios y tiempos para la formación: uno de los lineamientos
curriculares vitales para propiciar proceso formativo es el espacio-
tiempo para ello. Poder concretar estos dos elementos en un
proceso formativo brinda estabilidad e institucionalidad a la acción.
9.4.1.2.1. Espacios: se usaría los espacios propios de las obras donde el
objetivo del tema ayude a visualizar como más conveniente, por
ejemplo la capilla, el auditorio, los salones, patio y otro más. Los
espacios son un elemento crucial en la pedagogía porque
posibilitan la tranquilidad y estabilidad de la persona. Según
Schávelzon (1989), “(...) La arquitectura no solo involucra
actividades sociales, sino que también sirve para perpetuarlas,
para garantizar la continuidad de un modelo. Está condicionada
y es condicionante a la vez; puede ser transformada y
transformadora.¨ Los espacios, la elección de ellos y los
elementos que los integran, son importantes a la hora de
orientar un proceso formativo, apoyan la acción educativa que
se quiere impulsar. Es necesario lugares limpios, dispuestos,
preparados con la intencionalidad que se quiere transmitir.
9.4.1.2.2. Tiempos: se propone que todas las Obras Escolapias de
Colombia y Ecuador tengan destinadas dos horas mensuales
para esta formación los días viernes en el primer o último
bloque de clases, en el cuál no estarían los estudiantes para
poder destinar esta formación a todos los empleados de la
Obra. La distribución de los tiempos en cada tema formativo
propuesto lo marca la metodología y las actividades que
orientan este espacio. La adecuada distribución y elección de
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 182
los pasos para desarrollar el tema son uno de los elementos
para el buen aprovechamiento de esta oferta escolar.
9.4.1.3. Elementos claves para el proceso:
9.4.1.3.1. Nombre institucional del Proceso y
logotipo: el proceso institucionalmente
puede tener el nombre de Misión
Compartida e Integración Carismática
(MC&IC), pues se busca que la tarea
educativa que hace parte de la esencia y
del carisma de la comunidad religiosa de
los Padres Escolapios, sea vivida y
asumida con liderazgo también por los laicos. Por ello, el
lenguaje simbólico ayuda a tomar conciencia de ello con la
figura de las manos de laicos y de religiosos que se unen en
una misión y en el lema: “Religiosos y laicos, dos vocaciones
una misión.”
9.4.1.3.2. Metodología: se entiende por metodología al conjunto de
procedimientos racionales utilizados para alcanzar una gama de
objetivos que rigen una propuesta formativa donde se requieren
habilidades, conocimientos o cuidados específicos. La metodología
se vale de un método para alcanzar el objetivo por lo que no debe
llamarse metodología a cualquier procedimiento.
9.4.1.3.2.1. El Método de la Formación Experiencial se propone acompañar
los encuentros formativos, permitiendo a las personas tomar
conciencia de sus experiencias, expresarlas, profundizarlas e
iluminarlas y así transformar progresivamente sus vidas, a
través de la adhesión al mensaje de Jesús. Cada encuentro
procura alcanzar un objetivo operativo que nace de conjugar los
intereses e inquietudes de las personas con una propuesta
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 183
humana, evangelizadora y calasancia. Ese objetivo se alcanza
a través de una secuencia que considera cuatro momentos:
El momento de motivación es una breve actividad para
despertar y centrar el interés de las personas hacia la
experiencia que se propone abordar. Debe ayudar a hacer
brotar preguntas acerca de ella y crear las condiciones
para su profundización posterior. Debe estar directamente
relacionada con el objetivo del tema, pero no avanzar a
respuestas acerca de él. Pueden escucharse canciones,
leer poemas, presentar carteles previamente preparados y
todo con la mayor creatividad. Es una actividad breve, no
más de 15’, que pretende centrar la atención del grupo y
despertar interés. Debe dejar cuestionamientos, ayudar a
problematizar. Es importante que la actividad de
motivación no entregue respuestas sobre la experiencia,
porque esto iría en contra de la profundización que se
pretende en los siguientes pasos. Finalmente la motivación
debe cerrarse bien. Dejando planteadas inquietudes,
preguntas, problemas.
Descripción de la Experiencia: Es el momento de crear
las condiciones para que las personas puedan hacer
consciente su experiencia personal acerca del tema que se
aborda y puedan tomar contacto con lo que viven, sienten,
piensan y hacen, como primer paso para comprenderse
mejor a sí mismos y comprender el medio en el que viven.
La descripción de la experiencia es un paso necesario
para restituir la palabra a las personas y para ayudarlos a
dar nombre a lo que viven. El ejercicio o técnica que se
emplee debe facilitar la expresión personal y asegurar la
posibilidad de que todos se sientan involucrados. Para
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 184
este momento, se puede usar dos tipos de técnicas:
preguntas o ejercicios. Si se usa preguntas, es importante
que éstas permitan efectivamente describir la experiencia
personal, evitando las preguntas abstractas o generales
que conviertan el tema en una reflexión “en el aire”.
Pueden ser preguntas facilitadoras de la descripción
algunas de las siguientes: ¿Qué experiencias he vivido
respecto a...? ¿Qué situaciones recuerdo...? ¿Qué
sentimientos experimento cuando...? ¿Cómo reacciono yo
frente a...? En cambio, NO favorecen una buena
descripción de la experiencia tales como: ¿Qué piensas tú
de...? ¿Te parece bien...? ¿Qué opinas de...?
Análisis de la Experiencia: Es la profundización de la
experiencia para poder comprenderla mejor y descubrir en
ella aquellos aspectos no percibidos inicialmente y
aquellos elementos no tomados suficientemente en
cuenta, pero que realmente condicionan e influyen en las
situaciones que toca vivir. Este momento pretende retomar
las experiencias personales y desplegar sus significados,
facilitando el proceso de “darse cuenta”, ya que ellas
expresan los criterios, las valoraciones conscientes o
inconscientes, la información que se maneja, la auto-
imagen, la conciencia social, las posibilidades de acción
que se reconocen, lo que se considera bueno o malo…, en
fin, todo lo que constituye “su visión del mundo”, que es lo
que se quiere reflexionar. Hay que estar atentos a que este
paso tenga continuidad con el anterior, y al mismo tiempo,
signifique un avance de la reflexión. Además de preguntas
facilitadoras, es el momento para que el grupo pueda
recibir un aporte a la reflexión que lo ayude a realizar
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 185
mejor el análisis. Este espacio también quiere lograr una
mejor comprensión de las propias experiencias
profundizando en los condicionamientos sociales, en
nuestra historia personal. Las preguntas del análisis
buscan siempre poder indagar a qué se debe que vivamos
nuestra experiencia de tal manera, permitiendo que esas
respuestas nos lleven a descubrir aspectos desconocidos
o no suficientemente asumidos hasta ahora.
Discernimiento de la Experiencia: Una vez
comprendidas y asumida mejor la experiencia, es posible
hacer su lectura desde su sentido más profundo, el
significado de fe. Discernir la experiencia captar en ella la
acción salvadora de Dios y las resistencias o rechazos a
esa acción. Se trata de acoger la Palabra de Dios y
responder a la invitación que hace para un cambio de vida
y de actitudes, dejándose llevar por la fuerza del Espíritu y
abriéndose a la acción de Dios siempre presente en toda
experiencia humana. El paso metodológico del
discernimiento se apoya en la actitud personal de
búsqueda de un nuevo sentido de las experiencias
personales, en la proclamación de la Palabra. Es
importante seleccionar adecuadamente el texto bíblico.
Debe estar directamente relacionado con la experiencia de
encuentro para permitir hacer propio el llamado del Señor.
También se pueden usar textos de Espiritualidad
Calasancia o del Magisterio de la Iglesia universal o local.
La celebración es una consecuencia espontánea.
Conviene preparar esta celebración con un signo central
que recoja el significado de la experiencia vivida en el
encuentro.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 186
9.4.1.3.2.2. El método del injerto. Muchas veces se piensa que para abordar
temas de formación se requiere siempre de un experto o “gurú”
que transmita sus conocimientos. Pero esto no siempre es
posible. Además, escuchar palabras muy “sabias” puede, en
ocasiones, sólo entusiasma externamente, evitando el trabajo de
digerir los temas por las mismas personas, permitir emerger la
propia sabiduría y el vínculo vivencial y profundo con una
temática. Recordar que “no el mucho saber harta y satisface el
ánima, sino el sentir y gustar de las cosas internamente” San
Ignacio de Loyola (EE.2).
Los temas se pueden encontrar o preparar de manera escrita
y propiciar un acercamiento que ayude a crecer. Se propone éste
Método del Injerto para que en las reuniones de formación en que
se acerque a un texto, se pueda hacer propio e integrarlo
vitalmente. Se hace un injerto en un árbol para que produzca
mejores frutos. Cuando se transmiten conocimientos, también se
puede intentar que las personas que escuchan se enriquezcan y
produzcan mejores frutos. Para lograr un injerto, hacen falta 4
cosas:
un brote de calidad que se va a injertar,
un corte en el injerto, adaptado al tronco en que se va a
injertar,
un corte en el tronco para que entre el injerto,
y, después del injerto, un procedimiento que una
estrechamente el tronco y el injerto para que la savia del
árbol pase al injerto y que el injerto prenda.
Así también, para que una enseñanza prenda, hace falta: un
contenido de enseñanza de calidad (el brote):
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 187
un tema que apunte tanto a satisfacer la necesidad de
conocer de nuestra inteligencia como al proceso de
crecimiento personal y grupal;
una presentación de esa enseñanza adaptada al sujeto
que va a recibirla (el corte en el injerto): un texto escrito –
que se presta más que una conferencia o discurso– sobrio,
claro y accesible a la comprensión;
una preparación del sujeto para que pueda recibir la
enseñanza provechosamente (el corte en el tronco):
identificando las realidades intelectuales y vitales donde se
va a “injertar” el tema;
y un trabajo personal de integración para que la enseñanza
recibida enriquezca al sujeto y le permita producir mejores
frutos de pensamiento y mejores frutos de vida: un trabajo
escrito y con tiempo suficiente para que el tema toque la
vida en profundidad y desate dinamismos de crecimiento.
El método
Inventario – Lo que me habita sobre el tema. Se pueden
contestar preguntas como estas:
o ¿Qué conozco ya sobre este tema?
o ¿Qué está claro en mí?, ¿qué está confuso o vago
en mí?
o ¿Qué preguntas me hago sobre el tema?
o El objetivo que se intenta conseguir es despertar
todo lo que las personas conocen y viven ya,
respecto al tema. Esta técnica pedagógica permite
movilizar su atención sobre el tema, a partir de lo
que les habita.
o Lo esencial no es hacer un inventario completo, lo
que exigiría mucho tiempo en ciertos casos, sino
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 188
sólo despertar suficientemente la atención para que
haya un interés activo por el texto que se va a
distribuir.
o Siempre que el tiempo lo permita, se puede
compartir el inventario. Para las personas, es una
ocasión de expresar su propio pensamiento y sus
“centros” de interés respecto al tema, así como para
oír los intereses de los otros.
Lectura – Comprensión del texto.
o Conviene hacer una primera lectura del texto,
subrayando los aspectos más relevantes y, sobre
todo, identificando los aspectos que requieren una
mejor comprensión (redactarlos en forma de
preguntas).
o El formador o la persona que lidera el espacio
formativo aclara –en la medida de lo posible– las
preguntas de comprensión que han surgido. Entre
los miembros del grupo se puede completar la
comprensión de lo que el texto dice. Se trata de
quitar los obstáculos para una buena integración del
texto.
Integración – Apropiación de la experiencia. Ahora se lee
el texto adentrándose en el contenido y lo que genera a
nivel interior:
o ¿Qué me ha llamado más la atención de este texto?
(para ir directamente a detectar lo que es relevante
para mi vida hoy)?
o ¿Qué reflexiones genera este texto? (acercarse a la
interioridad por los pensamientos; identificar ideas
antiguas e ideas nuevas)
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 189
o ¿Qué reacciones interiores suscita este texto?
(entrar a la interioridad por los sentimientos: de
resistencia o rechazo; de sintonía o agrado)
o ¿Qué realidades de mi profundidad se despiertan?,
¿por qué?, ¿cómo lo experimento?
o ¿Qué preguntas me hago sobre este tema?
o Es importante contar con tiempo para compartir este
ejercicio de integración: expresar sobre todo las
realidades profundas que se despiertan ante el
tema, nuevas claridades, inquietudes.
Discernimiento – ¿A qué me siento invitado/a?
Habiéndose dejado tocar en la profundidad por el tema, es
necesario mirar al futuro:
o ¿En qué aspectos o direcciones me siento llamado
a caminar?
o ¿Me siento invitado a algo en concreto?, ¿a qué?
o Compartir estas invitaciones es una nueva
oportunidad para conocerse, para ver otras
posibilidades de acción y búsqueda, para que los
acompañantes evalúen el impacto del tema en el
proceso.
9.4.1.3.3. En pequeños grupos: un elemento muy particular de este
proceso es la experiencia de pequeños grupos. Se trata que
todo el personal que trabaja en las Obras Educativas
Escolapias participe de diversas temáticas orientadas por
diferentes compañeros de la institución pero que se llegue
siempre a la experiencia de pequeño grupo, que es el mismo
durante todo el año, donde puedo compartir, dialogar y
expresar. Si el proceso se hace masivo, en auditorio abierto,
no todos los asistentes pueden participar o inquietarse por lo
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 190
que se trabaja. En cambio, cuando todos los temas van a
pequeños grupos, se permite la pregunta, la valoración, la
experiencia y la expresión. Se prefiere esta manera también
por el tipo de método de injerto o de formación experiencial
para que pueda darse sus pasos. Cada uno de los grupos está
integrado por maestros, directivos y personal administrativo o
de servicios indiscriminadamente favoreciendo el concepto de
familia educativa y la conciencia que todos son educadores
calasancios sea cual sea su servicio en la institución.
9.4.1.4. Líderes del proceso: un proceso formativo con estas características
requiere de pequeños grupos con líderes de ellos y un animador
local que oriente conduzca cada paso de éste. Por lo tanto se
requiere capacitación de líderes transformacionales, no cualquier
manera de liderar. Según Leithwood y Jantzi (1999) “El liderazgo
transformacional es el más idóneo para organizaciones que
aprenden, ya que favorece las metas comunes y compartidas.
Además promueve el compromiso colectivo hacia una renovación
regular de las metas y valores de la organización e impulsa modos y
procedimientos más efectivos y eficientes para llevar a cabo los
procesos. Modelo que se separa sensiblemente de la imagen del
“liderazgo pedagógico o instructivo “que emergió dentro de la
investigación sobre “escuelas eficaces” y que se relaciona, en
sentido amplio, con todo aquel conjunto de actividades (como
supervisión).”
9.4.1.4.1. Animadores locales: se refiere a aquellas personas que orientan
el proceso formativo en la obra educativa, velan por la unidad
temática, por el avance de los pequeños grupos, por la
preparación y planeación previa con los coordinadores de grupo
y por propiciar en sí mismo y en sus compañeros un liderazgo
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 191
transformacional, que permita la participación y el aporte a las
personas y a la institución.
9.4.1.4.2. Coordinadores de los grupos: se requiere a aquellas personas
de la institución, sin importar el servicio que prestan (directivo,
docente, servicios), que lideran cada uno de los pequeños
grupos de máximo 15 personas y que cuidan por hacer posible
la formación planteada, el cumplimiento del objetivo y el método
elegido para llevarlo a cabo. Participa activamente tanto en la
planeación como en la ejecución de las acciones formativas.
9.4.1.5. Cronograma: corresponde a las fases de avance en la estructuración
y diseño, documentación e implementación y evaluación y control del
proceso formativo tenido con los religiosos y laicos de las Obras
Escolapias.
Fase Entregable Responsable Fecha
discusión/Entrega
1. Documento con los
lineamientos del Proyecto para
la Formación de los laicos y
religiosos en las Obras.
Santiago Gaviria
Y.
Enero 2014
Documento con el plan
Formativo e itinerario temático
para el Proceso Formativo
Santiago Gaviria
Yepes.
Enero 2014
2. Documentos y material creado
respecto al itinerario temático.
Santiago Gaviria
Yepes.
Febrero 2014
Cronograma de divulgación de
los lineamientos curriculares
del proceso formativo a las
diferentes obras.
P. Diego Bernal
Sch.P. y
Santiago Gaviria
Yepes.
Febrero 2014
3. Indicadores de Evaluación
anual de cumplimiento de los
planes formativos
Santiago Gaviria
Yepes.
Noviembre 2014
9.4.1.6. Simbología. Este es uno de los componentes esenciales del proceso
formativo porque generan vinculación a la propuesta, sentido de
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 192
pertenencia institucional e invitan a la toma de conciencia de la
importancia de la formación permanente y de la unidad laboral que
hay en la obra. Algunos elementos vinculantes, simbólicos y
generadores de pertenencia a la formación son:
9.4.1.6.1. El lema:
9.4.1.6.2. La Misión institucional:
9.4.1.6.3. Las oraciones:
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 193
9.4.1.6.4. Las carpetas:
9.4.2. Elaboración, divulgación de la documentación e implementación:
esta segunda fase del proceso de institucionalización de los lineamientos
curriculares para el proceso de formación de laicos y religiosos de las
Obras Escolapias de Colombia – Ecuador, consiste en la elaboración del
plan formativo, del itinerario temático, del material de apoyo para su
desarrollo en cada una de las Obras, de la divulgación de la propuesta e
implementación. Mientras mejor planeada esté la propuesta formativa y
más ajustados se encuentren los lineamientos curriculares se puede
esperar un mejor desarrollo del itinerario temático.
9.4.2.1. Plan formativo: consiste en la planeación de la formación año por
año, llevando como ejes el crecimiento humano, el discipulado de
Jesús y la espiritualidad calasancia. El plan se convierte en la ruta
de trabajo por un tiempo determinado, brinda unidad y coherencia
a la propuesta temática. Se propondrá un tema articulador por año
y una secuencialidad de temas que permitan su desarrollo con
maneras metodológicas más apropiadas de acuerdo al contenido
que se quiere transmitir o la reflexión que se quiere brindar.
9.4.2.1.1. Primer año formativo: Caminando hacia la Misión Compartida.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 194
9.4.2.1.1.1. Presentación. Como línea de trabajo prioritario de la
Orden de los Padres Escolapios, después de los años
anteriores de sensibilización y búsqueda de caminos
para la integración de los laicos en el carisma, la
espiritualidad y la misión de las Escuelas Pías, y bajo el
impulso del nuevo Padre General Pedro Aguado y su
experiencia como provincial en Vasconia y Andalucía
España, la comunidad escolapia ha planteado una
renovación en la reflexión sobre la Misión Compartida y
sobre maneras de participación de los laicos en las
Obras Escolapias. En efecto, todas las personas que se
vinculan a una obra escolapia, participan –consciente o
inconscientemente- de la misión escolapia. Esta
participación puede vivirse dentro de los límites
exclusivos de la responsabilidad laboral, o puede
conllevar una identificación vivencial con la
espiritualidad calasancia. En cualquier caso, se hace
urgente la toma de conciencia y la profundización de las
implicaciones que esta participación encierra.
Aprovechamos, pues, los diferentes espacios de
formación con que contamos para acercar a todos los
educadores, docentes y no docentes, a un mayor
conocimiento del carisma de San José de Calasanz, de
la Misión de las Escuelas Pías y del propio lugar al que
Dios llama a cada uno en medio de esta mies
fertilísima.
9.4.2.1.1.2. Objetivo. Ofrecer elementos de conocimiento, reflexión
y profundización en la misión de las Escuelas Pías, y de
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 195
discernimiento de la propia participación y cooperación
en ella desde la vivencia laical.
9.4.2.1.1.3. Programación del itinerario temático. Este itinerario
permite ir desarrollando la linealidad que traza el tema
central del año “Caminado hacia la misión Compartida”.
La siguiente programación de ese itinerario de temas
debe conducir a profundizar este tema:
Presentación de Misión Compartida – Oración de
Cuaresma
La Misión personal
El laico, testigo en la Escuela
Calasanz y la misión de las Escuelas Pías en el
mundo.
Convivencia: La Misión de la Escuela Calasancia –
Corona de las 12 estrellas
Educadores Calasancios: Presencia viva de la
misión de las Escuelas Pías
Celebración-Formación de Pascua (se integra en el
mes o momento que corresponda)
Cine – Foro: Los coristas.
Evaluación y celebración de cierre.
9.4.2.1.2. Segundo año formativo: Creciendo en formación humana.
9.4.2.1.2.1. Presentación. Habiendo recorrido en el año anterior un
camino de reflexión en torno a la propuesta de las Escuelas
Pías sobre Misión Compartida, nos lanzamos a recorrer un
itinerario de formación humana. Para Calasanz el principio de
la vida espiritual es el propio conocimiento de dones y
dificultades, para crecer en humanidad y cooperar con la
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 196
acción de la Gracia en su propia vida, y así transmitir este
crecimiento a los demás. Así pues, la formación humana es
el fundamento de la vida espiritual y del servicio que
configura la misión personal: camino de felicidad personal y
de construcción del Reino. Aprovechamos, entonces, los
diferentes espacios de formación con que contamos para
acercar a todos los educadores, maestros, personal de
administración y servicios, a un mayor conocimiento de sí
mismos, brindando elementos de crecimiento humano que
den fundamento a su experiencia cristiana y a su labor
educativa en todos los entornos, especialmente en su
relación con nuestros niños y jóvenes.
9.4.2.1.2.2. Objetivo. Ofrecer elementos de conocimiento y reflexión en
las diferentes dimensiones del ser humano (social, corporal,
intelectual, afectiva, relacional, sensitiva, espiritual) para
identificar las realidades positivas y las dificultades,
comprometiéndose con un camino de crecimiento.
9.4.2.1.2.3. Metodología de los encuentros. Hay muchas maneras de
abordar un contenido, de explorar un tema o enseñar algo a
otro ser humano. Estas maneras deben buscar el mejor
cumplimiento del objetivo trazado por lo que no todas pueden
ser pertinentes en cierto momento o no necesariamente
ayudar de forma clara. En este año de formación de los
laicos y religiosos en las Obras Escolapias, aunque se
ofrezca diversas alternativas de abordaje de los temas, no
podemos perder de vista lo esencial: que las personas
sientan que los contenidos propuestos se acercan a sus
vidas, los invita a conocerse en las dimensiones humanas y
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 197
están invitadas a crecer en cada una. Es muy importante que
el animador local y el equipo de coordinadores de grupo
velen porque los objetivos se cumplan y que las
planeaciones estén más ajustadas o acordes al contexto de
su gente, sin perder el camino hermanado de toda la
provincia Colombia-Ecuador. Cada uno de los Encuentros
tiene los siguientes momentos con metodologías propias que
ayudan en el camino o desarrollo de los temas. Implican
cada uno de ellos unos tiempos que requieren ser
respetados para avanzar hacia el logro de los objetivos. Es
muy importante tener cuidado de no quedarse mucho tiempo
en ayudas superficiales de los temas dejando de lado la
profundidad o el grueso que se quiere trabajar:
Síntesis del encuentro anterior: Se busca con este
momento no perder el hilo o la finalidad de los temas que
lo da el eje temático del año, como en este caso, las
dimensiones de la persona humana. Hacer recuento
preguntando a los participantes lo que les queda,
haciendo resumen de lo vivido o hilando el contenido
desde allí, son maneras de visualizar permanentemente
hacia dónde vamos.
Oración de apertura: Es un momento de conectarnos
desde lo cristiano y desde la Buena Noticia de la Persona
de Jesús, con las dimensiones del Ser Humano. Jesús
nos ayuda a revelar la plenitud del SER PERSONA, nos
orienta e invita a crecer en ello. En cada encuentro el
coordinador con su grupo se sensibilizan y se abren a la
experiencia humana escuchando y hablando con Aquel
que nos amó primero. Las oraciones pueden estar
acompañadas de símbolos y de pequeños escritos que
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 198
son ayuda en el descubrimiento de esto esencial pero no
son el centro.
Tema – taller: Cada uno de ellos con metodologías
propias de acuerdo al contenido a abordar, presentan el
núcleo del encuentro. Los animadores locales con sus
equipos deben estar vigilantes de lo verdaderamente
importante a desarrollar allí y adaptar ejemplos,
actividades e incluso si se quiere imágenes en las
presentaciones, a su propio contexto. Se requiere una
reunión previa de planeación para leer el objetivo y las
alternativas dadas y poder responder de la mejor manera
a este. En el Segundo Año de formación hay una
constante en este punto: se comienza con una
presentación de diapositivas que lleva al conocimiento del
tema y da apertura a un segundo instante de reflexión,
preguntas, toma de conciencia y por último compartir.
Haciendo lectura de cada grupo, los coordinadores
apoyan el trabajo.
Oración final: Es un momento de cierre, de síntesis, de
conclusión y de poner en manos del Señor la dimensión
humana trabajada.
Tarea, invitación, toquecitos del Espíritu: Cada Encuentro
debe concluir, incluso se puede hacer dentro del mismo
espacio de oración final, con los toques del corazón que
quedan, es decir, qué de lo abordado en el encuentro me
queda, es mío o lo hago mío, dice algo a mi realidad.
También se pide una tarea sencilla, personal, cumplible:
orar por una persona que lo necesita, ayudar de alguna
manera a alguien para transformar un pedacito de mundo,
escribir una carta y entregarla, saludar a un compañero
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 199
del grupo y preguntarle cómo va. Puede ser una tarea
grupal o una tarea personal, el grupo lo puede decidir con
su coordinador.
Evaluación del encuentro: Se busca un momento en el
que se haga camino de mejora y nos escuchemos. Que
todos nos adueñemos del proceso en procura de crecer.
9.4.2.1.2.4. Programación del itinerario temático. Este itinerario secuencial
articulado al tema del año es el siguiente:
Introducción – Convivencia (interna inclinación / realidad
positiva)
Mi dimensión social
Mi dimensión corporal
Mi vida afectiva I Soy Sensibilidad y sentimientos
Mi vida afectiva II Soy las relaciones
Mi dimensión mental
Mi dimensión Espiritual
Cine – Foro: “Manos milagrosas”
Evaluación y cierre
Convivencia Calasancia. Hay dos convivencias
programadas para este año: uno de apertura y de
encuentro con lo positivo, con el jardín interior en cada uno
y otra de carácter calasancio.
9.4.2.1.3. Tercer año formativo: Discípulos de Jesús Maestro.
9.4.2.1.3.1. Presentación. Uno de los ejes centrales de la formación
Escolapia es el anuncio cristiano. Pero este eje no tiene
sentido si no lo conectamos con nuestra historia, con nuestra
humanidad y si no nace de una experiencia real con Dios
Padre, Hijo y Espíritu. Como dice Maurice Zundel (2003) “En
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 200
cuanto se habla de Dios sin vivirlo, le traicionamos, lo
convertimos en un ídolo, en un mito absurdo y abyecto,
hacemos de Él un límite y una amenaza, y el que lo hace
acaba siendo ateo. Y el peor de los ateísmos es,
precisamente, hablar de Dios sin vivir de Dios. Es como si
pudiéramos hablar del amor sin amar.” Este año de proceso
formativo para laicos y religiosos en las Obras Escolapias está
centrado en lo cristiano, quiere acercarnos a la persona de
Jesús, y la mejor manera de hacerlo es primero vivirlo. Es
necesario que animadores, coordinadores y acompañantes
espirituales estén en relación con Jesús, se regalen encuentro
con Él, pues es una Persona, es Alguien, y no como muchos
lo quieren presentar: un relato, un mito, una doctrina fría, una
idea. Anunciar a Jesús compromete toda la vida, compromete
las palabras, pero también compromete las acciones, el
testimonio, la manera de ser y estar en el mundo. Abordar a
Jesús como persona es acercarnos a toda su realidad humana
y a su condición divina, es decir, acercarnos a reconocer en
Jesús un Dios con nosotros, pero realmente con nosotros,
metido hasta lo más hondo de nuestras situaciones,
preguntas, inquietudes, decisiones, vocaciones. Cada uno de
los temas propuestos, de los momentos históricos y
personales de Jesús hablan de salvación, de cercanía, de
redención desde el interior de la persona que lo busca, lo
conoce y lo sigue. Por lo tanto, este año formativo cristiano no
se trata de un curso teórico bíblico sobre un hombre
posiblemente interesante: Jesús de Nazaret. Es más bien la
oportunidad de propiciar encuentro, acogida, relación con una
persona, con Alguien que nos amó primero y siempre lo hará.
Habrá orientaciones, guías, ayudas para crecer y comprender,
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 201
pero la meta debe ser llevar ello a la maduración cristiana y a
procesos de fe. “La vida cristiana está centrada en la vida de
Jesucristo que quiere expresarse en la nuestra: ‘para mí, decía
San Pablo, vivir es Cristo’. La santidad, el bien, la virtud, la
plenitud de la alegría y de la libertad es siempre Jesús que
vive en nosotros. No se trata de otra cosa más que de dejar a
Jesús vivir en nosotros… Ser cristiano, dar testimonio de la
Presencia de Jesús y comunicarla es una y misma cosa…
Recibir el bautismo, la Confirmación o la Eucaristía no significa
nada si no nos unimos con ello a la Persona de nuestro Señor
para vivirla, para dar testimonio de ella y para comunicarla.”
9.4.2.1.3.2. Objetivo. Caminar como discípulos, siguiendo los pasos de
Jesús nuestro Maestro, para aprender de él y que se despierte
en cada uno de nosotros la vida de Dios que nos impulsa a
vivir y amar a su manera.
9.4.2.1.3.3. Metodología de los encuentros. Hay muchas maneras de
abordar un contenido, de explorar un tema o enseñar algo a
otro ser humano. Estas maneras deben buscar el mejor
cumplimiento del objetivo trazado por lo que no todas pueden
ser pertinentes en cierto momento o no necesariamente
ayudar de forma clara. En este año de formación de laicos y
religiosos en las Obras Escolapias, aunque se ofrezca
diversas alternativas de abordaje de los temas, no podemos
perder de vista lo esencial: que las personas sientan que los
contenidos propuestos los acercan a Jesús, a su Persona y,
desde Él, pueden vivirle en sus propias vidas. Es muy
importante que el animador local y el equipo de coordinadores
de grupo velen porque los objetivos se cumplan y que las
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 202
planeaciones estén más ajustadas o acordes al contexto de su
gente, sin perder el camino hermanado de toda la provincia
Colombia - Ecuador. Cada uno de los Encuentros tiene los
siguientes momentos con metodologías propias que ayudan
en el camino o desarrollo de los temas. Implican cada uno de
ellos unos tiempos que requieren ser respetados para avanzar
hacia el logro de los objetivos. Es muy importante tener
cuidado de no quedarse mucho tiempo en ayudas
superficiales de los temas dejando de lado la profundidad o el
contenido central que se quiere trabajar:
Síntesis del encuentro anterior: Se busca con este
momento no perder el hilo o la finalidad de los temas
que lo da el eje temático del año, como en este caso,
SER DISCÍPULOS DE JESÚS MAESTRO. Hacer
recuento preguntando a los participantes lo que les
queda, haciendo resumen de lo vivido o hilando el
contenido desde allí, son maneras de visualizar
permanentemente hacia dónde se va.
Motivación - experiencia: se indaga por lo que se
conoce del tema, qué preguntas han quedado respecto
a ello, qué palabras conocen de este tema y cuáles no.
Se trata de despertar interés, de indagar, de conectar el
tema que se propone con la propia vida. La motivación
se puede realizar a través de una dinámica relacionada
con el tema como contemplar imágenes, experimentar
una cena judía de la época de Jesús, usar símbolos,
entre otras.
Análisis – Reflexión del tema propuesto: por medio de
un documento, texto bíblico, trabajo en equipo, video, o
presentación, se busca conectar la motivación –
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 203
experiencia, con el contenido que también se quiere
aportar y reflexionar. Se trata de dar nuevos elementos
para comprender la experiencia del seguimiento de
Jesús pero siempre desde la propia realidad de las
personas, a partir de las situaciones sociales del mundo
de hoy. Caminar como discípulos de Jesús significa
estar tras el Maestro, escuchar su mensaje, proclamar,
enseñar y hacer signos propios de la Escuela de Jesús.
Integración: esta presentación formativa culmina con
una o dos preguntas que permitan integrar lo visto. No
se trata de gran cantidad de contenidos sino de elegir lo
esencial que realmente quede en las personas. Las
preguntas indagan por lo aprendido pero también por lo
que se siente, lo que se experimenta del seguimiento
de Jesús.
Evaluación del encuentro - tarea: Se busca un momento
en el que hagamos camino de mejora y nos
escuchemos. Que todos nos adueñemos del proceso
en procura de crecer. Cad encuentro culmina con una
tarea sencilla, cumplible, personal, que realmente
pueda el grupo acompañarse durante el mes y que le
ayude a crecer a la persona.
9.4.2.1.3.4. Programación del itinerario temático.
Celebración del día del laico escolapio “Vicente Vilard
David” (15 de febrero) – Invitados a la Santidad.
Introducción al año – La encarnación: “nada humano le fue
ajeno”.
Palabras de Jesús en las bienaventuranzas: una pregunta
por la felicidad.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 204
Palabras de Jesús – Las parábolas: “La manera de ser de
Dios”
Un amor especial en Jesús: “la misericordia”
Los relatos de milagro: “Jesús responde a la realidad”
La Eucaristía: “Jesús opta por vivir en comunidad”
“Y nos amó hasta el extremo”: la pasión y muerte.
Cine – Foro: “El camino del Guerrero”
Evaluación y cierre
Convivencia: vivir como resucitados – “Somos testigos de
Jesús vivo”
9.4.3. Evaluación y control. La Gestión – evaluación y control - es el
nivel estratégico con el cual se controlan las actividades de la
organización de modo que los resultados actuales se puedan
comparar con los esperados. Los resultados obtenidos ayudan a
determinar en qué medida las estrategias formuladas e
implementadas son las adecuadas o si necesitan una intervención
correctiva.
En la propuesta de unos lineamientos curriculares para la
formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias, la
evaluación y continuo mejoramiento permiten estar atentos a la
responsabilidad, seguimiento y crecimiento de la propuesta.
Cuando un nuevo proyecto emerge en la vida social, liderado
por personas, siempre está sujeto a transformaciones. La vida es
cambiante, compleja, y requiere adecuaciones, adaptaciones de
toda aquella empresa que se proponga para que no se
descontextualice y responda a las necesidades del medio.
Esta fase quiere estar atenta al control de las acciones
formativas y hacerle seguimiento en cada una de las Obras
Escolapias de Colombia – Ecuador, conocer las valoraciones pero
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 205
también las aportaciones e inquietudes de los líderes de su
ejecución, y velar por hacer posible el desarrollo del proyecto y de
los lineamientos trazados.
Evaluación y control parte también de la premisa que cuando
un proyecto nuevo comienza que implica movilización y reflexión de
las personas, no siempre es bien aceptado; es necesario un tiempo
de adecuación, de acompañamiento y de reflexión para que pueda
ser integrado en la realidad de la Escuela.
A continuación, se presentan unos indicadores que pueden
ayudar en el ir verificando que la propuesta de unos lineamientos
curriculares va avanzando y cumpliendo las fases de
implementación.
Objetivo específico Fase Estrategias Indicadores de
evaluación
Estructurar las
condiciones
necesarias para la
formación del laicado
que participa de las
presencias
escolapias o que se
identifican con su
espiritualidad.
Estructura y
Diseño
Documento con
los lineamientos
curriculares
para la
Formación de
los laicos y
religiosos en las
Obras
Escolapias.
Aprobación del proyecto
de Formación y de los
lineamientos curriculares
por la Congregación
Provincial.
Diseñar e
implementar un plan
de formación y su
respectivo itinerario
temático para la
formación de laicos y
religiosos en las
Obras Escolapias.
Estructura y
Diseño
Documento con
el plan
Formativo e
itinerario
temático para la
Formación de
laicos y
religiosos en las
Obras
Escolapias.
Cronograma de
Aprobación del Plan de
formación y los
itinerarios temáticos por
la Congregación
Provincial.
Cumplimiento del
cronograma de
divulgación:
-Cantidad de regiones
visitadas
-Cantidad de personas
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 206
divulgación de
los lineamientos
curriculares y de
toda la
propuesta
formativa en la
Obras
Escolapias de
Colombia –
Ecuador.
seleccionadas por región
e informadas.
-Medios utilizados de
divulgación
- Encuesta de impacto.
Producir documentos,
guías y medios
informativos-
formativos que
concreten los
itinerarios temáticos y
las fases de
profundización.
Elaboración,
divulgación de la
documentación e
implementación
Documentos y
material creado
respecto al
itinerario
temático.
Correspondencia de
temas propuestos y
material didáctico e
informativo creado que
los desarrolla.
# de recursos creados / #
de temas planeados
Consolidar grupos
humanos
coordinadores y
acompañantes de los
procesos de
formación de laicos y
religiosos en cada
una de las Obras
Escolapias de
Colombia – Ecuador.
Elaboración,
divulgación de la
documentación e
implementación
Elección de los
encargados o
designación en
cada región de
ellos.
Cronograma de
formación de
líderes del
proceso
formativo en las
diferentes
Obras.
Elección de un animador
local líder del proceso
formativo en cada Obra.
Elección de 8 a 10
coordinadores de los
pequeños grupos de
formación.
# Participantes en la
Escuela de Formadores
de cada presencia
escolapia.
Evaluar y generar
planes anuales de
mejora para verificar
el cumplimiento de
las fases o etapas
formativas de laicos y
religiosos en las
Obras Escolapias.
Evaluación y
Control.
Indicadores de
Evaluación
Anual de
cumplimiento de
los planes
formativos.
Se realiza evaluación
anual del proceso, con
su respectivo plan de
mejora.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 207
9.4.3.1. Esquema de la propuesta formativa.
Lineamientos Curriculares
Formación de laicos y religiosos de las Obras Escolapias De Colombia - Ecuador
Estructura y diseño
Evaluación y control
Elaboración,
divulgación de la
documentación e
implementación
1. Enfoques Formativos: Humano, Cristiano
y Calasancio.
2. Espacios: Lugares de cada Obra
apropiados de acuerdo al objetivo del
tema.
3. Tiempo: Mínimo 2 horas mensuales en
cada Obra, sumado a una convivencia de
jornada escolar y retiros de dos días.
4. Nombre del Proceso: Misión Compartida. 5. Lema: Religiosos y laicos: dos
vocaciones, una misión. 6. Metodología guiada por los métodos:
formación experiencial e integración de
contenidos “injerto” 7. Experiencia en Pequeños grupos
8. Líderes: Animador local y coordinadores
de grupo.
Plan Formativo:
1. Primer Año: Caminando
hacia la Misión
Compartida.
2. Segundo Año: Creciendo en
Formación Humana.
3. Tercer Año: Discípulos de
Jesús Maestro
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 208
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La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 216
ANEXO No 1
Observación – Tema de investigación
INVESTIGADOR: _________________________
FECHA: __________________________________
Al elegir un tema para investigar y más concretamente una idea,
es importante que ésta nos resulte atractiva.
No hay nada más tedioso que trabajar en
una investigación que no nos interesa.
Dankhe.
1. Identificación del Carácter y Lugar donde desarrollará la investigación
Institucional_________. Regional________. Nacional__________.
__________________________________________________________________
n: Privado ______ Oficial ________ Urbano ______
Rural ______ Otro __________________________________________________
Preescolar ____ Básica Primaria _____ Básica Secundaria ____ Superior ______
de la identificación _____________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 217
2. Observación e identificación de algunos contextos de la
Institución/Organización
Describa brevemente cada uno de los siguientes contextos:
- Escolar - de aula):
3. Observación e identificación de algunos procesos de la
Institución/Organización:
Describa brevemente cada uno de los siguientes procesos observados:
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 218
4. Concibiendo una idea-tema a investigar del microproyecto
e identificación de los contextos y/o procesos:
en un TEMA esa situación, hecho, práctica, fenómeno o concepción
que le ha sido inquieta y que por ello puede ser objeto de profundización y
descubrimiento:
microproyecto:
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 219
ANEXO No 2
Guía de entrevista
Religioso Asistente Provincial de Misión Compartida e Integración
Carismática y Laico coordinador Provincial de Pastoral Colombia-Ecuador.
Las siguientes preguntas permiten la apertura al diálogo frente a los procesos
formativos tenidos con laicos y religiosos que trabajan en las Obras Educativas
Escolapias de Colombia y Ecuador:
1. El recorrido histórico de los procesos formativos con laicos y religiosos que
trabajan en las obras Educativas Escolapias en Colombia-Ecuador: ¿cuál
ha sido? ¿Qué frutos y qué dificultades ha encarado?
2. La sociedad actual habla de la educación permanente y en cada instante de
la vida. ¿Cómo se ha respondido a este desafío desde la Escuela Pía en
Colombia-Ecuador?
3. ¿Qué retos o desafíos ven frente a los procesos formativos con quiénes
laboran en la Obras Educativas Escolapias de Colombia-Ecuador?
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 220
ANEXO No 3
Modelo de encuesta
Apreciado Director de Obra Educativa Escolapia y Coordinador de Pastoral
Formación.
Como líderes de los procesos formativos institucionales con los estudiantes y la
comunidad educativa, ustedes han sido invitados a participar en una investigación
sobre los procesos de formación de laicos y religiosos que laboran en las Obras
Educativas Escolapias de Colombia y Ecuador.
Les solicitamos amablemente diligenciar esta encuesta cuyo fin es identificar
cómo se ha desarrollado la formación de estos actores educativos y qué
disposiciones institucionales se han tenido en cuenta.
La encuesta contiene 7 preguntas abiertas y 4 cerradas las cuales les pido sean
contestadas de una forma concreta.
Agradecemos su participación.
DIAGNÓSTICO PROCESOS FORMATIVOS EN LAS OBRAS EDUCATIVAS
ESCOLAPIAS DE COLOMBIA – ECUADOR.
A. Identificación
Colegio u obra
educativa:
Lugar
Fecha
B. Encuesta
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 221
1. ¿Tiene la Obra Educativa un plan de formación para sus
empleados?
Sí No
Y son sus destinatarios:
a. Maestros
Sí No
b. Personal Administrativo Sí No
c. Personal de servicios Sí No
2.1 En caso de tener un plan formativo: ¿Cuál es la fundamentación del plan?
2.2 En caso de no tener un plan formativo: ¿Por qué no se ha posibilitado?
3. Sobre los procesos de Formación:
a. ¿Qué itinerarios temáticos de formación humana, cristiana y calasancia se han
dado en la obra educativa?
b. ¿Qué frutos ha regalado dicho proceso formativo?
4. Si tiene plan formativo y lo desarrolla: ¿Qué… encuentra?
…Fortalezas …Debilidades
…Oportunidades …Amenazas
5. ¿Qué necesidades o sugerencias presentaría frente a un proceso de formación
en la institución educativa u obra Escolapia?
Necesidades Sugerencias
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 222
6. ¿Cuenta con la posibilidad de constituir un pequeño equipo
de trabajo con inquietud para formarse y liderar el proceso con
otros?
Sí No
7. ¿Podrían participar en una capacitación de Escuela de
Formadores de Misión Compartida?
Sí No
8. ¿Cree usted que hay algunos de los maestros,
administrativos o de servicios que quisieran “algo más” y que
estarían dispuestos a formar un grupo de profundización?
Sí No
Encuesta
Información sobre procesos formativos en las Obras Educativas Escolapias
Colombia - Ecuador
Apreciado animador de procesos formativos.
Usted ha sido elegido como actor fundamental de su institución para participar de
esta encuesta, que permite acercarse a datos precisos sobre los procesos de
formación de laicos y religiosos que trabajan y/o participan de la Obra Educativa
Escolapia de la que haces parte.
Te pido, por favor, responder Sí o No a las siguientes preguntas, según
corresponda.
Agradezco tu participación.
A. Identificación
Obra educativa
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 223
escolapia:
Lugar:
Fecha:
Preguntas Sí No
1. ¿Tienen espacios de formación en la institución educativa o en el
grupo que lidera para los laicos y religiosos que trabajan o
comparten allí?
2. ¿Qué tipo de formación?
a. Propia del Sistema de Gestión de la Calidad
b. Capacitación académica.
c. Gestión humana y administración institucional
d. Formación humana, cristiana y de identidad calasancia.
3. ¿Tiene un espacio de tiempo definido para la formación humana,
cristiana y de identidad calasancia?
4. ¿Hay un encargado de liderar esta formación humana, cristiana
y calasancia en la institución?
5. ¿Los temas son procesuales, sistemáticos, con un eje
articulador?
6. ¿Los temas son aleatorios, sin continuidad?
7. ¿Cree la Institución educativa en procesos sistemáticos de
formación humana, cristiana y calasancia?
8. ¿Desde la experiencia institucional sería exitosa la puesta en
marcha de un proceso formativo articulado en lo humano, cristiano
y calasancio?
9. ¿Cree usted que un proceso formativo institucional impactaría
positivamente a la institución?
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 224
ANEXO No 4
Consentimiento Informado
I. Encuestas – Hoja de consentimiento informado
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Educativas Escolapias.
Apreciado religioso y laico Escolapio.
Usted ha sido invitado a participar en una investigación sobre los procesos de
formación de los laicos y religiosos que trabajan en las Obras Educativas
Calasanz.
Esta investigación es realizada por Santiago Gaviria Yepes, estudiante de
Maestría de la Universidad de San Buenaventura Medellín.
Debido a la necesidad de una educación permanente en las personas que
conforman la comunidad educativa calasancia de cada una de las obras
escolapias de Colombia y Ecuador, y a la búsqueda de espacios de crecimiento en
lo humano, en lo cristiano y en la identidad calasancia, se hace este proceso
investigativo al que se te ha convocado.
El propósito de esta investigación es estructurar los lineamientos de una propuesta
curricular para la formación de la comunidad educativa (laicos y religiosos) que
labora en las instituciones educativas Calasanz de Colombia y Ecuador.
Usted fue seleccionado para participar en esta investigación porque, para lograr
el objetivo que tiene, es importante registrar su experiencia frente a la realidad
formativa institucional. Igualmente, porque en la actualidad lideras procesos
institucionales, formativos y decisorios que permiten tener la panorámica de la
realidad de la obra educativa y clarificar situaciones puntuales que pasan en ella.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 225
Si acepta participar en esta investigación, se le solicitará diligenciar una encuesta
en la que le preguntaré sobre su percepción y lectura acerca de los procesos
formativos de la institución, cómo se han desarrollado, criterios que los han
orientado, necesidades y retos que presenta la institución en esta medida.
Esta encuesta tiene en cuenta los siguientes elementos para participar de ella:
Su identidad nunca será revelada ante ninguna autoridad civil,
militar, eclesiástica, académica, etc.
Usted puede retirarse del proyecto o retirar su encuesta cuando lo
considere necesario o considere que se le están vulnerando sus
derechos.
La participación en esta investigación no genera ningún tipo de
ingreso económico. Es probable que usted no reciba ningún
beneficio personal por participar en este estudio.
Esta investigación y la encuesta que le será realizada es de carácter
académico y no implica ninguna intervención física.
Su participación en esta investigación está supeditada, única y
exclusivamente, a responder un protocolo de encuesta en forma
voluntaria, acorde con su vínculo con la institución.
La aplicación de esta encuesta no implica ningún riesgo físico, moral,
académico para usted.
En el momento de llenar la encuesta, cualquier duda o inquietud le
será atendida inmediatamente.
Los resultados de esta investigación le serán socializados en un
término de dos meses a partir de la terminación de la investigación y
su aprobación por parte de la universidad.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 226
Los datos harán parte de resultados conclusivos de corte académico
para la investigación.
Tardarás unos pocos minutos en responderla.
Si esta encuesta causa alguna molestia personal, pido de antemano
disculpas. Ella fue pensada para revisión de los procesos formativos
y no para daño alguno de las personas.
Agradecemos su colaboración.
______________________ ______________________
Firma del participante Firma del investigador principal
C.c:______________ C.c:________________
______________________
Firma del investigador
C.c:________________
Certifico que
He sido informado (a) con claridad y veracidad debida respecto al curso y proceso
de la investigación, sus objetivos, sus procedimientos y su finalidad.
Actúo consciente, libre y voluntariamente como participante de la presente
investigación contribuyendo a la fase de recopilación de la información.
Soy conocedor (a) de la autonomía suficiente que poseo para formular las dudas
que se me presenten en torno al procedimiento que será utilizado en la
investigación y que puedo retirarme del proceso cuando lo estime conveniente,
mediante un aviso al investigador (a) sin necesidad de justificar mi decisión.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 227
Se respetará de buena fe la confidencialidad e intimidad de la información por mi
suministrada, y dicha información se usará sólo para los fines de la investigación.
La Universidad de San Buenaventura y las Obras Educativas Escolapias de
Colombia y Ecuador quedan expresamente autorizadas en estos términos a hacer
uso de la información por mí suministrada para el desarrollo de la presente
investigación y para ser poseedora de los productos que de ella se deriven.
_________________________________________ __________________
Firma del Participante Fecha
C.c.
________________________________________ __________________
Firma del Investigador principal Fecha
C.c.
________________________________________ __________________
Firma del Investigador Fecha
C.c.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 228
ANEXO No 5
Consentimiento Informado
II. Entrevistas – Hoja de consentimiento informado
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Educativas Escolapias.
Apreciado religioso y laico Escolapio.
Usted ha sido invitado a participar en una investigación sobre los procesos de
formación de los laicos y religiosos que trabajan en las Obras Educativas
Calasanz.
Esta investigación es realizada por Santiago Gaviria Yepes, estudiante de
Maestría de la Universidad de San Buenaventura Medellín.
Debido a la necesidad de una educación permanente en las personas que
conforman la comunidad educativa calasancia de cada una de las obras
escolapias de Colombia y Ecuador, y a la búsqueda de espacios de crecimiento en
lo humano, en lo cristiano y en la identidad calasancia, se hace este proceso
investigativo al que se te ha convocado.
El propósito de esta investigación es estructurar los lineamientos de una propuesta
curricular para la formación de la comunidad educativa (laicos y religiosos) que
labora en las instituciones educativas Calasanz de Colombia y Ecuador.
Usted fue seleccionado para participar en esta entrevista porque, para lograr el
objetivo que tiene, es importante registrar su experiencia frente a la realidad
formativa institucional. Igualmente, porque en la actualidad lideras a nivel
Provincial en Colombia y Ecuador, procesos significativos en la formación de las
personas como religioso escolapio desde el Asistentazgo de Misión Compartida e
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 229
Integración Carismática el P. Diego Bernal Hadad Sch. P. y como laico escolapio
secretario de Pastoral para la Escuela Pía, Juan Fernando Arroyave Arango.
Si acepta participar en esta investigación, se buscará generar un conversación en
la que preguntaré sobre su percepción y lectura acerca de los procesos formativos
de la institución y de las obras educativas Escolapias de Colombia y Ecuador,
cómo se han desarrollado, criterios que los han orientado, necesidades y retos
que presentan las instituciones calasancias en esta medida.
Esta entrevista tiene en cuenta los siguientes elementos para participar de ella:
Su identidad nunca será revelada ante ninguna autoridad civil,
militar, eclesiástica, académica, etc.
Usted puede retirarse del proyecto o retirar su entrevista cuando lo
considere necesario o considere que se le están vulnerando sus
derechos.
La participación en esta investigación no genera ningún tipo de
ingreso económico. Es probable que usted no reciba ningún
beneficio personal por participar en este estudio.
Esta investigación y la entrevista que le será realizada es de carácter
académico y no implica ninguna intervención física.
Su participación en esta investigación está supeditada, única y
exclusivamente, a responder un protocolo de entrevista en forma
voluntaria, acorde con su vínculo con la institución.
La aplicación de esta entrevista no implica ningún riesgo físico,
moral, académico para usted.
En el momento de participar de la entrevista, cualquier duda o
inquietud le será atendida inmediatamente.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 230
Los resultados de esta investigación le serán socializados en un
término de dos meses a partir de la terminación de la investigación y
su aprobación por parte de la universidad.
Los datos harán parte de resultados conclusivos de corte académico
para la investigación.
Tardarás unos pocos minutos en atenderla.
Si esta entrevista causa alguna molestia personal, pido de antemano
disculpas. Ella fue pensada para revisión de los procesos formativos
y no para daño alguno de las personas.
Agradecemos su colaboración.
______________________ ______________________
Firma del participante Firma del investigador principal
C.c:______________ C.c:__________________
______________________
Firma del Investigador
C.c. ___________________
Certifico que
He sido informado (a) con claridad y veracidad debida respecto al curso y proceso
de la investigación, sus objetivos, sus procedimientos y su finalidad.
Actúo consciente, libre y voluntariamente como participante de la presente
investigación contribuyendo a la fase de recopilación de la información.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 231
Soy conocedor (a) de la autonomía suficiente que poseo para formular las dudas
que se me presenten en torno al procedimiento que será utilizado en la
investigación y que puedo retirarme del proceso cuando lo estime conveniente,
mediante un aviso al investigador (a) sin necesidad de justificar mi decisión.
Se respetará de buena fe la confidencialidad e intimidad de la información por mi
suministrada, y dicha información se usará sólo para los fines de la investigación.
La Universidad de San Buenaventura y las Obras Educativas Escolapias de
Colombia y Ecuador quedan expresamente autorizadas en estos términos a hacer
uso de la información por mí suministrada para el desarrollo de la presente
investigación y para ser poseedora de los productos que de ella se deriven.
_________________________________________ __________________
Firma del Participante Fecha
C.c.
________________________________________ __________________
Firma del Investigador principal Fecha
C.c.
________________________________________ __________________
Firma del Investigador Fecha
C.c.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 232
ANEXO No 6
Carta de aprobación – Comité de Bioética
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 233
ANEXO No 7
Modelo de Matriz de Encuesta
PREGUNTA
No
OBRA
EDUCATIVA
a.
Maestros
b.
Administrativos
c.
Personal
de
servicios
CCB
CCM
CCP
CCC
CSJC
CED
HC
PSJC
LOJA
SARAGURO
CAÑAR
PREGUNTA No Total
SÍ
Total
NO
Pregunta Obra educativa Convencion Sí No Observaciones
Colegio Calasanz Bogotá CCB
Colegio Calasanz Medellín –
CCM
CCM
Colegio Calasanz Pereira CCP
Colegio Calasanz Cúcuta CCC
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 234
Colegio San José de
Calasanz
CSJC
Centro Educativo Distrital
Calasanz
CED
Hogares Calasanz HC
Parroquia San José de
Calasanz
PSJC
Unidad Educativa Calasanz
Loja
LOJA
Unidad Educativa Calasanz
Saraguro
SARAGURO
Unidad Educativa Calasanz
Cañar
Cañar
ANEXO No 8
Modelo de Matriz de Entrevista
Pregunta P. Diego Bernal Hadad Sch. P.
(Religioso)
Juan Fernando
Arroyave (Laico)
ANEXO No 9
Mapa Conceptual
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 235
Línea de Investigación:
GESTIÓN EDUCATIVA - CURRÍCULO
Pregunta Problema:
¿Qué estructura curricular se requiere en un proceso formativo para los actores de la comunidad
educativa (laicos y religiosos) que labora en las obras calasancias de Colombia y Ecuador?
Macroproyecto: Etapa (2)
LA GESTIÓN EDUCATIVA Y EL CURRÍCULO EN LAS PRÁCTICAS CONTEMPORÁNEAS
Campo Temático:
PRÁCTICAS DOCENTES CONTEMPORÁNEAS – DIVERSIDAD
EDUCATIVA
Objetivo General:
Estructurar los lineamientos de una propuesta curricular para la formación de la comunidad
educativa (laicos y religiosos) que labora en las instituciones educativas Calasanz de Colombia
y Ecuador.
Microproyecto:
LA FORMACIÓN DE LAICOS Y RELIGIOSOS EN LAS OBRAS ESCOLAPIAS
Preguntas Problematizadoras:
1. ¿Cuáles componentes del modelo de formación calasancio contemplar en la formación de laicos
y religiosos que trabajan en las obras educativas Calasancias de la provincia de Colombia y
Ecuador?
2. ¿Cómo desarrollar un plan de formación humano, cristiano y calasancio que permita la
inclusión de las personas?
3. ¿Cómo estructurar los lineamientos curriculares para un plan de formación con los actores de
la comunidad (laicos y religiosos) de una institución educativa Calasanz en el servicio educativo,
en el ambiente laboral y en sus vidas personales?
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 236
Objetivos Específicos:
1. Caracterizar algunos de los componentes del modelo formativo calasancio: formación, espiritualidad,
simbología, compromiso y misión dentro del carisma calasancio.
2. Estructurar un plan de formación calasancio con itinerario temático, propuesta metodológica,
herramientas didácticas para los actores de la comunidad educativa.
3. Generar un plan de formación para los líderes del proceso de transformación de los entornos educativos
calasancios.
NÚCLEOS TEMÁTICOS – CONCEPTOS CLAVES – CATEGORÍA DE ANÁLISIS
REFERENTE TEÓRICO CONCEPTUAL
Núcleo 1:
EDUCACIÓN
CONTEMPORÁNEA
Núcleo 2:
GESTIÓN –
CULTURA
ORGANIZACIONAL
DE LAS I. E.
Núcleo 3:
LA FORMACIÓN DE
EDUCADORES DOCENTES
Y NO DOCENTES EN LAS
INSTITUCIONES
EDUCATIVAS
CALASANCIAS.
Subtemas: Educación y desafíos siglo XXI: Nuevas
tendencias de educación.
Actores de la educación – Maestros XXI
Los actores de la educación –
Estudiantes XXI
Los actores de la educación – Directivos
XXI
Subtemas:
Liderazgo transformacional
Instituciones Educativas
Desarrollo profesional
docente
Trabajo en equipo
Subtemas:
El Ministerio Educativo Escolapio.
La identidad del laico cristiano,
testigo en la escuela.
El educador calasancio
La instrucción y la formación.
Conceptos Claves: Educación permanente; el papel de maestros, estudiantes y directivos según las necesidades educativas actuales.
Conceptos Claves:
Ministerio educativo
escolapio, educador
calasancio, Identidad
Calasancia, proceso
formativo.
Conceptos Claves:
liderazgo
transformacional,
trabajo en equipo,
formación.
La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 237
Núcleo 1:
EDUCACIÓN
CONTEMPORÁNEA
Núcleo 2:
GESTIÓN –
CULTURA
ORGANIZACIONAL
DE LAS I. E.
Núcleo 3:
LA FORMACIÓN DE
EDUCADORES DOCENTES
Y NO DOCENTES EN LAS
INSTITUCIONES
EDUCATIVAS
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La Formación de laicos y religiosos en las Obras Escolapias 238
DISEÑO METODOLÓGICO
ENFOQUE UNIDAD
ANÁLISIS
POBLACIÓN
OBJETO DE
ESTUDIO
CAMPO DE
ACCIÓN
TÉCNICA
INSTRUMENTOS
Tipo:
cualitativo
Nivel:
Descriptivo -
Propositivo
Aportes:
Desde lo
cualitativo
observación y
entrevista.
Desde lo
cuantitativo
encuesta.
Colegios
Calasanz
de
Colombia y
Ecuador.
Directores de
obras calasancias
en Colombia y
Ecuador.
Coordinadores de
procesos
formativos
calasancios.
Congregación
Provincial
Colombia –
Ecuador.
Observación
Entrevista
Encuesta
-11 Directores
de Obra y 11
coordinadores
de Formación.
-1 Asistente de
la
Congregación
Provincial.
-1 laico
coordinador
provincial de
Pastoral.
-7 Animadores
locales de
procesos de
Formación.
-6
coordinadores
de grupos
laicales.
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