Ciencia y literaturaL I T E R A T U R A
ÍndiceEducación literaria
El Romanticismo: contexto histórico
La narrativa
1 La novela realista: 1868-1880
2 El Naturalismo (a partir de 1880)
3 Benito Pérez Galdós
Lectura comentada: Fortunata y Jacinta, de
Benito Pérez Galdós
4 Leopoldo Alas «Clarín»
Lectura comentada: La Regenta, de Leopoldo
Alas «Clarín»
Trabajo de literatura: Marianela, de Benito Pérez
Galdós
Y ahora, cine: el Neorrealismo
Te lo cuento...Mi hermano Pinín ha marchado ya a dos guerras.Siempre se lo lleva el ferrocarril, como el que vimosaquel lejano día junto a la Cordera, nuestra únicavaca. A esta guerra lejana de ahora sólo acuden losjóvenes que no pueden pagarse el privilegio de que-darse en España. Dice Pinín que a Cuba se va a mo-rir de fiebre y de hambre. Entonces, con sus huellasaún frescas, no éramos conscientes de que el treny otros grandes inventos de nuestra época eransólo los signos externos de una sociedad que iba acambiar para siempre. Aun recuerdo aquel traque-teo de hierro contra hierro que callaba el mugido denuestra vaca. Atrás quedó nuestro prado, atrás laapacible vida rural. El tren de un nuevo tiempo nostransporta, nos vuelca en aluvión, a nosotros, gen-te de campo, a bellas ciudades, iluminadas y abier-tas pero inhóspitas para quienes trabajamos en susextrarradios, en sus terribles cinturones de mise-ria. Hombres, mujeres y niños amarrados a las má-quinas de sol a sol, y nunca a gusto del fabricante,para quien sólo nuestra extenuación justifica el mí-sero salario que nos paga. A veces, en los barraco-nes, mientras una triste y avejentada chica remue-ve en el renegrido caldero un guiso de tripas devaca, oigo murmullos contra el tren, un traqueteo derabia. Esa chica soy yo, Rosa, una de las protago-nistas del cuento de Clarín «Adiós, ¡Cordera!» y,como si escudriñara el tiempo a través del cristal desu desesperación, les respondo que los raíles quenos han traído hasta este infierno son las heridas dela esperanza. Aún estamos en el siglo XIX…
193
CONTEXTO HISTÓRICO
El fracaso del régimen isabelino: 1850-1868La monarquía de Isabel II entró en crisis, entre otras razones, porque los go-biernos moderados que la reina apoyó no realizaron las reformas económi-cas y sociales que el país necesitaba.
La revolución de 1868Durante todo el siglo XIX, la historia de España es la crónica de un país quebusca un sistema político constitucional para acabar con los privilegios de laaristocracia y el Antiguo Régimen. Uno de estos intentos fue la revolución de1868 (La Gloriosa), a raíz de la cual Isabel II tuvo que renunciar al trono y exi-liarse.
El sexenio democrático: 1868-1874Durante seis años se vivió un período convulso en el que se ensayaron va-rios regímenes políticos, ninguno de los cuales llegó a cuajar: ni la monarquíaparlamentaria de Amadeo I de Saboya ni la I República española, que deri-vó hacia el cantonalismo.
Restauración de la monarquía borbónica. Alfonso XII: 1875-1886Cánovas del Castillo se encargó de crear ese sistema político moderado parala España del último cuarto del siglo XIX: una monarquía parlamentaria en laque el rey –Alfonso XII, hijo de Isabel II– conservaba importantes poderes. Era,además, un sistema bipartidista en el que el Partido Conservador y el Libe-ral se repartían el poder por turnos y se aseguraban, cuando tocase, unamayoría de diputados en el Parlamento mediante la compra de votos (caci-quismo). Como veremos en la siguiente unidad, este sistema entró en crisisa finales del siglo XIX, con el reinado de Alfonso XIII.
El movimiento obreroEn este periodo se inició la modernización de la industria, especialmente enCataluña y el País Vasco. Aumentó la población en las ciudades y empeora-ron las condiciones de vida y trabajo del proletariado. Como respuesta a estasituación se desarrolló el movimiento obrero, que se organizó en sindicatosy partidos políticos.
Del Romanticismo al RealismoLas profundas transformaciones políticas, sociales y económicas que se vi-vieron en España entre 1868 y 1898 no permitían seguir con las fantasías, laevasión y el idealismo del Romanticismo. Para una nueva generación de es-critores (Galdós o Clarín, por ejemplo) había llegado el momento de reflejarobjetivamente en sus obras la nueva realidad del país, una sociedad en la quehabían surgido dos nuevos actores –la burguesía y el proletariado–, así comonumerosas tensiones y conflictos producidos por quienes pretendían mo-dernizar la nación y aquellos otros que añoraban el pasado del Antiguo Ré-gimen. Había llegado la hora del Realismo y la Ciencia.
Joan Prim i Prats, general y político español, perte-
neciente al Partido Progresista. Lideró la revolución
de septiembre de 1868 y fue jefe de gobierno desde el
17 de junio de 1869 hasta su muerte. Imagen alegó-
rica que le representa abanderando el movimiento
revolucionario conocido como La Gloriosa.
Joven tejedora catalana aprende en un telar de tipo
garrote (1882), de Joan Planella y Rodríguez.
194
El Realismo del siglo XIX
CARACTERÍSTICAS GENERALES
El Realismo es un movimiento artístico y literario que tiene como objetivo representar de forma minuciosa y objetiva una
realidad contemporánea muy concreta: la vida cotidiana y los problemas de la sociedad burguesa de la segunda mi-tad del siglo XIX.
La burguesía en el poderDurante la segunda mitad del siglo XIX, la clase burguesa sehizo con el poder político y económico en Europa y, comoconsecuencia, se produjeron cambios muy profundos enla forma de vivir y pensar.
Revolución industrial y prestigio de la ciencia
Con el ascenso de la burguesía, llegó la revolución indus-trial y se originó un fuerte desarrollo urbano –el tren y laluz eléctrica, por ejemplo, llegaron a las ciudades–, surgióuna nueva clase social –el proletariado–, se produjeron im-portantes avances tecnológicos y científicos y se puso demoda la ciencia experimental. Hasta tal punto alcanzóprestigio el saber científico, que muchos pensadores creye-ron que la ciencia resolvería todos los problemas humanosy sociales, garantizando así el orden y el progreso para siem-pre.
¿Por qué surge el Realismo en Europa?
Los artistas decidieron que había llegado la hora de obser-var de forma objetiva el complejo mundo que había surgi-do a su alrededor.
Los realistasMuchos artistas y escritores se limitaron a dar un testimo-nio fiel de la sociedad convirtiendo sus obras en auténticosdocumentos fotográficos de la realidad.
Los naturalistasEn cambio, otros –los naturalistas– llegaron más lejos. Nosólo observaron objetivamente el comportamiento delhombre y de la sociedad, sino que intentaron explicarlocon las nuevas teorías científicas del siglo XIX: las leyes dela herencia biológica y la selección natural de las espe-cies.
Señoritas a orillas del Sena,de G. Courbet, ejemplo de una escena burguesa.
Realismo-Naturalismo
El escritor realista se identifica con losvalores de la sociedad burguesa, aun-que a veces la critique para refor-marla.
El arte es un producto de la observa-ción directa y minuciosa de la reali-dad («documento fotográfico»). Y paraalcanzar la mayor objetividad, se em-plea el método científico que consis-te en observar, documentarse y ex-perimentar.
La materia literaria del escritor realis-ta es la realidad social contemporá-nea, es decir, el mundo cotidiano en elque vive.
Personajes anónimos, vulgares, in-fluidos por la sociedad y que por pri-mera vez en la literatura no son objetode burla, sino que pueden llegar a ad-quirir una dimensión trágica.
El género realista por excelencia es lanovela.
Lenguaje coloquial y dialectal en losdiálogos, que se combina en el Natu-ralismo con el léxico científico del na-rrador.
Romanticismo
Actitud del artista: el romántico re-chaza la sociedad burguesa y huyehacia épocas pasadas o culturas leja-nas y exóticas.
Método artístico: el arte es productode la inspiración y de la subjetivi-dad.
Temas: los temas románticos surgende los delirios de la fantasía y de lossentimientos, o bien se inspiran enlas leyendas heroicas del pasado me-dieval.
Personajes heroicos, idealizados, re-beldes, que se enfrentan a la sociedady a las fuerzas del destino.
Género literario: el Romanticismobrilló especialmente en lírica y teatro.
Lenguaje: vocabulario y expresionestremendistas, hiperbólicas. A vecesse «envejece» el lenguaje mediantearcaísmos.
195
EDUCACIÓN LITERARIA ACTIVIDAD
Lee los siguientes textos y responde a las preguntas.1
A C T I V I D A D
Natario ha entrado de aprendiz en un taller de zapatería, peroRomualdo, el zapatero, no le enseña el oficio, sino que lo tie-ne de cobrador en la calle. Un día un cliente engaña al mu-chacho y éste vuelve al taller con una moneda falsa.
–Usté no es mi maestro. ¡Yo no he robao!
Y una interjección feroz y un conato de arrojarse al cuello de su ene-
migo... Un conato solamente; porque si Natario acababa de sentir en
su espíritu la virilidad que reforzaba su voz, su cuerpo mezquino ce-
dió inmediatamente: dos brazos fuertes le sujetaron, y puños enérgi-
cos le contundieron, descargando sobre su pecho canijo, sus flacos
hombros, sus espaldas precozmente doblegadas, lluvia de trompico-
nes, mientras un pie recio, ancho, intentaba partirle la espinilla con
reiterados golpes de los que hacen ver en el aire lucería de color... El
niño, desencajado, apretando los dientes, reprimía el grito, el ¡ay!
del martirizado; un hilo de sangre brotaba de sus narices magulladas
por un puñetazo certero. El señor Romualdo, embriagándose con su
propia ira, repetía:
–¡Ladrón! ¡Estafador! ¡Venga el duro, o a la cárcel!
Emilia Pardo Bazán, Un duro falso
Era ya Juanita una guapa moza en toda la extensión de la palabra. Las
faenas caseras no habían estropeado sus lindas y bien torneadas ma-
nos, y ni el sol ni el aire habían bronceado su tez trigueña. Su pelo
negro, con reflejos azules estaba bien cuidado y limpio. No ponía en
él ni aceite de almendras dulces ni blandurilla de ninguna clase, sino
agua sola con alguna infusión de hierbas olorosas para lavarle mejor.
Le llevaba recogido, muy alto, sobre el colodrillo, en trenza que, ata-
da luego, formaba un moño en figura de dos triángulos equiláteros que
se tocaban en uno de los vértices. Como Juanita decía que cabeza loca
no quiere toca, casi siempre iba a la fuente sin pañuelo en la cabeza,
luciendo así el primor y la pulcritud de su peinado y dejando ver lo
bien plantada que estaba la cabeza sobre su airoso cuello, sólo som-
breado por algunos ricillos menudos, que se sustraían a la cautividad
en que tenía el moño los más largos cabellos. Por delante, recogido
el pelo, dejaba ver la tersa frente, recta y chiquita, y sobre las sienes
tenía grandes rizos sostenidos con horquillas, que llaman por allí ca-
racoles, por bajo de los cuales había una suave patillita, que no fija-
ba ella contra la cara con zaragatona o pepitas de membrillo, como
hacen otras muchachas, sino que dejaba flotar libremente en vagas sor-
tijillas o más bien alcayatas donde colgar corazones.
Juan Valera, Juanita la Larga
Contenido
a ¿Qué predomina en el texto: la descripción físi-
ca o psicológica? ¿Por qué esta descripción es
minuciosa y realista?
b Señala los elementos lingüísticos descriptivos
que aparecen en el texto.
c ¿Qué campo semántico predomina?
d Di cuáles son los términos reales de las metáfo-
ras que aparecen al final del texto.
e El narrador, ¿es omnisciente u observador? Ra-
zona la respuesta.
f ¿Cómo se refleja en este fragmento el tema de la
crueldad con los niños?
g Señala los elementos descriptivos y narrativos
del texto.
h ¿Hay diferencias entre el lenguaje que utiliza el
narrador y el que emplean los personajes? Ra-
zona tu respuesta.
i ¿Cómo se diría hoy la expresión «lucería de color»?
……………………………
j En el Naturalismo, se pretende demostrar que la
conducta de los personajes está determinada por
el instinto. ¿En qué frase del segundo textos se
deja ver que Romualdo, el zapatero, no puede
controlar su agresividad?
Taller literario
k Inventa un final para el segundo texto.
Textos comparados
l Relaciona este fragmento con la obra El Lazarillo
de Tormes, que estudiaste el curso pasado.
196
NOVELAINFORMACIÓN2
1. La novela realista: 1868-1880
Presenta las siguientes características:
1.1 ¿Cuándo y por qué surgió el Realismo en España?
Las primeras novelas realistas españolas son La Fontana de Oro
(1870), de Benito Pérez Galdós, y Pepita Jiménez (1874), de Juan
Valera.
La necesidad de reflejar la realidad (y no las fantasías de la men-
te como habían hecho los románticos) se impuso a raíz de las con-
vulsiones sociales, políticas y económicas que se vivieron en Es-
paña a partir de la revolución liberal de 1868 (La Gloriosa), que en
tan sólo seis años trajo, entre otros cambios, la sustitución de la mo-
narquía de Isabel II por la I República española.
Ante tales convulsiones, los escritores sintieron la urgente necesi-
dad de dar testimonio de la nueva realidad que se estaba vivien-
do en el país.
Esplendor de la novela en el Realismo
La poesía y el teatro no son los géneros más adecua-
dos para la descripción objetiva de la realidad, ya que
la poesía refleja la subjetividad de los sentimientos y en
el teatro no puede haber descripción minuciosa, porque
predomina el diálogo.
El género literario que mejor reflejó el Realismo fue la no-
vela: la presencia de un narrador y su larga extensión per-
miten realizar innumerables y detalladas descripciones
de ambientes y personajes. Por eso, el XIX fue el siglo de
la novela.
La difusión del Realismo en Europa
La novela realista del siglo XIX nace en Francia, en torno
a 1830, cuando a España no había llegado aún el Ro-
manticismo.
El novelista francés Flaubert (1821-1880) escribió una
de las novelas más significativa del Realismo: Madame
Bovary (1857), obra que presenta temas comunes con
La Regenta, de Clarín.
El narrador francés más destacado, aparte de Flaubert,
es Balzac (1799-1850), autor de La comedia humana.
El Realismo se difundió por diversos países europeos. En
Inglaterra destaca Dickens, autor de David Copperfield,
y en Rusia León Tolstoi (1828-1910), cuya obra más co-
nocida es Crimen y castigo.
Verosimilitud: la trama del relato, el ambiente, los personajes
y el lenguaje deben resultar reales, creíbles.
Observación objetiva: el escritor no debe acudir a la fanta-
sía, sino que debe limitarse a hacer un estudio directo y al na-
tural de la realidad que quiere reflejar: un documento fotográ-
fico.
Técnica minuciosa y detallista de la descripción de am-
bientes y personajes: aspecto físico, estudio psicológico, an-
tecedentes biográficos, lenguaje, vestuario, hábitat, mobilia-
rio…
Narrador omnisciente que ofrece al lector información de los
pensamientos y sentimientos más íntimos de los personajes.
Temas: relaciones amorosas conflictivas, el adulterio; el con-
flicto entre tradición y progreso; el anticlericalismo…
Estilo: lenguaje sencillo y referencial en el narrador; coloquial
y dialectal en los diálogos de los personajes.
Intención del autor: muchas novelas realistas se denominan
«de tesis» porque se defienden determinadas posturas ideo-
lógicas: algunos autores añoran la España tradicional y con-
servadora, y otros defienden el liberalismo y el progreso.
En este cuadro realista, G. Courbet (1819-1877) refleja una humillante escena en la queel trabajo que realizan el picapedrero y su aprendiz, lejos de dignificar la vida humana,la embrutece. Esta pintura no sólo es testimonio realista de la realidad, sino una de-nuncia de las duras condiciones del trabajo en el siglo XIX.
197
NOVELAACTIVIDAD
Las novelas realistas pretendían ser reportajes fotográficos de la sociedad de la
segunda mitad del siglo XIX. A partir del texto, escribe un breve reportaje periodístico
en el que expliques:
2
A C T I V I D A D
Menudeando el paso y saltando sobre los obstáculos que hallaba en su camino, la Nela
se dirigió a la casa que está detrás de los talleres de maquinaria y junto a las cuadras don-
de rumiaban pausada y gravemente las sesenta mulas del establecimiento. Era la mora-
da del señor Centeno de moderna construcción, si bien nada elegante ni aun cómoda. Baja
de techo, pequeña para albergar en sus tres piezas a los esposos Centeno, a los cuatro
hijos de los esposos Centeno, al gato de los esposos Centeno, y, por añadidura, a la
Nela, la casa, no obstante, figuraba en los planos de vitela de aquel gran establecimiento
ostentando orgullosa, como otras muchas, este letrero: Vivienda de capataces.
En lo interior el edificio servía para probar prácticamente un aforismo que ya conoce-
mos, por haberlo visto enunciado por la misma Marianela; es, a saber, que ella, Maria-
nela, no servía más que de estorbo. En efecto; allí había sitio para todo: para los espo-
sos Centeno, para las herramientas de sus hijos, para mil cachivaches de cuya utilidad
no hay pruebas inconcusas, para el gato, para el plato en que comía el gato, para la gui-
tarra de Tanasio, para los materiales que el mismo empleaba en componer garrotes (ces-
tas), para media docena de colleras viejas de mulas, para la jaula del mirlo, para los dos
peroles inútiles, para un altar en que la de Centeno ponía a la Divinidad ofrenda de flo-
res de trapo y unas velas seculares, colonizadas por las moscas; para todo absoluta-
mente, menos para la hija de la Canela. Frecuentemente se oía:
–¡Que no he de dar un paso sin tropezar con esta condenada Nela!...
También se oía esto:
–Vete a tu rincón... ¡Qué criatura! Ni hace ni deja hacer a los demás.
La casa constaba de tres piezas y un desván. Era la primera, a más de co-
medor y sala, alcoba de los Centenos mayores. En la segunda dormían las
dos señoritas, que eran ya mujeres, y se llamaban la Mariuca y la Pepina.
Tanasio, el primogénito, se agasajaba en el desván, y Celipín, que era el más
pequeño de la familia y frisaba en los doce años, tenía su dormitorio en la
cocina, la pieza más interna, más remota, más crepuscular, más ahumada
y más inhabitable de las tres que componían la morada Centenil.
Benito Pérez Galdós, Marianela
a La vivienda. ¿Se ubicaban en lugares adecuados desde el punto de vista sa-
nitario? ¿Te parece que la acumulación de objetos que hay en la casa del se-
ñor Centeno se corresponde con la idea que tenemos hoy sobre la higiene do-
méstica? Razona las respuestas.
b Los niños y adolescentes. A partir del trato que reciben Nela y Celipín, des-
cribe cómo se trataba a los niños y adolescentes en los ambientes obreros del
siglo XIX.
c Aspectos literarios. Identifica las enumeraciones y anáforas del texto y expli-
ca por qué producen un efecto humorístico. A continuación, localiza los tiem-
pos verbales con valor narrativo y aquellos otros que tiene valor descriptivo.
Antecedentes del Realismo en la literatura española
A los escritores españoles, el Rea-
lismo francés no les resultó una téc-
nica literaria completamente nue-
va. Realistas eran la novela
picaresca del los siglos XVI-XVII y las
descripciones de ambientes y per-
sonajes del costumbrismo ro-
mántico del siglo XIX (recuérdese el
apartado 5 de la unidad anterior).
Precursores
Con estos antecedentes, y a par-
tir de 1849, surgieron una serie de
escritores que pueden conside-
rarse «prerrealistas». Nos referi-
mos a Fernán Caballero (seudó-
nimo de Cecilia Böhl de Faber,
autora de La Gaviota) y a Pedro
Antonio de Alarcón, autor de una
novela corta titulada El sombrero
de tres picos.
El realismo de estos precursores
tuvo un marcado carácter tradi-
cional: costumbrista y morali-
zante.
198
NOVELAINFORMACIÓN2
2. El Naturalismo (a partir de 1880)
2.1 ¿Qué es el Naturalismo?
Es un movimiento literario que deriva del Realismo y que lleva al extremo las ideas de
este último movimiento.
Los naturalistas imitaron el método científico para elaborar sus obras: observaban la
realidad y se documentaban rigurosamente.
Ideológicamente, el Naturalismo va asociado a una concepción pesimista del hombre
y de la vida, dado que explicaba la conducta humana a partir de teorías biológicas
deterministas.
2.2 Un movimiento literario polémico
◗ La cronología
El Naturalismo se desarrolló en España en la década de 1880. El novelista que asimi-
ló más intensamente las ideas y técnicas de Zola, novelista francés creador del
Naturalismo, fue Galdós. Su primera obra naturalista fue La desheredada (1881), pero
la más conocida es Fortunata y Jacinta (1887).
◗ La polémica
En nuestro país el Naturalismo fue motivo de polémica. Los escritores realistas de
mentalidad cristiana, como Juan Valera, rechazaron este movimiento literario porque,
desde su sensibilidad, el Naturalismo reflejaba con mucha crudeza los aspectos más
sórdidos de la realidad, y, sobre todo, porque negaba la libertad de los seres huma-
nos, ya que partía del principio de que la conducta humana está ciegamente determi-
nada por la herencia biológica y el ambiente.
Entre los defensores del Naturalismo destacaron grandes novelistas como Benito
Pérez Galdós y «Clarín».
La difusión del Naturalismo en Europa
El Naturalismo surgió en Francia
en la segunda mitad del siglo XIX
y se consolidó a finales de 1870.
El escritor y teórico más impor-
tante del Naturalismo es Émile
Zola (1840-1902), autor, entre
otras novelas, de Germinal. Este
movimiento se extendió pronto
por Europa.
Germinal (1880) es una de las no-
velas más significativas del Natu-
ralismo. Para escribirla, Zola se
guió por el método científico. Pri-
mero llevó a cabo una minuciosa
observación, ya que se trasladó a
una mina para vivir personalmen-
te las duras condiciones labora-
les y domésticas de los mineros.
Mediante la documentación estu-
dió las enfermedades y deforma-
ciones propias de esta profesión.
Y finalmente experimentó con los
personajes de su novela como si
fuera un científico (unos mineros
hacen una huelga para mejorar
sus penosas condiciones de vida,
pero, determinados por el am-
biente y la herencia biológica, fra-
casan y muchos de ellos mueren).
A pesar de este pesimismo, Zola,
influido por ideas socialistas, ve
en este sacrificio el germen de
un mundo futuro mejor.
características de la novela naturalista
ideológicas
1 Concepción determinista de la vida:
según los naturalistas la conducta
humana está condicionada por las
leyes de la herencia y el ambiente.
2 Denuncia de la degradación e injus-
ticias de la sociedad burguesa.
3 Intencionalidad: reformar la socie-
dad (necesidad de asistencia médica,
importancia de la educación, mejora
de las condiciones laborales de los
trabajadores…).
1 Novelas muy extensas, y de acción
escasa.
2 Descripciones objetivas y minucio-
sas para reflejar las condiciones de
vida del proletariado urbano.
3 Preferencia por el personaje colec-
tivo: la mina, la fábrica (trabajos duros).
4 Los personajes individuales pade-
cen malformaciones físicas y taras psí-
quicas.
5 Lenguaje: léxico científico, vocablos
de diferentes jergas, dialectalismos,
lenguaje popular y coloquial.
literarias
199
NOVELAACTIVIDAD
Lee el texto y responde a las siguientes preguntas.3
A C T I V I D A D
a Voz del narrador. Explica en qué persona gramatical se narra la historia. ¿Po-
dría pertenecer este fragmento a unas memorias? Razona la respuesta.
b Argumentación. Elabora una argumentación a partir de la información que te
ofrecemos sobre la estructura interna del texto en la que demuestres que
este fragmento pertenece a una novela naturalista.
c Relación fondo-forma. Explica el efecto que producen en ti como lector los re-
cursos literarios utilizados en el texto que se mencionan a la derecha.
d Valoración personal. ¿Crees que los seres humanos somos libres o, por el
contrario, nuestra conducta está completamente determinada por el ambiente
que nos rodea y la herencia biológica que recibimos de los padres?
Emilia Pardo Bazán
Entre los defensores de Naturalis-
mo en España está la novelista
Emilia Pardo Bazán, autora de
dos importantes novelas: Los pa-
zos de Ulloa y Madre Naturaleza.
Esta novelista defendió un natu-
ralismo en el que se combinaban
las técnicas de Zola, el realismo
de la picaresca española del siglo
XVII e ideas cristianas, ya que re-
chazaba el determinismo de los
escritores franceses.El protagonista ha sufrido un plantón por parte de la mujer con quien de-sea mantener relaciones sentimentales (Camila). Durante la espera enmedio de la ajetreada ciudad, el protagonista reflexiona sobre las raícesde su personalidad.
¡Y aquella tunanta de Camila no parecía!... Ya me sabía de memoria todos los
escaparates de la zona por donde andaba; ya había visto cien veces las abiga-
rradas muestras del molino de chocolate, los pañuelos y piezas de tela de la
tienda de ropas, los carteles de Variedades, los puestos de verdura y pescado de
la calle de Santa Isabel. Oí en el reloj de San Juan de Dios las doce, las doce y
media, la una... Yo no había almorzado y empezaba a tener apetito. No podía en-
tretener el tedio de aquel plantón sino echando sondas a mi espíritu. ¡Ay, qué
cosas hallé en tales profundidades! Navegando por entre el gentío de la calle,
hallábame tan solo como en alta mar, y oía el murmullo sordo que me agitaba
con el inextinguible mugido del viento y las olas. Siento desengañar a los que
quisieran ver en mí algo que me diferencie de la multitud. Aunque me duela el
confesarlo, no soy más que uno de tantos, un cualquiera. Quizás los que no co-
nocen bien el proceso individual de las acciones humanas, y lo juzgan por lo que
han leído en la historia o en las novelas de antiguo cuño, crean que yo soy lo
que en lenguaje retórico se llama un héroe, y que en calidad de tal estoy llamado
a hacer cosas inauditas y a tomar grandes resoluciones. ¡Como si el tomar re-
soluciones fuera lo mismo que tomar pastillas para la tos! No, yo no soy héroe;
yo, producto de mi edad y de mi raza, y hallándome en fatal armonía con el me-
dio en que vivo, tengo en mí los componentes que corresponden al origen y al
espacio. En mí se hallarán los caracteres de la familia a que pertenezco y el
aire que respiro. De mi madre saqué un cierto espíritu de rectitud, ideas de or-
den; de mi padre fragilidad, propensión a lo que mi tío Serafín llama entusias-
mos faldamentarios. Lo demás me lo hicieron, primero mi residencia en Ingla-
terra, luego mi largo aprendizaje comercial, y por fin mi navegación por este mar
de Madrid, aguas turbias y traicioneras que a ningunas otras se parecen.
Benito Pérez Galdós, Lo prohibido
descripción detallada del am-
biente o paisaje urbano
recurso literario: enumeración
autorretrato psicológico nega-
tivo (fealdad moral)
recurso literario: símil marinero
reflexión o tesis del personaje-
narrador sobre su personalidad:
determinismo (antihéroe)
recurso literario: vocabulario cul-
to y humor
influencia de la herencia bioló-
gica
recurso literario: humor e ironía
Influencia del ambiente
recurso literario: metáforas de-
gradantes del campo semántico
mar
estructura interna del texto
y lenguaje literario
200
NOVELAINFORMACIÓN2
3. Benito Pérez Galdós
Nació en Las Palmas en el año 1843 y
murió en Madrid en el año 1920. A los
diecinueve años se trasladó a Madrid
para estudiar la carrera de Derecho, pero
pronto se manifestó su vocación de es-
critor.
Poseía una prodigiosa memoria y un agu-
do poder de observación. Estas faculta-
des le permitieron obtener información de-
tallada de todo tipo de gentes, en las que
luego se inspiró para escribir sus novelas (tahúres, prestamistas, mendigos,
empleados, aristócratas, burgueses…).
◗ Valoración
Es el autor más representativo y prolífico del Realismo en lengua es-
pañola. Escribió 32 novelas, 46 episodios nacionales, 24 obras de te-
atro, así como infinidad de prólogos, artículos, cuentos y crítica lite-
raria.
Toda su obra está inspirada por el noble ideal ilustrado de que desde
la literatura se puede modernizar la sociedad y que la educación es el
instrumento más importante para el progreso del país.
Recibió críticas negativas y descalificaciones por parte de los jóvenes
escritores de la generación del 98, que lo consideraron un escritor pa-
sado de moda. Pero lo cierto es que en él estaba el germen de muchas
de las preocupaciones de la generación noventayochista.
El naturalismo de Galdós
Galdós no reflejó en su obra ni el pesimismo ni
los aspectos más sórdidos y repulsivos de la so-
ciedad, como sí hizo el Naturalismo francés. Para
este novelista el concepto de naturalismo fue evo-
lucionando: a lo largo de su obra nos muestra
que en el comportamiento humano intervienen,
además de la herencia biológica y el ambiente,
otros factores como el azar, la voluntad, la fanta-
sía o ideales como el amor o el sacrificio.
Estilo 1 Acción lenta producida por las numerosas di-
gresiones y descripciones detalladas de perso-
najes, objetos y ambientes, que crean una extra-
ordinaria atmósfera de realismo.
2 Narrador omnisciente y subjetivo, ya que en-
tra en la mente de sus personajes y comenta
con ironía y humor el comportamiento de los
mismos.
3 Caracterización psicológica indirecta me-
diante los diálogos, monólogos interiores y sue-
ños de sus personajes.
4 Uso de los diferentes niveles de la lengua y re-
gistros, especialmente el lenguaje coloquial: ex-
presividad oral, argot, muletillas, frases hechas, ne-
ologismos de moda en su época y vulgarismos.
evolución de su obra literaria
primera época: Realismo
Novela histórica: Episodios nacionales
Propósito: aprender del pasado para
construir una sociedad mejor basada en
la paz y el progreso. Es modelo para el
género de novela histórica posterior.
Comienzan con la batalla de Trafalgar en
1805 y terminan con la revolución del 68.
Novelas de tesis: Marianela (véase
texto pág. 197) y Doña Perfecta.
Propósito: defensa del progreso y la
ciencia. Analizan los defectos y males
de la sociedad española reflejados en
la vida cotidiana de la burguesía: in-
tolerancia religiosa e ignorancia.
segunda época: Naturalismo
Novelas contemporáneas: Fortunata
y Jacinta y Lo prohibido (véase texto
pág. 199).
Propósito: reflejan los acontecimien-
tos históricos y la sociedad que vivió
el autor (ambiente esencialmente ma-
drileño). El tema más repetido es el
afán por aparentar de las clases me-
dias venidas a menos.
El comportamiento de los personajes
está determinado por la asfixiante so-
ciedad y la herencia biológica.
tercera época: Espiritualismo
Superación del Naturalismo: Nazarín
y Misericordia.
Propósito: mostrar que la vida huma-
na no está determinada ciegamente
por el ambiente o la herencia, sino que
el hombre se construye a sí mismo
mediante la voluntad y los ideales.
201
NOVELALECTURA COMENTADA
L E C T U R A C O M E N T A D A
Fortunata y Jacinta, Benito Pérez Galdós
Es una extensa novela en la que Galdós trata, entre otros muchos te-
mas, el amor, los celos, la fuerza de los instintos, la locura o la ma-
ternidad frustrada. El argumento se centra en las relaciones extrama-
trimoniales que Juanito mantiene con Fortunata, una bella joven de clase
obrera. La vida de esta muchacha irá dando tumbos a merced de los
vaivenes sentimentales de su frívolo amante. La joven se casará con
Maximiliano, hombre tímido y enfermizo, y luego se dejará proteger por
un viejo militar llamado Feijoo. Finalmente muere enferma, no sin an-
tes cederle a Jacinta, la estéril esposa de Juanito, el hijo fruto de sus
relaciones con éste.
Fortunata abandona a Maximiliano, su marido (que se ha vueltoloco), y se va a vivir con un militar retirado llamado Feijoo. En el tex-to, la joven observa la plaza Mayor de Madrid desde la ventana delpiso donde se ha refugiado.
Una mañana, al levantarse, vio que había caído durante la noche una
gran nevada. El espectáculo que ofrecía la plaza era precioso; los techos
enteramente blancos; todas las líneas horizontales de la arquitectura y el
herraje de los balcones perfilados con purísimas líneas de nieve; los árbo-
les ostentando cuajarones que parecían de algodón, y el Rey Felipe III con
pelliza de armiño y gorro de dormir. Después de arreglarse volvió a mi-
rar la plaza, entretenida en ver cómo se deshacía el mágico encanto de la
nieve; cómo se abrían surcos en la blancura de los techos; cómo se sacu-
dían los pinos su desusada vestimenta; cómo, en fin, en el cuerpo del Rey
y en el del caballo, se desleían los copos y chorreaba la humedad por el bron-
ce abajo. El suelo, a la mañana tan puro y albo, era ya al mediodía char-
ca cenagosa, en la cual chapoteaban los barrenderos y mangueros muni-
cipales, disolviendo la nieve con los chorros de agua y revolviéndola con
el fango para echarlo todo a la alcantarilla. Divertido era este espectácu-
lo, sobre todo cuando restallaban los airosos surtidores de las mangas de
riego, y los chicos se lanzaban a la faena, armados con tremendas escobas.
Miraba esto Fortunata, cuando de repente... ¡ay, Dios mío!, vio a su ma-
rido; era él, Maximiliano, que entraba en la plaza por el arco del 7 de Ju-
lio, y tuvo que retroceder saltando más que de prisa, porque el chorro de
agua le cortó el paso. Instintivamente se quitó la joven de su ventana; pero
después se volvió a asomar, diciéndose: «Si aquí no puede verme... Lo que
menos piensa él es que está tan cerca de mí... Vamos; da la vuelta... Se ha
metido por los soportales. Sin duda va al café de Gallo a reunirse con su
hermano, la otra cabeza de campanario. ¿Pero cómo es que le dejan salir
solo? ¿Se habrá puesto bueno? ¿Estará mejor? ¡Pobre chico!...».
Benito Pérez Galdós, Fortunata y Jacinta
Contenido
a Resume el contenido del texto.
b Enuncia el tema
Estructura interna
c Divide el texto en dos partes: 1 la voz del narrador,
2 el monólogo de Fortunata.
Voz del narrador
d ¿En qué persona se narra? Explica si el narrador
es omnisciente.
Modalidad textual
e Señala los tiempos verbales narrativos y descrip-
tivos.
Espacio
f La descripción del lugar es dinámica porque par-
te de una bella plaza nevada que se va transfor-
mando con el paso de las horas en un espacio de
regueros de agua fangosos. Elige expresiones del
texto que reflejen tres momentos de esta trans-
formación.
g Demuestra que la descripción es minuciosa y se
hace desde arriba hacia abajo.
Tiempo
h Explica el paso del tiempo en el texto a partir de
las expresiones deícticas resaltadas.
Personajes
i Demuestra que el pensamiento de Fortunata nos
llega mediante un monólogo interior. ¿Qué teme la
joven? ¿Qué elementos lingüísticos expresan que
se siente insegura y confusa?
Relación con la época
j Demuestra que el texto es realista.
202
NOVELAINFORMACIÓN Y LECTURA COMENTADA24. Leopoldo Alas «Clarín»
Nació en Zamora en el año 1852
y murió en Oviedo en 1901. Su
familia era asturiana, pero pasó
sus primeros años en León por-
que su padre era el gobernador
de esta ciudad. Tras estudiar el
bachillerato y la carrera de Dere-
cho en Oviedo, se trasladó a Ma-
drid para cursar el doctorado.
A partir de 1875, firmó sus colaboraciones en el periódico
El Solfeo con el pseudónimo de «Clarín».
Se inicia entonces su carrera como crítico literario, en la
que se ganó la fama de severo. Obtuvo la cátedra de Eco-
nomía Política y desarrolló su labor como profesor en la Uni-
versidad de Oviedo. A los 31 años publicó su obra maestra,
La Regenta; en 1886 su primer libro de cuentos, Pipá; y en
1891 su segunda novela, Su único hijo.
Fue un intelectual de ideas liberales. Denunció la injusticia
y la corrupción política de la Restauración monárquica. Des-
de su juventud fue consciente del papel que debía jugar la
educación en la regeneración de la sociedad española del
último tercio del siglo XIX.
L E C T U R A C O M E N T A D A
La Regenta, Leopoldo Alas «Clarín»
La herencia familiar (determinismo biológico)
Ana Ozores (la Regenta) es portadora ya desde su adoles-
cencia de la mala fama de sus padres y la represión a la que
ha sido sometida por su aya. La vida futura de la joven será
un intento frustrado para evitar ser, como su familia, la comi-
dilla de la sociedad.
El primer error de Ana Ozores
La joven renuncia a casarse con un rico burgués y acepta el
consejo de su confesor de contraer matrimonio con Víctor
Quintanar, un hombre viejo y trasnochado con el que espera
encontrar la tranquilidad y el respeto que no ha tenido en el
hogar familiar (tópico tradicional del viejo y la niña).
La frustración
Pero pasan los años y el marido de Ana no hace otra cosa que
dedicarse a la caza y a leer obras de teatro barroco, sin pres-
tar la menor atención a la joven, que se siente frustrada como
mujer y en su insatisfecho instinto maternal.
El refugio de la religión
El aburrimiento que le causa vivir en la ciudad de Vetusta y el fra-
caso de su matrimonio, hacen que la protagonista se refugie en
el sentimiento religioso con el propósito de dar sentido a su
vida. Ana quiere vivir la santidad y para ello pone su confianza
en su guía espiritual, el clérigo Fermín de Pas. Su experiencia re-
ligiosa le da fuerzas para rechazar las proposiciones amorosas
que le hace Álvaro Mesía, un atractivo seductor al estilo de don
Juan Tenorio.
203
NOVELALECTURA COMENTADA
La sociedad (determinismo ambiental)
La corrupta sociedad de Vetusta, que está regida por la envidia, la inmoralidad y
la hipocresía, no soporta que Ana no se integre como uno más entre ellos y se de-
dique a su particular aventura espiritual, así que le hará pagar su inadaptación.
El clérigo hipócrita y ambicioso
A diferencia del obispo de Vetusta, hombre de profundos y sinceros sentimien-
tos religiosos, Fermín de Pas, el clérigo y consejero espiritual de Ana, es un sa-
cerdote ambicioso, sin vocación y con doble moral, que utiliza la religión como
un plataforma de poder. Cuando Ana se percata de que pretende seducirla,
queda escandalizada, abandona la religión y cae en brazos de Álvaro Mesía.
El burgués libertino
Álvaro Mesía encarna la figura del seductor, y como tal mantiene relaciones
con Ana Ozores. Le guía más la vanidad que el amor. Es jefe del partido libe-
ral de Vetusta, pero en lugar de representar los valores idealistas y revolucio-
narios de la burguesía liberal se muestra como un hombre materialista, su-
perficial y cómplice de los intereses de las clases conservadoras. Al final de
la obra muestra su cobardía cuando huye dejando a Ana a merced de la cruel
sociedad de Vetusta.
El grotesco código del honor
Quintanar, marido de Ana, es informado del adulterio. A pesar de que de puer-
tas para adentro ignora a su mujer, el viejo código español del honor le obliga
a retar a Fermín de Pas. Con más suerte que pericia, éste mata a Quintanar y
huye a Madrid.
Vuelta a empezar
Ana Ozores está ya en boca de todos. Los círculos burgueses y aristocráticos
de Vetusta, y el propio Álvaro Mesía, humillan a la Regenta. Así le hacen pagar
su incapacidad para adaptarse a una sociedad fundamentada en la hipocresía.
Ana no ha podido superar la pesada herencia de sus padres.
L E C T U R A C O M E N T A D A
Estilo literario de La Regenta
a Voz del narrador: se alterna el punto
de vista objetivo y neutral al presentar
a los personajes con momentos subje-
tivos. En efecto, hace uso de la crítica
burlesca y del lenguaje poético embe-
llecedor.
b Lengua literaria: se combina la rique-
za léxica del narrador con la repro-
ducción del habla popular de los per-
sonajes.
c Tipo de discurso: uso del estilo indi-
recto libre y del monólogo interior para
describir la psicología de los persona-
jes.
204
NOVELALECTURA COMENTADA2
a Resume el contenido del texto.
b Enuncia el tema.
c Identifica en el segundo párrafo una frase que demuestre
que el narrador es omnisciente.
d Señala los tiempos narrativos (pretéritos perfectos simples).
e Localiza en el tercer párrafo una expresión que ejemplifique
el estilo indirecto libre.
f Haz los retratos psicológicos de Ana Ozores y de don Álva-
ro a partir del texto.
g El ambiente de la plaza donde se desarrolla la historia cam-
bia para Ana cuando aparece don Álvaro. Localiza dos ex-
presiones antónimas que revelen este cambio.
h Identifica los verbos y adjetivos descriptivos.
i Localiza las siguientes figuras literarias: polisíndeton, enu-
meración (párrafos primero y segundo) y metáfora (párrafo
sexto).
j Explica por qué te parece realista el texto.
L E C T U R A C O M E N T A D A
Ya no pasaba nadie por la Plaza Nueva; ni lacayos, ni curas, ni chi-
quillos, ni mujeres de pueblo; todos debían de estar ya en el ce-
menterio o en el Espolón...
Ana vio aparecer debajo del arco de la calle del Pan, que une la pla-
za de este nombre con la Nueva, la arrogante figura de don Álva-
ro Mesía, jinete en soberbio caballo blanco, de reluciente piel, crin
abundante y ondeada, cuello grueso, poderosa cerviz, cola larga y
espesa. Era el animal de pura raza española, y hacíale el jinete pia-
far, caracolear, revolverse, con gran maestría de la mano y la espuela;
como si el caballo mostrase toda aquella impaciencia por su gus-
to, y no excitado por las ocultas maniobras del dueño. Saludó Me-
sía de lejos y no vaciló en acercarse a la Rinconada, hasta llegar de-
bajo del balcón de la Regenta.
El estrépito de los cascos del animal sobre las piedras, sus gracio-
sos movimientos, la hermosa figura del jinete llenaron la plaza de
repente de vida y alegría, y la Regenta sintió un soplo de frescura
en el alma. ¡Qué a tiempo aparecía el galán! Algo sospechó él de
tal oportunidad al ver en los ojos y en los labios de Ana, dulce,
franca y persistente sonrisa.
No le negó la delicia de anegarse en su mirada, y no trató de ocul-
tar el efecto que en ella producía la de don Álvaro. Hablaron del ca-
ballo, del cementerio, de la tristeza del día, de la necedad de abu-
rrirse todos de común acuerdo, de lo inhabitable que era Vetusta.
Ana estaba locuaz, hasta se atrevió a decir lisonjas, que si directa-
mente iban con el caballo también comprendían al jinete.
Don Álvaro estaba pasmado […]. Pero ni siquiera se atrevió a inten-
tar acercarse, lo cual hubiera sido en todo caso muy difícil, pues no
había de dejar el caballo en la plaza. Lo que hacía era aproximarse lo
más que podía al balcón, ponerse en pie sobre los estribos, estirar el
cuello y hablar bajo para que ella tuviese que inclinarse sobre la ba-
randilla si quería oírle, que sí quería aquella tarde. […]
Ana se sentía caer en un pozo, según ahondaba, ahondaba en los ojos
de aquel hombre que tenía allí debajo; le parecía que toda la sangre
se le subía a la cabeza, que las ideas se mezclaban y confundían, […]
Se le secaba la boca y pasaba la lengua por los labios. Y como si al
caballo le hiciese cosquillas aquel gesto de la señora del balcón, sal-
taba y azotaba las piedras con el hierro; mientras las miradas del ji-
nete eran cohetes que se encaramaban a la barandilla en que descan-
saba el pecho fuerte y bien torneado de la Regenta.
Callaron, después de haber dicho tantas cosas. No se había habla-
do palabra de amor, es claro; […] mas no por eso dejaban de estar
los dos convencidos de que por señas invisibles, por efluvios, por adi-
vinación o como fuera, uno a otro se lo estaban diciendo todo […].
Leopoldo Alas «Clarín», La Regenta, cap. XVI
T R A B A J O D E L I T E R AT U R A
AUTOR Y ÉPOCA
a Resume brevemente la información que obtengas en Internet
sobre la biografía y la obra de Benito Pérez Galdós.
b ¿Qué aportó este autor al desarrollo de la novela española?
c ¿A qué movimiento literario pertenece esta novela? Razona
tu respuesta a partir del año en que fue publicada, el tema
que desarrolla y su estilo literario.
d ¿Cómo se reflejan en esta obra las preocupaciones socia-
les de los novelistas de la segunda mitad del siglo XIX?
e La obra narrativa de Galdós se suele clasificar en tres eta-
pas. ¿En cuál se inscribe Marianela? Razona tu respuesta.
1 Presentación
l ¿En qué persona gramatical se narra?
m Explica, citando fragmentos concretos, si el narrador es om-
nisciente y, además, interviene en la novela con opiniones o
tesis sobre temas sociales.
4 Voz del narrador
n Explica por qué la llegada del doctor Teodoro Golfín rompe
el equilibrio de la situación inicial y crea un conflicto.
¿Cómo se resuelve dicho conflicto?
ñ ¿Es lento o rápido el ritmo de la acción?
o Localiza los fragmentos descriptivos más importantes.
5 Análisis de la acción
p Explica en qué momento se rompe el tratamiento lineal del
tiempo con un flash back.
q ¿Cuánto tiempo transcurre entre la llegada del doctor Golfín
y la muerte de Marianela?
6 Análisis del tiempo
r Explica si tienen más presencia en la obra los espacios in-
teriores o exteriores.
s Localiza en el texto fragmentos en los que se reflejen las di-
ferencias sociales entre proletarios y burgueses a partir de
las características de la vivienda.
t Explica el valor simbólico que tienen en la obra las galerías
subterráneas de la mina y la sima llamada Trascava.
7 Análisis del espacio
8 Análisis de los personajes
2 Contenido
3 Estructuras externa e interna
TÍTULO
f El título de esta novela no informa sobre el significado de la
obra. Inventa otro título que nos adelante algún aspecto sig-
nificativo del tema. Explica por qué se te ha ocurrido.
ARGUMENTO
g Resume el argumento de esta novela.
TEMA E INTENCIÓN
h Di el tema. ¿Qué quiere demostrar Galdós con esta obra?
SUBTEMAS
i Busca en la novela pasajes en los que se reflejen los si-
guientes motivos: crueldad hacia los niños; falsa caridad, ma-
quinismo y revolución industrial, amor romántico entre de-
siguales, ascenso social a pesar de las limitaciones
económicas, ignorancia e importancia de la ciencia.
Marianela, Benito Pérez Galdós
j ¿De cuántos capítulos consta la obra? Explica el significa-
do que tienen los siguientes títulos de capítulos: La familia de
piedra, Entre dos cestas, El Nuevo Mundo, Los ojos matan.
k Divide el contenido en planteamiento, nudo y desenlace.
205
u Haz un retrato completo de Marianela y Pablo.
v Define con un adjetivo la psicología de estos personajes fe-
meninos: Marianela-Señana-Sofía-Florentina.
w ¿Qué simboliza Celipín con su fuga?
x Explica si hay determinismo social y biológico en la muerte
de Marianela. ¿Y en el ascenso social del doctor Golfín?
9 Estilo
y Localiza en el texto: expresiones poéticas o embellecedoras,
personificaciones, animalizaciones, léxico científico, muleti-
llas y vulgarismos, frases humorísticas.
10 Experiencia personal
z Uno de los temas fundamentales de esta novela es la falta
de autoestima de Marianela, una joven que no respon-
de al modelo de belleza estándar. Explica cómo se refle-
ja en la obra y relaciónalo con la actualidad.
Y ahora, cine
206
También hay películas realistas o de tendencianaturalista, que observan y describen al hom-bre y a la sociedad en la que vive y que, aveces, incluso intentan explicarnos los meca-nismos por los que se rigen. Este propósito seconvirtió, entre 1945 y 1952, en el objetivo cen-tral y casi único de una serie de cineastas ita-lianos. Es lo que se llamó el Neorrealismo.
El Neorrealismo es un movimiento cinemato-gráfico que surge en Italia al término de lasegunda guerra mundial y que se planteaobservar y explicar, de manera realista, elmundo en que vivimos. La Italia de entonces esun país destrozado por la guerra y, muchas veces,sus cineastas carecen del material necesario e,incluso, de estudios medianamente acondiciona-dos para rodar sus películas.
Los cineastas neorrealistas, por lo tanto, filman en la calle, en escenarios naturales oen estudios improvisados. Sus films son sencillos, interpretados frecuentemente poractores y actrices no profesionales. Denuncian, con su sola existencia, la situaciónde buena parte de la Europa de la posguerra: la pobreza de las clases más desasis-tidas, la injusticia social, la falta de vivienda, los graves problemas de la vida cotidia-na de una sociedad que arrastra las dramáticas consecuencias de un gran conflictobélico.
Fueron muchos los cineastas que hicieron posible el movimiento neorrealista. Tedaremos sólo algunos nombres para que los conozcas y los recuerdes: RobertoRossellini, Vittorio de Sica, Luigi Zampa, Alberto Lattuada, Luchino Visconti y PietroGermi.
Y te comentaremos ahora, brevísimamente, cuatro películas neorrealistas:• Roma città aperta (1945, Roma, ciudad abierta), de Roberto Rossellini. Un comu-
nista y un sacerdote luchan juntos contra el invasor, en la Roma ocupada por losalemanes. El primero morirá como consecuencia de la tortura, el segundo seráfusilado.
• Germania, anno zero (1947, Alemania, año cero), de Roberto Rossellini. A través dela mirada de un niño, vemos y sufrimos la Berlín derrotada, dos años después delfinal de la guerra. Incapaz de soportar la situación en que vive, el niño se suicidaarrojándose desde lo alto de un edificio.
• Ladri di biciclette (1948, Ladrón de bicicletas), de Vittorio de Sica. Sin trabajo,como tanta gente, el protagonista consigue un empleo gracias a su bicicleta. Perose la roban y es él, entonces, quien tiene que robar una para poder seguir traba-jando.
• Miraccolo a Milano (1950, Milagro en Milán), de Vittorio de Sica. Un grupo de per-sonas se enfrenta a un capitalista sin escrúpulos que quiere echarlos de los terre-nos en que han construido sus chabolas. Aunque luchan con denuedo, se ven obli-gados, al final, a abandonar el lugar.
Roberto Rossellini e Ingrid Bergman en Venecia (1950).
¿Qué debe significar exactamente NEOrrea-lismo?
Deduce qué son un estudio cinematográfico yun actor o una actriz no profesionales.
¿Qué significa el término didáctica? Si te deci-mos que Rossellini estaba convencido de que latelevisión puede ayudar a cualquier espectadoren su proceso de aprendizaje, ¿sabrás decirnospor qué se utiliza precisamente este términopara calificar la última etapa de su filmografía?
Hemos dicho que De Sica imprimió un ciertocarácter naturalista y espiritual a sus películasneorrealistas. ¿Qué queremos decir?
4
3
2
1Roberto Rossellini y Vittorio de SicaIndependientemente de hacia donde dirigieron su carrera apartir de los años 50, Rossellini y De Sica son, posiblemen-te, los representantes más significativos del Neorrealismoitaliano.
Roberto Rossellini (1906-1977) se inició en el cortometra-je y, entre los cineastas neorrealistas, fue quizás el quellegó más al fondo de la evolución del alma de sus perso-najes, porque, para él, era tan importante lo colectivocomo lo individual, de manera que una cosa no podía con-cebirse sin la otra. Trabajó con algunas de las actrices másimportantes de la época, Anna Magnani e Ingrid Bergman,que se convirtieron también en iconos del movimientoneorrealista. La segunda parte de su obra, que se inicia en1964 con la serie de cinco capítulos L’Età del ferro, lo con-vertirá en uno de los más grandes directores de la historiadel cine: abandona la gran pantalla y se dedica casi exclu-sivamente a realizar películas históricas y series docu-mentales para la televisión. Es lo que se conocerá comosu etapa didáctica. Mucho antes que nosotros, Rosselliniya se dio cuenta de la gran importancia que iba a tener latelevisión en el futuro.
Vittorio de Sica (1902-1974) se inició en el teatro comoactor, trabajo éste que, en su larga etapa cinematográfica,ya no abandonaría. Como director, su gran época coinci-de con el movimiento neorrealista, al que dio un ciertocarácter naturalista y espiritual (en Milagro en Milán, porejemplo). Después, continuó dirigiendo películas, pero sinalcanzar ya su anterior nivel. La mayoría de sus interpreta-ciones, en cambio, fueron siempre convincentes. En elaño 1959, protagonizó Il generale della Rovere, a las órde-nes precisamente de Roberto Rossellini.
Te hemos citado cuatro directores neorrealistas más, a parte de Rosselliniy De Sica. Dinos una película de cadauno de ellos (título original, título tra-ducido, si lo hay, y año).
ZONATIC
Roma, ciudad abierta (1945), de Roberto Rossellini. Ladrón de bicicletas (1948), de Vittorio de Sica.
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