Goya y la modernidad.
Pablo Pérez Godoy Artista plástico- Psiquiatra
"El Goya oscuro, el feroz el desgarrador Goya, me sigue deslumbrando"
Ernesto Sábato
España en los diarios de mi vejez
El propósito de estudiar a este genio de la pintura no es más que reflexionar sobre algunas
de las funciones que nos tocan desempeñar a nosotros los seres humanos que nos
dedicamos a crear, conocer nuestra idiosincrasia e identidad dentro del ámbito individual
y sus relaciones con la sociedad que nos rodea. Analizar la obra y vida de un artista de la
categoría de Francisco de Goya y Lucientes es un atrevimiento y se espera que el lector
sepa disculpar las limitaciones de tal empresa. La trayectoria de su vida nos habla de un
hombre producto de la época, nace en el año de 1746 y muere en Francia en 1828. De
origen humilde logra empinarse a los más altos círculos sociales de su entorno, nombrado
primer pintor de cámara del Rey y reconocido por la academia. Era la España de los
tiempos de nuestra independencia bajo el reinado de Carlos lV y Fernando VII, tiempos de
decadencia y deterioro del Reino. Goya fue un hombre siempre dispuesto a experimentar,
aprender, trabajar y hacer uso de las innovaciones técnicas surgidas en su tiempo
(técnicas del aguafuerte y de los grabados); fue capaz de utilizar su habilidad y talento
como herramientas para conocerse como sujeto y explorar su mundo, conectado con su
entorno mostró su preocupación de registrar para la historia lo que sucedía en su país,
entre otros su lucha contra el oscurantismo, la iglesia, el absolutismo, la estupidez, el
academicismo, etc. Esta particularidad sensible lo ubica dentro del movimiento
revolucionario de su época, motivando su persecución y autoexilio al final de su vida;
rompe con lo tradicional del arte clásico y barroco y ha sido identificado por sus
historiadores como perteneciente a la corriente del romanticismo. Del paisajismo y los
auto retratos pasa a lo grotesco expresionista enseñando el camino de un nueva época
para la creación artística, adentrado a la modernidad con mucha anticipación. Se puede
tomar como un modelo de los nuevos postulados de la psicología y filosofía existencialista
del siglo xx quienes pregonan que la ansiedad del hombre moderno tiene que ver con su
cultura y su capacidad de sobrevivencia, así tendríamos que reconocer que la capacidad
inherente del ser humano de crear se vincula a un instinto biológico que permite
mantenernos con vida, haciendo. Goya alcanzó los 82 años de edad produciendo hasta los
15 días antes de su muerte; él nos mostró que podemos contactar el lado oscuro de
nuestra existencia, nuestros complejos psicológicos, a no temer los estados de ánimos
depresivos en los cuales muchos creadores han encontrado su razón de ser, muestra los
aspectos titánicos de la personalidad que nos acercan tanto a la estupidez sobretodo
relacionados con el poder y las guerras, la agonía del amor rechazado y su relación con lo
femenino. A través de su obra podemos apreciar cómo va exorcizando sus demonios y
logra visualizar su mundo interior, sacando a la luz su tormento; Carlos Gustavo Jung
afirmó en alguna ocasión que era mejor atrapar las imágenes del inconsciente a que ellas
lo atraparan a uno. No está por demás afirmar que Goya abrió a los subsiguientes
estudiosos de la mente que el arte es una forma de psicoterapia personal que le provee
un destino satisfactorio las pulsiones vitales que nos acompañan. Puede decirse que de
ser ciertas las afirmaciones del filósofo español Ortega y Gasset sobre la falta de
educación de Goya para ponerlo en una forma elegante, tendríamos que decir que los
dioses lo escogieron para hacer constancia de su presencia en un mundo occidental
monoteísta a través de las imágenes pintadas en la casa del sordo y los alquimistas
podrían estar contentos con la imagen del conjunctión de lo masculino y lo femenino,
pintada por el artista al final de su existencia. No tenemos otra explicación a las
aseveraciones hechas por el filósofo que lo tildó de “inculto, torpe y pueblerino”. Poco de
rescatable tiene los ensayos de Ortega y Gasset sobre Goya, a excepción de una nota
sobre la identidad del artista en donde nos habla de su inconmensurable vocación de
hacedor de imágenes, Goya sería después de Picasso el segundo pintor español en
productividad. A continuación se intentará estudiar desde la psicología la obra más
famosa del pintor realizada durante su estadía en la finca adquirida al margen del río
manzanares en donde despliega su talento en su máxima expresión. “El Saturno
devorando a sus hijos”, la pintura más conocida e impactante que parece articular toda la
situación del momento y que debe ser descritas con sus presencias y sus ausencias ya que
fue trasladada al museo de Prado con censura de su contenido original, allí aparece el dios
Saturno devorando a uno de sus hijos a fin de prevenir ser destronado por alguno de
ellos, no hace falta ser un entendido que se trata del tiempo como elemento indetenible y
su asociación con la vejez y el relevo generacional. Muestra unos ojos desorbitados que
nos trasmiten su estado de locura mental tratando de detener al destino, en sus brazos
aparece una imagen con la ausencia de la cabeza ya engullida y de carácter femenino, ya
que sus caderas son definitivamente voluminosas. Las presencias ocultadas por actitudes
puritanas o porque que quizás no la podemos tolerar es la descripción histórica que
Saturno tenía su pene erecto, lo que nos hace pensar que estaba bajo una gran excitación
ante el acto de devorar, a mi manera de ver se trata de la frustración libidinal ante la
ausencia del objeto del deseo. No estaba Goya anticipando las vicisitudes en lo
femenino, la mujer moderna y su devenir en los próximos siglos y lo masculino con su
perplejidad y desacomodo? Múltiples son las interpretaciones de los estudiosos y varían
según la formación del que quiere ser lector de imágenes, esta se les dejo a la
consideración de Uds.
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