Luciana Soledad Filippa
N° Matrícula: 2003363015
“Síntesis integradora”
Teorías de la Comunicación I
La comunicación como fenómeno cultural posmoderno y como ciencia, posee diversas teorías
y enfoques que la estudian. En este sentido existen dos grandes perspectivas teóricas o
cosmovisiones que contribuyen a un análisis científico y sociológico del fenómeno de la
comunicación, en la sociedad actual, y que tienen importante incidencia en Latinoamérica: la
Mass Comunication Research y la Escuela de Frankfurt. Dichas perspectivas se
interrelacionan con la obra de Umberto Eco “Apocalípticos e Integrados”, en el contexto de
un mundo globalizado que sufre la amenaza de una cultura de los medios que masifica y
aliena al hombre. La metáfora de la amenaza Frankestein, en los términos de Sfez, en el
mundo tecnificado, contribuye a generar hombres máquinas, por lo cual el sujeto existe por el
objeto técnico que le pone sus límites, en tanto el hombre sólo puede existir por la técnica.
Eco pretende concebir un modelo general para entender la comunicación analizando los
efectos de la globalización. De modo similar Pasquali, como otros tantos estudiosos, pretende
desarrollar una teoría general de la comunicación, caracterizándola por su importancia en las
relaciones interpersonales y en los encuentros cara a cara de los individuos, volviendo así a
los orígenes antropológicos básicos de la comunicación. Dicho autor al introducir en América
Latina, la Escuela de Frankfurt, con su visión crítica del statu-quo o del orden globalizante
que predomina en el mundo propone ir más allá de los medios, como instrumentos que no
deben confundirse con la comunicación misma y con los elementos que la integran y que la
hacen funcionar como proceso dinámico y omnipresente en la interacción humana.
Según la perspectiva de Eco, los teóricos funcionalistas, los nominalistas y los positivistas son
los “integrados” al sistema dominante; la globalización que afecta a la cultura y a la
comunicación en la pos modernidad. Que constituye un flujo incesante de bienes tecnológicos
y materiales.
En tanto, Pasquali aduce un estancamiento de los integrados causado por la ausencia de
aquella orientación antropológica básica en las relaciones comunicacionales; para conocer la
causa hay que retrotraerse a los períodos entre guerras del siglo XX, donde los medios
manipulaban al hombre para influir en la sociedad.
En un sentido amplio el término cultura es todo lo que hace el hombre. La Escuela de
Frankfurt elabora una crítica a la manipulación alienadora que ejercen los mass-media sobre
los hombres, se emplea la expresión Industria Cultural, para referirse a los efectos que los
medios de comunicación masiva producen sobre el público. Siguiendo con la dicotomía
Luciana Soledad Filippa
N° Matrícula: 2003363015
apocalípticos-integrados, la cultura de masas que generaran los mass-media promueve una
visión crítica de los apocalípticos que la consideran como una anticultura por cosificar y
homogeneizar a la cultura, y a su vez establecen que la misma es una aberración por poner la
cultura a disposición de todos. Mientras que los integrados poseen una visión optimista de la
cultura de masas, ya que los medios ponen a disposición de todos los bienes culturales sin
restricción alguna, integrando los distintos niveles de la cultura (high, middle, low) en un
mismo nivel.
El término “cultura de masas” fue empleado por Adorno y Horkeimer, pero luego lo
sustituyeron por el de “industria cultural”, con fin de excluir el concepto de cultura de masas
que tenían los abogados de la misma; que sugería una cultura surgida espontáneamente de la
misma masa que forma el arte popular. Esta industria cultural tiene en cuenta el estado de
conciencia e inconciencia de sus consumidores-receptores, pero la masa no es el aspecto
principal de la misma, sino su ideología. Lo que le interesa a la industria cultural es el espíritu
que se transmite a través de un líder a fin de impartir una orden y mantener el statu-quo. Las
masas son generadas por la modificación de la superestructura, aludido por Kart Marx, y su
adaptación al desarrollo técnico-económico de la sociedad. La masa se constituye, así en el
blanco de ataque para Adorno, Horkeimer y Benjamin porque aducen que la misma conduce a
la alienación (Marx) de las personas, a un conformismo y a la consecuente pérdida del
individualismo y de la capacidad crítica del individuo. Benjamin, por su parte, señala que el
cambio en la superestructura conduce a la reproducción técnica, que modifica a la obra de
arte, produciendo la pérdida del aura y del valor cultural; lo que se obtiene es una
vulgarización de la cultura y la consecuente mutación de la misma a una mercancía y a una
masa, se forma una pseudo cultura en los términos de Adorno. Benjamin, emplea la obra de
arte como una metáfora para comparar la situación económica-social del siglo XIX.
Las masas son siempre conducidas por personas que ostentan el poder de dominarlas y
llevarlas a la unanimidad de pensamiento y a la pérdida de autonomía. Esto se relaciona con
lo los funcionalistas Lazarfeld y Menzel postulaban que las decisiones humanas se ven más
afectadas por el contacto personal que por la relación con los mass-media, ya que los
mensajes emitidos por los medios no son recibidos directamente por el público, sino que son
vehiculizados por líderes de opinión. Sin embargo, estos líderes de opinión, no tienen el papel
principal cuando hay un traspaso de información, aquí son los medios los que gozan del papel
principal, porque como dice Pasquali, éstos son meros transmisores de información.
Es así, tal como lo postula Lazarfeld y Merton, que en la sociedad actual se teme que los
efectos que producen los mass-media sobre la cultura y el público conduzcan a la pérdida de
las facultades críticas y a un conformismo irracional, a través de las gratificaciones como
Luciana Soledad Filippa
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resultado del uso de los medios y la predisposición de las personas a dejarse influir por éstos.
Es así como los medios producen un efecto narcotizante, (Lazarfeld y Merton) sobre la
audiencia, conduciéndola a una acción pasiva y haciendo que se amolde al statu-quo que ellos
difunden, consecuentemente logran la persuasión masiva por medio de la explotación
psicológica, se origina en los individuos una falsa conciencia, según Adorno una “opresión de
la conciencia”. En los términos de Marcuse, puede hablarse de una “mala conciencia” dado
que hay una prevalencia de lo material, de la mercancía por sobre el espíritu.
Los medios no sólo determinan la conciencia de la sociedad a través de las jerarquizaciones y
tematizaciones de la realidad sino que también influyen en la categorización, es decir en el
modo de pensar la realidad, en el realce que le debe dar la audiencia a la imagen que ellos
muestran, así según Mc Combs se configura el agenda-setting. En este sentido Habermas
concluye que la opinión pública no es democrática porque no cede espacios al libre debate
sino que impone el agenda-setting. Esta situación se pone a la teoría de la acción
comunicativa postulada por éste filósofo alemán; que propone una interacción donde las
personas se reconocen como autónomas y llevan a cabo un discurso libre de dominio, para
llegar al consenso, dejando de lado la “pasividad” que suponen los medios.
Sin embargo los medios, no son todopoderosos porque existe una interdependencia con otros
sistemas sociales, según De Fleur. Si esta interdependencia no se cumple ningún sistema
social podría alcanzar sus objetivos sin el uso de los recursos del otro. Existe esta
interdependencia de los medios con el sistema económico y político, que es simétrica, y con el
sistema familiar, religioso, militar y educativo que es asimétrica. Se puede establecer una
relación con Muraro, en cuanto a la interdependencia que se establece entre el sistema de los
medios y el político por causa del marketing político.
Todo lo expuesto evidencia que América Latina posee influencias ideológicas de la Escuela
Norteamericana, es así como lo establece Beltrán. Pero el estado actual de la cultura y de la
comunicación en la realidad Latinoamericana necesita de un estudio comunicacional que
ayude a liberarla de los efectos narcotizantes, minimalistas, mercadotécnicos y dictatoriales de
los mass-media. Lo que Beltrán propone es tratar de diseñar un nuevo modo de entender la
comunicación teniendo como punto de partida Latinoamérica, es decir partir desde la propia
realidad, dado que el enfoque norteamericano está diseñado para un país desarrollado.
La industria cultural, en los términos de la Escuela Crítica, está desapareciendo ante la
impronta de una producción industrian que se instala en el nuevo escenario: el cyber mundo,
la cyber red, el mega mercado de la informática y la sustitución de la industria de la palabra
por la industria de la imagen.
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