Miranda González Joaquín Eduardo
Tendencias Actuales de las Relaciones Internacionales
¿Crisis o cambio en el Estado nacional? Incongruencias de la globalización
Mucho se ha comentado —quizá por más de treinta años—, sobre el
debilitamiento, la disminución, la desaparición del Estado nacional. De esta guisa,
muchos teóricos han alegado que éste, por el surgimiento a escena de la
globalización, ha perdido su empuje, quedando difuminado por el creciente
impulso de los fenómenos globales, en ese gran telón donde somos capaces, de
una u otra forma, de superar cualquier barrera estatal, territorial y, en mayor
medida, nacional.
El presente ensayo está enfocado, pues, a elaborar una hipótesis con respecto a
la posibilidad de la desaparición del Estado nacional, revisando para ello a qué
nos referimos con éste, cuál es su funcionamiento y por supuesto, el papel que
juega en los tiempos de la globalización.
Entremos in medias res.
Del Estado nacional y su construcción.
Partiendo del panorama histórico, así como de diversas posturas, podemos argüir
que la Revolución Industrial, como una primera etapa de la Modernidad, supone el
punto de partida para las revisiones de lo que ahora llamamos el Estado nacional
en la globalización, así como de la construcción del capitalismo, base fundamental
de estos fenómenos.1En ese sentido, no sólo ello configuró el ulterior
desenvolvimiento del mundo sino también procesos históricos importantes como la
Reforma, la Ilustración y la Revolución Francesa, etc.
Como se ha discutido largamente, dentro de este gran proceso —y
específicamente sobre los factores de poder— se han distinguido,
fundamentalmente, tres estadios, los cuales son2:
1 Berman, Marshall. Todo lo sólido se desvanece en el aire. La Experiencia de la Modernidad. España, Siglo XXI Editores, 1988, pp. 7-11.
Nacionalismos: sustentada en una identidad cultural a base de la etnia y el
territorio.
Ideologías: existen polos de poder en pugna a base de una ideología
determinada.
Globalización: el sustento de la misma está enfocada en muchas
variables; económicas, políticas, tecnológicas, etc.
En ese sentido, podríamos comenzar a configurar lo qué es el Estado nacional, no
sin antes preguntarnos un poco sobre si justamente esta pregunta puede o no
resolver el problema. Es importante utilizar dentro del análisis las reflexiones sobre
la posibilidad del conocimiento, por lo que la pregunta a considerar no sería
solamente qué es el Estado nacional sino cómo es posible tal.
Para decir qué es el Estado nacional, con la aporía que conlleva, podemos señalar
que es un ente político, jurídico y administrativo que tiene el fin de garantizar el
orden en la sociedad y posee el uso legítimo de la fuerza.3 Esta definición nos dice
qué es el Estado, pero si tomamos en cuenta el concepto de nación, embebido
como el grupo humano que habita en un territorio determinado, comparte una
serie de elementos culturales con un proceso histórico común y que además
posee una conciencia política.4 Así, a manera de síntesis, el Estado nacional es el
ente político-administrativo y jurídico, que posee un territorio, población con una
identidad cultural determinada con conciencia política y gobierno, cuyo fin es
garantizar el orden en la sociedad a través del uso legítimo de la fuerza.
A partir de esta reflexión, que si bien es enunciativa pero no explicativa del todo,
podemos señalar que las posibilidades de existencia del Estado nacional están
encaminadas hacia la consagración de un orden jurídico, del poder constituido y
organizado para darle seguridad a un grupo humano con características culturales
determinadas. Me parece, en ese sentido, que podemos desglosar de una forma
2 Martínez Justo, Manuel. Apuntes del Curso de Tendencias Actuales de las Relaciones Internacionales, México, UNAM FES-Acatlán, 2015.3 Serra Rojas, Andrés. Ciencia Política, México, Porrúa, 1978, p.14.4 Martínez Justo, Manuel. Op. Cit. 2015.
mucho más fácil esta cuestión, a fin de poder comprender de una manera más
completa la siguiente parte de mi tesis.
El Estado Nacional en la Globalización y la supuesta crisis.
Dentro de los trabajos acerca de la Globalización, la mayoría de los autores
coinciden en que es un proceso, más un mero hecho histórico aislado. Una etapa
en donde el desarrollo del Hombre se ve sujeto a una serie de cambios y a
cosmovisiones muy particulares y precisas sobre el mundo en que vivimos.
Como señala Ulrich Beck, el término globalización no señala un fin de lo político,
como algunos creyeron sino una salida de lo político del marco categorial del
Estado nacional y del sistema de roles al uso de eso que se ha dado en llamar el
<<quehacer político>> y <<no político>>5
De esta guisa, podemos extraer dos cuestiones importantes. En primer lugar,
globalización supone un proceso más allá de las fronteras territoriales o estatales
y en segundo, éste puede contener diversos fenómenos como el político, social,
cultural, etc. Es, en ese sentido, una forma de objetividad —y no realidad— que
impera no sólo en las relaciones internacionales, sino en toda construcción
humana.
A partir de la Globalización, se señala que el Estado nacional entra en crisis
porque justamente éste, supuestamente fundado en cuestiones étnicas y de
territorio, se ve amenazado por procesos mucho más grandes y de apertura sin
precedentes6. Ello, si bien puede tener cierto grado de certeza, no supone que el
Estado nacional desaparezca, porque a pesar de la gran confluencia de culturas y
procesos globales, no podríamos señalar que de repente un mexicano deja de ser
tal para convertirse en un ciudadano del mundo, pues no existe un Estado
mundial; y si, erróneamente señalásemos esta primera posibilidad, entonces
estaríamos dando cabida para la existencia de un Estado que abarca todas las
naciones del mundo.
5 Beck, Ulrich. ¿Qué es la Globalización? Falacias del Globalismo, respuestas de la Globalización. España, Paidós, 1998. p.15.6 Beck, Ulrich. Op. Cit. pp. 25-32.
Asimismo, algunos autores con tintes menos estudiados han señalado que el
Estado va a desaparecer entre esta vorágine. Ellos, sin lugar a duda, carecen de
un conocimiento sobre la Teoría del Estado, fundada en cuestiones
eminentemente jurídicas y no políticas. Para expresar mejor esta cuestión, es
necesario remitirse al gran Hans Kelsen, quien señaló que la existencia del Estado
estaba fundada a partir de una norma hipotética fundamental, la cual no varía ni
cambia —o desaparece— sino que se adapta a cualquier sistema jurídico7. En ese
sentido, el Estado es igual a Derecho, al sistema jurídico que impere dentro del
territorio determinado, creado por y para una comunidad.
En ese sentido, contrastar el análisis sociológico frente al jurídico me parece que
es lo más correcto, puesto que en este caso, para tal efecto, el jurídico sí nos
proporciona una explicación mucho más amplia y concreta sobre el Estado y su
imposibilidad de desaparición.
La crisis fundamentada en que la soberanía es la única base, así como la etnia,
del Estado nacional, adolece de una falta de información y visión mucho más
amplia, puesto que si suponemos que la soberanía nacional deja de existir,
pasamos a la lógica de que existe una más grande, sustentada en el Estado y
gobierno mundial, misma cuestión que los defensores de la globalización como
difuminadora de la soberanía no aceptan.
Este contrasentido, que nace del desconocimiento de la base filosófico-jurídica
que la derruye, acaba con la crisis construida por los defensores de la
globalización.
Conclusión
El Estado nacional no se funda únicamente en cuestiones territoriales, políticas,
económicas o culturales, sino en principios jurídicos que poseen una mayor
fuerza; el Estado y la globalización se remiten al Hombre únicamente como su
creador y solucionador de estos problemas. Pensar que ello va más allá de él nos
hace pensar en una metafísica que aporta nada al debate.
7 Kelsen, Hans. Teoría Pura del Derecho. México, UNAM, 1982. pp.285-296.
No existe, pues, una crisis para el Estado nacional sino un proceso de cambio y
reconfiguración hacia procesos mucho más amplios, donde efectivamente
intervienen otros actores, pero no con un peso mayor sino condicionados por lo
que he comentado ya, sujetos a las reglas inmanentes de la construcción humana.
El Estado nacional, y más aún el Estado in se, poseen mucho futuro y no pueden
entenderse fuera de lo humano. Si eliminásemos por completo alguno de ellos,
estaríamos quitando toda juridicidad, toda conducta del Hombre y, en ese tenor,
toda voluntad posible que de él emane.
Bibliografía
Beck, Ulrich. ¿Qué es la Globalización? Falacias del Globalismo, respuestas
de la Globalización. España, Paidós, 1998
Berman, Marshall. Todo lo sólido se desvanece en el aire. La Experiencia de
la Modernidad. España, Siglo XXI Editores, 1988
Martínez Justo, Manuel. Apuntes del Curso de Tendencias Actuales de las
Relaciones Internacionales, México, UNAM FES-Acatlán, 2015.
Kant, Immanuel. Crítica de la Razón Pura, Porrúa, México, 1987.
Kelsen, Hans. Teoría Pura del Derecho. México, UNAM, 1982.
Serra Rojas, Andrés. Ciencia Política, México, Porrúa, 1978,
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