Download - El Dilema Del Prisionero

Transcript
Page 1: El Dilema Del Prisionero

7/18/2019 El Dilema Del Prisionero

http://slidepdf.com/reader/full/el-dilema-del-prisionero-56d4be4020eff 1/1

MARTES 27

FEBRERO

1990

OPINIÓN

LA VANGUARDIA

sólo está claro que ha

terminado la guerrafrí

sino que también parece

haberfinalizado la recien

te breve etapa de distensiónentre

las dos superpotenciasy hasta segu

ramente el mundo bipolar. Desdela

perspectiva de la Europa de los

no-

venta cabe reconocer tres grandes

etapas en las relaciones internacio

nales de la últimaposguerra.

Hay un general acuerdo en que la

primera empezóen 1948 con la con

solidación del dominio soviéticoen

el Este de Europa incluido Berlín

oriental y el de EstadosUnidosen el

Oeste. Fue ésta una larga etapa de

tensión más o menos permanente

que a pesar de algunosaltibajos se

prolongó hasta 1987 apróximada

mente. Su principal manifestación

fue la. carrera de armamentos una

verdadera carrera de.fondo no

apta

para “sprinters” con

poco

fuelle de

laque las dosgrandespotenciastra

taron de excluir a los demáspaíses.

El hechoparadigmáticodeestaetapa

fue posiblementelacrisis deCubade

1962 en la que el intento soviético

de

instalár

misiles antinorteamerica

nos en la isla caribeña sesaldó con

una retirada dela URSSa las fronte

ras de su área de influencia pero

también con una estabilizacióndel

régimen cubano y una reafirmación

de la bipolaridadmundial.

Desde la publicación de unos sugerentes

análisis del politólogoThomas Shellinghace

treinta años algunosestudiosos que usan el

instrumental de la teoría de juegos para for

malizar los comportamientosestratégicosen

lasrelacionesinternacionales suelen aplicar

el esquemadel llamado“dilemadel prisione

ro” a aquellaconfrontaciónbipolar. Estejue

go imaginarioenfrenta a dosprisioneros

—en

el mundo real EE.UU.y la URSS—cada uno

de los cualespuede elegirentre cooperarcon

el otro o delatarle.Eligiendocada uno en su

propio interés la opción más atractiva es la

delación esdecir el intento de aprovecharse

de la buenafe delotro para cargarlelaculpabi

lidad del crimendelque sonsospechososy sa

lir ganando. Pero la simetría de la relacióny

del razonamientoproduce una delaciónmu

tua

por

lo que ambos son declarados culpa

bles y salén perdiendo. Así la confrontación

entre los dós “jugadores”puedeconsiderarse

ineficiente. En el casode las dos

superpoten

cias conilevaunclimade tensióninclusoen la

política interna yobligaa unoscrecientesgas

tos en armamentoque peijudican a la prospe

ridad económica de cada país. Sin embargo

produce una situaciónestable ya que ningu

no de los dosestá interesadoen sustituiruni

JOSEP M. COLOMERprofesor de Ciéncia

Política en la UAB

LA TEORÍA DE LOSJUEGOS

enseña que la cooperación

mutua no es una situación

estable como prueban

hechos recientes

lateralmente la opción de confrontaciónpor

la de cooperaciónpor miedo a “hacer el pri

mo” y empeorar todavía más su posición.Es

lógico por ello que muchos observadorescre

yeran que laguerra fría pesea suaridez e me

ficiencia podía prolongarseindefinidamente

y no faltaronproyeccionesfilosóficasde la di

suasión o el miedocomoelementosesenciales

de la paz.

Sin embargo la mismareiteración delcon

flicto puedeconducir —comoenseñan los ex

perimentos de simulacióncon el “dilema del

prisionero”—a que ambaspartes comprendan

que esposibleuna situaciónalternativamejor

para las dos la cual requiere cooperación.

Cabe interpretar que ésteha sidoel sentidode

la breveetapa dediálogoiniciada

por

Gorba

chev y Reagan en los últimos tiempos de la

presidencia de éste cuando el soviéticopro

puso formalmenteun plan de desar

me gradualy permitióelinicio de los

cambios políticosen los países de la

Europa Oriental bajo su influencia

con la consiguienteapertura de una

perspectiva de disoluciónde los blo

ques. Elhechoparadigmáticodeesta

etapa ha sido sin duda alguna la

apertura del muro de Beín en

no-

viembre de 1989.

Pero la teoría de juegos enseña

que en un esquema de interacción

de estas características la coopera

ción mutua si bien produce resulta-

dos máseficientespara lasdospartes

que la confrontación óo esuna situa

ción establç ya que cada uno de los

“jugadores” tiene incentivos para

traicionar la confianzadelotro —“de-

latarle” en la metáforay conseguir

así para él una posición definitiva-

mente mejor. Los hechosde los últi

mos mesespermitenpensar en efec

to que la oferta cooperativa de la

URSS se ha parecido mucho a una

rendición unilateral mientras que

en EE.UU. se siente la tentación de

un comportamientoque en térmi

nos de la metáfora aludida cabría

llamar desleal.La invasiónde Pana

má podríahaber sido un hechoindi

cativo de este decantamiento mien

tras que por el contrario el llama

miento norteamericano a los

soviéticos para que en plena crisis

del régimen de Ceausescu intervi

nieran en Rumania más bientuvo la aparien

cia deun sarcasmoy unahumillaciónpara po

ner enevidenciasu debilidad.

Ciertamente la URSS ha salido extrema

damente debilitadadela largaguerrafríay en

realidad ha tenido que abandonar la hegemo

níay la carreradearmamentosincondicional

mente y por necesidad.Tambiénes cierto no

obstante que EstadpsUnidos há sufrido un

visible desgastecomo consecuenciade aque

lla cruel carrera de fondo.La psicosisde “de

clive” de la gran potencia norteamericana

—formalizadaacadémicamentepor el histo

riador Paul Kennedy con su tesis sobreel pa

pel económicamenteparasitariode los gastos

militares—indicaría los límites actuales de

una hipotética hegemonía norteamericana

unilateral.

De hecho los paísesque han salidoeconó

micamente más fortalecidosde estalarga pe

ripecia han sido los que como consecuencia

de haberperdidola SegundaGuerraMundial

se vieron privados de ejército propio por los

vencedores esdecir Japón yAlemania.Estos

dos países aparecenya comonuevospolosde

las relacionesinternacionalespara un futuro

inmediato con lo que desaparecela bipolari

dad. Y con ella la oportunidad de seguiruti

lizando para un análisisglobalde las relacio

nes internacionaleslos esquemasteóricos de

los juegosdedos..

  e Napoleón

a aniel

CARLOS SENTÍS

  eríaexagerado decir que José Napo

león Duarte acaba de ganar una bata

lla despuésde morir. Porquehacía al-

gunos días que su cáncerle tenía apar

tado de la vida real no he tenido siquiera

ocasión de entrever laseleccionesde Nicara

gua país que tanto alimentó en su papel de

correa

transmisorafidelista la guerrillasalva-

doreña. Durantemi últimavisita a Nicaragua

me impresionaronunos grandescartelespre

sentando un libroal ladode un fusil.El apara

to militar con líderesuniformados se asocia

también enCuba de tanto trabajoen pro dela

alfabetización para mejor adoctrinar como

en la China deMao. La primera vezque apa-

reció semejantepublicidad fue bajo l rgi

men mussoliniano:“Livroé moscheto fascis

ta perfetto”.Es decir lo contrario de la rosay

el libro sanjordianos.También en Nicaragua

un comandantede pistola al cinto nos dijo a

unos miembrosde la Comisión deExteriores

del Congresoespañol:“Nosotrosya votamos:

lo hacemoscon esto”.A la palabraunía el ges-

to de desenfundarsu pistola.

El Este europeo ha acabado por llegar al

Oeste americano.En el istmo la estabiliza

ción sehainiciado.Y dela mismamaneraque

se establecieronvasoscomunicantesentreNi-

caragua y El Salvadorpara la violencia ahora

se estableceránacueductosde bálsamopacifi

cador.

y

Me es difícilborrar en estos momentos de

mi memoria la figurade Napoleón Duarte al

que conocíen supalaciopresidencial.Enel 82

presentaba un aspectomuyrobusto: anchode

espaldas cuello corto y apariencia pícnica.

Lucía unas patillas de las que en tiempos de

Lagartijo sellamaban“chuletas”.Parecía en

efecto un picadordetoros sien Portugalexis

tieran puesto que había en su morfologíaun

lusitanismo probablemente dictado por su

apellido. ¿Porqué le bautizaron con el nom

bre deNapoleón?Su luchanuncafuemilitar y

como demócratacristianoestuvoenuna línea

centrista. Por lo mismo le tocó verse perse

guido por la extremaderechao paramilitares

y por la guerrilla.Algunosdicen que le apoya

ron losnorteamericanos.Seolvidan deque en

los años 70 contribuyerona barrerle del po

der. Fueen la segundaocasióncuando enple

na guerra tenía que defender la sociedad ci

vil que recibióapoyosdel exteriory en par

ticular de Washington.

El “descansenarmas”que seiniciaen Nica

ragua acabaráconuna pesadillaque los restos

del fidelismocubanono reavivarán.SiDaniel

Ortega añosatrás enlugar depasearsearma

do hasta los dientes se hubiera quitado su

uniforme comolo ha hechoahora probable

mente habieraganado laselecciones.Un Da

niel Ortegadebigoterecortado blusacolorea

da ybailando salsaenlos tabladoselectorales

a la postre le hubiera sido más rentable que

los bigotescaídosa lo Pancho Villayla boina

negra ladeadaa lo CheGuevara.

Los

tiempos

cambian..

JOSEPM COLOMER

  in del “dilemadel prisionero”

EN UEST

¿Cree que Felipe Gonzálezy Adolfo Suárezpodríangobernarjuntos

JULIO ANGUIlA

Secretariogeneral

del PCE

Parlamentario europeo

de EuskadikoEzkerra

X BIERARZALLUZ

Presidente

del PNV

ÁLVAREZ C SCOS

Secretariogeneral

de Partido Popular

JORDICASAS

Diputado en el Congreso

del GrupoCatalán

Nome

extrañaen absoluto

la actual línea del CDS al

que siempre le ha faltado

un programapolítico claro

y definido más allá de pro

puestas concretasy en oca-

siones oportunistas.

Cosas más

raras

han suce-

dido. Sediceque la política

hace extrañoscompañeros

de cama y no seríanada im-

posible que González y

Suárez se acostaran políti-

camente juntos.

Creo que AdolfoSuárez y

Felipe González no po

drían gobernar juntos.

Otra cosabastante distinta

sería que el CDS tuviera

una o dos carterasenun ga-

binete socialista

En términosgenerales dos

no gobiernanjuntos si uno

no quiere.Evidentemente

en el casoparticularde Fe-

lipe González y Adolfo

Suárez sucede exactamen-

te lo mismo.

No. La desorientación

ideológicadel CDSy la crí-

sis del PSOE hacen invia-

ble esta posibilidad. Sería

un gobiernoinstaladoen la

incoherencia y carente de

asentamiento social.

¿Por qué no? Suárez sabe

que no lograrágobernar y

Felipe veimprobablereno

var su mayoría.Losenfren

tamientos quedan lejos.

Les une un mismo desdén

por lasideologías.

HERIBERTBARRERÁ

Presidente

deERC