DIRECTORIO
DR. JUAN EULOGIO GUERRA LIERA
RECTOR
M. en C. JESÚS MADUEÑA MOLINA
SECRETARIO GENERAL
DR. VÍCTOR HUGO AGUILAR GAXIOLA
DIRECTOR GENERAL DE SERVICIO SOCIAL
M. en C. SANTIAGO ELENES BUELNA
SUBDIRECTOR ACADÉMICO DE SERVICIO SOCIAL
MSIA. GLADYS AZUCENA BERNAL SALGUEIRO
SUBDIRECTORA DE SERVICIO SOCIAL
DE LA UNIDAD REGIONAL CENTRO
DR. JORGE MILÁN CARRILLO
DIRECTOR DE LA FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICO BIOLÓGICAS
QFB. REBECA GUADALUPE SALCIDO GONZÁLEZ
COORDINADORA DE SERVICIO SOCIAL DE LA FACULTAD
DE CIENCIAS QUÍMICO BIOLÓGICAS
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………….
I.INFORMACIÓN BÁSICA SOBRE LA UNIDAD RECEPTORA………..
1.1 Antecedentes históricos………………………………………………
1.2 Aspecto organizacional………………………………………………
1.3 Aspecto geográfico……………………………………………………
II. ACCIONES Y RESULTADOS DEL PROYECTO REGISTRADO DE
SERVICIOSOCIAL…………………………………………………………..
2.1 Problemática detectada y jerarquizada………………………………..
2.2 Proyecto del trabajo; La balística forense aplicada en la
investigación criminalística…………………………………………………..
2.2.1 Antecedentes…………………………………………………………
2.2.2 Marco teórico………………………………………………………….
2.2.2.1 Balística……………………………………………………………
2.2.2.1.1 Balística interior…………………………………………………
2.2.2.1.2 Balística exterior………………………………………………..
2.2.2.1.3 Balística de efectos…………………………………………….
2.2.3 Definición de balística forense………………………………………..
2.2.4 Objetivo…………………………………………………………………..
2.2.5 Estudio de balística forense…………………………………………..
2.2.6 Armas de fuego…………………………………………………………
2.2.6.1 Clasificación de armas cortas y largas………………………….
2.2.6.1.1 Armas cortas……………………………………………………
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2.2.6.1.1.1 Armas de repetición…………………………………………..
2.2.6.1.1.2 Revólver (Pistola de rotación)……………………………….
2.2.6.1.1.3 Semiautomática……………………………………………….
2.2.6.1.1.4 Automática……………………………………………………..
2.2.6.1.2 Armas largas………………………………………………………...
2.2.6.1.2.1 Rifle o fusil………………………………………………………
2.2.6.1.2.2 Subfusiles o subametralladoras……………………………..
2.2.6.1.2.3 Arma de repetición……………………………………………..
2.2.6.1.2.4 Arma Semiautomática…………………………………………..
2.2.6.1.2.5 Arma Automática………………………………………………..
2.2.6.1.2.6 Escopeta…………………………………………………………
2.2.7 Cartuchos……………………………………………………………….
2.2.7.1 Cartucho Dreyse …………………………………………………..
2.2.7.2 Cartucho Lefaucheaux…………………………………………….
2.2.7.3 Cartucho de percusión periférica………………………………….
2.2.7.4 Cartucho de fuego central………………………………………….
2.2.7.5 Estructura de los cartuchos metálicos…………………………….
2.2.7.6 Cartuchos de escopeta……………………………………………...
2.2.8 Casco o casquillo………………………………………………………..
2.2.9 El fulminante o pistón…………………………………………………...
2.2.10 Los proyectiles o balas………………………………………………..
2.2.10.1 Los proyectiles de plomo……………………………………….
2.2.10.2 Los proyectiles blindados……………………………………….
2.2.10.3 Los proyectiles de punta blanda y de punta hueca….………
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2.2.10.4 Proyectiles para armas largas…………………………………
2.2.10.5 Proyectiles perforadores……………………………………….
2.2.10.6 Proyectiles trazadores………………………………………….
2.2.10.7 Proyectiles incendiarios………………………………………..
2.2.10.8 Proyectiles de explosivos……………………………………..
2.2.11 Las pólvoras……………………………………………………….
2.2.11.1 Pólvora negra………………………………………………….
2.2.11.2 Pólvora sin humo……………………………………………….
2.2.11.3 Manejo de las pólvoras………………………………………..
2.2.11.4 Los granos de las pólvoras…………………………………..
2.2.12 Objetivos……………………………………………………………
2.2.12.1 Objetivo general……………………………………………….
2.2.12.2 Objetivo específico……………………………………………
2.2.13 Materiales y métodos………………………………………………
2.2.13.1 Prueba de rodizonato de sodio………………………………
2.2.13.2 Prueba de Walker……………………………………………..
2.2.13.3 Prueba de nitritos (Griess o Walker modificada)………….
III EVALUACIÓN DE LA PRÁCTICA DEL SERVICIO SOCIAL………
3.1 Contribución de la práctica del servicio social en la formación
profesional……………………………………………………………………
3.2 Evaluaciones…………………………………………………………….
3.2.1 Evaluación desde la perspectiva del prestador de servicio social..
3.2.2 Evaluación desde la perspectiva de la unidad receptora…………..
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3.2.3 Evaluación desde la perspectiva del supervisor / asesor…………
CONCLUSIONES……………………………………………………………..
SUGERENCIAS Y ALTERNATIVAS………………………………………..
BIBLIOGRAFÍA........................................................................................
ANEXOS...................................................................................................
Documentos probatorios…………………………………………………..
Constancia de Seminario……………………………………………..
Carta de asignación……………………………………………………
Constancia del 6to Encuentro de Brigadistas de Servicio Social….
Constancia de terminación de servicio social……………………….
Constancia de Culminación de Informe Final de Resultados…….
Evidencias de trabajo realizado………………………………………...
Fotografías………………………………………………………………
Reportes Mensuales de Servicio social…………………………….
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INTRODUCCIÓN
El servicio social es de carácter obligatorio con el fin de un trabajo comunitario y
de titulación académica, en el cual permite desarrollar e implementar los
conocimientos adquiridos de la carrera universitaria. Es la elaboración de ejercicios
empleando los conocimientos teóricos obtenidos en una formación académica,
ejerciendo la práctica profesional, la ética y formación adquirida mediante una
institución académica.
Durante la realización del servicio social hemos desarrollado un trabajo de
investigación que nos ha permitido correlacionar los conocimientos teóricos-
prácticos de manera complementaria, enriqueciendo nuestra formación como
profesionistas en el área de la salud.
En este informe, se hablará tanto de nuestro desarrollo como brigadista, así como
también de nuestro proyecto de investigación, el cual realizamos durante nuestra
estancia de servicio social, la pretensión del presente trabajo es dar a conocer el
desarrollo como disciplina y la problemática de la balística forense. Iniciare con
mencionar los descubrimientos que dieron origen a la balística forense continuando
con la descripción de los actuales procedimientos que se realizan a los elementos
balísticos localizados, fijados y recolectados en el lugar de los hechos que permiten
su identificación y clasificación.
Entre los indicios que frecuentemente se encuentran durante la comisión de los
diversos delitos son los casquillos, balas (proyectiles disparados por arma de
fuego), cartuchos útiles, armas de fuego, entre otras. De ahí la importancia de
efectuar sobre esta evidencia física un estudio científico eficiente que sea de gran
utilidad para el esclarecimiento de los hechos que se investigan.
Estos indicios comparados con otros estudios que son parte esencial de la
criminalística, como lo son la fotografía forense, dactiloscopia, psicología forense y
medicina legal, permiten tener la oportunidad de esclarecer un delito, mediante la
reconstrucción de hechos.
2
I.INFORMACIÓN BÁSICA SOBRE LA UNIDAD RECEPTORA
1.1 Antecedentes históricos
El proyecto para la formación del Laboratorio de Criminalística (Física y Química)
se inició alrededor de 1973 en la Procuraduría General de Justicia en el Estado de
Sinaloa a través del entonces Procurador de Justicia, Lic. Ignacio Cota Rivera,
acudió a la Escuela de Ciencias Químico-Biológicas de la Universidad Autónoma
de Sinaloa, siendo su Director el Q.F.B. Ernesto Camacho Sánchez, con el
propósito de solicitar la cooperación de algunos de sus estudiantes para que dicha
corporación fuera auxiliada por los métodos y técnicas de la química.
El objetivo fue muy claro, con el crecimiento demográfico, económico y político que
se presentaba en Culiacán, capital del estado de Sinaloa y sede de los poderes
estatales, sus necesidades como ciudad en rápido crecimiento, se vieron
incrementadas en todos los ámbitos. Ante el incremento de la violencia, se diseñó
un nuevo organigrama de la Procuraduría, en cual se crearon nuevos cuerpos
policíacos y se tuvo la necesidad de crear también un laboratorio que de manera
científica auxiliara al órgano procurador de justicia en el estudio de evidencias
materiales que se producen en la comisión de algún hecho delictivo.
Así, en octubre de 1975 y contando con el mínimo de equipo, pero con muchos
deseos de servir, se empezó a trabajar en la identificación de drogas como la
marihuana, se practicaba la prueba de Lunge, el revelado de huellas digitales por
yodo sublimado y la prueba de la parafina (prueba que consistía en la identificación
de productos nitrados de la deflagración de la pólvora).
En 1976, se llevó a cabo la Reunión Nacional de Procuradores de Justicia en el
Estado de Puebla; fue entonces que se descartó el uso de la prueba de la parafina,
al considerarla obsoleta y se dio paso a la técnica descrita por Harrison y Gilroy,
prueba que se basa en la identificación de Plomo y/o Bario (Rodizonato de Sodio).
3
Después de esto, lograron implementar nuevas técnicas, como la prueba de Walker,
pruebas para la identificación de drogas por métodos colorimétricos y determinación
de alcohol por micro difusión aplicada a toxicología; todo ello en un pequeño espacio
de la procuraduría. De esta forma se logró continuar el trabajo del laboratorio hasta
el año de 1989, cuando fue reinaugurado, con toda la infraestructura, materiales,
equipos y reactivos necesarios para desarrollar pruebas físicas, químicas y
biológicas. La reinauguración tuvo lugar estando el Lic. Francisco Labastida Ochoa,
Gobernador Constitucional del Estado de Sinaloa en el periodo comprendido de
1987-1992.
Actualmente el laboratorio de Laboratorio de Física y Química, junto con otras áreas
con las que interactúa y auxilia; ellas son Medicina Forense, Identificación Criminal,
Dactiloscopía, Criminalística, etc. forman parte de la Dirección de Investigación
Criminalística y Servicios Periciales (anteriormente investigación técnica), el cual fue
reinaugurado por el Gobernador Constitucional Juan S. Millán, ubicada en carretera
a Navolato Kilómetro 9.5, junto al Servicio Médico Forense (SEMEFO).
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1.2 Aspecto organizacional
ORGANIGRAMA
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Especialización de Servicios Periciales
I Análisis de Voz
II Contabilidad
III Criminalística
IV Criminología
V Fotografía Forense
VI Genética Forense
VII Grafoscopía y Documentoscopía
VIII Identificación
IX Incendios y Explosiones
X Informática
XI Ingeniería y Arquitectura
XII Medicina Forense
XIII Odontología Forense
XIV Poligrafía
XV Psicología
XVI Química Forense y Balística Forense
Personal adscrito al Laboratorio de Física y Química:
1. QFB. Ireyda Alicia Paredes Leyva
Jefe de departamento de Laboratorio de Física y Química
2. I.B.Q. Celina Soto Rocha
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Perito Químico
3. Q.F.B. María Guadalupe Quiles Cárdenas
Perito Químico
4. Q.F.B. Demesio Inzunza
Perito Químico, especializado en explosivos e incendios
5. Q.F.B. Daniel Guerreiro Bojórquez
Perito Químico, especializado en explosivos e incêndios
6. Q.F.B. Mayra A. Maldonado Castro
Perito Químico
7. Q.F.B Oscar Vázquez López
Perito Químico
8. Q.F.B. Julio Cesar Ruiz Contreras
Perito Químico
9. Q.F.B. Juan Carlos Jiménez Fuentes
Perito Químico
10. Q.F.B. Ana Célida López Camacho
Perito Químico
11. Q.F.B. Alma Delia Osuna Acevedo
Perito Químico
12. Q.F.B. Carlos Joel Rodríguez Sánchez
Perito Químico
7
13. Q.F.B. Alma Letícia Acosta Murillo
Perito Químico
14. Q.F.B. Jesús Chávez Molina
Perito Químico
15. Q.F.B. Javier Castro Núñez
XVIII Sistema AFIS
XIX Traducción
XX Tránsito Terrestre
XXI Valuación
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1.3 Aspecto geográfico
Dirección de Investigación Criminalística y Servicios Periciales
Domicilio: Km 9.5 carretera Navolato- Aguaruto, Culiacán Sinaloa
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II. ACCIONES Y RESULTADOS DEL PROYECTO REGISTRADO DE
SERVICIO SOCIAL
2.1 Problemática detectada y jerarquizada
Los centros universitarios como centros educativos tienen la función primordial de
formar a las nuevas generaciones de profesionistas las cuales deberán estar
preparadas no sólo en lo que respecta a teoría y a práctica, sino también de la
problemática existente en la clase trabajadora, esto es, tomar en cuenta los
problemas que existen tanto en el aspecto social, político, económico, etc., para
poder establecer una estrecha relación entre la Universidad y la sociedad actual. La
elaboración de este informe final, contiene en su argumento el trabajo realizado en
el laboratorio de Física y Química de la Procuraduría General de Justicia del
Estado, el cual fue llevado a efecto en el período de tiempo comprendido del 01 de
agosto de 2013 al 01 de enero de 2014. El Laboratorio de Física y Química se
justifica en las labores que realiza, ya que desempeña funciones muy importantes
que actualmente ningún otro laboratorio lleva a cabo. La creación del Laboratorio
de Física y Química se vio como una necesidad apremiante de la Procuraduría
General de Justicia del Estado, ya que este Laboratorio proporciona un servicio de
tipo científico a la Procuraduría, arrojando resultados precisos a sus propias
investigaciones, asimismo, apoya a otras instituciones como son la Procuraduría
General de la República, y a todos los cuerpos policíacos en el Estado. Cabe
mencionar que no es un laboratorio de servicio público, sino exclusivo del Poder
Judicial. En el Laboratorio se estudian todas aquellas evidencias físicas localizadas
en hechos criminales, y se apoya a otros departamentos de la misma dirección
para determinar de qué forma se llevó a cabo el hecho, qué mecanismos se
pusieron en juego para realizarlo y de ser posible quién lo cometió, ello mediante
una reconstrucción de hechos. Los estudios que allí se realizan son por demás
imprescindibles en la procuración e impartición de justicia.
Actualmente cuenta con proyectos de investigación, los cuales reforzarán el
conocimiento del personal que labora en el departamento, así como a los futuros
10
brigadistas, debido a que se tendrán resultados más confiables, gracias a la
capacitación que adquiere el personal y al uso nueva tecnología para el manejo y
utilización a lo relacionado con el ámbito forense.
2.2 Proyecto: La balística forense aplicada en la investigación criminalística.
2.2.1 Antecedentes
Antiguamente las armas de fuego eran identificadas por el taco. En el tiroteo que
tuvo lugar en el caso Cadoudal, los restos de los papeles que habían servido de
taco, encontrados en el lugar de los hechos, permitieron identificar al autor, quien
resultó ser el hijo del Sr. Troche, relojero en Francia.
Posteriormente, con la invención del cartucho aparecieron los proyectiles, cuyas
características de clase (calibre, número, anchura y dirección de las estrías) eran
utilizadas por los expertos para realizar el debido cotejo entre los proyectiles
relacionados con los hechos y los disparos por el arma cuestionada. Sin embargo,
al encontrar concordancia entre las características de clase, sólo podían formular
conclusiones del tipo siguiente: “El proyectil ha sido disparado por el arma del
acusado o por otra semejante”.
Henry Gooddard (1835), Alejandro Lacassagne (1889), Paul Jeseride (1893) y
Víctor Baltazar, figuraron como los iniciadores de esta disciplina. De todos ellos,
Balthazard, “fue el primero en formular la nomenclatura de los diversos elementos
del arma que imprimen su huella en la bala o en el casquillo, y observó que, incluso
en una fabricación en serie y con el mismo utillaje, su aspecto varía hasta el punto
de permitir la identificación”1.
2.2.2 Marco Teórico
2.2.2.1 Balística
La balística, en general, es definida por el diccionario de la Lengua Española en los
siguientes términos: “Ciencia que tiene por objeto el cálculo del alcance y dirección de
11
los proyectiles”. Sin embargo, la balística que nos interesa es la forense, recordemos
algunas definiciones que de ella se ha dado, a saber:
“Ciencia que estudia los movimientos de los proyectiles, dentro y fuera del arma”.
“Ciencia dedicada al estudio de balas, cartuchos y armas, en los casos de homicidio y
lesiones personales”.
“Es la ciencia y arte que estudia integralmente las arma de fuego, el alcance y
dirección de los proyectiles que disparan y los efectos que producen”.
La balística forense “comprende el estudio tanto de las armas de fuego como de todos
los demás elementos que contribuyen a producir el disparo, también los efectos de
éste dentro del arma, durante la trayectoria del proyectil, y en el objetivo”.
Sin lugar a dudas, de las definiciones dadas, las tres últimas son las completas, ya
que comprenden los fenómenos que se suceden en el interior del arma en el
momento del disparo, los relacionados con el proyectil a partir del momento en que
sale el arma y, finalmente, los correspondientes a los efectos del proyectil en el objeto
sobre el cual se disparó1
2.2.2.1.1 Balística interior
La balística interior se ocupa del estudio de todos los fenómenos que ocurren en el
arma a partir del momento en que la aguja percutora golpea el fulminante del
cartucho, hasta que el proyectil sale por la boca de fuego del cañón. También se
ocupa de todo lo relativo a la estructura, mecanismo y funcionamiento del arma de
fuego. Sucintamente describo los fenómenos a que hago referencia al párrafo
anterior: al ser percutido el fulminante del cartucho, su carga explota, incendiando de
inmediato la carga propulsora, generalmente pólvora. Ahora bien, en virtud de
encontrarse ésta comprimida, al quemarse produce una gran elevación de
temperatura y una gran cantidad de gases, los que empujan el proyectil al ánima del
cañón1.
12
2.2.2.1.2 Balística exterior
Se ocupa del movimiento del proyectil en el espacio; desde el momento en el que
abandona la boca del cañón, hasta aquel en que toca el blanco, el terreno o cualquier
otro objeto que se interponga. Estudia pues, la combinación de las fuerzas que obran
sobre el proyectil en esta fase y que son; “el impulso en que tiene en abandonar el
cañón, con la resistencia del aire, la acción de la gravedad y los vientos que
encuentran su camino”1
2.2.2.1.3 Balística de efectos
Esta rama se ocupa de los movimientos del proyectil, que son irregulares, desde que
choca con el blanco, el terreno o con cualquier otro cuerpo, hasta que cesa
totalmente ese movimiento. Estudia pues, las penetraciones o rebotes que resultan
del choque; las destrucciones que ocurren en los cuerpos que sufren el choque o
que son penetrados y las deformaciones que sufren el proyectil.
La balística es una ciencia eminente experimental, que de cuidadosas
observaciones y experiencias, deriva fórmulas y principios establecidos hipótesis; las
que trata de comprobar científicamente, para establecer las reglas que rigen los
diferentes fenómenos. Existen, sin embargo, ocasiones en las que es materialmente
imposible la observación directa. Quedan entonces algunos de los fenómenos
librados en buena parte a hipótesis comprobadas por cálculos, por similitud o
afinidad con situaciones parecidas. En esta primera parte se van a tratar asuntos
que pareciera que no forman parte de la balística, pero han sido incluidos a pesar de
las dudas, considerando que los elementos esenciales de los fenómenos balísticos
son los proyectiles, las armas y las pólvoras, y es aquí donde entra la balística
forense1.
2.2.3 Definición de balística forense
La balística forense es la disciplina que estudia los movimientos mecánicos para
disparar, los fenómenos del lanzamiento y desplazamiento y los efectos de contacto
de los proyectiles3.
13
2.2.4 Objetivo
Auxiliar al Derecho Penal para una mejor impartición de la justicia3.
2.2.5 Estudio de la balística forense
La balística forense estudia todos los factores que intervienen en el ramo criminal, en
delitos consumados con armas de fuego cortas y largas, siendo indispensable contar
además con conocimientos en medicina legal y criminalística, muy diferente a la
balísticamilitar que estudia planes, estrategias y fenómenos de las armas
principalmente de gran poder. Y es prudente mencionar que las personas que
manejan, disparan, arman y desarman todo tipo de armas de fuego se les pueden
considerar como perito armero, lo que dista mucho de ser un perito en balística
forense. Es decir, la balística forense estudia las formas en que se efectuó el disparo
para privar de la vida o lesionar a una persona, desde la manipulación del arma
hasta los daños que ocasiona el proyectil, corroborando o rectificando la hipótesis
mediante la interpretación de los indicios y declaraciones de las personas
involucradas en un hecho.
La balística forense, es también hija de la medicina legal y también auxiliar a la
criminalística, que mediante la aplicación de sus técnicas al estudio de un
determinado hecho delictuoso ejecutado con el arma de fuego, nos ayuda a
acercarnos a conocer la verdad histórica de los hechos3.
2.2.6 Armas de fuego
Las armas de fuego son instrumentos de dimensiones y formas diversas, destinados
a lanzar violentamente ciertos proyectiles aprovechando la fuerza expansiva de los
gases que se desprenden en el momento de la deflagración de la pólvora. Al
respecto, es conveniente apuntar que el hecho de que sea el fuego el que origina el
proceso que termina con la expulsión violenta del proyectil al espacio, ha dado lugar
a que estos aparatos mecánicos inventados para el mejor aprovechamiento de la
fuerza de expansión de los gases de la pólvora sean llamados “armas de fuego”1.
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2.2.6.1 Clasificación de armas cortas y largas
2.2.6.1.1 Armas cortas
Las armas cortas son diseñadas para ser sostenidas con una sola mano, y la
práctica actual de dispararlas utilizando ambas manos no desmiente esta
clasificación, las que pueden ser portadas en el cuerpo del usuario y, asegurarse de
alguna manera a su cintura. También son portadas bajo el brazo en fundas
especiales denominadas sobaqueras. Tanto los revólveres como las pistolas pueden
presentarse con mecanismo de acción simple o doble acción, cuya diferencia en la
mecánica de amartillar el arma2.
2.2.6.1.1.1 Armas de repetición
Las primeras armas de repetición se presentan con un solo cañón de una sola
carga, empleando un cilindro con dos o más recámaras, de tal modo que podían
recargar para aumentar el poder de fuego del usuario, pero que inicialmente todavía
presentaban deficiencias en las recargas que éstas utilizaban. Esto provocó algunas
explosiones accidentales de las cargas de pólvora y la destrucción de la misma
arma, lesiones y hasta la muerte del usuario. En otras ocasiones se presentaban
deficiencias de las cargas, las que no detonaban, debido a estas circunstancias, los
sujetos quedaban a merced de sus adversarios2. Con el descubrimiento del
compuesto fulminante, de Forsyth, se ampliaron grandemente las posibilidades para
mejorar las armas. En breve tiempo empezó a utilizar el pistón, el cual consiste en
una copa de cobre o bronce con una pequeña porción del fulminante en su interior,
de tal modo que, colocada sobre la chimenea, denotaba al ser golpeado por el
martillo (accionado por el llamador), para que incendiara la carga de la pólvora.
En cuanto se generalizaron las armas de percusión por pitón, el ingenio humano
buscó la forma de mejorarlas, ideando primero artefactos con una cierta cantidad de
cañones, los cuales giraban alrededor de un eje de forma sucesiva y coordinada con
los mecanismos del llamador y el martillo. En donde cada cañón contenía su propia
carga de pólvora y proyectil. Entonces había una magnifica arma de repetición,
aunque se presentaba el inconveniente que si el artefacto contaba con más de cinco
15
o seis cañones, ésta se convertía en demasiado grande y pesaba para su adecuado
uso, así como incómoda para su transportación. La incesante búsqueda de
tecnología más eficiente, culminó con la invención de los primeros cartuchos, que
tenían todos los elementos necesarios integrados en una sola pieza (casquillo,
fulminante, pólvora y proyectil), para dar origen a las armas de fuego de retrocarga2.
2.2.6.1.1.2 Revólver (pistola de rotación)
Estas armas son aptas para efectuar una serie de disparos de manera rápida y en
sucesión, considerando la cantidad de cartuchos ya preparados y alojados en los
depósitos del arma. En su época había gran cantidad y variedad de mecanismos, que
se modificaban constantemente para ofrecer el mejor servicio a los usuarios civiles y
militares que requieren rapidez y potencia en los disparos2.
En estas armas se presenta un depósito denominado cilindro o tambor, por lo general
con seis recámaras, mecanizadas de tal manera que giran alrededor de un eje para
ser descargadas en sucesión por el mismo mecanismo de disparo mediante un
movimiento de rotación determinado por el levantamiento del martillo, ya sea por la
acción sencilla o por doble acción, a fin de que dichas recámaras sean alineadas con
el eje del cañón. En esta posición de alineación, el martillo puede caer y producir el
disparo que golpea el centro del fulminante del cartucho. En las recámaras del cilindro
quedan depositados los casquillos percutidos, para que luego éstos sean desalojados
en forma manual por el usuario y nuevamente ser recargadas.
De 1830 a 1880 aparece el ingenio de uno de los más grandes proyectistas y
diseñadores de armas de fuego, Samuel Colt, nacido en Hartford Connecticut, U.S.A.
quien patentó y fabricó una gran cantidad de revólveres. Sus más conocidos y
extendidos fueron los modelos Walker y Dragón en el calibre .44, y los Navy 1860 y
1861 en el calibre .36. En la compleja historia de las armas de fuego, ningún nombre
sobresale con mayor altura que el de Samuel Colt. Colt es sinónimo de revólver, pues
en su tiempo patentó muchos mecanismos, los cuales fueron empleados por un
número muy alto de ejércitos en el mundo2.
16
2.2.6.1.1.3 Semiautomática
En estas armas los cartuchos se introducen en fila en un depósito denominado
cargador, que a su vez se introduce en la mayoría de las armas en el compartimiento
de la empuñadura. Aquí un bloque de obturación puede moverse en línea recta en los
dos sentidos según el eje del cañón y, donde el cartucho se eleva impulsado por el
resorte o muelle ubicado en el interior del cargador2.
El movimiento de avance de cierre del obturador es provocado por otro muelle o
resorte recuperador y así se introduce el cartucho de la recámara del arma, mientras
que un percutor alojado en el obturador o un martillo permanece montado2.
Al ejercer presión sobre el llamador, el martillo y/o percutor se liberan para provocar el
choque con el fulminante del cartucho; en consecuencia, se produce el disparo del
proyectil. Asimismo, por efecto ya sea de la energía de los gases de la explosión, o
por simple acción sobre la cabeza del cierre, o bien, después de un leve movimiento
de retroceso del cañón y del cierre, los desbloquea y provoca la apertura del
obturador. Durante este movimiento se extrae y se expulsa el casquillo percutido,
mientras el cierre se vuelve hacia delante y nuevamente se introduce un cartucho en
la recámara. Una vez retenido el martillo, o el percutor, el llamador se libera de estos
mediante un dispositivo denominado de escape, luego vuelve a su posición inicial
dispuesto a operar una vez más cuando cesa la presión.
De este modo, los cartuchos contenidos en el cargador se impulsan uno después de
otro hasta agotarse con sólo presionar el llamador por cada disparo que se desea
realizar, la primera pistola que tuvo éxito comercial fue la inventada por Hugo
Borchardt, nacido en el estado de Connecticut, y con ella se inició la era de las
pistolas militares semiautomáticas, al no hallar medios para la fabricación, Bouchardt
se trasladó a Alemania, donde la compañía Ludwig, Loewe & Co. Inició su producción
y lo contrató como técnico.
La pistola se comercializó en 1893, utilizándose por primera vez el cargador
separable, el cual se introducía en la empuñadura del arma, que luego se convirtió en
el sistema más común para cargar pistolas semiautomáticas. Esta puede
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considerarse como el modelo percusor de la famoso pistola Luger, que utiliza un
obturador bloqueado; el cañón de estas armas retrocede un breve trecho originado
por la apertura del cierre, provocando la extracción y expulsión del casquillo
percutido2.
Para la fabricación de esta arma también fue de suma importancia el diseño del
cartucho, conocido como cartucho Borchardt, que al ser perfeccionado fue
denominado como cartucho Máuser calibre .9 mm, presentando extraordinarios dotes
balísticas. Con la Bouchardt se inició la era del desarrollo acelerador de las pistolas
militares, que cundieron en toda la Europa del principio del siglo XX y, por supuesto,
en Asia y América, aportando para ello diversos sistemas de percusión y de expulsión
de los casquillos disparados.
Muchos de estos artefactos quedaron obsoletos por diferencias mecánicas, pero otros
permanecen activos y sus diseños todavía se fabrican hoy en día, considerando que
se magnifican sus dotes de funcionalidad y potencia de fuego2.
2.2.6.1.1.4 Automática
Es un arma corta que emplea la fuerza del retroceso de gases para producir la
apertura del obturador y, en consecuencia, la expulsión del casquillo percutido, para
luego insertar un nuevo cartucho en la recámara del cañón. Las pistolas
completamente automáticas no son muy utilizadas en el ambiente civil o policíaco, sin
embargo, algunas unidades especiales y militares de ciertos países las emplean para
fines tácticos.
2.2.6.1.2 Armas largas
Las armas largas presentan un cañón de más longitud y regularmente utilizan
cartuchos con mayor capacidad de pólvora propulsora; en consecuencia, originan
mayores velocidades y energías de impacto de los proyectiles que disparan. Así
mismo, cuentan con una culata (fija o abatible) para que puedan ser apoyadas sobre
el hombro cuando éstas se disparan. Así se obtiene una mejor firmeza y aumenta la
precisión, además de que en parte se amortigua la fuerza del retroceso del arma2.
18
2.2.6.1.2.1 Rifle o fusil
Estos términos pueden ser empleados indistintamente para describir un arma larga
de cañón rayado, pues no hay diferencia alguna entre ambos conceptos, ya que rifle
es considerado término anglosajón derivado de rifing, cuyo significado es rayado, y
fusil corresponde al latín focilli, cuyo significado básico es piedra, en razón de que en
siglo XVI se desarrollaron armas con pedernal para producir la deflagración de la
pólvora. Actualmente algunos cuerpos de seguridad y de procuración de justicia
utilizan rifles para propósitos especiales, cuyas características principales son la
precisión, poder de impacto y de penetración, así como un amplio alcance.
Un rifle por lo general cuenta con una correa portafusil que sirve no sólo para
transportarlo, sino puede ser muy útil para proporcionar mayor firmeza en la posición
de apuntar y disparar sobre un objetivo2.
2.2.6.1.2.2 Subfusiles o subametralladoras
Son clasificadas como armas largas, pero la principal característica que las distingue
es que utilizan cartuchos para pistola, es decir, de menor potencia. Estas armas
normalmente cuentan con un mecanismo para seleccionar el disparo que se desea
realizar, ya sea semiautomático (tiro por tiro), o automático (en ráfaga), pero en el
mercado de armas destinadas a población civil en muchos países donde se permite
su venta, éstas se comercializan sólo con disparo semiautomático.
Hay subfusiles en los calibres .45 Auto, .32 Auto, .380 Auto, .40 S & W y 10 mm
Auto, y tal vez en la actualidad las más difundidas son los modelos israelíes Uzi, así
como los almacenes H&K, MP-5, en el calibre 9 mm Luger o Parabellum2.
2.2.6.1.2.3 Arma de repetición
Ésta requiere ser recargada y disparada manualmente, utilizando los propios
mecanismos del arma, y cuyo procedimiento consiste en introducir un cartucho en la
recámara, percutirlo, desalojar el casquillo e introducir nuevamente otro cartucho en
el cañón. Los rifles de acción de palanca, cerrojo y de bomba o corredera se
encuentra en esta categoría, aunque también los revólveres son considerados de
19
repetición, puesto que se requiere que el usuario los accione presionando el
llamador cada vez que un cartucho del cilindro se alinee con el eje del cañón. Así, el
arma se prepara para el siguiente disparo2.
2.2.6.1.2.4 Arma semiautomática
Es la que se dispara presionando el llamador para cada descarga, pero el ciclo
completo se realiza sin esfuerzo adicional por parte del usuario, en el que éste
únicamente requiere acerrojar el arma por primera ocasión. Para ello normalmente
debe de desplazarse el bloque del cerrojo hacia atrás y después liberarlo para
introducir el cartucho en la recámara del cañón, al mismo tiempo que se monta el
mecanismo del percutor, del martillo, o de ambos. Posterior al disparo, el arma se
automatiza por efectos de la presión generada por los gases de la combustión de la
pólvora, incluyendo la extracción y la expulsión del casquillo percutido, para que de
nueva cuenta sean montados los mecanismos que ocasionan la percusión, y por
efectos de cierre se aloje el sucesivo cartucho en la recámara. Las armas de esta
característica reducen la fatiga que generalmente se presenta al disparar,
aumentando la rapidez de los disparos sucesivos que requiere realizar el usuario,
hasta agotar el abastecimiento de cartuchos.
También debe de tomarse en cuenta que las armas semiautomáticas, al no disparar
en ráfaga, no consumen tanta munición y el usuario se encuentra en condiciones de
afinar su puntería a cada disparo. Entonces, un arma con este mecanismo es
aquella que cada ciclo de disparo se interrumpe por cada accionar del llamador y
hasta su completa terminación justo después de haber percutido su último cartucho2.
2.2.6.1.2.5 Arma automática
Es aquella que continúa disparando sin interrupción mientras el usuario se encuentre
oprimiendo el llamador. A este efecto se le conoce como ráfaga. Pues el arma
únicamente requiere estar abastecida de cartuchos en su cargador, y tan pronto
como se efectúe presión sobre el disparador, los cartuchos son percutidos en forma
constante, y sólo se interrumpe el ciclo si es liberado dicho disparador o si se
terminan los cartuchos. Habiendo armas automáticas con capacidad para disparar
20
hasta 1250 cartuchos por minuto. En la mayoría de los fusiles y subfusiles
automáticos se presenta un dispositivo mecánico que permite al usuario seleccionar
el tipo de disparo a realizar, ya sea en forma semiautomática o automática total, o
bien, automática parcial en las armas diseñadas para disparar de tres en tres
cartuchos a la vez (conocido como burst)2.
2.2.6.1.2.6 Escopeta
Actualmente la escopeta calibre 12 Gauge es la que utilizan los cuerpos de
seguridad y de antimotines. Se opera en forma manual con una acción de
deslizamiento en la empuñadura denominada corredera o bomba. Son de repetición
y rapidez de maniobra, además de que cuentan con martillos ocultos, presentando
una gran resistencia al desgaste. Algunas de estas escopetas están provistas de
miras tipo rifle, una correa y algunos otros accesorios que las hacen excelentes para
disparos a corta distancia, puesto que obligan a un radio mayor de impacto de sus
proyectiles múltiples. Existen en la actualidad una gran variedad de escopetas para
ser empleadas en diversas disciplinas, como la cacería de piezas pequeñas y
grandes, para el deporte, así como para el uso de cuerpos de seguridad2.
2.2.7 Cartuchos
La palabra “cartucho” proviene del vocablo italiano carticcia, el que a su vez, se
deriva del latín carta, cuyo significado es papel. El hecho tiene su origen a finales del
siglo XVI cuando los cartuchos iníciales fueron elaborados en papel, los que sólo
contenían la carga de la pólvora, llevando los proyectiles por separado.
Posteriormente, la bala fue unida al cartucho de papel, el que se inducía por la boca
del cañón de las rudimentarias armas de carga manual. El cartucho fue
perfeccionándose hasta convertirlo en nuestros días en una sola pieza que
contienen los cartuchos actuales, se tuvo que pasar por una diversidad de
transformaciones en las que jugó un papel importante en el ingenio de algunos
hombres dedicados a la investigación y mejoramiento de la conveniente recarga por
la culata del cañón. A esas innovaciones y personajes nos referimos a continuación2.
21
2.2.7.1 Cartucho Dreyse
Tal vez el primer cartucho completo corresponde al Dreyse, patentado en 1836, que
tuvo cierto éxito, principalmente en el empleo militar, y usado en el fusil prusiano de
aguja Dreyse. Este cartucho se constituía por una porción de papel combustible que
contenía el propelente y su proyectil, en donde la mezcla fulminante se encontraba
alojada en la base de éste. Así, al disparar el arma, una larga aguja de acero
perforaba el cartucho en su base de papel y a través de una larga pólvora, la que
impactaba al fulminante y de este modo provocar la distribución del propelente. Tal
acción producía paulatinamente efectos corrosivos sobre el percutor, el cual, sin
variación quedaba inservible al poco tiempo de uso, puesto que la corrosión siempre
se mantenía expuesta en todos los disparos efectuados.
En esos tiempos apareció un cartucho de similares características en cuanto su
funcionalidad, conocido como Volcanic, introducido por la compañía Smith &
Wesson, con el propelente e indicador incorporado en la base hueca de un proyectil
ojival. El cartucho se encontraba basado en una patente de 1848, obtenida por
Walter Hunt. Tenía la peculiaridad de ser poco potente, además de que se
presentaban grandes fugas de presión en el arma de repetición que lo empleaba2.
2.2.7.2 Cartucho Lefaucheaux
En Francia, y hacia 1832, el parisino Casimir Lefaucheaux diseña una nueva
escopeta de recarga que disparaba un cartucho con base metálica y un cuerpo de
cartón el que contenía el propelente y la carga de los proyectiles. La innovación para
su tiempo, consistía en la manera ingeniosa de percutir el cartucho, ya que sobre el
costado cilíndrico del culote sobresalía ligeramente una espiga o varilla de acero,
que debido al impacto provoca por el martillo del arma percutía la cápsula con la
mezcla fulminante, incorporada ésta en el interior del cartucho.
Los cartuchos Lefaucheaux también son conocidos como de espiga, los que en su
época representaron un revolucionario avance en relación con los muchos intentos
de efectuar la recarga por la culata del cañón, que a la postre resulta mucho más
rápida y eficaz en comparación con las armas de carga manual. Los Lefaucheaux
22
evitaban la pérdida substancial de los gases y, en consecuencia, había incremento
en la velocidad de los proyectiles. Uno de los inconvenientes de los cartuchos, era el
riesgo que se corría al cargarse o golpearse accidentalmente, ya que se provocaba
el disparo y esto representaba un peligro.
Otro Francés, Bernard Houllier, patentó en 1847 una mejora del anterior sistema:
hacer sustituir el cuerpo del cañón y elaborar completamente una estructura
metálica, la indispensable para contener el propelente y los proyectiles. Con la
mejora del cartucho de Houllier, con respecto al Lefaucheaux, se consiguió una
obturación más hermética de los gases y se obtuvo un mejor rendimiento en los
efectos de los disparos.
El cartucho de espiga o de sistema de Lefaucheaux, junto con las armas que lo
disparaban, tuvieron gran difusión en Europa hasta finales del siglo XIX, tanto en
escopetas, como en revólveres y pistolas de uso civil, y en gran variedad de calibres.
No obstante, no hubo mucha aceptación para uso militar, que seguía confiando en
las armas de carga manual y en las de retrocarga de cartucho de papel
combustible2.
2.2.7.3 Cartucho de percusión periférica
Bernard Houllier, en 1846, presentó otro cartucho metálico que corresponde en
esencia a una cápsula de percusión con un pequeño proyectil. Posteriormente es
mejorado al hacer que la cápsula tenga un reborde o una pestaña hueca en su
interior, donde es alojada la mezcla del fulminante. En este pequeño cartucho se
incrusta un proyectil con un diámetro de 5 mm, el cual pasa a la historia con el
nombre de cartucho Flobert, puesto que fue Luis Flobert quien lo explotó
comercialmente, fabricándose en ese tiempo gran cantidad de armas para este
cartucho, empleadas principalmente en la práctica de tiro de salón, muy de moda en
toda Europa. En Estados Unidos aparece casi simultáneamente un cartucho idéntico
a Flobert, denominado como “B.B. Cap” (Bulleted Breecho Cap), es decir, cápsula
23
con bala para cargar por recámara. Este es el origen de todos los actuales cartuchos
del calibre .22 de percusión circular.
Pero en aquel tiempo este nuevo desarrollo no fue exclusivo de armas de pequeño
calibre, puesto que también se fabricaron cartuchos de fuego periférico en grandes
calibres, como el .44 Henry, destinados a los primeros rifles de repetición Winchester
con mecanismo de palanca, o bien, en el calibre .50 destinados a las carabinas
Spencer, reglamentarias para el séptimo regimiento para la caballería, y aun en el
gigantesco cartucho .577. A la postre, los fabricantes de armas y cartuchos se dieron
cuenta que el hueco presente en el borde del cartucho debilita la estructura del
casquillo; en consecuencia, no podía soportar elevadas presiones2.
2.2.7.4 Cartucho de fuego central
Por 1850, los Norteamericanos, Morse y Berdan, desarrollaron lo que se puede
considerarse los primeros cartuchos de fuego central, que consistían en un casquillo
de metal a la que le fue instalada en el centro del culote una cápsula o copa de
metal contenido la mezcla fulminante. A los cartuchos más primitivos se les
incrustaba inicialmente la cápsula desde el interior del casquillo y posteriormente
desde el exterior. Fue hasta 1870 que el sistema de fuego central fue aceptado y
difundido universalmente en todos los cartuchos que tienen que soportar grandes
presiones2.
2.2.7.5 Estructura de los cartuchos metálicos
El cartucho es una pieza rígida conjuntada por varios elementos que al ser
introducido en la recamara del cañón, y por los efectos de su disparo, materializa las
características balísticas del mismo. Los cartuchos constituyen la razón del empleo
de las armas de fuego, pues un cartucho sin arma no tiene sentido práctico, y un
arma sin cartucho no tiene razón de ser. Ambos deben de considerarse como un
binomio inseparable, en las que están involucradas, desde luego, las acciones
propias del tirador.
24
Por lo tanto, la forma más clara que tenemos para definir los cartuchos, es la de
identificar los cuatro elementos básicos que lo conforman, pues es tan estrecha la
relación con las características estructurales y de funcionalidad de las armas que lo
emplean2.
Estos componentes son los siguientes:
1. Casco o casquillo (también conocido como vaina)
2. Fulminante o detonador (también conocido como pistón)
3. Carga de proyección (pólvora)
4. Proyectil o bala (en casos específicos también se conocen como ojiva).
Al igual que las armas de fuego, los cartuchos también pueden sujetarse en tres
clasificaciones fundamentales2.
Por su aplicación o empleo, los cartuchos se clasifican así;
a) Cartucho de guerra. Este grupo se subdivide en ordinarios, cuyos proyectiles
se presentan blindados (según el acuerdo del Tratado de Ginebra), y en
especial, dentro de los que se encuentran los cartuchos de salva y con balas
trazadoras, perforantes, explosivas, etc.
b) Cartuchos deportivos. Este grupo comprende todos los cartuchos de empleo
en cinegéticos, incluyendo la gran variedad de cartucho de uso policíaco, de
defensa personal, o ambos, disponibles comercialmente para la población civil
en los países donde está permitida su venta.
c) Cartucho de artificio particular. En inglés se denomina Wildcat, y son
desarrollados por el ingenio de particulares en la búsqueda de una especial
característica balística. Pero que no se encuentra disponible de manera
comercial. Sin embargo, algunos de estos cartuchos, por las cualidades
adquiridas, pueden ser introducidos en el ambiente comercial, donde varios de
los cartuchos actuales provienen del ingenio de los particulares o Wildcat.
25
d) Cartuchos alimañeros. En inglés se denominan Varmint. Este término se
emplea para definir todo cartucho destinado a la caza de animales de pequeño
tamaño, aun cuando esto no sea obligado. Los cartuchos Varmint suelen
montar proyectiles de reducido calibre, de gran velocidad y de trayectorias
rasantes. Estas características comunes son las que denominan su uso2.
Por la cantidad de proyectiles que contienen los cartuchos, se clasifican en;
a) Cartucho de proyectil único. Son aquellos que cuentan con un sólo proyectil
montado en su estructura.
b) Cartuchos de proyectiles múltiples. Son aquellos que cuentan con variadas
cantidades de proyectiles contenidos en la misma pieza2
Se podría considerar que los cartuchos de proyectil únicos son exclusivos de las
armas rayadas (revólveres, pistolas, fusiles), y que los proyectiles múltiples son
específicos para las escopetas. Sin embargo, estos señalamientos carecen de
veracidad, porque comercialmente se encuentra disponibles los de proyectiles
múltiples para armas con cañón rayado, como los cartuchos de perdigones, o bien,
los conocidos como Shotshell, manufacturados por la compañía CCI, disponibles
para los calibres nominales .22 L.R., .22 Mágnum, .38 Especial, .357 Mágnum, 9 mm
Luger, .44 Mágnum y .45 Auto. También se pueden adquirir cartuchos para escopeta
con proyectil único (Slug), que se manufactura en todos los calibres; 10 Ga, 12 Ga,
16 Ga, 20 Ga y .4102.
Por la forma de iniciar la deflagración de la pólvora, los cartuchos pueden ser;
a) De fuego anular o periférico. También conocidos como de fuego circular, estos
cartuchos tienen la particularidad de presentar la mezcla fulminante en la
periferia o reborde del culote del casquillo Actualmente se fabrican sólo para
cartuchos de pequeño calibre, como el .22 Corto, Largo, Long, Rifle y
Mágnum. Las armas que emplean estos cartuchos efectúan la percusión sobre
la pestaña del casquillo y actúa como yunque el plano metálico del ingreso a la
26
recámara del cañón. Además, dicho reborde también se utiliza para ocasionar
una correcta posición del cartucho en la recámara y facilitar su conveniente
extracción.
b) De fuego o de percusión central. Estos cartuchos presentan el fulminante o
pistón en el centro del culote del casquillo. Para ser disparado únicamente se
requiere que el percutor del arma impacte con suficiente violencia sobre la
cápsula que contiene la mezcla, para que éste produzca la llamarada iniciadora
de la combustión de la carga de pólvora. Los cartuchos de fuego central
básicamente se encuentran en toda la munición empleada en armas de fuego
cortas y largas, con excepción de los mencionados cartuchos de calibre .22 de
fuego anular2.
2.2.7.6 Cartuchos de escopeta
Los cartuchos para escopeta, además de los cuatro componentes de referencia,
también incluyen otros elementos secundarios, pero de no menos importancia, como
los tacos de fieltro, cartón o de plástico, los que son empleados para amortiguar en
parte el retroceso de las armas. Dicho taco, es utilizado para mantener en su lugar la
carga de pólvora y de proyectiles, empleando en algunas ocasiones una
combinación de materiales. Éstos tienen la característica de ser muy ligeros para no
interferir demasiado en la trayectoria de los proyectiles.
Este tipo de cartucho generalmente está conformado por un cuerpo de plástico o de
cartón, y aun de metal en su totalidad. En los dos primeros casos al contenedor o
envase de la carga de al pólvora se le conoce como “taza”, en sustitución del término
casquillo, en el que a mayor tamaño de aquella aumenta la capacidad de carga de
proyección, en consecuencia, de mayor potencia del disparo. De tal forma que se
puede contar con cartuchos de “velocidad estándar” y “alta velocidad”, que por su
tamaño se les conoce como de 2 ½ pulgadas (63 mm) y de 2 ¾ (70 mm). También
se observan cartuchos de mayor potencia considerando como “Mágnum”, de 3
pulgadas (76 mm) y de 3 ½ pulgadas (89 mm)2.
27
2.2.8 Casco o casquillo
Otro término empleado para este componente es el de Vaina, que corresponde al
envase desechable de un producto vegetal. El casquillo tal vez sea el componente
más fundamental del conjunto denominado cartucho, el cual tiene la función de
integrar en una sola pieza el proyectil, al propelente y al fulminante. En comparación
con estos tres elementos, es que representa un mayor costo para la fabricación; por
lo tanto, con el fin de abaratar costo la mayoría de los casquillos son nuevamente
utilizados para recargarlos. Estas prácticas son muy comunes en las personas
dedicadas al deporte del tiro y en las corporaciones policíacas para el adiestramiento
de su personal.
El casquillo metálico inicia su desarrollo a partir de 1850, y después de 148 años de
evolución ya se encuentra relativamente perfeccionado. Los casquillos actuales se
fabrican principalmente en latón, que es una aleación básica del 70% de cobre y
30% de zinc, y puede variar de acuerdo con las consideraciones de cada fabricante.
Este material reúne varias características de maleabilidad, lo que permite trabajarlo
fácilmente, y de elasticidad para lograr una adecuada obturación. Resiste presiones
por arriba de los 390 kilogramos por centímetro cuadrado y, después del disparo,
ofrece una fácil extracción del mismo. El único inconveniente es su alto costo.
Otro material que se emplea en la elaboración de casquillos es el acero, siendo el
material más utilizado para fabricar casquillos con resultados satisfactorios, que
debido a la facilidad de oxidación se le suele proveer de algún tratamiento protector
externo, como el barzinato, pavonado, latonado o cobreado2.
El aluminio es un material abundante y abarata enormemente la fabricación de
casquillos, por lo que desde hace varios años se viene empleando con éxito en
cartuchería de armas cortas, pero con deficiencias para hacer recargados. En lo que
se refiere el plástico, se sabe de excelentes resultados proporcionados en los
cartuchos de escopeta; sin embargo, no sucede lo mismo con otro tipo de
cartuchería.
28
La función del casquillo consiste en;
a) Contener en una sola pieza al proyectil, al pistón y la pólvora.
b) Proveer un ambiente a prueba de agua para la carga de proyección (pólvora).
c) Cerrar obturando adecuadamente el escape de los gases de retroceso en la
recámara y por expansión del mismo casquillo.
Las dimensiones de los casquillos deberán ser precisas, pues de ello depende su
adecuado alojamiento en la recámara de las armas. En caso de holgura por
desgaste o por defecto de fábrica, el casquillo pudiera reventarse y provocar un
escape de gases a muy alta presión, resultando en una destrucción parcial del arma
y, por consecuencia, los riesgos para el tirador2.
Por su forma, los casquillos pueden ser; cilíndricos, cónicos y embotellados.
Por su configuración, los casquillos llevan “reborde o pestaña” (conocidos en inglés
como rimmed), con semireborde (semirimmed), los hay “rasurados” o con “surco”
(rimmless), con “base reducida” (rebated), y con base “reforzada” (belted)2.
La configuración de los casquillos depende de las características de diseño y
funcionamiento de las armas de fuego a las que son destinados, ya sean cortas o
largas, de repetición o automatizadas. Aquí el volumen total del proyectil es
básicamente importante, ya que de ello depende la cantidad de pólvora que podrá
contener el cartucho; en consecuencia, esto afectará directamente el tamaño y forma
de los casquillos.
En los cartuchos de fuego central, se presentan dos tipos de casquillos y son los que
utilizan los diferentes fulminantes o pistones, denominados como Berdan y Bóxer. La
diferencia consiste en que los casquillos que utilizan el fulminante Berdan pueden
presentar uno o dos orificios de destello, también conocidos como chimeneas. El
Berdan es en el que el culote del casquillo se encuentra una protuberancia
conformada con el mismo metal, que sirve como tope de impacto, para que se
29
produzca el aplastamiento de la cápsula que contiene la mezcla fulminante, de tal
forma que se produzca la llamarada iniciadora de la combustión de la pólvora.
Con respecto a los casquillos para fulminante Bóxer, tienen un solo orificio de
destello, pues el pistón cuenta con otra pieza metálica conocida como yunque, la que
sirve como tope de aplazamiento de la cápsula cuando el percutor lo impacta.
Para efectos de recarga de los cartuchos, los pistones del tipo Bóxer son más fáciles
de desalojar de los casquillos, pues se utiliza un dado específico para cada calibre, el
que cuenta con un vástago que por impulso desprende el fulminante y calibra de
nuevo el casquillo. Este tipo de sistema se está extendiendo rápidamente en todo el
mundo, por las características de versatilidad y economía en la recarga de los
cartuchos.
Contrariamente, en cuanto a la recarga se refiere, los pistones del tipo Berdan son
más complicados, pues hay que emplear procedimientos hidráulicos o efectuar
perforaciones y utilizar palancas sobre su estructura para que puedan ser desalojados
de los casquillos, lo que origina un proceso demasiado complicado y costoso2.
2.2.9 El fulminante o pistón
El pistón, al ser percutido, tiene la función de iniciar la deflagración de la pólvora
mediante una llamarada de fuego que se transmite a través de las chimeneas u
orificios de destello en los casquillos. La cápsula de los pistones generalmente es de
bronce o de algún otro metal maleable, diseñado en forma de copa o recipiente
circular, en el que se deposita la mezcla fulminante protegida por un disco de papel
especial. Otros términos con los cuales se le conoce al pistón; detonador, iniciador,
cebo, capsul, estopín, o bien en inglés, primer.
Los primeros pistones contenían una mezcla de clorato de potasio y fulminato de
mercurio, elementos que producían altos niveles de corrosión en las estructuras
metálicas de las armas; disminuyendo el tiempo de utilidad.
30
En la década de los años veinte, fue inventada en Alemania otra mezcla de styphnato
de plomo sensibilizado con tetráceno. Como resultado de este cambio, dos problemas
serios fueron resueltos; los residuos de styphnato de plomo no tendrían ya efectos
corrosivos, y no habría mercurio que atacara químicamente el latón de los casquillos.
Las actuales mezclas fulminantes para la fabricación de pistones son del tipo
orgánico, que protegen y evitan la corrosión en las ramas. Su composición química
básica es la siguiente2.
Ácido nítrico (95 % de pureza)
Bicarbonato de aminoguanidina
Goma arábiga
Nitrato de bario
Nitrato de plomo
Nitrato de sodio
Óxido de magnesio
Resorcinol
Sulfuro de antimonio
Ácido sulfúrico
Polvo de aluminio
En la fabricación de la mezcla detonante existe un alto grado de peligro, ya que se
requiere instalaciones adecuadas y personal capacitado. Existen muy pocas
diferencias entre un fulminante y otro, pero tiene un efecto muy considerable en la
precisión de cada disparo. La clave para un buen desempeño del pistón es su
sensibilidad, es decir, la seguridad de que el fulminante explote con la fuerza
necesaria impactada por el impulso del percutor de las armas. La clave para
asegurar la sensibilidad del pistón corresponde a la calidad de su mezcal detonante.
31
Otro compuesto extra, que muchos fabricantes agregan a sus pistones, consiste en
una sustancia impermeabilizante, generalmente laca, que se deposita sobre el culote
de los cartuchos para protegerlos de filtraciones de humedad, por lo que, más de
alguna vez observaremos cartuchos con una especie de pintura rojiza sobre la unión
del pistón con el culote del casquillo2.
En los cartuchos de fuego anular o circular, como los de calibre .22, no se presentan
el fulminante por separado, pues la mezcla iniciadora se encuentra en el interior de
la periferia del culote; en consecuencia, la pólvora y la mezcla están prácticamente
en contacto directo: al percutir un cartucho de fuego anular, la mezcla explota y
enciende la carga del propelente. La percusión de un cartucho de fuego anular
necesariamente debe de efectuarse sobre el borde del culote del casquillo y sobre el
centro del mismo, pero hay quienes creen, que si la marca del percutor no se
encuentra en el centro de la base de los casquillos es indicativo de que el arma se
encuentra en deficientes condiciones, lo cual es un concepto totalmente erróneo.
El fulminante o pistón de los cartuchos es un componente de suma importancia,
pues de él depende la eficacia del disparo. Esto sucede cuando el percutor del arma
golpea la base del pistón y comprime de forma vigorosa la mezcla fulminante
(situada ésta entre la copa y el plano metálico que se utiliza como yunque), lo que
provoca que la mezcla explote y produzca una llamarada en forma de lengua, que
inicia la deflagración del propelente.
Esta reacción parece simple, pero el número de factores que se requiere para
asegurar que el pistón explote con eficacia disparo tras disparo, es una obra de
tecnología muy poco comprendida, pues es tan importante la sensibilidad como la
uniformidad de la mezcla fulminante. Para ello se tiene que controlar la forma, los
tamaños de los cristales de styphnato de plomo, asimismo, se debe de considerar el
tiempo de desplazamiento de bala dentro del cañón del arma, lo que se define como
el lapso que transcurre desde que se produce la percusión del cartucho hasta que el
proyectil es expulsado por la boca del cañón. La uniformidad que debe de tener cada
pistón asegura que todo está bajo control, garantizando que el tirador tenga mejor
oportunidad de descargar eficazmente su arma, donde cada proyectil será disparado
32
con el mismo equilibrio del arco de vibración, y que tal armonía logrará mayor
precisión.
El fulminante caliente es un aspecto de gran discusión entre quienes recargan
cartuchos, pero este tipo de fulminante no mejora de modo significativo el
rendimiento o precisión de los cartuchos, el que tal vez pueda añadir algunos metros
por segundo extras a la velocidad del proyectil, pero que también genera mayores
presiones por la deflagración más rápida de la pólvora2.
Respecto a los dos tipos de pistones para cartuchos de fuego central, el fulminante
Bóxer, fue diseñado en 1867 por Eduard Bóxer, coronel del ejército británico. Este
es utilizado por la mayoría de los fabricantes Estadounidenses de cartuchos. El
pistón Berdan fue desarrollado un año anterior (1866), por Hiram Berdan, coronel del
ejército de Estados Unidos y, paradójicamente, más utilizado por los fabricantes
europeos, y de otros países asiáticos.
El componente más pequeño del pistón Bóxer es una pieza de latón conocida como
“yunque”, el que tiene una gran influencia en la sensibilidad de los fulminantes. Los
yunques para pistones de rifles y escopetas fueron más fáciles de diseñar, por que
los percutores de las armas largas actúan con mayor violencia para percutirlos. Sin
embargo, los pistones para cartuchos de armas cortas debieron ser elaborados con
mayor detalle, considerando una mayor sensibilidad al golpe menos violento de los
percutores.
Así, los expertos se dieron a la tarea de diseñar dos formas especiales para el
yunque de los pistones de cartuchos para armas cortas. Una de ellas consiste en el
estampado y la otra mediante un cono truncado que mejora la sensibilidad del
fulminante. Los pistones Bóxer se manufacturan de dos tamaños para cartuchos de
armas cortas y largas, y aun cuando éstos son similares en las dimensiones, las
características de los yunques difieren en el estampado y sensibilidad, por lo que no
deben de ser empleados indistintamente tales cartuchos. La designación de dichos
pistones es la siguiente2:
33
Small Pistol (pequeño para pistola), con un diámetro de .175 pulgadas (4.44
mm).
Large Pistol (grande para pistola), con un diámetro de .210 pulgadas (5.33
mm).
Small Rifle (pequeño para Rifle), con un diámetro de .175 pulgadas (4.44
mm).
Large Rifle (grande para Rifle), con un diámetro de .210 pulgadas (5.33 mm).
Por su parte, los pistones de tipo Berdan no presentan una uniformidad en cuanto a
sus dimensiones. Esto se define según criterio técnico de cada fabricante de
cartuchos, europeos y asiáticos, y los hay de diferentes diámetros, como los
pequeños para pistola o rifle de 4.50 mm (.117”), largos para pistola y rifle de 5.50
mm (.216”), pero también los hay, de 5.00 mm (.196”), 6.00 mm (.236”), 6.16 mm
(.242”), 6.35 mm (.250”) y 6.45 mm (.253”)2.
2.2.10 Los proyectiles o balas
El término proyectil proviene del latín projectus, que significa “hacia delante”, de tal
manera que un proyectil es cualquier cuerpo sólido que, debido a la velocidad con
que es lanzado, puede alcanzar un objeto y puede producir efectos sobre el mismo.
Tal definición pudiera ser general, pues involucrará cuerpos que al ser arrojados y al
tocar otra estructura producen alguna consecuencia2.
Por su parte, la palabra bala se refiere al proyectil específico que disparan las armas
de fuego, de tal manera, se puede deducir que todas las balas son proyectiles, pero
que no todos los proyectiles son balas. Para algunos peritos en balística, resulta
incorrecto emplear el término proyectil cuando se trata de una bala inmóvil,
aduciendo que al no estar en movimiento dicha bala no se puede considerar como
proyectil.
34
Un criterio contrario a esto, afirmaría que las balas ya disparadas se emplearon
como proyectiles, que las balas que aún no han sido disparadas (montadas en los
cartuchos) servirán como proyectiles. Por lo tanto, el concepto de proyectil se
encuentra bien empleado dentro de la materia de balística, aun cuando la bala haya
sido o no disparada.
Un proyectil que se ha mantenido vigente hasta la fecha corresponde a la bala
esférica de plomo, utilizada en las anticuadas armas de carga manual, cuyo tamaño
original fue decreciendo gradualmente, disminuyendo con ello el fuerte retroceso que
tenían que soportar los individuos que disparaban los enormes proyectiles redondos.
Tal situación ocasionó que los proyectiles redujeran su peso entre los 20 y 40
gramos, reflejándose en un diámetro entre los 14 y los 19 mm (.55 y .75 pulgadas).
Alrededor de 1835, se concibió la idea de modificar la bala esférica para
transformarla en ovoide, a esta fue elaborada una cavidad troncónica en su eje
mayor para introducirle otro objeto de igual forma y, que por efectos de la presión de
los gases se acuñaba en su asiento dilatando el metal y haciendo que la bala
tomase por esta causa las estrías grabadas en el cañón. Después se pasó a la bala
cilindro ojival, que en sus orígenes también llevaba una cuña es su base hueca,
teniendo que eliminarse por no ser necesaria2.
Hacia la segunda mitad del siglo XIX y, por la presencia del novedoso cartucho
metálico, se dio inicio a la nueva era de las armas a retrocarga, que imponía una
reducción sustancial de los calibres de las balas, que se estabilizaron alrededor de
los 11 mm de diámetro, con proyectiles de plomo cilindro ojivales, con un peso
promedio de 15 gramos.
A finales del mismo siglo, y con la invención de la pólvora sin humo (1884), que
incrementaba la velocidad inicial de los proyectiles por tener un mayor poder
propelente y, que a su vez disminuía los residuos de la combustión en el cañón de
las armas, se pudo disminuir aun más el diámetro de las balas, presentándose entre
los 5 mm y los 8 mm, siendo el calibre 7.62 mm (.30) el más universal.
35
Pero reducir el calibre de manera arbitraria decrecía la densidad seccional y el
coeficiente balístico, por lo que fue necesario alargar los proyectiles por el orden de
seis veces con respecto a su calibre original, con esto se aseguraba una
considerable presencia de su energía remanente, además de un aumentado
alcance. Para que se dieran estas condiciones, también fue indispensable
incrementar la velocidad de rotación de los proyectiles, para asegurar una
conveniente estabilidad, tratando de evitar al máximo el cabeceo.
Sin embargo al fabricarse las balas de plomo se presentaba un problema técnico de
balística interior, pues aun paso más corto de hélice y, a una mayor velocidad inicial
de los proyectiles, provocaba que las balas saltaran las estrías sin tomarlas
adecuadamente, además de que emplomaba abundantemente al ánima del cañón.
Para resolver este problema, fue conveniente encamisar con metales más duros a
los proyectiles que llevaran a estos a tomar las estrías con éxito, obviamente la
solución también consistía en la fabricaron de las balas macizas de determinados
metales, o de aleaciones de estos, cosa que se ha hecho, pero donde el costo es un
factor importante para cualquier elección considerando la igualdad de resultados2.
Se pueden clasificar a los proyectiles de acuerdo a los elementos que los conforman,
observando tres distinciones principales:
a. Proyectiles constituidos de un solo elemento. Pueden ser macizos o
huecos, habiéndolos de plomo, de latón, de bronce, de hierro, de aluminio
o de cuproníquel. Inclusive de madera, de cartón, de plástico y
ocasionalmente de otros materiales.
b. Proyectiles compuestos de dos elementos; suele llamárseles ordinarios o
blindados (que son los más usados), constan en general de un núcleo que
por lo regular es plomo, pero también emplea el acero, aluminio u otros
materiales, el que es recubierto por una camisa funda, blindaje o envuelta
de otro material, entre los que destaca el cobre, el cuproníquel (60% de
cobre y el 40% de Níquel), el aluminio, el acero pero no latonado.
36
Por razones de economía se observa la presencia de balas con un blindaje de latón,
consistente en una aleación de 90% de cobre y 10% de zinc, habiendo variaciones
donde se añade un poco de estaño para abaratar los costos, conocidos estos como
proyectiles de material dorado.
a. Proyectiles constituidos por varios elementos. Son aquellos que incluyen
un tercer o cuarto material, destacado de balas convencionales
compuestas con un núcleo de acero, una envuelta de plomo y un blindaje
externo de cobre, o bien, de los proyectiles militares donde se involucran
otros materiales, tales como substancias explosivas, incendiarias,
trazadoras, etc2.
Hablar en particular de todos y cada uno de los proyectiles que pudieran encontrarse
hoy en día, es un tema bastante abundante y complejo, dado que existe una gran
variedad de estos y para diferentes propósitos, habiendo de empleo militar, deportivo,
de caza, y que dentro de estos grupos se pueden involucrar los proyectiles;
antipersonales, expansivos, sacabocados, perforantes, incendiarios, explosivos,
trazadores, de fogueo, etc. No existiendo hasta el momento una bala multifuncional
que sirva para todo uso, y que al contrario de un consenso generalizado, donde se
cree que un arma de poderoso calibre y cartucho de bala Standard es lo máximo, se
puede decir que tales proyectiles valen para casi todo, pero son excelentes para casi
nada.
No obstante, como nos encontramos en el estudio de los proyectiles, reseñaremos
algunos estilos o tipos de balas convencionales para armas de fuego cortas y largas,
así como proyectiles especiales que tienen un propósito específico, tales como los
que incrementan el poder de detención de un adversario o de una pieza de caza, o de
los que provocan particulares efectos deportivos en determinadas estructuras2.
37
2.2.10.1 Los proyectiles de plomo
El plomo puro por ser un metal blando no es muy conveniente para fabricar balas,
debiendo alearse con otros metales, como el estaño o el antimonio, e inclusive con
una mezcla de ambos para aumentar su dureza. Generalmente en las balas de
plomo que son distintas para la recarga de cartuchos para revólveres, se utiliza un
aleación conocida como del número 2, que consiste en 90% de plomo, 5% de estaño
y 5% de antimonio.
En cambio, para proyectiles destinados a pistolas y rifles, se utiliza una aleación
conocida como metal de linotipia, que consiste en 86% de plomo, 3% de estaño y
11% de antimonio, esto con la finalidad de reducir el emplomado, de provocar
corrosión, que de manera común se presenta en los cañones de las armas, inclusive
y para el mismo efecto, los proyectiles cuentan con canales perimetrales donde se
agregan grasas o lubricantes especiales2.
En cuanto a la forma de las balas de plomo, se presentan varios tipos, como los
denominados wadcutter y semiwadcutter (sacabocados), que son empleados
principalmente en revólveres, habiendo pistola de rango medio que también las
utilizan. Estas balas son destinadas principalmente en el tipo deportivo sobre siluetas
o blancos de cartón, originando en cada impacto un corte circular con el efecto de un
sacabocados.
También se observan balas de plomo con chapas latonadas o cobrizas, que dan un
cierto aspecto de proyectiles blindados, y que comúnmente se encuentran presentes
en los cartuchos de fuego anular de los calibres nominales .22 Corto y L.R., e
inclusive en cartuchos de fuego central del calibre .38 Especial y .38 S&W, no siendo
excluyentes para otros calibres.
Otro estilo de proyectil de plomo, comercializado por la compañía Norteamericana
Federal, es el denominado como Nyclad, donde el plomo se encuentra forrado con
nylon de color azul oscuro, que tiene la función de reducir el emplomado del ánima
de los cañones. También se dice que la bala por presentar está cubierta, se
encuentra libre de metales tóxicos. La munición con este estilo de proyectil se
38
manufactura en los calibres nominales 9 mm Parabellum, .38 Especial y .357
Mágnum.
Por otra parte, se encuentran los convencionales proyectiles ojivales de plomo y,
algunos que en su base presentan un sello de bronce de escasos 3 mm de espesor,
denominado en ingles Gas Check, cuya función es la de resistir el empuje que
efectúan los gases propulsores, evitando que el plomo se reblandezca por las altas
temperaturas generadas por la combustión de la pólvora2.
En el proceso de la fabricación de balas para recargar cartuchos, se emplean
moldes de acero, acorde al calibre de los mismos y para un peso determinado,
donde se incluyen ranuras circulares para proporcionar un estampado rígido y para
agregar grasas lubricantes. Los cartuchos recargados con proyectiles de plomo no
son recomendados para ser empleados en armas automatizadas, pues tienden a
originar obturaciones en estos artefactos, dado que éstos generalmente se deforman
por la rudeza provocada durante el desplazamiento obligado de los mecanismos, en
consecuencia, no se alojaran adecuadamente en las recámaras de los cañones. No
obstante, los cartuchos recargados, por su menor costo, son muy utilizados para
fines deportivos y de adiestramiento de agentes policíacos2.
2.2.10.2 Los proyectiles blindados
El término blindado se le da a las balas que cuentan con un núcleo recubierto con
otro metal de mayor dureza. En nuestro ambiente es más común describirlos como
proyectiles encamisados, orientada esta expresión al hecho de que estos presentan
un revestimiento de otro material diferente al de su núcleo.
Los proyectiles blindados, por contar con un núcleo parcial o completamente
cubierto, dejarán nuestros residuos de plomo sobre las paredes del ánima de los
cañones. Estos deben de ser mandatarios para las armas automatizadas,
asegurando el adecuado abastecimiento de los cartuchos desde el depósito o
cargador hacia la recámara del cañón. A la munición con balas blindadas se les
39
conoce como cartuchos de guerra, y en inglés se les describe como Full Metal
Jacket, o con su abreviatura FMJ2
Cuando la envuelta del metal se rebate por la base del proyectil, dejando el plomo al
descubierto, en palabras militares se les suele llamar sólida u ordinaria, y en el
ambiente civil se les conoce como blindadas o encamisada. De manera contraria,
cuando el rebatido se encuentra por debajo de la punta de la bala, dejando el plomo
descubierto en esa área, se le llama punta blanda, de caza o expansiva. En el
primero de los casos, se presentan una máxima penetración sin expansión, y en el
segundo, una máxima expansión tratando de evitar la fragmentación por
consecuencia del impacto, resultando esto inmediatamente después de atravesar la
barrera de la piel, lo que se conoce como una expansión controlada, que desde
luego dependerá de la construcción y de la forma del núcleo y del encamisado.
Dentro de la variedad de proyectiles encamisados de cobre, se presenta un cartucho
comercializado por la compañía Winchester, denominado como munición Súper
Unleaded (sin plomo), cuya bala también es denominada como totalmente
encamisada (TMJ), contando con un pistón cuya mezcla fulminante carece de
plomo, así como de un proyectil completamente blindado, que se caracteriza por un
núcleo de plomo encamisada de cobre y cerrada en su base por un disco del mismo
metal, asegurando que el plomo quede encapsulado. Esta munición es muy
apropiada para disparos en polígonos cerrados, disminuyendo la condensación de
plomo en el ambiente.
En nuestro país, un estilo de proyectil que es común encontrarlo en cartuchos de los
calibres nominales .38 Especial y .357 Mágnum, corresponde al de punta metálica,
fabricado por las industrias Tecnos, S.A, anteriormente conocida como Cartuchos
Deportivos de México, S.A., esta bala bien pudiera ser nombrada como de media
camisa de cobre y, en su parte media posterior se observa el plomo descubierto,
siendo su función a la de proveer una mayor dureza a la punta para mejorar su
penetración, y el plomo descubierto ofrece un menor desgaste por erosión sobre el
rayado de los cañones, debiendo considerar el emplomado sobre estos2.
40
Los más conocidos fabricantes norteamericanos de cartuchos, tales como,
Remington, Winchester, Feeral, C.C.I., PMC/El Dorado, Hornada, etc., comercializan
básicamente todas las variedades de proyectiles convencionales, tanto de plomo,
como encamisados de cobre, pero algunos fabricantes europeos manufacturan
cartuchos con balas blindadas de acero, tal es el caso de la empresa alemana Geco
(Gustav Genschow & Co.), subsidiaria de la compañía Dynamit-Nobel RWS Inc. En
nuestra nación es poco común encontrarse con proyectiles de tal naturaleza,
considerado que la dureza del acero origina un mayor desgaste por erosión sobre el
rayado de los cañones. No obstante, estas balas obtienen un mayor rendimiento en
la penetración2.
2.2.10.3 Proyectiles de punta blanda y de punta hueca
Los proyectiles que presentan una porción de plomo al descubierto en su punta, son
conocidos como de nariz o punta blanda, y al igual que los proyectiles de punta
hueca tienen la particularidad de deformarse por expansión, provocando daños más
severos sobre estructuras humanas o animales, al mismo tiempo, tienden a disminuir
drásticamente su velocidad residual por efectos de la expansión de su masa en
forma de hongo, y por consecuencia de la mayor resistencia que ofrecen los tejidos
a tal deformación, originan una cavidad de la herida de mayores dimensiones en
comparación con el diámetro original del proyectil, por lo tanto, las lesiones inferidas
son más graves.
Dichos efectos influirán para que el proyectil libere la mayor cantidad de su energía,
aumentando el poder de detención y, tendiendo a permanecer en el interior del
cuerpo afectado, o bien, si la bala tuviese la capacidad de atravesar el objetivo, la
velocidad restante disminuirá el riesgo sobre otras estructuras situadas en zonas
posteriores al blanco inicialmente penetrado. Sin embargo, estas apariciones no se
deben de considerar como regla general, puesto que se involucran un sinnúmero de
factores que deben tomarse muy en cuenta, tales como la velocidad residual y el
calibre del proyectil utilizado, así como la ubicación y características de las zonas
orgánicas afectadas2.
41
Comercialmente existe una gran variedad de proyectiles de punta blanda y de punta
hueca, con nombres específicos y hasta exóticos, que son proveídos por los propios
introductores de los cartucho, algunos que no tienen una traducción descriptiva en
nuestro idioma y, particularmente designados para motivar al comprador a adquirir
cartuchos con proyectiles de características especiales, que involucran un alto
rendimiento y específicos efectos destructivos.
Algunos proyectiles incluyen una punta blanda y hueca, los que también cuentan con
ranura de engarce para sujetarse al cuello de los casquillos, destinados
principalmente para revólveres de los calibres nominales .38 Especial, .357
Mágnum, .41 y .44 Rem Mágnum. La compañía Winchester manufactura un cartucho
para el calibre nominal .25 Auto, con el proyectil denominado de punta expansiva,
que presenta un orificio donde incrusta una porción esférica de plomo, aparentando
ser una sola pieza, cuya función es la de introducirse al hueco y acelerar la
expansión al penetrar sobre el objetivo.
Muchas balas de punta hueca, presentan alrededor del orificio una serie de
hendiduras o muecas que debilitan el metal de la camisa, lo que facilita la expansión
durante la penetración, y ocasionalmente se puede producir una fragmentación del
proyectil. La mencionada compañía Winchester tiene en el mercado cartuchos con
proyectiles encamisados de aluminio, denominados como Silvertip, que destacan por
una expansión uniforme, una rápida liberación de la energía y, rendimiento óptimo
en el abastecimiento de las armas automatizadas. Esta munición se manufactura en
los calibres nominales .32 Auto, .380 Auto, .38 Especial, .357 Mágnum, 9mm
Parabellum, .38 Súper, .40 S&W, .10 mm, Auto, .41 Rem Mágnum, .45 Auto y .45
Colt2.
Por su parte el fabricante norteamericano Federal, mantiene en el mercado un
cartucho patentado con proyectil expansivo denominado Hydra Shok, que al centro
de su hueco cuenta con vástago de metal que sobresale del mismo núcleo de
plomo, teniendo la función de controlar de manera uniforme un rápida expansión, y a
su vez, la transferencia de la energía durante el proceso de la penetración. Esta
munición se ajusta adecuadamente a los requerimientos de uso policíaco, y se
42
encuentra presente en los calibres nominales 9 mm Parabellum, .380 Auto, .40
S&W, .10 mm Auto, .38 Especial, .357 Mágnum, .357 Sig, .44 Rem Mágnum y .45
Auto.
Un proyectil denominado como Starfire corresponde a un desarrollo de la compañía
PMC/El Dorado, quien lo anuncia como la nueva frontera en tecnología de proyectiles
para uso de fuerzas de la ley, defensa doméstica y cacería. El Starfire presenta en su
hueco un grupo de cinco costillas estiradas y afiladas que dan la apariencia de una
estrella, y según el fabricante, con esta se obtienen excelentes cualidades en cuanto
a su poder de detención, pues ofrece una combinación ideal de penetración profunda
y una pérdida de masa, además, de que las costillas del proyectil proveen de una
distribución proporcional en todas sus partes, mejorando sus características
aerodinámicas con trayectorias rasantes y de precisión superior.
Otro producto interesante, es el introducido por la compañía Glaser Safety Slunhg
Inc., con el proyectil difundido como Safety Slug, que consiste en una camisa de
cobre con el núcleo comprimido, conteniendo su interior una gran cantidad de
pequeñas municiones de plomo, y cerrando en su punta con la cubierta de plástico.
Este se presenta en dos variantes, los de punta azul, con municiones del tamaño 12
que minimizan los efectos de rebote de la carga, y los de punta plateada, con
municiones del tamaño 6 que maximizan los efectos de la penetración2.
A decir del propio fabricante, se trata de una munición de alto rendimiento que
proporciona una superior penetración en objetivos inanimados sólidos, evitando su
rompimiento, y en cuerpos animados proporciona un máximo poder de detención,
que sobrepasa 31/2 veces más al mejor proyectil de punta hueca de su mismo
calibre. Es de considerar la conveniencia que durante los efectos de la penetración
resulta en una fragmentación de 330 subproyectiles para el calibre .38, asegurando
con ello la completa transferencia de la energía en el objetivo afectado, en
consecuencia, una instantánea y completa incapacitación. Su diseño balístico
provee de un máximo alcance efectivo y un alto grado de precisión, además de que
se garantiza su conveniente abastecimiento en las recamaras de todo tipo de armas
semiautomáticas y automáticas.
43
Los Safety Slug se fabrican para armas cortas en los calibres nominales .25 Auto,
.32 Auto, .380 Auto, 9 mm Parabellum, .38 Súper, .38 Especial, .357 Mágnum, .40
S&W, 10 mm Auto, .44 Especial, .44 Rem Mágnum, .45 Auto, .45 Colt, y para armas
largas en los calibres .223 Rem, 7.62 x 39 mm, .308 Win y .30-06 Springfield.
Un proyectil que actualmente se encuentra en desuso por cuestiones legales en los
Estados Unidos, corresponde al denominado como Black Talon, que fuera
introducido por la Winchester, que se presenta como una bala encamisada de punta
hueca, recubierta con un polvo oscuro, donde el engarce de la camisa en el interior
del orificio, se observa en forma de picos doblados hacia adentro, como una especie
de gajos terminados en punta, y que después de haberse provocado la expansión
controlada, estos filosos picos de abren dando el aspecto de garras de ave
depredadora. Los Black Talon, a la vez que son expansivos, también se consideran
de penetración profunda, por lo cual los efectos destructivos son realmente
considerables2.
2.2.10.4 Proyectiles para armas largas
Dentro de las actividades civiles, con respecto al uso de armas largas, destaca el tiro
de competición y la cacería menor, mediana y mayor, involucrado también el de
procedimientos tácticos policíacos, existiendo para ello una gran variedad de
proyectiles de aplicación determinada.
Contrariamente sucede en el ambiente militar, donde se requieren municiones
específicas para propósitos bélicos, que se ajusten a ciertos lineamientos
estipulados en tratados internacionales, pero aun así, también se cuenta con una
diversidad de tipos de proyectiles.
En los países donde se presentan pocas o nulas restricciones en la venta de
cartuchos para los civiles, se puede conseguir munición con variados proyectiles de
los principales fabricantes en el mundo. De estas balas destacan, las blindadas, las
de punta blanda y las de punta hueca, muchas de las cuales tienen décadas de
44
presencia en el ambiente, y que aún se sigue fabricando por sus sobresalientes
cualidades de rendimiento, y otros más de reciente introducción que optimizan su
balística de efectos.
Los convencionales proyectiles encamisados, ofrecen mayor penetración tratando de
evitar una excesiva deformación, son ideales donde se requiere perforar estructuras
duras. Por su parte, las balas de punta blanda se encuentran diseñadas para
asegurar una expansión rápida y uniforme, ofreciendo mayor poder de detención
sobre piezas de caza, observando varios términos en inglés que se le aplican a
estos, como, Soft Point, Power Point, Soft Point Round, Soft Point Flat , etc.,
dependiente esto del fabricante y sobre todo de la forma de la punta de las balas2.
Las balas de punta hueca, en calibres pequeños de alta velocidad, ofrecen una
expansión rápida, y en los proyectiles de mayor diámetro y con menor velocidad,
brindan una expansión acelerada pero controlada, aumentando con ello su poder
sobre los objetivos animados. Regularmente estos proyectiles presentan una punta
muy aguda, y el orificio se observa de reducidas dimensiones, también se
encuentran balas con combinaciones, que constan con encamisado parcial, una
porción de plomo expuesto y punta hueca. Los que particularmente se encuentran
en cartuchos de alcance medio, como en los calibres nominales .30 M1 (carabina) y
.44 Rem Mágnum empleados en rifles.
La compañía Winchester, cuenta con el proyectil Silvertip para armas largas, con
una antigüedad de 50 años en el ambiente. Su diseño está constituido por una punta
de aluminio de aleación especial, un núcleo de plomo y una camisa parcial de cobre.
La idea fue crear un proyectil que garantizará poder de penetración y una expansión
efectiva, a su vez, la protección de aluminio asegura la adecuada alimentación de
los cartuchos del cargador hacia la recámara del cañón.
Otro cartucho más de Winchester, es el denominado Fail Safe, el que cuenta con un
diseño amparado por seis patentes diferentes, cuya bala presenta una punta hueca
ranurada y una camisa sólida de aleación de cobre, con un reducido núcleo de
plomo cubierto con una envuelta de acero, y sellado en su base por un disco de
45
latón. Esta configuración especial ofrece una expansión óptima y un poder de
impacto controlado, reteniendo su peso hasta un 100%. Cada Fail Safe es terminado
con una cubierta de Lubalox, substancia que reduce la fricción en el ensayo de los
cañones, al igual que disminuye la presión en la recámarasde los mismos2.
En estos cartuchos se emplean cartuchos de latón niquelados que resisten mejor los
efectos corrosivos, además de que mejoran al abastecimiento de los cartuchos en el
arma. Esta munición es fabricada para los calibres nominales .270 Win, .280 Rem, 7
mm Rem Mágnum, .30-06 Sprinfield, .300 Win Mágnum, .308 Win y .338 Win
Mágnum.
La compañía Nosler fabrica una bala denominada Nosler Ballistic Tip, que en el
hueco de la punta tiene incrustado un aditamento puntiagudo de policarbonato,
proporcionando al proyectil una forma aerodinámica muy conveniente durante su
trayectoria en el aire. Tal aditamento tiene la función de desprenderse en los
instantes de la penetración, produciendo una rápida y completa expansión,
incrementando así su poder de embate, siendo ideal para la caza de piezas
pequeñas y medianas. Las puntas de policarbonato de las balas se presentan en
diferentes colores para facilitar la identificación de los calibres.
Punta naranja idéntica a los proyectiles del calibre 22/.223”
Punta morada, calibres 6 mm/.242”
Punta azul, calibres 25/.257”
Punta café, calibres 6.5 mm/.264”
Punta amarilla, calibres 270/.27”
Punta roja, calibres 7 mm/.284”
Punta verde, calibres 30/.380”
Punta marrón, calibres 338/.338”
46
La misma compañía Nosler, tiene otra bala versátil designada Nosler Petition, muy
conveniente para la cacería mediana y mayor, su configuración en forma de H le
proporciona una fuerte resistencia al impacto a distancias cortas, y una expansión
confiable en extremas distancias. Se encuentra constituida por un núcleo de plomo
separado de dos secciones, esto por medio de una división de cobre que conforma a
la misma camisa del proyectil y, durante los efectos de la penetración provoca que la
sección delantera se expanda y que la selección posterior tienda a penetrar sin
deformación alguna.
Un diseño muchas veces incluido en los proyectiles de alta velocidad, es el conocido
como Boat Tail (cola de bote), que se observa en forma de cono truncado en su parte
posterior, conformación aerodinámica que incrementa la estabilidad del proyectil
durante la trayectoria en el espacio, ocasionando que las capas de aire se desplacen
por los costados de la estructura cilíndrica del proyectil, reduciendo su estela al final
del mismo, de tal forma, que el menor diámetro posterior reduce la excesiva
turbulencia que se caracteriza en los proyectiles de alta velocidad.
Un cartucho muy interesante es el denominado Accelerator (acelerador), fabricado por
la compañía Remington, consta de un proyectil de peso ligero, encamisado de cobre y
de punta blanda, con un diámetro menor al calibre del proyectil estándar que los
cartuchos contienen. La bala se encuentra montada en una funda de plástico rígido de
color beige, la que presenta al calibre adecuado del cañón del arma, y que se
ensambla al cuello del cartucho.
El cometido de la funda es el de obtener lo correspondiente rotación impartida por el
rayado del cañón y que se transmite al proyectil durante su trayectoria. Entonces, la
funda tenderá a desprenderse de la bala y, por ser ésta más ligera, incrementará su
velocidad inicial en comparación con los proyectiles convencionales del mismo calibre
nominal. Siendo lógico el considerar que el proyectil carecerá de las marcas
características impresas por el rayado del arma.
Los Accelerator son fabricados en los calibres nominales .30-30 Win, .308 Win y .30-
06 Sprinfield, todos ellos con proyectiles de 55 gramos de peso2.
47
2.2.10.5 Proyectiles perforadores
Los perforantes se emplean en acciones militares y en procedimientos tácticos
policíacos, con los que se obtiene el suficiente poder de penetración sobre ciertas
estructuras blindadas. En conflictos bélicos de principios del siglo XX, se emplearon
proyectiles con camisa de acero, pero el excesivo desgaste que provocaban en el
rayado de los cañones motivaron que fueran prácticamente desechados, por lo que
se tomó la iniciativa de fabricar las balas encamisadas de cobre, o de una aleación
de cuproníquel, que producen menor desgaste en las estrías, sustituyendo el núcleo
de plomo por uno de acero.
De este modo se aseguraba que las camisas de un metal más blando no dañará
demasiado el ánima de los cañones, y que al impactarse estos, la camisa se
desprendería y el núcleo de acero actuaría como perforador, utilizados
convenientemente sobre estructuras metálicas da vehículos convencionales, o de
accesorios de protección personal, donde los estragos suelen ser muy visibles.
Otros proyectiles de este tipo, cuentan únicamente con un cono sólido de acero en la
punta, que los provee del elemento perforante, y el resto de la bala se conforma por
un núcleo de plomo y un encamisado de cobre, tal es el caso de los cartuchos de la
“FNB” de Bélgica, que se identifican por el color verde de la punta2.
2.2.10.6 Proyectiles trazadores
Estas balas fueron empleadas durante la Primera Guerra Mundial, obteniendo el
nombre en función de su desempeño, que consiste en trazar la trayectoria del
proyectil mediante una luz o estela de humo. Se utiliza para fines tácticos, donde se
desea detectar y corregir la dirección de los siguientes disparos que se requieren
efectuar sobre un determinado objetivo. La longitud de estos proyectiles es un tanto
más larga que en las balas convencionales, se conforman por un núcleo de plomo
encamisado, y en su parte posterior (por atrás del núcleo) se aloja la sustancia
trazadora, que ordinariamente es fósforo. Algunas veces, se le añade algún
colorante para aumentar la visibilidad de la estela de luz o de humo.
48
La reacción se suscita durante el proceso del disparo, cuando la presión generada
por la deflagración de la pólvora impulsa al proyectil a largo del cañón, y las altas
temperaturas incendian el material trazador, saliendo así el proyectil por la boca del
cañón del arma. Para la identificación de estos cartuchos, la punta de las balas se
entinta en colores rojo o verde (dependiendo del país), para no ser confundidos con
la munición estándar, aún cuando sea el mismo calibre2.
2.2.10.7 Proyectiles incendiarios
Las balas de este tipo son de uso táctico militar, y su función es la de provocar
incendios de los materiales inflamables relacionados con un objetivo. Su estructura
exterior es tan normal como los proyectiles convencionales, se conforman por un
núcleo de plomo o de acero encamisado, la diferencia se presenta en la punta,
donde se aloja la sustancia incendiaria, comúnmente fósforo blanco. Cuando el
proyectil impacta provoca que la camisa se desprenda, permitiendo que la sustancia
haga contacto con el aire y en consecuencia incendiarse2.
Otro sistema consiste en depositar la mezcla incendiaria en la parte posterior del
proyectil, cerrando su base con un disco del mismo metal que conforma el
encamisado, donde la reacción se efectúa durante el desplazamiento de la bala en
el interior del cañón, interviniendo en la fricción generada por las paredes del ánima,
así como la temperatura de la combustión del propelente, que obliga al proyectil
adesprenderse de su sello y, al encontrarse este en contacto con el aire se produzca
la ignición. Así, el proyectil se convierte en una pequeña antorcha en vuelo hasta
hacer contacto con el objetivo y producir los daños deseados. Para la identificación
de estas balas se emplean los colores naranja, azul o plateado, de acuerdo al país
de origen2.
2.2.10.8 Proyectiles explosivos
Las balas de este tipo son de diseño antiguo, que en un principio se utilizaban para
fines de caza mediana y mayor, habiéndolas de dos tipos; uno patentado con el
nombre de Norton, en honor de su inventor, y que consiste en un cuerpo cilíndrico
de latón que contiene el material explosivo, ordinariamente fulminato de mercurio
49
mezclado con el clorato de potasio y envuelto por plomo. Los efectos explosivos se
producían por consecuencia del impacto sobre el objetivo, similares a los resultados
que se ocasionan al percutir de un cartucho, requiriendo que el impacto fuera
violento sobre la pieza a utilizar.
El otro tipo de proyectil fue patentado por Gardiner, que incluía una mecha iniciadora
de la carga explosiva, misma que se incendiaba por efectos de la combustión de la
pólvora, y de acuerdo a la distancia a la que se encontraba la pieza se consideraba
la longitud de la mecha. Tales características ofrecían bastantes deficiencias, pues
en ocasiones no explotaban en las circunstancias deseadas. Actualmente, los
proyectiles explosivos cuentan con una escopeta que funciona por tiempo o por
contacto con el blanco, haciéndolos mucho más útiles y seguros2.
2.2.11 Las pólvoras
La pólvora es el propelente que le da velocidad al proyectil. La voz pólvora se deriva
de polvo, pero este nombre puede ser motivo de polémica, ya que las pólvoras no
tienen ninguna apariencia de polvo, pues viene en forma de gránulos de diferentes
formas y tamaños. El origen exacto de la aparición de la pólvora negra como
propulsor de proyectiles de desconoce, pero existen varios hechos históricos que
indican que antiguas civilizaciones, como la china y la hindú, y a un siglo a.C., ya
conocían y aplicaban este compuesto2.
2.2.11.1 Pólvora negra
Algunos historiadores atribuyen el descubrimiento de la pólvora negra como
propulsor de proyectiles al fraile franciscano Rogelio Bacon, en el siglo XIII; otros,
dan el crédito de lo mismo al monje alemán Bertold Schwrz. Pero estas
aseveraciones quedan en duda, puesto que hay un manuscrito en la Biblioteca
Nacional de París, fechado en 846, a.C., en el que su autor, Marcus Graecus,
describe un explosivo compuesto por seis partes de salitre, dos de azufre y dos
partes de carbón vegetal, que prácticamente es la fórmula de la pólvora negra.
50
En la fabricación de la pólvora negra los ingredientes pueden variar, según los
diferentes usos a los que se vaya a destinar, pero siempre está el salitre como el
principal componente, ya que libera el suficiente oxígeno en combinación con la
combustión del carbón y el azufre. De hecho, el carbón vegetal es un excelente
combustible, que en conjunto con los nitratos del salitre producen una combustión
equilibrada. La verdadera función del azufre es la reducción de la temperatura de
quemado del carbón y, por lo tanto, de la misma pólvora negra. También este
elemento mejora la homogeneidad de la mezcla, y para los usos que se da la
pólvora negra, el azufre es conveniente por no llamarlo importante.
La pólvora negra de granos gruesos se quema más despacio que la de los granos
finos; por lo tanto, es menos violenta es su deflagración y más progresiva para
impulsar proyectiles pesados. Por otra parte, los granos más gruesos de pólvora
negra presentan mayor resistencia a prender, debido a esto en las armas de
pedernal se usaban un cebo ó iniciador de pólvora más fina, que resulta rápida en su
combustión.
La pólvora negra durante muchos años que se venía utilizando (hasta el
descubrimiento del algodón pólvora en 1846), presentaba una serie de
inconvenientes, con la gran cantidad de residuos sólidos de la combustión que se
quedan adheridos al ánima de cañón, siendo altamente higroscópicos: absorben
humedad y, en consecuencia, producen bastante corrosión en las armas de fuego.
Otro inconveniente de la pólvora negra, es que genera una gran cantidad de humo,
en muchos de los casos como una nube alrededor del usuario del arma, que
delataba su posición con respecto al enemigo, a la vez que debilitaba la visibilidad
para apuntar nuevamente su arma con relación a su objetivo. Una contrariedad más
eran las bajas velocidades iniciales de los proyectiles, y que en los propelentes
modernos no ocurren así.
En la actualidad, la pólvora negra ya no es utilizada como carga de proyección para
los cartuchos metálicos, pero es muy común en las rudimentarias armas de carga
manual, conocidas en el ambiente como “pisponeras o chispetas”. Pero no se debe
51
de eliminar la posibilidad de que en el ambiente de las armas de fuego se puede uno
encontrar con cartuchos tan antiguos que aun contengan pólvora negra2.
2.2.11.2 Pólvora sin humo
Al referirnos a la pólvora, una gran cantidad de personas asocian a este compuesto
con el grupo de los explosivos, relacionándolo con la misma dinamita, tal vez el más
conocido y generalizando de todos ellos. Sin embargo, las modernas pólvoras sin
humo que se emplean los cartuchos metálicos de uso militar y deportivo, deberán
ser consideradas técnicamente como propelentes sólidos, que consisten en
compuestos químicos diseñados para arder en condiciones controladas, y que al ser
utilizadas de manera conveniente impulsan proyectiles a grandes velocidades.
En nuestros días, se emplean tres tipos de pólvora para la carga de cartuchos
convencionales, las conocidas como una base y las de doble base. En las de una
base, el componente principal es la celulosa de algodón tratada con ácido nítrico,
que forma nitrocelulosa. Esta se disuelve en una mezcla de alcohol y éter para
obtener una masa pastosa, en este proceso la estructura de algodón se rompe y el
material se hace más manejable, lo que mejora su uso como propelente. Esa masa
pastosa, cuando se seca, puede cortarse en diferentes formas, la que es
denominada como pólvora base.
La nitrocelulosa en sí misma, es un componente altamente peligroso conocido como
algodón pólvora, y tiene muy poco valor a no ser que se trate de manera
conveniente para poder manejarse. Este compuesto se descubrió entre 1845 y 1846
por Schonbein y Botteger, trabajando de manera independiente. La sensibilidad de
esta sustancia altamente explosiva se tradujo en numerosos accidentes de tipo
industrial, de tal magnitud que forzó la suspensión de su fabricación en Europa, por
más de 15 años. En 1884 la nitrocelulosa fue sintetizada por el químico Francés
Veielle, mediante alcohol y éter para formar un coloide gelatinoso que podía
enrollarse en láminas y cortarse en hojuelas.
La nitroglicerina es otro compuesto altamente explosivo y peligroso, se forma
tratando a la glicerina normal con ácido nítrico. Este compuesto no puede utilizarse
52
como propelente en las armas de fuego, ya que explota instantánea y violentamente,
además que es muy impredecible en su comportamiento; sin embargo, puede
utilizarse para gelatinizar la nitrocelulosa, en cuyo caso la masa puede trabajarse y
cortarse para formar un tipo de pólvora denominada balística. La nitroglicerina, o
nitrato de glicerina, fue descubierta por A. Sobrero en 18462.
La nitrocelulosa y la nitroglicerina pueden mezclarse con acetona en otra fórmula,
para formar cuerdas o fideos que se cortan en distintas longitudes, produciendo una
pólvora denominada cordita. La cordita y la balística, así como sus sucesoras, son
conocidas como pólvoras de doble base. A este compuesto, también se le agregan
algunos otros elementos estabilizadores, plastificantes y cantidades pequeñas de
atenuadores para reducir la temperatura de la llama, controlando así la reacción de
la combustión, o bien, de otros elementos para disminuir la llamarada en la boca del
cañón. La composición básica de las pólvoras de doble base es la siguiente:
Nitrocelulosa 72% (promedio)
Nitroglicerina 23% (promedio)
Estabilizadores Térmicos 2% (promedio)
Antiestáticos y Anti humectantes 3% (promedio).
Los actuales fabricantes de pólvora, normalmente respetan estos rangos de
composición, dejando de utilizar cantidades mayores al 25% de nitroglicerina, por ser
peligrosos, ya este material produce grandes cantidades de gas y, por lo tanto,
presiones muy elevadas que representan un alto riesgo. En la fabricación de pólvora
de doble base, se obtienen las siguientes ventajas:
1. Este tipo de pólvora al quemarse libera gran cantidad de energía por
unidades de peso utilizado. Como resultado, se utilizan menores cantidades
de pólvora en comparación con las pólvoras negras. Para lograr este
resultado se presenta el siguiente ejemplo: Un grano de pólvora de doble
53
base, libera el equivalente de energía de hasta 9.0 granos de pólvora negra, y
de 2.5 granos de pólvora de un solo componente.
2. No son higroscópicas, es decir, presentan resistencia en absorber humedad,
por lo que se puede almacenar por largos períodos de tiempo sin que sufran
alteraciones.
3. Modificando ligeramente la cantidad del compuesto de la nitroglicerina, se
obtienen pólvoras para usos específicos.
4. Para la combustión de estas pólvoras no se requieren oxígeno libre, pues
molecularmente tiene en su configuración química grandes cantidades de
oxígeno, llevándose a cabo la combustión, aun en espacios tan reducidos
como las estructuras de los cartuchos2.
Actualmente ya no se presenta un problema real con la inestabilidad de los
propelentes, pues el uso de estabilizadores ha hecho virtualmente imposible todo
peligro aparente en el empleo y almacenamiento de las pólvoras. En el peor de los
casos, el propulsor puede perder de una pequeña fracción de su energía química si
se almacena a elevadas temperaturas y durante largos períodos de tiempo. Para
usos prácticos, los cartuchos de fábrica pueden resistir mucho tiempo de
almacenamiento sin perder sus características, de tal manera, que el usuario de
armas de fuego sabe que puede comprar una caja de cartuchos y no utilizarlos
durante años, con la confianza de que en su oportunidad funcionara
adecuadamente2.
2.2.11.3 Manejo de las pólvoras
El quemado de las pólvoras ocurre cuando los gránulos son calentados por arriba de
su temperatura de ignición, por lo que siempre es conveniente mantener la pólvora
alejada del fuego o materiales calientes. Aun cuando las pólvoras están mezcladas
con materiales antiestáticos, es recomendable conectar e tierra todas las máquinas
de recarga, ya que la acumulación de cargas eléctricas puede originar un accidente
54
fatal. Si se trabaja con pólvoras, o se intenta hacerlo, es recomendable practicar los
siguientes procedimientos de seguridad:
No fumar cerca de los lugares donde se almacena la pólvora, o donde se está
trabajando con ella.
Conservar alejados del área de trabajo otros productos inflamables y
solventes.
Mantener únicamente la cantidad necesaria de pólvora con la que se trabaja.
Evitar manipular herramientas metálicas en forma imprudente y cercana a la
pólvora, pues la fricción de los metales puede originar chispas.
Tener precaución con las instalaciones eléctricas y mantenerlas en buenas
condiciones.
Nunca mezclar pólvoras de diferentes tipos sin tener el suficiente
conocimiento al respecto y sin contar con equipo adecuado para tal
propósito4.
2.2.11.4 Los granos de las pólvoras
La geometría de los granos individuales de las pólvoras, es crítica para determinar la
rapidez de su combustión. En consecuencia, esta velocidad también establece la
efectividad de su uso en las armas de fuego. Los granos de pólvora se elaboran de
muchas formas y dimensiones: desde pólvoras que utilizan los cartuchos de calibre
.22 corto, las que se observan como granitos de arena, hasta el calibre naval de los
cañones de 16 pulgadas, en donde cada grano de pólvora es un cilindro que mide 1
pulgada de diámetro y 21/2 pulgadas de longitud. La forma básica de los granos de
las pólvoras son las siguientes:
a) Cilindros. Pueden presentar uno o varios orificios que perfora en grano en la
dirección más larga.
b) Cintas, cuerdas, escamas o discos. La forma varía según el tipo.
55
c) Esferas. La pólvora esférica se llama así porque presenta en diminutas esferas,
algunas de ellas se presentan aplastadas para provocar alguna característica
particular de combustión2.
El término rapidez, se utiliza para expresar qué tan pronto se quema una pólvora
hasta agotarse, así como la relación de la formulación de gases de propulsor en un
sentido cuantitativo, siendo la función de la forma particular de los granos de pólvora
la que determina la rapidez de combustión. El propelente en un arma de fuego, debe
de tener la suficiente rapidez para mantener una presión alta y una determinada
temperatura en la recámara del cañón, pero que no sea tan rápida de que ponga en
peligro el uso del arma2.
2.2.12 Objetivos
2.2.12.1Objetivos general
Recopilar y redactar conceptos de balística así como desarrollar el tema en la
balística aplicada en la investigación criminalística, para formar un material didáctico
de utilidad para los estudiantes.
2.2.12.2 Objetivo específico
Contribuir en la elaboración de material didáctico enfocado en química y física
forense para mejorar y facilitar a los alumnos de la facultad de química en la
búsqueda de información ya sea de conceptos o técnicas de laboratorio.
2.2.13 Materiales y métodos
Actualmente existen tres pruebas para la detección de pólvora ya sea en las manos
(Rodizonato de Sodio), en las prendas de vestir (Prueba de Walker) y en el ánima
del cañón (Griess) las cuales se especifican a continuación:
56
2.2.13.1 Prueba de rodizonato de sodio
La Prueba de la Parafina quedó descartada en forma definitiva para utilizarse la del
“Rodizonato de Sodio”, y con ello determinar si una persona ha realizado disparos
con arma de fuego, por ser ésta última más efectiva para detectar residuos de bario
y plomo proveniente de las masas metálicas del fulminante y de la bala de un
proyectil de arma de fuego1.
El objetivo de Prueba de Rodizonato de Sodio es la detección de los elementos
plomo y/o, bario, los cuales provienen del proyectil y/o del fulminante, siendo
componentes de un cartucho útil que al ser percutido explota desalojando varios
elementos constantes, entre ellos los anteriormente mencionados, que se impregnan
en las zonas más frecuentes de maculación (2/5 partes de las regiones palmar,
dorsal e interdigital) de la mano del individuo que ha disparado un arma de fuego6.
La Prueba de Rodizonato de Sodio es de origen Químico y sus resultados son
colorimétricos, debido a la reacción que se logra en las partículas de bario y/o plomo,
recogidas de la mano de quien acciona un arma de fuego y el material Químico que
se utiliza para tal fin.
Esta Prueba colorimétrica ha sido utilizada desde 1954 en varios países del mundo,
con resultados mejores que la prueba de la parafina, la que identifica derivados
nitrados productos de la deflagración de la pólvora de un cartucho útil6.
Cuando se dispara un arma de fuego, la mano de quien lo hace puede resultar
maculada por los gases y derivados nitrados provenientes de la deflagración de la
pólvora, plomo y/o bario. Con base a este hecho, la prueba del Rodizonato de Sodio
tiene como finalidad identificar el bario y/o el plomo, que pudiera estar presente en la
mano de quien la disparó. Tal identificación es posible en virtud de la coloración que
resulta de la reacción química entre las substancias de referencia y los elementos
señalados, de que son partes integrales de los cartuchos a saber: plomo del
proyectil y bario del fulminante1.
57
Técnica de la prueba y material utilizado
1. Goteros.
2. Laminillas portaobjetos.
3. Ácido clorhídrico al 1% (HCI)
4. Ácido rodizónico al 0.2% (Sal de rodizonato de sodio)
5. Solución buffer a un pH de 2.79.
6. Microscopio.
7. Tela blanca de algodón limpia y libre de apresto.
Preparación de soluciones
- HCl al 1%:
99 c.c. de agua destilada.
1 c.c. de ácido clorhídrico.
- Rodizonato de Sodio:
20 mg. de ácido rodizónico.
10 c.c. de agua destilada.
- Solución buffer 2.79
1.9 gr. de bitartrato de sodio.
1.5 gr. de ácido tartárico.
100 c.c. de agua destilada1.
58
Método
A. Recortar la tela en cuadros de 2 x 2 cm. y humedecerlas con dos gotas de
solución de HCl al 1%.
B. Limpiar con fragmentos de telas diferentes las regiones palmar y dorsal de
ambas manos, fundamentalmente las zonas anatómicas más frecuentes de
maculación.
C. Colocar los fragmentos de telas en laminillas portaobjetos.
D. Poner dos gotas buffer en la parte de cada fragmento de tela que se utilizó
para hacer la limpieza.
E. Poner dos gotas de rodizonato de sodio al 0.2% en cada una de las partes de
tela tratadas químicamente con anterioridad.
F. Observar macro y microscópicamente los fragmentos de la tela1.
Se deberán recoger lógicamente 4 fragmentos de tela, o sea los correspondientes
de las regiones palmar y dorsal de ambas manos.
Interpretación de los Resultados:
Coloración Rosa Marrón --------- Bario…………….. Prueba Positiva
Coloración Rojo Escarlata ------- Plomo…………… Prueba Positiva
Coloración de ambos colores --- Plomo y Bario........ Prueba Positiva
La coloración de la solución de rodizonato de sodio desaparece al cabo de unos
minutos.
Esta prueba puede dar falsas-positivas en personas que mantengan contacto con
sustancias que contengan plomo como:
Gasolineros
Plomeros
59
Torneros
Mecánicos que utilizan soldadura
Hojalateros1
Las reacciones químicas y el fundamento de la prueba es el siguiente:
Pb = Plomo
Ba = Bario
PbCl2= Cloruro de plomo
BaCl 2= Cloruro de bario
RdNa = Rodizonato de sodio
RdPb = Rodizonato do plomo
Plomo: 2Pb + HCl → PbCl2
PbCl2 + RdNa → RdPb Color rojo escarlata
Ba + 2HCl → BaCl2
BaCl 2+RdNa → RdNa Color rosa marrón
En una serie de pruebas se obtuvieron resultados positivos en todos los casos en
que se habían utilizado revólveres y en unos cuantos casos cuando se utilizaron
pistolas semi-automáticas., dependiendo en este último caso, los resultados
positivos, de las fugas de los gases en cada arma en particular1.
Conclusión
1. Por su nula significancia, se recomienda no aplicar más la “prueba de la parafina”.
60
2. En virtud de ser económicas, sencillas, alcanzar un razonable grado de
significancia y tener una incidencia muy baja de “Falsas positivas”, es recomendable
aplicar rutinariamente la “prueba de rodizonato de sodio” o “prueba de Harrison-
Gilroy”.
3. Económicamente sea factible y el tiempo lo permita, aplicar el “análisis por
activación de neutrones” o la “espectrofotometría de absorción atómica”, en virtud de
que estas técnicas son muy sensibles, específicas y de elevada significancia5.
2.2.13.2 Prueba de Walker
Esta prueba tiene por objeto identificar la presencia de nitratos en la ropa, alrededor
del orificio de entrada del proyectil de arma de fuego, a fin de determinar a una
distancia tal que no permita la maculación de la pólvora.
Al producirse un disparo con arma de fuego, se desprenden, como resultado de la
deflagración de la pólvora, derivados nitrogenados: nitrito de potasio y otros,
provenientes del nitrato de potasio, según la siguiente reacción química.
2 KNO3 → 2 KNO2 + O2
Por tanto el nitrato de potasio (KNO3) queda depositado alrededor del orificio de
entrada del proyectil.
En 1864, Griess encontró que los nitritos podrían ser detectados mediante una
disociación y un acoplamiento después, obteniendo un colorante rojo, y J.T. Walker
aplicó la Técnica de Griess a la detección de nitritos alrededor de orificios producidos
por proyectil de arma de fuego.
Este compuesto químico es identificado mediante la reacción química que se
desarrolla sobre una hoja de papel fotográfico, en el cual se forman los compuestos
diazo, de color naranja o rosa, el que se aprecia sobre la superficie de papel
fotográfico previamente desensibilizado1.
61
KNO2 + CH3COOH → HNO2 + CH3COOK
Nitrito Ácido acético Ácido nitroso
Material utilizado
1. Ácido sulfanílico al 0.5% en solución acuosa.
2. Alfa-naftil amina al 0.5% en solución alcohólica.
3. Ácido acético al 25%.
Papel Kodabromide grados 2 ó 3
Plancha
Gasa
Tela de algodón1
Técnica
A. Desensibilizar el papel fotográfico en una solución de hiposulfito durante 3
minutos; lavar en agua 3 minutos y secar.
B. Aplicar ácido sulfanílico sobre toda la superficie con un algodón impregnado;
dejar secar y repetir 3 veces la operación.
C. Aplicar alfa-naftilamina sobre toda la superficie con un algodón impregnado:
dejar secar y repetir la operación 3 veces1.
D. Sobre la mesa de trabajo, colocar el papel fotográfico con la superficie
gelatinosa hacia arriba y sujetando sus 4 vértices con la cinta adherible.
E. La parte problema de la prenda de vestir se coloca sobre la superficie
gelatinosa del papel fotográfico.
62
F. Con un lápiz de grafito se marca el papel fotográfico en el orificio dejado por el
proyectil.
G. Sobre la prenda se coloca un lienzo delgado y limpio (gasa) previamente
humedecido en la solución de ácido acético, y se coloca encima de él un
lienzo seco (tela).
H. Con la plancha tibia se presiona toda la superficie del lienzo seco durante 5 ó
10 minutos.
I. Retirar con cuidado todos y cada uno de los objetos que se colocaron sobre el
papel fotográfico1.
Resultados
La prueba se considera positiva cuando se observan en el papel fotográfico puntos
rojizos o rosados, los cuales según a la distancia a la que se haya hecho el disparo
varían de tamaño, número y distribución.
Esta prueba es altamente específica en virtud de que ningún otro radical produce
esta reacción. Por lo tanto no es posible obtener falsas positivas.
Modificaciones a las pruebas de rodizonato de sodio y walker1.
Estas modificaciones surgieron de la necesidad de establecer mediante un método
químico las siguientes interrogantes:
1. Si un arma se encuentra disparada, tomando como base para esta prueba la
presencia de nitritos previamente de la deflagración de la pólvora del ánima del
cañón, y asimismo, la presencia de plomo y bario provenientes del proyectil,
compuestos que pueden ser identificados mediante las pruebas de Walker y de
rodizonato previamente.
Con las pruebas anteriormente mencionadas únicamente se dictaminará si dicha
arma se encuentra disparada, más no el tiempo en el cual se realizaron disparos con
63
dicha arma, ya que, según recientes investigaciones y experimentos efectuados por
verdaderos peritos en la materia, lo anterior es más difícil de lo que se cree, tanto,
que hasta el momento no es posible determinar científicamente cuánto tiempo hace
que fue disparada un arma de fuego.
Las técnicas del rodizonato de sodio y Walker modificadas; para este caso
únicamente varía la toma de la muestra, ya que ésta se obtiene introduciendo un
hisopo mojado en el ánima del cañón.
2. Para establecer si una herida fue producida por proyectil de arma de fuego; en
los casos de que exista alguna duda, se comprueba la presencia de derivados
nitrados al realizar la Prueba de Walker modificada, tomando la muestra de la
superficie de la herida.
3. Para comprobar si él o los orificios presentes en la superficie de algún objeto
fueron ocasionados por proyectiles de arma de fuego, se toma la muestra de la
forma descrita en el párrafo anterior1.
Conclusión
1. La Prueba de Walker tiene por objeto identificar sobre ropa u otros objetos la
presencia de nitritos provenientes de la deflagración de la pólvora.
2. De acuerdo con la distribución de los puntos rojos o naranjas en el papel
fotográfico, es posible calcular la distancia al que se hizo el disparo, en caso
de que éste haya sido próximo.
3. El color de estos puntos varía según la composición de la pólvora.
4. La prueba es específica para los nitritos5.
2.2.13.3 Prueba de nitritos (Griess ó Walker modificada)
Desgraciadamente, los resultados de los métodos para resolver este problema son
muy poco confiables. Sobre este en particular son muy ilustrativas las siguientes
palabras de Ángel Vélez: “Según las más recientes investigaciones y experimentos
64
efectuados por verdaderos peritos en la materia, lo anterior es más difícil de lo que
se cree; tanto, que hasta el momento no es posible determinar científicamente
cuánto tiempo hace que fue disparada un arma de fuego.
Hecha la declaración anterior, señalaré a continuación los procedimientos que con
más frecuencia se aplican para tratar de resolver la cuestión planteada:
-Oler el ánima del cañón
Cuando un arma ha sido disparada recientemente, es posible percibir el olor a
pólvora deflagrada, sobre todo si se trata de escopetas o de armas de cañón largo3.
-Buscar nitritos en el ánima del cañón
La presencia de estos compuestos indica con cierta seguridad que el arma sí fue
disparada recientemente, ya que son los resultados de la deflagración de la pólvora.
- Buscar herrumbre en el ánima del cañón
Un cañón muy enmohecido nos permite inferir que muy probablemente el arma no
ha sido disparada desde hace mucho tiempo. Sin embargo, es preciso mostrarse
muy prudente al respecto, pues las condiciones de conservación (humedad o aire
salino) tienen una gran influencia en la rapidez con que aparece el orín.
Fundamentos
Cuando se dispara un arma de fuego en el interior del ánima del cañón quedan los
resultados de los disparos, el plomo por ejemplo, y que este elemento durará en
dicho interior por un período de tiempo muy prolongado, pero también se sabe que
en el ánima del cañón quedan otros elementos como los nitritos los cuales en unos
cuantos días abandonarán el cañón, esto debido a la constitución fisicoquímica de
estas sustancias.
Este fenómeno es aprovechado, ya que la presencia o ausencia de nitritos nos darán
una idea del tiempo que tiene esa arma de haber sido disparada.
65
La prueba es colorimétrica y su interpretación a veces puede estar interferida por el
tipo de pólvora utilizada o por la forma de algunas escopetas, de cualquier manera se
le considera un alto grado de confiabilidad3.
Material utilizado
1. Ácido sulfanílico al 0.5% en solución acuosa
2. Alfa-naftil amina al 0.5% en solución alcohólica
3. Ácido acético al 25%
Algodón
Aplicadores de madera
Agua destilada
Técnica
Se toma un aplicador de madera, a un extremo de este se enrolla algodón, se
impregna con agua destilada y se introduce en el ánima del cañón, se pasa por toda
la pared interna del cañón para extraer los residuos de los disparos (nitritos y otros
elementos), se deposita el aplicador de madera conteniendo el algodón, en un tubo de
ensaye con un mililitro de agua destilada. Posteriormente se aplicarán los reactivos en
el siguiente orden:
1. Ácido acético al 25% (2 a 3 gotas).
2. Ácido sulfanílico al 0.5% (2 a 3 gotas).
3. Alfa-naftil amina al 0.5 % (2 a 3 gotas).
Resultados
La prueba se considera positiva cuando se observan en el tubo de ensaye un cambio
de color a rosa fusia. Con la aplicación de esta prueba sólo se determinará si el arma
de fuego fue disparada o no, no se determinará el tiempo que tiene de haber sido
disparada3.
66
III. EVALUACIÓN DE LA PRÁCTICA DEL SERVICIO SOCIAL
3.1 Contribución de la práctica del servicio social en la formación profesional
El desarrollo del servicio social contribuye en la formación académica e intelectual del
alumno, futuros profesionales, aprendiendo la alta responsabilidad que tendremos que
asumir en el desempeño de nuestra tarea diaria. Reforzando y aplicando los
conocimientos adquiridos en las aulas universitarias permite que el brigadista de
servicio social se contextualice en el ámbito laboral, haga consciencia en el futuro
profesional en el que se convertirá próximamente.
Permite ampliar el panorama de actividades que puede y debe realizar, en mi caso
personal me brinda la oportunidad de conocer una actividad laboral poco explotada y
divulgada.
Me ayuda enormemente ala consolidación de la práctica profesional permitiéndome
identificar y definir qué es lo que busco con un gran sentido de responsabilidad y ética
profesional.
67
3.2 Evaluaciones
3.2.1Evaluación desde la perspectiva del prestador de servicio social
68
69
70
3.2.2 Evaluación desde la perspectiva de la unidad receptora
71
72
73
74
3.2.3 Evaluación desde la perspectiva del supervisor/Asesor
75
76
77
CONCLUSIONES
El desarrollo del servicio social en una institución de cualquier índole, contribuye en
la formación académica e intelectual del alumno, futuros profesionales y enseña la
alta responsabilidad que tendremos que asumir en el desempeño de nuestra tarea
diaria. Se inicia con la aplicación de los conocimientos adquiridos en las aulas, se
aclaran dudas que dejaron los libros y se refuerza lo ya aprendido.
Al haber realizado y concluido satisfactoriamente mi servicio social en la institución
de la Dirección de Investigación Criminalística y Servicios Periciales de la
Procuraduría del Estado, logré ampliar los conocimientos sobre química legal
adquiridos en el aulay reforcé lo aprendido durante mi carrera de Químico
Farmacéutico Biólogo. Mis objetivos fueron cumplidos ya que me desarrolle como un
perito químico, siempre con el ánimo de servicio y deseos de obtener conocimientos.
Por último. lo más importante es saber ser agradecido con mis compañeros peritos
químicos del laboratorio de física y química, así como también a los demás
departamentos que conforman esta prestigiada dependencia, por ellos aprendí
mucho sobre las actividades que allí se realiza y logré llegar hasta donde estoy, por
lo cual, me resta agradecer por toda la paciencia, tolerancia e interés que tuvieron y
sobre todo, por brindarme su mayor confianza, transmitirme sus experiencias y
conocimientos, me serán muy útiles para ser mejor cada día.
78
SUGERENCIAS Y ALTERNATIVAS
Para un mejor desempeño dentro de la institución donde se presta el servicio social
se necesita estar lo suficientemente preparado en conocimientos y habilidades
logrados durante el transcurso de la carrera, por lo que sugiero que se cuente con la
realización de prácticas relacionadas a esta área. Debido a que en la facultad de
química no se cuenta con las prácticas necesarias para mejorar y extender los
conocimientos en el área de química legal y forense.
79
BIBLIOGRAFÌA
1. Moreno González I. Rafael 1982. Balística Forense, Segunda edición, México
D.F., Editorial Porrúa S.A. Páginas 3-21, 91-99 y 101-105.
2. Cibrián Vidrio Octavio 1998. Balística Técnica y Forense. Editorial Ágata,
Guadalajara, Jalisco, México. Primera Edición marzo. Páginas 15-35, 37-49 y 51-57.
3. Carrillo Juan I. 1968. Balística Forense y prueba pericial para la detección de
manchas de pólvora en el proceso criminal. Librería Carrillo hermanos e Impresoras
S.A. Guadalajara, Jalisco, México. 1ra Edición. Páginas 25-28 y 85-92.
4. Berovera Trucio Leopoldo 1968. Manual de Balística elemental. Primera Edición
Ateneo S.A. México, D.F. Páginas 15-17.
5. Moreno González Rafael 2002. Introducción a la Criminalística. Editorial Porrúa.
Décima Edición Corregida y Aumentada. Páginas 193,194, 194-197 y 215-216.
6. Montiel Sosa Juventino 2002. Criminalística Tomo 1, Editorial Limusa, S.A. de
C.V. Grupo Noriega Editoriales, México, D.F. Páginas 224 y 225.
80
ANEXOS
Documentos probatorios
Constancia de aprobación del seminario de Inducción para prestadores de servicio
Social.
81
Carta de asignación
82
Constancia del Encuentro de Brigadistas de Servicio Social
83
Constancia de terminación del servicio social
84
Constancia de Culminación del Informe Final de Resultados
85
Evidencias de trabajos realizados. Fotografías
Dirección de Investigación Criminalística y Servicios Periciales
Departamento: Laboratorio de Física y Química
Área: Técnicas Forenses de Laboratorio
Uso de Materiales y Reactivos
86
.
Departamento: Balística Forense
Cotejo de casquillos de diferentes calibres recolectados por peritos en diferentes
hechos.
Medición de un casquillo .9mm con ayuda de un VERNIER (Se mide longitud y
diámetro)
87
Reportes mensuales de Servicio Social.
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