Corona de los siete dolores de Nuestra Señora la Santísima
Virgen María.( Se reza un Avemaría por cada
dolor )
1.- Una espada de dolor atravesará tu corazón.
( Dios te salve, María… )
Madre afligida, por el dolor que te supuso oír la profecía de Simeón, no
permitas que yo atraviese más tu corazón dolorido con mis pecados.
2.- Persecución y huida a Egipto.
( Dios te salve, María… )
Virgen Madre, por la azarosa
huida que padeciste con
tu Niño Dios en brazos, no me
permitas desterrar a Jesús de mi alma por el
pecado.
3.- Jesús perdido en el templo.
Madre de las Angustias, por el sufrimiento de verte sin tu Hijo
querido por tres días, ayúdame a encontrarle de nuevo, si yo le perdiere
por mis pecados.( Dios te salve, María… )
4.- María encuentra a su Hijo camino al Calvario.
( Dios te salve, María… )
Madre de la amargura, te
ruego no permitas que mis pecados aumenten el
peso de la Cruz de tu Hijo, con quien cruzaste
lastimosas miradas.
5.- Nuestra Señora presencia la agonía de su Hijo.
( Dios te salve, María… )
Señora de los Dolores, por la
crucifixión de tu alma, te pido que
me crucifiques con tu Hijo, para
que así, dominadas mis
pasiones, alcance la salvación
eterna.
6.- Jesús muerto en los brazos de su Madre.
( Dios te salve, María… )
Madre mía y Madre de Dios, por el dolor que
atravesó tu pecho al verte
con Jesús muerto en tu
regazo, alcánzame estar siempre en tus brazos, muerto
al pecado.
( Dios te salve, María… )
Señora de la Soledad, por el
silencio angustioso que
se hizo en tu alma,
recuérdame siempre que sin
Dios nunca alcanzaré la alegría de la Resurrección.
7.- Soledad de María ante Jesús sepultado.
La Santísima Virgen concede siete gracias a las almas que la veneran diariamente, mediante lágrimas y dolor con siete Avemarías:1.- Pondré paz en sus familias.
2.- Serán iluminados en los misterios de Dios.
3.- Los consolaré en las penas y los acompañaré en los trabajos.
4.- Les daré aquello que me pidan en tanto no se oponga a la Voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
6.- Los asistiré visiblemente en el momento de la muerte: verán el rostro de su Madre.
7.- Conseguiré de mi Divino Hijo que aquellos que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolor serán trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna, directamente, pues quedarán borrados todos sus pecados y mi Hijo y yo seremos “su eterno consuelo y alegría”. A M E N ! ! !
5.- Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal y los protegeré en todos los instantes de su vida.
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