Artículo de opinión¿Historia=Libros?
“¡Muy bien chicos comencemos con la clase de historia! Saquen su libro y hacen
un resúmen de la página 20 a la 25!”
-“Pero maestra eso ya lo hicimos la clase pasada”
-“Entonces que sea de la 26 a la 30 ¡Y más te vale que sepas quién descubrió
América y cuándo!”
Desde hace ya varios años este diálogo entre alumnos y maestros puede
ser escuchado en cualquier escuela de la República Mexicana, ya que se
consideraba (y algunos docentes lo siguen pensando) que la historia es una
disciplina que te obliga a memorizar datos “interesantes” tales como la fecha en
que se promulgaron las famosas Leyes de Reforma, fecha, día y hora en qué dio
inicio la Indpendencia de México y el movimiento revolucionario así como todos los
logros que tuvieron “los niños hérores”, “el pípila”, “Doña Josefa Ortíz de
Domínguez”, Pancho Villa o Madero.
¿Y es ese en realidad el objetivo de la historia? No cabe duda que para
formarnos una identidad nacional necesitamos saber la historia de nuestro país,
sin embargo, esa historia no está limitada por el conocimiento de los grandes
héroes nacionales o los acontecimientos sanguinarios que se dieron hace varios
años, al contrario, la historia está hecha gracias a esas personas que no son lo
suficiente “importantes” para mercer el mínimo reconocimiento nacinal dentro de
nuestros libros de texto, gracias a esas personas que contaron lo que pasó y que
al igual que nuestros grandes “hérores” participaron de igual manera en ellos, pero
no resaltaron según los intereses socioeconómicos de los demás.
Nuestro deber como docentes es buscar la forma de contribuir a la
construcción de la identidad personal de cada uno de nuestros alumnos, pero, eso
no será posible lograrlo si no nos enfocamos en el como persona, no podemos
enseñarlo a sentir y profesar amor por su patria si no es capaz de hacerlo por sí
mismo y su origen, es por esto que debemos partir de su historia personal para
después generar interés por conocer la VERDADERA historia e su país, la historia
que no sólo nos cuenta qué pasó, sino en realidad por qué y qué fue lo que causó.
Podrá ser dificil mas no imposbile, ya que tenemos a nuestro alrededor una
infinidad de recursos que son la herramienta perfecta para hacerlo desde
edificaciones locales hasta relatos orales y esta es la auténtica historia por la cual
nuestros alumnos se interesan, ya que esta a su alcance y ellos forman parte de
ella, es ahí cuando dan el paso faltante para entender que la historia la hacemos
todos y no sólo se trata de hacer cosas que sean reconocidas por los demás ya
que también las cosas pequeñas son determinantes para los grandes cambios.
La historia está completamente a nuestro alcance, en nuestra casa, en
nuestra comunidad y más cercanamente, en nuestra vida y desarrollo, desde el
momento en que nacemos estamos haciendo historia ya que es un hecho que
significara mucho para nuestros seres queridos; es por eso, que la historia no es
una disciplina exclusiva de los libros de texto ni de la malla curricular de educación
básica, sino que la historia puede ser aprendida más allá de las cuatro paredes de
la escuela, en los simples relatos de nuestros abuelos y en fotografías viejas y
actuales para entender cómo ha pasado el tiempo y ha modificado esos lugares
tan cotidianos para nosotros.
Zaira Lorena Jacobo Macías
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