ANGELEOLOGÍA 1. ¿Qué s ignifica la palabra diablo?. 2. ¿Cuál es la diferencia (s i la hay) entre querubines , s erafines y arcángeles?. 3. ¿Cuántas y cuáles s on las fuentes de tentación en el cris tiano?. 4. ¿Cuál es la “condenación del diablo” m encionada en 1 Tim oteo 3:6?. 5. Dam e tres nom bres que reciben los incrédulos en la Biblia. 6. Dam e tres nom bres que recibe Satanás en la Biblia. 7. ¿Cuándo es arrojado Satanás al lago de fuego y azufre?. 8. ¿El diablo s abe lo que piens as ? ¿Por qué?. 9. ¿Cuándo crees que ocurrió la rebelión de Satanás contra Dios ? ¿Por qué?.
10. ¿Quiénes form an parte de la trinidad s atánica?. TRABAJOS
12 de s eptiem bre : Los nom bres del diablo (02 páginas ). 10 de octubre : Hacer un bos quejo de Is aías 14:12-17 (01 página). 07 de noviem bre : Un bos quejo de Apocalips is 20 (02 páginas ).
05 de diciem bre : Pos es ión dem oníaca en la Biblia (02 páginas ).
EV ALUACIONES
12 de s eptiem bre : Prim era evaluación m ens ual. 10 de octubre : Exam en de m edio s em es tre. 07 de noviem bre : Segunda evaluación m ens ual.
05 de diciem bre : Exam en de fin de s em es tre. BI BL IOGRAFÍA
1. Auxiliar Bíblico Portavoz, Harold Willm ington, Editorial Portavoz. 2. Nuevo Diccionario Bíblico Ilus trado, Vila-Es cuain, Editorial CLIE. 3. Nuevo Diccionario Bíblico, Varios Autores , Ediciones Certeza. 4. Diccionario Bíblico Arqueológico, Charles Pffeiffer, Editorial Mundo Hispano. 5. Com entario Bíblico Moody, Antiguo y Nuevo Tes tam ento, Editorial Portavoz. 6. Com entario Exegético y Explicativo de la Biblia, Varios Autores , Cas a
Bautis ta de Publicaciones . 7. La Vida y los Tiem pos de Jes ús el Mes ías , Alfred Eders heim , Tom o II,
Editorial CLIE. 8. Diccionario Expos itivo de palabras del Nuevo Tes tam ento, W.E. Vine,
Editorial CLIE. 9. Us os y Cos tum bres de las Tierras Bíblicas , Fred H. Wight, Editorial
Portavoz. 10. Nuevo Manual de Us os y Cos tum bres de los Tiem pos Bíblicos , Ralph
Gower, Editorial Portavoz. 11. Nuevo Manual Bíblico de Unger, Merrill Unger, Editorial Portavoz. 12. El Advers ario, Mark Bubeck, Editorial Portavoz. 13. Manual de Guerra Es piritual, Ed Murphy, Editorial Betania. 14. Teología Sis tem ática, Lewis Sperry Chafer, Tom o I, Publicaciones
Es pañolas . 15. Biblia anotada de Scofield, Publicaciones Es pañolas .
16. Teología Sis tem ática, Charles Ryrie, Editoril Unilit. 17. Cris tianis m o en Cris is , Hank Hanegraaff, Editorial Unilit. 18. Satanis m o, la s educción de nues tros jóvenes , Bob Lars on, Editorial Vida. 19. La Nueva Era, Rus s ell Chandler, Editorial Mundo His pano. 20. Invas ión de otros dios es ,David Jerem iah, Editorial Betania. 21. La Es trategia de Satanás , Warren Wiers be, Editorial Portavoz. 22. Guerra conra los s antos , Jes s ie Penn Lewis , Editorial CLIE.
CAPÍTULO I INTRODUCCIÓN A LA
ANGELEOLOGÍA
A. Su lugar en las Escrituras
1. Es tos s eres celes tiales s e m encionan por lo m enos 108 veces en el
Antiguo Tes tam ento y 165 en el Nuevo.
2. El vocablo ángel, que s e deriva bien de mal‟ak del hebreo del Antiguo Tes tam
ento, o bien de aggelos del griego del Nuevo Tes tam ento, quiere decir s im plem
ente mensajero, palabra que bien expres a s u s ervicio u oficio.
3. La Biblia declara que los ángeles no s ólo obs ervan los acontecimientos hum
anos , s ino tam bién que los ángeles buenos s on m inis tros de los
herederos de la s alvación (Hebreos 1:4) y que los ángeles m alos hacen la
guerra contra lo que hay de Dios en el hom bre (Efes ios 6:12). 4. Los ángeles integran dos de los cinco grupos en que s e dividen todas
las criaturas finitas creadas por Dios ; a s aber, los ángeles s antos y los caídos .
Los otros tres grupos s on, el de los gentiles , los judíos y los verdaderos cris
tianos . B. Información general sobre los ángeles
1. Se nos revela que los ángeles viven en las es feras celes tes y que no hay cifras
hum anas para contarlos , tan grande es s u núm ero.
2. La exis tencia de los ángeles es anterior a la de la hum anidad, y una ley los organiza en ejército (Lucas 2:13; Mateo 26:53; Hebreos 12:22).
3. El s ignificado de las des ignaciones recibidas (tronos , dom inios ,
principados , potes tades y autoridades ) expres a la cooperación que hay entre los
ángeles m is m os .
4. Lo que la Biblia dice no s e dirige a los ángeles , ni tam poco es e libro trata de dar una des cripción com pleta de s u es tado ni de las relaciones entre ellos .
5. Con nues tra vis ión natural no hay cóm o dis cernir la pres encia de los ángeles
, pero es o no im pugna la verdad de que los ángeles es tán
alrededor de nos otros en todo lugar. 6. Cuando la vis ión natural del m ozo en 2 Reyes 6 fue aum entada, pudo
ver toda la m ontaña llena de caballos y carrozas de fuego alrededor de
Elis eo.
7. Una razón de que los ángeles s ean invis ibles a la pupila humana pudiera s er de
que s i fueran vis tos s erían adorados por los hom bres , tan inclinados a adorar aun las obras de s us m anos (Colos ens es 2:18;
Apocalips is 22:8-9).
C. La realidad de los ángeles
1. Los ángeles s on en verdad s eres vivos del m ás alto rango, aunque en
ninguna m anera s on tan independientes en el s entido de que se crean a sí
mismos .
2. Pero s í s on s eres libres y m orales que en s iglos pas ados por lo menos tenían el poder de determ inar s u des tino propio Algunos “pecaron” y“no guardaron s u dignidad” (2 Pedro 2:4; Judas 6); es tos s eres caídos
tendrán que dar cuenta al Dios que ellos habían repudiado (Ezequiel
28:16-17; Mateo 25:41).
3. La s uficiencia de los ángeles , com o la de toda criatura, depende sólo de Dios . Se m ueven y viven por virtud del poder divino. Aun el gran Miguel, el arcángel que luchó con Satanás , afirm ó s u dependencia de Dios .
D. Importancia relativ a de los ángeles y los hombres
1. Las Es crituras afirm an que el hom bre “fue hecho poco m enor que los
ángeles ” (Salm o 8:4-5; Hebreos 2:6-7).
2. Si es to s e refiere a s u es tado o a las cualidades inherentes y esenciales no s e
determ ina con claridad, s iendo probable que los ángeles s ean
s uperiores a los hom bres en am bos as pectos . 3. Pero s e dice en la Biblia que el hom bre fue hecho a la im agen de Dios ;
no hay tal referencia con res pecto a los ángeles .
4. El hom bre pos ee un cuerpo m aterial con todas s us experiencias ;no hay nada
acerca de tales experiencias entre los ángeles , aunque es
m anifies to que los dem onios bus can incorporars e cuando s e les pres enta la oportunidad.
5. Ninguna cons ideración de la im portancia relativa entre el hom bre y los ángeles
s ería com pleta s i no tom am os en cuenta que el hombre,aunque actualm ente
hundido en el lodo cenagos o de la des es peración,con todo puede experim entar
la redención y s er colocado en un lugar s eguro, fundam ento llam ado la Roca (Salm o 40:2), y es des tinado a s er
conform e a la im agen de Cris to y es te es tado final lo coloca por encima de los
ángeles .
E. Personalidad de los ángeles
1. Aunque s u s ervicio o dignidad puede variar, no hay im plicación alguna
en la Biblia de que algunos de los ángeles s on m ás inteligentes que otros .
2. Se declara que los ángeles tienen todo el elem ento de pers onalidad. Son s eres individuales , y aunque s on es píritus , pueden experimentar las
em ociones ; rinden culto inteligente (Salm o 148:2); contem plan la fazdel Padre
con debida com prens ión (Mateo 18:10); s aben s us lim itaciones ((Mateo
24:36), s u inferioridad al Hijo de Dios (Hebreos 1:4-14); y, en el cas o de los
ángeles caídos conocen s u habilidad para el m al. 3. Los ángeles s on individuos y aunque s e aparecen en s u capacidad
individual, con todo es tán s ujetos a dis tintas clas ificaciones y varios
rangos de im portancia. F. Creación y modo de existencia de los ángeles
1. Bas ándonos en Colos ens es 1:16-17 s e puede pres um ir que todos los ángeles
fueron creados s im ultáneam ente, aparte de que es e número se com pletó en
aquel tiem po y que ninguno s erá añadido a es e núm ero.
2. No es tán s ujetos a la m uerte u otra form a final de exis tencia; por
cons iguiente, tam poco s u núm ero dis m inuye. Parece que el plan divino para la propagación de la raza hum ana no tiene contraparte en el orden angélico.
3. Cada ángel, por s er una creación directa de Dios , tiene una relación pers
onal e inm ediata con el Creador. El Señor Jes ucris to dijo con
res pecto a ciertos individuos de la fam ilia hum ana cuando aparezcan en el m
undo de los res ucitados que “en la res urrección ni s e cas arán,ni se darán en cas
am iento, s ino s erán com o los ángeles de Dios en el cielo” (Mateo 22:28-30).
Concluim os que no hay ni aum ento ni dis m inución entre es tos seres celes
tiales.
4. Com o el hom bre es la s uprem a creación en las es feras terrenales , as í los ángeles lo s on en las es feras m ás altas des critas en Colos ens es
1:16-17.
5. Com o los ángeles , juntam ente con otros s eres m orales , fueron creados por Cris
to y para Cris to, as í ellos perm anecerán s iem pre para la
alabanza de Su gloria. 6. Aunque es verdad que algunos de la raza hum ana y ciertos ángeles no
adoran a Dios , la m ayor parte de los ángeles es tán delante de Su trono en
adoración inces ante.
7. Es agradable leer que Cris to, en Su reino, no perm itirá ningún otro dom
inio ni autoridad, y que al final, m ediante el m inis terio de los ángeles , recogerá de las es feras hum anas todo lo que ofende (1
Corintios 15:25-26; Mateo 13:41-43).
8. Com parada a la exis tencia hum ana y anim al, la de los ángeles se puede denom
inar incorpórea, pero s ólo en el s entido de que no tienen un
organis m o m ortal. 9. Cuando Cris to declaró en Lucas 24:37-39, “un es píritu no tiene carne ni
hues o, com o veis que yo tengo”, no quis o decir que los es píritus no tienen
cuerpo alguno, s ino que los cuerpos que tienen es de dis tinta cons titución
que la de los hom bres .
10. En el Antiguo Tes tam ento el s alm is ta los denom ina “flam as de fuego” (Salm o 104:4) que el es critor de Hebreos interpreta “hace a s us ángeles es píritus ” en Hebreos 1:7; el vers ículo 14 del m is m o capítulo dice que
ellos s on es píritus m inis tradores .
11. El arte de la edad m edieval ha bas ado s u repres entación de todos los s eres angélicos con alas s obre una des cripción bíblica en Daniel 9:21 en que nos habla de un ángel “volando con pres teza”.
12. De cualquier m odo, es verdad que la Biblia dice que los querubines , y los s
erafines o s eres vivientes s í tienen alas .
13. Y los querubines as í aparecen en las im ágenes de oro en el arca sobre el propiciatorio. Los ángeles , com o s e nota en Daniel 9:21, pas an de un lugar al otro con una velocidad increíble.
G. La morada de los ángeles
1. Mediante el us o de la fras e “los ángeles que es tán en el cielo” (Marcos
13:32) Cris to afirm a definitivam ente que los ángeles habitan las esferas celes
tiales .
2. En el hebreo, el vocablo el cielo es tá en el plural, o s ea los cielos. La Biblia habla de tres cielos , s iendo tercero el cielo de los cielos,la misma m orada de Dios y donde ha es tado eternam ente Su trono.
3. En los lugares celes tiales , s egún la Epís tola a los Efes ios , es tán los
principados y potes tades , una com pañía de innum erables ángeles.Sus m oradas
es tán en es os lugares celes tiales . El Dios que los creó,que los hizo es píritus
apropiándoles cuerpos conform e a s us naturalezas es pirituales , tiene que haberles dado tam bién s us habitaciones .
4. Tam bién es s ignificativo, y no s in razón, que la fras e “los ejércitos del cielo”
quiere decir tanto las es trellas y los ejércitos angélicos . “Jehová de los ejércitos ”
tam bién tiene es e s ignificado doble, porque Él es Señor de las es trellas y Señor
de los ángeles . H. Número de los ángeles
1. La Biblia nos dice que s on una m ultitud “que nadie la puede contar”.
2. Es s ignificativo que com o la fras e “el ejército del cielo” des cribe tanto a las es trellas de la creación fís ica com o a los ángeles , és tos pueden
cons iderars e tan num eros os com o aquellas (Génes is 15:5).
3. Ver 1 Reyes 22:19; Salm o 68:17; 2 Reyes 6:17; Daniel 6:10; Lucas 2:13; Mateo
26:53.
4. Si tom am os Apocalips is 5:11 literalm ente alcanza a un billón, pero repres enta s ólo una parte de las hues tes celes tiales . Es probable, s in
em bargo, que es te núm ero no debe tom ars e en s u s ignificado precis o, s ino que
nos es dado para indicar que hay una m ultitud inm ens a
s uperior a lo que generalm ente los s eres hum anos calculan.
5. Por lo tanto, leem os en Hebreos 12:22 no de un cierto núm ero lim itado de ángeles , s ino nos habla de “la com pañía de m uchos m illares de
ángeles ”.
I. El poder de los ángeles
1. El poder que ejercen, al igual que todas las criaturas de Dios , deriva de
Él. Su poder es res tringido, aunque m uy grande.
2. No s on capaces de hacer lo que s ólo a la Deidad corres ponde, actos tales
com o crear, actuar s in m edios o es cudriñar al corazón hum ano. 3. Ellos pueden influenciar la m ente hum ana com o una criatura puede
influenciar a otra.
4. Se hallará que los s eres hum anos pueden im pedir la influencia de los m alos es
píritus s ólo por el poder de Dios (Efes ios 6:10-12; 1 Juan 4:4).
5. Aun en el cas o de un ángel, él puede pedir la ayuda divina al es tar en conflicto con un ángel m alo (Judas 9).
6. Ver 2 Sam uel 24:15-17; 2 Reyes 19:35.
J. Clasificación de los ángeles
1. Los Gobernantes : Ya hem os m encionado unas cinco repres entaciones
de s uprem acía entre es tos s eres :
a. Tronos o dom inios : Es ta des ignacion enfatiza la dignidad y la
autoridad de los gobernadores angélicos en el us o que Dios hace de ellos en Su gobierno (Efes ios 1:21; Colos ens es 1:16; 2 Pedro
2:10; Judas 8).
b. Lugar de s u dom inio: En un pas aje de la Biblia los dem onios s e des ignan com o los gobernadores de las tinieblas de es te s iglo (Efes ios 6:12).
c. Principados o autoridades : Es tas palabras , us adas s iete veces por Pablo,
indican una orden de ángeles tanto buenos com o m alos que participan en
el gobierno del univers o (Rom anos 8:38; Efes ios 1:21;
3:10; 6:12; Colos ens es 1:16; 2:10,15). d. Potes tades : Es ta palabra enfatiza el hecho de que los ángeles y los
dem onios tienen m ayor poder que los hum anos (2 Pedro 2:11). Véas e
Efes ios 1:21 y 1 Pedro 3:22.
e. Poderes y s eñoríos : Es to probablem ente enfatiza la autoridad
s obrehum ana de los ángeles y los dem onios ejercida con relación a los as untos del m undo (Efes ios 1:21; 2:2; 3:10; 6:12; Colos ens es
1:16; 2:10,15; 1 Pedro 3:22).
Y aunque parezca que haya s em ejanza entre es tas denom inaciones,se puede as
um ir que por s u
m edio s e hace referencia a una dignidad incom prens ible y a varios grados de im portancia.
2. Los Ángeles Es cogidos : Mencionados en 1 Tim oteo 5:21; s e concederá que los
ángeles fueron creados con un propós ito, y que en s u reino, com o en el del
hom bre, los des ignios del Creador s erán llevados a cabo perfectam ente. Se im
plica que los ángeles han pas ado s u período de prueba.
3. Los Querubines , Serafines y Seres Vivientes : Algunos tratan de
des cubrir dis tinciones de pos ición y rango entre los que s on designados con es
tos térm inos . Los dis tintos térm inos us ados parecen indicar una dis tinción de s
ervicio m ás que una de pos ición es encial. a. Los Querubines : El título habla de s u pos ición alta y s anta y s u
res pons abilidad com o tal s e relaciona es trecham ente con el trono de
Dios com o defens ores de Su s anto carácter y pres encia. Scofield dice que “los s eres vivientes s on idénticos con los querubines . Tom ando en cuenta la pos ición de los querubines en la puerta del Edén, en la cubierta del arca del pacto y en Apocalips is 4, s e
concluye claram ente que ellos s e relacionan con la vindicación de la s
antidad de Dios contra el orgullo del hom bre pecador quien,a pesar de s u
pecado, podría alargar s u m ano para tom ar del árbol de la vida. Los
querubines que es taban s obre el arca del pacto habían s ido hechos de una pieza con el propiciatorio, y contem plaban allí la
s angre derram ada que hablaba, tipológicam ente, de la perfecta
pres ervación de la jus ticia divina por m edio del s acrificio de Cris to”. b.
Los Serafines : El título serafín habla de la adoración s in ces ar, de su
m inis terio de purificación, y de s u hum ildad. Aparecen una s ola vez bajo es a des ignación en la Biblia en Is aías 6:1-3. Su triple atribución
de s antidad a Dios s egún lo regis tra Is aías es repetida otra vez por
Juan (Apocalips is 4:8), pero el após tol los llam a s eres vivientes , y es o
nos ayuda m ucho a es tablecer s u identidad y agrupación.
Scofield dice que “viene del hebreo „abras adores ‟. Es ta palabra ocurre s olam ente aquí. En m uchas m aneras los s erafines s e hallan
en contras te con los querubines , aunque am bos expres an la santidad divina, la
cual exige que el pecador tenga acces o a la divina
pres encia s olam ente por m edio de un s acrificio que en verdad
vindique la jus ticia de Dios (Génes is 3:24-26), y que el santo se purifique antes de ofrecer s u s acrificio al Señor (Is aías 6:1-8). Puede
decirs e que los querubines es tán relacionados con el altar y los s
erafines con el lavacro”.
c. Los Seres Vivientes : Es ta fras e es un título, y repres enta a es tos ángeles
en s u obra de m anifes tar la plenitud de la vida divina, la actividad inces ante, y la perm anente participación en la adoración de
Dios . Su núm ero parece es tar lim itado a cuatro, y s e ha s ugerido que ahora
tienen los privilegios y res pons abilidades que una vez fueron as ignados a
Lucifer, antes de que s e convirtiera en el diablo. La
razón por la cual hay cuatro puede s er que Dios decidió no darle nunca m ás tanto poder a un s olo ángel (Apocalips is 4:6-8).
4. Los Ángeles Individuales :
a. Lucero, hijo de la m añana (Is aías 14:12): Es te s er angélico por cierto es el m
ás exaltado de los ángeles tanto por la creación com o por su pos ición. A
caus a de s u pecado –el prim ero com etido en todo el univers o has ta donde la revelación bíblica des cubre- llegó a s er
Satanás y aparece en la Palabra de Dios bajo 40 dis tintos títulos . b.
Miguel (Daniel 12:1): Significa ¿quién es com o Dios?. De los tres
pas ajes donde s e hace m ención directa de él, s e puede notar que tiene
gran autoridad y que es tá en alguna form a de defens a para Is rael. Judas 9 nos m ues tra s u dependencia de Dios , texto donde
adem ás vem os el título adicional de arcángel; s ólo hay uno. También
aparece en Apocalips is 12:7-12, y 1 Tes alonicens es nos
revela que “la voz del arcángel” s erá oída cuando Cris to venga a recibir a Su
Igles ia. c. Gabriel (Daniel 9:21): Significa el poderoso, y evidentem ente él es
todo lo que es e título im plica. En la Biblia nunca es llam ado un
arcángel, pero m uchas veces los hom bres lo llam an as í. Aparece en las Es
crituras 4 veces y s iem pre com o m ens ajero o revelador del
propós ito divino. 5. Los Ángeles es pecialm ente des ignados : Se conoce a ciertos ángeles
s olam ente por el s ervicio que ellos rinden. De és tos , hay los que s irven com o
m ens ajeros de juicio (Génes is 19:13; 2 Sam uel 24:16; 2 Reyes
19:35; Ezequiel 9:1,5,7; Salm o 78:49). Se hace m ención del “vigilante” (Daniel
4:13,23); el “ángel del abis m o” (Apocalips is 9:11); el “ángel que tiene poder s obre el fuego” (Apocalips is 14:18); el “ángel de las aguas ” (Apocalips is 16:5); y de “s iete ángeles ” (Apocalips is 8:2). En los
apócrifos hay m ención de tres ángeles de los cuales la Biblia no habla nada
(Rafael, Uriel y Jerem iel). No hacem os referencia al Ángel de
Jehová, pues s abem os que es el Cris to pre-encarnado. Com o no tiene relación alguna con los ángeles creados , no s e le clas ifica entre ellos .
K. El ministerio de los ángeles
1. Lo m ás im portante no es s u relación con los habitantes terres tres , s ino
s u s ervicio a Dios .
2. Es te es principalm ente un s ervicio de adoración, y s ugiere la m ajes tad inefable
y la gloria de Dios que los ángeles no caídos com prenden, la
cual s igue s in ces ar para s iem pre a caus a de la dignidad infinita de Dios
(Apocalips is 4:8; Is aías 6:3). 3. La hum ildad de los ángeles , s ugerida por s u m anera de cubrirse los pies
(Is aías 6:2) es natural, pues to que es tá s iem pre delante de Él cuya m ajes
tad y gloria es tras cendente.
4. Aunque los ángeles es tuvieron pres entes en la creación, no hayninguna
referencia a s u m inis terio en la tierra s ino has ta en los días de Abraham. 5. En el Nuevo Tes tam ento hay m uchas referencias a ellos . Es notable que
m uchas tienen que ver con Aquel a Quien s irven y adoran (la
anunciación, el nacim iento y la tentación s on algunas ).
6. En el plan de Dios es ta pres ente edad o dis pens ación evidentem ente carece de las m anifes taciones angélicas . Es to pudiera s er porque en los s antos de es ta dis pens ación, com o en ninguna otra, habita el Es píritu Santo.
7. Sin em bargo, hacia el fin de es ta edad, s erán prom inentes de nuevo
(rapto y s egunda venida).
8. Des pués de la dis pens ación del Reino, para lo cual no s e predice ningún s ervicio angélico (el Rey es tará pres ente y el Es píritu derram ado s obre toda carne), otra vez los ángeles s erán vis tos en relación eterna y final con es a ciudad que des
cenderá del cielo (Hebreos 12:22-24;Apocalipsis
21:12).
9. En Lucas 16:22 vem os que llevan un alm a a ultra tum ba al m om ento de s u m uerte, pero de s er s iem pre és te el cas o es pura conjetura.
10. Hechos 5:19 y 12:7 relatan la liberación de los após toles de la cárcel.
11. Hechos 8:26; 10:13 y 27:23 nos dicen que eran los ins trum entos divinos para
llevar m ens ajes a los hom bres .
12. En la fras eología del Antiguo Tes tam ento a veces s e les denomina a los ángeles hijos de Dios, m ientras los hom bres s on llam ados siervos de Dios. En el Nuevo es to s e ve al revés .
13. Es te orden tan peculiar pudiera debers e al hecho de que en el Antiguo
Tes tam ento s e ve a los hom bres relacionados a es ta es fera en la cual
los ángeles s on s uperiores ; m ientras que en el Nuevo s e ve a los santos en relación a s u es tado final de exaltación a la s em ejanza de Cris to, un es tado s uperior al de los ángeles .
L. La disciplina progresiv a de los ángeles
1. Las Es crituras revelan la verdad de que los ángeles es tán aprendiendo
m ucho al obs ervar a los hom bres en la tierra, es pecialm ente en lo que trata del
des arrollo de la obra de la redención.
2. Sin em bargo, no s e debe concluir que ellos s aben m enos que los hom
bres . 3. 1 Pedro1:12 nos revela la verdad en cuanto al interés de los ángeles en
lo de los hom bres . Es s ignificativo que es ta palabra “cos as ” s e relaciona al
program a de Dios en los dos advenim ientos de Cris to y al evangelio de la
gracia que s e predica a todo el m undo. 4. La Igles ia en la tierra es una revelación a los ángeles en cuanto a la
s abiduría de Dios (Efes ios 3:10). Por lo tanto, la Igles ia tam bién será una
revelación a los ángeles de la gracia divina (Efes ios 2:7).
5. No hay bas e bíblica para la creencia de que la redención m ediante la
m uerte de Cris to es ofrecida a los ángeles caídos (com p. Mateo 25:41; Apocalips is 20:10).
M. Los ángeles como espectadores
1. Hay cuatro cas os en que s e dice que los ángeles obs ervan. En Lucas 15:10 ellos s e dan cuenta del gozo del Señor cuando s e arrepiente un
pecador. Parece que no es el gozo de los ángeles com o m uchas pers
onas s uponen (ver Judas 24).
2. Ver tam bién Lucas 12:8-9 y 1 Tim oteo 3:16.
3. En Apocalips is 14:10-11 leem os que los ángeles obs ervarán los castigos eternos de los que adoraron a la bes tia y a s u im agen. Al contrario, nos dice en 1 Corintios 6:3 que la Igles ia juzgará a los ángeles (claro es tá,
los caídos ) aunque no tienen m ucha preparación en el pres ente para juzgar
cos as de m enor im portancia en la tierra.
4. La pres encia de los ángeles en la Creación s e nota en la Biblia (Job 38:7); al tiem po de la entrega de la ley ((Gálatas 3:19; Hechos 7:53;
Hebreos 2:2); en el nacim iento de Cris to (Lucas 2:13); en Su tentación
(Mateo 4:11); en Su res urrección (Mateo 28:2); en Su as cens ión
(Hechos 1:10) y en Su s egunda venida (Mateo 13:37:39; 24:31; 25:31; 2
Tes alonicens es 1:7). N. Los ángeles de las siete iglesias de Apocalipsis 2-3
1. Cada carta esta di ri gi da al "ángel " de cada una de estas si ete i gl esi as, y esos ángeles fueron vi stos a l a di estra del Cri sto resuci tado en l a vi si ón de 1:16,20.
2. Aunque no está cl aro si son seres angél i cos o humanos, l o más probabl e es que sean de estos úl ti mos.
3. La pal abra "ángel " si gni fi ca mensajero, como ya l o vi mos, pudi endo referi rse un ser sobrehumano, es deci r, al ángel guardi án de cada i gl esi a.
4. Pero l o más probabl e es que se refi era a un mensaj ero humano, es deci r, el l íder humano (pastor) de cada i gl esi a (véase Marcos 1:2; Lucas 9:52; Santi ago 2:25 para el
uso de "ángel " para desi gnar a seres humanos).
O. Niv eles de autoridad en el reino satánico
1. A medi da que el Nuevo T estamento va sacando a l a l uz el campo sobrenatural
mal i gno, descubri mos que hay di ferentes grados de autori dad en el rei no de Satanás (Efesi os 6:12; Mateo 12:24-45; Marcos 5:2-9).
2. Adem ás , los dem onios , es píritus m alos y ángeles caídos (térm inos s
inónim os en nues tro curs o) parecen pertenecer al m enos a cuatro
categorías dis tintas y no a tres com o a m enudo s e afirm a. 3. En prim er lugar es tán aquellos que tienen libertad para llevar cabo los
propós itos m alignos del diablo. Habitan en los lugares celes tiales
(Efes ios 3:10; 6:12) pero tam bién pueden actuar en la tierra. Es tos
es píritus dem oníacos afligen a la gente e inclus o pueden m orar en sus cuerpos
(Mateo 2:43-45). 4. En s egundo lugar es tán los ángeles rebeldes que ahora parece que se
encuentran atados en el abis m o. Es obvio que s erán s ueltos en algún m om ento futuro y caus arán es tragos en la tierra (Apocalips is 9:2-12). Satanás y
todos los dem onios libres s e atarán en es e m is m o abis m o durante el reinado m ilenial de Cris to en el m undo (Apocalips is 20:1).
5. En tercer lugar parece haber otro grupo de ángeles caídos que llegaron a s er tan
m alvados o fueron culpables de un crim en tan horrendo que no s e les perm itió
es tar ni en los lugares celes tiales ni s obre la tierra.Están
atados para s iem pre, no en el abis m o, s ino en el Tártaros (2 Pedro 2:4),
lugar donde aquellos ángeles de cuyo es pecial pecado s e habla, es tán
confinados "para s er res ervados al juicio". Es a región s e des cribe como abis m o de os curidad. En realidad, es os es píritus jam ás s erán liberados. Parecen es tar
retenidos en la os curidad has ta el día de s u juicio (2
Pedro 2:4; Judas 6).
6. Finalm ente, hay un cuarto grupo de ángeles m alos que parece que de algún m odo es tán atados en el interior de la tierra, s i hem os de tomar las palabras de la Es critura de m anera literal. Cuatro de ellos s e mencionan com o que s e
encuentran "atados junto al gran río Éufrates ". Cuando
es tén s ueltos dirigirán a un ejército dem oníaco de des trucción contra la hum
anidad (Apocalips is 9:13-21).
Actividad Práctica.- Mem oriza los pas ajes que m encionan a querubines , s
erafines y s eres vivientes (los pas ajes , no los textos ).
CAPÍTULO II
DEM ONIOS : ESPÍRITUS INM UNDOS
A. El testimonio de la Escritura
1. El tes tim onio de Cris to
a. Varias veces durante s u m inis terio terrenal nues tro Señor echó fuera dem
onios de varias pers onas .
b. Es tos ejem plos afirm aron Su creencia en la exis tencia real de ellos (Mateo 12:22-29;15:22-28; 17:14-20; Marcos 5:1-16).
c. Dio autoridad para echar fuera dem onios (Mateo 10:1), y nunca corrigió
a alguien por aceptar la realidad de los dem onios (Lucas
10:17).
2. El tes tim onio de otras partes del NuevoTes tam ento a. Todos los es critores del Nuevo (excepto el es critor de Hebreos )
m encionan a los dem onios , para un total de m ás de cien referencias
(1 Corintios 10:20-21; Santiago 2:19; Apocalips is 9:20).
b. Todas es tas referencias us an la palabra daim onion. Otras referencias a los
dem onios us an las palabras « ángel » y « es píritu ». c. Los dem onios , entonces , s e m encionan en el prim er libro es crito
(Santiago) y en el últim o (Apocalips is ).
3. El tes tim onio del Antiguo Tes tam ento
a. El Antiguo s e refiere a los dem onios con m ucho m enos frecuencia. b. Los
shedim de Deuteronom io 32 :17 y Salm o 106 :37 eran ídolos s eñores a quienes los hebreos cons ideraban com o representaciones
vis uales de dem onios .
c. Los seirim deLevítico 17:7 ; 2 Crónicas 11:15 ; Is aías 13:21 y 34:14 tam
bién eran conceptos dem oníacos . B. El origen de los demonios
1. Son ángeles que s e rebelaron junto a Satanás , pues to que a él s e le des igna
com o el príncipe de los dem onios (Mateo 12:24).
2. Es to no quiere decir que él los creara, s ino que es res pons able por
haberlos influenciado a enrolars e en s u carrera de m aldad. 3. Satanás tiene rangos bien organizados de ángeles que prom ueven sus
propós itos .
4. Dos de es tos rangos s e clas ifican com o principados y potes tades , las cuales s
on las m is m as des ignaciones que s e les dan a dos de los
rangos de los ángeles buenos (Efes ios 3:10; 6:12). 5. En varios lugares a los dem onios s e les denom ina es píritus (aunque
es píritus inm undos , com p. Mateo 17:18 con Marcos 9:25; tam bién
Lucas 10:17-20 y Mateo 8:16).
6. Tenem os que reconocer que las Es crituras en ningún lugar declaran
directam ente que los dem onios s on ángeles caídos , pero la evidencia que acabam os de citar parece indicar que s í lo s on.
7. Se debe incluir todo lo relacionado con el as unto de « los hijos de
Dios » m encionados en Génes is 6:1-4 (com p. Job 1:6; 2:1; 38:7) bajo el tem a
de la dem onología. C. Posesión demoníaca
1. Al cons iderar el s ervicio que es tos es píritus m alignos pres tan a Satanás, es im
portante dis tinguir entre el s er pos eído o controlado por demonios, y la
influencia de dem onios . 2. En la pos es ión dem oníaca és tos s e entran en el cuerpo hum ano y lo
controlan; m ientras que en el otro cas o s e hace guerra des de afuera por s
ugerencias , tentaciones y otras form as de influencia.
3. Una inves tigación de las Es crituras con res pecto a la pos es ión dem
oníaca nos revela lo s iguiente : a. Es ta hues te s e com pone s olam ente de es íritus incorpóreos (Mateo
12:43-45; Marcos 5:12).
b. Bus can cóm o entrar en los cuerpos m ortales s , s ean de hombres o de anim ales
, porque parece que la m anifes tación de s u poder depende, has ta cierto
punto, de es tar as í encarnados (Mateo 8:16 ; Hechos 8:6-7 ; Mateo 9:32-33 ; Hechos 16:16 ; Marcos 5:1-13).
c. Son m alignos , inm undos y depravados (Mateo 8:28 ; 10:1 ; 12:43-
45).
4. La pos es ión dem oníaca en el pres ente probablem ente no es reconocida, pues to que hay gran ignorancia del hecho de que ellos s on capaces de ins pirar una vida ejem plar de m oralidad tanto com o m anifes tars e en los es piritis tas religios
os .
5. La influencia dem oníaca, com o la actividad de Satanás , tiene un m otivo doble:
el de obs taculizar el propós ito de Dios para la hum anidad, y el de extender la
autoridad de Satanás . 6. Ejercen s u influenciaa tanto para des viar a los im píos com o para
com batir s in ces ar contra los creyentes en Cris to (Efes ios 6:12).
7. Se puede com prender el m otivo de los dem onios en lo revelado acerca de s u conocim iento de la autoridad y deidad del Señor Jes ús , y del juicio eterno que les es pera (Mateo 8:29 ; Marcos :23-25 ; Hechos 19:15 ; Santiago 2:19).
8. Los dem onios tiene poder de caus ar m udez (Mateo 9:32-33), ceguera
(Mateo 12:22), ins ens atez (Lucas 8:26-35), heridas (Mateo 9:18), gran
fuerza fís ica (Lucas 8:29), s ufrim iento y deform idades (Lucas 13:11-17).
9. La verdad es que ha habido una intrus ión de es píritus caídos al cosmos.
10.No hay nadie que pueda decirnos anticipadam ente cuánto s entirá el univers o cuando Cris to venga y «haya s uprim ido todo dom inio, toda
autoridad y potencia » (1 Corintios 15:24), y que s e cum pla la profecía de
Apocalips is 11:15 : « Los reinos del m undo (cosm os) han venido a s er de
nues tro Señor y de s u Cris to; y él reinará por los s iglos de los
s iglos ».
Fi gura que nos muestra l a di vi si ón de l os seres angel i cal es
Ángeles que no cayeron
(es cogidos )
1 Tim oteo 5:21
Todos los Dem onios s ueltos y
ángeles activos Efes ios 6:11-12
Los que s e rebelaron con Satanás (dem onios )
Mateo 25:41 Confinados
tem poralm ente
Apocalips is 9:1-
15
Dem onios confinados
Lucas 8:31
Judas 6
perm anentem ente
Confinados
2 Pedro 2:4;
CAPÍTULO
III
¿QUÉ ES LA GUERRA ESPIRITUAL?
Es cribe el finado Donald Grey Barnhous e : « Satanás es la fuente principal del terrible
problem a de pecado que tiene el hom bre ». Tam bién habla acerca de la es trategia de s educción del diablo con el pecado, y dice que « él es el autor de la confus ión y las m
entiras » y que « ha hecho uno de s us m ejores papeles de engaño al crear la perplejidad, inclus o entre m uchos cris tianos , res pecto a s us m étodos de ataque ». Luego añade : « Es tos s on triples . No s abemos cuál fue el prim er es tudios o de la Palabra de Dios que acuñó la expres ión „el
m undo, la carne y el dem onio‟. El us o m ás antiguo de es ta divis ión triple del terreno
de ataque s e encuentra en el Lib ro de oración com ún, en un ruego por un niño :
„Concédele poder y fortaleza‟, dice la m is m a, „para obtener la victoria y triunfar s obre
el diablo, el mundo y la carne‟ ». La guerra espiritual, ¿cómo se puede definir?.
Pablo exhorta a Tim oteo: “Pelea la buena batalla de la fe” (1 Tim oteo 6:12). En el vers
ículo anterior el após tol m anda s eguir “la jus ticia, la fe, el am or, a
paciencia y la m ans edum bre”; de m odo que el contexto de s u exhortación es la lucha contra el pecado.
En 2 Tim oteo 4:7 Pablo declara: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera,
he guardado la fe”. Aquí él afirm a “ya es toy lis to para s er s acrificado”. El contexto en
es te cas o es la lucha por m anteners e en el m inis terio.
En 1 Corintios 9:26,27 Pablo es cribe: “de es ta m anera peleo...golpeo m i cuerpo, y lo pongo en s ervidum bre, no s ea que habiendo s ido heraldo para
otros , yo m is m o venga a s er elim inado”. Otra vez el contexto es la lucha por m
anteners e dentro del m inis terio.
En Colos ens es 1:29 Pablo afirm a que es tá “luchando s egún la potencia de Él, la cual obra poderos am ente en m í”. En el vers ículo anterior s u preocupación es “pres entar perfecto en Cris to Jes ús a todo hom bre”; de m odo que el contexto
es , nuevam ente, el m inis terio.
Nos cos taría dem as iado tiem po exam inar toda referencia que Pablo hace a la guerra es
piritual, pero creo que s e puede afirm ar que Pablo la interpretaba en prim er lugar com
o una lucha contra el m undo y la carne. La pos ición de los dem ás es critores neotes tam entarios es s im ilar. En cas i todos los libros del
Nuevo Tes tam ento hay referencias a las luchas contra los poderes s atánicos, pero es
tán en m inoría en com paración con las m uchís im as referencias a la
lucha contra el m undo y la carne. Por es o aceptarem os la definición de la
guerra es piritual como la lucha contra el mundo, la carne y el diablo, y en este orden.
A. La Carne
1. Cuando hablam os de nues tro enem igo llam ado « carne » no nos referim os a la naturaleza hum ana, a la hum anidad o a lo que recubre nues tros hues os .
2. Es esa capacidad espiritual perversa dentro de cada ser hum ano; desde que Adán pecó, todos los hom b res nacen en un estado pecam inoso (Efes ios 2:3).
3. El hom bre es tá totalm ente afectado por el pecado en s u intelecto,
em ociones y voluntad (Rom anos 3:10-18; Efes ios 4:17-19). La carne es esa
parte de la persona hum ana que está en reb elión contra Dios.
4. La carne (s arx) s e encuentra en Rom anos 8:3-4 y Gálatas 5:16-19.
Tiene varios títulos : a. « Pecado en la carne » (Rom anos 8:3)
b. « Nues tro viejo hom bre » (Rom anos 6:6 ; Efes ios 4:22)
c. « El pecado que m ora en m í » (Rom anos 7:17,20)
d. « El m al que es tá pres ente en m í » (Rom anos 7:21)
e. « Otra ley en m is m iem bros » (Rom anos 7:23) f. « La ley del pecado que es tá en m is m iem bros » (Rom anos 7:23)
g. « Con la carne a la ley del pecado » (Rom anos 7:25)
5. En 7:11-25, Pablo pres enta todos es tos verbos en tiem po pres ente, en contras te
con los verbos en tiem po aoris to en 7 :7-13. La indicación clara es que Pablo
cons idera es to una fuerz a continua dentro de su propia persona, una fuerza que s ólo Cris to puede conquis tar.
6. Algunos ens eñan que el « viejo hom bre » es tá « m uerto » porque fue
crucificado con Cris to (Rom anos 6:6); y por « m uerto » quieren decir
quitado com pletam ente por aniquilación.
7. Otros , en cam bio, s os tienen que alguna tendencia al pecado queda, pero que es nada m ás que una parte de nues tras capacidades yhábitos
corporales .
8. Debem os res ponder a es tas pos iciones diciendo que « m uerto » tal com o s e
us a en el NT nunca s ignifica aniquilación. Quiere decir
separación y pérdida de funcionam iento norm al. 9. Es to es as í s ea que s e refiera a :
a. Muerte es piritual, s eparación de Dios y la capacidad de funcionar con
Dios (Efes ios 2:1)
b. Muerte fís ica, s eparación del es píritu del cuerpo (Santiago 2:26)
c. Muerte eterna, s eparación para s iem pre de los pecadores de Dios,la m uerte s egunda (Apocalips is 20:14)
10.La m uerte de la naturalez a pecadora, o carne, es un juicio legal que la
incapacita de dom inarnos de m odo que es para nosotros posib le no
seguir actuando de la form a natural, com o pecadores,com o lo habíamos hecho
antes. 11.La actividad egoís ta de la carne s e deja ver en que :
a. Opera en el ám bito de la rebelión contra la ley de Dios (Rom anos
7:21-25)
b. Intenta im pedir la práctica de virtudes es pirituales en la vida del
creyente (Rom anos 7:14-20) c. La carne, trátes e de una pers ona s alvada o no, no puede agradar a
Dios (Rom anos 8:6-8) porque produce actos de autogratificación,sea s u
apariencia buena o m ala.
d. En la lis ta de Gálatas 5:19-21, las prim eras tres s on
autos atis facción, las s egundas dos s e refieren a defección espiritual, y el res to a pecados s ociales .
12.La carne tam bién puede tener un us o s atánico:
a. La us a com o herram ienta para obtener control en nues tras vidas . b. En el
contexto de la neces idad de anular al viejo hom bre, Pablo
advierte que debem os tener cuidado de no dar lugar al diablo, literalm ente, derecho o terreno práctico a la actividad de Satanás en
nues tra vida.
c. Dis poniéndonos voluntariam ente a practicar los pecados de la carne,
da ocas ión para que Satanás entre en la vida del creyente. d. Aunque toda pretens ión legal del diablo contra nos otros fue
cancelada en la cruz, el creyente voluntariam ente indulgente en
cuanto a los pecados carnales da al enem igo un lugar o un derecho contra s
í, lo cual no tardará en explotar. Veam os la derrota de la carne: 13.Por Cristo. Rom anos 6:1-10 dice que la carne fue derrotada legalm ente
en la cruz m ediante nues tra cocrucifixión con Cris to. Porque fuim os
bautizados en Cris to por el Es píritu Santo des pués de haber creído en Él, tom
am os el lugar junto a Él en s u m uerte y en s u res urrección. Es te hecho juzgó legalm ente la carne y quitó s us derechos a ejercer dominio en nues tras vidas cons tantem ente.
14.Por los cristianos. Nues tra res pons abilidad es us ar es ta verdad. Lo hacem
os cuando:
a. Reconocem os el hecho de la derrota de la naturaleza pecadora
(Rom anos 6:6) b. Nos es tim am os a nos otros m is m os m uertos al pecado pero vivos a
Dios (6:11)
c. Rechazam os que el pecado nos gobierne (6:12)
d. Renunciam os al control de nues tras vidas y lo entregam os a Dios , com o vivos de entre los m uertos , y nues tros m iem bros a Dios para vivir en jus ticia (6:13). En es to tenem os la prom es a que la gracia (y no la ley) nos capacitará para la victoria (6:14)
15.Dar a Dios el control de nues tras vidas es abrirnos para s er llenos del
Es píritu Santo, lo cual es una orden a todos los creyentes (Efes ios
5:18). Es to s ignifica obedecer la Palabra de Dios (Colos ens es 3:16). 16.Andar en el Es píritu (Gálatas 5:16) quiere decir depender de Él para
tener el poder de vivir para Cris to y obedecer Su Palabra en s us detalles
(Gálatas 5:25) no entris teciéndolo con pecados inconfes os (Efes ios
4:30) o afligiéndolo al res is tir s u voluntad (1 Tes alonicens es 5:19). ¿Qué significa luchar contra la carne?
La influencia de la carne im pide que el creyente s iga s u des eo renovado de cum plir
con la ley de Dios (Rom anos 7:22,23). Los ins tintos corporales de com er, beber,
reproducirs e y m anteners e vivo m uy fácilm ente s e vuelven
egoís tas , de m odo que em piezan a m ilitar contra los intentos es pirituales de negars e a s í m is m os , tom ar s u cruz y s eguir a Cris to. El m undo con s us
ins inuaciones y am enazas apela precis am ente a es tos ins tintos corporales a fin de
hacernos carnales .
El prim er pas o en la guerra es piritual es ais lar la carne de es tas
ins inuaciones y am enazas m undanas . Por es o m e parece que la lucha contra el m undo debe venir prim ero. Hay por lo m enos cinco pas os que se
pueden dar:
a. Huir de ciertas tentaciones (1 Tim oteo 6:10,11 y 2 Tim oteo 2:22). Un joven
s e quejó a s u pas tor de que no podía quitars e pens am ientos
las civos . El pas tor le preguntó s i había algo que es tim ulaba tales ideas y el joven contes tó que eran los avis os fuera de un cine por el cual tenía
que pas ar rum bo a s u trabajo. El pas tor le preguntó entonces si no había
otro cam ino a s u trabajo y el joven confes ó que s í lo había. Cam biar la ruta de
s u trabajo le ayudó m ucho a es te joven. b. Es im portante llenar la m ente de pens am ientos edificantes (Filipens es
4:8) de m odo que no haya tiem po ni cam po para s ugerencias del mundo
(Efes ios 5:11,12). Hay un dicho: “No s e puede im pedir a los pájaros volar
por encim a de nues tras cabezas , pero s i podem os prevenir que hagan s us
nidos en nues tros cabellos ” (Martín Lutero). c. Es neces ario evitar la com pañía repetida de pers onas divis ionis tas o
contam inantes (Rom anos 16:17,18; 1 Corintios 5:1 y 15:33). “Dim e con quién
andas y te diré quién eres ”.
d. Es urgente es tablecer prioridades claras que form en hábitos en nuestra vida
(Mateo 6:33 y Hechos 4:9). e. A las autoridades que nos quieren des viar de la obediencia a Dios hay
que contes tar con res peto pero con firm eza.
Es tos pas os s on buenos y ayudarán a dis m inuir la pres ión s obre nosotros,pero com o
aprendieron los m onjes en la Edad Media, ais lars e del m undo no ofrece ninguna
garantía contra los apetitos de la carne. Las m edidas que s irven contra el m undo no
valen contra la carne. Ni los ricos religios os (Hebreos 10:4),ni las reglas (Colos ens es
2:21,23), ni los es fuerzos propios (Rom anos 7:18-21) sirven para dom inar la carne. Lo
que tenem os que hacer es crucificarla (Gálatas
5:24). Pero, ¿cóm o?. Pablo, bas ándos e en las palabras de nues tro Señor en Juan 12:32,33 nos s eñaló el cam ino a s eguir. Cris to no m urió s olo,porque ante los ojos de Dios toda la vieja hum anidad fue crucificada con Él (Romanos 6:3-6;
2 Corintios 5:14 y Gálatas 6:14). Es en la m edida en que des cans emos en este hecho y
perm itam os que la vida res ucitada de Cris to reine en nues tras vidas , que la victoria de
Dios s obre nues tra carne s e hará una realidad (Rom anos 6:1-14 y 8:2-4).
B. El Mundo
1. La Biblia lo des cribe com o un enem igo activo de Dios y del cris tiano.
2. El título de Satanás « dios de es te s iglo » (2 Corintios 4:4) lo des cribe com o
el origen de una filos ofía centrada en la criatura.
3. El térm ino griego aion se refiere en sus diversos contextos a un espíritu del m undo que rechaz a al verdadero Dios y estab lece una vida falsa y una religión sustituta con la criatura en el centro.
4. Para referirse tam b ién a m undo se usa otra palab ra griega, kosmos.
Este térm ino describ e un sistem a ordenado del cual Satanás es el gob
ernante (Juan 12:31; 16:11).
5. Satanás gobierna una organización de hom bres y ángeles caídos que es tán s eparados de Dios y s on s us enem igos naturales . Es te mundo es la contraparte fals a del gobierno y el Reino de Dios que incluye
individuos y naciones .
6. Los hom bres s e m ueven s egún el curs o (aion) de es te m undo (kosmos). Son gobernados por él y es tán es clavizados a él.
7. Al participar de las caracterís ticas de s u líder recibe el nom bre de « este pres ente
s iglo m alo ». Es ta palabra para m alo (poneros) es aplicada a Satanás por Cris
to (Juan 17:15) y por Juan (1 Juan 5:19).
8. Es ta palabra habla de una m aldad pernicios a que no s e contenta con ser
s ola s ino que debe extender s u influencia corrupta y m alévola para envolver a otros .
9. Es el s uelo en el cual los nacidos de nuevo s on plantados , nutridos ,
alentados dentro y fuera del aire contam inado de criaturas corrom pidas con s us
ideales , norm as y es peranzas .
10.Una expres ión m oderna de es te es píritu del m undo es humanismo,en el cual el hom bre es el centro y norm a de todas las cos as .
11.En 1 Juan 2:16-17 es evidente que el m undo extiende la dinám ica de la carne
con el des eo de placeres , des eo de pos es iones y des eo de
reconocim iento, de entre los que s us tentan la m is m a filos ofía y sistema.
12.Satanás s iem pre quis o s er igual a Dios en control, no en carácter ; y su pecado provocó s u expuls ión con s us s eguidores (Is aías 14:14-15).
13.Su filos ofía rebelde s e la vendió al hom bre y ahora gobierna s obre todos los que
han caído en el pecado. Por venganza y a través de m últiples
m edios prom ueve s u concepto de vida centrada en la criatura.
14.Santiago habla de la s abiduría del m undo que alienta los « celos am argos y la contención » que lleva al hom bre a « la arrogancia y a
m entir contra la verdad » (Santiago 3:14-15).
15.Los gobernadores de es te m undo, s iguiendo la s abiduría de es te m undo,
crucificaron al Señor de la gloria (1 Corintios 2:4-8).
16.Jes ús derrotó al m undo a través del juicio de la cruz (Juan 16:33).Por su cruz, juzgó al príncipe de es te m undo (Juan 12:31; 16:11). Cuando el
general es derrotado, lo es todo s u ejército.
17.El poder de Satanás para controlar es lim itado y s u tiem po tam bién.
Cris to le ha quitado los cautivos y los guía a Él (Efes ios 4:8). El juicio de
Satanás es evidente m ediante la m uerte y res urrección de Cris to (Hebreos 2:14-15).
18.Aunque el m undo trata de derrotarnos apelando a nues tra carne,
tentándonos con s us ofertas , avegonzando nues tra fe, y tratando de
m eternos en s us principios (Juan 15:18-19 ; Rom anos 12:2) podem os
derrotarlo con actitudes y acciones prácticas : a. Podem os aceptar anticipadam ente nues tra victoria por fe (1 Juan
5:4b).
b. Debem os andar a diario en victoria com o con nues tro derecho de nacim
iento. « Porque todo lo que es nacido de Dios vence al
m undo » (1 Juan 5:4). Cons eguim os es to cuando decidimos no amar al m
undo (1 Juan 2:15) y obedecer la Palabra de Dios , porque « sus m andam
ientos no s on gravos os » (1 Juan 5:3). La actitud m undana dice que Dios es
duro y que no deja que uno s e expres e con libertad, pero nues tra fe s abe que
Dios es bueno y generos o, y que nos guía a dis frutar gozos am ente de pros
peridad es piritual. ¿Qué significa luchar contra el mundo?
La influencia del m undo s obre el creyente s e puede analizar bajo cuatro as
pectos :
a. La s educción de lo que el após tol Juan des cribe com o “los des eos de los ojos ” (1 Juan 2:16). Cas i todos los avis os com erciales procuran explotar
es os des eos .
b. “La vanagloria de la vida” (1 Juan 2:16), o s ea el ans ia por la fam a y el
reconocim iento de parte de nues tros s em ejantes , que conlleva el temor del “que dirán”.
c. Muchas de las actitudes que es tán en pugna con la verdad de Dios
(Colos ens es 2:20-23) y que influyen directa o indirectam ente en nues tros pens am
ientos .
d. Las am enazas y la pers ecución de parte de las autoridades (Hechos 4:29). C. Satanás y los demonios
1. Muchos creyentes reconocen nues tra guerra con la carne y el m undo;
pero cuando s e trata de la guerra directa con los dem onios , lo cons
ideran algo rem oto e irreal.
2. Es s ignificativo que Lucas pens ara en la im portancia de regis trar once cas os
de confrontación con dem onios en el libro de Hechos (5:3,16; 8:7,9; 13:6,11 ; 16:16-18; 19:12,13-17,19,24-36; 26:18). Los incluim os
aquí con el entendim iento de que la actividad idolátrica es fortalecida por los
dem onios .
3. Tal com o lo des cribe Lucas des cribe s u acción general, involucra el
rechazo del evangelio y la opos ición a que s ea difundido. 4. El res to del NT revela al m enos diecis éis pas ajes que tienen que ver
es pecíficam ente con efectos s atánicos o dem oníacos s obre los
creyentes . Veam os algunos :
a. Los dem onios s e oponen a que s e reciba el evangelio que los
cris tianos difunden. Satanás los us a para que la gente no lo entienda (Lucas 8:12), para cegar las m entes de los incrédulos (2 Corintios
4:3-4), y para im pedir el progres o de los obreros cris tianos (1
Tes alonicens es 2:18).
b. Los dem onios em prenden guerra directa contra los creyentes ,
des crita por Pablo com o una lucha (Efes ios 6:12). Los oponentes no s on hum anos s ino s eres es pirituales .
c. Los dem onios acus an y difam an en divers as m aneras . Satanás difam ó
a Dios ante Eva. Acus a a los creyentes ante Dios
(Apocalips is 12:10), y pareciera que a través de la coraza de jus ticia provis
ta en nues tra arm adura, ins erta en la m ente del creyente pens am ientos acus adores (Efes ios 6:14).
d. Los dem onios s iem bran dudas acerca de la verdad de Dios , s u
bondad y s u preocupación por nos otros y nues tro bienes tar (Génesis
3:1-5). Es ta parece s er la razón para el « es cudo de la fe » (Efes ios
6:16). e. Los dem onios prom ueven la rebelión y la defección (Génes is 3:1-5).
f. Los dem onios tientan a com eter pecados es pecíficos , tales com o
hipocres ía y m entira (Hechos 5:3), s exo ilícito (1 Corintios 7:5),
dedicación y bús queda de valores m undanos (1Juan 2:15-16; 5:19), dependencia de la fortaleza y s abiduría hum anas (1 Crónicas 21:1-8 ; Mateo 16:21-23), orgullo en as untos es pirituales (1 Tim oteo 3:6) y
exces o de preocupación y des aliento (1 Pedro 5:6-10).
g. Los dem onios incitan a la pers ecución (Apocalips is 2:10).
h. Los dem oninos tratan de debilitar a la igles ia de Cris to usando falsos m aes tros (1 Tim oteo 4:1-5), quienes s e hacen pas ar por « ángeles de luz » pero en realidad s on m ens ajeros de Satanás (2 Corintios
11:13-15). Niegan que Cris to s ea Dios -hom bre (1 Juan 4:1-4), y
tratan de arras trar a es tilos de vida fals os (Colos ens es 2:18-23).
Tam bién tratan de debilitar la igles ia m etiendo fals os s eguidores (Mateo 13:38-39). Es tos obs truyen la obra del Cuerpo de Cris to y confunden s u verdadera naturaleza y tes tim onio.
i. Los dem onios prom ueven la divis ión en la igles ia, al aprovechar
diferencias de opinión m uy s erias . Pablo advierte acerca de la falta de
perdón a un herm ano que s e arrepiente de veras . Es ta, dijo, es una de s us "artim añas " (2 Corintios 2:10-11). Es obvio que Pablo
conocía los m étodos de Satanás pero los corintios no.
j. Los dem onios s e aprovechan de iras no res ueltas y las transforma en am
arguras . Se nos advierte a es te res pecto (Efes ios 4:26-27).
k. Los dem onios tratarán de alejarnos de la devoción pura a Cris to (2 Corintios 11:3). Satanás odia a Cris to y no puede tolerar nues tra
am or hacia Él.
l. Los dem onios nos incitarán a s ituaciones com prom etedoras y
acciones que com prendan algún tipo de com pañeris m o (k oinonia) con los dem onios (1 Corintios 10:20). Es to puede tener relación con cerem onias paganas o inves tigaciones de s ecretos de lo oculto.
m . Los dem onios nos des alientan en la batalla, diciéndonos que somos débiles
y perdedores . Es ta parece s er la razón para el « yelm o de la s alvación », al
cual en 1 Tes alonicens es 5:8 s e le denom ina « la
es peranza de la s alvación ». Es to s e refiere a es a es peranza o confianza
en la liberación del Salvador del juicio y los efectos del m al. Es tam os en el lado vencedor y debem os m antener es to en m ente.
5. Para enfrentarlos , aunque hablarem os de es to en detalle m ás adelante, cons
iderem os : a. Recib ir la enseñanz a escritural. Debem os enfrentar la realidad de la
batalla y es perar opos ición tal com o vem os en la Biblia (Efesios 6:10-
12 ; 1 Pedro 4:12).
b. Recordar la perspectiva escritural. Recordem os que Satanás es
lim itado, una criatura controlada por Dios , y juzgado y des tinado al fuego (Mateo 25:41; Colos ens es 2:15). Dios us a las dificultades para
hacernos m ás fuertes (Rom anos 8:35-39).
c. Resistir a Satanás y a los dem onios (Santiago 4:7). Debem os
ponernos al lado de Dios y pararnos firm es en s u verdad. Debem os ponernos toda la arm adura de Dios (Efes ios 6:12) y cam inar en la verdad de Dios dependiendo de Cris to y del Es píritu Santo para que nos capaciten. Des arrollem os vidas cris tianas fuertes no
dependiendo de nues tros propios pens am ientos , em ociones o
experiencia s ino en la verdadera ens eñanza de la Palabra de Dios . ¿Qué significa luchar contra Satanás y los demonios ?. Dedicarem os el s iguiente
capítulo para es tudiar acerca de es to.
CAPÍTULO IV
LA LUCHA CONTRA EL DIABLO Y SUS DEM ONIOS
A. Nuestro Señor Jesucristo
1. Nues tro Señor Jes ús “fue llevado por el Es píritu al des ierto para s er
tentado por el diablo” (Mateo 4:1). No s e dice que fue llevado para
atacar al diablo, s ino que Él, por m edio de la palabra de Dios , res is tió a
Satanás . 2. Durante s u m inis terio, Cris to, por m edio de Su palabra, echó fuera a los
dem onios que s e opus ieron a Él o que le fueron pres entados (Mateo
8:16).
3. Has ta en Su s egunda venida nues tro Señor Jes ús no tom ará la iniciativa en atacar
a Satanás y a s us hues tes (Apocalips is 19:11-21). 4. El ataque diabólico contra Jes ús no fue cons tante. Des pués de la
tentación en el des ierto, Satanás “s e apartó de Él por un tiem po” (Lucas
4:14). No leem os de otros intentos diabólicos contra Cris to has ta que Pedro s
e hizo portavoz de Satanás en s u es fuerzo de des viar al Señor de la cruz
(Mateo 16:22,23). 5. Des pués el diablo no reapareció has ta unos días antes de la crucifixión,
cuando entró en Judas Is cariote (Lucas 22:3), procuró la caída de Pedro
(Lucas 23:31) y, por fin, des pués de la últim a cena, s e acercó a Cris to m is m o
(Juan 14:30).
6. Se podría objetar, en parte, que es te argum ento s e bas a en el s ilencio, pero entonces contes tam os que no hay un s olo texto en la Biblia que dé la im pres ión de que los ataques diabólicos s on s eguidos .
7. A veces parece que aquellos que tanto hablan de ataques diabólicos no s aben lo
que realm ente s on, porque un ataque diabólico es algo
pavoros o. B. Los discípulos
1. El Señor dio autoridad a s us doce dis cípulos para echar fuera demonios (Mateo 10:1). No leem os , ni antes o des pués de la m uerte del Señor,
que ellos bus caron a los dem onios a fin de atacarlos , s ino que res
pondieron cuando un endem oniado s e les pres entó.
2. El fam os o pas aje en Efes ios 6:10-18 dice la m is m a cos a. Con la
excepción de la es pada del Es píritu y, pos iblem ente, la oración, todo el arm am ento m encionado es defens ivo. El propós ito de la lucha es
“res is tir en el día m alo y, habiendo acabado todo, es tar firm es ”
(vers ículo.13). Vem os , entonces , que nos toca res is tir al diablo y no
atacarlo.
3. Ninguno de los casos de exorcism o que se m encionan en el Nuevo Testam ento tuvo lugar en la iglesia. El echar fuera a los dem onios era parte de la ob ra evangelística.
4. Es to tam bién concuerda con las ens eñanzas de las epís tolas . En
Colos ens es 1:13 Pablo es cribe, refiriéndos e a Dios : “El cual nos ha
librado de la potes tad de las tinieblas y tras ladado al reino de s u amado Hijo”.
5. La s alvación en Cris to s e define, entre otras cos as , com o la lib eración del
poder de Satanás (Hechos 26:18). En 1 Juan 5:18 el após tol am ado es cribe:
“Sabem os que todo aquél que ha nacido de Dios no practica el pecado, pues
Aquel que fue engendrado por Dios le guarda y el maligno no le toca”.
6. Sugerir, com o s e hace a m enudo hoy en día, que un cris tiano es tá
expues to continuam ente a los ataques del diablo y, aún peor, que un cris tiano
puede s er pos eído por un dem onio, quita, parece, valor a las prom es as del Nuevo Tes tam ento. Satanás fue derrotado en la cruz de Cris to (Colos ens es
2:15).
7. El diablo acus ó a Job en la pres encia de Dios , pero al m orir por nuestros pecados ,
el Señor Jes ús le quitó al diablo s u arm a con que nos acusaba en la pres encia de
Dios (Juan 12:31) y no puede influir m ás en el puesto de m ando de es te univers
o. Su cam po de acción ya es tá lim itado a la tierra (Apocalips is 12:12).
C. Modo de atacar a los creyentes
1. A través de persecución por parte de las autoridades. No hay que asumir
que toda pers ecución es directam ente ins pirada por Satanás , y s obre
todo no hay que decir tal cos a de las autoridades involucradas , pero en térm
inos generales s e puede decir que la pers ecución a la igles ia proviene de Satanás (Apocalips is 12:17).
2. Por m edio de acusaciones hechas por otras personas. El diablo es
experto en levantar s os pechas . Los creyentes no deben participar en el trabajo
de acus ación en es pecial cuando s e trata de acus ar a otros
cris tianos . 3. Por m edio de am enaz as. En es te cas o el diablo s e pres enta com o león
rugiente (1 Pedro 5:8), pero com o es padre de m entira, en m uchos cas os
no tiene autoridad neces aria para ejecutar s us am enazas .
4. Por m edio de tentaciones, dudas, insinuaciones y m entiras que él lánza com o dardos de fuego contra los creyentes. En es tos cas os el diablo se nos pres enta com o un ángel de luz con el objeto de confundirnos .
D. Defensas contra sus ataques
1. La verdad. Pues to que una de las arm as principales de Satanás es la
m entira, el creyente tiene que ajus tars e es trictam ente a la verdad en lo que dice
acerca de otras pers onas , lo que piens a de s í m is m o y lo que ens eña s obre
Dios y el evangelio. Tam bién parte im portante de la
verdad es confes ar todo pecado que uno haya com etido. 2. La rectitud. Ya que Satanás incita a com prom is os incorrectos , el
cris tiano puede frus trar m uchos de s us intentos s im plem ente con una adm inis
tración trans parente de s us negocios y un trato jus to a los
dem ás . Tam bién las igles ias pueden evitar m uchas m aquinaciones
diabólicas m ediante un m anejo honrado y abierto de s us finanzas . 3. La disposición de com partir el evangelio cada vez que se presente una
oportunidad. Una de las arm as de Satanás es el tem or al qué dirán. Si no nos
avergonzam os por el evangelio es to autom áticam ente frus trará m uchos de los
es fuerzos diabólicos contra nos otros .
4. La fe. Adán y Eva cayeron porque des confiaron de Dios y aceptaron la ins inuación de Satanás de que Dios , al prohibirles com er del árbol del
conocim iento del bien y del m al, les es taba res ervando un bien
im portante (Génes is 3:5). La confianza en la bondad de Dios y en s u s abio
m anejo de los eventos nos protegerá contra m uchas de las
artim añas del enem igo. 5. La salvación y la presencia de Cristo en nosotros. A una s eñorita s e le
preguntó el s ecreto de s u buen hum or. Ella contes tó que no s iem pre
había s ido as í; antes , cada vez que s entía una tentación, s alía a pelear con el
diablo y s iem pre perdía, has ta que aprendió a decir: “Señor Jes ús , allí es tá otra vez el diablo tocando a m i puerta con una tentación.
Por favor, ábrele y pregúntale lo que neces ita”. No era una res pues ta m uy
ortodoxa que digam os , pero el problem a des aparecía en el acto.
6. La espada del Espíritu. Cris to dio un ejem plo trem endo del us o de la
palabra de Dios contra Satanás durante s u tentación en el des ierto. Un hom bre s ufría m ucho en un ataque s atánico por no fijars e en la promesa de que una oveja del Señor reconocerá s u voz (Juan 10:4). El no
reconocer una voz que s e es cucha es en s í una s eñal de alarm a.
7. La oración. En todo m om ento Satanás es tá bajo el control de Dios y por es to
Cris to nos ens eñó a orar: “líbranos del m al” o, com o bien se puede traducir: “líbranos del m aligno”. El Señor advirtió a s us dis cípulos : “velad y orad para que no entréis en tentación” (Mateo 26:41). Igualm ente el
arcángel Miguel, al contender con el diablo “no s e atrevió a proferir juicio de m
aldición contra él s ino dijo: “El Señor te reprenda” que tam bién es una oración
(Judas 9). E. Cuatro preguntas acerca de la guerra espiritual
1. Cri sto di ó autori dad a su doce di scípul os sobre l os espíri tus i nmundos. ¿Significa esto
que sigue dando tal autoridad a todos los creyentes hoy?. 2. En su comi si ón a l os setenta Cri sto no menci onó l a autori dad sobre l os demoni os
(Lucas 10:1-11). Si n embargo, cuando l os setenta regresaron di j eron “Señor, aún los demoni
os se nos suj etan en tu nombre” (Lucas 10 :17). Esto se puede i nterpretar de dos maneras:
a. Se dio igual autoridad a los s etenta, y la fras e acerca de la autoridad
s obre los dem onios no s e repitió porque era una cos a
s obreentendida. Aún as í debem os recordarque los s etenta
repres entaban un grupo es pecial que no tiene s u equivalente hoy. b. Cris
to no dio igual autoridada los s etenta, pero en el curs o de s u m is ión, ellos encontraron que tenían poder para echar fuera a los
dem onios que s e pres entaron.
3. De cualquier form a dudo de que antes de s u s egunda venida nues tro Señor
haya dado una autoridad generaliza a todos los creyentes s obre las fuerzas del
m al. 4. Interpreto las palabras “en b reve” en Rom anos 16:20 com o una
referencia al retorno de nues tro Señor (com pare Apocalips is 22:5,7
donde s e us a la m is m a expres ión o una palabra m uy s im ilar).Es común ahora
afirm ar que s e es tá atando a Satanás o a s us dem onios .
5. Cris to ató a Satanás y a s us dem onios (Mateo 12:28-29) y al final un ángel com is ionado lo hará tam bién (Apocalips is 20:1-29), pero no hay en
el NT texto seguro que indique que los creyentes, en general, lo puedan hacer
ahora. Mientras tanto el após tol Judas advierte contra el peligro de faltar el res
peto a las potes tades s uperiores , aunque s ean m alignas (Judas 8). 6. Sacam os la conclus ión de que el creyente tiene la autoridad de echar
fuera un dem onio en el nom bre del Señor s i s e ve confrontado con una pers ona
endem oniada; o decir a Satanás que s e vaya s i s e pres enta,
pero que no tiene autoridad para dar órdenes generales a Satanás y a
s us hues tes en el s entido de atarlos o prohibirles el pas o a cierto lugar. 7. ¿Cómo se distingue un caso de posesión demoníaca o
endemoniamiento?. Creo que es ta pregunta es m uy im portante porque
s e hace m ucho daño a una pers ona ins inuándole que es un dem onio cuando
no es as í. a. La pers ona afectada bien puede des m oralizars e por com pleto y,
cuando no pas a nada des pués de un intento de exorcis m o, em pieza a dudar
de que Dios le pueda ayudar.
b. Por es o creo que Pablo es peró m uchos días en el cas o de la
m uchacha con es píritu de adivinación (Hechos 16:16-18), porque quería es tar s eguro de que ella realm ente tenía un dem onio antes de
entrar en acción.
c. Durante el m inis terio del Señor Jes ús los dem onios s e dis tinguieron por s u
opos ición a Cris to en com binación con s u conocim iento
s obrenatural. d. Recientem ente leí el tes tim onio de uno que es ahora director de un
ins tituto bíblico een Tailandia . Su padre eran budis ta des tacado que s e
había m etido en la brujería. El hijo, de alguna m nera, recibió un
NT y s e pus o a leerlo, has ta que s e convirtió, aunque no dijo nada a nadie
de lo que le había pas ado. Unos días des pués s u padre le dijo que s u tía, a
quien quería m ucho, es taba enferm a. “La voy a vis itar”, dijo el padre.
“¿Quieres acom pañarm e?”. “¡Por s upues to!” le contestó el hijo. Cuando es
taban llegando a la cas a es cucharon gritos fuertes que m encionaban el nom
bre del hijo y decían “que no venga a m i cas a”. El padre s e extrañó y
entrando a la cas a preguntó: “Herm ana, ¿qué te pas a? ¡Es tu s obrino favorito!”, pero la m ujer s ólo gritó con
m ás fuerza “que s e vaya de m i cas a porque tiene a Cris to en s u
corazón”. Al vers e des cubierto, el hijo entró en la cas a y dijo:
“es píritu, no s é quién eres , pero en el nom bre del Señor Jes ucris to
s al de ella”. Des pués de unas convuls iones el es píritu inm undo salió y ella s e recuperó.
8. ¿Cómo se distingue entre la disciplina de Dios, un ataque satánico o un
percance de la vida?. Otra vez la pregunta es de m ucha
im portancia. Porque a la dis ciplina de Dios hay que recibirla
incondicionalm ente; hay que res is tir un ataque s atánico y un percance hay que aguantarlo con paciencia.
a. En prim er lugar es neces ario pedir al Señor que nos ilum ine en cada cas o y
nos oriente a reaccionar.
b. En s egundo lugar es precis o recordar que no nos va a proteger
contra todos los percances de la vida. De otra m anera m uchos s e convirtirían a Él s ólo por los beneficios .
c. En tercer lugar debem os confiar, m ientras que la dis ciplina del Señor es para
nues tro bien. Por Hechos 12:1 podem os ver que el ataque
diabólico es s ólo des tructivo. El problem a es que al principio la
dis ciplina del Señor y el ataque diabólico s e parecen m ucho. Con el tiem po s e aprecia la diferencia.
9. Algunos piens an que el Señor s ólo perm ite un ataque diabólico en los cas os
que s u dis ciplina no haya tenido efecto o que la lección que Él
quiere dar s ólo s e puede aprender a través de una intervención de
Satanás . 10.Es evidente de que m uchas pruebas que atribuim os al diablo s on en
realidad una dis ciplina del Señor por res ultado de nues tro des cuido.En
Guatem ala m e contaron de un pas tor a quien le dis cernieron un es píritu de
choque porque s ufrió una s erie de accidentes autom ovilís ticos . 11.¿Se dirige la guerra espiritual siempre contra autoridades
satánicas?. Muchas veces s e interpreta el texto de Efes ios 6:12 en el s entido
de que todos los principados , potes tades y gobernadores
m encionados ahí pertenencen a “hues tes es pirituales de m aldad” de la últim a
parte del vers ículo. 12.Pero en Efes ios 1:21 Pablo s e refiere a “todo principado y autoridad” (las
m is m a palabras en el griego) “no s ólo en es te s iglo, s ino tam bién en el
venidero”. Es m ás natural entonces interpretar Efes ios 6:12 en el sentido de que
la lucha es piritual s e dirige contra poderes terrenales y
celes tiales . 13.Es ta interpretación concuerda con el cuadro que nos da el libro de
Apocalips is . En 17:8, por ejem plo, s e habla de la bes tia en términos que hacen
pens ar en un s er es piritual celes tial, pero en el vers ículo que
s igue vem os una referencia clara a la ciudad de Rom a, pues se dice que las s iete
cabezas de la bes tia s on s iete m ontes . 14.Muchas veces las autoridades terrenales no tienen idea de que s on
m anipuladas por Satanás y tal s ugerencia las ofendería m ucho. Por eso la lucha
del creyente contra las autoridades terrenales debe librarse con todo el res peto
debido (1 Pedro 2:17) y aún en la lucha contra las
hues tes m alignas en el aire s e debe guardar hum ildad y cortes ía (Colos ens es 2:18; Judas 10).
EXAMEN MENSUAL
1. ¿Qué s ignifica la palabra ángel ?. 2. ¿Quiénes s on los ángeles de Apocalips is 2-3 ? ¿Por qué ?.
3. ¿Cuántos tipos de ángeles hay ? Explicar.
4. Explicar y enum erar los rangos dentro de los s eres angelicales (escogidos y caídos ).
5. Hacer el cuadro de divis ión de los s eres angelicales .
CAPÍTULO V
NUESTRO ADVERSARIO EL DIABLO
A. Ev idencia del texto
1. Satanás no evolucionó has ta llegar a exis tir com o un s er pers onal; él
exis tió y actuó des de los libros m ás tem pranos has ta los últim os de la revelación de Dios .
2. Siete libros del AT ens eñan s u realidad : Génes is , 1 Crónicas , Job, Salm os ,
Is aías , Ezequiel y Zacarías . Cada es critor del NT afirm a s u realidad y
actividad, apareciendo en 19.
3. En 25 de los 29 pas ajes en los Evangelios que hablan de Satanás , nues tro Señor es el que habla. Nótes e es pecialm ente pas ajes com o
Mateo 13:39; Lucas 10:18; 11:18.
B. Ev idencia de su personalidad
1. Los ras gos de s u pers onalidad
a. Inteligencia (2 Corintios 11:3).
b. Em ociones (Apocalips is 12:17, ira; Lucas 22:31, des eo; 1 Tim oteo
3:6, orgullo).
c. Voluntad (Is aías 14:12-14; 2 Tim oteo 2:26). d. Mem oria (al citar porciones de la Biblia, Mateo 4:1-11).
e. Gran habilidad para la organización (Apocalips is 2:9,24).
2. Los pronom bres de la pers onalidad
a. Tanto el AT com o el NT s e refieren a Satanás com o una pers ona
(Job 1; Mateo 4:1-12). b. La inform ación del s egundo pas aje tuvo que venir del Señor. Le
atribuyó pers onalidad.
3. La res pons abilidad m oral de la pers onalidad
a. Si Satanás fues e s olam ente una invención del hom bre para explicar s us ideas del m al, entonces no debiera cons iderars e m oralm ente res pons able por el Señor (Mateo 25:41).
b. Negar la realidad de Satanás es negar la veracidad de las palabras del
Señor.
C. Su naturaleza
1. Es una criatura
a. Si entendem os que Ezequiel 28:11-19 s e refiere a Satanás , es e pas aje
declara que Satanás fue creado (v.15). b. Es to s ignifica que él no pos ee atributos que s ólo le pertenecen a
Dios , com o la om nipres encia, om nipotencia y om nis ciencia.
c. Aunque poderos o, tiene lim itaciones de criatura, y com o tal, tiene que darle
cuentas a s u Creador.
2. Es un s er es piritual a. Satanás pertenece a la orden de ángeles llam ados querubines
(Ezequiel 28:14). Aparentem ente fue el ángel creado de m ás alta pos
ición (v.12).
b. Evidentem ente es ta es la razón por la que el arcángel Miguel no s e atrevió
a proferir juicio de m aldición contra Satanás cuando contendía con él acerca del cuerpo de Mois és (Judas 9).
c. Aun en s u es tado pres ente, retiene una gran m edida de poder
(aunque bajo el perm is o de Dios ). De m odo que a él s e le des igna com o el dios de este siglo y el príncipe de la potestad del aire (2
Corintios 4:4 ; Efes ios 2:2).
D. Sus nombres
1. Satanás (us ado unas 52 veces ) del hebreo satán, s ignifica adversario u
oponente (Zacarías 3:1; Mateo 4:10; Apocalips is 12:9; 20:2).
2. Diablo (us ado cerca de 35 veces ) del griego diab olos, s ignifica
calum niador (Mateo 4:1; Efes ios 4:27; Apocalips is 12:9; 20:2).
3. Juan lo llam a el maligno (Juan 17:15; 1 Juan 5:18-19). Su carácter m aligno, indicado en s u título, im pregna el m undo entero que es tá bajo
s u control. Pero el creyente no puede fundam entalm ente s er poseído por
Satanás . Hablarem os de es to en el s iguiente capítulo.
4. Una serpiente fue la prim era form a en la cual Satanás apareció a la
hum anidad (Génes is 3:1). Es ta caracterización tam bién s e queda con Satanás en el NT (2 Corintios 11:3; Apocalips is 12:9) e indica s u malicia y as tucia.
5. A Satanás tam bién s e le repres enta com o un dragón rojo (vv.3,7,9).
Es to enfatiza s u naturaleza feroz, es pecialm ente en el conflicto. Nota que el
dragón tiene una cola. 6. Una de las actividades de Satanás es s er el acusador de los
hermanos (v.10). Lleva es to a cabo s in ces ar, pero nues tro Abogado es
Jes ucris to (1 Juan 2:1-2).
7. Satanás tam bién es el tentador (Mateo 4:3 ; 1 Tes alonicens es 3:5).
Es ta ha s ido s u obra des de s u prim er encuentro con s eres hum anos (Génes is 3:1). Tam bién tentó a Cris to y a Ananías .
8. La pos ición de Satanás s e ve en varios títulos que s e le dan. Él es el
« príncipe de este mundo » (Juan 12:31), « el dios de este siglo » (2
Corintios 4:4), « príncipe de la potestad del aire » (Efes ios 2:2) y « el espíritu
que ahora opera en los hijos de desobediencia ». 9. El nom bre Beelzebú des igna a Satanás com o jefe de los dem onios
(Lucas 11:15).
10.Pablo us a Belial com o nom bre para Satanás en 2 Corintios 6:15. La palabra
s ignifica despreciab ilidad o m alicia, y des cribe en form a
apropiada el carácter de Satanás . 11.Tam bién es llam ado el rey de la muerte (Hebreos 2 :14).
12.Leviatán, poderos o dinos aurio m arino que nadó en las aguas al
principio de la his toria de la tierra (el que habita en el m ar e la
hum anidad, Is aías 27:1; Job 41:14-34).
13.M entiroso y asesino (Juan 8:44). Mintió al decir a Eva « Seréis com o Elohim » (« Él es el Fuerte, quien es fiel a todos s us pactos y que es digno de s er reverenciado y tem ido por lo que Él es »). El hom icidio
cons is te no s ólo en el acto m is m o, s ino tam bién en el intento (1 Juan
3:12,15). Satanás m ató a Adán y Eva, aunque pas aron m uchos años antes de s u m uerte fís ica. Los que habían s ido creados inmortales como
los ángeles , recibieron la recom pens a de la m uerte com o pago por haber s
eguido el cons ejo de Satanás .
E. Su creación
1. El tiem po
a. Las Es crituras declaran que todas las cos as fueron creadas por Dios por m
edio de Cris to, y no hay nada que no fues e creado por Él (Juan 1:3; Colos ens es 1:16-17).
b. El tiem po de s u creación no s e es pecifica. Las opiniones difieren s obre s
i todos los ángeles (incluido Satanás obviam ente) fueron creados en el
segundo día com o « espíritus », « vientos » (Salm o
104:4), o bien en el quinto día (Is aías 6:2) en conform idad con las obras de la Creación en aquellos días .
c. Si Ezequiel 28:13 s e refiere a Satanás y al huerto terrenal del Edén,
entonces , por s upues to, él tendría que haber s ido creado antes que Dios im
plantara al huerto del Edén (Génes is 2:8).
2. Las caracterís ticas a. Muchos debaten s i Ezequiel 28:11-19 tiene en vis ta a Satanás o no;
pero s i lo tiene, entonces nos aporta varios detalles des criptivos en cuanto
a las caracterís ticas de la condición original del m is m o en su creación.
b. Satanás tenía una apariencia s in paralelo (v.12), lleno de sab iduría y perfecto en herm osura. Nunca s e des cribe a un s er hum ano en estos térm inos (1 Reyes 8:46; Proverbios 20:9; Is aías 53:6; 64:6; Santiago
3:2).
c. Tenía una hab itación sin paralelo (v.13). Es to puede que s e refiera a un Edén celes tial, o al Edén terrenal. En cualquiera de los dos casos era, antes que entrara el pecado, un s itio único. « Los prim ores de tus tam b oriles y flautas ». Los ins trum entos m us icales fueron
concebidos originalm ente com o m edios para alabar a Dios .Lucifer,a caus a
de s u herm os ura, hacía lo que un ins trum ento m us ical haría en las m anos de un dies tro m ús ico: producir un him no de alabanza a la gloria de Dios .
d. Tenía una vestim enta sin paralelo (v.14). Pertenecía a una orden de
criaturas angélicas des ignadas com o querubines . Ellos es tán
relacionados con la cus todia de la s antidad de Dios (Génes is 3:24), con el
trono de Dios (Ezequiel 1:5), y aquí aparentem ente, con la pres encia de Dios m is m o. Según parece, Satanás era el guardia
principal de la s antidad y m ajes tad de Dios .
En es te vers ículo hay una s ugerencia de que Lucifer tal vez haya
s ido creado originalm ente para s ervir (bajo la dirección de Cris to) com o profeta, s acerdote y rey del cielo. Pero fracas ó. Es ta puede ser la razón por la cual Dios s eparó es tos oficios .
e. Tenía una perfección sin paralelo (v.15). Era perfecto en el s entido
de s er com pletam ente s ano y pos eedor de una integridad m oral total. f.
Se enalteció su coraz ón a causa de su herm osura (v.17). Aquí
tenem os el prim er pecado y la autocreación del prim er pecador en todo el univers o.
F. Su pecado
1. El origen
a. Se halló en él (Ezequiel 28:15). Es te es en realidad el único versículo en la
Biblia que declara exactam ente el origen del pecado.
b. La palabra contrataciones (v.16) es m uy s uges tiva. No tiene nada
que ver con la com pra y venta y el cam bio de m ercaderías de parte
del m undo com ercial. La palabra en el original s ignifica « dar
rodeos » o pasear. Se s ugiere que s e trata del as unto de la calumnia y es o
puede indicar la obra de Satanás de pasear entre los ángeles tratando de cons eguir s u lealtad por calum niar a Dios , y as í hacerles rebelars e contra el
creador. La acus ación directa « y pecaste »
s eguida por s u arrojam iento del cielo s on ras gos im portantes en la carrera
de Satanás . c. Los detalles del pecado de Satanás s e es pecifican en otro lugar
(Is aías 14:12-17).
d. El pecado fue hallado en Satanás ; pero él fue creado perfecto. Dios no es la
caus a culpable del pecado de Satanás .
2. La naturaleza a. El NT des taca el pecado es pecífico de Satanás com o arrogancia,
engreim iento, el estar hinchado (1 Tim oteo 3:6).
b. Se le com para al engreim iento que un nuevo convers o puede tener cuando s e le confieren cargos de dirección es piritual o s e le ensalza dem as iado pronto y com ienza a tom ar para s í m is m o la gloria que le pertenece a Dios .
c. El verbo aquí, traducido « envaneciéndose » quiere decir « hacerse
hum o », y as í por él la pers ona llega a s er cegada (com p. 1 Tim oteo
6:4 ; 2 Tim oteo 3:4).
d. Ezequiel 28:16 le atribuye la caus a de la caída de Satanás a la abundancia de s u contratación. En otras palabras , Satanás us ó s u
pos ición para ganancia pers onal, para traficar en la exaltación de s í
mismo.
e. Is aías da m ás detalles acerca de s u caída (14:12-17), tal com o s e m
enciona en Lucas 10:18. f. Satanás es llam ado el lucero de la m añana (v.12). El equivalente en
latín es Lucifer, lo cual bas ado en es te pas aje, llegó a s er uno de los nom
bres de Satanás .
g. Sin em bargo, el us o de lucero de la m añana con referencia a
Satanás , y en Apocalips is 22:16 acerca de Cris to, nos indica el hecho de que el propós ito de Satanás fue falsificar el plan de Dios. La
m anera en que él inició es e plan s e detalla en las cinco fras es que com
ienzan con « yo » (tácito) s eguido de una acción planeada :
- Sub iré al cielo. Es obvio que Satanás tenía en m ente el tercer
cielo, la m orada m is m a de Dios . Com o guarda de la s antidad de Dios , Satanás tenía acces o al cielo, pero es to expres a s u des eo de ocupar y es tablecers e en el cielo a la par de Dios .
- Junto a las estrellas de Dios levantaré m i trono. Si es trellas s e
refieren a ángeles (Job 38:7; Judas 13; Apocalips is 12:3-4;
22:16), entonces Satanás des eaba gobernar s obre todos los ángeles , pos eer s u adoración. Si s e refiere a los cuerpos
celes tiales lum inos os , entonces él des eaba regir en los cielos .
- En el m onte del testim onio m e sentaré a los lados del norte. Es to habla
de la am bición de Satanás de gobernar el univers o com o
s upues tam ente hacía la as am blea de los dios es babilonios . - Sob re las alturas de las nub es sub iré. Des eaba la gloria que
pertenecía a Dios (a veces s e as ocia a las nubes con la presencia
de Dios , Éxodo 16:10; Apocalips is 19:1). Tam bién puede s er una
referencia a es a nube es pecial de la gloria shek inah de Dios . - Seré s em ejante al Altís im o. El nom bre Elyon para Dios enfatiza
s u fuerza y s oberanía (Génes is 14:18, « el m ás Alto »).
Literalm ente s ignifica « el fuerte m ás fuerte ». El diablo podría
haber es cogido otros nom bres de Dios . Podría haber us ado El- Shaddai, que s ignifica « el que alim enta a sus hijos », pero no lo hizo ; o Jehová-Rohi, que s ignifica « el Dios pastor », pero
tam bién evitó es te título. La razón es obvia. Satanás codiciaba el poder
de Dios , m as no es taba interes ado en s us atributos de
alim entador y guía. Satanás quería s er tan poderos o com o Dios , ejercer
la autoridad y el control en es te m undo que legítim amente le pertenece s ólo a Dios .
3. Cons ecuencias
a. El pecado de Satanás afectó a otros ángeles (Apocalips is 12:7);
afecta a todas las pers onas (Efes ios 2:2); lo s ituó a él com o el
príncipe de es te m undo (Juan 16:11); afecta a todas las naciones del m undo, pues to que él obra para engañarlas (Apocalips is 20:3).
b. Ezequiel predice un arrojam iento de Satanás del cielo (28:17). El
pas aje no revela el tiem po cuando es a prom es a s e cum plirá, fuera del hecho de que es tá relacionado con los juicios finales que le tocan al diablo. Parece que aún tiene acces o al cielo (Job 1:6; Lucas 22:31, im plicando aquí que apareció pers onalm ente delante de Dios ).
c. Al leer Lucas 10:18, com parém os lo con Apocalips is 12:7-9. Es te
últim o pas aje explica m ucho acerca del origen de tanta des gracia durante
la tribulación.
d. Cris to, en Su s egunda venida, pone fin al reinado del hom bre de pecado (2 Tes alonicens es 2:8-10) y al m is m o tiem po, Satanás será
atado con una cadena y echado al abis m o (Apocalips is 20:1-3).
e. Luego del m ilenio recién es arrojado al lago de fuego (Apocalips is
20:10).
4. El tiem po a. Scofield m enciona que la caus a por la que la tierra es taba
« desordenada y vacía » (Génes is 1:2) fue la rebelión de Satanás ,
ubicando as í s u caída antes de la creación del hom b re.
b. Pero Alfred Edersheim , citando es critos judíos antiguos , nos dice que
la caída de Satanás tuvo lugar no antes , s ino después de la creación del hom b re, s iendo la caus a prim aria de ello los celos y la envidia por parte de los ángeles , pues (s egún los m is m os es critos judíos ) la circuns tancia de que s u s uperioridad fuera evidenciada por s u
capacidad de dar nom bres a todas las criaturas , indujo a « hacer un com plot contra Adán », de m odo que con s u caída pudieran obtener la s uprem acía.
c. Com o una ilus tración curios a, vam os a trans cribir una explicación de
Jonathan Edwards, quien explica s u caída com o s igue : « Pero
cuando le fue revelado, alta y glorios a s egún era s u pos ición, que tenía que s er un es píritu m inis trante a la raza hum ana, que había s ido creada recientem ente, que aparecía tan débil, hum ilde y
des preciable, tan inm ens am ente inferior, no s ólo a él, el príncipe de los
ángeles , s ino tam bién a los ángeles inferiores , y que debía estar
s om etido a uno de aquella raza que m ás adelante nacería, no pudo tolerarlo m ás . Es to ocas ionó s u caída ». ¿Es pos ible que Jonathan Edwards hubiera oído s obre las leyendas rabínicas , o bien s e trata de una extraña coincidencia ?.
G. Sus activ idades
1. Con relación a Cris to
a. La rivalidad entre Satanás y Cris to fue predicha en Génes is 3:15, des
pués del pecado de Adán y Eva.
b . Es te intercam bio de golpes ocurrió en la cruz. Es te prim er versículo m
esiánico es llam ado tam bién el proto-evangelio. c. Cuando apareció nues tro Señor corporalm ente en es te m undo,
Satanás quis o im pedir Su m is ión:
- El hom icidio ordenado por Herodes indudablem ente fue inspirado por
Satanás (Mateo 2:16).
- Cris to declaró que Pedro s e había alienado con el plan de Satanás (Mateo 16:21-23).
- Cuando Judas es taba lis to para traicionar al Señor, Satanás entró en él
(Juan 13:27).
- El principal y m ás directo ataque fue en Su tentación (Mateo 4:1-
11). La palabra « prob ar » o « tentar » incluye dos ideas : com prob ar e incitar al m al. La prueba de Cris to abarcaba es tas
dos facetas . Se com probó que Cris to es im pecable. Se pusieron a prueba
los des eos de la carne, los des eos de los ojos y la
vanagloria de la vida (1 Juan 2:16). Com parar con la tentación a
Eva. f. La m eta entera de la tentación era elim inar el s ufrim iento y la m uerte
de la cruz. Le ofreció al Señor la gloria s in la cruz. Fue tentado a la
independencia (Mateo 4:3-4), a la indulgencia (vv.5-7) y a la idolatría
(vv.8-10).
d. A Satanás s e le ha dado autoridad s obre es te m undo (cosm os) tem poralm ente, pero finalm ente Cris to lo regirá.
e. Pues to que Satanás no tuvo éxito en im pedir la cruz, él ataca al
Evangelio, a los s eguidores de Cris to, y lo que todavía queda del plan
de Dios para es te m undo.
2. Con relación a Dios a. La táctica principal que Satanás em plea para atacar a Dios y a Su
program a en general es el ofrecer un program a y un reino
falsificado.
b. Hoy en día prom ueve una form a de piedad m ientras s e niega s u poder
(2 Tim oteo 3:5). Para es to dis fraza a s us s iervos com o m inis tros de jus ticia (2 Corintios 11:15).
c. Tam bién prom ueve un s is tem a doctrinal por m edio de los demonios,
quienes a s u vez us an a las pers onas para que o bien aboguen por un fals o as cetis m o o una licencia s in res tricción (1 Tim oteo 4:1-3; Apocalips is 2:24).
d. La fals ificación final s erá el anticris to venidero, cuyas actividades s erán
conform e a Satanás , y s erá s u ins trum ento para que la
hum anidad crea la m entira com o s i fuera la verdad (2
Tes alonicens es 2:9,11).
e. Cons iderem os tam bién s u fals a trinidad (Apocalips is 16:13), s us s
inagogas (Apocalips is 2:9), s us doctrinas (1 Tim oteo 4:1), s us m is terios (2 Tes alonicens es 2:7), s us m ilagros (2
Tes alonicens es 2:9), s u trono (Apocalips is 2:13). Es te últim o vers
ículo parece indicar que Satanás ha m udado s u s ede de
Babilonia (Génes is 11:1-9) a Pérgam o en Turquía durante la época de Juan. Sin em bargo, m ás adelante (ver Apocalips is 18) el após tol Juan s ugiere que la capital del diablo s e tras ladará nuevam ente a Babilonia
durante la tribulación.
3. Con relación a la Palabra de Dios
a. La s aca fuera de contexto (Mateo 4:6). b.
Hace que s e interprete m al. c. Sobreenfatiza un as pecto de una doctrina e ignora la otra.
4. Con relación a las naciones
a. Su actividad principal es engañarlas (Apocalips is 20:3),
aparentem ente haciéndoles pens ar que pueden gobernar justamente y traer
paz al m undo s in la pres encia y gobierno de Cris to. b. Aparentem ente us a a los dem onios para llevar a cabo s u engaño
(Daniel 10:13,20) y us a a los gobiernos para im pedir el progres o del
Evangelio (1 Tes alonicens es 2:18).
c. En la Gran Tribulación engañará a las naciones para que reciban al anticris to com o s u s alvador; al final, Satanás y s us dem onios influirán s obre los ejércitos de las naciones para que m archen hacia s u
des trucción en Arm agedón (Apocalips is 16:13-16).
5. Con relación a los no – creyentes
a. Satanás ciega s u entendim iento para que no acepten el Evangelio (2
Corintios 4:4), haciéndoles pens ar a veces que cualquier cam ino hacia el cielo es tan aceptable com o el único cam ino.
b. Sólo el poder de Dios puede rem over la ceguera s atánica. Algunas veces
viene y quita la Palabra que las pers onas han oído, a fin de
evitar que ellas crean (Lucas 8:12).
c. Para prom over la ceguera us a religiones fals as . Utilizará cualquier as pecto del s is tem a del m undo que él encabeza para nodejar que las
pers onas piens en o hagan lo que los traerá al reino de Dios
(Colos ens es 1:13; 1 Juan 2:15-17).
6. Con relación a los creyentes : tentador y adversario
a. As í com o probó al Señor, tam bién prueba a los creyentes , s iendo su m eta que com etam os el m al únicam ente.
b. Dios algunas veces puede que us e a Satanás para entrenarnos en res is tir s
us tentaciones . Las pruebas pueden tener tres propós itos benéficos en la
vida del creyente :
- Probarnos (1 Pedro 1:6-7) - Ens eñarnos (1 Pedro 4:12-13; Hebreos 5:8)
- Aum entar nues tro am or por Dios (Santiago 1:12)
c. Hay por lo m enos tres áreas en las cuales Satanás tienta a los
creyentes :
- La prim era es la de conform ars e a las pres iones y es tructuras de la s ociedad (1 Tes alonicens es 3:5), tales com o darle m ás im portancia a la pos ición s ocial que a la s antificación, o al
orgullo del intelecto.
- En s egundo lugar, los tienta a encubrir s u egoís m o (Hechos 5:1-
11). - En tercer lugar, los tienta a la inm oralidad (1 Corintios 7:5).
d. Com o advers ario acus a y s e opone a los creyentes en varias áreas :
e. Hace es to por confundirnos cuando s iem bra cizaña entre el trigo
(Mateo 13:38-39).
f. Por arrebatar la Palabra que ha s ido es parcida (Marcos 4:15). g. Por indis poner a las autoridades gubernam entales contra los
creyentes (1 Tes alonicens es 2:18).
h. Por encarcelar a los creyentes con la idea de que es to va a im pedir que s u
tes tim onio s e es parza o lograr que s e intim iden y s e
abs tengan de tes tificar (Apocalips is 2:10). i. Adem ás , des taca nues tros pecados y los es grim e contra nos otros
(Apocalips is 12:10).
j. Tam bién trae s obre nos otros pres iones que quizás no s e pueda
s oportar, com o el herm ano que fue dis ciplinado, y al cual debían de perdonar (1 Corintios 5; 2 Corintios 2:5-11); o com o el cas o de las viudas jóvenes , quienes debían cas ars e de nuevo a fin de no
chis m ear y es tar ocios as , pues as í es tarían s iguiendo a Satanás (1
Tim oteo 5:14-15).
k. En general podem os decir que quiere reducir al silencio el testimonio del
creyente. Para ello ronda la tierra bus cando a quien devorar (1 Pedro 5:8). La palabra « devorar » es la m is m a que s e utiliza para
des cribir la form a en que el m ar Rojo s e tragó a los egipcios cuando pers
eguían a los hebreos (Hebreos 11:29). Pinta un cuadro vívido de la m eta
final de Satanás : ahogar com pletam ente el testim onio y la
utilidad del creyente. l. Una cos a m ás : aunque no puede pos eer a un cris tiano, s in embargo
(en la m edida en que Dios s e lo perm ita, por s upues to) puede oprimir a un
hijo de Dios , tanto m ental com o fís icam ente, para purificar a su hijo (com o
Job y Pablo, 2 Corintios 12) , y otras veces para cas tigar a un creyente (1
Corintios 5:1-5). H. El mundo de Satanás
1. Ya hem os notado que Satanás es llam ado tanto el dios de este siglo
(aion, 2 Corintios 4:4) com o el príncipe de este m undo (cosmos, Juan 12:31).
2. El siglo s ignifica todas es a m as a flotante de pens am ientos , opiniones , m áxim
as , es peculaciones , es peranzas , im puls os , m etas , as piraciones, en cualquier
tiem po corriente en el m undo, lo cual puede que s ea
im pos ible as ir y definir precis am ente, pero que cons tituye un poder muy real y efectivo.
3. El cosm os es es e s is tem a organizado de cos as en las cuales la
hum anidad vive y s e m ueve y que s e opone a Dios por elim inarlo y
fals ificarlo. El m undo de hom bres que es tán viviendo en enem is tad con Dios .
CAPÍTULO VI
UNA M IRADA FIJA A LA GUERRA ESPIRITUAL EN LA
EVANGELIZACIÓN
A. Introducción
1. Una nueva teología del m undo invis ible es ta caus ando un trem endo im pacto en las es trategias de m is iones m undiales y evangelización.
2. Popularizada por las novelas de Frank Peretti, goza de alta es tim a en un núm ero
de libros y ha obtenido una gran plataform a pública a través del m ovim iento
AD 2000.
3. Con es ta nueva teología ha aparecido una term inología para explicarla: a. Es píritus territoriales . Una línea jerárquica de dem onios (autoridades
y potes tades , etc.) a quienes s e les ha as ignado áreas geográficas es
pecíficas . El principal apoyo bíblico es Daniel 10, que habla del “príncipe
de Pers ia” y el “príncipe de Grecia”.
b. Guerra es piritual a nivel es tratégico. Cierta clas e de interces ión. De acuerdo a Peter Wagner, la guerra es piritual bás ica hace referencia a echar dem onios , a tratos -dentro del ocultis m o- con “cham anes ,
líderes de la nueva era, profes ionales del m undo oculto, brujos y
hechiceros , s acerdotes s atánicos , adivinos y cos as por el es tilo”;yla guerra es piritual a nivel es tratégico com bate con “una convergencia aún m ás s inies tra de poder dem oníaco: los es píritus territoriales ”.
c. Mapeo es piritual. Una nueva m anera de decir inves tigación y
dis cernim iento es piritual, un intento de ver a una ciudad o a una
nación o al m undo com o realm ente es , no com o parece s er. Incluye des cubrir dónde los dem onios es tán m ás activos y con m ás poder, porque pueden os tentar es e poder, y tam bién cuáles s on s us
nom bres . Un m apeo es piritual exacto es tá bas ado (s egún ellos ) en
inves tigación his tórica de calidad, m anifies ta Wagner. El m ovim iento
A.D. 2000 es tá creando un centro de m apeo (o cartografía) es piritual. d.
Ventana 10/40. Las naciones es piritualm ente es tériles están entre los 10 y 40 grados de latitud norte. Sin em bargo, George Otis va m ás
allá y otorga s ignificancia es piritual a es ta región com o último bastión en
retirada de pos es ión dem oníaca, indicando que el jardín del Edén (Irán e
Irak) es geográficam ente el punto central de es a ventana.Otis dice que “de
las m uchas ideas s obre cóm o Dios puede tratar de finalizar el proces o his tórico y culm inar la evangelización m undial,
una de las m ás interes antes es la teoría de que los ejércitos del
Señor en es te m om ento es tán s iendo encam inados hacia el Edén.... En
realidad, lo único neces ario para que es ta teoría s e convierta en realidad es
que las fuerzas evangelís ticas que en el pres ente es tán rodeando la ventana,
continúen s u avance hacia adentro a un ritm o m ás o m enos uniform e. Otros
varios conceptos s e des prenden de
es ta teología: La rem is ión (o la expiación) de los pecados de las
naciones com o parte de la es trategia de oración contra la influencia dem
oníaca en una nación, la creencia de que los dem onios s e apoderan tanto de pers onas com o de naciones , culturas , religiones y
s ociedades .
4. Es ta nueva teología de interces ión y m is iones genera m uchas
preguntas . En vis ta de que s e ha convertido en plataform a central del m ovim iento AD 2000, es es encial exam inar s us fundam entos .
5. La literatura s obre es ta ens eñanza es tá repleta de ejem plos exitos os,a m enudo
tom ados de Latinoam érica y de África, com o evidencia de la verdad de es ta ens
eñanza.
6. Es correcto que vacilem os antes de criticar una ens eñanza que parece funcionar
cuando s e la pone a prueba. Sin em bargo, el fin no jus tifica los m edios , y nues tro
bien m ás preciado no es el éxito s ino la verdad por un m om ento pragm ático de
entus ias m o que capta la atención del público,el beneficio s erá a corto plazo, y el
revés , a largo plazo.
7. Es ta preocupación nos lleva a expres ar res ervas en cuanto al m ovim iento, s u teología y s u literatura.
B. Datos de este mov imiento
1. Es una teología nueva que no es tá conectada a una interpretación his tórica ni a es tudios eruditos . Wagner m anifies ta s orpres a de que de
entre todos los libros s obre angeleología y dem onología en la biblioteca del
Sem inario Füller, s ólo pudo encontrar cinco que “hicieran alguna referencia a
los territorios , y de los cinco, s ólo tres hablaban de los
tem as , pero m uy poco y, evidentem ente, de m anera s ecundaria”. 2. Des pués de 2000 años de erudición teológica, es e s im ple hecho debe
hacernos cues tionar el énfas is de que es ta ens eñanza tiene raíces
his tóricas , pero que has ta el m om ento no s on claras . Si es tas cos as as om bros
as han es tado en las Es crituras durante todos es tos años ,
¿por qué nadie las ha vis to?. 3. “Derribar es píritus territoriales identificados con áreas geográficas
es pecíficas es un concepto bas tante nuevo”, adm ite Steven Laws on.
4. Hay poca evidencia bíblica de es ta pers pectiva del m undo. Aún s us
defens ores adm iten que hay ins uficiente ens eñanza bíblica s obre el tem a de
la territorialidad de una línea jerárquica de dem onios . 5. De m odo que la m ayor parte de la ens eñanza es tá tom ada de
experiencias de m is ioneros y obreros cris tianos , no de la Biblia.Wagner confies
a que s us conclus iones a veces s on conjeturas pers onales :“No hay ninguna
indicación en es te vers ículo (Efes ios 6:12) de que una o
m ás de es tas categorías debe, neces ariam ente, encajar en la des cripción de es píritus territoriales , pero m uchos , yo incluido, creemos
que es m uy probable”.
6. David Paws on dice: “Aunque ahora s e afirm a que las Es crituras apoyan es te m
étodo, s us orígenes no cons is tieron en el redes cubrim iento de la naturaleza
bíblica de la m is ión. Cuando s e le exam ina a la luz de la Es critura, la evidencia es m agra...Sólo hay dos vers ículos en toda la
Biblia que des criben en form a explícita los „es píritus territoriales ‟ (Daniel
10:13,20). Y aún en es e cas o no res ulta totalm ente claro s i los príncipes de Pers
ia y Grecia s on hum anos o dem oníacos , aunque la m ayoría de los es tudios os cree que dem oníacos ...Ciertam ente no hay indicios de
que para com enzar m is iones en nuevos lugares haya que atar al
gobernante dem oníaco local, no hay huellas de que Pablo haya querido
identificar y atar a los es píritus de Atenas y Corinto antes de predicar allí. Si es te
fuera un requis ito es encial, con s eguridad hubiera s ido incluido
es pecíficam ente en el m andato m is ionero del Señor cuando as cendió.
No hay precedente apos tólico, ni en precepto ni en práctica. Tam poco no hay ningún m andam iento de que los creyentes deban „atar al diablo‟”.
7. Adem ás de Daniel 10, hay algo de evidencia bíblica adicional en cuanto a la
naturaleza territorial de la actividad dem oníaca: el rey de Tiro (
Ezequiel 28:12), el es píritu de Babilonia (Apoca1ips is 7:3-5), Bel en Babilonia (Jerem ías 51:44), Baal-zebub de Ecrón (2 Reyes 1:2-3) y Apolión del abis m o (Apocalips is 9:11). Sin em bargo, s on pequeños
fragm entos de evidencia com o para edificar todo un panoram a acabado de una
línea jerárquica de dem onios .
8. Es tá am pliam ente aceptado de que “los ejem plos de es píritus territoriales
en el Nuevo Tes tam ento s on lim itados ”. La ram era de Apocalips is 17 “es el ejem plo m ás explícito que he podido hallar de un
es píritu dem oníaco que controla naciones y pueblos ” (s egún dicen). En vis ta de
las m uchas otras interpretaciones de la ram era de Apocalips is
17, és ta s ería una m anera clara de decir que la evidencia del Nuevo Tes tam ento es extrem adam ente débil. Es m uy peligros o cons truir una doctrina de este tipo con tan poca evidencia.
9. En contras te con la ens eñanza de los es píritus territoriales , el Nuevo Tes tam
ento parece indicar que los dem onios neces itan pers onas (y a veces anim ales )
en quienes m orar, y no regiones , cas a ni territorios .
10.En Mateo 12:43-46 el es píritu inm undo no halla des cans o m ientras anda por
lugares s ecos . “Entonces dice: Volveré a m i cas a de donde s alí”.Así com o en el
Nuevo Tes tam ento Dios hace que nues tros cuerpos sean su tem plo, tam bién
parece que los dem onios neces itan un cuerpo humano que les s irva com o hogar
en la tierra.
11.Un gran énfas is en la ens eñanza es que los endem oniados no son sólo pers onas s ino “es tructuras s ociales tales com o gobiernos o industrias”.
12.Ellos piens an que “las es tructuras s ociales no s on dem oníacas en s í m is m as ,
pero pueden s erlo y, a m enudo, s e convierten en tales por obra de pers onalidades
dem oníacas altam ente pernicios as ydominantes,que
llam an es píritus territoriales ”. No exis te evidencia bíblica para es ta creencia, que en realidad parece ir en contra de la revelación bíblica.
13.El após tol Pablo dice cos as m uy lindas s obre gobiernos ,los poderes que
gobiernan, y nues tra neces idad de es tar en s ujeción a ellos pues han
s ido es tablecidos por Dios .
14.Tal vez s ea una ens eñanza díficil pero que no podem os ignorar, es pecialm ente porque él es cribió es tando bajo el dom inio de
em peradores rom anos (Rom anos 13:1-7).
15.Pedro dice algo s im ilar (1 Pedro 2:13-17), y Pablo m anda orar por reyes y por
todos los que es tán en em inencia (1 Tim oteo 2:2). C. Literatura que propulsa esta doctrina
1. Wagner y Otis han hecho es tudios detallados , y m ucho de lo que ens
eñan es m aterial excelente y útil. Pero pronto, s in advertencia alguna, dan un s alto y entran en es peculación errática y fantás tica, y
em plean una im aginación es pectacular. Por ejem plo:
a. En el libro Engaging the Enem y (Com batiendo al enem igo), después de una
excelente introducción s obre principios de guerra es piritual y oración,
Wagner s in preám bulos s e aleja de fundam entos bíblicos y
va a des cripciones im aginativas de línea jerárquica de demonios que
gobiernan la tierra. b. Larry Lea “identifica cuatro niveles de guerra territorial: (1)
Principados . Es tos s on es píritus dem oníacos individuales . (2) Potes tades
. Es te grupo incluye a los capitanes de los equipos de es píritus (tales
com o legión Marcos 5:9). (3) Gobernadores de las tinieblas . Es te grupo
incluye los es píritus regionales . (4) Hom bres fuertes . Es tos dom inan la m aldad en altas es feras y s upervis an los
otros niveles de actividad dem oníaca”.
2. ¿De dónde s acó es e panoram a de línea jerárquica de dem onios ?. No hay
indicaciones de que es tá bas ado en conjeturas im aginativas ,
aunque para s er jus tos con Wagner debem os m encionar que él admite que s e trata m ás bien de conjeturas que de verdades bíblicas .
3. Los es tudios os del Nuevo Tes tam ento no pueden hallar un orden
es tricto de línea jerárquica en Efes ios 6:12 ya que los m is m os términos griegos
s e us an con diferentes s ignificados y s on intercam biables en
otras partes de la Es critura. 4. De m anera s im ilar, George Otis intercala buena inves tigación con
es peculación dram ática y “s altos ” es pectaculares de s u aguda
im aginación. Es una lectura am ena, pero tiene m uy poca relación con la verdad
revelada. Sigue uno de los m uchos ejem plos : “Aunque el fracaso m oral de Adán
y Eva llevó a que fueran echados del Edén, en la Es critura no hay indicaciones de que la s erpiente haya ido con ellos .En
s u lugar, hay evidencia s orprendente de que la s erpiente del Edén ha
es tablecido un com ando global y un centro de control s obre lo que una vez
fuera la vegetación floreciente y la vida anim al del jardín”.
5. Hay una exéges is de la Es critura m uy parcial para con lo que s e supone es la pers pectiva m undial, una exéges is que adem ás es errónea. Por
ejem plo, la interpretación del “hom bre fuerte” que debe s er atado
(Mateo12:29). Es te pas aje no es un llam ado a la guerra es piritual con un dem
onio de alto rango. Jes ús es tá res pondiendo a la crítica de que Él
echa dem onios con el poder de “Beelzebú”, el príncipe de los demonios: a. En prim er lugar, Jes ús cons idera de que Beelzebú es Satanás (v.26,
y no un es píritu territorial).
b. En s egundo lugar, Él relata una parábola s obre un hom bre fuerte
(es a palabra es el adjetivo corriente que s ignifica “fuerte”, com o
cuando hablam os de un tipo recio o una pers ona fuerte, pero no es el título de un dem onio de m ás alto rengo).
c. No recibim os nos otros el m andato de “atar”. La parábola ilus tra la neces
idad de habérs elas con el enem igo durante la vida de una
pers ona antes que el Es píritu de Dios haga s u m orada. Esta parábola y s u term
inología han s ido us adas con exces o, y s u s ignificado ha s ido dis tors ionado.
6. Es ta vis ión del m undo le debe m ás a Frank Peretti que a la Es critura.
Todos los libros m encionados reconocen s u deuda con Frank Peretti. Peter
Wagner dice: “Sin lugar a dudas que el evento de m ás influencia
que ha generado interés entre los cris tianos am ericanos en cuanto a la guerra es piritual a nivel es tratégico, fue la publicación de las dos novelas de Frank Peretti “Es ta patente os curidad” y “Penetrando la os curidad”.
7. Muchos cris tianos que apenas habían cons iderado la pos ibilidad de que
eventos que dan form a a la s ociedad pudieran tener relación con las luchas entre poderos os s eres s upernaturales , ahora es tán hablando
abiertam ente s obre la probabilidad. En realidad, aunque s aben que es
incorrecto, m uchos leen “Es ta patente os curidad” com o s i fuera un
docum ental, no ficción.
8. Los libros de Peretti m ues tran una tierra de fantas ía donde los ángeles buenos y los m alos es tán en lucha pareja, y los buenos nunca res ultan las tim ados . Es divertido, s ens acionalis ta y excitante, pero no es una fiel
reflexión de la vida real ni del m undo invis ible tal com o lo revela la Biblia.
9. La teología de es píritus territoriales , m apeo (o cartografía) es piritual y
guerra es piritual a nivel es tratégico tam bién es excitante, s ensacionalista (en es pecial las ideas y proyecciones m ás m elodram áticas de Otis ) y realm ente es pectacular. Es ta teología lleva en s í m uchos de los puntos débiles de las fantas ías de Peretti.
10.El m ovim iento abre la puerta a una variedad s infín de exces os ,
exageraciones y pos turas extrem as , aun des bordantes . Una vez que el criterio bás ico de la verdad es critural ha s ido reem plazado por
fundam entos extrabíblicos de experiencia pers onal y por im aginación y s entim
ientos , no hay lím ite en cuanto a dónde pueda llevar es ta
ens eñanza a pers onas excitables .
11.Wagner cita lo s iguiente: “Dean Sherm an hace la s ugerencia de que una de las razones por las que neces itam os m apeo es piritual es que
Satanás ya ha llevado a cabo s u m apeo, „com o todo buen general, los planes
de Satanás para gobernar la tierra han com enzado con buenos m apas ....
Satanás conoce s u cam po de batalla‟. La experiencia de
Sherm an lo confirm a”. Sería m ejor s i la Es critura lo confirm ara. 12.Wagner dice que es de gran im portancia y utilidad averiguar los nombres
de los es píritus territoriales . Dick Bernal, uno de los pioneros de la
guerra es piritual contem poránea a nivel es tratégico, expres a: “Mi énfasis nunca s
erá exagerado. Si vam os a tener trato con los príncipes y
gobernantes de los lugares celes tes , debem os identificarlos ”. 13.Uno puede im aginar el caos y la confus ión que es to va a caus ar, y los
res ultados abs urdos (y has ta peligros os ) de pers onas excitables y
entus ias tas , y des es peradas por identificar al “ángel de s u ciudad” o al dem
oníaco “hom bre fuerte” que s upues tam ente gobierna es e s ector de la tierra. 14.Los argum entos es tán bas ados en experiencias m uy lim itadas y
cuidados am ente s eleccionadas . En s u libro “Oraciones de guerra”,
Wagner adm ite que él tom a la m ayoría de las ilus traciones de la
Argentina. ¿Por qué? (a) Porque tiene m ucha experiencia en Argentina;
y (b) porque Argentina en es te m om ento es una his toria de éxito. 15.Lo que Wagner no hace es (a) dar ejem plos de quienes han practicado
es ta vis ión del m undo y és te m étodo pero s in éxito vis ible, ni (b) dar
ejem plos de aquellos que han vis to gran éxito, avivam iento, movimientos de pers
onas y crecim ientos de igles ias con m étodos y vis ión del mundo totalm ente
diferentes . 16.Adem ás , él no pres ta atención adecuada a las alternativas pos ibles
com o razones del gran crecim iento de la igles ia en Argentina y en otros lugares
, donde a través de la his toria la igles ia ha crecido. Tam poco
m enciona por qué otras igles ias y evangelis tas es tán s iendo testigos de
una res pues ta s im ilar en Argentina, s in que por ello practiquen la guerra es piritual a nivel es tratégico. Si des eam os s acar conclus iones teológicas es vital cons iderar el cuadro com pleto.
D. Refutaciones
1. En el Nuevo Tes tam ento no exis ten precedentes de guerra de oración
contra los dem onios , s ino s ólo a nivel pers onal.
2. David Paws on dice: “Una caracterís tica s obres aliente de encuentros con dem
onios por parte de Jes ús y de otros en el Nuevo Tes tam ento,es que ellos nunca
tom aron la iniciativa. Nunca anduvieron en bus ca de dem onios . Sólo cuando los dem onios s e m anifes taban, ellos los
confrontaban y los echaban, aunque no s iem pre en form a inm ediata, com o s
i s u interferencia fuera una dis tracción” (Hechos 16:18).
3. Refiriéndos e al pas aje de Daniel 10, el único lugar donde s e hace referencia a s eres es pirituales en relación a territorios es pecíficos , Paws on dice: “Debem os notar que Daniel no los com batió en form a
directa, ni recibió órdenes de hacerlo. La s olución fue una intervención de
ángeles ”.
4. En el Nuevo Tes tam ento la confrontación con dem onios es s iem pre a
nivel pers onal, cuando los dem onios s e m anifies tan en una persona.La Biblia no nos m anda ir en bus ca de dem onios , actividad dem oníaca ni “hom bres fuertes ”.
5. Efes ios 6 nos exhorta a ponernos toda la arm adura de Dios , en vis ta de la
realidad y la am enaza de las fuerzas es pirituales del m al en los
lugares celes tes . No nos dice que vayam os en bus ca de esas fuentes de m al, ni que luchem os con ellas . La exhortación es s er fuerte, es tar
protegido y equipado.
6. Cuando el após tol Pablo llegaba a una ciudad pagana, no iba yrealizaba un m
apeo, bus cando los centros de m aldad, ni s iquiera iba orando para que s e
derribaran las fortalezas . Pablo tom aba s u es pada es piritual y predicaba el evangelio. Su arm a contra el m al era s u es pada (la Palabra
de Dios ) y una abierta declaración de la verdad. La oración s in
predicación ni s iquiera s e contem pla.
7. El peligro es as irs e de res pues tas rápidas y fáciles para viejos
problem as . Todos los que trabajan en evangelis m o es tán bus cando “claves ” para un éxito rápido y garantizado. Cuando cierto m étodo es exitos o, s e publicarán libros bos quejando es os m étodos .
8. Por ejem plo, tenem os el m étodo “Hijo de Paz” de Don Richards on, el m
étodo “contextualización” de Banglades h, el m étodo coreano de la
m ontaña de oración, el m étodo “s eñales y prodigios ” de John Wim ber,y m uchos m ás . Es tos m étodos tienen m ucho para ens eñarnos , pero es es encial que en todos reconozcam os lo s iguiente:
a. Dios es s oberano, y us a una m anera para alcanzar a la gente en determ
inado lugar, y otra m anera parea alcanzar gente en otro (el m odelo de Corea tal vez no funcione en Taiwan, com o tam poco el m étodo de Banglades h funcionará en las Filipinas ).
b. De todos los m étodos podem os aprender, pero el criterio central debe s
er la verdad bíblica.
9. Es ta ens eñanza ofrece una vis ión inadecuada de la caída del hom bre,y
por lo tanto, un énfas is inadecuado en la res pons abilidad hum ana.Otis declara: “En vis ta de que todos los s eres hum anos inicialm ente
pertenecen a Dios (Él es el Padre), Satanás no tiene control autom ático s obre
ellos . A m enos que las pers onas s e entreguen al dom inio de Satanás en form a
voluntaria, perm anecerán bajo la tierna influencia del Es píritu Santo. De m odo
que el objetivo de Satanás es obtener control de las vidas hum anas dom inando s is tem as (ya s ea políticos ,
económ icos , o religios os ) creados por el hom bre”.
10.El argum ento res ultante es obvio: Una vez que s e ha roto el control
s atánico, los hom bres querrán es cuchar al Es píritu Santo y s e volverán a
Cris to. 11.Sin em bargo, es ta no es una pers pectiva bíblica del corazón m alvado,
obs tinado, rebelde del hom bre.
a. Subes tim a los res ultados de la rebelión del hom bre en la caída, as í com o
las cons ecuencias de s er des cendientes de Adán.
b. No da énfas is adecuado al carácter engaños o del corazón hum ano, el orgullo, la debilidad de la carne, etc.
c. Libra al hom bre de s u res pons abilidad por el pecado y por negarse a s ujetars
e a Cris to.
12.La Biblia declara que el “dios de es te s iglo cegó el entendim iento de los
incrédulos , para que no les res plandecies e la luz del evangelio de la gloria de Cris to, el cual es la im agen de Dios ” (2 Corintios 4:4).
13.El dios de es te s iglo por cierto puede referirs e a actividad dem oníaca.
Tam bién podría referirs e a los afanes y las riquezas y los placeres de la vida” (Lucas 8:14) que ahogan la s em illa de la palabra. El após tol no culpó a los dem onios por la ceguera de los hom bres , ni trató de atarlos ni de reprenderlos . Todo el pas aje tiene que ver con la declaración
abierta de la verdad y la predicación de Jes ucris to com o Señor. El
hom bre es res pons able de rechazar la luz del conocim iento de la gloria de Dios
en Jes ucris to.
14.Caem os en error cuando olvidam os que los enem igos del evangelio no s on el Diablo y los dem onios , s ino tam bién el m undo y la carne, y el
llam ado a los pecadores es al arrepentim iento y creer.
15.La codicia de la carne, el engaño del corazón, la atracción del m undo,el poder
del viejo hom bre, la naturaleza de Adán, todos s on aliados del
diablo, y el hom bre es res pons able por la condición en que es tá. 16.Es un error culpar a los dem onios por la obs tinada rebelión del hombre,
y es ingenuo creer que el hom bre s im plem ente es tá es perando res ponder
a la verdad una vez que los dem onios han s ido atados .
17.Pres enta una ens eñanza totalm ente dis tors ionada de la es encia de la oración s
egún la Biblia. Wagner dice: “Una de las razones por las que debem os tener cuidado en es te punto es que no contam os con ejemplos
bíblicos de los 12 após toles ni de ningún otro líder cris tiano del prim er s iglo
que haya des afiado al diablo a un encuentro directo com o lo hizo Jes ús ...¿Qué s
ucede cuando los cris tianos hoy gritan „Te ato, Satanás‟?. Tal vez no todo lo que
es peram os . Eventualm ente Satanás s erá atado por 1000 años , pero quien lo haga s erá un ángel, no un s er hum ano”.
18.Aparte de los encuentros directos con los dem onios en el m om ento del exorcis
m o, en la Es critura no hay ens eñanza ni ejem plo ni exhortación
de dirigir la oración al diablo o a los dem onios . Pero es te es el énfas is
del m ovim iento, una nueva m anera de orar. Walter Wink es cribe: “Es te nuevo elem ento en la oración (la res is tencia de los poderes a la voluntad
de Dios ) m arca una ruptura decis iva en el concepto de Dios com o la
caus a de todo lo que s ucede...La oración nos cam bia a nos otros , pero tam bién
cam bia lo que es pos ible para Dios . Es o parece s er una
arrogante s abotaje a la s oberanía de Dios ”. 19.Se es tá creando una am plia gam a de term inología en torno al concepto
de la “oración de guerra”. Es to incluye “derribar fortalezas ”, “atar al
hom bre fuerte”, “tener un encuentro con el diablo”, “expuls ar a quien
dom ina la ciudad”, tener dom inio (o autoridad) “s obre una región en el nom
bre de Jes ús ”, “atacar las puertas del infierno”, etc. 20.A veces res ulta difícil dis cernir lo que s ignifica todo es to, pero tiene que
ver con dar atención directa al diablo y a los dem onios , algo que la Biblia no nos
m anda hacer. En realidad podría s er m uy peligros o.
21.En las Es crituras la oración es tá dirigida al Padre, en el Es píritu, y en el nom bre de Jes ús . Cris to com pró una victoria com pleta s obre Satanás.Él nunca nos m andó luchar con el diablo en s u nom bre. Debem os
ocuparnos de Dios , no de Satanás . No neces itam os des truir el reino de
Satanás a fin de edificar el reino de Dios aquí en la tierra.
22.Es ta ens eñanza da atención m als ana al diablo y a la actividad
dem oníaca tiene en m enos la obra com pleta de la cruz, as í como la obra del Es píritu Santo y de los ángeles . No hay dudas de que lo dem oníaco es el enfoque central de la “guerra es piritual a nivel es tratégico”, del
m apeo es piritual, y de todo lo que procede de es ta ens eñanza. Es ta
pres ta riguros a atención a los dem onios , a las es trategias del diablo, a cóm o hallarlos , atarlos , res is tirlos , etc. Pero és te no es el enfoque de las Es crituras , ni debe s er el enfoque del cris tiano.
23.¿Qué es lo que falta?:
a. Falta una fe clara en la s oberanía y la centralidad de Dios ; falta la
pres encia del Cris to res ucitado con “toda autoridad en los cielos yen la
tierra”. b. Se le res ta im portancia a la actividad y s uprem acía del Es píritu Santo
en la vida del creyente, en la vida de oración y en el evangelis m o. Lo m is m
o s ucede con el m inis terio de los ángeles . (¿Acas o s e s upone que tam bién
ellos es tán confinados territorialm ente?).
c. El logro total y cons um ado de la cruz, central en el Nuevo Tes tam ento, s e encuentra relegado.
24.Todo es to trae gran des crédito a Dios y a la gloria del evangelio, y le da dem as
iado crédito al hom bre y a la im portancia y poder de la oración
hum ana.
25.Colos ens es 2:15 declara que Cris to des pojó (des nudó,desechó como si fuera una ves tim enta) “a los principados y a las potes tades , (y) los
exhibió públicam ente, triunfando s obre ellos en la cruz”. Dick Lucas hace el s
iguiente com entario s obre es te vers ículo: “No hay un llam ado a que el creyente
cris tiano de tanta im portancia al hom bre fuerte y s u
arm am ento, ya que uno m ás fuerte ya ha aparecido para vencerlo y quitarle las arm as en la cual confía...La libertad de las fuerzas
dem oníacas no es una s egunda o s ubs iguiente obra de gracia que debe
bus cars e de parte de Dios . Es a libertad es s encillam ente, el privilegio del
evangelio para todos ”. 26.A Satanás y s us ayudantes dem oníacos nunca s e les debe perm itir que
ocupen el lugar central en nues tra teología ni en nues tra práctica. Jesús es quien
tiene toda autoridad en la tierra (Mateo 28:18). Él reina “s obre todo principado
y autoridad y poder y s eñorío, y s obre todo nom bre que s e nom bra, no s ólo en
es te s iglo s ino tam bién en el venidero”(Efes ios 1:21).
CAPÍTULO VII
LA GUERRA ESPIRITUAL O EL VIEJO ANIM ISM
O
A. Introducción
1. Jim un nuevo m is ionero, y Pilak, un autóctono, s e hicieron am igos . En
s eñal de am is tad, Pilak le regaló a Jim un m uñeco auténtico de s u país. Cuando Jim m os tró la m uñeca a la fam ilia m is ionera donde es taba
alojado, ellos s e as us taron y le advirtieron que la m uñeca podría
trans m itir influencias dem oníacas . Hicieron un cerco de oración para Jim , s u
es pos a y s u bebé, y les s uplicaron que des trozaran la m uñeca de inm ediato. 2. Des pués de unos días Pilak le preguntó a Jim s i a s u es pos a le había
gus tado la m uñeca. Pilak le explicó que era valios a y que s us ves tidos
s e relacionaban con antiguas tradiciones nacionales . Des es perado,Jim tenía
que inventar un excus a para pos poner la ya extendida invitación
para que Pilak vis itara s u cas a, y fue a com prar una m uñeca igual. Por fin encontró una idéntica, y la com pró aunque era m uy cara. As í pudo
s alvar s u am is tad y tes tim onio con Pilak.
3. Últim am ente s e ha des arrollado entre varios m is iólogos un nuevo modo de
entender el poder s atánico y las creencias indígenas , que afecta
has ta la interpretación de las Es crituras . Si es to repres entara un retorno al s obrenaturalis m o de la Biblia, lo recibiríam os con gozo pero estamos ante otra cos a.
4. Nos parece, m ás bien, que s e trata de un entendim iento defectuos o de las
creencias indígenas , porque s e enfatiza la s im ilitud, y no la profunda diferencia,
de tales creencias con la Biblia. Im plica, en m uchos cas os , aceptar las ideas m ágicas que puedan es tar inherentes en ellas . Nos
parece entonces , que en s u legítim o des eo de evitar la piedra del racionalis m
o, dichos m is iólogos han caído en el hoyo del anim is m o.
5. La teoría de la m agia s e afianza s obre todo en dos principios :
a. Es tá la m agia hom eopática, que parte del principio de la im itación. Por ejem plo, s i alguien hace daño a una m uñeca que s e as em eja a
cierta pers ona, s e cree que es tá dañando tam bién a la pers ona misma.
b. Es tá tam bién la m agia contagios a, que parte del principio de
contigüidad. El s im ple contacto prom ueve trans ferencia de propiedades entre una cos a y otra, o entre una cos a y una pers ona.
Por ejem plo para curar a una m ujer de s u infertilidad s e le aplica un huevo
fertilizado de gallina. Una aplicación de tal idea es que cos as que s e tocan
m ucho llegan a participar de la m is m a es encia. Por
ejem plo, s i s e aplica veneno en ropa us ada, s e envenena tam bién a los que us aron es a ropa.
6. Al s eñalar los peligro de un s incretis m o entre la fe cris tiana y el
anim is m o, en es te artículo querem os refutar ciertas ideas m ágicas y anim is
tas que s e oponen al s obrenaturalis m o bíblico, y con es te fin
s intetizam os cuatro pos tulados que figuran en los es tudios m isiológicos que citam os a continuación.
B. Nuestra supuesta v ulnerabilidad a demonios como consecuencia de contacto con obj etos físicos
1. Tim othy Wagner s ugiere que quienes s e m eten en prácticas ocultas corren el ries go de invitar a dem onios a llenar un objeto con s u poder,de m odo que los dem onios queden relacionado con ello. Según él, los
es píritus m alignos utilizan tales objetos para llegar a la gente y oprimirla.
2. Charles Kraft, otro reconocido m is iólogo, s eñala que los objetos que se dedican
a dios es enem igos (es píritus ) contienen dem onios . Según Kraft los dem onios
tam bién pueden conectars e con objetos por m uerte o actos inm orales as ociados con tales objetos . Kraft relata que un
dem onio que había s ido expuls ado de una m ujer reclam a s u derecho
s obre ella porque vivía en una cas a cuyo dueño anterior había com etido
adulterio.
3. Otros dem onios reclam aban (dicen ellos ) derechos s im ilares s obre cas as donde s e había realizado una actividad oculta o había habido cierta m uerte. Kraft com enta que un dem onio reclam ó derechos s obre una igles ia por un
adulterio com etido allí.
4. Según Kraft es tam bién pos ible endem oniar anim ales , para darlas como m as
cotas a quienes uno quiere contagiar. Relata cóm o echó un dem onio de un gato, y cuenta de una m ujer que creía que s u periquito
es taba endem oniado.
5. Pero Wagner alega que has ta réplicas turís ticas de objetos religios os
tradicionales pueden s er endem oniados . Sugiere que los dem onios
pueden ligars e a objetos , cas as u otros edificios , anim ales y pers onas. 6. El m is iólogo Eduardo Murphy afirm a que objetos tales com o pinturas ,
obras de arte, es culturas , im ágenes , fetiches , libros (y aún form as
extrem as de la m ús ica rock) s on dedicados a es píritus m alos cuando se fabrican,
y m uchas veces quedan as ociados con dem onios . C. La v ulnerabilidad ante demonios a causa de maldiciones
1. Según esta enseñanza, l a mal di ci ón nos dej aría suscepti bl es al poder demoníaco. Como se cree que
l os obj etos pueden servi r en l a transmi si ón de demoni os, se cree que l as pal abras pueden hacer l o mi smo.
2. Kraft argumenta que el poder de Satanás resi de tanto en pal abras como en objetos. Además, l as fuerzas enemi gas pueden tener oportuni dad de afl i gi r a aquél que posee
obj etos mal di tos, aunque posi bl emente no al extremo de dej arl e endemoni ado. 3. Según Kraft, l os demoni os pueden engancharse a mal di ci ones obre l os antepasados
de una persona. El rel ata que un destacado l íder cri sti ano de ascendenci a j udía se si nti ó
renovado después de ser l i berado de un demoni o que aparentemente le afligía con l a mal di ci
ón autoi mpuesta por l os j udíos por l a cruci fi xi ón de Jesús. 4. Murphy al ega que l as mal di ci ones de qui enes se han meti do en ocultismo son eficaces.
Warner concuerda y rel ata como se mal di j o el edi fi ci o de una i gl esi a y cómo fue necesari o l evantar di cha mal di ci ón.
D. La v ulnerabilidad a demonios por transmisión genealógica
1. La tercera doctri na propone que l os demoni os pueden transmi ti rse por herenci a
geneal ógi ca, como consecuenci a de una mal di ci ón echada sobre l a fam ilia o por razones natural es.
2. Según Wagner, los dem onios pueden tener derechos es peciales sobre pers onas s i s us antepas ados llevaron una vida licencios a o s e
involucraron en actividades ocultis tas . Kraft opina que cuando alguien
dedica s u prole a un es píritu o a un dios , o s i s e vale de un poder mágico para el
em barazo o s i s im plem ente s e deja involucrar en un rito pagano,
o cons ulta a un adivino, en m uchos cas os el bebé es tará endem oniado des de s u
concepción. El hecho de que pueden heredars e dem onios , afirm a él, es una ley del univers o. Adem ás Kraft s ugiere que exis ten
es píritus generacionales o de la s angre.
3. Sus palabras s on: “(Es tos ) han ganado entrada a la vida de una persona a través
de la dedicación o la m aldición de un antepas ado... Los
es píritus generacionales tienden a provocar los m is m os problem as de una generación a otra”.
4. Murphy tam bién apoya la idea de trans ferencias diabólicas
generacionales . Pues to que los padres adoptivos pocas veces conocen
la as cendencia com pleta de los hijos que adoptan, Murphy recomienda a es tos
padres , com o cos a de rutina, hacer pas ar a los hijos por “un proces o de liberación”.
E. La v ulnerabilidad a demonios por ubicación geografica
1. Es ta cuarta doctrina trata s obre es píritus territoriales ; la idea es que ciertos es píritus , en es pecial aquellos de alto rango, tienen bas e
geográfica y ejercen s u poder dentro de es os confines es tablecidos . Si uno es tá
dentro de es os lím ites , es vulnerable al poder dem oníaco.
Según es ta doctrina, la pres encia de es tos es píritus poderos os explica por qué
ciertas religiones s on res is tentes al evangelio. La es trategia m is ionera debe, entonces , “concentrars e” en la guerra es piritual a fin de
elim inar o atar a tales es píritus .
2. De acuerdo a una his toria cas i popular, había un m is ionero que repartía folletos
evangelís ticos en un pueblo cuya calle principal dem arcaba la frontera entre
Bras il y Uruguay. Según el relato, la gente del lado uruguayo no quería aceptar tratados , pero los del lado bras ileño s í.
Adem ás , algunos que habían rechazado los folletos es tando del lado
uruguayo los aceptaron al cruzars e al lado bras ileño. Se dedujo que un poderos
o es píritu territorial operaba en el lado uruguayo, m ientras que el es píritu corres
pondiente al lado bras ileño había s ido atado. Wagner s os tiene que Satanás as igna un dem onio, o un cuerpo de ellos , a cada
unidad geopolítica del m undo y que debem os confrontar a los demonios
relacionados con s itios es pecíficos o unidades geopolíticas .
3. Kraft propone que es píritus de rango cós m ico ejercen cam pos de fuerza s obre territorios , edificios y naciones , y que Satanás puede contrarrestar el cam po de fuerza de Dios pero, a s u vez, es te cam po de fuerza
diabólica puede anulars e por m edio de la guerra es piritual a nivel
cós m ico, que conduce a im pres ionantes convers iones y es tadís ticas de crecim iento de la igles ia. Kraft habla de lo libre que circula el evangelio cuando prim ero s e ha lim piado el lugar de es píritus m alos , haciéndoles “s alir en el nom bre de Jes ucris to”.
F. Implicaciones practicas de estas cuatro doctrinas 1. En l as rel aci ones soci al es y familiares
a. Ya menci onamos el caso de Ji m y Pi l ak. Los mi si oneros que temen un posible contagi o
demoníaco se si ente cohi bi dos para rel aci onarse espontáneamente con aquel l os que
qui eren al canzar. b. Si l os padres adopti vos temen contagi arse de l os ni ños que adoptarán, esto
afectará su rel aci ón con el l os. 2. En cuanto al senti do de seguri dad en Cri sto
a. Tom ás y s u es pos a Jane eran s em inaris tas de es casos recursos, y
aceptaron con gus to la tarea de cuidar la cas a de s u profes or durante s u aus encia. Habían es cuachado las doctrinas
m encionadas , y s e preocuparon por bus car varios artefactos
tribales en la cas a del profes or. Jane s e inquietaba cada vezmás, y un día
por un m om ento pens ó que el reflejo de una ventana era un dem onio.
Con el perm is o del profes or aus ente m ovieron los artefactos del s ótano. Pero cuando Jane quedó em barazada,
em pezó a inquietars e por el es tadode s u bebé. Soñó que Satanás
le decía que s u niño s ería pos eído. Cuando le contó el sueño a su m arido, él tuvo un s ueño s im ilar. Felizm ente el profes or regres ó en es e m om ento y, des pués de orar y recibir cons ejos , Tom ás y Jane pudieron res olver s us tem ores .
b. Las doctrinas m encionadas tienen en com ún la idea de que un creyente
puede s er vulnerable a dem onios por razones ajenas a su conducta
moral. Wagner afirm a que has ta cris tianos que
viven en s antidad s on vulnerables a m aldiciones . Kraft es cribe que cuando la gente es endem oniada por herencia, es
anticris tiano s ugerir que tenga culpa. Son m ás bien víctim as y,de
acuerdo con alguna ley del univers o, quedan endem oniadas .
c. Los evangélicos tradicionales han creído que deben cuidars e de la
influencia doctrinal, m oral y es piritual de Satanás . Pero las doctrinas des critas arriba indican que adem ás , los creyentes
es tan expues tos a ataques s atánicos a través de regalos
recibidos , las cas as que habitan, regiones donde viven y
m aldiciones que ignoran. As í, inevitablem ente, s e dis trae la
atención de una vida s anta y s e enfatiza la neces idad de un conocim iento extrabíblico para des cifrar las fras es que nos ponen
en peligro.
4. En cuanto a la práctica m is ionera
a. Wagner es cribe: “La antropología es tudia la cultura com o parece s er,
pero la cartografia es piritual pretende verla tal com o es ”. b. Si Wagner tuviera razón, entonces la obra m is ionera debería
cam biar de táctica y enfatizar las cam inatas de oración y la
atadura de es píritus territoriales .
G. ¿En qué se basan estas nuev as doctrinas?
Tradicionalm ente, los cris tianos evangélicos han bas ado s u información del
m undo es piritual s ólo en la Biblia, pues otras fuentes (com o las religiones no cris
tianas , el racionalis m o, el ocultis m o y cualquier otro contacto con dem onios ) no proporciona datos confiables . Es cierto que los autores
m encionados citan la Biblia, pero es igualm ente cierto que s e apoyan en por lo m
enos s eis fuentes extrabíblicas .
1. Informaci ón reci bi da de l os demoni os : a. Murphy, segui dor de esta fal sa doctri na, escri be: « He aprendido cómo impedir
que l os demoni os me mi entan. Lo obl i gué (al demoni o) a revel ar toda l a j erarquía demoníaca que (obraba) en esta muj er y en su fam ilia...». También
expl i ca que en vari as personas endemoni adas desde l a i nfancia, losdemonios han decl
arado su presenci a en l a ascendenci a fam iliar. « No hay razón para dudar de l o que
están afi rmando », di ce él . b. Kraft a escri to un capítul o extenso i nti tul ado: « Cómo conseguirinformación de
parte de l os demoni os ». Entre otras cosas, sugi ere que si el demonio vacila en dar l a i nformaci ón necesari a por temor a represal i as de demoni os más
poderosos, uno puede poner un cerco de protecci ón al rededor del demonio para sal
varl o de cual qui er venganza...(y que) baj o tal protecci ón, ¡el demonio testi fi cará l i
bremente !.
c. Wagner tam bién reconoce la pos ibilidad de cons eguir información
de parte de dem onios , aunque adm ite que s on m entiros os y que uno no
sab e has ta qué punto s e puede confiar en ellos .
d. La Biblia declara que Satanás es un m entiros o cons um ado (Juan
8:44), que no debem os pres tar atención a los es píritus (Is aías 8:19) y que debem os alejarnos de cualquier doctrina bas ada en
inform ación dem oníaca (1Tim oteo 4:1).
e. El hecho de que Cris to una vez dem andó a un dem onio que revelara s u
nom bre (Marcos 5:9; Lucas 8:30) no puede us ars e com o jus tificación
para las prácticas m encionadas arriba, porque Cris to no bus ca inform
ación que no pudiera haber cons eguido de otra m anera. En otras ocas
iones Cris to ordenó a los dem onios
que s e callaran (Marcos 1:34). 2. Informaci ón provi sta por practi cantes de otras rel i gi ones
a. Wagner s ugiere que entre los anim is tas , los nom bres de espíritus
territoriales s on bien conocidos , y habla del nigeriano Friday
Thom as Ajah.
b. Es te era, antes de s u convers ión, un líder de alto rango en el ocultis m o. Ajah inform a que Satanás le había as ignado el control
de doce es píritus , cada uno de los cuales m anejaba a unos 600 dem
onios , y que de es ta m anera él es taba en contacto con estos es píritus que
controlaban las ciudades y pueblos nigerianos .
c. Si es te inform e fuera correcto, s ería razonable que hubiera pers onajes s im ilares todavía no s alvos en otros lugares del
m undo.
d. Según la Biblia, los conceptos hum anos del m undo es piritual no corres
ponden a la realidad bíblica. Los dios es paganos y s us
ídolos no s on nada (Deuteronom io 4:28; Salm o 115:4-8; Is aías 44:9-20; Jerem ías 16:19-20; 1 Corintios 8:4).
3. Uso de rel atos
a. En cuanto a tem as que no s e tratan directam ente en la Biblia,
Wagner cree que es legítim o aprender de experiencias obs ervables . As í com o aceptam os tes tim onios acerca de la
s alvación, Wagner s ugiere que recibam os tes tim onios sobre otros tem as :
“Supongam os que una pers ona de confianza m e dice que s us dientes
tenían caries y que, des pués de orar, Dios los llenó. ¿Sería razonable en es te cas o entonces exigir pruebas médicas?.
A m enos que haya razones para des confiar, m i pos ición actual es aceptar
s in res ervas los tes tim onios de pers onas s inceras . No
quiero s er crédulo, pero el após tol Pablo nos exhorta a creer todo
(1 Corintios 13:7) y, en tales cas os , es m ejor s er un creyente que un es
céptico”. b. Pero es tas his torias s irven com o bas e de ens eñanza a otros , en
cuyo cas o la Biblia exige que s ean s om etidos a un exam en crítico
(1 Tes alonicens es 5:21; 1 Tim oteo 4:7).
c. Las experiencias pueden s er genuinas , pero es tas no garantizan que la
interpretación s ea correcta. d. Algunos relatos de es tos m is iólogos no es tán ni bien
docum entados ni bien interpretados . Por ejem plo, Wagner da la im
pres ión de que la dis tribución de tratados en los lados
uruguayos y bras ileños de la frontera a que hicim os m ención
antes , ocurrió recientem ente. En realidad el evento tuvo lugar en 1947 y el m is ionero involucrado, el Rev. Edwar Millar, no pudo
recordar ni el nom bre ni el pueblo ni el núm ero de las pers onas
afectadas . Adem ás , la interpretación es dudos a. El m is m o
Wagner afirm a que el 70% de los bras ileños es tán m etidos en
es piritis m o, algo que no parece concordar con la idea de que los es píritus territoriales es taban atados del lado bras ileño.
4. Evi denci a de resul tados
a. Los m is iólogos m encionados creen que s u form a de conducir la guera
es piritual aum enta en form a s ignificativa los res ultados evangelís ticos . Pero en es ta m ateria las apariencias no s on
confiables . Aparentem ente, la predicación de Cris to en Galilea tuvo
un éxito trem endo, has ta el extrem o de que la gente quería hacerlo rey
(Juan 6:14-15). Pero cuando el Señor les explicó el
cos to del dis cipulado, quedaron relativam ente pocos (Juan 6:66). Los verdaderos frutos evangelís ticos deben m edirs e por los que quedan, no por los que res ponden con entus ias m o al principio.
b. Aun en cas os de éxito evidente, quizás los res ultados s e deban a factores
diferentes . Wagner relata un cas o dram ático de
exorcis m o practicado por Les ter Sum rall (un evangelis ta de las As am bleas de Dios en las Filipinas ) a Clarita Villanueva, una
m uchacha de 17 años , Wagner indica: “(Antes de es te evento) en cinco
m es es de predicación s ólo s e convirtieron cinco personas... Sum rall
inform a que, a raíz de es te gran m ilagro, 150 000
pers onas s e s alvaron y que a partir de es e día las Filipinas experim entó un gran avivam iento. No puedo determ inar s i en ese
tem plo s e rom pió el poder de uno o m ás es píritus territoriales . Pero la
igles ia en las Filipinas a crecido en los últim os tiem pos ”.
c. Varias veces Wagner s e refirió a es ta his toria para ilus trar s u
ens eñanza s obre es píritus territoriales . La fuente que Wagner usó es un artículo que Sum rall es cribió en 1986, pero el evento
m encionado ocurrió en 1953. En 1954 Sum rall dio un inform e
diferente. Según es te prim er inform e, 40 pers onas as is tieron a su prim er culto, 50 al s egundo, 70 al tercero y 90 al cuarto, cuando cuatro
pecadores pas aron adelante para recibir a Cris to. En 1955, Sum rall es cribió otro artículo atribuyendo es te éxito evangélico a
la am plia publicidad que recibió en la prens a filipina el
endem oniam iento y la s ubs iguiente liberación de Clarita
Villanueva. En ninguno de s us inform es Sum rall m enciona
es píritus territoriales , que s on entonces una conjetura que añadió
Wagner. d. Adem ás , s i s e cons ulta el libro de Tuggy y Toliver (1972) s obre el
crecim iento de la igles ia en las Filipinas , s e advierte que,
efectivam ente, en 1953 la obra de las As am bleas de Dios empezó a
extenders e. En cam bio los m etodis tas y la Igles ia Unida de
Cris to decrecieron a partir de 1953, y las otras trece denom inaciones no m os traron ningún cam bio en s u ritm o de
crecim iento; s i s e hubiera elim inado el poder de uno o m ás
es píritus territoriales , ¿no hubies e abarcado todo el m ovim iento
evangélico?.
e. Si tratam os de evaluar el res ultado de los m étodos propues tos por los m is iólogos m encionados , debem os cons iderar también los
efectos negativos . Kraft acons ejó y practicó el exorcis m o a una
m ujer, aceptando la idea de que el dem onio tenía el derecho de habitar en ella porque vivía en una cas a donde el dueño anterior había com etido adulterio. Atendió a otra pers ona que él determinó que es taba bajo influencia dem oníaca a caus a de una m uerte
ocurrida donde vivía. El problem a es de que Kraft de es ta m anera afecta
a centenares de pers onas que, al leer s us relatos ,
em piezan a s entirs e ins eguros , cuando deberían de confiar que nada ni
nadie nos puede s eparar del am or de Cris to (Rom anos 8:38-39).
5. Contador Geiger interno
a. Los contadores geiger s e utilizan para detectar cam pos invisibles de
radiación. Es una form a algo s im ilar, Jorge Otis s ugiere que
los cris tianos tienen s entidos es pirituales con los cuales detectar la pres encia de es píritus territoriales . Otis declara: “Mientras que ciertos individuos atribuyen es os s entim ientos negativos a
factores s ubjetivos , m ás y m ás cris tianos es tán relacionando tales
experiencias con la pres encia de es píritus territoriales ”.
b. Cindy Jacobs relata cóm o pudo dis cernir cuatro es píritus territoriales , en Mar del Plata, Argentina. Por s u parte Vernon
Sterk inform a que en un pueblo anim is ta donde vivía en el s ur de
México, la dom inación om inos a de la región era tan expresiva que uno la
podía s entir. ¿Hay en la Biblia algún apoyo que indique de que podem
os s entir la pres encia dem oníaca?. La res puesta tiene que s er no. La
Biblia dice de que los creyente pueden y deben
probar los es píritus de acuerdo a lo que dicen acerca de
Jes ucris to (1 Corintios 12:1-3; 1 Juan 4:1-3), y ver s i concuerdan con el
tes tim onio apos tólico (1 Juan 4:5-6).
c. Cierta vez un m is ionero pas ó la noche en un pueblo aguaruna, una de la tribus am azónicas del Perú. Él preguntó s i había
cris tianos en el pueblo, y recibió la res pues ta de que no s ólo no había,
s ino que s e había exigido que todo cris tiano s aliera de
es os lím ites . El m is ionero pas ó una m ala noche en es e lugar, y des
pués relató de que allí había podido s entir la pres encia del m aligno. Al es cuchar es ta his toria, otro m is ionero s eñaló que este
pueblo tenía una igles ia activa, y le preguntó al prim er m is ionero: “¿Qué
palabra us ó us ted con los nativos para hablar de los
cris tianos ?”. Al recibir la res pues ta, replicó: “Es te térm ino s e
res erva entre los aguarunas para los conquis tadores hispanos.Si us ted hubiera preguntado por una igles ia, o por creyentes , o por una Biblia, hubiera recibido una res pues ta m uy diferente”.
d. Es ta his toria verídica ilus tra cuán fácilm ente podem os
confundirnos y engañarnos cuando s e trata de s entim ientos . Por es o no
es tam os de acuerdo con los m is iólogos citados arriba s obre la confiabilidad de los s entim ientos para m edir la presencia
de dem onios .
6. Revel aci ones que provi enen de Di os
a. Kraft s os tiene que Dios nos s igue dando palabras de
conocim iento en cuanto a s ituaciones que nos confrontan: “Las
palabras de conocim iento m e llegan m ayorm ente com o
intuiciones . Otras pers onas las reciben de otra m anera”.
b. ¡A veces , un dolor en cierta parte del cuerpo le hace entender que deben orar por tal dolor en otra pers ona!. A veces una palabra de conocim iento les vendrá en form a de un cuadro de la parte de un cuerpo que neces ita oración.
c. Kraft reconoce que s e equivoca, pero s os tiene que la gran
m ayoría de es tas intuiciones res ultan s er ciertas . Es tam os de acuerdo con que Dios s igue dando pers picacia en s ituaciones
es pecíficas . Si es as palabras de conocim iento s e lim itaran a las pers
onas que las reciben, no tendríam os problem as . Pero
Wagner alega que tales revelaciones pers onales nos perm iten entender m ejor lo que es tá haciendo el Padre en s ituaciones com o las de enferm edad. Si s e atreve a explicar a otro lo que
Dios es tá haciendo, Wagner s e es tá m etiendo en el cam po de la
profecía, y debe s om eters e a las norm as que la Biblia es tablece: no s e
perm iten errores (Deuteronom io 18:22) ni des viaciones de
la revelación ya dada (Is aías 8:20). H. La Escritura usada para apoyar las cuatro doctrinas mencionadas
1. La relación con objetos dedicados Kraft s os tiene que Dios confiere s u poder a lugares y a cos as ,yda como
ejem plos el arca del pacto (1 Sam uel 4:7), el ves tido de Jes ús (Mateo
9:20-21) y los paños y delantales de Pablo (Hechos 19:11-20). Exis te
una diferencia fundam ental en el us o de objetos o lugares en la Biblia,y la m
anera com o s e us an en la m agia. En la m agia y el anim is m o, el poder s e liga al objeto o al lugar m is m o, m ientras que en la Biblia el
poder queda con Dios , y los objetos o lugares s irven com o s ím bolos
para dis tancia (Juan 4:49-53), y no s e neces itan ritos , pero acerca del us o
dem oníaco de objetos Kraft, s os tiene que “los artefactos ...
dedicados a los dios es y es píritus contienen dem onios , y s e implica que tales objetos tienen en s í poder para dañarnos ”. Es to contradice la
ens eñanza de las Es crituras . Pablo declara que podem os com er carne que fue
dedicada a dios es paganos s in peligro alguno (1 Corintios 10:25-
27).
2. El poder de las m aldiciones Cindy Jacobs declara que los es píritus territoriales de determ inada
ciudad o región s e ven fortalecidos con los encantos ocultos , las
m aldiciones , los ritos y los fetiches que us an los brujos y s atanis tas .
Refiriéndos e al poder atribuido a objetos y edificios , Kraft s os tiene que el poder dado a las palabras “es fundam ental en es te cam po...porque
s irven de vehículo para el poder que s e trans m ite a otras cos as ”. Es to
parece fundam entars e en dos s upues tos ajenos al es píritu de la Biblia:
a. Que las palabras pueden tener poder independientem ente de la
voluntad de Dios , de los hom bres o de los dem onios . En es te contexto, Cindy Jacobs cita Proverbios 18:21, que no dice que el
poder es tá en la palabra, s ino en la lengua; o s ea que el poder de la
palabra no es independiente de la voluntad de la pers ona que lo
pronuncia.
b. Que el poder para dañar es dem oníaco, pero que los ritos y los conjuros hum anos lo aum entan. Tal idea es bás ica para la magia y el anim is m o, pero no figura en la Biblia.
3. La trans m is ión genealógica de dem onios
Es ta idea s e bas a en los pas ajes que dicen que Dios cas tiga la maldad de los
padres s obre los hijos “has ta la tercera y cuarta generación de los que m e
aborrecen” (Éxodo 20:5; 34:7). Varios de los m is iólogos citados declaran que
dicha trans m is ión ocurre porque los dem onios s e ligan a los padres , y trans m
iten la m aldad por herencia. Pero los pas ajes en Éxodo no dicen nada de dem
onios ni de herencias . La interpretación
natural de es tos textos es que los valores m orales s e tras m iten en el s eno de la fam ilia.
4. Los es píritus territoriales .
a. El NT no habla de es píritus territotiales , y el único lugar en el AT
que podría us ars e para apoyar tal idea s e encuentran en Daniel
10:12-14,20. Luego de tres s em anas de ayuno y oración, un ángel s e le aparece a Daniel y le com unica que s u oración fue
oída des de el prim er día, pero que el prícipe del reino de Pers ia s e le
opus o durante 21 días . No s e dice que es te príncipe del
reino de Pers ia fuera un es píritu territorial.
b. Según evidencia arqueológica dis ponible, el rey Ciro, quien autorizó la recons trucción del tem plo de Jerus alén, nom bre a s u
hijo Cam bis es com o virrey de la región de Babilonia, que incluía el
territorio de Is rael. Se s abe que Cam bis es no com partía la
actitud liberal de s u padre hacia las regiones extranjeras ; por eso,
una posib le interpretación de es te pas aje es que el ángel tuvo que luchar por tres s em anas con Cam bis es para hacerle cam biar de
idea y perm itir que los judíos continuaran con s u obra de
recons trucción. Al final Miguel, otro ángel m as poderos o, le ayudó al
prim er ángel en s u trabajo de pers uas ión.
c. Siguiendo la m ism a interpretación, el ángel tuvo que regres ar para luchar tam bién con el príncipe de Pers ia y entonces vendría
un príncipe de Grecia (Daniel 10:20). Es te s egundo príncipe sería el
conquis tador Felipe de Macedonia, que derrotó al im perio de Pers ia y s
e apoderó de Is rael. Él tam poco tuvo una actitud
favorable hacia los judíos . En la m is m a form a el rey del s ur de Daniel 11:5 s ería el general de Felipe, que des pués de la m uerte
de és te s e hizo rey de Egipto.
d. La interpretación m ás com ún del pas aje es que el príncipe de Pers ia era un dem onio influyente en el gobierno de Babilonia en contra de interes es judíos . Aún as í no s e trataría de un es píritu territorial en el s entido m oderno, porque s ería as ignado a un
gobierno a fin de influenciar a pers onas . Según la teoría moderna, los es
píritus territoriales ejercen s u poder s obre una región as í com o una im
agen tiene s u cam po m agnético dentro de un es pacio.
e. No hay neces idad, entonces , de pos tular la exis tencia de espíritus
territoriales , para explicar adecuadam ente los vers ículos
m encionados . Adem ás , cues ta creer que el Dios de la Biblia
perm ita a es píritus territoriales que s e le opongan. Pablo motiva el derecho de com er carne s acrificada a los ídolos (1 Corintios
10:25-26, “que del Señor es la tierra y s u plenitud, Salm o 24:1).Si la
tierra y s u plenitud s on del Señor, los es píritus territoriales no tienen
cabida. I. Conclusiones
1. Pablo reconoce que el recién convertido del paganis m o pude
cons ervar ideas equivocadas s obre el m undo es piritual, y le llam a herm
ano débil (1 Corintios 8:11). En cam bio, los m is iólogos nom brados s os tiene que quienes s e convierten de un am biente
idólatra entienden el m undo de los es píritus m ejor que otros cris
tianos .
2. Pablo niega que un objeto dedicado a un ídolo pueda en s í transmitir una
influencia nociva, aún s i s e ingiere. Los m is iólogos citados ens eñan que el contacto con tales objetos conlleva el peligro de
opres ión dem oníaca.
3. Pablo ins is te en evitar cualquier ofens a a los herm anos débiles ,
aunque tengan ideas equivocadas . El ideal de Pablo es com binar la
corrección doctrinal con una actitud pas toral hacia aquellos cuyo entendim ientos es todavía deficiente.
J. Glosario
1. Anim is m o: Creencia s us tentada es pecialm ente por pueblos
prim itivos , de que todas las cos as pos een alm as individuales
concebidas a s em ejanza del alm a hum ana.
2. Antropocentris m o: Doctrina filos ófica que cons idera al hom bre como centro
abs oluto de la naturaleza. 3. Deís m o: Doctrina que reconoce un dios com o creador del univers o,
pero s in adm itir revelación ni culto externo. Sos tiene que Dios no tiene
relación directa con el m undo por razones des conocidas o conjeturas .
4. Em piris m o: Doctrina s egún la cual la experiencia es la únca fuente del conocim iento hum ano.
5. Holis m o: Teoría s obre el carácter peculiar de los s eres hum anos .
Subraya la conexión de todas las partes y actividades de un
organis m o, que claram ente parece es tar conectado a un todo.
Tam bién enfatiza la conexión entre s eres vivientes en la naturaleza,y entre s eres vivientes e inanim ados .
6. Ilum inis m o: Sis tem a de los ilum inados , s ecta herética del s iglo XVI
que creía que por la oración m ental habían obtenido un es tado de perfección tal que no neces itaban ordenanzas de la igles ia, ni
s acram entos , ni buenas obras .
7. Ilus tración: Movim iento filos ófico eoropeo y am ericano, caracterizado por la
extrem ada confianza del hom bre en la capacidad de la razón.
8. Logos ofía: De Logos . En filos ofía griega, la razón cons iderada como principio controlador del univers o y m anifes tado por el lenguaje.
9. Metafís ica: Parte de la filos ofía que trata del s er en total, y de s us
propiedades , principios y caus as prim eras . Por derivación, todo
aquello que va m ás allá de lo fís ico.
10. Nihilis m o: Negación de toda creencia o de todo principio religios o, política y s ocial.
11. Racionalis m o: Doctrina filos ófica cuya bas e es la om nipotencia e
independencia de la razón hum ana. Sis tem a filos ófico que s e funda s obre
la razón y las creencias religios as .
12. Teos ofía: Doctrina de varias s ectas que pres um en es tar elim inadas por la divinidad.
CAPÍTULO
VIII
SATANÁS COM O INSTRUM ENTO DE DIOS
¿Pueden los dem onios habitar o m orar (en el s entido de ocupar el es pacio) en un
creyente?. Muchos de los partidarios del m ovim iento de la guerra es piritual de hoy día
piens an que s í. Un profes or de es ta corriente es cribió: “Un genuino cris tiano puede s er
pos eído por lo m enos en cierto grado, aun has ta el punto donde los dem onios pueden
hablar con voces extrañas y en lenguas extranjeras ”.
As í afirm an que un creyente puede s er propiedad de Dios y al m is m o tiem po es tar
habitado por los dem onios .
Sin em bargo, inevitablem ente, aquellos que ens eñan que los demonios pueden habitar en los creyentes es tán forzados a hallar res paldo para s u punto de vista en experiencia s ubjetivas antes que en la ens eñanza de la Palabra de Dios .
A. El criterio de la v erdad
1. Res ulta inaceptable apoyars e en los datos clínicos y en las
convers aciones con los dem onios , en lugar de hacerlo s obre la
ens eñanza es critural. Jonathan Edwards , que fue uno de los teólogos m ás
grandes de Am érica, es cribió m uy acertadam ente: “El
entendim iento es piritual ve lo que realm ente dice la Es critura, no creando un nuevo s ignificado para ello. ¡Es to equivaldría a hacer otra
Es critura! Sería añadir cos as a la Palabra de Dios , una práctica que Dios
condena” (Proverbios 30:6).
2. “Gran parte de la fals a religión en el m undo es tá hecha de…experiencias y de la
fals a noción que ellas des piertan. Las religiones no cris tianas es tán llenas de ellas . Lam entablem ente as í ha ocurrido en la historia de
la igles ia. Es tas experiencias cautivan a la gente, de m anera que Satanás s e
trans form a en un ángel de luz, engaña a m ultitudes y corrom pe la verdadera
religión. Los líderes de la igles ia deben es tar
cons tantem ente en guardia contra es tos engaños ” (The experience that counts !, Editado por N,R. Needham London: Grace Pueblications Tust, 1991, pp. 89-90).
3. La Palabra de Dios es nues tra única fuente confiable de la verdad
acerca de Satanás y los dem onios . El teólogo y es tudios o de Princeton, Dr.
Charles Hodge advirtió con razón: “Ningún es tudio, ni s uperioridad de talento, ni aún la pretens ión a la ins piración, pueden jus tificar una
s eparación de… las verdades ens eñadas por hom bres de cuya
ins piración Dios ha s ido tes tigo. Todos los m aes tros deben s er traídos bajo es
ta norm a, y aun s i un ángel del cielo ens eñas e algo contrario a la Es critura,
debería vers e com o anatem a, s egún nos dice Gálatas 1:8. Deberíam os es tar cons tantem ente agradecidos por tener una norma tan
infalible por m edio de la cual probar los es píritus para ver s i s on o no de
Dios ” (com m entary on the Es pis tle to the rom ans , Grand Rapids : Eerdm
ans , 1972).
4. ¿Qué dice la Palabra de Dios , que es el m áxim o criterio de la verdad? ¿Pueden los dem onios habitar o m orar dentro de un verdadero
creyente? ¿Pueden entrar a través de una puerta abierta y convertirs e
en intrus os ? Los defens ores del m ovim iento pro-guerra es piritual de hoy
en día dicen que s í, pero bas an s u res pues ta en experiencias subjetivas,
y no en la Palabra de Dios . La Biblia deja bien claro que es ta clas e de afirm aciones no tiene bas es jus tificables .
5. En la Biblia no hay ningún ejem plo claro donde un dem onio haya
invadido a un verdadero creyente. Las epís tolas del Nuevo Tes tam ento nunca
nos advierten contra tal pos ibilidad. Tam poco vem os reprender, atar o echar
fuera dem onios de un verdadero creyente. Las epís tolas nunca ins truyen a los creyentes a que echen fuera dem onios , ya s ea de
un creyente o de alguien que no lo es . Cris to y los após toles eran los únicos
que echaban fuera dem onios , y en cada cas o las pers onas
pos eídas eran incrédulas .
6. La ens eñanza general de la Es critura es que los dem onios nunca pueden m orar dentro de un verdadero creyente. Una clara im plicación
de 2 Corintios 6:15-16 por ejem plo, es que el Es píritu Santo que mora en los
hijos de Dios no puede cohabitar con los dem onios .
B. El v erdadero significado de la conv ersión
1. Muchas de las voces líderes en el m ovim iento pro-guerra es piritual de
hoy en día s on dem as iado rápidas en victoriar cada profes ión de fe en Cris to,
com o prueba de la s alvación. Es to refleja la “fe fácil” que abunda tanto en es ta
generación. 2. Un profundo entendim iento bíblico de la doctrina de la convers ión deja
bien claro que los dem onios nunca pueden m orar o pos eer a un
creyente. Jonathan Edwards es cribió lo s iguiente de la verdadera
convers ión: “La Es critura des cribe la convers ión en térm inos que
im plican o s ignifican un cam bio de naturaleza; nacer de nuevo, convertirs e en nuevas criaturas , res ucitar de entre los m uertos , s er
renovados en el es píritu de nues tra m ente, m orir al pecado y vivir para la jus
ticia, quitando el viejo hom bre y poniéndonos el nuevo, y s iendo
participantes de la naturaleza divina”.
3. Si en aquellas pers onas que dicen s er convertidas no hay un cam bio real y duradero, s u religión es vana, s ean cuales s ean las experiencias
por las que hayan pas ado. La convers ión es el cam bio total del hombre, en
todos s us as pectos , del pecado a Dios . Por s upues to, Dios puede refrenar a las
pers onas inconvers as de pecar, pero en la convers ión Él hace volver el m is m o
corazón y naturaleza del pecado hacia la s antidad. La pers ona convertida s e
torna en un verdadero enem igo del pecado.
4. ¿Qué pues harem os de aquel individuo que dice haber tenido la
experiencia de la convers ión, pero cuyas em ociones religios as m ueren m uy
pronto, volviendo a s er el m is m o de antes ? Dicho individuo s e
m ues tra egoís ta, tanto m undano, tonto, pervers o y anticris tiano com o s iem pre. Es to habla en contra de él en voz m ás alta de lo que cualquier
experiencia religios a pueda hablar a s u favor.
5. En Cris to Jes ús , ni la circuncis ión ni la incircucis ión, ni una experiencia dram
ática, ni un carácter tranquilo, ni m aravillos o tes tim onio, ni uno m ediocre, cuentan para nada. Lo único que en realidad cuenta es una
nueva creación.
6. En Mateo 12:43-45 Cris to reprendió a auqellos que le es taban siguiendo s olam
ente para ver grandes s eñales y m aravillas . En lugar de responder con s eñales es
pectaculares y m aravillas , Cris to habló a aquellas
pers onas s obre s u neces idad de s alvación. Muchas pers onas parecen tener s u vida en orden, pero en realidad no han confiado en Cris to como s u Señor y Salvador. Sus alm as es tán “s in ocupar”, o s ea, el Es píritu Santo no m ora en ellos . De es ta form a es tán abiertos a la invas ión
dem oníaca.
7. Sin em bargo, es ta s ituación no puede dars e en aquellos cuyos cuerpos s on tem
plo del Es píritu Santo (2 Corintios 6:16). De acuerdo con 1 Pedro 1:5, cuando Cris to reina en la vida de una pers ona, es a pers ona es
guardada por el poder de Dios . Com o res ultado, “el m aligno no le toca” (1
Juan 5:18). Cuando el Es píritu Santo habita en una pers ona, ningún dem onio
puede ins talers e com o intrus o. Si alguien es tá habitado por
dem onios , es evidente que no s e ha convertido. C. Todas las cosas para Dios
Aunque los dem onios no pueden m orar en los creyentes , a veces Dios
perm ite que Satanás aflija exteriorm ente a Sus hijos , con la advers idad.No s iem pre podrem os s aber la razón, pero s í s abem os que Dios controla cada s ituación s egún Su s oberanía para llevar a cabo s us propós itos , haciendo que todo obre para el bien de los creyentes (Rom anos 8:28). Veam os
algunos ejem plos bíblicos de cóm o ocurre es to:
1. La pers everancia de Job a. El libro de Job es una clás ica ilus tración de cóm o Dios a veces
perm ite que Satanás aflija a los Suyos . Es te libro nos lleva,detrás del es
cenario terrenal, a un notable diálogo entre Dios y Satanás en los cielos :
(Job 1:7-12). Job era un hom bre recto a quien Dios bendijo con
abundante bienes tar económ ico. De acuerdo a 1:3,él era “el m ás grande
de entre todos los orientales ”.
b. Satanás vino delante de Dios en los cielos y acus ó a Job de servir al
Señor por interes es egoís tas , debido a la protección que le
brindaba y a s u pos teridad. Des afió a Dios a que le quitara a Job todas
las bendiciones tem porales , es perando que as í s e m anifes tara la hipocres ía en s u corazón. Dios aceptó y perm itió
que Satanás afligiera a Job. Le dio perm is o para que le quitas e todas s
us pos es iones , pero le prohibió que hiciera daño a s u
pers ona.
c. Muy pronto vinieron varios des as tres , uno tras otro. Cayó fuego del cielo y m ató las ovejas de Job. Unos bandoleros robaron sus
caellos , m atando a todos s us s iervos y dejando a uno s olo con vida.
Satanás term inó con lo que es peraba s ería el golpe
m aes tro. Mientras los hijos de Job es taban cenando juntos , llegó un
criado y le dijo: “Un fuerte viento vino del lado del des ierto y azotó a las cuatro es quinas de la cas a, la cual cayó s obre los
jóvenes , y han m uerto; s olam ente yo he es capado paa darte la noticia”
(v.19). Fue una calam idad m uy cruel que es taba
des tinada a des truir la fe de Job. d. Aun as í Job no res pondió de la m anera que Satanás es peraba.
Job s e inclinó ante el Señor en oración y adoración, aceptando los des
ignios y propós itos s oberanos de Dios , aun cuando no s abía por qué
es taba s ufriendo tanto.
e. J.I. Packer ha es crito lo s iguiente: “Es ta es la razón fundam ental, des de
nues tro punto de vis ta, de por qué Dios llena nues tras vidas con dificultades y perplejidades de una clas e o de otra: es
para que aprendam os a aferrarnos a Él. La razón por la cual la Biblia
dedica tanto tiem po reiterando que Dios es una roca fuerte, una firm e
defens a, un s eguro refugio y ayuda para los débiles,es por que Él em
plea m ucho de Su tiem po encam inando a los que s on m ental y m oralm
ente débiles y no s e atreven a encontrar el cam ino recto…Dios des ea
que s intam os que nues tro cam ino a través de la vida es duro y confus o,
para que aprendam os a
depender de Él. Por lo tanto, el Señor tom a los pas os neces arios para
conducirnos fuera de la confianza en nos otros m is m os , y hacer que nos apoyem os totalm ente en Su Pers ona”.
f. Sin em bargo Satanás no había term inado. Satanás acus ó a Job de perm
anecer fiel a Dios para proteger s u s alud e integridad
fís ica. Nuevam ente Dios perm itió a Satanás que afligiera a Job,
pero le dijo que no podía quitarle la vida. Satanás llenó a Job con unas
llagas m alignas , des de las plantas de s us pies has ta la coronilla de s u
cabeza (2:7). Su condición era tan deporable que s u es pos a le dijo que
m aldijera a Dios , pero él rehus ó hacerlo (2:10).
g. Job aún no s abía por qué es taba s ufriendo. En s u dolor clam ó (23:3-4). Sin em bargo, el cielo perm aneció en s ilencio. Job no
s abía las es cenas que s e es taban des arrollando fuera de su vista en los
terrenos celes tes , entre Satanás y Dios . Luego el Señor le res pondió des
de el torbellino, pero aún entonces Job no fue
inform ado de la razón de s us s ufrim ientos . h. El típico cons ejero de hoy día probablem ente le hubiera dicho a
Job que dijes e “¡Satanás , yo te ato!”. Pero aunque Job era el
es cogido de entre los s iervos de Dios , s us s ufrim ientos eran parte del
plan divino. Seguram ente es o tam bién es verdad con respecto a m uchos
que s ufren hoy en día. ¿Pueden los “expertos guerreros es pirituales ” pas ar por alto los propós itos soberanos de
Dios y reprender a Satanás ? Por s upues to que no.
i. ¿Pueden las aflicciones de Satanás beneficiar realm ente al
verdadero cris tiano? ¡Sí! Por ejem plo, Job s alió de la prueba con un
conocim iento m ucho m ayor de la grandeza de Dios y de s u propia pecam inos idad (40:4,5). Tam bién aprendió la necesidad de
s om eters e a los propós itos s oberanos de Dios , no im porta cuál fues e el
cos to (42:2-6). Gleas on Archer hace es te s us tancios o com entario s obre
Job: “Es te regis tro evidencia que en realidad
había propós itos nobles y m uy elevados que fueron logrados al s om eter a Job a es as pruebas tan duras . Es te hom bre había sido
grandem ente honrado al haberle es cogido Dios para demostrar el s
ignificado de la verdadera cons agración. Satanás había
des afiado al Señor para probar que la piedad de Job es taba bas ada
en s us interes es egoís tas ”. j. Ciertam ente fue un gran honor para Job haber s ido es cogido para
probar que Satanás es taba equivocado en s u afirm ación. Si Job hubies e
s ido inform ado por adelantado que las pruebas venideras
es taban des tinadas a s ervir a es tos s antos y elevados propósitos, s e habría dado cuenta de que era m ucho m ás fácil s obrellevarlas con alegría y entereza de ánim o. Sin em bargo, s i le hubiera
avis ado de antem ano, la prueba hubiera tenido que s er
invalidada. ¿Por qué?. Porque para que hubiera una victoria final era es
encial que en m edio de es tas pruebas Job confiara en Dios. El patriarca
debía s eguir s om etiéndos e a Él, aun cuando no viera ni la m ás m ínim a
luz que le dijera por qué un Dios de amor,que le había protegido has ta
ahora, de m om ento parecía haberle
abandonado com pletam ente a la m alignidad de Satanás .
k. Tal vez algún lector es té s ufriendo o conozca a alguien que es té
pas ando por duras pruebas s in s aber por qué. Mirando el ejemplo de Job podrá encontrar cons olación, ánim o y es peranza. El
após tol Pedro es cribió: “De m odo que los que padecen s egún la
voluntad de Dios , encom iendan s us alm as al fiel Creador,
haciendo el bien” (1 Pedro 4:19). Quiera el Señor ayudarnos a
cultivar es ta actitud com o una form a de vida. 2. La es pina de Pablo
a. El Señor tam bién perm itió que Satanás afligiera al após tol Pablo.
Él recibió una vis ión del Cris to res ucitado. Es evidente que estaba
luchando con el orgullo (2 Corintios 12:7).
b. Pablo recibió una es pina en s u carne. Muchos es tudios os han hecho varias s ugerencias en cuanto a la identidad de dicha
es pina: un individuo problem ático o rencillos o, la pers ecución, la
apariencia fís ica del após tol, epileps ia, m alaria, o has ta una
enferm edad de la vis ta. ¿Cuál era la es pina? Realm ente no lo s abem
os , pero s ea lo que fues e, era algo doloros o, porque la palabra griega que s e us a para “abofetea” s e refiere al crujir de
los hues os . Com o es ta es pina le es taba m ortificando bas tante, Pablo le
pidió al Señor por tres veces que s e la quitara (v.8).
c. Nota que Pablo no hizo ninguna tentativa de atar, reprender o echar fuera a es te m ens ajero s atánico. Sim plem ente oró al Señor para que Él s e
encargara de quitárs ela. Bien s abem os que Dios podía res ponder a la oración de Pablo de acuerdo a lo que él
quería, pero, a pes ar de ello, es cogió no hacerlo (v.9). Jerry
Bridges hace la s iguiente obs ervación: “En s u infinita s abiduría, Dios s abe exactam ente la clas e de advers idad que neces itamos para crecer m ás y m ás , trans form ándonos de es ta m anera a la
s em ejanza de Su Hijo. Él no s ólo s abe lo que neces itam os , s ino tam
bién cuándo lo neces itam os , y la form a en que los
acontecim ientos negativos deben de llegar a nues tra vida.Él es el Maes
tro Perfecto que nos entrena a la perfección. Su dis ciplina es exactam ente
adecuada a nues tras neces idades . El Señor nunca nos envía pruebas m
ás allá de lo que podem os s oportar, ni nos entrena perm itiendo una
cantidad trem enda de advers idades en nues tras vidas , de m odo que s
eam os des truídos ”.
d. Pablo aceptó voluntariam ente el plan de Dios para s u vida (2 Corintios 12:9,10). Si hubiera s ido pos ible quitar es a es pina de la
carne diciendo: “Mens ajero de Satanás , yo te ato”, el plan de Dios
s e habría es tropeado. Verdaderam ente Pablo es taba gozos o por es ta
aflicción, porque le ayudaba a crecer es piritualm ente. 3. El tam iz por el que pas ó Pedro
a. En Lucas 22:31,32 leem os una advertencia de Cris to a Pedro.
Satanás quería tener a Pedro en s us m anos , porque era crucial para el des arrollo de la prim era igles ia. Cuando Pedro oyó que Satanás iba detrás s uyo, res pondió: “Señor, es toy dis pues to a ir contigo no s olo a la cárcel, s ino tam bién a la m uerte” (v.33). Un
poco des pués en la tarde, Pedro negó a Cris to tres veces ,
Des pués s alió afuera y lloró am argam ente (v. 62). Es ta es la
evidencia de s u arrepentim iento y de la res tauración de Dios .
b. ¿Qué aprendió Pedro com o res ultado de es ta s acudida de Satanás ? Que no podía s os teners e en s us propias fuerzas .
Adem ás , es ta experiencia le hizo un ins trum ento m ás útil en las m anos
de Dios , porque Cris to le dijo que des pués de arrepentirse, fortaleciera a s
us herm anos (v.32). Pedro s abía bien el valor del proces o de refinam
iento, pues años m ás tarde es cribió a los creyentes que s ufrían pers ecución (1 Pedro 1:6,7).
c. Dios us ó la m ano de aflicción de Satanás para el beneficio de
Job, Pablo y Pedro. Ninguno de ellos procuró ordenar, reprender o atar
a Satanás , s ino llevar a cabo el cum plim iento de los
propós itos s oberanos de Dios . Nues tra actitud no debería s er diferente.
D. El j uicio de Dios
Pero a veces los propós itos de Dios s on diferentes . La Es critura revela que en
algunas ocas iones Él tiene que entregar a ciertas pers onas en manos de Satanás para cas tigarles por s u pecado de des obediencia.Miremos algunos ejem plos .
1. El torm ento de Saúl
a. La Es critura nos dice que “le atorm entaba un es píritu m alo de parte de Jehová” (1 Sam uel 16:14) . Ahora bien, es to no s ignifica
que el Señor s ea m alo o que los m alos es píritua m oren
regularm ente en Su pres encia. Sim plem ente s e refiere a un
dem onio que recibió perm is o de Dios para aterrorizar a Saúl. Tam poco Satanás y s us dem onios pueden funcionar aparte de la voluntad perm is iva de Dios .
b. ¿Por qué perm itió el Señor que un dem onio atorm entara a Saúl?
Porque Saúl quería s eguir s u propio cam ino en lugar del que Dios le s
eñalaba . Un ejem plo de ello ocurrió en 1 Sam uel 13 . El
profeta Sam uel ins truyó a Saúl para que es perara s iete días hasta que él llegara a Gilgal. Allí él podría entonces pres entar una
ofrenda a Dios y dar ins trucciones a Saúl acerca de una batalla que
tendría que librar con los filis teos . Sin em bargo, Sam uel no vino inm
ediatam ente des pués de los s iete días . Tal vez es taba probando a Saúl para ver s i obedecía las ins trucciones de Dios .
No hay ninguna indicación de que Saúl bus cara orientación a través
de las Es crituras o por m edio de la oración durante el
período de prueba.
c. ¿Qué pas ó entonces ? Saúl tom ó s obre s í m is m o la
res pons abilidad de ofrecer la ofrenda a Dios (vv.9,10). És te era un pecado m uy s erio, pues s ólo los es cogidos por el Señor
podían s ervir com o s acerdotes (Núm eros 16:40; 18:1-7). Samuel llegó
jus tam ente cuando Saúl term inaba de pres entar la ofrenda, y tuvo lugar
el diálogo de 1 Sam uel 13:11-14.
d. Por haber pues to Saúl excus as para s u pecado y no habers e arrepentido, el reino pas ó a m anos de David. ¿Cóm o s e
m anifes taba el torm ento de Saúl por parte del es píritu m alo? Por s u des
eo de ver m uerto a David. David ya había recibido la
capacitación divina para llevar a cabo las res pons abilidades que Dios
había pues to ante él (16:13). Des de que el Es píritu de Dios s e había apartado de Saúl (v.14), és te perdió tanto el deseo como la habilidad de funcionar efectivam ente com o un rey. Com o
res ultado de ello, la popularidad de David creció rápidam ente en
Is rael (1 Sam uel 18:6-9).
e. Saúl es taba celos o, y era cons ciente de que la bendición de Dios s obre la vida de David s ignificaba el ocas o de s u vida. La his toria de Saúl s igue de m al en peor. Es te des dichado rey es taba tan
fuera de control, que s e des pojó de s us ves tidos y cayó al s uelo con es
tupor (19:22-24), m as acró a un grupo de s acerdotes por haber ayudado a David (22:6-19), y cons ultó a una m édium para hablar con los m uertos (28:7-20). Al fin, com etió s uicidio.
f. Tal vez algún lector s e pregunte: “¿No es Saúl un ejem plo de un
creyente habitado por dem onios ?” No. La pregunta de s i Saúl era un
creyente genuino ha s ido debatida por varios es tudianes
bíblicos . Podem os decir que la Es critura es am bigua en relación a s u des tino eterno. Por otra parte, m ientras Saúl es taba perturbado y trágicam ente influenciado por un dem onio, nada indica que
es taba realm ente pos eído interiorm ente por el es píritu m alo.Saúl no
puede citars e com o ejem plo ni com o prueba bíblica de que los creyentes
pueden s er pos eídos pr es píritus m alignos . Dios entregó a Saúl en m anos de Satanás , com o un juicio por s u
pecado.
2. La traición s atánica de Judas
a. En el Apos ento Alto, poco des pués de s u crucifixción, Cris to le
dijo a Sus dis cípulos que uno de ellos le traicionaría (Juan 13:21). Cuando los dis cípulos le pidieron al Señor que identificara a la
pers ona, Cris to res pondió lo s iguiente: “A quien yo diere el pan
m ojado, aquél es . Y m ojando el pan, lo dio a Judas Is cariote hijo de
Sim ón. Y des pués del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jes ús le
dijo: Lo que vas a hacer, hazlo m ás pronto” (Juan 13:26,27).
b. Judas había es tado con Cris to durante tres años , obs ervando Sus obras y
es cuchando Sus palabras . Él era cons ciente de la
perfección y el poder de Cris to, pero rehus ó arrepentirs e y creer
en el Salvador. Por lo tanto, Dios le entregó a Satanás . Un pasaje paralelo en el Evangelio de Lucas dice: “Y entró Satanás en
Judas , por s obrenom bre Is cariote, el cual era uno del núm ero de los
doce; y és te fue y habló con los principales s acerdotes , y con
los jefes de la guardia, de cóm o s e lo entregaría. Ellos s e
alegraron, y convinieron en darle dinero” ( 22:3-5). c. Bajo la influencia de Satanás , Judas vendió a Cris to. “El m is m o
Satanás hizo de Judas un ins trum ento, llenando s u m ente con pens am
ientos traidores y m oviendo s u voluntad para actuar de
acuerdo a ellos . És ta es una pos es ión m ental, que da a Satanás el
control de la m ente, el corazón y la voluntad. Satanás entró en Judas , no
us ando la fuerza, s ino com o un am o al que s u es clavo le da una caluros a
bienvenida” (R.C. H. Lens ki, The Interpretation of St. Luke‟s Gos pel [
Minneapolis : Aus burg, 1961], p. 1034).
Judas acabó s u vida de la m is m a form a m is erable que Saúl, por m edio
del s uicidio. 3. El corintio inces tuos o
a. ¿Us a Dios a Satanás para juzgar a ciertas pers onas en la iglesia?
Sí. Pablo es cribió a la igles ia en Corinto, en s u prim era epís tola, acerca
de un herm ano que tenía “la m ujer de s u padre”.
Probablem ente indica que la m ujer era s u m adras tra, y no s u m adre natural o biológica. Sin em bargo, en cualquier cas o, era
una relación inces tuos a a los ojos de Dios (Levítico 18:7,8).
b. Increíblem ente, los creyentes corintos , en lugar de lam entars e
s obre s u s ituación obviam ente inm oral, ¡es taban orgullos os de ella!
(5:2). Pablo res pondió con es ta adm onición: “El tal s ea entregado a Satanás para des trucción de la carne, a fin de que el
es píritu s ea s alvo en el día del Señor Jes ús ” (5:5).
c. ¿Qué s ignifica realm ente entregar el ofens or a Satanás? Es poner al
culpable fuera de la igles ia, des pojándole de la protección de la com
unión cris tiana. En el vers ículo 2, Pablo dice s encillam ente que el ofens or tenía que s er quitado de en m edio. Debía s alir de
la com unión de los hijos de Dios y de la m es a del Señor.
d. Pablo s ubraya la im portancia de la dis ciplina de la igles ia usando un
analogía (5:6-8). La levadura repres enta al pecado, y la m as a a la igles
ia. Si s e le da la oportunidad, el pecado leudará a toda una igles ia as í com o la levadura leuda la m as a de una gran
hogaza de pan.
e. Por s u propia naturaleza, el pecado ferm enta, corrom pe y s e
es pace, pero Cris to, el Cordero pas cual perfecto, nos s epara y nos
libra del dom inio del pecado. Por lo tanto, hem os de quitar todo aquello de la vieja vida que pueda leudar la nueva. Debemos
com er el pan de la hones tidad, la integridad y la verdad, y no de la m
aldad.
f. Pablo luego aplica la analogía a los corintios (5:11-13). El Señor dejó
bien en claro que cuando una pers ona afirm a s er creyente pero continúa en pecado e ignora lo que la igles ia tiene que
decirle, ha de s er pues ta fuera de com unión y cons iderarla como un
incrédulo (Mateo18:15-17). Es to coloca a la pers ona pecadora bajo el
control total de Satanás . En la 1 Juan 5:19 leem os que “…el m undo
entero es tá bajo el m aligno”. El m undo ya es tá en m anos de Satanás , a caus a del pecado. Pues to que la igles ia es
objeto del cuidado, el am or y la bendición de Dios , es tá ais lada y
protegida. La dis ciplina de la igles ia hace que los m iem bros
pecadores s e vean privados de dicha protección, dejándoles expues
tos a Satanás . g. Pablo dice que el ofens or corinto tenía que s er entregado a
Satanás para “des trucción de la carne” (5:5). Es to puede referirse a la
enferm edad o a la m uerte fís ica. En cualquier cas o, las
ins trucciones de Pablo difieren de las prácticas del m ovim iento a favor
de la guerra es piritual de hoy día. Antes de quitar a cierta gente de las m anos de Satanás , el após tol dice que a veces la
igles ia tiene la res pons abilidad de ¡entregar a una pers ona en
m anos de Satanás ! Ahora bien, és ta es una clas e del “m inisterio de
liberación” de la cual m uy pocos hablan es es tos días .
h. ¿Era el hom bre inces tus o un verdadero creyente, o un incrédulo? Pablo s im plem ente lo m ues tra com o alguien que s e llam aba
herm ano (v.11). A veces , en lugar de la dis ciplina de la igles ia, el
Señor us a otros m edio para quitar a la gente fuera de la com
unión. Tal vez conozcas individuos que s e retiran de la
participación de la igles ia, y no s abes por qué. Des pués de un tiem po, te enteras de que s us vidas es taban en un caos ,
es tropeadas por un hogar roto, por la inm oralidad, o las
borracheras . Es pos ible que Dios lo es tuvies e alejando de la igles ia
a caus a de s us pecados .
4. El naufragio de Him eneo y Alejandro a. Adem ás de 1 Corintios 5, 1 Tim oteo 1 es el único otro lugar donde
Pablo habla de entregar a alguien a Satanás (1 Tim oteo 1:18-20).
“Mantener la fe” s e refiere a creer la verdad y aferrars e a ella. Es cons
agrars e durante toda la vida a creer en la verdad de Dios . “Una buena
conciencia” habla de unas norm as m orales puras delante de Dios y de los hom bres .
b. De acuerdo al vers ículo 19, algunas pers onas rechazaban ambas cos as . ¿
Quiénes eran es tas pers onas ? Eran líderes de la iglesia de Éfes o y tal vez
de algunas igles ias circundantes (vv.3-7)
Rechazaban la Palabra de Dios , a cam bio de un s is tem a que les perm ities e m entir para s eguir en s u propia concupis cencia y
gratificación. Com o res ultado de ello, naufragaron. Es ta expresión nos
recuerda un barco hundido y hecho pedazos . Habla de la
des trucción en el terreno es piritual y m oral. Pablo identificó a dos hom
bres que s ufrieron es ta fatalidad: Him eneo y Alejandro. No podem os decir con s eguridad s i eran creyentes o no.
c. ¿Cóm o res pondió Pablo? Les entregó a Satanás . Es decir, les
dis ciplinó, quitándoles fuera de la igles ia para que aprendieran a no
blas fem ar (v.20). La palabra griega que s e traduce en otros
pas ajes de la Es critura por “aprender” habla de un cas tigo fís ico. La m is m a palabra s e us a en otros pas ajes de la Es critura para aquellos que han enferm ado o han m uerto a cons ecuencia de
haber com etido abus os en la cena del Señor (1 Corintios 11:32).
¿Cuál era el propós ito de es e juicio? El de ens eñarles a no
difam ar a Dios por m edio de las fals as ens eñanzas y de una vida im pura.
d. El Dr. Hom er Kent es cribió: “La excom unión de la igles ia (o
dis ciplina), coloca al ofens or nuevam ente en el m undo en el cual
dom ina Satanás . Por lo tanto, entregar a una pers ona a Satanás puede entenders e com o entregarlo nuevam ente al m undo…Esta m edida tiene la intención de s er correctiva. Si a los fals os
m aes tros s e les perm ite continuar en s us m alas prácticas no solo harán
extraviar a otros , s ino tam bién s e s um ergirán ellos mismos dentro de un
fals o s entido de s eguridad es piritual. Ahora bien,
cuando Pablo entregaba a es tas pers onas en m anos de Satanás, les haría ver s u error y abandonar s us pecados ”.
5. La m entira de Ananías y Safira
a. En Hechos 5:1-11 aprendem os acerca de dos creyentes
profes antes en la igles ia prim itiva que fueron entregados a
Satanás . Parece que Ananías y Safira habían prom etido que daría al Señor todo el dinero de la propiedad que iban a vender.
En lugar de ello, s e guardaron parte de los beneficios , m intiendo as í al
Es píritu Santo. Llevaron ante los após toles s ólo una parte, aparentando
que era todo. A caus a de s u m entira, fueron
cas tigados con la m uerte. b. ¡Es to s ignificaba la excom unión final! ¿Eran Ananías y Safira
creyentes auténticos ? La Es critura no lo es pecifica. ¿En qué
s entido Satanás llenó s us corazones ? ¿Fueron pos eídos por él? Nuevam
ente la Es critura no detalla es tas res pues tas .
Seguram ente Satanás llenó s us corazones con pens am ientos m alos , m entiras y avaricia. Si entró a m orar en ellos o no, no lo
s abem os . Mientras que algunos s eñalan a Ananías y Safira como ejem
plos de s antos que es taban controlados y pos eídos por Satanás , el texto
bíblico no nos da las garatías de que fues e as í.
c. Com o ocurrió con otros , Ananías y Safira fueron juzgados por Dios ,
dando perm is o a Satanás para tratar con ellos . Aunque Satanás y los
dem onios no pueden habitar dentro de un creyente auténtico, Dios
puede us arles para dis ciplinar a los cristianos que no s e arrepienten de s
us pecados . Es to revela claram ente la
actitud de Dios hacia el pecado, y protege la pureza de la igles ia. ¿Cóm o podem os evitar el juicio por el pecado? No diciendo:
“Satanás , yo te ato”. Tam poco echando fuera a los dem onios ,
s ino s im plem ente recibiendo la verdad de la palabra de Dios y
reflejando la s antidad de Cris to. Si us ted es un verdadero
creyente, por favor, tóm es e en s erio es tas palabras de ánino de un s anto puritano: “Dios tiene pens am ientos de am or en todo lo que Él hace para con Su pueblo. La bas e de s us tratos con
nos otros es el am or, aunque la ocas ión al res pecto pueda s er
pecado. El propós ito al tratar con nos otros es tam bién el am or.Él m ira,
por s obre todo, nues tro beneficio, para que s eam os participantes de Su s antidad, y tam bién nues tra gloria futura,para
hacernos participantes de Su gloria” (Sam uel Bolton, The Bounds of
Chris tian Freedom [Edim burgh: The Banner of Truth Trus t,
1964], p. 25).
d. Pablo expres a as í el m is m o pens am iento en Rom anos 8:28,29.