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11-2012 BOLETÍN INFORMATIVO DE LA ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE PRIEGO DE CÓRDOBA

BOLETÍN INFORMATIVO ASOCIACIÓN DE AMIGOS DE PRIEGO DE CÓRDOBA

Compás de San Francisco, nº 15 - 14800 Priego de CórdobaMóvil 608 654 146

Ejemplar gratuito

D.L. CO-32-1984ISSN 1889-6014

SUMARIO1. Editorial: El turismo cultural, futuro para Priego . . . . . . . . . . . . . . . . 12. Los orígenes de las aldeas de

Zagrilla: Pinceladas histórico-jurídicas

por M. Peláez del Rosal. . 2-3

4. El Alifato de Madinat Baguh, por E. Carrillo Aguilera . . . . . . 4

12012

La Colección Monumental de la Revista “Fuente del Rey”, se vende en los establecimientos colaboradores:

* OFICINA MUNICIPAL DE TURISMO. Plaza del Ayuntamiento. Teléfono 957-700-625.

* PASEOS PRIEGO: Carrera de Álvarez, 8, Teléfono 957-540-244 y 607 506343

* CARLIN OFIMARKET: Ribera, 17, bajo. Teléfono 9578-701041

* KIOSCO EL PASEÍLLO

* KOPISA (Palenque).

ANEXO DE LA REVISTA FUENTE DEL REY

N o es la primera vez que la economía prieguense se resiente y viene abajo. A lo largo de la historia de la ciudad ha sucedido varias veces. De poseer un nivel de vida sus habitantes próspero y feliz, se ha pasado a tenerlo

pobre y desdichado. De ser un pueblo envidiado por su bienestar, a constituir poco menos que un núcleo sin perspectivas, sin futuro, sin atractivo. Casi la hecatombe.

La fábrica y comercio de sedas y tafetanes y productos asimilados de Priego fue el resultado de un gran esfuerzo colectivo en el que desde el siglo XVI se implicó prácticamente toda la población. Las corruptelas, el aburguesamiento, la competencia, las trabas administrativas y la falta de estímulos dieron al traste con la floreciente industria de ayer.

En tres ocasiones ha acaecido este desastre de forma estrepitosa. Una a finales del siglo XVIII. Resurgida la industria textil como ave fénix durante el siglo XIX, también se vino a pique en la sexta década del siglo XX; y sustituida pocos años después la desaparecida por la de la confección, ésta se ha ido al garete en la primera década del siglo XXI.

La seda, el textil y la confección, sucesivamente, ha sido el “pannuestrodecadadía”, el “modus vivendi” sucesivamente, hasta hace pocos años, en que ha quedado un mero remanente, exigua tabla salvada del naufragio.

Con este resto la economía prieguense se sustenta por el momento con el aceite y con las subvenciones agrícolas, y, aunque mal, se sobrevive. Con pena y sin ilusión. Sin gloria.

Según los datos del Observatorio Argos (Fuente: Priego Digital), en la Oficina del Servicio Andaluz de Empleo de Priego se contabilizaron durante el pasado mes de enero un total de 1.740 personas paradas registradas. El máximo histórico se alcanzó en octubre de 2011, con 2012 parados, en una ciudad de poco más de 23.500 habitantes. Priego va a la zaga de los pueblos limítrofes, aunque en estos también los castigue la crisis. Pero en Priego se nota más. La historia es maestra de la vida. Hemos sido malos discípulos porque no hemos aprendido de ella. Las causas de la ruina han sido siempre las mismas: la imprevisión, la molicie y el no innovar invirtiendo. La corriente se llevó al patrón dormido. Mal está el patio cuando se piensa en emigrar y el trabajo hay que buscarlo fuera.

¿Cómo salir de este atolladero? ¿Qué horizontes se avizoran? Sólo el turismo cultural. Priego es una reserva turística de excelencia. Hay que apostar por las iniciativas: exposiciones, recreaciones históricas, catas y concursos gastronómicos, senderismos, centros comerciales abiertos, ferias y mercados, certámenes fotográficos con alicientes, fiestas religiosas tradicionales, rutas turísticas por la comarca y defensa y conservación y promoción del patrimonio. El chiquibús, como ejemplo, apunta maneras. Los poderes públicos deben ayudar y no entorpecer. El gobierno local tiene esta responsabilidad. Debe asumirla. Lo exige la sociedad. Hay que crecer. En caso contrario ya sabemos lo que nos espera: más paro, más ruina, más pobreza, más contracción, más recesión, más déficit, más morosidad, más desilusión. La hecatombe, sin casi. La crisis total.

EDITORIAL: EL TURISMO CULTURAL, FUTURO PARA PRIEGO

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Que las aldeas de Priego de Córdoba tienen una historia tan rica como desconocida no deja de ser una

cuestión inquietante que desde hace años reclama nuestra atención. Y entre estas poblaciones destacan las de Zagrilla la Alta y Zagrilla la Baja, distantes 6 kms. de la capital de la comarca.

El topónimo “Zagrilla” es de origen árabe, sajra, y significa peña, tajo, frontera. Conocido desde antiguo como el Val de Zagra constituiría después agrícola y municipalmente hablando la Dehesa de Zagrilla, en cuyo territorio se alzarían posteriormente los dos enclaves citados, conocidos hoy con las denominaciones indicadas.

La noticia más remota del asentamiento en el Val de Zagra la proporciona la prehistoria y la arqueología, patentes en la famosa Cueva de Cholones, en cuyos paramentos se descubrieron, en la década de los sesenta del pasado siglo XX, pinturas rupestres y otras medievales, testigos inexcusables del albergue humano desde tiempo inmemorial. A finales del siglo XIV o principios del XV el lugar adquiere un carácter preponderante, siendo noticia confirmada documentalmente la existencia de una alcaidía, que en 1426 ocupa el caballero Martín López, fundador, junto a otros nobles varones, de la cofradía de san Ildefonso en la parroquia de Santiago y Santa María, para “defendimiento de la villa de Priego contra los moros”. Un siglo después, en 1525, el concejo de Priego aprueba la ordenanza de los boyeros de la llamada “Dehesa de Çagrilla”, siendo igualmente objeto de regulación la manufactura y precio de ladrillos y tejas fabricados en su término por razón de la tierra arcillosa abundante en éste. A medida que fue avanzando el tiempo estos predios se fueron asimismo

LOS ORÍGENES DE LAS ALDEAS DE ZAGRILLA:PINCELADAS HISTÓRICO-JURÍDICAS

consolidando, fenómeno completamente arraigado ya en el siglo XVII.

Un interesantísimo pleito de mediados de esta centuria, del que da cuenta un documento impreso existente en la Biblioteca Nacional de Madrid1, revela algunas circunstancias histórico-jurídicas que avalan la importancia de Zagrilla por aquellas fechas, así como el origen de la devoción religiosa de sus pobladores. El litigio resultó muy complejo y enrevesado por cuestionarse la distribución de bienes gananciales, el carácter realengo de aquellas tierras, la ocultación de bienes y otros aspectos relativos a la legitimidad de una herencia. Su contenido lo resumimos a continuación.

En el siglo XVII compró al Rey la Dehesa de Zagrilla el matrimonio formado por Fernando Carrillo y Mariana de Arroyo. Años antes, en 1617, la villa de Priego entre los bienes y propios que hipotecó para el pago del impuesto de alcabalas incluyó, sin embargo, la Dehesa de Zagrilla, y con esta carga real, erróneamente, se transmitió a Fernando Carrillo y Mariana de Arroyo. A la muerte de Fernando Carrillo, del que se decía “tenía fama de rico y dejaba mucha hacienda”, acaecida en el mes de julio de 1645, heredó la mitad de sus bienes con sus frutos y rentas adquiridos, constante el matrimonio, su esposa doña Mariana de Arroyo, exceptuados 4.000 ducados que aquél aportó como su capital, y con los que ésta, fallecido su marido, constituyó un patronato u obra pía. Sería, por tanto, el Patronato creado el que en defensa de sus derechos concurriría en calidad de ejecutado en el pleito planteado por “los acreedores censvalistas a las alcavalas y advitrios de la villa de Priego”, teniendo como objeto “la cuenta, y partición de los

1 BN. Serie Porcones. Sig. 540-28.

Vista panorámica de la aldea de Zagrilla, con el tajo al fondo

bienes que han quedado por fin y muerte del dicho Fernando Carrillo y la dicha Doña Mariana de Arroyo su mujer” (fig. 1).

Era costumbre inmemorial en la villa de Priego que en todas las particiones de los bienes entre marido y mujer, hecho el monto de bienes, y ponderado todo el caudal, se sacase primeramente la dote de la mujer y el capital del marido, y luego de lo que quedara la mitad de gananciales sería para la mujer y la otra mitad quedaría como propia del marido; y después de lo que resultase patrimonio de éste se saldasen las deudas que hubiese contraído por sí solo.

En el caso que nos ocupa, el Juez Administrador de las Alcabalas de la villa de Priego, don Fernando de Aguayo, asesorado por el licenciado don Juan de Salinas, abogado de los Reales Consejos, no lo entendió así en el pleito entablado sobre esta cuestión, zanjándolo ejecutivamente en ambas instancias y pretendiendo desvanecer la inmemorial costumbre. Para ello ambas partes del litigio trajeron al pleito numerosos testigos que se mostraron disconformes con las tesis planteadas. Por no haberse hecho la partición observando el régimen de los gananciales indicado, la sentencia ejecutoria “contenía agravio” y en atención al antecedente “se debería reformar”.

La defensa alegaba que a los acreedores que pretendían ejercer la acción hipotecaria le incumbía probar el dominio sobre el que se constituyó la hipoteca, entre otros la propia Dehesa de Zagrilla, resultando que ésta era un bien ajeno, y, por tanto, no se podía intentar la redención del censo impuesto sobre ella para el pago de las referidas alcabalas. Además por no haberse impugnado por los acreedores, en cuanto a este punto de la propiedad, la sentencia quedaba consentida por ellos y con efecto de cosa

A Alfonso Ballesteros Sánchezpor su amor a su tierra natal

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de una casería, que, a ciencia cierta, aglutinaría en los años sucesivos a la población de labradores asentados en el lugar, origen de las aldeas actuales.

Bien merecido y justo sería que se descubriese por quien competa una lápida alusiva a este hecho histórico, que recuerde la memoria de la virtuosa dama doña Mariana de Arroyo, fundadora en el siglo XVII del Patronato y Obra Pía de Zagrilla.

Hablar hoy de las dos aldeas de Zagrilla, en pleno Parque Natural de las Sierras Subbéticas, nos acerca al turismo rural, “El Molino de Zagrilla”, uno de sus mentores, a la gastronomía del Restaurante “La Fuente”, recomendado en la Guía Verde Michelín, con sus sabrosos platos fuertes (el remojón, el plato zagrillero, el gazado a la plancha, la carne de membrillo con queso y miel, entre otras exquisiteces), al recién inaugurado Jardín Micológico, a su bendita Virgen del Carmen y a la Villa Turística. Y echando la vista atrás al Batán, al Molino harinero y al Lavadero.

¡Zagrilla bien merece una visita! Su paisaje es único y sus gentes afables y emprendedoras.

Carátula del opúsculo judicial (porcón) existente en la Biblioteca Nacional de Madrid

Manuel Peláez del RosalC. de la Real Academia de la HistoriaCronista oficial de Priego de Córdoba

juzgada a favor de los deudores ejecutados. Argumentaba además la defensa que cuando el comisario don Luis Gudiel y Peralta vino a Priego, a principios de este siglo, para vender los bienes realengos y baldíos no incluyó entre los títulos aportados el de la Dehesa de Zagrilla, lo que revelaba que ésta no podía hipotecarse por ser un bien ajeno “cuyo dominio residía en el Principe”. La facultad real había tan solo autorizado a hipotecar las tierras propias del Concejo municipal, pero no las realengas, como era la propia Dehesa de Zagrilla.

El pleito proporcionaba además valiosos datos sobre el valor y estado de la Dehesa a la sazón. En cuanto al primer punto reveló que los compradores, el matrimonio formado por don Fernando Carrillo y doña Mariana de Arroyo, adquirieron la finca en 5.000 ducados. El precio de la Dehesa no podía ser superior, por cierto (de hierba y bellota), “por ser muy corta, no estar metida en labor y estar muy talada”. Una vez comprada la Dehesa, los testigos del pleito, “los más de ellos labradores e inteligentes de dehesas” declararon que sus propietarios la metieron toda ella en labor, y labraron “vna Casería, y Capilla de mucho valor, y otras cosas, que no tenía antes que la comprasse, y oy la hazen muy estimable”.

Por otra parte entre los años 1646 a 1660 doña Mariana adquirió con su industria y actividad comercial (probablemente referida al negocio de la seda) otros bienes que acrecentaron su fortuna. Sin embargo en el pleito interpuesto contra ella y contra su marido por sus acreedores hicieron levantar muchas sospechas en cuanto a la ocultación de bienes por parte de aquélla. Entre otras cosas se decía que el marido de doña Mariana había dejado en un secreto dinero para “pagar un censo de doze mil ducados, y con que poder comprar otros”, y que ésta había quedado “muy acomodada con los doblones que el dicho Fernando Carrillo la dexó”. Otros testigos que declararon en el pleito añadieron que Fernando Carrillo le había mostrado “una tinajuela de reales de a ocho”, y “un montón de hasta media fanega y una sala de esportillas de vellón”. Pero otros muchos testigos, más de cincuenta, afirmaron la virtud, buena vida y proceder de la dicha Doña Mariana, negando la ocultación de bienes y afirmando que los acreedores habían actuado con malicia,

queriendo infamarla para vestir su intención con bastardos fundamentos.

La defensa de doña Mariana de Arroyo, representada por el licenciado don Francisco de Padilla y Guzmán, concluía, por tanto, que la mitad de los bienes que quedaron a la muerte de don Fernando Carrillo, y entre ellos la Dehesa de Zagrilla, pertenecían al Patronato que fundó doña Mariana de Aguayo, su mujer, con todos sus frutos, y que asimismo todos los bienes que fueron adquiridos tras la muerte de doña Mariana de Aguayo, le pertenecieron inicialmente a ella y después al Patronato y Obra Pía y sufragio de misas, sobre todo las que miraban al alivio de las penas del Purgatorio, “por lo agradecidas que son a quienes le favorecen”.

El documento histórico-jurídico, de excepcional importancia para el conocimiento del pasado de las aldeas de Zagrilla, no contiene la sentencia de revista que debió pronunciarse tras los alegatos de las partes contendientes, y desconocemos si favoreció o no a los patronos de la Obra pía fundada por doña Mariana de Arroyo, como legítimos herederos de ella. Pero sí dejó bien sentado el carácter y naturaleza de ser la Dehesa tierra de la Corona, es decir, realenga, y sobre todo la construcción de una Capilla (origen, sin duda, de la actual iglesia de Zagrilla la Alta) y la edificación

Iglesia de Nuestra Señora del Carmen (Zagrilla la Alta). Reforma realizada en 1992 por la Escuela Taller “Fuente del Rey” de Priego de Córdoba.

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Este Boletín se distribuye gratuitamente en los establecimientos colaboradores

P AT R O C I N A

EL ALIFATO DE MADINAT BAGUH

DataciónEl silo-basurero en donde se encontró

la pieza es relativamente tardío. Se corresponde con los siglos XII y XIII, en época almohade. Todo parece apuntar a su descontextualización respecto a los otros objetos que se hallaron en el mismo registro arqueológico. Su fabricación y uso pudiera ser anterior al momento de amortización del silo donde se encontraba, pues no tenemos ningún paralelismo epigráfico de esta época que nos haga suponer que es almohade. En consecuencia por la austeridad de las letras y por la dureza del hueso podemos datar el objeto en fechas más tempranas próximas al siglo XI.

FunciónEn lo que respecto a nuestro alifato

pueden plantearse diversas hipótesis. Lo más probable es que haya sido empleado como instrumento de escritura, bien para la práctica de la caligrafía, bien para el repaso en la enseñanza de las letras incisas, o bien para copiarlas teniéndolo delante mientras se escribía en otros soportes. No obstante, nos surge la duda de que al haber sido encontrado en un silo, aunque ya estuviera en la fase de basurero, pudo haber servido como amuleto para la protección del cereal, debido a la gran cantidad de omóplatos epigráficos que se han encontrado en estos contextos y con éste función o destino.

Importancia de Priego (Madinat Baguh) en la época musulmana

Cada vez se confirma más el esplendor de Madinat Baguh en el al-Andalus musulmán. En el periodo de la dominación

almohade (siglos XII y XIII), la ciudad se revela como un centro cultural destacado que gozaba de una estratégica posición geográfica por situarse en el centro de una encrucijada de caminos próximos al reino granadino, cuyo influjo es obvio. Las fuentes nos revelan el nombre de un famoso cadí (juez), Abu l-Hasan al-Hamadani (1190), que impartió justicia en su curia, compaginando su actividad con la lingüística3. Y también el de un no menos famoso preceptor de hijos de la familia real granadina, como Abu Sulayman al Sa’di radicado en Priego para educar a los hijos del sultán a finales del siglo XII4. No sabemos por qué fue elegida Madinat Baguh para esta empresa; posiblemente por su estabilidad política o por la fama de sus élites, aunque no hay que descartar que pudiera haberse debido a su situación fronteriza lejos de las rencillas granadinas que por estos tiempos acuciaban a la ciudad de la Alhambra.

ConclusiónEl hallazgo de la escápula epigráfica

musulmana prieguense es un signo distintivo de la alfabetización en Al-Andalus. La prosperidad de Priego como centro cultural de segundo rango5, debió vincularse a la urbanística, y es parte de nuestro legado histórico al que no debemos de modo alguno renunciar.

3 Cfr. Arias, J.P. “Gramáticos en Al-Andalus (siglo VI H./XIC.)”, en AM (Analecta Malacitana) 3 (1995), pág. 130. El cadiazgo o tribunal de justicia unipersonal fue uno de los cargos más importantes en la Administración musulmana. Por lo general el oficio lo desempeñaban personajes oriundos de otras poblaciones. Un célebre cadí Abul Mutarrif Ibn Futays, natural de Priego, nacido en el año 947, llegó a ser Juez Mayor de Córdoba en 1004 y 1012. Cfr. Peláez del Rosal, M. & López Martínez, J.M.ª, Prieguenses Ilustres, Ediciones El Almendro, Córdoba, 2009, pág. 14.

4 Cfr. ob. cit., pág. 134. Estos personajes andalusíes se suman a otros muchos cuyos nombres se nos han transmitido. Cfr. Peláez del Rosal, M., Biografía de Priego de Córdoba, Revista Fuente del Rey, 2008, págs. 13-14.

5 Cfr. ob. cit., pág. 129.

Madinat Baguh (Priego de Córdoba), nos sorprende una vez más debido a los múltiples hallazgos que

afloran en las excavaciones y prospecciones arqueológicas. El excepcional vestigio hallado recientemente1 es un fragmento del omóplato izquierdo de un bovino que tiene grabado parte de un alifato (alfabeto árabe no completo) en letra magrebí. Fue localizado en el año 2009 en uno de los arrabales de la medina islámica, concretamente en la calle Obispo Pérez Muñoz, en el interior de una especie de silo usado a modo de basurero doméstico. Junto a él apareció material cerámico y un curioso e interesante remate de rueca trabajado en hueso. Casi 30 ejemplares de este tipo de piezas se han hallado en territorio andalusí (23 en la zona septentrional)2. La nuestra se diferencia por ser la más meridional, viniendo a confirmar el uso masivo del alfabeto magrebí y concluir que la gran mayoría de la población local de al-Andalus fue de procedencia más norteafricana que árabe.

DescripciónEn la pieza en cuestión existen varias

consonantes árabes grabadas, conforme a un orden tradicional, y, en su cara opuesta, una serie de líneas paralelas, usadas a modo de renglón. Este objeto debió servir para la enseñanza y el aprendizaje de la lengua mahometana, usándose a modo de tablilla para que en ella el discípulo pudiera escribir y practicar.

Respecto a la composición de dicho objeto, destaca su manipulación apta para el uso cotidiano y didáctico. Por una parte, las letras y líneas han sido ralladas en el hueso, algo que asegura su permanencia en el tiempo; al mismo tiempo que se trata de una grafía sencilla sin ninguna decoración, facilitando de esta manera el aprendizaje. Por otra parte, destacan las dos perforaciones que posee, ambas de carácter práctico: una serviría para introducir en ella una especie de cordel, facilitando así su transporte; y la otra situada en el tuétano del hueso pudo servir para introducir la pluma con la que se escribiría.

1 Cfr. Carmona Ávila, R. & Martínez Enamorado., V.,”Un nuevo alifato sobre hueso: el ejemplar de madinat Baguh (Priego de Córdoba)”, en Antiqvitas 22 (2010), págs. 197-205.

2 Cfr. Pacheco Jiménez, C.& Crego Gómez, M.ª, “Un alifato en hueso tallado en Talavera de la Reina (Medina Talabira)”, en Tulaytula, Revista de la Asociación de Amigos del Toledo islámico, núm. 12, 2005, págs. 93-102. Otra más próxima la de Montoro.

Emilio Carrillo AguileraUniversidad de Córdoba

Hueso de bovino con la incisión de letras del alifato árabe