FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
CARRERA DE LICENCIATURA EN ARQUEOLOGÍA
TEMA:
“ANÁLISIS DEL DEPÓSITO DE OBSIDIANA REGISTRADO
AL LADO SUR DE LA ESTRUCTURA 5 DEL SITIO ARQUEOLÓGICO
CASA BLANCA, ZONA ARQUEOLÓGICA DE CHALCHUAPA”
TRABAJO DE GRADUACIÓN PRESENTADA POR:
JUAN MARCELO PERDOMO BARRAZA
PARA OPTAR AL GRADO DE:
LICENCIATURA EN ARQUEOLOGÍA
SEPTIEMBRE, 2008
SAN SALVADOR, EL SALVADOR, CENTROAMÉRICA
AUTORIDADES UNIVERSITARIAS
Lic. José Mauricio Loucel Rector
Ing. Nelson Zárate Sánchez
Vicerrector Académico
Licda. Arely villalta de Parada Decana de Facultad de Ciencias Sociales
JURADO EXAMINADOR
Lic. José Heriberto Erquicia Cruz Presidente del Jurado
Lic. Roberto Gallardo Mejía
Primer vocal
Lic. Carlos Rafael Castillo Taracena Segundo vocal
SEPTIEMBRE, 2008 SAN SALVADOR, EL SALVADOR, CENTROAMÉRICA.
Los criterios vertidos
en la presente tesis
son responsabilidad
exclusiva del autor.
Dedicatoria
A Ruth Barraza Rodríguez
la gestora de mi vida física, mental y espiritual
la que me apoyo en todo tiempo para la culminación de mi carrera.
A Carolina Thomas Argueta
la preservadora de mis realidades y sueños
la que siempre esta conmigo a toda hora alimentando esta construcción.
Agradecimientos
A Ernesto Perdomo, Rodolfo Hernández, Samuel Alas y Freddy Perdomo los amigos para siempre.
A Lic. Rafael Castillo Taracena
el que estuvo asesorándome en la edificación y culminación de esta tesis.
A Claudia Alfaro, Diego González, Hugo Chávez, Raúl Menjívar, Verónica Menéndez, Paulo Galindo, Margarita Morán, Emma Martínez
mis amigas y amigos arqueólogos.
A Marielba Herrera, Guillermo Yarza, Gilberto Chicas, Jesús Benítez mi amiga y amigos antropólogos.
A Iris Batres Quijano
mi amiga historiadora.
A Lic. Shione Shibata, Lic. Akira Ichikawa, MSc. Masakage Murano, MSc. Noboyuki Ito los japoneses con quienes compartí la experiencia lítica chalchuapaneca.
A Ismael, Emilia, Adriana, Abigail; la familia Girón
quienes me apoyaron con mucho más que un hogar en Chalchuapa.
A Pedro Magaña, Edith Rojas, Cruz Clavel, Julio César Ascencio, Marco Tulio Chinchilla, Marco Tulio Zulin Hernández
y todos los trabajadores del parque arqueológico Casa Blanca por permitirme poder ingresar un momento en sus vidas.
A Lic. Marlon Escamilla, Lic. Heriberto Erquicia, MSc. Roberto Gallardo
Lic. Fabricio Valdivieso; Licda. Liuba Morán y Licda. Miriam Méndez por ser los que caminan delante en este camino.
MSc. Edgar Carpio, Licda. Martha González, Lic. Philippe Costa, Lic. Eric Gelliot,
MSc. Sébastien Perrot-Minot, MSc. Esteban Gómez, Lic. Víctor Marroquín, Arqa. Celina Ganuza, MSc. Eugenia López, Lic. Darío Lara, Licda. Elia de Batres
y muchos otros y otras profesionales que me enseñaron, acompañaron y me apoyaron.
A Iris Najera, Jenny Díaz, Juan Carlos y Aida Rivas, Pierre Soum y Gabriela Carías, Nadia Estrada
por ser personas especiales que me apoyaron de alguna u otra forma en el desarrollo y culminación de esta carrera.
A todos y a todas las personas que no figuran en esta lista pero saben que
siempre estarán presentes en mi vida personal y laboral.
“Quien teme que le roben una idea, teme en realidad,
no ser capaz de producir otras nuevas” Principio Evenflo
© l.f.b.
ÍNDICE.
Introducción. i
Capitulo I. Área de investigación. 1
1. Zona arqueológica de Chalchuapa. 1
1.1. Breve descripción de la zona arqueológica. 1
1.2. Antecedentes históricos y arqueológicos. 3
1.3. Resultados finales de las Investigaciones presentadas
en la zona arqueológica. 14
2. Sitio arqueológico Casa Blanca. 21
2.1. Temporalidad en el sitio arqueológico Casa Blanca. 21
2.2. Antecedentes del sitio arqueológico Casa Blanca. 22
2.2.1. Investigaciones sobre cerámica. 22
2.2.2. Investigaciones arquitectónicas. 25
2.2.3. Investigaciones sobre escultura. 27
2.2.4. Investigaciones sobre entierros. 28
3. Edificio 5 del sitio arqueológico Casa Blanca (ES-5.CB). 31
3.1. Antecedentes arqueológicos. 31
3.1.1. Investigaciones sobre cerámica. 33
3.1.2. Investigaciones arquitectónicas. 34
3.1.3. Investigaciones sobre escultura. 36
3.1.4. Investigaciones sobre entierros. 38
3.2. Investigaciones actuales. 41
3.2.1. Investigaciones sobre cerámica. 43
3.2.2. Investigaciones arquitectónicas. 44
3.2.3. Investigaciones sobre escultura. 45
3.2.4. Trincheras de la ES-5.CB. 47
3.2.5. Investigaciones sobre entierros. 48
4. La obsidiana 52
4.1. Obsidiana como elemento geológico. 52
4.2. Obsidiana como bien cultural (yacimientos y artefactos líticos). 54
4.3. Obsidiana en el Edificio 5 del sitio arqueológico Casa Blanca. 62
4.3.1. Depósito de obsidiana registrado al lado sur de la E5 67
Recapitulación. 70
Capitulo II. Marco teórico. 71
1. Principios ontológicos. 71
2. Principios metodológicos. 76
3. Categorías de análisis de los procesos de producción lítica. 83
Recapitulación. 89
Capitulo III. Análisis del depósito lítico de la Estructura 5. 90
1. Metodología en Laboratorio. 90
1.1. Hojas de Excel. 93
a) Desechos de Bolsa 28 1/12. 94
b) Córtex de Bolsa 28 1/12. 95
c) Lascas +3cm (III y IV). 97
d) Navajas prismáticas (III y IV). 101
e) (Artefactos) Especiales. 104
2. Criterios de análisis. 106
3. Resultados de los análisis de laboratorio. 112
3.1. Resultados generales. 112
3.2. Desechos. 115
3.3. Destrozos, astillas y extremos redondeados. 121
3.4. Córtex y pátina. 126
3.5. Navajas prismáticas. 130
3.6. Lascas. 133
3.7. Puntas de proyectil. 137
3.8. Sílex. 141
3.9. Otros. 143
4. Comentarios sobre los resultados de los análisis de laboratorio. 146
Recapitulación. 154
Capitulo IV. Análisis del depósito de obsidiana registrado al lado sur
de la Estructura 5 del sitio arqueológico Casa Blanca, Chalchuapa. 155
Conclusiones 167
Recomendaciones. 176
Bibliografía. 178
Anexos. 186
i
Introducción
Cuando en 1968 se realizaron las primeras investigaciones en el sitio arqueológico Casa
Blanca, se registró una concentración de artefactos de obsidiana al lado sur de la
Estructura 5, y se respondió que se trataba de un basurero. Casi 25 años después, gracias
a nuevas investigaciones se registró de nuevo el depósito sin realizar ningún análisis y se
mantuvo la idea de basurero. Finalmente en el año 2006 se intervino la Estructura 5
como parte del ‘Proyecto de Reparación de Drenaje’ (JOCV/JICA-CONCULTURA,
Director: Arqlogo. Akira Ichikawa) y en este proyecto se registra de nuevo el depósito
de obsidiana, pero esta vez se extrae para su análisis, siendo este el tema central de este
trabajo de grado: Análisis del depósito de obsidiana registrado al lado sur de la
Estructura 5 del sitio arqueológico Casa Blanca, zona arqueológica de Chalchuapa.
Las excavaciones generadas dentro de este proyecto, permitieron realizar el registró y
extracción del depósito de obsidiana que fue temporalizado para el periodo cultural
Posclásico Temprano. Además se complementó información acerca del complejo altar-
estela liso perteneciente al periodo Preclásico Tardío, se confirmó la temporalidad de
dos fases constructivas (5a y 5b) de la Estructura 5 y se registraron tres nuevos entierros.
Por tanto, esta tesis presenta un análisis del material lítico proveniente del lado sur de la
Estructura 5, este análisis tiene como objeto conocer las implicaciones sociales que
posee dicho depósito de obsidiana.
ii
Pero este resultado no se halla alejado del vínculo contextual que posee con los otros
elementos culturales presentes: las fases constructivas de la Estructura5, el complejo
altar-estela liso, las ofrendas y los entierros.
Dentro de este análisis se establecieron diversos criterios que fueron los lineamientos
generales que permitieron establecer la guía de investigación. Estos criterios fueron:
¿Qué medidas posee el depósito de obsidiana registrado al lado sur de la Estructura 5?
¿Cómo esta distribuido espacialmente el depósito de obsidiana registrado al lado sur de
la Estructura 5?
¿Cuál es la cantidad total de los artefactos de obsidiana del depósito registrado al lado
sur de la Estructura 5?
¿Qué tipos de artefactos de obsidiana se hallan en el del depósito registrado al lado sur
de la Estructura 5?
¿Qué tipos de artefactos de obsidiana predominan en el del depósito registrado al lado
sur de la Estructura 5?
¿Qué temporalidad se le puede asignar al depósito de obsidiana?
¿Provienen todos los artefactos de obsidiana registrados en el depósito, del mismo
yacimiento o existe otro yacimiento de procedencia?
¿Qué industrias y técnicas se observan en el depósito de obsidiana?
¿Qué actividades humanas permitieron la creación de un depósito de obsidiana al lado
sur de la Estructura 5?
iii
Este último criterio obligó a reformular nuevas interrogantes para entender el contexto
arqueológico dentro del cual se halla inmerso el depósito de obsidiana. Estos nuevos
criterios fueron:
¿Por qué se ubica el depósito de obsidiana al sur de la Estructura 5?
¿Qué relación tiene el depósito de obsidiana con todos los componentes culturales?
¿Pertenecen a la misma temporalidad los componentes restantes del contexto donde se
halla inmerso el depósito?
¿Existen áreas de trabajo lítico en o cerca de la Estructura 5?
¿Qué papel juega el depósito de obsidiana dentro de la temporalidad asignada y dentro
del área espacial, todo esto en relación con el contexto arqueológico?
Los resultados obtenidos de esos criterios se suman a las investigaciones arqueológicas
salvadoreñas en general, pero desde de otro campo teórico de investigación, siendo
desde ahí donde se exponen las razones de peso para la construcción de esta tesis: Que
las investigaciones arqueológicas nacionales adolecen de estudios líticos y en especial de
estudios sobre obsidiana, a pesar de que se trata de los artefactos más frecuentes y por lo
tanto fáciles de identificar en el registro arqueológico (Carpio, 1993)
Tomando en cuenta ese vació académico, se plantea una interrogante, para las futuras
investigaciones de estudios líticos en Casa Blanca, que acá se tratará de responder
esbozadamente. La pregunta es: ¿Existen otros contextos arqueológicos similares dentro
del sitio arqueológico Casa Blanca o dentro de la zona arqueológica Chalchuapa?
iv
Con esto no se debe menospreciar el loable trabajo de algunos colegas investigadores
que toman en cuenta dichos artefactos líticos, pero el trabajo sobre investigaciones de
artefactos líticos tallados encontrados en contextos arqueológicos aún hacen faltan.
Pero para poder ir obteniendo este análisis final se tomaron en cuenta todas las
investigaciones, además se realizó un análisis cuantitativo del depósito de obsidiana; de
igual forma se estableció el yacimiento. Se analizaron factores culturales y sociales que
permitieron ir desplegando las relaciones del depósito con su contexto y de esa forma,
poder concluir sobre los datos del depósito y su relación directa con el contexto. Para
ello se auxilió de objetivos específicos, como: a) realizar un registro cuantitativo del
depósito de obsidiana recolectada, b) establecer el yacimiento de donde proviene la
obsidiana recolectada y que se haya en el depósito, c) establecer criterios tipológicos
para la obsidiana que se haya en el depósito, d) definir la ubicación espacial de los
artefactos del depósito de obsidiana dentro del macro contexto, e) definir de manera
individual y luego colectivamente los atributos de los artefactos y el depósito de
obsidiana, f) identificar el proceso de formación del depósito de obsidiana, tomando en
cuenta el contexto en el que se halla inmerso y finalmente, g) establecer la función social
y cultural del depósito de obsidiana.
v
Pero como toda disertación académica, ésta debe poseer una presunción, por tanto se
plantea en este trabajo de grado la siguiente hipótesis:
Los instrumentos líticos depositados al lado sur de la Estructura 5 del sitio
arqueológico Casa Blanca son una posible representación material de un ritual
asociado al abandono de dicha estructura.
Esta presunción posee como sustento la cercana ubicación con la estela (una porción in
situ y la otra cortada) y el altar, además se debe considerar que la Estructura 5 fue
quemada y abandonada. Es decir, los instrumentos líticos ahí depositados al lado sur de
la Estructura 5 al momento de ser recolectados, parecieran haber sido colocados con
intenciones de una ofrenda ritual depositados en un espacio definido. Además dicha
comprobación o negación tendrá como base el análisis del depósito, los estudios
estratigráficos, la construcción teórica, estudios comparativos de contextos
arqueológicos, la identificación del proceso de formación del depósito de obsidiana, los
grados de asociación con los otros componentes del contexto en su posición
espaciotemporal.
Finalmente, esta indagación arqueológica no pretende, de ninguna manera, ser una
fuente exclusiva de este tipo de investigación lítica, es decir, un estudio sobre un
depósito de obsidiana registrado al lado sur de la Estructura 5 del sitio Casa Blanca. Por
tanto, esta investigación es un punto de vista científico.
vi
Este trabajo de grado se desarrolla en cuatro capítulos, dentro de los cuales se
desarrollan diversos aspectos que fortalecen este análisis. De esa forma se tiene que el
primer capítulo se establece los antecedentes arqueológicos regionales, locales y
específicos. Además de un apartado que aborda la temática de la obsidiana (geológica y
cultural) para finalmente desarrollar la investigación del depósito de obsidiana.
El segundo capítulo es la columna teórica abordada desde la Arqueología social
latinoamericana, posición que permite comprender a la sociedad o sociedades que
produjeron y/o usaron los materiales culturales en estudio.
El tercer capítulo comprende la metodología que se usó en el laboratorio (las hojas de
cálculo, las tipologías registradas). Además se detalla los resultados obtenidos a partir de
la metodología. Finalmente se exponen de manera sucinta los resultados.
El capítulo cuatro muestra la construcción total de la investigación: antecedentes,
posición teórica y resultados de laboratorio. Con el objeto de poder construir la historia
del contexto arqueológico.
Todos los capítulos poseen un apartado final denominado ‘recapitulación’, que es el
resumen capitular, que permite hilvanar las ideas ya expuestas con el capítulo siguiente.
Finalmente se exponen las conclusiones donde se desarrolla la comprobación de la
hipótesis expresada. Se expresan unas recomendaciones que no poseen otro fin que
presentar propuestas de investigación, que se desarrollaron acá. Se presentan los anexos
(figuras, fotografías del contexto y de algunos de los artefactos líticos) y la bibliografía
utilizada, dividida en dos formatos: la primera se trata de las fuentes utilizadas para la
construcción de esta tesis y una segunda parte, las fuentes referenciadas.
1
CAPITULO I. ÁREA DE INVESTIGACIÓN.
1. Zona arqueológica de Chalchuapa.
1.1. Breve descripción de la zona arqueológica.
El Salvador (Fig.01) posee más de 700 sitios y zonas arqueológicas registradas, la
ciudad de Chalchuapa (al noroeste del país) pertenece a una de las zonas arqueológicas
con mayor extensión cultural. Esta ciudad se localiza en 13°58”59’ latitud Norte y
89°40”45’ longitud Oeste, se ubica a 14 Km. al oeste de la ciudad de Santa Ana (Fig.02)
y pertenece al Departamento del mismo nombre. Esta ciudad departamental se ubica a
80 Km. de la capital de San Salvador (Ohi, 1944:10). Sharer informa que para la zona
arqueológica de Chalchuapa se registraron un total de 50 estructuras ‘ceremoniales’
grandes y 87 elevaciones caseras más pequeñas descubiertas en un área central de 3 Km.
cuadrados. En el mismo informe se dice que se hallan relacionadas con plazas abiertas y
extensas; se registran plataformas y terraplenes bajos, escultura lítica tallada y material
cultural en superficie (1970a:2).
Esta zona arqueológica de Chalchuapa, representa la zona arqueológica más importante
de El Salvador, muestra de ello se pueden mencionar una lista de sitios con diferentes
períodos de ocupación que van desde 1,500 años antes de Cristo hasta la actualidad, esto
demuestra una ocupación continua de 3,500 años (Erquicia 2005:2).
2
Un estudio llevado a cabo por el Dr. Dull (2001) en la Laguna Cuzcachapa concluye que
en su parte más temprana se indica un periodo de ±2,000 años (ca. 3700-1600 cal aC) de
ocupación humana e intensivo uso de la tierra. Esto se observa en los diversos cultivos
de maíz alrededor de la laguna, indicado por altos niveles de polen de maíz y hierbas, así
como altas concentraciones de caracol y la susceptibilidad magnética. La fecha mas
pronunciada de disturbios en el drenaje o desagüe del depósito de agua ocurrió durante
el Preclásico Tardío, alrededor del 1,800 cal aC (2001:38); sobre esta sedimentación se
observa la erupción del Volcán de Ilopango, para finalmente observar un nuevo periodo
de uso intensivo de la tierra que va declinando hacia el Posclásico Tardío.
Hasta ahora los sitios arqueológicos en la zona de Chalchuapa se ubican: Tazumal,
Laguna Seca, Laguna Cuzcachapa, Las Victorias, Casa Blanca, Peñate, El Trapiche,
Bustamante, Nuevo Tazumal o El Cuje, La Cuchilla, Bolinas, Los Gavilanes, Paololi-
Finca San Rafael, Vergeles del Edén – Cementerio Jardín y Finca El Carmen. Pero si se
toma la ciudad de Chalchuapa como punto de ubicación de algunos sitios arqueológicos,
se tiene que Tazumal y Laguna Seca se hallan al sureste; Laguna Cuzcachapa y Las
Victorias se hallan al este; Casa Blanca, Peñate y El Trapiche se hallan al noreste, el más
alejado a la ciudad es El Trapiche; Río Pampe esta al norte; al oeste no se registran sitios
arqueológicos, esto es una sencilla ubicación de los sitios (Figs.03 y 04).
3
1.2. Antecedentes históricos y arqueológicos.
Los antecedentes históricos se apoyaron en las publicaciones de Dirección 1996:77;
Lardé 2000:154-161; Ohi, 2000:10. Sobre la Batalla de Chalchuapa, uno de los libros
que se pueden reseñar es Chalchuapa de la Dirección de Publicaciones de 1985.
Históricamente, la ciudad de Chalchuapa aparece en los documentos desde 1548 y el
primer registro forma parte del documento Tasaciones de los naturales de las provincias
de Guatemala, Nicaragua y Yucatán e pueblos de la villa de Comayagua que se sacaron
los señores presidente e oidores del Audiencia y Chancillería Real de los Confines,
documento atribuido al Presidente de la Audiencia de los Confines, Licenciado Alonso
López Cerrato. En 1550 se halla registrado en la visita que hiciera Juan López de
Velasco entre 1571-1574, él era el Cosmógrafo oficial de la Corona Española.
En 1586, el Comisario General de la Orden de de los Franciscanos, Fray Alonso Ponce
acompañado de su secretario Fray Antonio Ciudad Real también hace mención de la
zona cuando visita al clérigo de Chalchuapan. De igual forma, se registra por el padre
irlandés Tomás Gage cuando en enero de 1633 pasó visitando un gran pueblo llamado
Chalevapan; en 1770, Chalchuapa era cabecera de la parroquia del mismo nombre. El
Arzobispo don Pedro Cortéz y Larraz cuando realizó sus autos de viajes a sus
provincias, pasó por esta cabecera parroquial.
4
El 12 de junio de 1824 formó parte de la nómina de pueblos del Departamento de
Sonsonate. Tres años más tarde, el General José Manuel Arce invade por segunda vez El
Salvador y toma la plaza central de Chalchuapa. En 1828, la misma acción es llevada a
cabo por el brigadier Manuel de Arzú. En 1851, después de la Batalla de La Arada, el
ejército guatemalteco ocupa sin resistencia el pueblo de Chalchuapa; pero en 1855
Chalchuapa pasa bajo la jurisdicción del Departamento de Santa Ana.
El 11 de febrero de 1859 por Decreto Legislativo del Sr. Presidente José María Peralta
Lagos, Chalchuapa es nombrada con el título de villa. El 15 de febrero de 1878 por
Acuerdo Legislativo del Sr. Presidente Dr. Rafael Zaldívar, Chalchuapa es nombrada
con el título de ciudad.
Chalchuapa sufrió en su historia ataques de viruela y cólera morbos (1781, 1817, 1830,
1837). El evento de mayor importancia histórica es que en este lugar se llevó a cabo la
Batalla de Chalchuapa, cuando el Presidente de Guatemala General Justo Rufino
Barrios, en 1885 quiso concretizar la Unión Centroamericana por Medio de las armas,
pero el Sr. Presidente de El Salvador Dr. Rafael Zaldívar nombró al general Adán Mora
como General en Jefe del Ejército Nacional como defensor de tal invasión. En abril de
ese año, la batalla había terminado con la muerte del General Barrios (Guatemala) y el
General Rafael Osorio hijo (El Salvador).
5
***
En lo relacionado con la rama arqueológica, es Jorge Lardé quien se le reconoce como
uno de los primeros investigadores que recorren la zona de Chalchuapa; su vista en 1926
menciona que al empezar a recorrer la población tropezamos con un cuchillo de
obsidiana, que había en la callejero también informa que existen túmulos indianos en
Casa Blanca, pero algunos fueron destruidos por completo para fabricar adobes (Lardé
1950:71-73 citado en Ohi 2000:10) Este escritor dice que en el sitio arqueológico Casa
Blanca se registran 50 montículos, de los cuales 8 son largos. (Longyear 1970:17)
Otro investigador, es el estadounidense John M. Longyear III, quien visitó Chalchuapa
en 1942, en su Investigaciones arqueológicas en El Salvador informa de los sitios
arqueológicos (grupos) Casa Blanca, Las Victorias, Pampe, Tazumal y El Trapiche1.
Sobre Casa Blanca dice es el que posee más montículos pero es el menos investigado. El
investigador registra 16 montículos y los empleados de la de la Finca Casa Blanca le
informan que existen otros de más baja altura a ambos lados de la finca (este y oeste).
Toda el área se extiende cerca de 300m este-oeste y medio kilómetro desde la línea del
tren hacia el norte; no se observan plazas definidas, posee tres montículos de unos 10m
de altura y 30 a 25m en su base. Aporta datos sobre una escultura Chac Mol ’ahora en el
Museo Nacional’, de un jaguar estilizado y de efigies de forma humana ‘que están en el
jardín de la finca Casa Blanca’.
1 Sobre las investigaciones en los otros sitios (grupos) consultar Longyear 1970 desde la página 17 hasta la 19.
6
El sitio Casa Blanca era parte de la finca del mismo nombre y su propietario era el Dr.
Rubén Rodríguez y Castro. (Longyear 1970:17) (Fig.05). Esta información ayudará
posteriormente a entender el contexto de análisis de este trabajo de grado.
Otro investigador estadounidense es Alfred Kidder, que en 1953 realiza una pequeña
investigación en la zona de Chalchuapa (sitios arqueológicos El Trapiche y Casa
Blanca). Este reconocimiento tenía el objeto de descubrir y fomentar la excavación de
nuevos sitios para establecer una cadena de enlaces arqueológicos del área maya por la
‘frontera’ suroriental hasta las áreas no-mayas de Centroamérica inferior.
El resultado de su reconocimiento es que existió una ocupación sustancial en el periodo
Preclásico, por lo visto estrechamente relacionada con las fases del Preclásico Medio y
Tardío, las cuales ya estaban establecidas en Kaminaljuyú (Sharer, 1970a:2).
Un nuevo arqueólogo, William R. Coe del Museo Universitario de la Universidad de
Pennsylvania y con el consejo de Kidder en 1954, realiza excavaciones en el sitio El
Trapiche en dos estructuras (E3-3 y E3-6); investigó también la Laguna Cuzcachapa,
excavando ahí una serie de pozos estratigráficos experimentales. Toda su investigación
duró 5 meses, estableciendo que el sitio El Trapiche fue construido en el periodo
Preclásico Tardío. Pero sus resultados fueron confiscados por el Gobierno de El
Salvador (Sharer, 1970a:3 y 1978:5).
7
A partir de 1954 que el Museo Universitario de la Universidad de Pennsylvania retoma
el proyecto de investigar de manera exhaustiva la zona arqueológica de Chalchuapa, este
proyecto tuvo una duración de 16 años. En 1966 el arqueólogo estadounidense Robert
Sharer, alentado por Coe, retoma las investigaciones, y es así que en 1967 realiza por
cuatro meses nuevas excavaciones en El Trapiche, ahora en la estructura E3-1. En ese
mismo año bajo acuerdo entre William Coe y Robert Sharer, se creó el Proyecto
Arqueológico Chalchuapa, auspiciado por el mismo museo. En el verano de 1968 se
realizó por primera vez investigaciones en el desconocido sitio de Casa Blanca, donde se
realizaron una serie de pozos de prueba, a modo de preparación para las investigaciones
programadas a gran escala al año siguiente (Sharer 1978:5).
En 1969 se excavaron los sitios Casa Blanca y El Trapiche, así como la Laguna
Cuszcachapa y el sitio Las Victorias. Sharer realizó excavaciones en Casa Blanca en las
estructuras C1-1 (ahora llamado Edificio 1 por Proyecto Chalchuapa) y C3-6 (ahora
llamado Edificio 5 por Proyecto Chalchuapa).
Ambas estructuras, poseen dos plataformas sobrepuestas, bien definidas e
independientes. Sharer determinó que están construidas con un tipo de yeso de adobe
durable encima de un centro de tierra y relleno, estas investigaciones se realizaron por
medio de trincheras y túneles (Ibid.:5) (Fig.06).
8
Las investigaciones en la zona arqueológica de Chalchuapa mostraron una ocupación
casi permanente de 3500 años, desde el periodo Preclásico Temprano hasta el periodo
Posclásico Tardío, (Ibid.:5) en esta fecha se incluye la ocupación actual. A mediados de
la década de 1970 se excavó al frente de la Estructura C1-1, protegiendo los muros
descubiertos con muros de adobe y abrieron una zanja de desagüe hacia la estructura C3-
6 (Ohi 2000:11). La investigación concluye en 1978 con un informe final editado en tres
tomos y en lengua inglesa que lleva por nombre The Prehistory of Chalchuapa, El
Salvador [hasta ahora sin traducción en español y van 30 años desde su publicación].
En la zona arqueológica de Chalchuapa, se han realizado diversas investigaciones, a
continuación se expondrán algunas de ellas, se trata de sitios posclásicos por diversas
características culturales.
En 1987 el Lic. Fabio Amador investiga el Cementerio Jardín ubicado al oeste de
Vergeles del Edén donde se realizó un sondeo, que identificó una estructura doméstica
contemporánea al Posclásico, que posiblemente habla de una distribución de estructuras
relacionadas con Tazumal. Ésta es un basamento de adobe y piedra, ya identificada en el
sitio Loma China como una construcción multiespacial. Se registró Nicoya policroma,
Tohil plomizo, incensarios espigados y obsidiana verde; todo esto al lado sur de
Tazumal. Se realizaron 26 pozos de sondeo en la zona cercana hacia el norte del sitio.
9
El más importante es el pozo 14A del cual se obtuvo restos de la estructura de 2m2
aprox. descrita, además se registran 18, 944 fragmentos cerámicos con los tipos variedad
antes descritos, mas cerámica con engobe rojo y sin engobe; un depósito de unos 600
desechos de obsidiana (Amador, 1996).
En 1996, investiga el sitio Vergeles del Edén, el cual se ubica a 700m al sur del sitio
Tazumal y se temporaliza en el Posclásico Temprano (900-1200dC) debido a su
asociación con la influencia de la Fase Loma China (asociado a Tazumal y Loma China
que presenta cerámica anaranjada fina, representaciones toltecas, estructuras con
espacios múltiples, obsidiana verde). Amador habla de que las fuentes coloniales
describen nahuat hablantes o grupos pipiles con fuerte conexión con México (cultura
material, religión y organización social). Dicho investigador además menciona que se
observa en la Estructura 2 del sitio Tazumal rasgos con la cultura Tolteca, los tipos
cerámicos identificados fueron Tohil plomizo, Cozatol, Nicoya policromo y obsidiana
verde al sur del sitio (Amador, 1996).
La siguiente investigación en Chalchuapa la retoma el equipo liderado por arqueólogos
japoneses. Además tenían el propósito de hacer investigaciones interdisciplinarias con la
participación de investigadores de diversas especialidades para conocer bien las antiguas
culturas de El Salvador, y la arqueología sería el enlace con el proyecto. Dicho proyecto
es llamado Proyecto Chalchuapa, cuya base de operaciones fue y sigue siendo el sitio
arqueológico Casa Blanca.
10
Este proyecto realizó un levantamiento topográfico detallado del sitio arqueológico Casa
Blanca; se realizaron excavaciones, consolidaciones y restauración de las estructuras
arquitectónicas de Casa Blanca; limpieza y acondicionamiento del mismo sitio;
exploraciones parciales en sitios de la región de Chalchuapa. El Proyecto se realizó en
seis temporadas, que iniciaron el 28 de julio de 1997 finalizaron en marzo de 2000 y los
resultados fueron expuestos en su Memoria Final de las Investigaciones
Interdisciplinarias en El Salvador, donde el MSc. Kuniaki Ohi es el editor general
(Fig.07); antes de ese informe se publicaron dos antologías acerca de Chalchuapa (1997
y 1998) donde se vislumbraban los lineamientos de trabajo que Ohi deseaba realizar en
El Salvador (Ohi 2000:16).
De igual forma, el arqueólogo Shione Shibata realizó investigaciones el sitio Nuevo
Tazumal o El Cuje. Este sitio se ubica al noreste de Tazumal y al sur de la Laguna
Cuzcachapa, con una extensión de 9.71 manzanas. Este sitio ya había sido registrado por
Longyear cuando menciona los 16 montículos, 7 son de este sitio; Boggs registra dos
más y menciona una escultura parecida a un Xipe Totec al noreste de Tazumal. Sharer lo
menciona en 1968 y registra 8 montículos y habla de ocupación en los tres periodos
culturales. En 201-2002 se registran 7 montículos y se conservan los tres más altos y se
investigan los otros, y finalmente en 2003 cuando se estaba lotificando se destruyó la
parte norte del montículo 2 descubriendo cimiento y piso. El reconocimiento superficial
indicó ocupación Clásico Tardío y Posclásico.
11
Al oeste (parte más baja) del terreno se registró una plataforma circular y dos
plataformas largas; al este (parte más plana) a 5m se descubrieron 2 estructuras, se
hallaron plataformas ovaladas, cuadradas y una estructura habitacional. Se realizaron 31
pozos de 2x1m y 26 trincheras descubriendo lo antes descrito (Shibata 2003)
También se realizaron otras investigaciones en la zona arqueológica con voluntarios
japoneses, como sucedió con el arqueólogo Shinya Kato, quién participó en 2004 y 2005
cuando se realizó una investigación arqueológica y de restauración en la Estructura B1-2
del sitio Tazumal. Esta investigación se llevó a cabo debido al derrumbe estructural del
sector sur de dicha estructura2.
El informe conjunto de JOCV/JICA – CONCULTURA menciona que el resultado de los
materiales arqueológicos solamente se suma a las investigaciones e intervención de
1940-1950, esto es porque el material cultural registrado es escaso (cerámica, obsidiana,
objetos de barro y piedras para construcción); Sin embargo, se registraron 2 entierros
intactos (Concultura 2006). El entierro 1 registró 9 fragmentos de Tohil plomizo,
cerámica policroma, cerámica con rojo hematita, negro sobre engobe crema o naranja;
objetos de barro, una cuenta de jade, y se registran 92 navajas prismáticas, 6 navajas, 3
raspadores, 2 perforadores, 3 núcleos y 1punta de flecha (Ibid,:16).
2 En la Revista El Salvador Investiga se publicó parte de la investigación (5-24pp) llevada a cabo por el Arqlogo. Fabricio Valdivieso, cuando fungía como Director del Departamento de Arqueología de Concultura. Revista semestral Año 1 Edición No.1 2005
12
El Entierro 2 se obtuvo una menor cantidad de material arqueológico: 4 tiestos plomizo,
7 policromos y cerámica con engobe rojo, sin engobe y rojiza; y se obtuvo 25 navajas
prismáticas (Ibid,:18).
Dentro de las investigaciones propuestas a CONCULTURA, también se presentó la
oportunidad de formar una escuela de campo para personas que querían formarse como
profesionales en arqueología. En esta escuela fue capacitados 5 estudiantes hasta el año
2000 que terminaron sus estudios, los cuales fueron avalados por CONCULTURA y el
Ministerio de Educación.
Una nueva investigación se realizó en la zona arqueológica de Chalchuapa, esta vez por
parte del arqueólogo Heriberto Erquicia y se llevó a cabo en 2005 en el sitio Los
Gavilanes. Los resultados fueron los siguientes.
La Granja Los Gavilanes se ubica al oriente de la ciudad de Chalchuapa, calle que
conduce a la Laguna Cuzcachapa, en esta zona se pensaba lotificar. Se realizó una
prospección y recolección de materiales, de lo cual se obtuvo fragmentos cerámicos y
líticos. Se realizaron 10 operaciones de donde se obtuvo baja densidad material y dos
estructuras temporalizadas para el Posclásico Temprano. Se registró tipo cerámico
Cozatol, Chuquezate los cuales pertenecen al complejo cerámico Matzín y Ahal, además
de Plumbate y Nicoya (fechamiento para el Posclásico).
13
De los materiales líticos se registró una cantidad razonable de restos de obsidiana que
van desde navajas prismáticas, puntas de lanza y de proyectil, así mismo el hallazgo de
una navaja prismática de obsidiana de coloración verdusca procedente del yacimiento de
obsidiana de Pachuca, México (Erquicia 2005).
De nuevo el arqueólogo Fabio Amador investigó el sitio Paololi (Finca San Rafael) en
2006. La ocupación del sitio Paololi se inicia desde el Preclásico Medio respaldado por
los restos del grupo cerámico Kal y se registra hasta el Posclásico Tardío con los grupos
Matzín y Ahal. En el primer grupo del Posclásico se observan los tipos Jujutla, Nunuapa,
Metayate, Cozatol y Guajoyo (Amador 2006)
La ultima investigación en la zona arqueológica de Chalchuapa corresponde a una
consultaría en la Finca El Carmen a cargo de los arqueólogos Heriberto Erquicia y
Vicente Genovéz en el año 2007; sitio alargado del suroeste al noreste y
morfológicamente es cuadrado y ubicado al costado norte de la carretera a Chalchuapa, a
73.5Km de San Salvador. No se registró ninguna estructura, se observan alteraciones por
cultivo y los trabajos de lotificación. Al oeste de la finca se registran estructuras (sitio
Paololi) que podrían asociarse al sitio. La cerámica registrada corresponde a los grupos
Kal, Chul, Caynac, Vec, Payu y Matzín, es decir, ocupación desde el Preclásico Medio
hasta el Posclásico Temprano.
14
El sitio presenta abundantes fragmentos de obsidiana, el informe hace la relación de 12
obsidianas por 1 de cerámica. Parece asociarse la afluente de Ixtepeque, sin embargo se
observa gris vetadas quizá proviene de El Chayal, ambas fuentes de Guatemala (Erquicia
2007).
Cada uno de estos proyectos, establecieron conclusiones relacionadas con sus objetivos
de las investigaciones, en el siguiente apartado se expondrán sus resultados.
1.3. Resultados finales de las investigaciones presentadas en la zona
arqueológica.
Sharer en su The Prehistory of Chalchuapa, El Salvador menciona que “la investigación
arqueológica en Chalchuapa ha proveído una cronología cultural firme y una guía de
los eventos e influencias principales en esta área prehistórica…”, los estudios
realizados se puede hablar de una secuencia cultural continua en la zona arqueológica
Chalchuapa ésta ha sido ocupada desde el periodo Preclásico Temprano terminal
(ca.1200-900aC), ocupación respalda con evidencia proviene de los depósitos de
cerámicas antiguos: uno cerca del nacimiento de agua en El Trapiche y el otro a lo largo
de la orilla septentrional de la Laguna Cuzcachapa. Cerámica que se caracteriza como
Complejo cerámico Colos (ca.900-650aC) asociado a evidencia de la cultura olmeca.
15
Además, Sharer informa que también las figurillas de barro presentan características
estilísticas olmecas (1970a:5). De los eventos sucedidos durante los periodos Clásico y
Posclásico en Chalchuapa no se posee mucha información, ya que existen menos
excavaciones de esos contextos tardíos; además en aquel momento no se tenían muchos
datos del centro ceremonial principal del sitio (grupo) Tazumal. Otro aspecto importante
es que luego del evento volcánico [erupción del Volcán Ilopango] las actividades se
reanudaron, salvo en algunos sitios como El Trapiche donde no se realizaron
construcciones por un largo tiempo, sin embargo en sitios como Casa Blanca y Tazumal
la actividad ceremonial y la construcción comenzaron otra vez durante los periodos
Clásico Temprano y Clásico Medio.
Sharer informa que al principio del periodo Clásico Tardío (ca.650-900aC) la
construcción en el Grupo Casa Blanca parece haberse estancado. La transición entre los
periodos Clásico y Posclásico fue un periodo de cambio fundamental y aún violento pero
ocurrió sin cambios sustanciales en Chalchuapa. Quizá el marcador significante del
horizonte del Posclásico Temprano es la alfarería plumbada Tohil presente
aparentemente por el comercio. Marcador relacionado con la llegada de los Pipiles (de
habla nahua) a Mesoamérica suroriental; sobre esto se puede hablar ya que existen
rasgos que hablan de esta llegada, así como se tiene la construcción del ‘palacio’ de la
Estructura B1-1 y el talud-tablero de la Estructura B1-2 (en Tazumal); la estatua tamaño
natural de Xipe Totec, encontrada cerca de la Laguna Seca.
16
Sharer asegura que la evidencia no ininterrumpida de ocupación y la continuidad de las
tradiciones de la cerámica doméstica indican que no hubo una invasión o asentamiento
de una nueva población en el sitio [aunque] la presencia de influencia mexicana es
innegable durante el periodo Posclásico. Sin embargo, si existe evidencia de un cambio
cultural hasta en el periodo Posclásico Tardío, es decir, se observa el abandono no
solamente del área de ocupación doméstica de la Laguna Seca, sino también del área
ceremonial central, incluso Tazumal. Este periodo se define por la aparición de dos
marcadores cerámicos: ‘marihua rojo sobre color de ante’ que Haberland relaciona con
los pipilies y ‘chinautla polícromo’ y las cerámicas relacionadas, las que pueden estén
relacionadas con las gentes de habla pokoman de las Tierras Altas centrales de
Guatemala (Sharer 1970a:211).
En el Proyecto de Vergeles del Edén-Cementerio Jardín se concluye que los materiales
culturales se hayan asociados muy fuertemente al periodo Posclásico. Ya que se registró
los tipos cerámicos de Nicoya policromo, Cozatol y Tohil plumbate (registrada en al
costa sur de Guatemala, en Sonsonate y Ahuachapán, en la zona central de San Salvador
para el Clásico Tardío, pero fue popular en las migraciones pipiles después del 900Dc);
la estructura doméstica multiespacial y la asociación de una posible área de taller lítico,
ya que se ubicó a 1.5m de la estructura, no se registraron navajas prismáticas pero si
puntas (14 hechas en obsidiana y 2 en horsteno); además se observó obsidiana verde.
17
Todo el material cultural registrado son 18,944 fragmentos cerámicos y 4,212
fragmentos de obsidiana, todo se halla en fragmentos con muestras de quema en áreas de
destrucción; existen puntas de flecha en los productos de obsidiana, posible indicador
material de la existencia de enfrentamientos debido a las migraciones/invasiones nahuas.
El Proyecto Chalchuapa en su Memoria Final de las Investigaciones Interdisciplinarias
en El Salvador concluyó:
“Se aclararon algunos aspectos de las culturas indígenas, entre las cuales me
pareció muy interesente el descubrimiento arqueológico relacionado con el origen
de los pipiles y los estudios histórico-arqueológicos. Además basándome en los
conocimientos obtenidos en las excavaciones de las estructuras arquitectónicas (o
monumentos) de Casa Blanca se hizo la restauración de ellas, las cuales van a ser
posible que se aprovechen en un futuro cercano, todavía quedan tres montículos
sin explorar, los Edificios 2 y 5 sin concluir. Los vestigios arquitectónicos
aledaños están en peligro de destrucción por el crecimiento urbano (Ohi 2000:ix).
En las investigaciones en la B1-2 del sitio arqueológico Tazumal se concluyó que toda la
cerámica registrada estaba fragmentada sin embargo es posible asociarlo con el
Posclásico por la presencia de Tohil, en los entierros se registró suelo más antiguo junto
con material cultural mezclado y por ello no se puede utilizar para análisis.
18
Además la ‘piedra saliente’ que posee la estructura pertenece a un estilo del Altiplano
Mexicano sobre todo en Tula, zona conocida como el centro de la cultura Tolteca,
indicador de posible intercambio cultural (Concultura 2006:18).
Erquicia en relación con el sitio arqueológico “Los Gavilanes”, concluye que este
sitio es contemporáneo con la ocupación posclásica, así como con las estructuras
registradas en El Cementerio Jardín, Vergeles del Edén y la estructura B 1-2 de
Tazumal. Cabe mencionar que por la importancia de los hallazgos registrados se
delimitó un área de reserva arqueológica denominada: “Zona de Reserva Arqueológica
del Sitio Los Gavilanes”, con una extensión de 252.64 m² (Erquicia 2005:10)
En el sitio Paololi (Finca San Rafael) se informa de un dato interesante, es que el tipo
Cozatol no se ha reconocido en otras áreas en la zona arqueológica de Chalchuapa. Un
tipo cerámico que habría que investigar para conocer su proceso y evolución. Además la
presencia iconográfica de Tláloc es una inclusión que no se observa en previos periodos
(Amador 2006:11) La presencia de Tohil plomizo, el cual solo se registra en contextos
Matzín, es un indicador de interacción e intercambio en el Posclásico Temprano en el
occidente de El Salvador (Ibid,:12).
Este cuadro muestra los tipos cerámicos descritos en este apartado y la temporalidad
aplicable para zona arqueológica de Chalchuapa, es necesario mencionar que las fechas
acá establecidas corresponden a los años de investigación de Sharer.
19
Temporalidad Complejo cerámico Tipo variedad3
Ca. 1200 - 900 aC Preclásico Temprano terminal Tok
Sacacoyo Cinquera Ataco El Congo* Macanse* Lamatepec* Jocote*
Ca. 950 – 650 aC Preclásico Medio temprano Colos
El Congo** Macanse** Lamatepec** Jocote** Jerónimo Cocaína Cutumay
Ca. 650 – 400 aC Preclásico Medio tardío Kal
Lolotique Jinaupa Masahuat Cuitapan Puxtla Savana Guaymango* Cara sucia*
Ca. 400 – 200 aC Preclásico Tardío temprano Chul
Guaymango** Cara sucia** Jicalapa Nohualco* Santa Tecla* Olocuilta* Pinos*
Ca. 200 aC – o eC Preclásico Tardío
Caynac Fase Temprana
Cara sucia** Nohualco** Santa Tecla** Olocuilta** Pinos** Tepecoyo* Izalco* Mizata* Aguacate* Topozoco*
0 – 200 eC Preclásico Tardío terminal
Caynac Fase Tardía
Santa Tecla** Olocuilta** Pinos** Tepecoyo** Izalco** Mizata** Aguacate** Topozoco** Soyapango Pajonal
3 Los asteriscos representan a tipos variedad que se hayan presentes en dos complejos cerámicos.
20
Ca. 200 – 400 eC Protoclásico / Clásico Temprano
Vec
Pajonal** Finquita** Aguacate** Topozoco** Huiscoyol Chilanga Chiquihuat* Guazapa*
Ca. 400 – 650 eC Clásico Temprano Xoco
Chiquihuat** Guazapa** Chapia Tapalhuaca Gualpopa* Ayutux*
Ca. 650- 900 eC Clásico Tardío Payu
Chiquihuat** Gualpopa** Ayutux** Guazapa** Copador Arambala Tepeto Jujutla* [Nicoya policromo]
Ca. 900 – 1200 eC Posclásico Temprano Matzin
Jujutla** Nunuapa Metayate Chuquezete* Cozatol* Guajoyo* [Altar, Tohil Plumbate]
Ca. 1200 – 1500 eC Posclásico Tardío Ahal
Cozatol** Guajoyo** Chuquezete** Marihua Bambudal Joateca Chinautla
Fig.12 Tipo cerámico y temporalidad de Chalchuapa. (Sharer 1978: 107-112; Tomo III)
21
2. Sitio arqueológico Casa Blanca.
2.1. Temporalidad en el sitio arqueológico Casa Blanca.
El sitio Casa Blanca presenta una ocupación humana ininterrumpida desde el Preclásico
Tardío hasta el Posclásico Tardío (650 aC – 1500eC). En este cuadro se presenta el
resumen de las investigaciones del Proyecto de Sharer; se muestra la suboperación y los
lotes excavados en el sitio arqueológico Casa Blanca y junto a esta información, se
adjunta su temporalidad.
Localización Suboperación y lotes Temporalidad
Casa Blanca CBS-1.1 hasta 12 Recolección superficial Incluyendo 10 lotes, fragmentos pequeños de plumbate
Table 1. Summary of the 1954 Surface Surveys (Sharer 1978:16) Localización Suboperación y lotes Temporalidad
CBS-2.1 Preclásico Tardío y Clásico Tardío (fragmentos de cerámica) CBS-2.2 Preclásico (pequeños fragmentos de cerámica) Casa Blanca CBS-2.3 ---
Table 2. Summary of the 1967-1968 Surface Surveys (Sharer 1978:16) Localización Suboperación y lotes Temporalidad (basada en la cerámica)
CBS-3.1 Sin analizar CBS-3.2 Sin analizar CBS-3.3A Preclásico Tardío y Clásico Tardío CBS-3.3B Preclásico Tardío y Clásico Tardío CBS-3.3C ¿Preclásico Tardío? CBS-3.3D Sin analizar CBS-3.4 Preclásico Tardío y Posclásico CBS-3.5 Preclásico Medio y Tardío CBS-3.6 Preclásico Tardío hasta el Posclásico Tardío CBS-3.7 Preclásico Tardío CBS-3.8 Preclásico Tardío, Clásico Tardío y Posclásico Temprano CBS-3.9 Preclásico Tardío CBS-3.10 Preclásico Tardío y Posclásico Temprano
CBS-3.11 Preclásico Tardío y Clásico Tardío hasta Posclásico Temprano
Casa Blanca
CBS-3.12 Preclásico Tardío, Clásico Tardío y Posclásico Temprano Table 3. Summary of the 1969 Surface Surveys (Sharer 1978:22)
22
La nomenclatura usada acá por Sharer, en términos actuales corresponde a CBS-1 es la
actual Estructura 1; CBS-2 es la actual Estructura 2; CBS-3 es la actual Estructura 5. Los
números asociados esta nomenclatura, hacen referencia a los pozos realizados dentro de
las estructuras excavadas, así se tiene por ejemplo, que CBS1.1 hasta 12 se refiere que se
realizaron 12 pozos en la Estructura 1.
Otros elementos culturales que ayudan a establecer una temporalidad o fechamiento del
sitio arqueológico Casa Blanca, además de la cerámica son los estilos arquitectónicos,
escultóricos y los entierros por sus artefactos asociados. Es por ello que se ha creído
necesario, establecer una muestra de investigaciones y resultados sobre estos tópicos.
Que son presentados en apartados distintos, pero solo por establecer un orden
informativo que ayuden al objetivo de establecer una temporalidad. Además los tópicos
que a continuación se presentan, poseen información correspondiente a los tres periodos
culturales.
2.2. Antecedentes arqueológicos del sitio arqueológico Casa Blanca.
2.2.1. Investigaciones sobre cerámica.
La cerámica es uno de los mejores indicadores de temporalidad, es así que cuando
Sharer menciona, que el relleno de las estructuras 1, 2 y 3 (ésta última es la actual 5)
contienen cerámica del periodo Preclásico Medio y Tardío, además en las últimas
construcciones se registró material asociado al periodo Clásico.
23
El material cerámico en superficie se registra desde el periodo Preclásico hasta el
Posclásico, recordando el cuadro de sublotes, lotes y temporalización arriba reseñado.
Sharer menciona que el material procedente de la Estructura C1-1 es el mejor
conservado (1978:4 T-III). En la Memoria4, se hace referencia a los resultados obtenidos
de la Trinchera 2 de la Rampa que conduce a la Gran Plataforma, que sobre ésta se halla
el complejo arquitectónico de seis montículos (Fig.07). En esta trinchera se registró el
Entierro 1 que es de tres individuos incinerados en una vasija junto a una concentración
de piedras, dicho entierro se le asocian ofrendas de 3 vasijas y otros elementos que se
consideran marcadores de la cultura posclásica del Altiplano central y el occidente de
México (2000:20).
En el capitulo 10 de la Primera parte de la Memoria, se presenta la cerámica encontrada
en el área de la Rampa. Los resultados generados de los tipos diagnósticos de la
cerámica se resumen de la siguiente manera: en el Estrato X se registraron 158
artefactos cerámicos, en el Estrato IX se registraron 310 artefactos cerámicos, en el
Estrato VII/VIII se registraron 403 artefactos cerámicos y finalmente en el Estrato V/VI
se registraron 96 artefactos cerámicos. Todos los tipos diagnósticos registrados son:
Cerámica sin engobe, cerámica roja, cerámica café-negra y cerámica anaranjada.
4 Universidad de Estudios Extranjeros de Kyoto, 2000
24
Dicho capítulo concluye que “no se encontró ningún cambio significativo en la
cronología cerámica de los cuatro estratos… pero podría profundizarse más en el
estudio cronológico de la cerámica, cada vez que se realice la investigación
arqueológica con esta visión” (sobre tratamiento superficial y sobre la forma y tamaño)
(Ohi 2000:198-213).
Los tipos cerámicos registrados en el Edificio 1 se asocian al complejo cerámico Caynac
(Preclásico Tardío). Existe un vacío histórico en las fases constructivas, pero luego se
registra tipos cerámicos del complejo Xoc y Payu (Clásico Medio y Clásico Tardío). A
diferencia del Edificio 2 que registró fragmentos de un vaso cilíndrico con trípode
perteneciente a la cerámica teotihuacana, dato importante para indicar la presencia de
dicha cultura en esta región mesoamericana. Todo el material encontrado (cerámica y
figurillas) entre los dos pisos existentes en dicho edificio pertenece también al periodo
Preclásico Tardío (200aC-200ec). Pero también se registraron tipos cerámicos de los
complejos Matzín y Ahal (Posclásico: 1100-1500±ec). Finalmente, entre la Plaza de los
Edificios 1 y 2, se recolectó fragmentos de pipas y cerámica del periodo Posclásico.
En el Informe final del Proyecto Arqueológico de El Salvador, editado en 2004 por
Noboyuki Ito, se desarrollan las investigaciones realizadas en la Trinchera denominada
4N (ver dentro de la Fig.07, al oeste) de la zona de la Rampa. Shibata informa que se
registraron vasijas enteras y semienteras, además de una gran cantidad de tiestos.
25
Pero los resultados de los análisis de la cerámica se realizaron sobre las cerámicas in
situ, así se concluye que no se pueden presentar una cronología cerámica completa
utilizando estos materiales. Sin embargo, los resultados finales fueron que la cerámica
café-negro esta presente en todos los estratos y posee una decoración incisa, incisa fina y
acanaladura, siendo las más común la incisión. Esta misma cerámica con inciso fino es
característica del sitio arqueológico Kaminaljuyú y corresponde al periodo Preclásico
Tardío. También se registro cerámica anaranjada y de tipo Usulután, pero son muy
pocos ejemplares. La decoración antropomorfa y la pintura roja es muy característica en
esta región (Ito 2004:40).
2.2.2. Investigaciones arquitectónicas (Ohi 2000:46-51).
Acá se desarrollará brevemente cada uno de los edificios existentes, para conocer su
forma, distribución y temporalidad. En este apartado se exceptúa el Edificio 5, el cual se
desarrollará de manera aislada más adelante.
La Rampa, se halla ubicada en el lado este de la Gran Plataforma, posee una
inclinación de 6 a 8 grados y esta hecha de tierra compactada en su superficie y
en el relleno tiene grandes piedras, aún se desconoce sus dimensiones (Ohi
2000:47).
26
Gran Plataforma, posee 2m de altura y sobre ella se ubican los 6 montículos del
sitio arqueológico Casa Blanca. Aparentemente está elaborada de piedras
burdamente partidas, pero con la observación que no se hallan juntas o pegadas
sino que se hallan separadas entre sí, es decir, no se puede hablar de un muro de
piedras. Estas dos construcciones, estaban directamente cubiertas con la capa de
ceniza del volcán de Ilopango.
Edificio 1 (Fig.08), Pennsylvania concluyó que hubo cuatro fases de
construcciones, pero el equipo japonés solo registró dos fases que denominó “1a”
y “1b”, y pareciera que la primera fase se refiere más bien a una reparación de la
segunda fase, es decir, es una construcción desarrollada en un mismo periodo
cultural. Por la inclinación del piso que posee no se registró la capa de ceniza
volcánica de Ilopango, esto se confirma ya que existe una franja en disminución
que inicia en el Edificio 5 y desaparece en este edificio.
El núcleo del basamento es de tierra compactada. La superficie posee un repello
compuesto de pómez negra, pómez amarilla, arena negra y amarilla, barro café,
talpetate y cal. No se registra el uso de adobes para dicha construcción. Se
observan hileras de piedras aparentemente formando un muro pero como la Gran
Plataforma. Cuando Longyear lo reporta en 1942, informa que los lados oeste y
sur estaban cortados; esto se debió posiblemente como materia prima para
obtener adobe, como lo comenta Lardé. Las investigaciones de Pennsylvania
descubrieron muros de repello.
27
Edificio 2. Este edificio no presenta una cubierta de la ceniza volcánica de
Ilopango, pero en su lado norte se observó sedimentación de dicha capa, ya que
se registra que el mismo piso esta limitado con el Edificio 3. En su lado oeste se
encuentra una escalinata que supuestamente posee 13 escalones. En el lado norte
se registró nada más que el arranque de un muro. Este edificio igual que el
edificio anterior, es posible que ambos fueran construidos durante el periodo
Preclásico Tardío (200aC-0ec).
2.2.3. Investigaciones sobre escultura (Ohi 2000:194-195).
En la Memoria se comenta que se encontraron tres esculturas entre 1997-1999 y una
escultura antes de 1997, los detalles de las mismas son las siguientes:
Escultura 1, posee las medidas de 38.5cm de alto, 37.5cm de ancho y 26.0cm de
grosor. Se encontró en el piso frente al Edificio 1 (al lado sur de la escalinata), se
trata posiblemente de una escultura de un cráneo. Es posible que sea la registrada
por la trinchera de la Universidad de Pennsylvania, ya que se encontró contigua a
la misma. Ohi menciona que se encontró una escultura con estas características
frente a la Escalinata de la Estructura A en el sitio El Jocote, Chixoj Guatemala,
y corresponde al periodo Posclásico Tardío (Fig.09).
28
Escultura 2 in situ, posee 78cm de alto, 53cm de ancho y 40cm de grosor. Se
encontró a 68cm de distancia del muro norte del Edificio 2, mirando hacia el
Edificio 3 (levemente al NO). En el piso de esta estructura se encontró una
cavidad donde estaba esta escultura. Ohi comenta que esta escultura posee una
protuberancia en la cabeza semejante a la que tiene el Monumento 27 de
Chalchuapa y el Monumento 5 de La Venta, México.
Escultura 3, posee 5.5cm de alto, 6.7cm de ancho y 7.1cm de grosor. Frente a la
Escultura 2, en el lado norte de la Estructura 2, un poco arriba del estrato de
ceniza volcánica. En los sitios Kaminaljuyú (Guatemala) y La Venta (México)
se han encontrado varios esculpidos en piedra con estas tallas (búho estilizado?)
Escultura antes de 1997. posee 121cm de alto, 47cm de ancho y 57cm de grosor.
Según los empleados del sitio, se ubicaba a 40m hacia el sur de la Estructura 6 y
hacia 40cm hacia el este de la Estructura 5. Pareciera se tratara de un pedestal,
escultura presente principalmente en la Costa Pacífico y el Altiplano de
Guatemala, además en Chiapas.
2.2.4. Investigaciones sobre entierros (Ohi 200:60-73).
En la Memoria, editado por Ohi, se halla el capítulo 3 de la Primera parte, dedicado a los
entierros encontrados en el sitio arqueológico Casa Blanca (Fig.10); al igual que dicho
capitulo solo se tratará de los aspectos culturales. Exceptuando en esta parte los entierros
asociados al Edificio 5 (entierros del 5 al 8), que se desarrollarán más adelante.
29
Entierro 1. Registrado en la Trinchera 2. Se encontraron dos cavidades, una
pequeña de 0.9m donde había una olla lisa sin engobe tapada con otra vasija
pulida con decoración de pintura negra sobre rojo, la cual contenía fragmentos de
huesos humanos y, dos cuentas de jade, dos lascas de obsidiana, un instrumento
de hueso de algún animal y una concha. Se trata de tres individuos; se podrían
asociar a una casa habitacional y a la cultura posclásica debido a las nueve (9)
puntas de flecha de obsidiana también registradas en la misma capa de la
trinchera 2.
Entierro 3. Entierro múltiple localizado al lado sur de la escalinata del Edificio 1,
los huesos encontrados estaban en muy mal estado de conservación entre piedras
puestas irregularmente; se identificaron una variedad de osamentas: los
completos, sólo cráneos, a veces dos cráneos juntos, huesos sin relación
anatómica y un cráneo con un trozo de obsidiana clavado. Los que sólo se tenía
el cráneo, se observaban vértebras cervicales, es decir posibilidad de fueron
decapitados y, junto al último cráneo descrito, el entierro presenta una lectura de
sacrificio. Entre los objetos asociados se encontró un par de orejeras, 28 cuentas
de piedras verdes, un disco de piedra arenisca, colorante rojo y una escultura de
cráneo, denominada Escultura 1; ninguna vasija fue encontrada como ofrenda.
30
Se registra mutilación dentaria y dientes pintados de negro. Debido a los
artefactos culturales (orejeras y el disco) presenta características del periodo
Clásico, pero el material cerámico que cubría dicho entierro, presenta tipos
diagnósticos del periodo Posclásico mezclados con el periodo anterior, por lo que
se puede situar en este último todo el contexto del entierro.
Entierro 4. Ubicado al lado norte del Edificio 2, se encontró en posición sedente
sin ninguna ofrenda dentro de una fosa cilíndrica debajo de un hogar del periodo
Posclásico.
31
3. Edificio 5 del sitio Casa Blanca (ES-5.CB).
3.1. Antecedentes arqueológicos.
Sharer en su Informe final comenta sobre las operaciones realizadas en el sitio:
“todas las operaciones de Casa Blanca fueron tomadas de la intersección de las
vías del tren y del pequeño camino cerca de la estr. C1-1… para un control más
preciso de las muestras excavadas en el lado sur de la estructura C3-6, la línea
base del piso fue trazada en 105° del azimuth…” (Sharer 1978:88)… las muestras
de la operación CB4 son presentadas en orden cronológico de acuerdo a su
formación o deposición, comenzando con las más tempranas, las descripciones
[dentro del Informe están] acompañadas por referencias…” (Ibid.:100)5.
Sharer en 1968 realizó 22 suboperaciones designadas como CB1 y Sheets al año
siguiente realizó 20 suboperaciones designadas como CB4. Los rasgos distintivos
procedentes la operación CB4 presentes en la C3-6 de Casa Blanca son las que reseña
The Prehistory, así se registran 19 rasgos, 5 depósitos especiales, 3 entierros y 1
monumento. Además se registran 12 eventos ocurridos a lo largo de la historia de dicha
estructura, se asocian los complejos cerámicos para tener idea de la temporalización de
los hechos; así se tiene desde la actividad más tardía hasta la más temprana:
5 Para obtener una mejor comprensión de las referencias de las operaciones visibles en el plano de operaciones llevadas a cabo en la C3-6; revísese mejor el capitulo III del Tomo I las páginas 100-107, las cuales se refieren a las excavaciones en el Grupo Casa Blanca y, la figura de la página 101 muestra mejor esta información.
32
1. Es abandonada y posterior al abandono, se dan actividades ceremoniales,
depredación y erosión (Complejo cerámico Payu y más allá)
2. Construcción de la plataforma pequeña como base de las gradas de la estructura
(Ningún complejo)
3. Construcción de la fase constructiva C3-6-1 y su uso (Complejo cerámico Xocco)
4. Construcción de la fase constructiva C3-6-2 y su uso (Complejo cerámico Xocco)
5. La caída de ceniza volcánica crea un hiato (Ningún complejo)
6. Creación parcial de la superficie de la fase constructiva C3-6-3 (Complejo cerámico
Caynac Tardío o Vec)
7. Construcción del núcleo de la fase constructiva C3-6-3 (Complejo cerámico Caynac
Tardío)
8. Construcción del domo alternando barro y capas de piedra pómez (Complejo
cerámico Caynac Tardío)
9. Acumulación de tierra y nivelación de plaza (Ningún complejo)
10. “Corazón” (Complejo cerámico Caynac Tardío)
11. Preparación de piso (Complejo cerámico Caynac Temprano)
12. Preparación de superficie (Complejo cerámico Kal).
El Edificio 5 del sitio arqueológico Casa Blanca fue investigado de forma más istemática
por parte del Proyecto Chalchuapa en la Tercera Temporada (14julio- 5septiembre
1998), acá se exponen los resultados desarrollados en la Memoria.
33
3.1.1. Investigaciones sobre cerámica.
Del informe de Sharer se puede extraer la información cerámica de El mismo informe
menciona explícitamente que una descripción detallada de las excavaciones de la C3-66
no es presentada aquí, pero esta disponible en la Sección Americana del Museo de la
Universidad de Philladelphia (Sharer 1978:88). Por esa razón se presentan datos sobre
este aspecto, ya que los reseñados en el informe proceden de toda la cerámica de la zona
arqueológica de Chalchuapa.
En la Memoria solo se informa de la cerámica de la Rampa, ya presentada. Pero sobre
los tipos cerámicos del Edificio 5, solamente se informa que en los edificios 5a y 5b se
registra material cerámico policromo perteneciente al periodo Clásico Tardío, pero el
núcleo del edificio se mezcla con cerámica del Preclásico Tardío (Ohi 2000:39) sin
detallar tipo variedad. Más adelante se menciona que los edificios 5a y 5b están
construidos sobre la capa de ceniza volcánica y en su núcleo se encontraron fragmentos
de cerámica tipo Copador, tipo variedad registrado por Sharer en el Complejo cerámico
Payu, por lo tanto, se puede situarlos en el periodo Clásico Tardío (Sharer 1978:111 T-
III), eso implica que en la fase más terminal de este periodo o en el Posclásico Temprano
más temprano, la estructura fue quemada y abandonada.
6 La Estructura 5 para el Proyecto Chalchuapa de Ohi.
34
3.1.2. Investigaciones arquitectónicas.
La estructura posee 11m de altura, 40m aprox. de base de este a oeste y 50m aprox. de
base de norte a sur (Fig.11), pero ha sufrido agresiones sociales para satisfacción de una
necesidad laboral (remoción de tierra para fabricar adobes), además de los trabajos de
trincheras y un túnel realizado por la Universidad de Pennsylvania. Sin embargo no se
pudo explorar por completo por esta universidad. El túnel fue consolidado por el
Proyecto Chalchuapa.
El Edificio 5 fue investigado arquitectónicamente por el Proyecto Chalchuapa. Las
investigaciones mostraron que en la parte este de la escalinata que queda en el lado sur
del edificio se observaron tres superposiciones, la última de esta se halla cubierta con
ceniza del volcán de Ilopango. Es decir, las superposiciones arquitectónicas o fases
constructivas encontradas fueron nombradas desde la más reciente “5a", “5b”, “5c” y lo
que se concluyó fue que la 5c estaba cubierta de ceniza y las fases 5a y 5b estaban
construidas sobre esta última, información que proporciona el Proyecto Pennsylvania.
Otro dato fue que la fase 5c estaba en muy mal estado y no se pudo conocer su sistema
constructivo, sin embargo, se sabe que es contemporáneo al Edificio 1 de este sitio, es
decir, al periodo cultural Preclásico. Sobre el Edificio 5c, que es el más antiguo,
solamente se encontró durante las excavaciones una parte de la escalinata y algunas
partes del piso, se sabe que posee una escalinata que no lleva alfardas; por lo tanto no se
puede hablar mucho de la arquitectura (Ibid.: 36).
35
Los Edificios 5a y 5b están compuestos de dos basamentos, su frente está en el lado sur.
La orientación del eje de los edificios 5a y 5b es de unos 15 grados desviados del norte a
este, mientras el muro lateral de la escalinata del 5c esta desviado ligeramente más al
este (Ibid.: 52), Ohi habla en detalle de toda la estructura:
“Respecto al sistema constructivo de los Edificios 5a y 5b comparados con los
Edificios 1, 2 y 5c hay una diferencia, que es el uso de adobes para formar
muros de contención, sobre los cuales ponen un acabado de repello o
revestimiento. Los estilos arquitectónicos de los Edificios 5a y 5b se parecen, la
única diferencia es que las escalinatas de 5a tienen alfardas y las de 5b no las
tiene. Los basamentos de los Edificios 5a y 5b tienen dos niveles sobre la cima
del cual estaría el templo. El estilo arquitectónico de los Edificios 5a y 5b
sobresalen los siguientes puntos: compuestos de dos basamentos uno sobre otro,
el basamento inferior tiene semejanza con el Edificio 1, el basamento superior es
de forma de cruz, la composición de los muros es peculiar (Ohi 200:39) el muro
remetido del 5b, se muestra algo semejante al de la estructura A-6 del Montículo
A de Kaminaljuyú en Guatemala.” (Kidder, et al. 1967:285 citado en ibid.: 55).
Dicho edificio presentó evidencia de quema y cuando se trató de investigar quienes
habían hecho la destrucción se descubrió que esto era posible, ya que se encontró
actividad cotidiana en el Posclásico (Ibid: 39) de los datos arqueológicos de sitios en
esta zona de Chalchuapa.
36
Para hablar sobre cuándo y cómo se abandono habría que hablar de cuándo y cómo se
inició el periodo Posclásico en la zona, habría que estudiarse sobre los movimientos
nahuas desde el norte de México (Ibid.: 58).
3.1.3. Investigaciones sobre esculturas.
Sharer describe dos monumentos encontrados al frente de la escalinata de dicha
estructura 5, es decir, al lado sur. Ambas son estelas lisas de andesita. De igual forma
menciona otros dos monumentos ubicados en la zona de la E3-6 (Ver Fig.06, el código
M se refiere a monument = monumento) (Sharer 1978:159-160).
Monumento 17 (M17). Se ubicó al frente de la escalinata, lado sur de la
estructura. Posee 150cm largo, 35cm de ancho de una base. Tiene una forma
áspera, posee tres lados: una cara muestra leves alteraciones que indican que ésta
podría haber sido la base. Todas las caras presentan una depresión cóncava. Sus
orillas presentan golpes. Si ésta poseía la función de monumento, ésta podría
haber estado erguida verticalmente poseyendo una base plana. Se asocia
temporalmente al periodo Clásico Medio.
Monumento 18 (M18). Se ubicó en la plaza noroeste de la estructura. Posee las
medidas de 72cm largo x 60cm ancho. Es un bloque redondo de textura áspera
elaborado en andesita.
37
Presenta un agujero o depresión cóncava en la zona central de la parte superior;
además tiene un grabado que posiblemente represente una cara de jaguar, diseño
muy similar al Monumento 5 del Grupo El Trapiche. Sin embargo, el estilo de
este monumento no es tan sofisticado como el M5. No se asocia temporalmente a
ningún periodo cultural.
Monumento 19 (M19). Se ubicó a 100mt al lado este de la estructura. Presentó
las mismas características de forma y tallado que el M18, a diferencia que ésta
posee un trabajo de tallado mejor elaborado. Las medidas de 95cm largo, 86cm
ancho. No se asocia temporalmente a ningún periodo cultural.
Monumento 20 (M20). Se ubicó en la línea central de la estructura. Posee las
medidas de 170cm largo, 37cm ancho. Posee cinco lados y fue elaborado en
andesita densa, todos sus lados son irregulares: dos son ligeramente planos, dos
son convexos y uno posee una concentración de ondulaciones a lo largo de todo
el monumento. Los lados planos convergen para formar una esquina roma en la
esquina derecha del M20; los lados convexos son opuestos entre ellos y están
adyacentes a los lados planos; la cara que presenta las ondulaciones esta
localizadas entre ellas, las caras restantes se curvan hacia ella. Arriba y abajo es
irregularmente cóncava, lo que permitiría al monumento estar erguido. No se
asocia temporalmente a ningún periodo cultural.
38
3.1.4. Investigaciones sobre los entierros.
Los entierros asociados a esta Estructura son 13 en total, los cuales fueron registrados
así: 5 registrados por el Proyecto Arqueológico Chalchuapa de la Universidad de
Pennsylvania (Sharer), 4 registrados por el Proyecto Chalchuapa (Ohi) los cuales serán
desarrollados en este apartado; los últimos 4 son registrados por el Proyecto de
Reparación de Drenaje alrededor de la Estructura 5 (Ichikawa), los cuales serán
desarrollados en la Sección 3.2.5.
Los 5 entierros del Proyecto Arqueológico Chalchuapa de la Universidad de
Pennsylvania (Ver Fig.06, en la zona de la escalinata / Los códigos B se refieren a
burial=entierro) (Sharer 1978:189-190) son los siguientes:
Entierro 2. Ubicado en la línea central de la estructura. Extremadamente mal
preservada, solamente se pudo obtener fragmentos de huesos y dientes. El sexo y
la edad no fue posible determinarlo. Podría haber sido un entierro primario o
secundario, pero solo un individuo. Se encontraron dos vasijas intactas, ambas
invertidas y una dentro de la otra (vasijas variedad Susha7), éstas junto al cráneo,
específicamente en la zona de los dientes. La temporalidad asociada es periodo
Clásico Tardío (Complejo Cerámico Payu) (Fig.12, para mejor detalle ver tabla
de tipos cerámico arriba expuesta).
7 Sharer 1978:200-201, Tomo III
39
Entierro 3. Ubicado en la línea central de la estructura. De igual forma, en mal
estado de conservación. El sexo y la edad no fue posible determinarlo. Se piensa
que pudo tratarse de un solo individuo, pero podría considerarse múltiple se
asocia al entierro 2. Se registró una sola vasija intacta invertida (variedad Susha)
la temporalidad asociada es periodo Clásico Tardío (Complejo Cerámico Payu).
Entierro 6. Cerca de la línea central de la estructura. Pobremente preservado,
muchos restos fragmentarios de un aparente individuo. Un fragmento de
osamenta identificada como posible porción del fémur. El sexo y la edad no fue
posible determinarlo. No se registró ningún artefacto. La temporalidad asociada
es periodo Clásico Medio.
Entierro 7. Cercano a la línea central de la estructura. Se halla colindante al
entierro anterior. Se registraron fragmentos de huesos largos, en muy mal estado
de conservación. se encontraron dos cráneos, posiblemente se trate de un entierro
secundario o entierros parciales. El sexo y la edad no fue posible determinarlo.
No se registró ningún artefacto. La temporalidad asociada es periodo Clásico
Medio.
Entierro 8. Ubicado al oeste de la balaustre de la estructura. En muy mal estado
de conservación, fragmentos de osamentas quebradas, incluyendo un posible
húmero y fragmentos de cráneo. Se trata posiblemente de un entierro secundario
de un solo individuo. El sexo y la edad no fue posible determinarlo. No se
registró ningún artefacto. La temporalidad asociada es periodo Clásico Medio.
40
En la Memoria se informa acerca de los entierros registrados en la Estructura 5 del sitio
arqueológico Casa Blanca, Capitulo 3 de la Primera Parte. El número de entierro acá
presentado corresponde a la secuencia del Proyecto Chalchuapa (Ohi 2000:68-71)
(Fig.13).
Entierro 5. Se ubicó al este de la estructura, a 14m al sur de la esquina noreste del
basamento inferior del mismo. Enterrado en una fosa junto al muro vertical del
Edificio ‘5a' rompiendo el piso de repello, en posición sedente que se asociaban a
dos vasijas de ofrendas, una con tizne y otra con dos agujeros que estaba
‘matada’. Por su estado en que se encontró, está claro que es del periodo
Posclásico.
Entierro 6. Estaba en muy mal estado de conservación, se encontró a unos 27m al
norte de la esquina sureste del basamento inferior del Edificio ‘5a'. estaba en una
fosa de 60cm de diámetro en posición sedente, con una ofrenda de 20 puntas de
flechas (Fig. 14) y la mitad de una olla tiznada con un asa como ofrenda. Cerca
de este entierro se encontró un piso empedrado del periodo Posclásico que podría
estar relacionado.
Entierro 7. Se localizó en el lado este de la escalinata, entre los muros verticales
de los Edificios ‘5a' y ‘5b’, no se conservaron los huesos más que unos
fragmentos y tenía de ofrenda dos cuchillos de lasca bifaciales grandes de
obsidiana (Fig. 15). Aunque estaba entre los muros el entierro, es del periodo
Posclásico porque las características en que se encontró, se muestran iguales a
los entierros 5 y 6.
41
Entierro 8. Se encontró al lado norte un poco más abajo del piso del basamento
superior del Edificio 5. Se conservaron solamente unos fragmentos de huesos y
unos dientes, con dos vasijas como ofrenda. Aunque se registró en el núcleo del
montículo, la tierra que lo cubría no era del núcleo del Edificio 5, por lo tanto se
piensa que no fue enterrado después del abandono del mismo, es decir que se
trata de un entierro del periodo Posclásico.
3.2. Investigaciones actuales8.
El 21 de marzo al 28 de junio del año 2006, el arqueólogo Akira Ichikawa como
voluntario japonés de JOCV/JICA-CONCULTURA, intervino el Edificio 5 como parte del
‘Proyecto de Reparación de Drenaje’, en un área total de excavación de 500m2 (Fig. 16).
Las excavaciones ahí realizadas pretendieron detectar el inmueble arqueológico y el piso
que correspondería a los pisos 5a o 5b y, dentro de esa área se encontró justo en el lado
sur de dicha estructura una estela lisa, además se registraron piedras utilizadas como
cuñas, una concentración de obsidiana y al excavar más hacia el sur, se encontró con una
roca, que fue denomina ‘altar’. Además de tres entierros en el basamento este del lado
sur de la estructura y uno en la esquina noreste de la estructura, es decir, en una de las
dos trincheras donde se instalaría el desagüe (Fotos 01 y 02).
8 Apuntes tomados del Informe Final de las Investigaciones de la Estructura 5 – En el marco del Proyecto de reparación de drenaje alrededor de la Estructura5 de Ichikawa, 2007
42
Estas excavaciones comenzaron al lado sur, donde se instalaría la tubería de dicha
estructura, por ello ya se había investigado y se conocía de antemano la existencia de
una piedra rectangular y una concentración de obsidiana, estudios llevados a cabo por la
Universidad de Pennsylvania y por la Universidad de Estudios Extranjeros de Kyoto,
como ya se ha mencionado en los apuntes reseñados.
Se iniciaron los trabajos arqueológicos en marzo, en el centro al frente de la escalinata
de dicho edificio. Al ir excavando se encontró que el depósito de obsidiana, se iba
incrementado hasta concentrarse en la capa IV de dicha excavación, (Fig. 17) que se
habla más adelante; se encontraron fragmentos de un piso de argamasa entre la
concentración de obsidiana (Foto 03). Después de remover la obsidiana, apareció otra
estela lisa in situ, la cual encajó perfectamente con la anterior estela lisa mencionada. La
parte inferior de la estela lisa se localizó en el eje central de la estructura 5, pareciera se
tratase de un tipo de estela dedicada a la estructura (Foto 04). Posiblemente se trata de la
M17 descrita ya por Sharer.
Alrededor de la estela lisa se encontraron rocas que estaban cumpliendo la función de
sostenerlo. Entre las rocas se encontró un mascaron con una posible representación de
jaguar estilizado, la roca es un material muy especial que solo se encuentra en el
occidente de El Salvador.
43
Al retirar la rocas como cuñas, se encontró cerámicas entera (cuencos burdos) a modo
de ofrenda, éstas se ubican en el lado norte de la estela lisa. Al extender la excavación
hacia el lado sur para confirmar la existencia de otro monumento, éste apareció in situ
(Fig. 17 y Foto 05).
En el siguiente apartado, manteniendo el formato de las investigaciones de los proyectos
reseñados anteriormente, se presentan las investigaciones del Arqlogo. Akira Ichikawa.
3.2.1. Investigaciones sobre cerámica.
Dentro del contexto que soporta la parte inferior de la estela lisa y bajo las cuñas de
piedras inferiores y la escultura ‘cabeza de jaguar’, se descubrieron seis vasijas
completas que parecen haberse colocado como ofrendas, en total son cinco ofrendas
(Fig. 17): Ofrenda 1 compuesta por dos platos colocados labio con labio. Ofrenda 2 y 3
se encontraron vasijas conjuntamente, colocados uno sobre su base y la otra boca abajo.
Ofrenda 4 y 5 también se encontraron vasijas en conjunto y colocadas labio con labio.
Las ofrendas 2, 3, 4 y 5 corresponden a cuencos bajos (Foto 06). Todos los hallazgos
mencionados, según el Informe presentado por Ichikawa, corresponden el tipo de
“Aguacate Orange: tipo variedad Atecozal” la cual pertenece al período Preclásico
Tardío (Complejo cerámico Caynac Fase Tardía) (ver Fig.12 / Para mejor detalle, ver la
tabla de tipo cerámico arriba expuesta).
44
En la cavidad de la Trinchera NE-1, ubicada en la esquina sur de la estructura 5, a pesar
de registrarse muchos objetos culturales, se obtuvieron unos fragmentos de cerámica que
pertenecerían al período Preclásico Tardío. Entre los materiales recuperados en el estrato
IX se encuentran dos cuencos bajos semicompletos. Además en el mismo estrato se
registraron fragmentos de material del periodo Preclásico (Fig.17; junto al mascaron,
solamente para observar estratos)
3.2.2. Investigaciones arquitectónicas.
Ichikawa confirma que el edificio 5c, el cual esta bajo los edificios 5a y 5b se trata de un
estilo arquitectónico diferente comparando con la inexistente pared vertical, donde el 5c
tiene la pared levemente inclinada. El material del piso es de talpetate (tierra volcánica
de color amarillento), se observó un escalón hacia al lado sur en que se encuentra el altar
y también en ambos lados de la escalinata. El piso que corresponde al edifico 5c se
inclina hacia fuera del mismo. Por la evidencia de esto, se deduce que enfrente de la
fachada de la estructura, se construyó algo que parece sugerir una pequeña plaza en
forma convexa, la cual corresponde al edificio 5c (Foto 07).
De igual forma, Ichikawa informa que los pisos 5a y 5b se ubican muy por encima del
asiento de la estela lisa y el 5c parece poseer una rampa que sugiere desplazarse por
debajo del altar, es decir, con dirección sur.
45
Por esta última interpretación se opina que la estela lisa y el altar ya existían durante la
construcción del Edificio 5c, es decir, el periodo Preclásico Tardío. Pero en el periodo
Clásico Tardío, que corresponde a los Edificios 5a y 5b ya existía la estela lisa, pero el
altar no es seguro que existiera, ya que los pisos 5a y 5b no poseen continuidad hacia el
sur como el 5c. La ubicación de los pisos en relación con la posición del altar-estela lisa
ubicado al lado sur (Fig.17).
3.2.3. Investigaciones sobre escultura.
Parte superior de la estela lisa. Como ya se ha mencionado, la piedra como estela
ya estaba registrada por el proyecto anterior, y ahora correspondería a la estela
lisa. Se ubica al lado oeste del eje central de la estructura y posee una altura de
1.14mt. 0.5m de ancho, carece de las partes cabeza y cuerpo, comenta Ichikawa.
En una parte se tiene ondulaciones, en donde se observan dos líneas horizontales
que parecen ser talladas, en otras zonas no parece haber huellas de talla. (Figs.18
y 19 Altar-estela lisa ubicado al lado sur de la estructura) (Foto 08a).
Parte inferior de la estela lisa. Posee las medidas de 1.03m de altura, 0.44m de
ancho. Ambos fragmentos corresponden a un solo rasgo de posible ±2.15m de
altura y ±0.5m de ancho. El lado que se oriente hacia el norte (hacia la fachada
de la estructura) posee la forma con ondulaciones, donde se observan cuatro
líneas horizontales posiblemente talladas (Foto 08b).
46
A los lados este y sur, se registró la presencia de obsidiana, pero al lado noroeste
se encontró una concentración de rocas irregulares, donde también fueron
colocados fragmentos de metate, es de hacer notar que las rocas inferiores poseen
un tamaño mayor que las superiores y se piensa que fueron utilizadas como
cuñas de sostenimiento. Por la ubicación contextual pertenecen al periodo
Preclásico Tardío. Al unir esta parte inferior con la base de la estela quebrada,
coinciden perfectamente.
Escultura ‘cabeza de jaguar’. Presenta cejas estilizadas, arremolinadas, cresta
sagital, etc., a pesar de poseer una amplia difusión este tipo de escultura los
ejemplares se desconocen su posición in situ y el contexto arqueológico
(información proporcionada por arqlgo. Paredes). Se propone que dicha escultura
fue colocada como ofrenda, el problema como él mismo dice, es poder establecer
el periodo de creación de la escultura (Fig. 19 acercamiento y Foto 09).
Altar. Al extender la excavación hacia el lado sur para confirmar la existencia de
otro monumento, éste apareció in situ midiendo 1.8m de largo, 1.2m de ancho y
0.5m de grosor; no posee ninguna decoración, solamente se observa una leve
depresión cóncava en el centro (Fig. 19 y Foto 10). De igual forma, al nuevo
monumento se le colocaron rocas irregulares por debajo, que oscilan entre 0.2m
y 0.6m de diámetro, donde se incluyó un metate. La distancia entre el altar y la
estela lisa es de 1m aprox. Por la ubicación contextual pertenecen al periodo
Preclásico Tardío (Figs.18 y 19 Altar-estela lisa ubicado al lado sur de la
estructura).
47
3.2.4. Trincheras de la ES-5.CB.
Dada las investigaciones realizadas dentro de este proyecto, se hará un apartado especial
sobre las investigaciones llevadas a cabo en las áreas denominadas Trinchera NE-1 y la
Trinchera NE-2 que miden 1.0m de largo, 1.0 m de ancho y 1.0m de profundidad, acá es
donde se establecieron la caja de lluvia y la capa de filtración de agua.
En las trincheras elaboradas, se confirmó la presencia de capa de ceniza blanca, la cual
parece corresponder a la erupción del Volcán de Ilopango. El nivel más profundo
excavado es de 2.5m de profundidad desde el nivel superficial, en que se observaron
varias piedras irregulares que miden entre 0.3m y 0.6m de tamaño así como el caso de
Trincheras EO y NS (Fig.20). Las cuales se detallan a continuación:
Trinchera NE-1. Midió 5.0 m de largo, 2.0 m de ancho y 2.0m de
profundidad. Se encontraron dos cavidades. Estas dos cavidades penetran en
la ceniza volcánica de Ilopango, por lo que dichas cavidades se sugieren
corresponder al período Clásico Temprano. Dicha ceniza fue observada
también en la Trinchera-4N9, la cual cubre la Rampa para la gran plataforma
artificial. En el fondo de ambas cavidades se observa ampliamente la tierra
quemada.
9 En el Informe Final de Ichikawa, en la pág.137 se realiza una nota de estudio titulada “Distribución de la ceniza blanca en el área de Casa Blanca”
48
La cantidad de material arqueológico es relativamente poco, pero se registró
material del período Clásico; pero es mayor la presencia del período
Preclásico Tardío, es posible que se mezclen los materiales preclásicos en
dichas cavidades, por ello se infiere que se realizó intencionadamente una
serie de acciones consistentes en cavar, hacer fuego y devolver la tierra
misma. Los pocos datos obtenidos dificulta la interpretación de su función.
Trinchera NE-2. Se observa una capa de ceniza volcánica color blanco, a
0.5m desde el nivel superficial. A pesar de que bajo dicha ceniza se observó
el barro quemado, no se lo observó extensamente.
3.2.5. Investigaciones sobre entierros.
Se registraron tres entierros ubicados en el basamento este del lado sur de la Estructura
5, aproximadamente a unos 10m de distancia del mismo. No se registraron entierros
frente a la escalinata ni a lo largo del complejo Estela-Altar. Los huesos recuperados se
encuentran en pésimo estado de conservación, por lo que lastimosamente no se
describirán las características óseas. El informe de Ichikawa (2007) detalla la
observación obtenida durante la excavación, ofrendas asociadas y trata de comparar los
entierros encontrados alrededor de la Estructura-5.
49
Entierro 1. Se encontró en la Trinchera este-oeste La forma de la fosa es oval y
mide 1.74m de largo, 0.72m de ancho, unos 0.25m de profundidad. y es de color
café amarillento. Se trata de un entierro primario, en posición extendido decúbito
ventral, colocado con la cabeza hacia el sur. El estado de los huesos está mal
conservado. La parte superior del cuerpo no existe, a excepción de una parte de
la cabeza y brazo izquierdo. El brazo izquierdo parece encontrarse doblado a lo
largo de su pecho como si fuera la postura de oración. La parte inferior se
encuentra relativamente bien conservado. La estatura del individuo in situ sería
aproximadamente 1.50m y no se identifica la edad ni el sexo, aunque hace falta
análisis óseo. Se colocaron ofrendas, las cuales son dos vasijas burdas sobre el
individuo, dos artefactos de piedra por la pelvis que está mal conservada y cinco
orejeras por su mano izquierda. También fueron encontrados seis navajas
prismáticas, dos navajas y lascas. Es muy posible que pertenezca al período
Posclásico, según las ofrendas (cerámica del complejo Matzín y lítica tallada) y
la estratigrafía.
Entierro 2. Ubicado en el Estrato II de la Trinchera-EO, aproximadamente a 12m
al lado este del Entierro 1. No se observó la fosa. Se encontraron dos vasijas
burdas, colocadas labio con labio. En el interior de uno de ellas aparecieron
pequeños huesos y dientes de animal, aún no se identifica la especie de animal
debido a mala conservación. Se encontró un fragmento de navaja prismática de
obsidiana. Es un entierro secundario. Pertenece al período Posclásico, según las
características de vasijas del complejo Matzín y la estratigrafía.
50
Entierro 3. Se registraron piedras concentradas a los 0.40m al lado este del
Entierro 2. Bajo las piedras se encontraron huesos mal conservados, los cuales
corresponden a fémur, peroné o tibia. Aunque no se encontró la parte superior de
la osamenta, se trata de un entierro primario en posición sedente, el cuerpo se
halla orientando hacia el norte, según el estado de los huesos in situ. La fosa
parece tener forma cilíndrica, aunque una parte no se detectó debido a que fue
destruido durante el proceso de excavación. La dimensión mide 0.65m de ancho,
0.80m de profundidad. El interior de la fosa fue rellenado por unas piedras
irregulares que miden entre 0.10m y 0.30m. Casi no contiene material
arqueológico. Penetra a la capa de ceniza volcánica de Ilopango. Ichikawa
menciona éste entierro se asemeja a los Entierros 5, 6 y 7 encontrados en la
investigación del año 1998 por la Universidad de Estudios Extranjeros de Kyoto,
se asume que pertenecerá al período Posclásico.
Entierro 4. Fue encontrado en la zanja entre la Trinchera NE-1 y NE-2. La fosa
penetra al estrato de color café amarillento y el de ceniza volcánica de Ilopango.
La fosa fue cortada durante el proceso de excavación. Los huesos encontrados se
hallan en pésimo estado de conservación por lo que no fue posible identificar a
qué parte corresponde. Se trata de un entierro secundario y pertenecería al
período Posclásico, según la observación durante la excavación y el estrato en
que se encontró.
51
Una vez establecidos los antecedentes de investigación arqueológica llevados a cabo en
los diferentes sitios o grupos que comprenden la zona de Chalchuapa, en el sitio
arqueológico Casa Blanca y directamente en la Estructura 5, se pasará a detallar
información acerca del objeto de estudio; la obsidiana. Este nuevo apartado pretende
desarrollar la información referente a este bien cultural, en los aspectos geológicos para
conocer científicamente de que recurso natural se esta hablando, pero sobre todo de los
aspectos culturales que posee dicha materia prima, y además se desarrollará la obsidiana
analizada en la Estructura 5 y el depósito de obsidiana. Esto con el propósito de mostrar
todo el universo de estudio.
52
4. Obsidiana en Mesoamérica.
El estudio de los artefactos líticos utilizados como herramientas, ha proporcionado
información sobre el desarrollo tecnológico, social y cultural de la humanidad, y mejor
aún si a estos instrumentos se les estudia dentro de un contexto arqueológico. Este
producto natural convertido en utensilio humano, es uno de los artefactos culturales hoy
en día más estudiados y, que proporcionan a la arqueología, nuevos enfoques sociales,
económicos, políticos y otros, esto debido a la información que se puede obtener. Para
profundizar en este estudio, antes hay que conocer el origen natural de este bien cultural.
4.1. Obsidiana como elemento geológico
Las rocas están constituidas por asociación de minerales con estructuras cristalinas bien
definidas; sin embargo, existen rocas cuyos componentes mineralógicos no contienen
ninguna forma cristalina, denominándose mineraloides. La obsidiana y rocas afines
están consideradas dentro de este último grupo; es decir, se formaron por el rápido
enfriamiento violento de lava, en la que los distintos elementos no tuvieron las
condiciones necesarias para agruparse en estructuras interatómicas definidas y formar
cristales, debido a la rápida disminución de la temperatura y al régimen de difusión, y
como consecuencia del descenso en la velocidad de la cristalización (Ortega 1989:13).
53
En general, la obsidiana constituye la parte superior de los flujos o derrames volcánicos
de riolita, es decir, que la costra vítrea de enfriamiento alrededor de las lavas, se
caracteriza por tener un alto contenido de sílice y por su alta viscosidad.
Los derrames tienen principalmente formas de domos, con un espesor que va de los 50 a
los 500 metros con un promedio general de 100 m; el espesor promedio de la capa de
enfriamiento (la obsidiana) es de 10 m en la parte superior y menor en la base. Existe
otro tipo de yacimientos de obsidiana formado para el depósito de cenizas y gases
volcánicos incandescentes que se ubican alrededor de la fuente de emanación. Al
depositarse, forman un compuesto viscoso con temperaturas altas, lo que permite su
consolidación y la eliminación de los vacíos. Dentro de los componentes de la obsidiana
se presentan proporciones variables de cuarzo, ferromagnesianos y feldespatos, óxidos
de hierro y otros minerales, que pueden aparecer de forma accesoria10.
En base a pruebas petrográficas11 realizadas por Ortega (1989:13), procedentes de
yacimientos en México y Guatemala, se obtienen las siguientes descripciones: El lustre
es vítreo, el tipo de fractura es concoidea-subconcoidea, el nivel de dureza es 51/2 en la
Escala de Mohs, el color es variado entre negro, verde y rojo; los primeros se deben a la
presencia abundante de cristalinos, los segundos a innumerables microvesículas y los
últimos a óxidos de fierro presentes en la matriz vítrea (Ibid.:13) pero es de hacer notar
que existen una diversidad de tonalidades debido a la presencia variable de cristales,
microvesículas y óxidos de fierro. 10 http://icodelosvinos.iespana.es/icodelosvinos/index.htm (Vulcanología Canaria) 11 Petrografía: Estudio de las rocas. Pequeño Larrousse Ilustrado, México, 1986. / Estudio de las microtexturas y estructuras, la composición mineralógica y química de los minerales por medio de las propiedades ópticas de los mismos. (Ibid:13)
54
Ortega concluye que:
En base a los análisis petrográficos, se observó que a medida que la
devitrificación se intensifica la obsidiana se convierte en más quebradiza y por
consiguiente menos útil como materia prima para la manufactura de lítica.
Como sucede por ejemplo, con el yacimiento de San Cayetano Ixtepeque en El
Salvador.
Los yacimientos de obsidiana se presentan en cúmulos-domos, y la zona
intermedia es la que presenta las mejores características para ser utilizada en la
manufactura de artefactos, como el caso del yacimiento del Cerro de las
Navajas, Hidalgo, México.
4.2. Obsidiana como Bien Cultural
Ortega cuando habla de los vidrios volcánicos naturales, lo resume muy bien cuando
menciona que una utilidad es como indicador de rutas de comercio en los periodos
prehistóricos (Ibid.:13). De igual forma, el MSc. Edgar Carpio, arqueólogo guatemalteco
especialista en obsidiana, habla de la obsidiana de forma más cultural y menciona que
estos bienes circulaban desde el Preclásico Temprano hasta el Posclásico Tardío en toda
la región. Pero su mayor explotación es notable durante el Clásico Temprano, varios
investigadores coinciden con esta idea. Así se habla de yacimientos y sitios
arqueológicos vinculados en extracción, distribución y comercialización de obsidiana.
55
Entre los yacimientos de mayor consumo para el área Maya, dice Carpio, fueron El
Chayal, San Martín Jilotepeque, Ixtepeque, e incluso fuentes extra-locales como el caso
de la obsidiana verde de Pachuca. En estos yacimientos es posible apreciar elementos de
análisis como conocer bien el recurso natural y saber explotarlo; producirlo,
comercializar, distribuirlo y consumirlo, indudablemente que se trata de elementos
económicos. De igual forma, se puede hablar de la preparación técnica, los lugares de
producción y la producción misma reflejada en la tecnología aplicada. El comercio
estuvo dictaminado por el intercambio en periodos desde el Formativo como en el
Clásico, observable en obsidianas procedentes de fuentes muy lejanas en relación de
donde fueron encontradas, un ejemplo son las cinco puntas de proyectil de obsidiana
verde documentadas por el MSc. Roberto Gallardo en la Finca Arizona en el
Departamento de Santa Ana (Ohi 2000:124); esto implica rutas terrestres, fluviales y/o
marítimas diseñadas, controladas entre zonas tan diversas como la Costa Sur,
Altiplanicie y Tierras Bajas y Altas en Guatemala, además del Altiplano Mexicano
(Carpio 1993:270-271).
Carpio de igual forma, expone varios tópicos como los yacimientos y las redes de
intercambio. Pero también hay que considerar aspectos tecnológicos, como la percusión,
retoque; así como las partes esenciales y los tipos en que se estudia la obsidiana, por
ejemplo el núcleo, las navajas, puntas, lascas, destrozos y otros. Sobre los yacimientos,
ya Carpio mencionó algunos de los importantes y conocidos para el área de Guatemala y
México.
56
Pero la explotación prehispánica de los principales yacimientos de obsidiana tuvo lugar
durante miles de años y las secuencias de minas asociadas, talleres y sitios de habitación
son tan complejas que sólo se pueden investigar mediante programas intensivos del
patrón de asentamiento y de excavación (Cobean 2002:34).
Estos yacimientos, fuentes o afloramientos se ubican en diferentes partes del mundo,
pero para el área de Mesoamérica se tiene en México las fuentes de Pachuca, Zaragoza,
Cerro Las Minas, entre algunas12; para Guatemala están San Martín Jilotepeque, El
Chayal, Ixtepeque; para El Salvador se ubican Laguna de Coatepeque, San Cayetano
Ixtepeque; para Honduras se conocen La Esperanza y Güinope; es de aclarar que no son
los únicos yacimientos para cada uno de los países, las investigaciones sobre éstos aún
continúan. Pero estos yacimientos conocidos se extienden por kilómetros y los lugares
por donde se explanen poseen otros nombres, como por ejemplo la fuente de El Chayal
se extiende alrededor de 100km2 y contiene por lo menos siete farallones, entre ellos La
Joya. El yacimiento San Martín Jilotepeque posee cerca de 60km2 con cinco farallones y
uno de ellos esta en el pueblo de Pachay. El otro es La Esperanza, en Honduras posee
cinco farallones entre ellos está el Cerro El Cedral y Los Hoyos (Sorensen et. al.,
1984:33-36; Cobean Op. cit.:34). Sin embargo, Cobean sostiene que algunos colegas
definen yacimientos como si se tratara de minas y talleres que se hallan aislados de todo
contextos geológicos o su papel en los sistemas de asentamiento precolombino (Cobean
Op. cit.:34).
12 Para una mejor conocimiento de la zona mexicana sobre yacimientos consúltese a Cobean 2002: “Un mundo de obsidiana: Minería y comercio de un vidrio volcánico en el México antiguo.
57
El mejor registro se llevó a cabo, gracias al Programa de Análisis Nuclear del Research
Reactor Facility de la Universidad de Missouri que inició en 1979 con los fondos de la
National Science Foundation. Este programa tenía como objetivo a largo plazo realizar
investigaciones sobre los yacimientos de obsidiana en Mesoamérica, en dicho programa
participaron miembros del INAH (Vogt. et al., 1989:34), determinando los siguientes
yacimientos en México, Guatemala y Honduras (Fig.21).
1. Magdalena, Jalisco. 2. Teuchtitlán, Jalisco. 3. Tequila, Jalisco. 4. Pénjamo, Guanajuato 5. Zinapécuaro, Michoacán. 6. Ucareo, Michoacán. 7. El Paraíso, Querétaro. 8. Fuentezuelas, Querétaro. 9. Cadereyta de Montes, Querétaro. 10. Zacualtipan, Hidalgo. 11. Sierra de Pachuca, Hidalgo. 12. El Chapulín, Hidalgo. 13. El Pizarrín, Hidalgo. 14. Tepalzingo, Hidalgo. 15. Rancho Tenango, Hidalgo. 16. Totolapa, Hidalgo. 17. Cerro del Ixtete, Hidalgo. 18. Santa Elena, Hidalgo.
19. El Encinal, Hidalgo. 20. Malpaís, Hidalgo. 21. Otumba, Ed. De México. 22. Tres Cabezas (Paredón), Puebla. 23. Oyameles, Puebla. 24. Zaragoza, Puebla. 25. Guadalupe Victoria, Puebla. 26. Pico de Orizaba, Veracruz. 27. Altotonga, Veracruz. 28. San Lorenzo, Guatemala. 29. Palo Gordo, Guatemala. 30. Aldea Chatalún, Guatemala. 31. San Bartolomé Milpas Altas, Gt. 32. El Chayal, Guatemala. 33. Jalapa, Guatemala. 34. Media Cuesta (Lago Ayarza), Gt. 35. Volcán Ixtepeque, Guatemala. 36. Lago Yajoa, Honduras
Acá se retoman las ideas que plantean Schiffer, Bate, Calleja y Aguilar, pero aplicadas
no solo a los yacimientos o artefactos aislados sino a los conjuntos de artefactos, a los
macro contextos arqueológicos, que se pueden definir a los yacimientos, fuentes o
afloramientos de obsidiana.
58
Es decir, Schiffer y Bate plantean no olvidar el contexto en que se hallan inmersos los
artefactos, en este caso, los yacimientos se hallan envueltos en contextos geológicos y
humanos que al igual que los artefactos van ayudar a “contestar preguntas sobre la
conducta humana pretérita” (Schiffer, 1991:32). De igual forma, Calleja y Aguilar
mencionaban que “es precisamente el entendimiento de los procesos de formación y
modificación de los contextos arqueológico [como se crea la] reconstrucción del
momento histórico” (1990:179).
Entre las investigaciones acerca de yacimientos, se encuentra el trabajo de Hurtado de
Mendoza (1977), quien aporta información sobre yacimientos en el Valle de Guatemala;
pero algunos de estos yacimientos fueron puntos de partida en las rutas de intercambio.
De igual forma, se podría citar el trabajo realizado por Nelson y Clark (1998), quienes
exponen este argumento en la ponencia Producción e intercambio de obsidiana en el
este de Mesoamérica, dentro del III Coloquio Pedro Bosch-Gimpera13. Documento
donde desarrollan dichas temáticas, y lo hacen desde cada uno de los periodos culturales
existentes para Mesoamérica (Arcaico, Preclásico, Clásico y Posclásico); en El Salvador,
Payson Sheets realizó junto a su equipo, una gran investigación en el valle de Zapotitán;
Sharer y Demarest la realizaron en Chalchuapa así como la región sur occidental de El
Salvador, sus estudios determinaron la procedencia de la obsidiana utilizada.
13 Rutas de Intercambio en Mesoamérica. Publicación a cargo del Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México, editora Evelyn Childs Rattray 1998.
59
El análisis de los artefactos de obsidiana, tanto su estudio macroscópico como
microscópico se estableció para los sitios de Chalchuapa y los sitios del valle de
Zapotitán (El Cambio, Joya de Cerén y San Andrés), además de otros sitios como
Cihuatán y Quelepa.
Los resultados fueron similares a las investigaciones llevadas ca cabo en sitios de
Honduras: casi toda la obsidiana provenía de la fuente de Ixtepeque, solo algunas
muestras de obsidiana provenían de El Chayal, de San Martín Jilotepeque y un mínimo
de procedencia mexicana. En otros estudios macroscópicos se logro determinar que para
el periodo Clásico la obsidiana de Ixtepeque estuvo muy presente, para el Posclásico
Tardío su utilización aumentaría al doble (Braswell, et. al., 1994). Esto nos esta
indicando que en el Posclásico Temprano comenzaba a crecer su importancia como
yacimiento de explotación.
El Dr. Sheets, expone de manera general este punto, cuando dice que:
“Las fuentes de obsidiana fueron ubicadas desde épocas muy tempranas y
probablemente el acceso a éstas era directo, las sociedades próximas se
abastecían de esta materia según sus necesidades sin realizar intercambios”
(Sheets: 1983).
60
También él considera que la fuente Ixtepeque, fue la fuente primaria para toda la región
oriental de Guatemala, el oeste de Honduras y El Salvador en todos lo periodos
culturales, pero no la exclusiva. Alrededor de esta fuente muchas culturas emergieron,
llegando a un nivel de especialización y a un sistema complejo de economía. Ese
resultado podría validarse con los resultados de la activación de neutrón practicados a la
obsidiana, los cuales indicaron modelos complejos de relaciones de distribución dentro
de las regiones montañosas del sudeste mesoamericano. Se pueden entonces caracterizar
redes interrelacionadas de los sitios [arqueológicos] dentro de esta área cultural; incluso
un sitio pequeño aislado como Santa Leticia (Sheets: 1983)
Sin embargo, existen algunas características reconocibles de la obsidiana proveniente de
diferentes yacimientos, determinadas por medio de estudios macroscópicos, que son:
• La obsidiana de Ixtepeque es de color café a gris con bandeamientos grises, con
textura lisa, es brillante y es altamente translucida (Carpio, 1998: 4) Su textura es
muy lisa y fina, es a veces espumosa.
• La obsidiana de El Chayal se caracteriza por su color negro, gris, rojizo y café, la
mezcla de estos colores y con diferente grado de transparencia. Es de textura lisa
y fina.
• La fuente de San Martín Jilotepeque proporciona obsidiana de color negro
oscuro, opaco casi sin brillo, algunas veces con bandeamientos y combinaciones
de marrón y rojizo. De textura granulosa, con la superficie espumosa.
61
• La obsidiana de La Esperanza es de color negro claro a gris, muy transparente, se
puede presentar en gris-marrón opaco. Es granulosa y muy irregular. Su
superficie es muy espumosa.
• La fuente Güinope proporciona una obsidiana principalmente negra, más oscura
que la de otras fuentes. Pero se pueden hallar de color gris-marrón y gris
brillante, pero no es tan transparente con la de Ixtepeque. Conserva una textura
lisa, es poco espumosa (Aoyama, 1991)
• Los yacimientos de la obsidiana centroamericana se caracterizan por su color
negro-gris y en diferentes tonalidades. Mientras que la obsidiana de los
yacimientos mexicanos son más bien de color verde en sus diversas tonalidades.
Se tiene claro que este recurso natural una vez extraído de sus yacimientos, era
transportado a diversas partes de la región, y adonde era trasladado, ahí iniciaba sus
diversos procesos (producción, transformación) por parte de especialistas o
sencillamente por la capacidad de fabricación de artefactos líticos domésticos por parte
de un ser humano. Jover (1999:57), reafirma que un recurso natural tomado de la
naturaleza y modificado, automáticamente se convierte en materia prima.
Pero este proceso de transformación no es simple, sino que es un largo proceso que
inicia desde la obtención del recurso natural en el mismo yacimiento, pasando por los
diversos de procesos y medios de trabajo.
62
Este último investigador, desarrolla diferentes procesos globales de producción y
menciona que:
“las secuencias de manufactura lítica no pueden ser consideradas como
eslabones de una cadena, como procesos cerrados y unilineales, sino más bien
todo lo contrario, como secuencias abiertas, múltiples y dinámicas que en
principio tiene una lógica temporal, un orden lógico de elaboración” (Ibid.:60).
Por ello, es necesario conocer los diversos procesos de producción y transformación que
este bien cultural sufre, para poder convertirse en un producto con valor de uso, aspectos
a desarrollar en el siguiente capitulo. De igual forma, es preciso conocer sobre el origen
de extracción y las rutas de intercambio que permitieron que este producto lítico se
ubicara y se registrara en un contexto específico en un sitio arqueológico.
4.1. Obsidiana en el Estructura 5 del sitio Casa Blanca
Sharer analiza 48,782 artefactos de obsidiana recolectados de las cinco temporadas
procedentes de toda la zona arqueológica de Chalchuapa. En este análisis se determinan
17 tipologías líticas. Acá se expone íntegramente la Tabla 7 donde se muestran el
resultado del análisis de la obsidiana. El resultado de cada tipo se halla desglosado en
The Prehistory Tomo II Capitulo II ‘The chipped stone industry’, pp. 8-26.
63
Temporadas Tipos de artefactos 1954 1967 1968 1969 1970 Totales por tipo
Sin clasificar 24,656 665 25,321“Desechos” 9,389 1,187 160 10,736Lascas utilizadas 72 6 78Navajas largas 296 14 310Navajas prismáticas 1 588 58 10,605 530 11,782Núcleos poliédricos 6 11 3 110 5 135Núcleos de lascas 5 5Puntos hechos por navajas prismáticas 36 3 39“Lascas unifaciales” 177 12 189Destrozos 1 1 2“Raspadores” 2 1 3Distales de navajas largas 2 2Puntas retocadas de navajas largas 9 9Destrozos generales 47 47Destrozos de cúpula 10 10Destrozos discoidales 15 15“Astilla columnar” 13 13“Destrozos finales de los segmentos golpeados” 8 8
Perforadores 1 1Otros destrozos 2 2Bifaciales retocados 1 59 15 75Total 9,396 1,963 234 35,949 1,240 48,782
Table 7 Frequencies of Artifacts by Type and by Field Season (Sharer 1978:85)
La tabla demuestra y Sharer lo informa, la categoría de sin clasificar presenta un alto
porcentaje (52%) en relación a los otros tipos. De igual forma, no se realizaron estudios
detallados a toda la muestra sino que solamente se realizaron análisis en una selección
de muestras. El análisis categórico se basó en el procedimiento de uso de las diferentes
muestras. Sharer también informa que en el sitio arqueológico Bustamente, localizado a
cuatro kilómetros al sureste de Casa Blanca, se fabricaban navajas largas y navajas
prismáticas, a partir de núcleos de obsidiana que presentaban córtex, dicha actividad se
llevó a cabo durante el periodo Preclásico Tardío (1978:8).
64
Pero en el sitio arqueológico Casa Blanca en la Estructura 5 al lado sur, Sharer en 1969,
registró una concentración de desechos, que fue designada como CB4-1.12 (ver Fig.06),
que se ubicó en la calle de la C3-6; pero no realizó ningún análisis. Esta concentración
presentó una extensión superficial de 1.50m de diámetro (1978:8); características
similares presentadas en la gran cantidad de lascas de obsidiana y desechos de
fabricación, registrados y encontrados por Ohi, en lado este de la escalinata del
Estructura 5, mismo espacio donde se presentan restos posibles de talleres o casas (Ohi:
69; 100) y que Ichikawa registra en el último proyecto en Casa Blanca en el año 2006.
Dentro de la Memoria (Ohi 2000) se analizan los artefactos líticos de toda el área del
sitio Casa Blanca, sin embargo, pocos artefactos líticos fueron hallados in situ, la
mayoría proceden de capas de tierra revueltas. De los artefactos de su sitio en su
mayoría tienen como procedencia los entierros, por ejemplo, las obsidianas que
proceden de los Entierros 6 y 7 (Ver CapI. Sección 3.1.4.) También se recolectaron 9
puntas de flecha de obsidiana en la tierra café del área de la Rampa, las cuales se pueden
colocar en el periodo Posclásico por la asociación con un cascabel de cobre (industria
metalúrgica prehispánica) y fragmentos de pipa de barro que son objetos diagnósticos
del mismo periodo, todos estos aspectos ya fueron explicados y desarrollados en la
Sección 3 del Capitulo I (Ibid.: 100).
65
Además Ohi reporta, en el Capitulo 6 de la Memoria, la cantidad de 113 piezas de
artefactos líticos de la clase tallada, (los cuales se asumen dentro del texto que proceden
de la concentración) de los cuales solamente dos corresponden a pedernal y el resto son
obsidianas; dichos artefactos se agrupan en puntas, cuchillos de lascas, raspadores,
navajas y núcleos de desechos de talla, sin contar los fragmentos de difícil clasificación
(Ibid.:100)
La clasificación de puntas, se detalla a continuación:
a) Puntas de flecha hechas de navajas prismáticas, de las cuales se totalizan 30
puntas de flecha que todas son navajas retocadas; 2 de éstas tienen tres muescas
–dos laterales y una basal; 4 puntas de flechas presentan dos muescas laterales;
10 con muescas basal; 14 sin muescas.
De las 30 ejemplares, 9 puntas de flecha proceden de la tierra café de la Rampa,
20 muestras de puntas están asociadas al entierro 6 y una punta fue recolectada
en superficie.
Dado el tipo de puntas de flechas retocadas, reportadas en diversos sitios
arqueológicos de Centroamérica y el Altiplano de México, se ubican
temporalmente en el periodo Posclásico (Ibid.: 101).
b) Puntas con espigas que totalizan 8 puntas de las cuales 6 son de obsidiana y 2 de
pedernal. Todas son bifaciales, 6 con muescas esquinadas según la forma de la
espiga, 1 con muesca lateral y 1 fragmento (Ibid.: 102).
66
c) Puntas sin espiga, se totalizan 11 puntas de las cuales 5 puntas bifaciales, que se
clasifican con bordes convexos que se unen a la base adoptando una forma de
hoja de laurel; 1 punta gruesa y en proceso de elaboración; 2 puntas con bordes
ligeramente convexos y base redondeada (1 ejemplar) o convexa (1 ejemplar); 1
ejemplar con bordes ligeramente convexos y base recta; 4 ejemplares de
fragmentos de bordes convexos y bases con variaciones de recta a convexa
(Ibid.: 103).
d) Cuchillos de lascas, se trata de 2 cuchillos con retoque bimarginal en la parte
inferior, fueron la ofrenda del Entierro 7 (periodo Posclásico) encontrado en el
lado sur de la ES-5. existe un ejemplar parecido, procedente del sitio
arqueológico El Trapiche presentado por Fowler, en la publicación ‘Antiguas
civilizaciones’ del Banco Agrícola Comercial (1995:72).
e) Raspadores14, se contabilizaron 22 artefactos todos son de obsidiana, poseen la
caracterización de poseer el filo con un ángulo obtuso y son gruesos; en planta
poseen la forma de convexa, recta o discoidal.
14 Estos artefactos se obtienen como producto del retoque de la industria de las lascas; más adelante se desarrollará este punto.
67
4.3.1. Depósito de obsidiana registrado lado sur de la estructura 5.
Como ya se ha mencionado, se intervino la Estructura 5 como parte del ‘Proyecto de
Reparación de Drenaje’. Se registró una estela lisa, piedras como cuñas para sostener
dicha estela, un altar y la concentración de obsidiana. Esta investigación se concentra en
este depósito, el cual comprende un área limitada de 2.5m2 (Ichikawa, 2007). Los
elementos culturales descritos los analiza el Arqlogo. Ichikawa en su Informe Final, que
acá ya fueron brevemente descritos. Las investigaciones muestran que dentro de las
capas III, IV y V del corte estratigráfico, se encuentran obsidianas, siendo la capa IV
donde se concentra la mayor cantidad de obsidiana, que de igual forma corresponden a
las dos últimas fases constructivas (5b y 5a) de dicha estructura (Ver Figs. 17 y 18).
Sobre este punto y partiendo de la ubicación estratigráfica que ocupa el depósito de
obsidiana, Ichikawa dice:
“La gran cantidad de obsidiana se registró desde el estrato III excavado del
estrato V. [Este] nivel esta más o menos a 0.5m más arriba que el piso de la
Estructura 5a o 5b. Considerando que dicha estructura fue abandonada en el
período Clásico Tardío, [por consiguiente, este depósito de obsidiana] había
pasado ya algún tiempo, desde el abandono de la Estructura 5. Por tal razón,
podría presumir que dicha actividad pertenece al período Posclásico Temprano”
(2007)
68
Es notable que la mayor parte del contenido del depósito de obsidiana esta compuesta
por diversas lascas y desechos, más adelante desarrollados. No obstante, se observa poca
cantidad de fragmentos de navajas prismáticas, puntas de flecha bifacial; lo cual no son
artefactos completos sino más bien se hallan fragmentados. Ichikawa informa que el
sitio arqueológico La Cuchilla, ubicado al sur del sitio Casa Blanca, registró entierros
con altas concentraciones de obsidiana, sin embargo estos contextos funerarios se ubican
en el periodo Preclásico Tardío y otros en el Clásico Tardío. Recuérdese que Sharer ya
informó del sitio Bustamente, donde se fabricaban navajas largas y navajas prismáticas
durante el periodo Preclásico Tardío.
“Por tal razón, la zona de Chalchuapa parece haber tenido tradición cultural, en
donde se tapaban los entierros con una enorme cantidad de obsidiana, hacia el
período Preclásico Tardío hasta Clásico Tardío, aunque esa hipótesis cuenta
con pocos datos arqueológicos” (Ichikawa, 2007)
Debido a la alta cantidad de obsidianas fragmentadas dentro del depósito lítico, éstas
fueron recogidas de la manera siguiente: En el estrato-III desde el lado oeste en que
comenzó a encontrarse las obsidianas, se recolectó cada metro a todo lo largo del
depósito, es decir de 0-1m, 1-2m y así hasta concluir con 4-5m.
69
Además de ir recolectando por metro, se realizó la recolección cada 10cm de
profundidad, iniciando de 0-10cm, 10-20cm. Es decir, en el primero metro se
recolectaron 2 bolsas, cada una contiendo 10cm de artefactos líticos. En el estrato-IV, el
cual posee más cantidad de obsidiana, se recogió de igual forma (por metro y cada
10cm) sin embargo, la recolección a profundidad se extendió de 20-30cm y más de
30cm (Fig.22).
70
Recapitulación.
En este capitulo se ha tratado de expresar de la manera más sumaria, las investigaciones
existentes que se han desarrollado en la zona arqueológica de Chalchuapa, por cada uno
de los investigadores y las instituciones arriba mencionadas; estos antecedentes se han
desarrollado en diversos aspectos de investigación: cerámica, arquitectura, escultura y
entierros, elementos culturales que han permitido y permitirán conocer mejor el contexto
histórico y arqueológico de Chalchuapa, del sitio arqueológico Casa Blanca y, en
especial de la Estructura 5. Al final de este capítulo se aborda, un apartado sobre la
obsidiana vista como elemento geológico, luego desde la perspectiva como elemento
cultural, para finalmente abordar los aspectos relacionados con la obsidiana de la
Estructura 5 y en especial sobre el depósito de obsidiana. En el capítulo III de esta tesis,
se desarrollará el análisis llevado a cabo a los materiales líticos registrados en el
depósito.
Una vez mostrados los antecedentes, se expondrá el marco teórico que sustentará la
investigación. Este marco teórico expone todas las categorías de análisis que se
utilizarán para la construcción del pasado, objetivo que los arqueólogos sociales
pretendemos a partir de los restos materiales dejados por los antiguos grupos humanos.
71
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
1. Principios ontológicos.
Esta tesis se basa en los conceptos operativos que la arqueología social, como postura
teórica-metodológica, plantea; además parte de premisas expuestas por la dialéctica
materialista como núcleo teórico del materialismo histórico. Por tanto, sabiendo que se
trata de una disciplina de la ciencia social que provee información que permite acceder
al conocimiento de los procesos sociohistóricos y que trata de fenómenos objetivos,
espaciales y temporales coexistentes con el investigador, entonces se deducen procesos
pasados a partir de los datos actuales.
Pero para llegar a estos procesos inferenciales, primero se debe evaluar la información
existente para luego comenzar a inferir los fenómenos sociales que se estaban
produciendo bajo los conceptos culturales propios de la misma sociedad y finalmente, se
debe inferir la estructura y las causas fundamentales de esa sociedad. Lógicamente para
llegar a esos procesos se debe resolver primero tres problemas de tipo ontológico
necesarios que explican los procesos sociales, los datos arqueológicos y la información
empírica. Es acá donde se inicia la investigación.
72
El primer aspecto a considerar es el posicionamiento teórico el cual ya fue definido,
dentro de éste podemos decir que, desde esa posición materialista es necesario formular
conceptos, categorías y leyes. Dentro de las categorías, como formulaciones lógicas que
expresan el conocimiento de la realidad que nos rodea, que se refieren a la sociedad
concreta; se deben tener en cuenta tres, estas son: formación económico-social, modo de
vida y cultura (Bate 1998:55).
Este sistema de categorías lo expone Vargas, cuando menciona que se usan para que se
entiendan las causas de cómo la sociedad se desarrolla, se transforma y cambia, como se
mueve. Cada una de ellas, explica un proceso que no posee rigidez, y además, como lo
dicta la dialéctica materialista, busca descubrir las contradicciones (1984:156). Estas
categorías se definen así:
Formación económico-social. Es la relación vinculante entre los modelos de
relaciones de producción y las relaciones sociales de producción. Es decir, el
modo de producción es como cada sociedad satisface sus necesidades por medio
de la generación de bienes materiales; y las relaciones sociales son aquellas que
establecen entre los hombres cuando se genera una actividad conjunta, ya sea
práctica o espiritual. Las relaciones de producción determinan el carácter de las
relaciones sociales.
73
Modo de vida. Es aquel que esta constituido por las actividades habituales que
caracterizan a un grupo humano y que forman la base de su existencia. En
relación con la categoría anterior, las relaciones de producción definen a los
individuos y las sociales permiten conservar esas formas. Este modo de vida es
cambiante y genera nuevos modos de vida presentes en comunidades específicas,
una población.
Cultura. Es la expresión específica de una formación social, es decir, es la forma
más real de expresar las formas de producción material como relaciones sociales
e ideológicas. Es necesario tener en cuenta que esa expresión es particular para
cada sociedad y es lo que la distingue de las otras (Molina, 1984:147).
Solamente hay que agregar aspectos importantes en la categoría de formación
económico-social, y es que se refiere al sistema de relaciones generales y fundamentales
de la estructura y la causalidad social. Recuérdese que esta categoría es el reflejo de la
base material y las superestructuras como una indisoluble unidad, esto se realiza por
medio de contradicciones que generan el modo de producción que condicionan los tipos
de superestructuras que especifican esa formación económico-social.
74
Resumiendo, de esta categoría se puede decir que comprende el ser social y las
superestructuras. Los primeros son la totalidad de las relaciones materiales y objetivas
establecidas entre los seres humanos por su relación con los medios naturales o con los
producidos socialmente. Esta sociedad se reproduce por medio de la producción
económica y la reproducción biológica, a éstas corresponde las relaciones sociales de
producción y las relaciones filiales respectivamente. Pero no olvidemos que la categoría
de ser social se halla integrada al modo de producción (Bate 1998:57).
Así tenemos que el modo de producción, como se ha dicho se refiere a como cada
sociedad busca los medios para producir bienes materiales que le ayuden a poder
satisfacer sus necesidades. Siendo éstas de diferente orden, por ejemplo satisfacer la
necesidad de comer, vestir, trasladarse, producir. Estas necesidades poseen naturalezas
distintas: naturales y sociales, pero estas propiedades se hallan sujetas al momento que
ocurren (Castillo 2007). En el caso de esta investigación, se puede hablar de la necesidad
de generar un lugar donde depositar los artefactos líticos producidos. Es en este proceso
de producción que se hallan dos elementos inseparables: el proceso de trabajo que da
cuenta de la transformación de la naturaleza que el hombre realiza para convertirla en
objeto útil y las relaciones de producción que dan cuentan de la forma histórica concreta
en la que se realiza el proceso de trabajo. Conceptos desarrollados ampliamente por
diversos materialistas históricos como Harnecker15 (1969: 20-24).
15 Se recomienda Los conceptos elementales del Materialismo Histórico. Ediciones Siglo XXI, México-España.
75
Pero resumamos este proceso, se tiene el proceso de trabajo que es una estructura
formada por tres (3) elementos fundamentales: la fuerza de trabajo, el objeto de trabajo y
los medios de trabajo que establecen entre sí determinadas relaciones. Ahora bien, los
elementos más significativos del proceso de trabajo son los medios de trabajo en sentido
estricto. Ya que ellos determinan el tipo de actividad que deben realizar los individuos
para la fabricación de los productos, determinando de esta manera el tipo de relación que
ese establece entre trabajador y los medios de producción. Es decir, estos tres elementos
es posible identificarlos en esta investigación. Adelantándose a ese desarrollo, se puede
decir que la fuerza de trabajo es la energía utilizada para la fabricación de los artefactos
líticos, siendo éstos los objetos de trabajo, que fue posible concretizarlos a través de un
espacio físico y de herramientas puntuales, siendo éstos los medios de trabajo.
Las relaciones de producción, se conforman esencialmente sobre la base de las
relaciones de propiedad de los agentes de la producción sobre los elementos del proceso
productivo, es decir, se basan en la capacidad real que poseen los sujetos para disponer,
usar o gozar de un bien. Acá intervienen los agentes de producción apropiándose de los
productos (distribución), redistribuyendo los productos requeridos para el consumo
(intercambio) y finalmente consumiéndolos para generar una nueva producción (Bate
1998:60). Desarrolladas todas estas categorías analíticas, se puede conocer y determinar
como se forman, y que factores transforman los contextos arqueológicos.
76
2. Principios metodológicos.
Bate sostiene que la arqueología así como los sitios, los contextos y los materiales, es
posible observarlos realizando los registros respectivos de la totalidad y de cada uno de
ellos; porque son estos los que crean la evidencia de que existieron grupos sociales y que
como arqueólogos nos interesa conocer y explicar. El problema que plantea el autor es
que estas sociedades no es posible observarlas, pero puede aproximarse a ellas a través
de sus restos materiales.
Por ello se propone utilizar la teoría de la historia de los contextos arqueológicos, la cual
conlleva a considerar tres problemas:
1. Como se originan.
2. Qué factores los transforman y de qué manera.
3. Qué características presentan en la observación.
El primer problema, establece un término denominado contexto-momento que no es más
que «el conjunto de artefactos, elementos y condiciones materiales en interacción
dinámica integrada por la actividad humana». De este concepto se puede decir que los
artefactos, elementos y condiciones materiales se resumen en una categoría llamada
componentes, y éstos participan directamente del contexto.
77
La organización espacio-temporal de los componentes, considerando su relación con la
presencia humana, incluyendo el comportamiento mismo de los seres humanos como
principal factor causal del movimiento, es lo que se denomina composición contextual.
Los componentes del contexto, revelan las funcionalidades determinadas tanto por sus
propios atributos o características, como por su posición relativa en la composición
contextual. Es por ello que dentro de los contextos-momentos se pueden distinguir la
forma cultural de las actividades y componentes y, por otra parte, su contenido social,
referido a los tipos de actividades y funcionalidad de los componentes comprendidos.
Esto es lo que se ha denominado como la categoría ‘modo de vida’.
Un contexto-momento puede incluir componentes y acciones en diversas actividades de
manera simultánea o en sucesión, eso implica movimiento dentro del contexto;
movimiento que puede ocurrir momentos después del contexto original o puede suceder
cronológicamente posterior a la creación del contexto original. A esto se suma las
actividades humanas que trasladan espacialmente los artefactos, modificando el contexto
mismo.
También dentro del contexto-momento se desarrollan aspectos importantes, que son la
amplitud (espacio donde se distribuyen los componentes, son los espacios o conjuntos
de espacios en diversas temporalidades que no se generan de manera espontánea sino
que una sociedad es su responsable, esto es por la creación-construcción y utilización de
78
esos espacios usados en sucesión cronológica de manera continua, integrados o
reintegrados a nuevas actividades o abandonados). Otro aspecto es la densidad
(diversidad y frecuencia de actividades inferibles a partir de las propiedades y
distribución espacial de los componentes).
Recuérdese que toda sociedad siempre abandona los espacios que crea y los
componentes creados, cuando esta actividad sucede se dice que el contexto-momento
pasa a ser contexto arqueológico (Bate 1998:105). Es acá donde el segundo problema
arriba planteado (factores que transforman) se hace presente. Bate establece que la teoría
de la historia de los contextos arqueológicos implica considerar de que manera los
procesos naturales o sociales modifican dichos contextos cuya historia se busca inferir
(Ibid.: 112).
Schiffer, retomado por Jover, expone los procesos naturales que pueden afectar a los
contextos arqueológicos, éstos son:
- El deterioro que pueden sufrir los artefactos como consecuencia de su
interacción en el medio ambiente. Procesos de corrosión por acidez,
procesos de patinación, etc., son problemas demasiado frecuentes en los
contextos arqueológicos excavados.
- Las posibles alteraciones de los yacimientos por múltiples factores,
principalmente por la acción nociva de múltiples especies de animales o por
condiciones climatológicas en lugares con cambios bruscos de temperatura.
79
- Procesos regionales en los que abundan vegetación que pueden facilitar su
transformación, aluviones o fuertes procesos erosivos. Del mismo modo, la
acción eólica también puede facilitar su conservación o acelerar su
destrucción (Jover 1999:62).
Los problemas sociales que sufren pueden ser tan variados, como la sociedad misma.
Bate expone los principios siguientes:
1. Todo cambio social implica modificaciones en el uso social de las dimensiones
espaciales y temporales de las actividades humanas y del medio ambiente
afectado por éstas.
2. El uso social del tiempo y el espacio se da bajo formas culturales de las
actividades humanas.
El primer anunciado no solo se refiere a procesos revolucionarios que modifican
cualitativamente la totalidad social, sino a cualquier cambio que opere en cualquier nivel
de integridad o relaciones sociales. El segundo anunciado adquiere un significado
preciso en la medida que existe una formalización teórica de la categoría de cultura y de
su relación con la formación económico-social (Ibid.: 112).
80
Sobre el tercer problema, Shiffer desarrolla unos principios teóricos básicos para el
registro arqueológico. Además expone los factores que afectan el contexto arqueológico.
Sus principios son:
1. A fin de usar las observaciones del registro arqueológico como evidencia para
inferir la conducta humana del pasado, se deben comprender los procesos que
crean similitudes y diferencias en los restos arqueológicos.
2. Además de las actividades que interesa inferir, es necesario considerar que otros
procesos –los procesos de formación- contribuyen a la variabilidad que se
observa en el registro arqueológico.
3. Los procesos de formación se definen como todos los eventos, actividades y
procesos que afectan a los artefactos después de su uso inicial en un tipo
particular de actividad, y estos procesos pueden ser tanto culturales como no
culturales.
4. Los procesos culturales de formación del registro son principalmente de cuatro
tipos, es decir, el reuso, el depósito cultural, la reclamación y los procesos de
perturbación.
5. Los procesos de formación no culturales pueden agruparse de acuerdo con la
escala de sus efectos en tres grupos principales, es decir, el deterioro de
artefactos, la alteración de sitios y los procesos regionales.
81
6. A pesar de que los procesos de formación se combinan de manera compleja para
crear sitios arqueológicos determinados, cada proceso opera conforme a leyes
generales de conducta humana o según procesos culturales.
7. La identificación de los procesos de formación en los depósitos que pueden
proporcionar evidencias para la inferencia, es el paso más importante en el
proceso arqueológico. Cuando se ‘identifica’ un proceso de formación usando
leyes sobre sus efectos, se infiere que este proceso ocurrió.
8. En todas las inferencias debe tomarse a consideración la variabilidad que
producen los procesos de formación en el registro arqueológico. por ejemplo, es
necesario hacer énfasis en que el número de tiestos no puede relacionarse
directamente con la relativa de tipos de cerámica que se usaron en el pasado, ni
siquiera es posible determinar el número de vasijas.
9. Estos conceptos permiten comprender que las actividades de los arqueólogos, al
igual que las actividades de los grupos y de los procesos ambientales pretéritos,
provocan variabilidad en el registro arqueológico. De hecho, considero que el
arqueólogo mismo es la fuente más grande e importante de la variabilidad del
registro arqueológico (1991a:40).
82
Los principios teóricos (4) y (5), Jover los desarrolla de manera más puntual, retomando
a Schiffer y dice:
“Los principales conceptos que distinguen M. Schiffer para la definición de la
historia de los contextos arqueológicos son los siguientes:
- Desechos o contextos primarios para referirse a aquellos artefactos,
elementos, etc., dejados en su lugar donde se usan y que no han sido
afectados o transportados del lugar por cualquier agente después de su
deposición, aunque sí por procesos posdeposicionales.
- Desechos o contextos secundarios, aquellos que han perdido su asociación
original a consecuencia de diversos tipos de factores que le han afectado.
- Reclamo cuando se da entrada a un artefacto de un contexto arqueológico
a un contexto-momento.
- Perturbación del contexto arqueológico al conjunto de modificaciones
sociales del mismo.
Sin embargo, nuevos agentes y/o nuevos fenómenos naturales comenzarán a influir en
dicho contexto y eso significa que en el registro de un contexto arqueológico, que era un
espacio único, ahora se verá afectado por diversas deposiciones (Ibid: 109) naturales y/o
sociales, como arriba se han desarrollado; pero también se presentan alteraciones
posdeposiciones que de igual forma, se presentan como naturales y/o sociales, los cuales
son visibles al momento de estudiar los depósitos.
83
3. Categorías de análisis de los procesos de producción lítica.
Para las categorías de los procesos de manufactura de producción de materia prima,
Jover desarrolla aportaciones sobre los procesos productivos, y sostiene que las
diferentes sucesiones de la producción lítica deben ser consideradas como secuencias
abiertas, múltiples y dinámicas que en principio tienen una lógica temporal, un orden
lógico de elaboración. Estos procesos son los siguientes:
a) Los procesos de manufactura son labores técnicas, que poseen como objetivo la
transformación de la materia prima en productos finales. Este proceso implica trabajo
físico y mental, es decir, selección del bloque y fabricación del producto final,
incluyendo los desechos generados. Estas labores técnicas deben poseer una secuencia
lógica de reducción lítica, y en esta secuencia se establecen dos tipos de productos:
a1) obtenidos por procesos de talla, fabricados durante la transformación de la materia
prima, mediante la percusión y/o presión. Acá se contemplan la obtención de lascas, de
las cuales se pueden obtener productos a través de la preparación de sus bordes y
superficies; y se contemplan también, las pequeñas modificaciones de los bordes y los
retoques;
a2) artefactos con pulido, que se realiza por procesos similares (técnica de percusión y/o
presión) además de abrasión, aserrado, perforación y pulido de las superficies.
84
En ambos casos se puede asociar a los procesos de montajes sobre soportes de diferentes
materias primas como madera, hueso y otros. De igual forma, dentro de los diversos
productos de manufactura, una vez obtenida la materia prima de los yacimientos, se
producen una cantidad de tipos de artefactos provenientes de los procesos de talla, que
terminan cumpliendo funciones específicas, dependiendo de su función o la intención
con que fueron creados; pero se pueden mencionar algunos con diferentes tipos según el
proyecto o el investigador, así se tienen lascas, puntas, raederas, raspadores, buriles,
perforadores, cuchillos, hachas, navajas, lámina, hoja de laurel, laminilla y los nombres
de tipos son variados. Aún más, dentro de estos tipos existen subtipos, para el caso de
lascas se tiene macrolascas, lascas con borde abatido, lasca con muesca, lasca
denticulada y muchos más.
b) Los procesos de mantenimiento, se refieren al conjunto de actividades laborales a
través de las cuales se consigue mantener la efectividad del producto y alargar la vida
útil del mismo, hasta que ya no se puede obtener un mejor rendimiento. Este proceso es
para las partes activas del instrumento de trabajo, es como se hace hoy en día con
instrumentos como las cuchillas para la poda de césped. En sociedades complejas, este
trabajo es individual, quien lo produce lo mantiene. Para obtener resultados científicos
de un instrumento que ha sufrido de este tipo de procesos, se hace por medio del estudio
traceológico.
85
c) Los procesos de reciclaje son labores encaminadas a la transformación de un producto
en un nuevo producto con características y usos diferentes. Esto se refiere a instrumentos
que ya no pueden cumplir su función original, pero con ciertas modificaciones
morfológicas aún es posible obtener un nuevo producto para otros fines. Estas
modificaciones es posible detectarlas en los instrumentos líticos por medio de la
observación microscópica. De igual forma, en el depósito de estudio y a partir de ciertos
tipos de lascas, es posible observar instrumentos que por su forma anatómica y
morfológica, se trate de instrumentos que cumplen varias funciones, pero en este
momento no es posible determinar que se trata de instrumentos que hayan sufrido de
estos procesos.
d) Sobre el proceso de consumo, dice Castillo (2006:45) que se trata del uso que
corresponde a la etapa cuando el artefacto comienza su vida útil. El consumo puede
darse desde que se realiza el aprovisionamiento de materia prima, pasando por las
primeras actividades de preforma sin ser necesariamente un artefacto muy especializado.
Jover sostiene que el consumo se efectúa después de la realización de los procesos de
mantenimiento y reciclado.
e) Jover informa sobre la manufactura del desecho es todo objeto que tiene un tiempo de
utilidad, en donde pierde sus cualidades de satisfacer necesidades, por lo que es
menester deshacerse de él ya sea, depositándolo en un basurero o abandonándolo en
algún lugar no específico.
86
Lo anterior sucede con cualquier instrumento lítico sin importar que proceso, de los
antes descritos, haya sufrido. Por ejemplo en el proceso de producción de un artefacto
lítico suelen engendrarse desechos de talla, siendo diferentes a los tipos de lascas,
astillas, trozos, que saltan del artefacto como producto de la percusión o presión que se
está ejerciendo sobre él y que busca transformarlo.
Así, la categoría de desecho involucra tanto a artefactos que han perdido sus cualidades
físicas para satisfacer una necesidad, como aquellos que originalmente no proporcionan
utilidad alguna. Además hay que sumarles aquellos artefactos que son fruto de errores de
talla y que eventualmente suelen depositarse en los mismos lugares que los materiales de
desecho ocupan (Jover 1999:57).
Sobre esta clasificación de manufactura de desecho, Shiffer menciona que existe basura
o desecho primario que esta constituida por los artefactos que se desechan in situ; existe
también basura o desecho secundario de artefactos que se desechan en lugares diferentes
donde se utiliza; y existe basura o desecho de facto que son artefactos aún utilizables
pero que se abandonan cuando un área de actividad se abandona.
f) El último proceso productivo es el de reclamo, que trata sobre la actividad,
posiblemente cotidiana, de obtener todo tipo de recursos aprovechables en especial los
líticos. Algunos de los yacimientos posiblemente fueron utilizados de manera continua,
debido a la generación de sus desechos anteriores.
87
Igual concepto se puede aplicar a algunos contextos arqueológicos que se establecieron
como fuente de materia prima, esto por ser de buena calidad o por la cercanía a la zona
habitacional (Jover, op.cit.) pero no cumplen su función para lo que fueron creados.
En estos procesos productivos, se ven reflejadas las diversas industrias y las técnicas
líticas. Clark (1990:89) sostiene, que existieron tres grandes industrias de obsidiana
tallada: lascas, navajas y bifaciales. Carpio, menciona a esta última como industria de
puntas de proyectil (1993:62). Las industrias y sus técnicas, se podrían resumir así:
Las navajas prismáticas se remontan hasta el periodo Preclásico Temprano (Coe y
Flanery 1967 citado por Carpio ibid) centrando su auge económico en el Clásico
Temprano, vinculado al uso restringido de las fuentes de materia prima. Las técnicas
utilizadas son percusión directa, presión y la reducción, obteniendo de ésta última
artefactos como nódulos, lascas de descortezamiento, macro núcleos, macro navajas y
macro lascas, núcleos prismáticos y navajas prismáticas. La técnica de presión se emplea
a partir del núcleo prismático, pues anterior a toda labor se desarrolla por la técnica de
percusión directa. De los artefactos líticos derivados de la secuencia de reducción, se
cuenta con lascas utilizables y navajas irregulares, las cuales por procedimientos de
retoque llegaron a convertirse en otros artefactos tales como raspadores, hachas y puntas
de proyectil.
88
La industria de lascas se practicó desde épocas muy tempranas, cuyo objeto principal es
la producción de los mismos artefactos y desechos para ser utilizados como herramientas
de corte, raspado o rebanado. Las técnicas utilizadas son las percusión directa, indirecta
y bipolar, más el desbastado sobre artefactos agotados. Clark desarrolla con detalle esta
industria, en su ponencia Enfoque experimental en Ojo de Agua (1990).
La industria de las puntas de proyectil (o bifaciales) es una industria colateral y derivada
de las industrias de lascas y posterior de las navajas prismáticas. La técnica utilizada es
de adelgazamiento por micro percusión, estas puntas se fabrican a partir de productos
secundarios de la secuencia de reducción (Guevara 1981:29 citado por Carpio ibid).
Principalmente se seleccionaban macro lascas o macro navajas a las cuales se les
aplicaba esta técnica por medio de percutores, obteniendo productos bifaciales o
unifaciales. Se registran utilizadas como armas de cacería, para la guerra o para status
social. Se incluye en esta industria, las puntas de flecha que se obtienen a partir de
navajas prismáticas, reconocidas con plenitud en el Posclásico. De esta industria se
obtienen nódulos, lascas de descortezamiento, navajas pequeñas de percusión y
desechos; además por retoque se puede obtener puntas, hachas y raspadores.
89
Recapitulación.
Este capítulo ha expuesto los principios ontológicos que regirán la construcción de este
trabajo de grado, así se tiene por ejemplo las categorías de formación económico-social,
el modo de vida y la cultura, éstas buscan entender las causas de como la sociedad se
mueve, se transforma, se desarrolla y cambia. De igual forma, se exponen los principios
metodológicos, es decir los criterios que se utilizaran para poder establecer y definir
sobre los denominados contextos-momento y contextos-arqueológicos. Además de
tomar muy en cuenta los criterios referentes a su formación, los procesos (deposicionales
y posdeposicionales naturales y sociales en ambos casos) que afectan a los depósitos y
finalmente, las características que se deben tener en cuenta al momento de la
observación. A partir de estas concepciones, es que se puede hablar de los diferentes
depósitos que se crean por medio de estos criterios. El último tópico aborda la temática
de los procesos de producción lítica, ya que es necesario establecer, como lo sostiene
Jover que la producción es un proceso global que no es posible estudiarlo solo desde la
manufactura de los artefactos.
En el siguiente capítulo, se expondrá el análisis realizado a los artefactos líticos
registrados en el depósito del lado sur de la Estructura 5. Para luego dar paso al capítulo
final, donde se fusionan todos los aspectos acá desarrollados junto con el análisis y los
antecedentes.
90
CAPITULO III.
ANÁLISIS DEL DEPÓSITO LÍTICO REGISTRADO
AL LADO SUR DE LA ESTRUCTURA 5.
1. Metodología de laboratorio
Parte del proceso de análisis de esta investigación, fue limpiar los artefactos de
obsidiana recolectados del depósito lítico, para ello se contó con la colaboración del Sr.
Pedro Magaña. Se utilizaron diversas técnicas de lavado, todas básicamente son lavadas
a mano, aunque en algunos momentos se utilizó cepillos para una limpieza más
exhaustiva. El proceso completo de manera breve, fue el siguiente:
Colar todas las bolsas en zaranda de construcción.
A partir del proceso anterior, se obtienen los artefactos líticos de mayor tamaño
(lascas, destrozos, puntas, etc.), los cuales no pasan por la zaranda.
Los artefactos líticos de mediano tamaño (lascas, destrozos) que eran obtenidos
por colación, pasaron a coladores más pequeños, para obtener una nueva
colación, esta es más fina.
En esta última colación, se permitió obtener el material lítico de menor tamaño
(desechos, microdestrozos, sílex, etc.) (Fotos 11 a 18)
91
Una vez limpio el material de investigación, se pasó a realizar el conteo estadístico de
los artefactos líticos registrados. Para ello se utilizó el programa Excel® de Microsoft®
Office versión XP Profesional. Dentro de dicho programa es posible establecer diversas
hojas de cálculo, es por esa razón que se establecieron siete (7) hojas, cada una de éstas
con campos específicos de recolección de datos. Las hojas de cálculo son las siguientes:
Hoja 1 Desechos de Bolsa 28 1/1216
Hoja 2 Córtex de Bolsa 28 1/12
Hojas 3 y 4 Lascas +3cm (III y IV)
Hojas 5 y 6 Navajas prismáticas (III y IV)
Hoja 7 (Artefactos) Especiales
Cada una de las hojas, poseen campos específicos para introducir información necesaria,
además se ha colocado una columna referente a observaciones hechas a cada artefacto
lítico registrado. Esta información generó una cantidad de datos numéricos y
observaciones en cada uno de los campos correspondientes. Información más adelante
detallada.
La información reflejada en las hojas de cálculo de Excel, proviene de las 30 bolsas
recolectadas durante la excavación, como parte del ‘Proyecto de Reparación de
Drenaje’. La tabla que se muestra a continuación, detalla el orden respectivo de la
recolección de las muestras líticas en las bolsas.
16 Cuando se realizó la recolección correspondiente a la Bolsa 28, se encontró que el material lítico a recolectar sobrepasaba la capacidad de una bolsa de 25lbs, por tanto se generaron 12 bolsas de recolectado, bolsas numeradas de manera correlativa de 1 a 12.
92
TABLA 02
ESTRATO FRANJA EN METROS
NIVEL ARBITRARIO
NÚMERO DE BOLSA
0 – 10 cm. B-10 0 – 1 Metros 10 – 20 cm. X 0 – 10 cm. B-11 1 – 2 Metros 10 – 20 cm. B-20, 21 y 23 0 – 10 cm. B-14 y 15 2 – 3 Metros 10 – 20 cm. B-24 0 – 10 cm. B-16 3 – 4 Metros 10 – 20 cm. B-25 0 – 10 cm. B-19 4 – 5 Metros 10 – 20 cm. X
III
Sector N B49 0 – 10 cm. B-27 y 28 (1/12) , (2/12), (7/12) y (
8/12) 10 – 20 cm. B-28 (3/12) , (4/12), (9/12) y (
10/12) 0 – 20 cm. B-50 y 51
20 – 30 cm. B-28 (5/12) , (6/12), (11/12) y ( 12/12)
IV
Más de 30 cm. B-30 Fig.22a
En las hojas de cálculo generadas en Excel se hace una diferencia acerca del origen del
estrato, esto con el objetivo de poder realizar más adelante un estudio comparativo de
tamaños y descripciones de los artefactos líticos recolectados y registrados en cada uno
de los estratos III y IV, respectivamente.
Este estudio comparativo, tendrá como propósito poder establecer cantidad y tipo de
artefactos líticos que fueron depositados en cada estrato, de esa manera poder
aproximarse a la construcción de una categoría de depósito, es decir, cual es la
naturaleza del inmueble arqueológico de la Estructura 5.
93
1.1. Hojas de cálculo generadas en Excel
Cada una de las hojas de cálculo generadas, posee diversos campos de adquisición de
datos provenientes de las diferentes bolsas recolectadas. En este apartado se
desarrollarán los criterios utilizados para cada uno de los campos de cada una de las
hojas antes expuestas.
Al momento de la recolección correspondiente a la Bolsa 28, se generaron 12 bolsas de
material lítico recolectado, bolsas numeradas de manera correlativa de 1 a 12. Esto ha
sucedido porque la recolección de dichos artefactos líticos, corresponde al estrato IV,
estrato donde se ubica la concentración máxima de obsidiana. Esta Bolsa 28 1/12 fue
analizada a totalidad y la información generada de los desechos, se toma como patrón o
modelo para todas las demás bolsas provenientes del depósito de obsidiana del lado sur
de la Estructura 5 del sitio arqueológico Casa Blanca. Este último criterio de análisis se
desarrolla más adelante.
Ahora se expondrá cada una de las hojas de cálculo antes mencionadas.
94
a) Desechos de Bolsa 28 1/12
La información de esta hoja de cálculo, fue creada bajo acuerdo con el Arqlogo.
Ichikawa. Esta hoja de cálculo presenta información de los desechos provenientes de
dicha bolsa. El resultado obtenido de esta hoja de cálculo se tomó como una
aproximación al patrón numérico de todos los desechos líticos de todas las bolsas
registradas. Es decir, la información que generó esta hoja de cálculo, se toma como
referencia numérica para todas las bolsas restantes, ya que todas las bolsas recolectadas
presentan desechos líticos en cantidades variables. La información final de esta hoja de
cálculo se totalizó con 6,406 desechos de artefactos líticos.
Los campos utilizados son los siguientes:
No. Largo Ancho Observaciones
Los criterios aplicados a cada uno de los campos, se explican a continuación:
No. Corresponde al número gregoriano correlativo de los desechos de artefactos
líticos registrados.
Largo y ancho Corresponde a la medida en centímetros de cada uno de los
desechos de artefactos líticos registrados.
95
Observaciones Corresponde al análisis macroscópico de cada uno de los desechos
de artefactos líticos registrados.
La información final (6,406 artefactos) generó otra hoja de cálculo en el mismo
programa, ésta nueva hoja analiza cada una de las variables numéricas compuestas por
los campos ‘largo y ancho’, generando gráficas de comportamiento de dichas variables.
Investigación que ha sido únicamente expuesta y que se desarrollará en otra
investigación. Con las gráficas, más adelante expuestas, se pretende realizar un estudio
estadístico de comportamiento o patrón de industria, de los desechos de artefactos líticos
registrados.
b) Córtex de Bolsa 28 1/12
Esta hoja de cálculo solamente muestra información de la misma Bolsa 28 1/12, antes
descrita. Los campos utilizados son los siguientes:
Métrica Fuente Superficie
Viñ
eta
No.
Arte
fact
o
Larg
o
Anc
ho
El C
haya
l
Sn M
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Mex
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No
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tific
ada
Cór
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Pátin
a
Tipo
logí
a
Obs
erva
cion
es
Los criterios aplicados a cada uno de los campos, se explican a continuación:
96
Viñeta Corresponde a la viñeta generada en campo, al momento de la
recolección; p.e.: ES-5 B-28 1/12
No. Artefacto Corresponde al número gregoriano correlativo de los desechos de
artefactos líticos registrados.
Métrica Corresponde a la medida en centímetros de cada uno de los desechos de
artefactos líticos registrados. Acá se utilizaron los dos campos de ‘Largo’
y ‘Ancho’, que corresponde a la medida en centímetros de cada uno de los
artefactos líticos registrados.
Fuente Corresponde a un campo para poder determinar el origen de la obsidiana,
a partir de observación macroscópica. Por ello se incluyeron las fuentes
más comunes de extracción de dicha materia prima, los campos utilizados
fueron ‘El Chayal’, ‘San Martín Jilotepeque’, ‘Ixtepeque’, ‘Pachuca,
México’ y el campo ‘No identificada’.
Superficie Corresponde al criterio macroscópico de lo que poseen los artefactos
líticos registrados. Se utilizan:
Córtex Es la capa superficial, rugosa y porosa, calcárea.
97
Pátina Se entenderá como una dermis visiblemente obvia en la
superficie de la roca, que difiere de color y composición
química de la roca inalterada, y cuyo crecimiento es en
función del tiempo.17
Observaciones Corresponde al análisis macroscópico de cada uno de los desechos de
artefactos líticos registrados.
c) Lascas +3cm (III y IV)
Este campo tomo en cuenta todo el material lítico recolectado de las 30 bolsas en ambos
estratos. De igual forma, se registraron las las lascas que poseían más de 3cm, ya que las
que eran menor a esta medida fueron consideradas como desechos. Esta hoja se fue
adaptando a las diversas tipologías de los artefactos líticos que se iban presentando. Los
campos utilizados fueron los siguientes:
Métrica Fuente Tamaño
V
iñet
a
No.
Arte
fact
o
Larg
o
Anc
ho
El C
haya
l
Sn M
. Jilo
tepe
que
Ixte
pequ
e
Pach
uca,
Mex
.
No
iden
tific
ada
Mac
ro la
scas
Lasc
a gr
ande
Lasc
a m
edia
na
Lasc
a pe
queñ
a
…
17 La pátina se instala sobre las superficies lisas derivadas de las fractura de la pieza, al final de un proceso natural de deshidratación, por alteración meteórica o pedológica. (Eiroa et al. 1999: 34)
98
Tipo
Lasc
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Lasc
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Lasc
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ataf
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Lasc
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Ras
pado
r
Zona
pro
xim
al
Otro
s
Uso
Ret
oque
Obs
erva
cion
es
Los criterios aplicados a los nueve (9) primeros campos y Observaciones, son idénticos
a los utilizados en las hojas anteriores. Los restantes campos, se explican a
continuación:
Tamaño
Macro lascas Obsidiana mayores a 9cm y menores a 12cm
Lasca grande Obsidiana mayores a 6cm y menores a 9cm
Lasca mediana Obsidiana mayores a 3cm y menores a 6cm
Lasca pequeña Obsidiana mayores a 2cm y menores a 3cm18
Tipo19
Lasca-punta Se refiere a las piezas con filos naturales
convergentes en punta
18 Estas medidas fueron establecidas a criterio personal. 19 Tomado del Corpus lítico de Angela Witchkler. [http://www.winchkler.com.ar] excepto Zona proximal y Otros.
99
Lasca bifacial Lasca de tipo bifacial es la que ha sido retocada en
ambas superficies. Puede ser también llamada
bilateral doble.
Lasca plataforma Posee en el extremo del talón, una especie de
superficie plana similar a un tablado.
Lasca concoidal Es la lasca cuya forma general es subredondeada o de
concha, que forma una semicircunferencia a partir del
talón.
Lasca con corteza Lasca cortical: uno de los primeros
desprendimientos; está entre las primeras lascas
obtenidas de un guijarro, y que conservan parcial o
totalmente la corteza exterior o córtex. / Lasca de
descortezamiento: la primera lasca que se extrae, y
que por ese motivo arrastra sobre su cara dorsal parte
o la totalidad de la corteza originaria del núcleo.
Lasca puntiaguda Es una clase de lasca que comprende punzones y
perforadores; puede utilizarse directamente, sin
necesidad de retocarla.
Lasca sin tipo Lasca que posee una forma no clasificable.
Lasca adelgazamiento Es una lasca extremadamente delgada, cortante en un
80 por ciento de su periferia, obtenida por técnicas
muy controladas de percusión o presión, de formas
100
variables (alargada, subredondeada, irregular, etc.).
Puede también ser producto de accidentes en la talla,
en cuyo caso se diferencia de la que se obtiene
intencionalmente en que carece de talón y bulbo.
Destrozo talla Lasca de la cual ya no es posible obtener nuevos
artefactos.
Trozo talla Lasca de la cual aún es posible obtener nuevos
artefactos.
Raspador (Entendida como lasca) Es aquella cuya facilidad
para la función de raído fue aprovechada; presenta el
retoque en una de las superficies de su extremo distal.
Zona proximal Se trata de lascas que presentan posiblemente la
forma típica de dicha zona, tomada de las navajas
prismáticas o presentan una especie de posible
pedúnculo.
Otros Cualquier otro artefacto lítico que ha sido recolectado
y no pertenece a ninguna de las categorías antes
expuestas.
Uso Es la capacidad de poder determinar si el artefacto
lítico, presenta empleo continuado y habitual de
manera macroscópica.
101
Retoque “Operación que, a través de la talla, repara, rectifica o
acomoda el borde de los objetos, dotándolos de la
forma definitiva del útil” (Laplace 1968:24 tomado
de Eiroa et al. 1999:40)
En este caso se realizaron dos hojas de cálculo, correspondientes a cada uno de los
estratos que son parte del inmueble arqueológico catalogado como ‘Depósito de
Obsidiana’, en esta investigación.
d) Navajas prismáticas (III y IV)
Esta hoja de cálculo posee información de todos y cada uno de los artefactos líticos
registrados en el depósito de obsidiana. El concepto de ‘navaja prismática’ se entenderá
en esta investigación, como:
“navaja retocada que ha sido desprendida de núcleos prismáticos, es decir, tiene
sus bordes y aristas paralelos o casi. Puede ser apuntada, con retoque basal, con
muescas proximales, con talón retocado lateral, con retoque lateral alterno, con
muesca lateral, y dentada” (Cook 1982:76)
102
Los campos utilizados son:
Métrica Fuente Tipo
Viñ
eta
No.
Arte
fact
o
Larg
o
Anc
ho
El C
haya
l
Sn M
. Jilo
tepe
que
Ixte
pequ
e
Pach
uca,
Mex
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No
iden
tific
ada
Nav
aja
regu
lar
Nav
aja
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ular
… Zona
Com
plet
a
Prox
imal
Med
ial
Dis
tal
Inde
finid
o
Uso
Ret
oque
Obs
erva
cion
es
Los criterios aplicados a los nueve (9) primeros campos, al igual que los campos Uso,
Retoque y Observaciones son idénticos a los utilizados en las hojas anteriores. Los
restantes campos, se explican a continuación:
Tipo
Navaja regular Corresponde a navajas prismáticas que presentan una
proporcionalidad por su forma, es decir, su segmento
proximal es más ancho que su segmento distal. Además
sus filos poseen cierta línea recta, exceptuando la presencia
de muescas.
103
Navaja irregular Corresponde a navajas prismáticas que no presentan una
proporcionalidad por su forma, es decir, sus filos no
presentan cierta línea recta sino líneas sinuosas.
Zona
Completa Corresponde a la navaja prismática que presenta las tres
secciones que la componen básicamente: Área proximal,
medial y distal.
Proximal Corresponde en general, al extremo considerado como su
base o al pedúnculo o espiga. Esta formado por la
plataforma y el bulbo.
Medial Corresponde a la parte media de la navaja excluyendo los
extremos. Está compuesto por lomos (cúspides), caras
(facetas) y filos (bordes)
Distal Corresponde a la parte inferior del núcleo y por las
características del mismo es curvado hacia dentro y
terminado en punta. Suele ser la parte más quebradiza de la
navaja por ser más delgada que el resto.
Indefinido Corresponde al fragmento de navaja prismática que
presenta técnicas de manufactura de este artefacto, pero
por su forma es difícil establecer a que segmento
corresponde.
104
Se presenta una imagen para entender mejor, las partes de las navajas prismáticas
(Carpio 1993:76)
En este caso se realizaron dos hojas
de cálculo, correspondientes a cada
uno de los estratos que son parte del
inmueble arqueológico catalogado
como ‘Depósito de Obsidiana’, en
esta investigación.
e) (Artefactos) Especiales
Métrica MP
Viñ
eta
No.
Arte
fact
o
Larg
o
Anc
ho
Síle
x
Obs
idia
na
otro
s
Obs
erva
cion
es
Los cuatro (4) primeros campos son idénticos a los criterios antes establecidos, al igual
que el campo de Observaciones. Los restantes campos, se explican a continuación:
105
MP (Materia Prima)
Sílex En el sentido estricto se trata de oxido de silicio (SiO2), es una
variedad de cuarzo, y por lo tanto criptocristalino, con textura
granulada, muy compacta y dura, compuesta en su mayor parte
por cuarzo de neoformación (Eiroa et al. 1999:32)20
Obsidiana Vidrio natural, fruto del rápido enfriamiento de cierto tipo de
lavas, concretamente tufos y tufitas, y tiene como característica
principal posee contenidos de sílice superiores al 65%. Además
presenta fractura concoidea de gran precisión y limpieza, la
obsidiana presenta un lustre vítreo muy característico, con
superficies opacas que en las proximidades de los filos se
vuelven casi transparentes (Ibid.:33)
Otros Acá se han encontrado en la muestra de todo el depósito de
artefactos líticos: mica, jadeíta y un artefacto desconocido. Sin
embargo, en el registro más adelante detallado, se han incluido
todos aquellos artefactos líticos que no son sílex ni son puntas de
proyectil.
20 En la naturaleza se presentan dos variedades: flint y chert. El flint se compone de calcedonia, ópalo y cuarzo, y la proporción en que éstos se combinan da lugar a una enorme variedad de tipos, con colores y propiedades muy diversos. (Ibid.:33)
106
2. Criterios de análisis
En este espacio se desarrollarán los criterios de análisis, una vez establecidos los
criterios para el registro de las bolsas recolectadas durante la excavación y también
luego de mostrar las siete (7) hojas de cálculo generadas, explicando cada uno de los
campos específicos de recolección de datos.
Se ha mencionado brevemente que el objetivo de esta forma ordenada y sistemática de
obtención de datos de los artefactos líticos registrados, es generar una diferencia acerca
del origen del estrato, esto para poder realizar más adelante un estudio comparativo de
tamaños y descripciones de los artefactos líticos recolectados y registrados en cada uno
de los estratos III y IV, respectivamente. Se ha de aclarar que la forma de obtención de
los datos de los artefactos líticos registrados por estrato es solo una forma de control de
la información, ya que la totalidad de los artefactos líticos registrados se ubican en un
solo bien inmueble, es decir, en un depósito que no posee divisiones estratigráficas.
Este estudio comparativo, tendrá como primer propósito, poder establecer cantidad y
tipo de lascas y desechos que fueron depositadas en cada estrato, y de esta forma poder
aproximarse a construir una categoría de depósito.
107
Una vez establecida esta información, se procederá a obtener la totalidad de los tamaños
y las formas registradas en cada estrato, de estos datos surgirán de nuevo las preguntas
ya planteadas al inicio de la investigación, para poder establecer la reconstrucción del
depósito. Estas preguntas son:
¿Qué medidas posee el depósito de obsidiana registrado al lado sur de la Estructura 5?
¿Cómo esta distribuido espacialmente el depósito de obsidiana registrado al lado sur de
la Estructura 5?
¿Cuál es la cantidad total de los artefactos de obsidiana del depósito registrado al lado
sur de la Estructura 5?
¿Qué tipos de artefactos de obsidiana se hallan en el del depósito registrado al lado sur
de la Estructura 5?
¿Qué tipos de artefactos de obsidiana predominan en el del depósito registrado al lado
sur de la Estructura 5?
¿Qué temporalidad se le puede asignar al depósito de obsidiana?
¿Provienen todos los artefactos de obsidiana encontrados en el depósito del mismo
yacimiento o de otro?
¿Qué industrias y técnicas se observan en el depósito de obsidiana?
¿Qué actividades humanas permitieron la creación de un depósito de obsidiana al lado
sur de la Estructura 5?
108
Esta última interrogante, obliga a reformular nuevas interrogantes que ayudaran a
conocer y entender el contexto arqueológico dentro del cual se halla inmerso el depósito
de obsidiana. Estas preguntas son:
¿Por qué se ubica el depósito de obsidiana al sur de la Estructura 5?
¿Qué relación tiene el depósito de obsidiana con todos los componentes culturales?
¿Pertenecen a la misma temporalidad los componentes restantes del contexto donde se
halla inmerso el depósito?
¿Existen áreas de trabajo lítico en o cerca de la Estructura 5?
¿Qué papel juega el depósito de obsidiana dentro de la temporalidad asignada, en
relación con el contexto arqueológico?
¿Qué papel juega el depósito de obsidiana dentro del área espacial, en relación con el
contexto arqueológico?
Existen preguntas que en futuras investigaciones, necesario formularse y que acá se
tratan de responder esbozadamente. Estas son:
¿Existen otros contextos arqueológicos similares dentro del sitio arqueológico Casa
Blanca?
¿Existen otros contextos arqueológicos similares dentro de la zona arqueológica
Chalchuapa?
109
Los resultados obtenidos proporcionarán información que irá construyendo poco a poco
la clasificación del depósito estudiado. Estas preguntas también son básicas para ir
concretizando un análisis más completo de todo el contexto arqueológico.
Este análisis posee ya razones teóricas, pero se suman estos nuevos planteamientos,
expresados por Calleja y López Aguilar, cuando dicen que:
“la comprensión de las actividades transformadoras de los actos humanos… es
precisamente el entendimiento de los procesos de formación y modificación de
los contextos arqueológicos. Por ello hay que tener muy esclarecido el orden de
formación del contexto, para poder [acercarse a la] reconstrucción del momento
histórico” (1990:177)21.
De igual forma, en los planteamientos de Jover y Castro22, cuando mencionan que:
“las propiedades de los componentes y su distribución espacial parecen ser los
indicadores fundamentales para el análisis de los contextos arqueológicos,
aunque para ello sea necesario, en primer lugar, conocer la historia del contexto
arqueológico en cuestión, sin olvidar que una ‘unidad de registro arqueológico,
aún cuando creamos reconocerla limpia de factores posdeposicionales no será el
resultado de un evento único’” (1999:61)
21 Corchetes N. del A. 22 Citado por Jover 1999:61.
110
Es decir, estos nuevos planteamientos teóricos se suman a los expuestos en el Capítulo
II, además no solo se trata de describir y clasificar piedras y cacharos como sostiene
Bartra (1975:48), sino de conocer las situaciones sociales humanas que generaron dicho
depósito, conocer la historia del contexto arqueológico; esto se puede concretizar partir
de los principales conceptos que Bate y Schiffer establecen para definir dicha historia, es
decir, tomar en cuenta los desechos primarios23, desechos secundarios24, por reclamo25 y
por las perturbaciones26 del contexto arqueológico.
Esto es posible realizarlo, ya que los artefactos líticos registrados, basados en los
conceptos de Schiffer, presentan una cantidad considerable de desechos, como
información de la Bolsa 28 1/12 que presenta 6406 artefactos (desechos que oscilan entre
0.3 hasta 3.0cms.), se observan trozos y destrozos de talla, artefactos líticos con cortéx y
pátina27, navajas prismáticas completas, proximales, mediales, distales y no definidas;
lascas que oscilan entre 3.0 hasta 8.0cms; puntas de proyectil mediales y proximales
lasqueadas bifacialmente con bordes dentados; escasas muestras de sílex y otros
artefactos líticos aún no clasificados.
23 Artefactos dejados en el lugar donde se usan y que han sido afectados o transportados del lugar por cualquier agente después de su deposición, aunque sí sufre procesos posdeposicionales. 24 Artefactos que han perdido su asociación original a consecuencia de diversos factores que les han afectado. 25 Es el momento en que se le da entrada a un artefacto de un contexto arqueológico un contexto momento. 26 Es el conjunto de actividades sociales que han alterado el contexto arqueológico. 27 Proceso natural que Schiffer define como factor que afecta los contextos arqueológicos (Jover 1999:62)
111
Además de esta información de registro que se esta generando, se conoce su
temporalización (Posclásico Temprano), sus perturbaciones como contexto arqueológico
(una calle interna, cultivo de maíz, alteraciones climáticas, etc.), todos sus antecedentes
de investigación (capítulo I); se posee información de campo y registro por parte del
arqueólogo Akira Ichikawa, además de un informe preliminar y final. Factores que
Sarmiento28 menciona como necesarios, cuando menciona que:
“el arqueólogo además de realizar su actividad con el máximo rigor, debe poder
determinar la contemporaneidad de las diferentes áreas de actividad, unidades
de ocupación y asentamientos, determinar la duración y fecha posible de las
mismas y entender la historia del contexto arqueológico que se está trabajando a
partir del establecimiento de la relación entre las actividades documentadas, las
deposiciones y el tiempo en que se realizaron” (1992:50)
Partiendo de estas premisas de investigación, se da paso a la primera parte de la
investigación, se trata de poder conocer a detalle que se tiene, como son los artefactos
líticos registrados provenientes del depósito. Esto se hará por medio de las hojas de
cálculo ya detalladas, para posteriormente realizar una pequeña recapitulación del
análisis realizado, esto como antesala al análisis final.
28 Citado por Jover 1999:62
112
3. Resultados del análisis de laboratorio
3.1. Resultados generales
El trabajo de gabinete o de laboratorio se llevó a cabo durante tres meses, con una
inversión aproximada de $500.00 dólares estadounidenses. Trabajo realizado dentro de
las instalaciones del sitio arqueológico Casa Blanca, Municipio de Chalchuapa,
Departamento de Santa Ana. La cantidad de bolsas recolectadas durante la excavación al
lado sur de la Estructura 5 es de 30 bolsas, con un total aproximado de 209,567
artefactos líticos29. Como se ha explicado en un primer momento, es necesario establecer
una cantidad total de artefactos líticos registrados. Por ello se procederá a presentar una
tabla con los totales para cada estrato y campo lítico registrado.
TABLA 03
ESTRATO III ESTRATO IV TIPOLOGÍA TOTAL TIPOLOGÍA TOTAL
Destrozos30 de talla 1,312 Destrozos de talla 2,813Astillas 338 Astillas 1,622
Extremos redondeados 1,803 Extremos redondeados31 1,324Córtex32 835 Córtex 1,648 Pátina33 285 Pátina 518
Muestras fuentes 906 Muestras fuentes 1,341Navajas prismáticas 98 Navajas prismáticas 255Puntas de proyectil 10 Puntas de proyectil 12
Lascas (3.0 hasta 8.0cm) 853 Lascas (3.0 hasta 8.0cm) 1,592Sílex 16 Sílex 57Otros 12
Otros 8
29 Información obtenida a partir de la inferencia numérica de los desechos totales de la Bolsa 28 (1 de 12), más los artefactos líticos registrados en las Hojas de cálculo. 30 Se incluyen microdestrozos. 31 Fueron registrados de esta manera para crear una diferencia sobre los otros tipos de lascas obtenidos por percusión. Fueron clasificados como “extremos redondeados” por su forma. 32 No se incluyen otros artefactos que también presentan fragmentos de córtex. Esto es de igual criterio para el Estrato IV. 33 No se incluyen otros artefactos que también presentan pátina. Esto es de igual criterio para el Estrato IV.
113
La totalidad de desechos (artefactos líticos que oscilan entre los 0.3cm a los 3.0cm) de la
Bolsa 281/12 es de 6,406 artefactos. Dado que dicha bolsa se toma como modelo
numérico de comportamiento de las 29 bolsas restantes, se puede realizar la operación
siguiente:
Nuevamente, si la Bolsa 281/12 presentó una cantidad total de 6,406 desechos de
artefactos líticos, se puede inferir que las 29 bolsas restantes totalizarían 185,774
desechos de artefactos líticos; tomando como referencia dicha bolsa. Eso nos daría un
total de 192,180 desechos de artefactos líticos aprox. existentes en las 30 bolsas, pero no
hay que olvidar que existen bolsas con menos cantidad y otras con posibles cantidades
mayores a la Bolsa 281/12, por tanto este número mostrado sería una aproximación
numérica. A esto se le agrega la cantidad de 17,387 artefactos líticos restantes y, se
tendría la cantidad total de 209,567 artefactos líticos depositados en el bien inmueble.
La razón de no poseer un número real de desechos, es que no fue posible tomarlo debido
al poco tiempo que se posee para presentar este trabajo de grado, a esto se suma los
factores económicos siempre presentes en toda investigación.
A continuación se presenta una tabla que muestra las cantidades totales de cada grupo
lítico registrado dentro de los dos estratos (III y IV), sin olvidar que este registro se
refiere a un solo bien inmueble arqueológico.
114
Tabla 04 Estratos Tipología Total
Desechos de artefactos 192,180 Destrozos de talla 4,125
Astillas 1,690 Extremos redondeados 3,127
Córtex 2,483 Pátina 803
Muestras fuentes 2,247 Navajas prismáticas 353 Puntas de proyectil 22
Lascas (3.0 hasta 8.0cm) 2,445 Sílex 73
III y IV
Otros 20 Total artefactos líticos 209,567
Bajo este texto se muestra una nueva tabla, que muestra las cantidades totales por estrato
y la cantidad total de las muestras de fragmentos de cerámica encontradas dentro del
depósito de material lítico. Es de hacer notar que se observaron bordes, cuerpos,
soportes, asas, fragmentos de incensarios. La totalidad de las muestras cerámicas son
monocromáticas, muy pocas son polícromas. Se registraron 5 fragmentos de figurillas de
pasta clara. La bolsa 20 que corresponde al Estrato III se recolectó 2 bolsas de muestras
cerámicas y la bolsa 511/2 que corresponde al Estrato IV registro la mayor cantidad, 232
muestras cerámicas. Estos análisis se llevaron a cabo por el Arqlogo Ichikawa.
Tabla 05 Cerámica del Estrato III 104 Cerámica del Estrato IV 750
Cerámica registrada 854
115
Una vez establecidas la cuantificación de los artefactos arqueológicos registrados: líticos
y cerámicos, se pasará a detallar la información obtenida en laboratorio de cada grupo
lítico.
3.2. Desechos (192,180)
Desechos de la Bolsa 28 (1 de 12)
Esta información procede únicamente de la Bolsa 281/12, como ya se ha explicado. Esta
información fue tratada de manera especial, por ser el único registro de los grupos líticos
establecidos.
116
Se entenderá el término desecho como:
Los fragmentos de materia prima, de distintos tamaños (lascas, láminas o
esquirlas), que se desprenden durante la talla del núcleo y la elaboración de
herramientas, que no pueden haber sido utilizados como instrumentos (no puede
realizarse ninguna inferencia acerca de su uso, ni pueden considerarse
adecuados para ser usados). Se utiliza con un sentido equivalente a desperdicio
y descartado o, en textos distintos, se considera que forma parte de la clase más
abarcadora de los desperdicios o, a la inversa, que incluye esa categoría de
producto de talla34.
En consideración con la información anterior, durante el registro de dichos artefactos de
obsidiana, se realizó una descripción de cada uno de los desechos líticos registrados,
obteniendo hasta ahora dos grandes categorías descriptivas:
• Existen artefactos de obsidiana que no poseen observaciones, éstos se refiere a
que se trata de desechos que no presenta vetas, bulbos, corteza, pátina o
coloración alguna, sin embargo poseen estrías u ondas propias de la percusión y,
también se refiere a los artefactos de obsidiana que son completamente
transparentes.
34 Tomado del Corpus lítico de Angela Witchkler. [http://www.winchkler.com.ar]
117
• Existen artefactos de obsidiana que poseen observaciones, éstos se refiere a que
se trata de desechos que poseen vetas, bulbos, corteza, pátina y coloraciones que
en las observaciones se detallan. Algunos de los desechos poseen una o varias de
estas características descriptivas.
Dentro del trabajo de laboratorio y en discusiones con el Arqlogo japonés Masakage
Murano, se propuso establecer unas gráficas para poder observar, si era posible, un
patrón de comportamiento, así como lo realizó el Arqlogo estadounidense Leland W.
Patterson (1990) en experimentos de reducción bifacial.
Los resultados de los desechos de la Bolsa 281/12 se presentan en la siguiente tabla, ésta
refleja los totales para cada uno de los campos de largo y ancho en todos los desechos
líticos registrados. Los resultados fueron los siguientes:
Tabla 06 Largo (cm.) Total largo
0.3 136 0.4 167 0.5 419 0.6 524 0.7 768 0.8 514 0.9 540 1.0 601 1.1 281 1.2 331 1.3 304 1.4 357 1.5 252 1.6 175
Ancho (cm.) Total largo 0.3 294 0.4 668 0.5 1085 0.6 682 0.7 909 0.8 632 0.9 375 1.0 398 1.1 181 1.2 189 1.3 198 1.4 193 1.5 170 1.6 120
118
Realizar un estudio acerca de los desechos de los artefactos líticos acá registrados, sería
hacer una investigación aparte, de gran utilidad sin duda, pero en esta investigación
solamente quedará planteada. Sin embargo, es de hacer notar el comportamiento que
muestran las gráficas.
….. 1.7 225 1.8 131 1.9 72 2.0 146 2.1 125 2.2 53 2.3 67 2.4 56 2.5 45 2.6 37 2.7 35 2.8 12 2.9 17 3.0 6 3.1 6 3.2 4
…... 1.7 105 1.8 55 1.9 31 2.0 45 2.1 13 2.2 9 2.3 9 2.4 25 2.5 9 2.6 1 2.7 5 2.8 5 2.9 0 3.0 0 3.1 0 3.2 0
Fig. 23 Fig. 24
119
1 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1.0 1.1 1.2 1.4 1.3 1.5 1.6 1.7 1.8 1.9 2.0 2.1 2.2 2.3 2.4 2.5 2.6 2.7 2.8 2.9 3.0 3.1 3.2
050100150200250300350400450500550600650700750800
Can
tidad
es
Cms.
Fig. 23 Comportamiento de desechos (Largo)
1 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1.0 1.1 1.2 1.3 1.4 1.5 1.6 1.7 1.8 1.9 2.0 2.1 2.2 2.3 2.4 2.5 2.6 2.7 2.8 2.9 3.0 3.1 3.2
050100150200250300350400450500550600650700750800850900950100010501100
Can
tidad
es
Cms.
Fig. 24 Comportamiento de desechos (Ancho)
120
En las gráficas se observa, que los desechos relacionados con el campo largo, muestran
con mayor cantidad (768 artefactos líticos) la medida de 0.7mm. De igual forma, en el
campo ancho la muestra con mayor cantidad (1050 artefactos líticos) es la medida de
0.5mm; ambos datos generan decrecimiento hacia ambos lados de la gráfica. Sin
embargo, se observa que los artefactos líticos del campo largo son los que poseen mayor
presencia en las medidas de menor rango, siendo los 3.2cm con nada más que 4
artefactos, mientras que en el campo ancho solo se observan artefactos hasta los 2.5cm.
Esta tipología registra como categoría individual 192,180 artefactos líticos, esta muestra
corresponde al 91.70% de la muestra total.
121
3.3. Destrozos, astillas y extremos redondeados (8,942)
Destrozos (4,125)
Los destrozos registrados en el bien inmueble arqueológico de manera general son de
forma irregular; abarcan desde los 0.5mm largo x 0.5mm ancho x 0.2mm grosor hasta el
mayor registrado con 6.7cm largo x 2.2cm ancho x 0.9mm grosor. De los artefactos
que superan los 5cm de alto, podrían ya tratarse mejor de trozos de talla.
Todos los artefactos registrados en esta categoría presentan filos naturales y ‘matados’
(sin filo) por golpe, también aristas y vertientes irregulares con distintos puntos de
origen.
Destrozos de la Bolsa 28 (1de 12)
122
Presentan coloraciones negra con leve coloración café a trasluz, gris con tonalidades
opaca/oscuras, tonalidad café con manchas grises u opaca/oscuras. Existen muestras con
secciones más delgadas (clasificación de pestañas) que son translúcidas, de igual forma a
veces presentan color gris opaco y manchas.
Se registran como categoría individual 4,125 artefactos de destrozos líticos, sin contar
los presentes en otras categorías de registro, esta muestra corresponde al 1.96% de la
muestra total.
Astillas (1,690)
Astillas de la Bolsa 50
123
Las astillas son artefactos que siempre están presentes en todas las bolsas del material
lítico recolectado, excepto en la bolsa 25 del Estrato III. Abarcan desde los 0.5mm largo
x 0.1mm ancho hasta el mayor registrado con 6.2cm largo x 1.2cm ancho. Algunos de
estos artefactos líticos registrados presentan formas irregulares, es decir, casi todos los
artefactos presentan la forma típica de una astilla: alargada y delgada, sin embargo
existen otras que son alargadas pero poseen un tanto de grosor con pestañas o poseen
curvatura, algunas son lisas en ambas superficies, inclusive en algún momento fueron
incluidas laminillas muy finas.
Presentan una gama de coloración que va desde el transparente completamente pasando
por el que posee leve coloración café a trasluz, manchas grises, vetas finas grises, gris
con tonalidades opaca/oscuras, existen opacas y las que poseen manchas negras o negras
completas. Algunas poseen córtex y/o pátina.
Se registran como categoría individual 1,690 artefactos de astillas líticas, sin contar los
presentes en otras categorías de registro, esta muestra corresponde al 0.80% de la
muestra total.
124
Extremos redondeados (3,127)
Extremos redondeados de la Bolsa 27 (1 de 2)
De las categorías generadas durante este registro, ésta es la categoría con un número
mayor de artefactos líticos registrado luego de los destrozos. Aunque por su forma muy
general podría tratarse de raspadores, pero es un criterio a desarrollar e investigar según
industria y técnica; por esa razón se ha optado por una clasificación más general. Todos
los artefactos líticos registrados en esta bien inmueble de esta categoría se muestran de
diversos tamaños, abarcan desde los 0.6mm largo x 1.4cm ancho hasta el mayor
registrado con 4.3cm largo x 3.5cm ancho.
125
Los artefactos líticos registrados en esta categoría se observaron diversas características
como golpe ventral en la mayoría de los casos y algunos presentan hasta dos golpes,
inclusive parecen poseer bulbos algunos, todos poseen lasqueado múltiple y leve, poseen
bordes dentados pero no parecen retoque. En algunos casos presentan filos matados,
curvatura, el extremo contrario al golpe ventral casi siempre es plano, aunque algunos
poseen formas irregulares.
Presentan una gama de coloración que va desde el transparente completamente pasando
por el que posee leve coloración café a trasluz, manchas grises, vetas finas grises, gris
con tonalidades opaca/oscuras; las coloraciones opacas y negras son escasas sin embargo
existen dentro de la muestra general.
Algunas de las lascas registradas con estas formas y características fueron registradas en
la categoría de lascas concoidales y algunas otras en lascas proximales, esto se debió a
que los criterios sobre dichas lascas con esta forma no habían sido registrados antes.
Se registran como categoría individual 3,127 artefactos de extremos redondeados, sin
contar los presentes en otras categorías de registro como se han mencionado las lascas
con esas tipologías; esta muestra corresponde al 1.49% de la muestra total.
126
3.4. Córtex y pátina (3,286)
Córtex (2,483)
Artefactos líticos que presentan córtex, Bolsa 28 (1 de12)
Existen destrozos, trozos, astillas, extremos redondeados y lascas que presentan córtex y
no fueron contabilizados dentro de esta categoría, pero las lascas que presentan sí fueron
registradas. Sin embargo, al momento de contabilizar los diferentes artefactos líticos se
generó una categoría propia para el registro de artefactos líticos que presentan córtex.
Estos artefactos líticos abarcan desde los 0.6mm largo x 0.4mm ancho hasta el mayor
registrado con 7.1cm largo x 2.7cm ancho.
127
Todos los artefactos líticos que presentan córtex poseen filos naturales, presentan
diversos golpes de percusión en diversas zonas, algunos presentan pestañas, lasqueado,
muesca, la presencia de córtex varía en los artefactos líticos.
Los artefactos líticos que presentan córtex exteriorizan una gama de coloración visible
en las zonas de no presencia de córtex, estas zonas suelen presentar el transparente
completamente, leve coloración café a trasluz, gris con tonalidades opaca/oscuras,
opacas propiamente y las manchas grises, vetas finas grises y negras son muy escasas sin
embargo existen dentro de la muestra.
Se registran como categoría individual 2,483 artefactos de córtex, sin contar los
presentes en otras categorías de registro, como las lascas; esta muestra corresponde al
1.18% de la muestra total.
128
Pátina (803)
Artefactos líticos con presencia de pátina, Bolsa 28 (1 de 12)
Al igual que la categoría anterior, esta posible pátina se halla presente en varios
artefactos líticos. No se tomaron las medidas como en otras categorías acá expuestas. Sin
embargo, todos los artefactos líticos que presentan esta muestra de posible pátina
también poseen filos naturales, presentan diversos golpes de percusión en diversas
zonas, algunos presentan pestañas, lasqueado y muesca; la presencia de la posible pátina
varía en los artefactos líticos.
129
De igual forma, dichos artefactos presentan una gama de coloración visible en las zonas
de no presencia de pátina, estas zonas suelen presentar el transparente completamente,
leve coloración café a trasluz, gris con tonalidades opaca/oscuras, opacas propiamente y
las manchas grises.
También las vetas finas grises y negras son muy escasas sin embargo existen dentro de
la muestra.
Se registran como categoría individual 803 artefactos líticos con posible pátina, sin
contar los presentes en otras categorías de registro, como las lascas; esta muestra
corresponde al 0.38% de la muestra total.
130
3.5. Navajas prismáticas (353)
Navajas prismáticas de la Bolsa 51 (1 de 2)
Estos artefactos líticos abarcan desde los 0.6mm largo x 0.8mm ancho hasta el mayor
registrado con 6.3cm largo x 2.0cm ancho. Estos artefactos líticos presentan bulbo;
golpe ventral, bordes dentados, algunos presentan doble golpe ventral; arista central,
arista doble y arista en Y, arista en Y en ambos extremos, arista muy pronunciada;
muesca, pestaña, lasqueado, posible pedúnculo, proximales quebrados. En el Estrato IV
se registraron laminillas o navajas prismáticas muy pequeñas y muy transparentes,
algunas son opacas.
131
De igual forma, como los otros artefactos líticos registrados, éstas no están exentas de
diversas coloraciones. Se observan manchas grises, manchas grises en todo el cuerpo,
café transparente, vetas grises, vetas grises-negras, opaca, opaca-café transparente, muy
transparente.
Algunas navajas presentan córtex (4 artefactos líticos) y posible pátina (6 artefactos
líticos) en algún sector del artefacto.
Se registran 353 navajas, de las cuales se puede obtener el siguiente resultado:
• Se totalizan 267 navajas regulares y 86 navajas irregulares, de estos datos se
puede obtener que:
Se totalizan 31 navajas completas y 9 posibles navajas completas.
Se totalizan 66 proximales.
Se totalizan 147 mediales.
Se totalizan 2 distales.
• Se totalizan 82 indefinidas, las cuales presentan otras formas en sus extremos
(redondeados, pestañas)
132
En cada estrato se generaron bolsas de recolección y dentro de éstas se registraron las
navajas prismáticas. Acá se presenta la ubicación estratigráfica, la bolsa y el número de
navajas presente:
Tabla 07
Estrato Viñeta (bolsa) Cantidad B-10 16 B-11 8 B-14 5 B-15 5 B-16 12 B-19 0 B-20 15 B-21 4 B-23 9 B-24 12 B-25 4
III
B49 4 Total Estrato III 98
Estrato Viñeta (bolsas) Cantidad B-27 17 B-28 (1/12) hasta (
12/12) 184 B-50 17 B-51 37
IV
B-30 0 Total Estrato IV 255
Evidentemente se presentan en cantidad mayor el Estrato IV, esto es posible que se deba
a que dicho estrato no posee tantas alteraciones posdeposicionales como el Estrato III,
este tópico se desarrollará mas adelante.
Se registran como categoría individual 353 artefactos de navajas prismáticas, esta
muestra corresponde al 0.17% de la muestra total.
133
3.6. Lascas (2,445)
Los artefactos líticos acá registrados abarcan desde los 2.7cm largo x 1.9cm ancho hasta
el mayor registrado con 8.0cm largo x 2. 3cm ancho.
Las características más generales que presentan las lascas registradas son: bulbo simples,
bulbos con curvatura, bulbo con golpes por percusión; golpe ventral, golpe dorsal
(ambos en zona del bulbo), golpes bulbares en ambos lados, golpes múltiples; bordes
retocados, bordes irregulares, bordes lasqueados, bordes lasqueados y retocados;
lasqueado leve, lasqueado múltiple (en ambos casos unifacial), lasqueado ventral,
lasqueado bifacial.
Lasca concoidal de la Bolsa 28 (12 de 12)
134
Todos los artefactos líticos poseen una curvatura pero leve; otros poseen curvatura como
perforador, curvatura muy pronunciada; filos naturales, filos matados; aristas centrales,
aristas por lasqueado, aristas en Y (en algunos casos, en ambos extremos como las
navajas prismáticas); muescas, pestañas, posibles pedúnculos, ápices y lascas sin ningún
trabajo (lisas, filos naturales). Algunas presentan ondas de percusión.
Las lascas presentan una coloración que va desde el transparente – debido a lo delgado
del artefacto-, pasando a café transparente contraluz, opaca con café transparente
combinado, opaca, manchas grises con café transparente combinado, manchas grises en
todo el cuerpo.
Lasca sin tipo de la Bolsa 28 (1 de 12)
135
Se hallan las vetas opacas, vetas grises, en algunos casos con café transparente
combinado; de igual forma se encuentran vetas grises en todo el cuerpo y las vetas
negras.
Las lascas en un primer momento fueron clasificadas por su tamaño (largo/ancho en
cm.), siendo estas las categorías generadas y sus cantidades registradas en cada estrato y
el total en el depósito.
Tabla 08 Estrato III Estrato IV
Tamaño Cantidad Cantidad
Total depósito
Macro lascas 0 0 0 Lasca grande 7 13 20
Lasca mediana 846 1,579 2,425 Lasca pequeña 0 0 0
TOTAL 853 1,592 2,445
Lasca adelgazamiento Bolsa 28 (1 de 12)
136
Además del registro de tamaño, se realizó una contabilización de las diferentes
tipologías generadas para el registro, generando la siguiente tabla:
Tabla 09 Estrato III Estrato IV
Tipología Cantidad Cantidad
Total depósito
Lasca-punta 0 17 17 Lasca bifacial 0 0 0 Lasca plataforma 0 0 0 Lasca concoidal 208 221 429 Lasca con corteza 35 67 102 Lasca puntiaguda 48 113 161 Lasca sin tipo 480 844 1,324 Lasca de adelgazamiento 114 124 238 Destrozo talla 0 6 6 Trozo talla 0 1 1 Raspador 1 1 2 Zona proximal 0 75 75 Otros 4 99 103
Se registran como categoría individual 2,445 artefactos de lascas; esta muestra
corresponde al 1.16% de la muestra total.
137
3.7. Puntas de proyectil (22)
Puntas de proyectil de la Bolsa 20
Los artefactos líticos acá registrados abarcan desde los 2.0cm largo x 1.3cm ancho hasta
el mayor registrado con 7.7cm largo x 3.6cm ancho. En el conteo se totalizan 22 puntas
de proyectil, sin embargo, en el conteo formal de puntas de proyectil se contabilizan 24
artefactos líticos, esto es porque no se incluyen 2 posibles zonas mediales.
Solamente uno de los artefactos líticos registrados en esta categoría presenta córtex.
Todos los artefactos líticos presentan lasqueado bifacial, pero dos de ellos presentan un
sector del artefacto sin lasqueado; los 24 artefactos líticos presentan retoque en ambos
lados.
138
Las puntas de proyectil suelen presentar una típica coloración de café leve en las zonas
más gruesas y transparente en las zonas más delgadas, siendo 16 con esta coloración;
también presentan coloración opaca (4), vetas grises-opacas (8), las manchas grises y
las vetas negras son escasas sin embargo existe 1 de cada uno respectivamente, dentro de
la muestra. Dentro de las observaciones realizadas a las puntas de proyectil, se registra
que solo existen 2 puntas que poseen pestañas, 1 punta con arista, 1 punta posee
pedúnculo. De igual forma, 3 puntas no poseen la zona distal o el extremo de la punta de
proyectil.
Puntas de proyectil de la Bolsa 28 (12 de 12)
139
En esta tabla, se presenta las descripciones de los 24 artefactos líticos.
Tabla 10 Métrica
No.
Art
efac
to
No.
Lis
ta
Lar
go
Anc
ho Observaciones
1 8 4.2 2.9 extremo final de la punta de proyectil, plataforma 0.7cm, lasqueado bifacial, leve curvatura en punta, café transparente
2 13 2.3 1.9 extremo final de la punta de proyectil, plataforma 0.7cm, lasqueado bifacial, leve curvatura en punta, vetas opacas
3 31 2.9 2.0 extremo final de la punta de proyectil, lasqueado bifacial con retoques, vetas opacas, opaca
4 42 2.7 1.4 punta con base redonda, lasqueado bifacial con retoques, posee una arista horizontal, café transparente
5 43 2.6 2.0 extremo final de la punta de proyectil, lasqueado bifacial con retoques, pestaña, lasqueado, café transparente
6 51 4.5 2.2 extremo final de la punta de proyectil, lasqueado bifacial con retoques, café transparente
7 57 4.7 4.4 extremo final de la punta de proyectil, lasqueado bifacial con retoques, pestañas, sin punta-distal, café transparente
8 58 4.5 3.1 extremo final de la punta de proyectil, lasqueado bifacial con retoques, leves vetas grises, café transparente
9 60 7.7 3.6 proximal y medial de punta de proyectil, plataforma de distal 0.7cm, grosor general 0.7cm, un extremo 7cm largo, pedúnculo 1.5x2.7cm, lasqueado bifacial, bordes dentados, café claro trasluz
10 73 3.7 2.5 extremo final de la punta de proyectil, plataforma 0.4cm, lasqueado bifacial con retoques, café transparente
11 74 3.0 2.4 extremo final de la punta de proyectil, plataforma 0.7cm, lasqueado bifacial con retoques, manchas grises, café transparente
12 77 4.3 3.2 extremo final de la punta de proyectil, lasqueado bifacial con retoques, un sector no lasqueado, café transparente
13 81 2.4 1.8 extremo final de la punta de proyectil, plataforma 0.4cm, lasqueado bifacial con retoques, veta gris, opaca
14 83 5.9 3.8 extremo final de la punta de proyectil, plataforma 0.8cm, lasqueado unifacial, retoque en bordes bifacial, café oscura transparente
15 84 3.3 5.7 medial de punta, plataforma 1.1cm, lasqueado bifacial con retoques, café oscura transparente
16 85 3.0 2.8 medial de punta, plataforma 0.8cm, lasqueado leve bifacial con retoques, vetas grises, opaca
17 86 2.6 2.0 extremo final de la punta de proyectil, plataforma 0.4cm, lasqueado bifacial con retoques, veta grises, café transparente
18 89 5.8 3.2 extremo final de la punta de proyectil, plataforma 0.7cm, lasqueado bifacial con retoques, veta gris, café transparente
140
19 90 4.8 1.8 punta en un extremo, redondeado en otro extremo; lasqueado bifacial con retoques, veta gris, transparente
20 91 2.0 1.3 punta con córtex en ambos extremos, lasqueado unifacial, bordes dentados, opaca
21 109 2.3 2.0 extremo final de la punta de proyectil, plataforma 0.7cm, lasqueado bifacial con retoques, café transparente
22 110 7.5 4.2 extremo final de la punta de proyectil, lasqueado bifacial con retoques, un sector no lasqueado, sin distal, presenta un golpe interno posiblemente para quebrar el distal, café transparente
23 114 2.1 1.6 extremo final de la punta de proyectil, plataforma 0.4, lasqueado bifacial con retoques, vetas negras todo el cuerpo
24 117 2.3 2.0 extremo final de la punta de proyectil, plataforma 0.9cm, lasqueado bifacial con retoques, café transparente
Extremo de punta de proyectil de la Bolsa 28 (12 de 12)
Se registran como categoría individual 24 artefactos de puntas de proyectil; esta muestra
corresponde al 0.01% de la muestra total.
141
3.8. Sílex (73)
Los artefactos líticos acá registrados abarcan desde los 0.6mm largo x 0.4mm ancho
hasta el mayor registrado con 2.8cm largo x 1.1cm ancho. Presentan coloración crema (o
beige) de los más claro hasta lo más oscuros, existen rojizos, uno es de color levemente
rosado y uno de color blanco.
Por las características del sílex, sus colores abarcan una enorme gama cromática: negro,
grises, azules, verdosos, rosado y rojo, violeta, amarillo, marrones en todas sus gamas y
blanco (Eiroa et al. 1999:33) Estos colores se deben a la presencia de diversos
minerales, p.e.: los tonos rojos, marrones y amarillos indican presencia de gestita,
lepidocrocita o hematites (Pawlikowski 1990:188 tomado de Eiroa et al. 1999:33)
Sílex de la Bolsa 51 (1 de 2)
142
Sílex de la Bolsa 50
La mayoría de los artefactos de sílex registrados presentan lasqueado unifacial leve, sin
embargo existen algunos que no presentan lasqueado. Existen otros artefactos de sílex
que presentan bulbo.
Se registran como categoría individual 73 artefactos de sílex; esta muestra corresponde
al 0.03% de la muestra total.
143
3.9. Otros (20)
En esta categoría de registro, se incluyeron veinte artefactos líticos, que son:
Estrato III (11)
Una microlasca puntiaguda, posee bulbo con plataforma, arista, un borde
lasqueado y retocado de coloración de café transparente trasluz (3.2cm largo x
0.9cm ancho)
Dos fragmentos de zona proximal de coloración café transparente trasluz, posee
lasqueado bifacial con bordes retocados (3.2cmlargo x 3.3cm ancho; 2.4cm largo
x 3.0cm ancho, respectivamente)
Un posible pedúnculo con coloración café transparente a trasluz, posee lasqueado
bifacial con bordes retocados, y una muesca como perforador (3.8cm largo x
2.9cm ancho)
Un fragmento indefinido de coloración café transparente trasluz, posee lasqueado
bifacial con bordes retocados (2.7cm largo x 2.4cm ancho)
Dos fragmentos con plataforma, uno de ellos de plataforma 1.2cm, de coloración
café transparente trasluz; posee lasqueado bifacial y retoque parece tener forma
de raspador (5.5cm largo x 2.9cm ancho) el otro con plataforma 0.7cm de
coloración café transparente trasluz; retoque en bordes (3.3cm largo x 1.7cm
ancho)
144
Un fragmento sin lasqueado completamente liso en forma de punta, de
coloración transparente a trasluz; posee filos matados y pestaña (3.2cm largo x
1.2cm ancho)
Un fragmento de forma piramidal con dos lados lasqueados, presenta córtex y de
coloración café transparente trasluz (4.6cm largo x 2.2cm ancho)
Dos extremos redondeados; uno de ellos de coloración café transparente a trasluz
con bulbo, doble golpe ventral, lasqueado múltiple unifacial con retoque en
bordes (4.1cm largo x 3.3cm ancho), el otro de coloración opaca con bordes
retocados, muesca y pestaña (2.4cm largo y ancho)
Estrato IV (9)
Un artefacto lítico de obsidiana con poco lasqueado que presenta coloración
negra contraluz y también presenta manchas de color rojizo en su superficie.
Pertenece a la Bolsa 28 1/12 (2.3cm largo x 1.5cm ancho)
Un fragmento que presenta coloración vetas negras en todo el cuerpo; posee
lasqueado bifacial (3.3cm largo x 2.8cm ancho x 0.7cm-0.3cm grosor)
Un fragmento de forma cuadrada de coloración oscura, presenta leve córtex
(0.9cm largo x 0.4cm ancho)
Dos fragmentos del material natural denominado mica. Uno de los fragmentos
posee 0.8mm largo x 0.5mm ancho y pertenece a la Bolsa 28 9/12; el otro
fragmento posee 1.2cm largo x 0.5mm ancho y pertenece a la Bolsa 28 11/12.
145
Un artefacto de jadeita. Tamaño 0.6mm largo x 0.5mm ancho y pertenece a la
Bolsa 28 9/12.
Un artefacto desconocido. Tamaño 0.6mm largo x 0.4mm ancho y pertenece a la
Bolsa 28 9/12.
146
4. Comentarios sobre los resultados de los análisis de laboratorio
Se podría mostrar un pre-resultado a partir de la información acá presentada, es decir, se
observa que en la concentración de diversos artefactos líticos registrada al lado sur de la
Estructura 5, se encuentra una gama diversas tipologías líticas como desechos,
destrozos, navajas, puntas, lascas y más, que oscilan desde los 0.3mm hasta los 8cm; en
resumen se registran 209,567 artefactos líticos aprox. Esta cantidad de artefactos líticos
se ubican en un espacio de 5m2 aprox. x 1.30m de profundidad.
En este depósito lítico se observan fragmentos de obsidiana donde aún se halla presente
el córtex, es decir, se hallan lascas de desbaste35 de todas las formas y tamaños y, en
algunos casos, el cortéx esta cubriendo una buena porción del fragmento lítico. Esto
podría indicar que el grupo cultural del contexto-momento poseía acceso a una fuente de
obsidiana, ya que la cantidad observada de artefactos con cortéx (2,483) podría indicar
dicha posibilidad, es decir, capacidad de adquisición del recurso natural convertido en
materia prima.
35 LASCAS DE DESBASTE: Es una lasca con presencia parcial de corteza. LASCA DE DESCORTEZAMIENTO es la primera lasca que se extrae, y que por ese motivo arrastra sobre su cara dorsal parte o la totalidad de la corteza originaria del núcleo. LASCA INICIAL. Es una lasca primaria, con presencia total de corteza en su cara dorsal y, por ende, sin lascados anteriores, siendo una de las primeras desprendidas de un guijarro o de un bloque para elaborar un núcleo. / Tomado del Corpus lítico de Angela Witchkler. [http://www.winchkler.com.ar]
147
De igual forma, se observan trozos, destrozos y microdestrozos que indican que dichos
artefactos líticos sufrieron procesos de manufactura. Esta categoría de registro es la que
más muestras presentan, son 4,125 artefactos líticos. Si a esta categoría se le anexa la
categoría astillas [columnares] se reafirma que dichos artefactos líticos sufrieron de
dichos procesos. Esta inferencia es posible mencionarla, cuando se leen los informes de
sitios arqueológicos como Salcajá en Guatemala, Teotihuacan en México, Cundinamarca
en Colombia y otros lugares. Esto podría indicar que el grupo cultural del contexto-
momento conocía de los procesos de manufactura de artefactos líticos, ya descritos.
Asimismo, por la cantidad de artefactos líticos registrados en estas categorías de
registro, se puede concluir que la posibilidad de adquisición de dicho recurso natural
convertido en materia prima, tendría más posibilidad de ser factible.
Las lascas y los denominados extremos redondeados son otros artefactos líticos, que al
igual que las cuatro categorías de registro anterior, implica un conocimiento de procesos
de manufactura. Los denominados extremos redondeados se pueden formar por una
técnica específica de manufactura o por la simple aplicación directa de fuerza, es decir,
quebrar intencionalmente o no el artefacto lítico.
148
La aparición de lascas en el depósito, que fueron clasificadas a partir de los 3cm hasta
los 8cm, indica que posiblemente su origen esta asociado a actividades en espacios para
la manufactura lítica que no han sido posibles detectarlos en la zona de Chalchuapa,
salvo la observación de Sharer sobre el sitio Bustamente. De igual forma, la posibilidad
de adquisición del recurso natural es evidente.
Las 2,445 lascas registradas que oscilan entre los 3cm como medida de menor tamaño
hasta los 8cm como medida máxima, esta última medida registrada específicamente en
la Bolsa 10; medidas que se refieren al largo de los artefactos líticos. Estas lascas fueron
clasificadas según criterios tipológicos previamente establecidos, como se observa en la
Tabla 08, donde se observa que la lasca tipológicamente denominada sin tipo36 es la de
mayor presencia con 1,324 artefactos líticos y la de menor presencia es lasca-punta con
17 artefactos líticos, ya que destrozo talla, trozo talla, raspador y zona proximal son
categorías que no pertenecen o se asocian a la tipología Lasca.
36 Tomado del Corpus lítico de Angela Witchkler. [http://www.winchkler.com.ar]
149
La diversidad de artefactos líticos existentes en este campo nuevamente esta indicando
un conocimiento de procesos de manufactura. Algunas lascas parece no fueron
retocadas, ya poseen sus filos naturales, otras parecen poseer retoques muy finos, otras
presentan un intenso lasqueamiento en una de sus superficies y otras poseen una
diversidad de características como filos matados, muescas, retoques, etc., esto indica
nuevamente procesos de manufactura especializado de artefactos líticos.
Las navajas prismáticas y los artefactos con forma de punta de flecha indican un claro
ejemplo de confirmación, que el grupo cultural del contexto-momento conocía de
procesos de manufactura especializado de artefactos líticos. Estas dos categorías
registran 371 artefactos líticos, prácticamente un 0.17% del total de artefactos líticos
registrados. Además, de poseer acceso a la fuente natural.
La presencia de sílex es una interrogante dentro de la investigación, aún en las
investigaciones anteriores no se aportó mucha información –específicamente en Sharer,
quien menciona: “Solo [se registraron] 17 lascas de un silicato muy parecido a la
obsidiana (nueve chert or flint, tres cuarzos, tres calcedonias y dos cuarcitas) fueron
encontrados en Chalchuapa, en contextos del Preclásico. Evidentemente este fue un
trabajo no muy común en Chalchuapa, particularmente durante el Clásico y
Postclásico.” (Sharer 1978:9)
****
150
En resumen, geológicamente la obsidiana con las características acá encontradas en los
artefactos líticos registrados, evidentemente no existe en la zona de Chalchuapa, ni en
zonas geográficamente cercanas; eso indica que la obtención de dicho material, ya sea
como materia prima o con un cierto grado de elaboración, se debió a una actividad de
transporte con un mínimo de organización.
En cuanto a la deposición del material lítico existente es evidente que el denominado
Estrato IV es el que posee la mayor concentración, esto puede ser posible debido a que
el denominado Estrato III presenta alteraciones en el registro arqueológico, es decir,
existen saqueos locales como en muchos sitios arqueológicos salvadoreños y surcos de
cultivos de maíz que evidentemente destruyeron parte de la información ahí existente.
Esta alteración en el registro no permite establecer de manera fiel el contenido del
depósito de obsidiana, por ejemplo se observan 1,592 lascas en el Estrato IV y solo 853
en el Estrato III.
La temporalidad del depósito de obsidiana (Posclásico) esta determinada en un primer
momento a la estratigrafía, pero se refuerza con la presencia de las 24 puntas bifaciales
registradas en diferentes bolsas (10, 11, 15, 20, 24, 28, 49, 50 y 51) las cuales
corresponden a diferentes niveles estratigráficos (ver Fig. 22). Estos artefactos líticos
provienen de una industria típicamente posclásica, la industria de puntas de proyectil o
bifaciales, más adelante desarrollada.
151
Sobre la fuente o yacimiento de obsidiana, de manera general, se puede decir, que
existen artefactos líticos registrados que presentan las coloraciones de café transparente
a trasluz y gris opaca, pero también existen los artefactos líticos con vetas grises finas,
grises, grises opacas y negras finas. Características cromáticas por yacimientos, ya
presentadas.
Así como los artefactos líticos con manchas grises y manchas negras de forma parcial o
en todo el cuerpo37. Características cromáticas normalmente asociadas al yacimiento de
Ixtepeque, Guatemala; aunque otros yacimientos también pueden presentar dichas
características cromáticas, como se ha establecido en las características en el capítulo
anterior presentadas. Sin embargo, gracias a la información de otros investigadores
podría tratarse del yacimiento de Ixtepeque, que se ubica a ±50km al NO del sitio
arqueológico Casa Blanca, Chalchuapa.
Finalmente, la alta concentración de desechos de artefactos líticos menores a 3cm, la
presencia de lascas mayores a 3cm hasta los 8cm sin mucho trabajo especializado y la
escasa cantidad de puntas de proyectil, podrían indicar lo siguiente:
Los desechos. Se podrían haber generado de tantas formas culturales, sociales y hasta
involuntarias como la recolección, lavado, en fin manipulación pasada
y presente.
37 Idea tomada de Healan 1990:324
152
Las lascas. La generación de lascas implica un conocimiento o manejo del recurso
natural, para transformarlo en un producto cultural. De igual forma, las
personas que elaboraban dichos artefactos líticos, podrían haber formado
parte de una organización social muy compleja o todo lo contrario, podría
tratarse de individuos con el conocimiento de poder fabricar estos artefactos
de manera aislada, doméstica o ritual.
Las puntas. Indican claramente una especialización y conocimiento de técnicas para la
elaboración de estos artefactos que tuvieron diversos usos y funciones,
dependiendo de igual forma de muchos factores.
En la siguiente gráfica se puede observar mejor el proceso completo de tallado arriba
mencionado, además súmese la información proporcionada en el capítulo anterior sobre
las industrias y las técnicas (Carpio 1993:76).
153
154
Recapitulación
Este capítulo presenta la metodología llevada a cabo en el laboratorio de Casa Blanca
ubicado dentro de las instalaciones del parque arqueológico. Dentro de este apartado, se
muestran y detallan las diferentes hojas de cálculo utilizadas para el registro, se
establecen los criterios de análisis basados en las preguntas que originaron la
investigación.
Finalmente se exponen los resultados estadísticos del depósito de obsidiana, obteniendo
la cantidad de 30 bolsas registradas durante la recolección, generando un total
aproximado de 209,567 artefactos líticos, que incluyen desechos, destrozos de talla,
astillas, extremos redondeados, córtex, pátina, muestras fuentes, navajas prismáticas,
puntas de proyectil, lascas (3.0 hasta 8.0cm), sílex y otros artefactos líticos no
clasificados. Dentro de esta presentación se muestran tablas y gráficas estadísticas que
esbozan el trabajo de gabinete.
Al final se realizan unos comentarios acerca de los resultados obtenidos, esto como un
cuerpo teórico que servirá para construir la parte final de la tesis, sumado a los
antecedentes y el marco teórico previamente presentados.
155
CAPITULO IV
ANÁLISIS DEL DEPÓSITO DE OBSIDIANA REGISTRADO
EN EL LADO SUR DE LA ESTRUCTURA 5
DEL SITIO ARQUEOLÓGICO CASA BLANCA, CHALCHUAPA
Partiendo de los planteamientos expuestos en el marco teórico, se puede decir que desde
que se seleccionó el recurso natural y se llevó hasta la deposición final (abandono), el
depósito lítico tenía como propósito satisfacer una necesidad y, ésta fue satisfecha por
medio de la producción de artefactos que fue generada por la actividad conjunta.
Permitiendo de esa forma, la especialización de un grupo que se distinguía de otros, por
las actividades generadas en los modos de producción. Como ya se dijo antes, la fuerza
de trabajo se ve reflejada en la energía utilizada para la fabricación de los artefactos
líticos, siendo éstos los objetos de trabajo y que fue posible concretizarlos, a través de
un espacio físico y de herramientas puntuales, siendo éstos los medios de trabajo.
Este análisis se une a los datos ya expresados en cada uno de los apartados anteriores,
además de los comentarios emitidos en el mismo capítulo III. Sin embargo, en este
capítulo se irá un poco más allá, para complementar esta información descrita.
156
Pero para conocer como se formó ese contexto arqueológico -el depósito de obsidiana,
será necesario conocer la forma de obtención del recurso, determinar el lugar de
procedencia de la materia prima; quienes lo manufacturaron, distribuyen y consumieron,
incluso la historia del abandono de los productos líticos, así como los procesos
deposicionales y posdeposicionales hasta el registro final. De esta forma se comenzaría a
resolver el primer y segundo problema de la teoría de la historia de los contextos
arqueológicos.
Sobre la forma de obtención, Jover (1999:57) informa que la naturaleza posee un sinfín
de rocas y minerales que poseen características que han sido y siguen siendo utilizadas
por diversos grupos humanos para suplir una necesidad. Por tanto, se infiere que fue a
partir de un grupo humano, posiblemente con cierta especialización en la prospección y
conocimiento geográfico de la zona, el que encontró el yacimiento lítico y al encontrarlo
se usó capacidad técnica para la extracción de la materia prima (obsidiana), que con el
tiempo se fue perfeccionando.
Claro que este grupo se fue especializando con años de experiencia, en conocimiento de
rutas, manejo de técnicas de extracción, inversión en la fuerza de trabajo, utilización de
diferentes medios para un mejor aprovechamiento del recurso, especialización de trabajo
in situ, transportación y otros aspectos. Acá es necesario recordar, que en el momento en
que un recurso natural es seleccionado para su uso por un grupo humano, éste se
convierte inmediatamente en materia prima.
157
Las investigaciones líticas siempre incluyen información acerca de la identificación de
las materias primas líticas y del yacimiento de suministro. A esto, de manera personal
habría que agregar la temporalización de los artefactos líticos identificados bajo estas
líneas de investigación. Ya que cierto tipo de materia prima lítica y su yacimiento,
fueron utilizados durante un periodo histórico determinado.
Además, dentro de ese periodo, dicha materia y su yacimiento se hallan en un territorio
específico; por ello la obtención del material se hizo por medio de diversos procesos de
adquisición, ya sea directamente (la comunidad cercana al yacimiento) o indirectamente
(intercambio entre las comunidades). La obsidiana que se registró en este depósito lítico
se pudo obtener de ambas formas.
Sobre los estudios de los yacimientos, existen investigadores e instituciones diversas que
informan, que durante el periodo Posclásico Temprano, temporalidad del depósito,
existieron diversos yacimientos de obsidiana que fueron explotados; entre éstos, se
conoce Ixtepeque, yacimiento ubicado en Guatemala.
Gracias al contexto temporal (estratigrafía) y las formaciones económico-sociales
asociado al depósito de obsidiana, se puede determinar que esta materia prima proviene
de este yacimiento, aunque no como única fuente. Además se conoce que existían
poblaciones al oriente de Guatemala que fueron conocidos como los que controlaron
este yacimiento.
158
Carpio menciona que el sitio Papalhuapa, fue un centro principal de productos de
obsidiana hacia finales del periodo Clásico y durante el Posclásico (1993:64). Barrientos
(et. al., 1999:331) complementa esta información, mencionando que en este periodo
existían las poblaciones Asunción Mita y el sitio Papalhuapa, ambos al oriente de
Guatemala y que fueron éstos, quienes controlaron el yacimiento de Ixtepeque para el
Posclásico.
Nelson y Clark (1998) informan que este yacimiento tomó importancia, como lugar de
obtención de dicha materia prima durante este periodo histórico cultural, aunque no es el
único yacimiento explotado durante el Posclásico Temprano. Existen otros yacimientos
que proveen a otras zonas arqueológicas en este mismo periodo cultural, como por
ejemplo el yacimiento Pachuca (México) para el área septentrional maya.
Hasta ahora solo se ha desarrollado, de manera breve, las posibles formas de obtención
del yacimiento lítico de Ixtepeque, yacimiento de procedencia a partir de la temporalidad
y de ciertas características macroscópicas observadas en los artefactos líticos. El
depósito presenta artefactos con coloraciones café transparente contraluz, opaca con café
transparente combinado, opaca, manchas grises con café transparente combinado,
manchas grises en todo el cuerpo, negra con leve coloración café a trasluz, gris con
tonalidades opaca/oscuras, tonalidad café con manchas grises u opaca/oscuras. Existen
artefactos con secciones delgadas (clasificación: pestañas) que son translúcidas, de igual
forma a veces presentan color gris opaco y manchas.
159
Además en los artefactos se observan manchas grises, manchas grises en todo el cuerpo,
café transparente, vetas grises, vetas grises-negras, opaca, opaca-café transparente, muy
transparente. Estas variaciones cromáticas se reflejan en las características ya
presentadas en las descripciones de Carpio y Aoyama sobre yacimientos.
Ahora es necesario abordar la temática sobre los posibles agentes de producción
(quienes lo manufacturaron, lo distribuyeron y lo consumieron). Sobre estos agentes,
Sharer (1978:215) informa que para el periodo Clásico, cuando Chalchuapa estaba en su
auge como él mismo sostiene, grupos pipiles y pokomames estaban establecidos en las
Tierras Altas del este de Guatemala y al occidente de El Salvador, los cuales se
mantuvieron hasta el Posclásico.
Un estudio más profundo sobre esta temática podría ayudar a determinar las relaciones
de intercambio y obtención de la materia prima, así como la distribución y consumo para
la zona de Chalchuapa y en especial, para el sitio arqueológico Casa Blanca durante
estos periodos histórico culturales.
Esta historia del contexto arqueológico no estaría completa sino se establecen los
procesos deposicionales y posdeposicionales de dicho contexto. Estos procesos inician
desde que los componentes aún son parte del contexto-momento, al desvincularse de la
actividad humana se convirtió en un contexto-arqueológico que siguió sufriendo de estos
procesos (Jover 1999:61).
160
Se puede hablar entonces que el depósito de obsidiana, junto con todos los componentes
restantes (estela-altar, entierros, etc.), sufrieron un periodo de abandono, paulatino o
súbito. Sin embargo, en este espacio se produjeron transformaciones por causas
naturales y/o sociales.
Las transformaciones naturales fueron provocadas de diversas formas, pero las
transformaciones sociales pudieron ser generadas de manera contemporánea o pueden
ser muy actuales, las cuales modifican o destruyen el mismo contexto; estas
modificaciones o destrucciones podrían deberse a una reutilización funcional del
espacio, es decir prácticas agrícolas, constructivas e inclusivo a la intervención
arqueológica o intervención de saqueadores, -como sostiene Schiffer (1991:40).
El frente sur de la Estructura 5, así como otras estructuras del sitio arqueológico Casa
Blanca han sufrido y continúan sufriendo de transformaciones naturales, ya que éstas no
pueden ser controladas por la presencia humana. Pero es esta última, la que ha ayudado a
generar más procesos posdeposicionales sociales que han afectado el depósito.
161
Es difícil precisar que actividades se llevaron a cabo desde 1550 hasta 1900 –ambas
fechas de manera aproximada; sin embargo gracias a las investigaciones hechas por el
estadounidense John M. Longyear III quién visitó Chalchuapa en 1942, se conoce que el
sitio era parte de la Finca Casa Blanca y que su propietario el Dr. Rubén Rodríguez y
Castro ocupaba el sitio para la siembra de café. De igual forma, en las fotografías de las
Fichas de Registro que posee el Departamento de Investigaciones del Museo Nacional
de Antropología (1975), se muestran cultivos de maíz. Este último evento se muestra
visible en la estratigrafía del depósito, y que sin duda alteró la capa inicial del mismo
(Estrato III), generando de esta forma una alteración en el análisis completo del depósito
(Fig.26 / Fotos 19 y 20).
Además se deben sumar las investigaciones del Proyecto Arqueológico Chalchuapa, el
Proyecto Chalchuapa, y finalmente el Proyecto de Reparación de Drenaje, actividades
que afectan, como Shiffer sostiene.
En resumen, este depósito refleja una historia de formación y alteraciones, todo eso
permite deducir, a partir de esos procesos de formación natural y social de Bate o
cultural y no cultural de Shiffer, que el depósito lítico del contexto arqueológico de la
Estructura 5 presenta rasgos de ser un contexto primario. Esto es por que los artefactos
líticos registrados fueron posiblemente dejados en su lugar donde se usaron y que no han
sido afectados o transportados del lugar por cualquier agente después de su deposición,
aunque sí por procesos posdeposicionales.
162
Sin embargo, el depósito podía presentar características de la categoría joveriana de
reclamo, ya que es posible que entraran y salieran artefactos del contexto arqueológico,
convirtiéndolo de manera alterna en un contexto-momento y viceversa. Ya que todo
cambio social, cultural o económico implica modificaciones del mismo tipo. Esto quiere
decir, que si bien el depósito fue abandonado y alterado por deposiciones y
posdeposiciones, no implica que se convirtiera en una burbuja en el tiempo, sino que
actividades contemporáneas o actuales pudieron hacer uso del mismo, así como se ha
mencionado arriba; recuérdese que la zona de Chalchuapa posee uno de los
asentamientos más antiguos y continuos.
Este depósito de igual forma, es posible analizarlo desde las categorías de análisis de los
procesos de producción, de los conceptos de industria y las técnicas líticas; conceptos
previamente expuestos. Ahora se analizarán todas estas categorías con aplicación directa
al depósito. Así se tiene que los procesos de manufactura se hallan presentes y
observables en los artefactos líticos, ya que se observa una industria de lascas38 (2,445
artefactos) se observan artefactos como posibles herramientas de corte, raspado o
rebanado. Es posible observar pequeñas modificaciones de los bordes y los retoques,
como lo describe este proceso; además se observan la percusión directa y bipolar; sobre
el desbastado en artefactos agotados no fue posible observar.
38 Capítulo III – Sección 3.6 Lascas
163
Sobre los artefactos producidos por esta industria en el depósito, se observan lascas de
descortezamiento (102 artefactos), lascas, navajas pequeñas de percusión y desechos. De
igual forma, se observan puntas obtenidas por retoque y posibles raspadores.
La industria de navajas39 prismáticas también en observable en menor escala que la
anterior, acá se registran 353 artefactos líticos. No se registró ningún núcleo prismático,
aspecto que no imposibilita la existencia de navajas obtenidas por la técnica de presión.
De igual forma, las técnicas de percusión directa y reducción existen en la muestra, ya
que algunas navajas presentan córtex en algún sector del artefacto. También se observan
navajas prismáticas pequeñas y livianas, así como navajas irregulares (86 artefactos).
Sobre los artefactos generados por esta industria se observó una macrolasca. A partir de
los procedimientos de retoque se observan puntas de proyectil.
La tercera industria40 registra 24 artefactos líticos con trabajo bifacial, es de hacer notar
que existen dos artefactos bifaciales que presentan una pequeña sección en todo el
cuerpo sin terminar. Así mismo se observa una punta de proyectil con un golpe en el
centro del cuerpo muy cercano a la zona distal; pareciera que dicho golpe, por sus
características, fue con mucha fuerza y de manera intencional.
39 Capítulo III – Sección 3.5 Navajas prismáticas 40 Capítulo III – Sección 3.7 Puntas de proyectil
164
De igual forma, se observan nuevamente como productos obtenidos de esta industria
lascas de descortezamiento, navajas pequeñas de percusión y desechos. Todos los
artefactos presentan retoque; en uno de los artefactos líticos (una punta de proyectil,
presentado en foto y que corresponde al número 9 del listado de observaciones) se
observa una extensión posiblemente como parte de algún proceso de montaje.
Sobre los procesos de mantenimiento, es posible que algunos artefactos registrados
presenten dicho proceso. Un estudio traceológico podría confirmar dicha aseveración.
De acá se parte al siguiente proceso, el de reciclaje; como se ha mencionado, es posible
que algunos artefactos obtenidos a partir de alguna industria y por alguna de las técnicas
existentes, se produzcan artefactos que cumplieran una nueva función ajena a cuando fue
creada.
Efectivamente, los procesos de consumo y desecho se hallan presenten el depósito de
estudio. En especial el último aspecto, ya que se registran 192,180 desechos aprox., y
como sostiene Jover era necesario deshacerse de él, ya sea depositándolo en un basurero
o abandonándolo en algún lugar. De acá se puede mencionar los otros tipos de artefactos
líticos registrados (3,127 artefactos líticos), que se refieren a las astillas columnares41
(1,690 artefactos), los denominados extremos redondeados –fragmentos de que saltan de
algún artefacto como producto de la percusión o presión que se está ejerciendo sobre él.
41 Capítulo III – Sección 3.3 Puntas de proyectil
165
Jover, dice que hay que sumarles aquellos artefactos que son fruto de errores de talla y
que eventualmente suelen depositarse en los mismos lugares, donde se depositan los
materiales de desecho (1999:57). También podría tratarse de algunos de los descritos
como destrozos de talla (4,125 artefactos) y/o los definidos en la tipología ‘otros’ (20
artefactos).
Finalmente, se registran 73 artefactos de sílex, los cuales no fue posible identificar con
una fuente, y así como en el Informe de Sharer (1978) se identifican en un contexto
asociado al Posclásico. Las investigaciones sobre este bien cultural se deben iniciar, para
poder ir entendiendo mejor los aspectos de la formación económica-social, los modos de
vida y la cultura de estos grupos clásicos y posclásicos en Chalchuapa. Así como las
actividades en espacios para la manufactura lítica que no han sido posibles detectarlos en
la zona de Chalchuapa; salvo la observaciones de Sharer sobre el sitio Bustamente,
Amador entre los sitios Vergeles del Edén y Tazumal, Erquicia en Finca El Carmen que
la investigación arqueológica determinada concentraciones de material lítico, en este
caso, obsidiana.
166
A MODO DE RESUMEN.
Sólo un estudio científico multidisciplinario permitirá poder acercase a la construcción
de una o varias posibles respuestas sobre lo que estaba sucediendo cuando el contexto
momento sucedió. Un estudio de este tipo, debe contemplar los procesos de formación,
manufactura, mantenimiento, reciclado y posdeposicionales, además de los actores y sus
relaciones sociales. De igual forma, los componentes y sus tipologías junto con sus
diferentes contextos donde se encuentran inmersos; puede ayudar a los arqueólogos a
entender lo que estaba sucediendo en un tiempo y un espacio determinado.
Este capitulo concluye que, se debe tener siempre presente las categorías de la
arqueología social latinoamericana, ya que estas permitirán poder ir hilvanando los
modelos de relaciones de producción y las relaciones sociales de producción; las
actividades habituales que caracterizan a un grupo humano y la expresión específica de
una formación social. Partiendo de estas premisas, se debe ir construyendo el espacio
donde se fusionaron estas categorías: el contexto arqueológico. Una vez situado en ese
espacio comenzar a plantearse los problemas de formación, alteraciones y como se
presenta. Pero no se debe olvidar que todo esto se halla vinculado a los procesos de
producción, en este caso de producción lítica. De igual forma, en los procesos de
manufactura, que son los que abren la investigación, se hallan reflejadas industrias y
técnicas que se deben siempre llevar de la mano en la indagación científica.
167
CONCLUSIONES
Cuando se inició esta investigación, se presentó una inquietud compartida por el
Arqlogo. Ichikawa y mi persona: ¿qué hace tanta obsidiana concentrada enfrente de la
estructura 5 de Casa Blanca?, para poder contestar se debía tener muy en cuenta la
presencia de otros componentes culturales existentes en el mismo contexto, es decir la
estructura y sus fases constructivas, el complejo altar-estela liso, los entierros y los
demás objetos culturales presentados como ofrendas. La tarea se fue complicando
porque estos elementos mostraban posibles relaciones directas, pero en la medida en que
se fue desarrollando la investigación, el trabajo de gabinete y el análisis de los elementos
líticos, pareciera que se trata de elementos relacionados pero no vinculados. Llegar a
esta posible conclusión no fue tarea fácil, el auxilio de colegas investigadores y de textos
arqueológicos fueron mostrando el camino.
También en un inicio se generaron interrogantes como vías a seguir; algunas de ellas
fueron contestadas en el camino, otras debieron esperar el resultado de las
investigaciones de gabinete, terceras el análisis teórico, la fusión de análisis de todos los
elementos y otras no podrán ser contestadas en este momento, pero se esta obligado a
hacerlo.
168
Como se ha dicho, este trabajo de grado se enfoca en la concentración de obsidiana,
denominado depósito lítico, el cual ha sido registrado en años anteriores pero nadie
propone una explicación. Esta investigación trata de aproximarse a una posible
respuesta, a partir de nuestras concepciones como científicos académicos sociales. Al
inicio se plantearon esos lineamientos en forma de interrogantes, ahora es el momento
de ir contestándolas según fueron expresadas.
*****
El trabajo de gabinete concluyó que en un espacio de 5mts2 con un metro y medio aprox.
de profundidad, con una distribución arqueológica de dos estratos (III y IV) existen
209,567 artefactos líticos. Dentro de los cuales se registraron desechos de artefactos (que
oscilan entre 0.3mm hasta 3.0cm), destrozos de talla, astillas, extremos redondeados,
artefactos con córtex y con pátina, navajas prismáticas, puntas de proyectil, lascas (que
oscilan entre 3.0cm hasta 8.0cm), sílex y otros artefactos líticos. De éstos, existe una
mayor presencia de desechos de artefactos líticos que registran 192,180 artefactos
líticos, es decir 91.70% de toda la muestra.
El depósito lítico fue temporalizado para el periodo Posclásico Temprano, esto debido a
los factores ya expuestos. La muestra lítica posee una fuerte presencia del yacimiento de
Ixtepeque, según los análisis elaborados y reforzados por los estudios etnohistóricos.
169
Sin embargo, es posible que existan otras fuentes presentes, esto se debe a la condición
de depósito de reclamo que posee.
Las industrias observables en el depósito son la de navajas prismáticas, las lascas y las
puntas de proyectil o bifaciales. Además se observan las técnicas de percusión directa,
percusión indirecta, presión, bipolar, de adelgazamiento y por micro presión.
La relación del depósito lítico con los otros elementos culturales, podrían ser de diversas
formas, ahora se tratara de establecer estas relaciones:
La relación cultural con la Estructura 5 definitivamente la poseen, debido a su ubicación
espacial, es decir, se halla colocado al sur de la misma y sobre todo, en el eje central. El
depósito lítico como tal, se encuentra relacionada con la fase 5a que corresponde al
periodo Posclásico.
La relación complejo altar-estela liso y el depósito lítico, están relacionados
espacialmente, pero un vínculo cultural es difícil establecerlo. En conversaciones con el
colega egresado de arqueología Diego González, se discutía que la relación con el altar
no fue viable, debido a que posiblemente cuando se construyó el espacio para la creación
del depósito lítico, los creadores desconocían la posición del altar; este punto de vista lo
comparto, ya que la estratigrafía demuestra esta posición: el depósito lítico se ubica por
encima del mismo y se haya registrado 1m hacia el norte, en relación con el altar.
170
Sin embargo, frente a esta postura caben dos posibilidades más, que la conocían pero no
les importo su ubicación o que sí la conocían, creando de esta manera una relación
directa con todo el complejo. Sobre la relación con la estela es evidente espacialmente:
al frente y a pocos metros de distancia.
La relación del depósito lítico con la escultura ‘cabeza de jaguar’ no es posible, ya que
no existen artefactos líticos tallados relacionados con la escultura, es la escultura la que
se haya relacionada con el complejo estela-altar liso. Además la escultura cumple otras
funciones: como soporte físico para la estela o como ofrenda a la misma. Por
temporalidad tampoco es posible relacionarlos. De igual forma, sucede con las ofrendas
cerámicas y líticas del complejo.
Con los entierros es posible vincular, ya que los instrumentos que se hayan presentes en
los contextos funerarios, parecen corresponder a una industria del periodo Posclásico,
temporalidad dada al depósito lítico en estudio. Acá se retoma la idea expresada por el
MSc. Ohi, cuando menciona que: posiblemente el nuevo grupo humano en la zona,
sacrificó a los invadidos y colocó sus propios artefactos como ofrendas. Dado la pauta
teórica que presenta el proceso productivo del reclamo joveriano, se puede crear esta
relación con el depósito.
171
En algún momento también se cuestionó si el depósito lítico registrado, podría
pertenecer a alguna área de un taller, idea que también expresa el MSc. Ohi en la
Memoria (2000:222), sin embargo no se han registrado hasta la fecha en Casa Blanca o
en la zona arqueológica de Chalchuapa un lugar con tales características. Estudios más
exhaustivos podrían exponer este punto de vista. No se conocen contextos con esta
distribución cultural en la zona arqueológica de Chalchuapa, en Casa Blanca ni entorno
a la Estructura 5.
Establecidas las respuestas a las interrogantes al inicio expresadas, se dará paso a la
confrontación con la hipótesis, la cual fue expresada así:
Los instrumentos líticos depositados al lado sur de la Estructura 5 del sitio
arqueológico Casa Blanca son una posible representación material de un ritual
asociado al abandono de dicha estructura.
Partiendo de las premisas expresadas por la Arqueología social latinoamericana, que
hablan de la formación económica-social, del modo de vida y la cultura; junto con el
análisis de los instrumentos líticos se puede concluir:
172
El depósito lítico registrado al lado sur de la Estructura 5 del sitio arqueológico Casa
Blanca, Chalchuapa es el resultado de modelos de relaciones de producción y relaciones
sociales de producción. Ya que por medio de ese espacio se pudo crear un depósito
primario como lo expresa Lewestein (1989:178), ya que presenta posiblemente objetos
in situ, esto a pesar de poseer alteraciones posdeposicionales naturales y sociales; esta
categoría habla de depósitos como entierros o como ofrendas dedicatorias, ya que éstos
se hayan asociados a edificios públicos o se hayan en restos habitacionales que fueron
destruidos por el fuego o abandonados con rapidez y donde normalmente se hallan restos
pequeños como lascas, productos de retoque o afilamiento de instrumentos.
Pero también, dicho depósito lítico presenta características de un depósito de facto
(categoría de Shiffer) que habla nuevamente de un espacio donde los instrumentos se
hallan ubicados en lugares donde se desarrollaron actividades, pero por razones
multicausales fueron abandonados (espacio e instrumentos). De igual forma, presenta los
rasgos expresados del proceso productivo de consumo de Jover (1999:60) pero
analizados por Castillo (2006:45) que sostiene que existen instrumentos que fueron
creados para funciones tecnológicas pero su función final difiere de su valor físico
tecnológico y es suplantado con un valor simbólico. Expresando de esa forma, como el
modo de producción de cada sociedad satisface sus necesidades por medio de la
generación de bienes materiales; por medio de relaciones sociales que generan una
actividad conjunta, ya sea práctica o espiritual.
173
Acá es donde la propuesta teórica del proceso productivo de reclamo de Jover (1999:62)
se puede involucrar, es decir, si la función original de los instrumentos pudo no tener
una función tecnológica, sino un valor distinto, entonces es probable que también se
trate de un depósito que pudo ser usado como fuente de abastecimiento de los mismos
artefactos. Recuérdese que se ha analizado el criterio de contexto momento y contexto
arqueológico en ambas direcciones. Una aplicación a este tipo de depósito sería la
presencia de los instrumentos ofrendarios elaborados en obsidiana con industria del
Posclásico en todos los entierros asociados a la Estructura 5.
El concepto de modo de vida complementa esta visión, ya que las actividades que
caracterizan a un grupo humano definen a los individuos, pero también este modo de
vida es cambiante y genera nuevos modos de vida presentes en comunidades específicas,
una población. Creándose de esa forma su propia cultura que, mediante diversas
relaciones permitan poder satisfacer sus necesidades.
Por tanto, el depósito lítico analizado en esta tesis, es posible que se trate de una
representación material, es difícil establecer si es parte de un ritual, pero es seguro que
esta asociado al abandono de la Estructura 5; por las características que presentan los
instrumentos (poco uso, instrumentos intencionalmente quebrados) se trata de un
depósito de obsidiana que fue creado como una especie de ofrenda. Pero también
presenta particularidades de un depósito de desechos líticos pero con la diferencia de
poseer la capacidad de reutilizarse, por tanto no se trata de un basurero.
174
*****
Sobre los procesos teóricos sin duda existieron dificultades, ya que la información sobre
los procesos productivos y sus análisis en arqueología que se centran sobre la lítica, no
existen en investigaciones en El Salvador. Mas aún, las postulaciones expresadas por la
Arqueología social latinoamericana nunca han sido aplicadas a ningún contexto
arqueológico salvadoreño, por lo que limita la información de respaldo.
De igual forma, las investigaciones líticas, como se ha repetido muchas veces, dentro y
fuera de esta investigación, no son parte del quehacer científico social salvadoreño. Esto
no sucede como el resultado de una mala praxis, sino que sucede por el desconocimiento
involuntario de otras escuelas o pensamientos arqueológicos, que tienen gran incidencia
en los estudios líticos latinoamericanos.
Se concluye además, que una de las dificultades técnicas experimentadas, es la ausencia
de un taller arqueológico experimental que reúna las condiciones básicas para llevar a
cabo un estudio sobre la producción lítica, conocer por medio de la experimentación los
resultados de las diferentes industrias. De igual forma una limitante es la poca
información pública sobre las relaciones de intercambio centradas en el estudio lítico.
175
Pero no todas las conclusiones sobre esta temática son nefastas, se puede decir que la
amabilidad generada por la Cooperación Japonesa y la facilidad de un espacio laboral y
personal en el sitio Casa Blanca, es una buena conclusión, ya que en ese lugar trabajé,
descansé y compartí con otras personas. A esto se suma la experiencia metodológica y
teórica del arqueólogo guatemalteco Rafael Castillo y de los arqueólogos japoneses
Masakage Murano y Akira Ichikawa; la familia Girón es parte importante en el grupo de
personas que colaboraron de manera desinteresada sobre este estudio. De igual forma se
concluye que colaboraron colegas salvadoreños, guatemaltecos y mexicanos en la
elaboración teórica y metodológica de esta tesis.
176
RECOMENDACIONES
A lo largo de este trabajo de grado, se ha visto la necesidad de mayores estudios
arqueológicos teóricos y metodológicos en materia lítica, ya que las referencias y las
inferencias utilizadas no corresponden al territorio en estudio, excepto las
investigaciones de Sharer. Investigación que fue de mucha utilidad, pero que hubiera
sido de mayor utilidad, si éste se hubiera encontrado en idioma español. Con esto no
quiero decir, que el idioma presente alguna dificultad, sino que dicha publicación es de
sumo interés para la zona arqueológica y salvadoreña; y nadie se ha tomado la molestia
en cerca de 30 años de existir dicha publicación, de traducirlo a la lengua de uso en estas
tierras salvadoreñas. Por lo tanto, exhorto a los compañeros de arqueología a realizar
más investigación sobre artefactos líticos y a traducir de manera conjunta dicha
publicación.
De igual forma, en este trabajo de grado se vió la necesidad de poseer un equipo
multidisciplinario, o en su defecto un estudio de esta categoría, ya que en algunos
momentos la información obtenida poseía un lenguaje demasiado técnico asociado a una
rama de las ciencias sociales. Al igual que lo anterior, con el trabajo de un equipo de esta
naturaleza, se obtendría otros resultados que ayudarían a reforzar los acá obtenidos. Esta
recomendación por lo tanto, va enfocada a pensar más en equipo de investigadores de
las comunidades humanas pasadas y no en un individualismo científico.
177
Un vacío muy importante, registrado durante la experiencia de esta investigación, es la
presencia de un taller de arqueología experimental. Espacio útil para la construcción de
inferencias metodológicas y teóricas de la producción lítica. Se recomienda la
construcción de este espacio y una vez establecido, la contínua preparación de
investigadores en esta área con la ayuda de colegas con mayor experiencia en la rama
por medio de charlas, talleres y momentos de discusión teórica y metodológica actuales.
Finalmente, ir pensando en la creación de una lítoteca. Esto implicaría realizar un
estudio de yacimientos en territorio salvadoreño (con ayuda de geólogos y ramas afines
–he ahí la importancia de un equipo multidisciplinario), luego realizar un registro
exhaustivo y ordenado de los artefactos líticos registrados en todos los sitios
arqueológicos. Trabajar en alianza educativa con instituciones culturales de la zona
geográfica (Guatemala, Honduras, Nicaragua y México) para conocer de yacimientos
que estuvieron vinculados directamente con este territorio en los diversos periodos
culturales, incluyendo el presente.
178
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ANEXOS ÍNDICE DE TABLAS (CONTENIDAS DENTRO DE LOS CAPÍTULOS). Tabla 01 Estratigrafía y tipos diagnósticos de la cerámica de la Trinchera 2 de la Rampa. Tabla 02 Aclaratoria de recolección de artefactos líticos. Tabla 03 Tabla con los totales para cada estrato y campo lítico registrado. Tabla 04 Tabla que muestra las cantidades totales de cada grupo lítico. Tabla 05 Tabla de cerámica registra en depósito. Tabla 06 Totales para cada uno de los campos de largo y ancho de los desechos de la
Bolsa 281/12. Tabla 07 Tabla mostrando totales de navajas prismáticas por bolsa y por estrato. Tabla 08 Tabla de lascas mostrando tamaño, estrato/cantidad y total dentro del depósito. Tabla 09 Tabla de lascas mostrando tipología, estrato/cantidad y total dentro del depósito. Tabla 10 Tabla de puntas de proyectil.
ÍNDICE DE FIGURAS. Fig.01 Mapa de El Salvador Fig.02 Mapa de ubicación de Santa Ana y Chalchuapa (CNR Mapa 1:50). Fig.03 Mapa de ubicación de sitios en Chalchuapa – sitio Almulunga (Sharer
1970b:443). Fig.04 Mapa de ubicación de sitios en Chalchuapa (Ohi 2000:15). Fig.05 Mapa Chalchuapa (Longyear 1944:17). Fig.06 Diagramación de túnel y pozos de C3-6 (Sharer 1978:101). Fig.07 Cuadrícula de Casa Blanca y las áreas excavadas (Ohi 2000:19). Fig.08 Plano y fachada de la Estructura 1 (Ohi 2000:49). Fig.09 Escultura 1 de la Estructura 1 de Casa Blanca (Ohi 2000:195). Fig.10 Plano de localización de entierros (Ohi 2000:60). Fig.11 Planos de los Edificios ‘5a’ y ‘5b’ la Estructura5 (Ohi 2000:52). Fig.12 Cronología de los tipos cerámicos de Chalchuapa (Sharer 1970:117). Fig.13 Localización de entierros Estructura 5 Casa Blanca (acercamiento de Fig.08). Fig.14 Las 20 puntas de flechas como ofrendas del Entierro 6 (Ohi 2000:70). Fig.15 Dos lascas grandes de obsidiana – Entierro 7 (Ohi 2000:71). Fig.16 Zona de excavaciones del ‘Proyecto de Reparación de Drenaje’ (Ichikawa
20007). Fig.17 Ubicación de los pisos en relación con la posición del altar-estela (Ichikawa
20007). Fig.18 Ubicación de Altar-estela lisa al lado sur de la Estructura 5 (Ichikawa 20007). Fig.19 Acercamiento de ubicación de altar-estela (Ichikawa 20007). Fig.20 Trinchera NE-1 y la Trinchera NE-2 (Ichikawa 20007). Fig.21 Distribución de yacimientos de obsidiana (Cobean 2002:27).
Fig.22 a) Diagrama de recolección de obsidianas del depósito de la ES-5.CB. b) Estratigrafía del depósito de obsidiana, mostrando procesos posdeposicionales
(Ichikawa 2007).
Fig.23 Comportamiento de desechos (largo). [Dentro de Capítulo III] Fig.24 Comportamiento de desechos (ancho). [Dentro de Capítulo III] Fig.25 Ubicación geográfica de Chalchuapa e Ixtepeque (Encarta 2006). Fig.26 Estratigrafía del depósito lítico, mostrando surcos de café (Ichikawa 2007).
ÍNDICE DE FOTOGRAFÍAS Foto 01 Estructura 5, mostrando altar-estela (norte). (Marcelo P. Barraza 2007). Foto 02 Escalinatas de la ES5 (tomada desde el lado este). (Marcelo P. Barraza 2007). Foto 03 Concentración de obsidiana (Ichikawa 2006). Foto 04 Acercamiento de las obsidianas provenientes del depósito lítico (Ichikawa
2006). Foto 05 Vista aérea de estela y escultura ‘cabeza de jaguar’ (Ichikawa 2006 / Arriba
indica norte) Foto 06 Cerámica ofrenda del complejo altar-estela lisa (Ichikawa 2006) Foto 07 Piso 5c encontrado al frente de la Estructura 5 (Ichikawa 2006 / Vista oeste) Foto 08 Estela a) parte superior; b) parte inferior (Ichikawa 2006) Foto 09 Escultura ‘cabeza de jaguar’ (Ichikawa 2006) Foto 10 Altar (Ichikawa 2006) Foto 11 Bolsa 14 (Marcelo P. Barraza 2007). Foto 12 Sr. Magaña zarandeando parte de la B-14 (Marcelo P. Barraza 2007). Foto 13 Lascas grandes y medianas que quedaban en zaranda (Marcelo P. Barraza 2007). Foto 14 Selección de tamaño de lascas (Marcelo P. Barraza 2007). Foto 15 Segundo zarandeo (Marcelo P. Barraza 2007). Foto 16 Muestra de microdesechos (Marcelo P. Barraza 2007). Foto 17 Sr. Magaña lavando con cepillo (Marcelo P. Barraza 2007). Foto 18 Equipo utilizando para segundo y tercer zarandeo (Marcelo P. Barraza 2007). Foto 19 Este de la estructura C3-5, mostrando surcos (Dpto. Investigaciones, Museo
Nacional de Antropología 1975). Foto 20 Zona de cultivo en la estructura C3-3 (Dpto. Investigaciones, Museo Nacional de
Antropología 1975).
FIGURAS.
Fig.01Mapa de El Salvador
Fig.02Mapa de ubicación de Santa Ana y Chalchuapa (CNR Mapa 1:50).
Fig.03Mapa de ubicación de sitios en Chalchuapa – sitio Almulunga (Sharer 1970b:443).
Fig.04Mapa de ubicación de sitios en Chalchuapa (Ohi 2000:15).
Fig.05 Mapa Chalchuapa (Longyear 1944:17).
Fig.06 Diagramación de túnel y pozos de C3-6 (Sharer 1978:101).
Fig.07 Cuadrícula de Casa Blanca y las áreas excavadas (Ohi 2000:19).
Fig.08 Plano y fachada de la Estructura 1 (Ohi 2000:49).
Fig.09 Escultura 1 de la Estructura 1 de Casa Blanca (Ohi 2000:195).
Fig.10 Plano de localización de entierros (Ohi 2000:60).
Fig.11 Planos de los Edificios ‘5a’ (Izq.) y ‘5b’ (Der.) la Estructura5 (Ohi 2000:52).
Fig.12 Secuencia cerámica del periodo Preclásico (Sharer 1970 444).
Fig.13 Localización de entierros Estructura 5 Casa Blanca (acercamiento de Fig.08).
Fig.14 Las 20 puntas de flechas como ofrendas del Entierro 6 (Ohi 2000:70).
Fig.15 Dos lascas grandes de obsidiana – Entierro 7 (Ohi 2000:71).
Fig.16 Zona de excavaciones del ‘Proyecto de Reparación de Drenaje’
(Ichikawa 20007).
Fig.17 Ubicación de los pisos en relación con la posición del altar-estela
(Ichikawa 20007).
Fig.18 Ubicación de Altar-estela lisa al lado sur de la Estructura 5 (Ichikawa 20007).
Fig.19 Acercamiento de ubicación de altar-estela (Ichikawa 20007).
Fig.20 Trinchera NE-1 y la Trinchera NE-2 (Ichikawa 20007).
Fig.21 Distribución de yacimientos de obsidiana (Cobean 2002:27).
Fig.22 a) Diagrama de recolección de obsidianas del depósito de la ES-5.CB.
Fig.22 b) Estratigrafía del depósito de obsidiana, mostrando procesos posdeposicionales (Ichikawa 2007).
Fig.25 Ubicación geográfica de Chalchuapa e Ixtepeque (Encarta 2006).
Fig.26 Estratigrafía del depósito lítico, mostrando surcos de café (Ichikawa 2007).
FOTOGRAFÍAS1
Foto 01 Estructura 5, mostrando altar-estela (frente norte) (Marcelo P. Barraza 2007)
Foto 02 Escalinata y estela de la ES5 (tomada desde el lado este) (Marcelo P. Barraza 2007)
1 Todas las fotografías de Ichikawa 2006 fueron modificadas para los intereses de esta tesis.
Foto 03 Concentración de obsidiana (Ichikawa 2006)
Foto 04 Acercamiento de obsidianas del depósito lítico (Ichikawa 2006)
Foto 05 Vista aérea de estela y escultura ‘cabeza de jaguar’ (Ichikawa 2006 / Arriba indica norte)
Foto 06 Cerámica ofrenda del complejo altar-estela lisa (Ichikawa 2006)
Foto 07 Piso 5c encontrado al frente de la Estructura 5 (Ichikawa 2006 / Vista oeste)
Foto 08 Estela a) parte superior
b) parte inferior (Ichikawa 2006)
Foto 09 Escultura ‘cabeza de jaguar’ (Ichikawa 2006)
Foto 10 Altar (Ichikawa 2006)
Foto 11 Bolsa 14 (Marcelo P. Barraza 2007).
Foto 12 Sr. Magaña zarandeando parte de la B-14 (Marcelo P. Barraza 2007).
Foto 13 Lascas grandes y medianas que quedaban en zaranda (Marcelo P. Barraza 2007).
Foto 14 Selección de tamaño de lascas (Marcelo P. Barraza 2007).
Foto 15 Segundo zarandeo (Marcelo P. Barraza 2007).
Foto 16 Muestra de microdesechos (Marcelo P. Barraza 2007).
Foto 17 Sr. Magaña lavando con cepillo (Marcelo P. Barraza 2007).
Foto 18 Equipo utilizando para segundo y tercer zarandeo (Marcelo P. Barraza 2007).
Foto 19 Este de la estructura C3-5, mostrando surcos (Dpto. Investigaciones, Museo Nacional de
Antropología 1975).
Foto 20 Zona de cultivo en la estructura C3-3 (Dpto. Investigaciones, Museo Nacional de
Antropología 1975).