AMÉRICA LATINA EN EL ESCENARIO GLOBAL: EL PAPEL ESTRATÉGICO DE
LOS SERVICIOS PRESTADOS A EMPRESAS
Ponencia elaborada para la VI Conferencia REDLAS 2017, San José, Costa Rica
Mercedes Rodríguez ([email protected]) y José A. Camacho ([email protected])
Presentación de los autores: Mercedes Rodríguez es profesora-doctora del
Departamento de Economía Internacional y de España de la Universidad de Granada e
investigadora del Instituto de Desarrollo Regional de dicha Universidad. José A.
Camacho es profesor-doctor del Departamento de Economía Internacional y de España de
la Universidad de Granada y director del Instituto de Desarrollo Regional de dicha
Universidad.
Resumen. Los servicios prestados a empresas son, hoy día, un elemento esencial en la
generación de valor añadido. El objetivo de este trabajo es analizar su papel en las
cadenas globales de valor desde la perspectiva del comercio empleando la última edición
de Tablas Insumo-Producto Inter-País de la OCDE para seis países de América Latina:
Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile y Perú. A diferencia de estudios previos
nos centramos en la evolución del comercio de aquellos servicios prestados a empresas
que son utilizados como insumos: estimamos el valor añadido incorporado en las
exportaciones de insumos intermedios de servicios a empresas, diferenciando entre
valor añadido externo y valor añadido doméstico. A su vez, este último se
descompone en tres elementos: valor añadido doméstico directo, indirecto y re-
importado. Los resultados obtenidos muestran un aumento de la aportación que el
componente externo hace al valor añadido incorporado las exportaciones de insumos
de servicios a empresas. Además, salvando pocas excepciones, el componente
indirecto del valor añadido doméstico también aumenta.
Palabras clave: comercio en términos de valor añadido, servicios prestados a
empresas, insumos, América Latina, tablas insumo-producto inter-país.
Abstract. Business services are, nowadays, a key element in value added generation. The
main aim of this paper is to analyse the role of business services in Global Value Chains
(GVCs) from the perspective of trade using the last edition of the OECD Inter-Country
Input-Output Tables (ICIO) for six Latin American countries: Argentina, Brazil,
Colombia, Costa Rica, Chile and Peru. Unlike previous works we focus on the evolution
of trade in those business services used as intermediates: we estimate value added in
exports of business services intermediate inputs, differentiating between foreign value
added and domestic value added. At the same time, the latter is divided into three
components: direct, indirect and re-imported domestic value added. The results show a
rise in the contribution of the foreign component to the value added of exports in business
services intermediate inputs. In addition, with few exceptions, the indirect component of
domestic value added increases too.
Keywords: trade in value added, business services, inputs, Latin America, inter-
country input-output tables.
Introducción
Durante las últimas décadas el comercio de servicios prestados a empresas ha crecido a un ritmo
sustancial tanto en los países desarrollados como en desarrollo (Goswami, Mattoo y Sáez,
2011). El avance de las nuevas tecnologías y la consiguiente caída en los costes de
comunicación, combinado con la creciente liberalización comercial, han aumentado de forma
notable las posibilidades de crecimiento del comercio de estas actividades en un mundo con una
producción cada vez más fragmentada a escala global. Este crecimiento potencial se apoya en el
hecho de que la mayor parte del comercio internacional está relacionado con bienes y servicios
que se utilizan como insumos en los procesos productivos. Así, dentro del comercio de servicios
más del 70% de las importaciones de éstos son empleadas como insumos intermedios (De
Backer y Miroudot, 2013). En el caso de los servicios prestados a empresas las posibilidades de
crecimiento de los flujos de comercio son si cabe aún más elevadas puesto que se encuentran
entre las actividades de servicios “más comercializables” (Brändle y Koch, 2016). Según las
estimaciones de Jensen y Kletzer (2010) aproximadamente el 70% del empleo en servicios
prestados a empresas en Estados Unidos podría comercializarse. Además, durante los últimos
años ha crecido de forma sustancial el porcentaje de empresas que externalizan servicios que
requieren de personal altamente cualificado a escala global, especialmente hacia países en
desarrollo (Manning, Massini y Lewin, 2008).
Uno de los principales problemas a la hora de analizar las tendencias recientes en el comercio de
insumos de servicios a empresas es la ausencia de estadísticas adecuadas. En la actualidad sólo
existen dos encuestas que recogen información a nivel de empresas sobre outsourcing y
offshoring de servicios: la Offshoring Research Network (ORN) Research Survey, iniciada en
2004 por la Universidad de Duke en Estados Unidos y que cuenta con la participación de una
red internacional que integra universidades y escuelas de negocios de trece países: Alemania,
Australia, Bélgica, Brasil, China, Corea, Dinamarca, España, Francia, Italia, Japón, Países Bajos
y Reino Unido, y las encuestas de outsourcing realizadas por el instituto de estadística danés en
2007 y 2012. A nivel macroeconómico las bases de datos internacionales no suelen incorporar
información desagregada sobre aquellos servicios exportados e importados que son utilizados
como insumos. De este modo, la última edición de Tablas Insumo-Producto Inter-País de la
OCDE (OCDE, 2017) se convierte en una valiosa fuente de información al hacer posible la
diferenciación entre los insumos de servicios prestados a empresas exportados e importados
para cada uno de los países incluidos en la base de datos y, permitir, además, la identificación de
los países de origen y destino de dichos insumos.
El objetivo de este trabajo es analizar el papel de los servicios a empresas en las cadenas
globales de valor desde el punto de vista del comercio en seis países de América Latina:
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica y Perú partiendo de la información recogida en
la última edición Tablas Insumo-Producto Inter-País (ICIO) de la OCDE (OCDE, 2017). La
estructura del trabajo es la siguiente: en primer lugar se realiza una revisión de la literatura sobre
la provisión global de los servicios prestados a empresas. A continuación se describen los datos
y la metodología utilizada y se lleva a cabo el análisis empírico. Finalmente, en las conclusiones
se resumen los principales resultados obtenidos.
1. ¿Es global la provisión de servicios a empresas?
Como Bhagwati (1984) ya señalara en su trabajo pionero sobre el comercio de servicios, el
desarrollo de las nuevas tecnologías y el uso de internet ha modificado de modo radical la
comerciabilidad de muchos servicios prestados a empresas (Abramowsky y Griffith, 2006;
Freund y Weinhold, 2002). El impacto es tan sustancial que las ventajas nacionales en nuevas
tecnologías son un elemento clave en la competitividad de los servicios prestados a empresas
(Guerrieri y Meliciani, 2005). En este sentido Blinder (2006, p. 114) señala que “dado que los
paquetes de información digitalizada juegan el papel que las cajas solían jugar, muchos más
servicios son comercializables ahora”.
Las nuevas tecnologías no solo modifican la geografía de los servicios de baja cualificación sino
también la de los de alta cualificación o intensivos en conocimiento. Algunos autores han
llegado a afirmar que las nuevas tecnologías tienen un efecto nivelador y dan lugar a la
aparición de un “mundo plano” (Friedman, 2005). Sin embargo, cuando analizamos atentamente
la situación actual a través de indicadores económicos es evidente que más que plano el mundo
parece “puntiagudo” y “en términos de poder económico e innovaciones punteras
sorprendentemente son muy pocas las regiones que realmente importan en la economía global
de hoy” (Florida, 2005, p. 48).
Una reciente línea de la literatura señala la aparición de clústeres de servicios intensivos en
conocimiento en las economías en desarrollo que se definen como “concentraciones geográficas
de habilidades analíticas y tecnológicas de bajo coste que sirven una demanda global creciente
de servicios intensivos en conocimiento” (Manning, 2013, p. 379). Esto conlleva un cambio
radical en la visión dominante en la geografía económica que establecía una clara distinción
entre las actividades que se concentraban en las economías desarrolladas y las que lo hacían en
las economías emergentes, esto es, actividades intensivas en tecnología y conocimiento en los
países desarrollados y actividades de bajo coste en los países emergentes (Mudambi, 2008). Uno
de los ejemplos más citados es la India, y más concretamente la industria del software de
Bangalore (Arora y Gambardella, 2005; Chaminade y Vang, 2008; Parthasarathy y Aoyama,
2006) pero también existen otros ejemplos de ciudades en China (Beijing), Europa del Este
(Bucarest) o América Latina (Sao Paulo) que se están convirtiendo en proveedoras clave de
servicios intensivos en conocimiento (Manning et al., 2010). Estos clústeres comparten dos
rasgos principales: por una parte, se desarrollan en base a servicios prestados a empresas como
el software, el diseño o la I+D, en lugar de en base a ciertas tecnologías o productos. Por otra
parte, sirven a clientes globales que no pertenecen a una única industria (Manning, Larsen y
Kannothra, 2017).
La internacionalización de los servicios prestados a empresas “es integral a su estrategia”
(Faulconbridge, Hall y Beaverstock, 2008, p. 211). Así, para analizar de forma adecuada cómo
han evolucionado a lo largo del tiempo los patrones de internacionalización de estas empresas es
necesario complementar las tradicionales ventajas de propiedad, localización e
internacionalización descritas en el modelo OLI de Dunning y Norma (1983) con la perspectiva
estratégica (Faulconbridge, Hall y Beaverstock, 2008; Taylor et al., 2013; Taylor et al., 2014).
En este sentido el estudio llevado a cabo por De Backer y Miroudot (2013) sobre las cadenas
globales de valor retoma la distinción establecida por Gereffi y Fernández-Stark (2010) entre
servicios prestados a empresas horizontales y verticales para señalar que, no sólo el uso, sino
también la provisión de los servicios prestados a empresas, se está volviendo cada vez más
global. Los servicios prestados a empresas se califican como horizontales cuando se trata de
actividades de servicios que necesitan todas las empresas (software, investigación y desarrollo,
contabilidad, servicios legales, etc.) mientras que se denominan verticales cuando forman parte
de una cadena de valor específica. Partiendo de la información estadística disponible, el trabajo
de De Backer y Miroudot (2013) se centra en dos grupos de servicios prestados a empresas
horizontales: informática y actividades relacionadas y otros servicios prestados a empresas. En
el caso de este último grupo sus resultados muestran que la participación de países como la
India, el Reino Unido y Bélgica en las cadenas globales de valor es particularmente elevada
aunque con diferencias sustanciales en términos de posición entre ellos. Así, mientras que el
Reino Unido o Bélgica suelen especializarse en servicios que se sitúan “arriba” en la cadena de
valor, en la India la especialización se registra en servicios “más abajo”. Este hecho apoya las
conclusiones de la literatura sobre servicios avanzados a la producción y redes de ciudades
globales que sostiene que “aunque una empresa puede tener decenas o cientos de oficinas, no
todas esas oficinas tiene la misma importancia estratégica” (Taylor et al., 2014, p. 271). En esta
misma línea el análisis realizado por Miroudot y Cadestin (2017), partiendo del trabajo de
Stabell y Fjelstad (1998), va más allá de la noción tradicional de “cadena”, donde el valor se
genera de forma secuencial conforme se van añadiendo y transformando materias primas hasta
llegar al producto final, e incorpora dos modelos adicionales de generación de valor en las
actividades de servicios: “redes” y “tiendas”. En las “redes” el valor se genera uniendo a los
clientes. Este es el caso de los servicios bancarios o los seguros pero también de los
denominados “servicios de red” como son el transporte o las telecomunicaciones, donde el nexo
de unión son las infraestructuras. Se incluyen también en este modelo los nuevos servicios
provistos a través de internet o las aplicaciones móviles. El modelo de “tienda” el valor se
genera resolviendo problemas a los clientes. Los servicios a empresas tales como los servicios
profesionales, de consultoría, ingeniería o I+D se incluyen en este modelo. En este modelo la
localización es decisiva, no sólo porque es muchas ocasiones es necesario estar cerca de los
clientes sino que porque la distancia importa a la hora de acceder a conocimientos y habilidades
específicas.
Si asumimos que la provisión de los servicios a empresas es cada vez más global, un debate
complementario es el que discute si las cadenas globales de valor son realmente “globales” o
más bien “regionales”. Aunque algunos autores sostienen que los bloques regionales siguen
jugando un papel clave (Johnson y Noguera, 2012; Baldwin y López-González, 2013), el
estudio realizado por Los, Timmer y de Vries (2015) empleando datos de tablas insumo-
producto muestra que el ritmo de crecimiento de la fragmentación internacional es más elevado
que el ritmo de crecimiento de la fragmentación regional, o, dicho de otro modo, que pertenecer
a un bloque comercial sigue importando pero menos que hace unas décadas. Johnson y Noguera
(2017) van más allá, afirmando que los acuerdos comerciales regionales han resultado en una
reducción del ratio del valor añadido con respecto al comercio de aproximadamente el 15%.
Obviamente, el comercio de servicios prestados a las empresas se enfrenta a restricciones.
Jensen (2013) cita como ejemplos más significativos de barreras al comercio de servicios
prestados a empresas los requisitos sobre la forma de los establecimientos, las restricciones
sobre los acuerdos con extranjeros, las restricciones sobre propiedad e inversión, los requisitos
de nacionalidad, residencia y presencia local, la acreditación y concesión de licencias a
profesionales extranjeros, las limitaciones sobre el ámbito de las actividades, las restricciones
sobre prácticas multidisciplinares y las restricciones sobre tasas y publicidad. En este sentido el
Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (ACS) que se está negociado en la actualidad entre 23
miembros de la OMC, entre los que se incluyen todos los países latinoamericanos analizados
excepto Argentina y Brasil, tiene como objetivo actuar sobre dos grandes tipos barreras al
comercio de servicios: por un lado establecer límites al trato nacional, es decir, al hecho de
tratar a los proveedores extranjeros de modo diferente a como se trata a los domésticos, y, por
otro, corregir las limitaciones en el acceso a los mercados o, lo que es lo mismo, en qué medida
los proveedores extranjeros pueden operar.
Finalmente es importante señalar que, más allá del impacto positivo que el comercio de insumos
de servicios prestados a empresas tiene a nivel macroeconómico, estudios empíricos realizados
tanto en países desarrollados como en desarrollo apoyan la hipótesis establecida por Markusen
(Markusen, 1989): dado que los insumos de servicios prestados a empresas son diferentes pero
complementarios a la producción doméstica, permitir el libre comercio de estos insumos de
servicios genera un impacto positivo sobre la productividad y la innovación. En el caso de los
países desarrollados los trabajos de Amiti y Wei (2005, 2009) para Estados Unidos muestran
que el uso de insumos de servicios importados tiene un efecto positivo sobre el sector
manufacturero. Estudios similares para Alemania (Winkler, 2010), Bélgica (Michel y Rycx,
2014) o, más recientemente, para 18 países desarrollados (Pöschl, Foster-McGregor y Stehrer,
2016) obtienen resultados parecidos: el uso de insumos de servicios prestados a empresas
producidos en el extranjero genera ganancias de productividad en las manufacturas. La
evidencia empírica a nivel de empresas es más escasa, aunque cabe destacar los trabajos
realizados para Irlanda (Görg y Hanley, 2005; Görg, Hanley y Strobl, 2008) o Japón (Hijzen,
Tomohiko y Yasuyuki, 2010).
En las economías emergentes la mayor disponibilidad de servicios prestados a empresas
también juega un papel positivo, no sólo a través del incremento de la productividad, sino
mediante el estímulo de la innovación. Por ejemplo, diferentes trabajos para la India (Arnold, et
al., 2012), China (Zhang, Tang y Findlay, 2010), Rusia (Jensen, Rutherford y Tarr, 2007;
Knobel, 2012; Rodríguez y Melikhova, 2015), la República Checa (Arnold, Javorcik y Mattoo,
2011) o los Países Bálticos (Rodríguez, Camacho y Melikhova, 2017) señalan que reformas en
el sector servicios, y más concretamente la liberalización comercial, permiten el acceso a
servicios prestados a empresas más diversos y conducen a mejoras en la productividad y, en
muchos casos, en el desempeño innovador. Este efecto positivo puede extenderse también a los
trabajadores puesto que el incremento en el número de empresas extranjeras puede generar un
efecto positivo sobre los salarios de aquellos trabajadores domésticos mejor cualificados
(Markusen, Rutherford y Tarr, 2005).
2. Datos y metodología.
Como es de sobre conocido, el sector servicios es muy heterogéneo y, además, las
clasificaciones disponibles son diversas lo que hace particularmente complejo realizar análisis
comparativos (Daniels, 2001). Así por ejemplo mientras que en geografía se suele emplear el
término “servicios a la producción” la mayor parte de los economistas utiliza el término
“servicios prestados a empresas”. El trabajo seminal de Miles et al. (1995) establece la existen
de dos categorías principales de servicios a empresas: aquellos que realizan funciones físicas
(como el transporte) y aquellos otros que proporcionan información y conocimiento (como la
informática, la consultoría o la investigación y el desarrollo). Las Tablas Insumo-Producto
Inter-País (ICIO) de la OCDE (OCDE, 2017) emplean la Clasificación Industrial Internacional
Uniforme de todas las actividades económicas, Rev.3. En particular se incluyen dos ramas
principales de servicios prestados a empresas: 72 Informática y actividades conexas y 73-74
Investigación y desarrollo y Otras actividades empresariales. Las ICIO incluyen a un total de 64
países, 35 miembros de la OCDE, 28 no miembros y el resto del mundo. Nuestra atención se
centra en este trabajo en los seis países latinoamericanos anteriormente mencionados:
Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile y Perú.
Para analizar el papel de los servicios a empresas en las cadenas globales de valor desde el
punto de vista del comercio partimos de trabajos previos que analizan el contenido en valor
añadido del comercio a partir de tablas insumo-producto. El trabajo pionero de Hummels, Ishii
y Yi (2001) que empleaba tablas insumo-producto para 10 países de la OCDE y 4 economías
emergentes estimó que el uso de insumos importados para producir bienes que más tarde son
exportados representaba un 21% de las exportaciones, y, además, que había crecido casi un 30%
entre 1970 y 1990. Más recientemente, Johnson y Noguera (2017), tras calcular el valor añadido
del comercio para 42 países de la OCDE y economías emergentes durante el período 1970-
2009, han concluido que la diferencia entre las exportaciones brutas y las exportaciones en
términos de valor añadido ha crecido sustancialmente, especialmente durante la última década,
por lo que, en aras a evitar la doble contabilización, se hace más necesario que nunca medir el
comercio el términos de valor añadido.
Nuestro análisis, al igual que el trabajo de Miroudot y Cadestin (2017) acerca del papel de los
servicios en las cadenas globales de valor, también acepta esta premisa y parte de la
metodología sobre cálculo de comercio en términos de valor añadido del proyecto TiVA de la
OCDE, aunque centrándonos no en las exportaciones totales sino en las exportaciones de
insumos. En primer lugar calculamos el valor añadido doméstico incorporado en las
exportaciones de insumos de servicios a empresas del país c (𝑉𝐴𝐷) como sigue:
𝑉𝐴𝐷 = 𝑉𝑐𝐵𝑐 ,𝑐𝑋𝑐 ,𝑝 ,𝑖
Donde 𝑉𝑐 es un vector que muestra, para cada rama de actividad, el valor añadido de servicios a
empresas entre la producción de dicha rama. 𝐵𝑐 ,𝑐 es la inversa de Leontief correspondiente al
país c, que representa la producción doméstica total necesaria para hacer frente a un incremento
de una unidad en la demanda final del país c. Finalmente, 𝑋𝑐 ,𝑝 ,𝑖 es el vector de exportaciones de
insumos de la rama i desde el país c hacia el país p.
El valor añadido externo incorporado en las exportaciones de insumos de servicios a empresas
del país c (𝑉𝐴𝐸) se obtiene como sigue:
𝑉𝐴𝐸 = 𝑉𝑐𝐵𝑐𝑋𝑐 ,𝑖
Donde 𝐵𝑐 es el bloque columna de la inversa de Leontief del país c con las filas
correspondientes al país c igual a cero.
El valor añadido total incorporado en las exportaciones de insumos de servicios a empresas del
país c (𝑉𝐴𝑇) se obtiene como la suma del valor añadido doméstico y del valor añadido externo:
𝑉𝐴𝑇 = 𝑉𝐴𝐷 + 𝑉𝐴𝐸
Además, en la parte doméstica es posible distinguir entre el contenido directo, indirecto y re-
importado.
3. Resultados.
La Tabla 1 muestra, para las dos ramas de servicios prestados a empresas analizadas, el valor
añadido entre la producción así como la distribución del origen del valor añadido incorporado
en los insumos exportados diferenciando entre valor añadido doméstico y valor añadido externo.
Tabla 1. Valor añadido entre la producción y distribución del valor añadido doméstico y valor
añadido externo de las exportaciones de insumos de servicios empresas, 2000-2011 (%).
Valor
añadido entre
producción
Doméstico Externo
2000
Informática y actividades conexas
Argentina 51.4 93.2 6.8
Brasil 55.1 90 10
Chile 78.8 95.6 4.4
Colombia 74.7 98.1 1.9
Costa Rica 63.7 90 10
Perú 55.6 92.5 7.5
Investigación y desarrollo y otras actividades empresariales
Argentina 61.7 96.1 3.9
Brasil 55.7 95.2 4.8
Chile 80 96.1 3.9
Colombia 76.5 97.6 2.4
Costa Rica 69.1 91.5 8.5
Perú 61.1 91 9
2011
Informática y actividades conexas
Argentina 45.6 89.6 10.4
Brasil 55.6 93 7
Chile 70.1 93.4 6.6
Colombia 71.5 97.2 2.8
Costa Rica 55.1 89.8 10.2
Perú 51.5 91.1 8.9
Investigación y desarrollo y otras actividades empresariales
Argentina 72.2 95.3 4.7
Brasil 56.3 95.2 4.8
Chile 70.9 95.1 4.9
Colombia 73.7 96.8 3.2
Costa Rica 59.1 90.7 9.3
Perú 58.1 90.6 9.4 Fuente: Elaboración propia a partir de las ICIO.
Comenzando por la generación de la valor añadido en la rama de Informática y actividades
conexas, cabe subrayar la existencia de diferencias sustanciales entre Colombia y Chile, donde
el valor añadido representa más del 70% de la producción de la rama, y el resto de países, donde
la contribución del valor añadido a la producción de la rama es entre 15 y 25 puntos
porcentuales inferior.
Con respecto a la rama de Investigación y desarrollo y otras actividades empresariales, el primer
hecho a destacar es que la participación del valor añadido en la producción es superior a la de la
rama de Informática y actividades conexas en todos los países, lo que apunta una mayor
capacidad generadora de riqueza de esta rama. De nuevo, el análisis comparado entre países
vuelve a poner de relieve la existencia de diferencias notables, aunque en este caso tienen lugar
modificaciones importantes durante el período 2000-2011. De esta forma, aunque Chile y
Colombia también muestran participaciones comparativamente elevadas del valor añadido en la
producción de la rama investigación y desarrollo y otras actividades empresariales, durante el
período 2000-2011 se observan cambios de diferente signo entre países. Así, mientras que en
Argentina tiene lugar un incremento de la participación del valor añadido de más de 10 puntos
porcentuales, en Costa Rica se observa un descenso similar de magnitud similar. El descenso es
bastante menor en Perú (3 puntos porcentuales). Tan sólo Brasil mantiene prácticamente
constante su participación, elevándola muy débilmente.
Entrando en el origen del valor añadido de las exportaciones de insumos intermedios, cabe
destacar la existencia de una cierta correspondencia entre el mayor peso del valor añadido de
origen doméstico incorporado en las exportaciones de insumos intermedios y la capacidad
generadora de valor añadido de las distintas ramas de actividad. Así por ejemplo, Colombia y
Chile no sólo son los países donde la rama de informática y actividades conexas tiene una
mayor capacidad generadora de valor añadido sino que, además, la mayor parte de su valor
añadido tiene un origen doméstico. No obstante, encontramos también “excepciones” en esta
tendencia general: pese a que más del 95% del valor añadido de las exportaciones de insumos de
investigación y desarrollo y otras actividades empresariales tienen un origen doméstico en
Brasil, éste es el país con una participación más reducida del valor añadido en la producción.
Con objeto de profundizar en el origen de estas diferencias, la Tabla 2 muestra la
descomposición del valor añadido doméstico entre directo, indirecto y re-importado en el
período 2000-2011para las dos ramas de servicios a empresas analizadas.
Como puede observarse, aunque la mayor parte del valor añadido doméstico de las
exportaciones de insumos de servicios a empresas tiene un origen directo, es cierto que durante
el período analizado se observa una tendencia generalizada al incremento de la contribución
indirecta que realizan otras ramas de actividad del sistema productivo, fruto, probablemente de
la mayor integración de los servicios a empresas en los procesos productivos. Tan sólo se aleja
radicalmente de esta tendencia la rama de investigación y desarrollo y otras actividades
empresariales en Argentina, donde la participación del valor añadido doméstico directo crece
casi 12 puntos porcentuales durante el período 2000-2011. Resulta curioso, no obstante, que sea
también Argentina el país donde más desciende la contribución del valor añadido doméstico
directo en la rama de informática y actividades conexas: unos 17 puntos porcentuales. Como
puede constatarse si volvemos a los datos de la Tabla 1, estos cambios se traducen en un notable
aumento y descenso, respectivamente, de la capacidad generadora de valor añadido de estas
ramas en la economía Argentina: mientras que en la rama de investigación y desarrollo y otras
actividades empresariales tiene lugar un crecimiento sustancial (de más de 10 puntos
porcentuales) del valor añadido con respecto a la producción, en la rama de informática y
actividades conexas ocurre justo lo contrario: Argentina empeora sustancialmente su posición
con relación al resto de países en términos de generación de valor añadido, y, aunque sigue
ocupando la última posición, la contribución del valor añadido a la producción pasa del 51.4%
en 2000 al 45.6% en 2011. Lo mismo ocurre en Costa Rica: es el país donde más desciende la
generación directa de valor añadido doméstico en la rama de investigación y desarrollo y otras
actividades empresariales y el segundo país (tras Argentina) donde más desciende la generación
directa de valor añadido doméstico durante el período 2000-2011. Ello se traduce en una
disminución muy notable de la capacidad generadora de valor añadido de dichas ramas.
Tabla 2. Descomposición del valor añadido doméstico de las exportaciones de insumos de
servicios a empresas: directo, indirecto y re-importado, 2000-2011 (%).
Doméstico
Directo
Doméstico
Indirecto
Doméstico
Re-importado
2000
Informática y actividades conexas
Argentina 63.4 29.8 0.0
Brasil 58.5 31.4 0.0
Chile 79.5 16.1 0.0
Colombia 86.0 12.1 0.0
Costa Rica 63.8 26.2 0.0
Perú 56.3 36.2 0.0
Investigación y desarrollo y otras actividades empresariales
Argentina 65.9 30.2 0.0
Brasil 64.3 30.9 0.0
Chile 84.1 12.0 0.0
Colombia 82.7 14.9 0.0
Costa Rica 71.6 19.9 0.0
Perú 69.3 21.7 0.0
2011
Informática y actividades conexas
Argentina 46.3 43.2 0.0
Brasil 59.5 33.5 0.0
Chile 73.6 19.8 0.0
Colombia 85.1 12.1 0.0
Costa Rica 56.3 33.4 0.0
Perú 51.9 39.2 0.0
Investigación y desarrollo y otras actividades empresariales
Argentina 77.8 17.5 0.0
Brasil 64.9 30.2 0.0
Chile 81.6 13.5 0.0
Colombia 79.0 17.8 0.0
Costa Rica 63.4 27.3 0.0
Perú 63.8 26.8 0.0 Fuente: Elaboración propia a partir de las ICIO.
Finalmente, la Tabla 3 recoge la evolución de las exportaciones de insumos de servicios a
empresas medidas en términos de valor añadido, distinguiendo entre valor añadido doméstico y
valor añadido exterior, y, a su vez, entre valor añadido doméstico directo, indirecto y re-
importado, en millones de dólares.
Atendiendo en primer lugar a la evolución de las exportaciones de insumos de servicios a
empresas en términos de valor añadido durante el período 2000-2011, cabe destacar el
incremento notable de las mismas en todos los países, con la única excepción de las
exportaciones de insumos de informática y actividades conexas en Perú.
Tabla 3. Exportaciones en valor añadido de insumos de servicios a empresas: valor añadido doméstico directo, doméstico indirecto, doméstico re-importado y
externo, 2000-2011 (millones de dólares).
Informática y actividades conexas
2000 2011
Total Doméstico
directo
Doméstico
indirecto
Doméstico
re-importado Externo Total
Doméstico
directo
Doméstico
indirecto
Doméstico
re-importado Externo
Argentina 102.51 65.00 30.53 0.01 6.98 584.55 270.65 252.72 0.10 61.08
Brasil 19.08 11.16 6.00 0.00 1.92 139.60 83.09 46.75 0.04 9.72
Chile 40.51 32.20 6.53 0.00 1.77 100.77 74.12 19.97 0.01 6.67
Colombia 0.40 0.34 0.05 0.00 0.01 18.62 15.85 2.25 0.00 0.52
Costa Rica 13.03 8.31 3.42 0.00 1.30 156.70 88.29 52.41 0.00 16.00
Perú 3.66 2.06 1.33 0.00 0.27 1.28 0.67 0.50 0.00 0.11
Investigación y desarrollo y otras actividades empresariales
2000 2011
Total Doméstico
directo
Doméstico
indirecto
Doméstico
Re-importado Externo Total
Doméstico
directo
Doméstico
indirecto
Doméstico
Re-importado Externo
Argentina 572.36 377.32 172.67 0.06 22.29 1785.52 1388.64 313.17 0.14 83.57
Brasil 2726.45 1753.25 842.04 0.23 130.93 13863.26 9004.16 4192.88 3.25 662.97
Chile 394.45 331.79 47.30 0.01 15.35 1044.53 852.83 140.86 0.08 50.76
Colombia 11.94 9.88 1.77 0.00 0.29 439.62 347.28 78.18 0.04 14.11
Costa Rica 89.48 64.08 17.81 0.00 7.59 1272.19 806.34 347.42 0.02 118.42
Perú 20.53 14.23 4.45 0.00 1.85 55.86 35.65 14.98 0.01 5.23 Fuente: Elaboración propia a partir de las ICIO.
Especialmente reseñable es el crecimiento registrado en Colombia, donde las exportaciones de
insumos de informática y actividades conexas crecieron a un ritmo anual cercano al 42% y las
de insumos de investigación y desarrollo y otras actividades empresariales a un ritmo anual
superior al 38%, teniendo además una gran parte de este valor añadido un origen doméstico
directo. No obstante, pese al notable crecimiento registrado, el papel exportador de insumos de
servicios a empresas de Colombia sigue siendo todavía muy modesto en comparación con el
resto de países analizados, con la única excepción de Perú, donde las exportaciones de insumos
de informática y actividades conexas disminuyeron a un ritmo anual superior al 9% hasta
desbancar a Colombia como países con un menor volumen de exportaciones de insumos de
estos servicios en el año 2011. Perú era también el país como un menor volumen de
exportaciones de insumos de investigación y desarrollo y otras actividades empresariales en
2011.
Es también destacable el incremento de las exportaciones de insumos de servicios a empresas en
Costa Rica, con ritmos de crecimiento superiores al 25% anual, aunque en este caso, a
diferencia de Colombia, crece de forma notable la aportación del valor añadido doméstico
indirecto.
Argentina mantiene su liderazgo como exportador de insumos de informática y actividades
conexas, si bien con un notable descenso de la aportación doméstica directa en favor de la
aportación externa, y, sobre todo, de la aportación doméstica indirecta. Brasil también sigue
siendo el mayor exportador de insumos de investigación y desarrollo y otras actividades
empresariales, aunque en este caso no se observan modificaciones en la distribución del valor
añadido. En Chile cabe destacar el notable incremento de la aportación externa al valor añadido,
que crece en ambas ramas más que en ningún otro país.
Conclusiones
El desarrollo de las cadenas globales de valor de servicios es un fenómeno creciente que va más
allá de la búsqueda de un menor coste de la mano de obra y la externalización de actividades
poco intensivas en conocimiento y tecnología. Durante los últimos años la globalización de los
servicios a empresas ha avanzado imparable. En este trabajo, partiendo de la metodología
empleada para calcular los flujos de comercio en términos de valor añadido de la OCDE
(OCDE, 2017) hemos analizado la evolución de las exportaciones de insumos de servicios a
empresas en términos de valor añadido distinguiendo entre valor añadido de origen doméstico y
valor añadido de origen externo. A su vez, el valor añadido de origen doméstico se ha
distribuido entre doméstico directo, doméstico indirecto y re-importado. Los resultados
obtenidos han revelado la existencia de diferencias sustanciales entre los países analizados pero
también señalan algunas tendencias generales.
Así, por ejemplo, en la rama de informática y actividades conexas la capacidad generadora de
riqueza (medida a través del cociente de valor añadido entre producción) parece estar
estrechamente relacionada con el desarrollo a nivel doméstico de dichas actividades. Esto es,
cuanto mayor es el peso del componente externo del valor añadido menor tiende a ser la
capacidad generadora de riqueza, y, además, aumentos en dicha participación se traducen en
disminuciones de la participación del valor añadido en la producción.
En la rama de investigación y desarrollo y otras actividades empresariales la relación entre
capacidad de generación de valor añadido y origen doméstico/externo no es tan directa. Así por
ejemplo, aunque en el año 2011 el peso del componente externo en la generación del valor
añadido era muy similar en Argentina, Brasil y Chile, la contribución del valor añadido a la
producción en estos tres países era muy dispar. Asimismo, pese a que la importancia del
componente externo del valor añadido creció lo mismo en Argentina, Colombia y Costa Rica
durante el período 2000-2011, los cambios en el ratio de valor añadido con respecto a la
producción fueron completamente distintos: éste aumentó más de 10 puntos porcentuales en
Argentina mientras que disminuyó 10 puntos porcentuales en Costa Rica o menos de 3 puntos
porcentuales en Colombia.
La distribución del valor añadido doméstico directo entre aquel generado de modo directo, de
modo indirecto y re-importado nos ha permitido profundizar en el origen de los diferenciales
anteriormente señalados. Exceptuando el caso de Brasil, donde la generación directa de valor
añadido aumentó muy levemente en las dos ramas de servicios a empresas analizadas, y el caso
de Argentina en la rama de investigación y desarrollo y otras actividades empresariales, la
generación indirecta de valor añadido doméstico creció durante el período 2000-2011. Esta
menor generación directa de valor añadido suele traducirse en una menor capacidad generadora
de riqueza de las actividades de servicios, si bien la cuantía es distinta dependiendo del país y de
la rama de actividad.
En resumen, el desarrollo de las cadenas globales de valor de servicios a empresas se ha
plasmado en general, no sólo en un elevado crecimiento de las exportaciones de insumos de
servicios a empresas, sino también en un incremento generalizado de la aportación que el
componente externo hace al valor añadido que se incorpora en las exportaciones de insumos de
servicios a empresas. Además, salvando pocas excepciones, el componente indirecto del valor
añadido doméstico también ha crecido. No obstante, estos cambios no han de traducirse
necesariamente en una mayor capacidad generadora de riqueza de los servicios a empresas en el
país, lo que muestra la necesidad de un análisis más profundo.
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