Alcanza tu
salvación
Un amigo pastor que está
ministrando en EE.UU., una
noche que no se sentía bien salió
a comprar medicamentos.
Y mientras regresaba, vio como un coche lo seguía a gran velocidad. Cuando se dio
cuenta que era la policía, se
arrepintió:“Uy, manejé muy rápido”. Pero era ya tarde.
El oficial se acercó, le pidió el registro de conducir y mi amigo que a menudo se excedía en velocidad, le preguntó descaradamente: “¿Hice algo mal?”, A lo que el comisario se rió y le respondió: “¿No lo sabe?”. Y le aclaró que se excedió de velocidad y pasó el semáforo en rojo.
Luego le preguntó a qué se dedicaba, y
mi amigo sobresaltado le dijo dubitativo: Ssssoy… pastor”. En seguida el oficial indagó: “¿Alguna vez lo
detuvieron por el mismo motivo en los
últimos cinco años?”Ah, sí. Lo pararon por ambas
causas”.
Y el policía le explicó con una
sonrisa en el rostro: “Mire, si le hacemos una multa por exceso de velocidad es para que cambie su hábito de conducir, pero usted no cambia
pastor. ¿Acaso no es usted quien exige a
los demás que cambien? ¿Y cómo
puede ser que usted no sea ejemplo?
En la medida que vayamos
conociendo más a Dios, somos
transformados. Cuando vivimos en el temor de
Dios, reflejaremos a Jesús por medio
de nuestras vidas.
“Vivan como corresponde”, Jung Hang-jo
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