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Zonas Geoeconomicas Pag. 30
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DESARROLLO REGIONAL Y URBANO EN LA
REESTRUCTURACIÓN ECONÓMICA DE MÉXICO,
1980 - 2006
(PANORAMA DEL PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN
NACIONAL EN MATERIA DE ECONOMÍA REGIONAL EN
MÉXICO)
Jorge Isauro Rionda Ramírez1
Guanajuato, Gto; a 21 de mayo de 2008
Para Teté.
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INDICE: PRESENTACIÓN
INTRODUCCIÓN
PLANTEAMIENTO
PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN A PARTIR DE 1995
1 LA ECONOMÍA REGIONAL EN MÉXICO EN LOS AÑOS 90
2 HALLAZGOS RESPECTO A LOS DESEQUILIBRIOS ESTRUCTURALES Y
DESARROLLO REGIONAL EN MÉXICO
3 LAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN QUE MARCA LA GLOBALIZACIÓN,
NEOLIBERALISMO ECONÓMICO Y DESARROLLO REGIONAL
4 DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN Y CRECIMIENTO URBANO EN MÉXICO
5 DINÁMICA METROPOLITANA EN MÉXICO
6 LA POLÍTICA TERRITORIAL Y LA RECONFIGURACIÓN URBANO –
REGIONAL EN MÉXICO
7 CONCLUSIONES, CONSIDERACIONES Y NUEVAS LÍNEAS DE
INVESTIGACIÓN
FUENTES
SIGLAS
CITAS
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PRESENTACIÓN
El presente trabajo aborda el origen de la escuela de la economía regional en
México, donde se identifica el programa de investigación que se sigue a partir
de la posguerra. Donde se distinguen dos vertientes de la planeación
económica: la sectorial y la regional. En esta última se destacan los autores
que le dan origen, con su principal obra, las escuelas internacionales que
influyen, así como las del país, destacando la escuela historicista, la formación
de centro de investigación en la UNAM en materia de economía regional como
geográfica, y destaca su relevancia.
Trata al respecto de la economía regional en México, el principal problema de
interés, los supuestos, como las escuelas y teorías que influyen en el
pensamiento económico para explicar el desarrollo regional ante la apertura
económica y sus nuevos paradigmas.
Asimismo, reconsidera los hallazgos más recientes de los principales
investigadores que en México integran el programa de investigación en materia
de desarrollo regional y urbano. Las referencias de los estudios analizados
inician desde el programa de investigación de 1995 a la actualidad.
Habla de los desequilibrios estructurales y desarrollo regional en México, donde
se plantean las razones que explican las bases económicas que causan las
asimetrías como los desequilibrios existentes en la economía nacional, bajo un
enfoque de desarrollo sectorial, carente de un enfoque regional.
Trata de la globalización, el neoliberalismo económico y el desarrollo regional,
donde se procura que se vea el vínculo lógico entre la producción compartida a
escala mundial que es fundamento del régimen de producción flexible, y el
desarrollo regional, afirmando que el neoliberalismo no solo propone la
apertura económica y el dominio del mercado, sino que incorpora el territorio a
la toma de decisiones, tanto de las empresas como de las instancias sociales
como públicas.
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En ello, uno de los principales objetivos del presente trabajo es establecer el
programa de investigación en materia de economía regional para México, como
presentar la evolución que tiene de 1940 a la actualidad, en especial las teorías
más recientes. Lo que se propone es plantear el programa de investigación en
México en materia de desarrollo regional y urbano, con base a los hallazgos de
los principales investigadores mexicanos como extranjeros, y consideraciones
en base al programa actual de investigación social, económica y urbana del
país.
Por otra parte, también toca la política territorial y la configuración urbano -
regional en México. El otro objetivo relevante radica en comprender el carácter
de las políticas públicas en la procuración de ordenar el territorio, y cierra el
trabajo con la temática reflexiva de la calidad de vida de los mexicanos con
respecto a las decisiones que en la procuración de satisfactores, se hace del
territorio nacional, sus costos, alcances, logros como limitaciones. México como
un caso de referencia necesario a la visión latinoamericana.
El método seguido es la identificación de la evolución en cuanto hallazgos más
importantes que los principales investigadores reconocidos en la disciplina de
estudio, así como de otros que son referencia necesaria, para con ello crear un
panorama general del estado de la situación existente en el programa de
investigación en México en materia del desarrollo urbano2
regional.
Es importante este tipo de estudios que ante todo sirven no solo como marco
teórico como referencial en la disciplina científica que se trabaja, sino que por
otra parte, presentan el programa nacional de investigación en el eje temático
del desarrollo regional y urbano, donde se expresan las principales líneas de
investigación, como autores y hallazgos logrados, así como los déficit del saber
existentes por los que se deben abrir otras líneas más de trabajo.
La estructura del trabajo aborda el programa de investigación en materia de
desarrollo regional y urbano desde 1995 a la actualidad. Se parte de la fecha
en que la apertura comercial en México es una realidad institucional, y no solo
económica, pues en el marco de la negociación del tratado de libre comercio
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con América del norte, las reformas institucionales orientan la reestructuración
económica de corte post fordista3
. Aunque es el 01 de enero de 1994 el inicio
del TLCAN, el primer año el desarme arancelario como contingentario no es
representativo, como aparte, su impacto en el aparato productivo nacional se
revela un año después. Por lo mismo, el trabajo toma como año de inicio 1995.
La estructura comprende ocho grandes temáticas, que son las principales
líneas de investigación en materia de desarrollo regional y urbano en México.
Las grandes temáticas procuran presentar un panorama general que
dimensione el grado de los problemas existentes en materia, como por otra
parte, los aspectos más críticos de los mismos.
La primera temática plantea el inicio de la planeación regional en México, y con
ello, la relevancia de la escuela mexicana en materia de economía regional,
especialmente en la década de los noventa. En ello es fundamental la labor
que realiza la Universidad Nacional Autónoma de México, en su Facultad de
Economía que tiene dos institutos de investigación cuyo programa de
investigación es líder del programa de investigación nacional en materia de
estudios económicos regionales, como urbanos. Se trata del Instituto de
Geografía y del Instituto de Investigaciones Económicas.
La segunda temática habla de los desequilibrios estructurales y desarrollo
regional en México, donde se plantean las razones que explican las bases
económicas que causan las asimetrías como los desequilibrios existentes en la
economía nacional, bajo un enfoque de desarrollo sectorial, carente de un
enfoque regional.
La tercera temática abordada trata de la globalización, el neoliberalismo
económico y el desarrollo regional, donde se procura que se vea el vínculo
lógico entre la producción compartida a escala mundial que es fundamento del
régimen de producción flexible, y el desarrollo regional, donde el neoliberalismo
no solo propone la apertura económica y el dominio del mercado, sino que
incorpora el territorio (ver mapa 1) a la toma de decisiones, tanto de las
empresas como de las instancias sociales como públicas.
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La cuarta trata de la distribución de la población y el crecimiento urbano en
México, que plantea la relación entre los mercados de trabajo, los polos de
desarrollo en respuesta a los mercados nacionales como internacionales y su
efecto en la calidad de vida de la población, como en su vocación laboral.
La quinta temática trata al respecto de la dinámica metropolitana en México4
,
donde el cambio de patrones en la migración y en la distribución territorial de la
población explica por otra parte, los nuevos patrones que se observa en las
grandes áreas urbanas como metropolitanas del país.
La sexta temática abordada es la relativa al crecimiento metropolitano en
Guanajuato, durante el periodo de 1990 – 2010, que comprende el lapso de las
reformas neoliberales y de la implementación del régimen de producción
flexible en la provincia mexicana, para el caso el del Estado de Guanajuato
donde se delinea la dinámica metropolitana de las 27 principales áreas urbanas
de la entidad.
La séptima trama de este estudio toca la política territorial y la configuración
urbano - regional en México. El objetivo es comprender el carácter de las
políticas públicas en la procuración de ordenar el territorio.
Finalmente, se cierra el trabajo con la octava temática reflexiva de la calidad de
vida de los mexicanos con respecto a las decisiones que en la procuración de
satisfactores, se hace del territorio nacional, sus costos, alcances, logros como
limitaciones. México como un caso de referencia necesario a la visión
latinoamericana.
Se concluyen los puntos más importantes de las reflexiones realizadas
respecto a los principales hallazgos del programa de investigación en México,
para con ello derivar criterios de política pública para el desarrollo regional y
urbano, como abrir nuevas líneas de investigación.
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En la elaboración de la presente obra se deben reconocer importantes apoyos
de distintas instancias institucionales, las que respaldan la labor de
investigación para el logro del presente libro.
Primeramente se destaca el apoyo recibido del Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología que mediante su apoyo financiero se logra la publicación material
de la obra, así como el importante incentivo que representa el ser miembro del
Sistema Nacional de Investigadores.
El trabajo es dictaminado y arbitrado por varios investigadores tanto del
extranjero (España), como nacionales, por su carácter de confidencialidad, al
tratarse de la mecánica de doble ciego, no me es posible indicar sus nombres
en la presente, pero sin embargo, esperando en algún momento presentar la
obra en su forma impresa, les distingo por sus importantes contribuciones y
sugerencias al trabajo, sin que por ello compartan los posibles errores y
limitantes que puedan hallársele al presente libro.
Se agradece a la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Guanajuato
permitir mediante el curso de Planeamiento Urbano Regional, que este texto se
realice a efecto del desarrollo del programa de estudio propio de su programa
de maestría en Planeamiento Urbano Regional, del cual soy profesor desde
1998.
También se destaca el importante apoyo financiero que recibo de la
Universidad De La Salle Bajío, que desde el año de 2005 me apoya para
realización de distintas investigaciones, entre ellas, parte de la presente.
Muy especialmente se agradece a la Universidad de Guanajuato por amparar
la labor de investigación con el subsidio implícito requerido para la realización
del trabajo, al ser profesor de tiempo completo dentro del programa académico
de la licenciatura en desarrollo regional.
Como es bien sabido por el lector especializado en el tema, las investigaciones
son continuas e inacabadas, por ello, no dudo que existan muchos otros
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aspectos de interés que bien por omisión o por evolución científica, no son
debidamente tratados en el desarrollo del presente trabajo. No obstante, quien
esto escribe considera que el presente esfuerzo presenta en términos
generales y en la dimensión adecuada los aspectos nodales de los estudios
más recientes del desarrollo regional y urbano en México.
Queda entonces a su alcance la presente obra que finalmente es calificada por
quienes, como lectores analíticos y críticos, califican y ponderan en su debido
valor la aportación que se hace y su valor como recurso académico como de
investigación.
INTRODUCCIÓN
El desarrollo económico en México, desde los años 40, obedece a la promoción
del carácter estratégico de ciertos sectores que se consideran vitales para la
detonación del crecimiento económico. De dicha década a 1970 el ascenso
industrial y urbano del país es continuo y sostenido. El esquema llamado
endogenista5
, que se respalda con la expansión de la demanda interna gracias
a la inversión pública, como de un álgido proteccionismo, tiene como soporte
una coyuntura internacional favorable que representa la Segunda Contienda
Mundial y el periodo de la reconstrucción.
México, no obstante la continua entrada de divisas vía comercio exterior,
durante el periodo del llamado Milagro mexicano orienta su liquidez al respaldo
de la banca, especialmente la de desarrollo, la cual, por cuestiones de
cobertura de riesgo, favorece las inversiones industriales, y con ello el
desarrollo urbano, y deja en abierto abandono las actividades del campo.
Asimismo, el sector público, en la búsqueda de que su inversión beneficie a la
mayor parte de la población, dada la gran dispersión de la población rural, y la
alta densidad demográfica de la población urbana, canaliza la gran parte de
sus acciones a las ciudades. Se tiene por efecto el abandono rural.
El ascenso industrial y urbano que desde los años 30 la nación observa, la
población campesina pierde paulatinamente peso en la sociedad mexicana. Ya
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para 1990 la población rural apenas representa 24.1 millones de personas (el
25.2% de la nacional), y la urbana es 71.3 millones (el 74.8%) Véase cuadro 1
en el anexo de cuadros al final del trabajo.
Asimismo, la inversión pública también se orienta a los sectores económicos
que son considerados estratégicos para detonar el crecimiento. Decisiones de
inversión donde el territorio no es tomado en cuenta. Por tanto, el efecto es la
promoción de ciertas áreas del territorio nacional que arbitrariamente son
beneficiadas, en contrapeso de muchas otras áreas que son abandonadas, por
miopía y por omisión de una planeación económica que solo contempla el
desarrollo sectorial del país, y no su desarrollo regional.
Ahora bien, la existencia de un ascenso industrial urbano bajo una planificación
sectorizada y de bajo presupuesto, que parte del abandono sistemático de lo
rural, y con ello la precarización del campo, tiene como costo implícito el
crecimiento de la suburbanidad6
y la exclusión.
No obstante el Milagro Mexicano de 1940 a 1970, el efecto de la promoción
sectorial es un desarrollo regional asimétrico, desigual, desarticulado,
contrastado y polarizado. Un territorio de la desigualdad y de la asimetría dista
mucho de una organización territorial que pretenda ser democrática. Por ello, el
federalismo y la descentralización se vuelven un tema delicado y prioritario en
las posteriores administraciones públicas del país.
Paralelamente, en 1960 a una escala internacional, el ocaso del fordismo es
vuelve una realidad ante la prominencia cada vez más latente del surgimiento
de una nueva forma de organización social del trabajo y la producción: se habla
del régimen de producción flexible.
Tanto la recuperación europea como de Japón, así como de la consolidación
de la Comunidad Económica Europea, con una agresiva política proteccionista
contra estadounidense, y el ascenso de la producción nipona con esquemas
administrativos basados en las estrategias de Toyota, más eficientes que los
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fordistas, no solo desplazan a las mercancías norteamericanas en los
mercados internacionales, sino incluso invaden sus propios mercados.
Si en 1960 el arribo del régimen toyotista7
marca el ocaso de la producción
fordista – taylorismo de occidente, en 1970, el líder del esquema comienza a
presentar síntomas de debilitamiento. La crisis de las instituciones financieras
internacionales pactadas desde la reunión en Bretton Woods (1944), con el
término del sistema de cambios basado en el oro – dólar y el inicio del sistema
de cambios fiduciario, se deja sentir en 1971. Paralelo, el surgimiento de la
OPEP y su control sobre el petróleo, y las guerras que implica, especialmente
en 1973, la situación se hace más gravosa.
La recesión estadounidense iniciada en 1971 y que se profundiza en 1973
causa en México una drástica devaluación del peso de casi 100% en 1976.
Después de dos décadas de estabilidad cambiaria la ruptura se da
intempestivamente.
Los norteamericanos enfrentan la crisis estructural cambiando el sistema de
cambios amparado en el dólar – oro, para soportar su paridad con base a su
producto nacional bruto. Con este ardid no solo restablecen la liquidez
internacional de su moneda, sino que pueden expandir su base monetaria de
forma agigantada, cuyo excedente colocan en el Fondo Monetario Internacional
en la adquisición de Derechos Especial de Giro, que sistemáticamente les hace
el socio mayoritario de este organismo multilateral, por lo que, con el
alineamiento de las naciones europeas a efecto de sus deudas contraídas con
Estados Unidos, tiene no solo una gran capacidad de voto, sino de veto en las
decisiones de fomento al desarrollo en todo el hemisferio.
Gracias a lo anterior, el déficit comercial que observan de forma persistente los
estadounidenses, lo resuelven con la colocación de deuda externa,
especialmente en las naciones en vías de desarrollo (tales como México que
con la crisis del fordismo del primer lustro de los años 70 se ven en fuertes
presiones inflacionarias y de insolvencia financiera), de tal manera que según
sea el déficit de su cuenta corriente, se crea el mecanismo de aumentar la tasa
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PRIME con lo que recaban de las naciones deudoras los recursos para saldar
su déficit.
Norteamérica que pierde capacidad de competitividad, compensa sus pérdidas
comerciales con ingresos llegados de sus naciones deudoras.
En los años 80, Ronald Reagan y M. Thatcher hacen mancuerna para llevar a
la Unión Soviética a la crisis financiera, puesto que inician una agresiva carrera
armamentista haciendo gastos onerosos en lo que parece una búsqueda de
preparar la tercera guerra mundial, obligando a los soviéticos a realizar gastos
de similares dimensiones, pero cuyo sacrificio es mucho mayor al tratarse de
una economía financieramente más débil. La ruptura se da en 1989, con el
retiro de tropas de Europa de Este y la caída del bloque soviético.
En este nuevo orden mundial, George Bush (padre) inicia en 1989 una política
que prepara al mundo occidental desarrollado para iniciar, igual que lo hacen
los japoneses en los años 50, la implementación a escala mundial del régimen
de producción flexible. Para ello, se requiere que las naciones en vías de
desarrollo participen abriendo sus economías para que en sus territorios se
localice la planta productiva venida de las naciones industriales, en la
procuración de mejorar sus costos aprovechando las ventajas competitivas
locales.
La crisis del fordismo en la década de los 70, marca a su vez el término del
endogenismo económico latinoamericano. En la siguiente década se dan en la
región, pero principalmente en México, reformas institucionales, que orientan a
la región en la implementación de un nuevo régimen con apertura económica,
el llamado exogenismo8
.
El abandono del esquema de desarrollo endogenista, autónomo e
independiente, por el nuevo esquema de apertura, exogenista, basado en la
integración y la dependencia, cuestionan la pretensión de la convergencia en el
desarrollo regional.
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Las políticas neoliberales paulatinamente son llevadas a cabo en la nación bajo
presiones financieras estadounidenses. En 1986 la adhesión al GATT deja en
claro la nueva estrategia económica de la nación que trata de compensar la
caída de la demanda externa mediante la integración comercial. El punto crítico
se alcanza en 1994 con la firma del TLCAN.
El neoliberalismo implica para el Estado del bienestar su término. Se trata
ahora de dimensionar al Estado a su mínima expresión. El redimensionamiento
del estado a un estado mínimo, con el inminente abandono del estado de
bienestar, el concesionamiento de lo público a lo privado finalmente culmina en
la abierta marginación de la población más humilde del país, y en la
agudización de los problemas sociales.
Las tesis neoliberales que suponen que la apertura económica, como la
desregulación, y el redimensionamiento del estado a una expresión mínima,
trae entre otras bondades, un desarrollo regional convergente, se ven
insostenibles ante la realidad histórica del país que de 1982 ve crecer, a
expresiones antes no vistas, la pobreza y la desigualdad, en lo social como en
lo regional.
La integración económica entre las naciones con altas asimetrías en cuanto su
desarrollo, supone la ejecución de fondos compensatorios entre los países que
se integran con abiertas desigualdades. Lamentablemente, la integración de
América del norte carece precisamente de este soporte que bien pudo
respaldar los efectos perniciosos de una integración regida por el Fast track de
la inclemente compulsión económica capitalista en su fase imperialista.
La falta de fondos compensatorios en la integración conlleva un alto costo
social en cuanto que los beneficios son solo para algunos y donde los
perjuicios se socializan en la población más vulnerable.
Finalmente, es a partir del inicio de los años 80 que el enfoque de fomento
sectorial de la economía mexicana se abandona a cambio de un enfoque de
desarrollo regional, más integral, democrático y federalista, acorde a las
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necesidades de la producción flexible en cuanto a la relocalización a escala
mundial de su aparato productivo, donde se incorpora al territorio a la toma de
decisiones. Por tanto, se puede afirma que el enfoque regional es ahora el
interés central de los programas de gobierno en materia de fomento.
La presente obra parte del problema planteado relativo a la necesidad de
identificar cuáles son las tendencias del crecimiento económico regional en
México, desde una perspectiva histórica reciente (a partir de 1940), hasta sus
situación actual, como nuevas tendencias a futuro. Para ello identifica un punto
de inflexión en 1983 donde se abandona el esquema endogenista
(supuestamente agotado), para iniciar la apertura y desregulación económica,
como el proceso de integración a la estructura económica internacional,
también llamado régimen exogenista.
El punto de inflexión en el desarrollo del país obedece al crepúsculo del
régimen de producción rígida, ante la creciente implementación a escala
mundial del llamado régimen de producción flexible. De donde deriva un
reacomodo mundial de la producción, de un esquema que parte de las
unidades nacionales, cuyo precepto de desarrollo es la aspiración a fortalecer
sus economías con independencia y autosuficiencia del resto del mundo
(autarquía), a otro nuevo que funda su anhelo de crecimiento ordenado en la
cooperación internacional y la integración económica, que termina por ser un
nuevo regionalismo con un doble carácter contradictorio: con inclusión hacia
dentro de la región y de exclusión hacia afuera de la misma.
En este nuevo esquema con apertura, el interés central del estudio estriba en
conocer las pautas del desarrollo que dicta el mercado para las distintas sub
regiones del país, evaluando los efectos que en ello tiene la inserción de la
economía nacional en el proceso globalizador y en una nueva estructura
económica internacional cuya lógica de acumulación ahora obedece a la
transnacionalización de los procesos tanto de producción como de circulación.
En lo anterior, las políticas públicas se orientan a la descentralización del poder
político en sus tres órdenes de gobierno, como a la democratización de la vida
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pública del país, así como a la reforma institucional en pro de un federalismo
real. La descentralización de las actividades económicas es la expresión de un
reordenamiento territorial regido por las directrices del mercado, donde las
regulaciones estatales pretenden ser garante de un reacomodo ordenado.
En este nuevo esquema, lo destacable es que dicho reacomodo económico a
una escala mundial como local, se da mediante la interacción espontánea y
concomitante de una reorganización a escala local como global.
El crecimiento regional moderno es concebido desde varias teorías (Mendoza y
Díaz-Bautista; 2006)9
Por citar las principales se tiene la siguiente relación:
1. La teoría de la localización y la economía espacial.
2. El enfoque keynesiano del análisis regional.
3. La teoría del desarrollo económico.
4. El crecimiento económico.
5. La convergencia entre regiones.
6. El crecimiento económico.
7. La geografía económica.
En el enfoque moderno de la economía regional es importante que el punto
central del que se parte de la capacidad exportadora de una región, y con ello,
se deja en claro que es la forma exitosa en que logra anexarse al proceso de
globalización. El supuesto es que el incentivo deseado para el desarrollo local
es su capacidad de incluirse en cada una de las ramas de actividad económica
que desarrolla, en el esquema de mundialización de la producción. Por ello, la
promoción económica local debe partir de las ventajas competitivas locales que
encuentren una oportunidad en los mercados foráneos.
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Este esquema visualiza cuatro horizontes que deben concebirse en supuestos
del desarrollo regional exogenista, partiendo desde luego de un análisis de
largo plazo: la procuración de que el crecimiento económico es promovido por
la sola apertura económica, y que deriva en una convergencia regional; la base
funcionalista del desarrollo donde se promueva un cambio de mentalidad en
razón de promover las iniciativas bajo criterios de la innovación, la empresa y la
exportación, que rompe con las inercias como los prejuicios basados en el
“miedo” al cambio; el aprovechamiento de las externalidades regionales
(Solow10, 1982; 16 – 17 y Romer, 198611 y199012) en el fomento del desarrollo
regional y sus convergencia y, finalmente, la base corográfica y la ventaja de la
localización donde se visualiza una nueva geografía de la oportunidad
económica y reacomodo de los negocios. La externalidad económica13
de una
región se refiere a un espacio geográfico y a la localización de los negocios,
donde el supuesto es que en el grado que las actividades colaterales de las
factorías de una región afectan los costos y los beneficios de otras, las
economías externas regionales, como las internas, reducen los costos de
producción de los negocios a favor de mejorar sus beneficios.
La teoría de Solow como de Rostow viene en contradicción con ley de la
tendencia decreciente de la tasa general de ganancia, planteada por K. Marx
desde mediados del siglo XIX, y que es el fundamento de la teoría moderna
francesa que abre, principalmente Michel Aglieta, conocida como la teoría de la
regulación. Pensamiento que deja su mella en el pensamiento económico en
México en los años 80.
Teóricos internacionales destacables en materia de la teoría de la localización
espacial de los negocios, enunciando a los principales: Von Thûnen (teoría de
la localización), Weber (teoría de la localización industrial), Christaller (teoría de
sistemas de ciudades, Unikel, 1976; 116 - 118)14. Paul Krugman (teorías del
origen, evolución y caída de las estructuras regionales y urbanas) (Mendoza y
Díaz-Bautista; 2006t.)15
.
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De las anteriores tesis, se tiene la comprensión del desarrollo como crecimiento
ordenado con estabilidad a largo plazo. Ordenado en el sentido social, más que
económico, puesto que en lo económico toca a las tesis de crecimiento, pero
en materia de desarrollo lo relevante es la justicia (que cada quien tenga lo que
se merezca), la equidad (a cada quien de acuerdo a sus necesidades y
capacidades), la igualdad (que nadie goce de privilegio, que todos accedan a la
misma oportunidad) y la sustentabilidad (en lo político con paz, en lo cultural
con respeto, en lo social con bienestar, en lo económico con eficiencia16
y en lo
ecológico de forma racional).
PLANTEAMIENTO:
Las acciones en materia de desarrollo local y regional en México son
propiamente realizadas por instancias públicas y procuran contribuir a superar
la pobreza urbana, transformar el hábitat popular y hacer de las ciudades y sus
barrios espacios ordenados, seguros y habitables, para ello, se articulan los
objetivos de la política social con los de las políticas de desarrollo territorial y
urbano para enfrentar los desafíos de la pobreza y el desarrollo urbano,
además de avanzar hacia la superación de los rezagos y los profundos
contrastes sociales en las ciudades y zonas metropolitanas.
El reto no es fácil, uno de las principales restricciones resulta de la incapacidad
de los servidores públicos en materia de su capacidad, formación y
profesionalización, concientización de las necesidades de desarrollo local como
regional, como de la propia generación de conocimiento evaluativo de la
realidad social que atienden, por lo que la atención al público, como el servicio
que otorgan carece de la calidad y cobertura deseada. En estos últimos años
se ve la necesidad de la capacitación y la profesionalización de los servidores
públicos municipales, para lograr el equilibrio entre la formación técnica y la
generación de conocimientos para que los servidores públicos tengan una
mejor preparación y puedan brindar una mejor atención a los ciudadanos.
Existe la necesidad de contar con una política nacional de la que deriven las
estrategias del desarrollo regional que sigan básicamente dos líneas: de largo
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plazo donde se procure vincular los procesos de desarrollo endógeno y
autónomo con la globalización de tal manera que, las actividades económicas
propias de la economía nacional, que aportan ventajas competitivas a procesos
de producción comparativos a los de otras regiones del mundo; y otra de
mediano plazo, donde exista una visión en cuanto ordenamiento territorial
acorde a la organización del territorio propincua para el mejor desempeño
económico de las organizaciones del país. Que por otra parte articule, de
consistencia, solidez al aparato productivo nacional y otorgue convergencia
entre las subregiones del país. Políticas que se inscriban en las iniciativas por
el federalismo y la descentralización, así como la democratización de la
sociedad mexicana, procesos en pro de la equidad, la participación y la
inclusión. ¿Cuáles son entonces las modalidades que debe adquirir la política
de desarrollo local y regional en México ante el contexto de la globalización y
las realidades sub-regionales, como locales? ¿Cómo lograr inducir el
crecimiento económico autónomo, endógeno y sustentable, sin subvenciones
en el crecimiento de los sectores económicos como de las sub-regiones del
país?
Al respecto de la economía regional (Richardson, 197317 y 197518) y su
enfoque en materia de desarrollo, en el caso de México es destacable resaltar
la trayectoria del investigador Ángel Bassols Batalla (geógrafo). Precursor de
los estudios económico regionales del país (Delgadillo, 2006)19
.
Las actuales administraciones de corte neoliberal enfrentan un contradicción
sustantiva en cuanto la ética pública que obedecen, respecto a su interés en
mejorar la calidad de vida de los mexicanos, la cual es patente en las políticas
de desarrollo local como regional del país. Esta consiste en la obediencia a
pretender un gobierno mínimo, con poca participación económica, y la
necesidad de inducir el crecimiento y del desarrollo económico tanto en
sectores estratégicos de la economía nacional, como de las sub-regiones del
país en la búsqueda de su articulación con el proceso globalizador, como de la
promoción del bienestar local, el cual debe por otra parte ser endógeno,
sostenible y sustentable.
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LOS INICIOS
Bassols Batalla es el investigador que realiza estudios georeferenciados de la
economía mexicana, y abre un nuevo enfoque en los estudios económicos al
dejar de lado la economía sectorial, de agregados económicos, propio del
enfoque economicista, donde no se involucra el territorio, a un nuevo enfoque
regional, donde se aterrizan los programas de gobierno y se territorializan al
hacerles acordes a las realidades locales (véase cuadro 2, donde se aprecia la
evolución de los sectores económicos).
La planeación en México, de 1946 (bajo la influencia de la CEPAL), a los años
70 aproximadamente tiene un abierto enfoque de fomento por sectores
económicos. Ajeno al territorio las decisiones van respecto a las actividades
que se suponen estratégicas para incentivar el desarrollo nacional. El efecto en
el territorio es una organización no propincua a las potencialidades locales,
como de sus necesidades, donde por fomento inducido existen importantes
polos de desarrollo, y por efecto, de población. Como áreas de abierta
exclusión.
Ángel Bassols incorpora la dimensión territorial, como las realidades locales a
una planeación que tradicionalmente trata a la nación en una sola dimensión (la
temporal). El enfoque geográfico le otorga a la disciplina económica el
acercamiento georeferenciado del que se debe partir para adecuar la
planeación a lo local, y con ello otorgarle mayor efectividad.
Gracias a este enfoque se atiende en lo política el tema de la sustentabilidad
económica regional, así como la visión de dar inicio a la organización del
territorio, más allá de la organización económica.
En el siglo XIX se da un antecedente importante a tratar al territorio por sus
potencialidades. En ello es bueno recordar las obras de Manuel Orozco y
Berra, García Cubas, Carlos Sigüenza y Góngora, Alejandro Vön Humboldt, el
ingeniero Alanís Patiño, Fernando Zamora Millán, Ramón Alcorta, entre otras
celebres científicos mexicanos …Su tiempo lo comparte con la labor de otros
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geógrafos contemporáneos como son Jorge A. Vivó Escoto, Jorge L. Tamayo y
Carlos Sáenz de la Calzada entre otras personalidades ya fallecidas…
(Delgadillo, 2006)20
.
Científicos mexicanos que abren el tema del desarrollo al territorio, donde las
condiciones del bienestar social basadas en la justicia, la equidad, la igualdad y
la sustentabilidad, son los criterios que rigen el ordenamiento territorial. Con
ello, se tiene toda una escuela científica mexicana que aborda y aporta un
enfoque de planeación como de la propia economía: el desarrollo regional.
Junto con Luis Unikel (1976)21, la visión del desarrollo urbano, se conjuga con
las aportaciones de los geógrafos, de lo que se vincula el desarrollo regional y
urbano en México. Desde entonces, los años 70, los enfoques dejan atrás la
tradicional escuela de la planeación macroeconómica sectorial, para incorporar
al análisis y la comprensión de los problemas nacionales la economía regional
y urbana (Asuad, 2001)22
Las principales obras a resaltar, que presentan los hallazgos de sus
investigaciones, como parte de la evolución de un programa nacional de
investigación en materia (donde la UNAM abre el camino para la planeación
regional), que inicia en la década de los años 50, se presenta en la siguiente
relación cronológica (sólo se destacan las obras más trascendentales en
materia de la disciplina de la economía regional):
.
Bassols Batalla, Ángel (1955) Bibliografía geográfica de México. Secretaría
de Agricultura y Ganadería. México.
Bassols Batalla, Ángel (1956) El Estado de México. Panorama
geoeconómico. Stylo. México.
Schumpeter, Joseph (1956) Teoría del desenvolvimiento económico. Fondo
de Cultura Económica. México.
Kuznets, Simon ((1958) “Medición del desarrollo económico” en El
Trimestre Económico, Vol. 25 Núm.2. México.
Página 20 de 241
Schumpeter, Joseph (1958) “Problemas teóricos del desarrollo económico”
en El Trimestre Económico, Vol. 25. Núm. 2.
México.
Bassols Batalla, Ángel (1970) Geografía económica de México. Editorial
Trillas. México.
Palerm, Ángel (1972) “Ensayo de crítica al desarrollo regional en
México” en Barkin, David (comp..) Los
beneficios del desarrollo regional. SEP. P. 40.
México.
Bassols Batalla, Ángel (1972) Diversidad regional, regiones económicas y
regiones agrícolas de México. Institute of
Developing Economies (en japonés).Tokio.
Richardson, H.W. (1973) Economía Regional; Teoría de la localización,
estructuras urbanas y crecimiento regional. Ed.
Vincens-Vives, Barcelona España.
Richardson, H. (1975) Elementos de economía regional, Alianza
Universidad, España..
Bassols Batalla, Ángel (1967) La división económica regional de México.
Universidad Nacional Autónoma de México.
México.
Unikel, Luis (1976) El desarrollo urbano de México diagnóstico e
implicaciones futuras, El Colegio de México,
México.
Richardson, H. (1977) Teoría del crecimiento regional, ediciones
pirámide, Madrid España.
Página 21 de 241
Kuklinski, Antoni (1977) Desarrollo polarizado y políticas regionales,
FCE, México.
Bassols Batalla, Ángel (1985) Veinticinco años en la geografía mexicana.
Universidad Nacional Autónoma de México.
México.
Bassols Batalla, Ángel (1986) Recursos naturales. Nuestro Tiempo. México.
Garza, Gustavo (comp., 1989) Una década de planeación urbano-regional en
México 1978-1988, El Colegio de México,
México pp.482.
Delgadillo, J. (1990) 30 años de investigación económica regional
en México: el pensamiento y la obra del
geógrafo Angel Bassols Batalla, UNAM,
México.
Garza, Gustavo (1992) Desconcentración tecnológica y localización
industrial en México, El Colegio de México,
México.
Bassols Batalla, Angel (1992) México. Formación de regiones económicas,
IIE UNAM, México D.F. (segunda edición).
Aguilar Barajas, Ismael, (1993) Descentralización industrial y desarrollo
regional en México. Una evaluación del
programa de parques y ciudades industriales,
1970-1986, El Colegio de México, México D.F.
Bassols Batalla, Angel (1993) Geografía Económica de México: teoría,
fenómenos generales, análisis regional. Trillas
(reimp. 2000), México.
Página 22 de 241
Bolívar, A.; Coulomb, R. y Muñoz, C. (coords. 1993)
Metropoli globalidad y modernización, UAM-
Azcapotzalco, México.
Coraggio, J.L. (1994) Territorios en transición, UAEM, México, pp.
25-44, 64-82 y 245-295.
Gamboa de Buen, Jorge (1994) Ciudad de México, una visión, FCE, México.
Aguilar, Adrián Guillermo, et al. (1996)
Las ciudades intermedias y el desarrollo
regional en México. UNAM COLMEX CNCA.
México.
Dussel P., E., Piore, M. y Ruíz Durán, C. (1997) Pensar Globalmente y Actuar Regionalmente.
Editorial JUS/UNAM/Fundación Friedrich Ebert.
México.
Connolly, Priscilla (1997) La reestructuración económica y la ciudad de
México, en: Coulomb, R, y Duhau, E. (coords.);
Dinámica Urbana y Procesos Socio-Políticos,
OCIM, México.
Esquivel, María T. (1997) “Dinámica del empleo e ingresos de la
población metropolitana” en: Coulomb, R, y
Duhau, E. (coords.); Dinámica Urbana y
Procesos Socio-Políticos, OCIM, México.
Bataillon, Claude (1997) Espacios mexicanos contemporáneos,
Fideicomiso Historia de las Américas, El
Colegio de México, FCE, México.
Página 23 de 241
Borja, J. y Castells, M. (1998) Local y Global, 2a edición Taurus, España,
pp.418.
Duhau, Emilio. (1998) Hábitat popular y política urbana, Miguel Ángel
Porrúa, México.
Bassols Batalla, Ángel (1999) “Investigaciones urbanas y regionales en
México: ¿para conocer o transformar una
realidad?” En Muñoz, Humberto (coord..), La
sociedad mexicana frente al tercer milenio. Ed.
Porrúa y Coordinación de Humanidades
UNAM. México.
Esquivel, Gerardo
(1999) “Convergencia Regional en México, 1940-
1995” en El Trimestre Económico Vol. LXVI(4),
Num. 264 Octubre-Diciembre. Fondo de
Cultura Económica, México.
(2000) “Geografía y desarrollo económico en México”
Banco Interamericano de Desarrollo, Doc. de
trabajo de la red de centros del BID. R.389,
abril 2000.
Arroyo G., F. (2001) “Dinámica del PIB de las entidades federativas
de México, 1980-1990”, Comercio Exterior,
Bancomext, Julio de 2001, México.
Asuad S., N.E. (2001) Economía Regional y Urbana, Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla, Colegio de
Puebla, AEFE-UNAM, México.
Calva, José Luis (Coord., 2007) “Desarrollo regional de México y política
estatal” en Políticas de desarrollo regional.
Página 24 de 241
Colección Agenda para el desarrollo No. 13.
UNAM Miguel Ángel Porrúa y Cámara de
Diputados LX Legislatura. México. P. 390.
De los anteriores trabajos, se rescatan cuatro posturas con respecto a al
evidencia reciente sobre el crecimiento y los desequilibrios en México, que
desde el año 2000 a la actualidad son los principales o más destacables de las
investigaciones. Cuya adscripción teórica se refiere a las teorías de la
localización y el uso del suelo, a la teoría del crecimiento, a la teoría del
crecimiento económico desequilibrado y a las teorías post fordistas de
especialización flexible (véase sinóptico 1 al final del trabajo).
El tema más importante que aporta Bassols al enfoque de la economía regional
es la introducción del enfoque geográfico, como georeferencial, donde esta
última disciplina pierde su carácter meramente descriptivo y corográfico, para
pasar a ser una ciencia de las decisiones, componente básico de la planeación.
Como un instrumento de política económica (Delgadillo y Torres, 1990; 14 –
15)23
El enfoque inicial es histórico y geográfico, donde destaca la escuela de historia
regional mexicana fundada por Alejandra Moreno Toscano y Enrique
Florescano (Viqueira, 2002)
.
24
. Historiadores, quienes buscan explicar la
organización territorial y la estructura regional de México a través del examen
de los procesos históricos subyacentes que conforman las regiones actuales.
Esta escuela es la que más aporta al concepto región al considerarle no solo
como un concepto instrumento científico sino como un predicado histórico, esto
es, una construcción social e histórica. Desde luego este enfoque define las
regiones por elementos sociales, culturales, económicos, político e histórico
antropológicos comunes. Es la noción de región más amplia y completa.
Hay otras escuelas internacionales que influyen el pensamiento de la economía
regional. Al respecto Massiris (2005, octubre)25 trata el tema del enfoque
regional en la economía y destaca una línea de pensamiento que demarca un
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programa de investigación internacional donde se identifican los principales
pensadores, como escuelas, que tratan el concepto región.
Dentro de las escuelas que desarrollan conceptos propios, instrumentales de
su quehacer científico, del concepto región, enuncia la llamada escuela
francesa representada por Francois Perroux y Jacques Boudeville (citados por
Massiris, Oct. 2005)26
.
Peroux en la construcción del concepto espacio parte de considerar tres
aspectos:
• Se define con base a un plan, que delimita un área geográfica de acción,
bien por parte de un organismo público, o bien una organización privada.
• En relación a un campo de fuerzas. Donde la influencia de un espacio
respecto a lo circunscrito define el área o región.
• Como un agregado homogéneo. Que es el área que comparte un
elemento común, o donde cierta característica existe de forma uniforme.
Que comparten un mismo rasgo.
Posteriormente, Boudeville define tres tipos genéricos de región con base a los
espacios de Peroux, que son:
• Región plan o programa. Rescata el concepto de Peroux puesto que se
trata de un área que es objetivo de una acción que emprende un
organismo público o privado.
• Región polarizada. Es un área donde existe, conviven, dos rasgos
contrarios, contrastados, asimétricos, por lo que es donde se expresa
una contradicción en su desarrollo.
• Región homogénea. Se refiere al mismo concepto de Peroux que
establece un área donde existe un rasgo común o uniforme.
Página 26 de 241
En este enfoque tiende a confundir en términos prácticos espacio con región
por la íntima vinculación que se establece entre lo propuesto por Perroux y lo
derivado de Boudeville.
Aparece la escuela alemana encabezada por Walter Christaller y August Lösch,
(citados por Massiris, Oct. 2005)27
. quienes formulan la teoría del lugar central,
con la finalidad de descubrir las leyes que explican la fenomenología social y
económica que se da sobre el territorio. En sus instrumentos de análisis,
conciben la realidad geográfica como un espacio euclidiano, bidimensional,
plano, por lo que pueden aplicar fórmulas matemáticas para medición de
patrones sociales.
Se da también otra teoría relativa a la región productiva, la misma que esta
inscrita en las teorías del desarrollo económico regional, corriente a su vez de
fuerte formación neoclásica, misma que procura entender las razones del
desarrollo o estancamiento, donde es evidente una división y especialización
territorial de la producción y el trabajo. Es de las anteriores la corriente mas
economicista y menos geógrafa.
Actualmente surgen otras concepciones más avanzadas como lo es la teoría
de la región espacial de Coraggio (citado por Massiris, Oct. 2005)28
, donde el
hincapié radica en la relación entre territorio, sociedad y economía, esto es, en
los diversos órdenes del ser.
Ámbito territorial de una relación social se define al segmento de territorio que
incluye la localización de los agentes y medios directamente acoplados por la
relación, así como los senderos de los flujos materiales que la realizan. Donde
se pueden identificar áreas de homogeneidad relativa, lo que lleva a definir la
región como un ámbito o área de homogeneidad territorial, delimitada a partir
del dominio de una singularidad de una semejanza.
Coraggio distingue entre región y regionalización, misma que considera como
objetiva y subjetiva. La primera trata a la inscripción de un proceso en un
Página 27 de 241
territorio, la segunda es la búsqueda de identificar regiones con base a
parámetros de la variable de estudio.
De las anteriores, el alto grado de tecnicidad e instrumentalismo con que se
desarrollan los conceptos en torno a región dejan de lado la cuestión de la
formación social e histórica. Resalta entonces que las dos escuelas
latinoamericanas resultan con una visión de mayor cordura a la comprensión
de lo social que se dan en el territorio.
La escuela argentina encabezada por A. Rofman (citado por Massiris, Oct.
2005)29
, quien sustenta que cada sociedad organiza su espacio e imprime una
forma específica de configuración. Deriva el concepto de formación social como
algo históricamente determinado. Se establece una relación entre lo agregado
como nacional y lo desagregado como subnacional, donde lo subnacional
comparte con lo nacional ciertos rasgos comunes, no obstante existen en cada
sub nación cierto rasgo de singularidad que le denota como región.
De las anteriores escuelas, como pensadores, la aportación mexicana es la
más destacable, puesto que la inclusión de la historia a la economía regional, le
da un sentido lógico evolutivo al desarrollo, por lo que revela las conexiones
existentes entre las variables de interés, su interacción y su nivel de influencia,
que puede ser por ello también clasificadas como trascendentales, incidentales,
o bien relaciones meramente accidentales.
El enfoque sociológico implícito en la escuela mexicana permite comprender
los causales, orígenes, evolución y dimensión de problemas sociales
relevantes en materia de justicia, equidad, igualdad, y sustentabilidad tales
como son la pobreza, la exclusión, la desigualdad, el deterioro ambiental, la
exploración, la explotación, el hambre, la desnutrición, la migración, la
expresión territorial en la distribución de variables demográficas como
económicas, por citar algunos (Delgadillo y Torres; 2005)30
.
Por otra parte, la escuela que trazan Bassols y Unikel (1976)31, junto con otros
geógrafos e historiadores es contemporánea de una corriente de pensamiento
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económico analítico de la realidad nacional que trazan autores como Jesús
Silva Hérzog, Ricardo Torres Gaitán, Diego G. López Rosado, Benjamín
Retchkiman, Fernando José Luis Ceceña Gámez, Carmona de la Peña, Gloria
González Salazar, Narciso Bassols (su padre), principalmente (Delgadillo,
1990)32
.
Fundan en la Universidad Nacional Autónoma de México (dentro de la Escuela
de Economía), el Instituto de Investigaciones Económicas, como el Instituto de
Geografía, que hoy por hoy, son los centros de investigación que más aportan
al análisis regional en el país. Aún con mayor capacidad de interpretación de
bases de datos georeferenciados que el propio INEGI.
Gracias a la obra de estos centros de investigación se cuenta con una división
económica y política del país, así como con una delimitación regional del
territorio nacional, su división política, cuya unidad de análisis es el municipio.
Base informativa que es insumo vital para la planeación y las decisiones de
inversión (públicas y privadas).
Estos centros de investigación, por otra parte aportan la visión sistémica de la
realidad social como económica de México, donde lo destacable es la visión de
la realidad nacional como un territorio de la desigualdad, el contraste, la
asimetría y la polarización en materia de desarrollo regional. Las expresiones
geográficas de una organización territorial propia de un capitalismo
dependiente y periférico, que expresa las tensiones y traumatismos de la
posmodernidad llamada globalización (Martin, 199833; López, 199134; Forrester,
199735; Ianni, 199836
).
Ahora bien, el interés radica en establecer para los años 90, cuál es el
programa de investigación en México en materia de desarrollo regional, los
problemas que se presentan, los supuestos de los que parten, sus principales
hallazgos como las políticas derivadas de la comprensión de la realidad
regional del momento. Para posteriormente compararlo con el respectivo
programa de investigación existente en el 2007, los problemas recientes, su
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relación con los anteriores, los nuevos supuestos, y los hallazgos obtenidos, de
donde se deben concebir las nuevas políticas de desarrollo regional del país.
Con esta evaluación se pretende lograr dimensionar el grado en que el cuerpo
de científicos mexicanos comprende la realidad regional del país, como su
evolución histórica, de tal manera que se evalúe el impacto del programa de
investigación en materia de economía regional en el diseño de políticas, como
en la propia realidad regional mexicana, para con ello vislumbrar los nuevos
retos y líneas de investigación que son tarea consecuente.
Bassols establece en la primera regionalización socio económica de México, al
menos la más aceptada en los medios oficiales e instancias de planeación. Los
estudios relativos a las regiones de México por su giro económico como por su
sociedad, llevan a presentar al territorio nacional en el año 2000 en 9 regiones
(mapa 2)37
, donde cada región se integra por las siguientes entidades
federativas. También está en mapa 3 que es la regionalización económica que
se acepta en la actualidad.
En este sentido, debe partirse de considerar en una escala municipal las
ventajas que presenta la población en cuanto su densidad poblacional (mapa 4
en los anexos al final del trabajo), con respecto a la utilización del suelo (mapa
5 en los anexos al final del trabajo).
La regionalización trazada por Bassols no es la única, puede haber varias,
dependiendo de la variable de estudio y el interés perseguido. Existen otras
dimensiones que bien pueden presentar otro tipo de regionalizaciones. Por
decir, en el siguiente mapa 6, viendo el índice de producto per cápita para el
año de 199838
, se tiene el mapa 7 donde básicamente se tienen tres grandes
regiones.
En el mapa 8 se establece la división política de la República Mexicana, con
sus respectivas entidades, que se presenta para facilitar la ubicación de las
regiones una vez referidos los nombres de los Estados (En el mapa 9 se tiene
la división política a nivel municipal).
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Actualmente, en los estudios de desarrollo regional se tienen distintas
regionalizaciones, de las que destaca la establecida por Bassols Batalla
(1992)39
.
REGIONALIZACIÓN DE BASSOLS BATALLA:
Región I Noroeste: Baja California, Baja California Sur, Sinaloa
y Sonora.
Región II Norte: Chihuahua, Coahuila y Durango.
Región III Noreste: Nuevo León y Tamaulipas.
Región IV Centro norte: Aguascalientes, Zacatecas y San Luis
Potosí.
Región V Centro occidente: Nayarit, Jalisco, Guanajuato. Colima y
Michoacán.
Región VI Centro este: Querétaro, Hidalgo, Estado de México,
Distrito Federal, Morelos, Tlaxcala y Puebla.
Región VII Este: Veracruz y Tabasco.
Región VIII Sur: Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
Región XI Península de Yucatán: Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
De esta regionalización se puede considerar que la región más productiva es la
más oscura que va del centro al occidente del país. En un segundo lugar esta
la fracción norte y finalmente la tercera región tiende del centro norte y este del
país al sur y la península de Yucatán.
Si se comparan ambas regionalizaciones se ve que se trata de criterios
distintos con poco que ver una entre otra. No obstante, la regionalización con
objetivos distintos, criterios diferentes, lleva a expresiones y dimensiones
disímbolas.
Actualmente existen muchas otras formas de regionalizar el territorio nacional.
Las más aceptadas son aquellas que parten de criterios geográficos como son
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las cuencas hidrológicas, áreas culturales, socioeconómicas e históricas. Como
puede verse en los mapas 1, 10, 3 y 11 de los anexos al final del trabajo.
Con ello, queda claro que la región es un concepto instrumental. Es un
elemento que sirve como unidad de análisis en datos que, según su
distribución territorial e intensidad en cuanto georeferencia, mide el grado de
los problemas por áreas geográficas comparadas. Por lo mismo, paso
consiguiente es abordar las teorías de la región, antes que hablar del desarrollo
regional y urbano de México.
Finalmente, partiendo del trabajo de Bassols las regionalizaciones que más se
aceptan en los estudios socio económicos de México, los presenta Jorge A.
Pérez Pineda (Sinóptico 2, 2000; 18)40
Se tienen las 5 regiones de Hanson
(1998), las 7 regiones de Esquivel (1999), y las 5 regiones de Rodríguez y
Costa (2001). En el cuadro sinóptico 3 se ponen tres de las regionalizaciones
más recientes y los estados que las integran. Se parte de 1995 a la actualidad,
la referencia más aceptada a la actualidad es que establece Bassols Batalla.
Algunas otras sub regionalizaciones existen en el país como son las llamadas
microrregiones, las cuales tocan rasgos de la población según situación socio -
económica, como lo es la exclusión, la desigualdad y la pobreza. Esta sub
regionalización se define con base a los intereses de atención y servicio público
de la SEDESOL (mapas 12 y 13).
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1. LA ECONOMÍA REGIONAL EN MÉXICO EN LOS AÑOS 90
Del inventario de investigaciones más trascendentales que se dan en la década
de los noventa, la presentación que hace Emillio Pradilla Cobos (1995; 131 -
151)41
respecto a la síntesis del programa nacional de investigación en materia
de desarrollo regional y urbano, es la más completa y consistente. Por ello, se
parte de su trabajo.
Afirma Emilio Pradilla Cobos que la reconversión industrial y reestructuración
económica es parte de la estrategia a nivel mundial para lograr contrarrestar la
crisis del fordismo como una estrategia transnacional, en la que la principal
estrategia es la relocalización industrial (Chamboux-Leroux, 2001)42
en las
áreas donde se aporten ventajas competitivas a los procesos de producción,
donde la formación de bloques económicos regionales garantiza el control de
los mercados de bienes intermedios e insumos industriales de las grandes
corporaciones transnacionales de corte monopólico.
Los problemas que se viven en el territorio nacional en materia de medio
ambiente, este autor los enuncia en 10 puntos centrales en este orden:
1.1 La urbanización concentrada y la desigualdad regional:
En este apartado ingresan las reformas al 27 constitucional en su apartado 10,
así como las respectivas a la Ley Agraria, que causan la disolución del ejido y
del minifundio, lo que es causal principal de la concentración urbana de la
población que, aunque desde los años 40 se da en el país, es a partir de estas
reformas a principios de los 90 que el proceso se acelera y se vuelve muy
significativo por el emigración que causa, no tanto por su monto, sino por que
explica en gran medida el crecimiento de las ciudades medias, aunado a las
reformas al 115 constitucional relativos a la autonomía y mayor capacidad de
gestión fiscal y administrativa del municipio en México.
Esta migración se da tanto en el territorio nacional como internacional. Tema
delicado para la administración pública que gesta el Acuerdo de Libre Comercio
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con América del Norte, puesto que no tienen la capacidad de negociar un
acuerdo trinacional migratorio, favorable para que admitieran de forma legal a
trabajadores mexicanos en Norte América como en Canadá.
Las remesas familiares y los indocumentados son por tanto dos aspectos que
se ligan a estas reformas institucionales, desfavorables para el desarrollo
regional del país.
Recientemente, a raíz de las políticas de estabilización que se implementan en
el año 2000, la generación de empleo baja drásticamente. El desempleo
generalizado y muy representativo que estas políticas causan aumenta el flujo
de trabajadores que migran a la Unión Americana. El reflejo de dicha migración
el el reciente y muy significativo incremento de las remesas familiares. Flujo de
divisas que llega a los hogares de los trabajadores que están radicados del otro
lado de la frontera norte. Las mismas que son un fondo que promueve el
desarrollo regional pues, aunque la mayor parte de las divisas se van en gasto
corriente y construcción de hogares, finalmente de uno u otra forma caen en los
arcas bancarias locales y resultan en principal fondo que promueven el
comercio local, entre otras actividades. Para ver en qué grado las remesas
familiares aportan a las regiones del país véanse los mapas 17 y 18. Nótese
como las áreas sombreadas varía de uno a otro año, no obstante las variantes
existen algunas regiones donde el fenómeno es persistentemente significativo.
En el cuadro 3 se presentan algunos indicadores sociales que con base al
información 1990 – 2006, indican el crecimiento demográfico en tasa anual,
correlativo a los afiliados al IMSS y su nexo con la recepción anual de remesas
familiares. Poco influye el crecimiento demográfico en relación con los inscritos
de forma permanente en el IMSS y las remesas. Los estados donde es alto el
nivel de inversión tales como Nuevo León, Quintana Roo, Yucatán el nivel de
percepción de remesas es muy bajo, mientras que su nível de empleo formal
es relativamente alto a su crecimiento demográfico. Contrario, las entidades de
la frontera norte como Baja California, Baja California Sur y Chihuahua, reciben
un importante flujo de remesas siendo entidades con un alto crecimiento
demográfico y alta generación de empleo formal. Por lo que hay un alto grado
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de articulamiento de los mercados laborales de dichas entidades con respecto
a los mercados laborales del otro lado de la frontera norte. Tabasco y
Campeche muestran también un alto nivel en la captación de remesas
familiares con una situación similar a las entidades de la frontera norte. El
Distrito Federal es la parte que más crecimiento en la captación de remesas
observa. Su crecimiento demográfico es bajo y su nivel en la creación de
empleo modesto. Se explica principalmente por se ha vuelto un expulsor de
población, la gran mayoría con destino a la Unión Americana.
En resumen, el cuadro 3 indica que las regiones expresan situaciones de
singularidad que les diferencian del resto, por lo que en el fenómeno de
crecimiento demográfico y desarrollo, los problemas son distintos y operan
variables propias a su situación geo social y económica.
En ello es importante ver cómo las divisas promueven la generación de
empleo, junto con inversión nacional pública y privada, así como extranjera. El
desarrollo industrial y urbano de las regiones del país, cuando la creación de
empleos formales es alta, junto con el de las remesas, indica que el sistema
financiero local opera como un concentrador de recursos y canalizador de
inversión en promoción de inversión bruta y fija, especialmente en desarrollos
industriales.
La apertura económica a intereses extranjeros que se materializan en inversión
directa en la creación de empresas maquiladoras, desarrollos turísticos y otras
factorías y emporios industriales, son lesiones directas al aparato productivo
nacional que se subordina y pasa a un segundo término en la promoción de
sus intereses de crecimiento, ante la prominencia del peso del capital
extranjero en México.
La enajenación del territorio nacional a los intereses de la reproducción del
capital transnacional aliena el patrimonio natural, cultural y social del país a sus
intereses, lo que deja al margen y bajo privilegios a la población trabajadora del
país.
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Durante el periodo endogenista (1940 – 1982), la distribución territorial de la
población sigue un patrón con base a la lógica de una economía que transita
de lo primario a la secundarización, y con un desarrollo industrial urbano
concentrado en las principales áreas urbanas.
El esquema exogenista (a partir de 1983), que es parte del nuevo régimen de
producción flexible, no solo por la apertura económica y las políticas de
desconcentración industrial y descentralización de la vida política del país, sino
por efecto de la presencia de una gran diversidad de negocios transnacionales
localizados en el territorio nacional, las potencialidades territoriales son
mejormente aprovechadas lo que explica que las zonas metropolitanas43
del
país, que tradicionalmente concentran significativamente población, ahora
pierden vigor en su crecimiento, el que es alto pero en menor medida, y que las
áreas del territorio que otorgan oportunidades locales y regionales a los
inversionistas, atraigan inmigrantes, por ello, el régimen de producción flexible
no resta fuerza a la concentración poblacional. Pero en el caso de México, el
esquema aporta nuevas vocaciones industriales oportunas para el desarrollo
local, por ello, las ciudades medias, puertos y ciudades fronteras comienzan a
ser atrayentes de población. No obstante el campo sigue despoblándose, y no
solo eso, sino ahora de manera acentuada. Solo que la emigración ahora tiene
mucho más destinos.
La trama es más demográfica que económica, la desigualdad regional se
presenta principalmente en la retribución al trabajo, se explica por la existencia
de distintas densidades de población prevalecientes entre una región y otra,
situación que cambia si las tasas de natalidad amplían su brecha entre
naciones ricas y naciones pobres. Así como el rendimiento de los factores
productivos es diferente a razón del cambio tecnológico diferenciado, la
movilidad del capital, entre otros aspectos, donde la concentración del capital,
las distintas regulaciones como la existencia de distintos niveles de
composición técnica del capital prevalezca a un nivel de sectores económicos.
1.2 Desempleo, pobreza extrema y subsistema precaria en las ciudades:
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La incrustación no solo de esquemas de producción flexibles, sino de un
aparato industrial extranjero representado por las maquiladoras, desarticula
gravemente el aparato industrial nacional, como es un proceso donde la alta
elasticidad de la oferta de trabajo, implica el aumento del desempleo friccional,
el desempleo, la pobreza y el aumento en las ciudades de las áreas
marginales, suburbanas, donde el asentamiento irregular es privativo del
fenómeno.
En el tránsito de la producción rígida a la producción flexible, las políticas
sociales de corte neoliberal llevan a la flexibilidad laboral las relaciones
industriales existentes. Los trabajos son de carácter temporal y de corto plazo,
la gran mayoría del trabajo en la construcción no rebasa el año de contratación,
por lo que viene en aumento el desempleo friccional.
El aumento de la pobreza y del desempleo friccional nutre la proliferación de
trabajos informales, especialmente en el sector terciario. Ambulantaje.
Actividades muchas veces más remunerativas que las formales.
En México, el desmantelamiento y agotamiento del esquema endogenista ante
la adhesión de la nación al proceso de globalización postmoderna, genera
amplio desempleo friccional e involuntario. Ahora la migración no solo se
compone de campesinos, sino adquiere un carácter más interurbano. La
lumpen proletarización que acompaña a los procesos de producción flexible
también conlleva la versatilización de la mano de obra como su libre y ágil
movilidad, no solo dentro de las organizaciones, sino en el territorio.
Es destacable que tanto en el medio rural como en el urbano, así como
metropolitano, el desempleo es un fenómeno persistente. Los servicios al
productor como al consumidor se concentran especialmente en el medio
urbano, y sobre todo en las grandes metrópolis. Mismos que son respectivos a
actividades financieras y de la banca, aseguradoras, asesoría, profesionales
como de adquisición de insumos y distribución de mercadería, como compra
venta de equipo, herramientas e insumos industriales.
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Con el aumento del desempleo urbano, a razón de la expulsión de mano de
obra del sector primario y secundario, el sector terciario observa un incremento
pero en especial en servicios comerciales de ambulantaje y con carácter
informal, baja capitalización y con ganancias exiguas que son el sustento del
propio trabajador.
1.3 Crecimiento urbano anárquico, segregado y regulación estatal
ineficiente.
No obstante el ordenamiento territorial del uso del suelo, el crecimiento urbano
es desordenado y anárquico. La creación del ejido alrededor de centros
urbanos ocasiona que las ciudades crezcan a costa de terrenos ejidales que
por su propio carácter no pueden ser regularizados, por lo mismo, la planeación
del crecimiento urbano no atiende a los asentamientos irregulares al crear
marginación y pobreza (mapa 19).
Las áreas periféricas de las ciudades crecen de manera irregular y las ciudades
perdidas o grandes áreas de asentamiento irregular presentan síntomas
idénticos a la generación de las favelas en Brasil.
La capacidad del estado en regularizar esta situación y concebir los
asentamientos irregulares como parte de un proyecto de crecimiento urbano
ordenado quedan limitados por la necesidad de reformar el artículo 27 de la
constitución.
La dotación de servicios insuficiente y la baja calidad de los mismos es un
síntoma característico del crecimiento periurbano, que en su gran mayoría es
suburbano y con extrema pobreza.
Esta situación de marginación por otra parte, ante las insuficiencias
urbanísticas de las colonias marginales, así como de ineficientes medios de
transporte, significan un costo adicional a las empresas al tener que trasladar a
sus trabajadores de su hogar a su lugar de trabajo, como de su trabajo a su
hogar (Pradilla, 2007)44.
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Contrario, no obstante lo onerosa que pueda ser, la planeación urbana como el
ordenamiento privilegian los desarrollos de interés empresarial, a costa del
abandono de las áreas irregulares que albergan a un muy significativo monto
de población. Es prioridad para las autoridades los desarrollos de interés
empresarial como son los parques industriales, centros comerciales,
desarrollos turísticos, que dotar de servicios básicos a las colonias populares
irregulares.
Al hablar del crecimiento urbano, implícito queda el tema de la dinámica
metropolitana45, que está muy vinculada a la zona geográfica que se nombra
ciudad (Unikel, 1976)46
. Aquí importa en suma la distribución de la población y
el crecimiento urbano en México, que plantea la relación entre los mercados de
trabajo, los polos de desarrollo en respuesta a los mercados nacionales como
internacionales y su efecto en la calidad de vida de la población, como en su
vocación laboral. Se trata al respecto de la dinámica metropolitana en México,
donde el cambio de patrones en la migración y en la distribución territorial de la
población explica por otra parte, los nuevos patrones que se observa en las
grandes áreas urbanas como metropolitanas del país. Cuyos patrones
obedecen más a las directrices del mercado que un ordenamiento territorial
propincuo al anhelo del desarrollo nacional.
Un antecedente importante para comprender la configuración urbana del país
lo da el reparto agrario, que caracteriza los años post revolucionarios,
especialmente los correspondientes a las décadas de los años 20, 30 y 40, que
ponen un margen a la expansión urbana, lo que es causa que el crecimiento
urbano se vaya sobre los terrenos ejidales y surja, por las condicionamientos
del apartado 10 del Artículo Constitucional 27, el asentamiento irregular y la
proliferación de las llamadas áreas suburbanas, periféricas a las ciudades.
Ya en el contexto de la globalización, dadas las reformas de diciembre de 1991
al apartado 10 del Artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, el crecimiento urbano (que parte de la propiedad privada), se
expande mediante la tierra propiedad social.
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Las ciudades medias adquieren recientemente un protagonismo relevante en el
crecimiento urbano de México, en gran medida se explica por las reformas
constitucionales a los artículos 27 y 115 de la constitución política de los
Estados Unidos Mexicanos como corolario de esto. El nuevo rol otorgado al
municipio con más capacidad de recaudación y gestión administrativa, a la par
de la liberación de la población cautiva por la propiedad ejidal, es la principal
causa del crecimiento en las ciudades medias.
Debe considerarse que las ciudades medias en su gran mayoría son a su vez
cabeceras municipales y estatales, así como puertos y ciudades - frontera por
lo que en las razones del aumento de su población por causas sociales, estos
elementos son fundamentales para explicar crecimiento demográfico.
La población antes campesina viene a engrosar los contingentes de lumpa
proletarios, el comercio informal y el desempleo urbano. Con la reforma al 115
constitucional y la relevancia del municipio en cuanta gestión pública, esta
población expulsada se congrega en las cabeceras municipales, ciudades
medias, grandes centros urbanos y de población, puertos y ciudades
fronterizas. Incluso traspasan las fronteras en la búsqueda de la colocación
laboral.
1.4 Penuria del suelo, vivienda y servicios para los sectores populares.
Por otra parte, las áreas consideradas dentro del desarrollo territorial como
zonas para la vivienda o habitacionales, ante la gran demanda, observan una
alta especulación por lo que su plusvalía aumento de forma agigantada, y
margina a los sectores de más bajos ingresos de la población.
Ante esta situación de un mercado imperfecto, la población de menor ingreso
tiene que habitar áreas fuera del ordenamiento territorial del uso del suelo, que
crea las grandes áreas de asentamiento irregular. Mismas en condiciones
paupérrimas.
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Se carece de una legislación federal como estatal inquilinaria suficiente y
efectiva para poder garantizar que quienes rentan viviendas, tengan garantías
de calidad mínimas para el decoro y la vivienda digna.
Las reformas actuales al 27 constitucional liberan los terrenos ejidales al juego
del libre mercado, de un mercado imperfecto altamente monopolizado, lo que
agudiza la presión entre las clases humildes de la población ante la
imposibilidad de una vivienda digna. Por ello, la violencia y la inseguridad son
en parte efecto de un resentimiento, como una demanda popular por servicios y
vivienda digna, la cual cada vez está más distante de sus posibilidades ante el
inminente encarecimiento de los terrenos habitacionales ante la especulación
de los constructores, la alta demanda y la insuficiente oferta de vivienda
popular.
El ordenamiento territorial del país prácticamente toca solo a lo que concibe el
Artículo 27 en cuando tenencia del suelo. Es hasta la década de los años 60
que aparecen los primeros ordenamientos del uso del suelo en las áreas
metropolitanas del país.
En el sentido del territorio la búsqueda de un nuevo orden requiere un
reordenamiento territorial que parta de lo institucional y lleve a la
restructuración económica que propicie un crecimiento ordenado, y que
resuelva los graves problemas en torno a la pobreza, violencia, deterioro del
medio ambiente y de integración, cooperación económica, que afectan
directamente al territorio y al uso del suelo.
No obstante, escapan muchos aspectos de la vida social y económica al
ordenamiento territorial, la economía informal y la corrupción es atentados
contra el Estado justo de las cosas y de la propia organización del territorio bajo
la norma de lo legítimo, justo y del poder en si. De aquí deriva el conflicto social
como atentado del uso legítimo del territorio, como suelo económico sujeto de
explotación y factor productivo.
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La desconcentración de la industria de las grandes ciudades no solo se explica
por los procesos de producción flexibles, sino también por políticas de
desconcentración industrial como de protección al medio ambiente y combate a
la contaminación. Especialmente para procesos industriales que requieren
grandes volúmenes de agua, o bien son altamente contaminantes del aire o del
suelo.
Los resultados de esta expansión urbano – metropolitano bajo las reformas
institucionales respecto al uso del suelo y su calidad en cuanto tenencia de la
tierra, conjugadas con la reestructuración económica de donde destaca la
apertura económica, son las siguientes:
• La precarización de la calidad urbana
• El aumento de la pobreza en las ciudades
• La marginación o exclusión social
• La suburbanización
• El deterioro ecológico
• Proliferación de asentamientos urbanos irregulares
• Carencia o bien insuficiencia de servicios
• Riesgo
• Violencia social
• Deterioro de la imagen urbana
• Conurbación
• Periurbanización industrial
Existen grandes problemas en el transporte y la vialidad, tanto urbana,
interurbana y rural. La calidad de la vivienda queda por debajo de los
estándares internacionales de la calidad de vida y del bienestar, polución
creciente con el deterioro creciente del medio ambiente. Estos son algunos de
tantos problemas a considerar.
Con el estado benefactor en los años 40 surgen nuevos y más amplios
derechos económicos y sociales, nace al parejo la ciudad del bienestar, la que
necesariamente atiende el confort, la atención, la previsión y la seguridad de la
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clase trabajadora y en especial acoge a las clases medias, donde el subsidio y
la subvención pública son el sustento de esto que encona sus esfuerzos a
equipamientos colectivos, la vivienda social (Maldonado y Palma, 2006) 47
, y
respaldar el ascenso industrial urbano de las naciones.
Indicadores sociales a su vez cuestionan que el crecimiento de la ciudad se
ampare realmente en ser un fenómeno de desarrollo puesto que el rezago
educativo es significativo y la baja calidad de la vivienda e insuficiencia de los
servicios.
1.5 Desigualdad territorial y social en el acceso a infraestructura y
servicios.
Las áreas regulares y previstas como desarrollos habitacionales, con rentas
caras como precios altos, resultan a su vez los más dotados de servicios
urbanos y por tanto, privilegiadas en el desarrollo urbano desequilibrado, donde
contrasta la vecindad de áreas de hacinamiento y asentamiento irregular, pobre
y con abierta marginación.
El efecto de la planeación sectorial (que desde la postguerra es característica
de los planes económicos de desarrollo no solo en México, sino en toda
Latinoamérica, y que se orienta al fomento de los sectores considerados
estratégicos, ajena al territorial), es el aumento de las desigualdades regionales
(Rodríguez y Costa, 2001)48
, desarticulación del aparato productivo nacional,
disparidades infraestructurales, asimetrías económicas y alta desigualdad
social.
Las políticas neoliberales aceleran la concentración del ingreso nacional y se
polariza la sociedad en extremos no sustentables. Muy pocos ricos demasiado
ricos, muchos pobres demasiado pobres. La injustificable situación entre ricos y
pobres causa malestar social y crece la inconformidad y la violencia.
La prosperidad de los ricos tiene su piso en el aumento de la pobreza. El
espectro de la desigualdad, la inequidad, la injusticia y la insustentabilidad
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aparecen en la sociedad mexicana como el engendro de las políticas
neoliberales que en el fondo ocultan le verdadero interés para el que son
creadas: incrementar las ganancias de los grandes corporativos trasnacionales.
Se da el fenómeno de las urbanizaciones cerradas, que es causa de la
inseguridad que se vive en las áreas urbanas y metropolitanas, dada la
desigualdad social tan grave. La cuestión es que la ciudad deja de ser una
sociedad democrática, donde es patente el derecho de la individualidad como
de la libertad, para ahora pasar a exclusividades y exclusiones sociales, que
hacen de la ciudad un espectro de la fragmentación social, su violencia, la
impunidad y el imperio de la inseguridad y el miedo.
1.6 Destrucción de la naturaleza, contaminación ambiental y vulnerabilidad
urbana.
Sin duda, el desarrollo capitalista logra con gran éxito el desarrollo sostenido de
su lógica de acumulación capitalista, no obstante, el tema de su sustentabilidad
es el tema crítico en materia de preservación, restauración, polución y sobre
explotación de los recursos naturales. Las cuestiones más delicadas a esto
tienen que ver con las posibles respuestas que se den a dos interrogantes que
se pueden planear: ¿hasta dónde es sustentable lo sostenido? ¿Y hasta dónde
es sostenible el sustento?
El territorio del país, como de la gran mayoría del territorio mundial, enfrentan
una gran crisis en materia ecológica y de preservación del medio ambiente. Lo
que necesariamente conlleva al deterioro también de las condiciones y calidad
de vida de los nacionales.
Se tiene un panorama de los problemas que enfrenta la nación mexicana en
materia de organización de su territorio y de su propio desarrollo económico,
que implica necesariamente temas de trascendencia social y económica, pero
en especial en materia de industria y preservación del medio ambiente,
participación ciudadana, federalismo y democracia.
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La visión sectorizada parte de una toma de decisiones que no considera el
territorio, de tal manera que el fomento a actividades económicas no solo no
considera al territorio y su organización, menos aún su ordenamiento, sino que
promueve de forma no sustentable el crecimiento de las actividades
económicas, estén donde estén, sin importar que la expresión de un proyecto
de desarrollo sectorial conlleva la divergencia en el desarrollo regional.
El esquema neoliberal que entrega la toma de decisiones al capricho del
mercado, logra con éxito la eficiencia empresarial como un crecimiento
económico sostenible, al menos para los sectores más modernos de la
economía mexicana. No obstante, el enorme sacrificio de la equidad colectiva y
la sustentabilidad son costos históricamente imperdonables de las actuales
administraciones. El tema en cuestión es si bien vale crecer a costa del
desarrollo, o bien, se debe volver a replantear la necesidad de inventar un
esquema de desarrollo con justicia, equidad, igualdad y sustentabilidad en lo
social (bienestar), en lo político (paz), en lo cultural (respecto), en lo económico
(eficiente) y en lo ecológico (racional).
El objetivo perseguido en este rubro es la organización del territorio de una
manera armoniosa en el uso del espacio de tal manera que sean elementos
coadyuvantes al desarrollo social, económico, político, democrático y humano,
en razón sustentable al uso racional y ordenado en cuanto que sea justo,
equitativo e igualitario (Massiris, 2005, octubre)49
Necesariamente el concepto de territorio es a su vez sinónimo de orden público
y económico, de desarrollo y crecimiento económico, asimismo, de
sustentabilidad. De hecho lo sustentable parte del ordenamiento territorial
donde la organización del territorio es la instancia pública y privada que
enmarca los negocios.
El estado en si mantiene la relación ordenada entre la población, la economía,
el mercado y el poder con el territorio, quien es capaz de predestinar a los
hombres al determinar límites y fronteras territoriales, sus usos y
aprovechamientos, como toda forma de explotación de los recursos naturales,
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es el único con capacidad de ordenar el territorio para el sustento de la
población y su economía y de establecer y definir la propia organización del
territorio con base al desarrollo sustentable.
El nuevo esquema económico postmoderno obedece al desarrollo del
federalismo y la descentralización, la autonomía local territorial, la democracia
participativa, el fortalecimiento del municipio como unidad directa de la gestión
estatal con los ciudadanos, el desarrollo sostenible y sustentable, armonioso y
respetuoso de la diversidad cultural.
El reto de la nación de conciliar el desarrollo local con lo transnacional es un
imperativo social bastante difícil de lograr por que ambas lógicas se
contraponen. Asimismo en lo ambiental donde el crecimiento sostenido
irracional del capitalismo no es consistente con el anhelo del desarrollo
sustentable local y nacional.
1.7 Insuficiente financiamiento del desarrollo territorial e inequidad en su
distribución.
Las naciones en vías de desarrollo enfrenta enormes retos en materia del
desarrollo territorial y equidad propincua al desarrollo regional, para ello es
necesario contar con fuertes montos de financiamiento al desarrollo. No
obstante, la persistente y cada vez más profunda insuficiencia de ahorro
interno, presionan y vuelven más críticas las instancias del desarrollo en su
trasfondo social, económico, y sobre todo ecológico.
Las naciones con un bajo nivel de ingreso, también tienen bajo nivel de ahorro
interno. Su tributación es baja por lo que el problema del financiamiento a la
inversión, pública como privada, es el principal elemento que explica las graves
carencias existentes en todo ámbito del desarrollo nacional.
Mientras el capitalismo central mejora la calidad de sus satisfactores, en
contraparte, la periferia sigue con satisfactores que cada día,
comparativamente hablando, se califican de menor calidad. Con ello, aún el
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nivel de confort de un país en dos momentos históricos diferenciados pueda
presentar un ascenso, ante el una nación más desarrollada necesariamente su
situación relativo empeora.
Las naciones en vías de desarrollo recurren al ahorro foráneo bien mediante
inversión extranjera directa, que implica la venta de su patrimonio, bien
mediante inversión extranjera indirecta, que no es otra cosa que deuda externa,
o bien mediante inversión extranjera neutra, que es la venta de paraestatales
donde que son malbaratadas, y donde las ganancias llegan a los intermediarios
financieros, pero no al pueblo.
Al respecto Adela Chávez (1995)50 y (16 Jul. 2006)51
en una comunicación vía
electrónica hace, a quien esto escribe, el siguiente comentario:
“Al mencionar la palabra alternativa viene a mi mente la posibilidad
de volver a esquemas que se creían superados y que por fortuna no
es así. Hoy más que nunca ante el derrumbe del modelo global
capitalista, ante el reagrupamiento de países latinoamericanos en
torno a una nueva forma de coexistencia, es necesario pensar en un
nuevo estilo en nuestras democracias. Si bien es cierto que los
iconos de los años 50 y 60 del siglo pasado han dejado de ser no
más que un símbolo, también es cierto que las promesas de
desarrollo plasmadas por los países desarrollados se ha quedado
solo en buenas intenciones. La pobreza se sigue incrementando
como consecuencia de la ineficiencia de las administraciones
gubernamentales que lejos de pensar en la satisfacción de las
necesidades sociales, se dedican a adelgazar economías, a reducir
el gasto social, a privatizar irracionalmente los recursos y áreas
estratégicas para aumentar las reservas, pagar puntualmente la
deuda externa y garantizar a las clases sociales privilegiadas
mejores condiciones para la inversión (sobre todo especulativa). Los
niveles de competitividad se han perdido desde hace casi seis años
pasando de niveles de 25 o 26 a un nivel de 57 actualmente. De ser
la economía número nueve a nivel mundial a un nivel trece, de
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estrangular el empleo al no incentivar correctamente a la pequeña y
mediana empresa, de no contar con un esquema tributario eficiente y
equitativo, etc. por lo anterior es obvio que el modelo neoliberal –al
menos en Latinoamérica- no ha dado los frutos esperados, tal vez
debido a la ineficiencia de los gobiernos, tal vez a la corrupción, a la
inseguridad nacional, etc. El problema que observo es en cuanto a la
posibilidad a corto plazo de lograr índices de productividad que nos
permitan captar la tan deseada inversión extranjera directa o la
inversión nacional, de ganar un espacio a nivel internacional con
reconocimiento tal que nuestro país sea nuevamente cotizado, tal
vez por su sector turístico, tal vez por lograr diversificar la producción
de energéticos de bajo costo y alta calidad. Otro dilema está en
hacer cuentas por ejemplo de cuanto tardaríamos como país
desintegrado en alcanzar a los a países medianamente
industrializados. Todo esto sin olvidar un crecimiento armónico entre
las actividades productivas y el estado de nuestros recursos
naturales, de una redistribución del ingreso y de una verdadera
democracia.”
Otra investigadora es Cecilia González (2002)52
, quien a su vez trabaja la
inequidad en el reparto de la riqueza en México, que viene a relacionarse con
los temas de la exclusión económica de los mexicanos.
Interesante hoy día es ver cómo la remesas familiares, de una nación como
México donde uno de cada siete nacionales está en el extranjero, son un fondo
directo y significativo para aliviar en gran medida la situación de la precariedad
en que viven un gran número de mexicanos (según lo revelan estadísticas del
Banco Mundial, en el país al menos hay veinte millones de mexicanos en al
extrema pobreza).
Las asociaciones de migrantes y clubes integrados desde la Unión Americana
de migrantes son organizaciones que promueven el desarrollo local con fondos
para apoyo a labores comunitarias o negocios. Por dar una idea, San Miguel
Allende es un municipio donde varias asociaciones de migrantes,
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conjuntamente a la comunidad norteamericana residente en el municipio
colaboran conjuntamente para el financiamiento de proyectos de desarrollo
comunitario o de empresas de distinta índole.
Esta misma sui generis la guarda el fenómeno de las remesas familiares,
donde de localidad a localidad su efecto es muy diferenciado. Para el caso del
occidente de México, el fenómeno es tan trascendental que compite con los
montos de inversión federal. Aunque no es un capital que se acumule para el
financiamiento ex profeso de actividades económicas, pues gran parte se
destina al consumo corriente de las unidades familiares, no obstante son
montos de financiamiento al crédito local destinado a la cartera del pequeño
comercio.
Las desigualdades regionales son muy significativas entre áreas que logran
con éxito su articulación al esquema de la globalización, respecto a otras que
no tienen igual éxito. No por ello quiere decirse que la apertura económica, que
causa la divergencia nacional, sea necesariamente negativa. Sucede que esta
divergencia no es pareja en el territorio del país. Existen algunas zonas que se
ven más beneficiadas que otras. Incluso, las zonas donde la apertura
económica no les es benéfica, no obstante su situación no se explica
necesariamente como efecto de ésta, sino por causales como la exclusión y el
aislamiento, o bien rezagos muy importantes en materia de infraestructura,
incluso de superestructura, como lo es la educación.
1.8 Centralismo y autoritarismo de la gestión territorial.
En México la descentralización y el federalismo son valuarte importante en
materia del desarrollo anhelado, no obstante la descentralización no es en
materia de dotarle al municipio de mayor capacidad de gestión como de
autodeterminación, sino que más bien responde a incrementar su capacidad de
recaudación fiscal como de presupuesto. Así, la desconcentración que se hace
desde mediados de los años 80 del aparato de gobierno, no son propiamente
instancias de descentralización, y el federalismo es tan solo en materia fiscal
pero no de manera integral.
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Por otra parte, la descentralización solo sirve para desmembrar sindicatos y el
federalismo para crear una mejor atención administrativo pública a las
gestiones de la inversión a un nivel más local, como logística necesaria en su
respaldo, mas no en el otorgamiento de capacidad de autodeterminación y
gestión por parte de las entidades federativas como de las unidades
municipales de la administración pública.
El desarrollo concentrador fordista, sumado al centralismo heredado en México
desde la colonia, es causal en gran medida del fracaso en el desarrollo
regional, que es más álgido en la periferia del desarrollo capitalista.
El origen histórico del centralismo en México es en parte responsable de los
desequilibrios regionales, donde la descentralización (ir del centro a la
periferia), es la estrategia para abatir esto. En esta descentralización el
principal elemento en que se trabaja son las llamadas ciudades medias, al
procurar que sean ahora las receptoras del crecimiento y el desarrollo y no
tanto las tradicionales zonas metropolitanas tales como la de la ciudad de
México.
Por otra parte, la herencia histórica del centralismo explica en gran manera las
desigualdades regionales existentes. No obstante, las políticas de
descentralización se confunden con acciones de desconcentración del aparato
estatal y algunas industrias susceptibles de relocalización de la ZMCM a la
periferia. La parte fiscal de la descentralización y el llamado federalismo fiscal
pueden ser hoy por hoy, los principales avances de la descentralización, no
obstante aún insuficientes.
Paralelo a ello el poder central político orienta recursos a las ciudades con base
a gobiernos clientelistas y movidos por intereses centrales ajenos a las
necesidades locales. Por ello, el sistema de ciudades en México de origen se
acomoda al centralismo proveniente del Distrito Federal. Las regiones se
articulan a este centro motor del desarrollo industrial en función a las directrices
que las clases políticas del centro dan al desarrollo del resto de la República en
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atención a la conveniencia política del partido oficial, en esos momentos el
Partido Revolucionario Institucional (PRI).
La globalización genera un centralismo y nueva dependencia en la estructura
económica internacional. La globalización desde arriba atiende a los intereses
de las naciones desarrolladas con base a su interés en relocalizar su planta
productiva en el hemisferio del subdesarrollo, a razón de que se aporten
ventajas competitivas regionales a sus procesos de producción. Esquema de
antemano favorable para los desarrollados, donde la oportunidad para las
naciones en vías de desarrollo consiste en su anexión, a costa de un enorme
sacrificio, a los parámetros del desarrollo global donde las regiones quedan en
subsunción a éste.
Por otra parte, la concepción de la propiedad ejidal dentro de la Constitución de
1917, propiamente en el Artículo 27, en una sociedad que durante la primera
mitad del siglo XX es dominantemente agrícola, explica el abandono rural y su
precarización, puesto que este centralismo favorece el crecimiento de las
ciudades, por su alta densidad poblacional, respecto al campo, con población
más dispersa. La inversión pública en servicios por tanto rinde más donde la
densidad de población es más alta (mapa 20). Por ello son canalizados
grandes flujos de inversión a las áreas urbanas, razón en gran medida que
explica también como nacen las grandes zonas metropolitanas en el país.
1.9 La extinción de la planificación territorial.
El exacerbado centralismo tradicional, la falta de un auténtico federalismo,
sesgan las decisiones de la administración pública a intereses facciosos,
privilegios y sectores del desarrollo que vienen por una parte a recrudecer la
exclusión interregional lo que crea cada vez más fuertes divergencias, como
por otra parte, fortalecen las convergencias interregionales. Por lo que cada
vez se profundizan más las diferencias entre las regiones del país (Esquivel,
1999 y 200053)54
.
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La planificación del territorio es hecha a un lado por las tesis neoliberales que
le conceden al mercado el dominio de las decisiones, por ello, la localización de
los negocios obedece necesariamente a la localización de las oportunidades
con base al nexo que guarden con el esquema de desarrollo de apertura
económica, con ello, los mercados foráneos y los mercados nacionales más
modernos. Entonces, el territorio queda organizado en razón de la lógica del
mercado, que no es necesariamente la organización más propincua en lo
social.
El arribo de políticas neoliberales a principios de los años 80 en México, tienen
como principal misiva en el redimensionamiento del aparato de gobierno a una
expresión mínima. El Estado del bienestar keynesiano es desmantelado para
que solo establezca las bases institucionales del desarrollo, supervise su
cumplimiento en la sociedad, resguarde a la nación, vea por las externalidades
de las empresas, la eficiencia en la producción como la competencia
económica. Aspectos como la educación, la salud, la previsión, la seguridad y
la asistencia social, los servicios públicos, entre otros, son paulatinamente
concesionados a la iniciativa privada.
La creencia dogmática de que el mercado, por sus propias fuerzas, es de
antemano un garante de la equidad social es un mito. En condiciones de
competencia imperfecta, el abandono del Estado en la atención de las
demandas sociales por el bienestar significa entregar “los peces chivos a lo
peces grandes”: el capitalismo salvaje. Pero en esta tónica, el Estado mexicano
deja atrás la inducción del crecimiento mediante la planeación, para que sean
las directrices del mercado (que se mueve por los intereses de los grupos
empresariales más fuertes de la nación), la organización del territorio.
Así, aún existan ordenamientos territoriales, de jure, la realidad es que el
crecimiento urbano metropolitano y regional del país obedece a la geografía de
las oportunidades económicas, por lo que la distribución territorial de los
negocios lleva el sentido que imprime la localización de los mercados
nacionales como internacionales.
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Con lo anterior, es evidente que la planificación territorial, de hecho es
inexistente.
1.10 La ciudad de México y el sistema urbano central.
La megametrópoli de la ZMCM es herencia de un centralismo ancestral y
persistente por siglos en la historia de México. Crea un sistema de ciudades
donde hay una abierta subsunción de las regiones del país al centro. Las
relaciones centro periferia del sistema mundial capitalista se reproducen a un
nivel nacional con relaciones entre la ZMCM y el resto del país, donde la
primacía de esta es en toda esfera del desarrollo, de donde destaca lo social y
lo económico. Propicia un crecimiento megametropolitano concéntrico que bien
puede no solo quedar bajo el sistema de ciudades dependiente de la ciudad de
México, sino dentro de otros subsistema de ciudades tales como los
correspondientes a la ZMCG y la ZMCMo que en una escala regional y en una
escala menor reproducen la concentración poblacional, industrial y el
centralismo que se da desde la esfera nacional.
La globalización no solo es causal de la reestructuración postfordista. Así como
no solo interesan los procesos de convergencia – divergencia de la integración
en las regiones del país, sino aparte es de especial interés los profundos
cambios que se pueden ver a nivel urbano. Alicia Ziccardi (1995a)55
, estudia
estas transformaciones para el caso del Distrito Federal dónde el problema a
tratar es la relativa a considerar a la comprensión de ¿qué es un buen gobierno
local? Las clases políticas que califican al gobierno como buen o mal gobierno
en respuesta de qué intereses en materia de desarrollo local.
El esquema de desarrollo exogenista o de apertura económica no es en sí
contraparte respecto a la inmigración que trae el área metropolitana de la
ciudad de México, de hecho más del 60% de la inversión extranjera directa
recibida en el país en la última década se aloja dentro del Distrito Federal, que
es una pequeña fracción de la zona metropolitana (Negrete y Salazar, 2004; 97
- 124.56 La inversión pública por habitante es mayor para esta ciudad que para
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el resto de la República y la cartera de inversión privada, es mucho más
representativa en la capital que en el resto del país.
Existen nuevos patrones en la configuración de la residencia en México, resalta
la caída sustantiva en el crecimiento especialmente de la zona metropolitana
de la ciudad de México, así como de otras zonas metropolitanas que
tradicionalmente crecen con mayor ritmo.
Asimismo, la desconcentración de la población de la zona metropolitana de la
ciudad de México no está resuelta con la descentralización y el federalismo.
Aún que el ritmo de crecimiento de la gran ciudad disminuye, con todo,
concentra población y crece.
Lo interesante surge de ver cómo se expresan estas fuerzas tendientes a la
autonomía local en el caso del Distrito Federal, como sede del poder federal.
Nuevas cuestiones derivan de observar cómo se expresan los procesos de
globalización respecto no solo a los Estados – nación, sino a la propia
ciudadanía.
Dados los 10 anteriores problemas que se viven en el territorio de México, es
entonces necesario revisar las posibles soluciones que a cada uno deben
darse desde la propia lógica del desarrollo regional y urbano, en lo social y en
lo económico. En esto, Pradilla Cobos (1995; 131 - 151)57
enuncia cuáles
pueden ser éstas en seis grandes apartados:
Primero. La soberanía nacional.
La inclusión de fuertes montos de Inversión Extranjera Directa al país, así como
la admisión de compromisos con organismos financieros internacionales
multilaterales, como con algunas naciones acreedoras a la nación, son la base
de que exista una desviación muy significativa de los programas nacionales en
materia de desarrollo económico, social y político de México, a intereses que
no son propiamente los de la nación mexicana y más bien responden a los de
extranjeros en el país, por lo cual es hoy día un tema de gran urgencia el
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rescate de la soberanía nacional ante los vientos de los intereses que hay
desde el extranjero en el país por parte de naciones como de transnacionales
que tienen colocados montos de inversión bastante significativos.
Segundo. La integración plural del territorio.
Viene como contracorriente del centralismo político y arriba al tema con base a
las siguientes estrategias básicas (Pradilla; 1995; 131 - 151)58
: a) reestructurar
y equilibrar, en el marco de la planeación económica, las relaciones
económicas en los tres niveles de gobierno. b) Impulsar mediante procesos
democráticos la asociación entre comunidades, municipios y estados para la
formación de regiones político-económicas y/o socioculturales y áreas
metropolitanas con presencia política integradas bajo el principio de pluralidad.
c) reconocer la pluralidad económica, étnica y cultural de las regiones, estados
y ciudades. d) dar prioridad a las acciones públicas y privadas de integración
infraestructural, económica y cultural interna, de todos lo territorios. e) revertir
progresivamente la concentración económica y la centralización política. f)
garantizar a los territorios campesinos e indígenas y sus pobladores,
condiciones materiales y culturales esenciales de producción económica y
reproducción social en calidad y cantidad creciente equiparables con las de las
ciudades. g) crear áreas protegidas de bio y etnodiversidad.
Las áreas más críticas al respecto de la integración plural del territorio son
precisamente las regiones donde hay más alta densidad de población indígena
(mapa 19).
Tercero. La gestión democrática del territorio.
Pradilla Cobos (1995; 131 - 151)59 indica 6 principios para lograr la mejor
gestión democrática del territorio, las cuales son: a) Revertir el centralismo. b)
crear constitucionalmente un cuarto nivel de gobierno relativo a la coordinación
de gobernadores de las entidades federativas como de las unidades
municipales de gobierno o Ayuntamientos del país. c) establecer las formas de
referendo y plebiscito popular. d) crear procesos, formas, instancias y espacios
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institucionales, amplias y diversas de participación ciudadana. e) liberar
jurídicamente y respetar plenamente todas las formas de organización territorial
y sectorial de los ciudadanos. f) elegir por voto popular universal, secreto y
directo a los jefes municipales de policía, los procuradores de justicia en todos
los niveles de gobierno, y los diversos procuradores de los derechos humanos,
ambientales y ciudadanos.
Cuarto. La planeación territorial estratégica y democrática.
La sugerencia del autor es que primero, se tengan planes de desarrollo
territorial a nivel nacional; segundo, crear el servicio civil de carrera y la carrera
administrativa urbana; tercera, establecer reglas claras de responsabilidad y
gestión, aplicadas pública y transparentemente; cuarta, suprimir la corrupción
burocrática y los mecanismos coercitivos de gestión urbana, abolir el
patrimonialismo del gobierno y el partido gobernante y finalmente, crear en
todos los niveles de gobierno, consejos consultivos de planeación y desarrollo.
Quinto. Un territorio para todos los ciudadanos.
Para ello primero, el Estado debe garantizar el cumplimiento de los derechos
constitucionales; segundo, privilegiar lo público respecto a lo privado y lo
colectivo sobre lo individual; tercero, las transferencias de los recursos públicos
y subsidios, son un deber del Estado y un derecho ciudadano dirigidos a la
población más vulnerable; cuarto, la reestructuración y modernización de
infraestructuras y servicios sociales deben atender el interés colectivo y no
individual; quinta calidad del servicio público en los tres niveles de gobierno;
sexto, fortalecimiento al transporte público, limpio, que no dañe el medio
ambiente, séptimo, garantizar los derechos constitucionales del suelo y la
vivienda; octavo, políticas que logren contrarrestar la migración en regiones
que expresan este fenómeno de manera crítica; noveno, ampliación de las
redes de comunicación terrestre; décimo, atención a sectores de la población
vulnerables por razones no solo sociales sino naturales tales como niños,
ancianos y minusválidos; por último, crear Procuradurías estatales de derechos
ciudadanos.
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Sexto. Un ambiente protegido y sano para los mexicanos de hoy y mañana.
Para logra un ambiente protegido y sano Pradilla Cobos (1995; 131 -
151)60
sugiere los siguientes puntos: a) Reformar la legislación nacional de
protección al medio ambiente, b) regular el uso de los recursos naturales de
forma que sea racional, misma que sea por parte del poder ciudadano, c)
cargas tributarias por polución y explotación de recursos naturales renovables
como no renovables, así como sus efectos colaterales, d) regulación y control
del crecimiento urbano periférico, que prioriza el propincuo uso del suelo y
territorio, e) preservación y restauración del medio ambiente, la biodiversidad,
constituidas por las localidades insertas en ellas, f) controlar las fuentes fijas de
contaminación y riesgo industrial, comercial y de servicios, g) reducir y controlar
el uso de automotores altamente contaminantes en el transporte tanto público
como privado, h) impulsar la participación ciudadana en la protección del medio
ambiente, i) reestructurar las funciones del Instituto Nacional de Ecología a
favor del fortalecimiento de una cultura del medio ambiente, k) garantizar
jurídica y socialmente el derecho a la información ambiental amplia, veraz y
oportuna a la ciudadanía y, finalmente l) México no debe aceptar la instalación
de factorías contaminantes en su territorio provenientes del extranjero. Las
empresas deben observar una legislación estricta en materia de preservación
del medio ambiente, especialmente en el manejo de emanaciones y desechos
industriales.
2. HALLAZGOS RESPECTO A LOS DESEQUILIBRIOS
ESTRUCTURALES Y DESARROLLO REGIONAL EN MÉXICO
Dentro del programa nacional de investigación en materia de desarrollo
regional y urbano, destacan los hallazgos de investigadores cuyos trabajos sin
directrices y fuentes de las líneas de investigación que evolucionan de 1995 a
la actualidad. Por ello, en este apartado se exponen sus trabajos,
planteamientos, supuestos y contribuciones.
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D. Hiernaux (1995)61
indica la necesidad de replantear el sentido de la
globalización donde debe considerarse que ésta no debe ir de arriba hacia
abajo, sino en sentido contrario, de abajo hacia arriba. La globalización desde
abajo implica una territorialización del fenómeno de mundialización donde se
aporte a la globalidad la diversidad enriquecedora de lo local. La globalización
desde arriba implica la imposición etnocentrista de una cosmovisión no sólo de
tipo occidental sino incluso relativo a las culturas del Atlántico norte,
propiamente anglosajonas. La supresión de las realidades locales y su rica
diversidad por una cultura universal y un único modo de vida que va del
capitalismo central al periférico. Atenta contra las identidades nacionales y trata
a tabla raza a los hombres, donde es su realidad y vida diversa en cultura,
sociedad y economía.
La globalización desde abajo representa una nueva y novedosa visión de la
organización del territorio, no en atención de los intereses de globalización
desde el capitalismo central, sino donde se admiten las potencialidades
sociales, económicas, ecológicas y culturales a un nivel local, donde su
incrustación en lo global no implica una supresión de sí misma, sino una
contribución a una globalidad no estandarizada, sino diversa.
De este modo, la historia de los pueblos y su cultura se anexan a un desarrollo
mundializador (desde abajo), y no globalizador (desde arriba). Tema nodal y
crítico a la fecha en materia de las políticas de reestructuración internacional,
cooperación e integración donde pesa cada vez más las contracorrientes a la
globalización desde arriba, y se piensa cada día lo que Joseph E. Stiglitz
(2004)62
llama el malestar en la globalización.
Una cita muy interesante del Daniel Hiernaux (1995) 63
es la siguiente:
“El peso ideológico del neoliberalismo ha sido tan abrumador que ha
restado capacidad a las sociedades para diseñar un futuro mejor
bajo el planteamiento de un modelo social diferente, y por diferente
queremos decir radicalmente distinto al actual”
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Sin lugar a dudas la ideología neoliberal fundadas en la ética desarrollada por
Hayek, Rose y Milton Friedman (Guillén, 2000; 13 - 72)64
se erige como una
ideología suprema, dogma religiosa y sus controversias aparecen como
secretos de fe, incuestionable, su peso impone a toda cosmovisión una directriz
en calidad de verdad incuestionable y natural.
La propuesta de Hiernaux radica principalmente en reconocer que las
alternativas reales no derivan de las cúpulas, ya sean de derecha o izquierda,
quienes finalmente quedan inscrita en la lógica de la reproducción del sistema,
como instancias de poder político y no como elementos decisivos e impulsores
de una alternativa global nacida desde lo local.
Para ello las diversidades regionales son en sí propuestas de alternativas
múltiples que configuran precisamente un modelo global que se sustenta desde
abajo. El reconocimiento de la diversidad no implica necesariamente reconocer
las desigualdades sino del reconocimiento de las distintas capacidades y
posibilidades que construir su propio esquema de desarrollo, en lo local, como
parte de una región y en sí la manera local de anexarse a un desarrollo
globalizador, desde abajo.
Diversidad no es sinónimo de desigualdad, sostiene Hiernaux, y la búsqueda
de resolver las desigualdades no implica uniformar las realidades. Un territorio
plural posibilita muchas alternativas para el desarrollo, mismo que es la base
del sustento de la auténtica democracia donde la organización del territorio es
la expresión de la vida política con base a los derechos civiles y las realidades
locales. La democracia por ello es el reconocimiento y legitimidad de reconocer
las expresiones particulares o de grupo de los ciudadanos.
Se debe considerar que la globalización desde abajo no es más que la
planetización de las regiones, forma enriquecedora donde la diversidad es el
sustento de la riqueza y no la homogeneización de las regiones.
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El desarrollo regional por ello debe procurar las diversidades locales como
componentes alternativos y enriquecedores en la formulación y constitución del
desarrollo en lo local, regional como global.
La democracia es la admisión de la diversidad, la búsqueda de la supresión de
lo regional y local por lo global es una propuesta antidemocrática, fascista,
empobrecedora e inviable ante la admisión de que se parte de realidades
sumamente diversas y culturas muy distintas. La homogenización de la
representación política de los pueblos va contra la identidad, la realidad y la
posibilidad de crecer como un proyecto que responda a las realidades de los
locales a razón de que los intereses globales tengan cabida, especialmente
desde las jerarquías locales.
Los pueblos deben buscar desde su propia historia la reivindicación de su
sociedad y estilo de vida (economía), por ello, admitir la diversidad y aunarla a
un esquema mundialización necesariamente no se contradice la historia y es
viable ante la realidad local, mientras que contrario, la supresión de la historia
local a cambio de tender a una tendencia central y uniformizadota viene
entonces a condenarse desde su origen a ser un esquema no viable.
Cita este autor que:
“Extrovertir las economías regionales, implica impulsar la obediencia
de las sociedades locales a destinos manifiestos que sólo pueden
ser determinados por estructuras corporativas supraterritoriales…”
El esquema neoliberal de crecimiento hacia fuera o exogenista anexa al
crecimiento global lo local a los intereses no sólo de las naciones desarrolladas
propias del capitalismo central, sino incluso de las supraburguesías
transnacionales.
Adiciona al respecto:
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“… antes de globalizar las economías, es decir antes de privilegiar
las relaciones externas sobre las internas, es preciso construir o
reconstruir las economías regionales que han sido sujeto de
embates brutales de los sistemas corporativos…”
Este es el tema relevante ante la reestructuración post fordista puesto que el
fracaso inminente del actual esquema neoliberal de integración y extroversión
económica, se explica en gran parte por ignorar las realidades locales y
regionales, como tratar de imponer los intereses del capitalismo central en una
globalización que parte de arriba. El endogenismo económico precisamente
consiste en posibilitar la planetización como única vialidad, como un proceso de
globalización desde abajo.
La globalización desde abajo representa la articulación de las regiones con
mercados semiautónomos. Semi por que no se niega su articulación al exterior,
pero no por ello los mercados locales deben abandonar las necesidades
locales, capaces de vitalizarse por la existencia de su propia base social y
económica, así como a través de sus propios recursos.
El endogenismo económico radica en la búsqueda de recobrar la autonomía
local como fundamento de la solidez del sistema global. Para ello las políticas a
seguir deben ser impulsadas desde lo local para fortalecer lo global como un
esquema integrador y con capacidad de resolver las necesidades diversas que
precisamente se viven en lo local, y no tanto en respuesta a la solución de las
necesidades de un capitalismo central.
“La revalorización del mercado interno frente al externo, es también
una forma de revalorizar las culturas regionales, al ofrecerles una
base económica para su desempeño.” (Hiernaux, 1995)65
Para ello define el autor entre paréntesis que … una cultura sólo se reconocerá
como regional si tiene un fuerte arraigamiento en la sociedad local y una
valorización desde el exterior, es decir el reconocimiento de la diversidad por
parte de otras culturas regionales.
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Esta definición es vital para poder superar el problema semántico relativo al
término pues es común hablar de nación sin considerar que esta es efecto de
una identidad cultural que también puede ser un elemento para definir región.
Al dejar de lado el tema general de la globalización y el sentido que esta debe
tener para las naciones tanto desarrolladas como subdesarrolladas, es
importante hacer referencia a la situación real local, para el caso, el de México.
Por ello el trabajo que presenta José Aranda Sánchez (1995)66
revisa la
efectividad de los llamados programas estratégicos que de 1983 a 1988 se
implementaron.
Lo interesante de su aportación al debate es que ahora como entonces, los
programas estratégicos adolecen de las mismas consideraciones hechas en su
trabajo por Aranda (1995) 67
. Más que los objetivos, la realidad nacional exige
programas muy ambiciosos en materia de atención, seguridad, previsión y
asistencia social. Los esfuerzos resultan bastante modestos y no logran la
efectividad exigida.
El actual modelo de desarrollo aúna más elementos a los vividos en la década
antepasada. Las políticas de estabilización suplen a las de crecimiento y por
ende la inversión pública durante la administración foxista se redimensiona a
una expresión aún menor a la pasada. Si en los 80 Aranda explica la baja
efectividad de los programas por la baja en la inversión pública en gastos
sociales, ahora esto se recrudece.
José Aranda (1995)68
, cita que el principal fundamento para afirmar que el éxito
y las consecuencias para el país dependen fundamentalmente de la coyuntura
económica, de la política económica respecto a hacer frente a la crisis, cuyo
referente teórico subyace en el planteamiento estratégico del esquema
económico neoliberal, que actualmente se implementa en la nación.
La primera relación importante a considerar es la relación centro periferia del
modelo de desarrollo actual, donde se admite la relación dialéctica entre el
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capitalismo central y el capitalismo periférico, sin dejar de lado la matización
que implica admitir la coexistencia de dos realidades antagónicas entre el
capitalismo central postmodernista y el periférico postmodernista. No se vive
igual el desarrollo de la postmodernidad independiente y autónoma, como se
vive el subdesarrollo de la postmodernidad dependiente.
En la modernidad periférica el centralismo adquiere matizaciones extremas en
la concentración territorial de las decisiones políticas como del aparato
productivo, como una estrategia fordista donde las externalidades que causan
las concentraciones industriales favorecen colateralmente a otras empresas
vecinas, como parte de un distrito industrial. Posteriormente, en la post
modernidad periférica, la estrategia es la descentralización de las decisiones de
poder para incorporar el territorio a la esfera de la producción puesto que las
ventajas locales ahora, son una nueva externalidad que aporta ventajas
competitivas a los procesos industriales (Aguilar, 1993)69
.
No obstante las iniciativas descentralizadoras en el país resultan en algunos
fallos que a la fecha siguen presentes en explicar la ineficiencia de los
programas:
Los objetivos de los programas son muy ambiciones en razón de que las
necesidades poblacionales se recrudecen y los problemas son bastantes; se
quedan cortos en su capacidad de acción, más aún en la capacidad de resolver
los problemas atendidos.
Persiste una gran debilidad en materia de descentralización al ser insuficientes
las medidas realizadas, puesto que la desconcentración de secretarías y
entidades del gobierno fuera de la ZMCM (Williams, 1997)70
.
Las estrategias de “redespliegue”, como las llama el autor, a las ciudades
medias no se respaldan en programas congruentes a nivel regional que la
procuren, especialmente cuando deben ser estrategias dadas en programas
públicos a largo plazo.
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Por otra parte es muy importante que los programas regionales tendientes a la
descentralización no dejen de considerar la interacción entre las regiones,
puesto que existen al menos de principio áreas como la fracción occidental del
país, que no son contempladas.
La región de la frontera norte, ante el esquema de apertura económica debe
considerarse como tema especial puesto que las economías locales presentan
una sui géneris propia y distinta a la realidad que se vive en el resto de la
República. Precisamente Tito Alegría indica en especial los rasgos
característicos de la economía de frontera, donde la terciarización71
que se vive
a nivel nacional, la frontera norte expresa una alta relación con la
industrialización basada en las maquiladoras. Puede decirse que mientras en el
resto del país la terciarización es una realidad, en la frontera, a razón de ser la
región segunda en la recepción de inversión extranjera, después de la ZMCM,
hay una involución a la secundarización.
El fenómeno de la secundarización de las ciudades de la frontera norte no es
un fenómeno regresivo, sino involutivo, esto es, el propio desarrollo económico
de la región norte lleva como el resto del país una gran dinámica terciarizadora,
pero en el caso de la frontera norte el desarrollo industrial que causa la
localización de importantes factorías maquiladoras, es la razón de que la
industria crezca a mayor ritmo que los servicios. No hay un regreso a una fase
anterior del desarrollo, la secundarización propia de los años 40 a los 70. Sino
la evolución dinámica de la industria aún sobre el alto dinamismo del
crecimiento terciario de la economía.
Sostiene Tito Alegría (1995)72
que la apertura económica que desde los años
80 vive el país tiene efectos locales en la frontera norte de suma importancia,
donde la estructura urbana debe adaptarse, en contra posición a su tendencia
histórica a organizarse alrededor de un sector terciario, en atención a las
demandas del sector industrial, especialmente de la industria maquiladora.
El proceso descrito conlleva paradigmas distintos a los del resto del país y un
desarrollo urbano donde la interacción económica comercial fronteriza, rige la
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lógica del mismo. Las administraciones públicas municipales tienen que ser
aquellas que en desobediencia a las directrices de la región central, emprenden
programas de trabajo propios en atención al desarrollo local y con poco nexo
con el esquema de desarrollo del resto.
La industrialización dinámica de la frontera norte responde a elementos
contradictorios que la explican respecto a las fuerzas de la industrialización y
las propias de la terciarización económica.
Debe destacarse que el periodo de continuas crisis que vive el país de 1976 a
1994 es razón para que el sector terciario se desarrolle ante la crisis de las
actividades industriales de pequeñas y medianas empresas, que quiebran ante
la ruptura entre la caída de las ganancias y la absorción de los costos fijos en el
corto y mediano plazo. Lo que hace que muchos trabajadores migren al sector
terciario en calidad de subempleo o bien como autoempleo con actividades
económicas dentro del sector que no implique fuerte monto de inversión inicial,
así como costos fijos. Prospera el pequeño comercio así como el ambulantaje.
Dentro de este último y especialmente para el caso de la frontera norte la
fayuca adquiere especial una relevante posición en las economías locales.
Otro aspecto importante a destacar es que las economías de la frontera norte
no cuentan con un sector primario relevante, especialmente de producción
agrícola y pecuaria. Su economía es muy local y en mucho adyacente a las
economías de las ciudades norteamericanas vecinas a las ciudades frontera
mexicanas. Esta misma razón explica la desarticulación de origen de las
economías de la frontera respecto a las nacionales, y por lo mismo, con
características singulares que les distinguen de desarrollo del resto de las
regiones del país.
Las diferencias salariales cada vez más acentuadas entre México y los Estados
Unidos de América, explican el incremento de la demanda local a razón de la
anexión de la demanda externa que causa el consumo de extranjeros en
mercados de la frontera mexicana a precios diferenciales ventajosos.
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Las diferencias salariales pueden verse en las siguientes cuotas:
En 1800, cita John Coatsworth (1998)73
, las diferencias en precios y
cotizaciones entre México y Estados Unidos de América son realmente
mínimas, el peso y el dólar tienen una tasa de cambio 1 a 1 por lo que el este
autor, entre otros indicadores que da, considera a ambas economías en una
similitud en cuando grado de desarrollo económico.
En 1964 la tasa salarial entre ambas naciones es de 1 contra 4. Esto es, un
norteamericano gana 4 veces más en la misma jornada laboral y en la misma
industria que un mexicano.
En 1994, cuando se inicia el TLCAN (Messmacher, 2000)74
la tasa salarial ya
es de 1 contra 8, aproximadamente.
En 2008 la misma es de 12 contra 1.
Queda expuesto entonces que los precios y las cotizaciones entre ambas
naciones a su vez se van distanciando, fenómeno que en la frontera explica el
por qué, respecto al resto del país, observa una terciarización precoz. El resto
de la República inicia con un rezago de aproximadamente 20 años su
terciarización, comparativamente a las ciudades de la franja fronteriza.
En 1965 con el celebración del Programa Binacional de la Industrial
Maquiladora de Exportación (PIME terminado en el 2001), la zona franca que
representa la franja fronteriza es receptora de inversión extranjera directa de
origen norteamericano (30 años antes de la celebración del TLCAN y al menos
15 años previos a la reestructuración exogenista). A partir de dicho momento la
industrialización de la frontera norte es un hecho real y palpable, con un
dinamismo superior al nacional y al terciario de la propia región fronteriza.
La dimensión de este proceso, tal como lo indica Tito Alegría (1995) 75
, debe
concebirse en tres dimensiones:
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• En la reestructuración económica donde la diferencia existente entre lo
local y lo nacional es mella clara en el caso de la región de la frontera
norte. La propia terciarización es diferenciada a nivel regional, donde las
condiciones geográficas, potencialidades sociales, culturales, históricas
y económicas que conjugan para expresar la singularidad regional. El
desarrollo en sí es un proceso diferenciado, no homogéneo, donde cada
localidad vive de manera distinta la terciarización económica. Para el
caso de la franja fronteriza los procesos urbanos y la terciarización
observan tres variables de interés que determinan su singularidad
respecto al resto del país: la acentuación (sostiene Alegría) de la división
del trabajo al demarcarse cada vez más las diferencias entre la industria
y los servicios. La segunda variable es el incremento de la productividad
del trabajo en el sector industrial comparativamente a otros sectores de
la economía y por último, el agotamiento del modelo de sustitución de
importaciones que desacelera el crecimiento del sector industrial
nacional al ingresar proveedores industriales como productos de origen
extranjero, lo que le resta dinamismo al sector. La reestructuración se
observa a una escala nacional donde la tendencia a la terciarización es
lo dominante, efecto de la pérdida del dinamismo del sector industrial
nacional a razón del agotamiento del esquema de sustitución de
importaciones. A escala fronteriza donde existe la dicotomías, sino
contradicción, entre el proceso de industrialización especialmente del
sector maquilador y el proceso terciarizador, complementario de una
economía fronteriza. Finalmente la escala local donde la especialización
industrial opera de manera desarticulada del aparato productivo nacional
y con propia autonomía y singularidad.
• En la reestructuración espacial implica una reconfiguración del área
industrial donde la vocación de las zonas cambia. Existen un desarrollo
industrial periurbano a la par de un desarrollo marginal suburbano y en
gran medida irregular. La zona centro de las ciudades deja de ser
habitacional y pasa a hospedar al comercio formal los servicios de
seguros y bancarios como públicos. Y nacen los clusters en colonias de
clases medias y medias altas, polarizados y contrastados con amplias
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zonas de marginalidad o favelas (ciudades perdidas o cartolandia como
a veces las nombran). La conurbación y la metropolización es ahora un
fenómeno latente ante su crecimiento por encima del crecimiento de las
ciudades del resto del país. El ordenamiento territorial es rebasado por
el crecimiento de la mancha urbana en gran medida desordenado y
caótico. El centro de la ciudad deja de serlo como gravitacional de las
actividades urbanas, se delega a otras zonas pericentrales propias del
crecimiento periurbano y en atención a la dimensión de las necesidades
locales de cada zona. Estos nuevos centros normalmente son
comerciales como desarrollos turísticos. El desarrollo de la industria
maquiladora es empleadora en doble sentido, por los empleos directos
que general el sector, como aquellos colaterales en otros sectores que
prosperan a expensas de la demanda adicional creada por la industria
maquiladora, así como de los concadenamientos industriales con el
resto de la economía local. Es por ello que son ciudades que retienen
población como la atraen, razón por la cual son las ciudades con mayor
crecimiento urbano y demográfico del país. Paralelo a esto y como parte
también se tiene que las demandas derivadas de un desarrollo basado
en la industria maquiladora ocasiona una fuerte contradicción con la
estructura urbana preexistente. Las nuevas demandas de origen
industrial y la estructura urbana preexistente de tipo terciario (indica Tito
Alegría, 1995)76
…sólo pueden concretarse en una dinámica de
competencia inter-urbana por atraer la inversión de las actividades que
más crecen: la maquila.
• En el conflicto y política urbana que expresa necesariamente el
rompimiento entre las burguesías nacionalistas social demócratas y las
nuevas burguesías no tradicionales, anexadas al capital extranjero, de
corte derechista, extranjerista y demócrata cristiana. Estas últimas
representadas en el PAN y con gran vigor. Las entidades del país más
tendientes a la derecha son precisamente aquellas que más nexo tienen
con los mercados foráneos: la frontera. Los comicios favorecen
gobiernos municipales de tipo panista y son base para entrar en conflicto
con el orden institucional central (hasta el 2000 priísta y a partir del 2000
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con un panismo que sigue los pasos del centralismo heredado de las
administraciones pasadas).
En el resto del país, el crecimiento de las llamadas ciudades medias es otro
tema que merece un tratamiento especial. Sergio Manuel González (1995)77
evalúa el caso de una de ellas en la década de los 80: Lagos de Moreno,
Jalisco. Con base a esa revisión de caso indica que la descentralización es
muy cuestionable desde el punto de vista de que la ZMCG sigue su normal
ritmo de crecimiento, mismo que es respaldado por los subsidios federales,
mientras que las ciudades medias carecen de infraestructura y empleo.
En Lagos de Moreno, no obstante ser una localidad privilegiada por un
posicionamiento favorable para los intercambios entre el centro del país y el
noreste de la República, y su alta articulación con el aparato productivo
agropecuario del Bajío guanajuatense, su desarrollo es modesto respecto a lo
deseado.
Se pretende hacer de Lagos de Moreno un centro subregional para prestación
de servicios, anhelo que se frustra al no dotársele de infraestructura suficiente.
La pretensión de desconcentrar de población las grandes áreas metropolitanas
se inicia desde los años 70. El ascenso del desarrollo urbano e industrial de
corte fordista, implica un esquema de producción que se realiza de forma
integral en una sola localidad. Por ello, el esquema de producción rígida se
ampara bajo el proteccionismo económico. La localización de los negocios se
da en respuesta a la propia localización tanto de sus mercados de destino
como de proveeduría. Esto concentra a su vez los mercados de trabajo lo que
nutre necesariamente el crecimiento de las ciudades. El efecto del fordismo en
su máxima expresión es que a inicio de la década de los 70 en todo el orbe,
abrupta y de súbito surgen megametrópolis tales como la ciudad de México que
hoy por hoy concentra en su zona metropolitana aproximadamente 20 millones
de personas.
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El nuevo esquema de producción flexible que se inicia en el pacífico oriental en
los años 40 y se mundializa a fines de lo 80, es la base de la necesidad de
relocalizar la industria en las regiones mundiales que aportes ventajas
competitivas a los procesos de producción ya sea de manera integral o parcial.
La toyotización parte de relocalizar la planta productiva de una nación en
territorios transnacionales que aporten ventajas competitivas locales a cada
fase de la producción. Es un esquema donde los círculos de calidad se
materializan en maquiladoras. En esto, los nexos entre las regiones a los
mercados foráneos promueven intereses en materia de la necesidad de
desconcentrar el aparato industrial como la propia infraestructura productiva,
donde se anexan las ventajas competitivas que se puedan aportar a los
procesos de producción, y cuya localización industrial necesariamente atiende
a los nexos con los mercados foráneos.
La zona norte, el centro y centro occidente del país logran con relativo éxito
anexarse al desarrollo globalizador, mientras que el resto del país muestra un
abierto rezago, no solo en materia de desarrollo económico, sino en materia de
bienestar social, puesto que la marginación en los últimos 15 años no solo no
disminuye y resuelve, sino que se agudiza de manera crítica (Maldonado y
Palma, 2006) 78
. Véanse mapas 21, 22, 23, 24, 25 y 26 donde se ve la
marginación por grado de forma georeferenciada al territorio nacional.
La organización del territorio es un tema especial en esta materia. Transformar
el patrón de ocupación del territorio en la búsqueda de lograr la
desconcentración metropolitana y la descentralización económica, es una
prioridad para lograr con éxito la anexión de las regiones del país al desarrollo
globalizado. El sistema de ciudades actual parte de la supremacía económica y
primacía urbana de la ZMCM. Revertir la tendencia del esquema endogenista
solo puede tener cabida dentro de reformas institucionales acordes a las
directrices de la reestructuración económica postfordista. Para ello el desarrollo
de infraestructura urbana y de servicios en atención a las sociedades
receptoras es la manera en que la federación inicia la reversión del patrón de
ocupación del territorio.
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En Jalisco 4 municipios son considerados como principales centros urbanos
después de la ZMCG conformada por los municipios de Guadalajara, Zapopan,
Tonalá y Tlaquepaque. Estos municipios son Puerto Vallarta, Ciudad Guzmán,
Ocotlán y Lagos de Moreno. Municipios que crecen de manera constante e
incluso logran mayor ritmo de crecimiento que la propia ZMCG.
La ZMCG es favorecida por subsidios estatales lo que hace que finalmente la
ZMCG sea un área de fuerte atracción poblacional en el Occidente de México.
Desde los 90 se observa que existe una cada vez más significativa interacción
entre el occidente de México respecto al noroeste del país, especialmente entre
los estados de Jalisco y Sinaloa. Puerto Vallarta es un municipio donde se
logra la generación de infraestructura de servicios y empleo como lo anhelado
en los programas de descentralización y vitalización de las ciudades medias.
Los otros 3 municipios no lo realizan de la misma manera.
En el caso de la ciudad de Lagos de Moreno la presencia de la empresa filial
de la transnacional de origen Suiza La Nestlé es causante de la
industrialización de la región en torno a los lácteos y sus derivados. La cuenca
lechera se sostiene por la demanda local que esta industria mantiene derivada
de dicha transnacional. Existen otras industrias filiales transnacionales como
son Swrissmex, Danesa, Del Fuerte, principalmente.
La industria manufacturera de Lagos de Moreno comparte el mismo dinamismo
que el observado en la industria de la producción de lácteos. Por lo que el
crecimiento y desarrollo económico del municipio se soporta básicamente en la
convivencia de ambas industrias.
Lagos de Moreno es una ciudad ubicada dentro del corredor industrial del
Bajío, articula dos subsistemas de ciudades: el de la ZMCM con el de la ZMCG.
Esta ubicación le permite complementar y albergar muchas actividades
industriales gracias a su cercanía con otros centros urbanos importantes como
lo son las ciudades de Guadalajara, León, Irapuato, Celaya, Querétaro y San
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Juan del Río, sin subestimar otras como son Guanajuato y Silao o bien San
Juan de los Lagos, San Francisco del Rincón u Ocotlán.
Por otra parte, Lagos de Moreno es un municipio con fuerte tradición migratoria
de trabajadores a la Unión Americana. Los montos de remesas familiares son
fondo para apoyar los créditos locales al pequeño comercio, como el bienestar
comunitario, especialmente de las localidades aledañas. La ciudad con todo
crece con tasas que gravitan entre el 4% y el 8% según periodos (en promedio
6%). Crecimiento similar al de la ZMCG.
La concentración del ingreso en Lagos de Moreno es alta, lo que explica que
no obstante su dinamismo económico, el nivel de vida en la ciudad sea menor
al de la ZMCG, incluso esta por debajo de la media estatal. Asimismo explica
por qué un municipio con dicho dinamismo sea expulsor de población. La
migración internacional en su gran mayoría va al Estado de California, y en
materia de migración nacional lo hacen a las ciudades de Guadalajara, León y
México.
Igual que para el caso de ciudades fronterizas, como lo es Tijuana, Lagos de
Moreno sufre el abandono sustantivo de programas sociales e inversión pública
federal al contar con administraciones panistas, en su momento de oposición al
régimen político priísta.
Las crisis económicas que desde 1976 sufre el país fortalecen la demanda de
los productos básicos, lo que explica que la prosperidad local de municipios
como Lagos de Moreno se vitalicen a expensas del incremento de la demanda
nacional de este tipo de productos.
La política de descentralización sigue los mismos objetivos que los de hace 2
décadas:
1. Estimular el crecimiento de las localidades urbanas para equilibrarla
desigual distribución territorial de la población.
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2. Promover el desarrollo de una red de unidades urbanas que articulen el
crecimiento y desarrollo de las regiones en que se ubican al impulsar un
sistema urbano equilibrado.
3. Constituir las ciudades en alternativas de localización de actividades
productivas y de servicios sustitutivos de las grandes áreas
metropolitanas del país.
Se puede considerar el caso de otras regiones del país como es la respectiva a
la del Estado de Morelos. La eficacia de los programas de descentralización y
combate a la pobreza y marginación es mínimo, principalmente por que las
demandas a atender son muchas y los recursos para ello escaso. Los objetivos
propuestos en programas sociales tales como PRONASOL son ambiciosos y
las acciones siempre modestas para resolverlas. Así lo indican A. M. Chávez y
F. Rodríguez (1995)79
. Estos autores lo primero que identifican, cosa que
prevalece en la actualidad, la baja correspondencia entre la pobreza y
marginación existente en los municipios y entidades del país respecto a los
saldos federales destinados a cada entidad. No hay una sistematización del
gasto asignado y se explica sobre todo por aspecto favorables, que
curiosamente, mientras la federación se gobierna bajo el priísmo, las entidades
y municipios castigados son los de la oposición, mientras que cuando la
federación a partir del 2000 se vuelve panista, la ahora nueva oposición es la
castigada. Esta misma situación, afirman los autores, se repite para el caso de
la entidad de Morelos pues, los montos federales más altos asignados se
destinan a las fracciones del territorio más desarrolladas, mientras que por lo
contrario, las partes menos desarrolladas también son receptoras de menor
subsidio federal.
La población objetivo de los programas PRONASOL es aquella que percibe
menos de 2 salarios mínimos, que en 1990 es el 46% de la población nacional,
y en el 2006 asciende a casi dos terceras partes de la misma. Prueba misma
que el combate a la pobreza no da los resultados esperados.
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Ante la reestructuración económica y los procesos globalizadores en la
economía mexicana, conviene revisar de 1990 a la actualidad el impacto que
esto tiene en el bienestar de la población. Como lo demuestra Maldonado y
Palma, para el caso de cuatro municipios de Veracruz que observan
conurbación: Alvarado, Boca del Río, Medellín de Bravo y Veracruz (mapa 25),
la marginación en la zona se incrementa de 1990 a 2000.
Con metodología distinta Ana María Chávez Galindo y Francisco Rodríguez
Hernández (1995)80
llegan a resultados similares. Lo interesante es que al
analizar la manera en que se asignan los recursos del PRONASOL a las
entidades de la República, contrario a lo esperado los montos otorgados no
atienden a las entidades con mayor rezago en materia de bienestar social de
manera igual que lo hacen a con las más desarrolladas. Afirman que no hay un
criterio sistematizado para la asignación de los recursos de este programa a las
entidades federativas, más aún, a nivel municipal, se repite la misma situación,
para ello presentan un estudio relativo a la entidad de Morelos.
La inversión realizada por el PRONASOL a las entidades como a los
municipios atiende a las áreas con menor densidad poblacional, lo que no es
un criterio válido para atender a la población más vulnerable y humilde.
En Morelos la reducción de la pobreza es realmente mínima, lo que cuestiona
la efectividad del programa en el combate a la pobreza.
Destacable es que la participación organizada de la comunidad en los
programas sociales de la SEDESOL y del programa PRONASOL es base
sustancial para garantizar el éxito de las acciones emprendidas. Es por ello que
la participación activa de la comunidad es necesaria para garantizar la
efectividad de la inversión pública.
La desintegración social comunitaria en el país a efecto de la crisis y de la
agudización de la pobreza es un factor importante para comprender por qué las
acciones públicas se ven en grado esterilizadas, así como componentes de tipo
más funcional que estructural como lo es la presencia de sectas religiosas de
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origen iconoclasta norteamericano que desintegran a las comunidades,
originalmente católicas, en secciones de población que no logran coordinación
alguna por sus diferentes iglesias y credos al que pertenecen y crean
incomodo, y en casos, enfrentamiento directo.
Pasando a la visión del desarrollo regional con base a los pronósticos de la
economía mexicana, se tiene que de 2002 a 2012 la tendencia es a la
desaceleración del crecimiento. Si de 2002 a 2006 se llega a un incremento
anual de 5.4% (véase gráfica 1), la tendencia en adelante es a que tienda a
disminuir, con ligeras recuperaciones del 2009 y 2010 a razón de la pronostica
recuperación de la economía estadounidense, pero en los dos últimos años de
la administración federal norteamericana el crecimiento llegará a un nivel casi
nulo (de apenas 0.8% para el 2012).
Este escenario implica que si México mantiene su grave dependencia
comercial y financiera respecto a su vecino del note (la nación importa el 95%
de la Unión Americana, y se trata de bienes de capital e industriales, como
exporta el 95% a dicha nación, así también, el 80% de la Deuda Externa que
ronda en 132 MMD, aproximadamente), la recesión estadounidense nos
arrastrará a una postración económica que bien puede ser semejante a la de
1994.
El tema de interés es saber cómo este escenario puede afectar a las regiones
del país. Por ello se retoma en parte el estudio de SIREM.INFO81
(Sistema de
Información Regional de México, S. A. de C. V.). La regionalización que esta
agencia particular establece se puede ver en el mapa 26. La base de datos de
la que parte el estudio se presenta en los cuadros 4, 5 y 6.
Los escenarios en cuanto a convergencia o divergencia a nivel nacional como
por región se presentan en la gráficas 2, 3, 4, 5, 6 y 7. Los criterios de
ordenamiento y normalización estadística están dados por la proporción del PIB
por habitante y su participación en la población nacional.
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En México, con base a la relación existente entre la proporción del PIB por
habitante y la participación regional en la población indica que la región centro
muestra la mayor participación en la población, la cual está muy por encima del
resto de las regiones, no obstante de estar en una proporción media respecto
al PIB por habitante (Gráfica 2). A su vez, el centro norte se muestra como la
región cuya situación es la más rezagada. Guarda un nivel muy similar en
cuanto a proporción del PIB por habitante al de las regiones del Pacífico y el
Sur, pero existe una abierta divergencia del resto de las regionales del país
respecto a su participación en la población.
La región Pacífico y SUR tienen un nivel bajo respecto a su contribución por
habitante al PIB, aunque medio en participación relativa en la población
nacional. Ambas están en el mismo nivel de contribución, y muy similares en
participación. Tienen alta convergencia y similitud en su desarrollo, aunque el
sur tiene una ligera ventaja respecto al Pacífico pues contiene un mayor
número de habitantes. Ambas guardan un alto nivel de divergencia en cuanto a
su desarrollo respecto a la Frontera, el Centro Norte y el Centro. Finalmente, la
frontera norte está a la cabeza como la región más productiva, por su
participación económica, dada su población.
Dentro de la gráfica 2 el ideal en materia de desarrollo y convergencia es que
tiendan las regiones a incrementar su proporción del PIB por habitante
(ascender por el eje de las ordenadas), y bajar su participación en la población
(eje de horizontal). Y que todas tiendan a empalmarse y no a alejarse. Este
estudio habla de que las fuerzas centrípetas en el desarrollo regional son más
mayores que las centrípetas, por lo que las regiones muestran una fuerte
tendencia a la divergencia.
En la región correspondiente a la Frontera norte (gráfica3), que se compone de
6 entidades federativas. Estas son Coahuila, Sonora, Baja California,
Chihuahua, Tamaulipas y Nuevo León. Coahuila y Sonora muestran cierta
convergencia, siendo las regiones con menor dinámica económica. Contrario y
al extremo está Nuevo León, con abierta distancia comparativa con las otras
entidades de la región. El resto se mantiene en una situación intermedia entre
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Coahuila y Sonora y Nuevo León, se trata de Baja California, Chihuahua y
Tamaulipas.
La región Centro Norte (gráfica 4), se compone de 5 entidades federativas, las
cuales son: Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas, Durango y
Aguascalientes. Guanajuato muestra una abierta divergencia al resto de los
estados. Con una ventaja por su participación poblacional, no obstante no ser
la más productiva por habitante. En mejor situación está Aguascalientes con la
más baja participación poblacional, no obstante con el más alto nivel de
producción por persona. En el último caso está Zacatecas, que presenta bajo
nivel de participación demográfica, como el nivel más bajo en su producción
por habitante. Durango muestra proporción mayor en términos de
productividad, aunque bajo nivel de participación poblacional. San Luis Potosí
presenta una situación baja en materia de población, aunque mayor a
Zacatecas, y su productividad queda por debajo de la de Durango. En general
no se observa convergencia alguna entre las entidades.
En la región Centro (gráfica 5), que se integra por 7 entidades (Estado de
México, Distrito Federal, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala, Morelos, Hidalgo y
Querétaro), la situación es altamente contrastante, con un muy alto nivel de
divergencia. El Distrito federal resulta el más productivo por habitante aunque
es el segundo en importancia demográfica. Mientras que el Estado de México
muestra la mayor participación demográfica, muy por encima del resto, pero
con bajo nivel de productividad por habitante, similar a la de Morelos. Estas dos
muy divergentes al resto de la región. Esta a su vez el caso de Puebla que
muestra una alta participación demográfica aunque bajo nivel de productividad
por habitante. Aparece un lunar muy asimétrico a las tres entidades anteriores.
Se compone de Querétaro, Morelos, Hidalgo y Tlaxcala. De éstos pequeñas
entidades, Querétaro es la de mejor grado de desarrollo con base a su
participación demográfica, mientras que al último aparece Tlaxcala.
En la gráfica 6 se tiene la región del pacífico, que se integra de 7 municipios,
los cuales son Baja California Sur, Colima, Sinaloa, Nayarit, Guerrero,
Michoacán y Jalisco. Se tiene a Jalisco como la entidad con la mayor partición
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en la población, como una alta productividad por habitante. En el caso extremo
aparece Nayarit con la menor participación como productividad. Baja California
Sur y Colima observan un nivel alto en la productividad por habitante, no
obstante tener un nivel bajo de población. De hecho están a un nivel muy
similar a Jalisco. Aparece Sinaloa con una productividad por habitante un poco
menor a la de Jalisco, aunque su población es más significativa. Le siguen
Michoacán con una población muy representativa, aunque un nivel de
productividad bajo. Finalmente está Guerrero cuya población esta en la media
de la región pero con un nivel de productividad por habitante demasiado baja.
Es de hecho el estado menos productivo de la región. Se tiene por otra parte
una variación de dimensión demográfica como de desarrollo en la región
Pacífico.
En la gráfica 7 se presenta la última región respectiva al sur del país. Aparece
Veracruz con la mayor población de la región, pero en una situación baja en
productividad por habitante. Caso contrario está Campeche cuya población es
la menor de la región pero su productividad por habitante es la más alta.
Chiapas y Oaxaca son los casos críticos, con un nivel de población significativa
pero en el más bajo nivel de productividad. Quintana Roo sigue de cerca de
Campeche pues tiene ligeramente más población y está ligeramente por debajo
de esta entidad en materia de productividad per cápita. Yucatán y Tabasco
están en posiciones medias con respecto a Campeche y Veracruz. Se tiene por
otra parte que las entidades guardan distancia en su situación de desarrollo,
solo Oaxaca y Chiapas presentan situaciones similares.
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3. LAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN QUE MARCA LA
GLOBALIZACIÓN, NEOLIBERALISMO ECONÓMICO Y
DESARROLLO REGIONAL
En la actualidad, las líneas de investigación que marca el proceso de
globalización económica, orientan las políticas públicas respecto al desarrollo
regional del país, a una nueva organización del territorio regida por las fuerzas
del mercado. Ante este nuevo paradigma, las relaciones sistémicas del
capitalismo mundial en su fase globalizadora, toma consideraciones que se
rigen por una nueva lógica (y ética) de acumulación descrita por la producción
flexible, tanto en el capitalismo mundial como en el capitalismo periférico.
Los hallazgos recientes de investigación, dentro del programa de investigación
en materia de desarrollo regional y urbano conciben la fenomenología inscrita
en los siguientes procesos de globalización, neoliberalismo como nueva forma
de gobierno. Para ello se parte del proceso de toyotización que explica el
origen del cambio de esquema y de patrones.
En este apartado se citan los trabajos que son marco teórico y referencia
obligada de la investigación en materia de desarrollo regional y urbano en
México, y las corrientes que influyen en la definición de las recientes líneas de
investigación que en materia toma el programa de investigación nacional.
La toyotización implica la necesidad de abrir las fronteras nacionales a la
inversión extranjera directa. El nuevo régimen de producción flexible que a nivel
mundial arriba desde la década de los 60 (aunque desde los años 30 se inicia
en Japón y en la posguerra se aplica en las economías asiáticas de la cuenca
del pacífico), requiere la relocalización industrial del capitalismo central al
capitalismo periférico donde se responde a la lógica de la absorción y
minimización de los costos.
Heckscher y Ohlin (Chacholiades)82 indican criterios que permiten, a través de
sus teoremas, comprender la ventaja de relocalizar las factorías maquiladoras
(que trabajan bajo la lógica de los círculos de calidad), en las regiones donde
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según la intensidad en que se usa un insumo productivo y la densidad en que
existe dicho factor en la región, se aporte una ventaja monetizada en costos
ahorrados por la localización de la factoría en dicho lugar.
El esquema endogenista y nacionalista propia del fordismo se basa en el
proteccionismo de los mercados tanto objetivos como de proveeduría de las
empresas. Este proteccionismo ampara de la competencia a las empresas, y
permite formular monopolios industriales, con una alta capitalización como
rápida industrialización. Esto es lo que explica el ascenso industrial urbano que
desde los años 40 se vive en Iberoamérica.
La sustitución de fórmulas de producción fordista - tayloristas por las nuevas
recetas toyotistas que dan pie al la suplencia del régimen de producción rígida
a cambio del régimen de producción flexible, implica la necesidad de dar
término al proteccionismo propio del endogenismo económico.
Las bases éticas de esta nueva lógica reproductiva las presenta el surgimiento
del neoliberalismo, en gran medida inspiradas en trabajos de Hayek y del
matrimonio Friedman (Guillén, 2000)83
.
La culminación y término de la guerra fría con la caída del Muro de Berlín en
1989 a efecto de la reagonomía, son causa de un reacomodo mundial al
anexarse al esquema capitalista las economías de Europa del Este. Se
empieza a hablar de globalización y con ello las tesis neoliberales inspiran el
corte de políticas sugeridas por los organismos internacionales tales como el
Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Estos organismos quedan enajenados por la reserva estadounidense a razón
del cambio de patrón cambiario a raíz de la crisis del fordismo de 1971 – 1973.
El nuevo sistema fiduciario no solo respalda al dólar corriente ante su casi
inminente devaluación al no haber suficiente oro en el Fuerte Nox para
ampararle. Desde ese momento todo el PNB norteamericano respalda el valor
del dólar lo que crea, contrario a las presiones devaluatorias de la moneda,
nuevas fuerzas de revaluación. Los norteamericanos mantienen la paridad
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cambiaria del dólar ante la crisis, al cambiar del régimen cambiario del sistema
oro – dólar, al fiduciario. Y en un segundo y posterior momento al generar (aún
más!) dólares, que canalizan a depósitos en el FMI y el BM, que les da poder
de voto mayoritario en las decisiones de ambos organismos, como a la par,
capacidad de veto.
La crisis del fordismo en 1971 – 1973 se traslada a los países periféricos a
través de la caída de las compras estadounidenses. Los superávit sostenidos
por las ventas a dicha nación también se suspenden por lo que las economías
en desarrollo, especialmente las iberoamericanas, caen en déficit persistentes.
En el caso de la economía mexicana las reservas internacionales existentes
sostienen la paridad de $12.50 por dólar de 1971 a 1976, donde se da la
drástica devaluación de casi 100% de la paridad que rebasa los $24 por dólar.
Con esto culmina el milagro mexicano y se inician las crisis que marcan el
agotamiento del esquema de desarrollo desde dentro.
Las economías iberoamericanas adquieren deudas para sufragar sus déficit
con estos organismos multilaterales, que ya no son propiamente multilaterales,
pues su socio mayoritario, Estados Unidos de América, les dicta sus directrices
desde la reserva estadounidense.
Las deudas adquiridas bajo condiciones unilaterales equivalen a firmar un
cheque en blanco a favor de los norteamericanos, pues éstos sufragan su
persistente déficit de cuenta corriente al incrementar sus tasas de interés y
saldar el déficit con dinero recabado de sus deudores.
Los norteamericanos sostienen su economía desde entonces no con
producción eficiente y competitiva, sino principalmente por la colocación de
deudas que colocan al trasladar su crisis de su economía a las naciones que
tradicionalmente son sus socios comerciales.
El sofocamiento de estas economías con términos financieros que les resultan
bastante desventajosos crea presiones en la región a favor de negociar a
finales de los 80 las cargas de deuda y sus términos. Este sofocamiento es la
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forma en que tanto el Reino Unido como Estados Unidos de América puede
negociar de sus deudores sus adeudos a cambio de aceptar la imposición de
las medidas económicas de tipo neoliberal que se expresan en apertura
económica e integración. Nace forzado y parcializado el proceso de
globalización (desde arriba, como lo indica Hiernaux, 2005) 84
.
El desarrollo regional desde la óptica de la globalización desde arriba no
implica una mundialización y cooperación económica, sino la sumisión a los
intereses de las grandes corporaciones transnacionales ajeno en gran medida
a sus propias necesidades de crecimiento y desarrollo. Desde esta perspectiva,
las fórmulas económicas que patenta la globalización ahora bien marca el
nuevo carácter del subdesarrollo, en una nueva expresión: capitalismo
periférico dependiente y postfordista.
Leonardo Curzio (1995)85
, indica que las diferencias existentes en las
desigualdades regionales en Europa se ven agudizadas ante la integración. La
apertura económica implica que para México la competencia internacional
expresada en sus mercados internos obliga a priorizar las regiones con
mayores posibilidades de competencia hacia fuera, descuidando por ende, las
regiones más desfavorecidas.
Se crea a razón de la integración económica una relación dialéctica entre los
llamados estados – nación y la región. Curzio cita a Herbert Giersch donde
afirma que … la integración económica debilita la aglomeración a nivel nacional
pero intensifica las tendencias aglomerativas regionales. En la historia reciente
de la integración en México queda confirmada la tesis que de la escuela de la
economía espacial86
–cita Curzio a Francois Perroux-, que sustenta que las
desigualdades regionales se incrementan por efecto de la integración.
Existe una reconfiguración regional en México a raíz de la integración iniciada
en los 90. Las regiones adquieren singularidades que bien tienden a la
convergencia de algunas, como a las divergencias de otras. No obstante, las
divergencias regionales dominan puesto que se agravan las diferencias entre
las regiones que se anexan al esquema de integración respecto a las que no lo
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logran. Por citar la región norte, centro y centro occidente de México
incrementan su dinamismo económico pero se vuelven regiones lunares que
funcionan de manera desarticulada, como unidades autónomas independientes
del resto. Y el resto de las regiones del país sufren en su rezago una
experiencia de abierta desarticulación con el aparato productivo nacional.
Los estados nacionales con la integración a su vez pierden autonomía e
independencia puesto que deben obedecer la los intereses supranacionales de
las transnacionales y las grandes potencias, intereses irrenunciables y
condicionantes en gran medida de su crecimiento económico.
Se tiene entonces que los estados – nación que se integran no solo pierden
soberanía sino que muestran un abierto proceso de desarticulación regional y
contrastación divergente entre sus regiones pues se polariza el desarrollo entre
las que logran mayor integración al esquema de cooperación económica, y las
que no lo logran. Se tiene un territorio contrastado y en crisis en un convivio
entre ambos tipos de regiones, contradicción latente que implica reacomodos
de población e industria.
Estas contrastes divergentes de las regiones crean asimetrías profundas que
hablan de carencias en la organización del territorio. Para el caso de la
integración de América del norte las diferencias entre Canadá, Estados Unidos
de América y México se agravan de manera crítica. Existen algunos sectores
donde dichas asimetrías son más graves como son las existentes en materia
agropecuaria (véase cuadro 7). El resultado es el empobrecimiento de la gran
parte del territorio nacional que no logra anexarse al desarrollo integrador,
aumento de la expulsión de población de estas zonas y migración
especialmente del sur al norte, casi toda ella con tipo indocumentado.
Tanto Estados Unidos de América como Canadá son, por su alto grado de
desarrollo, un territorio con un alto grado de cohesión y unidad. La
convergencia de sus regiones es muy significativa y son en gran medida un
territorio homogéneo en su grado de desarrollo. Contrariamente, México
expresa problemas de abierta desarticulación y divergencia regional, lo que
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comparativamente con sus socios comerciales de América del Norte agravan
sus diferencias.
El PIB norteamericano es 22 veces superior al mexicano, la tasa salarial
diferencial entre ambas naciones es de 1 contra 11, esto es un norteamericano
gana 11 veces más que un mexicano y la productividad marginal del trabajo
son de 1 contra 4, en este mismo sentido.
El nivel de ingreso per cápita en los Estados Unidos es más o menos
homogéneo, mientras que para el caso de México las zonas metropolitanas
como la zona fronteriza contrasta fuertemente con el nivel remunerativo del sur
del país y el oriente. Situación que de los 90 a la fecha viene a acentuarse.
Por otra parte, la inversión pública en México privilegia a las entidades que
logran integrarse al esquema de cooperación internacional, en detrimento de
las zonas que no lo hacen, lo que agrava la situación puesto que las políticas
de federalización como de descentralización no obedecen a tratar de aminorar
las diferencias regionales, sino a fortalecer las regiones que logran con mayor
éxito anexarse a los mercados foráneos.
La inversión pública privilegia las áreas metropolitanas, la zona norte, el centro
y centro occidente. Existe un significativo abandono del resto del territorio
especialmente el sur, con excepción de Quintana Roo y Tabasco que por
cuestiones de turismo y de la industria petrolera, respectivamente, reciben
fuertes montos de este tipo de inversión. Aún así, la inversión pública se
focaliza con lupa en el territorio pues por caso, se cita a Jalisco donde afuera
de la zona metropolitana de la ciudad de Guadalajara, Puerto Vallarta, Ciudad
Guzmán y Lagos de Moreno, el resto de la entidad observa rezago y
divergencia.
Prueba de ello es que la migración de trabajadores a la Unión Americana viene
precisamente de una de las regiones que se supone se articula con el esquema
de desarrollo exogenista: el occidente del país. Región que se compone
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precisamente por los Estados tradicionalmente más expulsores de población
como lo es Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Zacatecas.
Se fortalece a los estados con mayores ventajas competitivas en el contexto
internacional al dejar al margen a las de menores posibilidades de
competitividad. El Plan Puebla Panamá supone anexar las regiones del sur de
México y naciones centroamericanas al proceso de desarrollo de América del
Norte. Quizá este plan sea más beneficioso para estas regiones que los
programas nacionales de fomento y desarrollo.
Para estas regiones marginadas el vínculo con los Estados – nación se diluye y
cada día la brecha entre ambas se agrande de manera peligrosa en materia de
bienestar y estabilidad social.
Afirma Curzio que:
“Los riesgos que implica una transformación de la función del Estado
para las regiones más atrasadas son, hasta cierto punto, previsibles.
La reducción de la intervención del Estado en la economía por el
influjo neoliberal y por las tendencias integradoras, dejan a la mano
invisible la tarea de reducir, y en lo posible suprimir, las
desigualdades.”
Es innegable que para paliar las desigualdades regionales el Estado es el único
y mejor agente. La política fiscal precisamente trata de mediar, regular,
disminuir las desigualdades. Su acción recaudadora y en materia de gasto
atiende a la población más vulnerable y redistribuye el ingreso de forma
progresiva. Sin embargo, esto sucede así cuando el Estado es del pueblo, para
el pueblo y por el pueblo. Pero en la fase de la globalización y la producción
flexible el Estado es enajenado por la gran burguesía internacional y siendo del
Pueblo, por que lo paga el pueblo, sirve para la burguesía y hace por la
burguesía. Es entonces que la recaudación es tan regresiva como el gasto
público, al privilegiar los intereses de las clases burguesas y en detrimento de
las clases trabajadoras.
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El desarrollo regional no es algo que pueda dejarse a la mano invisible, implica
la atención de un estado del pueblo, por y para el pueblo, por ello las tesis
socialdemócratas y endogenistas, de globalización desde abajo y de
tendencias ideológicas de izquierda aparecen como la alternativa al actual
esquema económico que no solo no resuelve las discrepancias, sino las
agudiza.
La convergencia no es negociada por los gobiernos que se integran en le
TLCAN, lamentablemente ahora es el principal costo de la integración
económica en términos desventajosos y altamente desiguales. Propiamente
injustos. La integración de México con los Estados Unidos se realiza en
condiciones desventajosas: más del 90% de las ventas mexicanas al exterior
se destinan a la Unión Americana, como más del 90% de las compras que
México realiza del exterior provienen de América del norte. Las compras
estadounidenses a México solo representan el 5% de su total de compras,
mientras que las ventas a México son el 3.5% del total. El 80% de la deuda
externa de México se le debe a los Estados Unidos que actualmente
representa alrededor de 135 mil millones de dólares de aproximadamente 170
mil millones de dólares de la deuda externa mexicana. Estados Unidos es la
principal potencia militar del mundo, México tiene un ejército que representa
casi la mitad del ejército guatemalteco. Lo que el país vende a los
norteamericanos es fácilmente sustituible por compras a otra nación
latinoamericana, mientras que las compras que México hace son
imprescindibles para su desarrollo pues son bienes de capital y tecnológicos
que en su gran mayoría son certificaciones norteamericanas. Actualmente la
inversión extranjera directa de origen norteamericano colocada en el territorio
mexicano generan un valor de producción que equivale al 50% del PIB de este
último.
Como puede verse, la capacidad de negociación de México ante una potencia
cuyo PIB es 22 veces superior al suyo es nulo. Por lo que se admite que más
que integración, en América del Norte hay una adhesión de México al TLC que
previamente celebran Canadá y Estados Unidos de América.
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Los términos de negociación no solamente excluyen como protocolo aparte el
aspecto laboral y ecológico, sino también los costos de la divergencia en el
desarrollo regional. Nunca el gobierno mexicano pudo lograr de su contraparte
norteamericana fondos de apoyo al fomento del desarrollo estabilizador, de
crecimiento y de convergencia regional.
La apertura económica en materia de inversiones supone en lo local mayor
capacidad de gestión, acción y decisión de la unidad administrativo – pública,
por tal motivo el federalismo es parte de la estrategia para desconcentrar el
capital.
Las autonomías locales son el objetivo de las administraciones públicas
locales. Las iniciativas locales son quizá las empresas más efectivas en
materia de federalismo y descentralización. Se desea una independencia de lo
federal a razón de una mayor capacidad de gestión de las entidades locales,
tales como son los Ayuntamientos municipales.
Las grandes ciudades como áreas metropolitanas y cosmopólitas son áreas de
conexión con la globalidad. Las ciudades son a su vez espacios donde se
expresa lo nacional y su nexo con lo regional. Por ello la ciudad es un tema
relevante para estudiar cómo se expresa la globalización en su interacción con
lo local, regional y nacional, en un espacio económico.
La ciudadanía patenta sus demandas a un nivel local y es a nivel gobierno local
que el Estado entra en contacto con la ciudadanía.
El ascenso industrial urbano que desde los años 40 viven las ciudades
latinoamericanas, es acompañado de la provisión del Estado de servicios
públicos y a la producción. Necesariamente el desarrollo urbano es tutelado por
los gobiernos latinoamericanos, así como organizado, ordenado y planificado
en grado. Las ciudades durante el periodo modernista son el bastión del que se
mantiene el proceso de industrialización.
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Las ciudades crecen y prosperan a costa de la precarización campesina. En los
años 60 la economía mexicana logra con gran éxito establecer el esquema
modernista fordista de carácter periférico, en el seno del propio desarrollo
endogenista. La demanda interna es el sustento del ascenso industrial, mismo
que en gran medida depende del gasto del Estado.
La crisis del fordismo en la década siguiente hunde al país en severas y
profundas crisis que le acompañan al menos de 1976 a 1994, periodo donde el
agotamiento del esquema endogenista, merma en gran medida la calidad de
vida y prosperidad que se obtiene del periodo que comprende el milagro
mexicano (1940 a 1970).
La adopción de nuevas fórmulas de producción flexible por el aparato
productivo nacional, así como la inscripción de la economía mexicana al
esquema de globalización, tiene profundas consecuencias en el desarrollo
urbano del país.
La producción se desagrega en fases diferenciadas, lo que lleva a reacomodos
geográficos acordes a la lógica de producción flexible. La relocalización
industrial lleva también reacomodos urbanos lo que cambia el patrón de
crecimiento de las ciudades.
Indica Ziccardi (1995a)87
que … la renovación urbana liderada por el capital
privado, inmobiliario y de la construcción, promueve “megaproyectos” de
oficinas y/o comerciales, que cambian la fisonomía de ciertas zonas de las
metrópolis y que otorgan “homogeneidad” a los espacios urbanos de las
grandes ciudades.
Los mercados laborales van de trabajadores sindicalizados a la lógica de la
flexibilidad laboral y el llamado nuevo sindicalismo democrático. Se generaliza
la lumpen proletarización (Rifkin, 1993)88. Los servicios outsourcing para las
empresas se generalizan. La demanda de trabajadores sobre especializados
se da en servicios financieros y a la producción. Los trabajos informales y de
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ambulantaje son el medio por el cual los trabajadores tratan de combatir el
creciente desempleo friccional.
Las grandes metrópolis expresan un generalizado proceso de
desindustrialización y desconcentración industrial. La proliferación de negocios
propios del sector terciario moderno (banca, informática y seguros), viene en
aumento como también la proliferación de trabajos informales.
El sector inmobiliario y de la construcción, señala Ziccardi (1995a89 y 199890
),
adquiere especial importancia económica, no solo por la construcción de la
ciudad y el cambio de morfología e imagen urbana, sino especialmente por que
son los principales mercados de trabajo.
La nueva configuración de los mercados de trabajo en el país implica reformas
institucionales en materia laboral. El papel del Estado, dentro de un régimen
político y democrático, orienta las iniciativas de reforma al alcance de las
instancias de poder institucional, más es limitado en cuanto el eficiencia en que
las reformas se dan en tiempo como en sentido. Muchas veces la reforma es
tardía y cuando se da, no es consistente con la lógica de la organización
privada del trabajo y la producción.
El redimensionamiento del Estado y del aparato estatal son por otra parte,
causa de la liberación de trabajo que viene a engrosar el ejército industrial de
reserva, especialmente en las grandes ciudades de Latinoamérica que son
normalmente sedes del poder central federal, y para el caso regional, y
especialmente de México, son sedes de gobiernos estatales y municipales.
Con lo anterior, se deja identificada la problematización existente en la
reestructuración económica respecto al desarrollo regional y urbano de México,
en sus diversas expresiones socio económicas, como las implicaciones para la
tónica del gobierno que procura una organización del territorio propincua para
la sustentabilidad social, económica, política, cultural y ecológica.
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4. DISTRIBUCIÓN DE LA POBLACIÓN Y CRECIMIENTO URBANO
EN MÉXICO
Si existe un tema en especial relativo a la dimensión urbana y del desarrollo
regional de México, es el tema de comprender el cambio de patrones en la
distribución territorial de la población, con base a las directrices que la
reestructuración económica imprime. Por ello, el presente apartado trata al
respecto de la relación existente entre el crecimiento urbano y la distribución
territorial de la población dentro de la lógica de la acumulación flexible,
identificando la problematización tratada en los diversos estudios que en el país
se dan de 1995 a la actualidad y estableciendo el estado de arte existente en la
materia tratada.
La globalización es un proceso que necesariamente implica la revisión de los
efectos sociales y económicos en las naciones imbricadas en este proceso. En
el caso e México, por su transición económica, los patrones en la distribución
territorial son tema y objeto de estudio como parte de la nueva agenda de
investigación. Los nuevos patrones observados en las variables que se ven
afectadas por este proceso implican estudios de mayor profundidad.
El cuadro 8 indica la relevancia de cada entidad federativa, dadas las regiones,
por su producto per cápita. Se puede ver cómo entidades como Sinaloa,
Tamaulipas, Chihuahua, Coahuila y Veracruz observan de 1970 al 2000 un
aumento muy alto en cuanto producto per cápita. Se trata de entidades que
están en la frontera norte, o tienen puertos, altamente vinculados a los
mercados foráneos. Le sigue en importancia el Distrito Federal que se explica
por ser el centro político del país, con una gran concentración demográfica e
industrial. No obstante, su crecimiento en cuanto producción per cápita vienen
desacelerándose.
Con crecimiento normal, esto es, sin variación significativa y en estándares
medios, están Baja California Sur, Nuevo León, Nayarit, Morelos y Tabasco.
Las entidades que se rezagan en el crecimiento de la productividad por
persona son Baja California, Sonora, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, San Luis
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Potosí, Zacatecas, Guerrero, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Chiapas, Oaxaca y
Yucatán. Pero los casos críticos que quedan al margen de los beneficios de la
apertura económica y la globalización son Durango, Aguascalientes, Colima, el
Estado de México, Querétaro y Campeche. Entidades que están distantes o
con pocos nexos con los mercados foráneos.
La apertura económica iniciada en 1983, deja en claro el cambio de patrones
demográficos. La densidad de población en el territorio nacional habla del
acomodo geográfico que se procura con base a los mercados de trabajo, en un
territorio que ofrece oportunidades diferenciadas por región, entidad federativa,
incluso a nivel municipal. El cuadro 9 muestra la importancia poblacional de las
entidades federativas del país según mayor o menor número de habitantes
(mapas 30 y 31).
El Estado de México y el Distrito Federal presentan el área más poblada del
país, tradicionalmente. Aproximadamente 1 de cada 7 mexicanos vive en
cualquiera de ambos espacios. Otras entidades por su extensión territorial
aparecen en los niveles con mayor número de habitantes, tal es el caso de
Veracruz o Michoacán, no obstante no ser entidades que tengan la misma
relevancia económica. Caso contrario, Guanajuato presenta en el mismo año
una alta densidad de actividad económica, que corresponde a su importancia
poblacional. Otras entidades como Querétaro con alta actividad económica, no
presentan importancia poblacional, al menos no para los primero 9 lugares de
las entidades con mayor número de habitantes. Por lo que la densidad de
población no es necesariamente una relación lineal y de directa
proporcionalidad con respecto a las actividades económicas.
Por otra parte, entidades como Baja California Sur, que ocupa el lugar último
en materia de importancia poblacional también lo tiene en su nivel de actividad
económica. Mientras que Colima, que es la penúltima, no obstante presenta
una actividad económica muy significativa, no obstante su baja densidad
poblacional.
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Por lo que se puede concluir que la densidad poblacional de las entidades no
es una relación alícuota a su nivel de actividad económica, al menos no para
muchas entidades. Lo que tiene que ver con la latitud de la localización de las
entidades federativas con respecto a su nexo con los mercados tanto
nacionales como internacionales. No obstante se debe considerar la posible
desviación que causa la extensión territorial de cada una de éstas.
En el siguiente cuadro 10 se presenta de 1990 a 2006 el cambio de importancia
poblacional de las entidades federativas donde se tienen las ganadoras como
las que pierden posición en el lapso de observación. Destaca que aquellas que
guardan nexos con los mercados nacionales como del extranjero se benefician
tales como Baja California, Quintana Roo, Chihuahua y Nuevo León. Estados
centrales como Querétaro y Morelos adquieren relevancia gracias a la
desconcentración industrial de la zona metropolitana de la ciudad de México.
Chiapas, por efecto de las fuertes inversiones en materia de servicios públicos
y promoción al desarrollo viene a ganar una modesta posición. Evidentemente
las dos primeras entidades más ganadoras en materia de importancia
poblacional se explica por su alto grado de integración al esquema
globalizador, como a la fuerte inversión nacional como extranjera que captan.
Contraparte, Nayarit, Zacatecas y San Luis Potosí pierden posiciones, junto
con otras entidades que observan en menor grado una pérdida de importancia
poblacional. Son entidades cuya orientación industrial, como aparato productivo
no logran su nexo con el nuevo esquema exogenista.
En el siguiente mapa 30 puede verse la regionalización que se distingue por el
grado del crecimiento demográfico en México de 1990 a 2006. En el primer
panel se tiene la densidad poblacional de las entidades en el 2006 donde
destacan Jalisco y Guanajuato en el occidente del país, así como entidades de
la franja centro oriental. Muestran un corredor central que va del occidente al
oriente. Se tienen las franjas norte y sur del territorio nacional con una densidad
poblacional media y finalmente aparecen aquellas regiones cuya densidad es
modesta.
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Ahora bien, en materia de crecimiento demográfico se tiene que en las
penínsulas de baja California como de Yucatán, el crecimiento se vuelve muy
importante para entidades como Baja California y Baja California Sur, como
Quintana Roo y Campeche, respectivamente. La franja norte observa un
crecimiento promedio. Los estados del sur y Veracruz, junto con algunos del
norte como Durango, Sinaloa y Zacatecas presentan un crecimiento
demográfico muy bajo. Posiblemente se trate de entidades expulsoras de
población. Contrario las penínsulas aparecen como atrayentes.
Comparando la densidad demográfica de las entidades, con su crecimiento se
tiene que los estados del centro, con excepción de Querétaro, Estado de
México y Distrito Federal, no obstante tener una alta densidad poblacional, su
crecimiento es modesto. Posiblemente se deba a que su dinámica económica
también es modesta.
El sur, junto con Veracruz, y en especial Veracruz, presentan una pérdida
demográfica no solo por tratarse de estados con densidad media, sino por que
su crecimiento demográfico tiende a bajar. Veracruz pierde importancia
demográfica de forma significativa. Se trata de entidades que están al margen
del esquema de desarrollo exogenista.
Durango, Zacatecas y Nayarit presentan las más bajas densidades de
población como de crecimiento. Sus economías tienden a rezagarse
rápidamente en el desarrollo de la nación. Aguascalientes, Querétaro y
Tlaxcala ganan terreno en materia de población. Tabasco y Chiapas se
mantienen en posiciones medias y sin cambios. Puebla se mantiene con una
alta densidad y crecimiento demográfico, lo que habla de un crecimiento
económico importante y sostenido de la entidad.
Lo anterior deja en claro que el crecimiento demográfico del país no es un
proceso homogéneo, ni la distribución territorial de la población presenta
patrones de propincuos. Todo lo contrario, se trata de fenómenos con una alta
diversidad, complejidad y heterogeneidad. El nuevo esquema con apertura
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económica presenta para unos estados ganancias, como para otros pérdidas.
Regiones con convergencia que conviven con otras regiones divergentes.
Uno de los hallazgos más importantes durante la década pasada respecto a la
distribución territorial de la población es la admisión de que el esquema
económico y las bases estructurales del desarrollo explican los patrones en la
distribución territorial de la población.
Por otra parte, se admite que el esquema de sustitución de importaciones
genera una alta concentración de la población en las zonas metropolitanas
donde destacan la ZMCM, ZMCG, ZMCMo y la ZMCP. A su vez, se admite que
el cambio de esquema a uno de apertura y de sustitución de exportaciones
cambia los patrones en la distribución territorial de la población que causa
disminuya el crecimiento de las zonas metropolitanas, aumente el de las
ciudades medias, especialmente de las ciudades de la frontera norte y
cabeceras municipales, así como ciudades puerto.
La reestructuración económica comprende los años 80 básicamente y sus
efectos son latentes en la década de los 90, especialmente a partir de la
celebración del TLCAN.
Raúl Benítez Zenteno (1995)91
indica los principales rasgos que la
reestructuración económica causa en la distribución espacial. Lo principal es no
negar que existe una herencia histórica en la geografía de la distribución de la
población en el territorio nacional. Los asentamientos actuales son resultado de
procesos históricos que les configuran.
Ante la reestructuración económica de corte post fordista que se inicia desde
1983 a la actualidad, la movilidad población, como su distribución territorial,
presentan nuevos patrones, en la dirección que marcan las directrices de la
oportunidad económica y su localización espacial.
La migración cambia también de patrones y los flujos muestran nuevas redes
de movilización, nuevas razones y nuevas características sociales. El
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agotamiento del régimen de sustitución de importaciones así como otros
elementos estructurales como son la apertura económica es causa explicativa
de este cambio. Interesante en esto es que la migración ahora no es tanto rural
urbano, sino urbano - urbano, ya no de tipo campesinista sino de trabajadores
industriales urbanos, mayor participación de las mujeres en el fenómeno
migratorio, la migración deja de ser temporal para pasar a ser
significativamente definitiva, los cortes de población relevan edades jóvenes y
de estado civil dominantemente integrada por solteros.
El fracaso del esquema de integración económica con base a los lineamientos
neoliberales es causal básico para explicar cómo, el fenómeno migratorio
recientemente adquiere mayor dimensión social, especialmente aquella de
trabajadores mexicanos que se van a la Unión Americana.
En la primera década del tercer milenio en México se marca una aceleración de
la transición demográfica que desde 1976 se da en el país. La reciente y
drástica caída en la fecundidad, conjuntamente con el incremento de la
emigración internacional explican que la tasa de crecimiento demográfico sea
de 0.9% anual y cuya tendencia descendente es alta.
En el nuevo régimen de producción flexible la desconcentración del capital
industrial hacia el capitalismo periférico no logra contrarrestar la enorme
migración que las naciones en vías de desarrollo observan. Incluso, la inclusión
de las factorías maquiladoras en las geografías del subdesarrollo es causal en
gran medida del rompimiento de cadenas industriales y cierre de empresas que
no resisten el embate de la competencia internacional. La integración
económica resulta un fenómeno más desempleador que empleador en todo
hemisferio.
Las fórmulas de producción modernas llevan al establecimiento de estrategias
de producción a gran escala para minimizar tanto la absorción de los costos
fijos, como de transporte, almacenamiento y seguros de traslados. Para el caso
de la producción agropecuaria la implicación es la formulación de grandes
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latifundios que, modernizados, esto es bajo la lógica de la maquinización,
tienden a expulsar a una enorme cantidad de trabajadores a las áreas urbanas.
La terciarización de las ciudades medias y su aceleramiento en cuanto
crecimiento se explica (especialmente), por la migración de campesinos,
especialmente antiguos ejidatarios, a los centros urbanos, dedicados en su
gran mayoría a actividades propias del comercio informal y ambulante.
El ascenso industrial urbano del país observa dos fases: la modernista propia
del periodo de secundarización económica que comprende de 1940 a 1976, y
la postmodernista que va de lo años 80 en adelante y que toca a la
terciarización de las actividades. En la primera la migración es de tipo
campesinista y concentra grandes masas de población en las zonas
metropolitanas del interior del país. La segunda es de tipo urbano y viene a
desconcentrar la población de las zonas metropolitanas a ahora las ciudades
medias, especialmente de las regiones donde se logra con mayores
oportunidades incluirse en el desarrollo globalizador.
El desarrollo urbano viene a desconcentrarse. A la par, existen regiones donde
el desarrollo urbano adquiere matizaciones de suburbanización y marginación
rural.
Indica Benítez que:
“En el escenario mundial actúan dos factores: la revolución de las
transacciones, que entraña corrientes más eficaces de información y
capital y la nueva división del trabajo vinculada con la libertad de
movimiento del capital, manera de aprovechar al máximo la
acumulación. A su vez, las diferencias entre zonas rurales y urbanas
se hacen menos pronunciadas, sin que disminuya la desigualdad ,
dada la intensificación de deseconomías urbanas que han
beneficiado el capital privado; los pobres tienen que soportar las
deseconomías asociadas al hacinamiento, riesgos sanitarios y
carencia de infraestructura.”
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No se trata de combatir la migración, sino de procurar una distribución
poblacional acorde el desarrollo sustentable en un reacomodo poblacional que
responda a la organización del territorio, de tal manera que sus habitantes sean
beneficiados directos y reales del crecimiento.
El papel del Estado cambia radicalmente ante la transición de lo moderno a lo
postmoderno. Los reacomodos poblacionales antes inducidos por la demanda
interna con base a la inversión pública, ahora obedecen a los lineamientos del
crecimiento autónomo regidos por el mercado. La geografía de las
oportunidades define la geografía de la localización industrial, de los mercados
laborales y de la distribución territorial de la población.
Según la capacidad de aportación de oportunidades a los procesos de
producción flexible que logren las regiones, es entonces que se tiene un
dinamismo económico de cada una de éstas.
Un nuevo patrón interesante en la migración es que cada día esta se explica
por las razones de una estrategia de supervivencia familiar, que por razones de
anhelos personales. Esto quiere decir que no es la aventura sino la necesidad
la que mueve a las personas a cambiar de residencia y bajo condicionantes
muy estrictas y comprometidas.
En claro que la redistribución territorial de la población responde a la
relocalización industrial propia del régimen de producción flexible llevado a un
nivel mundial. La inclusión de nuevas regiones al esquema de producción
compartida aumenta la interacción de pobladores de distintas partes del
mundo, por ello poco más del 2% de la población mundial sale de su país
temporal o definitivamente cada año es una escala planetaria.
El fenómeno migratorio tiene intimidad con la distribución territorial de la
población pues los reacomodos en las residencias de los habitantes del planeta
responde a cambios de estado – nación, movilidad y conflictos bélicos entre los
países. La integración económica aporta su grano de arena al fenómeno.
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Dentro de la migración, la indocumentada es aquella que cobra más
importancia. Mientras que el capital a nivel internacional se reacomoda en las
localidades donde adquiere ventaja competitivas comparativas a otras regiones
del mundo, la mano de obra que desaloja el desmantelamiento de los procesos
de producción basado en el régimen de producción rígido (el cual es más
violento que le implementación del nuevo régimen de producción flexible), se
moviliza al traspasar toda frontera en la búsqueda de mejores y nuevas
oportunidades, se orienta a dónde los mercados laborales generan empleo y
con base al interés de captar ingresos, para este caso, familiares, de ahí
también el colateral incremento de las remesas familiares.
Mucha de la migración reciente a nivel internacional se explica, más que por
reacomodos de la población, por reacomodos de los Estados. Ante la caída de
las economías del Este, entre otras razones, las fronteras tienen un carácter
provisional, es común cambien según los conflictos entre las naciones. Es por
ello que el fenómeno migratorio debe verse tanto por la movilidad espacial de la
población, como por el redimensionamiento de los espacios nacionales y
estatales.
La integración económica entre las naciones es otra razón de la movilidad
poblacional. En Europa se observa como tras los acuerdos de cooperación
económica, los estados nacionales admiten convenios laborales y de movilidad
internacional de sus residentes. En el caso de América del Norte,
especialmente entre Estados Unidos y Canadá con respecto a México, el TLC
celebrado entre las 3 naciones en 1994 deja este apartado aparte de la
negociación al condenar a la inminente emigración, sobre todo de sur a norte, a
ser de tipo indocumentado.
La teoría económica marginalista sostiene que la migración es efecto de los
desequilibrios regionales, como la desigualdad en materia de la remuneración
al trabajo, como del rendimiento diferente de los factores productivos: tierra y
capital. La aparente solución de fenómeno migratorio se basa en sostener que
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la igualación de los niveles retributivos, en términos reales, entre las regiones
frena la movilidad de la población.
La movilidad social observa su sui géneris en Iberoamérica. Las legislaciones
laborales, como las regulaciones migratorias entre los países de la región son
la razón de que en la región prevalezca y crezca la inmigración con carácter
indocumentado. La preferencia a la mano de obra calificada marca la diferencia
en las políticas donde el país anfitrión procura el capital humano y ve en ello
una ventaja competitiva como migración favorable. Contrario, descalifica a la
mano de obra poco calificada y la ve como un lastre social y razón de
problemas no deseables.
Los acuerdos migratorios obedecen a coyunturas internacionales que ocupan a
la llamada migración de reemplazo, donde la fuerza de trabajo, principalmente
adulta y masculina, viene a complementar algunas actividades económicas que
son consideradas estratégicas por el momento coyuntural. Tal es el caso del
llamado Programa Bracero que México celebra con los Estados Unidos de
América (1942 – 1964). Muchas veces este tipo de convenios binacionales
obedecen no solo a la complementación económica, sino a la procuración de
una mayor flexibilidad de los mercados de trabajo de los países. Esto a nivel
sectorial o por segmento del mercado laboral.
Políticas de liberalización de mercados imperfectos trae como consecuencia el
paulatino aumento en la concentración del ingreso, de tal forma que la
desigualdad en Iberoamérica es cada día mayor, causa fundamental que
explica la emigración de la población a regiones menos pobres.
Las políticas de estabilización que procura indizar la inflación mexicana a la
norteamericana, se basan en el congelamiento real del salario, encarecimiento
del crédito y una política fiscal restrictiva. El resultado es una inflación baja
acompañada con altas tasas de desempleo. Del 2000 a la fecha la migración
aporta alrededor de 500 mil trabajadores mexicanos a la Unión Americana. 1
de cada 20 de forma legal, y los 19 restantes en calidad indocumentada. El
resultado es que las remesas familiares durante el mismo periodo se
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incrementan de un poco más de 10 mil millones de dólares anuales, a
alrededor de 36 mil millones de dólares (en sólo 7 años)92
.
La emigración de trabajadores, que no es deseable, trae efectos favorables
para las economías pues baja la presión respecto al nivel de desempleo, así
como de los salarios, y aporta remesas a las unidades familiares, normalmente
más humildes de la población. Genera fondos locales de avío al desarrollo en
los sistemas bancarios, así como viene a financiar proyectos de empresas
familiares. Los migrantes una vez que regresan al su terruño traen una nueva y
mejor capacitación laboral por lo que es común inauguren empresas, o bien se
incorporen a la masa laboral calificada de la región, donde se fortalece la
empresa local.
Se crean mercados de importación, como de exportación de los llamados
productos nostálgicos, de ambos lados de la frontera.
La principal desventaja de la emigración es la pérdida del talento y el elemento
humano, temporal o definitivamente. El país de acogida bien tiene políticas
hospitalarias que permiten trabajar con las ventajas de los ciudadanos de dicha
nación, o bien abiertamente los excluye lo que significa que los trabajos son
precarios y los derechos laborales nulos. Asimismo, la pérdida de su
participación cívica y política activa en la democracia de sus países de origen.
La emigración como fenómeno socio económico juega un papel muy
importante como amortiguador y catarsis de las profundas crisis que vive la
región desde el segundo lustro de los años 70. Gracias a los migrantes, los
reacomodos de la población, como de los mercados de trabajo permiten
enfrentar las crisis con mayor vulnerabilidad. Los migrantes son parte de una
economía emergente que de forma efectiva resuelve temporal, o
definitivamente los problemas económicos de las unidades familiares más
humildes. Sin embargo, en contraparte, puede también implicar desintegración
familiar (Cuadro 11).
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En México, los trabajadores nacionales que emigran al extranjero en la
procuración de trabajo promueven factores de convergencia económica,
especialmente en estados con menor nivel de ingreso, como lo es
recientemente el estado de Oaxaca y el de Hidalgo.
La migración interna a su vez, resuelve la exclusión laboral, e incluso la social,
la económica y la política, pues los reacomodos de la población sobre el
territorio nacional crea un efecto similar al de los vasos comunicantes puesto
que, en regiones de muy alta marginación, esta tiende a diminuir por que la
población emigra a regiones de muy baja marginación. Comúnmente en las
primeras regiones de expulsión el nivel de marginación disminuye, y en las de
muy baja, receptivas, esta aumenta. La migración interna tiene por efecto el
reacomodo no solo de la población, sino de la geografía de la marginación.
La polarización en el desarrollo a escala mundial revela el agravamiento en el
diferencial del poder adquisitivo entre las distintas regiones económicas del
planeta. El actual régimen de producción compartida, propio de la producción
flexible, supone un reacomodo a escala mundial del capital, al tratar con ello de
crear fuentes de empleo en las regiones más pobres. No obstante el Fast tract
de la integración económica globalizadora, las necesidades crecen y se
agudizan los problemas en la periferia del desarrollo, lo que causa ante todo el
aumento de la emigración de dichas regiones a aquellas propias de la
economía central y desarrollada. América del norte, Europa y Japón de llenan
de población inmigrante, mayoritariamente de origen periférico.
Es ingenuo suponer un libre tráfico de mercancías entre las naciones, puede
convivir con políticas limitativas en materia de migración. De hecho la principal
mercancía para el capital es la fuerza de trabajo, por ello, el modelo neoliberal
esta sesgado en cuanto el laissez passer, puesto que el esquema propone el
libre tránsito de mercancías, pero no de personas. Evidentemente, a la par que
aumenta el comercio internacional, lo hace la migración. Lamentablemente, de
forma elásticas la indocumentada.
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El efecto es diferenciado entre norte y sur. Los trabajadores que ingresan a la
Unión Americana en calidad de indocumentados, finalmente son reclutados
pero con abiertas desventajas laborales en su contratación, por ser este tipo de
trabajo de carácter indocumentado.
Aparte, la desintegración y desmantelamiento del Estado mexicano ante el
proceso de descentralización y nuevo federalismo, encausa la generación de
nuevas minorías. Estos segmentos de mercado laboral finalmente son sujetos
a la explotación más irracional e ilegal que pueda haber, niños, ancianos,
mujeres, homosexuales, grupos étnicos y otras minorías son las que encarnan
la marginación y los mercados laborales de actividades más precarias,
riesgosas, menos previstas socialmente por el Estado y con menores
remuneraciones y prestaciones laborales. Sobre todo en subempleo y abierta
lumpa proletarización.
Los efectos de la migración en las sociedades receptoras son de cuatro tipos:
1. Asimilación, donde el migrante debe asimilarse a la sociedad a la que se
integra. Es unilateral.
2. Integración, donde el proceso es recíproco donde la sociedad receptora
como la población migrante vienen a adaptarse y a asimilarse una a
otra.
3. Exclusión donde la admisión de la población inmigrante se admite a
ciertos sectores sociales, pero se les deja al margen de acceder a
ciertos servicios o estratos sociales.
4. Multiculturalismo donde se admite convivan diferentes etnias en un
mismo espacio y bajo leyes que les tratan como iguales.
El camino a la competitividad regional esta dado por la subordinación de las
políticas nacionales monetarias a la del país con menor inflación y mayor
comercio. Por decir, en América del norte se sugiere que Canadá como México
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adopte como moneda oficial el dólar estadounidense. Lo que les otorga
automáticamente una inflación similar a la de su principal socio comercial, pero
que por otra parte y en contrapeso, significa la pérdida del control de su
economía y de la inducción de su crecimiento de forma financiera. Les
subordina a las directrices del la reserva federal estadounidense, muy ajena a
los intereses nacionales.
Para evitar la subordinación financiera de unas naciones a otras, se sugiere la
creación de monedas comunitarias, como es el caso del Euro, donde ninguna
de las naciones de la Comunidad Económica queda en subordinación de otra,
sino que la política monetaria deja de obedecer a los intereses de una nación
en razón de los intereses de toda la comunidad.
En el caso de América del norte, lo propio es crear un sistema monetario
comunitario. De otra forma no es viable. La experiencia europea es un buen
marco de referencia. Así, regímenes monetarios comunitarios toman a las
regiones como espacios nacionales donde la procuración de intereses es,
precisamente, comunitaria. Los esfuerzos de naciones pobres por estabilizar
sus economías y sus sistemas de precios no son con base a anular la
generación de empleos, sino que incluso, la política económica monetaria
regional bien puede obedecer a la generación del empleo, al amortiguar la
inflación y absorberla como comunidad.
La emigración, como un déficit social, no obstante genera un superávit
económico y alivia en muchas formas presiones tanto económicas como
sociales y políticas de las naciones expulsoras. Contrario, las naciones
receptoras, si bien sus mercados laborales pueden absorber la nueva fuerza de
trabajo recién inmigrada, observan presiones sociales mayores y conflictos
políticos que incluso trascienden a escala transnacional. Los derechos
ciudadanos, políticos, cívicos de los inmigrantes pronto son un peso para el
sistema de pensiones y de previsión, asistencia y seguridad social, así como
ejercen su peso político interno.
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En este sentido, muchos estudios crean confusiones a la hora de evaluar el
efecto migratorio, el cual debe verse como un fenómeno dominantemente
laboral, distinto de la movilidad de la población por cuestiones de turismo.
El turismo es un movimiento poblacional temporal, que significa una migración
que sale de su entorno temporalmente, en su gran mayoría, de manera muy
breve. Es emisor de ingresos y no se integra al entorno. Mientras que la
migración es el abandono del entorno de origen de forma temporal o definitiva y
se integra al nuevo entorno como receptor de ingresos.
Al separar al turismo de la migración, el fenómeno se presenta más puro. Dado
el caso el efecto de la migración para el país receptor se concluye en los
siguientes principales puntos:
1. El país receptor de inmigrantes observa un incremento real del PIB dada la
participación económica de este nuevo trabajador en la economía nacional.
2. Asimismo, genera un aumento en la competitividad puesto que la nueva
oferta de trabajo adicionada al mercado nacional causa una baja en el salario
real, lo que se traduce en el aumento de la renta de las empresas, sobre todo
en aquellas de sectores intensivos en capital, como lo es el sector
manufacturero.
3. La baja del costo unitario de la mano de obra, esto es, la baja de los salarios,
promueve la necesidad de incentivar la innovación tecnológica, puesto que la
tecnología pierde competitividad ante la mano de obra y debe procurarse sea
entonces más eficiente y menos costosa. El abaratamiento de la tecnología
posibilita que sectores intensivos de fuerza de trabajo vean abierto el camino
para transitar a la modernidad.
4. Los trabajadores inmigrantes contribuyen vía fiscal a fortalecer los
programas sociales del sector público. Especialmente aquellos que tienen que
ver con la previsión, la asistencia y la seguridad social. Asimismo, los de su
país de origen por los impuestos que pagan por los envíos que hacen a sus
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familias.
5. Las remesas familiares que mandan los trabajadores a sus naciones de
origen causan contribuciones de forma fiscal, por otra parte, le otorgan liquidez
internacional a la moneda del país emisor y bien bajan las presiones de exceso
de liquidez interna en naciones de alto nivel de ingreso.
En contraparte, el país expulsor presenta otras consideraciones que deben ser
tomadas en cuenta:
1. Los emigrantes normalmente son desempleados, por ello, no causan una
baja en el PIB nacional, al menos no sustantiva. A la hora de ser
contratados en el extranjero no obstante, aumentan el PNB de su nación de
origen.
2. Su salida de la nación presiona menos los salarios a la baja, lo que aminora
las presiones de la inflación real.
3. El aumento del nivel real del salario, desde luego obliga a las empresas a
procurar la sustitución de la mano de obra por maquinaria. No obstante, la
oferta de trabajo en naciones subdesarrolladas tiende a ser muy elástica,
por lo que la mejora en las percepciones reales es muy cuestionable, como
es el caso de México donde el salario, no obstante el enorme emigración de
trabajadores al extranjero, sigue indizada a la inflación, por lo que el salario
real es “constante”. El desempleo tiende a ser menor.
4. Normalmente los ingresos que aportan los trabajadores nacionales
residentes en el extranjero bien contribuyen fiscalmente con la nación
receptora de remesas, como a su vez, estos trabajadores, con un sistema
abierto de pensiones, bien pagan al seguridad social de sus familias, por lo
que contribuyen con el sistema de pensiones, de asistencia, de previsión y
de seguridad social. En México, el sistema popular de seguros médicos
privados, o populares, paralelos al Instituto Mexicano del Seguro Social
posibilita que los emigrantes paguen los seguros de salud de sus familias.
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5. Las remesas familiares compensan la situación de la balanza de pagos al
sumar los envíos de forma positiva a la cuenta corriente vía servicios
factoriales, genera liquidez nacional como internacional del sistema
financiero del país y crean fondos de avío al fomento.
Pero no todo es bueno, existe problemas para ambos tipos de naciones tanto
expulsoras como receptivas. Para el país expulsor de población se tienen:
1. La pérdida del talento humano como de las propias remesas familiares
cunado el emigrante deja con carácter definitivo su nación.
2. Cuando la temporalidad migratoria en larga aumenta la desintegración
familiar.
3. Cuando la emigración es muy numerosa puede causar repunte el nivel
de salario real, en beneficio de los trabajadores, pero en perjuicio de las
empresas.
4. Las remesas pueden crear un aumento de la demanda interna al crear
fuerzas a favor del aumento de la inflación.
5. Tiende a cambiar hábitos de consumo y modifica el estilo de vida a
formas extranjeras, socialmente no viables o sustentables.
6. La afluencia no deja de significar influencia, en lo bueno como en lo
malo.
Para la nación receptora, los efectos nocivos pueden ser:
1. Aumento del desempleo abierto.
2. Caída en los salarios reales.
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3. Posible aumento de la delincuencia.
4. Subcontratación y lumpen proletarización
5. Aumento de ambulantaje y de la economía informal.
El fenómeno migratorio es un evento que crece día a día. Anualmente el 3% de
la población mundial cruza las fronteras, bien en carácter temporal como
definitivo. La integración económica, como la propia globalización suponen que
los seres humanos interactúan cada día más, dado que proviene de naciones
tan distantes como bien vecinos.
La expansión urbana que desde los años 30 se manifiesta hace que la nación
cambie radicalmente de ser dominantemente rural a inicios de la XX centuria, a
ser dominantemente urbana a fines de la misma. La población urbana se
multiplica por ocho tan solo de 1930 a 1990, lo que da una idea de cuán
importante es este fenómeno.
Las transformaciones económicas que explican este fenómeno A. García y L.
Tello (1995)93
, lo revisan para el caso de la ciudad de Mérida, ciudad cuyos
rasgos le dan su propia singularidad, más no obstante también presenta
componentes generales para el caso de otras ciudades medias a nivel
nacional.
La post modernización significa para el caso de Mérida una desindustrialización
manufacturera, y los ramas de actividad económica que se ven prosperar son
la industria de la construcción y la inmobiliaria, que son parte de la
terciarización económica donde el comercio, los servicios turísticos, financieros
y aseguradoras, como los servicios públicos encabezan este fenómeno. El
comercio informal prospera precisamente como parte del desempleo
proveniente del sector secundario, especialmente textil a razón del término de
la explotación del henequén como de textiles de fibras duras, donde el cierre de
CORDEMEX es el punto que marca el fin del subsidio federal a esta actividad
(1992), que mantiene residente a la población del campo. La ciudad asimila
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mucha migración de tipo rural urbana y observa una metropolización regional,
por lo que su crecimiento demográfico receptivo de población migrante. Es una
ciudad que crece horizontalmente a razón de la baja capitalización de la
industria de la construcción, inversión pública y extranjera, así como el
aumento de proyectos de inmobiliaria habitacional.
Citan García y Tello (1995) 94
que:
“El proceso de expansión urbana asume, en Mérida, características
extremas que hacen más evidente, para el análisis, la contradictoria
relación que guarda el crecimiento urbano… con la distorsión de la
economía urbana y el retroceso de la economía rural en el contexto
de crisis económica de las últimas dos décadas.”
Caso contrario al observado en las ciudades de la frontera norte, en Mérida la
terciarización es efecto del desmantelamiento del sector secundario industrial,
como parte del agotamiento del esquema endogenista de desarrollo y el
ascenso de los procesos de articulación industrial a procesos flexibles. La
ciudad crece rápidamente de manera horizontal de tal forma que un kilómetro
cuadrado en la ciudad de Guadalajara concentra 4 veces más población que la
misma área en la ciudad de Mérida.
Este caso indica que el desarrollo urbano en México no es un proceso uniforme
sino diferenciado, y que cada región del país guarda rasgos comunes con la
generalidad nacional, pero también presentan sus propias singularidades
locales.
La postmodernidad no se expresa igual en todas las regiones sino que
adquiere matizaciones locales que le van a diferenciar del resto. Por lo mismo,
es sugerible existan una visión no centralista del desarrollo urbano, sino que se
procure la territorialización de los programas federales tanto de tipo social,
como de descentralización y federalismo.
5. DINÁMICA METROPOLITANA EN MÉXICO
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En la fase de la producción flexible, surge una nueva división y especialización
internacional del trabajo. La terciarización de las economías a una escala
mundial es un proceso irreversible y cada vez más vivencial en todo ámbito de
la economía global.
En este proceso de especialización regional, los mercados del trabajo como
sus estructuras observan procesos propios de la lógica de la producción
flexible, por lo que su estudio es un tema de especial encono dentro de las
ciencias sociales hoy día.
Interesante es ver como la sociología del trabajo revela un nuevo espectro no
solo en el ascenso urbano industrial de las naciones de reciente
industrialización como México, sino del fenómeno metropolitano y sus
mercados de trabajo, mismos cuyos rasgos y patrones postmodernos observan
nuevas contradicciones y viejas más profundas.
Adrián Guillermo Aguilar (1995)95
ya resalta la creciente polarización de los
mercados de trabajo, especialmente en el medio metropolitano. Su estudio
observa esa tendencia durante dos décadas comprendidas entre 1970 y 1990.
Trabaja el sector de los servicios y observa la polarización de la estructura
ocupacional entre estratos laborales de mayor calificación, respecto a los
menos calificados de actividades de tipo informal y polivalente.
El sector terciario lleva ya en su seno las contradicciones inherentes al
capitalismo, por lo mismo tiene graves contrastes y desigualdades en materia
de desarrollo social, como la organización del territorio expresa grandes
contrastes entre áreas de alto dinamismo económico y regiones con grave
rezago en su desarrollo.
Su enfoque es ver cuál es la evolución diferenciada entre los servicios del
productor y los servicios al consumo. Los servicios al productor muestran un
alto grado de concentración en las áreas metropolitanas, densamente
pobladas, donde los servicios observan las más altas remuneraciones y
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calificaciones en su mercado de trabajo. Contrario, los servicios al consumidor
observan una tendencia a la precarización de la mayor parte de su masa
laboral.
El problema que deriva es que no obstante el alto grado de desarrollo
metropolitano, la pobreza y la marginación aumentan para un muy significativo
estrato laboral.
Las áreas metropolitanas son tradicionalmente concentradoras de las
actividades industriales por lo que los servicios al productor tienden a
concentrarse en ellas. Prospera un sector altamente internacionalizado. El
desarrollo local lentamente se orienta a los mercados foráneos, donde se ve el
álgido desarrollo de empresas transnacionales de tipo maquilador.
La población económicamente activa (PEA), disminuye en el sector industrial
en razón del aumento continuo de la respectiva en el sector servicios. En las
áreas urbanas como metropolitanas la industria observa una desconcentración
puesto que se sale de la mancha urbana para localizarse en áreas periféricas y
satelitales, tales como distritos o parques industriales (cuadros 12 y 13).
La industria observa una contradicción existente entre los sectores
tradicionales (compuestos de empresas familiares, microempresas y medianas
empresas), respecto al sector moderno de la industria donde destacan las
grandes empresas, incluso el sector maquilador como parte de un nuevo estilo
de industrialización postmoderna contribuye en esta dicotomía.
La ciudad, el medio urbano y las zonas metropolitanas son elementos más
fehacientes del desarrollo globalizador, mientras que la precarización del medio
rural es una continuidad mantenida desde los años 40 en que la nación
mexicana inicia su ascenso industrial urbano propio del modernismo.
Ante el ascenso de los esquemas de producción flexibles iniciados desde la
década de los años 60, así como la consecuente crisis del fordismo dada en el
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primer lustro de los años 70, la metropolización y urbanización son nido del
desarrollo terciario y prominencia de los servicios en la economía nacional.
La crisis de 1971 – 1973 se va a profundizar durante una década hasta 1982,
donde las drásticas caídas de 1984 y 1987 marcan con gravedad la recesión
del viejo esquema modernista ante la violencia del surgimiento de los
esquemas de producción flexible. Misma crisis que todavía encuentra
acomodos en 1994 donde los problemas nacionales expresan ser parte de un
reacomodo a nivel mundial, la crisis asiática, rusa, argentina, turca durante los
años 90 muestran que estos reacomodos industriales a escala mundial,
subordinados a la globalización del crédito, son vulnerables a las debilidades
de un sistema basado en la especulación apátrida, y un abusivo manejo
financiero de la economía mundial.
Los reacomodos industriales en la geografía internacional se realizan gracias a
la plataforma de los mercados bursátiles que permiten circular ágil, libre y
eficazmente, el capital financiero en su forma de inversión extranjera neutra,
directa e indirecta, que permite la reestructuración de la economía internacional
en la relocalización territorial de la industria en una escala mundial.
En esta relocalización territorial de la industria a nivel mundial, los servicios
financieros y los seguros, son la logística que respalda y garantiza dichos
reacomodos industriales con cobertura de riesgo. Los mercados de futuros y
los derivados financieros son bastiones de arribo del capitalismo central a las
regiones del capitalismo periférico. Por ello, las regiones donde más se
concentra la inversión extranjera son las ciudades de alto grado de
urbanización y terciarización como lo son las zonas metropolitanas, no tanto
por ser áreas con alto vínculo con mercados foráneos, sino también por ser
áreas donde existe una alta consolidación de la logística adecuada para el
desarrollo sano, ágil y garantizado de la prosperidad de negocios
transnacionales.
Dentro de las actividades manufactureras, las que son propias de la industria
maquiladora encuentra su acomodo en el nuevo esquema, mientras que
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aquellas de tipo más tradicional, que no son parte de las filiales del capital
transnacional, sino de capitales propios y nacionales, de menor envergadura y
monto, crecen de manera más lenta y tienen anhelos de crecimiento más
locales y modestos.
En este proceso de industrialización, existe una migración de trabajadores de
áreas donde su esfuerzo observa una menor productividad marginal, a aquellas
donde es mayor. Propiamente en sectores más modernos y transnacionales.
La presencia de inversión extranjera directa en las zonas metropolitanas en
muy importante, por decir, en el 2006 se sabe que más del 60% de este tipo de
inversión se concentra en la ZMCM.
Se tiene que este nuevo esquema, similar al modernista, es abiertamente
antiagrario, pues observa fuertes montos migratorios del campo a la ciudad,
incluso migración urbano – urbano, donde la PEA del campo es cada día
menor.
Aguilar (1995)96
expresa las más importantes tendencias en las
transformaciones socio ocupacionales:
1. Expansión y diferenciación de los estratos no manuales. Los trabajos
técnicos operacionales como manuales tales como los artesanales
pierden presencia ante los trabajos de servicios de cuello blanco, tales
como profesionistas y servidores públicos, bancarios, de seguros y
algunos de tipo comerciales.
2. Aumento del sector popular urbano. Cada vez las áreas urbanas y
metropolitanas concentran mayor población por ser áreas de atracción
donde el nivel de inmigración es bastante alto.
La transición del régimen de producción rígida al régimen de producción flexible
tiende a acrecentar el fenómeno de concentración de la fuerza laboral en las
áreas urbanas y metropolitanas.
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En México esta concentración rompe con la tendencia de concentración propia
del periodo endogensita, puesto que al ser una economía oligoproductora, la
poca diversidad industrial genera pocas posibilidades de diversificar y explotar
todas las potencialidades que el territorio otorga a la población. Por ello, la
población se concentra en pocos polos de desarrollo.
En el mercado laboral también se multiplican las estructuras del trabajo, y no
solo ello, sino que también se distancian en niveles de remuneración como de
estatus social.
La organización del territorio también muestra una gran diversidad en cuanto a
vocaciones industriales, y a su vez, expresa las graves y cada vez más
acentuada división del trabajo, como polarización social.
Las jerarquías urbanas también se ven modificadas, por decir, en el sistema de
ciudades de los años 90, la primacía de la ZMCM encabeza verticalmente todo
el esquema. Ahora su primacía disminuye y otras zonas metropolitanas como
la de Guadalajara remontan terreno. Son subsistemas del sistema principal de
la ZMCM, pero su verticalidad baja pues la prominencia de estas nuevas zonas
patenta una mayor autonomía regional, como local y una interrelación
interactiva más armoniosa y equidistante, o bien equiparidad más propias para
un desarrollo económico que se funda en una mejor organización del territorio.
Las regiones no entran en conflicto, pero si se vuelven más autónomas. Las
diferencias ocupacionales son distintas de población a población, de localidad a
localidad y de región a región. Su especialización en el mapa nacional de
desarrollo causa una interdependencia entre las mismas como parte de un
esquema integrador y consistente.
No obstante, deseable es que este postulado fuera del todo cierto, debe
admitirse que existen zonas de atraso y abierta marginación en esta geografía
económica. Lo que es más, la mayor parte de las zonas marginadas
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observadas en 1990, diez ocho años después observan rasgos que revelan
que la marginación aumenta.
El desarrollo nacional como parte del régimen de producción flexible, y como
área del capitalismo periférico, no es parejo para las regiones del país.
Mientras se ve un sistema urbano en ascenso, a la par, existen grandes áreas
de abierta y creciente marginación.
Respecto a la terciarización de la economía, en las áreas metropolitanas se
concentra la mano de obra pero en una dicotomía cada vez más contradictoria.
Por decir, en los servicios a la producción se ven la mano de obra más
calificada con los mejores niveles salariales y de estatus social, mientras que
los servicios al consumo observa una abierta precarización, lumpen
proletarización y dominan las actividades informales.
A su vez, en el sector secundario se observa como las labores manuales son
menos remuneradas, como también cada vez tienen menor número de
trabajadores respecto a los operarios y técnico profesionales, quienes mejoran
su nivel de estatus e ingreso per cápita. Con todo el sector secundario expulsa
mano de obra al sector terciario especialmente al ámbito de los servicios al
consumo: comercio informal.
Los servicios al productor se componen de actividades de tipo bancario,
financieras, seguros, mercadotecnia, comercialización, consultorías y otros
servicios profesionales.
En los servicios al consumidor se tienen actividades tales como servicios
domésticos, vendedores ambulantes, talleres familiares, trabajos manuales
temporales y de tipo doméstico, entre otras.
En torno a la marginación en México, un análisis comparativo entre la geografía
de la marginación de 1995 y la respectiva en el 200097, muestra primero, que la
marginación en general no expresa una disminución en grado sino una
recomposición.
Página 114 de 241
La marginación, según estudios del CONAPO se mide en los parámetros que
van de muy baja a muy alta, donde los intervalos son: muy baja, baja, media,
alta y muy alta. Criterios paramétricos que derivan de intervalos dados según el
valor del índice de marginación.
Segundo, la pobreza aumenta para las zonas tradicionalmente marginales y
son muy pocas las áreas que observan una disminución de la misma.
Tercero, el fenómeno de la marginación no es un fenómeno estable, deben
considerarse el crecimiento natural de la población y el fenómeno migratorio.
Esto es, en síntesis el crecimiento demográfico, sobre todo a un nivel local. Lo
que explica la recomposición de la marginación que en términos geográficos
observa también una redistribución en el territorio.
La relocalización de la pobreza expresa que existan localidades donde bien
aumenta o bien disminuye. Un estudio a nivel municipal puede arrojar algunos
rasgos de singularidad del fenómeno a nivel local como regional. Por decir, la
entidad federativa de Guanajuato observa que en el lustro de interés para el
cinturón industrial el índice de marginación se sostiene como bajo. No obstante
el noroeste de la entidad y por una gran área que representa casi la quinta
parte del territorio del estado, la marginación aumenta de media a alta, así
como una fracción del sureste y otra fracción del noreste observan el mismo
aumento, lo que deja en claro que para la entidad, en cuestión en términos
generales, la marginación aumenta.
Pero a un nivel nacional, existe una tendencia migratoria de las áreas
marginales del sur y centro del país al área fronteriza de la República. Esto
genera un fenómeno de contagio, puesto que la fracción fronteriza norte del
país, especialmente Sonora, Chihuahua, Coahuila, observan un aumento de la
marginación dado que en 1995 la misma es muy baja para casi todo su
territorio, en el 2000 aparecen amplias extensiones con marginación baja.
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Con lo anterior, se abre una nueva línea de investigación al respecto en torno
al problema que se plantea si la marginación aumenta o baja, o bien se
reacomoda y re expresa en una geografía dinámica, donde ocurre el
crecimiento demográfico, especialmente por cuestiones sociales, que da pie a
pensar en “contagios” de una región a otra. Por ejemplo en algunas áreas del
sur y centro del país, al parecer, la marginación disminuye levemente de muy
alta a alta, mientras que asimétricamente en el norte del país la marginación
aumenta de muy baja a baja. El norte de la República es una fracción del
territorio nacional donde se localizan fuertes montos de inversión extranjera,
especialmente en la creación de industrias maquiladoras, y donde la inversión
pública federal, como las carteras de crédito bancario son altas, la marginación
es en términos de densidad poblacional, de las más bajas del país. Su aumento
se explica al aumentar significativamente su densidad poblacional por la
inmigración que observa del sur y centro de la nación. Lo que puede indicar un
contagio de las zonas de alta marginación del resto de la República a esta
franja.
En un caso más local, la ciudad fronteriza de Tijuana crece hasta a tasas que
promedian entre los 11 y 13 puntos porcentuales al año. Es la localidad que
mayor ritmo de crecimiento demográfico expresa del país. No obstante, las
áreas marginales, de extrema pobreza son, de la mancha urbana, las más
extensas, y su extensión aumenta a gran velocidad.
Entonces, el impacto de las políticas públicas en el bienestar de la población,
tal como lo revela el estudio de Maldonado y Palma (2006)98, poco o nulo
efecto tienen. Las personas con inmediatez resuelven sus carencias,
especialmente la población más vulnerable. Normalmente mediante la
emigración. Hay en la nación una silenciosa movilización de miserables99 de
las zonas más marginales a las menos marginales, por lo que, según se
plantea líneas atrás, es muy posible que los aumentos y disminuciones de la
marginación observados en la geografía, se deban explicar más por los
reacomodos geográficos de los humildes, al procurar nuevas y mejores
oportunidades y una mejor calidad de vida, que por efecto de las políticas
públicas en favor de disminuir la marginación.
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Es posible que si un área disminuye su grado de marginación, más se deba a
que los marginales emigran. Así como si un área aumenta su grado de
marginación, se deba a su vez a que existe inmigración de humildes al área.
Las zonas de menor marginación son atrayentes de población, especialmente
de las zonas de mayor marginación, expulsoras de población. Entonces, como
un sistema de vasos comunicantes, existe una fuerza gravitacional a que la
marginación en su redistribución en el territorio tienda a uniformarse, o bien, a
disminuir los contrastes y a atemperarse.
En la terciarización lo interesante es observar la polarización entre ambos tipos
de servicios, a la producción como a la comercialización.
Mientras que las actividades primarias son algunas, las secundarias son
múltiples, asimismo, las terciarias tienden a ser una enorme gama de
actividades muy distintas. Es por ello que el sector terciario presenta problemas
para su estudio acucioso, puesto que la enorme diversidad impone problemas
para su tipificación e identificación ante otras que muchas veces parecen
iguales o similares, cuando en un acercamiento más detallado se ven cómo los
servicios tiene singularidades que hace diversas actividades que de principio se
agrupan como un agregado que se supone uniforme.
La clasificación de los servicios en un nivel sectorial imbrica actividades de
varios de los mismos para uno solo, esto hace más complejo y complicado su
estudio. En los procesos manufactureros aparecen una enorme cantidad de
servicios a la producción que atiende competitivamente algunos de los
aspectos de la producción. Asimismo, los sectores manufactureros propios del
esquema de producción flexible, imbrican servicios
Muy diverso y complejos respecto a sus fases de factorización.
Los servicios al consumidor se especializan en la esfera de los bienes finales,
mientras que los servicios al productor atienden aspectos relativos a la esfera
de los bienes intermedios al productor.
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La geografía de la localización industrial determina por ello la propia geografía
de la especialización de los servicios tanto al productor como al consumidor.
Por ello, los servicios de un lugar en específico crean su propia conformación
social y laboral, al dar con ello una división y especialización de los servicios a
nivel geográfico.
Se tiene entonces patrones propios de localización a nivel regional y local de
cierto tipo de servicios desde el lado de la oferta, que son a su vez las razones
de las asimetrías en el desarrollo regional y local.
La terciarización de las grandes ciudades es un proceso evidente en la fase
postfordista. Las áreas urbanas como metropolitanas observan un creciente
flujo de mano de obra que se alija en las actividades terciarias. No obstante, la
dicotomía existente entre un sector moderno de la economía y uno tradicional
expresa la otra dicotomía que es necesariamente concomitante del proceso de
terciarización, esto es, la dicotomía entre los servicios a la oferta y la de los
servicios al consumo.
Entre los servicios a la producción también se observa otra dicotomía de
interés, entre los directivos con cargos a largo plazo y los mandos medios y
personal administrativo con trabajos temporales.
Las desigualdades vistas en el proceso de terciarización son efecto de cómo
las industrias organizan su producción, por lo que en el fondo de los problemas
debe quedar claro la lógica que imprimen las nuevas relaciones industriales en
la producción y en la circulación, y con ello en los servicios y el mercado
laboral.
La terciarización de la economía se puede explicar por distintos factores.
Primero, el aumento en la composición orgánica del capital, lo que hace que las
máquinas sustituyan en las fábricas a un buen número de trabajadores que
deben colocarse en otras ramas de actividad económica. Segundo, Las crisis
económicas que cierran muchas factorías lo que obliga a los trabajadores que
se quedan sin trabajo a colocarse en el sector informal, y tercero, el nuevo
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régimen de producción flexible que inaugura una nueva forma de relación
industrial basado en la flexibilidad laboral, las empresas outsourcing y el nuevo
sindicalismo democrático.
Los servicios colectivos, son aquellos que están destinados al bienestar de la
comunidad y son los menos representativos y parten de la iniciativa privada en
asistencia a la población, educación, investigación, seguridad social. No
obstante ser la que menor población ocupada observa, viene en aumento de
manera rápida en las áreas urbanas y metropolitanas. Esto es parte del
concesionamiento a la iniciativa privada de los servicios que el Estado
tradicionalmente brinda a la población.
La relocalización industrial y la desconcentración del aparato productivo
nacional, así como las políticas de descentralización y nuevo federalismo,
implican que este tipo de servicios comunitarios por parte de la iniciativa
privada progresen. Para una mejor comprensión de este fenómeno conviene
estudiar el caso de alguna de las zonas metropolitanas del país.
García y Rodríguez (1995)100 revisan el caso del crecimiento de la Zona
Metropolitana de la ciudad de Guadalajara (ZMCG), y los actores que lo
explican. En este sentido aportan algunas consideraciones importantes con el
estudio de caso de dicha zona respecto a lo que sucede hoy en las áreas
metropolitanas del país. Ambos autores citan el hallazgo de Arroyo101
, donde
destaca este último investigador que aunque Guadalajara tiene una estructura
industrial basada en la pequeña y mediana industria, que son las que absorben
a la mayoría de los trabajadores del sector secundario, son las grandes
empresas quienes generan más empleo.
Asimismo, afirman García y Rodríguez que se observa que el mercado interno
paulatinamente pasa en importancia a un segundo plano, e inicia a crecer la
orientación de las ventas hacia el mercado externo. Esto principalmente por el
acelerado crecimiento de la industria maquiladora de exportación que viene
localizándose en las áreas de periféricas de la ZMCG, así como el incremento
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de los sectores comercial y de servicios. Misma afirmación que toman de
Arroyo.
Por otra parte, observan que de la PEA, algo más de una tercera parte de
respectiva a la ZMCG se ocupa en el sector secundario, proporción que viene a
ser cada vez menor puesto que en 1970 la PEA industrial anda por el 40% y
para el 2006 se calcula en la tercera parte. A la par, el sector terciario viene en
aumento puesto que la parte de disminución de la PEA industrial pasa al sector
terciario, más el desempleo rural. Por decir, en el 2006 se estima que esta ya
es del 60% de la PEA, (1970 es del 47%). Aproximadamente la mitad del
crecimiento del sector terciario proviene del sector secundario, y la otra mitad
del primario.
Hay una tendencia a la desconcentración espacial de las actividades
industriales, muchas de ellas se pasan a áreas periféricas y satelitales a la
ZMCG, así como la inversión extranjera directa viene a colocarse en áreas
cercanas a la ciudad pero en parques y distritos industriales. Lo que para las
décadas de 1950 a 1990 no es evidente, en la última década de la centuria,
como a inicios del nuevo milenio ya es una realidad: la desconcentración
industrial de la ZMCG a sus áreas periféricas y satelitales.
La ZMCG sigue creciendo, lo hace a mayor ritmo de 1950 a 1980, pero su
crecimiento disminuye de los 80 a la actualidad, sin negarse que aún mantenga
un alto nivel de atracción poblacional. Los problemas concomitantes de este
crecimiento son: el caos en el desarrollo urbano y ordenamiento del suelo,
deterioro del medio ambiente y problemas en cuanto a calidad y dotación de los
servicios públicos e infraestructura.
Castillo (1995)102
observa como la industria jalisciense presenta una de las más
altas concentraciones del país en una sola región metropolitana: integrada por
los municipios de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco de
Zúñiga, El Salto, Chapala, Zapotlanejo y Acatlán de Juárez.
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En esta región se albergan tres cuartas partes de la industria localizada en el
Estado de Jalisco y más del 90% de la población ocupada. Es de hecho,
después de la ZMCM, el nivel de concentración industrial más alto. Pero en
términos de distribución territorial de la entidad, su concentración es de hecho
la más alta del país.
La región incorpora recientemente municipios como Tlajomulco, el Salto y
Chapala. Esto se debe a la desconcentración industrial de la parte de
Guadalajara, Zapopan, Tonalá y Tlaquepaque. Desconcentración que ya antes
se comenta y que explica el desarrollo periférico y satelital de la ZMCG.
Este fenómeno de desconcentración industrial de las ZM no es particular de la
región de Guadalajara, sino de todas las áreas metropolitanas del país como lo
es la ZMCM, la ZMCMo, la ZMCP, así como fenómenos de conurbación como
metropolización de las ciudades como es el caso de las del corredor industrial
del Bajío.
Antes que iniciar, se debe establecer la definición planteada por el Consejo
Nacional de Población de gran ciudad, como aquella donde su población es
mayor al millón de habitantes.
Ya existen varios estudios que demuestran que ante la apertura económica hay
un cambio de patrones en las variables demográficas, económicas y de
desarrollo urbano del país (Gatto, 1990103; Lipietz, 1988104; Méndez , 1994105 y
Storper, 1989106
).
La cuestión de interés es ver cómo esta apertura cambia los patrones en el
crecimiento de las grandes ciudades del país puesto que, las grandes ciudades
que durante el periodo endogenista (1940 -1982) crecen a grandes tasas,
presentan ahora menores tasas de crecimiento, mientras que otras grandes
ciudades como las fronterizas, con sus nexos al mercado exterior, adquieren
recientemente (de 1990 a la fecha), mayor crecimiento demográfico.
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Las áreas urbanas de interés son aquellas que corresponden a las grandes
ciudades que presentan el fenómeno de metropolización, por considerarse que
influyen en otras ciudades aledañas de manera preponderante.
Se define área metropolitana a la región que comprende varias ciudades que
en su interacción mantienen una de ellas como hegemónicas del resto. Por
decir el área metropolitana de la ciudad de México comprende los municipios
conurbados del Estado de México, donde el centro hegemónico es el Distrito
Federal.
El crecimiento de las ciudades es hoy día tema relevante ante el evidente
cambio de patrones no solo en la demografía, sino en el crecimiento y
desarrollo urbano. Las grandes ciudades, la acentuada precarización del
campo por efecto de la apertura económica y las reformas institucionales,
especialmente al artículo 27 constitucional, el rápido ascenso industrial urbano,
con la inminente terciarización de las áreas urbanas como metropolitanas, la
metropolización de las grandes ciudades del país, conjuntamente con los
fenómenos de conurbación, desarrollo satelital y periférico, desconcentración
industrial, y sobre todo la marginación, son elementos que abren nuevas líneas
de investigación social del desarrollo urbano y metropolitano del país.
La globalización es un proceso que necesariamente implica la revisión de los
efectos sociales y económicos en las naciones imbricadas en este proceso. En
el caso e México, por su transición económica, los patrones en la distribución
territorial son tema y objeto de estudio como parte de la nueva agenda de
investigación. Los nuevos patrones observados en las variables que se ven
afectadas por este proceso implican estudios de mayor profundidad. El
crecimiento de las ciudades no escapa de esto, especialmente de las grandes
ciudades del país, donde el tema de la migración y la distribución territorial de
la población son vitales para el entendimiento del problema.
Uno de los hallazgos más importantes durante la década pasada respecto a la
distribución territorial de la población es la admisión de que el esquema
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económico y las bases estructurales del desarrollo explican los patrones en la
distribución territorial de la población.
Durante el esquema de sustitución de importaciones se genera una alta
concentración de la población en las zonas metropolitanas donde destacan la
ZMCM, ZMCG, ZMCMo y la ZMCP. El cambio de esquema a uno de apertura y
de sustitución de exportaciones cambia los patrones en la distribución territorial
de la población al causar disminuya el crecimiento de las zonas metropolitanas,
aumente el de las ciudades medias, especialmente de las ciudades de la
frontera norte y cabeceras municipales, así como ciudades puerto.
La reestructuración económica comprende los años 80 básicamente y sus
efectos son latentes en la década de los 90, especialmente a partir de la
celebración del TLCAN.
Raúl Benítez Zenteno (1995)107
indica los principales rasgos que la
reestructuración económica causa en la distribución espacial. Lo principal es no
negar que existe una herencia histórica en la geografía de la distribución de la
población en el territorio nacional. Los asentamientos actuales son resultado de
procesos históricos que les configuran.
La migración cambia también de patrones y los flujos muestran nuevas redes
de movilización, nuevas razones y nuevas características sociales. El
agotamiento del régimen de sustitución de importaciones así como otros
elementos estructurales como son la apertura económica es causa explicativa
de este cambio. Interesante en esto es que la migración ahora no es tanto rural
urbano, sino urbano - urbano, ya no de tipo campesinista sino de trabajadores
industriales urbanos, mayor participación de las mujeres en el fenómeno
migratorio, la migración deja de ser temporal para pasar a ser
significativamente definitiva, los cortes de población relevan edades jóvenes y
de estado civil dominantemente integrada por solteros.
El fracaso del esquema de integración económica con base a los lineamientos
neoliberales es causal básico para explicar cómo, el fenómeno migratorio
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recientemente adquiere mayor dimensión social, especialmente aquella de
trabajadores mexicanos que se van a la Unión Americana.
En la primera década del tercer milenio en México se marca una aceleración de
la transición demográfica que desde 1976 se da en el país. La reciente y
drástica caída en la fecundidad, conjuntamente con el incremento de la
emigración internacional explican que la tasa de crecimiento demográfico sea
de 0.9% anual y cuya tendencia descendente es alta. Se estimada en el 2000
que el crecimiento 0 lo alcanzaría la nación en el 2025. Ahora se admite que
bien se puede alcanzar ese valor en antes del 2020.
En el nuevo régimen de producción flexible la desconcentración del capital
industrial hacia el capitalismo periférico no logra contrarrestar la enorme
migración que las naciones en vías de desarrollo observan. La inclusión de las
factorías maquiladoras en las geografías del subdesarrollo es causal en gran
medida del rompimiento de cadenas industriales y cierre de empresas que no
resisten el embate de la competencia internacional. La integración económica
resulta un fenómeno más desempleador que empleador en todo hemisferio.
En el terreno de la producción, las fórmulas de producción modernas llevan al
establecimiento de estrategias de producción a gran escala para minimizar
tanto la absorción de los costos fijos, como de transporte, almacenamiento y
seguros de traslados. Para el caso de la producción agropecuaria la implicación
es la formulación de grandes latifundios que, modernizados, esto es bajo la
lógica de la maquinización, tienden a expulsar a una enorme cantidad de
trabajadores a las áreas urbanas.
La terciarización de las ciudades medias como grandes y su aceleramiento en
cuanto crecimiento se explica especialmente por la migración de campesinos,
sobre todo de antiguos ejidatarios, a los centros urbanos, dedicados en su gran
mayoría a actividades propias del comercio informal y ambulante.
Paralelo a esto, el ascenso industrial urbano del país observa dos fases: la
modernista propia del periodo de secundarización económica que comprende
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de 1940 a 1976, y la postmodernista que va de lo años 80 en adelante y que
toca a la terciarización de las actividades. En la primera la migración es de tipo
campesinista y concentra grandes masas de población en las zonas
metropolitanas del interior del país. La segunda es de tipo urbano y viene a
desconcentrar la población de las zonas metropolitanas a ahora las ciudades
medias, especialmente de las regiones donde se logra con mayores
oportunidades incluirse en el desarrollo globalizador.
El desarrollo urbano viene a desconcentrarse y observan un desarrollo
periurbano satelital. A la par, existen regiones donde el desarrollo urbano
adquiere matizaciones de suburbanización y marginación rural.
Indica Benítez que:
“En el escenario mundial actúan dos factores: la revolución de las
transacciones, que entraña corrientes más eficaces de información y
capital y la nueva división del trabajo vinculada con la libertad de
movimiento del capital, manera de aprovechar al máximo la
acumulación. A su vez, las diferencias entre zonas rurales y urbanas
se hacen menos pronunciadas, sin que disminuya la desigualdad ,
dada la intensificación de deseconomías urbanas que han
beneficiado el capital privado; los pobres tienen que soportar las
deseconomías asociadas al hacinamiento, riesgos sanitarios y
carencia de infraestructura.”
No se trata de combatir la migración, sino de procurar una distribución
poblacional acorde el desarrollo sustentable en un reacomodo poblacional que
responda a la organización del territorio, de tal manera que sus habitantes sean
beneficiados directos y reales del crecimiento.
El papel del Estado cambia radicalmente ante la transición de lo moderno a los
postmoderno. Los reacomodos poblacionales antes inducidos por la demanda
interna con base a la inversión pública, ahora obedecen a los lineamientos del
crecimiento autónomo regidos por el mercado. La geografía de las
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oportunidades define la geografía de la localización industrial, de los mercados
laborales y de la distribución territorial de la población.
Según la capacidad de aportación de oportunidades a los procesos de
producción flexible que logren las regiones, es entonces que se tiene un
dinamismo económico de cada una de éstas.
Un nuevo patrón interesante en la migración es que cada día esta se explica
por las razones de una estrategia de supervivencia familiar, que por razones de
anhelos personales. Esto quiere decir que no es la aventura sino la necesidad
la que mueve a las personas a cambiar de residencia y bajo condicionantes
muy estrictas y comprometidas.
En claro que la redistribución territorial de la población responde a la
relocalización industrial propia del régimen de producción flexible llevado a un
nivel mundial. La inclusión de nuevas regiones al esquema de producción
compartida aumenta la interacción de pobladores de distintas partes del
mundo, por ello poco más del 3% de la población mundial sale de su país
temporal o definitivamente cada año es una escala planetaria.
En el cuadro 14 se presenta el crecimiento de las 9 más grandes ciudades del
país, su población durante el periodo de 1990 a 2010, las que son por orden de
primacía:
1. Zona metropolitana de la ciudad de México (ZMCM),
2. Zona metropolitana de la ciudad de Guadalajara (ZMCG),
3. Zona metropolitana de la ciudad de Monterrey (ZMCMo),
4. Zona metropolitana de la ciudad de Puebla (ZMCP),
5. Zona metropolitana de la ciudad de Toluca (ZMCTo),
6. Zona metropolitana de la ciudad de Tijuana (ZMCTi),
7. Zona metropolitana de la ciudad de Juárez (ZMCJ),
8. Zona metropolitana de la ciudad de León (ZMCL),
9. Zona metropolitana de la ciudad de Torreón (ZMCT).
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Existen algunas otras grandes ciudades en México que no se contemplan en
este trabajo por el hecho de que no son consideradas metropolitanas, sino más
bien parte de un área metropolitana pero donde no es la ciudad hegemónica.
Como es le caso de la ciudad de Zapopan, dentro del área metropolitana de la
ciudad de Guadalajara. O bien ciudades lunares o islas cuyo nexo con otras es
remoto, como lo es la ciudad de Mérida, en Yucatán.
Caso contrario al observado en las ciudades de la frontera norte, en Mérida la
terciarización es efecto del desmantelamiento del sector secundario industrial,
como parte del agotamiento del esquema endogenista de desarrollo y el
ascenso de los procesos de articulación industrial a procesos flexibles. La
ciudad crece rápidamente de manera horizontal de tal forma que un kilómetro
cuadrado en la ciudad de Guadalajara concentra 4 veces más población que la
misma área en la ciudad de Mérida.
Este caso indica que el desarrollo urbano en México no es un proceso uniforme
sino diferenciado, y que cada región del país guarda rasgos comunes con la
generalidad nacional, pero también presentan sus propias singularidades
locales.
La postmodernidad no se expresa igual en todas las regiones del país sino que
adquiere matizaciones locales que le van a diferenciar del resto. Por lo mismo,
es sugerible existan una visión no centralista del desarrollo urbano, sino que se
procure la territorialización de los programas federales tanto de tipo social,
como de descentralización y federalismo.
Los reacomodos industriales en la geografía internacional se realizan gracias a
la plataforma de los mercados bursátiles que permiten circular ágil, libre y
eficazmente, el capital financiero en su forma de inversión extranjera neutra,
directa e indirecta, que permite la reestructuración de la economía internacional
en la relocalización territorial de la industria en una escala mundial.
En esta relocalización territorial de la industria a nivel mundial, los servicios
financieros y los seguros, son la logística que respalda y garantiza dichos
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reacomodos industriales con cobertura de riesgo. Los mercados de futuros y
los derivados financieros son bastiones de arribo del capitalismo central a las
regiones del capitalismo periférico. Por ello, las regiones donde más se
concentra la inversión extranjera son las ciudades de alto grado de
urbanización y terciarización como lo son las zonas metropolitanas, no tanto
por ser áreas con alto vínculo con mercados foráneos, sino también por ser
áreas donde existe una alta consolidación de la logística adecuada para el
desarrollo sano, ágil y garantizado de la prosperidad de negocios
transnacionales.
Dentro de las actividades manufactureras, las que son propias de la industria
maquiladora encuentra su acomodo en el nuevo esquema, mientras que
aquellas de tipo más tradicional, que no son parte de las filiales del capital
transnacional, sino de capitales propios y nacionales, de menor envergadura y
monto, crecen de manera más lenta y tienen anhelos de crecimiento más
locales y modestos.
En este proceso de industrialización, existe una migración de trabajadores de
áreas donde su esfuerzo observa una menor productividad marginal, a aquellas
donde es mayor. Propiamente en sectores más modernos y transnacionales.
La presencia de inversión extranjera directa en las zonas metropolitanas en
muy importante, por decir, en el 2006 se sabe que más del 60% de este tipo de
inversión se concentra en la ZMCM.
Se tiene que este nuevo esquema, similar al modernista, es abiertamente anti -
agrario, pues observa fuertes montos migratorios del campo a la ciudad,
incluso migración urbano – urbano, donde la PEA del campo es cada día
menor (cuadro 14 ygráfica 8).
La principal zona metropolita del país es la de la ciudad de México que alberga
en el 2008 a alrededor de 22 millones de habitantes. Área que durante el
esquema endogenista observa las más altas tasas de crecimiento demográfico
del país, con la apertura y reestructuración económica observa una significativa
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disminución de su tasa de crecimiento. En 1990 ésta es de 1.86% por año, y
para el 2005 disminuye a 1.27% y se estima sea en el 2010 de 0.66%. Lo que
indica que su crecimiento demográfico no solo cae significativamente, sino que
deja de ser el área de mayor crecimiento de la nación.
Interesante es el caso de la ciudad fronteriza de Tijuana, que crece a tasas que
promedian entre los 5.99% en 1990 y para el 2000 presenta una disminución a
4.9%. Es la zona metropolitana que mayor ritmo de crecimiento demográfico
expresa del país. En el 2005 su tasa es de 4.7% y para el 2010 se estima
disminuya a 3.0%. No obstante su disminución, se tiene que mantiene el
crecimiento más alto del país.
La zona metropolitana de ciudad Juárez (ZMCJ), similar a la ZMCTi, es la
segunda con mayor crecimiento demográfico del país. Años con año su
crecimiento aumenta ligeramente (véase cuadro 14), lo que indica que es la
única zona metropolitana que mantiene su crecimiento con respecto a la
conducta del resto de las zonas metropolitanas analizadas en este estudio.
La ZMCM, la ZMCTi y la ZMCJ, en su crecimiento ilustran como las áreas que
tradicionalmente crecen con mayores tasas durante el endogenismo (caso
ZMCM), ante el cambio de esquema pierden su dinámica inicial y adquieren
una dimensión menor comparativamente a otras áreas como las ciudades
metropolitanas de la frontera norte (casos ZMCTi y ZMCJ), donde el dinamismo
adquiere la mayor relevancia del país.
El crecimiento demográfico de las zonas metropolitanas del país en general
viene disminuyendo. Se explica en gran parte por que los reacomodos
poblacionales durante la transición del endogenismo a la economía con
apertura (o exogenista), llegan a su fase de estabilización, así como a la
atracción poblacional de las llamadas ciudades medias. A su vez, las políticas
de estabilización económicas dadas desde el 2000 causan que el destino de la
migración ya no sean las áreas metropolitanas ni urbanas del país, pues en
ellas no hay suficiente generación de empleo, sino que la migración se vuelva
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significativamente un fenómeno internacional, especialmente con destino a
América del norte.
Dentro de las zonas metropolitanas que tradicionalmente crecen de manera
significativa durante el endogenismo, presenta especial interés la zona
metropolitana de la ciudad de Guadalajara (ZMCG), donde su caída es la más
estrepitosa del país. Su caída es drástica, más abrupta que la ZMCM; donde se
espera para el 2010 sea expulsora de población o bien deje de crecer
demográficamente. En el mismo caso están otras áreas metropolitanas como
León (ZMCL), cuyo crecimiento es nulo para 2005 y se estima sea una zona
expulsora a partir del 2010.
El área metropolitana de Monterrey (ZMCMo), mantiene un crecimiento
modesto con ligera tendencia a disminuir para acercarse en el 2010 a una tasa
nula. Contrario, la zona metropolitana de la ciudad de Toluca (ZMCTo),
adquiere un reciente incremento de su dinámica demográfica al mantener tasas
crecientes de crecimiento, aunque su ascenso es moderado, sus tasas tienden
a acercarse al 4% anual. Lo que se explica por el fenómeno de
desconcentración poblacional de la ciudad de México a ciudades aledañas
tales como Toluca o Cuernavaca. Son la ZMCJ y la ZMCTo las únicas áreas
metropolitanas que muestran tendencias de crecimiento creciente (gráfica 8). El
resto observan una disminución de sus tasas La ZMCTi es aquella más alta, no
obstante se ve una rápida precipitación de sus tasas de crecimiento, sin
embargo, aún así mantiene un alto dinamismo demográfico.
La zona metropolitana de Puebla (ZMCP), es otro caso similar al de la ZMCTo,
aunque presenta un ligero decrecimiento de sus tasas demográficas de
crecimiento, no obstante para el 2010 se mantiene comparativamente altas al
resto de las zonas metropolitanas del país.
Con excepción de las ZMCJ y ZMCTo, el resto de las áreas metropolitanas
pierden dinamismo. Torreón (ZMCTo), se mantiene con un crecimiento
modesto y su disminución también es muy moderada, por lo que al parecer el
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crecimiento de esta área metropolitana no se explica tanto por la apertura
económica sino por factores más autónomos y endógenos a su desarrollo local.
Con base a este cambio de patrones aquí expuesto es que se abren nuevas
líneas de investigación en materia del crecimiento metropolitano de México.
Especialmente que expliquen para cada caso el crecimiento de cada zona
metropolitana del país. Un caso de este tipo de líneas son las que abren García
y Rodríguez (1995)108
quienes revisan el caso del crecimiento de la Zona
Metropolitana de la ciudad de Guadalajara (ZMCG), y los actores que lo
explican. Interesante es señalar que hace 13 años este estudio ya aporta lo
que posteriormente se viene a constatar para esta área metropolitana.
En este sentido aportan algunas consideraciones importantes con el estudio de
caso de dicha zona respecto a lo que sucede hoy en las áreas metropolitanas
del país. Ambos autores citan el hallazgo de Arroyo, donde destaca este último
investigador quien afirma que aunque Guadalajara tiene una estructura
industrial basada en la pequeña y mediana industria, que son las que absorben
a la mayoría de los trabajadores del sector secundario, son las grandes
empresas quienes generan más empleo.
Asimismo, afirman García y Rodríguez (1995)109
, que se observa que el
mercado interno paulatinamente pasa en importancia a un segundo plano, e
inicia a crecer la orientación de las ventas hacia el mercado externo. Esto
principalmente por el acelerado crecimiento de la industria maquiladora de
exportación que viene localizándose en las áreas de periféricas de la ZMCG,
así como el incremento de los sectores comercial y de servicios. Misma
afirmación que toman de Arroyo.
Por otra parte, observan que de la PEA, algo más de una tercera parte de
respectiva a la ZMCG se ocupa en el sector secundario, proporción que viene a
ser cada vez menor puesto que en 1970 la PEA industrial anda por el 40% y
para el 2006 se calcula en la tercera parte. A la par, el sector terciario viene en
aumento puesto que la parte de disminución de la PEA industrial pasa al sector
terciario, más el desempleo rural. Por decir, en el 2006 se estima que esta ya
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es del 60% de la PEA, dado que en 1970 es del 47%. Aproximadamente la
mitad del crecimiento del sector terciario proviene del sector secundario, y la
otra mitad del primario.
Hay una tendencia a la desconcentración espacial de las actividades
industriales, muchas de ellas se pasan a áreas periféricas y satelitales a la
ZMCG, así como la inversión extranjera directa viene a colocarse en áreas
cercanas a la ciudad pero en parques y distritos industriales. Lo que para las
décadas de 1950 a 1990 no es evidente, en la última década de la centuria,
como a inicios del nuevo milenio ya es una realidad: la desconcentración
industrial de la ZMCG a sus áreas periféricas y satelitales.
La ZMCG sigue creciendo, lo hace a mayor ritmo de 1950 a 1980, pero su
crecimiento disminuye de los 80 a la actualidad, sin negarse que aún mantenga
un alto nivel de atracción poblacional. Los problemas concomitantes de este
crecimiento son: el caos en el desarrollo urbano y ordenamiento del suelo,
deterioro del medio ambiente y problemas en cuanto a calidad y dotación de los
servicios públicos e infraestructura.
De esta manera como lo plantean García, Rodríguez (1995)110 y Castillo
(1995)111
, desde hace más de una década, los estudios en materia de
crecimiento urbano son de suma importancia para comprender la dinámica que
tipifica y explica cada zona metropolitana del país. Por que lo que se da para la
ZMCG y para el estado de Jalisco, no es generalizable al resto del país, dado
que el desarrollo regional de la nación no es uniforme.
6. LA POLÍTICA TERRITORIAL Y LA RECONFIGURACIÓN
URBANO - REGIONAL EN MÉXICO
La apertura económica que desde los 80 viene en perjuicio directo de las
regiones rurales, precisamente son las actividades primarias de la economía
las que más resienten el efecto de la apertura al no poder mostrar una
organización social del trabajo y la producción tan competitivas como las que
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enfrentan de economías foráneas con esquemas de producción flexibles,
mucho más competitivas.
Las desigualdades regionales se agudizan entre los contrastes de sectores
tradicionales que se rezagan más respecto al surgimiento violento de
actividades modernas, que en materia de organización del territorio presentan
un escenario desordenado, crítico, contrastado y sobre todo, desarticulado y
con profundas desigualdades regionales.
Conforme este esquema de desarrollo exogenista avance, las desigualdades
regionales se hacen cada vez más profundas y críticas, lo que deja de
manifiesto que el desarrollo nacional solo obedece a intereses muy
sectorizados de la población, y no a la población total, con inminentes
implicaciones democráticas, en una nación como la de México que cada vez
más se cuestiona su situación social y económica, ante el agudizamiento de la
desigualdad y las asimetrías tanto por niveles de ingreso, estatus social, como
de desarrollo regional.
El nuevo esquema de producción flexible desaloja más población de la esfera
de la producción, que las que recluta. Esto implica la proliferación del lumpen
proletariado, la depauperización del salario, la precarización del empleo, como
la implementación de relaciones industriales de carácter flexible.
El crecimiento del sector informal de la economía es efecto de la migración de
trabajadores desempleados de la industria al sector terciario de la economía,
especialmente los servicios al consumidor, donde el ambulantaje es aquel que
más informalidad presenta.
Es por ello que son importantes políticas que traten de contrarrestar los efectos
devastadores de la apertura económica en un esquema comercial con abierta
desventaja tanto en competitividad como en dimensión tanto organizacional,
como de los propios mercados.
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En la modernización del aparato productivo nacional, el efecto de las nuevas
tecnologías en el desarrollo nacional es un tema estudiado por el Dr. Ryszard
Rózga Luter (1995)112
. Indica este autor que hay dos rasgos esenciales de
consideración a este respecto: el primero es el efecto que tiene la tecnología,
como proceso técnico, en la planeación, y segundo, relativo al efecto de la
tecnología en el desarrollo regional.
Las factorías transnacionales llegadas al país como fuertes y significativos
montos de inversión extranjera directa, agregan a la nación no solo una nueva
geografía de la oportunidad económica y de los negocios, sino del propio
desarrollo nacional. Como ya se dijo, las regiones que guardan a los sectores
más modernos del país, con mayores nexos con los mercados foráneos, viven
una mejorada dinámica de acumulación capitalista, en divergencia con las
regiones de sectores de desarrollo económico más tradicionales y con menos
nexos con los mercados foráneos, donde el rezago se incrementa tanto por
estancamiento como en contraste al dinamismo de las regiones que se ven
beneficiadas por el nuevo esquema económico.
La localización industrial crea en paralelo la localización de las nuevas
tecnologías como parte de un proceso donde el trinomio tecnología – industria-
territorio observan cambios en sus patrones de localización. Entonces el interés
está en las nuevas características que presenta esta nueva localización
industrial.
En esta nueva localización industrial el principal escenario esta dado por la
transición del esquema de producción rígido al flexible, en especial de un
modernismo incipiente, periférico y dependiente a uno nuevo también
incipiente, con mayor dependencia y periférico.
En este tipo de estudios sobre el efecto de la tecnología en la localización
industrial destaca el trabajo de Castells (1989113 citado por Rózga)114 como de
Malecki (1991115 citado por Rózga116) donde ambos autores plantean las
razones de la nueva localización industrial con base al tránsito de la producción
rígida a la flexible (Castells, 1999)117. Se tiene como principal tema cómo los
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cambios en la tecnología llevan a cambios en la organización de la producción,
y ello, con base a una nueva eficiencia en la explotación de los recursos como
en los procesos de transformación industrial como su logística en cuanto
servicios a la producción y al consumo, replantean un reacomodo en la
geografía del desarrollo, con una expresión diferenciada a nivel regional como
local.
Rózga observa los contrastes entre el fordismo y la producción flexible en
materia del espacio. Para ello presenta el siguiente cuadro 4 (sinóptico):
Donde se puede ver cuáles son las características de la localización territorial
de la industrial, como espacio económico. Para el caso, en economías del
capitalismo periférico donde se admite que existe un régimen de producción
artesanal como base del aparato productivo nacional de microempresas y
empresas familiares, el esquema de Malecki se adapta al siguiente cuadro
sinóptico 5.
Ahora debe considerarse que en un país propio del capitalismo periférico los
tres regímenes de producción coexisten, uno en subsunción de otro. De tal
manera que las empresas familiares, microempresas y gran parte de las
pequeñas empresas trabajan bajo esquemas propios del régimen artesanal, y
están en subsunción de empresas medianas y algunas grandes empresas que
trabajan bajo una organización de tipo fordista o de producción rígida, que a su
vez quedan en subsunción de las grandes empresas post fordistas bajo la
lógica de la producción flexible, misma que las integra.
Los tres regímenes de producción se rigen bajo la lógica de la empresa
(sombreado con blanco), la lógica del mercado (sombreado con amarillo), y la
lógica de la regulación estatal (sombreado con gris), como puede verse en el
siguiente cuadro sinóptico 6.
Bajo estos patrones puede entonces entenderse la localización industrial para
un país como México, con las características antes indicadas y bajo las
condiciones que impone la competencia imperfecta como el tamaño de las
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organizaciones. Obviamente los sectores más modernos son los concernientes
a la implementación de la producción flexible, mientras los más tradicionales
son aquellos que implementan la producción artesanal.
En esta transición de lo tradicional a lo mercado puede decirse que aún
dominan los viejos factores de localización que lentamente seden el lugar a la
lógica que impone la apertura económica, así como debe considerarse un
acercamiento del problema no solo por el tipo de organización de su trabajo y
su producción, sino por su rama de actividad económica, donde el sector
químico y metalmecánica son aquellos más modernos de la industria nacional.
Por otra parte, las grandes metrópolis y áreas urbanas del país albergan a las
industrias más modernas, mientras que las actividades tradicionales se
localizan en localidades de menor dimensión. Al parecer existe un patrón
donde se puede decir que las localidades según su tamaño albergan
actividades que van desde las más tradicionales (el caso de las pequeñas), a
actividades de mayor modernidad (las localidades más grandes).
Finalmente, es importante señalar la relevancia que existe entre el sistema
urbano y el desarrollo regional con respecto a la red de carreteras del país.
Luís Chías Becerril (1995)118
indica que “… el análisis del transporte desde la
perspectiva geográfica debe entenderse como el posibilitador de una dinámica
de red de relaciones sociales y económicas … que se establece entre unidades
espaciales diferenciadas en términos jerárquicos…”
Ante la reestructuración económica, la lógica de producción impone su sello a
la distribución, por lo que la nueva red de relaciones como del comercio cambia
en un nuevo sentido respecto a nuevos orígenes y destinos, volumen y tipo de
mercancías, lo que implica que las viejas rutas bien requieren adaptarse a
nuevos volúmenes de comercio y transporte, como a su vez, existe la
necesidad de ampliar la red de carretera nacional.
La apropiación del territorio nacional obedece a la organización del territorio y
al propio nuevo ordenamiento territorial que ahora presupone componentes
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distintos a la lógica tradicional del desarrollo, tendientes desde luego al nuevo
orden económico echado a andar.
El tránsito de un modelo de desarrollo endogenista a uno nuevo de tipo
exogenista, la apertura económica, así como la nueva orientación del comercio
y de la propia vocación industrial, la inclusión de fuertes y muy significativos
montos de IED, así como los nuevos volúmenes de comercio nacional como
internacional, los reacomodos de la población en el territorio, el turismo, la
transportación implican una nueva dimensión del sistema de carreteras como
de comunicaciones terrestres en México, por ello, la actual red de carreteras
resulta insuficiente e inadecuada a la nueva lógica de producción como de
comercialización.
Por ello, considera Luís Chías Becerril:
“En síntesis, se puede afirmar que, por su trazo, características
topográficas, diferida conservación, falta de enlaces y libramientos y,
por supuesto, la irregular distribución y baja cobertura, la
infraestructura de comunicación terrestre en México produce
ineficiencias que impiden alcanzar las condiciones que demanda la
modernización integral del país…”
Este mismo autor considera que “… seguiremos padeciendo paralelamente al
proceso de concentración, el aislamiento, saqueo y uso inadecuado de
importantes recursos naturales y humanos y, en general, el limitado desarrollo
del enorme potencial agropecuario, pesquero, turístico, comercial e industrial
que existe en nuestras distintas regiones y comunidades rurales; situación que
se deriva, en parte, de la ausencia de un eficiente sistema de comunicaciones y
transportes que satisfaga, tanto las necesidades externas, como las internas, a
escala inter e intraregional…”
Por ello, se puede afirmar que dentro del desarrollo regional y urbano del país,
en contexto de la transición de un modelo endogenista a otro de tipo
exogenista, la red de carreteras debe preconcebirse en el plano del
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ordenamiento propincuo a la nueva dinámica de acumulación capitalista, ante
la necesidad de una nueva organización y apropiación del territorio, y sobre
todo ante las necesidades del desarrollo deseado de la población en materia no
solo de eficiencia sino de equidad.
7. CONCLUSIONES, CONSIDERACIONES Y NUEVAS LÍNEAS DE
INVESTIGACIÓN:
La escuela mexicana en materia de economía regional tiene un aspecto único
que le da un peso fundamental en el análisis y comprensión de los problemas
sociales, como económicos: el sincretismo entre el enfoque económico, el
geográfico y el histórico.
Nace desde la década de los años 50 y evoluciona bajo influencias tanto
internacionales como propias, donde su desenvolvimiento da por resultado toda
una corriente de economía regional, la que va a influir en la planeación
económica, la cual trae un fuerte sesgo estructuralista, de fomento a los
sectores de la economía, ajeno a la expresión socio territorial de los problemas
del país, a un nuevo enfoque, el de la región, donde se logra una planeación
más aterrizada (deja de lado la visión de una macroeconomía abstracta,
carente de una expresión territorial), como territorializada (que concibe las
realidades locales).
La relevancia de la escuela mexicana en cuanto economía regional, estriba en
la inclusión de la historia, lo que aporta a la comprensión de los problemas un
sentido en materia de desarrollo, y las conexiones existentes entre las variables
de interés, en cuanto su interacción evolutiva, como de la dimensión que
expresan en distintos momentos.
Los centros de investigación de la Escuela de Economía de la UNAM, el
Instituto de Investigaciones Económicas, como el Instituto de Investigaciones
Geográficas, son las principales herederas de esta escuela del pensamiento
económico regional.
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La economía mexicana en su desarrollo regional expresa problemas distintos y
complejos en materia de crecimiento y desarrollo. Las disciplinas científicas
involucradas en una teoría moderna del desarrollo regional parten de varias
escuelas de economía regional, como ven la evolución de las regiones ante el
contexto endogenista de post guerra, y el nuevo esquema con apertura
económica, propio de una estructura económica internacional bajo la lógica de
la producción flexible.
El reto de la economía regional para comprender el desarrollo regional del país
está en poder establecer el sentido y los nexos que guardan las variables de
estudio en explicar los motores del crecimiento, como las bases institucionales
para garantizar el desarrollo, de tal manera que se logren fuerzas convergentes
con un desarrollo económica regional sustentable y ordenado, con estabilidad a
largo plazo.
La organización del territorio obedece a las potencialidades que este expresa
ecológica, económica, social y culturalmente, ante la articulación de la manera
en que privadamente se organiza la producción y el trabajo, y su regulación
pública. Las propias potencialidades del territorio son apreciables desde la
óptica de las posibilidades de explotación ante la producción flexible.
El ordenamiento territorial expresa las utopías anheladas como civilidad
urbana. La organización del territorio finalmente expresa la realidad como
existe por la sociedad la apropiación del territorio. La discrepancia entre lo ideal
y lo real, manifiesta en papel del Estado como órgano de planificación social y
de conducción institucional de la reestructuración económica. La discrepancia
entre el ordenamiento territorial y la organización del territorio también expresa
los conflictos sociales y las contradicciones del propio esquema de desarrollo.
La ciudad es entonces el foro donde se dan los protagonismos ciudadanos,
fragmentados en clases, con respecto a los antagonismos que enfrentan.
Al pensar la ciudad, los conflictos relativos al ordenamiento y la organización
del territorio ante su nexo con los procesos de producción flexible, y las
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asimetrías regionales como locales que presenta, son el marco en que debe
explicarse la cotidianidad ciudadana y las vicisitudes de lo citadino.
Las contradicciones entonces dejan su mella en la creciente desigualdad
urbana, las asimetrías que se dan en lo regional como en lo local, la violencia
que causan, la inseguridad e impunidad, y la necesidad de vivir con espacios
marginados vecinos de espacios elitizados, privados y selectivos, con
exclusividad. La fragmentación social tiene su mayor expresión en las ciudades
donde las contradicciones se patentan día a día en la cotidianidad citadina.
No se puede dejar de lado la región si se habla de federalismo. La organización
del territorio necesariamente conlleva aspectos de varios órdenes, por lo que
en la planeación necesariamente el concepto región adquiere el carácter de
instrumento de la planeación. El ordenamiento territorial respecto a la
organización del territorio es tema en sí de un crecimiento ordenado y
equilibrado geográficamente. Por ello, tocar las distintas dimensiones en que se
expresa el problema es parte de la debida y cabal comprensión de los
problemas regionales de un país, en materia de descentralización, integración,
globalización como organización territorial.
No se puede plantear una globalización desde arriba, puesto que esto viene en
contradicción ala historia de los pueblos, la única forma que puede darse la
mundialización es como un globalización desde abajo, no en respuesta a los
intereses de las cúspides sino de las realidades locales. Las regiones deben
configurar este nuevo orden mundial donde la diversidad regional y local
representa nuevas alternativas para una integración más pensada, desde
abajo, en atención de las necesidades que cada localidad, región y nación
representan.
En México, los programas sociales de atención a los problemas de la población
son insuficientes y su eficacia es corta dado que el régimen de
redimensionamiento del Estado a una expresión menor, el consecionamiento
de lo público a lo privado, la cancelación de programas sociales o bien su
redimensionamiento a una expresión más modesta, las políticas de
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estabilización que suplen a las de crecimiento y desarrollo, y sobre todo la
caída de la inversión pública, son causales fundamentales para explicar la
ineficacia de los programas sociales.
En materia de desarrollo regional y urbano en México, la franja fronteriza de la
República Mexicana es una zona que expresa una singularidad distinta del
resto del país, su desarrollo desarticulado del aparato productivo nacional, es
distinto en gran medida de lo que prevalece en la nación, con un mayor nexo a
las economías de las ciudades vecinas norteamericanas, y con un fenómeno
industrializador basado en las factorías maquiladoras, aún más dinámico que la
del sector terciario que es bastante fuerte en la frontera.
En caso de ciudades medias del interior de la República Mexicana se tiene
que, al citar el caso de Lagos de Moreno, las políticas de desarrollo regional no
logra tener el efecto esperado y que los cambios de patrones en el crecimiento
demográfico como urbano se explican por eventos exógenos a las políticas de
descentralización y federalismo del país.
La crisis del fordismo en México contribuye al desarrollo de la industria de
productos básicos, mientras que su efecto es negativo para el resto de la
economía. Municipios especializados en la producción de algún básico
prosperan a expensas de la crisis. Por ello, mientras la nación se hundía en
severas crisis, algunos municipios como son los del Bajío mantienen un
crecimiento constante. La complementariedad de actividades económicas
alternativas a la crisis, como lo es la migración internacional y los fuertes flujos
de remesas familiares, explican por otra parte que tal tipo de municipios
mantengan su dinamismo económico.
La convergencia o divergencia del desarrollo regional es un tema de especial
interés para tratarse por las acciones emprendidas a nivel central a favor de
combatir la pobreza y mejorar la calidad de vida de las personas. La revisión de
programas con fundamentos sociales en materia deja en claro que se esta muy
distante de tener programas realmente efectivos. Los casos visto de Morelos y
Veracruz son valiosos por que son generalizables para el resto de las
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entidades que no se anexan al nuevo esquema de desarrollo exogenista. Con
excepción de de la franja fronteriza del norte del país, el centro y centro
occidente, el resto de la República agranda su divergencia con respecto a
dichas regiones pues no solo su rezago es mayor, sino la marginación.
Los procesos de integración económica entre naciones con abiertas asimetrías
económicas tienen por efecto agravar las diferencias y divergencias regionales,
las que se profundizan ante la propia integración entre naciones ricas y pobres,
y se vuelven más críticas al compararse las regiones periféricas de las
naciones en vías de desarrollo a las regiones desarrolladas de las naciones
industrializadas.
En la integración económica de América del norte, México expresa una
profundización de las diferencias en el grado de desarrollo regional, con abierta
desarticulación y crecientes asimetrías y divergencias entre las regiones que
logran anexarse al esquema de oportunidades para la producción compartida y
globalizada, y aquellas que no aportan una ventaja competitiva al proceso de
globalización.
Aún en las propias regiones que logran aportar ventajas productivas a los
procesos globalizados, existe una focalización del desarrollo puesto que
coexisten zonas de alto dinamismo que colindan con áreas de abierta
marginación.
Las reformas institucionales, propiamente de los Artículos Constitucionales 115
y 27, así como la apertura económica, como parte de la reestructuración
económica, afectan los patrones en la migración y la distribución territorial de la
población, de las cuales se destacan los siguientes cambios:
La migración deja de ser rural – urbano para adquirir una mayor
preponderancia urbano – urbano e internacional. Es un patrón importante
puesto que de tratarse de una migración dominantemente campesina ahora es
de tipo urbana, donde la población incluso tiene un más alto nivel de instrucción
y la participación de las mujeres pasa de ser del 5% al 16%. Aumenta
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significativamente la migración de trabajadores a la Unión Americana, en su
gran mayoría con carácter de indocumentados.
A efecto del la implementación a una escala mundial del proceso de producción
flexible, los mercados laborales se relocalizan ante la apertura económica en
las áreas metropolitanas del país, como en las ciudades puerto y ciudades
frontera. De ahí se afirma que el modelo exogenista actual del país expresa
fueras centrípetas y que parte, precisamente de este nuevo dinamismo es el
aumento de migrantes internacionales.
La misma reforma al artículo 27 constitucional a fines de 1992 relativo al
carácter de propiedad del ejido, que implica su práctica desaparición, y la
posibilidad de su enajenación, como de la propiedad comunal, generan una
transición migratoria donde existe un nuevo grupo de campesino que migran a
las áreas urbanas y metropolitanas, especialmente las llamadas ciudades
medias que normalmente se trata de cabeceras municipales.
En esto, las reformas al 115 constitucional dadas durante el primer lustro de los
años 80 que reconfigura la organización del Ayuntamiento en una figura donde
existe un órgano de gobierno que rige al ejecutivo municipal mediante el
cabildo, así como el dotarle al Ayuntamiento de mayor capacidad de decisión,
gestión y acción de los municipios hace de las cabeceras municipales, como
ciudades medias, destinos atrayentes de la migración campesina.
Las políticas neoliberales de estabilización económica generan un alto
desempleo urbano que nutre la migración urbano – urbana. Se sustentan
básicamente en el congelamiento real del salario, en la anulación de la política
monetaria que ya crea fondos para el fomento empresarial, como en
adelgazamiento del gasto fiscal, por lo que las principales fuerzas inflacionarias
son mantenidas en un nivel que permite la persistencia de un tipo de cambio
nominal competitivo respecto a la búsqueda de sostener el mercado de
exportaciones hacia Norteamérica, principalmente, así como un régimen
sobrevaluatorio atractivo para las importaciones baratas de bienes de capital
como intermedios, lo que atrae nuevos montos de inversión extranjera directa.
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La contraparte es que el crecimiento al no ser inducido, deja de producir
empleos, y en espera de que la estabilidad económica cree las condiciones de
confianza necesaria para incentivar el crecimiento autónomo, el crecimiento
obtenido del 4% del PIB anual no llega al mínimo de 6%, que es otra de las
razones por las cuales se explica que desde el año 2000 la emigración de
trabajadores mexicanos a la unión americana aumente de forma sustantiva y
sostenida.
Dicha migración, como se sostiene en líneas anteriores, ya sea del campo o de
las ciudades, trasciende más allá de las fronteras del país, especialmente hacia
los mercados laborales de norte América.
La apertura comercial que desde 1986 vive el país y la entrada en vigencia del
TLCAN en enero de 1994, vinculan los mercados nacionales con los de
América del norte, especialmente los del trabajo. Esta es otra de las fuerzas
que orientan la migración internacional precisamente a la región del norte
América.
Las áreas metropolitanas del centro del país pierden dinamismo ante el
aumento del crecimiento de las ciudades medias y las áreas metropolitanas de
la frontera norte de la República. El Distrito Federal pasa de ser un área de
atracción, a ser un área de expulsión. Los 26 municipios del Estado de México
conurbados al Distrito Federal, se vuelven atrayentes de migración, no obstante
a tasas menores que otras zonas urbanas del país, especialmente de ciudades
de la frontera norte como Tijuana y Ciudad Juárez, cuyas tasas de crecimiento
demográfico anual han llegado a 13% y 11%, respectivamente.
Con la paulatina y práctica desaparición del ejido, las comunidades de 1 a 99
habitantes se extinguen, normalmente por tratarse precisamente de localidades
campesinas al margen de distritos ejidales, las expulsan población a las áreas
urbanas más inmediatas como son las cabeceras municipales, por lo que
crecen las ciudades medias del país.
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Actualmente se sostienen que menos de una quinta parte de la población
mexicana vive en comunidades calificadas como rurales, mientras que cuatro
quintas partes viven en las áreas consideradas como urbanas. Inicia una
concentración urbana de la población residente en el país y cada vez es menor
la participación de las economías rurales en la nueva economía nacional.
La dinámica del crecimiento de las ciudades cambia de patrones. Se observa
una desindustrialización y desconcentración industrial, acorde al régimen de
producción flexible, como aparte la necesidad de restarle dinamismo al
crecimiento de las grandes metrópolis obliga a sus gobiernos locales buscar
relocalizar el aparato industrial localizado en la ciudad para contrarrestar fuerza
a la contaminación.
Las grandes zonas metropolitanas, especialmente aquellas que son sede del
gobierno central federal, buscan reacomodos propios a la descentralización. El
redimensionamiento del aparato de Gobierno genera desempleo así como la
relocalización industrial fuera de la ciudad incrementa el desempleo friccional
en las ciudades. Proliferan trabajos propios del sector informal, sobre todo en el
sector terciario de la economía, propiamente el ambulantaje.
El sector que nutre y mantiene el empleo en las ciudades es el correspondiente
a la industrial de la construcción inmobiliaria, no obstante sus contrataciones no
rebasan el año y tienen una alta rotación de personal. Los procesos de
producción flexible a la par de la flexibilidad laboral generan que aumente el
desempleo friccional y con ello la precarización del empleo.
Las áreas periurbanas de las ciudades son zonas donde se colocan los distritos
industriales y parques industriales, como las zonas de marginación y pobreza.
No se niega que a su vez observan áreas satelitales del centro de la ciudad
tales como las zonas comerciales y de servicios.
La migración a nivel mundial es un fenómeno que se explica más que por
reacomodos de población a efecto del agotamiento del esquema fordista y la
implementación de la producción flexible, por reacomodos en los Estados
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nación, donde ambos componentes se nutren y explican por que este
fenómeno cada día es más representativo y significativo para las sociedades
tanto receptoras como expulsoras, como también presenta un cambio de
patrones en su conducta.
En materia de distribución territorial de la población también se observa un
cambio de patrones. Estos se explican también por la transición del esquema
de producción rígida al nuevo esquema de producción flexible. Los procesos de
integración económica y los reacomodos industriales en una relocalización
territorial que otorgue ventajas competitivas a los procesos de producción,
resultan más desempleadotes que empleadores. La terciarización económica
es el refugio de mucha de esta mano de obra liberada de las actividades
propias del sector secundario, la lumpen proletarización y el trabajo informal
son ahora las nuevas formas de empleo, mas de tipo autoempleo que como
dependiente.
El ambulantaje capta, en las ciudades, la mayor parte de las fuerza de trabajo
liberada La migración ahora deja de ser rural urbano para ser de tipo
interurbano. Crecen las ciudades medias y las grandes áreas metropolitanas
pierden dinamismo. Todo obedece a la nueva lógica de reproducción capitalista
en su fase de globalización.
El caso de Mérida conjuntamente con otros casos como son los de las
ciudades de la frontera norte indican que el desarrollo urbano en México no es
un proceso uniforme sino diferenciado, y que cada región del país guarda
rasgos comunes con la generalidad nacional, pero también presentan sus
propias singularidades locales.
La postmodernidad no se expresa igual en todas las regiones del país sino que
adquiere matizaciones locales que le van a diferenciar del resto. Por lo mismo,
es sugerible existan una visión no centralista del desarrollo urbano, sino que se
procure la territorialización de los programas federales tanto de tipo social,
como de descentralización y federalismo.
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Se deja en claro la relevancia para el desarrollo regional de la migración como
de las remesas familiares.
Las actuales administraciones ultraderechistas no logran un acuerdo binacional
migratorio, y es un apartado pendiente en las agendas de ambas naciones
(México y los Estados Unidos de América), el tema de la colaboración laboral y
la calidad migratoria tanto de los mexicanos actualmente residentes en la Unión
Americana, como de los que desean ingresar a trabajar de una nación a otra.
En México, la Ley de Población como la propia constitución de los Estados
Unidos Mexicanos tratan de forma muy hospitalaria a los extranjeros que
desean trabajar en el país. Sin embargo, Estados Unidos muestra abierta
reticencia a permitir el ingreso de ciertos migrantes, especialmente aquellos de
origen latinoamericano, sin excepción de México, su principal socio comercial.
La importancia de los trabajadores mexicanos en la Unión Americana es
bastante relevante. Un día sin mexicanos, un día sin compras de productos
estadounidenses por la comunidad latina demuestra lo importante que es esta
población nada más en consumo interno de dicho país.
Del otro lado, un día sin remesas puede significar una devaluación de
aproximadamente 20% del tipo cambiario. De hecho la recepción diaria de
divisas por remesas sostienen el tipo cambiaria con la misma importancia que
lo hacen el turismo y las exportaciones agropecuarias conjuntamente.
De no contar con las remesas no solo la paridad estaría $2 pesos por encima
de la actual, la inflación no sería menor a 2% de la actual por año y el
endeudamiento externo sería mayor en un monto similar al de la recepción de
las mismas, solo que por año. Sin remesas desde 1990, al 2006 la deuda
externa en México sería superior a la actual en aproximadamente 90 mil
millones de dólares (el país debe aproximadamente 160 mil millones de
dólares).
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Las remesas sostienen a los hogares más vulnerables de la sociedad
mexicana, aminoran la pobreza y coadyuvan en disminuir el grado de
marginación de las regiones del país.
Son fuente de capitalización local y de avío financiero, por dar una idea, en el
municipio de Dolores Hidalgo las remesas aportan el 65% de los recursos de la
banca para el crédito particular local.
Los migrantes aportan recursos financieros para el desarrollo local de las áreas
de donde provienen al enviar remesas a sus familias, que muchas veces avían
un negocio familiar total o parcialmente.
La emigración internacional de trabajadores a la Unión Americana es un
fenómeno diferenciado. Por ello, sus expresiones guardan abiertas diferencias
y singularidades propias de región a región. Los móviles, carácter y
características de la emigración son muy diversas y guardan pocas
generalidades. Su trascendencia local es importante, y para algunos casos
vitales.
Los cambios en la estructura funcional del sistema migratorio mexicano son
profundos e implican un aumento de flujos como en la diversidad de las redes
migratorias, su trascendencia regional es muy significativa y diferenciada a
nivel regional, especialmente para el occidente del país.
Es importante resaltar cómo la apertura económica en México viene a afectar
no solo los reacomodos industriales en una nueva geografía, sino también la
estructura de los mercados de trabajo.
La marginación en México no se resuelve, sino se reacomoda y reexpresa en
una nueva geografía de la marginación y la pobreza donde al parecer, las
zonas que antes expresaban muy alta marginación tienden a moverse a las de
muy baja, de tal modo que en un segundo momento las zonas de muy alta
ahora son solo de alta, y las zonas de muy baja, ahora son de baja
marginación. Este reacomodo de la pobreza deja en claro que la calidad de
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vida y bienestar de las personas se resuelve con inmediatez en un nivel
personal, y no por los programas públicos para combate de la pobreza.
La precarización del campo continúa y en tiempos de postmodernidad, este
fenómeno se aumenta, no obstante ahora comparte relevancia con el aumento
del desempleo urbano y metropolitano que es creciente y que nutre el
crecimiento del sector terciario, en especial de servicios al comercio pero en
actividades informales y ambulantes.
El nuevo régimen de producción flexible es un abierto atentado laboral contra
los campesinos cuyas masas ahora engrosan los flujos de la migración
internacional indocumentada, especialmente a la Unión Americana.
Se observa una abierta dicotomía en el sector terciario de la economía entre
los servicios a la producción y los servicios al consumo. Los primeros con alto
estatus laboral como social y con altas remuneraciones, así como trabajos con
larga duración. Mismos que conviven con labores dedicadas a los servicios al
consumo, de baja calificación y con trabajos temporales, baja remuneración y
con bajo estatus social, flexibles y con amplio desempleo friccional.
Un caso tipificador de este fenómeno es el de la ZMCG, donde se puede ver
una abierta desconcentración industrial a zonas periféricas y satelitales de la
ZM, como a su vez una tendencia creciente a la terciarización económica. La
zona es altamente atrayente de población, pero crece con menor ritmo
respecto al crecimiento observado en décadas pasadas. Prosperan las
actividades terciarias con la dicotomía antes mencionada.
La ZMCG aún observa un significativo grupo de micro, pequeñas y medianas
empresas que actualmente acogen la mayor parte de la PEA, sin embargo las
grandes empresas observan ofrecer más nuevos empleos. Esto por la parte de
los servicios al productor pero por parte de los servicios al consumidor, los
empleos que más crecen son los informales, donde existe la otra dicotomía
entre los trabajos en servicios bancarios y financieros, de aseguradoras como
de asesorías, así también de comercialización. Mientras que como polo
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opuesto, el ambulantaje crece así como los trabajadores “mil usos” donde caen
los oficios.
En materia de política territorial en la configuración del territorio urbano regional
los problemas se enuncian como principalmente 10:
1. La urbanización concentrada y la desigualdad regional.
2. Desempleo, pobreza extrema y subsistencia precaria en las ciudades.
3. Crecimiento urbano anárquico, segregado y regulación estatal
ineficiente.
4. Penuria del suelo, vivienda y servicios para los sectores populares.
5. Desigualdad territorial y social en el acceso a infraestructura y servicios.
6. Destrucción de la naturaleza, contaminación ambiental y vulnerabilidad
urbana.
7. Insuficiente financiamiento del desarrollo territorial e inequidad en su
distribución.
8. Centralismo y autoritarismo de la gestión territorial.
9. La extinción de la planificación territorial.
10. La ciudad de México y el sistema urbano central.
Ante estos problemas, las posibles soluciones se resumen a solo 6 políticas o
líneas de acción:
1. La soberanía nacional.
2. La integración plural del territorio.
3. La gestión democrática del territorio.
4. La planeación territorial estratégica y democrática.
5. Un territorio para todos los ciudadanos.
6. Un ambiente protegido y sano para los mexicanos de hoy y mañana.
Por otra parte, otro tema de interés es el efecto de la tecnología, especialmente
la inclusión de las nuevas tecnologías en el aparato productivo nacional, en la
distribución espacial de la industria. Al parecer la nación viene en la fase de
transición de la dominancia de un régimen de producción rígido, con
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subordinación del régimen artesanal, a uno nuevo propio de la producción
flexible, que subordina a la producción fordista como a la artesanal. Donde el
paso de lo tradicional a lo moderno, y de lo moderno a la postmodernidad,
conlleva efectos en la organización del territorio donde los nuevos patrones aún
son elemento de observación y cuestión de estudio, tanto por la forma en que
se organiza la producción y el trabajo, como por el tamaño empresarial, su
nexo con los regímenes de producción como su sector económico o rama de
vocación industrial.
Asimismo, el tránsito de un esquema fordista al post fordista necesariamente
debe concebir una nueva apropiación del territorio nacional, por ello es
importante que ante la nueva óptica de la acumulación capitalista bajo este tipo
de regímenes de producción, el ordenamiento territorial debe procurar una
organización del territorio más propincua a las necesidades del desarrollo de la
población, tanto en la generación de la riqueza como de su reparto, esto es, en
materia de eficiencia económica como de equidad. El sistema de
comunicaciones, especialmente terrestres, debe por ello redimensionarse para
poder brindar la infraestructura necesaria para el ágil y dinámico desarrollo e
implementación del nuevo esquema económico. Donde el objetivo sea la
convergencia interregional como el crecimiento intraregional.
En materia de distribución territorial de la población también se observa un
cambio de patrones. Estos se explican también por la transición del esquema
de producción rígida al nuevo esquema de producción flexible. Los procesos de
integración económica y los reacomodos industriales en una relocalización
territorial que otorgue ventajas competitivas a los procesos de producción,
resultan más desempleadotes que empleadores.
La postmodernidad no se expresa igual en todas las regiones del país sino que
adquiere matizaciones locales que le van a diferenciar del resto. Por lo mismo,
es sugerible existan una visión no centralista del desarrollo urbano, sino que se
procure la territorialización de los programas federales tanto de tipo social,
como de descentralización y federalismo.
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Es importante resaltar cómo la apertura económica en México viene a afectar
no solo los reacomodos industriales en una nueva geografía, sino también la
estructura de los mercados de trabajo. Y con ello, el crecimiento metropolitano
del país.
El crecimiento metropolitano por tanto, es efecto de la transición del esquema
de desarrollo endogenista a uno nuevo con apertura económica, lo que indica
que aquellas zonas metropolitanas vinculadas a los mercados nacionales,
como la ZMCM y la ZMCG, pierden dinamismo y crecimiento, mientras que
aquellas que adquieren un mayor nexo con los mercados foráneos ven
incrementado su crecimiento (ZMCTi y ZMCJ).
También se puede ver cómo el propio proceso de desconcentración de las
zonas metropolitanas tradicionales a otras de reciente preponderancia en el
desarrollo nacional, explican el crecimiento de zonas metropolitanas que
vinculadas al mercado interno, no obstante expresan tasas altas de crecimiento
demográfico como lo es la ZMCTo y cercanamente la ZMCP.
En el occidente el país destaca la abrupta caída de las zonas metropolitanas de
Guadalajara y León, cuyo vínculo con los mercados internos, ante el cambio de
esquema ven mermado su crecimiento demográfico y dinamismo económico al
no poderse incorporar con la velocidad deseada el proceso globalizador de la
economía mexicana.
La ZMCG aún observa un significativo grupo de micro, pequeñas y medianas
empresas que actualmente acogen la mayor parte de la PEA, sin embargo las
grandes empresas observan ofrecer más nuevos empleos. Esto por la parte de
los servicios al productor pero por parte de los servicios al consumidor, los
empleos que más crecen son los informales, donde existe la otra dicotomía
entre los trabajos en servicios bancarios y financieros, de aseguradoras como
de asesorías, así también de comercialización. Mientras que como polo
opuesto, el ambulantaje crece así como los trabajadores “mil usos” donde caen
los oficios.
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Falta por ello, abrir nuevas líneas de investigación que aporten hallazgos que
puedan dar basamento a las políticas públicas en materia de desarrollo
regional urbano metropolitano del país, y con ello procurar un desarrollo
equilibrado, como evitar los conflictos que emanan del crecimiento
desordenado.
Las ciudades entre más grandes, más crecen de forma sostenida, y que con
ello se da un acelerado proceso de concentración poblacional en el Bajío,
donde se tiene la metropolización de las ciudades, en orden de importancia de
León, Irapuato y Celaya, de la conurbación de las ciudades que forman el
cinturón industrial del Bajío, gracias a su alta vinculación con los mercados
foráneos y con el esquema globalizador. Como a su vez, los altos de
Guanajuato, como la región que comprende los Bajíos michoacanos están en
el mejor de los casos, experimentando una desaceleración de su crecimiento
demográfico o bien, en el peor de los casos, un proceso de expulsión
poblacional.
Las regiones que quedan como marginales deben promover industrial con
mayor nivel de vinculación a los mercados nacionales como del extranjero (esto
es, globalizar sus economías), para con ello anexarse a desarrollo económico y
urbano metropolitano del país. De no hacerlo rápidamente, sus economías
locales vienen en precarización, sus mercados laborales se ven tan restringidos
que se vuelven en poco tiempo municipios expulsores de población, aumenta la
rusticidad de su economía y en un panorama no distante, inician su
empobrecimiento y estancamiento de su desarrollo. Propiamente es el caso de
las ciudades al norte y sur de la entidad, fuera del corredor industrial del Bajío.
Las políticas de desarrollo económico gubernamentales deben orientarse
precisamente a fortalecer (como a crear), industrias que tengan oportunidad en
los mercados nacionales como extranjeros. La especialización industrial para
localidades menores a los 20 mil habitantes puede ser el camino para lograr su
anexión al esquema globalizador. O bien, la localización de una gran empresa
con capacidad de organizar y orientar la vocación industrial local, como es el
caso de la empresa transnacional Nestlé en Lagos de Moreno (Jalisco), que
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controla y organiza la cuenca lechera en la región de los Altos. Siempre y
cuando la incrustación de grandes corporativos no implique la creación de
monopsonios que controlen también los precios locales y condicionen las
escalas de producción y capacidad de distribución.
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SIGLAS:
IED – Inversión Extranjera Directa
INEGI – Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Información
MAPINFO – Software para generación de mapas georefenciales
PIB – Producto Interno Bruto
SNTE – Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
TLC – Tratado de libre comercio
TLCAN – Tratado de libre comercio con América del norte
Página 174 de 241
ANEXOS
CUADROS Cuadro 1:
Cuadro 2:
Página 175 de 241
Cuadro 3:
Cuadro 4:
Indicadores del PBI por entidad federativa
Entidad Región
PIB Per Capita
2003 (miles de
pesos de 1993)
Participación en el PBI
nacional en 2003
Tasa de crecimiento
de la participacion 1993-2003
Crecimiento del PIB
(media anual) 1993-2003
Crecimiento del PIB
per capita (media anual)
1993-2003 Coahuila 1 20.22 3.43 17.49 4.43 2.73 Nuevo Leon 1 26.41 7.20 12.31 3.99 2.10 Tamaulipas 1 15.76 3.19 14.14 4.16 2.00 Chihuahua 1 20.90 4.44 13.46 4.15 1.94 Sonora 1 17.01 2.72 3.45 3.12 1.19 Baja California 1 17.42 3.22 14.80 4.30 0.75 Aguascalientes 2 18.64 1.25 27.04 5.28 3.06 Queretaro 2 17.12 1.75 24.79 5.10 2.71 Guanajuato 2 11.37 3.76 11.88 3.93 2.64 Zacatecas 2 9.18 0.86 2.55 3.02 2.58 Durango 2 13.04 1.33 2.79 3.04 2.26
Página 176 de 241
San Luis Potosi 2 11.29 1.79 1.04 2.95 1.85 Michoacan 3 8.35 2.32 -0.61 2.71 1.89 Jalisco 3 14.28 6.34 -3.37 2.44 1.13 Colima 3 14.13 0.54 -1.86 2.58 0.91 Baja California Sur 3 18.58 0.59 9.87 3.71 0.69 Sinaloa 3 11.34 2.05 -12.00 1.44 0.36 Nayarit 3 8.15 0.53 -19.36 0.62 -0.33 Distrito Federal 4 36.51 21.33 -10.28 1.69 1.60 Tlaxcala 4 7.91 0.54 7.38 3.51 1.50 Morelos 4 12.84 1.43 -4.71 2.31 0.74 Edo. De México 4 10.97 10.34 -0.46 2.78 0.68 Hidalgo 4 8.78 1.37 -10.27 1.75 0.53 Puebla 5 9.73 3.50 7.25 3.56 2.04 Yucatán 5 11.79 1.38 5.74 3.35 1.80 Veracruz 5 8.54 4.11 -9.97 1.65 0.93 Chiapas 5 6.28 1.79 0.09 2.72 0.85 Campeche 5 24.21 1.20 1.53 2.92 0.79 Guerrero 5 7.54 1.62 -13.60 1.24 0.39 Oaxaca 5 6.02 1.46 -12.02 1.43 0.36 Tabasco 5 8.59 1.15 -10.54 1.59 -0.03 Quintana Roo 5 21.76 1.46 13.90 4.14 -0.18 Fuente: Sistema de cuentas nacionales
de México: www.igegi.gob.mx/
tomado de Mendoza (2007;25). Región 1 20.11 24.20 12.70 4.03 1.81
Total Región 2 12.58 10.74 11.29 3.87 2.58 Total Región 3 11.92 12.37 -4.62 2.27 1.10 Total Región 4 18.79 35.01 -7.11 2.05 0.73 Total Región 5 9.06 17.67 -2.94 2.43 1.09
Total Nacional 14.47 100.00 0.00 2.77 1.32 Fuente: Sistema de cuentas nacionales de México: www.igegi.gob.mx/ tomado de Mendoza (2007;22)119
.
Cuadro 5: Descomposición dinámica del cambio de producto por estado
1993-2003
Entidad Región Cambio Efecto competencia federativa absoluto Participación Participación división que mas aporto al efecto
en el total (1) de la división competencia mas importante en el total (2) Coahuila 1 18,028 32.7 24.4 3. Industria manufacturera Chihuahua 1 21,770 31.2 27.2 6.Comercio, restaurantes y hoteles Tamaulipas 1 15,806 30.7 10.8 3. Industria manufacturera Nuevo León 1 34,553 30.2 9.6 6.Comercio, restaurantes y hoteles Baja California 1 16,158 29.6 13.0 6.Comercio, restaurantes y hoteles Sonora 1 10,645 9.0 14.2 6.Comercio, restaurantes y hoteles Aguascalientes 2 7,492 45.8 19.7 3. Industria manufacturera Querétaro 2 10,211 40.9 22.3 3. Industria manufacturera Guanajuato 2 17,879 27.4 26.2 3. Industria manufacturera Zacatecas 2 3,284 19.0 13.6 1. Agricultura, silvicultura y pesca Durango 2 5,130 13.1 7.0 1. Agricultura, silvicultura y pesca
San Luis Potosí 2 6,524 6.5 3.8 9. Servicios comunales, sociales y personales
Página 177 de 241
Baja California Sur 3 2,682 24.3 12.4 8. Servicios financieros, seguros y bienes inmuebles
Michoacán 3 8,044 -5.1 2.5 1. Agricultura, silvicultura y pesca
Jalisco 3 19,843 -17.4 4.3 7. Transporte, almacenaje y comunicación
Colima 3 1,790 -23.9 2.7 2. Minería Sinaloa 3 4,004 -82.2 0.5 2. Minería
Nayarit 3 0.403 -377.5 30.7 9. Servicios comunales, sociales y personales
Tlaxcala 4 2,356 18.5 10.8 9. Servicios comunales, sociales y personales
Edo. De México 4 35,951 -7.8 6.6 8. Servicios financieros, seguros y bienes inmuebles
Morelos 4 4,229 -12.0 11.4 9. Servicios comunales, sociales y personales
Distrito Federal 4 47,100 -58.3 13.7 8. Servicios financieros, seguros y bienes inmuebles
Hidalgo 4 3,022 -69.6 12.5 9. Servicios comunales, sociales y personales
Quintana Roo 5 7,234 31.5 17.2 8. Servicios financieros, seguros y bienes inmuebles
Campeche 5 4,461 20.2 19.8 2. Minería Puebla 5 15,081 19.9 17.5 3. Industria manufacturera Yucatán 5 5,721 19.2 7.1 3. Industria manufacturera Chiapas 5 6,334 1.5 13.0 4. Construcción
Tabasco 5 2,496 -66.3 15.6 9. Servicios comunales, sociales y personales
Veracruz 5 9,245 -75.3 2.1 1. Agricultura, silvicultura y pesca Oaxaca 5 2,860 -87.1 5.6 4. Construcción
Guerrero 5 2,770 -121.1 5.7 7. Transporte, almacenaje y comunicación
Fuente: Sistema de cuentas nacionales de México: www.igegi.gob.mx/ tomado de Mendoza (2007;25)120
.
Cuadro 6: Porcentaje de población por municipios en los estratos 1 y 2 y en el
estrato 7 en cada estado y región en 2000 Entidad
federativa región Municipios AGEB porcentaje Estratos 1 y 2 Estrato 7 Estratos 1 y 2 Estrato 7 población rural Chihuahua 1 6.2 73.1 6.7 22.0 16.0 Tamaulipas 1 0.4 69.6 4.9 15.2 14.0 Sonora 1 0.0 66.9 3.1 17.2 15.3 Nuevo León 1 0.3 87.0 1.9 29.3 5.9 Coahuila 1 0.0 72.6 1.4 20.5 10.0 Baja California 1 0.0 100.0 0.2 31.3 8.5 San Luis Potosí 2 15.2 37.0 30.3 8.7 39.9 Durango 2 5.0 52.8 12.2 11.8 34.7 Querétaro 2 1.9 51.0 11.7 17.5 31.8 Zacatecas 2 0.0 17.2 11.2 5.0 44.7 Guanajuato 2 0.7 35.6 8.5 7.2 32.4 Aguascalientes 2 0.0 68.1 0.1 16.5 19.8 Michoacán 3 5.9 15.6 19.1 5.4 33.9 Nayarit 3 5.4 32.2 8.6 6.7 35.1 Sinaloa 3 1.5 61.4 4.7 13.7 32.5 Jalisco 3 0.5 47.5 2.5 15.7 14.9 Baja California Sur 3 0.0 71.3 1.8 27.8 18.1 Colima 3 0.0 61.9 0.9 12.2 14.0 Hidalgo 4 16.4 15.1 23.0 4.7 48.9
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Edo. De México 4 3.1 60.3 7.6 11.8 13.9 Morelos 4 0.0 34.9 4.1 8.4 14.4 Tlaxcala 4 0.0 17.6 2.9 1.2 18.8 Distrito Federal 4 0.0 98.9 0.0 30.4 0.2 Chiapas 5 39.5 11.1 57.8 1.7 53.2 Oaxaca 5 44.4 12.6 54.7 2.4 43.0 Guerrero 5 31.2 0.0 45.1 1.8 43.9 Veracruz 5 18.0 23.0 32.6 4.5 39.6 Campeche 5 8.8 31.4 29.4 7.1 28.4 Puebla 5 16.8 26.5 28.9 6.1 28.9 Tabasco 5 0.0 27.5 22.7 5.3 47.2 Yucatan 5 8.6 42.5 22.6 10.3 14.8 Quintana Roo 5 3.6 59.4 15.6 13.3 17.3
total Región
1 1.3 78.9 3.1 23.1 11.3
total Región
2 4.0 40.2 13.1 9.7 34.4
total Región
3 2.4 41.6 7.7 12.2 24.4
total Región
4 2.9 66.0 6.0 16.7 12.6
total Región
5 23.1 20.8 37.7 4.6 38.5 total nacional 8.4 48.5 15.6 12.8 24.2
Fuente: Sistema de cuentas nacionales de México: www.igegi.gob.mx/ tomado de Mendoza (2007;28)121
.
Cuadro 4: Relación de la participación relativa entre la Población y la Actividad Económica de México por entidad federativa, 1970, 1990 y 2000
Re estructuración económica, 1980 - 2000
Producto Interno Bruto Población Relativa 1970(1) 1990(2) 2000(3) 1970(4) 1990(4) 2000(4) Dinamismo económico
(5) Dinamismo Demográfico (6) República Mexicana 100 100 100 100 100 100
* Noroeste 8.7 7 8.5 7 7.3 7.9 -2.3% Normal 12.9% Equilibrio Baja California 2.6 2.2 3.2 1.8 2 2.6 23% Normal 44.4% Equilibrio Baja California Sur 0.4 0.4 0.6 0.3 0.4 0.4 50% Normal 33.3% Equilibrio Sinaloa 2.5 2.1 2 2.6 2.7 2.6 -20% Normal 0.0% Equilibrio Sonora 3.2 2.3 2.7 2.3 2.2 2.3 -16% Normal 0.0% Equilibrio Norte - Centro 4.8 4.1 5.4 5.2 4.7 4.6 12.5% Nomal -11.5% Equilibrio Chihuahua 3.4 2.8 4.1 3.3 3 3.1 21% Normal -6.1% Equilibrio Durango 1.4 1.3 1.3 1.9 1.7 1.5 -7% Normal -21.1% Equilibrio Noreste 11.9 11.3 12.8 8.8 9 9.1 7.6% Normal 3.4% Equilibrio Coahuila 2.8 2.6 3.1 2.3 2.4 2.4 11% Normal 4.3% Equilibrio Nuevo León 5.9 5.9 6.8 3.5 3.8 3.9 15% Normal 11.4% Equilibrio Tamaulipas 3.2 2.8 2.9 3 2.8 2.8 -9% Normal -6.7% Equilibrio Centro - Norte y occidente 17.5 16.6 17 23.3 22.3 21.7 -3% Normal -6.9% Equilibrio Aguascalientes 0.6 0.7 1.1 0.7 0.9 1 83% Normal 42.9% Equilibrio Colima 0.4 0.5 0.6 0.5 0.5 0.6 50% Normal 20.0% Equilibrio Guanajuato 3.4 3.1 3.5 4.7 4.9 4.8 3% Normal 2.1% Equilibrio Jalisco 7.1 6.9 6.5 6.8 6.5 6.5 -8% Normal -4.4% Equilibrio Michoacán 2.5 2.4 2.3 4.8 4.4 4.1 -8% Normal -14.6% Equilibrio Nayarit 0.9 0.7 0.6 1.1 1 0.9 -33% Normal -18.2% Equilibrio
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San Luis Potosí 1.6 1.5 1.6 2.7 2.5 2.4 0% Normal -11.1% Equilibrio Zacatecas 1 0.8 0.8 2 1.6 1.4 -20% Normal -30.0% Equilibrio Centro 44.7 46.4 43.5 36.4 36.5 36.9 -3% Normal 1.4% Equilibrio Distrito Federal 27.6 27.1 22.7 14.3 10.1 8.8 -18% Normal -38.5% Equilibrio Guerrero 1.7 1.5 1.7 3.3 3.2 3.2 0% Normal -3.0% Equilibrio Hidalgo 1.3 1.3 1.5 2.5 2.3 2.3 15% Normal -8.0% Equilibrio México 8.6 10.8 10.4 7.9 12.1 13.4 21% Normal 69.6% Equilibrio Morelos 1.1 1 1.3 1.3 1.5 1.6 18% Normal 23.1% Equilibrio Puebla 3.2 3.1 3.6 5.2 5.1 5.2 13% Normal 0.0% Equilibrio Querétaro 0.8 1 1.7 1 1.3 1.4 113% Normal 40.0% Equilibrio Tlaxcala 0.4 0.6 0.6 0.9 0.9 1 50% Normal 11.1% Equilibrio Golfo 7.7 8.6 5.5 9.5 9.5 9 -29% Normal -5.3% Equilibrio Tabasco 1.2 3.5 1.3 1.6 1.8 1.9 8% Normal 18.8% Equilibrio Veracruz 6.5 5.1 4.2 7.9 7.7 7.1 -35% Normal -10.1% Equilibrio Pacífico Sur 3.1 3.7 3.2 7.5 7.7 7.5 3% Normal 0.0% Equilibrio Chiapas 1.6 2.2 1.7 3.3 4 4 6% Normal 21.2% Equilibrio Oaxaca 1.5 1.5 1.5 4.2 3.7 3.5 0% Normal -16.7% Equilibrio Península de Yucatán 1.7 2.1 4.2 2.3 3 3.3 147% Normal 43.5% Equilibrio Campeche 0.4 0.5 1.3 0.5 0.7 0.7 225% Alto 40.0% Equilibrio
Quintana Roo 0.2 0.5 1.6 0.2 0.6 0.9 700% Muy Alto 350.0% Fuerte Atracción
Yucatán 1.1 1.1 1.3 1.6 1.7 1.7 18% Normal 6.2% Equilibrio Fuentes y acotaciones metodológicas:
(1) INEGI. Sistema de cuentas nacionales de México. Estructura económica Regional, PIB por entidad federativa, 1970, 1975, 1980. México, 1985. Tomado de Urbina y Sánchez (1993)
(2) Puig, Antonio y Hernández, Alejandro, Un modelo de desagregación: estimación del PIB por entidad federativa, 1970 - 1988, INEGI. México, 1989. Tomado de Urbina y Sánchez (1993)
(3) BANAMEX- ACCIVAL, Indicadores regionales de actividad económica. México, 1999.Revista Examen de la situación económica de México, marzo del 2000. México.
(4) INEGI, IX, XI y XII Censos Generales de Población y Vivienda, 1970, 1990 y 2000, respectivamente. Nota 1: regionalización con base a la establecida por el CONAPO en el estudio del Sistema de Ciudades de México.
Nota 2: El coeficiente de correlación lineal existente entre el dinamismo demográfico (DD) y el dinamismo económico (DE) es de 0.89. No existiendo correlación de residuos dado que el coeficiente de prueba Durbin-Watson es menor al valor absoluto de 2 siendo este de 1.715543. La línea regresiva se define como DD = -1.676055 + 0.4755979DE.
(*) Los valores numerarios se obtuvieron usando los número índices donde se calcula la variación de una variable (x) observada durante un periodo (t), se expresa como un cambio porcentual (X(t)-X(t-1))/X(t-1)
Cuadro 5:
Relación de la participación relativa entre la Población y la Actividad Económica de México por entidad federativa, 1950, 1970 y 1980
Desarrollo Estabilizador, 1950 a 1980
Producto Interno Bruto Población Relativa 1950(1) 1970(2) 1980(3) 1950(4) 1970(4) 1980(4)
Dinamismo económico (5) Dinamismo Demográfico (6)
República Mexicana 100 100 100 100 100 100
*
Noroeste 11.4 8.7 7.2 5.6 7 7.2 -36.9% Bajo 28.6% Muy Fuerte Atracción
Baja California 3.0 2.6 2.3 0.9 1.8 1.8 -26% Normal 100.0% Muy Fuerte Atracción
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Baja California Sur 0.3 0.4 0.4 0.2 0.3 0.3 22% Alto 50.0% Muy Fuerte Atracción
Sinaloa 3.2 2.5 2.1 2.5 2.6 2.8 -34% Bajo 12.0% Fuerte Atracción Sonora 4.9 3.2 2.5 2 2.3 2.3 -49% Bajo 15.0% Fuerte Atracción Norte - Centro 5.9 4.8 4.1 5.7 5.2 4.8 -29.8% Nomal -15.8% Fuerte Expulsión Chihuahua 4.4 3.4 2.8 3.3 3.3 3 -35% Normal -9.1% Leve Expulsión
Durango 1.5 1.4 1.3 2.4 1.9 1.8 -13% Bajo -25.0% Muy Fuerte Expulsión
Noreste 11.2 11.9 11.6 8.5 8.8 9 3.5% Normal 5.9% Leve Atracción Coahuila 2.7 2.8 2.7 2.8 2.3 2.3 -2% Normal -17.9% Fuerte Expulsión
Nuevo León 5.2 5.9 5.9 2.9 3.5 3.8 15% Normal 31.0% Muy Fuerte Atracción
Tamaulipas 3.3 3.2 3.0 2.8 3 2.9 -10% Bajo 3.6% Leve Atracción Centro - Norte y occidente 18.8 17.5 16.0 25.6 23.3 21.9 -15% Bajo -14.5% Fuerte Expulsión Aguascalientes 0.5 0.6 0.6 0.7 0.7 0.8 20% Alto 14.3% Fuerte Atracción
Colima 0.3 0.4 0.5 0.4 0.5 0.5 83% Alto 25.0% Muy Fuerte Atracción
Guanajuato 4.1 3.4 2.9 5.2 4.7 4.5 -29% Normal -13.5% Fuerte Expulsión Jalisco 7.3 7.1 6.6 6.8 6.8 6.5 -9% Bajo -4.4% Leve Expulsión
Michoacán 2.4 2.5 2.4 5.5 4.8 4.3 -2% Bajo -21.8% Muy Fuerte Expulsión
Nayarit 1.1 0.9 0.8 1.1 1.1 1.1 -29% Muy Bajo 0.0% Equilibrio
San Luis Potosí 1.7 1.6 1.5 3.3 2.7 2.5 -14% Normal -24.2% Muy Fuerte Expulsión
Zacatecas 1.4 1 0.8 2.6 2 1.7 -43% Bajo -34.6% Muy Fuerte Expulsión
Centro 40.9 44.7 45.1 33.7 36.4 38.3 10% Bajo 13.6% Fuerte Atracción Distrito Federal 29.2 27.6 25.2 11.8 14.3 13.2 -14% Bajo 11.9% Fuerte Atracción Guerrero 1.5 1.7 1.7 3.6 3.3 3.2 8% Normal -11.1% Fuerte Expulsión
Hidalgo 0.9 1.3 1.5 3.3 2.5 2.3 78% Normal -30.3% Muy Fuerte Expulsión
México 4.8 8.6 11.0 5.4 7.9 11.3 130% Normal 109.3% Muy Fuerte Atracción
Morelos 1.0 1.1 1.1 1.1 1.3 1.4 8% Normal 27.3% Muy Fuerte Atracción
Puebla 2.7 3.2 3.3 6.3 5.2 5 19% Normal -20.6% Muy Fuerte Expulsión
Querétaro 0.5 0.8 1.0 1.1 1 1.1 89% Muy Alto 0.0% Equilibrio
Tlaxcala 0.3 0.4 0.5 1.1 0.9 0.8 74% Alto -27.3% Muy Fuerte Expulsión
Golfo 7.3 7.7 9.8 9.3 9.5 9.7 35% Muy Bajo 4.3% Leve Atracción
Tabasco 0.2 1.2 4.0 1.4 1.6 1.6 2209% Normal 14.3% Fuerte Atracción
Veracruz 7.1 6.5 5.8 7.9 7.9 8.1 -18% Muy Bajo 2.5% Leve Atracción
Pacífico Sur 2.1 3.1 4.1 9 7.5 6.6 100% Normal -26.7% Muy Fuerte Expulsión
Chiapas 0.6 1.6 2.7 3.5 3.3 3.1 381% Normal -11.4% Fuerte Expulsión
Oaxaca 1.5 1.5 1.4 5.5 4.2 3.5 -6% Normal -36.4% Muy Fuerte Expulsión
Península de Yucatán 1.2 1.7 2.6 2.6 2.3 2.5 119% Muy Alto -3.8% Leve Expulsión Campeche 0.2 0.4 0.5 0.5 0.5 0.6 94% Muy Alto 20.0% Fuerte Atracción
Quintana Roo 0.0 0.2 1.0 0.1 0.2 0.3 3696% Muy Alto 200.0% Muy Fuerte Atracción
Yucatán 0.9 1.1 1.1 2 1.6 1.6 26% Normal -20.0% Fuerte Expulsión Fuentes y acotaciones metodológicas:
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(1) Estimación del autor con base a la variación de las tasas de variación promedio anual por década y su regresión proyectada de 1970, 1980 y 1990 para obtener los valores de 1950.
(2) Puig, Antonio y Hernández, Alejandro, Un modelo de desagregación: estimación del PIB por entidad federativa, 1970 - 1988, INEGI. México, 1989. Tomado de Urbina y Sánchez (1993)
(3) Puig, Antonio y Hernández, Alejandro. Op. cit.
(4) INEGI, VII, IX y X Censos Generales de Población y Vivienda, 1950, 1970 y 1980, respectivamente. Nota 1: regionalización con base a la establecida por el CONAPO en el estudio del Sistema de Ciudades de México.
Nota 2: El coeficiente de correlación lineal existente entre el dinamismo demográfico (DD) y el dinamismo económico (DE) es de 0.89. No existiendo correlación de residuos dado que el coeficiente de prueba Durbin-Watson es menor al valor absoluto de 2 siendo este de 1.715543. La línea regresiva se define como DD = -1.676055 + 0.4755979DE.
(*) Los valores numerarios se obtuvieron usando los número índices donde se calcula la variación de una variable (x) observada durante un periodo (t), se expresa como un cambio porcentual (X(t)-X(t-1))/X(t-1)
Cuadro 6:
Niveles de producto per cápita por estado, 1970 - 2000
PIB per cápita por estado. Miles de pesos.
Producto per cápita
1970 1975 1980 1985 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 PIB per cápita promedio nacional. Miles de pesos. 9.98 11.89 14.98 14.05 13.12 13.32 12.19 12.51 13.05 13.35 13.35 13.38 Noroeste 12.94 14.56 16.39 15.19 15.16 15.48 14.71 15.24 15.72 15.88 15.84 15.95 Baja California 14.55 16.33 19.15 17.45 16.52 17.29 16.01 16.90 17.60 17.82 17.79 17.98 Baja California Sur 13.95 16.31 18.92 15.85 17.16 17.29 16.81 17.92 18.51 18.32 18.68 18.91 Sinaloa 9.38 10.96 11.30 11.39 11.18 10.84 10.27 10.17 10.89 10.93 10.76 10.70 Sonora 13.89 14.63 16.18 16.06 15.78 16.50 15.73 15.96 15.87 16.43 16.14 16.19 Norte - Centro 8.67 10.31 12.44 12.96 14.03 14.40 13.28 13.84 14.62 15.54 16.32 16.67 Chihuahua 10.14 12.23 14.09 13.76 17.65 18.27 16.73 17.65 18.00 18.93 20.37 20.79 Durango 7.19 8.39 10.79 12.16 10.41 10.53 9.82 10.02 11.23 12.15 12.26 12.55 Noreste 13.08 15.39 18.65 17.41 17.07 17.64 16.49 17.11 18.23 19.09 19.80 20.22 Coahuila 12.02 14.84 17.10 16.20 16.03 16.31 15.86 16.65 18.11 18.85 19.94 20.57 Nuevo León 16.71 19.17 23.51 22.16 21.75 22.47 20.61 21.20 22.68 23.75 23.98 24.32 Tamaulipas 10.52 12.17 15.34 13.86 13.43 14.13 13.00 13.48 13.91 14.66 15.47 15.79 Centro - Norte y occidente 7.24 8.83 10.59 10.68 10.25 10.45 9.66 9.95 10.70 11.01 11.06 11.19 Aguascalientes 7.91 9.65 11.79 11.56 14.17 14.84 13.97 14.84 15.66 16.17 16.43 16.78 Colima 8.61 11.96 13.61 14.44 13.56 13.95 13.12 13.96 14.00 14.23 14.11 14.19 Guanajuato 7.14 8.49 9.69 9.52 9.04 9.06 8.50 8.65 9.42 9.79 9.94 10.08 Jalisco 10.41 12.47 15.04 14.33 12.98 13.10 11.79 12.06 13.01 13.49 13.71 13.82 Michoacán 5.26 6.82 8.27 7.49 7.02 7.23 6.89 6.92 8.17 8.24 8.41 8.63 Nayarit 7.58 8.74 10.60 10.64 8.52 8.43 7.40 7.42 8.05 8.53 8.33 8.30 San Luis Potosí 5.85 6.76 8.70 9.44 9.51 9.90 8.57 8.88 9.75 10.06 10.05 10.13 Zacatecas 5.16 5.72 7.02 8.02 7.20 7.12 7.02 6.85 7.54 7.53 7.53 7.58 Centro 8.48 10.45 12.85 12.67 12.79 12.95 11.69 12.13 13.13 13.54 13.57 13.70 Distrito Federal 19.30 22.66 28.51 25.46 32.71 33.20 29.83 30.66 34.31 35.13 35.19 35.56 Guerrero 5.18 6.61 7.91 7.65 7.62 7.51 6.84 6.66 7.34 7.40 7.33 7.29 Hidalgo 5.39 6.73 9.78 9.30 8.69 8.65 7.44 7.90 8.43 8.97 9.32 9.41 México 10.82 12.85 14.48 13.35 10.83 11.01 9.87 10.44 11.00 11.24 10.92 10.93
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Morelos 8.44 9.81 11.43 11.57 13.32 13.24 11.72 11.91 11.50 11.76 11.49 11.25 Puebla 6.23 7.51 9.70 9.11 8.24 8.31 7.44 7.92 8.85 9.27 9.52 9.72 Querétaro 7.88 10.66 12.80 14.70 13.94 14.58 13.72 14.50 15.97 16.84 17.02 17.51 Tlaxcala 4.56 6.79 8.22 10.20 6.98 7.08 6.65 7.03 7.65 7.71 7.79 7.91 Golfo 7.71 10.80 24.10 16.24 8.52 8.59 8.24 8.09 8.60 8.59 8.49 8.48 Tabasco 7.27 12.67 37.40 22.30 9.04 9.00 8.71 8.51 8.86 8.74 8.54 8.47 Veracruz 8.15 8.93 10.80 10.18 7.99 8.18 7.77 7.67 8.33 8.44 8.43 8.49 Pacífico Sur 4.24 5.45 9.48 8.07 5.79 5.81 5.50 5.44 6.08 6.24 6.34 6.42 Chiapas 4.95 6.23 13.02 9.28 5.74 5.75 5.54 5.46 6.23 6.40 6.65 6.79 Oaxaca 3.53 4.67 5.94 6.86 5.84 5.87 5.46 5.41 5.92 6.07 6.02 6.05 Península de Yucatán 8.54 14.15 18.93 39.19 19.59 19.91 18.52 19.06 18.33 18.40 18.31 18.13 Campeche 8.40 9.69 11.33 85.91 23.33 23.45 22.06 22.49 22.09 21.95 21.34 21.07 Quintana Roo 10.03 22.44 34.79 22.08 24.90 25.36 23.47 24.38 22.65 22.64 22.52 22.20 Yucatán 7.19 10.32 10.68 9.58 10.55 10.93 10.04 10.30 10.25 10.60 11.06 11.13
Fuente: Messmacher Linartas, Miguel "Desigualdad regional en México. El efecto del TLCAN y otras reformas estructurales. BANXICO. Documento de Investigación No. 2000-4. México, diciembre de 2000.
Nota: el año 2000 es estimado por el autor con base a inferencia.
Cuadro 7: Asimetrías agropecuarias entre México, Estados Unidos y Canadá, 2005
México Estados Unidos Canadá Población (1,000) 100,368 285,926 31,015 Población rural (1,000) 25,555 64,539 6,535 Población agrícola (1,000) 23,064 6,162 766 Presión demográfica (hab./km2) 51 30 3 Superficie total (1,000 ha) 195,820 962,909 997,061 Tierras arables (1,000 ha) 27,300 179,000 45,700 Tierra irrigada (1,000 ha) 6,500 22,400 720 PIB US$ mil millones. (1999) 428.8 (lugar 12) 8,351.0 (lugar 1) 591.4 (lugar
9) PIB per cápita (US$ 1999) 4,400 (lugar 71) 30,600 (lugar 8) 19,320 (lugar
29) Índice de GINI 53.7 40.8 31.5 Concentración del ingreso en el
10% de la población con ingreso más alto (%)
42.8 30.5 23.8
Rango de competitividad (lugar) 43 1 9 Crecimiento de competitividad
(lugar) 45 1 5
Gasto en investigación agropecuaria/PIB agropecuario (%)
0.52 2.60
Gasto público en educación (% del PIB)4
4.9 5.4 6.9
Tractores/1,000 trabajadores 20 1,484 1,642 Salario en la agricultura
(US$/año), 1995/98. 908 n.d. 30,625
Productividad agrícola (US$/trabajador)
2,164 39,001 n.d.
Deforestación (cambio anual %) 0.9 -0.3 * -0.1* Subsidios agrícolas (% del valor
de la producción) 2001 22 36 25
Importación agroalimentaria 8,935,732 43,354,622 11,046,062
Página 183 de 241
(1998/2000), valor en 1,000 de dólares
Exportación agroalimentaria (1998/2000), valor en 1,000 de dólares
7,157,371 55,508,420 15,253,898
Balanza comercial, en 1,000 dólares
-1,778,361 12,153,798 4,207,837
Rendimiento de maíz (t/ha) 2.50 8.55 7.15 Fuente: ARCE (14 Jun. 2006)122
Cuadro 8: Coeficientes comparativos de producto per cápita por estado respecto al nacional, 1970 - 2000 Coeficiente
de cambio en el bienestar, 1970 - 2000
Bienestar
Producto per cápita
1970 1975 1980 1985 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 PIB per cápita promedio nacional. Miles de pesos. 9.98 11.89 14.98 14.05 13.12 13.32 12.19 12.51 13.05 13.35 13.35 13.38 34% Normal (*) Noroeste 30% 22% 9% 8% 16% 16% 21% 22% 20% 19% 19% 19% -36% Bajo Baja California 46% 37% 28% 24% 26% 30% 31% 35% 35% 33% 33% 34% -25% Bajo Baja California Sur 40% 37% 26% 13% 31% 30% 38% 43% 42% 37% 40% 41% 4% Normal Sinaloa -6% -8% -25% -19% -15% -19% -16% -19% -17% -18% -19% -20% 233% Muy Alto Sonora 39% 23% 8% 14% 20% 24% 29% 28% 22% 23% 21% 21% -46% Bajo
Norte - Centro -13% -13% -17% -8% 7% 8% 9% 11% 12% 16% 22% 25% -286% Muy Bajo
Chihuahua 2% 3% -6% -2% 35% 37% 37% 41% 38% 42% 53% 55% 3353% Muy Alto
Durango -28% -29% -28% -13% -21% -21% -19% -20% -14% -9% -8% -6% -78% Muy Bajo
Noreste 31% 29% 24% 24% 30% 32% 35% 37% 40% 43% 48% 51% 64% Normal Coahuila 20% 25% 14% 15% 22% 22% 30% 33% 39% 41% 49% 54% 163% Muy Alto Nuevo León 67% 61% 57% 58% 66% 69% 69% 69% 74% 78% 80% 82% 21% Normal Tamaulipas 5% 2% 2% -1% 2% 6% 7% 8% 7% 10% 16% 18% 232% Muy Alto Centro - Norte y occidente
-27% -26% -29% -24% -22% -22% -21% -20% -18% -18% -17% -16% -40% Bajo
Aguascalientes -21% -19% -21% -18% 8% 11% 15% 19% 20% 21% 23% 25% -222% Muy bajo
Colima -14% 20% 36% 45% 36% 40% 31% 40% 40% 43% 41% 42% -407% Muy bajo
Guanajuato -28% -29% -35% -32% -31% -32% -30% -31% -28% -27% -26% -25% -13% Bajo
Jalisco 4% 5% 0% 2% -1% -2% -3% -4% 0% 1% 3% 3% -25% Bajo
Michoacán -47% -43% -45% -47% -46% -46% -43% -45% -37% -38% -37% -36% -25% Bajo
Nayarit -24% -26% -29% -24% -35% -37% -39% -41% -38% -36% -38% -38% 58% Normal
San Luis Potosí -41% -43% -42% -33% -28% -26% -30% -29% -25% -25% -25% -24% -41% Bajo
Zacatecas -48% -52% -53% -43% -45% -47% -42% -45% -42% -44% -44% -43% -10% Bajo
Centro -15% -12% -14% -10% -3% -3% -4% -3% 1% 1% 2% 2% -116% Muy Bajo
Distrito Federal 93% 91% 90% 81% 149% 149% 145% 145% 163% 163% 164% 166% 77% Alto
Guerrero -48% -44% -47% -46% -42% -44% -44% -47% -44% -45% -45% -46% -5% Bajo
Hidalgo - -43% -35% -34% -34% -35% -39% -37% -35% -33% -30% -30% -36% Bajo
Página 184 de 241
46%
México 8% 8% -3% -5% -17% -17% -19% -17% -16% -16% -18% -18% -318% Muy Bajo
Morelos -15% -17% -24% -18% 2% -1% -4% -5% -12% -12% -14% -16% 3% Normal
Puebla -38% -37% -35% -35% -37% -38% -39% -37% -32% -31% -29% -27% -27% Bajo
Querétaro -21% -10% -15% 5% 6% 9% 13% 16% 22% 26% 27% 31% -247% Muy Bajo
Tlaxcala -54% -43% -45% -27% -47% -47% -45% -44% -41% -42% -42% -41% -25% Bajo
Golfo -23% -9% 61% 16% -35% -36% -32% -35% -34% -36% -36% -37% 61% Normal
Tabasco -27% 7% 150% 59% -31% -32% -29% -32% -32% -35% -36% -37% 35% Normal
Veracruz -18% -25% -28% -28% -39% -39% -36% -39% -36% -37% -37% -37% 99% Muy Alto
Pacífico Sur -58% -54% -37% -43% -56% -56% -55% -57% -53% -53% -53% -52% -10% Bajo
Chiapas -50% -48% -13% -34% -56% -57% -55% -56% -52% -52% -50% -49% -2% Bajo
Oaxaca -65% -61% -60% -51% -55% -56% -55% -57% -55% -55% -55% -55% -15% Bajo
Península de Yucatán
-14% 19% 26% 179% 49% 49% 52% 52% 40% 38% 37% 36% -346% Muy Bajo
Campeche -16% -19% -24% 511% 78% 76% 81% 80% 69% 64% 60% 57% -463% Muy Bajo
Quintana Roo 1% 89% 132% 57% 90% 90% 93% 95% 74% 70% 69% 66% 13048% Muy Alto
Yucatán -28% -13% -29% -32% -20% -18% -18% -18% -21% -21% -17% -17% -40% Bajo
(*) Los parámetros de bienestar se dan de forma arbitraria por el autor estableciendo por muy bajo bienestar a aquellas entidades federativas cuyo valor negativo es mayor 60, bajo bienestar a aquellas cuyo valor negativo es menor a 68. Normal a aquellas que van de 0 a 68 positivo. Bienestar alto a aquellas cuyo valor es mayor a 68 y menor o igual a 136, y muy alto bienestar a aquellas que estén por encima de 136.
Cuadro 9:
Página 185 de 241
Cuadro 10:
Fuente: ARCE (14 Jun. 2006)123
Cuadro 11:
Página 186 de 241
Cuadro 12:
Fuente: Flores González, Sergio (junio, 2002)124
Cuadro 13:
Fuente: Flores González, Sergio (junio, 2002) 125
Página 187 de 241
Cuadro 14: Sistema Metropolitano Nacional: Población y tasas de crecimiento, 1990-2010
1990 1995 2000 2005 2010 % 1990-1995 % 1995-2000 %2000-2005 %2005-2010 1 ZM DE LA CIUDAD DE MÉXICO 15278291 16959090 18010877 19004900.9 19547785.3 1.86 1.42 1.27 0.66 2 ZM DE GUADALAJARA 2987194 3461819 3677531 3821064.64 3832821.07 2.64 1.43 0.90 0.07 3 ZM DE MONTERREY 2613227 3038193 3299302 3537922.82 3649716.04 2.70 1.95 1.65 0.73 4 ZM DE PUEBLA 1458099 1702720 1885321 2091221.14 2257339.91 2.78 2.41 2.46 1.81 5 ZM DE TOLUCA 968916 1161949 1344575 1612530.78 1978719.91 3.27 3.48 4.35 4.91 6 ZM DE TIJUANA 747381 1038188 1274240 1552782.26 1764650.41 5.99 4.91 4.74 3.04 7 JUAREZ 792498 1005173 1206824 1500591.27 1880263.33 4.30 4.37 5.23 5.42 8 LEON 760703 946523 1027466 1077448.07 1076746.46 3.94 1.94 1.12 -0.02 9 ZM DE TORREÓN 878289 958886 1007291 1051317.03 1073269.83 1.57 1.16 1.01 0.49
Fuentes: Estimaciones de CONAPO y propias, con base en los Censos de Población de 1990 y 2000 y el Conteo de Población y Vivienda de 1995 Criterios: Ciudades grandes: Con una población mayor de 1 millón de habitantes. Ciudades medias: Con población entre 100 mil y 999 999 habitantes. Ciudades pequeñas Con una población menor de 100 mil habitantes.
Cuadro 15: INDICE DE MARGINACIÓN EN LOS MUNICIPIOS DE
GUANAJUATO 1990, 2000 Y 2005
Nombre del municipio
Índice absoluto de marginación
Cambio absoluto en
puntos porcentuale
s 1990 - 2000
Cambio absoluto en
puntos porcentuale
s 2000 - 2005
Tasa media anual 1990 - 2000
Tasa media anual 2000 - 2005
Variación promedio anual de las tasas
comparadas
Grado de Marginació
n
Lugar que
ocupa en el
contexto
nacional
1990
2000 2005 2005 2005
Xichú 79.1 56.5 -99.3 22.6 -155.8 -
3.31% -
211.94% 129.76% Alto 409
Atarjea 76.5 54.3 -92.5 22.1 -146.9 -
3.36% -
211.24% 128.91% Alto 454 Santa Catarina 64.1 43.4 -78.9 20.7 -122.3
-3.83%
-212.71% 123.36% Alto 531
Tierra Blanca 67.2 50.6 -71.6 16.6 -122.2
-2.80%
-207.21% 136.55% Alto 573
Victoria 65.7 50.1 -59.1 15.6 -109.2 -
2.68% -
203.37% 137.71% Alto 657 San Diego De La Unión 59.2 43.4 32.9 15.9 10.4
-3.07% -5.35% 11.74% Alto 884
Jerécuaro 59.9 45.2 -26.0 14.7 -71.2 -
2.78% -
189.57% 132.61% Alto 947
San Felipe 54.1 42.2 20.9 11.9 21.3 -
2.45% -13.12% 39.89% Alto 1012
Doctor Mora 58.5 43.5 -18.3 15.0 61.8 -
2.93% -
184.16% 128.95% Alto 1035
Ocampo 56.8 39.5 -1.4 17.3 40.9 -
3.57% -
151.26% 111.52% Alto 1173
Coroneo 54.8 39.6 10.7 15.2 28.9 -
3.20% -23.03% 48.43% Medio 1288
Comonfort 47.4 34.5 12.5 12.9 22.0 -
3.13% -18.36% 42.46% Medio 1305 San Luis De La Paz 50.1 35.7 15.0 14.4 -20.7
-3.33% -15.90% 36.70% Medio 1314
Dolores Hidalgo 49.1 35.1 21.6 14.1 13.5
-3.32% -9.27% 22.81% Medio 1375
Romita 45.0 34.9 24.0 10.1 10.9 -
2.52% -7.19% 23.38% Medio 1397
Abasolo 45.8 35.2 26.1 10.6 9.1 -
2.59% -5.83% 17.63% Medio 1425 Manuel Doblado 51.5 34.4 28.0 17.2 6.4
-3.97% -4.03% 0.31% Medio 1444
Página 188 de 241
Cuerámaro 46.7 30.0 28.9 16.7 1.0 -
4.32% -0.71% -30.37% Medio 1455
Pénjamo 45.6 35.1 31.9 10.5 3.2 -
2.59% -1.87% -6.32% Medio 1481 Pueblo Nuevo 44.8 34.9 32.3 9.9 2.6
-2.46% -1.52% -9.17% Medio 1483
Santa Cruz De Juventino Rosas 42.9 31.7 32.6 11.2 0.9
-2.98% 0.58% -172.14% Medio 1485
Huanímaro 44.3 34.7 35.7 9.7 1.0 -
2.44% 0.58% -174.94% Medio 1509
Tarimoro 47.3 32.5 38.4 14.8 5.9 -
3.68% 3.40% -198.45% Medio 1531 Santiago Maravatío 46.2 33.6 38.5 12.6 4.9
-3.14% 2.77% -197.51% Medio 1532
Allende 45.6 32.4 40.0 13.2 7.5 -
3.35% 4.26% -204.91% Medio 1546
Yuriria 44.8 32.5 43.9 12.3 11.3 -
3.15% 6.17% -214.36% Medio 1581 Apaseo El Alto 43.0 30.7 44.2 12.3 13.5
-3.32% 7.56% -217.86% Medio 1585
Apaseo El Grande 41.3 30.3 56.3 11.0 25.9
-3.06% 13.16% -233.92% Medio 1686
Valle De Santiago 40.2 29.8 56.9 10.4 27.1
-2.95% 13.80% -236.17% Medio 1691
San José Iturbide 50.7 32.5 57.6 18.2 25.0
-4.35% 12.09% -222.71% Medio 1699
Silao 38.9 28.2 66.0 10.7 37.8 -
3.15% 18.53% -242.51% Bajo 1764 Tarandacuao 43.3 26.6 66.4 16.6 39.8
-4.74% 20.04% -233.44% Bajo 1768
Salvatierra 38.8 26.4 72.9 12.4 46.5 -
3.79% 22.51% -242.84% Bajo 1817 Jaral Del Progreso 43.4 25.7 80.1 17.7 54.4
-5.10% 25.56% -238.01% Bajo 1880
Acámbaro 34.9 24.8 83.0 10.1 58.1 -
3.35% 27.29% -252.15% Bajo 1909 Purísima Del Rincón 40.5 23.4 89.3 17.1 -65.8
-5.34% 30.68% -241.89% Bajo 1952
Villagrán 37.3 25.2 93.1 12.0 67.9 -
3.83% 29.87% -250.80% Bajo 1981
Cortazar 35.2 23.7 93.7 11.5 -70.1 -
3.88% 31.69% -252.19% Bajo 1987 San Francisco Del Rincón 32.1 22.0
108.1 10.0 86.1
-3.69% 37.46% -259.00% Bajo 2090
Uriangato 28.4 19.1 117.
1 9.3 98.0 -
3.90% 43.70% -262.18% Bajo 2147
Salamanca 29.5 20.9 121.
0 8.6 100.1 -
3.38% 42.06% -265.58% Bajo 2170
Irapuato 27.8 20.2 124.
7 7.6 104.5 -
3.14% 43.94% -269.49% Muy bajo 2197
Guanajuato 30.4 20.5 126.
8 10.0 106.3 -
3.89% 44.02% -262.50% Muy bajo 2212
Moroleón 23.9 16.8 138.
1 7.0 121.3 -
3.44% 52.36% -272.41% Muy bajo 2273
Celaya 25.6 16.5 145.
6 9.1 129.1 -
4.29% 54.57% -266.33% Muy bajo 2302
León 20.7 14.7 149.
8 5.9 135.1 -
3.33% 58.99% -277.67% Muy bajo 2312 Fuente: CONAPO. Ïndices de marginación en México, 1990, 2000 y 2005. INEGI Censos de Población, 1990 y 2000 y Conteo de Población, 2005. Cálculos del autor.
Página 189 de 241
Cuadro 16: CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO METROPOLITANO DE
GUANAJUATO, 1990 – 2010 1990 1995 2000 2005 2010
1 LEON 760703 946523 1027466 1077448 1076746 2 IRAPUATO 265042 299604 319148 335653 341833 3 CELAYA 214856 251724 277750 305328 324485 4 ZM DE SAN FRANCISCO - PURÍSIMA 114034 132048 145017 159101 169600 5 SALAMANCA 123190 135874 137000 137147 137032 6 GUANAJUATO 81087 88240 98086 120336 191952 7 ZM DE MOROLEÓN - URIANGATO 94901 96545 100063 112261 186670 8 SAN MIGUEL DE ALLENDE 48935 52966 59691 78801 177179 9 VALLE DE SANTIAGO 56009 56517 58837 77272 1031255 10 SILAO 50828 58457 61661 63631 63641 11 ACAMBARO 52248 54523 55516 56177 56256 12 DOLORES HIDALGO 40001 45888 50391 55628 60230 13 CORTAZAR 45579 51617 53886 55138 55025 14 SAN LUIS DE LA PAZ 34629 41289 46326 52059 56692 15 APASEO EL GRANDE 17542 18500 21506 40726 1388426 16 JUVENTINO ROSAS 29828 33403 35775 38154 39664 17 SALVATIERRA 33520 35347 34066 35424 31704 18 PENJAMO 27276 30651 32035 32874 32872 19 VILLAGRAN 18144 20658 22949 26189 30463 20 ABASOLO 19808 22811 24532 25997 26546 21 SAN FELIPE 20624 23987 24935 25320 25194 22 APASEO EL ALTO 19901 23407 24300 24625 24496 23 COMONFORT 18327 20088 21187 22226 22803 24 YURIRIA 23725 22175 22145 22144 22145 25 CENTRO FAMILIAR LA SOLEDAD 3930 13284 18526 21195 20300 26 ROMITA 16535 18070 18385 18481 18434 27 JARAL DEL PROGRESO 14545 16060 16862 17499 17695
Fuente: Estimaciones de CONAPO y del autor, con base en los Censos de Población de 1990 y 2000 y el Conteo de Población y Vivienda de 1995 Ciudades grandes: Con una población mayor de 1 millón de habitantes. Ciudades medias: Con población entre 100 mil y 999 999 habitantes. Ciudades pequeñas Con una población menor de 100 mil habitantes.
Cuadro 17: TASAS DE CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO DE 17 CIUDADES DE GUANAJUATO 1990 - 2010
% 1990 -
1995 % 1995 -
2000 % 2000 -
2005 % 2005 -
2010 15 APASEO EL GRANDE 0.95 3.59 16.13 ¿128.53? 8 SAN MIGUEL DE ALLENDE 1.41 2.84 6.72 ¿20.89? 9 VALLE DE SANTIAGO 0.16 0.95 6.59 ¿83.46? 6 GUANAJUATO 1.51 2.51 4.90 11.56 25 CENTRO FAMILIAR LA SOLEDAD 24.06 8.10 3.20 -1.00 19 VILLAGRAN 2.32 2.49 3.14 3.60
Página 190 de 241
14 SAN LUIS DE LA PAZ 3.16 2.73 2.77 2.02 7 ZM DE MOROLEÓN – URIANGATO 0.30 0.84 2.73 12.65 12 DOLORES HIDALGO 2.46 2.22 2.34 1.88 3 CELAYA 2.84 2.33 2.24 1.44
4 ZM DE SAN FRANCISCO – PURÍSIMA 2.63 2.22 2.19 1.51
16 JUVENTINO ROSAS 2.02 1.62 1.52 0.91 20 ABASOLO 2.53 1.72 1.37 0.49 2 IRAPUATO 2.19 1.49 1.19 0.43 23 COMONFORT 1.64 1.26 1.13 0.60 1 LEON 3.94 1.94 1.12 -0.02 17 SALVATIERRA 0.94 -0.86 0.92 -2.57 27 JARAL DEL PROGRESO 1.77 1.15 0.87 0.26 10 SILAO 2.51 1.26 0.74 0.00 18 PENJAMO 2.09 1.04 0.61 0.00 13 CORTAZAR 2.23 1.01 0.54 -0.05 21 SAN FELIPE 2.71 0.91 0.36 -0.12 22 APASEO EL ALTO 2.91 0.88 0.31 -0.12 11 ACAMBARO 0.76 0.42 0.28 0.03 26 ROMITA 1.58 0.41 0.12 -0.06 5 SALAMANCA 1.75 0.19 0.03 -0.02 24 YURIRIA -1.19 -0.03 0.00 0.00
Fuente: Estimaciones de CONAPO, y del autor con base en los Censos de Población de 1990 y 2000 y el Conteo de Población y Vivienda de 1995 Ciudades grandes: Con una población mayor de 1 millón de habitantes. Ciudades medias: Con población entre 100 mil y 999 999 habitantes. Ciudades pequeñas Con una población menor de 100 mil habitantes. Cuadro 18: CAMBIOS CRÍTICOS DEL CRECIMIENTO
DEMOGRÁFICO EN 27 CIUDADES DE GUANAJUATO 1990 – 2010
Cambio crítico
17 SALVATIERRA -198.18 24 YURIRIA -51.56 5 SALAMANCA -35.62
26 ROMITA -23.85 22 APASEO EL ALTO -21.28 21 SAN FELIPE -19.57 25 CENTRO FAMILIAR LA SOLEDAD -19.56 13 CORTAZAR -14.58 1 LEON -13.23
18 PENJAMO -13.00 10 SILAO -12.88 11 ACAMBARO -10.97 27 JARAL DEL PROGRESO -8.29 20 ABASOLO -7.45 2 IRAPUATO -7.43
23 COMONFORT -5.17 16 JUVENTINO ROSAS -4.36
Página 191 de 241
3 CELAYA -3.89 4 ZM DE SAN FRANCISCO - PURÍSIMA -3.35
14 SAN LUIS DE LA PAZ -2.88
12 DOLORES HIDALGO CUNA DE LA INDEP. NAL. -2.06
19 VILLAGRAN 1.43 6 GUANAJUATO 10.72 8 SAN MIGUEL DE ALLENDE 15.01 7 ZM DE MOROLEÓN - URIANGATO 22.56
15 APASEO EL GRANDE 30.57 9 VALLE DE SANTIAGO 42.71
Fuente: Estimaciones de CONAPO y del autor, con base en los Censos de Población de 1990 y 2000 y el Conteo de Población y Vivienda de 1995 Ciudades grandes: Con una población mayor de 1 millón de habitantes.
Ciudades medias: Con población entre 100 mil y 999 999 habitantes.
Ciudades pequeñas Con una población menor de 100 mil habitantes.
SINÓPTICOS Cuadro sinóptico 1:
Página 192 de 241
Página 193 de 241
Cuadro sinóptico 2:
Página 194 de 241
Cuadro sinóptico 3:
Página 195 de 241
Cuadro Sinóptico 4: LOS CONTRASTES ENTRE EL FORDISMO Y LA PRODUCCIÓN FLEXIBLE EN LO
QUE SE REFIERE AL ESPACIO
FORDISMO PRODUCCIÓN FLEXIBLE
Jerarquía funcional Agrupaciones espaciales y aglomeración
División espacial del trabajo
Integración o división espacial del trabajo
Homogeneización de los mercados regionales de trabajo espacialmente
segmentados
Diversificación del mercado de trabajo (la
segmentación del mercado de trabajo en
un lugar)
Fuentes de abastecimiento de componentes y de
subcontratados a escala mundial
Proximidad espacial de las firmas verticalmente
cuasi-integradas; la formación de las filiales
regionalmente relacionadas
Organización del espacio de consumo a través de la
suborganización
Organización del espacio de consumo a través del
centro urbano Fuente: Malecki 1991; 230.
Cuadro sinóptico 5: LOS CONTRASTES ENTRE LA PRODUCCIÓN ARTESANAL, EL FORDISMO Y LA PRODUCCIÓN FLEXIBLE EN LO QUE SE
REFIERE AL ESPACIO PRODUCCIÓN ARTESANAL FORDISMO
PRODUCCIÓN FLEXIBLE
Grupos locales
independientes y competitivos
Jerarquía funcional Agrupaciones espaciales y aglomeración
División y especialización local del trabajo
División espacial del trabajo
Integración o división espacial del trabajo
Homogeneización de mercados locales y
heterogeneidad de los mercados regionales de trabajo espacialmente
segmentados en lo local
Homogeneización de los mercados regionales de trabajo espacialmente
segmentados
Diversificación del mercado de trabajo (la
segmentación del mercado de trabajo en
un lugar)
Fuentes de abastecimiento locales o a nivel
subregional entre firmas verticalmente
independientes y horizontalmente
competitivas
Fuentes de abastecimiento de componentes y de
subcontratados a escala mundial
Proximidad espacial de las firmas verticalmente
cuasi-integradas; la formación de las filiales
regionalmente relacionadas
Página 196 de 241
Organización del espacio de consumo a un nivel local como suborganización del centro urbano como rural
Organización del espacio de consumo a través de
la suborganización
Organización del espacio de consumo a través del
centro urbano
Fuente: Adecuación propia del esquema de Malecki con base a incluir el régimen de producción artesanal.
Cuadro sinóptico 6; LOS CONTRASTES ENTRE LA PRODUCCIÓN ARTESANAL, EL FORDISMO Y LA
PRODUCCIÓN FLEXIBLE EN LO QUE SE REFIERE AL ESPACIO BAJO EL DOMINIO DE LA EMPRESA Y EL
ESTADO
Dependiente del:
PRODUCCIÓN ARTESANAL FORDISMO
PRODUCCIÓN FLEXIBLE Empresa Mercado Estado
Grupos locales
independientes y competitivos
Jerarquía funcional
Agrupaciones espaciales y aglomeración
División y especialización local del trabajo
División espacial del trabajo
Integración o división
espacial del trabajo
Homogeneización de mercados locales y
heterogeneidad de los mercados regionales de trabajo espacialmente
segmentados en lo local
Homogeneización de los
mercados regionales de
trabajo espacialmente segmentados
Diversificación del
mercado de trabajo (la
segmentación del mercado de trabajo en
un lugar)
Fuentes de abastecimiento locales o a nivel subregional entre firmas verticalmente
independientes y horizontalmente
competitivas
Fuentes de abastecimiento
de componentes y de
subcontratados a escala mundial
Proximidad espacial de las firmas
verticalmente cuasi-
integradas; la formación de
las filiales regionalment
e relacionadas
Organización del espacio de consumo a un nivel local
como suborganización del centro urbano como rural
Organización del espacio de consumo a través de la
suborganización
Organización del espacio de consumo a través del
centro urbano
Empresas familiares, microempresas y pequeñas
empresas
Empresas medianas y
grandes empresas
Grandes empresas
Mercados locales competitivos
Mercados regionales y nacionales
monopolizados
Mercados nacionales e
internacionales
monopolizados
Página 197 de 241
MAPAS Mapa 1: Cuencas hidrológicas de México.
Fuente: Instituto de Geografía. UNAM. Bajado de la Internet el 20 de febrero de 2008 del
vínculo: http://www.igeograf.unam.mx/instituto/publicaciones/atlas/iv-6-1.jpg
Página 198 de 241
Mapa 2:
Fuente: Delgadillo, J.;Torres, F y Gasca, J. (2001) El desarrollo regional de México en el vértice de dos milenios. Colección Textos breves de economía. UNAM Porrúa. México. Pp. 30.
Página 199 de 241
Mapa 3: Regionalización económica
Fuente: Instituto de Geografía. UNAM. Bajado de la Internet el 20 de febrero de 2008
Página 200 de 241
Mapa 4:
Página 201 de 241
Mapa 5: Asimilación económica del territorio nacional, 2006.
Fuente: Instituto de Geografía. UNAM. Bajado de la Internet el 20 de febrero de 2008
Página 202 de 241
Mapa 6:
Mapa tomado de Delgadillo (et al., 2001; 30). Mapa 7:
Mapa tomado de Delgadillo (et al., 2001; 31).
Página 203 de 241
Mapa 8: División política de los Estados Unidos Mexicanos
Página 204 de 241
Mapa 9: División municipal de México 2008
Página 205 de 241
Mapa 10: Regionalización cultural de México.
Fuente: Instituto de Geografía. UNAM. Bajado de la Internet el 20 de febrero de 2008 del
vínculo: http://www.igeograf.unam.mx/instituto/publicaciones/atlas/elemcultpop.jpg
Página 206 de 241
Mapa 11: regionalización histórica.
Fuente: Instituto de Geografía. UNAM. Bajado de la Internet el 20 de febrero de 2008 del
vínculo: http://www.igeograf.unam.mx/instituto/publicaciones/atlas/epprehispanica.jpg
Página 207 de 241
Mapa 12:
Página 208 de 241
Mapa 13:
Página 209 de 241
Mapa 14: Corografía de México
Página 210 de 241
Mapa 15:
Mapa 16:
Página 211 de 241
Mapa 17:
Mapa 18:
Página 212 de 241
Mapa 19:
Mapa 20:
Página 213 de 241
Mapa 21:
Mapa 22:
Página 214 de 241
Mapa 23:
Mapa 24:
Página 215 de 241
Mapa 25:
Mapa 26:
Página 216 de 241
MAPA 27: DIVISIÓN POLÍTICA DE LA ENTIDAD DE GUANAJUATO
Fuente: Portal oficial del Gobierno del Estado de Guanajuato. www.guanajuato.gob.mx (bajado de la Internet el 15 de marzo de 2003).
PERIODO ENDOGENISTA
MAPA 28: DENSIDAD DE POBLACIÓN EN GUANAJUATO 1950
Fuente: elaboración propia con base al Censo General de Población 1950 INEGI.
Página 217 de 241
PERIODO EXOGENISTA MAPA 29: DENSIDAD DE POBLACIÓN EN GUANAJUATO 2005
Fuente: elaboración propia con base al Conteo de Población 2005 INEGI.
Página 218 de 241
Mapa 30:
Página 219 de 241
Mapa 31:
Página 220 de 241
MAPA 32: SISTEMA METROPOLITANO DE GUANAJUATO
Fuente: del mismo origen del mapa 7 pero la fracción sombreada es elaboración del autor de este trabajo con base a al tamaño de población de las ciudades que son su cabecera municipal.
PERIODO ENDOGENISTA
MAPA 33: DENSIDAD DE POBLACIÓN EN GUANAJUATO 1950
Página 221 de 241
Fuente: elaboración propia.
MAPA 34: DENSIDAD DE POBLACIÓN EN GUANAJUATO 1960
Fuente: elaboración propia. MAPA 35: DENSIDAD DE POBLACIÓN EN GUANAJUATO 1970
Fuente: elaboración propia.
Página 222 de 241
PERIODO EXOGENISTA MAPA 36: DENSIDAD DE POBLACIÓN EN GUANAJUATO 1980
Fuente: elaboración propia.
MAPA 37: DENSIDAD DE POBLACIÓN EN GUANAJUATO 1990
Fuente: elaboración propia.
Página 223 de 241
MAPA 38: DENSIDAD DE POBLACIÓN EN GUANAJUATO 1995
Fuente: elaboración propia.
MAPA 39: DENSIDAD DE POBLACIÓN EN GUANAJUATO 2000
Fuente: elaboración propia.
Página 224 de 241
MAPA 40: DENSIDAD DE POBLACIÓN EN GUANAJUATO 2005
Fuente: elaboración propia.
Página 225 de 241
GRÁFICAS Gráfica 1:
Fuente: INEGI. Gráfica 2:
Página 226 de 241
Gráfica 3:
Gráfica 4:
Página 227 de 241
Gráfica 5:
Gráfica 6:
Página 228 de 241
Gráfica 7:
Gráfica 8:
Fuente: elaboración propia.
CRECIMIENTO METROPOLITANO MÉXICO 1990 2010
-1.00 0.00 1.00 2.00 3.00 4.00 5.00 6.00 7.00
% 1990-1995 % 1995-2000 %2000-2005 %2005-2010
ZM DE LA CIUDAD DE MÉXICO D.F. - MÉXICO ZM DE GUADALAJARA JALISCO ZM DE MONTERREY NUEVO LEÓN ZM DE PUEBLA PUEBLA - TLAXCALA ZM DE TOLUCA MÉXICO ZM DE TIJUANA BAJA CALIFORNIA JUAREZ CHIHUAHUA LEON GUANAJUATO ZM DE TORREÓN COAHUILA - DURANGO
Página 229 de 241
CITAS: 1 Profesor Investigador de tiempo completo titular “A” de la Universidad de
Guanajuato adscrito al programa de la licenciatura de desarrollo regional (Campus León). Profesor Investigador de tiempo parcial de la Universidad De La Salle (Bajío). Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel I) CONACYT. Director de la revista electrónica Tecsistécatl (Universidad de Málaga) y Director de la revista electrónica Enseres de la Universidad De La Salle Bajío.
2 El Programa Nacional de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio 2001-2006
en su página 62 establece como concepto de zonas metropolitanas “aquellas redes de ciudades, donde los procesos de ‘metropolización’ involucran a ciudades de México y de Estados Unidos de América o a ciudades de dos o más entidades federativas, así como aquellas grandes ciudades que tienen más de un millón de habitantes”.
3 Fordismo es una palabra que deriva del apellido del estadounidense Henry Ford,
quien implemento a fines de la décimo novena centuria e inicios del siglo XX la producción en serie y a gran escala en sus factorías de fabricación de autos. A este esquema también se le conoce como régimen de producción rígida o moderna.
4 La palabra metrópoli viene de los vocablos griegos máter y polis, madre y ciudad
respectivamente. De los que se deriva que al hablar de metropolitano se habla propiamente de relaciones centro – periferia, o bien entre una ciudad central y su provincia o área dependiente o de influencia. Se tata de una población cuya dimensión subsume a las circunvecinas.
5 El endogenismo económico es un esquema que parte de la demanda interna para
sostener el crecimiento económico de un país, y supone el desarrollo de fuerzas nacionales autónomas, autosuficientes e independientes (autarquía), con alto proteccionismo del comercio exterior. En América Latina, después de la segunda contienda mundial, la CEPAL bajo la dirección de Raúl Prebisch, en la región se vienen a implementar modelos de sustitución de importaciones, bajo las tesis keynesianas y el surgimiento del estado de bienestar. Abarcó un periodo aproximado de 1940 a 1982. A principios los resultados fueron benéficos gracias al aumento de exportaciones de la región por efecto de la reconstrucción europea y la expansión mundial de la economía norteamericana. A partir de 1960 inicia su ocaso ante la emergencia de los esquemas toyotistas de Asia.
6 Por suburbano se entiende un área normalmente a las postrimerías o en las periferias
de un área urbana cuya calidad y cobertura de servicios es insuficiente. 7 Toyotista se refiere al régimen de producción flexible, también conocido como
toyotización. Su nombre deriva de la factoría japonesa que lo inventa Toyota. También se le nombra esquema post modernista o post fordista.
8 Se le nombra exogenista al régimen que se basa en la apertura económica, libre
comercio y su estrategia de crecimiento económico parte de la sustitución de exportaciones. En América latina, el surgimiento del exogenismo lo marca en 1971 el golpe de Estado en Chile, pero la región lo empieza a implementar hasta 1983.
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9 Mendoza Cota, Eduardo y Díaz Bautista, Alejandro (2006) Modelización y
aplicación de las nuevas teorías del crecimiento económico regional en México. Economía regional moderna. Teoría y práctica. Colección México Norte. Colegio de la Frontera Norte y Universidad de Guadalajara. Plaza y Valdez. México. Pp. 190.
10 Solow, R (1982) La teoría del crecimiento. Fondo de Cultura Económica. México. 11 Solow, R (1986) “Increasing returns and long run growth” en Journal Political
economy. USA. 12 Romer, O. M. (1990) “Endogenous technical change” en Journal Political economy.
USA. 13 Se esta hablando de externalidades económicas regionales positivas. | 14 Unikel, Luis (1976). El desarrollo urbano en México, diagnóstico e implicaciones
futuras, EL Colegio de México, 116. 15 Mendoza Cota, Eduardo y Díaz Bautista, Alejandro (2006) Modelización y
aplicación de las nuevas teorías del crecimiento económico regional en México. Economía regional moderna. Teoría y práctica. Colección México Norte. Colegio de la Frontera Norte y Universidad de Guadalajara. Plaza y Valdez. México. Pp. 190.
16 Eficiencia como concepto económico se refiere a que lo que se haga en beneficio
propio, mientras no perjudica a otros, es un acto eficiente. 17 Richardson, H.W. (1973) Economía Regional; Teoría de la localización, estructuras
urbanas y crecimiento regional. Ed. Vincens-Vives, Barcelona España. 18 Richardson, H. (1975) Elementos de economía regional, Alianza Universidad,
España. 19 Delgadillo Macías, Javier (2006) Ángel Bassols Batalla. Bajado de la Internet el 12
de febrero de 2008, México. Portal respectivo del Proyecto Ensayo Hispánico. Vínculo: http://www.ensayistas.org/critica/generales/C-H/mexico/bassols.htm
20 Delgadillo Macías, Javier (2006) Ángel Bassols Batalla. Bajado de la Internet el 12
de febrero de 2008, México. Portal respectivo del Proyecto Ensayo Hispánico. Vínculo: http://www.ensayistas.org/critica/generales/C-H/mexico/bassols.htm
21 Unikel, Luis (1976) El desarrollo urbano de México diagnóstico e implicaciones
futuras, 2a edición, El Colegio de México, México, P. 476. 22 Asuad S., N.E. (2001) Economía Regional y Urbana, Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, Colegio de Puebla, AEFE-UNAM, México. 23 Delgadillo, J. y Torres, F. (1990) 30 años de investigación económica regional en
México. El pensamiento y la obra del geógrafo Ángel Bassols Batalla. Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM México.
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24 Viqueira, Carmen (2002) El enfoque regional en antropología. Universidad
Iberoamericana. Colección teoría social. México. Pp. 196. 25 Massiris Cabeza, Angel (01 Oct. 2005) Bajado de la Internet el 01 octubre de 2005.
Portal Del Banco de Colombia http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/letra-m/masir/1.htm.
26 Massiris Cabeza, Angel (01 Oct. 2005) Bajado de la Internet el 01 octubre de 2005.
Portal Del Banco de Colombia http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/letra-m/masir/1.htm.
27 Massiris Cabeza, Angel (01 Oct. 2005) Bajado de la Internet el 01 octubre de 2005.
Portal Del Banco de Colombia http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/letra-m/masir/1.htm.
28 Massiris Cabeza, Angel (01 Oct. 2005) Bajado de la Internet el 01 octubre de 2005.
Portal Del Banco de Colombia http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/letra-m/masir/1.htm.
29 Massiris Cabeza, Angel (01 Oct. 2005) Bajado de la Internet el 01 octubre de 2005.
Portal Del Banco de Colombia http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/letra-m/masir/1.htm.
30 Delgadillo Macías, Javier (2006) Ángel Bassols Batalla. Bajado de la Internet el 12
de febrero de 2008, México. Portal respectivo del Proyecto Ensayo Hispánico. Vínculo: http://www.ensayistas.org/critica/generales/C-H/mexico/bassols.htm
31 Unikel, Luis (1976). El desarrollo urbano en México, diagnóstico e implicaciones
futuras, EL Colegio de México, 116. 32 Delgadillo, J. y Torres, F. (1990) 30 años de investigación económica
regional en México. El pensamiento y la obra del geógrafo Ángel Bassols Batalla. Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM México.
33 Martin, H. y Schumann, H. (1998) La trampa de la globalización, Taurus, España,
pp. 319. 34 López, Julio (1991) La economía del capitalismo contemporáneo, Diana, México,
pp.238. 35 Forrester, Viviane (1997) El horror económico, FCE, México. 36 Ianni, Octavio (1998) Teorías de la globalización, siglo XXI, 3ª edición,
México, pp.184. 37 Tomado de Delgadillo, J.;Torres, F y Gasca, J. (2001) El desarrollo regional de
México en el vértice de dos milenios. Colección Textos breves de economía. UNAM Porrúa. México. Pp. 30.
Página 232 de 241
38 Tomado de Delgadillo, J.;Torres, F y Gasca, J. (2001) El desarrollo regional de
México en el vértice de dos milenios. Colección Textos breves de economía. UNAM Porrúa. México. Pp. 31.
39 México. Formación de regiones económicas, IIE UNAM, (segunda edición),
México. 40 Pérez Pineda, Jorge A. (2000) “Crecimiento y Reproducción de Desequilibrios
Regionales en México. Universidad Complutense de Madrid [email protected] / [email protected]
41 Pradilla Cobos, Emilio (1995) “La política territorial y la configuración urbano
regional” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 131 – 151.
42 Chamboux-Leroux, J.I. (2001) “ Efectos de la apertura comercial en las regiones y
la localización industrial en México” en Comercio Exterior, Bancomext, Vol. 51, No. 7, julio de 2001, México
43 Por zonas metropolitanas se comprende la extensión del territorio donde quedan
inmersas una ciudad central, como zona urbana, que alberga el poder político administrativo público de la unidad política, llámese municipio, véase a Naciones Unidas, Conferencia de Estocolmo 1966. “Definición de expertos de la ONU” en: Luis Unikel, “El Desarrollo Urbano de México”…,1976; 118.
44 Pradilla Cobos, Emilio y Lisett Márquez López, 2007, “Ciudad de México: el
automóvil contra el transporte colectivo”, Investigación y Diseño 2007, Posgrado en Ciencias y Artes para el Diseño, Universidad Autónoma Metropolitana, Xochimilco, México D.F., México.
45 En la presente legislatura el diputado Fernando Fernández García presentó una
iniciativa de una nueva Ley General de Asentamientos Humanos, en ella se define el desarrollo metropolitano como “el proceso de crecimiento social y económico de una zona o área metropolitana, que garantiza la funcionalidad, ordenamiento y gobernabilidad territorial de una determinada ciudad central y de las unidades político-administrativas contiguas y completas a ésta, para el mejoramiento de la calidad de vida de la población, la preservación del ambiente, así como la conservación y reproducción de los recursos naturales… En la misma iniciativa se define también el concepto de zona metropolitana “como área metropolitana de una ciudad, es la unidad territorial que incluye a la ciudad central y a las unidades político-administrativas contiguas y completas a ésta con características urbanas, de influencia nacional y que suman más de un millón de habitantes. De acuerdo al proceso de metropolización se subclasifican en: transfronterizas cuando se involucran ciudades de otros países; interestatales cuando se involucran dos o más entidades federativas y; estatales cuando están inmersas en la misma entidad federativa”… Tomado de Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública Desarrollo Metropolitano [Actualización: 17 de abril de 2006] en www.diputados.gob.mx/cesop/
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46 Unikel, Luis (1976). El desarrollo urbano en México, diagnóstico e implicaciones
futuras, EL Colegio de México, 116. 47 Maldonado Cruz y Palma Sosa (2006) Correspondencia entre el crecimiento
económico y las condiciones de vida de la población Edición electrónica. Texto completo en www.eumed.net/libros/2006a/pmc/
48 Rodríguez O., E. Y Costa I.F., J. (2001) “Desigualdades regionales e integración
económica: México y España”, Comercio Exterior, Bancomext, Julio de 2001, México.
49 Massiris Cabeza, Angel (01 Oct. 2005) Bajado de la Internet el 01 octubre de 2005.
Portal Del Banco de Colombia http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/letra-m/masir/1.htm.
50 Adela Chávez, Instituto Politécnico Nacional, México,
[email protected] Chávez Galindo A. M. y Rodríguez H. F. (1995) “Desarrollo regional en el estudio de Morelos: el impacto de programa de solidaridad” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 105 – 129.
51 Chávez, Adela (16 de julio de 2006) Comunicación directa vía correo electrónico
([email protected]), y quien hace un arbitraje del presente trabajo en el Tercer Encuentro Internacional sobre Desarrollo sostenible y población, celebrado del 6 al 24 de julio de 2006 vía virtual por parte de la Universidad de Málaga, España. Cuyos datos personales son: Adela Chavez, Instituto Politecnico Nacional, México, [email protected] .
52 González, Cecilia (25 julio 2002) “Persiste inequidad al repartir riqueza” “Viven
con 20 pesos diarios 40 de cada 100 mexicanos”. Grupo Reforma Ciudad de México. http://www.reforma.com/nacional/articulo/214011/#nota
53 Esquivel, Gerardo (2000) “Geografía y desarrollo económico en México” Banco
Interamericano de Desarrollo, Doc. de trabajo de la red de centros del BID. R.389, abril 2000.
54 Esquivel, Gerardo (1999) “Convergencia Regional en México, 1940-1995” en El
Trimestre Económico Vol. LXVI(4), Num. 264 Octubre-Diciembre. Fondo de Cultura Económica, México.
55 Ziccardi, Alicia (1995) “Gobiernos locales: entre la globalización y la ciudadanía
(reflexiones sobre las transformaciones recientes en el Distrito Federal)” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 145 – 162.
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56 Fue durante los años veinte del siglo XX en los Estados Unidos de América que se
desarrolla y empieza a utilizarse el concepto de zona metropolitana, calificando con este término a las ciudades grandes, donde la mancha urbana rebasa los márgenes de la unidad de la administración pública, como unidad política básica de gobierno. Véase a Negrete, Ma. Eugenia y Salazar, Héctor (2004) “Zonas metropolitanas en México, 1980”, en Estudios Demográficos y Urbanos, vol.1, núm. 1. México.
57 Pradilla Cobos, Emilio (1995) “La política territorial y la configuración urbano
regional” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 131 – 151.
58 Pradilla Cobos, Emilio (1995) “La política territorial y la configuración urbano
regional” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 131 – 151.
59 Pradilla Cobos, Emilio (1995) “La política territorial y la configuración urbano
regional” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 131 – 151.
60 Pradilla Cobos, Emilio (1995) “La política territorial y la configuración urbano
regional” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 131 – 151.
61 Hiernaux, Daniel (1995) “Desequilibrios estructurales y desigualdades regionales”
en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. Pp. 25 – 41.
62 Stiglitz, Joseph E. (2004) El malestar en la globalización. Ed. Taurus. México. 63 Hiernaux, Daniel (1995) “Desequilibrios estructurales y desigualdades regionales”
en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. Pp. 25 – 41.
64 Guillén Romo, Héctor (2000) La contrarrevolución neoliberal en México.
Colección Problemas de México. Editorial ERA. México. P. 258.
Página 235 de 241
65 Hiernaux, Daniel (1995) “Desequilibrios estructurales y desigualdades regionales”
en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. Pp. 25 – 41.
66 Aranda Sánchez, José (1995) “La política regional en México: los programas
estratégicos 1983 - 1988” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 42 – 57.
67 Hiernaux, Daniel (1995) “Desequilibrios estructurales y desigualdades regionales”
en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. Pp. 25 – 41.
68 Hiernaux, Daniel (1995) “Desequilibrios estructurales y desigualdades regionales”
en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. Pp. 25 – 41.
69 Aguilar Barajas, Ismael (1993) Descentralización industrial y desarrollo regional
en México. Una evaluación del programa de parques y ciudades industriales, 1970-1986, El Colegio de México, México D.F.
70 Williams, Mary (1997) Cambios en la estructura y ubicación de las actividades
económicas del AMCM, 1970-1988, en: Coulomb, R, y Duhau, E. (coords.); Dinámica Urbana y Procesos Socio-Políticos, OCIM, México, pp. 71-100.
71 Es importante señalar que al hablar de terciarización se hace referencia a la
evolución del sector terciario de la economía, integrado por los servicios a la producción, financieros y comerciales. Asimismo cuando se habla de secundarización se refiere a la evolución de la industria de la transformación de materias primas a bienes manufacturados y procesados para el consumo final o bien como bienes intermedios, insumos industriales.
72 Alegría, Tito (1995) “Reestructuración urbana en la frontera norte de México”
en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 58 – 77.
73 Coatsworth, John (1998) Los orígenes del atraso. 5ª. Reimpresión. Editorial
Alianza. México. P. 265.
Página 236 de 241
74 Messmacher L.M. (2000) “Desigualdad regional en México. El efecto del TLCAN y
otras reformas estructurales”. Documento de Investigación No. 2000-4. Dirección General de Investigación Económica. Banco de México. México
75 Alegría, Tito (1995) “Reestructuración urbana en la frontera norte de México”
en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 58 – 77.
76 Alegría, Tito (1995) “Reestructuración urbana en la frontera norte de México”
en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 58 – 77.
77 González Rodríguez, Sergio Manuel (1995) “Una evaluación de la política de
desarrollo regional basado en la estrategia de ciudades medias en Jalisco, caso Lagos de Moreno (1976 – 1990)” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 78 - 104.
78 Maldonado Cruz y Palma Sosa (2006) Correspondencia entre el crecimiento
económico y las condiciones de vida de la población Edición electrónica. Texto completo en www.eumed.net/libros/2006a/pmc/
79 Chávez Galindo, Ana María y Rodríguez H. Francisco (1995) “Desarrollo regional
en el estudio de Morelos: el impacto del programa de solidaridad”, en Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 105 - 132.
80 Chávez Galindo, Ana María y Rodríguez H. Francisco (1995) “Desarrollo regional
en el estudio de Morelos: el impacto del programa de solidaridad”, en Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 105 - 132.
81 Acceso a la Internet en http://www.sirem.info/2007/PIB.HTML 28 de febrero de
2007. 82 Chacholiades, Miltiades (1989) Comercio Internacional. Mc Graw Hill. México. 83 Guillén Romo, Héctor (2000) La contrarrevolución neoliberal en México.
Colección Problemas de México. Editorial ERA. México. P. 258. 84 Hiernaux, Daniel (1995) “Desequilibrios estructurales y desigualdades regionales”
en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado
Página 237 de 241
por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. Pp. 25 – 41.
85 Curzio Leonardo (1995) “El desarrollo regional frente al proceso de integración
económica” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 133 – 144.
86 En materia de economía espacial se recomienda el texto de Fujita, M., Krugman P. y
Venables A. (2000) Economía Espacial. Primera Edición, Editorial Ariel. España. 87 Ziccardi, Alicia (1995) “Gobiernos locales: entre la globalización y la ciudadanía
(reflexiones sobre las transformaciones recientes en el Distrito Federal)” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 145 – 162.
88 Rifkin, Jeremy (1996) El fin del trabajo; Paidós, México, P. 399. 89 (1995) “Gobiernos locales: entre la globalización y la ciudadanía (reflexiones sobre
las transformaciones recientes en el Distrito Federal)” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. P. 220. Juan Pablos Editor. México. P.p. 145 – 162.
90 (1998) “El Federalismo, los gobiernos locales y las ciudades en México”, en:
Ziccardi y Reyes Luján (Coords.) Ciudades Latinoamericanas. Programa universitario de Estudios sobre la Ciudad. UNAM.
91 Benítez Zenteno, Raúl (1995) “Distribución de la población y desarrollo urbano en
México” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 165 – 198.
92 Puede checarse la evolución de las remesas familiares en México en el portal del
Banco de México, que presenta un estudio de interés: http://www.banxico.org.mx/documents/%7BA5443598-2DF0-815D-4077-A416D3429AA9%7D.pdf 19 nov. 07.
93 García de Fuentes, Ana y Tello Peón, Lucía (1995) “La expansión urbana de
Mérida, 1970 - 1993” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 199 - 217.
Página 238 de 241
94 García de Fuentes, Ana y Tello Peón, Lucía (1995) “La expansión urbana de
Mérida, 1970 - 1993” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 199 - 217.
95 Aguilar, Adrián Guillermo (1995) “Dinámica Metropolitana y terciarización del
empleo en México, 1970 - 1990” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 75 – 97.
96 Aguilar, Adrián Guillermo (1995) “Dinámica Metropolitana y terciarización del
empleo en México, 1970 - 1990” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 75 – 97.
97 Estudios del Consejo Nacional de Población sobre la Marginación en México para
1995 y 2000. 98 Maldonado Cruz y Palma Sosa (2006) Correspondencia entre el crecimiento
económico y las condiciones de vida de la población Edición electrónica. Texto completo en www.eumed.net/libros/2006a/pmc/
99 Disculpando el término que no es peyorativo, sino derivado de la palabra “miseria”,
que es el efecto que se desea implicar al hablar de marginación. 100 García Bátiz, María Luisa y Rodríguez Bautista, Juan Jorge (1995) “Dinámica
metropolitana de Guadalajara y Localización Industrial” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 98 – 115.
101 A quien no pongo en la bibliografía por ser una cita de García y Rodríguez, pero que
se refieren al trabajo “Ires y venires en el occidente”, en Arias, Patricia (1985) Guadalajara la gran ciudad de la pequeña industria. El Colegio de Michoacán. Zamora. México.
102 Castillo Aja, María del Rocío (1995) “Reestructuración espacial de la zona
metropolitana de Guadalajara: el caso de la industria” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 116 – 128
103 Gatto, F. (1990) “Cambio tecnológico neofordista y reorganización productiva.
Primeras reflexiones sobre sus implicaciones territoriales”. Revista Eure No. 47. Pp. 07 – 34.
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104 Lipietz, A. Leborgne, D. (1988) “L’aprés fordisme et son espace”. En Les temps
modernes. No. 501. Francia. Pp. 75 – 114. 105 Méndez G. Del Valle, Ricardo (enero – marzo 1994) “Reestructuración industrial y
nuevos desequilibrios territoriales”. En revista Ciudades No. 21. RNIU. México. Pp. 03 – 13.
106 Storper, M. Walter, R. (1989) “The capitalist imperative. Territory, technology and
industrial growth. New York. Blackwell. 107 Benítez Zenteno, Raúl (1995) “Distribución de la población y desarrollo urbano en
México” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo I. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 165 – 198.
108 García Bátiz, María Luisa y Rodríguez Bautista, Juan Jorge (1995) “Dinámica
metropolitana de Guadalajara y Localización Industrial” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 98 – 115.
109 García Bátiz, María Luisa y Rodríguez Bautista, Juan Jorge (1995) “Dinámica
metropolitana de Guadalajara y Localización Industrial” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 98 – 115.
110 García Bátiz, María Luisa y Rodríguez Bautista, Juan Jorge (1995) “Dinámica
metropolitana de Guadalajara y Localización Industrial” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 98 – 115.
111 Castillo Aja, María del Rocío (1995) “Reestructuración espacial de la zona
metropolitana de Guadalajara: el caso de la industria” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 116 – 128
112 Rózga Luter, Ryszard (1995) “Tecnología y territorio: los rasgos territoriales de
desarrollo de las industrias modernas modernas en el estado de México” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 152 – 167.
113 Castells, Manuel (1989) The informational city. Information technology, Economic
restructuring and the urban – regional process, Basil Blackwell, =xford, Cambridge.
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114 Rózga Luter, Ryszard (1995) “Tecnología y territorio: los rasgos territoriales de
desarrollo de las industrias modernas modernas en el estado de México” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 152 – 167.
115 Malecki, E.J. (1991) Technology and economic development: the dynamicas of
local, regional and national change, Longman Scientific & Tecnical, Essex, England.
116 Rózga Luter, Ryszard (1995) “Tecnología y territorio: los rasgos territoriales de
desarrollo de las industrias modernas modernas en el estado de México” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 152 – 167.
117 Castells, Manuel (1999) La era de la información, siglo XXI, Tomo 1, México,
págs. 229-358. 118 Chías Becerril, Luis (1995) “Consecuencias regionales de la evolución de la red de
carretera en México” en Desarrollo Regional y Urbano (tendencias y alternativas) Tomo II. Coordinado por el Dr. José Luis Calva. Seminario Nacional sobre Alternativas para la Economía Mexicana. Instituto de Geografía, UNAM. Juan Pablos Editor. México. P.p. 168 - 190.
119 Mendoza Pichardo, Gabriel (2007) “Desarrollo regional de México y política
estatal” en Políticas de desarrollo regional. Calva, José Luis (Coord., 2007). Colección Agenda para el desarrollo No. 13. UNAM Miguel Ángel Porrúa y Cámara de Diputados LX Legislatura. México. Pp. 17 – 33.
120 Mendoza Pichardo, Gabriel (2007) “Desarrollo regional de México y política
estatal” en Políticas de desarrollo regional. Calva, José Luis (Coord., 2007). Colección Agenda para el desarrollo No. 13. UNAM Miguel Ángel Porrúa y Cámara de Diputados LX Legislatura. México. Pp. 17 – 33.
121 Mendoza Pichardo, Gabriel (2007) “Desarrollo regional de México y política
estatal” en Políticas de desarrollo regional. Calva, José Luis (Coord., 2007). Colección Agenda para el desarrollo No. 13. UNAM Miguel Ángel Porrúa y Cámara de Diputados LX Legislatura. México. Pp. 17 – 33.
122 Arce Castro, Bertha Alicia (14 de julio de 2006): Comunicación directa vía correo
electrónico ([email protected]), y quien hace un arbitraje del presente trabajo en el Tercer Encuentro Internacional sobre Desarrollo sostenible y población, celebrado del 6 al 24 de julio de 2006 vía virtual por parte de la Universidad de Málaga, España. Cuyos datos personales son: Bertha Alicia Arce Castro, Universidad Veracruzana, México.
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123 Arce Castro, Bertha Alicia (14 de julio de 2006): Comunicación directa vía correo
electrónico ([email protected]), y quien hace un arbitraje del presente trabajo en el Tercer Encuentro Internacional sobre Desarrollo sostenible y población, celebrado del 6 al 24 de julio de 2006 vía virtual por parte de la Universidad de Málaga, España. Cuyos datos personales son: Bertha Alicia Arce Castro, Universidad Veracruzana, México.
124 González Rodríguez, Sergio Manuel (2001) “Gobiernos Locales y gestión del
desarrollo en el contexto del TLCAN y el proceso de globalización. El caso de Jalisco”. En El renacimiento de las regiones (descentralización y desarrollo regional en Alemania (Brandenburgo) y México (Jalisco). Compiladores ARROYO Alejandre, Jesús, KEIM Kart-Dieter y SCOTT, James W. Universidad de Guadalajara UCLA y Juan Pablos Editor. México. Pp. 307 - 370.
125 González Rodríguez, Sergio Manuel (2001) “Gobiernos Locales y gestión del
desarrollo en el contexto del TLCAN y el proceso de globalización. El caso de Jalisco”. En El renacimiento de las regiones (descentralización y desarrollo regional en Alemania (Brandenburgo) y México (Jalisco). Compiladores ARROYO Alejandre, Jesús, KEIM Kart-Dieter y SCOTT, James W. Universidad de Guadalajara UCLA y Juan Pablos Editor. México. Pp. 307 - 370.