ZEA América Latina en sus ideas

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INTERROGACIONESSOBRE EL PENSAMIENTO FILOSOFICO INTERROGACIONES SOBRE EL PENSAMIENTO FlLOS6FICO 47

ARTURO ANDRES ROIG nieros- podria setialarse con variantes respecto de las diversas zonasculturales latinoarnericanas."

Ademas, en relaci6n can aquella constituci6n etnica de la que hemoshablado, se creyo posible mostrar la--exIslencla~ae-ciertas actit1;ldes~~-manas que influyeron de modo muy directo en los procesos ideologi-cos. Asi, el acentuado "europelsmo" que ha caracterizado a ciertas elitesintelectuales de Argentina y Uruguay no tiene una presencia equivalen-te en naciones en las que se encuentran vigentes tradiciones culturalesno europeas, que Darcy Ribeiro ha denoIninado "pueblos testimonio",a saber, entre otras las poblaciones sobrevivientes de las culturas maya,azteca 0 incaica,"

Al intentar una historia de la filosofia entendida como quehacer aca-demico surgido de las universidades, encontramos que la misma no ten-drfa igual importancia en todos los paises del continente. Asi, Argen-tina, Uruguay, Chile y Brasil apenas mostraron producciones de interespara una historia filos6fica de este tipo a fines del siglo XVIII, cuandoMexico y el Peru ya poseian centros acadernicos de relevancia a partirdel siglo XVI. Durante el siglo XIX, se mantuvo a pesar de la aparici6nsucesiva de nuevos centros fllosoficos importantes (Buenos Aires, Mon-tevideo, Rio de Janeiro, Recife, La Habana, etc.) un panorama de ere-cimiento desigual que comenzara a ser superado aceleradamente a par-tir del primer cuarto del siglo xx. En nuestros dias, la labor filos6ficauniversitaria ha alcanzado un volumen y una extension tales que ya noes tarea dificil seguirla en sus eorrientes y producciones.

Aquf pudiera sefialarse el amplio movimiento intelectual contempo-ranee de America Latina que, en cierto momento, se propusoalcanzaruna visi6n organica y unitaria de sus diversas formas culturales, acordecon un renacimiento de los viejos ideales bolivarianos de "unidad" delcontinente. Nada seria, sin embargo, mas ajeno a la realidadque,,~ldesconocimiento de Iasdiversidades, hecho que podrfa llevar a eqiiivo-ciiQos·esquemas·y generalizaciones. No setrata de postular formas ilu-S'Onas de unidad.Isinode propender a Iii integracion dialectica de 10 unoy J6:-4"ivet~o.· ~" !

--Un aspecto que no ha pennitido una vision suficientemente organicsy completa del desarrollo del pensamiento de America Latina ha consis-tido en que se ha entendido que aquella Ia integran de modo exclusivola America hispanica y la America lusitana. Incluso la expresi6n "pen.samiento de America Latina" tiene, sin embargo, el inconveniente deno-'sefialar la existencia de otros desarrollos del pensamiento que noquedan comprendidos terminol6gicamente, pero que de hecho podriaserentendido que tambien 10 constituyen, si bien de diverso modo. Sise 10 reduce a pensamiento expresado en las lenguas latinas indicadas,

1. La naturaleza del pensamiento filosofico latinoamericano, sus carac-teres y desarrollo, asi como tambien los modos de la practica filosoficamisma constituyen un conjunto de temas de creciente interes en Ame-rica Latina, La historia de esta preocupaci6n no es, ademas, reciente ypresenta un ya largo proceso de discusi6n y elaboracion,

En cuanto problema de alcance continental, esta tematica ofrece undesarrollo ciertamente complejo dentro del cual son casi intangibleslos aportes de una tan rica diversidad frente a los pretendidos caracte-res de una unidad, que solamente puede justificarse dentro del marcode una corriente muy especifica del pensaIniento filos6fico latinoame-ricano.

Desde este punta ~e vi~ta, la ~~4~l:1.y d~ver~id~dque ~ues~ra estepensamiento en su historia no son ajenas a la .umdad y dlve:-sldad dela cultura propia de America Latina, y dependen de una sene de fac-tores de tipo econ6mico, antropologico, lingttfstico. politico, etc., quehan de .ser tenidos necesariamente en cuenta si se desea explicar lasmodalidades comunes y las dispares, visibles en eI desarrollo mismo delpensamiento. .

Por otro Iado, si a este 10 presentamos ateniendonos a ciertas cate-gorfas historiograficas, tales como la de las "concepciones del mundoy de la vida", no se podrian dejar de considerar las diversidades quepretenden surgir de la constitucion etnica y Iingiilstica de los diversospueblos que integran America Latina, asi como tambien de sus estruc-turas sociales. .

El amplio movimiento de "miscigenaeion racial" visible en algunasregiones llevo a Jose Marti a hablar de "nuestra America mestiza".' Apesar de todo y reconociendo las dificultades de la cuesti6n, la formaen que estos procesos se han dado historicamente dieron pie para quealgunos pensadores creyesen en la posibilidad de determinar ciertascategorias generales, hoy discutidas.

Incluso, se han llegado a establecer comparaciones entre la culturade las ciudades situadas en los litorales maritimos (Buenos Aires, Gua-yaquil, Lima, Montevideo, Rio de Janeiro) y la de las del interior (Me-xico, Bogota, Quito, Cuzco, Cordoba), a fin de sefialar, sobre todo paraciertas etapas, fuertes disparidades en el desarrollo del pensamien-to. Este hecho que ya habia sido observado por Domingo FaustinoSarmiento --quien propuso en su Facundo el trazado de una "cartageografica de las ideas", tema retomado mas adelante por Jose lnge-

2 Jose Ingenieros, Evolucion de las ideas argentinas, Buenos Aires, Librerfa ElAteneo, 1951, tome I, caps. I y II Y Abelardo Villegas, Reiormismo y revolucionen el pensqmiento latinoamericano, Mexico, Siglo XXI, 1972, p. 39.

a Darcy Ribeiro, Las Americas y la civilizacion, Buenos Aires, Centro Editor deAmerica Latina, 1972, P. 534.

1Jose Marti, "Nuestra America", en Marti y la primera revolucion cubana,pp. 11-13,Buenos Aires, Centro Editor de America Latina, 1971, 158 pp,

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ARTURO ANDIIES ROIG INTElUKlGACiONES' $OBRE EL PENSAMIENTO I'ILOSOFICO 49sda excluid9.,~L~I;l:s.l:\IIlieIltomihuatI,quechua y. otros, como asimis-

formas"exp;resadas 'en"lengua . fririicesa, ,'iii:81esa"u'"holiDdesa:'del'be,' efc:~-Laactual tenderididentro d€flosestUdi()s'derpeiiS~o

Ctica Latina radica en la forma de considerar la"comp1ejidaq. de._~9".de~Uos· d~~~ro de sus respec:!iY§~~:£Q~Je_~~_,~~.!oriCosyell. '. ',"",._~.·".·v •.,,~·_··· .... --_.- .•..-

. .' pniblema.de ."ttnidad y. diversldad" del pensaD)iento de Am~rica••••• 8S1 entendido. debe ser ademas eonsiderado temendo.· en euentaJa biltonadel periSaIDierito fllosoflco espafiol y portugues, tanto en la•• colonial (~esdel siglQ xv hastaIas guerrasde"fudependencia~'qUI" .ueeden a IQ largo de todo el siglo XIX) , CoJIlO en su evolucionpotterior hasta nuestros dfas, Ademas, seria lnteresante conocer lahJstona de las formas cfe pensamiento de otros paisesque integranAm4rica Latina. <rilipinaS, antiguas posesiones portuguesasdel Africa;Angola, Mo~bique) yque compartenen mayor 0 menor grado aspec-tos sitIlilares" derivados del proceso de Ia colonleacienhispanica y por-tuguesa, '.

. !--8 '~eridencia a a1ca~zar una vision "totalizadora" encuentra su JUS"tifi~CIonsobre todo SI se cree que hay "factores de unidad" mas.re-Presen~tivos para ciertas mentalidades que los que ofrecen las dbs})rin~ipilles lenguas Iatinas: castellano y portuguese Nosreferimos demodo concreto a la situactonen que se encuentran los paises latina-~eriaut0srespecto d,~ pafses que ejerceno han ..ejercido sabre enosuna dominacicSn/conomica, politicayeultul"al_ Los p*oblemas de "de_pertdencia~in~~pendencUi", ..'·dominacion2liberaci6n", ban desem~douJ1 pil~l de~te respecto d~las fo~y elUSQ~lpensaline:ntofilosofico .~tqcf~ ..~lcontinente, fenomeno esteque. no isOlo es clara·mente visible durante el sigto XIX, sino que 10 sigue siend<tennue8trosdfas. De este modo a las tradiciones filos6ficasU>plino1uSitatlas quepudieron. enuna ••ePQCadeterminada,· constituir un factor" de Unidad. sebusc6 qregar una drcunstancia continental de ya blrga historla.deri.\lada d,las l'£llaciones dedependencia de America Latina t'espectode101 lmperl~s col~niales consn.tuidos en I~s albores~e la Sdad Mode~y d•. 101 impenos neocolollla1esp()stenares. surgtdos dW'aDt~. el 51-110 me. En ..este. sentido, la problexnatica que muestran los diversosClNurolJos del ~nsamiento de :naciones como Haiti; la Guayana In-lI •• a, Jatnaica, Puerto Rico 0 Panama, par poner algunos ejemplos ym41! aJ.!' de sus diferencias Iingiifstlcas, no es extraiia a la que, conmlyom desarrollos y tecnicismo filosofico respecto de algunos de esospaI-. puede estudiarse en Buenos Aires, Sao Paulo 0 Bogota. EnmlJ(;to, para algunos pensadores como Augusto Salazar Bondy, hay unaHrld de factores basicos que actuan de modo constante y con fuertedecto en la orientacion sociocultural, que hacen que la unidad sea mayorque 18 dlversidad en todo el eontinente.

Si tenernos en cuenta las influencias filosoficas recibidas, tarnbien seponen de manifiesto, frente a diferencias nacionales y en algunos casoszonales respecto de la recepci6n de las mismas, formas de unidad evi-

dente. A fines del siglo XVIII comienzan aser leldos dentro dela esco-lastica -hispanohisitana, autores modernos franceses e ingleses ,ue masadelante, principalmente durante el siglo XIX y parte del xx ejerceran,sobretodo los primeros, una influencia casi exdusiva. Este hecho ha1levado a establecer necesariamente dentro de la historiografia filosO"fica una periodlzacion que muestra ~'EiJ:!t:Y~~il.~1l9~,p£j.t~d. ,

2. Laproblematica de la unidad, diversidad y extension del pen~mieri-to filas6fico latinoamericano, tal como 10 hemos presentado, exrge lacomprension de los modos en que ese pensamiento se ha .desarrolladoydel tipocaracteristlco depensador que ha. ejercido la funcien fila-

~~~C~t:k~~:~r!·la;1~;~fd~~~g~~4Jieii~16n!D.tJ~ei&s~dftTr1~l~~~~t~if~:socia!~I:i~~r~[ando.ri.o ..dena'" tnidicion~ihistor~a aca~~~i~a' de !1I fila-sofia. reducida par 10 general al estudio de la evolucion intrfnseca deloi" sistemas.iPor su parte, la 'sociologfa del saber y la teoria criticadeJasideologias, han venido a reforzar de diversa rilane-ra aquenasteiideiiclasliIstoridstas. La naturaleza misma dekpensamiento latina-americano haexigido por su parte una definicion de la nocion de "pen-samiento" que seadecue. a los modes historicos dados. POl' e~!ll~ razo-nes, .Ia historiograffa filosofica latinoamericana se ha id()de~arrQ~la~d,? i

denrro d~t campo masampHo de la: "Il~storia de 18cS.igEl.as",III fil()~C?fia1;iiDp¥t!!~~!!.e,lpensainiento de las culturas aut6ctonasregion~les; como 1\ti"rii1?i~~la pre~enteen las diversas formas del pensarniento politico,economIco, etcetera ' .....' .

Elmaestro.eSpanol Jose Gaos sefialo.como caracteres delupensami~~-to." latin0antci:ricano la .meditaclen sobre objetos inmanentes, ~IltendFdos en relacion con unacircunstancia concreta Y: expresados con uncierto estilo y metodo Hlosoflcos.' Este tipo de pensarniento coincidecont:'lgo que hll sido m()strado en particular para el si,gloXIX latina-aineI'icano,a saber, la existencia de una litenituraafilosofada 0 de.una literatuta~specialmeI1teeargada de ideas. Domingo FaiIstirioSar-miento, Jose Marti; Juan. Bautista Alberdi, Andres Bello, Francisco Bil-bao; }\,figuelAntoriioCarQ, C~I1stituyen ejemplos de estemodo de expre-si6n de pensamientofilos6fico. ".. ". -. ' . ". . '.' .

En losalbores del presente siglo y bajo ciertas influencias positivis-tas se comienza aabandonar el uso casi exclusivo de la forma deno-mi~ada por Gaos "p~lJ~~mjent!l" y aparece 10 que lit~ijIJe,SQ!er hallamado"form'as teoreticas"." En 1927, el filosofo argentino AlejandroKonnteriuriCI6preds'amente este paso de una forma a otra: "La filoso-fia abstracta solo nos inspira -deda- un mediano interes, Con elmayor calor en cambia, discutimos sus consecuencias sociales, peda-gogicas, economicas 0 polltieas. No concebirnos a la filosofia sino como

4 Jose Gaos, El pensamiento hispanoamericano, Mexico. El Colegio de Mexico,1944, p. 11.

t Ricaurte Soler. El positivismo argentino. Panama, Imprenta Nacional, 1959,pagina 17.

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50 ARTURO ANDREs ROIG INTERROGACIONES SOBRE EL PENSAMIENTO FILOs6FICO 51

solucion de las cuestiones que en el momenta nos apasionan, si bienlentamente aprendemos a buscarla en un plano mas alto." 6

Con filosofos como Alejandro Korn y otros que Ie son contempora-neos -a los que se ha dado en Hamar los "fundadores" de la filosofialatinoamericana- cobra volumen justamente un proceso al que Fran-cisco Romero ha denominado de "normalizacion" de la filosoffa. Estehecho tiene relacion directa con el crecimiento y la reorganizaci6n aca-demica de las universidades en America Latina, las que a partir de 1918comienzan a desempefiar un papel politico considerable en muchospafses "del continente, y luego de la decada de los aries treinta en ade-lante se ven obligadas a responder, en algunas regiones como Mexicoy el Rio de la Plata, a problemas sodales cada vez mas complejos. Lafilosofia adquiere a la par de otros estudios (los sociales, por ejem-plo) , una presencia y sistematizacion que no habia tenido antes. AIdecir de Romero, la filosoffa latinoamericana pasa de una "improvise-cion facil" hacia un tipo de trabajo "rnetodico y riguroso" realizadosobre la base de una informaci6n directa y sincr6nica respecto de laproducci6n filosofica de los paises europeos.' Los "fundadores", AntonioCaso, Carlos Vaz Ferreira, Alejandro Korn, Enrique Molina, CoriolanoAlberini, Alejandro Deustua, Raimundo de Farias Brito y otros, segunnos dice Romero "crean y arraigan una tradici6n" que implica unapresencia normal de la tarea filosofica de alto nivel en los principalescentros. culturales del cont~nente. I;-a.,)~po~~,ncia"dee~~eh.eclt?.s,~.!!~dado, SIn embargo acompanada de 1a aparicron de un academicismodel que estaba exenta la filosofia expresada como "pensamiento". Ladiscusionque estos hechosplantean continua actualmente en los deba-tes sobre la funcion que la filosofia ha de cumplir en America LatinaY, como es Iogico, tambien sobre su naturaleza.

segun Joao Cruz Costa, casi como un "pragmatismo"," Conectado estre-chamente can estas rakes, se ha hablado tambien de una fuerte voca-ci6n 'par la vida practica y en tal sentido de un "eticismo". AI "inma-nentismo" que suponen estos caracteres se ha contrapuesto a veces un"trascendentismo" no ajeno a las manifestaciones de un cierto "mis-ticismo" espafiol."En otros casos, :a caracterizaci6n ha sido organizadapar contraposicion, ya sea respecto del "hombre norteamericano", yadel "europeo", La via de determinacion por medio de comparacionescan cierto tipo de valores cuIturales estadunidenses tomo fuerza hacia1900 y su expresion mas conocida se ha visto difundida por el "arie-Iismo", Dentro de esta linea, el pensador latinoarnericano ha sido consi-derado como ideaIista, espiritualista, esteticista y antipragmatista, sinque queden bien en claro muchas veces cuales son los limites entre el"ser" y el "deber ser", La comparacion con los pensadores europeos haIlevado a sefialar como caracteres del filosofo latinoamericano una ac-titud antiespeculativa, una falta de rigor y una tendencia imitativa. Enrelacion con 10 ultimo se ha hablado tambien de "bovarismo", un tratarde parecer 10 que no se es y, como efecto de las deficiencias enume-radas, habria ademas un sentimiento de inferioridad v de frustracion.En una epoca determinada esta tematica dio lugar a numerosas arnbi-gtiedades especialmente manifestadas dentro de una Iiteratura de tipoensayfstico.

Por otro lado, la afirmacion de determinados caracteres y su valo-racion, ha estado largo tiempo relacionada can la cuesti6n de si existeo no una filosofia en America Latina y par supuesto tambien con 10que se entiende por filosofia. Posteriormente, Ia caracterizaci6n delpensador latinoamericano tendio a establecerse no tanto sobre unapresunta naturaleza (presupuesto que se encuentra en mas de una delas lineas mencionadas), sino muy concretamente sobre los modos his-t6ricos con los cuales el pensador ha ejercido su funcion en relacioncon el medio social y su ubicaci6n dentro de 61. En este sentido, lacorriente historidsta entiende a la filosofia y al filosofo dentro delsistema de conexiones de una epoca dada. Leopoldo Zea es quien hasefialado este metoda con mas insistencia en sus numerosos trabajos.Para el, si la filosofia latinoarnericana se ha mostrado interesada fun-darnentalmente P9r problemas politicos y pedag6gicos, ha sido porqueconstituia una respuesta a una concreta situaci6n hist6rica. Asf, el es-pfritu inmanentista, practice y selectivo queZea ha creido sefialar comocaracteristico del pensador latinoamericano y que ha llevado a este aun uso instrumental de la filosofia elaborada par cierto saber europeo,constituiria una respuesta ante una situaci6n general de dependencia,"

Por su parte, la discusi6n acerca de la naturaleza y el grado de esasituaci6n de dependencia de America Latina ha llevado a la cuesti6n

3. En relacion directa con 10 anterior, ya desde fines del siglo XIXcomenzo a sentirse la necesidad de caracterizar 10 que durante largotiempo dio en llamarse "nuestro ente intelectual historico-cultural", in-tento desarrollado dentro de la busqueda del perfil que el hombremuestra en America Latina. Desde el punto de vistarnetodologico 'estaproblem~tica ha jugado permanentemente entre dos pIanos no siempreclaramente distinguidos, el del "ser" y el del "deber ser". Se ha sefia-lado la presencia de caracteres que derivarian de raices culturales his-panicas y lusitanas, a 10 que se ha sumado notas caracteristicas autoc-tonas en algunas regiones. La cuestion de la "~on.ciel}S~~"II;1e~tizatlhasido, entre otros, uno de los temas mas discutidos dentro de "estasbusquedas. De la herencia iberica provendria un "realismo" que en elBrasil como consecuencia del espiritu originario portugues se daria

6 Alejandro Korn, "Filosoffa argentina", en Obras completas, p. 40, Buenos Ai-res, Editorial Claridad, 1949, 737 pp.

7 Francisco Romero, Sobre la filosoiia en America, Buenos Aires, Editorial Rai-gal, 1952, 135 pp.

8 Joao Cruz Costa, Esbozo de tina historia de las ideas en el Brasil, Mexico,Fonda de Cultura Econ6mica, 1957, p. 25.

I!Jose Gaos, El pensamiento hispanoamericano, ed. cit., pp, 12-13.10 Leopoldo Zea, La filosoiia en Mexico, Mexico, Ediciones Librornex, 1955, t. I, p.lO.

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ARTlIRO ANDIW;ROIGi:NtEllROGACIONr:SSOBRI! EL PENSAMlf.NiO FII:.os6FICO 53

d" In "autentlcidad" 0 "inautenticidad" del fi16sofo Iatinoamericano,Bttmdhmdo 01 problema de la "alienacion de la cultura", tema centralPrtid!JIUfumtl.l de la sugestiva polemicasostenida entre Augusto SalazarBundy y uopoldo Zea.11

La tui~del "lnstrurnentalismo", mediante la cual se ha ttatadodediU, dontm duJ "circunstancialismo", con un modo de apropiacion dellu~bufilOl6ficfl y en tal sentidocon una forma de autentieidadcreyortw41h,r uno de Ius aspectos tal vez mas profundosy diseutidosque ca-racterlzan AI lntelectual Iatinoamericano: el desencuentro can S11 propiafNllidad y la presencia de una conciencia escindida, Masesta nota dis-ti."I"., como tantas otras, es histortca. No es porn~ttlral~qmr'elhombre launoemertcano se muestra idealista 0 pragmatico, il"JJnanen-tlsta 0 trascendentista, realista 0 ut6pico. Las tendencias a que dan lugar ,estes diversos aspectos propios de una concienciaconflictiva, ,"podrtan"tener una explicacion dentro de un sist!9l~ ..d~,~ntradiccjQt1es; PorotrOlado, un legftimo deseo de superacionyuna actinid it veceshipercrlticaha favorecido la formacion de un tipa defi16sofo acade.lnico que hallegado a confundir, en algunos cases;. autentlcldad can ngor" t&nieo yque muy frecuentemente hacaido en una actitudcientificista que, porotra Via. habrfa ocultado esa "conciencia desgarrada" de Ia quehemoshablado. '

Son estos los primeros intentos de estudlar el desarrollo de las corrien-tes fiIos6ficas can un caracter nacional. En 1908, el peruano FranciscoGarcia Calderon da comienzo a un nuevo tipo de historiograffa con suestrito "Lescourants philosophiqties, dans )'Amctiquc'Latine",'d el prime:ro en sugenero pot sucatacter general. La ptjmera decada del siglo xxvioaplirecer 'ademas los' estudios Iniciales sobre eldesarrollo. del pen-:saxniento en Ia Argentfua,ci>n el ensayo de; AleJandroKorn, InilueneiasfilosofiCasen la evolucion nacional; aparecido entre 1912 y 1915. el deJose Ingenieros, ,Las .direccianes filoso/icas en la culturaatgentina,de 1914.JTEn lin~ generales, podria decirseque unaci~nahistorio-grafia filoS6fica oontemponineaen America Latina encuentra sus raicesen la epoca en' que algunas corrfentes del "positivismo" influyeron enla determinacion' de ciertos principios y categorfas historiograficas,vigentes aun en algunos aspectos, y mas tarde en la epoca de las reac-clones antipositivistas. " ' , ,

En este sentido, si se rcompara rel proceso de censtitucion de esahtstoriografta filosofica con el de la literatura, resultariavisible eIretardo en el que ha llegado aorganizarse el.primero. EI hecho se.rela-ciona 'con la "non:nalizaei6n" de estas actividades intelectuales. ManuelUgaI-t~ decIar6 a principios de siglo que la produccion Y,critica litera-rias eran ya un bechot'normal" en Hispanoamerica.f mientras que la"normalizacion" del quehacer fflosoflco del que nos ha hablado Fran"cisco Romero.se produce" despues de la decada de los veinte, Tal,vezen cierto sentido se haya dado una excepci6n de este hiato entre ~bosprocesos, en Cuba. en donde, segun Medardo Vitier, gracias a Iatem-pranll' historiografia filosofiea, la tradici6n en. este campo habria 'que-dado fijadaantes que laIiteraria."

Algunos pensaderes suponen queesa historiografia del pensamientofiloS6fico< puede. considerarse como ya constituida en casi todes losparses Iberoamerieanos, si bien es dena que en algunos las investiga·clones hanalcansadoun nivel y un desarrollo mayores. En lmeasgene-rales se esta aUnen Iaetapa de Ia elaboraci6nde htstorias de caracternacional.ipaso iInprescindible -scgUn esospensadores- para poder

4; Lahistoriografia filos6fica latinOamericanaha. aleanzado en nUes-tros dias un gradode desarrollo y de extension indudables. LapoImi-caacerca de la.p()sibilidad de fundar UDpensamientb filos6ficoautonomoha inddido directamente sobre este campo,detetrninandonuevas orien-taciones metoool6gicas de IllS que pretenderemos seiialar ahorastlsprincipales direeclones y pmblemas., .,', .,' , ".

Los intentosde haceruna historiadelpensanliento filosoficoen Ame-rica Latina tienen,ademas, lejanosantecedentelt Uno deIos documen·tos mas antiguos, con.el-cual se iniciaeste,tipodehistoti.ografill,eseltrabajo del cubano Jose Manuel Mestre Delafilosofia en LQ.Ho,bima. de186l.u Mtis tarde, en 1878,aparecio ellibtoAfilosojia no Brasil de Sil-vio Romero; U en 1885 y 1896 se publican respeetivamente las obras141 fllQ.m/ta en fa Nueva Espana de AgustfnRiveta 14 y Apul1,tiu:icmtShlstoricas sabre la filosofia en MeXico de Emeterio Valverde Tmez.u II Francisco Garda Calderon, "Les cotirants phiIosOphiqllesdans l'Anierique

Latine", en Revue de Mitaphysique et Morale, Paris, aiio XVI, DUm: 5, septiembrede 1908, pp. 674-681.

u' Alejandro Korn, "Influ:encias filosOfieas en la evolucion nacionaI", en Revistade Iii Universidad de Buenos Aires, aiio IX, tomos xvm-xx, mim, 89, 1912, pp. 431-478 (cap. I) y en Anales de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Uni"'versidad de Buenos Aires, tomo IV. 1914, pp. 304-373, y tomo v, 1915, pp. 140-192(caps. II y III), Y Jose Ingenieros, "Las direcciones filos6ficas en la cultura ar-gentina", en Revista de la Universidad de Buenos Aires, aDo XI, tomo XXVIII, 1914,PI'. 261-299 y 372-412.

18 Ct. Rafael Alberto Arrieta, Historia de la literatura argentina, Buenos Aires,Peuser, 1958, tome IV, p. 308 y tome VI, p. 222•

19 Medardo Vitier, Las ideas y la filosofia en Cuba, La Habana, Instituto delLibro, 1970, p, 410.

" Augusto SalamI· Bondy, i.Existe una fil(}sofia de nuestra Amiricti?; Mt!xico,Si-ll!u XXI, 1969, 1J3 pp., Y Leopoldo lea, La filosofia americana como filoso/fa sin/"Ii~. Mt'dl'O, Sill:lo XXI, 1969, 165 Pl'._n J_, Manuel Mestre, De la [ilosotia en La Habana, La Habana, Ministerio de

liducacloll. Dlrecclon de Cultura, 1952, 154 1'1'.II "lIvio Romero, A filosotia no Brasil, Porto Alegre, Tipografia de Deutsche

Zeitun8, 1878, 192 pp.If AflUlIUn Rivera, fA iilosoita en la Nueva Espaiia, 0 sea disertaci6n sabre el

tlIrCUQ de ta Nueva Espaiia en las ciencias filos6!icas, Lagos, Xalapa, Tipografialie V. E. Veloz, 1885, 402 pp.

•• Emeterio Valverde Tellez, Apuntaciones historicas sobre la filosofia en Mi-xico, Mexico, Herrero. 1896, 476 pp.

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54 ARTURO ANDREs ROIG

encarar historias continentales, genero dentro del cual hay ya, sin em-bargo, intentos importantes.

Si tuvieramos que sefialar las principales lmeas de desarrollo, algu-nos dirian que muestran tendencias contrapuestas que han respondidotanto a problemas de formacion intelectual como a criterios metodolo-gicos y actitudes ideol6gicas. La contraposicion entre "latinoamerica-nisrno" y "panamericanismo", por ejemplo,ha llevado a plantear ciertahistoriograffa filosofica desde horizontes distintos; la contraposicionentre la tradiclon "academicista" que tiende a hacer una historia inma-nente de las ideas y Ia tendencia de origen "hlstoricisra" que"trata alas ideas en su relacion con e1 contexto social, ofrece disparidades evi-dentes; la forrnacion intelectual que ha llevado a hacer historia de lasideas en unos casos a partir de las ciencias sociales (polftica, derecho,sociologia, etc.) , en otros, desde el campo de la filosoffa y aun de lahistoria, lleva a formas de elaboracion diferenciables fundamentalmen-te en el aspecto metodol6gico; tambien es posible sefialar la contrapo-sicion que hay dentro de la historiograffa academics entre 10 que po-driarnos denominar "tradicionalismo" y "modernismo", originada laprimera de las tendencias indicadas en las corrientes neocatolicas, prin-cipalmente el "neotomismo". La produccion historiografica que respon-de a los ideales del "latinoamericanismo" y que proviene ademas, condiversos matices, del "historicisrno" sefialado es -a los ojos de ciertospensadores- una de las que se caracteriza con mayor fuerza en nues-tros dfas.

Habfamos dicho que una cierta historiograffa actual deriva princi-palmente de la elaborada en Ia etapa de la reacci6n antipositivista. Enla Argentina Ia labor historiografica contemporanea tiene sus rakesen las obras de Jose Ingenieros, Alejandro Korn y Coriolano Alberini,los que han generado lineas de desarrollo con perfiles propios. Comocontinuador de Korn, se ha destacado Francisco Romero, autor de laobra Sabre La filasafia en America." quien ha sido uno de los mas en-tusiastas promotores del estudio del pensamiento latinoamericano anivel continental. A su vez, uno de los continuadores de Ingenieros,dentro de cierta corriente marxista, ha sido Anibal Ponce. El conjuntode investigadores preocupados en elaborar una historia del pensamientocon posterioridad a los mencionados es ciertamente numeroso. Sin pre-tender ser exhaustivos podriamos mencionar, entre otros, a Jose LuisRomero, Anibal Sanchez Reulet, Juan Carlos Torchia Estrada, EugenioPucciarelli; Luis Farre, Juan Adolfo Vazquez, Manuel Gonzalo Casas,Alberto Caturelli, Diego F. Pro, QuUJ~umeFurlong. Hasta ahara posi-blemente el mas importante estudio sobre el positivismo argentino 10ha hecho el panamefio Ricaurte Soler." En Mexico, la tarea de historiar

20 Francisco Romero, Sobre la [ilosoiia en America, Buenos Aires, Editorial Rai-gal, 1952, 135 pp.

21 Ricaurte Soler, El positivismo argentino, Panama, Imprenta Nacional, 1959,305 pp.

INTERROGACIONES "SOBRE EL PENSAMIENTO FlLOS6FICO 55

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un cierto pensamiento "propio" ha tenido sus inicios, para nuestraepoca, con el magisterio de Antonio Caso y Ia obra de Samuel Ramos,autor de una Historia de La filosofia en Mexico," La fecunda labor deJose Gaos, espafiol transterrado y maestro de toda una generacion, vinoa reforzar la tarea emprendida. Entre los discipulos de Gaos se destacaLeopoldo Zea, quien can el grupo "Hiperion", no s610 promovi6 el mo-vimiento denominado de la "filosoffa de 10 mexicano", sino que, ade-mas, produjo dos significativas obras: £1 positivismo en Mexico y Apo-geo y decadencia del positivismo en Mexica/3 que han marcado ciertaspautas metodo16gicas de importante influencia. Mas tarde, el rnismoZea publico uno de los primeros ensayos panoramicos de nuestra epo-ca: Dos etapas del pensamiento en Hispanoamerica: del romanticismoal positivismo:" Del mismo modo que en la Argentina, muchos son loshistoriadores del pensamiento que debemos citar y siempre can el riesgode omisiones: Silvio Zavala, Miguel Leon-Portilla Edmundo O'GormanJose Marfa Gallegos Rocafull, Rafael Moreno, Luis Villoro, Abelard~Villegas, Francisco Larroyo, Pablo Gonzalez Casanova, Francisco LopezCamara, Bernabe Navarro, Victoria Junco, Gabriel Mendez Plancarte.En Brasil, 10 mismo que en Argentina y Mexico, una cierta historiogra-fia filosofica ha sido desarrollada con particular intensidad. Uno de losmas. destacados historiografos brasilefios es Joao Cruz Costa, quien cansu Iibro Contribuciio a historia das ideias no Brasil2~ y otras numerosasobras, retorno la tradici6n iniciada por Silvio Romero a fines del si-glo XIX. La labor llevada a cabo en cierta historiografia por MiguelReale y Luis Washington Vita en el Instituto Brasilefio de Filosofia deS~o ~aulo, ha sido continuada por Antonio Paim, quien ha renovadocntenos de investigacion a partir de su Iibro A filasofia da Escola doRecife:" Otros investigadores brasilefios de importancia son, entre otros,Leonel Franca, Ivan Lins, Sergio Buarque de Holanda, Djacir Mene-zes, Helio Jaguaribe, Jose Antonio Tobias, Enrique Lima Vaz, AntonioL. Machado Neto, Joao Camilo de Oliveira Torres. En otros pafses lati-noamericanos, si bien las diferentes escuelas y tendencias no han tenidorepercusi6n como es el caso de Argentina, Brasil y Mexico, han habidoinvestigadores que han sistematizado las respectivas historiasnaciona-les. En Uruguay, donde la tradicion "americanista" de Jose EnriqueRodo siempre se mantuvo viva en algunos cfrculos intelectuales, ArturoArdao ha llevado a cabo una labor de alto nivel, Su libro Racionalismo

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22 Samuel Ramos, Historic de la filosoiia en Mexico, Mexico El Colegio de Me·xico, 1948, 310 pp. '

23 Leopoldo Zea, El positivismo en Mexico, Mexico, El Colegio de Mexico, 1953,303 pp.

2t Leopoldo Zea, Dos etapas del pensamiento en Hispanoamericai del romanti-cismo at positivismo, Mexico, El Colegio de Mexico, 1949, 396 pp.

2~ Joao Cruz Costa, Contribuciio a historia das ideias no Brasil: 0 desenvolvi-menta da jilosojia no Brasil e a evolucdo hist6rica nacional, Rio de Janeiro. JoseOlympia, 1956, 484 pp.

26 Antonio Paim, A iilosofia da Escola do Recife, Rio de Janeiro, Editora Saga,1966. 276 pp.

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56 ARTURO ANDREs ROIG

y liberalismo en el Uruguay"; constituye una de las excelentes mono-grafias que ha producido cierta historiografia latinoamericanar.Bn elPeru. el "arnericanismo" de Jose Carlos Marhitegui ha constituido sinduda uno de los antecedentes mas vivos, de Ia Jabor historiognifica deAugusto Salazar Bondy, autor de Historia de las. ideas enel PerU con-temportineo.28EI desarrol1o de un cierto pensamiento.filosefico bolivia-no ha sido sistematizado por Guillermo Francovitch, quien se ha ocu-pado tarnbien de un tipo de pensarnlento brasileno; una labor historic-grafica en Colombia han desarrollado Jaime Jaramillo Uribe y JavierOcampo Lopez; en Cuba, podrta citarse a Medardo Vitier; una historiadelpensamiento costarricense ha.elaboradoCoristantinoLascarias; unasabre el pensamiento dominicano corresponde a Armando Cordero;una historiografta panameiia pertenece a Ricaurte Soler; aspectos delpensamiento venezolano han sido tratados par Leon Parra Carraciolo,Juan Da:vidGarcia Bacca, Elias Pino Iturrietay Jose Ramon Luna; Ra-fael Hehodoro Valle se ha ocupado de las ideas en Centroamerica; En-rique Molina hizo algunos estudios pareiales sabre lafilosofia enChile. los que han sido continuados por Santiago, VidaL .MuiiO%.EnEcuador, en fin, podriamos mencionar entre otrosa BenjamfnCarri6n.

Una cantidad importante de trabajos historiograficos realiiadds pormuchos de los investigadores que acabamos de.citar, han sido pubIi-cadospor Ia-editorial mexicana Fondode CultuiaEcon6mica.en SUcolecclon "Tierra Firme", que constituye hasta ahora uno de los aportesmas significativos en favor de este campo debiisquedas.

Frente a la copiosa producci6n sobre "fiIosofiasnacionales"los tra-bajos historiografieos de caracter general sonaUnesc:asos •.A.·.mas.deIaImportante. y ya clasica.obra de LeoPCJldoZeaElpensainientolati-noamericano/" han trabajado tambien en ese sentidoAlfredo CatrilloNarvaez, Ramon Insua Rodriguez, Francisco Larroyo, Abelardo Villegas,Manfredo Kempff Mercado y otros. Debe reconocerse que. a pesar de es-tos esfuerzos sinoptlcos-este generode investigaciones aUn no ha alean-zado el desarrollo necesario.

Aeste conjunto de hlstoriografos Iatinoamericanos.cse hanswnadolos que trabajan igual tematica desde los Estados Unidos. Entre elloscabe mencionar a Harold Davis, William Rex Crawford y Martin S.

21 Arturo Ardao, RaCionalismo yliberalisrrloen el lJritgully, Montevideo Publi~caciones de la Universidad, 1962, 398 pp. '

28 Augusto Salazar Bondy, Historia de las ideas en el Pen1 conte'tlpordneo. £1proceso del pensamiento filos6fieo, Lima. F. Moncloa, 1966. lv. 470'pp.

29 Leopolda lea, El pensamiento latinoamericano, M~xico, Bditorial Pormaea,1965,2 .tomos: Alfredo Carrillo Narvaez, La trasectorta del pensamiento fiIos6ficoen Latinoamerica, Quito, Editorial Casa de la CuItura Eeuatoriana, 1959, 134 pp.;Ramon Insua Rodriguez, Historia de la [ilosofia en Hispanoamerica, Guayaquil.Imprenta de la Universidad, 1945. 203 pp.; Francisco Larroyo, La filosofia ameri:cana, su raton y sinrazon. de ser, Mexico, Universidad Nacional Aut6noma de M~xico, 1958, 319 pp.; Abelardo Villegas, Panorama de la fitoso(fa iberoameriC4ndactual, Buenos Aires, Eudeba, 1963, 111 pp.; Manfredo Kempff Mercado, Historiade la filosoiia en Latinoamerica, Santiago de Chile, Zig-Zag, 1958,217 pp.

JIII

II

INtERROGAcrONEs SOBRE EL PENSAMIENTO FIws6f'IcO 57

Stabb. En euanto a la tarea de la compllacion bibliografica de la pro-duccion filosofica de America Latina se editan ademas en los EstadosUnidos dos importantes pubIicaciones peri6dicas: uIt;i de elias el Hand:book of Latin American Studies, cuya seccion de. filost;lfia·lta estado acargo sucesfvamente de Risieri Fron~zi, ~ibal Sa.n.chezReUl~t ~..JuanCatlosTorcma Estrada. La otra pubbcacu)n. tamblen de larga VIda. esIn lfevista Inter-Atnericatia de Bibliografia de 1$1 Union Panamericana.En Francia;el Institut d'J!tudes Iberiqueaet Ibero-Arilericaines deBur-deosha dado asimlsmo importancia a los estudios sobre peasamientoiiltjn03l1lericanoy otro tanto oeurre .con el Equipo de Recherche de laPhJlosophieEsPagnole etLuso-BresiliennedeToulouse~ Encuan'to acata!ogos europeos que Incorporan la produccion .filosofica latinoame-ricana cabe indicar el Repertoire bibliographique de la philosophie. dela Sociedad FUos6fica de Lovaina y ·.elBulletin SignoJeti'{ue .'ll1e.emtael centre Nationalde la Recherche Scientifiqlle en Fl1l;Ilcia.Pllril·. termi-nar inencion3r~os dos trabajos tambien d¢ caract~rbibliogriifi~o,edi-tados por fa Union. Panamericana: Fttimt¢s de .la fi1t?sofia liLtinOil1niirica-na": y Los l'futuladotes" de la filo$ofia deAmeric~Latina, 81 rea.~dosambos con lacolaboraci0Il de algunos' investigadores l<1t~oameridln0s,trabajosque. son los prune:ros .eli su genera y constituyen una lle.rra-mienta indiSPensable para eierto tipo de historiador de las ideas. F'rimtea. estos re~orlosreSulta evidente la carencia que ~ay enAInericaLatina· .de unaproduecion de obras de ind?le semejante, a pes~ dehaberuna tradicion bibJiognifica y biobibliografica«tue ti~rie. en 10 querespecta a laJlIosofia. un vaIioso antecedente, ya en 1904. en la obradel meXiC3nOEmeterio Valverde TeUez.82

5:" Hemosd~tacado Ia fulportallda qu~ kritenido y tienen los ~hi.dios de fil~sofla Iatincamericanade tendencia hlstoricista. Esta corrien-te~ ha.·ntosttado.<:omoun·movimiento sumanien~~·.ricocon tm.procesointerno de renovacionpemume:nte. No se trata adenuis de Una posicionfilosoficaexttaiia a cierta tradici6n. del pensatriiento latinoamericano,en efecto, muestra lejanos antecedentes. relacienados conef..problemade la.necesida,d .d.euna. ufilosoffa. ameriCaria";planteado por, Juan Bau-tista AIberdi en sus. celebres escritos montevideanos de 1840 sa en losque anticip6 temas que constituyeron· aspectos fundamentalespara loshistoricistas contemporaneos, Ardao ha mostrado .que precisamenteel inicio de cierta historiografia en el Rio de la Plata por obra de Inge-

so Union Panamericana, DiVision Filosoffa y Letras, Fuentes de la filO,sofla la-tinoamericana, Washington, Union Panamericana, 1967, 100 pp.

a1 Union Panamericana, DiVision Filosoffa y Letras, Los "fundadores" de lati-losofia de America Latina, Washington, Union Panarnericana, 1970, 199 pp,

a2 Emeterio Valverde Tellez, Crltica filosOfica; 0 estudia bibliogrdfico y criticode las obras de filosoffa escritas, traducidas 0 publicadasen Mh:ico, desde eCsiglo XVI hasta nuestros dias, Mexico, Tipograffa de los sucesores de FranciscoDiaz de Leon, 1904, 496 pp.

33 Juan Bautista Alberdi. Bscritos postumos, Buenos Aires, tomo XII, pp, 117·132.

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58 ARTURO ANDREs ROIG IN1"ERROGAClONBS SOBRE EL PENSAMIENTO FILOsOFICO 59

nieros y Korn; se produjo como consecuencia del redescubrimiento delos textos alberdlanos,"

EI despertar de los "nacionalismos" en la decada de los veinte den-tro. de Ia cual la Revoluci6n mexicana, el "aprismo" peruano, el ;'radi-calismo" argentino y el "varguismo" brasilefio fueron exponentes dehonda significaci6n, impuls6 a filosofar sobre la "cultura nacional". So-"bre este fomento vinieron luego las influencias de ciertos historicistaseuropeos contemporaneos que reforzaron las concepciones tradiciona-Ies de esta tendencia. De este modo, en la decada que se abre a partird~ 19~: cob~ volum~n los amplios y a veces difusos movimientoshistoncl~tas latincamerlcanos actuales, que iran asumiendo dentro desus propios desarrollos elementos teoreticos y metodologicos provenien-tes de la fen0lIl:enolo~a, de algunos existencialistas y mas tarde depostulados marxistas, sm perder por eso una cierta unidad, basta des-emboca~ durante la decada de los sesenta, en las formas crfticas quecarac~enzan a las tendencias historicistas de nuestros dfas.

La. mfluencia del "perspectivismo" y del "circunstancialismo" de JoseOrtega y Gasset, quien a traves de la Revista de Occidente difundi6 ade-

..m.as algunas vertientes filos6~icas alemanas de la epoca (Spengler,Dilthey, Scheler y otros), se hizo sentir de diversas formas en todo elcontinente. Mas tarde, la labor intelectual de Jose Gaos consolid6 enMexico la influencia orteguiana. EI movimiento editorial mexicano di-fundira de modo amplio, de los cuarenta en adelante la labor de loshistoricistas constituidos alli en verdadera escuela. En ~l Rio de la Platay mas particularmente en la Argentina, el "orteguismo" no Influiratanto can su doctrina de la circunstancia, como con su teoria de lasgeneraciones que aun en nuestros dias algunos investigadores Ia utiIizancomo metodo historiografico. En llneas generales, la recepci6n de estasinfluencias, visibles en mayor 0 menor grade en toda America Latinase llevo a cab,? sobre la base de una crftica no siempre claramentee~presad~ de ctertos presupuestos de origen europeo y de vieja heren-c~~hegehana ~n el pensamiento de Ortega, entre elIos el de la concep-CIon de America como vacio de historicidad, en abierta contradiccioncan cierto "historiclsmo" proclamado. Por otro lado la tendencia nacio-naJista llevo a los extremos de intentar "metafisicas" u "ontologfas"nacionales, tal el caso de Graca Aranha con su "Metaffsica brasilefia"en 19~O.35 ~ afi?S mas tarde, dentro de este amplio y sostenido movimient~

.de ,;elVlndlc~c16nde 1~ nac~~nal, el Mito gaucho de Carlos Astrada 114 yla Ontologla del mexicano de Emilio Uranga."

34 Arturo Ardao, uEI historicismo y la filosofia americana" en Leopoldo ZeaA~~ologia de la filosof~a. americ~na contempordnea, Costa Arnie. 1968, p. 122. '

Graca Aranha, Estetica da vida, 1920, citado por Joao Cruz Costa en su libroE~~ozo de una historia d~ las ideas en et Brasil, cit., pp. 147-148.

Carlos Astrada, El mito gaucho, Buenos Aires, Editorial Cruz del S 1964~~ ~ ,37 Emilio Uranga, An.tilisis de~ "".. mexicano, ~exico, Porrua y Obregon, 1952,

100 pp. 9- Abelardo VIllegas, Filosoiiade lomexicano, Mexico, FondodeCulturaEconomica, 1960, 235 pp. .

El vasto movimiento historicista que llevo ademas a organizar unacierta historiografia filos6fica dentro del marco mucho mas compren-siva de una Uhistox:ia.~~jrts~", intento de ampliacion metodologicay tematica justificaa:o en parte por Ia carencia de una filosofia organi-zada sobre Ia base de sistemas tal como es tradicionalmente presentadoel quehacer filos6fico en Europa, cay6 a su vez en extremos al subes-timar el arullisis y exposici6n de doctrinas, como 10 hace Joao CruzCosta apoyandose en la aflrmacion de que "no son nuestras filosoffas.••.si elias existiesen- ni nuestros comentarios a las filosofias europeas,.10 que ira a interesar a los europeos. Es nuestra vida, nuestro estilode vida, nuestro filosofar autentico, que no se encuentra en general ennuestros filosofantes"," Este "antiintelectualismo", as! como tambienel "irracionallsmo" irnplicito en las "rnetaftsicas nacionales", ha sidosuperado dentro del proceso seguido por los historicistas en la riiec:!idaell, qlle ,se ba ida. tomandoconcienc!a de Ia funci6n social del pensa-miento en todas sus expresiones, auri del mero saber academico filoso-fico acusado de, imitar 10 europeo. .""En 'este sentido, el" "circunstancialismo", en particular tal como 10comprendieron algunos en Mexico y tambien en el Uruguay, ha inten-tado mostrar la originalidad de las mismas filosofias imitadas, sefia-lando la relaci6n que estas formas de pensamiento filos6fico tienencon las concretas circunstancias en las que han sido utilizadas, circuns-taneias que 'son siempre originales. Este intento de salyar al pensamientofilos6fico latinoamericano ha corrido sin embargo"'el peligro de que-darse en una actitud justificatoria del pasado, con el consecuente debi-litamiento del juicio de valor sacrificado en aras de la busca de origina-lidad 0 autenticidad, El hecho es visible ademas en mas de uno de loshistori6grilfos que han organizado su labor sobre el metodo !lamado"generacional" .

A pesar de este "relativismo" y de las dificultades epistemol6gicasque presenta la nocion misma de "circunstancia", la linea circunstan-cialista de algunos historicistas ha tenido y tiene algo de verdadera im-portanci~: ha entendido que 1~.f~!?~~fJ~es.un~"flm~i6nd..~J~LYi~y queesta es justamente la que asigna el sentldo al fIlosofar mas alia, devalores que puedan atribuirsele en cuanto pretendida actividad auto-noma de la conciencia. De esta manera la corriente historicista abri6las puertas a una comprension realista y a la dialectica del procesode las ideas en America Latina. La discusion en esta etapa critica tiendea dar a 10 dialectico el poder de irrupci6n hist6rica que siempre, en algu-na medida, habia estado implfcito,

Por otro lade, las discusiones metodol6gicas suscitadas por el usode la descripcion fenomenologica, en particular en la etapa de influen-cia de ciertos existencialistas, puso de relieve las dificultades del "esen-cialismo" y por ende del "platonisrno" en general, hecho no s610 visibleen Ia escuela historicista mexicana sino tambien, por ejemplo, en los

38 Joao Cruz Costa, Esbozo de una historia de las ideas en el Brasil, cit., p. 62.

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60 ARTURO AIilDREs ROIG 61IN1'ERlIOGACIONES SOBRE EL PIlNSAMIENTO FILOSOFICO

fundadores de ta ontologia en la Argentina, Nimio de Anquin. CarlosAstrada y Miguel Angel Virasoro. De aht que los historicistas hayanavanzado bacia un metodo descriptive de la rea1idad vista como facti-cidad y cotidiatiidad.

:La toma de conciencia ptogresiva de las formas dealienacioncuiiu·ral yparalelamente la necesidad de organitar tina "toorlaAe laHre-

~_.,,!!{;~'~uso en crisis adetnas lasociologia del saber ae tIpo schelerianoy ortegwano que' constlnnan apoyos teoreticos intpOrtaIlles dentro de,la tendencia circunstancialista, Por ,,'otro lado, en otra 'de las Imeasde desarrollo del historicismo se llego a la ,a.firmaci6n de una aliena-ci6n'total del, pe~tnieiito deAttiericit Latina, negaridolepor'·esta' viatoda posible, originalidad Y'autenticidad,que era uno 'de los temas cen-trales. que habia m()vido a los historicistas circunstancialiStas. Ademas,acusadas deltas ,concepciones', filosoficas europeas por algunos' de los:!~~gc!:>~de ;t~.,~~n~~~~ia.:' de ser en bloque un instrumento.ideol6-gICO,ae dommaclon, ~. na ignorado la fun.ci6n intelectual que Impor-tantes grupos de pensadoreshan desempeiiadodentro del proceso mis-roo del pensar europeoenrelaclon con l~~esos de ,liberacion.

Posterionnente. la~ncia de origirmlidad-q\ie--lUrUe\iauo a' sitafir-'macion 0 negaeion. ha ido perdiendo ftu~ri'.aante 'el interes cadavezntayor de veren el quehacer filoS6ficono tanto la:~tesi6n de, unperiSar ~n sit.~Iacion e»n"la fiIosona europea", puesto COmomodelod~ originalid8dy.autef1~cidad, sinoeomouPa ~puesta teoreticadesdel~":,~,~,,~>preterl(l~, ;asumir Utla"i'ram, Mas ant de 'que-Ia IDisma.~S¥'i~ec~?",~l~;~o,~~~;mofilosofiapropia~.En tOOoestepr<x:eso' ha teni~oiilfltJe~c1i!(JeCls.vael<lesalTQllo.:,,~ela"teona: de 1a ~~ndenda",.quea~ de 19tiOy durante parte de ladecadasiguiente sima paraelaborar un derto tipo. de historiografia economica y ~aI en AmericaLatina. En ••relaciQnco~ 'este ampli(}.n1o~iII1ielltoydentro" de ,el. .con elde la l1atnada "sociOl(}g1adela dependencia" y la:teorltt cnticade lasi~eologias~ ha s1:l1'jlaolal~!Q.a.~ici{flIoS9ficade la liberation"que 'se' batlesatrolIado'encampos"aiversos:'en elde la filosofiami$ma,'en eI dehn!tita,1a"pbHtic:a;- la, pedigogia y aun en el de la teOIO~. La' ya lejanainfluencia de los historicistas orteguianospuedeconsiderarse como-ago-tads; si bien perviven algunas de sus teorfas historiogrificas, ,en par-ticuJar la de "las generaclones". Por otro lado, el "academicismo fila»fico" que se refugiaen una pretendida exigenciade rigor y que ha llevadoa un nivel de producciones dentro de los ideales de la "normallzaclon",no ha podido superar la problematica de la "originalidad" 0 del filosofar"propio", preocupacion que se mantiene subreptlciamente entre algunosde sus representantes.

La mas fecundo de la llamada "!ti~ria de las ideas" originada comohemos dicho en el movimiento hisroricrsta~·"tarvez 'le' ponga de relieveen Ia exigencia de una ampliacion tematica y de una renovaci6n meta-

.Jt~!~~,dentro de lO~cuarla filosof!a es tan '8610 un aspeCto de' losque deben investigarse. En este sentido, las recomendaciones que parae~ tratamlento de las ideas han hecho los expertos enIa historlil -de-lis

ideas de Am6rica Latina. convocados por la Unesco en Mexko en 1914,b~ __Ji,-liie$td~~iadelfl~~o~_£e«>polc:lo~! .muestran una de las ten-dencias historiograficas predominantes. Se recomendabapartfr de unaconcepcion de la idea entendida como un elemellto sigriifit:4ltivoqueintegra 'una estnlctUi:a'mas aniplia,economica, poIitica. -ete.; dando ca-biela, ademas, ,a .las ideas en sus diversas manifestaciones> filosofemas;ideologfas, conCepciones del Mundo! etc., asitnismo. aplicar un trata-mientodial6c1ico a la historia de las ideas.subrayando Ia convenlenetadeencararladesde nuestro presente y seiialando a la vez los condicio-namientos sociaIes y elpoder transformadorde Ia i4~;se aconsejabawnbien no' abordar la historia' de las ideas' come) historia acadanica,abrlrse a 18 ineorporaci6n de las Ideologtas y en particular las de losgrandes movimientos de Iiberaclon e int~ci6n 'latinoamericanos; en'el mismo sentido se proponfa no hacer una historia de las ideas a partirde camposepistemolOgicos (filosofia, pedagogia, etc.). slnode proble-mas concretes latinoamericanos y las respuestas dadas a. los mismosdesdeaquellos campos; por Ultinto, se seii8laba Ia necesidad departirdel supuesto de la "unidad .delproceso histcrico" de Ain6rica Latina,av8.n2ar desde las historias "nacionales"hacia una concepcion 'mas am-plia por grandes regiones(AineriCa central; Arn~rica Andi,na" elCarl.be, el Rio de la Plata, etc}; seiialar en'loposible las, influencias enreIaci6ncon los proeesos hist6ricos propios yrener en, cuellta la pre-senciade las formas. de conciencia 'social dentro' de las cuales hantenido su papel las ideas. De mas esta deeir qUt}estas recoIDendacionesno sOlo~~IAAJ!J'!"a~!!!':I~pectode cuestiones' de metOOalogiahis-ft:~~~~:~?iiin=rlau:~~.unaconcepcfbn tie 10 que'algunos

_.,~~_..t:'"_....'.. - ". "."

6. Bnrelaci6n con todo loexpresado anterierrnente.cabe que nos plan"teemos ahara la cuestion del comienz.() deJafi1Q§Qfill en Amerlea La-t.i!@. Si nosatenemos a 'una respuestapUramentit'erudiii·' podrWilossefialar como inicio la puhlicacioll del libra de' fray Alpnso de la Veracruz tituladc Recognitio Summularum, aparecido en Mexico en. 15~, yque se constderael mas antiguo tratado filosofico escritoy editado enAmerica Latina," Mas si se tiene en cuenta la serie de cuestiones queplantea la noci6n de "comienzo" de Ia filosofta, es indudable que Iarespuesta no puede quedarse en el meta sefialamiento de tal dato. Por10 pronto, 1\\...nQ~iQ:ll.J!las.aIIlplia de "pensamiento" queJ!~I1l;~smencio-nado antes abarca nosolq.aJafilosofia expresada concepnialmente, sinotamhi~n -a-los filosofemas induidosen las diversas formas de la repre-~Ulcic5ii: Bs dedi, que la cuesti6n 'del comienzo, no, coincide necesa-rlamente conIa aparicio,n de fonnas filos6fiCaS-concept~ales y' puede

....~" ." ,. ." ".--' .' . " - - . - ., . .. : - .' .'." . ",~-., .

IIICt. Latinoamerica. AnlUlrio de estudios latinoamericanos, Mexico, Centro deEstudios Latinoamericanos, Dum. 8, 1975, art. "Noticias", pp. 259-263.

.0 Jose M. Gallegos Rocafull, "La mosofia en Mexico en los siglos XVI Y XVII"', enEstudios de historia de la filosofia en Mexico, Universidad National Autonomade Mexico, 1973, pp. 109 55.

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62ARTURO ANDIW; ROIG INTERROGACIONES SOBRE EL PENSAMIENTO FlLOsOFICO 63

ser planteada .en.Qtr9.,.terreno .y con categorias filo~Qft~£_,di~Untas alas"esfao[eCidas den,tro de' iinaclerta linea 'dlnlesarrollo. cie la filosofiaeuropea- Desde este puntode vista cabepreguntarse"'sfiio 'hubo'\ii cO-'m:iinz() de la filosofia en ciertas formas experienciales basicas dadasdentro del pensamiento "indigena", particuraiTfietttedutaiite los:.,~~oS"xvy·XvI. La respuestahasta ahara 'hasidO'''gerieralniente negativa paralosque partian de la idea de dos mundos culturales ajenos radicalmente, el"amerindio" y el "europeo trasplantado" que no habian visto de quemodo la ultima y fundamental experiencia humana y filosofica del pen-samiento de las grandes culturas precolombinas se encontraba viva enel desarrollo completo de la filosofia latinoamericana. Nos referimosa la experiencia de ntptura que de modo tan vivo y patetico es expre-sada, pot'ejemplo,"en los escritos de los gran des maestros de la culturanahuatl, Y Clue dio orig~n. aun pensamiento que se desarrollo de modo.paralelo a lli'TIimildi "filosofia de la conquista" organiiada pqr:!f~!B~distas y. polemistas espa:ii.oles sobre lllcuestion de la dominag~p ...delas Indias." La que nos interesa destacar es que los sabios nahua inte-riorizan por primera vez en el pensamiento latinoamericano la experien-cia de roptura de su propia tradicion cultural, experiencia que -segUnciertos pensadores- ha de caracterizar de modo casi permanente eldesarrollo de aquel pensamiento. Desde este punta de vista, la relacionentre lo americana y)o el:l::!:£p~()s~9r.g~Dizasobre sucesivas,,!Yp.tm:.a~·America se incorporaaEiiropa y con ello entra en Ia "historia \lJJi:"er-sal", pero 10 hace a partir de una permanente fractura respectcde -simisma, hecho que le queda incorporado de modo Interno.i.constituyen-~e:GeneraIizando,Leopoldo Zeaha sefialado 13.existencia de una espeeiede anhelo destructivo que lleva a "empezar siempre desde cero", ate-niendose a la Ultima rnoda intelectual proveniente de Europa, descono-ciendo el valor de todo 10 anterior y siendo ajeno a toda concienciadialectica " y Salazar Bondy, por su parte, ha hablado de una "evolu-cion discontinua" de acuerdo con la cual cada mudanza dentro delpensamiento hispanoamericano depende de la presencia de una nuevafilosofta que viene del viejo eontinente y que se instala sobre el reehazode la anterior!'

Desde otro punta de vista, el problema del "comienzo" se puede plan-tear en relacion can la "conciencia de si y para si" del hombre pen-sante latinoamericano. Segun Hegel, la fila sofia occidental comenzo enGrecia como un acto que suponia una toma de conciencia por parte delos primeros filosofos respecto de sf mismos, 10 eual suponia a la vezun conocersj Y un autovalorarse, una actitud teoretica y una toma deposicion arfologica. La conciencia de si y para 51 se ejercia por esomismo no isolo en el plano del pensar, sino tambien y necesariamente

en el de la praxis politica. En este sentido, pues, el comienzo de lafilosofia latinoamericana dependerfa de que se haya eonstituido unaconciencia de sf y para si, aun cuando muestre grados y momentos

t~~~~~·h~J~~~~niido~~~~")~~hr1]eYW:Y"iio~1C::a~~ll~~~~~~~~~~1i~a~W~~rid;Itnc~rl~~~ufib~~~~~n~~na.J~S/~aY~h~::loracion del hombre pensante latinoamericano y se postula asimismola necesidad de completar la independencia polltica mediante la cons-titucion de un pensamiento ejercido de manera autonoma. La "filosoflaeuropea" -dicl Alberdi- debe ser adecuada por nosotros a nuestrasnecesidades y objetivos; en otras palabras, se debe hacer una "filosofiaamericana" -y Alberdi fue el primero en hablar de tal filosofia enHispanoarnerica-e-, desde una posicion de autovaloracion y reconoci-mien to de nosotros mismos,

En una actitud semejante a la de Alberdi se encuentra un conjuntode hispanoamerieanos que le son contemporaneos y a los que se hadenominado "proceres de la ernancfpacion mental": Domingo FaustinoSarmiento, Jose Victoriano Lastarrfa, Andres Bello, Jose de la Luz yCaballero y otros," Ahora bien, a pesar de haber sido el "romanticismo"el que impulse, en general, durante la primera mitad del siglo XIX, aun cierto grade de conciencia de sf y para sf, manifestado en diversoscampos, pedagogico, literario, politico, filosofico y aun cientifico, natu-ral, es necesario reconocer que ya en la ultima escolastica, la de finesdel siglo XVllI, se habfa adopt ado una actitud respecto del pensar eu-ropeo que implicaba una clara voluntad de adecuar la filosofia impor-tada a la realidad americana. En tal sentido se puede, pues, hablar deun "comienzo" tambien dentro de los eclecticos dieciochescos, hechoque ha llevado a ciertos pensadores a toda una revaloracion de la esco-lastica tardla. .

De todos modos, la conciencia de sf y para st, con mayor 0 menor gra-d.~~~.'prQfundidad, fueeJerCidil-aentro 'de'"aquella" coildencia de rupturaque impulse a limitar el ejercicio de Ia filosofia a' una serie sucesivade adaptaciones de la Ultima fllosofla occidental. El "para sl" sobre elcual se constituyo estafilosoftay dio lllgar ~,uJ1.pr4n~.r'·«::Qll1ienzo",nosuper6 una concepcion Instrumental del saber filos6fico, -que~fiie en-tendido casi siempre como el saber europeo que debia ser adecuado anuestras circunstancias.

La cuestion del IIcomienzo" de la filosofia latinoamericana se ha re-planteado mas tarde en relacion con esa carencia de tradlcion y conesa experiencia de ruptura que hemos mencionado. La exigencia de ha-

41 Miguel Leon-Portilla, La [ilosoiia ndhuatl estudiada en sus textos, 4' ed., Mttxico, Universidad Nacional Aut6noma, 1974,411 pp., y "El pensamiento prehispa-nico", en Estudios de la historia de la filosofia en Mexico, cit., pp. 10-72.

42 Leopolda Zea, La filosofia americana como fitosofia sin mds, cit., pp. 139-140.l~ Augusto Salazar Bondy, ,Existe una filosofia de nuestra Amr!rica?,cit., pp. 35-36.

•• Artura Andrl!s Roig, "Necesidad de un filosofar americana", en Aetas del Se-gundo Congreso Nacional de Eilosofla; Buenos Aires, Sudamericana, 1973,toma II,pp. 537-538y "Acerca del comienzo de la filosafia americana", en Revista de laUniversidad de Mexico, vol. xxv, nnm. 8, 1971.

U Leopolda Zea, Esquema para una historia de las ideas en Iberoamerica, Me-xico, Universidad Nacional Aut6noma, 1956, 120 pp.

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11,!

64 ARTURO ANDW ROIG

eel"de la filosoffa una tarea "normal'tha movido a la reconstruccion deuna tradicion propia mediante cierta labor historiografica, tarea nevadaa cabo principalmente por los histortadores de las ideas latincamerica-nas;llUlS talnbien ha impulsado al rescate de Ia tradici6n .euro:Pea· dela filosofia, a laque se intentaasUDiiren la integridad de su desarrollodesdedentro de eUa nlisma.:No se trata ya, como me caracteristioodel sisto XIX ypa;rte. delac:tuar-de'c6riientifrSe"corrli""(ilj#fui'mosoffafiiiportadci'Y'usarla instnuttentalinenfe-enrelacion'oon hic;ih;uiistilnclisma ~decomprender a esaJilosofja'ensus fuerifeS'y en 51 mlsmLEStatendeiia~'se .hadc:Silrrbllado·de todos·modos. partiendode lei 'liIosOfiaetiropea coiltemporanea, avanzando· bacia atriis· en' eldempo, fen6ttrenoque de modo acertado ha sido denominado I'regtesion armbasica" pOIFrancisco·.Min) .Quesada.48 Esta segunda tendencia seapoya en muchoscases en la elasica e'luiparacion h~geliana entre filosofia e bistoria deIa 'filosofiai 'que fue.en su momenta· tambien div'Ulgada··por Ortega yq\1e en sUs formas mas~~tuadasdeclara al. sabereuropeo como elumco. Ahora bien, si filosofia e historlade ]a filosOfia ·son unannsmarosa. elcoIllientO de lafilOsoffa estarasie11lpreensupropia historia, 10

, cual seagrava sisepactedeloqueheIiios dicho·antes.Bs~posiCionn lleva. a~,especie de autQaumentacion de l~ filosofta que' esJiiSiaii~htej f .. 1Q'que~~~cterw('erige~em'aTsaoeraCad6itUco~"Denfrode1~-proceso'l ide-:laSi]'(jt;as~J1"Aiii~iica~t.atuutlin·a·tesis'seme]antelutbt~ side sostemda

4~t#el~~gl()XIX ..po,rsegw.dores:det·teclecticis~o " ftari~ ylo,DtassOIi~o del~haZ0quehiZ(»Josec:l~laLli.Z '/ qabaIlero:de ciltaptitticac;lel~ £il~ enCubll'radicaprecisame~te" en sefialar·que~lco~~'. dela filo~fianopue~"ilWica'estar en ella. mi$ma;sino~tllifreaIi"daac~n9¥ta"'"~6X'i~·~.·· , .: -.»: '...•..•.........•.•••• .•'lUflI0sOfar"de, tip<).acadenuco contemporcmeo ttahl evidentententedesuperar .Ia eo~~ioll.in~tttnnentaIde .la ·filosofiaqucha.earacttfuadoa ciecto tipri de pensattnento de Attlerica Latina ~es~e SUS irJiclgS;maselIolo ~a CQstade hiconciencia de slyparasi. cay~dpen Unaidentifiqu::ion entre filosofia e histoPa deJa filosOftad.e: caracter ideo-'logico. COD1obien 10 Iia mostrado MirQ. Quesada. Ia c1iesti6n del"ca-.mienzo"qu.eda Integradadentrc de"tin dete'rn1inado "'proyecto"iyunaforma de discusion contemporihieagirariaentre .el filosofar' acad~micoseiialado, que ha alcanzado tin indiscutiblenivel tecnico, yuna ttadiCionhistoricista que, a mas de una exigeneia de rigor, se ubica en 10 quepodrfa llamarse "realismo Iatfnoamericano",

7. En correlaclon con todo 10 .anterior hablaremos abora de los perla-dos a 10 largo de los cuales se han desarrollado las corrientes filosOfi••cas latinoamericanas y tambien necesariamente de la cuestion mismade ~podizac~~.

48 Francisco MirO Quesada; Desjiertar y proyecto del jilosofar tettnoamericano,Merica, Fondo de Coltura Economica, 1974, 238 pp. .

41 Medardo Vitier, Las ideas y la filosqfia en Cuba, cit., pp. 219 S5. Y 383 5S.

INTERROGACIONl",s SOIlRE EL PENSAMIENTO FILOSOflC:O 65

Dentro de esta loglca, la tarea de establecer periodos oetapas histo-riognlficos por lQS euales habria transcurrido el pensamiento de Arne"rica Latina, se apoyo desde un comienzo como era. natural. sobre losesqueIJ18S establecidos para la historiografia filesofica europea •. Se 10bito siIlembargosenalaildo difen:ncias fundamentales respecto del des-arrollo deesamstoriografia. La primera surglriade unadtsconunutdadde las etapas o periodos,eomoconsecuenc:ia de un retardo en' el"cO-mienzo y' termination· deIos mismos, heche que ha llevado a 'suponer'que el pensamiento latinoamericano es asincr6ni£o respecto del eu-ropeo. La' segunda· difereneia' tienesuorigenenaquellasefiaIada ausen-ciadetradicion .tan ..filertementesentida· .,or algunos yen. aquella Inca-.paCiiljidciilllectica,'que' habrfan impedido lin proceso inmanente, como'cCfr.lsecuencia·aelocual siempre el paso de un periodo al siguiente hadependido demotivos exegenos, De es te modo el esquema historiogra-

• fico sertael mismo que el europeo; pero funcionalmcnte se darla unv 1•.\ ,. .' retardo y;ie modo discontlnuo.

Plllntea.daS asflas cosas. los'esfuerzos han consistiduen.pretendersaperar laasincroma y en incorporarse al proceso unitario y dialecticodel pensatniento europec. Tal es porejemplo la tesis de FranciscoRo-mero,quleli ha hablado de la necesidad de un "acortamiento de dis-tancta" respeeto del desarrollo filosOfico europeo, con 10 cual se pcdriaSUpeniT Ioqu.eelmismo autordenomina "un pensamientod6bil y 'JWriferico";·esdecir, se legrarfacentrarnas-en lo·europeode modosincr6-riic:o;45'De estamanera-una ciecta filosoftacbntemporanea' en' AmericaLatina secaractematfa por. haber iniciado una' nuevaetapaen laqueaquel' .afraso. yaquella disContinuidadhabrfan sido 'ya '.superados •. '.:,Ensus lmeasgerietales es indudable que. este tipo depensim'Jiento

latmoamericano eoostituyeen bloqueuncapifulo de la historiadelpoosamiento en Ottidente y en talsentido sus-mementos coillcidennecesaliarnente 'conlos de' este.. Desdeel puntode vista de las "edades'"seinic:ia bajolas influencias del renaeimieato, se incorpora lu~go aldespertar y consolidation del pensamiento de. Ia modernidad y desem-boCa·tx>:rultilllo en ·'Ias fu:nrlas. ultertcresa Ia edad moderna hasta nu.es-tros dfas, Siempre con esta logica,· igual.coincidencia· puede sefi,alarserespecto de los periodos mas.' generales tradicionalmente establecidosdentro de estas-edades, tales como el "humanismo renacentista", el"racionalismo moderno", eI "romanticismo", el "positivismo", etc., y aSU vez, dentro de Iasdiversas Ilneas de desarrollo que muestra cadauno de ellos, asf por ejernplo, dentro del racionaIisrno: cartesianlsmo,Ilustracion, ideologia, etcetera.

Ahora bien, esta coincidencia general presentada de modo abstractoha Ifevado a uri desconoCimiento de las partlcularidades queel desarro-lIo'de-las' ideas ofreceen Am~rlea Latina, cuestion que es motivo ac-iiiaImenie de una fuerte revislon, en particular dentro de la hnea deorfgenhistorlcistade lacual ya hemos hablado. Por 10 pronto es indis-

48 Francisco Romero, Sobre la filosofia en America, cit .• pp. 11, 15 Y 38-39.

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66 ARTURO ANDREs ROIG INTERR~ACIONES .saBRE EL PENSAMIENTO FILOSOFICO 67

pensable someter a analisis las categorfas mismas sobre las cuales seha asentado la periodizacion, entre ellas fundamentalmente las nocionesde "sincronia-asincronfa" y de "continuidad-discontinuidad". Otro tantoha de deeirse del sentido de actitudes espirituales como las de "roman-ticisrno", "positivismo", etc., que ofrecen modos peculiares que hacenque la equiparacion de periodos entre el pensamiento europeo y ella-tinoamericano no sea siempre facil, Al margen de otros aspectos defondo, el asunto reposa tarnbien sobre una cuesti6n de metodo que,teniendo siempre como punto de referenda el viejo continente, consis-tina en establecer la periodizacion por comparacion con 10 europeo, demodo externo, 0 por el contrario, intentar una investigacion de las di-versas etapas y momentos, reconocidos en su realidad inmanente y sinperjuicio de su analisis dentro de estructuras culturales mayores.

Por otro lado, es necesario .tener en. cuenta que la filosoffaen sudesarrollo noes un 'proceso .atrtonomo, sinoqueseinserta -en un'slsteinacfe'conexionesdefitro'deuna socledad Yde un tlempo dados, :Par"esomismo no hay periodizacion que sea exclusivade las ideas filosoficas,sino que sus lineamientos basicos surgen de una estructura que es mu-cho mas comprensiva, aun cuando dentro de ella la filosofia pretendauna legitima universalidad. Mas aun, esa universalidad es valida en lamedida en que la filosofia hinque sus rafces en la particularidad dela estructura mencionada. Es desde este punto df;: vista que la cuestionde la asincronia pierde sentido y es posible afirmar una presencia sin-cronica del pensamiento respecto del sistema de conexiones,

Lo seiialado lleva a dar mayor importandaa"Ciertas'j>osiciones fibsoficas sobre otras. Asi, la pretendida irreductibilidad de la etapa ro-mantica respecto de la positiva y de esta en relacion con la siguiente, laantipositivista 0 idealista, si se la estudia desde el punto de vista deldesarrollo del racionalismo, quedan todas ellas integradas. Otro tantosucede si los procesos son analizados desde categorias "omnicompren-sivas" tales como el liberalismo, el capitalismo, etc., que si bien nosiempre revisten expresion filosoflca. condicionan las sucesivas filosofiasaparentemente encontradas, de amplias epocas.

Desde este punto de vista, el proceso de las ideas en America Latinase presenta con una fuerte continuidad, 10 eual vendrfa a quedar encontradiccion con aquella experiencia de ruptura de la que hemos ha-blado. Es indudable que el proceso historico ofrece una continuidad,mas ella fluirfa en un desencuentro permanente con el hombre latina-americana que .no asumiria aquel proceso como su tradicion propia. Setrata -segtin algunos investigadores- de un easo de condencia des-

,di£~ada, nacida de la imposibilidad del reencuentro del homore'coiisigomismo en su hacerse y en su gestarse.

Debido a este heche, sueede que si bien el historiador de las ideaspuede alcanzar una vision de continuidad e incluso sefialar sus momen-tos dialecticos, cada una de las clasicas etapas se constituyo para elgrueso de quienes la integraron sobre la base de un desconocimiento yolvido de la etapa anterior. Se ha seiialado en general, por ejernplo, el

hiato 0 corte hist6rico que hay entre la "escolastica" y la "ilustraci6n";un hecho semejante, si bien de espiritu Inverse, se podria mencionara proposito del rechazo del "positivisrno" durante la etapa de "reaccionespiritualista" en las primeras decadas de este siglo. Ciertamente hayexcepciones de esta actitud de discontinuidad, mas ellas aparecen conlos primeros intentos de reeonstruir una historia del pensamiento lati-noamericano en sus diversos momentos y etapas; en tal sentido se puede

, mencionar a los inidadores de este quehacer en la Argentina, Jose In-genieros y Alejandro Korn, Cffi!~]!~"JJQ~pJqhicier0I!labor hi,storiqgni-fi~,._,~mo,qu.~~jlJt!'lntaronasumi~ dialecticamerite el pasado intelectualdesde su propio pexis~ieIJ,to. En lfneas generales, una cierta historio-graFfaruosofica-ha buscado constituirse en la via de superacion de lavision discontinuista y es dentro de aquella donde se ha denunciado pre-cisamente la existencia de esa conciencia de ruptura y la necesidad deun reencuentro del pensador con su propia realidad historica. El des-pertar de la conciencia en SI y para si,superado el "instrumentalismofilosofico" caracteristico del siglo XIX y rechazadas las formas del saberacademicista, ha abierto una nueva etapa del pensar latinoamericano.

Caracteriza tambien a nuestro tiempo una feeunda tarea de revisiondel pasado que con nuevas herramientas metodologicas, entre elIas lasque derivan de un~~~o.~..s.rit~a.4e J,!~=j~J,?g!~, ha ampliado y co-rregido la periodiZicion tradicional, borrando lrmites que parecian defi-nitivos entre una etapa y otra, descubriendo corrientes de pensamientoque se consideraba Inexistentes, articulando sus interdependencias den-tro de los diferentes contextos historico-culturales. Todo..~stQ}usurgidoprincipalmente del esfuerzo por comprender las ideasdesde problemasmst6ricosconcreios, 10 cual ha llevado a superar esquemas abstractosa"mas "a-e-copiad6s queahondaban la vision de discontinuidad, justifi-cabarCeI'1iigarcomun'deJa asincronfa y desconocian 10 dialectico y com-plejode los procesos.

Elanalisis del pensamiento preeolombino mexieano, en particular eIque se desarrolla en la ultima etapa de modo contemporaneo con losinicios de la colonizaeion durante los siglos xv y XVI, ha permitido reco-nocer un momento no incIuido en periodizaciones tradicionales; losestudios sobre la escolastica, especialmente la que se desarrolla en suciclo eclectico, a finales del siglo XVIII, ha abierto la posibilidad deseiialar una etapa con caracteres peculiares, en Ia que el pensamientoadquiere ya formas propias y adecuadas a la realidad latinoamerica-na: 49 los estudios sabre el "romanticisrno" han seiialado la amplitudde este movimiento, que no se reduce al primitivo "rornanticismo so-cial" de las primeras decadas del siglo XIX, sino que se extiende casihasta comienzos del siglo xx, bajo otras formas que no habian sidopuestas de relieve, ni valoradas, tal el caso por ejemplo del "krausismo"

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49 Ha side Jose Gaos, principalmente, quien promovi6 una serle de importantesestudios sobre esta cuesti6n. Entre ellos, la obra de Victoria Junco de Mayer,Gamarra 0 el eclecticismo enMtbcico, Mexico, Fondode Cultura Economica, 1973,213 pp. . .

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r! uruguayo yel argentino; M otro tanto ha de decirse respecto del "eelec-

ticismo romantico" de la segunda mitad del siglo XlX, rescatado en suimportancia en el proceso del pensamiento brasilefio, ccstarrieense,rioplatense y peruano; 51 la-diseusion. acerca de la ext~on yselltidodel "posltivisrno", en particular respecto de la do¢trina del "positivismodifuso••··iniciada en laArgentina· por. Alejandro ..I{om,. ha ·deseMbotado,tambien como consecuencia de lacrftka a que ha sidQ sometida ]a. etaparomantica, en una limitacionque ubicana su etapacde. mayor infl1.lenciaentre fines del siglo ~X y Ia decada de los treinta delp~ilte; delmismo modo, la doetrina "panpositivista'"que~bill c;:~doen~ntrarsu jiJstificadon 'en unte8lismo .propio del peris8.mentQ·de·America La-·tina, como .tambien en. unadefinici6n del racionalismo· y.del Uberalis-mo que-nos resultaahera deSajllStada; hapennitido reconsidetill"otrosmovimientos que Ie han sido cQntemponineosy·mostrarIDs en sus va-lores pr-opios,comQ es el caso deIa Eseuela de Recife.'s PorotJ:'O Iado,la "reacci6nespiritualista" llevada a cabo contralO$postuIa~O$positi-vistaspor parte de muchos de los llamados ••ftmdadores'·de, .••.filosoffalatinoamericana, es considerada ya· como una etapa clausurada, ftente

..alas nuevas inquietudes que dedi£erentes man.eras se man~~ enel c0ittinente Y que han puesto en crisis los f'undamentos del "ideaIismofilos6fico", dela filosofia· de la concienciay de tantos otrospostula-dos mas.

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8.,\1 comienzo. hablam()~ h«ho referenciaa ci~rtal\ diferendas que selIegarortaestablec¢rdeIltro·· delproceso ••.d~.las.ideas •.~n. base .ep undistint9desar.r0IIohi~t6rioo en las ciuaades. dtiLJit()rcd y lasci~dadesdel in~erior del cQn~Pte.AhoradebeJi~()sa~garqu~ta1~.·.~ren-

·cias. han sido. inteiitPretadasadermis comoexp~i6nde~Jl~~£:Ci~riesydeaJjtagoniSIIloS;de los~ualeselsefialado.es. ~soloun,ej~pro. Vaen·el sig10 XIX. JUan ~utista.Alberi1ihabUi hapJad0de\Ja.~entreel interior y.el·litoralal distiltir la tesis deDQrnipgo. FaUstino.$tfuien-to,quien habUi.deduddo.otra fonnade eOiltr;ldicclon--tadelas ciu-dades s el-campo-> a.laque caracteriit"'lo~do-·posici6nellfavordeja cultura ..de las.cilldades, como.la ..11lcha.en~re•.laciVilizaci6ny labarbarie, Elproceso hist6rico desdeel siglo XIX basta nuestros elias,

. . , '.

50 Por ejemplc, Ia obra de ArtUro Ardao, Battle 1. Orddnez y el positivismo fi~tosotico, Montevideo, Ed. NUmero, 1951, 223 pp., y Arturo Andres Roig, I.L1s krau-sistas argentinas, Puebla, Cajica, 1969, 510 pp. . ... . ... . . ..

51 Augusto Salazar Bondy, La filoso(fa en el Pertt Panorama hiStdrico, Washii1g~ton, Union Panamericana, 1954, 98 pp. y Arturo Ardao, EspiritwJ1iSmo ., positi-vismo en el UrugtUly: tilosofias universitarias de 10. segundo. mitad del siglo XIX,Mexico. Fondo de Cultura Bconomica, 1950, 287 pp.

52 Armando Correia Pacheco, Bnsayistas del Brasil: Escuela de Recife, seIecci6n,traduecion, prologo y notas de A. Correia Pacheco. Washington, Union Panameri·cana, 1952, 148 pp., y Antonio Paim, A filosotia do. Escola do Red/e, cit.; Constan-tino Lascaris Commeno, Desarrollo de las ideas tilos6ficos en Costa Rica, SanJose. Editorial Costa Rica, 1965, 631 pp., y Arturo Andres Roig, El espirituaZismoargentino entre 18.50 y 1900, Puebla, Cajica, 1972, 590 pp.

INttJlROGAC10NF.5 .SoBRE EL PENSAMIENTO FILOSdFICO 69

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con variantes por cierto, se ha interpretado en funcion de estas oposi-clones, que no pretendieron ser las unicas, En efecto, ademas de ellas, yrespondiendo a inquietudes diversas, se .establecieron otras entre lasoIigarqufasY los caudillos, o ya en el.terrenode las. ideologias. entreIasdfversas formas.deI. nacionalismo y el. "europeismo",etc.Todas eliashansido coneebidas,. ademas, dentro de un protesobistorico en suintegridad, el que segUn Abelardo Villegas podriacarilcteriZarse comola supetvivencia. de formas de la aatigua sociedad colonial de. origenhisp~nico, en antagonismo con formas de la penetracion e instalacionde uaasociedad capitalista moderna." Ya Agtlstfn Alvarez, unpbsitivistaargentino de prirtcipitis de siglo, .1labia sefiabldoeSta conttcidiceionuti·lizando terrnlnosde la historia francesa, como la oposiCiiineiitreel "an-tiguo regimen" y el nuevo~ .. .. ..' ••.. •...... . .

PUes bien, estas contradicciones se han lIlanl£estado en .cl plano detoda la Iiteratura Iatinoamericana. El, pensamientofilos6fico noes nipuedeser ajeno aeUas,deahila Importancia que tien~su·eonodmienloyellilodocomo seintegran eneuantocontenido ideologic~ implidto °explteito en el discurso.filosoftcomlsmc, -,-. . ....-.Si ,quisieramosaventurar unae}(plicacion delorig~n ...de eStas,tenden .ciaS-que'muesiran lasdiversas lfneasdel pensamiento, podrfamos decirque·prOvie~d.e laactitudyaloratiV8,que se adopterespecto de loster-Iriiff"os-·aelas diversascoiltradic<;iones y de la consiguientead~esion 0reCliiZo:-lo eualno;respondi1Kir'~ general afo~.as ...individuales deconQncta. Asij·durailte laetapade asceaso .del:..Ii~ralismoise· llego -aconsf<lerara Ja ciudad __, .enParticulax: lade 10li!.litorales~ati:timosde toclo.eI.continente--como simbulode "dvilizad~n",nii~nttasClueel ~mpoen :ge~ral, lugal'·desupervivenCia· de la$ociedaclc~I~nialhispanica;· i"q)te5eIltaba la"barbatie". Es,teesquemaientrasin.emb~goen crisis en laetapadeconsolidacion del~iberali~lllo,alIapol"la d6cadade los treinta de estesigloiEn ~ '.mome~to.c~n eldespertarde losni1c;ionalismos·.que. procIaniatlin Como raiz de.Ia: D,acionali4:ada gr,upossodates,. fOfll1ascultuialesque habian.sidoentendidos como integran-·tes de la '~batbarie", st}procluce una inversion valorativa.La apariclonen 1902 dellibro de Eudidesda Cunha Os -sertiies, especiede contrapartede la aetitud axiolOgica que muestra el Facundo de Sarmiento, hasidouna. de las manifestaciones Iiterarias de mas significadon en este sen-lido. La inversion valorativa de la que hemos hablado no signifieD sin

.embargo necesariamente en una epoca dada el. paso de un discursoopresor a un discurso liberador, en Ia medida en que la afirmacion decualquiera de los terminos de una contradiccion puede ser motivo parapostular nuevas formas de dominacidn,

La filosofia en America Latina en general ha respondido a esta pro-blematica. EI enfrentamiento entre "europefstas" y "americanistas",muestra dos de las tendencias mas generalizadas, En Jose Ingenieros 10

,.

G:t Abelardo Villegas, Reformismo y revolucion en el pensamiento latinoameri-cane, Mexko. Siglo XXI, 1972,pp. 57-63.

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70 ARTURO ANDREs ROIG INTERROGACIONES SOBRE EL PENSAMIENTO FILOSOFlCO 71

europeo, entendido como "espiritu liberal", fue utilizado para la crlticaa las formas autoritarias derivadas de la Colonia, 10 que el denomin6en su Evolucion de las ideas argentinas, el "espiritu peruano".54EnBrasil, repitiendo categorfas muy proximas a las de Ingenieros, el fil6-sofa Luis Washington Vita nos dice que durante los siglos XVIII yXIX hubo dos tendencias antag6nicas que en el plano de las ideas cons-tituyeron 10 que el denomina "pensamiento de salvacion", autoritarioy conservador, frente a un "pensamiento de Ilustracion", liberal y pro-gresista." En el analisis de las tendencias del Brasil de nuestro siglo,Joao Cruz Costa distingue entre el "sertefismo" y el "transoceanismo",el primero derivado del descubrirniento del hombre de la tierra, elcampesino del "serton", enfrentado al hombre de las ciudades, en par-ticular con el "filosofante" de mentalidad europeizada, todo 10 eualpretende constituir "el destino historico de las ideas en el Brasil"." EnIlneas generales, el "indigenismo", el "criollismo", el "nativismo", el"telurismo", son formas diversas relacionadas can ese despertar valo-rativo de ciertos aspectos de 10 americano, lamentablemente no siempreorganizadas dentro de las lineas de un discurso liberador. En este sen-tido, un conflicto entre ciertos historiadores de las ideas y algunas delas formas del pensar de tipo academico, tal por ejemplo, el "positivis-mo logico", como tambien la discusi6n que hay dentro de este, expresala oposici6n que hemos sefialado, todo ello reavivado por una toma deposicion frente a 10 que, en un momento dado, se interpret6 como pro-blemas de la dependencia de los paises iberoamericanos.

Digamos todavia y para no abundar mas sobre este asunto, que laactitud selectiva indicada como uno de los caracteres del pensador lati-noamericano frente a la filosofta occidental, ast como las influenciasmismas, han sido condicionadas por~l regimen de contradicciones y

, otro tantohiCoe""'decirse'de los temasque liail"Iriieresado--comoobjetode estudio fiIos6fico y el tratamiento recibido.

Frente al "europefsmo" y al "arnericanismo" en sus formas extremas,una reciente tendencia historicista propuso, por su parte, un america-nismo que asuma el saber filos6fico mundial, abierto al dialogo canlas culturas y desde una decidida posicion critica y autocrltica.

9. Nos restarla hablar sobre dos cuestiones que de acuerdo con la lineade pensamiento aqui elaborado son de creciente interes: I~JY:~Si9t:l.,clela '.filosofia ..en America Latina y las pautas del. pensannento latino-ameneano:'flilbIriihos"Qi2ho .que uno' CItlas aspectos' quedio alamplioyvana'do movimiento historicista el impulso que ha mostrado, es elhaber considerado a la filosofia como funcion d~J"L'y'jda. El analisisdel problema desde el punto de vista de lamanera comose ha ejercido

esa funci6n, ha llevado a una teorta acerca de los modos historicos delfilosofar latinoamericano, mas tambien y como contraparte, ha provoca-do la elaboraci6n de un modelo, de un "deber ser" de la filosofta, desdeel cual equivocadamente 0 no, se ha enjuiciado aquel pasado. Dentrode este segundo aspecto surge la cuesti6n de las pautas que menciona-mos. Esta problematica se encuentra, si bien Do"'siempre de modo ex-pltcito, en toda la literatura filos6fica de ciertos pensadores latinoame-ricanos de las primeras decadas de este siglo, aquellos a los que seha denominado los "fundadores": Alejandro Korn, Antonio Caso, CarlosVaz Ferreira, Jose Vasconcelos, Enrique Jose Varona y otros. En nues-tros dfas, como consecuencia de una profunda necesidad de cammo-qiieexpenmentim alguilos"ghtpos de'inteleetuales Iatinoamericancs, el pro-blemade'la "ftiricioriY de"ras''''''~auias''''l1a'-cobradouna'fuena nueva'...... ,".'v .• " .. _ " , ,-, ,"", P , ...,,, ,' .,;/.yciertas,ilotas qllehansidosefialiidas como caracteristicas en generalplifif"eJ 'sigl<:),XIX, tales comoIa vocacion practica manifestada en el in-teres"pri'morCliill por 10 etico, 10 politico y 10 pedagogico, han vueltoa cobrar presencia, dentro de esos grupos. La situacion no es sin em-bargo la misma, pues a partir de Ia exigencia de repensar 10 ftlosoftcopor cuenta propia se ha avanzado hacia la superacion del "instrumen-talismo" con el que ciertos pensadores del siglo XIX se conformaban. La~~~.!lcionpractica no tenderla a organizarse como antes sobre una des-confianza respecto de 10 teoretico, a fa vez que se han denunciado fuer-teIllerife las formas academicistas de un pretendido filosofar pure: gsavocacion y el reconocimiento del valor teoretico de Ia filosofia han-Ueva(Ioa unariieditacion sobre el acto mismo delfilosofar a partir deuna critica del valor del concepto, y. a la vez de .una autocritica respeciocferusoottconcepriililizadones 'desdeIas cuaIe's""se'intenta alcaniar 10

.universal:" Eil'lil .filosofia .de la historia de America de Leopoldo Zease11i-sefialado justamente el papel que podria caberle al pensamientoIatinoamericano como nuevo momento dialectico hacia una universa-lidad superadora de esos limites culturales historicos con los que habiasido planteado en general por el pensamiento de Occidente. Dentro deesta estructura de pensamiento, no cabe dudar de la importancia quetiene en todo esto aquel progresivo ahondar en la conciencia de SI ypara sf y a la vez el sefialamiento en los limites de esa conciencia, de-,rivados de sus formas de alienaci6n. La funci6n deJa filosofia es pori'e~!~_~~!,,~lld!d!lfl!ll~a,m~l}Ja.JJF~n.t~.<£piO'giii:l.'bil~9tledacl~iiitevoscon-ci~~;fy~ft~~~:1f:i-rf~1offa-~{ncii;nl::it~~:!1e:~Ai!aM~~~~~ah~i~e~~~i~:~ Ide la exigencia de filosofar por cuenta propia, no es pues incompatiblecon. la cuesti6n misma del destino de Ia filosofia y de su funci6n social.

u Jose Ingenieros, Evolucidn de las ideas argentinas, Buenos Aires, EI Ateneo,1951, tome I, pp. 21, 31, 45, 56, etc.

a5 Luis Washington Vita, "BI pensamiento filos6fico en el Brasil", en Americas,Washington, 1971,vol. 23, num. 2, pp. 18-23.

aa Joao Cruz Costa, Esbozo de una historia de las ideas en el Brasil, cit., p. 168.