Yokozawa no baai (Novela) Vol 4 Capítulo 4

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Volumen 4 Yokozawa no baai, parte de Sekaiichi Hatsukoi, creado por la maestra y mangaka Shungiku Nakamura, también creadora de Junjou Romantica.

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Captulo 4

...Tch Yokozawa chasque la lengua irritado ante el ensimo error dactilogrfico que cometa ese da. El estado exhibiera desde inicios de semana estaba comenzando a afectar su trabajo, pero, a pesar de comprender esto, encontr una gran dificultad para cambiar su actitud.

Saba muy bien cual era la razn de que se sintiera de este modo; no quera admitirlo... pero todo sto se deba a que no haba conseguido pasar tiempo alguno a solas con Kirishima en la ltima semana. Adems de sus frenticas agendas, Kirishima haba desaparecido por un viaje fuera de la ciudad para asistir a un evento relacionado a manga y anime durante el fin de semana, y luego haban llamado a Yokozawa para que asistiera a un evento de firma de autgrafos el siguiente lunes feriado haciendo que el par se desencontrara en sus das libres. Si sumaba a sto el hecho de que tampoco haba podido ver a Hiyori o Sorata, se podra decir que simplemente no haba tenido tiempo para tomarse un descanso y relajarse.

Pens que tal vez, ellos podran,al menos, almorzar juntos, enviando un mensaje de texto esa maana haciendo la sugerencia, pero aparentemente ese da marcaba el final del ciclo y Kirishima respondi que no poda hacer tiempo para salir de la oficina.

Yokozawa-san, tiene un momento? lo llam Henmi interrumpiendo sus suspiros. Luego de cerrar la ventana que mostraba la propuesta que de momento no iba a ningn lado, volvi a recobrar su actitud de superior en el trabajo.

Qu sucede?

Llegaron las muestras del material promocional la prxima campaa. Se ven bastante bien! S, stas definitivamente sobresaldrn en las tiendas. As es! Entonces... las llevar al piso de edicin! Gracias. Ah... Espera, no. Hay un recado que necesito llevar all arriba, as que me har cargo de llevarlos en lo que estoy en eso.

Ah? Est seguro? chill Henmi sorprendido ante la oferta de Yokozawa. No poda culprsele; despus de todo, generalmente Yokozawa haca que Henmi llevara los recados a los departamentos de edicin para evitar encontrarse con Kirishima accidentalmente en la oficina.

Necesito discutir algo con ellos y ellos nos ayudaron antes al pedirle a uno susmangakaque hiciera una ilustracin para la campaa, as que mejor les agradezco tambin. Tener una excusa como sta evitara que surgieran preguntas innecesarias cuando fuera por all a tantear las cosas.

Entendido. Oh, entonces, cuando regrese, le importara revisar la propuesta de mi proyecto?

Claro. No debera llevarme mucho, as que estar de regreso pronto. Tom el sobre con los materiales promocionales y dej el piso de ventas subiendo al ascensor y dirigindose al quinto piso, la divisin editorial Japun. Ech un vistazo a su rea desde el pasillo, sopesando su condicin de la mejor manera que le fuera posible.

... El lugar se encontraba ms indolente e inactivo de lo que haba imaginado: una atmsfera opresiva lo inundaba todo a la vista. Yokozawa se qued paralizado en su lugar antes de poner un pie en el rea. Kirishima estuvo rezongando sobre lo particularmente difcil que marchaban las cosas ese ciclo, y en ese momento, record que el sujeto luca ms frustrado de lo usual. Kirishima raramente luca una expresin amargada en la oficina, pero estaba decididamente tenso ese da, tal vez debido al lamentable estado de la atmsfera general en el departamento de edicin.

Todos los editores parecan estar a un paso de la muerte, haciendo que Yokozawa reconsiderara su decisin de visitarlos y que considerara darse una vuelta en otro momento. Sin embargo, tan pronto como gir sobre sus talones para regresar al departamento de ventas, la cabeza de Kirishima se alz de golpe...

!!

Sus ojos se encontraron, disponiendo una expresin de agitacin en el semblante de Yokozawa. Apret los dientes frustrado al darse cuenta de que acababa de darle a Kirishima una oportunidad de oro para molestarlo. ltimamente, se haba vuelto relativamente diestro en el arte de mantener una cara de pquer en la oficina, pero las situaciones inesperadas como sta todava lo dejaban fuera de juego.

Kirishima se puso de pie de un salto, acercndose en un estado abominable... Pero cuando Yokozawa dio un dubitativo paso atrs ante la intensidad de su atencin, Kirishima asi su brazo y acab con todo plan de escape.

Llegas en el momento justo, Yokozawa.

Qu...? Yokozawa parpade varias veces en sucesin ante esta declaracin, esforzndose por comprender las palabras.

Ignorando al muy confundido Yokozawa por un momento, Kirishima habl de improviso con Katou, quien se encontraba all cerca:Saldr por un momento. Y as el par dej el piso de edicin.

Con su brazo an atrapado en el fuerte agarre de Kirishima, Yokozawa se encontr siendo arrastrado haca el pasillo, todava inseguro de lo que el sujeto quiso decir con eso de "Llegaste el momento justo". Si haba algo que necesitaba que Yokozawa revisara, entonces, por qu dejar el departamento de edicin? Aun si se tratara de algo ms parecido a una "discusin", todo lo que necesitaban hacer era dirigirse al espacio dedicado a las reuniones disponible en cada piso.

Qu tienes en mente?

Solo cllate y sgueme. Kirishima mantuvo asido el brazo de Yokozawa atravesando el pasillo. Rpidamente sus largas piernas los tenan trotando escaleras arriba. Las piernas de Yokozawa casi se desploman al ser jalado en un ngulo tan incmodo, pero pronto se encontr disparado dentro de una sala de reuniones vaca.

Rayos, qu diablos ests haciendo...?! Kirishima ignor su pregunta, cerrando la puerta detrs de ellos en silencio antes de devolverle una expresin sombra. Ki... Kirishima-san...? La lgubre expresin sugera que haban metido la pata otra vez, y el pecho de Yokozawa se encogi ante la posibilidad de lo que le esperaba. Hubo otro problema con...? comenz a decir, pero sus palabras fueron detenidas sbitamente con un beso mientras sus labios eran devorados con ansias sin contar siquiera con la misericordia de que le concedieran un una bocanada de aire.

La mente de Yokozawa se puso en blanco ante la inesperada accin, y cuando finalmente recobr su sentido luego de unos cuantos golpes, encontr sus caderas atrapadas en un fuerte lazo.

Nn... hnm! Yokozawa golpe sus puos contra la espalda de Kirishima en seal de protesta, pero en respuesta, su beso solo se profundiz. Una lengua se desliz entre sus labios para recorrer su boca y los sonidos crepitantes de su beso y su trabajosa respiracin rpidamente encendi una llama en su interior sin importar si lo deseara o no. Hnn... nn...

Con frrea determinacin, acall la parte de l que desesperadamente quera ceder ante el momento con lo ltimo que le quedaba de buen juicio. Esa era unasala de reuniones en la oficina. Con la puerta cerrada como estaba, casi nadie podra entrar, peroancaba alguna posibilidad. Ms an, estaba el hecho de que ellos se encontraban en horas laborales y resultaba imperdonable que los empleados se encontraran envueltos en esta clase de actos en horarios de oficina.

Sin embargo, aunque a Yokozawa le hubiera gustado sermonear al respecto a Kirishima, los labios que necesitaba usar para hacerlo estaban comprometidos de momento. Sin embargo, justo cuando consideraba morder la lengua del sujeto para hacer que lo dejara, Kirishima finalmente lo liber del beso, tal vez sintiendo que se encontraba en alguna clase de peligro mortal.

T...! No tienes la ms puta idea de lo feliz que estoy de verte. Me estaba volviendo loco; estaba tan condenadamente cachondo intervino Kirishima con palabras que carecan de la ms mnima delicadeza deteniendo a Yokozawa en su jadeante intento de comrselo vivo. ...Ah? Nunca pens que me quedara con las ganas por tres semanas enteras. Ha sido unatortura. Qu dia...?No estars tratando de decirme que fue parastoque me arrastraste hasta aqu, no? S, por qu? Dnde diablos te crees que estamos? En una sala de reuniones del trabajo. Y me asegur de elegir una con paredes gruesas, as que no te preocupes. Entonces pon en prctica un poco autocontrol ya que parece que entiendes dnde estamos! Tal vez se le habanzafadoalgunos tornillos a la cabeza del sujeto en vista de la destruccin que vena de la mano del fin del ciclo.

No puede ser. Si no obtengo un pequeo incentivo en este preciso momento, no hay forma de que sobreviva esta noche. Kirishima desliz un dedo por el nudo que mantena la corbata de Yokozawa en su lugar, jalndola insistentemente. Antes de que Yokozawa siquiera se diera cuenta, el tipo ya haba conseguido desabrochar dos de los botones de su camisa y posaba sus dientes sobre el fragmento de cuello desnudo. Ngh... no...muerdas all, maldicin!

Est bien; nadie lo notar, siempre y cuando te ajustes bien la corbata.

Esenoes el problema... Yokozawa se dispar hacia atrs en retirada. Sus piernas eventualmente chocaron contra el borde de un escritorio y, sin lugar adonde huir, comenz a apoyar su peso sobre el escritorio.

Kirishima no detuvo sus acosadoras manos ni una vez mientras discuta con Yokozawa, quien an no poda adivinar cuan serio estaba siendo el sujeto o no, y continu mordisqueando la nuca de Yokozawa. La sensacin que producan los dedos de Kirishima al deslizarse a lo largo de su espina dorsal se escurra a travs de las diferentes capas de su traje. Las manos pronto se zambulleron en sus caderas, deslizndose por debajo de la delgada chaqueta que estaba usando, rozando los msculos de su espalda baja.

Deja... ya... ngh...

Usando la rodilla para forzar la apertura de las piernas de Yokozawa, Kirishima dirigi sus atenciones a su entrepierna, usando la mano libre para pellizcar una tetilla, retorcindola con ropa y todo. Las cejas de Yokozawa se fruncieron ante el dbil dolor. Ahora su respiracin se estaba volviendo trabajosa y los pensamientos consientes estaban comenzando a desvanecerse. Trat de desviar su atencin de las acciones llevadas a cabo sobre su cuerpo, pero le resultaba intil.

Te dije... que... ngh, basta! Recurriendo a sus ltimas fuerzas, empuj a Kirishima con toda la fuerza que pudo reunir; si esto continuaba por tan solo un momento ms, no habra vuelta atrs. Ya poda sentir un zumbante palpitar en lo msrecnditode su ser, y su entrepierna estaba suplicando ms atencin. Solo... para que quede claro, preguntar una vez ms: te das cuenta de que ahora estamos en el trabajo y en horario laboral, cierto? Se asegur de expresar su pregunta con claridad, como si estuviera regaando a un nio, pero Kirishima solo respondi poniendo los ojos en blanco con un suspiro forzado.

Dios, realmente eresdemasiadoacartonado a veces.

No, es solo quetu cabezaes blandengue! espet corrigiendo a un obviamente molesto Kirishima. Necesitaba que el sujeto comprendiera quin era el que se estaba comportando de forma ridcula all.

No tuve tiempo de almorzar hoy as que, qu problema hay si me tomo un descanso por un momento?
No has comido nada en todo el da?
Bueno... una de las chicas del departamento de al lado me dio un chocolate.
Tnecesitasalgo ms nutritivo que... Claro que podra funcionar como aporte de energa de emergencia en un apuro, pero no haba modo de que un hombre adulto pudiera pasar el da entero con solo un pequeo chocolate como almuerzo. Aun as, y sin importar lo ocupado que estuviera, no era excusa para un comportamiento tan inapropiado en la oficina.
Bueeeno, si algunaamante esposame preparara unbentoude vez en cuando, tal vez podra comer almuerzos deliciosos y nutritivos... Kirishima remat este deseo con una inocente mirada alrededor de la sala vaca.
... Oye, ests tratando de decirme queyote prepare un almuerzo?
Ooh, te diste cuenta! Saba que lo captaras!
Nunca dije que hara unamierdaadvirti a Kirishima, quien se quedara all asintiendo para s mismo con satisfaccin; no poda soportar que un comentario casual se confundiera con una oferta de este modo. Y de todos modos, por qu debera de hacerlo? Yo tengo que levantarme antes que t, ests tratando de decirme que quieres que me levante inclusomstemprano ahora?
De cara a la irritacin de Yokozawa, Kirishima contest ttricamente: Entonces, por qu no nos levantamos juntos? Yo estoy totalmente listo para ayudar si t me indicas cmo. Ah, espera, levantarme temprano maana podra ser un tanto difcil...
Yokozawa suspir para s mismo mientras Kirishima permaneca all haciendo planes por su cuenta y seal algo que obviamente se le haba escapado al hombre: Ni siquiera leste bien el mensaje de texto que te envi esta maana, no? No puedo ir a tu casa esta noche. En el mensaje te dije que esta noche tengo una cena de negocios.
Entonces, qu es ms importante para ti? El trabajo... o yo?
La irritacin de Yokozawa se aviv ante la divertida respuesta infantil; de momento no poda soportar estas bromas sugerentes.
En serio quieres sacar a relucir sto ahora? Cuando t probablemente te quedes varado aqu hasta maana terminando tu ciclo?
El trabajo y la familia,ymi amante, sontodosimportantes para m; adems, el tiempo extra ser ms fcil de sobrellevar si s que t estars esperndome en casa.
S, claro. No tena sentido que intentara seguirle el paso a este sujeto. Aunque Yokozawa le echara una fra mirada, pareca no surtir ningn efecto en Kirishima, quien inmediatamente cambi de tctica y prob con una estrategia diferente, iluminndose su rostro.
Ah, entonces qu tal maana? Estars all de seguro maana, cierto?
Maana?
Quin es el olvidadizo ahora? A partir de maana, Hiyo estar fuera en su pequea aventura escolar de campamento.
Oh, s... En este punto lo record; al da siguiente Hiyori estara fuera por tres das y dos noches por un viaje escolar de campamento. Ella se haba recuperado completamente de su resfriado de haca dos semanas atrs. Yokozawa record que ella le haba enviado un mensaje de texto al respecto esa maana. l se dej llevar y prepar una porcin enorme del budn que ella haba pedido entonces, pero ella se haba comido casi todo sola. Cuando termin, se pregunt preocupada: "Me pregunto si me pondr gorda...", pero dada su complexin, probablemente podra permitirse poner unos kilos ms sobre sus huesos. Adems, Yokozawa siempre pens que las nias se vean ms monas si lucan un poco ms rellenitas.
Ser la primera vez que tenemos un momento a solas en un tiempo...
... Y qu?
As quepodremos ser tan apasionados como queramos.
Idiota! Este no era un lenguaje adecuado en un hombre de su edad.
Qu? No quieres mostrarte apasionado conmigo?
En serio me ests preguntando eso con una cara tan seria?
Solo estaba imaginando el dolor de cabeza que senta aumentar a raz de esta conversacin? Sus reflejos simplemente no daban abasto cuando se enfrentaba a ese sujeto con todo lo que tena. Realmente tena que estarle sucediendo algo a Kirishima ese da. Quizs eso hablaba de la mucha presin bajo la que se encontraba en el trabajo ahora.
Oye, para m esmuyimportante establecer esta clase de cosas. Despus de todo, no quisiera hacer algo que t objetaras.
S,claro. Lo dice el hombre que se regodea molestndome a ms no poder.
Es tu culpa por lucir tan condenadamente lindo cuando ests molesto.
No trates de echarme la culpa a m!
Ooh, meencantacuando pones esa cara.
...! El rostro de Yokozawa explot en rubor ante el susurro de stas palabras junto a su odo. Por mucho que lo intentara, siempre estaba condenado al fracaso en situaciones como stas. Hara lo mejor que pudiera para sortear con viveza las bromas infantiles de Kirishima, pero siempre se encontraba finalmente abatido por la madura genialidad del hombre.
Me estaba volviendolocode la soledad esta semana sin ti...
...
T tambin, no,Takafumi?
A veces, el silencio otorga... y justo cuando Yokozawa se preparaba, alistndose para aceptar a Kirishima esta vez, al acercarse su rostro otra vez..., el sonido de un telfono celular llamando colm el aire.
Maldicin, supongo que se acab el tiempo. S? Habla Kirishima. Sin esfuerzo alguno, Kirishima recobr su actitud laboral. Por el telfono, Yokozawa pudo escuchar una voz conocida chillando frenticamente "Kirishima-san, adnde se FUE?!". Por el patrn que exhiba su forma de hablar, probablemente se trataba de Katou. Estaba a punto de regresar. Dame un minuto ms, rayos. Su aire lo haca parecer un vendedor desobacascarrabias dando excusas por su lento servicio y cuando Yokozawa le dijo en silencio "Mentiroso", Kirishima estir su brazo y le pellizc la mejilla como ordenndole que se callara.
Deja de hacer eso! musit enojado Yokozawa para no ser odo por el telfono, golpeando la mano de Kirishima al continuar ste con sus infantiles bromas. Pero Kirishima continu hincando y pellizcando dondequiera que pudiera alcanzar con sus manos muy a pesar de la clara indignacin de Yokozawa, y todo esto mientras prosegua con su conversacin telefnica. A pesar de que apartaran continuamente su mano, Kirishima nunca abandon sus esfuerzos, obviamente disfrutando de las reacciones de Yokozawa.
Ah, bueno. Entonces, te lo dejo a ti. S, eso est bien. Confo en tu juicio. De acuerdo. All estar enseguida.
...! Yokozawa se encontraba casi al lmite y apret su puo con fuerza alrededor de la mueca de Kirishima cuando el hombre se estir hacia adelante para obtener un ltimo pellizcn en la mejilla. Apret con todas sus fuerzas. Aunque el rostro de Kirishima mostraba dolor a las claras, an pareca estar disfrutando.
Eso. Comienza con eso por ahora. Kirishima cort la llamada y lanz una mirada lasciva a Yokozawa, quien todava apretaba con fuerza la mueca de Kirishima. Yokozawa se estaba quedando sin forma de reaccionar ya que el sujeto pareca disfrutar con cualquier cosa que le saliera. Vamos, que esto no fue nada como para que te pongastanmolesto.
No estoymolesto; estoyconsternado. Ahora guarda el telfono y lleva tu trasero de regreso al piso de edicin!
Rayos, no eres nada divertido. Trata de ponerte en mis zapatos y piensa cun duro es para m dejarte ahora.
NO ME TOQUES EL TRASERO. Yokozawa no quera lidiar con esta clase de cosas en casa, perociertamenteno quera ser objeto de tal acoso sexual en la oficina tampoco.
De acuerdo, t ganas. Tendremos que dejar el resto para maana. Pero, necesitars encargarte de ti solo por ahora. Esto es duro para m tambin.
No te hagas la vctima!
Ja, ja, ja. De acuerdo, de acuerdo. Me voy entonces. Oh, y no te preocupes. No espiar en los baos de este piso, as que no te preocupes ysalossi lo necesitas.


... Lo que sea, solo... vete ya! No habra forma de recuperarse si se topaba con alguien en su actual estado; tendra que dejar que pasara y esperar que se enfriara pronto. Pero mientras tomaba una bocanada de aire sbitamente record algo. ... Ah!
Haba olvidado por completo agradecer a Kirishima por su ayuda con los materiales de la campaa y no consigui su acuerdo respecto a la nueva publicidad.
Al recordar cmo se dej llevar por el momento, no poda dejar recaertodala culpa en Kirishima. Pero cuando pens que tendra que arrastrarse nuevamente al piso de edicin... se sinti bastante deprimido.