Xsumarte 21 agosto 2013

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XsumArte descubrió a un poeta linqueño con un estilo de escritu- ra realmente original e impactante. Entrá a nuestras páginas y enterate quién es y qué nos dijo sobre sus trabajos, que viene realizando hace ya más de 10 años. POETA DESCUBIERTO Revista mensual. P. V. P. $ 5,00. Año 2. Número 21. Lincoln. B. A. Agosto 2013

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Revista cultural linqueña.

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XsumArte descubrió a un poeta linqueño con un estilo de escritu-ra realmente original e impactante. Entrá a nuestras páginas yenterate quién es y qué nos dijo sobre sus trabajos, que viene

realizando hace ya más de 10 años.

POETA DESCUBIERTO

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TEATRO

PORTA PIA

Sala climatizadaSala climatizada

Editorial

StaffEditores propietarios: Santiago Zambianchi y Paula García / Diseño y diagramación: Paula García y Santiago Zambianchi / Redacción: Caseros 52 dpto. 7, Lincoln, Bs. As. / Columnistas:

J. C. García, Pablo Gago, Cristina Pannunzio y Fernando Signorini / Agradecimientos: J. G. Paoletti / Impresión: La Posta del Noroeste, Andrade 746, Lincoln, Bs. As. / Contacto:

[email protected] (e-mail), Xsum Arte (facebook), tel: 02355-15536795 / 15696907 * Número de propiedad intelectual en trámite.

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El poeta no sólo sobresale por su estilo, su ritmoe impronta, sino también por cómo entiende y

explica el proceder de su oficio. Cuando todas estasaristas se dan, aparece el sentido del poema con másclaridad, tal vez con mayor nitidez respecto al apun-talamiento e intención de sus contenidos. Y todo estoencontramos en Bruno Cappello, escritor linqueñoque, a través de una rica entrevista, nos contó todoslos pormenores de su construcción poética, que, de-bemos decir, es realmente distinguida. Ésta es la notacentral de nuestra nueva edición, conformada porreflexiones de este joven que son realmente sentidasy profundas.También en las páginas de este nuevo número desa-rrollamos varios temas de gran interés, entre ellos, lavisita que realizaron los integrantes de la revista «LaGarganta Poderosa», crónica a cargo de nuestro co-lumnista Juan Cruz García; la puesta en escena deLazy BS en Blues; la participación de tres músicoslinqueños en un encuentro internacional de guitarraque se realizó en Rosario; el nuevo proyecto de docu-mental y de libro que están llevando a cabo variosperiodistas locales en torno al tema de los ocho de-saparecidos linqueños; las jornadas artísticas que sellevaron a cabo en el Centro Cultural «Las NueveMusas», de Martínez de Hoz, en donde se desarrolla-ron dos días a pura invención de la mano de autoresde esa localidad y también de Lincoln y de GeneralPinto; una profunda reflexión en manos de FernandoSignorini luego de la pérdida de un jugador de fútbola causa de la altura.A su vez, te publicamos nuestras columnas habitua-les. Esta vez Pablo Gago nos propone un entretenidoviaje por la exquisita y trascendental banda de rockPatricio Rey y sus Redonditos de Ricota; y CristinaPannunzio nos habla de un Grande: Herman Melvi-lle. Santiago Zambianchi es otro de los que participaen este número con una columna, abocada a resaltary propagar la magistral pluma de una de nuestrasescritoras argentinas, Diana Bellessi.Bienvenidos a XsumArte edición 21, esperamos que ladisfruten.

DESIERTO (1)

Como el que

huye

en su desierto.

Como el que

huye en su desierto

borrando

sus huellas.

Como el que

descubre en su desierto

esas otras huellas

que lo buscan.

DESIERTO (2)

Como el que

escucha

esa voz

en su desierto.

Como el que

escucha esa voz

que clama.

Como el que

escucha en su desierto

clamar esa voz:

y esa voz contra él

clama.

DESIERTO (3)

Como el que

en medio del desierto

ve su salvación.

Como el que

corre

a alcanzarla.

Como el que

alcanza

su salvación: ese

espejismo.

Y ha de seguir huyendo

en su desierto.

Leónidas Lamborghini

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Actualidad

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Los músicos linqueños Martín Digangi, Melina Roseló y Juan Pa-

blo Bustos participaron de varias jor-nadas internacionales de guitarra, quese llevaron a cabo los días 1,2,3 y 4de agosto en el la Universidad de Ro-sario. Estos tres jóvenes de nuestraciudad, que tienen mucho talento ypretensión de aprendizaje, viajaron aSanta Fe para capacitarse en lo quemás les gusta hacer: Música. En lapróxima edición de XsumArte esta-remos desarrollando esta participa-ción con más detalles y seguramentecon algunas declaraciones de estosartistas locales.

Linqueños en jornadainternacional de música

MúsicaMúsica

Memoria viva,

memoria activa

El viernes 26de julio co-

menzó la prime-ra etapa de filma-ción del docu-mental y produc-ción del libro quebuscará rearmarel perfil de losocho linqueñosdesaparecidos enla última dictadu-ra militar. Bajo lacoordinación yparticipación delgrupo «Linqueños por losDerechos Humanos», pe-riodistas locales, junto alreconocido director An-drés Cuervo, dieron inicioa un proyecto ambiciosoque tiene como objetivoseguir en la marcha de lavisibilización de los jóvenesque dejaron su vida en el

camino de una lucha por unpaís más justo.En esta etapa se lleva ade-lante la realización de en-trevistas a familiares y ami-gos de los desaparecidos,los cuales permitirán llegara un perfil más acabado delas víctimas locales de la

época más sinies-tra de la Argentina,que fueron JoséMaría Cané,Samuel Ángel Sto-la, Fernando Fra-cchia, Elvio Fran-zosi, Dora Fran-zosi, Osvaldo DePratti, RobertoLuis Stéfano yDaniel Dinella.Uno de los puntosfuertes que tendrá

esta producción linqueña,de alcance nacional, será lade incluir en el libro ochoalegorías que van a escribirHoracio González, NoraCortiñas y Adolfo Pérez Es-quivel, entre otras figurasreconocidas en el plano dela lucha por los derechoshumanos.

Nueva edición de la «Peña el Endiablado»

El sábado 17 de agosto, en lasala del Teatro Gidi, se reali-

zará una nueva edición de la ori-ginal Peña «El Endiablado». Estavez los convocados para ser par-te protagónica de esta rica fiestason: Julio Cañete, Milena Ariste-gui, Antonio Miguel, «Seguidores

del Atardecer», Marcelo Frágoli,Andrea Contrera y Luis Reynoso,Susana Marinelli, Néstor Bruno,Agrupación «Sembrando tradicio-nes», Nancy Sosa, Ludovico Fon-da y el nuevo grupo linqueño defolclore que lleva como nombre«Los Machados». Vale destacar

que en la edición anterior, llevada a caboel día 13 de julio en las instalaciones dela Escuela Nº 18 de Lincoln, ubicadaen San Martín y Obligado, actuaronNéstor Bruno, Aníbal Orliacq, Dúo a«Media Voz» (Junín), Julio Cañete,Andrea Contreras y Luis Reynoso,Adriana y Luis Bustos.

El 13 de julio se presentó en el míti-co escenario de Blues Bar, ubica-

do en Ameghino y Massey, la bandade rock Lazy BS. El cuarteto linqueñoformado por Nicolás Pérez (guitarra,saxo y voz), Tulio Gásquez (batería),Juan Zani (teclados) y Damián Righi(bajo y coros), puso de manifiesto te-mas de su nuevo disco y también algu-nos covers de las bandas más influyen-tes del rock mundial. Una nueva pues-ta en escena de esta agrupación, que, através del talento de todos sus integran-tes, siempre muestra un estilo diferentey una impronta musical realmente atrac-tiva.

Lazy BS, en Blues

ProyectosProyectos

Foto: Juan Cruz García.

Fuente: diario La Posta.

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El centro cultural, a pura musa

Hace un tiempo atrás, pun-tualmente en la ediciónnúmero 13 de esta revis-

ta, habíamos destacado el traba-jo y las tareas de recreación ar-tísticas que lleva adelante uno delos espacio culturales más desta-cados de nuestro Distrito, esta-mos hablando del Centro Cultu-ral y Museo «Las 9 Musas», crea-do en el año 2009, un lugar mági-co de Martínez de Hoz que fueconstituido por Zaida Rafull, Ale-jandro Barisone y Ramón Pare-ra.En esa ocasión destacamos todolo que llegaron a materializar es-tos jóvenes, entre otras cosas, ta-

lleres, espacios de convocatoria,ferias de artesanos, recitales, fes-tivales de arte y cultura, ciclos decine para niños, clases de carica-tura abierta. También señalamoscon mucha puntualidad y des-cripción el esfuerzo denodado quehicieron estos gratos personajespara llegar a un emprendimientode esa envergadura, materializa-ción en la que tuvo mucho que verMiguel Raposo, quien les donó ellugar donde hoy se encuentra enpleno funcionamiento este Cen-tro.Así, este espacio integrador y ne-tamente simbólico para el pueblo,que ya tiene seis años de vida, fun-cionó el 20 y 22 de junio como an-fitrión de dos jornadas artísticasrealmente dignas de destacar, yesto no se concretó por mera ca-sualidad, sino por pura iniciati-va de sus hacedores, que no pa-san un día sin pensar cómo estelugar puede ir creciendo y moto-rizando la pretenciosa idea queestos artistas tienen desde el ini-cio del proyecto que se trazaron.En la primera jornada, Alejandroy Zaida convocaron para quepongan en evidencia sus condi-ciones artísticas a los titiriterosJulia Sigliano -oriunda de Lin-

coln, con una carrera destacadísi-ma a nivel mundial-; a Manuel Man-silla, compañero de escena de la lin-queña y no menos destacado en susvirtudes; y a Santiago Llorrente,que le puso música a este espectá-culo maravilloso, que se llevó a caboen la entrada del «Las 9 Musas»,donde funciona la Pulpería «Qué loparió»!, del encomiable y generosoMiguel Raposo, quien, como men-cionamos al inicio de la nota, fuequien donó el espacio para que pue-da materializarse el Centro. El showde los títeres comenzó las 20 y fina-lizó a sala llena -y muy aplaudido-a las 22:30 hs. El público quedó fas-

cinado con las actuaciones de estostres geniales intérpretes. Manuel yJulia animando sus títeres de goma-espuma increíblemente expresivos,y jugando con los presentes, niñosy adultos. Todos disfrutando de unavelada muy original y cálida, a laque asistió gente de Lincoln, de Ca-

pital, de Las Toscas y también eldelegado del pueblo.Ya el sábado 22 se puso en mar-cha una amplia y amena jor-nada musical. Primero arran-có en el Centro, con un concier-

to de guitarras extremadamen-te virtuoso del que fueron prota-

gonistas Melina Luz Roselló -quiencon mucha soltura y naturalidadejecutó obras de Villalobos, entreotros-, y Juan Pablo Bustos, quienpuso de manifiesto –acompañado enalgunas canciones con Jesús Gorri-ni- un original repertorio de obraspropias y de música clásica, al tiem-po que se proyectaban imágenes delos dibujos de Pow Boy, un jovenoriundo de General Pinto que mos-tró a través de sus trabajos muchotalento natural. La segunda parte del show meló-dico fue algunas horas más tardeen la pulpería de Raposo, donde sepresentó el multifacético artista lin-

Nuevamente este lugar de Martínez de Hoz, que lleva como nombre Centro Cultural y Museo «Las 9Musas», abrió sus puertas para que el arte se ponga de manifiesto. Autores locales, de Lincoln y de la

ciudad de General Pinto conformaron dos hermosas jornadas de invención, donde hubo guitarras, títeres,artes plásticas y mucha amenidad. Todo sucedió al compás de la magia de este gran centro, que desde

hace ya varios años conforma indudablemente un parangón cultural para su localidad.

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queño Ludovico Fonda, quien tocó un par decanciones de su autoría y fue acompañado demanera improvisada por algunos cantores lo-cales, lo que le puso un tinte de jovialidad ysorpresa a la noche del 22.Todas estas aristas conformaron dos jornadasque quedarán no como un hecho anecdotariopara este gran centro, sino como la evidenciadel crecimiento y la convocatoria que este lu-gar va logrando con el paso de los años.Dos jornadas destacadísimas que nos han con-vocado para propagarlas ya desde su inicio,es por eso que XsumArte se trasladó hasta estehermoso sitio, para regalarte en imágenes todolo acontecido.

Contenidos y desarrollo del Centro Cultural yMuseo «Las nueve Musas»Los contenidos que sehan desarrollado a tra-vés del tiempo en el cen-tro, que está dividido ensu estructura orgánicapor el «Museo ManuelAntas García» y el «Cen-tro Cultural Jardín de lasDelicias», son puntual-mente sobre historia lo-cal y regional; historianacional; bellas artes; fo-tografía; artes liberales,costumbres y tradicio-nes; música y danza; pin-tura y escultura; arte-sanías; literatura; filoso-fía y sociología; mediosaudiovisuales y culturapopular, generando deesta manera, y por mediode estos contenidos, unaforma de desarrollo cul-tural paradigmático, endonde funcionan comoparangones en la locali-dad de Martínez de Hoz,y por medio de este gran

centro, las ideas de inclusión, de educación,de vinculación, de propagación de sentidoy de afectación cultural, sin olvidarnos delo más importante que este espacio denotainicialmente desde el espíritu de sus reali-zadores: la abnegación, el compromiso y laidea de generar un lugar colectivo, en dondeel arte ya tiene, nada más y nada menos,que voz propia. En donde la lengua, el pincely el acorde se visualizan como rastros, comoguías, como huellas, como biografía de lo quedenuncian las buenas ideas. Este espacio es,sin duda, lo que convoca al canto, al trazofulgurante y siempre innovador que germi-na en la expectativa de la invención. Convo-ca a dar soporte a la expresión constante, dapuesta en marcha al gran sentimiento delasombro, hallado siempre implícito en unbuen poema, en una buena canción; pone de

manifiesto la gran supre-macía que hay en la per-cepción humana, todavez que esté trazada conla ilesa sutilidad que hayen la emoción y la noble-za, cualidades presentespor doquier en este grany distintivo lugar.Vale destacar que pormedio de estos espacios,históricamente las ideasen los pueblos han encon-trado un anclaje, un te-rritorio de sentido, unhilo conductor, un motorde visualización, un so-porte para que éstas pue-dan ser expandidas yposteriormente reconoci-das, como así también va-loradas en otros lugares.Y en la localidad de Mar-tínez de Hoz ha sucedidoesta compleja, particular,difícil y distintiva situa-ción que estamos descri-biendo.

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Poeta deluxe

El azar se motoriza siempre desde susfauces autónomas, a veces se eviden-cia bendito; otras arrojando reflejos

súbitos de polvo e ingratitud. Por fortuna,en esta ocasión se nos ha revelado a favor,pues, por casualidad, hemos encontrado unautor linqueño con una insignia poética ex-tremadamente original, rasgada con un es-tilo muy propio. Furor y encanto, sublimeconstrucción de sentidos por donde florecela palabra con sus ritmos, sutil conjunciónde rimas y una indómita espontaneidad líri-ca simbolizan la musa e impronta de BrunoCappello, un joven autor linqueño -estudian-te de Letras, hoy viviendo en Capital Fede-ral- que hace varios años ejerce este oficio, ylo hace con mucho talento y esplendor. A él lefuimos a realizar una entrevista, buscandoque nos cuente, entre otros temas, cómo en-tró a este mundo, cuáles son sus influencias,qué prima a la hora de escribir y qué siente alhacerlo. Una nota extremadamente rica, enla que te mostramos a un autor que realmen-te vale la pena propagar, y no solamente porsu originalidad poética, sino también por susopiniones sentidas, humildes y muy parti-culares.

1- ¿Cómo llegaron los primeros libros a tus ma-nos? ¿Fue tu madre -profesora de Letras- quiente los acercó? ¿Cuáles son los que más te mar-caron?Uh, en casa había cientos y cientos de libros.Hay todavía, aunque ahora los viejos vivenen Córdoba, donde viven Franco y María,dos de mis hermanos. Cientos de libros, has-ta algunos repetidos, porque los tenían mimamá y mi abuela Ida, aunque eso sucedíamucho más con los vinilos: dos, tres veces elmismo. Ojo que mi papá también es lectorfrecuente, y más que frecuente, pero mimamá tenía cualquier cosa que le pidieras y,si no lo tenía, te lo conseguía enseguida, por

parte de Marita (Sogo) o Cristina (Pannun-zio). No recuerdo bien los primeros librosque leí, sé que hubo unas adaptaciones in-fantiles de La Ilíada, del Quijote. Lo que sí re-cuerdo es cuándo comenzaron a marcarme,o cuándo comencé a fascinarme con algu-nas novelas: Crimen y castigo, por ejemplo, oSobre héroes y tumbas, con el relato fantás-

tico que cuenta cómo Lavalle ordena traerla cabeza muerta de Dorrego, uf… impre-sionante. Yo tendría trece o catorce años yya sabía que Lavalle había mandado a fusi-lar a Dorrego en un error político desmedi-do por parte de los unitarios, un error queBrown y otros no pudieron impedir. A loque voy es a lo siguiente: qué magia descu-brir sensaciones a través de la literatura,cómo puede ser que alguien se ensañe tantocon otra persona, con un compatriota, conuna persona también «letrada» por así de-cirlo, en una época en la que era mínima lacantidad de gente que había podido instruir-

se. Cómo, además de ordenar su fusilamiento,el tipo también quería que le trajeran la cabe-za sin vida. Después, claro, te hacés mayor,salís a la vida, y te das cuenta que ensaña-mientos como ése hay en un montón de esqui-nas, pero recuerdo que en ese momento meapabulló pensar todo eso. Otro encanto quetiene la literatura: hace poco tuve que ir al Hos-pital Argerich acá en Capital, nunca había ido,y dos días antes había estado reviendo la per-secución de Dorrego en una pieza musical muybuena que llevaron a cabo Eduardo Falú y elmismo Sábato. Cuestión que, a partir de esamúsica, navego un poco en ella luego de ir alhospital y me entero que el mismísimo CosmeArgerich había sido el encargado, por pedidode Rosas, de exhumar los restos de Dorrego.No sé, a mí esas cosas -aunque puedan resul-tar muy triviales- me vuelven loco.Siguiendo con la pregunta, ya tengo quizá re-cuerdos más cercanos: un libro enorme conlas obras completas de Borges hasta el setentay tres que mi mamá nunca más vio, porque lohice muy mío desde el secundario. Ése creo queme marcó considerablemente, ahí leí los pri-meros poemas que no pude dejar de rever ja-más. También, aunque mucho después, Salvoel crepúsculo, de Cortázar, me gustó mucho y nodejo de releerlo. Aunque creo que mi favoritoes Bioy Casares, y La invención de Morel es lacreación que elegiría si tengo que indicar sola-mente uno, porque me parece perfecta comonovela. Creo que Bioy me ha hecho leer comoningún otro: no te pide ninguna pausa, tieneuna fluidez envidiable. Y usa y mezcla el rela-to de ciencia ficción con la nostalgia y la utopíacomo yo nunca vi, más aún en La invención deMorel (o en Plan de evasión), que es una cosa in-creíblemente triste, que en dos mil trece puederesultar de una simpleza y un nihilismo mun-danos, pero yo nunca dejé de pensar que laescribió hace más de setenta años, e imaginarla mente de Bioy tramando semejante histo-

Nos metimos en la luz de su musa, en el encanto que

arrojan los arrestos poéticos de Bruno Cappello, un

escritor linqueño muy original, que nos concedió una

entrevista muy rica, la que te publicamos a continua-

ción para que conozcas por dentro a un autor local

realmente muy interesante y talentoso.

Nos metimos en la luz de su musa, en el encanto que

arrojan los arrestos poéticos de Bruno Cappello, un

escritor linqueño muy original, que nos concedió una

entrevista muy rica, la que te publicamos a continua-

ción para que conozcas por dentro a un autor local

realmente muy interesante y talentoso.

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ria y tamaños artilugios científicosen la década del treinta me vuelveloco también, no sé cómo pudo ha-berlo hecho.

2- No es fácil entrar y ser afectado porel poema, pues hace mucho tiempo estátapujado por otras formas de expresiónque de alguna manera le convienen másal mercado ¿cómo entraste vos a estemundo un poco relegado respecto aotras formas de escritura?La verdad es que no sé; si te digo, temiento. Yo era un chico de doce o tre-ce años y de repente me gustaba aga-rrar una hoja en blanco y divertirmea partir de eso. Ponía los equipos defútbol de Primera División en un fix-ture arbitrario y tiraba dados paradarle resultado a los partidos. ¡Y ha-cía las diecinueve fechas, eh!, y meencantaba la estadística, quizá de ahíel amor por la métrica que se hizocarne en el soneto, que es lo único queescribo últimamente, y prácticamen-te todo aquello de lo que no me aver-güenzo demasiado está escrito en eseformato. Pero la cuestión es que paradivertirme siempre tomaba una hojaen blanco y una lapicera. Y un díacomencé a cambiarle la letra a lascanciones que escuchaba, y otro díacomencé a escribir cosas que no te-nían por qué encajar en la música queescuchaba, y después me iba a lo demi amigo el flaco Adrián (Souto) ypasábamos las noches viendo cómohacer de esas palabras una canción.Así comencé, creo. Después, cómoentré en el mundo de la poesía… pri-mero hay que ver si entré, o definirbien qué sería el mundo de la poesía,porque nunca me pasó eso de sentirque pertenezco a algún ámbito, nocreo merecerlo, honestamente. Sí tepuedo decir que si comencé a encajarlo que escribía en endecasílabos fue apartir de Borges: Ajedrez, Buenos Ai-res, H.O., Él, A un gato, La lluvia, etc.Creo que el hecho de poder tambiénjugar buscando la rima consonante,o de buscar dónde poner los acentos:si en las sextas y décimas sílabas, o silas cuartas, las octavas y otra vez lasdécimas, creo que eso me gusta mu-cho. O me gustó mucho comenzar aimitar ese formato que Borges hacíaoro.

3- ¿Puede preverse a priori el poema ose lo vislumbra sólo cuando se lo hallafrente a los ojos?En mi caso, que nadie debe por quétenerlo como ejemplo, todo va ar-mándose premeditadamente. Unpoco porque son catorce versos y nomás, y porque el primer verso rima-rá con el cuarto y el segundo con eltercero pero, además, en lo que res-pecta al sentido del poema, en el pri-mer verso ya sé qué intento expre-sar, y sé cómo voy a expresarlo, y sépara qué remate y reflexión (que ten-drán lugar en los dos tercetos) estoyutilizando los ocho primeros versos.En mi caso, todo nace de la aparición(¿inspiración acaso?) de una frase ometáfora o hipérbole, porque creo quefinalmente el poema trata un pocode eso: de qué es lo que ocurre en eseinstante, y no tanto de cómo sucede,por qué sucede, cuándo o dónde.

4- ¿Qué reclama la poesía en térmi-nos generales? Y, en ese contexto, ¿quélugar ocupa el poeta?A mí me reclama mucho trabajo yconcentración. Y mucho ánimopara superar la barrera de la ver-güenza, porque creo que si una per-sona escribe consciente de ese acto,lo que desea es que un lector futurocomplete y comparta lo escrito. Entérminos generales, tal la pregun-ta, no puedo asegurar qué es lo quereclama. Sí te aseguro que quien es-cribe poesía lo último que busca eshacer daño o empobrecer el mun-do, todo lo contrario: la poesía sólopuede embellecer, sólo puede sensi-bilizar un alma. Creo que tiene unobjetivo más noble que cualquierotro género literario, y quizá de allíprovengan los motivos que la lle-van a ser tan poco redituable en loque hace al mercado. Lo noble novende, no voy a venir yo a descu-brir eso. El poeta, por tanto, viene aocupar ese lugar un poco quijotes-co en la sociedad de hoy: un tipoque busca un ideal, vale pensar queno tiene a veces una mínima ideade lo que persigue, pero la poesía esel durante, el pequeño cambio queva produciendo en el camino, por-que el cambio final y determinantees utópico: la vida acaba en la muer-

te, por ejemplo, y lo sabemos todos,como también sabemos que erradi-car por completo el sufrimiento delmundo es utópico; a veces pienso queRacing campeón también es utópico,y entonces la poesía es un poco ganarun partido sabiendo que vas a perdercuatro, y ver en las derrotas cómo re-salta el placer de una victoria, y lo-grar adjetivar de la manera más lin-da esa victoria hasta ya perder ideade que las derrotas existen y consti-tuyen una mayoría abrumadora.

5- ¿Por qué te dedicás estrictamentesólo a componer sonetos? ¿Tiene estaforma de expresión mayor virtud o limi-tación que la poesía libre?Virtud no creo. Limitación, sí, tienevarias: las once sílabas, las rimas con-sonantes, los esquemas ABBA (A conA, B con B) o ABAB no te dejan mu-chas alternativas, la reflexión (y pre-ferentemente ausencia de puntos) enlos dos tercetos… Son muchas las for-mas en que te limita el soneto. Pero enmi caso son de gran ayuda estas limi-taciones, creo que sin ellas me iría porlas ramas, como se dice. Cuando in-tento algo libre no sé bien cuándo ce-rrar una idea, o incluso ahondo en si-nónimos y enumeraciones sin finalseguro. Entonces, el soneto escoge pormí el sinónimo, y detiene por mí las

enumeraciones, y me dice cuándo he-mos llegado al momento de rematarel poema, o al menos cuándo debí yohaber llegado a ese punto. En mi casotengo este inconveniente: cuando elsoneto me indica aquélla u otra pau-ta y yo no estoy listo, comienzo a for-zar los versos para hacerme espaciodentro del poema, y generalmente esotermina por dar un producto de for-zada (y forzosa) resolución… talessonetos son desechables de raíz, ¿ver-dad?, no creo que nada deba ser for-zado en la poesía. Sí adoro jugar den-tro de esa «cajita» cuadrada que es lamétrica, pero si siento tres cosas note puedo contar ni dos, ni cuatro.

6- Pudimos averiguar que te gusta lamúsica, ¿encontrás relación entre elpoema y la melodía? ¿Y con la filoso-fía?Toda la vida tiene música, dijo Spi-netta, imagínate si no va a tenerla unpedazo de poesía. Hay relación tam-bién en mucha de la música que másme gusta escuchar: letras de cancio-nes que son poesía pura. Desde Spi-netta a Radiohead y desde Serrat aHoracio Sanguinetti. Yo he tenidoexabruptos tales como ponerle mú-sica a un soneto con una guitarra yme disculpo públicamente por ello,pero hay gente que realmente lo hahecho brillantemente, como Aznarcantando a Borges en el teatro Colón.Después, volviendo al soneto, la no-ción de ritmo es ineludible, tanto omás que las rimas, pero son cosas quepodría llegar a explicar mucho másdesde la práctica misma de la escri-tura que desde la explicación teóricade su estructura sonora.Respecto a la filosofía y el poema creoque es un camino difícil de abordar, yno te niego que me encantaría poderlograrlo convincentemente. Piensoque los grandes poetas tienen sus te-máticas favoritas: Machado, Queve-do, Benedetti, trabajaron quizá comonadie las sensaciones amorosas, y esadmirable, pero me inclino más a laadmiración de poetas como Borges oMartí o Cortázar, que han podido re-correr holgadamente temas que yocreo de una mayor hondura filosofalsin encasillarse o detenerse demasia-do en uno de ellos. Puedo opinar quelos relatos de Borges son lo más ge-nial que ha hecho, o que el mejor poe-ma de Cortázar es Anacreonte, peroa mí me fascina que el primero hayametido al ajedrez en un soneto (¡o quehaya logrado tan envidiablementeuno que sólo habla de su gato Bep-po!), y de Cortázar me deslumbra elque se titula La Patria, ¡porque lospeones y los exilios están llenos depoesía!, porque pienso que en todaslas cosas hay poesía, y prefiero decirque donde menos pensamos que lahay, bueno, allí sólo llegan los mejo-res escritores.

7- Estás realizando la carrera de letras,¿qué opinás de los contenidos que hasvisto hasta ahora? ¿En qué han influen-ciado esto en tu escritura? ¿Cuáles sonlos objetivos finales de este proyectoque te has trazado?En realidad he comenzado hace muypoco con el profesorado, y desde que

*Por Santiago Zambianchi*Fotos: Wan Raitelli.

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empecé he escrito poco ynada… Es una pregunta quetendrá respuesta en un futuro.He visto contenidos a nivel li-terario que me han encantado:he descubierto un cuento deSoriano llamado Petróleo quees hermoso, cuando creía ha-ber visto casi todo de él. Tam-bién me he sorprendido conPaul Auster, y digo sorprendi-do porque uno siempre tienesus prejuicios en todos los ám-bitos. Me ha tocado tambiénseguir leyendo otros autoressin mucha dicha, porque quizáno son de mi agrado, pero an-tes de detenerme a juzgar elmaterial, me vi obligado a po-ner el empeño en la absorcióndel material y el cursado de lacarrera, porque lejos estoy deser capaz de realizar o siquieraimaginar un plan de estudiosy el objetivo final -tal la últimapregunta- es el ejercicio de laprofesión docente, tal como lohizo mi mamá, y ojalá con todala integridad y pasión con queella llevó adelante la enseñan-za.

8- Por qué todavía no has pu-blicado ningún libro con tantomaterial?Bueno, hay varios motivos. Hayciertos impedimentos a nivelcomercial o, mejor dicho, eco-nómico. Sabemos que la poesíano vende y sabemos que ennuestro país se publica lo quese vende y no al revés. Otromotivo radica en que uno comoser humano tiene que poner susprioridades donde debe, y aquítambién sufrimos al sistema.Pero quizá el mayor obstáculoes realmente lograr una canti-dad de material que pueda de-nominarse «tanto» estandoorgulloso de él. No creo juntarmás de diez o quince sonetosque pueda mostrar sin pudo-res. Sé que publicar es darle ungusto a un grupo pequeño depersonas, pero te puedo asegu-rar que esas personas me guar-dan mucho cariño, y entoncescomienzo a pensar… ¿no escomo esa sensación de que simi mamá dice que soy lindoquizá no es tan objetiva su mi-rada?

9- Por lo que sabemos, Borges,Spinetta y Cortázar resaltandentro de tus gustos literarios,¿qué opinás de estos autores?Opino que fueron tres mons-truos. Creo también que unodebe abordarlos sin prejuicioalguno. Me ha tocado hacer unacolumna de literatura argenti-

na en una radio de Buenos Ai-res durante un tiempo, y la pri-mera palabra que escuchécomo respuesta al hablar so-bre Borges (ineludiblemente, elprimer autor al que hay quemencionar) fue el calificativo de«gorila». Creo que si uno co-mienza a leer a Borges desdeese lugar, teniendo siemprepresente la anécdota en la quecuentan que a un joven de la JPle dijo «yo también soy ciego»,cuando el chico veía perfecta-mente, te perdés de mucho. Til-darlo, tanto a él como a Spi-netta, de elitistas, barrocos,inentendibles, no sé si es un error,no soy quién para decirlo, perosí es una gran pena. Borges, ami humilde entender, ha trans-formado para siempre la lite-ratura argentina, y cualquieraque ha escrito después lleva sumarca, incluso Walsh y Sába-to. Es quizá el autor que menosrequiera de los conocimientosde su vida personal para com-prender casi en totalidad su li-teratura, porque Borges fueplenamente eso: literatura, es-cribir para alivianar el paso deltiempo, como decía él mismo.Habría tanto para destacar desu obra, que sería una tarea tangrande como el quiebre que haproducido en la literatura his-panoparlante.Cortázar es otro tema, creo yo;ha explorado el humor comonadie con sus cronopios y fa-mas, pero ni siquiera ese librose queda sólo en el humor: Guk,

el camello, siempre declaradoindeseable cuando quería cru-zar una frontera; o aquel radio-locutor que en plena BuenosAires emitía sus programas enrumano, que luego fue censu-rado, y finalmente los escuchassalieron a extrañarlo… ¿Eso aqué nos lleva si pensamos quefue perseguido por el peronis-mo? Y ni hablar si traemosCasa tomada a colación. Esmuy fácil tomarlo como un es-critor crítico de políticas o ideo-logías, y sin embargo su muer-te dejó en claro que su únicaideología fue el amor. Rayuela,con ese capítulo siete del cara-jo, el mismo poema Anacreon-te que te mencioné antes («Eter-namente joven y distante / co-razón mío, estrella desasida /casi sin ti se va de mi la vida…»)y esas cosas fascinantes comoel enamoramiento del ingenie-ro del Peugeot 404 volviendo aParís en La autopista del sur…puf. Hay que tipear un marpara abarcarlo por completo aCortázar.Spinetta merece una menciónaparte, quizá si hablamos deliteratura haya que salvar cier-ta distancia con los dos ante-riores, pero logró sostener unalínea poética durante cuarentaaños, y eso sólo es posible ha-ciendo lo que uno siente. Por-que creo que nadie es el mismoa los veinte y a los sesenta, ysin embargo tenemos Mucha-cha y Mi elemento, Laura va yLa bengala perdida. Por lo me-

nos yo, nunca me interesé tan-to por la letra de una cancióncomo cuando la canción era deSpinetta.

10- ¿Cómo vez la poesía y la lite-ratura del presente? ¿Creés quelas redes sociales y los blogs hanayudado a propagar la poesía?Soy un tipo bastante cerradoque suele releer más de lo quelee. Me he abierto a AbelardoCastillo en el último tiempo,también a Denevi, Walsh y VanBredam. Y son autores a los quedebí abrirme hace tiempo, por-que ya están mayorcitos, o nisiquiera están. Respecto al usode blogs y los autores inter-nautas, soy bastante apocalíp-tico según el libro de Eco. Noquiero decir con esto que la pro-ducción literaria debe estar re-servada a la aristocracia y ejer-cer un poder desde arriba entanto cultura dominante, sinomás bien que no hemos gana-do más que en cantidad de poe-mas y narraciones y pensa-mientos que la mayoría de lasveces son meras construccio-nes en todo superfluas realiza-das con el sólo motivo de lla-mar la atención de tal o cual.La literatura, para mí, es váli-da en su construcción originaly reflexionada, auténtica y al-truista, pero, por sobre todaslas cosas, el literato, el poeta enestos casos, debe carecer de or-gullo y gallardía, porque debeser el poema el que despierte lassensaciones. A diferencia de

esto, y a mi pesar, la enormemayoría de veces que he leídobitácoras y cuadernos ciberné-ticos me he encontrado con untipo que dice: «hola, YO escribíesto», cuando en realidad el queama la literatura tira la botellaal mar, y ya.

11- ¿Estás en contacto con laescritura y el arte linqueño?¿Qué opinión te merecen?Muy lo que se dice «en contac-to», no estoy. Sí he leído cosasque me encantan como todo loque hace y comparte CristinaPannunzio, pero también degente joven como vos y otroschicos, y también lo que salecada mes en la revista. Me gus-tó mucho el movimiento quehubo a fines del año pasado,Creador@s y Criaturas, me pa-rece de una fuerza increíble, esgenial que se geste algo así enuna ciudad pequeña y que tan-tas personas adhieran, espe-cialmente tantos jóvenes. Na-die puede pasar eso por alto.

12- ¿Qué estás leyendo en estemomento?La Eneida sobre todo, ¡porquetengo que dar latín!, y sin tantoplacer. Pero voluntariamenteestoy reviendo Cortázar, sobretodo sus relatos y poemas, y unlibrito pequeño de Nietzschedel cual no recuerdo el nombre.También la poesía de Sarama-go, en español y en portugués,y dos libros de ajedrez de unruso llamado Nimzovich quefue una gloria a principios delsiglo pasado.

13- ¿Tenés la certeza de que laescritura nunca va a dejar deacompañarte?En repetidas oportunidadespasé mucho tiempo sin escri-bir nada y siempre de un tirónvolví a gastar lapiceras y cua-dernos. Yo creo que es un di-vertimento que nunca se irá,siempre y cuando lo tome así:como una actividad placente-ra, algo para lo que me gustatomarme unas horas. ¿Vistecuando alguien hace un plande cuatro o cinco horas para iral cine y a tomar algo después?Bueno, a mí me gusta hacer lomismo, pero decirme: «Me voya quedar toda la noche des-pierto con el mate, los cigarri-llos y un cuaderno en blanco,y con sonetos que siempre pre-cisan ser corregidos», y ahí mequedo, pensando en todo loque fue y, especialmente, entodo lo que no fue y pudo ha-ber sido.

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Hélice tu flor

Vestida y desnudada maravillame quemo con el vaso que no quemate sé en las otras cosas y el poemael patio colorado que me orilla

somera y perforable cenicientadonándome las ropas de tu nidorendido a hacer tu amor soy bienvenidome quedo a desvelar la muerte lenta

tu flor es del abrazo que nuclea

tu miedo con el mío en la penumbra

o llega el día y soy sólo coraje

es hélice tu flor y me marea

y al vendaval mi cuerpo se acostumbra

por ser nauta y velero de tu viaje.

Tres de julio

Si en otro puerto el ciego descuidadoentonces soy sigilo y soy trompetade ínfulas compongo la caretao duermo en el escaque amenazado

si cuento con porotos tus vaivenes,tus miedos hasta el número de shannonentonces el amor, el solo canonte viaja sin salir de los andenes

y acaso timonea la ostentada

hilera de principios que me ha hecho

perder en el reloj otro verano

por eso, ni rencor, ni canallada

que vengo hurgando el hueco bajo el pecho

y muevo sin obstáculos la mano.

San José

Te pisan el talón los mal dopadoscon fiebre de papel, con ocho cuartosel viento y la crecida llegan hartosy vuelven con los pies acalambrados

el otro que te olvida toma el ríopara unas manos secas de pacienciafluir como un reloj en penitenciaes menos el camino que un desvío

no hay parca que le valga, la mirada

jamás descansará, en esa dicha

sosiega su futuro nunca incierto

porque si ataca ya envainó la espada

lamenta el día en que cayó la ficha

así, soñar es como huir despierto.

Que baste

Que baste con perderte en las mañanasy un campo que perfume nuestroolvidodistraiga lo que soy de lo que he sidoen un teatro atado de nirvanas

y el resto es soledad y hallar el moldepara esta eternidad de lo ligeroayer me fui besándote en un peroque ahora reconstruye y cierra el rolde

entablo ante escaques indefensos

y sé que he vuelto un dios a nuestro

niño

mas no me culpes, lloro por pavadas

perdón si voy fanático a los censos

porque procuro dar con un cariño

que valga menos que éste sin miradas.

Los que mueren

En ánforas de suero estoy sumidotemía por la hambruna y hoy la evocoacaso es el reloj haciendo focoen ese otro reloj que es el olvido

en ríos de copiosa inteligenciame suelto a la deriva, negligentearribo en el destino, o en la mentea puertos que deshonran la carencia

y en otro neceser doy con el verbo

que sé nutrir de timing y premura

recuerdo ahora cómo sonreías

te cobro el yerro atroz y me reservo

el precio de entender que la ternura

persiste, los que mueren son los días.

http://brunocappello.tumblr.com/

Sonetos de Bruno

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En el medio delafuera, desde elallá práctica-

mente desconocidopara el agro-citadinolinqueño, invisibili-zados por las agen-das multimediales, elgrito de La GargantaPoderosa se hizo es-cuchar en Lincoln.Ellos son una expe-riencia colectiva ypusieron en relieveque no llegaron a laciudad con prédicamesiánica. Ellos mis-mos están sobrevi-viendo. Son villeros,negros, y no lo ocul-tan porque no haynada para ocultar,porque no usan eseconcepto con el mis-mo sentido con quelos opulentos lo in-tentan demonizar,marginar y olvidar através del armado conel que los medios in-funden el miedo y elterror.La Garganta Podero-sa es una revistamensual argentina decultura villera. Fuelanzada en 2010 porla organización socialLa Poderosa, nacidaen 2004 y que toma sunombre de la motocon la que el Che Gue-vara y Alberto Gra-nados realizaron suviaje por Latinoamé-rica. Su contenido esproducido íntegra-mente por personasnacidas en distintasvillas de emergenciadel área metropolita-na de Buenos Aires,con su origen en Za-valeta.Ha entrevistado apersonajes como Lio-nel Messi, Diego Ma-radona, Carlos Bian-

chi, el Indio Solari, JuanRomán Riquelme, Lu-ciana Aymar, Joan Ma-nuel Serrat, Estela deCarlotto, Carlos Tévezy Ricardo Mollo, entreotros.De eso hablaron, de suexperiencia, de su luchacotidiana por sobrevi-vir. Sí, por sobrevivir. Yen la apuesta colectivasalir a la luz, contarse ycontarnos que del labu-ro conjunto, de la parti-cipación y de mirarnosa los ojos en la discusiónde nuestras verdaderasproblemáticas, la cons-trucción es mucho máscertera. Y fue una pata-da en el culo para la postsiesta linqueña.

ELLOS/NOSOTROS/TODOS. En el hall delCine Club Jorge New-

bery, casi sobre las 18,Germán (18) y Maxi-miliano (16) se senta-ron delante de unos 60vecinos y entregaronuna charla poderosa.«Somos una articula-ción de 15 asambleasvilleras que empezó enBuenos Aires y que fuecreciendo hasta llegara distintas partes delpaís», propusieron enuna introducción másconcreta.«Hace 9 años que co-menzamos a organi-zarnos bajo el nombreLa Poderosa, porquecreemos que el poder

es esto que estamosconstruyendo desdeabajo, es poder hacer unmontón de esas cosasque nosotros no podía-mos hacer, porque naci-mos en barrios dondeno se podían hacer re-vistas, periodismo, unafuente de empleo que noestuviera sostenidadesde afuera de los ba-rrios. Y con el tiempocomprobamos que sí sepueden hacer», conta-ron.Sin pertenecer a una es-tructura política ni te-ner una filiación parti-daria ni una lógica elec-toralista, «nos identifi-camos con todos esosvalores que nos fueronestimulando para poderorganizarnos y a pen-sar condiciones quepermitieran que un co-

lectivo de barrio pu-diera empezar a gene-rar el desarrollo en elpropio barrio, connuestros propios ve-cinos como protago-nistas».

ORGANIZACIÓN.Estas asambleas sereúnen de manerasemanal, donde seplantean las proble-máticas que los atra-viesan. Para eso tu-vieron que establecercondiciones de acuer-do a las experienciascomunitarias que ha-bía habido en los pro-pios barrios: el vo-luntariado no desdeuna lógica asistencia-lista ni benefactora,sino de lo que cadauno representa; com-prometerse con elpropio desarrollo dela comunidad; latransformación in-terna, que es lo quepasa internamente acada uno de los acto-res que son parte delcolectivo; una trans-formación externapara poder transfor-mar la realidad in-cluso en términosmateriales; y el ano-nimato: todos los re-ferentes de La Pode-rosa, en términos ba-rriales, provincialesy nacionales, «somosanónimos frente a losmedios de comunica-ción. Si hablamos enun medio no somostal o cual, somos LaPoderosa, o bien lohacemos a través delos comunicadoresque fueron elegidospor el consenso delas asambleas, queinforman desde supropia subjet ivi -dad».

Comunicadores de la revista paradigma de la culturavillera, La Garganta Poderosa, dieron una charla en el

hall del cine Newbery. Compartieron su experienciacolectiva y hablaron del poder como una construcción

que se hace desde abajo.

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*Por Juan Cruz García

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Cuando los jugadores delplantel de Reserva delSporting Cristal llegaron

el pasado domingo 21 de julio alEstadio Municipal de Urcos, enla ciudad peruana del Cusco,para disputar el encuentro pre-liminar frente a sus pares delReal Garcilaso, lejos estaban deimaginar que el infierno estabaesperando en uno de los esta-dios más próximos al cielo queexisten en el mundo.A dos minutos del final, Yair Cla-vijo (de tan sólo 18 años) -ex-hausto, pero feliz- corrió llenode vida en busca de una pelota ala que nunca iba a llegar, ya queen su camino encontró la muer-te...Tendido sobre el césped, fue rá-pidamente asistido por el médi-co del club limeño, quien, alar-mado ante su falta de reacción,solicitó el auxilio de la ambulan-cia que llegó inmediatamente,aunque...Tal vez la suerte de Yair ya esta-ba echada, y digo tal vez porque¿y si la ambulancia hubiera te-nido desfibrilador?... No, no esuna ocurrencia macabra ni ri-dícula, los cables de las agenciasinformativas así lo atestiguan.Ante este hecho, uno podría pre-guntarse: ¿cómo es posible? ¿Aquién se le puede ocurrir, anteun partido de fútbol a disputar-se a 3.300 metros sobre el niveldel mar, que nadie prevea la po-

Yair Clavijo, ¿Q.E.P.D?*Por Fernando Signorini

sibilidad de un ataque cardio-rrespiratorio? Es inadmisibleaún a nivel del mar, pero el ries-go se acrecienta en aquéllos quesin Adaptación Previa debenexponerse en la altitud.Las reacciones ante esta nuevavíctima de la perversidad diri-gencial, del vergonzoso modode entender el hecho deportivopor parte de quienes lucran conél, apoyados en una incom-prensible falta de sensibilidad,no se hicieron esperar: FelipeCantuarias -presidente delCristal- expresó que «no es horade buscar responsables»... ¿Co-incidirán con él los humildespadres de Yair? ¿Opinaría lomismo don Felipe si la víctimahubiera sido un hijo suyo, deun encumbrado político o de unacaudalado empresario?... Elpropio secretario del club, Gus-tavo Zeballos, lo contradijominutos después al advertir:«La presencia del desfibriladores un requisito indispensableen partidos de Primera Divi-sión y Reserva del fútbol profe-

sional». De sus declaraciones de-duzco que les quedaría terminan-temente prohibido a los futbolis-tas amateurs «darse el lujo» desufrir dentro del campo acciden-tes que pongan en riesgo su vida...Entiendo a Erik Delgado (ex arque-ro del Cristal) cuando dice «Que-rido Yair, te fuiste haciendo lo quemás te gustaba», porque en reali-dad fue así, pero «por qué nadieprotege esa vida que crece» comonos legó Armando Tejada Gómezen su inmortal poema «Hay unniño en la calle»...Casi todos coincidieron en un sen-tido: «Descansa en paz», del queme disocio, prefiero pensar que,para ello, Yair debe esperar unpoco más, al menos hasta que cadauno de los eslabones que contri-buyeron a formar la cadena de suinjusta muerte, sean expulsadospor el brazo de la Justicia fuera deun ambiente que no los merece.Dejo para el final una respuesta ala atribulada reflexión que Jeffer-son Farfán (internacional perua-no, actualmente en el Shalke 04 deAlemania) se hiciera al conocer la

noticia: «¿Hasta cuándo van a se-guir exponiendo a los jugadores alriesgo de jugar en esas condicio-nes?», dijo con su voz quebrada...Querido Jef, tan seguro como aquélque no conoce la duda te respondo:«¡Hasta que ustedes, los jugadoresde fútbol, quieran!». El día en quedecidan (y el día llegará) decirle¡basta! a los abusos a que son so-metidos por la negligente «patro-nal» que los maneja, el deporte vol-verá a ser un arma inapreciablepara mejorar y proteger la saludde sus adeptos. Que ustedes quie-ran ser dirigentes no será tareasencilla; que ellos puedan ser juga-dores de fútbol, ¡imposible!Cuando vos tenías apenas dosaños de edad, durante la dispu-ta del Mundial de México, DiegoMaradona y Jorge Valdano agi-taron con justificadas quejas lasquietas aguas del poder, ya que -«Jugar en estas condiciones escr iminal» - «Cál lense y jue-guen», les ordenó el corrupto jefede la cofradía ¡Y ellos obedecie-ron!... Más no siempre será así.De todos ustedes, de su compro-miso ante tan i rresponsablesconductas, del coraje con queasuman la concreción de tan no-ble ideal, depende en mucho queel fútbol pueda también contri-buir a la construcción de unasociedad más digna, en la que -por ejemplo- la vida de los jó-venes deportistas no quede re-legada ni expuesta a los despia-dados designios de los grandesnegocios.

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Ru

bén

Báez

Abrir el juego, darles un espacio permanente a los jóvenes del tallerde Muralismo que se dicta en el CIC San José a través del programaEnvión. Ésa fue la idea que nos trazamos desde XsumArte, buscandodarle lugar a nuestros artistas más jóvenes, que tienen mucho paradar, como se observa a través de estos hermosos dibujos, que en

esta segunda entrega fueron realizados por Rubén y Mario.

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Mario

«pury» Ponce

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¿Por qué Melville?

Dejando de lado nada más ynada menos el hecho de que esun genial narrador, la lectura desu obra principal provocó en míuna verdadera conmoción, yaque aparece el mar de un modomuy similar a como yo lo he per-cibido siempre: fascinante y tre-mendo.Por otra parte, el hallazgo delcolor blanco como símbolo dealgo terrible me llevó a asociarlocon Poe, a quien ya admirabaprofundamente.Finalmente, cuando conocí lavida de Melville, concluí que noestaba errada en mi concepciónde que las obras siempre se pa-recen a los destinos de quieneslas escriben, concepto que el es-tructuralismo se empeñaba endestruir.

El arte es una conjunción de ta-lento, trabajo y tragediaHerman Melville nació en Nue-va York el 1 de agosto de 1819. Sufamilia paterna, originalmenteapellidada Melvill, estaba empa-rentada remotamente con laaristocracia inglesa; y la mater-na, los Gansevoort, provenía deuno de los primeros pobladoresholandeses de la isla de Man-hattan, y directamente de un afa-mado héroe de la Revolución nor-teamericana. Su padre, no obs-tante, vivió más de ilusiones degrandeza que de méritos pro-pios, y apenas pudo mantener aflote un negocio de importaciónde productos europeos, tenien-do que acudir repetidamente apréstamos y ayudas de los fami-liares, y hundiéndose poco apoco hasta que en 1830 tuvo quedeclararse en bancarrota. Un añodespués, agotado psicológica-mente, murió de manera repen-tina en circunstancias que po-drían apuntar a un suicidio encu-bierto. Dejó a su mujer viuda ycon ocho hijos, cuatro mujeres ycuatro hombres.Herman era el segundo de losvarones y el tercero en total.Cuando su padre murió teníadoce años. El fallecimiento del pa-dre supuso una debacle familiarque obligó a lo hijos mayores adejar los estudios y al trasladofamiliar desde Nueva York a Al-bany, en el mismo Estado, dondeHerman Melville fue empleadoen un banco local. Pasó luego adesempeñar diversos oficios, en-tre ellos, el de maestro rural, loque indica que, a pesar de su fal-ta de estudios oficiales, había

Herman Melville, el gran creador de Moby Dick

logrado adquirir una culturarelativamente amplia.A los diecinueve emprendió laprimera de sus largas navega-ciones; fue como marinero aLiverpool. En 1841 se alistó enuna ballenera que zarpó deNantucket. El capitán era muyduro con su gente; Melville de-sertó en una de las islas delPacífico. Los isleños, que erancaníbales, lo acogieron ciendías y cien noches, hasta quelo rescató una nave australia-na. A bordo de la misma, Mel-ville capitaneó un motín. Ha-cia 1845 volvería a Nueva York.

Nuevamente en tierra y sin ofi-cio, al observar hasta qué puntoeran apreciadas entre sus alle-gados las historias que narrabasobre sus aventuras, y siguien-do el ejemplo de Richard HenryDana, que en 1840 había publica-do con gran éxito Two Years beforethe Mast, sus memorias comomarino y emigrante en Califor-nia, Melville se aplicó a redactarel relato de su deserción delAcushnet y su estancia entre loscaníbales. El resultado, Typee, fueun libro que le valió una instantá-nea fama y unos aceptables in-gresos, y que acabaría convir-

tiéndose en un clásico de la no-vela de aventuras. Visto el éxitoobtenido, redactó una secuela deesas memorias, titulada Omoo –»vagabundo» en lenguaje nati-vo–, en la que narraba su poste-rior estancia en las Islas de la So-ciedad. A pesar de que amboslibros fueron presentados comoejemplares testimoniales, ambostenían tantos elementos noveles-cos, que más propio hubiera sidocalificarlos de ficción. En cual-quier caso, la notoriedad que leproporcionaron sirvió para abrir-le las puertas de los círculos lite-rarios de Nueva York, así como

el aplomo suficiente para con-traer matrimonio, lo que hizo en1847 con Elizabeth Shaw, hija deun eminente juez de Boston.Su tercera obra, Mardi, presenta-da ya como de ficción, volvía aincidir en la temática de los Ma-res del Sur, pero su naturalezaalegórica y enciclopédica no re-sultó del agrado de la crítica nidel público. Este fracaso, que co-incidió con el nacimiento de suprimer hijo, lejos de desanimar aMelville, supuso un acicate paraél. Decidido a recuperar su pres-tigio como escritor, realizó la ha-zaña de redactar las más de se-tecientas páginas que suman lostextos de sus dos siguientes li-bros, Redburn y White Jacket, ensólo cuatro meses. Ambas nove-las están basadas también en suexperiencia en el mar, la prime-ra en su travesía de Nueva Yorka Liverpool, y la segunda en suservicio en la fragata United Sta-tes.En 1849 realizó un viaje a Europa,en parte para gestionar la publi-cación de su obra de Inglaterra yen parte por avidez de cultura. Asu regreso emprendió la redac-ción de la que sería su obra maes-tra y uno de los libros fundamen-tales de la historia de la literatu-ra universal: Moby-Dick. Su redac-ción le llevó casi dos años, du-rante los cuales se trasladó deNueva York a una granja situadaen Pittsfield (Massachusetts) queadquirió gracias a un préstamode su suegro, el juez Shaw. Cer-ca de dicha granja vivía el escri-tor Nathaniel Hawthorne, conquien durante estos años man-tendría una estrecha amistad. Elesfuerzo de la creación de unaobra como Moby Dick, unido a sufracaso comercial, le terminó pa-sando factura psicológicamente.Su siguiente obra, Pierre, es uncaótico melodrama en el que aúltima hora incluye una serie dealusiones a su fracaso con MobyDick, que supone un fracaso aúnmucho mayor y su descrédito li-terario. Aislado en su granja, pu-blicó a continuación una serie denarraciones breves de gran ori-ginalidad, de las que algunas -enespecial Bartleby el escribiente– seconvirtieron en clásicos de la li-teratura universal.Acosado por las deudas, se vioobligado a vender la granja ya trasladarse a vivir de nuevoen Nueva York, donde acabóaceptando un modesto traba-jo como inspector de aduanas.Su vida, por lo demás, estuvomarcada por problemas físi-cos y psicológicos, en especial

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*Por Cristina Pannunzio

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a raíz del suicidio de su hijo ma-yor.Falleció en 1891 completamenteolvidado, pero su obra prevale-ció entre unos pocos aficionados,y, a partir de la segunda décadadel siglo XX, su figura fue revalo-rizándose hasta convertirse enuno de los más apreciados escri-tores no sólo de la literatura nor-teamericana, sino de la mundial.

Una obra, una vidaMoby-Dick se publicó en 1851. Na-rra la travesía del barco ballene-ro Pequod en la obsesiva y auto-destructiva persecución de unagran ballena blanca (cachalote)impulsada por el capitán Ahab.Al margen de la persecución yevolución de sus personajes, eltema de la novela es eminente-mente enciclopédico al incluirdetalladas y extensas descripcio-nes de la caza de las ballenas enel siglo XIX y multitud de otrosdetalles sobre la vida marinerade la época. Quizá por ello la no-vela no tuvo ningún éxito comer-cial en su primera publicación,aunque con posterioridad hayaservido para cimentar la reputa-ción del autor y situarlo entre losmejores escritores estadouni-denses.La frase inicial del narrador -«Call me Ishmael» en inglés, tra-ducido al español a veces como«Llamadme Ismael», otras vecescomo «Pueden ustedes llamar-me Ismael»-, se ha convertido enuna de las citas más conocidasde la literatura en lengua ingle-sa.El narrador, un joven con expe-riencia en la marina mercante,decide que su siguiente viajeserá en un ballenero. De igual for-ma se convence de que su tra-vesía debe comenzar en Nantuc-ket, Massachusetts, isla prestigio-sa por su industria ballenera.Antes de alcanzar su destino, oel origen de su aventura, entablauna estrecha amistad con el ex-perimentado arponero polinesioQueequeg, con quien acuerdacompartir la empresa.Ambos se enrolan en el ballene-ro Pequod, con una tripulaciónconformada por las más diver-sas nacionalidades y razas; pre-cisamente sus arponeros son elcaníbal Queequeg, el piel roja Tas-htego y el «negro salvaje» Da-ggoo. El Pequod es dirigido por elmisterioso y autoritario capitán

Ahab, un viejo lobo de mar conuna pierna construida con lamandíbula de un cachalote. Ahabrevelará a su tripulación que elobjetivo primordial del viaje, másallá de la caza de ballenas en ge-neral, es la persecución tenaz aMoby-Dick, enorme Leviatán quelo privó de su pierna y que habíaganado fama de causar estragos

a todos y cada uno de los balle-neros que, osada o imprudente-mente, habían intentado darlecaza.Moby-Dick es una obra de pro-fundo simbolismo. Los tripulan-tes del Pequod tienen oríge-nes tan variados como Chile,China, Dinamarca, España,Francia, Holanda, India, Ingla-terra, Irlanda, Islandia, Italia,Malta, Portugal y Tahití, lo quesugiere que el Pequod es unarepresentación de la humani-dad.Las alusiones bíblicas de losnombres de los personajes oel significado de la ballena blan-

ca han intrigado a lectores y crí-ticos durante más de un siglo.La obra está inspirada en doscasos reales: el de un cachalotealbino que merodeaba la islaMocha (Chile), al que a nivel glo-bal llamaban Mocha Dick en elsiglo XIX y la epopeya que pade-ció el ballenero Essex, de Nan-tucket, Massachusetts, cuando

fue atacado por un cachalote.Tras ser hundidos por éste, va-garon por el océano Pacífico has-ta la isla Henderson, donde pa-decieron hambre y sed, llegan-do al canibalismo. 91 días des-pués fueron rescatados y desem-barcados en Valparaíso (Chile).Dos de los ocho supervivientesrelataron el suceso, del que Mel-ville tuvo sobrado conocimiento.Moby-Dick, indudablemente, estátambién basada en las experien-cias personales de Melville comomarinero. La obra tuvo tambiéncomo referencia histórica un re-lato publicado en 1839 por la re-vista neoyorquina Knickerbocker.

Escrito por un oficial de la arma-da de Estados Unidos, narra elenfrentamiento real de ballene-ros con un cachalote albino co-nocido como Mocha Dick cercade la isla Mocha, en Lebu (Chile).Como Moby-Dick escapó incon-tables veces de sus cazadoresdurante más de cuarenta años,por lo que llevaba varios arpo-

nes incrustados en su espalda.Los balleneros contaban queatacaba furiosamente dando re-soplidos que formaban una nubea su alrededor; embestía los bar-cos perforándolos y volcándolos,matando a los marineros que seatrevían a enfrentarlo. Según elmarinero que relató la historiapublicada en la revista, para lo-grar matar a Mocha Dick se re-quirió la unión de distintos bar-cos balleneros de distintas nacio-nalidades. Cabe destacar que enChile, en la cultura indígena ma-puche, existe el mito del Trem-pulcahue, cuatro ballenas quellevan el alma de los mapuches

que mueren hasta la isla de Mo-cha, para embarcarse en su via-je final. En 2005, en la costa deChile, se filmó a varios de es-tos cachalotes albinos.

DescubiertaLa crítica la descubriría hacia1920. Ahora es famosa; la ba-llena blanca y Ahab tienen sulugar en esa heterogénea mi-tología que es la memoria delos hombres. Abunda en fra-ses misteriosamente felices:«El predicador, de rodillas,rezó con tanta devoción queparecía un hombre arrodilla-do y rezando en el fondo delmar».

¿Cómo no aparecer el genio deBorges con Moby Dick?Resulta interesantísima la vi-sión de Borges sobre el horrorde lo blanco y su origen eti-mológico. En sus conversa-ciones con Osvaldo Ferrariexplica que la palabra inglesa«black», que significa «negro»,y la palabra «blanco» en cas-tellano, tienen la misma raíz,la palabra «bleak», que signi-fica «sin color». En el inglés,eso de no tener color se co-rrió para el lado de las som-bras y, en las lenguas roman-ces, esa palabra se corriópara el lado de la luz, de laclaridad; y en los diversosidiomas como el portugués «branco», el italiano « bianco»,el castellano « blanco», el fran-cés « blanc» significan lo bue-no, lo albo.Además, añade que el final deMoby-Dick repite, aunque demodo más palabrero, el final delInferno, de Dante, en el que serefiere a Ulises, donde dice que«el mar se cerró sobre ellos», esdecir, la nave que se hunde.

El mar, siempre el marNo sé si por mis ancestros sici-lianos o por cuál designio, el mares imprescindible en mi vida,aunque haya nacido en la pam-pa (la cual no deja de ser unamar, pero verde).Creo que la conmoción está in-creíblemente definida por la fra-se que escucha Ferrari sobre larazón de la alarma que producela contemplación del mar. El marnos alarma como el horror y laalarma que produce todo lo be-llo. La belleza inquieta.

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Diana Bellessi

«La pequeña voz del mundo»

Rubicundo y afable enig-ma, lleno de potenciaverbal y lírica luz, así

podríamos definir en una pri-mera mirada el estilo y la in-tención de este ejemplar, de-nominado La pequeña voz delmundo, (escrito entre 1998 y2010), donde su autora, lapoeta argentina Diana Belle-ssi, articula una mirada so-bre la poesía tan impactanteque realmente vale la penarecorrerla por completo.Es que no sólo se queda an-clada allí, no abarca sola-mente el poema desde su añe-ja y ambigua esencia concep-tual, sino que la sobrepasa yla desarrolla con lo que de ellase desprende: fe, certidumbre,transgresión del lenguaje yde la realidad: «La escriturade un poema es un acto de fey de certidumbre emocional.La construcción de un libro,ese espacio o casa de ensue-ño, y el tiempo en el quetranscurre, donde se produ-ce la entrega a un decir y auna manera que el decir en-cuentra, modela la vida coti-diana y la mirada vuelta almundo de quien escribe»,manifiesta la escritora santa-fesina a modo de introduc-ción.

Regenerar la miradaRealidad, objeto, relaciones eintuición son, en esta obra,puntos primiciales para Dia-na; son hilos conductores quela ayudan a motorizar el en-tendimiento respecto haciadónde apunta la poesía: «Laposibilidad de atrapar y de-finir al objeto observadocomo realidad rotunda sequiebra. Quien mira y lo mi-rado, sujeto y objeto, son im-posibles de escindir, constru-yen una relación, y la vidadeja de ser catalogable o co-leccionable. La experiencia de

la poesía siempre lo supo, laexperiencia mística también,y el corazón de todas las re-beliones sociales. Por eso, lahistoria no es predecible. Hoyla física cuántica parece re-tomar aspectos de la antiguateoría de las analogías cuan-do nos dice que por debajo delorden desplegado del univer-so que conocemos, yace unorden replegado. Puede abor-darse el primero con la ra-zón, pero el segundo sólo conla intuición. La lengua orde-nada y normalizada es elcampo, la materia donde lapoesía deshace y rehace, bus-ca regenerar la mirada delmundo, al otro, a uno mismoen el mundo, busca regene-rar». Certera y clara en suidea de que el poema reformasu propia matriz, la palabra,y saca de ella una visión ca-paz de renombrar no sólo la

realidad, sino también las re-laciones que la digitan.Trascendencia de una intui-ción en palabras es la poesíapara Bellessi, es lo que des-hace la coraza desplegada dela lengua, su peso normativoes lo que hace lugar a lo ines-perado, a lo innominable,aunque sobresalga lamenta-blemente en los anaqueles dela literatura como la peque-ña voz del mundo.

Abierta luzPoema-lector, duda y certe-za son otras aristas explaya-das por las pinceladas ma-gistrales de esta escritora:«¿Cuál es la relación entrequien escribe y lo escrito, en-tre lo escrito y el lector? Elpoema permanece opaco ycerrado en su incertidumbrehasta que el lector lo abre yresplandece por un instante.

La vida que anhelamos tantoincluye en su transformacióna la muerte que no queremosver. Como si allí se cancelarala existencia del lector, comosi fuéramos el último lector yno hubiera sucesión. Aqueldesasosiego o aquella graciade la comprensión, es decir:rozar algo, pura certeza,pura fe es la experiencia de lapoesía al ser escrita, es la ex-periencia que se abre al leer-la, y se cierra en el intento deinterpretación», manifiestala autora santafesina en lasprimeras páginas de este su-til ejemplar».

Actualidad y poemaConcatenancia de la inven-ción, el poema en la actuali-dad y quienes lo abordan,aquella fe que no se pierde yque sigue trascendiendo devoz en voz, de ser a ser. Lacontinuidad de la poesía y el

aura de su don en el presentees otro de los temas que tocaBellessi con puro asombro eneste libro: «Hay algo que nun-ca deja de sorprenderme: esel peso que tiene la actuali-dad, lo que sucede a nuestroalrededor, lo que les pasa a losotros en la construcción deese espacio imaginario querecibe el poema, o a un con-junto de ellos que componenla figura orgánica de un libro.Por eso, nuestro aprendizajees constante, y nuestra rela-ción con los poetas contem-poráneos -en particular conlos más jóvenes- también,porque ellos son desestabili-zadores de toda cómoda cer-teza en la que podríamos lle-gar a apoltronarnos y, al mis-mo tiempo, portadores deuna fe pujante, aun con cual-quier sesgo nihilista que loacompañe.

*Por Santiago Zambianchi

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Hay muchos escritores en laactualidad que me interesan,como Osvaldo Aguirre, AndyNachón, Paula Jiménez, Mar-tín Rodríguez, etc. Si algo ca-racteriza a la mejor poesíaargentina de los últimostiempos, es abrirse, no enuna, sino en varias direccio-nes de representación, ha-ciendo uso de múltiples re-cursos, aun de los de aquellastendencias que se combaten.Una voluntad de decir, y dehacerlo encendida, radical-mente, creando poemas queson dardos dirigidos directa-mente al cuerpo, a la mente,al corazón del lector», mani-fiesta Diana sobre la trascen-dencia que posee nuestra poe-sía argentina en el presente.

Otra lógicaLa lógica de la poesía, o la fal-ta de ésta dentro de la estruc-tura de todo poema, por másortodoxo que sea, es uno delos abordajes más interesan-tes de este ejemplar, que, se-gún mi opinión, es de esos queno deben prestarse, ya que,cada vez que se relee, generauna opinión distinta, unapercepción diferente, perovolvamos a la lógica con laque no se escribe el poemasegún Bellessi: «¿Cuál es lalógica de la poesía? Es una ló-gica otra, o podríamos pen-sar que contradice los proce-dimientos lógicos desde losmateriales que la hacen posi-ble y la ven nacer, es decir, loque proviene del lenguaje. Loque veríamos como un textomal escrito, fuera del género,es a veces una marca de esti-lo en la poesía, es la señal dela revuelta que se produceahí, en la sintaxis, en la pun-tuación, en la constante in-vención de palabras o el robode palabras en otro idioma,en el deseo de acabar con ellenguaje o hacerlo hablar deotro modo, aquel modo que pa-rece recordarse como venidode un sueño, hace muchotiempo, antes de tener un re-cuerdo formal y lógico de lascosas. Aún en el más terso yclásico poema es posible ad-vertirlo, el lenguaje se ha ba-ñado en un agua lustral don-

de casi desaparece, paraemerger luego transforma-do».

En la intimidad del hablaEl poema late antes de entraren su decir, inmanencia im-plícita que traemos ya desdeel oficio sangre, desde la ma-triz de la pulsión, sobre estedispositivo volitivo, la auto-ra escribe: «La experiencia dela poesía surge muyt e m p r a n a -mente en lavida del serhumano, unmomento an-tes de laaproximacióndel lenguaje,cuando agres-tes aún nos ex-presamos en elgrito, el llanto, larisa, las ecolaliascon sus cadenasrepetitivas llenasde matices y lasprimeras adqui-siciones silábicasque se mezclan yse hibridan crean-do una lengua defrontera, dueña decapacidades rítmi-cas, de un poder sig-nificante que luegonunca podremosigualar. Allí sabe-mos que el lenguajecanta y que no pro-viene sólo de nuestracabeza, sino tambiénde nuestro cuerpo, delrumor de la sangre yel hálito de nuestrarespiración; una cosaviva en continuo movi-miento y consonanciaque se cruza en sincronía,contiguidad, asintonía con elvasto susurro que emite lo vi-viente y aún lo mecánico.Presos y salvos al mismotiempo en la cercanía de lavoz».

De lo que se hace cargo y mues-tra la poesíaEn mi opinión, Diana llega adesarrollar el concepto depoesía en toda su dimensiónen la página 121, donde, a tra-vés de varios conceptos, se-ñala dónde está la victoria delpoema, de qué se hace cargoéste, qué muestra -ostensible-finalmente: «Pienso que elpoema es una victoria sobreel tiempo. La logra entregán-dose a él, que es como entre-garse a la vida. Los seres

humanos somos parte delconcierto de la voz que emitetodo lo viviente, pero el len-guaje humano es un tajo den-tro de esa voz mucho másvasta. El lenguaje es una ga-nancia, pero también unatrampa, una cueva del men-tir constante, porque tiendea fosilizarse y a ser usadopara intereses non sanctos. Lapoesía intenta hacer hablar

nuevamente a eso que se fo-siliza, se cierra o se pliega alservicio de las clases domi-nantes. Ese gesto de la poe-sía, de tajear la lengua paraque vuelva a vivir, se pareceal del habla cotidiana el ha-bla no domesticada, que eschiflada y liberta. Así, la poe-sía se encarga de hacernosl u g a r, a su manera, cuando

la historia nos borray nos niega. Somosraspones que lapoesía enhebra,transformando laanonimia de nues-tras vidas en otracosa, porque sihay algo de lo queella puede ocupar-se es de las peque-ñas historias hu-manas. Así comoel poema es untajo que muestrala mentira, elodio y la furia,también mues-tra la belleza yla justicia».

La poesía esun derechoBellessi cierraeste gran li-bro que nosconvoca conlas siguien-tes pala-bras: «Laexperienciade la poesíaes nuestrod e r e c h o ,no sólo alinicio de

nuestras vidas, sino a lolargo de todas ellas. Una ex-periencia regeneradora dellenguaje y de la subjetividadde cada ser humano. Por lotanto, una educación autori-taria, que marca la primacíadel significado funcional másque del sentido, o una indus-tria cultural y mediática solo

regida por la acumulación deldinero, no pueden apartar-la de nosotros ni colocarlalejos. Como un relámpago,todo se nos da y se nos qui-ta, está en nosotros tomar-lo y dejarlo ir en una cade-na sol idaria que nos en-cuentre despiertos para elpase del tesoro, es decir, lasensibilidad humana, fuen-te donde abrevan todos lospoemas, poniéndonos abailar en la misa del mun-do…

ObrasDiana Bellessi nació en Za-valla, provincia de SantaFe, en 1946. Estudió filoso-fía en la Universidad Na-cional del Litoral. Durantedos años coordinó talleresde escritura en las cárcelesde Buenos Aires, experien-cia encarnada en el l ibroPaloma de contrabando (1988).Seleccionó y tradujo a poe-tas norteamericanas con-temporáneas, la obra de So-phía de Mello Breyner ypoemas de Úrsula K. LeGuin, con quien escribióThe twins, the dream (1996) yGemelas del sueño (1998).En el año 1993 le fue otor-gada la beca Guggenheimen poesía, en 1996 la becatrayectoria en las artes dela Fundación Antorchas, enel 2004 el diploma al méri-to del Premio Konex y en el2007 el premio a la trayec-toria en poesía del FondoNacional de las Artes. Pu-blicó el libro de reflexionesLo propio y lo ajeno (1996) ylos libros de poemas Desti-no y propagaciones (1970),Crucero ecuatorial (1981), Tri-buto del mudo (1982), Danzan-te de doble máscara (1985),Eroica (1988), Buena travesía,buena ventura pequeña Uli(1991), El jardín (1993), Coli-brí, ¡lanza relámpagos! (1996),Sur (1998), Leyenda (2002), An-tología poética (2002), Mate coci-do (2002), La edad dorada (2003),La rebelión del instante (2005), Lapenumbra que mira el oro (2006),La voz en bandolera. AntologíaPoética (2007), Tener lo que se tie-ne - Poesía reunida (2009), Va-riaciones de la luz (2011).

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El rock trascendental

de Los

Redonditos de Ricota

Si hay una banda que ha marcado un punto de inflexión enla historia del rock argentino es la de Patricio Rey y sus Re-donditos de Ricota. En esta nueva columna resaltamos el

talento y la originalidad de estos monstruos de la música yde la poesía, que simbolizan uno de los estandartes más

lúcidos de nuestra cultura artística.

Líder de la banda, Carlos «el indio» Solari.

El furor nacional que desató Patricio Rey ysus Redonditos de Ricota se inició en la dé-cada del noventa, ¡oh casualidad!, cuando

el vaciamiento político-económico y toda la ver-tiente institucional del país estaba siendo siste-máticamente destruida por el Gobierno del innom-brable caudillo riojano. En aquel otrora pseudopaís de la tierra de yanquilandia, el boceto del «lla-me, ya», la «pizza con champagne», la gran men-tira del uno a uno (aparente paridad del dólar conel peso) y los viajes a Miami de los eternos snobsde cierto sector de los mass-media argenti-nos, siempre haciendo gala deldesprecio por lo nacional, aun-que, por lo demás, extasiadosante los objetos idolatrados queel despilfarro típico de la socie-dad de consumo impone.Mientras tanto, pocos anunciabanla catástrofe... Resumiendo: la de-mocracia se vio seriamente desti-tuida por la violencia neoliberal delcapitalismo salvaje: «somos presospolíticos», cantaba el Indio, al mismotiempo que disparaba contra todos losfarsantes, alentando a confiar en laúnica esperanza posible: «la tribu de mi (su) ba-rrio»... Se ve a las claras que en aquel tiempo Ar-gentina no era aquella «solitaria vaca cubana»,sino más bien que respondía al mandato obscenode «nuestro amo juega al esclavo», donde las nor-mas impuestas a cumplir lograron enterrarnos ysaquearnos hasta las últimas migajas de lo pocoque nos quedaba como Nación. Por todo esto es

que me sigue doliendo mucho la década del no-venta, sobre todo cuando pienso en mi generacióny en todo lo que hemos sufrido: falta de trabajo oprecarización del mismo, marginación, degrada-ción de la calidad educativa (me acuerdo de losextensísimos paros en la universidad, violenciaentre y contra los jóvenes, y no podemos dejar deolvidar el asesinato de Walter Bulacio por partede la policía, ¡porque siempre es la maldita policíala que asesina!), desindustrialización, despidos

masivos de trabajadores y varias mi-serias más.

Fue en ese -y a pesar demuchos pesi-

mistas a ultranza-ya caduco contexto social enque Los Redonditos de Ricota se apodera-ron de mi nunca muerto espíritu adolescente.Miles de chicas y chicos ricoteros nos sentimosprofundamente identificados con la música y las

letras de la gran «Bestia pop» y, por eso, aún en laactualidad, el Indio sigue convocando multitudesen cada una de las poquísimas presentaciones quetodavía brinda.Lo cierto es que, así como nunca más volverá asurgir una banda como Los Beatles, tampoco vol-veremos a escuchar otra como Los Redondos; esmás, considero que si Los Redondos hubiesen sidoingleses o norteamericanos, el reconocimientomundial del que gozarían hoy sería impresionan-te tanto como inabarcable... Pero, ¡error! Los Re-donditos de Ricota fue y será una banda cien porciento argentina por donde se la mire; no podríahaber surgido en otro suelo (lo mismo cabe paraLa Bersuit Bergarabat). La trayectoria artística de

Los Redonditos nunca se apoyó en los mediosde comunicación y siempre se mantu-vieron al margen de la industria dis-

cográfica. Todo empezó desde el «bocaen boca», lo que fue haciendo que la gen-

te concurriera a ver a la banda a peque-ños teatros, pubs, hasta así llegar a la

enorme popularidad que los fue encauzan-do en los grandes y multitudinarios esta-

dios (como el de los clubes Huracán, Ra-cing y River).

Tantas cosas me vienen a la mente en estemomento en que escribo esta nota y los escu-

cho: los viejos recuerdos del boliche bailableFábrica Disco Loft en que sonaban los «redó»;

en este instante se me hace viva la imagen deGermán Dezadeler cantando «vamos negrita a

bailar hasta el fin, vamos negrita hacelo por mí»,y todos los presentes coreando junto a él; tampoco

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me puedo olvidar de cuando me iba a prepararpara rendir la materia del secundario, Lengua, ala casa de mi inigualable profesora y amiga Cris-tina Pannunzio (quien el año pasado nos regalóuna mágica conferencia de rock donde, entre otrascosas, dijo que, para ella, el Indio era «el poeta» delrock nacional); allí, en esa cálida casa, su hijo An-drés escuchaba a Los Redondos permanentemen-te, mientras yo trataba de entender el difícil ma-nejo del análisis sintáctico; también recuerdo lossábados a la tarde junto a Gerónimo Álvarez ySantiago Leva, escuchando algún que otro disco.Puedo decir que compartí con mi amigo, el músicoy poeta Ludovico Fonda, varias noches en La Pla-ta escuchando días y horas el disco Oktubre, unode los mejores álbumes del rico rock nacional(y del rock en general). En alguna calle de Lincoln,alguien dejó caer la voz de que en un «mitológico»asado, algunas notas rodaron por las cuerdas dela guitarra de folclore del payador Fonda (lo heescuchado más de una vez zappando Esa estrellaera mi lujo con un vaso de vino al lado); y yo lovi, ¡lo juro!, enloquecer deemoción escuchando Ji Ji ji enel siempre ponderado BluesBar, hace unos años atrás. Asu vez, necesito invocar apersonas y amigos con quien,alguna vez, he disfrutadomucho escuchando a Los Re-donditos: pienso, por ejem-plo, en el compositor y tam-bién poeta el «Búfalo Funes»,en José Luis Larroca, en Ju-lián Ardesi, en Marianito Es-terlus, en Nicolás Rúgolo, enMarito e Isabella Tarelli, enLuciano Guagnini, en MatíasHolzman, en David Almada,en Valeria «la racingista»Amador y en tantos otros conquien he disfrutado de estagrandiosa banda.Para esta ocasión, no voy aseleccionar ningún discocomo habitualmente suelohacer, porque, para mí, el

conjunto de los discos de Patricio Rey y susRedonditos de Ricota son buenísimos y me en-cantan todos por igual. Sí tengo, como cualquie-ra de ustedes, algunas canciones favoritas ta-les como: Vencedores vencidos, Ji Ji Ji, Rock para losdientes, Esa estrella era mi lujo, Barbazul vs. el amorletal (con el saxo fenomenal de Willie Crook, otrogran aporte de la banda), Superlógico, Nuestro Amojuega al esclavo, Motor Psico, Salando las heridas,Todo un palo, Criminal Mambo (hay una apabu-llante versión del Indio con Luca Prodan), Presoen mi ciudad y tantas otras bellas perlas.En cuanto a las letras de Los Redondos, creoque el Indio fue uno de los mejores poetas de lavanguardia rockera de todos los tiempos, in-cluyendo el rock internacional. La economía enel recurso de la metáfora, la capacidad de sín-tesis al momento de escribir una idea, el sim-bolismo y el lunfardo, el doble sentido, algocríptico, de las palabras sumado al énfasis y elestilo que Carlos Solari imponía a su singularvoz, hizo de Los Redondos una banda magnífi-

ca, única e irrepetible. Por supuesto que el granRocambole (Ricardo Cohen) no se quedabaatrás: toda la tipografía y los dibujos de sustrabajos fueron un lujoso complemento paralas tapas de sus discos; además, el repertoriomelódico que Skay Beilinson manejaba con laguitarra (siempre en primera persona) parecíaser inagotable. Las letras de las canciones, enlas cuales muchas de ellas parecieran navegarentre las aguas de un simbolismo oculto, ha-blan de política, del poder feroz de los mediosde comunicación, las drogas, el sexo, las muje-res, el «bajo mundo», la marginación social, etc.,pero cada una de ellas posee una forma, unaatmósfera y un sentido diferente. La fuerza desus álbumes nunca decayeron en intensidad;tampoco en creatividad: ¡nunca fueron monó-tonos! Su único error, quizás, haya sido aque-lla postura altanera de querer convencer a to-dos acerca de que el verdadero rock era lo queellos tocaban. Al margen de esta nimiedad y delas agresivas dicotomías en las que estamos

atrapados a diario (comoaquella tontería que circula-ba por entonces, acerca deque, si te gustaban Los Re-dondos, no podías escuchara Soda Stereo, otra bandagenial sea dicho de paso),nadie puede negar el mere-cido reconocimiento que LosRedondos se han ganado enla cultura -o mejor dicho,contracultura- de nuestropaís. Pues esta banda, aun-que parezca extraño decir-lo, para mucha gente se hatransformado en una de laspasiones de los argentinos.No puedo dejar de dedicaresta nota a dos mujeres rei-vindicadoras del rock localy nacional, me refiero a misamigas Candela Struzzi yFlorencia Lobos.

* Por Pablo Gago

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