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TOMO II
Línea editorial:
Hermeneia (Del griego: La interpretación) – La nueva maravilla de la Filosofía ha sido creada por estudiantes del curso del electivo humanista Teoría del conocimiento del Colegio Universitario El Salvador de las RR. Pasionistas, con la finalidad de establecer un medio de difusión y fomento de la investigación filosófica que incluya tanto a académicos del colegio o de otras instituciones, como de estudiantes de enseñanza media de nuestro establecimiento educacional. Esta inquietud nace por la consecución de tres pilares fundamentales, a saber: la publicación anual de números regulares, la búsqueda de instaurar la importancia de la misma interpretación filosófica e intelectual de nuestros estudiantes, mediante una crítica argumentativa de sus propias reflexiones, lo cual incluya el análisis y la aplicación de sus conocimientos; Finalmente, que nuestros estudiantes logren desarrollar paper investigativos, acordes a la reglamentación universitaria, como un medio de práctica para sus futuras carreras de pregrado.
Como línea editorial, Hermeneia tiene la intención de ser un campo reflexivo de conocimientos para alumbrar y fomentar, la exposición y el debate de ideas al interior de la comunidad educativa del CUS. A nuestro parecer, la filosofía se empeña en buscar la verdad del modo más universal e incondicionado posible, de modo que Hermeneia posee su pasión por el conocimiento y por la reflexión filosófica. Esta es nuestra mirada, para luego soñar con la vinculación de otras ramas de estudio humanístico y científico que deseen ser parte de nuestro proyecto intelectual.
Índice
Contenido
Índice..........................................................................................................................................3
Las Miradas del Conocimiento.....................................................................................................4
Ignacio Domínguez Bechtold..........................................................................................................4
Uniendo saberes: Desafío para nuestra formación.....................................................................12
Diego Alonso Figueroa Rojas........................................................................................................12
Análisis evolutivo del conocimiento...........................................................................................16
Isabel Hernández Muñoz..............................................................................................................16
El giro copernicano....................................................................................................................24
Profundización y enfoque fundamental del sujeto kantiano en nuestro pensamiento................24
Gonzalo Ignacio Coydán Molina...................................................................................................24
Actitud nativa y actitud fenomenológica en Edmund Husserl: breve análisis descriptivo acerca de la posibilidad de una crítica seria del conocimiento...................................................................37
Agustín Lavoz Torres....................................................................................................................37
Las Miradas del Conocimiento(The looks of the knowledge)
Ignacio Domínguez BechtoldEstudiante de III° Medio Humanista
Colegio Universitario el Salvador
Av. Salvador 1696 - Ñuñoa - Santiago - Chile
Santiago de Chile
Resumen
Este artículo constituirá en una revisión de los enfoques actuales, sobre lo que es el
conocimiento, para un alumno del tercero medio humanista. Primero analizaremos cuáles
son las diferentes posibilidades de conocimiento que pueden tener los alumnos, tales como
escepticismo, dogmatismo y relativismo, para luego definirlas y verlas en mayor
profundidad. También ver los tipos de conocimiento que existen como el empírico o vulgar,
en el cual para poder definirlo de mejor manera recibimos ayuda de Augusto V. Ramírez,
también está el conocimiento filosófico y científico, también veremos cuáles son sus
diferencias y las similitudes e incluso veremos como se relacionan entre ellas y las
influencias que ejerce una sobre la otra, para luego ver qué cosas o factores influyen para
elegir una teoría o tomar una postura determinada.
Palabras claves: Conocimiento, raciocinio, dogmatismo, relativismo y escepticismo.
Introducción
A lo largo de la vida uno se pregunta muchas cosas y encuentra que sus
cuestionamientos no sirven para nada, ya sea, porque cree que su opinión no importa o
porque no tiene suficientes estudios que lo avalen, pero esa persona en realidad está muy
equivocada, y no se da cuenta que su filosofía es muy importante, además que todo el
mundo tiene derecho a cuestionarse algunas cosas o situaciones y que su opinión sea
escuchada, en parte eso es lo que buscamos hacer en el presente escrito. Es decir, demostrar
que aunque no hemos vivido tantos años y no hemos profundizado tanto en el tema como
reconocidos filósofos, también podemos pensar, cuestionarnos normas o situaciones, e
intentar encontrarle explicaciones a nuestros cuestionamientos.
En el presente escrito profundizaremos sobre las diferentes posibilidades del
conocimiento que tiene un alumno de tercero medio, sus ventajas, desventajas, sus
diferencias y contradicciones, en que aportan y como una persona llega a adquirir el
conocimiento mediante cada una de ellas, ya que, dependiendo de su contexto familiar y de
su infancia, las personas pueden adquirir el conocimiento de diferentes formas.
También debemos saber lo que significan nuestras palabras claves las cuales se
repetirán constantemente a lo largo de este escrito, ya que, ellas nos serán de gran
importancia para poder entender los cuestionamientos y explicaciones que daremos en el
desarrollo de las ideas de este escrito. Primero definiremos Conocimiento y Raciocinio, el
primer término es la “capacidad del hombre para comprender por medio de la razón la
naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas” (Anónimo, definición de conocimiento). El
segundo se define como la “utilización de la razón para producir conocimientos y
establecer un juicio” (anónimo, definición de raciocinio). Ahora veremos lo que establecen
las diferentes posibilidades del conocimiento, las cuales son Dogmatismo, Relativismo y
Escepticismo. “El dogmatismo consiste en que se impone una verdad, la cual no puede ser
dudada, ni cuestionada, es algo indiscutible, fidedigno e innegable” (anónimo, significado
de dogmatismo). “El Relativismo establece que el conocimiento es posible, pero no de
manera absoluta y niega que exista algún tipo de verdad absoluta” (anónimo, definición de
relativismo). Y por último el Escepticismo establece que “nunca se alcanzare el
conocimiento verdadero, esto no quiere decir que no haya, solo dice que se duda de él”
(Coydán, 2015).
En definitiva en este escrito, veremos las posibilidades en las que se puede adquirir
el conocimiento, siempre dependiendo del contexto de vida de la persona, ya que podemos
encontrarnos con diferentes posturas respecto a cada uno de los tipos de adquisición de
conocimiento de cada sujeto, como por ejemplo nos podemos encontrar con una persona
que adquiere el conocimiento de manera dogmática impuesta por su familia o incluso por la
sociedad, como también con una persona que mantiene un relativismo erróneo. También
veremos y analizaremos que factores externos o internos de los individuos pueden afectar o
intervenir en la manera en que la persona adquiere el conocimiento.
Tipos de conocimiento
Antes de empezar con nuestro análisis, debemos saber que hay distintos tipos de
conocimiento, tales como el Conocimiento empírico o vulgar, el filosófico y el científico. A
continuación definiremos estos tipos de conocimiento, pero antes debemos saber que
entendemos por conocimiento, tal como se le concibe hoy, “es el proceso progresivo y
gradual desarrollado por el hombre para aprender su mundo y realizarse como individuo, y
especie” (Ramírez, 2009). Es decir el conocimiento es algo que se adquiere por medio de la
experiencia o por medio de lo que nos cuentan, por ejemplo uno cuando niño no nace
sabiendo andar en bicicleta, uno lo aprende por medio de la experiencia, pero en cambio, si
yo nunca eh viajado en avión y me cuentan las sensaciones que la gente siente, adquiero
también un conocimiento por lo que me cuentan, sin haber viajado se los cosquilleos que
sienten en el estómago durante el despegue y el aterrizaje del avión .Con esto tenemos la
base para poder comenzar a definir los diferentes tipos y variaciones del conocimiento que
tienen como origen esta definición, como el empírico.
El empirismo de Locke establece que todo el conocimiento se adquiere por medio
de la experiencia y los sentidos, las ideas principales del empirismo de Locke establecen
que la mente nace en blanco y que por medio del contacto con las cosas, por medio de los
sentidos va grabando impresiones y también dice que por medio de la experiencia se
adquiere el conocimiento. Hablando de la experiencia John Locke dice que tenemos dos
tipos de experiencia, primero la interna que se basa en la reflexión que realizamos y la otra
la externa que corresponde a las sensaciones. También establece pasos establecidos con los
que según él se adquiere el conocimiento, primero conocer es tener una representación,
segundo la mente no tiene ideas anteriores a la experiencia y por último el alma es una tabla
rasa.
Augusto V. Ramírez, en su paper “La teoría del conocimiento en investigación
científica: una visión actual”, (Ramírez, 2009) nos habla un poco sobre este conocimiento
empírico o vulgar como le hemos dicho, Augusto en su paper dice que “En sus inicios, el
hombre por observación natural comienza a ubicarse en la realidad, apoyado en el conocer
que le da la experiencia de sus sentidos y guiado únicamente por su curiosidad. Este
conocer inicial aprendido en la vida diaria se llama empírico, por derivar de la experiencia,
y es común a cualquier ser humano que cohabite una misma circunstancia” (Ramírez,
2009). Bueno, como antes mencionamos anteriormente al conocimiento empírico, también
se le conoce como vulgar, esto quiere decir que el hombre previamente o anteriormente no
tenía consciencia de método ni propósito predeterminado para alcanzar el conocimiento, se
guiaba por intentos. Un buen ejemplo, fue el que no dio Augusto V. Ramírez, el cual dice
que “el hombre primitivo partiendo de un primer ensayo, algunas veces quizá traumático,
encontró una manera de percibir su mundo, y, quién sabe al repetir esa primera experiencia,
el tanteo fue su guía”. (Ramírez.) .
Con esto podemos ya decir, con seguridad que todos en un principio tenemos un
conocimiento vulgar que significa que es común, pero que mientras la vida avanza y vamos
adquiriendo experiencias este conocimiento vulgar se va transformando a un conocimiento
filosófico o científico que son ramas del conocimiento que son más avanzadas y que
profundizan aún más en el conocimiento, cuestionando el conocimiento que previamente
adquirieron o tratando de explicar algunas cosas o hechos.
Ahora pasaremos a definir el conocimiento filosófico, dice que a medida que el
hombre progresa, busca conocer y entender el origen de las cosas y su naturaleza, para
conocer más su entorno y al mismo, además cuestiona los conocimientos que adquirió
previamente en el conocimiento empírico. Esto origina una nueva forma de adquisición del
conocimiento que es el filosófico, el cual se caracteriza por a ser “Critico, Metafísico,
Cuestionador, Incondicionado y Universal”.
Ahora nos falta solamente definir el conocimiento científico, dice que “el hombre
sigue su avance y para mejor comprender su circunstancia explora una manera nueva de
conocer. A esta perspectiva la llama investigación; su objetivo: explicar cada cosa o hecho
que sucede en su alrededor para determinar los principios o leyes que gobiernan su mundo
y acciones”. (Ramírez, 2009) La diferencia entre estos dos últimos conocimientos
mencionados es que el filosófico no es tan corroborable y justificable con evidencias
sólidas, visible y palpables como el científico, no confundir con que no es justificable, si lo
es, pero tiene argumentos basados en la reflexión que a la apreciación del mundo no son tan
sólidos y justificados como las presentadas por el científico.
Igualdades y Diferencias de los Tipos de Conocimiento
Como vimos, estos tres tipos de conocimiento tienen una relación, en cuanto a que
son los avances y progresos del anterior, todo empieza con el empírico o vulgar, que luego
se transformar en el filosófico, que posteriormente deriva en el científico. Todos estos en la
forma de adquirir el conocimiento se debe también a un progreso de la sociedad y de las
culturas que van cambiando y/o evolucionando su forma de pensar y ver el mundo o esas
mismas opciones de conocimiento son quienes permiten que la humanidad progrese, y ellas
no son más que una herramienta para la evolución del pensamiento humano y junto con
este avance en el pensamiento vamos mejorando y perfeccionando las formas en que
adquirimos el conocimiento o más bien vamos descubriéndolas.
A pesar de esta relación, tienen variadas diferencias, el empírico o vulgar nos dice
que todo se adquiere mediante la experiencia, la filosófica busca entender el origen de las
cosas mediante la reflexión, en cambio el científico busca entender el origen de las cosas
pero por medio de la ciencia.
Contexto familiar e infancia, como esto afecta en la adquisición del conocimiento
Como decíamos en un principio, el tipo de conocimiento y la manera en que se
adquiere este, va variando según la persona, “Cuando los padres se relacionan con los hijos
y realizan sus funciones, los padres ponen en práctica unas tácticas llamadas estilos
educativos, prácticas de crianza o estrategias de socialización, con la finalidad de influir,
educar y orientar a los hijos para su integración social. Las prácticas de crianza difieren de
unos padres a otros y sus efectos en los hijos también son diferentes” (Ramírez, 2005), a
que nos referimos con esto, decimos que las formas en las que nosotros vamos
incorporando el conocimiento se ve afectado o influenciado por nuestro contexto familiar,
es decir, el tipo de familia que tenemos, supongamos que somos hijos de un sujeto el cual
desde pequeño deseo ser parte de algún tipo de fuerza armada, de las cuales sabemos que su
principal características es la obediencia sin cuestionar nada, en este caso el padre logra
pertenecer a una fuerza armada y se vuelve tan fiel y obediente a la institución que decide
criar a sus hijos de la misma manera que se le formo a él en la institución, por la cual nos
vemos obligados a vivir en una familia y forma de crianza en la cual solo debemos
obedecer y no cuestionar lo que hacemos e incluso tomar como verdad solamente lo que
nos digan nuestros padres que son nuestro símbolo de autoridad, en base a este ejemplo
podemos decir que los hijos que fueron criados de esta manera crecerán teniendo una
mirada dogmática del mundo, tomando como verdad irrefutable todo aquello que sea dicho
por una figura de autoridad, siendo carentes de la capacidad de cuestionar y de reflexionar
las situaciones, problemas y argumentos a los que se enfrenten durante su vida.
Pero por el contrario si nos vemos formados en un ambiente en el cual se nos
permite e inculca constantemente a cuestionar y reflexionar sobre lo que creemos y lo que
pensamos, ya sea sobre nuestras acciones o sobre nuestra formar de ver la vida, por
supuesto que cuando se nos imponga algo como instinto buscaremos cuestionarlo y que se
nos argumente sobre porque esa es la mejor opción y porque las otras no lo son, cuestionar
y debatir será un acto instintivo y a el cual estaremos acostumbrados a realizar, pero
también se debe mantener cuidado sobre esta práctica, debido a que puede caer en la
manipulación de la otra persona o opositor que tengamos, no olvidemos que nuestros
argumentos buscan como objetivo principal persuadir al resto, se debe respetar la postura
del otro al debatir pero siempre buscando persuadirlo, pero sin caer en la manipulación, ya
sea física como psicológica, se le debe persuadir a las personas con buenos argumentos,
sólidos y congruentes.
Como vimos, “La familia influye en el desarrollo socio afectivo del infante, ya que
los modelos, valores, normas, roles y habilidades se aprenden durante el período de la
infancia, la cual está relacionada con el manejo y resolución de conflictos, las habilidades
sociales y adaptativas, con las conductas pro sociales y con la regulación emocional, entre
otras. Aunque son multidimensionales los factores que afectan el desarrollo de los niños y
niñas, es importante identificar la influencia de la familia y de los estilos y pautas de
crianza en el desarrollo socio afectivo” (Martinez, 2010). Por esto entendemos que según
los valores, normas y modelos que tenemos de nuestra familia, son la influencia más fuerte
que se tiene para optar por una de la posibilidades de adquisición del conocimiento y son
quienes nos heredan su manera y forma de pensar, por eso el contexto familiar y la infancia
afectan en la forma de adquisición del conocimiento.
Conclusión
Con todos los argumentos que hemos presentado, en el presente escrito, podemos
concluir que el tipo de conocimiento de cada persona puede variar dependiendo de varios
factores, los cuales pueden ser el contexto familiar, experiencias de su vida o la decisión de
elegir alguna de las posibilidades de conocimiento, como lo son el escepticismo, el
dogmatismo o empirismo, vimos y definimos los tipos de conocimiento que hay como el
empírico o vulgar, el filosófico, científico, también vimos como la influencia de factores
externos a el individuo, como la crianza dada por sus padres, causan que tenga cierta
inclinación o se sienta obligado para pensar de una manera, y también aprendimos las
distintas definiciones y características de las distintas posibilidades de conocimiento, como
el conocimiento empírico o vulgar que fue uno de los que vimos o analizamos a mayor
profundidad explicando por qué se le considera vulgar y por último, podemos decir que este
escrito en una visión más general nos explica porque se dan las distintas formas de pensar
de las personas y las formas en las que los individuo adquieren el conocimiento y esto es
muy importante porque nos permite comprender con más profundidad el conocimiento y
como es para las distintas personas la percepción del mismo.
Bibliografía
Ángela Cuervo Martínez. (2010). Pautas de crianza y desarrollo socio afectivo en la
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http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S1794-
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Augusto V. Ramírez. (2009). La teoría del conocimiento en investigación científica:
una visión actual. 21/08/2015, de American College of Occupational and
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Autor anónimo. (n.d.). Definición de conocimiento. 9/6/15, de significados.com
Sitio web: http://www.significados.com/conocimiento.
Autor anónimo. (n.d.).Glosario de filosofia.28/3/15, de webdanoia Sitio web:
http://www.webdianoia.com/glosario/display.php?
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Autor anónimo. (n.d.). Significado de dogmatismo. 26/3/15, de siginificados.com
Sitio web: http://www.significados.com/dogmatico/ ,
Autor anónimo. (n.d.). Significado de raciocinio. 9/6/15, de definicion.com Sitio
web: http://definicion.de/raciocinio/.
Gonzalo Coydán. (2015, 1°semestre). , Clases de Filosofía Electivo III°medio.
Colegio Universitario el Salvador, Santiago de Chile, consulta 20/3/15.
María Aurelia Ramírez. (2005). PADRES Y DESARROLLO DE LOS HIJOS:
PRACTICAS DE CRIANZA. 27/09/15, de Universidad de Granada. España Sitio
web: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=s0718-
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Ramírez, A. (n.d.). La teoría del conocimiento en investigación científica: una
visión actual. [[email protected]].
Uniendo saberes: Desafío para nuestra formación
Diego Alonso Figueroa RojasEstudiante de IIIº Medio Humanista
Colegio Universitario SalvadorSantiago de chile
Palabras clave: Conocimiento, educación, estilo de vida.
Resumen
En el presente trabajo se abordan los conceptos de percepción, conocimiento,
entendimiento, educación, consideradas palabras claves para el desarrollo de la
investigación. Se pone especial énfasis en las diversas percepciones que implica el
conocimiento, considerando que viene tanto de personas de diferentes estratos sociales,
como de ambientes o escenarios también diversos (gente que vive en el campo o que
pertenece a diferentes culturas).
Para poder plantear el tema central de esta investigación se parte de la siguiente
interrogante: ¿Es posible encontrar características comunes en experiencias y
conocimientos de distinta procedencia?
Bien sabemos que no todos tenemos las mismas costumbres, culturas, religiones,
estrato social, etc. Por eso es necesario hacer un análisis a la cultura y sus características
para intentar responder a la búsqueda de características comunes, respecto a la obtención
del conocimiento.
Hay personas con diferentes definiciones de conocimiento, las que nunca han tenido
la oportunidad de ver más allá de su propia realidad y se quedan con lo que tienen y no les
interesa saber qué hay más allá. Según ellos, tienen un conocimiento limitado a un espacio
determinado, en el que viven y son felices. También hay personas que viajan mucho y cada
vez conocen algo nuevo, pero eso no los hace mejores que las personas sencillas. Sólo han
tenido más oportunidades económicas y culturales para viajar y conocer nuevas
experiencias en otros lugares.
Sobre lo anterior, desarrollo esta comparación habiendo visto que cada uno tiene
diferentes formas de conocer, que puede estar determinada por su cultura, religión, la
localización geográfica en donde vive (o su estilo de vida, sus creencias religiosas, etc.),
que va más allá de leer o interesarse por lo que pasa a través de los medios de
comunicación. Por ejemplo, en la cultura aymara1 la computación no es el medio por el cual
logran aprender cosas tan necesarias como domesticar su ganado, ya que este es un
conocimiento que lo tienen desde tiempos ancestrales, y va pasando de generación en
generación. Por lo tanto, es la práctica la que permite adquirir el conocimiento y que se va
traspasando de generación en generación. En cambio, en países tecnológicos como Corea,
necesitan comprobar todo por medio de la tecnología computacional y tener respuestas
certeras (Ruiz Medina, 2015).
Definidos algunas características de cómo se obtiene el conocimiento (práctico y de
traspaso cultural), pasaré a referirme al conocimiento formal que se obtiene en las
organizaciones educativas y científicas.
Estas fueron creadas desde la antigüedad para resolver los problemas fundamentales de
hombres y mujeres de la época: Salud, educación, alimentación, vivienda, etc. Eso significó
que tuvieron que crear academias, centros de investigación que no quedaran a merced de un
interés puntual sino que pudiera estructurarse lo avanzado a través de la simple observación
y el estudio sistemático. Así, se fundaron las primeras escuelas, universidades, centros
astronómicos, etc.
1 En el diseño de los planes de estudio se incluye la recuperación de conocimientos y saberes ancestrales de estos pueblos indígenas, vinculados muchos de ellos al respeto a la tierra que habitan y al aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. Hasta ahora, la escuela y la propia sociedad ha menospreciado esto son conocimientos autóctonos y milenarios frente a los que se impartían en el marco de la educación formal, considerados los únicos válidos. Ante esto, el proceso de recuperación de la cultura propia fortalece la identidad cultural de estos pueblos y eleva su propia autoestima.
Paralelamente, se llevarán a cabo campañas de sensibilización mediante publicaciones, foros, ferias y festivales para promover el valor de la diversidad cultural dentro de las mismas comunidades.
Lo anterior nos hace reflexiones que una vez identificado el conocimiento en la
organización, este crece y se multiplica en la medida en que se utiliza. Esto exige a las
organizaciones que se encuentran en constante proceso de transformación, a trabajar
intensamente para renovar su conocimiento. Es precisamente por eso, que la gestión del
conocimiento no puede considerarse como un proceso aislado en la organización sino
alineado con sus estrategias.
Aplicación del conocimiento práctico y teórico a la vida diaria y el entorno natural
La vida, y sobre todo la calidad de vida, dependen hoy directamente del medio
natural y su calidad. Es necesario destacar que el desarrollo cultural de la humanidad, lejos
de debilitar la unidad del hombre con respecto a la naturaleza, la ha profundizado. En la
medida en que el hombre ha desarrollado su cultura material, espiritual, su dependencia con
respecto a la naturaleza se ha incrementado; el espectro de sus necesidad físicas y
espirituales ha crecido en la misma medida que ha crecido la amplitud y profundidad de su
inclusión en el medio circundante. Esta estrecha correspondencia de los valores
históricamente determinados y crecientes del hombre en relación con las posibilidades que
para su realización le han ofrecido la naturaleza, es especialmente considerable en las
condiciones actuales.
Un ejemple que puede iluminar lo arriba señalada está dado por la cultura aimara
que, con a través del uso ancestral de la hoja de coca. Esta ha sido utilizada por el pueblo
aimara y otros pueblos andinos desde tiempos antiquísimos, para actos rituales y como
medicina. Durante la cultura Tiawanacota y posteriormente el Estado del Tawantinsuyo, la
hoja de coca fue considerada sagrada por sus cualidades curativas y conociendo sus efectos
estimulantes, mantuvieron el control de su uso y consumo, siendo usado solo para fines
medicinales, como hierba por los qolliris especialistas en medicina andina, y en actos
religiosos por los yatires, así como las clases sociales más privilegiadas lo usaban en el
seno de ceremonias religiosas.
En chile, también se ha venido revalorizando las culturas originarias, incluso en algunos
hospitales de zonas mapuches, junto médico existe la medicina natural que ofrecen las
machis. Claro ejemplo que el conocimiento científico puede convivir con aquel heredado
por culturas originarias, que a través de la observación y la aplicación práctica ofrecen vías
alternativas en nuestro beneficio.
La pregunta que cabe es si estamos actualmente preparados para integrar en nuestra
educación formal no sólo los conocimiento que provienen de la cultura occidental
tradicional, sino que también a2queloo provenientes de nuestro propias raíces
latinoamericanas, y particularmente las que nos han legado los pueblos originarios en
Chile?
Conclusión
En conclusión se pueden observar distintas formas de vida de cada persona tanto, como los
Asiáticos que se basan en la ciencia, tecnología y exactitud, como los Pueblos originarios
indígenas que no lo necesitan ya que tienen, su ganadería, creencias y estilo de vida más
simple, que no significa que sea peor sino que ellos ya son felices de mantener una
tradición que lleva siglos y no tienen que sacar todo de manera cuadrada y exacta.
Explicado bien el término Uniendo saberes. Todos tenemos que ser independientes al
pensar. Ya que no todos podemos pensar de la misma manera porque sería un mundo
aburrido y sin sentido.
Bibliografía:
• Alexis Ruiz Medina, Sistema educativo de Corea del Sur, Eurasia hoy, en: http://eurasiahoy.com/24072015-sitema-educativo-de-corea-del-sur/ Consulta: [25-08-15].
Educación intercultural para los pueblos indígenas aymaras y urus en los departamentos de la paz y Oruro (Bolivia) en: Http://educacionsinfronteras.org/es/816987
La hoja de Coca http://www.laticaymara.cl/la-coca-hoja-sagrada-de-los-aymaras.html
Análisis evolutivo del conocimientoIsabel Hernández Muñoz
Estudiante de III° medio Humanista
Colegio Universitario el Salvador
Santiago de Chile
Resumen
Este trabajo tendrá como objetivo relacionar la evolución del conocimiento desde un
punto de vista filosófico e histórico con la evolución del conocimiento a nivel personal.
Para presentar esta relación, inicialmente se van analizar algunos artículos sobre las teorías
del conocimiento de filósofos como: Platón a través de la dialéctica, Aristóteles por medio
de la inducción, Descartes por la crítica y el cuestionamiento y por último John Locke a
través de las experiencias. Para poder relacionar las teorías mencionadas con el desarrollo
personal del conocimiento se verá el caso de los alumnos de tercero medio, ya que estos
jóvenes a lo largo de su vida han sufrido incontables cambios pasando del más absoluto
dogmatismo al cuestionamiento y la crítica. Estos cambios son similares a los sufridos por
la teoría del conocimiento y mantienen una profunda relación pues muestran la maduración
del pensamiento humano tanto a nivel histórico como personal.
Palabras claves: evolución, conocimiento, cuestionamiento, relacionar, experiencias.
Introducción
Hoy en día el conocimiento se puede conseguir de diferentes formas, de las cuales
se puede deducir por medio de uno mismo o a través de otras personas como filósofos.
Sabemos que el conocimiento esta ahí pero ¿se adquiere el conocimiento verdadero? Esto
es lo que vamos a desarrollar en el presente escrito.
El objetivo central de nuestra reflexión será conocer esta evolución del
conocimiento tanto lo filosófico como personal, esta última se dará por medio de alumnos
de tercero medio dando su visión y su experiencia acerca de este tema ya que estos jóvenes
a lo largo de su vida han sufrido abundantes cambios pasando del más tajante dogmatismo
al cuestionamiento y la crítica.
Para revelar esta evolución en el entendimiento, analizaremos las teorías del
conocimiento de diferentes filósofos, de los cuales dentro de ellos se encuentra Descartes
con el principio “pienso, luego existo”, por la crítica y el cuestionamiento ya que sabemos
que son sus teorías fundamentales para encontrar el conocimiento. También me enfocaré en
el filósofo John Locke donde el principio de su teoría es que considera que todos nuestros
conocimientos provienen de la experiencia. Por último se encuentra Platón y Aristóteles,
filósofos de la edad antigua quienes el principio de su teoría principalmente son la
dialéctica y la inducción. Emplearé sobre si él conocimiento ha cambiado a lo largo del
tiempo pasando desde el más absoluto dogmatismo al cuestionamiento y el conocimiento
científico. Estos son cambios tan filosóficos como personales, pero ¿Qué sustenta la base
de toda evolución del conocimiento verdadero? ¿El conocimiento realmente ha tenido una
evolución en el pensamiento humano?
En definitiva este artículo da a entender que la teoría del conocimiento se dará a
conocer por medio de un estudio, es decir por la Epistemología que tiene por objeto, el
estudio del conocimiento científico por sus características y sus métodos, respondiendo
cierta interrogantes que nos ayudará a entender el origen de la evolución de conocimiento
desde los años remoto a la actualidad.
El pensamiento cartesiano o propuesta de Descartes de una inferencia simple pero a
la vez profunda que podría ser entendida como el centro mismo de la existencia humana.
Esta inferencia se dio a partir de la frase “Pienso, luego existo” (Descartes, 1637). Ese
pensamiento es lo que le asegura que está vivo, que existe en el mundo, y esa es una verdad
indiscutible porque todo aquel ser humano que no piense no será existente. Sobre lo
anterior, el racionalismo plantea a la razón como única fuente de la verdad, a lo que afirma
el dogma de la fe, y de lo que nos revelan los sentidos o la imaginación, que puede ser
dudoso.
Según Descartes no se necesita de la experiencia para conocer la verdad, sino en
superar las dudas debido a que el conocimiento verdadero, tiene que estar fundado en bases
sólidas y se necesita una actitud totalmente crítica para llegar al conocimiento, donde todo
se tiene que demostrar apodícticamente.
Sobre lo anterior, uno aprecia que el conocimiento es opuesto al pensamiento de
Locke, ya que este afirma que la experiencia es la fuente y el límite de nuestros
conocimientos, donde los únicos elementos en la mente como base del conocimiento son
las ideas derivadas de las sensaciones y niega rotundamente la existencia de las “ideas
innatas” sostenidas por Descartes. Locke incluye dos formas de experiencias donde una
experiencia “externa”, nos afecta por vía de la sensación, y una experiencia “interna”, lo
hace mediante la reflexión. (Aranda, 1981) Pero a la vez tanto Descartes como Locke,
asimilan un punto muy importarte en su teoría ya que los dos buscan indagar en el origen
del conocimiento debido a que ambos movimientos, conocen las “ideas”, lo que equivale a
decir que sólo se conoce mediante ideas.
Ahora bien, ambas corrientes (racionalismo y empirismo) consideran que el modo
más seguro de conocer es la intuición, aunque el racionalismo habla de intuición intelectual
y el empirismo de intuición senso-perceptual (AA.VV, 1996). Al referirnos a la intuición
intelectual quiere decir que nos permite conocer directamente ciertas realidades fuera de la
experiencia sensible. Y decir intuición senso-perceptual lo aludimos a la intuición sensible,
es el único fundamento legítimo del conocimiento en el sentido de que sólo podemos partir
de las percepciones sensoriales, de que no podemos andar con paso firme más allá de lo que
la experiencia nos informa. Traspasar ese límite, es entrar en el mundo de las creencias.
En cambio Platón y Aristóteles tienen un pensamiento completamente distinto al
plantear su forma de adquirir el conocimiento verdadero. La epistemología platónica está
directamente relacionada con la metafísica, y su modo de conocimiento es a través de la
dialéctica que es entendida por dos sentidos; método, en los diálogos iniciales consiste en el
juego de preguntas y respuestas que pone en práctica Sócrates con el fin de llegar a la
verdad. El fin último de la dialéctica sería lograr la definición de las cosas, o solucionar las
cuestiones que se debaten en los diálogos. Y la ciencia (como saber), sería el más alto grado
de conocimiento y consistiría en la contemplación intelectual de las Ideas. Aquel que logre
conocer de un modo dialéctico es capaz de mirar con su razón, con su inteligencia,
directamente a las Ideas, y por ello, será el considerado “sabio”. (Miguel Santa Olalla
Tovar, Sin año)
Es en este apartado cuando volvemos a reflexionar en el pensamiento platónico,
puesto que existen dos tipos de conocimiento. En primer lugar está la opinión que es el
conocimiento sensible, este a su vez se subdivide en otros dos tipos de conocimiento:
la imaginación y la creencia. La imaginación es el conocimiento de imágenes, y es el
conocimiento más imperfecto. Por encima de este (pero aún dentro de la opinión) estaría la
creencia, que sería el conocimiento de objetos. En segundo lugar se encuentra la Ciencia
que se da a entender como el conocimiento inteligible, cuyo objeto son las Ideas, el ser
eterno e inmutable. La ciencia también se divide en otras dos formas de conocimiento:
la inteligencia discursiva y el pensamiento.
Es aquí cuando la inteligencia discursiva es el pensamiento propio de las
matemáticas. Se trata, efectivamente de un conocimiento superior a la opinión, pero
requiere aún de una apoyatura sensible, sea una figura geométrica o las líneas de una
demostración. La inteligencia discursiva es la que “reflexiona” de una premisa a otra, la que
razona con figuras.
Según Platón, si el mundo sensible es el mundo de la opinión y el mundo inteligible
la posesión de la ciencia, se accede a formular la siguiente exposición: la opinión es a la
ciencia lo que la imagen es al original. Las imágenes de los objetos materiales dan un
puesto a una representación confusa, que llamaremos imaginación, los objetos materiales
dan lugar a una representación más exacta, que comporta la aceptación del sujeto que las
percibe, y a la que llamaremos creencia por su parte, en el mundo inteligible, las imágenes
de las Ideas (objetos matemáticos) dan lugar a un conocimiento discursivo, mientras que las
Ideas mismas da lugar a un conocimiento intelectivo, el conocimiento de la pura
inteligencia. La dialéctica es, pues, el proceso por el que se asciende gradualmente al
verdadero conocimiento.
Por su parte Aristóteles al igual que ocurre con Platón encontramos una teoría del
conocimiento elaborada. Aristóteles distingue diversos niveles o grados de conocimiento.
El conocimiento sensible deriva directamente de la sensación y es un tipo de conocimiento
inmediato y breve, desapareciendo con la sensación que lo ha producido. Ese curso tiene
lugar en el hombre, generando la experiencia como producto de la actividad de la memoria,
una forma de conocimiento que, sin que les permita a los hombres conocer por qué y la
causa de los objetos conocidos. El nivel más elevado de conocimiento está representado por
la actividad del entendimiento, que nos posibilite conocer por qué y la causa de los objetos;
este saber ha de surgir necesariamente de la experiencia, pero en la medida en que es capaz
de explicar la causa de lo que existe se constituye en el verdadero conocimiento. Por
consiguiente, como acabamos de decir, el hombre de experiencia parece ser más sabio que
el que sólo tiene conocimientos sensibles, cualesquiera que ellos sean: el hombre de arte lo
es más que el hombre de experiencia; el operario es sobrepujado por el director del trabajo,
y la especulación es superior a la práctica (Aristóteles, Metafísica, libro 1,1).
El punto de partida del conocimiento lo constituye, la sensación y la experiencia,
que nos pone en contacto con la realidad de las sustancias definidas. Pero el verdadero
conocimiento es obra del entendimiento y consta en el conocimiento de las sustancias por
sus causas y principios, entre las que se encuentra la causa formal, la esencia. Al igual que
para Platón, para Aristóteles conocer, propiamente hablando, supone estar en condiciones
de dar cuenta de la esencia del objeto conocido. De ahí que el conocimiento lo sea
propiamente de lo universal, de la forma. Pero para Aristóteles la forma se encuentra en la
sustancia, no es una entidad permanente, por lo que es absolutamente necesario, para poder
captar la forma, a través de la sensibilidad, la sustancia.
Las diferencias son, considerables con Platón, tanto relacionado al interés atribuido
al conocimiento sensible, como respecto a la actividad misma del entendimiento que ha de
ser necesariamente discursivo, siendo inviable llegar a conocer los universales a no ser
mediante la inducción, además, Aristóteles rechaza explícitamente el innatismo del
conocimiento, y nos lo presenta como el resultado del aprendizaje, es decir, por la
racionalidad de los elementos derivados de la sensación, a través de la experiencia.
Coinciden, sin embargo, en la apreciación de que el verdadero conocimiento ha de serlo de
lo universal, y no de los objetos particulares.
Analizando las teorías de los filósofos anteriores podré responder la pregunta ¿Qué
sustenta la base de toda evolución del conocimiento verdadero? Primero que todo no existe
una respuesta general que incluya las cuatro teorías (Descartes, Locke, Platón y
Aristóteles), ya que como nos dimos cuenta cada filósofo tiene distintas maneras de llegar
al conocimiento verdadero. Descartes tiene de base la metafísica, con un método que
pretende alcanzar la verdad y que no permita ninguna duda, para encontrar un principio
indubitable, donde en el racionalismo se desestima el conocimiento sensible y el
conocimiento actúa de manera deductiva. (Coydán, 2015)
Locke busca como base la experiencia, donde las ideas proceden de esta, en su
origen y fundamento de todo nuestro conocimiento. No existen ideas innatas en nuestra
mente ni en el orden teórico ni en el práctico. Todas nuestras ideas son adquiridas por
medio de la experiencia de manera que, aunque el criterio de certeza para Locke es intuitivo
lo que verdaderamente importa es conocer el mundo, y esto solamente lo logramos por
medio de ideas adquiridas entonces, toda la filosofía se centra en nuestra experiencia del
mundo; no en el mundo en sí, sino en cómo nosotros experimentamos el mundo.
Platón a la vez tiene como base la dialéctica, ya que el conocimiento solo puede
lograrse utilizando la razón y la realidad es ideal ya que está constituida de ideas. El
conocimiento se divide en dos partes, la ciencia y la opinión. La ciencia hace que el
conocimiento nos ofrezca una visión clara, objetiva y verdadera de la realidad que
constituye la esencia de las cosas, es decir, el mundo de las ideas. Y la opinión son las
cosas cambiantes del mundo sensible de las cuales jamás puede tenerse conocimiento. Por
otra parte Aristóteles utiliza una base inductiva (lógica), donde niega el conocimiento
innato y se basa en que la Teoría de las Ideas habla de un mundo distinto al terrenal, pero
que no podemos conocer, no tiene base empírica, experimental.
Antes de hacer una conclusión como tal, es necesario explicar porque en este escrito
se empezó hablando por Descartes y como último con Aristóteles, hago esta aclaración
debido a que se está analizando la evolución y por ende lo más lógico sería partir hablando
de los filósofos de la edad antigua y por ultimo con los filósofos modernos. En este caso fue
mencionado de manera distinta a lo común, debido a que al dar una visión más “moderna”
en primer lugar hablando filosóficamente, podemos tener una idea más clara y desarrollada
sobre el tema tratado, sin tener la necesidad de comparar el futuro con el pasado o
viceversa, ya que la evolución se va dando al principio del escrito.
Luego de haber analizado la evolución del conocimiento por medio de teorías de
diferentes filósofos, se puede concluir que la evolución del conocimiento tanto a un nivel
filosófico como personal, ha tenido un crecimiento con el tiempo, debido a que filósofos
como René Descartes (racionalista), John Locke (empirista), Platón (racionalista) y
Aristóteles (empirista), tienen teorías diferentes con métodos distintos. Descartes busca
refutar el escepticismo que sostiene que el ser humano no puede conocer la verdad,
mientras que Locke considera que todos nuestros conocimientos provienen de la
experiencia, de ella se derivan y a ella se reducen. Por otra para Platón son las ideas las que
se pueden conocer en forma inteligible, pero no niega realidad al mundo de las cosas,
donde se enfrenta al relativismo de los sofistas que considera que no existen verdades
absolutas. Y por último Aristóteles cuyas conclusiones no pueden ser de otra manera y en el
que su objeto de estudio es igualmente necesario, esto es, necesariamente existente. El
conocimiento verdadero existe pero no de una manera en que podamos relacionar a estos
filósofos dentro de una sola idea, ya que como sabemos cada uno tiene su método a través
de distintas bases.
Bibliografía consultada
o http://www.monografias.com/trabajos32/el-conocimiento/el-conocimiento.shtml
o http://filosofia.laguia2000.com/ciencia-y-filosofia/el-origen-del-conocimiento
o http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/IDEA/2007219/lecciones/cap_2/sub3.html
o http://www.webdianoia.com/moderna/locke/locke_fil_conoc.htm
o http://www.boulesis.com/didactica/apuntes/?a=185&p=3
o http://www.eumed.net/libros-gratis/2010f/877/EL%20CONOCIMIENTO%20EN
%20JOHN%20LOCKE.htm
Bibliografía
AA.VV. Historia de la Filosofía. CIDEAD. Editado por el Ministerio de Educación
y Cultura. Madrid. 1996, en: http://www.acfilosofia.org/materialesmn/historia-de-
la-filosofia/historia-de-la-filosofia-moderna/542-racionalismo-versus-
empirismo#sthash.AE5L2m8e.dpuf CONSULTA: (20-09-15).
Gonzalo Coydán, Racionalismo, Santiago de Chile, 13 de abril 2015
Miguel Santa Olalla Tovar, Platón, en: http://www.boulesis.com/didactica/apuntes/?
a=185&p=3, CONSULTA: (25-09-2015)
Luis Rodríguez Aranda, "La filosofía de Locke” ed. Aguilar, Madrid. 1981, en:
http://www.webdianoia.com/moderna/locke/locke_fil_conoc.htm, CONSULTA:
(15-08-2015)
Patricio de Azcárate, “Obras de Aristóteles” Madrid 1875, tomo 10, páginas 51-54,
en: http://www.filosofia.org/cla/ari/azc10051.htm, CONSULTA: (30- 09-2015)
René Descartes, Discurso del método, librodot, Heiden, 1637.
El giro copernicanoProfundización y enfoque fundamental del sujeto kantiano en
nuestro pensamiento
Gonzalo Ignacio Coydán MolinaBachiller en humanidades
Licenciado en EducaciónProfesor de Filosofía
Colegio Universitario El SalvadorAv. Salvador 1696Santiago de Chile
Resumen.
En nuestra actualidad vivimos de una serie de enfoques para señalar diversos
acontecimientos u objetos que nos rodean. Sin embargo, nos cuesta hacernos la pregunta
acerca de cómo llegamos a manifestar tal objeto u cosa, e incluso, sobre cómo se desarrolla
una generalización de nuestro pensamiento en la sociedad, para que todos tengamos una
concordancia sobre lo que nos rodea. Es por esta razón, que la presente investigación tiene
como fin reflexionar acerca de cómo llegamos a un pensamiento en particular.
El objetivo central del presente papers será analizar la teoría del giro copernicano de
Immanuel Kant, como un horizonte de nuestro pensamiento contemporáneo, utilizando su
texto célebre, como fue la crítica de la razón pura (1788). Ahora bien, la idea central del
escrito será demostrar la prioridad de esta teoría para conocer un entendimiento y lo
segundo para comprobar la necesidad de este enfoque para pensar las cosas.
El siguiente escrito se dividirá en los siguientes apartados. a) el desapego del
pensamiento dogmático, influenciado por la ilustración, para reflexionar sobre nuestro
estilo de pensamiento; b) la profundización del giro copernicano, según el análisis kantiano
y finalmente, c) la relevancia del giro copernicano para llegar a un estilo de pensamiento
Palabras claves: enfoque, giro copernicano, pensamiento, sujeto kantiano.
Introducción.
En nuestra actualidad, a medida que utilizamos nuestros sentidos, emociones o
razonamientos, pensamos de una cierta manera en particular, que para muchos es básica y
común como puede ser que una persona, cuando ve una mesa de madera, piensa y dice: Es
una mesa de madera. No obstante, nunca nos preguntamos sobre cómo hemos llegado a
pensar que la mesa es de madera, o incluso, que aquél objeto o cosa es una mesa. En otras
palabras, todos tenemos un enfoque básico para pensar las cosas pero nunca nos hemos
hecho cargo de meditar y reflexionar sobre el enfoque que tenemos para pensar cuál es la
base de reflexión sobre un objeto.
Es importante mencionar que la palabra enfoque la vamos a entender como el dirigir
la atención, como si fuera un nuevo punto de vista para analizar en profundidad un
problema y resolverlo. Por lo tanto, apreciamos que nuestro conflicto, no sólo es el dirigir
nuestro pensamiento sobre un objeto, sino el tratar de resolver sobre la dirección del cómo
llegamos a reflexionar nuestro pensamiento de tal manera. En otras palabras, nos
preguntamos sobre la manera en que ha llegado este enfoque hacia nosotros para pensar.
En el presente papers, discutiremos sobre este conflicto que se nos presenta,
pensando en una teoría, que a nuestro juicio, ha modificado nuestra forma de reflexionar,
como fue el giro copernicano que desarrolló Immanuel Kant, buscando una profundización
y un enfoque fundamental del sujeto kantiano en nuestro pensamiento. Es aquí cuando
meditaremos sobre la manera en que influyó esta teoría en nuestra forma de racionalizar,
utilizando como ejemplo y texto base a la Crítica de la razón pura, al igual que otros
escritos, e intentaremos demostrar dos elementos que consideramos de suma importancia.
Lo primero es acerca de cómo puede existir una imposibilidad de la búsqueda de un saber
sin esta teoría y lo segundo es confirmar sobre la importancia del enfoque que presenta el
giro copernicano en nuestra forma de pensar las cosas que nos rodean, haciéndonos cargo
de un problema que no se discute en la actualidad y reflexionando sobre esta problemática,
que a simple vista parece ser básica.
En una primera parte del escrito, discutiremos sobre cómo se realizó un desapego
del pensamiento dogmático con ayuda de la ilustración, para luego reflexionar y
profundizar sobre el nuevo enfoque del giro copernicano, mediante un problema que ya
descubría Kant en su escrito, como es el camino incorrecto que desarrollaba la metafísica,
para meditar sobre la necesidad de esta teoría y finalmente, discutiremos sobre la relevancia
del giro copernicano, basándonos en otro problema que se nos plantea al momento de
trabajar esta teoría para llegar a un pensamiento en particular.
1.- La creación de un nuevo enfoque cultural
Es importante señalar que el contexto cultural de Kant se desarrolla en un momento
de cambio o mejor dicho de plena madurez por parte del mundo moderno. Es aquí cuando
inferimos que este cambio ayuda a dar en qué pensar a Kant sobre su proyecto filosófico,
como es la era de la Ilustración, en donde pensamos que el presente filósofo alemán realiza
un escrito en base a la liberación del hombre, que ayuda a romper con un esquema
dogmático que mencionaremos a futuro, como también se aprecia una independencia del
hombre para manifestarse con mayor libertad. Por tanto, apreciamos que en Kant surge un
optimismo al decir que ha llegado el momento de formular una respuesta sobre la filosofía
mediante su proyecto. Esto lo clarificamos cuando nos manifiesta, en el prólogo de la
primera edición que “Hubo un tiempo en que la metafísica recibía el nombre de reina de
todas las ciencias, […]. La moda actual, por el contrario, consiste en manifestar ante ella
todo su desprecio” (Kant, 2009, p.7). En otras palabras, Kant asume la responsabilidad de
buscar respuestas para la Filosofía y eso lo realiza preguntándose acerca de la manera en
que podemos encontrar nuestros conocimientos, instalándose en una nueva realidad como
es la modernidad. Esto ya lo manifiesta en su escrito llamado ¿Qué es la ilustración? donde
nos confirma que “la ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad”
(Kant,1979, p.25), en donde inferimos como existía una represión de nuestros pensamientos
para dejarnos llevar por los conocimientos dogmáticos. Esto es un tema interesante, porque
Kant confirma que debemos buscar el origen de un pensamiento y los fundamentos últimos
de un conocimiento, en donde percibimos la búsqueda de ver cómo el sujeto es capaz de
conocer, conceptualmente, aquello que podemos conocer, como lo explica en la Crítica de
la razón pura.
Ahora bien, es importante recalcar que el contexto cultural que desarrolló Kant fue
vital, como es el hecho de sentirse hijo de la Ilustración. Esto lo apreciamos porque la
misma Ilustración nos habla que dentro de la incapacidad que ya mencionábamos, se ve una
revolución que intenta superar nuestras opresiones, puesto que la incapacidad “es culpable
porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse
por sí mismo de ella […]” (Kant,1979,p.25). En otras palabras, como ya nos explica Kant,
debemos darnos cuenta que la inteligencia y la crítica de nuestros conocimientos siempre
han estado en nosotros, pero la sociedad se encargó de reprimirlos. Por lo tanto, se nos
invita a ampliar nuestros conocimientos mediante una libertad de nuestro saber para hacer
pública la razón que tenemos integralmente, como lo menciona en el escrito de ¿Qué es la
ilustración?, que intenta dar una reflexión en torno al contexto cultural de su época, del
cual somos todos nosotros herederos.
En definitiva, apreciamos que la base del pensamiento que Kant nos presentará está
desarrollada bajo:
[…] una ciencia <<libre de prejuicios>> que hace del hombre científico
<<sin prejuicios>> el hombre ideal, por encima de los espíritus vulgares
atados a determinados puntos de vista, que él somete implacable a la razón
[…] Un caso concreto a esa pretendida <<ausencia de prejuicios>>, divisa
ilustracionista, es la idea de que el Estado sin religión […] constituye el ideal
de la neutralidad, superior a todo partidismo, y de la tolerancia, […]
(Hirschberger, 1981, p.159).
Desde este punto, inferimos la existencia de una libertad que debemos utilizar para
ampliar nuestros propios conocimientos, dejando de lado las ofuscaciones que nos ciegan
de nuestras opiniones para que de esta manera podamos hacernos cargo de nuestra opinión
por medio de un método crítico.
Es importante señalar, antes de pasar al fundamento de este escrito, sobre la crítica
ante el dogmatismo. Sin embargo, debemos saber, previamente, sobre qué es lo que
entenderemos por método crítico. Ya en el texto base del ensayo, se nos explica que la
crítica será:
[…] la facultad de la razón en general, en relación con los conocimientos a
los que puede aspirar prescindiendo de toda experiencia. Se trata, pues, de
decidir la posibilidad o imposibilidad de una metafísica en general y de
señalar tanto las fuentes como la extensión y límites de la misma, todo ello a
partir de principios (Kant, 2009, p. 9).
Por tanto, desde la base de la Ilustración, inferimos que el método que Kant nos va a
señalar será el resultado de utilizar un método crítico trascendental, ósea, de buscar los
fundamentos últimos del conocimiento, oponiéndose a un método dogmático, para discernir
el conocimiento básico que tenemos, entregando razones de cada argumento que tengamos,
mediante la propia y autónoma búsqueda de conocer conceptualmente sobre aquello que se
quiere conocer. Esta es la base que debemos tener en cuenta, al momento de fundamentar
en el giro copernicano. Es ahora cuando nos falta un elemento más para comprender la
base de la teoría que profundizamos, como es el pensamiento dogmático.
Esto es evidente, ya que Kant intenta desvincularse de un pensamiento, que
gobernaba al conocimiento de aquél tiempo, como era el dogmatismo. Ernst Cassirer en su
escrito llamado Filosofía de la ilustración, nos ayuda visualizar el tema, diciéndonos que
existe un giro intelectual de la filosofía ya que:
En lugar de encerrar la filosofía en los límites de un edificio doctrinal firme,
en vez de vincularse a unos axiomas determinados, establecidos para
siempre, […], trata de desvelar la forma fundamental de la realidad, la forma
de todo ser natural y espiritual (Cassirer, 1950, p. 11).
En otras palabras, ya desde un principio se presupone la existencia de un
dogmatismo que reprimía nuestros conocimientos. No obstante, surge un tema que
debemos aclarar, como es el hecho de examinar el tema de la fe, como cambio de enfoque
en nuestro pensamiento.
Cuando se piensa en la represión que simboliza el dogmatismo, pensamos que “El
abandono de la fe, sea cualesquiera los motivos en que pretenda apoyarse, parece el único
medio apropiado para librar a los hombres del prejuicio […] y abrirles camino de su
verdadera felicidad” (Cassirer, 1950, p. 156), puesto que al liberarnos del dogmatismo, por lo
visto, uno logra tener una libertad al momento de opinar. Por tanto, y como lo expresa
Cassirer, al momento de dejar de lado a la fe uno puede abandonar el auxilio dogmático
para encontrar una verdad, pero esto no sería así, ya que el periodo de cambio cultural no se
puede pensar como antirreligioso. Es aquí cuando surge un enfoque con mayor precisión,
porque el tema no está en abandonar la fe, sino más bien en buscar una nueva manera de
ver a la fe. Es aquí cuando Cassirer nos aclara el problema sobre el dogmatismo religioso,
puesto que:
[…] la disputa no consiste ya a los dogmas particulares y a su exégesis, sino
al tipo de certeza religiosa; no a lo meramente creído, sino al modo y al
sentido, a la función de la fe en cuanto tal. Por eso, […] el empeño no se
concentra en la liquidación de la religión sino en su fundamentación
trascendental […] (Cassirer, 1950, p. 157).
En definitiva, apreciamos que la Ilustración marcó un momento importante en el
pensamiento de Kant, para crear y desarrollar el giro copernicano, puesto que “la
ilustración no recoge el ideal de este estilo de pensar en las enseñanzas filosóficas del
pasado, sino que lo forma ella misma según el modelo que le ofrece la ciencia natural de su
tiempo” (Cassirer, 1950, p. 21). Es ahora cuando podemos profundizar sobre el nuevo tipo de
enfoque, sabiendo las bases culturales que anteriormente hemos señalado.
2.- Profundización del enfoque en el giro filosófico copernicano
En la Crítica de la razón pura, Kant realiza una investigación sobre los principios
que nos pueden ayudar en fundar un conocimiento, planteándose la pregunta de ¿Qué es lo
que podemos conocer?, con ayuda de una crítica que se opone al método dogmático, para
ajustarse a la razón, como lo hemos visto previamente. Ahora, para llegar a la base de su
crítica, como es el giro copernicano, inferimos la ligación de dos elementos que son claves
para su formación como es la metafísica de Wolff y la física de Newton, que fueron vitales
al momento de vivir el periodo de la ilustración, porque:
[…] si se recuerda la importancia que tiene en toda la modernidad el método
para hacer ciencia, y que la metafísica wolffiana es producto de una
racionalidad que se despliega en el método matemático – cartesiano, y que la
física de Newton es producto del desarrollo del método físico experimental,
se entenderá que las controversias se concentren en torno a esta diversidad
de métodos (Salinas, 1985, p.17).
Estos formarán la profundidad del giro copernicano.
Cuando se reflexiona en torno a la razón, apreciamos que puede sobrepasar los
límites de la experiencia, como lo explica en el primer prólogo de la Crítica de la razón
pura y que estos temas son trabajados por la metafísica, en particular la metafísica de Wolff
que consistía en explicar la totalidad del universo y que:
[…] requiere edificarse a partir de ciertas verdades inmediatas, que cumplan
la función de principios de todo conocimiento racional. Estos principios son,
por una parte, el principio de no contradicción, que regula en su aspecto
formal todo proceso discursivo de la razón, y por otra, el principio de razón
suficiente, el que norma el contenido […] (Salinas, 1985, p.19).
Es aquí cuando nos explica Rolando Salinas que de esta base se crea un
razonamiento no contradictorio, para determinar la razón de lo conocido y que el mismo
conocimiento de la realidad será determinar racionalmente los contenidos de posibilidad.
No obstante, el conflicto se da porque esta base de pensamiento filosófico pensó que el
hombre podía desarrollar un conocimiento objetivo de lo metafísico sólo con la razón. En
otras palabras, como nos manifiesta Torretti en su texto Manuel Kant: Estudio sobre los
fundamentos de la filosofía crítica, tomo 1, Kant siempre hablará sobre el problema
metafísico para constituirla como ciencia, puesto que es parte de su base intelectual,
confirmándose con dos elementos esenciales que nos comenta el autor, a nuestro juicio. Lo
primero que Wolff impone un estilo filosófico que Descartes había inaugurado en la
sociedad intelectual, como también que dentro de los tipos de conocimiento, define a la
filosofía como una ciencia de lo posible, como nos lo manifiesta Roberto Torretti, creando
de esa manera una doctrina metafísica, en donde Wolff confirmará que:
[…] el conocimiento sensible no se distingue esencialmente del
conocimiento intelectual; los sentidos perciben oscura y confusamente lo
mismo que la inteligencia concibe en forma clara y distinta; el paso de uno a
otro modo de representación es gradual. (Torretti, 2005, p.58).
No obstante, Kant dirá que el conocimiento científico no puede ir más allá de la
experiencia y que la misma metafísica no se puede constituirse como una ciencia, ya que
sus objetos van más allá de la experiencia. Por ende, se aprecia un incierto camino hacia el
conocimiento, puesto que según el mismo Kant:
la metafísica, conocimiento especulativo de la razón, completamente aislado,
que se levanta enteramente por encima de lo que enseña la experiencia, […]
donde, por tanto, la razón ha de ser discípula de sí misma, no ha tenido hasta
ahora la suerte de poder tomar el camino seguro de la ciencia, (Kant, 2009,
p.13).
Por lo tanto, inferimos que Wolff no fue capaz de delimitar a la experiencia, lo cual
se convierte en un problema.
Otro tema, que ayuda en la creación de la base del giro copernicano es la física
newtoniana la cual nos explicará Rolando Salinas, como la creación de un método para
crear un conocimiento científico, el cual se desarrolla mediante:
[…] la propia experiencia, la observación atenta, la manipulación reiterada y
la familiaridad con los datos las que deben sugerir las primeras hipótesis
explicativas de los fenómenos. Estas hipótesis, orientan ulteriores
experiencias ordenadas que mejorarán las hipótesis, desplegándose de este
modo un movimiento pendular que sólo termina en un conocimiento seguro
y constante. (Salinas, 1985, p.21).
Esto nos confirma que la física de Newton ayudó a crear un nuevo enfoque, puesto
que busca la manera de anticiparse a las hipótesis, indagando las condiciones de posibilidad
de los juicios que llegamos a tener. En otras palabras, la física de Newton nos ayuda a
reflexionar sobre los juicios sintéticos a priori, en donde se realiza una síntesis entre el
objeto y el sujeto. Apreciamos como esta teoría ayuda a crear un camino, con la ayuda de la
experiencia, pero aparte de eso que sea necesario y universal, que por lo visto no viene de
la metafísica. Por lo tanto, esta teoría nos ayuda en la creación del giro copernicano para
comprender de donde proviene todo nuestro conocimiento.
Es en este instante cuando ingresamos a la profundidad del giro copernicano, en
donde inferimos como en el 2º prólogo de la Crítica de la razón pura, Kant nos habla de la
búsqueda del camino seguro de la ciencia, que ya lo hemos mencionado con la metafísica
de Wolff y la física de Newton, pero también se da cuenta que la metafísica crea un
problema porque ha errado en su camino. Por lo tanto, buscará la manera de encontrar una
solución al conflicto. Esto nos lo explica diciéndonos que:
[…] los ejemplos de la matemática y de la ciencia natural, las cuales se han
convertido en lo que son ahora gracias a la revolución repentinamente
producida, son lo suficientemente notables como para hacer reflexionar
sobre el aspecto esencial de un cambio de método que tan buenos resultados
ha proporcionado en ambas ciencias […]. (Kant, 2009, p.19).
En otras palabras, notamos como Kant comienza a referirse, en la solución del
problema metafísico, sobre el conocimiento de la razón, confirmando un problema, puesto
que “[…], todos los intentos realizados bajo tal supuesto con vistas a establecer a priori,
mediante conceptos, algo sobre dichos objetos, […] desembocaban en el fracaso” (Kant, 2009,
p.19). Es aquí cuando Kant nos plantea en pensar en un cambio de enfoque para buscar los
fundamentos de la experiencia.
Esto lo estimamos porque Kant manifiesta un cambio al decir que la razón va a
buscar las bases de los objetos de forma a priori, en donde se encuentre un conocimiento
que se establezca, antes de que sea dado en nuestro razonamiento, como se manifiesta en su
escrito. En otras palabras, apreciamos cómo Kant crea una solución sobre la metafísica,
mediante el giro copernicano, buscando un nuevo enfoque como lo hizo Copérnico que ya
no pensó desde las estrellas, sino que ahora veía desde el espectador a las estrellas mismas.
En otras palabras, con el giro copernicano, Kant nos explica que:
Si la intuición tuviera que regirse por la naturaleza de los objetos, no veo
cómo podría conocerse algo a priori sobre esa naturaleza. Si, en cambio, es
el objeto […] el que se rige por la naturaleza de nuestra facultad de intuición,
puedo representarme fácilmente tal posibilidad (Kant, 2009, p.19).
Esta nueva dirección que ha tomado Kant, ha ayudado a crear la base de un nuevo
enfoque, caracterizado en una nueva manera de formar nuestro camino verdadero del
conocimiento, el cual será la base de la Crítica de la razón pura. Esto mismo lo ratifica
Rolando Salinas cuando concluye que:
La revolución copernicana es una expresión que traduce metafóricamente la
inversión metodológica involucrada en esta búsqueda. Se trata de establecer
los elementos a priori que en el acto de conocer pone el sujeto cognoscente
[…]. En vez de buscar el fundamento en la experiencia, hay que buscarlo en
la propia espontaneidad de las facultades cognoscitivas. (Salinas, 1985, p.14).
Este es, quizás, el momento de recalcar que el nuevo enfoque que se aprecia es
cuando ahora se piensa que es un sujeto que analiza al objeto y que podemos saber
información sobre él antes que se nos aparezca.
Hasta aquí hemos profundizado en el giro copernicano, trabajando las bases de su
proyecto, el cual se creó para solucionar un problema de la metafísica wolffiana, creando
una nueva forma de mirar el conocimiento para solucionar el conflicto. No obstante, existe
otro problema que está escondido dentro del conflicto del pensamiento metafísico, como es
la forma en que llegamos a pensar. En otras palabras, sobre la objetividad y subjetividad del
pensamiento, que Kant va plantear con el giro copernicano y que resolverá a lo largo de
todo su escrito, el cual señalaremos a continuación.
3.- La relevancia del giro copernicano. El problema de la objetividad y subjetividad
del pensamiento
Luego de haber realizado una profundización del giro copernicano, en donde se nos
confirma que al enfocar nuestro pensamiento desde los objetos no llegábamos a conocer
nada sobre los objetos para el conocimiento. En cambio, distinguimos cómo se tenía que
enfocar a la metafísica para ver la posibilidad de un conocimiento a priori desde los
mismos objetos, pero ahora analizándolo desde el sujeto que piensa para fundar un
conocimiento. No obstante, aparece un conflicto sobre la forma de pensar. Esto nos lo
explica Cassirer con el texto Kant, vida y doctrina en donde nos percatamos de un
problema que llega a ser más profundo para la metafísica, como es el tema de la objetividad
y la subjetividad del pensamiento.
Según Cassirer surge un conflicto con la objetividad de la forma de pensar, que es la
denominada objetividad espacial de las cosas que analiza un pensamiento en base de una
construcción geométrica y la numeración, ya que:
Existe para nosotros una cohesión y un enlace sistemático entre las figuras
de los números, […] y no tenemos más remedio que concebir esta cohesión
como necesaria, en cuanto que no tomamos como base de ella más dato que
el método general […] (Cassirer, 1948, p. 180).
En otras palabras, la metafísica tiene el serio problema de conocer una manera de
conocer las cosas, como lo explica Cassirer. No obstante, nos confirmará que “[…] para el
sistema de la razón existen necesidades inmanentes puras y existen también, por tanto,
pretensiones objetivas de validez que, como tales, no pueden expresarse ya bajo la forma de
“existencia”, sino que pertenecen a un tipo nuevo […]”. (Cassirer, 1948, p. 181). Por lo tanto, el
giro se comprende no sólo por nuestro problema de no enfocar de manera correcta nuestra
manera de conocer, sino porque no comprendíamos que existían otras formas de
reflexionar, como es el conocimiento de la lógica trascendental, que ya no sólo estudia el
pensamiento de manera formal, sino que ve la existencia de algo a priori, independiente de
la experiencia, y si funciona como condición de posibilidad del conocimiento y desde allí
se puede ver un nuevo enfoque como es el atributo de la subjetividad.
Ernst Cassirer nos explica este nuevo enfoque que tiene la idea del giro copernicano
y busca el nuevo punto de partida que ya no es el objeto de estudio, sino más bien en buscar
los principios, ya que la subjetividad es capaz de fundamentar un método necesario y para
comprender como se puede llegar al conocimiento. En otras palabras, Cassirer nos confirma
su explicación al decirnos que lo objetivo llegan a ser las enseñanzas y no los principios de
las cosas, que corresponde a los subjetivo. Este es el problema que descubre el giro
copernicano, como es el percatarse que existe una nueva manera de pensar y de conocer
nuestros conocimientos, lo cual intentará resolver a medida que se desarrolle la Crítica de
la razón pura, lo cual no desarrollaremos porque si no nos desenfocaríamos de nuestra
investigación, como es el comprender la tarea del giro copernicano, que busca, como lo
menciona Torretti, un nuevo método metafísico que asegure el cultivo de la estabilidad de
un proceso científico, para caminar por un camino seguro, el cual se convertirá en la tarea
de la crítica de la razón pura.
Después de haber examinado los presentes argumentos, haciéndonos cargo de un
problema y examinar la importancia de la presente teoría, somos capaces de confirmar
nuestras hipótesis puesto que, hoy en día, es imposible buscar una forma de pensar las
cosas sin la base del giro copernicano, ya que el sujeto no es una persona pasiva en el
conocimiento, sino que ahora reflexiona, critica, cuestiona y juzga el conocimiento de los
saberes, convirtiéndose en un sujeto activo para la sociedad, porque si no nos quedaría en
un realismo trascendental, que se basa en una doctrina teocéntrica que no es capaz de
explicar a la sociedad sobre un conocimiento, como lo afirma Henry Allison en su texto El
idealismo trascendental de Kant: una interpretación y defensa, porque ahora somos
nosotros los que conformamos al objeto dentro de nuestro conocimiento, definiendo, desde
el sujeto, al objeto que conocemos, ya que ahora es el sujeto el que manda el pensamiento
del objeto. Además que para conocer y entender a la experiencia, no nos podemos quedar
con la simple mirada objetiva, sino que necesitamos conocimientos que no vengan de la
experiencia, para lograr inferir si antes de la experiencia uno puede conocer algo que se
aplique a esta experiencia, como son los juicios sintéticos a priori, que ya hemos
mencionado. Por lo tanto, vemos que no sólo Kant se encargará de descomponer y
componer un pensamiento, sino también de realizar un análisis profundo del conocimiento.
En otras palabras, comprobamos que el encuentro de la problemática metafísica es
esencial para el pensamiento y para el desarrollo de la obra kantiana, ya que el giro
copernicano es la base para desarrollar las condiciones de posibilidad del conocimiento a
priori, solucionando de esta manera los diversos conflictos que se pueden presentar en el
pensamiento. Por lo tanto, el giro copernicano es un enfoque fundamental que se da en el
sujeto kantiano, y queda como una notable herencia necesaria para posibilitar nuestra
manera de conocer nuestros conocimientos de las cosas.
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Actitud nativa y actitud fenomenológica en Edmund Husserl: breve análisis descriptivo
acerca de la posibilidad de una crítica seria del conocimiento.
Agustín Lavoz TorresMagíster en Filosofía
Universidad Alberto HurtadoSantiago de Chile
Resumen:
Este artículo examina, mediante un análisis descriptivo, las diferencias conceptuales
entre actitud nativa (o natural) y actitud fenomenológica en algunas obras de Edmund
Husserl. Su objetivo es aclarar de qué manera es posible adoptar la actitud fenomenológica
y de qué manera dicha adopción permite llevar a cabo una crítica seria acerca del
conocimiento. La clave para entender cómo es posible adoptar la actitud fenomenológica se
encuentra en el desarrollo teórico de la actitud nativa, es decir, la actitud científico-natural
que gracias a su motivación (curiosidad científica) permite en algún instante el
reconocimiento de la ingenuidad cotidiana, el papel de la tesis general y, por lo tanto, el
darse cuenta de dicha condición.
Palabras clave: Edmund Husserl – Fenomenología – actitud – conocimiento – crítica.
En 1907 Husserl definió la fenomenología como una crítica del conocimiento cuya
labor es cuestionar la posibilidad del conocimiento. Tarea que sólo puede lograrse con
seriedad desde una perspectiva distinta de la que estamos habituados. A estas perspectivas
las denomina como actitudes.
¿Qué significa el término actitud (Einstellung)? Según Rabanaque es un modo
habitual de comportamiento (Rabanaque, 2011, 149) Por lo tanto, una actitud constituye un
modo de estar. De esta manera hay que distinguir entre actitudes teóricas, valorativas y
prácticas2. Por ejemplo, un carpintero cuando se dedica a su trabajo, digamos, la
construcción de una mesa, está en actitud-de-carpintero: sus actos se vuelcan de manera
práctica al objeto. Sin embargo, estas tres actitudes son adquiridas, es decir, no son innatas:
no nacemos actuando teórica, valorativa o prácticamente. Por ello, son actitudes cuyo suelo
es una actitud nativa, que es pre-teórica y, por lo tanto, pre-científica, pre-filosófica y
también pre-valorativa y pre-práctica. Desde ella surgen variantes como la actitud teórica o
la actitud científico-natural.
Este artículo pretende, por una parte, describir y analizar la actitud nativa y la actitud
fenomenológica según sus características y diferencias y, por otra parte, determinar qué es
lo que permite el tránsito desde la primera hacia la segunda. A mi juicio, lo que permite
dicho tránsito es la motivación científica surgida ya en los actos perceptivos de la actitud
nativa.
1. Descripción y análisis de la actitud nativa y la actitud fenomenológica.
1.1 Actitud nativa.
La actitud nativa3 es la instalación en el mundo que no es científica, reflexiva,
práctica ni valórica. Consiste en una manera de estar cuyo correlato es el mundo de la
experiencia perceptiva. “Mediante […] los diversos modos de la percepción sensible están
las cosas corpóreas, en una u otra distribución espacial, para mí simplemente ahí, ‘ahí
delante’ […]” (Hua III/1, 56). Este es un mundo espacio-temporalmente experimentado en
los diversos modos de la percepción y hacia el cual se refieren mis actos.
Esta actitud no sólo refiere actos al mundo natural de la experiencia perceptiva, sino
que también toma posición respecto lo que ve, lo que constituye la tesis general: en ella “La
‘realidad’ la encuentro –es lo que quiere decir ya la palabra- como estando ahí delante y la
2 “Obviamente, hablar de actitudes remite al sujeto respectivo, y conforme a ello hablamos de SUJETO TEÓRICO O TAMBIÉN COGNOSCENTE, del SUJETO VALORATIVO y PRÁCTICO.” (Hua IV, 2)3 Natürliche Einstellung es el término que utiliza mayoritariamente Husserl y la tradición fenomenológica. No obstante, he preferido el término ‘actitud nativa originaria’ o ‘innata’ (geborenen) para manifestar la diferencia de su característica basal (o de suelo) respecto de la actitud científico-natural. El término lo recojo del §61 de Ideen I. No obstante, al momento de citar los textos de Husserl he mantenido la terminología tradicional.
tomo tal como se me da, también como estando ahí.” (Hua III/1, 61) La tesis general de la
actitud nativa es la base sobre la que se mueve toda la vida natural (Cfr. Hua XXXIV, 52),
que se vive en actitud nativa originaria. El que la actitud nativa se mueva sobre el fondo de
la tesis general significa que ésta es insustituible e inalterable: “Ningún dudar de datos del
mundo natural, ni ningún rechazarlos, altera en nada la tesis general de la actitud natural.”
(Hua III/1, 61) Del mismo modo que la tesis general es inalterable lo es también la actitud
nativa (Cfr. Hua III/1, 59-60).
Que el mundo experimentado por la percepción se torne un mundo práctico, significa
que el modo de instalación ha cambiado, aunque no de modo radical o total sino sólo de un
cambio de interés o de enfoque. Así encontramos fundados sobre la actitud nativa modos
secundarios de orientación hacia el mundo: la actitud teórica, la actitud valorativa y la
actitud práctica. Estos modos secundarios son especializaciones de la actitud nativa, donde
cambia la manera de orientarse en el mundo. Por ejemplo, en actitud teórica mis vivencias
se ejecutan en la función ‘conocimiento’: experimento el cielo azul y expreso el juicio veo
el cielo azul; en la actitud valorativa o axiológica, en cambio, experimento el cielo azul y lo
considero bello. A juicio de Husserl, hay fluctuación entre las distintas especializaciones de
la actitud nativa aunque sin abandonarla. De esta manera, una objetividad de la actitud
valorativa puede tornarse teórica.4 Así, puedo contemplar un cuadro en el agrado estético
disfrutándolo en actitud valorativa; pero luego puedo juzgarlo, como un crítico de arte,
como un cuadro bello: este ‘juzgarlo’ lo hago en actitud teórica.
El cambio de actitud implica un cambio de interés: puedo pasar del interés teórico
hacia el interés práctico o al valorativo, lo que significa que una actitud está siempre
motivada por intereses5. Husserl manifiesta que la posibilidad del cambio de actitud es una
decisión libre6, pero ¿decidimos estar en actitud nativa primaria? El haber caracterizado
como innata a la actitud nativa no es menor: nacemos en ella. Como sostiene Husserl “[…]
a todas las actitudes precede y yace en el fondo la ‘actitud natural’ [primaria] que no ha 4 “ESTE PECULIAR CAMBIO DE ACTITUD PERTENECE COMO POSIBILIDAD IDEAL A TODOS LOS ACTOS […] Es decir, todos los actos que no son desde un principio teóricos, pueden convertirse en actos teóricos […]” (Hua IV, 8)5 Según Rabanaque (2011).6 “El intento de duda universal pertenece al reino de nuestra absoluta libertad […] Este cambio de valor es cosa de nuestra absoluta libertad […]” (Hua III/1, 62-63)
sido instituida por ninguna decisión voluntaria.” (Hua XXXIV, 49 nota 1) En actitud innata
no estamos por voluntad propia, por lo cual tampoco podemos abandonarla.
1.2 Actitud fenomenológica
En Ideen I7 se observa la diferencia entre actitudes dogmáticas y críticas. Según
Husserl, todas las ciencias sucumbidas bajo la reducción se califican como dogmáticas al
fundarse en actitud nativa.8 Para Husserl una ciencia dogmática no puede criticar sus
propios principios porque es a-problemática. La fenomenología, en cambio, está fundada en
una actitud crítica que por sí misma critica a las demás y a ella misma (Cfr. Hua III/1, 133).
Sobre esta actitud nativa se erige la actitud teórica y la actitud científico-natural: examina la
realidad intentando conocer y resolver los problemas motivados por la curiosidad científica
de lo que está ahí delante:
Conocerlo más completa, más segura, en todo respecto más perfectamente de lo
que puede hacerlo la experiencia ingenua, resolver todos los problemas del
conocimiento científico que se presentan sobre su suelo, tal es la meta de las ciencias
de la actitud natural. (Hua III/1, 61)
Estas ciencias están fundadas sobre la actitud nativa: son una orientación específica
en consideración teórica cuyo tema es la naturaleza naturalmente experimentada. Su
pretensión es conocer con la mayor perfección posible; luego, cuando esta perfección se
alcance dicha ciencia se convierte en un saber definitivo.
No obstante, Husserl considera que la ciencia fundada sobre la actitud nativa no
puede ser un saber definitivo porque está fundamentada en principios dogmáticos.9 Para la
ciencia natural, el mundo no es problema. Justamente el ‘dar por hecho’ la existencia de lo
7 §628 Esta diferencia ya puede encontrarse en Kant. “La crítica no se opone al procedimiento dogmático de la razón en el conocimiento puro […] sino al dogmatismo, es decir, a la pretensión de avanzar con puros conocimientos conceptuales (los filosóficos) conformes a unos principios […] sin haber examinado el modo ni el derecho con que llega a ellos.” (Kant, KrV, B XXXV)9 “En la actitud espiritual natural estamos vueltos, intuitiva e intelectualmente, a las cosas que en cada caso nos están dadas (y que nos estén dadas […] es algo que pasa por cosa obvia).” (Hua II, 17)
que está ahí delante y de su conocimiento, es para Husserl el principal problema de las
ciencias fundadas en actitud nativa. “Lo consabido para el pensamiento natural es la
posibilidad del conocimiento […] no tiene motivo alguno para plantear la pregunta por la
posibilidad del conocimiento en general.” (Hua II, 19) Conocer es para el pensamiento
natural algo obvio, para el que sólo puede ser problemático si este es referido como objeto
de una investigación natural, como un factum (Cfr. Hua II, 19)10 Pero este factum
considerado como obvio es, precisamente, visto desde una perspectiva justamente crítica, el
principal problema para una teoría del conocimiento.
Pero “[…] ¿cómo puede el conocimiento estar cierto de su adecuación a los objetos
conocidos? ¿Cómo puede trascender y alcanzar fidedignamente los objetos?” (Hua II, 20)
Para Husserl esta tarea es doble: por un lado (tarea negativa), quiere refutar al escepticismo
que niega la posibilidad del conocimiento; por otro lado (tarea positiva), quiere resolver los
problemas del conocimiento.
Esta tarea se realiza en otra perspectiva: “[…] es necesaria una nueva forma de
actitud completamente distinta de las actitudes de la experiencia y el pensamiento
naturales.” (Hua III/1, 9) Para Husserl la fenomenología designa “[…] un método y una
actitud intelectual: la actitud intelectual específicamente filosófica; el método
específicamente filosófico.” (Hua II, 23) Por ello sostiene la necesidad de un cambio
radical (Cfr. Hua III/1, 61)11
Si esta nueva actitud constituye el método y actitud filosóficos, ¿qué puedo ver desde
esta perspectiva que no era visible en actitud nativa? El modo en que el sujeto así orientado
procede es doble: en primer lugar, procede por ‘poner entre paréntesis’ (epojé) y, en
segundo lugar, realiza una ‘reconducción’ hacia la fuente originaria del conocimiento. El
primer punto es que si en actitud nativa se cimentaba el conocimiento sobre principios a-
problemáticos, en actitud fenomenológica, en cambio, “[…] hay, pues, que adjudicar el
índice de <<problemático>> al mundo entero, a la naturaleza –tanto física como psíquica-
y, en fin, también al propio yo humano […]” (Hua II, 29) La adjudicación de problemático
10 Por psicológico se entiende en el sentido de la ciencia natural ‘psicología natural’.11 Si este cambio es posible o no y si lo es, de qué manera se da, es lo que resolveré en la siguiente sección.
al mundo entero constituye la ‘puesta entre paréntesis’ o epojé. Nada de lo que antes se
consideraba como obvio sin cuestionamiento alguno tiene ahora legalidad epistemológica.
De esta manera hay que buscar algún conocimiento lícito. Siguiendo a Descartes,
buscamos qué no sucumbe a la puesta entre paréntesis o que es aún legítimo. En CM,
siguiendo por tanto la vía cartesiana12, Husserl sostiene que “[…] lo que yo, el que medita,
me apropio por tal medio, es mi propia vida pura con todas sus vivencias puras y la
totalidad de sus menciones puras […]” (Hua I, 60) Esto, de modo cartesiano, se denomina
como cogito. Si la crítica, en cuanto cuestiona la posibilidad del conocimiento, pretende dar
solución al enigma del conocimiento, debe, según Husserl, establecer un conocimiento
legítimo que no sucumba a la epojé. De esta manera el sentido fenomenológico de
inmanencia que Husserl establece en Die Idee, es decir, el ámbito de lo dado
absolutamente, se transforma en el lugar hacia el cual la fenomenología debe dirigirse para
fundamentar el conocimiento. En ella se da primordialmente el cogito y sus cogitationes:
“El ser de la cogitatio, dicho con más precisión, el fenómeno de conocimiento mismo está
fuera de cuestión y libre del enigma de la trascendencia.” (Hua II, 43)
La novedad de la fenomenología radica en el cómo ver. En este cómo yace la
diferencia entre la actitud nativa y la actitud fenomenológica. El cambio de actitud es un
cambio de visión, donde la actitud fenomenológica re-dirige la visión desde la
trascendencia hacia la inmanencia de la conciencia o lo dado absolutamente.13
Este nuevo ‘ver’ se a la esfera de la pura evidencia (Cfr. Hua II, 60-61) La actitud
fenomenológica redirige el ver hacia la evidencia donde ésta es la “[…] conciencia que
efectivamente ve, que capta su objeto mismo directa y adecuadamente; que evidencia no
significa sino el darse una cosa misma adecuadamente.” (Hua II, 59) De este modo, cuando
se determinar la correcta actitud se obtendrán firmes resultados. (Cfr. Hua III/1, 201)
12 En Edmund Husserl se reconocen generalmente tres vías para realizar la reducción fenomenológica. La primera en plantearse es denominada como vía cartesiana; posteriormente se desarrolla una vía psicológica y finalmente una vía mundano-vital. Desde otra perspectiva, es posible sostener que dichas vías constituyen una sola respuesta al mismo problema.13 Si en aquella primera actitud, la natural, <<experiencia>> es un título que lleva a darse objetividades de la actitud natural y, por tanto, un título para cualquier conciencia donante de la actitud natural, la visión o contemplación fenomenológicas pueden ser, por su parte, el título que comprenda los actos donantes de la actitud fenomenológica. (Grundproblemevorlessung, 149)
2. ¿Es posible el cambio de actitud y realizar una crítica seria a la posibilidad del
conocimiento?
Aun no se ha reparado en el hecho de que viviendo en actitud nativa o en cualquiera
de sus especializaciones como, por ejemplo, la actitud científico-natural, no es posible ser
conscientes de la perspectiva adoptada, es decir, de las actitudes secundarias.
2.1.1 La conciencia de la actitud nativa y la motivación científica de su
abandono.
¿Es posible hablar de actitud nativa estando en ella?, ¿es posible ser conscientes de la
actitud nativa desde ella misma? La fenomenología viene a descubrir o hacer-ver un campo
antes no visto, un campo que sólo es visible cuando estamos en una perspectiva distinta a la
que estamos habituados.14
Este campo permanece desconocido y sólo se abre mediante la actitud
fenomenológica. Pero Fink15 afirmaba que la noción misma de actitud nativa era ya una
noción trascendental o filosófica; esto implica que sólo puede ser tematizada cuando se la
ha superado y se ha adoptado una actitud totalmente distinta. El título mismo de nativa que
posee la actitud nativa, le es atribuido porque estar en ella no es otra cosa que no darse
cuenta de que se está en ella (cfr. Luft, 1998).
Dicha actitud primaria y también sus respectivas especializaciones, tienen como
característica el permanecer ocultas a sí mismas. De modo que la única manera de hacerla
visible o de nosotros ser conscientes de ella, es superándola. La cuestión es: ¿qué nos lleva,
primero, a darnos cuenta de nuestra ingenuidad natural, y segundo, a querer explicitarla y
superarla por una actitud no ingenua?
14 Mientras no se descubrió la posibilidad de la actitud fenomenológica, ni se desarrolló el método para aprehender originariamente las objetividades que brotan de ella, tenía que permanecer el mundo fenomenológico siendo un mundo desconocido, incluso apenas sospechado. (Hua III/1, 68)15 En (Hua Dok II/2, 104).
Esta motivación es la que, según Husserl, establece la distinción entre el sujeto de la
actitud nativa y el sujeto que vive y se motiva con intereses científicos más exigentes16
como un biólogo. A su juicio hay, por lo menos, dos diferencias entre el sujeto
científicamente motivado del que no lo está: en la medida en que un sujeto no motivado
científicamente emite un juicio acerca de lo que se le presenta ahí delante, creyendo en la
realidad de dicho objeto (cfr. Hua XVII, 126) ya que en general, no está críticamente
motivado, “[…] ‘va a ver’ si efectivamente es así, y si lo ve queda contento.” (Hua XVII,
130) Esto, en primera instancia, le da evidencia a su juicio: si juzga ‘esta lámpara está aquí
y es negra’, va a ver (o comprobar mediante la percepción visual) si efectivamente la
lámpara mencionada está ahí y es negra y, si es así, se contenta al tener evidencia de ello y
no se cuestiona nada más. En cambio, el sujeto que sí está científicamente motivado, es
decir, que de alguna manera al menos sospecha que pueda ser engañado por sus sentidos,
tal como sostiene en Lógica Formal y Trascendental.17
Y es que la motivación científica del sujeto es “[…] no conceder validez de resultado
científico a ningún juicio, salvo a aquellos que hayan comprobado su ‘corrección’, su
‘verdad’, por adecuación a las cosas mismas […]” (Hua XVII, 129) Si el sujeto no
motivado científicamente se contentaba con la evidencia visual, el sujeto motivado
científicamente no considera a su juicio científicamente válido hasta que pueda probarlo por
la evidencia más perfecta posible.
Una vez percatado de que tal modo de conocer científico no resuelve la posibilidad
misma del conocimiento, es que adopta una nueva perspectiva, no fenomenológica aún,
pero sí crítica. En actitud nativa y, ciertamente, en su especialización científico-teórica, el
sujeto está vuelto hacia las cosas que experimenta en los diversos modos de la percepción:
la diferencia entre el sujeto no motivado científicamente del que sí lo está es que el primero
se contenta con una adecuación de su juicio a la realidad en una evidencia superficial y el
16 Aún sin distinguir entre la actitud científico-natural de la actitud crítico-fenomenológica.17 […] ya sabe desde hace tiempo que la evidencia no sólo tiene sus grados de claridad, sino que también puede ser engañosa […] Sus juicios deben ser verificados por una evidencia auténtica [; juzga] por así decir en zig-zag, que primero va derecho hacia el darse de las cosas mismas y luego, a modo de crítica, regresa a los resultados provisionales ya obtenidos […] (Hua XVII, 130)
segundo, en cambio, sabe que hay diversos grados de evidencia e indaga con mayor
profundidad sobre el asunto. La motivación esencial, entonces, es el querer conocer cómo
las cosas son en realidad (cfr. Luft, 1998).
Los juicios desde la actitud nativa expresan aquello ofrecido por la experiencia
directa: las cosas que están ahí delante. ¿Está acaso el conocimiento fundado en aquellas
cosas que la experiencia natural ofrece? Si bien con estas exigencias impuestas por la
motivación científica para conocer cómo las cosas son en realidad se inaugura la actitud
científica, ésta sigue fundada sobre la actitud nativa. Sigue siendo ella para sí misma
invisible e incapaz de ver la posibilidad de adopción de otra perspectiva. Sigue conociendo
las cosas que están ahí delante considerándolas como estando ahí sólo por estar ahí.
2.1.2 La radical diferencia de la actitud fenomenológica.
Si bien la actitud científico-natural como actitud teórica es, a mi juicio, la actitud
motivante para la actitud fenomenológica, aún no está claro cómo esta última puede ser
totalmente distinta respecto de la primera. Fink sostuvo que la noción misma de actitud
nativa es ya una noción trascendental que sólo aparece como tal cuando adoptamos una
actitud fenomenológico-trascendental, de modo que estando en aquella innata instalación
ingenua no es posible ser conscientes de ella misma.
Cuando el sujeto científicamente motivado alcanza niveles de conocimiento tales y se
percata que no puede dar cuenta de la posibilidad del conocimiento sólo con buscar alguna
evidencia superficial, comienza a adoptar una actitud crítica. La consideración naturalista
del conocimiento como factum de la naturaleza causado por tal y tal mecanismo cerebral,
sólo puede dudar escépticamente de la posibilidad natural del conocimiento. Pero en la
orientación reflexiva el sujeto científicamente motivado no se cuestiona acerca de la
posibilidad causal del conocimiento ni por la posibilidad de llevar a cabo actos del
conocimiento, sino por la posibilidad de un conocimiento efectivo donde la mención ‘sé
que x es verde’ se cumple.18
18 Sólo la reflexión gnoseológica produce la separación de ciencia natural y filosofía. Sólo por ella se hace patente que las ciencias naturales del ser no son ciencias definitivas del ser. Es necesaria una ciencia del ser
La actitud fenomenológica se diferencia de las especializaciones de la actitud nativa
en que suspende la tesis general. Sin embargo, igualmente está fundada sobre la actitud
nativa, ya que ésta sigue siendo el suelo para todo modo de orientación, pero al mismo
tiempo, y esto constituye la radical diferencia, se aleja de ella sin negarla ni suprimirla, sino
deponiéndola19. La actitud nativa y su tesis siguen existiendo, pero en esta nueva actitud
crítica carecen de validez.
Conclusión.
Descritas las actitudes fundadas ingenuamente respecto de la actitud fenomenológica,
conviene afirmar la posibilidad del cambio de actitud. Ya en Ideen II sostiene Husserl que
cambiar de actitud es una cuestión que le pertenece a los actos de la conciencia. Mutamos
cotidianamente entre orientaciones profesionales-prácticas, teóricas y valorativas. Pasamos
de la consideración valórica a la teórica mediante cambios de intereses.
Es cuestión de nuestra voluntad, señala Husserl en Ideen I, pasar desde la actitud
nativa a la fenomenológica. Pero sólo podemos acceder a ésta última una vez que somos
conscientes de nuestra nativa instalación en el mundo y su respectiva ingenuidad.
Ciertamente debe existir un interés específico que permita la conciencia de la actitud
nativa; ésta es, a mi juicio, la motivación científica surgida de la actitud nativa y que
origina la actitud científico-natural, consistente en una búsqueda constante de evidencias
cada vez más perfectas que satisfagan la pretensión de conocer.
Pero este cambio de actitud no es del mismo tipo que se da cuando cambiamos desde
una actitud profesional, como ser zapatero, a una consideración valorativa del objeto-
zapato. Como sostiene en Die Krisis20 consiste en una mutación personal a la que refiere
en sentido absoluto. (Hua II, 22-23)
19 Con deponer quiero decir que la actitud nativa no es ni negada ni olvidada ni suprimida, sino que es, de alguna u otra forma, bajada de su preeminencia orientadora.20 […] la actitud fenomenológica total y la epojé que le pertenece están llamadas a provocar una completa mutación personal, que cabría comparar, en principio, con una conversión religiosa, pero que, por encima de ello, esconde en sí la máxima mutación existencial que se encomienda a la humanidad en tanto que
Husserl en el último período de su trabajo y que pretende re-orientar al sujeto positivamente
orientado hacia una perspectiva absoluta y, sobre todo, humana, consiste en el des-
ocultamiento del sentido del mundo para establecer una ciencia absoluta del modo de ser
del mundo.
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