VULTUM DEI QUAERERE (Papa Francisco, 29 Junio 2016)

La humanidad está llamada a un diálogo de amor con el Creador. “Nos hiciste Señor

para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en ti” (San Agustín). La búsqueda es común a todas las personas de buena voluntad. El silencio, la escucha y la estabilidad son un desafío para la mentalidad de hoy.

Los Consagrados, forma de actualizar el Bautismo, siguen al Señor de forma

profética. Buscan descubrir los signos de la presencia de Dios, “exégesis viva de la Palabra”. Señal y signo para un mundo que busca a Dios. Anuncia el evangelio del Reino. Como María guardan estas cosas en el corazón. Sostener la “lucha espiritual” contra la apatía, la desmotivación, la desidia paralizadora. La Iglesia en el mundo necesita de la Vida Monástica y agradece su presencia. (nn.1-6)

La Iglesia acompaña las formas de Vida Consagrada con distintos pronunciamientos.

El Concilio Vaticano II con Lumen Gentium sitúa la VC en la eclesiología del pueblo de Dios y la llamada común a la santidad por la consagración bautismal.

Perfectae Caritatis pide una renovación adecuada a las nuevas condiciones de los

tiempos: fidelidad a Cristo, al evangelio, al propio carisma, a la Iglesia, al hombre de hoy. Vita consecrata recoge elementos para reavivar el significado de la VC. El Catecismo de la Iglesia Católica en sus nn. 915-933 ayuda al desarrollo. Hay también otros documentos. Cincuenta años después del Concilio se quieren remarcar algunos aspectos. Es una historia de amor apasionado por el Señor y la humanidad. Una Historia que

tiene sus tentaciones: “demonio meridiano” que desemboca en la apatía, en la rutina, en la desmotivación, en la desidia paralizadora. Y todo ello requiere revisión. (nn.7-12)

¿Es mi vida una búsqueda del Rostro del Creador, una vida enamorada?

¿Guardamos todas “estas cosas” en el corazón? ¿Está siendo nuestra vida un anuncio del Reino para quien nos conoce?

35 FORMACIÓN

PERMANENTEPasionistas SCOR, octubre

2016

12 TEMAS OBJETO DE DISCERNIMIENTO Y DE REVISIÓN DISPOSITIVA

1 – FORMACIÓN Que lleva a la configuración con el Señor. Es obra del Padre por medio de los hermanos. Abarca todos los aspectos: humano, cultural, espiritual, pastoral. Proceso que no termina nunca y pide continua conversión. Atención al discernimiento vocacional y espiritual sin miedo al número y a la eficiencia. “Amplio espacio de tiempo” (9-12 años).

2 – ORACIÓN Litúrgica y personal. “Meollo de la Vida Consagrada”. Diálogo de amor con Él, búsqueda de su rostro, anhelo del corazón. Apasionados y nunca saciados. Camino de transfiguración, consagración, expresión de Bautismo. Ensanchar el corazón para abrazar a toda la humanidad en especial a los que sufren: heridos, emigrantes, refugiados, perseguidos, pobres, enfermos, parados, víctimas...

3 – PALABRA DE DIOS Fuente primera de toda espiritualidad y principio de comunión para la Comunidad. Se explicita en la Lectio divina, paso “del texto a la vida”. Llenar la distancia entre espiritualidad y cotidianeidad. De la escucha al conocimiento y del conocimiento al amor. “discernir lo que viene de Dios y lo que, por el contrario, puede llevar lejos de Él”.

4 – SACRAMENTOS: EUCARISTÍA Y RECONCILIACIÓN Su importancia. Prolongar la celebración con la adoración Eucarística. Vivir la práctica de la penitencia como una “ocasión privilegiada para contemplar el rostro misericordioso del Padre”. Experimentar el perdón, instrumentos de reconciliación, perdón y paz. Los religiosos se sitúan en el corazón mismo de la Iglesia y del mundo en la búsqueda inacabada de Dios. Al aspirante pedirle y comprobar que busca verdaderamente a Dios.

5 – VIDA FRATERNA Entendida como “reflejo del ser de Dios y de su entrega” y “primera forma de evangelización”. Necesidad de un proceso continuo de crecimiento de la vida comunitaria que lleve a vivir una auténtica comunión fraterna. Aporte de todos. Espiritualidad de comunión y mutua pertenencia. Diferencias generacionales, de formación y culturales no obstaculizan sino enriquecen. Unidad no es uniformidad. Venerar ancianos, amar a los jóvenes.

6 – AUTONOMÍA DEL MONASTERIO Favorecer estabilidad, unidad, comunidad no significa aislamiento. Preservarse de la autoreferencialidad. Siempre con la Iglesia que os tiene en cuenta para la evangelización. Para un mundo con lógica de poder, economía, consumo es difícil entender la profecía de de la vida entregada. Sed centinelas de la aurora. Indicad a Aquel que es camino, verdad y vida. Gritad “Hemos encontrado al Señor”. Mantened viva la Profecía de una vida evangélica.

7 – IMPORTANCIA DE FEDERACIONES “Estructura de comunión entre comunidades que comparten un mismo Carisma”. Esta unidad favorece la vida contemplativa y garantiza la ayuda en la formación y atención a las necesidades concretas. La interrelación tiene que favorecerse y multiplicarse.

8 – CLAUSURA Signo de la unión exclusiva de la Iglesia-Esposa con su Señor. Se codifica en diversas formas. La pluralidad ha de considerarse “como una riqueza y no como un impedimento para la comunión.

9 – TRABAJO Recordemos el “Ora et Labora”. Trabajar con devoción y fidelidad sin dejarse condicionar por la eficiencia y el activismo de la cultura contemporánea que podría “apagar el espíritu de contemplación”. El trabajo se mira como “contribuir en la obra de la creación”, un “servir a la humanidad” y “ser solidarios con los pobres” para mantener “una relación equilibrada entre la tensión hacia el Absoluto y el compromiso de las responsabilidades cotidianas”.

10 – EL SILENCIO Requisito para una mirada de fe que capta la presencia de Dios en la historia personal, en la de los hermanos y en los avatares del mundo. “Espacio de escucha y ruminatio de la Palabra”, “vacío de sí para dejar espacio a la acogida”. Para escuchar a Dios y darnos a la humanidad. María modelo que acogió la Palabra porque era “mujer de silencio”, un “silencio rico de caridad”, no un silencio vacío.

11 – MEDIOS DE COMUNICACIÓN La cultura digital influye en la formación del pensamiento y en la manera de relacionarse. No deja Inmunes a las Comunidades. Estos medios pueden ser útiles para la formación y comunicación. Se necesita un prudente discernimiento para no ser ocasión de distracción y evasión u obstáculo nocivo a la vocación, a la vida contemplativa o a la confraternización.

12 – ASCESIS Lleva a liberarnos de la mundanidad para vivir la lógica del don, en particular del don del propio ser como respuesta al primero y único amor. Responder a las expectativas, a las exigencias morales y espirituales de cada uno de los consejos evangélicos. Sobriedad, desprendimiento, entrega, limpieza, transparencia. Relaciones continuas y cercanas en la Comunidad; recomponer diversidades, gestionar tensiones, acoger fragilidades. Tomar contacto de la propia fragilidad. Fidelidad al deber de cada día.

¿Tu vivencia de estos doce aspectos de la Vida religiosa es la adecuada conforme a las

orientaciones que aquí se nos dan? ¿Qué hay que revisar?

CONCLUSIONES DISPOSITIVAS

1 – Quedan derogados los cánones del Código de Derecho Canónico que estén en contra de las disposiciones de esta Constitución Apostólica. Lo mismo las disposiciones de Documentos previos a la misma. 2 – Esta Constitución se dirige a CIVCSVA que reglamentará las distintas modalidades de actuación para las comunidades según las diversas tradiciones y familias. 3 – Cuiden con particular esmero la elaboración del PROYECTO DE VIDA COMUNITARIA y la Formación Permanente que es como el humus de cada etapa de formación. Para ésta promuevan colaboración de medios y materiales, cuiden la elección de formadores y su formación. Cuiden el discernimiento vocacional y eviten hacerlo en razón del número. 4 – Verifiquen el ritmo de oración, si el Señor es el centro. Y si las celebraciones comunitarias son un encuentro vivo con el Señor. 5 – Lectio Divina: lectura/escucha, ruminatio, oración, contemplación, puesta en común. Ver las modalidades de irradiación Ad Extra. 6 – En la elaboración del Proyecto Comunitario, además de la Eucaristía, prevean tiempo de adoración y posible participación de los fieles. 7 – Ministerio de Autoridad con espíritu de fraternidad y servicio. Corresponsabilidad y libertad, discernimiento personal y comunitario, comunicación en la verdad. El proyecto acoja los dones de cada miembro. 8 – Autonomía jurídica: Vitalidad, formación, gobierno, Iglesia local, Subsistencia, fraternidad... 9 – Federados y colaboración en todos los aspectos. (Distintas normas). 10 – Cada comunidad adecuar la Clausura a las Constituciones... 11 – Las Rentas no eximen del deber de trabajar. El fruto del trabajo no sólo para el sustento digno sino también para compartir con los pobres. 12 – Prevean momentos oportunos de silencio para favorecer la oración y la contemplación. 13 – Prevean en su proyecto comunitario los medios idóneos por los que se expresa el compromiso ascético de la vida personal y comunitaria, para que sea más profética y creíble. 14 – (En los monasterios los cambios que todo esto modifique sus constituciones tienen que ser aprobados por la Santa Sede).

¿Podemos contemplar todo esto en nuestro Proyecto Comunitario? ¿Cómo?